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UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO Facultad de Psicología ESTUDIO COMPARATIVO SOBRE LA PERCEPCIÓN DEL AUTOCONCEPTO EN MUJERES VIOLENTADAS Y NO VIOLENTADAS POR SU PAREJA T E S I S QUE PARA OBTENER EL TITULO DE LICENCIADA EN PSICOLOGIA P R E S E N T A JUANA IVETTE CATANA RAMÍREZ DIRECTORA DE TESIS: MTRA. LAURA ANGELA SOMARRIBA ROCHA ASESORA: DRA. DOLORES MERCADO CORONA México D.F. 2013 UNAM – Dirección General de Bibliotecas Tesis Digitales Restricciones de uso DERECHOS RESERVADOS © PROHIBIDA SU REPRODUCCIÓN TOTAL O PARCIAL Todo el material contenido en esta tesis esta protegido por la Ley Federal del Derecho de Autor (LFDA) de los Estados Unidos Mexicanos (México). El uso de imágenes, fragmentos de videos, y demás material que sea objeto de protección de los derechos de autor, será exclusivamente para fines educativos e informativos y deberá citar la fuente donde la obtuvo mencionando el autor o autores. Cualquier uso distinto como el lucro, reproducción, edición o modificación, será perseguido y sancionado por el respectivo titular de los Derechos de Autor. UNAM – Dirección General de Bibliotecas Tesis Digitales Restricciones de uso DERECHOS RESERVADOS © PROHIBIDA SU REPRODUCCIÓN TOTAL O PARCIAL Todo el material contenido en esta tesis esta protegido por la Ley Federal del Derecho de Autor (LFDA) de los Estados Unidos Mexicanos (México). El uso de imágenes, fragmentos de videos, y demás material que sea objeto de protección de los derechos de autor, será exclusivamente para fines educativos e informativos y deberá citar la fuente donde la obtuvo mencionando el autor o autores. Cualquier uso distinto como el lucro, reproducción, edición o modificación, será perseguido y sancionado por el respectivo titular de los Derechos de Autor. AGRADECIMIENTOS A Dios por permitirme llegar hasta donde me encuentro. A mis padres por el amor y apoyo brindado en cada momento de mi vida y sobre todo para la realización de mis estudios. A mis hermanos Carlos y Diana, por siempre animarme para seguir adelante y conseguir mis metas. A mis maestros que me guiaron y facilitaron el conocimiento que ahora poseo, a la Maestra Laura Somarriba, gracias por apoyarme en la realización de mi tesis y por todos los consejos que me dio a lo largo de la realización de la misma, a la Dra. Dolores Mercado, gracias por dejarme aprender de usted y por ampliar mi percepción sobre el ambiente laboral y mi profesión, le agradezco todos los consejos que me dio, a la Maestra Guadalupe Santaella, le doy gracias por su aportación en la elaboración de la tesis. A mis amigos de la Escuela de Pastoral por brindarme su tiempo, experiencias, consejos y ánimo, gracias por estar ahí siempre. A el grupo de Magical Oi, por hacerme a pasar buenos momentos y nuevas aventuras durante las etapas difíciles de la realización de la tesis. A Daniel muchas gracias por todo tu cariño, apoyo, pero sobre todo paciencia, siempre estás ahí para motivarme. AGRADECIMIENTO ESPECIAL A el proyecto “Detección de variables en la codependencia en una muestra de mujeres que viven violencia de pareja” con la clave IN301109, por permitirme participar en el mismo y dejarme adquirir una mayor experiencia laboral, además de apoyarme con una beca durante los años 2010- 2011, le agradezco a la Dra. Dolores Mercado quien me dio la oportunidad y la confianza para participar en dicho proyecto. ÍNDICE Resumen………………………………………………………………………………….. I Introducción……………………………………………………………………………... II Capitulo 1. La relación de pareja…………………………………………………… 1 1.1 Antecedentes históricos de la relación de pareja…………………………………2 1.2 Definición de pareja………………………………………………………………….3 1.3 Formación de la pareja………………………………………………………………4 1.3.1 Atracción y elección de pareja……………………………………………….5 1.3.2 Desarrollo evolutivo de la relación de pareja……………………………….7 1.3.3 Etapas de la pareja……………………………………………………………9 1.4 El compromiso en la relación de pareja…………………………………………..10 1.5 El conflicto en la relación de pareja……………………………………………….11 1.5.1 El conflicto de la pareja como variable asociada a la violencia contra la mujer……………………………………………14 Capítulo 2. La violencia de pareja…………………………………………………..15 2.1 El estudio de la violencia de pareja en América Latina y México………………16 2.2 Definición de violencia de pareja…………………………………………………..18 2.3 Calcificación y definición de las formas en que se expresa la violencia de pareja………………………………………………….19 2.4 La dinámica de la pareja como un factor que ocasiona el ciclo de violencia………………………………………………………………….21 2.5 Perfil o características de la mujer violentada por su pareja……………………24 2.6 Actitud de la mujer frente a la violencia………………………………………...…25 2.6.1 La percepción del hecho violento………………………………………..25 2.6.2 La frecuencia del hecho violento………………………………………...25 2.6.3 La duración del hecho violento…………………………………………..26 2.6.4 Razones que perciben las mujeres como causantes de la violencia………………………………………….26 2.6.5 Obstáculos que las mujeres perciben para superar la violencia…………………………………………………………………27 2.6.6 ¿Por qué las mujeres no denuncian la violencia? …………………….28 2.7 Factores de riesgo asociados con la presencia de violencia en la pareja………………………………………………………………………..…29 2.8 Consecuencias en la salud de la mujer expuesta a una vida de violencia………………………………………………………………………….31 Capítulo 3. Autoconcepto……………………………………………………………33 3.1 Evolución histórica del constructo autoconcepto……………………………….34 3.2 Tendencias actuales de investigación del autoconcepto………………………35 3.3 Definición del autoconcepto……………………………………………………….36 3.4 Formación del autoconcepto………………………………………………………37 3.4.1Desarrollo del autoconcepto………………………………………………..38 3.4.2Características del autoconcepto……………………………………………39 3.4.3Dominios del autoconcepto………………………………………………….41 3.4.4Factores que determinan el autoconcepto………………………………...43 3.5 Medición del autoconcepto………………………………………………………...44 3.6 El autoconcepto de la mujer………………………………………………………..46 3.7 El autoconcepto de la mujer que vive violencia de pareja………………………47 Capítulo 4. Metodología……………………………………………………………....50 4.1 Justificación………………………………………………………………………….50 4.2 Planteamiento del problema o preguntas de investigación……………………..51 4.3 Objetivos…………..………………………………………………………………….51 4.4 Hipótesis……………………………………………………………………………...51 4.5 Definición conceptual y operacional de las variables……………………………52 4.6 Criterios de inclusión de la muestra.……………………………………………....52 4.7 Diseño de investigación…………………………………………………………….53 4.8 Tipo de estudio………………………………………………………………………54 4.9 Procedimiento…………………..……………………………………………………54 4.10 Instrumentos………………………………………………………………………..54 4.11 Análisis de datos…………………………………………………………………...57 Capítulo 5. Resultados………………………………………………………………..60 5.1 Descripción y análisis de frecuencias de la muestra…………………………….60 5.2 Análisis de frecuencias y respuestas de la entrevista de autoconcepto………81 5.3 Análisis de frecuencias e interpretación del Test del dibujo de la figura humana…………………………………………………………90 Capítulo 6. Discusión y conclusiones………………………………………….....98 Referencias……………………………………………………………………………113 Anexos…………………………………………………………………………………119 I RESUMEN Al ser la violencia dentro de la relación de pareja un tema muy conocido y reconocido como un problema social, la presente investigación tuvo como objetivo analizar si la exposición a una vida conviolencia dentro de la relación de pareja repercute en la percepción del autoconcepto de las mujeres violentadas, al compararlas con un grupo de mujeres que no la viven, para este fin, se utilizó una muestra de 32 mujeres (16 mujeres en situación de violencia o grupo 1 y 16 que no presentaban dicha situación o grupo 2), a las mismas se les aplicaron 3 instrumentos: una hoja de datos personales para conocer los datos sociodemográficos y de situación actual con la pareja, una entrevista de autoconcepto diseñada ex profeso y el test del dibujo de la figura humana.Los datos se analizaron mediante un análisis de frecuencias de cada uno de los indicadores gráficos que aportaban información sobre el autoconcepto y de manera específica para la entrevista se utilizó el método de condensación de respuestas. Se concluye que entre los grupos si existen diferencias en la percepción del autoconcepto en el área emocional y social, mientras que en las demás áreas pareciera no existe una diferencia contextualizando y analizando los resultados de las mujeres de forma cualitativa, nos deja entrever, que, no logran ver su propia realidad, existiendo una alteración que no logran concientizar. Palabras Clave: Violencia en la relación de pareja, Autoconcepto, Pareja, Violencia. II INTRODUCCIÓN Sabemos que la violencia en México es un problema bastante conocido y se encuentra entre los principales problemas de nuestro país, también es bien sabido que una de las violencias que más preocupa es la violencia que vive la mujer en su relación de pareja. Al hablar de violencia contra las mujeres hacemos referencia a todo acto de violencia que tenga o pueda tener como resultado un daño o sufrimiento físico, sexual o psicológico para la mujer. La violencia contra las mujeres ha sido invisible durante cientos de años. Nadie la veía ni la nombraba, ni siquiera sus propias víctimas, hoy en día esta violencia dirigida hacia las mujeres, se reconoce como un grave problema social a nivel mundial, y ha sido hasta años recientes cuando se ha logrado ubicar en su justa dimensión. Hasta hace poco, la mujer víctima de la violencia doméstica era responsabilizada de buena parte de la misma. En la adjudicación de responsabilidades y la determinación de culpabilidad con