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Mujer-y-novela-negra--Petra-delicado-en-ritos-de-muerte-de-Alicia-Gimenez

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UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO
MUJER Y NOVELA NEGRA: PETRA DELICADO EN
 RITOS DE MUERTE DE ALICIA GIMÉNEZ
LICENCIADA EN LENGUA Y LITERATURA HISPÁNICAS
TESIS
FACULTAD DE FILOSOFÍA Y LETRAS
SISTEMA DE UNIVERSIDAD ABIERTA Y EDUCACIÓN A DISTANCIA
QUE PARA OBTENER EL TÍTULO DE
ADA LAURA PINEDO CATALÁN
PRESENTA
ASESORA: DRA. HERLINDA DABBAH MUSTRI
MÉXICO, D.F. MAYO DE 2011
POR MI R
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respectivo titular de los Derechos de Autor. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
A la vida, por enseñarme que cada respiro es una experiencia irrepetible. 
A mis padres, por el regalo más grande: una aventura de 30 años y contando. 
A mis hermanos, mis incondicionales, mi sangre, sencillamente por estar. 
A mi Tía Marfe, por ser, en pocas palabras, segunda madre. 
A Magda y Mundo, por el cariño, el apoyo y los consejos desde siempre. 
A mis amigos, por la hermandad anclada eternamente en mi alma. 
A la UNAM, por abrirme las puertas al camino que parecía perdido. 
 A mi asesora, por la invaluable paciencia y guía en la investigación. 
A mis sinodales, por las grandes aportaciones que enriquecieron la tesis. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Índice 
 
Introducción. 1 
Capítulo I. Origen y evolución de la novela negra. 
1.1. Definición de novela negra. 6 
1.2 . Antecedentes generales. 9 
1.2.1. Autores destacados. 18 
1.3 . Origen y desarrollo de la novela negra en Hispanoamérica. 19 
Capítulo II. Análisis general de Ritos de muerte. 
2.1. Resumen de la obra. 25 
 2.1.1 Ubicación histórico – temporal. 28 
2.2. Estructura. 30 
2.3. Lenguaje y voces narrativas. 36 
2.4. Sistema de relaciones entre los personajes. 39 
2.5. Núcleos narrativos. 42 
2.6. Proceso narrativo. 45 
Capítulo III. Las mujeres en Ritos de muerte. 
3.1. La autora: Alicia Giménez Bartlett. 48 
3.2. ¿Novela negra feminista o femenina? 50 
3.3. Actantes. 53 
 3.3.1 Sujeto-objeto 54 
 
 
 3.3.2. Destinador –Destinatario. 57 
 3.3.3. Ayudante–Oponente. 62 
Capítulo IV. El mundo de la inspectora Petra Delicado. 
4.1 ¿Quién es Petra Delicado? 69 
4.2 . ¿La detective vs la mujer o la mujer vs la detective? 74 
4.3. Petra Delicado: una propuesta del detective literario contemporáneo. 78 
Conclusiones. 83 
Bibliografía. 86 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
1 
 
 Introducción 
 
El área de estudio al que pertenece el presente trabajo es la literatura española 
contemporánea, específicamente, el género de novela negra. Lo elegí por dos 
razones: la primera, la pasión que siempre me ha producido y la segunda mi 
interés por entender desde una perspectiva de género lo que escriben las autoras 
hispanas hoy en día, hacia qué temas se inclinan y por qué. 
La respuesta a ambos intereses la encontré en la novelista española Alicia 
Giménez Bartlett, en la primera entrega de la saga de las novelas sobre Petra 
Delicado, Ritos de muerte, esta obra engloba tres aspectos fundamentales que 
estudio en el desarrollo del trabajo: la novela negra, la visión de una escritora 
contemporánea y el papel de una mujer como detective. 
El planteamiento del problema partió de la premisa bien conocida de que la 
novela negra ha sido considerada literatura menor por algunos críticos de la Real 
Academia Española, basados en los textos de teoría literaria de autores como 
García Berrio y Fokkema, pues exponen que el género tiene un patrón muy 
marcado – crímenes, violencia y decadencia social- y que históricamente ha 
estado reservada a hombres tanto para sus protagonistas como para sus autores. 
Mi primera hipótesis de trabajo es que la novela negra cumple con todos los 
requisitos necesarios para ser considerada literatura de calidad; esto lo 
fundamento en el hecho de que los autores hacen un correcto uso de la lengua, 
utilizan la retórica argumentativa para comunicar al lector un ambiente y expresan 
la belleza de la creación literaria. 
Mi segunda hipótesis es que los autores prefieren crear protagonistas 
masculinos; parto del supuesto de que se toma al hombre, por antonomasia, como 
la encarnación del detective, porque hasta hace pocos años evolucionó el papel 
de la mujer en la sociedad, gracias a su ingreso en la vida económica. 
 
2 
 
Mi tesis, por tanto, consistió en demostrar que la novela negra, entre otras 
cosas, es literatura no exclusiva de protagonistas masculinos y que su calidad 
merece del reconocimiento literario. 
Con estos antecedentes, mis objetivos de estudio se sintetizan así: 
• Conocer los orígenes y evolución de la novela negra. 
• Estudiar Ritos de muerte como ejemplo de una novela negra de calidad. 
• Analizar la implicación de las mujeres en Ritos de muerte. 
• Examinar la personalidad de la detective Petra Delicado y puntualizar la 
relevancia de un personaje femenino en protagonistas tradicionalmente 
masculinos. 
 
 La metodología que apliqué fue ecléctica. Por un lado está presente la 
sociología de la literatura, por medio de la cual se entiende la relación entre Ritos 
de muerte con la sociedad e ideología española. Así pude considerar la influencia 
de ambos contextos tanto en la autora, como en la protagonista. 
 De la mano de la corriente anterior, apliqué la teoría del discurso. En el 
segundo, tercer y cuarto capítulo, analizo el lenguaje de Ritos de muerte, ya que a 
través de los diálogos se refleja el contexto cultural en el que se desenvuelven los 
personajes, perspectiva que en una novela negra, es básica para entender el 
texto. 
Del mismo modo, el estructuralismo me ayudó al desarrollo del segundo y 
cuarto capítulo, donde determino la organización interna de Ritos de muerte, así 
como su estructura general y las secuencias parciales que forman la obra. 
Por último, la teoría de la recepción me fue útil para ubicar a la protagonista, 
la inspectora Delicado, como la policía que rompe el paradigma tradicional 
detectivesco. Su percepción activa de los sucesos, tanto tangibles como 
intangibles, influye en el desarrollo de la obra y produce ciertos efectos en el 
lector. 
 
3 
 
Es importante mencionar que la recopilación de datos para la elaboración 
de la tesis, fue complicada. Comparada con otros géneros literarios, la novela 
negra en general está considerada como subliteratura; por ello, no cuenta con 
estudios especializados suficientes que den soporte a una investigación de fondo. 
El trabajo se dividió en cuatro capítulos, uno para cada objetivo con objeto 
de establecer la posterior aceptación o negación de la hipótesis de investigación. 
En el primer capítulo, “Origen y evolución de la novela negra”, se da cuenta 
del concepto, los antecedentes y el desarrollo del género a través de la historia, 
desde autores clásicos como Edgar Allan Poe hasta escritores contemporáneos 
como el suizo Stieg Larsson; luego se puntualiza el desarrollo de la novela negra 
en Hispanoamérica -sobre todo Argentina, México y España- y se enuncia a los 
autores más destacados con sus obras. 
En el segundo capítulo, “Análisis general de Ritos de muerte”, se incluyela 
ubicación histórico-temporal de la obra para entender el contexto desde el que 
Alicia Giménez Bartlett concibe el libro. Se analiza la estructura como eje creador 
de la autora, el lenguaje y las voces narrativas a manera de reflejo de la realidad 
social. Estudio el sistema de relaciones entre los personajes y los núcleos 
narrativos, para entender la composición integral de la obra. 
En el tercer capítulo, “Las mujeres en Ritos de muerte”, se examina la 
importancia de las mujeres en la obra y analizo si este texto es una novela negra 
feminista o femenina. Del mismo modo, se proporciona una pequeña biografía de 
Alicia Giménez Bartlett que ofrezca, grosso modo, una perspectiva más completa 
de la autora y de su trabajo. También se estudia el modelo actancial sujeto-objeto, 
destinador-destinatario y ayudante-oponente propuesto por Greimas, para 
comprender la interacción actorial de los personajes. 
En el cuarto capítulo, “El mundo de la inspectora Petra Delicado”, se 
presentan las características físicas, emocionales y psicológicas que integran la 
personalidad de la detective. Se analiza el conflicto interno de la inspectora por ser 
mujer y policía, sus reflexiones acerca de lo difícil que resulta armonizar el 
 
4 
 
desarrollo profesional y la naturaleza femenina, y finalmente, se hace un 
planteamiento de las razones por las cuales la protagonista es un ejemplo del 
detective literario actual. 
La novela negra ha sido muy poco estudiada en de la Facultad de Filosofía 
y Letras de la UNAM. Existen menos de diez tesis referidas al tema tales como: 
Detectives tradicionales y detectives de la novela negra: una reflexión literaria de 
Luz María Vargas; Todos los laberintos llevan a Eduardo Mendoza: dos novelas 
paródicas de Angye Arellano; Novela negra en México: propuesta de una lectura 
política de Miguel Angel Galván; Caracterización del policiaco de Paco Ignacio 
Taibo II: las novelas de Belascoarán de Ivonne Córdoba; Vertientes de novela 
policiaca clásica y novela negra en “Plenilunio” de Gerardo Ávila y Un estudio de la 
evolución del detective de la novela negra a través de cuatro autores 
norteamericanos de María Asunción Pérez. Ésta última es la única tesis para 
obtener el grado de Maestro. 
Lo anterior indica que incluso para las nuevas generaciones de 
especialistas en Letras, el género no está considerado para ser investigado de una 
manera seria por dos razones; la primera porque dentro de los programas de 
licenciatura, no existe una cátedra dirigida a este género, y la segunda, porque el 
estereotipo que tiene la novela negra como literatura de baja calidad es 
persistente, pues el canon crítico, de las academias de lengua en español, la 
clasifica como literatura de masas ya que deteriora la respetabilidad de la lengua 
por exponer temáticas delictivas. 
Las tesis ya mencionadas están elaboradas bajo diversos enfoques; el 
primer caso de Angye Arellano en la tesis de licenciatura Todos los laberintos 
llevan a Eduardo Mendoza: dos novelas paródicas, el análisis persigue establecer 
el valor estético, crítico y académico. Se trata de ubicar, conocer y abarcar a la 
novela negra bajo las perspectivas del humor, la sátira y la parodia. 
En el segundo caso, en la tesis de licenciatura Novela negra en México: 
propuesta de una lectura política de Miguel Ángel Galván, el estudio se basa en la 
 
