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Monitoreo-participativo-de-la-regeneracion-natural-en-el-bosque-de-Oyamel-Abies-religiosa-de-la-cuenca-del-Ro-Magdalena-Ciudad-de-Mexico-Mexico

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UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA 
 DE MÉXICO 
 
 FACULTAD DE CIENCIAS 
 
 
Monitoreo participativo de la regeneración natural en el 
bosque de oyamel (Abies religiosa) de la Cuenca del río 
Magdalena, Ciudad de México, México. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
T E S I S 
 
 
 QUE PARA OBTENER EL TÍTULO DE: 
 B I Ó L O G A 
 P R E S E N T A : 
 Estefanía Barriga Fernández 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
DIRECTORA DE TESIS: 
Dra. Lucia Oralia Almeida Leñero 
CIUDAD DE MÉXICO, 2019 
 
 
 
UNAM – Dirección General de Bibliotecas 
Tesis Digitales 
Restricciones de uso 
 
DERECHOS RESERVADOS © 
PROHIBIDA SU REPRODUCCIÓN TOTAL O PARCIAL 
 
Todo el material contenido en esta tesis esta protegido por la Ley Federal 
del Derecho de Autor (LFDA) de los Estados Unidos Mexicanos (México). 
El uso de imágenes, fragmentos de videos, y demás material que sea 
objeto de protección de los derechos de autor, será exclusivamente para 
fines educativos e informativos y deberá citar la fuente donde la obtuvo 
mencionando el autor o autores. Cualquier uso distinto como el lucro, 
reproducción, edición o modificación, será perseguido y sancionado por el 
respectivo titular de los Derechos de Autor. 
 
 
 
 
 
Hoja de datos del jurado 
 
1. Datos del alumno 
Apellido paterno 
Apellido materno 
Nombre (s) 
Teléfono 
Universidad Nacional Autónoma de 
México 
Facultad de Ciencias 
Carrera 
Número de cuenta 
 
2. Datos del tutor 
Grado 
Nombre(s) 
Apellido paterno 
Apellido materno 
 
3. Datos del sinodal 1 
Grado 
Nombre(s) 
Apellido paterno 
Apellido materno 
 
4. Datos del sinodal 2 
Grado 
Nombre(s) 
Apellido paterno 
Apellido matero 
 
5. Datos del sinodal 3 
Grado 
Nombre(s) 
Apellido paterno 
Apellido materno 
 
6. Datos del sinodal 4 
Grado 
Nombre(s) 
Apellido paterno 
Apellido materno 
 
7. Datos del trabajo escrito 
Título 
 
 
 
Número de páginas 
Año 
 
1. Datos del alumno 
Barriga 
Fernández 
Estefanía 
5576693884 
Universidad Nacional Autónoma de 
México 
Facultad de Ciencias 
Biología 
311541625 
 
2. Datos del tutor 
Dra. 
Lucía Oralia 
Almeida 
Leñero 
 
3. Datos del sinodal 1 
M. en C. 
Alya 
Ramos 
Ramos Elorduy 
 
4. Datos del sinodal 2 
M. en C. 
Yuriana 
Martínez 
Orea 
 
5. Datos del sinodal 3 
M. en C. 
Esther 
Sandoval 
Palacios 
 
6. Datos del sinodal 4. 
Biol. 
Néstor 
Chavarría 
Rodríguez 
 
7. Datos del trabajo escrito 
Monitoreo participativo de la regeneración 
natural en el bosque de oyamel (Abies 
religiosa) de la Cuenca del río Magdalena, 
Ciudad de México, México 
105 
2019
Agradecimientos 
A todos los integrantes de la Brigada de Incendios E-12 por su apoyo e interés a lo largo de este 
proyecto: José Ángel Mora Aguilar, José Antonio Mora Aguilar, José Luis Reyes Alfaro, Juan Jesús 
Reyes Alfaro, María Tomasa Zarate Ruiz, María del Carmen González Gutiérrez, Eugenio Salinas 
Reyes, Lourdes García Fernández, Silvano Mendoza Aguilar y León García Martín. 
A la Comunidad Agraria La Magdalena Contreras Atlitic por permitirme realizar mi tesis en 
su hermoso bosque, que es un oasis dentro del asfalto. A Moises Alamilla Mendoza por su gran 
interés y colaboración en los proyectos que se llevan a cabo por parte del Laboratorio de 
Ecosistemas de Montaña de la Facultad de Ciencias, UNAM. A Félix Mendoza Cabañas, presidente 
del Comité de Cuenca de la Comunidad Agraria la Magdalena Conteras Atlitic por siempre 
respaldar nuestro trabajo. 
A la Dra. Lucia Oralia Almeida Leñero por acompañarme y guiarme en el proceso de la 
realización de esta tesis, así como a todos los integrantes del Laboratorio de Ecosistemas de 
Montaña por apoyarme cuando se los he solicitado, especialmente a Karen Elizabeth Centeno Barba 
y a Viridiana González Meneses. 
A Verónica Aguilar Zamora por instruirme con todos los trámites, el equipo y el laboratorio 
de Ecosistemas de Montaña; por siempre ayudarme con cualquier duda que tuviera y por apoyarme 
a elaborar los mapas de los sitios donde trabajé, así como las fotografías que forma parte de este 
trabajo y el manual. 
A todos mis profesores del taller de Biodiversidad, servicios ecosistémicos y manejo 
comunitario en socio-ecosistemas del centro de México: Víctor Ávila Akerberg, Diego Valencia 
Korosi, Nancy Arizpe Ramos, Tanya González Martínez y Pablo Gesundheit Montero por sus 
consejos y críticas constructivas a lo largo de los 2 años de duración del taller y por apoyarme 
cuando se los he solicitado. 
A mis sinodales: Alya Ramos, Yuriana Martínez, Esther Sandoval y Néstor Chavarría por el 
tiempo y esfuerzo en leer y retroalimentar este trabajo. 
Este trabajo forma parte del proyecto “Observatorio nacional para la Sustentabilidad socio- 
ecológica”. CONACYT Problemas Nacionales 5526 y del: 
 FONCICYT, ANR-CONACYT (290832) “TRAJECTORIES OF SOCIAL-ECOLOGICAL SYSTEMS IN LATIN 
AMERICAN WATERSHEDS: FACING COMPLEXITY AND VULNERABILITY IN THE CONTEXT OF 
CLIMATE CHANGE (TRASSE)” 
Esta investigación fue realizada gracias al Programa UNAM-DGAPA-PAPIIT, IT2014-15, con el proyecto 
“Monitoreo participativo de la reforestación, calidad ecológica y restauración de los ríos y arroyos en el 
bosque de agua con énfasis en la cuenca del río Magdalena, México, D.F. 
Agradecimientos personales 
A mi mamá, Gisselle, por ser mi compañera incondicional de aventuras y viajes, por sus invaluables 
consejos e incansables regaños que hicieron de mí la persona que hoy soy; por acompañarme 
durante mis 24 años de vida sin nunca dejarme sola y por enseñarme que el amor incondicional 
existe y lleva tu nombre. Gracias por inculcarme el amor a la naturaleza y por siempre apoyarme a 
perseguir mis sueños y pasiones, aunque a veces significara que tuvieras que dejar los tuyos de lado. 
A mi hermana, Valeria, por ser mi compañera y consejera. Por escucharme siempre, por las 
pláticas hasta que nos amanezca y por las aventuras que hemos vivido al crecer. A mi papá, Emilio, 
por inculcarme el amor a la ciencia y a la lectura y por apoyarme en cualquier decisión que tome, 
sin cuestionarla. 
 A Uriel, por ser mi compañero de vida y enseñarme a ser libre a tu lado; por tu amor y tus 
consejos que me han llevado a ser una mejor persona día con día. Por apoyarme en cualquier 
problema personal y porque hemos logrado superar las adversidades que se nos han presentado. A 
los amigos y amigas de Uriel, porque con el paso del tiempo también se han convertido en mis 
amigas(os). 
 A mi hermana, Cristina, por las pláticas, las risas, las fiestas, las peleas y los malentendidos; 
por enseñarme lo que es la amistad incondicional y por estar presente en mi vida desde hace años; 
por crecer juntas, acompañarnos y escucharnos en las buenas y en las malas, por los consejos y por 
todo tu amor, gracias. 
 A mi familia: Gina, Karen, Dani, Gretel, Damián, Michelle, Carlos Emilio, Marco, Adriana 
y Marquito, porque la distancia y el tiempo no han sido un impedimento para el cariño, las fiestas, 
el castre, las pláticas de madrugada y la unión con todos los conflictos, molestias y malentendidos 
que conlleva querer a tu familia. 
 A mi familia elegida: Luis, Marco, Alanis, Itzel, Gaby y Armando por las fiestas,las risas, 
los consejos, por escucharme, aunque a veces me intenseo; porque, aunque con el paso del tiempo 
la cantidad de Oaxacos disminuyen, los que quedan demuestran ser los mejores. 
 Pero especialmente quiero agradecer a mi abuela, Gretel, por ser la mejor persona que he 
conocido en mi vida y por demostrarme, al igual que mi madre, que el amor incondicional existe y 
por ser la matriarca y creadora de mi familia. Por siempre recibirnos en tu casa con regalos, sonrisas 
y sobre todo: tu amor enorme e incansable. Porque todas tus enseñanzas, todo tu amor y toda tu 
persona vivirán por siempre en mi corazón. Por todo tu amor: gracias
Índice 
Resumen ..............................................................................................................................1 
Abstract ............................................................................................................................... 2 
1. Introducción .....................................................................................................................3 
1.1 Los socioecosistemas y la transdisciplina ............................................................3 
1.1.1 La transdisciplina como un nuevo paradigma en el estudio de 
socioecosistemas ........................................................................................4 
1.2 Servicios ecosistémicos de los bosques templados en México y 
deforestación ...........................................................................................................5 
1.2.1 La reforestación y la regeneración natural como herramientas 
para la restauración de los bosques ............................................................7 
1.2.2 La regeneración natural como técnica de restauración pasiva ............10 
1.2.3 El marco socioecosistémico y la regeneración natural .......................11 
1.2.4 Ventajas y desventajas de la regeneración natural como 
técnica de restauración pasiva....................................................................12 
1.3 El monitoreo comunitario participativo como una estrategia de inclusión 
de la comunidad en los procesos de restauración ......................................................14 
1.3.1 Elaboración y evaluación del monitoreo participativo .......................17 
2. Método ............................................................................................................................18 
2.1 Área de estudio ..................................................................................................18 
2.1.1 Aspectos socioeconómicos de la Alcaldía La Magdalena 
Contreras ...................................................................................................20 
2.1.2 El bosque de Abies religiosa en la Cuenca del río Magdalena ...........21 
2.1.3 Descripción de Abies religiosa..........................................................21 
2.1.4 Ecología del suelo en el bosque de Abies religiosa ............................22 
2.2 Antecedentes......................................................................................................22 
2.3 Justificación .......................................................................................................23 
2.4 Monitoreo comunitario participativo de la regeneración natural .........................24 
2.4.1 El equipo de trabajo ..........................................................................25 
2.5 Elección de las parcelas .....................................................................................26 
2.6 Evaluación de la regeneración natural. ...............................................................28 
2.7 Análisis participativo de suelos ..........................................................................29 
2.7.1 Compactación del suelo ....................................................................30 
2.7.2 Presencia de organismos vivos..........................................................31 
2.7.3 Infiltración ........................................................................................31 
2.7.4 Estabilidad de agregados ..................................................................31 
2.7.5 Erosión hídrica y eólica ....................................................................32 
 
