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UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO POSGRADO EN CIENCIAS BIOLÓGICAS INSTITUTO DE ECOLOGÍA ECOLOGÍA MICROCLIMATOLOGÍA Y ECOFISIOLOGÍA DE LA VEGETACIÓN URBANA DE LA CIUDAD DE PUEBLA, MÉXICO. TESIS QUE PARA OPTAR POR EL GRADO DE: MAESTRO EN CIENCIAS BIOLÓGICAS PRESENTA: JUAN PABLO RUIZ CORDOVA TUTOR PRINCIPAL DE TESIS: DR. VÍCTOR LUIS BARRADAS MIRANDA INSTITUTO DE ECOLOGÍA COMITÉ TUTOR: DRA. MARÍA DEL CONSUELO BONFIL SANDERS FACULTAD DE CIENCIAS COMITÉ TUTOR: DRA. ROSA IRMA TREJO VÁZQUEZ INSTITUTO DE GEOGRAFÍA MÉXICO, D.F. NOVIEMBRE, 2014 UNAM – Dirección General de Bibliotecas Tesis Digitales Restricciones de uso DERECHOS RESERVADOS © PROHIBIDA SU REPRODUCCIÓN TOTAL O PARCIAL Todo el material contenido en esta tesis esta protegido por la Ley Federal del Derecho de Autor (LFDA) de los Estados Unidos Mexicanos (México). El uso de imágenes, fragmentos de videos, y demás material que sea objeto de protección de los derechos de autor, será exclusivamente para fines educativos e informativos y deberá citar la fuente donde la obtuvo mencionando el autor o autores. Cualquier uso distinto como el lucro, reproducción, edición o modificación, será perseguido y sancionado por el respectivo titular de los Derechos de Autor. UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO POSGRADO EN CIENCIAS BIOLÓGICAS INSTITUTO DE ECOLOGÍA ECOLOGÍA MICROCLIMATOLOGÍA Y ECOFISIOLOGÍA DE LA VEGETACIÓN URBANA DE LA CIUDAD DE PUEBLA, MÉXICO. TESIS QUE PARA OPTAR POR EL GRADO DE: MAESTRO EN CIENCIAS BIOLÓGICAS PRESENTA: JUAN PABLO RUIZ CORDOVA TUTOR PRINCIPAL DE TESIS: DR. VÍCTOR LUIS BARRADAS MIRANDA INSTITUTO DE ECOLOGÍA COMITÉ TUTOR: DRA. MARÍA DEL CONSUELO BONFIL SANDERS FACULTAD DE CIENCIAS COMITÉ TUTOR: DRA. ROSA IRMA TREJO VÁZQUEZ INSTITUTO DE GEOGRAFÍA MÉXICO, D.F. NOVIEMBRE, 2014 5 Agradecimientos Se agradece el apoyo otorgado por el posgrado en Ciencias Biológicas de la UNAM También se agradece el financiamiento de beca (Número de CVU: 413057) proporcionado por el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (CONACYT) e igualmente al estímulo económico otorgado por el proyecto Alternativas de mitigación de la isla de calor urbana: un modelo general, con clave CONAVI-2009- 01-127001. De igual forma se agradecen las valiosas aportaciones en todo momento del comité tutor: Dra. María del Consuelo Bonfil Sanders y Dra. Rosa Irma Trejo Vázquez. De manera especial agradezco el apoyo proporcionado por el Dr. Víctor Luis Barradas Miranda, tutor principal de este trabajo. 6 Agradecimientos a título personal De manera especial agradezco las sugerencias y trabajo de campo del Ing. Alfredo González Zamora, M.C. Manuel Esperón Rodríguez, Lic. Martín Bonifacio Bautista y Biol. Minerva López Pérez; al M.U. Juan Carlos Rivera Arenas, responsable del área técnica de la subdirección de calles, parques y jardines del ayuntamiento de Puebla, y a la Arq. María del Carmen Tzoni Barranco, por facilitar sus propiedades para la instalación de las plantas y el consiguiente monitoreo de las variables ecofisiológicas en la ciudad de Puebla, México. 7 Índice Índice ___________________________________________________________ 7 Lista de figuras y cuadros ___________________________________________ 8 Resumen ________________________________________________________ 9 Abastract _______________________________________________________ 10 Introducción _____________________________________________________ 11 Antecedentes ____________________________________________________ 14 Patrones diurnos de conductancia estomática y potencial hídrico y su relación con los factores ambientales ______________________________________ 14 Uso de vegetación nativa para forestación de ambientes urbanos __________ 15 Consecuencias de la introducción de especies no nativas al ambiente ______ 19 Hipótesis________________________________________________________ 21 Objetivo general __________________________________________________ 22 Objetivos específicos ______________________________________________ 22 Metodología _____________________________________________________ 23 Área en estudio _________________________________________________ 23 Mediciones en los sitios en estudio _________________________________ 26 Mediciones en el invernadero ______________________________________ 27 Análisis estadístico ______________________________________________ 28 Resultados ______________________________________________________ 28 Variables microclimáticas en campo _________________________________ 28 Variables ecofisiológicas en campo _________________________________ 29 Variables microclimáticas y ecofisiológicas en invernadero _______________ 34 Discusión _______________________________________________________ 41 Conclusiones y perspectivas ________________________________________ 51 Literatura citada __________________________________________________ 53 8 Lista de figuras y cuadros Figura 1. Configuración del área urbana del municipio de Puebla y los sitios de estudio dentro de la misma ................................................................................... 25 Figura 2. Variación diurna de la radiación fotosintéticamente activa, temperatura del aire y déficit de presión de vapor en Loma Linda y Clavijero ........................... 31 Figura 3. Comportamiento diurno de la conductancia estomática de Ficus retusa, Fraxinus udhei, Ligustrum lucidum y Quercus rugosa en Loma Linda y Clavijero en las estación húmeda y seca .................................................................................. 32 Figura 4. Comportamiento diurno del potencial hídrico de Ficus retusa, Fraxinus udhei, Ligustrum lucidum y Quercus rugosa en Loma Linda y Clavijero en la estación húmeda y seca ........................................................................................ 33 Cuadro 1. Regresión múltiple de la conductancia estomática en función de los factores microclimáticos y fisiológicos de Ficus retusa, Fraxinus udhei, Ligustrum lucidum y Quercus rugosa en las estaciones húmeda y seca y la composición de ambas estaciones en la ciudad de Puebla, México ............................................... 34 Figura 5. Patrón diurno de la radiación fotosintéticamente activa, temperatura del aire y déficit de presión de vapor en el invernadero del Instituto de Ecología, UNAM .................................................................................................................... 37 Figura 6. Comportamiento diurno de la conductancia estomática y del potencial hídrico en condiciones de buena irrigación y en estrés hídrico en el invernadero del Instituto de Ecología, UNAM ................................................................................. 38 Figura 7. Comportamiento de la conductancia estomática a lo largo del experimento de estrés hídrico en el invernadero del Instituto de Ecología, UNAM ... ……………………………………………………………………………………………..39 Figura 8. Comportamiento del potencial hídrico a lo largo del experimento de estrés hídrico en el invernadero del Instituto de Ecología, UNAM......................... 40 Cuadro 2. Regresión múltiple de la conductancia estomática en función de losfactores microclimáticos y fisiológicos de Ficus retusa, Fraxinus udhei, Ligustrum lucidum y Quercus rugosa en condiciones de buena irrigación y estrés hídrico en el invernadero del Instituto de Ecología, UNAM .................................................... 41 9 Resumen La mayor parte de los estudios de ecología se han centrado en las áreas naturales protegidas, dejando a un lado el estudio de ambientes urbanos. Sin embargo, el desarrollo urbano sigue en crecimiento, y en la mayoría de los casos, la planeación de las áreas verdes no incluye en sus criterios de selección de especies arbóreas las características fisiológicas, dándole prioridad al costo, lo atractivo o la velocidad de crecimiento de las especies. Una de las variables fisiológicas que proporciona mayor información de cómo afecta el microambiente a una planta es la conductancia estomática (gS), pues de ella depende que se realice la fotosíntesis, y es el principal mecanismo de regulación hídrica en la planta. En este estudio se evaluó el efecto del microambiente (RFA, TA, DPV y ψF) sobre gS en dos especies introducidas (F. retusa y L. lucidum) y dos especies nativas (F. udhei y Q. rugosa), en la ciudad de Puebla; además, se comparó su desempeño ecofisiológico. Se seleccionaron dos sitios, con presencia de isla de calor (Loma Linda) y en ausencia de la misma (Clavijero). Se cuantificaron las variables microambientales y gS en las estaciones húmeda y seca, de las 8:00 a las 16:00 hl, cada dos horas, en tres individuos por especie por cada sitio. También se realizó un estudio en invernadero con diez individuos de cada especie, en condiciones de estrés hídrico y con buena irrigación. Se encontró en el campo que los valores máximos de RFA, TA y DPV, se registraron en Loma Linda, en la estación seca y hacia las 14:00 hl, mientras que los valores máximos de gS y ψF se observaron en Clavijero, en la estación húmeda y hacia las 08:00 hl. Además, dichas variables fueron significativamente más altas en F. retusa, seguido por F. udhei, mientras que los valores más bajos se observaron en L. lucidum y Q. Rugosa, las cuales no fueron diferentes entre sí. Todas las variables microambientales afectaron a la gS de las especies en condiciones de campo y en condiciones de buena irrigación, mientras que bajo estrés hídrico la RFA no tuvo un efecto en la gS de todas las especies. Se concluye que la variable ambiental que más influyó en gS es el ψF; que F. retusa y F. udhei fueron las especies menos tolerantes a la sequía, mientras que L. lucidum y Q. rugosa fueron las más resistentes. 