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UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO FACULTAD DE FILOSOFÍA Y LETRAS POSGRADO EN PEDAGOGÍA PERSPECTIVA ÉTICA DE LA ALTERIDAD EN LA EDUCACIÓN EN DERECHOS HUMANOS. UN ESTUDIO BIOGRÁFICO DE RODOLFO STAVENHAGEN T E S I S QUE PARA OPTAR AL GRADO DE DOCTOR EN PEDAGOGÍA PRESENTA JAIME ANDRÉS ARGÜELLO PARRA DIRECTORA DE TESIS DRA. MARÍA ESTHER AGUIRRE LORA MÉXICO, D.F, 2011 UNAM – Dirección General de Bibliotecas Tesis Digitales Restricciones de uso DERECHOS RESERVADOS © PROHIBIDA SU REPRODUCCIÓN TOTAL O PARCIAL Todo el material contenido en esta tesis esta protegido por la Ley Federal del Derecho de Autor (LFDA) de los Estados Unidos Mexicanos (México). El uso de imágenes, fragmentos de videos, y demás material que sea objeto de protección de los derechos de autor, será exclusivamente para fines educativos e informativos y deberá citar la fuente donde la obtuvo mencionando el autor o autores. Cualquier uso distinto como el lucro, reproducción, edición o modificación, será perseguido y sancionado por el respectivo titular de los Derechos de Autor. 2 AGRADECIMIENTOS Ante todo, a Aquel que, a su tiempo, hace nuevas todas las cosas… Además, deseo expresar mi gratitud a las siguientes entidades que jugaron un papel decisivo por su respaldo académico, logístico o financiero durante los años de realización de mi doctorado: Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Facultad de Filosofía y Letras, Posgrado en Pedagogía, inigualable Alma Mater; Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (CONACyT), del Gobierno Federal de los Estados Unidos Mexicanos, por su respaldo oportuno; University of Łódź, Institute of Sociology (Polonia), puertas abiertas para consolidar mi formación doctoral; Fundacja Przeciwdziałanie Uzależnieniom “Dominik”. Klasztor Piotra Jerzego Frassatiego w Lodzi, un verdadero hogar en lejanas tierras; Centro Universitario Cultural (CUC), México, D.F., un refugio de forastero; Universidad Santo Tomás de Colombia (USTA), por la posibilidad de un vínculo siempre activo; Biblioteca del Instituto Interamericano de Derechos Humanos, San José de Costa Rica, por sus contribuciones de bibliografía especializada. De igual manera, mi eterna gratitud a las personas que caminaron conmigo en la exigente tarea de la investigación; en especial a: Dra. María Esther Aguirre Lora, tutora excepcional, atenta al progreso de la investigación con admirable sabiduría, cordialidad y prudencia; 3 Dra. Kaja Kaźmierska, por ofrecer la comunicación del pensamiento como morada humana; Doctoras Ana María Salmerón y Rosa María Torres, integrantes del Comité Tutoral, por sus aportes y comentarios útiles a la cualificación del trabajo; Doctoras Cirila Cervera y Monique Landesmann, por su disponibilidad para la oportuna revisión de materiales; Dr. Rodolfo Stavenhagen, por compartir su itinerario biográfico en los caminos de la investigación social; Sra. Elia Josefa Aguilar, gran colaboradora en la etapa de realización de entrevistas. Testigos participantes de la “trama de voces plurales”, cómplices de un empeño biográfico en torno a Rodolfo Stavenhagen. Son ellos: Claudio Stern, Tania Carrasco, Bruno Baronnet, José Carlos Melesio, Cynthia Hewett, Sergio Alcántara, Elia Aguilar, Francisco Zapata, María Eugenia Vargas, Orlandina de Oliveira, Diego Iturralde, Salomón Nahmad, Nemesio Rodríguez, Natividad Gutiérrez, Natalio Hernández, Jaime Bailón, Miguel Álvarez, Mariclaire Acosta, Leonel Durán, Mercedes Olivera, Lourdes Arizpe y Magdalena Gómez. Familiares y amigos que, de una u otra forma, tendieron la mano en las distintas etapas del doctorado. Imposible mencionarlos a todos. Ellos y ellas lo saben. 4 Para Ebed-Elohe y Déagol, alteridades compasivas A los educadores “anónimos” de la paz y los derechos humanos en las abatidas tierras de América Latina 5 ÍNDICE INTRODUCCIÓN 13 PRIMERA PARTE: FUNDAMENTOS TEÓRICOS, METODOLÓGICOS Y EPISTEMOLÓGICOS 24 1. DESCRIPTORES GENERALES DEL PROYECTO 25 1.1. PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA 25 1.2. CONTEXTUALIZACIÓN DEL REFERENTE EMPÍRICO 33 1.3. PROBLEMATIZACIONES 37 1.4. SUPUESTO DE INVESTIGACIÓN 38 1.5. OBJETIVOS 38 1.5.1. Objetivos Generales 38 1.5.2. Objetivos Específicos 38 1.6. JUSTIFICACIÓN 39 1.7. ESTADO DEL DEBATE 42 1.7.1. Precisiones introductorias: criterios de elaboración y análisis 42 1.7.2. Fuentes y procedimiento 47 1.7.3. Saberes sobre alteridad: hacia un marco general de conocimiento 48 1.7.4. El tema de la alteridad y sus vínculos: hacia un marco específico de afinidades epistémicas 53 1.7.5. Saberes sobre Educación en Derechos Humanos: Hacia un marco general de conocimiento 57 1.7.6. Educación en Derechos Humanos. Vínculos hacia un marco específico de afinidades epistémicas 62 Pág. 6 Pág. 1.7.7. Saberes sobre fenomenografía: hacia un marco general de conocimiento 64 1.7.8. Fenomenografía en relación. Hacia un marco específico de afinidades epistémicas 68 1.7.9. Saberes sobre perspectiva biográfica: Hacia un marco general de conocimiento 69 1.7.10. Perspectiva biográfica en relación: Hacia un marco específico de afinidades epistémicas 78 1.7.11. Conclusiones al estado del debate 84 SINOPSIS 86 REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS DEL CAPÍTULO 87 2. ALTERIDAD EN LA EDUCACIÓN EN DERECHOS HUMANOS. REFERENTES TEÓRICOS 90 2.1. PERSPECTIVA ÉTICA DE LA ALTERIDAD 90 2.1.1. Presupuestos filosóficos 71 2.1.2. Nominalismo moral y alteridad. El otro concreto 95 2.2. EDUCACIÓN EN DERECHOS HUMANOS (EDH) 108 2.2.1. Una visión aproximativa a la EDH 108 2.2.2. La constitución de un telos ético en la EDH 115 2.2.2.1. Los Derechos Humanos como fines de la educación en los referentes internacionales 115 2.2.2.2. Telos y realización: Itinerario de las efectuaciones 120 2.3. LA PERSPECTIVA ÉTICA DE LA ALTERIDAD EN LA EDH 125 7 Pág. 2.3.1. El resurgir ético de la alteridad en la educación 125 2.3.2. El aparecer del otro en el telos ético de la Educación en Derechos Humanos 140 SINOPSIS 150 PAUTA CONCLUSIVA 151 REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS DEL CAPÍTULO 152 3. LA PERSPECTIVA BIOGRÁFICA EN EL HORIZONTE EPISTEMOLÓGICO DE LA FENOMENOGRAFÍA 159 3.1. INVESTIGAR LA EXISTENCIA HUMANA DESDE LOS SUJETOS: APUESTAS DE LA PERSPECTIVA BIOGRÁFICA 160 3.1.1. La experiencia vital como eje de los estudios biográficos: tiempo y memoria en el proceso de (re) creación del yo 164 3.1.2. El relato como eje de los estudios biográficos: testimonio y narración en el proceso de (re) creación del yo 169 3.1.3. La generación de pensamiento desde la experiencia vivida de los sujetos: problematizaciones de la biografía intelectual 182 3.2. CONCEPCIONES DE LOS SUJETOS SOBRE EL MUNDO VIVIDO: FUNDAMENTOS EPISTÉMICOS DE LA FENOMENOGRAFÍA 189 3.3. EXPERIENCIA VIVIDA Y PROCESO DE BIOGRAFIZACIÓN: POSIBILIDAD DE LOS ESTUDIOS BIOGRÁFICOS EN EL HORIZONTE EPISTÉMICO DE LA FENOMENOGRAFÍA 209 3.4. PROCESO METODOLÓGICO: CLAVES DE LECTURA DE LOS CAPÍTULOS DE ANÁLISIS E INTERPRETACIÓN 227 3.4.1. Diseño y aplicación de fuentes 227 8 Pág. 3.4.2. Sistematización y análisis de información. Criterios y procedimiento parala ejecución del análisis biográfico 234 SINOPSIS 247 PAUTA CONCLUSIVA 249 REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS DEL CAPÍTULO 250 SEGUNDA PARTE: HALLAZGOS, ANÁLISIS E INTERPRETACIÓN 257 4. EL “QUIÉN ALTÉRICO” DE RODOLFO STAVENHAGEN. UNA VISIÓN OMNICOMPRENSIVA DE ALTERIDAD 258 4.1. RODOLFO STAVENHAGEN, INTELECTUAL PÚBLICO 261 4.1.1. Ejercicio de una actividad científica situada, rigurosa y fundamentada 261 4.1.2. Vigía de la historia que asume compromisos efectivos con las realidades concretas analizadas 267 4.1.3. Agencia fundada en una sensibilidad natural compasiva hacia el dolor humano ajeno 279 4.1.4. Puesta en marcha de una intensa actividad de divulgación editorial, discipular y cosmopolita 287 4.2. RODOLFO STAVENHAGEN, EDUCADOR DE LOS DERECHOS HUMANOS 296 4.2.1. Ejes programáticos de la Educación en Derechos Humanos 300 4.2.2. Finalidades constitutivas de la Educación en Derechos Humanos 312 4.2.3. Concepciones en torno a la Educación en Derechos Humanos 314 9 Pág. 5. EL “POR QUÉ ALTÉRICO” DE RODOLFO STAVENHAGEN. MARCO DE INFLUENCIAS Y ORÍGENES EN LA CONSTRUCCIÓN ÉTICA DE ALTERIDAD 332 5.1. TRAYECTORIA PERSONAL: ORÍGENES FAMILIARES Y CONTEXTO DE INFANCIA 332 5.1.1. En el principio fue el exilio 332 5.1.2. Un hogar constituido sobre el arte y la inquietud social 337 5.1.3. La nueva patria y las primeras escuelas 340 5.2. TRAYECTORIA ESCOLAR-SUPERIOR: ENTRAMADOS DE FORMACIÓN PROFESIONAL Y PRIMEROS COMPROMISOS 344 5.2.1. La antropología como creación de arraigos y nuevo territorio de la alteridad 344 5.2.2. Preocupaciones por la dignidad racial. Universidad de Chicago (1949–1951) 352 5.2.3. Escuela Nacional de Antropología e Historia (ENAH). México (1952-1958): el encuentro decisivo con otras periferias. 356 5.2.4. Universidad de París, el universo altérico en clave europea (1959-1964) 368 6. EL “CÓMO ALTÉRICO” DE RODOLFO STAVENHAGEN. MARCO DE DESENVOLVIMIENTO DE LA ALTERIDAD COMO OPCIÓN ÉTICA 372 6.1. GESTIÓN DE LOS DERECHOS HUMANOS 373 6.1.1. Academia Mexicana de Derechos Humanos (AMDH) (1983-1990) 373 6.1.2. Organización de las Naciones Unidas (ONU) (2001-2008) 380 10 Pág. 6.1.3. UNESCO (1979-1982; 1993-1995) 394 6.2. MAGISTERIO, EXTENSIÓN Y AMPARO DE DISCIPULADOS 404 6.2.1. Centro de Estudios Sociológicos de El Colegio de México (CES) (1964- ) 404 6.2.2. Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (FLACSO) (1972-1984) 410 6.3. OTROS RESPALDOS A SECTORES POPULARES 419 6.3.1. Dirección General de Culturas Populares (1977-1979) 419 6.3.2. Centro de Estudios Agrarios (1965-1969) 433 CAPÍTULO CONCLUSIVO. LA EDUCACIÓN EN DERECHOS HUMANOS COMO PEDAGOGÍA DE LA ALTERIDAD 440 REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS DEL CAPÍTULO 496 REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS GENERALES 498 ÍNDICE DE ANEXOS 513 11 LISTA DE TABLAS Tabla 1. Saberes sobre alteridad. Marco general de conocimiento. Tabla 2. Saberes sobre alteridad. Marco específico de afinidades epistémicas. Tabla 3. Saberes sobre Educación en Derechos Humanos. Marco general de conocimiento. Tabla 4. Encuentros entre saberes de fundamentación conceptual. Elementos para un marco específico de afinidades epistémicas. Tabla 5. Saberes sobre fenomenografía. Marco General de Conocimiento. Tabla 6. Encuentros entre saberes de fundamentación metodológica. Elementos para un marco específico de afinidades epistémicas. Tabla 7. La perspectiva biográfica. Hacia un marco general de conocimiento Tabla 8. Perspectiva biográfica como marco específico de afinidades epistémicas. Tabla 9. Marco específico de afinidades y relaciones epistémicas. Estado del Debate. Tabla 10. Fenomenografía y fenomenología. Una visión comparativa. Tabla 11. Ejemplo de esquema para análisis paralelos por ejes temáticos. Tabla 12. Ejemplo de diseño de Registro de Texto. 12 LISTA DE GRÁFICOS Gráfico 1. Criterios analíticos de conformación del Estado del Debate. Gráfico 2. Relaciones de los saberes constitutivos. Criterio de establecimiento de “áreas de producción” y “zonas de silencio”. Gráfico 3. Estructura de indagación de la Entrevista Biográfica Seriada. Gráfico 4. Estructura de indagación de la Entrevista de Recolección de Testimonios. 13 INTRODUCCIÓN Entre los dramas del continente latinoamericano, desde México hasta la Patagonia, se percibe hoy por hoy una lamentable red de compulsiones del mal – parodiando la categoría moral arendtiana – donde destacan la violencia endémica, la criminalidad desmedida, la corrupción institucionalizada, la connivencia con la impunidad en los sistemas judiciales, la pobreza extrema, la pauperización creciente y una larga letanía de factores asociados que sumen la realidad de estos pueblos en la subyugación estructural, el abatimiento histórico y, no pocas veces, la desesperanza ante el porvenir. Sin desconocer que en cada país estos dramas macro-sociales y políticos toman la forma propia que aporta el caudal de su historia nacional, persiste una nota común que interpela con agudeza el talante de la investigación social y educativa que se lleva a cabo en América Latina. Este mismo elenco sui generis de interpelaciones es el que ha impulsado, con mayor empeño en los últimos años, una incansable lucha social por el mejoramiento continuo de las condiciones de vida en los pueblos del Continente, en especial, de los sectores marginalizados o de las víctimas en cualquiera de sus acepciones. En este surgimiento de una concepción política de participación, afianzada en la convocatoria moral de la precariedad de la existencia, se establece el horizonte general de la investigación que aquí se ha realizado. En efecto, el punto de partida que subyace para comprender el ser del otro es que en contextos de enorme desigualdad social y de violencia, la lucha por los derechos humanos no puede ser retórica, ideológica ni universalista sino, por el contrario, encuentro concreto con la realidad del otro, interlocución y praxis ciudadana efectiva. Por eso, abordar la alteridad desde el punto de vista ético cobra una especial relevancia ante la condición de los sectores socio-culturalmente marginales donde se explicita de manera palpitante la negación, incluso, de los derechos fundamentales. Así, la cuestión del otro diverso y vulnerable no es un simple 14 arrebato ad libitum sino el imperativo moral que hace posible la convivencia de pueblos e individuos de cara a la viabilidad de proyectos democratizadores fundados en la construcción corresponsable de un Estado pluriétnico y multicultural. Para ciertas mentalidades patrocinadoras de la opresión, la referencia a la alteridad en el plano académico es una manera ególatra de los investigadores para proteger su propia manera de ser y concebirse sectariamente como otro; es decir, un mecanismo de auto-exclusión para afirmarse, sin más, como individuo en su interés privado. Esta acepción parcial que entiende la alteridad como negación de la alteridad, es el resultado de un acercamiento categorial y universalista al problema ético de ser-otro. No en vano, el punto de partida para tratar la alteridad exige una formulación existencialmente auto-implicativa y no meramente discursiva. De no ser así, se daría lugar a la típica reducción del otro a tema genérico, anulando la densidad que se contiene en las historias particulares. Es lo que ocurre cuando se pregonan acciones de opción y defensa por los derechos humanos pero nunca se ha tenido una historia de vida que sostenga experiencialmenteel encuentro con los rostros reales que viven la anulación de tales derechos. A lo sumo, se conoce esta realidad desde la opinión, la ideología o la tematización. Por eso, cuando se propone la articulación entre perspectiva ética de la alteridad y enfoque biográfico, se está planteando en últimas que no existe opción auténtica – para prestar el término de Kierkegaard – por un “otro concreto” si no se ha tenido previamente la experiencia periférica, combativa y resistente de ser-otro. En este punto se marca distancia con cualquier idea de despolitización de la alteridad, o sea, de concebir una “alteridad” privada de relación. Por el contrario, los conceptos éticos referidos a la cuestión del otro arraigan sustantivamente en la experiencia vivida; ellos son concepciones vitalmente constituidas. De ahí que la Educación en Derechos Humanos no se aborde desde una mirada pedagógica convencional, como una preocupación por estrategias de enseñanza, 15 diseño de enfoques curriculares o implementación de proyectos escolares para la expansión de los derechos humanos. Sin desconocer la importancia propia de este ámbito, la atención se centra, más bien, en la función social y política de la educación desde una mirada ética y, por ende, filosófica. En toda la lógica del trabajo se destaca, pues, un sentido de alteridad referido a sectores y grupos socio-culturalmente vulnerables. Sin embargo, valga aclararlo en este lugar, esta centralidad temática, necesaria para efectos de delimitación metodológica en la investigación, no ignora la presencia de otras problemáticas muy ligadas al planteamiento original, en especial, la cuestión de la exculpación a priori del individuo o del colectivo considerado “marginal” (por el sólo hecho de serlo) en el desarrollo de su vida ciudadana, o la proclividad autárquica sectaria de algunos sectores en sus procesos de transformación política y de transición hacia los derechos humanos. Puntos cruciales como éstos, confirman, en últimas, la importancia de la conciencia crítica, la atención del caso particular y la alerta epistemológica en los análisis sociales, aspectos que se abordan en el ámbito de la presente investigación aunque no en referencia directa a problemas subsidiarios como los enunciados. La estructura de la tesis cuenta con dos grandes secciones. La primera de ellas (capítulos 1-3) presenta los fundamentos teóricos, epistemológicos y metodológicos desde los cuales se lleva a cabo la investigación. Aquí se define el tipo de racionalidad y la cosmovisión científica donde se inscribe la naturaleza del estudio. La segunda parte (capítulos 4-6), haciendo parte de un gran bloque interpretativo con unidad de sentido, muestra el análisis de categorías – cuyo proceso de construcción se ha indicado al finalizar el capítulo tres – a través de un relato biográfico tripartito. Al finalizar cada uno de los capítulos de la primera parte, se ha registrado una breve sinopsis así como las respectivas referencias bibliográficas. Ante la densidad teórica de los capítulos dos y tres, se ha considerado oportuno, además, ofrecer una “pauta conclusiva” que, junto a la sinopsis, pueden contribuir a una 16 visión sintética de las principales consideraciones que se desarrollan en cada lugar. A continuación se comenta brevemente cada uno de los elementos de esta estructura general de la tesis. En primer lugar, todas las intuiciones iniciales, precisiones teórico-metodológicas generales, acotamientos y supuestos de partida, se han sistematizado en los descriptores del proyecto de investigación presentados en el capítulo uno. El lector encontrará, en su orden, el planteamiento del problema, la contextualización del referente empírico, la formulación de problematizaciones, el supuesto de investigación, los objetivos, la justificación y el estado del debate. Para la confección de éste último, se ha diseñado un formato que recorre los planos categoriales sustantivos del trabajo tratando de ilustrar las tendencias más representativas y las posibles articulaciones entre cada uno de ellos. Desde esta óptica, las referencias de autores, escuelas de pensamiento o líneas de investigación, en este lugar, son indicativas más que argumentativas. Los desarrollos teóricos correspondientes, como se explicará en breve, se realizan en los capítulos dos y tres. Cada uno de los elementos que integraron el primer capítulo contribuyó, a su manera, a la depuración inicial del objeto de