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UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO FACULTAD DE CIENCIAS La estética evolutiva, perspectiva fragmentada de la teoría de selección sexual en el ser humano T E S I S QUE PARA OBTENER EL TÍTULO DE: BIÓLOGO P R E S E N T A : Alí Yólotl Sánchez Ramírez DIRECTOR DE TESIS: Dr. Julio Muñoz Rubio Ciudad Universitaria, Cd. Mx., 2017 UNAM – Dirección General de Bibliotecas Tesis Digitales Restricciones de uso DERECHOS RESERVADOS © PROHIBIDA SU REPRODUCCIÓN TOTAL O PARCIAL Todo el material contenido en esta tesis esta protegido por la Ley Federal del Derecho de Autor (LFDA) de los Estados Unidos Mexicanos (México). El uso de imágenes, fragmentos de videos, y demás material que sea objeto de protección de los derechos de autor, será exclusivamente para fines educativos e informativos y deberá citar la fuente donde la obtuvo mencionando el autor o autores. Cualquier uso distinto como el lucro, reproducción, edición o modificación, será perseguido y sancionado por el respectivo titular de los Derechos de Autor. 2 Agradecimientos Académicos Quisiera agradecer a la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) por ser una Institución que se convirtió en algo más que un segundo hogar, en un templo, un refugio, un oasis en el desierto, un torrente de sabiduría por el que se desbordan ríos de almas como a través de venas las cuales ahora forman parte de mi ser. A la Facultad de Ciencias cuyo recinto permitió forjarme como un sujeto con capacidad de moldear su propio destino, cuestionar, reflexionar y entender la vida, biólogo evolutivo soy y ese camino es guía de mí voluntad. Al Centro de Investigaciones Interdisciplinarias en Ciencias y Humanidades (CEIICH) por mostrarme la existencia de lo inimaginable, un punto de luz entre tanta oscuridad, la intersección entre aquello que parece imposible, pero nos hace mucha falta, un pequeño vistazo a un lienzo de utopía. Al proyecto PAPIIT IN-400416 por brindarme los estímulos materiales necesarios para desarrollar esta tesis y tener mayores oportunidades en ese trayecto de mi vida. A Julio Muñoz Rubio por ser mi guía, además de mi profesor y mentor no únicamente en la filosofía de la ciencia y la biología evolutiva de vanguardia, sino también en la buena música: el Rock, Jazz y Blues, el buen vivir y el arte revolucionario. Aquellos días de contemplar las pinturas con él y discutir sobre ellas han hecho de este trayecto una experiencia inigualable. A la Dra. Vivette García Deister, la Dra. Siobhan F. Guerrero Mc Manus, el Dr. Octavio Valadez Blanco y la Ma. Ana Cristina Cervantes Arrioja quienes se encargaron de la revisión de este trabajo proporcionándome valiosas observaciones y recomendaciones que enriquecieron la tesis, además de todos los momentos que vivimos juntos en este proceso. Cada uno de ellos quedará plasmado en mi memoria con un eterno agradecimiento por brindarme la oportunidad de crecer académicamente. “Por mi raza hablará el espíritu” José Vasconcelos 3 Índice Agradecimientos académicos………………………………………………………………………………………………….2 Resumen…………………………………………………………………………………………………………………………………4 Introducción………………………………………………………………………………………………………..………………….5 Metodología…………………………………………………………………………………………………………...................9 Objetivos e Hipótesis…………………………………………………………………………………………......................10 Capítulo I. La selección sexual humana en la historia…………………………………………………………….11 I) Darwin y Wallace, las primeras discusiones sobre selección sexual y evolución humana……..11 II) El Siglo XX, el auge del neodarwinismo y la consolidación de la sociobiología …………………….15 III) La evolución en el siglo XXI, nuevas perspectivas y fronteras frente a la selección sexual....21 1) El sistema de herencia simbólico, una manera de estudiar la evolución humana………………..27 2) La evolución cultural desde el neolamarckismo…………………………………………………………………..32 Capítulo II. La belleza como producto de la selección natural y sexual: La estética evolutiva…………………………………………………………………………………………………………………………………34 I) La teoría estética evolutiva………………….……………………………………………………………………………….34 II) Crítica general a la estética evolutiva…………………………………………..……………………………………..43 1) Uso de términos poco claros ………………………………………………………………………………………………46 2) La Universalidad………………………………………………………………………………………………………………….48 3) Variación y subjetividad ……………………………………………………………………………………………………..51 4) En el plano biológico y evolutivo…………………………………………………………………………………….…..52 5) La finalidad de la belleza ¿es adaptación? ¿Qué nos dice el neolamarckismo?......................57 6) El reproductivismo………………………………………………………………………………………………………………61 7) El racismo implícito en la estética evolutiva…………………………………………….………………………….67 8) El clasismo implícito en la estética evolutiva……………………………………………………………………….71 Capítulo III. La estética evolutiva y la Ideología, la belleza como producto de la autoconciencia……………………………………………………………………………………………………………………….74 I) El papel de la Ideología en la estética evolutiva …………………………………………………………………..76 II) La sutil diferencia entre objetos y sujetos.…………………………………...........................................83 III) La belleza como construcción simbólica autoconsciente ……………………………………………………87 Conclusiones…………………………………………………………………………………………………………………………..101 Bibliografía……………………………………………………………………………………………………………………………..107 4 La estética evolutiva, perspectiva fragmentada de la teoría de selección sexual en el ser humano Alí Yólotl Sánchez Ramírez “Los filósofos solo han interpretado el mundo de varias maneras; la cuestión es, sin embargo, transfórmalo”. Karl Marx, XI Tesis sobre Feuerbach. Resumen El presente trabajo consiste en un análisis crítico de la estética evolutiva, integrante de la psicología evolutiva. La explicación que esta teoría da a la función de los atractivos visuales y el papel que desempeñan. Una investigación sobre los debates generados por la propuesta de este campo de conocimiento, a partir de la que se busca desarrollar un proyecto crítico hacia la teoría de la selección sexual, particularmente en relación con la evolución de la belleza humana, revelando los argumentos falsos de la estética evolutiva, que considera al atractivo visual como una mera adaptación tendiente al aumento de la adecuación biológica, desestimando la complejidad cultural y sensitivo-social que lleva a elaborar patrones de belleza y fealdad. Esta crítica se basa en la teoría de los objetos de Gaos y defiende la metodología de Sánchez Vázquez en sus trabajos sobre estética, aportando elementos a un punto no tratado por este último: el papel de la valoración estética entre sujetos autoconscientes. Sostengo que los juicios estéticos que los humanos tienen de sí mismos no están contenidos en su actividad biológica. La naturaleza biológica humana, queda subsumida por una segunda naturaleza que emerge de la primera, pero desplazándola a un lugar secundario. Se trata de una naturaleza de autoconciencia, construida socialmente, que elabora juicios y patrones estéticos, añadiendo elementos históricos y subjetivos a la realidad física objetiva. Se utiliza una metodología contraria al reduccionismo en favor de una visión relacional y que busca comprender las totalidades concretas reivindicando el papel de los elementos dinámicos y opuestos, para ser superados en una síntesis con un nuevo nivel de comprensión de cualidades, conformando por un proceso con historia y futuro no determinado solo por sus unidades constituyentes.Palabras clave: Evolución humana, Selección sexual, belleza, adaptación, ideología, psicología evolutiva, estética evolutiva. 5 Introducción Los seres humanos hemos intentando explicar nuestro propio origen y desarrollo a través de las teorías evolutivas, una de ellas explica el proceso de variación y selección, la teoría de Charles Darwin expuesta en On the Origin of Species by Means of Natural Selection, or the Preservation of Favoured Races in the Struggle for Life (1859) y aplicada al ser humano en The Descent of Man, and Selection in Relation to Sex (1871). La evolución y la selección sexual, son procesos estrechamente ligados el uno con el otro. Sin embargo, si analizamos su desarrollo conociendo el valor de la historicidad, podremos darnos cuenta de lo complejo que puede resultar un tópico de esta estirpe. Por ello los estudios pertinentes a esta temática no deben quedar en manos de visiones herméticas y vulgares, que transforman la teoría en un conjunto ideológico manipulado por un grupo de personas, perdiendo la enorme riqueza de la diversidad de ideas y de conceptos que enriquecen, fortalecen y problematizan la teoría. La belleza humana es caracterizada como una adaptación por parte de la Estética Evolutiva (EE), siendo el punto central a discutir a lo largo de la tesis, pero primero debemos acércanos a este concepto. West-Eberhard afirma que: “solamente se puede juzgar que un carácter es una adaptación cuando se tiene evidencia de que la evolución de ese carácter ha ocurrido de forma tal que lo hace más efectivo en el cumplimiento de la tarea para la que existe” (West-Eberhard, 1992, pp. 13-18). En el caso de la belleza humana no es claro que esta característica deba ser considerada una adaptación, por un gran número de razones que expondré a lo largo de este trabajo. No queda claro sí estos caracteres de belleza necesariamente deban ser fijados o que ayuden a aumentar la adecuación reproductiva. La concepción que busca afirmar que los caracteres son producto de la adaptación, es conocida como adaptacionismo. Y este ha sido una vertiente muy desarrollada dentro de la biología, en especial en los estudios de la evolución, de tal manera que muchos de los caracteres son excluidos, causando que sean ignoradas diferencias como el nivel de organización ya sea: morfológico, fisiológico, conductual, cultural, cada uno de ellos posee una historia y desarrollo diferente, dándonos una pluralidad de evidencias que son desechadas al momento de entender la fijación de un carácter y sus propiedades. Por lo que podemos decir que en todo esto existen numerosos problemas epistemológicos dados por la complejidad del problema y los sistemas bajo estudio. Además, bien valdría la pena preguntarse ¿para qué sirve la belleza? 