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1 UNIDAD MEDICA DE ALTA ESPECIALIDAD HOSPITAL DE PEDIATRÍA “ESCRUTINIO DE TRASTORNOS GENERALIZADOS DEL DESARROLLO EN NIÑOS DE 18 A 60 MESES ATENDIDOS EN EL HOSPITAL DE PEDIATRÍA CMN SXXI” Tesis que presenta para obtener el título de Especialista en Pediatría Dra. Nydia Marlenne Morales Sánchez TUTOR Dr. Héctor Jaime González Cabello Médico Pediatra Neonatólogo COLABORADOR Dr. Leonel Jaramillo Villanueva Paidopsiquiatra Junio 2013 UNAM – Dirección General de Bibliotecas Tesis Digitales Restricciones de uso DERECHOS RESERVADOS © PROHIBIDA SU REPRODUCCIÓN TOTAL O PARCIAL Todo el material contenido en esta tesis esta protegido por la Ley Federal del Derecho de Autor (LFDA) de los Estados Unidos Mexicanos (México). El uso de imágenes, fragmentos de videos, y demás material que sea objeto de protección de los derechos de autor, será exclusivamente para fines educativos e informativos y deberá citar la fuente donde la obtuvo mencionando el autor o autores. Cualquier uso distinto como el lucro, reproducción, edición o modificación, será perseguido y sancionado por el respectivo titular de los Derechos de Autor. 2 TITULO DE LA TESIS: "ESCRUTINIO DE TRASTORNOS GENERALIZADOS DEL DESARROLLO EN NIÑOS DE 18 A 60 MESES ATENDIDOS EN EL HOSPITAL DE PEDIATRIA CMN SXXI" TESISTA: ORA. NYDIA MARL ALES SÁNCHEZ ASESOR: COMITÉ DE EXÁMEN: PRESIDENTE: SECRETARIO: DRA. VOCAL: VOCAL: VOCAL: DR. ALONSO GOMEZ NEGRETE 3 ÍNDICE PÁGINA i. RESUMEN 3 ii. MARCO TEÓRICO 4 iii. PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA 21 iv. PREGUNTA DE INVESTIGACIÓN 21 v. JUSTIFICACION 22 vi. HIPÓTESIS 23 vii. OBJETIVOS 24 viii. SUJETOS, MATERIAL Y MÉTODOS 25 a) LUGAR DE ESTUDIO 25 b) TIPO DE ESTUDIO 25 c) POBLACION DE ESTUDIO 25 d) CRITERIOS 25 1. INCLUSION 2. EXCLUSION 3 .ELIMINACION e) VARIABLES 26 f) TAMAÑO DE MUESTRA 28 g) DESCRIPCION GENERAL DEL ESTUDIO 29 h) ANÁLISIS ESTADISTICO 30 i) ASPECTOS ÉTICOS 30 ix. RESULTADOS 31 x. DISCUSION DE RESULTADOS 35 xi. CONCLUSIONES 42 xii. REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS 43 xiii. ANEXOS 45 4 RESUMEN INTRODUCCION. Los TGD se caracterizan por una perturbación grave y generalizada de varias áreas del desarrollo como habilidades para la interacción social, para la comunicación o la presencia de comportamientos, intereses y actividades estereotipados. La prevalencia de TGD oscila entre 1/200 y 1/500:1. Existen diferentes pruebas de escrutinio siendo el M-CHAT una de las más sensibles OBJETIVO. Investigar cual es la frecuencia de niños con diagnóstico de Trastorno Generalizado del Desarrollo atendidos en la UMAE HP CMN SXXI. MATERIAL Y MÉTODOS Lugar de realización del estudio: CE y Hospitalización de un hospital de III nivel Tipo de estudio: Observacional, transversal, prolectivo, descriptivo, analítico. Población de estudio: Pacientes de 18 a 60 meses de edad de sexo masculino o femenino atendidos en la UMAE HP CMN SXXI cuyos padres acepten participar y firmen la carta de consentimiento bajo información. Análisis Estadístico: Descriptivo se calculó medidas de tendencia central y de dispersión asi como análisis bivariado Resultados:El grupo final lo constituyeron 101 pacientes a los que se les realizó el cuestionario de escrutinio M-CHAT así como cuestionario de datos generales y signos de alarma. Se encontró una frecuencia del 42.5% de los pacientes con probable, se encontró que de los signos de alarma estudiados el dato de mayor asociación estadísticamente significativa fue la ausencia de balbuceo al año de edad. Conclusiones: La frecuencia de TGD fue mayor a lo esperado y parece estar relacionado al sesgo de referencia, ante el estudio de una población en riesgo por incremento de co-morbilidad. Los signos de alarma son realmente predictores positivos de TGD al encontrarse relación estadísticamente significativa es por lo anterior que la identificación temprana de este espectro de patologías permitirá la adecuada intervención y manejo oportuno mejorando pronóstico y calidad de vida. 5 MARCO TEORICO El término autismo se emplea generalmente para definir a todos los trastornos incluidos en la actualidad bajo la denominación de Trastornos Generalizados del Desarrollo o Trastornos del EspectroAutista.1 La clasificación psiquiátrica de mayor proyección internacional es el DSM de la Asociación Psiquiátrica Norteamericana habla de “Trastornos Generalizados del Desarrollo-TGD” (que incluyen el trastorno autista, el trastorno de Asperger, el trastorno desintegrativo infantil, el trastorno generalizado del desarrollo no especificado - TGD NE, y el trastorno de Rett); la clasificación CIE, de la Organización Mundial de la Salud, utiliza también el término “Trastornos Generalizados del Desarrollo”, aunque luego su listado no sea idéntico al utilizado en el sistema DSM.1 Por último, utiliza en la actualidad el término “Trastornos del Espectro Autista – TEA.” 2 Los Trastornos Generalizados del Desarrollo se caracterizan por una perturbación grave y generalizada de varias áreas del desarrollo como habilidades para la interacción social, para la comunicación o la presencia de comportamientos, intereses y actividades estereotipados. Las alteraciones cualitativas que definen estos trastornos son claramente impropias del nivel de desarrollo o edad mental del sujeto. Las características esenciales del trastorno autista son la presencia de un desarrollo marcadamente anormal o deficiente de la interacción y comunicación sociales y un repertorio sumamente restringido de actividades e intereses. Las manifestaciones del trastorno varían mucho en función del nivel de desarrollo y de la edad cronológica del sujeto.3 La experiencia acumulada en los últimos años ha mostrado que existe una gran variabilidad en la expresión de estos trastornos; el cuadro clínico no es uniforme, ni absolutamente demarcado, y su presentación oscila en un espectro de mayor a menor afectación; varía con el tiempo, y se ve influido por factores como el grado de capacidad intelectual asociada o el acceso a apoyos especializados. 4 6 CLASIFICACIÓN DEL DSM El autismo aparece clasificado por primera vez en el DSM-II (APA, 1968) como una reacción psicótica de la infancia; posteriormente en el DSM-III (APA, 1980) recibe el nombre de autismo infantil agrupado bajo una nueva categoría denominada problemas generalizados del desarrollo (TGD), término que denotaba una afección global del desarrollo del niño. El DSM-III-R (APA, 1987) cambió el nombre de autismo infantil a trastorno autista, por lo que los criterios de diagnóstico se ampliaron y las formas no autistas se agruparon en la categoría denominada «problemas generalizados del desarrollo no especificados» (TGD- NE) .4 En el DSM-IV (APA, 1994) el autismo permaneció clasificado como un TGD con criterios claros aunque menos restrictivos que motivaron un aumento en la prevalencia de los casos de autismo. El trastorno de Asperger aparece por primera vez en el DSM-IV después de ser incluido en la clasificación de CIE-10 (WHO, 1992) con sus criterios de diagnóstico idénticos a los del autismo, excepto por la omisión de los criterios de edad mínima, así como el retardo del lenguaje y la cognición. Trastornos Generalizados del Desarrollo DIAGNOSTICO EN EL DSM IV (APA 1994) DIAGNOSTICO EN CIE-10 (OMS 1992,1993) Trastorno autista Autismo infantil Trastorno Asperger Síndrome de Asperger Trastorno desintegrativo de la infancia Otros trastornos degenerativos de la infancia Trastorno de Rett Síndrome de Rett TGD No especificado Autismo atípico Autismo atípico Otros TGD;TGD No especificado No corresponde a ningún diagnóstico del DSM-IV Trastorno hiperactivo con retraso mental con movimientos estereotipados 7 PREVALENCIA Los Trastornos Generalizados del Desarrollo se consideran una entidad poco común, sin embargo, los estudios realizados en los últimos años muestran una realidad diferente. . Los metaanálisis realizados por Fombonne5 y Gillberg y Wing 6 demuestran que la prevalencia es de 10 por cada 10.000 niños. Los primeros estudios epidemiológicos comunicaron una incidencia del Autismo Infantil de 4-5 por 10.000, lo que equivale aproximadamente a 1 de cada 2.000 personas. En el año 2004 la incidencia se estima alrededor del 10-20 por 10.000, es decir una de cada 500 a 1000 personas.7 Las diferencias halladas se discutieron recientemente en una revisión sistemática de los estudios sobre prevalencia de los TGD, como edad del diagnóstico, el método de estudio y los métodos de diagnóstico utilizados. 