estudio tanto en la definición teórica como en la concreción del componente empírico. En ese sentido, se podrán apreciar allí los planteamientos que se fueron tejiendo en la fase germinal del proyecto junto a una continua actividad de revisión crítica adelantada en el marco de los escenarios académicos del Posgrado. Luego de haber diseñado la estructura de la investigación, la siguiente etapa, en el capítulo dos, fue construir la plataforma teórica que da cuenta de la racionalidad desde la cual se abordan las problematizaciones. Retomando los materiales biblio- hemerográficos considerados en la preparación del estado del debate, se conformó, finalmente, un apartado con tres subdivisiones: la perspectiva ética de la alteridad (2.1.), la Educación en Derechos Humanos (2.2.) y, como propuesta de 17 articulación de ambas, la perspectiva ética de la alteridad en la Educación en Derechos Humanos (2.3). Como se podrá advertir en la disposición del capítulo, prima una lógica que va del sentido general del concepto, expuesto como base filosófica, a la relación más específica que sirve a la construcción del objeto de estudio, considerando aspectos particulares de la Educación en Derechos Humanos como su cuerpo de finalidades en los principales referentes internacionales, el problema de las efectuaciones, central en la perspectiva ética de la alteridad; y, la aparición del otro como acontecimiento en dicha dinámica. No debe olvidarse que la selección de autores como Levinas, Bárcena, Ortega, Albuquerque, entre otros, no pretende ser taxativa pero, tampoco, aleatoria. Por supuesto que muchas otras invocaciones teóricas podrían ser útiles para cada uno de los apartados; sin embargo, las que aquí se han tenido en cuenta son las que resultan pertinentes y relevantes para la racionalidad de la investigación de acuerdo con la revisión crítica de fuentes. Concluyendo la primera parte de la tesis, el capítulo tres desarrolla la epistemología y, desde ahí, la configuración metodológica del estudio. Para tal fin se han organizado cuatro secciones, a saber: una presentación panorámica del enfoque biográfico en la investigación social (3.1.) desde los binomios tiempo- memoria y testimonio-narración, incluyendo un acercamiento desde Proust a las problematizaciones de la biografía de un intelectual. Puede decirse que las binas propuestas en esta primera parte del capítulo tres, destacan las relaciones del plano de la interpretación individual de una biografía con la dimensión colectiva que en ella interviene. En la segunda sección (3.2.), se hallará una exposición más o menos detallada sobre los fundamentos epistémicos de la fenomenografía para trazar el referente de la pregunta por las concepciones que se anida en el carácter del trabajo. Inmediatamente después, se plantea la posibilidad de los estudios biográficos en el horizonte epistémico de la fenomenografía justamente a partir del diálogo entre 18 experiencia vivida y proceso de biografización (3.3.). Por último, como resonancia directa a toda la teoría epistemológica precedente y como clave de lectura para los capítulos de la segunda parte, se ilustra el procedimiento de recolección, sistematización y análisis de información (3.4). Dicho con alguna simplicidad, el método biográfico, como aquí se ha fundamentado, busca explorar las raíces de la acción humanaa través de los relatos de los propios sujetos, teniendo en cuenta las asunciones histórico- culturales que generan múltiples referentes de significación personal. En ese marco, la investigación instalada en el horizonte biográfico-interpretativo busca niveles ocultos de significado (el por qué y el cómo del sujeto) antes que una explicación factual de episodios. Así, la idea de concepción, apoyada en el horizonte de la fenomenografía, se relaciona con la historia biográfica de las comprensiones: vienen de la vida y a ella vuelven resignificadas por la acción del sujeto. El trabajo de biografización se orienta, pues, al diseño de una cosmovisión socialmente viable para guiar las acciones tanto en el trabajo de identidad individual como en la contribución a los procesos colectivos y de relaciones sociales. Por eso se dice que la perspectiva biográfico-interpretativa atiende el valor de la experiencia singular del sujeto (quién es esa persona) y, al mismo tiempo, aporta comprensiones sobre los procesos sociales que le rodean. Al tratarse del trayecto de vida de un intelectual, la biografía aparece también como un recurso para comprender la formación de los conceptos y las teorizaciones; en este caso, un concepto inédito, tácito, pero no inexistente, como es el de alteridad en la Educación en Derechos Humanos. Hacer un ejercicio investigativo biográfico desde este horizonte, exige tener claro para qué se escribe dicha biografía, de qué se quiere hablar, qué selección de componentes existenciales se quiere destacar, en fin, valorar el peso de las distintas dimensiones que intervienen en la constitución de una vida para favorecer una delimitación conveniente y una comprensión fundamentada del 19 sujeto y su marco de realidad. Dicho de otro modo, el plano de la biografía interpretativa, lejos de pretensiones historizantes, supone renunciar a la idea de completud y de heroísmo, ligadas a las fases iniciales del género biográfico, para destacar la construcción progresiva de una versión, que resulta, siempre perfectible y provisional. En este horizonte de sentido debe entenderse el trabajo biográfico que aquí se realiza. No se apuesta, de hecho, por la conmemoración heroizante donde se alberga el riesgo de la generalización de la experiencia individual y se anula la densidad de la experiencia de vida. Por eso la construcción biográfica sigue el proceso del sujeto a través de lazos de causalidad entre tramas de espacio y tiempo. El itinerario artesanal del investigador, que se deriva de esta adopción epistemológica, se refleja en la construcción gradual del objeto de estudio, rastreando huellas, persiguiendo voces, cotejando materiales, tejiendo conceptos punto a punto, en fin, generando un entramado de luces y sombras convertido en los hallazgos, análisis e interpretaciones que se ofrecen, especialmente, en los capítulos de la segunda parte y en la sección conclusiva. En este caminar de la investigación algunos elementos deben ser destacados. Uno de ellos, la experiencia de construir una trama de voces plurales que llegó a ser particularmente significativa por la densidad y pertinencia de sus aportes. En primer lugar, con la humildad y bonhomía que caracteriza a los hombres magnánimos, Rodolfo Stavenhagen accedió a compartir un relato experiencial y temático de su trayectoria de vida a través de un ciclo de cinco entrevistas que tuvieron lugar en su cubículo académico del Centro de Estudios Sociológicos, en El Colegio de México, D.F., entre octubre de 2009 y junio de 2010. Al gestionar la fase de recolección de información, el investigador tuvo la oportunidad de preparar y conducir cada encuentro a través de las grandes etapas vitales de don Rodolfo, teniendo como eje el problema ético del otro en el marco de la Educación en 20 Derechos Humanos, apreciando su apertura procesual a la investigación y, en todo caso, la generosidad de su talante personal. El encuentro con 22 allegados a la vida y obra de Rodolfo Stavenhagen no fue menos importante. Las entrevistas de recolección de testimonios en Guadalajara, Jiutepec (Morelos), Oaxaca, San Cristóbal de las Casas y Ciudad de México, aportaron una riqueza enorme a la narrativa biográfica principal además de permitir la interacción con algunos de los personajes más connotados de la antropología y de las ciencias sociales en la República Mexicana. De otro lado, el procesamiento de los materiales orales y documentales, así como la escritura de los últimos capítulos, se realizó de manera intensiva en la etapa final del doctorado, durante la estancia de investigación en el Instituto de Sociología de la Universidad de Łódź (Polonia). Los acuciosos seminarios en la cátedra de “sociología de la cultura”, dirigidos por la Dra. Kaja Kaźmierska, y su esmerada conducción en la fase de análisis, fueron el telón de fondo para el exigente trabajo de escrutinio artesanal de materiales, sistematización y escritura, en el marco de un largo tránsito estacional hacia las álgidas jornadas de invierno, típicas en aquella exuberante región del Este de Europa donde la reflexión ética y social sobre alteridad persiste en la memoria colectiva en razón de su atribulada historia nacional contemporánea. Todo ello dio lugar a la conformación de la segunda parte de la tesis, compuesta por los capítulos cuatro, cinco y seis. Los tres capítulos se han agrupado en una sección aparte para destacar la búsqueda de cohesión o totalidad inteligible (unidad de sentido) a través del carácter de interdependencia mutua de los tres momentos trazados para la comprensión del personaje: el quién, el por qué y el cómo de Rodolfo Stavenhagen. Particularmente en este punto, en atención a los criterios derivados de la elección epistemológica, el investigador es consciente de los límites del trabajo biográfico. Lejos de cualquier mirada definitiva, el relato ofrecido se entiende como una versión fundamentada que debe considerarse dentro de la lógica de la estructura 21 total de la presentación. Se sabe, por ejemplo, que un solo aspecto de análisis como la categoría de intelectual público, o un elemento de las etapas de la trayectoria personal, o alguna institución aludida en el capítulo