5 
 
Teoría del Poder de Michael Foucault, para encontrar la relación entre los 
contenidos de El complot mongol y No habrá final feliz de Paco Ignacio Taibo II, y 
el poder. Parte del supuesto de que la novela negra pertenece a la literatura 
popular, lo que da pauta, al análisis de las obras de Taibo II por medio del 
lenguaje de los personajes. 
En el tercer caso, Ivonne Córdoba en la tesis de licenciatura 
Caracterización del policiaco de Paco Ignacio Taibo II: las novelas de 
Belascoarán. Recurre a un análisis político a través de la denuncia social y toma 
como escenario a la caótica ciudad de México, inmersa en la decadencia moral. 
El último ejemplo de los enfoques, es de Gerardo Ávila Dávila con la tesis 
de licenciatura Vertientes de novela policiaca clásica y novela negra en 
“Plenilunio”, obra del español Antonio Muñoz Molina, en la cual, se compara la 
novela policial clásica y la novela negra de hoy en día por medio del crimen. 
Enlista, observa y valida puntos en común entre la realidad y la ficción, a través 
del método de investigación criminal y el proceder del asesino. 
La presente investigación pretende, de una forma modesta, reivindicar el 
papel de la novela negra dentro del mundo de la literatura, además de hacer 
hincapié sobre las posibilidades que tienen los autores, tanto hombres como 
mujeres de incluir detectives femeninos y masculinos que permitan al receptor 
abrir su espectro de lectura a otros puntos de vista narrativos. 
 
 
 
 
 
 
 
 
6 
 
 Muéstrame un hombre o una mujer que 
no pueda soportar las obras policiales y 
me mostrarás a un tonto, un tonto 
inteligente -quizá-, pero tonto al fin. 
Raymond Chandler 
 
 Capítulo I. Origen y evolución de la novela negra. 
 
1.1 Definición de novela negra. 
 
La novela negra es una rama de la literatura que aún en nuestros días es difícil 
definir, pues representa un género sin límites precisos que se confunde con la 
novela criminal y la novela de intriga. 
Las características propias de este género parten del crimen, la 
investigación derivada del mismo, la oposición entre la justicia y el delito, el 
lenguaje realista, el carácter lúdico y de pasatiempo, una línea temporal delimitada 
de forma clara, entornos urbanos de tipo delictivo, personajes antagónicos, un 
argumento misterioso típico de la novela criminal, así como un narrador que relata 
los hechos en primera persona para dar más realismo al texto. 
En términos generales la novela negra desarrolla una investigación con la 
finalidad de resolver un misterio sin explicación racional a través de un detective 
que pretende solucionar el enigma y encontrar al asesino. Es decir, que el motor 
de la narración es la solución del crimen, ya sea desde el punto de vista del 
detective, del asesino o de la víctima. La novela negra se encuentra basada en 
elementos tales como: la intriga, la ironía, el sarcasmo y hechos que no son lo que 
parecen. Asimismo, presenta una denuncia de la sociedad a través de la crítica de 
sus representaciones más cruentas: pobreza, droga, prostitución y corrupción, en 
otras palabras muestra las contradicciones en cualquier esfera de toda sociedad. 
 
7 
 
Antes de proponer una definición de novela negra, presento algunas de las 
más destacadas y aceptadas en la literatura actual, dentro de las cuales se 
encuentran las siguientes: 
Para Raymond Chandler, 
La novela negra es la novela del mundo profesional del crimen.1 
Para Paco Ignacio Taibo II, 
Una novela negra es aquella que tiene en su corazón un hecho criminal y que 
genera una investigación. Lo que ocurre es que una buena novela negra investiga 
algo más que quién mató o quién cometió el delito, investiga a la sociedad en la 
que los hechos se producen. Empieza contando un crimen, y termina contando 
cómo es esa sociedad.2 
Por su parte, Keating establece que: 
La novela negra es ficción escrita principalmente con una finalidad lúdica y de 
entretenimiento, y que ésta tiene como tema principal el asesinato en todas sus 
variantes, además antepone siempre el lector al escritor.3 
En perspectiva de Javier Coma: 
Se trata de una literatura narrativa, con origen en los Estados Unidos durante los 
años '20, y con desarrollo típico y primordialmente norteamericano, ceñida al 
enfoque realista y sociopolítico de la contemporánea temática del crimen, 
encausada paulatinamente como un género determinado, y practicada 
mayoritariamente por especialistas.4 
En palabras de Boileau y Narcejac: 
Se podríadefinir en forma sintética como la narración de una caza del hombre, es 
una novela que crea un miedo que luego deberá aliviar.5 
Por último, siguiendo a Hoveyda, la novela negra es [una] 
(...) denominación que se aplica a un subgénero narrativo (relacionado con la 
novela policiaca), que surge en Norteamérica a comienzos de los años veinte, y en 
el que sus autores tratan de reflejar, desde una conciencia crítica, el mundo del 
                                                            
1 Raymond Chandler. El simple arte de matar. 14 
2 Paco Ignacio Taibo II. Entrevista con Ana Salado en ABC Cultural.1 de Julio de 2000. 
3 H.R.F. Keating. Escribir novela negra. 11. 
4 Javier Coma. La novela negra. 9 
5 Pierre Boileau y Thomas Narcejac. La novela policiaca. 10 
 
8 
 
gansterismo y de la criminalidad organizada, producto de la violencia y corrupción 
de la sociedad capitalista de esa época.6 
 
Además, se pueden distinguir tres representaciones constantes de novela negra 
según Giardinelli: 
1. La novela de acción con detective-protagonista. 
2. La novela desde el punto de vista del criminal. 
3. La novela desde el punto de vista de la víctima. 
 
Sin embargo, es importante señalar que han surgido otras variantes de acuerdo a 
lo que señala Javier Coma: 
1. La novela del detective-investigador. 
2. La novela desde el punto de vista de la justicia. 
3. La novela psicológica. 
4. La novela de espionaje. 
5. La novela de crítica social. 
6. La novela del inocente envuelto en un crimen no cometido. 
7. Las novelas de persecución, tanto desde el punto de vista de las 
víctimas como de los victimarios. 
8. Los thrillers, enfocados en provocar emociones fuertes. 
 
Al englobar rasgos de todas estas definiciones, podemos proponer la siguiente: 
 
La novela negra es una narración que por medio de la investigación de un crimen, 
exhibe las perversiones de la sociedad actual. 
 
 Cabe hacer una distinción entre “novela policiaca” y “novela negra”, pues 
comúnmente se toman como el mismo tipo de relato. Henry Raymond Fitzwalter, 
conocido como Harry Keating menciona que la primera, denominada también 
“novela problema”, tiene un esquema a partir de la presencia de un crimen, la 
                                                            
6 Fereydoun Hoveyda. Historia de la novela policíaca. 7 
 
 
9 
 
investigación del mismo, el descubrimiento y persecución de los culpables, 
además de contar con una organización análoga en el desarrollo de la historia 
(relato a la inversa) y personajes con carácter estático; mientras que la “novela 
negra” no basa su finalidad en la resolución del misterio, sino que contiene una 
trama que permite el desarrollo de los personajes al estudiar una serie de 
conflictos sociales y psicológicos con un enfoque realista de la vida 
contemporánea, a través de un crimen. 
 
 
1.2. Antecedentes generales. 
 
Los orígenes de la novela negra se remontan siglos atrás en Edipo rey de 
Sófocles (496 – 406 a.C.), La Eneida de Virgilio (70 – 19 a.C.) y en la compilación 
hecha en el siglo IX por Abu abd-Allah Muhammed el-Gahshigar en Las mil y una 
noches; sin embargo no es sino hasta la Revolución Francesa cuando aparecen la 
burguesía, las grandes ciudades y las instituciones del orden, que este género se 
hace presente en textos tales como el Zadig de Voltaire (1694 – 1798) o El 
barbero de Sevilla de Pierre-Augustin de Beaumarchais (1732 – 1799). 
 A mediados del siglo XVIII, los ingleses Horace Warpole (1717 – 1797) con 
El castillo de Otranto (1764) y Ann Radcliffe (1764 – 1823) con Los misterios de 
Udolfo inauguran la literatura de terror gótica. Cabe hacer mención de Los 
pensamientos nocturnos de Edward Young (1683 – 1765), El monje de Matthew 
Lewis (1775 -1818) y Frankenstein de Mary Shelley (1797 – 1851). 
 Sin embargo es hasta el siglo XIX que se desarrolla una actividad literaria 
acorde con el género negro, con textos como Maese Cornelio de Honorato de 
Balzac (1799 – 1850), Del asesinato considerado como una de las bellas artes de 
Thomas de Quincey (1785 – 1859), las memorias del policía francés Eugène 
François Vidocq (1775 – 1857) que sirvieron de inspiración a Víctor Hugo (1802 – 
1885) para Los Miserables, La casa deshabitada de Charles Dickens (1812-1870) , 
 
10 
 
La dama vestida de blanco de Wilkie Collins (1824-1889). Además de un referente 
obligado del género negro en este siglo, Edgar Allan Poe (1809-1849) con textos 
como Los crímenes de la calle Morgue, El asesinato de Marie Roget, La carta 
robada y Tú eres el hombre. 
Las novelas de ese entonces tienen como protagonistas a hombres 
fanáticos de la reflexión y cuyas aventuras intelectuales son narradas por un 
colaborador innominado; el ejemplo más claro se da con el doctor Watson, en la 
saga de las 4 novelas y 56 relatos breves de Sherlock Holmes invención de Sir 
Arthur Conan Doyle (1859 – 1930), el cual establece los elementos que serán el 
paradigma de las novelas posteriores, como lo son: un detective privado, un 
problema indescifrable y una solución racional al mismo. 
También es importante mencionar a la novelista inglesa Agatha Christie 
(1890 – 1976) como la autora que desarrolla, con los detectives Hércules Poirot y 
Miss Marple en textos como Muerte en el Nilo y Un cadáver en la biblioteca; el 
relato de quién lo hizo y da la posibilidad al lector de predecir la identidad del 
culpable antes de que termine la lectura del texto. 
El género negro toma su nombre y anticipa sus nuevos rasgos a partir de 
las novelas publicadas en 1920 en la revista Black Mask en Nueva York, Estados 
Unidos dirigida por Joseph Shaw7 y la colección Série Noire fundada en 1945 de la 
editorial francesa Gallimard dirigida por Marcel Duhamel8. 
 