8 Pero otros estudios más recientes como Williams y cols. en el 2006 .apuntan a que la tasa de TGD puede llegar a 40-60 por 10.000.9 Este aumento de la frecuencia se puede deber a un incremento real de estos trastornos, a un mayor conocimiento clínico o a una modificación de los criterios diagnósticos . Por tanto se puede afirmar que los trastornos del espectro autista no son trastorno raro dentro de la población pediátrica. La proporción entre niños y niñas con autismo se ha fijado tradicionalmente en aproximadamente 3:1 a 4:1. Sin embargo, la proporción parece variar con el coeficiente intelectual (CI), desde 2:1 en los que presentan una grave disfunción hasta más de 4:1 en los que tienen un CI normal. Se podría aventurar que menos niñas con coeficiente intelectual normal son diagnosticadas de autismo porque ellas son más hábiles socialmente que los niños con similar coeficiente intelectual. Una de las más importantes referencias de la prevalencia actual es la publicada por el Centro para el Control y Prevención de enfermedades CDC por sus siglas en inglés, en el año 2012 en su reporte denominado “Prevalencia del Espectro Autista en múltiples áreas de Estado Unidos en 2008” donde se ha dado seguimiento a los trastornos del espectro autista por más de una década a través de la red de Monitoreo del Autismo y las Discapacidades del Desarrollo (ADDM). 8 Las más recientes estimaciones de la Red de ADDM se basan en datos obtenidos en 14 áreas de los Estados Unidos durante el año 2008.. Dentro de todos los reportes de prevalencia que ha publicado la CDC y el ADDM en conjunto, cabe señalar que en el año 2007 se publicó una prevalencia de TGD de 1 en 150 niños (basado en los niños que tenían 8 años en el año 2002). En el año 2009 se reportó una prevalencia de 1 en 110 (en los niños que tenían 8 años en el año 2006). Por último, en el año 2012 publicó una prevalencia de 1 en 88 niños (de los cuales tenían 8 años en el 2008), es decir 11.3 por cada 1.000. Con los datos previos se estima que la prevalencia de los Trastornos Generalizados del Desarrollo incrementó un 23% del año 2006 al 2008 y un 78% del año 2002 al 2008. El número de niños identificados con trastornos del espectro autista variaron ampliamente entre los 14 sitios de la red ADDM, desde de 1 de cada 47 (21,2 por 1.000) a 1 de cada 210 (4,8 por 1.000).Los trastornos del espectro autista son casi 5 veces más común entre los niños (1 en 54) que entre las niñas (1 en 252). Los mayores incrementos en el tiempo se encontraron entre los niños hispanos (110%) y los niños de raza negra (91%). Se registraron aumentos entre los niños sin discapacidad intelectual (los que tienen las puntuaciones de coeficiente inelectual por arriba de 70), aunque también hubo aumentos en la prevalencia estimada de trastornos del espectro autista en todos los niveles de capacidad intelectual. La mayoría de los niños no son diagnosticados hasta después de llegar a los 4 años, a pesar de que la identificación e intervención tempranas pueden ayudar a un servicios de acceso a los niños y aprender nuevas habilidades.10 La frecuencia de autismo detectada en las poblaciones ha aumentado en los últimos 15 años. No se sabe si este aumento se debe a una mayor incidencia de este trastorno o a procesos de evaluación, selección y diagnóstico más precisos. Fombonne et al 11, ha documentado que en datos epidemiológicos entre 1966 y 1991 la frecuencia de autismo era de 4,4/10.000 y entre 1992 y 2001 de12,7/10.000. Actualmente se acepta que la frecuencia de autismo en la población mundial es de 1/1000. 11 9 En México no existen estadísticas acerca de la prevalencia de este trastorno, obteniéndose datos probabilísticos de acuerdo a los reportes obtenidos de otros países, se estima que en los países latinos debe haber una prevalencia de 3 niños por cada mil, entonces si hay 35 millones de niños en México hay aproximadamente 105 mil casos; por lo que si nacen 2 millones 100 mexicanos al año y 3 de cada mil van a tener riesgo de autismo existen mas de 6 mil casos nuevos cada año. Se debe tomar en cuenta que el marcado incremento de la prevalencia en los últimos años se podría deber a nuevas investigaciones ,aplicación de pruebas de escrutinio, estrategias de tratamiento y a que los médicos, maestros y padres están más informados acerca del comportamiento autista, además recalcar que en las problaciones de alto riesgo la prevalencia está incrementada sin contar con datos epidemiológicos reportados.12 ETIOLOGÍA Y FISIOPATOLOGÍA En la mayoría de los casos no es posible detectar una etiología específica, 13 por lo que el autismo puede ser clasificado en primario o idiopático y autismo secundario.13 El autismo primario tiene una base genética inespecífica; predomina en el varón, y se acompaña de retraso mental en el 70% de los casos. No se ha encontrado ningún marcador biológico constante. El autismo secundario o sindromático, se observa en algunas afecciones neurológicas, en muchos casos con base genética. El pronóstico depende de la enfermedad base.13 Genética y autismo primario Se ha encontrado una herencia oligogenética.14 Es evidente la participación de factores genéticos en el autismo ya que en familias con un hijo autista habrá una recurrencia de 5%, que es 100 veces superior a lo que sucede en la población general. Se ha encontrado asociación de varios genes, como la duplicación de la región 15q11-q13 (1 a 3%) de los pacientes con autismo primario.14 Los genes maternos candidatos para el autismo se localizan en la región 15q11-q13 donde se 10 encuentran los genes del receptor A del ácido-gamma- amino-butírico (GABA); otro es el gen de la subunidad beta 3 del receptor (GABRB3), lo que concuerda con niveles elevados de GABA plasmático en autistas y una reducción de los receptores GABA en el hipocampo, por lo que se postula que las alteraciones de la regulación del glutamato y la serotonina, y la disfunción del GABA contribuyen a las alteraciones clínicas del trastorno autista.15,16 Otros genes son: el gen del transportador de serotonina SLC6A4 (17q), del receptor del glutamato GRINK2 (6q), y el gen transportador aspartato/glutamato SLC25A12.16 También se ha encontrado alteración de los genes que codifican proteínas de señalización celular importantes para la diferenciación, desarrollo y crecimiento neuronal y para la sinaptogénesis entre ellos el gen de la relina (7q), de la neuroxinas 1,2 y 3 (2q,11q y 14q respectivamente) y de las neuroliginas 2, 3 y 4 (17q,Xq13.1 y Xp22.3 respectivamente). CNTNAP2 (7q35) es el gen que controla la función de las contactinas en el sistema nervioso periférico y se relaciona con el lenguaje. Autismo secundario Se considera autismo secundario cuando se identifica una entidad patológica causal. Las causas son: trastornos genéticos, trastornos congénitos del metabolismo, infecciones congénitas o adquiridas, encefalopatía hipóxico isquémica, y displasias corticales, entre otras. Síndromes genéticos y autismo En algunos pacientes autistas el padecimiento se ha asociado a diversas enfermedades monogénicas como síndrome de Down donde se estima que el autismo es 10 veces más común en niños con síndrome de Down que en la población general, la mayoría es del sexo masculino.17; otros síndromes congénitos en los cuales se ha encontrado relación con autismo son el síndrome de Timmothy, síndrome de Turner, síndrome de Williams, síndrome de Smith- Magenis, deleción terminal 10p, enfermedad de Steinert, síndrome de Cowden, síndrome de Myhre, síndrome de Sotos, síndrome de Cohen, síndrome de Joubert, síndrome de Klinefelter, síndrome de Smith- Lemli-Opitz, síndrome de Sanfilippo, distrofia muscular de Duchenne, citopatías mitocondriales, síndrome de 11 Goldenhar, síndrome de CHARGE, síndrome de Moebius, síndrome de HEADD, hipomelanosis de Ito, síndrome de Apert y síndrome de Lujan-Fyns.17 Errores innatos del metabolismo y autismo Diversos defectos metabólicos cursan con síntomas autistas, en una frecuencia más elevada que la que existe en la población general. Las principales alteraciones metabólicas que presentan un fenotipo autista son: fenilcetonuria, alteraciones del ciclo de la urea, alteraciones del metabolismo de las purinas, errores congénitos de la síntesis de colesterol, deficiencia de biotinidasa, histidinemia, deficiencia de la enzima succinato semialdehído deshidrogenasa, deficiencia de dihidropirimidina deshidrogenasa 41,45 y aciduria L-2- hidroxiglutárica. 