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UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA 
 DE MÉXICO 
 
 FACULTAD DE CIENCIAS 
 
 
La estética evolutiva, perspectiva fragmentada de la teoría 
de selección sexual en el ser humano 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
T E S I S 
 
 
 QUE PARA OBTENER EL TÍTULO DE: 
 BIÓLOGO 
 P R E S E N T A : 
 
Alí Yólotl Sánchez Ramírez 
 
 
 
 
 
 
 
DIRECTOR DE TESIS: 
Dr. Julio Muñoz Rubio 
 
 
Ciudad Universitaria, Cd. Mx., 2017 
 
 
 
UNAM – Dirección General de Bibliotecas 
Tesis Digitales 
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mencionando el autor o autores. Cualquier uso distinto como el lucro, 
reproducción, edición o modificación, será perseguido y sancionado por el 
respectivo titular de los Derechos de Autor. 
 
 
 
2 
 
Agradecimientos Académicos 
 
Quisiera agradecer a la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) por ser una 
Institución que se convirtió en algo más que un segundo hogar, en un templo, un refugio, un oasis 
en el desierto, un torrente de sabiduría por el que se desbordan ríos de almas como a través de 
venas las cuales ahora forman parte de mi ser. 
A la Facultad de Ciencias cuyo recinto permitió forjarme como un sujeto con capacidad de 
moldear su propio destino, cuestionar, reflexionar y entender la vida, biólogo evolutivo soy y ese 
camino es guía de mí voluntad. 
Al Centro de Investigaciones Interdisciplinarias en Ciencias y Humanidades (CEIICH) por 
mostrarme la existencia de lo inimaginable, un punto de luz entre tanta oscuridad, la intersección 
entre aquello que parece imposible, pero nos hace mucha falta, un pequeño vistazo a un lienzo de 
utopía. 
Al proyecto PAPIIT IN-400416 por brindarme los estímulos materiales necesarios para desarrollar 
esta tesis y tener mayores oportunidades en ese trayecto de mi vida. 
A Julio Muñoz Rubio por ser mi guía, además de mi profesor y mentor no únicamente en la 
filosofía de la ciencia y la biología evolutiva de vanguardia, sino también en la buena música: el 
Rock, Jazz y Blues, el buen vivir y el arte revolucionario. Aquellos días de contemplar las pinturas 
con él y discutir sobre ellas han hecho de este trayecto una experiencia inigualable. 
A la Dra. Vivette García Deister, la Dra. Siobhan F. Guerrero Mc Manus, el Dr. Octavio Valadez 
Blanco y la Ma. Ana Cristina Cervantes Arrioja quienes se encargaron de la revisión de este 
trabajo proporcionándome valiosas observaciones y recomendaciones que enriquecieron la tesis, 
además de todos los momentos que vivimos juntos en este proceso. Cada uno de ellos quedará 
plasmado en mi memoria con un eterno agradecimiento por brindarme la oportunidad de crecer 
académicamente. 
 
 
 
 
 
“Por mi raza hablará el espíritu” 
José Vasconcelos 
3 
 
Índice 
Agradecimientos académicos………………………………………………………………………………………………….2 
Resumen…………………………………………………………………………………………………………………………………4 
Introducción………………………………………………………………………………………………………..………………….5 
Metodología…………………………………………………………………………………………………………...................9 
Objetivos e Hipótesis…………………………………………………………………………………………......................10 
 
Capítulo I. La selección sexual humana en la historia…………………………………………………………….11 
I) Darwin y Wallace, las primeras discusiones sobre selección sexual y evolución humana……..11 
II) El Siglo XX, el auge del neodarwinismo y la consolidación de la sociobiología …………………….15 
III) La evolución en el siglo XXI, nuevas perspectivas y fronteras frente a la selección sexual....21 
1) El sistema de herencia simbólico, una manera de estudiar la evolución humana………………..27 
2) La evolución cultural desde el neolamarckismo…………………………………………………………………..32 
 
Capítulo II. La belleza como producto de la selección natural y sexual: La estética 
evolutiva…………………………………………………………………………………………………………………………………34 
I) La teoría estética evolutiva………………….……………………………………………………………………………….34 
II) Crítica general a la estética evolutiva…………………………………………..……………………………………..43 
1) Uso de términos poco claros ………………………………………………………………………………………………46 
2) La Universalidad………………………………………………………………………………………………………………….48 
3) Variación y subjetividad ……………………………………………………………………………………………………..51 
4) En el plano biológico y evolutivo…………………………………………………………………………………….…..52 
5) La finalidad de la belleza ¿es adaptación? ¿Qué nos dice el neolamarckismo?......................57 
6) El reproductivismo………………………………………………………………………………………………………………61 
7) El racismo implícito en la estética evolutiva…………………………………………….………………………….67 
8) El clasismo implícito en la estética evolutiva……………………………………………………………………….71 
 
Capítulo III. La estética evolutiva y la Ideología, la belleza como producto de la 
autoconciencia……………………………………………………………………………………………………………………….74 
I) El papel de la Ideología en la estética evolutiva …………………………………………………………………..76 
II) La sutil diferencia entre objetos y sujetos.…………………………………...........................................83 
III) La belleza como construcción simbólica autoconsciente ……………………………………………………87 
Conclusiones…………………………………………………………………………………………………………………………..101 
Bibliografía……………………………………………………………………………………………………………………………..107 
 
 
4 
 
La estética evolutiva, perspectiva fragmentada de la teoría de 
selección sexual en el ser humano 
Alí Yólotl Sánchez Ramírez 
“Los filósofos solo han interpretado el mundo de varias maneras; la cuestión es, sin embargo, transfórmalo”. 
Karl Marx, XI Tesis sobre Feuerbach. 
Resumen 
El presente trabajo consiste en un análisis crítico de la estética evolutiva, integrante de la 
psicología evolutiva. La explicación que esta teoría da a la función de los atractivos visuales y el 
papel que desempeñan. Una investigación sobre los debates generados por la propuesta de este 
campo de conocimiento, a partir de la que se busca desarrollar un proyecto crítico hacia la teoría 
de la selección sexual, particularmente en relación con la evolución de la belleza humana, 
revelando los argumentos falsos de la estética evolutiva, que considera al atractivo visual como 
una mera adaptación tendiente al aumento de la adecuación biológica, desestimando la 
complejidad cultural y sensitivo-social que lleva a elaborar patrones de belleza y fealdad. 
Esta crítica se basa en la teoría de los objetos de Gaos y defiende la metodología de Sánchez 
Vázquez en sus trabajos sobre estética, aportando elementos a un punto no tratado por este 
último: el papel de la valoración estética entre sujetos autoconscientes. Sostengo que los juicios 
estéticos que los humanos tienen de sí mismos no están contenidos en su actividad biológica. La 
naturaleza biológica humana, queda subsumida por una segunda naturaleza que emerge de la 
primera, pero desplazándola a un lugar secundario. Se trata de una naturaleza de autoconciencia, 
construida socialmente, que elabora juicios y patrones estéticos, añadiendo elementos históricos y 
subjetivos a la realidad física objetiva. 
Se utiliza una metodología contraria al reduccionismo en favor de una visión relacional y que 
busca comprender las totalidades concretas reivindicando el papel de los elementos dinámicos y 
opuestos, para ser superados en una síntesis con un nuevo nivel de comprensión de cualidades, 
conformando por un proceso con historia y futuro no determinado solo por sus unidades 
constituyentes.Palabras clave: Evolución humana, Selección sexual, belleza, adaptación, ideología, psicología 
evolutiva, estética evolutiva. 
5 
 
Introducción 
Los seres humanos hemos intentando explicar nuestro propio origen y desarrollo a través de las 
teorías evolutivas, una de ellas explica el proceso de variación y selección, la teoría de Charles 
Darwin expuesta en On the Origin of Species by Means of Natural Selection, or the Preservation of 
Favoured Races in the Struggle for Life (1859) y aplicada al ser humano en The Descent of Man, 
and Selection in Relation to Sex (1871). La evolución y la selección sexual, son procesos 
estrechamente ligados el uno con el otro. Sin embargo, si analizamos su desarrollo conociendo el 
valor de la historicidad, podremos darnos cuenta de lo complejo que puede resultar un tópico de 
esta estirpe. Por ello los estudios pertinentes a esta temática no deben quedar en manos de 
visiones herméticas y vulgares, que transforman la teoría en un conjunto ideológico manipulado 
por un grupo de personas, perdiendo la enorme riqueza de la diversidad de ideas y de conceptos 
que enriquecen, fortalecen y problematizan la teoría. 
La belleza humana es caracterizada como una adaptación por parte de la Estética Evolutiva (EE), 
siendo el punto central a discutir a lo largo de la tesis, pero primero debemos acércanos a este 
concepto. 
West-Eberhard afirma que: “solamente se puede juzgar que un carácter es una adaptación cuando 
se tiene evidencia de que la evolución de ese carácter ha ocurrido de forma tal que lo hace más 
efectivo en el cumplimiento de la tarea para la que existe” (West-Eberhard, 1992, pp. 13-18). 
En el caso de la belleza humana no es claro que esta característica deba ser considerada una 
adaptación, por un gran número de razones que expondré a lo largo de este trabajo. No queda 
claro sí estos caracteres de belleza necesariamente deban ser fijados o que ayuden a aumentar la 
adecuación reproductiva. La concepción que busca afirmar que los caracteres son producto de la 
adaptación, es conocida como adaptacionismo. Y este ha sido una vertiente muy desarrollada 
dentro de la biología, en especial en los estudios de la evolución, de tal manera que muchos de los 
caracteres son excluidos, causando que sean ignoradas diferencias como el nivel de organización 
ya sea: morfológico, fisiológico, conductual, cultural, cada uno de ellos posee una historia y 
desarrollo diferente, dándonos una pluralidad de evidencias que son desechadas al momento de 
entender la fijación de un carácter y sus propiedades. Por lo que podemos decir que en todo esto 
existen numerosos problemas epistemológicos dados por la complejidad del problema y los 
sistemas bajo estudio. Además, bien valdría la pena preguntarse ¿para qué sirve la belleza? 
6 
 
