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UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO 
 
PROGRAMA DE MAESTRÍA Y DOCTORADO EN PSICOLOGÍA 
FACULTAD DE PSICOLOGÍA 
 
PSICOLOGÍA SOCIAL Y AMBIENTAL 
 
 
EL CONSUMO DE ALCOHOL Y FACTORES RELACIONADOS AL LUGAR DE 
TRABAJO EN LA OCURRENCIA DE PROBLEMAS EN TRABAJADORES 
 
T E S I S 
 
QUE PARA OBTENER EL GRADO DE 
 
DOCTORA EN PSICOLOGÍA 
 
P R E S E N T A: 
 
MARÍA SILVIA CARREÑO GARCÍA 
 
TUTOR PRINCIPAL 
DRA. MA. ELENA TERESA MEDINA-MORA ICAZA 
FACULTAD DE PSICOLOGÍA, UNAM 
 
COMITÉ TUTOR: 
DR. RODOLFO ENRIQUE GUTIÉRREZ MARTÍNEZ 
FACULTAD DE PSICOLOGÍA, UNAM 
DR. FERNANDO ARIAS GALICIA 
FACULTAD DE PSICOLOGÍA, UAEM 
DR. JUAN JOSÉ SÁNCHEZ SOSA 
FACULTAD DE PSICOLOGÍA, UNAM 
DRA. PATRICIA ANDRADE PALOS 
FACULTAD DE PSICOLOGÍA, UNAM 
MÉXICO, D.F. MAYO 2013 
 
UNAM – Dirección General de Bibliotecas 
Tesis Digitales 
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fines educativos e informativos y deberá citar la fuente donde la obtuvo 
mencionando el autor o autores. Cualquier uso distinto como el lucro, 
reproducción, edición o modificación, será perseguido y sancionado por el 
respectivo titular de los Derechos de Autor. 
 
 
 
2 
 
 
3 
 
AGRADECIMIENTOS 
 
 
A la Dra. María Elena Medina-Mora I., 
por todo su apoyo y continuas enseñanzas 
tanto académicas como personales. 
 
A mi comité:, Dr. Gutiérrez, Dr. Arias, Dr. Sánchez 
y Dra. Andrade por el tiempo dedicado y 
excelentes recomendaciones. 
 
A las Doctoras Natera, Tiburcio y 
González-Forteza, por el apoyo que me 
 dieron para lograr este cierre. 
 
 
A Héctor, porque siempre estás, 
en las buenas, en las malas y en 
todo momento, te quiero mucho. 
 
A mi hijo grande, Alejandro y a mi 
hijo pequeño, Gerardo, porque he 
tenido aprendizajes muy importantes, 
los quiero mucho peques. 
 
A mis padres ya ausentes en esta vida 
pero con una larga vida en mi corazón. 
 
A mis hermanos y sus familias 
por ese gran apoyo, respeto y 
sobretodo cariño. 
 
A mi sobrina y colega Ani, por tu 
ayuda en esta fase final y por 
todo el acompañamiento. 
 
A mis amigos en cada una de las 
etapas juntos, ya sea cerca o lejos, 
siempre compartiendo un fuerte 
lazo de amistad y cariño. 
 
A todos mis compañeros de Sociales 
por compartir conmigo sus 
conocimientos y experiencias. 
 
 
4 
 
Agradezco al Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (CONACyT) por el apoyo 
otorgado a través de proyecto CONACyT-42260-H, coordinado por la Dra. Maria Elena 
Medina-Mora. Asimismo, agradezco a la Dra. Catalina Francisca González Forteza por su 
apoyo a través del proyecto CONACyT-P-42273-H. También doy un gran agradecimiento 
al Instituto Nacional de Psiquiatría Ramón de la Fuente Muñiz y a la Dirección de 
Investigaciones Epidemiológicas y Psicosociales, por las facilidades proporcionadas para la 
realización de la investigación titulada Consumo de Alcohol, Tabaco y Drogas en 
Población Trabajadora. Factores Asociados (4550). 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 Enviar comunicación al correo electrónico: carrenog@imp.edu.mx, para cualquier 
asunto relacionado con los materiales utilizados en este trabajo, las escalas están protegidas 
con derechos de autor, por lo que requieren permiso por parte de sus autores para su uso. 
 
mailto:carrenog@imp.edu.mx�
5 
 
CONTENIDO 
 Página 
RESUMEN 7 
SUMMARY 9 
INTRODUCCIÓN 11 
ANTECEDENTES 
1. SITUACIÓN ACTUAL DEL CONSUMO DE ALCOHOL 17 
1.1 El consumo de alcohol como un problema de salud pública 
1.1.1 Resultados en América y comparación con resultados mundiales 19 
1.1.2 Patrones de Consumo en países de América 20 
1.2 El Consumo de alcohol en México 22 
 
2. CONSECUENCIAS DEL CONSUMO DE ALCOHOL EN EL 
TRABAJO 27 
2.1 El Consumo de alcohol y sus efectos en el trabajo. Una revisión 
internacional 
 
2.2 El consumo de alcohol en población mexicana económicamente activa. 
Resultados de La Encuesta Nacional de Adicciones 
41 
2.2.1 El consumo de alcohol en trabajadores mexicanos 45 
 
3. LA INTEGRACIÓN DEL CONSUMO DE ALCOHOL A LA 
CULTURA 51 
3.1 Uso y abuso de bebidas alcohólicas 
3.2 La integración del alcohol a la cultura 53 
3.3 Modelo de aproximación cultural del consumo de alcohol en el trabajo 55 
 
4. DINÁMICA ORGANIZACIONAL 61 
4.1 Las organizaciones sociales 
4.1.1 La organización en relación a su ambiente 64 
4.2 Teoría de Sistemas 65 
4.3 Satisfacción en el trabajo 75 
4.4 Estrés laboral 77 
4.4.1 Tipos de estresores laborales 82 
 
 
6 
 
 Página 
5. LA INVESTIGACIÓN 91 
5.1 Planteamiento del problema 93 
5.2 Fase 1. Estudio exploratorio 95 
5.2.1 Método 
5.2.2 Objetivos 
5.2.3 Material y Muestra 
5.2.4 Procedimiento 95 
5.2.5 Resultados del estudio exploratorio 97 
5.2.6 Conclusiones del estudio exploratorio 103 
5.3 Fase 2. Evaluación de la relación entre variables 105 
5.3.1 Método 
5.3.2 Objetivos 
5.3.3 Definición de variables 106 
5.3.4 Muestra 107 
5.3.5 Instrumento 108 
5.3.6 Procedimiento 111 
5.3.7 Análisis estadísticos 
6. RESULTADOS 113 
6.1 Factores organizacionales 
6.1.1 Clima organizacional 
6.1.2 Estrés laboral 116 
6.1.3 Satisfacción en el trabajo 117 
6.2 Factores personales 119 
6.2.1 Consumo de alcohol del trabajador 
6.2.2 Problemas Familiares 121 
6.3 Consumo de alcohol en el centro de trabajo 123 
6.3.1 Percepción del consumo de alcohol de los compañeros en el trabajo 
6.3.2 Disponibilidad de bebidas alcohólicas en el trabajo 
6.4 Problemas y accidentes en el trabajo 125 
6.5 Modelo sobre factores organizacionales y personales relacionados con 
el consumo de alcohol en el trabajo y la ocurrencia de problemas y 
accidentes laborales 
131 
DISCUSIÓN 139 
BIBLIOGRAFÍA 151 
ANEXOS 
Anexo 1 Cuestionario de preguntas abiertas 157 
Anexo 2 Guía temática para grupos focales 161 
Anexo 3 Secciones del instrumento 165 
7 
 
RESUMEN 
El consumo de alcohol es un problema de salud pública a nivel mundial por las 
consecuencias en la salud, la familia y sociedad. Recientemente el continente americano, 
incluyendo a México, tiene indicadores por arriba del promedio mundial y el patrón de 
consumo de la región, excesivo y episódico, es considerado como de alto riesgo. En las 
empresas el consumo de alcohol se ha relacionado con accidentes, pérdidas económicas y 
ausencias. Aunque los datos que existen hasta ahora no son definitivos. 
El objetivo fue establecer la relación entre factores organizacionales (como el clima 
laboral, satisfacción y estrés laboral) y factores personales (como consumo de alcohol y 
problemas familiares) con el consumo de alcohol en el trabajo (percepción del consumo de 
alcohol de los compañeros y disponibilidad) y la asociación con los problemas y accidentes 
laborales en trabajadores de una empresa textil. 
El trabajo tuvo dos fases. Una exploratoria, con grupos focales, para conocer el 
contexto laboral de los trabajadores. Otra se realizó en una empresa textil, con 279 obreros, 
y se utilizó un cuestionario auto-aplicable. 
Los análisis estadísticos se hicieron con el Programa Estadístico Aplicado a las 
Ciencias Sociales, versión 16 y para probar el modelo estructural de ecuaciones se utilizó el 
programa EQS versión 6.1. 
Los resultados muestran que el modelo tiene un buen ajuste y confirma que el 
número de problemas y accidentes laborales se incrementa si un trabajador tiene: un nivel 
alto de consumo de alcohol, un mayor número de problemas familiares, baja satisfacción, 
una percepción desfavorable del clima organizacional, percibe un alto consumo de alcohol 
en el trabajo y tiene niveles elevados de estrés laboral. 
En conclusión, el modelo evaluado muestrala asociación que existe entre la esfera 
individual, familiar y laboral en la ocurrencia de problemas y accidentes dentro del lugar de 
trabajo. 
Palabras clave: consumo de alcohol, problemas laborales, trabajadores. 
 