En Black Mask se publica lo más selecto de la novela policial 
norteamericana: Despídete del mañana, Debería haberme quedado en casa y 
                                                            
7 “Cap” Joseph Shaw (1874 - 1952) fue en un principio un escritor sin éxito de novelas de 
aventuras, sin embargo ya al frente de la revista Black Mask de 1926 a 1936, escribe editoriales 
dirigidas al sistema jurídico estadounidense y a la política de control de armas. Tomado el 14 de 
mayo de 2010 de http://www.blackmaskmagazine.com/history.html 
8 Duhamel (1900 -1977) fue además de editor, traductor, guionista y actor. Entre sus películas 
destacan The last billionaire (1934) de René Clair, The crime of Mr. Lange (1936) de Jean Renoir y 
The travelers (1938) de Jacques Feyder. Tomado el 14 de mayo de 2010 de 
http://en.wikipedia.org/wiki/Marcel_Duhamel 
 
11 
 
¿Acaso no mataron a los caballos? de Horace Mc Coy (1897 – 1955); Negro 
sobre negro, Si grita, suéltale y la Tercera generación de Chester Bomar Himes 
(1909 – 1984); El halcón maltés, El hombre delgado y Cosecha roja de Samuel 
Dashiell Hammett (1864 - 1961); Asesinos bajo la lluvia, Adiós muñeca y La dama 
del lago de Raymond Chandler (1988 – 1959), los dos últimos, considerados 
padres del género, entre otros; cabe hacer mención que tuvo editores de lujo 
como Jean- Paul Sartre y Albert Camus. 
 
El nombre Série Noire fue propuesto por Jaques Prevert y el diseño original 
de la colección con las pastas de color negro y una cinta amarilla fue propuesto 
por la esposa de Duhamel, Germaine. Los textos tenían un marcado corte 
policiaco que mostraba ambientes violentos, todos ellos, con una división mínima 
entre la justicia y el delito. 
 
El nacimiento de esta clase de novela representa una total ruptura con los 
textos clásicos de misterio, como Sherlock Holmes, pues trae consigo una gran 
revolución en cuanto al fondo y estilo literario que cambia escenarios y presenta la 
cara oscura, antes oculta, de la sociedad, como lo menciona Fereydoun Hoveyda: 
 
El contexto económico y sociopolítico que sirve de referente a estos relatos es la 
sociedad americana de los años veinte,caracterizada por la aparición de una 
cultura de masas (aglomeraciones urbanas, revolución de los medios de 
comunicación: prensa, radio, cine), exaltación del ideal del bienestar y del 
consumo, también del triunfo y de la violencia, inmigración y negocios sucios 
(alcohol, prostitución, apuestas) en busca de rápidas y grandes fortunas.9 
 
El personaje central de este género, el detective, deberá lidiar con una 
sociedad degradada por el crimen organizado, por medio de una actitud muy dura, 
un juego intelectual predominante y acciones individualistas al margen de la 
policía; es decir, se presenta a un individuo que es todo un triunfador en el aspecto 
profesional pero que es un perdedor en el aspecto personal, pues no tiene vida 
amorosa, es bebedor compulsivo, iracundo y resentido por un pasado familiar 
                                                            
9 Cfr. F. Hoveyda. Historia de la novela policíaca, op. cit., 9. 
 
12 
 
miserable; ejemplo de ello son los detectives Race Williams y Continental Op, 
creaciones de Carroll John Daly y Dashiell Hammett, respectivamente. 
 
Este nuevo tipo de narrativa asegura su expansión y éxito gracias a las 
transformaciones del estatus social en el mundo laboral norteamericano 
auspiciado por el arrollador avance del capitalismo. No obstante, como corriente 
realista y crítica, no se aboca de manera exclusiva al crimen organizado, sino que 
también posa su mirada sobre el hombre común, su ambiente y modo de vida, que 
en muchos casos condiciona sus actos. De acuerdo con Fereydoun Hoveyda: 
 
El transgresor deviene en delincuente ocasional aunque el delito no se encuentre 
en él. Y la narración refleja con veracidad el cambio y la alteración del 
protagonista, que pasa a ser juguete de los caprichos del contexto social que lo 
oprime. Este clima lo agobia y desespera. Y cuando, atormentado y vital, se rebela 
contra la arbitrariedad, es hostigado y destruido por hombres que arrastran la 
misma problemática psicológica y social. 10 
 
A partir de estos relatos, la psicología y la sociología serán factores 
determinantes en el género debido a la importancia que adquiere el ambiente, por 
lo común, enigmático, despiadado, lóbrego e injusto, habitado por marginados que 
soportan su opaca existencia en lugares bulliciosos y sórdidos. 
 
Cabe mencionar la importancia del lenguaje, pues a través de diálogos se 
entrelazan las intrigas de forma sucesiva, arriesgada y compleja. Además, los 
personajes hacen uso de frases ingeniosas, ácidas, sarcásticas y sutiles; al hablar, 
los personajes utilizan la jerga precisa, con palabras clave, pero sin llegar a ser un 
lenguaje críptico. 
 
Cada diálogo cuenta una historia y la mayoría de los actantes se muestra a 
sí mismo a través de sus palabras; el diálogo es un vehículo para mostrar su 
psicología y sus fantasmas; un ejemplo clásico es Marlowe, en El sueño eterno, 
donde de disculpa ante la secretaria de Brody, a la que acaba de golpear: 
                                                            
10 Ídem. 17 
 
13 
 
 —¿Le he hecho daño en la cabeza? –pregunta el detective. 
 —Usted y todos los hombres con los que me he tropezado –contesta la mujer.11 
 
 Es decir, se utilizan frases cargadas de múltiples significados que traducen 
una especial visión del mundo, del hombre y del ambiente que lo rodea. No en 
vano este género se denomina “negro”, ya que revela el lado oscuro de la 
naturaleza humana, donde lo peor del individuo sale a relucir. 
 
Hacia el final de la Primera Guerra Mundial, aparecen en Estados Unidos 
revistas como Weird Tales (1923) con 279 publicaciones y Amazing Stories (1927) 
con 284 números, denominadas pulp por la pasta de celulosa para la fabricación 
del papel en que estaban impresas y utilizan un estilo llamado hard boiled (rudo) 
que hace referencia al lenguaje utilizado en las calles. 
 
A partir de los años sesenta el género empieza a entrar en crisis por 
diversos factores: el primero, una parte de la industria fílmica se orienta al thriller y 
desplaza el lugar casi exclusivo de la novela negra en el público; el segundo, 
favorece el uso de la tecnología sobre la genialidad del detective y tercero, la 
guerra fría brinda la posibilidad de describir un nuevo orden mundial que aleja a 
los escritores de lo que acontece en sus sociedades para centrarse en un 
ambiente internacional. En esta época surge quizá la última gran novela clásica 
del género 1280 almas (1964) de Jim Thompson (1906 – 1977), la cual todavía 
presenta, aunque de forma ligera, las características literarias planteadas por los 
escritores de los años veinte. 
 
En la década de los setenta, la novela negra vive un renacimiento en 
Europa, particularmente en Francia, a través de publicaciones similares a la Série 
Noire; sin embargo el género cambia en cuanto al enfoque de los personajes, 
pues ahora los delincuentes quienes se convierten en protagonistas; además, la 
violencia es exagerada, fuera de la realidad y sin justificación aparente. Cabe 
mencionar al francés Jean-Patrick Manchette (1942 - 1995) con títulos como Nada 
                                                            
11 Marlowe cit. en Historia de la novela policíaca de F. Hoveyda. 9 
 
14 
 
(1972), Volver al redil (1972) y Fatal (1977), pues es considerado padre de este 
segundo aire del género. 
 