10 Abastract Most ecological studies have focused on protected areas, leaving aside the study of urban environments. However, urban development continues growing, and in most cases, planning of green areas does not included the tree physiological characteristics in their selection criteria, giving priority to cost, attractive or growth rate. One of the physiological variables that provide information on how microenvironment affects a plant is stomatal conductance (gS), because photosynthesis depends on it, and is the main mechanism of water regulation in the plant. In this study it was evaluated the effect of the microenvironment (PAR, TA, VPD and ψF) on the gS of two introduced species (F. retusa and L. lucidum) and two native species (F. udhei and Q. rugosa) in the city of Puebla; and was compared their ecophysiological performance. Two sites were selected, with presence (Loma Linda) and absence (Clavijero) of heat island. Microenvironmental parameters and gS were measured in the wet and dry seasons, from 8:00 to 16:00 hl, every two hours, in three individuals per species and site. A greenhouse study was also conducted with ten individuals of each species, under conditions of water stress and well irrigation. Maximum values of PAR, TA and VPD were found in the field and thery were recorded in Loma Linda, in the dry season and at 14:00 hl; whereas maximum values of gS and ψF were registered in Clavijero in the wet season at 08:00 hl. These variables were significantly higher for F. retusa, followed by F. udhei, whereas lower values were observed in L. lucidum and Q. rugosa, these two species were not different from each other. All microenvironmental variables affected the gS under field conditions and under well irrigation conditions in the greenhouse; whereas PAR did not affect the gS under water stress conditions in the greenhouse for all species. It is concluded that the environmental variable that most influenced gS was ψF; F. retusa and F. udhei were the least drought tolerant species, whereas L. lucidum and Q. rugosa were the most resistant. 11 Introducción Los estudios de ecología generalmente se han centrado en las zonas núcleo o zonas de amortiguamiento de las Áreas Naturales Protegidas, dejando a un lado los estudios de ambientes tan perturbados como son los urbanos (Cursach et al., 2012). Sin embargo, el desarrollo urbano sigue en crecimiento, lo que implica la modificación de las características originales del ambiente hacia donde tiene tendencia a extenderse el área urbana, la pérdida de cobertura vegetal o la modificación de los componentes abióticos del ambiente original, como el suelo, lo cual lleva consigo cambios en las propiedades físicas y químicas del mismo, alterándose el balance de energía calorífica del sistema suelo-atmósfera. Esto da lugar a la formación de la isla de calor urbana (Barradas, 1987; Martínez– Jiménez, 2007). Desde este punto de vista, las ciudades están constituidas por un mosaico de microclimas, por lo que se han propuesto modelos para mitigar la isla de calor urbana, como es la instalación de fuentes de agua en la ciudad o el establecimiento de vegetación (Ochoa de la Torre, 2009; Ballinas–Oseguera, 2011). La vegetación urbana se define como toda zona forestal influida por la población urbana. En un sentido más restringido, la vegetación urbana se refiere a árboles en jardines y huertos, árboles en calles y parques, y relictos de vegetación que crecen en terrenos baldíos y abandonados en las ciudades (Gobierno del Estado de Puebla, 2010). La vegetación urbana inicialmente era utilizada solo con fines ornamentales y estéticos; sin embargo, a partir de la década de los años sesentas del siglo XX, debido a la crisis energética que predominaba, se dio paso a investigaciones de cómo la presencia de vegetación en ambientes urbanos modificaba el microclima y cómo esto producía un ahorro energético (Ochoa de la Torre, 2009). Así, la presencia de vegetación en la ciudad ha sido relacionada con beneficios ambientales y/o económicos, tales como: reducción de las concentraciones de CO2, remoción de la contaminación del aire, reducción del uso 12 de aire acondicionado (Hernández–Palma, 2008). También, la disminución en la temperatura y el aumento de la humedad del aire están relacionados con la presencia de vegetación, lo que influye positivamente en los índices de confort/desconfort humano (Barradas, 1991). Hasta el momento existe poca investigación acerca de la vegetación urbana (Barillas–Gómez, 2004), hecho que se ve reflejado en las planeaciones de áreas verdes en ciudades, al considerar como lo más importante el costo, lo atractivo, la moda o la velocidad de crecimiento de las especies arbóreas seleccionadas (Segura–Burciaga, 2007), dejando a un lado el conocimiento de sus características ecofisiológicas, que finalmente son las que determinan, en buena parte, la supervivencia de una especie arbórea en el ambiente. El crecimiento de las plantas, su productividad y supervivencia se encuentran íntimamente relacionadas con el ambiente, y en especial con la atmósfera, con la cual intercambia energía, obtiene CO2 para la fotosíntesis y cede vapor de agua por la transpiración(Jones, 1992). Comprender cómo la planta responde a las variables ambientales nos puede ayudar a predecir su fisiología. Una de las variables más frecuentemente utilizadas para evaluar la respuesta de la planta al ambiente es la conductancia estomática (gS), la cual se define como la velocidad con la que entra y sale CO2 y agua, respectivamente, a través de los estomas. La gS por un lado controla el estado hídrico de la planta y a su vez juega un papel determinante en la fotosíntesis (e.g. Jones y Higgs, 1989; Jones, 1992; Ramos-Vázquez y Barradas, 1998). Los análisis de comportamiento estomático se basan principalmente en que la respuesta de gS depende de factores ambientales tales como la radiación fotosintéticamente activa (RFA), la temperatura del aire (TA), el déficit de presión de vapor (DPV) y la disponibilidad de agua en el suelo para la planta (Ramos–Vázquez y Barradas, 1998). Esta última variable se evalúa determinando el potencial hídrico del suelo (ψS) o de la hoja (ψF). El potencial hídrico de la hoja es proporcional al estado hídrico de la planta y éste, a su vez, al estado hídrico del suelo, por lo que puede ser un buen indicador de qué tan 13 resistente es una planta a la sequía y de la cantidad de agua disponible en el suelo para la planta (Turner, 1986). Las especies nativas suelen están mejor adaptadas que las especies introducidas a las condiciones del medio de donde son originarias, por lo que no requerirán de más recursos del medio para su supervivencia (Hernández–Real y Díaz–Castro, 2002). Una especie introducida en cambio, requerirá de más o de diferentes recursos, por lo que su probabilidad de sobrevivir en un medio de donde no es originaria podría ser baja. Por otra parte, si la especie introducida es resistente al nuevo ambiente, podría convertirse en plaga, además de que existe una mayor probabilidad que una especie nativa tenga mayor resistencia a enfermedades que una especie introducida en la ciudad en cuestión (Hernández– Real y Díaz–Castro, 2002; González–Gutiérrez et al., 2009; Ochoa de la Torre, 2009). La ciudad de Puebla tiene una población de 1,539,819 habitantes (INEGI, 2011) y es un área urbana en expansión con una tasa anual de crecimiento poblacional del 2.3% (INEGI, 2004). Sin embargo, al igual que otras ciudades, no existe una planeación del crecimiento de la ciudad, y mucho menos de áreas verdes que incluya en sus criterios de selección las características ecofisiológicas de las especies arbóreas candidatas. Puebla está considerada como una de las ciudades mexicanas con menor cobertura vegetal (Barillas–Gómez, 2004; Morales–García de Alba, 2009). En esta investigación se pretende conocer cómo influye el microambiente de la ciudad de Puebla en una de las principales respuestas fisiológicas de las plantas, la conductancia estomática. 