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UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO FACULTAD DE MEDICINA DIVISIÓN DE ESTUDIOS DE POSGRADO E INVESTIGACIÓN SUBDIVISIÓN DE ESPECIALIZACIONES MÉDICAS SECRETARÍA DE SALUD INSTITUTO NACIONAL DE PEDIATRÍA ESTUDIO DOBLE CIEGO DE PLACEBO Y RIBAVIRINA COMO PROFILAXIS EN CASOS DE CONTACTO CON VARICELA EN NIÑOS TRABAJO DE INVESTIGACIÓN PARA OBTENER EL DIPLOMA DE ESPECIALISTA EN: INFECTOLOGÍA PEDIÁTRICA PRESENTA DR. VÍCTOR MANUEL PÉREZ ROBLES TUTOR DE TESIS DR. NAPOLEÓN GONZÁLEZ SALDAÑA CD. DE MÉXICO, Marzo 2017 UNAM – Dirección General de Bibliotecas Tesis Digitales Restricciones de uso DERECHOS RESERVADOS © PROHIBIDA SU REPRODUCCIÓN TOTAL O PARCIAL Todo el material contenido en esta tesis esta protegido por la Ley Federal del Derecho de Autor (LFDA) de los Estados Unidos Mexicanos (México). El uso de imágenes, fragmentos de videos, y demás material que sea objeto de protección de los derechos de autor, será exclusivamente para fines educativos e informativos y deberá citar la fuente donde la obtuvo mencionando el autor o autores. Cualquier uso distinto como el lucro, reproducción, edición o modificación, será perseguido y sancionado por el respectivo titular de los Derechos de Autor. ESTUDIO DOBLE CIEGO DE PLACEBO Y RIBAVIRINA COMO PROFILAXIS EN CASOS DE CONTACTO CON VARICELA EN NIÑOS ÍNDICE Página RESUMEN ESTRUCTURADO……………………………………………………………… 1 INTRODUCCIÓN……………………………………………………………………………... 2 JUSTIFICACIÓN…………………………………………………………………………….... 9 OBJETIVO……………………………………………………………………………………... 10 HIPÓTESIS……………………………………………………………………………………. 11 POBLACIÓN…………………………………………………………………………………… 12 CRITERIOS DE INCLUSIÓN Y EXCLUSIÓN……………………………………………... 13 METODOLOGÍA Y DISEÑO DEL ESTUDIO………………………………………………. 14 REACCIONES ADVERSAS………………………………………………………………..... 17 SUSPENSIÓN DE TRATAMIENTO PROFILÁCTICO……………………………………. 18 RESULTADOS………………………………………………………………………………… 19 DISCUSIÓN……………………………………………………………………………………. 21 BIBLIOGRAFÍA………………………………………………………………………………... 23 ANEXO I……………………………………………………………………………………….. 24 ANEXO II……………………………………………………………………………………..... 33 1 RESUMEN ESTRUCTURADO El objetivo de este estudio es determinar si la Ribavirina proporciona profilaxis contra varicela en niños contacto con el Virus Varicela Zoster. En un estudio doble ciego con placebo; Ribavirina (20 mg/kg/día) o el placebo fue administrado a los niños que tuvieron contacto previo con varicela. La profilaxis fue administrada bajo las siguientes consideraciones; a 61 niños en el plazo de los primeros 3 días posteriores al contacto (Grupo 1), 45 de ellos eran inmunocompetentes y 16 eran inmunodeprimidos; y 54 niños al día 7 posterior al contacto (Grupo 2), 48 de ellos eran inmunocompetentes y 6 immunodeprimidos. En el Grupo 1, el 50% (n=11) de los inmunocompetentes que recibieron Ribavirina desarrollaron varicela, mientras que el 50% (n=11) cursaron asintomáticos. Para el seroconversión, no hubo diferencia significativa (p=0.586). El Grupo 2, no se presentó cuadro clínico de varicela en los pacientes inmunocompetentes que recibieron Ribavirina (0 de 24), siendo para los que recibieron placebo 2 casos de varicela (2 de 24). La varicela no fue observada en pacientes inmunodeprimidos en el Grupo 2. No fue observada diferencia con la administración del Ribavirina en el día 3 ó 7 para prevenir el desarrollo de la varicela. Este estudio puede tener implicaciones para los esfuerzos de la salud pública en la profilaxis posexposición al Virus Varicela Zoster. 2 INTRODUCCIÓN El Virus Varicela Zoster (VZV) pertenece a la familia Herpesviridae y a la subfamilia Alphaherpesvirinae; es un virus de DNA de doble hebra, rodeado por un cápside que contiene 162 capsómeros. Es de simetría icosaédrica y contiene una doble cadena de DNA localizada en el centro de la cápside. El tamaño del virus es de aproximadamente 150-200 nm, tiene una envoltura con glucoproteínas. La cápside sin envoltura tiene un diámetro de aproximadamente de 90-95 nm. El DNA contiene 125,000 pares de bases (80 megadalton), que codifican casi 75 proteínas. Tiene dos regiones una corta (5.2-kb) y otra larga (105-kb), cada una de las cuales tiene secuencias finales con bases repetidas. Durante la replicación se invierte sobre ella misma y resulta en dos formas isoméricas [1, 2]. Se identifican cinco familias de glucoproteínas: gpI, gpII, gpIII, gpIV y gpV, que son homólogas a las gE, gB, gH, Us7 y gC del Virus Herpes Simple (VHS). La infectividad de los viriones puede ser neutralizada por anticuerpos monoclonales dirigidos directamente contra gpI, gpII y gpIII. Estas glicoproteínas representan los marcadores primarios para respuestas humorales y celulares. Sólo los viriones envueltos son infectantes, la envoltura es sensible a los detergentes y la desecación [3]. Las