Logo Studenta

Efectos-de-variar-el-intervalo-estmulo-comida-y-el-orden-de-presentacion-del-estmulo-sobre-el-beber-inducido-por-el-programa-con-agua-y-etanol-en-ratas

¡Este material tiene más páginas!

Vista previa del material en texto

UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO 
 
FACULTAD DE PSICOLOGÍA 
 
 
 
Efectos de variar el intervalo estímulo-comida y el orden 
de presentación del estímulo sobre el beber inducido por 
el programa con agua y etanol en ratas 
 
T E S I S 
PARA OBTENER EL GRADO DE LICENCIADA EN 
PSICOLOGÍA 
PRESENTA: 
MARÍA GUADALUPE MOGUEL HERNÁNDEZ 
 DIRECTOR: DR. RAÚL ÁVILA SANTIBÁÑEZ 
REVISOR: DR. GUSTAVO BACHÁ MÉNDEZ 
SINODALES: DRA. PATRICIA ROMERO SANCHÉZ 
 DR. ROGELIO ESCOBAR HERNÁNDEZ 
 DRA. ALICIA ROCA COGORDAN 
 
 
 
 
CIUDAD UNIVERSITARIA 
CIUDAD DE MÉXICO, 2019 
 
 
UNAM – Dirección General de Bibliotecas 
Tesis Digitales 
Restricciones de uso 
 
DERECHOS RESERVADOS © 
PROHIBIDA SU REPRODUCCIÓN TOTAL O PARCIAL 
 
Todo el material contenido en esta tesis esta protegido por la Ley Federal 
del Derecho de Autor (LFDA) de los Estados Unidos Mexicanos (México). 
El uso de imágenes, fragmentos de videos, y demás material que sea 
objeto de protección de los derechos de autor, será exclusivamente para 
fines educativos e informativos y deberá citar la fuente donde la obtuvo 
mencionando el autor o autores. Cualquier uso distinto como el lucro, 
reproducción, edición o modificación, será perseguido y sancionado por el 
respectivo titular de los Derechos de Autor. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
El presente trabajo se realizó con el apoyo financiero del Proyecto PAPITT IN303213 
“Análisis cuantitativo del valor psicológico de recompensas demoradas, probabilísticas y 
compartidas en humanos” otorgado por la Dirección General de Asuntos del Personal 
Académico (DGAPA) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) al director 
de esta tesis, Dr. Raúl Ávila Santibáñez. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Agradecimientos 
Al director de tesis el Dr. Raúl Ávila Santibáñez. Gracias por el apoyo durante todo este 
tiempo y durante el desarrollo de este trabajo, por el aprendizaje y la oportunidad de ser 
parte del laboratorio y los proyectos de investigación. Por enseñarme que la investigación 
se vive, se respira, se siente, se sufre y se disfruta. 
A mi revisor metodológico el Dr. Gustavo Bachá Méndez. Gracias por su atención y 
disposición en enseñarme y orientarme en la realización de esta tesis. Por ser un modelo 
a seguir y por todas las enseñanzas durante la carrera, mismas que me encaminaron a 
esta área. 
A mis sinodales: la Dra. Patricia Romero Sánchez, el Dr. Rogelio Escobar Hernández y la 
Dra. Alicia Roca Cogordan, por su atención al presente trabajo y sus valiosos 
comentarios. Gracias por el tiempo dedicado. 
A Denisse Campos la mejor amiga y hermana del mundo. Por estar ahí en las buenas y 
en las malas, sobre todo en los momentos de oscuridad. Por tu amistad, por creer 
siempre en mí, por tu paciencia, por enseñarme, corregirme, regañarme y apoyarme. 
Muchas gracias. 
A mis amigas Brenda Espinoza, Jaramy Díaz, Nuri López, Patricia de la Cruz y Viridiana 
Prado. Gracias por los momentos de diversión, de aprendizaje, por creer en mí y hacer mi 
vida universitaria una gran experiencia. La maldad, ante todo. 
A mis compañeros del Laboratorio de Análisis Experimental de la Conducta. Un 
agradecimiento especial al “Animal Team” por las enseñanzas académicas y personales, 
y por hacer ese pequeño equipo de trabajo tan especial. 
A la Universidad Nacional Autónoma de México por darme la oportunidad más grande de 
todas, aprender. 
Por último, a mi cada una de mis ratas, mis gordos hermosos, que hicieron posible esta 
tesis y fueron el motivo de esforzarme todos los días. 
 
Gracias 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
A mi mamá y mi hermano 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
TABLA DE CONTENIDOS 
 
 
 
 
 
 Página 
Resumen……………………………………………………………………………………... 1 
Introducción……………………………………………………………………………………... 3 
Propósito……………………………………………………………….……………………...... 18 
Método general…………………………………………………………………………………. 20 
 Sujetos……………………………………………………………………………………….. 20 
 Aparatos……………………………………………………………………………………... 20 
 Procedimiento………………………………………………………………………………. 21 
Experimento 1………………….………………………………………...……………. 23 
Sujetos…………………………………………………………………………. 24 
Procedimiento………………………………………….……………………. 24 
Resultados…………………………………………………………………….. 26 
Discusión………………………………………………………………………. 32 
Experimento 2………………………...................................................................... 34 
Sujetos……………………………………………………………………….. 36 
Procedimiento…………………………………………………………………. 36 
Resultados……………………………………………………………………... 40 
Discusión………………………………………………………………………. 45 
Discusión general …………….....................………….…................................................ 47 
Referencias ………………………..……………………………….................................. 52 
Apéndices…………………... .……………………………………………….........................
. 
62 
 
1 
 
RESUMEN 
Un aspecto que ha destacado en las conductas inducidas por el programa ha sido su 
ubicación temporal, una U invertida con un máximo al inicio del intervalo entre 
reforzadores. Específicamente, en el beber inducido por el programa se sabe que la 
conducta de beber no se limita al período post reforzamiento, pero los reportes sobre su 
distribución temporal y magnitud han sido contradictorios. Una estrategia para estudiar la 
distribución temporal ha sido variar la ubicación temporal de períodos de acceso al agua, 
pero sólo se ha reportado la conducta de beber en los períodos de acceso. Una estrategia 
alterna para estudiar la distribución temporal ha sido probar el control que adquiere un 
estímulo sobre el BIP mediante el paradigma del estímulo intrusivo. Con este paradigma 
se ha demostrado que la relación temporal entre el estímulo y el reforzador es la variable 
clave para modular la conducta de manera diferencial. En el presente trabajo, con el 
objetivo de estudiar la distribución temporal de la conducta de beber, se probó la 
generalidad del paradigma del estímulo intrusivo en el beber inducido por el programa con 
el acceso libre a agua durante todo el intervalo entre reforzadores. En el Experimento 1, 
se expuso a ratas a un programa de reforzamiento intervalo fijo 64 s, concurrente con la 
disponibilidad de beber agua durante todo el intervalo entre reforzadores. En condiciones 
sucesivas se varió el intervalo entre la presentación de un estímulo neutral, un tono y el 
parpadeo de la luz general de 4 s, y la entrega del reforzador (Intervalo EN-ER). El 
estímulo se presentó a los 64, 56, 48, 40, 32, 24, 16 y 8 de la entrega del reforzador 
subsecuente. En el Experimento 2, se replicaron las condiciones del primer estudio, pero 
con una solución etanol como líquido disponible. En ambos experimentos se encontraron 
efectos de variar el intervalo EN-ER sobre la tasa de respuestas por comida y por agua o 
etanol, y sobre el consumo. El estímulo provocó un aumento en la respuesta por agua y 
etanol cuando el estímulo se presentó del inicio hacia el final del intervalo entre 
 
2 
 
reforzadores y una disminución cuando el estímulo se presentó en sentido contrario. Se 
replicaron los dobles festones en la tasa de respuesta por comida, un resultado 
comúnmente reportado en los estudios con el paradigma del estímulo intrusivo. El 
consumo en mililitros aumentó conforme el intervalo EN-ER disminuyó dependiendo del 
orden de presentación del estímulo. Los resultados del presente estudio mostraron que el 
intervalo estímulo-reforzador y el orden de presentación del estímulo, afectaron de 
manera diferencial la tasa de respuesta por alimento, por un líquido y el consumo de este 
último. El estímulo funcionó como un mediador en la distribución temporal de cada uno de 
los patrones de respuesta. 
Palabras clave: beber inducido por el programa, paradigma del estímulo intrusivo, 
intervalo estímulo-respuesta, orden de presentación3 
 
Falk (1961) observó que al exponer a ratas privadas de comida a un programa de 
reforzamiento intervalo variable (IV 60s) por alimento y con una botella de agua disponible 
durante la sesión experimental, las ratas consumían cantidades excesivas de agua 
respecto de su consumo diario en sus cajas habitación. Falk denominó a este consumo 
excesivo como polidipsia psicogénica. Algunos aspectos interesantes de este fenómeno y 
que llamaron la atención fueron: (a) que el consumo ocurrió aun cuando los sujetos no 
fueron privados explícitamente de agua, (b) las ratas no presentaban alguna condición 
fisiológica que explicara el consumo excesivo y (c) el consumo de agua ocurrió 
inmediatamente después de la entrega de cada reforzador. Falk (1969) indicó que las 
condiciones necesarias para reproducir esta conducta eran: la entrega intermitente de 
comida y la privación de alimento. Propuso que la polidipsia psicogénica formaba parte de 
una tercera clase de conducta, diferente de la conducta operante y respondiente, a la que 
denominó conducta adjuntiva. De acuerdo con Falk (1971) las conductas adjuntivas se 
desarrollan cuando el organismo esta privado del reforzador (e.g., privación de alimento 
en un programa de reforzamiento), ocurren en tasas excesivas, se ubican en el período 
post reforzamiento y no hay una contingencia asociada entre su ocurrencia y la entrega 
del reforzador subsecuente. Algunos ejemplos de las conductas adjuntivas son: correr en 
una rueda (Levitsky & Collier, 1968), la agresión inducida (Azrin, Hutchinson & Hake, 
1966), comer alimentos sin valor nutritivo o pica (Roper & Crossland, 1982) y lengüetear 
una fuente de aire (Mendelson & Chillang, 1970). 
Las primeras investigaciones coincidieron en que las conductas inducidas 
representaban un caso anómalo de las conductas operantes y respondientes, debido a 
que la comida no reforzaba su aparición y no eran evocadas por estimulación 
antecedente. En el presente estudio se eligió al beber inducido por el programa (BIP) 
 
