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Otra-forma-de-leer-el-Periquillo-Sarniento--los-grabados

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UNIVERSIDAD NACIONAL 
AUTÓNOMA DE MÉXICO 
 
 FACULTAD DE ESTUDIOS SUPERIORES 
ACATLÁN 
 
“OTRA FORMA DE LEER EL PERIQUILLO SARNIENTO: 
LOS GRABADOS” 
 
TESIS 
 
QUE PARA OPTAR POR EL TÍTULO DE 
LICENCIADA EN HISTORIA 
 
PRESENTA 
 
MARTÍN NAVARRETE MARÍA DEL CARMEN 
 
ASESORA: LIC. ADRIA PAULINA MILAGROS PICHARDO HERNÁNDEZ 
 
JUNIO DE 2011 
 
UNAM – Dirección General de Bibliotecas 
Tesis Digitales 
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objeto de protección de los derechos de autor, será exclusivamente para 
fines educativos e informativos y deberá citar la fuente donde la obtuvo 
mencionando el autor o autores. Cualquier uso distinto como el lucro, 
reproducción, edición o modificación, será perseguido y sancionado por el 
respectivo titular de los Derechos de Autor. 
 
 
 
 
Agradecimientos 
 
A Dios por darme la oportunidad de estudiar la carrera que hace seis años atrás pensaba que 
era un sueño, en la mejor Universidad de Iberoamérica, la Universidad Nacional Autónoma 
de México en su campus Acatlán, institución a la cual debo lo que soy y donde encontré 
maravillosas guías como la Maestra Milagros, quien sentó las bases de mi conocimiento 
sobre arte, me dejó incursionar en el ámbito docente al participar con ella en el Programa 
Interno de Adjuntías (PIA) y por asesorar esta tesis con sus valiosas aportaciones, gracias 
por todo su conocimiento y su paciencia. 
Otro mentor indiscutible ha sido la Maestra Eugenia Reyes, por la ayuda que me 
brindó en el trascurso de la licenciatura, contribuyendo con diversos enfoques, críticas 
constructivas y guiarme en mi primera ponencia. 
También agradezco a la Maestra María José Esparza Liberal por la experiencia tan 
valiosa de haber hecho mi servicio social en el Instituto de Investigaciones Estéticas de la 
UNAM y las invaluables aportaciones para el trabajo que terminó convirtiéndose en esta 
investigación. 
En el ámbito familiar, piedra angular en mi vida es mi hermana Rocío, a quien 
dedico el presente texto por su apoyo incondicional en todo momento, ¡muchas gracias 
muñeca! sé que seguirá siendo de esa manera. 
La disciplina cuasi militar que me forjó carácter sin el cual no habría podido sortear 
las dificultades que se me han presentado, tanto en la licenciatura como a nivel personal 
también los valores inculcados, la fortaleza y tenacidad, se lo debo a mi mamá, quien ha 
demostrado una fortaleza extraordinaria para siempre salir avante con dignidad, un gran 
ejemplo de mujer. 
Es importante agradecer a mi abuela María Luisa y mis tíos quienes por diversas 
circunstancias de mi vida, pagaron mi educación básica, base sólida para que pudiera llegar 
hasta aquí, en especial a mi tío Miguel por ser tan cariñoso conmigo. 
Mención especial merece Josafat, un gran hombre, simplemente gracias por “ser 
aquí” y por todo lo que has brindado. 
Es imposible dejar de expresar gratitud a quienes se convirtieron en mi familia 
durante los cuatro años de la licenciatura y continúan siendo parte muy importante de mi 
 
vida: Karina y Luis, gracias por la complicidad (en especial a Karina), su amistad, sus 
conocimientos, apoyo y paciencia, he tenido el privilegio de compartir y crecer con 
maravillosas personas. Se que serán grandes profesionales de la Historia, dignos 
representantes de la FES Acatlán y sobre todo, excelentes seres humanos, simplemente ¡los 
adoro! Y a Víctor, quien a pesar de todo lo sucedido, no ha dejado de ser un buen amigo. 
Por último, quiero agradecer al personal del Biblioteca Fondo Reservado de la 
Biblioteca Nacional y del Centro de Estudios Históricos CARSO por las facilidades 
otorgadas en la investigación, asimismo, al Centro de Información y Documentación de la 
FES Acatlán, la Biblioteca Central y las bibliotecas Rafael García Granados, del Instituto 
de Investigaciones Históricas; Justino Fernández, del Instituto de Investigaciones Estéticas 
y Rubén Bonifaz Nuño, del Instituto de Investigaciones Filológicas. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Otra forma de leer El Periquillo Sarniento: los grabados 
Índice 
 
Introducción ..................................................................................................... 9 
 
I Literatura e imagen .................................................................................... 12 
I.1 El Periquillo Sarniento y la literatura. ............................................................ 13 
I.2 La imagen como reafirmante del discurso. .................................................... 22 
 
II Conociendo la obra .................................................................................... 26 
II.1 Contexto histórico de El Periquillo Sarniento y su autor. ............................ 27 
II. 2 Contexto social de El Periquillo Sarniento y su autor. ............................. 36 
II. 3 Importancia y vigencia de la obra. ............................................................... 37 
II. 4 Generalidades sobre los grabados de la edición de 1816. .......................... 41 
 
III Análisis de los grabados ........................................................................... 49 
 
III.1 “Periquillo con los trofeos de sus aventuras” .................................... 50 
 
III. 2 Usos y costumbres ................................................................................. 57 
 
III.2.1 “¡Válgame Dios, cuanto tuvo mi padre que batallar con las 
preocupaciones de las malditas viejas¡” .............................................................. 58 
III.2.2 “Iba yo embuelto en mi capa con mi pañuelo amarrado en la cabeza, y 
lleno de confusión, pensando q.e estaba excomulgado y separado de la 
compañía de aquellos siervos de Dios” ................................................................ 62 
III.2.3 “Se daba al diablo el triste casero con semejante vista, mientras yo me 
ocupaba de otras atenciones más precisas” ......................................................... 66 
 
III.2.4 “¡Qué de perdones no pedí a un cuerpo que ni podía agradecer mis 
lisonjas, ni remitir mis agravios” ......................................................................... 70 
III.2.5 “¿Para qué quiero la vida sin dinero? Y diciendo esto se arrojó al mar 
sin que lo pudieramos estorbar ninguno de cuantos íbamos a su lado” ........... 73 
 
III. 3 Educación y oficios ............................................................................... 76 
 
III.3.1 “Tome V. el palo del tintero o todos sus algodones juntos y borre ahora 
mismo y antes que me vaya ese verso perversamente escrito” .......................... 77 
III.3.2 “¿Mi hijo oficio? ¿Qué dijera la gente al ver al hijo de D. Manuel 
Sarmiento aprendiendo a sastre, pintor, platero u otra cosa?” ........................ 82 
III.3.3 “Ello es q.e hice mi oposición a toda gramatica y quedé sobre las 
espumas” ................................................................................................................ 84 
III.3.4 “Quando colocado frente de la catedra en medio de dos Sres. Vedeles 
con mazas al hombro me oí llamar Bachiller por un Sor. Doctor con su cap.lo 
y colgajos de limpia seda pensé en morirme o volverme loco de gusto” ........... 86 
III.3.5 “Luego que yo le informé de mis dudas y le dije algo de lo que mi padre 
me predicó, se echó a reír y me dijo: eso no se pregunta, estudia para clérigo, 
como yo, que es la mejor carrera y cierra los ojos” ............................................ 89 
III.3.6 “Tan embebecido estaba en su escoleta que no sintió queentre, y 
prosiguió brincando como un gamo” ................................................................... 91 
III.3.7“Fueron otros dos novicios y presentándome dos cubetas de cuero, me 
dixeron: hermano, venga su caridad: tome esas cubetas y vamos á barrer el 
convento” ................................................................................................................ 93 
III.3.8 “El miserable perro ponía sus gemidos en el cielo. Tales eran las 
cuchilladas que solía llevar de cuando en cuando” ............................................. 96 
III.3.9 “Apriete V. el resuello, hermano, y recibala cuan caliente pueda que en 
esto consiste su salud” ........................................................................................... 99 
III.3.10 “Caí privado bajo del amortajado pero a las orillas de su misma 
sepultura” ............................................................................................................. 102 
 
III.3.11 “El frecuente trato que tenía con los soldados me acabó de imponer en 
sus modales” ......................................................................................................... 106 
 
III.4 Diversiones ........................................................................................................... 109 
 
III.4.1 “¿Quien había de ser por mis negros pecados sino el demonio de Juan 
Largo mi caro amigo y favorecedor? ................................................................. 110 
III.4.2 ¡Ah, mi hermano! Si el viviera ¡que gusto había de tener viendo a su 
hijo Januario tan adelantado! No mucho, aunque me perdone; dixo el Vicario” 
 ................................................................................................................................ 112 
III.4.3 “Me levanté al momento, sin advertir que al golpe se me habían 
reventado los botones y las cintas de los calzoncillos, y así habiendoseme bajado 
a los talones, quedé engrillado, sin poder dar un paso y en la más vergonzosa 
figura” ................................................................................................................... 115 
III.4.4 “El olor del guajolote y del pulque de piña, acarreó ese día a mi casa un 
porción de amigos y parientes que fueron a cumplimentarme” ...................... 117 
III.4.5 “Fueron despertando y mirándose unos a otros las caras llenas de jaspes 
y labores no podían contener la risa, especialmente las mujeres” .................. 119 
III.4.6 “El Sr. cura llenó un vasito y se lo dio al gobernador, diciéndole: toma 
hijo a la salud del Sr. Subdelegado” ................................................................... 122 
III.4.7 “A las diez o doce bolas fue saliendo mi número (que era 7.596) 
premiado con tres mil pesos” .............................................................................. 126 
III.4.8 “A cada instante tenía disputas, reconvenciones y reclamos, más el sabía 
sacudirse y quedarse con bola en mano” ........................................................... 130 
 
