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Enamoramiento-y-duelo

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UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE 
MÉXICO 
 
 
 
FACULTAD DE PSICOLOGÍA 
INVESTIGACIÓN DOCUMENTAL 
 
ENAMORAMIENTO Y DUELO 
 
TESIS QUE PARA OBTENER EL TÍTULO DE: 
LICENCIADA EN PSICOLOGÍA 
PRESENTA: 
 
ANDREA ARANTZA SÁNCHEZ ESCOBEDO 
 
 
 DIRECTOR DE TESIS: MTRO. SOTERO MORENO CAMACHO 
REVISOR: LIC. AÍDA ARACELI MENDOZA IBARROLA 
SINODALES: MTRA. LAURA ANGELA SOMARRIBA ROCHA 
 LIC. MARÍA DEL ROCÍO MALDONADO GÓMEZ 
DRA. MARÍA DEL ROCÍO AVENDAÑO SANDOVAL 
 
 
MÉXICO, D.F. 2014
 
 
 
UNAM – Dirección General de Bibliotecas 
Tesis Digitales 
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reproducción, edición o modificación, será perseguido y sancionado por el 
respectivo titular de los Derechos de Autor. 
 
 
 
 
2 
 
AGRADECIMIENTOS 
 
A mis padres María de Lourdes y José Valentín por su gran 
apoyo y dedicación hacia mí ya que sin ellos no hubiera 
sido posible llegar a esta meta tan importante en mi 
vida tanto personal como profesionalmente, los amo. 
A mis hermanas Nadia y Heda por ser parte de mi vida y mis 
sueños, las cuales están incondicionalmente para mí. 
A mi familia por siempre estar a mi lado apoyándome de manera 
incondicional, a mis tíos Mercedes y Jesús, Zarique y 
Rolando, Magdalena y Miguel, Verónica y Raúl, María y 
Olgalidia; también a mis primos los cuales han sido un 
motor importante en mi vida: Armando, Leticia, 
Mónica, Emiliano, Ezequiel, Leonardo, Socorro y Yadira 
A mis 4 ángeles, mis abuelitos Juana, Ramón, Gudelia y Federico 
sé que en estos momentos estarían muy orgullosos de 
mi por lo que he logrado y por la persona en la que me 
he convertido. 
La UNAM mi segundo hogar a la cual estoy infinitamente 
agradecida por todas las oportunidades que me ha 
brindado, los conocimientos y habilidades que he 
desarrollado hasta ahora, por las personas tan valiosas 
que me dio la oportunidad de conocer entre profesores 
y amigos los cuales siempre formaran parte de mi vida. 
Al Mtro. Sotero Moreno Camacho por su gran apoyo en este 
trabajo y por estar conmigo al final de mi licenciatura; 
al igual que mi revisora la profesora Araceli por su 
 
 3 
compromiso y dedicación. A la Dra. Rocío Avendaño por 
sus observaciones, consejos y anécdotas las cuales me 
tranquilizaron; a la Mtra. Laura Somarriba por sus 
pertinentes correcciones para que mi trabajo fuera 
mejor. 
A la Lic. María de la Luz Cruz Rivas por sus grandes enseñanzas 
dentro de mi servicio social, que además llego a 
convertirse en una amiga en la cual puedo confiar. 
Al Lic. Marco Antonio Cuevas Báez por darme la oportunidad de 
desempeñarme en un área nueva para mí la cual me 
dejo grandes aprendizajes en mi vida académica y 
profesional. 
A la Lic. Irma Russek Díaz por su interés en mi desenvolvimiento 
profesional y por creer en mí. 
A mis grandes amigas que siempre están de manera incondicional 
y las cuales han recorrido conmigo este camino a las 
cuales agradezco su dedicación y cariño hacia mí: 
Viviana mi primer y gran amiga del CCH la cual ha sido 
un pilar importante tanto en mi vida escolar como 
personal. 
A Lucerito gracias por seguir siendo mi amiga y apoyarme en 
cada paso que doy. 
A Erika por tu gran cariño, preocupación y dedicación hacia mí. 
A Nancy García por todas las experiencias durante el CCH las 
cuales nos hicieron divertirnos y crecer amiga. 
A Ara por soportarme ya tantos años y seguir a mi lado. 
 
 4 
A Ariadna aunque las escuelas nos separaron, siempre seremos 
amigas. 
 
A Emir por estar a mi lado más de la mitad de la carrera, gracias 
por tu apoyo y por haberme hecho crecer, siempre serás parte 
de mi vida. 
A mis colegas Andreita, Clau, Edith, Nathali, Ady, Vania (baby), 
Tania y Dany por compartir las mismas preocupaciones, 
presiones pero sobre todo porque nos apasiona la 
misma carrera, siempre serán parte de mi vida gracias 
por estar dentro de ella. 
A dos amigas que me adoptaron como parte de su familia Karina 
y Lluvia Zepeda gracias por su apoyo y cariño saben 
que es reciproco y que esto no cambiará. 
A Rubí Jacobo, Karen Meza y Yessica Ochoa por su gran amistad 
y cariño que siempre me han brindado. 
 
Gracias a todos porque sin ustedes simplemente yo no existiría, 
ya que me han formado, con todas sus enseñanzas, 
cariño, amistad, comprensión, regaños y sobre todo la 
atención a mi persona. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 5 
ÍNDICE 
RESUMEN 6 
INTRODUCCIÓN 7 
CAPÍTULO 1 – EL ENAMORAMIENTO 8 
1.1 Teoría social 8 
1.2 Teoría psicológica 18 
1.2.1 Comienzo del enamoramiento 22 
1.2.2 Diferencia entre amor y enamoramiento 27 
1.3 Teoría biológica 31 
1.3.1 Proceso bioquímico 31 
1.3.2 Sustancias implicadas en el enamoramiento 39 
1.3.3 Desenamoramiento 44 
 
 CAPÍTULO 2 – EL DUELO. 45 
 2.1 Antecedentes 45 
 2.2 Etapas del duelo de acuerdo a diferentes teóricos 46 
 2.2.1 Schneider 47 
 2.2.2 Worden 49 
 2.2.3 Bowlby 51 
 2.2.4 Kübler-Ross 54 
 2.3 Tipos de duelo 56 
 2.4 Manifestaciones del duelo 57 
 2.4.1 Duelo complicado 58 
 
 
 6 
 2.5 Elaboración del duelo ante la ruptura amorosa 64 
 2.6 Redes de apoyo 67 
 2.6.1 Tipos de redes 67 
 2.6.2 Beneficios del apoyo social 69 
 
 CAPÍTULO 3 –MÉTODO EN EL ESTUDIO SOBRE EL 
ENAMORAMIENTO Y EL DUELO TRAS LA RUPTURA AMOROSA. 70 
 3.1 OBJETIVOS 71 
 3.1.1 Objetivo general 71 
 3.1.2 Objetivos específicos 71 
 3.2 Indicadores 71 
 3.3 Pregunta de investigación 71 
 3.4 Tipo de estudio 71 
 3.5 Procedimiento 72 
 3.6 Estrategias de análisis 74 
 3.7 Análisis Bibliográfico (resultados) 74 
 
 CONCLUSIONES 81 
 REFERENCIAS BIBLIOHEMEROGRÁFICAS 84 
 
 
 
 7 
RESUMEN 
La presente investigación aborda la temática del proceso del enamoramiento 
desde diversas perspectivas en las que ha sido estudiado. Posteriormente se 
centra en el proceso de duelo, sus características, manifestaciones y elaboración. 
Para finalmente abordar estas dos temáticas y entender cómo se dan estos dos 
procesos de manera conjunta. 
 
Se partió de una revisión documental sobre el enamoramiento y duelo; el análisis 
se realizó desde el punto de vista psicológico, sin dejar de lado otros ejes como lo 
biológico y social los cuales son vitales para ser abordados ya que esto nos 
permitió una visión más profunda acerca de estos temas. 
 
Con esta investigación se busca aportar una revisión que englobe los temas de 
enamoramiento y duelo, este último no relacionado con la muerte sino visto como 
un proceso de finalizar una relación de la manera más sana posible con una red 
de apoyo en donde la situación no llegue a ser fatal sino superada de manera 
adecuada. 
 
Palabras clave: Enamoramiento, Duelo. 
 
 
 
 
 
 
 8 
INTRODUCCIÓN 
El enamoramiento es el resultado de muchas variables tanto químicas, 
psicológicas, biológicas y sociales surgiendo diversos eventos en el que las 
personas que lo experimentan se encuentran en un estado de excitabilidad, 
confort y felicidad; sin embargo existen parejas que llegan a romper su relación en 
esta etapa llegando a pasar por un duelo en el que la mayoría de las veces no es 
resuelto de la manera adecuada. 
 
De ahí radica la importanciade estudiar que sucede con las personas cuando en 
la etapa del enamoramiento, sufren una separación, como es que lo conciben y la 
manera en que la afrontan. 
 
 Hablar de duelo ante la pérdida de un ser querido no es una tarea fácil y no lo es, 
cuando menos, porque el sufrimiento generado ante la misma, es tan intenso que 
no nos permite reaccionar en un primer momento ante un drama de primera 
magnitud. Un primer paso, no obstante, es hacerlo visible, aunque nos resulte 
doloroso; la razón primaria para ello es que de esta manera, conociendo e 
identificando lo que nos pasa, seremos capaces de afrontar mejor la situación. 
Se entiende por duelo al estado psicológico en el que se encuentra la persona que 
ha sufrido una pérdida sentida y vivida como tal. 
 
Esta investigación tiene como finalidad tener un conocimiento profundo y más 
completo recabando información documental. Ya que aunque el tema del 
enamoramiento es muy popular y que vivimos en constantes separaciones o 
perdidas no se cuentan con los suficientes conocimientos para sobrellevar estos 
dos procesos de una manera adecuada. 
 
