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UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO PROGRAMA DE POSGRADO EN HISTORIA DEL ARTE FACULTAD DE FILOSOFÍA Y LETRAS INSTITUTO DE INVESTIGACIONES ESTÉTICAS MANUAL DEL EDITOR CON HUARACHES: UN MODELO DE ORGANIZACIÓN COLECTIVA PARA LA SUBJETIVACIÓN POLÍTICA MEDIANTE SEMINARIOS DE LABOR EDITORIAL ENSAYO ACADÉMICO QUE PARA OPTAR POR EL GRADO DE MAESTRO EN HISTORIA DEL ARTE P R E S E N T A CARLOS NICOLÁS PRADILLA MOLINA TUTORA PRINCIPAL: DRA. HELENA CHÁVEZ MAC GREGOR INSTITUTO DE INVESTIGACIONES ESTÉTICAS TUTORES: DR. LUIS ADRIÁN VARGAS SANTIAGO MUSEO UNIVERSITARIO ARTE CONTEMPORÁNEO MTRA. SOL HENARO PALOMINO MUSEO UNIVERSITARIO ARTE CONTEMPORÁNEO CIUDAD UNIVERSITARIA, CD. MX., NOVIEMBRE DE 2016 UNAM – Dirección General de Bibliotecas Tesis Digitales Restricciones de uso DERECHOS RESERVADOS © PROHIBIDA SU REPRODUCCIÓN TOTAL O PARCIAL Todo el material contenido en esta tesis esta protegido por la Ley Federal del Derecho de Autor (LFDA) de los Estados Unidos Mexicanos (México). El uso de imágenes, fragmentos de videos, y demás material que sea objeto de protección de los derechos de autor, será exclusivamente para fines educativos e informativos y deberá citar la fuente donde la obtuvo mencionando el autor o autores. Cualquier uso distinto como el lucro, reproducción, edición o modificación, será perseguido y sancionado por el respectivo titular de los Derechos de Autor. Manual del editor con huaraches: un modelo de organización colectiva para la subjetivación política mediante seminarios de labor editorial carlos nicolás pradilla molina Posgrado en Historia del Arte. Estudios Curatoriales Universidad Nacional Autónoma de México Noviembre de 2016 Felipe Ehrenberg. Ilustración original para el Manual del editor con huaraches, Fondo Felipe Ehrenberg, Centro de Documentación Arkheia, Museo Universitario Arte Contemporáneo, MUAC UNAM. ¿Cuál puede ser la actualidad de un arte de la producción cuando está en curso una revolución del modo de producción capitalista que extiende la explotación del trabajo al dominio de la subjetividad y al conjunto de la vida cotidiana? Marcelo Expósito1 1 Marcelo Expósito, et. al., los nuevos productivismos (barcelona: MACbA/UAb, 2010), 18. Felipe Ehrenberg. Ilustración original para el Manual del editor con huaraches, Fondo Felipe Ehrenberg, Centro de Documentación Arkheia, Museo Universitario Arte Contemporáneo, MUAC UNAM. ...la difusión del conocimiento autoorganizado puede crear la forma social de un número infinito de mundos autónomos. El proceso de creación de la red es tan complejo que no puede ser gobernado por la razón humana. La mente global es demasiado compleja para ser conocida y dominada por mentes locales subto- tales. No podemos conocer, no podemos controlar, no podemos gobernar toda la fuerza de la mente global. Pero podemos gobernar el proceso singular de producción de un mundo singular de vida social. Eso es hoy autonomía. Franco Berardi2 2 Franco berardi Bifo, “¿Qué significa hoy autonomía?”, transversal (septiembre 2003), consultado 22 de septiembre 2016. http://eipcp.net/ transversal/1203/bifo/es/print Felipe Ehrenberg. Ilustración original para el Manual del editor con huaraches, Fondo Felipe Ehrenberg, Centro de Documentación Arkheia, Museo Universitario Arte Contemporáneo, MUAC UNAM. índice 10 Introducción 16 Redes de cooperación translocal 19 Desplazamiento del campo del arte al campo amplio de la cultura: otras formas de producción, distribución y consumo de la obra 21 Crisis política y Guerra Sucia 28 Mecanismos y dispositivos de subjetivación política 35 Agrietar el sistema: marginalidad, apropiación de medios y redistribución de contenidos 40 Un modelo para la vida 43 De talleres artísticos a talleres de comunicación 46 El libro: cómo hacerlo y cómo usarlo a través del mimeógrafo: seminario de labor editorial para escuelas normales 54 El Manual del editor con huaraches 57 Conclusiones: nuevos montajes de la experiencia y la subjetividad Javier Texto escrito a máquina 61 Javier Texto escrito a máquina Bibliografía Javier Texto escrito a máquina 10introducción En 1981 se publicó por primera vez el Manual del arquitecto descalzo, una guía de autoconstrucción escrita y dibujada por Johan Van Lengen a partir de consideraciones económicas, técnicas y climáticas de diversos ecosistemas de América Latina. Para Van Lengen, el arquitecto descalzo es quien “diseña y construye edificaciones pequeñas en una comunidad, o quien dirige a un grupo de personas que han decidido construir juntas una obra más grande para bene- ficio del pueblo”.3 El manual ilustrado de Van Lengen fue utilizado por el artista mexicano Felipe Ehrenberg como referencia para titular Manual del editor con huaraches a la guía de labor editorial con mimeógrafo que hasta entonces se conocía como El libro: cómo hacerlo y cómo usarlo usando el mimeógrafo,4 que el mismo Ehrenberg había escrito e ilustrado un año antes con el propósito de usarlo como material de apoyo para impartir un seminario de pequeña imprenta en Escuelas Normales Rurales5 como parte de un programa piloto propuesto a la Dirección General de Promoción Cultural de la Secretaría de Educación Pública (SEP) en México. Estos talleres aportaban un modelo de organización productiva que, en su práctica y socialización, pretendía fomentar y facilitar el encuentro y la discusión, así como la producción y puesta en circulación de boletines, libros y revistas entre personas con escaso acceso a herramientas de comunicación medial. El modelo apostaba por crear una red de editoriales comunitarias en todo el país a mediano plazo. En México existe una extensa tradición de prácticas editoriales radicales desde finales del siglo XIX que comparten rasgos y detonantes a pesar de no trazar una senda continua, como El Hijo de El Ahuizote (1885-1903) o Regeneración (1900-1918), que son relevantes por contribuir a generar el clima que condujo 3 johan Van Lengen, Manual del arquitecto descalzo: cómo construir casas y otros edificios (México: Editorial pax, 2002), 7. 4 Entrevista con Felipe Ehrenberg, marzo de 2009. en Sara Lillian Aroeste Meshoulam, Libro de artista: espacio alternativo. un repaso de evidencia mexicana, México, 2010. Tesis (doctorado en Historia del Arte), Centro de Cultura Casa Lamm, 218-221. 5 A lo largo de este ensayo hablaré de Escuelas Normales Rurales como uno de los modelos de escuelas normales que a finales de la década de 1970 existían, entre las que se encuentran también las Escuelas Normales Urbanas, Escuelas Normales Federales o las Escuelas Normales Experimentales. 11 In tr o d u c c Ió n al inicio de la Revolución Mexicana, así como a la fundación del Partido Liberal Mexicano (PLM); el órgano estridentista Irradiador (1923); El Machete (1924- 1925), que inicialmente estuvo asociado al Sindicato de Obreros Técnicos, Pintores y Escultores de México y que, debido a pugnas internas, pasó a manos del Partido Comunista Mexicano (PCM) al año de su fundación;6 ¡30-30! Órgano de los pintores de México (1928); la revista Llamada (1931), de la agrupación Lucha Intelectual Proletaria; o el periódico Frente a Frente de la Liga de Escri- tores y Artistas Revolucionarios (1934). Estos son sólo algunos de los órganos impresos de circulación periódica que formaron parte de las actividades de or- ganización política y productiva de grupos de artistas e intelectuales durante la primera mitad del siglo XX.7 Durante las décadas de 1970 y 1980, hubo una profusa actividad editorial lle- vada a cabo por artistas-impresores cuyas preguntas y estrategias apostaron a establecer redes descentralizadas de editoriales bajo un modelo organizativo que trasciende el ámbito editorial y apunta a constituir espacios autónomos de subjetivación política de frente al mercado y el control del Estado. Para efectos de esteensayo, hablaré de subjetivación política en tanto proceso de construcción del sujeto —de producción de subjetividad— frente a relacio- nes externas, es decir, como el establecimiento de un lugar de enunciación, de una voz en pugna con la predeterminación de los discursos sociales, culturales 6 John Lear, “La revolución en blanco, negro y rojo: arte, política y obreros en los inicios del periódico el Machete” en signos históricos, # 15 (enero-junio 2006), 109-110. 7 La reiterada práctica de publicar panfletos, carteles, revistas o periódicos durante la primera mitad del siglo XX hace explícita la intención de romper con el marco de la institución del arte para salir al encuentro con los otros en la calle. Más allá de ser en sí mismo un gesto político, está vinculado con la militancia política activa de una cantidad considerable de artistas reunidos en frentes y talleres durante gran parte del siglo. Otra agrupación que hacia inicios de la década de 1970 recurre a la autopublicación como herramienta de lucha política y cultural es el Centro Libre de Experimentación Teatral y Artística (CLETA), que desde 1972 funge como centro cultural, colectivo de experimentación teatral y espacio de autoeducación. Ver Julio César López, cleta: crónica de un movimiento cultural artístico independiente (México: CITRU/INbA, 2012), y Alberto Híjar (Comp.), Frentes, coaliciones y talleres: Grupos visuales en México en el siglo XX (México: Casa juan pablos/ INbA, 2007), 219-229. 