Respondiendo a lo que plantea West- Eberhard: ¿lo hace más efectivo en el cumplimiento de la 
tarea para la que existe? ¿Cuál es esa tarea? Para la estética evolutiva, es la reproducción 
diferenciada como producto de selección sexual y natural, pero ¿qué están entendiendo por 
belleza? Para la estética evolutiva eso se reduce a la simetría, pero la belleza no es exclusivamente 
ello inclusive, no necesariamente es ello. 
Para entablar un diálogo entre las ciencias naturales y las ciencias sociales las cuales transitan el 
problema de la belleza humana y su impacto evolutivo, recurro a uno de los filósofos que con 
mayor rigor ha elaborado una teoría estética1 desde una perspectiva centrada en una visión 
relacional y de procesos en la totalidad: Adolfo Sánchez Vázquez, quien en textos como Las ideas 
estéticas de Marx (1990), e Invitación a la estética (1992) utiliza el método materialista dialéctico2 
y aborda el problema de las valoraciones estéticas humanas en diversos planos: La producción de 
obras de arte, la producción de objetos que sin ser obras de arte poseen un valor estético buscado 
deliberadamente, los objetos que después de ser fabricados se les encuentra e inserta un valor 
estético y la estética del mundo natural. Por lo que este autor tiene el mérito de haberse abocado 
en la búsqueda de hipótesis y metodologías para el abordaje de problemas esenciales en 
cuestiones de ética y estética. 
 En el presente trabajo se contribuirá utilizando al método de Sánchez Vázquez, al análisis de la 
valoración estética en la relación entre seres humanos, es decir, los criterios de belleza3 entre 
seres humanos en la relación sujeto-sujeto. Punto ausente en el análisis del mencionado filósofo. 
Se hará una contrastación de las tesis y métodos de Sánchez Vázquez con el de la estética 
evolutiva contemporánea planteando que ésta última, al realizar una biologización de categorías 
culturales, propias de lo humano, se ve fuertemente limitada para entender lo que en último 
término es una construcción humana multidimensional, no limitada al interés reproductivo 
biológico. 
Cabe destacar que la propuesta de valoración estética del filósofo es un punto imprescindible para 
desarrollar una explicación multívoca de la belleza y una crítica a la ideología que sesga los 
estudios en psicología evolutiva, punto irreconciliable con la EE. Por lo que mí tarea principal 
 
1 Estética como rama de la filosofía que estudia la belleza, no se confunda con la concepción de la estética 
evolutiva. 
2 El cual detallaré subsecuentemente. 
3 Se puede considerar bello algún sujeto que mediante los sentidos complace a otro, es decir, que cause 
satisfacción, agrado o placer. Una propiedad añadida sobre un objeto o sujeto. 
7 
 
consiste en vincular justamente el papel de la interacción de sujetos en la selección sexual, 
buscando redimensionar a esta teoría y criticar la propuesta de la Estética evolutiva. El análisis de 
Sánchez Vázquez puede ser complementado, dando una nueva vertiente interdisciplinaria entre 
las ciencias biológicas y las ciencias sociales y humanidades4. 
Stephen Jay Gould sintetiza con su estilo humorístico esta idea: 
 “La ciencia puede tratar usualmente la información empírica del mundo; el arte medra en 
el juicio estético. Pero los científicos también trafican ideas y opiniones y, a buen seguro, 
los artistas respetan los hechos” (Gould, 2009, p. 256). 
A lo largo del trabajo desarrollo que no existe una pregunta evolutiva legítima sobre la fijación de 
ciertos patrones estéticos que puedan resistir la diferencia cultural e histórica, sino que más 
correctamente la pregunta debería hacerse desde una perspectiva dialéctica que sitúa la relación 
sujeto-objeto como una relación de codeterminación dialéctica e histórica. 
Ahora bien, explicaré brevemente en qué consiste la anteriormente mencionada dialéctica: las 
raíces occidentales de esta filosofía se remontan a Heráclito, pero en su acepción moderna, el 
método fue propuesto por el filósofo alemán G. W. F. Hegel5 (1985 [1833]) que posteriormente 
sería aterrizado del idealismo al materialismo por F. Engels (1940) y K. Marx (1840, (1975)6. Esta 
concepción se opone a la visión mecanicista, cartesiana y reduccionista del mundo. Ya que busca 
descartar la concepción dualista forzada que muchas veces preconcebimos, es decir, posee un 
espíritu antidicotómico que busca trascender oposiciones dualistas y mutuamente excluyentes 
(como masculino versus femenino, innato versus aprendido y natural versus social, entre otros). 
Reivindicando el papel de los elementos dinámicos y opuestos: la tesis y antítesis, para ser 
superados en una síntesis con un nuevo nivel de comprensión de distintas cualidades (Ollman, 
2003). 
Destaco que me centraré en el trabajo de los biólogos materialistas dialecticos Richard Levins y 
Richard Lewontin, quienes plantean un universo es unitario sometido a un continuo cambio; así 
que los fenómenos que podamos ver en un momento son parte de procesos, los cuales tienen una4 De aquí se desprenden diversas cuestiones como: ¿Hay puntos de convergencia entre dos cuerpos de 
conocimientos? ¿Hasta qué punto puede existir una compatibilidad entre tan distintas tradiciones? ¿Qué 
resultados innovadores puede propiciar esta relación? 
5 Quien aplico esté método para distintas áreas de la filosofía, política, lógica y estética, entre otras. 
6 Los cuales habría que matizar tuvieron algunas diferencias. 
8 
 
historia y un futuro que no está determinado solo por sus unidades constituyentes. Las 
explicaciones dialécticas, no separan las propiedades de las partes aisladas de las asociaciones que 
tienen cuando forman conjuntos, sino que consideran que las propiedades de las partes surgen de 
estas asociaciones. Es decir, las propiedades de las partes y los conjuntos se codeterminan 
mutuamente, están interpenetrados, según la ley de la interpenetración de los contrarios del 
materialismo dialectico. Los conjuntos se componen de unidades cuyas propiedades pueden ser 
descritas, pero la interacción de estas unidades en la construcción de los conjuntos genera 
complejidades que dan lugar productos cualitativamente diferentes, existen cambios 
cuantitativos-cualitativos (Lewontin et al., 2009, p. 24). 
Esta visión del mundo elimina la antítesis entre la naturaleza y la crianza o entre la herencia 
genética y la herencia del medio ambiente; supera la visión de un mundo estático cuyos 
componentes interaccionan de modo fijo y limitado. Trascendiendo de la visión en la que el 
cambio solo es posible siguiendo trayectos previamente determinados y definidos. En los 
capítulos siguientes esta postura aparecerá en el desarrollo de la tesis. 
En este trabajo haré un análisis del papel ideológico y la insuficiencia teórica y empírica, de 
afirmaciones causales en la defensa de opiniones deterministas biológicas sobre la condición 
humana, en concreto sobre los parámetros de valoración estética entre los seres humanos. 
Intentaré mostrar cómo estos modelos reduccionistas pueden ser superados por una biología más 
plenamente congruente con la realidad y la complejidad del mundo material. 
 
 
 
 
 
 
 
 
9 
 
 
Metodología 
El trabajo se realiza siguiendo los análisis estéticos de Adolfo Sánchez Vázquez en sus obras: Las 
ideas estéticas de Marx (1990) e Invitación a la estética (1992), centrándonos en el papel de la 
valoración estética sujeto-sujeto, es decir, los juicios estéticos que las personas tienen unas sobre 
otras, cómo el atractivo social se desarrolla y el gusto por esas características; con el uso de la 
dialéctica se busca profundizar en los problemas ontológicos y epistemológicos involucrados en 
este tema. 
Se hará además una revisión de los textos de autores clásicos de los estudios de biología evolutiva 
como Darwin y Wallace además de autores que posteriormente han discutido la teoría de 
selección sexual. Para así hilar con la visión actual de la estética evolutiva de Karl Grammer, Eckart 
Voland, Etcoff, Rhodes y Zebrowitz, (entre otros) y propuestas críticas al adaptacionismo como la 
de Stephen Jay Gould, Richard Lewontin, Steven Rose y Eva Jablonka, entre otros, los cuales 
buscan dar una mayor dimensión de complejidad a los aspectos evolutivos en el ser humano y sus 
implicaciones éticas. El trabajo constará de tres capítulos en los cuales abordaré el tema desde sus 
orígenes en el siglo XIX hasta sus consecuencias, filosóficas, sociales y biológicas en el siglo XXI. 
Menciono esto último debido a que la propuesta de la psicología evolutiva acerca de la belleza 
posee un alto contenido ideológico7 que justifica y promueve diversos tratos humanos; los cuales 
tienen a ser naturalizados al no ser analizados a profundidad, sino más bien guiarse por prejuicios 
y una visión reduccionista del mundo. 
Con este trabajo se revelarían los argumentos falaces del Programa adaptacionista en relación a la 
evolución humana en la belleza, los cuales son manejados por la Estética evolutiva; siendo que las 
valoraciones estéticas no pueden ser contenidas en el Programa adaptacionista. 
 
