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Evaluacion-de-sntomas-positivos-y-negativos-en-pacientes-con-esquizofrenia-y-su-relacion-con-la-dependencia-a-sustancias-en-el-Hospital-Psiquiatrico-Fray-Bernardino-Alvarez

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EVALUACIÓN DE SÍNTOMAS POSITIVOS Y NEGATIVOS EN PACIENTES CON 
ESQUIZOFRENIA Y SU RELACIÓN CON LA DEPENDENCIA A SUSTANCIAS EN EL 
HOSPITAL PSIQUIÁTRICO FRAY BERNARDINO ÁLVAREZ. 
T E S I S 
 
Que para obtener el diploma de Especialista en Psiquiatría 
 
P R E S E N T A 
 
Dr. Edgar Casillas Guzmán 
UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO 
 
 
FACULTAD DE MEDICINA 
 
 
HOSPITAL PSIQUIÁTRICO “FRAY BERNARDINO ÁLVAREZ” 
 
 
Dra. Irma Basurto García Mtra. Janet Jiménez Genchi 
Asesora Teórica Asesora Metodológica 
 
 
México, CDMX, agosto 2016. 
Veronica
Texto escrito a máquina
DIVISIÓN DE ESTUDIOS DE POSGRADO
 
UNAM – Dirección General de Bibliotecas 
Tesis Digitales 
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respectivo titular de los Derechos de Autor. 
 
 
 
 
1 
 
 
AGRADECIMIENTOS 
 
Agradezco en primer lugar a la vida, que de ella se da y se lleva todo esto; que te 
permite disfrutar, crecer, aprender y cambiar. 
Agradezco la capacidad que tiene el hombre de amar, de adquirir sabiduría, de ser 
feliz y de buscar la libertad; porque gracias a esto amo con sabiduría, de forma 
libre y lleno de felicidad. 
Agradezco (sin jerarquizar) a las personas que me aman y que amo: mi pareja, mi 
madre, mi hermana y mis amigos; que en este camino me han apoyado y me 
motivan a no echar la vista atrás. 
Agradezco a mis maestros de la vida y en la vida; que cada día algo se aprende y 
siempre alguien te lo puede enseñar. Agradezco a todas las personas que me 
dieron una oportunidad, que sin saberlo me ayudaron a poderlo lograr. 
Agradezco el aprender de la experiencia, que el cometer errores y resolverlos son 
lecciones que no me cansaré de superar. Agradezco a quienes nos guían para 
podernos levantar. 
Finalmente agradezco a mi padre†, quien me enseño el significado de la nobleza y 
el valor de la humildad. 
 
 
2 
 
ÍNDICE 
 Página 
AGRADECIMIENTOS 1 
LISTA DE CUADROS, GRÁFICA Y ABREVIATURAS 5 
RESUMEN 7 
INTRODUCCIÓN 8 
MARCO TEÓRICO 11 
LA ESQUIZOFRENIA Y EL DIAGNÓSTICO DUAL 11 
ETIOLOGÍA DE LA ESQUIZOFRENIA DUAL 13 
 Vulnerabilidad biológica entre ambos trastornos 14 
 Teoría de la automedicación 14 
 Drogoinducción 15 
 Independencia de ambos trastornos 15 
EPIDEMIOLOGÍA 15 
ESQUIZOFRENIA Y TRASTORNO POR USO DE SUBSTANCIAS 16 
 Esquizofrenia y alcohol 16 
 Esquizofrenia y cannabis 17 
 Esquizofrenia y benzodiacepinas 21 
 Esquizofrenia y opiáceos 22 
 Esquizofrenia y nicotina 24 
 Esquizofrenia y cocaína 26 
 Esquizofrenia y anfetaminas 26 
 Esquizofrenia y cafeína 27 
 
3 
 
CARACTERÍSTICAS CLÍNICAS 28 
 Curso y evolución 30 
TRATAMIENTO 31 
 Tratamiento farmacológico en esquizofrenia dual 34 
 Tratamiento psicoterapéutico 37 
CUMPLIMIENTO Y ADHERENCIA TERAPÉUTICOS 39 
LA CLÍNICA DE PATOLOGÍA DUAL DEL HOSPITAL PSIQUIÁTRICO 
“FRAY BERNARDINO ÁLVAREZ” 
 
40 
MÉTODO DE INVESTIGACIÓN 43 
1. Justificación 43 
2. Planteamiento del Problema 45 
3. Pregunta de Investigación 46 
4. Objetivo 46 
5. Hipótesis 47 
6. Tipo de Estudio 47 
7. Muestra y Muestreo 47 
8. Criterios de Selección 48 
9. Variables 49 
10. Instrumentos de Medición 50 
a. Escala de Síntomas Positivos y Negativos de la 
Esquizofrenia: PANSS 
 
50 
b. Índice de Gravedad de la Adicción (ASIv5.0) 53 
11. Procedimiento 55 
 
4 
 
12. Consideraciones éticas 57 
ANÁLISIS ESTÁDISTICO Y RESULTADOS 59 
DISCUSIÓN 68 
LIMITACIONES DEL ESTUDIO 72 
CONCLUSIONES 74 
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS 76 
ANEXOS 88 
 
 
 
 
5 
 
LISTA DE CUADROS, GRÁFICAS Y ABREVIATURAS 
LISTA DE TABLAS Y GRÁFICOS PÁGINA 
Tabla 1. Niveles de evidencias científicas específicas de la eficacia de los 
tratamientos farmacológicos en pacientes con esquizofrenia dual. 
Reproducido de Roncero et al. 2011 (1). 
34 
Tabla 2. Recomendaciones basadas en evidencia para el tratamiento de 
pacientes con esquizofrenia dual. Reproducido de Roncero et al. 2011 (1) 
35 
Tabla 3. Criterios de Inclusión y Exclusión a la CLINPAD. 42 
Tabla 4. Operacionalización de las variables. 49 
Tabla 5. Percentil de puntuaciones en la PANSS 52 
Tabla 6. Índice de Severidad ASIv5.0 54 
Tabla 7. Descripción de las variables sociodemográficas. 59 
Tabla 8. Combinaciones de sustancias psicoactivas utilizadas por los 
pacientes. 
62 
Tabla 9. Combinaciones de medicamentos empleadas en el tratamiento de los 
pacientes. 
64 
Tabla 10. Resultados ASI5 64 
Tabla 11. Tabla de frecuencia en los resultados del PANSS. 65 
Tabla 12. Correlaciones ASI5 y puntaje del PANSS 66 
Tabla 13. Correlación entre Consumo de Drogas y Estado Psicológico ASI5. 67 
Tabla 14. Correlación entre PANSS psicopatología general y ASI5. 67 
Tabla 15. Correlación entre tratamiento y Estado Psicológico ASI5 68 
Gráfico 1. Distribución por sexo de la muestra. 59 
Gráfico 2. Escolaridad de los pacientes. 60 
Gráfico 3. Ocupación de los pacientes. 60 
Gráfico 4. Tipo de esquizofrenia. 60 
Gráfico 5. Procedencia de los pacientes. 61 
Gráfico 6. Número de usuarios por cada tipo de sustancia 61 
Gráfico 7. Modalidad de consumo de los participantes. 62 
Gráfico 8. Grupos de medicamentos empleados 63 
Gráfico 9. Puntuación promedio PANSS. 65 
 
 
6 
 
ABREVIATURAS 
TUS Trastorno por Uso de Sustancias 
TPUS Trastorno Psicótico por Uso de Sustancias 
PD Patología Dual 
CLINPAD Clínica de Patología Dual 
PANSS Escala para el Síndrome Positivo y 
Negativo de la Esquizofrenia 
ASI5/ASI Índice de Severidad de Adicción Versión 
5.0 
MINI Entrevista Neuropsiquiátrica Internacional. 
DSM IV / DSM 5 Manual Diagnóstico y Estadístico de los 
Trastornos Mentales, 4ta y 5ta edición. 
CIE 10 Clasificación Internacional de 
Enfermedades, décima edición. 
PANSS- PANSS negativo 
PANSS+ PANSS positivo 
PANSSpg PANSS psicopatología general 
 
 
7 
 
RESUMEN 
 
Introducción: Aproximadamente 50% de individuos con trastornos psiquiátricos 
presentan Trastorno por Uso de sustancias (PD) en algún momento de la vida. La 
PD se asocia al incremento de hospitalizaciones psiquiátricas y gasto sanitario; 
pobre adherencia/respuesta a tratamiento, conductas violentas y suicidas, mayor 
comorbilidad médica. Marco teórico: El consumo de sustancias en pacientes con 
esquizofrenia se estima 4.6 veces mayor que en la población general. La tercera 
causa de hospitalización en el Hospital Psiquiátrico “Fray Bernardino Álvarez” fue 
un trastorno psiquiátrico primario asociado a un TUS. Objetivo: Correlacionar el 
índice de severidad de adicción a sustancias y la sintomatología psicótica positiva y 
negativa en pacientes con esquizofrenia. Material y métodos: Estudio 
observacional, transversal y prospectivo. Se aplicaron las escalas PANSS y ASIv5.0 
a pacientes hospitalizados y ambulatorios clínicamente estables, con esquizofrenia 
dual. Para el análisis estadístico se utilizó el SPSSv24. Resultados: Se encontró 
una correlación estadísticamente significativa y directamente proporcional entre el 
ASIv.05 Empleo/Apoyo y la puntuación del PANSS- (p=0.041) y PANSSpg 
(p=0.015). Existen problemas extremos y mayor necesidad de tratamiento en ASI5 
Estado psicológico (p=0.006) y ASI5 Relaciones familiares/sociales (p=0.042) en 
pacientes con mayor puntuación en PANSSpg. Conclusiones: La PD es una entidadclínica de difícil diagnóstico, peor curso clínico y alta prevalencia en población 
psiquiátrica. Es necesario realizar estudios longitudinales con análisis clinimétricos 
y de neuroimagen para diferenciar médica y psicopatológicamente los TPUS de la 
esquizofrenia, así como contar con servicios de atención especializados en PD. 
 Palabras clave: Esquizofrenia, sustancias, dependencia, trastorno, dual. 
 
