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UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA 
DE MÉXICO 
 
FACULTAD DE ESTUDIOS SUPERIORES IZTACALA 
Sistema de Universidad Abierta y Educación a Distancia 
 
 
 
 
El papel de la familia y la comunidad en las conductas 
antisociales y delictivas en adolescentes de 12 a 18 años 
 
 
Tipo de investigación 
Empírica 
 
 QUE PARA OBTENER EL TÍTULO DE: 
 
 
 LICENCIADA EN PSICOLOGÍA 
 P R E S E N T A : 
 
Berenice Vega del Castillo 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Los Reyes Iztacala Tlalnepantla, Estado de México, 28 de noviembre 
2017 
Manuscrito Recepcional 
Programa de Profundización en Psicología Clínica 
 
Director: Mtra. Mariana Ivone Ortíz Basurto 
Dictaminador: Dr. Ricardo Sánchez Medina 
 
UNAM – Dirección General de Bibliotecas 
Tesis Digitales 
Restricciones de uso 
 
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respectivo titular de los Derechos de Autor. 
 
 
 
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Índice 
 
El papel de la familia y la comunidad en las conductas antisociales y delictivas en adolescentes 
de 12 a 18 años.................................................................................................................... 3 
Resumen ............................................................................................................................ 3 
Marco teórico ..................................................................................................................... 4 
1. La Psicología en Criminología ...................................................................................... 4 
2. Conducta antisocial y delictiva ..................................................................................... 5 
3. La adolescencia ........................................................................................................... 6 
4. La funcionalidad familiar y el adolescente .................................................................... 9 
5. La comunidad y el adolescente ................................................................................... 11 
6. Estrategias mexicanas en el tratamiento de conductas antisociales y delictivas en 
adolescentes .................................................................................................................. 13 
7. El papel del Psicólogo en las conductas antisociales y delictivas en adolescentes ........... 15 
Planteamiento del problema .............................................................................................. 16 
Justificación ..................................................................................................................... 16 
Pregunta de investigación .............................................................................................. 18 
Objetivo general ............................................................................................................ 19 
Objetivos específicos ..................................................................................................... 19 
Hipótesis ....................................................................................................................... 19 
Método ............................................................................................................................. 19 
Participantes ................................................................................................................. 20 
Variables ...................................................................................................................... 21 
Instrumentos de medición.............................................................................................. 21 
Procedimiento .................................................................................................................. 23 
Aplicación ..................................................................................................................... 23 
Análisis de resultados .................................................................................................... 23 
Resultados ........................................................................................................................ 23 
Conclusiones .................................................................................................................... 29 
Referencias ....................................................................................................................... 32 
Apéndice .......................................................................................................................... 38 
 
 
 
3 
 
El papel de la familia y la comunidad en las conductas antisociales y delictivas en 
adolescentes de 12 a 18 años 
 
Resumen 
 
Actualmente es común escuchar que alguien ha sido víctima de un delito, tanto en 
conversaciones informales, como en los medios masivos de comunicación, lo que incide en 
una percepción de miedo generalizada. 
 
Considerando la importancia que tiene en la vida la percepción de seguridad, es que 
se crea el interés de realizar la presente investigación, en la que se aborda el tema desde la 
Psicología en Criminología, considerando las conductas antisociales y delictivas en 
adolescentes en una colonia del municipio de Ecatepec, Estado de México, lugar que ocupa 
los primeros lugares en inseguridad según la Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana 
del INEGI (2017). 
 
La investigación se realizó desde un enfoque cuantitativo, con un diseño no 
experimental de tipo transeccional descriptivo, con la finalidad de buscar estrategias y planes 
de prevención desde dos factores preponderantes en los adolescentes, que son la familia y la 
comunidad. 
 
Cabe señalar que el funcionamiento familiar y la comunidad tienen un papel que 
influye altamente en la conducta de los adolescentes. Por esto se utilizaron instrumentos que 
los evalúan, así como un test que indica si el adolescente participante ha cometido algún tipo 
de conducta antisocial descrita en el instrumento. 
 
Una vez obtenidos los resultados se procedió a su análisis mediante tablas y gráficas 
qué muestra que la hipótesis planteada es válida. Con los resultados obtenidos se busca ser 
base para futuras investigaciones que pretendan abonar a la prevención de conductas 
antisociales. 
 
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Palabras clave. Adolescentes, Conductas antisociales y delictivas, funcionamiento familiar, 
comunidad, Psicología en Criminología. 
 
 
Marco teórico 
 
1. La Psicología en Criminología 
 
La Psicología en Criminología se orienta a determinar los componentes psicológicos 
del comportamiento antisocial y delictivo, explicándolo y además analiza cuestiones 
asociadas a la prevención, resocialización y medidas pertinentes de terapia (Varela, 2014a). 
Por lo tanto, la aplicación de esta rama de la Psicología a la presente investigación 
primero radica en el hecho de considerar a la delincuencia como un fenómeno con una base 
biopsicosocial (Soria & Sáiz, 2005), así como para explicar los factores implicados en la 
comisión de la conducta antisocial y/o del delito. Para Varela (2014 a) existen factores que 
afectan la variabilidad de la conducta criminal, así como variables moderadoras que 
interactúan con ellos, los factores más relevantes son: la delincuencia ocasional y persistente, 
predictores dinámicos y estáticos,y los factores protectores, entre estos factores se establece 
una relación funcional que está afectada por variables como las características del 
adolescente, las de los padres, así como su contexto social. 
Además en lo que respecta a la terapia, es necesario realizar un análisis completo del 
hombre delincuente, para conocer qué significado tiene para él, el hecho de cometer una 
conducta antisocial o un delito, por qué la idea de castigo no lo atemoriza y le hace renunciar 
a esas conductas, es por esto que él psicólogo en criminología al intervenir debe aclarar el 
significado de esto, realizado una labor que permita la exposición del hábitat del individuo, 
de su familia, de su cultura y su organización social (Marchiori, 2007). 
En lo que respecta la prevención de conductas antisociales y delictivas, la Psicología 
Criminológica en su aplicación, puede diseñar prácticas preventivas, esencialmente a nivel 
primario, así como también conocer los factores personales biopsicosociales relacionadas 
5 
 
con la aparición y desarrollo de dichas conductas, así como destacar el papel de la comunidad, 
con estudios sobre los procesos de información y asesoramiento comunitario, porque un 
mejor conocimiento del delito facilita la protección frente a actos criminales, no sólo de 
acciones de protección física o personal, sino también de una mejora en la integración 
comunitaria y una mejora en la calidad de vida en general (Soria & Sáiz. 2005). 
De igual forma, la Psicología Criminológica destaca la labor que se puede realizar a 
nivel familiar, debido a que la familia es un grupo que puede funcionar como un sistema de 
equilibrio dinámico, que tiene la capacidad de prevenir que el adolescente presente conductas 
antisociales y/o delictivas (Marchiori, 2007). 
Por lo tanto la Psicología Criminológica permite mediante su aplicación como 
disciplina, el diseño de políticas enfocadas para la atención y prevención de la actividad 
delincuencial. Considerando lo que puede ser lo más importante, prevenir y actuar en el 
desarrollo de las conductas antisociales y delictivas, pues de esta forma la investigación 
puede aportar datos relevantes así como estrategias y planes bien diseñados para aplicarse en 
la población y sobre todo con esto minimizar el daño moral e incluso físico que estas 
conductas hacen a la sociedad en general. 
 
