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UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO FACULTAD DE PSICOLOGÍA EVALUACIÓN DE UN TALLER DE HABILIDADES SOCIOEMOCIONALES EN ADOLESCENTES INSTITUCIONALIZADAS TESIS QUE PARA OBTENER EL GRADO DE: LICENCIADA EN PSICOLOGÍA PRESENTA: ESPERANZA ESTEFANI CAMPOS MORALES DIRECTORA: MTRA. LAURA AMADA HERNÁNDEZ TREJO CIUDAD UNIVERSITARIA, CD. MX., 2018 UNAM – Dirección General de Bibliotecas Tesis Digitales Restricciones de uso DERECHOS RESERVADOS © PROHIBIDA SU REPRODUCCIÓN TOTAL O PARCIAL Todo el material contenido en esta tesis esta protegido por la Ley Federal del Derecho de Autor (LFDA) de los Estados Unidos Mexicanos (México). El uso de imágenes, fragmentos de videos, y demás material que sea objeto de protección de los derechos de autor, será exclusivamente para fines educativos e informativos y deberá citar la fuente donde la obtuvo mencionando el autor o autores. Cualquier uso distinto como el lucro, reproducción, edición o modificación, será perseguido y sancionado por el respectivo titular de los Derechos de Autor. 2 3 “Los temas de la vida y de la muerte, quién y qué somos y seremos, son las fuentes principales de ansiedad humana y de nuestra vida emocional” (Lazarus y Lazarus, 1994). 4 5 Agradecimientos: Agradezco infinitamente al universo y la energía vital por permitirme estar presente y compartirme con mis hermanos de vida. A mi país, que pese a los problemas que nos acontecen día con día, refleja la riqueza humana, cultural, ambiental y educativa. A nuestra máxima casa de estudios, la UNAM, por el espacio brindado para el conocimiento y cuestionamiento constante, por el orgullo de pertenecer a ella y la dicha de representarla. A la facultad de Psicología, la cual alberga un sin número de profesores expertos en la materia, mi admiración por su labor realizada. Aquí debo recalcar el agradecimiento al Dr. German Álvarez, por inspirarme y ver en él un ejemplo a seguir. A mi directora de tesis, la Mtra. Laura Hernández por guiarnos en la realización de este taller, por dar seguimiento a mi proyecto de investigación, por su amabilidad y motivación constantes. A la maestra Lourdes Monroy, quién me asesoró con la metodología y el análisis estadístico de este trabajo, por ser guía. A mi revisora la Dra. Fayne Esquivel por su amabilidad y apoyo. A mi sinodales, la Dra. Mariana Gutiérrez, por las observaciones realizadas y retroalimentación, a la Dra. María Santos Becerril, por su retroalimentación para la mejora de este trabajo y la Mtra. Beatriz Macouzet por sus observaciones y aportaciones. A Violeta y Angie, por ser parte de este proyecto, por escucharme, por compartir sus conocimientos conmigo y con las participantes en el taller, por tener siempre el corazón y mente abiertos. A las adolescentes que formaron parte de este taller, gracias por estar, por participar, por compartir sus experiencias y mostrarnos parte de su ser. A Casa Alianza y el personal a cargo, por permitirnos implementar este taller, por el espacio y tiempo brindados. A mi familia, la cual siempre ha estado y estará en mi corazón. Les agradezco su presencia, amor, apoyo, reconocimiento y solidaridad. Así mismo, agradezco a mi padre, que pese a no estar físicamente presente, sé que estaría muy emocionado y orgulloso de mí. Gracias por todo lo brindado, por el conocimiento y la forma de criarme, por las vacaciones y generosidad brindadas. 6 A mi madre, quien me ha guiado y brindado su apoyo, por su presencia, por su existencia, perseverancia y amor. A mis hermanas y sobrin@s. A Erika, por su recuerdo. A Isabel por cuidarme de pequeña, por mantener el barco a flote cuando más se necesitó, por crear y criar con tanto amor a esos sobrinos hermosos que tengo: Luna y Zaid, a ellos por sus sonrisas y sus bromas. A Heidi, por su presencia, por su ser, por desafiar mi inteligencia emocional y sobre todo por su apoyo. A Ana por su nobleza, su cariño y por su búsqueda constante para mejorar como persona, a Fátima por su calidez, su nobleza y cariño brindados. Agradezco a mis amig@s, quienes siempre han significado apoyo, confianza, sabiduría y generosidad. Nunca he entendido que he hecho para merecerlos, me encanta compartir con ellos, mi tiempo y mi ser. Agradezco aquellos amigos y compañeros de la universidad, sobre todo a Cecilia, por su carisma, apoyo y sobre todo por compartir aventuras conmigo, a Pinzón y a Paty por el acompañamiento, así como todos mis compañeros-colegas con las que alguna vez compartí mi ser, de quienes guardo gratos recuerdos. Gracias a mis amigos más cercanos, por bridarme todo su amor, ofrecerme un espacio y un tiempo para la recreación, por su corazón y conocimientos infinitos: A Ha, mi hermanita menor, por TODO, por su estar, sus regalos, escucha, cuestionamientos y amor; a mi brujita chula, Alba, por su apoyo infinito en momentos tan difíciles, por siempre hacerme ver lo bonito de la vida y el horizonte, por su escucha y amor; a Angie, por su sinceridad, por estar, por su reconocimiento y ayuda; a David, por mostrarme otra forma de dirigirme ante la vida, por estar y existir; a Monito, por la sinceridad, no amistad y confianza, por compartir conmigo todo su ser, incluyendo a su hermosa familia; a Elizabeth, por su amor, por su escucha, por su preocupación, por compartir e incluir a mi familia como suya. A Francisco por todo lo que fue y me hizo ser con su partida. Gracias también a mis nuevos amigos, Cesar, Óscar y Andrés, quienes me han ayudado a re-conocerme, por preguntar cómo voy con la tesis y por compartir su espacio, tiempo y sabiduría, pese al corto periodo de tiempo que llevamos conociéndonos. A todos y cada uno de ustedes. ¡Muchas gracias! 7 Índice Índice ...................................................................................................................... 7 Resumen ................................................................................................................ 9 Introducción ......................................................................................................... 11 Capítulo 1. Taller de Habilidades Socioemocionales ....................................... 15 1.1 Autoconciencia ............................................................................................. 18 1.2 Regulación emocional .................................................................................. 19 1.2.1 Regulación Emocional en Adolescentes ..................................................... 30 1.3 Determinación .............................................................................................. 33 Capítulo 2. Adolescentes Institucionalizadas ................................................... 37 2.1 Causas de la institucionalización: Abandono Social .................................... 38 2.2 Consecuencias de la institucionalización .................................................... 40 2.3 Historia y características de la Institución .................................................... 41 2.4 Habilidades socioemocionales de adolescentes institucionalizadas ............ 43 Capítulo 3. Método .............................................................................................. 49 3.1 Justificación y planteamiento del problema .................................................. 49 3.2 Pregunta de investigación ............................................................................ 50 3.3 Hipótesis ...................................................................................................... 51 3.4 Objetivos ...................................................................................................... 51 3.4.1 Objetivo general. ...................................................................................................51 3.4.2 Objetivos específicos. .......................................................................................... 51 3.5 Variables ...................................................................................................... 52 3.5.1 Definición conceptual de variables. ................................................................. 52 3.5.2 Definición operacional de variables. ............................................................... 53 3.6 Diseño de investigación ............................................................................... 53 3.7 Escenario ..................................................................................................... 54 3.8 Muestra ........................................................................................................ 54 3.9 Materiales .................................................................................................... 55 3.10 Instrumentos ................................................................................................................... 55 3.11 Procedimiento ............................................................................................ 59 8 Capítulo 4. Resultados ........................................................................................ 63 4.1 Descripción de la muestra ............................................................................ 64 4.2 Análisis cualitativo del taller de habilidades socioemocionales .................... 66 4.2.1 Autoconciencia. ...................................................................................................... 68 4.2.3 Regulación Emocional. ........................................................................................ 70 4.2.4 Determinación. ........................................................................................................ 