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P á g i n a | 1 UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO FACULTAD DE MEDICINA DIVISION DE ESTUDIOS DE POSGRADO Efecto del captopril sobre la TFG en pacientes con nefropatía diabética incipiente TESIS Que para obtener el título de posgrado en la Especialidad de: Medicina Familiar PRESENTA: Ramírez Martínez Mayra Leticia ASESOR: Dra. Ivonne Analí Roy García Dra. Carmen Alfaro Cruz Ciudad Universitaria, Cd. Mx., 2016 http://www.google.com.mx/url?sa=i&rct=j&q=&esrc=s&frm=1&source=images&cd=&cad=rja&uact=8&ved=0ahUKEwjozfim7bLOAhUE4IMKHfNjBUYQjRwIBw&url=http://www.laisla.unam.mx/&psig=AFQjCNHQdJp7Rz0_oBe3kOOSV1QXIFT_vA&ust=1470781241887630 UNAM – Dirección General de Bibliotecas Tesis Digitales Restricciones de uso DERECHOS RESERVADOS © PROHIBIDA SU REPRODUCCIÓN TOTAL O PARCIAL Todo el material contenido en esta tesis esta protegido por la Ley Federal del Derecho de Autor (LFDA) de los Estados Unidos Mexicanos (México). El uso de imágenes, fragmentos de videos, y demás material que sea objeto de protección de los derechos de autor, será exclusivamente para fines educativos e informativos y deberá citar la fuente donde la obtuvo mencionando el autor o autores. Cualquier uso distinto como el lucro, reproducción, edición o modificación, será perseguido y sancionado por el respectivo titular de los Derechos de Autor. P á g i n a | 2 INSTITUTO MEXICANO DEL SEGURO SOCIAL DELEGACIÓN 3 SUR DIRECCIÓN DE PRESTACIONES MÉDICAS COORDINACIÓN DE PLANEACIÓN Y ENLACE INSTITUCIONAL UNIDAD DE MEDICINA FAMILIAR No. 28 “GABRIEL MANCERA” CIUDAD DE MÉXICO. COORDINACIÓN CLÍNICA DE EDUCACIÓN E INVESTIGACIÓN EN SALUD AUTORIZACIÓN DE TESIS EFECTO DEL CAPTOPRIL SOBRE LA TFG EN PACIENTES CON NEFROPATÍA DIABÉTICA INCIPIENTE ____________________________________________________ Dra. Gloria Mara Pimentel Redondo Director de la Unidad de Medicina Familiar No. 28 “Gabriel Mancera” ______________________________________________________ Dra. Ivonne Analí Roy García Profesor Titular de la Especialización de Medicina Familiar UMF No. 28 y Directora de la Tesis. ______________________________________________________ Dra. Lourdes Gabriela Navarro Susano Coordinador Clínico de Educación e Investigación en Salud. P á g i n a | 3 UNIDAD DE MEDICINA FAMILIAR No. 28 “GABRIEL MANCERA” ASESOR DE TESIS _______________________________________________ Dra. Ivonne Analí Roy García Profesor Titular de la Especialización de Medicina Familiar UMF No. 28 y Asesor metodológico ________________________________________________ Dra. Carmen Alfaro Cruz Medico Nefrólogo HGR No. 1 Carlos Mac Gregor Sánchez Navarro Asesor clínico P á g i n a | 4 DIRECCION REGIONAL CENTRO DELEGACION SUR DEL DISTRITO FEDERAL JEFATURA DE PRESTACIONES MEDICAS HOSPITAL GENERAL REGIONAL No. 1 DR. CARLOS MACGREGOR SANCHEZ NAVARRO COORDINACION CLINICA DE EDUCACION E INVESTIGACION EN SALUD Título: “Efecto del captopril sobre la TFG en pacientes con nefropatía diabética incipiente” Propuesta de anteproyecto que con motivo de tesis para obtener la especialidad en Medicina Familiar PRESENTA: Dra. Mayra Leticia Ramírez Martínez Médico Residente de 3° año de la especialidad de Medicina Familiar Matrícula: 99217762 Lugar de trabajo: Consulta Externa Adscripción: Unidad de Medicina Familiar N° 28 “Gabriel Mancera”, Delegación 3 Sur, Distrito Federal. Tel: 55 10 48 72 42 Fax: sin fax e-mail: may_let@hotmail.com ASESORES: Dra. Ivonne Analí Roy García Profesor Titular de la Residencia de Medicina Familiar No. 28 Matrícula: Lugar de trabajo: Coordinación Enseñanza UMF No. 28 Adscripción: Delegación Sur, D.F. IMSS Tel: 55 22 70 47 50 Fax: sin fax e-mail: ivonne.roy@imss.gob.mx Dra. Carmen Alfaro Cruz Médica Nefróloga. Matrícula: Lugar de trabajo: Servicio Nefrología HGR No. 1 “Carlos Macgregor Sánchez Navarro” Adscripción: Delegación Sur, D.F. IMSS Tel: 55 36 55 53 28 Fax: sin fax e-mail: 2cruzcac@gmail.com P á g i n a | 5 RESUMEN Efecto del captopril sobre la TFG en pacientes con nefropatía diabética incipiente. Ramírez-Martínez Mayra Leticia, 1 Roy-García Ivonne Analí, 2 Alfaro-Cruz Carmen. 3 1 Consulta externa, UMF No. 28 “Gabriel Mancera”, Universidad Nacional Autónoma de México - Instituto Mexicano del Seguro Social 2 Coordinación de Enseñanza Medica Unidad de Medicina familiar No. 28. Delegación Sur, D.F., IMSS. 3 Departamento Nefrología. Hospital General Regional No. 1 Dr. Carlos Macgregor Sánchez Navarro. Delegación Sur, D.F., IMSS. Introducción. Actualmente la ERC ocupa el 11º lugar como causa de mortalidad general en México. El IMSS es la institución de salud que brinda la mayor cobertura de atención en México y específicamente a pacientes con diálisis, con un total de 56 430 pacientes representando el 0.1% de la población derecho habiente al IMSS. Ante el incremento de la ERC es necesario realizar prevención primaria y secundaria para retrasar progresión e inicio de tratamiento sustitutivo, por lo que la nefroprotección en el paciente con ERC es importante. Como parte del abordaje temprano resulta imprescindible el abordaje del paciente con ERC en estadio 3. Un grupo de medicamentos que ha demostrado ser de utilidad para tal objetivo es la administración de IECA en pacientes con DM2 ya que retarda su progresión, retrasando el deterioro de la función renal y disminuyendo el número de pacientes que precisarán tratamiento de sustitución de la función renal. Pregunta de investigación. ¿Cuál es el efecto del captopril sobre la tasa de filtrado glomerular en pacientes con DM2 y con ERC estadio 3 KDIGO durante 6 meses de seguimiento? Hipótesis: En pacientes portadores de DM2 y ERC estadio 3, la TFG no desciende más de 2ml/min/1.73m2 posterior a la administración de captopril en un periodo de seguimiento de 6 meses. Objetivo: Determinar el efecto de captopril sobre la TFG en pacientes con DM2 con enfermedad renal crónica estadio 3, durante 6 meses de seguimiento. Material y métodos: Estudio cuasi experimental, cuya maniobra de experimentación fue la administración de captopril, a dosis nefroprotectora de 12.5mg/día para valorar el efecto en la TFG tras seis meses de seguimiento. Se llevó a cabo en la consulta externa de nefrología del HGR No. 1 Carlos Mac Gregor Sánchez Navarro. Para el presente estudio se incluyeron a 65 pacientes con diabetes mellitus tipo dos en etapa 3 de KDOQI. Se midieron los niveles de creatinina, HbA1c, niveles de colesterol, triglicéridos, ácido úrico. A partir de la creatinina se determinó la tasa de filtrado glomerular estimado con la fórmula de CKD EPI. El seguimiento de los pacientes incluidos en este estudio se realizó mediante medición de paraclínicos y medidas antropométricas a los 6 meses de iniciado el estudio. Resultados: De los 65 pacientes al inicio del estudio se encontraron 34 pacientes en estadio 3a y 31 en estadio 3b, la TFG fue calculada mediante la fórmula de CKD-EPI, donde la media inicial fue de 43.93ml/min y tras seis meses de seguimiento la TFG fue de 44.20ml/min, encontrando una diferencia de 0.27ml/min, y aunque dicha diferencia estadísticamente no fue significativa (p=0.690), los pacientes que se incluyeron en este estudio no tuvieron progresión de la ERC. Conclusiones: Los pacientes portadores de DM2 y ERC temprana, posterior 6 meses de tratamiento con IECA tuvieron una TFG donde la media inicial fue de 43.93ml/min y tras seis meses de seguimiento la TFG fue de 44.20ml/min, encontrando una diferencia de 0.27mil/min, con una diferencia que no fue estadísticamente significativa(p=0.690). Palabras clave: Enfermedad renal crónica, progresión en daño renal, nefroprotector, tasa de filtrado glomerular. P á g i n a | 6 INDICE I. II. 2.1 2.1.1 2.1.2 2.1.3 2.1.3.1 2.1.4 2.1.4.1 2.2 2.2.1 2.2.2 2.3 2.3.1 2.3.2 2.3.2.1 2.3.2.2 3 3.1 4. 4.1 4.2 5 6 6.1 6.2 6.3 6.3.1 6.4 6.4.1 6.4.2 6.4.3 6.5 6.6 6.7 6.8 INTRODUCCION MARCO TEORICO Enfermedad renal crónica. Definición de enfermedad renal crónica. Marco epidemiológico. Diagnóstico de enfermedad renal crónica. Estadios evolutivos. Medición de la función renal. Fórmula CKD EPI. Nefropatía diabética como causa de enfermedad renal crónica. Etiología y factores de riesgo. Fisiopatología de la nefropatía diabética. Progresión de la enfermedad renal crónica en el paciente con DM2. Factores asociados a la progresión de la enfermedad renal crónica. Prevención de la progresión. Medidas de nefroprotección, prevención primaria y secundaria. Uso de captopril como fármaco nefroprotector. JUSTIFICACION Pregunta de investigación. OBJETIVOS Objetivo principal. Objetivos secundarios. HIPOTESIS DE TRABAJO. MATERIAL Y MÉTODOS Tipo de estudio. Población de estudio. Tipo de muestra y tamaño de la muestra Tamaño de la muestra. Criterios de selección Criterios de inclusión. Criterios de exclusión. Criterios de eliminación. Variables del estudio y definiciones conceptuales y operacionales. Método de recolección de datos. Instrumento de recolección de datos. Recursos, financiamiento y factibilidad. 8 10 10 10 10 12 12 12 14 14 14 15 17 18 21 21 25 28 30 30 30 30 30 31 31 31 31 31 32 32 32 32 33 38 40 41 P á g i n a | 7 6.9 7 8 9 10 11 12 12.1 12.2 12.3 Análisis de datos. CONSIDERACIONES ETICAS Resultados Discusión Conclusiones REFERENCIAS ANEXOS Consentimiento informado Instrumento de recolección de datos Cronograma 42 43 45 52 54 55 58 58 60 62 P á g i n a | 8 1. INTRODUCCION La nefropatía diabética es la principal causa de Enfermedad Renal Crónica (ERC), constituyendo un problema de salud pública debido a la suma de los daños multi sistémicos de la Diabetes mellitus 2 (DM2) y en particular la insuficiencia renal crónica hacen más difícil el manejo. 