respecto a la violencia, se ha producido una revolución en la manera en la que nuestra sociedad ve el problema. Hoy en día la violencia contra la mujer representa una de las formas más extremas de desigualdad de género y una de las principales barreras para su empoderamiento, el despliegue de sus capacidades y el ejercicio de sus derechos, además de constituir una clara violación a sus derechos humanos. Según datos del INEGI, en el 2008, de las mujeres de 15 años y más del Distrito Federal, 76.8% ha vivido incidentes de violencia por parte de su pareja o de otras personas en su familia, en la comunidad, en el trabajo o en la escuela. De las mujeres de 15 y más años que alguna vez han estado unidas, 56.1% fue maltratada por su pareja. La violencia contra las mujeres se expresa en diversas formas y espacios de convivencia. Si bien se trata de un problema que afecta de manera individual a quienes la padecen, debe entenderse como un fenómeno estructural con repercusiones sociales múltiples. Son bien conocidos los efectos de la violencia de pareja sobre la salud de las mujeres, a tal punto que la violencia de pareja se considera un problema de salud pública desde hace varios años. La violencia contra las mujeres afecta prácticamente todas las III dimensiones de la vida: capacidad de trabajo, actividades diarias, expectativas de vida, metas, salud y su autoconcepto. Cuando se habla sobre el autoconcepto, se hace referencia al conjunto de sentimientos, percepciones y valoraciones que un individuo tiene sobre sí mismo como persona, por tal motivo aparece como un tema de interés central en numerosas investigaciones de los últimos años. Las mujeres que experimentan maltrato en la actualidad así como las que alguna vez lo vivieron, son mujeres que mantienen un concepto devaluado tanto de sí mismas, como de los demás. Por tal motivo, es importante profundizar un poco en el tema del autoconcepto de la mujer victima de violencia de pareja, tratando de lograr que el trabajo sea útil para todo público, pues permite concientizar y educar sobre el tema, dirigiéndose a las mujeres que vivan este tipo de situación, se espera les permita conocer e informarse más sobre la problemática, permitiéndole conocer las diversas soluciones que existen y la forma de evitarla, por ultimo al dirigirse hacia los investigadores, se espera que el trabajo les permita ser capaces de lograr una mejor intervención para las mujeres que viven una situación de violencia de pareja. 1 CAPITULO 1: LA RELACIÓN DE PAREJA Lo humanos en el transcurso de su historia y con la finalidad de convivir en un mismo lugar han creado gradualmente una forma particular de grupo que les permite sobrevivir y construir una manera de crecer y de ser, este tipo de grupo humano es la pareja. En la actualidad la mayor parte de las sociedades se han encargado de proteger a la pareja y la familia ya que su inmutabilidad e inamovilidad como grupo aseguran la continuidad de la especie y el progreso de civilización. (Eguiluz, L. 2007) Sin embargo se habla de que estamos en una época de grandes cambios, es el momento de la historia en el que el ser humano ha logrado realizar los más grandes avances tecnológicos y es la época en donde el hombre vive con mayores problemáticas personales. En una sociedad como la nuestra que pasa por una crisis, las nomas y valores tradicionales no representan una imagen clara de lo que somos y deberíamos ser, se van perdiendo en gran parte y en numerosos casos no se encuentran otros que queden en su lugar, esta situación trae consigo como una de sus muchas consecuencias una inestabilidad en donde la pareja y la familia son los principales grupos afectados. (Rage, E.1996) La pareja parece haber entrado en esta crisis, en donde ya no se le ve como aquella institución estable y favorecedora del desarrollo personal y social, por el contrario han aumentado el número de parejas que buscan formas diversas de menor compromiso y en las cuales el desarrollo de conflictos se hacen más evidentes. (Casado, L.1991) Si bien nos encontramos viviendo una época en donde nos enfrentamos a nuevos estilos de vida y cambios tan profundos que en ocasiones no podemos asimilar, no debemos olvidar que estos beneficios actuales provienen de las funciones biológicas, psicológicas y sociales que han desempeñado cada una de las parejas que componen nuestro entorno y sin las cuales la posibilidad de la existencia de la especie humana no sería posible. 2 1.1 Antecedentes históricos de la relación de pareja: A lo largo de la historia reciente, es decir del siglo XX hasta la actualidad, podemos distinguir tres modelos fundamentales de ser pareja. (Centre de Sexología Sabadell, 2011). 1. La pareja patriarcal: Tipo de pareja más propia de los tiempos pre-modernos, época en la cual los matrimonios eran decididos por las familias de origen y era de corte más bien desigual, ya que la división del trabajo estaba estrictamente regida por el género. En este tipo de pareja el hombre ocupa un lugar de superioridad, es considerado como la “cabeza de familia” y su responsabilidad básica es trabajar y ser sustento económico. Mientras que la mujer ocupa una posición jerárquica inferior, sus responsabilidades son la gestión cotidiana de los asuntos domésticos y especialmente la crianza y educación de los hijos. 2. La pareja moderna: Este tipo de pareja surge al lograrse la igualdad de derechos entre hombres y mujeres para que puedan mirarse como iguales y tras la incorporación de la mujer al mercadodel trabajo. La base del vinculo es el enamoramiento y la pasión, el género pierde su papel regulador en la división de las responsabilidades, abriendo el campo a la negociación y a las responsabilidades compartidas (económicas, tareas domésticas y crianza de los hijos). 3. La pareja postmoderna: Es el tipo de pareja que podemos encontrar en las relaciones actuales, sienta sus bases en el hedonismo, es decir, en la búsqueda del placer, el culto al ocio y la comodidad. Al punto, que la llegada de los hijos se puede retrasar porque se puede interpretar como una interrupción en la diversión. En estas parejas los roles de género se pueden invertir ó existe una gran flexibilidad para interpretarlos, los espacios individuales de ocio y trabajo son de suma importancia, hasta el punto que la pareja puede romperse si se interfiere en el espacio del otro. 3 Pero la característica más importante de la pareja de nuestros tiempos, es que la posibilidad de la separación está abierta desde el mismo comienzo de la vida en pareja y deja de ser interpretado como un fracaso, para convertirse en un “evento normal” en la ciclo de vida. El situarnos en un momento histórico de la pareja nos permite distinguir como el tiempo y el contexto específico de una época moldea la estructura y la forma de vivir en pareja, a la vez que nos muestra un panorama real de nuestro aquí y nuestro ahora. 1.2 Definición de pareja Podría entenderse a la pareja como la relación que establecen dos personas para compartir una determinada unión; la cual implica afinidad en proyectos de vida conjuntos a futuro. Esta unión es el resultado de un período de asentamiento en el cual los sujetos que se implican determinan una forma característica de enlace al que se le denomina “vínculo”. (Guerra, G. 2005). Una definición general de pareja puede ser la siguiente: dos personas procedentes de familias distintas, generalmente de diferente género, que deciden vincularse afectivamente para compartir un proyecto común, lo que incluye apoyarse y ofrecerse cosas importantes mutuamente, en un espacio propio que excluye a otros pero que interactúan con el entorno social. (Centre de Sexología Sabadell, 2011). La relación de pareja es un proceso que abarca toda la naturaleza humana, es una dinámica relacional humana que va a estar dada por diferentes parámetros, dependiendo de la sociedad donde esa relación se dé y en donde el amor es un elemento de la relación, pero no el único que lo conforma. Toda relación de pareja es una mezcla de biología y cultura que se funda en cuatro pilares: compromiso, intimidad, romance y amor. (Maureira, F. 2011) Casado (1991) habla de la pareja como la interrelación entre dos personas, basada en la percepción del vínculo que tienen ambas, caracterizada por la aparición del “nosotros” 4 bajo la regulación social que sea. Para él, la complementariedad se establece en un nivel psicológico entre dos personas incompletas que buscan en el otro su complemento; así lo que la pareja debe saber es qué ofrece cada uno y qué busca en el otro. Además, la relación de pareja es un intercambio permanente de emociones, pensamientos, proyectos, tiempo, reconocimiento, fantasías, recuerdos, cuidados, etc. (Citado en Reyes, V. 2010). Una relación de pareja es un vínculo entre dos personas que se conocen, se encuentran y se unen para formar y desarrollar un proyecto común, ello lo harán atravesando situaciones de crisis que forman parte del vivir en pareja. (Martínez, R. 2010) Por otro lado, para Salles (1996) el espacio de la pareja es una tensión dialéctica entre ser y pertenecer o pertenecer siendo, lo cual posibilita tanto la unión como la desunión. En este espacio pueden desarrollarse el amor, los proyectos, el crecimiento personal; pero también la violencia, el desamparo, el rencor y el odio. (Citado en Reyes, V. 2010). . En las diferentes definiciones de pareja, todas nos muestran en común que la relación se crea por la formación de una unión o vínculo afectivo cuya finalidad es compartir un proyecto en común a largo plazo, haciéndole frente a las diferentes situaciones positivas y negativas que se presenten en