12e históricos normativos de los centros hegemónicos. Una recomposición “de las relaciones entre los modos de hacer, los modos del ser y los modos del de- cir que definen la organización sensible de la comunidad, las relaciones entre los espacios donde se hace tal cosa y aquellos donde se hace tal otra, las capa- cidades vinculadas a ese hacer y las que son exigidas por otro”.8 Debo aclarar también que el término no aparece mencionado por Ehrenberg en ninguno de sus textos, sin embargo, lo considero adecuado para describir los objetivos que sus esfuerzos pedagógicos y como gestor cultural persiguen durante el período al que me refiero. El recorrido en este ensayo parte de los antecedentes que enmarcan concep- tualmente la elección de la pequeña prensa como modelo de publicación; para esto me enfocaré en el contexto sociopolítico en el cual surge El Corno Em- plumado, publicación bilingüe con la que Ehrenberg contribuye, cuya amplia red de circulación aportó bases para el modelo de distribución y colaboración que permitió operar fuera de los canales hegemónicos de la industria editorial y el mercado del arte a Beau Geste Press, la cooperativa editorial mimeográ- fica que funda en Inglaterra durante las primeros años de la década de 1970. La atención a Beau Geste Press tiene que ver con su papel en la operación de desplazamiento de la producción artística que efectúa la red de libros de artista durante esa década y permitirá pensar en estructuras de producción y circula- ción de contenido descentralizadas. Haré una breve descripción del complejo contexto sociopolítico de México durante la década de 1970 con el objetivo de enmarcar las potencias que estas estructuras de producción y circulación descentralizadas tienen en contextos locales y qué roles juegan en su inserción en procesos comunitarios como herramientas pedagógicas. Recurriré a una discusión más reciente relativa a la función política del arte en la que participan Marcelo Expósito y Dmitry Vilens- ky que considero pertinente para pensar en la intervención de los seminarios de labor editorial en general y el Manual del editor con huaraches, en particu- lar, al contemplar el rol organizativo de la producción medial y artística en la conformación de un espacio de discusión y coproducción de sentido. Sugiero, a partir de Expósito y Vilensky, que en la intervención pedagógica de los se- minarios de labor editorial, la potencia política de la labor del artista-impresor 8 jacques Rancière, El desacuerdo: política y filosofía (buenos Aires: Nueva Visión, 1996), 58. 13 In tr o d u c c Ió n no está en la agitación y la propaganda, sino en cómo interviene en el ámbito comunitario en la producción de mecanismos y dispositivos de subjetivación política, es decir, en la potencia de la conformación de una voz capaz de produ- cir sus propias narrativas. Antes de dar paso a la descripción de los seminarios de labor editorial y el Ma- nual del editor con huaraches, me detendré en algunos de los argumentos sus- tenidos por Ehrenberg en distintos momentos, que defienden un revertimiento de la condición de marginalidad a partir de aprovechar los recursos tecnológi- cos para producir grietas en los sistemas hegemónicos con las herramientas a la mano. Finalmente ahondaré en las herramientas desarrolladas a lo largo de varios años en distintos seminarios de gestión cultural, administración y pro- ducción editorial que definen los contenidos de los seminarios de labor edito- rial en escuelas normales y la forma en que la escritura del manual describe los objetivos de estas experiencias pedagógicas. Felipe Ehrenberg es probablemente el principal instigador del auge de produc- ción editorial con mimeógrafo y otros recursos de bajo costo utilizados por ar- tistas durante las décadas de 1970 y 1980 en México. El propósito de este en- sayo es el de indagar en los argumentos que enmarcan los seminarios de labor editorial, así como la escritura y el uso de El libro: cómo hacerlo y cómo usarlo usando el mimeógrafo, o Manual del editor con huaraches, que considero un elemento central para pensar en ciertas premisas vinculadas a la producción artística colectiva de ese período. El manual reúne el programa y las herramien- tas que Ehrenberg compartió con muy diversos agentes desde su regreso de Inglaterra en 1974, tanto en los diversos seminarios de labor editorial, como en los Talleres de Comunicación Haltos 2 Ornos (H2O), que han sido escasamente abordados a pesar de dar cuenta de estrategias que juegan un papel importan- te en el desplazamiento en la producción, distribución y consumo de prácticas artísticas locales durante el período. Desde principios de la década de 1980, un grupo de artistas mexicanos invita- dos por Felipe Ehrenberg inició un programa piloto compuesto por cuatro ins- tructores de producción editorial con mimeógrafo que viajaron a 16 Escuelas Normales Rurales alrededor del país en 1980. Entre 1981 y 1983, el grupo se amplió hasta contar con 26 instructores que impartieron el seminario en escue- las normales, bachilleratos técnicos, centros culturales y centros de readapta- ción social en gran parte del país. 14Me enfocaré en el discurso que marca el desplazamiento de la práctica artística hacia la organización para la producción medial en el caso específico de los seminarios mencionados, pues considero que rebasan las valoraciones cualita- tivas de la obra artística e inciden en la forma en que se entienden las prácticas culturales en un sentido amplio; por ello, me concentraré en los argumentos de Ehrenberg y sus herramientas alrededor de la labor editorial, más que en con- trastarlos con los resultados concretos de los mismos seminarios y talleres, o con la obra personal o colectiva que produjo durante el mismo período. Escribir acerca de estas estrategias productivas implementadas por artistas como modelos pedagógicos conlleva la necesidad de aclarar que la revisión, más que pretender circunscribirlas como prácticas artísticas, las asume como intervenciones que buscan “crear las tan urgentes estructuras de comunica- ción paralela, marginales a la comunicación manipulada.”9 Para Ehrenberg, la herramienta fundamental de los seminarios de labor editorial tiene al esténcil, y no a la máquina (el mimeógrafo), como eje “ideológico”;10 la importancia que subyace en estos modelos pedagógicos no sólo se encuentra en un distancia- miento crítico de la hegemonía cultural centroeuropea, sino también en des- centralizar,desde la construcción de los propios medios, la producción cultural en términos simbólicos con el objetivo de establecer una puesta en valor de las tradiciones y discusiones locales a partir de herramientas propias a la mano. Durante finales de la década de 1970, el Frente Mexicano de Grupos Trabajado- res de la Cultura (FMGTC), del cual Ehrenberg formó parte, denunció la instru- mentalización de políticas que reproducen la dependencia cultural: “[existen] planes para el intercambio de exhibiciones entre Latinoamérica y los Estados Unidos (etapa decisiva dentro de la política de coloniaje cultural yanqui: expor- tan los ‘modelos’ para luego aceptar la obra de los que se apegaron a éstos, e importan obra latinoamericana para ‘maquillarla’ y una vez recuperada la ima- gen y la forma, reexportan el ‘modelo’ procesado)”.11 La denuncia del frente va 9 César H. Espinosa Vera, “La comunicación paralela: muerte del copyright” (entrevista a Felipe Ehrenberg), Mañana, #1670 (agosto 1975), 39. 10 Martha Aurora Espinosa, “Imprimir 500 ejemplares de un libro de 80 páginas, en mimeógrafo, cuesta mil 500 pesos: Felipe Ehrenberg”, uno más uno, 24 de julio de 1982: 20. 11 Eduardo Camacho S., “Frente Mexicano de Grupos Trabajadores de la Cultura: Funcionarios de museos que asisten a la Reunión Continental on Oaxaca, traicionan a su patria al vender servilmente la cultura 15 In tr o d u c c Ió n de la mano de las estrategias de la práctica colectiva de la época que apunta a construir otras voces y otras formas de valoración cultural, que están en el cen- tro de la discusión que da pie al desarrollo de las estrategias de los seminarios de labor editorial. Indagar en las prácticas editoriales de artistas mexicanos durante los primeros años de la década de 1980, exige atender al contexto socio-político que las enmarca; la emergencia de estrategias de colaboración translocal12 adoptadas durante los años que suceden al movimiento estudiantil de 1968; así como al posterior desplazamiento de estas estrategias hacia contextos locales no es- pecializados en donde se impartieron los talleres de pequeña imprenta. Esto tiene el propósito de localizar aquellas herramientas conceptuales y operativas que se trasladan del campo de la experimentación artística al de la enseñanza de estrategias de organización cooperativa y colaboración productiva13 para la subjetivación política. latinoamericana”, excelsior, 10 de marzo de 1978. 14-C. La declaración del FMgTC se da en el contexto de la Reunión Continental de Museos en Oaxaca en 1978. 12 zanna gilbert “Something Unnameable in Common: Translocal Collaboration at the Beau Geste Press” en art margins, Vol 1, No. 2-3, 45-72. 13 Felipe Ehrenberg, notas mecanografiadas sobre el Manual del editor con huaraches (15 de agosto de 1983), Fondo Felipe Ehrenberg, Centro de Documentación Arkheia. Museo Universitario Arte Contemporáneo, MUAC UNAM, 5-6. 16redes de cooperación translocal ...nos negábamos a hablar la lengua de quienes pretendían reducirnos a la condición de hombres ataviados con trajes grises o confinarnos a una Levittown de la mente. Margaret Randall14 Algo se ha escrito acerca de la influencia que la revista El Corno Emplumado ejerció sobre el panorama editorial de América Latina durante la década de 1960 y su estela a lo largo de la década siguiente. Se ha señalado la forma en que esta publicación, así como el movimiento internacional de poesía concreta incidieron en los modelos de cooperación translocal que surgieron durante los setenta con el movimiento de arte correo, la editorial Beau Geste Press/ Libro Acción Libre de los artistas mexicanos Martha Hellion y Felipe Ehrenberg, y el espacio Other Books and So, fundado por Ulises Carrión en Ámsterdam en 1975. Las redes se extienden a un gran número de vínculos entre artistas en Argentina, Brasil, Chile, México, El Salvador, Uruguay, Venezuela, y otros países de América Latina y Europa del Este. Jennifer Josten asegura que la introducción de la poesía concreta en México también contribuyó a develar la posibilidad de establecer redes internacionales de artistas como una potencia creativa y política mediante el intercambio de ideas a través del correo postal.15 El intercambio de correspondencia, postales, revistas o libros ofrecía nuevas formas de circulación de la obra y relaciones entre artistas de lugares remotos. Según Josten, las cualidades formales elegi- das por una gran mayoría de los poetas concretos en la década de 1960, que consistían principalmente en composiciones tipográficas en blanco y negro, favorecían la legibilidad y reproductibilidad de la obra, lo que permitió que rápi- damente se propagaran dentro de la red internacional de artistas y en diversas publicaciones de la época.16 14 Margaret Randall, “Recordando El Corno Emplumado”, casa de las américas, núm. 280 (julio/ septiembre 2015), 106. 