6 Respondiendo a lo que plantea West- Eberhard: ¿lo hace más efectivo en el cumplimiento de la tarea para la que existe? ¿Cuál es esa tarea? Para la estética evolutiva, es la reproducción diferenciada como producto de selección sexual y natural, pero ¿qué están entendiendo por belleza? Para la estética evolutiva eso se reduce a la simetría, pero la belleza no es exclusivamente ello inclusive, no necesariamente es ello. Para entablar un diálogo entre las ciencias naturales y las ciencias sociales las cuales transitan el problema de la belleza humana y su impacto evolutivo, recurro a uno de los filósofos que con mayor rigor ha elaborado una teoría estética1 desde una perspectiva centrada en una visión relacional y de procesos en la totalidad: Adolfo Sánchez Vázquez, quien en textos como Las ideas estéticas de Marx (1990), e Invitación a la estética (1992) utiliza el método materialista dialéctico2 y aborda el problema de las valoraciones estéticas humanas en diversos planos: La producción de obras de arte, la producción de objetos que sin ser obras de arte poseen un valor estético buscado deliberadamente, los objetos que después de ser fabricados se les encuentra e inserta un valor estético y la estética del mundo natural. Por lo que este autor tiene el mérito de haberse abocado en la búsqueda de hipótesis y metodologías para el abordaje de problemas esenciales en cuestiones de ética y estética. En el presente trabajo se contribuirá utilizando al método de Sánchez Vázquez, al análisis de la valoración estética en la relación entre seres humanos, es decir, los criterios de belleza3 entre seres humanos en la relación sujeto-sujeto. Punto ausente en el análisis del mencionado filósofo. Se hará una contrastación de las tesis y métodos de Sánchez Vázquez con el de la estética evolutiva contemporánea planteando que ésta última, al realizar una biologización de categorías culturales, propias de lo humano, se ve fuertemente limitada para entender lo que en último término es una construcción humana multidimensional, no limitada al interés reproductivo biológico. Cabe destacar que la propuesta de valoración estética del filósofo es un punto imprescindible para desarrollar una explicación multívoca de la belleza y una crítica a la ideología que sesga los estudios en psicología evolutiva, punto irreconciliable con la EE. Por lo que mí tarea principal 1 Estética como rama de la filosofía que estudia la belleza, no se confunda con la concepción de la estética evolutiva. 2 El cual detallaré subsecuentemente. 3 Se puede considerar bello algún sujeto que mediante los sentidos complace a otro, es decir, que cause satisfacción, agrado o placer. Una propiedad añadida sobre un objeto o sujeto. 7 consiste en vincular justamente el papel de la interacción de sujetos en la selección sexual, buscando redimensionar a esta teoría y criticar la propuesta de la Estética evolutiva. El análisis de Sánchez Vázquez puede ser complementado, dando una nueva vertiente interdisciplinaria entre las ciencias biológicas y las ciencias sociales y humanidades4. Stephen Jay Gould sintetiza con su estilo humorístico esta idea: “La ciencia puede tratar usualmente la información empírica del mundo; el arte medra en el juicio estético. Pero los científicos también trafican ideas y opiniones y, a buen seguro, los artistas respetan los hechos” (Gould, 2009, p. 256). A lo largo del trabajo desarrollo que no existe una pregunta evolutiva legítima sobre la fijación de ciertos patrones estéticos que puedan resistir la diferencia cultural e histórica, sino que más correctamente la pregunta debería hacerse desde una perspectiva dialéctica que sitúa la relación sujeto-objeto como una relación de codeterminación dialéctica e histórica. Ahora bien, explicaré brevemente en qué consiste la anteriormente mencionada dialéctica: las raíces occidentales de esta filosofía se remontan a Heráclito, pero en su acepción moderna, el método fue propuesto por el filósofo alemán G. W. F. Hegel5 (1985 [1833]) que posteriormente sería aterrizado del idealismo al materialismo por F. Engels (1940) y K. Marx (1840, (1975)6. Esta concepción se opone a la visión mecanicista, cartesiana y reduccionista del mundo. Ya que busca descartar la concepción dualista forzada que muchas veces preconcebimos, es decir, posee un espíritu antidicotómico que busca trascender oposiciones dualistas y mutuamente excluyentes (como masculino versus femenino, innato versus aprendido y natural versus social, entre otros). Reivindicando el papel de los elementos dinámicos y opuestos: la tesis y antítesis, para ser superados en una síntesis con un nuevo nivel de comprensión de distintas cualidades (Ollman, 2003). Destaco que me centraré en el trabajo de los biólogos materialistas dialecticos Richard Levins y Richard Lewontin, quienes plantean un universo es unitario sometido a un continuo cambio; así que los fenómenos que podamos ver en un momento son parte de procesos, los cuales tienen una4 De aquí se desprenden diversas cuestiones como: ¿Hay puntos de convergencia entre dos cuerpos de conocimientos? ¿Hasta qué punto puede existir una compatibilidad entre tan distintas tradiciones? ¿Qué resultados innovadores puede propiciar esta relación? 5 Quien aplico esté método para distintas áreas de la filosofía, política, lógica y estética, entre otras. 6 Los cuales habría que matizar tuvieron algunas diferencias. 8 historia y un futuro que no está determinado solo por sus unidades constituyentes. Las explicaciones dialécticas, no separan las propiedades de las partes aisladas de las asociaciones que tienen cuando forman conjuntos, sino que consideran que las propiedades de las partes surgen de estas asociaciones. Es decir, las propiedades de las partes y los conjuntos se codeterminan mutuamente, están interpenetrados, según la ley de la interpenetración de los contrarios del materialismo dialectico. Los conjuntos se componen de unidades cuyas propiedades pueden ser descritas, pero la interacción de estas unidades en la construcción de los conjuntos genera complejidades que dan lugar productos cualitativamente diferentes, existen cambios cuantitativos-cualitativos (Lewontin et al., 2009, p. 24). Esta visión del mundo elimina la antítesis entre la naturaleza y la crianza o entre la herencia genética y la herencia del medio ambiente; supera la visión de un mundo estático cuyos componentes interaccionan de modo fijo y limitado. Trascendiendo de la visión en la que el cambio solo es posible siguiendo trayectos previamente determinados y definidos. En los capítulos siguientes esta postura aparecerá en el desarrollo de la tesis. En este trabajo haré un análisis del papel ideológico y la insuficiencia teórica y empírica, de afirmaciones causales en la defensa de opiniones deterministas biológicas sobre la condición humana, en concreto sobre los parámetros de valoración estética entre los seres humanos. Intentaré mostrar cómo estos modelos reduccionistas pueden ser superados por una biología más plenamente congruente con la realidad y la complejidad del mundo material. 9 Metodología El trabajo se realiza siguiendo los análisis estéticos de Adolfo Sánchez Vázquez en sus obras: Las ideas estéticas de Marx (1990) e Invitación a la estética (1992), centrándonos en el papel de la valoración estética sujeto-sujeto, es decir, los juicios estéticos que las personas tienen unas sobre otras, cómo el atractivo social se desarrolla y el gusto por esas características; con el uso de la dialéctica se busca profundizar en los problemas ontológicos y epistemológicos involucrados en este tema. Se hará además una revisión de los textos de autores clásicos de los estudios de biología evolutiva como Darwin y Wallace además de autores que posteriormente han discutido la teoría de selección sexual. Para así hilar con la visión actual de la estética evolutiva de Karl Grammer, Eckart Voland, Etcoff, Rhodes y Zebrowitz, (entre otros) y propuestas críticas al adaptacionismo como la de Stephen Jay Gould, Richard Lewontin, Steven Rose y Eva Jablonka, entre otros, los cuales buscan dar una mayor dimensión de complejidad a los aspectos evolutivos en el ser humano y sus implicaciones éticas. El trabajo constará de tres capítulos en los cuales abordaré el tema desde sus orígenes en el siglo XIX hasta sus consecuencias, filosóficas, sociales y biológicas en el siglo XXI. Menciono esto último debido a que la propuesta de la psicología evolutiva acerca de la belleza posee un alto contenido ideológico7 que justifica y promueve diversos tratos humanos; los cuales tienen a ser naturalizados al no ser analizados a profundidad, sino más bien guiarse por prejuicios y una visión reduccionista del mundo. Con este trabajo se revelarían los argumentos falaces del Programa adaptacionista en relación a la evolución humana en la belleza, los cuales son manejados por la Estética evolutiva; siendo que las valoraciones estéticas no pueden ser contenidas en el Programa adaptacionista. 