 
 9 
CAPITULO 1 
EL ENAMORAMIENTO 
1.1 TEORIA SOCIAL 
El macrocosmos del ser humano no incluye únicamente su naturaleza biológica, 
sino también sus relaciones con las demás personas. Como dice Geertz, “no 
existe una naturaleza humana independiente de la cultura” (Bruner, 1990, p. 28). 
 
Es importante resaltar la importancia del amor desde los diversos puntos que 
atañe a la psicología ya que gracias a ello tendremos un concepto más completo 
acerca de la construcción del enamoramiento en nuestra vida, “...no podremos 
comprender plenamente conflictos y barreras que hay dentro de nuestra propia 
psique, y que coartan nuestros esfuerzos de alcanzar la felicidad en las relaciones 
amorosas, a menos que seamos conscientes de nuestra historia, de los pasos que 
dimos para llegar a donde estamos hoy en día.” (Eisler, 1996, p. 27) 
 
Sin embargo y pese a todas las aportaciones teóricas que giran alrededor de 
diversos proceso en la psicología concluyen que “es la cultura, y no la biología, la 
que moldea la vida y la mente humanas” (Bruner, 1990, p. 48) o que ya “podíamos 
hablar de una constitución sociogenética y psicogenética paralelas a la 
constitución biogenética.” (Elías, 1989, p. 170). Nelson (1985) definía éste 
concepto explicando que, al igual que el lenguaje, la cultura es un conjunto 
relativamente duradero de prácticas que se realizan dentro de un sistema 
simbólico. Al igual que éste sistema, varía aunque a la vez exhiba funciones 
universales, y también es preciso adquirirla. 
 
La cultura también se volvió crucial en cuanto a los vínculos humanos como el 
amor, debido a que “las características propias del self social se manifiestan en el 
tipo de relaciones que mantenemos con nosotros mismos y con los demás.” 
(Vaughan, 1991, p. 261). 
 
 10 
 
En todas las épocas y en todas las sociedades, desde hace 40 000 años, todo 
miembro de la especie viene al mundo en un estado de extrema incapacidad y 
comienza, en la relación con un adulto más competente, a desarrollar capacidades 
culturales que garantizarán su sobrevivencia. 
 
Los niños chichimecas, como los niños de hoy empezaron en las primeras etapas 
de su biografía a estructurar sus acciones y simultáneamente a construir e 
interpretar el mundo. Pero la interacción en la primera etapa de la biografía con un 
adulto más competente, en general con la persona encargada del cuidado, no es 
sólo el lugar donde la aculturación tiene su punto de partida: aquí es donde la 
relación entre los sexos, en la adolescencia y en la edad adulta, inicia su 
formación (Ibarra, 1998, p. 45). 
 
El proceso tanto ontogenético junto con la subjetividad son los que hacen que 
surja la necesidad de las personas a una cercanía corporal la cual tiende a 
designarse como amor ya sea a personas del sexo opuesto o del mismo. 
 
Dentro del proceso de ontogénesis el primer contacto de un ser humano recién 
llegado a éste mundo con otra persona, como bien se ha señalado en la cita 
anterior, no es un contacto entre dos pensamientos o entre dos hablas, sino el 
vínculo entre dos cuerpos. Por ejemplo, Bruner (1990) señala que cuando el niño 
adquiere sentido sobre el mundo, se basa no sólo en las palabras, también en la 
intención de éstas. Agregaríamos que es el cuerpo el que hace posible la 
comunicación y la sensación de esa intención. Por eso, no parece viable una 
lectura sobre la historia de la experiencia amorosa sin tener en consideración la 
experiencia corporal de la persona. 
 
Si mantenemos que “la naturaleza es una extensión de la comunidad” (Foladori, 
1992, p. 230), nuestro cuerpo y su experiencia en cuanto al amor se refiere forman 
un microcosmos social cuya lectura nos dará cuenta del sentido otorgado al amor 
 
 11 
en una cultura en particular. Además, la noción de cuerpo hará posible una 
aproximación al amor como construcción social que involucre a un ser humano 
con poder para modificar su entorno social y para elegir. 
 
La cultura es una obra del tiempo “en la que cada individuo desempeña un papel 
inconsciente e insignificante.” (Mead, 1985, p. 217). Las descripciones de la teoría 
social también son dadas en el mismo tenor. Por ejemplo, en las investigaciones 
de Norbert Elias y Michael Foucault, el cuerpo aparece como: 
 
Una consecuencia de los procesos sociales...Michael Foucault (1979, 1980) y Norbert Elias 
(1978, 1939)...indican los modos en los que los cuerpos humanos han sido transformados 
por los procesos sociales. Pero Foucault y Elias tienen poco que decir acerca de los 
cuerpos como agentes sociales. Los cuerpos con los que tratan son los cuerpos de 
individuos sujetos a fuerzas sobre las que no tienen ningún control. Para Foucault, el 
cuerpo es el texto en el que se inscribe el poder de una sociedad... un poder externo y 
represivo... un poder disciplinario... Como Foucault, Norbert Elias desarrolla una 
explicación en la que los cuerpos son cambiados a través del proceso social...Elias detalla 
la variación en actitudes a través de la historia en torno a ciertas “funciones naturales:” 
comer, limpiarse la nariz, escupir, conducta en la cama y relaciones entre los sexos. Al 
hacerlo, Elias nos muestra como el cuerpo, o más específicamente las funciones 
corporales, son moldeadas históricamente a través de fuerzas sociales. El argumento de 
Elias es que en el curso de su desarrollo, la “civilización” ha implicado cambios en la 
conducta humana que incluyen la restricción, regulación y transformación de los impulsos 
físicos y corporales.” (Lyon & Barbalet, 1994, p. 49). 
 
La cultura es también un proceso en el que cada persona aporta algo para su 
construcción a través de sus elecciones, sus emociones y sus modos de vivir. 
Incluir la noción de cuerpo en el proceso social del amor puede ser una alternativa 
que otorgue el poder y la responsabilidad que realmente tienen las personas en el 
proceso histórico de su sociedad, considerándolos seres capaces de acción social, 
seres que participan plenamente en la construcción de una cultura por medio de 
sus movimientos y relaciones cotidianas. Es a través del cuerpo que podremos dar 
cuenta de cómo es que en el proceso social del amor se ven incluidos el contexto 
cultural y la elección humana. 
 
 12 
 
El cuerpo es una articulación del proceso cultural y una construcción individual 
ejerciendo elección nos da la posibilidad de establecer una mirada diferente sobre 
la cultura (López 2000). 
 
El ser humano es fruto de una cultura, en un tiempo y un espacio –que a la vez fue fruto de 
otra cultura precedente- y germen de otra. Por lo tanto hay que hacer una articulación con 
el proceso social y sus nuevas representaciones simbólicas. El ser humano, estudiado así, 
tiene que ser ubicado en una perspectiva de orden temporal, pero como fruto deese 
instante. El individuo tiene múltiples formas de ver y construir lo que vive en su momento. 
Las significaciones se construyen de acuerdo con la clase social, con la cultura y sus 
valores, con los sistemas alimentarios, con las formas de diversión, y en el fondo de eso, 
las expresiones de afecto, sus odios, sus rencores y código ético moral que domine en su 
momento; el conjunto de relaciones nos da un sujeto que puede ser interpretado y 
explicado en la totalidad de su momento y circunstancia.” (López, 2000, p. 46) 
 
La fragmentación del ser humano en dos entidades aisladas, mente y cuerpo, 
ubicada en las teorías sobre el hombre inclusive antes de Descartes, ha derivado 
en una oposición radical entre los procesos sociales (pertenecientes al ámbito de 
la mente) y los procesos biológicos (ubicados en el cuerpo) dentro del contexto 
teórico actual. Los campos de estudio de ciencias como la biología, la medicina, la 
psicología y la sociología se fueron construyendo en esos términos, afianzando 
aún más la oposición en la que “Lo que es del cuerpo, pertenece a la biología, lo 
que es social pertenece a la sociedad y a la gente en sus relaciones.” (Radley, 
1991, p. 13). 
 
Los conocimientos sobre los procesos corporales en relación con la sociedad son 
de producción muy reciente y aún inacabada, para muchos parece que el cuerpo 
guarda aún numerosas cosas por descubrir. Sin embargo, las nociones actuales 
sobre el cuerpo como una entidad natural y cultural, sobre la memoria corporal y 
sobre el lugar de la emoción en la acción social y en la elección serán útiles en la 
aproximación a la experiencia del amor en términos sociales. 
 
 
 13 
Cuando Turner (1989) habla del cuerpo como un entorno o parte de la naturaleza 
y a la vez un medio del yo, se refiere a que se halla sujeto simultáneamente a 
procesos naturales y a significaciones simbólicas. De hecho es el cumplimiento de 
sus procesos naturales lo que lo engancha a la sociedad: “El cuerpo humano se 
encuentra sometido a los procesos del nacimiento, la decadencia y la muerte, los 
cuales resultan de su localización en el mundo natural, pero tales son asimismo 
sucesos “significativos” ubicados en un mundo de creencias, símbolos y prácticas 
culturales.” (Turner, 1989, p.87-88) Bajo esta perspectiva, los procesos corporales 
no puede ser datos indiscutibles, sino parte de una construcción. Por ello Le 
Breton (2002) propone al cuerpo no sólo como un conjunto de órganos 
determinados biológicamente, sino también como una construcción simbólica. 
 
Para él, como para Ortega y Gasset, “La carne del hombre manifiesta algo latente, 
tiene significación, expresa un sentido...en el cuerpo del hombre, el verbo se hace 
carne; en rigor, toda carne encarna un verbo, un sentido.” (Ortega, citado en 
Parada, 1998, p. 134). 
 