2. Conducta antisocial y delictiva 
 
Es importante definir y resaltar la diferencia de conducta antisocial y conducta 
delictiva, primeramente para Rodríguez (2016) “la conducta antisocial es el comportamiento 
humano que va contra del bien común” (p. 23) y la conducta delictiva “es la acción que se 
opone no solo a las normas sociales, sino que además es sancionada por las leyes penales” 
(p.23). 
Para Silva (2004), se pueden distinguir cuatro tipos de conducta: a) social, b) asocial, 
c) parasocial, y d) antisocial. La conducta social es la que se ajusta a las normas de 
convivencia y no daña la colectividad. La conducta asocial comprende las formas de 
comportamiento en las que no se guarda relación con las normas de convivencia ni con el 
bien común. Por su parte la conducta parasocial contraviene las conductas seguidas por la 
6 
 
mayoría de los individuos que conforman un grupo social, pero no busca la destrucción de la 
colectividad, no realiza el bien común, pero no agrede; finalmente la conducta antisocial 
como ya se mencionó va en contra el bien común y atenta contra la sociedad, destruyendo 
valores fundamentales y las normas de convivencia, cabe aclarar que la conducta antisocial 
debe estar situada en el contexto de su época histórica y del respaldo social. 
Rodríguez (2016), menciona la importancia de aclarar que no toda conducta antisocial 
es un delito, ni todo delito es una conducta antisocial, por ejemplo existen conductas 
antisociales como el alcoholismo, la drogadicción y/o la prostitución que no están tipificadas 
en los Códigos Penales y de igual forma hay algunas delitos tipificados penalmente y estos 
no son comportamientos antisociales, como por ejemplo algunos delitos de orden político 
que no dañan en si a la sociedad, sino a algunas personas que tienen poder. 
 Para Papalia, Duskin & Martorell (2012), existen dos tipos de conducta antisocial, 
que es una de inicio temprano que se presenta alrededor de los 11 años, la cual puede 
convertirse en delincuencia crónica y una de inicio tardío, esta comienza después de la 
pubertad y suele surgir de manera temporal y se da como respuesta a los cambios de la 
adolescencia, debido a un desequilibrio entre la madurez biológica y la social. 
 Considerando lo anterior, es importante conocer lo que le sucede al joven adolescente 
tanto física, cognitiva, emocional y socialmente, que pueda propiciar en él la comisión de 
conductas antisociales y delictivas, las cuales son una amenaza para el desarrollo individual, 
social de los jóvenes, el costo que puede representar una implicación de un adolescente en 
hechos delictivos implica un proceso de un gran deterioro social (Sanabria & Uribe, 2009). 
 
3. La adolescencia 
 
La adolescencia es una transición del desarrollo que lleva a cabo en el individuo 
cambios físicos, cognoscitivos, emocionales y sociales (Papalia, Duskin & Martorell, 2012). 
Es en esta etapa en que el adolescente forja su personalidad, se consolida su conciencia del 
yo, se afianza su identidad sexual y se conforma su sistema de valores (Ruíz, 2013), los 
cuales tienen una gran relevancia en la convivencia social, considerándose como guías para 
7 
 
crear relaciones interpersonales, mantenerse en ellas y evitar conflictos, estos están 
reflejados en los patrones culturales y están en función del contexto, tiempo y forma de 
relacionarse (Jiménez, Torregrosa, Burgos & Uitzil, 2013). 
En lo que se refiere a los cambios físicos, aparecen los caracteres sexuales 
secundarios, propiciados por los cambios hormonales, su inicio y finalización es diferente 
en cada persona y es más tardía en el varón (Ives, 2014). 
En cuanto al aspecto cognoscitivo, el adolescente desarrolla el pensamiento lógico-
formal, que se caracteriza por un pensamiento hipotético-deductivo, en el que, según Jean 
Piaget, el individuo puede llegar a una deducción a partir de hipótesis anunciadas 
verbalmente, que son las más adecuadas para interactuar e interpretar la realidad de manera 
objetiva (Barba, Cuenca & Gómez, 2007). 
En lo que se refiere a las emociones, el adolescente presenta una gama que se 
enriquece de matices y se hace más consciente, influyendo en ello cambios hormonales y el 
pensamiento racional que hace que sea posible la aparición de nuevos sentimientos, si bien 
es cierto que la composición de sentimientos es más rica y variada, también es menos 
equilibrada y más reprimida (Ruíz, 2013). 
Cabe resaltar que la familia, la escuela, la comunidad y los acontecimientos 
ambientales tienen una interacción directa en la vida del adolescente, por lo tanto, la idea de 
adolescencia se encuentra inmersa en el imaginario colectivo, porque lo que la sociedad 
prescribe, tolera y prohíbe a los adolescentes situaciones de acuerdo al modelo de sociedad 
establecido, construyendo ciertas referencias de identidad (Zamora, 2013). 
Para Gavira, Cuadrado & López (2009), la identidad es una construcción personal 
que se desarrolla a través de la integración de varias identificaciones con personas 
significativas y grupos de referencia, a su vez también es una construcción social que se 
genera a través de la interiorización de roles y del reflejo de las valoraciones de otros. 
Sin embargo en la adolescencia, además de la necesidad de forjar la identidad, aparece 
la desidealización de los padres, la pérdida de la referencia de la autoridad, fragilidad y 
confusión, esto provoca que los valores y los principios no sean claramente identificables 
(Del Pino, et al., 2011). 
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Por lo tanto cuandoel adolescente tiene dificultades en la resolución de su identidad 
o cuando las oportunidades se ven artificialmente limitadas, éste se encuentra en riesgo de 
presentar conductas con graves consecuencias negativas como la actividad delictiva, por lo 
tanto los adolescentes que resuelven satisfactoriamente la crisis de identidad, desarrollan una 
virtud de fidelidad, lealtad, fe, o sentido de pertenencia a un ser querido, amigos o 
compañeros; la fidelidad también puede ser una identificación con un conjunto de valores, 
una ideología, una religión, un movimiento político o un grupo étnico (Papalia, Duskin & 
Martorell, 2012). 
Sin duda alguna, la adolescencia es una etapa clave en la vida del ser humano porque 
además de llevarse a cabo en ella grandes cambios que conformaran al futuro adulto, también 
es un periodo vulnerable, en la que el joven puede ser dañado, molestado o alterado en su 
contexto personal y social. 
En México en el 2009 según la UNICEF (2010), 12.8 millones de personas son 
adolescentes entre 12 y 17 años de edad, el 55.2% de ellos son pobres, esto se traduce en falta 
de oportunidades para el desarrollo personal de estos jóvenes; otro dato relevante es el alto 
número de adolescentes que mueren cada año en México por accidentes de tránsito, 
homicidios y suicidios. 
Para la UNICEF (2010), la orientación que el adolescente recibe en la calle, la 
curiosidad y la presión social propician que muchos de ellos se conviertan en adictos al 
tabaco, al alcohol y todo tipo de estupefacientes, situaciones que se dan día a día en México, 
según el Consejo de Menores Federal, 8, 841 adolescentes en el año 2005, estaban privados 
de su libertad en centros de tratamiento, la mayoría de ellos por delitos de fuero común, como 
son robos y otros delitos no graves. 
Por lo anterior, se puede observar que la situación de los adolescentes en México 
resulta complicada, la posibilidad de tener un desarrollo humano es de difícil alcance y los 
jóvenes encuentran obstáculos que los llevan a cometer delitos y verse privados de su 
libertad. 
 