su día a día. 1.3 Formación de la relación de pareja: Las personas nos debatimos entre dos necesidades aparentemente contradictorias: la de unirnos a otra persona y la de sentirnos independientes, tomar la decisión de comprometerse, es encontrar el equilibrio entre ambas, aportando a la relación una serie de cualidades que reflejan el deseo de permanecer en ella. (ICE, 2003.) ¿Por qué nos unimos para formar una pareja? El vivir en pareja para algunos es visto como una posibilidad de amar y ser amado, disponer de relaciones sexuales garantizadas, construir una familia y tener hijos, facilitar una estabilidad económica, asegurar el patrimonio familiar y/o contar con alguien con quien asegurar una compañía. Todas las distintas respuestas a esta pregunta, incluyen el criterio individual y las creencias sociales en torno al matrimonio que nos encontramos en diferentes culturas, 5 además, se debe tener en cuenta también, la evolución, que la concepción de pareja ha seguido a lo largo de nuestra historia. Pero sin duda lo más importante que nos ofrece la unión en pareja, es una buena oportunidad para desarrollarnos como personas individuales, crecer estando al lado del otro, a partir de cómo es el otro y cómo soy yo. (Martínez, R. 2010) 1.3.1 Atracción y elección de pareja: La mayoría de los hombres y mujeres en el mundo viven en pareja, México no es la excepción, podemos ver la formalización de la pareja como el producto final, sin embargo, todo tuvo un principio, es decir, ¿Cómo surgió esa atracción? Fundamentalmente hay dos formas y son las siguientes: (Eguiluz, L. 2003). 1. Circunstancias espaciotemporales: Aluden a un lugar y tiempo determinados, que propician que las parejas se conozcan, como pueden ser el vecindario, la escuela, el trabajo y las fiestas. Las circunstancias espaciotemporales son muy importantes para iniciar una interacción entre la pareja, en la actualidad el espacio físico ya no es un impedimento para entablar una relación, el internet ha abierto nuevos campos de inicio de interacción social. 2. Las redes sociales: Cuando se llega a una determinada edad, la mayor parte de las personas que rodean a un individuo parecen muy interesadas en no verlo solo, de tal manera que le presentan amigos y familiares alentándolo a iniciar interacciones heterosexuales estimulado o influido por las personas que lo rodean, así el individuo es animado por su medio para elegir una pareja. Una vez que se inicia el contacto e interacción entre los individuos, existe un periodo entre las parejas en donde manifiestan un interés el uno por el otro, éste no tiene una denominación específica, pero ambos reconocen que están interesados en iniciar una relación más profunda que la de solo conocerse. (Eguiluz, L. 2003). Gracia (1996) menciona que se han descubierto una serie de principios que explican cómo elegimos nuestras parejas. A su criterio el más importante de estos principios, es la interacción entre las características de una persona y la apreciación de esos rasgos por la otra. Además de mencionar los siguientes: 6 Proximidad: Conocido como el efecto de exposición, sugiere que una persona gusta más después de verla repetidamente, es decir, cuanto más se ve a alguien, se puede predecir su comportamiento y más cómodas llegan a hacerse las relaciones. Sin embargo la proximidad por sí misma no es base suficiente para la armonía. Apariencia física: Existe el placer estético de mirar y obtener lo que se considera bello, por el status al que se le asocia (popularidad), se considera que la gente mejor parecida puede ser más segura, competente y estar más satisfecha, por lo tantose puede creer que cuando existe una bella envoltura, el interior será aun más bello. Características personales: La manera en que percibimos cualidades como la generosidad, el sentido del humor y el buen carácter por mencionar algunos, influyen en el grado en el que nos sentimos cómodos con las personas. Similitud: Las parejas que tienden a ser similares en cuanto a raza, edad, status, religión, educación, inteligencia, valores y actividades, tienen una mayor probabilidad de atraerse. También es probable que los contrarios se atraigan, si se satisfacen los requerimientos de uno y del otro, hasta cierto punto. Reciprocidad: Somos atraídos por las personas que han demostrado su "buen gusto y buen criterio" al gustarles nosotros. Es importante resaltar que la formación de una pareja es todo un proceso que se da con base en una atracción primeramente, ésta como podemos observar, se da gracias a las circunstancias espaciotemporales y a la intervención de las redes sociales, una vez que existe la atracción, la elección de pareja se dará tomando en cuenta diferentes principios, que cada individuo considerara individualmente como mayor o menormente importantes, dependiendo de lo que cada uno busque. 7 1.3.2 Desarrollo evolutivo de la relación de pareja: Parada, J. (1995) menciona que cada pareja tiene su propia identidad, pero se ha observado que existen ciertas similitudes en su desarrollo evolutivo, es decir, se han observado similitudes en los cambios que enfrentan las parejas a través del tiempo, por lo que se han propuesto una serie de fases o estadios, que son los siguientes: Fase de enamoramiento: Todas las relaciones de pareja inician por esta fase, en la cual se producen la ilusión de unidad y la fantasía de la armonía eterna. En este periodo la pareja evita y rechaza cualquier sentimiento de separación y planean objetivos comunes. Esta etapa comienza su declive cuando los deseos y expectativas comunes no son tan fáciles de conseguir como parecía y se impone la realidad, ocasionándose la primera situación de crisis la cual puede afrontarse o provocar el fracaso en la pareja. El resultado de esta fase promueve la autonomía interdependiente y la conciencia de que los conflictos no resueltos adecuadamente en la relación traen problemas para la misma. Fase de desencanto: Esta fase comienza cuando la pareja reconoce de forma individual que el otro no responde en su totalidad a las expectativas que tenía, por lo cual la ilusión de la unidad se convierte en una vivencia frustrante, en la cual se busca conseguir la armonía falsamente ansiada. La pareja comienza a establecer consciente o inconscientemente límites físicos, psíquicos y existenciales y puede que como parte de esta situación intente modelar al otro para que se convierta en lo que prometía ser. El mayor obstáculo al que se enfrenta la pareja en esta etapa consiste en pensar que con el esfuerzo de uno de los miembros se conseguirá lo que los dos planearon. Para superar esta fase, hay que aprender a reconocer las diversas necesidades personales y del otro, las diferentes percepciones y sobre todo se debe ejercitar el aprendizaje de comunicar correctamente quiénes somos y que queremos del otro. En esta etapa termina la vida relacional de muchas parejas, las cuales comúnmente manifiestan incompatibilidad de caracteres y problemas en la comunicación. 8 Fase de estabilidad: Comienza cuando la pareja abandona la idea de la ilusión inicial y admite sus aptitudes y limitaciones, permitiéndose resolver y afrontar los problemas y conflictos en común y sobre todo en un clima de buen humor. La pareja propone vías de negociación, de consensos, con reglas, pactos y compromisos, donde se contemplan los posibles enfoques y se establece un criterio de satisfacción. En esta fase la pareja amplia sus relaciones con otras parejas y personas y aprende a responsabilizarse de sus aspectos no consientes, ampliando su sentido de identidad a través del otro. La problemática que surge en este periodo consiste en creer en una ilusión de paz que únicamente conduce al estancamiento, la monotonía y la cual detiene el crecimiento personal. En esta etapa algunas parejas se quejan de aburrimiento, depresión, ausencia de amor, desinterés y deciden concluir su vida en común. Fase de compromiso: En esta fase la pareja presenta claramente lo que es y acepta su forma de relación, abandonan el objetivo de remodelar al otro según sus criterios y ha conseguido la capacidad para manejar la tensión y los conflictos que se generan, esta habilidad permite que la pareja se respete y se quiera con un estilo adulto, algunas parejas en esta etapa sienten que lo han conseguido todo con respecto a la relación y esto provoca aburrimiento, desmotivación y desinterés que pueden acabar con la relación. Fase de trascendencia: En esta fase la pareja se encuentra madura ya que ha superado las limitaciones que tenia, en esta etapa predomina la racionalidad, el compromiso, la cooperación y la negociación, dándose a notar el bienestar dentro de la pareja como consecuencia de las vivencias superadas en las etapas anteriores. Una vez que se establece una relación de pareja es común que el paso del tiempo vaya modificando y moldeando la relación, llevando a que la pareja se adentre en una serie de etapas, estas no deben interpretarse como un fracaso dentro de la relación, al 9 contrario, deben interpretarse como una oportunidad para lograr nuevos objetivos y que las parejas logren conservarse unidas. 