Descarga la aplicación para disfrutar aún más
Vista previa del material en texto
UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO . FACULTAD DE PSICOLOGÍA “ESTRÉS Y ESTRATEGIAS DE AFRONTAMIENTO: DIFERENCIAS ENTRE NIÑAS INSTITUCIONALIZADAS Y NIÑAS NO INSITUCIONALIZADAS. T E S I S QUE PARA OBTENER EL GRADO DE LICENCIADO EN PSICOLOGÍA: P R E S E N T A : NADAL ROSAS STELLA Directora: Dra. María Emilia Lucio Gómez-Maqueo Revisora: Mtra. Laura Ángela Somarriba Rocha Sinodales: Dra. Blanca E. Barcelata Eguiarte Mtra. Guadalupe B. Santaella Hidalgo Mtra. María Asunción Valenzuela Cota 2015 Javier Texto escrito a máquina Ciudad Universitaria, Cd.Mx., 2016. Javier Texto escrito a máquina Javier Texto escrito a máquina UNAM – Dirección General de Bibliotecas Tesis Digitales Restricciones de uso DERECHOS RESERVADOS © PROHIBIDA SU REPRODUCCIÓN TOTAL O PARCIAL Todo el material contenido en esta tesis esta protegido por la Ley Federal del Derecho de Autor (LFDA) de los Estados Unidos Mexicanos (México). El uso de imágenes, fragmentos de videos, y demás material que sea objeto de protección de los derechos de autor, será exclusivamente para fines educativos e informativos y deberá citar la fuente donde la obtuvo mencionando el autor o autores. Cualquier uso distinto como el lucro, reproducción, edición o modificación, será perseguido y sancionado por el respectivo titular de los Derechos de Autor. Agradecimientos Al proyecto PAPIIT IN305613-3 porbrindarme los recursos y el apoyo para la realización de este trabajo. A la Universidad Nacional Autónoma de México y en particular a la Facultad de Psicología, por abrirme sus puertas, sin duda, saber que había sido aceptada fue uno de los días más felices de mi vida. Siempre estaré orgullosa de formar parte de esta comunidad. A la Dra. Emilia Lucio, por darme la oportunidad de formar parte de este proyecto, porcada consejo, siempre acertado, por enriquecerme con su conocimiento y profesionalismo. Por fungir de guía a lo largo de este proceso. A la Mtra. Laura Somarriba, por sus valiosos consejos, su tiempo y disposición. A la Dra. Blanca Barcelata, por aconsejarme y alentarme. A las Mtras. María Asunción Valenzuela y Guadalupe Santaella por regalarme su valioso tiempo siempre con la mejor disposición para la revisión de esta tesis. A la Mtra. Consuelo, por siempre estar cuando la necesité, por su modo amable y siempre sonriente. A la Dra. Edith Romero por hacer que el análisis fuera más sencillo de realizar y de entender, por transmitirme parte de su conocimiento y por su valioso tiempo. Al Colegio del Valle de México y al Instituto del Pilar, por abrirme sus puertas por segunda vez, por hacer de este lugar, un hogar para mí, por formarme académicamente, en especial a las madres Teresita, Luz y Covadonga, siempre estaré infinitamente agradecida. Dedicatoria A mi papá, por ser un guerrero, por ser la muestra más grande de amor incondicional, por siempre caminar a mi lado, gracias por nunca abandonarme. Gracias por tomar mi mano cada domingo y por abrazarme cada viernes. Gracias por cada sacrificio que has hecho por más doloroso que fuera. Sin ti, yo no estaría aquí. A mi hermana, Natalia, por ser mi compañera de vida, por estar siempre a mi lado en los momentos más difíciles y en los más felices, por conocerme mejor que nadie, por tomarme de la mano cuando tenía miedo, por siempre cuidarme y defenderme, gracias por ser la mejor hermana mayor. A mi hermano, Luis Manuel, por ser mi compañero de juegos, por ser la persona más adorable, por siempre querer volver a casa para verte (Ya quiero que cumplas 30). A mi hermano pequeño, José Manuel, por ayudarme a ser mejor persona, por hacerme reír y ser niña de nuevo, Gracias por creer en mí. A mi abuelo, Luis, por ser un gran ejemplo de vida y fortaleza. A mi abuela, Rosa, por ser abuela y al mismo tiempo madre para mí, por dedicarme tu tiempo y sobre todo tu paciencia, por brindarme el amor de una madre. A mis tías Rose y Maribel, por ser mis hadas madrinas, no pude tener mejor ejemplo de mujer que ustedes. A mi tío Pepe, por adoptarme todas las vacaciones, por hacerme feliz. Gracias, a mis primos, por hacer mi infancia más feliz. A Héctor, mi guaps, por enseñarme que la perseverancia lo puede todo, por siempre alentarme a ir por más. Gracias por siempre tomar mi mano, por hacerme sonreír y brindarme siempre tu amor. A mis amigos de la facultad de psicología, por hacer de la universidad una experiencia increíble. A mis compañeras del cubículo 8 y 9,gracias por siempre apoyarme, por contestar cada pregunta y creer en mí. Son el mejor equipo de porras que hay. Resumen 1 Introducción 3 Capítulo 1. Institucionalización 1.1 Que es la institucionalización 7 1. 1.2 Institucionalización en México. 8 1.1.3 Tipos de Institucionalización 9 1.2. Causas de la institucionalización 11 1.3 Desarrollo normal del niño 14 1.4 Desarrollo del niño institucionalizado 18 1.4.1 Estudios sobre el desarrollo de los niños institucionalizados 18 Capítulo 2. Estrés 2.1 Antecedentes 31 2.1.1 Modelos explicativos del estrés 34 2.2 Definición del estrés 37 2.2.1 Causas del .estrés 39 2.2.2 La respuesta del estrés 41 2.2.3 Efectos del estrés 45 2.3 Estrés en niños 48 2.3.1 Situaciones estresantes en la infancia 50 2.3.2 Variables moderadoras del estrés 55 ÍNDICE 2.3.3 Estrés y salud en la infancia 58 2.4 Estrés en niños institucionalizados 60 Capítulo 3. Afrontamiento 3.1Antecedentes 65 3.2 Definición de Afrontamiento 66 3.3.2 El afrontamiento como proceso 67 3.3 Tipos de Afrontamiento 68 3.4 Recursos de afrontamiento 78 3.5 Afrontamiento en niños 80 3.3.5 Afrontamiento y desarrollo 81 3.3.6 Variables moderadoras del afrontamiento 86 3.3.7 Afrontamiento y Salud 89 3.6 Afrontamiento en niños institucionalizados 91 Capítulo 4. Metodología 4.1 Justificación y planteamiento del problema 95 4.2 Preguntas de investigación 96 4.3 Objetivos 96 4.4 Objetivos Específicos 97 4.5 Hipótesis 97 4.7 Tipo de estudio 97 4.8 Muestreo 98 4.9 Participantes 98 4.10 Criterios de selección 99 4.11 Escenario 99 4.12 Instrumentos 100 4.13 Procedimiento 114 4.14 Consideraciones éticas 116 4.15 Análisis de datos 117 Capítulo 5. Resultados 5.1 Descripción de datos sociodemográficos 119 5.1 Participantes 119 5.1.2 Características sociodemográficas sobre la composición familiar 120 5.1.3 Características sociodemográficas sobre la ocupación de los padres 122 5.1.4 Percepción de situación económica e ingresos familiares, percepción de la satisfacción de necesidades 122 5.1.6 Satisfacción escolar 124 5.2 Escala Infantil de Estrés 125 5.3 Escala de Afrontamiento infantil 127 Capítulo 6. Discusión y Conclusiones 6.1Discusión 130 6.2 Conclusiones 134 6.3Limitaciones 136 6.4 Sugerencias 137 Referencias 139 Anexos 151 1 Resumen El presente estudio se realizó con el objetivo de analizar, las diferencias entre el nivel de estrés y las diferencias de las estrategias de afrontamiento utilizadas por dos grupos, niñas institucionalizadas y niñas no institucionalizadas. Para dicho estudio, participaron un total de 60 niñas; 30 niñas institucionalizadas y 30 niñas no institucionalizadas, las cuales comprendían de los 8 a 12 años de edad y pertenecían al grado escolar de tercero a sexto grado de primaria. El estudio se realizó en un colegio particular de la ciudad de México. Para los fines del estudio, se aplicó una ficha sociodemográfica, la escala infantil de estrés (EIE) de Lucio, Durán y Heredia (2013) y la escalainfantil de afrontamiento (EIA) (Lucio, Durán y Heredia, 2015). Se llevaron a cabo análisis de frecuencias, para conocer los datos sociodemográficos de la población, así como el empleo de una prueba t de student para muestras independientes, con el propósito de conocer las diferencias entre los dos grupos respecto al nivel de estrés y las estrategias de afrontamiento utilizadas. Se encontró que en cuanto al nivel de estrés, las niñas institucionalizadas presentaban mayores niveles de estrés en el factor falta de confianza y respeto con una significancia de 0.27. En cuanto al tipo de afrontamiento utilizado, las niñas institucionalizadas mostraron utilizar más el afrontamiento de tipo evitativo con una significancia de 0.40. En cuanto a las diferencias en las estrategias de afrontamiento utilizadas por los dos grupos, las niñas institucionalizadas reportaron utilizar más la estrategia de miedo (.040) y distracción (.016). Palabras clave: institucionalización, afrontamiento, estrategias de afrontamiento, estrés. 