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Estudio-comparativo-sobre-la-percepcion-del-autoconcepto-en-mujeres-violentadas-y-no-violentadas-por-su-pareja

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UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO 
Facultad de Psicología 
ESTUDIO COMPARATIVO SOBRE LA PERCEPCIÓN DEL AUTOCONCEPTO EN MUJERES 
VIOLENTADAS Y NO VIOLENTADAS POR SU PAREJA 
 
T E S I S 
QUE PARA OBTENER EL TITULO DE LICENCIADA EN PSICOLOGIA 
P R E S E N T A 
JUANA IVETTE CATANA RAMÍREZ 
 
DIRECTORA DE TESIS: 
MTRA. LAURA ANGELA SOMARRIBA ROCHA 
 
ASESORA: 
DRA. DOLORES MERCADO CORONA 
 
México D.F. 2013 
 
 
UNAM – Dirección General de Bibliotecas 
Tesis Digitales 
Restricciones de uso 
 
DERECHOS RESERVADOS © 
PROHIBIDA SU REPRODUCCIÓN TOTAL O PARCIAL 
 
Todo el material contenido en esta tesis esta protegido por la Ley Federal 
del Derecho de Autor (LFDA) de los Estados Unidos Mexicanos (México). 
El uso de imágenes, fragmentos de videos, y demás material que sea 
objeto de protección de los derechos de autor, será exclusivamente para 
fines educativos e informativos y deberá citar la fuente donde la obtuvo 
mencionando el autor o autores. Cualquier uso distinto como el lucro, 
reproducción, edición o modificación, será perseguido y sancionado por el 
respectivo titular de los Derechos de Autor. 
 
 
 
 
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AGRADECIMIENTOS 
 
A Dios por permitirme llegar hasta donde me encuentro. 
 
A mis padres por el amor y apoyo brindado en cada momento de mi vida y sobre todo 
para la realización de mis estudios. 
 
A mis hermanos Carlos y Diana, por siempre animarme para seguir adelante y conseguir 
mis metas. 
 
A mis maestros que me guiaron y facilitaron el conocimiento que ahora poseo, a la 
Maestra Laura Somarriba, gracias por apoyarme en la realización de mi tesis y por todos 
los consejos que me dio a lo largo de la realización de la misma, a la Dra. Dolores 
Mercado, gracias por dejarme aprender de usted y por ampliar mi percepción sobre el 
ambiente laboral y mi profesión, le agradezco todos los consejos que me dio, a la Maestra 
Guadalupe Santaella, le doy gracias por su aportación en la elaboración de la tesis. 
 
A mis amigos de la Escuela de Pastoral por brindarme su tiempo, experiencias, consejos 
y ánimo, gracias por estar ahí siempre. 
 
A el grupo de Magical Oi, por hacerme a pasar buenos momentos y nuevas aventuras 
durante las etapas difíciles de la realización de la tesis. 
 
A Daniel muchas gracias por todo tu cariño, apoyo, pero sobre todo paciencia, siempre 
estás ahí para motivarme. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
AGRADECIMIENTO ESPECIAL 
 
A el proyecto “Detección de variables en la codependencia en una 
muestra de mujeres que viven violencia de pareja” con la clave IN301109, 
por permitirme participar en el mismo y dejarme adquirir una mayor 
experiencia laboral, además de apoyarme con una beca durante los años 
2010- 2011, le agradezco a la Dra. Dolores Mercado quien me dio la 
oportunidad y la confianza para participar en dicho proyecto. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
ÍNDICE 
Resumen………………………………………………………………………………….. I 
Introducción……………………………………………………………………………... II 
Capitulo 1. La relación de pareja…………………………………………………… 1 
1.1 Antecedentes históricos de la relación de pareja…………………………………2 
1.2 Definición de pareja………………………………………………………………….3 
1.3 Formación de la pareja………………………………………………………………4 
1.3.1 Atracción y elección de pareja……………………………………………….5 
1.3.2 Desarrollo evolutivo de la relación de pareja……………………………….7 
1.3.3 Etapas de la pareja……………………………………………………………9 
1.4 El compromiso en la relación de pareja…………………………………………..10 
1.5 El conflicto en la relación de pareja……………………………………………….11 
1.5.1 El conflicto de la pareja como variable asociada 
 a la violencia contra la mujer……………………………………………14 
 
Capítulo 2. La violencia de pareja…………………………………………………..15 
 
2.1 El estudio de la violencia de pareja en América Latina y México………………16 
2.2 Definición de violencia de pareja…………………………………………………..18 
2.3 Calcificación y definición de las formas en que 
 se expresa la violencia de pareja………………………………………………….19 
 
2.4 La dinámica de la pareja como un factor que ocasiona 
 el ciclo de violencia………………………………………………………………….21 
 
2.5 Perfil o características de la mujer violentada por su pareja……………………24 
2.6 Actitud de la mujer frente a la violencia………………………………………...…25 
 
 
 
2.6.1 La percepción del hecho violento………………………………………..25 
2.6.2 La frecuencia del hecho violento………………………………………...25 
2.6.3 La duración del hecho violento…………………………………………..26 
2.6.4 Razones que perciben las mujeres 
 como causantes de la violencia………………………………………….26 
 
2.6.5 Obstáculos que las mujeres perciben para superar 
 la violencia…………………………………………………………………27 
 
2.6.6 ¿Por qué las mujeres no denuncian la violencia? …………………….28 
2.7 Factores de riesgo asociados con la presencia de violencia 
 en la pareja………………………………………………………………………..…29 
 
2.8 Consecuencias en la salud de la mujer expuesta a una vida 
 de violencia………………………………………………………………………….31 
 
Capítulo 3. Autoconcepto……………………………………………………………33 
3.1 Evolución histórica del constructo autoconcepto……………………………….34 
3.2 Tendencias actuales de investigación del autoconcepto………………………35 
3.3 Definición del autoconcepto……………………………………………………….36 
3.4 Formación del autoconcepto………………………………………………………37 
3.4.1Desarrollo del autoconcepto………………………………………………..38 
3.4.2Características del autoconcepto……………………………………………39 
3.4.3Dominios del autoconcepto………………………………………………….41 
3.4.4Factores que determinan el autoconcepto………………………………...43 
3.5 Medición del autoconcepto………………………………………………………...44 
3.6 El autoconcepto de la mujer………………………………………………………..46 
 
 
 
3.7 El autoconcepto de la mujer que vive violencia de pareja………………………47 
Capítulo 4. Metodología……………………………………………………………....50 
4.1 Justificación………………………………………………………………………….50 
4.2 Planteamiento del problema o preguntas de investigación……………………..51 
4.3 Objetivos…………..………………………………………………………………….51 
4.4 Hipótesis……………………………………………………………………………...51 
4.5 Definición conceptual y operacional de las variables……………………………52 
4.6 Criterios de inclusión de la muestra.……………………………………………....52 
4.7 Diseño de investigación…………………………………………………………….53 
4.8 Tipo de estudio………………………………………………………………………54 
4.9 Procedimiento…………………..……………………………………………………54 
4.10 Instrumentos………………………………………………………………………..54 
4.11 Análisis de datos…………………………………………………………………...57 
Capítulo 5. Resultados………………………………………………………………..60 
5.1 Descripción y análisis de frecuencias de la muestra…………………………….60 
5.2 Análisis de frecuencias y respuestas de la entrevista de autoconcepto………81 
5.3 Análisis de frecuencias e interpretación del Test del 
 dibujo de la figura humana…………………………………………………………90 
 
Capítulo 6. Discusión y conclusiones………………………………………….....98 
 
Referencias……………………………………………………………………………113 
Anexos…………………………………………………………………………………119 
 
 
I 
 
RESUMEN 
Al ser la violencia dentro de la relación de pareja un tema muy conocido y reconocido 
como un problema social, la presente investigación tuvo como objetivo analizar si la 
exposición a una vida conviolencia dentro de la relación de pareja repercute en la 
percepción del autoconcepto de las mujeres violentadas, al compararlas con un grupo 
de mujeres que no la viven, para este fin, se utilizó una muestra de 32 mujeres (16 
mujeres en situación de violencia o grupo 1 y 16 que no presentaban dicha situación o 
grupo 2), a las mismas se les aplicaron 3 instrumentos: una hoja de datos personales 
para conocer los datos sociodemográficos y de situación actual con la pareja, una 
entrevista de autoconcepto diseñada ex profeso y el test del dibujo de la figura 
humana.Los datos se analizaron mediante un análisis de frecuencias de cada uno de los 
indicadores gráficos que aportaban información sobre el autoconcepto y de manera 
específica para la entrevista se utilizó el método de condensación de respuestas. Se 
concluye que entre los grupos si existen diferencias en la percepción del autoconcepto 
en el área emocional y social, mientras que en las demás áreas pareciera no existe una 
diferencia contextualizando y analizando los resultados de las mujeres de forma 
cualitativa, nos deja entrever, que, no logran ver su propia realidad, existiendo una 
alteración que no logran concientizar. 
 
Palabras Clave: Violencia en la relación de pareja, Autoconcepto, Pareja, Violencia. 
 