 
2.7.6 Presencia de hojarasca ......................................................................32 
2.8 Análisis del grado y la calidad de la participación ..............................................32 
3. Resultados ..................................................................................................................... 33 
3.1 Evaluación de la regeneración natural .............................................................. 33 
3.1.1 Análisis de crecimiento ................................................................... 34 
3.1.2 Tasa relativa de crecimiento ........................................................... 36 
3.1.3 Salud y plaga .................................................................................. 37 
3.2 Análisis participativo de suelos ........................................................................ 39 
3.3 Análisis de la participación .............................................................................. 42 
3.3.1 Grado de participación .................................................................... 42 
3.3.2 Calidad de la participación.............................................................. 43 
3.3.3 Actividades y materiales de difusión ............................................... 48 
4. Discusión ...................................................................................................................... 52 
4.1 Evaluación de la regeneración natural .............................................................. 52 
4.1.1 Crecimiento .................................................................................... 55 
4.1.2 Salud .............................................................................................. 55 
4.2 Análisis participativo de suelos ........................................................................ 57 
4.3 Análisis del grado y la calidad de la participación ............................................ 58 
5. Conclusiones y recomendaciones futuras ....................................................................... 63 
6. Referencias.................................................................................................................... 64 
7. Anexos .......................................................................................................................... 72 
1. Formato para la toma y mediciones de la parcela 1 y 2 ....................................... 72 
2. Mapa de los brinzales muestreados en la parcela 1 ............................................. 74 
3. Entrevistas aplicadas a los monitores ................................................................. 75 
4. Tríptico de la regeneración natural ..................................................................... 76 
5. Carta para la Alcaldía La Magdalena Contreras y la Dirección General de 
Medio Ambiente y Ecología con el calendario para el monitoreo de la 
reforestación y RN ................................................................................................. 78 
6. Manual de campo ............................................................................................... 79 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Índice de cuadros y figuras 
Cuadros 
 
Cuadro 1. Aspectos en los que la ciencia está cambiando con el fin de estudiar 
socioecosistemas. 
Modificado de Maass y Equihua, 2015 .................................................................................................. 4 
 
Cuadro 2. Comparación entre técnicas de restauración: reforestación y regeneración natural 
Fuentes: (Hooper et al., 2002; Lamb y Gilmour, 2003; Tolentino, 2008;Watt et al., 2009; 
Maglianesi-Sandoz, 2010; Lasky et al., 2014; Chechina y Hamann, 2015; Chazdon y 
Guariguata, 2016; Chazdon et al., 2016; Howe, 2016; McAlpine et al., 2016; Uriarte y Chazdon, 
2016) .................................................................................................................................................. 13 
 
Cuadro 3. Comparación de características principales del monitoreo convencional y el 
monitoreo participativo. 
Elaboración propia con información de Evans y Guariguata, 2008; Arroyo-Crivelli, 2017. .................. 16 
 
Cuadro 4. Cantidad de brinzales vivos y muertes de los muestreos de la parcela 1 y 2 en la 
Cuenca del río Magdalena, Ciudad de México. .................................................................................... 34 
 
Cuadro 5. Perfil de los monitores de la regeneración natural. 
(M=mujer; H=hombre; P=primaria; S=secundaria; B=bachillerato) ..................................................... 42 
 
Cuadro 6. Propuestas de los monitores para asistir la regeneración natural y mejorar el proceso 
del monitoreo comunitario participativo. ............................................................................................. 44 
 
Cuadro 7. Acciones realizadas y recomendaciones futuras en las propuestas por los monitores. ........... 61 
 
Figuras 
 
Figura 1. Línea del tiempo de la deforestación en México 
Elaboración propia en base a Masera et al. 1992; SARH 1992; Velázquez et al., 2002; 
SEMARNAT, 2007; CCMSS, 2015. ..................................................................................................... 7 
 
Figura 2. Proceso integral de la reforestación. 
CONAFOR, 2010 ................................................................................................................................. 8 
 
Figura 3. Escalera de la restauración. Según el grado de perturbación del ecosistema, se pueden 
tener varias estrategias de restauración. Los resultados para cada caso son: 1) restauración de la 
fertilidad del suelo para uso agrícola o forestal; 2) producción de productos forestales 
maderables y no maderables; o 3) recuperación de la biodiversidad y servicios ecosistémicos. 
Modificado de Chazdon, 2008 ............................................................................................................. 10 
 
Figura 4. Ciclo iterativo del monitoreo participativo 
 
 
Evans y Guariguata, 2008 ................................................................................................................... 18 
 
Figura 5. Ubicación de la Alcaldía La Magdalena Contreras y de la Cuenca del río Magdalena 
en la Ciudad de México 
Modificado de Ávila-Akerberg, 2010 .................................................................................................. 19 
 
Figura 6. Línea del tiempo del desarrollo de los monitores participativos de la reforestación en 
la CRM. Modificado de Centeno-Barba (2017). ................................................................................. 23 
 
Figura 7. Línea del tiempo del proceso del MP. Los meses tachados representan que no se 
realizó la actividad del monitoreo ....................................................................................................... 25 
 
Figura 8. Parcelas seleccionadas para el monitoreo participativo de la regeneración natural en la 
Cuenca del río Magdalena, CDMX. Elaborado por Aguilar-Zamora. .................................................. 26 
 
Figura 9. Medición de la altura (izq) y del diámetro basal (der) de un brinzal en la parcela 1 .............. 27 
 
Figura 10. Parcela 2, se muestra la presencia de un claro del dosel (izq) y el manejo forestal de 
chaponeo (der), que permitió el crecimiento de los brinzales. ............................................................. 28 
 
Figura 11. Muestreo de los brinzales de la parcela 2 con un aro de costura y medición de la 
altura con una regla de 30 cm. 
Fotografía de José Antonio Mora Aguilar. .......................................................................................... 28 
 
Figura 12. Localización de las muestras para el análisis participativo de suelos. En la parcela 1 
fue un muestreo de nueve puntos (izq.), mientras que en la parcela 2 fue de cinco puntos (der.) ........... 30 
 
Figura 13. Crecimiento promedio en altura y diámetro de los brinzales de la parcela 1 en la 
Cuenca del río Magdalena, Ciudad de México .................................................................................... 35 
 
Figura 14. Crecimiento promedio en altura en los brinzales de la parcela 2 en la Cuenca del río 
Magdalena, Ciudad de México. .......................................................................................................... 36 
 
Figura 15. Tasa relativa de crecimiento en altura y diámetro para los brinzales de la parcela 
1(izq) y parcela 2 (der) en la Cuenca del río Magdalena, Ciudad de México. ....................................... 37 
 
Figura 16. Puntaje promedio de la salud y cantidad de plaga en los brinzales de la parcela 1 
(der) y 2 (izq) en la Cuenca del río Magdalena. ................................................................................... 38 
 
Figura 17. Hongo del género Pucciniastrum spp presente en las hojas de un brinzal de Abies 
religiosa (arriba). Aplicación del tratamiento en la parcela 1 (abajo) en la Cuenca del río 
Magdalena, Ciudad de México. ........................................................................................................... 39 
 
Figura 18. Los monitores de la RN analizando la calidad del suelo en la parcela 1 (izq.) y 
parcela 2 (der.) ................................................................................................................................... 40 
 
Figura 19. Puntaje promedio total obtenido en cada parcela en gráfica de barras (a). Resultados 
promedios obtenidos para cada indicador en la parcela 1 (b) y parcela 2 (c) en gráfica de araña 
en la Cuenca del río Magdalena, Ciudad de México............................................................................. 41 
 
 
 
