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UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO
 FACULTAD DE PSICOLOGÍA 
DIVISIÓN DE ESTUDIOS PROFESIONALES 
 EL EFECTO DE MODIFICAR EL RANGO 
TEMPORAL-NUMÉRICO EN TAREAS DE 
DISCRIMINACIÓN EN NIÑOS DE
 5,6, 7 Y 8 AÑOS DE EDAD 
 DIRECTOR: DR. JULIO ESPINOSA RODRÍGUEZ 
REVISOR: DR. OSCAR ZAMORA ARÉVALO 
SINODALES: DR. FLORENTE LÓPEZ RODRÍGUEZ 
DR. GUSTAVO BACHÁ MÉNDEZ 
DR. OSCAR VLADIMIR ORDUÑA TRUJILLO 
CIUDAD UNIVERSITARIA 2015
QUE PARA OBTENER EL TÍTULO DE:
LICENCIADA EN PSICOLOGÍA
 TESIS 
PRESENTA:
 LAURA ANGÉLICA GUTIÉRREZ HERNÁNDEZ 
 
 
UNAM – Dirección General de Bibliotecas 
Tesis Digitales 
Restricciones de uso 
 
DERECHOS RESERVADOS © 
PROHIBIDA SU REPRODUCCIÓN TOTAL O PARCIAL 
 
Todo el material contenido en esta tesis esta protegido por la Ley Federal 
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mencionando el autor o autores. Cualquier uso distinto como el lucro, 
reproducción, edición o modificación, será perseguido y sancionado por el 
respectivo titular de los Derechos de Autor. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
“Cualquier destino, por largo y complicado que sea, consta en realidad de un solo momento: el 
momento en que el hombre sabe para siempre quién es” J.L Borges 
 
“Que otros se jacten de las páginas que han escrito; a mí me enorgullecen las que he leído” 
Borges 
“Un encuentro casual era lo menos casual en nuestras vidas” Julio Cortázar 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Agradecimientos 
A Dios por estar presente en cada momento de mi vida, por darme fuerzas y ánimo para seguir. 
 A Laura Angélica: 
Gracias por continuar este hermoso sueño, por fin lo logramos a pesar de todos los obstáculos lo 
hicimos, estoy súper orgullosa de ti, gracias por ser la persona que más amo. 
A mi mami: 
Gracias por ser la persona que más ha confiado en mí toda mi vida, te agradezco todos los 
esfuerzos que has hecho para ayudarme a crecer y a creer en mí, gracias por estar en mi vida, por 
ser la mujer a la que más amo y respeto. Esta tesis es tan tuya como mía porque tú siempre me 
escuchaste y me ayudaste a no rendirme a lo largo de todo este gran sueño. TE AMO por ser mi 
mamá, por ser mi mejor amiga y me heroína. 
A mi padre: 
Te agradezco tú esfuerzo y tu gran inversión en mi formación a lo largo de toda mi vida, gracias 
por enseñarme lo valioso que es ser responsable y dedicado en el trabajo. Gracias por tu cariño a 
lo largo de mi vida. 
A la mia bella sorella Anna: 
Mi querida hermanita gracias por ser mi amiga fiel en cada aventura que hemos compartido, 
gracias por amarme y escucharme, eres un ángel en mi vida, sabes que sin tu ayuda en la redacción 
este trabajo estaría sin terminar. Grazie per essere la persona più positiva che ho conosciuto nella 
mia vitta. 
A Lalito: 
Mi hermano menor te doy las gracias por darme ánimos cuando me he sentido triste, gracias por 
tus bromas, por tu cariño, eres muy especial para mí. 
A mis tías: 
A las dos las quiero mucho cada una me ha enseñado lo importante que es seguir adelante sin 
importar los obstáculos. 
 
 
 
A Eduardo: 
 Gracias mi querido hermano por tu cariño y amistad a lo largo de toda mi vida, gracias por los 
momentos que compartimos juntos. 
A mis queridos compañeros de vida: Kenedy, Chernol, Punky, Hardy, Princess, Leo, Sam, Osita, 
gracias por enseñarme qué es realmente valioso en la vida. Gracias por cada minuto de su 
hermosa compañía, por cada momento de felicidad que me han regalado a lo largo de toda mi 
historia. A ti en especial mi amado Punky, gracias por estar conmigo siempre. 
A mis dos grandes amigos Crsitian e Ivan por estos diez años de amistad. 
A Irene: 
Sin tí mi tesis no se habría realizado, de verdad te estaré eternamente agradecida por tu apoyo y 
compromiso en mi trabajo desde el inicio. Gracias por enseñarme a programar, analizar datos 
pero sobre todo te agradezco tu valiosa amistad, tú eres gran parte de este trabajo. 
A Fabiola: 
Gracias por compartir conmigo mis alegrías y tristezas, por ayudarme a confiar más en mi, por 
bailar, cantar en los momentos más felices de mi vida, por escucharme y por enseñarme que hay 
sacudir lo malo de nuestra vida y a caminar como un lobo (chiste local). 
Al Dr. Julio Espinosa: 
Mi querido Julio siempre estaré agradecida contigo por creer en mí en todo este tiempo, gracias 
por compartir tus conocimientos conmigo a lo largo de esto cinco años o más, gracias por tu cariño 
y amistad. Siempre recordare tus enseñanzas a lo largo de mi vida, gracias por creer en este 
valioso proyecto, siempre serás mi profesor consentido. 
Al Dr. Florente López: 
Dr. Muchas gracias por sus valiosos consejos en el análisis de datos, gracias por su gran sencillez 
al compartir su inmenso conocimiento, usted es el verdadero revisor de mi trabajo. 
Al Dr. Vladimir Orduña: 
Te agradezco el haberme permitido trabajar en tu laboratorio por dos años, aprendí mucho sobre 
la importancia del tiempo, gracias por contribuir en mi formación académica, y por último gracias 
por ser un buen amigo. 
A Gabriela Ballesteros: 
Gracias por enseñarme lo valioso que es creer en mí, por demostrarme lo lejos que las mujeres 
pueden llegar, por hacerme soñar sobre mi valioso futuro profesional, siempre te agradeceré tu 
apoyo cuando lo necesite. 
A Javier Vázquez: 
Gracias por tomarte el tiempo para ayudarme a corregir la redacción de mi tesis, gracias por ser 
mi editor en este trabajo. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Índice 
Resumen 1 
Capítulo I. Relación tiempo-número 3 
Capítulo II. Modelos temporales-numéricos y su interacción con memoria y atención en 
niños. 16 
Planteamiento del problema 27 
Resultados 35 
Discusión General 51 
Alcances del presente estudio 62 
Limitaciones del estudio 64 
Referencias 65 
 
 
1 
RESUMEN 
 
El conocimiento numérico-temporal en humanos y no humanos es una cuestión 
de gran interés debido a la interacción con procesos básicos como atención y memoria, a 
través del registro de información se pueden emitir estimaciones de cantidad y tiempo. 
La relevancia de estudiar el origen del conocimiento numérico surge gracias a las 
investigaciones conducidas con animales en las cuales se propone un procesamiento 
simultáneo de ambas dimensiones siempre y cuando covarien. 
Para demostrar este efecto algunos investigadores han empleado procedimientos 
de bisección, utilizando como participantes adultos e infantes; cabe mencionar que la 
tarea empleada (bisección) ha sido adaptada de manera reciente para niños. 
Los resultados obtenidos muestran una diferencia en las ejecuciones debido a 
cambios en el desarrollo cognitivo y a la sensibilidad expresada para ambas dimensiones 
(tiempo y número). 
Al comparar el desempeño de infantes de 3, 5 y 8 años de edad en tareas de 
bisección o discriminación se observan patrones distintos al emitir una decisión, una 
manera de interpretar éstos resultados es a partir de la sensibilidad numérica y su 
repercusión en el conocimiento temporal. 
Por tal razón en el presente estudio se decidió realizar una evaluación sobre el 
conocimiento numérico-temporal en infantes de 5, 6,7 y 8 años de edad y su repercusión 
en su capacidad para discriminar ambas dimensiones, es decir, si la sensibilidad expresada 
1por los infantes mejora con la edad. Cabe mencionar que en el presente estudio el 
 
2 
rango de edad fue más amplio ya que esto permite a la investigación aclarar si la edad es 
un factor en la sensibilidad expresada para ambas dimensiones (tiempo y número). Para 
llevar a cabo el estudio se emplearon tareas de discriminación numérica y discriminación 
temporal,es decir, los participantes fueron expuestos a comparaciones de estímulos 
visuales y auditivos. Al finalizar el estudio todos los datos obtenidos fueron analizados con 
un Análisis de Varianza (ANOVA), lo que se reportó en el presente estudio fue que los 
infantes sin importar la edad son sensibles a ambas dimensiones, sin embargo, lo que 
modifica su ejecución en tareas de discriminación es el grado de comprensión que tienen 
del número y tiempo. 
De lo anterior se deduce que la dimensión numérica es importante para la 
comprensión del tiempo, en otras palabras, número es una dimensión con la cual los niños 
están en contacto desde edades tempranas y esto facilita su adquisición lo cual no ocurre 
con tiempo 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
3 
CAPÍTULO I 
Relación tiempo-número 
What is real time unless it is time which has been or could be experienced?” 
Bergson (1968) 
À la poursuite du temps 
 
 
Tiempo y número son dimensiones indispensables en la vida de todos los seres vivos 
ya que facilitan el aprendizaje que permite generar estrategias en la solución de problemas. 
Como ejemplos, pueden citarse las horas de sueño, la hora del biberón en el caso de los 
bebés (ver Droit-Volet, 2011), cambios en la temperatura, o aumento en el salario. Tiempo y 
número explican que para que todas estas conductas ocurran es necesario el aprendizaje, es 
decir, infantes, animales y adultos deben estar atentos a las modificaciones ambientales 
pues a partir de los cambios en su entorno surgen conductas adaptativas, las cuales son 
producto del aprendizaje y de la interacción de ambas dimensiones. 
En este sentido, tiempo y número son dimensiones complementarias, lo que 
significa que para que ocurra la comprensión temporal se requiere de la adquisición 
numérica y viceversa. Ambas son necesarias para la adquisición del aprendizaje. 
Otra forma de vincular tiempo y número en el aprendizaje es a través de la 
asociación de estímulos. En otras palabras, la contigüidad (tiempo) y la frecuencia (número) 
con las cuales ocurre la presentación de estímulos fortalecen la asociación de estos 
estímulos, la cual se traduce en aprendizaje. 
Esta idea se ha sabido gracias a las investigaciones realizadas tanto por Pavlov 
como por Thorndike, donde el objetivo de sus estudios ponen de relieve que la 
 