1 Factores sociales, humanos y económicos justifican su prevención, tratamiento correcto y oportuno; por lo tanto, corresponde a los servicios de salud de atención primaria tomar el papel protagónico en la prevención, diagnóstico y tratamiento temprano de estos pacientes, con la finalidad de retrasar la progresión a falla renal crónica en la nefropatía diabética.2 En el panorama epidemiológico de diabetes mellitus tipo dos en México de 1998 a 2012 se ha observado una tendencia hacia el incremento en un 4.7% pasando de una tasa de mortalidad de 342.1 a 358.2 casos por cada 100 mil habitantes. En el año 2012 se reportaron 418 797 pacientes diagnosticados con DM2.1 En México de acuerdo a las cifras emitidas por el INEGI la Diabetes Mellitus para el año 2012, constituyó la segunda causa de muerte en la población mexicana, con una tasa de mortalidad de 75 defunciones por cada 100 mil habitantes, la diabetes mellitus ocupa el primer lugar como causa de ERC en México.1 El IMSS es la institución de salud que brinda la mayor cobertura de atención en México y específicamente a pacientes con diálisis, con un total de 56 430 pacientes representando el 0.1% de la población derecho habiente al IMSS. Del total de pacientes en tratamiento sustitutivo, 33 754 (60%) pacientes fueron sometidos a diálisis peritoneal (DP) y 22 676 (40%) hemodiálisis (HD).3 La ERC secundaria a la nefropatía diabética (ND) representa una carga adicional en el sistema de salud por los altos costos para su tratamiento. Por lo tanto, la prevención secundaria constituye una medida complementaria en el manejo multidisciplinario de la Diabetes para disminuir el impacto en la morbimortalidad cuando alcanza al estadio terminal.2 La ERC se encuentra en el onceavo lugar como causa de mortalidad general en México, ocupa la octava causa de defunción en el varón de edad productiva y la sexta en la mujer de 20 a 59 años, mientras que por demanda de atención en los servicios de urgencias del segundo nivel de atención ocupa el décimo tercer lugar, el noveno en las unidades de tercer nivel y el octavo como causa de egreso hospitalario por defunción.4 Se ha estimado que está enfermedad habrá de alcanzar su incidencia máxima en el año 2043 y representará una inversión de 20, 000 mil millones de pesos, posteriormente presentará un descenso continuo; mientras que lo estimado en un escenario catastrófico, tendría un ascenso continuo y para el año 2050 los costos de inversión estarán alcanzarían los 50.000 mil millones de pesos, cifras que no podrá costear el Instituto. Por lo expuesto, es necesario contar con un programa de P á g i n a | 9 detección oportuna de la ERC en las unidades de primer contacto, que permita desacelerar la incidencia de pacientes en terapia sustitutiva.2 Ante el incremento de la ERC es necesario realizar prevención primaria y secundaria para retrasar progresión e inicio de tratamiento sustitutivo, por lo que la nefroprotección en el paciente con ERC es importante, ya que teniendo a los IECA como recurso es importante su administración. La administración de Inhibidor de la enzima convertidora de angiotensina (IECA) en pacientes con DM2 y con datos de microalbuminuria, retarda su progresión a macroalbuminuria, retrasando el deterioro de la función renal y disminuyendo el número de pacientes que precisarán tratamiento de sustitución de la función renal. La presencia de proteinuria en el paciente con diabetes, incluso con cifras normales de Filtrado Glomerular (FG), es un potente indicador de progresión de enfermedad renal y mortalidad. La macroalbuminuria es mejor predictor de la tasa de deterioro renal que el nivel del FG basal. P á g i n a | 10 2. MARCO TEORICO 2.1 ENFERMEDAD RENAL CRONICA. 2.1.1 DEFINICION DE ENFERMEDAD RENAL CRONICA La ERC se define como la presencia de alteraciones en la estructura o función renal durante al menos tres meses y con implicaciones para la salud.5 A continuación se enuncian los siguientes criterios diagnósticos: Tabla 1. Criterios diagnósticos de la Enfermedad Renal Crónica. Marcadores de daño renal Albuminuria elevada Alteraciones en el sedimento urinario Alteraciones electrolíticas u otras alteraciones de origen tubular Alteraciones estructurales histológicas Alteraciones estructurales en pruebas de imagen Trasplante renal Filtrado Glomerular (FG) disminuido FG < 60ml/min/1.73m2 FUENTE Official Journal of the International Society of Nephrology KDIGO, Clinical Practice Guideline for the Evaluation and Management of Chronic Kidney Disease, Kidney International Supplements (2013) 3, 5–14.1 2.1.2 Marco epidemiológico La ERC es la resultante de diversas enfermedades crónico-degenerativas, fenómeno que ocurre de manera similar en todo el mundo y que si no se trata conduce lamentablemente a la muerte. Se considera una enfermedad catastrófica debido al número creciente de casos, por los altos costos de inversión, la detección tardía y altas tasas de morbilidad y mortalidad en programas de sustitución. En México, como en la mayor parte del mundo, se ha demostrado un incremento importante en la prevalencia e incidencia de ésta enfermedad. En la actualidad se considera una pandemia que afecta, aproximadamente, al 10% de la población adulta en diferentes partes del mundo siendo la principal causa la DM2.6 El estudio United Kingdom Prospective Diabetes Study (UKPDS) demostró que después de 10 años de DM2 la prevalencia de microalbuminuria era del 24,9 %, proteinuria5,3% y 0,8% de los pacientes presentaron ERC o ameritaron diálisis; la mortalidad anual de los pacientes con creatinina elevada o en diálisis fue del 19,2%.7 P á g i n a | 11 La ERC en México para el año 2013 condicionó la 11ª causa de muerte con un total de 11, 983 defunciones, de los cuales 6678 fueron hombres y 5305 mujeres.4 En un estudio retrospectivo realizado en IMSS se encontró que existen 56.430 pacientes bajo tratamiento sustitutivo de la función renal, representando el 0,1% de la población usuaria de los cuales el 57% son hombres, con edad promedio 62 años. Las causas primarias de la ERC fueron diabetes (29.661; 52,6%), hipertensión arterial (19.862; 35,2%) y las glomerulopatías crónicas (4.089; 7,2%). Un total de 33.754 (60%) pacientes tuvieron diálisis peritoneal (DP) y 22.676 (40%) hemodiálisis (HD); con DPCA, 16.217 pacientes (29%), con DPA 17.537 (31%), HDI 9.725 (17%) y HDE 12.951 (23%).3 La mayor prevalencia se observó en el estado de Jalisco, Edo. De México Oriente y Distrito Federal Sur; y la menor en Campeche, Baja California Sur y Zacatecas. La incidencia general fue de 124 casos por cada mil usuarios. Las delegaciones con mayor incidencia fueron Tlaxcala, Morelos e Hidalgo; las de menor, Zacatecas, Sinaloa y Norte del Distrito Federal.3 Las complicaciones más frecuentes en DP fueron peritonitis, sobrecarga hídrica y complicación mecánica del catéter; en HD, retención hídrica, descontrol hipertensivo e hipercalemia. Las salidas definitivas en las 2 terapias fueron infarto miocárdico, sepsis, insuficiencia cardíaca y trastornos del equilibrio ácido base.3 La microalbuminuria y la disminución del FG por debajo de 60 ml/min/1,73 m2 son considerados un factor principal de riesgo cardiovascular en el informe del Joint National Committee y de lesión subclínica de órganos diana en las Guías Europeas de las sociedades europeas de Hipertensión y Cardiología, respectivamente. En el estudio Action in Diabetes and Vascular disease: preterAx and diamicroN-MR Controlled Evaluation (ADVANCE) se observó que, a medida que aumentaba la albuminuria y disminuía el FG estimado, el paciente con DM2 presentaba más acontecimientos cardiovasculares, de manera que para un cociente albúmina/creatinina > 300 mg/g y un FG estimado de 60 ml/min/1,73 m2 , el riesgo de sufrir un acontecimiento cardiovascular o renal fue 3,2 y 22 veces mayor, respectivamente, que en los pacientes con ambos valores normales.8 Aproximadamente, una tercera parte de los pacientes con diabetes mellitus tipo 1 o 2 desarrolla insuficiencia renal crónica y 80 % de ellos son hipertensos, lo que acelera la tasa de progresión de la enfermedad renal. Sin embargo, los mecanismos involucrados no están completamente esclarecidos.9 P á g i n a | 12 2.1.3 DIAGNOSTICO DE ENFERMEDAD RENAL CRONICA 2.1.3.1 ESTADIOS EVOLUTIVOS De acuerdo a la TFG y al grado de albuminuria la ERC se clasifica de la siguiente manera: 5 Tabla 2. CLASIFICACION DE LA ERC CATEGORIAS DEL FILTRADO GLOMERULAR G1 >90 Normal o elevado G2 60-89 Ligeramente disminuido G3a 45-59 Ligera a moderadamente disminuido G3b 30-44 Moderada a gravemente disminuido G4 15-29 Gravemente disminuido G5 <15 Fallo renal CATEGORIAS DE ALBUMINURIA Categoría Cociente A/C Descripción A1 <30 Normal a ligeramente elevada A2 30-300 Moderadamente elevada A3 >300 Muy elevada Fuente: Official Journal of the International Society of Nephrology KDIGO Clinical Practice Guideline for the Evaluation and Management of Chronic Kidney Disease, Kidney International Supplements (2013) 3, 5–14. 