7 Concepto clave en el desarrollo de esta tesis, pues funge de distintas maneras dependiendo del autor que se cite, Marx, Gramsci, Althusser, Rancière Villoro y Sánchez Vázquez, entre otros lo han desarrollado y discutido. En este caso me refiero al concepto gnoseológico de Marx. 10 Objetivo general: Analizar críticamente las bases teóricas de la propuesta de la Estética Evolutiva y de su enfoque biologicista utilizando el método de la dialéctica, que consiste en dar una explicación coherente y unitaria, pero no reduccionista del universo material. Objetivos particulares: Analizar los argumentos del Programa adaptacionista en la propuesta de la Estética evolutiva, explicando por qué las valoraciones estéticas no pueden ser contenidas en el Programa adaptacionista. Contribuir a la propuesta de Adolfo Sánchez Vázquez, integrando la dimensión de interacción sujeto-sujeto. Es decir, los juicios estéticos que las personas tienen unas sobre otras y de cómo el atractivo social se desenvuelve y desarrolla el gusto por esas características. Contribuir al estudio de la valoración estética entre seres humanos haciendo énfasis en a la multidimensionalidad que posee ésta, en contra de la unidimensionalidad biologicista. Hipótesis: La belleza humana no posee una función adaptativa. La historia tiene un rol trascendente en su comprensión. Los principios estéticos de la evolución humana, como parte de los fundamentos culturales y simbólicos subsumen a los de su evolución biológica, sus propiedades cualitativas son sustancialmente distintas a las biológicas. Por lo cual un análisis crítico de la estética evolutiva no sólo revelará sus falacias sino nos otorgará una explicación más completa de las conductas humanas motivadas por las valoraciones estéticas. 11 CAPÍTULO I La selección sexual humana en la historia "Láncese al aire un puñado de plumas, y todas caerán al suelo según leyes bien definidas; pero ¡qué simple es este problema comparado con la acción y la reacción de las innumerables plantas y animales que han determinado, en el transcurso de los siglos, el número proporcional y los tipos de árboles que ahora crecen en las antiguas ruinas indias!". Charles Darwin, El Origen de las especies, 1859 A lo largo de este capítulo se narra el desarrollo que vivió la teoría de selección sexual aplicada al ser humano, desde su propuesta original hasta algunas posiciones críticas de ella en nuestros días. De tal manera de que se contextualiza el origen histórico de la teoría estética evolutiva como parte de la psicología evolutiva, que se pueden considerar herederas de la tradición sociobiologica neodarwinista. I) Darwin y Wallace, las primeras discusiones sobre selección sexual y evolución humana Durante el siglo XIX fueron publicados los trabajos de Charles Darwin y Alfred R. Wallace, autores que propusieron de forma independiente la teoría de la evolución en que la selección natural favorece a los organismos en la lucha por dejar más descendencia, sin embargo, Darwin no podía explicar la presencia de algunas características, las cuales parecían ir en contra de la selección natural porque exponían a los machos ante sus depredadores. Para Darwin el pavo real macho fue un claro ejemplo de lo anterior debido al tamaño extremadamente largo de su cola, los colores brillantes de sus plumas y sus elaboradas danzas. Fue entonces cuando propuso que el cortejo, los colores intensos, plumas o aletas brillantes, cantos, cuernos, astas, mandíbulas y espinas que usaban los machos para sujetar a las hembras durante el apareamiento habían sido seleccionadas por su importancia en la competencia por parejas y no tanto para lograr directamente mayor supervivencia(Darwin, 1871). Este tipo de selección fue llamada selección sexual, quizás una de las partes más controversiales de Darwin, él sugirió el nombre de caracteres sexuales secundarios (CSS) para todas aquellas estructuras relacionadas con el éxito de la reproducción de manera indirecta, caracteres sexuales primarios (CSP) a los genitales y gónadas (Darwin, 1871, p. 253). Los dos mecanismos de selección sexual que postuló Darwin para dar origen y el mantenimiento de los CSS son: la competencia para obtener parejas (principalmente entre machos) y la elección de pareja (ejercida principalmente 12 por las hembras; Darwin, 1871) (Contreras-Garduño et al., 2012, p. 126). La selección sexual fue calificada por Darwin por ser menos rigurosa que la selección natural (Darwin, 1859, p. 88). Darwin y Wallace mantuvieron una discusión constante por la cuestión de la selección sexual, el proceso propuesto por Darwin para explicar el origen de características aparentemente irrelevantes o incluso perjudícales para la lucha por la supervivencia, pero que podían ser interpretadas como mecanismos para aumentar el éxito a la hora del apareamiento. Darwin proponía dos tipos de selección sexual: La competencia entre los machos por tener acceso a las hembras y la elección por parte de las propias hembras. Atribuía parte de la diferenciación entre las diferentes razas humanas a la selección sexual, basada en los diferentes criterios de belleza surgidos en los diferentes pueblos8 (Cronin, 1991; Contreras-Garduño et al., 2012 p. 193). “The Descent of Man, es en realidad una amalgama de dos obras, un largo tratado de la selección natural en todo el reino animal, y una narración especulativa más breve acerca de los orígenes de la humanidad que se apoya fuertemente en la selección sexual” (Gould, 2006, pp. 55-57). La selección sexual nos lleva de igual manera hacía “el imperativo darwinista del éxito reproductivo diferencial”, pero a Wallace le desagradaba la selección sexual por tres motivos: comprometía la generalidad de esa visión tan peculiarmente propia del siglo XIX de la selección natural como una batalla por la vida, no solamente por copular; ponía un excesivo énfasis en la volición de los animales en particular en el concepto de la elección por la hembra y aún más importante permitía el desarrollo de numerosos caracteres importantes que resultan irrelevantes e incluso perjudiciales, para el funcionamiento del organismo como una máquina bien diseñada(ídem pp. 55-57). Así pues, Wallace veía en la selección sexual una amenaza a su visión de los animales como obras de perfecta elaboración configuradas por la fuerza puramente material de la selección natural. De hecho, Darwin había desarrollado el concepto en gran medida para explicar por qué tantas diferencias entre los grupos humanos, resultan irrelevantes para la supervivencia en buen diseño,9 reflejando meramente la variedad de caprichosos criterios de belleza que surgieron sin razón adaptativa alguna en varias razas (Gould, 2006, p. 52). Wallace aceptaba la selección sexual 8 Destaco esta perspectiva darwiniana que plantea la existencia de diferentes criterios de belleza y la idea de que la variación humana puede ser producto de ello como un punto de tención con la EE. 9 Destaco la idea de que Darwin utilizó en un inicio está teoría de manera opuesta a lo que hace la EE, al caracterizar las diferencias de los grupos humanos como irrelevantes para la supervivencia; otro punto de tensión. 13 basada en el combate entre machos, como algo suficientemente próximo a la metáfora de la batalla, que controlaba su concepto de selección natural, pero rechazaba la idea de elección por parte de la hembra, y desasosegaba grandemente a Darwin con sus intentos especulativos de atribuir todos los caracteres surgidos de ella a la acción adaptativa de la selección sexual (ibíd., pp. 52-53, Cronin, 1991, p. 187). Un ejemplo del pensamiento de Wallace es el siguiente: “Puede que un hombre joven, cuando corteja, cepilla o riza su cabello, y tiene una barba o bigote en perfecto estado, y no hay duda de que su amada lo admire, pero eso no prueba que se case con él por sus ornamentos” (Wallace, 1889, p. 286). Puede que la posición que Wallace mantuvo haya sido fuertemente influida por su corriente de pensamiento que apoyó al movimiento feminista y las ideas socialistas10 (Hodge, 2015, p. 37), y puede que haya visto un problema social implícito en la teoría de selección sexual de Darwin, la cual Wallace negaba que causara el dimorfismo sexual, y en sí, que esta fuerza existiese, ya que si llegara a existir sería para seleccionar el vigor y capacidad de sobrevivir (Estrada, 2015, pp. 69-74)). Wallace aceptaba la competencia entre machos, pero rechazaba la elección femenina, él se inclinaba más por la utilidad mientras Darwin por la belleza (Prum, 2012; Hoquet y Levandowsky, 2015). En relación a lo anterior Darwin en el Origen del hombre, nos habla sobre el sentimiento de lo bello con estas palabras: “Muchos han afirmado que esta cualidad es perceptible sólo por el hombre, pero podemos fácilmente negarlo si vemos a un pavo real hembra escoger al macho de más bello plumaje para aparearse. Su belleza no puede negarse, ya que las mismas mujeres se ornamentan con plumas de aves. Para dar otro ejemplo, nombraremos las aves hembras, que escogen como pareja al macho de canto más dulce y melodioso… Sin embargo, el concepto que cada especie tiene de belleza es muy distinto, como se puede ver en los salvajes, que admiran adornos repugnantes y melodías desastrosas. Se puede decir que tienen sus facultades estéticas menos desarrolladas que otros animales, como las aves. También es evidente que ningún animal podría embelesarse con una noche estrellada, un bello paisaje o una 10 El movimiento social iniciado por el filántropo Robert Owen (1771-1858) fue clave en el desarrollo intelectual de Wallace, al ser la base sobre la que fundamentó su profunda convicción socialista, como la importancia del