Figura 20. Número de participantes en el MP de la regeneración natural a lo largo del ciclo de 
monitoreo en la Cuenca del río Magdalena, Ciudad de México. ........................................................... 43 
 
Figura 21. Pepe, el jefe de brigada, preparando la taquiza durante el primer convivio (izq.) y el 
segundo (der.). .................................................................................................................................... 44 
 
Figura 22. Respuestas dadas por los monitores acerca del monitoreo de la regeneración natural 
en la Cuenca del río Magdalena, Ciudad de México............................................................................. 46 
 
Figura 23. Respuestas dadas por los monitores acerca de la regeneración natural en la Cuenca 
del río Magdalena, Ciudad de México. ................................................................................................ 47 
 
Figura 24. Actividades de difusión en la Feria de la trucha y la quesadilla en la Cuenca del río 
Magdalena, Ciudad de México. Fotografías por Aguilar-Zamora ......................................................... 49 
 
Figura 25. Ponentes participantes en el simposio de divulgación de los proyectos realizados en 
la Cuenca del río Magdalena organizado por Moisés Alamilla. ............................................................ 49 
 
Figura 26. Presentación de los resultados de los MP en la CRM y entrega de constancias a los 
monitores de la reforestación y regeneración natural............................................................................ 50 
 
Figura 27. Constancia por la participación en el monitoreo comunitario participativo de la 
reforestación y regeneración natural ....................................................................................................51 
 
Figura 28. Portada del tríptico (der.). Trípticos repartidos durante el cierre del monitoreo 
(círculo rojo, izq.) ............................................................................................................................... 52 
 
Figura 29. Don Eugenio, monitor de la RN, chaponeando de forma selectiva las hierbas en la 
parcela 1, donde se puede observar brinzales de oyamel de renuevo. Foto por: Viridiana 
González Meneses .............................................................................................................................. 54 
 
Figura 30. Filtración de la preparación del tratamiento contra el hongo. ............................................... 56 
 
1 
 
Resumen 
En ecosistemas con un grado de perturbación de medio a bajo es posible llevar a cabo estrategias 
de restauración pasiva como propiciar y/o acelerar la regeneración natural en lugar de otro tipo de 
estrategias como la reforestación, que es la más utilizada para la recuperación de cobertura 
forestal en México; sin embargo, es más costosa y puede ser menos efectiva que la regeneración 
natural. Por otro lado, la inclusión de los actores locales en los programas de restauración y 
conservación es un determinante para el éxito de dichos programas. En el presente trabajo se 
realizó un monitoreo comunitario participativo de la regeneración natural con actores locales de la 
Cuenca del río Magdalena, donde se evaluó la sobrevivencia, el crecimiento y la salud de los 
brinzales de oyamel (Abies religiosa) en dos parcelas durante 18 meses. Los resultados mostraron 
un porcentaje de sobrevivencia del 94% para la parcela 1 y del 92% para la parcela 2 y una salud 
excelente para ambas parcelas a lo largo de todo el monitoreo. Sin embargo, la tasa relativa de 
crecimiento mostró que los brinzales crecen muy lentamente, siendo el principal reto para la 
implementación de la regeneración natural como estrategia de restauración pasiva en la CRM. Se 
realizó un análisis participativo de suelos en ambas parcelas y los resultados mostraron una buena 
calidad del suelo; sin embargo, la metodología mostró limitaciones para evaluar la biodiversidad 
del suelo. El grado de participación durante el monitoreo fue de 10 participantes, en general 
constantes, donde el 30% estaba representado por mujeres. Con relación a la calidad en la 
participación se observó que todos los participantes dominan las técnicas de medición y toma de 
datos; sin embargo, la mayoría de los participantes tienen una actitud pasiva durante la toma de 
decisiones en el proyecto, de manera que no hay una completa apropiación del proyecto. El 
monitoreo comunitario participativo de la regeneración natural demostró que es posible 
promover la regeneración natural en la CRM por medio de prácticas de manejo forestal que 
permitan el establecimiento de los brinzales. 
Palabras clave: brinzal, capital social, chaponeo selectivo, manejo forestal, sucesión ecológica, 
restauración pasiva, renuevo. 
 
2 
 
Abstract 
Reforestation is the most extended strategy of restauration in Mexico; nevertheless, in ecosystems 
with a low to medium perturbation grade it´s possible to implement other more effective and less 
expensive strategies of restoration, such as the natural regeneration establishment. Otherwise, 
the inclusion of the local actors in the restoration and conservation programs is determinant for its 
success. In this work there was an implementation of a participatory community monitoring of the 
natural regeneration with local actors of the Magdalena river Basin (BRM) where we evaluated the 
survival, growth and health of the seedling of the sacred fir (Abies religiosa) in two sites along 18 
months. The results showed a 94% of survival for the plot 1 and 92% for the plot 2 and an 
excellent health along the monitoring for both plots, nevertheless the relative growth rate was 
really slow, becoming the principal challenge for the implementation of natural regeneration as a 
strategy of passive restoration in the BRM. In addition, a participatory analysis of soils with the 
same actors of the participatory community monitoring was carried out, these results showed a 
good soil quality in both sites, but the methodology had limitations for the evaluation of soil 
biodiversity. The rate of participation during the monitoring was of 10 constant participants, of 
whom 30% where woman. About of the quality of participation, it was seen that all the 
participants dominate the measurement techniques and the data capturing; nevertheless, most of 
the participants assume a passive role in the decision making during the project, denoting that 
there is not a complete appropriation of the project. The participatory community monitoring of 
natural regeneration proved that is possible to promote the establishment of the natural 
regeneration due to the excellent survival and health of the seedlings in the BRM. 
Key words: ecological succession, forest management, passive restoration, seedling, social capital. 
 
3 
 
1. Introducción 
1.1 Los socioecosistemas y la transdisciplina 
El marco teórico de socioecosistemas (SES) es relativamente nuevo y surge por la necesidad de 
reconocer la interdependencia entre la sociedad y el ambiente (Bodin y Tengo, 2012), de manera 
que la delimitación o separación de un sistema social y de uno natural resulta artificial y arbitrario 
(Farhad, 2012). Por lo tanto, los socioecosistemas son sistemas complejos e integrados en los que 
los humanos forman parte de los ecosistemas y su estudio es de naturaleza transdisciplinaria 
(Berkes y Folke, 1998), lo que promueve un cambio en las formas de producción de conocimiento 
y en las metodologías de investigación ya que se involucran perspectivas y métodos provenientes 
de distintas disciplinas, así como los conocimientos, valores e intereses de otros actores no 
pertenecientes a la academia; llevando a crear imágenes de la realidad más completas e 
integradas (Ortega et al., 2014). 
 
El concepto de socioecosistema fue propuesto y definido por Berkes y Folke (1998), al 
reconocer la dicotomía entre naturaleza y sociedad, que tiene como consecuencia un estudio y 
análisis separado de los sistemas ecológicos y los sociales, llevando a un manejo limitado de los 
ecosistemas y a un uso insostenible de los recursos naturales. Además, dicho dualismo impide 
reconocer las múltiples escalas de interacción entre la humanidad y la naturaleza, dificultando la 
compresión de la estrecha interdependencia entre los sistemas ecológicos y los sociales (Ortega et 
al., 2014). Esta dicotomía entre sociedad/naturaleza ha ocasionado que las políticas de 
conservación sean excluyentes con los pobladores locales debido al "mito del mundo prístino", en 
el que los ecosistemas han evolucionado independientemente de las acciones de los pobladores 
locales; por lo tanto, dichos ecosistemas necesitan la protección contra los locales por practicar la 
agricultura, la ganadería, la extracción y aprovechamiento de los recursos naturales (Pretty, 2003). 
 
Los alcances del marco socioecosistémico residen en que se obtienen resultados e 
implicaciones diferentes de los análisis independientes de los sistemas sociales o ecológicos (Folke 
et al., 2005); haciendo explícita la heterogeneidad, complejidad e incertidumbre de la interrelación 
de los procesos humanos junto con los ecosistemas (Ortega et al., 2014). Por ejemplo, abordar la 
dimensión social del manejo de los recursos sin comprender la dinámica del ecosistema ocasiona 
que el manejo de los recursos se vea limitado a su utilidad desde un punto de vista 
antropocéntrico y por otro lado, centrarse únicamente en el aspecto ecológico como base para la 
 
4 
 
toma de decisiones para la conservación lleva a conclusiones simplificadas y reduccionistas donde 
no se considera a las personas que habitan las áreas naturales ocasionando que fracasenlos 
planes de conservación (Folke et al., 2005; Merino-Pérez, 2015). La concepción de SES permite 
reconocer que las acciones individuales y las de la sociedad tienen repercusiones en los 
ecosistemas que nos mantienen (González-Cruz, 2012). De igual manera, los sistemas naturales 
nos definen culturalmente y los cambios que ocurren en ellos tienen consecuencias en nuestro 
estilo de vida, llegando a la conclusión de que el bienestar de la humanidad y el de los ecosistemas 
van de la mano (González-Cruz, 2012). Por lo tanto, el visualizar a los humanos como entidades 
biológicas que se encuentran dentro de los socioecosistemas, lleva a reconocer la naturaleza 
sociocultural-biológica y física de los humanos (Maass, 2012). 
 