Veronica
Texto escrito a máquina
 
8 
 
INTRODUCCIÓN 
Es un hecho ampliamente observado que los individuos con algún diagnóstico 
psiquiátrico presentan un incremento en el riesgo para el consumo de drogas, por 
lo que la prevalencia de trastornos por uso de sustancias es más alta en la población 
psiquiátrica comparada con la población general. 
En 1991 fue utilizado por primera vez el término “patología dual” (Stowell) 
para definir la coexistencia de un trastorno mental y un trastorno por uso de 
sustancias o adictivo (1). El concepto trata de integrar un modelo de vulnerabilidad 
genética y biológica que predispone a los individuos a presentar diferentes 
fenotipos, en donde la existencia de psicopatología y deficiencias neurobiológicas 
genéticamente determinadas pudieran favorecer que las sustancias fueran más 
placenteras que para el resto de los individuos, además de llevar en algunos casos 
a un estado de “automedicación” en donde el consumo mejoraría ciertos síntomas 
de la enfermedad, incrementando aún más el riesgo de dependencia. 
En las últimas dos décadas se ha iniciado la investigación en el tema y se 
han realizado estudios epidemiológicos que demuestran una relación significativa 
entre las conductas adictivas y los trastornos mentales. Aproximadamente el 50% 
de los individuos con trastornos psiquiátricos cumple criterios diagnósticos del DSM-
IV y CIE -10 para abuso/dependencia de alcohol u otras drogas en algún momento 
de la vida (2). 
En México son pocos los estudios epidemiológicos realizados sobre las 
enfermedades mentales y su asociación con el consumo de drogas. Existen 
 
9 
 
estudios como los realizados por Medina Mora y Caraveo, en donde se muestran 
asociaciones entre el abuso de sustancias (alcohol principalmente), y trastornos 
afectivos y/o de ansiedad (3). Hasta el momento se carece de estudios que asocien 
el consumo de substancias y esquizofrenia de una forma específica (4). Se ha 
observado que la importancia del diagnóstico dual radica en su asociación con el 
incremento en hospitalizaciones psiquiátricas; la pobre adherencia y respuesta al 
tratamiento; incremento de conductas violentas y suicidas; mayor comorbilidad 
médica; y finalmente, un incremento considerable en el gasto sanitario (5). 
A pesar del gran avance de la investigación en este campo y de la mayor 
sensibilidad hacia el estudio de estos pacientes en los últimos años, la patología 
dual sigue siendo subdiagnosticada, a pesar de tener un curso clínico tórpido y una 
mayor morbimortalidad. Probablemente, las causas de este hueco diagnóstico se 
deban no sólo a que el concepto resulta controvertido, sino que a menudo no es 
fácilmente aceptado, e incluso es rechazado por una parte de los profesionales 
implicados en su tratamiento, lo que ha generado dos corrientes principales de 
atención clínica: aquellas que tratan las enfermedades mentales y aquellas que 
tratan la dependencia a substancias (6). 
La aparición en los últimos años de evidencias científicas sobre las 
características clínicas para el diagnóstico, así como los fármacos y las diversas 
modalidades de psicoterapia útiles en los pacientes con diagnóstico de trastorno 
psicótico y trastornos por uso de substancias, han supuesto un progreso y una 
optimización del cuidado de éstos. Sin embargo, existen pocos estudios específicos 
y la mayoría de los hallazgos son preliminares y están pendientes de confirmación. 
 
10 
 
Los pacientes psicóticos duales son un grupo de población con grandes 
dificultades para su estudio por diversos motivos: las características de los propios 
pacientes, las dificultades diagnósticas y los problemas metodológicos, éticos y 
logísticos para realizar estudios y ensayos clínicos aleatorizados. Por lo que es difícil 
obtener evidencias científicas de alta calidad. 
Como parte de la mejora en la atención psiquiátrica en México, en septiembre 
de 2015 inició el funcionamiento de la Clínica de Patología Dual en el Hospital 
Psiquiátrico Fray Bernardino Álvarez, cuyo objetivo se centra en la atención de 
pacientes con diagnósticos duales. 
 
 
11 
 
MARCO TEÓRICO 
LA ESQUIZOFRENIA Y EL DIAGNÓSTICO DUAL 
La esquizofrenia es un trastorno mental caracterizado por cambios en la cognición 
y el comportamiento, cuya etiología hasta el momento continúa siendo desconocida. 
Se asocia con una evolución variable que puede ir desde una recuperación 
completa hasta la discapacidad grave (7). La prevalencia a nivel mundial se estima 
del 0.5 al 1% y la incidencia anual se calcula en 1.5-2 casos por cada 10,000 
personas en un año. La proporción hombre mujer llega a ser de 1.4:1 y se ha 
observado que el pronóstico generalmente es peor en los hombres (8,9). 
Entre los síntomas más prominentes (también descritos como síntomas 
positivos de la enfermedad), se encuentran las alucinaciones, ideas delirantes y la 
desorganización del pensamiento, lo que puede llevar a conductas erráticas 
extrañas y, en algunos casos y bajo ciertos contextos, peligrosas. Asimismo, existen 
otro tipo de síntomas que suelen ser más insidiosos y que son llamados síntomas 
negativos, tales como el aislamiento social y la disminución de la respuesta afectiva; 
además de alteraciones cognitivas que pueden impactar de forma significativa el 
funcionamiento global del individuo (10). 
La esquizofrenia se encuentra entre los trastornos médicos más 
incapacitantes y económicamente adversos, siendo clasificada por la OMS como 
una de las diez primeras causas que contribuyen a la carga global de enfermedad, 
además de ser la quinta causa de años perdidos por discapacidad en hombres y la 
sexta en mujeres (11). 
 
12 
 
Entre las principales comorbilidades de la esquizofrenia, el consumo de 
substancias se ha convertido en la más prevalente estimándose 4.6 veces más alta 
que en la población general (12), además de contribuir a un curso desfavorable de 
la enfermedad al ser una causa de hospitalizaciones frecuentes por recaídas 
asociadas a la exacerbación de sintomatología psicótica (13). 
Los pacientes duales con esquizofrenia son vulnerables tanto desde la 
perspectiva psicopatológica como social y son considerados como graves, ya que 
presentan características clínicas específicas comparados con aquellos que no 
consumen substancias (1). En términos generales, un paciente con esquizofrenia 
consumidor de sustancias suele ser una persona de sexo masculino, con bajo nivel 
socioeconómico y cultural, con antecedentes de depresión o trastornos de conducta 
en la infancia y predominio de síntomas positivos (14–16). También se ha observado 
que presentan hospitalizaciones psiquiátricas a edades más tempranas, mayor 
número de hospitalizaciones, pobre cumplimiento terapéutico y un aumento en 
conductas violentas y suicidio (17,18). Para efectos de este trabajo llamaremos TUS 
a ambos trastornos de abuso y/o dependencia, tanto de alcohol como de drogas 
ilícitas. 
En relación al inicio de la sintomatología psicótica, se asocia a edades más 
tempranas de aparición en los pacientes con esquizofrenia y TUS (17). Los 
síntomas suelen presentarse en promedio 2 años antes del inicio de la adicción, 
aunque existen reportes que indican que hasta un tercio de los pacientes iniciaron 
el consumo de substancias antes del primer episodio psicótico (19). 
 
13 
 
En el curso de la enfermedad no solo presentan un pobre pronóstico 
determinado por los factores previamente descritos, sino también se ha observado 
que este tipo de pacientesreciben dosis altas de antipsicóticos y presentan pobre 
respuesta y adherencia al tratamiento (20). 
ETIOLOGÍA DE LA ESQUIZOFRENIA DUAL 
La dependencia a substancias y la esquizofrenia comparten características 
similares, incluidos cambios en la cognición, emociones, motivación y reactividad al 
estrés, por lo que se ha sugerido la existencia de circuitos neuronales comunes para 
ambos trastornos. 
A lo largo de las últimas décadas de investigación, se ha podido dilucidar que 
existen sistemas de neurotransmisión modulados por opioides endógenos 
(receptores kappa de opioides y péptidos dinorfínicos); así como 
endocannabinoides (receptores CB1 y CB2 con ligandos específicos) que se 
encuentran en varias regiones cerebrales y que juegan papeles importantes en 
circuitos que controlan el estado de ánimo, la motivación y la función cognitiva. Por 
lo anterior, se ha propuesto que déficits en estos sistemas contribuyen tanto a la 
dependencia de substancias como al desarrollo de trastornos mentales graves 
como la esquizofrenia y trastornos afectivos (21). 
Existen diversas teorías y modelos explicativos que tratan de entender la 
relación etiopatogénica entre la psicosis y los TUS, que van desde aspectos 
neurobiológicos hasta causas de tipo ambiental; sin embargo, hasta el momento no 
 
14 
 
existe una asociación claramente establecida. Las principales hipótesis descritas 
hasta el momento se definen a continuación por orden de importancia. 
Vulnerabilidad biológica entre ambos trastornos 
Plantea que existe un déficit neurobioquímico de base entre el trastorno 
mental y el consumo de substancias. Involucra al sistema de recompensa, 
localizado en el haz prosencefálico medial, área tegmental ventral, hipotálamo 
lateral y áreas de la corteza prefrontal (22). En donde la disfunción dopaminérgica 
de las neuronas mesocorticolímbicas localizadas en el núcleo estriado ventral y el 
haz prosencefálico pudiera relacionarse con los síntomas negativos en pacientes 
con esquizofrenia sin tratamiento (23), lo cual a su vez podría relacionarse con una 
vulnerabilidad al consumo de substancias en estos pacientes (24). 
Teoría de la automedicación 
Es una de las teorías más citadas y mejor conocidas (25). Señala que los 
pacientes con esquizofrenia se aproximan al consumo de substancias (ya sea de 
forma directa o indirecta), como un medio de disminuir los síntomas de su 
enfermedad, tales como síntomas negativos, depresivos, disforia, efectos 
secundarios a uso de medicamentos (antipsicóticos), síntomas extrapiramidales y 
alteraciones en el ciclo de sueño (26). Asimismo, se propone que disminuyen 
problemas de interacción social al mejorar la apatía y facilitar la desinhibición 
mejorando sus habilidades sociales (27). 
 