grupo sobre el individuo, así como la necesidad, así como la necesidad de un ambiente que promueva las diversas capacidades del ser humano (Jones, 2002; Rodríguez Caso, 2015) 14 dulce melodía; tampoco podrían hacerlo los salvajes, cuyos gustos son afectados por su bajo nivel de educación” (Darwin, (1981) [1871]). Punto de suma importancia para comprender las raíces más profundas de los pensamientos de la Estética evolutiva (EE), ya que algunos argumentos vertidos por Darwin en relación a la valoración estética son retomados por la Psicología Evolutiva y los estetas evolutivos, como el que la belleza es algo cuantificable y la valoración estética tiene tendencia occidentalizada, es simétrica y es perfecta, también podemos destacar el continuo que Darwin propone entre los animales no humanos11 como seres con cualidades estéticas, lo cual ha funcionado para hace analogías que naturalizan elementos humanos en el mundo animal y viceversa; a pesar de la contradicción en la que Darwin afirma que la belleza varía de especie a especie y de cultura en cultura, cosa que observó Darwin dentro de su contexto victoriano12. En la obra de Darwin la teoría de la selección sexual se explica que se trata de un proceso subordinado a, y menos severo que el de la selección natural y que consiste en la lucha de los ma- chos por la posesión de las hembras, a fin que sean seleccionados individuos más aptos de uno y otro sexo dentro de una misma población (Darwin 1964, p. 87- 90). Al aplicar esta teoría al ser humano, Darwin naturaliza ciertas características que considera inherentes al hombre como el ser activo, además de ser agresivo y emprendedor y por otro lado preponderando un carácter pasivo y reservado en las mujeres (Darwin 1981,p. 253-320; 316-384). “Extrapolando binariedades de la sociedad occidental, como lo son hombre/mujer y masculino/femenino, a partir de una binariedad biológica: macho/hembra, dándoles una caracterización de fenómenos naturales con un origen biológico que las ha determinado con el tiempo. Esto a raíz del ambiente victoriano y patriarcal en el que se desarrollaron sus ideas” (Muñoz Rubio y Méndez Granados, 2015, p.16). Otro de los puntos de anclaje que con mayor claridad podemos apreciar en los estudios de la psicología evolutiva y la estética evolutiva, es decir, una construcción de naturalezas humanadas definidas por un contexto cultural concreto: el capitalista post-revolución industrial. Por lo tanto, resumiendo los puntos anteriores: la teoría de selección sexual propuesta por Darwin, fue su manera de dar cuenta de la evolución de los caracteres complicados como la cola 11 Esa continuidad gradual que Darwin plantea y que supone a los animales capaces de realizar juicios de valor estético, es un tema sumamente controversial que puede desviar el rumbo de este trabajo hacía otras discusiones que son importantes de realizar pero que se focalizan en otros problemas, principalmente la colisión con barreras epistémicas. 12 Lleno de prejuicios hacía otras culturas. 15 del pavo real, el como un ornamento, no se pudo establecer a través de la selección natural, porque no ayuda al individuo a sobrevivir, pero si hay selección sexual –si las hembras prefieren a los machos con colas más hermosas– aquellos machos que tienen colas más hermosas se volverían más comunes. Mismo es el caso de las diferencias entre los grupos humanos, que Darwin nos plantea como un resultado de la selección de diferentes criterios de belleza a lo largo del mundo. Después de algunas discusiones iniciales, la selección sexual fue revivida y reformulada cien años después. Ahora su reencarnación ha sido aplicada ampliamente, es la base de explicaciones de las supuestas diferencias innatas en talentos, valores y actitudes en hombres y mujeres. Durante el siglo XX fue discutida en distintos momentos como en la síntesis moderna o más recientemente como incluida en las críticas al programa adaptacionista. II) El Siglo XX, el auge del neodarwinismo y la consolidación de la sociobiología “Nothing in Biology makes sense except in the light of evolution” Theodosius Dobzhansky Francis Galton (1865, 1869, 1872, 1883) y H. Spencer (1914 [1867]) fueron los primeros en comenzar a aplicar la teoría evolutiva de Darwin al ser humano. A Galton puede atribuírsele la separación de lo causal de la influencia en la naturaleza humana en la crianza13, y así confirmar como un inevitable la prioridad de la naturaleza (herencia) sobre la crianza (educación, etc.).La solidificación de un análisis causal simple (o simplista) que asumió la estadística y el pensamiento poblacional, abandonando la fisiología y la complejidad del desarrollo fue otra consecuencia de Galton, inclinando la balanza, al menos durante varias generaciones, en favor de una reducción metodológica en la biología humana y sus factores hereditarios (Hilts, 1981; Waller, 2001, 2001b). Francis Galton llegó al tema de la herencia a partir de su interés del estudio de las poblaciones humanas, siendo las diferencias de características morales y físicas en las razas humanas un tema al que presto mucha atención14. Como muchos de sus contemporáneos estaba convencido de que 13 Junto con Weismann al intentar erradicar al lamarckismo de la teoría evolutiva con la propuesta de su barrera germinal/somática. 14 Por otro lado, marcando un punto de quiebre a partir del siglo XIX con las contribuciones de Francis Galton, se puede considerar que la culminación de su obra fue un proceso que dio ventaja a los pensadores que buscaban establecer criterios bien definidos para por un lado justificar la dominación racial de los europeos sobre otras naciones en las distintas colonias del mundo, y de igual manera afianzar la una estructura de clases y meritocracia, jerarquizada según el talento innato de ciertas familias, para regir la organización interna de las naciones europeas (Cowan,1972, 1977; Mackenzie, 1981, Burbridge, 2001). Gran parte se debe a que las elites intelectuales europeas posteriores a la Ilustración, sucumbieron a un impulso 16 las diferencias psicológicas y morales eran dictadas por la constitución física (López Beltrán, 2015, p. 55). Mientras que años después, en los primeros años del siglo XX existía desconcierto sobre distintas partes de la teoría evolutiva y la teoría de selección sexual, por ejemplo: Thomas Hunt Morgan consideró a la selección sexual inútil y dedicó varios libros a mostrar su irrelevancia (1903, 1919 y 1932, p. 152). Posteriormente R. Fisher (1930) y Williams (1966) se interesaron en explicar por qué las hembras deberían elegir pareja, buscando establecer una matemática de ello en la genética de poblaciones con el principio de Fisher, la corrida Fisheriana y la hipótesis del hijo bello.15 (Smith, 1987). Quizás el surgimiento de la etología (el estudio biológico del comportamiento animal, disciplina fundada por K. Lorenz, N. Tinbergen y K. von Frish) haya promovido el interés de Parker (1970), Trivers (1972) y Zahavi (1975) por la selección sexual, y a su vez, estos trabajos incrementaron el interés de un creciente número de investigadores por dicha teoría (Smith, 1987; Trivers, 2002; Contreras-Garduño et al., 2012, p. 194). Durante la década de los setentas, se llevó a cabo una de las mayores discusiones alrededor de las ciencias biológicas y las ciencias sociales, denominado Science Wars donde diversos grupos y autores, algunos deterministas biológicos y otros deterministas sociales rebatieron sobre la naturaleza humana, la cultura y la biología (Levins, 1996, Ross, 1996, p. 180, Guerrero Mc Manus, 2015, p. 48). Desatando una difícil relación entre las ciencias sociales y la biología, una cualidad dada por el contexto de esas discusiones, que no necesariamente debe volver a ser igual (Rose y Abi-Rachand, 2013). Debido a que de ese conflicto se dividieron opiniones sin un consenso claro, la selección sexual no fue la excepción a ello. La teoría de selección sexual durante muchos años quedo en manos de una posición unilateral y hegemónica del darwinismo y la síntesis moderna. Personajes como S. Pinker, R. Trivers, W. Hamilton (1964), E. O. Wilson, y Richard Dawkins16, estos dos últimos desarrollaron las bases de la sociobiología y la psicología evolutiva de tal forma que los estudios de sexualidad humana se vieron reducidos a un par de tipos de estudio que buscaban entender la competencia entre machos y la elección femenina; durante el siglo XX los modelos de selección femenina se por asegurar científicamente su domino externo sobre otras naciones e interno sobre las clases sociales trabajadoras (López Beltrán, 2015). 15 Modelos fundamentales en el desarrollo posterior de la sociobiología y la visión genocéntrica y reproductivista. 16 Autores que retoman varias de las propuestas de Fisher y las extrapolan al mundo del ser humano. 