2.1.4 MEDICIÓN DE LA FUNCIÓN RENAL La filtración glomerular es la suma de la filtración de cada una de las nefronas funcionantes, que son en total unos dos millones. La medición de la filtración glomerular indica el grado de funcionalidad del sistema renal. La TFG es el flujo neto de ultrafiltrado que pasa a través de la membrana en la unidad de tiempo. La disminución del FG es indicativa de insuficiencia renal. El resultado se expresa como ml/min/1,73 m2 ya corregido por superficie corporal.10 En la actualidad el mejor indicador para evaluar la función renal es el filtrado glomerular a través de sustancias exógenas y endógenas entra las cuales se encuentra la creatinina. La evaluación del filtrado glomerular (FG) se llevará a cabo mediante la determinación de la creatinina sérica y una fórmula para estimar el FG.5 P á g i n a | 13 Las nuevas guías recomiendan el cambio de la ecuación para estimar el Filtrado glomerular (FG) a la fórmula CKD-EPI (Chronic Kidney Disease Epidemiology Collaboration) de 2009 (GR 1B). La estimación del FG mediante fórmulas basadas en la creatinina sérica puede tener menos exactitud en determinadas circunstancias, como en individuos que siguen dietas especiales (vegetariana estricta o hiperproteica), con alteraciones importantes en la masa muscular (amputaciones, enfermedades con pérdida de masa muscular), con índices de masa corporal extremos (< 19 kg/m2 o > 35 kg/m2) o en el embarazo. En determinadas situaciones en las que sea preciso optimizar la valoración del FG (por ejemplo, evaluación de potenciales donantes de riñón, casos con FG estimado entre 45 y 59 ml/min/1,73 m2 sin otros marcadores de daño renal o pacientes que necesiten tratamientos de toxicidad renal elevada), se sugiere la determinación de la cistatina C y del FG estimado por una ecuación basada en la cistatina C (preferiblemente CKD EPI cistatina) o una evaluación del aclaramiento de creatinina previa recogida de orina de un período de tiempo determinado.8 La CKD-EPI para estimar el Índice de Filtrado Glomerular (IFG) incluye el logaritmo de creatinina (con dos versiones diferentes dependiendo del valor de creatinina sérica), el sexo, la etnia y la edad en escala natural. Se generó a partir de una población de 8 254 pacientes, de diez estudios diferentes de los que se contaba con una medición directa del IFG.11 Se realizó posteriormente una validación externa en 3 896 pacientes, surgidos a partir de 16 estudios diferentes. La población que dio origen a la nueva ecuación presenta una media de IFG de 68 ± 40 ml/min/1.73 m2, media de creatinina sérica de 1.65 mg/dl, edad media de 47 ± 15 años, con una escasa representación de pacientes mayores de 71 años (3%). Presenta también un 29% de pacientes diabéticos y un 13% de donantes de riñón. Al comparar ambas ecuaciones con el método de referencia, CKD-EPI resultó similar a MDRD (Modification of Diet in Renal Disease) para filtrados menores a 60 ml/min/1.73 m2 en cuanto a su exactitud, y aún más en el subgrupo con filtrado mayor a 60 ml/min/1.73 m2. Presentó también menor desviación o sesgo, menor imprecisión y mayor exactitud.11 En las mujeres y en los menores, CKD-EPI mostró valores más elevados de Índice de filtrado glomerular estimado (IFGe) que resultaron ser estadísticamente significativos. En sentido inverso, en los hombres y en los mayores, MDRDe mostró valores más elevados, igualmente significativos. 11 P á g i n a | 14 2.1.4.1 FORMULA CKD EPI. ETNIA BLANCA Y OTRAS12 Mujer: Creatinina ≤ 62: FG estimado= 144x ([creatinina/88,4/0.7]-0.329)x 0.993 edad. Creatinina ≥ 62: FG estimado= 144x ([creatinina/88,4/0.7]-1,209)x 0.993 edad. Hombre: Creatinina ≤ 80: FG estimado= 141x ([creatinina/88,4/0.7]-0.411)x 0.993 edad. Creatinina ≥ 80: FG estimado= 141x ([creatinina/88,4/0.7]-1.029)x 0.993 edad. 2.2 NEFROPATIA DIABETICA COMO CAUSA DE ERC. 2.2.1 Etiología y factores de riesgo De los pacientes con DM2 el 0.8% desarrollará ERC, a 10 años de diagnóstico el 24.9% presenta microalbuminuria. La nefropatía diabética (ND) es hoy en día la causa más frecuente de insuficiencia renal crónica terminal y de la entrada en programas de tratamiento renal sustitutivo. La ND es una complicación que evoluciona de forma crónica y progresiva a lo largo de años, desde las etapas más tempranas,que se caracterizan por la presencia de alteraciones funcionales, hasta la insuficiencia renal terminal, pasando por estadios intermedios marcados por la aparición de albuminuria y proteinuria. Sobre la historia natural de esta enfermedad pueden actuar diversos factores, que podrán modificar dicha evolución a un mayor o menor daño renal con evolución hacia la insuficiencia renal terminal dependiendo de su presencia o no, así como del grado de control de estos.10 La enfermedad renal crónica se ha transformado en un problema médico y de salud pública que ha adquirido proporciones epidémicas. De acuerdo con los datos de la Encuesta Nacional de Salud, la diabetes mellitus con 48.5% y la hipertensión arterial con un 19%, respectivamente, son causas importantes de enfermedad renal, aunque también hay otros factores de riesgo, entre los que destacan los de susceptibilidad, como: edad, historia familiar, raza, bajo nivel educativo y económico, así como los factores indicadores, precursores de la enfermedad.7 Se han identificado diversos factores asociados a un incremento del daño renal y de la progresión de la ND. La hiperglucemia es un factor crítico en el desarrollo y la progresión del daño renal en el paciente diabético, de forma que el adecuado control glucémico es un objetivo primordial como prevención y tratamiento en la ND. La eficacia de un estricto control glucémico puede reflejarse en una remisión parcial de la hiperfiltración e hipertrofia glomerular iniciales, y puede traducirse en un retraso en la aparición de albuminuria. En los casos de DM tipo 2, el estudio de Kumamoto demostró que el porcentaje de pacientes que desarrollaba albuminuria con un control metabólico intensivo tras seis años de seguimiento era casi cuatro veces menor que el observado en los pacientes con un control metabólico convencional.10 P á g i n a | 15 La importancia de la hipertensión arterial (HTA) como factor de progresión de la Nefropatía Diabética ND se acrecienta por su elevada prevalencia en la población diabética. En pacientes con DM tipo 1, la prevalencia de HTA es aproximadamente de tres a cuatro veces mayor que en la población general, y este exceso de prevalencia se debe a la presencia de HTA en pacientes con ND incipiente o establecida. En los pacientes con DM tipo 2, la prevalencia de HTA es superior al 90% cuando existe microalbuminuria o macroalbuminuria. El estricto control de la presión arterial (PA) es uno de los factores más importantes en la prevención del desarrollo y progresión de la ND. Así, pacientes con una PA menor de 130/80 mmHg raramente desarrollaban albuminuria, mientras que casi un tercio de aquellos con una PA entre 130/80 y 140/90 mmHg desarrollaron albuminuria o proteinuria durante los siguientes 12-15 años de seguimiento.10 La hiperlipidemia se considera hoy en día un determinante independiente del desarrollo y progresión del daño renal en la DM. En relación con las alteraciones renales ligadas a la obesidad, se sabe que esta situación se relaciona de forma habitual con una situación de hiperfiltración glomerular, lo que conlleva el desarrollo de proteinuria y lesiones de glomeruloesclerosis.10 Datos de un registro de pacientes diabéticos en Minnesota mostraron que la duración media desde el inicio de la proteinuria hasta la insuficiencia renal terminal o el inicio de diálisis en pacientes con DM2 es de siete años. En el mismo registro, la incidencia de pacientes que desarrollaron enfermedad renal crónica (ERC) estadio 5 fue del 4,2% a los 5 años, del 10,7% a los 10 años y del 16,8% a los 15 años tras el diagnóstico de proteinuria. La incidencia de la ERC estadio 5 se correlaciono con la duración de la diabetes, la duración e intensidad de la proteinuria, el control glucémico, el tipo de tratamiento de la hiperglucemia y la presencia de retinopatía. La prevalencia de proteinuria se incrementa de forma significativa a partir de los 15 años del diagnóstico de la DM. La aparición de ERC estadio 5 se incrementa de forma significativa a partir de los dos o tres años del inicio de la proteinuria.13 2.2.2 FISIOPATOLOGIA DE NEFROPATIA DIABÉTICA El riñón es un órgano blanco que cuando se afecta inexorablemente por la hiperglucemia propia de la diabetes mellitus tipo 2 en la cual existe pérdida de la función renal que lleva al sujeto a la muerte prematura si no se diagnostica y se trata oportunamente.9 La hiperglucemia estimula la producción de citoquinas y factores de crecimiento, incluyendo el factor transformante del crecimiento β (TGF-β), el factor de crecimiento del endotelio vascular (VEGF), el factor de crecimiento de tejido conectivo (CTGF), el factor de crecimiento derivado de las plaquetas (PDGF), el P á g i n a | 16 factor de crecimiento epidérmico (EGF) y el factor de crecimiento similar a insulina- 1 (IGF-1). La hiperglucemia también es responsable del daño en la célula endotelial, al producir un aumento en la secreción de endotelina-1 y una disminución en la síntesis de óxido nítrico.9 Las altas concentraciones de glucosa favorecen el incremento en la permeabilidad glomerular y la presión intraglomerular. Esto facilita la eliminación de proteínas a través de la orina y la infiltración de macrófagos que promueven la expresión del TGF-β y producen un cúmulo de matriz extracelular, glomeruloesclerosis y fibrosis tubulointersticial, que finalmente provocan la insuficiencia renal.9 Además, el sistema renina- angiotensina (SRA) juega un papel importante en la hipertensión sistémica e intraglomerular, proteinuria e infiltración de macrófagos que perpetúan la destrucción del tejido renal, el cual se intenta reparar con fibrosis.9 El SRA está implicado en la progresión de la nefropatía diabética por localizar receptores funcionales a Angiotensina II en las arteriolas renales, células mesangiales y en la membrana basolateral y apical de las células del túbulo proximal, y por la capacidad probada que tienen los Inhibidores de la Enzima Convertidora de Angiotensina y los bloqueadores de los receptores Angiotensina I de Angiotensina II en reducir la proteinuria en el paciente con glomeruloesclerosis diabética9. La Angiotensina II, además de ser un péptido vasoactivo con acción