9 
 
4. La funcionalidad familiar y el adolescente 
 
Es importante conocer el papel de la familia en la vida del adolescente. Primeramente 
cabe mencionar el concepto de familia, el cual se puede definir como una unidad doméstica 
entendida como un lugar geométrico o esfera social la cual se encuentra compuesta de una 
serie de personas que comparten un lugar común donde vivir y un presupuesto, en esta unidad 
los individuos que la conforman generan redes de relaciones que brindan una infraestructura 
en el plano social (Gutiérrez, Díaz & Román, 2016). 
En nuestro país, de acuerdo con el INEGI (2013), como se citó en Gutiérrez, Díaz y 
Román (2016), existen tres clases de hogar: las familias nucleares que ocupan el primer lugar 
(70.9%), después las familias ampliadas, que es el hogar en el que convive un núcleo y algún 
otro familiar como abuelos, tíos, sobrinos, etc. (26.5%) y le siguen las familias compuestas 
que son hogares en los que, además del núcleo familiar y algún otro familiar, conviven 
personas que no guardan ningún parentesco con el jefe del hogar (1.5%). Cabe resaltar que 
la mayoría de los hogares nucleares corresponde a los que se componen por la pareja 
conyugal con hijos (70.4%), o bien, uno solo de los padres con sus hijos (15.4%). 
La importancia de la familia y sobre todo de la funcionalidad familiar radica en el 
hecho de que está logre promover el desarrollo integral de sus miembros por medio de la 
transmisión de creencias y valores de padres a hijos y brindar apoyo (Moreno & Chauta, 
2012). 
Por lo tanto, la familia sea de cualquier clase, es el medio más seguro para establecer 
relaciones interpersonales significativas que deben ser duraderas y que sobre todo promuevan 
el afecto, la unión, lazos que se ven fortalecidos por la frecuencia de la interacción y un 
ambiente de amor, comprensión, apoyo y deseo de ayudar (González, Rey & Oliva, 2009). 
Sin embargo, la familia también puede constituirse como un factor de riesgo, todo 
esto dependiendo de cómo lleven a cabo sus funciones el ambiente generado y las reglas con 
las que viven. Si en la familia se mantiene un equilibrio de reglas y amor, comunicación libre 
y espontánea y se permite la expresión afectuosa, esta puede ser protectora del joven ante las 
dificultades y vulnerabilidad propias de la etapa en que vive (González, Rey & Oliva, 2009). 
10 
 
Por su parte para Hirschi (1969), como se citó en Varela (2014 a), el vínculo que 
estable una persona que no presenta una conducta antisocial, es muy importante, dicho 
vínculo está formado por la adherencia o apego a personas significativas, como lo son los 
padres y educadores, principalmente, así como las creencias en normas sociales y validez 
moral que se les otorga en el hogar. 
Es por esto que considerar a la familia como influencia en la comisión de conductas 
antisociales y delictivas en los adolescentes es válido, debido a que el adolescente está 
expuesto en el seno familiar a una serie de patrones los cuales pueden ser conflictivos, o con 
valores morales variables y complejos, debido a esto el estudio del ámbito familiar con 
referencia a las conductas antisociales debe evaluar y describir las relaciones interpersonales 
que se dan dentro de la familia e identificar la estructura de ella. (Silva, 2004). 
Existe evidencia que vincula la aparición de conductas antisociales en niños y jóvenes 
con el tamaño y composición demográfica de la familia, así como la interacción familiar 
(INEGI, 2016). De acuerdo los resultados de la ECOPRED (INEGI, 2016), la prevalencia de 
las conductas de riesgo son menores en los hogares donde no existen peleas o conflictos 
intrafamiliares, asimismo en los hogares donde los conflictos fueron muy frecuentes, la 
prevalencia de conductas de riesgo resultaron altas. 
Debido a esto, es importante conocer la satisfacción familiar que puede tener un 
adolescente, que para Smilkstein, creador del APGAR Familiar, hay factores clave para 
conocer si una familia es funcional o disfuncional, y son los siguientes (Suárez & Alcalá, 
2014): 
Adaptación, es la capacidad de utilizar recursos familiares para resolver problemas en 
períodos de crisis o estrés familiar. 
Participación o cooperación, es la implicación de todos los miembros de la familia en la toma 
de decisiones y en lo relacionado con el mantenimiento familiar. 
Gradiente de recursos, es la maduración física, emocional y auto realización que alcanzan los 
miembros de la familia gracias al apoyo dentro del núcleo. 
Afectividad, el cariño y amor que existe entre los integrantes de la familia. 
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Recursos o capacidad resolutiva, dedicar a atender las necesidades físicas y emocionales de 
cada miembro de la familia, como compartir ingresos y espacios. 
Debido a la trascendencia que tiene la familia en la vida de los adolescentes, por lo 
ya expuesto anteriormente, resulta imprescindible conocer de primera entrada la opinión del 
joven respecto al apoyo percibido de su familia, lo que da un precedente acerca de cómo ha 
sido su desarrollo personal, porque sin duda alguna la familia es la primera protección que 
tiene el joven para mantenerse al margen de conductas antisociales. 
 
5. La comunidad y el adolescente 
 
Una vez, revisados los conceptos de adolescencia y la familia, es necesario también 
conocer el papel que tiene la comunidad en la vida del joven, considerando los aspectos que 
influyen directamente en su comportamiento. La importancia de la comunidad radica en que 
la confianza y las expectativas positivas que el adolescente pueda desarrollar de los vecinos 
de su colonia o comunidad, en cuanto a intervenir por el bien común, puede ser un 
mecanismo adecuado para que el joven se sienta seguro y que pueda disminuir la presencia 
de extraños, así como de ser víctimas de algún delito o tener un riesgo potencialde desarrollar 
conductas antisociales y/o delictivas (Ruíz, 2010). 
Actualmente los adolescentes viven una etapa marcada por las nuevas tecnologías de 
la información, que permiten estar conectados a una red mundial, lo cual se ha vuelto en algo 
rutinario para ellos, lo que hace que existan nuevas formas de socialización y expresión, 
dichas tecnologías pueden enseñar a los jóvenes a ser adultos pro-activos, autosuficientes, 
creativos y productivos, incluso pueden controlar el empleo de ciertas herramientas para 
satisfacer intereses psicológicos, socio-emocionales e intelectuales (Fandiño, 2011). 
En México, los jóvenes se enfrentan a problemáticas como el desempleo y la 
inseguridad ciudadana, así como la exclusión social, aislamiento social y la presencia de 
subculturas marginales y violentas (Fandiño, 2011). Esto provoca que el adolescente vea 
vulnerada su autoestima y que perciba situaciones que obstaculizan su satisfacción de normas 
y expectativas sociales, considerando que en esta etapa las valoraciones negativas de sucesos 
12 
 