variaciones genéticas en el VVZ, se definen por la ausencia o presencia de sitios de restricción como el sitio reconocido por la enzima de restricción PstI en el marco de lectura abierta (Open Reading Frame, ORF) 38 de 350 pares de bases, de la cual se obtienen dos productos de 250 y 100 pares de bases; y el sitio BglI en el ORF 54 de 222 pares de bases con dos productos de 137 y 95 pares de bases, o bien diferencias en el número de elementos repetidos dentro de las cinco regiones repetidas (R1-5) en el genoma del VVZ. Con estos métodos se puede distinguir entre virus de diferentes regiones geográficas. Diferentes patrones de enzimas de restricción también ayuda a distinguir entre virus epidemiológicamente no relacionados, mientras que los virus obtenidos de un solo brote, muestran el mismo patrón de sitios de restricción [4, 5, 6, 7]. Se han hecho diversos estudios con el fin de establecer el patrón genotípico del VVZ en diferentes regiones del mundo, un estudio refiere que en la mayoría de los aislamientos en Estados Unidos tienen el sitio de restricción PstI en el ORF 38, mientras que la cepa vacuna Oka, carece de este sitio, estableciendo los genotipos J (japonés) y E (europeo) 3 de acuerdo con los sitios de restricción mencionados, además del genotipo M (mosaico), este último con aislamiento frecuente en regiones tropicales de África, Indochina, Centro América, etc., lo cual ha servido para identificar el virus predominante además de la relación de casos de varicela con la cepa vacunal Oka con genotipo japonés [4, 5, 6, 7]. Un estudio realizado en Costa Rica en 23 pacientes inmunocompetentes, se reportó en el 44% genotipo M y en el 39% genotipo E, no se identificó el genotipo J, de acuerdo con la metodología publicada por los CDC, en el mismo estudio se reportan dentro de las complicaciones como la más frecuente la sobreinfección cutánea en 44% de los pacientes, sin hacerse una correlación entre el genotipo y la evolución clínica. En el estudio reportado por Loparev en 2004, donde se estudiaron aislamientos del VVZ obtenidos en diferentes partes del mundo, utilizando polimorfismos de un solo nucleótido en genes 38 (PstI) y 54 (BglI), se obtuvo de un total de 113 muestras para América, predominio de genotipo E, de estas las muestras tomadas en nuestro país, fueron 5, de pacientes que clínicamente cursaban con varicela, obteniendo en ellas el 100% de genotipo M [5]. Para la varicela el período de incubación oscila entre los 9 a 23 días, con una media de 7 días para pacientes inmunocompetentes y 14 días en los pacientes inmunodeprimidos. Al entrar en las vías respiratorias, conjuntivas o mucosa, el virus se propaga al tejido linfático regional y se replica por un período de 4 a 6 días, después de lo cual el virus replicadoinvade el torrente sanguíneo y el sistema linfático causando una viremia primaria y la infección de algunos órganos tales como el hígado o bazo. Posteriormente 10 a 12 días más tarde una viremia secundaria ocurre llegando el virus a la piel y causando el exantema característico de la varicela. El VVZ se puede aislar a partir de cultivos de sangre unos pocos días antes de exantema y 1 ó 2 días después de la aparición de la enfermedad en niños inmunocompetentes [1, 2]. La varicela es una enfermedad común que resulta de una infección primaria por el Virus Varicela Zoster (VVZ), sobre todo en la niñez. Es una enfermedad comúnmente contagiosa y la tasa de ataque es alta después de un contacto estrecho, sobre todo en el hogar o lugares conglomerados. Aunque usualmente es autolimitada, generalmente benigna y casi exenta de complicaciones graves en el paciente pediátrico, en los pacientes inmunocompetentes su morbilidad y mortalidad está aún presente [1, 2, 8]. 4 Los estudios sobre la epidemiología de la enfermedad han demostrado que en ciertas regiones en especial en países industrializados como los Estados Unidos, Inglaterra y Europa Occidental, la varicela es predominantemente una enfermedad de la infancia (menores de 12 años), siendo que la mayoría de los casos se presenta en la primera década de la vida. Esta enfermedad se presenta con mayor frecuencia después del primer año de vida, observándose la mayor incidencia de brotes epidémicos en preescolares menores de 4 años y con una alta tasa de ataque en casas hogar o en las guarderías. En contraste con ciertas regiones tropicales se observa que la varicela es más frecuente en el grupo de adolescentes. La varicela y el herpes zoster son dos patologías clínicas causadas por el Virus Varicela Zoster. La varicela es la infección primaria que usualmente ocurre en la infancia y que está caracterizada por un exantema generalizado, pruriginoso, en diferentes estadios (pápula, vesícula y costra) y el cual es acompañado de fiebre. El herpes zoster es la infección