18 EVOLUCION CLÍNICA Las primeras sospechas diagnósticas se establecen sobre bases clínicas, entre ellas, las alteraciones del lenguaje, conductas restringidas y estereotipadas y alteraciones en el contacto social.19 El diagnóstico temprano es importante por sus implicaciones pronósticas, el uso y planeación de servicios médicos y educativos, programas de intervención y consejo genético,20 el cual es infrecuente debido a la complejidad y heterogeneidad de los síntomas, a la variabilidad del desarrollo neurobiológico de los pacientes en sus primeros años de vida, a la diversidad de patrones de crianza y de estimulación ambiental así como a la falta de profesionales entrenados en el diagnóstico temprano. 21 Las manifestaciones se inician desde el primer año de vida, se ha observado que el desarrollo psicomotor es normal en los dos primeros años de vida, por lo que el diagnóstico frecuentemente se establece alrededor del tercer año de vida. 22 Síntomas en niños a los 18-24 meses: La identificación precoz de niños con TGD representa un desafío para el clínico, porque los síntomas más frecuentemente encontrados en niños en temprana edad difieren de los síntomas 12 más clásicos, observados a los 4 a 5 años. En estudios longitudinales y transversales, las alteraciones encontradas en los niños con TGD cambian con la edad y con su nivel de desarrollo, entre otros factores. En esta edad, los síntomas más hallados son las alteraciones en el área de la interacción social y de la comunicación, con pocos signos de alteraciones en la conducta, aunque cuando se detectan son altamente característicos del autismo. Los síntomas no son claramente anormales, sino que son cualitativamente distintos, atípicos en las pautas de comunicación e interacción social. A los 18 meses de vida ya se pueden identificar síntomas altamente sugestivos de TGD, como ausencia de contacto visual y de protodeclarativos (señala con el dedo índice para compartir experiencias).Baron-Cohen et al, apuntan que la ausencia de atención conjunta y de juego imaginativo, a esta edad, son conductas altamente indicativas de autismo; diagnostican 83,3% de los casos de autismo mediante el CHAT (Checklist for Autism in Toddlers). Lord observó niños sospechosos a los 2 años y los siguió hasta los 3 años e identificó cuatro señales que en el 93% identificaban niños portadores de TGD: uso del cuerpo del otro como herramienta para lograr lo que quiere; no contesta al ser llamado por su nombre; no señala y existen manierismos de manos y dedos. La ausencia de protodeclarativos fue considerada como la única señal que, por separado, era positiva para diagnosticarlos TGD . 22 Algunos autores destacan hat señales que permiten diferenciar los TGD de otros trastornos del desarrollo entre ellas lasanormalidades en la orientación al estímulo visual, aversión al tacto y demora en responder al nombre a los 9 meses; entre los 2 y 3 años de edad la ausencia de sonrisa como respuesta social, respuesta al nombre, atención conjunta, la capacidad para interpretar una cara, uso de protoimperativos y juego funcional. Muchas veces, los síntomas no son característicos de autismo, como, por ejemplo, no hablar a los 24 meses. Generalmente, esto conduce a una evaluación audiológica inicial. La falta de contacto con otros niños en esta edad hace que los posibles trastornos sociales que este niño pueda tener, además de los problemas para hablar, sean difíciles de detectar por los padres. Cuando ingresan a un 13 ambiente escolar, además del uso limitado del lenguaje, la falta de juego flexible o la imposibilidad de interactuar con sus pares aparece de manera más notoria, por lo que surge la preocupación en el ámbito educativo y para los padres. Los problemas sensoriales, como hipersensibilidad o hiposensibilidad a sonidos o texturas, son presentaciones comunes, y muchas veces se encuentran niños buscadores de sensaciones, es decir, que lamen, huelen y tocan con persistencia casi todo. Muchos presentan problemas de alimentación y son derivados para tratamiento fonoaudiológico. Muchos padres relatan una regresión del lenguaje que suele suceder entre los 15 y 19 meses. En un 15-30% de los niños autistas existe un período de pérdida de habilidades, más comúnmente del lenguaje, antes del estadio de 10 palabras. 23 Signos de alarma Ausencia de balbuceo a los 12 meses Ausencia de comunicación no verbal a los 12 meses (protodeclarativos) No dice palabras sencillas a los 18 meses No dice frases espontáneas de dos palabras a los 24 meses (no ecolalias) Cualquier pérdida en lenguaje o habilidad social 14 Indicadores típicos de autismo según Riviere Sordera aparentemente paradójica. Falta de respuesta a llamadas e indicaciones No comparte “focos de atención” con la mirada Tiende a no mirar a los ojos No mira a los adultos vinculares para comprender situaciones que le interesan o extrañan No mira lo que hacen las personas No suele mirar a las personas Presenta juegos repetitivos o rituales de ordenar Se resiste a cambios de ropa, alimentación, itinerarios o situaciones Se altera mucho en situaciones inesperadas o que no anticipa Las novedades le disgustan Atiende obsesivamente una y otra vez las mismas películas de video Hace rabietas en situaciones de cambio Carece de lenguaje, si lo tiene lo hace forma ecolálica o poco funcional Resulta difícil “compartir” acciones con el No señala con el dedo índice para compartir acciones (protodeclarativos) No señala con el dedo índice para pedir (protoimperativos) Frecuentemente “pasa por” las personas como si no existieran Parece que no comprende o que comprende “selectivamente” lo que le interesa Pide las cosas, situaciones o acciones llevando de la mano No suele iniciar las interacciones con los adultos Para comunicarse con el, hay que “saltar un muro”, es decir, ponerse frente a frente y producir gestos claros y directivos Tiende a ignorar completamente a los niños de su edad No juega con otros niños No realiza juego de ficción: no representa con objetos situaciones, acciones, episodios, etc. No da la impresión de “complicidad interna” con las personas que lo rodean a pesar de sentir afecto por ella Rivière A. ¿Cómo aparece el autismo? Diagnóstico temprano e indicadores precoces del trastorno autista. En: Rivière A y Martos J. El niño pequeño con autismo. Madrid: APNAINSERSO;2000. 23 15 EVOLUCION NATURAL DEL TGD Por definición, el inicio del trastorno autista es anterior a los 3 años de edad. En algunos casos los padres explican que se preocuparon por el niño desde el nacimiento o muy poco después, dada su falta de interés por la interacción social. El trastorno autista tiene un curso continuo. En niños de edad escolar y en adolescentes son frecuentes los progresos evolutivos en algunas áreas (interés creciente por la actividad social a medida que el niño alcanza la edad escolar). Algunos sujetos deterioran su comportamiento durante la adolescencia, mientras que otros mejoran. Las habilidades lingüísticas y el nivel intelectual general son los factores relacionados más significativamente con el pronóstico a largo plazo. Los estudios de seguimiento realizados hasta la fecha sugieren que sólo un pequeño porcentaje de sujetos autistas llegan a vivir y trabajar autónomamente en su vida adulta. Alrededor de un tercio de los casos alcanza algún grado de independencia parcial. Los adultos autistas que funcionan a un nivel superior continúan teniendo problemas en la interacción social y en la comunicación, junto con intereses y actividades claramente restringidos. La presión a favor de la identificación temprana proviene de la evidencia reunida durante los últimos años de que una intervención temprana intensiva en un marco educativo óptimo conduce a una mejoría en el pronóstico de la mayoría de los niños con autismo, incluyendo el lenguaje en un 75% o más, e incrementos significativos en el progreso evolutivo y rendimiento intelectual. 23 Sin embargo el diagnóstico precoz, no está exento de dificultades especialmente en el primer año de edad. Entre los factores que no favorecerían el diagnóstico precoz se encuentran: • La relativamente baja incidencia del autismo. • La dificultad de los padres para detectar los síntomas que caracterizan al autismo en sus primeras etapas. • La falta de información por parte de aquellos profesionales implicados en la atención temprana. 