 
 
 
7 Concepto clave en el desarrollo de esta tesis, pues funge de distintas maneras dependiendo del autor que 
se cite, Marx, Gramsci, Althusser, Rancière Villoro y Sánchez Vázquez, entre otros lo han desarrollado y 
discutido. En este caso me refiero al concepto gnoseológico de Marx. 
 
10 
 
 
Objetivo general: 
 Analizar críticamente las bases teóricas de la propuesta de la Estética Evolutiva y de su 
enfoque biologicista utilizando el método de la dialéctica, que consiste en dar una 
explicación coherente y unitaria, pero no reduccionista del universo material. 
Objetivos particulares: 
 Analizar los argumentos del Programa adaptacionista en la propuesta de la Estética 
evolutiva, explicando por qué las valoraciones estéticas no pueden ser contenidas en el 
Programa adaptacionista. 
 Contribuir a la propuesta de Adolfo Sánchez Vázquez, integrando la dimensión de 
interacción sujeto-sujeto. Es decir, los juicios estéticos que las personas tienen unas sobre 
otras y de cómo el atractivo social se desenvuelve y desarrolla el gusto por esas 
características. 
 Contribuir al estudio de la valoración estética entre seres humanos haciendo énfasis en a 
la multidimensionalidad que posee ésta, en contra de la unidimensionalidad biologicista. 
 
Hipótesis: 
La belleza humana no posee una función adaptativa. La historia tiene un rol trascendente en su 
comprensión. 
Los principios estéticos de la evolución humana, como parte de los fundamentos culturales y 
simbólicos subsumen a los de su evolución biológica, sus propiedades cualitativas son 
sustancialmente distintas a las biológicas. Por lo cual un análisis crítico de la estética evolutiva no 
sólo revelará sus falacias sino nos otorgará una explicación más completa de las conductas 
humanas motivadas por las valoraciones estéticas. 
 
 
11 
 
CAPÍTULO I 
La selección sexual humana en la historia 
 
"Láncese al aire un puñado de plumas, y todas caerán al suelo según leyes bien definidas; pero ¡qué simple es 
este problema comparado con la acción y la reacción de las innumerables plantas y animales que han 
determinado, en el transcurso de los siglos, el número proporcional y los tipos de árboles que ahora crecen 
en las antiguas ruinas indias!". 
Charles Darwin, El Origen de las especies, 1859 
 
A lo largo de este capítulo se narra el desarrollo que vivió la teoría de selección sexual aplicada al 
ser humano, desde su propuesta original hasta algunas posiciones críticas de ella en nuestros días. 
De tal manera de que se contextualiza el origen histórico de la teoría estética evolutiva como parte 
de la psicología evolutiva, que se pueden considerar herederas de la tradición sociobiologica 
neodarwinista. 
I) Darwin y Wallace, las primeras discusiones sobre selección sexual y evolución humana 
Durante el siglo XIX fueron publicados los trabajos de Charles Darwin y Alfred R. Wallace, autores 
que propusieron de forma independiente la teoría de la evolución en que la selección natural 
favorece a los organismos en la lucha por dejar más descendencia, sin embargo, Darwin no podía 
explicar la presencia de algunas características, las cuales parecían ir en contra de la selección 
natural porque exponían a los machos ante sus depredadores. Para Darwin el pavo real macho fue 
un claro ejemplo de lo anterior debido al tamaño extremadamente largo de su cola, los colores 
brillantes de sus plumas y sus elaboradas danzas. Fue entonces cuando propuso que el cortejo, los 
colores intensos, plumas o aletas brillantes, cantos, cuernos, astas, mandíbulas y espinas que 
usaban los machos para sujetar a las hembras durante el apareamiento habían sido seleccionadas 
por su importancia en la competencia por parejas y no tanto para lograr directamente mayor 
supervivencia(Darwin, 1871). 
Este tipo de selección fue llamada selección sexual, quizás una de las partes más controversiales 
de Darwin, él sugirió el nombre de caracteres sexuales secundarios (CSS) para todas aquellas 
estructuras relacionadas con el éxito de la reproducción de manera indirecta, caracteres sexuales 
primarios (CSP) a los genitales y gónadas (Darwin, 1871, p. 253). Los dos mecanismos de selección 
sexual que postuló Darwin para dar origen y el mantenimiento de los CSS son: la competencia para 
obtener parejas (principalmente entre machos) y la elección de pareja (ejercida principalmente 
12 
 
por las hembras; Darwin, 1871) (Contreras-Garduño et al., 2012, p. 126). La selección sexual fue 
calificada por Darwin por ser menos rigurosa que la selección natural (Darwin, 1859, p. 88). 
Darwin y Wallace mantuvieron una discusión constante por la cuestión de la selección sexual, el 
proceso propuesto por Darwin para explicar el origen de características aparentemente 
irrelevantes o incluso perjudícales para la lucha por la supervivencia, pero que podían ser 
interpretadas como mecanismos para aumentar el éxito a la hora del apareamiento. Darwin 
proponía dos tipos de selección sexual: La competencia entre los machos por tener acceso a las 
hembras y la elección por parte de las propias hembras. Atribuía parte de la diferenciación entre 
las diferentes razas humanas a la selección sexual, basada en los diferentes criterios de belleza 
surgidos en los diferentes pueblos8 (Cronin, 1991; Contreras-Garduño et al., 2012 p. 193). “The 
Descent of Man, es en realidad una amalgama de dos obras, un largo tratado de la selección 
natural en todo el reino animal, y una narración especulativa más breve acerca de los orígenes de 
la humanidad que se apoya fuertemente en la selección sexual” (Gould, 2006, pp. 55-57). 
La selección sexual nos lleva de igual manera hacía “el imperativo darwinista del éxito 
reproductivo diferencial”, pero a Wallace le desagradaba la selección sexual por tres motivos: 
comprometía la generalidad de esa visión tan peculiarmente propia del siglo XIX de la selección 
natural como una batalla por la vida, no solamente por copular; ponía un excesivo énfasis en la 
volición de los animales en particular en el concepto de la elección por la hembra y aún más 
importante permitía el desarrollo de numerosos caracteres importantes que resultan irrelevantes 
e incluso perjudiciales, para el funcionamiento del organismo como una máquina bien 
diseñada(ídem pp. 55-57). 
Así pues, Wallace veía en la selección sexual una amenaza a su visión de los animales como obras 
de perfecta elaboración configuradas por la fuerza puramente material de la selección natural. De 
hecho, Darwin había desarrollado el concepto en gran medida para explicar por qué tantas 
diferencias entre los grupos humanos, resultan irrelevantes para la supervivencia en buen 
diseño,9 reflejando meramente la variedad de caprichosos criterios de belleza que surgieron sin 
razón adaptativa alguna en varias razas (Gould, 2006, p. 52). Wallace aceptaba la selección sexual 
 
8 Destaco esta perspectiva darwiniana que plantea la existencia de diferentes criterios de belleza y la idea 
de que la variación humana puede ser producto de ello como un punto de tención con la EE. 
9 Destaco la idea de que Darwin utilizó en un inicio está teoría de manera opuesta a lo que hace la EE, al 
caracterizar las diferencias de los grupos humanos como irrelevantes para la supervivencia; otro punto de 
tensión. 
13 
 
basada en el combate entre machos, como algo suficientemente próximo a la metáfora de la 
batalla, que controlaba su concepto de selección natural, pero rechazaba la idea de elección por 
parte de la hembra, y desasosegaba grandemente a Darwin con sus intentos especulativos de 
atribuir todos los caracteres surgidos de ella a la acción adaptativa de la selección sexual (ibíd., pp. 
52-53, Cronin, 1991, p. 187). Un ejemplo del pensamiento de Wallace es el siguiente: 
“Puede que un hombre joven, cuando corteja, cepilla o riza su cabello, y tiene una barba o 
bigote en perfecto estado, y no hay duda de que su amada lo admire, pero eso no prueba que se 
case con él por sus ornamentos” (Wallace, 1889, p. 286). 
Puede que la posición que Wallace mantuvo haya sido fuertemente influida por su corriente de 
pensamiento que apoyó al movimiento feminista y las ideas socialistas10 (Hodge, 2015, p. 37), y 
puede que haya visto un problema social implícito en la teoría de selección sexual de Darwin, la 
cual Wallace negaba que causara el dimorfismo sexual, y en sí, que esta fuerza existiese, ya que si 
llegara a existir sería para seleccionar el vigor y capacidad de sobrevivir (Estrada, 2015, pp. 69-74)). 
Wallace aceptaba la competencia entre machos, pero rechazaba la elección femenina, él se 
inclinaba más por la utilidad mientras Darwin por la belleza (Prum, 2012; Hoquet y Levandowsky, 
2015). 
En relación a lo anterior Darwin en el Origen del hombre, nos habla sobre el sentimiento de lo 
bello con estas palabras: 
“Muchos han afirmado que esta cualidad es perceptible sólo por el hombre, pero podemos 
fácilmente negarlo si vemos a un pavo real hembra escoger al macho de más bello plumaje para 
aparearse. Su belleza no puede negarse, ya que las mismas mujeres se ornamentan con plumas de 
aves. Para dar otro ejemplo, nombraremos las aves hembras, que escogen como pareja al macho de 
canto más dulce y melodioso… 
Sin embargo, el concepto que cada especie tiene de belleza es muy distinto, como se puede ver en 
los salvajes, que admiran adornos repugnantes y melodías desastrosas. Se puede decir que tienen 
sus facultades estéticas menos desarrolladas que otros animales, como las aves. También es 
evidente que ningún animal podría embelesarse con una noche estrellada, un bello paisaje o una 
 