1.1.1 La transdisciplina como un nuevo paradigma en el estudio de los socioecosistemas 
El estudio de los SES requiere un cambio de paradigma debido a su complejidad (Kingsland, 2015). 
Algunas de las características del paradigma actual en la ciencia son: un enfoque reduccionista, 
analítico y racional que se realiza en una escala local dentro de la academia, llevando a arreglos 
institucionales con relaciones verticales y revisiones por parte de académicos o profesionales 
(Maass y Equihua, 2015). En el cuadro 1 se comparan los enfoques del paradigma actual y los del 
transdisciplinario. 
Cuadro 2. Aspectos en los que la ciencia está cambiando con el fin de estudiar socioecosistemas.Modificado 
de Maass y Equihua, 2015 
 
Característica Paradigma actual Nuevo paradigma 
Enfoque filosófico 
Reduccionista Holístico 
Analítico Sintético 
Racional Empírico 
Cambio en 
compromiso 
Preocupación por 
generaciones actuales 
Preocupación por generaciones futuras 
Entendimiento de ecosistemas Manejo de ecosistemas 
Cambio en alcance 
Disciplinario Interdisciplinario 
Orientado a procesos Orientado a sistemas 
A corto plazo A largo plazo 
 
5 
 
Cuadro 1 (continuación). Aspectos en los que la ciencia está cambiando con el fin de estudiar 
socioecosistemas. Modificado de Maass y Equihua, 2015 
 
Característica Paradigma actual Nuevo paradigma 
Cambio en escala 
Ambientes aislados Ambientes interconectados 
Nacional Internacional 
Norte a norte Norte a sur 
Tipo de colaboración 
Dentro de la academia Fuera de la academia 
Competitiva Cooperativa 
Individual Colectiva 
Disciplinaria Transdisciplinaria 
 
Este nuevo paradigma de la ciencia lleva a cuestionar la supuesta neutralidad de la ciencia, 
así como las relaciones de poder dentro de ella que llevan a legitimar ciertos cuestionamientos, 
métodos, teorías y actores dentro del conocimiento y quehacer científico, ocasionando una 
desvalorización de otros tipos de conocimientos y formas de hacer ciencia, así como los intereses y 
necesidades de actores fuera de la academia y las instituciones (Burke y Heynen, 2014). Un 
ejemplo de esto es en el diseño y ejecución de proyectos de conservación de los ecosistemas, en 
los que se excluye a los pobladores locales debido a que el conocimiento y quehacer científico 
posee una mayor influencia (von Bertrab, 2015) 
 
Por lo tanto, el estudio de SES debe necesariamente de tener un enfoque 
transdisciplinario, siendo fundamental la inclusión de actores locales y la promoción de una ciencia 
socialmente responsable que cuestione las relaciones de poder y la neutralidad dentro de la 
ciencia, así como llevando a que la labor científica ocurra dentro y fuera de la academia y que 
tome en cuenta las visiones, intereses y necesidades de los actores locales (Bernstein, 2015). 
 
1.2 Servicios ecosistémicos de los bosques templados en México y deforestación 
Dada la ubicación geográfica del país y a la relación que existe entre el clima y la altitud, los 
bosques templados en México están asociados a zonas montañosas, ya que a mayor altitud la 
temperatura disminuye (Sánchez et al., 2003). Estos bosques proveen gran cantidad de servicios 
ecosistémicos como: provisión de agua y regulación de su calidad, secuestro de carbono, 
formación de suelo, regulación de la erosión, hábitat de la biodiversidad, provisión de alimentos y 
 
6 
 
madera, belleza escénica, por mencionar algunos (Sánchez et al., 2003; Wightman y Cruz, 2003; 
Costanza et al., 2017). Dichos servicios ecosistémicos han permitido a lo largo de la historia el 
establecimiento de asentamientos humanos en los bosques templados y la realización de 
actividades productivas (Challenger, 2003). Además, diversos estudios han comprobado que el 
interactuar con la naturaleza tiene beneficios para la salud humana, mostrando efectos positivos 
en procesos mentales y en el comportamiento, en la función y habilidad cognitiva, en funciones 
fisiológicas, en el bienestar cultural y espiritual, así como el potencial para reducir la incidencia de 
enfermedades infecciosas (Sandifer et al., 2015). 
 
Procesos como el cambio de uso de suelo, principalmente para producción primaria 
agropecuaria o por el crecimiento de la mancha urbana, así como la tala clandestina, plagas e 
incendios forestales han ocasionado la deforestación de los bosques (Wightman y Cruz, 2003; 
Cespedes-Flores y Moreno-Sánchez, 2010; Merino-Pérez, 2015). Esto ocasiona la degradación del 
suelo, teniendo repercusiones en los servicios ecosistémicos al reducir la productividad de los 
socioecosistemas, lo que trae consigo una disminución en servicios ecosistémicos como provisión 
de alimentos, aire limpio, agua de buena calidad, regulación del clima, suelo fértil, actividades 
recreativas, pérdida de la biodiversidad (Sutton et al., 2016). 
 
Desde finales de la década de 1970 comenzaron a publicarse datos de la deforestación en 
México (fig. 1; WWF, 2007). Las estimaciones de FAO desde la década de los años ochenta varían 
entre 350 y 650 mil ha por año (Masera et al. 1992; SARH 1992). Además, existen estudios que 
plantean que en el país se perdieron 2,976,500 ha de bosque en el período 1976-1993, en tanto 
que de 1993 al 2000 la pérdida fue de 5,430,600 ha, por lo que la tasa de deforestación aumentó 
del primer al segundo período, de 175 mil ha a 319 mil ha anuales (Velázquez et al., 2002). Las 
estimaciones de deforestación en México durante el periodo de 2000-2005 mostraron que la 
pérdida anual de la cobertura forestal fue de 260 mil ha (SEMARNAT, 2007). Para el 2010, la FAO 
calculó una pérdida de cobertura forestal anual de 155 mil ha en promedio. El dato más reciente 
sobre pérdida de cobertura forestal corresponde a un estudio llevado a cabo por el Observatorio 
Global de los Bosques (GFW, Global Forest Watch), en el cual se registró que México perdió 
192,941 ha entre los años 2000 y 2013 (CCMSS, 2015). 
 
 
 
7 
 
 
 
020
4060
80100
1ertrim. 3ertrim.
EsteOesteNorte 
 
 
 
 
 
 
 
Figura 1. Línea del tiempo de la deforestación en México 
Elaboración propia con base en Masera et al. 1992; SARH 1992; Velázquez et al., 2002; SEMARNAT, 2007; CCMSS, 2015. 
 
Otros factores indirectos que contribuyen a la deforestación es la simplificación de la 
problemática en los procesos socioecosistémicos, ocasionando que las políticas públicas para 
abordarlos sean ineficientes debido a que la toma de decisiones centralizadas y lejanas a las 
realidades regionales y locales tienen como consecuencia que no haya una capacidad de respuesta 
eficiente a los problemas particulares (Merino-Pérez, 2015). 
 
1.2.1 La reforestación y la regeneración natural como herramientas para la restauración de los 
bosques 
La restauración ecológica se define como el proceso de ayudar a la recuperación de un 
socioecosistema que se ha degradado, dañado o destruido por medio de actividades intencionales 
que interrumpe los procesos de degradación, eliminando barreras bióticas y abióticas en la 
recuperación del ecosistema, iniciando o acelerando la sucesión ecológica (Murcia y Guariguata, 
2014). 
 
La reforestación es la estrategia de restauración de los socioecosistemas mundialmentemás utilizada y se define como un proceso integral constituido por el conjunto de actividades que 
comprende la planeación, la operación, el control y la supervisión de todos los procesos 
involucrados en la plantación de árboles (CONAFOR, 2010; fig. 2). Las acciones de reforestación 
constituyen una estrategia que permite compensar la deforestación al recuperar áreas 
desprovistas de cobertura forestal y por lo tanto de servicios ecosistémicos (FAO, 2010). 
dfgdfgdfgfg 
2,976,500 
ha 
5,430,600 
ha 
1,300,000 
ha 
192,941 ha 
1979-1993 1993-2000 2000-2005 2000-2013 
 
8 
 
 
Figura 2. Proceso integral de la reforestación. 
CONAFOR, 2010 
 
Sin embargo, los costos para realizar reforestaciones son muy altos (Uriarte y Chazdon, 
2016) y el promedio de la sobrevivencia de los árboles reforestados en México varía entre el 25 y 
el 40% debido a que los enfoques en los esfuerzos de reforestación están centrados en la cantidad 
de las plantas producidas, pero no en la calidad de la reforestación, relacionada con su desarrollo 
posterior (Bello y Tovar, 2000; Wightman y Cruz, 2003; Merino-Pérez, 2015). Por lo tanto, la 
reforestación no es sinónimo de restauración, ya que, aunque es una técnica de restauración, 
cuando se realiza sin una planeación, seguimiento y el establecimiento de técnicas 
complementarias, la reforestación no logra alcanzar sus objetivos en la restauración exitosa de los 
ecosistemas forestales debido a la baja tasa de sobrevivencia obtenida (López-Barrera, 2015). 
 
 Otro problema que presenta la reforestación como técnica de restauración es la elección 
de especies exóticas para reforestar, teniendo como consecuencia cambios en el ecosistema, con 
respecto al bosque previo a la degradación, repercutiendo en el balance de los ciclos hídrico y de 
nutrientes, teniendo como resultado que aumente la inestabilidad del ecosistema al cambiar las 
interacciones entre las especies y por lo tanto disminución en la biodiversidad (Tolentino, 2008; 
Maglianesi-Sandoz, 2010; Chechina y Hamann, 2015). Además, las reforestaciones muchas veces 
son llevadas a cabo como monocultivos, teniendo consecuencias perjudiciales para el ecosistema, 
observando una reducción en los servicios ecosistémicos, especialmente en la regulación del agua 
y del ciclo de nutrientes, y presentan una mayor susceptibilidad a cambios meteorológicos y a las 
plagas debido a la poca variabilidad genética que poseen (Hooper et al., 2002; Lamb y Gilmour, 
2003; Watt et al., 2009). Por lo tanto, las especies nativas son las mejores opciones para la 
recuperación exitosa de un ecosistema perturbado. 
 