III. 5 Pleitos .................................................................................................................... 136 
 
III.5.1 “Se encerró conmigo y me dio tan soberbia tarea de trancazos que sino 
fuerzan los demás huéspedes la puerta y me quitan, no escribo mi vida” ..... 137 
III.5.2 El perrillo alternaba sus ladridos con nuestros gritos y el gato todo 
espeluznado no se atrevía a bajar del brasero” ................................................ 138 
 
III.5.3 “El parroco decía: todo el encono es contra el médico. Si estas honras se 
hicieran con más frecuencia a los charlatanes no habría tantos matasanos”...144 
III.5.4 “Me empezó a retorcer el pañuelo con tanta fuerza que ya me ahogaba y 
con la otra mano cogía ollitas y cazuelas muy aprisa y me las quebraba en la 
cabeza” .................................................................................................................. 147 
III.5.5 “¡Jesús me valga! Dije yo al tiempo de caer en el suelo revolcándome en 
mi sangre” ............................................................................................................. 149 
 
III.6 Cárcel .................................................................................................... 151 
 
III.6.1 “Yo estaba con el farol en la mano, desembozado el sarape y con aquella 
serenidad que infunde la inocencia” .................................................................. 152 
III.6.2 “Si así lo hicieres Dios te ayude, y sino te lo demande” ........................ 155 
III.6.3 “Cuando estaba en lo mejor de mi engaño he aquí que comienzan a 
disparar sobre mi unos jarritos de orines; pero tantos tan llenos y con tan buen 
tino que en menos de lo que cuento ya estaba yo hecho una sopa de meados, 
descalabrado y dado a Judas” ............................................................................ 157 
III.6.4 “Se encendió la cosa de tal modo que en un instante llegamos a las 
manos” .................................................................................................................. 159 
III.6.5 “Exclamé lleno de gusto ¡gracias a Dios que a lo menos tengo sombrero 
que me valga esta vez! Diciendo esto lo descolgué” .......................................... 161 
III.6.6 “Me plantaron mi par de grillos, me montaron sobre un macho 
aparejado y me condujeron a la cárcel de la corte” ......................................... 164 
III.6.7 “Cuatro o cinco veces grité y, o no me oían aquellos pícaros o se hacían 
dormidos… y así enfadado de su flojera, me incorporé de la cama a pesar de 
mis dolores y les tiré con el jarro de bebida con tan buen tino que los bañé mal 
de su agrado” ........................................................................................................ 166 
 
Conclusiones ................................................................................................. 171 
Anexo ............................................................................................................. 175 
 
 
Fuentes consultadas...................................................................................... 184 
 
Bibliográficas ......................................................................................................... 184 
Tesis ........................................................................................................................ 188 
Hemerográficas ..................................................................................................... 188 
Sitios de Internet ................................................................................................... 190 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
9 
 
Otra forma de leer El Periquillo Sarniento: los grabados 
 
Introducción 
 
El presente trabajo de investigación tiene como fin el análisis de los grabados que ilustran 
la primera edición (1816) de El Periquillo Sarniento escrito por José Joaquín Fernández de 
Lizardi. Esta obra aún no ha sido valorada del todo, ya que existen muchos elementos 
rescatables como la vida cotidiana, los usos y costumbres, el entorno en que se desarrolla el 
autor, así como el de Pedro Sarniento, protagonista de la novela, los cuales se retoman en 
éste a partir de los grabados. 
La metodología utilizada para la revisión de los grabados de este estudio es el 
análisis iconográfico, planteado por el historiador de arte Erwin Panofsky (1892-1968), el 
cual se fundamenta en dos principios: la iconografía y la iconología, es decir, se parte desde 
la identificación de objetos y/o personajes para culminar con la interpretación. Para fines 
prácticos, en esta investigación se combinan ambos aspectos, por ejemplo, se observa en un 
aguafuerte a una mujer, se describe a ésta y en seguida se interpreta el papel que desarrolla 
en la escena y por qué. Enel caso de los objetos, se menciona qué son y la razón de estar 
presente en la composición de la estampa. 
 En el primer capítulo se expone, el papel que desempeña El Periquillo Sarniento 
dentro de la literatura nacional, ya que es considerada la primera novela mexicana por la 
mayoría de los críticos literarios. Asimismo se explica el motivo por el que Fernández de 
Lizardi decidió incluir ilustraciones, entendiendo de esa manera a la imagen como 
reafirmante del discurso. 
Como contenido del segundo apartado se aborda el contexto histórico y social en el 
que se escribió y publicó El Periquillo Sarniento, así como la trascendencia de la obra para 
comprender la causa por la que a ciento noventa y cinco años continua siendo publicada, 
leída y estudiada. Salvo por Enrique Flores quien analizó el la primera imagen que ilustra la 
novela, no se ha hecho un trabajo desde el punto de vista gráfico, lo cual hizo que surgiera 
el interés por este aspecto. De igual forma se establecen las generalidades de las estampas, 
10 
 
exponiendo los puntos en común que tienen entre sí los treinta y siete aguafuertes que 
ilustran la novela. 
 En el tercer y último capítulo se analizan una a una las estampas del libro, utilizando 
como marco de referencia la obra y la vida cotidiana de la postrimería del virreinato, ello 
con la finalidad de lograr una interpretación objetiva de las imágenes. 
Posteriormente se presenta las conclusiones y después de éstas, se halla un anexo 
que consiste en un resumen de la primera edición de la novela. 
 En la época en la cual se publicó El Periquillo…, no era común que las obras 
literarias fueran acompañados por ilustraciones, por ende, la presente investigación se 
pretende demostrar que sí el objetivo de la obra era didáctico por sus enseñanzas morales, 
la mejor manera de reafirmar su discurso era a través de la imagen y que por medio de ésta, 
lograría llegar a población la cual era mayoritariamente analfabeta. 
 Las fuentes utilizadas para sustentar este estudio, son diversas, la consulta de 
diversos teóricos, entre ellos, Arnold Hauser, quien es primordial para comprender la 
relación entre la literatura y la sociedad, asimismo son fundamentales las ideas de Francoise 
Perus, con el fin de entender el uso de esa bella arte como fuente para el historiador. En 
cuanto a la temática del papel que desarrolla la novela El Periquillo Sarniento en la 
literatura, se hizo necesaria la revisión de los diversos estudios realizados, así como los 
prólogos de las diferentes ediciones de la novela, con la finalidad de analizar la obra. 
 Las imágenes que corresponden a la primera edición de El Periquillo Sarniento, 
mismas que se estudian en este trabajo, se encuentran en el fondo reservado de la Biblioteca 
Nacional (tomos II y III) y en el Centro de Estudios Históricos de CARSO (microfilm). En 
ambos lugares el acceso es restringido. 
 Existen otros textos imprescindibles en lo que respecta a la imagen, entre ellos los 
de Peter Burke y Beatriz de Alba-Koch. Con base en éstos se explica el uso de las 
ilustraciones como fuente para el historiador y la importancia de ésta como reafirmante del 
discurso. 
 Para quien desee acercarse a la obra de Lizardi en general, es indispensable la 
revisión de José Joaquín Fernández de Lizardi. Obras, donde a lo largo de XIV tomos los 
investigadores del Instituto de Investigaciones Filológicas de la Universidad Nacional 
11 
 
Autónoma de México han recopilado, folletos, periódicos, obras de teatro, novelas, entre 
otras cosas. 
 Por todo lo anterior es posible afirmar que las fuentes elegidas para llevar a cabo 
esta investigación son de suma utilidad, ya que gran parte de ellas posee información 
especializada. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
12 
 
Capítulo I. -Literatura e imagen 
 
Este capítulo partirá de la definición de literatura y de los conceptos que inciden en El 
Periquillo Sarniento, para familiarizar al lector con los términos y explicarlos con la obra a 
tratar. 
Por otra parte, hablar de la relación entre la historia y la literatura siempre es 
controversial, por aquello de la delgada frontera entre ambas para unos, y una distancia 
abismal para otros, todo en aras de la búsqueda de la cientificidad en las mencionadas 
disciplinas. 
Para fines prácticos de esta investigación, más que ahondar en la manera en la cual 
incide la literatura en el modo de escribir y/o hacer historia, se busca rescatar la 
interrelación la literatura y la imagen, como fuente de estudio para el historiador. 
De igual forma, se tratará el uso de la imagen por parte del autor como reafirmante 
del discurso. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
13 
 
I.1 El Periquillo Sarniento y la literatura 
 
Se sabe que el Arte se manifiesta en diversas disciplinas y al ser legado de su tiempo puede 
contener diversos significados e incluso interpretarse de distintas puntos de vista. En el caso 
de la literatura, ésta se define como el: “Arte que emplea como medio de expresión una 
lengua”
1
, y se divide en diversos géneros de acuerdo con la temática que plantean. Uno de 
éstos es la novela, la cual, según el Diccionario de la Real Academia de la Lengua 
Española, se explica como: “Obra literaria en prosa en la que se narra una acción fingida en 
todo o en parte, y cuyo fin es causar placer estético a los lectores con la descripción o 
pintura de sucesos o lances interesantes, de caracteres, de pasiones y de costumbres.”
2
 