10 El movimiento social iniciado por el filántropo Robert Owen (1771-1858) fue clave en el desarrollo 
intelectual de Wallace, al ser la base sobre la que fundamentó su profunda convicción socialista, como la 
importancia del grupo sobre el individuo, así como la necesidad, así como la necesidad de un ambiente que 
promueva las diversas capacidades del ser humano (Jones, 2002; Rodríguez Caso, 2015) 
14 
 
dulce melodía; tampoco podrían hacerlo los salvajes, cuyos gustos son afectados por su bajo nivel 
de educación” (Darwin, (1981) [1871]). 
Punto de suma importancia para comprender las raíces más profundas de los pensamientos de la 
Estética evolutiva (EE), ya que algunos argumentos vertidos por Darwin en relación a la valoración 
estética son retomados por la Psicología Evolutiva y los estetas evolutivos, como el que la belleza 
es algo cuantificable y la valoración estética tiene tendencia occidentalizada, es simétrica y es 
perfecta, también podemos destacar el continuo que Darwin propone entre los animales no 
humanos11 como seres con cualidades estéticas, lo cual ha funcionado para hace analogías que 
naturalizan elementos humanos en el mundo animal y viceversa; a pesar de la contradicción en la 
que Darwin afirma que la belleza varía de especie a especie y de cultura en cultura, cosa que 
observó Darwin dentro de su contexto victoriano12. 
En la obra de Darwin la teoría de la selección sexual se explica que se trata de un proceso 
subordinado a, y menos severo que el de la selección natural y que consiste en la lucha de los ma-
chos por la posesión de las hembras, a fin que sean seleccionados individuos más aptos de uno y 
otro sexo dentro de una misma población (Darwin 1964, p. 87- 90). Al aplicar esta teoría al ser 
humano, Darwin naturaliza ciertas características que considera inherentes al hombre como el ser 
activo, además de ser agresivo y emprendedor y por otro lado preponderando un carácter pasivo y 
reservado en las mujeres (Darwin 1981,p. 253-320; 316-384). “Extrapolando binariedades de la 
sociedad occidental, como lo son hombre/mujer y masculino/femenino, a partir de una binariedad 
biológica: macho/hembra, dándoles una caracterización de fenómenos naturales con un origen 
biológico que las ha determinado con el tiempo. Esto a raíz del ambiente victoriano y patriarcal en 
el que se desarrollaron sus ideas” (Muñoz Rubio y Méndez Granados, 2015, p.16). Otro de los 
puntos de anclaje que con mayor claridad podemos apreciar en los estudios de la psicología 
evolutiva y la estética evolutiva, es decir, una construcción de naturalezas humanadas definidas 
por un contexto cultural concreto: el capitalista post-revolución industrial. 
Por lo tanto, resumiendo los puntos anteriores: la teoría de selección sexual propuesta por 
Darwin, fue su manera de dar cuenta de la evolución de los caracteres complicados como la cola 
 
11 Esa continuidad gradual que Darwin plantea y que supone a los animales capaces de realizar juicios de 
valor estético, es un tema sumamente controversial que puede desviar el rumbo de este trabajo hacía otras 
discusiones que son importantes de realizar pero que se focalizan en otros problemas, principalmente la 
colisión con barreras epistémicas. 
12 Lleno de prejuicios hacía otras culturas. 
15 
 
del pavo real, el como un ornamento, no se pudo establecer a través de la selección natural, 
porque no ayuda al individuo a sobrevivir, pero si hay selección sexual –si las hembras prefieren a 
los machos con colas más hermosas– aquellos machos que tienen colas más hermosas se volverían 
más comunes. Mismo es el caso de las diferencias entre los grupos humanos, que Darwin nos 
plantea como un resultado de la selección de diferentes criterios de belleza a lo largo del mundo. 
Después de algunas discusiones iniciales, la selección sexual fue revivida y reformulada cien años 
después. Ahora su reencarnación ha sido aplicada ampliamente, es la base de explicaciones de las 
supuestas diferencias innatas en talentos, valores y actitudes en hombres y mujeres. Durante el 
siglo XX fue discutida en distintos momentos como en la síntesis moderna o más recientemente 
como incluida en las críticas al programa adaptacionista. 
II) El Siglo XX, el auge del neodarwinismo y la consolidación de la sociobiología 
“Nothing in Biology makes sense except in the light of evolution” 
Theodosius Dobzhansky 
Francis Galton (1865, 1869, 1872, 1883) y H. Spencer (1914 [1867]) fueron los primeros en 
comenzar a aplicar la teoría evolutiva de Darwin al ser humano. A Galton puede atribuírsele la 
separación de lo causal de la influencia en la naturaleza humana en la crianza13, y así confirmar 
como un inevitable la prioridad de la naturaleza (herencia) sobre la crianza (educación, etc.).La 
solidificación de un análisis causal simple (o simplista) que asumió la estadística y el pensamiento 
poblacional, abandonando la fisiología y la complejidad del desarrollo fue otra consecuencia de 
Galton, inclinando la balanza, al menos durante varias generaciones, en favor de una reducción 
metodológica en la biología humana y sus factores hereditarios (Hilts, 1981; Waller, 2001, 2001b). 
Francis Galton llegó al tema de la herencia a partir de su interés del estudio de las poblaciones 
humanas, siendo las diferencias de características morales y físicas en las razas humanas un tema 
al que presto mucha atención14. Como muchos de sus contemporáneos estaba convencido de que 
 
13 Junto con Weismann al intentar erradicar al lamarckismo de la teoría evolutiva con la propuesta de su 
barrera germinal/somática. 
14 Por otro lado, marcando un punto de quiebre a partir del siglo XIX con las contribuciones de Francis 
Galton, se puede considerar que la culminación de su obra fue un proceso que dio ventaja a los pensadores 
que buscaban establecer criterios bien definidos para por un lado justificar la dominación racial de los 
europeos sobre otras naciones en las distintas colonias del mundo, y de igual manera afianzar la una 
estructura de clases y meritocracia, jerarquizada según el talento innato de ciertas familias, para regir la 
organización interna de las naciones europeas (Cowan,1972, 1977; Mackenzie, 1981, Burbridge, 2001). Gran 
parte se debe a que las elites intelectuales europeas posteriores a la Ilustración, sucumbieron a un impulso 
16 
 
las diferencias psicológicas y morales eran dictadas por la constitución física (López Beltrán, 2015, 
p. 55). 
Mientras que años después, en los primeros años del siglo XX existía desconcierto sobre distintas 
partes de la teoría evolutiva y la teoría de selección sexual, por ejemplo: Thomas Hunt Morgan 
consideró a la selección sexual inútil y dedicó varios libros a mostrar su irrelevancia (1903, 1919 y 
1932, p. 152). Posteriormente R. Fisher (1930) y Williams (1966) se interesaron en explicar por qué 
las hembras deberían elegir pareja, buscando establecer una matemática de ello en la genética de 
poblaciones con el principio de Fisher, la corrida Fisheriana y la hipótesis del hijo bello.15 (Smith, 
1987). Quizás el surgimiento de la etología (el estudio biológico del comportamiento animal, 
disciplina fundada por K. Lorenz, N. Tinbergen y K. von Frish) haya promovido el interés de Parker 
(1970), Trivers (1972) y Zahavi (1975) por la selección sexual, y a su vez, estos trabajos 
incrementaron el interés de un creciente número de investigadores por dicha teoría (Smith, 1987; 
Trivers, 2002; Contreras-Garduño et al., 2012, p. 194). 
Durante la década de los setentas, se llevó a cabo una de las mayores discusiones alrededor de las 
ciencias biológicas y las ciencias sociales, denominado Science Wars donde diversos grupos y 
autores, algunos deterministas biológicos y otros deterministas sociales rebatieron sobre la 
naturaleza humana, la cultura y la biología (Levins, 1996, Ross, 1996, p. 180, Guerrero Mc Manus, 
2015, p. 48). Desatando una difícil relación entre las ciencias sociales y la biología, una cualidad 
dada por el contexto de esas discusiones, que no necesariamente debe volver a ser igual (Rose y 
Abi-Rachand, 2013). Debido a que de ese conflicto se dividieron opiniones sin un consenso claro, 
la selección sexual no fue la excepción a ello. 
La teoría de selección sexual durante muchos años quedo en manos de una posición unilateral y 
hegemónica del darwinismo y la síntesis moderna. Personajes como S. Pinker, R. Trivers, W. 
Hamilton (1964), E. O. Wilson, y Richard Dawkins16, estos dos últimos desarrollaron las bases de 
la sociobiología y la psicología evolutiva de tal forma que los estudios de sexualidad humana se 
vieron reducidos a un par de tipos de estudio que buscaban entender la competencia entre 
machos y la elección femenina; durante el siglo XX los modelos de selección femenina se 
 
por asegurar científicamente su domino externo sobre otras naciones e interno sobre las clases sociales 
trabajadoras (López Beltrán, 2015). 
15 Modelos fundamentales en el desarrollo posterior de la sociobiología y la visión genocéntrica y 
reproductivista. 
16 Autores que retoman varias de las propuestas de Fisher y las extrapolan al mundo del ser humano. 
17 
 
