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UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO FACULTAD DE PSICOLOGÍA RDTER Y DESCUBRIMIENTO DE REGLAS EN ESTUDIANTES UNIVERSITARIOS T E S I S QUE PARA OBTENER EL TÍTULO DE LICENCIADO EN PSICOLOGÍA P R E S E N T A: RAFAEL CRUZ VELAZQUEZ DIRECTOR DE LA TESIS: DR. GUSTAVO BACHÁ MÉNDEZ REVISOR: DR. JULIO ESPINOSA RODRÍGUEZ SINODALES: DR. CARLOS SANTOYO VELASCO DR. OSCAR ZAMORA ARÉVALO DR. OSCAR VLADIMIR ORDUÑA TRUJILLO Ciudad Universitaria, D.F. OCTUBRE DE 2010 UNAM – Dirección General de Bibliotecas Tesis Digitales Restricciones de uso DERECHOS RESERVADOS © PROHIBIDA SU REPRODUCCIÓN TOTAL O PARCIAL Todo el material contenido en esta tesis esta protegido por la Ley Federal del Derecho de Autor (LFDA) de los Estados Unidos Mexicanos (México). El uso de imágenes, fragmentos de videos, y demás material que sea objeto de protección de los derechos de autor, será exclusivamente para fines educativos e informativos y deberá citar la fuente donde la obtuvo mencionando el autor o autores. Cualquier uso distinto como el lucro, reproducción, edición o modificación, será perseguido y sancionado por el respectivo titular de los Derechos de Autor. A MIS PADRES… AGRADECIMIENTOS A mis padres y mi hermano, por apoyarme incondicionalmente en todo lo que me he propuesto, por ser tan amorosos y pacientes conmigo desde siempre y por enseñarme siempre que hay que buscar más de lo que uno pueda imaginar… ¡GRACIAS! Y a mi abuelita porque la quiero mucho y porque sé que le dará mucho gusto verse aquí… Al Dr. Gustavo Bachá por ser un excelente maestro, por haberme enseñado que la Psicología puede ser tan interesante como divertida y sobre todo por ser un gran amigo… A Angie por ser esa persona tan especial en mi vida desde… siempre… ¡TACNTI! A mis amigos Carlos, Toño y Gonzo por su amistad, la diversión y enseñarme que se puede ser mejor persona siempre… A mis amigos Ive, Aldo, Sebas, Vale, Bélgica, Lalo, Erikita, Hammu, Pollo y Saúl por los momentos de diversión, por su amistad, su ayuda y consejo siempre que fue necesario… A Sara por su amistad, por haber creado la primera versión del programa computacional utilizado en esta tesis y por haber colaborado con muy buenas ideas en las primeras etapas del experimento. A Ixel por su amistad y por haber revisado esta tesis. Al Dr. Julio por las largas, interesantes y divertidas pláticas que sostuvimos sobre esta tesis y muchos temas más. Al Dr. Carlos, al Dr. Oscar y al Dr. Vladimir por haber enriquecido esta tesis con sus interesantes comentarios. A los participantes del experimento. Gracias… Totales … “Living is easy with eyes closed, misunderstanding all you see. It's getting hard to be someone, but it all works out; it doesn't matter much to me.” (Lennon) “Boy, you're gonna carry that weight, carry that weight a long time. Boy, you're gonna carry that weight, carry that weight a long time.” (McCartney) 1 Contenido Resumen ........................................................................................................................................2 Introducción..................................................................................................................................3 Algunos Antecedentes ..............................................................................................................5 Estimación y percepción temporal ..........................................................................................9 El estudio del tiempo en Psicología......................................................................................11 Reforzamiento Diferencial de Tiempos Entre Respuestas (RDTER’s) ..........................14 RDTER’s y humanos...............................................................................................................16 Análisis de los TER's en programas de reforzamiento diferencial ..................................20 Planteamiento del problema...................................................................................................25 Método..........................................................................................................................................26 Participantes.............................................................................................................................26 Escenario ..................................................................................................................................26 Grupos.......................................................................................................................................26 Programa computacional .......................................................................................................26 Procedimiento ..........................................................................................................................28 Diseño .......................................................................................................................................29 Resultados ..................................................................................................................................30 Reforzador por reforzador ......................................................................................................30 Análisis de la Distribución de Frecuencias........................................................................43 Análisis de desviación de Pico ..............................................................................................46 Descubrimiento de reglas y percepción de tiempo ............................................................51 Discusión.....................................................................................................................................57 Análisis Reforzador por reforzador .......................................................................................58 