secundaria que usualmente ocurre en el adulto o en el paciente inmunodeprimido y se caracteriza por una lesión vesicular circunscrita, unilateral, dolorosa y asociada a un proceso inflamatorio de la raíz dorsal involucrada o ganglio sensorial de los nervios craneales. Cerca de 4 millones de casos de varicela se presentan anualmente en los Estados Unidos y aunque muchos casos son leves se estima que hay cerca de 4,500 hospitalizaciones como resultado de una varicela severa o sus complicaciones secundarias, aun en niños previamente sanos [8, 9]. Los niños menores de 1 año de edad tienen mayor prevalencia de hospitalización así como tasa más elevada de letalidad por varicela. La tasa de letalidad por varicela es de 6.7 por 100 mil habitantes para menores de un año y de 1 en 10 mil para mayores de un año. La patogénesis del herpes zoster por la reactivación del VVZ que se encuentra latente se ha demostrado mediante estudios moleculares. Durante el cuadro clínico de varicela el VVZ invade los nervios sensoriales, donde se establece una infección latente en el ganglio sensorial; más comúnmente como resultado de la infección en piel, pero 5 posiblemente debido a la viremia. La reactivación de la infección por el VVZ puede también ocurrir en ausencia de síntomas clínicos, pero siempre después de la infección natural. La infección latente se desarrolla en muchos individuos, pero solo el 15% pueden eventualmente manifestar herpes zoster, lo cual es más importante en el paciente inmunodeprimido o en el paciente que recibe terapia inmunosupresora, en quienes incluso una varicela generalizada o diseminada puede presentarse en el 30%, con una mortalidad del 28% en la era de la no terapia antiviral [10]. Históricamente la transmisión del VVZ se ha creído que ocurre por la diseminación de gotitas de las vías respiratorias, sin embargo la evidencia epidemiológica sugiere que la transmisión puede ocurrir antes del inicio del exantema. La diseminación por fómites o aérea no se ha podido documentar. Se ha documentado también que a través del contacto con la piel y vesículas es una ruta de transmisión e infección del VVZ. Aunque las complicaciones de la varicela no son habituales, son comunes y pueden ser graves, especialmente en los infantes y en adultos inmunodeprimidos. Las complicaciones que pueden ocurrir incluyen: infecciones bacterianas secundarias, arteritis, hepatitis, encefalitis o meningitis y glomerulonefritis. El síndrome de Reye puede seguir en algunos casos de varicela en niños inmunodeprimidos o en pacientes sanos que recibieron ácido acetilsalicílico durante el cuadro activo de varicela. La neumonía es otra complicación de la varicela que puede presentarse en la primera semana y la cual está asociada con el VVZ, o posterior a la primera semana y la cual está asociada a infección bacteriana secundaria, esta complicación es más frecuente en el paciente inmunodeprimido. Se han descrito casos aislados de miopericarditis, necrosis óptica, coagulación intravascular diseminada, mielitis transversa, síndrome de Guillain- Barrén, uveítis, orquitis y purpura fulminante [10]. Las complicaciones causadas por varicela son frecuentes en los niños lactantes, adolescentes, adultos y pacientes inmunodeprimidos, pero bajas en niños sanos. Sin embargo, algunos niños pueden necesitar hospitalización debido a una infección bacteriana secundaria en las lesiones cutáneas o por afección del sistema nervioso central. En los Estados Unidos, alrededor de 150,000 a 200,000 niños sanos presentan complicaciones (infecciones bacterianas, principalmente) y alrededor de 5,000 a 6,000 niños son hospitalizados. Unos 100 niños mueren cada año por complicaciones. La neumonía bacteriana o viral es la principal causa de hospitalización en adultos. A veces 6 es necesaria la hospitalización en los niños como en los adultos debido a hepatitis o encefalitis [12, 13]. Los niños quienes están expuestos al VVZ in útero pueden desarrollar varicela subclínica y subsecuentemente herpes zoster en etapas tempranas de la vida, sin haber tenido varicela extrauterina. La varicela severa del recién nacido tiene porcentajes de letalidad hasta de 30%, y pueden resultar casos clínicos si la madre desarrolla varicela 5 días antes ó 2 días después del nacimiento, reportes en la literatura han demostrado que la varicela presenta un alto riesgo de morbilidad y mortalidad en el lactante pretérmino, especialmente en aquellos menores de 32 semanas de edad gestacional. Cerca de 100 casos anuales de varicela fetal son registrados y reportados por el CDC de Atlanta. En 1947 dos estudiantes de medicina, La Foret y Linch, describieron en un recién nacido múltiples anomalías congénitas después de que la madre presentó varicela durante la etapa temprana del embarazo. A la fecha se considera