4 
contigüidad (tiempo) y la calidad y cantidad del reforzador (número) son indispensables 
para facilitar el aprendizaje y así poder observar la conducta deseada (ver Domjan, 2011). 
 Por tanto, es necesario comprender que la relación de tiempo y número no sólo 
corresponde a factores biológicos, sino también a cambios producidos en el ambiente, 
puesto que los organismos son susceptibles a esos cambios. 
El tiempo es una dimensión con la cual los seres vivos están en contacto desde 
edades tempranas. Estudios recientes (Brannon, Suanda, & Libertus, 2007; Provasi, Rattat, 
& Droit-Volet, 2010; VanMarle & Wynn, 2006) muestran que infantes de cuatro meses de 
edad son capaces de discriminar duraciones de sonidos, sugiriendo que son sensibles a 
modificaciones temporales. 
Asimismo, el número es una dimensión con la cual los seres vivos lidian desde muy 
pequeños. Por ejemplo, en la escuela los números se enseñan con objetos (pelotas, sillas, 
libros, colores) para facilitar la comprensión de esta dimensión. 
Con todo esto, tiempo y número son dimensiones indispensables para la 
adaptación de los seres vivos que, al proporcionar información cuantificable, permiten 
generar estrategias para la solución de problemas, ya que en la vida diaria los organismos 
deben estar atentos a las modificaciones ambientales pues a partir de los cambios en el 
entorno emergen patrones conductuales adaptativos. 
Por ejemplo, un león decide cazar una presa. No lo realiza sólo por instinto sino por 
requerimientos energéticos, llámese estado de privación. En este contexto, resulta factible 
que el león decida cazar dada su privación, mientras que su conducta diferiría sino se 
 
5 
encontrara hambriento. Las señales a las que presta mayor atención son de tipo fisiológicas, 
las cuales indican la manera en que deberá comportarse. 
Para cazar, el león necesitará estimaciones de tiempo y número, pues, a partir de 
ellas es como se condicionará su comportamiento para llevar a cabo su conducta, es decir, 
considerará el tamaño de la fuente de alimento y su distancia. 
Este ejemplo manifiesta claramente cómo todos los organismos, sin importar la 
especie, necesitan prestar atención a estas dimensiones (tiempo y número). A través de las 
características numéricas y temporales se crean habilidades para la solución de problemas. 
En este sentido, número y tiempo son importantes para que el aprendizaje ocurra, 
ya que si no se presentaran las condiciones pertinentes para que se dé una asociación, los 
organismos en general no sabrían cómo comportarse. 
De igual manera, Gallistel & Gibbon (2000) expusieron en sus estudios la importancia 
del papel de la conducta temporal para teorías del aprendizaje, específicamente en 
fenómenos de condicionamiento clásico y operante. Es a partir de estos mecanismos que es 
posible estudiar la elección de los animales y de infantes, asumiendo de manera 
parsimoniosa que la conducta temporal manifestada por éstos es controlada por la 
presentación de eventos y su frecuencia. 
Por tanto, es necesario comprender que el origen del conocimiento numérico- 
temporal no sólo corresponde a factores biológicos, sino también a cambios producidos en 
el ambiente, puesto que los organismos son susceptibles a esos cambios. 
La conducta manifestada por los individuos es regulada por la tasa de reforzamiento 
asociada a una actividad particular, es decir, las tasas relativas de respuestas igualan las 
 
6 
tasas relativas de reforzamiento. Sin embargo el comportamiento de los organismos 
depende en gran medida de las consecuencias ambientales que produce. Frecuentemente 
observamos que hay cierto grado de variabilidad en las conductas provocada por las 
circunstancias específicas. (Orduña, 2000) 
Por otra parte resulta pertinente destacar la discriminación, pues, gracias a ella 
animales y humanos son capaces de identificar fuentes de alimento que les permiten cubrir 
sus requerimientos biológicos. A partir de esta habilidad los organismos son capaces de 
distinguir si un conjunto contiene muchos o pocos elementos (Davis & Perusse, 1988; 
Emerton, 2001). Estos niveles de competencias numéricas expresadas por los organismos 
son fundamentales en la toma de decisiones relativas a número y a distancia existente entre 
dos opciones. 
La dimensión temporal-numérica permite realizar estimaciones precisas sobre dos 
fuentes de alimento o discriminar estímulos que conducen a resultados diferentes. Cabe 
resaltar que tiempo y número son dimensiones no excluyentes, es decir, son inherentes. 
Es importante aclarar, también, que ambas dimensiones están presentes en todas 
las etapas de la vida. Un estudio que ejemplifica esto fue conducido por Brackbill y 
Fitzgerald (1972). Empleando un procedimiento de condicionamiento temporal, con la 
finalidad de comprobar que los infantes son sensibles a las modificaciones producidas por 
su entorno se demostró que infantes de un mes de edad son capaces de expresar conductas 
temporales. En el experimento se realizaron cambios en la luminosidad para observar si los 
infantes podían estimar intervalos temporales. Se utilizó como estímulo incondicionado (EI) 
el cambio en las condiciones de luz. Se observó que la contracción pupilar ocurría 
 
7 
diferencialmente en presencia y en ausencia del estímulo, es decir, los participantes 
estimaban el período en el que ocurría la presentación de la luz. Para evitar efectos de 
entrenamiento, hubo ensayos en los que el EI no se presentaba y se encontró que los 
infantes continuaban contrayendo la pupila. Esto demuestra claramente que los infantespercibían el paso del tiempo durante un intervalo preciso (Droit-Volet, 2011). 
A partir de los resultados obtenidos en el estudio anterior, se condujeron más 
investigaciones sobre el origen del conocimiento temporal en infantes. Colombo y Richman 
(2002) grabaron el ritmo cardiaco de bebés de cuatro meses de edad con el propósito de 
observar un incremento en el ritmo cardiaco de los infantes ante modificaciones en su 
ambiente. 
El cambio en el ritmo cardiaco ocurría cuando a los infantes se les presentaba de 
manera repetida un estímulo (luz) con una duración de dos segundos. Los investigadores 
observaron que cuando los infantes hacían caso omiso al estímulo, el ritmo cardiaco lo 
reflejaba, es decir, había una desaceleración del ritmo cardiaco. Esto ocurría porque los 
infantes se habían habituado a la presentación del estímulo en un período específico. Otro 
dato importante de este estudio es que los infantes podían reiniciar su conducta en un 
intervalo de tiempo preciso, o sea, antes de la presentación del estímulo. 
Estos estudios permiten observar cómo los patrones conductuales exhibidos por 
infantes y niños no difieren del de adultos, sino que las características del procedimiento 
(bisección temporal o numérica) no son siempre adecuadas para la evaluación de conductas 
temporales en niños, y que existe otro tipo de tareas que puede ser más adecuado para 
infantes, como tareas de condicionamiento temporal o tareas de reproducción. 
 
8 
Por tal razón, durante mucho tiempo se sostuvo la idea que la precisión de la 
respuesta exhibidas por niños y adultos difería por la falta de comprensión de la tarea, y 
nunca se cuestionó si los procedimientos eran los adecuados. Levin (1992) refiere que el 
tiempo que invierte un niño en sus actividades no es proporcional, a diferencia del de 
adultos. Por tal razón concluye que la dimensión temporal no resulta relevante para los 
infantes. 
Esta idea fue apoyada durante mucho tiempo por la concepción teórica que Piaget 
(1946) propone sobre el tiempo. La idea central de la Teoría Psicogenética expresaba que el 
desarrollo cognitivo de los niños ocurre por etapas, y es a partir de éstas donde ellos 
pueden expresar patrones de conductas particulares. 
Piaget condujo varios experimentos para demostrar que el conocimiento temporal 
(la velocidad con la que se juzga un evento) se adquiere en una edad específica. También 
elaboró diversas tareas en las cuales los niños debían comparar la velocidad de dos 
vehículos. Se les mostraban dos carros de juguete que se movían en paralelo. La marcha de 
los vehículos ocurrió de manera sincrónica, sin embargo, en el recorrido se observó que uno 
iba más rápido respecto al otro. Esto se hizo de manera intencional ya que cuando el carro 
se detenía esto podía hacer pensar a los niños que se tardaba más, al llegar a la meta los 
dos carros lo hicieron al mismo tiempo. 
En esta condición experimental se les preguntaba a los niños si la duración era la 
misma para los dos carros o si uno iba más rápido que otro. Los niños preescolares 
respondían que el carro que se detenía se tardaba más que el otro, mientras que los niños 
de ocho años respondían que la velocidad y el tiempo que empleaban era el mismo. Piaget 
 
9 
concluyó que esto se debía a que el desarrollo cognitivo de los niños de ocho años obedece 
a un pensamiento lógico y por tal razón podían notar que la velocidad y el tiempo empleado 
era el mismo. La propuesta de Piaget sobre el conocimiento temporal tuvo mucho peso 
dentro de la Psicología por su fundamento en la Teoría de la Relatividad de Einstein cuya 
idea central proponía lo siguiente: “Tiempo no es solo una intuición subjetiva sino que 
depende de la velocidad con la que se juzga un evento” (Piaget, 1946). Lo que pretendía con 
esta definición era defender la hipótesis de que el tiempo depende de cómo es percibido 
por el individuo y no de la asociación de movimientos. Sin embargo, Wilkening, Levin y 
Druyan (1981) replicaron el estudio conducido por Piaget (1946), antes mencionado, para 
demostrar que la adquisición del conocimiento temporal no se adquiere en una etapa del 
desarrollo específica. 
Para llevar a cabo su experimento utilizaron la grabación de un ladrido de un perro y 
dos muñecos de peluche (un gato y una tortuga); los animales corrían mientras el sonido del 
ladrido del perro se presentaba y se detenían justo cuando la grabación se detenía. En este 
caso la velocidad fue representada por el movimiento de cada animal. La distancia y 
velocidad con la que se movían los animales estaba relacionada con la duración de la 
grabación del ladrido del perro. 
Su experimento concluyo que los niños de cinco años de edad percibían la diferencia 
entre la distancia recorrida por los animales (gato y tortuga) y el sonido de la grabación. Sin 
embargo esto los llevó a pensar que los infantes poseen un conocimiento implícito sobre la 
relación entre velocidad y espacio, y en conjunto todos estos elementos llevan a una mejor 
comprensión del conocimiento temporal-numérico. 
 