caracterizaron en la atracción por alguna característica del macho nombrada: “selección sexual 
desbocada” y la resistencia a parásitos y un buen sistema inmune, los indicadores de “buenos 
genes” (Futuyma, 2013, Mc Manus, 2012, Mc Manus 2015, pp. 37-44). Esto no solo mermó y 
sesgó durante décadas los estudios en sexualidad humana, sino trajo consigo consecuencias a 
nivel social, ya que al no contener un compromiso ético dio pauta a justificar actitudes 
retrógradas,como el machismo y la xenofobia. 
Los predecesores inmediatos a la sociobiología fueron una serie de libros sobre la naturaleza 
humana que Gould denominó “etología popular”: The Territorial Imperative, de Robert Ardrey 
(1966); On Agression, de Konrad Lorenz (1966); The Naked Ape, de Desmond Morris (1967) y The 
Imperial Animal, de Tiger y Fox (1997). Los cuales defienden la tesis de que los humanos son por 
naturaleza territoriales y agresivos. Siendo la condición humana una guerra como en el Leviatán 
de T. Hobbes (Lewontin et al., 2009, p. 329). 
Las visiones reduccionistas del mundo en textos de sociobiología como Sociobiology: The New 
Syntesis (1975) de E.O. Wilson o The Selfish Gene (1976) de Richard Dawkins recurren 
explícitamente al dogma central de la biología molecular (Crick, 1970, p. 563) para definir su 
compromiso con la afirmación de que el gen es ontológicamente previo al individuo y el individuo 
a la sociedad17, además de recurrir de forma explícita a un conjunto de conceptos de la economía 
de las sociedades capitalistas de los años setenta: conceptos como análisis coste-beneficio, teoría 
de juegos, coste de la oportunidad inversión y otros semejantes son transferidos cínicamente al 
dómino natural y como sucedió con el darwinismo (social) son utilizados como justificantes del 
orden social (Dennett, 1995; Lewontin et al., 2009, p. 89) 
Una vez que E. O. Wilson hubo lanzado su teoría sociobiológica de la naturaleza humana, se 
comenzaron a realizar trabajos similares que exploraban los atractivos alcances de la teoría18. 
Dando como resultado la continua elaboración de publicaciones deterministas biológicas, las 
cuales tuvieron un impacto contra las diversas luchas sociales de finales de los años sesenta, que 
estaban en favor de la igualdad, la no discriminación y otras injusticias. Los biólogos y 
 
17 Para Jaques Monod “Hay una exacta equivalencia lógica entre la familia y las células. Este efecto está 
totalmente escrito en la estructura de la proteína, que a su vez está escrita en el DNA” (Monod, citado en 
Judson, Eighth Day of Creation, p. 212.) 
18 Como Dawkins R., The Selfish Gene (1976), Oxford Unversity Press, Oxford Inglaterra The Extended 
Phenotype (1981), Freeman, San Francisco; D. P. Barash, Sociobiology and Behaviour (1977), Elsevier, 
Amsterdam; L. Tiger, Optimism: The Biology of Hope (1978), Simon y Schuster, Nueva York., D. Symons, The 
Evolution of Human Sexuality (1979), Oxford, Inglaterra. 
18 
 
antropólogos, al igual que la prensa acogieron a la sociobiología humana. El mismo Wilson 
posteriormente público la obra On Human Nature (1978), enteramente en cuestión sobre la 
sociobiología humana, lo que originó una fuerte polémica tanto en las ciencias naturales como en 
las ciencias sociales (Lewontin et al., 2009, p. 322). 
En la década de 1980 las principales críticas a esta vertiente fueron por parte de Stephen Jay 
Gould, Richard Lewontin, Steven Rose, León Kamin, Marshall Sahlins y Alfie Kohn. Además de 
Kenneth Bock, este último publica Naturaleza humana e historia: Una respuesta a la sociobiología 
(1980), en donde su principal objetivo es criticar la postura sociobiológica, es decir, aquella que 
busca explicar las diferencias sociales y culturales con base en la biología humana y la etología 
comparativa, despreciando el papel de las ciencias sociales y las humanidades (Vergara, 2015). 
Una contribución importante a la crítica al panadaptacionismo (del que la sociobiología formaba 
parte) que se había expandido en la biología, fue el realizado por S. Gould y R. Lewontin en 1979 a 
partir de la publicación del texto “The Spandrels of San Marco and the Panglossian Paradigm: A 
Critique of the Adaptationist Programme” Por otra parte, la exaptación (Gould, 2006, Gould y 
Vrba, 1982) es un término crucial que fue introducidos en las últimas décadas a los estudios de 
biología evolutiva, el cual buscaba salir de la visón unitariamente adaptacionista, abriendo un 
panorama más amplio para explicación de caracteres en los seres vivos. 
Gould y Vbra (1982) argumentan que, haciendo un análisis histórico de como muchas 
características han llegado a ser lo que son ahora, podremos ver en muchos casos, una 
característica con función adaptativa, producto de la selección natural, pudo haber sido cooptada 
para otra función distinta a la original en el trascurso de la evolución, pero en la medida que esta 
nueva o nuevas funciones no son el resultado de la adaptación, tampoco puede alegarse que en 
ella se haya operado un proceso de selección natural. 
En la exaptación, las funciones de una característica se diversifican. Pero la adaptación no sería el 
único mecanismo de desarrollo de características, y como éstas se diversifican tanto en sus 
orígenes como en sus funciones presentes, el problema de juzgar a un rasgo como adaptación se 
acentúa. Esto tiene importantes implicaciones para caracteres tan flexibles, diversos y variados 
como los conductuales o culturales en el ser humano, que son aquellos de los que se ocupa la 
psicología evolutiva. La exaptación tiene la ventaja de poder explicar muchas de las exaptaciones 
de las funciones que no pueden comprenderse por medio únicamente de los efectos selectivos. 
19 
 
Gould y Lewontin (1979) por otro lado originan su argumento en la analogía de las pechinas 
(spandrels) de la capilla de San Marco, Venecia. Donde comparan las pinturas que se encuentran 
en las curvaturas que dan soporte a las columnas, con la visión adaptacionista en la que las 
pechinas fueron construidas para que fueran pintadas, cuando realmente no fue así, sino se 
originaron de forma emergente para dar soporte. Siendo las pinturas un producto secundario, una 
utilidad adicionada posteriormente. De la misma manera y en convergencia con el concepto de 
exaptación, en la evolución existen numerosas funciones no adaptativas que son el producto 
secundario de estructuras y funciones originales. Gould, Vrba y Lewontin al adoptar un punto de 
vista histórico para interpretar la adaptación, liberan la cerrada mentalidad dogmática de una sola 
interpretación de evolución. Lo cual desbanca a la adaptación como un proceso evolutivo único, 
automático y universal de la evolución. (Muñoz Rubio, 2013, p. 78). 
Pero ¿pueden los conceptos de adaptación o exaptación aplicarse a los constructos sociales? 
Gould (1997) señalo que: 
“El cerebro humano puede haber alcanzado su tamaño actual por medio de procesos ordinarios 
adaptativos orientados a lograr beneficios específicos de mentalidades más complejas de nuestros 
cazadores-recolectores de las sabanas africanas. Pero los spandrels implícitos en un órgano de tal 
complejidad deben exceder a las razones funcionales explicitas de su origen. Una falla en la 
apreciación del papel central de los spandrels, y la importancia general de la no-adaptación en el 
origen de las innovaciones evolutivas, ha sido el impedimento principal que se ha dado en los 
esfuerzos para construir una teoría evolutiva propia de las bases biológicas universales de Homo 
sapiens –o lo que nuestra lengua vernácula llama “naturaleza humana”. 
Gould comprende que es necesario ampliar nuestro entendimiento del proceso de evolución 
humana, aceptando la existencia de procesos que no aumenten la adecuación, a fin de 
comprender más completamente la complejidad y diversidad de la condición humana misma. 
Browne (2002) hace un análisis del concepto y crítica que puede ser muy amplio su uso, llegando a 
poder formarse un extremo panexaptacionista, que no era la intención de Gould y Vbra, sino su 
intención más bien evitar el panadaptacionismo, integrando un concepto complementario. 
Se ha reconocido que la expresión de los fenotipos humanos depende de la herencia cultural tanto 
como de la herencia genética (Dawkins, 1976; Feldman 1981; Richerson 1985). Sin embargo (para 
la sociobiología),si la evolución humana, como la evolución de las otras especies, depende 
20 
 
exclusivamente de la herencia genética, el único modo en que la herencia cultural puede afectar la 
evolución debe ser contribuyendo a la variación, y subsecuentemente a la diferenciación en 
supervivencia y reproducción de diversos humanos en cada generación (Wilson, 1975, 2012). 
Posteriormente surge la Psicología evolutiva como un planteamiento teórico en ciencias sociales y 
naturales que examina la estructura psicológica desde una perspectiva evolucionista, 
caracterizando los rasgos como adaptaciones (Barkow, Tooby y Cosmides, 1992). Los primeros 
proponentes incluyen, entre otros, a John Tooby y Leda Cosmides, Martin Daly y Margo Wilson, 
Steven Pinker19, David Buss y Robert Wright. 
Siguiendo un modelo que se estructura de manera simplificada de esta forma: una gen- un módulo 
conductual en el cerebro- una conducta compleja; es decir una serie de causaciones lineales que 
han moldeado nuestra arquitectura desde los genes, pasando por nuestro cerebro hasta nuestra 
cultura. Mientras que una base genética para características de comportamiento (instintivas) para 
especies no humanas es generalmente aceptada dentro de la comunidad científica, la pretensión 
de usar genes y genomas para la explicación de comportamientos más complejos, es decir, 
racionales y humanos a nivel individual y de sociedad continúa siendo extremadamente 
controvertido. 
Actualmente ha sido tal la inquietud que la selección sexual ha despertado, que es uno de los 
temas más estudiados y controvertidos de la evolución (Andersson y Simmons, 2006). En este 
punto debemos entender la imbricada relación entre la teoría estética evolutiva y el camino que 
siguió su tradición o programa (adaptacionista, neodarwinista y sociobiológico). Es decir, los 
supuestos de los que van partiendo y las propuestas que van aceptando o rechazando, para así 
poder vislumbrar su estado actual y su desarrollo posterior en las primeras décadas del siglo XXI. 
 