71 4.2.5 Contexto (institucionalización). ......................................................................... 72 4.3 Análisis cuantitativo de las habilidades socioemocionales ........................... 74 4.3.1 Autoconciencia .................................................................................................... 77 4.3.2 Regulación Emocional ...................................................................................... 78 4.4 Análisis comparativo mediante la prueba de Wilcoxon. ............................... 82 Capítulo 5. Discusión y conclusiones ............................................................... 91 5.1 Autoconciencia emocional ........................................................................... 94 5.2 Regulación emocional .................................................................................. 96 5.3 Determinación ............................................................................................ 100 5.4 Sugerencias y Limitaciones ....................................................................... 101 Referencias ........................................................................................................ 105 Anexos ............................................................................................................... 113 Anexo 1. Cronograma de actividades .............................................................. 113 Anexo 2. Carta descriptiva ............................................................................... 114 Anexo 3. Cuestionario reconocimiento de emociones ..................................... 129 Anexo 4. Características humanas .................................................................. 130 Anexo 5. Respuestas abiertas IREA ................................................................ 132 9 Resumen Desarrollar habilidades socioemocionales tiene implicaciones en la calidad de vida de los individuos, ya que “se fortalece la capacidad de identificar emociones, además, de sentir y mostrar empatía por los demás; construir y mantener relaciones interpersonales positivas; fijar y alcanzar metas; y, tomar decisiones de manera reflexiva y responsable” (Subsecretaría de Educación Media Superior, 2014, pp. 2; Elías, 2003), lo que conlleva a beneficios tanto a nivel individual como social. Por otra parte, existe evidencia de que niños y adolescentes en un entorno institucional tienen más dificultad para regular sus emociones que los niños y adolescentes en un ambiente natural (Hrbackova & Petr, 2016); por tal motivo, se diseñó e implementó un taller de habilidades socioemocionales en adolescentes institucionalizadas con un rango de edad de 12 a 17 años. El objetivo de esta investigación fue evaluar dicho taller. Éste consta de 12 sesiones de dos horas cada una, abarca tres habilidades generales y nueve específicas: autoconciencia (autopercepción, autoeficacia y reconocimiento de emociones), autorregulación (manejo de las emociones, postergación de la gratificación y tolerancia a frustración) y determinación (motivación de logro, perseverancia y manejo de estrés). El diseño de la presente investigación es pre experimental con modalidad pre y postest (García, 2009), para este fin se utilizaron: el Inventario de Competencias Socioemocionales para Adolescentes (EQ-i: YV), adecuación para población mexicana (Ruvalcaba et al., 2014) y el Instrumento de Regulación Emocional para Adolescentes, IREA (Esquivel, 2012, en Ramírez, 2015), así como el análisis cualitativo (Fernández, 2006) de las sesiones del taller. Los resultados señalan que el taller de habilidades socioemocionales tuvo un efecto en la autoconciencia, las adolescentes perciben en mayor medida sus emociones y pensamientos; con respecto a la regulación emocional, la reacción emocional incrementó a nivel individual, así como la habilidad para atender otras actividades o pensamientos; y por último, la autodeterminación, se fomentaron pensamientos positivos y de fortaleza. Finalmente, los resultados fueron analizados a través de la prueba de Wilcoxon para muestras relacionadas mediante el paquete estadístico SPSS, con el fin de conocer si las diferencias fueron estadísticamente significativas previas y posteriores al taller. Palabras clave: Habilidades Socioemocionales, Adolescentes Institucionalizadas, Abandono Social, Autoconciencia, Autorregulación, Determinación. 10 11 Introducción La institucionalización de niñas, niños y adolescentes se refiere al mecanismo que ofrece actividades de asistencia social mediante instancias públicas como privadas (Peres, 2008), sin embargo, existe evidencia de la inadaptación de esta población a su entorno, presentando carencias socio-afectivas que se manifiestan en: desajuste disociativo, pensamientos negativos y mecanismos de huida de la realidad como ensoñaciones, autoconcepto negativo e infravaloración (Moreno, García, Guerrero & Blázquez, 2010). Además, presentan dificultades en sus relaciones interpersonales, con tendencia al aislamiento, indiferencia, uso recurrente a la agresión física, problemas de conducta (malas contestaciones, no cumplir las reglas, fugas) y dificultades en el ámbito escolar que se hacen presentes en la vida cotidiana dentro de las instituciones (Di Lorio, 2010). Por todo lo anterior, se han creado instituciones promotoras de la reintegración social positiva de esta población cuya estrategia, entre otras, es el diseño e implementación de talleres terapéuticos encaminados al fortalecimiento y consolidación de la estabilidad emocional que funjan como factores protectores a fin de enriquecer su proceso de vida y generar cambios hacia un estilo de vida pleno y saludable (Hogares Providencia IAP, 2009; Casa Alianza México, 2015). Con este fin se gestionó, diseñó e implementó el tallerde habilidades socioemocionales: Una propuesta para la identificación, entendimiento y manejo de las emociones dirigido a mujeres adolescentes en abandono social (Campos, Díaz & Victoria, 2016). La presente investigación tuvo como objetivo, evaluar si el taller implementado generó cambios en las tres habilidades socioemocionales de las adolescentes gestionadas en el taller. A lo largo del primer capítulo se plantean las características del taller de habilidades socioemocionales implementado, así como las bases de las habilidades implicadas: autoconciencia, regulación emocional y determinación. 12 En el segundo capítulo se expone la investigación realizada en torno a las adolescentes que han sido institucionalizadas, evidenciando que el abandono social es un elemento clave para su estudio. A través del tercer capítulo se expone la metodología usada para esta investigación, las variables que intervinieron, escenario, instrumentos utilizados así como el procedimiento. Posteriormente, a lo largo del cuarto capítulo, se presentan los resultados. En primera instancia, se describen de manera cualitativa, para posteriormente, exponer los resultados cuantitativos obtenidos a través de las pruebas aplicadas, así como el análisis estadístico para saber si las diferencias fueron estadísticamente significativas. Por último, se presenta la discusión y conclusiones, con base a lo planteado a lo largo de los primeros capítulos, así como las limitaciones y sugerencias para esta investigación. 13 CAPÍTULO I TALLER DE HABILIDADES SOCIOEMOCIONALES 14 15 Capítulo 1. Taller de Habilidades Socioemocionales Como parte de la formación “Juego y desarrollo en la intervención infantil” un grupo de tres psicólogas nos dimos a la tarea de diseñar e implementar un taller, cuyo objetivo fuese desarrollar en las adolescentes institucionalizadas, habilidades que les permitiesen sentirse mejor y generar un ambiente propicio para su desarrollo pleno. Encontramos pues, que las habilidades socioemocionales serían el camino a seguir, ya que son un parteaguas para el entendimiento de la vida emocional y social de los individuos, enlazando ambos conceptos y haciendo evidente que son interdependientes (Abarca, 2003; Rómulo, 2010). En un inicio se tuvo como propósito evaluar la regulación emocional y el autoconcepto de las adolescentes antes y después del taller. Sin embargo, la estructura de los resultados quedaba poco claro y redundante, puesto que en el taller se gestionaron, a parte de la regulación emocional, otras dos habilidades: la autoconciencia emocional y la determinación, las cuales no fueron consideradas en el diseño preliminar. Debido a lo anterior, después de la revisión y las aportaciones de los expertos en la materia, se determinó evaluar las tres habilidades desarrolladas con las medidas e información obtenidas a lo largo del taller. Una de las características que nos motivaron a desarrollar habilidades socioemocionales es que al describirse como habilidades, implica un campo de acción sobre conductas en específico, las cuales se desarrollan mediante ensayo y error o por aprendizaje vicario y se consolidan por la eliminación de actividades ineficaces y el reforzamiento de las que conducen a una actuación más eficaz (Rómulo, 2010). Por ello la importancia de los formadores y cuidadores. 