4 
 
como el ejemplo de estas conductas inducidas por su replicabilidad ampliamente 
reportada y su ocurrencia en diferentes condiciones experimentales. 
A partir del reporte de Falk (1961) surgieron diversas explicaciones sobre el origen 
del beber inducido por el programa. Una de las primeras explicaciones sugirió que el BIP 
se desarrolla y mantiene por reforzamiento supersticioso, debido a la contigüidad temporal 
entre el consumo de agua y la entrega del reforzador (Clark, 1962; Segal, 1965). Clark 
(1962) expuso a ratas a un programa de reforzamiento intervalo variable (IV 60 s) por 
comida y varió la proporción de intervalos cortos en cada sesión, de 30 s o menos. 
Encontró que el lengüeteo ocurrió en la mayor parte de los intervalos cortos, el lengüeteo 
aparecía inmediatamente después del consumo de la comida y coincidía temporalmente 
con la entrega de la comida subsecuente. El autor concluyó que el beber inducido por el 
programa se podía explicar como un caso de conducta supersticiosa. Sin embargo, se 
reportó que el consumo de agua ocurre aun cuando se programa una demora entre el 
último lengüetazo y la respuesta que entrega la siguiente comida (Falk, 1964; Llamas & 
Pellón, 1995; Pellón & Blackman, 1987). Asimismo, esta explicación supersticiosa no 
indicó porque otras actividades disponibles y contiguas a la entrega del reforzador 
disminuyen durante el intervalo en favor del beber (Staddon & Ayres, 1975) o que el 
consumo suceda cuando la oportunidad de beber no es contigua a la entrega del 
reforzador (Flory & O´Boyle, 1972; Gilbert, 1974 a; Daniel & King, 1975). 
Otros autores, sugirieron que el consumo de agua ocurría después de cada 
entrega de comida debido a la sed provocaba ingerir alimento seco (Falk, 1961; Clark, 
1962; Stein, 1964; Reynierse, 1966). En varios experimentos Stein (1964) entregó como 
reforzador alimento líquido o bolitas de comida seca a ratas privadas de comida. Encontró 
que el consumo de agua fue menor con la comida líquida que con la comida seca y el 
lengüeteo se ubicó inmediatamente después de cada entrega de comida y no al final del 
 
5 
 
intervalo entre reforzadores. No obstante, esta explicación fue rechazada debido a que el 
consumo es posible con reforzadores líquidos (Falk, 1967, 1971), el consumo requiere de 
varias sesiones para que se desarrolle (Reynierse & Spanier, 1968; Staddon & Ayres, 
1975) y no se restringe al período post reforzamiento (Flory & O´Boyle, 1972; Gilbert, 
1974 a; Daniel & King, 1975). 
Algunos otros autores, indicaron que la entrega de comida adquiría las 
propiedades de un estímulo condicionado al señalar un período de baja probabilidad de 
reforzamiento. Para probar esta explicación, utilizaron programas de reforzamiento de 
segundo orden a los que añadieron un estímulo neutral apareado con la entrega de la 
comida para elicitar el consumo de agua. En general, los hallazgos fueron contradictorios 
respecto de si un estímulo neutral podía elicitar o no la conducta de beber. Algunos 
reportaron que el consumo ocurrió después de cada comida y la presentación del 
estímulo (Rosenblith, 1970; Porter & Kenshalo, 1974) y en otros, el consumo sucedió sólo 
después de la presentación de la comida apareada con el estímulo (Porter, Arazie, 
Holbrook, Cheek & Allen, 1975; Allen & Porter, 1977). Asimismo, cuando se expone a los 
sujetos a un programa de reforzamiento múltiple, en los que se alterna un componente de 
reforzamiento con uno de extinción, los resultados no apoyan esta explicación. Así, 
durante el componente de reforzamiento las ratas consumen o responden más por agua 
que en el componente de extinción. Se esperaría que en el componente de extinción la 
frecuencia de la conducta de beber fuese ser mayor debido a la baja probabilidad de 
reforzamiento (Jacquet, 1972; López & Bruner, 2007). 
Staddon (1977) sugirió que el beber inducido se debe a un mecanismo de 
competencia motivacional entre las conductas relacionadas con la entrega del reforzador. 
En su modelo, la entrega periódica de comida modula tres estados motivacionales a lo 
largo del intervalo entre comidas, mismos que facilitan la ocurrencia de tres patrones 
 
6 
 
conductuales. El estado terminal se caracteriza por la presencia de conductas 
relacionadas con la obtención del reforzador (e.g., búsqueda de alimento) y se ubican 
principalmente al final del intervalo, cuando la probabilidad de reforzamiento es alta. En el 
estado interino la conducta (e.g., beber agua) ocurren al inicio del intervalo después de 
consumir la comida, cuando la probabilidad de reforzamiento es baja. Finalmente, en el 
estado facultativo se dan diferentes conductas (e.g., correr, roer un pedazo de madera) 
hacia la mitad del intervalo y parecen no estar afectadas por el programa de 
reforzamiento. Staddon propuso que el BIP podía clasificarse como una conducta interina 
durante el intervalo entre reforzadores. Así, el BIP parece ser resultado de la interacción 
entre la conducta relacionada con la obtención de la comida, el beber y otras conductas 
motivadas, más que un efecto directo de la contingencia de la entrega de la comida (Reid 
& Staddon, 1982). Si bien el modelo de Staddon sugiere que el beber se ubica 
principalmente al inicio del intervalo debido a la baja probabilidad de reforzamiento, se 
reportó: que el consumo no se limita al período después de la entrega del reforzador 
(Flory & O´Boyle, 1972; Gilbert, 1974 a; Daniel & King, 1975), el beber también aparece 
en los períodos de alta probabilidad de reforzamiento (Ávila & Bruner, 1994) y la aparición 
secuencial de los estados motivacionales no es del todo fija (Reid, Bachá & Morán, 1993). 
Un aspecto en común en las explicaciones previamente descritas, es que la 
comida es el reforzador que mantiene la conducta de beber debido a la privación explícita 
del alimento y a que los sujetos tenían acceso continuoal agua. Ávila y Bruner (2002) 
propusieron una explicación alterna del BIP, en la que el agua es el reforzador de la 
conducta que la produce. De ser así, era posible entregar el agua conforme a cualquier 
programa de reforzamiento y replicar los patrones de respuestas característicos de dichos 
programas. Para probar su hipótesis, expusieron a ratas a un programa tiempo al azar 
(TA 60 s) por comida y las a responder a una palanca que proporcionó una gota de agua 
 
7 
 
conforme a un programa intervalo fijo (IF 64 s). En condiciones sucesivas disminuyeron la 
duración del intervalo fijo (de 64 a 32, 16 y 8 s) y mantuvieron constante el programa de 
entrega de comida. Encontraron que las ratas distribuyeron sus respuestas por agua de 
manera parecida a un festón, el patrón comúnmente reportado en programas de intervalo 
fijo. Los autores demostraron que era posible modificar el patrón característico del BIP 
(una U invertida) sin una privación explícita de agua y esta se distribuye de manera 
característica a cualquier programa de reforzamiento; cuestionando así, la idea de que el 
BIP pertenece a una tercera clase de conducta. 
Retomando los hallazgos de Ávila y Bruner (2002) del BIP como un caso de 
conducta operante reforzada por el agua y la diferenciación entre la conducta que produce 
el agua y la consecuencia de la misma. Roca y Bruner (2003) replicaron la relación entre 
la tasa de respuesta y la tasa de reforzamiento propuesta en la ley de la igualación con 
agua como reforzador (Herrnstein, 1970). Por su parte, Ruiz y Bruner (2008) reportaron 
gradientes de demora como producto de alargar la duración de la demora entre las 
respuestas por agua y la entrega de esta. Ambos estudios mostraron que el BIP era 
sensible a cualquier parámetro de reforzamiento conocido, cuando se considera al agua 
como el reforzador de la conducta que la produce. 
Hasta el momento ninguna de las hipótesis que se han formulado para tratar de 
explicar el BIP han sido enteramente convincentes. Diferentes estudios reportaron 
resultados que apoyaron alguna de las explicaciones, mientras que otros contradijeron y 
sugirieron otras. 
Falk (1969) enfatizó que las condiciones necesarias para que ocurriera el beber 
inducido eran la entrega intermitente de comida y la privación de alimento. De esta 
manera, se estudiaron los parámetros que modulan el consumo de agua sin considerar la 
magnitud de esta (Staddon, 1977). Una de las variables clave para la adquisición y 
 
8 
 
mantenimiento del beber inducido es la duración del intervalo entre reforzadores. Falk 
(1966) expuso a ratas a un programa de reforzamiento intervalo fijo (IFx) y en condiciones 
sucesivas varió la duración del intervalo en 2, 12, 20, 45, 60, 90, 120, 150, 180 y 300 s. 
Encontró que conforme aumentó la duración del intervalo el consumo de agua aumentó 
linealmente hasta llegar a un máximo. Estudios posteriores replicaron este hallazgo con 
programas dependientes e independientes de la respuesta (Flory, 1971; Bond, 1973; 
Hawkins, Schrot, Githens & Everrtt, 1972). 
Otra variable que afecta el beber inducido es la magnitud del reforzador. Existe 
una relación negativa entre la cantidad de alimento entregado y el consumo de agua 
(Falk, 1967; Bond, 1973; Flory, 1971). Por ejemplo, Falk (1967) expuso a ratas a 
programas de reforzamiento de intervalo variable (IV 60 y 120 s) y varió la magnitud del 
reforzador de 1 a 2 bolitas de comida. Encontró que el consumo fue menor cuando se 
entregaron dos bolitas de alimento que si se entregaba una bolita, independiente de la 
duración del intervalo entre reforzadores. 
También se ha estudiado la contribución del nivel de privación de alimento en la 
magnitud del consumo. Conforme aumenta el porcentaje de peso de los sujetos el 
consumo de agua disminuye (Falk, 1969; Keehn, 1979; Roper & Nieto,1979). Falk (1969) 
expuso a ratas a un programa de reforzamiento intervalo fijo (IF 90 s) y varió 
gradualmente el porcentaje de peso de los sujetos del 80% hasta el 105% de su peso en 
alimentación libre. Encontró que el consumo se mantuvo constante cuando aumentó el 
peso del 80% a 95%, mientras que cuando aumentó el peso del 100 al 105% provocó una 
disminución progresiva del consumo. Cuando reinstauró la privación de alimento al 80% el 
consumo se restableció. 
En cuanto al tipo de reforzador se reportó que conforme aumenta la concentración 
de algún tipo de azúcar (e.g., sucrosa, sacarosa o dextrosa) en la comida, el consumo 
 