o situaciones particulares impactan el ego y las relaciones con otros sujetos, objetos y 
eventos, encontrándose con problemáticas como, imagen corporal deformada, alcoholismo, 
depresión, crisis de fe, pérdidas con significación afectiva, como muerte de seres queridos, 
así como cambios de lugar de residencia, desempleo, peleas, separación de padres, 
discusiones con hermanos o tíos, abandono violencia, asaltos robos, abusos, violaciones, 
embarazos no deseados, vicios en padres, castigos físicos por parte de los padres, entre otros 
(Fandiño, 2011). Por lo tanto, lo anteriormente descrito pone en evidencia las dificultades 
con las que el adolescente se encuentra en esta etapa donde busca formar su identidad. 
Es importante destacar que el entorno comunitario forma parte esencial del desarrollo 
de los jóvenes, los cuales a partir de la pubertad suelen pasar más tiempo fuera de su casa y 
de la escuela, la interacción con el exterior influye de forma exponencial en la forma en que 
los adolescentes van tomando su propias decisiones, cabe señalar que la convivencia con sus 
pares es una gran fuente de influencia en el desarrollo personal, es aquí donde interviene el 
proceso de elección selectiva, donde el conjunto de valores del individuo al relacionarse con 
otros reafirma o previene sus propias conductas antisociales (INEGI, 2016). Para Varela 
(2014 a), para el adolescente es importante tener modelos positivos de identificación, así 
como tener una red de apoyo social y emocional que incluye a miembros de su comunidad 
como vecinos, profesores, amigos y compañeros. 
Sin embargo, la situación que se vive, particularmente en Ecatepec de Morelos 
Estado de México, lugar donde se realiza la presente investigación, es un claro ejemplo de la 
gran dificultad para la inserción de jóvenes en las estructuras formales de la sociedad, 
situación que nos lleva a observar que la identidad de muchos adolescentes de esta localidad, 
se construye por fuera de la formalidad social, lo que provoca que la identificación con los 
objetivos y valores culturales dominantes resulte compleja, porque la identidad social de 
muchos adolescentes no se constituye ni como clase trabajadora, en ocasiones ni como 
estudiantes, ni como ciudadanos de grandes urbes (Jiménez, 2005), motivos que desorientan 
al joven y que pueden provocar el desarrollo y prevalencia de conductas antisociales y 
delictivas en ellos. 
En dicho municipio la Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana, realizada por 
el INEGI (2017), con cifras correspondientes a marzo de 2017, el 93.6% de la población de 
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Ecatepec considera que vivir en ahí es inseguro. Por su parte en la publicación realizada por 
el INEGI (2016), respecto a los factores de riesgo y conductas antisociales en jóvenes de área 
urbanas de México, donde se analizan los resultados de la Encuesta de Cohesión Social para 
la Prevención de la Violencia y la Delincuencia (ECOPRED), revela que jóvenes que han 
incurrido en conductas de riesgo, reportan que frecuentemente hay presencia de incivilidades 
en su colonia, así como también una gran frecuencia de consumo del alcohol en la calle y 
venta de drogas, de las 47 ciudades dónde se aplicó está investigación, la “incivilidad” más 
reportada en cinco ciudades fue el robo, entre estas ciudades está en municipio de Ecatepec. 
Considerando lo anterior, el papel de la comunidad tiene relevancia, pues se debe 
acoger de una mejor manera al joven que busca su identidad y que requiere identificarse 
positivamente con los miembros de su comunidad, esto se puede traducir en el concepto de 
eficacia colectiva, la cual puede ser definida como la confianza y las expectativas positivas 
entre los vecinos de una colonia, para intervenir por el bien común (Ruíz, 2010), lo que 
repercute en un mejor desarrollo psicológico y social del adolescente. 
 
6. Estrategias mexicanas en el tratamiento de conductas antisociales y delictivas en 
adolescentes 
 
En México en el año 2014 se diseñó el Programa Nacional para la Prevención Social 
de la Violencia y la Delincuencia (PRONAPRED), que tiene por objeto atender los factores 
de riesgo y promover los factores de protección vinculados a la violencia y la delincuencia. 
La implementación se lleva a cabo por la Secretaría de Gobernación y los tres órdenes de 
gobierno, sociedad civil e instituciones de asistencia privada (Rendón & Santisbón, 2014). 
La prevención social de este programa indica los siguientes puntos, según la 
Secretaria de Gobernación (2015), publicado en su página oficial: 
a) atender aquellos factores de riesgo social que están vinculados con la ocurrencia y 
persistencia de la violencia y la delincuencia 
b) fomentar la integración comunitaria 
c) promover la participación ciudadana en la solución de problemas de seguridad 
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d) consolidar los lazos de confianza entre la sociedad y las autoridades encargadas de la 
seguridad 
Para ello, la política nacional de prevención social, según la Secretaría de 
Gobernación (2015), se ha encargado de prevenir la deserción y el acoso escolar; de 
promover la reactivación económica para fortalecer el núcleo familiar y brindar 
oportunidades de empleo y desarrollo en la legalidad a jóvenes; de recuperar espacios 
públicos para la convivencia; de prevenir y tratar adicciones; ofrecer opciones de empleo y 
bienestar a poblaciones vulnerables y trabajar en esquemas de proximidad policial y 
participación ciudadana. 
Cabe señalar que a tres años de su aplicación los resultados no se han podido hacer 
sentir en la sociedad mexicana, pues según la Encuesta Nacional de Victimización y 
Percepción sobre Seguridad Pública (ENVIPE) 2016, realizada por el Subsistema Nacional 
de Información de Gobierno, Seguridad Pública e Impartición de Justicia (SNIGSPIJ), 
coordinada por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI, 2016), la percepción 
de inseguridad va en aumento en todo el país y este plan nacional ha resultado ser únicamente 
un documento que justifica el presupuesto asignado para ello. 
Por su parte el gobierno de Ecatepec de Morelos, Estado de México, en septiembre 
pasado según la página oficial del municipio, sustituyeron al PRONAPRED, por el programa 
Buena Vida Ecatepec (2017), el cual realizará 143 iniciativas para combatir conductas 
antisociales. Este programa ya se ha aplicado prioritariamente a cuatro colonias del 
municipio, de un total de 359, que son Jardines de Morelos, Cd. Cuauhtémoc, Granjas Valle 
de Guadalupe y San Agustín. Las estrategias aplicadas consisten en impartir conferencias a 
la población adolescente de diversos temas como violencia escolar, noviazgo, adicciones y 
sexualidad, entre otros. 
También se aplican, según la página oficial de Ecatepec, programas de mejora en 
escuelas y espacios públicos. Se imparten talleres como elaboración de jabones,velas y 
artesanías. 
Lo anterior explica como los programas aplicados por el gobierno pueden ser 
fácilmente desechados y/o modificados, porque dejan ver que no hay una planeación efectiva 
15 
 
en las estrategias, así como una investigación seria y planificada para abordar el tema de la 
seguridad pública que tanto preocupa a la sociedad mexicana. 
 
7. El papel del Psicólogo en las conductas antisociales y delictivas en adolescentes 
 
Lo ya expuesto anteriormente nos da una perspectiva de la situación de las personas 
implicadas en actividades antisociales y delictivas, donde no solamente el que comete el acto 
tiene repercusiones en su vida, sino también las víctimas, así como la familia del victimario 
y de las víctimas y la comunidad. 
Por esta razón un profesional en la psicología puede trabajar y aportar sus 
conocimientos y habilidades tanto para la comprensión, la prevención y solución de 
problemas y necesidades psicosociales a las que se enfrentan las personas de distintas edades 
y en gran diversidad de escenarios, el psicólogo que tiene un enfoque Criminológico, puede 
además, implementar programas de prevención del delito, capacitación y adiestramiento de 
cuerpos de seguridad pública, atención a víctimas de violencia, atención y prevención de 
violencia familiar, realizar perfiles criminales, dictaminar también dichos perfiles, 
capacitación y orientación a familias y comunidades respecto a la prevención del delito 
(FENAPSIME, 2013). 
El profesional en Psicología, tiene la capacidad de elaborar planes y proyectos 
enfocados en este caso hacia la prevención de conductas antisociales y delictivas en 
adolescentes con intervención de la familia y la comunidad, que como ya se mencionó son 
pieza fundamental en el desarrollo de los menores. 
Es importante realizar una investigación como la presente para tener un panorama 
general de la situación y otra más específica en donde se obtengan los principales puntos a 
seguir para la elaboración de los planes, con objetivos claros y saber con cuántos recursos se 
cuenta, los beneficios que se espera obtener y plantear los controles útiles para verificar los 
resultados y efectos que se estén logrando, esto último es de suma importancia porque es 
imprescindible saber si hay o no cambios en la problemática atendida. 
16 
 
Es claro que la problemática planteada en esta investigación no es fácil, ni se tiene 
una solución concreta y definida, pero la Psicología cuenta con la metodología necesaria para 
enfrentar un problema de este tipo, así como la capacidad de actuar buscando el bien común. 
 