16 Por otra parte, se sabe que “las habilidades socioemocionales fortalecen la capacidad para identificar y entender las emociones, sentir y mostrar empatía por los demás, fijar y alcanzar metas positivas y tomar decisiones de manera reflexiva y responsable” (Subsecretaría de Educación Media Superior, 2014, pp. 2; Elías, 2003), por ello, ayudan a fortalecer la identidad y autoestima, contribuyen a fortalecer el proceso enseñanza- aprendizaje, mejoran el desempeño académico, permiten prevenir conductas de riesgo, reducir las desigualdades educativas y sociales, por lo que son sumamente valiosas para el mercado laboral (Subsecretaría de Educación Media Superior, 2014). Existe un programa del Gobierno Mexicano financiado por la Subsecretaría de Educación Media Superior (SEMS) e implementado con el apoyo del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), cuyo objetivo es desarrollar habilidades socioemocionales con el fin de mejorar el ambiente escolar y propiciar el desarrollo integral de los estudiantes a nivel medio superior (Subsecretaría de Educación Media Superior, 2014). Dicho programa (Subsecretaría de Educación Media Superior, 2014) plantea un modelo de habilidades socioemocionales basado en el proyecto Escuela Amiga de Perú, y tomando en cuenta las necesidades e intereses de los jóvenes. Construye-T (nombre del programa) se enfoca en tres dimensiones, que a su vez se dividen en cinco habilidades generales y 18 habilidades específicas (ver tabla 1) Tabla 1. Programa de Habilidades Socioemocionales “Construye-T” Dimensión Habilidades Generales Habilidades Específicas CONOCE- T Autoconciencia Autopercepción Autoeficacia Reconocimiento de emociones Autorregulación Manejo de las emociones Postergación de la gratificación Tolerancia a la frustración Determinación Motivación de logro 17 Perseverancia Manejo del estrés RELACIONA-T Conciencia social Empatía Escucha activa Toma de perspectiva Relación con los demás Asertividad Manejo de conflictos interpersonales Comportamiento prosocial ELIGE- T Toma responsable de decisiones Generación de opciones Pensamiento crítico Análisis de consecuencias Nota: Programa de Habilidades Socioemocionales: Construye-T (Subsecretaría de Educación Media Superior, 2014). Para el taller de habilidades socioemocionales: Una propuesta para la identificación, entendimiento y manejo de las emociones dirigido a mujeres adolescentes en abandono social (Campos, Díaz y Victoria, 2016), se tomó como base la primera dimensión del Programa de Habilidades Socioemocionales: Conoce-T; en donde se concentran aquellas habilidades relacionadas con la identificación, entendimiento y manejo de las emociones propias (ver tabla 1). Sin embargo, debido a las características propias de las participantes, mujeres adolescentes que residen en una institución; se ha develado que la vivencia que tienen los menores de edad institucionalizados produce impactos negativos en su desarrollo cognitivo, afectivo, social y físico (Di Iorio, 2010; Palumo, 2013; López & Palumo, 2013; Peres, 2008), se retomaron principalmente actividades del Programa ULISES: Aprendizaje y desarrollo del autocontrol emocional (Comas, Moreno y Moreno, 2002) y del Programa de Inteligencia Emocional 10-12 años (Altuna y Arretxe, 2008), ya que la adquisición de habilidades individuales y sociales adecuadas, influyen en el desarrollo psicosocial del adolescente, así como en su ajuste psicológico (Comas, Moreno y Moreno, 2002). A continuación se plantean características claves para el estudio de las habilidades socioemocionales generales que se desarrollaron a lo largo del taller. 18 1.1 Autoconciencia La mayoría de los encuentros, acciones o pensamientos inducen una emoción o la posibilidad de la misma, lo cual brinda un indicador significativo de los encuentros adaptativos de la persona con su entorno (Reidl, 2005). En un contexto social, la expresión emocional permite adecuar el comportamiento a las diferentes y frecuentes interacciones sociales (Ekman, 1993); es decir, las emociones son inherentes a casi cualquier actividad humana, la expresión de éstas, permite la interacción del individuo en diferentes escenarios sociales. La autoconciencia o conciencia emocional (Subsecretaría de Educación Media Superior, 2014; Altuna G. & Arretxe D., 2008) es la habilidad para identificar, reconocery ser conscientes de las emociones, pensamientos e intenciones propias, con el fin de generar una respuesta deliberada ante una situación determinada, para ello, se hace uso de otras habilidades específicas que se plantean en el programa Construye-T (Subsecretaría de Educación Media Superior, 2014): Autopercepción: Permite al individuo reconocer su imagen al entender y aceptar sus sentimientos, capacidades, fortalezas y debilidades, implica aceptar aspectos positivos y negativos percibidos en uno mismo como posibilidades y limitaciones. Autoeficacia: Es la habilidad del individuo para creerse capaz y guiar sus acciones hacia el logro de sus metas, a partir de percepciones positivas de sí mismos. Reconocimiento de emociones: Es la habilidad para identificar las emociones propias y de los demás, de ponerle nombre (vocabulario emocional), comprender las ventajas o desventajas de cada una de las emociones y así diferenciarlas de pensamientos o conductas. 19 De acuerdo con Gross y Thompson (2007) es fundamental considerar que las emociones: • Se generan cuando los individuos atienden a una situación y perciben que es relevante para sus objetivos. • Son multifacéticas, dependen de la experiencia, conducta y sistema fisiológico central y periférico de cada individuo. • Son multisistémicas, son maleables en muchas formas. Existen diferentes clasificaciones de las emociones, para el presente trabajo se utilizó la propuesta por Ekman (1971, en López, 2014) quien diferencia las emociones básicas o primarias de las emociones complejas o secundarias. Las primeras son aquellas emociones universales que implican una expresión facial característica y cierta disposición a actuar: ira, miedo, alegría, sorpresa, tristeza y asco, las segundas son aquellas que se derivan de las básicas, pudiendo ser una combinación de éstas, o bien, una emoción básica intensificada en extremo como la depresión, la cual es una reacción secundaria ante la tristeza. Para desarrollar la habilidad de autoconciencia en las adolescentes se implementaron actividades retomadas de la terapia de reencuentro (ver anexo 2, sesiones: 3, 4 y 5) a fin de que las participantes identificarán las cualidades y defectos propios, y como estas características les pueden ser útiles en diferentes situaciones, así también, se llevó a cabo un juego de interacción (Vopel, 1995) para el reconocimiento de emociones básicas (ver anexo 3). La autoconciencia emocional es una de las habilidades fundamentales para desarrollar otras destrezas, en la siguiente sección se plantean los fundamentos de la regulación emocional. 1.2 Regulación emocional La regulación emocional (RE) se entiende como “todos los procesos extrínsecos e intrínsecos responsables del monitoreo, evaluación y modificación de las reacciones emocionales especialmente en sus características de intensidad y duración que son ejecutadas con el fin de cumplir con las propias metas” 20 (Thompson, 1994, p. 27), requiere de esfuerzos para atender y percibir las emociones, la capacidad de asimilarlas y comprenderlas, además de la destreza para modificar el estado de ánimo propio y el de los demás de manera voluntaria (Cabello, Fernández-Berrocal, Ruiz y Extremera, 2006). El estudio de la regulación emocional es relevante debido a la importancia que tienen las emociones en las diversas etapas del desarrollo humano (Ribero y Vargas, 2013). Éstas son fundamentales en la comprensión del comportamiento desde cualquier nivel de análisis científico-sociológico, psicológico y fisiológico (Lazarus y Lazarus, 1994), a su vez, brindan al individuo invaluable información sobre sí mismo y sus relaciones (Zeman, Cassano, Perry-Parrish y Stegall, 2006). Además, sirven como herramientas para valorar la experiencia que prepara a los individuos a actuar en alguna situación determinada, son agrupaciones complejas de respuestas químicas y neuronales que forman un patrón concreto, éstas tienen un papel fundamental en la regulación orientada a que el organismo se adapte y mantenga la vida (Damasio, 1999 en Esquivel, 2010). Son medios de comunicación importantes para la formación de vínculos sociales y poderosos motivadores, que ejercen una influencia significativa en la conducta de los individuos (Flores y Sánchez, 2010). Gross y Thompson (2007) plantean el modelo de los dos factores de la emoción, el cual establece una conexión entre los antecedentes y las respuestas emocionales (Esquivel, 2014) e involucra cuatro elementos: la situación, la atención, el significado y la respuesta que el individuo brinda, como se muestra en la figura 1. Figura 1. Modelo de los Dos Factores de la Emoción Figura 1. Representación secuencial de la respuesta emocional. El cuadro que encierra la “Atención” y “Apreciación”, es debido a que son procesos intrínsecos. El individuo se encuentra en una situación, atiende a ésta sólo si es necesario para sus objetivos, evalúa o aprecia la situación de acuerdo a su experiencia y significados personales y posteriormente emite una respuesta. Adaptado del “Modal Model of Emotions” por Gross & Thompson, 2007, Emotion regulation: Conceptual foundations, en Gross (Ed.), Handbook of Emotion Regulation (pp. 4) 21 La capacidad para gestionar una emoción se basa en el crecimiento de las capacidades de autorregulación en los primeros años; mayor claridad o regulación emocional se vincula con un amplio repertorio de respuestas adecuadas que enseñan los padres durante la crianza, aunado con el apego seguro en los primeros años de vida (Páez, Fernández, Campos, Zubieta y Casullo, 2006). Mediante procesos de socialización los padres transfieren, ya sea directa o indirectamente, determinadas estrategias de socialización y enseñan a sus hijos información relevante acerca de la experiencia emocional y su expresión adaptativa en función del contexto social (Zeman, et al. 2006). La regulación de