 
 
15 
 
Drogoinducción 
Esta hipótesis sostiene que la interacción de ciertas drogas con determinados 
sistemas neurobiológicos con alteraciones funcionales pudieran provocar efectos 
no esperados, que de manera prolongada conduciría a una enfermedad neurotóxica 
(1). 
Independencia de ambos trastornos 
Tal vez sea la que tiene una menor consistencia y soporte, ya que se basa 
en la independencia biológica entre ambos trastornos, explicando cada uno de ellos 
por separado (28). 
Las propuestas actuales señalan que probablemente la interacción y 
combinación entre algunas de las hipótesis previamente señaladas pudieran 
explicaría la elevada prevalencia de los trastornos psicóticos duales. 
EPIDEMIOLOGÍA 
En 1990, Regier et al. (29) realizaron el primer gran estudio sobre comorbilidades 
de la enfermedad psiquiátrica a partir de una muestra en población general, cuyos 
resultados arrojaron que más del 47% de los pacientes con diagnóstico de 
esquizofrenia habían tenido un diagnóstico comórbido de TUS a lo largo de la vida. 
Posteriormente, en el estudio CATIE (Clinical Antipsychotic Trials of 
Intervention Effectiveness), realizado específicamente en pacientes psicóticos, se 
observó que el 60% de pacientes presentaba un TUS, y el 37% describía un 
consumo activo (14,15). En los pacientes con esquizofrenia, la sustancia más 
 
16 
 
prevalente es la nicotina, cerca del 90% (frente al 26% de la población general), 
seguida del alcohol con prevalencias que van del 20-60% (14,30). 
En México, en referencia al consumo de substancias, de acuerdo a la 
Encuesta Nacional de Adicciones 2011 (31), la prevalencia de consumo de cualquier 
droga en el último año fue de 1.8%, siendo la de mayor prevalencia la mariguana 
seguida de la cocaína, predominando el uso en hombres adolescentes. 
ESQUIZOFRENIA Y TRASTORNOS POR USO DE SUSTANCIAS 
Las sustancias que pueden causar dependencia o adicción, se pueden clasificar en 
sustancias depresoras del sistema nervioso central: alcohol, cannabis, opiáceos y 
psicofármacos como las benzodiacepinas; y sustancias estimulantes del sistema 
nervioso: cocaína, anfetaminas, nicotina y xantinas (cafeína) (1). Sin embargo, 
también se tiene que tener en cuenta substancias alucinógenas, así como el uso en 
los últimos años de drogas disociativas. 
Esquizofrenia y alcohol 
El consumo de alcohol es hasta 3 veces más prevalente en pacientes con 
esquizofrenia que en la población general, con un rango amplio dependiendo de los 
estudios realizados, calculándose entre un 33,7% (29) y un 60% (30); sin embargo, 
existen reportes recientes que describen una tendencia a la disminución de la 
prevalencia a lo largo de la vida calculada en 20.6% (32). 
En cuanto a los perfiles psicopatológicos, los pacientes con esquizofrenia 
paranoide y con presencia de alucinaciones auditivas desarrollan estados de 
adicción con mayor frecuencia que en otros tipos de esquizofrenia (20), mientras 
 
17 
 
que en pacientes con predominio de síntomas negativos el consumo de alcohol y el 
craving es menor (33). Esto se debe probablemente a los efectos subjetivos del 
alcohol reportados por los propios pacientes: disminución de los síntomas 
negativos, control de las alucinaciones, mejora de las relaciones sociales y del 
estado de ánimo. Aunque en algunos pacientes se pueden provocar los efectos 
contrarios (34). 
De forma similar a lo que ocurre en la población general, el alcoholismo es 
un factor de riesgo y predicción de suicidio en los pacientes con esquizofrenia 
(35,36). Los pacientes con esquizofrenia que consumen alcohol presentan mayor 
comorbilidad con otras enfermedades médicas y presentan menor eficacia de los 
neurolépticos, al aumentar el alcohol su metabolismo hepático y disminuir sus 
valores séricos, requiriéndose dosis más altas del fármaco. En cuanto al tratamiento 
de la dependencia al alcohol en esta población existen estudios que evalúan una 
buena respuesta con el uso de naltrexona (37) y se debe tener en cuenta la 
interacción del disulfiram con los neurolépticos (38). 
Esquizofrenia y cannabis 
Más del 60% de pacientes con esquizofrenia reportan el consumo de 
cannabis y de éstos, aproximadamente 25% tienen una comorbilidad de trastorno 
de uso de cannabis (39,40). 
La exposición y el consumo de cannabis se han asociado a un impacto 
negativo en el curso de la esquizofrenia. Moore et. Al (2007) han establecido que el 
consumo intenso y en edades tempranas de cannabis puede incrementar el riesgo 
 
18 
 
de desarrollar un trastorno psicótico como lo es la esquizofrenia (40). De acuerdo a 
algunos estudios el fumar marihuana puede exacerbar los síntomas de 
esquizofrenia, mientras que el uso continuo se ha utilizado como predictor de la 
presencia de más síntomas psicóticos, incluyendo un aumento en el porcentaje de 
recaídas, mayores y más frecuentes períodos de hospitalización, altos porcentajes 
de síntomas extrapiramidales, menor apego a tratamiento, niveles altos de 
desempleo, violencia (incluyendo suicidio) y criminalidad, por lo que es considerado 
como un factor pronóstico de empeoramiento en personas que cuentan con el 
diagnósticode esquizofrenia (41,42). 
Andreasson y colaboradores desde 1973 han llevado seguimiento de una 
cohorte de 45,570 conscriptos suecos con antecedente de consumo de cannabis en 
la adolescencia. La investigación ha observado desde sus inicios una relación dosis-
respuesta entre el uso de cannabis (vía autorreporte) y la hospitalización por 
trastornos psicóticos a lo largo de 35 años, con un mayor riesgo entre aquellos que 
fumaron cannabis en edades tempranas y lo realizaron más de 50 veces. Además, 
los pacientes con historia de uso de cannabis tuvieron un aumento de posibilidades 
de tener más de 20 readmisiones hospitalarias comparados con los no usuarios 
(3.1, 95% IC=1.3-7.3), así como un incremento en las admisiones hospitalarias de 
duración mayor a 2 años (2.4, 95% IC=1.1-7.4), lo que indica para estos autores 
que el pronóstico de esquizofrenia en pacientes consumidores de cannabis es peor 
que en los no consumidores (43,44). 
Existen muy pocos estudios experimentales de los efectos de cannabinoides 
en pacientes con esquizofrenia. Destaca el realizado por D’Souza y colaboradores, 
 
19 
 
en donde mediante un estudio doble ciego controlado se administró delta 9-THC vía 
intravenosa en pacientes con esquizofrenia con sintomatología controlada y bajo 
tratamiento con antipsicóticos (típicos y atípicos) comparada con placebo; en donde 
aquellos en los que se administró THC presentaron exacerbación de síntomas tanto 
positivos como negativos, alteraciones perceptuales, déficits cognitivos y 
exacerbación de efectos secundarios de los antipsicóticos sin evidenciarse efectos 
benéficos en este grupo (45). 
En un artículo de revisión mata-analítico publicado en 2013 (42), se evaluaron 
las alteraciones estructurales cerebrales del consumo de cannabis en pacientes 
sanos a partir de la hipótesis de los efectos neurotóxicos que causan pérdida de 
sustancia gris y blanca en el encéfalo. 
Los resultados sugieren que en pacientes consumidores crónicos de 
cannabis existe una disminución significativa de áreas cerebrales ricas en 
receptores cannabinoides, principalmente hipocampo, comparados con pacientes 
sin consumo. Sin embargo existen limitantes en este estudio como el contar con 
muestras pequeñas de pacientes y pocos estudios que comparen a través de 
imágenes cerebrales el deterioro cognitivo a largo plazo. 
Por otro lado, algunos estudios sugieren que el uso de cannabis en pacientes 
con diagnóstico de esquizofrenia produce menos puntuación de síntomas 
negativos, así como el que adolescentes con un primer episodio psicótico tienen 
menos síntomas negativos y mejor pronóstico que aquellos que no usan cannabis 
(41,42). Existen estudios meta-analíticos que señalan que la neurocognición y la 
inteligencia en pacientes con consumo de cannabis y esquizofrenia puede tener un 
 
20 
 
mejor funcionamiento que en los comparados sin consumo, o en otros casos los 
resultados son inconsistentes cuando se han tratado de replicar (39–41). 
En resumen, a través de diversas investigaciones se ha determinado que los 
productos naturales y sintéticos derivados de los cannabinoides administrados por 
diversas vías pueden producir un rango de sintomatología psicótica similar a la 
esquizofrenia incluyendo síntomas positivos, negativos y cognitivos. Estos efectos 
se han relacionado en dosis respuesta, no alteran la orientación y pueden durar de 
minutos a horas (42,45). Una pequeña población de individuos vulnerables pueden 
experimentar efectos psicomiméticos como la esquizofrenia, sin embargo aún no se 
conoce qué produce esta susceptibilidad aunque se relacionan factores genéticos 
como polimorfismos en genes relacionados con la degradación de la dopamina 
(COMT) y precursores de receptores endocannabinoides (CRN1), además de 
factores ambientales como la exposición crónica y en dosis elevadas a 
cannabinoides exógenos en etapas cruciales del neurodesarrollo. Existen 
evidencias estructurales, funcionales y neuropsicológicas de cambios inducidos por 
el consumo agudo y crónico de cannabis en usuarios sanos (46). 
Finalmente, en pacientes con esquizofrenia la exposición a cannabis puede 
exacerbar los síntomas de la enfermedad y agregar otros efectos agudos 
transitorios como euforia, relajación, aumento de apetito, ansiólisis o ansiedad y 
taquicardia; sin embargo no existe evidencia suficiente que determine un impacto 
negativo en el seguimiento longitudinal de este tipo de población ya que existen 
estudios que evidencian un mejor funcionamiento cognitivo y menores síntomas 
 
21 
 
psicóticos negativos comparados con pacientes con esquizofrenia sin consumo de 
cannabis. 
Esquizofrenia y benzodiacepinas 
Para el tratamiento de la esquizofrenia las benzodiacepinas son 
medicamentos comúnmente recetados en la práctica clínica. La tasa de prescripción 
de este tipo de medicamentos varía de forma considerable dependiendo la región, 
con cifras como 16% en el Norte de África y Medio Oriente; 38% en Estados Unidos 
y 57% en Asia Oriental, con prevalencias a lo largo de la vida de hasta 95% (47). 
Sin embargo, la prescripción de benzodiacepinas puede ser problemática ya 
que la duración del tratamiento normalmente excede el tiempo recomendado para 
su uso (2-4 semanas), lo que incrementa el riesgo de dependencia (48). Más aún, 
cuando se prescriben benzodiacepinas en conjunto con antipsicóticos, la interacción 
farmacodinámica entre los dos, en términos de efectividad, no está claramente 
determinada. Se ha descrito que las benzodiacepinas actúan de forma indirecta con 
la dopamina a través de los receptores GABAA, por lo que éstas pueden ser 
efectivas en la disminución de los síntomas psicóticos (47). 
Debido al uso frecuente de benzodiacepinas en pacientes con trastornos 
psicóticos como tratamiento dirigido a disminuir la ansiedad, reducir el insomnio y la 
dosis de antipsicóticos, es difícil realizar estudios epidemiológicos que demuestren 
la prevalencia real del abuso o dependencia a este tipo de medicamentos. 
 