10 
Con lo anterior, se muestra que existe una gran variedad de procedimientos (tareas 
de reproducción o tareas duales, procedimiento de bisección, etc.) para estudiar la 
percepción del tiempo en infantes. Se ha encontrado que los infantes son capaces de 
estimar y discriminar intervalos temporales. Por ejemplo Darcheville, Reviére y Wearden 
(1993) utilizaron un programa de intervalo fijo (IF), donde los sujetos debían emitir una 
respuesta justo cuando el intervalo de tiempo establecido había transcurrido. Los 
investigadores trabajaron con infantes de entre tres y cinco meses de edad. La tarea de los 
infantes era presionar una pantalla táctil para que apareciera un personaje animado. Sin 
embargo dicha acción era reforzada únicamente si el intervalo de tiempo requerido había 
transcurrido. En esta condición los infantes aprendieron a espaciar sus respuestas en 
función del intervalo requerido. Por ejemplo, en este experimento, un infante esperaba 
12.1 segundos por un intervalo temporal de 10 segundos o podía esperar 21 segundos para 
un intervalo de 20. 
Gracias al estudio, se evidencia de manera más clara cómo los infantes pueden 
aprender a estimar intervalos de tiempo. Así, considerando que en un IF no sólo se 
responde al paso del tiempo sino que se atiende a la información pertinente para saber 
cuándo emitir la respuesta, se deduce que los infantes son capaces de estimar intervalos de 
tiempo (Droit-Volet & Wearden 2002; Droit-Volet & Wearden 2001; Droit-Volet, Clément & 
Wearden, 2001; McCormack, Brown, Maylor, Darby & Green, 1999; McCormack, Wearden, 
Smith & Brown, 2005). 
Continuando con la misma idea, el tiempo es una dimensión fundamental en la vida 
de los organismos (Brannon, Suanda, & Libertus, 2007; Provasi, Rattat, & Droit-Volet, 2010; 
 
11 
VanMarle & Wynn, 2006). Esta variable permite computar la diferencia entre eventos. 
Cuando la tarea es hacer una comparación entre ellos; un aspecto importante es que los 
participantes son capaces de generar estrategias de aprendizaje que posteriormente son 
empleadas para hacer una elección. El tiempo es una dimensión básica e indispensable para 
el aprendizaje y para la adaptación a nuestro ambiente (Droit-Volet, 2013). Sin embargo, 
para que surja una mejor comprensión sobre los cambios en la magnitud y la frecuencia con 
la que ocurre un evento, es necesario el conocimiento numérico. 
La concepción filosófica que por mucho tiempo se ha tenido sobre el tiempo ha 
hecho que se excluyan a animales y niños de este tópico. Pero ahora, con las aportaciones 
de nuevas investigaciones, se ha demostrado que ratas, palomas y niños son capaces de 
expresar conductas temporales muy parecidas a la de adultos. 
La percepción del tiempo en animales humanos y no humanos obedece a la ley de 
Weber, la cual establece que la habilidad para estimar el tiempo se mejoraconforme los 
intervalos a estimar son menos (Droit-Volet, 2003; Droit-Volet et al., 2004; Droit-Volet & 
Wearden, 2001; McCormack et al., 1999). 
Matell y Meck (2000, 2004) han indagado sobre el “sentido” del tiempo en algunos 
de sus estudios. Han encontrado que existen estructuras biológicas implicadas en el 
procesamiento temporal. Esto hace pensar que la facilidad que expresan los infantes para 
discriminar tiempo es debida a que esta propiedad es un mecanismo innato. 
El sentido temporal en infantes se expresa desde edades tempranas, lo cual no 
implica que sea menos relevante el número, ya que el aprendizaje numérico requiere de la 
construcción de habilidades que partan de discriminaciones sencillas. Sin embargo, de 
 
12 
manera reciente se ha encontrado que es entre los tres y los cinco años de edad cuando los 
niños no son del todo conscientes de la relevancia del tiempo. 
Lo anterior explica por qué sus juicios temporales son dependientes del contexto, es 
decir, las estimaciones temporales realizadas por los niños a estas edades están en función 
de las asociaciones con los objetos. Por ejemplo, un niño a esta edad puede juzgar; como ya 
se describió, el paso del tiempo en función de lo rápido que viaja un carro o la duración de 
una luz (Arlin, 1989; Droit-Volet, 1998; Levin, 1977; Zuili & Fraisse, 1966). Puesto que existe 
un período crítico (de tres a seis años de edad) para la adquisición de la habilidad de 
procesamiento temporal-numérico, el intervalo fijo (IF) es el procedimiento adecuado para 
evaluar esta capacidad, ya que está diseñado para registrar la estimación temporal. 
Autores como Beatsy y Bentall (1983) reportaron el caso de dos infantes que fueron 
capaces de estimar intervalos de tiempo durante un IF. De manera más específica, estos 
niños produjeron patrones conductuales característicos en animales, incluyendo la pausa 
posterior al reforzamiento. Con lo anterior se demuestra que la adquisición del concepto de 
tiempo permite a los niños pensar de manera más práctica sobre la relevancia del paso del 
tiempo en nuevas situaciones (Droit-Volet, 2013). 
Dado que el tiempo y el número son dimensiones indispensables para el aprendizaje 
y la adaptación en el ambiente, e implicando que los mecanismos principales para poder 
tomar decisiones están constituidos por ambas dimensiones, la habilidad para discriminar 
tiempo y número no es exclusiva de adultos, sino también de infantes y animales la poseen. 
Los infantes son capaces de estimar intervalos de tiempo desde edades muy tempranas. Así 
es razonable pensar que existe un mecanismo cerebral que se encarga del procesamiento 
 
13 
del tiempo y del número. Lewkowicz (1989, 2003) realizó un experimento cuyo objetivo fue 
comparar la ejecución de infantes de entre seis y diez meses de edad y niños de cinco años 
de edad, empleando estímulos auditivos y visuales. Los resultados arrojados muestran que a 
partir de los cinco años de edad se expresa una mayor sensibilidad a estímulos auditivos 
respecto a los visuales, lo que puede ser explicado por el esfuerzo atencional que requiere 
un estímulo visual y no uno auditivo (Droit-Volet, Tourret & Wearden, 2004). 
El resultado de dichas investigaciones deja entrever que para poder procesar de 
manera correcta los cambios temporales y numéricos, los infantes no sólo deben ser 
sensibles a dichas modificaciones, sino deben asignar su atención ante los eventos o 
situaciones en su ambiente. Estos resultados refuerzan la idea de un mecanismo fisiológico 
que facilita el procesamiento temporal-numérico. En estudios neurofisiológicos se ha 
encontrado que los ganglios basales, el cuerpo estriado (putamen, caudado) y la sustancia 
nigra son estructuras consideradas muy importantes para el procesamiento de ambas 
dimensiones. 
Meck (1966) condujo un experimento con ratas lesionadas en la sustancia nigra, 
putamen, y cuerpo caudado (ver Figura 1), para evaluar la capacidad de discriminación 
temporal-numérica. Observó que el desempeño de los sujetos era deficiente para 
discriminar dimensiones temporales cuando la lesión se ubicaba en la sustancia nigra, 
aunque no afectaba del todo el procesamiento numérico. Sin embargo, si la lesión se 
alojaba en el putamen los animales expresaban dificultades para discriminar cantidad 
(número). Este resultado hizo plausible la idea de que existe un mecanismo que permite 
tanto a animales como a humanos poder discriminar tiempo y número. 
 
14 
 
Fig. 1. Neuroanatomía del núcleo caudado, putamen y cuerpo estriado. 
Es relevante destacar los resultados obtenidos de estudios fisiológicos como los 
citados con anterioridad, porque mediante ellos es posible determinar la importancia del 
desarrollo cognitivo para la comprensión de tareas numéricas-temporales y así, brindar 
una explicación sobre las diferencias en las ejecuciones observadas en animales y 
humanos. 
Por último, dentro de la literatura neurofisiológica Walsh (2003) postuló su modelo 
conocido como Teoría de la Magnitud (ATOM), el cual propone la interacción de 
estructuras corticales en el origen de la sensibilidad de la dimensión numérico-temporal, 
corroborando lo explicado con anterioridad. La premisa central del modelo ATOM es 
aclarar la interacción de magnitudes como espacio con tiempo y número, pues a partir de 
ellas se fortalece la capacidad de discriminación de adultos e infantes. A continuación se 
presenta un esquema que resume esta teoría. 
 
15 
 
Figura 2. Teoría de Magnitud (ATOM) 
En el centro de la Figura 2 se muestran con distintos colores las dimensiones que interactúan con 
tiempo, por ejemplo, espacio y cantidad, etas dimensiones a su vez interactúan entre ellas, es decir, que 
cantidad y espacio son dimensiones que se vinculan entre sí. También en la misma figura se puede 
observar que la entrada de información temporal y numérica está sujeta a la velocidad y duración con la 
cual se juzga un evento. 
 
 
 
A modo de resumen a lo largo de este capítulo se han revisado diferentes 
aproximaciones al estudio del conocimiento temporal-numérico. Cabe aclarar que el 
presente estudio se centra en modelos conductuales que serán explorados en el siguiente 
capítulo. 
 