Distribución de frecuencias y Análisis de desviación de Pico (PkDA) ............................62 Reporte verbal..........................................................................................................................65 Discusión general ....................................................................................................................69 Conclusiones generales .........................................................................................................71 Consideraciones finales .........................................................................................................73 Referencias .................................................................................................................................75 Apéndice ......................................................................................................................................79 2 Resumen La capacidad que los organismos tenemos para detectar contingencias del ambiente es importante para la supervivencia. Algunas de estas contingencias se basan en cualidades específicas de los estímulos internos o externos. Los programas de reforzamiento diferencial de tiempos entre respuestas (RDTER’s) requieren que el organismo genere una respuesta después de haber dejado pasar un tiempo determinado para poder obtener un reforzador. Algunos investigadoresrelacionan el desempeño de los organismos bajo este programa, con su capacidad de estimar tiempo, autocontrol e hiperactividad. En los humanos, este desempeño ha sido poco estudiado. Algunos trabajos utilizan procedimientos como éste principalmente para realizar modificación de conductas no deseadas con grupos poblacionales muy reducidos (personas con algún tipo de déficit por ejemplo). El objetivo de la presente tesis fue analizar el comportamiento de un conjunto de participantes cuando fueron sometidos a un programa de RDTER’s en el que el tiempo entre respuestas (TER) reforzado era modificado de sesión a sesión; así como observar si eran capaces de detectar la regla para obtener el reforzamiento aún cuando ésta no era indicada antes de las sesiones. Los TER reforzados iban de los 3 a los 10 segundos y los participantes únicamente realizaron dos o tres sesiones dependiendo del grupo. Se analizaron los resultados de aquellos participantes que obtuvieron todo los reforzadores disponibles en sus tres sesiones y se observó que los TER en que ellos ajustaron su conducta fueron muy cercanos al reforzado, además la mayoría dijo poder identificar la contingencia por lo que una de las estrategias mayormente empleada fue la de contar “segundos”. No obstante, el tiempo percibido y el ejecutado muestran diferencias interesantes. Se encontró también, que la historia del reforzamiento tiene un papel importante dentro de la manera en que los participantes resolvieron las sesiones después de haber tenido experiencia en el programa. 3 Introducción La conducta de los organismos se ve determinada por dos elementos que actúan de manera conjunta a lo largo de su historia filogenética y ontogenética: El primero de estos elementos se refiere a todo aquello que un organismo puede realizar dependiendo de la carga genotípica y fenotípica con que nace. Esto se ve determinado por la especie, o mejor dicho, la información genética propia de ésta. Este tipo de características o determinantes conductuales se irán modelando a lo largo de la historia filogenética de los organismos y serán comunes en la gran mayoría de los individuos de la especie. Entre ellas tenemos por ejemplo: circuitos neuronales que se desarrollarán para generar determinado tipo de conductas, la propia conformación física de los individuos o la capacidad de los mismos para adaptarse distintas situaciones que se le puedan presentar a lo largo de su vida, por mencionar algunos. El segundo elemento que modela la conducta de los organismos se refiere a las presiones medio ambientales. Aquí encontramos a las características propias del medio en el cual la especie se desarrolla; como por ejemplo: su situación geográfica, la disponibilidad de recursos o el nicho ecológico que la propia especie ocupa en el ecosistema en el cual se debe desarrollar. Es importante notar que ambas características funcionan de manera conjunta en los organismos como factores causales de sus conductas típicas o potenciales a lo largo de su vida. Es decir, las acciones que forman parte del repertorio conductual de los organismos son el resultado de una selección gradual, la cual permite a los distintos organismos sobrevivir a las presiones medio ambientales en las que se desarrollaron. Sin embargo, este repertorio, está íntimamente ligado con la estructura física de cada especie, de manera tal que los organismos no son capaces de generar conductas que su estructura física no permita, y por el contrario son más propensos a generar conductas más “apropiadas” para la misma. Esto deja claro que, si este fue el mecanismo a partir del cual se desarrolló la conducta de los organismos, entonces deberíamos encontrar procesos conductuales y estructurales semejantes entre distintas especies; lo cual, como sabemos, ocurre. Algunos procesos implican la facilidad de adaptación de los organismos a los distintos ambientes a partir de la realización de 4 alguna conducta específica o de la capacidad de generar nuevas. Un ejemplo de ello podría ser el Aprendizaje. De manera muy general aquellos organismos que se encuentran en un entorno extremadamente estable se beneficiarían menos de la capacidad de aprendizaje que aquellos animales en medios más variables. Sería por ello que los animales marinos muestran una capacidad de aprendizaje “menos compleja” que los que viven en el exterior, con excepción de los mamíferos cuya línea evolutiva los llevó a un desarrollo en tierra firme antes de convertirse en animales totalmente marinos (Maier, 2001). El proceso de aprendizaje también es diferente