14 Antecedentes Patrones diurnos de conductancia estomática y potencial hídrico y su relación con los factores ambientales El agua es uno de los factores más importantes para el desarrollo de las plantas, y su carencia constituye una de las principales fuentes de estrés (Squeo y León, 2007). Muchas plantas han desarrollado respuestas que les permiten tolerar diferentes niveles de déficit de agua, como son modificaciones en el crecimiento, el desarrollo de metabolismo C4 y CAM, cambios en la expresión de genes o cierre de estomas (Moreno, 2009), siendo éste último el principal mecanismo para evitar la pérdida de agua en las plantas (Taiz y Zeiger, 2006). Goldstein et al. (1986) estudiaron las relaciones hídricas diurnas y estacionales de Curatella americana L., Byrsonima crassifolia (L.) HBK, Bowdichia virgilioides HBK y Casearia sylvestris SW, durante un año en una sabana de Venezuela. Por un lado encontraron que existen diferencias en el potencial hídrico entre época lluviosa y seca; sin embargo, encontraron que el potencial hídrico mínimo no fluctuó estacionalmente para C. americana y B. crassifolia, mientras que B. virgilioides y C. sylvestris experimentaron una disminución del potencial hídrico durante la época seca. También hallaron que hay un cierre parcial de los estomas cuando el DPV es alto (más de 2 KPa), y consigo un descenso en la transpiración. Encontraron que el ψF no necesariamente tiene una relación con la gS, pues pueden también estar interviniendo factores ambientales como la temperatura y la cantidad de RFA. Sugieren que potenciales hídricos bajos se relacionan con ambientes secos, mientras que potenciales hídricos altos se relacionan con ambientes más húmedos, por lo que clasificaron a sus especies estudio en resistentes, medianamente resistentes y evasivas del déficit hídrico. Hogan et al. (1995) estudiaron las tasas de fotosíntesis y de gS de seis especies arbóreas de un bosque tropical semicaducifolio de Panamá, en las estaciones seca y húmeda. Encontraron que las tasas de fotosíntesis no se 15 relacionan con la forma foliar o la fenología de las especies. En tres de las cinco especies perennifolias las tasas fotosintéticas fueron similares entre estaciones [Didymopanax morototoni (Aubl.) Maguire, Ficus obtusifolia Kunth y Luehea seemannii Triana & Planch)], mientras que fueron significativamente más altas en la estación húmeda para Anacardium excelsum (Bertero & Balb. ex Kunth) Skeels y Cecropia longipes Pitt. Los autores concluyeron que a consecuencia del estrés hídrico se redujo la actividad fotosintética, y que las tasas elevadas de gS se relacionan positivamente con tasas elevadas de fotosíntesis entre especies y entre estaciones. Ramos–Vázquez y Barradas (1998) relacionaron la estacionalidad de la precipitación y el substrato con el estado hídrico de Buddleia cordata H.B.K., especie perenne y dominante del estrato arbóreo de la Reserva del Pedregal de San Ángel, Distrito Federal, México. Realizaron mediciones de la gS, ψF, densidad del flujo fotónico fotosintético, temperatura del aire y DPV en B. cordata, en las estaciones seca y húmeda. Encontraron que la gS en la época húmeda fue 332 mmol m-2 s-1, mientras que en la época seca fue de 178 mmol m-2 s-1. Los valores de potencial hídrico en la época húmeda estaban dentro del intervalo de -0.65 a - 0.81 MPa, y en la época seca fue de entre -0.7 a -1.15 MPa. Encontraron, además un efecto significativo de las variables ambientales sobre la gS en cada época y en la combinación de las dos estaciones. El ψF no fue significativo en el análisis por época; sin embargo, anualmente si lo fue. Los autores recomendaron realizar más investigación sobre las variables fisiológicas y su respuesta al estrés hídrico estacional de las especies que se encuentren en comunidades vegetales del trópico templado. Los resultados obtenidos permitieron la formulación de modelos matemáticos para la simulación y el pronóstico de la gS. Uso de vegetación nativa para forestación de ambientes urbanos Kowarik (1995) realizó una revisión bibliográfica del papel de las especies introducidas en la vegetación urbana. Proporcionó datos históricos acerca del uso de especies introducidas, inicialmente como ornamentales, hasta llegar al punto de debatir si dichas especies son o no son viables para utilizarlas en proyectos de 16 restauración. Además, hizo énfasis en que los cambios en las características originales del ambiente, producto de la urbanización, propician un buen sustrato para especies generalistas que en su mayoría son introducidas, es decir, el disturbio de un ambiente las favorece. Propone que el patrón de distribución y abundancia de las especies introducidas en un sitio urbano va, de mayor a menor, del centro a la periferia hasta llegar a áreas protegidas, con un marcado desplazamiento de las especies nativas en el centro urbano, y que disminuye conforme se acerca a la periferia o a un área protegida. Morgan (1998) estudió los patronesde invasión de especies no nativas en un pastizal rico en Themenda trianda Forsssk. en el sureste de Australia. Cuantificó y relacionó la invasión de especies no nativas con factores abióticos. Observó una alta riqueza de especies alóctonas fuera del parche y una disminución paulatina hacia el remanente de pastizal. Cuantificó una alta concentración de fósforo fuera del parche, en especial en la cercanía a la carretera, mientras que en el parche ésta concentración fue significativamente menor. Dicho patrón fue similar para el caso del amonio, nitrato, azufre y el porcentaje de carbono orgánico. Señaló que las especies nativas requieren menos concentración de nutrientes en el suelo, mientras que las no nativas dependen de altas concentraciones de nutrientes, en especial fósforo, por lo que sugirió que dichas especies pueden tener capacidad limitada para propagarse en suelos inalterados. Mencionó la existencia de tres clases de plantas no nativas que han invadido este tipo de pastizales: (1) especies generalistas, sobre todo pterófitas sin especialización de hábitat y sin requerimientos específicos para su germinación; (2) especies especializadas en algún hábitat, que comprenden especies perennes que dependen de elevadas concentraciones de nutrientes en el suelo y/o alteración del mismo para invadir una comunidad inalterada, y (3) especies que no requieren de una hábitat especializado pero que están actualmente limitadas por la dispersión de sus semillas o establecimiento de plántulas. El aumento de biomasa no nativa afecta principal e inmediatamente a la riqueza y la biomasa de especies nativas. Las disminuciones son evidentes una vez que la cubierta de especies no nativas supera el 40%. Sugirió además, que una vez establecida una 17 especie no nativa generalista en ambientes inalterados, será muy difícil su remoción. Hernández–Real y Díaz–Castro (2002) determinaron la abundancia de especies arbóreas en la ciudad de La Paz, Baja California Sur, México, y compararon la cobertura vegetal de la ciudad con respecto a otras ciudades mexicanas, como Ciudad de México, Guadalajara, Hermosillo y Tijuana. Encontraron que la norma dictada por la Secretaria de Desarrollo Urbano y Ecología (SEDUE, 1991) menciona que debe existir al menos 8.5 m2 de área verde por habitante, donde ninguna de las ciudades mexicanas que se compararon con la ciudad de La Paz se acercan a dicha cifra de cobertura vegetal, ubicándose entre los 2–3 m2/hab. En parques públicos de la ciudad de La Paz encontraron que solo el 6% de la cobertura vegetal corresponde a especies nativas. Señalaron que la alta abundancia de especies exóticas se explica como producto de campañas de forestación nacional, como es el caso de Ficus benjamina L. o Casuarina equisetifolia (L.). Aunque en México han habido diversas campañas de plantaciones urbanas, sobre todo en las ciudades más grandes del país, éstas no han sido del todo exitosas debido a que se les ha dado un estricto carácter paisajista o han sido influidas en gran medida por las políticas del extranjero. En muchos casos, los objetivos de estas campañas no se han logrado por querer aclimatar especies introducidas, lo que implica mayores costos para su mantenimiento. Los autores sugieren el empleo de especies nativas en la forestación de parques públicos, pues éstas crecen de manera natural en cada región, lo que implica que están adaptadas para vivir bajo temperaturas, cantidad de lluvia, radiación solar, tipo de suelo, e inclusive enfermedades, que de manera común se dan en la zona. Esto favorecería un costo mínimo de mantenimiento. Mencionan también que durante el paso del huracán Juliette por La Paz en el año 2001, el 80% de los árboles caídos fueron especies introducidas. Las especies nativas a seleccionar serían aquellas cuyas características morfológicas y fisiológicas sean potencialmente viables para vivir en ambientes urbanos. 18 Andrade (2005) llevó a cabo una revisión bibliográfica de los aspectos a considerar en los planes de reforestación de áreas perturbadas, dando énfasis en las características fisiológicas y morfológicas, en especial en lo que refiere a las relaciones hídricas. Encontró que en los planes de reforestación hay poca investigación de las características fisiológicas, como es el caso de la gS. Sugiere que el conocimiento de la fisiología de las especies arbóreas, como es el caso de las relaciones hídricas, podría ayudar a predecir escenarios de cambio climático global. Concluyó que no se puede soslayar el enfoque fisiológico en las investigaciones forestales, ya que aporta aspectos básicos del crecimiento y desempeño de los árboles en un ecosistema. Teillier et al. (2010) describieron y analizaron la composición florística de la vertiente occidental de la cordillera de la Costa de la Provincia de Valparaíso, Chile, en sitios con diferentes tipos de uso de suelo. Específicamente, analizaron la riqueza taxonómica, la forma de vida, el origen geográfico y la distribución de la flora en diversas áreas de la Provincia. Identificaron 323 especies, de las que un 34% fueron exóticas; de ellas, un 74% fue de origen europeo y el 1% euro- norteafricano. En los sitios muestreados, las especies nativas sólo alcanzaron el 23% de cobertura absoluta, mientras que las exóticas un 73%. Concluyeron que, debido al incremento de la presión urbana y la horto–fruticultura sobre los suelos en la Provincia de Valparaíso, durante los próximos años las plantas naturalizadas de vida corta, oportunistas y con alta capacidad reproductiva, aumentarán en riqueza y abundancia. Martínez et al. (2011) midieron el grado de tolerancia al déficit hídrico de las dos especies dominantes del bosque urbano en el área metropolitana de Mendoza, Argentina (AMM). Acacia visco GRISEB. es una especie autóctona del AMM, mientras que Morus alba L. es una especie introducida. Encontraron que A. visco presentó una mayor resistencia al estrés hídrico que M. alba, por lo que sugirieron a esta información como de gran utilidad para la ciudad de Mendoza, pues disminuirían la cantidad de insumos a riego del bosque urbano. Los autores recomendaron utilizar A. visco para futuras plantaciones. 