la emoción incorpora los esfuerzos de otras personas para manejar las emociones propias, así como las estrategias de autorregulación (Thompson, 2000). La regulación emocional implica una serie de habilidades individuales con el fin de dar respuestas a un contexto cambiante; éstas están orientadas a controlar las respuestas emocionales, buscando la minimización de la molestia personal y la adecuada respuesta ante los demás. Es un proceso dinámico; puede mejorarse por procesos educativos, así como modificarse a lo largo del tiempo, se espera que en la adultez exista una madurez emocional que impliquen respuestas socialmente aceptables (Márquez- González, Fernández, Montorio y Losada, 2008). Se evidencia entonces, que la regulación emocional se ve afectada por las demandas situacionales, las influencias de otras personas y la de los objetivos para regular sus emociones en un escenario en particular (Thompson y Calkins, 1996). Desarrollar habilidades de regulación emocional implica: conciencia emocional; incluyendo componentes fisiológicos y subjetivos, apreciación de los orígenes de la experiencia emocional, la comprensión de las consecuencias potenciales de la expresión emocional en diferentes circunstancias y estrategias para modificar la emoción (Thompson, 2000). Existen elementos fundamentales en el estudio de la regulación emocional (Gross y Thompson, 2007): Los individuos pueden regular tanto emociones positivas como negativas, ya sea incrementando o disminuyéndolas. 22 El proceso de regulación emocional es un continuo, desde la regulación consciente, que implica esfuerzo y control hasta la regulación inconsciente, sin requerir esfuerzo y ejecutándose de forma automática. La regulación emocional no es buena o mala de forma particular. Los procesos de regulación emocional pueden ser utilizados para “mejorar o empeorar”, dependiendo del contexto y el objetivo. La respuestaemocional puede ser modificada por el individuo obedeciendo a los objetivos de cada situación (Andrés y Canet, 2012), las estrategias de regulación emocional no son adaptativas o mal adaptativas por sí mismas, su uso debe ser evaluado en término de los objetivos que el individuo persigue en una situación particular. Por ejemplo, un niño pequeño que llora desconsoladamente, o el mal humor de un adolescente pueden ser interpretados como indicadores de habilidades deficientes de regulación emocional, sin embargo, es posible que el llanto del niño provoque que los padres accedan a sus deseos y el humor del adolescente que los adultos se alejen; lo cual podría ser el objetivo que los niños perseguían en primera instancia (Thompson, 2000). Lo que sucede es que las mismas estrategias de regulación emocional que proveen de alivio inmediato poseen costos a largo plazo (Thompson y Calkins, 1996). Debido a que la regulación emocional depende de los objetivos de cada persona en alguna situación en específico, es importante recalcar los elementos de la persecución de estos: el objetivo, el compromiso, la planificación y la acción. El objetivo es una representación cognitiva, que se produce anticipadamente de algo que quiere alcanzarse (Rimé, 2011), los objetivos que el ser humano persigue en el transcurso de su existencia son innumerables y cambian considerablemente en la medida en que se desarrolla cognitiva y emocionalmente (Andrés y Canet, 2012). Una vez que el individuo visualiza su objetivo, éste evalúa que tan cerca está de alcanzarlo. 23 Debido a ello, el compromiso comienza cuando se percibe la medida entre lo que es y lo que se desea, una vez conociendo el objetivo, el conjunto de la organización cognitiva se rediseña en función de éste, un estado interno continuo, instiga, mantiene y dirige su acción en función del objetivo. Una vez que el objetivo esta instaurado, el individuo crea un plan de acción imaginario, imagina las etapas plausibles y evalúa con referencia al objetivo que se quiere alcanzar, por último, la acción tiene como fin hacer que evolucione la situación presente hacia lo que se quiere conseguir (Rimé, 2011). Retomando el modelo de dos factores de la emoción que plantean Gross y Thompson, (2007) se pueden identificar cinco familias de estrategias de regulación emocional (ver figura 2), esta concepción ayuda a entender la secuencia de los procesos involucrados en la generación de emociones, siendo cada una de esta familias un objeto potencial para la regulación emocional de los individuos, las primeras cuatro suceden antes de emitir una respuesta. Figura 2. Modelo de regulación emocional que destaca cinco familias de estrategias Figura 2. De acuerdo al Modelo Modal de las Emociones, las estrategias de regulación emocional se ubican linealmente, correspondiente a cada uno de los puntos del modelo secuencial de la respuesta emocional. La flecha que va de la “Respuesta” a la “Situación” es debido a que constantemente esa respuesta conduce a una nueva situación. Adaptado del “A process model of emotion regulation thay highlights five families of emotion regulation strategies” por Gross & Thompson, 2007, Emotion regulation: Conceptual foundations, en Gross (Ed.), Handbook of Emotion Regulation (pp. 6) 24 A continuación se detallan las cinco familias de estrategias de regulación emocional que plantean Gross y Thompson (2007): Selección de la situación: Consiste en tomar acciones para dirigirse hacia una meta, lleva a aumentar o disminuir emociones deseables o indeseables. Se suele sobreestimar o subestimar las respuestas emocionales en escenarios futuros. Por ejemplo una persona muy tímida evita cualquier contacto social, a un corto plazo se siente más cómoda al evitar la ansiedad que le provoca estar con alguien más, sin embargo, a largo plazo esto tiene consecuencias más profundas como el aislamiento social. Modificación de la situación: Se refiere al esfuerzo para modificar la situación con el fin de alterar el impacto emocional. Se modifica el comportamiento dependiendo de la situación o el contexto, éste puede ser interno (cogniciones) o externo (ej. Expresiones emocionales). Despliegue atencional: Este proceso involucra la forma en que los individuos dirigen su atención internamente a una situación con el fin de influir en sus emociones, es uno de los procesos iniciales durante el desarrollo. Existen dos estrategias especializadas: la distracción; que implica enfocar la atención en diferentes aspectos de la situación o mover completamente la atención de la situación, también se puede modificar internamente como recordar algo positivo cuando se está triste y la concentración; en dónde el individuo presta atención a las características emocionales de una situación (rumiación), la cual incrementa la ansiedad, pero reduce las respuestas emocionales negativas. Cambio cognitivo: Cambio en la apreciación de la situación para alterar el significado emocional, también en la modificación de pensamientos acerca de la situación o acerca de la capacidad para manejar las demandas que eso supone. Por ejemplo comparar la propia vida con una menos afortunada. Los cuidadores tienen una fuerte influencia en el desarrollo de la apreciación debido a la información que proveen acerca de las circunstancias, la explicación que brindan de los causantes de la emociones que el menor observa en otros y/o enlistando reglas o guiones emocionales (ej. los niños no lloran). 25 Modulación de la respuesta: Influencia en la respuesta fisiológica, experimental o de comportamiento tan directamente como sea posible. Los intentos por regular los aspectos fisiológicos y experienciales de la emoción son comunes, utilizando fármacos, alcohol, otras drogas, y hasta los alimentos para modificar la experiencia emocional. Existen diversas clasificaciones de las estrategias de regulación emocional, por ello, Campos, Iraurgui, Paéz, y Velasco (2004) realizaron un meta análisis de 13 estudios (ver tabla 2). Su muestra fue población en contacto con diversas situaciones estresantes. La finalidad de este estudio fue contribuir a la organización de las estrategias de afrontamiento y su vinculación con procesos adaptativos (salud-bienestar), éstas se examinaron basándose en las dimensiones propuestas por Skinner et al., (2003 en Campos et al. 2004). Tabla 2. Estrategias de afrontamiento, características y su relación con salud-bienestar (Campos et al. 2004) Estrategia Características Asociación positiva Asociación negativa Resolución de Problemas Afrontamiento de acción instrumental activa centrada en el problema, relacionada con el análisis lógico, el esfuerzo, persistencia y determinación. Proceso funcional de adaptación al entorno. El afrontamiento directo con control de la situación tiene efectos positivos (salud mental, menos depresión y ansiedad) pero ligeros. La planificación sólo es efectiva al inicio del afrontamiento de un hecho grave. Evitar precipitarse se asocia con bienestar. La supresión de actividades distractoras y concentrarse solo en el problema se asocia con malestar y estrés. En condiciones estables, negativas e incontrolables tiene efectos negativos (generar planes o intentar soluciones sin posibilidad real de llevarse a cabo. Búsqueda de apoyo social Incluye la búsqueda de contacto y consuelo, ayuda instrumental o consejo y apoyo espiritual. La búsqueda de apoyo con fines instrumentales, informativos o emocionales es frecuente se usa para enfrentar o tratar de modificar un estado de ánimo negativo, se relaciona más con descarga emocional. El apoyo social asociado con la comunicación emocional y con la resolución de problemas tiene un efecto positivo moderado en la regulación emocional. A mayor controlabilidad del estresor y a mayordirección, la búsqueda de apoyo provoca peor ajuste psicosocial. Huida/ Evitación Incluye desconexión mental o evitación cognitiva y/o conductual, evitación del problema, denegación, desconexión voluntaria y huida. En el momento de lo ocurrido sirven para minimizar la respuesta afectiva en el momento climático del estrés ya que ayudan a coordinar acciones y demandas del entorno. El pensamiento desiderativo, la negación y afrontamiento evitativo- paliativo mediante alcohol y medicamentos, son un factor de riesgo para la regulación emocional e inadaptativas a largo plazo. Relación negativa con el bienestar psicológico y salud, es una forma inadaptativa de afrontamiento. Asociada a mayor depresión, ansiedad, ajuste social y enfermedad. 