1.3.3 Etapas de la pareja Para que la pareja pueda convertirse en una nueva familia, es indispensable que pase por una serie de etapas que le permitirán consolidarse y le darán las bases para comenzar a crear una nueva familia, estas etapas son las que se mencionan a continuación: Noviazgo: El noviazgo es una época de intenso romance que indudablemente favorece la comunicación tanto verbal como no verbal, la pareja manifiesta continuamente que se ama, comparte sueños, esperanzas, ilusiones, se ponen metas, comparten preocupaciones, tristezas y frustraciones. Es un periodo en el cual se inicia, establece e intenta mantener una relación amorosa, con la finalidad, por un lado, de un conocimiento mutuo y cada vez más profundo, con expectativa de un futuro matrimonio; y por otro lado es la elección de la persona con la cual se pretende conformar una familia. Esta etapa de la relación de pareja, es de preparación, donde él y ella deciden si la relación se prolonga hasta casarse ó llega a su fin. (Reyes, V. 2010). Matrimonio: Es la etapa en donde la relación de la pareja se convierte en una relación duradera total, exclusiva y fecunda. Duradera, porque no termina sino con la muerte de uno de los dos; Total, porque abarca al ser humano entero: cuerpo, afecto, voluntad y razón; Exclusiva, porque no hay lugar para otro hombre u otra mujer con el mismo grado de participación y fecunda porque ayuda a la maduración del amor y a la procreación de nueva vida, donde el compromiso y la intimidad llegan a su plenitud e integración óptima. Es la etapa en la que la pareja aprende su papel como cónyuge, se realizan cambios importantes en el estilo de vida y en el sistema de seguridad emocional de cada quien, con el fin de lograr un acoplamiento entre ambos. (Reyes, V. 2010). 10 Familia: Es la etapa en la cual la pareja se convierte en una especie de organismo vivo que tiene un ciclo que cumplir: nacer, crecer, reproducirse y finalmente morir, el inicio de este ciclo se da con la llegada del primer bebé y se va modificando con base en la llegada de nuevos integrantes. Con la llegada del primer bebe, la nueva familia requiere de importantes adaptaciones en la vida de pareja. La pareja que ya ha alcanzo un sano equilibrioen su relación puede resolver con mayor facilidad estos cambios junto con las tensiones físicas y emocionales propias de esta situación. (Reyes, V. 2010). La pareja es un proceso que se va construyendo con el paso del tiempo y de acuerdo al contexto y necesidades propias de cada individuo, para su mantenimiento requiere del esfuerzo mutuo de los miembros que conociendo sus recursos y limitaciones buscan la complementariedad sin caer en falsos optimismos. 1.4 El compromiso en la relación de pareja El compromiso puede entenderse como la decisión de mantener una relación pese a los problemas que pudiera conllevar, debido a la importancia especial que se le confiere a la otra persona y a la relación que mantienen. (Yela, C. 1997) En términos de emociones y sentimientos es una consecuencia que se debe al aumento en la dependencia, nos permite persistir en una relación y se define como: amor eterno, confianza, seguridad, alegría, cariño, agrado, etc. (Torres, T. & Ojeda, A. 2009) Y finalmente, en términos conductuales, el compromiso es la etapa donde se comparte todo, se procura al otro y se busca la comunicación sincera, la cual sirve para crear acuerdos entre la pareja, todo dentro de un ambiente de respeto y ternura. (Torres, T. & Ojeda, A. 2009) Sin embargo aunque el compromiso es una pieza clave para que una relación perdure Rusbult y Van Lage (1996), manifiestan que dentro de la relación de pareja el 11 compromiso se puede ver afectado por tres factores generales que son: (Citado en Torres, T. & Ojeda, A. 2009): Satisfacción: Se refiere al sentimiento de bienestar o afecto positivo vs negativo experimentado en una relación, este punto nos permite descubrir si una pareja llena las necesidades más importantes de su compañero. Calidad de alternativas a la actual relación: Hace referencia a que tanto o en que medida las necesidades más importantes o prioritarias de la pareja se podrían llenar fuera de la relación actual. Las inversiones llevadas a cabo en la misma: Hace referencia a los recursos que la pareja emplea para mantener la relación y que perderían valor o se perderían por completo si la relación terminara. Si bien el compromiso surge como una herramienta para persistir dentro de una relación de pareja y desarrollar un compromiso fuerte, no debemos olvidar que para que una pareja se mantenga estable debemos asumir como personas adultas nuestra parte de la responsabilidad dentro de la relación, haciéndonos cargo de lo que en pareja y a manera personal nos corresponde, solo así podremos comprometernos y cuidar de la relación y de la pareja. 1.5 El conflicto en la relación de pareja La mayoría de las personas son capaces de consolidar relaciones sanas, estables y a largo plazo, siempre y cuando se les brinde un periodo de tiempo que les permita adaptarse y solucionar las situaciones que se les presentan como pareja. (ICE, 2003) Pero esta capacidad de adaptarse y buscar soluciones no implica que dentro de la vida de pareja no se vivan de forma alternada episodios de confrontación y conflicto, así como de paz y armonía. (Sarquis, C. 1995) Muchas son las causas y motivos que pueden originar un conflicto y diversas son las formas en que podemos conceptualizarlos, sin embargo hay autores (Sarquis, C. 1995; 12 Hurtado, F., Ciscar, C. Rubio, M. 2004 & Mendoza, G, 2010) que han intentado categorizar las distintas áreas de problemas que presentan las parejas, siendo entre otras las siguientes: 1. Algunas personas no comprenden que su pareja puede disfrutar sin él o ella y que cada uno de los miembros de la pareja necesita un espacio para desarrollar actividades que sean de su agrado. 2. Diferencias propias del ser hombre y ser mujer: A pesar de que la pareja comparte todo un discurso sobre “la igualdad”, parece que existen diferencias propias del ser hombre y del ser mujer pues ambos tienen distintas formas de analizar, resolver, negociar y reconocer los problemas, con estas diferencias de género se afectan la comunicación ya que cada sexo tiene su propia versión y da un significado diferente a aquello que constituye su mundo y su verdad. 3. El dinero: La actitud ante el dinero puede generar problemas, ya que simboliza tanto necesidades como expectativas. La forma en que la pareja conceptualiza el dinero y la forma de manejarlo está vinculada a patrones aprendidos en las familias de origen. 4. Problemas de comunicación: La importancia de una comunicación adecuada entre los miembros de la pareja es un requisito fundamental para que la misma funcione adecuadamente e impide el efecto negativo de que se produzcan atribuciones erróneas. 5. Falta de entendimiento de lo que es el amor: La pareja cree que el amor es una mezcla de sentimientos con emociones y rápidamente se decepciona al ver como con el paso del tiempo ya no sienten lo mismo. 6. Falta de compromiso: La pareja que no ve el matrimonio como un vínculo sagrado indisoluble, sino como un contrato más, inevitablemente no tendrá interés en resolver los conflictos ni en esforzarse por su matrimonio, y deja que las cosas sigan su “curso natural”, que en el caso del matrimonio es el debilitamiento de la pareja. 7. Falta de propósito: Cuando cada miembro de la pareja tiene metas y sueños por separado, cada uno se enfoca en lo suyo, y no tiene en cuenta a la pareja. Esto crea la sensación de que cada uno está solo en el mundo. 13 8. Cambios que se producen en el ambiente externo y que afectan la estabilidad y equilibrio de la pareja, como pueden ser la aparición de una tercera persona. 9. Lealtades con la familia de origen: Las lealtades se caracterizan por manifestarse de manera contradictoria y por tener significados diferentes para el hombre y para la mujer. Para las mujeres suelen ser como una gran asociación cooperativa, la mujer vive en un mundo de afectos y busca gratificarse en las redes relacionales y en las interacciones emocionales. Sin embargo, para el hombre las lealtades y relaciones parten del supuesto de que hay que ser fuerte, hay que competir por el lugar y la jerarquía en el grupo, actuando en forma disciplinada y en busca de sus expectativas puede ser agresivo. Las lealtades pueden ser visibles o invisibles, se construyen a lo largo de la vida y a través de ella se define la relación con la familia y las personas significativas. Una relación leal con la familia puede servir como un buen mecanismo de apoyo siempre que no constituya una obligación ya que, en ese caso, puede debilitar la relación de pareja e impedir su desarrollo y afianzamiento. 10. No saber cómo resolver los conflictos: La inmensa mayoría de personas no se educa en el tema de resolver los conflictos. Simplemente reaccionan como quieren, causando heridas profundas y resentimiento crónico, lo que enfría la relación. 11. Los hijos: La presencia de uno ó más niños, exige adaptarse a un nuevo rol generando dificultades en la medida en que los padres deben compartir el espacio que han logrado como pareja. 12. La intimidad: Los límites aceptables entre la privacidad personal y la intimidad con la pareja y su equilibrio frente a los hijos y el mundo exterior puede generar tensiones en la pareja. El secreto y la intimidad son temas que están presentes en la vida de la pareja, muchas personas piensan que no deben existir áreas no conocidas entre marido y mujer y no se percatan de que muchas veces el dar a conocer todo puede ser fuente de mucho sufrimiento y en algunos casos de ruptura. Hay muchos factores que pueden ocasionar conflictos que pueden llevar al enfriamiento y la ruptura de la relación de pareja, sin embargo, con el conocimiento de estas 14 situaciones conflictivas se pueden evitar todos estos eventos que hacen daño a la relación, si las personas estuvieran mas consientes de esta situaciónpodrían evitar los malos entendidos y discusiones entre los cónyuges. 