 
 
22 
 
Esquizofrenia y opiáceos 
Los analgésicos opiáceos son la segunda droga de abuso más comúnmente 
utilizada después de la marihuana representando el 75% de medicamentos de 
prescripción que son mal utilizados en E.U.A. Entre 2004 y 2011 el número de 
norteamericanos con abuso o dependencia a analgésicos creció de 1.4 millones a 
1.8 millones (21). 
La relación específica entre la dependencia a opiáceos, los síntomas 
psicóticos y la observación de que los opiáceos disminuyen estos síntomas ha sido 
una pregunta de interés desde hace varios años. Durante las décadas de 1970s y 
1980s, diversas investigaciones se centraron en observar los efectos del sistema 
péptido opioide endógeno y cómo este influencia el comportamiento de las personas 
con esquizofrenia. 
El descubrimiento de la existencia de las endorfinas, péptidos opioides 
endógenos, abrió nuevos horizontes de investigación en las bases bioquímicas de 
los trastornos del espectro de la esquizofrenia y llevó a un aumento en el 
entendimiento de los mecanismos involucrados en la dependencia a opiáceos. 
Algunos estudios se dirigieron a manipular la activación del receptor opioide con el 
uso de metadona o naloxona y midieron los efectos de la conducta, síntomas de 
esquizofrenia y niveles de prolactina, con resultados confusos e inconcluyentes 
(49). 
En la década de 1970, fue reportada la acción de la metadona como 
bloqueador de los receptores de dopamina, evidenciado por el incremento de los 
 
23 
 
niveles séricos de prolactina después de la administración de metadona. El 
entendimiento de que los neurolépticos como el haloperidol inhibían la enzima 
adenilato ciclasa, así como la metadona y otros opioides derivó en la teoría que los 
agonistas opiáceos podrían tener propiedades antipsicóticas (21). Estas 
propiedades de la metadona se atribuyeron a la actividad agonista del receptor 
opioidey la interferencia con la acción postsináptica de la dopamina, la cual también 
se creía que era la causa de las acciones antipsicóticas de los neurolépticos 
tradicionales. Sin embargo, con la introducción de agentes antipsicóticos nuevos, 
se desvió la atención de la investigación del uso de agonistas opioides como 
posibles antipsicóticos. 
La incidencia anual del uso de opiáceos sin prescripción médica en EUA casi 
se duplicó de 6.5 millones en 2000 a 12.5 millones en 2007. En 2011, se reportaron 
aproximadamente 13 millones de personas con uso de opioides no farmacológicos, 
mientras que 6.5 millones cumplían criterios para abuso o dependencia a 
substancias (50). 
Actualmente no existen datos que examinen la tasa de dependencia a 
opiáceos en pacientes con esquizofrenia o trastornos psicóticos; sin embargo, la 
comorbilidad del abuso de substancias se estima que es cerca de tres veces más 
alta en individuos con esquizofrenia en comparación con la población general (21). 
Tampoco existen estudios controlados que evalúen la prescripción de opiáceos 
como tratamiento en la esquizofrenia. 
 
 
24 
 
Esquizofrenia y nicotina 
El interés inicial en el sistema nicotínico en la esquizofrenia nació de reportes 
de altos porcentajes de pacientes fumadores con esquizofrenia en comparación con 
personas sanas. Las tasas aumentadas de fumadores son relativamente 
específicas para la esquizofrenia y no son tan frecuentes ni comúnmente 
observadas en otros trastornos psiquiátricos (51). 
Diversos aspectos de la relación entre el tabaquismo y la esquizofrenia se 
dirigen a una disfunción primaria del sistema de receptor nicotínico y de acetilcolina 
subrayando la probabilidad de que esta disfunción juegue un papel central en el 
desarrollo de la enfermedad (51). Se han observado altas tasas de fumadores en 
familiares de pacientes sin esquizofrenia, sugiriendo que los factores psicológicos 
subyacentes al tabaquismo son heredados como una parte fundamental de la 
vulnerabilidad genética para padecer esquizofrenia (52). 
La mayoría de pacientes que fuman –alrededor del 90% (30)-, inician 
típicamente antes del inicio de los síntomas, y se han observado altos porcentajes 
de fumadores en adolescentes que posteriormente desarrollan esquizofrenia 
comparados con aquellos que no fuman (53). 
Esta evidencia se contradice con la idea de que los porcentajes elevados de 
tabaquismo provienen de un deseo de aliviar los síntomas de la esquizofrenia, 
asimismo las tasas elevadas de tabaquismo también se asocian con un inicio 
temprano de la enfermedad, aumento en la severidad del padecimiento, pobre 
pronóstico, pobre calidad de vida, aumento de síntomas negativos, ansiedad y 
 
25 
 
depresión, un mayor número de ingresos hospitalarios, así como un aumento en las 
dosis de antipsicóticos al incidir la nicotina en su metabolismo hepático (51). Parece 
que todos estos efectos se relacionan con la estimulación de la dopamina y los 
efectos de la acetilcolina sobre los ganglios basales. 
Diversos estudios han mostrado que el tabaquismo se ha asociado con el 
alivio de los síntomas como un medio para regular el estado de ánimo y disminuir 
los niveles de estrés demostrando la normalización de un probable desequilibrio 
nicotínico que pudiera tener un considerable impacto positivo en el pronóstico de la 
enfermedad (54). Se han encontrado hallazgos sugerentes de un impacto positivo 
de la nicotina en varios aspectos del desempeño cognitivo, a partir de su acción 
sobre los receptores anticolinérgicos (1). Otros efectos atribuidos al consumo de 
nicotina en pacientes con esquizofrenia es la reducción de los efectos secundarios 
en los tratamientos antipsicóticos como los síntomas extrapiramidales (55). 
Dichos hallazgos han llevado a un incremento en el énfasis del desarrollo de 
agentes terapéuticos que tengan como blanco el sistema nicotínico, así como el 
incremento en el ímpetu por entender las bases genéticas de la disfunción nicotínica 
en la esquizofrenia. 
En el tratamiento de la dependencia de nicotina en esquizofrenia se 
recomienda el tratamiento sustitutivo con parches o chicles de nicotina (56), 
bupropión (57), cambio de antipsicóticos típicos a atípicos; y recientemente se han 
reportado resultados favorables con el uso del agonista nicotínico vareniclina (58). 
 
 
26 
 
Esquizofrenia y cocaína 
La prevalencia del consumo de cocaína en pacientes con esquizofrenia se 
estima entre el 22% y 31% (20), sugiriéndose incluso su incremento hasta 50% 
debido al aumento de su consumo los últimos años, así como las diferentes 
presentaciones de ésta. 
Se ha sugerido que el consumo de cocaína podría reducir la sintomatología 
positiva y negativa de una forma paradójica, así como disminuir síntomas 
depresivos (1). Sin embargo, el abuso de cocaína se asocia con disminución en la 
eficacia de los antipsicóticos y aumento de los efectos secundarios como síntomas 
extrapiramidales, distonía aguda y tardía (59). El patrón de uso de cocaína de los 
pacientes con esquizofrenia es más irregular que en la población general, lo que se 
ha relacionado con las variaciones en la gravedad de la sintomatología positiva y 
negativa (1). 
Hasta el momento actual no existen evidencias sobre la prevalencia de la 
dependencia a la cocaína en pacientes con esquizofrenia. Tampoco se conoce el 
mecanismo neurobiológico de asociación entre estas dos substancias ni el 
tratamiento basado en evidencias de esta población, por lo que éste suele ser 
sintomático. 
Esquizofrenia y anfetaminas 
Las anfetaminas son un derivado químico de la efedrina, sintetizado por 
primera vez en 1887 por el químico rumano Lázaro Edeleano. Las investigaciones 
preliminares se enfocaron en los efectos periféricos y encontraron que era una 
 
27 
 
amina simpaticomimética con propiedades broncodilatadoras. Las acciones sobre 
el sistema nervioso central no fueron reportadas hasta 1933. En 1919, se sintetizó 
en Japón la metanfetamina; y en 1944, el metilfenidato. 
Se estima que entre el 10% y 65% de las personas que padecen 
esquizofrenia presentan un consumo asociado de anfetaminas (60). El consumo de 
anfetaminas, especialmente de metanfetamina, puede producir un cuadro psicótico 
con características similares a un cuadro de esquizofrenia, con trastornos formales 
de pensamiento, alteraciones cognitivas y de la atención (61). Con menor frecuencia 
se describen síntomas negativos, siendo más extraño observar aplanamiento 
afectivo o alogia (62). A nivel neuronal estas alteraciones se han relacionado con 
disrupciones en el sistema GABAérgico, sin embargo no está clara la asociación 
que tiene con la adicción en pacientes con esquizofrenia (63). 
Esquizofrenia y cafeína 
La cafeína es la xantina más importante y mayormente conocida. Es bien 
sabido que el consumo de cafeína puede ser útil para reducir la declinación cognitiva 
causada después de la privación del sueño, así como protector contra el deterioro 
cognitivo (64). 
Algunos estudios han tratado de encontrar la relación entre el consumo de 
café y el desempeño de funciones cognitivas específicas, observándose mejorías 
en la velocidad de procesamiento cognitivo, la memoria visual y memoria de trabajo. 
Sin embargo, todos los estudios reportados hasta el momento se centran en la 
utilización de participantes sanos, así como la medición de estas tareas tras la 
 
28 
 
administración aguda de café, sin conocerse los efectos tras su consumo regular 
(64). 
El consumo de cafeína en pacientes con esquizofrenia se ha descrito con 
prevalencias muy similares al tabaco, de alrededor del 90%, reportándose que 
alrededor del 51% de los pacientes consumen café diariamente (65). 
Sus efectos se asocian a un descenso de los síntomas de la enfermedad y 
efectos secundarios de la medicación al alterar mecanismos inhibitorios en el 
funcionamiento cerebral (66). El consumo de cafeínaes más intenso que el de 
personas sin esquizofrenia y está asociado al consumo de tabaco, posiblemente 
debido a que los componentes del tabaco inducen su metabolismo en el citocromo 
P450 1A2 (65). 
El tratamiento de la dependencia a cafeína está indicado si se ingiere más de 
1 g (aproximadamente 8 tazas de café) al día. Dentro de los manejos recomendados 
se encuentran la disminución gradual del consumo, la sustitución por descafeinados 
y el uso de sustitutivos de cafeína en comprimidos (56). 
CARACTERÍSTICAS CLÍNICAS 
La adecuada evaluación de pacientes que presentan clínica psicótica y consumo de 
sustancias es fundamental para poder realizar un adecuado abordaje. El principal 
reto diagnóstico es dilucidar si el trastorno psicótico asociado al TUS es primario o 
inducido, por lo que se requiere una evaluación clínica exhaustiva para realizar esta 
diferenciación y poder plantear un plan individualizado de tratamiento (1). 
 