seis, daría para un estudio independiente con sus propias fuentes y nivel de profundidad según los focos de atención que se estipularan para cada caso. Tampoco se encontrarán conceptos jurídicos, antropológicos ni sociológicos expuestos a fondo, aunque el personaje se halle inscrito en esos campos del conocimiento y el área de la Educación en Derechos Humanos esté conectada con ellos. Sin embargo, ésta sería, más bien, otra veta de profundización, la del estudio de los conceptos en sí mismo, que también escapa a las propósitos del presente estudio aunque, como referentes contextuales del autor, no se ignoran del todo a la hora de construir las interpretaciones. Por último, el capítulo conclusivo “Educación en Derechos Humanos como pedagogía de la alteridad” se ha elaborado como un esfuerzo de síntesis de los elementos teórico-metodológicos que desembocan en la producción de conocimiento recogida en el título del apartado. Aquí se ofrece un análisis inter- categorial que pone en diálogo las categorías construidas a partir del material empírico con los referentes teóricos esbozados incluyendo algunos planteamientos específicos complementarios. Dicho de otro modo, por las condiciones de la investigación biográfico-interpretativa, se trata de armar sintéticamente la producción sustantiva del conocimiento sobre la base de las categorías definidas desde el material empírico invocando el soporte de la plataforma teórica y la estructura general de la investigación. En términos generales, en el conjunto de los capítulos de la segunda parte, se encontrará en Stavenhagen una figura compleja, arraigadaen una historia enfebrecida pero resistente a cualquier modo de conformismo, confrontada por los delirios de la insensatez humana y, sobre todo, disponible a combatir más allá de sí mismo. Puede decirse que, de manera expedita, se logra embonar en su itinerario biográfico la búsqueda ética, la pregunta educativa por los derechos 22 humanos y la configuración de una vida oscilante entre la aventura de lo incierto y la certidumbre de las fidelidades. En Stavenhagen, la raíces experienciales de la vulnerabilidad y la exclusión social son la plataforma de sus convicciones éticas y de sus responsabilidades políticas, que se extienden, en un sentido análogo, hacia destinatarios en situación de marginalidad (explotación económica, opresión política o discriminación cultural). Cuanto ha dinamizado en el plano de la acción pensada, esto es, de la praxis responsable, conlleva a un reconocimiento del otro en su singularidad y diferencia. Aquí, el compromiso concreto stavenhaniano es la apuesta por la diversidad cultural, podría decirse, por la protección y la promoción de la alteridad. Este compromiso lo lleva a impulsar un proyecto democrático de Nación que reconozca la pluralidad, donde los pueblos indígenas han sido su expresión más cultivada. En los contextos contemporáneos que tienden a la dualización de los sistemas socio-políticos latinoamericanos, por donde atraviesa la discusión en torno a los derechos humanos, la figura de Rodolfo Stavenhagen se ofrece como un referente lúcido que discierne la apuesta por lo humano allende la exaltación acrítica de aquello que ha sido denominado como “izquierda”. Ciertamente, el ejercicio de las ciencias sociales desde el compromiso con la realidad y con los sectores vulnerables concretos, le ha permitido al autor encontrarse con el ser humano mismo y descubrirlo como el núcleo central de la lucha en torno a los derechos fundamentales, sin las marcas desgastadas de los partidos o de las polarizaciones ideológicas que disuaden la confrontación de sus propias falacias. Una trayectoria como la de Stavenhagen muestra que la efectuación de los derechos humanos no es simplemente cuestión de clasificarse en un bando ideológico o en otro, sino una lucha social decidida por las historias azotadas de hombres y mujeres concretos que requieren un nuevo papel en la construcción de sociedades así como en los Estados participativos y plurales. 23 Plantear la perspectiva ética de la alteridad desde la lógica de las historias de vida, aplicada a la Educación en Derechos Humanos, implica asumir la efectuación de sus principios rectores y sus finalidades constitutivas; trabajar desde la dinámica de las existencias, a partir de aquello que la misma trayectoria vital ha configurado, para que los derechos humanos no se queden en una cuestión de sofistería y retórica. El concepto de “brecha de la implementación”, tan caro al pensamiento del autor, converge, pues, con la orquestación de historias de vida aglutinantes en torno a un desenvolvimiento educativo de la razón crítica y el compromiso histórico. *** Una de las notas características del investigador biográfico es la dificultad para deslindarse de las tramas existenciales que construye. Este aspecto, más que una objeción, se convierte en un potencial para comprender la experiencia humana de la investigación y su costosa noción de proceso. Así se ha visto en el transcurso de este estudio tejido en la duración engañosa del tiempo, entre viajes de corta y larga distancia, paisajes inéditos, ausencias azarosas, tribulaciones de la razón y del espíritu, aprendizajes contrastantes y un gran etcétera de factores traducidos en esta versión interpretativa, necesariamente parcial, de la historia de don Rodolfo Stavenhagen. Sirva también como un modesto homenaje a una vida honesta, profunda, combativa y coherente; un desafío a otras nuevas historias sobre la palpitante necesidad de conducir los compromisos con la Educación en Derechos Humanos desde la perspectiva ética de la alteridad. 24 PRIMERA PARTE: FUNDAMENTOS TEÓRICOS, EPISTEMOLÓGICOS Y METODOLÓGICOS 25 1. DESCRIPTORES GENERALES DEL PROYECTO 1.1. PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA Los recientes procesos históricos generados a partir de las transformaciones de la sociedad en las últimas décadas, han afianzado la reflexión sobre la alteridad desde diversos ámbitos intelectuales y la han constituido, además, como motivadora de variadas luchas sociales. De manera especial, el ámbito educativo, en sus diversas manifestaciones, ha reaccionado a las emergencias de la alteridad a través de expresiones como la llamada educación inclusiva, la educación para la paz, la pedagogía intercultural – entre otras denominaciones similares – que sugieren una consideración atenta del otro diferente y vulnerable. Aparecen las tensiones entre las configuraciones hegemónicas de la alteridad, entendida desde las cosmovisiones dominantes, y el resurgir de los nuevos otros “diferenciados”, aquellos individuos o colectivos que no se reconocen frente a determinados patrones establecidos de sociedad, pensamiento y cultura. En este panorama se ubica también el enfoque de la Educación en Derechos Humanos como proyecto pedagógico que se sustenta en una particular fundamentación ético-política atendiendo las directrices de los principales Organismos en esa materia1. Ahora bien, la Educación en Derechos Humanos no resulta ajena a las realidades de reconocimiento y promoción del otro. En efecto, los derechos humanos abordados pedagógicamente, implican su promoción y defensa no sólo en el nivel de la individualidad sino ante otros con quienes se comparte determinado espacio 1 Una presentación de los principales aspectos de estas organizaciones y sus pronunciamientos se hará en el apartado de presupuestos teóricos 2.2.1. Los Derechos Humanos como fines de la educación en los referentes internacionales. 26 social2. En este sentido, la Educación en Derechos Humanos reconoce “la formación en la apreciación y disposición a actuar conforme los principios universales que sustentan la dignidad y derechos de las personas” 3 reconociendo que el “núcleo central de valores se expresa en los instrumentos de derechos humanos acordados por la comunidad internacional para la consecución de justicia y equidad, solidaridad y cooperación, pluralismo, desarrollo humano y paz” (VII Informe Interamericano de Derechos Humanos, 2008: 33). La consideración del otro vulnerable a raíz de su condición diferenciada, se enfatiza en este reciente Informe del Instituto Interamericano de Derechos Humanos al vincular a la acción política de los Estados las recomendaciones y declaraciones contra cualquier forma de discriminación, prejuicio o marginalidad4. 2 La idea de la alteridad como perspectiva ética de la Educación en Derechos Humanos es desarrollada en el apartado 2.3. dedicada a referentes teóricos. 3 Con el ánimo de mostrar las principales coyunturas donde se inscribe el problema de investigación, se sigue aquí, de modo especial, el VII Informe del Instituto Interamericano de Derechos Humanos dada su relevancia en el ámbito latinoamericano sobre el estado actual de la Educación en materia de Derechos Humanos. Esta serie de Informes se realiza anualmente desde 2002 y constituye un referente latinoamericano de educación en derechos humanos principalmente entre los 19 Estados firmantes del Protocolo adicional a la Convención Americana sobre Derechos Humanos en materia de Derechos Económicos, Sociales o Culturales, o Protocolo de San Salvador. 