No es posible la existencia de un cuerpo generalizado, como se propone desde la 
mirada biológica o médica, sino un cuerpo que siempre expresará ese enlace 
primario con el mundo social, al ser constituido en la intimidad con los demás 
desde el momento del nacimiento, o inclusive antes. Cualquier experiencia, 
sensación o movimiento corporal se vuelven significantes, ya sea “el movimiento 
de la ira, de la ternura, del acercamiento o de la huida, están expresando la trama 
de vínculos dada en la estructura del yo mundo.” (Pérez, 1998, p. 202). Los 
procesos corporales, más que tener solamente una naturaleza innata, pueden 
asumirse como una expresión de la intimidad dentro de la cual fueron construidos 
(Parada, 1998). Reconocer el lugar del cuerpo ha implicado un enfoque totalmente 
fresco en el que todos sus aspectos son “la matriz fundamental, la infraestructura 
material de la producción de la personalidad y la identidad social.” (Turner, 1994, 
p. 28) y en el que conocer la circunstancia de ese cuerpo significará asumir una 
 
 14 
perspectiva más integral en la que se dé cuenta de los procesos educativos, 
religiosos, geográficos, históricos, antropológicos y epistemológicos (López, 2000). 
 
Al despojar al cuerpo de su determinismo biológico, ha surgido una nueva 
posibilidad de lectura corporal, donde preguntas inexploradas como “¿Qué 
comunican entonces la neurosis de órgano o cómo expresan el asma bronquial o 
la úlcera duodenal la presencia del sujeto en el mundo?... ¿el espasmo bronquial 
traduce un grito silencioso? ¿Una colitis mucosa expresa una expulsión de rabia y 
excrementos frente al mundo?” (Sivak, 1998, p. 36), que podrían llevarnos a 
respuestas más aproximadas a nuestra realidad. 
 
Otro aspecto vital es la memoria corporal es fundamental desde el inicio de 
nuestras vidas porque nuestro cuerpo es creado y completado siempre en relación 
con otros. Después de nuestra concepción, en la que nuestros padres nos regalan 
parte de lo que ellos mismos son a través de su memoria genética y corporal 
instalada en sus células, en el momento de nacer y durante toda nuestra vida, el 
cuerpo puede necesitar ser completado, alimentado o susceptible a desarrollarse 
entre las múltiples vías que una cultura puede ofrecer. Pero en el transcurso de 
éste desarrollo, la memoria corporal es generada por algo más que un mero acto 
de imitación, lo cual obliga a diferenciar entre: 
 
Los conceptos de imitación e identificación. El primero es un proceso consciente 
en el que se distinguen imitador-imitado, a diferencia del segundo que es además 
inconsciente. La identificación es un fenómeno de absorción, de incorporación de 
la ajenidad a la que aspira a convertir en su singularidad...Denominamos entonces 
inteligencia mimética, a esa capacidad del cuerpo expresivo de ser impresionado 
por el otro significativo. Su habilidad reside en capturar esa impresión y habitarla 
como propia en todos los pormenores de su texto. Por eso, se dice que un hijo 
“gesticula y se mueve igual que su padre”, aunque nunca le haya enseñado. Es la 
plasticidad de la inteligencia mimética fundada en la corporalidad. (Parada, 1998, 
p. 137) 
 
 
 15 
Los procesos de memoria corporal, al ser instituidos en la cercanía corporal y 
emocional con otros, enlazan profundamente nuestra subjetividad con el mundo 
social. Entonces se hace evidente que estamos hablando de un cuerpo cuyos 
procesos tienen tanta relación con lo cultural que con lo natural. Las imágenes del 
pasado son evocadas a través del trabajo con el cuerpo porque “están impresas 
en nuestra sensibilidad, casi de la misma manera que la información genética.” 
(Steiner, 1998, p. 17). 
 
Los procesos corporales no pueden verse como expresiones pasivas de una 
cultura. Si es posible hablar del cuerpo como un puente entre el yo y la sociedad 
(Porter, 1989) y del entorno social como una estructura que implica una 
interrelación en la que la modificación en una de sus partes tiene necesariamente 
efectos en otra parte de esa misma estructura, como ha señalado Claude Levi-
Strauss (citado en López, 2000), entonces es viable entender la relación entre las 
personas y su cultura como una cuestión recíproca. De hecho los fenomenólogos 
no sólo aseguran que el cuerpo es una construcción cultural (Csordas, 1990), sino 
que “la cultura es vista como una proyección del cuerpo en el mundo.” (Jackson, 
1994, p. 211). Esto significa que la historia cultural no sólo se edifica en el mundo 
público, sino que también puede ser escrita a partir del aspecto más íntimo del 
mundo privado de las personas: sus procesos corporales. El carácter participativo 
del cuerpo tiene sus raíces en emociones como el amor, que juegan el papel de 
impulsar los movimientos y elecciones del ser humano que implicarán 
consecuencias en la estructura de su mundo social. 
 
En el estudio de la emoción dentro de la psicología social, de acuerdo con Radley 
(1991), se ha mantenido la existencia de una influencia en una sola dirección: del 
cuerpo hacia la mente, de la sociedad hacia la construcción de laemoción. Por 
ello es que, en el caso del amor, se ha llegado a afirmar que “amar no es 
experimentar una sensación natural, sino participar en una de las innovaciones de 
la cultura moderna Occidental.” (Solomon, 1989, p. 35). Si bien es cierto que la 
manera de vivir las emociones pueden ser construidas socialmente, no pueden ser 
 
 16 
sometidas a un determinismo social. El cuerpo humano posee una tendencia a 
emocionarse precisamente porque el hecho de sentir miedo, ira, angustia o amor 
ha cumplido una función, a lo largo de toda la historia humana, que “consiste en la 
evaluación constante de los estímulos externos e internos en términos de su 
relevancia para el organismo y de la preparación de reacciones conductuales que 
puede ser requeridas como respuesta a esos estímulos.” (Scherer, 1984, p. 296; 
citado en Lyon & Barbalet, 1994, p. 57). 
 
La emoción, como señalan Lyon y Barbalet (1994), integra la experiencia del 
sujeto en el mundo y su acción en el mismo. Las múltiples sensaciones derivadas 
de sus impresiones son la base de lo que llaman “praxis del cuerpo”, esto es, la 
actividad práctica en la vida social. Conceptos como el de actividad, praxis y el 
propio concepto de e-moción nos llevan a una constante en la vida humana: el 
movimiento. “La emoción mueve espacialmente al cuerpo, lo hace mímica. El 
trayecto de la emoción, con sus variaciones de intensidad y de extinción, quedan 
dibujadas en una coreografía de movimientos.” (Parada, 1998, p. 136) 
 
Una coreografía no es una serie de movimientos aislados, sino que integra 
movimientos y gestos que en su conjunto guardan un sentido y buscan ser 
eficaces. La danza humana en el mundo cultural, según Feuerbach y Marx 
(citados en Lyon y Barbalet, 1994, p. 57), inicia cuando la gente siente a través de 
sus sentidos y actos, completándose en la evocación de emociones que dan un 
significado, una dirección y cierta intensidad a los movimientos corporales que 
participan de la vida social. 
 
Es evidente que las emociones juegan un papel crucial en la elección social de las 
personas y en cómo se constituye una cultura, pero en cuanto a la experiencia 
amorosa cabría preguntarnos si el amor es una emoción. Algunos estudiosos del 
tema, afirman que es más bien una especie de sinfonía que 
 
Se apropia de todas las emociones básicas en un momento u otro. Cuando sentimos la 
necesidad irresistible de llamar por teléfono a “él” o “ella”, podemos sentirnos asaltados por 
 
 17 
el miedo a que se haya ido con un rival; al momento, embargados por la alegría cuando 
contesta al teléfono y nos dice “te quiero”; y más tarde, golpeados por la sorpresa y la 
desilusión cuando el ser celestial anula la cita que habíamos planeado juntos. El amor 
romántico también está relacionado con otro gran número de sentimientos más complejos: 
el respeto, la admiración, la lealtad, la gratitud, la compasión, el temor, la timidez, la 
nostalgia, el remordimiento e incluso el sentido de la justicia.” (Fisher, 1994, p. 117) 
 
 
El hecho de que al amar las personas experimenten tantas emociones es porque, 
en realidad, el amor conforma todo un sistema de motivación o impulso orientado 
“a la planificación y la persecución de una necesidad o un deseo 
específico...diseñado para permitir a los pretendientes construir y mantener una 
relación íntima con una pareja determinada que prefiere sobre las demás.” (Fisher, 
2004, p. 93). 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 18 
1.2 TEORIA PSICOLÓGICA 
El amor ha sido, es y será esencial en la vida de las personas. Se le ha concebido 
a través del tiempo y del conocimiento como el más profundo y significativo de los 
sentimientos. La presencia de éste da lugar a un involucramiento emocional 
espontáneo y dinámico entre dos personas, ocupando un lugar privilegiado en la 
literatura, filosofía y la ciencia (Sánchez Aragón, 1995; Díaz Loving, 1999). Pese a 
ello, aún existe un claro desconocimiento por parte de científicos acerca de la 
naturaleza del amor (Buss, 2004 en Zarco, 2005). 
 
Una de las problemáticas a las que se enfrentaron investigadores en torno al 
estudio del amor, es la dificultad para definirlo, incluso muchos psicólogos 
sociales, creían que el amor representaba un fenómeno demasiado difícil de 
observar y estudiar de forma controlada y científica (Lazard, 2010). No obstante el 
amor es un asunto con tal importancia en la vida de la mayoría de las personas 
que, con el transcurso del tiempo, los psicólogos sociales no pudieron resistirse a 
su estudio y quedaron deslumbrados por el tema (Aron, 1997 en Feldman, 2001). 
 