que la varicela congénita o embriopática ocurre después de la infección con el VVZ durante el primer trimestre del embarazo, también se han reportado casos de varicela congénita después de un evento de herpes zoster materno en el primer trimestre del embarazo. A la fecha 50 casos se han reportado en la literatura, 45 (90%) de ellos secundarios a varicela materna y 5 (10%) secundarios a herpes zoster materno. La respuesta inmune humoral y la inmunidad mediada por células comienzan unos días después de la exposición al virus, los anticuerpos específicos IgM, IgG e IgA aparecen 5 días después de la aparición clínica de la infección por varicela. Los anticuerpos IgM constituyen la primera respuesta a la enfermedad, seguido por anticuerpos de IgG. Los anticuerpos IgA e IgM desaparecen 4 meses más tarde, mientras que la IgG se mantiene por un período indefinido de tiempo [4]. De hecho, los anticuerpos IgG pueden ser detectadosen adultos sanos incluso algunas décadas después de la infección. Sin embargo, la presencia de anticuerpos séricos específicos no proporciona una protección total contra la varicela, especialmente en pacientes inmunodeprimidos. Por ejemplo, algunos pacientes que sufren de leucemia subyacente y que previamente fueron vacunados, desarrollan varicela algunos meses después a pesar de la presencia de anticuerpos contra VVZ, lo que subraya la importancia de la inmunidad mediada por células contra este virus [8, 10, 11]. 7 Una forma efectiva de terapia antiviral para la infección por el VVZ es la administración de aciclovir intravenoso dentro de los primeros 3 días del inicio del exantema por varicela o del herpes zoster. La Ribavirina es un antiviral que presenta actividad tanto in vitro como in vivo contra el virus DNA y RNA, son sensibles los virus del grupo herpes ya que este inhibe las encimas implicadas en la síntesis de ácidos nucléicos del virus. La Ribavirina se absorbe luego de la administración oral y alcanza concentraciones máximas en plasma de 1-2 mcg/ml después de 60- 90 min de una dosis de 3 mg/kg. Tiene una vida media de 9 horas en suero y en secreciones traqueales de 1-2 dosis, siendo eliminada por vía renal. La dosis recomendada para tratamiento de varicela es de 15-18 mg/kg/día vía oral dividida en 3-4 dosis por cinco días. En la actualidad se han llevado varios estudios de profilaxis para varicela en el paciente pediátrico posterior a un contacto con un caso índice, todos ellos han evaluado la eficacia y la seguridad de aciclovir, siendo al momento que ninguno se ha llevado empleando Ribavirina. Yhun-Chering Huang y colaboradores reportaron el uso de aciclovir oral a dosis de 40 mg/kg/día dividido en 4 dosis en 17 niños contactos caseros de varicela, al noveno día después del inicio del caso índice en la familia y por un lapso de 5 días; obtuvieron muestras sanguíneas para la toma de serología (VVZ – IgM) a la semana después de completar el tratamiento profiláctico y encontraron que ningún niño desarrolló varicela clínica, la evidencia serológica fue observada en 3 de ellos (76%); esto supone y apoya que este tipo de profilaxis a decir de los autores puede ser usada como una alternativa para prevenir el desarrollo de varicela clínica y como una posible alternativa al uso de inmunoglobulina hiperinmune para el VVZ o vacuna contra varicela, en especial en áreas donde la inmunoglobulina o la vacuna no están disponibles y en niños quienes han sido expuestos a varicela por más de 4 días. Los niños evaluados en este estudio fueron de 9 meses a 5 años de vida [10, 11]. En otro estudio realizado en una unidad intensiva de cuidados neonatales se evaluó la actividad profiláctica de aciclovir e inmunoglobulina específica combinadas, siendo administradas en 14 niños de 25-40 semanas de gestación y con un peso que varió entre los 735 a 3,400 gramos. Todos recibieron aciclovir a razón de 30/mg/kg/día dividido en 4 dosis intravenosas por una semana e inmunoglobulina (VZGI) a razón de 0.5 ml/kg. En 40% de los recién nacidos expuestos desarrollaron cuadro clínico de varicela, aunque la 8 enfermedad fue limitada a lesiones leves y sin involucro sistémico o complicaciones propias por el virus el VVZ. Los autores concluyeron que en su población, la eficacia de combinar aciclovir y VZIG en el tratamiento profiláctico temprano previno las complicaciones sistémicas y la muerte en estos pacientes [10, 11]. 9 JUSTIFICACIÓN Los medicamentos antivirales como el aciclovir o Ribavirina se han utilizado para tratar a los niños sanos y pacientes inmunodeprimidos con varicela; la gravedad de las lesiones y la reducción en tiempo de la enfermedad se ha visto con el uso de estos tratamientos antivirales [14, 15]. A pesar de que la vacuna contra la varicela ofrece protección cuando se aplica en las primeras 72 horas posteriores al contacto; no se puede aplicar en niños menores de 1 año o en los niños que estuvieron en contacto con otros niños con varicela después de 72 horas [16]. Por esta razón, es necesario disponer de medicamentos con fines de profilaxis para disminuir la posibilidad de presentar la varicela en niños de alto riesgo. 