17 caracterizaron en la atracción por alguna característica del macho nombrada: “selección sexual desbocada” y la resistencia a parásitos y un buen sistema inmune, los indicadores de “buenos genes” (Futuyma, 2013, Mc Manus, 2012, Mc Manus 2015, pp. 37-44). Esto no solo mermó y sesgó durante décadas los estudios en sexualidad humana, sino trajo consigo consecuencias a nivel social, ya que al no contener un compromiso ético dio pauta a justificar actitudes retrógradas,como el machismo y la xenofobia. Los predecesores inmediatos a la sociobiología fueron una serie de libros sobre la naturaleza humana que Gould denominó “etología popular”: The Territorial Imperative, de Robert Ardrey (1966); On Agression, de Konrad Lorenz (1966); The Naked Ape, de Desmond Morris (1967) y The Imperial Animal, de Tiger y Fox (1997). Los cuales defienden la tesis de que los humanos son por naturaleza territoriales y agresivos. Siendo la condición humana una guerra como en el Leviatán de T. Hobbes (Lewontin et al., 2009, p. 329). Las visiones reduccionistas del mundo en textos de sociobiología como Sociobiology: The New Syntesis (1975) de E.O. Wilson o The Selfish Gene (1976) de Richard Dawkins recurren explícitamente al dogma central de la biología molecular (Crick, 1970, p. 563) para definir su compromiso con la afirmación de que el gen es ontológicamente previo al individuo y el individuo a la sociedad17, además de recurrir de forma explícita a un conjunto de conceptos de la economía de las sociedades capitalistas de los años setenta: conceptos como análisis coste-beneficio, teoría de juegos, coste de la oportunidad inversión y otros semejantes son transferidos cínicamente al dómino natural y como sucedió con el darwinismo (social) son utilizados como justificantes del orden social (Dennett, 1995; Lewontin et al., 2009, p. 89) Una vez que E. O. Wilson hubo lanzado su teoría sociobiológica de la naturaleza humana, se comenzaron a realizar trabajos similares que exploraban los atractivos alcances de la teoría18. Dando como resultado la continua elaboración de publicaciones deterministas biológicas, las cuales tuvieron un impacto contra las diversas luchas sociales de finales de los años sesenta, que estaban en favor de la igualdad, la no discriminación y otras injusticias. Los biólogos y 17 Para Jaques Monod “Hay una exacta equivalencia lógica entre la familia y las células. Este efecto está totalmente escrito en la estructura de la proteína, que a su vez está escrita en el DNA” (Monod, citado en Judson, Eighth Day of Creation, p. 212.) 18 Como Dawkins R., The Selfish Gene (1976), Oxford Unversity Press, Oxford Inglaterra The Extended Phenotype (1981), Freeman, San Francisco; D. P. Barash, Sociobiology and Behaviour (1977), Elsevier, Amsterdam; L. Tiger, Optimism: The Biology of Hope (1978), Simon y Schuster, Nueva York., D. Symons, The Evolution of Human Sexuality (1979), Oxford, Inglaterra. 18 antropólogos, al igual que la prensa acogieron a la sociobiología humana. El mismo Wilson posteriormente público la obra On Human Nature (1978), enteramente en cuestión sobre la sociobiología humana, lo que originó una fuerte polémica tanto en las ciencias naturales como en las ciencias sociales (Lewontin et al., 2009, p. 322). En la década de 1980 las principales críticas a esta vertiente fueron por parte de Stephen Jay Gould, Richard Lewontin, Steven Rose, León Kamin, Marshall Sahlins y Alfie Kohn. Además de Kenneth Bock, este último publica Naturaleza humana e historia: Una respuesta a la sociobiología (1980), en donde su principal objetivo es criticar la postura sociobiológica, es decir, aquella que busca explicar las diferencias sociales y culturales con base en la biología humana y la etología comparativa, despreciando el papel de las ciencias sociales y las humanidades (Vergara, 2015). Una contribución importante a la crítica al panadaptacionismo (del que la sociobiología formaba parte) que se había expandido en la biología, fue el realizado por S. Gould y R. Lewontin en 1979 a partir de la publicación del texto “The Spandrels of San Marco and the Panglossian Paradigm: A Critique of the Adaptationist Programme” Por otra parte, la exaptación (Gould, 2006, Gould y Vrba, 1982) es un término crucial que fue introducidos en las últimas décadas a los estudios de biología evolutiva, el cual buscaba salir de la visón unitariamente adaptacionista, abriendo un panorama más amplio para explicación de caracteres en los seres vivos. Gould y Vbra (1982) argumentan que, haciendo un análisis histórico de como muchas características han llegado a ser lo que son ahora, podremos ver en muchos casos, una característica con función adaptativa, producto de la selección natural, pudo haber sido cooptada para otra función distinta a la original en el trascurso de la evolución, pero en la medida que esta nueva o nuevas funciones no son el resultado de la adaptación, tampoco puede alegarse que en ella se haya operado un proceso de selección natural. En la exaptación, las funciones de una característica se diversifican. Pero la adaptación no sería el único mecanismo de desarrollo de características, y como éstas se diversifican tanto en sus orígenes como en sus funciones presentes, el problema de juzgar a un rasgo como adaptación se acentúa. Esto tiene importantes implicaciones para caracteres tan flexibles, diversos y variados como los conductuales o culturales en el ser humano, que son aquellos de los que se ocupa la psicología evolutiva. La exaptación tiene la ventaja de poder explicar muchas de las exaptaciones de las funciones que no pueden comprenderse por medio únicamente de los efectos selectivos. 19 Gould y Lewontin (1979) por otro lado originan su argumento en la analogía de las pechinas (spandrels) de la capilla de San Marco, Venecia. Donde comparan las pinturas que se encuentran en las curvaturas que dan soporte a las columnas, con la visión adaptacionista en la que las pechinas fueron construidas para que fueran pintadas, cuando realmente no fue así, sino se originaron de forma emergente para dar soporte. Siendo las pinturas un producto secundario, una utilidad adicionada posteriormente. De la misma manera y en convergencia con el concepto de exaptación, en la evolución existen numerosas funciones no adaptativas que son el producto secundario de estructuras y funciones originales. Gould, Vrba y Lewontin al adoptar un punto de vista histórico para interpretar la adaptación, liberan la cerrada mentalidad dogmática de una sola interpretación de evolución. Lo cual desbanca a la adaptación como un proceso evolutivo único, automático y universal de la evolución. (Muñoz Rubio, 2013, p. 78). Pero ¿pueden los conceptos de adaptación o exaptación aplicarse a los constructos sociales? Gould (1997) señalo que: “El cerebro humano puede haber alcanzado su tamaño actual por medio de procesos ordinarios adaptativos orientados a lograr beneficios específicos de mentalidades más complejas de nuestros cazadores-recolectores de las sabanas africanas. Pero los spandrels implícitos en un órgano de tal complejidad deben exceder a las razones funcionales explicitas de su origen. Una falla en la apreciación del papel central de los spandrels, y la importancia general de la no-adaptación en el origen de las innovaciones evolutivas, ha sido el impedimento principal que se ha dado en los esfuerzos para construir una teoría evolutiva propia de las bases biológicas universales de Homo sapiens –o lo que nuestra lengua vernácula llama “naturaleza humana”. Gould comprende que es necesario ampliar nuestro entendimiento del proceso de evolución humana, aceptando la existencia de procesos que no aumenten la adecuación, a fin de comprender más completamente la complejidad y diversidad de la condición humana misma. Browne (2002) hace un análisis del concepto y crítica que puede ser muy amplio su uso, llegando a poder formarse un extremo panexaptacionista, que no era la intención de Gould y Vbra, sino su intención más bien evitar el panadaptacionismo, integrando un concepto complementario. Se ha reconocido que la expresión de los fenotipos humanos depende de la herencia cultural tanto como de la herencia genética (Dawkins, 1976; Feldman 1981; Richerson 1985). Sin embargo (para la sociobiología),si la evolución humana, como la evolución de las otras especies, depende 20 exclusivamente de la herencia genética, el único modo en que la herencia cultural puede afectar la evolución debe ser contribuyendo a la variación, y subsecuentemente a la diferenciación en supervivencia y reproducción de diversos humanos en cada generación (Wilson, 1975, 2012). Posteriormente surge la Psicología evolutiva como un planteamiento teórico en ciencias sociales y naturales que examina la estructura psicológica desde una perspectiva evolucionista, caracterizando los rasgos como adaptaciones (Barkow, Tooby y Cosmides, 1992). Los primeros proponentes incluyen, entre otros, a John Tooby y Leda Cosmides, Martin Daly y Margo Wilson, Steven Pinker19, David Buss y Robert Wright. Siguiendo un modelo que se estructura de manera simplificada de esta forma: una gen- un módulo conductual en el cerebro- una conducta compleja; es decir una serie de causaciones lineales que han moldeado nuestra arquitectura desde los genes, pasando por nuestro cerebro hasta nuestra cultura. Mientras que una base genética para características de comportamiento (instintivas) para especies no humanas es generalmente aceptada dentro de la comunidad científica, la pretensión de usar genes y genomas para la explicación de comportamientos más complejos, es decir, racionales y humanos a nivel individual y de sociedad continúa siendo extremadamente controvertido. Actualmente ha sido tal la inquietud que la selección sexual ha despertado, que es uno de los temas más estudiados y controvertidos de la evolución (Andersson y Simmons, 2006). En este punto debemos entender la imbricada relación entre la teoría estética evolutiva y el camino que siguió su tradición o programa (adaptacionista, neodarwinista y sociobiológico). Es decir, los supuestos de los que van partiendo y las propuestas que van aceptando o rechazando, para así poder vislumbrar su estado actual y su desarrollo posterior en las primeras décadas del siglo XXI. 19 Quien por ejemplo sostiene que no solo los talentos, temperamentos, tipos de personalidad y otros rasgos de comportamiento más específicos son todos heredados de manera genética. Es criticable que algunos de los ejemplos de este autor incluyen distintas categorías como el matrimonio, el alcoholismo y el ver televisión no existían en la escena del Pleistoceno (McKinnon, 2012, p. 43). 