Para el presente trabajo de investigación se ha estudiado la obra El Periquillo 
Sarniento publicado por vez primera en 1816 por José Joaquín Fernández de Lizardi y que 
es considerada como la primera novela mexicana. Este texto, efectivamente fue escrito en 
prosa, narra ficción en torno a Pedro Sarmiento, mejor conocido como “Periquillo 
Sarniento”, es decir, el personaje y sus vivencias son invención del autor, donde se ven 
plasmados, sucesos interesantes (Lizardi en algunos capítulos utiliza ese adjetivo para 
invitar al lector a que continúe con la obra, por ejemplo, en el capítulo VI del tomo I, lo 
titula de la siguiente manera: “En el que nuestro bachiller da razón de lo que le pasó en la 
hacienda, que es algo curioso y entretenido”
3
) “de caracteres, de pasiones” en esta ocasión 
del protagonista y quienes lo rodean; y “de costumbres”, acerca de lo último, se hablará 
más adelante cuando se ahonde en el subgénero al que pertenece el texto. 
Como se ha observado, el único “punto” en que no coincide El Periquillo… con el 
concepto de novela es el “fin de causar placer estético al lector” ya que el objetivo de 
Lizardi, no se limita a deleitar, su meta es educar de una manera didáctica. Trasciende al 
comunicar sus ideas acerca del “deber ser” social, no utilizando un lenguaje uniforme, en 
ocasiones es culto y en otras es vulgar, así crea lazos de afinidad con quien recibiera el 
mensaje, tal es el caso del VII capítulo del primer tomo, a lo largo del cual se encuentran 
frases en latín en voz de Juanario como “quod ab experentia patet non indiget probatione” 
 
1
 Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española, versión electrónica, 
http://buscon.rae.es/draeI/SrvltConsulta?TIPO_BUS=3&LEMA=literatura, revisado en septiembre de 2010 
2
 Ibídem. 
3
 José Joaquín Fernández de Lizardi, El Periquillo Sarniento, México, oficina de Alexandro Valdés, calle de 
Zuleta, 1816, tomo I, capítulo VI, p. 68-80 
14 
 
seguidas de varios “eclis” y “eclises” (refiriéndose a los eclipses) de Don Martín.
4
 Lizardi 
en “Apología de El Periquillo Sarniento”, hace una aclaración al respecto pues estaba 
consciente que enfrentaría severas críticas por su forma de escribir y dice al respecto: 
 
Yo no atropello con todo las reglas del arte, y sería un necio si presumiera de ello. Los 
que entienden de arte saben muy bien qué reglastraspaso, cómo, cuándo y con que 
objeto. Suelo prescindir de aquellas reglas que me parezcan embarazosas para llegar al 
fin que me propongo, que es la instrucción de los ignorantes (...) persuadido de que los 
lectores para quienes escribo necesitan ordinariamente que se les den moralidades 
mascadas, y aun remolidas, para que les tomen el sabor y las puedan pasar…”
5
 
 
Esto fue muy importante porque refleja que Lizardi planteó la novela también para los 
estratos bajos de la sociedad novohispana, quienes no sabían leer y escribir, es decir eran 
ágrafos, así, propició una sencilla lectura en voz alta, utilizó ilustraciones en cada capítulo 
para facilitar la comprensión del texto, esto se profundizará en el apartado “La imagen 
como reafirmante del discurso”. 
Como se ha dicho anteriormente, la literatura se divide en varios géneros, éstos, a su 
vez en subgéneros. El Periquillo… ha causado controversia al respecto, Beatriz Alba-Koch 
da cuenta de ello, en su libro Ilustrando la Nueva España: Texto e imagen en El Periquillo 
Sarniento de Fernández de Lizardi
6
, donde discute si la mencionada novela corresponde a 
la picaresca o al costumbrismo, es importante retomar esta disertación pues dependiendo el 
autor que se consulte es el subgénero que se le atribuye a la novela, al respecto, el autor de 
este trabajo fijará su postura más adelante. 
De la misma manera en la que se definió a la literatura y a la novela, se recurrirá al 
concepto para poder entender mejor a que subdivisión pertenece la obra. Acerca del 
subgénero picaresco(a), nuevamente el Diccionario de la Real Academia Española, dice: 
 
4
 José Joaquín Fernández de Lizardi, El Periquillo …tomo I, capítulo VII, p.81-95 
5
 “Apología de El Periquillo Sarniento” en José Joaquín Fernández de Lizardi, Obras VIII, Novelas, El 
Periquillo Sarniento, México, Universidad Nacional Autónoma de México-Instituto de Investigaciones 
Filológicas, prólogo, ed. y notas Felipe Reyes Palacios 1982, Tomos I y II, p. 25-26. 
6
 Beatriz de Alba-Koch, Ilustrando la Nueva España: Texto e imagen en El Periquillo Sarniento de 
Fernández de Lizardi, Cáceres, Universidad de Extremadura, Servicio de Publicaciones, 1999. 
15 
 
“La que, normalmente en primera persona, relataba las peripecias poco honorables de un 
pícaro. Se cultivó durante los siglos XVI y XVII.”
7
 
El Periquillo… trata de la vida de Pedro Sarniento, (no debe perderse de vista que el 
narrador de la obra es Pedro Sarniento y no Periquillo) nacido en cuna criolla, tuvo el 
privilegio de acudir a la escuela y recibir una formación académica que desaprovecha 
yéndose a fiestas. Así, cuando muere su padre, (quien lo intentó guiar por el “camino 
recto”) se convirtió en un pícaro
8
, por lo tanto pasa de ser un criollo de clase media a un 
jugador y apostador en los juegos de cartas que por un mal entendido, tramado por su 
supuesto amigo y protector Juan Largo, terminó en la cárcel, donde conoció al escribano 
“Chanfaina” quien lo sacó del encierro. Es a partir de ese momento, en que por azares del 
destino, para sobrevivir sirvió a diferentes amos, aprendió (o mal aprendió) algunos oficios 
e incluso llegó a ser exiliado, el mismo Lizardi lo menciona en Idea de la obra: 
 
Los trabajos le siguieron, a medida de su vida libertina. 
Él fue fraile, médico, soldado, juez, mendigo, ladrón, sacristán comerciante, etcétera, 
etcétera, y en todas esta épocas tuvo raros acaecimientos, como era natural que 
sucediera.
9
 
 
En el ámbito de la novela picaresca, la aportación de Lizardi es que el Periquillo, 
tiene “final feliz”, es decir, después de haber sido un pícaro en su juventud, al final de su 
vida vuelve al “camino del bien”, ello se puede constatar hasta la tercera edición, ya que la 
primera fue censurada por incluir un capítulo en el cual expuso argumentos en contra de la 
esclavitud, y la segunda era una copia de ésta. Aunque los primeros lectores y oyentes de la 
novela se quedaron con el suspenso de conocer el final de Periquillo, es importante señalar 
que para Lizardi la “redención” del protagonista estaba planeada desde el principio, 
nuevamente en Idea de la obra, lo indica: 
 
 
 
 
7
 http://buscon.rae.es/draeI/SrvltConsulta?TIPO_BUS=3&LEMA=literatura, revisado en septiembre de 2010. 
8
 Entiéndase por pícaro: “Bajo, ruin, doloso, falto de honra y vergüenza. Astuto, taimado. Tipo de persona 
descarada, atrevida, bufona, de mal vivir, sin oficio ni beneficio. Ingenioso y audaz y que sale adelante en las 
situaciones más críticas y apuradas.” Ibídem. 
9
 “Idea de la obra” en José Joaquín Fernández de Lizardi, Obras VIII, Novelas, El Periquillo… p. 6 
16 
 
Pero fuérase por los grandes y continuos trabajos que pasó, fuérase por el largo 
conocimiento que tenía del mundo, o por un riesgo inminentísimo en que se vio, 
determinó mudar de vida, se redujo, fue un hombre de bien; logró hacerse de un 
capitalito regular, se casó con una joven virtuosa y en los últimos días de su vida 
desquitó, con una continuación de acciones buenas, el escándalo que había dado con las 
malas. 
Finalmente le asaltó la enfermedad de la muerte…
10
 
 
Aquí se establece una clara diferencia de otras obras con las que se ha comparado El 
Periquillo…, como Gil Blas de Santillana o el Estebanillo de González, en las que los 
protagonistas terminan en la cárcel o enfermos.
11
 
Otra discrepancia, con las obras citadas arriba es la del pícaro, por tradición, se ha 
dicho que Periquillo es el protagonista de la novela y es un pícaro, sin embargo, la Doctora 
María Rosa Palazón, expuso durante una lectura en voz alta, la teoría del “falso pícaro”, en 
la cual sostiene que el protagonista de la novela escrita por Lizardi no es Periquillo, pues 
quien narra es Pedro Sarniento, es decir, la historia se cuenta ya cuando el personaje se 
“redimió” y no en el momento de las vivencias. Sonia Marta Mora en su libro De la 
sujeción colonial a la patria criolla: El Periquillo Sarniento y los orígenes de la novela en 
Hispanoamérica
12
 coincide en este sentido con la Doctora María Rosa Palazón, posturas 
con las cuales se concuerda en este trabajo. 
Por último, El Periquillo… como se ha dicho, se publicó por vez primera en 1816, 
por lo tanto no entra en la temporalidad ya mencionada para el género de la picaresca. 
El segundo subgénero, en el que se ha clasificado la novela es el costumbrismo, 
debido a la descripción que hace de la vida cotidiana, es decir, se ven reflejadas las 
costumbres de determinado sitio, de ahí su nombre. En El Periquillo…, Lizardi describe su 
sociedad, la cual está en tránsito, entre el fin del virreinato y el inicio del México 
independiente. Cabe subrayar lo expresado anteriormente, esta novela, no es únicamente 
descriptiva, sino el pensamiento del autor acerca del “deber ser” social. 
De acuerdo con Mario Calderón, la novela costumbrista proviene del cuadro de 
costumbres española de la primera mitad del siglo XIX, donde hay una mera descripción 
 
10
 Ibídem 
11
 Beatriz Alba-Koch, op. cit., p. 20 
12
 Sonia Marta Mora, De la sujeción colonial a la patria criolla: El Periquillo Sarniento y los orígenes de la 
novela en Hispanoamérica, Heredia, Costa Rica, EUNA, 1995, p. 238 
17 
 
del entorno, sin embargo, el autor señala que la novela costumbrista mexicana no proviene 
de la novela costumbrista española y fecha la de México a partir de 1832, año de la 
publicación
13
 de Don Catrín de la Fachenda, también escrita por Fernández de Lizardi
14
, es 
decir, dieciséis años después de El Periquillo…, por lo tanto forma parte de la evolución del 
autor como novelista. 
Mario Calderón agrupa en trece puntos las características de la novela costumbrista 
mexicana, de los cuales El Periquillo…
15
 coincide en cinco como ejemplo,éstos son los 
siguientes: 
 