1. El Virus Varicela Zoster es un virus DNA y el mecanismo de acción de la Ribavirina radica en la inhibición de la síntesis del DNA viral. 2. Los estudios a la fecha reportan que solo se ha evaluado la utilidad del aciclovir en la profilaxis posexposición a varicela. 3. No existen reportes médicos en la literatura respecto a la utilización de la Ribavirina como profilaxis posexposición para varicela en el paciente pediátrico. 4. No existe un consenso como tal si la profilaxis con Ribavirina es útil para prevenir la aparición de varicela en el paciente pediátrico contacto de varicela. 10 OBJETIVO Inmediatos: 1. Evaluar si la Ribavirina previene la aparición de varicela en el paciente pediátrico contacto. 2. Evaluar si la Ribavirina puede ser una alternativa en el paciente pediátrico inmunodeprimido, como profilaxis posexposición a varicela. 3. Valorar si pueden ser de utilidad en un momento dado, para control de brotes intrahospitalarios de varicela. Mediatos: 1. Establecer el porcentaje de prevención vs presentación de varicela en los pacientes pediátricos que recibieron profilaxis con Ribavirina y en los pacientes que no recibieron profilaxis con Ribavirina. 2. Evaluar la presentación del cuadro clínico de varicela en leve, moderado o severa, en el caso de su aparición en pacientes que recibieron profilaxis con Ribavirina. 3. Establecer diferencias por grupos de edades y sexo de acuerdo al tipo de paciente incluido, y si recibió profilaxis con Ribavirina o no (placebo). 11 HIPÓTESIS Ha: La Ribavirina previene la aparición de varicela en paciente contactos con varicela. Ho: La Ribavirina no previene la aparición de varicela en paciente contactos con varicela. 12 POBLACIÓN La población en estudio con enfoque de importancia para el presente trabajo, comprende a todos los pacientes hospitalizados en cualquiera de los diferentes servicios del Instituto Nacional de Pediatría, independientemente de su edad y su diagnóstico de base (a excepción del paciente con VIH o con un proceso maligno y/o alguna inmunodeficiencia que esté en estado terminal; así como cualquier paciente que por su patología esté impedido de la toma del medicamento por vía oral) y que tengan el antecedente de haber estado en contacto con un caso de varicela presentado en su sala de hospitalización en un lapso no mayor a 7 días. Todos los casos registrados como contacto de varicela al igual que el caso índice serán trasladados al servicio de Infectología del Instituto Nacional de Pediatría con la finalidad de evitar un brote nosocomial, así como para dar inicio al tratamiento profiláctico de los contactos con Ribavirina o con placebo. Se informará a los padres para el consentimiento autorizado para la inclusión de su hijo al presente estudio y al respecto de la selección de quienes recibirán Ribavirina o placebo, que en un momento dado será a doble ciego. 13 CRITERIOS DE INCLUSIÓN Y EXCLUSIÓN Criterios de Inclusión: 1. Pacientes hospitalizados en cualquier servicio del Instituto Nacional de Pediatría. 2. Pacientes de 0 a 18 años. 3. Pacientes cuyo estado inmunológico este conservado (inmunocompetentes). 4. Pacientes con patología de base conocida que afecte su inmunidad (inmunodeprimidos). 5. Pacientes seronegativos para IgG e IgM para el Virus Varicela Zoster. 6. Pacientes sin vacuna para varicela. 7. Pacientes que hayan estado en contacto con un caso de varicela en un lapso no mayor de 7 días. 8. Pacientes con consentimiento autorizadoy firmado por sus padres. Criterios de Exclusión: 1. Pacientes no hospitalizados. 2. Pacientes contacto con antecedentes de haber padecido varicela. 3. Pacientes que no puedan recibir medicamentos por vía oral. 4. Pacientes con infección sintomática por VIH. 5. Pacientes con proceso maligno o inmunológico en estado terminal. 6. Pacientes sin consentimiento autorizado y firmado por sus padres. Criterios de Eliminación: 1. Pacientes que no acudan a seguimiento después de haber recibido el tratamiento profiláctico (toma de segunda muestra serológica y biometría hemática). 2. Pacientes que no completen por lo menos el 90% del tratamiento profiláctico (Ribavirina o placebo). 