16 • Algunos clínicos rechazan discutir la posibilidad de un diagnóstico de autismo con los padres de niños pequeños, incluso cuando los síntomas están presentes, debido a sus temores sobre la angustia de la familiar, los posibles efectos adversos de etiquetar al niño, el temor de equivocarse en el diagnóstico, y la esperanza de que los síntomas pudieran remitir. • La habilidad del personal de salud para detectar las alteraciones perceptivas, motoras u otras enfermedades y menos de aquellas alteraciones del desarrollo (sociales, comunicativas) que caracterizan al autismo. • La inadecuación y disponibilidad de instrumentos diagnósticos válidos para los trastornos del espectro autista en estas fases tan tempranas del desarrollo. Además los síntomas van apareciendo o se van haciendo evidentes de manera insidiosa, encubierta y casi disimulada tras un rostro sano y un desarrollo en muchos casos no problemático a nivel perceptivo y motor. • Las diferentes formas y tiempo de aparición del trastorno pues hay casos en los que parece que los síntomas ya están presentes desde el principio y en otros, parecen mostrarse después de un periodo de desarrollo aparentemente normal. CRITERIOS DIAGNÓSTICOS Los criterios diagnósticos más aceptados para definir los TGD son los tipificados en el DSM-IV (APA, 1980) y que están en equivalencia con los de la Clasificación Internacional de Enfermedades (CIE-10). El fenotipo clínico reconocido en la actualidad incluye niños con déficits poco severos, pero inequívocos, en lo social, en la comunicación y en la conducta. Algunas investigaciones han puesto de manifiesto que casi un 15% de los niños no diagnosticados previamente que reciben educación especial cumplen con los criterios para el Trastorno Autista del DSM-IV. 24 Los cuestionarios diseñados específicamente para el TDAH (Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad) no identifican los síntomas autistas, y en algunas 17 series de casos se ha demostrado que 74% de los niños con autismo de alto funcionamiento habían sido erróneamente diagnosticados con TDAH a pesar de las claras diferenciasen su competencia social, desarrollo cognitivo, y repertorio restringido de actividades. Como ya se ha comentado, los trastornos generalizados del desarrollo están constituidos por un grupo heterogéneo de procesos neurobiológicamente diversos que se caracterizan por la existencia de déficit en múltiples áreas funcionales, que conducen a una alteración difusa y generalizada de los procesos del desarrollo. 25 El resultado es un retraso y una desviación de los patrones normales del desarrollo y afecta de forma más llamativa a tres áreas de comportamiento: alteraciones en las relaciones sociales e interacción, en el lenguaje verbal y no verbal y presencia de patrones e intereses restrictivos y repetitivos de conducta En la actualidad no se dispone de ningún marcador biológico para el autismo y por tanto la detección debe focalizar su atención en la conducta. Existen dos niveles de detección: el primer nivel se dirige a toda la población e implica identificar todos los niños con riesgo de cualquier trastorno evolutivo, hay que mencionar que actualmente en México no se suele utilizar en atención primaria cuestionarios estandarizados de detección de conductas .26 El segundo nivel que implica una investigación más en profundidad de los niños anteriormente identificados como de riesgo de padecer un trastorno evolutivo, diferenciando aquí el autismo de otras clases de dificultades evolutivas. 26 Es importante aceptar que los padres normalmente están en lo cierto en lo referente a sus sospechas el desarrollo de sus hijos y estas deben ser valoradas y conducir a posteriores investigaciones. Sin embargo, la ausencia de sospechas por parte de los padres no implica un desarrollo normal y por tanto el desarrollo del niño debe ser evaluado de forma sistemática. 26 Es muy difícil identificar los niños con variantes menos severas del trastorno (sin retraso mental y del lenguaje), por lo que a veces permanecen sin diagnóstico durante años, causándoles importantes dificultades en sus intentos de responder a las demandas de la educación elemental sin los apoyos específicos. 18 Muy a menudo el diagnóstico de autismo se realiza cuatro o cinco años después de que los padres observan los primeros síntomas. Las razones para este reconocimiento tardío son diversas; pero una de las principales es la falta de identificación de síntomas clave que obliguen a una evaluación diagnóstica en forma. Otro motivo es que en nuestro país son poco conocidos los instrumentos de tamizaje y diagnóstico por parte de los profesionistas primarios como maestros, médicos familiares y pediatras quienes son los primeros en escuchar las preocupaciones de los padres. Aun en contextos más especializados, estas herramientas son poco conocidas pues su adquisición y aplicación es un proceso complejo que a menudo debe realizar el profesionista por su cuenta. A pesar de estos inconvenientes, en años recientes se han realizado grandes esfuerzos para el reconocimiento del autismo puesto que hay evidencias de que las intervenciones tempranas mejoran el pronóstico en estos niños. 27 INSTRUMENTOS DE ESCRUTINIO En la última década se han realizado avances muy importantes en el diseño de instrumentos de diagnóstico y tamizaje, a los que se han utilizado con propósitos de investigación clínica y epidemiológica. En algunos países su uso se ha vuelto una rutina en las escuelas y se ha logrado una mayor detección de autismo por lo que se han elevado las tasas de prevalencia. 27 Los instrumentos son muy diversos, pueden ser listas de autoinforme dirigidos a los padres para que registren los síntomas de los niños, o cédulas de observación para ser completadas por el clínico o el personal entrenado para tal propósito. Lo mejor es el uso mixto de instrumentos para obtener la mayor cantidad de información posible. Dentro de los instrumentos que diagnostican de forma definitiva y miden la gravedad del autismo se encuentran los siguientes: Escala de Evaluación de Autismo Infantil (CARS), dirigida al clínico que evalúa la intensidad del autismo. La entrevista de diagnóstico de autismo (ADI), la entrevista de diagnostico para el autismo revisada (ADI-R), la cédula prelingüística genérica de observación para el autismo (ADOS PL), y la cédula de observación genérica para el autismo (ADOS 19 G) son escalas consideradas standard de oro para el diagnóstico del autismo, siendo demostrada su utilidad en niños mayores de 2 años. 28 Conforme se han mejorado las propiedades psicométricas, de los instrumentos, éstos también se han ajustado para cubrir las necesidades de evaluación de los pacientes autistas con un amplio rango de edad, destreza verbal y cognitiva. Como resultado, se cuenta con instrumentos confiables y adecuados para una población con necesidades muy diversas; estas herramientas han demostrado que un constructo tan complejo y amplio como el autismo se puede medir.29 Diferentes estudios han demostrado que este retraso en el proceso diagnóstico produce una pérdida de los tiempos de intervención con la consecuente repercusión sobre el pronóstico. Se conoce, por ejemplo, que la introducción de juegos simbólicos y del lenguaje antes de los 5 años mejoran el pronóstico. Existen dos instrumentos de escrutinio estandarizados con niveles de sensibilidad y especificidad satisfactorios que pueden ser aplicables en cualquier medio asistencial. El primero de ellos es el Cuestionario para el Autismo en Niños Pequeños (CHAT; Baron-Cohen et al., 1996) (CHecklist for Autism in Toddlers) que fue diseñado para detectar el autismo a los 18 meses de edad. Está compuesto por dos partes, la primera de ellas dirigida a los padres formada por nueve preguntas, y la segunda consta de una serie de cinco preguntas diseñadas para ser observadas o administradas al niño por el profesional durante la visita. Como puntos fuertes de este cuestionario tenemos su fácil aplicación y su capacidad para identificar niños de 18 meses de edad con riesgo de padecer autismo en la población normal. Estudios de seguimiento han puesto de manifiesto que preguntas claves como el señalamiento protodeclarativo, desajustes en el contacto ocular y los juegos simbólicos son signos precoces de autismo con alto valor predictivo. Baron-Cohen investigó a más de 16000 niños con el CHAT detectando 12 niños de alto riesgo, 10 recibieron diagnóstico de autismo y dos de retraso del desarrollo. Todos los diagnósticos fueron confirmados 3,5 años después. Otro estudio longitudinal (Baird et col, 2000) de 6 años de seguimiento efectuado sobre los niños previamente evaluados con el CHAT y utilizando métodos intensivos de 20 diagnóstico, identificó un total de 94 niños (de ellos 50 estaban diagnosticados de Trastorno Autista y 44 de otros Trastornos del Desarrollo). Se comprobó que el CHAT presentaba una sensibilidad del 38% y una especificidad del 98% para el diagnóstico del Trastorno Autista. La sensibilidad disminuía cuándo se trataba de diagnosticar los Trastornos del Espectro Autista. Los autores concluyeron que el CHAT era un instrumento válido para identificar casos de Autismo y Trastornos Generalizados del Desarrollo a la edad de 18 meses. Sin embargo el CHAT no era un instrumento diagnóstico útil para identificar posibles casos potenciales del espectro autista. 