 
 
 
 
 
 
16 
Capítulo II. Modelos numéricos-temporales y su interacción con memoria y atención 
en niños. 
Qu’est-ce donc que le temps? 
Le temps, c’est ce qu’indique 
ma montre, répondra le commn 
des mortels. Qu’indique-t-elle? 
Les mouvements d’une aiguille 
autour d’un axe. 
 
Estudios conducidos con infantes no verbales demuestran que sus discriminaciones 
están asociadas en función del número de elementos de un conjunto (Antell & Keating, 
1983) y de la distancia entre cantidades, dando pauta a la existencia de un sistema de 
representación análogo empleado por animales y humanos, independientemente del 
lenguaje (Barth et al.,2006; Boisvert, Abroms & Roberts,2003; Cantlon & Brannon, 2005; 
Moyer &Landaver, 1967; Pica, Lemer, Izard, & Dehaene, 2004, Whalen, Gallistel & 
Gelman, 1999). 
Todos los organismos cuentan con la habilidad para distinguir cantidades (sin 
necesidad del conteo verbal) es decir, representación análoga, a través de la cual los 
infantes son capaces de percibir diferencias numéricas, reflejándose en la exactitud y 
velocidad con la que responden al comparar magnitudes numéricas a partir de su 
proporción en tareas de discriminación (Beran, 2001, 2004; Beran, Beran, Harris & 
Washburn, 2005; Brannon & Terrace 1998, 2000; Dehaene, Dupoux & Mehler, 1990; 
Judge, Evans & Vyas, 2005; Moyer & Landauer, 1967; Nieder & Miller, 2004; Rumbaugh, 
Savage-Rumbaugh, & Hegel, 1987; Sekuler & Mierkiewicz, 1977; Smith, Piel, & Candland, 
2003; Temple & Posner, 1998; Washburn & Rumbaugh, 1991). Tomando como ejemplo el 
primer año de vida de los infantes, ellos poseen un sistema de representación no verbal 
 
17 
dependiente del tamaño, es decir, privilegian colores, formay cantidad para expresar 
discriminaciones, mientras que infantes de seis meses de edad son capaces de discriminar 
conjuntos de estímulos con proporciones 1:2, aunque fallan al discriminar conjuntos con 
una proporción 2:3 (Lipton & Spelke, 2003; Xu & Spelke, 2000). 
Huntley-Fenner y Cannon (2000) reportaron que para niños de entre tres y cinco 
años de edad resulta más fácil discriminar conjuntos de 1:2 que de 2:3, y como 
consecuencia demostraron no sólo la existencia de un sistema de representación 
independiente del conteo no verbal, sino de su interacción con modalidades sensoriales 
como percepción a fin de permitir a humanos y animales discriminar. 
En este contexto, todos son sensibles a las modificaciones numéricas, siempre y 
cuando covaríen (Droit-Volet, Clément & Fayol, 2003). Los datos obtenidos en 
estimaciones numéricas con palomas, ratas, monos y humanos de diversas edades 
(Brannon, Wusthoff, Gallistel & Gibbon, 2001; Mechner, 1958; Platt & Jonhson, 1971; 
Rilling & McDiarmid, 1965) muestran que, sin importar la especie, se expresa el mismo 
patrón conductual al discriminar la distancia numérica entre dos elementos. 
La discriminación numérica en animales humanos y no humanos obedece a la ley 
de Weber, es decir, la velocidad y la precisión están correlacionadas con el tamaño y la 
distancia absoluta de un conjunto. A esta diferencia en el número de elementos se le 
conoce como efecto de distancia, que ha sido demostrado en animales, adultos y niños 
(Dehaene & Akhavein, 1995; Huntley-Fenner & Cannon, 2000; Meck & Church, 1983): la 
cercanía numérica produce mayor variabilidad en las ejecuciones, mientras que a mayor 
 
18 
distancia numérica, mejor exactitud. De esta manera surgen diferentes interpretaciones 
en la forma cómo se procesa número y tiempo en memoria. 
La manera de emitir un juicio de distancia absoluta en adultos, infantes y animales 
está relacionada con la proporción numérica. Así, al interactuar dimensiones temporales-
numéricas es como se asume que la respuesta emitida por los sujetos es debida al uso de 
estrategias como subitizing, cuyo mecanismo permite a los organismos percibir la 
distancia absoluta de un número de elementos relevantes en su espacio de elección y así 
emitir juicios. 
Por lo anterior se deduce la existencia de una regla generalizada para discriminar 
magnitudes numéricas y temporales en todas las especies. Por ejemplo, en ratas, palomas 
y adultos, se refleja la probabilidad de elegir dimensiones más grandes y comparar el valor 
de un estímulo de acuerdo a su proporción (Allan & Gibbon, 1991; Fetterman, 1993; 
Roberts, 2005). 
Al interpretar las curvas de generalización se visualiza cómo las ejecuciones son 
más certeras al aumentar la distancia absoluta entre dos cantidades, independientemente 
de la edad. Las ejecuciones expresadas por niños de entre cinco y ocho años de edad así 
como adultos en el estudio de Droit-Volet (2003), mostró que no existen diferencias al 
momento de registrar información numérica en memoria de referencia cuando se trata de 
cantidades con un aumento considerable en la distancia absoluta. Continuando con este 
argumento, se proponen dos hipótesis sobre las dimensiones temporales-numéricas. 
La primera hipótesis sugiere un procesamiento lineal para ambas dimensiones. La 
segunda asume un registro logarítmico. 
 
19 
La primera explicación sostiene que al incrementar la cercanía numérica, el tiempo 
de reacción aumenta mientras que la precisión disminuye. A modo de ejemplo, cuando 
animales humanos y no humanos requieren determinar una distancia absoluta entre dos 
cantidades, la ejecución estará influenciada sistemáticamente por la diferencia absoluta y 
su proporción. Por otra parte, cuando la distancia se mantiene constante la precisión 
disminuirá y la latencia de igual manera incrementará debido al tamaño de los valores a 
comparar (Brannon & Terrace,1998, 2000; Moyer & Launder,1967). 
Al realizar discriminaciones de elementos a partir de la cercanía numérica, se 
genera un tipo de conocimiento denominado implícito o discreto, término acuñado por 
Gelman y Gallistel (1992), y postulado como una posible solución a la forma de cómo los 
infantes, adultos y animales representan cantidades en memoria, cuyo mecanismo 
funciona para la discriminación de conjuntos pequeños pero su exactitud varía en función 
de la edad. 
Por otra parte, la segunda hipótesis (la logarítmica) sugiere que el ordenamiento y 
el tamaño de cantidades influyen en el procesamiento numérico, por lo tanto las 
representaciones realizadas surgen a partir de la proporción numérica. Por ejemplo, 
infantes y adultos poseen un continuo numérico para poder estimar la distancia entre 
cantidades, no sólo la relevancia de dichas representaciones sino del orden como son 
procesadas en la memoria. Al emitir un juicio sobre si doce es menor que trece, adultos e 
infantes asumen que la distancia es determinada por el aumento en la cantidad de ambos 
valores y por la posición que ocupan en la recta numérica. Sin embargo, no ocurre lo 
 
20 
mismo cuando discriminan cantidades con proporciones distintas (Brannon, Wusthoff, 
Gallistel & Gibbon, 2001). 
Las dos hipótesis anteriores exponen que la forma de representación no verbal en 
el procesamiento numérico-temporal o análogo, es modificada debido a la variabilidad en 
el registro de información. En ejecuciones de infantes se ha observado que el punto de 
igualdad subjetiva (PSE) se encuentra cercano a la media geométrica. Es importante 
resaltar que puede modificarse debido al procedimiento realizado (Almeida, Arantes & 
Machado; 2003). 
Sin embargo, la idea de procesamiento lineal de dimensiones temporales-
numéricas se mantiene debido a la variabilidad en las ejecuciones surgidas a partir de las 
modificaciones en la proporción en número y tiempo (Allan & Gibbon, 1991; Church & 
Deluty, 1977; Fetterman, 1993; Brannon & Jordan, 2006; Meck & Church, 1983; Meck, 
Church & Gibbon, 1985; Platt & Davis, 1983; Roberts, 2005; Roitman, Brannon, Andrews, 
& Platt, 2006). 
Para evaluar si la distancia entre cantidades afecta la exactitud y precisión en sus 
discriminaciones, Platt y Johnson (1971) condujeron un experimento con animales, en el 
que se modificó el número de presiones de palanca para acceder al comedero después de 
activarse por un haz de luz. Se observó no sólo la importancia de la distancia numérica 
sino que el número de respuestas emitidas por los animales fue proporcional al número 
de respuestas para obtener el reforzador. La distribución de respuestas, en este caso 
presiones de palanca, obedecen a la curva normal, es decir, la exactitud y precisión fueron 
mayores cuando la distancia numérica aumentaba. 
 