1. Lenguaje: Va del culto al popular pasando por una fuerte carga emotiva propia del 
romanticismo y el uso de palabras en náhuatl. 
Se mencionó anteriormente uno de tantos ejemplos en los cuales Lizardi, en boca de 
sus personajes combina el latín con términos populares, lo mismo sucede con los 
términos en náhuatl. 
En cuanto al romanticismo, para ilustrarlo, es mejor dejar hablar a Periquillo: 
 
Oh, instante fúnebre y terrible de mi cansada imaginación! ¡Qué de abrazos le di, 
qué de besos imprimí en sus labios amoratados, qué de expresiones dulcísimas la 
dije! ¡Qué de perdones no pedí a un cuerpo que ni podía agradecer mis lisonjas ni 
remitir mis agravios!...Espíritu de mi amada consorte, no me demandes ante Dios 
loa injustos disgustos que te causé, recibe sí, en recompensa de ellos los votos 
que te tengo ofrecidos por ti al dueño de las misericordias ante sus inmaculados 
altares.
16
 
 
2. De corte liberal17: Si bien por la temporalidad no puede considerarse a Lizardi como 
un liberal, por su propagación de las ideas ilustradas ya sea a través de novelas o 
periódicos, algunos autores como Beatriz Alba-Koch o Lilian Álvarez de Testa, le 
 
13
 Cabe aclarar que fue post mortem, el autor murió en 1827. 
14
 Mario Calderón, “La novela costumbrista mexicana” en La República de las letras, asomos a la cultura 
escrita del México decimonónico, volumen I Ambientes, asocicaciones y grupos. Movimientos, temas y 
géneros literarios, México, Universidad Nacional Autónoma de México, 2005, p. 315-324. 
15
 Es importanterecordar que el autor usó a Don Catrín de la Fachenda, última obra de Lizardi que fue 
publicada cinco años después del fallecimiento del autor, en 1832, como punto de partida. 
16
 José Joaquín Fernández de Lizardi, El Periquillo…, tomo III, capítulo VII, p. 143 
17
 El autor señala que Manuel Payno es la excepción, Mario Calderón, op. cit.,p. 321 
18 
 
han considerado como un “protoliberal”. Un hecho representativo fue que Lizardi 
en vida no pudo ver publicada la obra en su totalidad pues los tomos IV y V fueron 
censurados por motivos previamente mencionados. 
 
3. Protagonistas relacionados con algún oficio: Periquillo sirvió a varios amos, como 
en el género picaresco, pero ejerciendo varios oficios, por mencionar un ejemplo, el 
de barbero con Agustín Rapamentas, quien había sido barbero de su padre y al verlo 
en la calle le ofrece ser aprendiz, lo cual significaba además de formarse en el oficio 
en cuestión, casa y sustento.
18
 
 
4. Verdad en gente pobre y trabajadora: En el caso de El Periquillo…, quien tiene la 
razón es la gente trabajadora. Como muestra está el capítulo V del tomo III, en el 
cual, por querer “salvar el pellejo”, Periquillo culpa a un trapiento de haberle robado 
unas prendas que pertenecieron a su anterior amo, que el mismo se llevó en su 
partida. La policía lo aprehendió, pero en el transcurso de la tarde lo dejó en 
libertad, hecho desconocido por el protagonista. En la noche, el trapiento intercepta 
a Periquillo y le pregunta la razón de su proceder, después le cuenta cómo de ser un 
hijo de familia criolla cayó en la pobreza, pero a pesar de todo trabajaba por sacar a 
adelante a su descendencia.
19
 
 
5. Interés por la educación: Esta temática fue muy importante en la producción 
literaria de Fernández de Lizardi debido a que pensaba en ésta como el instrumento 
idóneo para lograr una mejor sociedad. En lo que se refiere a El Periquillo…, 
directamente dedicó seis capítulos (tomo I, capítulos II, III,IV, V, VI, IX, X y XI) 
de la obra a este tema, pero no hay que perder de vista el objetivo principal del autor 
en esta novela: didáctico. Ello se debe a la situación de la prensa en ese momento, 
primero, la creciente producción literaria a causa de la disminución del costo en las 
técnicas de impresión. Segundo, en 1812, es decir, cuatro años antes de la 
publicación de la novela que se estudia, se aprobó y derogó en la ciudad de México, 
 
18
 José Joaquín Fernández de Lizardi, El Periquillo…, capítulo I, p. 1-24 
19
 José Joaquín Fernández de Lizardi, El Periquillo…, tomo III, capítulo V, p. 77-99. 
19 
 
la libertad de imprenta estipulada por la Constitución de Cádiz (1812), por lo tanto 
periódicos aparecían y desparecían
20
; así las cosas, Lizardi decidió difundir su 
pensar a través de la publicación de una novela, que además de ser un vehículo de 
expresión, se esforzó para que fuera el más atractivo, ameno y así llegar a un 
mayor número de personas. Por ello, los recursos que utilizó el autor buscaron tener 
afinidad con sus contemporáneos, al exponerles una historia, de alguien “común y 
corriente” que se enfrente a situaciones que sucedían en la Nueva España. De esa 
forma, Lizardi pasó de ser periodista a novelista y afianzar su unión con la 
literatura, a tal grado que el haber escrito El Periquillo… le ha hecho ser reconocido 
como el primer novelista mexicano y no como periodista. 
 
Como se ha visto hasta el momento, El Periquillo… claramente presenta elementos de 
ambos subgéneros literarios, sin embargo, se acopla mejor a la picaresca al narrar las 
aventuras de un pícaro, que sirve a distintos amos, describiendo su entorno. No obstante 
sobrepasa estos puntos al hacer mayor énfasis en usos y costumbres, tener final feliz y su 
objetivo didáctico. Estos aportes, más adelante sirvieron como sustento de la famosa novela 
costumbrista mexicana del siglo XIX, que retomaría lo hecho por Lizardi por tanto se ha 
llegado a la conclusión de que El Periquillo… es una obra de transición entre esos dos 
subgéneros. 
El Periquillo… es considerada la primera novela mexicana, a pesar de haberse 
escrito al final del virreinato. Cabe destacar que a lo largo de éste, los novohispanos 
cultivaron diversos géneros literarios, mas no propiamente la novela, como señalan 
diversos autores, entre ellos Carlos González Peña
21
 así como Raymundo Ramos y Claudia 
Chantaca
22
, quienes en sus respectivos textos exponen una breve revisión de las diferentes 
obras producidas en la época virreinal, por ejemplo, Los sirgueros de la Virgen (1620) del 
bachiller Francisco Bramón o La portentosa vida de la muerte (1792) del padre Joaquín 
Bolaños, ni siquiera el relato llamado Los infortunios de Alfonso Ramírez (1690) de Carlos 
 
20
 Laura Suárez de la Torre, “La producción de libros, revistas, periódicos y folletos del siglo XIX” en La 
República de las… volumen II Publicaciones periódicas y otros impresos, p.9 
21
 Carlos González Peña, Historia de la Literatura Mexicana. Desde los orígenes hasta nuestros días, 6ª. 
Edición, México, Porrúa, 1958. 
22
 Raymundo Ramos, y Claudia Chantaca, “De los orígenes a Lizardi” en Guía crítica de la novela mexicana. 
De los orígenes al 2001, Serie Ensayos Material Académico, fascículo 1, México. Universidad Nacional 
Autónoma de México, 2008. 
20 
 
de Sigüenza y Góngora (1645-1700) y los autos sacramentales de Sor Juana Inés de la Cruz 
(1645/47-1695), aunque intentos loables, no son considerados novelas, sin embargo, ellos 
fueron de los literatos más destacados del llamado “siglo de oro novohispano”. En general 
en el virreinato se cultivó la poesía, el teatro y la historia en el ámbito literario.
23
 
El Periquillo… es una gran oportunidad para conocer la sociedad que vivió el 
proceso de Independencia novohispano aunque sólo menciona dicho acontecimiento de 
manera breve, pues en El Periquillo… Lizardi apenas escribió al respecto un par de 
cuartillas en el final de la novela, en el tomo IV, que como se mencionó antes, se publicó 
posmortem. Sobre aquel episodio escribió: “… y ya por poner aquéllos a cubierto de las 
resultas de la insurrección que se suscitó en el reino el año de 1810. ¡Época verdaderamentefatal y desastrosa para la Nueva España! ¡Época de horror, crimen sangre y desolación!”
24
 
Esta novela no es una mera descripción de su medio, “… que la trama está ahí sobre 
todo para sostener y ejemplificar la prédica moralizante y las ideas de reforma social.”
25
 Es 
decir que hay crítica y propuesta por parte de lo que el autor considera los valores 
apropiados para su entorno social, por tanto, la práctica de la libertad (por ejemplo de 
prensa), igualdad (legal, en contra de la esclavitud)
 26
 y fraternidad (término acuñado en la 
Revolución Francesa para sustituir la caridad católica), con mira a la construcción de una 
nación. 
Estos valores (libertad, igualdad y fraternidad), son tomados de la Ilustración 
francesa y para inculcarlos fue necesario su difusión, por ello Lizardi se propuso realizar 
una obra con un fin didáctico, desde el prólogo en voz de Pedro Sarniento lo deja claro: ” Si 
les manifiesto mis vicios no es por lisonjearme de haberlos contraído, sino por enseñarles a 
que los huyan pintándoles su deformidad; y del mismo modo, cuando les refiero tal o cual 
buena acción que he practicado, no es por granjearme su aplauso, sino por enamorarlos de 
la virtud”
27
 En pocas palabras, Pedro Sarniento, conocido como Periquillo Sarniento busca 
dejarle a sus hijos el legado de una educación sustentada en valores. Para Lizardi serían los 
 