1.5.1 El conflicto de la pareja como variable asociada a la violencia contra la mujer Gracias al aporte de las investigaciones, se han demostrado que las situaciones conflictivas que se desarrollan en la pareja suelen aparecer cuando existen más diferencias que similitudes en cuanto a lo que son y esperan de la relación, además se sabe que existen un grupo de factores que se pueden asociar con la presencia de violencia domestica contra la mujer y que a su vez pueden ser utilizados para identificar a individuos de riesgo. (Hurtado, F., Ciscar, C. & Rubio, M. 2004) Pero en recientes investigaciones (Hurtado, F., Ciscar, C. & Rubio, M. 2004) se ha encontrado que la exposición a una situación conflictiva crónica puede traer como consecuencia el desarrollo de conductas de violencia de género, así como, la aparición de problemas en la salud mental de los miembros de la pareja, esto se debe al estrés y a los efectos que la misma situación problemática produce en la relación de pareja. Es importante desarrollar las habilidades necesarias que nos permitan resolver conflictos, evitando así el uso de estrategias muy simples o erróneas y que nos pueden hacer caer en el uso de la coerción y la violencia, antes de ayudarnos a controlar nuestro comportamiento y producir una serie de cambios. 15 CAPITULO 2: LA VIOLENCIA DE PAREJA A pesar de que la violencia es una de las situaciones más insólitas que se puede generar en el ser humano y una mayoría se declaran contrarias a la misma, resulta increíble que algunas personas tengan más miedo a otro ser humano que a ninguna otra cosa, sin embargo es aun más paradójico cuando la familia el grupo social de pertenencia, donde las personas viven juntas y cuya tarea es favorecer el crecimiento de todos, se transforma en peligrosa para ella misma. (Suares, M. 2002) Durante mucho tiempo la violencia contra la mujer fue considerada una situación común, por lo tanto era vista como un problema individual exclusivo del ambiente familiar, no solo era ocultada y minimizada, a veces era justificada por la sociedad, las instituciones y organismos públicos, pero actualmente ha dejado de ser un problema de familia. (INEGI. 2008) La violencia contra la mujer es una realidad que con el paso del tiempo comienza a ser vislumbrada por todos sus autores (persona violentada, agresor y testigos), gracias a los alcances de los diversos medios de comunicación, pero a la par, se sigue intentado negarla y silenciarla en varias ocasiones por las personas más allegadas a la pareja y también en un afán de encubrir el entorno social en que vivimos. (Suares, M. 2002) Teniendo en cuenta el panorama anterior, es claro que actualmente aun es difícil responder a las demandas que esta problemática exige, pues son varias las mujeres que siguen considerando esta situación como un aspecto normal de vida y diversas las personas que intentan enmascararla, sin embargo, para avanzar en herramientas, instrumentos y medios que permitan identificarla, evitarla y erradicarla, es necesario evidenciar y considerar los casos de violencia contra las mujeres. 16 2.1 El estudio de la violencia de pareja en América Latina y México Es conveniente conocer cómo han evolucionado las investigaciones sobre esta problemática en nuestro continente y país, para tener una visión o perspectiva real de cómo esta situación ha sido abordada, comprendida y afrontada. Como menciona Traverso (2000), los estudios sobre la violencia en la familia, en específico sobre la mujer maltratada, se iniciaron en América Latina en el los años ochenta y su principal objetivo era concientizar a la población sobre un fenómeno que se había mantenido oculto. En comparación con los demás continentes, las investigaciones se encontraban rezagadas principalmente por la dificultad para la obtención de datos y por factores culturales que hicieron de la violencia una situación normal. En la actualidad las Investigaciones en América Latina se han agrupado en tres categorías: (Traverso, M. 2000) Para el caso específico de México, la violencia familiar es un problema importante y generalizado, durante casi 20 años, las investigaciones principales han sido llevados a Investigaciones Estudios de tipo descriptivo Tienen un doble propósito a) Las características de las situaciones de violencia. b) Describir el contexto en el que las mujeres realizan denuncias. Estudios de impacto de la violencia Estiman la dimensión de la violencia y analizan sus consecuencias, identificando y describiendo los factores de riesgo que inciden en el problema. Estudios de impacto de las políticas públicas en la situación de la mujer maltratada Evalúan la implantación de políticas públicas y la aplicación de la ley. 17 cabo por grupos de mujeres organizados en asociaciones civiles, basándose en una variada metodología y criterios para estudiar la problemática. (INMUJERES & SSA. 2003) Sin embargo esto no ha sido un obstáculo para que estadísticamente se pueda apreciar que la violencia de pareja es la forma más común de violencia contra la mujer, ya que 67 de cada 100 mujeres de 15 años y más han padecido algún incidente de violencia de pareja, comunitaria, laboral, familiar o docente a lo largo de su vida; 43 de cada 100 mujeres de 15 años y más han padecido algún incidente de violencia por parte de su novio, compañero o esposo a lo largo de su última relación, incidentes que pueden ser de tipo emocional, económico, físico o sexual. De las 32 entidades federativas de la República Mexicana, 11 presentan un porcentaje de violencia de pareja superior a la media nacional, que es de 43.2 por ciento. En particular, la violencia que viven las casadas o unidas y las alguna vez unidas, es mayor sistemáticamente en dos estados del país: México y Jalisco. La violencia emocional y la económica son las que padecen más frecuentemente las mujeres; la física y la sexual la han vivido un menor número de ellas. Esto se aprecia con independencia del estado conyugal de las mujeres, aunque cabe hacer notar que los niveles de violencia son singularmente más altos en las mujeres alguna vez unidas que en las casadas, unidas o solteras. (INEGI e INMUJERES, 2009). En México el problema de violencia de pareja es frecuente y gracias a los esfuerzos que se han realizado para abordar esta problemática se ha avanzado en el estudio e investigación, sin embargo aun en ocasiones la comprensión de la situación por parte de las personas es difícil de ver. 18 2.2 Definición de violencia de pareja En un sentido general y preciso la violencia es cualquier acción u omisión intencional que dañe o pueda dañar a una persona. (Sanmartín, J. 2006) De manera específica los conceptos de violencia de género, familiar y domestica (termino que está siendo sustituido actualmente por violencia infringida por la pareja) se usan comúnmente de manera indistinta, pero son diferentes entre sí, ya que cada uno se construyó y fue haciendo más específico para la situación o condición que dentro del contexto de violencia se quería abarcar. (INMUJERES & SSA. 2003) La violencia de género es: “Todo acto de violencia basado en la pertenencia al sexo femenino que tenga o pueda tener como resultado un daño o sufrimiento físico, sexual o psicológico para la mujer, así como las amenazas de tales actos, la coacción o la privación arbitraria de la libertad, tanto si se producen en la vida pública o privada.” (INEGI, 2006) La violencia familiar es el “acto u omisión único o repetitivo, cometido por un miembro de la familia, en relación de poder – en función del sexo, la edad o la condición física, en contra de otro u otros integrantes de la misma, sin importar el espacio físico dondeocurra el maltrato físico, psicológico, sexual o abandono”. (INMUJERES & SSA. 2003) La violencia domestica (en la pareja ó conyugal): se define como aquellas agresiones que se producen en el hogar, en el que el agresor tiene una relación de pareja con la víctima. (SSA & INSP. 2006) De acuerdo con Ferreira (1989), se conocen cuatro formas en que puede manifestarse la violencia domestica: la mujer que maltrata al marido, los cónyuges que se golpean en igualdad de condiciones, el esposo que golpea a su compañera y el ultimo que se refiere a aquellos matrimonios que con alguna disfunción en su relación, sin tener una estructura comportamental violenta, llegan incluso a caer en interacciones violentas como ultimo recuso cuando se le agotan las instancias de comunicación. (Citado en Briceño, G. & Olvera, E. 1999). 19 Como se puede observar una de las formas más frecuentes de violencia va dirigida hacia la mujer, afectándola en su desarrollo personal, ya que se ve afectada en su dignidad, seguridad e intimidad. 2.3 Clasificación y definición de las formas en que se expresa la violencia de pareja La clasificación de la violencia de pareja más conocida es aquella que se basa en la naturaleza de sus actos y es la que se presenta a continuación: (INEGI. 2006) Esta clasificación es de mucha utilidad ya que cumple una doble función: 1. Permite la descripción y comprensión de los tipos de violencia que acontecen en el mundo y en la vida diaria de las personas. (OPS, OSP &OMS. 2003) Tipos de violencia Violencia emocional o psicológica Atentan contra la psique de la mujer Ejemplos: menosprecio, intimidación, humillación, etc. Violencia económica Controlar los recursos económicos del hogar para presionar a la mujer. Ejemplos: amenazar con no aportar para los gastos domésticos, o criticar la forma en que se administran los gastos. Violencia física Afecta la integridad corporal de la mujer. Ejemplos: empujones, patadas, golpes, aventones, etc. Violencia sexual Obtención de relaciones sexuales sin el consentimiento de la mujer. 