 
 
 
 
 
 
II 
 
 
INTRODUCCIÓN 
Sabemos que la violencia en México es un problema bastante conocido y se encuentra 
entre los principales problemas de nuestro país, también es bien sabido que una de las 
violencias que más preocupa es la violencia que vive la mujer en su relación de pareja. 
Al hablar de violencia contra las mujeres hacemos referencia a todo acto de violencia 
que tenga o pueda tener como resultado un daño o sufrimiento físico, sexual o 
psicológico para la mujer. La violencia contra las mujeres ha sido invisible durante cientos 
de años. Nadie la veía ni la nombraba, ni siquiera sus propias víctimas, hoy en día esta 
violencia dirigida hacia las mujeres, se reconoce como un grave problema social a nivel 
mundial, y ha sido hasta años recientes cuando se ha logrado ubicar en su justa 
dimensión. 
Hasta hace poco, la mujer víctima de la violencia doméstica era responsabilizada de 
buena parte de la misma. En la adjudicación de responsabilidades y la determinación de 
culpabilidad con respecto a la violencia, se ha producido una revolución en la manera en 
la que nuestra sociedad ve el problema. Hoy en día la violencia contra la mujer representa 
una de las formas más extremas de desigualdad de género y una de las principales 
barreras para su empoderamiento, el despliegue de sus capacidades y el ejercicio de 
sus derechos, además de constituir una clara violación a sus derechos humanos. 
Según datos del INEGI, en el 2008, de las mujeres de 15 años y más del Distrito Federal, 
76.8% ha vivido incidentes de violencia por parte de su pareja o de otras personas en su 
familia, en la comunidad, en el trabajo o en la escuela. De las mujeres de 15 y más años 
que alguna vez han estado unidas, 56.1% fue maltratada por su pareja. 
La violencia contra las mujeres se expresa en diversas formas y espacios de convivencia. 
Si bien se trata de un problema que afecta de manera individual a quienes la padecen, 
debe entenderse como un fenómeno estructural con repercusiones sociales múltiples. 
Son bien conocidos los efectos de la violencia de pareja sobre la salud de las mujeres, a 
tal punto que la violencia de pareja se considera un problema de salud pública desde 
hace varios años. La violencia contra las mujeres afecta prácticamente todas las 
 
III 
 
dimensiones de la vida: capacidad de trabajo, actividades diarias, expectativas de vida, 
metas, salud y su autoconcepto. 
Cuando se habla sobre el autoconcepto, se hace referencia al conjunto de sentimientos, 
percepciones y valoraciones que un individuo tiene sobre sí mismo como persona, por 
tal motivo aparece como un tema de interés central en numerosas investigaciones de los 
últimos años. Las mujeres que experimentan maltrato en la actualidad así como las que 
alguna vez lo vivieron, son mujeres que mantienen un concepto devaluado tanto de sí 
mismas, como de los demás. 
Por tal motivo, es importante profundizar un poco en el tema del autoconcepto de la mujer 
victima de violencia de pareja, tratando de lograr que el trabajo sea útil para todo público, 
pues permite concientizar y educar sobre el tema, dirigiéndose a las mujeres que vivan 
este tipo de situación, se espera les permita conocer e informarse más sobre la 
problemática, permitiéndole conocer las diversas soluciones que existen y la forma de 
evitarla, por ultimo al dirigirse hacia los investigadores, se espera que el trabajo les 
permita ser capaces de lograr una mejor intervención para las mujeres que viven una 
situación de violencia de pareja. 
 
1 
 
CAPITULO 1: LA RELACIÓN DE PAREJA 
Lo humanos en el transcurso de su historia y con la finalidad de convivir en un mismo 
lugar han creado gradualmente una forma particular de grupo que les permite sobrevivir 
y construir una manera de crecer y de ser, este tipo de grupo humano es la pareja. En 
la actualidad la mayor parte de las sociedades se han encargado de proteger a la pareja 
y la familia ya que su inmutabilidad e inamovilidad como grupo aseguran la continuidad 
de la especie y el progreso de civilización. (Eguiluz, L. 2007) 
Sin embargo se habla de que estamos en una época de grandes cambios, es el momento 
de la historia en el que el ser humano ha logrado realizar los más grandes avances 
tecnológicos y es la época en donde el hombre vive con mayores problemáticas 
personales. En una sociedad como la nuestra que pasa por una crisis, las nomas y 
valores tradicionales no representan una imagen clara de lo que somos y deberíamos 
ser, se van perdiendo en gran parte y en numerosos casos no se encuentran otros que 
queden en su lugar, esta situación trae consigo como una de sus muchas consecuencias 
una inestabilidad en donde la pareja y la familia son los principales grupos afectados. 
(Rage, E.1996) 
La pareja parece haber entrado en esta crisis, en donde ya no se le ve como aquella 
institución estable y favorecedora del desarrollo personal y social, por el contrario han 
aumentado el número de parejas que buscan formas diversas de menor compromiso y 
en las cuales el desarrollo de conflictos se hacen más evidentes. (Casado, L.1991) 
Si bien nos encontramos viviendo una época en donde nos enfrentamos a nuevos estilos 
de vida y cambios tan profundos que en ocasiones no podemos asimilar, no debemos 
olvidar que estos beneficios actuales provienen de las funciones biológicas, psicológicas 
y sociales que han desempeñado cada una de las parejas que componen nuestro 
entorno y sin las cuales la posibilidad de la existencia de la especie humana no sería 
posible. 
 
 
2 
 
1.1 Antecedentes históricos de la relación de pareja: 
A lo largo de la historia reciente, es decir del siglo XX hasta la actualidad, podemos 
distinguir tres modelos fundamentales de ser pareja. (Centre de Sexología Sabadell, 
2011). 
1. La pareja patriarcal: Tipo de pareja más propia de los tiempos pre-modernos, 
época en la cual los matrimonios eran decididos por las familias de origen y era 
de corte más bien desigual, ya que la división del trabajo estaba estrictamente 
regida por el género. En este tipo de pareja el hombre ocupa un lugar de 
superioridad, es considerado como la “cabeza de familia” y su responsabilidad 
básica es trabajar y ser sustento económico. Mientras que la mujer ocupa una 
posición jerárquica inferior, sus responsabilidades son la gestión cotidiana de los 
asuntos domésticos y especialmente la crianza y educación de los hijos. 
 
2. La pareja moderna: Este tipo de pareja surge al lograrse la igualdad de derechos 
entre hombres y mujeres para que puedan mirarse como iguales y tras la 
incorporación de la mujer al mercadodel trabajo. La base del vinculo es el 
enamoramiento y la pasión, el género pierde su papel regulador en la división de 
las responsabilidades, abriendo el campo a la negociación y a las 
responsabilidades compartidas (económicas, tareas domésticas y crianza de los 
hijos). 
 
3. La pareja postmoderna: Es el tipo de pareja que podemos encontrar en las 
relaciones actuales, sienta sus bases en el hedonismo, es decir, en la búsqueda 
del placer, el culto al ocio y la comodidad. Al punto, que la llegada de los hijos se 
puede retrasar porque se puede interpretar como una interrupción en la diversión. 
En estas parejas los roles de género se pueden invertir ó existe una gran 
flexibilidad para interpretarlos, los espacios individuales de ocio y trabajo son de 
suma importancia, hasta el punto que la pareja puede romperse si se interfiere en 
el espacio del otro. 
 
 
3 
 
Pero la característica más importante de la pareja de nuestros tiempos, es que la 
posibilidad de la separación está abierta desde el mismo comienzo de la vida en 
pareja y deja de ser interpretado como un fracaso, para convertirse en un “evento 
normal” en la ciclo de vida. 
 
El situarnos en un momento histórico de la pareja nos permite distinguir como el tiempo 
y el contexto específico de una época moldea la estructura y la forma de vivir en pareja, 
a la vez que nos muestra un panorama real de nuestro aquí y nuestro ahora. 
 
1.2 Definición de pareja 
Podría entenderse a la pareja como la relación que establecen dos personas para 
compartir una determinada unión; la cual implica afinidad en proyectos de vida conjuntos 
a futuro. Esta unión es el resultado de un período de asentamiento en el cual los sujetos 
que se implican determinan una forma característica de enlace al que se le denomina 
“vínculo”. (Guerra, G. 2005). 
Una definición general de pareja puede ser la siguiente: dos personas procedentes de 
familias distintas, generalmente de diferente género, que deciden vincularse 
afectivamente para compartir un proyecto común, lo que incluye apoyarse y ofrecerse 
cosas importantes mutuamente, en un espacio propio que excluye a otros pero que 
interactúan con el entorno social. (Centre de Sexología Sabadell, 2011). 
La relación de pareja es un proceso que abarca toda la naturaleza humana, es una 
dinámica relacional humana que va a estar dada por diferentes parámetros, dependiendo 
de la sociedad donde esa relación se dé y en donde el amor es un elemento de la 
relación, pero no el único que lo conforma. Toda relación de pareja es una mezcla de 
biología y cultura que se funda en cuatro pilares: compromiso, intimidad, romance y amor. 
(Maureira, F. 2011) 
 
Casado (1991) habla de la pareja como la interrelación entre dos personas, basada en 
la percepción del vínculo que tienen ambas, caracterizada por la aparición del “nosotros” 
 
4 
 
bajo la regulación social que sea. Para él, la complementariedad se establece en un nivel 
psicológico entre dos personas incompletas que buscan en el otro su complemento; así 
lo que la pareja debe saber es qué ofrece cada uno y qué busca en el otro. Además, la 
relación de pareja es un intercambio permanente de emociones, pensamientos, 
proyectos, tiempo, reconocimiento, fantasías, recuerdos, cuidados, etc. (Citado en 
Reyes, V. 2010). 
Una relación de pareja es un vínculo entre dos personas que se conocen, se encuentran 
y se unen para formar y desarrollar un proyecto común, ello lo harán atravesando 
situaciones de crisis que forman parte del vivir en pareja. (Martínez, R. 2010) 
 