4 “Las obligaciones de los Estados se complementan con otras definidasen documentos internacionales que igualmente establecen obligaciones relativas a la Educación en Derechos Humanos: Convención Relativa a la Lucha contra las Discriminaciones en la Esfera de la Enseñanza; Convención Internacional sobre la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación Racial; Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales; Convención Internacional sobre la Eliminación de todas las Formas de Discriminación contra la Mujer; Convención Interamericana para Prevenir y Sancionar la Tortura; Convenio 169 de la OIT sobre Pueblos Indígenas y Tribales en Países Independientes; Convención de los Derechos del Niño; Convención Interamericana para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra la Mujer, (Convención de Belem do Pará) y Convención Interamericana para la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación contra las Personas con Discapacidad” (VII Informe IIDH, 2008: 12-13). La perspectiva de los Derechos Humanos en conexión con el “otro vulnerable”, desde la instrumentación jurídica internacional, puede verse también en el apartado “El largo camino de la no-discriminación” (Tuvilla, J., 1998: 65-103). 27 Pero, llegados a este punto, se encuentra que la cuestión no se resuelve sólo por el diseño de una pauta instrumental que defina sin más el curso de las acciones educativas. Así, el carácter ético de la alteridad incide sustancialmente en la definición de las pretensiones y finalidades de la Educación en Derechos Humanos siendo éste el horizonte donde se inscribe la elucidación del problema investigativo que se presenta. Para el ya citado VII Informe del Instituto Interamericano de Derechos Humanos, “los derechos humanos, al darle a la educación su finalidad, contribuyen a definir sus metas y contenidos (los conocimientos, valores y prácticas que la sociedad aspira a desarrollar en sus nuevas generaciones) y la diferencian de otras cosas que se le parecen pero no lo son (la mera socialización, la exclusiva transmisión de información, o el puro control social)” (2008: 34). Los derechos humanos, pues, fungen como direccionantes éticos del quehacer educativo. Esta perspectiva ética de la Educación en Derechos Humanos ha sido vista también por Fernando Gil y colegas, para quienes “los principales objetivos generales que pretendemos conseguir con la enseñanza de los Derechos Humanos pueden sintetizarse en los siguientes: Descubrir el valor de todos y cada uno de los seres humanos. Adoptar un compromiso humanizador para extender los valores de los Derechos Humanos en nuestro entorno. Valorar críticamente la situación del lugar donde vivimos, tomando como criterio el desarrollo y cumplimiento de los derechos humanos” (2001: 39). El sentido de este pronunciamiento, al igual que las apuestas del organismo internacional en referencia, sintoniza también con el Protocolo de San Salvador5 de donde puede destacarse la mención del artículo 13, inciso 2, a saber: 5 El Protocolo de San Salvador es el documento adicional a la Convención Americana sobre Derechos Humanos en materia de Derechos Económicos, Sociales y Culturales. Fue suscrito en 1988 por 19 países entre los cuales se cuenta México. 28 Los Estados partes en el presente Protocolo convienen en que la educación deberá orientarse hacia el pleno desarrollo de la personalidad humana y del sentido de su dignidad y deberá fortalecer el respeto por los derechos humanos, el pluralismo ideológico, las libertades fundamentales, la justicia y la paz. Convienen, asimismo, en que la educación debe capacitar a todas las personas para participar efectivamente en una sociedad democrática y pluralista, lograr una subsistencia digna, favorecer la comprensión, la tolerancia y la amistad entre todas las naciones y todos los grupos raciales, étnicos o religiosos y promover las actividades en favor del mantenimiento de la paz. La teleología ética de la alteridad en la Educación en Derechos Humanos, que subyace a estos pronunciamientos, brinda pertinencia social a dicho enfoque en países particularmente devastados por la violencia y, en general, en un mundo que se enfrenta a inéditas amenazas contra un proyecto compartido de existencia y humanización en medio de las constantes transformaciones histórico-sociales que afronta. Sin embargo, es posible identificar una brecha constante entre las finalidades estipuladas en las grandes directrices éticas, sus mecanismos de operativización y, en últimas, sus expresiones concretas. Se trata del problema de las efectuaciones de la Educación en Derechos Humanos6. En el caso particular de México, aunque se reconocen algunos avances en el ámbito de los derechos humanos, el reciente Examen Periódico Universal (EPU)7 6 En este campo de problematizaciones, Sánchez y Jimena han planteado, aunque desde otro referente, el cumplimiento efectivo de los derechos para no quedarse en meros propósitos, un asunto que pasa por la educación y la participación democrática (cfr. Sánchez y Jimena, 1995: 112). De igual manera, R. Cassin (1998) ha planteado el problema de la realización efectiva de los derechos humanos en la sociedad universal. 7 El Examen Periódico Universal (EPU) se realiza frente al Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas siendo un proceso de análisis sobre el cumplimiento del Estado ante las obligaciones establecidas en los tratados de derechos humanos de la ONU. La versión del EPU en México que aquí se contempla, fue realizada en febrero de 2009 bajo el lema “Un país sin Derechos Humanos… no es democrático”. 29 de 2009 muestra una coyuntura primordial que resalta la tensión entre la pertinencia ética de sus principios y la carencia de realizaciones concretas. El aludido reporte comienza con un interpelante diagnóstico ético: “En la realidad, la situación de los derechos en México sigue preocupando mucho a las organizaciones de la sociedad civil, pues se sigue aplicando la tortura, se realizan ejecuciones extrajudiciales, desapariciones forzadas, se limita la libertad de expresión, no se garantizan, protegen ni respetan prácticamente ninguno de los derechos económicos, sociales y culturales, todo esto aunado a una constante impunidad y grandes obstáculos para acceder a la justicia” (EPU, No. 1). En lo referido expresamente a las cuestiones educativas de aquí derivadas, el Informe elaborado por las organizaciones de la sociedad civil, preparado en el mismo marco del Examen Periódico Universal (n. 31), expresa la preocupación de una reforma educativa que “integra los derechos humanos únicamente como contenido de civismo” planteando la inexistencia de “una política educativa con perspectiva de Derechos Humanos”. Estas preocupaciones en torno al panorama educativo de la Nación se recuperan y se refuerzan, además, en el Informe de Organizaciones Civiles y Redes sobre la situación de los Derechos Económicos, Sociales, Culturales y Ambientales en México (No. 23), donde se encuentra un manifiesto de ausencias y reclamaciones al Estado: En materia de educación en derechos humanos, el Estado mexicano tiene al menos 48 recomendaciones de mecanismos convencionales y no convencionales internacionales referentes a la necesidad de capacitación de servidores públicos en derechos humanos (incluyendo jueces, magistrados, agentes de ministerios públicos, funcionarios federales y estatales). Asimismo, el gobierno mexicano incumple su compromiso de fomentar la educación en derechos humanos en el sistema educativo, dado que la considera sólo un contenido de la educación cívica. No existen los mecanismos de evaluación adecuados que garanticen que la formación en 30 derechos humanos de todos los servidores o funcionarios públicos sea sistemática y permanente.Asimismo, el Programa Nacional de Derechos Humanos (2008-2012) no ha tenido seguimiento, ni asignación de presupuesto ni posibilidad de concretarse, resultando en un documento de simulación desconocido en la comunidad educativa. Entre otras cuestiones, el Estado debería armonizar la legislación nacional con los tratados internacionales para que la educación en derechos humanos sea una obligación de todas las instancias de gobierno, asimismo sea parte del sistema educativo formal y la educación informal. Tal como ha sido planteado por organizaciones y documentos sobre esta materia – algunos de los cuales ya han sido mencionados – el punto crucial se constituye en torno al problema de comprender un marco de acción concreto que viabilice los grandes principios éticos de la alteridad subyacentes a la Educación en Derechos Humanos. El punto de partida radica en que su efectuación, con toda la relevancia que a ellas corresponde, no es sólo política, en la atención y cumplimiento a los instrumentos jurídicos internacionales, o solo didáctica, en la traducción pedagógica de esos principios, sino que es sustantivamente ética, en cuanto comprometimiento existencial de los sujetos en su constitución como actores sociales-particulares de la educación. Esto quiere decir que, además de la responsabilidad política de los Estados y de la implicación pedagógica que supone la planeación curricular en la enseñanza de los derechos humanos, su efectuación se define por un estadio ético fundante articulado al involucramiento existencial, más aún, biográfico de los sujetos- gestores de estas iniciativas por los derechos humanos. Como se mostrará en el estado del debate, las investigaciones o estudios sobre las efectuaciones de la Educación en Derechos Humanos se han orientado, de modo principal, en sentido político o pedagógico-didáctico pero no explícitamente desde esta perspectiva ética fundamental. Así, por ejemplo, si se repara en el 31 recién citado Informe elaborado por las organizaciones civiles para el Examen Periódico Universal, se podrá notar que su postura se inscribe en el plano político- estructural