14 METODOLOGÍA Y DISEÑO DEL ESTUDIO Aleatorización Se evaluarán dos tipos de pacientes, inmunocompetentes e inmunodeprimidos. En ambos habrá un grupo control, el cual no recibirá profilaxis con Ribavirina, sino que se le dará placebo. La selección de los pacientes será por números aleatorios. El esquema de aleatorización será realizado y guardado por la Dirección de Investigación Clínica de ICN Farmacéutica, en sobres sellados con el código individual de identificación para cada uno de los tratamientos, serán entregados al Investigador junto con el medicamento para el estudio. Dado que es un estudio doble ciego los frascos para su administración serán numerados de manera aleatoria y el Investigador no conocerá que contiene cada uno de ellos (Ribavirina o placebo) hasta el final de estudio, para evaluar su respuesta y utilidad como profilaxis. Observaciones del Estudio [Anexo I] Con la adecuada información y aprobación de los padres del paciente mediante consentimiento informado, se procede a recabar la información para el procesamiento de los resultados obtenidos: 1. Evaluación Inicial: Se procedió al llenado de las hojas de recolección de datos para seleccionar al paciente idóneo para el estudio. 1.2 Evaluación clínica: Se realizó al historia clínica completa. 1.3 Evaluación de Laboratorio: Toma de serología para varicela ELISA-IgG e IgM. 2. Fase de Tratamiento Profiláctico. 2.2 Evaluación clínica: Durante 7 días se registró la aparición de nuevos brotes de pápulas, vesículas y costras. 15 3. Final de Tratamiento Profiláctico: Se citó el paciente en el momento que fue dado de alta para su seguimiento, con el objeto de vigilar el periodo de incubación para varicela y para determinar en un momento dado si presentó cuadro de varicela asintomática. 3.2 Evaluación clínica: Si se manifiesta cuadro clínico de varicela, se evaluó si ésta se presentó de forma leve, moderada o severa. 3.3 Evaluación de Laboratorio: Toma de serología para varicela ELISA-IgG e IgM. Criterios de Eficacia Se considera tratamiento profiláctico exitoso cuando: 1. No exista evidencia clínica de enfermedad por varicela. 2. Existen niveles de anticuerpos contra varicela confirmados por determinación serológica. Se considera falla profiláctica cuando: 1. Existe evidencia clínica de la enfermedad, confirmada o no por métodos serológicos. El estudio se realizó con pacientes pediátricos inmunocompetentes e inmunodeprimidos hospitalizados en el Instituto Nacional de Pediatría y que estaban en contacto con el virus de la varicela bajo los criterios de inclusión referidos. Los pacientes fueron asignados a dos programas de tratamiento profiláctico. El esquema profiláctico 1, consistió en dos grupos de tratamientos y los pacientes fueron asignados aleatoriamente a Ribavirina 20 mg/kg/día o placebo, divididos en tres administraciones diarias por vía oral. El tratamiento con Ribavirina o placebo comenzó en los tres primeros días después de que el paciente estuvo en contacto con el VVZ. Los pacientes fueron clasificados como inmunocompetentes o inmunodeprimidos. 16 El esquema profiláctico 2, consistió en dos grupos de tratamiento y los pacientes fueron asignados aleatoriamente a Ribavirina 20 mg/kg/día o placebo, divididos en tres administraciones diarias por vía oral. El tratamiento con Ribavirina o placebo comenzó a los 7 días después del contacto con el VVZ y con pacientes clasificados como inmunocompetentes o inmunodeprimidos. Debido a la naturaleza doble ciego del estudio, las botellas fueron numeradas al azar para que el investigador no conociera el contenido de las botellas hasta el final del estudio. La historia clínica se tomó al inicio del estudio y las evaluaciones clínicas se realizaron diariamente hasta el alta hospitalaria al día 10 y cada 7 días hasta el día 21. En los pacientes que desarrollaron síntomas de varicela se registraron el número de vesículas y el número de cultivos de vesículas. Las evaluaciones de laboratorio, el recuento total de células sanguíneas, hepáticas y las pruebas de función hepática se realizaron al inicio del estudio y al día 10. Los valores de IgM e IgG por ELISA para el VVZ se determinaron al inicio y después del tratamiento profiláctico. El análisis estadístico se realizó mediante la prueba T de Student para la edad y el peso; y se utilizó la prueba exacta de Fisher para determinar la seroconversión y ausencia o presencia de varicela. El Protocolo fue revisado y aprobado por el Comité de Ética en Investigación local. 17 REACCIONES ADVERSAS [Anexo II] Durante el tratamiento profiláctico se preguntará a los pacientes y a los responsables de su tratamiento y vigilancia del mismo, sobre reacciones adversas tempranas o tardías debido al tratamiento profiláctico. Cualquier síntoma que ocurra durante el periodo de tratamiento profiláctico o entre la última dosis y el seguimiento final, deberá ser registrado en la forma de reporte de caso. La fecha de inicio, la duración y el grado de severidad de los síntomas también deberán de ser registrados. El Investigador deberá realizar una valoración médica integral sobre la relación de cualquier reacción adversa y el medicamento en estudio (Ribavirina). 