entre especies dependiendo de su ciclo vital, es decir, si una mariposa, por ejemplo, vive únicamente una semana, un mecanismo en el cual el sistema nervioso tenga que generar cambios graduales en un mediano o largo plazo para la adquisición de conocimientos vitales como la alimentación, el desplazamiento o la reproducción no sería del todo eficiente. Procesos que impliquen una mejor eficiencia en relación al gasto energético y temporal en situaciones como el forrajeo son más útiles para organismos de este tipo. Lo anterior busca dejar en claro la gran importancia que tiene entonces el estudio de los procesos psicológicos que permiten a los organismos manejarse de manera eficiente en su ambiente, sin embargo también deja clara la gran complejidad del estudio de los mismos a partir de procedimientos científicos. Los seres vivos estamos en contacto con una gran cantidad de elementos o variables que en su conjunto generan las respuestas que forman parte de nuestro repertorio conductual. Un camino para obtener este conocimiento es a partir de procedimientos científicos. En la siguiente sección se buscará mostrar de manera resumida el camino por medio del cual la Psicología ha llegado al estudio de los procesos psicológicos, así como el porqué de algunos procedimientos empleados para su estudio. Esto, con el fin de justificar la vigencia que aún guarda el estudio de procesos cognitivos a partir de procedimientos relativamente “simples” como lo son los programas de reforzamiento. 5 Algunos Antecedentes En el año de 1859, con la publicación de “El origen de las especies” de Charles Darwin, la visión que entonces se tenía del mundo habría de cambiar de manera radical. En primera instancia, el mundo ya no se veía como un ente estático, sino como uno que evoluciona y que junto con sus especies cambia de manera gradual y continua. Por otro lado también propuso que las especies semejantes estaban emparentadas y que podrían descender de un antepasado común. Estos cambios que se generan en los organismos están relacionados al menos a dos etapas que resultan en la evolución de los organismos. La primera es la producción de variabilidad, fundamentada en la recombinación genética y mutaciones de cada generación de organismos. La segunda etapa se relaciona con el proceso de selección natural, el cual se encuentra ligado a las presiones medioambientales y a la competencia entre los individuos de la propia o de diferentes especies (Mayr, 1978). A pesar de que en su momento histórico la propuesta no fue aceptada por un amplio campo del sector científico, hubo también mucha gente que se interesó por las propuestas dada la gran cantidad de pruebas que la respaldaban. Un sector en el cual esta nueva perspectiva tuvo un gran impacto fue en el de la Biología del comportamiento. Ya que si bien es cierto que los principales cambios se llevan a cabo a nivel genético, las estructuras conformadas y las conductas que de ellas se derivan son uno de los principales marcapasos del proceso evolutivo (Mayr, 1978). De esta forma, la conducta y los procesos a partir de los cuáles ésta se deriva son el resultado de los mismos procesos de variación y selección. Es decir, procesos como el aprendizaje,la memoria, el lenguaje o la atención serían el resultado de los cambios y presiones ambientales a los cuales se encuentra sujeto el organismo que los posee. A partir de afirmaciones como la anterior, las investigaciones sobre procesos psicológicos realizadas con modelos animales cobraron mayor relevancia. La etología adquirió un nuevo rumbo y la Psicología experimental encontró nuevos modelos para poder estudiar procesos que antes eran considerados propios de los humanos. Como pioneros en el estudio de la Psicología y la Fisiología comparada podemos encontrar a E. L. Thorndike y a I. P. Pavlov; quienes a finales del siglo XIX y comienzos del XX 6 plantearon por primera vez, la gran importancia del estudio de los procesos Psicológicos a partir de modelos animales. Impulsando así, aunque no de manera directa, el argumento de que una visión evolucionista es más que necesaria cuando se busca conocer mejor los procesos psicológicos. E.L. Thorndike pensaba que a pesar de la complejidad del comportamiento humano, éste podía ser explicado, en el fondo por algunos principios básicos. Particularmente consideraba que su “Ley del efecto” podía cumplir con esta función. (Donahoe, 1999). Thorndike se alió a una visión evolucionista para poder mostrar características del aprendizaje tanto humano como de otros animales. Por un lado decía que “el principal propósito del estudio de la mente animal es aprender el desarrollo de la vida mental en los niveles bajos del philum, de manera tal que se pueda rastrear el origen particular de las facultades humanas” (Thorndike, 1898). Por el otro, la manera por medio de la cual la selección se ejecuta en el proceso evolutivo le sirvió para explicar de manera más adecuada el proceso asociativo de los animales. Es decir, la Ley del efecto tienen como base las tres fases del proceso de selección propuestas por la visión evolutiva de Darwin: Variación, selección y retención, no obstante, estas fases están aplicadas a la propia conducta de los organismos. Para principios del siglo XX, Iván Petrovich Pavlov, desde una perspectiva meramente fisiológica (y quizá por ello más abierta) realizaba estudios sobre el funcionamiento de los hemisferios cerebrales. Sin embargo, y después de una serie de afortunados accidentes, estos estudios desembocaron en el descubrimiento de lo que ahora se conoce como “reflejos condicionados”. Al igual que Thorndike, Pavlov no cuestiona la utilidad de realizar estudios con animales, esto debido quizá, a su conocimiento sobre las similitudes que guardan algunos sistemas nerviosos de otros animales con el nuestro (Pavlov, 1978). Los afortunados accidentes mencionados con anterioridad fueron la clave de uno de los principales avances en el estudio de procesos