2 - 3 Introducción En México existen aproximadamente 29,310 niños institucionalizados (Ramírez, Urbieta, Márquez,Elizarrarás, 2009) y esta cifra va en aumento. Sin embargo, son pocos los estudios en nuestro país que hablan acerca de cuántos niños hay institucionalizados y sin cuidados parentales y del impacto que tiene la institucionalización en la salud y desarrollo del menor. Es por ello que este estudio, gira en torno a tres ejes principales, la institucionalización, el estrés y el afrontamiento. La institucionalización ha surgido como una medida de acción por parte del estado y de las instituciones privadas para brindar, principalmente, protección al menor. Sin embargo, la institucionalización puede ser también considerada como un factor de riesgo ya que puede, entre otras consecuencias, generar estrés en los niños. El estrés, es definido como “una relación particular entre el individuo y el entorno que es evaluado por éste como amenazante o desbordante de sus recursos y que ponen en peligro su bienestar” (Lazarus&Folkman 1986). La importancia del estrés radica, como lo dice la definición, en que pone en riesgo el bienestar de la persona teniendo consecuencias negativas para la salud, tanto a nivel físico como psicológico, por lo que crece el interés de estudiar el estrés en los niños ya que diversos estudios han demostrado que los niños también se estresan y en el caso de los niños quienes viven sin cuidado parentales , los sistemas de estrés se ven afectados, teniendo consecuencias negativas en el desarrollo del menor. Es por esto que surge uno de los objetivos de este estudio, analizar las diferencias del nivel de estrés entre las niñas institucionalizadas y las niñas no institucionalizadas. Aunado a esto, el término estrés está ampliamente relacionado con el de afrontamiento, definido por Lazarus y Folkman (1991), como “aquellos esfuerzos cognitivos y conductuales constantemente cambiantes que se desarrollan para manejar las demandas específicas externas y/o internas que son evaluadas como excedentes o desbordantes de los recursos del individuo”. Cada niño afronta de diferente manera, en diferentes condiciones y en diferentes circunstancias, por lo 4 que es importante conocer como los niños que viven en una institución y niños que viven fuera de esta, afrontan dichas demandas, es por ello que surge el siguiente objetivo de este estudio, analizar las diferencias entre dos grupos, niñas institucionalizadas y niñas no institucionalizadas respecto a las estrategias de afrontamiento que utilizan. A lo largo de este trabajo se podrá observar cómo se relaciona tanto el estrés como el afrontamiento, en los dos grupos mencionados, niñas institucionalizadas y niñas no institucionalizadas. Por lo que es importante tener en mente que, no a todas las personas les estresan las mismas cosas y que no todas las personas afrontan de la misma manera situaciones iguales y que esto va a depender de los recursos externos e internos del individuo. Este trabajo está conformado por 6 capítulos: El primero de ellos ofrece un panorama acerca de lo que es la institucionalización, los tipos de institucionalización, la causa y el desarrollo del niño normal e institucionalizado. Posteriormente el segundo capítulo, desarrolla el tema de estrés, la definición, las causas, las respuestas y los efectos del estrés, así como el estrés en niños y niños no institucionalizados. En el tercer capítulo, se desarrolla el tema de afrontamiento, sobre los antecedentes, diferentes definiciones, tipos y recursos de afrontamiento y el afrontamiento en niños y niños institucionalizados. Posteriormente, el capítulo cuarto, se plantea la metodología utilizada. En el quinto capítulo se presentan los resultados, donde se observan las diferencias entre los dos grupos, respecto a la ficha sociodemográfica, el estrés y el afrontamiento. Finalmente en el sexto y último capítulo, se lleva a cabo la discusión de los resultados así como las conclusiones, algunas sugerencias y limitaciones del estudio. En nuestro país existe poca investigación en este tipo de población que cada vez va en aumento y que tiene infinidad de necesidades, es por ello que este trabajo puede contribuir para la realización de futuras investigaciones. 5 Capítulo 1. Institucionalización Los niños conforman el grupo más vulnerable de un país. Skinner et al (2004) definen a un niño vulnerable como aquel que no tiene acceso a la satisfacción de sus necesidades básicas,las cuales son: alimentación, higiene, descanso, ropa, atención de salud, protección y educación. Dentro de ese grupo destacan los niños privados del cuidado de sus progenitores, es decir los niños que no viven, al menos, con uno de sus progenitores por cualquier razón o circunstancia (Fernández-Daza &Fernández-Parra, 2013) y por lo mismo, no pueden satisfacer dichas necesidades básicas. Es por ello que, como grupo vulnerable, todos los niños tienen derecho a vivir y crecer dentro de un entorno familiar, seguro y protector, que brinde salud, nutrición y educación, sin embargo, son muchas las familias que carecen de recursos y habilidades para cumplir con las tareas básicas de formación y protección de sus miembros, lo cual puede repercutir negativamente en el ejercicio pleno de los derechos de los niños, niñas y adolescentes que forman parte del núcleo familiar. Los niños precisan de satisfactores en aquellas necesidades que cubre normalmente el contexto familiar, como lo son de tipo físico, alimentación adecuada, vivienda adecuada, vestidos e higiene, atención sanitaria, sueño, ejercicio físico, espacio exterior adecuado y por otro lado de tipo autónomo, así como la participación activa, normas estables, vinculación afectiva primaria, interacción con iguales, educación formal e informal, tiempo de juego y ocio y protección de riesgos psicológicos (Campos, Ochaíta, & Espinosa, 2011) El cumplimiento de la satisfacción de estas necesidades genera expectativas para un desarrollo óptimo, pues es en la familia donde se inicia y desarrolla desde temprana edad, los primeros procesos de socialización que facilitan a sus miembros las siguientes etapas de desarrollo y la relación con su entorno. 6 El artículo 16 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos (1984, ONU , 2015) establece que “La familia es el elemento natural y fundamental de la sociedad y tiene derecho a la protección de la sociedad y del estado”, es por ello que cuando los padres de familia, por diferentes causas, no desempeñen su rol adecuadamente, la familia deja de ser un lugar idóneo para el desarrollo del niño y es el estado quien tiene que hacerse responsable para asegurar el bienestar del menor. Ochaita y Alarcón (2006) mencionan que la desintegraciónfamiliar priva al niño de tener un desarrollo adecuado, afectando su estado emocional y social. Esta separación, según los autores, es uno de los acontecimientos vitales más estresantes que pueden acontecer los niños, niñas y adolescentes. Debido a la incidencia de múltiples factores sociales, económicos, políticos y/o culturales que afectan a las familias, muchos niños se encuentran privados de cuidados parentales, por lo que, surge la necesidad de que el estado asuma su protección a través de la institucionalización, brindando al menor, cuidado, alimentación, ropa, techo y educación. En consecuencia, es el Estado y las instituciones privadas, muchas de ellas de tipo caritativo, los que asumen parte de este rol protector (Fernández-Daza &Fernández-Parra,2013). Los recursos que brinda la institucionalización, según Rodrigo y Palacios (1998) , están diseñados para de alguna manera, sustituir a la familia en la satisfacción de las necesidades infantiles y adolescentes en salud y autonomía, tratando de conseguir que los niños que viven en estas instituciones puedan lograr determinados niveles de autonomía, comprensión, adaptación y participación activa en su cultura. 7 1.1 ¿Qué es la institucionalización? El término institucionalización ha sido relacionado con diferentes alternativas de actuación para proteger a los niños, recibiendo diferentes denominaciones: acogida o cuidado residencial, cuidado institucional, proporción de abrigo, hogar de protección, internados, orfelinato, casa hogar, entre otros (Fernández-Daza & Fernández-Parra, 2013). Las causas que llevan a la institucionalización de los niños pueden ser diversas. La institucionalización se vuelve para algunos, una medida de protección, separando al niño de sus progenitores, ya sea de manera temporal o permanente, cuando permanecer en su casa representa un riesgo para la integridad del menor, (Benavides & Miranda, 2007; Gómez, Muñoz & Haz, 2007; Ison&Morelato, 2008; Muñoz, Gómez & Santamaría, 2008 en Fernández-Daza &Fernández-Parra, 2013) y una solución parcial para aquellos niños que se han quedado sin cuidados paternos. Berger, P y Luckman, T (1984) definen la institucionalización comouna caracterización reciproca de acciones habituales por tipos de actores en la que los niños, niñas y adolescentes institucionalizados permanecen en hogares de abrigo y protección, donde un gran número de individuos en igual situación, aislados de la sociedad por un periodo apreciable de tiempo, comparten en su encierro una rutina diaria. La institucionalización o acogimiento residencial es una de las medidas más utilizadas, en sus diversas formas, como una respuesta a la situación de desamparo en la que se encuentran algunos menores. Esta medida puede llegar a tener una duración prolongada que, en algunos casos, llega a cubrir la totalidad de la minoría de edad (Fernández, Juan, Hamido& Ortiz,2009). Para Silva, Lemos y Nunes (2013) la institucionalización es una respuesta social a las situaciones en las que el desarrollo integral del menor está en riesgo, por ser una medida de promoción y protección alternativa a la familia de origen. 8 Estas instituciones se caracterizan por albergar niños y adolescentes protegiendo por sobre todo la salud mental y física de su población, para tal efecto, se pone a disposición: vivienda, alimentación, vestimenta y paralelamente se ofrecen servicios psicológicos, de fisioterapia, médicos y dentales. Todo con el propósito de servir a su población de manera integral y participar en la formación y desarrollo de individuos sanos de mente y cuerpo. La Secretaría de Salud de México (2011) define la Institucionalización de niños y adolescentes como unamedida de protección para los menores en desamparo, llevando al internamiento en casas cuna, casas hogar o albergues (centros asistenciales), los cuales se convierten en un lugar donde vivirán hasta cumplir la mayoría de edad o, en algunos casos, hasta que se regularice su situación jurídica. 