20 2. Facilita el análisis de los episodios de violencia que se declaran, favoreciendo el establecimiento de límites explícitos que permitan explicar la forma en que la persona fue afectada. (INEGI. 2006) Por lo anterior la clasificación de la violencia basada en la naturaleza de sus actos permite conceptualizar claramente los tipos de violencia, facilita la diferenciación de los episodios de violentos, nos permite medir la violencia ya que cada tipo tiene sus propios matices y lo más importante nos ayuda a comprender a la mujer que se encuentra expuesta a esta situación dentro de su relación de pareja. A continuación se presentan de forma específica las definiciones de cada uno de los tipos de violencia a los que se hizo hincapié anteriormente. Violencia Física: Es todo acto de agresión intencional donde se utilice en alguna parte del cuerpo de la mujer, algún objeto, arma o sustancia para sujetar, inmovilizar o causar daño a la integridad física de la mujer agredida, lo que se traduce en un daño, o intento de daño, permanente o temporal, de parte del agresor sobre el cuerpo de ella. Su espectro varía desde un pellizco hasta la muerte. (INMUJERES, 2008). Violencia sexual: Se entiende como violencia sexual toda forma de coerción que se ejerce sobre la mujer, con el fin de tener relaciones sexuales ó prácticas sexuales no deseadas con o sin su voluntad, la coerción puede ser desde física hasta el chantaje psicológico. (INEGI, 2006) Violencia psicológica ó emocional: se refiere a formas de agresión reiterada que no inciden directamente en el cuerpo de la mujer, pero sí en su psique (comparaciones ofensivas, humillaciones, encierros, prohibiciones, coacciones, condicionamientos, insultos, reclamos sobre los quehaceres del hogar, falta de respeto en las cosas ajenas y amenazas). Su identificación es la más difícil de percibir ante el uso de metáforas y la “ausencia de evidencias”. (INEGI E INMUJERES. 2012) Violencia económica: formas de agresión con el fin de controlar tanto el flujo de recursos monetarios que ingresan al hogar, o bien la forma en que dicho ingreso se gasta, como la propiedad y uso de los bienes muebles e inmuebles que forman parte del 21 patrimonio de la pareja, reclamos de dinero, amenazas o incumplimiento con relación a dar el gasto, usurpación de bienes materiales, prohibiciones de trabajar o estudiar. (INMUJERES, 2008) 2.4 La dinámica de la pareja como un factor que ocasiona el ciclo de violencia En recientes investigaciones (OPS, OSP & OMS. 2003) en países industrializados, se ha encontrado que la violencia dirigida hacia la pareja que se observa no es la misma para todas las parejas que experimentan conflictos violentos dentro de su relación. Sin embargo de manera general parece que existen dos modalidades de relacionarse en las parejas que manifiestan tener conflictos violentos: 1. Una modalidad grave y cada vez más frecuente en la que la violencia se presenta en diversas formas de maltrato, amedrentamientos y amenazas, a la par que se va desarrollando una conducta posesiva y un comportamiento dominante paulatino por parte del agresor. 2. Una modalidad más moderada, en la que la violencia se presenta por acumulación de ira y frustraciones continuas, que ocasionalmente estallan en formas de agresión física. La exposición con el tiempo a cualquier modalidad de violencia origina que en la pareja se genere el ciclo de violencia, Deschner (1984) propone un modelo basándose en un contrato simbólico hecho por la pareja y explica cómo es que se llega a formar este ciclo dentro de la relación. (Gardeta, A. 2010) A manera de resumen, el modelo propone lo siguiente: Todo comienza con un contrato simbólico que ambos miembros de la pareja aceptan al elegirse mutuamente: hay que satisfacer las necesidades del otro, lo que implica renunciar a otras relaciones estableciendo una dependencia y exclusividad afectiva difícilmente asumible. (Gardeta, A. 2010). Llega el momento en el que el abusador o agresor interpreta un comportamiento de mínima trascendencia de la víctima como la ruptura del contrato. Se siente gravemente 22 dañado y abandonado pero incapaz de comunicarlo. El sentimiento de rechazo llevado en silencio, se convierte en rabia que será la antesala al estallido de la violencia. Para evitar que se repita la situación que le colocó en desventaja emocional, reacciona con amenazas y coacciones. El otro miembro responde a las mismas, aumentando así la escalada de ansiedad del agresor que termina atacando de forma desmedida a la pareja, perdiendo la capacidad de racionalidad durante el episodio. La víctima cesa su comportamiento para protegerse del ataque y no provocar más furia, por lo que refuerza la conducta del agresor que ha conseguido detener aquello que le molestaba. Éste aprende que con la violencia adquiere la solución al control del otro. Cuando el abusador toma distancia y valora lo que ha hecho, suplica el perdón de la víctima. La pareja lo percibe honesto y lo perdona, volviendo al contrato de dependencia mutua que perpetua la situación en el tiempo. (Gardeta, A. 2010). Una vez que en la pareja se ha presentado el primer episodio de violencia, con el paso del tiempo se establece dentro de ella un ciclo que se repite una y otra vez dentro de la relación y que es conocido con el nombre de ciclo de violencia, Walker (1978) definió este ciclo que se suele observar comúnmente en la relación. (INEGI. 2006) Dicho ciclo consta de tres etapas que son: 1. Etapa de acumulación y contención de la tensión: Un ambiente de tensión rodea a la pareja. El agresor se muestra irritable y la víctima no logra comunicarse con él, lo que le produce un sentimiento de frustración. Conforme transcurre el tiempo la tensión vacreciendo y se comienzan a originar agresiones sutiles, ira contenida, indiferencia, sarcasmos o amenazas, la victima siente miedo culpándose de lo que sucede. La mujer intenta apaciguar los episodios de abuso volviéndose más complaciente y sumisa; o acelera dichos episodios al negarse a cumplir con las exigencias del agresor, mientras, el agresor trata de aislar a la víctima de su familia y amistades, la duración de esta fase 23 difiere en cada caso, puede variar días, semanas, meses o años y se va acortando al trascurrir el tiempo. (INMUJERES & SSA. 2003) 2. Etapa de violencia explícita: Puede ocurrir en cualquier momento y por cualquier motivo. Cuando la violencia estalla se pueden mezclar todas sus formas: agresiones corporales, humillaciones, abusos, etc., la mujer según su fortaleza emocional, puede reaccionar solicitando ayuda o paralizándose al sentirse incapaz de tomar una decisión. Cada vez que se repite esta explosión de violencia, es mayor su gravedad, por esta razón es en esta etapa donde ocurren muchos homicidios, bien sea, al agredir el hombre o al defenderse la mujer. (INMUJERES & SSA.2003) 3. Etapa de remordimiento ó reconciliación: El agresor parece darse cuenta de lo ocurrido y puede sentirse avergonzado o temeroso de las consecuencias; sin embargo, tiende a negar o a desestimar su actuación y a evadir su responsabilidad, promete no volver a ser violento y hasta puede llegar a ser cariñoso. Esta etapa suele estar llena de promesas y de firmes propósitos, por lo cual ocurre una reconciliación, la pareja experimenta una relación íntima muy intensa, negando la violencia y las dificultades que tienen. Esta etapa solo dura un tiempo ya que las cuestiones de poder y control están latentes y la relación empieza a acumular tensión nuevamente volviendo a comenzar el ciclo, que se retroalimenta a sí mismo, es como una pesadilla sin final. (INMUJERES & SSA. 2003) La forma en que convive la pareja dentro de una relación violenta, no solo sigue un ciclo, sino también un proceso en espiral, donde la frecuencia y severidad de los daños aumentan en la medida que se repite el ciclo en el tiempo, por esta razón, la relación representa un factor de riesgo para la mujer, ya que independientemente de lo que haga el maltrato seguirá e irá en aumento. 24 2.5 Perfil o características de la mujer violentada por su pareja Debido a la frecuencia de casos de mujeres violentadas por su pareja y las creencias erróneas a la mujer víctima de violencia, se le crea un conflicto que le impide vivir su día a día, ya que al fallar en mantener la unión del matrimonio, cree fallar en la expectativa de su rol femenino, orillándola a que pueda pensar que es egoísta si se protege de la violencia y abandona su relación, y si permanece en ella se dice que le gusta el abuso y que obtiene placer. (Briceño, G. & Olvera, E. 1999). Tomando en consideración la información anterior, la necesidad de conocer un perfil general de las mujeres afectadas, es fundamental para poder trabajar y cubrir las solicitudes de ayuda que las mismas solicitan. Briceño, G. & Olvera, E. (1999) han recopilado algunas de las características de la mujer maltratada, las cuales son: 1. Normalmente no terminan la secundaria, aunque esto no excluye a mujeres con altos niveles académicos. 2. Dependen del marido para su sustento económico, aunque psicológicamente sean fuertes y nada tímidas. 3. Generalmente existe una dependencia afectiva. 4. Se caracterizan por una baja autoestima. 5. Mantienen las expectativas tradicionales de su rol sexual. 6. Frecuentemente hacen uso de drogas y/o alcohol. 7. Fueron agredidas física y/o sexualmente por sus padres durante la infancia 8. Pueden estar acostumbradas a observar violencia desde su familia de origen. 9. Poseen la capacidad para asumir responsabilidades familiares y han adquirido una tendencia a atribuirse la culpa por los eventos negativos o poco exitosos. Cabe mencionar que este perfil está basado tomando en consideración la situación real de las afectadas y no en estas creencias erróneas que forman parte del entrenamiento social que envuelve, sostiene y refuerza la situación de la mujer golpeada. 