15 Jennifer Josten, “Georitz y la Poesía Concreta”, Mauricio Marcin (ed.), arte correo (México: RM, 2011), 1. 16 Josten, “Georitz y la Poesía Concreta”, 4. 17 Re d es d e c o o pe Ra c ió n t Ra n sl o ca l En 1961, la poeta estadounidense Margaret Randall, aburrida de la escena cul- tural neoyorquina, decidió mudarse a la ciudad de México con su hijo pequeño. Junto con Sergio Mondragón y Harvey Wolin editó y publicó El Corno Emplu- mado a partir de enero de 1962 como una revista trimestral de “poesía, prosa, cartas en español e inglés”. El encuentro con México significó para Randall la ruptura del pensamiento insular al cual estaba sujeta al vivir en Nueva York, y le permitió descubrir otros mundos y sus complejidades. El nacimiento de El Cor- no Emplumado está marcado por un complejo escenario geopolítico en donde era palpable la incidencia del macarthismo, la guerra de Vietnam, la Revolución Cubana, las dictaduras militares en países del continente, y la relación de éstas con el intervencionismo estadounidense que tendió a diversificar sus estrate- gias durante la Guerra Fría y se tornó más enérgico con la cercanía de Cuba con el bloque soviético. El puente que establece El Corno Emplumado entre poetas y artistas del norte y el sur tiene como contexto los espacios en disputa por el territorio físico e ideológico de la segunda mitad del siglo XX: “Al sur de la frontera de los Estados Unidos aprendí rápidamente sobre la relación entre el dominio estadounidense y las naciones dependientes de su órbita,” dice Randall,17 quien al igual que cientos de intelectuales y artistas que pasaron por México o lo adoptaron como hogar, contribuyeron a fundar instituciones edu- cativas y culturales, así como a establecer un marco diverso de apertura para la discusión e intercambio en medio de las contradicciones políticas del Estado mexicano. Este marco de apertura permitió fundar una publicación-puente como El Corno Emplumado. La década de 1960 vio surgir un auge inusual de obra poética y gráfica que po- día circular con relativa facilidad a través del sistema postal internacional. Es en primer lugar la poesía, la que encuentra posibilidades en el correo como red de circulación de la obra y de contacto entre artistas alrededor de un mundo pola- rizado. Una poesía que se desplaza en la búsqueda de nuevas formas y toca a los artistas visuales que están explorando, a su vez, nuevas formas de distribu- ción. La carta se convierte en el objeto mismo del arte. La circulación postal de una gran diversidad de obras se vuelve un medio de distribución del arte que no estaba sometido al mercado.18 Este es uno de los argumentos detrás de la fun- dación de Beau Geste Press en 1972. En “Publicando circuitos”, Cuauhtémoc Medina recupera fragmentos de una entrevista sostenida ese mismo año entre 17 ibíd. 18 Felipe Ehrenberg, “¿Arte Correo?: 21 años de obras postales”, Mauricio Marcin (ed.), arte correo (México: RM, 2011), 66. 18Paul Brown y Ehrenberg para la revista Transgravity, donde este último asegura que la editorialy el acto de autopublicarse permitían evadir el penoso proceso de someter la obra a evaluación y aprobación de terceros y así alejarse de las lógicas imperantes del mercado del arte: “descartar los filtros económicos, ins- titucionales y de gusto impuestos a la producción de los artistas”.19 Beau Geste Press comenzó a publicar con un mimeógrafo que Ehrenberg compró poco tiempo después de trasladarse a Londres con Martha Hellion y sus dos hijos en 1969. El mimeógrafo representaba en ese momento una he- rramienta ubicua y temida que se confiscaba y perseguía en México. Fundar una editorial cargaba con la potencia política de la pequeña imprenta, pero so- bre todo, establecía otras vías de hacer arte sin intermediarios ni valoraciones externas, y activaba un desplazamiento del espacio sensible de la producción artística. Las publicaciones hechas con ayuda del mimeógrafo, así como las diversas estrategias de producción y puesta en circulación que se exploraban en ese momento, integraban la organización y la distribución como elementos constitutivos.20 Las estrategias de distribución de Beau Geste Press estaban vinculadas a la experiencia de El Corno Emplumado y sus redes translocales de colaboración, que establecieron diálogos mediante canales de comunicación que no pasaban por los centros hegemónicos y establecían voces y estrategias críticas propias en un tiempo en el que gran parte de América Latina se enfrentaba a tensiones políticas, dictaduras militares e injerencia de la política exterior de los Estados Unidos en el contexto de la Guerra Fría. Beau Geste Press, además, tenía en In- glaterra a un gran aliado con el que El Corno Emplumado no había contado en México, el eficiente sistema postal británico. 19 Cuauhtémoc Medina, “Publicando Circuitos”, Olivier Debroise y Cuauhtémoc Medina (eds.), la era de la discrepancia, arte y cultura visual en México, 1968-1997 (México: Universidad Nacional Autónoma de México, 2006), 153. 20 Ulises Carrión, “¿Mundos personales o estrategias culturales?”, el arte correo y el gran monstruo (México: Tumbona/ Conaculta, 2013), 130. El texto de Carrión se publicó en 1979 como introducción al catálogo de proyectos artist Postage stamps and cancellation stamps que se exhibió en Stempelplaats, Ámsterdam ese mismo año. 19 D es pl az am ie n to D el c am po D el a rt e al c am po a m pl io D e la c u lt u ra desplazamiento del campo del arte al campo amplio de la cultura: otras formas de producción, distribución y consumo de la obra Ulises Carrión plantea —al referirse al arte correo— que el desplazamiento que integra a la obra la organización y distribución como elementos que la constitu- yen, va del campo del arte al campo amplio de la cultura, entendida esta como “un complejo sistema de actividades que ocurren en una realidad social y que incluyen, asimismo, factores no-artísticos: personas, lugares, objetos, tiempo, etc.”21 Carrión escribe en el texto para el catálogo de Artist Postage Stamps and Cancellation Stamps de 1979 que es ese énfasis en las estrategias culturales lo que hace contemporáneo al arte correo: “¿dónde yace la frontera entre la obra de un artista y la organización y distribución de la obra? [...] Cuando un artista se ocupa de elegir su punto de partida y define los límites de su ámbito, tiene el derecho de incluir la organización y distribución de su obra como elemento de la obra. Y al hacerlo, está creando una estrategia que se convertirá en elemento formal, constitutivo de la obra.”22 Esta operación está presente en la circulación del movimiento internacional de poesía concreta, y se revela de manera más clara en su estructura y po- tencia con el arte correo y la circulación de libros de artista durante la década de 1970. Lo que Ulises Carrión plantea como la potencia de este giro en la producción artística, es su desmaterialización, entendida como la circulación masiva de la obra mediante su diseminación medial, como lo planteaba Oscar Masotta en 1968;23 mas también como un escape del sistema mercantil a par- tir de su reducción formal rumbo a la posible obsolescencia del objeto,24 que 21 Carrión, “¿Mundos personales o estrategias culturales?”, 130. 22 ibíd. 23 Oscar Masotta, “Después del Pop: nosotros desmaterializamos”, conciencia y estructura (buenos Aires: jorge Álvarez, 1968) 24 Evidentemente, el planteamiento de la obsolescencia del objeto ha sido puesto en crisis por la museificación e ingreso al mercado de documentación, archivos y otras formas mediales, sin embargo, a principios de la década de 1970, una de las discusiones estaba puesta ahí en los países del norte, e inevitablemente se trasladaba a América Latina. Lucy Lippard y John Chandler, “The dematerialization of art” en art international, 12:2 (febrero de 1968), 31. 20Lucy Lippard asumía como potencia en el arte conceptual de los países del norte a finales de los sesenta. Son la inmaterialidad y capacidad de intervención los elementos que consti- tuyen la puesta en circulación de un dispositivo como Beau Geste Press que, desde su descentramiento, repolitiza la producción artística. Aunque la editorial tiene su punto de irradiación en Inglaterra, uno de los centros hegemónicos de la cultura occidental, por su estructura operativa, funge como un nodo más de una red que reconfigura las nociones binarias de centro y periferia. El aislamiento de Beau Geste Press en Clyst Hydon al sur de Inglaterra hacía fundamentales a estas redes de cooperación, las cuales tenían en el eficiente correo británico un excelente canal de distribución que permitió circular las publicaciones de la editorial por todo el mundo, y publicar el trabajo de artistas de al menos cuatro continentes. Martha Gever señala que estos sistemas alter- nativos de producción y distribución nunca tuvieron como propósito la acumu- lación de capital o el ejercicio de poder, sino que consistían en estrategias de descentralización.25 Esto es significativo, ya que más adelante, al volver a México en 1974, Ehren- berg continuaría con los esfuerzos argumentales que se orientan a la decentra- lización de la comunicación y la búsqueda por establecer prácticas no depen- dientes de las hegemonías de la cultura y el mercado editorial y artístico a partir de la construcción de una voz propia.26 25 Martha Gever, “Art is an Excuse: an interview with Felipe Ehrenberg”, afterimage (Abril 1983), 12. 