27 Estrategia Características Asociación positiva Asociación negativa Distracción Intentos activos para tratar con una situación estresante mediante el enganche de alguna actividad alternativa agradable (ej. hobbies, ejercicio, ver la TV, ver a los amigos, leer). Se asocia con menor depresión y malestar. Se considera adaptativo cuando no se vivencia como una obligación compulsiva y se asocia a la gratificación y al placer. Sublimación o canalización de emociones inadaptadas a actividades socialmente aceptables. Sólo si se vive como obligación compulsiva. Reevaluación o reestructuración cognitiva Intentos activos de cambiar el propio punto de vista sobre la situación estresante, con la intención de verla con un enfoque más positivo: auto- confortarse, optimismo, minimización de las consecuencias negativas y crecimiento personal. Forma de afrontamiento acomodativo. Reevaluación positiva se relaciona con salud global y se asocia con balanza de afectos satisfactoria. Enfatizar los aspectos positivos ante hechos que hay que aceptar y no se pueden modificar es positivo, sobre todo en personas que están en una etapa media del ciclo vital o que enfrentan perdidas relacionales. Sin algún efecto negativo reportado. Rumiación Focalización repetitiva y pasiva en lo negativo y las características amenazantes de la situación estresante, incluyendo formas de afrontamiento de menor orden como pensamientos intrusivos, negativos, catastrofismo, amplificación de la ansiedad, autoinculpación o auto- responsabilización y miedo. Disminuye la respuestas emocionales negativas (Gross & Thompson, 2007) La aceptación de la responsabilidad de hechos estresantes es disfuncional para la regulación afectiva en especial cuando el estresor es incontrolable. La autocrítica se asocia con un peor ajuste (más depresión y ansiedad, más problemas de conducta y peor rendimiento) Desesperación o abandono Acciones organizadas en torno al abandono o renuncia del control a la hora de manejar una situación que se percibe como incontrolable y difícil para lograr evitar castigos y obtener recompensas. Se caracteriza por el abandono conductual e impotencia. Inactividad, pasividad, abandono, estoicismo, resistencia, confusión, interferencia cognitiva, abatimiento, Con respecto a la aceptación desesperanzada, no es tanto la aceptación de la realidad, si no el componente de sentirse desbordado, desesperanzado o incapaz lo que es negativo para la regulación emocional. Se asocia con depresión, mayores problemas de conducta y menor ajuste social. 28 pesimismo. Estrategia Características Asociación positiva Asociación negativa Aislamiento social Respuestas orientadas a aislarse del entorno social, ocultar sentimientos y protegerse evitando contactar con otros. Sin algún efecto positivo reportado. Se asocia con depresión, mayores problemas de conducta y menor ajuste social en niños y adolescentes. Se asocia negativamente con la regulación emocional. Regulación afectiva Intentos activos para influir sobre el distress emocional y expresar constructivamente las emociones en el momento y lugar adecuados. Expresión emocional, auto- reconfortarse, control emocional y relajación. Autocontrol, estoicismo y modificación del yo-> respuestas de auto- reconfortarse y autocontrol. Aguantar o ignorar la situación, supresión emocional. Inhibición o supresión emocional de emociones o pensamientos por ejemplo decirse a uno mismo que la situación no es tan grave. Catarsis o expresión emocional intensa: conductas emocionales como llorar, gritar. Conductas de reparación directa emocional: Relajación, ejercicio, tomar un baño se consideran más eficaces que las formas de reparación emocional pasiva: descansar, dormir, comer, ver la T.V., beber café. Reestructuración cognitiva positiva: la distracción y el humor. Menores problemas afectivos y de ajuste social. El autocontrol se asocia con salud física. La aceptación y estoicismo se asocia a menor intensidad y displacer del enojo, sugiriendo que aprender a vivir y aceptar el estrés interpersonal es eficaz. La supresión emocional puede ayudar a concentrarse en buscar soluciones como apoyo instrumental o informativo. La inhibición de considera una respuesta eficaz a corto plazo en afectividad negativa, y si es flexible también ante hechos estresantes, no demasiado intensos ni prolongados. La expresión verbal de las emociones que hablar sobre éstas, incluido el enojo es beneficioso mientras inhibirlo en negativo. El autocontrol es difícil de aplicar en momentos de enojo intenso, se asocia con menor bienestar psicológico. La supresión emocional al impedir la comunicación verbal de las emociones, limita la búsqueda de apoyo afectivo, la formación de lazos de intimidad y se asocia a sensaciones de aceptación desesperanzadora, por lo que tienen efectos emocionales negativos, debido a gasto de inhibición que refuerza el estrés. La evitación correlaciona negativamente con salud mental en caso de estresores incontrolables y agudos. Llorar o gritar se consideran poco eficaces, la descarga afectiva se asocia negativamente a la afectividad, ajuste social y enfermedad. Hablar refuerza la intensidad y displacer de las emociones, no ayuda a disminuir la activación asociada al enojo, tristeza, etc. 29 Expresión verbal de las emociones. Estrategia Características Asociación positiva Asociación negativa Búsqueda de información Tentativa para aprender más sobre la situación estresante, incluidas sus causas, consecuencias y significado, así como estrategias de intervención. Se le atribuye sentido a lo ocurrido, junto con la reconstrucción positiva se consideran tareas cognitivas centrales para asimilar un hecho estresante. La búsqueda de información repetitiva se asocia al rasgo de personalidad de vigilancia rígida, vinculada a la alta reactividad ante el estrés, ansiedad y rumiación. Negociación Intentos activos de persuadir a otros, hacer un trato o arreglo, proponer un compromiso o pacto, con el fin de disminuir el estrés, siendo una de las formas más comunes para afrontar los estresores interpersonales. Establecimiento de prioridades, reducción de las demandas, y modificación de estresores. En el ámbito de autodeterminación personal se asocia a la comunicación asertiva. La búsqueda de seguridad social se considera más eficaz que el afrontamiento directo ante situaciones de poco control personal. Sin algún efecto negativo reportado. Oposición y confrontación Se agrupa el componente conflictivo y de expresión de emociones negativas ante estresores interpersonales, incluyendo la confrontación o expresión del enojo a terceros, agresión o culparles atribuyéndoles la responsabilidad del problema. Proyección, reactancia, ira, descarga y ventilación emocional. Afrontamiento mediante participación en rituales públicos, privados y religión. En colectivo junto con elaboración ideológica y movilización social, en algunos casos, se asocia con minimizacióndel estrés. Efectos positivos en rituales públicos y privados religiosos, en particular de pérdida. La religiosidad se asocia a bienestar, rezar o participar en ritos religiosos se considera efectivo, ayuda a dar sentido y amortiguar el estrés. Se solapa con problemas externalizados de conducta y síntomas de psicopatología. Se considera inadaptativo y se asocia a la depresión y ansiedad. La expresión del enojo a los responsables de la situación estresante, tratar que la persona responsable cambie de ideas y luchar abiertamente con por lo que se quiere se asocia negativamente con salud mental, particularmente con estresores relacionales y agudos. Nota: Estrategias de afrontamiento, características y su relación con salud-bienestar basadas en el meta análisis de 13 estudios, la muestra fue población en contacto con diversas situaciones estresantes. Éstos se examinaron basándose en las dimensiones propuestas por Skinner et al., (2003, en Campos et al. 2004). Reconocer qué se siente, cómo se siente, qué pasa y qué se puede hacer cuando se siente, resulta de vital importancia desde los primeros años de edad y a lo largo de la vida (Adorno, 2016); existen características a considerar que se presentan durante la adolescencia y que serán abordadas a continuación. 