25 2.6 Actitud de la mujer frente a la violencia Para poder empaparse de la situación de violencia de pareja, la visión que tienen de ella las principales afectadas es de valiosa importancia, pues conociendo su contexto y la visión que tienen del mismo, nos permitirán hacerle frente de manera eficaz a una realidad que nos rodea. 2.6.1 La percepción del hecho violento Percepción se refiere a la valoración que da la mujer al hecho violento, considerando su evaluación al respecto de los incidentes que sufre y el tipo de violencia que este viviendo. Actualmente se manejen tres opciones que permiten delimitar la gravedad del incidente (no tiene importancia, grave y muy grave), y en términos cualitativos ayudan a explorar la percepción del hecho. (INEGI, 2006). Pero a pesar de los esfuerzos realizados en encuestas (INEGI. 2006), la percepción que las afectadas tienen sobre el hecho violento está permeado aun por la subjetividad, pues los diferentes actos clasificados como violentos y la magnitud de la importancia de los incidentes, no son valorados de la misma manera por las mujeres que los viven; pues para algunas mujeres, una determinada agresión es percibida como un suceso muy importante o grave, mientras que para otras, estos mismos hechos son considerados poco relevantes o importantes. Pero de manera constante se ha encontrado que las mujeres que son violentadas de forma emocional, económica, física y sexual, consideran que cualquier hecho al que se enfrenten con su pareja es importante, lo que refleja que las mujeres violentadas con mayor crudeza ven con más seriedad casi cualquier intimidación 2.6.2 La frecuencia del hecho violento La frecuencia se refiere a la cantidad de veces que las mujeres experimentaron los distintos matices de la violencia, tratando de diferenciar si estos eventos sucedieron de forma esporádica, o bien si se trata de hechos sucesivos o crónicos. (INEGI, 2006). 26 Pero en el caso de las mujeres afectadas, clasificar un hecho violento como de poca o mucha frecuencia no está libre de juicios subjetivos, pues el número de episodios de violencia pueden ser pocos para una persona, pero muchos para otra, dependiendo de la clase de violencia de la que se trate, y del espacio de tiempo que haya pasado entre un incidente y otro. (INEGI, 2006). Pese a lo anterior en encuestas del INEGI (2006) se encontró que la mayoría de las mujeres violentadas de las cuatro formas, coinciden en que 11 incidentes de violencia les ocurrieron muchas veces durante un año. (INEGI, 2006). 2.6.3 La duración del hecho violento La duración se refiere a la tolerancia de la mujer al comportamiento violento de su pareja durante el tiempo que ha mantenido su relación, este aspecto ha sido medido a través de diversas encuestas, encontrándose que las mujeres que viven uno o los cuatro tipos de violencia, manifiestan que los actos violentos han ocurrido durante menos de la mitad del tiempo que tienen de vivir junto a su pareja. (INEGI, 2006). La percepción del hecho violento, la frecuencia y la duración con que se presentan los casos de violencia, no está libre de juicios subjetivos, pues las percepciones que construye cada mujer varían conforme el estilo de vida que llevan cotidianamente. 2.6.4 Razones que perciben las mujeres como causantes de la violencia Conocer los motivos que las mujeres adjudican a la aparición de los episodios de violencia, nos ayuda a conocer cuál es la percepción real o no que la mujer asocia al modo de vivir el maltrato. Autores como Olaiz, G. Rico, B. & Del Rio, A. (2003) recopilaron algunas de las razones que las mujeres percibencomo causantes de la violencia que experimentan y se mencionan a continuación: 1. Las familias de origen y los valores defendidos: La costumbre de la vivir con la familia del hombre favorece ciertos conflictos al interior de la pareja, las figuras de la suegra o eventualmente de las cuñadas, suelen expresar juicios morales sobre 27 la mujer, que no responde a los valores y expectativas depositadas en ella como nuevo miembro de la familia. La mujer queda entonces devaluada y esto favorece dos aspectos de la violencia, el hombre ve justificado el maltrato por tener que “soportarla” en su condición devaluada, y los otros miembros de la familia, así como ella misma, se muestran tolerantes a los maltratos. 2. El machismo reinante en la sociedad y los problemas no resueltos en la infancia del cónyuge como son la inseguridad y la necesidad de reconocimiento. 3. La violencia se usa como mecanismo disciplinario para encauzar, imponer o castigar ciertos comportamientos de la conducta de ella. 4. Expectativas y estereotipos de rol de género: El vínculo conyugal y la distribución de derechos y deberes de cada uno de los cónyuges responden a estereotipos de género muy rígidos que son de carácter cultural. 5. La inequidad entre la mujer y el hombre en la distribución de responsabilidad y obligaciones que tiene cada uno de ellos: Dado que la mujer es responsable de muchas mas obligaciones que el hombre, con frecuencia se siente en falta y aquejada de sentimientos de culpa. Esto conduce a justificar el maltrato de su pareja o favorecer que ella lo soporte ya que el maltrato resulta “merecido”. 6. Capital Social: En el caso de las mujeres que sufren violencia se trata de todas aquellas relaciones interpersonales o redes sociales que la rodean y que podrían activarse en un momento determinado para darles apoyo, ya sea que ellas lo demanden o no. A manera de conclusión Olaiz, G. Rico, B. & Del Rio, A. (2003) encontraron que los motivos que ocasionan una situación de violencia involucran intenciones conscientes y voluntad de maltrato por parte de la pareja, sin embargo las razones de la violencia que las mujeres expresan como causas, responden a una naturaleza externa y ajena a la voluntad del hombre violento. 2.6.5 Obstáculos que las mujeres perciben para superar la violencia En general la mujer violentada permanece mucho años con su pareja antes de tomar la decisión de separarse, tomando como referencia a autores como Olaiz, G. Rico, B. & Del 28 Rio, A. (2003), esta reacción tardía se puede deber a ciertos factores que se mencionan a continuación: 1. La falta de empoderamiento de la mujer: En el caso de las mujeres con violencia, es la incapacidad de tener una actividad o una vida propia fuera de los límites que le imponen su existencia como ama de casa y que le permiten relacionarse con el mundo. 2. La costumbre de convivir con la familia política: En general, los parientes políticos que permanecen en la casa (típicamente la suegra o las cuñadas), se encargan de vigilar el comportamiento de la mujer en ausencia de su pareja, colocándolas en una situación de vulnerabilidad por la falta de recursos para salir de esa situación. 3. La falta de redes sociales: La redes sociales ayudan a la mujer a evitar la violencia, a salir de ella o a no reincidir si ya están en el proceso de salida del problema. En general, estas mujeres están muy controladas por su agresor y tienen tanto miedo de este (si su situación se hace pública) como vergüenza por ser señaladas en el entorno social, en consecuencia mantienen oculto el mayor tiempo posible el problema y son las personas del entorno, quienes con frecuencia interviene para ayudarlas. 4. En el proceso de búsqueda de ayuda: La falta de ayuda por parte de las instituciones así como denuncias fallidas en instituciones oficiales encargadas del manejo legal, inhiben a las mujeres a exponer su situación. 2.6.6 ¿Por qué las mujeres no denuncian la violencia? Considerando los puntos expuestos con anterioridad, lo más lógico sería que las mujeres actuaran de forma inmediata ante la primera situación de violencia que experimenten, sin embargo una mayoría no lo hace. ¿Por qué? En su mayoría, las mujeres que sufren de violencia no son victimas pasivas, lo que al observador puede parecerle una falta de respuesta a una vida de violencia, puede ser en realidad la estrategia valorada de la mujer para sobrellevar la situación ó en casos más severos para sobrevivir y protegerse ella y sus hijos. (INMUJERES & SSA. 2003) 29 De acuerdo con los datos aportados por la Secretaria de Salud y el Instituto Nacional de Salud Pública (2006), algunas de las razones más frecuentes por las que las mujeres no toman la decisión de denunciar que son víctimas de la violencia son: 1. Esperanza en que la situación cambie 2. Miedo a represalias en ellas o a sus hijos 3. Vergüenza ante la sensación de fracaso o culpa 4. Tolerancia social a los comportamientos violentos de los hombres 5. Dependencia de la mujer respecto a su pareja: psicológica y económica 6. Sentimientos de ambivalencia o inseguridad 7. Miedo al aparato judicial 8. No saber a quién dirigirse o a qué servicios acudir 9. Falta de apoyo familiar, social o económico Además de las razones mencionadas anteriormente, muchas personas piensan que se trata de una cuestión “privada” por lo cual las opciones de la mujer se ven limitadas e impiden que busque ayuda. (INMUJERES & SSA. 2003) 2.7 Factores de riesgo asociados con la presencia de violencia en la pareja Una vez que se ha tratado la percepción que las mujeres tienen sobre su situación de violencia, conviene abordar desde una perspectiva menos cualitativa los hallazgos que en diversas investigaciones (INMUJERES, 2008. OMS, 2010. OPS, Sanmartín, J. 2006. OSP & OMS, 2003.) se han encontrado sobre los factores que intentan explicar la probabilidad de que una mujer enfrente violencia de pareja de cualquier tipo. A continuación se expone un sumario de dichos factores: Factores sociodemográficos: Elementos de la demografía que intervienen en la presencia de violencia en la relación de pareja. 