1.1.2 Institucionalización en México En el año 2005, El Fondo de las Naciones Unidad para la infancia (UNICEF), estimaba que 1.6 millones de niños y niñas se encontraban en orfandad. Sin embargo este cálculo se limita a considerar que en el país el 5 % por ciento del total de la población infantil es huérfana. Para el 2009, se habla de 1.8 millones. Posteriormente, se realizó un estudio que arrojó que, en el mismo año, había aproximadamente 412,456 niños y niñas sin cuidado parental, de los cuales 29,310 están institucionalizados y 5 millones 137 mil 233 se encuentran en riesgo de perder el cuidado parental(Ramírez et al 2009). El Sistema Nacional DIF en 2012 contabilizó un total de 725 albergues, de los cuales 14.2% fueron públicos y 85.5% privados, atendiendo a un total de 16,893 niños y niñas y adolescentes. Se reportó que en cuanto a la diferencia de sexo, hay 8,733 niñas albergadas y 8, 160 niños albergados (Secretaría de gobernación 2014). Actualmente no se cuenta con información precisa a nivel nacional del total de población infantil que vive en centros asistenciales, principalmente en las 9 instituciones privadas. Ante esta situación, el Comité de los Derechos del Niño de la ONU emitió al estado mexicano recomendaciones relacionadas con la infancia privada del medio familiar, reconociendo que hay una falta de información sobre el número de niños y niñas que han sido separados de sus padres y que viven en instituciones, de sector social, público o privado así como las condiciones en las que se encuentran (Secretaría de Gobernación, 2014). 1.1.3 Tipos de institucionalización Las instituciones pueden ser públicas, privadas o mixtas, de tipo transitorio o permanente. La ley de Asistencia Social de la Secretaría de Gobernación en México (Secretaría de Salud, 2011), establece este concepto (asistencia social), como “El conjunto de acciones destinadas a mejorar las situaciones de carácter social que impidan el desarrollo integral del individuo, ya sea de tipo físico, mental o social. Encontrándose en un estado de indefensión, desventaja física y mental, permitiéndole lograr una vida plena y productiva”. Dicha ley, va dirigida a los individuos y familias que por sus condiciones físicas, mentales, jurídicas o sociales requieran de servicios especializados para su protección y su plena integración al bienestar, pero primordialmente a todos los niños, niñas y adolescentes, en espacial aquellos que se encuentren en situación de riesgo. La asistencia social va encaminada hacia aquellos sectores de población o personas en estado de vulnerabilidad, las cuales se encuentran en situaciones de riesgo o discriminación impidiéndoles alcanzar mejores niveles de vida, y por tanto requieren atención del gobierno y sociedad para lograr su bienestar. En ese sentido es necesario que el gobierno y sociedad en general optimicen establecimientos o espacios de los sectores público, social o privado para prestar servicios de cuidado, atención, alimentación y alojamiento para niños, niñas y adolescentes en situación de riesgo y vulnerabilidad. Como se mencionó anteriormente, no se cuanta con la información precisa de la cantidad de albergues que hay en nuestro país, sin 10 embargo, los últimos datos muestran que son más los albergues privados que públicos, reflejando una falta de establecimientos que brinden estos servicios. A continuación se definen los servicios de asistencia social para niños, niñas y adolescentes en situación de riesgo y vulnerabilidad en México según la Ley de asistencia social (2014, en Secretaría de Gobernación, 2014). Albergue permanente, al establecimiento que otorga servicios asistenciales a niños, niñas y adolescentes en situación de riesgo y vulnerabilidad de manera continua e ininterrumpida, dependiendodel modelo de atención de cada establecimiento Albergue temporal, al establecimiento que otorga servicios asistenciales a niños, niñas y adolescentes en situación de riesgo y vulnerabilidad por tiempo limitado, en tanto se resuelve la situación jurídica, social o familiar del menor o del adolescente. Atención institucional, servicios asistenciales que de acuerdo al modelo de atención, se proveen a niños, niñas y adolescentes en establecimientos públicos, sociales o privados. Casa cuna, al establecimiento que otorga servicios asistenciales a niños y niñas de 0 meses y hasta cumplir 6 años de edad, con la posibilidad de ampliar el rango de edad en casos especiales, de acuerdo a su modelo de atención. Casa hogar, al establecimiento que otorga servicios asistenciales a niños, niñas y adolescentes de ambos sexos de 6 años y hasta cumplir 18 años de edad, en casas mixtas o por sexo, con la posibilidad de modificar el rango de edad, de acuerdo a su modelo de atención. Internado, al establecimiento que otorga servicios asistenciales a niños, niñas y adolescentes, de acuerdo a las características y necesidades de su ámbito familiar, conforme al modelo de atención en sus diferentes horarios. 11 Cada una de ellas deberá brindar, según dicha ley, alojamiento permanente, alimentación, vestido, procuración del desarrollo educativo, así como contar con personal responsable de la coordinación o dirección y personal que proporcione atención en actividades de estimulación, formación, promoción, atención médica por medios propios o a través de terceros en casos de urgencia. 1.2 Causas de la institucionalización Los niños sin cuidado paternal y que pueden llegar a ser institucionalizados, son aquellos que por diversas razones no viven con el padre o madre o no están al cuidado de estos y dentro de los motivos para que se dé dicha situación, se ubican: la orfandad, debido a que el padre o madre han fallecido, que sean huérfanos simples (pérdida del padre o madre) o dobles (pérdida del padre y la madre); abandono, se da cuando a los niños y adolescentes les faltan en forma temporal o permanente las personas que habrían de encargarse de su cuidado físico y emocional, crianza y formación, o existiendo, cuando éstaspersonas incumplan con sus obligaciones y deberes (ICBF, 2007 citado en Durán y Valoyes , 2009) situaciones de desastres naturales y sociales que dan pie a la separación temporal o definitiva del niño y adolescente, y una diversidad de circunstancias que impiden el cuidado del niño, como, enfermedad, conflicto armado, desplazamiento, vida en las calles, delincuencia, etc. ( Durán &Valoyes , 2009) Es de señalar, que no es posible describir todos los elementos que influyen para que le infancia pierda su entorno familia, parental o se encuentre en riesgo, sin embargo a continuación se explicarán algunas de las causas que se encuentran en la literatura. Durán y Valoyes (2009) agrupan las causas en, Económicas; como la pobreza, la miseria, altas tasas de desempleo, el modelo económico inequitativo, causas Sociales; baja cobertura de servicios de salud social, violencia intrafamiliar, el desplazamiento forzado, alta vínculos comunitarios, altos índices de VIH que 12 provocan mortalidad materna, migración internacional, situaciones de conflicto armado, entre otros. También las clasifican en Culturales, como pautas de crianza inadecuada, la participación de las comunidades en la atención y cuidado de niños y niñas; los cambios en las pautas culturales, tradicionales, ya sean patriarcales o matriarcales, los cambios de valores, la falta de claridad en las relaciones padre- hijo. Identifican Causas políticas; ausencia de programas integrales de plantificación familiar; falta de suficientes instituciones de protección y finalmente causas psicológicas e individuales, como por ejemplo, los cambios en redes internas de afecto, lazos y vínculos afectivos que se forman en la familia; el significado y sentido de la familia para los hombres; el maltrato , alguna enfermedad crónica, discapacidad o incapacidad de alguno de los dos padres, prisión de los padres y los problemas de comportamiento en los niños. Por otro lado, O`kane (2006) señala que existen una variedad de razones por las que los niños viven sin cuidado parental y que existen factores que aumentan la vulnerabilidad para que se dé la desintegración familiar y la separación de los niños de sus familias, clasificándolos en diferentes contextos: socioeconómico, político y cultural. Skinner et al. (2004) establecieron un conjunto de factores que indican la vulnerabilidad del niño, surgiendo de los problemas o deficiencias detectadas en la provisión de las necesidades, clasificándolos como niveles de vulnerabilidad. Dentro del nivel individual, se encuentra cualquier discapacidad mental o psicológica o cualquier dificultad a largo plazo que haría difícil para el niño funcionar de forma independiente, el VIH , problemas emocionales o psicológicos, abuso a nivel emocional, físico o sexual, abuso de sustancias como alcohol, drogas, cigarros y otros más , no recibir cuidados, como ropa, descanso y comida y por último, no recibir cuidados, amor y protección. A nivel familiar, se encuentran: cuidadores no capaces, padres alcohólicos, con alguna discapacidad (física y psicológica), padres divorciados, carencia de recursos financieros, falta de guía y dirección de los padres y por último, a nivel Comunidad, donde el menor 13 corre riesgo de estar expuesto a situaciones de peligro, altos niveles de pobreza, exposición al crimen y uso de drogas. Una vez abordadas algunas de las causas de la pérdida del cuidado parental que pueden llevar a la institucionalización, (Ramírez, et al 2009) hace un recuento de algunas de las principales causas y factores de riesgo en México que influyen para perder el cuidado parental, en las que principalmente se encuentran; mortalidad materna, muerte accidental, feminicidios, guerra contra el narcotráfico, VIH sida, callejerización, desastres naturales, violencia y maltrato. Dentro de las principales cusas de riesgo de perder el cuidado parental se encuentran: migración, exclusión social, separación forzada y maternidad adolescente. Los niños sin cuidados parentales, son privados de algunas de las necesidades básicas, mencionadas anteriormente, por lo que la institucionalización surge como un medio para poder mermar al niño de éstas carencias y brindarle un lugar seguro y de protección para que se pueda desenvolver adecuadamente. Sin embargo, a pesar de los esfuerzos por brindar al menor un medio seguro, muchas veces las necesidades socio emocionales no son satisfechas en éstos lugares de acogida, por lo que puede tener consecuencias para el desarrollo del niño, es decir que, si bien, es un medio de protección también puede ser un riesgo para el menor. Se puede observar que los motivos que conducen a la institucionalización son factores de elevado riesgo, como son, la pobreza, maltrato o separación de los padres, etc. Estos factores definidos por Friedman y Chase-Landsale (2002, en Silva et. al 2013) como estresores, perduran por largos periodos de tiempo y limitan los procesos normativos interpersonales, convirtiéndose en un factor de riesgo de importancia para los niños. 