29 
 
Es necesario considerar el consumo de las sustancias valorando los siguientes 
aspectos: 
a) Historia toxicológica (edad de inicio, tipo(s) de substancias, patrón de 
consumo, abuso/dependencia, evolución). 
b) Relación temporal del consumo con la sintomatología psicótica. 
c) Antecedentes familiares de consumo. 
d) Factores de riesgo y protección. 
e) Estatificación del momento de cambio en el que se encuentra el paciente. 
Los pacientes con esquizofrenia dual presentan características clínicas 
diferentes de los pacientes no duales con esquizofrenia. La edad de presentación 
de la psicosis es menor en los adictos que en los que no lo son, especialmente si la 
substancia de consumo es cannabis (44). El comienzo de la sintomatología psicótica 
suele preceder a la aparición de la adicción en promedio 2 años (20). La gravedad 
de los síntomas en el primer episodio no se ha relacionado con la presencia o 
intensidad del consumo (67). 
En relación con el género, las pacientes con esquizofrenia que consumen 
sustancias -en comparación a los varones-, tienen mayor facilidad para intoxicarse, 
llegan a desarrollar una adicción con más facilidad y muestran TUS más 
tempranamente, apareciendo la sintomatología psicótica más rápido (68). En los 
varones, el diagnóstico dual también implica un peor pronóstico de la enfermedad a 
largo plazo debido a que facilita el mal cumplimiento del tratamiento, una mayor 
resistencia a éste y la aparición de efectos secundarios –al igual que en las 
mujeres–(69). 
 
30 
 
La comorbilidad entre esquizofrenia y TUS implica mayor presencia de 
conductas impulsivas y agresivas con tasas de violencia entre las personas con 
esquizofrenia del 24,5% entre los que presentan dependencia alcohólica y de 34,7% 
entre los consumidores de otro tipo de tóxicos (29), observando que las principales 
causas para este tipo de conductas son determinadas por la intoxicación aguda, 
consumos sostenidos y la presencia de síntomas psicóticos activos que impliquen 
conductas en respuesta a sentirse amenazados, el pobre control de impulsos y el 
pobre apego a tratamiento (70). 
También se ha establecido a partir de diversos estudios que los pacientes duales 
con esquizofrenia presentan mayor riesgo de suicido (71), aunque se desconoce 
con exactitud si el uso de substancias es un factor de riesgo independiente. 
A nivel psicopatológico, los síntomas positivos son más prominentes en 
pacientes con esquizofrenia y TUS (72), con un incremento de síntomas positivos 
al mantenerse el consumo y una disminución de los negativos (73). Potvin et al., 
reportaron que los pacientes con esquizofrenia duales presentaban más síntomas 
depresivos que los no duales (74). 
Curso y evolución 
La comorbilidad de esquizofrenia con trastornos adictivos se asocia con 
mayor número recaídas, ingresos, reingresos y urgencias psiquiátricas (12), debido 
a que incide en el curso natural de la enfermedad, favorece el peor cumplimiento 
terapéutico y seguimiento; además repercute en la necesidad de administración de 
 
31 
 
dosis más elevadas de neurolépticos, en la aparición de discinesias tardías y en el 
mayor número de casos refractarios al tratamiento (75). 
Se ha descrito de una forma general el perfil de los pacientes con 
esquizofrenia y TUS como un hombre joven con una primera hospitalización a edad 
temprana; mayor presencia de sintomatología positiva y menor de sintomatología 
negativa; mayor presencia de trastornos afectivos; mayor riesgo de suicidio 
consumado; mejor ajuste premórbido; mayores tasas de conductas violentas y 
delictivas; mayor incumplimiento terapéutico; patrón de conductas marcado por la 
impulsividad; con rasgos de personalidad antisocial y policonsumo; peor 
funcionamiento social; mayor inestabilidad familiar y marginación social, y un acceso 
deficitario a la red asistencial (1). 
TRATAMIENTO 
El tratamiento de los pacientes con esquizofrenia dual es un reto importante de la 
psiquiatría actual y de los sistemas de atención sanitaria. El objetivo del tratamiento 
se dirige a la mejoría de los síntomas propios de la esquizofrenia, una disminución 
de las conductas de búsqueda y el consumo de sustancias, un incremento de la 
calidad de vida y de la satisfacción del paciente y una mejora de la capacidad 
cognitiva, reduciendo la utilización de los servicios sanitarios y un mayor bienestar 
de los familiares del paciente (69). 
Existen tres modelos de abordaje de pacientes duales: en serie, en paralelo e 
integrado (56): 
 
32 
 
 Modelo en serie o secuencial. El paciente es atendido por una de las dos 
redes (de salud mental o de drogodependencias) y debe completar el 
tratamiento en una antes de ser atendido en la otra. En el caso de los 
pacientes con esquizofrenia y TUS, se trata primero el TUS y se derivara a 
la red de salud mental los casos en remisión o abstinencia. 
 Modelo de tratamiento en paralelo. Se abordan de manera independiente y 
desde distintos ámbitos los dos trastornos, esquizofrenia y TUS. En la 
práctica, muchos pacientes psicóticos con TUS son excluidos de ambas 
redes, por presentar comorbilidad, y no pueden acceder a los recursos de los 
que disponen los sistemas asistenciales. 
 Modelo de tratamiento integrado. El paciente es atendido por un único 
equipo, que aborda tanto el trastorno psicótico como el TUS. Existen diversos 
programas de atención integral a trastornos duales, tanto en contexto 
hospitalario, ambulatorio, o mixto (hospitales de día), con diferencias en el 
contenido e intensidad de las intervenciones. 
A pesar de estos modelos, aún no hay un consenso sobre el tratamiento de los 
enfermos psicóticos duales, y no todos los estudios son congruentes, sin embargo 
el modelo de tratamiento integrado se ha propuesto como la opción más certera 
para el tratamiento dual (76), ya que el enfoque tradicional, que incluía servicios por 
separado, parece insuficiente. Por lo que las corrientes actuales se dirigen a la 
creación de programas específicos de patología dual; sin embargo, un 
inconveniente importante de los modelos de tratamiento integrado es que son 
 
33 
 
costosos, requieren más recursos y son de más difícil implementación dentro de los 
servicios de salud (77). 
Se ha propuesto que un modelo de tratamiento integrado debería incluir (56): 
1. Hospitalización completa o parcial. La hospitalización completa está indicada 
para los casos que no se han podido abordar desde un marco ambulatorio, 
ya sea por las condiciones de gravedad psicopatológica o bien por 
antecedentes de desintoxicaciones ambulatorias fallidas o condiciones 
sociales precarias. Se aconseja un ingreso mínimo promedio de 2-4 semanas 
para valorar la psicopatología de base fuera de condiciones de intoxicación. 
La hospitalización parcial puede ser utilizada en aquellos casos con mejor 
soporte sociofamiliar y como medio de trabajar una futura vinculación 
ambulatoria. 
2. Determinación de drogas en orina paravalorar consumos activos y/o la 
abstinencia. 
3. Tratamiento psicofarmacológico de la psicosis y de la adicción. 
4. Grupos de familiares y pacientes orientados a la terapia motivacional y a la 
prevención de recaídas. 
5. Equipo multidisciplinario entrenado en el cuidado del paciente esquizofrénico 
dual. 
Los objetivos de tratamiento han de plantearse a largo plazo y teniendo en 
cuenta la vulnerabilidad y el riesgo de recaídas de estos pacientes. 
 
34 
 
Tratamiento farmacológico en esquizofrenia dual 
No existen hasta el momento guías de práctica clínica que propongan pautas 
de tratamiento definitivas en pacientes duales con esquizofrenia. La mayoría de los 
estudios indican que los antipsicóticos producen una clara mejoría de la 
sintomatología psicótica y un efecto moderado sobre la dependencia a substancias 
(1). 
Además de los antipsicóticos se utilizan fármacos para tratar el TUS (tabla 
1), como los interdictores (disulfiram y carbamida); anticraving (naltrexona, 
acamprosato); los agonistas o antagonistas opiáceos (metadona, buprenorfina); y 
otros fármacos que son útiles para el tratamiento de la psicopatología añadida o 
incluso sobre la dependencia como antiepilépticos (topiramato, oxcarbacepina, 
carbamazepina, lamotrigina, pregabalina, gabapentina); antidepresivos y 
anfetaminas (56). Los estudios dirigidos al control del craving (deseo de consumo) 
no son concluyentes. 
Tabla 16. Niveles de evidencias científicas específicas de la eficacia de los tratamientos 
farmacológicos en pacientes con esquizofrenia dual. Reproducido de Roncero et al. 2011 (1). 
Fármaco Nivel 1 Nivel 
2 
Nivel 
3 
Nivel 4 
Antipsicóticos típicos X 
Antipsicóticos i.m. X 
Clozapina X 
Olanzapina X 
Risperidona X 
Quetiapina X 
Ziprasidona X 
Aripiprazol X 
Amisulprida X 
 