 
8 
 
 
9 
 
SUMMARY 
Alcohol use is a public health problem worldwide because of its different 
consequences on health, the family, and the society. Attention has recently been drawn to 
the Americas, including Mexico, due to the fact that its alcohol use indicators are above the 
world average and its risky use patterns, which are episodic and excessive. Alcohol use in 
work places has been related to accidents, money loses, and absenteeism. Yet, data 
available so far are not conclusive. 
The aim of this research was to determine the relationship between work place 
factors (such as work environment, satisfaction, and work stress), personal factors (alcohol 
use and family problems), and alcohol use at work (perception about partners´ use and 
availability) with work problems and work accidents in a sample of employees at a fabric 
company. 
The research was conducted in two stages. The first one was an exploratory stage; it 
included two focus groups to know the work environment. The second one was a survey on 
279 male workers at a fabric company; a self-administered questionnaire was used. 
Statistical analyses were performed using SPSS 16. The structural equation 
modeling was performed using EQS 6.1. 
Results showed a good fit for the model and confirm that the number of work 
problems and accidents increases significantly if a worker has: a high level of alcohol use, 
more family problems, low satisfaction, a negative perception of work environment, 
perceives a high alcohol use at workplace, and has high levels of work stress. 
The model shows the association between the individual, family, and work factors 
with accidents in the workplace. 
 
Keywords: alcohol use, work problems, workers. 
 
10 
 
 
11 
 
INTRODUCCIÓN 
El consumo de alcohol se ha considerado como un problema de salud pública a 
nivel mundial porque está relacionado con diversos indicadores como la mortalidad, 
morbilidad, años saludables perdidos, lesiones por accidentes de tránsito, costos 
económicos por enfermedades, costos de seguros, ausentismo, problemas de salud mental y 
lesiones en general. Además, se ha puesto especial atención en el continente americano por 
tener indicadores por arriba del promedio mundial (OMS, 2007). El riesgo más importante 
se relaciona con el patrón de consumo de la región considerado como excesivo y episódico 
y en el cual se incluye México (Medina-Mora, et al. 2003; Villatoro et al, 2007). 
En diversos países se ha puesto énfasis en los grupos de la población más afectados 
por este consumo como es el caso de los adolescentes que están iniciando su consumo a 
edades más tempranas (Villatoro et al, 2004), los adultos jóvenes (Bloomfield, Stockwell & 
Gmel, 2003; Degenhardt &Hall, 2003), los adultos en general (OMS, 2007) y la población 
trabajadora no ha sido la excepción ya que está relacionado con accidentes, pérdidas 
económicas importantes (Bastida, 2002; OIT, 2006) y más ausencias (Ames, & Grube, 
1999). Aunque también existen datos diversos en virtud de que algunos autores no han 
encontrado una relación directa entre el consumo de alcohol y los accidentes laborales 
(Stallones & Kraus, 1993, Blum & cols. Citado en Ames, Grube & Moore, 1997) por lo que 
se hace necesario continuar con la investigación en este sector de la población. 
En esta investigación se propone y se prueba un modelo que explica la asociación de 
factores organizacionales, personales, el consumo de alcohol en el lugar de trabajo y el 
estrés laboral con la ocurrencia de problemas y accidentes laborales en hombres 
trabajadores de una empresa textil mexicana. Los factores organizacionales incluyen el 
clima organizacional y la satisfacción laboral. Los factores personales se refieren al nivel de 
consumo de alcohol y el número de problemas familiares que informan los trabajadores. 
Mientras que el consumo de alcohol en la empresa se compone de la percepción del 
trabajador sobre el consumo de sus compañeros antes de iniciar su jornada de trabajo, 
compañeros que consumen dentro de la empresa y la disponibilidad del alcohol en fiestas 
dentro de las instalaciones de la empresa. 
El estudio toma como base una propuesta de aproximación cultural para explicar las 
consecuencias del consumo de alcohol en los lugares de trabajo (Ames & Janes, 1992), es 
12 
 
así que busca identificar los factores de riesgo que se relacionan con la ocurrencia de 
problemas y accidentes laborales en los trabajadores mexicanos, con la finalidad de 
proponer medidas preventivas que apoyen al sector productivo y les permita hacer frente a 
este fenómeno. 
La tesis está divida en dos partes: la primera parte contiene los antecedentes y cuatro 
apartados con la información que sustenta la importancia de esta investigación: 
El apartado 1, aborda la situación del consumo de alcohol, a través de una revisión 
de los datos epidemiológicos que muestran un panorama internacional, con base en los 
informes globales de la Organización Mundial de la Salud, del Observatorio Europeo, así 
como resultados para América en comparación con los promedios mundiales y 
específicamente los datos actuales para México, en donde se resaltan las consecuencias 
sociales y de salud derivadas del consumo de esta sustancia. 
En el apartado 2 se incluyen las consecuencias del consumo de alcohol y sus efectos 
en el trabajo, con datos globales que informa la Organización Internacional del Trabajo 
(OIT), y diversos países que muestran el aumento en accidentes, ausencias y pérdidas 
económicas que se han calculado asociadas al consumo de drogas en general y en particular 
al consumo de alcohol. También se presentan algunos resultados derivados de las encuestas 
nacionales de adicciones y estudios específicos en población trabajadora mexicana. 
En el apartado 3 se definen conceptos como uso, abuso y dependencia del consumo, 
para comprender los efectos diferenciados en las personas, debidos a las características 
individuales, sociales y culturales. Asimismo, se revisa la integración del alcohol a la 
cultura, a través de las normas que se trasmiten culturalmente y establecen qué conductas 
son o no apropiadas y entre quienes. Además, se describe un modelo de aproximación 
cultural para el estudio de las consecuencias del consumo de alcohol en el trabajo. 
El apartado 4 se revisan los aspectos teóricos en los que se sustentan los estudios en 
las empresas como grupos organizados, de esta manera se define la dinámica 
organizacional, sus componentes y sistemas, así como enmarcar a las empresas a través de 
la teoría de sistemas como un sistema abierto, asimismo se incluye la definición del clima 
organizacional para comprender mejor el por qué las personas se comportan de cierta 
manera dentro de lugar de trabajo. También, se define la satisfacción laboral y el estrés en 
el trabajo como elementos importantes dentro de las empresas. 
13 
 
La segunda parte describe la investigación y está compuesto por los siguientes 
elementos: 
En el apartado 5 se describe el proceso de investigación realizado, primero se 
expone el planteamiento del problema. Después se explica la fase uno que es un estudio 
exploratorio con el cual se obtuvo información para la elaboración del instrumento. Se 
presentan el método de esta fase se describen los objetivos, procedimiento, resultados y 
conclusión de esta fase. La fase dos fue la investigación para probar las relaciones entre las 
variables, se presenta el método utilizado con los objetivos, muestra, descripción del 
instrumento, procedimiento y análisis estadísticos. 
El apartado 6 comprende los resultados, primero se hace una descripción de los 
factores organizacionales como el climaorganizacional, el estrés laboral y la satisfacción en 
el trabajo. Después se presentan los factores personales, que comprenden el nivel de 
consumo de alcohol de los trabajadores y los problemas familiares. En tercer lugar se 
expone el consumo de alcohol en el lugar de trabajo, los problemas en el trabajo, los 
accidentes laborales y para terminar el apartado se muestran los resultados de la prueba del 
modelo estructural. 
También se incluye el apartado de conclusiones y se presentan los hallazgos más 
importantes de la investigación, la cobertura de los objetivos planteados, la contrastación de 
estos resultados con la literatura, algunas recomendaciones para futuros estudios y las 
recomendaciones para la prevención en los ámbitos laborales. 
Para finalizar se presentan los anexos, el primero y segundo comprende el 
cuestionario de preguntas abiertas y guía temática utilizados en los grupos focales y en el 
anexo tres el cuestionario aplicado en la segunda fase. 
 
14 
 
15 
 
ANTECEDENTES 
La Psicología Social ha tenido una historia llena de polémicas, desde la definición 
de su objeto de estudio (poner énfasis al estudio de los individuos o en los grupos sociales); 
hasta la delimitación de su campo de acción, en términos de qué tanto se rebasan o no las 
fronteras con otras disciplinas (Brown, 1998). Si se parte de que los problemas actuales 
cada día rebasan más el campo específico de alguna disciplina científica, y que ésta no les 
puede dar solución, es difícil pensar que una ciencia se desarrolle aisladamente, sin tomar 
en cuenta otros aspectos que se relacionan con su objeto de estudio y que por lo mismo 
tampoco tome en cuenta a las otras disciplinas. 
Desde una perspectiva psicosocial, la conducta de consumo no se puede interpretar 
sin atender a las actitudes, valores y estilo de vida del individuo. Además de que el 
consumo se da en un contexto de presiones sociales. El consumo es entendido como una 
forma más de comportamiento que satisface en el individuo una serie de necesidades no 
atendidas que pueden ser reales o imaginarias. Desde este modelo se tiende a diferenciar 
cantidades, frecuencias, formas de consumo, actitudes, variedad de efectos, sin olvidar el 
medio ambiente en donde los individuos se desarrollan. Si se reconoce que el consumo es 
un comportamiento humano, este podrá ser estudiado con la aplicación de los principios 
que rigen la conducta humana en general y se utiliza la psicología social para explicar el 
contexto bajo el cual se da este consumo. Según Vega (1992) se pueden enumerar una serie 
de principios que ayudan a comprender mejor el problema: 
El consumo de sustancias tóxicas varía sus pautas entre individuos diferentes, entre 
grupos diferentes y en situaciones o momentos distintos de un mismo individuo. No existen 
relaciones simples de causa-efecto, al contrario, existen muchos factores interrelacionados 
de una manera compleja. Todo comportamiento se produce y toma sentido en un 
determinado contexto social. Las creencias y percepciones sobre la realidad motivan el 
comportamiento humano en esa realidad (Arias, 2001). 
Asimismo, un comportamiento satisface siempre alguna función física, psíquica o 
social, pues de lo contrario, tendería a desaparecer. La información en sí misma no influye 
16 
 
necesariamente en el comportamiento, ésta tendrá valor en la medida que se relacione con 
creencias, actitudes, valores, estilos de vida y comportamientos significativos de las 
personas (Pons & Berjano, 1999). 
En general el aproximarse al fenómeno del consumo de alcohol desde la psicología, 
se había hecho con el objetivo de lograr cambios conductuales individuales, sin embrago, 
es importante considerar que los consumidores son seres sociales, conviven en grupo y 
tienen una interacción constante, de esta manera se influyen de una forma dinámica. Con 
base en esto es necesario tomar en cuenta el contexto de las personas con la finalidad de 
poder explicar las consecuencias derivadas del consumo de alcohol. 
 