21 III) La evolución en el siglo XXI, nuevas perspectivas y fronteras frente a la selección sexual “If a theory purports to explain everything, then it is likely not explaining much at all.” Massimo Pigliucci La asunción de que la herencia genética es el único sistema de herencia en evolución es recientemente cuestionada, principalmente porque los nuevos datos en distintos campos de la biología (e.g., Schlichting y Pigliucci 1998; Oyama et al. 2001; West-Eberhard, 2003; Jablonka y Lamb 1995, 2013; Gilbert 2001, 2004; Pigliucci y Preston 2005; Mameli 2004). Jablonka y Lamb (2013) por ejemplo, proponen cuatro niveles diferentes de sistemas hereditarios en evolución: genético, epigénetico, conductual y simbólico. Mientras que Odling-Smee et al. (2003) propone que al menos, existen dos sistemas de herencia en evolución: herencia genética y herencia ecológica (Odling-Smee, 2007). Esto trastoca distintas áreas de la biología, en especial a la biología evolutiva y el cómo comprendemos la herencia de ciertos caracteres en el ser humano, es decir, la evolución humana. Autores como Strohman (1997) han sugerido que la biología está por atravesar un cambio de paradigma, porque el actual paradigma de reduccionismo molecular-genético es incapaz de asimilar la complejidad de las interacciones que se están revelando. Inclusive, el mismo Crick (1970, p. 563) dijo que hay tres tipos de transferencia de información desconocidos que el dogma central postula como imposibles: de proteína a proteína, de proteína a DNA y de proteína a RNA. “El descubrimiento de un solo tipo de célula actual que pudiera realizar cualquiera de estas tres transmisiones desconocidas conmovería todos los cimientos intelectuales de la biología molecular, y es por esto que el dogma central es tan importante hoy como cuando fue postulado por primera vez”. Ahora sabemos que los priones causan enfermedades como la de “las vacas locas” o “la tembladera”, así que siguiendo las palabras del propio Crick el dogma central debería abandonarse o modificarse (Jablonka y Lamb, 2013, p. 203). En la filosofía de la biología, los procesos del desarrollo o fisiológicos que subyacen en el fenotipo son sus “causas próximas”, mientras que los procesos evolutivos, como la selección natural o los procesos que han construido el fenotipo en la historia evolutiva son denominadas “causas últimas”. Aunque Jablonka y Lamb critican que la variación heredable puede estar bajo control 22 fisiológico o del desarrollo, es decir no difieren mucho los tipos de “causa”. Es una dicotomía falsa, siendo más bien una transición gradual. Es decir, la evolución darwiniana puede incluir procesos lamarckianos, porque la variación heredable sobre la que actúa la selección no es puramente ciega a la función, sino que parte de ella es inducida o adquirida en respuesta a las condiciones de vida (ibíd., p. 145). El concepto de gen actualmente se encuentra en discusión, pasando de ser una unidad de herencia a un proceso dinámico. Evelyn Fox Keller, filósofa y socióloga de la biología en Estados Unidos, en el libro “El Siglo del Gen” escribe: El gen ha perdido buena parte de su especificidad y de su agencia. ¿Qué proteína debe hacer un gen y bajo qué circunstancias? ¿Y cómo lo elige? De hecho, no lo hace. La responsabilidad de su decisión está en otro lado, en la compleja dinámica regulatoria de la célula como un todo. La señal (o señales) que determina el patrón especifico que habría de seguir la transcripción final proviene, en realidad, de estás dinámicas regulatorias y no del gen en sí mismo (Keller, 2000). La idea de que un gen expresa un fenotipo, es una concepción simplista, siendo solo una parte de una compleja red de interacciones genéticas y epigéneticas, que interaccionan con las condiciones del medio ambiente (Jablonka y Lamb, 1995, 1998b, 2002). Las redes celulares y de desarrollo son tan complicadas que no se acoplan a la concepción determinista, de predicción a pesar de su poder retorico y publicitario. Pensar que el cambio evolutivo en términos de mutaciones sobre genes particulares que, en promedio, tienen efectos benéficos, pequeños y aditivos que se acumulan con el tiempo para formar una adaptación fenotípica es problemático y con frecuencia insostenible. En cambio si la red es nuestra unidad de cambio evolutivo, nos concentramos en la evolución del rasgo fenotípico que esa red afecta (su configuración, flexibilidad, estructura y solidez) a través de los procesos que llevan a plasticidad20 del desarrollo (la capacidad de ajustarse en respuestas a las condiciones) y la canalización (estabilidad frente a perturbaciones genéticas y ambientales). Nos enfocamos en la variación de rasgos, no de genes, siguiendo la variación de los rasgos (Jablonka, 2005, pp. 101-113). 20 Plasticidad entendida como West- Eberhard (2003, p.33), es decir, la capacidad de un organismo en reaccionar frente a condiciones internas o externas del medio con un cambio en el estado, forma, movimiento o actividad. Esta noción incluye respuestas tanto adaptativas como no adaptivas, reversibles e irreversibles, activas y pasivas, continuas y discontinuas. 23 Incluso dentro del mismo marco del neodarwinismo21 se acepta la existencia de fuerzas no adaptativas, es decir no todo es producto de la selección natural: La evolución es unproceso de genética de poblaciones, gobernado por fuerzas fundamentales, existen tres principales fuerzas no adaptativas en el sentido de que ellas no operan en función de la adecuación (fitness) de los individuos: las mutaciones son la fuente de variación en la cual la selección actúa, la recombinación ordena la variación en cromosomas, y la deriva génica asegura que las frecuencias genéticas se desviarán un poco de generación en generación, independiente de otras fuerzas. Dado el siglo de trabajo dedicado al estudio de la evolución, es razonable concluir que este es el compás de todas las fuerzas fundamentales de la evolución (Lynch, 2007). Aunado a lo anterior, hay múltiples resultados posibles cuando más de un gen influye en un carácter. La existencia de múltiples estados adaptativos, significa que para un régimen determinado de selección natural hay caminos alternativos de evolución. Otro problema es la fijación de los caracteres, ya que una población de tamaño finito da pie a cambios fortuitos en la frecuencia genética, por lo que combinaciones sin ninguna aptitud reproductora o sin ninguna aptitud diferencial se fijaran en absoluto. Así como un nuevo gen favorable con una ventaja reproductiva no necesariamente es fijado según la naturaleza mendeliana. La selección natural a menudo deja de incorporar genes favorables22 (Lewontin et al., 2009, p. 362-364). Aunque la sociobiología y la psicología evolutiva (la estética evolutiva) ignoran por completo los tipos de explicación no adaptacionistas que son corrientes en la genética evolutiva moderna y se limita a los argumentos adaptacionistas algunas veces indirectos y deformados, que eran característicos de los darwinistas vulgares del siglo XIX (Lewontin et al., 2009, p. 362, Gould, 2012 p. 44). Steven Rose (2015, pp. 201) explica: “Es evidente que la selección natural actúa sobre un ciclo vital —no simplemente el organismo adulto— y que hay múltiples niveles en los que puede actuar: gen, genoma, organismo, población, especie y ecosistema. Igualmente, que no toda evolución exige cambios al nivel génico —hay evidencia bien establecida sobre los fenómenos dauer— transmisión transgeneracional sin cambio génico (por ejemplo, por vía de la marcación epigenética, la cual brinda una nueva fuente de 21 No todo en neodarwinismo es reduccionista, fetichizado e ideológico. 22 Tanto este párrafo como el anterior son puntos de tensión con la propuesta de la EE. 24 variación) —y el argumento de Jablonka en favor de la evolución a nivel conductual. Y también hay en juego otros procesos, incluyendo por supuesto la selección y desplazamiento sexual, etc.” Po otro lado Oyama (2001), quien desarrolla todo un modelo crítico desde una vertiente de la biología del desarrollo y el proceso que vive un organismo a la o largo de su ciclo de vida, plantea seis puntos que deben abordar los estudios de evolución: 1. Determinación multicausal, el desarrollo es producto de la interacción de múltiples fuentes. 2. Sensibilidad y contingencia dependiente del contexto. El desarrollo depende del estado del organismo. 3. Herencia extendida, un organismo hereda recursos del ambiente además de genes. 4. Desarrollo como un proceso de construcción. El organismo moldea su propio ambiente, como un castor construye una presa para aumentar el nivel del agua. 5. Control distribuido, la idea de que no actúa una sola fuerza en el control central del desarrollo del organismo. 