9 
 
disminuye (Falk, 1967; Christian & Schaeffer, 1973). Por ejemplo, Christian y Schaeffer 
(1973) compararon la fórmula de bolitas de comida estándar con bolitas de mezcladas 
con diferentes concentraciones de sucrosa (4, 16 y 32%). Encontraron que conforme 
aumentaron la concentración de sucrosa el consumo por sesión disminuyó. Igualmente, 
se mostró que utilizar alimento seco estándar no era una condición necesaria para que 
ocurriese el BIP y es posible reproducirlo con reforzadores semilíquidos (e.g., Falk, 1967). 
Por último, se ha reportado una relación negativa entre la concentración de una 
sustancia agregada al agua y el consumo de esta. Por ejemplo, Lester (1961) reportó por 
primera vez que cuando los sujetos tienen disponible una solución de agua con etanol, es 
posible replicar los hallazgos reportados cuando el líquido es sólo agua. Así, expuso a 
ratas a un programa intervalo variable (IV 55 s) por comida con una solución de etanol 
(5.6 g de etanol) disponible durante toda la sesión experimental. Encontró que las ratas 
consumieron cantidades suficientes de la solución como para intoxicarse e incluso 
manifestaron síntomas de dependencia física cuando se retiró la solución (Falk, Samson 
& Winger, 1972; Falk & Samson, 1975). 
Los resultados de los estudios previamente descritos sugieren que el BIP es 
susceptible de ser modulado por sus consecuencias, por parámetros conocidos en el 
condicionamiento y es mantenido por reforzamiento (e.g., la comida en un programa de 
reforzamiento intermitente o el agua que refuerza la conducta que la produce). Esta 
evidencia sugiere que es posible replicar diversos fenómenos del condicionamiento 
operante como lo es el control de estímulos. Específicamente, el efecto que adquiere un 
estímulo neutral sobre la conducta de beber en un procedimiento de beber inducido por el 
programa. 
Los primeros estudios sobre el control de estímulos en el BIP sugerían que la 
conducta de beber ocurría debido a que la entrega de la comida señalaba un período de 
 
10 
 
baja probabilidad de reforzamiento. Para probar esto, presentaron estímulos neutrales 
dentro del intervalo entre reforzadores en programas de reforzamiento de segundo orden 
fijos y variables (Rosenblith, 1970; Porter, Arazie, Holbrook, Cheek, Lyon & Allen, 1975). 
No obstante, se reportaron hallazgos contradictorios debido a las diferencias en sus 
procedimientos como variar la duración del intervalo entre reforzadores, el número de 
estímulos presentados y la ubicación temporal del estímulo en el intervalo entre comidas 
(López & Bruner, 2003; Ávila & Bruner, 2004). 
Considerando estas inconsistencias, López y Bruner (2007) sugirieron que si el 
agua es el reforzador de la conducta que la produce es necesario utilizar procedimientos 
de condicionamiento operante para determinar el control que adquiere un estímulo sobre 
el BIP. De esta manera, expusieron a ratas a programas mixtos y múltiples de 
reforzamiento con agua, concurrente con la entrega de comida conforme a un programa 
tiempo al azar (TA 64 s). En una primera condición utilizaron un programa de 
reforzamiento mixto (mix IA 6 s-Extinción), el IA tuvo una duración de 32 s y el de 
extinción de 64 s. Posteriormente, implementaron un programa de reforzamiento múltiple 
(mult IA 6 s-Extinción 64 s) en el que señalaron los componentes IA con la presentación 
de sonido y dos luces cada segundo, mientras que enlos componentes de extinción 
ambos estímulos se presentaron de manera continua. Los autores reportaron que la tasa 
de respuesta fue similar en los componentes del programa mixto, mientras que en el 
programa múltiple la respuesta fue mayor en el componente de reforzamiento. La latencia 
de la respuesta fue más larga en el componente de extinción en el programa múltiple y en 
el programa mixto no se encontraron diferencias. Los autores concluyeron que es posible 
controlar el beber inducido mediante un procedimiento de discriminación operante y se 
puede explicar conforme a los principios conocidos del condicionamiento operante, si se 
considera al agua como el reforzador de la conducta que la produce. 
 
11 
 
Una aproximación alterna en el estudio del control de estímulos es el paradigma 
del estímulo intrusivo. El paradigma propuesto por Farmer y Schoenfeld (1966) consiste 
en introducir un estímulo neutral dentro un patrón de conducta controlado por un 
programa de reforzamiento y varía sistemáticamente la ubicación temporal del estímulo 
entre reforzadores sucesivos. Los autores expusieron a palomas a un programa de 
reforzamiento intervalo fijo (IF 60 s) en el que respondieron a una tecla iluminada en 
blanco. A continuación, añadieron un estímulo neutral (un cambio de iluminación en la 
tecla de respuesta) y en condiciones sucesivas variaron su ubicación temporal dentro del 
intervalo entre reforzadores. Los autores reportaron cambios sistemáticos en la 
distribución temporal de la respuesta por comida en función del intervalo entre la 
presentación del estímulo neutral y la entrega del reforzador subsecuente (Intervalo EN-
ER). Sus resultados indicaron que el estímulo adquirió diferentes funciones del estímulo 
sobre el patrón de respuesta por comida. Específicamente, el estímulo adquirió una 
función de reforzador condicionado sobre las respuestas que ocurrieron entre el 
reforzador precedente y el estímulo, funcionó como un estímulo delta durante su 
presentación y como un estímulo discriminativo para la tasa de respuesta después de su 
presentación. Los autores demostraron que el control que adquiere un estímulo sobre la 
conducta depende de la relación temporal estímulo-reforzador, y no tanto de la 
contingencia respuesta-estímulo. 
El paradigma del estímulo intrusivo se utilizó en diferentes áreas de estudio como 
una manera de integrar procedimientos aparentemente diferentes entre sí. Por ejemplo, 
Bruner (1981) extendió el paradigma del estímulo intrusivo al caso del condicionamiento 
pavloviano al programar la entrega de la comida independiente de la respuesta del sujeto. 
Utilizando un procedimiento de automoldeamiento, varió la duración del intervalo entre 
reforzadores y la duración del intervalo estímulo-reforzador (Intervalo EN-ER). Expuso a 
 
12 
 
tres grupos de palomas a un ciclo de tiempo repetitivo con diferentes duraciones cada 
uno. En condiciones sucesivas varió la ubicación temporal de un estímulo neutral, un 
cambio de iluminación en la tecla de respuesta, dentro del intervalo entre reforzadores. 
Encontró que la tasa de respuesta durante el estímulo disminuyó gradualmente conforme 
se alargó el intervalo estímulo-reforzador. El autor concluyó que la relación temporal entre 
el estímulo y la respuesta es una variable crucial en el condicionamiento operante y 
pavloviano. Por su parte, Ávila (1989) extendió el paradigma del estímulo intrusivo al caso 
de la demora de reforzamiento señalada. Evaluó en palomas los efectos de la duración de 
la demora de reforzamiento y la duración del intervalo entre reforzadores. Encontró que la 
tasa de respuesta se concentró principalmente durante el estímulo, el cual señalaba el 
período en el que la respuesta producía la entrega del reforzador. Reportó que la tasa de 
respuesta disminuyó a medida que se alargó la duración del intervalo respuesta-
reforzador, un efecto similar de alargar el período de huella en el condicionamiento 
pavloviano. El autor sugirió que el intervalo respuesta-reforzador es una variable común 
entre el condicionamiento operante y pavloviano. 
Bruner, Gallardo y Ávila (2002) extendieron el paradigma del estímulo intrusivo al 
caso de la actividad general de las ratas. Examinaron la distribución temporal de la 
actividad de ratas en un programa de reforzamiento tiempo fijo (TF 128 s). En condiciones 
sucesivas variaron la ubicación temporal de un estímulo neutral, un tono de 16 s. Los 
autores reportaron efectos diferenciales sobre la actividad de las ratas en función del 
intervalo EN-ER. La actividad que ocurrió previa a la presentación del estímulo disminuyó 
conforme dicho intervalo también lo hizo e interpretaron estos resultados como evidencia 
de que el estímulo adquirió una función de reforzador condicionado. La actividad durante 
el estímulo disminuyó conforme aumentó el intervalo EN-ER y controló un aumento en la 
respuesta después de su presentación. Los autores interpretaron sus resultados como 
 
13 
 
evidencia de que la relación temporal entre estímulo y el reforzador es un variable 
importante en el control discriminativo sobre la actividad general de las ratas. Asimismo, 
replicaron varios de los fenómenos del control de estímulos comunes en el 
condicionamiento pavloviano y operante. Concluyendo que la actividad general de las 
ratas es un ejemplo más de la conducta operante y no una tercera clase de conducta 
como se había sugerido en la literatura. 
Al extender la generalidad del estímulo intrusivo a diferentes clases de conducta, 
se demostró que la relación temporal entre el estímulo y el reforzador era la variable clave 
para establecer el control de un estímulo neutral sobre cualquier conducta. 
Específicamente, conforme se alarga el intervalo estímulo-reforzador la conducta 
disminuye (e.g., actividad general de las ratas o picoteo en el automoldeamiento). A su 
vez, estas relaciones temporales son comunes en el condicionamiento operante y 
pavloviano, y la función que adquiere un estímulo sobre una conducta (e.g., aversivo, 
discriminativo o como reforzador condicionado) depende de la manera en que se presenta 
el estímulo dentro del intervalo. 
La característica que más ha destacado de las conductas inducidas por el 
programa ha sido su distribución temporal dentro del intervalo entre reforzadores. La 
conducta de beber se ubica principalmente en el período post reforzamiento y se 
distribuye como una U invertida alcanzando su tasa máxima poco después de la entrega 
de la comida (Killeen, 1975; Staddon, 1977). Se consideró que esta distribución se debía 
a que sólo en el período post reforzamiento era posible la aparición de la conducta de 
beber. Por un lado, se mostró que la conducta de beber ocurre con la misma magnitud en 
las porciones del intervalo en los que se encuentra disponible. Es decir, la conducta de 
beber en el BIP era un fenómeno ubicuo. Para probar lo anterior, diversos estudios 
restringieron el acceso al agua en períodos discretos entre reforzadores consecutivos y 
 