Como se mencionó en el apartado anterior el ser humano es holístico en el que no 
podemos dejar de concebir ninguna de sus partes ya que cada una de ellas es 
crucial para su vida; un claro ejemplo de ello es la teoría bio-psico-socio-cultural 
de Díaz Loving (1996) empieza con el Ciclo de Acercamiento – Alejamiento, éste 
ciclo y su propuesta teórica permite establecer y categorizar el tipo de información 
y relación que los miembros de ésta están procesando, así como la codificación e 
interpretar al otro como un estímulo. 
Dependiendo del grado de acercamiento-alejamiento en que se encuentre la 
relación, cada miembro evaluará de manera distinta al otro, tanto cognoscitiva 
como afectivamente. Desde la perspectiva del observador, la relación implica una 
serie de interacciones a través del tiempo, afectadas por eventos anteriores y por 
las expectativas a futuro. Desde la perspectiva del interior de la pareja, la relación 
implica sentimientos, emociones, atribuciones, deseos, esperanzas, desilusiones, 
 
 19 
etc. Desde cualquiera de las dos perspectivas, las relaciones existen a través del 
tiempo y son vistas desde el ciclo de alejamiento-acercamiento como un constante 
flujo dinámico. 
Ciclo de acercamiento-alejamiento de la relación de pareja (Díaz Loving, 1996) 
En la etapa Extraño/Desconocido se percibe y reconoce al otro, pero no se 
realizan conductas o cogniciones con el fin de fomentar una relación o un 
acercamiento con el otro. La información sobre el otro se basa en aspectos físicos, 
externos y descriptivos. 
 
En la etapa de Conocido el sujeto evalúa al estímulo y lo categoriza como una 
persona que podría convertirse en un conocido o mantenerse como desconocido. 
Hay un cierto grado de familiaridad y conductas de reconocimiento, como saludos 
o sonrisas, manteniendo un bajo grado de cercanía. De esta manera se evalúa al 
desconocido, se sopesan las ventajas y desventajas de intimar, y se decide si se 
quiere continuar, si se quiere retroceder o si se quiere quedarse en una relación 
simplemente de conocidos. 
 
En la etapa de Amistad la persona decide adentrarse más en la relación, se da 
una constante reevaluación que lleva al mantenimiento o incremento de la 
amistad, así como una definición de las normas y alcances de la relación. Esta 
etapa puede incluir sentimientos de intimidad y cercanía profundos, pero excluye 
aspectos románticos, pasionales o sexuales. 
 
La etapa de Atracción empieza en la etapa de la amistad, sin embargo comienza a 
tomar otros matices cuando ya hay intereses románticos por la otra persona. 
 
En las etapas de Pasión y Romance existe una respuesta fisiológica y una 
interpretación cognoscitiva de intensidad, definiendo a la relación como una 
relación más cercana. Estas etapas han sido descritas por población mexicana 
como comprensión, amor, agradable, poesía, detalles, arrebato, deseo y ternura 
(Díaz Loving, Canales, Gamboa, 1988). 
 
 20 
 
En la etapa de Compromiso los sujetos están de acuerdo a continuar dentro de su 
relación a largo plazo, tomando la decisión de compromiso con base en el 
romance y/o la pasión. 
 
En la etapa de Mantenimiento el compromiso se consolida y requiere fundamentos 
y un proceso de mantenimiento, el cual permea el diario convivir a largo plazo, es 
la base de la estabilidadya que implica el enfrentar y resolver las incógnitas, 
problemáticas y situaciones que implica la pareja. 
 
En la etapa de Conflicto la funcionalidad y la cotidianidad traen consigo presiones, 
tensiones, frustraciones, enojo o miedo. Si esto no se resuelve en un corto plazo, 
el mantenimiento de la relación puede verse teñida de conflicto. Si éste es 
recurrente y el mantenimiento deja de ser funcional o placentero para alguna de 
las partes de la pareja, la etapa de conflicto se desarrolla plenamente. 
 
No hay que olvidar que la pareja puede no ponerse de acuerdo en la problemática 
de la relación debido a la subjetividad en la evaluación y percepción de la misma. 
Es en esta etapa donde la pareja suele buscar ayuda externa. 
 
En las etapas de Alejamiento y Desamor las personas se lastiman y prefieren 
entrar en una dinámica de alejamiento y evitación del cotidiano contacto con la 
pareja, no se desea interactuar ni conocer a la pareja, aparece la frustración y el 
miedo. Todo aquello que unía, separa. Se fortalecen los aspectos negativos, 
buscando activamente evitar a la pareja. 
 
En las etapas de Separación y Olvido la relación se torna insoportable, se 
contemplan otras opciones, ya sea terminar la relación o buscar otra pareja, la 
meta individual es la separación. Sin embargo, al presentarse la situación de 
soledad, es común que la pareja presente intentos por reintegrarse, sin embargo, 
 
 21 
al mantener el distanciamiento se pasa a la última etapa, la que cierra el círculo de 
la relación, el olvido. 
 
Estas etapas no son seriadas, pueden darse casos en que salten de una etapa a 
otra, que avancen varias etapas de un salto o incluso que retrocedan, es por eso 
que es importante considerar las etapas en las que se encuentran los miembros 
de la pareja. 
 
Díaz Loving (1996) también plantea ciertos componentes que acompañan al ciclo 
de Acercamiento – Alejamiento. Dichos componentes son: 
 
 El componente Biocultural, el cual incluye el factor biológico representado 
por las necesidades de seguridad, compañía, afecto, amor y poder. Dicho 
factor permea nuestras relaciones a lo largo de la vida, la manera en que 
nos alejamos y acercamos a los demás. Estas características biológicas 
incluyen el potencial de desarrollar cultura y transmitirla, la cual rige los 
parámetros conductuales aceptables de nuestra especie. 
 
 El componente Sociocultural son las normas, las reglas y los roles 
específicos de la interacción humana que regulan la manera en que se 
desarrollan las interacciones íntimas, emanados del macroecosistema 
cultural, sin importar las diferencias entre culturas. Estas normas se 
transmiten e inculcan a través de los procesos de socialización, 
endoculturación o aculturación, definiendo y estableciendo las estructuras y 
los fenómenos concernientes a la relación de pareja. 
 
 El componente Individual implica el desarrollo de rasgos, valores, 
creencias, actitudes y capacidades que los individuos utilizan en sus 
relaciones interpersonales, este desarrollo se da a través de los procesos 
de socialización, endoculturación y aculturación que interactúan dinámica y 
constantemente en el individuo. Las características individuales del 
 
 22 
individuo influyen en el estilo de afrontar las relaciones, en la filosofía, los 
estilos, los hábitos y las estrategias. 
 
 El componente Evaluativo se da cuando se funden el componente individual 
y el cultural, interactuando con la estimulación generada por alguien 
conocido o atractivo y con quien existe un compromiso de relación. El 
sujeto evalúa la relación y al compañero a un nivel cognoscitivo 
(características atractivas y efectivas para crear una relación positiva) y 
afectivo (cómo se siente al estar con el compañero). La evaluación requiere 
percibir, codificar, interpretar e integrar la información relevante, esto ayuda 
a decidir cuáles estilos de convivencia, hábitos y disposiciones 
conductuales son los más adecuados para relacionarse con el compañero, 
así como la visualización de una posible relación con él. 
 
 El componente Conductual implica encontrar la mejor estrategia para 
responder al estímulo que el compañero representa, todo esto después de 
establecidos los componentes surgidos de las interacciones y evaluaciones 
anteriores. La conducta tiene un impacto y una interpretación social del 
sujeto hacia la pareja, alterando expectativas y percepción de sí mismo y 
del otro. A cada paso se retroalimentan ambos sujetos, ayudándoles a 
construir y reconstruir sus propios modelos sobre el acercamiento-
alejamiento para estímulos similares que puedan presentarse en el futuro. 
 
Esta teoría desarrollada por Díaz Loving no implica una generalización universal, 
sino generalizaciones en niveles sucesivos de análisis, flexibles y perfectibles. Se 
deben considerar los tipos de relaciones, sus características demográficas, las 
historias individuales de los amantes, la cultura, etc. Sin embargo, la posición 
interdisciplinaria de esta teoría ayuda en gran medida a aplicar un análisis más 
completo en cuanto al estudio de las relaciones de pareja. 
El amor es una experiencia intensa para las personas, enriquece y construye, abre 
nuevas perspectivas y genera cambios en muchos niveles. Cambia y evoluciona 
 
 23 
con el tiempo. Incluye una gama muy extensa de sensaciones y manifestaciones. 
Dentro del amor pueden existir muchos tipos de vínculos, por ejemplo, la 
formación de la pareja amorosa. Y con todo esto, el amor es algo finito, donde hay 
amor puede haber desenamoramiento. 
 
1.2.1 Comienzo del enamoramiento 
 
Todo amor tiene un momento inicial, durante los primeros encuentros de la pareja 
surge el coloquialmente conocido “flechazo”. 
“No estamos todavía ante un verdadero "nosotros", sino ante la percepción más o 
menos consciente de un deseo que puede aparecer con todas las características 
de la violencia inesperada. De golpe, en cotizaciones a menudo imprevistas o 
imprevisibles, de una manera vivida como totalmente espontánea, en todo caso 
nada reflexiva, puede surgir el "flechazo" inicial. La elección global del ser amado 
se le impone a la conciencia antes de toda reflexión crítica, todo razonamiento y 
todo cálculo. El deseo se centra en la globalidad de los rasgos o de las 
apariencias del objeto del deseo. No hay "porqué" y hasta las palabras utilizadas 
para definir los fenómenos -seducción, encantamiento, influjo- aluden 
precisamente a la influencia mágica o misteriosa de los deseos imprevistos que 
surgen desde el exterior del sujeto. El "flechazo" se comporta como un verdadero 
hecho consumado. Sea lo que fuera lo que sigue posteriormente, ese acto 
manifiesta con claridad que las instancias psíquicas conscientes no intervienen 
sino después; y entonces ellos pueden ratificar o no esa elección inicial, puesto 
que este deseo, en su espontaneidad impulsiva, puede ser sólo la expresión de 
algunas pulsiones parciales mal integradas entre sí e insuficientes, o demasiado 
inestables para que tenga tiempo de instaurarse una verdadera relación amorosa” 
(Lemaire, 1979. p. 148). Después del “flechazo” puede que surja el amor. 
 
El término “amor”, además de los variados significados religiosos y filosóficos, de 
acuerdo a Sarquis (1995), se utiliza en la práctica para nombrar una amplia gama 
 
 24 
de relaciones interpersonales, así como al interés, anhelo o compromiso por algo, 
algo que puede ser otro ser humano. 
 