En los años ochenta y noventa, el género se divide en dos vertientes; la 
primera que pretende retomar la novela negra clásica y la segunda plantea una 
visión posmoderna basada en que el lector conoce las premisas del género; el 
ejemplo más claro de esta época es American Psycho (1991) de Bret Easton Ellis 
(1964 - ) con un lunático asesino de clase alta personificado por Patrick Bateman, 
es decir, crea a un monstruo con apariencia de cordero. Como comenta Blaise 
Cendrars: 
 
Una transformación tan radical, tan rápida, del ambiente secular del hombre no 
puede realizarse sin una conmoción general de la conciencia y un desarreglo 
íntimo de los sentidos y del corazón... EI hampa desciende a los Campos Elíseos: 
se empuja una puerta estrecha, creyendo entrar en un sitio familiar, y, apenas 
situado en el cancel de esa puerta giratoria, uno se da cuenta a través de los 
brillantes cristales de que está penetrando en un mundo desconocido. Por esa 
puerta han entrado también las "gangs". Las bandas de malhechores de gorra gris, 
los apaches armados de cuchillos, han sido sustituidos por "gangsters" con 
sombrero de fieltro, vestidos de "smoking" o con elegantes trajes de ciudad. EI 
hampa ya no está aislada, está en todas partes, es nuestro mundo cotidiano. Ya 
no existe una poesía del hampa: en este campo cualquier romanticismo literario 
está periclitado.12 
 
La proliferación de la novela negra no sólo ocurre en la lengua inglesa, se 
ha extendido a otros idiomas como consecuencia de la influencia de sus escritores 
y su aceptación es contundente sobre todo en América y Europa, gracias a la 
influencia de los medios de comunicación masivos como el cine, el radio y la 
televisión, así lo corrobora Sergei Eisenstein: 
 
EI género negro es el medio más eficazmente comunicativo, el más puro y 
elaborado entre todos los géneros literarios. Es el género en que los medios de 
comunicación sobresalen al máximo.13 
 
                                                            
12 Pierre Boileau y Thomas Narcejac. La novela policiaca. 43. 
13 Javier Coma. Diccionario de la novela negra norteamericana. 37. 
 
15 
 
Ejemplo de ello es la relación que guarda el cine y la novela negra; 
concretamente le film noir, término acuñado por el crítico de cine Nino Frank, 
caracterizado por argumentos y personajes de índole criminal. Nació a mediados 
de los años cuarenta, cuando a través de elementos clave como la noche, la 
ciudad, un detective solitario, mujeres fatales con apariencia inofensiva y 
ciudadanos comunes súbitamente situados al margende la ley por un mal paso, 
se refleja la paranoia causada por la Segunda Guerra Mundial y la consecuente 
Guerra Fría. 
 
Las primeras películas de cine negro están basadas en las novelas de 
Dashiell Hammett, Raymond Chandler, Cornell Woolrich y Jame M. Cain, las 
cuales tienen en común a seres cínicos, desilusionados y corruptos que marcan 
una difusa frontera entre los villanos y los antihéroes. 
Sin duda el vínculo entre la novela negra y el cine negro es resultado de 
una visión dualista, pues se considera que debajo del orden existente se 
encuentra una realidad conflictiva que determina la base de una sociedad. Es 
decir, ese carácter “negro” viene de la visión conformista tanto del individuo como 
de la sociedad, por medio de la corrupción policial, la pasión amorosa ciega, la 
enajenación de las masas, la sed de poder, los mecanismos de control, etc. que 
tienen como fin una fatalidad destructora. 
 
Cabe hacer mención que algunas de las películas, sobre todo con 
directores como Alfred Hitchcok, aprovechan la capacidad de transformación de 
las cosas para estructurar historias a través de elementos simbólicos como joyas, 
guantes o estolas, objetos en principio femeninos y sensuales, que se convierten 
en artículos amenazantes que acentúan el misterio de la trama. 
 
 Actualmente, los factores de fondo para la producción del cine negro 
son la ausencia de censura en la industria, las tensiones derivadas de los 
conflictos modernos acerca del lugar que ocupa la mujer en la sociedad y una 
desilusión generalizada por la pérdida de valores morales. 
 
16 
 
 En épocas recientes el género se desarrolla más en Europa que en 
Estados Unidos, cuyos autores caen en la estrecha fórmula del best seller; 
además, en el viejo continente, la novela negra favorece la diversidad de autores. 
Asimismo, se ha convertido en la nueva novela social del siglo XXI, aunque no de 
manera exclusiva, puesto que junto con otros géneros evoluciona de forma 
experimental y expone, entre otros, el análisis social desde un punto de vista 
realista. Se mantiene en lo esencial la estructura original (un crimen inexplicable, 
la investigación derivada del crimen y su solución), además de lo que se conoce 
como “relato a la inversa”: 
 
…las historias invertidas, historias que aparentemente parten de la base opuesta. 
El tirón literario del quién-lo-hizo se convierte ahora en el tirón del qué-hizo-mal. Y 
es muy importante tener en cuenta que esto es lo que el lector quiere descubrir… 
14 
 
Existe otro rasgo que marca de manera peculiar a los protagonistas y a la 
trama de lo que se podría definir como nueva novela negra, pues ahora presenta 
hechos estáticos y maniqueos. 
 
…en el caso de la historia invertida se trata de la dificultad de hacer de un hecho 
concreto y estático una narración con ritmo y discreción. Porque aquí el punto de 
partida, el asesinato, es un hecho más estático aun si cabe, y el camino del 
detective en búsqueda de la solución final puede convertirse en una sucesión de 
hechos irrelevantes…15 
 
Esta nueva forma de escribir cambió el razonamiento de los autores de una 
literatura de deducción a una de acción; ahora la propuesta es que el lector y el 
autor compartan de manera confidencial una investigación sobre su entorno, es 
decir, que los textos son el medio por el cual los autores comparten información de 
manera cifrada con su ambiente, esto provoca que el lector se sienta más 
cautivado y en cierto modo comprometido. 
 
                                                            
14 H.R.F. Keating. Escribir novela negra. 42. 
15 Ídem. 43. 
 
17 
 
Además, la psicología juega un papel importante en la concepción de la 
novela negra actual. El lector que está inmerso en una realidad social complicada, 
falsa y cruel, encuentra en el género un reflejo de ese mundo hostil que le ha 
tocado vivir. Así es como a principios de este siglo surge sobre todo en Europa y 
América, quizás sin proponérselo, una narrativa realista y crítica del medio y las 
costumbres sociales, con tal fuerza que pareciera indicar el principio de la 
consolidación del género; por otro lado, expone factores que se relacionan con las 
emociones y los sentimientos de los individuos, como lo menciona Marcel 
Duhamel: 
 
También podemos encontrar el amor, con preferencia bestial, las pasiones 
desordenadas, los odios despiadados, sentimientos estos que, en una sociedad 
civilizada, son considerados como excepcionales, pero que aquí son 
absolutamente corrientes y se expresan a veces en un lenguaje muy poco 
académico. 16 
 
Con todo, el interés por la novela negra no sólo persigue dar cuenta de 
nuestros aspectos sociológicos, psicológicos, culturales y emocionales; también 
apostar, por extraño que parezca, según la enciclopedia Hachette, a conquistar 
dominios metafísicos: 
 
La literatura negra nos hace enfrentar nuestra propia muerte y nos permite domar 
el miedo, nos permite interrogarnos sobre la doble naturaleza del hombre que se 
debate entre la virtud y el vicio.17 
 
La cita anterior reafirma el hecho de que el género tiene sin duda alguna un 
fuerte componente ético, que llama la atención tanto de escritores como de 
lectores, quizá por ello cada vez son más numerosos los festivales dedicados a él, 
como La semana negra de Gijón, El festival del crimen de Munich o Las crime 
parties de los ingleses. 
 
                                                            
16 Duhamel cit. en Escribir novela negra de Keating. 57. 
17 Enciclopedia Hachette. 89. 
 
18 
 
Actualmente la novela negra se lee mucho en bibliotecas; en primer 
término, el criterio de selección se basa en el nombre de los autores o el título del 
texto para dejar en segundo término el contenido del libro. Cabe hacer mención 
que el tiraje crece de forma tal que los números de ejemplares vendidos son 
bastante similares al de los impresos, hecho que ha cooperado en gran medida a 
que las publicaciones del género empiecen cada vez a ganar más aceptación en 
el ámbito académico, situación poco probable en el siglo pasado. 
 
Es claro que la novela negra es un firme testimonio de la época actual, a 
través de un estilo conciso, rápido, simple y violento que lleva al lector a analizar y 
conocer los problemas de su tiempo bajo una nueva perspectiva. Constituye el 
reflejo de una sociedad que no asimila completamente los continuos cambios de 
costumbres, sean laborales, sociales o culturales, así como las reglas del nuevo 
orden impuesto. 
 
 Asimismo, el género constituye una evasión de la monotonía y de la 
inseguridad en las que se encuentran sumidos los individuos. 
 
 
1.2.1 Autores destacados. 
 
 
Los referentes para entender y disfrutar la novela negra comienzan con los 
norteamericanos Edgar Allan Poe (1809 - 1849), Dashiell Hammett (1894 - 1961), 
Raymond Chandler (1888 - 1959), William Riley Burnett (1899 - 1982), Chester 
Himes (1909 - 1984), Cornell Woolrich (1903 - 1968) y Jim Thompson (1906 –
1977); con los ingleses Agatha Christie (1890 - 1976), Sir Arthur Conan Doyle 
(1859 - 1930), James Hadley Chase (1906 - 1985) y Julian Gustave Symons (1912 
- 1994); con los franceses Boris Vian (1920 - 1959), Pierre Boileau (1906 - 1989) y 
Thomas Narcejac (1908 - 1988); con los italianos Giorgio Scerbaneco (1911 - 
1969) y Leonardo Sciascia (1921 - 1989); con el suizo Friedrich Dürrenmatt (1921 
 
19 
 
- 1990); con los suecos Henning Mankell (1948 - ) y Stieg Larsson (1954 - ); con el 
belga Georges Simenon (1903 - 1989); con el mexicano Paco Ignacio Taibo II 
(1949 - ) y con los españoles Manuel Vázquez Montalbán (1939 - 2003), Alicia 
Giménez Bartlett (1951 - ), Juan Madrid (1947 - ) y Andreu Martín (1949 - ). 
 