como el aprendizaje, ya que al descubrir que sus perros eran capaces de discriminar el momento en que les iban a traer comida, también estaba confirmando la gran importancia que tiene la información del ambiente que rodea a los organismos en todo momento. A partir de la modificación de distintas variables en sus procedimientos experimentales como el tiempo, la intensidad 7 o el orden de los estímulos que se les presentaba a los sujetos, descubrió una serie de reglas que son de gran importancia para el proceso por medio del cual los organismos obtienen y retienen información del mundo que los rodea. Además encontró que esto ocurre incluso desde el momento de su nacimiento, ayudados por reflejos generados a partir de los procesos evolutivos de cada especie. Sus estudios sobre aprendizaje dejan en claro que el comportamiento de los organismos depende en gran medida del ambiente y que para controlar el comportamiento hay que controlar su medio (Caparrós, 1990). Es decir, remarca el impacto que tienen todas las variables ambientales en el comportamiento y la necesidad de generar procedimientos en los cuales se controlara la mayor cantidad de ellos, para poder descubrir así, las relaciones que hay entre las distintas variables, tanto del propio organismo, como del ambiente, ya que sólo de esta manera podemos llegar a conocer las características de los procesos psicológicos. También al principio del siglo XX, B. F. Skinner se encontraba trabajando en algunos de los problemas fundamentales de la Psicología y la posibilidad de que ésta fuera considerada una ciencia natural. Claramente inspirado en los trabajos de Pavlov y Thorndike (Hothersall, 2004), tampoco tenía problema en trabajar con animales no humanos para conocer las características de los procesos psicológicos, en su caso del aprendizaje. Aunque es reconocido que su trabajo de investigación es un parteaguas del estudio de la Psicología; hay dos avances que son de gran importancia para la comprensión del uso de los programas de reforzamiento aún en la actualidad. El primero tiene que ver con un nuevo planteamiento en los procedimientos para estudiar la conducta y los procesos que la generan. La creación de la caja de Skinner dejaba en claro la importancia que tiene el control de las distintas variables tanto ambientales como internas en la conducta. De esta manera, se podían estudiar respuestas claramente definidas y los cambios en su probabilidad de ocurrencia durante las sesiones como resultado de la manipulación de las variables que se tienen controladas (Skinner, 1966). Esto permitiría ver de manera más clara qué variables son las que parecen ocasionar determinadas conductas. (Reynolds y McLeod, 1970) El segundo avance, tiene que ver con las reglas necesarias para la entrega del reforzamiento en un procedimiento operante; es decir: Los programas de 8 reforzamiento. Skinner empezó a estudiar estos programas a partir de 1930 y cobraron mayor importancia en el año de 1938 con la publicación de “La conducta de los organismos” en el cual ya describían algunos de ellos. Para 1957, Ferster y Skinner, publican “Programas de Reforzamiento” que posteriormente sería reconocido como una “Enciclopedia de programas”. En él se probaron una infinidad de reglas y sus combinaciones; acompañadas, claro, de una serie de datos experimentales (Ferster y Skinner, 1957). Es a partir de esta publicación que los programas de reforzamiento comienzan a llamar la atención en un sector que iba más allá de los llamados “Conductistas radicales“. Esto debido a la estabilidad y predictibilidad en las respuestas ejecutadas por los organismos que eran sometidos a dichos programas. Uno de los sectores que se beneficiaron con el planteamiento descubierto por Skinner fue el de la investigación en la fisiología del cerebro. Para 1955; Dews aprovechaba ya la estabilidad en la conducta que generaban algunos programas de reforzamiento para ver los efectos de algunas drogas en procesos como el aprendizaje o la memoria (Dews, 1955). A partir de entonces el estudio de los programas de reforzamiento tomaba nuevos rumbos. Por un lado se seguía haciendo investigación acerca de la descripción de una gran cantidad de programas con la finalidad de tener un catalogo confiable de “líneas base” a partir de la prueba de nuevos programas, sus combinaciones y desde luego con diferentes especies relevantes para la investigación. Por el otro, algunos investigadores (por ejemplo: Herrnstein, 1970 y Shimp, 1984) veían a los programas de reforzamiento como variables independientes complejas que permiten describir las variables operativas que los programas generan y que modifican la conducta de una manera predecible (Zeiler, 1984). Es decir, se enfocaban en las variables implicadas en la generación de la conducta específica de cada uno de ellos, más que en la conducta misma. El principal fin de una visión de este tipo es la generación de modelos que a la vez se puedan conjuntar en reglas de alto nivel (como por ejemplo, la ley de igualación) que sirvan para explicarpatrones conductuales tanto a un nivel molar como a uno molecular. Y que además, sean compatibles con otras teorías biológicas comprobadas como la teoría evolutiva, de manera que se puedan rastrear los verdaderos orígenes de la conducta (Zeiler, 1984). 