hemodinámica en la circulación y a nivel glomerular, contribuye a la generación de proteinuria y es una verdadera citoquina profibrogénica, proangiogénica y proinflamatoria. Como citoquina profibrogénica, es el principal inductor de TGF-β, y del factor de crecimiento de tejido conectivo (CTGF), que incrementa la producción de matriz y juega un papel en el desarrollo y progresión de la glomeruloesclerosis y fibrosis tubulointersticial9. En un estudio controlado y aleatorizado realizado sobre el efecto del captopril sobre la presión arterial y la función renal en pacientes normotensos con diabetes mellitus insulinodependiente con nefropatía, se incluyeron un total de 32 pacientes, al primer grupo conformado por 15 pacientes a quienes se les administró captopril durante un año a una dosis de 25- 100mg/ día y el segundo grupo control de 17 pacientes a quienes se les dio placebo, se encontró que en el grupo disminuyó 3.1 (2.8) ml/min, y en el segundo grupo a quienes no se les administró captopril la TFG disminuyo 6.4 (3.1) ml/min.14 Como citoquina proangiogénica se sabe que Angiotensina II (Ang II), al existir una ineficiente irrigación vascular que lleva a hipoxia, produce una inducción en la expresión y síntesis del factor de crecimiento endotelial vascular (VGEF) que en su momento media la angiogénesis iniciada por hipoxia y contribuye así a la progresión del daño renal.9 La proteinuria supone un fracaso de la barrera de filtración glomerular, ésta limita el paso de macromoléculas en función de su tamaño y su forma, pero también las P á g i n a | 17 cargadas negativamente la atraviesan con mayor dificultad. La barrera de filtración glomerular se constituye por endotelio,membrana basal y podocito. Los podocitos son células muy diferenciadas, factibles de cultivarse en la actualidad y tienen un papel fundamental en el mantenimiento de la estructura y función de la barrera de filtración glomerular.9 Entre las proteínas de la barrera se destaca la nefrina, una proteína que en el riñón es específica de podocitos. En la nefropatía diabética existe evidencia de una pérdida de podocitos.9 En los pacientes con diabetes mellitus tipo 2 se incrementa la eliminación urinaria de podocitos. Steffes y colaboradores demuestran, en un estudio morfométrico detallado de pacientes con diabetes, una depleción de podocitos, y en un estudio reciente realizado en humanos con nefropatía diabética se demostró una reducción en la expresión del ARNm de nefrina y de la proteína, indicando que la pérdida de podocitos podría ser un mecanismo temprano de lesión en la nefropatía diabética.15 Es importante señalar la participación de la Ang II en el compromiso tubulointersticial, uno de los determinantes de mayor importancia en la progresión de la enfermedad renal y que se determina por la proteinuria y la activación intrarrenal del SRA. Pese a que los diabéticos mayoritariamente tienen renina plasmática suprimida, se benefician de los inhibidores de la enzima convertidora de la angiotensina (IECA) y antagonistas de los receptores AT1 por su potencial efecto a nivel del SRA intrarrenal que parece ser el factor de progresión más importante. Finalmente, en la nefropatía diabética hay reportes de una reducción en los receptores AT2 que favorece la acción de los receptores AT1 y por lo tanto incrementa el daño renal.15 2.3. PROGRESIÓN DE LA ENFERMEDAD RENAL CRÓNICA EN EL PACIENTE CON DM2. De los pacientes con DM2 el 0.8% desarrollará ERC a 10 años de diagnóstico, el 24.9% presenta microalbuminuria y 5.3% de presentará proteinuria.6 La progresión y la evolución de la ERC es muy variable entre los sujetos que la padecen. Al no disponer de evidencias suficientes para definir e identificar a aquellos que van a tener una progresión rápida, la recomendación es evaluar simultánea y sistemáticamente el FG estimado y la albuminuria. Tanto la reducción del FG como el grado de albuminuria condicionan el pronóstico, ejerciendo, además, un efecto sinérgico.16 La progresión de la ERC se define por un descenso sostenido del FG > 5 ml/min/1,73 m2 al año o por el cambio de categoría (de G1 a G2, de G2 a G3a, de G3a a G3b, de G3b a G4 o de G4 a G5), siempre que este se acompañe de una pérdida de FG ≥ 5 ml/min/1,73 m2 (GR, sin grado).16 P á g i n a | 18 La asociación entre proteinuria y el desarrollo de insuficiencia renal es bien conocida desde hace varias décadas. Una vez aparece macroalbuminuria, la caída del filtrado glomerular se acelera a un ritmo de unos 11 ml/min/año, aunque puede llegar a ser tan pronunciada como 20 ml/min/año. En un paciente con función renal normal, esto significa la necesidad de tratamiento renal sustitutivo en menos de 7-8 años.17 El filtrado glomerular en el momento de nacer oscila entre 16 y 20 ml/min/1,73 m2 y alcanza su pico máximo de 120 ml/min/1,73 m2 (rango 90-120) en mujeres y 130 ml/min/1,73 m2 (rango 90-130) en hombres alrededor de los 30 años de edad, disminuyendo aproximadamente a un ritmo constante de 1 ml/min/1,73 m2 en la mayoría de las personas. En personas de edades comprendidas entre 70 y 110 años, el filtrado glomerular disminuye anualmente 1.05 ml/min/1,73 m2.18 2.3.1 FACTORES ASOCIADOS A LA PROGRESION DE LA ERC. La hiperglucemia es un factor crítico en el desarrollo y la progresión del daño renal en el paciente diabético, de forma que el adecuado control glucémico es un objetivo primordial, Existe evidencia de que un control estricto de la glucemia es efectivo en el manejo de la ND. El United Kingdom Propective Diabetes Study (UKPDS) mostró inicialmente que disminuir los niveles de glucosa reducía el riesgo de complicaciones en los pacientes con DM tipo 2 inicial, si se comparaba el tratamiento convencional frente al intensivo, durante diez años en los que hubo diferencias en los niveles de hemoglobina glucosilada (HbA1C) de 7,9% frente a 7,0%. De esta forma, un control glucémico temprano se asoció a reducciones en el riesgo del daño macrovascular, microalbuminuria, proteinuria y elevación de creatinina plasmática. En la extensión de este estudio durante diez años más, el control glucémico intensivo logró una reducción continuada en el riesgo de complicaciones microvasculares.19 La elevación de las cifras de presión arterial (PA) elevada a nivel sistémico, se han relacionado con un aumento de la presión a nivel del glomérulo, ocasionando alteraciones crónicas hemodinámicas de la arteriola aferente y llevando a un fenómeno conocido como hiperfiltración adaptativa y El tabaco incrementa la PA y afecta la hemodinámica renal.20 El estudio SHARP proporcionó evidencia adecuada acerca de la eficacia y seguridad de disminuir los niveles de colesterol LDL en la incidencia de eventos ateroescleróticos mayores, en pacientes con ERC sin terapia de soporte renal.20 La población obesa mayor prevalencia de proteinuria, con el desarrollo de glomeruloesclerosis focal y segmentaria, como hallazgo en la histopatología renal de estos pacientes. La fisiopatología no es del todo conocida, se han propuesto teorías acerca de cambios hemodinámicos, aumento de sustancias vasoactivas, fibrogénicas, entre las que se incluyen la angiotensina II, insulina, leptina y factor de crecimiento transformante beta.20 P á g i n a | 19 El Helsinki Heart Study documento que las lipoproteínas de alta densidad se relacionaba con una mayor pérdida de función renal, Los mecanismos a través de los cuales se ha vinculado la hiperlipidemia con la progresión de la enfermedad renal crónica son diversos, e incluyen proliferación de células mesangiales, aumento de la expresión de quimiocinas (como la proteína quimio táctica de monocitos-1) o fibronectina, inducción de apoptosis, retracción de podocitos, expresión de NF-kB e inducción de estrés oxidativo.21 En relación con las alteraciones renales ligadas a la obesidad, se sabe que esta situación se relaciona de forma habitual con una situación de hiperfiltración glomerular, lo que conlleva el desarrollo de proteinuria y lesiones de glomeruloesclerosis. Además de ello, existen diversas situaciones presentes en los pacientes obesos que contribuyen al daño renal. Así, la resistencia a la insulina induce vasodilatación de las arteriolas pre glomerulares, con el consiguiente incremento de la presión intraglomerular, la leptina induce proliferación celular glomerular, incremento en la expresión de factores profibroticos (como el factor de crecimiento transformante [TGF-â]), aumento de la proteinuria y lesiones de glomeruloesclerosis. La corrección de los factores del síndrome metabólico y la reduccion en el peso se han asociado a una menor progresión de la ND20. Dentro de los cambios hemodinámicos reportados se ven fenómenos de hiperfiltración glomerular en los pacientes obesos, así como reabsorción de sodio tubular mayor al promedio de la población general. La hiperlipidemia es un trastorno frecuente en los pacientes obesos, como la hiperglicemia y otros trastornos metabólicos. En múltiples modelos animales de roedores, se ha encontrado la acumulación de vesículas de triglicéridos y colesterol a nivel de medula renal.20 Los niveles altos de aldosterona son comunes en los obesos y estos niveles de aldosterona son independientes de los niveles de renina, favoreciendo más reabsorción de sodio a nivel de la nefrona distal. En estos pacientes la hiperinsulinemia favorece la presencia de factores de crecimiento dependientes de insulina que llevan a la formación de glomeruloesclerosis.20 Con respecto al hábito tabáquico se demostró la presencia de albuminuria persistente y nefropatía establecida, así como un efecto dependiente de ladosis entre el número de cigarrillos y el desarrollo de albuminuria, la frecuencia de nefropatía y la reduccion de la