 
1.3. Origen y desarrollo de la novela negra en Hispanoamérica. 
 
En lo que respecta a la lengua española, los primeros antecedentes se encuentran 
en el siglo XIX con El Clavo de Pedro Antoniode Alarcón (1833 -1891) y con La 
incógnita de Benito Pérez Galdós (1843 - 1920). A principios del siglo XX con La 
gota de sangre de Emilia Pardo Bazán (1851 - 1921) y Una mancha de sangre de 
Joaquín Belda (1883 - 1935). 
En el caso español a partir de los años veinte y de la Guerra Civil (1936 -
1939) aparecen algunas colecciones como: Detectives, Enigma, Biblioteca de Oro, 
entre otras, las cuales presentan relatos de un marcado corte policiaco. De esta 
época destacan El inocente de Mario Lacruz (1929 - 2000), Tomás Salvador (1921 
- 1984) con El charco y Los Atracadores, así como los textos de Alejandro Núñez 
Alonso (1905 - 1982) y Francisco García Pavón (1919 - 1989). Cabe hacer 
mención que esta generación está condicionada por un régimen totalitario y por lo 
tanto, el aislamiento cultural ocasiona que no haya traducciones de los clásicos 
norteamericanos de forma inmediata. Por otro lado el subdesarrollo económico 
produce una sociedad campesina poco apta para la novela negra. 
En este mismo periodo, en el caso de Latinoamérica se desarrolla una 
notable cultura sobre el relato policiaco empezando en Argentina con Un modelo 
para la muerte de Jorge Luis Borges (1899 - 1986); Los que aman, odian de 
Adolfo Bioy Casares (1914 - 1999); Triste, solitario y final de Osvaldo Soriano 
(1943 - 1997), en Cuba con Asesinato por anticipado de Arnaldo Correa (1935 -
1997) y en México con Ensayo de un crimen de Rodolfo Usigli (1905 - 1979). 
 
20 
 
En décadas posteriores el desarrollo del género, se establece de una 
manera más formal, sobre todo en España a partir de textos como: La soledad del 
manager, Asesinato en el Comité Central, Los pájaros de Bangkok y La rosa de 
Alejandría de Manuel Vázquez Montalbán(1939 - 2003), y La verdad sobre el caso 
Savolta y El misterio de la cripta embrujada de Eduardo Mendoza (1943 - ), donde 
ambos autores echan mano de conflictos históricos, sociales, políticos, 
económicos y culturales de la España de su tiempo para crear una ambientación 
más apegada a la realidad. 
Actualmente, los españoles que son un referente obligado para el género 
son Juan Madrid (1947 - ) con obras tales como: Un beso de amigo, Nada que 
hacer, Regalo de la casa; Andreu Martín (1949 - ), Por amor al arte y Barcelona 
Connection, y Pedro Casals Aldama (1944 - ) con La jeringuilla y El señor de la 
coca, autores que dieron un auge y crecimiento notorio a la novela negra 
española. 
 
 En el caso de América Latina, Chile y Argentina son dignos de mención 
debido a la denuncia de los regímenes que sufrieron sus autores, pues presentan 
una fuerte tendencia en sus obras de las consecuencias de los gobiernos 
autoritarios; en ambos casos las consecuencias del neoliberalismo se combinan 
con las de la dictadura militar, la cual tiene entre sus objetivos la fragmentación de 
la sociedad para implantar sin resistencia ese orden económico. Expresan 
además, el desencanto causado por estos gobiernos y las opiniones de la gente 
que está harta de vivir con miedo, como comenta Ramón Díaz Eterovic: 
 
... hablamos acerca de los espacios de soledad que hay en una ciudad como 
Santiago, sobre la justicia en Chile, el poder aplicado en la política y el caso de los 
detenidos y desaparecidos.18 
 
 Los autores chilenos están conscientes de la utilidad e impacto de la 
estructura narrativa de la novela negra; no obstante, no es una constante pues 
                                                            
18 Ramón Díaz. La novela negra. Crónica de la sociedad actual.19 
 
21 
 
algunos autores la toman sólo como mero referente metafórico, mientras que otros 
las utilizan como eje central. 
 
 En la novela negra chilena destacan los siguientes títulos: La ciudad está 
triste y El color de la piel del ya citado Ramón Díaz Eterovic (1956 - ), ¿Quién 
mató a Cristian Kustermann? de Roberto Ampuero(1953 - ), Prácticas rituales de 
Carlos Tromben (1966 - ) y Tinta roja de Alberto Fuguet (1964 - ). 
 
 En el caso argentino, se observa una marcada búsqueda por la escritura 
propia alejada de los modelos establecidos a través de parodias, reformulaciones 
y desvíos del modelo genérico para crear novelas con un espacio discursivo más 
amplio y complejo que reflejen el estado de la sociedad argentina. Así lo afirma 
Jorge Rivera: 
... la novela negra no se limita a transgredir sus normas, replantea una tradición, 
sus límites y artificios prefigurando la pauta de lo paródico que definirá casi en su 
conjunto a la narrativa policial argentina...19 
 
 A pesar de que el género está construido bajo la base de la literatura negra 
mundial, los escritores buscan que se construya una novela negra nacional. Uno 
de los primeros en buscar esa diferencia en la producción del género fue Jorge 
Luis Borges, a través de la eliminación o la parodia de uno de los elementos clave 
del género: el detective. 
 
 A partir de los años sesenta la novela negra cobra un auge importante, 
pues toma como base los problemas sociales y existenciales, producto de la crisis 
de valores. Es decir que el crimen se entiende como consecuencia de una 
sociedad que crea individuos violentos y corruptos. Asimismo, el detective asume 
el papel de un personaje con dudosa moral y procedente de ambientes 
marginales. 
 
                                                            
19 Jorge Rivera. El relato policial en la Argentina. 29. 
 
22 
 
 Otro rasgo que define al género en Argentina es que se convierte en un 
medio para cuestionar los problemas literarios, del lenguaje, filosóficos e incluso 
discursivos. Las obras comienzan con una estructura abierta a la reflexión y a la 
crítica de los problemas propios de cada época, pero además se plantean 
problemas de la construcción del texto como anécdota. 
 
 Los títulos básicos pertenecientes a la novela negra en Argentina son: La 
muerte y la brújula, El jardín de los senderos que se bifurcan y Seis problemas 
para don Isidro Parodi de Jorge Luis Borges (la última novela fue una coautoría 
con Bioy Casares bajo el seudónimo de Honorio Bustos Domecq); Luna Caliente 
de Mempo Giardinelli (1947 - ); El misterio de las pruebas de imprenta, 
Variaciones en rojo y Asesinato a distancia de Rodolfo Walsh (1927 - 1977); 
Penúltimo nombre de guerra, Los muertos siempre pierden los zapatos y Siempre 
la misma música de Raúl Argemí (1946 - ); Puerto Apache de Juan Martini (1944 -
); Manual de perdedores I y II de Juan Sasturain (1945 - ), El tercer cuerpo de 
Martín Caparrós (1957 - ) y Novela negra con argentinos de Luisa Valenzuela 
(1938 - ). 
 En el caso de Colombia, la novela negra ha evolucionado hacia una 
importante economía de recursos literarios. 
 Comparte rasgos similares a los textos de Argentina y Chile, añade una 
mezcla de investigación, terrorismo y choque de culturas. Ejemplo de ello es el 
mundo de sicarios de Rosario Tijeras de Jorge Franco (1962 - ) y la tenebrosa 
demencia de un veterano de Vietnam, en Satanás de Mario Mendoza (1950 - ), de 
quien hay que mencionar otras obras como La ciudad de los umbrales, Scorpio 
City y Relato asesino; también cabe hacer mención de Perder es cuestión de 
método de Santiago Gamboa (1965 - ). 
 En el caso de Cuba, el género ha sido la crónica de la vida marginal del 
país, aunque en sus inicios debido al régimen castrista, se trataba de una novela 
 
23 
 
estatalizada y totalmente apegada a los cánones establecidos por el Ministerio del 
Interior. 
 Es en la década de los noventa cuando los autores gozan de total libertad 
para escribir y se muestra lo más oscuro de la sociedad como la corrupción 
administrativa, la prostitución y la drogadicción, se presenta la realidad cubana con 
todos sus matices. 
 El género plantea las razones de la cruda realidad; por eso cuando el 
socialismo queda sin sostén, toda su ideología queda desenmascarada y presenta 
una confrontación de ideas que termina en el desencanto detrás dela 
despreocupación aparente. Por eso los personajes rebasados por la realidad, se 
enfrentan a ella, pero sin las herramientas necesarias para desafiarla hasta que 
terminan aniquilados; en otras palabras, el pueblo cubano no tiene dónde 
reconocerse, hecho que los escritores de novela negra reflejan de forma clara en 
sus obras. 
 Todavía no se ha dado un auge del género en la isla, pero destacan 
algunos autores como: Rodolfo Pérez Valero (1947 - ) con No es tiempo de 
ceremonias, Amir Valle (1967 - ) con Entre el miedo y las sombras, Lorenzo Lunar 
(1958 - ) con Que en vez del infierno encuentres gloria y Leonardo Padura (1955 
- ) con Paisajes de Otoño, Adiós Hemingway y La Neblina de ayer. 
En México, igual que en el resto de América Latina, la novela negra gana 
importancia en los años sesenta al representar el creciente descontento social por 
la ausencia de límites claros en la aplicación de las leyes. 
Sus personajes parten de situaciones reales mezcladas con un poco de 
imaginación, para mostrar el caos de una sociedad que todavía se define entre la 
modernidad y el atraso. 
A partir del año 2000, se ha dado un importante apoyo a los nuevos 
escritores de este género, sobre todo en la frontera norte de la República con 
 
24 
 
concursos como “Una vuelta de tuerca”, cuya primera convocatoria sale a luz en 
2005, pues reflejan elementos como la corrupción, los secuestros exprés y los 
feminicidios, como hechos cotidianos en la vida de los mexicanos. 
 
Entre los autores y los títulos de la novela negra mexicana encontramos a 
Jomi García Ascot (1927 - ) con La muerte empieza en Polanco, La fiera de piel 
pintada de Edmundo Domínguez Aragonés (1889 - 1976), Crimen sin faltas de 
ortografía de Malú Huacuja (1961 - ), Linda 67 Historia de un crimen de Fernando 
del Paso (1935 - ), Mi prima Daniela de Rosaura Saucedo Saleme (1947 - ), 
Charras de Hernán Lara Zavala (1946 - ), ¿Dónde estás, Alacrán? de Jorge Moch 
(1966 - ), entre otros. Destacan por supuesto, el iniciador del género en el país, 
Rafael Bernal (1915 – 1972) con El complot Mongol, Su nombre era muerte y Un 
muerto en su tumba, y Paco Ignacio Taibo II (1949 - ) con la serie de novelas del 
detective Belascoarán Shayne. 
 