9 Para el presente trabajo, uno de los procesos que generan especial interés es la capacidad que tienen los organismos para estimar tiempo, así como la forma en la cual llegan a conformar algunas reglas para adaptarse a un ambiente cuyas presiones se basan en esta dimensión. Sin embargo, es importante mencionar antes algunos datos que nos indican que los organismos estamos hechos para estimar tiempo, así como lo que se entiende por estimación temporal desde un punto de vista psicológico-evolutivo. Estimación y percepción temporal La capacidad de detectar estímulos ya sean internos o externos, es de suma importancia para los organismos de cualquier clase cuando hablamos de los procesos de adaptación. Dependiendo de las presiones ambientales a las cuales cada uno de ellos es sometido, los organismos que son capaces de detectar y responder hacia los estímulos trascendentales que su ambiente les presenta, tienen una probabilidad mayor de supervivencia que aquellos que no son capaces de detectarlos o que los detectan de manera insuficientemente precisa. Es a partir de ello que en los organismos se moldearon sistemas de detección de estímulos, y se generaron procesos que les permiten responder de manera eficiente a ellos. Así, vemos especies que detectan de manera efectiva cambios de luz, modificaciones en la vibración o presión del aire, las texturas e incluso a cambios magnéticos o de radiación a escalas muy variadas. Por ejemplo, los ojos son estructuras que han evolucionado a lo largo de distintas especies animales para ser capaces de capturar la luz a diferentes escalas del espectro luminoso, y en él hay células especializadas en la detección de energía luminosa, información que al ser transmitida por los centros nerviosos, permite al organismo determinar si hay o no que responder de determinada manera. Hay sin embargo, una cualidad de los estímulos externos para la cual los organismos no gozan (aparentemente) de una clase específica de célula receptora: El tiempo. La capacidad de comportarse eficientemente en un ambiente cuyas presiones están ligadas al factor temporal; puede depender básicamente de dos tipos de mecanismos. El primero de ellos referente a lo que se ha llamado relojes biológicos; y en el cual 10 podemos ver la facultad para comportarse a partir de patrones que obedecen a ciclos, como por ejemplo: los circadianos, como el sueño o el hambre o ciclos circanuales como la hibernación dependiendo de la especie. Algunos otros animales pueden tener ciclos más largos y a partir de ello regular patrones como la reproducción. Aunque aparentemente este tipo de ciclos pudiera depender en su mayoría de claves ambientales para su mantenimiento. Algunos experimentos (Tychsen y Fletcher, 1971) con Dacus Tyroni o mosca de la fruta han demostrado que incluso cuando se eliminan las pistas externas indicativas de la hora del día los organismos siguen presentando patrones reproductivos de manera circadiana. Esto permite entre otras cosas, mejorar la precisión de las acciones sincronizadas ya que si dependieran en su totalidad de estímulos externos estarían más sujetos a cometer errores debido a la naturaleza de cambio constante de algunos ambientes. Patrones conductuales cíclicos como el de la alimentación pueden permitir que animales que utilizan recursos semejantes dentro de un ambiente específico, convivan dentro de un mismo ecosistema a partir de la distribución temporal de sus patrones en distintos momentos del día. De esta manera, si distintas especies son activas en distintos momentos del día- o del año- pueden ocupar la misma área geográfica incluso aunque exploten los mismos recursos (Maier, 2001). Otras ventajas de este tipo de relojes biológicos son que los animales pudieran tener ciclos que les permitan buscar alimento cuando la probabilidad de encontrarlo es mayor, cuando la probabilidad de que los encuentre un depredador es menor, que la reproducción o alimentación de las crías se lleve a cabo, de igual manera, en un momento del día más seguro. Y dependiendo del nicho que ocupa alguna especie los ciclos de sueño pueden ser más largos, como en el caso de los depredadores, o muy cortos si son presas. El otro mecanismo que permite a los organismos adaptarse a su ambiente es la capacidad que tienen para percibir duraciones de los eventos propios del organismo o del ambiente pues a partir de esto son capaces de detectar las relaciones existentes entre los eventos que ocurren en su ambiente, el momento en el que ocurren o la duración de éstos. Lo cual puede funcionar como modelador de la conducta del organismo. A diferencia de los relojes biológicos, este tipo de mecanismo se refiere 11 principalmente a la capacidad de aprender duraciones relativamente cortas de tiempo; ya sea en forma de intervalo entre eventos o de la propia duración del mismo. Es además un mecanismo que permite al organismo adaptarse a los cambios que puede haber en un medio específico durante su desarrollo. A pesar de que ésta es una capacidad que se expresa durante el desarrollo ontogenético del individuo, parece haber surgido a partir del desarrollo filogenético de las especies en la forma de un proceso común. Es por lo anterior que la capacidad de estimación temporal está presente en una gama muy amplia de organismos animales, y sin embargo también encontramos constancias en cuanto al límite y la capacidad de percibir y aprender estímulos temporales entre los individuos de una misma especie. Las ratas, por ejemplo, aunque son capaces de aprender intervalos temporales tan largos como 24 horas, la dificultad de aprenderlos se incrementa conforme el tiempo va aumentando (Bouton y Bolles, 1979). De igual forma hay una gran variedad de estudios que indican que las ratas son capaces de aprender relaciones temporales más pequeñas que 24 horas, y que pueden ser incluso de segundos. Con todo lo anterior se busca dejar en claro la importancia del estudio de la capacidad de los organismos para percibir duraciones y ajustar su conducta a demandas del medio que requieren atender a la dimensión temporal. El estudio del tiempo en Psicología Parece bastante obvio que la capacidad de percibir y ajustar nuestra conducta a esa variable que denominamos tiempo resulta crucial en el proceso adaptativo de los organismos; no obstante, para poder estudiar la manera en la cual lo percibimos hay una serie de situaciones que aún hoy no están muy claras. La noción de la existencia del tiempo lleva en la humanidad miles de años. Algunos filósofos occidentales se han enfrascado en la discusión de su existencia independientemente de si hay una mente que