al requerir al Estado el acatamiento e implementación de las recomendaciones emitidas por los organismos de derechos humanos. O, bien, si se revisa el Programa Nacional de Educación en materia de Derechos Humanos de la República Federal Mexicana, se hallarán distintas preocupaciones asociadas a las acciones educativas concernientes al respeto y promoción de las garantías individuales y los derechos universalmente aceptados. No obstante, la necesidad de una vía alterna de tipo experiencial y biográfico, que favorezca el acercamiento factual de las grandes finalidades éticas de la Educación en Derechos Humanos, entre las que se destaca la alteridad, se encuentra ya insinuada en distintos pronunciamientos de los cuales se pueden destacar, por ahora, al menos dos. En el Comité de los Derechos del Niño se halla que “la educación en la esfera de los derechos humanos debe constituir un proceso integral que se prolongue toda la vida y empiece con la manifestación de valores de derechos humanos en la vida y las experiencias cotidianas de los niños” (Observación General No. 1, 2001: n. 15). Y, en el mismo sentido, aunque de modo más general, el Instituto Interamericano de Derechos Humanos ha dicho que “también la educación, como ámbito de construcción de sentidos y reconstrucción de legitimidades, contextualiza y define a los derechos humanos, diferenciándolos de discursos abstractos y proclamaciones alejadas de la realidad” (Informe VII, 2008: 34). Analizar el nivel de realización de la siempre esperada “cultura de los derechos humanos” promovida por la educación, a partir de la coherencia entre el compromiso práctico y la actividad intelectual de los gestores o promotores de la Educación en Derechos Humanos, implica una dimensión ética que comienza por la inclusión vital de los sujetos en la construcción de las situaciones históricas que enseñan, dinamizan y promueven. El gestor de la Educación en Derechos Humanos se asume entonces como un actor social de la educación biográficamente constituido. 32 Este vínculo entre efectuación ética y proceso biográfico constituye una determinada manera de percibir al otro, es decir, supone llegar a una elaboración de alteridad a partir de experiencias personales fundadoras que incorporan la relación ante el otro, particularmente vulnerable y diverso, como modo de vida y criterio moral para desenvolver la existencia, en suma, como constitución de sí. Entonces cabe preguntar de qué manera el papel del sujeto particular llega a ser determinante para la efectuación concreta de la Educación en Derechos Humanos. Se expresa así el problemático tránsito de la “colectivización institucional” a la “singularización de la subjetividad” de donde se desprende que la manera de vivir frente al otro se origina en las concepciones específicas construidas por determinado yo en el itinerario que va de la abstracción categorial a la integración experiencial. Por eso, la Educación en Derechos Humanos frente a las nuevas realidades de vulnerabilidad del otro propias de la transformación social y las expresiones plurales de las culturas que se indicaron al comienzo, cobra un interés especial al ser abordada desde las concepciones de las personas que se enfrentan a singulares experiencias de ciudadanía, participación política e intervención social en las esferas reales de su cotidianidad. Es la conformación de un horizonte donde las concepciones sobre el otro forjan un proyecto de vida centrado en el re- conocimiento del vulnerable. Para ello, desde elementos epistémicos de la fenomenografía que sirven a la perspectiva biográfica, se asume que las concepciones de los sujetos son constituyentes de realidad y dan cuenta de un modo determinado de pensamiento social8. Además, la consideración de trayectorias vitales, fundadas en las concepciones de los mismos sujetos biografiados, revela la preeminencia de las 8 Podrá verse, por ejemplo el trabajo de Mallimaci, F. Historia de vida y métodos biográficos. En: Vasilachis, I. (coord.) (2006). Estrategias de investigación cualitativa. Barcelona: Gedisa. En sentido similar se encuentra la idea de que toda memoria individual es también memoria social expuesta por Maurice Halbwachs en La memoria colectiva, alusión que se recuperará en el capítulo 3 de fundamentación epistemológica. 33 más diversas tramas históricas que han construido la vida de los individuos destacando la constitución de la alteridad dentro de sus opciones fundamentales en general y dentro de la Educación en Derechos Humanos, en particular. De esta manera, tras la constitución de su conciencia de alteridad, se podrán explicitar algunos modos de responder a la necesidad ética contemporánea del otro tanto en el plano educativo como en sus conexiones sociales vinculadas. 1.2. CONTEXTUALIZACIÓN DEL REFERENTE EMPÍRICO ADOPTADO La identificación y análisis de las concepciones sobre alteridad en la Educación en Derechos Humanos se consideran en la presente investigación a partir de un estudio biográfico del humanista germano-mexicano Rodolfo Stavenhagen (Frankfurt, 1932 - ). Esta elección fue resultado de un proceso seguido a través de campos problémicos y posibles referentes empíricos que se pueden sintetizar en tres etapas. En el punto de partida de la investigación, el objetivo central era interpretar el componente pedagógico referido a la educación superior en la conciencia de interculturalidad de las personas asociadas a la Escuela de Derechos Humanos del Centro Fray Francisco de Vitoria de México9. Esta inquietud inicial quería construir las trayectorias de vida de los participantes de dicha Escuela destacandolos aportes recibidos en su formación intercultural universitaria que influían en una decisión espontánea para hacer parte de un programa de compromiso social en la esfera de los derechos humanos. En su planteamiento, se trataba de una iniciativa más cercana a los intereses de biografía y formación. 9 El proyecto de investigación a realizar en el Programa de Doctorado de la UNAM, tal como fue presentado en la documentación de ingreso, llevaba por título: “La formación para la interculturalidad y la diversidad en la Educación Superior a partir de las comprensiones de los sujetos de la Escuela de Derechos Humanos del Centro Francisco de Vitoria de México. Un estudio fenomenográfico-biográfico en torno a la constitución de conciencia intercultural”. 34 En este panorama, antes de concluir el primer semestre lectivo del año 2008, tuve una reunión con el Director General del Centro, con quien existía, además, alguna vinculación desde mi Universidad de procedencia. En ese encuentro expuse el interés de mi investigación que requería, entre otras cosas, un acercamiento a las personas que hacían parte del proyecto de Formación de Promotores Juveniles en Derechos Humanos. Sin embargo, el Director no sólo disuadió el apoyo a la iniciativa sino que interpuso otro tipo de impedimentos para el buen curso del proyecto. Este hecho marcó una nueva fase determinante para el desarrollo de la investigación. En la segunda etapa, a partir de las lecciones con el Centro Vitoria, no sólo había que pensar en un nuevo referente empírico sino que ahora se hacían presentes algunos cuestionamientos que pasarían a convertirse en el nuevo núcleo de las preguntas de análisis. Mientras el Centro Vitoria, desde su Dirección así como en todos sus documentos e imagen publicitaria, decía buscar formas de apoyo, acompañamiento y defensa de los derechos humanos, en especial de los sectores socialmente vulnerables, en mi calidad de estudiante-investigador extranjero, no había contado con el mínimo respaldo requerido para emprender una investigación en ese campo10. A partir de aquí, dos intuiciones pasaron a hacer parte de las problematizaciones de la investigación. Por un lado, comprender que las actividades relacionadas con la promoción y defensa de los derechos humanos se confirman en la acción por el individuo concreto, no en la abstracción universalizante; y, segundo, el campo de los derechos humanos es susceptible a la manipulación de intereses y discursos por parte de sus “defensores”, por lo cual, sólo una lucha respaldada por la unidad histórica de una vida habilita dicha tarea desde el punto de vista ético. 10 Valga anotar que este proceso de depuración de intuiciones se fue nutriendo con diversas lecturas, discusiones y debates con colegas, académicos y luchadores de causas sociales. Especialmente significativos fueron los aportes del profesor Gonzalo Balderas Vega de la Universidad Iberoamericana de México. 