Por otro lado, para Salles (1996) el espacio de la pareja es una tensión dialéctica entre 
ser y pertenecer o pertenecer siendo, lo cual posibilita tanto la unión como la desunión. 
En este espacio pueden desarrollarse el amor, los proyectos, el crecimiento personal; 
pero también la violencia, el desamparo, el rencor y el odio. (Citado en Reyes, V. 2010). 
. 
En las diferentes definiciones de pareja, todas nos muestran en común que la relación 
se crea por la formación de una unión o vínculo afectivo cuya finalidad es compartir un 
proyecto en común a largo plazo, haciéndole frente a las diferentes situaciones positivas 
y negativas que se presenten en su día a día. 
1.3 Formación de la relación de pareja: 
Las personas nos debatimos entre dos necesidades aparentemente contradictorias: la 
de unirnos a otra persona y la de sentirnos independientes, tomar la decisión de 
comprometerse, es encontrar el equilibrio entre ambas, aportando a la relación una serie 
de cualidades que reflejan el deseo de permanecer en ella. (ICE, 2003.) 
¿Por qué nos unimos para formar una pareja? El vivir en pareja para algunos es visto 
como una posibilidad de amar y ser amado, disponer de relaciones sexuales 
garantizadas, construir una familia y tener hijos, facilitar una estabilidad económica, 
asegurar el patrimonio familiar y/o contar con alguien con quien asegurar una compañía. 
Todas las distintas respuestas a esta pregunta, incluyen el criterio individual y las 
creencias sociales en torno al matrimonio que nos encontramos en diferentes culturas, 
 
5 
 
además, se debe tener en cuenta también, la evolución, que la concepción de pareja ha 
seguido a lo largo de nuestra historia. Pero sin duda lo más importante que nos ofrece la 
unión en pareja, es una buena oportunidad para desarrollarnos como personas 
individuales, crecer estando al lado del otro, a partir de cómo es el otro y cómo soy yo. 
(Martínez, R. 2010) 
1.3.1 Atracción y elección de pareja: 
La mayoría de los hombres y mujeres en el mundo viven en pareja, México no es la 
excepción, podemos ver la formalización de la pareja como el producto final, sin 
embargo, todo tuvo un principio, es decir, ¿Cómo surgió esa atracción? 
Fundamentalmente hay dos formas y son las siguientes: (Eguiluz, L. 2003). 
1. Circunstancias espaciotemporales: Aluden a un lugar y tiempo determinados, 
que propician que las parejas se conozcan, como pueden ser el vecindario, la 
escuela, el trabajo y las fiestas. Las circunstancias espaciotemporales son muy 
importantes para iniciar una interacción entre la pareja, en la actualidad el espacio 
físico ya no es un impedimento para entablar una relación, el internet ha abierto 
nuevos campos de inicio de interacción social. 
2. Las redes sociales: Cuando se llega a una determinada edad, la mayor parte de 
las personas que rodean a un individuo parecen muy interesadas en no verlo solo, 
de tal manera que le presentan amigos y familiares alentándolo a iniciar 
interacciones heterosexuales estimulado o influido por las personas que lo rodean, 
así el individuo es animado por su medio para elegir una pareja. 
Una vez que se inicia el contacto e interacción entre los individuos, existe un periodo 
entre las parejas en donde manifiestan un interés el uno por el otro, éste no tiene una 
denominación específica, pero ambos reconocen que están interesados en iniciar una 
relación más profunda que la de solo conocerse. (Eguiluz, L. 2003). 
Gracia (1996) menciona que se han descubierto una serie de principios que explican 
cómo elegimos nuestras parejas. A su criterio el más importante de estos principios, es 
la interacción entre las características de una persona y la apreciación de esos rasgos 
por la otra. Además de mencionar los siguientes: 
 
6 
 
 Proximidad: Conocido como el efecto de exposición, sugiere que una persona 
gusta más después de verla repetidamente, es decir, cuanto más se ve a alguien, 
se puede predecir su comportamiento y más cómodas llegan a hacerse las 
relaciones. Sin embargo la proximidad por sí misma no es base suficiente para la 
armonía. 
 Apariencia física: Existe el placer estético de mirar y obtener lo que se considera 
bello, por el status al que se le asocia (popularidad), se considera que la gente 
mejor parecida puede ser más segura, competente y estar más satisfecha, por lo 
tantose puede creer que cuando existe una bella envoltura, el interior será aun 
más bello. 
 Características personales: La manera en que percibimos cualidades como la 
generosidad, el sentido del humor y el buen carácter por mencionar algunos, 
influyen en el grado en el que nos sentimos cómodos con las personas. 
 Similitud: Las parejas que tienden a ser similares en cuanto a raza, edad, status, 
religión, educación, inteligencia, valores y actividades, tienen una mayor 
probabilidad de atraerse. También es probable que los contrarios se atraigan, si 
se satisfacen los requerimientos de uno y del otro, hasta cierto punto. 
 Reciprocidad: Somos atraídos por las personas que han demostrado su "buen 
gusto y buen criterio" al gustarles nosotros. 
 
Es importante resaltar que la formación de una pareja es todo un proceso que se da con 
base en una atracción primeramente, ésta como podemos observar, se da gracias a las 
circunstancias espaciotemporales y a la intervención de las redes sociales, una vez que 
existe la atracción, la elección de pareja se dará tomando en cuenta diferentes principios, 
que cada individuo considerara individualmente como mayor o menormente importantes, 
dependiendo de lo que cada uno busque. 
 
 
 
 
 
 
7 
 
1.3.2 Desarrollo evolutivo de la relación de pareja: 
Parada, J. (1995) menciona que cada pareja tiene su propia identidad, pero se ha 
observado que existen ciertas similitudes en su desarrollo evolutivo, es decir, se han 
observado similitudes en los cambios que enfrentan las parejas a través del tiempo, por 
lo que se han propuesto una serie de fases o estadios, que son los siguientes: 
 Fase de enamoramiento: Todas las relaciones de pareja inician por esta fase, 
en la cual se producen la ilusión de unidad y la fantasía de la armonía eterna. En 
este periodo la pareja evita y rechaza cualquier sentimiento de separación y 
planean objetivos comunes. Esta etapa comienza su declive cuando los deseos 
y expectativas comunes no son tan fáciles de conseguir como parecía y se impone 
la realidad, ocasionándose la primera situación de crisis la cual puede afrontarse 
o provocar el fracaso en la pareja. El resultado de esta fase promueve la 
autonomía interdependiente y la conciencia de que los conflictos no resueltos 
adecuadamente en la relación traen problemas para la misma. 
 
 Fase de desencanto: Esta fase comienza cuando la pareja reconoce de forma 
individual que el otro no responde en su totalidad a las expectativas que tenía, por 
lo cual la ilusión de la unidad se convierte en una vivencia frustrante, en la cual se 
busca conseguir la armonía falsamente ansiada. La pareja comienza a establecer 
consciente o inconscientemente límites físicos, psíquicos y existenciales y puede 
que como parte de esta situación intente modelar al otro para que se convierta 
en lo que prometía ser. El mayor obstáculo al que se enfrenta la pareja en esta 
etapa consiste en pensar que con el esfuerzo de uno de los miembros se 
conseguirá lo que los dos planearon. Para superar esta fase, hay que aprender a 
reconocer las diversas necesidades personales y del otro, las diferentes 
percepciones y sobre todo se debe ejercitar el aprendizaje de comunicar 
correctamente quiénes somos y que queremos del otro. En esta etapa termina la 
vida relacional de muchas parejas, las cuales comúnmente manifiestan 
incompatibilidad de caracteres y problemas en la comunicación. 
 
 
8 
 
 Fase de estabilidad: Comienza cuando la pareja abandona la idea de la ilusión 
inicial y admite sus aptitudes y limitaciones, permitiéndose resolver y afrontar los 
problemas y conflictos en común y sobre todo en un clima de buen humor. La 
pareja propone vías de negociación, de consensos, con reglas, pactos y 
compromisos, donde se contemplan los posibles enfoques y se establece un 
criterio de satisfacción. En esta fase la pareja amplia sus relaciones con otras 
parejas y personas y aprende a responsabilizarse de sus aspectos no consientes, 
ampliando su sentido de identidad a través del otro. La problemática que surge en 
este periodo consiste en creer en una ilusión de paz que únicamente conduce al 
estancamiento, la monotonía y la cual detiene el crecimiento personal. En esta 
etapa algunas parejas se quejan de aburrimiento, depresión, ausencia de amor, 
desinterés y deciden concluir su vida en común. 
 
 Fase de compromiso: En esta fase la pareja presenta claramente lo que es y 
acepta su forma de relación, abandonan el objetivo de remodelar al otro según 
sus criterios y ha conseguido la capacidad para manejar la tensión y los conflictos 
que se generan, esta habilidad permite que la pareja se respete y se quiera con 
un estilo adulto, algunas parejas en esta etapa sienten que lo han conseguido todo 
con respecto a la relación y esto provoca aburrimiento, desmotivación y desinterés 
que pueden acabar con la relación. 
 
 Fase de trascendencia: En esta fase la pareja se encuentra madura ya que ha 
superado las limitaciones que tenia, en esta etapa predomina la racionalidad, el 
compromiso, la cooperación y la negociación, dándose a notar el bienestar dentro 
de la pareja como consecuencia de las vivencias superadas en las etapas 
anteriores. 
Una vez que se establece una relación de pareja es común que el paso del tiempo vaya 
modificando y moldeando la relación, llevando a que la pareja se adentre en una serie 
de etapas, estas no deben interpretarse como un fracaso dentro de la relación, al 
 
9 
 
contrario, deben interpretarse como una oportunidad para lograr nuevos objetivos y que 
las parejas logren conservarse unidas. 
1.3.3 Etapas de la pareja 
Para que la pareja pueda convertirse en una nueva familia, es indispensable que pase 
por una serie de etapas que le permitirán consolidarse y le darán las bases para 
comenzar a crear una nueva familia, estas etapas son las que se mencionan a 
continuación: 
 Noviazgo: El noviazgo es una época de intenso romance que indudablemente 
favorece la comunicación tanto verbal como no verbal, la pareja manifiesta 
continuamente que se ama, comparte sueños, esperanzas, ilusiones, se ponen 
metas, comparten preocupaciones, tristezas y frustraciones. Es un periodo en el 
cual se inicia, establece e intenta mantener una relación amorosa, con la finalidad, 
por un lado, de un conocimiento mutuo y cada vez más profundo, con expectativa 
de un futuro matrimonio; y por otro lado es la elección de la persona con la cual 
se pretende conformar una familia. Esta etapa de la relación de pareja, es de 
preparación, donde él y ella deciden si la relación se prolonga hasta casarse ó 
llega a su fin. (Reyes, V. 2010). 
 