junte los hechos ocurridos antes o después. O bien si es una dimensión que existe independientemente de que haya quién lo perciba (Fraisse, 1975). Al final, discusiones como la anterior, aunque no logran definirlo de manera clara y tampoco describen todas sus cualidades (y quizá nunca lo hagan); sí han cambiado la manera como lo 12 percibimos. Por un lado, algunos filósofos como René Descartes nos enfrentaron con la posibilidad de comprender el tiempo no sólo por sus cualidades o su mera existencia, sino que también planteó la posibilidad de comprender la forma en que éste podía interactuar y modificar nuestras experiencias inmediatas (Fraisse, 1975). Discusiones como ésta promovían una visión empirista del tiempo, en la cual éste surge del pensamiento o de sensaciones a partir de eventos externos al organismo que lo percibe. No obstante lo anterior, en otros ámbitos como la Física, la existencia deltiempo es un hecho el cual, dado de que se podía medir (por la comparación de las diferentes duraciones con una estandarizada) y a partir de ello definirla, se asumía su existencia independientemente de si hay quien lo mida o no, es decir, el tiempo forma parte de la realidad en que habitamos. Este tipo de pensamiento se inclina más por una visión determinista de la existencia del tiempo. La Psicología, en un principio centró su interés en la manera en la cual los humanos somos capaces de percibir duraciones (visión empirista). Sin embargo, no fue sino hasta el desarrollo de la Psicofísica durante el siglo XIX que se pudieron estudiar de forma estructurada algunas de estas capacidades. La Psicofísica es la rama de la Psicología que estudia las relaciones entre las propiedades físicas de un estímulo y las propiedades mentales de la sensación evocada (Fechner, 1966). El principal problema de estudiar el tiempo a partir de métodos Psicofísicos radica en definirlo precisamente como un estímulo físico. Esto es debido a que el tiempo no es un estímulo el cual podamos percibir con algún receptor especializado (hasta donde sabemos), como se mencionó al principio de esta introducción, El tiempo únicamente se puede percibir a partir de relacionarlo con distintos eventos o estímulos físicos (tanto internos como externos), como por ejemplo algún sonido de determinada frecuencia, timbre o altura, o bien de las características de su presentación, si es periódico o constante, etc. Además de ello, la dimensión temporal puede ser estudiada al menos de tres maneras distintas: a) De manera ordinal, o sea, el orden en que los eventos ocurren, b) por la duración de los tiempos entre los eventos, o c) por la duración propia de los eventos (McAuley, 1995). Es decir, al hacer psicofísica relacionada con la percepción y estimación temporal necesariamente tenemos que i) asumir que podemos medir el tiempo como si lo percibiéramos al igual que otros estímulos físicos y 13 ii) definir claramente cuál es la característica temporal que pretendemos medir a partir de los procedimientos empleados. Algunos incluso han propuesto realizar una taxonomía de “las experiencias temporales elementales” con el fin de evitar la confusión de si el tiempo debe o no ser considerado algo que, como una manzana, puede ser percibido. Para el estudio del tiempo, la Psicofísica ha propuesto distintos procedimientos por medio de los cuales se pueden estudiar la manera en que los organismos podemos estimar características temporales. Algunos de ellos son: i) Los métodos de estimación verbal; en los cuales se le presenta al sujeto un estímulo de determinada duración y luego se le pide que dé a partir de unidades estándar o establecidas la duración del estímulo presentado. ii) Los métodos de producción; en los cuales se le da la instrucción al sujeto de que genera una duración de determinado tamaño. iii) El método de comparación en el cual a partir de una duración presentada el sujeto debe determinar si es igual o diferente que un estímulo presentado con anterioridad, y iv) Los procedimientos de reproducción en los que al sujeto se le presenta un estímulo de duración determinada y posteriormente debe de generar un estímulo de igual duración (Zamora, 2007). Cabe destacar que en un principio la investigación sobre estimación temporal estaba ligada en su totalidad a participantes humanos. Si bien es cierto que para 1927, Pavlov ya había generado una gran cantidad de evidencia sobre el control que la dimensión temporal podía tener sobre el proceso de aprendizaje de respuestas (Lejune et al., 2006), no fue sino hasta la introducción de los procedimientos operantes de Skinner que se amplió la posibilidad del estudio de procesos de estimación temporal en animales. Esto debido a que muchos de los programas propuestos por Skinner parecían tener claramente una dimensión temporal que el organismo debía discriminar para poder adaptarse a él, además de que su caja tenía los niveles de control necesarios para identificar los efectos de esta variable en la conducta. A partir de los años 50's se comenzaron a utilizar dichos procedimientos en la llamada psicofísica animal. Algunos de los procedimientos más empleados en el estudio del tiempo con animales son los de bisección temporal en donde a un organismo se le entrena a discriminar 14 duraciones cortas y largas a partir de la presión de una palanca para cada una de ellas; posteriormente se le presentan estímulos de diferentes tamaños con el fin de determinar el llamado punto de bisección que es la duración a la cual el sujeto responde el 50% de las veces como si fuera un estímulo corto y el otro 50% como si fuera un estímulo largo. Otro procedimiento es el llamado Procedimiento de Pico en el cual el sujeto es entrenado en un programa de intervalo fijo (IF) de determinado valor con ensayos discretos. Posteriormente se ponen a prueba con ensayos más largos y en los cuales el reforzador no se entregará. La estimación de los sujetos se mide a partir de los cambios en las tasas de