14 
 
variaron la ubicación temporal de esos períodos dentro del intervalo entre reforzadores 
(Burks, Hitzing & Schaeffer, 1967; Flory & O´Boyle, 1972; Gilbert, 1974 a; Daniel & King, 
1975; López-Crespo, Rodríguez, Pellón & Flores, 2004). 
 Flory y O´Bolyle (1972) entrenaron a ratas a responder a una palanca que 
proporcionó comida conforme a un programa intervalo fijo (IF 60 s) y a otra palanca que 
proporcionó agua conforme un programa razón fija (RF 1). Después de obtener una 
ejecución estable en ambas palancas, restringieron el acceso al agua en períodos 
sucesivos de 15 s. Encontraron que el consumo de agua ocurrió con la misma magnitud 
en todas las condiciones, independientemente de la localización del período de acceso. 
Gilbert (1974 a) replicó los hallazgos de Flory y O´Boyle presentando períodos aleatorios 
de acceso a agua de 10 s o 35 s en un programa tiempo fijo (TF60 s o 210 s). Encontró 
que el BIP sucedió independientemente de si el agua estuvo disponible toda la sesión o 
se restringió su acceso. Gilbert sugirió que sus resultados eran evidencia de la ubicuidad 
del BIP, es decir, que la conducta de beber ocurre con la misma magnitud dentro del 
intervalo entre reforzadores. En un estudio posterior, Daniel y King (1975) expusieron a 
ratas a períodos fijos de 20 s de acceso a agua, concurrente con la entrega de comida 
conforme a un programa tiempo fijo (TF 65 s). Para prevenir la posibilidad de una 
competencia de respuestas, consumir el reforzador o beber, en los primeros 5 s de cada 
intervalo el agua no estuvo disponible. Los autores replicaron los hallazgos de Gilbert, el 
consumo de agua fue similar en todos sus grupos independientemente de la ubicación 
temporal del período de acceso al agua, al inicio, a la mitad o al final del intervalo. 
Los estudios anteriores, demostraron que el BIP era un fenómeno ubicuo dentro 
del intervalo entre reforzadores y que la conducta de beber no era reforzada de manera 
supersticiosa, ni se debía a la sed que provocaba el alimento seco. 
 
15 
 
Por su parte, Ávila y Bruner (1994) reportaron hallazgos diferentes a los estudios 
sobre ubicuidad. Los autores expusieron a ratas a un programa de reforzamiento intervalo 
fijo (IF 128 s) en el que introdujeron y variaron sistemáticamente la ubicación temporal de 
un período de acceso al agua. Encontraron que el consumo disminuyó gradualmente 
conforme se alargó el intervalo entre el período de acceso al agua y la entrega del 
reforzador subsecuente (Intervalo EN-ER). Estos resultados contradijeron la idea de que el 
BIP eocurre en cualquier momento y con la misma magnitud durante el intervalo. Sus 
resultados apoyaron la explicación de condicionamiento supersticioso del BIP y a su vez, 
sugirieron que el problema de la ubicuidad de la conducta de beber se reduce a la porción 
del intervalo entre comidas que se observa. 
Algunos aspectos en común entre los estudios sobre ubicuidad del BIP fueron: (1) 
la oportunidad de beber funcionó como un estímulo que señaló un período de baja 
probabilidad de reforzamiento, (2) en todos ellos se varió la ubicación temporal de la 
oportunidad de beber similar al procedimiento del estímulo intrusivo, (3) los resultados se 
basaron en el consumo registrado durante los períodos de acceso al agua y (4) no 
reportaron la distribución temporal del consumo. Como lo indicaron Ávila y Bruner (1994), 
el problema de la ubicuidad de la conducta de beber dependió de la porción del intervalo 
que se observó, limitando con ello el análisis de la distribución temporal de la conducta de 
beber. 
Considerando los puntos anteriores, López-Crespo, Rodríguez, Pellón y Flores 
(2004) probaron la ubicuidad del consumo de la siguiente manera. Compararon la 
distribución temporal del lengüeteo y el consumo de agua, cuando restringieron el acceso 
al agua en períodos discretos (15 o 30 s) y cuando el agua estuvo disponible durante todo 
el intervalo entre reforzadores (TF 30 o 90 s). Encontraron que la distribución temporal 
del lengüeteo fue similar a la U invertida comúnmente reportada en el BIP cuando se 
 
16 
 
restringió y dejó disponible el acceso al agua, con intervalos entre reforzadores largos o 
cortos. Los autores concluyeron que el BIP no se limitó al período post reforzamiento y 
durante los períodos de acceso al agua se observaron muchas de las características del 
BIP (distribución en U invertida, persistencia y consumo excesivo). 
Por su parte, en un intento por estudiar la distribución temporal del BIP durante 
todo el intervalo entre comidas y el efecto que adquiere un estímulo sobre la conducta de 
beber. López y Bruner (2003) extendieron el paradigma del estímulo intrusivo al caso del 
beber inducido por el programa con la oportunidad de beber durante todo el intervalo 
entre reforzadores. Utilizando un diseño entre grupos, en su Experimento 1 variaron el 
intervalo entre la presentación de un estímulo neutral y la entrega del reforzador 
subsecuente (Intervalo EN-ER: 2, 12, 22, 32, 42, 52 y 60 s) en un programa tiempo fijo (TF 
60 s). Después de cada presentación del estímulo, expusieron a los sujetos a una 
condición de extinción, presentaron el estímulo neutral sin la entrega de comida. En una 
última condición presentaron el estímulo neutral al azar. Encontraron que la distribución 
temporal de la tasa de lengüeteo se mantuvo constante independientemente de la 
ubicación temporal del estímulo y durante la condición de extinción, la tasa de lengüeteo 
disminuyó monotónicamente. En su segundo experimento, utilizaron un diseño entre 
sujetos e implementaron las mismas condiciones del experimento 1, pero variaron el 
intervalo EN-ER en un programa TF 180 s: 180, 152, 122, 92, 62, 32 y 2 s. En ambos 
casos no encontraron diferencias sistemáticas en la distribución temporal de la tasa de 
lengüeteo en función del intervalo EN-ER. El estímulo tuvo un efecto sobre la tasa de 
lengüeteo para un mismo sujeto, pero no así entre los sujetos; como si fuera un 
condicionamiento supersticioso. Los autores concluyeron que el paradigma del estímulo 
intrusivo permitió determinar que el estímulo modificó de forma diferente la distribución 
 
17 
 
temporal del lengüeteo de cada rata y esta se mantuvo sin cambios una vez que se 
estableció. 
Por otro lado, Ávila y Bruner (2004) en su Experimento 1 expusieron a grupos de 
ratas a un programa tiempo fijo (TFx) con diferentes duraciones cada uno: 48, 96, 192, 
288 y 384 s. Presentaron un estímulo neutral, un tono por 2 s, en el primer tercio de cada 
intervalo, en el segundo tercio y en contigüidad con la entrega del reforzador. Encontraron 
que la tasa de lengüeteo disminuyó en los grupos en los que el intervalo fue largo y el 
consumo no se limitó al período después de la entrega del reforzador. Asimismo, 
reportaron que la tasa de lengüeteo no varió en función de la ubicación temporal del 
estímulo, pero sí que el consumo aumentó con la presencia de este. Sus resultados 
mostraron que el efecto aditivo del tono sobre la tasa de lengüeteo no dependió de su 
ubicación dentro del intervalo entre reforzadores, pero sí que la presentación misma del 
estímulo tuvo un efecto de facilitación del consumo de agua después de cada entrega de 
comida. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
18 
 
PROPÓSITO 
Falk (1961) observó que al exponer a ratas privadas de comida a un programa de 
reforzamiento intervalo variable y con la posibilidad de acceder a una botella de agua 
durante toda sesión experimental, las ratas consumían cantidades excesivas de agua 
respecto de su consumo diario. Nombró a este fenómeno como polidipsia y se caracterizó 
por ocurrir después de la entrega y el consumo de cada comida. Algunos teóricos 
propusieron que esta conducta formaba parte de las conductas inducidas por el programa, 
una tercera clase de conducta diferente de la conducta operante y pavloviana. No 
obstante, se ha reportado que es posible modular la conducta de beber (e.g., consumo, 
tasa de respuesta por agua, lengüeteo) con los mismos parámetros que afectan a la 
conducta operante (e.g., intervalo entre reforzadores, tipo de reforzador, tipo de líquido 
disponible). 
Un aspecto que ha destacado en los intentos por explicar el BIP ha sido la 
ubicación temporal de la conducta de beber, una U invertida que alcanza su tasa máxima 
poco después de la entrega de la comida. No obstante, se sabe que esta no se limita al 
período post reforzamiento debido a que la conducta de beber ocurre durante todo el 
intervalo entre reforzadores. Por ejemplo, cuando se presentan oportunidades discretas 
de acceso al agua en diferentes ubicaciones temporales, la magnitud de la conducta de 
beber es similar durante todo el intervalo entre reforzadores, es decir, es un fenómeno 
ubicuo (Burks, Hitzing y Schaeffer, 1967; Flory & O´Bolyle,1972; Gilbert, 1974 a; Daniel & 
King, 1975). Sin embargo, Ávila y Bruner (1994) encontraron que la conducta de beber 
disminuye gradualmente conforme la oportunidad de beber se aleja de la entrega del 
reforzador subsecuente. 
Algunos puntos a considerar en los estudios sobre ubicuidad del BIP fueron que: 
(1) la oportunidad de beber funcionó como un estímulo que señaló un período de baja 
 