 
Planteamiento del problema 
 
En las conductas antisociales y delictivas de adolescentes mexicanos, la familia y la 
comunidad tienen un papel importante tanto en la prevención como en el desarrollo de ellas, 
por tanto analizar su interacción, puede arrojar datos que aporten estrategias desde el enfoque 
de la Psicología en Criminología para prevenirlas, considerando que México no hay 
precedentes de alguna planeación de este tipo, por lo tanto los fundamentos en la Psicología 
en Criminología tienen la capacidad de observar factores aún no considerados en las 
estrategias que hasta ahora se han puesto en marcha en este país. 
 
 
Justificación 
 
La adolescencia es una etapa en la vida humana que conlleva cambios físicos, 
cognoscitivos, emocionales y sociales, los cuales tienen gran importancia para la formación 
del futuro adulto, debido a que se desarrolla la identidad y las aptitudes necesarias para la 
independencia social y económica (Papalia, Duskin & Martorell, 2012), pero también es una 
etapa de riesgos en los que la familia y la comunidad tienen una gran influencia, debido a las 
condiciones de vulnerabilidad en que se encuentra, que lo pueden llevar a desarrollar 
conductas antisociales y/o delictivas . 
Considerando lo anterior, la familia como componente vital en la formación de 
personas, es el primer vínculo de socialización de cualquier ser humano, ´por lo tanto el 
desarrollo integral positivo del adolescente o en su defecto la comisión de conductas 
negativas puede tener su origen en el núcleo familiar (Moreno & Chauta, 2012). 
17 
 
Cabe señalar la importancia que también tiene la comunidad donde se desarrolla el 
adolescente, en el caso de la presente investigación fue realizada en Ecatepec de Morelos, 
que es el municipio más poblado del Estado de México, según el INEGI (2015), de la cual 
un 8.78% corresponde a jóvenes de 10 a 14 años y 9.36% de 15 a 19 años de edad, que 
equivale aproximadamente a un total 300,356 jóvenes, correspondiendo a un 18.14% de la 
población del estado. Estos datos abren el panorama hacia la pertinencia de la investigación, 
pues como se puede ver una gran cantidad de la población en este municipio es adolescente 
y en este contexto es importante tomar en cuenta que la comunidad donde se habita y se 
desarrollan los primeros años de vida tiene una gran influencia en el comportamiento. 
Para Marchiori (2007), la delincuencia es un problema social, no únicamente porque 
se expresa en conductas sancionadas por ella, sino porque en ella se desarrollan las personas 
y es en la comunidad donde se puede encontrar la miseria, la subalimentación, el 
analfabetismo, la ignorancia y las frustraciones, que pueden producir determinadas conductas 
antisociales y/o delictivas, razón por la cual no solo es necesario estudiar al adolescente como 
un factor individual, sino también realizar un análisis dinámico de la comunidad, realizando 
estudios empíricos ubicados directamente en el contexto en que se manifiestan. 
Cabe señalar que en el municipio de Ecatepec, el contexto social dificulta el desarrollo 
psicosocial del adolescente, la Encuesta Nacional de Victimización y Percepción sobre 
Seguridad Pública (ENVIPE) 2016, realizada por el Subsistema Nacional de Información de 
Gobierno, Seguridad Pública e Impartición de Justicia (SNIGSPIJ), coordinada por el 
Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI, 2016), arroja que en el Estado de 
México el 90.6% de su población tiene percepción de inseguridad, es decir temen ser víctimas 
de delitos, situación que coloca al adolescente en un clima de incertidumbre, miedo y sobre 
todo en riesgo de ser víctima o victimario de algún delito. 
Debido a esto, la presente investigación se realiza desde el enfoque de la Psicología 
Criminológica, disciplina que en México en el año 1976, fue delimitada por el Dr. Alfonso 
Quiroz Cuarón, quien señalaba la gran importancia que tenía el reunir al Derecho y a la 
Psicología, teniendo así una mayor aplicación y utilidad, estableciéndola como la rama de la 
Psicología General que se ocupaba del criminal (Varela, 2014 b). La Psicología 
Criminológica se orienta a determinar los componentes psicológicos del comportamiento 
18 
 
antisocial y delictivo, explicándolo y además analiza cuestiones asociadas a la prevención, 
resocialización y medidas pertinentes de terapia (Varela, 2014 a). Es por esto que partiendo 
de los fundamentos de la Psicología Criminológica es que se pueden encontrar datos 
relevantes, que aporten elementos necesarios para su realización. Además que la 
investigación es empírica con la que se buscar realizar un análisis más objetivo de los 
resultados, y así observar el papel que tiene la familia y la comunidad, para prevenir el 
desarrollo de las conductas mencionadas. 
Además otro aspecto a considerar es el hecho de que las autoridades gubernamentales 
han implementado programas como la recuperación de espacios públicos, instalación de 
luminarias, pinta de fachadas y el fortalecimiento de la policía municipal, según se pública 
en la página de internet del municipio de Ecatepec, pero no han tenido los resultados 
esperados. Lo que deja al descubierto que no se ha realizado aún una labor social más 
profunda que tenga como objetivo el trabajo directo con los miembros de las comunidades.Por lo tanto, el interés profesional que rige esta investigación radica primeramente en 
lo profesional, debido a que como ya se mencionó las autoridades han buscado dar solución 
al fenómeno de la delincuencia sin considerar los aspectos psicosociales que conforman al 
individuo, por lo tanto el papel del Psicólogo es primordial sobre todo en la prevención del 
delito, tomando en cuenta que es urgente que en México se establezcan planes y programas 
que fortalezcan a la sociedad sobre todo a padres de familia para que se pueda combatir 
eficientemente la delincuencia. Asimismo se busca que este trabajo de investigación sirva 
como precedente para nuevas investigaciones relacionadas con conductas antisociales y 
delictivas. 
 
 
Pregunta de investigación 
 
¿El funcionamiento familiar positivo y una eficacia colectiva adecuada pueden prevenir la 
comisión de conductas antisociales y delictivas en adolescentes de 12 a 18 años que viven en 
Ecatepec de Morelos? 
19 
 
Objetivo general 
 
Analizar la importancia del funcionamiento familiar y la eficacia colectiva en la prevención 
de conductas antisociales y delictivas en adolescentes de 12 a 18 años de edad, de la colonia 
Luis Donaldo Colosio en Ecatepec de Morelos, Estado de México. 
 
 
Objetivos específicos 
 
 Identificar si los adolescentes han cometido conductas antisociales y delictivas 
 Determinar la percepción de los adolescentes, respecto a la funcionalidad en sus 
familias 
 Conocer la percepción de los adolescentes respecto a la eficacia colectiva 
 Relacionar la funcionalidad familiar con la comisión de conductas antisociales y 
delitos 
 Identificar la relación existente en cuanto a la eficacia colectiva y las conductas 
antisociales y delictivas cometidas por los adolescentes 
 
Hipótesis 
 
Las conductas antisociales y delictivas en adolescentes de 12 a 18 años de edad se 
pueden prevenir con un adecuado funcionamiento familiar y de una eficacia colectiva. 
 