respuestas en los diferentes momentos del ensayo, también se puede observar el momento en el cual los sujetos estiman la aparición del reforzador a partir del momento en el que se logra el pico más alto de respuestas del sujeto. Algunos otros programas como los de tiempo, intervalos fijos o variables y los de reforzamiento diferencial de tiempos entre respuestas o RDTER's, nos permiten observar la manera en la cual los organismos se adaptan a condiciones en las que el tiempo es la variable relacionada directamente con el reforzamiento. En la presente Tesis se ha optado por el uso de un programa de RDTER's. En la siguiente sección se mostrarán algunos detalles importantes relacionados con esta clase de procedimientos. Reforzamiento Diferencial de Tiempos Entre Respuestas (RDTER’s) El reforzamiento se refiere al incremento de una respuesta en función de un evento- estímulo que sigue a las respuestas. De esta manera, a un estímulo que tiene estos efectos se le llama estímulo reforzante o reforzador. Un programa de reforzamiento se refiere a las reglas usadas para presentar ese estímulo reforzante (Zeiler, 1977). Es importante señalar que estas relaciones de control se encuentran funcionando todo el tiempo sobre los organismos. Las presiones ambientales y la manera en que se ajustan los organismos para sobrevivir tiene como fundamento la discriminación de contingencias a partir de elementos reforzantes o de extinción. En los programas de reforzamiento diferencial, el reforzador es entregado cuando la respuesta o un grupo de respuestas muestran una característica determinada (por 15 ejemplo, fuerza, duración o topografía). En el presente trabajo experimental, hacemos uso de una clase de estos programas: el de Reforzamiento Diferencial de Tiempos Entre Respuestas (RDTER’s), también conocido como -R > t. En esta clase de programas, el reforzador únicamente es entregado cuando una respuesta determinada R se genera después de que ha pasado un lapso t de tiempo desde la respuesta anterior (Zeiler, 1977) Si bien es cierto que los tiempos entre respuestas (TER's) son el recíproco de la tasa de respuestas, el interés de esta tesis radicó esencialmente en el estudio de los TER's que los sujetos “emitían” incluso si muchos de ellos no era reforzados; es por ello que se prefirió no usar los términos “Tasa baja” o “Tasa Alta” de respuestas para referirnos a los programas y las ejecuciones de los participantes. Aunque existen discrepancias sobre cuáles son los estímulos ambientales que toman el control de la conducta en programas en los que la regla se relaciona con una dimensión temporal (Reynolds y McLeod, 1970); también hay evidencia que el desempeño en programas de RDTER’s depende tanto de la capacidad del organismopara estimar tiempo, como de procesos de inhibición relacionados con la impulsividad (Anger, 1956; Gordon, 1979; Church, 2002; Lejeune, Richelle, y Wearden, 2006). En algunos de estos estudios los resultados se analizan mediante histogramas de frecuencias relativas o de distribución de frecuencias (Anger, 1956). A partir de estos análisis se han podido describir algunas características del desempeño de organismos como ratas y palomas cuando se encuentran bajo programas de RDTER’s. Un resultado consistente en organismos como los mencionados es que, en estado estable, los TER’s emitidos tienen un valor promedio igual o menor al TER reforzado y que el promedio tiende a alejarse de éste conforme se incrementa el valor del TER programado (Richards, Sabol y Seiden, 1993; Staddon, 1965). Otro fenómeno observado es que los organismos generan distribuciones de frecuencias bimodales cuando se encuentran bajo el control de un programa de este tipo. Una de esas modas se relaciona con la gran cantidad de TER’s cortos, llamados bursts, que emiten (y cuyo valor suele ser muy variado dependiendo de la preparación, el organismo o el TER programado) y una segunda moda se manifiesta en valores de TER’s cercanos al reforzado (Church, 2002). El estado estable que se alcanza con este tipo de programas 16 permite que se puedan realizar estudios con distintas sustancias como la imipramina, el metilfenidato o el etanol (Denoble y Begleiter, 1978; Maguire y Seiden, 1980; Orduña, Valencia-Torres y Bouzas, 2009), con el fin de determinar tanto características fisiológicas de la estimación temporal u otros procesos. RDTER’s y humanos El estudio de procedimientos operantes con humanos tiene algunas diferencias importantes con respecto a los estudios realizados con animales. Si bien es cierto que la mayoría de los procesos estudiados son parte del continuo evolutivo y por tanto están presentes en diferentes especies, también se ha encontrado que cuando se experimenta con participantes humanos hay algunas características importantes de la ejecución en procedimientos operantes. Shull y Lawrence (1998) destacan al menos tres características que resultan en la sensibilidad de los participantes humanos a las contingencias impuestas por el ambiente: a) Las consecuencias de las conductas pueden resultar en el debilitamiento o reforzamiento de las conductas a las que siguen, es decir, hay un verdadero efecto de reforzamiento o de castigo; b) las consecuencias de la conducta puede actuar por sí mismas como pistas o como estímulos discriminativos y c) la sensibilidad a las contingencias puede ser mediada por reglas verbales, instrucciones, estrategias, hipótesis, etc. Esta última característica parece ser la más distintiva de los humanos (quizá porque es relativamente más sencilla de detectar que con otras especies). Cuando una contingencia se basa en relaciones de tipo temporal entre sus elementos, es difícil determinar si la conducta está siendo mediada por la variable temporal de la relación, o por alguna otra sobre la cual el organismo ha posado su atención. Si bien es una pregunta difícil de responder con cualquier especie, la capacidad que los humanos tienen para comunicar las reglas que dirigen