El término amor marca la historia de la pareja, además de distinguirla con su 
presencia respecto de otros sistemas sociales. El percibir al otro como especial y 
deseable, ya sea como realidad o como esperanza, es importante para formar una 
pareja, de manera que éste atractivo sirva para organizar y dirigir varios aspectos 
de la vida propia. Se ha dicho que el amor es una fantasía, una enfermedad, un 
fenómeno que nos lleva de vuelta a losprimeros años de vida, un producto de 
nuestra imaginación y deseo, como cuando decimos que la belleza está en los 
ojos del que mira. 
 
También podemos decir que el amor es una necesidad instintiva que debemos 
satisfacer para alcanzar las mayores gratificaciones, como así también los más 
grandes sufrimientos. 
 
¿Dónde está el amor? Quizá lo único que podemos decir es que es una metáfora 
o una fuerza poderosa e importante; su presencia y ausencia contribuyen a 
determinar la naturaleza de las relaciones. No obstante nuestra ignorancia acerca 
del amor, nos vemos obligados a apreciar la fuerza plena de su poder” (Sarquis 
1995, p.22). 
 
Con el amor se anticipa “Una felicidad futura permanente, que puede estar 
idealizada, pero que nos permite establecer la relación y nos lleva a tener el deseo 
de “constituirnos en pareja” […] La presencia del otro es en sí misma fuente de 
seguridad, satisfacción y alegría. El amor de la pareja aún hasta en las más 
tempranas etapas de la vida se representa como un sentimiento de exclusividad; 
el otro es más importante para uno. Se sostiene que el amor favorece una perfecta 
sensación de unidad, de sumergirse en un conocimiento del otro, es visto como un 
sueño, una especie de unión total que hace sentirse pleno” (Sarquis 1995, p. 24). 
 
 
 25 
El amor también puede estudiarse como una construcción social, ya que “No 
existe ninguna “realidad” particular que sea experimentada simultáneamente por 
todas las personas. Cada sociedad y cada cultura tiene sus propias y exclusivas 
formas de comprender el mundo, útiles para quienes interactúan dentro de la 
sociedad o cultura de que se trate” (Sternberg, 2000, p. 75). 
 
Las sociedades se distinguen unas de otras, entre otras cosas, por su 
comprensión de la naturaleza del amor. Las culturas admiten la existencia de más 
de un tipo de experiencia amorosa, aunque difieren en la manera de contemplarlas 
y en las que consideran dignas de aceptación o idealización. Esto se debe, en 
parte, a factores externos, definidos por las propias culturas, y que varían 
dependiendo de cada una. 
 
Es común sentir atracción hacia alguien al que se le considera con personalidad 
agradable. Entre las características que se consideran deseables figuran el ser 
considerado, sociable, fiel, confiable y alegre, la seguridad en sí mismo y el 
sentido del humor. Otras características importantes que cabe mencionar son las 
siguientes: 
 
Belleza Física: Este es un importante factor de atracción a cualquier edad y en 
cualquier cultura, sin embargo los ideales y actitudes que la persona tenga 
respecto a la belleza son multifactoriales, dependen de su historia personal, de la 
moda, del grupo social al que pertenece, etc. 
 
Recreación: La oportunidad de divertirse con una persona del sexo opuesto en 
función de la gratificación que la compañía mutua proporcione. 
 
Socialización: La posibilidad de que dos personas de sexo opuesto se conozcan y 
aprendan a interactuar juntas. 
 
 
 26 
Estatus: La apuesta por mejorar el estatus al ser visto con alguien a quien las 
mayorías consideran un “buen partido”. 
 
Compañía: El tener una persona del sexo opuesto con quien relacionarse y 
compartir experiencias, que puedan formalizarse a futuro. 
 
Intimidad: El establecer una relación cercana y significativa con una persona del 
sexo opuesto. 
 
Sexualidad: El experimentar y obtener satisfacción sexual, en el intercambio 
sensual y corporal con el otro. 
 
Novedad: La novedad siempre atrae, aunque su interés no pueda durar. Una 
persona a la que se acaba de conocer o un viejo conocido que ha cambiado 
mucho, llamará la atención por lo menos transitoriamente. 
 
Inteligencia y educación: Ya que la inteligencia y los intereses están 
estrechamente relacionados, generalmente hay poca compatibilidad entre 
individuos de diferentes niveles intelectuales. 
 
Antecedentes Familiares: Dependiendo de la familia de donde se provenga, 
podrán atravesarse límites sociales o no, pero la mayoría de las personas buscan 
relacionarse con personas de antecedentes familiares similares a los suyos. 
 
Modo de Vestir: Este factor ha ido adquiriendo mayor importancia actualmente. El 
estilo de ropas, el arreglo y el adorno personales son poderosos factores para 
atraer a los compañeros del sexo opuesto. Incluso a veces el “estar a la última 
moda” es más importante que el atractivo natural. 
Creencias Religiosas: Dependiendo de la importancia que este papel juegue en la 
vida de la persona, y de su amplitud de criterio, este factor puede ser un gran 
punto de atracción o rechazo para relacionarse en pareja. 
 
 27 
 
Similitud de Intereses: El compartir inquietudes es un factor necesario en la pareja. 
El tipo de intereses que se compartan dependerá de varios de los factores que se 
han mencionado previamente, tales como inteligencia, antecedentes sociales y 
culturales, posición socioeconómica, religión educación y muchos otros factores. 
 
Vecindad residencial: El lugar de residencia se halla determinado por la posición 
económica y, como las amistades se establecen en general entre individuos de 
aproximadamente la misma posición económica, la vecindad residencial constituye 
un factor relevante en las atracciones entre individuos de ambos sexos. Esto, por 
otro lado, es más evidente con respecto a aquellos pertenecientes a niveles 
económicos inferiores, ya que los superiores tienen mayores oportunidades de 
estudiar en colegios y/o universidades, viajar, ir de campamento y en general tener 
experiencias con mayor número de personas incluso de lugares remotos. 
 
El amor es, generalmente, la base del vínculo en la pareja, y abre la posibilidad de 
considerar al otro, aceptarlo y mejorar la calidad de la relación. Es común quedar 
asombrados ante el hecho de amar, o dejar de hacerlo, ya que resulta muy 
complicado el explicar el porqué de su existencia. Al amor se lo conoce por la 
manifestación de su presencia, pero no se sabe exactamente qué es. 
 
De acuerdo a Sternberg (2000) existen cuatro elementos del amor de pareja, que 
parecen ser comunes en todas las culturas, aunque el contenido pueda variar. 
 El amado- suele ser un adulto (aunque también un adolescente), 
generalmente del sexo opuesto. 
 Los sentimientos que se cree acompañan al amor- casi siempre incluyen un 
componente sexual apasionado, destacando aquí a la excitación. 
 Las ideas que se atribuyen al amor- están relacionadas con el bienestar de 
la pareja o con sus apetecibles atributos. También se encuentra la 
expectativa de estar con el ser amado, ya que hoy en día la perspectiva del 
 
 28 
amor platónico no goza de popularidad, se prefiere amar y ser amado por lo 
se que es, y por una persona real. 
 Las acciones o relaciones entre el amante y el amado- en relación al 
conjunto de actos, que apoyan y protegen al amado y le demuestran el 
compromiso que el amante ha adquirido hacia él/ella. 
 
Dentro de las variables que definen la atracción e influyen en el destinatario del 
amor tenemos: el atractivo físico, la excitación, la proximidad, la reciprocidad, la 
similitud y los obstáculos. 
 
De acuerdo a Martin Buber (1960), la capacidad para relacionarse amorosamente 
es el potencial humano de creatividad más fino e inusual. Sin embargo es un 
potencial imposible de actualizar en soledad. Únicamente puede darse mediante el 
encuentro directo entre dos personas. 
 
1.2.2 Diferencia entre amor y enamoramiento 
 
Para De las Heras (2001) el enamoramiento se trata de una ilusión. La producción 
de esta situación de debe a toda una serie de mecanismos psicológicos, ocupando 
un lugar preponderante la idealización, realidad transfigurada que convierte al otro 
en un ser ideal para el enamorado, hecho a su gusto y medida, donde se tiende a 
completar inconscientemente lo que se desconoce del otro, proyectándo en él los 
atributos que se desearíaque tuviese, dándose por sentado que el otro será tal 
como se había imaginado. “Esta proyección se realiza de un modo inconsciente, 
ya que cuando el enamorado viene a descubrir que el otro no es como creía, 
fácilmente le culpa como si este le hubiera engañado, cuando verdaderamente es 
él quien, sin darse cuenta, se había engañado a sí mismo […] Me ha 
desilusionado” (De las Heras 2001, p. 19). 
La atracción que puede darse al conocer a alguien por vez primera, no depende 
únicamente de su belleza, puede ser que al descubrir en el otro valores de 
cualquier tipo, de los cuales uno mismo carece, suele constituir una poderosa 
 
 29 
fuente de atractivo. Así también como el encontrar la coincidencia en todo aquello 
que se tiene y se valora. Es decir, para escoger a alguien como pareja, es 
conveniente estar enamorado, el amor surge de este “atrapamiento” con el otro, 
sin embargo ocasionalmente todo queda solo en eso, en un enamoramiento que, 
por causas diversas, no llegó más allá, no logró superar los diferentes momentos 
que concluyen, idealmente, en la estabilidad que el amor otorga, al menos por un 
tiempo. 
 
Es así como muchas veces el enamoramiento es sólo una fantasía producto de la 
propia historia, deseos y carencias. Podemos agregar que, posteriormente al 
flechazo, tenemos entonces el período del enamoramiento, mismo que debe, no 
terminarse tal cual, sino evolucionar en algo más allá de ese momento imaginario 
de “felicidad total y completa” con el otro. 
 
“El deseo de que nada cambie nunca es arquetípico del enamoramiento, y si la 
vivencia mágica y fusional no se adueña de la totalidad del sujeto, esto se debe a 
la vigencia de otros funcionamientos del tipo del principio de realidad, a la 
capacidad de establecer diferencias entre el otro real y el otro imaginado” 
(Puget, 1997 p. 110). En un escenario a nivel imaginario, al otro se lo figura 
completo, sin falta. Éste juego fantasioso es uno de los organizadores axiales del 
enamoramiento. 
 