función renal. Esta asociación estos mecanismos se han dividido en efectos agudos (particularmente la activación simpática, con influencia sobre la PA y la hemodinámica renal) y efectos crónicos (en especial la disfunción endotelial, con reduccion de la disponibilidad de óxido nítrico y de la vasodilatación dependiente del endotelio).20 Otros mecanismos incluyen liberación de vasopresina, aumento del estrés oxidativo y reduccion de los mecanismos antioxidantes, estimulo de la síntesis de TGF-â e incremento en los niveles de dimetilarginina asimétrica en las células endoteliales. P á g i n a | 20 El cese del hábito tabáquico es obligado en los pacientes diabéticos por este y muchos otros factores.20 La elevación de los niveles de ácido úrico se presenta en los pacientes con ERC, por disminución en la excreción urinaria. La hiperuricemia ha demostrado ser un factor de progresión de la enfermedad renal, en parte por disminución en la perfusión renal por estimulación en la proliferación de la musculatura en la arteriola aferente.20 Kanbay et al. demostraron en 59 sujetos sanos que el tratamiento con alopurinol en pacientes con hiperuricemia asintomática aumenta el FG. Talaat et al., en 52 pacientes con ERC en estadios 3 y 4, muestran que la retirada de alopurinol empeora la hipertensión arterial y la función renal. Siu et al., aleatorizaron a 54 pacientes con ERC en estadios 3 y 4 a recibir alopurinol en dosis de 100 a 300 mg/día durante 12 meses o a seguir con su terapia habitual28. El tratamiento con alopurinol retrasó la progresión de la enfermedad renal. Kao et al., trataron a 53 pacientes con ERC en estadio 3 e hipertrofia ventricular izquierda (HVI) con 300 mg/día de alopurinol, mejorando la función endotelial. Kanbay et al.31 realizaron un estudio en 105 sujetos: 72 hiperuricémicos y 33 sujetos normouricémicos con función renal normal (grupo control). Los 72 pacientes hiperuricémicos fueron aleatorizados a recibir 300 mg de alopurinol durante 4 meses o nada. El tratamiento con alopurinol produjo un descenso de ácido úrico que se asoció con una mejoría de la función endotelial (p = 0,003), del FG estimado (p = 0,001) y de presión arterial sistólica (p = 0,001). No tenemos datos suficientes para afirmar si el efecto beneficioso de alopurinol se debe a la reducción del ácido úrico o al efecto antioxidante que se produce al inhibir la enzima xantina oxidasa, aunque los estudios experimentales sugieren que la mejoría en la función endotelial, la diabetes, la insuficiencia cardíaca y la insuficiencia renal se produce cuando disminuye el ácido úrico con tratamiento con alopurinol, y no con otras drogas hipouricemiantes.22 Los AINES pueden causar daño renal, especialmente en situaciones de hipovolemia, deshidratación, insuficiencia cardiaca o estenosis arterial renal. Sus efectos renales como hiperpotasemia, hiponatremia y el fallo renal agudo son más frecuentes en los pacientes con ERC que toman AINE crónicamente.23 Así el daño renal por analgésicos es progresiva causada por su ingesta diaria, la frecuencia con que se produce es de cuatro casos por cada 100,000 habitantes, con mayor afectación en pacientes femeninos mayores de 30 años de edad. Las combinaciones de dos o más analgésicos se asocian a mayor daño. Inicialmente la evolución es asintomática; los síntomas más comunes están relacionados con el grado de daño renal previo y las enfermedades concomitantes, puede presentarse hematuria, fatiga, poliaquiuria o urgencia en la micción, dolor en la espalda o flancos, oliguria, disminución del estado de alerta, alteraciones de la sensibilidad, P á g i n a | 21 exacerbación de la nefropatía previa, náuseas, vómitos, edema, equimosis y fragilidad capilar.2 2.3.2 PREVENCIÓN DE LA PROGRESIÓN 2.3.2.1 Medidas de nefroprotección, prevención primaria y secundaria. El tratamiento integral de pacientes con enfermedad renal crónica en el primer nivel de atención es un problema complejo debido a que en la mayoría de las ocasiones se carece de sistematización en la detección y tratamiento del paciente con alto riesgo de daño renal, independientemente de que debemos tomar en cuenta que la población de mayor vulnerabilidad son pacientes diabéticos e hipertensos.24 Entre los objetivos del primer nivel de atención estará el seguimiento estricto de cada uno de los pacientes, contar con un mínimo de pruebas para la valoración completa de la función renal, aplicar medidas de nefroprotección y cardioprotección de manera oportuna, disminuir la prescripción indiscriminada de antiinflamatorios no esteroides, aminoglucósidos u otros nefrotóxicos, y seguimiento por un equipo multidisciplinario de acuerdo con las necesidades de cada paciente.24 La nefroprotección es una estrategia múltiple que incluye medidas farmacológicas y no farmacológicas para interrumpir o revertir la progresión del daño renal. Tales medidas incluyen uso de antihipertensivos, control de glucosa en diabéticos, hipolipemiantes, restricción de sal y proteínas en la dieta, eliminación del tabaquismo y nefrotóxicos y control de peso.25 Las medidas no farmacológicas son tan importantes como las farmacológicas para lograr las metas de nefroprotección y deben implementarse al mismo tiempo. La aspirina a dosis bajas (100mg/día) debe considerarse en todos los pacientes con ERC estadios 1-3, con riesgo cardiovascular a 10 años > 20%, pero su beneficio debe balancearse contra el riesgo de potenciales eventos adversos.25 Los medicamentos pueden causar hasta el 20% de los casos de insuficiencia renal aguda o crónica, múltiples fármacos como AINES, aminoglucósidos, material de contraste, así evitar el uso de drogas nefrotóxicas en pacientes con ERC es importante.25 Se inicia con la modificación de los hábitos dietéticos, resaltando la importancia de mantener el control adecuado del aporte calórico, una limitación estricta proteica y restricción de sodio y potasio en la dieta. Estas medidas ayudarán, además, a llevar un adecuado control del peso y retardo de los trastornos lipídicos y electrolíticos. Si se trata de pacientes diabéticos deberá tenerse un control estricto de la glucemia, manteniendo la hemoglobina glucosilada menor o igual a 7%. El tratamiento de la anemia debe ser lo más temprano posible, con suplementos de hierro o inicio puntual de eritropoyetina en pacientes con hemoglobina menor de 9 mg/dL. También debe hacerse prevención de la hiperfiltración con IECA o antagonistas de ARAII a dosis bajas, esto independientemente de la presión arterial prevaleciente.25 P á g i n a | 22 De acuerdo con la American Heart Association uno de los objetivos más importantes es lograr el control estricto de la presión arterial con hipotensores de efecto positivo en la hiperfiltración. De acuerdo con diversos estudios, como la Modification of Diet in Renal Disease (MDRD) se recomienda la reducción de las cifras de presión arterial en pacientes con enfermedad renal y proteinuria a niveles ≤ 130/80 mmHg e, incluso, ≤ 125/75 mmHg con proteinuria mayor de 1 g/24 horas. Está demostrado que la indicación de fármacos IECA o de ARAII ofrece, quizá, una ventaja adicional a la del efecto antihipertensivo; mejoran el pronóstico de la enfermedad renal. Así, reducir la presión arterial ayuda a frenar la evolución de la enfermedad renal y a disminuir los eventos vasculares secundarios.7 La hipertensión es un factor implicado en la progresión de la ERC conjuntamente con la proteinuria y el mal control del metabolismo hidrocarbonado. En pacientes con ERC, el objetivo del tratamiento antihipertensivo es triple: reducir la presión arterial, reducir el riesgo de complicaciones cardiovasculares y retardar la progresión de la enfermedad renal crónica (ERC).25 En general, se recomiendan cifras de presión arterial clínica < 140/90 mmHgen el paciente con enfermedad renal crónica (ERC). Sin embargo, la presencia de diabetes puede hacer aconsejable un objetivo tensional algo inferior.8 La reciente Guía Europea sobre Hipertensión Arterial indica una cifra con un objetivo general de presión arterial sistólica < 140 mmHg para todos los pacientes, incluso para sujetos de alto riesgo, incluyendo aquellos con diabetes y con ERC. En ancianos, se propone un objetivo más flexible de 140-150 mmHg. La American Diabetes Association recomienda en pacientes con diabetes unos objetivos generales de control de presión arterial de < 140/80 mmHg.26 El control lipídico en el paciente con diabetes y enfermedad renal crónica es muy importante ya que uno de los factores que aceleran el deterioro funcional renal es la dislipidemia, independientemente de su efecto promotor de la arterioesclerosis. De acuerdo con las últimas Guías Europeas, los sujetos con enfermedad renal crónica (ERC) deben considerarse de alto o muy alto riesgo cardiovascular, sin requerir aplicar escalas de riesgo. Así, la presencia de ERC con FG < 60 ml/min/1,73 m2 clasifica al sujeto como equivalente coronario y establece un objetivo de c-LDL < 70 mg/dl o una reducción del 50 % si el objetivo previo no es alcanzable. Datos obtenidos de análisis post-hoc apoyan la capacidad de las estatinas de reducir las complicaciones cardiovasculares en pacientes con estadios de ERC 2 y 3.8 En el estudio SHARP, que incluyó un importante número de pacientes con diabetes, se observó una reducción del 17% en los episodios cardiovasculares en los sujetos con enfermedad renal crónica (ERC) en estadios 3, 4 y 5, tratados con simvastatina- ezetimiba frente a placebo.8 El fármaco de elección es la estatina, sola o asociada a ezetimiba. Las estatinas con escasa eliminación renal, como atorvastatina y fluvastatina, no requieren ajuste de dosis en pacientes con ERC. La dosis de simvastatina y pravastatina debe P