 
 
 
19 Quien por ejemplo sostiene que no solo los talentos, temperamentos, tipos de personalidad y otros rasgos 
de comportamiento más específicos son todos heredados de manera genética. Es criticable que algunos de 
los ejemplos de este autor incluyen distintas categorías como el matrimonio, el alcoholismo y el ver 
televisión no existían en la escena del Pleistoceno (McKinnon, 2012, p. 43). 
21 
 
III) La evolución en el siglo XXI, nuevas perspectivas y fronteras frente a la selección 
sexual 
“If a theory purports to explain everything, then it is likely not explaining much at all.” 
Massimo Pigliucci 
La asunción de que la herencia genética es el único sistema de herencia en evolución es 
recientemente cuestionada, principalmente porque los nuevos datos en distintos campos de la 
biología (e.g., Schlichting y Pigliucci 1998; Oyama et al. 2001; West-Eberhard, 2003; Jablonka y 
Lamb 1995, 2013; Gilbert 2001, 2004; Pigliucci y Preston 2005; Mameli 2004). Jablonka y Lamb 
(2013) por ejemplo, proponen cuatro niveles diferentes de sistemas hereditarios en evolución: 
genético, epigénetico, conductual y simbólico. Mientras que Odling-Smee et al. (2003) propone 
que al menos, existen dos sistemas de herencia en evolución: herencia genética y herencia 
ecológica (Odling-Smee, 2007). Esto trastoca distintas áreas de la biología, en especial a la biología 
evolutiva y el cómo comprendemos la herencia de ciertos caracteres en el ser humano, es decir, la 
evolución humana. 
Autores como Strohman (1997) han sugerido que la biología está por atravesar un cambio de 
paradigma, porque el actual paradigma de reduccionismo molecular-genético es incapaz de 
asimilar la complejidad de las interacciones que se están revelando. Inclusive, el mismo Crick 
(1970, p. 563) dijo que hay tres tipos de transferencia de información desconocidos que el dogma 
central postula como imposibles: de proteína a proteína, de proteína a DNA y de proteína a RNA. 
“El descubrimiento de un solo tipo de célula actual que pudiera realizar cualquiera de estas tres 
transmisiones desconocidas conmovería todos los cimientos intelectuales de la biología molecular, y 
es por esto que el dogma central es tan importante hoy como cuando fue postulado por primera 
vez”. 
Ahora sabemos que los priones causan enfermedades como la de “las vacas locas” o “la 
tembladera”, así que siguiendo las palabras del propio Crick el dogma central debería abandonarse 
o modificarse (Jablonka y Lamb, 2013, p. 203). 
En la filosofía de la biología, los procesos del desarrollo o fisiológicos que subyacen en el fenotipo 
son sus “causas próximas”, mientras que los procesos evolutivos, como la selección natural o los 
procesos que han construido el fenotipo en la historia evolutiva son denominadas “causas 
últimas”. Aunque Jablonka y Lamb critican que la variación heredable puede estar bajo control 
22 
 
fisiológico o del desarrollo, es decir no difieren mucho los tipos de “causa”. Es una dicotomía falsa, 
siendo más bien una transición gradual. Es decir, la evolución darwiniana puede incluir procesos 
lamarckianos, porque la variación heredable sobre la que actúa la selección no es puramente ciega 
a la función, sino que parte de ella es inducida o adquirida en respuesta a las condiciones de vida 
(ibíd., p. 145). 
El concepto de gen actualmente se encuentra en discusión, pasando de ser una unidad de 
herencia a un proceso dinámico. Evelyn Fox Keller, filósofa y socióloga de la biología en Estados 
Unidos, en el libro “El Siglo del Gen” escribe: 
El gen ha perdido buena parte de su especificidad y de su agencia. ¿Qué proteína debe hacer un 
gen y bajo qué circunstancias? ¿Y cómo lo elige? De hecho, no lo hace. La responsabilidad de su 
decisión está en otro lado, en la compleja dinámica regulatoria de la célula como un todo. La señal 
(o señales) que determina el patrón especifico que habría de seguir la transcripción final proviene, 
en realidad, de estás dinámicas regulatorias y no del gen en sí mismo (Keller, 2000). 
La idea de que un gen expresa un fenotipo, es una concepción simplista, siendo solo una parte de 
una compleja red de interacciones genéticas y epigéneticas, que interaccionan con las condiciones 
del medio ambiente (Jablonka y Lamb, 1995, 1998b, 2002). Las redes celulares y de desarrollo son 
tan complicadas que no se acoplan a la concepción determinista, de predicción a pesar de su 
poder retorico y publicitario. Pensar que el cambio evolutivo en términos de mutaciones sobre 
genes particulares que, en promedio, tienen efectos benéficos, pequeños y aditivos que se 
acumulan con el tiempo para formar una adaptación fenotípica es problemático y con frecuencia 
insostenible. En cambio si la red es nuestra unidad de cambio evolutivo, nos concentramos en la 
evolución del rasgo fenotípico que esa red afecta (su configuración, flexibilidad, estructura y 
solidez) a través de los procesos que llevan a plasticidad20 del desarrollo (la capacidad de ajustarse 
en respuestas a las condiciones) y la canalización (estabilidad frente a perturbaciones genéticas y 
ambientales). Nos enfocamos en la variación de rasgos, no de genes, siguiendo la variación de los 
rasgos (Jablonka, 2005, pp. 101-113). 
 
20 Plasticidad entendida como West- Eberhard (2003, p.33), es decir, la capacidad de un organismo en 
reaccionar frente a condiciones internas o externas del medio con un cambio en el estado, forma, 
movimiento o actividad. Esta noción incluye respuestas tanto adaptativas como no adaptivas, reversibles e 
irreversibles, activas y pasivas, continuas y discontinuas. 
23 
 
Incluso dentro del mismo marco del neodarwinismo21 se acepta la existencia de fuerzas no 
adaptativas, es decir no todo es producto de la selección natural: 
La evolución es unproceso de genética de poblaciones, gobernado por fuerzas fundamentales, 
existen tres principales fuerzas no adaptativas en el sentido de que ellas no operan en función de la 
adecuación (fitness) de los individuos: las mutaciones son la fuente de variación en la cual la 
selección actúa, la recombinación ordena la variación en cromosomas, y la deriva génica asegura 
que las frecuencias genéticas se desviarán un poco de generación en generación, independiente de 
otras fuerzas. Dado el siglo de trabajo dedicado al estudio de la evolución, es razonable concluir que 
este es el compás de todas las fuerzas fundamentales de la evolución (Lynch, 2007). 
Aunado a lo anterior, hay múltiples resultados posibles cuando más de un gen influye en un 
carácter. La existencia de múltiples estados adaptativos, significa que para un régimen 
determinado de selección natural hay caminos alternativos de evolución. Otro problema es la 
fijación de los caracteres, ya que una población de tamaño finito da pie a cambios fortuitos en la 
frecuencia genética, por lo que combinaciones sin ninguna aptitud reproductora o sin ninguna 
aptitud diferencial se fijaran en absoluto. Así como un nuevo gen favorable con una ventaja 
reproductiva no necesariamente es fijado según la naturaleza mendeliana. La selección natural a 
menudo deja de incorporar genes favorables22 (Lewontin et al., 2009, p. 362-364). 
Aunque la sociobiología y la psicología evolutiva (la estética evolutiva) ignoran por completo los 
tipos de explicación no adaptacionistas que son corrientes en la genética evolutiva moderna y se 
limita a los argumentos adaptacionistas algunas veces indirectos y deformados, que eran 
característicos de los darwinistas vulgares del siglo XIX (Lewontin et al., 2009, p. 362, Gould, 2012 
p. 44). 
Steven Rose (2015, pp. 201) explica: 
 “Es evidente que la selección natural actúa sobre un ciclo vital —no simplemente el organismo 
adulto— y que hay múltiples niveles en los que puede actuar: gen, genoma, organismo, población, 
especie y ecosistema. Igualmente, que no toda evolución exige cambios al nivel génico —hay 
evidencia bien establecida sobre los fenómenos dauer— transmisión transgeneracional sin cambio 
génico (por ejemplo, por vía de la marcación epigenética, la cual brinda una nueva fuente de 
 
21 No todo en neodarwinismo es reduccionista, fetichizado e ideológico. 
22 Tanto este párrafo como el anterior son puntos de tensión con la propuesta de la EE. 
24 
 
variación) —y el argumento de Jablonka en favor de la evolución a nivel conductual. Y también hay 
en juego otros procesos, incluyendo por supuesto la selección y desplazamiento sexual, etc.” 
Po otro lado Oyama (2001), quien desarrolla todo un modelo crítico desde una vertiente de la 
biología del desarrollo y el proceso que vive un organismo a la o largo de su ciclo de vida, plantea 
seis puntos que deben abordar los estudios de evolución: 
1. Determinación multicausal, el desarrollo es producto de la interacción de múltiples fuentes. 
2. Sensibilidad y contingencia dependiente del contexto. El desarrollo depende del estado del 
organismo. 
3. Herencia extendida, un organismo hereda recursos del ambiente además de genes. 
4. Desarrollo como un proceso de construcción. El organismo moldea su propio ambiente, como 
un castor construye una presa para aumentar el nivel del agua. 
5. Control distribuido, la idea de que no actúa una sola fuerza en el control central del desarrollo 
del organismo. 
6. Evolución como construcción, la evolución de todo un sistema en desarrollo, incluye el 
ecosistema del organismo, no solamente los cambios de población. 
Dando un particular énfasis al desarrollo, pensando el ciclo vital como una unidad integrada cuyas 
múltiples causas no pueden fragmentarse. Un punto en el que se podría diferenciar de la postura 
de Jablonka y Lamb, donde sí existe una distinción entre distintos sistemas de herencia los cuales 
se analizan para posteriormente ser reintegrados (Jablonka, 2001). 
La evo-devo, además de su rama asociada la eco-evo-devo, la epigenética extendida y la teoría de 
la construcción de nicho son todas resultado de insuficiencias de la síntesis moderna de la 
evolución, donde se conjuntaron la genética mendeliana y la evolución darwiniana. 
 “Estas cuatro nuevas disciplinas se caracterizan por (1) rechazar la primicia de los genes como 
elementos explicativos del desarrollo y la evolución de la forma animal, (2) cuestionar la dicotomía 
entre causas próximas (moleculares, celulares, fisiológicas) y causas últimas (ecológicas y 
evolutivas), (3)rechazar la visión simple de la herencia es meramente genética, (4) proponer una 
concepción de la herencia mucho más amplia, que reconoce la heredabilidad del medioambiente, 
de culturas materiales y simbólicas (en humanos y algunos animales) y factores moleculares no 
reductibles a genes (eg. Herencia de anticuerpos vía leche materna)” (Mc Manus, 2015, p. 39). 
25 
 