14 1.3 Desarrollo normal del niño La importancia de hablar del desarrollo en los niños recae en el impacto que tiene la relación entre la institucionalización y el desarrollo del niño. A continuación se describirán las etapas de desarrollo en los primeros años de vida del niño de acuerdo a PapaliaOlds, S y Feldman, R. (2009) (ver tabla 1). 15 Periodo por edad Desarrollo físico Desarrollo cognitivo Desarrollo psicosocial Prenatal (concepción al nacimiento) La concepciónocurre por fecundación normal u otros medios. La dotación genética interactúa desde el principio con las influencias ambientales. Se forman los órganos y estructuras básicas desde el principio; el desarrollo del cerebro es acelerado. El crecimiento físico es el más rápido durante el ciclo vital. La vulnerabilidad a las influencias ambientales es grande. Se desarrollan las capacidades para aprender y recordar y para responder a los estímulos sensoriales. El feto responde a la voz de la madre y desarrolla preferencia por ella. Lactanciay1a. infancia (nacimiento a3 años) Todos los sentidos y sistemas orgánicos operan en diversos grados al momento del nacimiento. El cerebro aumenta en complejidad y es sumamente sensible a la influencia ambiental. El crecimiento físico y el desarrollo de habilidades Las capacidades para aprender y recordar están presentes, incluso en las primeras semanas. El uso de símbolos y la capacidad para resolver problemas se desarrollan para el final del segundo año. La comprensión y uso del lenguaje se Se forma el apego hacia los padres y otras personas. Se desarrolla la autoconciencia. Ocurren cambios de dependencia a autonomía. Aumenta el interés en otros niños. Tabla 1.Etapas de desarrollo en los primeros años de vida 16 motoras es rápido desarrollan con rapidez 2a. infancia (3 a 6 años) El crecimiento es constante; la apariencia se vuelve más delgada y las proporciones más parecidas a las adultas. Disminuye el apetito y los problemas de sueño son comunes. Aparece la lateralización; mejoran las habilidades motoras finas, gruesas y la fuerza. El pensamiento es un tanto egocéntrico, pero aumenta la comprensión acerca de las perspectivas ajenas. La inmadurez cognitiva da por resultado algunas ideas ilógicas acerca del mundo. Mejoran la memoria y el lenguaje. La inteligencia se vuelve más predecible. La experiencia preescolar es común y la experiencia en jardín de niños lo es todavía más El auto concepto y la comprensión de emociones se vuelven más complejos; la autoestima es global. Aumenta la independencia, la iniciativa y el autocontrol. Se desarrolla la identidad de género. El juego se vuelve más imaginativo, elaborado y generalmente más social. Son comunes el altruismo, la agresión y el temor. La familia sigue siendo el centro de la vida social, pero otros niños se vuelven más importantes 3a. infancia El crecimiento se vuelve más lento. Mejora la fortaleza y la habilidad es atlética. Disminuye el egocentrismo. Los niños comienzan a pensar de manera lógica, pero concreta. Aumentan las habilidades de memoria El autoconcepto se vuelve más complejo y afecta la autoestima. La corregulación refleja el 17 (6 a 11 años) Las enfermedades respiratorias son comunes, pero la salud es, en general, mejor que en ningún otro momento en el ciclo vital y lenguaje. Las ganancias cognitivas permiten que los niños se beneficien de la instrucción escolar formal. Algunos niños muestran necesidades y fortalezas educativas especiales. cambio gradual en control de los padres al niño. Los compañeros o amigos asumen importancia central. Adolescencia (11 a aproximadamente 20 años) El crecimiento físico y otros cambios son rápidos y profundos. Ocurre la madurezreproductiva. Los principales riesgos de salud se deben a problemas de conducta, como trastornos alimentarios y drogadicción. Se desarrolla la capacidad para pensaren términos abstractos y utilizar el razonamiento científico Persiste la inmadurez del pensamiento en algunas actitudes y conductas. La educación se enfoca en la preparación para la universidad o la vocación. La búsqueda de identidad, incluso sexual, se vuelve esencial. Las relaciones con los padres son, por lo general, buenas. Es posible que el grupo de compañeros o amigos ejerza una influencia positiva o negativa Papalia, D, Olds, S y Feldman, R. (2009) 18 1.4 Desarrollo del niño institucionalizado 1.4.1 Estudios sobre el desarrollo de los niños institucionalizados Una vez que se ha abordado el desarrollo del niño no institucionalizado, es importante conocer las características del desarrollo del niño institucionalizado para poder comparar las áreas que se ven afectadas. “El medio social es la condición principal a través del cual el niño experimenta su desarrollo” (López, 1981).Los vínculos que tiene el niño con su medio social, como la familia, la cultura, grupos de amigos y las instituciones sociales, van a determinar las formas de influencia sobre el desarrollo psicológico del niño, siendo en la familia donde se dirigen los procesos fundamentales del desarrollo psíquico y la organización de la vida afectiva y emotiva del niño según los modelos ambientales, ejerciendo la primera influencia sobre el niño como agente socializador y educativo primario (López, 1981). Se ha mencionado anteriormente, que si bien, la familia no cumple con sus funciones, son las instituciones sociales quienes se encargan del cuidado y educación de los niños contemplando no solo las necesidades básicas, sino también, las necesidades de afecto del menor y es por esto que emerge la importancia de estudiar el impacto de dicha institucionalización en el desarrollo del niño pues se considera importante para que la planeación de los programas de las instituciones de acogimiento residencial este destinada a los múltiples factores relacionados al sano desarrollo del menor, y así, proporcionar una mejor orientación y educación adecuada. Así como son diversas las causas que llevan a la institucionalización (Osterrieth , 1978 en López ,1981), menciona las variables más importantes y susceptibles de influir en el desarrollo del niño las cuales son, variables de orden material y físico, composición del desarrollo familiar, las características de la personalidad de los padres, las características de la relación entre los padres, las actitudes parentales 19 con respecto al niño y al proceso educativo. Sabemos que son diferentes las variables que pueden tener impacto en el desarrollo del niño, sin embargo, para este estudio, nos enfocaremos principalmente en los efectos de la influencia de la institucionalización en el desarrollo del menor como variable. Dentro de la variable institucionalización y cómo afecta el desarrollo del menor, hay diferentes aspectos que se han investigado que hay que considerar, por ejemplo, el tiempo de institucionalización del menor, la edad de ingreso y la privación temporal o permanente del vínculo materno, la calidad de los cuidadores, cada uno de ellos, expone un panorama que tiene que ver con el impacto en el desarrollo. A continuación se exponen algunos de los principales hallazgos de investigación en este campo que van encaminados al desarrollo del niño. Desde los años 40ts Goldfarb (1945)estudió las consecuencias que tiene la institucionalización sobre el desarrollo, desde la perspectiva del tiempo de permanencia en la institución. Realizó su trabajo con 15 niños que habían pasado tres años de su vida en una institución, los cuales posteriormente fueron ubicados en casas bajo el cuidado de una familia, a los cuales comparó con otro grupo de niños cuyos integrantes permanecieron en la institución toda su infancia. Se concluyó que el grupo que permaneció institucionalizado mostraba en la adolescencia mayores atrasos cognitivos que el grupo que se trasladó a una familia, mostrando que la crianza en la institución lleva a deficiencias en el desarrollo. Otro estudio realizado por Spitz en 1969, desde la perspectiva de la privación temporal y permanente del vínculo materno, describió el deterioro progresivo que los niños sufrendentro de las instituciones. Hizo una comparación con niños criados sin madre y niños criados por sus madres, encontrando que los segundos tenían un mejor desarrollo. Se observó la privación total de cuidados maternos y sus consecuencias en una casa de expósitos, es decir niños de la calle, en Estados