35 De esta manera comenzó una etapa de re-fundación del proyecto, afín a la versión final que aquí se presenta, aunque la claridad del referente empírico necesitó aún más tiempo para definirse. Se requería, en principio, un acercamiento a líderes sociales o intelectuales que pudieran identificarse como educadores de los derechos humanos con alguna mínima unidad entre obra y vida, en sintonía con el planteamiento del problema según se acaba de sustentar. Llegué, así, a contactar la Academia Mexicana de Derechos Humanos, pionera en el tema de la Educación en Derechos Humanos en el país, con el interés de construir las historias de vida de los integrantes, en un primer momento, de su Consejo Consultivo; y, luego, de los Presidentes de la Institución en el periodo 1984-2009. Se trataba, ahora, de realizar un estudio biográfico de personalidades bajo el supuesto de que la causa por la educación de los derechos humanos estaba presente en su trayectoria como opción profesional y existencial11. Los Presidentes de la AMDH que se consideraron, en su orden de aparición, fueron: Rodolfo Stavenhagen, Sergio Aguayo, Oscar González y Gloria Ramírez. La propuesta coincidía con el año dedicado a los homenajes por los 25 años de fundación de la Academia, lo cual parecía ser una oportunidad para emprender el estudio. Sin embargo, el soporte operativo de este organismo para realizar el trabajo de campo, tampoco logró concretarse, siendo necesario continuar en las respectivas tareas de búsqueda. Así, pues, con las precisiones adquiridas hasta este momento, la tercera y última fase se caracterizó por un ejercicio de acuciosa delimitación, ponderación de posibilidades y afinamiento teórico que llevó a considerar el estudio biográfico referido a un solo personaje: Rodolfo Stavenhagen. La selección de este autor se apoyó en tres razones fundamentales: en primer lugar, su vinculación continuada durante más de cinco décadas, tanto en el 11 A esta altura del proceso, el proyecto de investigación ya se planteaba como “Concepciones sobre alteridad en la Educación en Derechos Humanos a partir de las trayectorias de vida de los Presidentes de la Academia Mexicana de Derechos Humanos, AMDH 1984-2009”. 36 panorama nacional como extranjero, con la problematización de las ciencias sociales y con la educación en distintas áreas ligadas a los derechos humanos. En segundo lugar, por su papel pionero en la instauración de los derechos humanos en la agenda pública de México, tarea que realizó inicialmente con la creación de la mencionada Academia Mexicana de Derechos Humanos en 1984. En efecto, esta asociación civil, en su carácter de organismo plural y no gubernamental, opera desde cuestiones esenciales relacionadas con la problemática de esta investigación, tales como educación para la paz, inclusión y derechos humanos, puestas en marcha a través de sus proyectos de formación, alianzas estratégicas y demás acciones educativas de singular impacto social, político y ético, en el curso de sus 5 lustros de labores. Stavenhagen se desempeñó como su presidente entre 1984 y 1990. En tercer lugar, el seleccionado tuvo una importante participación en la UNESCO como integrante de la Comisión Internacional sobre la Educación para el siglo XXI, presidida por Jacques Delors, en la década de los 90. Stavenhagen centró su trabajo allí en la idea de la educación para un mundo multicultural. Este aspecto muestra una conexión directa con el panorama educativo que concierne al marco disciplinar global del presente estudio. A estas motivaciones se une el desarrollo de una tarea intelectual políticamente comprometida por las causas sociales de los sectores marginados y de los grupos minoritarios, entre los que se puede destacar su persistente trabajo por los derechos de los pueblos indígenas llegando a ser Relator Especial de la ONU entre 2001 y 2008. De igual modo, una vez expuesto el proyecto, el autor manifestó especial disponibilidad para llevar a cabo el trabajo de campo. Todos estos elementos, apreciados en su conjunto, sustentaron la decisión de avanzar metodológicamente en torno a la iniciativa de construir una versión de la historia de vida de Rodolfo Stavenhagen. 37 1.3. PROBLEMATIZACIONES A partir de los criterios expuestos, la pregunta principal que conduce la investigación se puede formular como sigue: ¿Cuáles son las concepciones éticas sobre alteridad en la Educación en Derechos Humanos que se identifican en la trayectoria de vida de Rodolfo Stavenhagen? Es decir, se identifica la construcción del objeto de Investigación como plexo categorial12 en torno a las concepciones sobre alteridad en la Educación en Derechos Humanos, teniendo como eje elitinerario biográfico de Rodolfo Stavenhagen. Desde aquí se define también la línea de investigación particular en la que se inscribe el trabajo: “Concepciones de Actores Sociales de la Educación” y la línea de investigación institucional en el Posgrado: “Temas emergentes”. A partir de la pregunta principal se proponen las siguientes preguntas de sistematización: ¿Cuáles proyectos, acciones y programas educativos han sido generados por Rodolfo Stavenhagen en torno a la cuestión ética del “otro diverso y vulnerable”? ¿Cómo asume el autor la comprensión del otro, desde el conocimiento del mundo que le rodea, en los distintos marcos de acción educativa donde ha participado? 12 La idea de plexo categorial que aquí se refiere permite apreciar la complejidad del objeto de estudio desde la interrelación de sus componentes como unidad de conocimiento. La metáfora de plexo que indica “tejido” o “entrelazado” sugiere, entonces, la imposibilidad de objetos “puros” consecuencia de acotamientos hiperbolizados que desconoce la condición de unidad compleja en la investigación. 38 ¿Cuáles son las condiciones situacionales y experienciales del autor que inciden en la constitución de su propia trayectoria de vida como gestor de la Educación en Derechos Humanos? ¿Cuáles son las experiencias de vida, situaciones y comprensiones que Rodolfo Stavenhagen identifica en la constitución de sus concepciones éticas sobre alteridad? ¿Cuáles son las articulaciones entre el pensamiento de Rodolfo Stavenhagen y sus acciones referidas a la concepción del otro en la Educación en Derechos Humanos? 1.4. SUPUESTO DE INVESTIGACIÓN La cuestión del otro diverso y vulnerable, integrado como experiencia de vida y, por ende, posible de ser biografiado, funda la primera finalidad (proto-telos) ética de la Educación en Derechos Humanos al constituirse en su efectuación sustantiva. 1.5. OBJETIVOS 1.5.1. Objetivos Generales Interpretar las concepciones sobre alteridad en la Educación en Derechos Humanos que se identifican en la trayectoria de vida de Rodolfo Stavenhagen desde su propia elaboración y el aporte de testigos. Definir la perspectiva ética de la alteridad en la Educación en Derechos Humanos a partir de la trayectoria de vida de Rodolfo Stavenhagen. 1.5.2. Objetivos Específicos A) Mostrar el proceso histórico personal desde el cual Rodolfo Stavenhagen elabora sus concepciones sobre alteridad en la Educación en Derechos Humanos. 39 B) Identificar los proyectos, acciones y programas educativos gestionados por Rodolfo Stavenhagen en torno al reconocimiento del otro particularmente diverso y vulnerable. C) Establecer las concepciones sobre alteridad en Educación en Derechos Humanos en la trayectoria vital de Rodolfo Stavenhagen, desde su propia elaboración y las contribuciones de testigos, en relación con situaciones socio- existenciales determinantes (puntos de inflexión). D) Determinar la influencia de personas, hechos e instituciones en la conformación de la trayectoria de vida de Rodolfo Stavenhagen en orden al asentamiento de una base de significación para el análisis de sus concepciones sobre alteridad en la Educación en Derechos Humanos. 1.6. JUSTIFICACIÓN Una variedad importante de trabajos en el ámbito educativo permite apreciar que la cuestión del otro, tratado desde diversas perspectivas, ha cobrado nueva fuerza en el pensamiento y en las acciones pedagógicas contemporáneas. Esto debido, de manera especial, a la resignificación del otro motivada por la palmaria vulnerabilidad en la que se encuentra el ser humano, agudizada en el curso de las transformaciones históricas de los últimos años. En tal panorama, la educación en la esfera de los derechos humanos (la paz y la democracia, según otras denominaciones) cobra un nuevo impulso como mediación colaborativa en la construcción de un sistema social que atienda y cualifique las condiciones de la población, particularmente, de los sectores puestos en situación de vulnerabilidad. La Educación en Derechos Humanos (la denominación que se sigue en este estudio) explicita peculiarmente la misión social y política de la educación en torno a la reconstrucción de ambientes éticos que favorezcan el cultivo y desarrollo de la vida; es decir, la finalidad intrínseca de una educación en el plano de los derechos 40 humanos tiene que ver con la promoción de las diferencias culturales y el desarrollo de la vida misma. En este terreno, la alteridad, entendida como base de las acciones y fundamentaciones educativas en derechos humanos, retoma la preocupación ética esencial en torno a la consideración del otro en su singularidad y „exotismo‟, es decir, en su modo propio de ser y de vivir dentro de una sociedad específica que ha de procurar la protección jurídica y la promoción moral de las personas. De esta manera, pensar la alteridad significa tratar no sólo el reconocimiento individual del sujeto sino la diversidad que él mismo supone en la interacción con otros individuos, favoreciendo la concesión de derechos diferenciados en función de persona o grupo. El momento histórico actual – que en no pocos casos ha multiplicado las expresiones del modo propio de ser sujeto al tiempo que acentúa la parcialidad en el tratamiento de las diferencias así como la violencia contra ellas – exige una atención real del otro, puesto en periferia por cualquier tipo de razones. Todo esto lleva a la priorización del otro vulnerable en la definición de las teleologías educativas inscritas en el horizonte de los derechos humanos y a la búsqueda de acciones coherentes de una educación promotora de humanidad, posibilitadora de convivencia y generadora de justicia, paz e integración entre los pueblos. En efecto, la situación de los derechos humanos, en su aspecto humano, vivencial y, en general, en sus efectuaciones, refleja una profunda brecha de olvidos y tensiones. No dejan de ser problemáticos los seguimientos –en todo caso parciales– de la comunidad internacional al tema, con especial interés en los llamados países „en vías de desarrollo‟, pues aunque los múltiples programas de la Educación en Derechos Humanos intentan asumir la noble expansión de los principios tendientes a una sociedad más justa, los hechos cotidianos continúan evidenciando una constante vulneración que sigue sumiendo a individuos y grupos humanos desfavorecidos en la negación, la marginación y la muerte, como se aprecia particularmente en las realidades de América Latina. 