1. Edad: Las mujeres más jóvenes tienen mayor propensión a sufrir violencia emocional, económica y física. 2. Lugar de residencia: En el medio urbano, el riesgo de vivir violencia es mayor. 30 Factores socioeconómicos: Elementos que provienen de la organización social, que tienen un impacto en la posición social y económica de una persona y que están relacionados con la aparición de violencia dentro de la pareja. 1. Nivel de escolaridad: Cuanto mayor sea el nivel educativo en la mujer menor es la probabilidad de que sufra violencia de su pareja. 2. Las condiciones de hacinamiento al interior del hogar: Incrementan la probabilidad de que las mujeres puedan sufrir violencia debido a la falta de espacios adecuados en las viviendas o la poca privacidad que limita las posibilidades de convivencia armónica. 3. La participación laboral de las mujeres: Para aquellas mujeres que pertenecen a la población económicamente activa, el riesgo de sufrir violencia se incrementa en relación con quienes se dedican sólo a los quehaceres del hogar. 4. La condición de habla de lengua indígena: Existe mayor propensión de sufrir cualquiera de los tipos de violencia por parte de la pareja, cuando uno de los miembros de la pareja habla una lengua indígena. Factores del contextos social inmediato: Hacen referencia a la situación de desventaja y el grado de desigualdad en que vive la mujer, ya que debido a su limitada movilidad, dependencia y falta de autonomía, se le dificulta la obtención de apoyo social e institucional. Factores individuales: Se refieren a las características personales que pueden ocasionar la violencia a la mujer en su relación de pareja. Estos factoresse relacionan con situaciones de vida muy específicos o exclusivos y los más comunes son: beber en exceso, depresión, presencia de trastornos de la personalidad, personas con poco nivel de empoderamiento, una visión excesivamente romántica de las relaciones amorosas, la cual puede contribuir si no al origen, al mantenimiento de la violencia de pareja y antecedentes de violencia durante la infancia, ya que las condiciones del entorno familiar durante la infancia influyen sobre las relaciones de pareja que hombres y mujeres desarrollan durante su juventud y la edad adulta. 31 Factores de la relación: Son aquellos que se relacionan con las situaciones que sensibilizan y causan conflictos en la forma de relacionarse de la pareja, los más comunes son la falta de comunicación del hombre con la mujer, problemas de adicción de parte del hombre, problemas por la situación laboral actual de la pareja, presiones económicas, dominio masculino dentro de la relación de pareja, inestabilidad matrimonial por incapacidad para resolver problemas y el estado de la relación, ya que las mujeres separadas, divorciadas o en unión libre han declarado haber sido víctimas de muchos actos de violencia a lo largo de su vida en pareja y algunas afirman que la violencia persiste incluso después de la separación. 2.8 Consecuencias en la salud de la mujer expuesta a una vida de violencia Son muchos los estudios (OPS, OSP & OMS, 2003. Matud, M. 2004. SSA & INSP, 2006. Martínez, R. 2006. Vieyra, C; Gurrola, G; Balcázar, P; Bonilla, M; & Virseda, J. 2009) que revelan que el maltrato a la mujer por parte de su pareja incide de forma importante en la salud de la víctima, estos daños se presentan principalmente en cuatro niveles: 1. Físico: Son lesiones diversas que se presentan en el cuerpo de la mujer y cuyo origen no coincide con la explicación de cómo ocurrieron. Las lesiones que se presentan son muy variadas y dependen de la gravedad de la violencia que vive cada mujer en su relación de pareja, estas pueden ir desde trastornos en el funcionamiento de órganos, quemaduras, moretones y cortes, hasta la discapacidad permanente, fracturas o la muerte. 2. Social: La pérdida o limitación de la libertad, ocasiona aislamiento social, puede provocar que las mujeres dejen de comer y pierdan los deseos de salir y relacionarse con las personas que las rodean. 3. Sexual: Las mujeres que viven violencia en el ámbito sexual con su pareja tienen dificultades para protegerse de embarazos no deseados, hemorragias y dolores vaginales, infecciones de transmisión sexual e indirectamente pueden ocasionar la ausencia de placer y dificultar la capacidad de la mujer de usar anticonceptivos, en especial condones. 32 4. Psicológico: La salud mental es uno de los ejes en torno a los cuales gira la salud integral, se debe tener presente que para todas las personas, tanto la salud física como la mental y el bienestar social son componentes vitales y ligados entre sí. A nivel psicológico, algunas de las consecuencias que pueden aparecer en las situaciones de violencia doméstica pueden ser: conductas de ansiedad extrema, depresión y sentimientos de culpabilidad: aislamiento social, baja autoestima, pobre autoconcepto, trastorno por estrés postraumático y habituación y no reconocimiento de la situación problemática. A manera de conclusión, el compartir la vida con una pareja violenta que somete a malos tratos a la mujer tiene repercusiones profundas, pues aumenta el riesgo de que en un futuro la salud integral de la misma se vea alterada. Actualmente somos conscientes de la gravedad del problema debido a los consecuencias físicas o externas que podemos ver, sin embargo, debemos percatamos del deterioro que de manera interna puede tener la mujer, ya que en ocasiones, ni siquiera la principal afectada, reconoce su problemática y las alteraciones que a nivel psicológico puede tener y que en consecuencia le impide afrontar la situación y salir adelante en búsqueda de una vida estable. 33 CAPITULO 3: EL AUTOCONCEPTO Uno de los rasgos distintivos de la naturaleza humana es la posibilidad de ser consciente de sí mismo. La adquisición de la conciencia de sí, permite que las personas construyan su identidad personal, identidad que por una parte permite diferenciarse de los otros y que por la otra permite establecer las relaciones interpersonales. (Haeussler, I. 1995). Específicamente cuando se habla sobre el autoconcepto, se hace referencia al conjunto de sentimientos, percepciones y valoraciones que un individuo tiene sobre sí mismo como persona, este es uno de los más importantes resultados del proceso socializador y proporciona pautas para interpretar la experiencia; es el marco de referencia sobre el cual se organizan todas las experiencias, dándole un significado y valor a la realidad. (Ferro, M. 2008) Por lo anterior el autoconcepto aparece como un tema de interés central en numerosas investigaciones de los últimos años. Ha sido estudiado por las Ciencias de la Salud, la Psicología y las Ciencias de la Educación, destacándose su influencia en el bienestar personal y la salud; el rendimiento físico, familiar y social; y en el ámbito educativo. (Pappalettera, N. & Kepic, A. 2005) Es importante destacar que el autoconcepto es un elemento que ha acompañado al individuo durante toda su vida, pues le ha permitido saber quién es y conocer la imagen que tiene sobre sí mismo, permitiéndole organizar sus experiencias y valorar la realidad en la que vive, motivo por el cual ha sido considerado como un tema relevante para su uso en otras investigaciones, pues está relacionado con todos los ámbitos que se presentan en la vida. 34 3.1 Evolución histórica del Constructo Autoconcepto El concepto y estudio del autoconcepto ha ido cambiando de acuerdo con las necesidades psicosociales y la estructura social de cada época, con la finalidad de que se origine una “concretización del yo”. (Oñate, M., De la Rasilla, G., Fernández, A., & Saiz, C. 2006). Flores, A. (1998), Ramírez, M. & Herrera, F. (2005) explican cómo es que este constructo ha sido visto por los estudiosos y la sociedad en general conforme el paso del tiempo: Edad Antigua: La discusión acerca del yo se centraba en torno a conceptos metafísicos tales como: alma, espíritu, voluntad, etc., encuadrándose en al ámbito filosófico. En la antigüedad se proponía la teoría del alma y la relación que guardaba con el sí mismo, como un antecedente del autoconcepto. Edad media: Durante la edad media, la cuestión del sí mismo permaneció en manos de los pocos pensadores que subsistieron en el vacio cultural de la época, centrado sus discusiones en el ámbito filosófico y religioso. Edad moderna: Se realiza una separación del ámbito filosófico-religioso y se considera el autoconcepto como el producto de las sensaciones y percepciones actuales del individuo. Edad contemporánea: Se empieza a considerar al hombre como un “yo”, se le relaciona con algo más allá de lo únicamente eterno, como una existencia, en donde lo que siente, percibe, valora y cree, se constituyen hasta formar un “sí mismo”. El paso del tiempo ha ido modificando las ideas y pensamientos sobre el autoconcepto, sin embargo parte de este cambio también se debe a que las personas constantemente manifiestan lo que son y van modificando la forma de ser de la sociedad en la que viven. 35 3.2 Tendencias actuales de investigación del autoconcepto A pesar de que el autoconcepto no ha sido considerado y valorado con el mismo peso por las diferentes escuelas psicológicas, esto no ha impedido que se siga avanzando en la investigación sobre dicho tema. Las tendencias actuales de investigación sobre el autoconcepto, tomando como referencia
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