 Matrimonio: Es la etapa en donde la relación de la pareja se convierte en una 
relación duradera total, exclusiva y fecunda. Duradera, porque no termina sino con 
la muerte de uno de los dos; Total, porque abarca al ser humano entero: cuerpo, 
afecto, voluntad y razón; Exclusiva, porque no hay lugar para otro hombre u otra 
mujer con el mismo grado de participación y fecunda porque ayuda a la 
maduración del amor y a la procreación de nueva vida, donde el compromiso y la 
intimidad llegan a su plenitud e integración óptima. Es la etapa en la que la pareja 
aprende su papel como cónyuge, se realizan cambios importantes en el estilo de 
vida y en el sistema de seguridad emocional de cada quien, con el fin de lograr un 
acoplamiento entre ambos. (Reyes, V. 2010). 
 
 
10 
 
 Familia: Es la etapa en la cual la pareja se convierte en una especie de organismo 
vivo que tiene un ciclo que cumplir: nacer, crecer, reproducirse y finalmente morir, 
el inicio de este ciclo se da con la llegada del primer bebé y se va modificando con 
base en la llegada de nuevos integrantes. Con la llegada del primer bebe, la nueva 
familia requiere de importantes adaptaciones en la vida de pareja. La pareja que 
ya ha alcanzo un sano equilibrioen su relación puede resolver con mayor facilidad 
estos cambios junto con las tensiones físicas y emocionales propias de esta 
situación. (Reyes, V. 2010). 
La pareja es un proceso que se va construyendo con el paso del tiempo y de acuerdo al 
contexto y necesidades propias de cada individuo, para su mantenimiento requiere del 
esfuerzo mutuo de los miembros que conociendo sus recursos y limitaciones buscan la 
complementariedad sin caer en falsos optimismos. 
 
 
1.4 El compromiso en la relación de pareja 
El compromiso puede entenderse como la decisión de mantener una relación pese a 
los problemas que pudiera conllevar, debido a la importancia especial que se le 
confiere a la otra persona y a la relación que mantienen. (Yela, C. 1997) 
 
En términos de emociones y sentimientos es una consecuencia que se debe al aumento 
en la dependencia, nos permite persistir en una relación y se define como: amor eterno, 
confianza, seguridad, alegría, cariño, agrado, etc. (Torres, T. & Ojeda, A. 2009) 
Y finalmente, en términos conductuales, el compromiso es la etapa donde se comparte 
todo, se procura al otro y se busca la comunicación sincera, la cual sirve para crear 
acuerdos entre la pareja, todo dentro de un ambiente de respeto y ternura. (Torres, T. & 
Ojeda, A. 2009) 
Sin embargo aunque el compromiso es una pieza clave para que una relación perdure 
Rusbult y Van Lage (1996), manifiestan que dentro de la relación de pareja el 
 
11 
 
compromiso se puede ver afectado por tres factores generales que son: (Citado en 
Torres, T. & Ojeda, A. 2009): 
 Satisfacción: Se refiere al sentimiento de bienestar o afecto positivo vs negativo 
experimentado en una relación, este punto nos permite descubrir si una pareja 
llena las necesidades más importantes de su compañero. 
 Calidad de alternativas a la actual relación: Hace referencia a que tanto o en que 
medida las necesidades más importantes o prioritarias de la pareja se podrían 
llenar fuera de la relación actual. 
 Las inversiones llevadas a cabo en la misma: Hace referencia a los recursos que 
la pareja emplea para mantener la relación y que perderían valor o se perderían 
por completo si la relación terminara. 
 
 
Si bien el compromiso surge como una herramienta para persistir dentro de una 
relación de pareja y desarrollar un compromiso fuerte, no debemos olvidar que para 
que una pareja se mantenga estable debemos asumir como personas adultas nuestra 
parte de la responsabilidad dentro de la relación, haciéndonos cargo de lo que en 
pareja y a manera personal nos corresponde, solo así podremos comprometernos y 
cuidar de la relación y de la pareja. 
 
1.5 El conflicto en la relación de pareja 
La mayoría de las personas son capaces de consolidar relaciones sanas, estables y a 
largo plazo, siempre y cuando se les brinde un periodo de tiempo que les permita 
adaptarse y solucionar las situaciones que se les presentan como pareja. (ICE, 2003) 
Pero esta capacidad de adaptarse y buscar soluciones no implica que dentro de la vida 
de pareja no se vivan de forma alternada episodios de confrontación y conflicto, así como 
de paz y armonía. (Sarquis, C. 1995) 
Muchas son las causas y motivos que pueden originar un conflicto y diversas son las 
formas en que podemos conceptualizarlos, sin embargo hay autores (Sarquis, C. 1995; 
 
12 
 
Hurtado, F., Ciscar, C. Rubio, M. 2004 & Mendoza, G, 2010) que han intentado 
categorizar las distintas áreas de problemas que presentan las parejas, siendo entre 
otras las siguientes: 
1. Algunas personas no comprenden que su pareja puede disfrutar sin él o ella y 
que cada uno de los miembros de la pareja necesita un espacio para desarrollar 
actividades que sean de su agrado. 
2. Diferencias propias del ser hombre y ser mujer: A pesar de que la pareja comparte 
todo un discurso sobre “la igualdad”, parece que existen diferencias propias del 
ser hombre y del ser mujer pues ambos tienen distintas formas de analizar, 
resolver, negociar y reconocer los problemas, con estas diferencias de género se 
afectan la comunicación ya que cada sexo tiene su propia versión y da un 
significado diferente a aquello que constituye su mundo y su verdad. 
3. El dinero: La actitud ante el dinero puede generar problemas, ya que simboliza 
tanto necesidades como expectativas. La forma en que la pareja conceptualiza el 
dinero y la forma de manejarlo está vinculada a patrones aprendidos en las 
familias de origen. 
4. Problemas de comunicación: La importancia de una comunicación adecuada 
entre los miembros de la pareja es un requisito fundamental para que la misma 
funcione adecuadamente e impide el efecto negativo de que se produzcan 
atribuciones erróneas. 
5. Falta de entendimiento de lo que es el amor: La pareja cree que el amor es una 
mezcla de sentimientos con emociones y rápidamente se decepciona al ver como 
con el paso del tiempo ya no sienten lo mismo. 
6. Falta de compromiso: La pareja que no ve el matrimonio como un vínculo sagrado 
indisoluble, sino como un contrato más, inevitablemente no tendrá interés en 
resolver los conflictos ni en esforzarse por su matrimonio, y deja que las cosas 
sigan su “curso natural”, que en el caso del matrimonio es el debilitamiento de la 
pareja. 
7. Falta de propósito: Cuando cada miembro de la pareja tiene metas y sueños por 
separado, cada uno se enfoca en lo suyo, y no tiene en cuenta a la pareja. Esto 
crea la sensación de que cada uno está solo en el mundo. 
 
13 
 
8. Cambios que se producen en el ambiente externo y que afectan la estabilidad y 
equilibrio de la pareja, como pueden ser la aparición de una tercera persona. 
9. Lealtades con la familia de origen: Las lealtades se caracterizan por manifestarse 
de manera contradictoria y por tener significados diferentes para el hombre y para 
la mujer. Para las mujeres suelen ser como una gran asociación cooperativa, la 
mujer vive en un mundo de afectos y busca gratificarse en las redes relacionales 
y en las interacciones emocionales. Sin embargo, para el hombre las lealtades y 
relaciones parten del supuesto de que hay que ser fuerte, hay que competir por 
el lugar y la jerarquía en el grupo, actuando en forma disciplinada y en busca de 
sus expectativas puede ser agresivo. Las lealtades pueden ser visibles o 
invisibles, se construyen a lo largo de la vida y a través de ella se define la relación 
con la familia y las personas significativas. Una relación leal con la familia puede 
servir como un buen mecanismo de apoyo siempre que no constituya una 
obligación ya que, en ese caso, puede debilitar la relación de pareja e impedir su 
desarrollo y afianzamiento. 
10. No saber cómo resolver los conflictos: La inmensa mayoría de personas no se 
educa en el tema de resolver los conflictos. Simplemente reaccionan como 
quieren, causando heridas profundas y resentimiento crónico, lo que enfría la 
relación. 
11. Los hijos: La presencia de uno ó más niños, exige adaptarse a un nuevo rol 
generando dificultades en la medida en que los padres deben compartir el 
espacio que han logrado como pareja. 
12. La intimidad: Los límites aceptables entre la privacidad personal y la intimidad 
con la pareja y su equilibrio frente a los hijos y el mundo exterior puede generar 
tensiones en la pareja. El secreto y la intimidad son temas que están presentes 
en la vida de la pareja, muchas personas piensan que no deben existir áreas no 
conocidas entre marido y mujer y no se percatan de que muchas veces el dar a 
conocer todo puede ser fuente de mucho sufrimiento y en algunos casos de 
ruptura. 
Hay muchos factores que pueden ocasionar conflictos que pueden llevar al enfriamiento 
y la ruptura de la relación de pareja, sin embargo, con el conocimiento de estas 
 
14 
 
situaciones conflictivas se pueden evitar todos estos eventos que hacen daño a la 
relación, si las personas estuvieran mas consientes de esta situaciónpodrían evitar los 
malos entendidos y discusiones entre los cónyuges. 
 