Unidos, que albergaba 91 infantes. Estos niños eran amamantados durante los primero tres meses y durante este periodo los infantes tenían la apariencia del promedio de los niños normales de la misma ciudad. Después de 20 los tres meses los niños permanecían en la casa cuna donde eran debidamente atendidos en lo que se refiere a las necesidades básicas, pero eran cuidados por una sola niñera que no cubría con las necesidades afectivas de los niños. Después de un tiempo relativamente leve de tres meses, se observó que los niños mostraban un retraso motor, mostrándose pasivos por completo. Al aplicar los test, los menores mostraban un descenso progresivo en el índice del desarrollo. El tiempo de permanencia en la institución así como la edad de ingreso, mostraron que tienen un impacto negativo sobre el desarrollo intelectual de los niños. Menciona González (2013) que al dejar la institución los niños pueden incrementar dicho desarrollo, pero aquellos que han sido institucionalizados por un largo periodo de tiempo suelen mostrar rezagos significativos en el desarrollo incluso muchos años después de su adopción. Maclean, (2003) demostró los efectos del tiempo en la institucionalización sobre el desarrollo al analizar las diferencias entre grupos de niños que han estado menos de dos años en instituciones y grupos que han permanecido más de ese tiempo. Observó que los niños adoptados antes de los dos años, mostraban un desarrollo intelectual normal, a diferencia de los niños adoptados después de los dos años, quienes mostraban déficits permanentes, concluyendo que el tiempo prolongado en la institución está relacionado con niveles bajos del desarrollo intelectual, sin embargo, cuando los niños son adoptados pueden recuperar esas funciones de desarrollo dependiendo del tiempo que hayan sido institucionalizados, ya que en algunos casos si su estancia fue muy larga, incluso años después de su adopción, aún siguen mostrando rezagos. En un estudio comparativo realizado con niños huérfanos institucionalizados y niños que, siendo también huérfanos estaban bajo el cuidado de una familia. En ambos grupos, se encontró un significativo deterioro de competencia y un mayor índice de problemas psicológicos que los presentados comúnmente en niños que crecen dentro de una familia propia. Sin embargo, los niños huérfanos que estaban al cuidado de una familia ajena, mostraron resultados ligeramente mejores en variables como expresión de emociones, probablemente debido a la 21 estructura familia en la que estaban inmersos (Ahmad et al., 2005, en González,2013). Silva, Lemos y Nunes (2013) mencionan que los adolescentes institucionalizados tienden a ser socialmente más estigmatizados y a presentar sucesos de vida marcados por una adversidad psicológica significativa. Una posibilidad de que los adolescentes presenten un camino de desarrollo adaptativo depende de un conjunto de recursos externos e internos, protectores frente a la adversidad. En su estudio, (el cual retomaremos más adelante), compararon a 40 adolescentes institucionalizados con un grupo de 40 adolescentes de la población general con edades correspondientes de 12 a 17 años. Los instrumentos que les fueron aplicados medían las situaciones de vida estresantes, competencias y problemas de comportamiento, situaciones de estrés y de riesgo y finalmente una ficha sociodemográfica. Los resultados mostraron que los adolescentes institucionalizados experimentan más acontecimientos de vida estresantes y más problemas psicopatológicos. No encontraron diferencias estadísticamente significativas en el nivel de resiliencia total entre los adolescentes institucionalizados y los no institucionalizados. De este estudio pudieron concluir que los procesos de resiliencia están presentes cuando hay una red de apoyo, tales como la institución y la escuela en los niños institucionalizados y el resultado de la capacidad de recuperación obtenida por adolescentes institucionalizados sugiere la presencia de factores de protección en sus vidas y ésta, es parte de un proceso que no puede ser separado de la vía de desarrollo del adolescente. En este sentido, los adolescentes institucionalizados son marcados generalmente por condicionesadversasdebido a situaciones familiares guiadas por acontecimientos estresantes de vida, lo que significa una mayor probabilidad de aparición de problemas psicopatológicos (Li ,Nussbaum& Richards , 2007 en Silva, Lemos y Nunes,2013). Fernández, Hamido y Ortiz (2009) realizaron un estudio, en Melilla, España, que tuvo como objetivo conocer cómo influye el acogimiento residencial en los menores en desamparo, es decir, aclarar el papel de la institucionalización como 22 causa de problemas de conducta y sociales del menor, partiendo de la hipótesis de que la institucionalización no perjudica al menor y que los menores llegan a los centros de acogida con problemas en su socialización y en su conducta y, por tanto, es la historia previa de maltrato y negligencia la causante de estos problemas. Participaron 182 menores acogidos en dos centros, (uno mixto de 3 a 18 años, y otro sólo de niños de 13 a 18 años de edad) de los cuales 116 son niños y 66 son niñas. El motivo de ingreso, era distinto en cada caso, siendo en todos ellos causa de desamparo, destacando entre ellas la escasez económica familiar y la incapacidad para atender al menor por parte de los padres. Para evaluar los distintos factores relacionados con la socialización de los menores acogidos se utilizaron un conjunto de cuestionarios que evaluaban directamente características o factores potenciadores/inhibidores del proceso de socialización. Los autores concluyen que la agresividad covaría positiva y significativamente con la institucionalización, así mismo, el tiempo de institucionalización covaría con la agresividad-terquedad, definida como una tendencia a desplegar comportamientos agresivos. También puede observarse que la adaptación social o adecuación a las normas sociales y actitud positiva ante los posibles contratiempos disminuye con el factor institucionalización, a la vez que los problemas escolares (bajo rendimiento y malos hábitos de estudio) aumentan. Respecto al constructo autoconcepto, destaca que la autoestima o felicidad con la propia imagen mejora con la institucionalización. Los autores concluyen que la estancia en régimen de acogida en un centro de menores influye en una peor adaptación social y en el aumento de problemas escolares y la aparición de conductas disruptivas, de carácter agresivo, que dificulta la convivencia en la institución. Otro aspecto que precisa ser estudiado, según los autores, es si las características conductuales de los menores acogidos son causados por variables previas al acogimiento y ligadas al historial socio-familiar del menor. Rutter et al, (2000) realizaron una investigación tras la llegada de niños y niñas al Reino Unido después de una estancia más o menos prolongada en orfanatos rumanos. Estos autores han venido siguiendo la evolución de este amplio grupo de niños institucionalizados desde su llegada al Reino Unido, comparando su 23 desarrollo con el de un grupo de niños británicos adoptados tras una estancia más breve en buenas instituciones británicas. Sus datos muestran que cuanto más durara la experiencia institucional en Rumania, peor era su evolución posterior. En el momento de su llegada, su media de altura, su peso y su perímetro cefálico estaba dos desviaciones típicas por debajo de la media.Por otra parte, el estudio refiere que los niños mostraron graves problemas de apego teniendo como referencia la edad en que se incorporaron a sus familias adoptivas, es decir que entre más tardía sea la inserción a una familia adoptiva, mayor será el trastorno de apego. Una edad más tardía de adopción significa un periodo más largo de institucionalización, por lo tanto mayores problemas de apego. Siguiendo esta línea Tizard y Rees (1975 en Palacios (2003),hacen una investigación del seguimiento hasta los 16 años de un grupo de niños y niñas, que habiendo estadoun tiempo apreciable en instituciones de buena calidad, pasaron después a estar en tres grupos diferentes, pues algunos fueron adoptados, otros retornaron a su familia biológica y otros continuaron en instituciones. Los que mostraron una evolución mejor, fueron los menores adoptados (antes de los 4 años). El estudio tuvo un seguimiento hasta los 16 años, desde el punto de vista conductual, los adolescentes que permanecieron en instituciones a lo largo de su infancia muestran perfiles de hiperactividad y de distracción, irritabilidad y problemas de relación con compañeros y dificultades para acatar la disciplina adulta. Dichos resultados coinciden con investigaciones de menores institucionalizados británicos, en los que Roy, Rutter y Pickles(2000) encuentran altos niveles de hiperactividad y distracción, así como indicadores de problemas sociales y emocionales. En 1995 y 2000 Palacios y Sandoval (en Palacios, ,2000) realizaron otro estudio longitudinal sobre niños y niñas adoptados en Andalucía, España. En ambos periodos, compararon a los niños y niñas adoptados con otros dos grupos: el primero, eran compañeros de clase de los adoptados que vivían con sus familias biológicas en circunstancias normalizadas, y el segundo, eran menores que vivían en instituciones de protección. Al hacer la comparación en 1995 de estos dos 24 grupos con los adoptados, (a los 7 u 8 años) con informes proporcionados por los cuidadores, maestros , padres y los propios sujetos encontraron que los niños y niñas de instituciones presentan mayor acumulación total de problemas, más