1.2.1 Regulación Emocional en Adolescentes La adolescencia es una etapa que se caracteriza por una fuerte tendencia a presentar cambios en diferentes niveles, a la autoafirmación, búsqueda de independencia y diferenciación de los demás, siendo un momento clave en el proceso de socialización del individuo en el cual se prepara para cumplir determinados roles sociales propios de la vida adulta (Ramírez, 2015; Rodríguez, Russián y Moreno, 2010) Además, existe una mejora en la regulación emocional debido a la adquisición de nuevas habilidades cognitivas. Las emociones pueden ser comprendidas de manera más compleja, lo que permite a los individuos percibir distintos aspectos de la experiencia emocional que pueden ser regulados (Ramírez, 2015), sin embargo, los adolescentes utilizan herramientas cognitivas de una manera incorrecta, son radicales, y utilizan sus recursos cognitivos para negar o disfrazar sus emociones debido a la necesidad de mantener un buen autoconcepto personal (Esquivel, 2010). Durante la adolescencia la habilidad para regular las emociones incrementa, las decisiones se toman de manera diferenciada en función de la motivación, tipo de emoción y el contexto social en el que se encuentran. La reacción emocional es diferenciada dependiendo del grupo con el que conviven y comparten ciertas emociones con individuos en particular, ya sea sus padres o entre pares, además son más susceptibles a compartir su experiencia emocional cuando ésta es esperada, lo que los hace más susceptibles a la evaluación de los otros. Al investigar la regulación emocional es necesario tomar en cuenta factores biológicos y de desarrollo, así como la influencia de la familia, los pares y la cultura (Zeman, et al. 2006). 31 Desde los 12 a los 18 años la habilidad para regular emociones aumenta y las decisiones son más especializadas dependiendo de la motivación, el tipo de emoción y los factores socio-contextuales. Existen dos elementos que influyen en la decisión de compartir determinadas emociones a ciertas personas: la conciencia aumentada de las consecuencias interpersonales de un despliegue particular de emociones y el proceso de cambio en las relaciones con los padres versus pares. Pese a que las emociones sociales o autoconscientes están presentes a una edad más temprana, su intensidad o frecuencia puede aumentar en la adolescencia, debido a la elevada sensibilidad a la evaluación de los otros (Figueroa, 2009). Ramírez (2015) observó que los adolescentes tienden a reaccionar con diferentes estrategias de regulación emocional según la situación y el contexto, algunos pueden afrontar mejor situaciones sociales que familiares o viceversa, los adolescentes dependen del contexto y situación que se les presente para reaccionar y determinar la estrategia de regulación emocional para “afrontar” o “manejar” la situación que estén pasando ya sea; afrontando, evitando y/o reaccionando en una manera de angustia activa (golpes, gritos, etc) o de una forma de rumiación, obligando al individuo a no desprenderse del pensamiento y no verbalizar sus emociones. Por otra parte, Adorno (2016) plantea que las estrategias de respuestas emocionales externalizadas denotan mayor empoderamiento, es decir, implican en el hecho de resolver sus conflictos de manera personal, sin necesidad de recurrir a alguna autoridad, cuestión que probablemente los menores perciban como más funcional al disminuir la angustia emocional. Mientras que los niños pequeños poseen la capacidad de buscar asistencia de sus cuidadores, pueden conversar sobre sus sentimientos, conocen la estrategia de distracción para controlar sus emociones, los adolescentes ya pueden incluso, desarrollar estrategias personales (como escuchar música) para el manejo de sus emociones (Andres y Canet, 2012).La manera en que los adolescentes regulan sus emociones depende de muchos factores, sin embargo, el contexto es fundamental debido a que la forma en que los valores culturales, las 32 expectativas sociales y las demandas situacionales configuran las metas, las estrategias y los resultados de los esfuerzos reguladores de las emociones (Thompson, 2011), por ello, es indispensable conocer el panorama general de la institucionalización de población adolescente. Para desarrollar las habilidades de regulación emocional (ver anexo 2, sesiones: 6, 7 y 8) se realizaron técnicas de reestructuración cognitiva. Estas técnicas “buscan analizar y contrarrestar las creencias irracionales del sujeto sobre los demás y sobre sí mismo, racionalizar sus experiencias y fomentar autoinstrucciones facilitadoras de la ejecución social” (Peres, 2008, p. 75). Las adolescentes identificaron los estilos de afrontamiento, así como las consecuencias a corto, mediano y largo plazo, esto a través de las historietas planteadas en el programa de “el viaje de Ulises” (Comas, Moreno y Moreno, 2002). Asimismo, se fomentó la regulación emocional a través del empleo de autoinstrucciones y modificación de pensamientos irracionales, complementando con una actividad que tuvo como fin cambiar los pensamientos negativos por positivos (ver figura 3), recursos que plantea el Programa de Inteligencia Figura 3. Ejemplo de actividad “Cambiando la comunicación interna” Figura 5. Actividad del Programa de Inteligencia Emocional (Altuna & Arretxe 2008). El objetivo fue desarrollar habilidades de regulación emocional, cambiando pensamientos negativos a positivos. “Parece que Maite y Mikel están hablando de mí. Si no me invitan me quedaré de piedra” a “Me voy a sercar (a acercar) para incorporarme a la plática”. 33 Emocional 10-12 años (Altuna G. & Arretxe D., 2008). 1.3 Determinación La autodeterminación que es definida por Michael Wehmeyer (2009) como las acciones volitivas que capacitan al individuo para actuar como el agente causal primario de su propia vida y para mantener o mejorar su calidad de vida. Tiene como fin el permitir al individuo visualizar metas y sentirse dispuesto a alcanzarlas a partir de la confianza en sus capacidades, mantener un esfuerzo constante que permita alcanzar un objetivo a pesar de los retos implicados, y contrarrestar así las reacciones del cuerpo y de la mente generadas por una situación adversa para minimizar sus efectos. Cuando hay una carencia en esta habilidad, se observa mayor vulnerabilidad en la población adolescente respecto a sus capacidades para enfrentar distintos retos (incluyendo los académicos y personales), lo que podría generar conductas de riesgo tales como la violencia, adiccioneso embarazo adolescente, truncando su trayectoria de vida en ciertos aspectos (Subsecretaría de Educación Media Superior, 2014). Esta habilidad permite dirigir el comportamiento en una dirección en específico para concluir una meta, para ello, es indispensable tener motivación de logro, es decir, visualizar las metas y sentirse dispuesto a alcanzarlas a partir de la confianza en las capacidades que se tienen, perseverancia; que implica mantener un esfuerzo constante para alcanzar la meta, pese a los obstáculos que se presenten y manejar el estrés, lo cual ayuda a contrarrestar la respuesta emocional en una situación adversa, y así minimizar sus efectos (Subsecretaría de Educación Media Superior, 2014). Para desarrollar la habilidad de autodeterminación (ver anexo 2, sesiones 9, 10 y 11) se realizaron algunas actividades del Programa de Inteligencia Emocional 10-12 años (Altuna G. & Arretxe D., 2008), en primera instancia encaminadas a realizar un auto monitoreo que les permitiese darse cuenta de su estado mental y corporal así como actividades cuyo fin, fue hacerles reflexionar acerca de la 34 responsabilidad de sus actos, el derecho que tienen a decir no y los aspectos positivos de hacerlo. Así mismo, se implementaron actividades para que conocieran sus capacidades y limitaciones, así como para desarrollar la habilidad para superar las dificultades y dar los pasos necesarios para tomar decisiones adecuadas. El desarrollo de las habilidades socioemocionales, es multifactorial, siendo el contexto un elemento fundamental para que exista una amplia o limitada respuesta emocional y/o social, por ello, en el siguiente capítulo se plantean algunos elementos clave de la institucionalización de adolescentes. 35 CAPÍTULO II ADOLESCENTES INSTITUCIONALIZADAS 36 37 Capítulo 2. Adolescentes Institucionalizadas Romero (2016, p.9) define adolescentes institucionalizados como “aquellos jóvenes que han sido recluidos en una institución o albergue por así requerirlo según sus circunstancias de vida, con el objetivo de proteger sus derechos; también abarca a los adolescentes que han permanecido en instituciones desde niños sin poder incorporarse nuevamente a su núcleo familiar”. De acuerdo con los Informes Nacionales de Aldeas Infantiles SOS (institución de asistencia privada, en RELAF, 2011), en México existen 29 310 niños viviendo en 703 instituciones; siendo la institucionalización la principal respuesta instituida frente a la privación de la familia por parte del estado y de las organizaciones de la sociedad civil. A continuación se presentan las características generales de menores de edad institucionalizados en países latinoamericanos de acuerdo con la Red Latinoamericana de Acogimiento Familiar (RELAF, 2011): La mayoría son púberes o adolescentes; el 23% tiene entre 0 y 6 años y el 77% entre 7 y 17 años La zona de procedencia en su mayoría es la urbana En cuanto al sexo es equitativo, con una ligera preponderancia por parte de las niñas. El 72% de los niños institucionalizados en México se encuentran en instituciones no gubernamentales. De este total de niños, el 58% son niñas y el 42% son niños. Existen diversas situaciones que llevan a los adolescentes a residir en una institución, muchas de éstas tienen que ver con la estructura social, económica, política y cultural que se vive en el presente, en donde, la economía favorece de sobremanera a unos cuantos y desfavorece a la mayoría. Existen políticas que respaldan los derechos fundamentales de los niños y adolescentes, sin embargo, al llevarlo a la práctica hay una brecha enorme, además de que a nivel cultural, se 38 hace invisible la problemática, pues es evidente el abandono por parte de muchos actores sociales (RELAF, 2011; Fundación Casa Alianza, 2016). 