La novela negra ocupa un lugar muy importante en Hispanoamérica, pues 
representa a la novela social de principios del siglo XXI cuando hacen severas 
críticas e investigaciones a las sociedades colombiana, argentina, mexicana, 
cubana, etc. Estas coinciden con la implantación, de políticas económicas 
neoliberales que traen como consecuencia el incremento de la pobreza, la 
marginalidad, la corrupción y una marcada violencia. De este modo en las 
sociedades latinas, la novela negra goza de cabal salud, quizá gracias a lo que 
Foucault llama “... la lucha entre dos inteligencias, la del criminal y la del detective 
criminal, detective-estado vs detective-antiestado.”20 
 
 En la época actual al igual que en lengua inglesa, la novela negra 
hispanoamericana ha logrado prestigio literario y gran aceptación académica lo 
que le allana camino para un desarrollo y un auge no visto en épocas pasadas. 
 
                                                            
20 Michael Foucault. Vigilar y castigar. 73. 
 
25 
 
La mejor receta para la novela 
policiaca: el detective no debe 
saber nunca más que el lector. 
 
Agatha Christie 
 
Capítulo II. Análisis general de Ritos de muerte. 
 
2.1. Resumen de la obra. 
 
Ritos de muerte es una novela protagonizada por la detective Petra Delicado, 
quien a pesar de haber sido una brillante abogada en el despacho de Hugo, su 
primer marido, abandona la carrera y a su esposo, para entrar en el cuerpo de 
policía. 
Cuando se separa de Pepe, su segundo marido, se muda a una casa con 
jardín en el barrio de Poblenou, en Barcelona. Quiere echar raíces en un lugar, 
tener tiempo para cocinar, leer y escuchar música; en pocas palabras, busca un 
cambio de vida. Sin embargo su trabajo en la policía no se lo permite, pues sus 
funciones están limitadas a las actividades del Departamento de Documentación. 
Su vida da un giro la noche en que recibe una llamada del comisario 
Coronas, quien requiere su presencia en comisaría. Coronas le informa que el 
inspector González sufrió un accidente, y que a ella, a falta de inspectores 
disponibles, se le asignará un caso. Además, le presenta a su futuro compañero y 
subordinado, el subinspector Garzón, recién llegado de Salamanca. 
El caso en cuestión es la violación de Salomé, una joven de diecisiete años 
que fue atacada en el barrio de la Trinitat cuando iba a buscar a su madre, una 
cocinera de un asilo de ancianos. En la violación hay un detalle: la víctima ha sido 
marcada con algo parecido a una corona de espinas en forma de flor. 
 
26 
 
Hay una segunda violación en el barrio de la Verneda, la víctima es Patricia, 
una joven de dieciocho años y estilista de profesión. En este caso, también 
coinciden los rasgos del violador: hombre alto, aparentemente joven y 
enmascarado. Tampoco hay señales de lucha, pero sí la marca de la flor. 
Aparece una tercera chica violada en el barrio de Gracia, Sonia de 
dieciocho años y estudiante de diseño y confección. Sonia proporciona a los 
detectives, los mismos datos físicos del violador y también tiene marcada la flor en 
el brazo. 
Hasta este punto los detectives no tienen ninguna pista y la prensa 
comienza a especular; por un lado, que se trata de un violador en serie, a quien 
llaman “el violador de la flor”, y por otro, comienzan una campaña de 
desacreditación contra Petra y Fermín. 
 
 La cuarta víctima es Cristina, una niña bien, hija de un arquitecto famoso, 
quien está inconforme con el trabajo de los inspectores y por quien destituyen del 
caso a Petra y Fermín. 
 
 La reacción de la detective no se hace esperar y presenta una queja formal 
ante sus superiores, pues considera que fueron desplazados de la investigación 
de manera injusta. La carta tiene el efecto deseado, en cuarenta y ocho horas les 
regresan el caso. 
 
A esta altura de la investigación, los detectives disponen de una sola pista: 
una púa de plata incrustada en la herida de Cristina, la que fue encontrada al 
realizarle una cirugía estética para quitarle la marca del brazo. Además, la joven 
recuerda que fue marcada por un reloj, información que lleva a los inspectores a 
buscar las joyerías especializadas en este tipo de trabajo. 
 
Petra y Fermín avanzan en la investigación al encontrar un joyero que 
reconoce haber hecho el trabajo del reloj, quien les proporciona el teléfono y un 
detalle particular de su cliente: un diente negro. Empiezan con las indagaciones y 
 
27 
 
encuentran que es un repartidor de cerveza en un bar; los detectives acuden al 
lugar a entrevistar a los dueños mientras llega Juan, el violador, quien al darse 
cuenta que Petra lo reconoce, le da un puñetazo en la cara y escapa. 
 
Seguros de que es el tipo que buscan van a su casa, en la que encuentran 
un orden exagerado y una evidente rigidez en la educación de una madre 
dominante, quien también es madrastra de Luisa, su novia. 
 
El caso se complica por un “reality show” que presenta la ineptitud de la 
Comisaría de Barcelona, por medio de los testimonios de las víctimas y de sus 
familiares. Los detectives se ven presionados y realizan más entrevistas, en las 
que detienen a Salomé por tener una coartada muy débil; sin embargo, sale libre 
en unos días por falta de pruebas. 
 
Al poco tiempo Salomé aparece muerta, violada y con la marca en el brazo. 
Pero esta violación no es como las demás, pues se utilizó un objeto para la 
penetración. 
 
Las indagaciones llevadas a cabo, los conducen a un establecimiento cuyo 
propietario resulta ser el padre de Juan, quien esconde a su hijo. Lo detienen, 
acusándolo de ser el violador. Confiesa que no sabíalo que Juan había hecho, 
hasta que lo presionó para que le contara la verdad. 
 
Las sospechas de los detectives se centran en Luisa, van a su trabajo y al 
no encontrarla, revisan su casillero, en el que encuentran el objeto del delito: el 
reloj de púas. La buscan en casa y termina por confesar que ella mató a Juan, 
pues el honor era más importante que un homicidio; además confiesa que buscó a 
Salomé, la mató y la violó para que nadie pudiera culpar a Juan. 
 
Resuelto el caso, Petra regresa a sus antiguas tareas de archivo y Fermín 
piensa hacer una nueva vida en otro lugar. 
 
 
28 
 
2.1.1 Ubicación histórico – temporal. 
 
La novela se desarrolla en Barcelona, España, en época actual. El marco inicial se 
ambienta con el frío cotidiano del invierno europeo y se ubica en dos escenarios 
principalmente: la casa de la detective Delicado en el barrio de Poblenou, cerca 
del centro de la ciudad y la Comisaría de Policía. 
Hay dos escenarios más, que son de gran importancia para el desarrollo de 
la historia, pues en ambos se dan cita las reflexiones, avances y frustraciones de 
los detectives. El primero es La Jarra de Oro, bar ubicado frente a la Comisaría y 
metafóricamente considerado su sucursal, pues tiene la función de oficina alterna 
para todos los policías, y en segundo lugar, El Efemérides, bar étnico del cual son 
dueños Hamed y Pepe, este último, segundo ex esposo de Petra. 
El resto de los escenarios, son los barrios Trinitat, Verneda y Clot, donde 
habita el lumpen de la sociedad barcelonesa y donde se llevan a cabo las 
indagaciones de Petra y Fermín. 
La autora muestra a lo largo del libro, escenarios típicos de la novela negra, 
telón de fondo de la parte oscura de la naturaleza humana. Asimismo, presenta un 
entorno real de la sociedad española, no sólo en contextos sociales, sino mediante 
personajes y situaciones que hacen de la historia un acontecimiento fácilmente 
detectable en cualquier otra sociedad, es decir, le otorga un rango universalmente 
humano. 
Además, la historia difiere de la costumbre policiaca, pues ambos detectives 
escapan a la caracterización de los investigadores tradicionales; una por ser 
mujer, y otro por estar cercano a la jubilación. Lo anterior le confiere a la historia 
originalidad, versatilidad e ironía ya que rompe con los estereotipos. Petra, como 
detective protagónico, debiera ser una investigadora “mítica”: excéntrica, liberada 
y poseedora de una mezcla perfecta entre intuición y razón, como el caso por 
antonomasia de Sherlock Holmes; mientras que Fermín, como detective ayudante, 
 
29 
 
debiera ser crédulo y seguir a Petra ciegamente, como es el caso pragmático de 
Watson. Este par de detectives sirven de contrapeso a los sujetos peligrosos que 
amenazan la convivencia pacífica de la sociedad; no son héroes, pero sí 
representantes reales de la ley. 
Como haciendo un recuento histórico, la autora señala que las mujeres ya 
no están relegadas a un segundo plano, aunque ese cambio cultural ha producido 
pensamientos y acciones ambiguas no sólo por parte de los hombres, sino 
también de las propias mujeres. Esta reflexión se plasma en el trabajo de Petra, 
quien por su condición de género no tuvo oportunidad de pertenecer al servicio 
activo de la comisaría, hasta que le ocurre un accidente a un compañero y ella es 
la única disponible para reemplazarlo. 
... no los han encargado porque no tenían a nadie más, así de sencillo. Me he 
enterado esta mañana. El resto de los compañeros está realizando una operación 
muy complicada, algo de drogas.21 
Petra deja claro que las mujeres tienen todas las competencias necesarias 
para cualquier tipo de trabajo, incluso en sociedades sin el grado de desarrollo o 
de aceptación a estos cambios, como lo es España, donde todavía pervive la 
cultura machista. Es por ello que en esta novela, España, nación del primer 
mundo, es la mezcla perfecta entre esa visión de un futuro incluyente y un pasado 
excluyente por razones de género. 
Con todos los respetos hacia mis superiores quiero señalar que estoy convencida 
de que este trato injusto se me dispensa por el simple hecho de ser mujer, un 
colectivo sin relevancia dentro del cuerpo, al que minimizar o vejar resulta sencillo 
y sin consecuencias. Protesto por esta decisión, creo que se siente un precedente 
peligroso, que la independencia policial ante los avatares sociales queda 
seriamente dañada en su credibilidad. Protesto respetuosamente, señor.22 
A lo largo de la travesía por Ritos de muerte, Petra debe lidiar con un jefe 
que desconfía de ella, con un subordinado poco convencido de sus habilidades 
como líder de equipo y con dos ex esposos que le recriminan las decisiones que 
ha tomado a lo largo de su vida. Es decir, que quizá sin esa pretensión, Alicia 
                                                            
21 Alicia Giménez Bartlett. Ritos de muerte. 26. 
22 Ídem, 94. 
 
30 
 
Giménez muestra a una mujer reflejo de un cambio social inevitable mediante su 
inserción en cualquier ámbito de la sociedad, sea económico, social o político. 
 