dificultades en problemas de conducta, de hiperactividad, emocionales y en conductas psicosociales (las diferencias son siempre significativas con los compañeros de los adoptados y en la mayor parte de las variables lo son también con éstos); su autoestima es significativamente peor que la de los otros dos grupos de comparación; su motivación y rendimiento escolar son también peores. Pero no sólo tienen más problemas, sino que además utilizan estrategias de afrontamiento que pueden considerarse menos eficaces y saludables. Así, mientras que los adoptados y sus compañeros, cuando se enfrentan a problemas que les preocupan, hacen más frecuentemente uso de estrategias tales como pedir ayuda o tratar de resolver por sí mismos los problemas, los chicos y chicas de instituciones presentan una frecuencia mayor de estrategias de evitación. En el año 2012, Fernández-Daza y Fernández-Parra, hacen una investigación acerca de problemas de comportamiento y las competencias psicosociales en niños y adolescentes institucionalizados. El objetivo de este estudio fue analizar los problemas de comportamiento en una muestra de preadolescentes y adolescentes venezolanos institucionalizados, de edad comprendida entre los 11 y 16 años. La muestra estuvo compuesta por 111 participantes institucionalizados en asociaciones civiles y entidades de protección del Estado y 111, provenientes de colegios tanto públicos como privados. Se evaluaron las habilidades psicosociales y académicas y los problemas de comportamiento internalizados y externalizados reportados por informes de los padres, los cuidadores y los autoinformes. Los resultados del estudio muestran que los niños y adolescentes institucionalizados tienen menores competencias psicosociales y académicas, así como más problemas de comportamiento que los jóvenes que conviven con sus padres. Igualmente, los niños institucionalizados estaban escolarizados en cursos inferiores a los que les corresponde su edad. Los autores de esta investigación mencionan que en un estudio (Smyke et al, 2007) se observó que el 25 comportamiento negativo de los menores estaba asociado a la poca calidad en el cuidado recibido en los menores y que estudios neurobiológicos sobre la atención institucional (Johnson, Browne& Hamilton, 2006; Rutter, 2000; Rutter, O’Connor&The English and RomanianAdopteesStudyTeam, 2004; Smyke et al., 2007; Smyke, Zeanah, Fox, Nelson &Guthrie, 2010 en Fernández- Parra & Fernández Parra, 2012) sugieren que estos ambientes de alto estrés influyen en el desarrollo del cerebro y pueden causar deterioro cognitivo y déficit sociales. En un estudio Méndez y González en Chile en el año 2003 con menores institucionalizados se evaluaron los patrones de apego en niños institucionalizados con problemas conductuales. Su muestra estuvo conformada por 58 menores, 18 mujeres y 40 varones entre los 6 y 16 años. Los resultados mostraron que el 37.9 % de los identificados con problemas conductuales tenían un trastorno reactivo de la vinculación y que un 20.7 % presentaban trastorno de apego Trastorno reactivo de la vinculación. Concluyen recalcando la importancia de llevar a cabo más investigaciones en este campo para evidencia las necesidades afectivas y psicológicas de los niños institucionalizados. En este sentido (Eapen, 2009; Gribble,2007; Zeanah, Smyke, Koga&Carlson, 2005 en Fernández-Daza &Fernández-Parra , 2013) indican que las instituciones varían en cuanto a la calidad de la atención que proporcionan. Por lo general, los cuidadores tienen muchos niños a su cargo, lo que no permite una atención individualizada. La gravedad y persistencia de las influencias parece depender de un conjunto de factores entre los que cabe mencionar la calidad de la vida antes de entrar en la institución, la calidad de las experiencias institucionales, la edad de ingreso y de salida, y la duración de la institucionalización. Cuanta mayor adversidad se reúna en cada uno de esos criterios (cuanto peores hayan sido las experiencias antes de la institucionalización, cuanto más inadecuadas sean las instituciones y cuanto más tiempo se esté en ellas), tanto más negativa será la influencia a largo plazo sobre la vida de los institucionalizados (Palacios, 2003). 26 Características de los niños institucionalizados en los diferentes aspectos del desarrollo. A continuación se mencionan algunas de las afectaciones en el desarrollo físico, cognoscitivo, afectivo y social, así como problemas de conducta y emocionales, que suelen sufrir los menores que viven bajo el la custodia de las instituciones Desarrollo físico Con relación al desarrollo físico, los niños que han permanecido en ambientes institucionales presentan las siguientes características: estatura y peso menores al promedio (O´Connor et al., 2000) Desarrollo Cognoscitivo Otras de las características que se presentan en los menores institucionalizados son la hiperactividad/inatención y los déficits cognitivos (Eisenberg&Belfer, 2009);retraso en la adquisición de vocabulario, reducción en las habilidades de comunicación y conducta simbólica (Hwa-Froelich&Matsuoh, 2008); procesos sensoriales anormales (Miller et al., 2009); coeficiente intelectual más bajo, así como menores habilidades de lectura y, con frecuencia, necesidad de educación especializada (O´Connor et al., 2000). Desarrollo afectivo Con relación al desarrollo afectivo, los niños que han estado bajo situación de institucionalización muestran trastornos o problemas en el apego (Eisenberg&Belfer, 2009), muestran un apego no seguro, así como mayor prevalencia en el apego desorganizado, en comparación con niños que viven en casa con sus padresbiológicos (O’Connor et al., 2000).Este déficit en sus relaciones y la debilidad en el vínculo emocional, tiene consecuencias negativas en su desarrollo. 27 Desarrollo psicosocial Debido a que tienen problemas para relacionarse con sus pares y deficiencias en la adquisición de habilidades sociales básicas, a estos niños y adolescentes se les dificulta el desarrollo de habilidades sociales más elaboradas, necesarias para la interacción con sus pares y con adultos (O’Connor et al., 2000). Suelen mostrar, además, problemas de comportamiento (Miller et al., 2009). Problemas Emocionales Adicionalmente, se ha encontrado que los menores post-institucionalizados, aún después de varios años de adopción, muestran algunas de las siguientes dificultades: problemas de conducta y escolares, síntomas conductuales, trastornos por déficit de atención con hiperactividad (TDAH), problemas del aprendizaje, desórdenes mentales y/o múltiples problemas de conducta; en la etapa escolar, muchos de estos niños tienen un número significativo de problemas emocionales y escolares, incluso después de haber pasado por programas terapéuticos y educativos especializados (Miller et al., 2009). Toda la información hasta aquí revisada muestra que la influencia de la institucionalización tiende a valorarse negativamente en las investigaciones, es por ello que, en el siguiente apartado, abordaremos la institucionalización como un factor tanto de riesgo como de protección. 1.4.2 La Institucionalización como factor de riesgo y de protección El impacto de la institucionalización en el niño y adolescente puede ser entendido como un factor de riesgo o de protección dando lugar a los malos tratos, la estigmatización y la exclusión de manera parcial o total del ejercicio de los derechos económicos, sociales, culturales y políticos, limitando así sus oportunidades de desarrollo. Como psicólogos, es importante poner atención en los factores ambientales que tienen influencia para el desarrollo del niño, en este 28 sentido es preciso identificar qué factores generan que la institucionalización sea un factor de riesgo o un factor de protección. Factor de riesgo La revisión bibliográfica permite afirmar que las privaciones que han vivido y a las que están expuestos los niños institucionalizados pueden conllevar a una serie de alteraciones, no solo a nivel físico sino también psicológico y socioemocional, que afectan su funcionamiento. Los niños institucionalizados tienen una tasa mucho mayor de problemas psicosociales y de alto riesgo (Rutter, 2000). Los estudios hasta aquí abordados muestran que el tiempo de permanencia en la institución, la edad de ingreso, la privación temporal y permanente del vínculo materno, la falta de cuidado familiar, la falta de atención individualizada por parte de los cuidadores y los acontecimientos de vida estresantes antes y durante la institucionalización como el maltrato familiar, el abandono, la pobreza, son factores que impactan en el desarrollo del menor, convirtiendo a la institución como un riesgo para el menor. Los acontecimientos de vida de los niños antes de entrar y durante la institucionalización , la calidad de vida al entrar a la institución, la estigmatización y los malos tratos generan un alto estrés en los niños, por lo que en este estudio se considera importante estudiar el nivel del estrés percibido por los menores dentro y fuera de una institución. Factor de protección Si bien, la institucionalización por un lado es un factor de riesgo para el niño, también es un factor de protección. La institucionalización, como se mencionó anteriormente, es un refugio para el niño cuandoexisten condiciones de negligencia y disfuncionalidad familiar, la institucionalización es un refugio para el niño cuando pertenecer en su hogar, constituye un riesgo para el menor. Cuando la familia no puede proveer al niño de las necesidades básicas, es la institucionalización quien se hace cargo de él, brindándole alimento, techo, cobijo y educación. 