 
9 
 
Por otro lado, muchas campañas de reforestación son llevadas a cabo por empresas 
transnacionales como producto de los bonos de carbono, que son uno de los mecanismos 
internacionales de la economía ambiental para mitigar las emisiones de gases de efecto 
invernadero (GEI) a partir del Protocolo de Kyoto (Keulartz, 2013). Sin embargo, el comercio de 
bonos de carbono es en realidad una mercantilización de la naturaleza debido a que se le permite 
a dichas empresas llevar a cabo procesos de deforestación, y por lo tanto de emisión de GEI, así 
como explotación y contaminación de mantos acuíferos, que serán compensado por un precio 
fijado en el mercado: bonos de carbono que se traducen en campañas de reforestación (Stephan, 
2012; López-Toache et al., 2016). 
 
 Un ejemplo de esto es la megacamapaña de reforestación llevada a cabo por Coca-Cola y 
apoyada por CONANP, CONAFOR y SEMARNAT denominada: Programa Nacional de Reforestación 
y Cosecha de Agua 2016 en la que se afirma que se plantaron más de 68 millones de árboles en 60 
mil hectáreas en un periodo de 8 años (2008-2016), con lo que PRONATURA (2016) menciona que: 
"La Universidad Nacional Autónoma de México y la consultoría en ingeniería ambiental 
LimnoTech, concluyeron un estudio que avala que la Industria Mexicana de Coca-Cola ya cumplió 
con su objetivo de regresar a la naturaleza el 100% de agua utilizada en su producción". 
 
 Sin embargo Pskowski (2017), periodista perteneciente a Truthout, una organización sin 
fines de lucro, denunció que una embotelladora en Chiapas de la empresa Coca-Cola ha 
ocasionado que esté desapareciendo el agua en la comunidad indígena San Felipe Ecatepec debido 
a que dicha embotelladora consume más de 1.08 millones de litros de agua por día en el año 2016 
ocasionando que una de cada tres personas en las zonas rurales de Chiapas carezca de agua 
potable, a pesar de que Chiapas tiene el mayor nivel de recursos hídricos renovables en México. 
Esto demuestra que la mercantilización de la naturaleza no la protege, sino que solamente crea 
instrumentos y políticas para que grandes empresas transnacionales y nacionales sigan 
sobreexplotando los recursos naturales eximiéndolos de responsabilidad (Durand, 2014; COECO, 
2017). 
 
 
 
 
 
10 
 
1.2.2 La regeneración natural como técnica de restauración pasiva 
Otra alternativa como técnica de restauración menos costosa que la reforestación consiste en 
promover la regeneración natural (RN) que se define como el proceso gradual de recuperación de 
la estructura, función y composición de un ecosistema anterior a la perturbación (Chazdon y 
Guariguata, 2016), siguiendo el proceso de sucesión ecológica, estando directamente ligado con la 
restauración debido a que la sucesión corresponde al cambio de especies y sustratos a lo largo del 
tiempo y la restauración tiene como objetivo manipular dicho cambio (Walker et al., 2007). 
 
La RN como técnica de restauración pasiva es muy efectiva en sitios con un nivel de 
perturbación de intermedio a bajo (fig. 3), donde el suelo se encuentra en buenas condiciones y 
permite el establecimiento de nuevos individuos por medio de la dispersión de semillas (Chazdon, 
2008). Por lo tanto, la restauración de un ecosistema por medio de la RN puede ser más rápida en 
ecosistemas poco degradados y en áreas de conservación que aún poseen bosques primarios o 
secundarios (Uriarte y Chazdon, 2016). 
 
Figura 3. Escalera de la restauración. Según el grado de perturbación del ecosistema, se pueden tener varias estrategias 
de restauración. Los resultados para cada caso de restauración son: 1) restauración de la fertilidad del suelo para uso 
agrícola o forestal; 2) producción de productos forestales maderables y no maderables; o 3) recuperación de la 
biodiversidad y servicios ecosistémicos. 
Modificado de Chazdon, 2008 
 
Cuando el ecosistema presenta una perturbación media, es posible asistir la RN utilizando 
una estrategia denominada regeneración natural asistida (RNA), que consiste en la aceleración de 
la regeneración natural al asistir el proceso de sucesión ecológica (Hardwick et al., 1997; Bajaña et 
al., 2014) removiendo o reduciendo las barreras que impiden la RN del bosque al disminuir la 
competencia interespecífica al remover la vegetación herbácea que puede influir en la 
sobrevivencia de los brinzales de interés, prevenir disturbios, acelerar el crecimiento de los 
individuos pioneros ya establecidos, y promover la dispersión de semillas (Shono et al., 2007). 
 
11 
 
 
Los factores físicos y biológicos que promueven la RN son: (1) disponibilidad necesaria de 
los recursos locales como nutrientes, luz, agua y comunidades microbianas; y (2) alta 
disponibilidad de propágulos como semillas y organismos dispersores (Chazdon y Guariguata, 
2016). Por lo tanto, la RN puede ser aplicada a áreas mucho más extensas permitiendo una 
restauración a mayor escala, efectiva y de bajo costo, en comparación con la reforestación, debido 
a que los organismos se establecen de manera natural en un ecosistema poco perturbado como 
resultado de la dispersión de semillas (Uriarte y Chazdon, 2016). Priorizar la RN en áreas poco 
perturbadas permitiría destinar los recursos socioeconómicos a otras áreas más degradadas que 
requieren intervenciones máscostosas e intensivas (Chazdon y Guariguata, 2016). 
 
1.2.3 El marco socioecosistémico y la regeneración natural 
La regeneración natural sucede por procesos emergentes a escalas locales y del paisaje, los cuales 
se ven influenciados por procesos socioecosistémicos ya que pueden ser sustentados, potenciados 
u obstruidos por actividades humanas a lo largo del tiempo (Chazdon y Guariguata, 2016). Los 
principales motivos socioecosistémicos que favorecen la regeneración natural han sido reportados 
por Ferraz et al., 2014; Hecht et al., 2015; Chazdon y Guariguata, 2016; Jadin et al., 2016 y son: 
(1) áreas que presentan RN se localizan en regiones con poco valor económico y productivo 
para la agricultura. 
(2) cambios en los mercados globales, crisis económicas y/o políticas. 
(3) patrones de migración rural a urbana, que ocasionan el abandono de campos agrícolas y 
permite el proceso de sucesión ecológica. 
Las influencias socioculturales que limitan la RN son aquellas en las que los propietarios de 
las tierras, los tomadores de decisiones y los administradores de la tierra desconocen el potencial 
de la RN, considerándola como vegetación secundaria originada por la agricultura migratoria, la 
cual es un estrategia de agricultura en la que la tierra es cultivada temporalmente y 
posteriormente abandonada para propiciar que regrese la vegetación nativa mientras el 
campesino o agricultor siembra en otra parcela (Aweto, 2013). Esto lleva a creer que la RN no 
tienen ningún valor ecológico ni económico, llevando a dichos actores a cortar las plántulas o 
brinzales ocasionando que se impida el establecimiento de la regeneración natural (Zahawi et al., 
2014; Chazdon y Guariguata, 2016). 
 
12 
 
1.2.4 Ventajas y desventajas de la regeneración natural como técnica de restauración pasiva 
Los bosques establecidos por medio de la RN son sistemas adaptativos complejos que presentan 
características ventajosas: incertidumbre en cambios de especies o en la composición del bosque 
lleva una mayor heterogeneidad, que por su parte promueve la biodiversidad al crear condiciones 
ambientales diversas y jerarquización que contribuye a la resiliencia del ecosistema (Lasky et al., 
2014; Chazdon y Guariguata, 2016), la cual se define como la capacidad de un sistema de absorber 
disturbios para conservar su estructura y funciones básicas (Wiens, 2016). Además, Folke et al. 
(2016) definen la resiliencia socioecológica como la capacidad de adaptarse o transformarse que 
tienen los socioecosistemas ante cambios inesperados con el fin de que se asegure el bienestar 
humano por medio de la adaptabilidad en las acciones humanas para promover la sustentabilidad. 
 
Otras características ventajosas que presentan los bosques establecidos por medio de la 
RN son: autoorganización debido a que los organismos regenerados naturalmente están 
adaptados a las condiciones locales (Howe, 2016; McAlpine et al., 2016). Estas características de la 
RN llevan a la recuperación gradual de las funciones del ecosistema como la acumulación de la 
materia orgánica en el suelo, secuestro y almacenamiento de carbono, regulación del ciclo 
hidrológico y del de nutrientes (Aryal et al., 2014; Chazdon y Guariguata, 2016; Poorter et al., 
2016). Además, se ha observado que después de 20 a 40 años de la recuperación del ecosistema, 
los bosques restaurados por RN presentan un aumento en la biomasa mayor que aquellos 
reforestados (Shoo et al., 2016). 
 
En cuanto a las desventajas, una de éstas es que el proceso de recuperación del 
ecosistema es muy lento, incluso cuando es asistida, ocasionando que se pueda interpretar como 
inefectivo o no exitoso de manera que los tomadores de decisiones lo interpretan como una 
inversión económica no atractiva (Chazdon y Guariguata, 2016). A pesar de que la incertidumbre 
es un factor positivo de la RN en términos ecológicos, puede representar un problema en términos 
de restauración pasiva de los ecosistemas, ya que existen diversos factores que influyen 
directamente (ciclo de vida de la planta, condiciones locales, procesos bióticos) e indirectamente 
(clima, topografía, paisaje) ocasionando que existan distintas posibles rutas sucesionales para la 
RN en el mismo paisaje, pudiendo variar la tasa de crecimiento y de sobrevivencia de los 
organismos, y por lo tanto los resultados obtenidos en la restauración del ecosistema (Arroyo-
Rodríguez et al., 2017). 
 