30 Por tanto una de las deficiencias encontradas es que es menos sensible para a los síntomas menos severos del autismo como aquellos que presentan Trastornos No especificados, Asperger o Autismo Atípico. Recientemente ha sido elaborada otra escala derivada de la anterior y diseñada por Robins et al. 2001 y que viene en cierto modo a complementarla. Se trata del M-CHAT (Modified Checklist for Autism in Toddlers) que es respondida exclusivamente por los padres y consta de 23 items. Su formato y las primeras nuevepreguntas están tomadas directamente del CHAT. La versión original estaba formada por 30 items pero tras realizar estudio del análisis discriminante y excluir aquellas que muchos padres no las habían contestado se quedó tal y como lo conocemos actualmente. Los objetivos de los autores del M-CHAT al ampliar el cuestionario era identificar un número mayor con Trastornos Generalizados del Desarrollo y no tener que depender de las observaciones del personal médico. Se intentaba que el M-CHAT obtuviera una mejor sensibilidad entre razones por situar la edad de investigación a los 24 meses sin embargo en poblaciones de alto riesgo se considera su aplicación desde los 18 meses de edad. 30 El uso del M-CHAT en población infantil constituye un nivel I de detección, pero cabe mencionar que por la alta sensibilidad y especificidad del estudio la población detectada con fallo en el cuestionario debe ser referida para recibir la intervención necesaria ya que se considera como población de alto riesgo para presentar algún trastorno del espectro autista 30El estudio inicial fue realizado en una población de 1276 niños de 18 meses de edad hasta 5 años de edad, donde solo se eliminó a 21 los niños con falta total de lenguaje expresivo o cualquier alteración funcional del sistema de comunicación así como déficit motor que por lo severo del trastorno no fuera posible obtener respuestas significativas en las pruebas de desarrollo cognitivo. Posteriormente se efectuó el análisis estadístico y se encontró una fiabilidad de α=0,85 para los items críticos (los 6 items que se habían mostrado más discriminates: 7, 14,2, 9, 15 y 13) y un α=0,83 para el cuestionario total. El análisis de la Chi Cuadrado indicó que todos los items del M-CHAT fueron significativamente diferentes entre los niños diagnosticados como autistas en comparación con los niños no diagnosticados excepto los items 1 y 16 que eran de relleno. Basándose exclusivamente en los 6 ítems extraídos del Análisis de la Función Discriminante los autores encuentran una sensibilidad del 0.87 y una especificidad del 0.99, valor predictivo positivo de 0.80 y valor predictivo negativo de 0.99 Los autores utilizan como criterios diagnósticos fallo en 3 de las 23 preguntas o fallo en 2 de las 6 consideradas más importantes. Ambos instrumentos se pueden considerar como válidos para una investigación de Nivel I (Detección) y se lleva a cabo sobre poblaciones no seleccionadas. Una vez que los pacientes han sido detectados como sujetos de riesgo se pasaría a una investigación de Nivel II en dónde se confirmaría el diagnóstico y se efectuaría una evaluación más detallada con la finalidad de elaborar las pertinentes medidas terapéuticas. 30 Cabe mencionar que dentro del seguimiento de los pacientes con fallos suficientes para sospecha de TGD en el cuestionario de tamizaje M-CHAT, se ideó una forma de seguimiento al desarrollo de dichos pacientes llamado Lista de Verificación Modificada para Autismo en Niños Pequeños M-CHAT Follow-up Interview aplicándose de la misma forma que el cuestionario original y con los mismos criterios de calificación formulado para continuar la evaluación de estos pacientes en intervalos cortos tiempo y de ser necesario enviar a especialista. 31 22 PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA Los Trastornos Generalizados del Desarrollo (TGD) son una alteración compleja del desarrollo de origen neurobiológico, con etiologías múltiples y todavía hoy no bien conocidas con manifestaciones clínicas neuroconductuales. La importancia de su detección por los cambios recientes en las cifras de prevalencia hacen que sea esencial la realización de un diagnóstico temprano y acertado. En México, no se cuentan con estadísticas al respecto de la frecuencia de TGD, aunque se estima una incidencia de 6 000 casos nuevos por año, no se encuentra una cifra publicada, por lo que surge la siguiente: PREGUNTA DE INVESTIGACION ¿Cuál es la frecuencia de Trastornos Generalizados del Desarrollo en un grupo de niños 18 a 60 meses atendidos en la UMAE HP CMN SXXI? 23 JUSTIFICACION El autismo todavía se enseña a los médicos como una entidad rara; sin embargo, los números muestran una realidad distinta. Los metaanálisis realizados por Fombonne y Gillberg y Wing, demuestran que la prevalencia es de 10 por cada 10.000 niños. En estudios más recientes, apuntan a que la tasa de Trastorno Generalizado del Desarrollo puede llegar a 40-60 por 10.000. El aumento de la incidencia de los TGD es una preocupación creciente mundialmente. En México no existen estadísticas acerca de la prevalencia de este trastorno, obteniéndose datos probabilísticos de acuerdo a los reportes obtenidos de otros países, se piensa que en los países latinos debe haber una prevalencia de 3 niños por cada mil, entonces si hay 35 millones de niños en México hay aproximadamente 105 mil casos; por lo que si nacen 2 millones 100 mexicanos al año y 3 de cada mil van a tener riesgo de autismo existen mas de 6 mil casos nuevos cada año. En la actualidad, poco menos de 40 mil niños y un número no definido de adultos padecen autismo en México; de acuerdo con expertos, el desconocimiento y la falta de información sobre el padecimiento se convierten en una grave dificultad para que las familias puedan atender a los menores. El contar con estadísticas acerca de la frecuencia de esta alteración y su posible detección temprana puede ayudar a disminuir las secuelas secundarias de los problemas en la comunicación y la interacción social; por otra parte esta información permitirá que el diagnóstico de los TGD sea menos fortuito y mas sistemático, además de que abre la posibilidad de dar asesoría genética ya que los hermanos tienen una posibilidad 5% mayor de presentar también TGD, y una posibilidad todavía mayor de presentar problemas en la comunicación social o en el desarrollo cognitivo, lo que representa un riesgo 100 veces mayor que en la población en general, con repercusiones importantes para el funcionamiento familiar. 24 HIPÓTESIS La frecuencia de Trastornos Generalizados del Desarrollo será mayor de 15% en la población estudiada. 25 OBJETIVO GENERAL • Investigar cual es la frecuencia de niños con diagnóstico de Trastorno Generalizado del Desarrollo atendidos en la UMAE HP CMN SXXI. OBJETIVOS ESPECÍFICOS • Identificar cuáles son las entidades co-mórbidas al TGD • Calcular cual es la frecuencia del trastorno de acuerdo a sexo y edad. • Describir los datos de alarma mas frecuentes asociados al TGD. 26 SUJETOS, MATERIAL Y METODOS El estudio se realizó en la UMAE HP CMN SXXI en la población de 18 a 60 meses de edad atendida tanto en salas de hospitalización así como en la consulta externa de las diferentes áreas del hospital. TIPO DE ESTUDIO Observacional, transversal, prolectivo, descriptivo, analítico CRITERIOS DE SELECCIÓN Criterios de inclusión: 1. Pacientes de 18 a 60 meses de edad atendidos en la UMAE HP CMN SXXI tanto en la consulta externa del hospital como en área de hospitalización. 2. Pacientes Hospitalizados de 18 a 60 meses, ya sea de sexo masculino o femenino, independientemente del motivo de ingreso o motivo de consulta. 