23
 Carlos González Peña, op. cit., p. 105-164 
24
 José Joaquín Fernández de Lizardi,Obras IX. Novelas El Periquillo…, p. 391 
25
 Lilian Álvarez de Testa, Ilustración, educación e independencia: Las ideas de José Joaquín Fernández de 
Lizardi, México, Univerdidad Nacional Autónoma de México, Coordinación de Humanidades, 1994, p. 173 
26
 Cecilia Noriega Elío, “Hacia una alegoría criolla. El proyecto de sociedad de Fernández de Lizardi” en 
Estudios de Historia Contemporánea de México, vol. 7, México, Universidad Nacional Autónoma de México, 
Instituto de Investigaciones Históricas, 1979, p. 12 
27
José Joaquín Fernández de Lizardi,”El prólogo de Periquillo Sarniento” en El Periquillo …, p.VIII 
21 
 
lectores, o bien, los que llegasen a escuchar la novela, ya que hubo sociedades de lectura, 
para conocer las obras que se publicaban el mismo Lizardi fundó una, pero fracasó por el 
ya mencionado analfabetismo de la población.
28
 Es importante aclarar que El Periquillo…, 
no fue planeado únicamente para adultos, el autor también pensó en los niños. 
La novela fue dirigida para quienes Lizardi creía podían hacer mejoras sociales, es 
decir, para aquellos nobles de espíritu pues sólo ellos tienen la disposición de corregir 
actitudes no importando su condición social, al respecto, el autor en “Razones contra 
insolencias. O respuesta de El Pensador al padre Soto” mencionó lo siguiente: “La nobleza 
adquirida consiste en las buenas acciones, de manera que el ruin plebeyo puede hacerse 
noble por sí mismo, la nobleza hereditaria es la que se logra sobre los hechos de nuestros 
ascendientes, y esta sola es nobleza quimérica, pues así como yo no puedo ser sabio porque 
mis abuelos lo fueron, así tampoco seré noble porque ellos lo fueron, si no imito sus 
acciones”.
 29
 Sin embargo cada casta en su status y haciendo lo que le correspondía, según 
su deber, podían lograr el bienestar social, es decir, el funcionamiento apropiado de la 
sociedad
30
. Si lo anterior llegaba a ser alterado, por ejemplo, un criollo venido a menos, 
caía en el desorden social porque tenía valores que no correspondían a su posición. 
Las principales influencias de Lizardi fueron el filósofo francés Jaques Rosseau y 
los españoles Campomanes y Jovellanos.
31
 La influencia del pensador galo se evidencia en 
la amistad de Periquillo y Januario, ya que en El contrato social (1762) estipula que el 
hombre es bueno por naturaleza pero la sociedad lo corrompe, así, Periquillo es bueno, pero 
Januario y su mismo entorno le hacen cometer malas acciones. En cuanto a los hispanos, se 
revela el influjo de sus ideas, al señalar Lizardi en la novela al trabajo como medio para 
enaltecer el espíritu del ser humano. 
 En otro orden de ideas es importante recordar que hay fuentes que no fueron 
realizadas expresamente para dejar algún testimonio, tampoco un tratado o ley que hable de 
alguna problemática en especial, pero, la Literatura, al igual que el resto de las Bellas Artes, 
 
28
 Luis González Obregón, Novelistas mexicanos. Don José Joaquín Fernández de Lizardi (El Pensador 
mexicano), México, Innovación, 1979, p. 122. 
29
 José Joaquín Fernández de Lizardi, “Razones contra insolencias. O respuesta de El Pensador al padre Soto” 
en Obras X,-Folletos (1810-1820), México, Universidad Nacional Autónoma de México, Instituto de 
Investigaciones Filológicas, 1981, p. 382 
30
 Cecilia Noriega Elío, op. cit., p. 30 
31
 Iris M. Zavala, Clandestinidad y libertinaje erudito en los albores del siglo XVIII, Barcelona-México, Ariel, 
1978, páginas 15-31 
22 
 
como expresiones hechas por el ser humano, son legado de su tiempo. Esta herencia no se 
limita únicamente, como en el caso de la pintura, a conocer la ropa o costumbres de cierta 
época, en cambio la literatura, habla del ser humano y la forma en la que se relaciona con 
su entorno, por tanto se puede afirmar que aporta datos al historiador.
32
 
Al igual que a cualquier documento no puede creérsele todo, tomando en cuenta que 
no existe una única verdad, sino muchas interpretaciones, y cuenta con diferentes 
herramientas para discernir la información, en el caso de la Literatura, sucede lo mismo. 
 
 
I.2 La imagen como reafirmante del discurso 
 
La imagen por su parte, también se puede utilizar como fuente, de acuerdo con Peter Burke: 
“… los textos también nos ofrecen importantes pistas, las imágenes son la mejor guía para 
entender el poder que tenían las representaciones visuales en la vida política y religiosa de 
culturas pretéritas”
33
 Esto es importante, ya que en sí mismas, las imágenes portan algún 
mensaje, idea o concepto, o bien la omisión de algún elemento de igual forma, es 
interpretable. 
Una imagen es una representación gráfica de alguna idea o concepto que da al 
espectador la posibilidad de convertir una idea abstracta en algo concreto. Por citar un 
ejemplo, la Patria, concepto que se refiere a Estado-nación, territorio, sentimiento de 
pertenecía, se hace “tangible” cuando se ve. En el caso de México, encontramos la 
siguiente representación: 
 
32
 Francoise Peruse (comp.), “Introducción” en Historia y Literatura, México, Universidad Nacional 
Autónoma de México, Antología de Lecturas Universitarias, p.8 
33
 Peter Burke, Visto y no visto: el uso de la imagen como documento histórico, Barcelona, Critica, 2001, 
p. 17 
23 
 
 
Anónimo, Alegoría de la patria, siglo XIX
34
 
 
Se aprecia a una mujer mestiza de cabello largo y oscuro, la cual sostiene con su 
mano derecha una cornucopia, como símbolo de abundancia, sobre de ésta, se observa un 
águila que pone sobre la cabeza una corona de laureles; detrás hay dos banderas tricolores 
con los colores verde, el blanco y el rojo. 
Cada uno de los elementos que se han mencionado tienen una razón de estar 
presentes en la imagen, no es fortuito que la Patria sea una mujer, por ser fértil, como el 
suelo; mestiza, como el color de piel de los mexicanos, la cornucopia, de la cual ya se ha 
dicho su significado, el águila representando a la nación mexicana, ésta corona a la patria 
con los laureles de la victoria, y por último, las lábaros tricolores con los colores verde, 
blanco y rojo que recuerdan los colores de la bandera de México. Así pues, quien ideó esta 
imagen como un concepto, lo transforma en algo en que el espectador reconozca los 
elementos, le de un significado y se vea reflejado,por lo tanto se apropia de la imagen y del 
concepto. Esto quiere decir, trasladándolo al circuito de la comunicación, que el locutor 
crea lazos de identificación con el interlocutor para que su mensaje sea comprendido de la 
manera más clara posible. Un ejemplo de esto, se encuentra en El Periquillo… en el primer 
aguafuerte, titulado “Periquillo con sus trofeos”
35
 donde se representa al protagonista 
rodeado de los objetos que serán partícipes en sus aventuras. 
Se sabe que muchas religiones, entre ellas la católica, utilizaban imágenes como 
medio de difusión de sus preceptos, por ello se procuraba producir una sensación de lo 
 
34
http://www.kalipedia.com/kalipediamedia/historia/media/200805/10/hismexico/20080510klphishmx_14_Ies
_SCO.jpg, revisado en septiembre de 2010 
35
 José Joaquín Fernández de Lizardi, El Periquillo…, tomo I. 
24 
 
sacro a través del sentido de la vista de la persona36 Claro ejemplo fueron los jesuitas que, 
en sus Ejercicios espirituales instituidos por San Ignacio de Loyola (1491-1556), fundador 
de la orden; se apoyaban en la imagen para provocar sensaciones y lo que conllevaría a la 
reflexión y al arrepentimiento. No es extraño que Lizardi se inspirara en esa didáctica 
porque el acudió a colegios que en su momento ocuparon jesuitas, como se verá en el 
siguiente capítulo. Además, esta orden fue la que se encargó de educar a la mayor parte de 
los criollos en Nueva España, Lizardi creó un lazo de identidad con ese grupo social, al 
utilizar la imagen, evocando los Ejercicios… y al ser el protagonista de la novela un criollo. 
En el caso de este trabajo, se puede afirmar que el autor de El Periquillo…, decidió 
ilustrar su novela picaresca con un aguafuerte por capítulo, es decir, de cada capítulo, eligió 
algún pasaje que creyó representativo. Esto ayuda al lector a “aterrizar” ideas y, a quien no 
sabe leer, a comprender mejor lo que está escuchando. 
Ya se ha hablado de la importancia de la creación de lazos de identificación entre 
quien comunica y quien recibe el mensaje, Lizardi, consciente de ello, aprovechó al pensar 
cómo serían las ilustraciones de la novela, valiéndose de lo que tenía a su favor, o sea, la 
vida cotidiana, es decir, hacer la enseñanza cercana. 
En cada aguafuerte, los personajes están representados realizando alguna actividad 
de la vida diaria correspondiendo a su clase social, claramente identificable en la 
vestimenta y si se observa en los rasgos de cada uno de éstos, lo que conlleva a que el 
espectador se sienta identificado al ver que la ilustración es similar a su entorno. 
Otro elemento que Fernández de Lizardi aprovechó de manera apropiada fue el uso 
de la imagen con una la cartela o iconotexto
37
, esto es el uso de texto dentro de la imagen, 
en el caso de El Periquillo… se observa al pie de la ilustración y contiene algunas líneas del 
capítulo, así la cartela, tiene por función reafirmar la imagen presentada, o sea una especie 
de confirmación de lo que está “diciendo” la imagen y a su vez, la novela. 
Así se tiene que el discurso de la novela se reafirma a través de la imagen ya que a 
través de la vista (leyendo o viendo imágenes) y del oído al escuchar la lectura en voz alta. 
 