35 
 
Disulfiram X 
Naltrexona X 
Acamprosato X 
Metadona X 
Buprenorfina X 
Topiramato X 
Valproato X 
Carbamazepina X 
Oxcarbazepina X 
Lamotrigina X 
Gabapentina X 
Pregabalina X 
Desimipramina X 
ISRS X 
Antidepresivos duales X 
Estimulantes X 
Benzodiazepinas (evitarlas) X 
Bupropión (antitabaco) X 
Vareniclina X 
 
A continuación se presenta una tabla con las principales recomendaciones 
basadas en evidencia para el tratamiento de pacientes con esquizofrenia y trastorno 
por uso de substancias: 
Tabla 17. Recomendaciones basadas en evidencia para el tratamiento de pacientes con 
esquizofrenia dual. Reproducido de Roncero et al. 2011 (1) 
Recomendación Grado de 
Recomendación 
Se recomienda la utilización de antipsicóticos atípicos en el 
tratamiento de psicóticos duales. 
A 
 
36 
 
Se recomiendan antipsicóticos con poco efecto anticolinérgico y 
sedativo. 
A 
Los antipsicóticos bajan el umbral anticonvulsivo. Precaución en 
pacientes en tratamiento para dependencia de alcohol y/o 
benzodiacepinas. 
A 
Entre los antipsicóticos de segunda generación, el que tiene más 
evidencias sobre su eficacia en pacientes duales con esquizofrenia es 
la olanzapina, seguido de risperidona, clozapina y quetiapina. 
A 
La clozapina no se considera fármaco de primera elección entre los 
antipsicóticos atípicos, debido a la presencia de efectos adversos y a 
la necesidad de realizar una vigilancia estrecha. 
A 
Los antipsicóticos inyectables de larga duración mejoran la adhesión 
y el cumplimiento del tratamiento farmacológico en psicóticos duales. 
A 
La metadona y la buprenorfina son el tratamiento farmacológico de 
primera elección en pacientes con trastorno por dependencia de 
opiáceos, pero no hay evidencia científica específica suficiente sobre 
su administración en pacientes con esquizofrenia dependientes de 
opiáceos. 
C 
La naltrexona se recomienda como fármaco de primera elección en 
pacientes con esquizofrenia Y trastorno por dependencia de alcohol. 
Como segunda elección, en pacientes con esquizofrenia con trastorno 
por dependencia de opiáceos. 
B 
En el tratamiento de psicóticos duales con antidepresivos, se 
recomiendan los ISRS, venlafaxina, duloxetina, mirtazapina o 
bupropión por su menor riesgo de efectos secundarios y su escaso 
potencial de abuso. 
C 
 
37 
 
Se recomienda evitar el uso de benzodiacepinas en pacientes duales 
con esquizofrenia, dado su potencial adictivo. 
C 
 
Tratamiento psicoterapéutico 
El abordaje psicoterapéutico en patología dual se debe adaptar a cada 
paciente y al momento de tratamiento en que éste se encuentre. La primera etapa 
del abordaje se centra en la desintoxicación en donde no hay un abordaje 
terapéutico real, sin embargo, en la segunda etapa de deshabituación, la 
psicoterapia tiene un papel fundamental. 
El primer paso de la deshabituación es la estabilización, en donde se 
exploran las alteraciones psicopatológicas más emergentes y se desarrolla la 
relación paciente-terapeuta, que es de gran importancia para el tratamiento 
adecuado y el sostén de la abstinencia a substancias (78). 
Dentro de los objetivos principales en el tratamiento psicoterapéutico se 
encuentra el ayudar al paciente a dejar sus antiguos hábitos de funcionamiento y 
moldear nuevas experiencias vitales. 
Las áreas que presentan mayores dificultades en gran parte de los pacientes 
son el manejo de sentimientos y la capacidad para inhibir conflictos, los problemas 
socioeconómicos y las dificultades para mantener la abstinencia (79). Se deben 
plantear una serie de objetivos prioritarios para la intervención (1,56): 
 Elaborar un programa terapéutico individualizado con objetivos realistas a 
corto y largo plazo. 
 
38 
 
 Conseguir la estabilización del cuadro psicótico. 
 Establecer y mantener la alianza terapéutica. 
 Favorecer el cumplimiento farmacológico y la adhesión terapéutica. 
 Favorecer la abstinencia o la reducción del consumo. 
 Trabajar la conciencia de enfermedad de ambos trastornos. 
 Prevenir recaídas. 
 Psicoeducación del paciente y la familia, aportando información acerca de 
ambos trastornos y las alternativas terapéuticas. 
 Promover la adaptación a las experiencias psicóticas y la reducción de la 
clínica psicótica. 
 Mejorar el funcionamiento interpersonal y social del paciente, promoviendo 
el cuidado de la enfermedad y una vida independiente dentro de la 
comunidad. 
 Rehabilitación de las incapacidades psicosociales secundarias a la 
enfermedad. 
Las intervenciones psicoterapéuticas orientadas a la deshabituación y al 
mantenimiento de la abstinencia se pueden clasificar en: a) cognitivo-conductuales; 
b) motivacionales; c) con la familia, y d) dinámicas. 
Existen pocos estudios específicos sobre psicoterapia en pacientes duales con 
esquizofrenia. La terapia cognitivo-conductual (TCC), junto con intervenciones de 
tipo motivacional en un seguimiento a 18 meses, demostró que mejora 
significativamente el funcionamiento de pacientes con esquizofrenia y abuso de 
substancias (80). Sin embargo, cuando se realizan estudios de meta-análisis sobre 
 
39 
 
la intervención psicosocial, incluyendo diferentes tipos de terapias (TCC, entrevista 
motivacional, ambas), no se encuentran diferencias significativas entre ellas (81). 
Los enfoques con mayor validez empírica se enmarcan dentro de la orientación 
cognitivo-conductual. Se pueden aplicar tanto de modo individual como en grupo, 
ya que la eficacia terapéutica de ambas modalidades de intervención es similar. 
 
CUMPLIMIENTO Y ADHERENCIA TERAPÉUTICOS 
La «adhesión o adherencia» se refiere la autonomía del paciente en la elección y el 
mantenimiento del régimen terapéutico, mientras que el término «cumplimiento 
terapéutico» hace mención hacia el seguimiento de las prescripciones clínicas (56). 
Cuando el paciente presenta patología dual, se incrementa el riesgo de no 
adherencia e incumplimiento terapéuticos, lo que se traduce en una mala evolución 
y un peor pronóstico (82). 
En un estudiode seguimiento durante un año de pacientes con esquizofrenia, 
Wilk et al. (83) observaron que el 69,3% presentó incumplimiento terapéutico de 
fármacos antipsicóticos orales en algún punto del seguimiento y más de la tercera 
parte de los pacientes presentaban un TUS, aunque las cifras de incumplimiento 
varían según los estudios. 
El mejor predictor de incumplimiento terapéutico en el futuro es haber sido 
incumplidor los 6 meses anteriores. El uso de sustancias es el segundo factor que 
predice el incumplimiento en pacientes con esquizofrenia (84,85). Otro factor que 
 
40 
 
podría influir es el tipo de sustancia consumida: los pacientes duales que consumen 
cannabis dejan antes el tratamiento en comparación con los que consumen alcohol, 
cocaína u opiáceos. 
Dentro de las razones para abandonar el tratamiento se encuentran la 
negación de la enfermedad, el estigma de tomar psicofármacos, los efectos 
secundarios, olvidos y la falta de soporte social (83). 
Los programas psicoeducativos que ayudan a mejorar el insight en pacientes 
con esquizofrenia mejoran el cumplimiento terapéutico; para incrementar la 
adhesión se han propuesto grupos específicos de autoayuda, centrados en la toma 
de la medicación (56). 
Aunque se sabe que el cumplimiento es fundamental, en pacientes duales 
con esquizofrenia se invierte menos esfuerzo en explicar la relación entre 
cumplimiento y estabilización, se explora menos la importancia para el paciente de 
tomar la medicación y se usan menos técnicas para el manejo de la no adherencia, 
mientras que los abordajes psicológicos tienden a ser menos usados, aunque no 
son menos efectivos en ellos (83). 
 
LA CLÍNICA DE PATOLOGÍA DUAL DEL HOSPITAL PSIQUIÁTRICO “FRAY 
BERNARDINO ÁLVAREZ”. 
En México en el 2005 se constituyó la Academia Mexicana de Patología Dual 
(AMEPAD), a partir de la necesidad de un grupo de profesionales de la salud que 
ayudara a erradicar prejuicios y conceptos erróneos alrededor de trastornos 
 
41 
 
afectivos, las adicciones y los trastornos de la alimentación. AMEPAD agrupa a 
médicos especialistas como psiquiatras y neurólogos además de médicos 
generales, psicólogos, trabajadores sociales y otros especialistas. 
En el hospital psiquiátrico Fray Bernardino Álvarez, en el año 2014 se 
encontró que la tercera causa de atención hospitalaria se relacionaba con un 
trastorno psiquiátrico primario y un trastorno por consumo de sustancias. Situación 
que muestra que el abordaje del paciente debe ser dirigido a esta problemática, lo 
que motivó a la creación de un programa de atención integral para pacientes que 
tienen un diagnóstico psiquiátrico asociado a un consumo de sustancias. 
A pesar de que existen programas específicos de atención para pacientes 
con consumo de algunas drogas como alcohol y tabaco, el abordaje es parcial por 
lo que el resultado muchas de las veces no es el adecuado. La Clínica de Patología 
Dual surge con la necesidad de un abordaje integral del paciente y la realización de 
investigación clínica en población mexicana con estas características, además de 
la capacitación de profesionales para la atención de la misma. 
El objetivo principal se centra en brindar atención integral por un equipo 
multidisciplinario a los pacientes con patología dual, con la finalidad de reducir el 
daño asociado al consumo de sustancias, fortalecer su red de apoyo y favorecer su 
reinserción social. Lo anterior a través de un tratamiento psiquiátrico y 
psicoterapéutico especifico involucrando al paciente y a la familia. 
Se basa en el apoyo al paciente para la disminución del consumo de la 
sustancia hasta llegar a la abstinencia incidiendo sobre los síntomas de abstinencia, 
 
42 
 
la limitación del craving y el control de los síntomas psiquiátricos que pudieran 
favorecer exacerbaciones o recaídas en la evolución del paciente. 
 