3. Cuyos padres acepten participar y firmen la carta de consentimiento bajo información. Criterios de exclusión: • Pacientes en condición de gravedad que impida realizar la evaluación. • Pacientes con falta total de lenguaje expresivo o cualquier alteración funcional del sistema de comunicación. • Pacientes con déficit motor que por lo severo del trastorno no fuera posible obtener respuestas significativasen las pruebas de desarrollo cognitivo. Criterios de eliminación: 1. Pacientes cuyos padres no acepten participar. 2. Pacientes quienes no hayan completado el cuestionario. 27 VARIABLES Variable Definición conceptual Definición operativa Tipo Escala de medición Sexo Variable biológica y genética que divide a los seres humanos en dos posibilidades: mujer u hombre Definición de mujer u hombre descrita en el expediente Cualitativa nominal dicotómica 1. Hombre 2. Mujer Edad Tiempo de existencia desde el nacimiento Tiempo de vida registrada en meses Cuantitativa continua 1. Meses Diagnóstico principal Proceso patológico que tras el estudio pertinente y según criterio facultativo, se considera la causa principal del ingreso del paciente en el hospital Causa principal de ingreso hospitalario Cualitativa Nominal politómica Diagnósticos nosológicos específicos Trastorno Generalizados del Desarrollo (TGD) Alteración grave y generalizada del neurodesarrollo caracterizada por pérdida de habilidades para la interacción social, para la comunicación o la presencia de comportamientos, intereses y actividades estereotipados. Alteración grave y generalizada del neurodesarrollo caracterizada por pérdida de habilidades para la interacción social, para la comunicación o la presencia de comportamientos, intereses y actividades estereotipados. Identificados mediante la escala M-CHAT Cualitativa nominal dicotómica Si/No Signos de alarma Cualquier dato de observación clínica que puede ser una manifestación de una alteración que puede hacerse evidente en cualquier momento Datos clínicos que permiten detección precoz de alteración en el desarrollo Cualitativa nominal Politómica Signo de alarma específico (por ejemplo: Ausencia de balbuceo al año de edad o Cualquier 28 de la evolución del individuo. Concepto clínico que permite la detección precoz de una evolución psicopatológica. alteración en el lenguaje, entre otros) Protodeclarativo Gestos que utiliza el niño para compartir la atención del adulto respecto a un objeto o evento al que señala. Gestos que utiliza el niño para compartir la atención del adulto respecto a un objeto o evento al que señala. Cualitativa nominal dicotómica Si/No Regresión en el desarrollo Pérdida de habilidades del desarrollo obtenidas previamente Pérdida de habilidades del desarrollo obtenidas previamente Cualitativa nominal dicotómica Si/No Lenguaje Conjunto de signos orales y escritos que a través de su significado y su relación permiten la expresión y comunicación humana. Conjunto de signos orales y escritos que a través de su significado y su relación permiten la expresión y comunicación humana. Cualitativa nominal dicotómica Si/No Frecuencia Cantidad de veces que se repite un determinado valor de la variable Cantidad de veces que se repite un determinado valor de la variable Cuantitativa continua Frecuencia simple Enfermedades co-mórbidas Presencia de uno o más trastornos o enfermedades además de la enfermedad o trastorno primario Presencia de uno o más trastornos o enfermedades además de la enfermedad o trastorno primario Cualitativa Nominal politómica Diagnósticos nosológicos específicos 29 TIPO DE MUESTRA No probabilística por conveniencia. TAMAÑO DE MUESTRA Dado que es una muestra no probabilística por conveniencia, no se efectuó ningún cálculo para el tamaño, ya que se incluirán a todos los pacientes de 18 a 60 meses de edad que hayan sido hospitalizados u atendidos en la consulta externa del hospital HP CMN SXXI. PLAN DE ANALISIS Análisis Descriptivo; se calcularon frecuencias simples y proporciones para las variables cualitativas y para las cuantitativas se estimaron la medidas de tendencia central y dispersión de acuerdo al tipo de distribución. 30 DESCRIPCION GENERAL DEL ESTUDIO 1. LUGAR: UMAE HP CMN SXXI, servicios de hospitalización de tercer y cuarto piso, así como pacientes atendidos en la consulta externa del HP CMN SXXI. 2. FORMA DE RECOLECCION DE LOS PACIENTES: Se aplicó el cuestionario M-CHAT a los pacientes que contaron con los criterios de inclusión ya comentados hospitalizados o atendidos en la consulta externa del hospital, de forma no probabilística, por conveniencia. 3. APLICACIÓN DE ESCALAS M-CHAT: Se entregó el cuestionario al padre o madre del paciente previo interrogatorio para la hoja de recolección de datos generales y amplia explicación de la forma en que se responderá dicho cuestionario así como de los beneficios y riesgos con conlleva la aplicación de la prueba. 4. EVALUACION CEGADA DE INVESTIGADOR ASOCIADO: La evaluación de la prueba fue realizada por uno de los investigadores involucrados, de acuerdo a los criterios de calificación ya establecidos del cuestionario. 5. FORMA DE CAPTACION EN HOJA DE CONCENTRACION: Se integró la información obtenida en el cuestionario en la hoja de concentración de datos para facilitar el análisis posterior de la información. 6. DESCARGA EN HOJA DE DATOS ELECTRONICA: Posterior a la captación de los datos se procedió a concentrar la información en base de datos electrónica (Excel). 7. ANALISIS SPSS: Se utilizó el software informático SPSS (Statistical Product and Service Solution) para el análisis estadístico de la información. 8. REDACCION Y ESCRITURA: Por último se procedió al análisis de la información recabada. 31 RECURSOS HUMANOS: Alumna tesista, tutor médico pediatra Investigador y colaborador médico paidopsiquiatra. MATERIAL: Hojas de recolección de datos, lápiz, encuestas impresas, computadora de escritorio y programa software estadístico SPSS 10. RECURSOS FINANCIEROS: No se requirió financiamiento extra y los pocos gastos que se generaron fueron aportados en partes iguales por los participantes del proyecto. FACTIBILIDAD: Se cuenta en el hospital con la infraestructura necesaria, por el tipo de pacientes pediátricos que se atienden, además de que el grupo de investigadores tiene experiencia en este tipo de investigaciones. ANALISIS ESTADÍSTICO Descriptivo: se realizó de acuerdo a la escala de medición de las variables, para las cuantitativas se calculó medidas de tendencia central y de dispersión. Analítico: análisis bivariado en busca de asociaciones. ASPECTOS ÉTICOS De acuerdo al reglamento de la Ley General de Salud en Materia de Investigación para la Salud; en el título segundo sobre los aspectos éticos de la investigación en seres humanos y conforme a lo que se comenta en el artículo 17, el estudio corresponde a una investigación riesgo mínimo debido a que es un estudio prospectivo que emplea el riesgo de incomodidad o manifestación de emociones no predecibles de parte de los padres o el paciente, ante las preguntas del cuestionario, que es de orden personal e implica la posibilidad de diagnósticos no esperados, por lo cual se solicitó la firma de la carta de consentimiento bajo información. 32 RESULTADOS Durante el período de estudio, se ingresaron a hospitalización 120 pacientes, se incluyeron de forma consecutiva 50; por otra parte en pacientes que asistieron a alguna cita a la consulta externa, de diversas especialidades, se incluyeron al azar 51 niños que por edad cumplieron criterio de inclusión, con los que se completó el tamaño de muestra, por lo que el grupo final lo constituyeron 101 pacientes a los que se les realizó el cuestionario de escrutinio M-CHAT así como cuestionario de datos generales y signos de alarma durante un periodo de dos meses, ningún familiar o paciente se negó a participar en el estudio. En latabla 1 se encuentran los datos generales del grupo de estudio, se muestra que la mediana de edad de los pacientes estudiados fue de 36 meses; entre los principales diagnósticos que fueron motivo de hospitalización o consulta lo más frecuente fue la patología quirúrgica en un 43.6%, de diversas especialidades, como ortopedia, otorrinolaringología, oftalmología y maxilofacial, en los que la enfermedad era aguda y sin comorbilidad asociada; entre las áreas médicas destacó la de padecimientos oncológicos en el 12.9%. De igual forma se observó que al 40.6% de los pacientes no se les administraba ningún medicamento. 