18 SUSPENSIÓN DEL TRATAMIENTO PROFILÁCTICO Los pacientes con reacciones adversas que les impide continuar el estudio, serán eliminados del tratamiento profiláctico, pero deberán de ser seguidos con las evaluaciones del esquema de protocolo. La suspensión consecutiva del tratamiento prescrito durante 2 días, deberá de ser considerado como un incumplimiento al protocolo y el paciente será excluido de estudio. 19 RESULTADOS Esquema profiláctico 1: Fueron incluidos 61 niños entre 15 días y 9 años de edad en este grupo de tratamiento. La Ribavirina se administró el primer y tercer día después de que los pacientes estuvieron en contacto con el virus de la varicela. 45 de ellos eran inmunocompetentes y los otros 16 estaban inmunodeprimidos. Veintidós pacientes inmunocompetentes fueron tratados con Ribavirina y 23 con placebo (Tabla 1A) . En los 22 niños tratados con Ribavirina, 11 (50%) desarrollaron varicela y 11 (50%) fueron asintomáticos, de los cuales 3 (23%) seroconvirtieron a varicela positiva. Tabla 1 ESTUDIO DOBLE CIEGO DE PLACEBO Y RIBAVIRINA COMO PROFILAXIS EN CASOS DE CONTACTO CON VARICELA EN NIÑOS A. Los pacientes con tratamiento profiláctico durante los tres primeros días post-contacto (n=61) Inmunocompetentes (n=45) Inmunodeprimidos (n=16) Ribavirina (n=22) Placebo (n=23) Ribavirina (n=9) Placebo (n=7) Desarrollado de Varicela 11 (3 seroconversión) 7 (6 seroconversión) 1 (6 seroconversión) 1 (2 seroconversión) Asintomáticos Asintomáticos 11 16 8 6 B. Los pacientes con tratamiento profiláctico al séptimo días post-contacto (n=54) Inmunocompetentes (n=48) Inmunodeprimidos (n=6) Ribavirina (n=24) Placebo (n=24) Ribavirina (n=2) Placebo (n=4) Desarrollo de Varicela0 (2 seroconversión) 2 0 0 Asintomático - 22 - - En los sujetos del estudio que recibieron placebo, 7 (30.4%) desarrollaron varicela y 16 (69.5%) fueron asintomáticos, de los cuales 6 (37%) se convirtieron en IgG positivos al Virus Varicela Zoster. En los pacientes inmunodeprimidos, 9 recibieron Ribavirina y 7 placebos. De los que recibieron Ribavirina, 1 (11%) desarrollaron varicela mientras que 8 (89%) fueron asintomáticos, mientras que 6 (75%) seroconvirtieron con IgG para varicela positiva. En el grupo placebo, sólo 1 (14%) desarrollaron varicela y 6 fueron 20 asintomáticos, de los cuales 2 (33.3%) seroconvirtieron en IgG positivo al Virus Varicela Zoster. No se encontraron diferencias significativas en el número de cultivos en los que recibieron Ribavirina y desarrollaron varicela 11 (50%), en comparación con los que recibieron placebo y desarrollaron varicela 7 (30.5%). Tampoco se encontró diferencia significativa de si la Ribavirina se administró en el primer día o en el tercer día (p=0.15 IC del 95% 0.835-2.69). Para la seroconversión en pacientes asintomáticos en los tratados con Ribavirina 3/11 (27%) en comparación con los que recibieron placebo 5/16 (31%), no hubo diferencias significativas (p=0.586 IC 95% 0.315-2.516). Esquema profiláctico 2: La Ribavirina se administró el séptimo día a 54 pacientes entre 15 días y 14 años de edad. Siendo que 48 (88%) eran inmunocompetentes y los otros 6 (11.1%) estaban inmunodeprimidos. Veinticuatro (50%) de los 48 inmunocompetentes recibieron Ribavirina y los otros 24 (50%) recibieron placebo (Tabla 1B) . Todos los pacientes inmunocompetentes en este grupo de tratamiento que recibieron Ribavirina (0/24) no desarrollaron varicela y sólo 3 (12.5%) de ellos registraron seroconversión. Dos pacientes que recibieron placebo (2/24) desarrollaron varicela (ns, p = 0.245) y 22 pacientes no presentaron ni síntomas ni seroconversión (ns, p=0.133 IC 95% 1.508- 2.780). En el grupo inmunodeprimido, 2 (33.3%) recibieron Ribavirina y 4 placebo. Ninguno desarrolló varicela o seroconversión excepto un caso de vómito observado en aquellos que recibieron Ribavirina que no se consideró necesario para retirar el tratamiento. La varicela y la seroconversión no se registraron en el grupo de pacientes inmunodeprimidos (6); a pesar de ser demasiado pequeño para ser evaluado, esto llamó nuestra atención a la conclusión de que los pacientes no adquirieron la varicela como se esperaba. 