Durante el enamoramiento, el fenómeno más importante “Consiste en que la 
pareja se comporta de modo colectivo en consciente como si tratara de organizar 
importantes procesos de defensa para ocultar o rehuir la falla que la amenaza, 
más bien que para neutralizar o anular sus efectos, reforzando los esfuerzos de 
cada uno para mantener fuera del campo de la conciencia toda percepción 
desagradable y para mantener lo reprimido donde pudo haber estado durante la 
luna de miel” (Lemaire 1979, p. 150). 
 
 
 30 
Se considera que el amor es más estable, ya que crece de manera lenta y 
progresiva. Está fundado sobre bases afectivas más sólidas y profundas. 
Cuando se ha querido a alguien realmente, es difícil que se le deje de querer 
de un día para otro, lo cual sí puede darse con el enamoramiento, cuya base es 
más superficial, subjetiva y voluble, exponiéndolo a cambios radicales y arbitrarios, 
incluso por motivos insignificantes. A la vez el enamoramiento se experimenta con 
mayor intensidad y atracción, donde los componentes físicos y sexuales suelen 
tener una relevancia mucho mayor que en el amor. 
 
Es así como el enamoramiento puede aparentar egoísmo, y de acuerdo a su nivel 
de intensidad, hasta convertirse en algo obsesivo, ya que si es probable que el 
amor sea ciego, no hay duda de que el enamoramiento lo es, nubla el juicio crítico, 
imponiendo al corazón sobre la razón. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 31 
1.3 TEORIA BIOLÓGICA 
1.3.1 Proceso bioquímico 
El resplandor y el brillo de una persona enamorada no son un concepto 
metafórico, puesto que pueden observarse. Su causa es un estado de mayor 
excitación y más intensa pulsación de órganos y tejidos” Lowen, 1990, p.21). Sí el 
amor es una experiencia corporal, es bien entendido que la participación de este 
en la vida tendrá por consecuencia una reacción o cambio o nivel químico 
neuronal y fisiológico en el organismo de quien lo experimenta. El problema que 
se presenta en el intento por comprender cuales son los cambios físicos externos 
e internos de quien está enamorado parte del hecho simple que en nuestra 
especie humana, al estar enamorado, no se suceden variaciones muy notorias 
como lo es en algunas especies animales. 
Para (Orlandini, 1998) la causa del enamoramiento reside en las moléculas 
olorosas del tipo de las feromonas, que se originan en las glándulas apócrinas de 
las axilas, los pezones y la región genital. Aunque no se haya demostrado la 
existencia de feromonas en el hombre, la atracción erótica por los olores resulta 
indudable. Los investigadores Cutler y Preti descubrieron que la esencia de sudor 
axilar masculino, aunque no fue percibido como tal, normalizó los ciclos 
menstruales de un grupo de mujeres de estudio. Se hizo evidente que las 
moléculas no fueron sentidas conscientemente como olores, pero aun así, 
resultaron capaces de modificar la fisiología reproductora femenina. 
 
Los neuroquímicos explican el enamoramiento por cambios en hormonas y 
endorfinas del tronco cerebral, el hipotálamo, y el lóbulo límbico del sistema 
nervioso central. Se ha supuesto que el aumento de difeniletilamina, dopamina y 
adrenalina se relaciona con el fenómeno del enamoramiento. En el estado 
opuesto, el descenso de estos neurointermediarios explicaría el 
desenamoramiento. 
 
 
 32 
La clínica también parece confirmar la idea del origen químico de la pasión 
amorosa: la manía alegre, que se interpreta como la consecuencia del aumento de 
los neurointermediarios, se observa una exagerara actitud de galanteo y gran 
facilidad para enamorarse a primera vista. El hipotálamo segrega la hormona 
liberadora de hormona luteiniznate (LHRH) que actúa sobre la glándula hipófisis y 
determina la liberación de hormonas sexuales que estimulan los ovarios y los 
testículos. En animales la LHRH también actúa sobre el cerebro, donde 
desencadena las conductas de cortejo y copulación. Se cree que la LHRH es uno 
de los agentes hormonales que originan el enamoramiento humano. 
 
El enamoramiento es todo un proceso químico que la antropóloga Fisher, H. 
(2004) desarrolló junto con sus colegas Aron y Brown. Recaudaron datos sobre la 
actividad cerebral mientras los sujetos perdidamente enamorados realizaban dos 
tareas distintas: mirar una foto de su amado o amada y mirar una fotografía 
<neutra> de un conocido que no genera sentimientos románticos positivos ni 
negativos. Además, utilizaron un aparato de imagen por resonancia magnética 
funcional (IMRf) para sacar fotos del cerebro. 
 
El aparato de IMRf registra el flujo sanguíneo del cerebro. Se basa, en parte, en 
un principio sencillo: las células cerebrales que están activas usan más sangre 
que las partes del cerebro que están inactivas, ya que tienen que obtener el 
oxígeno necesario para realizar su trabajo. Con esta máquina no era necesario 
inyectar a los sujetos del experimento ningún contraste de color. Sin dolor. 
Fisher junto con sus colegas asignaron una tarea de distracción para que el sujeto 
no pensara en la persona amada. Así que les asignó una < tarea de distracción>, 
este procedimiento se utiliza para mantener el cerebro libre de emociones. 
 
Entre el momento en que miraban la foto de la persona amada que actuaba de 
estímulo positivo y la foto neutra de algún conocido sin interés, a los sujetos del 
experimento se les mostraba un número de varias cifras ( por ejemplo, 8.421) en 
una pantalla y se les pedía que fueran contando hacia atrás de siete en siete a 
 
 33 
partir de dicho número. El objetivo fue despejar la mente de sentimientos fuertes 
entre la exposición al objeto de su amor y la exposición al estímulo neutro. 
 
Era importante tomar en cuenta que los hombres y las mujeres enamoradas que 
participaban en el experimento estuvieran seguros de que la fotografía de la 
persona amada estimulara los sentimientos de amor romántico de forma másefectiva que un olor, una canción, una carta de amor, un recuerdo o cualquier otro 
objeto o fenómeno asociado con el amado. 
 
Iniciaron el experimento seleccionando a aquellos que parecían estar 
verdaderamente enamorados y dio a cada uno varios cuestionarios diseñados 
para conocer su personalidad, sus sentimientos hacia la persona amada y la 
duración, intensidad y el momento que vivía en su relación amorosa. Los citaron 
una semana después al laboratorio llevando consigo objetos que les hicieran 
sentir una intensa pasión romántica hacia el ser amado. Los estudiantes 
regresaron con fotografías, cartas, mensajes de correo electrónico, tarjetas de 
cumpleaños, grabaciones de música, perfumes, recuerdos escritos en hojas de 
papel y anotaciones sobre hechos futuros que imaginaban. Los llevaban como si 
fueran flores de cristal. 
 
Cada sujeto fue preparado para el experimento, primero se les colocaban tres 
electrodos en diferentes regiones del cuero cabelludo, conectando de esta manera 
al participante con un electroencefalógrafo (EEG). Se les dijo a cada sujeto que 
estos cables registrarían sus ondas cerebrales durante el experimento. Cuando en 
realidad no era cierto, la maquina no estaba conectada. Este engaño era con el fin 
de estimular la sinceridad de los voluntarios, después el participante se sentaba 
enfrente de una pantalla de computadora donde s mostraba un icono que parecía 
un termómetro vertical y se le daba una esfera rotativa manual que iba de cero a 
los treinta grados. Girando este dial accionando por muelles, el sujeto podía elevar 
el mercurio del termómetro. Cuando él o ella lo soltaban, volvía a cero. A este 
aparato de respuesta por ordenador le llamaron “amorómetro”. 
 
 34 
El experimento comenzó en primer lugar cuando le mostraban al sujeto la foto de 
su amado o amada y después una foto neutra de otra persona del mismo sexo o 
de un paisaje de la naturaleza. A continuación, cada participante leía una carta de 
amor de su amado y luego un párrafo de un libro de estadística. En tercer lugar, 
cada uno de los sujetos olía un perfume que le recordaba a la persona amada y 
luego agua con alcohol de desinfectar. En cuarto lugar, se le pedía la sujeto que 
<recordara> algún momento maravilloso pasado en compañía de la persona 
amada y luego que se acordara de algún hecho intrascendente, como, por 
ejemplo, la última vez que se había lavado el pelo. En quinto lugar, cada uno 
escuchaba una canción asociada con su amado o amada y luego otra cantada por 
los personajes del programa de televisión Plaza Sésamo. Por último se les pedía a 
cada participante que imaginara un hecho futuro maravilloso junto a la persona 
amada y luego un hecho cotidiano como lavarse los dientes. Y entre uno y otro 
cometido se intercambiaba nuestra tarea de distracción: contar hacia atrás de 
siete en siete, comenzando con alguno de los números de una secuencia de 
varias cifras. La labor del sujeto experimental consistía en responder a cada 
estímulo haciendo girar el dial del amorómetro para reflejar la intensidad de sus 
sentimientos de pasión romántica. 
 
Los participantes fueron once mujeres y tres hombres cuya media de edad se 
situaba entre los dieciocho años y medio. Cuando se registraron sus respuestas y 
se analizaron estadísticamente, los resultados fueron reveladores: los 
sentimientos de intenso amor romántico se desencadenaban casi por igual por 
medio de fotografías, canciones o recuerdos del ser amado. 
 
Siguieron con la investigación y para el siguiente experimento descartaron a los 
que llevaban algo de metal en la cabeza (en los labios, la lengua, la nariz, 
piercings de cualquier tipo o aparatos dentales), ya que esto podría afectar al imán 
de la máquina de IMRf. También excluyeron a los que sufrían claustrofobia, los 
que estaban tomando algún tipo de fármaco antidepresivo que pudiera afectar a la 
fisiología cerebral y a los hombres y mujeres zurdos. La organización cerebral 
 
 35 
puede variar según la lateralidad y tenían que estandarizar la muestra lo más 
posible. 
 