Las anteriores propuestas atañen directamente el desarrollo de los estudios evolutivos a lo largo 
de toda la biología, es decir, hay diversos conceptos y concepciones que actualmente se están 
repensando y analizado para una mayor comprensión del proceso evolutivo; y este trabajo se 
suma a esos esfuerzos que buscan revolucionar la biología evolutiva. 
M. Pigliucci y colaboradores (2007, 2008, 2010) hacen un relanzamiento23 de la propuesta de la 
creación de una síntesis extendida de la evolución, es decir, un replanteamiento mucho más 
amplio de los estudios en evolución, y nos hablan de los beneficios que se obtienen de integrar la 
evolbabilidad: capacidad de un sistema de evolucionar (Pigliucci, 2007) , la epigenética: herencia 
no genética (Jablonka, 2005) , evo-devo: estudios de evolución y desarrollo (Jablonka y Lamb, 
1998a, Oyama, 2000, Gilbert, 2003) y la teoría de construcción de nicho (Odling-Smee, 2003, 
Laland et al., 2014) para aumentar el poder explicativo de la teoría evolutiva. Aunque el tema de 
la selección sexual se encuentra en gran discusión actualmente (Hoquet y Levandowsky, 2015). 
La idea de la Síntesis Extendida propone recuperar ciertos elementos de la Síntesis Moderna, pero 
otros no como el que la única vía de herencia sea genética, que solo exista la selección de genes y 
se consideré al genoma como una entidad aislada del contexto (Pigliucci y Müller, 2010). Sin 
embargo, cabe destacar que las discusiones sobre la síntesis extendida aún no han abordado 
temas como la concepción del sujeto, así como concepciones onto-epistemológicas de 
compatibilidad entre las distintas propuestas que se buscan incluir, lo cual puede generar 
problemas en un futuro. 
Ahora señalaremos en qué puntos se ubicaría nuestro estudio dentro de esta concepción de la 
biología evolutiva de vanguardia; por ejemplo, la belleza se ubicaría en el nivel simbólico descrito 
por Jablonka, ya que la explicación biológica estaría siempre incompleta mientras excluya los 
procesos simbólicos que no operan en las causas genéticas o ambientales, sino en dimensiones de 
constitución de instituciones sociales como la moral, el lenguaje, la normatividad, etc. (Jablonka, 
E., y G. Rechav, 1996). Estas dimensiones surgen de nuestra capacidad de autoconciencia, del 
llevar a cabo procesos intencionales en la primera persona del plural (nosotros), de tal forma que 
nos reconocemos los unos a los otros como parte de colectividades que no son ya únicamente 
grupos en sí mismos, sino grupos para sí mismos (Guerrero Mc Manus, 2013). 
 
23 Propuestas previas podemos encontrarlas con Waddington en los años 50, Gould y Eldredge 
posteriormente. 
26 
 
Por lo que es central nuestra posición respecto a la adquisición y herencia de caracteres, se han 
desarrollado varios estudios en relación a las mayores transiciones evolutivascomo el de Smith y 
Szathmáry (1995), los cuales realizan un extenso análisis de la evolución de nuevos niveles de 
complejidad e identifican ocho grandes transiciones, ellos sugieren que estas transiciones están 
relacionadas con cambios en cómo se almacena, se transmite o se interpreta la información 
(Jablonka, E., y E. Szathmáry, 1995; Jablonka y Lamb, 2013, p. 435). Al tomar un enfoque de la 
evolución centrado en la transmisión de información, nos estamos ubicando en una tendencia de 
vanguardia en el pensamiento evolutivo. 
Por transición evolutiva se entiende como el surgimiento de sistemas informacionales que 
modifican la forma en la cual los organismos transmiten la información a lo largo de las 
generaciones. Como ejemplos de ello tenemos el surgimiento del DNA y RNA, los cromosomas, las 
simbiosis en los primeros organismos unicelulares nucleados. Las transiciones evolutivas han sido 
de suma importancia en la historia de la evolución y se pueden denotar por el aumento en la 
complejidad de los organismos; por ejemplo, origen del sistema nervioso sería importante en este 
sentido no solo porque hizo posible la conciencia y la autoconciencia en el ser humano, sino 
también porque hizo posible que los animales –en especial vertebrados- fueran conscientes de su 
medio ambiente y de su ambiente social. Por lo que el origen del sistema nervioso complejo ha 
sido descrito por diversos autores como un factor causal que daría pauta a desarrollar conductas 
más complejas, con desarrollos posteriores como el de la comunicación en a través de sonidos, 
movimientos musculares y faciales; otro ejemplo es la forma social en la cual la sexualidad se ve 
liberada de sus ataduras a la reproducción y comenzaría a servir de base para el surgimiento de 
conductas sociales, sociosexuales y sexuales que harían de los homeotermos la rama del reino 
animal con las conductas sexuales más sofisticadas que podemos encontrar (Guerrero Mc Manus, 
2013, p. 79). 
Mientras que en otra mano tenemos a la psicología evolutiva la cual afirma que gracias a que los 
espermatozoides son baratos y los óvulos caros, es que existen supuestas diferencias en cuanto a 
hombres y mujeres en su reproducción, según esta teoría los primeros son más promiscuos y ellas 
más reservadas. Sin embargo, estas especulaciones llevadas al complejo mundo cultural nos 
demuestran el gran componente ideológico que existe en los estudios de la conducta, ya que todo 
dimorfismo sexual parte de esta asimetría de costes y la teoría de juegos (Guerrero Mc Manus, 
2013 p.83). 
27 
 
Pero habría que comenzar a discutir que estamos entendiendo por cultura, ya que ha sido 
mencionada en distintas ocasiones como un elemento que trastoca distintos puntos en la teoría 
que estoy criticando y en general en los estudios de la evolución humana. 
La evolución cultural cada vez más es aceptada dentro de los estudios evolutivos (Dennett, 2001) 
en especial en el ser humano, pero para evitar confusiones me gustaría determinar el concepto de 
cultura usado a lo largo de la tesis: 
“La cultura es un sistema de patrones de conducta, preferencias y productos de actividades 
animales socialmente transmitidos, que en conjunto caracterizan un grupo animal. Por lo tanto, la 
evolución cultural puede definirse como -el cambio, a través del tiempo, de la naturaleza y la 
frecuencia misma de los patrones, las preferencias y los productos de la conducta socialmente 
transmitida a la población-” (Jablonka y Lamb, 2013, p.215-216). 
Sostengo este concepto de cultura ya que a mi parecer se acopla a una concepción neolamarckista 
de la evolución cultural, no cae en excepcionalismo y permite un dialogo entre distintos cuerpos 
de saberes como la biología y las ciencias sociales. Destaco que es muy probable que las 
diferencias culturales entre grupos humanos sean independientes de sus genes, sin embargo, 
puede que en algún momento el sistema genético y cultural interactúen. 
También me gustaría destacar que no sostengo una posición de excepcionalismo radical en el ser 
humano, sino que opto por no realizar un aplanamiento ontológico, sino enfocarme en la primicia 
de los procesos sobre los eventos, las relaciones sobre las entidades y el desarrollo sobre la 
estructura (Ingold, 2011, p. 126), sin una visión dualista (concepción metafísica de dos sustancias 
mutuamente excluyentes), binaria (un dominio subdividido) ni dicotómica (explicación y 
argumento de disyunción lógica) en lo que refiere a naturaleza y cultura. Finalmente quiero 
externar que reconozco que las fuerzas se juegan de formas distintas en cada organismo 
(Haraway, 1991). 
1) El sistema de herencia simbólico, una manera de estudiar la evolución humana. 
Al igual que en el sistema de herencia conductual descrito por Jablonka y Lamb, este sistema se 
caracteriza por como la información se transmite no solo de padres a hijos, sino de cualquier 
individuo experimentado a cualquier otro individuo, incluso de otros medios simbólicos como 
libros o representaciones gráficas. Otra característica destacable de los sistemas de herencia 
simbólica y conductual es el papel activo que juegan los animales en la adquisición y transmisión 
28 
 