 
 
 
17 
 
 
 
1. SITUACIÓN ACTUAL DEL CONSUMO DE ALCOHOL 
 
 
En este apartado se presentan datos sobre el consumo de alcohol como un problema 
de salud pública a nivel mundial, con base en el informe global de la Organización Mundial 
de la Salud, del Observatorio Europeo, la situación de América en comparación con los 
promedios mundiales y específicamente los resultados para México, que resaltan las 
consecuencias sociales y de salud derivadas del consumo de esta sustancia. 
1 . 1 EL CO NS U MO DE AL CO HOL C O MO U N PROBL E MA DE 
S AL UD PÚ BLI C A 
El consumo de alcohol, aunque se ha considerado una práctica común en muchos 
países, se ha convertido en una problemática de salud pública que se refleja a nivel mundial 
(OMS, 2007). El último informe de la Organización Panamericana de la Salud, menciona 
que el alcohol ocupa el quinto lugar como uno de los riesgos más importantes para muertes 
prematuras y discapacidades en el mundo, esto de entre 26 factores evaluados por la 
Organización Mundial de la Salud (Rehn & Monteiro, citados en OMS, 2007). 
Los resultados de investigaciones demuestran cómo el consumo de alcohol es un 
problema con amplia extensión entre la población, por ejemplo, España informa 
prevalencias elevadas del consumo de alcohol, para alguna vez en la vida de 93.7%, en el 
último año 76.7% y del último mes 64.6%, mientras que 14.9% indicó un patrón de 
consumo “a diario” durante el último mes. Asimismo, en el consumo de los últimos 12 
meses, En el grupo de 15-34 años (79.4%) hay una mayor proporción que en el grupo de 
35-64 años (74.7%) (Encuesta domiciliaria, 2007). 
También expone que el consumo de alcohol parece estabilizado a niveles altos, esto 
es que no se ha observado un incremento en la proporción de consumidores pero si en el 
consumo excesivo definido como el consumo de 5 ó más copas por ocasión de consumo. La 
percepción de riesgo ante el consumo excesivo (5 ó 6 copas) diario y, especialmente el de 
18 
 
fin de semana, sigue siendo muy baja (Observatorio Europeo, 2007), lo cual refleja que es 
necesario un esfuerzo mayor en la sensibilización de la población ante el consumo de esta 
sustancia. 
En la encuesta australiana se estimó que alrededor de nueve de 10 personas de 14 
años de edad y más, había consumido alcohol en algún momento en sus vidas y 83% lo 
había hecho el año pasado (Degenhardt & Hall, 2003). 
En México, la última Encuesta Nacional de Adicciones realizada en 2011, muestra 
que del total de la población de 12 a 65 años 71.3% ha consumido bebidas alcohol alguna 
vez en su vida, mientras que 51.4% lo hizo en el último año y 31.6% en el último mes, 
dichas prevalencias aumentaron significativamente en comparación con los datos de la 
encuesta realizada en el 2002 (Medina-Mora, Villatoro-Velázquez, Fleiz-Bautista, Téllez-
Rojo, Mendoza-Alvarado, Romero-Martínez, Gutiérrez-Reyes, Castro-Tinoco, Hernández-
Ávila, Tena-Tamayo, Alvear-Sevilla y Guisa-Cruz., 2012). Los resultados más recientes 
siguen reflejando una proporción más elevada de consumidores varones, aunque en las 
mujeres se ha observado un incremento entre las más jóvenes. Asimismo, el índice de 
consumidores diarios es menos del uno por ciento, mientras que 5.4% se clasifican como 
bebedores consuetudinarios y 6.2% cumplen el criterio de dependencia al alcohol, 
observándose un incremento significativo en comparación con el resultados de 2002 (4.1%) 
(Medina-Mora, Villatoro-Velázquez, Fleiz-Bautista, Téllez-Rojo, Mendoza-Alvarado, 
Romero-Martínez, Gutiérrez-Reyes, Castro-Tinoco, Hernández-Ávila, Tena-Tamayo, 
Alvear-Sevilla y Guisa-Cruz., 2012). 
Al revisar la edad de inicio en el consumo de alcohol, es importante resaltar que más 
de la mitad (55.2%) de los entrevistados indicó haber iniciado su consumo a los 17 años o 
menos, lo cual es necesario cuidar porque son menores de edad que no deberíanni siquiera 
tener acceso a las bebidas alcohólicas (Medina-Mora, Villatoro-Velázquez, Fleiz-Bautista, 
Téllez-Rojo, Mendoza-Alvarado, Romero-Martínez, Gutiérrez-Reyes, Castro-Tinoco, 
Hernández-Ávila, Tena-Tamayo, Alvear-Sevilla y Guisa-Cruz., 2012). 
Las prevalencias de México son bajas al compararse con las de los países 
previamente mencionadas, este fenómeno ya se ha puesto de manifiesto por otros autores, 
en donde México presenta tasas bajas de dependencia pero altas tasas de cirrosis hepática, 
(Medina-Mora, citado en Fundación de Investigaciones Sociales, 1998; Villatoro et al, 
19 
 
2004, Medina-Mora, 2012), así como la asociación con diversos problemas sociales que 
hacen más grande el efecto de este fenómeno (Medina-Mora et al, 2001, Medina-Mora, 
2012). 
1.1.1 Resultados en América y comparación con resultados mundiales 
En años recientes se ha puesto especial atención en los países que conforman el 
continente americano, porque presentan una problemática relacionada al consumo de 
alcohol, considerando diferentes indicadores como la mortalidad, morbilidad, años 
saludables perdidos, lesiones por accidentes de tránsito, lesiones en general, problemas de 
salud mental, costos económicos, cantidad de consumo de alcohol y los patrones de 
consumo tanto de adultos como de jóvenes, con lo que se hace primordial que se reconozca 
que se tiene un problema serio en la región y se considere como una prioridad de salud 
pública (OMS, 2007). 
Algunos resultados de estos indicadores destacan que para el 2002, en esta región se 
observó que hay una proporción más elevada (5.4%) de todas las muertes atribuibles al 
alcohol, en contraste con el promedio mundial (3.7%) y se estima que causó 323,000 
muertes. También que está relacionado a 60 problemas de salud, como los efectos al feto 
por el consumo excesivo durante el embarazo, lesiones intencionales y no intencionales, 
presencia de cáncer, problemas cardiovasculares, otros efectos en el organismo del 
consumidor, así como en las personas a su alrededor, ya que está asociado a la violencia 
familiar, accidentes fatales de tránsito y violencia interpersonal, aunado a esto, el consumo 
perjudicial se relaciona con problemas sociales y económicos tanto con el individuo como 
con la familia y por consecuencia con la comunidad (OMS, 2007). 
En relación con los años de vida ajustados a la discapacidad, en el 2000 se encontró 
que el alcohol fue el principal factor de riesgo sobre la carga de morbilidad en esta región 
en comparación con el cuarto lugar que presenta a nivel mundial. En 2002 en la región, se 
presentó un poco más del doble (10%) en comparación con el promedio mundial (4.4%), 
también, (OMS, 2007). 
 
20 
 
1.1.2 Patrones de Consumo en países de América 
El patrón de consumo se ha observado como un factor de riesgo, ya que se 
caracteriza por ser ocasional pero excesivo (Medina-Mora, citado en Fundación de 
Investigaciones Sociales, 1998, Medina-Mora, 2012), de tal manera que el consumo 
excesivo episódico1
Considerando algunas diferencias entre los rangos de edad incluidos en los análisis 
en cada país (Bloomfield, Stockwell & Gmel, 2003), estos resultados muestran a una gran 
cantidad de personas involucradas con el alcohol, observándose que el grupo de adultos 
jóvenes son los más afectados por el consumo excesivo, y sigue siendo una proporción más 
alta de hombres consumidores que de mujeres, sin embargo estás diferencias se diluyen a 
etapas más tempranas, en virtud de que entre los adolescentes el consumo ya es similar 
entre hombre y mujeres (Villatoro et al, 2004). 
 es típico de este continente y se presenta especialmente entre jóvenes 
en varios países de la región. Por ejemplo, en Canadá en 62% de ocasiones en que se 
consumió la cantidad de copas fue de 5 ó más, (Stockwell et al, citado en OMS, 2007), este 
porcentaje se eleva de una manera impresionante (casi 90%) cuando solo se incluye a los 
adultos jóvenes de 19 a 24 años. Esta conducta no es exclusiva de los países desarrollados 
de América, ya que también se presenta en países en desarrollo entre los cuales está 
México, (Medina-Mora, et al, 2003; Villatoro et al, 2007, Medina-Mora, 2012), Brasil, 
Perú, Bolivia, Uruguay, Costa Rica y Chile (OMS, 2007). Y este tipo de consumo está 
asociado con mayores daños emocionales y físicos, incluyendo violencia, accidentes, 
embarazos no planeados, sexo sin protección, etc. (OMS, 2007). 
Asimismo, en los países desarrollados de América se presentan tres indicadores 
considerados de riesgo para la salud, uno es el consumo per cápita (9.3 litros), el segundo 
es el porcentaje de bebedores intensos (11.3%) el tercero es el consumo promedio por 
bebedor adulto (Tabla 1.1). Sin embargo, los países latinoamericanos tienen el patrón 
promedio de alcohol que se ingiere (3.1 litros) más elevado que en los países desarrollados 
(2 litros), esto sugiere que el consumo de alcohol en los países subdesarrollados se 
concentra en una población mínima, es decir que grupo pequeño de personas consume la 
mayoría del alcohol disponible. 
 
 
1 Consumo excesivo episódico: definido como 5 ó más copas estándar de cualquier bebida alcohólica que 
contenga el equivalente a 10g de alcohol puro y que se consume en una sola ocasión o en un período de 2 
horas (4 ó más para las mujeres). (Stockwell et al., Citado en OMS, 2007) 
21 
 
Tabla 1.1 
Niveles de consumo de alcohol en América 
 E. U./Canadá 
 
Países en vías de 
desarrollo/Bajas t. 
de mortalidad* 
Países en vías de 
desarrollo/Altas 
t. mortalidad** 
Consumo per capita (15 
años de edad o más) (litros) 
 
9.3 9.0 5.1 
Bebedores intensos (%) 
 11.2 9.1 2.7 
Consumo promedio por 
bebedor adulto (litros) 
 
14.3 14.1 7.6 
Patrón promedio (litros) 2.0 3.1 3.1 
Nota: * Brasil, México, Chile y otros, ** Bolivia y Perú. OMS, (2007) 
 
Estos resultados hacen evidente este patrón promedio, de altas cantidades de 
consumo por ocasión, que se ha considerado como explosivo y que es el que genera más 
problemas en los países latinos. 
 