36
 Peter Burke, op.cit., p. 59 
37
 Ibídem, p. 181 
25 
 
(cuando se dio el caso) se queda la memoria y conlleva al aprendizaje,
38
 lo cual buscaba 
Lizardi. 
En la época en la cual fue publicado El Periquillo… los lectores y escuchas no 
necesitaron una interpretación iconográfica porque era su entorno, era lo que vivían día con 
día, sin embargo, era necesario leer o escuchar la novela, ya que por si mismas, las 
estampas, representan hechos aislados. En cambio, para el lector del siglo XXI, 
aparentemente no es necesaria una interpretación, no obstante, conforme, se va entrando en 
detalles, se hace vital, y de igual forma que los primeros lectores y oyentes de la obras, es 
necesario conocer la novela para darle un sentido a los aguafuertes, por tanto son 
ilustraciones literales, porque representan un pasaje de la novela. 
 
 
A lo largo de este capítulo se ha expuesto la importancia de El Periquillo… en la 
literatura mexicana, al ser ésta la obra que media entre la novela picaresca de origen 
europeo y la costumbrista mexicana (de la cual sentó algunas las bases), amén de ser 
considerada la primera novela en México, aunque fue publicada en 1816 aún en el 
virreinato de la Nueva España. 
Hecho muy interesante fue que Lizardi era periodista, no escritor, sin embargo, 
recurrió a la novela para intentar evadir la censura, lo que, como se ha visto, no logró. 
Otro punto destacable de la obra, fue su concepción didáctica, misma que Lizardi 
llevó acabo a través de digresiones morales e incluyendo imágenes como reafirmantes del 
discurso, es decir la imagen formó parte de la propuesta didáctica del autor, además de 
darle un plus para la novela, ya que no sólo la complementaba, sino que podría decirse que 
era un producto completo que cubría las necesidades de la población. 
Es importante subrayar las valiosas fuentes de información que se encuentran en la 
literatura y en las imágenes, pues sin haber sido creadas ex profeso para dejar testimonio, 
de manera indirecta dan cuenta del contexto en el que surgieron. En el caso de El 
Periquillo… se puede observar la vida cotidiana en 1816, sin hacer referencia la Lucha de 
Independencia de México. 
 
38
 Enrique Flores, Periquillo emblemático, México, Universidad Nacional Autónoma de México-Instituto de 
Investigaciones Filológicas,2009, páginas 45-49 
26 
 
Capítulo II.-Conociendo la obra 
 
Si bien es cierto que desde el título se ha dejado claro que el objetivo principal de esta tesis 
es analizar los grabados de la primera edición de El Periquillo Sarniento, escrito en 1816 
por José Joaquín Fernández de Lizardi (1776-1827), para entender las ilustraciones es 
necesario, además de conocer el libro, comprender el contexto histórico y social en cual se 
desarrolló el autor para así comprender las ideas, usos, costumbres, entre otros elementos, 
que influyeron en él y en la obra, también es elemental adentrarse en la biografía de Lizardi 
pues permite estar al tanto de sus opiniones acerca de su entorno, su proceder y, sobre todo, 
cuáles fueron los motivos de haber plasmado su pensar en una novela, asimismo el 
contenido de ésta. 
El segundo apartado de este capítulo, tratará de la importancia y vigencia de El 
Periquillo… en el transcurso del tiempo, con ello, se demostrará que la novela a pesar de 
las críticas, no sólo ha sido punto de referencia de escritores y periodistas sino que ha 
permanecido en el dominio público hasta nuestros días. 
Posteriormente se hablará de la técnica con la que fueron hechos los grabados, las 
generalidades y la razón por la cual Fernández de Lizardi decidió incluirlos en su novela. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
27 
 
II.1.- Contexto histórico de El Periquillo Sarniento y su autor 
 
A lo largo de esta sección se presentará el contexto histórico de la Nueva España a fines del 
siglo XVIII, principios del XIX y de manera general cómo se vivió el movimiento de 
Independencia, durante el cual vio la luz por vez primera El Periquillo… para, de esa 
forma, dejar en claro el por qué de la novela y su contenido. 
Según Luis Villoro, en el territorio novohispano “La segunda mitad del siglo XVIII 
fue la época de oro de la sociedad colonial; fue también cuando se delineó con caracteres 
más precisos su estructura de dependencia”.
39
 Curiosamente, en esa etapa se encuentra el 
antecedente directo de la Revolución de Independencia con las llamadas Reformas 
Borbónicas. Éstas fueron propuestas por el visitador José de Gálvez y se llevaron acabo en 
las colonias españolas en América. Laspromulgó Carlos III entre 1760 y 1770, y 
consistieron en modificaciones a diversos sectores de la sociedad, por ejemplo, en el 
económico se buscó una eficaz recaudación de impuestos por medio de la creación de las 
intendencias, lo que amplió la participación política de algunos criollos, quienes ocuparon 
los puestos de intendentes, sin embargo, continuaron inconformes pues los cargos 
importantes en el gobierno como el de virrey o de oidores de la Real Audiencia eran 
asignados a españoles peninsulares. 
La apertura del comercio fue otra reforma importante, con ello el comercio exterior 
no sólo se desarrolló entre la Metrópoli (España) y Nueva España, a través de los puertos 
de Cádiz y Veracruz como se acostumbró desde la llegada de Cortés, al hoy territorio 
mexicano, también impulsó la apertura de otros puertos y el comercio entre virreinatos. 
En medio de ese ambiente, el criollo, José Joaquín Eugenio Fernández de Lizardi 
Gutiérrez, proveniente de clase media, nació el 14 de octubre de 1776 en la ciudad de 
México
40
. Se sabe que cuando murió su madre (Bárbara Gutiérrez), su educación quedó a 
 
39
 Luis Villoro, “La Revolución de Independencia” en Historia General de México, Volumen 2, 
México, El Colegio de México, 1975, p. 593 
40
 Es importante mencionar que fue hasta 1914 cuando se encontró su Partida de Bautismo. Ésta disipó dudas 
y erróneas afirmaciones de autores del siglo XIX acerca de la fecha y lugar de nacimiento del autor que se 
estudia. Dicho documento se puede encontrar trascrito en Luis González Obregón, Novelistas mexicanos. José 
Joaquín Fernández de Lizardi (El Pensador mexicano), Ediciones Botas, México, p. 147 
28 
 
cargo de su abuela materna y más adelante, de María Josefa Torres quien fue su 
madrastra
41
. 
Sin embargo, debido al trabajo de su padre, Manuel “Hernández” Lizardi
42
, médico 
de profesión, la infancia y parte de la adolescencia del autor en cuestión, transcurrieron en 
el pueblo de Tepotzotlán, pues su progenitor atendía a los enfermos en el dispensario 
medico del lugar. Fue ahí donde realizó sus primeros estudios en el Colegio que fuera el 
seminario de San Martín en época de los jesuitas.
43
 En los años en que estudió Lizardi, 
quienes asistieron a éste eran niños indígenas que no hablaban español o bien, su dominio 
del idioma era pobre.
44
 
En 1792 (a los 16 años) regresó a la ciudad de México para aprender latín con don 
Manuel Enríquez, posteriormente, estudió en el Real Colegio de San Ildefonso (1793). A la 
par de comenzar su desarrollo intelectual en la capital del virreinato, la casa que le abrió las 
puertas para hospedarlo también le brindó la oportunidad de conocer a quien fue su esposa, 
Dolores Oredaín
45
 con quien contrajo nupcias en 1811 y procreó a su única hija María 
Dolores Fernández de Lizardi.
46
 Aunque adoptó a dos niños pobres, Nicolás Rangel, quien 
llegó a ser general y Marcelo, que adoptó el apellido Fernández de Lizardi.
47
 
Un año más tarde, tuvo su primer encuentro con el tribunal de la Santa Inquisición 
ya que fue llamado a comparecer por una copia de naipes, la cual, por inexperiencia, 
publicitó abiertamente entre conocidos y sin saberlo, ésta se expandió rápidamente, causa 
de su requerimiento en el Santo Oficio, Lizardi salió avante del proceso. Es importante 
agregar que quien realizó la denuncia fue el padre de José Joaquín Fernández de Lizardi.
48
 
 
41
 Su padre contrajo segundas nupcias en 1786, dato encontrado en: Joaquín Fernández de Lizardi, El 
Laberinto de la utopía. Una antología general, selección de María Rosa Palazón Mayoral y María Esther 
Guzmán Gutiérrez, México, Fondo de Cultura Económica, Fundación para las Letras Mexicanas, Universidad 
Nacional Autónoma de México, 2006, p. 357 
42
 Ibídem, p. 353 
43
 Cabe recordar que los jesuitas fueron expulsados en 1767 de las posesiones españolas en América 
44
 María Rosa Palazón Mayoral, Imagen del hechizo que más quiero. Autobiografía apócrifa de Joaquín 
Fernández de Lizardi, México, Planeta, 1997, p. 32 
45
 Ibídem, p. 43 
46
 José Joaquín Fernández de Lizardi, El Laberinto…, p. 374 
47
 María Rosa Palazón Mayoral, “José Joaquín Fernández de Lizardi”en La República de… volumen III 
Galería de escritores, p. 38 
48
 José Joaquín Fernández de Lizardi, El Laberinto…, p. 360 
29 
 
En 1794 a la par de su proceso inquisitorial, asistió a la Real y Pontificia 
Universidad de México como alumno de la cátedra de retórica
49
 y después de un curso 
temporal en artes, fue llamado por su padre a Tepotzotlán quien estaba enfermo, al poco 
tiempo sucedió lo inevitable, el progenitor falleció. 
Desde la muerte de su padre y hasta 1810 fue amanuense
50
, aprovechando que sabía 
escribir, por lo que logró que el gobierno lo colocara en Taxco, lugar donde llegó a impartir 
justicia de manera provisional
51
.
 