19 
 
probabilidad de reforzamiento, (2) los resultados se basaron en el consumo registrado 
durante los períodos de acceso al agua y (3) no se reportó la distribución temporal del 
consumo. Aunque Ávila y Bruner (1994) indicaron que el problema de la ubicuidad de la 
conducta de beber dependió de la porción del intervalo que se observó, otros estudios 
indicaron que la conducta de beber no se ve afectada en su distribución temporal y 
magnitud (López-Crespo, Rodríguez, Pellón y Flores, 2004; Gutiérrez, 2005). 
Un aspecto en común en los estudios sobre la distribución temporal del BIP es que 
en todos ellos se varió la ubicación temporal de la oportunidad de beber como si fuera un 
estímulo neutral, similar al procedimiento del estímulo intrusivo. Este paradigma ha sido 
una aproximación alterna en el estudio del control de estímulo, con el que se ha 
encontrado que la relación temporal entre el estímulo y el reforzador es la variable clave 
en el control que adquiere un estímulo neutral sobre cualquier conducta (Farmer y 
Schoenfeld, 1966). De esta manera López y Bruner (2003) y Ávila y Bruner (2004) 
extendieron el paradigma del estímulo intrusivo al beber inducido por el programa con la 
disponibilidad de beber durante todo el intervalo entre reforzadores. Aunque los autores 
no reportaron cambios sistemáticos en la distribución temporal de la conducta de beber en 
función del intervalo estímulo-reforzador, encontraron que el estímulo facilitó el consumo 
de agua durante su presentación respecto de las condiciones en las que no estuvo 
presente y que la distribución temporal de la conducta de beber fue diferente para un 
mismo sujeto como si fuera un condicionamiento supersticioso. 
En este contexto, el propósito del presente trabajo fue determinar si un estímulo 
neutral puede modificar la distribución temporal de la conducta de beber en un 
procedimiento de beber inducido por el programa. Utilizar el paradigma del estímulo 
neutral permitiría un análisis sistemático de la distribución temporal de la conducta de 
beber a partir de las relaciones temporales entre el estímulo y el reforzador, el estímulo y 
 
20 
 
la conducta de beber que hasta el momento no es del todo claro. De esta manera, se 
añadió y varió la ubicación temporal de un estímulo neutral en un procedimiento de beber 
inducido por el programa con la disponibilidad de beber durante todo el intervalo entre 
reforzadores. 
MÉTODO GENERAL 
Sujetos 
Se utilizaron 21 ratas macho de la cepa Wistar experimentalmente ingenuas y 
alojadas en cajas habitación individuales, en un bioterio con un ciclo luz-oscuridad de 
12:12 horas y una temperatura (21°C ±1°C). Los sujetos permanecieron privados de 
alimento al 80% de su peso en alimentación libre, con acceso libre a agua durante todo el 
experimento en sus cajas habitación. 
Aparatos 
Se utilizaron dos cámaras experimentales para ratas (Med Assoc. Mod. ENV-008). 
En el centro de la pared frontal de la cámara, se colocó un receptáculo para comida, 
aproximadamente a 1.5 cm del suelo, conectado a un dispensador de comida en la parte 
posterior. Se utilizó una bolita de comida de 25 mg como reforzador. En la misma pared y 
a ambos lados del receptáculo para comida se ubicaron dos palancas de respuestas fijas 
(ENV-110M) sensibles a una fuerza de 0.15 N. En la pared izquierda se instaló un 
receptáculo para líquidos conectado a un dispensador de líquidos (ENV-202RM-S) que 
proporcionó 0.4 ml de un líquido, agua o una solución de etanol. En la parte superior de la 
pared posterior se montó un foco que proporcionó la iluminación general de la cámara y a 
la derecha de éste se instaló un sonoalert que produjo un tono de 72 dB. Cada cámara 
experimental se colocó dentro de una caja sonoamortiguada equipada con un ventilador y 
un generador de ruido blanco para enmascarar los ruidos externos. Las cámaras 
 
21 
 
experimentales se conectaron a una computadora DELL a través de una interface (MED-
SYST-8) para presentar y registrar los eventos experimentales. 
Procedimiento 
- Entrenamiento preliminar. 
En dos sesiones se entrenó a los sujetos a comer del receptáculo para comida por 
aproximaciones sucesivas. Cada sesión duró 15 minutos o hasta que los sujetos 
consumieron los 25 reforzadores programados, lo que ocurriera primero. Durante las 
sesiones ningún operando o estímulo estuvo presente en la cámara experimental. 
En una sesión, de 20 minutos, se entrenó a los sujetos a responder a una palanca 
por comida mediante aproximaciones sucesivas. Posteriormente, se les expuso a un 
programa de reforzamiento continuo (RfC) conforme al cual se reforzó cada respuesta de 
presión a la palanca con comida. En cada sesión se programó la entrega de 50 
reforzadores. Durante estas sesiones sólo estuvo presente una palanca de respuesta, del 
lado derecho del receptáculo para comida. El entrenamiento estuvo vigente hasta que los 
sujetos obtuvieron todos los reforzadores programados durante cuatro sesiones 
consecutivas. 
A continuación, se privó a las ratas de agua durante 12 horas y en una sesión 30 
minutos se les entrenó a beber del receptáculo para líquidos por aproximaciones 
sucesivas. Finalmente, se expuso a los sujetos a un RfC en el que se reforzó cada 
respuesta a una palanca por agua, ubicada del lado izquierdo del receptáculo para 
comida. El entrenamiento se mantuvo vigente hasta que los sujetos consumieron las 20 
presentaciones de agua programadas en dos sesiones consecutivas. Al final de cada 
sesión se proporcionó 30 minutos de acceso libre a agua. 
 
22 
 
- Entrenamiento a responder a un programa de reforzamiento intervalo fijo por 
comida. 
En esta fase, se suspendió la privación de agua y se mantuvo la privación de 
alimento. Se expuso a los sujetos a un programa de reforzamiento intervalo fijo (IF) para 
obtener comida y en condiciones sucesivas se varió la duración del intervalo de 4s a 16 s, 
32 s, 48 s y 64 s. La primera respuesta a la palanca después de cumplirse los 64 s del 
intervalo fue seguida de la entrega del reforzador. Cada sesión duro 60 minutos o hasta 
que los sujetos obtuvieran los 50 reforzadores programados. Se mantuvo esta condición 
por 30 sesiones hasta obtener estabilidad en el patrón de respuestas a la palanca por 
comida, evaluada visualmente. 
- Entrenamiento en beber inducido por el programa (BIP). 
Para replicar las condiciones generadoras del beber inducido por el programa, se 
expuso a las ratas al IF 64 s por comida y concurrentemente obtuvieron agua conforme a 
un RF 1. Esta condición se mantuvo vigente hasta que las ratas obtuvieron los 50 
reforzadores programados por 30 sesiones consecutivas. 
 
 
 
 
 
 
 
 
23 
 
EXPERIMENTO 1 
Intervalo EN-ER y el orden de presentación de un EN en un 
procedimiento de BIP con agua 
 
Un efecto de los programas de reforzamiento ampliamente reportado ha sido el 
efecto de secuencia, en el que se expone a los sujetos a ciertas condiciones previas que 
afectan su ejecución en condiciones posteriores. Por ejemplo, se ha encontrado que 
acortar la duración de la demora en condiciones sucesivas, en un procedimiento de 
demora de reforzamiento, se observan gradientes de demora dependiendo del valor que 
se utilizó durante la adquisición de la respuesta (Bruner, Ávila & Gallardo, 2002; Ávila & 
Bruner, 1997). 
En un intento por contribuir al área del beber inducido por el programa, en el 
presente estudio además de variar el intervalo EN-ER, se varió el orden de presentación 
del estímulo quehasta el momento no se ha reportado en el BIP, ni en el área del 
paradigma del estímulo intrusivo. Como lo sugieren Bruner, Ávila y Gallardo (2002) y Ávila 
y Bruner (1997) existen efectos diferenciales entre los mismos valores absolutos de la 
demora de reforzamiento dependiendo de la demora inicial a la que fueron expuestos los 
sujetos. Extrapolando esta idea al caso del paradigma del estímulo, es posible que bajo la 
misma duración del intervalo EN-ER se observen efectos diferenciales en las tasas de 
respuesta en función de si el estímulo se presenta justo antes de la entrega del reforzador 
subsecuente de si la primera presentación del estímulo ocurre inmediatamente después 
de la entrega del reforzador. De esta manera, para un grupo de ratas la presentación del 
estímulo inició inmediatamente después de la entrega del reforzador y en condiciones 
sucesivas el estímulo se aproximó a la entrega del reforzador precedente, y para otro 
grupo el estímulo ocurrió en sentido contrario. 
 
24 
 
Método 
Sujetos 
Se utilizaron 4 ratas macho experimentalmente ingenuas privadas de alimento al 
80% de su peso en alimentación libre y acceso continuo a agua en sus cajas habitación. 
Aparatos 
Se emplearon los aparatos descritos en el método general. 
Procedimiento 
 Después de replicar las condiciones generadoras del BIP, se implementó el 
siguiente procedimiento. Se añadió un estímulo neutral (EN) y se varió su ubicación 
temporal dentro del intervalo entre reforzadores. El estímulo consistió en un tono de 72 dB 
y el parpadeo de la luz general de la cámara experimental durante 8 s. Para dos de los 
sujetos, Grupo B→E, el estímulo se presentó del principio hacia el final del intervalo entre 
reforzadores. En condiciones sucesivas, de 20 sesiones cada una, el EN se presentó en 
ocho ubicaciones temporales: 0-8, 9-16, 17-24, 25-32, 33-40, 41-48, 49-56, 57-64 s (Ver 
Figura 1). Para los otros dos sujetos, Grupo E→B, la presentación del EN ocurrió del final 
del intervalo hacia el reforzador precedente hasta completarse ocho ubicaciones 
temporales: 57-64, 49-56, 41-48, 33-40, 25-32, 17-24, 9-16 y 0-8 s. Para ambos grupos, 
se redeterminaron las mismas dos condiciones experimentales y en el mismo orden, 17-
24 s y 41-48 s, por diez sesiones cada una. 
 
25 
 
 
Figura 1. Esquema del procedimiento general del Experimento 1. Se muestran las 
posiciones temporales del estímulo neutral dentro del intervalo entre reforzadores. En 
cada ubicación se señala el intervalo entre el inicio de la presentación del estímulo y la 
entrega del reforzador subsecuente (Intervalo EN-ER). 
 