13 
 
 
Aunque las ventajas que presenta la RN como técnica de restauración pasiva en 
ecosistemas con perturbación media a baja son diversas, ésta casi no se utiliza en México (Garrido 
et al., 2017) debido a que las políticas de restauración de casi todo el mundo promueven el 
establecimiento de plantas exóticas de interés comercial (Zhai et al., 2014), mientras que la RN 
muchas veces no es considerada como una opción, debido a que la reforestación normalmente es 
implementada por empresas que comparten intereses con los gobiernos (Chazdon et al., 2016). En 
el cuadro 2 se resume y comparan las ventajas y desventajas que presentan las técnicas de 
restauración activa y pasiva. 
 
Cuadro 2. Comparación entre técnicas de restauración: reforestación y regeneración natural 
Fuentes: (Hooper et al., 2002; Lamb y Gilmour, 2003; Tolentino, 2008; Watt et al., 2009; Maglianesi-Sandoz, 
2010; Lasky et al., 2014; Chechina y Hamann, 2015; Chazdon y Guariguata, 2016; Howe, 2016; McAlpine et al., 
2016; Uriarte y Chazdon, 2016; Chazdon et al., 2016) 
 
Característica Regeneración natural Reforestación 
Heterogeneidad 
 
 
Adaptación 
 
 
 
Resiliencia 
 
 
 
Incertidumbre 
 
 
 
Biodiversidad 
 
 
 
Ecosistema poco 
perturbado 
 
 
 
Ecosistema muy 
perturbado 
 
 
Costos 
 
 
 
Técnica más 
utilizada 
 
 
 
 
 
 
 
 
14 
 
1.3 El monitoreo comunitario participativo como una estrategia de inclusión de la comunidad en 
los procesos de restauración 
La integración de los actores locales en los proyectos de conservación y restauración es 
fundamental ya que un total del 18% del territorio mundial está en manos de comunidades y 
población indígena, ocasionando que el éxito en la conservación de los ecosistemas depende en 
gran parte de la tenencia de la tierra. Es importante señalar que únicamente el 10% posee la 
propiedad legal, mientras que el resto corresponde a áreas designadas para dichos grupos, pero 
no son propietarios de las mismas (CCMSS, 2017). Esta distinción es importante, ya que entre más 
sólido sea el reconocimiento de los derechos que se tiene sobre el territorio, más efectiva es la 
labor de aprovechamiento y conservación que estos grupos ejerzan, además de que está 
estrechamente relacionado con cuestiones como desarrollo rural, dignidad y derechos humanos, 
conservación de la cultura y esfuerzos para combatir el cambio climático (RRI, 2015; CCMSS, 
2017). 
 
En el caso de México, los derechos de propiedad de la tierra son principalmente 
colectivos, teniendo una estimación de que el 80% de los bosques a nivel nacional pertenecen a 
núcleos agrarios (White y Martin, 2002), lo que representa un 52.02% del territorio nacional (RRI, 
2015). 
 
Las áreas naturales protegidas son el principal instrumento de política pública para la 
conservación de los ecosistemas; sin embargo, dicho modelo está basado en los parques 
nacionales de EEUU en los que se ha excluido a las poblaciones humanas y sus actividades 
económicas, olvidando que la conservación es un proceso social y político producto de 
construcciones sociales (García-Frapolli, 2015). Además, este paradigma en la conservación 
propicia relaciones asimétricas de poder en las que el conocimiento y quehacer científico 
adquieren mayor influencia en el diseño y la ejecución de proyectos, excluyendo a los pobladores 
locales, muchas veces, independientemente si poseen o no la tierra (von Bertrab, 2015). 
 
 Actualmente, las políticas públicas en la conservaciónreconocen que la exclusión de la 
población local no es la forma más eficiente de gestionar estas áreas, existiendo diversas 
estrategias de inclusión de los pobladores locales como lo es la participación social que puede ir 
desde una consulta a las poblaciones locales hasta la propia movilización, que se da cuando los 
 
15 
 
pobladores locales toman la iniciativa para la acción colectiva independientemente de las 
intervenciones externas (García-Frapolli, 2015). 
 
Por lo tanto, el monitoreo comunitario participativo (MCP) representa una estrategia de 
vinculación entre los pobladores locales y el trabajo científico-académico en las políticas de 
conservación y surgió en la década de los ochentas para contrarrestar las relaciones verticales y 
centralizadas que suceden con el monitoreo tradicional (Estrella et al., 2000). Se han reportado 
varios casos de éxito en este tipo de monitoreo de la biodiversidad en países como China, Kenya, 
Laos, Namibia, Filipinas, Tanzania, Bolivia, Ecuador, Ghana, Uganda, Ruanda y Madagascar 
(Danielsen et al., 2005) y se ha demostrado que el MCP es mucha más efectivo en la toma de 
decisiones debido a que tiene un mayor impacto en una escala local y el tiempo de 
implementación de los proyectos es menor, de un año aproximadamente, que del monitoreo 
convencional, de tres a nueve años (Danielsen et al., 2010). 
 
El MCP busca la integración del conocimiento tradicional, que es una forma de 
conocimiento empírica generada por comunidades y/o grupos indígenas basada en las 
observaciones que pasa de generaciones por transmisión cultural entre los humanos y el 
ambiente, reconociendo que este tipo de conocimiento puede contribuir a la conservación de la 
biodiversidad (Berkes y Folke, 1998; Berkes et al., 2000; Leonard et al., 2013). Al incorporar el 
conocimiento tradicional con el académico a los programas de restauración y conservación se han 
reportado beneficios, ya que ambos tipos de conocimientos proveen perspectivas 
complementarias ante una misma situación (Evans y Guariguata, 2008; Sutherland et al., 2013). Se 
ha reconocido que la integración exitosa del conocimiento tradicional ecológico en los proyectos 
de conservación como un determinante significativo para el éxito de la conservación (Brooks et al., 
2012). En el Cuadro 3 se comparan los enfoques de un monitoreo convencional y de uno 
participativo (Arroyo-Crivelli, 2017). 
 
 
 
 
 
 
16 
 
Cuadro 3. Comparación de características principales del monitoreo convencional y el monitoreo participativo. 
Elaboración propia con información de Evans y Guariguata, 2008; Arroyo-Crivelli, 2017. 
 
Característica del monitoreo Convencional Participativo 
¿Quién lo lleva a cabo? Académicos Comunidad en conjunto con 
académicos 
Rigor metodológico Alto Medio o bajo 
Costo Alto Bajo 
Objetivos Resolver pregunta de 
investigación 
Promover el aprendizaje 
bilateral entre academia y 
comunidad 
Inclusión de actores locales No Sí 
Material y métodos Complicados Sencillos 
Alcance Corto plazo Largo plazo 
Tipos de conocimiento Académico Académico y tradicional 
Tiempo Alto Bajo 
 
 La FAO (1990) define el MCP como la recopilación y análisis de información que ha sido 
elegida y registrada por los pobladores locales con ayuda de actores externos como lo son los 
científicos y está conformado por las siguientes etapas: 
1. Discusión de los motivos para monitorear 
2. Revisión de los objetivos y de las actividades 
3. Desarrollo de preguntas para el monitoreo 
4. Establecimiento de indicadores directos e indirectos 
5. Identificación de las herramientas necesarias 
6. Decidir quiénes llevarán a cabo el monitoreo 
7. Análisis y presentación de los resultados 
Esta colaboración cambia la dinámica del manejo forestal, ya que el MCP invita a las 
comunidades locales a que reflexionen acerca de sus bosques y estilos de vida basados en ellos, 
teniendo como objetivo que los actores locales tomen decisiones razonadas por medio de la 
generación de aprendizaje, adaptación y mejoras, elementos esenciales para un buen manejo 
forestal (Andrianandrasana et al., 2005). El MCP tiene consecuencias positivas como: integración 
del conocimiento local al monitoreo científico, restauración del tejido social, empoderamiento de 
las comunidades locales y de sus instituciones. Además, el MCP facilita la toma de decisiones y 
reduce los costos de recolección de datos para los investigadores y las instituciones (Evans y 
Guariguata, 2008). 
 
17 
 
1.3.1 Elaboración y evaluación del monitoreo participativo 
El MCP forma parte de una propuesta de metodologías participativas y debe partir de una 
reflexión inicial sobre lo qué es la participación comunitaria, entendida como una construcción 
colectiva que no se limita a la consulta de los actores, si no que comprende una planeación de 
propuestas, gestión de recursos, ejecución de actividades y evaluación de proyectos construidos 
desde, por y para las comunidades (Soliz y Maldonado, 2012). Una vez que se ha realizado dicha 
reflexión, es posible determinar los objetivos del MCP y tomarse el tiempo para preparar la 
estrategia del monitoreo para definir qué se va a monitorear, cómo y para qué, siempre siguiendo 
cuatro preceptos básicos que guían un buen MCP: participación, aprendizaje, negociación y 
flexibilidad (Estrella et al., 2000). Por otro lado, Aubel (2004) propone cuatro pasos en la 
implementación y evaluación del MCP: 
1. Planear el proceso del MCP y determinar los objetivos e indicadores, etapa inicial en la que 
se debe de identificar a los actores locales e incluirlos en la definición de los objetivos del 
MCP, así como definir qué se va a monitorear, cómo y por quién 
2. Recopilación de datos, por medio de métodos y herramientas que pueden ser tanto 
cuantitativas como cualitativas 
3. Análisis de los datos, la cual debe de ser una oportunidad para que se involucren 
activamente los actores locales en el análisis crítico de los datos, así como en el éxito y 
dificultades del MP y la formulación de conclusiones y de lecciones aprendidas 
4. Compartir la información con otros actores locales no involucrados en el MCP 
Los pasos anteriores llevan a que el MCP sea un ciclo iterativo de planeación, acción, 
evaluación y aprendizaje (fig. 4), lo que genera un avance sistemático y adaptativo al cambio 
debido a que el MCP no solo ofrece respuestas a preguntas referentes al manejo forestal, sino que 
también crea una cultura de cuestionamiento ocasionando que se convierta en un catalizador de 
procesos de aprendizaje horizontal y bilateral entre la academia y los actores locales (Colfer, 2005; 
Evans y Guariguata, 2008). 
 