22 
 
1.2 EL CONSUMO DE ALCOHOL EN MÉXICO 
La situación entre la población mexicana se puede observar a través de los 
resultados de las Encuestas Nacionales, por ejemplo en la realizada en hogares en el 2011 
se encontró que 42.9% de los menores de edad mencionaron haber consumido alcohol 
alguna vez en su vida, 30% en el último año y 14.5% en el último mes. Es necesario 
resaltar que 4.1% de estos menores cumple con el criterio de dependencia, por sexo 6.2% 
del total de los hombres y 2% de las mujeres (Medina-Mora, Villatoro-Velázquez, Fleiz-
Bautista, Téllez-Rojo, Mendoza-Alvarado, Romero-Martínez, Gutiérrez-Reyes, Castro-
Tinoco, Hernández-Ávila, Tena-Tamayo, Alvear-Sevilla y Guisa-Cruz., 2012). 
En una encuesta previa (ENA, 1998), los resultados con la población de 12 a 17 
años, se encontró que 3% mencionó haber manejado un coche o motocicleta mientras bebía 
o justo después de haber bebido y 5% había tenido accidentes como caídas, fracturas o 
golpes. El nivel de consumo en esta población se observa alto, considerando que se trata de 
menores de edad que no deberían tener acceso a estas sustancias, asimismo, está asociado 
con la presentación de riesgos que ponen en peligro su vida y la de otras personas. 
Lo anterior resalta la tendencia de estas prácticas entre la población mexicana a 
edades tempranas, aumentando conforme aumenta la edad y haciéndose más evidente en los 
muchachos que se acercan a la mayoría de edad, por lo que es importante tomar en cuenta 
que al llegar a esta etapa, 18 años, una proporción importante de jóvenes se integran a la 
fuerza de trabajo, llevando consigo ya un patrón de consumo que se reflejará de manera 
directa o indirecta en el lugar de trabajo. 
Situación que se observa cuando sólo se considera a la población adulta, es decir a 
las personas de 18 a 65 años de edad, 77.1% ha consumidoalguna vez en su vida, 55.7% en 
el último año y 35% en el último mes, entre está grupo de la población es más evidente un 
aumento significativo en la prevalencia en el último mes. 
a nivel nacional la prevalencia en el último año es de 51%, del total de hombres 
70% mencionó haber consumido mientras que del total de mujeres 37% indicaron haber 
consumido cualquier tipo de bebida alcohólica (Medina-Mora et al, 2004). 
Por otro lado, para la población urbana, la proporción de bebedores es de 56%, 
siendo casi tres cuartas partes de los hombres (72.2%) los que consumen en comparación 
con el 43% de las mujeres. En cuanto a la población rural, los porcentajes en general son 
23 
 
menores, el total de bebedores es de 37%, y del total de hombres 61% mencionó consumir 
en contraste con un poco menos de la quinta parte (19%) de las mujeres (gráfica 1.1). 
 
 
Consumo de alcohol en el último año
Población de 18 a 65 años
51.34
69.53
37.15
55.61
72.24
42.67
37.36
60.71
18.92
0
20
40
60
80
Nacional Urbana Rural 
Total
Hombres
Mujeres
Grafica 1.1 Comparación entre hombres y mujeres adultos que consumieron alcohol en 
el ultimo año. Secretaría de Salud, INEGI. 4a. Encuesta Nacional de Adicciones (2003) 
%
 
En la población urbana, tanto en hombres como en mujeres, se observa el aumento 
en la proporción de consumidores cuando llegan a los 18 años (hombres=71%) y que se 
eleva conforme aumenta la edad, disminuyendo a partir de los 49 años, como se puede ver 
en la gráfica 1.2, los porcentajes más altos se observan entre las edades de 18 a 49 años, y 
son quienes están en plena edad productiva. 
Consumidores Actuales de Alcohol por Edad y Sexo
(población urbana de 18 a 65 años)
Grafica 1.2 Comparación entre hombres y mujeres adultos que consumen alcohol
actualmente. Secretaría de Salud, INEGI, 4a. ENA (2003)
27
71 77
78
62
25
46 41 45 34
0
20
40
60
80
12 a 17 años 18 a 29 30 a 39 40 a 49 50 a 65 
Mujeres Hombres
%
 
 
24 
 
Asimismo, es importante ver que con los resultados en cuanto al número de copas 
por día de consumo de alcohol un poco más de la mitad de la población urbana mencionó 
haber consumido 5 ó más copas por lo que se considera que tiene un consumo en riesgo 
(gráfica 1.3). 
 
18
30
24
18
8
2
0
5
10
15
20
25
30
35
De 1 a 2
copas
3 a 4 5 a 7 8 a 11 12 a 23 24 ó más
copas
Grafica 1.3 Porcentaje de hombres adultos que indican del número de copas
consumidas en un sólo día. Población urbana. Secretaría de Salud, INEGI, 4a. ENA
(2003)
Número de copas consumidas en un solo día Hombres
(población Urbana de 18 a 65 años)
%
Consumo 
excesivo 52%
 
 
 
Los resultados que se presentaron en este apartado muestran el reconocimiento del 
consumo de alcohol como un problema de salud pública porque ocupa un lugar importante 
(el quinto) de veintiséis factores evaluados como los riesgos más importantes para muertes 
prematuras y discapacidades a nivel mundial. Asimismo, es un problema con una amplia 
extensión, con un patrón de consumo de altas cantidades por ocasión (cinco copas o más), 
con un consumo más agudo especialmente los fines de semana. 
 
México tiene prevalencias menores a las de países desarrollados, pero presenta tasas 
más elevadas de cirrosis hepática, así como una relación más elevada con diversos 
problemas sociales (accidentes de tráfico, riñas y peleas, violencia, etc). 
La región del continente americano presenta indicadores de salud por arriba del 
promedio mundial (muertes atribuibles al alcohol, efectos al feto durante el embarazo, 
25 
 
lesiones intencionales, no intencionales, presencia de cáncer problemas cardiovasculares) y 
problemas sociales (violencia familiar, accidentes de tránsito, violencia interpersonal) que 
la posicionan en el centro de atención de alta prioridad para la salud pública. 
 
En México, al igual que países de la región, presenta un patrón de consumo 
episódico pero excesivo por ocasión, y este tipo de consumo se asocia más a múltiples 
problemas, siendo la población joven la más afectada, aunque cada vez más se incorporan 
las mujeres jóvenes a este patrón de consumo. De esta manera en el siguiente apartado se 
revisarán algunas de estas consecuencias relacionadas al lugar de trabajo. 
 
 
 
26 
 
 
 
27 
 
 
2. CONSECUENCIAS DEL CONSUMO DE ALCOHOL EN EL 
TRABAJO 
 
En este apartado se describen algunas consecuencias del consumo de alcohol y sus 
efectos en el trabajo, con datos mundiales de la Organización Internacional del Trabajo 
(OIT), y de diversos países que muestran el aumento en accidentes, ausencias y pérdidas 
económicas que se han calculado asociadas al consumo de drogas en general y en particular 
al consumo de alcohol. También se presentan resultados derivados de las encuestas 
nacionales de adicciones y estudios específicos en población trabajadora mexicana. 
 
2 . 1 EL CO NSU MO DE AL COH OL Y S US E FECTO S EN EL 
T R AB AJO . U N A RE VIS IÓ N I NTE RNA C IO N AL 
La Organización Internacional del Trabajo, indica que hasta un 30% del total de los 
accidentes del trabajo son atribuibles al consumo de alcohol y otras drogas. En su Revista 
(2006), menciona que a la economía de Estados Unidos le cuesta más de 250 mil millones 
de dólares al año el abuso de drogas incluido el alcohol, así como la pérdida de 500 
millones de jornadas de trabajo. 
Asimismo, indican que 1.2 millones de trabajadores de tiempo completo son 
consumidores de drogas ilegales y altas cantidades de alcohol, además 6.2% abusan del 
alcohol. En 2004, se llegó a calcular que este fenómeno produjo pérdidas alrededor de 81 
billones de dólares al año, 37 billones de muertes prematuras y 44 billones por enfermedad 
(U.S. Labor Department of Labor, Citado en Jiménez & Mata, 2006). 
Mientras que para el Reino Unido, se pierden cada año entre 11 y 17 millones de 
jornadas laborales por causa del abuso del alcohol, y esto equivale a unos 1,800 millones de 
libras esterlinas que le cuestan anualmente a su economía (OIT, 2006). Asimismo, 63% de 
los empleados, después de emborracharse la noche anterior, hablan por teléfono a sus 
empresas para decir que están enfermos y justificar su ausencia en el trabajo (OIT, 2006). 
28 
 