21 
Por tal razón es plausible considerar que el origen del conocimiento numérico es 
producido por la capacidad de abstracción de tiempo y número que realizan todos los 
organismos, la cual les permite expresar patrones conductuales precisos. 
Meck y Church (1983) refieren que las representaciones realizadas por todos los 
seres vivos están basadas en el número de elementos de un conjunto, es decir, la 
información numérica y temporal no sólo se adquieren por el conteo verbal sino también 
por representaciones simbólicas que les permiten computar diferencias entre cantidades. 
Es importante señalar que la existencia de un sistema de representaciones análogo 
no sólo permite a los animales humanos y no humanos poder contar el número de 
elementos de un conjunto (Gelman & Gallistel, 1992), sino también discriminar 
magnitudes sin uso del lenguaje verbal. Gelman y Gallistel (1978) no consideraron estas 
variables, sino se valieron de la primacía del conteo verbal respecto al conocimiento 
análogo, como una manera de explicar las representaciones existentes entre memoria de 
cantidad y distancia. Pero se demostró que es a través del uso de esquemas o mapeo 
cognitivo quese posibilita la integración de datos pertinentes para expresar una 
estimación o juicio temporal-numérico. 
Whalen y su equipo (1999) replicaron el experimento dirigido por Platt y Johnson 
(1971). El objetivo de la investigación era conocer los procesos de conteo no verbal en 
humanos adultos y la capacidad de almacenamiento de representaciones simbólicas, así 
como observar el grado de variabilidad en el almacenamiento de magnitudes numéricas. 
Se realizaron dos modificaciones al método: se presentó una cifra numérica para 
indicar el número de presiones que requería cada ensayo; y se centró en las 
 
22 
representaciones de conteo no verbal del número, es decir, se limitó el conteo verbal, y se 
les pidió a los sujetos realizar la tarea lo más rápido posible. 
Los resultados mostraron que la precisión y exactitud para reproducir el número 
correcto de presiones de palanca dependían de la distancia numérica. También se observó 
el uso de un conteo no explicito por parte de los participantes, ya que a partir de él los 
participantes lograron generar estrategias para solucionar la tarea. Una forma de 
estrategia para resolver la tarea, fue fragmentar o agrupar los números de presiones de 
palanca; otra consistió en delimitar los números de acuerdo a su proporción. 
Estos hallazgos demuestran la importancia del conteo no verbal ya que permiten 
observar no sólo la exactitud o precisión de una respuesta, sino el grado de variabilidad en 
memoria, además de mostrar que las representaciones existentes en memoria se 
almacenan y recuperan en proporción (cantidad) de información relevante. Esto indica 
una relación entre la cantidad de información y la representación simbólica, pues a partir 
de esta relación es cómo se producen comparaciones con diversos símbolos para emitir 
decisiones (Whalen, Gelman & Gallistel, 1999). 
El estudio de conteo no verbal para la discriminación de tiempo y número ha sido 
realizado valiéndose de otros procedimientos. Time left, propuesto por Gibbon y Church 
(1981), permite explicar cómo es que todos los seres vivos emiten juicios temporales a 
partir de la diferencia absoluta entre dos valores y no por su proporción, cuando la 
dimensión de análisis es número. La lógica del procedimiento consiste en comprender si el 
procesamiento de tiempo y número ocurre de manera lineal o logarítmica. 
 
23 
Otro es el procedimiento de bisección, desarrollado por Deluty y Church (1977), y 
adaptado recientemente para niños y adultos. Gracias a él, se comprobó que los niños son 
capaces de discriminar tiempo y número. Sin embargo, la sensibilidad expresada ante 
ambas dimensiones mejora con la edad, es decir, los infantes expresan bajos niveles de 
sensibilidad debido principalmente a la variabilidad que pudieran existir entre 
representaciones de estímulos temporales o numéricos (Droit-Volet & Wearden, 2002). 
Asimismo, a modo de explicación de la idea anterior, Droit-Volet y su equipo 
(2003) señalan que la sensibilidad expresada por infantes y adultos ante dimensiones 
temporales-numéricas es adquirida a través de procesos de maduración fisiológica, es 
decir, la edad per se no produce mejoras en la comprensión de ambas magnitudes sino su 
interacción con procesos sociales (uno de ellos es la formación académica). Droit-Volet 
asume que la sensibilidad temporal-numérica es innata, es decir, es expresada como un 
mecanismo adaptativo, sin importar la edad. Por ejemplo Droit-Volet y Wearden (2002) 
mostraron que el desempeño de niños de cinco y ocho años de edad no difiere al de los 
adultos, siempre y cuando tiempo y número covaríen, pero si se les pide atender a una 
sola dimensión (tiempo o número) su desempeño cambia, ya que expresan ejecuciones 
deficientes. La investigadora también asume que los cambios en la sensibilidad numérica y 
temporal se relacionan con la edad debido a que los cambios asociados con la edad 
implican cambios en el desarrollo, como la madurez fisiológica. En otras palabras, la 
capacidad de procesar tiempo y número de forma independiente en una secuencia de 
estímulos, mejora con la edad. 
 
24 
La anterior aseveración fue resultado de una de sus investigaciones realizadas en 
2006. Droit-Volet, Delgado y Rattat pidieron a niños de tres, ocho y diez años de edad 
discriminar proporciones de estímulos semejantes con el fin de mostrar que los infantes 
son más sensibles ante comparaciones de estímulos proporcionales, (10: 10.5, 99: 99.5). 
Lo reportado en su análisis mostró que las diferencias en las ejecuciones se deben 
a la edad, es decir, la precisión y exactitud en la discriminación de estímulos mejora con la 
edad, sugiriendo que los cambios producidos en el desarrollo (madurez fisiológica) 
proporcionan una mejor comprensión a los individuos ante el procedimiento de bisección. 
Sin embargo, a pesar de mantener la misma proporción, se pudo comprobar que es a 
partir de la edad que las ejecuciones son más precisas. Al compararlas se observó una 
fracción de Weber mayor, expresando menor grado de sensibilidad numérica-temporal, lo 
cual fue obtenido en ejecuciones de infantes de tres años de edad, mientras que en los 
niños de ocho y diez años no ocurre lo mismo. Por tanto, se puede inferir que la capacidad 
de infantes en el procesamiento de tiempo y número de manera independiente en una 
secuencia de estímulos, mejora con la edad. También se mostraron en el punto de 
bisección, que sirve como un índice de sensibilidad temporal-numérico, diferencias 
debido al cómputo de información, pues al existir un incremento en la variabilidad de 
memoria, de forma automática se mostraron curvas más aplanadas en infantes de entre 
tres y cinco años de edad. Por tal razón se asume que la edad mejora las ejecuciones en 
procedimientos de bisección (Droit-Volet, Delgado y Rattat (2006). 
El “sentido del tiempo” es el mecanismo que permite tener otra concepción sobre 
las diferencias que existen en la precisión y exactitud de las ejecuciones en infantes que se 
 
25 
ven asociadas por la edad (Droit-Volet, 2013). Sin embargo, también se ha observado que 
la dificultad expresada por los participantes en procedimientos de bisección se debe a la 
manera en cómo reciben las instrucciones por parte del investigador, es decir, al no 
comprender la tarea, los participantes pueden adoptar un criterio de decisión más 
conservador, ya que el conocimiento temporal y numérico se da a partir de la conciencia 
de las modificaciones realizadas en el procedimiento (Lamotte, Izaute & Droit-Volet, 
2012). 
Partiendo de esta serie de estudios, Droit-Volet y Clément (2003) decidieron 
evaluar la capacidad de discriminación de infantes de cinco y ocho años y adultos de 21 
años con procedimiento de bisección. El objetivo central de su estudio era saber si los 
niños son capaces de discriminar tiempo y número en una tarea de bisección en una 
condición de conteo / no conteo; cuando no es la única dimensión a la cual se debe 
atender. En otras palabras, la intención era conocer cómo es que los infantes discriminan 
una tarea en la cual deben atender a una dimensión (tiempo o número) mientras ignoran 
la otra. Droit-Volet, Clément y Fayol (2003) plantean una serie de hipótesis en las cuales el 
presente estudio está fundamentado. 
La primera es que los niños son más sensibles a las dimensiones numéricas sin 
hacer uso del lenguaje verbal. La segunda es que los infantes procesan tiempo y número 
de manera simultánea en una secuencia de estímulos, idea surgida del estudio realizado 
por Meck y Church (1983). 
Por otra parte, los resultados obtenidos por las investigadoras muestran una 
primera interacción significativa entre la estrategia de conteo y la dimensión a variar 
 
26 
(tiempo/número), es decir, una mejoría en la discriminación temporal empleando 
estrategia de conteo y una reducción en la interferencia numérica en tareas temporales. 
La segunda interacción significativainvolucra la edad, indicando que existe un 
aumento en el punto de bisección. Los datos muestran que las ejecuciones de los infantes 
de cinco años expresan mayor grado de variabilidad, es decir, los cambios en la edad están 
fuertemente asociados con un mayor grado de sensibilidad temporal-numérica. 
En otras palabras, los infantes de cinco años de edad expresan limitaciones 
atencionales y es a partir de ellas que se observa un aplanamiento en las curvas (en 
contraste con las ejecuciones de los niños de ocho años de edad, para quienes no ocurre 
lo mismo debido a que en esta edad se encuentran en la escuela, fortaleciendo así su 
interacción con información numérica y no temporal; lo que sugiere una relación 
sostenida entre ambas dimensiones). A partir de la comprensión del número se puede 
mejorar el conocimiento temporal. 
Asimismo, el análisis estadístico de Droit-Volet (2003) proporciona evidencia sobre 
la importancia del desarrollo numérico-temporal en infantes, ya que con la edad la 
sensibilidad expresada en ambas dimensiones, permite una mejora en las ejecuciones en 
tareas de bisección. Por ejemplo, se observó un menor grado de sensibilidad en infantes 
de cinco años de edad, lo que no quiere decir que no sean capaces de discriminar, sino 
que la importancia del desarrollo cognitivo es fundamental para la comprensión de ambas 
magnitudes. 
 
 
 
27 
PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA 
 
La presente investigación pretende corroborar los supuestos arrojados en el 
estudio de Droit-Volet (2003) (que la edad mejora las ejecuciones en tareas de 
discriminación de número y tiempo y analizar a qué dimensión son más sensibles los 
niños. 
Droit-Volet (2003) evaluó las ejecuciones de infantes de cinco y ocho años de edad 
en una tarea de bisección. A partir de los resultados obtenidos concluyó que la 
sensibilidad numérica y temporal mejora con la edad. Por tal razón, el presente estudio 
evaluó las mismas edades e incluyó a infantes de entre seis y siete años de edad para dar 
mayor solidez al presente estudio. 
Asimismo, Droit-Volet sostiene que los cambios en el desarrollo permiten el 
mejoramiento en discriminación de tiempo y número, puesto que el cómputo de 
información temporal-numérica no ocurre de manera independiente sino simultánea. 
Objetivo 
El objetivo de la presente investigación es corroborar si la edad mejora la 
capacidad de discriminación de tiempo y número en infantes. 
 
 
 
 
 
 
28 
Hipótesis 
Partiendo del objetivo de la presente investigación se espera encontrar 
ejecuciones más deficientes en los niños más pequeños. En contraste, las ejecuciones de 
los participantes de entre siete y ocho años de edad no debería diferir tanto. 
Método 
Participantes 
Una muestra de 48 niños de entre cinco y ocho años de edad. 
 