29 La UNICEF en su informe “Alcanzar los objetivos de Desarrollo del Milenio con equidad. Una mirada a la infancia y la adolescencia” en 2014 reportó que en nuestro país, el monto de población infantil de 0 a 17 años, ascendió a 40.2 millones de personas representando el 35% de la población del país, 19.7 millones de niñas y 20.5 millones de niños y que 4.7 millones de niños, niñas y adolescentes se encuentran en pobreza extrema, el 27.5% carecen de los servicios de salud , el 76% de la población de 0 a 17 años tiene al menos una carencia social y 6.1 millones de niños entre 3 y 17 años no asisten a la escuela. Existen aproximadamente 412, 456 niños y niñas sin cuidado parental y 29, 310 de ellos institucionalizaos y 5 millones 137 mil 233 están en riesgo de perderlo (Ramirez, et al, 2009). En el estudio de Silva, Lemos y Nunes (2013) los resultados mostraron que los procesos de resiliencia están presentes cuando hay una red de apoyo, tales como la institución y el resultado de esta capacidad de recuperación obtenida sugiere la presencia de factores de protección en sus vidas. Dicho resultado muestra que la institucionalización puede ser una red de apoyo para el niño que le ayuda a afrontar las situaciones estresantes adecuadamente. Por lo tanto, significa que la institucionalización puede ser beneficiosa para el desarrollo del adolescente. Varios estudios recientes muestran que la institucionalización puede proporcionar una sensación de seguridad y protección, y por lo tanto un factor de protección para el desarrollo (Smith, Betts&Dell'Aglio, 2006; Arpini, 2003; Smith &Dell'Aglio, 2007; Smith ,Zoltowski, Giodani, Otero &Dell'Aglio, 2010, en Silva, 2012) Siqueira y Dell'Aglio (2006)dicen que la institucionalizaciónes un lugar que permite la realización de un gran número de actividades, funciones e interacciones, además de ser un ambiente potencial para el desarrollo de las relaciones mutuas, el equilibrio de poder y afecto. Estos autores también añaden que el apoyo social y emocional que ofrece la institución puede promover el desarrollo de la capacidad 30 de hacer frente a la cara de la adversidad y en consecuencia promover características de resistencia y desarrollo de adaptación (en Silva, 2012). Cyrulnik (2003, en Gianino,2012)menciona que no se puede afirmar que la separación de un niño de su familia al ser internado en una institución, cuando ésta representa una situación de riesgo, sea más favorable que dejarlo vivir en ella; pero tampoco se puede decir lo contrario. El mismo autor menciona que es necesario valorar el mayor número posible de elementos de la historia del niño y de su contexto para poder descubrir cuál sería la situación resiliente y cómo evitar la situación que sea más perjudicial para el niño. Refiere además que sí se puede determinar, que el hecho de no tomar ninguna medida ante esta situación producirá definitivamente alteraciones. Por otro lado, el hecho de vivir en una institución tiene consecuencias. En la vida institucional, los niños son provistos de alimento, de cobijo, de educación, de salud por lo que satisfacen las necesidades básicas ayudando al crecimiento y la salud del niño. Aunque la institucionalización no cubre las necesidades afectivas, ayuda en el proceso de nutrición y crecimiento del niño. Así como el motivo de ingreso de los niños, es diferente en cada uno de los casos, como se ha encontrado en los estudios, la institucionalización para algunos niños será un refugio cuando su familia no cumple con las condiciones óptimas, sin embargo para otros niños, la institucionalización será un factor de riesgo, que dé lugar al estrés dentro de la institución.Sin embargo, Bauer et. al. (2007, en Gianino 2012) afirman que la institucionalización no condenaa los niños a la desadaptación y vulnerabilidad. Que un factor de riesgo no significa que genere un efecto causal directo negativo en el desarrollo de los niños. 31 Capítulo 2 Estrés 2.1 Antecedentes La palabra estrés la hemos asociado a lo largo del tiempo con situaciones que nos hacen sentir presión, tensión o cualquier coacción percibidas en situaciones de adaptación insuficiente. La palabra estrés generalmente es percibida de manera negativa. En psicología el estrés suele hacer referencia a ciertos acontecimientos en los cuales nos encontramos con situaciones que implican demandas fuertes para el individuo, los cuales pueden agotar sus recursos de resistencia. El origen de la palabra estrés, es una adaptación al castellano de la voz inglesa de stress. Apareciendo en la voz medieval en la forma de distress, que a su vez provenía del francés antiguo destresse(estar bajo estreches u opresión) (Melgosa ,1995). El termino Stress, en inglés fue un término aceptado por la Real Academia de la Lengua en la década de 1970 del siglo pasado y traducido como estrés, que corresponde a un sustantivo masculino que, en el campo de la medicina es concebido como “reacción”, que denota la situación de un individuo vivo, o alguno de sus órganos o aparatos, que por exigir de ellos un rendimiento muy superior al normal, los pone en riesgo próximo de enfermar (Diccionario de la Real Academia de la Lengua, 1985 en Galán & Camacho, 2012). Piña (2009 en Galán & Camacho, 2012), menciona que la palabra estrés no es, en sentido estricto, un término psicológico, sino que su origen se sitúa en la física, haciendo referencia a un objeto o un cuerpo inactivo que era deformado por fuerzas ambientales, de donde posteriormente el término fue tomado por la biología y luego por la medicina, para ser luego adecuado por la psicología. Es por esto que,el concepto de estrés ha cambiado con relación a estas diferentes disciplinas a lo largo del tiempo, desde la física hasta la psicología. 32 Una de las primeras contribuciones para la investigación del estrés fue dada por Walter Cannon (1932, en Taylor,2007) al describir la respuesta, fightorflight. Dicho autor propuso que, cuando un organismo percibe una amenaza, el cuerpo rápidamente reacciona y es activado por los sistemas nerviosos simpático y endocrino. Esta respuesta fisiológica como su nombre lo dice, moviliza al organismo para atacar o huir. Cannon (1939, en Galán & Camacho 2012), propuso originalmente al fenómeno de estrés, como reacción del organismo, una vez que este entraba en contacto con agentes nocivos del ambiente, propiciaba a una diversidad de reacciones de defensa, variantes y generalizadas. Otra contribución al campo del estrés y sumamente importante fue la del científico húngaro Hans Selye en 1956, quien considera que el estrés es la respuesta no específica del organismo a cualquier demanda hecha sobre ella, esdecir como respuesta y no como estímulo (Selye, 1973). El mismo autor menciona que cada demanda hecha sobre nuestro cuerpo está en un sentido único, es decir, específico, por ejemplo, cuando nos exponemos al frio nosotros temblamos para producir más calor, cuando estamos expuesto al calor, sudamos y así cada demanda de nuestro cuerpo tiene una respuesta. Este agente desencadenante del estrés (estresor) es un elemento que atenta contra la homeostasis del organismo. Dicho autor identificó la respuesta del estrés como un conjunto de respuestas fisiológicas, fundamentalmente hormonales, definió la respuesta del estrés en términos de activación del eje hipotálamo-hipófiso-córticosuprarrenal, con elevación de la secreción de corticoides (cortisol,) y del eje simpático-médulo- suprarrenal, como reacción a estímulos inespecíficos (estresores) (Sandín, 2003). Tanto Cannon como Hans Selye concebían el estrés como una reacción puramente biológica. Este último autor en 1973 aportó evidencia empírica con humanos y animales, a los que exponía a situaciones de tensión, observó que mostraban 33 reacciones de defensa en las que se encontraban implicadas las glándulas pituitarias y suprarrenales. Gracias a esto descubrimientos, se pudieron identificar las causas y síntomas de diversas enfermedades y trastornos biológicos. En 1975 y 1976 Hans Selye desarrolló su concepto del síndrome llamado “Reacción general de alarma o síndrome de adaptación general, que incluía el tránsito por tres fases, alarma, resistencia y cansancio o agotamiento, para ello, expuso a ratas a diferentes condiciones nocivas, frio, descargas eléctricas, calor, ejercicio físico excesivo, lesiones quirúrgicas y dosis no letales de drogas,(Galán y Camacho ,2012) encontrando que todos los estresores, independientemente de su tipo, esencialmente produjeron el mismo patrón de respuesta fisiológica. (Taylor,2007). Para Selye el estrés es una respuesta no específica, es decir que no depende de la naturaleza del estímulo estresor. Las tres fases del Síndrome General de Adaptación desarrolladas por Selye (1975, en Trianes, 2002) son: Fase de alarma: Aquí el organismo responde para enfrentarse a la amenaza. Se da una reacción fisiológica, aumenta el nivel de adrenalina en sangra, se acelera el pulso y la respiración. Fase de resistencia: el organismo realiza esfuerzos por manejar la amenaza a través de la confrontación. El organismo se moviliza para hacer frente al estresor, los signos de la fase anterior desaparecen paulatinamente y vuelven a la normalidad. Fase de agotamiento: Ocurre si el organismo falla en sobreponerse a la amenaza y agota sus recursos fisiológicos en el proceso para lograrlo. Si dicha resistencia se prolonga demasiado, pueden agotarse los recursos produciendo daño y haciendo más vulnerable a trastornos y disfunciones orgánicas. En las observaciones con ratas, notó en la primera etapa, la cual ocurre entre 6 y 48 horas después de la exposición al evento estresor, la reducción en el