Fisher, (2004) entrevistó a cada candidato, a veces hasta durante dos horas. Una 
de sus primeras preguntas era siempre la misma, ¿cuánto tiempo llevas 
enamorado? Y la segunda era ¿qué porcentaje del día y de la noche piensas en la 
persona de la que estás enamorado (a)?, esta pregunta era elemental ya que el 
pensamiento obsesivo es un ingrediente básico de la pasión romántica. Buscaron 
participantes que pensaran en la persona amada durante casi todo el tiempo que 
pasaban despiertos así como otras características, por ejemplo que suspiraran 
más de la cuenta. Así mismo se les pedía que respondieran un cuestionario 
llamado “escala del amor apasionado” que constaba de quince preguntas sobre el 
amor romántico y que elaboraron los psicólogos Elaine Hatfield y Susan Sprecher. 
Iniciaron el experimento generando confianza explicándoles que ya se había 
probado el escáner IMRf del cerebro. 
 
El procedimiento era el siguiente: acomodaban lo mejor posible al participante 
dentro del escáner, un tubo de plástico largo, horizontal, cilíndrico, de color crema, 
abierto en ambos extremos, que abarca desde más arriba de la cabeza hasta la 
cintura. El sujeto se recostaba sobre una camilla dentro de esta máquina tubular, 
en la semioscuridad, quedando treinta o sesenta centímetros de espacio de 
separación por encima y a los lados de su cuerpo, dependiendo del tamaño de la 
persona. Se pusieron unos cojines bajo sus rodillas para relajar la espalda, los 
taparon con una manta, hicieron reposar su cabeza 
sobre una almohada rígida para que permanecieran inmóviles durante el 
experimento y les colocaron un espejo ligeramente inclinado sobre sus ojos. De 
esta manera, el sujeto podía ver reflejada una pantalla en la que le iban mostrando 
sucesivamente cada foto, así como el número de varias cifras con que realizaron 
la tarea de distracción. 
 
 
 36 
Realizaban los escaneos preliminares para establecer la anatomía básica del 
cerebro, comenzaba el experimento de doce minutos. Primero el sujeto miraba la 
fotografía de la persona amada en la pantalla durante treinta segundos mientras el 
escáner registraba el flujo sanguíneo en distintas regiones cerebrales. 
 
A continuación, el sujeto veía un número, por ejemplo el 4.673. Estos números 
cambiaban con cada nueva presentación, pero la tarea de distracción siempre era 
la misma. Durante cuarenta segundos, el sujeto debía contar mentalmente hacia 
atrás de siete en siete. Luego, el participante miraba la fotografía neutra durante 
treinta segundos, mientras se le volvía a escanear el cerebro. Por último, el sujeto 
veía otro número, esta vez durante veinte segundos, y contaba mentalmente hacia 
atrás de siete en siete. 
 
Este ciclo (o su inverso) se repetía seis veces, lo que les permitía captar ciento 
cuarenta y cuatro escáneres o imágenes de diferentes regiones cerebrales de 
cada participante durante estas cuatro fases a las que fue sometido. Una vez 
terminado el experimento, los volvieron a entrevistar, preguntándole cómo se 
encontraban y qué había estado pensando durante todas las fases del test. Y 
como agradecimiento les entregaban cincuenta dólares y una foto de su cerebro. 
 
La máquina de IMRf que utilizaban muestra sólo la actividad del flujo sanguíneo en 
unas regiones cerebrales concretas. Pero, dado que los científicos conocen qué 
tipo de nervios son los que conectan las distintas regiones cerebrales, pueden 
suponer cuáles son las sustancias químicas que están activas cuando unas 
regiones cerebrales determinadas empiezan a brillar debido a un aumento de la 
actividad. 
 
Durante el experimento se activaron muchas de las partes del cerebro de los 
enamorados, sin embargo, parece que hay dos regiones que resaltan. 
Una de las regiones fue la cavidad del núcleo caudado. Se trata de una región 
extensa, en forma de C, quese encuentra muy cerca del centro de nuestro 
 
 37 
cerebro. Es primitiva; forma parte de lo que se llama el cerebro de los reptiles o 
complejo R, debido a que esta región del cerebro evolucionó mucho antes de la 
proliferación de los mamíferos, hace unos sesenta y cinco millones de años. Los 
escáneres de los cerebros mostraron que había partes del cuerpo y de la cola del 
núcleo caudado que se volvían especialmente activas cuando una amante miraba 
la foto de su enamorado. 
 
Los científicos sabían desde hace mucho tiempo que esta región cerebral dirige el 
movimiento corporal. Pero hasta hace poco no habían descubierto que este 
enorme motor forma parte del <sistema de recompensa> del cerebro, la red 
mental que controla la excitación sexual, las sensaciones del placer y la 
motivación para conseguir recompensas. 
 
El caudado ayuda a detectar y percibir una recompensa, discriminar entre varias y 
esperar a una de ellas. Genera la motivación para conseguir una recompensa y 
planifica los movimientos específicos para conseguirla. El caudado también está 
asociado al acto de prestar atención al aprendizaje. Los sujetos que no sólo 
presentaban actividad en el caudado, sino que cuanto más apasionados eran, más 
activo se mostraba éste. 
 
Otro resultado fue la actividad del área ventral tegmental (AVT), una parte clave 
del sistema de recompensa del cerebro. El AVT es la veta madre de las células 
que generan la dopamina. Con sus axones en forma de tentáculos, estas células 
nerviosas distribuyen la dopamina a numerosas regiones cerebrales, incluido el 
núcleo caudado. Y cuando este sistema de riego por aspersión envía dopamina a 
muchas regiones cerebrales, produce una atención concentrada además de una 
energía intensa, una motivación centrada en conseguir una recompensa y 
sentimientos de euforia e incluso manía, es decir, los sentimientos básicos del 
amor romántico. 
 
 
 38 
Regularmente los amantes pasan toda la noche hablando hasta el amanecer, 
escriben poemas estrafalarios y mensajes de correo electrónico muy reveladores. 
Anegados por substancias químicas desencadenantes de la concentración, la 
energía y el vigor, los enamorados sucumben al impulso del cortejo. 
 
La dopamina circula por el núcleo caudado y otras zonas del sistema de 
recompensa del cerebro, una red cerebral primordial hace al amante centrar su 
atención en el premio más importante de su vida, una pareja que transmita su 
A.D.N. para toda la eternidad. Fisher (2004) descubrió en sujetos con una relación 
más larga mostraron también actividad en la corteza cingulada anterior y en la 
corteza insular. 
 
La circunvolución cingulada anterior es una región en la que interactúan las 
emociones, la atención y la memoria relacionada con el trabajo. Algunas partes 
están asociadas con estados de felicidad, otras con la propia conciencia del 
estado emocional de cada uno y la capacidad de evaluar los sentimientos de otras 
personas durante la interacción social; algunas se asocian con las reacciones 
emocionales y con la valoración de la recompensa. 
 
La corteza insular recoge los datos precedentes del cuerpo referentes al tacto y la 
temperatura externos, así como los dolores internos y actividad del estómago, los 
intestinos y otras vísceras. En esta parte del cerebro se registran las <mariposas> 
en el estómago, la aceleración del latido cardiaco y muchas otras reacciones del 
cuerpo. Algunas partes de la corteza insular también procesan las emociones. A 
medida que una relación se alarga, las regiones cerebrales asociadas con las 
emociones la memoria y la atención empiezan a responder de forma diferente. 
 
El amor romántico es extraordinariamente difícil de controlar: es más fácil que 
controlen la sed, por ejemplo, que una emoción como el enfado. El amor 
romántico constituye una necesidad, un ansia. Así como un sujeto necesita 
comida, agua; el enamorado siente que necesita al ser amado. 
 
 39 
 
1.3.2 Sustancias implicadas en el enamoramiento: 
 
Dentro del proceso químico del enamoramiento se encuentran sustancias que 
sobresalen como son la dopamina, serotonina, norepinefrina, finiletinamina y 
oxitocina. 
Fisher, (2004) explica que cuando se elevan los niveles de dopamina en el cerebro 
producen una gran concentración de atención, así como una motivación 
inquebrantable y una conducta orientada a un objetivo. Estas características son 
clave para el amor romántico. Los amantes se concentran intensamente en el 
amado, excluyendo a menudo todo lo que les rodea. De hecho, se concentran de 
tal modo en las cualidades del ser amado que pasan por alto fácilmente sus 
características negativas, adorando incluso las experiencias y los objetos 
específicos que han compartido con la persona amada. 
 
Las personas locamente enamoradas consideran al amado como algo novedoso y 
único. Y la dopamina ha sido asociada con el aprendizaje de los estímulos 
novedosos, algo que resulta clave en el amor romántico es la preferencia del 
amante por el ser amado. 
 
El éxtasis es otra característica destacada de los amantes, algo que parece 
también estar asociado con la dopamina. 
 
Las concentraciones elevadas de dopamina producen los siguientes efectos: 
 Euforia 
 Aumento de energía, 
 Hiperactividad 
 Insomnio 
 Pérdida de apetito 
 Temblores 
 Una aceleración de los latidos del corazón y de la respiración. 
 
 40 
 Obsesión 
 Ansiedad o miedo 
 
La intervención de la dopamina puede incluso explicar por qué los hombres y 
mujeres enamorados se vuelven tan dependientes de su relación romántico y 
porqué ansían la unión emocional con su amado. La dependencia y el ansia son 
síntomas de adicción, y todas las adicciones importantes están asociadas con 
altos niveles de dopamina. El amor romántico es una adicción; una feliz 
dependencia cuando el amor es correspondido y una ansiedad dolorosa, triste y a 
menudo destructiva cuando se ve rechazado. 
 