á g i n a | 23 reducirse en pacientes con FG < 30 ml/min. Según su ficha técnica, rosuvastatina no requiere ajuste de dosis con FG > 60 ml/min, debe usarse a dosis medias si el FG es < 60 ml/ min, y está contraindicada en pacientes con ERC avanzada. Pitavastatina debe usarse con precaución en pacientes con insuficiencia renal moderada o grave, evitando dosis máximas en estos casos. Ezetimiba no requiere ajuste de dosis. Para el tratamiento de la hipertrigliceridemia grave se utilizan fibratos y ácidos grasos omega-3. La mayor parte de las guías recomiendan como fibrato de elección el gemfibrozilo, aunque se desaconseja su uso si el FG es < 15 ml/min. Hay que tener en cuenta que el riesgo de rabdomiolisis por estatinas se incrementa en pacientes con ERC. El riesgo se incrementa en más de 5 veces con el tratamiento combinado de estatinas y fibratos (en esta situación se debe usar fenofibrato en vez de gemfibrozilo), por lo que este doble tratamiento debe usarse con cautela y siguiendo una estrecha monitorización.8 Valoración del control glucémico en pacientes con enfermedad renal crónica. La hemoglobina glucosilada (HbA1c) es el parámetro de referencia para valorar el control metabólico en el paciente con ERC, aunque en esta existen unas circunstancias que limitan su precisión. Por un lado, la uremia favorece la formación de carbamilato de hemoglobina, que interfiere en la determinación de la HbA1c cuando se determina mediante cromatografía líquida de alta presión, dando lugar a niveles falsamente elevados. Por el contrario, hay otros factores que pueden producir un falso descenso en los niveles de HbA1c, como la menor vida media de los eritrocitos, las transfusiones y el aumento de la eritropoyesis tras el tratamiento con eritropoyetina. Este falso descenso de los valores de HbA1c y la falta de correlación con los niveles de glucemia se observan sobre todo en los pacientes en hemodiálisis que están recibiendo estimulantes de la eritropoyesis. Aunque algunos autores aconsejan utilizar la determinación de albúmina glucosilada como método de evaluación del control glucémico, esta posición no es la mayoritariamente aceptada. La alternativa en estos casos sería realizar controles frecuentes de la glucemia capilar.8 El United Kingdom Prospective Diabetes Study (UKPDS) demostró que el tratamiento intensivo de la glucemia (HbA1c 7.9% frente a 7 %) reducía un 25 % las complicaciones microvasculares en general, un 33 % la aparición de microalbuminuria, y un 39 % la progresión a proteinuria. A partir de este estudio, se estableció como objetivo general alcanzar una HbA1c inferior al 7 %. Sin embargo, el estudio UKPDS se llevó a cabo en pacientes con DM2 de inicio, en su mayoría sin enfermedad cardiovascular ni renal, por lo que sus conclusiones no pueden aplicarse a sujetos con ERC.8 El estudio ADVANCE, realizado en pacientes con DM2 y al menos un factor de riesgo vascular, encontró que el control intensivo de la glucemia (HbA1c 6,5 frente a 7,3 % en el grupo control) produjo a los 5 años de seguimiento una reducción del 10 % del resultado combinado de complicaciones macrovasculares y P á g i n a | 24 microvasculares mayores, principalmente como consecuencia de una reducción del 21 % de la nefropatía. También hubo una disminución significativa del 9 % en la aparición de microalbuminuria.8 El estudio ACCORD, realizado en población con DM2 evolucionada (media de 10 años) y antecedentes de enfermedad cardiovascular clínica o subclínica y/o múltiples factores de riesgo, encontró un exceso de mortalidad global (22 %) en el grupo de control intensivo respecto al grupo de control glucémico convencional (HbA1c 6,4 frente a 7,5 %).8 En base a estos resultados, actualmente se recomienda la individualización de los objetivos de control glucémico en función de las características clínicas y psicosociales del paciente. Sin embargo, la mayoría de los estudios que han valorado el objetivo de control glucémico mediante HbA1c no tenían estratificados a los pacientes en función del filtrado glomerular (FG) o el aclaramiento de creatinina; a lo sumo, el estado de la función renal fue valorado mediante los niveles de creatinina plasmática, por lo que las evidencias existentes en este sentido son limitadas.8 En pacientes con DM2 de corta evolución, sin comorbilidad importante, con un bajo riesgo de episodios de hipoglucemia y con buena expectativa de vida, es recomendable realizar un control glucémico intensivo y alcanzar una HbA1c de 6,5- 7%.8 Esta recomendación podría ser aplicable a pacientes con diabetes mellitus tipo dos (DM2) y enfermedad renal crónica (ERC) leve (FG > 60 ml/min/1,73 m2), especialmente si presentan microalbuminuria, ya que el control estricto de la glucemia en estos casos puede retrasar la progresión de la lesión renal. Por el contrario, en pacientes con DM2 de larga duración, con comorbilidad importante, marcado riesgo de episodios de hipoglucemia, alto riesgo vascular o corta expectativa de vida, se recomienda un control glucémico menos intensivo (HbA1c 7,5-8 %).8 El control de la presión arterial hasta cifras de 130/80mmHg, optimizar el control glucémico (HbA1c <7%) y utilización de fármacos: IECA si existe microalbuminuria, ya que previenen la aparición de macroalbuminuria, y ARA II si existe macroalbuminuria porque enlentecen la progresión a insuficiencia renal, pero no reducen los eventos cardiovasculares.26 Los inhibidores de la enzima convertidora de angiotensina (IECA) son de elección en pacientes diabéticos con alto riesgo cardiovascular o insuficiencia cardiaca por su efecto antihipertensivo pero también como nefroprotector. En un estudio realizado sobre los efectos de Inhibidor de la Enzima Convertidora de Angiotensina (IECA) durante un periodo de seguimiento de 8 años en nefropatía diabética en pacientes con diabetes tipo 1 se observó que a Tasa de Filtrado Glomerular (TFG), tuvo un descenso promedio de TFG fue de 1.7ml/min.14 P á g i n a | 25 En otroestudio realizado se encontró que Después de 6 meses de tratamiento con captopril el descenso de la función renal fue de 2.4 -4.6 ml /min/año en los pacientes a quienes se les administro captopril a una dosis de 25-100mg/día.27 Los efectos adversos más comunes son cefalea, tos, síntomas gastrointestinales, reacciones alérgicas que van desde los rash cutáneos hasta el edema de glotis e impotencia. La incidencia de estas manifestaciones indeseables ha disminuido en la medida en que se han reducido las dosis recomendadas para obtener un efecto terapéutico.27 La tos es probablemente el efecto adverso más frecuente. En estudios prospectivos se ha reportado una incidencia del 15 al 35 %, mientras que en la clínica diaria, en la que los pacientes o el médico no la reporta, se reduce del 5 al 10 %., el causante de estas manifestaciones alérgicas es el aumento de la concentración de bradicinina, un inhibidor de la bradicinina. Además de que el nivel de aldosterona disminuye y como consecuencia aumenta la concentración de potasio tras la administración crónica de IECA, éstos no deben administrarse conjuntamente con diuréticos ahorradores de potasio, ya que puede ocurrir hipercalemia.27 2.3.2.2 USO DE CAPTOPRIL COMO FARMACO NEFROPROTECTOR. Existe evidencia concluyente de que los fármacos que bloquean el sistema renina- angiotensina (IECA o ARA II) retrasan la progresión a fallo renal, si bien en un metaanálisis reciente se cuestiona que se deba a un efecto independiente de su efecto hipotensor.25 En cuanto a los ARA II, en un ensayo clínico irbesartán 300 mg redujo el riesgo de desarrollar macroalbuminuria en pacientes con microalbuminuria y en pacientes con proteinuria franca. En otros dos ensayos, losartán e irbesartán redujeron el riesgo de progresión a fallo renal en pacientes con microalbuminuria.28 En una revisión Cochrane reciente se concluye que ambos (IECA Y/O ARA II) son eficaces en cuanto a variables de resultado renales (IRT, duplicación de creatinina sérica, progresión de micro- a macroalbuminuria y regresión de macro- a microalbuminuria), pero sin reducir la mortalidad total frente a placebo; aunque en el análisis que considera sólo los estudios que utilizaron IECA a dosis plenas la reducción de la mortalidad fue significativa.8 La combinación de IECA y ARA II sólo ha demostrado la reducción de la proteinuria y la mejora del filtrado glomerular a corto plazo (12 semanas) en pacientes con nefropatía y creatinina inferior, a costa de producir un ligero aumento de los niveles de potasio.8 Existe un ensayo que demuestra que una intervención multifactorial que incluye dieta, ejercicio moderado, terapia para dejar de fumar, IECA (dosis equivalente a 100 mg captopril) y losartán en caso de intolerancia, AAS 100 mg, control de PA con P á g i n a | 26 cifras objetivo de 130 mmHg, control glucémico con objetivo de HbA1c de 6,5% y colesterol <175 mg/dl, disminuye la morbimortalidad asociada a la diabetes.8 Con la administración de captopril se obtuvo la primera evidencia de la utilidad del bloqueo del SRAA en producir un retardo en la progresión del daño renal en pacientes diabéticos y en la disminución en la proteinuria. Otros estudios con diferentes IECA demostraron esta misma propiedad29. Seguidamente, los BRA también revelaron que podían tener un efecto antiproteinurico con una mejoría en la sobrevida renal. El efecto del losartán en el estudio RENAAL y el de ibesartán en el estudio IDNT demostraron que los BRA vs placebo podían disminuir la duplicación del valor de creatinina y la mortalidad comparado con el grupo placebo en diabéticos tipo 2.29 Strippoli y colaboradores en una revisión de la literatura sobre el uso de IECA y de los BRA, analizó la mortalidad y sobrevida renal en