33 Tabla 1. Características generales del grupo de estudio (n=101) VARIABLE NUMERO o MEDIDA DE TENDENCIA CENTRAL Porcentaje EDAD 36 (18-60 MESES) Na SEXO MASCULINO FEMENINO Relacion M/F 47 54 1:1.1 46.5% 53.5% DIAGNÓSTICO PRINCIPAL Quirúrgico Otros Oncológico Pediatría General Neurológico Psiquiátrico 44 17 13 12 8 7 43.6% 16.8 % 12.9% 11.9% 7.9% 6.9% USO DE MEDICAMENTOS Ninguno Misceláneo Quimioterápico Anticomiciales Otros 41 29 13 12 6 40.6% 28.7% 12.9% 11.9% 5.9% DIAGNÓSTICO DE TGD MEDIANTE M-CHAT Si No 43 58 42.5% 57.5% 34 Como se observa en la tabla 2, los principales datos de alarma para sospecha de TGD, que se detectaron en esta población fueron: la ausencia de palabras sencillas al año de edad y alteración en el lenguaje en el 34.7% cada una, seguido de ausencia de protodeclarativos en un 27.7% y en último lugar la ausencia de balbuceo al año de edad con un 15.8% de la muestra total. Tabla 2. DATOS DE ALARMA EN EL GRUPO TOTAL ÍTEM NUMERO PORCENTAJE NO PALABRAS SENCILLAS AL AÑO DE EDAD 35 34.7% ALTERACION EN LENGUAJE 35 34.7% NO PROTODECLARATIVOS 28 27.7% REGRESION DEL DESARROLLO 18 17.8% NO BALBUCEO AL AÑO DE EDAD 16 15.8% Se muestra en la siguiente tabla la relación existente entre la presencia de signos de alarma y pacientes con M-CHAT sugestivo de TGD, y destaca que en los pacientes con diagnóstico establecido, se demostró asociación entre las variables ya que se reportó Riesgo Relativo de 1.66, IC 95% de 1.18 -2.32 con p de 0.004 TABLA 3. SIGNOS DE ALARMA Y DIAGNÓSTICO DE TGD TGD RR IC 95% P SI NO SIGNOS DE SI ALARMA NO 32 26 11 32 1.66 (1.18-2.32) 0.004 TOTAL 43 58 35 Posteriormente se realizó el análisis de los signos de alarma en los pacientes con cuestionario M-CHAT positivo y el riesgo para TGD, se encontró, tal como se observa en la tabla 4, que el dato de mayor asociación estadísticamente significativa fue la ausencia de balbuceo al año de edad ya que se encontró positivo en 14 pacientes calculándose Riesgo Relativo de 9.442, IC 95%(2.264- 39.381), p 0.001, siendo la ausencia de palabras sencillas al año de edad no estadísticamente significativa. TABLAS 4. RIESGO DE TGD Y SIGNOS DE ALARMA ÍTEM TGD SI NO RR IC 95% P AUSENCIA DE BALBUCEO AL AÑO DE EDAD 14 29 9.442 (2.264-39.381) 0.001 NO SEÑALA OBJETOS (PROTODECLARATIVOS) 15 28 1.556 (.829-2.920) 0.170 AUSENCIA DE EMISION DE PALABRAS SENCILLAS AÑO DE EDAD 19 24 1.602 (0.938-2.736) 0.085 ALTERACION EN LENGUAJE 21 22 2.023 (1.168-3.504) 0.010 REGRESION EN EL DESARROLLO 13 30 3.507 (1.352-9.095) 0.005 36 DISCUSIÓN Los Trastornos Generalizados del Desarrollo (TGD) se caracterizan por una perturbación grave y generalizada de diferentes áreas del desarrollo como habilidades para la interacción social, para la comunicación o la presencia de comportamientos, intereses y actividades estereotipados generalmente impropias del nivel de desarrollo mental o edad del sujeto. 1 Los reportes con relación a la frecuencia son escasos, por lo que el objetivo del presente estudio, fue precisamente indagar cual es la frecuencia de TGD en una población pediátrica de riesgo, que recibe atención en un Hospital de III nivel de atención pediátrica. El HP CMN SXXI en un centro hospitalario de tercer nivel donde se concentra gran diversidad de pacientes en la edad apropiada de tamizaje para esta entidad patológica cuyas características clínicas le hacen una muestra poblacional con riesgo significativo para padecer algún tipo del espectro autista. Se estudiaron a 101 pacientes elegidos al azar que cumplieron los criterios de inclusión de los cuales 50 fueron atendidos en el área de hospitalización y 51 en consulta externa del hospital en sus diferentes áreas. Es importante mencionar que de los sujetos elegidos los principales diagnósticos que fueron motivo de hospitalización o consulta lo más frecuente fue la patología quirúrgica en un 43.6%, de diversas especialidades, como ortopedia, otorrinolaringología, oftalmología y maxilofacial, en los que la enfermedad era aguda y sin comorbilidad asociada; lo que hace aún más parecida la muestra de estudio a una población sin comorbilidad. De igual forma se observó que al 40.6% de los pacientes no se les administraba ningún medicamento. Se obtuvo 42.5% de cuestionarios de tamizaje sugestivos de algún Trastornos Generalizados del desarrollo que de corroborarase la frecuencia estaría muy alta de acuerdo a la epidemiologia reportada en el último estudio de prevalencia total de TGD de la región del Támesis, Londres, que arrojó una prevalencia de 116.1 de cada 10.000 niños 32. Otra cifra al respecto ofrecida, da cuenta de una prevalencia para el año 2006 de 9 37 por cada 1.000 nacidos vivos. Tal prevalencia se presenta en una razón de 1:70 hombres y 1:315 mujeres33. Uno de los últimos estudios realizados a la fecha, por Baron-Cohen et al.34 y basado en una muestra circunscrita en la población escolar, refiere de una prevalencia de TGD en 1 de cada 64 sujetos. En cuanto a la proporción de presentación según el sexo, los TGD afectan mayormente a la población masculina en una proporción de 4:1. Los estudios ponen en evidencia que los TGD aparecen por igual en todas las clases sociales, en las diferentes culturas y razas. De acuerdo a la última publicación de la CDC y ADDM en el 2012 se informa de una prevalencia de 1 en 88 niños es decir 11.3 por cada 1.000. Con los datos previos se estima que la prevalencia de los Trastornos Generalizados del Desarrollo incrementó un 23% del año 2006 al 2008 y un 78% del año 2002 al 2008.Los trastornos del espectro autista son casi 5 veces más común entre los niños (1 en 54) que entre las niñas (1 en 252). Los mayores incrementos en el tiempo se encontraron entre los niños hispanos (110%) y los niños de raza negra (91%).10, esta última circunstancia coincide con la cifra encontrada en este estudio de población hispana, aunque no se ha podido demostrar aspectos raciales en su etiología. En México no existen estadísticas acerca de la prevalencia de este trastorno, por datos probabilísticos de acuerdo a los reportes obtenidos de otros países, se estima que en los países latinos debe haber una prevalencia de 3 niños por cada mil, entonces si hay 35 millones de niños en México hay aproximadamente 105 mil casos; por lo que si nacen 2 millones 100 mexicanos al año y 3 de cada mil van a tener riesgo de autismo existen más de 6 mil casos nuevos cada año.12 Los resultados obtenidos en la población de estudio del total de los 101 cuestionarios realizados se encontró 43 pruebas de tamizaje sugestivas de TGD, 23 de las cuales corresponden a mujeres y 20 a hombres siendo el 53.5% y 46.5% de esta población, con una relación M/F 1:1.1 lo cual no se encuentra acorde a la epidemiologia reportada esto probablemente por la presencia de comorbilidades asociadas como enfermedadescrónicas, trastornos genéticos, retraso en el 38 desarrollo cognitivo y psicomotor que hacen imposible la diferenciación entre algún trastorno del espectro autista primario y el secundario a una patología estructural. El autismo puede ser diagnosticado con fiabilidad en niños de menos de 3 años de edad; estudios recientes han demostrado que los síntomas del autismo son constatables desde los 18 meses y estables hasta la edad preescolar. Están implicados síntomas negativos o alteraciones conductuales en las siguientes áreas: contacto ocular, orientación hacia su propio nombre, juegos de atención compartida (señalar, mostrar), juego simbólico, imitación, comunicación no verbal y desarrollo del lenguaje.12 Se ha demostrado que casi el 25% de los niños presentan alteraciones evolutivas en algún momento. Por lo tanto, la detección evolutiva se debe convertir en una rutina esencial en toda visita del niño sano durante la lactancia y edad preescolar, e incluso durante los primeros años de escolaridad si las sospechas aumentan. A los 12 meses los signos de alerta son: disminución del contacto ocular, no reconocer su nombre, no señalar para pedir y no mostrar objetos a los adultos.Diversos estudios de detección precoz de síntomas han confirmado estos datos y sugieren que el autismo puede ser detectado en torno a los 12 meses de edad.12 Es por lo anterior que se diseñó la Lista de Verificación Modificada para niños pequeños M-CHAT Follow-Up Interview en 1999 con lo que se logra mejor seguimiento de la evolución de estos pacientes. 