tamaño del timo y de los ganglios linfáticos y del hígado, formación de edema, caída de la 34 temperatura corporal, lesiones en el tracto digestivo entre otras manifestaciones. En la segunda fase luego de 48 horas, se registró un aumento de las glándulas suprarrenales y tiroides y en la tercera y última fase, que ocurre si el evento estresante se presenta por un periodo prolongado, se observan manifestaciones similares a la primera fase, denominada, agotamiento. Para comprender esto, es pertinente saber cómo Selye define al organismo, para él es un sistema dinámico que busca mantener el equilibrio de su estado interno. Este equilibrio llamado, homeostasis, estaría constantemente amenazado por la exposición a eventos nocivos o estresores. Así el estrés representaría un esfuerzo del organismo para adaptarse a esas condiciones nocivas y no estaría relacionado a un evento estresor específico sino que sería una reacción generalizada (Galán & Camacho, 2012). Hasta ahora, el estrés era concebido como un fenómeno biológico, la influencia de los eventos estresores sobre el sistema inmunitario tal vez sea la forma más reconocida de interacción entre variables ambientales y fisiológicas, pues, es del conocimiento popular que las personas se vuelvan susceptibles de enfermarse cuando se exponen a situaciones estresantes. Es posible generar ciertas críticas al modelo de Seyle, por ejemplo en él se asigna un papel ilimitado de factores psicológicos y sabemos ahora que la valoración psicológica de los eventos es importante para la determinación de los niveles de estrés. Otra limitación, es asumir que las respuestas ante el estrés son uniformes, pues se sabe que la forma en la que las personas responden ante el estrés está influenciada por su personalidad, percepciones, eventos vitales, su constitución biológica entre otras. 2.1.1 Modelos explicativosdel estrés: Estrés como respuesta. El concepto de estrés como respuesta hace referencia a la experiencia, reacción o respuesta del sujeto frente a los estímulos estresores (Trianes, 2002). 35 Selye considera el estrés como una respuesta generalizada e inespecífica que se produce del mismo modo en diferentes organismos. En consecuencia, lo que caracteriza al estrés es la forma de esa respuesta, la cual, frente a lo que sucede con las respuestas específicas, puede suscitarse ante cualquier estimulo siempre que atente contra la homeostasis. Cada uno de estos estímulos supone demandas específicas para el organismo, pero al mismo tiempo implica una necesidad de reequilibrio. Esta respuesta se denominó Síndrome General de Adaptación (SGA), el cual es de carácter fisiológico y ubicado en tres etapas alarma, resistencia y agotamiento (Crespo & Labrador, 2003) mencionadas anteriormente. Esta respuesta (SGA) del organismo implica un conjunto complejo de respuestas que son Fisiológicas, las cuales dependen principalmente de la activación del Sistema Nervioso Autónomo Simpático (cardiovasculares, respiratorias, gastrointestinales, metabólicas, de sistema inmune y de diversas glándulas y respuestas Psicológicas principalmente de tipo emocional (Trianes, 2002). La definición de estrés como respuesta está asociada con lo que comúnmente se refiere a “forzar o “violentar”. El estrés es una respuesta del sujeto a los estresores del entorno (Omar, 1995). Estrés como estímulo. Trianes (2002) concibe el estrés como algo asociado a circunstancias o acontecimientos externos al sujeto que son dañinos, amenazadores o ambiguos, denominados estresores , que pueden alterar el funcionamiento del organismo y/o el bienestar e integridad psicológica de la persona. Crespo y Labrador (2003) mencionan que en este sentido se identifica al estrés con aquellos estímulos del ambiente que pueden perturbar el funcionamiento del organismo. El estrés por, tanto es una variable independiente que actúa sobre el organismo y que se identifica con carga o demanda. La definición de estrés como estímulo focaliza la atención sobre los estresores, estos pueden ser cualquier evento, los cuales requieren algún tipo de respuesta 36 adaptativa. En este contexto el estrés significa cualquier fuerza externa sobre el objeto o una persona. (Omar, 2005) Finalmente, para Lazarus y Folkman (1991) los estímulos generadores de estrés se consideran generalmente como acontecimientos con los que tropieza el sujeto. Estrés como proceso dinámico: Finalmente, esta postura parte del hecho de que el estrés se origina a través de las relaciones particulares entre la persona y su entorno, el estrés deja de ser un concepto simple y estático y pasa a tener interacciones. Para este estudio, se toma principalmente este concepto de estrés, siendo Lazarus y Folkman los máximos exponentes de esta definición de estrés. Integrando el concepto del estrés como estímulo y como respuesta, estos autores en 1986 contemplaron la visión del fenómeno. Consideraron que el estrés ha de ser entendido como una relación que se establece entre la persona y el ambiente, éste debe ser percibido como amenaza (Trianes, 2002). Este modelo de explicación es conocido como Teoría Transaccional, en la que definen el estrés como “Una relación particular entre el individuo y el entorno que es evaluado por éste como amenazante o desbordante de sus recursos y que ponen en peligro su bienestar” (Lazarus& Folkman,1986,pag. 43). De esta forma, el estrés surge del modo en que la persona percibe e interpreta los acontecimientos que ocurren en el ambiente exterior (Crespo & Labrador, 2003) y por esta razón la reacción de estrés depende de cómo sea percibida la situación para la persona, por lo que no todo mundo reacciona de igual manera ante situaciones semejantes. De una situación y la reacción personal se coloca un elemento que es el responsable de dicha reacción, el cual es muy importante, llamado Evaluación Cognitiva, encontrándose dentro de éste concepto, la evaluación primaria y secundaria. Estas tienen que ver con el modo en que la persona aprecia o valora una situación. Partiendo de este aspecto de valoración o apreciación, Lazarus y 37 Folkman, destacan la existencia de dos procesos explicativos de las diferencias en la forma de actuar de las personas ante situaciones similares. El primer proceso, es la evaluación cognitivaprimaria, la cual nos permite decidir si dicha situación es irrelevante, benigna o positiva y estresante. Si dicha situación puede provocar daños, perdida o amenaza será percibida como estresante. Existe un segundo tipo de evaluación, es la evaluación cognitiva secundaria, dirigida a examinar los propios recursos para hacer frente a dicha situación. El segundo proceso que interviene es el afrontamiento, entendido como el proceso a través del cual la persona maneja las demandas o situaciones que percibe como estresante (Lazarus&Folkman en Trianes, 2002). Sobre esta relación, persona-ambiente, Taylor en 2007 ejemplifica el estrés como la consecuencia del proceso de valoración de una persona. Dice que cuando los recursos personales son más adecuados para manejar una situación difícil, la persona podrá sentir un poco de estrés y percibir esta situación como un reto. Por otro lado, cuando una persona percibe que sus recursos individuales son suficientes para manejar una situación pero a costa de un gran esfuerzo, probablemente sentirá estrés de forma moderada, pero cuando un individuo percibe sus propios recursos como insuficientes probablemente experimente una gran cantidad de estrés. 2.2 Definición del estrés Hans Seyle introdujo el concepto de estrés o síndrome de estrés para caracterizar la respuesta corporal inespecífica que se producía en el organismo ante cualquier demanda externa que supusiera una amenaza para su equilibrio (en Crespo &Labrador, 2003). La respuesta de estrés para Crespo y Labrador, (2003) es una reacción inmediata e interna, que implica la movilización general de los recurso del organismo, y que se produce ante situaciones que suponen importantes demandas para el individuo, ya que sea porque implique una perdida, o una amenaza. Estas reacciones, incluyen respuestas fisiológicas, cognitivas y motoras, estas mismas respuestas 38 preparan al organismo para actuar ante estas amenazas y retos de diversa índole. Dichos autores consideran que una persona se encuentra sometida a una situación de estrés cuando ha de hacer frente a demandas ambientales que sobrepasan sus recursos, de manera que percibe que no puede darles respuesta de una manera efectiva, estas condiciones generadoras de estrés reciben el nombre de estresores. La respuesta del estrés vendrá predeterminada por el modo en que la persona percibe la situación. Es decir, que para una persona una situación puede ser estresante, para otra puede no serlo en absoluto. Para Trianes (2002) el concepto de estrés implica al menos cuatro factores: -Presencia de una situación o acontecimiento identificable -Dicho acontecimiento es capaz de alterar el equilibrio fisiológico y psicológico del organismo. -Este desequilibrio se refleja en un estado de actividad marcado por una serie de consecuencias para la persona de tipo neurofisiológico, cognitivo y emocional -Estos cambios, a su vez, perturban la adaptación de la persona. El estrés debe ser entendido como una reacción adaptativa a las circunstancias y demandas del medio, con el cual la persona está interactuando, es decir, el estrés es el motor de la acción, que impulsa a la persona a responder a los requerimientos y exigencias del entorno (Isabel, 2007) Omar (1995) menciona que el estrés puede ser definido como la relación estimulo- respuesta. Es decir, la interacción entre los estímulos del medio
Compartir