Por otro lado, en el caso de Canadá, el abuso de alcohol y drogas le cuesta a las 
empresas de Alberta, 400 millones de dólares de Estados Unidos al año en pérdidas de 
productividad. 
El Departamento de Trabajo de Estados Unidos señala que los empleados que 
abusan de sustancias y de alcohol registran un 66% más de ausentismo laboral, presentan 
más demandas de indemnización que los no consumidores, se ven envueltos en 50%, de 
accidentes en el lugar de trabajo y hacen 300% más uso de las prestaciones de salud en 
comparación que el resto de los empleados. Además, el Instituto Nacional de Salud de 
Estados Unidos mencionó que 44% de los consumidores de estas sustancias ha vendido 
drogas a otros empleados, y 18% ha robado a compañeros de trabajo para pagar su hábito 
de consumo (Personnel Today, 25 de enero de 2006. Citado en: OIT, 2006). 
Se recomienda que cuando se quiere estimar la pérdida en efectivo para la economía 
del país, es necesario considerar los efectos de un mayor riesgo de accidentes con lesión, 
depresión, estrés, deterioro del estado de ánimo, aumento del ausentismo y elevados costos 
por indemnización y pago de seguro de los trabajadores (OIT, 2006). 
En algunos países se han llevado a cabo estudios con muestras de población 
trabajadora, con la finalidad de identificar los niveles de consumo en este grupo, ramas de 
la industria más afectadas por el consumo, así como, sus efectos dentro de los centros de 
trabajo. En Estados Unidos demuestran que el 71% de los consumidores problemáticos de 
drogas y alcohol están incorporados a un lugar de trabajo. En España hay una mayor 
concentración de bebedores en riesgo en sectores como la construcción (36.9%),el 
transporte y comunicaciones (19.5%), en el sector de la minería y químico (16.7%) 
(Bastida, 2002). También, establecieron que el consumo de alcohol tiene costos sociales y 
económicos importantes., de tal manera que encuentran que el alcohol es responsable de 
12,000 fallecimientos al año (cerca del 4.5% de la mortalidad total) (Bastida, 2002). 
La población masculina en España es la que tiene un mayor consumo de alcohol y 
son los que están entre las edades de 25 a 44 años y los índices en trabajadores son más 
altos que el promedio nacional. Uno de cada cuatro (24.1%) de los trabajadores consume 
una cantidad de alcohol que se considera de riesgo para la salud física (76ml de alcohol 
puro/día, es decir 61g.), 14.4% mencionó un consumo del día anterior en riesgo, es decir, 
29 
 
por arriba de los 75ml/día y tiene lugar diario o regularmente en el 9.2% de trabajadores. 
(Bastida, 2002). 
En Estados Unidos, se llevó a cabo investigación con trabajadores de manufactura 
de una empresa multinacional, para evaluar la relación entre el patrón de consumo de los 
trabajadores (incluyendo el consumo de alcohol antes y durante la jornada de trabajo), sus 
“crudas” y los problemas en su trabajo. Encontraron que no hay una relación significativa 
entre ausentismo y cantidad de consumo en bebedores frecuentes o frecuencia de consumo 
excesivo por ocasión (10 copas ó más). El consumo en el trabajo y asistir a trabajar con 
“cruda” se relacionó con otras consecuencias negativas como las lesiones en el lugar de 
trabajo pero no con el ausentismo (Ames, Grube & Moore, 1997). 
Blum y colaboradores encontraron tasas más bajas de ausentismo entre 
consumidores fuertes que entre bebedores leves. Esto es, que la relación entre consumo y 
ausentismo puede ser descrita con una curva en forma de U, los bebedores moderados 
tienen menos ausencias frecuentes, pero ambos, consumidores fuertes y gente que bebe 
poco, tienen ausencias más frecuentemente (Gmel & Rehm, 2003). 
En un estudio longitudinal encontraron una asociación en forma de "U", para los 
hombres, entre las ausencias por enfermedad y la frecuencia de ocasiones de consumo 
fuerte y cantidad semanal consumida. En otras palabras, los consumidores que tienen una 
frecuencia y cantidad de consumo moderado tienen menos ausencias frecuentes que los 
abstemios y bebedores fuertes (Marmot & cols., citados por Gmel & Rehm, 2003). 
En otro estudio Ames & Grube (1999) demostraron que los trabajadores que 
presentaban problemas relacionados con el alcohol, tenían 2.7 veces más de ausencias en el 
trabajo por accidentes que los trabajadores que no tomaban alcohol. 
Por otro lado en España, se encontró que hasta una cuarta parte de los trabajadores 
(25.5%) mencionó una disminución en su productividad o rendimiento como primer 
problema relacionado al consumo de sustancias, un segundo problema son los accidentes 
(23.4%) y sólo 2% reconoce consumir en el lugar de trabajo (Bastida, 2002). 
Además, el 25% de todos los accidentes laborales tienen como principal causa el 
consumo de alcohol y entre el 20-25% de estos accidentes afectan a personas intoxicadas, 
además incluyen autolesiones, heridas a terceros y daños a equipo, lo cual conlleva 
repercusiones económicas directas para la empresas, desde la atención médica, las bajas 
30 
 
laborales, las pensiones por invalidez y jubilaciones anticipadas, que a veces se duplica y 
hasta triplica en comparación con el resto de los trabajadores (Bastida, 2002). 
En otro trabajo realizado en Costa Rica encontraron que una cuarta parte de los 
accidentes de tránsito, de tipo laboral, estuvieron relacionados con el consumo de alcohol y 
drogas, y en el 20% de estos eventos estuvo involucrada otra persona, como víctima. 
(Jimenez & Mata, 2006) 
En un análisis realizado por Fernández-Montalvo & Echeburúa (2001), en 
trabajadores Vascos sobre la relación existente entre el abuso de alcohol y el trabajo, 
encontraron que 16% de la población trabajadora consumía alcohol con un patrón de alto 
riesgo, 51% se clasificaba como bebedor habitual y 20% del total presentaba problemas 
derivados del consumo de alcohol. 
En una empresa de transportes (Cabrero & cols., citado en Fernández-Montalvo & 
Echeburúa, 2001) el 8.4% de la muestra eran consumidores excesivos de alcohol. En tanto 
que en trabajadores del mar (pescadores, marinos mercantes, buzos, etc.) el 77% consumía 
habitualmente alcohol. Estos autores mencionan que el consumo de alcohol puede 
funcionar como un facilitador en ciertos sectores laborales, como vendedores o artistas, en 
tanto que en otros sirve como una forma de reducir la tensión, como es el caso de los 
pilotos, policías, empresarios, escritores, etc., mientras que en otros como una forma de 
enfrentar el estrés sobre todo en los que tienen grandes responsabilidades, o para enfrentar 
la soledad o aislamiento que viven por ejemplo los escritores, pastores, etc. o a las personas 
que obligan a vivir lejos de su hogar por temporadas, como es el caso de los jueces y 
militares. 
Las condiciones materiales u organizativas del trabajo pueden repercutir en abuso de 
alcohol, como algunos sistemas de turnos, actividades desarrolladas al aire libre que 
suponen un gran esfuerzo físico y enfrentar condiciones ambientales difíciles (con mucho 
polvo, ruido, calor, etc.). Otros factores que se relacionan son la eventualidad en el puesto, 
los sentimientos de incertidumbre y la inseguridad respecto al futuro, con escasas 
habilidades de promoción, sueldos bajos. Todo esto provoca sensación de malestar e 
insatisfacción con el trabajo (Fernández-Montalvo & Echeburúa, 2001). 
En otros estudios, encontraron que el ausentismo por enfermedad común era del 
doble entre consumidores excesivos de alcohol que en el resto de los trabajadores (Cabrero 
31 
 
& cols., citado en Fernández-Montalvo & Echeburúa, 1996), y hasta cuatro veces superior 
(Ameille & cols., citado en Fernández-Montalvo & Echeburúa, 1996). 
Una investigación realizada en una fábrica productora de maquinaria pesada para el 
mercado estadounidense, tuvo como objetivo examinar los factores de riesgo socio-
ambientales para la presencia de problemas relacionados con el consumo de alcohol en el 
trabajo (Ames & Delaney, 1992). Se realizó a través de un método combinado de obtención 
de datos etnográficos y de encuesta. Entrevistaron a 984 empleados, a través de una 
encuesta que incluyó preguntas sobre control social, disponibilidad, políticas, calidad de la 
experiencia laboral y del estrés. Además, se examinaron las experiencias de socialización y 
los índices y hábitos de consumo de bebidas alcohólicas. Entre los resultados reportan que 
se identificaron cuatro elementos del ambiente laboral que afectan de manera más directa el 
manejo de los problemas relacionados con el alcohol por parte de los supervisores. Estos 
incluyen 1) las agendas organizacionales (administración y sindicato), 2) políticas sobre 
alcohol, 3) Programa de Asistencia al Empleado y 4) grupos o equipos de trabajo. También 
reportan que los trabajadores por hora y asalariados, respondieron que es fácil o muy fácil 
introducir alcohol a la planta, tomarse un trago en las estaciones de trabajo y durante los 
descansos para comer. Casi todos los empleados creen que es muy poco probable que los 
sorprendan consumiendo dentro de la planta. 
Asimismo, el 69% de los trabajadores por hora y 48% de los asalariados, 
coincidieron en que es muy probable que si un supervisor los sorprende consumiendo no 
hiciera nada o sólo hablaría con el implicado y no tomaría ninguna otra acción (Ames & 
Delaney, 1992). 
En los datos etnográficos se refleja la forma en que el papel del supervisor en el 
manejo de los problemas relacionados con el alcohol se ve confrontado por diferentes 
intereses: 1)las exigencias de los superiores que dan mayor importancia a la producción; 
2)las agendas políticas de los líderessindicales, incluyendo una posición contra las 
acciones disciplinarias relacionadas con el alcohol; 3) políticas ambivalentes sobre alcohol 
y 4) las exigencias para ganar el apoyo y la cooperación de los trabajadores de línea que 
ahora están organizados en grupos de trabajo (Ames & Delaney, 1992). 
Con los estudios de caso, el temor, las prioridades elevadas y la poca disposición 
para involucrarse en confrontaciones, generan opciones para satisfacer las necesidades 
32 
 
inmediatas de los diferentes departamentos más que tratar seriamente los problemas 
relacionados con el alcoholismo de la fuerza de trabajo. Es importante resaltar que la 
eficacia de las políticas y reglas es minimizada por los tratos, arreglos y otro tipo de 
subterfugios que se dan en la cultura de relaciones laborales, con los sindicatos y la 
empresa y que este tipo de temas necesita ser identificado y comprendido en términos de su 
impacto interaccional sobre las normas relacionadas con el consumo laboral y los 
problemas que éste ocasiona. 
Entre los investigadores que informan acerca de resultados sobre las consecuencias 
del consumo de alcohol en el lugar de trabajo, están los de Quayle, Voas, Newcomb, 
(citados en: Delaney, & Ames, 1995) en donde encuentran la asociación del consumo de 
alcohol con baja productividad, ausentismo, conductas de alto riesgo, lesiones, muertes por 
accidentes de tráfico y accidentes comunes y trágicos. 
Por otro lado, siguiendo la línea de investigación del consumo de alcohol y trabajo 
de Delaney y Ames (1995), quienes analizaron la relación entre las actitudes del equipo de 
trabajo, las reglas sobre el consumo y el consumo en el lugar de trabajo. El objetivo fue 
evaluar si los cambios clave en la organización de la producción y los sistemas de 
relaciones laborales en el trabajo de ensamblaje y fabricación (del supervisor autoritario a 
los equipos de trabajo auto manejados) podrían tener un efecto sobre las reglas de consumo 
y los índices de ingesta entre los empleados. 
De los trabajadores por hora, 72% estaba compuesto por bebedores. El porcentaje 
que informó consumo excesivo (10 ó más tragos por ocasión) al menos una vez en los 
últimos 12 meses fue de 17.3%; cuando se les preguntó si creían que podrían ser 
alcohólicos 5.8% reportó haber tenido esta idea al menos una vez en el último año. El 
porcentaje de trabajadores por hora que reportó haber bebido cuatro o más tragos una hora 
antes de venir a trabajar fue de 5.6%. Quienes indicaron haber tenido al menos un trago 
durante las horas de trabajo, incluyendo la comida y los descansos, fue de 23.5% (Delaney 
& Ames, 1995). 
Se observaron porcentajes más elevados de la conducta de consumo estimada de los 
miembros del equipo. Entre los trabajadores por hora, 69.6% de los miembros de su equipo 
bebieron cuatro o más copas durante las horas de trabajo, al menos una ocasión en los 
últimos 12 meses. 68.2% reportó que de las personas a quienes consideraban sus amigos, al 
33 
 