 
1.5.1 El conflicto de la pareja como variable asociada a la violencia contra la 
mujer 
Gracias al aporte de las investigaciones, se han demostrado que las situaciones 
conflictivas que se desarrollan en la pareja suelen aparecer cuando existen más 
diferencias que similitudes en cuanto a lo que son y esperan de la relación, además se 
sabe que existen un grupo de factores que se pueden asociar con la presencia de 
violencia domestica contra la mujer y que a su vez pueden ser utilizados para identificar 
a individuos de riesgo. (Hurtado, F., Ciscar, C. & Rubio, M. 2004) 
Pero en recientes investigaciones (Hurtado, F., Ciscar, C. & Rubio, M. 2004) se ha 
encontrado que la exposición a una situación conflictiva crónica puede traer como 
consecuencia el desarrollo de conductas de violencia de género, así como, la aparición 
de problemas en la salud mental de los miembros de la pareja, esto se debe al estrés y 
a los efectos que la misma situación problemática produce en la relación de pareja. 
Es importante desarrollar las habilidades necesarias que nos permitan resolver 
conflictos, evitando así el uso de estrategias muy simples o erróneas y que nos pueden 
hacer caer en el uso de la coerción y la violencia, antes de ayudarnos a controlar nuestro 
comportamiento y producir una serie de cambios. 
 
 
 
 
 
 
15 
 
CAPITULO 2: LA VIOLENCIA DE PAREJA 
 
A pesar de que la violencia es una de las situaciones más insólitas que se puede generar 
en el ser humano y una mayoría se declaran contrarias a la misma, resulta increíble que 
algunas personas tengan más miedo a otro ser humano que a ninguna otra cosa, sin 
embargo es aun más paradójico cuando la familia el grupo social de pertenencia, donde 
las personas viven juntas y cuya tarea es favorecer el crecimiento de todos, se transforma 
en peligrosa para ella misma. (Suares, M. 2002) 
Durante mucho tiempo la violencia contra la mujer fue considerada una situación común, 
por lo tanto era vista como un problema individual exclusivo del ambiente familiar, no solo 
era ocultada y minimizada, a veces era justificada por la sociedad, las instituciones y 
organismos públicos, pero actualmente ha dejado de ser un problema de familia. (INEGI. 
2008) 
La violencia contra la mujer es una realidad que con el paso del tiempo comienza a ser 
vislumbrada por todos sus autores (persona violentada, agresor y testigos), gracias a los 
alcances de los diversos medios de comunicación, pero a la par, se sigue intentado 
negarla y silenciarla en varias ocasiones por las personas más allegadas a la pareja y 
también en un afán de encubrir el entorno social en que vivimos. (Suares, M. 2002) 
Teniendo en cuenta el panorama anterior, es claro que actualmente aun es difícil 
responder a las demandas que esta problemática exige, pues son varias las mujeres que 
siguen considerando esta situación como un aspecto normal de vida y diversas las 
personas que intentan enmascararla, sin embargo, para avanzar en herramientas, 
instrumentos y medios que permitan identificarla, evitarla y erradicarla, es necesario 
evidenciar y considerar los casos de violencia contra las mujeres. 
 
 
 
 
16 
 
2.1 El estudio de la violencia de pareja en América Latina y México 
Es conveniente conocer cómo han evolucionado las investigaciones sobre esta 
problemática en nuestro continente y país, para tener una visión o perspectiva real de 
cómo esta situación ha sido abordada, comprendida y afrontada. 
Como menciona Traverso (2000), los estudios sobre la violencia en la familia, en 
específico sobre la mujer maltratada, se iniciaron en América Latina en el los años 
ochenta y su principal objetivo era concientizar a la población sobre un fenómeno que se 
había mantenido oculto. En comparación con los demás continentes, las investigaciones 
se encontraban rezagadas principalmente por la dificultad para la obtención de datos y 
por factores culturales que hicieron de la violencia una situación normal. 
En la actualidad las Investigaciones en América Latina se han agrupado en tres 
categorías: 
 
(Traverso, M. 2000) 
Para el caso específico de México, la violencia familiar es un problema importante y 
generalizado, durante casi 20 años, las investigaciones principales han sido llevados a 
Investigaciones
Estudios de tipo descriptivo
Tienen un doble propósito
a) Las características de las 
situaciones de violencia.
b) Describir el contexto en 
el que las mujeres realizan 
denuncias. 
Estudios de impacto de la 
violencia
Estiman la dimensión de la 
violencia y analizan sus 
consecuencias, 
identificando y 
describiendo los factores 
de riesgo que inciden en el 
problema. 
Estudios de impacto de las 
políticas públicas en la 
situación de la mujer 
maltratada
Evalúan la implantación de 
políticas públicas y la 
aplicación de la ley. 
 
17 
 
cabo por grupos de mujeres organizados en asociaciones civiles, basándose en una 
variada metodología y criterios para estudiar la problemática. (INMUJERES & SSA. 
2003) 
Sin embargo esto no ha sido un obstáculo para que estadísticamente se pueda apreciar 
que la violencia de pareja es la forma más común de violencia contra la mujer, ya que 67 
de cada 100 mujeres de 15 años y más han padecido algún incidente de violencia de 
pareja, comunitaria, laboral, familiar o docente a lo largo de su vida; 43 de cada 100 
mujeres de 15 años y más han padecido algún incidente de violencia por parte de su 
novio, compañero o esposo a lo largo de su última relación, incidentes que pueden ser 
de tipo emocional, económico, físico o sexual. De las 32 entidades federativas de la 
República Mexicana, 11 presentan un porcentaje de violencia de pareja superior a la 
media nacional, que es de 43.2 por ciento. En particular, la violencia que viven las 
casadas o unidas y las alguna vez unidas, es mayor sistemáticamente en dos estados 
del país: México y Jalisco. La violencia emocional y la económica son las que padecen 
más frecuentemente las mujeres; la física y la sexual la han vivido un menor número de 
ellas. Esto se aprecia con independencia del estado conyugal de las mujeres, aunque 
cabe hacer notar que los niveles de violencia son singularmente más altos en las mujeres 
alguna vez unidas que en las casadas, unidas o solteras. (INEGI e INMUJERES, 2009). 
En México el problema de violencia de pareja es frecuente y gracias a los esfuerzos que 
se han realizado para abordar esta problemática se ha avanzado en el estudio e 
investigación, sin embargo aun en ocasiones la comprensión de la situación por parte de 
las personas es difícil de ver. 
 
 
 
 
 
 
18 
 
2.2 Definición de violencia de pareja 
En un sentido general y preciso la violencia es cualquier acción u omisión intencional que 
dañe o pueda dañar a una persona. (Sanmartín, J. 2006) 
De manera específica los conceptos de violencia de género, familiar y domestica (termino 
que está siendo sustituido actualmente por violencia infringida por la pareja) se usan 
comúnmente de manera indistinta, pero son diferentes entre sí, ya que cada uno se 
construyó y fue haciendo más específico para la situación o condición que dentro del 
contexto de violencia se quería abarcar. (INMUJERES & SSA. 2003) 
La violencia de género es: “Todo acto de violencia basado en la pertenencia al sexo 
femenino que tenga o pueda tener como resultado un daño o sufrimiento físico, sexual o 
psicológico para la mujer, así como las amenazas de tales actos, la coacción o la 
privación arbitraria de la libertad, tanto si se producen en la vida pública o privada.” 
(INEGI, 2006) 
La violencia familiar es el “acto u omisión único o repetitivo, cometido por un miembro de 
la familia, en relación de poder – en función del sexo, la edad o la condición física, en 
contra de otro u otros integrantes de la misma, sin importar el espacio físico dondeocurra 
el maltrato físico, psicológico, sexual o abandono”. (INMUJERES & SSA. 2003) 
La violencia domestica (en la pareja ó conyugal): se define como aquellas agresiones 
que se producen en el hogar, en el que el agresor tiene una relación de pareja con la 
víctima. (SSA & INSP. 2006) 
De acuerdo con Ferreira (1989), se conocen cuatro formas en que puede manifestarse 
la violencia domestica: la mujer que maltrata al marido, los cónyuges que se golpean en 
igualdad de condiciones, el esposo que golpea a su compañera y el ultimo que se refiere 
a aquellos matrimonios que con alguna disfunción en su relación, sin tener una estructura 
comportamental violenta, llegan incluso a caer en interacciones violentas como ultimo 
recuso cuando se le agotan las instancias de comunicación. (Citado en Briceño, G. & 
Olvera, E. 1999). 
 
19 
 
Como se puede observar una de las formas más frecuentes de violencia va dirigida hacia 
la mujer, afectándola en su desarrollo personal, ya que se ve afectada en su dignidad, 
seguridad e intimidad. 
2.3 Clasificación y definición de las formas en que se expresa la violencia de pareja 
La clasificación de la violencia de pareja más conocida es aquella que se basa en la 
naturaleza de sus actos y es la que se presenta a continuación: 
 
(INEGI. 2006) 
Esta clasificación es de mucha utilidad ya que cumple una doble función: 
1. Permite la descripción y comprensión de los tipos de violencia que acontecen en 
el mundo y en la vida diaria de las personas. (OPS, OSP &OMS. 2003) 
Tipos de 
violencia
Violencia 
emocional o 
psicológica
Atentan contra la psique de la mujer
Ejemplos: menosprecio, intimidación, 
humillación, etc.
Violencia 
económica
Controlar los recursos económicos del 
hogar para presionar a la mujer.
Ejemplos: amenazar con no aportar para 
los gastos domésticos, o criticar la forma 
en que se administran los gastos.
Violencia física
Afecta la integridad corporal de la mujer.
Ejemplos: empujones, patadas, golpes, 
aventones, etc.
Violencia 
sexual
Obtención de relaciones sexuales sin el 
consentimiento de la mujer.
 