 
Método 
 
La presente investigación se realizó mediante el enfoque cuantitativo, con un diseño 
no experimental de tipo transeccional descriptivo, mediante el cual se recolectarán datos en 
un solo momento, en tiempo único y se describen las situaciones que se dan en el lugar donde 
se realiza la investigación (Hernández, Fernández & Baptista, 2014). 
20 
 
 
Participantes 
 
La muestra fue del tipo probabilístico aleatorio. Para el cálculo del número de 
participantes, se consideró el no tener el número de población a estudiar, es decir población 
no conocida, asimismo se calculó con un nivel de confianza de 75%, considerando que el 
lugar donde se aplicará la encuesta puede prestarse a que la población pueda mentir ya sea 
en la edad o en el lugar donde viven. 
 
Se aplica la siguiente formula: 
N= 𝑍
2 𝑃.𝑄
𝑒2
 
 
Donde: 
z= 1.15 
P=Q=0.5 
e= 0.05 
N= (1.15)
2 (0.5)(0.5)
0.052
 
El resultado es de 132 adolescentes 
 
Criterios de inclusión: Adolescentes con una edad entre 12 y 18 años y que vivan en la 
Colonia Luis Donaldo Colosio de Ecatepec de Morelos. 
Criterios de exclusión: Adolescentes que no vivan en la colonia mencionada. 
 
21 
 
Variables 
 
Conductas antisociales y delictivas 
Funcionamiento familiar 
Eficacia colectiva 
 
 
Instrumentos de medición 
 
Para realizar las mediciones pertinentes se utilizó la escala APGAR Familiar, La 
Escala de Eficacia Colectiva y la Escala de Conducta Antisocial. Con estos instrumentos se 
midió el funcionamiento familiar, la percepción que se tiene acerca de los miembros de la 
comunidad donde viven los adolescentes, así como se permitió conocer si los jóvenes han 
cometido algún tipo de conducta antisocial o delictiva. 
La escala APGAR Familiar elaborada por Smilkstein en 1978, quien definió que la 
funcionalidad familiar se mide mediante la percepción del cuidado y apoyo que las personas 
reciben de su familia, así como la comprensión y el ánimo de sus miembros, esto permite 
avanzar a través de las etapas crecimiento y desarrollo de cada miembro de la familia 
(Castilla, Caycho, Ventura, Palomino & Valles, 2015). 
La escala APGAR, es una escala tipo Likert. Este instrumento mide la percepción de 
satisfacción familiar de los adolescentes. 
Consta de 5 reactivos, que miden (Orpinas, Rico & Martínez, 2013): 
• Adaptabilidad o apoyo: Capacidad de usar recursos familiares para resolver 
momentos de crisis. 
• Participación o compañerismo: Capacidad de compartir y resolver problemas con el 
apoyo familiar 
• Crecimiento,: Capacidad de atravesar las etapas de desarrollo consiguiendo 
individualización y separación de la familia de forma madura. 
22 
 
• Afecto: Capacidad de demostrar cariño y preocupación, expresar emociones con otros 
miembros de la familia. 
• Resolución: Capacidad de cumplir con los aspectos arriba mencionados, así como 
compartir tiempo y recursos con los miembros de la familia. 
La fiabilidad de la escala medida por el coeficiente alfa de Cronbach fluctuó entre 
0.82 y 0.86, el coeficiente fue de .86, en una muestra de adolescentes de Puerto Rico entre 9 
y 17 años de edad (Orpinas, Rico y Martínez, 2013). El uso de esta escala está recomendado 
por la Organización Panamericana de la Salud (OPS), para poblaciones Latinoamericanas. 
 
La Escala de Eficacia Colectiva fue realizada por Cohen, Inagami & Finch (2007), 
(citado en Ruíz, 2010). La eficacia colectiva se define como la confianza y las expectativas 
positivas entre los vecinos de una colonia, para intervenir por el bien común que se puede 
traducir en el cuidado de la presencia de extraños, cuidado de niños en la calle en horas de 
escuela, así como una actitud de vigilancia de los residentes de la comunidad, lo anterior se 
asocia con menores niveles de criminalidad y menores niveles de miedo al crimen (Ruiz, 
2010). 
Esta escala contiene 8 ítems y un coeficiente de fiabilidad interna de 0.77, para 
poblaciones latinoamericanas (Ruíz, 2010). 
 
La escala de conducta antisocial fue elaborada por la Addiction Research Fundation 
de Canadá y consta de 12 preguntas relacionadas con la participación del adolescente en 
conductas tales como robo, riñas, venta de droga, maltrato a personas y/o objetos ajenos. Se 
interroga sobre el número de veces en que ha incurrido en las conductas en los últimos 12 
meses. En México fue adaptada y validada por Castro et al (1988) (Citado en Berenzon, et 
al., 1994). 
 
23 
 
Procedimiento 
 
 
Aplicación 
 
La aplicadora asistió a puntos de reunión comunes de adolescentes en la colonia 
mencionada, como son canchas de futbol y en la ciclo pista, se presentará con ellos, indicando 
que es estudiante de la licenciatura en Psicología de la FES Iztacala de la UNAM, se les 
comentará si desean participar en una investigación para analizar el papel de los padres y la 
comunidad en las conductas antisociales y delictivas, resaltando que su participación es 
totalmente confidencial; una vez que acepten se les proporcionaran los instrumentos y el 
material que sea necesario para que los contesten.. 
 
 
Análisis de resultados 
 
Una vez con los instrumentos resueltos, se realizó un análisis estadístico descriptivo de los 
datos, para resumir y visualizar los resultados obtenidos, de manera que se identifiquen los 
datos que son relevantes para responder la pregunta de investigación y a la validación de la 
hipótesis. 
 
 
Resultados 
 
A continuación se muestran los resultados obtenidos una vez aplicados los 
instrumentos a los jóvenes de la edad y colonia mencionada. 
 
24 
 
En la Tabla 1, se puede observar la percepción de cuidado y apoyo familiar de los 
adolescentes participantes según la Escala APGAR, en esta se muestra que la mayor parte de 
los jóvenes percibe tener una familia funcional, con un 44.7% del total de adolescentes. 
 
Resultados Escala APGAR Familiar 
Tabla 1. 
Distribución de participantes en cada tipo de familia,según la escala APGAR Familiar 
Tipos de familia Rangos de 
puntuación 
No. de participantes 
en cada rango 
Porcentaje de 
participantes en 
cada rango 
Familia altamente 
disfuncional 
0-3 33 25% 
Familia 
moderadamente 
disfuncional 
4-6 40 30.3% 
Familia funcional 7-10 59 44.7% 
Total 132 100% 
 
 
 
Por su parte en la tabla 2, en lo que respecta a la confianza y expectativas positivas 
que los jóvenes participantes tienen en los vecinos de su colonia, se observan los valores 
obtenidos en la aplicación del instrumento, en la cual se aprecia que el valor máximo obtenido 
no es valor máximo de la escala que corresponde a 32. Por lo tanto se puede interpretar que 
la eficacia colectiva percibida por los adolescentes es mínima. 
Tabla 2. 
Resultados obtenidos en la escala de Eficacia Colectiva. 
 