menos una había bebido cuatro o más copas en alguna ocasión en el trabajo durante los 
últimos 12 meses (Delaney & Ames, 1995). 
Informaron que en comparaciones de los empleados de cuello azul divididos en dos 
grupos: quienes tienen las reglas menos permisivas y quienes tienen las más permisivas. Se 
observaron diferencias en datos demográficos, frecuencias de consumo, actitudes positivas 
del equipo y relaciones positivas con el supervisor. El sexo no fue un elemento distintivo 
de las reglas; los hombres y mujeres cayeron igualmente en el grupo permisivo que en el no 
permisivo. La edad si fue un elemento distintivo; los más jóvenes tuvieron mayor 
probabilidad de caer en el grupo permisivo que los más viejos. El grupo étnico también fue 
un elemento distintivo, con los blancos cayendo sustancialmente más en el grupo más 
permisivo y los negros con mayor probabilidad de caer en el grupo menos permisivo. 
Debido a que el grupo étnico parece estar asociado con la religiosidad (y por tanto con las 
reglas personales de consumo), se controló esta variable en un análisis separado y aún así 
los blancos fueron significativamente diferentes de los negros en cuanto a la desaprobación 
esperada por consumir en el trabajo (Delaney & Ames, 1995). 
Los trabajadores en el grupo con las normas más permisivas puntuaron más alto en 
la frecuencia del consumo en los últimos 12 meses, así como en la frecuencia del consumo 
durante las horas de trabajo en el último año. Los empleados en el grupo menos permisivo 
puntuaron más alto en la actitud positiva hacia los equipos y experimentaron las relaciones 
con los supervisores de forma más positiva. 
Con los análisis de regresión se predijeron significativamente más reglas permisivas 
del consumo en el lugar de trabajo por edad, sexo, grupo étnico, relaciones positivas con los 
superiores, actitudes positivas del equipo y consumo global. Específicamente, el consumo 
global y el grupo étnico (blancos) incrementaron la permisividad percibida; y la edad 
(mayores), el sexo (masculino), las actitudes positivas del equipo y las relaciones positivas 
con el supervisor la disminuyeron. Conforme aumenta la edad, la permisividad disminuye, 
los trabajadores más jóvenes perciben mayor permisividad. 
Los trabajadores que percibieron a sus supervisores como justos y capaces de tener 
buenas relaciones con ellos, percibieron menos permisividad. Este hecho puede reflejar que 
los trabajadores que tienen una opinión de que su supervisor es equitativo y les da un trato 
34 
 
justo tienen mayor probabilidad de respetar los deberes y obligaciones. Finalmente, las 
empleadas de esta planta percibieron más permisividad que los hombres. 
De la misma manera mencionan que la edad, las reglas de consumo y el consumo 
global tuvieron efectos significativos sobre consumo en el lugar de trabajo. 
Específicamente, éste se incrementó cuando aumentó el consumo global y con las reglas 
más permisivas. Y por el contrario, disminuyó con la edad. 
El predictor más fuerte del consumo en el lugar de trabajo fue el consumo global. 
Este fue seguido por las reglas de consumo. Las reglas de consumo, la conducta modelada 
socialmente y la presión social para el consumo, son predictores fuertes del consumo en el 
trabajo. Este descubrimiento también significa que los ambientes laborales en que hay 
apoyo regulador del consumo tienen éxito. La edad fue el tercer predictor del consumo 
laboral. El sexo no fue un predictor significativo (Delaney & Ames, 1995). 
Los autores concluyen a partir de estos datos, que hay asociación de las actitudes 
positivas del equipo y las relaciones positivas con el supervisor con reglas de consumo 
menos permisivas. Las reglas predijeron el consumo en el trabajo. Los empleados que están 
involucrados en sus equipos, sienten que pueden hablar en las juntas y sienten que los 
equipos son efectivos, también vieron que sus compañeros y supervisores no toleran el 
consumo en el trabajo. De manera similar, aquellos trabajadores que se llevan bien con sus 
supervisores y cooperan con la administración perciben un ambiente laboral menos 
permisivo en cuanto al consumo de alcohol. Los datos apoyan la premisa de que los 
equipos están asociados con baja tolerancia al consumo laboral y que por esa razón tienen 
el potencial de alterar las conductas y actitudes relacionadas con la salud (Delaney & Ames, 
1995). 
En un estudio realizado en una fábrica en Australia, no se pudo demostrar una 
asociación entre el consumo total de alcohol y el costo de los problemas, los accidentes 
laborales y las ausencias causadas por estos (Webb & cols., Citado en Delaney &Ames 
1995). Sin embargo, Webb encontró que los problemas autoreportados por los 
consumidores (medidos con la prueba de Mortimer-Filkins) tuvieron 2.7 veces mayor 
probabilidad de ausentarse del trabajo a causa de lesiones que los no bebedores. Baker y 
cols. (1982) encontraron que15% de las víctimas de accidentes letales en Maryland, 
mostraron evidencia de haber consumido alcohol antes o durante el trabajo. En un estudio 
35 
 
sobre accidentes laborales y consumo de alcohol realizado en España, Gutiérrez-Fisac y 
cols. (citado en: Ames, Grube & Moore, 1997) mencionan que en la medida en que se 
incrementan los niveles de consumo total, aumenta la posibilidad de tener un accidente en 
el trabajo. 
Ante estas investigaciones es importante resaltar que se han encontrado datos 
diversos referentes al tema y como Stallones y Kraus (citado en Ames, Grube & Moore, 
1997) concluyen después de revisar la literatura sobre accidentes laborales relacionados con 
el consumo de alcohol, “la verdadera magnitud de los accidentes laborales relacionados con 
el consumo de alcohol no ha sido claramente establecida”. De la misma manera, esto refleja 
la complejidad del problema y la dificultad de establecer relaciones directas en tanto que se 
ven inmersos múltiples factores. 
En un estudio realizado con una muestra de trabajadores en Estados Unidos, se 
encontró que los bebedores excesivos tenían menos ausencias y retardos que sus 
compañeros que consumían moderadamente (Blum & cols., citado en Ames, Grube 
&Moore, 1997). Asimismo, en una investigación realizada por Medina-Mora y 
colaboradores. (Citado en Fundación de Investigaciones Sociales, 1998), dan cuenta de la 
paradoja de la prevención, la cual en refleja que la mayoría (más del 90%) de los problemas 
como accidentes y cuasi accidentes son ocasionados por personas que beben 
moderadamente y en riesgo. También los análisis de Blum y cols. de los reportes 
colaterales y los auto reportes sobre niveles de consumo de alcohol y desempeño laboral 
con una pequeña muestra representativa de 136 trabajadores, reveló que los consumidores 
excesivos de su muestra puntuaron más bajo en las escalas de desempeño laboral, 
incluyendo en las mediciones de autodirección en el trabajo, evitación de los conflictos 
laborales y relaciones interpersonales en el trabajo, además de que no se desempeñaron 
bien en los aspectos técnicos que los bebedores moderados. Estos descubrimientos sugieren 
que existe un vínculo entre el consumo excesivo y los problemas relacionados con el bajo 
desempeño laboral y, por lo tanto, con la productividad (Citado en Ames, Grube &Moore, 
1997). 
En un trabajo más que relaciona patrones de consumo, crudas o resacas y los 
problemas laborales, con 832 trabajadores, se encontró que cerca del 24% de la muestra 
reportó haber consumido alcohol al menos una vez durante el último año. Un pequeño 
36 
 
porcentaje (5%) de la muestra indicó haber bebido cuatro o más copas antes de ir a trabajar, 
al menos una vez en el último año. En cuanto a sus hábitos actuales de consumo en general, 
72% de la muestra informó haber bebido alcohol por lo menos una vez en el último año. 
Aproximadamente el 17% de la muestra mencionó haber bebido 10 ó más copas al menos 
una ocasión en el último año y 17% dijo que suele consumir 4 ó más copas por ocasión 
(Ames, Grube & Moore, 1997). 
En el análisis por sexo, los hombres presentaron una probabilidad más alta que las 
mujeres de consumir 4 ó más copas por ocasión y además que habían consumido 10 ó más 
al menos en una ocasión durante el último año. No hubo diferencias significativas en las 
prevalencias de hombres y mujeres de su consumo en el trabajo o de haber consumido 4 ó 
más copas antes de ir a trabajar. Sin embargo, los hombres reportaron beber en mayor 
número de ocasiones durante el último año que las mujeres. Asimismo, los hombres 
consumen más copas en cada ocasión de consumo que las mujeres. También se muestra que 
los trabajadores que estuvieron con horarios mixtos tuvieron menor probabilidad que los 
nocturnos o vespertinos de reportar consumo en el trabajo. Además, quienes tenían horario 
mixto y nocturno tuvieron significativamente mayor probabilidad que los vespertinos de 
beber justo antes de ir a trabajar. (Ames, Grube & Moore, 1997). 
En cuanto a la relación entre el consumo de alcohol y los problemas laborales en 
este estudio reportan que en general, el ser un consumidor actual en comparación con ser un 
abstemio no se relacionó significativamente con ninguno de los once problemas. Sin 
embargo, los consumidores actuales, reportaron un número total más alto de diferentes 
problemas cuando se compararon con los abstemios. (Ames, Grube & Moore, 1997). 
Asimismo, la relación entre el consumo excesivo y los problemas laborales se 
examinó haciendo una comparación entre quienes reportaron haber consumido 10 ó más 
copas al menos una ocasión durante el último año y quienes no lo hicieron. Los 
consumidores excesivos tuvieron una probabilidad significativamente mayor que otros 
trabajadores de haber discutido con un supervisor y tuvieron problemas para realizar su 
trabajo. En promedio, los consumidores excesivos también reportaron un mayor número 
total de problemas que los trabajadores que no eran consumidores excesivos, ciertamente 
estas relaciones son relativamente modestas (Ames, Grube & Moore, 1997). 
37 
 