20 
 
2. Facilita el análisis de los episodios de violencia que se declaran, favoreciendo el 
establecimiento de límites explícitos que permitan explicar la forma en que la 
persona fue afectada. (INEGI. 2006) 
Por lo anterior la clasificación de la violencia basada en la naturaleza de sus actos 
permite conceptualizar claramente los tipos de violencia, facilita la diferenciación de los 
episodios de violentos, nos permite medir la violencia ya que cada tipo tiene sus propios 
matices y lo más importante nos ayuda a comprender a la mujer que se encuentra 
expuesta a esta situación dentro de su relación de pareja. 
A continuación se presentan de forma específica las definiciones de cada uno de los 
tipos de violencia a los que se hizo hincapié anteriormente. 
Violencia Física: Es todo acto de agresión intencional donde se utilice en alguna parte 
del cuerpo de la mujer, algún objeto, arma o sustancia para sujetar, inmovilizar o causar 
daño a la integridad física de la mujer agredida, lo que se traduce en un daño, o intento 
de daño, permanente o temporal, de parte del agresor sobre el cuerpo de ella. Su 
espectro varía desde un pellizco hasta la muerte. (INMUJERES, 2008). 
 Violencia sexual: Se entiende como violencia sexual toda forma de coerción que se 
ejerce sobre la mujer, con el fin de tener relaciones sexuales ó prácticas sexuales no 
deseadas con o sin su voluntad, la coerción puede ser desde física hasta el chantaje 
psicológico. (INEGI, 2006) 
Violencia psicológica ó emocional: se refiere a formas de agresión reiterada que no 
inciden directamente en el cuerpo de la mujer, pero sí en su psique (comparaciones 
ofensivas, humillaciones, encierros, prohibiciones, coacciones, condicionamientos, 
insultos, reclamos sobre los quehaceres del hogar, falta de respeto en las cosas ajenas 
y amenazas). Su identificación es la más difícil de percibir ante el uso de metáforas y la 
“ausencia de evidencias”. (INEGI E INMUJERES. 2012) 
Violencia económica: formas de agresión con el fin de controlar tanto el flujo de 
recursos monetarios que ingresan al hogar, o bien la forma en que dicho ingreso se 
gasta, como la propiedad y uso de los bienes muebles e inmuebles que forman parte del 
 
21 
 
patrimonio de la pareja, reclamos de dinero, amenazas o incumplimiento con relación a 
dar el gasto, usurpación de bienes materiales, prohibiciones de trabajar o estudiar. 
(INMUJERES, 2008) 
2.4 La dinámica de la pareja como un factor que ocasiona el ciclo de violencia 
En recientes investigaciones (OPS, OSP & OMS. 2003) en países industrializados, se ha 
encontrado que la violencia dirigida hacia la pareja que se observa no es la misma para 
todas las parejas que experimentan conflictos violentos dentro de su relación. 
Sin embargo de manera general parece que existen dos modalidades de relacionarse en 
las parejas que manifiestan tener conflictos violentos: 
1. Una modalidad grave y cada vez más frecuente en la que la violencia se presenta 
en diversas formas de maltrato, amedrentamientos y amenazas, a la par que se 
va desarrollando una conducta posesiva y un comportamiento dominante 
paulatino por parte del agresor. 
2. Una modalidad más moderada, en la que la violencia se presenta por acumulación 
de ira y frustraciones continuas, que ocasionalmente estallan en formas de 
agresión física. 
La exposición con el tiempo a cualquier modalidad de violencia origina que en la pareja 
se genere el ciclo de violencia, Deschner (1984) propone un modelo basándose en un 
contrato simbólico hecho por la pareja y explica cómo es que se llega a formar este ciclo 
dentro de la relación. (Gardeta, A. 2010) 
A manera de resumen, el modelo propone lo siguiente: 
Todo comienza con un contrato simbólico que ambos miembros de la pareja aceptan al 
elegirse mutuamente: hay que satisfacer las necesidades del otro, lo que implica 
renunciar a otras relaciones estableciendo una dependencia y exclusividad afectiva 
difícilmente asumible. (Gardeta, A. 2010). 
Llega el momento en el que el abusador o agresor interpreta un comportamiento de 
mínima trascendencia de la víctima como la ruptura del contrato. Se siente gravemente 
 
22 
 
dañado y abandonado pero incapaz de comunicarlo. El sentimiento de rechazo llevado 
en silencio, se convierte en rabia que será la antesala al estallido de la violencia. Para 
evitar que se repita la situación que le colocó en desventaja emocional, reacciona con 
amenazas y coacciones. El otro miembro responde a las mismas, aumentando así la 
escalada de ansiedad del agresor que termina atacando de forma desmedida a la pareja, 
perdiendo la capacidad de racionalidad durante el episodio. La víctima cesa su 
comportamiento para protegerse del ataque y no provocar más furia, por lo que refuerza 
la conducta del agresor que ha conseguido detener aquello que le molestaba. Éste 
aprende que con la violencia adquiere la solución al control del otro. 
Cuando el abusador toma distancia y valora lo que ha hecho, suplica el perdón de la 
víctima. La pareja lo percibe honesto y lo perdona, volviendo al contrato de dependencia 
mutua que perpetua la situación en el tiempo. (Gardeta, A. 2010). 
 Una vez que en la pareja se ha presentado el primer episodio de violencia, con el paso 
del tiempo se establece dentro de ella un ciclo que se repite una y otra vez dentro de la 
relación y que es conocido con el nombre de ciclo de violencia, Walker (1978) definió 
este ciclo que se suele observar comúnmente en la relación. (INEGI. 2006) 
 
Dicho ciclo consta de tres etapas que son: 
1. Etapa de acumulación y contención de la tensión: Un ambiente de tensión 
rodea a la pareja. El agresor se muestra irritable y la víctima no logra comunicarse 
con él, lo que le produce un sentimiento de frustración. 
Conforme transcurre el tiempo la tensión vacreciendo y se comienzan a originar 
agresiones sutiles, ira contenida, indiferencia, sarcasmos o amenazas, la victima 
siente miedo culpándose de lo que sucede. La mujer intenta apaciguar los 
episodios de abuso volviéndose más complaciente y sumisa; o acelera dichos 
episodios al negarse a cumplir con las exigencias del agresor, mientras, el agresor 
trata de aislar a la víctima de su familia y amistades, la duración de esta fase 
 
23 
 
difiere en cada caso, puede variar días, semanas, meses o años y se va acortando 
al trascurrir el tiempo. (INMUJERES & SSA. 2003) 
 
2. Etapa de violencia explícita: Puede ocurrir en cualquier momento y por cualquier 
motivo. Cuando la violencia estalla se pueden mezclar todas sus formas: 
agresiones corporales, humillaciones, abusos, etc., la mujer según su fortaleza 
emocional, puede reaccionar solicitando ayuda o paralizándose al sentirse 
incapaz de tomar una decisión. Cada vez que se repite esta explosión de 
violencia, es mayor su gravedad, por esta razón es en esta etapa donde ocurren 
muchos homicidios, bien sea, al agredir el hombre o al defenderse la mujer. 
(INMUJERES & SSA.2003) 
 
3. Etapa de remordimiento ó reconciliación: El agresor parece darse cuenta de lo 
ocurrido y puede sentirse avergonzado o temeroso de las consecuencias; sin 
embargo, tiende a negar o a desestimar su actuación y a evadir su 
responsabilidad, promete no volver a ser violento y hasta puede llegar a ser 
cariñoso. Esta etapa suele estar llena de promesas y de firmes propósitos, por lo 
cual ocurre una reconciliación, la pareja experimenta una relación íntima muy 
intensa, negando la violencia y las dificultades que tienen. Esta etapa solo dura 
un tiempo ya que las cuestiones de poder y control están latentes y la relación 
empieza a acumular tensión nuevamente volviendo a comenzar el ciclo, que se 
retroalimenta a sí mismo, es como una pesadilla sin final. (INMUJERES & SSA. 
2003) 
La forma en que convive la pareja dentro de una relación violenta, no solo sigue un ciclo, 
sino también un proceso en espiral, donde la frecuencia y severidad de los daños 
aumentan en la medida que se repite el ciclo en el tiempo, por esta razón, la relación 
representa un factor de riesgo para la mujer, ya que independientemente de lo que haga 
el maltrato seguirá e irá en aumento. 
 
 
 
24 
 
2.5 Perfil o características de la mujer violentada por su pareja 
Debido a la frecuencia de casos de mujeres violentadas por su pareja y las creencias 
erróneas a la mujer víctima de violencia, se le crea un conflicto que le impide vivir su día 
a día, ya que al fallar en mantener la unión del matrimonio, cree fallar en la expectativa 
de su rol femenino, orillándola a que pueda pensar que es egoísta si se protege de la 
violencia y abandona su relación, y si permanece en ella se dice que le gusta el abuso y 
que obtiene placer. (Briceño, G. & Olvera, E. 1999). 
Tomando en consideración la información anterior, la necesidad de conocer un perfil 
general de las mujeres afectadas, es fundamental para poder trabajar y cubrir las 
solicitudes de ayuda que las mismas solicitan. 
Briceño, G. & Olvera, E. (1999) han recopilado algunas de las características de la mujer 
maltratada, las cuales son: 
1. Normalmente no terminan la secundaria, aunque esto no excluye a mujeres con 
altos niveles académicos. 
2. Dependen del marido para su sustento económico, aunque psicológicamente 
sean fuertes y nada tímidas. 
3. Generalmente existe una dependencia afectiva. 
4. Se caracterizan por una baja autoestima. 
5. Mantienen las expectativas tradicionales de su rol sexual. 
6. Frecuentemente hacen uso de drogas y/o alcohol. 
7. Fueron agredidas física y/o sexualmente por sus padres durante la infancia 
8. Pueden estar acostumbradas a observar violencia desde su familia de origen. 
9. Poseen la capacidad para asumir responsabilidades familiares y han adquirido 
una tendencia a atribuirse la culpa por los eventos negativos o poco exitosos. 
 