2.2. Estructura. 
 
Ritos de muerte está organizada a partir del misterio ocasionado que plantea una 
violación, misma que esconde un enigma aun más inquietante: una marca en el 
brazo de la víctima. 
La estructura es lineal; se adecua a las formas tradicionales del género 
negro y se mezcla con diversos modelos modernos, como el whydunit (por qué lo 
hizo), la novela detectivesca y la novela criminal. 
La autora aplica el canon de la forma clásica: parte de una situación 
estática esencial, X mató a Y porque X era de cierto modo, y desarrolla este 
planteamiento de manera progresiva. 
Toma del whydunit el énfasis en el personaje que cometió el crimen, quien 
tiene un comportamiento contradictorio, y además, crea personajes con distintas 
intensidades de carácter para compartir con el lector el análisis del misterio. Es 
decir, el culpable se revelará conforme se desarrolle la historia. Asimismo, 
comparte la visión de los inspectores cuando se dan cuenta que el criminal no fue 
movido por la codicia, por el odio o la pasión, sino por un móvil más complejo que 
encuentra su trasfondo en la generosidad. 
La introducción de este modelo ayuda a que la detective sea un personaje 
ordinario, que no sólo obedece la ley sino que acata sus regulaciones aunque sea 
sólo de modo ocasional; es decir, permite que se le vigile. 
De la novela detectivesca tiene un rasgo fundamental: la definición de un 
tema con personajes de personalidad y comportamiento reales. De este modelo la 
autora toma la exploración de una faceta de la existencia humana: la 
 
31 
 
desesperación, y va narrando el descubrimiento de pistas, de sospechosos, de 
situaciones, etc. para tener al lector en vilo y sostener el argumento esencial. 
Aquí el foco de atención no sólo está en el criminal, sino también en el resto 
de los sospechosos, pues éstos tienen una apariencia muy humana lo que permite 
que una figura que sólo inspiraría compasión, parezca susceptible de ser la 
asesina. Para que esta ambigüedad sea eficiente, la autora utiliza a una detective 
capaz de ver el alma y la mente de todos los personajes. 
Del último modelo, la novela criminal, toma el énfasis sobre el entorno de 
los personajes y sobre el mundo del crimen. 
El escenario está sólidamente trabado con la narración, lo que sitúa a Ritos 
de muerte cumpliendo con la función de entretener; mientras que el argumento va 
enlazando todos los sucesos de modo que refleje una preocupación social. 
La novela narra un proceso policial, pero no pierde de vista un tema social 
que invita al lector a considerar el trabajo de la policía y su necesidad en la 
sociedad actual, mediante una investigación basada en el proceso gradual de 
acumulación de pruebas, tal y como ocurre en la vida real. 
La estructura consiste en la descripción de situaciones, personajesy 
lugares que permite ubicar mejor al lector dentro de lo que ha imaginado la autora. 
Esta descripción va de lo general a lo particular y viceversa para situar los objetos 
en el espacio-tiempo con precisión, dirigir la atención hacia los detalles 
importantes y dar verosimilitud a la historia. 
Predomina la descripción pictórica, pues la autora transmite la imagen del 
escenario con los colores, el diseño, la distribución y las sensaciones que el objeto 
y el sujeto producen. En esta cita además, utiliza la metáfora para dar un mayor 
énfasis a la escena: 
La habitación se hallaba en la penumbra algodonosa de los hospitales. La chica 
yacía en la cama, probablemente bajo el efecto de somníferos. Su cuerpo era 
apenas una línea horizontal tapada por la sábana. La cara, con un rictus de 
 
32 
 
angustia enquistado en el sueño, era de rasgos menudos, desvaídos. El mismo 
pelo rubio de su madre formaba una aureola sobre la almohada.23 
En menor medida hace uso del diálogo como herramienta de interacción 
entre los personajes, que sirve para caracterizarlos y distinguir a qué clase social 
pertenecen. La extensión de los diálogos está en función del soporte que da a las 
descripciones y/o narraciones de fragmentos anteriores y posteriores. 
 Predomina el diálogo directo: 
—¿Qué están haciendo aquí? – me espetó. 
—Aún no hemos podido interrogar a su hija. 
—No hay prisa, está reponiéndose. 
—Oiga, señor Masderius, si nos encontramos es porque estoy investigando y 
supongo que eso debería parecerle bien. 
—Investigue lo que quiera pero lejos de mi hija. 
—Sabe que eso es imposible, que su hija tiene que comparecer oficialmente. 
—Lo hará. Mientras tanto no quiero que se acerquen a ella, que tenga tratos que 
puedan recordarle lo que le ha sucedido.24 
La narración se desplaza del presente al pasado de Petra, donde a través 
de la libre asociación de la memoria, la inspectora encuentra respuesta a 
interrogantes no sólo de su vida personal, sino también de su vida laboral. La 
mayoría de estos recuerdos tienen que ver con su vida sentimental, en concreto 
con las experiencias menos tolerables que vivió con sus ex maridos. 
¿Era éste el destino de una mujer? ¿Permanecen siempre presentes los maridos, 
amigos, amantes que alguna vez pasaron por su vida? No había conseguido 
librarme de Pepe tras año y medio de separación, ahora aparecía Hugo como un 
trasgo sepulcral. ¿Eran esas las etapas de la existencia de una mujer: primer 
marido, segundo marido... no se sucedían como las de los demás mortales: 
nacimiento, dentición, pubertad...? Empantanada siempre en el pasado.25 
Para la descripción de personajes utiliza el retrato, en el que combina 
rasgos físicos y psicológicos para que sean más realistas. 
                                                            
23 Ídem, 84. 
24 Ídem, 110. 
25 Ídem, 80. 
 
33 
 
Ella también era fría. Contestaba sin emocionarse, sin alteraciones. Resultaba muy 
evidente su pensamiento: mis preguntas no servirían para nada, era un 
interrogatorio inútil. Lo único que en realidad deseaba era marcharse. 
—Está bien. Vuelve al médico, te pondrá la venda de nuevo. 
Se levantó despacio, sujetándose un brazo con el otro, arrastrando un trozo de 
gasa por el suelo. Iba encorvada y estaba pálida. Garzón le lanzó una sonrisa 
desmañada y dijo: 
—No te preocupes, cogeremos a ese cabrón. 
—Me da igual –respondió la chica, y sus ojos inexpresivos y lánguidos se fijaron 
en el cenicero vacío, que siempre estaría vacío porque en aquel despacho estaba 
prohibido fumar.26 
En Ritos de muerte se encuentran varias técnicas para lograr un buen ritmo 
narrativo. Por ejemplo escenas donde a través del diálogo, los tiempos de la 
historia y el relato coinciden: 
—Hay que descartar todos los que no se atengan en estatura y peso a la 
descripción del violador que tenemos –dijo. 
—¿Y después, cuál cree que es el orden a seguir? 
—Habrá que ver primero en qué barrios viven, por dónde se mueven, interrogar y 
acto seguido comprobar coartadas.27 
Es también notable cómo, en medio de ciertas descripciones la autora 
alenta la acción mediante el buen manejo de las pausas sintácticas y psicológicas: 
Se levantó, lastrada por un peso muerto. Llevaba una camiseta demasiado larga 
sobre su tejano gastado. En vez de dirigirse hacia las otras muchachas vino hasta 
donde estaba yo. Me tomó uno de los brazos, aproximó el suyo y apretó con 
fuerza sorprendente. Entonces levantó la cara y me clavó sus ojos con fiereza. 
Noté manar el odio de su cuerpo. El brazo me escocía freudianamente. Me 
aparté.28 
El resumen, donde el discurso concentra el tiempo de la historia, es 
representativo el siguiente ejemplo: 
Sin embargo, fue tal la avalancha de acontecimientos de aquel invierno que por 
cualquiera de ellos lo hubiera retenido en la mente sin necesidad de ver cubierto 
de blanco mi recién plantado jardín. Un año lleno de acontecimientos. Estrené la 
nueva casa, una vida independiente y las circunstancias, más que el destino, 
                                                            
26 Ídem, 18. 
27 Ídem, 56. 
28 Ídem, 75. 
 