 N Mínimo Máximo Media Desviación 
estándar 
EFICACIA COLECTIVA 132 8 20 9.11 2.733 
 132 
 
 
25 
 
En lo que se refiere a los resultados de la Escala de Conducta Antisocial, se puede ver 
primeramente en la tabla 3 que según las respuestas de los participantes, el 49.3% de ellos 
no han cometido algún tipo de conducta antisocial, y el 50.7% de ellos han cometido el menos 
un tipo de conducta. Posteriormente en la tabla 4, se puede observar la descripción de las 
conductas antisociales que ha cometido 67 adolescentes participantes que corresponde al 
50.7% descrito en la tabla anterior. En este caso se puede ver que la conducta que más se 
cometió por los adolescentes es haber tomado mercancía de una tienda sin pagarla y sin 
causar daños. 
 
Tabla 3. 
Resultados obtenidos en la Escala de Conducta Antisocial 
No. de 
participante
s 
Porcentaje 
de 
participantes 
No han cometido algún tipo de conducta antisocial descrita 
en la escala 
65 49.3% 
Han cometido un tipo de conducta antisocial descrita en la 
escala en al menos una ocasión 
51 38.6% 
Han cometido dos tipos de conducta antisocial descritas en 
la escala en al menos una ocasión cada una 
6 4.5% 
Han cometido tres tipos de conducta descritas en la escala 
en al menos una ocasión cada una 
7 5.3% 
Han cometido cuatro tipos de conducta descritas en la escala 
en al menos una ocasión cada una 
3 2.3% 
Total 132 100% 
 
 
 
 
26 
 
Tabla 4. 
Descripción de las conductas antisociales que han cometido por lo menos en una ocasión los 
participantes 
Descripción de la conducta cometida No. de 
participantes 
Porcentaje de 
participantes que 
han cometido el 
tipo de conducta 
antisocial 
descrita 
Tomar un auto sin permiso del dueño 2 3% 
Tomar dinero o cosas con valor de $500 pesos o menos que 
no te pertenecen 
7 10.4% 
Forzar cerraduras para entrar a algún lugar que no sea tu casa 5 7.5% 
Tomar mercancía de una tienda sin pagarla (sin causar 
daños) 
56 83.6% 
Golpear o herir a propósito a alguien, sin contar los pleitos 
o discusiones con tus hermanos 
6 9% 
Tomar parte en riñas o peleas 15 22.3% 
 
 
En la tabla 5 se muestra la tabla cruzada con los valores obtenidos en la escala 
APGAR familiar y los resultados obtenidos en la escala de conductas antisociales. En ella se 
puede observar la relación que se guarda con los bajos puntajes de funcionalidad familiar y 
la cantidad de adolescentes que han cometido al menos una de las conductas antisociales 
descritas en al menos una ocasión. En la tabla 6 se muestran los resultados de la distribución 
t de student, entre las variables conductas antisociales y funcionamiento familiar. 
 
 
 
 
 
 
 
27 
 
Tabla 5. 
Tabla cruzada 
Funcionamiento familiar*conductas antisociales 
 CONDUCTAS 
ANTISOCIALES 
Total 
NO SI 
FUNCIONAMIENTO 
FAMILIAR 
ALTAMENTE 
DISFUNCIONAL 
4 29 33 
MODERADAMENTE 
DISFUNCIONAL 
11 29 40 
FAMILIA FUNCIONAL 50 9 59 
Total 65 67 132 
 
Tabla 6. 
Prueba T de student para funcionamiento familiar y conductas antisociales 
 
Estadísticas de grupo 
 
CONDUCTAS 
ANTISOCIALES 
N Media Desviación 
estándar 
Media de 
error estándar 
FUNCIONAMIENTO 
FAMILIAR 
NO 65 7.42 1.870 .232 
SI 67 4.06 2.208 .270 
 
 
Prueba de muestras independientes 
 
Prueba de 
Levene de 
igualdad de 
varianzas 
prueba t para la igualdad de medias 
F Si
g. 
T gl Sig. 
(bilate
ral) 
Diferen
cia de 
medias 
Diferen
cia de 
error 
estánd
ar 
95% de 
intervalo de 
confianza de la 
diferencia 
Inferi
or 
Super
ior 
FUNCIONAMI
ENTO 
FAMILIAR 
Se 
asume
n 
varian
zas 
1.4
92 
.2
24 
9.4
09 
130 .000 3.356 .357 2.65
0 
4.061 
28 
 
iguale
s 
No se 
asume
n 
varian
zas 
iguale
s 
 
9.4
33 
127.6
89 
.000 3.356 .356 2.65
2 
4.060 
 
 
En la tabla 7 se muestra la relación entre la eficacia colectiva y las conductas antisociales de 
los adolescentes, en este caso se puede observar que los mayores puntajes en eficacia 
colectiva la tienen adolescentes que no han cometido alguna conducta antisocial descrita en 
el instrumento. Posteriormente en la tabla 8 se realizó la prueba t de student para comprobar 
la relación entre las variables descritas. 
 
Tabla 7 
Tabla cruzada 
Eficacia colectiva*conductas antisociales 
 CONDUCTAS ANTISOCIALES Total 
NO SI 
EFICACIA COLECTIVA 8 45 60 105 
9 3 2 5 
10 1 4 5 
12 2 1 3 
13 1 0 1 
14 1 0 1 
15 2 0 2 
16 5 0 5 
18 3 0 3 
20 2 0 2 
Total 65 67 132 
Tabla 8 
Distribución t de student para eficacia colectiva y conductas antisociales 
 
 
 
 
29 
 
 
Estadísticas de grupo 
 
CONDUCTAS 
ANTISOCIALES 
N Media Desviación 
estándar 
Media de 
error estándar 
EFICACIA 
COLECTIVA 
NO 65 10.03 3.618 .449 
SI 67 8.21 .686 .084 
 
Prueba de muestras independientes 
 
Prueba de 
Levene de 
igualdad de 
varianzas 
prueba t para la igualdad de medias 
F Sig
. 
T gl Sig. 
(bilater
al) 
Diferen
cia de 
medias 
Diferen
cia de 
error 
estánda
r 
95% de intervalo 
de confianza de 
la diferencia 
Inferi
or 
Superi
or 
EFICACI
A 
COLECTI
VA 
Se 
asume
n 
varianz
as 
iguales 
88.8
22 
.00
0 
4.0
47 
130 .000 1.822 .450 .931 2.712 
No se 
asume
n 
varianz
as 
iguales 
 
3.9
90 
68.4
63 
.000 1.822 .457 .911 2.733 
 
 
 