Por otro lado, el consumo relacionado con el trabajo estaba ligado con un número de 
problemas laborales. Los empleados que bebieron en el trabajo o antes de ir a trabajar 
tuvieron una probabilidad significativamente mayor de reportar que habían discutido con un 
supervisor, habían sido criticados por un supervisor y tuvieron una pelea seria o discusión 
con un compañero. (Ames, Grube & Moore, 1997) 
La prevalencia de problemas laborales también se comparó en el caso de quienes 
reportaron llegar al trabajo con una resaca en al menos una ocasión durante el último año y 
quienes nunca lo hicieron. Los trabajadores que llegaron al trabajo con resaca tuvieron una 
probabilidad significativamente mayor de reportar haberse sentido enfermos en la fábrica, 
haber sido criticados por un supervisor, haber tenido una discusión o pelea seria con un 
compañero, haber tenido problemas para realizar su trabajo y haberse quedado dormidos en 
el trabajo. Quienes reportaron haber llegado al trabajo con resaca también reportaron un 
número significativamente mayor de otros problemas (Ames, Grube & Moore, 1997). 
Sin embargo, es importante resaltar que estos autores no encontraron diferencias 
significativas con el número de ausencias prácticamente en ninguna de las comparaciones. 
Los descubrimientos más importantes de los análisis de regresión son que el consumo en el 
trabajo y estar con resaca en el trabajo predijeron los problemas laborales aún cuando los 
patrones de consumo usual, consumo excesivo y características significativas del trabajo se 
controlaron. El consumo en el trabajo estuvo significativamente relacionado con tres de los 
indicadores de problemas laborales: a) número total de problemas, b) problemas con 
supervisores y c) dormirse en el trabajo. De acuerdo con lo esperado, el consumo en el 
trabajo aumentó todos estos problemas. (Ames, Grube & Moore, 1997) 
Estar con resaca en el trabajo también se relacionó con tres de los indicadores de 
problemas: número total de problemas, dormirse en el trabajo y problemas con compañeros. 
Estos problemas aumentaron a la par que con la frecuencia de estar con resaca en el trabajo. 
Aunque los efectos de esta variable parecieron ser mayores que los de consumir en el 
trabajo. La única excepción se presentó en los problemas con los compañeros. Estar con 
resaca en el trabajo tuvo un efecto significativamente mayor sobre esta variable que el 
consumo en el trabajo. A pesar de que fueron estadísticamente significativos, los efectos del 
consumo en el trabajo y estar con resaca fueron relativamente modestos. (Ames, Grube & 
Moore, 1997) 
38 
 
También informan que en general, las mujeres y los trabajadores mayores tenían 
menos riesgo de problemas laborales. Este fue el caso para el número total de problemas, 
las lesionesy los problemas médicos. Además, las mujeres tuvieron menos riesgo de 
inasistencias y los trabajadores mayores riesgo de problemas con los supervisores y los 
compañeros. Los trabajadores blancos tuvieron menor riesgo de lesiones o problemas 
médicos y ausencias. Pero, estuvieron en mayor riesgo de tener problemas con compañeros. 
Ser soltero disminuyó los problemas con supervisores cuando se consumía alcohol y 
cuando se controlaron otros factores significativos, además, estar en horarios vespertinos 
disminuyó el número total de problemas. 
La conclusión más importante que se puede alcanzar de los análisis anteriores, es 
que el consumo de alcohol y llegar al trabajo con resaca están asociados modesta, pero 
significativamente, con los problemas laborales autoreportados en esta muestra de 
trabajadores. Los análisis bivariados indicaron que el consumo total, el excesivo fuera del 
trabajo, el que se da en el trabajo o antes de llegar a él y llegar a trabajar con resaca 
estuvieron relacionados con el número total de problemas experimentados por el trabajdor, 
así como con los problemas específicos, como conflictos con supervisores y quedarse 
dormido en el trabajo. Los análisis multivariados revelaron que el consumo en el trabajo y 
llegar con resaca predicen los problemas laborales, incluso cuando se controlaron los 
patrones de consumo, el consumo excesivo y los antecedentes y las características del 
trabajo. Es importante notar que el consumo total y el excesivo fuera del trabajo no 
predicen significativamente los problemas laborales, en el análisis multivariado, cuando se 
consideran factores más inmediatos (Ames, Grube & Moore, 1997). 
Pero también mencionan que es importante notar que el consumo y los problemas 
laborales hayan sido predichos por un determinado número de antecedentes (la edad, el 
género, el grupo étnico, el horario de trabajo y el departamento) y de variables del ambiente 
laboral. Por ejemplo, aun cuando los niveles de consumo total no mostraron diferencias 
significativas en los tres turnos, los trabajadores del segundo y tercero reportaron índices 
más elevados de consumo antes de entrar a trabajar y durante el trabajo y mayores 
porcentajes de problemas que los del primero (Ames, Grube & Moore, 1997). 
 
39 
 
La información sobre las consecuencias del consumo de alcohol en el ámbito laboral 
es amplia, es necesario resaltar los costos establecidos a través de las pérdidas económicas, 
muertes prematuras, enfermedades desarrolladas y en consecuencia la pérdida de jornadas 
laborales. Asimismo, los elevados costos por las indemnizaciones, el mayor uso de las 
prestaciones de salud y pago de seguro de los trabajadores. 
 
La evidencia muestra que la mayor parte de consumidores problemáticos están 
incorporados a un lugar de trabajo, que los empleados que abusan de drogas y alcohol 
muestran más ausentismo laboral. También se ha encontrado que los trabajadores 
consumen bebidas alcohólicas dentro del lugar de trabajo o llegan crudos y esto se 
relaciona con lesiones pero no con el ausentismo laboral. Además, otros resultados 
muestran que los trabajadores indican una disminución en su productividad o rendimiento 
como primer problema relacionado al consumo, así como la ocurrencia de accidentes 
laborales tienen como principal causa el consumo de alcohol, y los trabajadores que abusan 
del alcohol (consumo de 10 ó más copas por ocasión) informan más discusiones con un 
supervisor, tuvieron problemas para realizar su trabajo y reportan un mayor número de 
problemas. 
 Lo anterior pone de manifiesto los efectos del consumo de alcohol en el ámbito 
laboral, y la necesidad de realizar más investigación que permita aportar evidencias más 
claras de las relaciones de los diferentes factores involucrados. 
 
40 
 
 
 
41 
 
 
2 . 2 EL CO NS U MO DE AL CO HOL E N POBL A CI ÓN M E XI C A NA 
E CO NÓ M IC A MEN TE A CT IV A. R ES ULT A DOS DE LA E N CU ESTA 
N A C IO NA L DE AD I C CIO NES 
En México al igual que en otros países, se han analizado datos provenientes de la 
Encuesta Nacional de Adiciones 2008 (Medina-Mora et al, 2009), del total de la población 
económicamente activa (con trabajo y sin trabajo) los hombres son los que más 
consumieron alcohol en el último año, se concentra en el grupo de edad de 26 a 34, con un 
porcentaje más elevado en los que no trabajaron (66%), sin embargo, entre los adultos 
jóvenes (18 a 25 años) son más los trabajadores (57%) en contraste con los que no 
trabajaron, una situación similar sucede con lo de 35 ó más años (Gráfica 2.1). 
Grafica 2.1 Comparación del Consumo de alcohol en el último año en hombres adultos,
Trabajadores y no trabajadores. Población económicamente activa. Fuente: Carreño S.,
Medina-Mora M. E., Villatoro J., Gutiérrez M. L., Moreno M. y Natera G. (2011)
Consumidores actuales de alcohol
(población masculina
de 18 a 65 años)
57
47.7
59.1 65.6 54.8
45.9
Trabajó
No trabajó
%
 
La población masculina se caracteriza por tener las mayores proporciones en los 
patrones de consumo, que por definición incluyen el beber cinco copas o más (bebedor 
poco frecuente alto, moderado alto, bebedor frecuente alto y consuetudinario), consumir 
esta cantidad, independiente de la frecuencia, se considera de riesgo. Así, en la gráfica 2.2 
se observa que una mayor parte de hombres trabajadores (19.5%) tienen un consumo 
moderado alto en contraste con los desempleados (14.1%), situación que se invierte entre 
42 
 
los que tienen un consumo consuetudinario2
 
, siendo más los desempleados (13.1%) en 
comparación con los que si trabajaron en el último mes (11.4%) (Gráfica2.2). 
Poco Frec. B.= Bebedor poco frecuente bajo Frec. Bajo N.= Bebedor frecuente bajo nivel
Poco Frec. A.= Bebedor poco frecuente alto Frec. Alto N.= Bebedor frecuente alto nivel
Mod. Bajo= Bebedor moderado bajo Consuetu. = Bebedor consuetudinario
Mod. Alto= Bebedor moderado alto
Grafica 2.2 Porcentajes Comparación del Patrón de consumo de alcohol en hombres 
adultos población económicamente activa. Fuente: Carreño S., Medina-Mora M. E., 
Villatoro J., Gutiérrez M. L., Moreno M. y Natera G. (2011) 
Patrón de consumo de alcohol en población económicamente activa
(población 
masculina de 18 a 
65 años)
5.2 5.3
10
8.2
5.3
2.4
19.5
14.1
1 1.6
5.8 6.1
11.4
13.1
Trabajó
No trabajó
Poco
Frec. 
Bajo.
Poco 
Frec. 
Alto
Moderado
Bajo
Moderado 
Alto
Frec. Bajo 
Nivel.
Frec. 
Alto 
Nivel
Consetue.TIPO DE 
BEBEDOR
Consumo de 5 ó 
más por ocasión
%
 
 
La distribución del abuso/dependencia3
 
 al consumo de alcohol, en el grupo de 
personas que sí trabajó en el último mes, muestra que los más afectados son los más 
jóvenes (10.5%), seguidos por los de 30 a 39 años (7.5%), y sigue disminuyendo conforme 
aumenta la edad (Gráfica 2.3). La tendencia es diferente entre los desempleados, lo más 
afectados están comprendidos en el grupo de edad de 30 a 39 años (12.8%), seguidos por 
los más jóvenes (12.3%), también hay una disminución con el aumento de edad, pero 
mucho menos pronunciada, de tal manera que para el último grupo de edad (50 a 65 años) 
sigue siendo una proporción elevada (10.3%) (Gráfica 2.3). 
 