 
26 
 
RESULTADOS 
 
Con el propósito de ganar claridad en la descripción de los resultados del estudio, 
estos se describirán de la siguiente manera: (1) la distribución temporal de la tasa de 
respuesta por comida, (2) la distribución temporal de la tasa de respuesta por agua, (3) el 
promedio de las respuestas por agua antes, durante y después de la presentación del 
estímulo neutral y (4) el consumo promedio de agua en función de la ubicación temporal 
del estímulo. 
Para saber si variar la ubicación temporal del estímulo neutral (EN) tuvo un efecto 
sobre la distribución temporal de las respuestas por comida y agua, se obtuvieron las 
tasas de respuestas de las últimas 5 sesiones de cada presentación del EN. Se representó 
la ubicación temporal del estímulo en función del intervalo entre el inicio de este y la 
entrega del reforzador (ER) subsecuente, por brevedad Intervalo EN-ER. Cuando el 
estímulo neutral se presentó del segundo 0 al 8 del intervalo entre reforzadores el 
intervalo EN-ER fue de 64 s, si el estímulo ocurrió del segundo 9 al 16 el intervalo EN-ER fue 
igual a 56 s y así para el resto de las presentaciones (Ver Figura 1). Los resultados 
grupales se muestran en el mismo orden de presentación del estímulo para facilitar la 
interpretación y comparación entre los grupos. 
En la Figura 2 se presenta la distribución temporal de las respuestas a la palanca 
por comida y por agua como un porcentaje de la tasa máxima de la respuesta, en 16 
subintervalos de 4 s del intervalo entre reforzadores. Las columnas muestran los 
resultados de los grupos el Grupo B→E en el panel izquierdo y el Grupo E→B en el panel 
derecho, las hileras muestran las condiciones experimentales con su respectivo intervalo 
EN-ER. Los círculos rellenos representan la tasa de respuesta por comida (ordenada 
izquierda) y los círculos vacíos indican la tasa de respuesta por agua (ordenada derecha). 
 
27 
 
 
Figura 2. Distribución temporal de las respuestas por alimento (línea continua) y por agua 
(línea punteada) en 16 subintervalos del intervalo entre reforzadores. También se 
muestran los datos de las redeterminaciones del Intervalo EN-ER 48 y 24 s para los dos 
grupos (últimas dos hileras). 
P
or
ce
nt
aj
e 
de
 la
ta
sa
 m
áx
im
a 
de
 r
es
pu
es
ta
s 
po
r 
co
m
id
a 
(r
/m
)
Subintervalos del intervalo entre reforzadores (s)
16
32
24
48
40
64
56
Línea base
Intervalo 
Eᴺ - Eᴿ (s)
48
24*
8
GrupO E-B
0
20
40
60
80
100
0
20
40
60
80
100
0 2 4 6 8 10 12 14 16
0
20
40
60
80
100
0
20
40
60
80
100
0 2 4 6 8 10 12 14 16
0
20
40
60
80
100
0
20
40
60
80
100
0 2 4 6 8 10 12 14 16
0
20
40
60
80
100
0
20
40
60
80
100
0 2 4 6 8 10 12 14 16
0
20
40
60
80
100
0
20
40
60
80
100
0 2 4 6 8 10 12 14 16
0
20
40
60
80
100
0
20
40
60
80
100
0 2 4 6 8 10 12 14 16
0
20
40
60
80
100
0
20
40
60
80
100
0 2 4 6 8 10 12 14 16
0
20
40
60
80
100
0
20
40
60
80
100
0 2 4 6 8 10 12 14 16
0
20
40
60
80
100
0
20
40
60
80
100
0 2 4 6 8 10 12 14 16
0
20
40
60
80
100
0
20
40
60
80
100
0 2 4 6 8 10 12 14 16
0
20
40
60
80
100
0
20
40
60
80
100
0 2 4 6 8 10 12 14 16
P
orcentaje de la tasa m
áxim
a de respuestas por agua (r/m
) 
Grupo B-E
0
20
40
60
80
100
0
20
40
60
80
100
0 2 4 6 8 10 12 14 16
0
20
40
60
80
100
0
20
40
60
80
100
0 2 4 6 8 10 12 14 16
0
20
40
60
80
100
0
20
40
60
80
100
0 2 4 6 8 10 12 14 16
0
20
40
60
80
100
0
20
40
60
80
100
0 2 4 6 8 10 12 14 16
0
20
40
60
80
100
0
20
40
60
80
100
0 2 4 6 8 10 12 14 16
0
20
40
60
80
100
0
20
40
60
80
100
0 2 4 6 8 10 12 14 16
0
20
40
60
80
100
0
20
40
60
80
100
0 2 4 6 8 10 12 14 16
0
20
40
60
80
100
0
20
40
60
80
100
0 2 4 6 8 10 12 14 16
0
20
40
60
80
100
0
20
40
60
80
100
0 2 4 6 8 10 12 14 16
0
20
40
60
80
100
0
20
40
60
80
100
0 2 4 6 8 10 12 14 16
0
20
40
60
80
100
0
20
40
60
80
100
0 2 4 6 8 10 12 14 16
Grupo B→E Grupo E→B 
 
28 
 
La primera hilera de paneles de la Figura 6 muestran las tasas de respuestas por 
comida y por agua durante la condición de línea base, donde las ratas respondieron a una 
palanca para obtener comida conforme a un IF 64 s y a responder a una segunda palanca 
para obtener agua conforme a un RF 1. Las tasas de respuestas por comida de ambos 
grupos mostraron el patrón de respuesta característico de los programas de reforzamiento 
intervalo fijo, el festón. Es decir, después de la entrega del reforzador se observó una 
pausa post reforzamiento que fue seguida por una aceleración de la respuesta hasta la 
entrega del reforzador subsecuente. Por su parte, la tasa de respuesta por agua aumentó 
después de la entrega de la comida precedente y disminuyó hacia la segunda mitad del 
intervalo entre reforzadores. 
A partir de la segunda hilera se muestran las ocho ubicaciones temporales del 
estímulo neutral dentro del intervalo entre reforzadores, señaladas con una línea paralela 
a la abscisa. Al igual que la condición de línea base, la tasa de respuesta por comida de 
ambos grupos se distribuyó como un festón. No obstante, se observó que al añadir el 
estímulo la tasa de respuesta delGrupo B→E aumentó y para el Grupo E→B disminuyó. 
Para el Grupo B→E, se observó un ligero aumento en la tasa de respuesta antes de la 
presentación del estímulo, en los intervalos EN-ER= 64 s al 32 s, disminuyó durante este y 
posteriormente la respuesta aceleró hacia el final del intervalo, en los intervalos EN-ER= 40 
al 8 s. Específicamente, durante los intervalos EN-ER= 24,16 y 8 s se observó que la 
respuesta disminuyó durante la presentación del estímulo. Por su parte, en el Grupo E→B 
se observó que conforme el estímulo se alejó de la entrega del reforzador precedente este 
tuvo menos efecto sobre la respuesta por comida. Asimismo, durante los intervalos EN-
ER= 24,16 y 8 s el estímulo tuvo un ligero efecto sobre el festón al observarse una ligera 
disminución en la respuesta durante este. Globalmente, en las redeterminaciones se 
replicaron los hallazgos de los intervalos EN-ER= 24 y 48 s en ambos grupos. 
 
29 
 
Respecto de la tasa de respuesta por agua en ambos grupos se observó que la 
tasa más alta se ubicó principalmente en la primera mitad del intervalo entre reforzadores. 
La tasa de respuesta fue mayor para el Grupo E→B y disminuyó con el paso de las 
condiciones, mientras que para el Grupo B→E aumentó. Para el Grupo B→E se observó, 
en los intervalos EN-ER= 48 al 32 s, un aumento en la respuesta antes y después de la 
presentación del estímulo, y durante éste disminuyó. Asimismo, la respuesta aumentó 
considerablemente en las últimas dos condiciones y esta se ubicó en el primer tercio del 
intervalo entre reforzadores. Para el Grupo E→B la tasa de respuesta antes del estímulo 
aumentó y durante este, tendió a disminuir conforme se aproximó a la entrega de la 
comida, en intervalos EN-ER= 48 al 24 s. Específicamente, en los intervalos EN-ER= 56 al 
48 s se observó que la tasa más alta de respuesta se dividió en dos, una antes y otra 
después del estímulo. Globalmente, en las redeterminaciones de los intervalos EN-ER= 24 
y 48 s se replicaron los hallazgos de la primera exposición. 
En la Figura 3 se observa la tasa de respuesta por agua antes (panel superior), 
durante (panel central) y después (panel inferior) de la presentación del estímulo de las 
últimas cinco sesiones de cada condición. Con el propósito de comparar la tasa de 
respuesta por agua entre estos intervalos, los datos están graficados en base a la tasa de 
respuesta más alta de los tres intervalos. La línea continua representa los datos del Grupo 
B→E, la línea punteada los del Grupo E→B y los puntos independientes muestran las 
redeterminaciones de los intervalos EN-ER= 24 y 48 s. 
En ambos grupos se observó que la tasa de respuesta antes de la presentación 
del estímulo aumentó conforme se aproximó a la entrega del reforzador subsecuente. 
Esta tendencia se observa claramente en el Grupo B→E en el que se obtuvo una tasa de 
respuesta mayor, mientras que para el Grupo E→B no es tan visible. 
 
 
30 
 
 
 
Figura 3. Promedio de las respuestas por agua antes, durante y después de la 
presentación del estímulo en función de la posición del EN dentro del intervalo entre 
reforzadores. También se muestran los datos de las redeterminaciones del Intervalo EN-ER 
48 y 24 s (círculos vacíos). 
0
10
20
30
40
64 56 48 40 32 24 16 8
Antes
0
10
20
30
40
64 56 48 40 32 24 16 8
Grupo B-E
Grupo E-B
RED P-F
Durante
0
10
20
30
40
64 56 48 40 32 24 16 8
Después
T
a
s
a
 d
e
 r
e
s
p
u
e
s
ta
s
 p
o
r 
a
g
u
a
 (
r/
m
in
)
Intervalo EN-ER (s)
 
31 
 
Durante la presentación del estímulo la respuesta disminuyó en ambos grupos. En 
el Grupo B→E la respuesta aumentó en el intervalo EN-ER= 56 s, posteriormente 
disminuyó, aumentó en el intervalo EN-ER=24 s y decayó nuevamente. Por su parte, en el 
Grupo E→B la respuesta disminuyó y se mantuvo constante conforme el estímulo se 
aproximó a la entrega del reforzador precedente. 
Respecto de las respuestas después del estímulo, en general, esta disminuyó 
conforme el intervalo EN-ER también lo hizo y fue mayor en el Grupo B→E. Globalmente, 
se replicaron los resultados de las redeterminaciones en los intervalos EN-ER= 24 y 48 s 
en ambos grupos. 
En la Figura 4 se muestra el consumo en mililitros de las últimas cinco sesiones de 
cada condición. La línea continua representa el consumo del Grupo B→E y la línea 
punteada el del Grupo E→B. El consumo se calculó multiplicando las respuestas netas 
por 0.4 ml y se restó, de ser necesario, el líquido que los sujetos derramaron o no 
consumieron. 
Se observaron diferencias en la magnitud del consumo de agua entre los grupos. 
Presentar el estímulo del inicio hacia el final del intervalo resultó en un consumo máximo 
de 70 ml y el consumo fue poco más de 10 ml cuando el estímulo ocurrió del final hacia el 
inicio del intervalo. El consumo del Grupo B→E aumentó conforme el intervalo EN-ER 
disminuyó y para el Grupo E→B el consumo se mantuvo relativamente constante. 
Respecto de las redeterminaciones, se replicaron los resultados en los intervalos EN-ER= 
24 y 48 s en ambos grupos. 
 