2.1 Causas de la institucionalización: Abandono Social Existen varias razones por las cuales los niños, niñas y adolescentes se encuentran institucionalizados, por tanto, sin cuidado parental. Las problemáticas políticas, económicas, sociales y culturales están diversificadas a lo largo del país, y más aún en toda América Latina, sin embargo, podemos generalizar y enlistar algunas de éstas, las cuales han sido identificadas por la RELAF (2011): 1. Pobreza. La dificultad al acceso de servicios públicos como la educación, salud, vivienda y trabajo conllevan a migraciones internas; de las zonas rurales a las grandes ciudades; provocando a su vez otros problemas como: nuevas enfermedades, adicciones, conflictos con las fuerzas de seguridad pública y frecuentes separaciones de los niños y niñas de su familia de origen. 2. Orfandad. En México 1 600 000 niños, niñas y adolescentes se encuentran en esta condición por diversas causas como VIH, desnutrición, falta de acceso a la salud, catástrofes naturales y conflictos armados. 3. Familias monoparentales. La falta de solvencia económica provoca también migración externa, frecuentemente a Estados Unidos, siendo la mujer en la mayoría de los casos la “responsable” del cuidado de los hijos, por lo que existe mayor vulnerabilidad entre los niños, niñas y adolescentes por pasar más tiempo solos en casa y con escasos ingresos. 4. Trabajo infantil y/o explotación sexual o comercial. En México la estimación asciende a 80 000 víctimas de explotación sexual y comercial infantil; además de que en los sectores más pobres de la población los niños salen a buscar la forma de subsistir diariamente 5. Uso de drogas, conflicto con la ley, violencia intrafamiliar, abusos y paternidad irresponsable. En México, en una consulta realizada en el año 2000, a 4 millones de niños entre 6 y 17 años, el 28% de los niños y niñas entre 6 y 9 años dijeron que son tratados con violencia en sus familias Es 39 recurrente que niños y adolescentes huyan de sus hogares por ser víctimas de violencia, maltrato y carencia de condiciones básicas de supervivencia. 6. Catástrofes naturales. México ocupa el lugar 12 del ranking mundial de países propensos a sufrir catástrofes naturales: murieron casi 10 mil personas de 1986 a 2006 debido a éstas. Las condiciones de pobreza previa limitan la posibilidad de contar con una infraestructura capaz de asumir los cuidados en una situación de emergencia. La Red Latinoamericana de Acogimiento Familiar refiere que existe un déficit en los datos que no permite visualizar de manera clara el problema. México ha reportado un total de 412 456 niños privados de cuidado parental (1,09% de la población infantil), aunque este número puede ser mayor, la Organización de las Naciones Unidas (en RELAF, 2011) ha hecho observaciones al estado mexicano sobre la falta de datos respecto de la cantidad precisa de niños en esta situación. De acuerdo con Alcántara (2014), autoridades y expertos reconocen que el sistema de albergues en el país presenta fallas que urge corregir ante el alza de menores que requieren atención de estos organismos. De acuerdo con el DIF (Sistema Nacional para el Desarrollo Integral de la Familia en Alcántara, 2014), en el 2013 se registraron 25, 700 menores institucionalizados en México, de los cuales 43.5 % (11,181) están ahí por abandono o por haber sufrido maltrato de sus progenitores, 199 por orfandad; 99 por crimen organizado; 244 expósitos y 16, 033 por otras situaciones como ingreso voluntario, por disposición del Ministerio Público o por tráfico de menores. Los Estados deben comprender que es primordial evitar que los niños sigan perdiendo los cuidados parentales, y que aquellos que ya los han perdido requieren de un cuidado particular, que también debe tener como premisa el mantenimiento o la reinserción en su comunidad de origen (RELAF, 2011). Ya que existen consecuencias de residir en una institución como se exponenen la siguiente sección. 40 2.2 Consecuencias de la institucionalización La adolescencia es una etapa llena de grandes desafíos a los cuales tiene que enfrentarse el joven en crecimiento, dotado en gran medida por las herramientas adquiridas en etapas anteriores (Romero, 2016). Los adolescentes institucionalizados deben sumar su experiencia de “encierro” a la formación y desarrollo de su personalidad. Pese a que la población con la que se trabajó fue con adolescentes, la información incluye evidencia encontrada con niños ya que ésta es limitada. La vivencia que tienen los niños y niñas en institucionalización se ha convertido en una normal anormalidad social que produce impactos en su desarrollo emocional y social que, a la larga, se vuelven permanentes, implicando repercusiones en el desempeño cognitivo y su condición física (Di Iorio, 2010). Una regla general que ha sido señalada es que, por cada tres meses que un niño de corta edad reside en una institución, pierde un mes de desarrollo (Palumo, 2013), esto ha sido asociado a una carencia de estímulo e interacción ante la falta de atención personalizada en dichas instituciones que deriva en la ausencia de vínculo emocional (López y Palumo, 2013). Debido a que los niños que han sido institucionalizados generalmente no tienen la oportunidad de desarrollar relaciones vinculares primarias, se ha encontrado que tienden a mostrar menos discriminación en sus comportamientos vinculares a comparación con niños que nunca han sido institucionalizados. De este modo, teniendo en cuenta que los distintos tipos de vínculo que se construyen en la infancia influyen y en su gran mayoría predicen cómo desarrollarán las relaciones interpersonales en la adolescencia se podrían observar futuras dificultades en las amistades, mismas que resultan de gran importancia para la construcción del autoconcepto en preadolescentes y adolescentes (Oliva, 2011). La mayoría de los estudios señalan que los menores criados en instituciones tienen más problemas emocionales y conductuales, así como mayores niveles de ansiedad y depresión (Gunnar y Van Dulmen, 2007; Kjelsberg 41 y Nygren, 2004; Shechory y Sommerfeld, 2007, en Delgado, Fornieles, Costas y Brun-Gasca, 2012). Estos autores señalaron que una estancia de más de dos años bajo tratamiento residencial se relaciona con altos niveles de sintomatología internalizada como depresión y ansiedad. Delgado, Fornieles, Costas y Brun-Gasca (2012), destacan la elevada prevalencia de problemas emocionales y conductuales en chicos criados en instituciones, así como mayores puntuaciones en problemas exteriorizados frente a interiorizados. No obstante, el desarrollo afectivo se deja a un lado, debido a que la población de las instituciones suele rebasar al personal que ahí labora, además de que la atención se reduce a enfocarse en cubrir necesidades básicas (Romero, 2016). Las deficiencias en el desarrollo psicológico y personal que presentan los adolescentes institucionalizados pueden manifestarse en dificultades al momento de desarrollar un proyecto de vida futura, dado que les resultaría complicado establecer compromisos a largo plazo en las distintas áreas de su vida (Carcelén, 2008), además, pueden llegar a establecer y crear sentimientos negativos, lo que les genera inseguridad y temor al momento de asumir responsabilidades para afrontar frustraciones, viviendo angustiados y constantemente cuestionando la posibilidad de no hacer frente a los problemas que vayan a surgir en su vida futura fuera de la institución (Hogar Villegas, 2005, en Peres, 2008). 2.3 Historia y características de la Institución Casa Alianza México es una institución de asistencia privada que se originó en 1988, después de que el fundador, abogado y filántropo Luis Creel, se entrevistó con Covenant House para posteriormente adoptar su modelo de intervención a las condiciones específicas de México, con la ayuda financiera de la matriz que se encuentra en Nueva York. Desde entonces su principal objetivo fue atender a niñas, niños y adolescentes víctimas de abandono social (Fundación Casa Alianza México IAP, 2016), por ello, es fundamental detallar a que refiere este término. El abandono social es definido como: “La omisión de cuidados y atenciones por parte de padres o tutores, familia extendida, maestros, Estado y otros actores 42 sociales que interactúan con ellos y que son directa o indirectamente responsables de su desarrollo pleno e integral” (Fundación Casa Alianza México IAP, 2016, p.1). Actualmente Casa Alianza opera 6 casas con capacidad para atender a 132 niños por noche, un centro de día que se conoce como Pre-comunidad donde se atiende a niños, niñas y adolescentes que aún se encuentran en situación de calle, un centro de atención que provee de servicios psicológicos, médicos, académicos y jurídicos y oficinas administrativas (Fundación Casa Alianza México IAP, 2016). El modelo de atención se divide en tres etapas: 1. Contacto y sensibilización en donde un equipo de educadores acude a puntos estratégicos de la ciudad con el fin de generar el primer contacto y sensibilizar a los menores. 2. Reducción del daño: en esta etapa los educadores invitan a los menores al centro de servicios de día el cual sirve como puente entre la calle y la casa, ahí realizan actividades recreativas, reciben un almuerzo, pueden bañarse y lavar su ropa. 3. Casa y Alianza (institucionalización): los adolescentes residen dentro de las comunidades y hogares, se ofrece un lugar seguro y digno donde vivir, jugar y desarrollarse con un fuerte vínculo de responsabilidades compartidas. Esta última etapa se divide a su vez en tres fases que promueven los objetivos claves en el proceso de reintegración a la sociedad. a) Fase de integración: empiezan a conocer reglas y valores que les ayudarán en su proceso de recuperación, así como confianza, empatía y un plan de vida apoyado por todos los programas de la fundación. b) Fase de reconocimiento: identifica y reconoce sus capacidades con el fin de enriquecer y generar cambios en su vida. c) Fase de fortalecimiento en donde el proceso educativo se consolida. 