18 
 
 
Figura 4. Ciclo iterativo del monitoreo participativo 
Evans y Guariguata, 2008 
 
Por otra parte, Shirk et al. (2012) proponen dos categorías para analizar la participación: el 
grado y la calidad. El grado de participación lo definen como la medida en la que los individuos se 
involucran en el proceso de la investigación científica, desde realizarse una pregunta de 
investigación, hasta en el análisis de los datos y los resultados. El grado de participación es 
cuantificable en términos de la duración de la participación, el esfuerzo y el involucramiento en el 
proyecto, la cantidad y/o diversidad de participantes, o bien la influencia de los participantes 
durante el proceso. Por otro lado, la calidad de la participación está relacionada con la confianza, 
responsabilidad, la conexión y la organización entre los participantes, así como la apropiación del 
proyecto. 
 
 
2. Método 
2.1 Área de estudio 
La CRM es una microcuenca que se encuentra en la Sierra de las Cruces al suroeste de la Ciudad de 
México (19° 13’ 53’’ y 19° 18’ 12’’ N y 99° 14’ 50’’ 99° 20’ 30’’ W). Abarca las Alcaldías: La 
Magdalena Contreras (78%), Álvaro Obregón (5%) y Cuajimalpa (17%) (Cantoral et al., 2009; Ávila-
Akerberg, 2010; fig 5). La AlcaldíaLa Magdalena Contreras cuenta con una superficie territorial de 
7458.43 ha de las cuales 6119.46 ha (el 82%) es área de conservación ecológica, y el resto (1338.97 
ha representado el 18%) son asentamientos urbanos (INAFED, 2010). 
 
19 
 
 
Figura 5. Ubicación de la Alcaldía La Magdalena Contreras y de la Cuenca del río Magdalena en la Ciudad de México 
Modificado de Ávila-Akerberg, 2010 
 
La CRM toma el nombre de uno de los últimos escurrimientos superficiales de la Ciudad de 
México, superficie importante como fuente de abastecimiento de agua potable para la ciudad, 
aportando el 2% del agua que consume la ciudad (Jujnovsky et al., 2007). Además de la recarga del 
acuífero, la CRM otorga otros servicios ecosistémicos como la mitigación de la contaminación 
ambiental, secuestro y almacenamiento de carbono, conservación de la biodiversidad, belleza 
escénica, recreación y ecoturismo (Galeana-Pizaña et al., 2009). Tiene una superficie de 2981.3 ha, 
lo que representa el 4% del Suelo de Conservación de la CDMX (Almeida-Leñero et al., 2007); 
presenta un relieve montañoso que va desde los 2480 a 3860 msnm. Gradiente altitudinal en el 
que se observan dos tipos de clima: templado subhúmedo y semifrío subhúmedo y húmedo, 
donde se desarrollan bosques de encino, mixto, de oyamel y de pino (Almeida-Leñero et al., 2007; 
Galeana-Pizaña et al., 2009). Dobler (2010) caracterizó el clima en la CRM y su relación con la 
distribución de la vegetación, encontrando que la comunidad de Pinus hartwegii se distribuye en 
la parte más alta, fría y semifría (de -2 a 12°C), mientras que la comunidad de Abies religiosa se 
desarrolla en un clima semifrío (5 a 12°C) y con la precipitación más alta, alcanzando los 1300 mm 
anuales. En la parte más baja se desarrolla la comunidad de Quercus spp. con bosque mixto en un 
clima templado (12 a 18°C). 
 
 
20 
 
 
2.1.1 Aspectos socioeconómicos de la Alcaldía La Magdalena Contreras 
La Alcaldía La Magdalena Contreras fue censada por última vez en el año 2015 obteniendo una 
población de 238,927 habitantes, con un intervalo de edades entre los 15 a 64 años, lo que 
representa un porcentaje 73.66%, significando una base muy alta de población en edad 
productiva, generando una alta demanda en servicios de salud, educación, deporte, recreación y 
empleo. El nivel de alfabetismo de la Alcaldía es de 101,345 para hombres y 106,533 para mujeres 
(Santana-Aguilar, 2018). El grado de marginación es bajo y posee una tasa de ocupación 
económica de 95.4%; el 27% de la población percibe menos de dos veces el salario mínimo diario y 
tiene una de las más altas tasas de desempleo abierto en la Ciudad de México (ONU, 2016). 
 
La propiedad de la tierra en la CRM es comunal, siendo la comunidad agraria La 
Magdalena Atlitic, desde 1535, la que posee la mayor extensión, abarcando casi el 70% del 
territorio de la Cuenca. Fueron reconocidos legalmente como bienes comunales entre los años 
1975 y 1979 (Jujnovsky et al., 2013). El resto del porcentaje del territorio es ejidal y comunal, 
correspondiendo a los ejidos de San Nicolás Totolapan y San Bernabé Ocotepec, Comunidad San 
Bartolo Ameyalco, San Lorenzo Acopilco, y San Mateo Tlaltenango (Jujnovsky et al., 2013). 
 
A pesar de que la comunidad La Magdalena Atlitic cuenta con los títulos de propiedad de 
la tierra, existen conflictos internos que dificultan la toma de decisiones y dicha comunidad se ha 
caracterizado por la falta de organización y poca participación en las asambleas, ya que, de 1779 
comuneros censados, hay aproximadamente 300 activos (Jujnovsky, 2012). Entre los comuneros 
hay un proceso de gentrificación, ya que la mayoría son personas mayores de 70 años y debido a 
su estado de salud deteriorado no participan en las asambleas. Por esta razón, en su 
representación asisten los herederos, que en su gran mayoría no pueden decidir sobre los asuntos 
de la comunidad porque no han realizado el trámite legal de sucesión (Almeida-Leñero y García, 
2010). 
 
Respecto a las autoridades, las principales son: a escala local, la Alcaldía La Magdalena 
Contreras, a escala de la CDMX, la Comisión de Recursos Naturales (CORENA), que se encarga de 
proyectos de reforestación, vigilancia y control de incendios, actividades con las que no están 
totalmente de acuerdo los comuneros. A escala federal, la Comisión Nacional Forestal (CONAFOR), 
 
21 
 
que da un pago anual por servicios ambientales a comuneros activos, generando descontento 
entre los que no reciben el pago. Por lo tanto, dichas autoridades han impulsado diversos 
proyectos que en ocasiones no se ajustan a la realidad de las necesidades locales. (Almeida-Leñero 
y García, 2010). 
 
2.1.2 El bosque de Abies religiosa en la Cuenca del río Magdalena. 
El bosque de oyamel se caracteriza por ser perennifolio, alto, medianamente denso en el que el 
dosel se desarrolla de 20 a 30 m, entre los 2800 hasta 3500 msnm y se presenta en pendientes 
desde planas (0-10°) o inclinadas (20-50°) y se le puede encontrar en laderas con orientación hacia 
el norte, noroeste y este; se encuentran protegidos contra vientos fuertes e insolación 
(Santibañez-Andrade, 2009; Dobler, 2010). Este bosque presenta una predominancia del 40% 
sobre el resto de los bosques que se encuentran en la CRM, del cual el 2.6% está perturbado 
(Galeana-Pizaña et al., 2009; Ávila-Akerberg, 2010) y se desarrolla en la altitud media de la 
microcuenca, entre 2800 y 3500 msnm (Ávila-Akerberg, 2004; Galeana-Pizaña et al., 2009; Dobler, 
2010). La importancia del bosque de oyamel reside en que es el tipo de vegetación que almacena 
una mayor cantidad de carbono en la CRM (Vela et al., 2012; Galeana-Pizaña et al., 2013) y otorga 
mayor provisión de agua, produciendo el 52% del agua de la cuenca (Almeida-Leñero y García, 
2010). Además, Nava (2003) registró que el bosque de oyamel corresponde a la comunidad más 
diversa de la zona, con 40 familias, 81 géneros y 116 especies, por lo que es importante promover 
su conservación. 
 
2.1.3 Descripción de Abies religiosa 
Abies religiosa, comúnmente conocido como abeto u oyamel, es un árbol monoico que produce 
estróbilos femeninos en la parte superior de la copa y los masculinos en las partes media e inferior 
(Nieto de Pascual et al., 2003). Presenta alturas de 35 a 50 m y diámetros de 100 a 180 cm., la 
corteza es grisácea, áspera, agrietada y dividida en placas irregulares, con un grosor que varía de 
18 a 25 mm. Las hojas perennifolias simples, alternas, de 20 a 30 mm de largo y de 1 a 1.5 mm de 
ancho, dispuestas en espiral con un ápice agudo. Las estructuras reproductivas masculinas y 
femeninas se presentan en diciembre y la dispersión de semillas por viento (anemocoria). Las 
semillas son oblongas con un largo de 9 a 10 mm y un ancho de 15 mm Son aladas y el ala mide de 
22 a 25 mm de largo y 10 a 15 mm de ancho, redondeadas hacia el centro y con un borde externo 
 
22 
 
fino. Son de color amarillo y contienen vejigas de resina en su cubierta (Nieto de Pascual et al., 
2003). 
 