 
 
 
 
 
 
Edad 
 
Género 
Grupo I: 
5 años 
Grupo II: 
6 años 
Grupo 
III: 
7 años 
Grupo 
IV: 
8 años 
Femenin
o 
6 6 6 6 
Masculi
no 
6 6 6 6 
 
29 
Materiales 
Los niños fueron evaluados individualmente en la tarea experimental. La prueba se 
ejecutó en un salón que contaba con una mesa, dos sillas, una lámpara de neón que 
proveía una iluminación adecuada. 
En la mesa, que se encontraba ubicada en el centro del salón, se colocó una 
computadora portátil Dell Inspirion modelo PNR 13998 con un monitor de 14 pulgadas y 
una caja de respuestas con dos botones: rojo y amarillo. La presentación de los estímulos 
y la recolección de las respuestas se realizaron utilizando el software E-PRIME versión 2 
Profesional. 
Procedimiento 
La prueba consta de dos fases: discriminación temporal y discriminación numérica; 
ambas fueron ejecutadas por todos los participantes. 
La tarea de discriminación temporal consistió en atender a la duración mientras 
se ignora el número de estímulos, mientras que la tarea de discriminación numérica se 
responde al número de estímulos y se ignora la duración. Cabe mencionar que ambas 
tareas tuvieron quince ensayos, por lo cual una sesión duraba aproximadamente 45 
minutos, esto variaba de acuerdo al desempeño de los participantes. 
Los participantes fueron expuestos a ambas condiciones pero en un orden 
diferente, es decir, algunos niños iniciaban primero en discriminación temporal y 
finalizaban en discriminación numérica y otros al contrario. Esto, para evitar el efecto de 
acarreo. 
 
30 
Al llegar al salón se les explicaba la tarea que debían realizar de acuerdo a la 
condición experimental correspondiente. Por ejemplo, si el participante iniciaba en la 
condición experimental discriminación numérica, el experimentador daba la siguiente 
instrucción: 
Instrucción Discriminación Numérica 
- Experimentador: “Hola. ¿Cómo estás? ¿Te gustan los Padrinos Mágicos? 
- Niño: Sí. 
- Experimentador: ¿Te gustaría jugar con ellos? 
- Niño: Sí, con Timmy y Cosmo. 
- Si alguno de los participantes no conocían a los protagonistas de la 
caricatura el experimentador le mostraba unos títeres con los personajes para 
familiarizarse. 
- Experimentador: ¿No sabes cómo se llaman los Padrinos? 
- Niño: No 
- Experimentador: No te preocupes, te voy a enseñar a los Padrinos y a 
Timmy. 
- Niño: Bueno 
- Experimentador: Te mostraré algunos personajes diciendo su nombre. 
Ahora, dime sus nombres, ¿sale? 
- Niño: Sí, ellos son Timy, Cosmo y Wanda. 
 
31 
Posteriormente, se les indicaba a los niños que dichos personajes aparecerían en 
algunos videos y que deberían prestar mucha atención para saber cuál de los personajes 
aparecía con mayor frecuencia. (Ver Figura 3) 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Figura 3 Los participantes que iniciaban en esta condición observaban quince videos con cinco 
comparaciones, los cuales tenían una duración de veinte segundos. 
 
Al finalizar cada uno de los ensayos se presentaban en el monitor dos opciones: una en la 
que se encontraba el personaje que aparecía con mayor frecuencia vs otro personaje con 
menor probabilidad de aparecer; las imágenes se asociaban a los botones de la caja de 
respuesta, si la respuesta emitida por el niño era correcta se mostraba una imagen de los 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Presentación de videos 
Opciones de respuesta 
Reforzador 
 
 
32 
Padrinos Mágicos como reforzador, si la respuesta era incorrecta se presentaba un cuadro 
negro. 
Si el participante iniciaba el experimento en bisección temporal se le daban las 
siguientes instrucciones: 
Discriminación Temporal 
Experimentador: Hola. ¿Cómo estás? ¿Te gustan las canciones?, 
Niño: Sí. ¿Por qué? 
Experimentador: Ahorita escucharás algunas canciones de los Padrinos Mágicos y 
tienes que decirme cuál dura más, ¿sale? 
Niño: Sí- 
Experimentador: Pero antes de que te muestre los sonidos, te enseñaré una 
imagen de Timmy y otra de Wanda. 
Niño: Sí 
Experimentador: ¿Te das cuenta de que Timmy es más grande que Wanda? 
Niño: Sí 
Experimentador: Que Timmy sea más grande que Wanda quiere decir que ha 
pasado mucho tiempo, ¿sale?, que Wanda sea chiquita quiere decir que ha pasado poco 
tiempo. Dime, ¿qué quiere decir que Timmy sea más grande y Wanda pequeña? 
Niño: Que Timy es grande porque pasó mucho tiempo y Wanda es chiquita porque 
pasó poquito tiempo. 
Experimentador: Muy bien. 
 
33 
En esta condición al igual que en la anterior se presentaba el video introductorio 
de la caricatura los Padrinos Mágicos, al finalizar aparecía una pantalla de fondo blanco. 
Esto permitía al experimentador preguntar si existía alguna duda. Si no había preguntas, 
se oprimía la tecla con el número 3 del teclado de la computadora e iniciaba el 
experimento. Los sujetos escuchaban las canciones y al finalizar se presentaban en la 
pantalla de la computadora dos opciones: un círculo grande y otro pequeño, los cuales 
representan el paso del tiempo; el grande significa mucho tiempo mientras que el 
pequeño indicaba poco tiempo. Dicha instrucción fue adaptadade una investigación 
realizada por Droit-Volet (2003).El reforzador fue el mismo que en la tarea de 
discriminación numérica. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
En la Figura 4, Se describe la fase experimental de la tarea de discriminación temporal. En el primer cuadro 
se muestra el video introductorio seguido de los sonidos cortos y largos, posteriormente las opciones de 
respuesta y finalmente el reforzador, que está asociado a la elección del participante. Si la respuesta era 
correcta, aparecía una imagen de los Padrinos Mágicos; si la respuesta era incorrecta, un cuadro negro. 
 
 
Sonidos de canciones 
 
Opciones de respuesta 
 
Reforzador 
 
 
34 
 
Los valores de entrenamiento empleados en ambas condiciones (discriminación 
numérica y discriminación temporal) se muestran a continuación: 
Discriminación Temporal Discriminación Numérica 
Se utilizó una proporción de 1.5 Se utilizó una proporción de 4 
Se emplearon cinco comparaciones con 
tres repeticiones. Utilizando un rango de 2 a 8 
segundos. 
Se emplearon cinco comparaciones con 
tres repeticiones. 
5 vs 7.5 
2 vs 3.0 
3.5 vs 5.25 
4.0 vs 6.0 
5.5 vs 8.25 
1 vs 4 
2 vs 8 
4 vs 16 
3 vs 12 
4 vs 16 
5 vs 20 
Se presentaron de manera aleatoria Se presentaron de manera aleatoria. 
 
 Cuando los participantes realizaron ambas tareas se les aplicó la prueba de Toulouse Piéron 
(1904) que mide atención. La prueba constaba de cuadrados diferentes en relación a la 
orientación una línea que salía de algunas de sus aristas, y lo que el participante debía hacer es 
seleccionar con un cuadro y un rectángulo aquellas figuras que eran distintas. 
Al final de su participación se les obsequiaban imágenes para iluminar de los 
Padrinos Mágicos y una bolsa de dulces. 
 
 
 
35 
RESULTADOS 
 
 El objetivo del presente análisis es saber si la edad influye en las ejecuciones 
de los infantes de cinco, seis, siete y ocho años de edad o si la distancia absoluta (efecto 
de distancia) y la cantidad facilitan la discriminación de los infantes ante dimensiones 
temporales-numéricas. 
Todos los datos se analizaron en primera instancia de forma descriptiva ya que se 
obtuvo el porcentaje de respuestas emitidas por los sujetos de forma individual y por 
grupo (ver Figura 5 y 6) ante comparaciones de estímulos (auditivos y visuales). El 
siguiente fue un Análisis de Varianza (ANOVA) mixto en el cual se evaluó la capacidad de 
discriminación de los sujetos empleando únicamente las comparaciones más pequeñas y 
más grandes para ambas condiciones (tiempo y número). Esto se realizó así para evaluar 
si la distancia numérica y la cantidad influyen en la discriminación de los infantes, ya que 
Droit-Volet (2003) reporto que las ejecuciones de los infantes se ven modificadas debido 
al efecto de distancia y de cantidad. 
 Para la interpretación de estos resultados es indispensable saber si el uso de los 
valores de entrenamiento (mencionados en el recuadro anterior) interfieren con la 
capacidad de discriminación. Dentro de la literatura en estimación temporal se ha 
reportado un mayor grado de dificultad para los niños pequeños al distinguir una 
duración de otra (para una revisión ver Droit-Volet, 2003). 
 En la Figura 6 se observa que para los niños, sin importar la edad, es más fácil 
discriminar duraciones como 5.5 vs 8.25 seg o 5 vs 7.5, lo cual concuerda con lo propuesto 
 
36 
por Dehaene (1990), quien describe una mayor eficacia al distinguir duraciones con una 
distancia absoluta grande. Sin embargo, al analizar la comparación 4 vs 6 se observa una 
disminución en el porcentaje de respuestas en todos los participantes, esto puede ser 
explicado a través del efecto de distancia y el efecto de cantidad. 
Por ejemplo Starkey & Cooper (1980) sugieren que ambos efectos (distancia y 
cantidad) indican que los infantes poseen un sistema de representación numérica borroso, 
es decir, que la imprecisión de las ejecuciones de los infantes ante este tipo de 
comparación (4 vs 6) se debe a la falta del dominio numérico. De acuerdo al efecto de 
distancia se esperaría que 2 vs 3 fuera la condición en la cual los participantes obtuvieran 
un menor porcentaje de respuestas y esto no ocurre, por tal razón, 4 vs 6 al no ser la 
condición con mayor distancia numérica proporciona evidencia sobre la importancia que 
el conocimiento numérico tiene para la comprensión del tiempo. Retomando las Figuras 5 
y 6 se puede observar que los participantes de los cuatro grupos de edad expresan una 
disminución ante la comparación 4 vs 6, lo cual sugiere que el efecto de cantidad y 
distancia influyen en la discriminación de los infantes, en otras palabras, las 
representaciones numéricas que los niños poseen son relevantes para la discriminación 
temporal. Lo anterior sugiere que los participantes de los cuatro grupos de edad son 
sensibles ante las comparaciones de estímulos, sin embargo, la disminución ante la 
comparación 4 vs 6 puede ser explicada debido a la falta de conocimiento numérico, es 
decir, la imprecisión ante esta comparación surge de la falta de comprensión numérica. 
 