de la información. Siendo en unos casos muy directos, como la enseñanza activa y en otros es más 
bien indirectos. Esto tiene relación con el gran auge de los estudios de la “construcción de nicho”, 
los cuales han mostrado que la construcción toma un rol importante en el aprendizaje social y la 
evolución de las tradiciones animales (Jablonka y Lamb, 2013, pp. 229-233). 
El estudio del sistema de herencia simbólico nos permite tener una mayor comprensión de cómo 
se transmite la información cultural, en este caso los distintos patrones de belleza son heredados 
por un sistema que no necesariamente debe ser el genético, siguiendo la información otra ruta 
con diferentes reglas y propiedades. Debemos comprender que las distintas ideas de belleza y sus 
patrones forman parte del Universo simbólico construido por la mente humana. 
Jablonka y Lamb mencionan la importancia del filósofo alemán Ernst Cassirer, quien exploró la 
noción del sistema simbólico desde hace más de medio siglo: 
“…este mundo [El mundo humano] no es la excepción a las reglas biológicas que gobiernan la vida 
de todos los otros organismos. Sin embargo, en el mundo humano encontramos una característica 
nueva que parece ser marca distintiva de la vida humana. El círculo funcional del hombre no solo se 
ha ampliado cuantitativamente, sino que además ha experimentado un cambio cualitativo.” 
“El hombre ha descubierto, por decirlo de algún modo, un método nuevo para adaptarse al 
ambiente. Entre el sistema receptor y el sistema efector, que se encuentran en todas las especies 
animales, identificamos en el hombre, un tercer lazo que podemos describir como el sistema 
simbólico. Esta nueva adquisición transforma la totalidad de la existencia humana, ya que, 
comparando con los otros animales, el hombre no solo vive en una realidad más amplia: vive, por 
decirlo así, en una nueva dimensión de la realidad” (Cassirer, 1944; las itálicas son suyas, visto en 
Jablonka y Lamb, 2013). 
Cassirer sugiere que deberíamos definir al humano como un animal simbólico, en vez de un animal 
racional. Debido a que el sistema simbólico fue lo que hizo posible la civilización humana. La 
comunicación simbólica tiene rasgos especiales que la hacen diferente de la transmisión de 
información que se realiza mediante el canto de las aves, los aullidos de lobos o chillidos de 
roedores. Las palabras actúan como símbolos porque son parte de un sistema gobernado por 
reglas de signos que son autorreferenciales. Además de ello podemos decir que los signos (la 
información que se transmite de emisor a receptor) se vuelven símbolos en virtud de ser parte de 
un sistema en el que su significado depende tanto de sus relaciones con el modo en quelas 
personas experimentan los objetos y las acciones que tienen lugar en el mundo como de las 
29 
 
relaciones que guardan con otros signos del sistema cultural. Un símbolo no puede existir aislado, 
es parte de una red de referencias. Sin embargo, la medida en que la interpretación de un símbolo 
depende de otros símbolos no es la misma en todos los sistemas. Finalmente, todos los sistemas 
permiten que la gente comparta ficciones, realidades imaginadas, que pueden tener muy poco 
que ver con sus experiencias inmediatas, lo cual se aplica a historias, imágenes, rituales, danzas y 
pantomimas, música, y en rigor, todo tipo de sistema simbólico que se nos ocurra. Los sistemas 
simbólicos permiten construir una realidad imaginada compartida (Jablonka y Lamb, 2013, pp. 
260-262). 
Podemos decir que el sistema simbólico de transmisión y adquisición de información tiene 
propiedades que comparte con otros sistemas de herencia, es también claramente distinto de 
todos ellos. Por lo tanto, la evolución cultural humana que en gran medida se basa en la 
información que se transmite por medio de la comunicación simbólica, tiene características que la 
hacen muy distinta de otros tipos de evolución biológica. La cultura humana es única en el hecho 
de que los símbolos permean en todos sus aspectos; incluso conductas adquiridas como la 
preferencia por alimentos o canciones, que en otros animales se transmiten por medios no 
simbólicos, suelen estar asociados con la comunicación simbólica en los seres humanos. El rasgo 
definitorio de la cultura humana es su dependencia del sistema simbólico y la gran importancia de 
los símbolos en ella. Las diferencias culturales en creencias y hábitos de las distintas sociedades 
humanas muestran que el sistema simbólico ofrece modos muy efectivos de transmitir la 
información. Pero las variantes culturales poseen distintas cualidades, algunas persisten con pocas 
modificaciones, otras desaparecen y otras cambian. Debemos detenernos a preguntarnos: ¿Hay 
que pensar en términos de evolución darwiniana, se trata de evolución lamarckiana o es, en 
cambio, algo totalmente diferente? ¿Cuál es la mejor manera de analizar el cambio cultural? 
Para abordar estas cuestiones, se han lanzado dos abordajes muy distintos y ambiciosos, uno de 
ellos es la memética donde la evolución cultural es el resultado de una competencia entre 
“memes”, unidades culturales que se replican y son seleccionadas de una forma análoga pero 
independiente a los genes egoístas. El otro enfoque es la psicología evolutiva la cual nos permitirá 
conocer las sociedades y culturas, entre ellos el origen de la belleza, con un enfoque centrado en 
la genética, generalmente apoyado por la teoría del gen egoísta (Jablonka y Lamb, 2013, p. 267). 
Existen varios problemas con estos planteamientos, ya que la dimensión relativa al desarrollo y al 
aprendizaje de la generación y la reproducción de la mayor parte de la información cultural hace 
30 
 
muy difícil pensar en la evolución cultural en términos de replicadores y vehículos diferenciados. 
No hay unidades discretas y estables con límites fijos que puedan seguirse de una generación a la 
siguiente. Podría parecer atractivo el concepto de meme, ya que brinda una teoría manejable de la 
evolución cultural, lo hace a costa de enfocarse en la copia y selección de ideas y conductas, 
dejando de lado cuestiones más complejas como el origen, la construcción social y la interacción 
entre las ideas y conductas. No nos dice nada sobre la creación, implementación y los procesos de 
transmisión y adquisición de nueva información cultural. La capacidad de construir del ser 
humano es su rasgo distintivo en la cultura, que incluye la capacidad de planear, diseñar y tener 
coherencia y lógica. Todo esto permitido por la comunicación simbólica, dando pauta a la 
construcción de artefactos, dentro de un sistema social y político muy complejo. Pensar en 
términos de memes oscurece aspectos únicos de la evolución humana (ibíd., p. 275). 
Una de las críticas realizadas por Ingold (2011, p. 8-11) es la falta de una teoría del sujeto, así 
como la concepción de una persona en un entramado de relaciones sociales en forma de red que 
hasta cierto punto vendrían no solo a materializar un contexto sino a desarrollar toda una 
categoría de consciencia que va más allá de un solo individuo, es decir, que más bien a partir de las 
relaciones y de una persona que porte la cultura podamos explicar de una mejor manera la 
evolución humana. Ingold también plantea que estas visiones como la memética y la psicología 
evolutiva, de máquinas de genes y zombies infectados que replican rasgos culturales son las 
pesadillas de una imaginación científica atormentada por su sentido profundo de alienación del 
mundo real; una manera sumamente humorística de resumir las ideas de estas dos explicaciones. 
A lo que concluye con una metáfora “no son los bits y las piezas lo que importa, sino el sistema 
evolutivo como un todo” (Leach, 1967; citado por Ingold, 2011, p. 127). 
Mientras que los psicólogos evolutivos conciben a la cultura como una delgada capa que recubre 
una sólida base genética innata que fue seleccionada en el humano, parten del supuesto de que la 
mente humana está compuesta por un conjunto de “módulos mentales”24 en gran medida 
autónomos, una visión cartesiana del cerebro, dividido en diferentes secciones ordenadas como 
computadoras, cada una con una tarea específica (ej. La selección de pareja, detección de 
 
24 La idea de módulos mentales fijos ha sido cuestionada por la epigénesis, es decir, la interacción entre 
genes y la información del medio, y por la documentada plasticidad neural cerebral (Mckinnon, 2012, p. 39). 
Para más información sobre esta crítica puede consultar Gibson, K. (2005) “Epigenesis, Brain Plasticity; and 
Behavioral Versatility: Alternatives to Standard Evolutionary Psichology Models”. En Susan McKinnon y 
Sydel Silverman (comps.), Complexities. Beyond Nature and Nurture, Chicago, University of Chicago Press 
31 
 
engaños, amor parental, sentido del humor, etc.). Estos módulos fueron moldeados por la 
selección natural, la mayoría en el Pleistoceno, cuando nuestros ancestros eran cazadores y 
recolectores de la sabana africana. Cada módulo genera una conducta en respuesta a un tipo 
específico de información, que permite a la persona hacer algo que probablemente es considerado 
adaptativo (aunque puede que ahora ya no lo sea)25. 
Jablonka y Lamb hacen una crítica a la psicología evolutiva y plantean otra forma de entender la 
evolución humana: 
“Esta teoría a simple vista parece ser coherente desde un punto de vista biológico neodarwiniano, 
por lo que ha ganado seguidores. Lo cual no significa que sea correcta. Una alternativa es ver el 
comportamiento y la cultura humanas como resultados de la extraordinaria plasticidad conductual 
de los homínidos, acompañada y potenciada por su poderoso sistema de comunicación simbólico. 
Los módulos no son estructuras diferenciadas, independientemente desarrolladas, sino que son 
construcciones durante el desarrollo temprano de cada individuo, puesto que son 
comportamientos muy complejos, no fue necesaria una selección de genes, sino que se trata de un 
proceso de evolución cultural, una construcción relativa al desarrollo” (Jablonka y Lamb, 2015, p. 
279). 
La visión que acepto acerca de la evolución del ser humano dista de las ideas de los psicólogos 
evolutivos y los memetistas, quienes adoptan una concepción neodarwinista al preguntarse de 
qué modo es seleccionada una entidad cultural o conducta. Los psicólogos evolutivos apuntan a 
que este aparente beneficio es individual, lo obtienen los genes, mientras que la memética nos 
diría que los beneficiarios son las propias conductas o actividades. Mientras que yo apuesto más 
por una visión neolamarckiana,

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