19 Cursach et al. (2012) determinaron mediante una revisión bibliográfica el estado actual del conocimiento sobre la ecología urbana en las grandes ciudades del sur de Chile: Temuco, Valdivia, Osorno, Puerto Montt y Punta Arenas. Encontraron que existe una gran escasez de estudios sobre ecología urbana, en donde los procesos de urbanización se incrementan considerablemente, desconociéndose los impactos que este fenómeno pueda generar sobre los ecosistemas aledaños. Señalaron que los principales impactos generados por el proceso de urbanización sobre los ecosistemas del sur de Chile son la contaminación de cuencas hidrográficas, la contaminación atmosférica, la pérdida de biodiversidad nativa y el aumento de especies exóticas. Sugirieron, a nivel local, crear corredores ribereños que conecten las áreas verdes urbanas y permitan el movimiento de la biodiversidad nativa a nivel local y regional. Además mencionan que existe una necesidad de evaluar los efectos generados por el fenómeno isla de calor urbana sobre las variables bióticas (biodiversidad) y abióticas (como la humedad relativa) dentro y fuera de la ciudad. Consecuencias de la introducción de especies no nativas al ambiente Se han documentado varios casos de especies invasoras, entre ellas el Eucalyptus resinifera Sm. en la reserva del Pedregal de San Ángel, en la Ciudad de México. Debido a la rápida dispersión, alta velocidad de crecimiento, gran altura, y alto contenido de sustancias con actividad alelopática de esta especie, se han ido modificando las condiciones originales de la reserva, la cual era una zona en la que predominaban plantas xerófilas deporte bajo. El efecto alelopático del eucalipto no permite el desarrollo de especies autóctonas o nativas a su alrededor, y su porte, mucho más alto que el de las xerófilas, le permite competir exitosamente por la luz, disminuyendo la cantidad y calidad con la que este recurso llega al estrato arbustivo (Segura–Burciaga, 2008). Otro ejemplo es el de Cortaderia selloana (Schult & Schult), una herbácea muy utilizada con fines ornamentales. Es una especie considerada como invasora, 20 y en algunos países, como Nueva Zelanda, está prohibida su plantación. C. selloana es un ejemplo de especie tolerante a ambientes extremos. Su rango de condiciones para vivir es muy amplio, lo que hace que esta especie sea difícil de erradicar de ambientes de donde no es nativa. En las costas de España se le considera una plaga, pues compite exitosamente por los recursos hídricos. Además, debido a su rápido crecimiento y alta tasa de dispersión anemócora, desplazan a las especies autóctonas modificando el ambiente original (Herrera y Campos, 2006). González–Gutierrez et al. (2009) realizaron un inventario de las plantas exóticas que se han encontrado en ecosistemas naturales y seminaturales de la provincia de Holguin, Cuba, basados en diez años de trabajo de campo. Hicieron énfasis en que el establecimiento en condiciones naturales de especies ajenas a la biota autóctona puede provocar daños irreparables a la misma y a los ecosistemas que colonizan. Encontraron que la mayoría de las especies exóticas provienen de Europa y mencionan la fragilidad de los ecosistemas de Cuba, pues debido a su condición insular, es rica en endemismos y por ello sus ecosistemas son altamente susceptibles a invasiones de especies exóticas. Mencionan específicamente el caso de Dichrostachys cinerea (L.) Wight&Arn., comúnmente llamada Marabú, oriunda de África, introducida a Cuba como especie ornamental, pero que en la actualidad es considerada una plaga que afecta a los sistemas agroforestales y a la vegetación secundaria. Se han citado varios ejemplos de especies introducidas no adecuadas para ambientes urbanos, de acuerdo a las características morfológicas y fisiológicas que éstas tienen. Algunos casos son el de la orquídea Phaius tankervilliae (L´Hérit) Blume, o los helechos del género Cyathea, especies atractivas visualmente, que al ser originarias de ambientes de clima tropical con lluvias todo el año, requieren varios cuidados, como riego constante, no ser expuestas a pleno sol o evitar exponerlas a heladas (González–Gutiérrez et al., 2009). O bien el usar especies exóticas producen efectos ecológicos indeseables, pues pueden 21 convertirse en invasoras (Ramos–Palacios et al., 2012), como sucedió con la invasión de E. resinifera en la reserva ecológica Pedregal de San ángel. En México, en general, se ha sobre-utilizado un grupo reducido de especies para forestación de zonas urbanas o rurales, y en la mayoría de los casos son especies no nativas (Segura–Burciaga, 2007). Además, los pocos estudios de vegetación urbana que se han realizado, en su mayoría se han limitado a producir listados de especies (Cursach et al., 2002; Teillier et al., 2010; Hernández–Real y Díaz–Castro, 2002) o en dar sugerencias de usar especies arbóreas nativas en las plantaciones en ambientes urbanos sin hacer estudios de las características morfológicas o fisiológicas de las especies nativas (Andrade, 2005). Por lo expuesto, en las planeaciones de áreas verdes en ambientes urbanos se requieren conocer las características morfológicas y fisiológicas de las especies arbóreas candidatas para forestación, así como las condiciones ambientales del sitio donde se instalarán, por lo que la presente investigación tiene como objetivo determinar el efecto del microambiente sobre la conductancia estomática de dos especies nativas y dos especies introducidas de la ciudad de Puebla, México. Hipótesis 1. Las variables microambientales de la Ciudad de Puebla: radiación fotosintéticamente activa (RFA), temperatura del aire (TA), déficit de presión de vapor (DPV) y potencial hídrico foliar (ψF) tendrán un efecto menos limitante en la conductancia estomática (gS) de las especies estudiadas durante la estación húmeda. 2. Si las respuestas ecofisiológicas de las especies arbóreas nativas a los diferentes microclimas encontrados en la ciudad de Puebla presentan un 22 mejor desempeño que las respuestas de las especies introducidas, las especies nativas serán más adecuadas para la forestación o planeación de áreas verdes en la Ciudad de Puebla. Objetivo general Evaluar en un período representativo de las estaciones seca y húmeda, el efecto de los factores microambientales (DPV, RFA, TA) y potencial hídrico (ψF) sobre la conductancia estomática (gS) de cuatro especies arbóreas, dos nativas [Fraxinus uhdei (Wenz.) Lingelsh., Quercus rugosa Neé] y dos introducidas [Ficus retusa L., Ligustrum lucidum Ait.], que forman parte del arbolado urbano de la ciudad de Puebla. Objetivos específicos 1. Cuantificar los factores microambientales (DPV, RFA, TA) y las variables ecofisiológicas (gS, ψF) en la vecindad inmediata de los individuos de las especies arbóreas estudiadas en dos sitios de la ciudad de Puebla, uno con presencia de isla de calor urbana y otro en ausencia de la misma, durante un período representativo de la estaciones seca y húmeda. 2. Evaluar el efecto de los factores microambientales (DPV, RFA, TA) y potencial hídrico (ψF) sobre gS de cada una de las especies estudio durante un período representativo de las estaciones seca y húmeda. 3. Determinar si existen diferencias en las variables ecofisiológicas entre las especies nativas (F. uhdei y Q. rugosa) y las introducidas (F. retusa y L. lucidum). 23 Metodología Área en estudio El presente estudio se realizó en el área urbana del municipio de Puebla (Puebla, México) ubicada entre los paralelos 18º50´42” y 19º13´48” N, y los meridianos 98º00´24” y 98º19´42” W, ocupando una superficie de 157.933 km2. La mayor parte de la ciudad de Puebla presenta una topografía plana e interrumpida por cerros de poca altura, con un altitud máxima y mínima de 2300 y 2055 m snm, respectivamente (Gobierno del Municipio de Puebla, 2007). El clima que predomina según la clasificación de Köppen, modificado por García (2004) es Cb(w1)(w)igw”: templado subhúmedo con verano fresco y largo, con temperatura media anual de 16 ºC. La marcha anual de temperatura es de tipo Ganges, con una oscilación térmica anual <5 ºC. El régimen de lluvias va de mayo a octubre, con una precipitación total anual de 751 a 1000 mm, y con presencia de sequía intraestival y escasa lluvia invernal (<5% de la precipitación total anual). Sitios de estudio y especies seleccionadas La cuantificación de los factores microclimáticos y de las variables ecofisiológicas se realizó en dos sitios, uno con presencia y otro con ausencia de la isla de calor urbana. Es importante enfatizar que la selección de sitios de estudio dependió del grado de urbanización, utilizando los mapas microclimáticos obtenidos por Martínez–Jiménez (2007). Se seleccionó la colonia Loma Linda, como el sitio con presencia de isla de calor urbana, cuyo entorno a un radio de 1 km, es predominantemente edificado (0% agua, 8–10% de vegetación y 90–92% de construcciones y pavimento). La colonia Loma Linda se encuentra al sur de la ciudad de Puebla (18°59´47.29” N y 98°13´4.17” W, 2131 m snm) (Figura 1). 