 
37 
Porcentaje de respuestas emitidas por los participantes en los diferentes grupos de edad
 
Figura 5. Se muestran las edades de los grupos, así mismo, se representan con colores distintos las 
comparaciones de estímulos auditivos a las cuales fueron expuestos los participantes. 
 
En la Figura 5 se puede observar la disminución en el porcentaje de respuestas emitidas 
por los participantes de los cuatro grupos de edad ante la comparación 4 vs 6, esta 
disminución como se mencionó con anterioridad alude a la falta de comprensión que los 
participantes poseen ante la dimensión temporal (Starkey & Cooper, 1980). Sin embargo, 
la sensibilidad ante la dimensión temporal se expresa en los participantes, lo cual sugiere 
que la sensibilidad y la edad son factores independientes para la discriminación. En la 
Figura 5 se muestra que la edad per se no influye en la sensibilidad expresada por los 
participantes, es decir, la comprensión que los participantes poseen del tiempo depende 
en gran medida de su interacción con el número. En este caso, las ejecuciones de los 
participantes de cinco, seis, siete y ocho años son similares cuando deben discriminar la 
comparación 4 vs 6. 
 Partiendo de esta idea se asume que la comprensión del tiempo no depende 
exclusivamente de la edad (ver Droit-Volet, 2003). Un ejemplo de esto se muestra en la 
0
20
40
60
80
100
cinco seis siete ocho
2 vs 3
3.5 vs 5. 25
4 vs 6
5 vs 7.5
 
38 
Figura 6, en este caso se observa cómo los participantes de cinco y ocho años de edad son 
sensibles ante las comparaciones de estímulos auditivos, asimismo, sin importar la edad 
los participantes expresan una disminución en el porcentaje de respuestas ante la 
comparación 4 vs 6. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
39 
5 años de edad 
 
 
8 años de edad 
 
Figura 6. Se muestra el porcentaje de respuestas emitidas por dos participantes de cinco y ocho años de 
edad en una tarea de discriminación temporal. 
 
 
 
 
 
0
0.2
0.4
0.6
0.8
1
2 vs 3 3.5 vs
5.25
4.0 vs
6.0
5.0 vs
7.5
5.5 vs
8.25
0
0.2
0.4
0.6
0.8
1
2 vs 3 3.5 vs
5.25
4.0 vs
6.0
5.0 vs
7.5
5.5 vs
8.25
0
0.2
0.4
0.6
0.8
1
2 vs 3 3.5 vs
5.25
4.0 vs
6.0
5.0 vs
7.5
5.5 vs
8.25
0
0.2
0.4
0.6
0.8
1
2 vs 3 3.5 vs
5.25
4.0 vs
6.0
5.0 vs
7.5
5.5 vs
8.25
 
40 
En la Figura 6 se muestra que al existir un incremento en la duración de los estímulos 
auditivos, los participantes responden de manera más eficiente. Para poder obtener un 
resultado más preciso se realizó un ANOVA mixto para verificar si existían diferencias en 
las ejecuciones de los infantes en términos de la edad, en este caso, se obtuvo el 
siguiente valor en la prueba Wilks Lambda (.931), F (3.330) lo cual indica que no existendiferencias significativas en relación a las edades de los niños. Lo anterior sugiere que la 
capacidad de discriminación se expresa en todos los infantes sin importar la edad. En la 
Tabla 1 se muestra el estadístico realizado. En este análisis estadístico se usó la prueba 
mencionada porque permite evaluar la variable analizada, en este caso, la capacidad de 
discriminación que poseen los infantes. 
Tabla 1. Se muestra el análisis realizado 
Multivariate Testsa 
Effect Value F Hypothesis df Error df Sig. 
factor1 
Pillai's Trace .069 3.330b 1.000 45.000 .075 
Wilks' Lambda .931 3.330b 1.000 45.000 .075 
Hotelling's Trace .074 3.330b 1.000 45.000 .075 
Roy's Largest Root .074 3.330b 1.000 45.000 .075 
factor1 * grupo 
Pillai's Trace .041 .951b 2.000 45.000 .394 
Wilks' Lambda .959 .951b 2.000 45.000 .394 
Hotelling's Trace .042 .951b 2.000 45.000 .394 
Roy's Largest Root .042 .951b 2.000 45.000 .394 
 
 
 Tabla 1. Factor 1 se refiere a las comparaciones pequeñas y grandes de estímulos auditivos y su 
interacción con los distintos grupos de edad. 
 
En los datos obtenidos en el presente estudio, se puede afirmar que la edad per se 
no es necesaria para resolver un procedimiento de discriminación, al menos en las tareas 
 
41 
utilizadas, lo que es indispensable para la mejoría en las ejecuciones es el conocimiento 
numérico. Por ejemplo en la Figura 5 cuando los participantes deben discriminar 4 vs 6 se 
observa una disminución en su porcentaje de respuestas lo cual alude a la falta de 
comprensión temporal, es decir, cuando los participantes comprenden la dimensión 
numérica esto les permite crear una representación sobre los valores numéricos que son 
necesarios para la discriminación temporal. 
En la Tabla 2. Se muestra el análisis entre-sujetos, en el cual se evaluó si la edad es 
un factor relevante para la mejora en las ejecuciones en procedimientos de discriminación 
temporal y numérica. 
 
 
Tests of Within-Subjects Effects 
Measure: MEASURE_1 
Source Type III Sum 
of Squares 
df Mean Square F Sig. 
factor1 
Sphericity Assumed .134 1 .134 3.330 .075 
Greenhouse-Geisser .134 1.000 .134 3.330 .075 
Huynh-Feldt .134 1.000 .134 3.330 .075 
Lower-bound .134 1.000 .134 3.330 .075 
factor1 * grupo 
Sphericity Assumed .076 2 .038 .951 .394 
Greenhouse-Geisser .076 2.000 .038 .951 .394 
Huynh-Feldt .076 2.000 .038 .951 .394 
Lower-bound .076 2.000 .038 .951 .394 
Error(factor1) 
Sphericity Assumed 1.808 45 .040 
 
Greenhouse-Geisser 1.808 45.000 .040 
 
Huynh-Feldt 1.808 45.000 .040 
 
Lower-bound 1.808 45.000 .040 
 
 
42 
 
Lo que se muestra en la tabla 2 permite corroborar que la edad no influye en la capacidad 
de discriminación de los participantes. Partiendo de la idea anterior se sostiene que los 
infantes sin importar la edad son sensibles a la dimensión temporal lo cual no sugiere que 
la comprensión ante esta dimensión sea asociada a la edad. 
El siguiente análisis se condujo en la prueba de discriminación numérica, y el objetivo era 
conocer si las modificaciones en los estímulos (distancia absoluta) facilitan la 
comprensión de los infantes. 
En la condición de número se presentaron de forma aleatoria las siguientes 
comparaciones: 1 vs 4, 2 vs 8, 3 vs 12, 4 vs 16 y 5 vs 20, que consistieron en imágenes de 
personajes animados. Al analizar las ejecuciones de los participantes ante los estímulos, 
se esperó que el incremento en la distancia y cantidad absoluta facilitaran la 
discriminación. 
Sin embargo cuando se expuso a los sujetos en la comparación 3 vs 12, se observó 
un patrón al igual que en la condición de discriminación temporal, es decir, un bajo 
número de respuestas ante estos estímulos. 
Este patrón es distinto al expresado en tiempo ya que cuando se presenta la 
comparación antes mencionada se observa que los sujetos tienen dificultad para saber la 
frecuencia con la cual se muestra una imagen, a partir de lo anterior se comienza a notar 
la creación de una regla para generalizar estímulos con un mayor número de imágenes. 
En la Figura 7 se muestran las ejecuciones de los participantes de cinco, seis, siete 
y ocho años de edad ante los distintos valores de las comparaciones, por ejemplo, al 
 
43 
tener que discriminar 1 vs 4 se espera que su porcentaje de respuestas sea mayor. Sin 
embargo, se observa un aumento en el número de respuestas ante la comparación 2 vs 8, 
con lo cual se asume que al igual que en tiempo la distancia numérica facilita la capacidad 
de discriminación sin importar la edad, dicho incremento no ocurre en la comparación 3 
vs 12, ante éste estímulo se observa un decremento en el porcentaje de respuestas 
emitidas. En las Figuras 7 y 8 se muestran las ejecuciones de los participantes de manera 
individual y grupal. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
44 
Porcentaje de respuestas emitidas por los participantes de los diferentes grupos de edad 
ante las comparaciones de estímulos numéricos. 
Figura 7 Se muestran las comparaciones de los estímulos numéricos y con color azul a los participantes del 
grupo de cinco años de edad, con color rojo los participantes de seis años, los participantes de siete años 
están representados con el color verde y por último los participantes de ocho años con color morado. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
0
10
20
30
40
50
60
70
80
90
100
1 vs 4 2 vs8 3 vs 12 4 vs 16 5 vs 20
cinco
seis
siete
ocho
 
45 
5 años de edad 6 años de edad 
 
 
 
 
7 años de edad 8 años de edad 
 
En la Figura 8, en la parte superior izquierda se muestra la ejecución de un participante de cinco años de 
edad en una tarea de discriminación, en la parte inferior se muestra la ejecución de un participante de siete 
años, y por último en la parte superior derecho se muestra la ejecución de un niño de seis y en la parte 
inferior la de un niño de ocho años de edad. 
0
0.2
0.4
0.6
0.8
1
1 vs 4 2 vs 8 3 vs 12 4 vs
16
5 vs 20
0
0.2
0.4
0.6
0.8
1
1 vs 4 2 vs 8 3 vs 12 4 vs 16 5 vs 20
0
0.2
0.4
0.6
0.8
1
1 vs 4 2 vs 8 3 vs 12 4 vs 16 5 vs 20
0
0.2
0.4
0.6
0.8
1
1 vs 4 2 vs 8 3 vs 12 4 vs 16 5 vs 20
 