Cabe mencionar que este perfil está basado tomando en consideración la situación real 
de las afectadas y no en estas creencias erróneas que forman parte del entrenamiento 
social que envuelve, sostiene y refuerza la situación de la mujer golpeada. 
 
25 
 
2.6 Actitud de la mujer frente a la violencia 
Para poder empaparse de la situación de violencia de pareja, la visión que tienen de ella 
las principales afectadas es de valiosa importancia, pues conociendo su contexto y la 
visión que tienen del mismo, nos permitirán hacerle frente de manera eficaz a una 
realidad que nos rodea. 
2.6.1 La percepción del hecho violento 
Percepción se refiere a la valoración que da la mujer al hecho violento, considerando su 
evaluación al respecto de los incidentes que sufre y el tipo de violencia que este viviendo. 
Actualmente se manejen tres opciones que permiten delimitar la gravedad del incidente 
(no tiene importancia, grave y muy grave), y en términos cualitativos ayudan a explorar 
la percepción del hecho. (INEGI, 2006). 
Pero a pesar de los esfuerzos realizados en encuestas (INEGI. 2006), la percepción que 
las afectadas tienen sobre el hecho violento está permeado aun por la subjetividad, pues 
los diferentes actos clasificados como violentos y la magnitud de la importancia de los 
incidentes, no son valorados de la misma manera por las mujeres que los viven; pues 
para algunas mujeres, una determinada agresión es percibida como un suceso muy 
importante o grave, mientras que para otras, estos mismos hechos son considerados 
poco relevantes o importantes. 
Pero de manera constante se ha encontrado que las mujeres que son violentadas de 
forma emocional, económica, física y sexual, consideran que cualquier hecho al que se 
enfrenten con su pareja es importante, lo que refleja que las mujeres violentadas con 
mayor crudeza ven con más seriedad casi cualquier intimidación 
2.6.2 La frecuencia del hecho violento 
La frecuencia se refiere a la cantidad de veces que las mujeres experimentaron los 
distintos matices de la violencia, tratando de diferenciar si estos eventos sucedieron de 
forma esporádica, o bien si se trata de hechos sucesivos o crónicos. (INEGI, 2006). 
 
26 
 
Pero en el caso de las mujeres afectadas, clasificar un hecho violento como de poca o 
mucha frecuencia no está libre de juicios subjetivos, pues el número de episodios de 
violencia pueden ser pocos para una persona, pero muchos para otra, dependiendo de 
la clase de violencia de la que se trate, y del espacio de tiempo que haya pasado entre 
un incidente y otro. (INEGI, 2006). 
Pese a lo anterior en encuestas del INEGI (2006) se encontró que la mayoría de las 
mujeres violentadas de las cuatro formas, coinciden en que 11 incidentes de violencia 
les ocurrieron muchas veces durante un año. (INEGI, 2006). 
2.6.3 La duración del hecho violento 
La duración se refiere a la tolerancia de la mujer al comportamiento violento de su pareja 
durante el tiempo que ha mantenido su relación, este aspecto ha sido medido a través 
de diversas encuestas, encontrándose que las mujeres que viven uno o los cuatro tipos 
de violencia, manifiestan que los actos violentos han ocurrido durante menos de la mitad 
del tiempo que tienen de vivir junto a su pareja. (INEGI, 2006). 
La percepción del hecho violento, la frecuencia y la duración con que se presentan los 
casos de violencia, no está libre de juicios subjetivos, pues las percepciones que 
construye cada mujer varían conforme el estilo de vida que llevan cotidianamente. 
2.6.4 Razones que perciben las mujeres como causantes de la violencia 
Conocer los motivos que las mujeres adjudican a la aparición de los episodios de 
violencia, nos ayuda a conocer cuál es la percepción real o no que la mujer asocia al 
modo de vivir el maltrato. 
Autores como Olaiz, G. Rico, B. & Del Rio, A. (2003) recopilaron algunas de las razones 
que las mujeres percibencomo causantes de la violencia que experimentan y se 
mencionan a continuación: 
1. Las familias de origen y los valores defendidos: La costumbre de la vivir con la 
familia del hombre favorece ciertos conflictos al interior de la pareja, las figuras de 
la suegra o eventualmente de las cuñadas, suelen expresar juicios morales sobre 
 
27 
 
la mujer, que no responde a los valores y expectativas depositadas en ella como 
nuevo miembro de la familia. La mujer queda entonces devaluada y esto favorece 
dos aspectos de la violencia, el hombre ve justificado el maltrato por tener que 
“soportarla” en su condición devaluada, y los otros miembros de la familia, así 
como ella misma, se muestran tolerantes a los maltratos. 
2. El machismo reinante en la sociedad y los problemas no resueltos en la infancia 
del cónyuge como son la inseguridad y la necesidad de reconocimiento. 
3. La violencia se usa como mecanismo disciplinario para encauzar, imponer o 
castigar ciertos comportamientos de la conducta de ella. 
4. Expectativas y estereotipos de rol de género: El vínculo conyugal y la distribución 
de derechos y deberes de cada uno de los cónyuges responden a estereotipos de 
género muy rígidos que son de carácter cultural. 
5. La inequidad entre la mujer y el hombre en la distribución de responsabilidad y 
obligaciones que tiene cada uno de ellos: Dado que la mujer es responsable de 
muchas mas obligaciones que el hombre, con frecuencia se siente en falta y 
aquejada de sentimientos de culpa. Esto conduce a justificar el maltrato de su 
pareja o favorecer que ella lo soporte ya que el maltrato resulta “merecido”. 
6. Capital Social: En el caso de las mujeres que sufren violencia se trata de todas 
aquellas relaciones interpersonales o redes sociales que la rodean y que podrían 
activarse en un momento determinado para darles apoyo, ya sea que ellas lo 
demanden o no. 
A manera de conclusión Olaiz, G. Rico, B. & Del Rio, A. (2003) encontraron que los 
motivos que ocasionan una situación de violencia involucran intenciones conscientes y 
voluntad de maltrato por parte de la pareja, sin embargo las razones de la violencia que 
las mujeres expresan como causas, responden a una naturaleza externa y ajena a la 
voluntad del hombre violento. 
2.6.5 Obstáculos que las mujeres perciben para superar la violencia 
En general la mujer violentada permanece mucho años con su pareja antes de tomar la 
decisión de separarse, tomando como referencia a autores como Olaiz, G. Rico, B. & Del 
 
28 
 
Rio, A. (2003), esta reacción tardía se puede deber a ciertos factores que se mencionan 
a continuación: 
1. La falta de empoderamiento de la mujer: En el caso de las mujeres con violencia, 
es la incapacidad de tener una actividad o una vida propia fuera de los límites que 
le imponen su existencia como ama de casa y que le permiten relacionarse con el 
mundo. 
2. La costumbre de convivir con la familia política: En general, los parientes políticos 
que permanecen en la casa (típicamente la suegra o las cuñadas), se encargan 
de vigilar el comportamiento de la mujer en ausencia de su pareja, colocándolas 
en una situación de vulnerabilidad por la falta de recursos para salir de esa 
situación. 
3. La falta de redes sociales: La redes sociales ayudan a la mujer a evitar la violencia, 
a salir de ella o a no reincidir si ya están en el proceso de salida del problema. En 
general, estas mujeres están muy controladas por su agresor y tienen tanto miedo 
de este (si su situación se hace pública) como vergüenza por ser señaladas en el 
entorno social, en consecuencia mantienen oculto el mayor tiempo posible el 
problema y son las personas del entorno, quienes con frecuencia interviene para 
ayudarlas. 
4. En el proceso de búsqueda de ayuda: La falta de ayuda por parte de las 
instituciones así como denuncias fallidas en instituciones oficiales encargadas del 
manejo legal, inhiben a las mujeres a exponer su situación. 
2.6.6 ¿Por qué las mujeres no denuncian la violencia? 
Considerando los puntos expuestos con anterioridad, lo más lógico sería que las mujeres 
actuaran de forma inmediata ante la primera situación de violencia que experimenten, 
sin embargo una mayoría no lo hace. ¿Por qué? 
En su mayoría, las mujeres que sufren de violencia no son victimas pasivas, lo que al 
observador puede parecerle una falta de respuesta a una vida de violencia, puede ser 
en realidad la estrategia valorada de la mujer para sobrellevar la situación ó en casos 
más severos para sobrevivir y protegerse ella y sus hijos. (INMUJERES & SSA. 2003) 
 
29 
 
De acuerdo con los datos aportados por la Secretaria de Salud y el Instituto Nacional de 
Salud Pública (2006), algunas de las razones más frecuentes por las que las mujeres no 
toman la decisión de denunciar que son víctimas de la violencia son: 
1. Esperanza en que la situación cambie 
2. Miedo a represalias en ellas o a sus hijos 
3. Vergüenza ante la sensación de fracaso o culpa 
4. Tolerancia social a los comportamientos violentos de los hombres 
5. Dependencia de la mujer respecto a su pareja: psicológica y económica 
6. Sentimientos de ambivalencia o inseguridad 
7. Miedo al aparato judicial 
8. No saber a quién dirigirse o a qué servicios acudir 
9. Falta de apoyo familiar, social o económico 
Además de las razones mencionadas anteriormente, muchas personas piensan que se 
trata de una cuestión “privada” por lo cual las opciones de la mujer se ven limitadas e 
impiden que busque ayuda. (INMUJERES & SSA. 2003) 
2.7 Factores de riesgo asociados con la presencia de violencia en la pareja 
 
Una vez que se ha tratado la percepción que las mujeres tienen sobre su situación de 
violencia, conviene abordar desde una perspectiva menos cualitativa los hallazgos que 
en diversas investigaciones (INMUJERES, 2008. OMS, 2010. OPS, Sanmartín, J. 2006. 
OSP & OMS, 2003.) se han encontrado sobre los factores que intentan explicar la 
probabilidad de que una mujer enfrente violencia de pareja de cualquier tipo. 
A continuación se expone un sumario de dichos factores: 
Factores sociodemográficos: Elementos de la demografía que intervienen en la 
presencia de violencia en la relación de pareja. 
1. Edad: Las mujeres más jóvenes tienen mayor propensión a sufrir violencia 
emocional, económica y física. 
2. Lugar de residencia: En el medio urbano, el riesgo de vivir violencia es mayor. 
 