 
32 
 
 
 
Figura 4. Consumo promedio de agua (ml) de cada condición. También se muestran los 
datos de las redeterminaciones del Intervalo EN-ER 48 y 24 s (círculos vacíos). 
 
 
DISCUSIÓN 
 
En el presente trabajo, con el objetivo de estudiar la distribución temporal de la 
conducta de beber, se probó la generalidad del paradigma del estímulo intrusivo en el 
beber inducido por el programa con el acceso libre a agua durante todo el intervalo entre 
reforzadores. Una manipulación adicional fue variar el orden de presentación del estímulo 
del inicio hacia el final del intervalo entre reforzadores y del final hacia el inicio del 
intervalo. En el presente estudio se consideró que cualquier cambio respecto de la tasa de 
respuesta de la línea base sería evidencia del efecto de variar la ubicación del estímulo. 
Los datos del presente experimento indican que variar la ubicación temporal del estímulo 
neutral dentro del intervalo entre reforzadores y variar su orden de presentación tuvieron 
efectos diferenciales sobre la tasa de respuesta por comida y agua. Añadir el estímulo 
0
10
20
30
40
50
60
70
64 56 48 40 32 24 16 8
Grupo B-E
Grupo E-B
RED P-F
RED F-P
Intervalo EN-ER (s)
C
o
n
s
u
m
o
 p
ro
m
e
d
io
 d
e
 a
g
u
a
 
(m
l/
s
e
s
ió
n
) 
 
33 
 
provocó un aumento en la respuesta cuando el estímulo se presentó del inicio hacia el 
final del intervalo y una disminución cuando se presentó en caso contrario. Asimismo, se 
encontraron dobles festones en la tasa de respuesta por comida en ambas 
presentaciones del estímulo, un efecto característico del paradigma del estímulo intrusivo. 
Por su parte, en la tasa de respuesta por agua se encontró que la tasa de respuesta 
aumento antes y después del estímulo, y durante éste disminuyó cuando el intervalo EN-
ER disminuyó. También, se encontró que el consumo en mililitros aumentó conforme el 
intervalo EN-ER disminuyó como resultado de presentar el estímulo del inicio hacia el final 
del intervalo entre reforzadores y presentarlo en sentido contrario produjo que el consumo 
se mantuviera relativamente constante. 
Algunos aspectos a considerar para futuros experimentos sería incluir condiciones 
sin la presentación del estímulo y presentaciones al azar con el objetivo de comparar el 
efecto del estímulo. En el presente estudio se encontró un efecto de secuencia de iniciar 
la presentación del estímulo en un momento diferente del intervalo entre reforzadores y se 
encontraron efectos diferenciales sobre las tasas de respuestas por comida y agua. Se 
propone presentar el estímulo al azar con el propósito de evaluar el efecto del valor 
absoluto del intervalo EN-ER. Por otro lado, sería importante evaluar el efecto de aumentar 
el valor del programa de razón fija por agua debido a que se ha encontrado que al 
aumentar la razón, la conducta de beberdisminuye en una situación de competencia de 
conductas cuando los sujetos tienen disponibles diferentes actividades (Reid, Bachá & 
Moran, 1993). 
 
 
 
 
34 
 
EXPERIMENTO 2 
 
Intervalo EN-ER y el orden de presentación de un EN en un procedimiento de 
BIP con etanol 
 
 
Después de los primeros hallazgos de Falk (1961), se estudiaron las variables que 
modulan el consumo en el beber inducido por el programa como: el intervalo entre 
reforzadores, la magnitud del reforzador, el nivel de privación o el tipo de reforzador. 
Cuando el líquido disponible es diferente al agua o tiene alguna sustancia añadida (e.g., 
dextrosa, quinina, sacarina o etanol), la magnitud del consumo disminuye, pero se 
distribuye de la misma manera que si el líquido fuera sólo agua (Falk, 1964; Gilbert, 1974 
b). Lester (1961) reportó por primera vez resultados con una solución de etanol y 
encontró que es posible replicar los hallazgos con agua. Expuso a ratas a un programa IV 
55 s por comida con una solución de etanol (5.6 g de etanol) y encontró que los sujetos 
consumieron cantidades suficientes de la solución como para intoxicarse voluntariamente. 
Falk, Samson y Winger (1972) extendieron este descubrimiento y encontraron que las 
ratas consumían cantidades suficientes de etanol para intoxicarse e incluso provocarles 
síntomas de dependencia física. 
Estudios posteriores encontraron que es posible modificar los patrones de 
consumo de etanol a partir de variables como: la composición de alimento (Colotla & 
Keehn, 1975; Falk, 1967), la disponibilidad de otros líquidos (Samson & Falk, 1974; Keehn 
& Coulson, 1975; Gilbert, 1976), la mezcla de etanol con otras sustancias (Samson & 
Falk, 1974b; Gilbert, 1976, 1977), el régimen de alimentación (Samson & Falk, 1974; Ims, 
Best & Senter, 1976), la variación de los intervalos entre reforzadores (Berret, Stanley & 
Weinberg, 1978), la restricción de la disponibilidad de etanol (Gilbert, 1977) y la 
concentración de etanol en agua (Meisch & Thompson, 1971; Meisch & Thompson, 1974; 
Meisch, Henningfield & Thompson, 1975; Holman & Myers, 1968). 
 
35 
 
Gilbert (1974 b) extendió la generalidad de los estudios sobre la ubicuidad del 
beber inducido con agua al caso del consumo de etanol. Expuso a ratas a períodos de 
acceso a una solución de etanol con diferentes concentraciones, concurrente con un 
programa TF 61 s por comida. Varió el período de acceso al líquido en períodos de 10 s. 
Para un grupo el líquido disponible fue sólo agua, para el segundo grupo estuvo 
disponible una solución de etanol al 5% y el tercer grupo tuvo disponible una solución de 
etanol al 10%. El autor reportó que el consumo de los tres líquidos ocurrió durante todo el 
intervalo entre reforzadores y disminuyó al aumentar la concentración de etanol. 
Asimismo, reportó diferencias en la tasa de lengüeteo al variar la ubicación temporal del 
acceso al líquido. El lengüeteo en el grupo con agua y etanol al 10% disminuyó conforme 
al período de acceso se aproximó a la entrega del reforzador subsecuente y en el grupo 
con etanol al 5% aumentó. 
En el Experimento 1, se investigó el efecto de variar la ubicación temporal de un 
estímulo neutral y su orden de presentación sobre la distribución temporal de la conducta 
de beber. Globalmente, se encontró que presentar el estímulo del inicio hacia el final del 
intervalo tuvo un efecto sobre la tasa de respuesta por comida y agua, y en el consumo de 
agua. Por su parte, cuando el estímulo ocurrió del final hacia el inicio del intervalo entre 
reforzadores no se observaron efectos claros. Dado que se ha probado la ubicuidad del 
consumo de agua y etanol (Gilbert, 1974 b), en el Experimento 2 se extendió el paradigma 
del estímulo intrusivo al caso del consumo de etanol inducido por el programa. Siendo así, 
se entrenó a ratas a responder a una palanca para tener acceso a una solución de etanol 
diluido en agua. 
 
 
 
 
 
36 
 
Método 
Sujetos 
Se utilizaron 81 ratas macho experimentalmente ingenuas privadas de alimento al 80% 
de su peso en alimentación libre y acceso continuo a agua en sus cajas habitación. 
Aparatos 
Se emplearon los aparatos descritos en el método general. 
Procedimiento 
 Después del entrenamiento en beber inducido por el programa descrito en el 
método general, se expuso a los sujetos al siguiente procedimiento. Se les entrenó a 
responder a una palanca por una solución de etanol diluido en agua Se preparó una 
solución de un 1 litro de agua y etanol (alcohol etílico absoluto anhídrido de JT BAKER) 
un día antes de cada sesión experimental. En condiciones sucesivas se varió el 
porcentaje de etanol en la solución: 2 sesiones con el 2% de etanol, 3 sesiones con el 4% 
de etanol, 4 sesiones con el 6 % de etanol y 15 sesiones con el 8% de etanol (Wise, 1973; 
Dess, Badia-Elder, Thiele, Kiefer & Blixard, 1998). Se utilizó el 8% de etanol en la solución 
debido a que en estudios previos del beber inducido por el programa con etanol se ha 
utilizado dicha concentración (e.g., Gilbert, 1974 b). 
Al igual que en el Experimento 1, se añadió y varió la ubicación temporal de un 
estímulo neutral (EN). Para cuatro sujetos, Grupo B→E, el estímulo se presentó del 
principio hacia al final del intervalo entre reforzadores en bloques de 10 sesiones: 0-8, 9-
16, 17-24, 25-32, 33-40 y 41-48 s. Para los otros cuatro sujetos, Grupo B→E, el estímulo 
ocurrió del final intervalo hacia el reforzador precedente: 17-24, 25-32, 33-40, 41-48, 49-
56 y 57-64 s (Ver Figura 2). Debido a enfermedad o muerte experimental, en ambos 
 
37 
 
1grupos sólo se completaron seis ubicaciones temporales del estímulo. Finalmente, se 
expuso a los sujetos a la condición del beber inducido con etanol y agua sin estar 
presente EN, por 15 sesiones cada una. 
 
 
 
1 *Los resultados del presente experimento están basados en 7 sujetos. Se excluyó a uno de los 
sujetos del Grupo B→E debido a que sus datos fueron muy extremos. Los datos de este sujeto se 
presentan en el Apéndice. 
 
 
38 
 
 
Figura 5a. Diagrama del procedimiento del Experimento 2 para el Grupo B→E. Se 
muestran las posiciones temporales del estímulo para cada grupo. En cada ubicación se 
señala el intervalo entre el inicio de la presentación del estímulo y la entrega del 
reforzador subsecuente (Intervalo EN-ER). 
 