46 
Los datos obtenidos en la Figura 8 muestran que los participantes de los cuatro grupos de 
edad son sensibles ante la dimensión numérica, es decir, se observa que al incrementarse 
la distancia numérica en los valores de las comparaciones empleadas esto facilita su 
discriminación, por ejemplo, cuando los participantes deben discriminar 4 vs 16 o 5 vs 20 
se observa una aumento en el porcentaje de respuestas lo cual no ocurre cuando deben 
discriminar 3 vs 12, esto puede deberse al orden en el cual se presentaron las 
comparaciones. Al igual que en tiempo los infantes son sensibles a la dimensión numérica 
ya que si no fuese así su porcentaje de respuestas sería menor en todas las 
comparaciones. 
A partir de lo obtenido de manera descriptiva en las Figuras 7 y 8 se decidió realizar un 
ANOVA para saber si la edad es un factor en la discriminación numérica, empleando 
únicamente las comparaciones pequeñas y grandes. Al igual que en tiempo se consideró 
la prueba Wilks Lambda para evaluar dicho efecto. 
Effect Value F Hypothesis df Error df Sig. Partial Eta 
Squared 
factor1 
Pillai's Trace ,178 9,556b 1,000 44,000 ,003 ,178 
Wilks' Lambda ,822 9,556b 1,000 44,000 ,003 ,178 
Hotelling's Trace ,217 9,556b 1,000 44,000 ,003 ,178 
Roy's Largest 
Root 
,217 9,556b 1,000 44,000 ,003 ,178 
factor1 * 
GRUPOA 
Pillai's Trace ,033 ,495b 3,000 44,000 ,687 ,033 
Wilks' Lambda ,967 ,495b 3,000 44,000 ,687 ,033 
Hotelling's Trace ,034 ,495b 3,000 44,000 ,687 ,033 
Roy's Largest 
Root 
,034 ,495b 3,000 44,000 ,687 ,033 
 
47 
En este caso el valor obtenido en la prueba Wilks Lambda (.967) con una F (.495) 
indicandoque no existen diferencias significativas, con lo cual se asume que las 
diferencias en las ejecuciones en este estudio no son exclusivas de la edad sino que la 
comprensión para ambas dimensiones requiere de la interacción que los infantes 
sostienen en la escuela y su hogar. Otro factor que influyó en la discriminación de tiempo 
y número fue el efecto de distancia y el efecto de tamaño o cantidad. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
48 
En la Figura 9 se muestra la gráfica obtenida en el ANOVA, en el cual únicamente se 
observan las ejecuciones ante las comparaciones grandes y pequeñas. 
 
Figura 9. Se muestran las ejecuciones de infantes de 5, 6,7 y 8 años de edad ante una prueba de 
discriminación numérica. El grupo A representa a los niños de cinco años de edad, el grupo B a los niños de 
seis años, el grupo C a los participantes de siete años y por último el grupo D que corresponde a los niños de 
ocho años de edad. El número uno corresponde a las comparaciones con valores mayores y el número dos 
corresponde a los valores pequeños. 
 
 
 
 
 
 
49 
 
A modo de conclusión se asume que los infantes sin importar la edad son sensibles 
a ambas dimensiones (tiempo y número), ya que, al analizar sus ejecuciones se observa 
que la comprensión de la dimensión numérica es importante para la comprensión del 
tiempo, es decir, ambas son dimensiones que interactúan para poder expresar mejores 
ejecuciones en tareas de discriminación. Por ejemplo en la Figura 10 se muestran las 
ejecuciones de los participantes en una tarea de discriminación temporal. 
 
Figura 10. Se muestran las ejecuciones de los participantes de los grupos de edad de cinco, seis, siete y ocho 
años de edad en una tarea de discriminación temporal; los factores 1y 2 se refieren a las comparaciones de 
estímulos auditivos. 
 
 
 
 
50 
 
En la Figura 10 se muestra que no existen diferencias en las ejecuciones de los 
participantes de ningún grupo de edad, partiendo de lo anterior se asume que la 
sensibilidad temporal es independiente de la edad. Esto no quiere decir que la edad no 
sea un factor importante simplemente no se puede asumir que la edad en sí misma 
mejore la comprensión de ésta dimensión. Por ejemplo, en la Figura 10 se muestran las 
ejecuciones de los niños ante las comparaciones con valores pequeños y grandes para 
saber si el efecto de distancia influye en la discriminación de los participantes, y lo que se 
muestra es que sí ejerce un papel importante en la discriminación; un ejemplo de lo 
anterior es la Figura 5, en ella se muestra cómo la distancia numérica influye en el 
porcentaje de respuestas correctas. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
51 
DISCUSIÓN GENERAL 
 
 El objetivo de la presente investigación es corroborar los supuestos establecidos en el 
estudio de Droit-Volet (2003), los cuales pretenden saber si la edad mejora las 
ejecuciones en tareas de discriminación temporal y numérica, o si el efecto de distancia y 
el efecto de cantidad influyen en la discriminación de los infantes; así como conocer a qué 
dimensión son más sensibles los niños: tiempo o número. Droit-Volet (2003) reporta que 
los infantes de cinco y ocho años de edad son sensibles ante estas dos dimensiones, sin 
embargo, la diferencia en sus ejecuciones se debe a cambios en el desarrollo, es decir, la 
interacción que los infantes sostienen en su entorno social (escuela, hogar) facilita la 
comprensión del conocimiento numérico y éste a su vez ayuda a la comprensión de la 
dimensión temporal. 
De acuerdo a las investigaciones realizadas por Droit-Volet Clément y Fayol 
(2003) las ejecuciones temporales y numéricas en infantes son distintas no sólo por la 
edad, es decir, la edad no es el único factor determinante para la mejora en las 
ejecuciones de los infantes; como se verá más adelante, la distancia numérica o efecto 
de distancia también influye en sus respuestas. Otra manera de explicar las diferencias 
en las ejecuciones es a través de la sensibilidad expresada por los niños. La sensibilidad 
a dimensiones temporales y numéricas es independiente de la edad, es decir, la edad 
como proceso fisiológico es importante debido a la relación que sostiene con procesos 
básicos como memoria y atención; a partir de la migración neuronal ocurren 
modificaciones con la edad en todo el sistema nervioso. 
 
52 
Luria (1973) hace mención sobre un período crítico que ocurre entre los tres y 
siete años de edad. Dicho proceso implica no sólo como ocurre el procesamiento de 
información sino también deja muy claro que existen áreas cerebrales que no terminan 
de madurar a estas edades. 
Como es sabido, la corteza prefrontal termina de madurar al finalizar la 
adolescencia, por tal razón los cambios asociados con la edad son una forma de 
intentar explicar las diferencias en las ejecuciones de los infantes. Es a partir de la idea 
de cambios en las ejecuciones que se ha dado mayor validez a la idea de la existencia 
de un reloj interno que es funcional desde edades tempranas (Droit-Volet, 2003). 
 Droit- Volet (2003) evalúo la ejecución de niños de entre cinco y ocho años 
de edad para demostrar no sólo la existencia del reloj interno sino su funcionalidad 
desde edades tempranas. Para llevar a cabo su investigación replico el estudio 
conducido por Meck y Church (1983) utilizo un procedimiento de bisección temporal y 
bisección numérica. En la tarea de bisección temporal mantuvo constante la 
presentación de estímulos a cuatro mientras variaba la duración total de la secuencia, 
en la siguiente prueba mantuvo constante la duración y se modificó el número de 
estímulos. En contraste, en el presente estudio se utilizaron estímulos visuales en los 
cuales variaba el número de imágenes, en el caso de discriminación temporal se 
emplearon estímulos auditivos. Para ejemplificar mejor lo anterior ver Figura 5. 
 Los resultados del experimento realizado por Droit-Volet y colaboradores 
(2003) mostraron que los niños de cinco y ocho años de edad son sensibles al 
discriminar tiempo, lo cual concuerda con los datos obtenidos en el presente estudio, 
 
53 
es decir, se observó que las ejecuciones de los niños de entre cinco y ocho años de 
edad no diferían tanto cómo se esperaba. Sin embargo, la diferencia en las ejecuciones 
para discriminar la dimensión temporal se debe a la falta de conocimiento numérico. Al 
procesar una dimensión numérica de acuerdo a SET los sujetos deben almacenar mayor 
información temporal, en contraste se observó la relevancia del número para emitir 
juicios, dado el procedimiento realizado por Droit-Volet la capacidad de discriminación 
es inherente a todas las especies; esto no implica una generalización en las ejecuciones 
de los infantes sino que permite asumir la existencia de un mecanismo biológico para 
la comprensión numérico-temporal. Es decir, que las diferencias en las ejecuciones en 
tareas de discriminación se deben a cambios en el desarrollo, dicho de otra forma, la 
edad no es el único factor en la comprensión de los infantes ante ambas dimensiones 
(tiempo y número). Partiendo de lo anterior se asume que la comprensión que el 
infante posee del número influye en la exactitud y precisión de sus respuestas en 
tareas de discriminación. 
 Por ejemplo, en la Figura 6 se muestran cómo las ejecuciones de los niños de 
cinco y ocho años de edad no difiere tanto, es decir, al analizar el porcentaje de 
respuestas emitidas no se registraron diferencias al discriminar duraciones cómo 3.5 vs 
5.25, sin embargo, al discriminar 4 vs 6 se muestra un patrón al discriminar ésta 
duración sin importar la edad, es decir, existe una disminución en el porcentaje de 
respuestas emitidas ante esta comparación, lo anterior puede ser explicado debido a la 
falta de comprensión que los infantes poseen de la dimensión temporal, sin embargo, 
 
54 
los participantes son sensibles

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