6. Evolución como construcción, la evolución de todo un sistema en desarrollo, incluye el ecosistema del organismo, no solamente los cambios de población. Dando un particular énfasis al desarrollo, pensando el ciclo vital como una unidad integrada cuyas múltiples causas no pueden fragmentarse. Un punto en el que se podría diferenciar de la postura de Jablonka y Lamb, donde sí existe una distinción entre distintos sistemas de herencia los cuales se analizan para posteriormente ser reintegrados (Jablonka, 2001). La evo-devo, además de su rama asociada la eco-evo-devo, la epigenética extendida y la teoría de la construcción de nicho son todas resultado de insuficiencias de la síntesis moderna de la evolución, donde se conjuntaron la genética mendeliana y la evolución darwiniana. “Estas cuatro nuevas disciplinas se caracterizan por (1) rechazar la primicia de los genes como elementos explicativos del desarrollo y la evolución de la forma animal, (2) cuestionar la dicotomía entre causas próximas (moleculares, celulares, fisiológicas) y causas últimas (ecológicas y evolutivas), (3)rechazar la visión simple de la herencia es meramente genética, (4) proponer una concepción de la herencia mucho más amplia, que reconoce la heredabilidad del medioambiente, de culturas materiales y simbólicas (en humanos y algunos animales) y factores moleculares no reductibles a genes (eg. Herencia de anticuerpos vía leche materna)” (Mc Manus, 2015, p. 39). 25 Las anteriores propuestas atañen directamente el desarrollo de los estudios evolutivos a lo largo de toda la biología, es decir, hay diversos conceptos y concepciones que actualmente se están repensando y analizado para una mayor comprensión del proceso evolutivo; y este trabajo se suma a esos esfuerzos que buscan revolucionar la biología evolutiva. M. Pigliucci y colaboradores (2007, 2008, 2010) hacen un relanzamiento23 de la propuesta de la creación de una síntesis extendida de la evolución, es decir, un replanteamiento mucho más amplio de los estudios en evolución, y nos hablan de los beneficios que se obtienen de integrar la evolbabilidad: capacidad de un sistema de evolucionar (Pigliucci, 2007) , la epigenética: herencia no genética (Jablonka, 2005) , evo-devo: estudios de evolución y desarrollo (Jablonka y Lamb, 1998a, Oyama, 2000, Gilbert, 2003) y la teoría de construcción de nicho (Odling-Smee, 2003, Laland et al., 2014) para aumentar el poder explicativo de la teoría evolutiva. Aunque el tema de la selección sexual se encuentra en gran discusión actualmente (Hoquet y Levandowsky, 2015). La idea de la Síntesis Extendida propone recuperar ciertos elementos de la Síntesis Moderna, pero otros no como el que la única vía de herencia sea genética, que solo exista la selección de genes y se consideré al genoma como una entidad aislada del contexto (Pigliucci y Müller, 2010). Sin embargo, cabe destacar que las discusiones sobre la síntesis extendida aún no han abordado temas como la concepción del sujeto, así como concepciones onto-epistemológicas de compatibilidad entre las distintas propuestas que se buscan incluir, lo cual puede generar problemas en un futuro. Ahora señalaremos en qué puntos se ubicaría nuestro estudio dentro de esta concepción de la biología evolutiva de vanguardia; por ejemplo, la belleza se ubicaría en el nivel simbólico descrito por Jablonka, ya que la explicación biológica estaría siempre incompleta mientras excluya los procesos simbólicos que no operan en las causas genéticas o ambientales, sino en dimensiones de constitución de instituciones sociales como la moral, el lenguaje, la normatividad, etc. (Jablonka, E., y G. Rechav, 1996). Estas dimensiones surgen de nuestra capacidad de autoconciencia, del llevar a cabo procesos intencionales en la primera persona del plural (nosotros), de tal forma que nos reconocemos los unos a los otros como parte de colectividades que no son ya únicamente grupos en sí mismos, sino grupos para sí mismos (Guerrero Mc Manus, 2013). 23 Propuestas previas podemos encontrarlas con Waddington en los años 50, Gould y Eldredge posteriormente. 26 Por lo que es central nuestra posición respecto a la adquisición y herencia de caracteres, se han desarrollado varios estudios en relación a las mayores transiciones evolutivascomo el de Smith y Szathmáry (1995), los cuales realizan un extenso análisis de la evolución de nuevos niveles de complejidad e identifican ocho grandes transiciones, ellos sugieren que estas transiciones están relacionadas con cambios en cómo se almacena, se transmite o se interpreta la información (Jablonka, E., y E. Szathmáry, 1995; Jablonka y Lamb, 2013, p. 435). Al tomar un enfoque de la evolución centrado en la transmisión de información, nos estamos ubicando en una tendencia de vanguardia en el pensamiento evolutivo. Por transición evolutiva se entiende como el surgimiento de sistemas informacionales que modifican la forma en la cual los organismos transmiten la información a lo largo de las generaciones. Como ejemplos de ello tenemos el surgimiento del DNA y RNA, los cromosomas, las simbiosis en los primeros organismos unicelulares nucleados. Las transiciones evolutivas han sido de suma importancia en la historia de la evolución y se pueden denotar por el aumento en la complejidad de los organismos; por ejemplo, origen del sistema nervioso sería importante en este sentido no solo porque hizo posible la conciencia y la autoconciencia en el ser humano, sino también porque hizo posible que los animales –en especial vertebrados- fueran conscientes de su medio ambiente y de su ambiente social. Por lo que el origen del sistema nervioso complejo ha sido descrito por diversos autores como un factor causal que daría pauta a desarrollar conductas más complejas, con desarrollos posteriores como el de la comunicación en a través de sonidos, movimientos musculares y faciales; otro ejemplo es la forma social en la cual la sexualidad se ve liberada de sus ataduras a la reproducción y comenzaría a servir de base para el surgimiento de conductas sociales, sociosexuales y sexuales que harían de los homeotermos la rama del reino animal con las conductas sexuales más sofisticadas que podemos encontrar (Guerrero Mc Manus, 2013, p. 79). Mientras que en otra mano tenemos a la psicología evolutiva la cual afirma que gracias a que los espermatozoides son baratos y los óvulos caros, es que existen supuestas diferencias en cuanto a hombres y mujeres en su reproducción, según esta teoría los primeros son más promiscuos y ellas más reservadas. Sin embargo, estas especulaciones llevadas al complejo mundo cultural nos demuestran el gran componente ideológico que existe en los estudios de la conducta, ya que todo dimorfismo sexual parte de esta asimetría de costes y la teoría de juegos (Guerrero Mc Manus, 2013 p.83). 27 Pero habría que comenzar a discutir que estamos entendiendo por cultura, ya que ha sido mencionada en distintas ocasiones como un elemento que trastoca distintos puntos en la teoría que estoy criticando y en general en los estudios de la evolución humana. La evolución cultural cada vez más es aceptada dentro de los estudios evolutivos (Dennett, 2001) en especial en el ser humano, pero para evitar confusiones me gustaría determinar el concepto de cultura usado a lo largo de la tesis: “La cultura es un sistema de patrones de conducta, preferencias y productos de actividades animales socialmente transmitidos, que en conjunto caracterizan un grupo animal. Por lo tanto, la evolución cultural puede definirse como -el cambio, a través del tiempo, de la naturaleza y la frecuencia misma de los patrones, las preferencias y los productos de la conducta socialmente transmitida a la población-” (Jablonka y Lamb, 2013, p.215-216). Sostengo este concepto de cultura ya que a mi parecer se acopla a una concepción neolamarckista de la evolución cultural, no cae en excepcionalismo y permite un dialogo entre distintos cuerpos de saberes como la biología y las ciencias sociales. Destaco que es muy probable que las diferencias culturales entre grupos humanos sean independientes de sus genes, sin embargo, puede que en algún momento el sistema genético y cultural interactúen. También me gustaría destacar que no sostengo una posición de excepcionalismo radical en el ser humano, sino que opto por no realizar un aplanamiento ontológico, sino enfocarme en la primicia de los procesos sobre los eventos, las relaciones sobre las entidades y el desarrollo sobre la estructura (Ingold, 2011, p. 126), sin una visión dualista (concepción metafísica de dos sustancias mutuamente excluyentes), binaria (un dominio subdividido) ni dicotómica (explicación y argumento de disyunción lógica) en lo que refiere a naturaleza y cultura. Finalmente quiero externar que reconozco que las fuerzas se juegan de formas distintas en cada organismo (Haraway, 1991). 1) El sistema de herencia simbólico, una manera de estudiar la evolución humana. Al igual que en el sistema de herencia conductual descrito por Jablonka y Lamb, este sistema se caracteriza por como la información se transmite no solo de padres a hijos, sino de cualquier individuo experimentado a cualquier otro individuo, incluso de otros medios simbólicos como libros o representaciones gráficas. Otra característica destacable de los sistemas de herencia simbólica y conductual es el papel activo que juegan los animales en la adquisición y transmisión 28 de la información. Siendo en unos casos muy directos, como la enseñanza activa y en otros es más bien indirectos. Esto tiene relación con el gran auge de los estudios de la “construcción de nicho”, los cuales han mostrado que la construcción toma un rol importante en el aprendizaje social y la evolución de las tradiciones animales (Jablonka y Lamb, 2013, pp. 229-233). El estudio del sistema de herencia simbólico nos permite tener una mayor comprensión de cómo se transmite la información cultural, en este caso los distintos patrones de belleza son heredados por un sistema que no necesariamente debe ser el genético, siguiendo la información otra ruta con diferentes reglas y propiedades. Debemos comprender que las distintas ideas de belleza y sus patrones forman parte del Universo simbólico construido por la mente humana. Jablonka y Lamb mencionan la importancia del filósofo alemán Ernst