2 El consumo consuetudinario se define como el consumo de de cinco o más copas para los hombres y cuatro 
o más para las mujeres, una vez a la semana o con mayor frecuencia (ENA, 2008). 
3 Se define abuso/ dependencia como un patrón de consumo des-adaptativo que lleva a un deterioro o malestar 
clínicamente significativo expresado por la presencia de tres o más síntomas durante los doce meses previos a 
la encuesta (ENA, Nacional, 2008). 
43 
 
Grafica 2.3 Comparación del abuso/dependencia de alcohol en adultos. Población
económicamente activa por edad y trabajo. Fuente: Carreño S., Medina-Mora M. E.,
Villatoro J., Gutiérrez M. L., Moreno M. y Natera G. (2011)
Abuso/dependencia al alcoholpor Edad y Trabajo
10.5
12.3
7.5
12.8
7.1
10.9
5.8
10.3
18 a 29 años 30 a 39 40 a 49 50 a 65
Trabajó No trabajó
(población económicamente activa de 18 a 65 años)
%
 
Cuando estos análisis se realizan considerando solo a los 3’395,020 (8.3%), de la 
población económicamente activa, que cumple con el criterio de abuso/ dependencia al 
alcohol, se muestra como un número mayor de personas está integrada a la fuerza de 
trabajo, en virtud de que son 92.8% de estos que indicaron haber tenido trabajo en el mes 
previo a la aplicación de la encuesta (Grafica 2.4) en contraste con el resto (7.2%) que no 
laboraron. 
91.7%
8.3%
Sin abuso/depen
Con abuso/dependencia
Distribución de personas con abuso/dependencia al alcohol
Grafica 2.4 Porcentajes de la distribución de personas con abuso/dependencia al alcohol
en población adulta económicamente activa. Fuente: Carreño S., Medina-Mora M. E.,
Villatoro J., Gutiérrez M. L., Moreno M. y Natera G. (2011)
(población económicamente activa de 18 a 65 años)
92.8%
7.2%
Trabajó
No trabajó
(N= 3’395,020)
 
44 
 
Por otro lado, cuando se analiza el abuso/dependencia por tipo de ocupación (Tabla 
2.1), los campesinos tienen la proporción más elevada (10.7%), seguido por los obreros 
calificados y no calificados con igual porcentaje (9.3%); es importante mencionar que casi 
todas ocupaciones tienen valores elevados, a excepción de los maestros de primaria, 
secundaria o preparatoria (2.6%). 
 
Tabla 2.1 
Abuso/dependencia al alcohol por tipo de ocupación 
 % 
1. Campesino 10.7 
2. Obrero Calificado 9.3 
3. Obrero no calificado 9.3 
4. Agricultor 8.3 
5. Subempleado (vendedor no asalariado) 7.9 
6. Director o propietario de empresa o negocio 7.7 
7. Profesionistas 7.0 
8. Propietario de pequeño negocio 6.4 
9. Empleado de banco, oficina, dependencia etc. 6.2 
10.Maestro (primaria, secundaria, preparatoria) 2.6 
NOTA: Porcentajes obtenidos del total de la población adulta que trabajó por tipo de ocupación. Lineamientos 
para la Prevención de Adicciones en el Ámbito Laboral Mexicano. Consejo Nacional Contra las Adicciones y 
Secretaría del Trabajo y Previsión Social. México. 
Fuente: Carreño y cols. 2011. 
 
Estos resultados reflejan aspectos importantes en tanto que el alcohol sigue siendo 
una de las drogas más utilizada entre la población mexicana, específicamente entre la 
población económicamente activa (tanto trabajadores como no trabajadores), las 
proporciones más altas continúan presentándose en los hombres, en concreto los varones 
jóvenes de 18 a 25. Asimismo, los hombres que indicaron haber trabajado en el mes previo 
a la encuesta, tienen el patrón moderado alto que incluye un consumo excesivo de alcohol 
(cinco copas o más en el caso de los hombres) por encima de las personas que no 
trabajaron, este consumo excesivo se considera de riesgo para desarrollar otras 
problemáticas. 
45 
 
La presencia de abuso/dependencia es alta en la población económicamente activa 
tanto que trabajaron como los que no, en los primeros la mayor proporción se concentra en 
los adultos jóvenes (18 a 29 años) y en los que no trabajaron en el grupo de 30 a 39 años. 
Es importante notar que del total de esta población que cumple con el criterio de 
abuso/dependencia, la mayoría (93%) indicó estar integrada a la fuerza laboral por lo que es 
importante considerar, que este indicador incluye a aquellas personas que mencionaron 
haber tenido en el último año alguna o varias de las siguientes problemáticas: tolerancia, 
abstinencia, haber perdido el control del consumo del alcohol, reducir actividades sociales, 
laborales o recreativas, tener problemas físicos, emocionales, familiares y laborales. 
En general casi todas las ocupaciones tienen un índice de abuso/dependencia alto, a 
excepción de los maestros de primaria, secundaria o preparatoria que aparecen en el último 
lugar. Estos resultados muestran que es imprescindible tomar en cuenta las condiciones 
laborales de cada grupo para que las estrategias de prevención estén adaptadas a las 
necesidades específicas de cada sector. 
La revisión de esta información aunada a la precedente, pone de manifiesto los 
riesgos asociados al consumo de alcohol, anteriormente éste se consideraba un problema 
individual y que debía ser atendido fuera de la empresa, pero las evidencia muestran que los 
trabajadores son un sector de la población que también está afectada y con múltiples 
consecuencias negativas. En el siguiente apartado se hace una descripción de los resultados 
que se han tenido en algunas investigaciones con población trabajadora específica en 
México. 
 
2.2.1 El consumo de alcohol en trabajadores mexicanos 
 
Un antecedente importante que es necesario mencionar es que en México es motivo 
de cancelación de contrato (Ley Federal del Trabajo, 1979; Ramírez, 1992; Cuéllar & 
Villegas, 1996) el que los trabajadores acudan a sus centros de trabajo intoxicados o bajo la 
influencia de cualquier narcótico o droga. Lo cual no quiere decir que los trabajadores no 
son afectados; al paso del tiempo se hace más evidente las repercusiones de este fenómeno 
en los centros de trabajo. 
46 
 
En una investigación realizada en una empresa textil con fines de diagnóstico y 
utilizando la primera pregunta de la prueba AUDIT (Medina-Mora, Careño & De la Fuente, 
1998; Carreño, 1998) para clasificar a los abstemios (nunca han consumido alcohol) y los 
bebedores, entre los resultados más importantes se encontró que el 38.6% trabajadores 
nunca habían bebido es decir que el 61.4% si consumieron bebidas alcohólicas en el último 
año. Del total de los trabajadores, la mayoría eran bebedores poco frecuentes ya que el 
47.5% mencionó que sólo lo hace una vez al mes o menos, pero un poco menos de la 
tercera parte (31.7%) del total de trabajadores consume en exceso, es decir, en un día típico 
consume 5 ó más copas. Sin embargo, al analizar solo a los bebedores, el porcentaje de 
consumidores en exceso casi se duplica (52.5%) (Gráfica 2.5). 
Tomando como base la calificación completa de la prueba AUDIT (con punto de 
corte de 8 ó más), el 77% de los trabajadores beben sin riesgo, y 23% se clasifican como 
casos que tienen un consumo en riesgo o problemático derivado de sus hábitos de consumo. 
 
Frecuencia de Embriaguez 
En cuanto a la embriaguez, del total de bebedores un 34.4% reporta embriagarse los fines 
de semana mientras que el 43% lo hace en días festivos, en tanto que haberse embriagado 
por varios días seguidos el 11.6% dice haberlo hecho menos de una vez al año y el 6.6% 
reporta por lo menos cada seis meses o con mayor frecuencia (Carreño, 1998). 
En este mismo estudio (Carreño, 1998) mencionan un aumento de los patrones de 
consumo de alto riesgo al aumentar la edad y al igual que los datos obtenidos en encuestas 
anteriores, las personas que más se ven afectadas son las que se encuentran en edad 
productiva y evidentemente ya trabajando (Carreño, 1998). 
 
47 
 
FRECUENCIA
Un vez al mes o menos frecuente 77.4%
2-4 veces por mes 18.7%
2-3 veces por semana 3.4%
4 veces a la semana ó más tiempo 0.5%
CONSUMO DE 6 Ó MÁS COPAS POR 
OCASIÓN
Nunca 29.6%
Una vez o menos 47.7%
Mensualmente 15.9%
Semanalmente 6.8%
Diario o casi diario ------
CONSUMO DE ALCOHOL EN TRABAJADORES DE 
UNA EMPRESA TEXTIL
Grafica 2.5 Porcentajes obtenidos del total de trabajadores que consumieron alcohol en el 
último año. Fuente: Carreño S. (1998).
(n=589)
52.5%
 
 
Por otro lado, los trabajadores que consumen alcohol de manera peligrosa, por la 
frecuencia y cantidad, asignan mayor importancia a las diversas razones de socialización, 
(beber es lo que hacen la mayor parte de los amigos cuando están juntos) en comparación 
con el resto (Carreño, 1998). 
También reportan problemas laborales relacionados con el consumo de alcohol, los 
trabajadores que tienen un consumo peligroso son los que presentan más problemas, con 
excepción

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