41 Por eso, para el interés de esta investigación, se propone la interpretación de concepciones de alteridad desde la trayectoria biográfica de un sujeto que se supone dedicado profesional y vitalmente a ella como opción de vida mostrando una manera singular de tratar la Educación en Derechos Humanos como plataforma ética en el horizonte de la investigación educativa. Abordar dicha perspectiva ética de la alteridad en un itinerario biográfico singular puede contribuir a la consolidación de la Educación en Derechos Humanos al incluir en sus desarrollos una mirada hasta ahora insuficientemente explicitada. Esta elección “empírica” tiene, por lo menos, dos virtualidades a saber: por una parte, superar la “tentación formalista”13 de la Educación en Derechos Humanos, la hiper-tematización que esconde la idea de individuo sin corresponsabilidad ética. Por otro lado, explicitar desde el ámbito educativo que la lucha por los derechos humanos es una praxis histórica y una tarea humana, que por lo mismo, una historia de fidelidades, aciertos y contradicciones. Si se considera que la enseñanza de los derechos humanos parte del análisis de historias de vida de hombres y mujeres en cada contexto particular, la efectuación ética puede sostener y afianzarlos derroteros de la efectuación didáctica. El uso de biografías como recurso didáctico de la Educación en Derechos Humanos refleja la contingencia de la lucha social que implica crear las condiciones reales para el establecimiento de tales derechos. Esto quiere decir que la Educación en Derechos Humanos es posible, falible y dispuesta a la transformación en cuanto conectada con las instancias socio-políticas que la informan. Esta perspectiva aplicada a individuos que tienen una función social particular, reconoce las trayectorias de vida como marcos de referencia que pueden actuar al modo de orientadores generacionales por la fuerza testimonial de los personajes 13 Entiéndase por “tentación formalista” el énfasis unívoco de ciertas formulaciones de inspiración política liberal que homologan sin más Educación en Derechos Humanos con Educación para la Democracia, reduciendo con ello el problema de las efectuaciones al plano de la instrumentación jurídica y formal. 42 que conjugan teoría y praxis, un asunto ético fundamental para la consideración adecuada de los Derechos Humanos en el ámbito educativo. Puesto que no se trata sólo de estudiar “románticamente” una historia ajena sino de confrontar y construir las propias historias, los referentes de identificación pueden sugerir opciones reales que reaccionen ante la otredad socio-culturalmente vulnerable, pues, establecen a la biografía como acercamiento factual de las teleologías. Apostar, entonces, por una educación en la esfera de los derechos humanos, destacando el aparecer del otro, desde una perspectiva biográfica, explicita el carácter práxico de la ética y su pertinencia en el proyecto histórico contemporáneo. En tal sentido fue entendido por Pérez Esquivel al declarar: “considero la educación para la paz y los derechos humanos como de vital importancia para la humanidad, para que personas y pueblos puedan construir su historia en la solidaridad y la no violencia” (Pérez, 1998: 49). 1.7. ESTADO DEL DEBATE 1.7.1. Precisiones introductorias: criterios de elaboración y análisis El presente estado del debate se vincula, como es debido, con el propósito central de la investigación, que se formula, principalmente, desde el planteamiento del problema y de los objetivos. Desde aquí, se establecen algunas cuestiones direccionantes que tratan de recoger los frentes conceptuales y metodológicos contenidos en la investigación, para dar cuenta de su producción actual de conocimiento a través de personas, instituciones o comunidades de indagación y ofrecer, así, una comprensión básica del objeto de estudio. El punto nodal para la constitución de las preguntas orientadoras del estado del debate está, pues, en la naturaleza de la investigación expresada en la problematización central (objeto de estudio). Al atender estas consideraciones medulares se identifican los saberes que serán revisados dado que es ahí donde 43 se inscriben los alcances y propósitos de la presente investigación, en sintonía con la idea de plexo categorial ya mencionada (Gráfico 1). Como ha señalado Foucault, “los saberes surgen porque existen problemas o exigencias que los generan” (Foucault, 1966: 335), de modo que, los saberes permiten ubicar el desarrollo del pensamiento en cada área de interés y ofrecer una organización, que no pretende ser restrictiva, de los núcleos fundadores del problema de investigación. Así, la conformación de este estado del debate parte de las siguientes indagaciones: ¿Cómo se ha abordado la cuestión del otro (alteridad) en la educación? ¿Qué enfoques consideran los estudios sobre Educación en Derechos Humanos? ¿Cuáles son los principales usos del enfoque biográfico en la investigación educativa? ¿Cómo se entiende la fenomenografía en el panorama de la investigación en educación? El reconocimiento de estos saberes es el primer paso para apreciar un estado del debate que comprenda la racionalidad del problema de investigación y que permita abordarlo, en una fase posterior, a partir de nuevas relaciones entre estos criterios de análisis, que son los saberes existentes. 44 Gráfico 1. Plexo categorial. Criterios analíticos de conformación del Estado del Debate. Ahora bien, como tratará de mostrarse, el tratamiento de las cuestiones generales conduce, previamente, a una visión más específica dentro de cada saber, que ayuda a entender la particularidad educativa – que aquí interesa – desde sus antecedentes globales de conocimiento. Esto quiere decir que, aunque se privilegian los rasgos distintivos que definen cada ámbito, éstos se construyen sin desconocer determinado marco general de conocimiento en el cual se inscriben. Por lo mismo, valga recordarlo, está fuera de toda posibilidad real construir un estado del debate que dé cuenta de modo absoluto de las cuestiones inherentes a cada saber constitutivo. Siempre hay nuevas necesidades del pensamiento y nuevos problemas de indagación que imposibilitan un marco de referencias pleno. De hecho, entre el momento de elaboración de este apartado, en las etapas preliminares de la investigación, y la conclusión del proyecto, ocurre un inevitable avance en la generación de saberes que resulta inviable abarcar en detalle. Por ello, considerando que la producción del conocimiento está sujeta a las SABERES SOBRE ALTERIDAD SABERES SOBRE EDUCACIÓN EN DERECHOS HUMANOS SABERES SOBRE INVESTIGACIÓN BIOGRÁFICA SABERES SOBRE FENOMENOGRAFÍA DIMENSIONES CONCEPTUALES Y METODOLÓGICAS ESTRUCTURANTES DEL ESTUDIO REVISIÓN DE CONTENIDOS, ORIENTACIONES TEÓRICAS Y/O PERFILES TEMÁTICOS Alteridad en la Educación en Derechos Humanos Perspectiva Fenomenográfica - Biográfica Núcleos de indagación 45 condiciones de cada tiempo y lugar, se opta aquí por un acercamiento a los diversos exponentes, trabajos, avances y realizaciones en los saberes constitutivos, sin pretensión de visiones conclusivas o determinativas. Gráfico 2. Relaciones de los saberes constitutivos. Criterio de establecimiento de “áreas de producción” y “zonas de silencio”. Otro asunto considerado en la conformación del presente estado del debate, tiene que ver con la complejidad surgida de la ampliación de relaciones entre los saberes constitutivos, que da lugar a la conformación de un marco específico de afinidades epistémicas (Gráfico 2). En efecto, si se intentan algunas conexiones entre los componentes preliminares, se puede lograr un panorama sobre desarrollos (áreas de producción) y ausencias del conocimiento (o “zonas de silencio”) que aparecen ceñidos al interés de la investigación. De esa articulación de criterios analíticos surge la búsqueda por los estudios sobre alteridad en la educación en derechos humanos y por las estrategias metodológicas como se ha llegado a tales estudios. De aquí se captan las líneas categoriales que se desarrollarán posteriormente en los capítulos dos y tres. SABERES CONSTITUTIVOS DEL ESTUDIO PUESTOS EN RELACIÓN. CONSTITUCIÓN DEL MARCO ESPECÍFICO DE AFINIDADES EPISTÉMICAS SABERES SOBRE ALTERIDAD SABERES SOBRE EDUCACIÓN EN DERECHOS HUMANOS SABERES SOBRE INVESTIGACIÓN BIOGRÁFICA SABERES SOBRE FENOMENOGRAFÍA Relaciones entre ámbitos conceptuales/temáticos y vertientes epistémicas/metodológicas Relaciones entre vertientes epistémicas Relaciones entre ámbitos temáticos 46 Las posibles interrelaciones para la identificación de desarrollos o “áreas de producción” y “zonas de ausencias”, podrían formularse así: En cuanto a las relaciones entre ámbitos temáticos o de interés conceptual para el estudio: En cuanto a las relaciones entre vertientes metodológicas: Finalmente, en las relaciones entre ámbitos
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