Cassirer, quien exploró la noción del sistema simbólico desde hace más de medio siglo: “…este mundo [El mundo humano] no es la excepción a las reglas biológicas que gobiernan la vida de todos los otros organismos. Sin embargo, en el mundo humano encontramos una característica nueva que parece ser marca distintiva de la vida humana. El círculo funcional del hombre no solo se ha ampliado cuantitativamente, sino que además ha experimentado un cambio cualitativo.” “El hombre ha descubierto, por decirlo de algún modo, un método nuevo para adaptarse al ambiente. Entre el sistema receptor y el sistema efector, que se encuentran en todas las especies animales, identificamos en el hombre, un tercer lazo que podemos describir como el sistema simbólico. Esta nueva adquisición transforma la totalidad de la existencia humana, ya que, comparando con los otros animales, el hombre no solo vive en una realidad más amplia: vive, por decirlo así, en una nueva dimensión de la realidad” (Cassirer, 1944; las itálicas son suyas, visto en Jablonka y Lamb, 2013). Cassirer sugiere que deberíamos definir al humano como un animal simbólico, en vez de un animal racional. Debido a que el sistema simbólico fue lo que hizo posible la civilización humana. La comunicación simbólica tiene rasgos especiales que la hacen diferente de la transmisión de información que se realiza mediante el canto de las aves, los aullidos de lobos o chillidos de roedores. Las palabras actúan como símbolos porque son parte de un sistema gobernado por reglas de signos que son autorreferenciales. Además de ello podemos decir que los signos (la información que se transmite de emisor a receptor) se vuelven símbolos en virtud de ser parte de un sistema en el que su significado depende tanto de sus relaciones con el modo en quelas personas experimentan los objetos y las acciones que tienen lugar en el mundo como de las 29 relaciones que guardan con otros signos del sistema cultural. Un símbolo no puede existir aislado, es parte de una red de referencias. Sin embargo, la medida en que la interpretación de un símbolo depende de otros símbolos no es la misma en todos los sistemas. Finalmente, todos los sistemas permiten que la gente comparta ficciones, realidades imaginadas, que pueden tener muy poco que ver con sus experiencias inmediatas, lo cual se aplica a historias, imágenes, rituales, danzas y pantomimas, música, y en rigor, todo tipo de sistema simbólico que se nos ocurra. Los sistemas simbólicos permiten construir una realidad imaginada compartida (Jablonka y Lamb, 2013, pp. 260-262). Podemos decir que el sistema simbólico de transmisión y adquisición de información tiene propiedades que comparte con otros sistemas de herencia, es también claramente distinto de todos ellos. Por lo tanto, la evolución cultural humana que en gran medida se basa en la información que se transmite por medio de la comunicación simbólica, tiene características que la hacen muy distinta de otros tipos de evolución biológica. La cultura humana es única en el hecho de que los símbolos permean en todos sus aspectos; incluso conductas adquiridas como la preferencia por alimentos o canciones, que en otros animales se transmiten por medios no simbólicos, suelen estar asociados con la comunicación simbólica en los seres humanos. El rasgo definitorio de la cultura humana es su dependencia del sistema simbólico y la gran importancia de los símbolos en ella. Las diferencias culturales en creencias y hábitos de las distintas sociedades humanas muestran que el sistema simbólico ofrece modos muy efectivos de transmitir la información. Pero las variantes culturales poseen distintas cualidades, algunas persisten con pocas modificaciones, otras desaparecen y otras cambian. Debemos detenernos a preguntarnos: ¿Hay que pensar en términos de evolución darwiniana, se trata de evolución lamarckiana o es, en cambio, algo totalmente diferente? ¿Cuál es la mejor manera de analizar el cambio cultural? Para abordar estas cuestiones, se han lanzado dos abordajes muy distintos y ambiciosos, uno de ellos es la memética donde la evolución cultural es el resultado de una competencia entre “memes”, unidades culturales que se replican y son seleccionadas de una forma análoga pero independiente a los genes egoístas. El otro enfoque es la psicología evolutiva la cual nos permitirá conocer las sociedades y culturas, entre ellos el origen de la belleza, con un enfoque centrado en la genética, generalmente apoyado por la teoría del gen egoísta (Jablonka y Lamb, 2013, p. 267). Existen varios problemas con estos planteamientos, ya que la dimensión relativa al desarrollo y al aprendizaje de la generación y la reproducción de la mayor parte de la información cultural hace 30 muy difícil pensar en la evolución cultural en términos de replicadores y vehículos diferenciados. No hay unidades discretas y estables con límites fijos que puedan seguirse de una generación a la siguiente. Podría parecer atractivo el concepto de meme, ya que brinda una teoría manejable de la evolución cultural, lo hace a costa de enfocarse en la copia y selección de ideas y conductas, dejando de lado cuestiones más complejas como el origen, la construcción social y la interacción entre las ideas y conductas. No nos dice nada sobre la creación, implementación y los procesos de transmisión y adquisición de nueva información cultural. La capacidad de construir del ser humano es su rasgo distintivo en la cultura, que incluye la capacidad de planear, diseñar y tener coherencia y lógica. Todo esto permitido por la comunicación simbólica, dando pauta a la construcción de artefactos, dentro de un sistema social y político muy complejo. Pensar en términos de memes oscurece aspectos únicos de la evolución humana (ibíd., p. 275). Una de las críticas realizadas por Ingold (2011, p. 8-11) es la falta de una teoría del sujeto, así como la concepción de una persona en un entramado de relaciones sociales en forma de red que hasta cierto punto vendrían no solo a materializar un contexto sino a desarrollar toda una categoría de consciencia que va más allá de un solo individuo, es decir, que más bien a partir de las relaciones y de una persona que porte la cultura podamos explicar de una mejor manera la evolución humana. Ingold también plantea que estas visiones como la memética y la psicología evolutiva, de máquinas de genes y zombies infectados que replican rasgos culturales son las pesadillas de una imaginación científica atormentada por su sentido profundo de alienación del mundo real; una manera sumamente humorística de resumir las ideas de estas dos explicaciones. A lo que concluye con una metáfora “no son los bits y las piezas lo que importa, sino el sistema evolutivo como un todo” (Leach, 1967; citado por Ingold, 2011, p. 127). Mientras que los psicólogos evolutivos conciben a la cultura como una delgada capa que recubre una sólida base genética innata que fue seleccionada en el humano, parten del supuesto de que la mente humana está compuesta por un conjunto de “módulos mentales”24 en gran medida autónomos, una visión cartesiana del cerebro, dividido en diferentes secciones ordenadas como computadoras, cada una con una tarea específica (ej. La selección de pareja, detección de 24 La idea de módulos mentales fijos ha sido cuestionada por la epigénesis, es decir, la interacción entre genes y la información del medio, y por la documentada plasticidad neural cerebral (Mckinnon, 2012, p. 39). Para más información sobre esta crítica puede consultar Gibson, K. (2005) “Epigenesis, Brain Plasticity; and Behavioral Versatility: Alternatives to Standard Evolutionary Psichology Models”. En Susan McKinnon y Sydel Silverman (comps.), Complexities. Beyond Nature and Nurture, Chicago, University of Chicago Press 31 engaños, amor parental, sentido del humor, etc.). Estos módulos fueron moldeados por la selección natural, la mayoría en el Pleistoceno, cuando nuestros ancestros eran cazadores y recolectores de la sabana africana. Cada módulo genera una conducta en respuesta a un tipo específico de información, que permite a la persona hacer algo que probablemente es considerado adaptativo (aunque puede que ahora ya no lo sea)25. Jablonka y Lamb hacen una crítica a la psicología evolutiva y plantean otra forma de entender la evolución humana: “Esta teoría a simple vista parece ser coherente desde un punto de vista biológico neodarwiniano, por lo que ha ganado seguidores. Lo cual no significa que sea correcta. Una alternativa es ver el comportamiento y la cultura humanas como resultados de la extraordinaria plasticidad conductual de los homínidos, acompañada y potenciada por su poderoso sistema de comunicación simbólico. Los módulos no son estructuras diferenciadas, independientemente desarrolladas, sino que son construcciones durante el desarrollo temprano de cada individuo, puesto que son comportamientos muy complejos, no fue necesaria una selección de genes, sino que se trata de un proceso de evolución cultural, una construcción relativa al desarrollo” (Jablonka y Lamb, 2015, p. 279). La visión que acepto acerca de la evolución del ser humano dista de las ideas de los psicólogos evolutivos y los memetistas, quienes adoptan una concepción neodarwinista al preguntarse de qué modo es seleccionada una entidad cultural o conducta. Los psicólogos evolutivos apuntan a que este aparente beneficio es individual, lo obtienen los genes, mientras que la memética nos diría que los beneficiarios son las propias conductas o actividades. Mientras que yo apuesto más por una visión neolamarckiana,
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