 
A partir de 1803 fuera de la Nueva España, la situación política había cambiado. 
España fue obligada por Napoleón (aún no era nombrado emperador lo cual sucedió en 
1804) a financiar sus campañas en contra de Inglaterra pues tenían conflictos bélicos por el 
control marítimo comercial. 
Para ello el rey español Carlos IV mandó al virrey en Nueva España, Félix 
Berenguer de la Marquina a pedir fuertes préstamos a la Iglesia y los comerciantes, estos se 
conocen como los “vales reales”, lo que causó graves estragos a la economía novohispana.
 
52
 
Cuatro años después, en 1808, con el fin de invadir a Portugal, aliado de Inglaterra, 
las tropas galas arribaron a la península Ibérica. El emperador francés presionó al monarca 
español Carlos IV para abdicar el trono en favor de su hijo Fernando VII, quien a su vez fue 
forzado por Napoleón a ceder el puesto a su hermano José Bonaparte, con ello, dejó en 
poder francés el territorio hispano y sus reinos en el continente americano. 
En abril de ese año, tanto Carlos IV como Fernando VII abandonaron la ciudad de 
Madrid, lo cual indignó al pueblo español quien no reconoció el gobierno extranjero y en 
mayo inició la resistencia, hecho que se conoce como la Guerra de Independencia de 
España. Carentes de gobierno los ciudadanos ibéricos se organizaron en juntas provinciales 
de gobierno.
53
 Estos sucesos ocasionaron que varios criollos, comenzaran a escribir, se cree 
que posiblemente Lizardi lo haya hecho bajo algún seudónimo. De lo que se tiene certeza 
 
49
 María Rosa Palazón Mayoral, Imagen del hechizo…, p. 46 
50
 (Del lat. amanuensis) Persona que tiene por oficio escribir a mano, copiando o poniendo en limpio escritos 
ajenos, o escribiendo lo que se le dicta, 
http://buscon.rae.es/draeI/SrvltConsulta?TIPO_BUS=3&LEMA=amuense, revisado en junio de 2010. 
51
José Joaquín Fernández de Lizardi, El Laberinto…, p. 370 
52
 http://redalyc.uaemex.mx/pdf/600/60051403.pdf, revisado abril 2010 
53
 Luis Villoro, op. cit., páginas 604-605 
30 
 
es que editó en 1809 Polaca en honor a Fernando VII
54
, además, tuvo la oportunidad de 
publicar sus escritos en el Diario de México y en la Gaceta. A lo largo de su vida editó 
trescientos folletos aproximadamente (Razones contra insolencia. O Respuesta de El 
Pensador al Padre Soto, Respuesta cómica de El Pensador a la cómica constitucional, por 
mencionar algunos), nueve periódicos (El Pensador Mexicano, Alacena de Frioleras, El 
conductor eléctrico, entre otros), diez piezas de teatro y cuatro novelas (El Periquillo 
Sarniento, La Quijotita y su prima, Noches tristes y día alegre y Don Catrín de la 
Fachenda).
55
 
Como es sabido, en los reinos americanos las órdenes del rey se acataban a través 
del virrey pero, no habiendo soberano hispano los españoles americanos; era de esperarse, 
que se preguntaran a quién debían obediencia, en el caso de la Nueva España ese temase 
discutió en la ciudad de México, capital del virreinato. 
Se ha mencionado que el virrey y la Real Audiencia eran cargos ocupados por 
españoles peninsulares y los ayuntamientos e intendencias por españoles americanos, 
evidentemente esto fue causa de desacuerdo, pues los primeros creían conveniente esperar 
el regreso del Fernando VII, sin modificar la estructura gubernamental. Los segundos, en el 
ayuntamiento de la ciudad de México, encabezados por Francisco Primo de Verdad y 
Francisco Azcárate
56
 propusieron al virrey José Iturrigaray que convocara a una junta de 
ciudadanos, de manera similar a las de España, mientras regresaba al trono Fernando VII, 
es decir, se propuso un gobierno autónomo a la metrópoli. 
El virrey Iturrigaray, escuchó el debate pero entró en alarma cuando comenzó a 
escuchar en algunos criollos la palabra “independencia”, a lo cual se sumó la presentación 
de un indio al Ayuntamiento de la ciudad de México, que diciéndose ser descendiente de 
Moctezuma reclamó el trono. El 15 de septiembre de 1808 un grupo de conspiradores, 
formado por criollos letrados (entre éstos figuró Gabriel Yermo y comerciantes), dieron un 
golpe de Estado al virrey, a quien aprehendieron y destituyeron del cargo. Entonces estalló 
la crisis política en Nueva España, siguieron tiempos de inestabilidad. En ese momento, la 
Real Audiencia nombró a Pedro Garibay (1808-1809) como virrey, meses después la Junta 
Central de España otorgó el cargo al arzobispo Francisco Lizana Beaumont (1809-1810), 
 
54
José Joaquín Fernández de Lizardi, El Laberinto…, p. 368 
55
 De acuerdo con Beatriz de Alba-Koch, op. cit., p. 15 
56
 Ibídem, p. 605 
31 
 
sin embargo su actitud conciliadora hizo que en 1810 fuera relevado por Francisco Javier 
Venegas (1810-1813),
57
 más adelante se verá porque fue importante ese virrey en la vida de 
Lizardi. 
Fue también en el año de 1810 cuando el cura Miguel Hidalgo y Costilla (1753-
1811) el día 16 de septiembre, en el pueblo de Dolores, convocó, según la historiografía 
tradicional a la insurgencia
58
, este episodio conocido como “el grito de Dolores” fue el 
inicio de una guerra civil entre novohispanos que duró diez años y que culminó con la 
Independencia de la Nueva España. 
Como era de esperarse, en medio de este contexto era necesario tomar una postura 
ya fuera insurgente o realista. En el caso de Fernández de Lizardi algunos autores como 
Luis González Obregón señalan que desde temprano fue seguidor de la insurrección debido 
a que en 1811 cuando llegó a Taxco (lugar donde se encontraba el autor de El Periquillo… 
como se ha mencionado previamente) José María Morelos y Pavón (1765-1815), le entregó 
la plaza y municiones.
 59
 Este acontecimiento le causó problemas con el gobierno virreinal 
quien decidió encerrarlo en la cárcel. Lizardi, en defensa argumentó que su intención fue 
evitar un episodio sangriento como había sucedido en la ciudad minera de Guanajuato. En 
favor de Lizardi, González Obregón argumentó que lo hizo porque sería más útil a la causa 
fuera que encerrado.
60
 
Sin embargo otros estudiosos como Felipe Reyes Palacios, señalan que se recuperó 
correspondencia de Lizardi, donde se demuestra que mantuvo contacto con el virrey 
Venegas informándole de la situación en Taxco. No obstante fue apresado y reafirmó al 
virrey a través de una misiva lo conveniente de evitar un derramamiento de sangre. Lo cual 
Reyes Palacios interpreta como: “… 
 
un recurso de sobrevivencia apoyado en un juego 
doble de las circunstancias…”
61
 Esta afirmación la sustenta que al término de la guerra de 
Independencia, solicitó una pensión y uno de sus argumentos fue precisamente, lo que ya se 
refirió en Taxco. 
 
57
 Ibídem, p. 611 
58
 Se discute actualmente si Hidalgo realmente convocó a una lucha por la Independencia de la Nueva España 
o si tenía ideas autonomistas. No se profundiza en este aspecto ya que no es el tema de esta investigación. 
59
 Posteriormente se descubrió que no fue Morelos ante quien cedió el territorio, que fue al Brigadier 
Francisco Hernández, Felipe Reyes Palacios, “Fernández de Lizardi antes del Periquillo”, en Literatura 
Mexicana, vol. X, núms. 1-2, 1999, México, Universidad Nacional Autónoma de México-Instituto de 
Investigaciones Filológicas-Centro de estudios literarios, p. 41 
60
 Luis González Obregón, op. cit., p. 29 
61
 Felipe Reyes Palacios, op. cit., p. 43 
32 
 
Mientras Lizardi impartía justicia, como se ha dicho, Miguel Hidalgo (después de 
varias batallas, aunque hoy se sabe que no fue un brillante militar) fue apresado el 21 de 
marzo de 1811 en Norias de Acatita de Baján, en el hoy estado de Coahuila. Posteriormente 
fue trasladado, enjuiciado y fusilado en Chihuahua el 31 de julio de 1811. Otros jefes 
insurgentes como Ignacio Allende (1769-1811), Juan Aldama (1774-1811), José Mariano 
Jiménez (1771-1811) corrieron la misma suerte. Además, como una forma de escarmiento 
público sus cabezas fueron colgadas una en cada esquina de la Alhóndiga de Granaditas. 
Otro hecho importante en la historia del territorio novohispano fue que el 30 de 
octubre de 1812 se promulgó la constitución de Cádiz en la ciudad de México. Dicho texto 
avaló la libertad de imprenta, desconocida hasta entonces en la Nueva España. Ésta fue 
aprovechada por varios escritores, entre ellos Fernández de Lizardi, quien en ese entonces 
dio a conocer a los aún novohispanos el periódico El Pensador Mexicano, donde anunció 
su oficio de escritor, así mismo, tomó el título de esta publicación con el seudónimo que lo 
haría conocido hasta el día de hoy. 
62
 
La libertad de imprenta no duró mucho y la de Lizardi tampoco, pues para diciembre 
de ese mismo año fue suprimida la primera
63
 y encarcelado el segundo, debido a la crítica 
que le escribió al virrey Juan Francisco Venegas el día de su cumpleaños; por lo que estuvo 
en prisión del 7 de diciembre de 1812 al 1 de junio de 1813.
64
 No obstante, una vez libre, 
siguió dando a conocer sus ideas ya sea por medio de folletos o de periódicos como en el ya 
mencionado El Pensador Mexicano, o bien, en Alacena de Frioleras (1813-14). 
La insurgencia que dejó Hidalgo, quedó en manos de José María Morelos y Pavón. 
Al igual que su predecesor fue cura de profesión (por decirlo de alguna manera). Morelos 
era un gran estratega no sólo en el ámbito militar, ganando muchas batallas, entre ellas el 
célebre sitio de Cuautla, también lo fue en lo político, por ejemplo, con la proclamación de 
los Sentimientos de la Nación. Sin embargo, sus aciertos no evitaron que muriera de la 
misma forma que los anteriores jefes insurgentes: fusilado, en su caso este hecho sucedió el 
22 de diciembre de 1815 en Ecatepec, hoy de Morelos en su honor. Mientras tanto 
 