pacientes con nefropatía diabética demostrando que ambos medicamentos produjeron una disminución significativa (36%) del riesgo relativo en la reducción del punto final de la duplicación del valor de la creatinina y una reducción del 65% en la progresión de microalbuminuria a proteinuria. Además, los pacientes tratados con BRA presentaron 3,42 veces mayor posibilidad en la regresión de la microalbuminuria a normoalbuminuria. En otro meta análisis de Sarafidis y colaboradores se confirmaron los hallazgos anteriores.29 La microalbuminuria es mucho más fácil de tratar que la macroalbuminuria, ya que la tensión arterial suele ser más baja y la función renal todavía está conservada. Los IECA disminuyen la presión intraglomerular, también disminuyen formación de colágeno y la sobreexpresión de proteínas de la matriz extracelular, ya que atenúan la estimulación del factor de crecimiento transformante beta por parte de la angiotensina, con lo que se atenúa el daño tubular y glomerular. La administración de IECAS en pacientes con diabetes mellitus tipo dos y con datos de microalbuminuria, retarda su progresión a macroalbuminuria, retrasando el deterioro de la función renal y disminuyendo el número de pacientes que precisarán tratamiento de sustitución de la función renal.29 En un estudio realizado sobre los efectos de Inhibidor de la Enzima Convertidora de Angiotensina (IECA) durante un periodo de seguimiento de 8 años en nefropatía diabética en pacientes con diabetes tipo 1 se observó que a Tasa de Filtrado Glomerular (TFG) fue casi idéntica: 111 (en el grupo a quien se le administró captopril a una dosis de 12.5mg/día) y 115 ml / min / 1,73 m2 (en el grupo control). Así la media de descenso de TFG fue de 1.7ml/min por año contra 2.8mll/min en el grupo control (P=NS).14 En un ensayo clínico controlado sobre Inhibidor de la Enzima Convertidora de Angiotensina (IECA) a una dosis de 25mg vo cada 8hr en nefropatía diabética tipo 1, estudió las características de los pacientes, se incluyeron 409 pacientes con promedio de 35 años de edad con una TFG de 78ml/min en promedio, hipertensión P á g i n a | 27 arterial sistémica de 4 años de duración, con diagnóstico de diabetes antes de los 30 años de edad, y en tratamiento con insulina durante 7 años, con una depuración de proteína en orina de >500mg, con retinopatía, con una HbA1c de 11.1% en promedio, colesterol 236mg/dl, se observó que la TFG tiene una baja correlación inversa con la depuración de proteína/creatinina en orina (p=0.19), la presión arterial sistólica (-0-62ml/min/1.73M2/mmHg; RI=0.13), edad de ingreso (-1.2 ml/min/año; RI=0.07), y el colesterol sérico (RI=0.09), la TFG no se correlacionó con la duración de la diabetes (R2=0.006).30 Un estudio realizado con pacientes normotensos diabéticos con microalbuminuria persistente (de 30-300 mg / 24 horas) tratados con enalapril o placebo durante un año. Se administró enalapril 20 mg al día y controles emparejados placebo. En los tres últimos meses de prueba, tres de 10 pacientes que tomaron placebo tenían nefropatía diabética (excreción de albúmina> 300 mg / 24 horas). Ningún paciente que tomó enalapril desarrolló nefropatía y de cinco mostró la excreción normal de albúmina (<30 mg / 24 horas) (p = 0O005, Mann-Whitney). La presión arterial se redujo con enalapril (p <0,005), pero aumentó con el placebo (p <005). La excreción de albúmina disminuyó con enalapril pero no en el grupo a quien se le administró placebo. Un aumento en la excreción de albúmina con placebo fue positivamente relacionado con el aumento en la presión arterial media (r = 0,709, p <005, prueba de rangos de Spearman). Con resistencias renales totales enalapril y fraccionada autorizaciones de albúmina mejoraron progresivamente (tiempo efecto, p = 0,0001).31 Un estudio realizado sobre los efectos de los IECA sobre la función renal en pacientes con nefropatía diabética encontró que el deterioro de la tasa de filtrado glomerular fue de 10.3 (7.8) ml/min/año antes del tratamiento con IECA y de 5.5 (3.9) ml/min/año después del tratamiento con captopril (p<0.02). Después de 6 meses de tratamiento con captopril el descenso de la función renalen 14 pacientes fue de 2.4 a 4.6 ml /min/año (p<0.05) después de administrar captopril, no hubo correlación entre el descenso de la presión arterial y la tasa de filtrado glomerular.32 En un estudio controlado y aleatorizado realizado sobre el efecto del captopril sobre la presión arterial y la función renal en pacientes normotensos con diabetes mellitus insulinodependiente con nefropatía, se incluyeron un total de 32 pacientes, al primer grupo conformado por 15 pacientes a quienes se les administró captopril durante un año a una dosis de 25- 100mg/ día y el segundo grupo control de 17 pacientes a quienes se les dio placebo, se encontró que en el primer grupo a quienes se les administró captopril la TFG disminuyó 3.1 (2.8) ml/min, y en el segundo grupo a quienes se les administró placebo la TFG disminuyo 6.4 (3.1) ml/min.14 P á g i n a | 28 3. JUSTIFICACION Las enfermedades crónicas constituyen uno de los principales problemas que enfrentan las instituciones de salud, las cuales se han asociado a cambios en los patrones de estilo de vida de la población que han demostrado ser un factor determinante en el incremento de incidencia de las enfermedades crónicas, tal es el caso de la ERC.1 La diabetes mellitus ocupa el primer lugar entre las causas de enfermedad renal crónica en México.1 De acuerdo con las últimas estadísticas establecidas por el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), se estima una incidencia de pacientes con enfermedad renal crónica de 377 casos por millón de habitantes y prevalencia de 1,142.8 La ERC en México para el año 2013 condicionó la 11ª causa de muerte con un total de 11, 983 defunciones, de los cuales 6678 fueron hombres y 5305 mujeres. Siendo la principal causa de ERC la diabetes mellitus tipo dos, se calcula que el 24.9 % de los pacientes desarrollara microalbuminuria en un plazo de 10 años después del diagnóstico de DM2, 5.3% proteinuria y el 0.8% de los pacientes ERC, con un promedio de 62 años edad, edad todavía productiva del paciente. En el IMSS se encontró que existen 56.430 pacientes bajo tratamiento sustitutivo de la función renal, representando el 0,1% de la población usuaria de los cuales el 57% son hombres, con edad promedio 62 años. Siendo la causas principal de la ERC la diabetes mellitus tipo dos con un total de 29, 661 pacientes. Además de que 33.754 (60%) pacientes tuvieron diálisis peritoneal (DP) y 22.676 (40%) hemodiálisis (HD).3 La edad media del diagnóstico de ERC de 62 años, reduce de manera importante la esperanza de vida ya que la muerte de pacientes con ERC sobreviene 2 años posteriores al inicio de la diálisis. Por lo que al retardar la velocidad de progresión del daño renal de la ERC y por tanto del tratamiento sustitutivo de la función renal, aumentará la esperanza de vida. Ante este panorama de la ERC, es necesario realizar tratamientos encaminados a la prevención de la ERC y su progresión, para evitar las complicaciones asociadas y retrasar el inicio de la terapia sustitutiva de la función renal, se deben otorgar medidas de nefroprotección en estadios iniciales de ERC otorgando nefroprotectores disponibles como cambios en estilo de vida, control de dislipidemia, control de la tensión arterial. Como parte del abordaje temprano resulta imprescindible el abordaje del paciente con ERC en estadio 3. Un grupo de medicamentos que ha demostrado ser de utilidad para tal objetivo es la administración de IECA en pacientes con DM2 ya que retarda su progresión, retrasando el deterioro de la función renal y disminuyendo el número de pacientes que precisarán tratamiento de sustitución de la función renal. P á g i n a | 29 Una intervención oportuna por parte del médico familiar contribuirá en menos deterioro de la función renal determinado por el efecto real del captopril sobre la tasa de filtrado glomerular y la proteinuria, permitiendo fortalecer el uso de medidas de nefroprotección en el primer nivel de atención a largo plazo esto retrasará el inicio de tratamiento sustitutivo de la función renal del paciente con diabetes mellitus tipo dos, así como de su calidad de vida, productividad laboral y menor utilización de recursos para su tratamiento sustitutivo lo cual contribuirá o repercutirá en la vida del paciente, y menos utilización de recursos del instituto. Por lo expuesto con anterioridad es necesario retrasar la progresión de daño renal en pacientes con DM2 a través de la implementación de sencillas medidas de nefroprotección como lo es la administración de IECA en el paciente con DM2 en estadios iniciales de ERC. P á g i n a | 30 3.1 PREGUNTA DE INVESTIGACION ¿Cuál es el efecto del captopril sobre la tasa de filtrado glomerular en pacientes con DM2 y con ERC estadio 3 KDIGO durante 6 meses de seguimiento? 4. OBJETIVOS 4.1 OBJETIVO PRINCIPAL Determinar el efecto de captopril sobre la TFG en pacientes con DM2 con enfermedad renal crónica estadio 3, durante 6 meses de seguimiento. 4.2 OBJETIVOS SECUNDARIOS. Determinar la tasa de filtrado glomerular con la fórmula CKD-EPI a los pacientes con DM2 y estadificación según los criterios de KDOQUI. Determinar el porcentaje de pacientes que presentaron progresión (pérdida de 4 o más ml/min/1.73m2) en pacientes con ERC estadio 3 durante 6 meses de tratamiento con captopril. 5. HIPOTESIS DE TRABAJO. En pacientes portadores de DM2 y ERC estadio 3, la TFG no desciende más de 2ml/min/1.73m2 posterior a la administración de captopril en un periodo de seguimiento de 6 meses. P á g i n a | 31 6. MATERIAL Y METODOS 6.1 TIPO DE ESTUDIO Estudio cuasi experimental, cuya maniobra de experimentación fue la administración de captopril, a dosis nefroprotectora de 12.5mg/día, se valoró en la TFG tras seis meses de seguimiento. 