 Tabla 18. Criterios de Inclusión y Exclusión a la CLINPAD. 
CRITERIOS DE INCLUSIÓN A CLINPAD CRITERIOS DE EXCLUSIÓN A CLINPAD 
Tener entre 18- 60 años. 
 
Ambos sexos. 
 
Que cumplan criterios diagnósticos de Patología 
Dual (coexistencia de trastorno psiquiátrico primario 
y un trastorno por consumo de sustancias). 
 
Pacientes que cuenten con responsable legal. 
 
Tener consentimiento informado el paciente o su 
responsable. 
 
Pacientes que acepten de manera voluntaria su 
ingreso al programa de CLINPAD. 
Paciente menores de 18 años o mayores de 60 
años. 
Que no cuente con Diagnóstico Dual 
Que no tengan consentimiento informado del 
paciente o su responsable ni acepten ingreso 
voluntario. 
Pacientes con diagnóstico de retraso mental 
moderado/grave y deterioro cognitivo 
importante. 
Paciente con diagnóstico de trastorno grave de 
la personalidad. 
Lugar de residencia lejano que impida al 
paciente acudir a valoraciones o actividades del 
programa. 
Paciente con una enfermedad o condición física 
descompensada. 
 
Los pacientes son principalmente captados para su valoración a través de 
dos servicios del Hospital Psiquiátrico Fray Bernardino Álvarez: a) Hospitalización 
Continua y b) Preconsulta. Sin embargo, también son valorados por procesos de 
interconsulta pacientes que están siendo tratados en servicios como Psicogeriatría, 
Clínica de Adherencia Terapéutica y Consulta Externa. Esto con la finalidad de tener 
una valoración integral de los pacientes atendidos en la institución y proporcionarles 
servicios de atención especializada en el proceso de seguimiento y rehabilitación 
psicosocial. 
 
43 
 
METODO DE INVESTIGACIÓN 
1. Justificación 
El abuso de substancias psicotrópicas, constituye uno de los problemas de salud 
pública de nuestra época, tanto en el país como a nivel mundial. Este fenómeno de 
salud afecta a todos los grupos sociales, teniendo una mayor incidencia actualmente 
en niños y adolescentes de cualquier estrato y de todas las regiones de nuestro 
país. 
Se ha documentado que la adicción a drogas en el curso de la esquizofrenia 
favorece una evolución tórpida a partir del incremento en el número de 
hospitalizaciones psiquiátricas, mayor sintomatología positiva, pobre adherencia y 
respuesta al tratamiento, conductas violentas y suicidas, mayor comorbilidad 
médica, y finalmente un incremento considerable en el gasto sanitario. 
Dado que los trastornos por uso de substancias se han convertido en un 
problema de salud pública a nivel mundial y que la esquizofrenia es la principal 
enfermedad psiquiátrica incapacitante, es importante conocer la relación que tiene 
el consumo y la dependencia a drogas en pacientes con diagnóstico de 
esquizofrenia, ya que el uso continuo de la mismas podría condicionar mayor 
número de recaídas y un incremento en el costo al presupuesto de salud y la 
atención psiquiátrica. 
Por lo tanto, es necesario conocer dicha relación para fines preventivos y de 
rehabilitación en pacientes con esquizofrenia, así como la reducción de daño en 
pacientes con consumo activo de drogas con la finalidad de disminuir el número de 
 
44 
 
recaídas y favorecer el apego y cumplimiento terapéuticos, disminuyendo el costo 
de tratamiento institucional. 
Los pacientes psicóticos duales son un grupo de población que presenta 
grandes dificultades para su estudio por múltiples motivos: las características 
propias de los pacientes, las dificultades diagnósticas y los problemas 
metodológicos, éticos y logísticos para realizar estudios y ensayos clínicos 
aleatorizados (ya sean farmacológicos o psicoterapéuticos). Por lo cual es difícil 
obtener evidencias científicas con niveles de evidencia altos. 
Pese a que la patología dual es un padecimiento en crecimiento en el orbe, 
actualmente existen pocos estudios en México que asocien la esquizofrenia con el 
trastorno por uso de substancias (4). Más aún, no se conoce la relación entre el 
grado de dependencia a substancias y la sintomatología positiva y negativa en 
pacientes con esquizofrenia.Tampoco existen suficientes estadísticas que reflejen 
la asociación de consumo de substancias en pacientes diagnosticados de esta 
patología en población mexicana y que además conlleven un seguimiento o 
abordaje terapéutico diferente a partir del consumo crónico de las mismas. 
La investigación es viable dado que se cuenta con un nuevo servicio de 
atención psiquiátrica en el Hospital Psiquiátrico Fray Bernardino Álvarez, dirigido al 
diagnóstico oportuno y tratamiento adecuado de la patología dual, llamado Clínica 
de Intervención en la Patología Dual (CLINPAD), donde se trata de concentrar a los 
pacientes ambulatorios con esquizofrenia dual que son enviados de servicios como 
Hospitalización Continua y la Consulta Externa. 
 
45 
 
2. Planteamiento del Problema 
Debido a que la esquizofrenia es de los trastornos psiquiátricos más 
prevalentes a nivel mundial, mientras que el consumo de substancias es de los 
problemas más prevalentes de salud pública en población general, es importante 
conocer su asociación y las repercusiones en la sintomatología clínica, evolución de 
la enfermedad y apego a tratamiento de los pacientes que cuenten con estos dos 
diagnósticos. 
El presente estudio pretende evaluar la sintomatología positiva y negativa de 
pacientes con diagnóstico de esquizofrenia y trastorno por uso de substancias en el 
Hospital Psiquiátrico “Fray Bernardino Álvarez”. Asimismo, se determinará el índice 
de gravedad de adicción que presenta este grupo de pacientes para realizar una 
correlación entre estas variables. Se evaluará a pacientes que se encuentren 
hospitalizados y clínicamente estables, así como a pacientes ambulatorios que 
acudan al servicio de CLINPAD. 
A través de un estudio observacional, transversal, prospectivo, se realizará 
una entrevista semi estructurada a pacientes con esquizofrenia dual, con el objetivo 
de identificar una asociación entre el índice de adicción a substancias y el perfil de 
síntomas psicóticos positivos y negativos, partiendo de estudios previamente 
realizados que reportan un incremento del síntomas positivos de la esquizofrenia en 
pacientes que presentan un mayor índice de gravedad de adicción. 
Los resultados ayudarán al planteamiento de un abordaje terapéutico integral 
para este grupo de pacientes de acuerdo a sus características clínicas y 
 
46 
 
adictológicas. Se realizará la colección de pacientes y aplicación de instrumentos 
(PANSS y ASIv5.0) durante los meses de junio-agosto 2016, para su posterior 
análisis y publicación de resultados en el mes de septiembre 2016. 
3. Pregunta de Investigación 
¿Cuál es la asociación entre el índice de severidad de dependencia a substancias 
y la sintomatología positiva y negativa en pacientes con esquizofrenia que se 
encuentran en Hospitalización Continua o que acuden al servicio de CLINPAD del 
Hospital Psiquiátrico “Fray Bernardino Álvarez”? 
4. Objetivo 
Establecer una correlación entre el índice de severidad de dependencia a 
substancias y la sintomatología psicótica positiva y negativa en pacientes con 
esquizofrenia. 
Objetivos específicos: 
 Evaluar la sintomatología positiva y negativa en pacientes consumidores de 
substancias con diagnóstico de esquizofrenia. 
 Identificar en un grupo de pacientes con esquizofrenia y consumo de 
sustancias, las principales substancias de abuso. 
Objetivos secundarios: 
1. Analizar si hay o no diferencias entre el tipo de sustancia de abuso y la 
sintomatología psicótica predominante. 
2. Identificar la psicopatología general en pacientes con esquizofrenia dual. 
 
47 
 
3. Analizar los factores sociodemográficos del grupo. 
5. Hipótesis 
Hipótesis de investigación: 
El índice de severidad de dependencia a sustancias se correlaciona de forma 
inversamente proporcional con la expresión de síntomas negativos de la 
esquizofrenia y directamente proporcional con síntomas positivos de la 
esquizofrenia. 
Hipótesis nula: 
El grado de severidad de dependencia a sustancias no se correlaciona de forma 
inversamente proporcional con la expresión de síntomas negativos de la 
esquizofrenia, ni directamente proporcional con síntomas positivos de la 
esquizofrenia. 
6. Tipo de Estudio 
Estudio observacional, transversal, prospectivo. 
7. Muestra y Muestreo 
Muestreo de tipo no probabilístico por conveniencia. Se reclutó a 30 pacientes 
ambulatorios que acudían al servicio de CLINPAD, así como aquéllos que se 
encuentren hospitalizados y clínicamente estables con diagnóstico de esquizofrenia 
y trastorno por uso de sustancias (Consumo perjudicial y/o dependencia de acuerdo 
a CIE-10) en el “Hospital Psiquiátrico Fray Bernardino Álvarez”. Los diagnósticos 
 
48 
 
serán confirmados con la aplicación de la Entrevista Psiquiátrica Internacional 
(MINI) en su versión validada en español 5.0 incisos K y L. 
8. Criterios de Selección 
Criterios de Inclusión: 
 Pacientes tanto ambulatorios como hospitalizados que pertenezcan a los 
servicios de Hospitalización Continua y Clínica de Patología Dual, en el 
Hospital Psiquiátrico “Fray Bernardino Álvarez”. 
 Pacientes ambulatorios con diagnóstico de esquizofrenia y con trastorno por 
uso de sustancias corroborados por aplicación de MINI (apartados K y L), 
que acudan al servicio de CLINPAD”. 
 Pacientes hospitalizados que se encuentren clínicamente estables con 
diagnóstico de esquizofrenia y con trastorno por uso de substancias, 
corroborados por aplicación de MINI (apartados K y L). 
 Pacientes mayores de 18 años y menores de 60 años. 
 Pacientes clínicamente estables (sin datos de agitación psicomotriz, que 
cooperen al estudio y puedan completar la entrevista). 
 Pacientes que acepten participar en el estudio y firmen el consentimiento 
informado para la inclusión, o que cuenten con un familiar responsable que 
acepte firmar el consentimiento informado. 
 Pacientes femeninas y pacientes varones. 
 