62
 José Joaquín Fernández de Lizardi, El Laberinto…, p. 375 
63
 Por disposición del virrey Francisco Venegas en el bando del 25 de junio del ya conocido año. Se 
restableció hasta 1820, Lilian Álvarez de Testa, op. cit., p. 138 
64
 Ibídem, p. 131 
33 
 
Fernández de Lizardi seguía publicando folletos y periódicos en los cuales su postura es 
clara, apoya la insurgencia pero no la forma violenta en que se ha llevado a cabo.
65
 
En 1816 publicó por primera ocasión su texto más celebre, la novela El Periquillo 
Sarniento, la cual fue conocida por los lectores de forma paulatina ya que semanalmente 
tuvo dos entregas, los días martes y jueves, es decir, un día por capítulo. Al editarse el 
cuarto tomo, por incluir un capitulo en contra de la esclavitud fue censurado
66
, tema muy 
delicado y a fin a la insurgencia por la proclama hecha por Miguel Hidalgo el 6 de 
diciembre de 1810,
67
 no es sólo la sublevación, sino que censurar la esclavitud significaba 
una alteración en el orden social que muchoscriollos y españoles defendían. 
Con la muerte de Morelos el movimiento insurgente quedó acéfalo, parecía que éste 
había llegado a su fin, no obstante, aunque de manera efímera, fue encabezado por el recién 
desembarcado de Europa, Francisco Xavier Mina (1789-1817), por una parte, y por otra, 
los comandados por los novohispanos Guadalupe Victoria (1786-1843) y Vicente Guerrero 
(1783-1831), ambos se mantuvieron al pie de la lucha armada, aunque no con el éxito de 
antaño. 
Fue en 1820 cuando comenzaron a vislumbrarse de forma clara los efectos 
económicos de nueve años de guerra e inestabilidad, así pues, algunos criollos empezaron a 
apoyar la idea de Independencia. A la par, el ejército había cobrado importancia en la 
Nueva España, por ejemplo, algunos militares se habían hecho ricos pues se encargaron de 
vigilar accesos marítimos y terrestres, por lo tanto participaron del comercio.
68
 
En noviembre del mismo año el virrey Apodaca (1816-1821), nombró como cabeza 
de las tropas realistas a Agustín de Iturbide (1783-1824), criollo destacado en los combates 
en contra de los insurrectos, quien en vez de luchar contra ellos, logró convencer a 
Guerrero de hacer un frente común y unir tropas a favor de la Independencia de la Nueva 
España. Ese pacto se selló con el episodio nombrado por la historiografía como el “Abrazo 
de Acatempan” y la promulgación del Plan de Iguala, donde se estipuló la formación de una 
 
65
 Cabe recordar lo mencionado en el primer apartado, donde se trasncribió la opinión de Lizardi plasmada en 
El Periquillo… acerca de la insurgencia. 
66
 José Joaquín Fernández de Lizardi, “Capítulo XII. Refiere Periquillo su buena conducta en Manila, el duelo 
entre un inglés y un negro, y una discusioncilla no despreciable” en El Periquillo… tomo IV, p. 351-358. 
67
 Lilian Álvarez de Testa, op. cit., p. 155 
68
 Luis Villoro, op. cit., p.637 
34 
 
sola fuerza militar bajo el nombre de Ejército Trigarante, pues como su nombre lo indica, 
defendería las tres garantías: 
 
1) Independencia de España 
2) Religión católica como la única 
3) Unión de criollos, europeos e indios en una nueva nación69 
 
Todo eso sucedió en febrero de 1821, pero fue hasta el mes de agosto cuando 
desembarcó en Veracruz, Juan O’Donojú (septiembre de 1821), el nuevo virrey que al ver 
sitiado el puerto por las huestes trigarantes, decidió entablar negociaciones con Iturbide y 
posteriormente ambos firmaron el Tratado de Córdova en el cual se proclamó la 
Independencia de la Nueva España. 
El 27 de septiembre
70
 del mismo año, entró a la ciudad de México el Ejército 
Trigarante bajo la tutela de Agustín de Iturbide, hecho que se conoce como la Consumación 
de la Independencia de México. 
Posteriormente se formó un Congreso que decidiría la forma de gobierno del 
territorio, sin embargo este fue disuelto por Iturbide, quien se proclamó como Agustín I, 
primer emperador de México. Esa primera aventura monárquica, casi duró un año, pues 
inició el 19 de mayo de 1822 y terminó el 19 de marzo de 1823, cuando abdicó al trono y 
partió al exilio, forzado por el golpe de Estado encabezado por Antonio López de Santa 
Anna (1795-1877) en Veracruz y el descontento de muchos criollos que no simpatizaban 
con la monarquía como forma de gobierno. Para Iturbide el desenlace llegó el 19 de julio de 
1823 cuando regresó como incógnito del destierro, una vez que se develó su identidad fue 
apresado y fusilado, ya que se le declaró como “traidor a la patria”. 
Una vez declarada la Independencia en el territorio novohispano, Lizardi fue 
nombrado Capitán “mientras se encontraba cosa mejor con que premiar sus servicios a la 
Patria.”
71
 Asimismo, se comentó que la razón fue el apoyo brindado a Agustín de Iturbide 
para gobernar el ahora territorio mexicano, inclusive lo nombró como jefe de prensas en 
 
69
 Ibídem, p. 639 
70
 Mismo día del cumpleaños de Iturbide. 
71
 Luis González Obregón, op. cit., páginas 28 y 29. Al término del proceso independentista recibió el sueldo 
de capitán retirado. Carlos González Peña, op.cit., p.203 
35 
 
Tepotzotlán en 1821.
72
 Al principio la postura de Lizardi fue a favor del jefe trigarante, no 
obstante, una vez que éste disolvió el congreso y se declaró primer emperador de México, 
perdió la simpatía del escritor. 
El Pensador mexicano fue excomulgado en febrero de 1822 debido a su escrito 
Defensa de los francmasones, o sean observaciones críticas sobre las bulas de los SS. 
Clemente XIII y San Benedicto XIV. Lizardi no se quedó “con los brazos cruzados” y 
respondió a este acto con un par de textos e inició una batalla legal; la cual, al cabo de casi 
dos años la dio por perdida. Esto lo llevó a pedir a fines de 1823 la absolución, ésta le fue 
concedida en enero del siguiente año, como se puede constatar en la Gaceta Imperial 
Mexicana del 25 de enero de 1824, ahí se publicó la disculpa de Lizardi y debajo de ésta la 
respuesta por parte de la Iglesia Católica, a través del Sr. vicario general del arzobispado 
Mariano Salas Álvares {sic}, donde se le informa que puede ser absuelto en secreto por 
cualquier sacerdote, además se notificará de su perdón a la comunidad con “rótulos” en las 
iglesias.
73
 Se cree que el motivo que lo orilló a retractarse fue por el bienestar de su familia, 
pues tanto pleito legal, la publicación de sus periódicos y novelas lo estaban dejando en la 
banca rota y por lo tanto sin un patrimonio que poder heredar. 
74
 
A pesar de lo mencionado anteriormente, Lizardi siguió publicando escritos hasta 
que el 21 junio de 1827, a los 51 años de edad, murió en la ciudad de México a causa del 
deteriorado estado en el cual se encontraba su salud, debido a la tuberculosis, misma que 
contrajo su esposa quien le sobrevivió 6 meses.
75
 
Cabe agregar que después del fallecimiento de Lizardi, en la tercera edición, 
correspondiente a los años de 1830-31, El Periquillo… fue publicado de manera íntegra.
76
 
 
 
72
 José Joaquín Fernández de Lizardi, El Laberinto… p., 375 
73
 Gaceta Imperial Mexicana, 25 de enero de 1824, México, Ciudad de México, p. 4 
74
 José Joaquín Fernández de Lizardi, El Laberinto…, p. 376 
75
 Ibídem. 
76
Carlos González Peña, op.cit., p. 205 
36 
 
 
José Joaquín Fernández de Lizardi 
77
 
 
Como se ha visto, la época en que vivió el Pensador mexicano estuvo llena de una 
serie de cambios políticos y económicos por parte de la corona española, que provocaron en 
la Nueva España el malestar criollo, quienes cansados de “pelear con la pluma” a lo largo 
de casi trescientos años, con el fin de defender a su territorio de los ataques de algunos 
españoles peninsulares. Unos vieron como solución la insurgencia, otros querían algunas 
modificaciones en la manera de gobernar. A fin de cuentas, después de once años de guerra 
y sin tener en claro un proyecto de gobierno para un nuevo país, los novohispanos lograron 
la independencia de la corona española. 
A continuación se dará un esbozo de cómo era la sociedad de aquel periodo lleno de 
cambios. 
 
 
II. 2.- Contexto social de El Periquillo Sarniento y su autor 
 
Acerca de la sociedad novohispana en la cual vivió Lizardi, podemos afirmar que estaba en 
tránsito, pues vivió el fin del virreinato y la naciente República Mexicana. 
La estructura social era estamentaria, es decir, funcionaba por castas (estrato social) 
y riqueza (reflejado en la vestimenta y la posesión de bienes). Cada casta tiene su lugar y 
función específica y de acuerdo a ésta es el trato que se les da a sus integrantes, lo cual 
permite preservar el orden social. Incluso se puede afirmar que en su mayoría fueron muy 
pasivos, no practicaron la crítica social. El “pero” se gestó en el inicio de la Guerra de 
Independencia ya que algunos escritores

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