24 El sitio seleccionado con ausencia de isla de calor urbana fue la colonia Clavijero, ubicada al oriente de la ciudad de Puebla (19°1´37.77” N y 98° 8´11.91” W, 2209 m snm). En su entorno a un radio de 1 km, es menor la proporción edificada con respecto a la no edificada que en el sitio Loma Linda (0% agua, 30– 35% de vegetación y65–70% de construcciones y pavimento) (Figura 1). Las especies seleccionadas en el presente estudio, F. retusa, F. Udhei y L. lucidum, conforman más del 50% del arbolado de la ciudad de Puebla (Gobierno del municipio de Puebla, 2007). Por otra parte, Q. rugosa es una especie nativa del Valle Poblano–Tlaxcalteca, que se ha sugerido como idónea para ambientes urbanos debido a su lento crecimiento, ya que podría no interferir constantemente con el cableado de las calles, además de que tiene resistencia al estrés hídrico (CONABIO, 2012). 25 Figura 1. Configuración del área urbana del municipio de Puebla y los sitios de estudio dentro de la misma. En color naranja, área urbana; en puntos negros, los sitios de estudio (Loma Linda y Clavijero) (CONABIO, 2010) 26 Mediciones en los sitios en estudio Se introdujeron tres individuos juveniles de las especies a estudiar en cada uno de los sitios en estudio. Los individuos estaban contenidos en bolsas/macetas para vivero de 30 cm de alto por 25 cm de diámetro. La altura de las plantas fue de 0.80 a 1.2 m. Las mediciones se realizaron durante cinco días no consecutivos, representativos de la estación seca (marzo–abril, 2013) y cinco de la húmeda (octubre–noviembre, 2012 y agosto–septiembre, 2013) por cada sitio de estudio, dando un total de diez días de monitoreo. Las mediciones se realizaron cada dos horas, de las 08:00 a las 16:00 hora local (hl). La conductancia estomática (gS) de cada individuo se cuantificó con un porómetro de estado–estable (LI-1600, LI-COR, Ltd., Lincoln, Nebraska, EUA) en tres hojas maduras seleccionadas al azar y sin señales de deterioro o herbivoría y con aparente buen estado de salud. El potencial hídrico (ψF) se midió en tres hojas de cada individuo con una bomba de presión tipo Scholander (PMS, Corvallis, Oregon, EUA). Al mismo tiempo se realizaron las mediciones de los factores microclimáticos (RFA, TA y humedad relativa, HR), la temperatura de la hoja (TH) se midió con termopares muy finos, la RFA se midió con un sensor cuántico (LI-190SB, LI-COR, Ltd., Lincoln, Nebraska, EUA). La TA y la humedad relativa (HR) se midieron con un sensor humicap (Vaisala, Helsinki, Finlandia) instalado en el porómetro. La estimación del DPV, se obtuvo a partir de HR y TH con la siguiente ecuación: DPV= eSH – HReSA donde: eSH y eSA son la presión de vapor de saturación de la hoja y del aire, y son funciones de TH y TA, respectivamente. Los valores de HR van de 0 a 1 (Ramos– Vázquez y Barradas, 1998). 27 Mediciones en el invernadero Con la finalidad de determinar si existían diferencias ecofisiológicas entre especies nativas e introducidas bajo condiciones de estrés hídrico, se llevó a cabo un experimento bajo condiciones controladas. Las plantas de las especies estudiadas, que tenían una altura entre 1.0 y 1.3 m, se ubicaron en contenedores de 40 cm de altura por 30 cm de diámetro, en el invernadero del Instituto de Ecología, UNAM. De estas plantas se formaron dos grupos por especie (5 individuos cada uno): un grupo control y un grupo experimental, mismo que se sometió a estrés hídrico. Antes del inicio del experimento se realizó un estudio piloto, cuya finalidad fue observar a qué hora del día se registraban los valores máximos y mínimos de gS y ψF. En este estudio preliminar se realizaron mediciones a lo largo del día de las variables microclimáticas y ecofisiológicas en tres hojas de diez individuos por cada especie durante siete días, cada dos horas, de las 07:00 a las 16:00 hl. Se determinó que los valores máximos y mínimos de las variables ecofisiológicas se observaban a las 07:00 y 14:00 hl, respectivamente. El grupo control fue irrigado diariamente a las 06:30 hl con un litro de agua dentro del intervalo de una buena irrigación. Los individuos sometidos a estrés hídrico se les humedeció el sustrato sólo el primer día de mediciones, y se les dejó sin riego hasta el último día de monitoreo. La duración del período de mediciones fue de trece días, cuando todos los individuos de F. retusa, F. udhei y L. lucidum mostraron señales de marchitamiento, así como valores de conductancia estomática cercanos a cero. En el caso de Q. rugosa no fue evidente el marchitamiento, debido a la rigidez y grosor de sus hojas, pero los valores de gS eran igualmente cercanos a cero. La cuantificación de las variables ecofisiológicas (gS y ψF) y los factores microclimáticos (TA, DPV, RFA), tanto en condiciones de estrés hídrico y buena irrigación, se realizó en tres hojas de cada individuo de las especies seleccionadas. Las mediciones se llevaron a cabo diariamente a las 28 07:00 y 14:00 hl. Además se realizaron mediciones diurnas de 07:00 a 16:00 hl, cada dos horas, al inicio y al final del experimento. Análisis estadístico Para comparar las variables ecofisiológicas entre los individuos de los dos sitios de estudio (presencia/ausencia de isla de calor urbana), tanto en la época seca como en la húmeda y tanto in situ como en condiciones controladas, se utilizó la prueba no paramétrica de Kruskal Wallis (Siegel y Castellan, 1988), ya que los datos no se ajustaron a una distribución normal. Para determinar el efecto de las variables microambientales en la gS, tanto en el sitio de estudio como en el invernadero se utilizó un análisis de regresión múltiple (Zar, 1996). Todos los análisis se realizaron en el programa Statgraphics Centurion 16.1. La homogeneidad de varianzas fue probada usando la prueba de Levene. La significación estadística se consideró en un 95% para todos los casos. Resultados Variables microclimáticas en campo Los valores máximos de RFA se registraron a las 14:00 hl, y fueron significativamente más altos en la época seca (H= 73.752, g.l.= 1, P<0.001) y en el sitio Loma Linda (H= 18.583, g.l.= 1, P<0.001) (Figura 2). La temperatura más alta se registró entre las 12:00 y 14:00 hl, mientras que la más baja fue a las 08:00 hl. Los valores de temperatura fueron significativamente más altos en la estación seca (H= 52.683, g.l.= 1, P<0.001) y en el sitio Loma Linda (H= 25.122, g.l.= 1, P<0.001) (Figura 2). El DPV fue más alto en el sitio Loma Linda que en el sitio Clavijero (H= 38.737, g.l.= 1, P<0.001), además de ser más alto en la estación seca que en la estación húmeda (H=81.361, g.l.= 1, P<0.001). Los valores máximos de DPV se observaron entre las 14:00 y 16:00 hl en ambas épocas y sitios (Figura 2). 29 Variables ecofisiológicas en campo En todas las especies la gS y el ψF máximos se registraron a las 08:00 hl; mientras que los valores más bajos se observaron hacia las 14:00 hl, además de que fueron significativamente más bajos en la estación seca que en la húmeda para todas las especies en los dos sitios (H = 106.451, g.l. = 1, P<0.001) (Figuras 3, 4). Se observaron diferencias en la gS entre sitios en todas las especies tanto en la estación húmeda (H = 129.563, g.l = 1, P<0-001) como en la seca (H= 84.769, g.l.= 1, P<0.001)(Figura 3). De igual forma, el ψF presentó diferencias entre sitios, siendo el sitio Clavijero donde se observaron valores significativamente más altos que en Loma Linda, tanto en la época húmeda (H= 187.093, g.l.= 1, P<0.001) como en la seca (H= 128.462, g.l.= 1, P<0.001) (Figura 4). La gS presentó diferencias significativas entre especies en ambos sitios en las dos épocas (H = 140.391, g.l. = 1, P<0.001). Se observó que la gS de F. retusa fue significativamente mayor que F. udhei, y ésta a su vez mayor que L. lucidum y Q. rugosa, y en éstas dos últimas especies no fue diferente (Figura 3). El ψF presentó diferencias significativas entre especies, sitios y épocas (H = 324.361, g.l = 1, P<0.001). La agrupación que predominó fue que F. retusa presentó el ψF más alto seguido de F. udhei y el valor más bajo fue cuantificado enL. lucidum; Q. rugosa no fue significativamente menor ni mayor que F. udhei y L lucidum, respectivamente (Figura 4). Efecto del microambiente sobre la gS en campo Al relacionar la conductancia estomática con los factores microclimáticos y el potencial hídrico foliar, se encontró una fuerte relación con todos los factores para L. lucidum y Q. rugosa en la estación húmeda; mientras que para F. retusa y F. udhei, solo con TA y RFA, pero no con ψF y DPV. En la estación seca, todos los factores microclimáticos afectaron la gS de F. uhdei. La gS de L. lucidum y Q. 30 rugosa se afectó con todos los factores microambientales durante la estación seca, menos con el DPV y el ψF. En F. retusa solo se observó una relación con TA y ψF. Sin embargo, al unificar los datos de las dos estaciones se observó que la gS en F. retusa, F. udhei y L. lucidum se relacionó con todos los factores microambientales y el potencial hídrico. Q. rugosa no presentó relación con ψF (Cuadro 1). 