Conclusiones 
 
La presente investigación realizada en el municipio de Ecatepec de Morelos, Estado 
de México, tiene el objetivo de analizar el funcionamiento familiar y la eficacia colectiva, 
30 
 
en la prevención de conductas antisociales y delictivas en adolescentes de 12 a 18 años de 
edad. 
En el apartado de resultados se muestra la relación existente entre la variable 
conductas antisociales y delictivas con las variables funcionamiento familiar y eficacia 
colectiva. 
Como primer punto a analizar se muestra que 33 participantes perciben a su familia 
como disfuncional y 29 de ellos han cometido algún tipo de conducta antisocial descrita en 
el instrumento en al menos una ocasión. Por su parte en el rango de mediana disfuncionalidad 
la situación es muy similar, encontrando que 40 perciben a su familia en este rango y que 
solo 29 de ellos han cometido conductas antisociales. Finalmente en el rango de familia 
funcional 50 de 59 adolescentes no han cometido ninguna de las conductas descritas en la 
escala, lo que muestra claramente que en la relación entre estas variables a mayor 
funcionalidad familiar, menor comisión de conductas antisociales y delictivas se cometen. 
Comprobado lo anterior con la prueba T de student que muestra la relación existente entre 
estas variables. 
Por su parte la relación existente entre la eficacia colectiva y las conductas 
antisociales de la escala, se puede mostrar que la mayoría de los adolescentes participantes 
no percibe eficacia colectiva, lo que se constata con la media aritmética de 9.11, lo que coloca 
esta variable en un nivel mínimo en este concepto, pero lo que si queda claro en los resultados 
es el hecho de que los adolescentes que tuvieron los más altos puntajes en esta variable, 
ninguno cometió algún tipo de conductaantisocial descrita en el instrumento. Esto constatado 
en la tabla 7. Cabe señalar que la prueba t de student muestra la relación existente entre 
eficacia colectiva y conductas antisociales, lo que muestra que a mayor eficacia colectiva no 
se cometen las conductas mencionadas. 
En lo que respecta a los resultados sobre las conductas antisociales, se puede apreciar 
que poco más de la mitad de los participantes han cometido al menos una conducta antisocial 
en al menos una vez y también se puede ver que la conducta que más se cometió es la de robo 
a establecimientos comerciales, indica que si bien en la escala solo se considera conducta 
antisocial es un delito en la localidad donde se cometió. 
 
31 
 
Una vez mostrado lo anterior, la hipótesis planteada respecto a que las conductas 
antisociales y delictivas en adolescentes de 12 a 18 años de edad se pueden prevenir con un 
adecuado funcionamiento familiar y de una eficacia colectiva, es válida, ya que las tablas 
cruzadas y las pruebas de t de student constatan esta afirmación. 
Es necesario mencionar algunos datos que pueden afectar la validez y confianza de 
esta investigación, los cuales son entre otros, la cantidad de reactivos usados en los 
instrumentos, debido a que los jóvenes se encontraban en una situación poco cómoda para 
contestarlos como es sentados en el suelo o parados y recargados en las pequeñas bardas que 
se encuentran alrededor de las canchas, lo que pudo afectar en sus respuestas y por intentar 
concluir rápido las escalas no hayan puesto la atención debida. Otra situación más tiene que 
ver con las conductas antisociales plasmadas en la escala utilizada, pues si bien pueden ser 
las más comunes que comentan adolescentes, no se encuentran todas las conductas que 
pueden ser cometidas por ellos. Para futuras investigaciones puede recomendarse el uso un 
instrumento que tenga una mayor cantidad de conductas antisociales definidas así como 
separar o especificar las que son delitos y las que solo son conductas antisociales, esto para 
clarificar más estos conceptos. 
Por otro lado, se muestra que la prevención de conductas antisociales y delictivas en 
adolescentes, se puede trabajar con la participación efectiva de la familia y de la comunidad, 
por lo tanto el trabajo del Psicólogo en Criminología puede estar enfocado en el diseño de 
planes y estrategias enfocadas en el fortalecimiento del funcionamiento familiar y de la 
comunidad., interviniendo directamente en los núcleos familiares y comunitarios, 
proporcionando a los jóvenes una identificación positiva con su familia y con la comunidad 
donde vive y de esta manera construya su identidad apegado a los valores positivos que rigen 
al lugar donde vive. 
 Para finalizar, es importante mencionar que futuras investigaciones pueden considerar 
hecho de analizar más a fondo factores sociodemográficos, así como los factores biológicos, 
los cuales no fueron considerados en esta investigación. 
 
 
32 
 
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Apéndice 
 
 
La información que nos proporciones es totalmente confidencial y es para fines de 
investigación acerca del papel de familia y la comunidad en las conductas antisociales y 
delictivas de adolescentes de 12 a 18 años. 
DATOS GENERALES: 
Edad:_______________ 
Colonia donde vives:_____________________ 
 
ESCALA APGAR FAMILIAR 
 
Esta escala busca conocer la percepción familiar que tienes respecto al cuidado y apoyo que 
percibes de tu familia. 
 
 
INSTRUCCIONES: Marca con una X la situación que más identifique tu sentir respecto a tu 
familia 
39 
 
 
 
 Casi 
siempre (2) 
Algunas 
veces (1) 
Nunca (0) 
¿Estás satisfecho(a) con la ayuda que recibes 
de tu familia cuando tienes algún problema o 
pasas por alguna situación crítica? 
 
¿Te satisface la manera e interés con que tu 
familia discute sus problemas y la forma en 
que participa contigo en la resolución de 
ellos? 
 
¿Tu familia respeta tus decisiones y acepta 
tus deseos de efectuar nuevas actividades o 
hacer cambios en tu estilo de vida? 
 
¿Estás satisfecho(a) de la forma en que tu 
familia expresa el afecto y responde a sus 
sentimientos, ya sean de bienestar o 
malestar? 
 
¿Te satisface la cantidad de tiempo que tú y 
tu familia pasan juntos? 
 
 
 
ESCALA DE EFICACIA COLECTIVA 
 
Esta escala busca conocer la confianza y las expectativas positivas que tienes hacia tus 
vecinos. 
 
Instrucciones: Marca con una X la opción con la estés de acuerdo 
 Nada de 
acuerdo 
Algo de 
acuerdo 
Bastante de 
acuerdo 
Totalmente 
de acuerdo 
1. Los vecinos hacen algo si 
ven niños que están solos en la 
calle 
 
40 
 
 
2. Los vecinos harían algo si 
ven a muchachos haciendo 
grafitis en el espacio público 
 
3. Los vecinos harían algo si 
hubiera una pelea delante de 
su casa y alguien estuviera 
siendo amenazado o 
golpeado. 
 
4. La gente aquí regañaría al 
muchacho que mostrara falta 
de respeto por los demás 
 
5. Éste es un sector donde la 
gente está unida 
 
6. Las personas están atentas a 
ayudar a los vecinos 
 
7. Se puede confiar en la gente 
del sector 
 
8. La gente aquí tiene 
tolerancia entre ellos* 
 
 
ESCALA DE CONDUCTA ANTISOCIAL 
 
INSTRUCCIONES: 
¿Has realizado las siguientes actividades en los últimos 12 meses? (Marca una X la opción 
para cada respuesta). 
 
 SI NO 
a) Tomar un auto sin permiso del dueño 
b) Tomar dinero o cosas con valor de $500 pesos o menos que no te 
pertenecen 
 
c) Tomar dinero o cosas con valor de $5000 pesos o más que no te 
pertenecen 
 
d) Forzar cerraduras para entrar a algún lugar que no sea tu casa 
e) Tomar mercancía de una tienda sin pagarla (sin causar daños) 
41 
 
f) Golpear o dañar algo (objeto o propiedad) que no te pertenece 
g) Atacar a alguien, usando algún objeto como: arma, cuchillo, palo, 
navaja, etc. 
 
h) Vender drogas (como la mariguana, cocaína, etc.) 
i) Golpear o herir a propósito a alguien, sin contar los pleitos o discusiones 
con tus hermanos 
 
j) Tomar parte en riñas o peleas 
k) Prender fuego a propósito a objetos que no te pertenecen 
l) Usar un cuchillo o pistola para obtener algún objeto de otra persona 
 
 
	Portada
	Índice
	Resumen
	Marco Teórico
	Planteamiento del Problema Justificación
	Objetivos Hipótesis Método
	Procedimiento Resultados
	Conclusiones
	Referencias
	Apéndice

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