26 Espinosa, “La comunicación paralela”, 39. 21 C ri si s po lí ti Ca y g u er ra s u C ia crisis política y guerra sucia Y no seremos visibles sin lucha armada. Y donde no hay guerrilla, hay una forma secreta de la violencia: nos imponen la ignorancia, nos arrancan nuestras rique- zas y distorsionan nuestra realidad. Los medios masivos son una continuación de la guerra por medios pacíficos. Y tanto las viceburguesías como el imperia- lismo saben que la guerra también se libra en la conciencia de los hombres: conciencia susceptible a los bombardeos de la prensa, el radio, la televisión... Edmundo Desnoes (1969)27 El complejo contexto político del período que nos atañe se encuentra inevita- blemente cruzado por el triunfo de la revolución cubana en 1959, el movimiento estudiantil de 1968 y la respuesta contradictoria y violenta que tuvo en ese mo- mento el Estado mexicano, y que sostuvo durante todo el período de gobierno de Luis Echeverría Álvarez durante la década de 1970 al endurecer sus políticas represivas contra movimientos sociales, organizaciones campesinas y grupos guerrilleros, al tiempo que implementó programas de beneficio social y se acer- có a la intelectualidad de la época. Durante el movimiento estudiantil de 1968, que cobró fuerza en la antesala de los Juegos de la XIX Olimpiada,28 Felipe Ehrenberg se unió a un grupo dedicado a recolectar las “verdaderas noticias” del país con el propósito de traducirlas a otros idiomas y enviar boletines a distintos medios en el extranjero.29 Ehrenbergcolaboraba en esa época con El Corno Emplumado, que sufrió durante 1968 y 1969 el control y retiro del respaldo estatal que hasta el momento recibían. Al tiempo que otros patrocinadores fueron también obligados a retirar su apoyo, el Estado ejerció presión hasta forzar a Margaret Randall a cerrar la revista tras 27 Edmundo Desnoes, “Las armas secretas” en el corno emplumado, #31 (julio 1969), 156. 28 Los Juegos de la XIX Olimpiada, cuyo terriblemente irónico lema fue “las olimpiadas de la paz” se inauguraron en la Ciudad de México apenas diez días después de la masacre de Tlatelolco del 2 de octubre de 1968. Durante la justa deportiva se llevó a cabo también la Olimpiada Cultural, una serie de actividades artísticas y culturales cuyo propósito principal era presentar a México como un país moderno con un amplio bagaje cultural. 29 Gever, “Art is an Excuse”, 13. 22la publicación de su edición 31, en julio de 1969, entrar en la clandestinidad y posteriormente salir del país de manera abrupta rumbo a Cuba. En México, el uso del mimeógrafo como herramienta de acompañamiento, pro- paganda e irradiación de la confrontación política se vincula al desplazamiento de ciertos procesos de organización y producción artística. Esta relación se puede rastrear a partir de la resignificación de su uso como herramienta de lu- cha durante el movimiento estudiantil de 1968, cuando la prensa y la posesión de medios de impresión o difusión de información no regulados por el aparato estatal fueron duramente perseguidos. Un caso que resulta relevante para esta historia es el de Bertha Navarro, una amiga de Ehrenberg, que fue detenida y condenada a 14 años de prisión por el solo hecho de cargar un mimeógrafo en su automóvil en 1968.30 Raúl Renan en Los otros libros, señala la importancia de la prensa rápida del mo- vimiento estudiantil, registrada en gran medida en hojas mimeografiadas: “Fue tal la producción de impresos salidos de los núcleos de prensa del movimiento, que las autoridades controlaron la venta que los fabricantes hacían de esta generosa imprenta y localizaron los focos de trabajo con la intención de desaparecerlos.”31 Años más tarde, parte de los elementos constitutivos de los seminarios de labor editorial impartidos por Ehrenberg, contemplaban la construcción del mimeógra- fo propio, detalle que no debe desestimarse, tanto porque los equipos de impre- sión habían sido perseguidos durante años, y porque este acto constituía parte importante de las estrategias de descentralización en la construcción de redes de comunicación paralela,32 entre las cuales estaba encontrar las fisuras en las má- quinas de corporaciones transnacionales y la creación de herramientas propias. 30 pastor Mellado, justo, 29 de septiembre de 2005, “El mimeógrafo: herramienta editorial flexible”, justopastormellado.cl (sitio web), consultado el 10 de agosto de 2016. http://www.justopastormellado. cl/edicion/index.php?option=content&task=view&id=288&Itemid=28. Según relata el propio Ehrenberg, la corrupción imperante desde entonces en México, habría permitido que Navarro escapara a la absurda condena, no sin padecer esta situación traumática. gever, “Art is an Excuse...”, 13. 31 Raul Renán, los otros libros. distintas opciones en el trabajo editorial (México: Coordinación de Humanidades. Dirección general de Fomento Editorial, UNAM, 1988), 34. 32 Espinosa, “La comunicación paralela: muerte del copyright”. 23 C ri si s po lí ti Ca y g u er ra s u C ia Durante el movimiento estudiantil de 1968, los artistas jóvenes llevaron parte de su producción a una circulación no mercantil33 que ponderaba la reproductibili- dad como cualidad esencial para su circulación. Este desplazamiento en la ló- gica de producción y distribución de la obra artística de los estudiantes de arte se manifestó en mantas, boletines, circulares, volantes y periódicos impresos en mimeógrafo que estimularían el auge posterior de la prensa marginal,34 los otros libros35 y formas del arte correo de los años setenta. El 68 en México tuvo un origen muy distinto al de otras ciudades del mundo pues reclamaba de la satisfacción de demandas elementales del sentido democrático ante la intervención desmesurada de las fuerzas represoras del Estado. A nivel nacional se extendió en primer lugar a centros de educación superior organi- zados en comités de lucha y brigadas que lograron comunicar con eficacia sus demandas a grupos civiles, los cuales poco a poco prestaron su apoyo al movi- miento. Dentro de los sectores obrero y público, aparecieron comités de lucha internos y se ampliaron las demandas a los conflictos laborales.36 El pliego petito- rio de este movimiento anti-autoritario exigía, entre otras cosas, la derogación de los artículos 145 y 145 bis de la Constitución, que tipificaban como delito la diso- lución social, y castigaban con cárcel y multa: “al extranjero o nacional mexicano que en forma hablada o escrita, o por cualquier otro medio realice propaganda política difundiendo ideas, programas o normas de acción […] que perturben el orden público o afecten la soberanía del Estado Mexicano”.37 33 Hijar. citado en Arnulfo Aquino, imágenes épicas del México contemporáneo (México: CENIDIAp/ INbA, 2011), 30. 34 La prensa activista cuyo propósito es establecer comunicación con el sector obrero y otros agentes civiles se conocía como prensa marginal durante aquellos años. Hijar, citado en Aquino, op. cit., 30. 35 Según relata Martha Hellion, la censura y las limitaciones económicas provocaron “la reunión, cada vez más común, de grupos interdisciplinarios que generaban pequeñas editoriales e imprentas portátiles...” así como las redes de afinidad y circulación alrededor de éstas. Martha Hellion, libros de artista (Madrid: Turner/ Conaculta, 2003), 40. Renán y otros autores utilizaron el término otros libros para referirse a ellos. Renán, los otros libros. 36 gilberto guevara Niebla, la democracia en la calle. crónica del movimiento estudiantil mexicano (México: Siglo XXI, 1988), 39-41. 37 Aquino. imágenes épicas, 39. 24A la par del endurecimiento de las acciones policiales y del ejército, la prensa, la radio y la televisión se mostrarían más hostiles frente al movimiento estu- diantil y contribuirían a establecer un “cordón sanitario”38 para aislar lo que consideraban un posible contacto ideológico. Esto estableció rápidamente la necesidad de hacerse de medios de comunicación propios: desde el Centro de Estudios Cinematográficos (CUEC) de la UNAM, la Academia de San Carlos y otras escuelas se comenzó a documentar el movimiento y su articulación con la sociedad civil mediante material fílmico e impreso distribuido por brigadas anónimas. La producción de material gráfico cobró gran peso, de forma pro- porcional aumentó la persecución de las fuerzas policiales y paramilitares. El entonces regente del Distrito Federal, el general Alfonso Corona del Rosal, llegó a declarar ante los medios de comunicación: “existe un plan de subversión y agitación perfectamente planeado... En mi opinión, se trata de elementos del partido comunista”.39 Cabe recordar que el Partido Comunista Mexicano (PCM) se mantuvo en la clandestinidad desde 1940 y hasta la reforma política imple- mentada por Jesús Reyes Heroles como Secretario de Gobernación del gobier- no de López Portillo en 1977, con la que obtendría el registro, al igual que otros partidos políticos de izquierda, para participar por primera vez en elecciones en 1979. Durante las décadas de 1950 y 1960, el PCM sufrió ataques constantes por parte de los gobiernos mexicanos. Según investigaciones de la historia- dora María de Los Ángeles Magdaleno Cárdenas, Corona del Rosal junto con Alfonso Martínez Domínguez fue quien creó en 1960 el grupo de choque De la Lux cuando dirigía la Confederación Nacional de Organizaciones Populares (CNOP). Dicho grupo, que después se identificaría como Halcones, se dedicó a reprimir sistemáticamente a movimientossociales y atacar a movimientos gue- rrilleros entre 1960 y 1971. Según documentación desclasificada encontrada por Magdaleno Cárdenas, sus integrantes actuaron como francotiradores el 38 Octavio paz, Posdata. 