34 
 
hicieron que me fuera encomendado mi primer caso y que, consecuentemente, 
entre nieves y bienes, conociera al subinspector Garzón.29 
En otras palabras, existe una eficiente combinación entre temporalidad 
lineal y retrospectiva. 
Además del tiempo narrativo cuyos acontecimientos no dejan de tener una 
progresión lógico – casual, existen secuencias en el tiempo de la historia en que 
se hace uso del imperfecto para darle consistencia a las descripciones: 
Salimos a la calle. El barrio estaba animado a aquella hora. Cerraban los talleres, 
las tiendas permanecían abiertas un rato más. Pequeños bares miserables, 
estrechos, con dos o tres parroquianos sentados en la barra, hablando todos a la 
vez. Niños con chándal. Mujeres con prisa.30 
En el tiempo del discurso domina el presente y el presente perfecto, forma 
muy española, para crear una sensación temporal integral: 
—Sí, lo es. Pero verá, después de la visión que ha dado de mí a Hugo creo que ya 
puedo despreocuparme por eso. 
—Le repito que lo siento, he ido demasiado lejos. 
—No, ha estado bien, quizá haya roto usted el maleficio. Pero pasemos a lo 
sustancial. ¿Ha visto este papelito? 
—Tres millones de pesetas es un buen pico. 
—¿Necesita dinero para algo? Si quiere puedo prestarle. 
—Tengo pocas necesidades, con lo que gano vivo bien.31 
 Y en el orden de la retrospección, la autora muestra la relación 
consecutivo-casual entre la lógica y el tiempo: 
—Luego llegaba a comisaría y me veía metido en aquel ambiente de miseria 
mental. Los compañeros bromeando con las putas que a veces deteníamos. Las 
cenas de homenaje cuando alguno se jubilaba, todos borrachos en la mesa, 
muertos de risa, operando de fimosis a una salchicha. Eso ha sido mi vida, Petra, 
                                                            
29 Ídem, 9. 
30 Ídem, 112. 
31 Ídem, 156. 
 
 
35 
 
poca cosa. Así que ahora, cuando sería el momento de sentirme a gusto con mis 
recuerdos, sólo pensar en ellos me pone a parir.32 
También, mediante la temporalidad muestra la personalidad de los actantes 
y la correspondencia entre el tiempo de la historia, la enunciación, la escritura y la 
lectura. 
El narrador hace las veces de intermediario entre el relato y el lector, pues 
transmite los sucesos del pasado y al mismo tiempo establece elementos de la 
historia para sostener la historia en presente. 
Asimismo, historia y discurso transcurren de forma progresiva y paralela, 
pues los hechos en la novela se desarrollan de forma tal que siguen las leyes de 
causa-efecto y del antes y el después. 
El tiempo de la narración es posterior a los hechos contados. La historia se 
narra en tiempo pasado, pero el uso constante de los diálogos nos da la sensación 
de presente, es decir, que la información acerca del crimen y la resolución del 
misteriose da poco a poco. 
El espacio está fundido a la perspectiva de la inspectora Delicado, lo que 
permite tener una visión general de los acontecimientos de la historia a través de 
sus detallados puntos de vista. Además, las repeticiones en el discurso permiten 
que se remarquen ciertas acciones para crear tensión en el relato; para hacer que 
la intriga crezca gradualmente hasta llegar al clímax de la historia. 
Dentro de la estructura es relevante mencionar que se asigna un papel al 
receptor, siguiendo las propuestas post estructuralistas de la teoría literaria, para 
las que el significado final de una obra depende del lector; es decir, es quien da 
sentido a la creación literaria. 
En este caso, Alicia Giménez brinda al lector suficientes elementos para 
que a través del lenguaje concentre sus experiencias en la construcción de una 
                                                            
32 Ídem, 166. 
 
36 
 
historia basada en la disposición de las palabras, el ritmo y la forma del texto, sin 
dejar de lado la conciencia colectiva que lo lleve a encontrar el valor estético de la 
obra. 
 
2.3. Lenguaje y voces narrativas. 
 
El estilo es directo, ágil y dinámico, su pretensión es permitir que la lectura sea 
fluida y atrayente. Además es accesible, entretenido y con diálogos alternados, lo 
cual produce un estilo de escritura fácil de leer. 
La prosa está cargada de verbos de movimiento y la descripción es 
predominantemente visual. 
También el lenguaje es crudo, soez y coloquial, lo cual brinda verosimilitud 
a la narración. El estilo de Petra es de total franqueza frente a un Fermín más 
reservado en sus comentarios. 
—¿Tener que decir succión en vez de mamada, es eso lo que le fastidia? 
—Me violenta un poco, sí. 
—Pues por mí no se prive, subinspector, yo también digo coño, cojones y joder. 
—Oírselo a usted también es violento, compréndalo, debe tratarse de una cuestión 
educacional.33 
Además, el vocabulario muy característico del habla urbana española: 
—Es cierto que hay por ahí un montón de tíos zumbados, locos de remate...34 
—Es un chalado con muy mala gaita...35 
Aquello me cabreó: 
—¡Esto no es ningún cachondeo...36 
                                                            
11 Ídem, 38. 
34 Ídem, 56. 
35 Ídem, 61. 
 
37 
 
Los diálogos entre los inspectores prestan frescura a la narración, pues son 
reflexiones irónicas y de frustración causadas por la inexperiencia en el caso de 
Petra y por la falta de resultados en el caso de Fermín; pero sobre todo por la 
desesperanza que provoca la falta de equilibrio entre la vida personal y laboral de 
ambos: 
—Veo que la vida se me ha escapado de las manos del modo más estúpido. Y de 
eso me he dado cuenta desde que la conozco a usted. 
Intuí que la pasta iba a sentarme mal. 
—Usted se ha movido, Petra, ha corrido tras el amor verdadero, se ha casado dos 
veces, se ha divorciado, ha cambiado de profesión, ha estudiado, ha reflexionado 
sobre sus conflictos y problemas... a lo mejor hasta ha ido al psiquiatra. 
—¿Al psiquiatra?... pues no, pero ¿eso le parece deseable? 
—¡Por supuesto que sí! Si yo hubiera tenido un psiquiatra que me escuchara, 
ahora mi vida figuraría en algún sitio: en sus archivos, en una ficha, en la mente 
del tipo, ¡en fin, no se hubiera evaporado como un charco!37 
Asimismo, los diálogos en Ritos de muerte se sostienen entre la detective 
Delicado y el resto de los personajes, quienes van a ayudar a Petra a resolver el 
caso a través de reflexiones lógicas sobre la investigación. 
El lenguaje de los actantes es tan substancial como el diálogo en sí mismo, 
pues aunque en ocasiones emerge el habla morbosa, sensacionalista o vulgar, 
para reflejar el bajo mundo, a la vez sirve para denunciar cómo la sociedad ha 
llegado justo a ese punto. 
 También está presente el monólogo interior; a menudo Petra habla consigo 
misma para expresar sus desconciertos, miedos e ilusiones; se trata de una sólida 
voz subjetiva en primera persona: 
¿Cómo pudo haberme casado con aquel hombre tan joven, tan desvalido, casi un 
muchacho? Y, sobre todo, ¿cómo podía haberlo hecho siendo ése mi segundo 
matrimonio y proviniendo de un primero turbio, difícil, que acabó en divorcio 
sangriento y doloroso? Los especialistas policiales del departamento psicológico 
hubieran tenido mucho que decir. Si había acabado haciéndome policía era para 
luchar contra la reflexión que solía inundarme frente a todo. Acción. Sólo 
pensamientos prácticos en horas de trabajo, inducción, deducción, pero siempre al 
                                                                                                                                                                                     
36 Ídem, 130. 
37 Ídem, 194. 
 
38 
 
servicio de la materia delictiva, nunca más ensimismadas meditaciones íntimas en 
la barra de un bar.38 
El monólogo interior cumple también con lo esencial del lenguaje de la 
novela negra; es decir, la detective reflexiona sobre el caso cuando está alejada 
de todos y eso le sirve para seguir sobre sus propios pasos. A pesar de que Petra 
no es una detective tradicional, sigue la línea del ser humano solitario, aislado y 
soltero, en este caso divorciado; por eso el monólogo interior se vuelve tan 
necesario, pues capta los pensamientos de la detective ligándolos al seguimiento 
de la historia que recibe el lector. 
Hay simultaneidad entre las acciones de la protagonista y sus 
pensamientos; esto hace sentir que uno asiste a la libre asociación de la memoria 
de la detective, lo mismo en tiempo presente que en momentos de retrospección a 
modo de flashback. Todo ello contribuye a caracterizarla. 
El narrador de la historia es la propia protagonista, quien cuenta con sus 
palabras lo que hace, siente, piensa u observa. La narración entonces 
extradiegética y “objetiva” cuando la detective cuenta lo que ve y hace, pero 
también es intradiegética y subjetiva cuando externa al lector sus pensamientos y 
sentimientos más íntimos. 
La narradora nos lleva de la mano mediante descripciones detalladas de los 
movimientos de cada personaje, señalando el momento preciso en que ocurren y 
dando seguimiento a sus pasos, lo que favorece la tensión en el relato. 
Su presencia es la más dominante en el relato; su voz coincide con el 
desarrollo del relato tanto en diálogos como en solitario e incide de igual forma en 
la caracterización del resto de los personajes. Su tendencia al pesimismo, se 
traduce la mayoría de las veces en ironía, recurso esencial para la construcción de 
su imagen del mundo, quien constantemente se debate entre la sonrisa y la 
amargura. 
                                                            
38 Ídem, 8. 
 
39 
 
Fermín, como detective ayudante, hace las veces de voz narrativa anónima, 
pues crea preguntas inteligentes que se le plantean al lector y permite a la autora 
dar cuenta de lo pasa por la mente de la inspectora; asimismo proporciona gran 
parte de las claves para resolver el caso, pero sin explicar su significado, para que 
el lector tome el lugar del subinspector y desentrañe el misterio. 
 
2.4. Sistema de relaciones entre los personajes. 
 
La inspectora entrelaza las historias del resto de los personajes, haciendo girar el 
texto gira en torno a las acciones en que participa. Las relaciones se dividen en 
tres de acuerdo con la estructura de la obra: relaciones con compañeros de 
trabajo (mundo laboral), relaciones con las víctimas (mundo femenino) y 
relaciones con sus exmaridos (mundo personal). 
En el mundo laboral las relaciones de Petra se centran en dos personajes: 
Fermín Garzón y el Comisario Coronas. 
Su relación de trabajo con Fermín determina en gran medida las acciones 
de Petra como inspectora primeriza, pues el subinspector es su complemento para 
cubrir las deficiencias en campo, así como un aliado para descargar sus 
frustraciones o confiarle

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