31 Tiempo (UTC-6) 08:00 10:00 12:00 14:00 16:00 R F A ( m o l s -1 m -2 ) 0 200 400 600 800 1000 1200 1400 1600 1800 2000 Tiempo (UTC-6) 08:00 10:00 12:00 14:00 16:00 R F A ( m o l s -1 m -2 ) 0 200 400 600 800 1000 1200 1400 1600 1800 2000 Tiempo (UTC-6) 08:00 10:00 12:00 14:00 16:00 T e m p e ra tu ra ( °C ) 0 5 10 15 20 25 30 35 Tiempo (UTC-6) 08:00 10:00 12:00 14:00 16:00 T e m p e ra tu ra ( °C ) 0 5 10 15 20 25 30 35 Tiempo (UTC-6) 08:00 10:00 12:00 14:00 16:00 D é fi c it d e p re s ió n d e v a p o r (h P a ) 0.0 0.5 1.0 1.5 2.0 2.5 3.0 3.5 4.0 Tiempo (UTC-6) 08:00 10:00 12:00 14:00 16:00 D é fi c it d e p re s ió n d e v a p o r (h P a ) 0.0 0.5 1.0 1.5 2.0 2.5 3.0 3.5 4.0 Figura 2. Variación diurna de la radiación fotosintéticamente activa (RFA), temperatura del aire y déficit de presión de vapor en Loma Linda (símbolos cerrados) y Clavijero (símbolos abiertos) en la estación húmeda (lado izquierdo) y en la seca (lado derecho). 32 a) Ficus retusa Tiempo (UTC-6) 08:00 10:00 12:00 14:00 16:00 C o n d u c ta n c ia e s to m á ti c a ( m m o l m -2 s -1 ) 0 200 400 600 800 1000 b) Fraxinus udhei Tiempo (UTC-6) 08:00 10:00 12:00 14:00 16:00 C o n d u c ta n c ia e s to m á ti c a ( m m o l m -2 s -1 ) 0 200 400 600 800 1000 c) Ligustrum lucidum Tiempo (UTC-6) 08:00 10:00 12:00 14:00 16:00 C o n d u c ta n c ia e s to m á ti c a ( m m o l m -2 s -1 ) 0 200 400 600 800 1000 d) Quercus rugosa Tiempo (UTC-6) 08:00 10:00 12:00 14:00 16:00 C o n d u c ta n c ia e s to m á ti c a ( m m o l m -2 s -1 ) 0 200 400 600 800 1000 Figura 3. Comportamiento diurno de la conductancia estomática de Ficus retusa (a), Fraxinus udhei (b), Ligustrum lucidum (c) y Quercus rugosa (d) en Loma Linda (símbolos cerrados) y Clavijero (símbolos abiertos) en la estación húmeda (línea continua) y en la seca (línea discontinua). 33 a) Ficus retusa Tiempo (UTC-6) 08:00 10:00 12:00 14:00 16:00 P o te n c ia l h íd ri c o ( M P a ) -3.5 -3.0 -2.5 -2.0 -1.5 -1.0 -0.5 0.0 b) Fraxinus udhei Tiempo (UTC-6) 08:00 10:00 12:00 14:00 16:00 P o te n c ia l H íd ri c o ( M P a ) -3.5 -3.0 -2.5 -2.0 -1.5 -1.0 -0.5 0.0 c) Ligustrum lucidum Tiempo (UTC-6) 08:00 10:00 12:00 14:00 16:00 P o te n c ia l h íd ri c o ( M P a ) -3.5 -3.0 -2.5 -2.0 -1.5 -1.0 -0.5 0.0 d) Quercus rugosa Tiempo (UTC-6) 08:00 10:00 12:00 14:00 16:00 P o te n c ia l h íd ri c o (M P a ) -3.5 -3.0 -2.5 -2.0 -1.5 -1.0 -0.5 0.0 Figura 4. Comportamiento diurno del potencial hídrico foliar de Ficus retusa (a), Fraxinus uhdei (b), Ligustrum lucidum (c) y Quercus rugosa (d) en Loma Linda (símbolos cerrados) y Clavijero (símbolos abiertos) en la estación húmeda (línea continua) y en la seca (línea discontinua). 34 Cuadro 1. Regresión múltiple de la conductancia estomática (gS) en función de los factores microclimáticos (radiación fotosintéticamente activa, RFA; temperatura del aire, TA; déficit de presión de vapor, DPV) y fisiológicos (potencial hídrico foliar, ψF) de Ficus retusa, Fraxinus udhei, Ligustrum lucidum y Quercus rugosa en las estaciones húmeda y seca y la composición de ambas estaciones en la ciudad de Puebla, México. Variable independiente F. retusa F. udhei L. lucidum Q. rugosa T P t P t P t P Época húmeda Constante 32.1497 0.0000 16.0207 0.0000 31.3630 0.0000 6.85810 0.0000 RFA 5.0143 0.0000 3.0198 0.0028 17.9795 0.0000 2.3081 0.0228 Temperatura -7.0876 0.0000 -4.7738 0.0000 -13.929 0.0000 -7.1992 0.0000 DPV -8.3166 0.0000 -0.0088 0.9929 -8.4296 0.0000 -2.2019 0.0297 ᴪ 0.9265 0.3549 7.8980 0.0000 18.7621 0.0000 2.6560 0.0091 Época seca Constante 9.7649 0.0000 12.3778 0.0000 8.5679 0.0000 3.1831 0.0000 RFA -0.3554 0.7225 -5.571 0.0000 5.3283 0.0000 4.3539 0.0000 Temperatura -2.6663 0.0081 -3.337 0.0000 -3.1059 0.0021 2.8124 0.0058 DPV 0.6319 0.5279 2.9335 0.0441 -0.4815 0.6305 -4.3693 0.0000 ᴪ -2.8453 0.0047 -2.4276 0.0158 -7.6429 0.0000 1.3395 0.1830 Anual Constante 13.9011 0.0000 18.6480 0.0000 25.2226 0.0000 12.9835 0.0000 RFA -2.5650 0.0106 -8.7541 0.0000 9.9090 0.0000 3.6223 0.0004 Temperatura 11.1537 0.0000 -5.8655 0.0000 -11.250 0.0000 -4.3053 0.0000 DPV -19.568 0.0000 -11.47 0.0000 -4.6783 0.0000 -2.6160 0.0095 ᴪ -4.159 0.0000 -5.066 0.0000 -5.2779 0.0000 0.3907 0.6963 Variables microclimáticas y ecofisiológicas en invernadero En el invernadero, los valores máximos de las variables microclimáticas (TA, RFA, y DPV) se registraron a las 14:00 hl, mientras que los mínimos fueron a las 07:00 hl (Figura 5). 35 La duración de las mediciones en condiciones controladas y de estrés hídrico fue de trece días. El día trece, tres de las cuatro especies mostraron señales de marchitamiento, con excepción de Q. rugosa. Para todas las especies, en condiciones de buena irrigación, se observó que los valores máximos de gS y ψF se registraron a las 07:00 hl, mientras que los mínimos fueron a las 14:00 hl (Figura 6). En condiciones de estrés hídrico, para todas las especies, se observó que los valores máximos de ψF fueron a las 07:00 hl, mientras que los valores de gS no mostraron diferencias a lo largo del día (Figura 6). En condiciones de buena irrigación hubo diferencias significativas en la gS entre especies (H = 494.752, g.l. = 3, P<0.001). La conductancia estomática de F. retusa fue mayor que la de las otras especies, seguida de F. uhdei y Q. rugosa y estas dos últimas no mostraron diferencia significativas entre si, y L. lucidum presentó el valor más pequeño. (Figura 6). Con respecto al potencial hídrico, también hubo diferencias significativas (H = 1088.068, g.l. = 3, P<0.001). Se observó que todas especies fueron significativamente diferentes una con respecto a la otra, observándose el siguiente orden de menor a mayor potencial hídrico: L. lucidum < Q. rugosa< F. udhei < F. retusa (Figura 6). A lo largo de los 13 días de medición, la gS fue diferente entre especies (H= 267.894, g.l.= 3, P<0.001)) (Figura 7). El ψF a las 07:00 hl fue igual para todas las especies, pues dicha medición del potencial es proporcional al potencial del sustrato; sin embargo, a las 14:00 hl se observó una clara diferencia entre especies (Figura 8). En condiciones de estrés hídrico hubo diferencias significativas entre especies, tanto en la gS (H = 610.410, g.l. = 3,P<0.001) como en ψF (H = 246.897, g.l. = 3, P<0.001). De igual forma, se observó el mismo patrón deagrupamiento entre especies, pues la gS y ψF fueron significativamente mayores en F. retusa con respecto al resto de las especies, seguido de F. udhei; mientras que los valores más bajos se encontraron en Q. rugosa y L. lucidum, los cuales no mostraron diferencias entre sí (Figura 6). 36 A lo largo del experimento, también en condiciones de estrés hídrico, la gS fue más alta a las 07:00 hl y la más baja fue a las 14:00 hl; sin embargo, conforme pasaban los días, las diferencias entre especies se fueron tornando casi inapreciables (Figura 7). El ψF a las 07:00 hl fue igual para todas las especies, pero a las 14:00 hl hubo diferencias entre especies en los primeros días, posteriormente solo F. retusa mostró valores más altos que F. udhei, L. lucidum y Q. rugosa, las cuales no fueron diferentes entre sí (Figura 8). Efecto del microambiente sobre la conductancia estomática en el invernadero En condiciones de buena irrigación se observó en todas las especies una relación de la gS con todas las variables microambientales (TA, PAR y DPV). En condiciones de estrés hídrico, para todas las especies se observó que la gS no se relacionó con RFA, mientras que el resto de las variables sí se relacionaron, a excepción de TA en el caso de Q. rugosa (Cuadro 2). 37 Tiempo (UTC-6) 06:00 08:00 10:00 12:00 14:00 16:00 R F A ( m o l m -2 s -1 ) 0 50 100 150 200 250 300 350 Tiempo (UTC-6) 06:00 08:00 10:00 12:00 14:00 16:00 T e m p e ra tu ra ( °C ) 0 5 10 15 20 25 30 35 Figura 5. Patrón diurno de la radiación fotosintéticamente activa (RFA), temperatura del aire y déficit de presión de vapor en el invernadero del Instituto de Ecología, UNAM, en condiciones de buena irrigación (símbolos cerrados) y en condiciones de estrés hídrico (símbolos abiertos). Tiempo (UTC-6) 06:00 08:00 10:00 12:00 14:00 16:00 D é fi c it d e p re s ió n d e v a p o r (h P a ) 0.0 0.5 1.0 1.5 2.0 2.5 3.0 3.5 4.0 4.5 38 Figura 6. Comportamiento diurno de la conductancia estomática (a,b) y del potencial hídrico (c, d) en condiciones de buena irrigación (a, c) y en estrés hídrico (b, d), en el invernadero del Instituto de Ecología, UNAM. F. retusa (círculos negros), F. udhei (círculos blancos), L. lucidum (triángulos negros) y Q. rugosa (triángulos blancos). Tiempo (UTC-6) 06:00 08:00 10:00 12:00 14:00 16:00 P o te n c ia l h íd ri c o ( M P a ) -4.0 -3.5 -3.0 -2.5 -2.0 -1.5 -1.0 -0.5 0.0 Tiempo (UTC-6) 06:00 08:00 10:00 12:00 14:00 16:00 P o te n c ia l h íd ri c o ( M P a ) -4.0 -3.5 -3.0 -2.5 -2.0 -1.5 -1.0 -0.5 0.0 Tiempo (UTC-6) 06:00 08:00 10:00 12:00 14:00 16:00C o n d u c ti v id a d e s to m á ti c a ( m m o l m -2 s -1 ) 0 200 400 600 800 1000 1200 1400 d) Tiempo (UTC-6) 06:00 08:00 10:00 12:00 14:00 16:00C o n d u c ta n c ia e s to m á ti c a ( m m o l m -2 s -1 ) 0 200 400 600 800 1000 1200 1400 c) C o n d u c ta n c ia e s to m á ti c a ( m m o l m -2 s -1 ) a) b) 39 Figura 7. Comportamiento de la conductancia estomática a lo largo del experimento de estrés hídrico en el invernadero del Instituto de Ecología, UNAM. Plantas bien irrigadas (a, c), y en estrés hídrico (b, d), a las 07:00 hl (a, b), y a las 14:00 hl (c, d) de las especies. F. retusa (círculos negros), F. udhei (círculos blancos), L. lucidum (triángulos negros) y Q. rugosa (triángulos blancos). d) c) a) b) Número de días 0 2 4 6 8 10 12 14C o n d u c ta n c ia e s to m á ti c a ( m m o l m -2 s -1 ) 0 200 400 600 800 1000 1200 Número de días 0 2 4 6 8 10 12 14C o n d u c ta n c ia e s to m á ti c a ( m m o l m -2 s -1 ) 0 200 400 600 800 1000 1200 Número de días 0 2 4 6 8 10 12 14C o n d u c ta n c ia e s to m á ti c a ( m m o l m -2 s -1 ) 0 200 400 600 800 1000 1200 