43 2.4 Habilidades socioemocionales de adolescentes institucionalizadas En un estudio realizado en la Republica Checa se comparó el nivel de auto- regulación de la conducta en 2.776 niños y adolescentes en un entorno natural e institucional (niños y adolescentes que viven en instituciones correccionales y hogares infantiles). Se utilizó el cuestionario de auto-regulación SRQ (Brown, Miller y Lawendowski, 1999 en Hrbackova y Petr 2016), que contiene 12 ítems destinados a tres áreas de auto-regulación de la conducta: autorregulación emocional, sensibilización y participación. Los resultados demuestran que los niños y adolescentes en un entorno institucional tienen más dificultad para controlar sus emociones que los niños y adolescentes en un ambiente natural, también se encontró que el nivel de auto-regulación de la conducta depende de la percepción del nivel de conducta problemática de los niños y adolescentes. (Hrbackova y Petr 2016) Peres (2008) aplicó un programa de habilidades sociales para reforzar estrategias de afrontamiento dirigido a adolescentes institucionalizadas sin referencia familiar. Para este estudio participaron 70 adolescentes entre 17 y 19 años de edad, con un tiempo promedio de estancia de 10 años, fue un diseño de dos grupos, uno experimental y otro control. Los resultados fueron satisfactorios ya que el grupo experimental mejoró en las habilidades de autoexpresión a nivel social, defensa de los propios derechos, expresión del enfado, decir que no, hacer peticiones e iniciar interacciones positivas con el sexo opuesto. Existieron resultados de bajo rendimiento, con mayor dificultad en las áreasreferentes a la diversión física, buscar diversiones relajantes, acción social, buscar apoyo y concentrarse en el problema, también se encontraron indicadores de falta de afrontamiento y reducción de la tensión, explicándose por la incertidumbre que viven las adolescentes dentro y fuera del hogar y la situación de inseguridad que brinda el país por la crisis tanto política como económica. 44 Pese comprobar la eficacia de la intervención, existieron elementos que no cambiaron, debido a que se encontraban inmersas en la misma realidad, viviendo factores de riesgo como cualquier otra niña institucionalizada, preocupadas por el futuro laboral ya que no existe apoyo familiar, además de tener una gran incertidumbre económica. Peres (2008) señala que es frecuente que las adolescentes institucionalizadas hayan vivenciado maltrato, lo que a su vez tiene un efecto en su inestabilidad emocional, manifestándose en diversa formas como inseguridad, miedo, soledad o necesidad extrema de cariño, que a su vez producen incapacidad para relacionarse, problemas de aprendizaje, deteriorada capacidad para obtener placer, pobre sentido de identidad y comportamientos autodestructivos. Es por esto que las adolescentes institucionalizadas tienen mayor probabilidad de evidenciar conductas de apatía e indiferencia, además de que, al permanecer en un medio ambiente cerrado, tienen una percepción falsa de su entorno circundante y una tendencia a la segregación social. Con respecto a la función afectiva, el continuo cambio del personal encargado de implementar y ejecutar el sistema institucional, no facilita un acercamiento ni establecimiento de vínculos afectivos. Alarcón, Correa y Barreiro (2014) plantean que es fundamental considerar qué tan adaptativas son las estrategias de regulación emocional empleadas por los jóvenes en situación de alto riesgo, como es el caso de las adolescentes institucionalizadas, ya que el contexto puede favorecer el uso de respuestas agresivas en lugar de promover aquellas socialmente aceptables (Kellner y Bry, 1999 en Alarcón, Correa y Barreiro, 2014), aspecto que se evidencia en la dinámica cotidiana que viven los jóvenes dentro de la institución. Thompson (2000) plantea que en algunas ocasiones los esfuerzos emocionales de autorregulación (intrínsecos) pueden estar fuera de sincronía con respecto a los influjos emocionales externos, como sucede con los menores de edad que son abusados o violentados, ya que en estos casos cuando el cuidador se traslada de manera inesperada y errática, los desvíos del menor para manejar la emoción en el contexto de una necesidad emocional inconsistente (en el 45 cuidado y autoprotección), puede resultar en emociones superficiales y desorganizadas o un comportamiento de evitación, lo cual es adaptativo al ambiente patógeno, pero ser disfuncional en otros contextos sociales. Para los menores de edad en circunstancias difíciles, pueden existir múltiples objetivos relevantes para la regulación emocional, los cuales pueden ser mutuamente inconsistentes, o su realización puede dejarlos vulnerables a otros daños. Si los menores de edad no pueden evitar el ataque emocionalmente abrumador de un adulto abusivo, pueden adaptarse para poder anticiparlo y huir, evitar o prepararse para ello, sin embargo, fuera del hogar, su hipersensibilidad a las señales de ira y amenaza, puede debilitar el manejo competente de las emociones y ser socialmente disfuncionales (Thompson, 2011). La regulación emocional es para ellos una espada de doble filo: las estrategias que son más adaptables para lograr metas emocionales inmediatas a menudo hacen que los individuos sean más vulnerables a problemas a largo plazo (Thompson y Calkins, 1996). Debido a las características particulares que aquí se presentan sobre los efectos de la institucionalización en la etapa adolescente, y la importancia general que tienen las emociones en la adaptabilidad del ser humano, se diseñó e implemento un taller de habilidades socioemocionales, comenzando con el reconocimiento de emociones, para posteriormente desarrollar otras habilidades que permitiesen que las jóvenes generen respuestas emocionales distintas a las que habitualmente utilizan. A continuación, se presentará la metodología utilizada en esta investigación. 46 47 CAPÍTULO III MÉTODO 48 49 Capítulo 3. Método 3.1 Justificación y planteamiento del problema En México y toda América Latina existen niños y adolescentes que residen dentro de una institución, condición que limita su desarrollo físico, cognitivo, afectivo y social, generando en ellos sentimientos profundos de soledad, incomprensión, aislamiento de la sociedad, desarraigo, incertidumbre frente a su futuro, sentimientos de rechazo, baja autoestima, dificultades lingüísticas, inadaptación personal, social y escolar, desajuste disociativo, pensamientos negativos y mecanismos de huida de la realidad. Consecuencias por una parte de las vivencias previas de abandono social y muchas veces por el contexto mismo de la institución (Carcelén, 2008; Moreno, et al. 2010; RELAF, 2011). Las emociones son herramientas que permiten al individuo adaptarse al ambiente. Mediante procesos cognitivos, la persona puede identificar cómo influye en sus respuestas emocionales y las de los demás. Expresar y comunicar los estados emocionales propios puede propiciar una mayor claridad emocional, ya que al verbalizar lo que se siente, permite confrontar las emociones y obtener diferentes puntos de vista de los estados emocionales (Cabello, et al., 2006). Comprender las emociones propias y ajenas, evidencia como las personas interpretan los acontecimientos cotidianos y a su vez cómo esto influye en su bienestar personal (Lazarus & Lazarus, 1994). La autoconciencia emocional es el eje básico de la inteligencia emocional al ser el punto de partida para otras habilidades como el autocontrol, la empatía y las habilidades sociales (Vivas, Gallego, & González, 2007). Cuando no se reconocen las emociones propias, ni sus efectos en sí mismos, existe una tendencia a la vulnerabilidad y se pueden cometer graves errores, lo que bien podría llevar a mensajes corporales que indiquen que algo está mal (como jaquecas, dolores de espalda, sueño, entre otros). Por otra parte, las altas destrezas de regulación están vinculadas a una mejor calidad de las relaciones sociales y bienestar subjetivo (Cabello, et al., 2006). La 50 autorregulación emocional, supone poseer una serie de habilidades que permite a la persona hacerse cargo de la situación, tomar decisiones entre alternativas posibles y reaccionar de manera controlada ante los diversos acontecimientos de la vida, permitiendo alcanzar la autonomía y el bienestar personal. Cuando no se intenta reconocer y controlar las emociones negativas afín de no desplazar las positivas, no se resuelven las fuentes del conflicto, se crean grandes insatisfacciones y terminan por debilitar la integridad emocional (Vivas et al., 2007). Es por eso que el estudio de la regulación emocional se vuelve relevante, porque es mediante este proceso que los individuos influyen sobre sus emociones, es central para la salud mental, pudiendo apoyar o resquebrajar la capacidad para trabajar, para relacionarse con otros y para disfrutar de la vida (Reidl, 2005). La autodeterminación tiene como fin el permitir al individuo visualizar metas y sentirse dispuesto a alcanzarlas a partir de la confianza en sus capacidades, mantener un esfuerzo constante que permita alcanzar un objetivo a pesar de los retos implicados, y contrarrestar así las reacciones del cuerpo y de la mente generadas por una situación adversa para minimizar sus efectos. Por lo anterior, se consideró necesario realizar una propuesta que permitiera el
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