21 DISCUSIÓN La varicela es altamente contagiosa especialmente en escuelas, hogares u hospitales. La vacuna, la gammaglobulina hiperinmune contra la varicela y el aciclovir se han utilizado para prevenir la transmisión, así como opciones terapéuticas para la enfermedad [17]. La Ribavirina es un fármaco de amplio espectro que inhibe la replicación del RNA y del DNA como se muestra in vitro e in vivo. Se demostró que era eficaz contra los adenovirus 2, 3, 5 y 19, Virus Herpes Simple, Virus Varicela Zoster e Influenza tipo A y B. González et al. [18] realizaron un estudio con niños con varicela y encontraron que los síntomas clínicos duraron menos que en el grupo control al usar Ribavirina. Grupo 1: se administró Ribavirina al tercer día y no se registró diferencia significativa entre los niños inmunocompetentes y los inmunodeprimidos, debido a que los agentes antivirales no atacan la primera replicación viral durante los primeros 5 días después de que el paciente estuvo en contacto con el virus. Grupo 2: Se administró Ribavirina el séptimo día después de que los niños estuvieron en contacto con el virus y no se registró diferencia significativa entre los niños inmunocompetentes y los inmunodeprimidos. Los resultados no mostraron una diferencia significativa porque la Ribavirina se administró el séptimo día y según estudios recientes es importante administrar el fármaco al noveno día después de que el paciente estuviera en contacto con el virus, para ser eficaz. Por lo tanto, en aquellos pacientes con períodos cortos de incubación puede no ser eficaz. Hubo una discusión sobre la duración de los anticuerpos producidos cuando la quimioprofilaxis se administra concomitantemente con el tratamiento antiviral, ya que la seroconversión oscila entre el 63% y el 85% [19, 20]. En un estudio realizado en un grupo de 13 pacientes se informó que todos mostraron títulos ≥ 4 en un período de 30 a 50 meses, aunque estuvieron expuestos al virus, no desarrollaron varicela. Sin embargo, aquellos pacientes que fueron expuestos al virus por segunda vez sin desarrollar varicela, registraron títulos más altos que aquellos que fueron expuestos sólo una vez. También se ha observado que la inmunidad humoral o celular es comparable en casos con infección natural o con la administración de tratamiento profiláctico antiviral 30 meses después de su administración [21]. 22 Las especulaciones de que la persistencia y la eficacia de la protección inmunitaria contra la varicela podrían ser tan buenas como la presentación de la infección natural. Con estos resultados se apoya el hecho de que existe la necesidad de realizar estudios que administren Ribavirina al día 9 después de la exposición, que es el período en el que se han observado mejores resultados en la quimioprofilaxis, así como con diferentes dosis. 23 BIBLIOGRAFÍA 1. Davison AJ. (1991) J. Gen. Virol. 72: 475-486. 2. Asano Y, Itakura N, Hidrohishi Y, et al. (1975) J. Pediatr. 106(3): 467-471. 3. Whitley Richard J, Varicella-Zoster Virus en Mandell, Douglas, and Bennett’s Principles and Practice of Infectious Diseases, Elsevier Inc., Sixth Edition, 2005, p 1780-1785. 4. Barret MW, Nichols R, Breuer J. (2002) J Virol. Feb: 76-84. 5. Loparev VN, González A, Deleon-Carnes M, Tipples G, Fickensher H, Torfason EG, Schmid DS. (2004) J Virol. 78: 8349-8358 6. Quinlivan M, Hawrami K. (2002) J Infec Dis. 186(7): 888-894. 7. Dayan GH, Panero MS. (2004) J Clin Microbiol. 42(12): 5698–5704. 8. Shannon WM. (1984) Mechanisms of action and pharmacology chemical agent in antiviral agents and viral diseases of man. 2nd Ed., Roven Press, New York. 9. Ross AM. (1962) N. Engl. J. Med. 267: 369–376. 10. Gershon AA, Steinberg S. (1990) J. Infect. Dis. 161: 661-666. 11. Gershon AA, Steinberg S, Gelb L. (1984) J. Infect. Dis. 149: 137-142. 12. Jackson MA, Burry VF, Olson LC. (1992) Pediatr. Infect. Dis. J. 11: 441-445. 13. Wilkins EG, Leen CL, McKendrick MW, Carrington D. (1998) J. 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Desconocida • Reacción para la cual no se pueda establecer una relación con el medicamento en estudio. Posible Reacción que: • Sigue en secuencia temporal después de la administración del medicamento.• Sigue un patrón de respuesta conocido para el medicamento administrado. • Que pueda haber sido producido por otros factores. Probable Reacción que: • Siga una secuencia temporal después de la administración del medicamento. • Que siga un patrón de respuesta esperado para el medicamento. • Que sea confirmado por la suspensión o reducción de dosis del medicamento. • Que no pueda ser explicada razonablemente por las características conocidas del estado clínico del paciente. Definitiva Reacción que: • Sigue una secuencia temporal razonable a partir de la administración del medicamento o si los niveles de éste han sido evaluados en fluidos corporales o tejidos. • Sigue un patrón de respuesta esperado para el medicamento. • Que se confirme por una mejoría o desaparición al suspender o disminuir la dosis del medicamento y la reparación de la reacción al reiniciar el tratamiento. REFERENCIA 1. Spilker B. Collecting Adverse Data p. 196-201. In: Guide to Clinical Trials, Raven Press New York, 1991. Portada Índice Resumen Estructurado Introducción Justificación Objetivo Hipótesis Población Metodología y Diseño del Estudio Resultados Discusión Bibliografía Anexos
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