4a edición, (México: Siglo XXI, 1970), 33-34. 39 El Departamento del Distrito Federal era un órgano público que se encargaba hasta 1997 del gobierno del Distrito Federal. El Regente de la Ciudad era un funcionario nombrado directamente por el presidente de la República, que en 1968 era Gustavo Díaz Ordaz. Corona del Rosal, antes de su nombramiento como Regente, fue presidente del partido Revolucionario Institucional (PRI) y como tal le correspondió dirigir la campaña electoral de Díaz Ordaz. Redacción, “Documentos de la CIA y el Pentágono desmienten a Corona del Rosal” en Proceso (17 septiembre 1995), http://www.proceso.com.mx/170180/documentos- de-la-cia-y-el-pentagono-desmienten-a-corona-del-rosal (consultado el 11 de octubre de 2016) 25 C ri si s po lí ti Ca y g u er ra s u C ia 2 de octubre en Tlatelolco.40 Tres años más tarde, el 10 de junio de 1971, este grupo paramilitar presuntamente entrenado por la Dirección Federal de Segu- ridad y la CIA, irrumpió violentamente en otra manifestación estudiantil en la ciudad de México, dejando un saldo de decenas de muertos. Esta acción forma parte de las contradictorias políticas de la administración de Luis Echeverría Álvarez (1970-1976), quien por un lado mostró una imagen antiimperialista de crítica abierta al desarrollismo y al intervencionismo de los Estados Unidos y las corporaciones transnacionales,41 y por otro lado, atacó con violencia selectiva —y bajo el amparo de la prensa oficialista— a todo movimiento que discrepara de la posición del Estado, utilizando la tortura y la desaparición forzada como las armas de grupos paramilitares organizados desde los cuarteles del Ejército y la Policía Judicial. En la introducción a La perra brava: Arte, crisis y políticas culturales, César Es- pinosa42 asegura que el largo período de crisis en México que inició en 1968, dejó una marca profunda en una generación que a la postre radicalizaría su práctica. Esta generación estaría marcada por una crisis política en primer lu- gar, y por una profunda y reiterada crisis económica tras 1976. Espinosa relata que durante la década de 1960 se gestaron cambios culturales de gran impor- 40 Gustavo Castillo García, “Probada la colusión de militares y líderes priístas en matanza del 68”, periódico la Jornada, (Domingo 4 de octubre de 2009), 3. (Versión en línea en http://www.jornada.unam. mx/2009/10/04/politica/003n1pol) 41 Según describe Sergio Tamayo, en 1972, México restablece relaciones diplomáticas con China y Echeverría visita a Salvador Allende en Chile, donde afirmaría que “ese país era un ejemplo de las luchas emancipadoras de América Latina”. En 1974, México participaría en la IV conferencia de los Países No-Alineados y abogaría por la inclusión de Cuba en la Organización de Estados Americanos y el fin del bloqueo contra la isla. Sergio Tamayo, “La interpretación populista de la ciudadanía” en los veinte octubres mexicanos: ciudadanía e identidades colectivas (México: UAM-Azcapotzalco, 1999), 119. 42 Espinosa fue miembro fundador de El TACO de la perra brava, El Colectivo y el Frente Mexicano de Grupos Trabajadores de la Cultura, así como de las Bienales Internacionales de Poesía Visual en México. César Espinosa y Araceli Zúñiga, la perra brava: arte, crisis y políticas culturales (México: Universidad Nacional Autónoma de México, Sindicato de Trabajadores de la Universidad Nacional Autónoma de México, 2002), 21. 26tancia en el país; la influencia de la Revolución Cubana abrió el interés por el marxismo-leninismo entre universitarios y al mismo tiempo se incrementaron los públicos culturales con el cambio paulatino en la percepción vinculado a la mediatización de los bienes culturales, la movilidad social y un “relativo avance de la enseñanza media y superior”.43 La influencia de la Revolución Cubana en las organizaciones estudiantiles representaba una amenaza para los gobiernos de América Latina; por lo que los medios de comunicación visibles, así como los portavoces de organizaciones sindicales y partidos políticos de diversas tendencias hicieron esfuerzos por desacreditarlas, lo cual contribuyó a reforzar la mordaza impuesta por el Estado para impedir que las imprentas les prestaran sus servicios.44 Echeverría, quien durante el sexenio anterior fungió como Secretario de Go- bernación, y a la postre sería el orquestador de la Guerra Sucia,45 se esforzó por acercar a intelectuales a su proyecto político en un momento en el que la generación del 68 había roto categóricamente la posibilidad de alianza con el Estado. Espinosa relata que “Los grupos más radicales consideraban que la represión del movimiento estudiantil no dejaba más alternativa que la construc- ción de una organización político-militar con capacidad de encabezar el cambio revolucionario socialista.”46 En este contexto de radicalización de la lucha so- 43 op. cit., 23. 44 Felipe Ehrenberg, 1998, “Treinta años después. Breve recuento de lo que empezó como una minúscula editorial en las nalgas del mundo.” librodeartista.info, (sitio web), (consultado el 17 de agosto de 2016) http://issuu.com/librodeartista/docs/98_bgp30mas-_con_fotos 45 La guerra Sucia (1968-1977) se caracterizó por la conformación de grupos paramilitares, y la persecución, desaparición o asesinato de hombres y mujeres presuntamente ligadas a movimientos sociales u organizaciones guerrilleras en México. Es necesario localizar la guerra Sucia en México en el contexto de las acciones clandestinas de terrorismo de Estado en gran parte de los países de América Latina que estaban sometidos a dictaduras militares en esos años, así como el plan de apoyo mutuo contra disidencias establecido entre estos con la anuencia de Henry Kissinger y la CIA conocido como Operación Cóndor. Ver baltasar garzón Real, operación cóndor. 40 años después (buenos Aires: Centro Internacional para la promoción de los Derechos Humanos, 2016) 46 Espinosa y Zúñiga, la perra brava, 27. 27 C ri si s po lí ti Ca y g u er ra s u C ia cial, surgen organizaciones clandestinas, como el Partido de los Pobres (1967- 1974), el Movimiento de Acción Revolucionaria (1969-1979), o la Liga Comunis- ta 23 de septiembre (1970-1990), que en 1974 comienza a publicar el periódico clandestino Madera. Estos son sólo algunos de los grupos clandestinos más visibles y contra los cuales se volcó con más violencia la fuerza estatal. Ehrenberg vuelve a México a inicios de 1974, en uno de los momentos de crisis política más profunda en el país, que se encontraba imbuido en un clima polí- tico oscuro y desalentador. Habían transcurrido sólo algunos meses del Golpe de Estado Militar del 11 de septiembre de 1973 en Chile, que truncó el primer gobierno de tendencia marxista del mundo en acceder al poder por la vía elec- toral, acabó con la vida de Salvador Allende y resonó en todo el continente. Du- rante 1974, grupos paramilitares desaparecieron y asesinaron a una cantidad considerable de miembros de las Fuerzas Armadas de Liberación Nacional, la Liga Comunista 23 de Septiembre y el Partido de los Pobres. Ese año, la liga secuestra al cuñado de Luis Echeverría, y Lucio Cabañas muere durante una emboscada orquestada como parte de las represalias contrainsurgentes por el secuestro del candidato a gobernador de Guerrero, Rubén Figueroa.47 En el contexto de este clima violento y polarizado, Ehrenberg, recién llegado a México, desplaza su práctica hacia la organización de seminarios de producción editorial, primero en la Universidad Veracruzana y posteriormente en la Ciudad de México y otros lugares del país durante la segunda mitad de la década. 47 Alberto Híjar hace un bosquejo aterrador del escenario en el cual, en 1974, es secuestrado y torturado por ungrupo contrainsurgente cuyo objetivo era desmantelar a las Fuerzas Armadas de Liberación Nacional. Alberto Híjar, “Febrero de 1974: Notas” en tema y Variaciones de literatura, #26 (Enero-junio 2006), 333-342. 28mecanismos y dispositivos de subjetivación política ...la formación de una nueva subjetividad no se modela exclusivamente en re- lación con la situación política actual: también se forma en sus relaciones con el pasado. ¿Por qué volver atrás? Porque la posibilidad de “devenir” se halla no sólo en las potencialidades del presente, sino que también hunde sus raíces en todas las oportunidades perdidas en el pasado, que necesitan ser actualizadas. Dmitry Vilensky48 Al volver a México tras cinco años en Europa, Ehrenberg mantiene el interés por establecer una práctica descentrada y crítica con los espacios hegemó- nicos de producción cultural y económica. A inicios de 1974 se establece en Xico, una pequeña ciudad cercana a Xalapa, en la zona cafetalera de Veracruz. El regreso le provoca un sentimiento enorme de nacionalismo que le lleva a hacerse una limpieza, culturalmente hablando, y dejar atrás Europa en todos los sentidos. A pesar de haber estrechado lazos con mucha gente allá, decide rom- per la comunicación, dejar de escribir a sus amigos y deshacerse de todos los libros y revistas que había traído consigo de Inglaterra.49 Ehrenberg es consciente del peso que las metrópolis han ejercido histórica- mente sobre las antiguas colonias; al referirse a América Latina, reconoce la complejidad de la producción cultural de sus diversas regiones como espacios cruzados por múltiples temporalidades en pugna permanente: ...debemos recordar que nuestras artes responden no sólo a las energías de nuestro propios contextos particulares; responden también al arte occidental, es decir, al arte producido por artistas que viven en países desarrollados. En el proceso de reconciliar visiones culturales tan divergentes, las artes de las muchas Améri- cas han desarrollado algunas variaciones fascinantes.50 48 Dmitry Vilensky, “El ‘Club activista’ o sobre los conceptos de casa de cultura, centro social y museo”, en Marcelo Expósito, et. al. los nuevos productivismos (barcelona: MACbA/UAb, 2010), 87. 