 
 
49 
 
Criterios de Exclusión: 
 Pacientes que no acepten participar en el estudio, o cuyos familiares no 
acepten la participación en el estudio. 
 Pacientes con síntomas clínicos graves o descontrol sintomático (errores 
graves de conducta, abstinencia aguda, agitación psicomotriz, 
desorganización grave del pensamiento). 
 Pacientes que contesten de forma incorrecta o incompleta los instrumentos 
de evaluación del estudio. 
 Pacientes menores de 18 años o mayores de 60 años. 
 Pacientes con trastornos neurológicos actuales o antecedente de los 
mismos. 
9. Variables. 
Tabla 19. Operacionalización de las variables. 
VARIABLE DEFINICIÓN ESCALA DE 
MEDICIÓN 
TIPO DE 
VARIABLE 
Edad Edad cronológica en años Cuantitativa Independiente 
Sexo Características fenotípicas Cualitativa 
nominal 
dicotómica 
(hombre/mujer) 
Independiente 
Edad de inicio 
del consumo de 
substancia(s). 
Edad del paciente expresada en años, en 
la que probó por primera ocasión una o 
varias substancias. 
Cuantitativa 
discreta 
Independiente 
 
50 
 
Edad de 
diagnóstico de 
esquizofrenia. 
Edad del paciente expresada en años, en 
la cual presentó criterios clínicos para 
diagnóstico de esquizofrenia. 
Cuantitativa 
discreta 
Independiente 
Síntomas 
positivos de 
esquizofrenia 
Definidos como delirios, desorganización 
conceptual, alucinaciones, 
hiperactividad/excitación, grandiosidad, 
suspicacia, hostilidad. 
PANSS 
Cuantitativa 
discreta 
Dependiente 
Síntomas 
negativos de 
esquizofrenia 
Definidos como embotamiento afectivo, 
retracción emocional, retracción social, 
dificultad en el pensamiento abstracto, 
falta de espontaneidad y pensamiento 
abstracto. 
PANSS 
Cuantitativa 
discreta 
Dependiente 
Índice de 
Gravedad de la 
adicción 
Definida a partir de los problemas que 
presenta el paciente debido a su 
consumo de sustancias en siete áreas: el 
estado médico, estatus de empleo, uso 
de alcohol y uso de drogas, estatus legal,estatus social/familiar y estado 
psiquiátrico actual y a lo largo de la vida. 
ASI v5.0 
Cuantitativa 
discreta 
Dependiente 
 
10. Instrumentos de Medición 
POSITIVE AND NEGATIVE SYNDROME SCALE: PANSS (Anexo 3) 
El PANSS (86) es un instrumento de medición de la sintomatología positiva, 
negativa y cognitiva presentes como un síndrome en la esquizofrenia. Es una 
entrevista semi-estructurada heteroaplicable de 30-40 minutos de duración que 
 
51 
 
consta de 30 ítems puntuables del 1 al 7 basándose en la intensidad de la 
sintomatología y que ofrece 4 puntuaciones dimensionales: síndrome positivo, 
síndrome negativo, escala compuesta y psicopatología general. 
Fue desarrollada por Kay y cols. en 1987 (86), basada en la Brief Psychiatric 
Rating Scale (BPRS), muchos de cuyos ítems incluye. Sus autores pretendieron 
mejorar las propiedades psicométricas de ésta y ampliar la evaluación de los 
síntomas negativos. Se escogieron aquellos ítems que mejor representaran la 
distinción positivo-negativo y se excluyeron los de dudosa filiación. En 1991 Kay 
diseñó una entrevista estructurada para la PANSS (SCID-PANSS), que mejora los 
parámetros de calidad de la misma. Se encuentra validada en español por Peralta 
y cols (87). Permite la observación directa de la percepción, atención, cognición, 
afectividad, psicomotricidad e interacción social en tres diferentes grupos de 
síntomas: negativos, positivos y psicopatología general. 
La puntuación en las escalas positiva (PANSS-P), negativa (PANSS-N) y 
psicopatología general (PANSS-PG) se obtiene sumando las puntuaciones de cada 
ítem, oscilando éstas entre 7 y 49 para las escalas positiva y negativa; y entre 16 y 
112 para la psicopatología general. 
La puntuación en la escala compuesta (PANSS-C) se obtiene restando la 
puntuación en la escala negativa a la puntuación en la escala positiva. Oscilando 
sus valores entre 42 a -42. No existen puntos de corte para las puntuaciones 
obtenidas, éstas se transforman de acuerdo a la siguiente tabla de percentiles: 
 
52 
 
Tabla 20. Percentil de puntuaciones en la PANSS 
 
Además de la puntuación dimensional, también se proporciona una 
información categorial indicando si el trastorno esquizofrénico es positivo, negativo 
o mixto, de acuerdo a la valencia en la escala compuesta. 
Sus propiedades psicométricas han sido ampliamente estudiadas (88), 
presentando buena validez interobservador y de constructo, elevada consistencia 
interna (alfa de Cronbach de 0,73 para la escala positiva, de 0,83 para la negativa 
y de 0,87 para la de psicopatología general), y adecuada estabilidad test-retest. El 
coeficiente de correlación intraclase es de alrededor de 0,80 para las tres 
subescalas. 
En la validación española (87), se encontraron algunas pequeñas 
discrepancias: la PANSS-P sólo mostró una modesta consistencia interna y el ítem 
“desorganización conceptual” no se correlacionó con la puntuación total de la escala 
(lo que sugiere que se trata de un dudoso síntoma positivo). 
La escala negativa posee mayor consistencia que la positiva al ser más 
homogénea y estar constituida por un único factor. La PANSS-P no presenta una 
dimensión unitaria, sino que está constituida por varios factores. 
 
53 
 
La comparación con otras escalas como BPRS, la SAPS y la SANS arroja 
buenos índices de validez concurrente. Entre la subescala positiva de la PANSS y 
la SAPS r = 0,77 y entre la subescala negativa y la SANS r = 0,77. Por otra parte, al 
estudiar la correlación entre la subescala de psicopatología general y la Escala de 
Impresión Clínica Global el índice r era de 0,5225. Resulta adecuada para valorar 
la respuesta al tratamiento, así como la diferente respuesta al mismo de los 
síntomas predominantes positivos o negativos (88). 
ADDICTION SEVERITY INDEX: ASI v5.0 (Anexo 4) 
El ASI (89) -índice de gravedad de la adicción-, es una entrevista semi estructurada 
para evaluar el abuso de substancias y plantear un plan de tratamiento. El ASI está 
diseñado para proporcionar información valiosa acerca de 7 áreas potencialmente 
problemáticas en pacientes con abuso de substancias: estado médico, estado de 
empleo o sustento, uso de alcohol y uso de drogas, estado legal, historia familiar y 
estatus social, y finalmente el estado psiquiátrico. Provee información de problemas 
recientes (últimos 30 días) y a lo largo de la vida, relacionados con las áreas 
mencionadas. 
Fue desarrollado en 1980 por A. Thomas McLellan, junto con otros 
colaboradores del Centro de Estudios de la Adicción en la Universidad de 
Pensilvania. Fue el primer instrumento de evaluación estandarizada de su tipo para 
medir múltiples dimensiones del abuso de substancias y está dirigido a población 
que tiene como principal problema el abuso de substancias, sin embargo también 
se puede aplicar a pacientes psiquiátricos, indigentes, mujeres embarazadas y 
poblaciones de prisioneros. Actualmente es el instrumento de evaluación más 
 
54 
 
comúnmente utilizado a nivel mundial debido a que es fácil de utilizar y es costo-
efectivo. Se ha traducido a 18 idiomas incluido el español. 
Tiene una duración estimada de 50 minutos, consta de 200 ítems y 7 
subescalas. Dentro de las substancias que evalúa se encuentran: alcohol, opiáceos, 
cocaína, cannabis, alucinógenos, barbitúricos, hipnóticos sedantes e inhalantes. 
Requiere un breve entrenamiento para su aplicación disponible en una versión de 
manual que se puede adquirir de forma gratuita en la página de internet del 
Treatment Research Institute. Requiere 5 minutos para su interpretación y 
puntuación. 
Los índices de severidad se basan en una escala de 10 puntos (0-9): 
Tabla 21. ÍNDICE DE SEVERIDAD ASIv5.0 
0-1 No hay un problema real No está indicado tratamiento 
2-3 Problema mínimo El tratamiento probablemente no es necesario 
4-5 Problema moderado Se pude indicar algún tratamiento 
6-7 Problema severo El tratamiento es necesario 
8-9 Problema extremo El tratamiento es absolutamente necesario 
 
El índice de severidad permite al entrevistador determinar la seriedad del 
problema del usuario. El puntaje más alto se traduce en la mayor necesidad de 
tratamiento en cada área o una intervención inmediata. Las puntuaciones del ASI 
se pueden utilizar para generar un perfil de las áreas en las que el usuario presenta 
un problema, para de esta forma planear un tratamiento efectivo. 
 
55 
 
Se han realizado estudios de confiabilidad con mediciones como test-retest, 
consistencia interna; así como mediciones de validez de contenido, constructo y 
criterio. 
11. Procedimiento 
1. Se presentó el presente protocolo de estudio a los Comités de ética en 
Investigación y de Investigación del Hospital Psiquiátrico “Fray Bernardino 
Álvarez” para la realización de correcciones y su aprobación. 
2. Al ser aprobado el protocolo, se solicitó a los jefes de cada piso de 
Hospitalización Continua, así como a la Jefa de la Clínica de Patología Dual, 
su autorización para la realización del estudio (aplicación de MINI apartados 
K y L; entrevistas semi-estructuradas PANSS y ASI5); proporcionándoseles 
una copia del protocolo, informando el procedimiento de manejo de la 
información y los resultados del estudio. 
3. Al término de la evaluación, se integró al expediente clínico del paciente una 
nota con los resultados de los instrumentos (PANSS y ASI5), y en algunos 
casos, la sugerencia de ajustes del manejo terapéutico. 
4. Recolección de la muestra. Con base en los criterios de inclusión se recolectó 
una muestra de 30 pacientes que acudían al servicio de CLINPAD de forma 
ambulatoria y a pacientes hospitalizados durante los meses de junio-agosto 
2016. 
5. El proceso de evaluación se llevó a cabo en una o dos entrevistas (si el 
paciente lo solicitaba) en donde se aplicaron los instrumentos de estudio con 
una duración total aproximada de 1 hora y media de manera sistemática.

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