30 
 
Factores socioeconómicos: Elementos que provienen de la organización social, que 
tienen un impacto en la posición social y económica de una persona y que están 
relacionados con la aparición de violencia dentro de la pareja. 
1. Nivel de escolaridad: Cuanto mayor sea el nivel educativo en la mujer menor es 
la probabilidad de que sufra violencia de su pareja. 
2. Las condiciones de hacinamiento al interior del hogar: Incrementan la 
probabilidad de que las mujeres puedan sufrir violencia debido a la falta de 
espacios adecuados en las viviendas o la poca privacidad que limita las 
posibilidades de convivencia armónica. 
3. La participación laboral de las mujeres: Para aquellas mujeres que pertenecen 
a la población económicamente activa, el riesgo de sufrir violencia se incrementa 
en relación con quienes se dedican sólo a los quehaceres del hogar. 
4. La condición de habla de lengua indígena: Existe mayor propensión de sufrir 
cualquiera de los tipos de violencia por parte de la pareja, cuando uno de los 
miembros de la pareja habla una lengua indígena. 
 
Factores del contextos social inmediato: Hacen referencia a la situación de 
desventaja y el grado de desigualdad en que vive la mujer, ya que debido a su limitada 
movilidad, dependencia y falta de autonomía, se le dificulta la obtención de apoyo social 
e institucional. 
Factores individuales: Se refieren a las características personales que pueden 
ocasionar la violencia a la mujer en su relación de pareja. Estos factoresse relacionan 
con situaciones de vida muy específicos o exclusivos y los más comunes son: beber en 
exceso, depresión, presencia de trastornos de la personalidad, personas con poco nivel 
de empoderamiento, una visión excesivamente romántica de las relaciones amorosas, la 
cual puede contribuir si no al origen, al mantenimiento de la violencia de pareja y 
antecedentes de violencia durante la infancia, ya que las condiciones del entorno familiar 
durante la infancia influyen sobre las relaciones de pareja que hombres y mujeres 
desarrollan durante su juventud y la edad adulta. 
 
31 
 
Factores de la relación: Son aquellos que se relacionan con las situaciones que 
sensibilizan y causan conflictos en la forma de relacionarse de la pareja, los más 
comunes son la falta de comunicación del hombre con la mujer, problemas de adicción 
de parte del hombre, problemas por la situación laboral actual de la pareja, presiones 
económicas, dominio masculino dentro de la relación de pareja, inestabilidad matrimonial 
por incapacidad para resolver problemas y el estado de la relación, ya que las mujeres 
separadas, divorciadas o en unión libre han declarado haber sido víctimas de muchos 
actos de violencia a lo largo de su vida en pareja y algunas afirman que la violencia 
persiste incluso después de la separación. 
2.8 Consecuencias en la salud de la mujer expuesta a una vida de violencia 
Son muchos los estudios (OPS, OSP & OMS, 2003. Matud, M. 2004. SSA & INSP, 2006. 
Martínez, R. 2006. Vieyra, C; Gurrola, G; Balcázar, P; Bonilla, M; & Virseda, J. 2009) que 
revelan que el maltrato a la mujer por parte de su pareja incide de forma importante en 
la salud de la víctima, estos daños se presentan principalmente en cuatro niveles: 
1. Físico: Son lesiones diversas que se presentan en el cuerpo de la mujer y cuyo 
origen no coincide con la explicación de cómo ocurrieron. Las lesiones que se 
presentan son muy variadas y dependen de la gravedad de la violencia que vive 
cada mujer en su relación de pareja, estas pueden ir desde trastornos en el 
funcionamiento de órganos, quemaduras, moretones y cortes, hasta la 
discapacidad permanente, fracturas o la muerte. 
 
2. Social: La pérdida o limitación de la libertad, ocasiona aislamiento social, puede 
provocar que las mujeres dejen de comer y pierdan los deseos de salir y 
relacionarse con las personas que las rodean. 
 
3. Sexual: Las mujeres que viven violencia en el ámbito sexual con su pareja tienen 
dificultades para protegerse de embarazos no deseados, hemorragias y dolores 
vaginales, infecciones de transmisión sexual e indirectamente pueden ocasionar 
la ausencia de placer y dificultar la capacidad de la mujer de usar anticonceptivos, 
en especial condones. 
 
32 
 
 
4. Psicológico: La salud mental es uno de los ejes en torno a los cuales gira la salud 
integral, se debe tener presente que para todas las personas, tanto la salud física 
como la mental y el bienestar social son componentes vitales y ligados entre sí. A 
nivel psicológico, algunas de las consecuencias que pueden aparecer en las 
situaciones de violencia doméstica pueden ser: conductas de ansiedad extrema, 
depresión y sentimientos de culpabilidad: aislamiento social, baja autoestima, 
pobre autoconcepto, trastorno por estrés postraumático y habituación y no 
reconocimiento de la situación problemática. 
 
A manera de conclusión, el compartir la vida con una pareja violenta que somete a malos 
tratos a la mujer tiene repercusiones profundas, pues aumenta el riesgo de que en un 
futuro la salud integral de la misma se vea alterada. Actualmente somos conscientes de 
la gravedad del problema debido a los consecuencias físicas o externas que podemos 
ver, sin embargo, debemos percatamos del deterioro que de manera interna puede tener 
la mujer, ya que en ocasiones, ni siquiera la principal afectada, reconoce su problemática 
y las alteraciones que a nivel psicológico puede tener y que en consecuencia le impide 
afrontar la situación y salir adelante en búsqueda de una vida estable. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
33 
 
CAPITULO 3: EL AUTOCONCEPTO 
 
 
Uno de los rasgos distintivos de la naturaleza humana es la posibilidad de ser 
consciente de sí mismo. La adquisición de la conciencia de sí, permite que las personas 
construyan su identidad personal, identidad que por una parte permite diferenciarse de 
los otros y que por la otra permite establecer las relaciones interpersonales. (Haeussler, 
I. 1995). 
Específicamente cuando se habla sobre el autoconcepto, se hace referencia al conjunto 
de sentimientos, percepciones y valoraciones que un individuo tiene sobre sí mismo 
como persona, este es uno de los más importantes resultados del proceso socializador 
y proporciona pautas para interpretar la experiencia; es el marco de referencia sobre el 
cual se organizan todas las experiencias, dándole un significado y valor a la realidad. 
(Ferro, M. 2008) 
Por lo anterior el autoconcepto aparece como un tema de interés central en numerosas 
investigaciones de los últimos años. Ha sido estudiado por las Ciencias de la Salud, la 
Psicología y las Ciencias de la Educación, destacándose su influencia en el bienestar 
personal y la salud; el rendimiento físico, familiar y social; y en el ámbito educativo. 
(Pappalettera, N. & Kepic, A. 2005) 
Es importante destacar que el autoconcepto es un elemento que ha acompañado al 
individuo durante toda su vida, pues le ha permitido saber quién es y conocer la imagen 
que tiene sobre sí mismo, permitiéndole organizar sus experiencias y valorar la realidad 
en la que vive, motivo por el cual ha sido considerado como un tema relevante para su 
uso en otras investigaciones, pues está relacionado con todos los ámbitos que se 
presentan en la vida. 
 
 
 
 
34 
 
3.1 Evolución histórica del Constructo Autoconcepto 
El concepto y estudio del autoconcepto ha ido cambiando de acuerdo con las 
necesidades psicosociales y la estructura social de cada época, con la finalidad de que 
se origine una “concretización del yo”. (Oñate, M., De la Rasilla, G., Fernández, A., & 
Saiz, C. 2006). 
 
Flores, A. (1998), Ramírez, M. & Herrera, F. (2005) explican cómo es que este constructo 
ha sido visto por los estudiosos y la sociedad en general conforme el paso del tiempo: 
 Edad Antigua: La discusión acerca del yo se centraba en torno a conceptos 
metafísicos tales como: alma, espíritu, voluntad, etc., encuadrándose en al ámbito 
filosófico. En la antigüedad se proponía la teoría del alma y la relación que 
guardaba con el sí mismo, como un antecedente del autoconcepto. 
 Edad media: Durante la edad media, la cuestión del sí mismo permaneció en 
manos de los pocos pensadores que subsistieron en el vacio cultural de la época, 
centrado sus discusiones en el ámbito filosófico y religioso. 
 Edad moderna: Se realiza una separación del ámbito filosófico-religioso y se 
considera el autoconcepto como el producto de las sensaciones y percepciones 
actuales del individuo. 
 Edad contemporánea: Se empieza a considerar al hombre como un “yo”, se le 
relaciona con algo más allá de lo únicamente eterno, como una existencia, en 
donde lo que siente, percibe, valora y cree, se constituyen hasta formar un “sí 
mismo”. 
 
El paso del tiempo ha ido modificando las ideas y pensamientos sobre el autoconcepto, 
sin embargo parte de este cambio también se debe a que las personas constantemente 
manifiestan lo que son y van modificando la forma de ser de la sociedad en la que viven. 
 
 
 
 
 
 
35 
 
3.2 Tendencias actuales de investigación del autoconcepto 
A pesar de que el autoconcepto no ha sido considerado y valorado con el mismo peso 
por las diferentes escuelas psicológicas, esto no ha impedido que se siga avanzando en 
la investigación sobre dicho tema. 
 
Las tendencias actuales de investigación sobre el autoconcepto, tomando como 
referencia

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