Número de días 0 2 4 6 8 10 12 14C o n d u c ta n c ia e s to m á ti c a ( m m o l m -2 s -1 ) 0 200 400 600 800 1000 1200 40 Figura 8. Comportamiento del potencial hídrico a lo largo del experimento de estrés hídrico en el invernadero del Instituto de Ecología, UNAM. Plantas bien irrigadas (a, c), y en estrés hídrico (b, d), a las 07:00 hl (a, b), y a las 14:00 hl (c, d) de las especies. F. retusa (círculos negros), F. udhei (círculos blancos), L. lucidum (triángulos negros) y Q. rugosa (triángulos blancos). c) Día 0 2 4 6 8 10 12 14 P o te n c ia l h íd ri c o ( M P a ) -4.0 -3.5 -3.0 -2.5 -2.0 -1.5 -1.0 -0.5 0.0 a) Día 0 2 4 6 8 10 12 14 P o te n c ia l h íd ri c o ( M P a ) -4.0 -3.5 -3.0 -2.5 -2.0 -1.5 -1.0 -0.5 0.0 b) Día 0 2 4 6 8 10 12 14 P o te n c ia l h íd ri c o ( M P a ) -4.0 -3.5 -3.0 -2.5 -2.0 -1.5 -1.0 -0.5 0.0 Día 0 2 4 6 8 10 12 14 P o te n c ia l h íd ri c o ( M P a ) -4.0 -3.5 -3.0 -2.5 -2.0 -1.5 -1.0 -0.5 0.0 d) 41 Cuadro 2. Regresión múltiple de la conductancia estomática (gS) en función de los factores microclimáticos (radiación fotosintéticamente activa, RFA; temperatura del aire, TA; déficit de presión de vapor, DPV; y fisiológicos (potencial hídrico foliar, ψF) de Ficus retusa, Fraxinus udhei, Ligustrum lucidum y Quercus rugosa en condiciones de buena irrigación y estrés hídrico en el invernadero del Instituto de Ecología, UNAM. Variable independiente F. retusa F. udhei L. lucidum Q. rugosa t p t P t P t P Bien irrigados Constante 37.4788 0.0000 37.4922 0.0000 38.6054 0.0000 25.7957 0.0000 RFA 5.0962 0.0000 3.0546 0.0024 2.3692 0.0102 2.1705 0.0305 Temperatura -15.405 0.0000 -22.721 0.0000 -16.564 0.0000 -10.235 0.0000 DPV 7.9505 0.0000 5.0296 0.0000 5.3848 0.0000 4.5297 0.0000 ᴪ 12.1677 0.0000 19.2101 0.0000 14.0706 0.0000 12.7320 0.0000 Estresados Constante 2.8852 0.0041 2.0626 0.0398 4.6494 0.0000 5.5980 0.0000 RFA 0.9867 0.3243 -0.8827 0.3779 -0.5810 0.5616 1.1587 0.2472 Temperatura 3.4469 0.0006 2.2417 0.0255 3.2153 0.0014 1.2958 0.1957 DPV 23.5177 0.0000 14.9230 0.0000 22.3259 0.0000 21.2207 0.0000 ᴪ -5.2952 0.0000 -2.5902 0.0099 -2.7199 0.0068 -2.6403 0.0086 Discusión Los resultados obtenidos de las variables microclimáticas fueron los esperados, registrándose los valores máximos entre las 12:00 y 14:00 hl, en la estación seca y en el sitio Loma Linda; mientras que en el caso de las variables ecofisiológicas, los máximos se observaron a las primeras horas de la mañana, además de que los patrones de agrupación de especies mostraron patrones más complejos. Esto posiblemente se debió a que cada especie tiene características anatómicas y fisiológicas únicas, dando como resultado diferentes límites de tolerancia, producto de su historia evolutiva, por lo que los factores ambientales inducen a diferentes respuestas en las variables ecofisiológicas. Tal es el caso de Q. rugosa que no 42 mostró relación alguna en condiciones de campo entre gS y ψF. Asimismo, pueden existir otros factores ambientales que pudieran jugar un papel importante en la gS, como podría ser el viento o la presencia/ausencia de contaminantes en el aire (Squeo y León, 2007). Variables microclimáticas La RFA fue más alta a las 14:00 hl en la época seca. En esta época hay una menor cobertura de nubes que en la estación húmeda, lo que permite que la radiación sea mayor. Estudios previos reportan los valores máximosde RFA entre las 12:00 y 14:00 hl (Barradas y Ramos–Vázquez, 1998; Squeo y León, 2007). La diferencia de RFA entre estaciones afectó el comportamiento estomático, pues al haber días nublados intermitentes en la época húmeda, la fluctuación de los valores de gS era alta en una determinada hora de medición, en cambio, en la estación seca las fluctuaciones fueron menores. Estudios previos determinaron la presencia de la isla de calor urbana en la ciudad de Puebla (Martínez–Jiménez, 2007; Balderas et al., 1998). Dichos trabajos concluyeron que la isla de calor está presente en la zona centro, extendiéndose hacia el sur hasta la zona de Ciudad Universitaria (CU) y colonias vecinas, como Jardines de San Manuel. Las zonas más frías fueron localizadas en la zona este del área metropolitana. Las observaciones de temperatura del presente estudio corroboran la información antes mencionada, pues en la colonia Loma Linda, muy cerca de CU y Jardines de San Manuel, se registraron temperaturas significativamente más altas que en el sitio Clavijero, ubicado en los límites de los municipios de Puebla y Amozoc, en la zona oriente de la ciudad. Las diferencias de temperatura entre ambos sitios posiblemente están dadas por las disimilitudes en urbanización, teniendo el sitio Loma Linda mayor proporción de área edificada que de no edificada con respecto al sitio Clavijero. La urbanización es un factor determinante para la formación de la isla de calor urbana, pues a mayor edificación mayor es el calentamiento del lugar, ya que se modifican las características originales del suelo. Esto contribuye al desequilibrio en el balance 43 de energía del sistema suelo–atmosfera, y provoca el fenómeno de isla de calor urbana (Barradas, 1987; Martínez–Jiménez, 2007; Ochoa de la Torre 2009). Es importante recalcar que los diferentes materiales de construcción utilizados en una ciudad tienen diferente contribución en el aumento de la temperatura. El pavimento, por ejemplo, es el material que más contribuye con el aumento de la temperatura en una ciudad, ya que es el material más abundante y tiene una mayor absorción de radiación solar. También se podrían mencionar algunos metales o vidrios pero su abundancia en un área urbana es mucho menor que el pavimento en sí. Otro factor que aumenta la temperatura es el tránsito; sin embargo, se ha determinado que éste tiene un efecto mucho menor que el asfalto en el aumento de la temperatura (Cuadrat–Prats et. al 2005). En el sitio Loma Linda se observaron las temperaturas más altas al estar más urbanizado que el sitio Clavijero, observándose que el material que más predomina en Loma Linda es el pavimento. En ambos sitios se observó tránsito vehicular con avenidas congestionadas, teniendo este factor un peso menor en el aumento de la temperatura. El DPV fue más alto a las 14:00 hl y en la estación seca en ambos sitios de estudio. De igual modo, en condiciones de invernadero se observaron los valores máximos de DPV a la misma hora. Estos resultados coinciden con lo encontrado en trabajos anteriores, como el de Ramos–Vázquez y Barradas (1998) en la reserva del Pedregal de San Ángel, México, y el de Goldstein et al. (1986) en una sabana de Venezuela. Ambos trabajos coinciden que los valores máximos de DPV se registran alrededor de las 14:00 hl y en la estación seca. La variación de los valores de DPV a lo largo del día tiene que ver con la fluctuación de la temperatura y la humedad en el ambiente. Cuanto mayor era la temperatura, tanto en el sitio de estudio como en el invernadero, mayor era el DPV. Esto indica que a altas temperaturas hubo una mayor demanda evaporativa, pues la atmosfera circundante está más ávida de agua, lo que induce a un cierre de estomas para evitar pérdidas excesivas de agua (Squeo y León, 2007). 44 Variables ecofisiológicas Los valores máximos de gS y ψF para todas las especies se registraron a las 08:00 hl durante la estación húmeda; mientras los mínimos se observaron hacia las 14:00 hl. En condiciones de invernadero se observó que la variación diurna de ambas variables ecofisiológicas siguió la misma tendencia observada en campo para todas las especies. El comportamiento de las variables ecofisiológicas en cuanto a la tendencia de la variación diurna y la estacionalidad coinciden con trabajos anteriores, los cuales concluyen que los valores mínimos de gS y ψF se dan en torno a las 14:00 hl y en la estación seca, esto de acuerdo a los cambios que se dan en el ambiente, como son los cambios de TA, de RFA o DPV (Golstein, 1986; Ramos–Vázquez y Barradas, 1998). En el caso de la diferencia entre sitios de estudio, en todo momento el sitio Loma Linda presentó los valores más bajos de conductancia estomática y potencial hídrico para todas las especies. Esto coincide con nuestras predicciones, ya que se esperaba que en el sitio Loma Linda, la gS sería menor que en el sitio Clavijero debido al efecto de isla de calor, que trae consigo un aumento de la temperatura y disminución de la humedad en el aire (Cuadrat–Prats et. al, 2005). Esto, a su vez, produce un cierre de estomas para evitar pérdidas excesivas de agua (Barush y Fisher, 1988; Squeo y León, 2007). El patrón de diferencias de gS entre especies observado es que F. retusa presenta una mayor gS que F. udhei, y este, a su vez, presenta una mayor gS que L. lucidum y Q. rugosa, mientras que éstas dos últimas especies no mostraron diferencias entre sí. Se ha sugerido que la gS está muy relacionada con la productividad de biomasa, y por ende con la tasa de crecimiento (Hogan, 1995), por lo que coincide con lo mencionado en la literatura de que F. retusa y F. udhei son especies de rápido crecimiento (CONABIO, 2014; Gilman y Watson, 1993), mientras que Q. rugosa, por ejemplo, es una especie de lento crecimiento (CONABIO, 2012). El ψF, al igual que la gS, presentó los valores más altos a las 07:00 hl en Clavijero, en ambas estaciones y para todas las especies. Estudios previos 45 coinciden en que los valores mínimos se registran a las 14:00 hl en la estación seca, mientras que los valores más altos se dan en torno a las 08:00 hl en la época húmeda (Goldstein et al., 1986; Ramos–Vázquez y Barradas, 1998; Squeo y León, 2007). En las primeras horas de la mañana se registraron los valores más altos de ψF, debido a que a esa hora los valores de RFA y TA son bajos, por lo tanto hay una menor demanda evaporativa, traduciéndose en una menor traspiración por la mañana que por la tarde (Goldstein et al., 1986). Conforme pasa el día, aumenta la demanda de agua por parte de la atmósfera, y esta toma agua de la planta y del suelo, por lo que la cantidad de agua disponible en el suelo va disminuyendo y la planta requiere de mayor tensión para obtener agua. Esto ocasiona el cierre de los estomas (Squeo y León, 2007). Los valores máximos de ψF en la estación húmeda pudieron deberse a que existe una mayor disponibilidad de agua en el suelo, por lo que las plantas requieren de menor tensión para obtener agua. En la estación seca hay una menor disponibilidad de agua y la planta requiere una mayor tensión para obtenerla. Con respecto a la diferencia de ψF entre sitios, se observó que hubo diferencias entre ambas épocas para todas las especies. Esto se puede deber al grado de urbanización diferencial entre Loma Linda y Clavijero, pues al haber mayor superficie de pavimento en Loma Linda, mayor es la demanda evaporativa en ese sitio y menor la disponibilidad de agua en el sustrato, lo que se ve reflejado en los valores de potencial hídrico, los cuales fueron significativamente más bajos que en Clavijero. El patrón observado fue que F. retusa presentó los valores más altos de ψF, seguido por F. udhei y este a su vez presentó mayor ψF que L. lucidum y Q. rugosa. Según Turner (1986), la resistenciaa la sequía está asociada a ψF bajos, por lo que Q. rugosa y L. lucidum serían las especies más resistentes a la sequía, mientras que F. retusa y F. udhei serían las menos resistentes. 46 Relación de la conductancia estomática con las variables ambientales Los resultados del análisis de regresión múltiple para determinar el efecto del microambiente sobre la gS en la estación húmeda y seca son muy diferentes entre sí. Esto se puede deber a que los análisis por época contaron con datos con poca variabilidad para poder observar un patrón claro en la relación de la gS con las variables microambientales. Sin embargo, al combinar los datos de ambas épocas se pudieron apreciar efectos más claros en dicha relación. En el análisis de regresión múltiple de las mediciones in situ (periodo anual) se observó que todas las variables microclimáticas y el potencial hídrico presentaron un efecto sobre la gS de tres especies, pero esto no sucedió en Q. rugosa, donde el efecto de ψF no fue significativo. A partir de la regresión múltiple en condiciones de buena irrigación en el invernadero (grupo control), se encontró que todas las variables microambientales afectan la gS en todas las especies; mientras que en condiciones de estrés no se observó ninguna relación entre gS y RFA. En el caso de Q. rugosa tampoco hubo relación entre gS y TA. Al comparar el análisis de regresión múltiple anual con el de condiciones bien irrigadas en el invernadero, se observó que la única diferencia la presentó Q. rugosa, que en condiciones de campo no mostró relación con el ψF. Esto pudo deberse a que en campo el sustrato jamás llegó a estar completamente seco (Goldstein et al., 1986), por lo que se podría suponer que Q. rugosa tiene diferentes mecanismos para obtención de agua, o bien mecanismos para evitar pérdidas excesivas de agua (Moreno, 2009). En condiciones de invernadero sí se llegó a un sustrato totalmente seco, por lo que se pudo apreciar mejor la relación entre gS y ψF. En el caso de Q. rugosa, al haber un sustrato totalmente seco, no había forma de que esta especie pudiera obtener agua como podría hacerlo en el campo. Con respecto a RFA, que en condiciones de estrés hídrico en el invernadero no mostró relación con la gS, esto pudo deberse a la falta de disponibilidad de agua. Además, la apertura estomática responde a varios 47 estímulos a la vez, no a uno solo, entonces, al no haber agua, las plantas cerraron los estomas para evitar pérdidas de agua sin importar su respuesta a RFA. Esta observación es muy similar a lo mencionado por Squeo y León (2007), sobre que la apertura estomática está influida por varios factores ambientales, de los cuales unos tienen mayor peso que otros. Ellos mencionan que el ψF es la variable que tiene mayor relación con la apertura estomática, pues la transpiración aumenta la concentración de CO2 dentro de la planta, disminuyendo el ψF y obligando al cierre estomático. La RFA juega un papel importante en la apertura de estomas en plantas con metabolismo C3 y C4. Sin embargo, existen ciertos límites que dependen de la especie, observándose que las plantas C4 toleran mejor radiaciones más altas que las C3, siempre y cuando estén expuestas a temperaturas superiores a los 30°C (Barush y Fisher, 1988). Los resultados obtenidos tanto en condiciones de invernadero como en condiciones de campo coinciden con lo mencionado anteriormente, dado que las especies de este estudio, plantas C3, abren los estomas en las primeras horas de la mañana y los cierran en torno a las 14:00 h, volviéndolos a abrir a las 16:00 h. La radiación es necesaria pero hasta cierto límite, pues un exceso de radiación puede afectar el aparato estomático, por lo que las plantas van cerrando paulatinamente los estomas conforme va aumentado la RFA (Goldstein et. al, 1986). Sin embargo, se ha sugerido que la RFA tiene un efecto indirecto sobre la gS, pues la apertura estomática sucede cuando disminuye la cantidad de CO2 en la cavidad subestomática, debido a la fotosíntesis, y para que ocurra ésta se requiere de RFA (Squeo y León, 2007). La TA tuvo una relación significativa con la gS en todas las especies, tanto en condiciones de invernadero como en condiciones de campo. Trabajos previos (Barush y Fisher, 1988; Goldstein et. al, 1986; Squeo y León, 2007) concluyen que la temperatura va muy ligada a la RFA, por lo que los valores más altos de gS se registran a las primeras horas de la mañana y van decayendo poco a poco hasta alcanzar la temperatura máxima del día, cuando los estomas se cierran debido a que a mayor temperatura mayor es la transpiración y por ende mayor es la pérdida de agua. Sin embargo, los límites de tolerancia varían entre especies, pudiendo 48 existir plantas cuyos óptimos de temperatura sean arriba de los 30 °C, como es el caso de muchas especies con metabolismo C4, pero que no toleran temperaturas inferiores a los 10 °C. En cambio, las especies utilizadas en este estudio tienen metabolismo C3, por lo que sus óptimos no están por arriba de los 30 °C y pueden estar presentes aún en temperaturas cercanas a los 0 °C (Barush y Fisher, 1988; Squeo y León, 2007). Al igual que la TA, el DPV siempre se relacionó con la gS en todas las especies tanto en invernadero como en campo. La tendencia que se observó fue que a menor DPV mayor era la gS y viceversa, pues cuando es más alto el DPV, mayor es la demanda evaporativa, por lo que la planta reacciona cerrando los estomas para evitar la pérdida de agua. Se encontró una relación lineal entre DPV y gS, como la observada por Ramos–Vázquez y Barradas (1998) para B. cordata en México, y por Goldstein et al. (1986) para C. americana, B. carssifolia, B. virgilioides y C. sylvestris en Venezuela. El comportamiento de la gS con las variables microambientales en F. retusa indican que tiene un control estomático muy alto, pues ante cualquier cambio en alguna de las variables microclimáticas se afecta directamente la gS, en especial el ψF. Otro dato que corroboraría la propuesta anterior, es que F. retusa fue la primer especie en mostrar señales de marchitamiento en el experimento de estrés hídrico en el invernadero para el grupo estresado. También es importante recalcar que fue la especie que registró los valores de ψF más altos. Al igual que el ψF, los valores de conductancia fueron los más altos, y esto coincide con su alta tasa de crecimiento, pues altas tasas de gS están relacionadas con altas tasas de crecimiento (Hogan et al., 1995). F. retusa es una especie nativa de ambientes cálido-húmedos desde la zona sureste de Asia hasta el norte de Australia (Gilman y Watson, 1993), donde la escasez de agua es rara, por lo que en esta especie difícilmente podrían registrarse ψF bajos, que son típicos de plantas adaptadas a ambientes áridos (Turner, 1986). Fraxinus udhei, al igual que F. retusa, mostró una alta sensibilidad estomática a los cambios de RFA, DPV, TA y ψF. Por la mañana, tanto en el sitio de estudio como en el invernadero en condiciones de buena irrigación, la conductancia de F. 49 udhei fue significativamente más alta que la de L. lucidum y Q. Rugosa. Sin embargo, a las 14:00 hl y en condiciones de estrés hídrico (en el invernadero), se pudo apreciar que F. udhei estaba más cerca de los valores observados en L. lucidum y Q. rugosa que de los valores de F. retusa. Este comportamiento puede deberse a mecanismos de adaptación a la sequía que permiten evitar pérdidas excesivas de agua como el cierre de estomas. De igual forma, el ψF observado tiene un comportamiento muy similar a la gS, ya que el rango entre el valor máximo y el valor mínimo es más amplio que en el resto de las especies. Por lo tanto, F. udhei puede ser considerada como especie evasora y con una alta sensibilidad de la gS a cambios en las variables microambientales
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