49 Gever, “Art is an Excuse”, 12. 50 Felipe Ehrenberg, “East and West — The Twain do Meet: A Tale of More 29 M ec an is M o s y d is po si ti vo s d e su bj et iv ac ió n p o lí ti ca Ehrenberg reitera la necesidad de deshacerse de las propias circunstancias generadas por Europa y establecer un contexto diferente que, según sugiere, requería de establecer ejemplos prácticos para conseguirlo.51 Una vez instalado en Xico, la necesidad de establecer estos ejemplos prácticos es animada por una razón de índole personal: en la pequeña ciudad, la profesión de artista —al menos en el sentido occidental del término— está desconectada del devenir de la vida cotidiana local: “¿Cómo le explica uno el ‘ser un artista’, un artista con- temporáneo, a alguien que nunca ha visto arte, al menos el tipo de arte que se hace en el occidente desarrollado?”52 Más valía decir que se era maestro, cosa que Ehrenberg hizo tanto para justificar sus actividades y sostenerse económi- camente, como para establecer el marco de relocalización de su práctica. El desplazamiento no es sólo nominal, está revestido del reconocimiento del individualismo del artista viajero que se esfuerza por “hacerla” en los centros hegemónicos de la cultura occidental. En Xico, alejado de estos espacios, la lógica del Arte Occidental no parece funcionar, y esto pone en crisis la idea de universalidad: “se trata de quién escribe la historia, de quién tiene la última pa- labra, de hecho, se trata de un problema de etnocentrismo”53 Ehrenberg, quien está también en pugna con los centralismos regionales del arte y la cultura, se declara “en guerra con el DF”,54 y señala al contexto como determinante de este desplazamiento de la práctica y la concepción misma de cómo es que than Two Worlds” en Carol Becker (Ed.), the subversive imagination: artists, society & social responsibility (Londres, Nueva York: Routledge, 1994), 131. La traducción es mía. Es importante señalar que en 1994, año en que Ehrenberg escribe esto para la recopilación hecha por Becker, la operación global del multiculturalismo ya se ha diseminado y encontrado voces críticas. 51 op. cit., 135. 52 ibíd. 53 Ehrenberg, “East and West — The Twain do Meet”, 136. 54 “‘Estoy en guerra contra el DF [Distrito Federal], contra el centralismo del arte y la cultura’ nos dice en su casa de Xico, Veracruz, donde proyecta realizar experiencias de comunicación artística directamente con la unidad campesina. Se ha dedicado durante los últimos años a la edición de libros no comerciales —en mimeógrafo o en offset miniaturizada—, con objeto de crear las tan urgentes estructuras de comunicación paralela, marginales a la comunicación manipulada.” Espinosa, “La comunicación paralela”, 39. 30el arte aparece. Para comprender esta operación en el contexto específico veracruzano, recurre a dos elementos constitutivos de su práctica: la labor editorial y la memoria como anclajes de los ejemplos prácticos que está bus- cando. Por una parte, al aceptar una plaza como profesor en la Escuela de Artes Plásticas de la Universidad Veracruzana (EAPUV) en Xalapa —que en ese momento renueva su programa académico tras un conflicto estudiantil a finales de 1973,55 e integra a nuevos profesores—, decide traducir la experien- cia de Beau Geste Press como medio para abrir posibilidades creativas entre los estudiantes. Con este propósito, diseña un curso de producción editorial y autoedición que desarrolla bajo el modelo de taller durante poco más de un año; por otro lado, en un afán por “hacer algo útil como artista” en Xico, trabaja en la fundación de un centro cultural que “desarrolle el potencial de la ciudad, más que establecer una comparación con las artes del exterior (frente a las cuales estaba en evidente desventaja).”56 La primera experiencia de esta organización, consistió en preparar una exposición de fotografías históricas de Xico, para esto invitó, mediante volantes mimeografiados, a los pobladores a hurgar entre sus pertenencias para encontrar la fotografía más antigua de la ciudad, a la cual se le otorgó un premio. La exposición inaugural de lo que se convertiría poco después en el Centro Regional de Estudios Culturales (CREC) se llamó Xico a través de los años, tuvo lugar en una escuela local y coincidió con la celebración anual de Santa María Magdalena, en julio de 1975. Ehren- berg ha insistido en que al enfrentarse a su nueva realidad en Xico, comenzó a concebir su práctica artística como un servicio, determinación que había formado parte del modelo de Beau Geste Press, dado que ofrecían las herra- mientas y el conocimiento técnico para la autopublicación, en lugar de solven- tar los gastos de la edición, como suele hacerlo una editorial convencional.57 El CREC, que como casa de la cultura ocupó un edificio donado por el gobier- no municipal de Xico, tenía una coordinación horizontal y buscaba, como lo sugiere César Espinosa, crear las estructuras autónomas de comunicación paralela,58 es decir, herramientas para la producción, y circuitos autónomos de 55 Felipe Ehrenberg, “Situación crítica en la Escuela de Artes Plásticas de la Universidad Veracruzana” Documento mecanografiado y manuscrito. (c. 1975). Fondo Felipe Ehrenberg, Centro de Documentación Arkheia. Museo Universitario Arte Contemporáneo, MUAC UNAM. 56 Ehrenberg, “East and West — The Twain Do Meet”, 139. 57 Gever, “Art is an Excuse”, 13. 58 Espinosa, “La comunicación paralela”, 39. 31 M ec an is M o s y d is po si ti vo s d e su bj et iv ac ió n p o lí ti ca distribución, circulación y retroalimentación que potencialmente permitirían escapar de las estructuras mediadas de la cultura hegemónica.59 El centro cultural tenía lavocación de fungir como espacio de puesta en valor de las tradiciones locales. Al respecto, Ehrenberg relata: “con el CREC logramos primero que nada proteger y alentar las costumbres como las danzas de Xico, los tocotines, los payasos, los moros y cristianos, es decir varias danzas que tienen ahí que ya estaban cayendo en declive”.60 El modelo de casa de cultura o centro social tiene un lugar preponderante en las discusiones alrededor de la función del arte en la sociedad desde el club obrero de Ródchenko y los textos productivistas del teórico del LEF, Boris Arva- tov. Me interesa hacer una pausa y trasladarnos al presente siglo para recupe- rar la discusión que establecen Marcelo Expósito y Dmitry Vilensky respecto a la casa de cultura como espacio para un arte nuevo, pues arroja luz sobre esta cuestión que se remonta al período inmediato posterior a la Revolución rusa. Vi- lensky61 plantea que “el concepto de centro social resulta muy importante para todos nosotros, si lo entendemos además como un lugar en el que el arte pue- de revelar su verdadero valor de uso, dejando al margen su valor de cambio”.62 Marcelo Expósito, en la lectura benjaminiana que hace del productivismo ruso, sugiere que “la función política del arte no consiste en la agitación y la induc- ción a la toma de conciencia, sino más bien en la producción de mecanismos y dispositivos de subjetivación política.”63 Para Expósito, estas operaciones no coinciden forzosamente con la figura clásica de “obra”, y es la transformación de las formas de producción, circulación y recepción —es decir, el desplaza- 59 ibíd. 60 Ehrenberg subraya que las actividades del CREC buscaban difundir y fomentar estas danzas y festividades tradicionales, y es enfático en señalar que no había un discurso articulado desde la idea del rescate: “No era un rescate, porque se rescata a alguien ahogado.” Entrevista del autor con Felipe Ehrenberg (Ciudad de México, 18 de abril de 2016). 61 Dmitry Vilensky es uno de los miembros fundadores de Chto Delat?/ What is to be done?, un colectivo ruso fundado en 2003 en San petesburgo. Se consideran una plataforma autoorganizada para llevar a cabo una variedad de actividades culturales que tienen el propósito de politizar la “producción de conocimiento”. https://chtodelat.org 62 Expósito, et. al., los nuevos productivismos, 89. 63 op. cit., 17. 32miento hacia formas poco reconocibles desde la tradición burguesa—, lo que alienta la fantasía de una transformación final del arte.64 Es en esta interven- ción política del arte, no como agitación y propaganda, sino como potencia de subjetivación política, en donde me resulta importante hacer hincapié en relación con el desplazamiento en la práctica hacia los modelos pedagógicos que, en el caso de Ehrenberg, eligen como espacio de intervención estratégica la labor editorial. Al volver a México, Ehrenberg evaluó la posibilidad de continuar con Beau Geste Press, sin embargo las condiciones materiales con las que se encontró resultaban adversas para ello, pues el equipo de impresión y acabados era muy costoso en el país y su sistema postal, ineficiente. Las ventajas que permitían la circulación de las publicaciones de la editorial en Inglaterra eran inexistentes en México.65 Desde el CREC, se dio a la tarea, junto con colaboradores locales, de buscar estas condiciones mediante estrategias activas de vinculación al interior de la comunidad, como el Boletín Informativo del CREC, que se comienza a publicar en 1977 con la intención de “servir como órgano informativo que llene un hue- co en la vida de Xico, así como para entablar un muy necesario diálogo entre el público lector.”66 El Boletín Informativo del CREC tuvo la vocación de ser inclu- yente al recoger una gran diversidad de actividades culturales de la ciudad sin sesgos: “El apoyo a la cultura representa no una inversión económica sino un 64 Ehrenberg asumió que el arte podría tener el poder para efectuar cambios siempre y cuando los medios de comunicación fungieran como parte integral del evento artístico. Esto tiene que ver con la resonancia que la intervención activa del artista establece a partir de un desplazamiento de la técnica. La producción medial, es decir, la construcción de herramientas de comunicación, aparece en el discurso de Ehrenberg como una técnica para dotar de voz a comunidades alejadas de los centros hegemónicos de producción cultural. Ibíd, 14. 