6.2 POBLACION DE ESTUDIO Pacientes con diabetes mellitus tipo dos en etapa 3 de KDOQI que acudieron a consulta en servicio de nefrología del HR No. 1 Carlos Mac Gregor Sánchez Navarro. 6.3 TIPO DE MUESTRA Y TAMAÑO DE LA MUESTRA 6.3.1 TAMAÑO DE LA MUESTRA Para el presente estudio se incluyeron a 65 pacientes, se realizó un cálculo estimado de muestra, considerando un cambio en la TFG de 4ml tras la administración de captopril a dosis de nefroprotección, se consideró un 20% extra de participantes considerando las posibles pérdidas de participantes en el desarrollo del proyecto de investigación. TAMAÑO DE LA MUESTRA PARA COMPARAR DOS MEDIAS Fórmula de diferencia de medias Intervalo de confianza (2 lados) Potencia Razón del tamaño de la muestra (grupo2/grupo 1) 95% 80% 1 Media Desviación estándar Varianza Grupo 1 10.3 7.8 60.84 Grupo 2 5.5 3.9 15.21 Diferencia * 4.8 Tamaño de muestra del grupo 1 Tamaño de muestra del grupo 2 Tamaño total de la muestra 26 + 20% 26 + 20% 52 + 20% Diferencia entre medias P á g i n a | 32 6.4 CRITERIOS DE SELECCIÓN 6.4.1 Criterios de inclusión Pacientes derechohabientes al IMSS. Con un rango de edad de 30 a 70 años. Portadores de Diabetes Mellitus tipo dos de más de 10 años de evolución, con una TFG 30-59 ml/min. Que aceptaron participar de primera vez y firmaron la hoja de consentimiento informado. Sin antecedente de uso previo de IECAS. 6.4.2 Criterios de exclusión Pacientes con estenosis de la arteria renal. Pacientes con enfermedades autoinmunes Pacientes con glomerulonefritis post infecciosas Pacientes con nefropatía hipertensiva Pacientes con litiasis renal Pacientes en tratamiento con nefrotóxicos Sin infección de vía urinaria, fiebre o insuficiencia cardiaca. Pacientes con enfermedades hematológicas. Pacientes con enfermedades inmunológicas Pacientes con hepatopatía Pacientes oncológicos en quimioterapia o radioterapia. Pacientes con índice de masa corporal menor de 19o mayor de 35. Con hiperkalemia Síndrome de Poliquistosis renal 6.4.3 Criterios de eliminación Pacientes que abandonen el seguimiento Pacientes que presenten efectos adversos al captopril como tos, rash, cefalea. Pacientes que no acudan a la toma de laboratorios. Paciente que no cumplan con adherencia terapéutica al captopril medida a través del instrumento Morisky Green. P á g i n a | 33 6.5 Definición operacional y conceptual de las variables de estudio VARIABLE DEFINICION CONCEPTUAL DEFINICION OPERACIONAL TIPO DE VARIABLE INDICADOR Tasa de filtrado glomerular Es el volumen de fluido filtrado por unidad de tiempo desde los capilares glomerulares renales hacia el interior de la cápsula de Bowman. La TFG es un índice de la masa renal funcionante. Así la estimación de la FG se puede utilizar para evaluar la gravedad y el curso de la enfermedad renal. El filtrado glomerular es el volumen de fluido filtrado por unidad de tiempo desde los capilares glomerulares renales hacia el interior de la cápsula de Bowman. Normalmente se mide en mililitros por minuto (ml/min). Para fines de este estudio el filtrado glomerular será estimado mediante el uso de la fórmula de CKD-EPI a partir de creatinina sérica: Mujer: Creatinina ≤ 1.116mg/dl: FG estimado= 144x ([creatinina/88,4/0.7]-0.329)x 0.993 edad. Creatinina ≥ 1.116mg/dl: FG estimado= 144x ([creatinina/88,4/0.7]-1,209)x 0.993 edad. Hombre: Creatinina ≤ 1.44mg/dl: FG estimado= 141x ([creatinina/88,4/0.7]-0.411)x 0.993 edad. Creatinina ≥ 1.44mg/dl: FG estimado= 141x ([creatinina/88,4/0.7]-1.029)x 0.993 edad. Cuantitativa continúa. ml/min/1.73m2 Estadio KDOQI Guía para el diagnóstico, la evaluación, el manejo y el tratamiento del paciente con ERC. Kidney Disease Outcomes Quality Initiative. Clasifica los estadios de funcionamiento renal de acuerdo a la TFG se obtendrán 6 estadios, se realizará la clasificación al inicio y al término del estudio. Cualitativa ordinal. G1: >90 (normal o alta). G2:60-89 (disminución leve). G3a: 45-59 (leve a moderada disminución). G3b: 30-44(moderada a severa disminución). G4:15-29 (disminución severa). G5:<15 (falla renal). Progresión en daño renal Descenso sostenido del filtrado glomerular >5ml/min/1.73m durante un año. Cambio de categoría G (grado 1 a 5) siempre que este se acompañe de descenso de la tasa de filtrado glomerular >4ml/min/1.73m2, durante un año. Se determinará a partir de la diferencia de la TFG antes y posterior a la administración de captopril. Cualitativa nominal. 0= No progresión 1= Progresión en daño renal Adherencia terapéutica. Proceso a través del cual el paciente lleva a cabo adecuadamente las indicaciones del terapeuta, es decir, cuando cumple con las prescripciones recibidas. La adherencia engloba dos conceptos: cumplimiento de dosis, forma de administración y persistencia en la duración del tratamiento prescrito. Se determinará mediante el cuestionario de forma autorreferida más utilizado de Morisky-Green validado en su versión española por Val Jiménez y cols. Este método, que está validado para diversas enfermedades crónicas para valorar el cumplimiento de la medicación, consiste en una serie de 4 preguntas de contraste con respuesta sí/no, que refleja la conducta del enfermo Cualitativa nominal. 0= No 1= Si http://es.wikipedia.org/wiki/Glom%C3%A9rulo_renal http://es.wikipedia.org/wiki/Ri%C3%B1%C3%B3n http://es.wikipedia.org/wiki/C%C3%A1psula_de_Bowman P á g i n a | 34 respecto al cumplimiento. Para considerar que un sujeto tiene adherencia terapéutica deberá contestar correctamente las siguientes preguntas SOLO respecto al uso del captopril. 1. ¿Se olvida alguna vez de tomar el medicamento? NO 2. Toma la medicación a la hora indicada SI 3. Cuando se encuentra bien, ¿deja alguna vez de tomar el medicamento? NO 4. Si alguna vez se siente mal, ¿deja de tomar el medicamento? NO Control glucémico a través de Hb glucosilada Se entiende por control glucémico a todas las medidas que facilitan mantener los valores de glucemia dentro de los límites de la normalidad. Se medirá mediante las concentraciones en sangre, reportada en %, En pacientes con DM2 de larga duración, con comorbilidad importante, como en pacientes con ERC moderada- avanzada (FG < 60 ml/min/1,73 m2), de acuerdo a la guía de práctica clínica, se recomienda un control glucémico menos intensivo (HbA1c 7.0%). Cualitativa, nominal. 1. Controlada: < 7.0%. 2. Descontrolada: >7.0%. Control hipertensivo Son aquellas las medidas que facilitan mantener los valores de tensión arterial dentro de los límites de normalidad y que se ha asociado a un menor riesgo de complicaciones. Será medido mediante toma de presión arterial, con un baumanómetro de mercurio, después de por lo menos 10 minutos de reposo, la presión arterial se registrará en posición de sentado, con el brazo descubierto y flexionado a la altura del corazón, el ancho del brazalete deberá cubrir alrededor del 40% de la longitud del brazo, el ancho del brazalete deberá tener una longitud que abarque el 80% de la circunferencia (13-15cm y largo de 24cm). Se colocara el brazalete situando el manguito sobre la arteria humeral y colocando el borde inferior del mismo 2cms por encima del pliegue del codo. Identificando el primer y quinto ruido de Korotkoff. Cualitativa nominal. 1. Con control hipertensivo: <130/85mmHg. 2. Sin control hipertensivo: >130/85mmHg. P á g i n a | 35 Tiempo de evolución de la DM2 Definido como el lapso de tiempo progresivo desde el diagnóstico de la DM2 hasta la fecha de inicio del estudio. Se medirá en años a partir del diagnóstico y al momento de la entrevista, con el interés de identificar el grado de ERC de acuerdo a la KDIGO Cuantitativa 1. Tiempo del diagnóstico en años. Estado nutricional a partir de IMC Es la masa total de los compartimientos corporales la cual se mide en kilogramos y su relación con la estatura al cuadrado se utiliza para determinar índice de masa corporal (IMC) para la clasificación del peso corporal. El IMC se clasifica en: Normal: <25, sobrepeso >25-29.9 y obesidad: >30. Se medirá mediante el peso en Kg de los sujetos entre la estatura en m2. Cuantitativa que se convertirá en cualitativa ordinal para el análisis estadístico 1. Normal(19-24.9) 2. Sobrepeso (25-29.9) 3. Obesidad(>30) Hipertrigliceridemia Elevación de los niveles de triglicéridos en sangre. Se medirá mediante resultados a partir de una muestra venosa de 12 horas de ayuno, reportada en mg/dl. Cualitativa nominal dicotómica 0: Ausencia. 1. Normal: < 150mg/dl, 2. Hipertrigliceridemia: > 150mg/dl. P á g i n a | 36 Hipercolesterolemia Elevación de los niveles de colesterol en sangre. Se medirá mediante resultados a partir de una muestra venosa de 12 horas de ayuno, reportada en mg/dl. Cualitativa nominal dicotómica. 0: Ausencia 1. Normal: <200mg/dl. 2. Hipercolesterolemia: >200mg/dl. Hiperuricemia La hiperuricemia se define como la concentración sérica de ácido úrico mayor a 6.8 mg/dl, se considera primaria cuando existe un defecto enzimático de la síntesis de purinas, o secundaria por sobreproducción o disminución dela excreción de ácido úrico. Se medirá mediante resultados (A partir de una muestra venosa de 12 hrs de ayuno). Cualitativa nominal dicotómica 1. Normal: <6.8mg/dl 2. Hiperuricemia: >6.8mg/dl. Tabaquismo Es una enfermedad adictiva crónica que evoluciona con recaídas, donde la nicotina es la sustancia responsable de la adicción, actuando a nivel del sistema nervioso central. Se medirá por medio del cuestionario en el apartado de antecedentes personales patológicos, se interrogará si fuma,
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