 
39 
 
 
 
Figura 5b. Diagrama del procedimiento del Experimento 2 para el Grupo B→E. Se 
muestran las posiciones temporales del estímulo para cada grupo. En cada ubicación se 
señala el intervalo entre el inicio de la presentación del estímulo y la entrega del 
reforzador subsecuente (Intervalo EN-ER). 
 
 
 
40 
 
RESULTADOS 
 
Los resultados se presentarán de la siguiente manera: (1) la distribución temporal 
de la tasa de respuesta por alimento, (2) la distribución temporal de la tasa de respuesta 
por etanol, (3) el promedio de las respuestas por etanol antes, durante y después de la 
presentación del estímulo neutral, (4) el consumo promedio de etanol en función de la 
ubicación temporal del estímulo y (5) la distribución de la tasa de respuesta por agua y 
etanol cuando el estímulo no estuvo presente. 
En la Figura 6 se muestra la distribución temporal de las respuestas a la palanca 
por comida, por agua y por etanol como un porcentaje de la tasa máxima de las 
respuestas en 16 subintervalos de 4 s del intervalo entre reforzadores. Las tasas de 
respuestas se obtuvieron de las últimas 5 sesiones de cada presentación del estímulo en 
las condiciones comparables. En la columna derecha se presentan los datos del Grupo 
B→E y en la columna izquierda los datos del Grupo E→B. Las hileras muestran las 
condiciones experimentales con su respectivo Intervalo EN-ER. Las líneas continuas 
representan la tasa de respuesta por comida (ordenada izquierda) y las líneas punteadas 
la tasa de respuesta por agua (ordenada derecha). 
En la primera hilera de cadacolumna se muestra la tasa de respuesta de la línea 
base con agua. En ambos grupos la tasa de respuesta por comida se distribuyó como un 
festón y la respuesta por agua se distribuyó principalmente al inicio del intervalo entre 
reforzadores. En la segunda hilera se presenta la tasa de respuesta de la línea base con 
etanol. Se observó que la respuesta por comida disminuyó y la respuesta por etanol 
decayó más del 50% respecto de la línea base con agua, aunque se mantuvo la misma 
distribución temporal en ambos grupos. 
 
 
41 
 
 
Figura 6. Distribución temporal de las respuestas por alimento (línea continua) y por agua o etanol 
(línea punteada) en 16 subintervalos del intervalo entre reforzadores, de las condiciones 
comparables entre los grupos. También se muestran las redeterminaciones de las líneas bases con 
agua y etanol (últimas dos hileras). 
Agua
Etanol 
Intervalo 
Eᴺ-Eᴿ (s)
48
40
32
24
Etanol* 
Agua* 
Grrupo B-E
0
20
40
60
80
100
0
20
40
60
80
100
0 2 4 6 8 10 12 14 16
0
20
40
60
80
100
0
20
40
60
80
100
0 2 4 6 8 10 12 14 16
0
20
40
60
80
100
0
20
40
60
80
100
0 2 4 6 8 10 12 14 16
0
20
40
60
80
100
0
20
40
60
80
100
0 2 4 6 8 10 12 14 16
0
20
40
60
80
100
0
20
40
60
80
100
0 2 4 6 8 10 12 14 16
0
20
40
60
80
100
0
20
40
60
80
100
0 2 4 6 8 10 12 14 16
0
20
40
60
80
100
0
20
40
60
80
100
0 2 4 6 8 10 12 14 16
0
20
40
60
80
100
0
20
40
60
80
100
0 2 4 6 8 10 12 14 16
Grupo E-B
0
20
40
60
80
100
0
20
40
60
80
100
0 2 4 6 8 10 12 14 16
0
20
40
60
80
100
0
20
40
60
80
100
0 2 4 6 8 10 12 14 16
0
20
40
60
80
100
0
20
40
60
80
100
0 2 4 6 8 10 12 14 16
0
20
40
60
80
100
0
20
40
60
80
100
0 2 4 6 8 10 12 14 16
0
20
40
60
80
100
0
20
40
60
80
100
0 2 4 6 8 10 12 14 16
0
20
40
60
80
100
0
20
40
60
80
100
0 2 4 6 8 10 12 14 16
0
20
40
60
80
100
0
20
40
60
80
100
0 2 4 6 8 10 12 14 16
0
20
40
60
80
100
0
20
40
60
80
100
0 2 4 6 8 10 12 14 16
P
o
rc
e
n
ta
je
 d
e
 la
 ta
s
a
 m
á
x
im
a
 d
e
 re
s
p
u
e
s
ta
s
 p
o
r e
ta
n
o
l (r/m
) 
P
o
rc
e
n
ta
je
 d
e
 l
a
 t
a
s
a
 m
á
x
im
a
 d
e
 r
e
s
p
u
e
s
ta
s
 p
o
r 
c
o
m
id
a
 (
r/
m
)
Subintervalos del intervalo entre reforzadores (s)
Grupo B→E Grupo E→B 
 
42 
 
El resto de las hileras presentan las condiciones experimentales en las que se 
varió la ubicación temporal del estímulo neutral de las condiciones comparables de los 
grupos. Globalmente, se mantuvo el festón en la respuesta por comida y está disminuyó 
ligeramente con la presencia del estímulo. En el Grupo B→E se encontró un doble festón 
en el intervalo EN-ER= 24 s, la respuesta aumentó durante la presentación del estímulo, 
descendió hacia el final de este último y retomó su aceleración hacia la entrega del 
reforzador subsecuente. En contraste, en el Grupo E→B el estímulo no tuvo efecto sobre 
la tasa de respuestas por comida. Sin embargo, en su gráfica individual en la que se 
presentan todas las condiciones se encontró que durante los intervalos EN-ER= 16 y 8 s la 
respuesta disminuyó ligeramente durante el estímulo y hacia el final de este se retomó la 
aceleración de la respuesta (Apéndice. A 1). También se observó que la tasa de 
respuesta por etanol disminuyó cuando se añadió el estímulo neutral. Durante los 
intervalos EN-ER= 48 y 40 s, en el Grupo B→E, se encontró un ligero aumento en la 
respuesta antes y después de la presentación del estímulo, y durante este la respuesta 
disminuyó. En los intervalos EN-ER= 32 y 24 s pareciera que la tasa de respuesta más alta 
se desplaza del segundo y tercer subintervalo del intervalo entre reforzadores a ocurrir 
inmediatamente después de la entrega del reforzador. En cuanto al Grupo E→B no se 
observaron efectos claros sobre la respuesta por etanol. En el caso de las 
redeterminaciones de las líneas base con agua y etanol sin presentar el estímulo neutral, 
se replicaron los hallazgos de las primeras exposiciones, pero las respuestas tendieron a 
disminuir. 
En la Figura 7 se muestra la tasa de respuesta por etanol antes (panel superior), 
durante (panel intermedio) y después (panel inferior) de la presentación del estímulo para 
las ubicaciones temporales comparables entre los grupos. En general, la tasa de 
respuesta del Grupo B→E fue mayor en los tres segmentos temporales. 
 
43 
 
 
 
Figura 7. Promedio de las respuestas por etanol antes, durante y después de la 
presentación del estímulo de las condiciones comparables. 
 
0
1
2
3
4
48 40 32 24
Antes
0
1
2
3
4
48 40 32 24
Grupo B-E
Grupo E-B
Durante
0
1
2
3
4
48 40 32 24
Después
T
a
s
a
 d
e
 r
e
s
p
u
e
s
ta
s
 p
o
r 
e
ta
n
o
l 
Intervalo EN-ER (s)
 
44 
 
Las respuestas antes y después de la presentación del estímulo disminuyeron 
conforme el intervalo EN-ER también lo hizo y las respuestas durante el estímulo se 
mantuvieron sin cambios (Para observar todas las condiciones del grupo ver Apéndice. 
A2). Por otro lado, en el Grupo E→B la tasa de respuesta antes del estímulo aumentó 
conforme el intervalo EN-ER también lo hizo. Mientras que las respuestas durante y 
después del estímulo disminuyeron conforme el intervalo EN-ER disminuyo. 
 
 
Figura 8. Consumo promedio de etanol (ml) de las condiciones comparables entre los 
grupos. 
 
En la Figura 8 se muestra el consumo promedio en mililitros de las últimas cinco 
sesiones de cada condición comparable. La línea continua representa el consumo del 
Grupo B→E y la línea punteada el consumo del Grupo E→B. En ambos grupos el 
consumo aumentó conforme el intervalo EN-ER disminuyó, independientemente del orden 
 
45 
 
de presentación del estímulo. En las gráficas por grupo con sus respectivas condiciones, 
se observa el mismo efecto (Apéndice. A5 y A6). 
 
DISCUSIÓN 
En el presente experimento se implementaron las mismas condiciones que en el 
estudio anterior y adicionalmente se utilizó una solución de etanol. Se encontró que 
cambiar el agua por una solución de etanol y añadir el estímulo produjo una disminución 
en la tasa de respuesta por el líquido y por comida. 
Se encontró un ligero efecto del orden de presentación del estímulo sobre tasa de 
respuesta por comida y etanol. Específicamente, en el intervalo EN-ER 24 s se observó un 
doble festone en la tasa de respuesta por comida cuando la presentación del estímulo fue 
del inicio hacia el final del intervalo. En algunas de las condiciones la tasa de respuesta 
por agua tendió ligeramente a aumentar antes y después de la presentación del estímulo, 
y durante este disminuyó, cuando el Intervalo EN-ER disminuyó. Este resultado sugiere 
que independientemente de la diferencia entre el líquido que se utilizó, en general el 
estímulo provocó un ligero cambio en la tasa de respuesta por comida y etanol. 
En la literatura sobre beber inducido por el programa, se han definido los 
parámetros que modulan la conducta de beber, manipulándolos en la entrega de comida o 
en la entrega de agua. Las investigaciones en las que se han probado los efectos de las 
drogas sobre el BIP, han contribuido a caracterizar y analizar mejor la conducta de beber, 
pero han centrado su atención en las variables motivacionales de la entrega del líquido. 
En esta literatura se ha encontrado que la mayoría de las drogas ejercen ciertos efectos 
sobre el BIP. Específicamente, cuando se utiliza etanol se ha encontrado que conforme 
aumenta la concentración de etanol en la solución la conducta de beber disminuye, la 
 
46 
 
distribución temporal se atenúa, mantiene la misma forma e incluso se ha probado la 
ubicuidad de esta conducta durante el intervalo entre reforzadores. En el presente estudio 
se replicaron dichos hallazgos, al encontrarse que la tasa de respuesta por comida 
disminuyó cuando

Continuar navegando