2.1.4 Ecología del suelo en el bosque de Abies religiosa. 
El bosque de oyamel está asociado a suelos de tipo Andosol y Feozem con combinaciones de 
Regosol, Cambisol y Feozem (Ávila-Akerberg, 2004) y se caracterizan por ser suelos profundos y 
desarrollados de textura media y con abundante contenido de materia orgánica (Delgadillo, 2011). 
 
 En dicho bosque se encuentra el suelo más ácido (pH de 4.9) y posee el valor más alto de 
materia orgánica en diferentes grados de descomposición (36.5). En cuanto al contenido de 
elementos como nitrógeno y carbono, el bosque de oyamel presenta los valores más altos de 
nitrógeno total, con una proporción C:N de 20.18, lo que indica que el recurso es de alta calidad. 
La capacidad de intercambio catiónico en el suelo presenta un valor de 43.45 lo que demuestra 
que el suelo presenta niveles de perturbación bajos (UNAM, 2008; Martínez, 2014).2.2 Antecedentes 
En la CRM se han llevado a cabo proyectos de monitoreo comunitario participativo (MCP) por 
parte del Laboratorio de Ecosistemas de Montaña de la Facultad de Ciencias, UNAM; en conjunto 
con diversos actores locales como: la brigada contra incendios E-12, el grupo Patrulla del Bosque, 
el Comité de Cuenca del río Magdalena y la Asociación de Comerciantes Unidos de los Dinamos; 
siendo el primero el grupo más relevante actualmente en el monitoreo de la reforestación. La 
primera etapa del proyecto consistió en identificar los intereses en común entre los actores locales 
más importantes de la zona; llegando a la conclusión de monitorear la calidad del río y el bosque, 
por lo que se propuso que un proyecto de monitoreo de la calidad ecológica del río y el éxito de la 
reforestación de oyamel (Ramos, en proceso). 
 
El MCP de la reforestación fue comenzado por Ramos (en proceso), Salazar-García (2016) y 
continuado por Centeno-Barba (2017) y posteriormente por González-Meneses (2019), en los 
cuales se llevó a cabo un proyecto de reforestación de doscientos árboles de oyamel en dos 
parcelas en el bosque de oyamel de la CRM. Se registró de manera mensual por dos años el 
tamaño de los árboles, el grosor de la base del tallo y la salud de la reforestación, así como la 
sobrevivencia de los individuos; teniendo resultados favorables de un porcentaje de sobrevivencia 
 
23 
 
del 96% durante el periodo 2013-2014 (Salazar-García, 2016) y un porcentaje de 94% para el 
periodo 2014-2015 (Centeno-Barba, 2017; fig. 6). Gracias al trabajo de estos dos autores, los 
actores locales en el monitoreo de la reforestación en la CRM se encuentran calificados para 
realizar el monitoreo, ya que dominan las técnicas de medición. 
 
Figura 6. Línea del tiempo del desarrollo de los monitores participativos de la reforestación en la CRM. Modificado de 
Centeno-Barba, 2017. 
 
2.3 Justificación 
En la CRM en la Ciudad de México, en el año 2016 se reforestaron 5 mil árboles de oyamel en el 
Suelo de Conservación de la Alcaldía La Magdalena Contreras, donde el alcalde planteó una meta 
de reforestar 30 mil árboles de oyamel y encino (Reza, 2016). Sin embargo, no ha sido posible 
encontrar información acerca del estado de las plantaciones dado a falta de seguimiento. Por otro 
lado, diversas empresas han realizado actividades de reforestación en la Cuenca del río Magdalena 
como: Fundación Chrysler, Fundación Televisa, Jeep, la revista Automóvil, Action Team y Planet Up 
con el fin de conseguir bonos de carbono (Redacción, 2010), sin tampoco tener información acerca 
del estado de dichas reforestaciones. 
 
Además, en la CRM no es necesario llevar a cabo actividades de reforestación como una 
estrategia de restauración, ya que para el 2010, Ávila-Akerberg reportó que únicamente el 3.78% 
de la cuenca corresponde a un área perturbada; sin embargo, sería necesario llevar a cabo 
estudios más recientes acerca del estado de conservación de la CRM. Por lo tanto, se podrían 
evaluar otras actividades de manejo forestal que promuevan el establecimiento de los brinzales de 
las especies nativas como el oyamel (Abies religiosa) y que aumenten la probabilidad de 
germinación y/o sobrevivencia de los individuos, lo que permitiría destinar los recursos 
 
24 
 
socioeconómicos a otras áreas que requieren intervenciones más costosas e intensivas, o bien a 
promover otro tipo de proyectos (Chazdon y Guariguata, 2016). 
 
En este sentido, el MCP de la RN en la CRM tiene varios alcances: darle seguimiento por un 
año a brinzales regenerados naturalmente para conocer su sobrevivencia, crecimiento y salud para 
evaluar que tan viable es considerar a la RN en la CRM como una estrategia de restauración pasiva 
alternativa a las reforestaciones; involucrar a los monitores de la reforestación en un monitoreo 
alternativo que les permite visibilizar que la reforestación no siempre es necesaria y conocer su 
opinión y conocimiento al respecto y difundir los resultados obtenidos del monitoreo a los actores 
sociales importantes de la CRM. Por lo que el objetivo general de este trabajo es realizar un 
monitoreo participativo de la regeneración natural en el bosque de oyamel (A. religiosa), 
generando una estrategia de participación en conjunto con los actores locales. 
 
 
2.4 Monitoreo comunitario participativo de la regeneración natural 
El proceso del presente proyecto (fig. 7) comenzó en enero del 2017 con la elección de dos 
parcelas en la CRM junto con los monitores y se determinó la metodología que se utilizaría para 
monitorear los brinzales; principalmente en la parcela 2 ya que era necesario generar una técnica 
de muestreo dado a la alta densidad de brinzales. El monitoreo participativo de la RN comenzó 
formalmente en el mes de marzo del 2017 y terminó en febrero del 2018, midiendo los brinzales y 
árboles de forma bimensual; sin embargo, en septiembre del 2018 se realizó una medición final, 
por lo que el ciclo del monitoreo duró 18 meses. Durante el ciclo del monitoreo hubo únicamente 
dos meses que no se realizó la actividad (fig. 7): en el mes de julio fue debido a que el jefe de la 
Brigada les solicitó preparar un área para reforestación y en el mes de septiembre debido a 
derrumbes asociados al terremoto experimentado en septiembre del 2017. 
 
25 
 
 
 
Figura 7. Línea del tiempo del proceso del MP. Los meses tachados representan que no se realizó la actividad del 
monitoreo 
2.4.1 El equipo de trabajo 
El MP de la RN fue llevado a cabo con la brigada contra Incendios E-12, contratados por parte de la 
Dirección General de Ecología y Medio Ambiente de la Alcaldía La Magdalena Contreras y está 
conformada por siete hombres y tres mujeres: José Ángel Mora Aguilar, el jefe de la brigada, José 
Antonio Mora Aguilar, José Luis Reyes Alfaro, Juan Jesús Reyes Alfaro, María Tomasa Zarate Ruiz, 
María del Carmen González Gutiérrez, Eugenio Salinas Reyes, Lourdes García Fernández, Silvano 
Mendoza Aguilar y León García Martín. Todos son habitantes de la Alcaldía La Magdalena 
Contreras y algunos de ellos son hijos de comuneros, como los hermanos José Ángel y José 
Antonio Mora Aguilar, de la Comunidad Agraria la Magdalena Atlitic. El rango de edades de los 
monitores es de 41 y 59 años y el nivel de escolaridad fluctúa de primaria a bachillerato (González-
Meneses, 2019). 
 
 Sus principales actividades como parte de la brigada están relacionadas con un manejo 
forestal para combatir y prevenir incendios, como la realización de brechas cortafuego. Otra de 
sus principales actividades consiste en preparar terrenos para realizar reforestaciones, llevar a 
cabo las reforestaciones y darles un seguimiento y mantenimiento al chaponear la vegetación 
herbácea que compite con los brinzales y/o árboles reforestados. 
 
 
 
 
26 
 
2.5 Elección de las parcelas 
Se eligieron dos parcelas (fig. 8) que presentaban brinzales de oyamel producto de regeneración 
natural. La parcela 1 se eligió debido a que es la parcela experimental donde Salazar-García (2016) 
y Centeno-Barba (2017) realizaron el monitoreo participativo de la reforestación. La parcela posee 
una fácil accesibilidad, ya que se encuentra a un lado de la carretera. 
 
La parcela 1 se encuentra en el límite de Xaloncocotla a las 19°16´06.5´´ N, 99°17´24.7´´ en 
un área de 18x27 m con una pendiente 57° y en una ladera con orientación al noroeste (Salazar-
García, 2016). Se etiquetaron, de manera aleatoria, 100 brinzales de regeneración natural con una 
etiqueta de lámina de aluminio de 6.05 cm x 2.0 cm, sujetadas con un hilo de nylon al tallo del 
brinzal. Dado a la extensión de la parcela se realizó un croquis de localización (ver anexo 1) en el 
cual se ubicaron espacialmente los brinzales etiquetados con el fin de facilitar el monitoreo y 
optimizar el tiempo de búsqueda de los individuos a medir con la tabla rígida de 150 cm y el 
vernier electrónico

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