31 y de presentar evolución favorable poder descartar la presencia del alguna entidad del espectro autista, de lo contrario canalizar con el especialista. Debido a lo expresado en el párrafo anterior fue que durante el proceso de realización del cuestionario de escrutinio M-CHAT instrumento de tamizaje que fue seleccionado por su muy alta sensibilidad y especificidad para detectar este tipo de padecimientos, se interrogó también sobre la presencia de signos de alarma en los pacientes, específicamente: ausencia de balbuceo al año de edad, ausencia de protodeclarativos (no señala con el dedo para llamar la atención hacia algún 39 objeto indicar algo, ausencia de palabras sencillas al año de edad, cualquier alteración en el lenguaje y regresión en el desarrollo). Con lo que se obtuvo que los principales datos de alarma para sospecha de TGD, que se detectaron en esta población fueron: la ausencia de palabras sencillas al año de edad y alteración en el lenguaje en el 34.7% cada una, seguido de ausencia de protodeclarativos en un 27.7% y en último lugar la ausencia de balbuceo al año de edad con un 15.8% de la muestra total. la relación existente entre la presencia de signos de alarma y pacientes con M-CHAT sugestivo de TGD, y destaca que en los pacientes con diagnóstico establecido, se demostró asociación significativa entre las variables . Posteriormente se realizó el análisis de los signos de alarma en los pacientes con cuestionario M-CHAT positivo y el riesgo para TGD, se encontró, que el dato de mayor asociación estadísticamente significativa fue la ausencia de balbuceo al año de edad ya que se encontró positivo en 14 pacientes, en contraste la ausencia de palabras sencillas al año de edad no fue estadísticamente significativa; esta información no difiere de lo encontrado en la literatura revisada, donde además de detectarse algún tipo de Trastorno de Espectro Autista se insiste en la detección de los datos de alarma más frecuentemente observados y que son predictores con alta sensibilidad de alguna alteración en el desarrollo ya que además de detectarse este tipo de alteración y rehabilitación de forma temprana se puede detectar retraso en una parte del desarrollo. El diagnóstico oportuno de una patología tan compleja como el espectro autista, no ha podido medirse de forma rutinaria por motivos que dificultan su evaluación como la variabilidad clínica, la falta de especificidad de los síntomas que incluye por un lado a niños con retraso mental, ausencia de lenguaje y bajo nivel de rendimiento y, por otro lado, a niños con lenguaje y coeficientes intelectuales normales, así como un mejor ajuste psicosocial. Las clasificaciones del DSM-IV y CIE-10 no enfatizan lo suficiente el cambio en la expresión de síntomas a lo largo del desarrollo, porque describen los criterios que se presentan a los cuatro o cinco años de edad, por lo que resulta difícil el reconocimiento del autismo en niños pequeños con edades entre 18 meses y 3 40 años es por lo cual este espectro puede ser fácilmente confundido con múltiples enfermedades que pueden ocasionar las misma expresión clínica. La Asociación Americana de Psiquiatría (AAP) publicó en mayo del presente año el Manuel DSM-5, donde se consideran cambios respecto al tema de Trastornos Generalizados del Desarrollo, incluyéndolos dentro del apartado de Trastornos del Neurodesarrollo. Dentro de los cambios realizados se encuentran que en el DSM- IV se denominaban “Trastornos Generalizados del Desarrollo”. En el DSM-5 pasa a denominarse Trastorno del Espectro Autista y se eliminan todas las categorías diagnósticas que se incluían dentro como entidades independientes (Síndrome de Asperger, Síndrome de Rett, Trastorno autista, Trastorno Desintegrativo de la Infancia y Trastorno Generalizado del Desarrollo no especificado). El síndrome de Asperger se subsume dentro del TEA, ya que las investigaciones no lo diferencian del autismo de alto funcionamiento. Con respecto al Trastorno Desintegrativo de la Infancia se han criticado los criterios diagnósticos y la dificultad en distinguirse del autismo con regresión. habilidades. El Trastorno Generalizado del Desarrollo no especificado se incluye también dentro de la dimensión TEA, perdiendo su nombre como entidad independiente. El motivo igualmente es la dificultad de encontrar diferencias y establecer límites entre este y el autismo. Por último, el Síndrome de Rett desaparece de los actuales TGD y próximos TEA, pues los síntomas autistas que muestran los niños con este síndrome tienen unperiodo de duración limitado. De igual forma los criterios diagnósticos se modifican pasando a unirse las alteraciones sociales con las comunicativas y manteniendo el tercer eje referido a la rigidez mental y del comportamiento, incluyéndose: A. Déficits persistentes en comunicación e interacción social. B. Patrones repetitivos y restringidos de conducta, actividades e intereses. C. Los síntomas deben estar presentes en la infancia temprana. D. El conjunto de los síntomas limitan y deben alterar el funcionamiento diario. Debiéndose cumplir los criterios A, B, C, y D 41 Es por ello que dentro de las limitaciones de este estudio se encuentra el tipo de muestra estudiada ya que no es la población ideal para realizar un instrumento de tamizaje por las comorbilidades con las que cuenta, pues el HP CMN SXXI es una lugar de concentración de pacientes con patología estructural que en gran cantidad de individuos han dejado secuelas a nivel motor, sensitivo o cognitivo, con lo que se puede tener sesgo en la información que puede incrementar con esto el número de pacientes con diagnóstico erróneo en el cuestionario de tamizaje. Es por lo cual que para disminuir el sesgo por falta de representatividad de la muestra, lo conveniente es realizar un seguimiento longitudinal para descartar y/o confirmar el diagnóstico y de ser necesario iniciar de forma oportuna el manejo necesario o más aún realizar encuestas de escrutinio poblaciones en Jardín de Niños o en Estancias Infantiles. Existe inquietud ante estas modificaciones realizadas ya que de acuerdo a este nuevo manual se define Retraso Global del Desarrollo cuando hay evidencia de un trastorno intelectual perolos criterios para este no se cumplen completamente, ya sea debido a que se necesitan más datos, los sujetos son demasiado pequeños para manifestar los síntomas o no son capaces de completar los requisitos de la evaluación. El grado general de severidad del trastorno, en vez de basarse en los diferentes IQs obtenidos en un test, se dirigirá más hacia como el sujeto funciona en su vida diaria y su comunidad. La hipótesis del presente estudio fue aceptada siendo la frecuencia elevada hasta un 42.5 %, con relación H/M 1:1.1 dentro de las co-morbilidades asociadas con mayor predominio fueron aquellas relacionadas con padecimientos quirúrgicos, seguidas de las oncológicas y de pediatría general. Es importante señalar que los pacientes detectados en este estudio, serán localizdos y referidos a la consuta externa de paidopsiquiatria con la finalidad de ser reevaluados y de ser necesario otorgar la rehabilitación necesaria. 42 Reflexiones finales: Es de vital importancia y objeto de interés de este estudio invitar a todo personal de salud a escuchar las preocupaciones de los padres ante la aparición de signos de alarma ya que cualquier sospecha de alteración en cualquier ámbito del desarrollo debe ser estudiada no solamente con las tablas de desarrollo utilizadas de forma convencional también con pruebas de tamizaje y de forma longitudinal así como comprender la necesidad de detectar, canalizar y proporcionar manejo integral a este tipo de pacientes ya que como se ha comentado las habilidades lingüísticas, el nivel intelectual general y la independencia personal son los factores relacionados más significativamente con el pronóstico a largo plazo e intervención temprana. 43 CONCLUSIONES 1. La frecuencia de TGD fue mayor a lo esperado y parece estar relacionado al sesgo de referencia, ante el estudio de una población en riesgo por incremento de co-morbilidad. 2. Los signos de alarma son realmente predictores positivos de TGD al encontrarse relación estadísticamente significativa. 3. La alta frecuencia reportada sugiere la necesidad de realizar escrutinio sistemático en población susceptible por ejemplo en guarderías, escuelas preescolares y consulta pediátrica general. 4. Pacientes con comorbilidad asociada, requieren valoraciones periódicas con instrumentos de tamizaje para TGD para identificar y canalizar a centros de rehabilitación integral. 5. La identificación temprana de este espectro de patologías permitirá la adecuada intervención y manejo oportuno mejorando pronóstico y calidad de vida. . 44 REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS 1. American Psychiatric Association. DSM-IV-TR: Brevario: Criterios Diagnósticos. Barcelona: Masson,1995. 2. American Psychiatric Association. 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