La dopamina puede ser el combustible que alimenta los denominados esfuerzos 
del amante cuando éste siente que su relación amorosa está en peligro. Cuando la 
recompensa se demora, las células que producen la dopamina en el cerebro 
aumentan su trabajo, bombeando mayores cantidades de este estimulante natural 
para proveer de energía al cerebro, centrar la atención e impulsar al afectado a 
luchar más aún por alcanzar su premio: en este caso, ganarse el corazón de la 
persona objeto de su amor. 
 
Incluso el anhelo de tener una relación sexual con el amado puede estar 
indirectamente relacionado con unos niveles altos de dopamina. Cuando la 
dopamina en el cerebro aumenta, se producen con frecuencia mayores niveles de 
testosterona, la hormona del deseo sexual. 
 
La norepinefrina es una sustancia química derivada de la dopamina. Los efectos 
de la norepinefrina son variados, dependiendo de la parte del cerebro que se 
active. Sin embargo, el aumento de los niveles de este estimulante produce por lo 
general euforia, energía excesiva, insomnio y pérdida del apetito. El aumento de 
los niveles de norepinefrina también podría contribuir a explicar por qué el amante 
puede recordar los detalles más mínimos acerca del comportamiento de su ser 
 
 41 
amado y de los preciados momentos que pasó junto a él, pues esta sustancia está 
asociada con un aumento de la capacidad de recordar estímulos nuevos. 
 
Maratzzi, (2006) midió los niveles de serotonina en la sangre de 24 personas que 
se habían enamorado en los últimos seis meses y que habían experimentado un 
obsesión por el objeto de su afecto durante al menos cuatro horas todos los días. 
La serotonina es, tal vez, nuestro neurotransmisor “estrella”, al que alteran los 
medicamentos psiquiátricos: Prozac, Zoloft y Paxil. Desde hace mucho, los 
investigadores ha conjeturado que la gente que padece el trastorno obsesivo-
compulsivo (OCD, por sus siglas en inglés) presenta un “desequilibrio”de 
serotonina. Parece que los medicamentos con como el Prozac alivian el OCD al 
incrementar la cantidad del neurotransmisor disponible en las conexiones entre 
neuronas. 
 
Marazziti comparó los niveles de serotonina de los enamorados con los de un 
grupo de personas que sufrían OCD y con los de otro grupo que estaba libre de 
pasión y de enfermedades mentales. Los niveles de serotonina tanto en la sangre 
de los obsesivos como en la de los enamorados eran 40% más bajos que los de 
los individuos normales. De modo que el amor y el trastorno obsesivo-compulsivo 
podrían tener un perfil químico similar. 
 
Para Fisher, (2006) el consumo de medicamentos como el Prozac pone en peligro 
la capacidad de enamorarse y de permanecer enamorados. Al embotar el águido 
filo del amor y la libido asociada con él, las relaciones se estancan. Se presentó un 
caso en el cual una pareja que estaba a punto del divorciarse. La esposa tomando 
un antidepresivo. Luego comenzó a tener orgasmos nuevamente, sintió otra vez 
atracción física por su marido, y ahora están enamorados de nuevo. 
 
Lewis, (2006) plantea la hipótesis de que el amor romántico está enraizado en 
nuestras primeras experiencias infantiles con la intimidad, con la manera en que 
se sienten al ser amamantados o con el rostro de nuestra madre: situaciones de 
 
 42 
comodidad pura, sin conflicto, que se graban en nuestro cerebro y que 
incesantemente intentamos recuperar de adultos. De a acuerdo con esta teoría, 
aman a quien aman no tanto por el futuro que esperan construir, sino por el 
pasado que desean recobrar. 
 
Hay otra hipótesis en la cual tienden a escoger a la pareja simplemente por 
cuestión del olfato. Wedekind, (2006) realizó un experimento en Suiza, en donde 
utilizó camisetas sudadas. Pidió a 49 mujeres que olieran las prendas que 
anteriormente habían vestido hombres que no conocían y eran poseedores de una 
variedad de genotipos que influyen tanto en el olor corporal como en el sistema 
inmunológico. Luego les pidió a las mujeres que determinaran cuáles camisetas 
olían mejor y cuáles peor. Lo que Wedekind encontró fue que las mujeres 
preferían el olor de las camisetas que habían portado hombres cuyo genotipo era 
diferentes a ellas, un genotipo que quizás esté relacionado con un sistema 
inmunológico poseedor de algo que el de ellas no tiene. 
 
Para Fisher (2006) la novedad dispara la dopamina en el cerebro, lo que puede 
estimular los sentimientos de atracción. Si el corazón palpita en presencia del otro, 
se pueden percatar que no es porque están nerviosos, sino porque lo aman. 
 
La diferente correlación entre las numerosas características del amor romántico, 
así como los efectos de estas tres sustancias en el cerebro, llevaron a Fisher a 
elaborar la hipótesis siguiente: “este fuego en la mente es provocado por unos 
niveles elevados de dopamina o de norepinefrina, o de ambas a la vez, así como 
por la disminución de los niveles de serotonina. Tales sustancias químicas forman 
el eje central del amor obsesivo, apasionado, romántico” (Fisher, 2004 p. 74). 
Aumenta la producción de la dopamina, responsable de la capacidad de desear 
algo y de repetir un comportamiento que proporciona placer. La combinación en el 
cerebro de dopamina, feniletilamina, compuesto de la familia de las anfetaminas, y 
oxitocina provoca aumento de energía por ello los enamorados pueden 
permanecer horas teniendo relaciones sexuales sin experimentar cansancio. 
 
 43 
Dopamina, feniletilamina y oxitocina provocan hiperactividad, insomnio, pérdida de 
apetito, temblores, aceleración de los latidos del corazón y de la respiración, 
motivación y conductas centradas en un objetivo. 
 
Las etapas químicas del amor según García-Escamilla (2005) son: lujuria, 
atracción y vínculo. 
 
 Lujuria. Predomina la testosterona por lo que prevalece el deseo de sexo. 
 Atracción. Predomina la dopamina y la norepinefrina, que llevan a una 
etapa hacia una relación apacible, duradera y segura. 
 
Si el amor es obsesivo, hay falta de apetito y de concentración, e insomnio. Las 
personas “enfermas de amor” tienen las mismas reacciones que el trastorno 
obsesivo compulsivo: bajos niveles cerebrales de serotonina, que es la sustancia 
química fabricada por el cuerpo para soportar situaciones estresantes. 
 
Si la persona está bajo el influjo del alcohol, disminuyen los niveles de serotonina 
en el cerebro, creando la ilusión de que la persona que se encuentra en la otra 
punta del bar es el amor de su vida. 
 
Quienes tienen decepciones amorosas, tienden a devorar grandes cantidades de 
chocolate, alimento rico en feniletilamina, que ayuda a renivelar el síndrome de 
abstinencia causado por falta de esa sustancia. 
 
La oxitocina es otra hormona sexual del hipotálamo que se libera en la parte 
posterior de la glándula hipófisis. Este péptido actúa sobre la misma ocasionando 
la eyección de leche, influye sobre la contracción del útero en el parto; es capaz 
de contraer la próstata, modifica la glucosa de la sangre, actúa sobre el tronco 
cerebral y el lóbulo límbico provocando conductas maternales y se ha supuesto 
que también se relaciona con el enamoramiento. Durante el orgasmo el nivel de 
oxitocina aumenta cinco veces en el plasma sanguíneo (Orlandini, 1998). 
 
 44 
1.3.3 Desenamoramiento 
 
Biológicamente hablando, las razones por las que el amor se apaga lentamente 
pueden hallarse en la forma en que nuestro cerebro responde a la profusión y flujo 
de dopamina que acompañan la pasión y que nos hace volar. Los adictos a la 
cocaína dicen, que el cerebro se adapta a recibir droga en exceso. Quizás las 
neuronas se vuelven insensibles y necesitan más y más. 
Es importante tomar en cuenta que el enamoramiento puede disminuir porque es 
un estado químico alterado que podría ser equiparable a una enfermedad mental o 
la euforia inducida por las drogas, exponerse demasiado tiempo podría ocasionar 
trastornos psicológicos y más (Slater, 2006). 
 
La depuración de la dopamina es más tardada en el cerebro femenino por ello la 
mujer tarda en recuperarse cuando termina una relación, por ejemplo en una que 
duró 3 años, el tarda 28 días en regresar a la dopamina basal, y ella hasta tres 
meses: esta es una situación que nos hace diferentes en cuanto a la motivación y 
a al concebir una relación interpersonal. 
 
En cuanto a la oxitocina la cual está más presente en las mujeres que en los 
hombres: nacemos por oxitocina nos amamantamos con ella, es afectivo entre la 
madre y el hijo y cuando crecemos nos abraza a la familia. Si una persona logra 
que otra tenga oxitocina con ella, difícilmente se irá de su lado, porque las 
personas se van al no haber apego (Calixto 2012). 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 45 
CAPITULO 2 
DUELO 
El duelo es un proceso dinámico en el tiempo que se caracteriza por una 
secuencia de etapas con unos rasgos y funciones específicos. La función del 
proceso es elaborar el impacto de la pérdida y adaptarse a la nueva situación. 
2.1 Antecedentes 
Para Freud (1917) el duelo es un proceso normal, ya que a pesar de que sus 
manifestaciones son desadaptativas, éstas serán superadas con el paso del 
tiempo. El duelo entonces es la reacción ante la pérdida de la persona amada o 
del objeto que haga las veces de objeto amado. El examen de realidad es 
importante porque hace que el individuo vea que el objeto amado ya no está, y 
que es necesario que logre desligarse de él. El duelo entonces es un proceso 
largo y doloroso, porque el objeto amado sigue existiendo dentro del mundo 
psíquico de la persona. 
 
Melanie Klein (1940) habla de que el niño, desde su temprana infancia, pasa por 
estados de duelo similares a los que podría pasar la persona adulta. Los 
mecanismos defensivos más importantes presentes en el proceso de duelo, según 
Klein, son la negación y la idealización del objeto perdido. Sin embargo, el sufrir 
por

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