65 Gever, “Art is an excuse”, 15. 66 Boletín informativo del c.r.e.c./Xico, Enero de 1977. Cita tomada de Marta Ramos-Yzquierdo, “Felipe Ehrenberg. Las partituras visuales: nuevas propuestas colectivas de creación artística.” (Madrid: Centro de Arte Reina Sofía, 2015). Recurso en línea (http://www.museoreinasofia. es/sites/default/files/banner/descargas/felipe_ehrenberg_las_ partituras_visuales-_nuevas_propuestas_colectivas_de_creacioun_ artiustica.pdf) 33 M ec an is M o s y d is po si ti vo s d e su bj et iv ac ió n p o lí ti ca acto de fe, no un gesto político sino un involucro que requiere nuestra indivi- dualidad cultural, que apoye nuestra identidad nacional y cultural”.67 A principios de 1976, Ehrenberg escribe y distribuye un volante que anunciaba desde el CREC un servicio que tenía la intención de intervenir en el campo local al desmitificar la operación oficialista del Muralismo con mayúscula, el muralis- mo tamaño doble carta: ¡¡Una pintura mural por sólo 3 mil pesos!! El Centro Regional de Ejercicios Culturales (CREC) con sede en Xico, Veracruz, ofrece al público una interesante selección de prototipos depositados en el Archivo Nuevo Mural Mexicano Tamaño Doble Carta. Aproveche los talentos de su región: Cada prototipo está planeado de tal forma que puede ser realizado por el rotulista de su preferencia.68 La estrategia desarrollada desde el CREC plantea una disputa con el artista individualista de aspiraciones globales al tratar de borrar la noción de derecho de autor e intentar desmontar la construcción institucional del muralismo enun- ciado desde el Estado a partir de la canibalización de los modelos centralizados para adaptarlos a las condiciones de producción locales. El propio Ehrenberg parece debatirse con esta posición al atribuirse el gesto como obra, imbuido en una lógica paternalista de la que busca desprenderse desde la conformación de espacios de producción cultural excéntricos. En una entrevista en ocasión de su exposición individual Va de nuez en el Mu- seo de Arte Carrillo Gil en 1981, Ehrenberg plantea una producción contextual desligada de las retóricas centroeuropeas o norteamericanas a partir de la rei- vindicación de lo local: “Durante los últimos años he procurado hacer una obra que no fuera posible hacer, ni producir más que en México, [...] es decir, respon- diendo directamente a los fenómenos que me rodean”.69 Si bien, el desplaza- 67 Boletín informativo del c.r.e.c./Xico, Enero de 1977, 15. 68 Volante mimeografiado. Tomado de Felipe Ehrenberg, “El nuevo mural mexicano es tamaño doble carta”, Plural, #72 (septiembre de 1977), 54. 69 Antonio Cantú, “Ehrenberg retoma la ruta de Siqueiros” en periódico oposición (8 de noviembre 1981), 20. 34miento de las condiciones de producción se torna contradictorio en el momen- to en el cual vuelve a los formatos canónicos de exhibición de obra individual, en el centro está el interés por relocalizar las prácticas, que ocurre, tanto en su obra personal, como, de forma más clara, en su práctica pedagógica. Imágenes del trabajo en los seminarios de labor editorial. Tomadas de Felipe Ehrenberg, 1998, “Treinta años después. Breve recuento de lo que empezó como una minúscula edito- rial en las nalgas del mundo.” librodeartista. info, (sitio web), (consultado el 17 de agosto de 2016) http://issuu.com/librodeartista/ docs/98_bgp30mas-_con_fotos 35 Ag ri et Ar e l si st em A: m ar g in al id ad , A pr o pi Ac ió n d e m ed io s y re d is tr ibu c ió n d e c o n te n id o s agrietar el sistema: Marginalidad, apropiación de medios y redistribución de contenidos La dudosa descripción de marginalidad podría asumirse [...] únicamente si implica un divorcio radical y declarado de todos los mecanismos ortodoxos y autoritarios que tradicionalmente han condicionado la práctica artística en nuestros países. Tal toma de posición —casi impracticable, es verdad— es posible sólo con la sistematización y ampliación continúa de conocimientos teóricos y prácticos, sólo trazando una estrategia profesional y aplicando medidas tácticas en la práctica; vertebrado todo con el compromiso de servir al desposeído económica y culturalmente. De otra manera no sería posible desligarse de la estructura que absorbe y reprime todo destello de creatividad independiente o popular [...] A final de cuentas, una verdadera marginalidad —que no clandestina— niega por definición los conceptos que sustentan al “Gran Arte” y permiten al creador perderse como camaleón en el más amplio de todos los campos, el de la cultura de su pueblo.”70 Felipe Ehrenberg En El libro: cómo hacerlo y cómo usarlo, hay una apuesta por la potencia eman- cipadora de las herramientas como marcos conceptuales que pueden provocar cambios epidémicos. La tecnología no se toma como un fin en sí mismo, es sólo un vehículo alrededor del cual se organizan procesos más amplios. Da lo mismo si el sistema de reproducción es muy sofisticado o si se trata de un bas- tidor austero de madera y un rodillo de entintado como es el pinocho, el sencillo sistema de impresión que proponen construir y utilizar. El modelo subraya la posibilidad de editar, reproducir, copiar o piratear; es decir, poner en circulación contenido propio y ajeno sin impedimentos y con base en necesidades espe- cíficas —donde es la imaginación la que lo posibilita. Estos principios, que se sugieren en los argumentos alrededor de la fundación de Beau Geste Press, adquieren otra fuerza en el complejo contexto mexicano de la época dentro de 70 Ehrenberg, “Siete acotaciones al margen” Copia mecanografiada y anotada por Ehrenberg. Texto para la semana de Bellas artes, (enero 1982). folios 13-14. Centro de Documentación Arkheia. Museo Universitario Arte Contemporáneo, MUAC UNAM. 36los seminarios, donde apelan a una lógica de revertimiento de la noción de mar- ginalidad. Al tiempo que las tecnologías industriales facilitan la multiplicación de la creati- vidad y de la información, también presentan serias amenazas a los monopolios que controlan los medios de producción y de difusión.71 Ehrenberg destaca que al autopublicarse, se reivindica el “derecho a publicar sin censura [y] se alteran los conceptos que tradicionalmente rodean su obra”.72 La autopublicación pro- duce pequeñas grietas en el sistema capitalista, que reproduce esquemas de dependencia cultural y económica. La vía que de manera intuitiva parece tomar su argumento, es la de un “organizar social autodeterminante”73 que desmante- la la noción de marginalidad como dependencia. “El concepto de marginalidad […] presupone un espacio central rodeado de márgenes, algunas superiores e inferiores, otras diestras y siniestras. Otorgarle a la cultura características bidi- mensionales, equipararla a una hoja de papel, es visualizar a la sociedad como algo finito y reducido, como un feudo.”74 La apropiación de medios aparece de forma concreta como estrategia en la propuesta que lleva a la producción de El libro de las 24 horas, un libro de ar- tista colectivo realizado en agosto de 1976 durante un seminario informal en la Academia de San Carlos, que impartió Ehrenberg por invitación de Ricardo Rocha, en el cual participaron Gabriel Macotela, Ernesto Molina, Jesús Reyes y 71 Ehrenberg, notas mecanografiadas sobre el Manual del editor con huaraches, 3. 72 Ehrenberg, “Siete acotaciones al margen”, 3-4 73 Tomo este concepto de John Holloway, quien desde la apuesta por la comunización como revuelta del hacer, se encuentra en una órbita cercana a la construcción de políticas de subjetivación que subyacen los argumentos explícitos de Ehrenberg. John Holloway, ¡comunicemos! (Guadalajara: Grietas Editores, 2013), 13. Holloway se refiere a esta rebelión del hacer en otro texto donde describe la operación del teatro zapatista como una “erupción del trabajo útil o digno, es decir, del hacer que se determina según nuestros deseos y necesidades colectivos —es decir de la creatividad, entendida no solamente como arte (en el sentido estrecho), sino como hacer creador y autodeterminante.” John Holloway, “La Otra Campaña en las ciudades ¿Por qué amamos a los zapatistas?” en Bajo el Volcán, vol. 6, núm. 10, (2006), 89-90. 74 Ehrenberg, “Siete acotaciones al margen”, 6. 37 Ag ri et Ar e l si st em A: m ar g in al id ad , A pr o pi Ac ió n d e m ed io s y re d is tr ib u c ió n d e c o n te n id o s otros alumnos del taller de pintura mural que dirigía Rocha. Las reglas para la producción del libro establecían que debía realizarse en un solo día sin alejar- se más de seis cuadras de la Academia de San Carlos. El libro de las 24 horas recurre a una estrategia que se utilizará ampliamente durante el auge del inter- cambio postal entre artistas durante las décadas de 1970 y 1980: cada artista haría una página de la cual entregaría el número de copias equivalente al total del tiraje. Una vez reunido todo el material, se encuadernaría para obtener la publicación.75 Limitar el espacio de operación para la publicación obligaba a indagar en los servicios de fotocopiado y sellos de goma o realizar copias mimeografiadas al interior de la escuela; se trataba de una invitación a descubrir el potencial edi- torial en estas herramientas usualmente destinadas a copiar documentos para las oficinas de los alrededores. El libro de las 24 horas se realizó casi en su totalidad en la Academia de San Carlos, incluso los sellos de goma se hicieron ahí mismo.76 Posteriormente se acudió a una papelería cercana para realizar fotocopias del documento comple- to. Ehrenberg se refiere a la fotocopiadora, los sellos de goma y el mimeógrafo desde su relación con la noción de copyright y la posibilidad de evadirla, de agrietarla: [...] por la necesidad que existe de difundir ampliamente todo nue- vo avance —sobre todo los de significación histórica— en la comu- nicación visual, es menester encontrar las debilidades del sistema o abrir brechas en sus muros y tomar sus espacios. Una de las formas de lograrlo es reconociendo que el sistema mismo, al cre- cer tan acelerada y desmedidamente, crea las situaciones para su propia erosión: las grandes transnacionales que fabrican máquinas fotocopiadoras han hecho obsoleto el registro de propiedad auto- 75 Existen diversos casos del uso de estas estrategias. En Estados Unidos, Richard Kostelanetz fundó Assembling Press en 1970, cuyo método de trabajo consistía en solicitar 1000 copias de la sección que le correspondía a cada participante para después ensamblar las participaciones de todos. Manuel Marín utilizó una estrategia similar en 1979 para ensamblar el libro aquí con colaboraciones de distintas latitudes. 76 Ehrenberg, “East and West...”, 141. 38ral y la protección de sus derechos imposible: cualquiera puede fotocopiar cualquier invento, cualquier plano, cualquier libro y, por extensión, cualquier foto u obra gráfica … la foto de un periódico ya no es propiedad de la empresa editorial… es propiedad de todos.77 La herramienta que se privilegió durante los seminarios de labor editorial fue el mimeógrafo manual, que es muy parecido al primer antecedente de este utensilio de bajo costo que patentó Thomas Alva Edison en los Estados Unidos alrededor de 1875. La patente de Edison describía el diseño de un esténcil de papel encerado y un punzón con motor que permitía dibujar sobre éste y per- forarlo. El soporte de impresión, que a la vez permitía almacenarlas herramien- tas, era un cajón de madera con un marco de malla fina —similar a los marcos de serigrafía actuales—, en el que se montaban los esténciles para bloquear secciones de la malla a través de la cual se aplicaba tinta con ayuda de un rodi- llo.78 El sistema, cuya licencia pasó a manos de Albert Blake Dick en 1887, tenía el propósito de abaratar para pequeños negocios, oficinas, escuelas o iglesias la reproducción de documentos, labor que hasta entonces requería de equipo de impresión costoso y mano de obra especializada. Según relata Santiago Re- bolledo, cuando se llevó a cabo el seminario de labor editorial en la Academia de San Carlos, cada quién mandó a hacer uno de estos sencillos mimeógrafos de madera con un carpintero. Poco después, una pequeña compañía llamada Alpo, comenzó a fabricarlos.79 A pesar de que a finales de la década de 1970 se disponía de duplicadores so- fisticados fabricados por distintas compañías, Ehrenberg, Yolanda Hernández, Carlos Oceguera, Mauricio Gómez Morín y otros artistas que impartieron talle- res de pequeña imprenta durante los primeros años de la década de 1980, deci- dieron recurrir a un modelo muy similar al primer diseño de Edison. El pinocho —como le llamaba Ehrenberg al cajón de madera— tenía la inmejorable ventaja de poder fabricarse con materiales a la mano, lo cual dentro de una lógica de 77 Felipe Ehrenberg, “La desobediencia como método de trabajo” en Rogelio Villareal (Ed.), aspectos de la fotografía en México. Vol. 1. (México: Federación Editorial Mexicana, 1981), 96 78 Bill Burns, “Edison’s Electric Pen. 1875: The beginning of office copying technology”, en http://www.electricpen.org/ep.htm (consultado el 10 de febrero de 2014) 79 Entrevista del autor con Santiago Rebolledo (Ciudad de México, 22 de julio de 2016). 39 Ag ri et Ar e l si st em A: m ar g in al id ad , A pr o pi Ac ió n d e m ed io s y re d is tr ib u c ió n d e c o n te n id o s relocalización de la práctica editorial, permitía establecer redes independientes y descentralizadas de comunicación con pocos recursos. El desplazamiento de la práctica artística del campo específico de la comuni- cación visual hacia un hacer autodeterminante colectivo que tiene su lugar en el espacio comunitario, recurre a estas estrategias de apropiación de medios y contenido, y a la construcción de medios propios para poner en práctica las “negociaciones políticas con el sistema”,80 que permiten establecer relaciones más complejas con las nociones de marginalidad, centro y periferia. 80 Vilensky, “El ‘Club activista’ o sobre los conceptos de casa de cultura”, 84. Mimeógrafo manual o pinocho utilizado por grupo Suma. Imagen tomada del catálogo de la exposición grupo Suma, introducción a la calle (1977). Cortesía de Santiago Rebolledo. 40un modelo para la vida En “Publicando circuitos”, Cuauhtémoc Medina plantea que incluir la organiza- ción y distribución de la obra como elementos de su producción fue uno de los efectos secundarios de la crisis de 1968 y probablemente el detonador indirec- to de la creación de Beau Geste Press o el In-Out Center de Ulises Carrión.81 Ehrenberg define la estructura organizativa de Beau Geste Press, como “una comunidad para producir libros sin capital […] si tú tenías un libro, o algo que producir, nosotros te poníamos los medios, tú pagabas tu material —que es poco realmente— y al final de tu producción dividíamos cualquier ganancia que hubiera habido para mantener el equipo que te facilitó tu trabajo y tú cubrías tus gastos.”82 Los artistas que publicaban con Beau Geste Press asistían y par- ticipaban de la producción; podían utilizar todo el equipo de impresión, para lo cual eran asistidos por él. Se les proporcionaba hospedaje y alimentación, que se integraban a los costos de producción de la publicación. Del total del tiraje impreso, Beau Geste Press conservaba el 50%, que distribuían a través de su catálogo, el resto de publicaciones las conservaba el artista. Cuando los autores así lo deseaban, podían consignar un porcentaje adicional para distri- buir a través de las redes de la editorial, de cuya venta, ésta cobraba 30% del costo, además del embalaje y los envíos. David Mayor, socio de la editorial se encargaba de la distribución: “Cuando ya teníamos unos quince o veinte títulos comenzamos a publicar un catálogo. En menos de un año y medio, gracias a David, ese catálogo consistió de ocho mil nombres. [...] Imprimíamos el catálo- go en papeles doblados a la mitad, hojitas, etcétera. [Enviábamos una copia del] catálogo a seis u ocho mil personas por correo. Calculábamos los costos, los prorrateabamos entre los gastos de producción y automáticamente vendíamos todos los ejemplares.”83 La estructura de esta pequeña comunidad editorial era sencilla, pero eficiente. Tras su regreso a México, compartiría esta experiencia en los distintos semina- rios de labor editorial, primero en la EAPUV y posteriormente en la Academia de San Carlos, la UAM-Xochimilco y los seminarios como parte de los Talleres de 81 Medina, “Publicando circuitos”, 153 82 Espinosa, “La comunicación paralela”, 39. 83 Entrevista del autor con Felipe Ehrenberg (Ciudad de México, 18 de abril de 2016). 41 U n m o d el o p ar a la v id a Comunicación Haltos 2 Ornos. Tanto el Manual del editor con huaraches, como otros textos del período dan cuenta del énfasis en los procesos de organización para la colectivización del trabajo artístico en los talleres de impresión, murales colectivos comunitarios o gestión cultural. Dichos manuales constituían he- rramientas para compartir estrategias de producción colectiva que formaban parte de las discusiones y la práctica de algunos grupos de artistas durante la segunda mitad de la década de 1970: A la vez que nuestros hallazgos erosionaban conceptos profunda- mente inculcados desde la infancia (la fuerza de la visión individua- lista, hábitos de trabajo solitario, el culto a la enajenación, restric- ciones de tipo formal, y demás) se nos iban abriendo posibilidades de otros paisajes sociales, en los que la emulación reemplazaría la competencia, donde la faena artística —resultado del esfuerzo conjunto— pudiera sumarse con congruencia al esfuerzo de las mayorías como un arma más para la liberación de nuestros pue- blos. Desde el terreno del arte, pues, quizá sin reconocerlo cons- cientemente, lo que se buscó a través de la colectivización del arte fue un modelo para la vida.84 Ehrenberg participó activamente en el trabajo artístico colectivo como co-fun- dador del Grupo Proceso Pentágono y organizaciones como el FMGTC o La Coalición. Algunos de los alumnos de Ricardo Rocha con quienes desarrolló el El libro de las 24 horas formaron el Grupo Suma y años más tarde fundaron edi- toriales mimeográficas a partir de los modelos compartidos en los seminarios, como Mesa de Madera, de Santiago Rebolledo o La Cocina y la revista Paso de peatones de Gabriel Macotela, quien junto con Yani Pecanins y Armando Sáenz abrieron El Archivero en 1984, un centro de operaciones del libro de artista en México que se mantuvo abierto hasta 1992 como nodo de una amplia red de colaboración e intercambio. En el Manual del editor con huaraches y otros textos sobre el mismo, se distin- gue la idea de que la práctica editorial tiene un potencial emancipatorio a través de la comunicación como campo de intervención: “Publicar es privilegio y de- 84 Felipe Ehrenberg, en busca de un modelo para la vida. Ensayo publicado como folleto para la exposición de los grupos los individuos: artistas plásticos de los grupos metropolitanos (México: Museo de Arte Carrillo Gil, 1985) (junio), 3. 42recho de todo ciudadano en un país donde rige la libertad, y si bien en México nuestras libertades aún están sujetas a vaivenes ajenos a nuestro control, está en nuestras manos pugnar porque se puedan ejercer con creciente madurez. Fundar una editorial puede ayudar en mucho
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