su conducta, generan nuevas líneas de investigación y abren muchas más preguntas de las que se responden. Algunos estudios han encontrado que la capacidad que los humanos tienen para responder de manera eficiente a un programa de reforzamiento diferencial de tasas bajas (DRL) depende de la edad de los participantes y de su capacidad para 17 representar contingencias de reforzamiento, pues se ha visto que participantes de 7 años son más eficientes en un programa DRL que sus pares de 4 años y medio (Pouthas y Jacquet, 1987). También, Getty (1977) reportó que cuando una serie de participantes eran sometidos a tareas en las que la variable temporal es la determinante, el conteo era una de las estrategias más recurridas, una hipótesis propuesta por el autor sugiere que pudiera tratarse de una estrategia que disminuye la variabilidad en la estimación de tiempos más largos. Por otro lado, se ha encontrado que las conductas sobre las cuales los participantes parecen posar su atención no son únicamente de tipo verbal, En 1961, Bruner y Revusky pusieron a cuatro participantes ante un programa DRL 8.2-s con disposición limitada a 10.25-s. Los participantes debían de encontrar la contingencia de entrega de los reforzadores, que en este caso eran puntos en un contador, sin embargo se encontraban frente a 4 palancas de las cuales únicamente una era funcional. Al cabo de tres sesiones de 2 horas, en las cuales únicamente la segunda fue reforzada, se encontró que los participantes respondían de manera ordenada sobre las cuatro palancas y cuando fueron entrevistados, estaban convencidos de que la secuencia de respuesta sobre las palancas era la responsable de la entrega de los reforzadores. Weisberg y Tragakis (1967) encontraron que era posible mantener frecuencias de respuestas bajas y estables en niños de 15 a 41 meses que se encontraban en un programa DRL-10 s. Un último ejemplo es el de Santoyo y Espinosa (1978); ellos estudiaron el comportamiento en niños ante programas múltiples y concurrentes RF- RDB. Entre otros datos interesantes, ellos encontraron que dentro de las conductas registradas más frecuentemente cuando los niños se encontraban bajo el programa de RDB estaban: chupar, contar, apilar y manipular las fichas que se les daban como reforzadores, abrir y cerrar la puerta del cuarto experimental. Es decir, observaron que los niños probablemente utilizaban esas conductas para dejar pasar el tiempo programado y así obtener los reforzadores. Además de los estudios que abordan algunas características de los procesos implicados en la adaptación a este tipo de contingencias, como los mencionados anteriormente, el procedimiento ha sido usado ampliamente en casos de modificación conductual (por ejemplo: Burns, 1974). Otros, tienen como propósito comparar la 18 capacidad de pacientes con algún tipo de padecimiento psicológico (como TDAH, falta de autocontrol, impulsividad e incluso se han observado algunas características del desempeño en personas que han cometido actos delictivos) para determinar si son capaces o no de realizar esta tarea (Gordon, 1979). Lo anterior, debido a que algunos datos han mostrado que la adaptación a este tipo de contingencias implica procesos tanto de estimación temporal como de impulsividad y atención. El resultado más reportado ha sido que los pacientes diagnosticados con alguno de estos padecimientos tienden a realizar la tarea obteniendo menor número de reforzadores que sus pares sin la enfermedad o alguno de los rasgos mencionados. Un ejemplo de lo anterior es el trabajo de Michael Gordon (1970) quien investigó el desempeño de 20 niños entre los 6 y 8 años que habían sido diagnosticados con déficit de atención e hiperactividad a partir de la misma sección del Test de Clasificación conductual de Conners (Conners, 1969). El grupo fue comparado con el desempeño de un grupo control que no tenía el padecimiento. Ambos grupos fueron sometidos a un programa de reforzamiento diferencial de tasas bajas (RDTB) de 6 segundos y se les reforzaba con chocolates M&M’s. Los resultados indicaron que los niños con el padecimiento tuvieron un desempeño estadísticamente más pobre que los niños “normales” y que el número de conductas colaterales es mayor para los niños hiperactivos. A partir de lo anterior el autor sugiere que los procedimientos de RDTB son unos buenos estimadores para la detección de este padecimiento en niños. Esto ha trascendido de tal manera que actualmente es parte de una serie de tests empleados para detectar esta enfermedad (Gordon Systems Inc., 2009). Otro ejemplo es elde van Den Broek et al. (1992) quienes realizaron un experimento en el que comparaban sujetos impulsivos y no impulsivos a partir de un programa de RDTER 10 s (o -R >10-s). La primera fase del experimento constaba de la realización de la tarea sin la información de la contingencia que debían encontrar los participantes. En posteriores fases se les indicaba el valor de tiempo que tenían que esperar para obtener el reforzador y en otra fase se utilizaron luces para indicar la disponibilidad del reforzador. Los resultados mostraron que en la primera fase los sujetos impulsivos fueron menos eficientes que el grupo control, no obstante en las posteriores fases, el desempeño fue semejante para ambos grupos (van den Broek. Bradshaw y Szabadi, 19 1992).Incluso se ha reportado que alumnos universitarios son capaces de realizar una tarea de RDTB con valores que alcanzan los 18 segundos (Randolph, 1964). Otros estudios se enfocan principalmente en el cambio conductual que un procedimiento así puede generar. Por ejemplo Singh, Dawson y Manning (1981) probaron la efectividad de un programa de RDTB con el fin de disminuir la tasa de conductas estereotípicas en personas con retraso mental profundo y aumentar la tasa de conductas socialmente aceptadas en distintas situaciones. Los TER's reforzados para las conductas estereotípicas fue incrementado en bloques de 5 días de 12 hasta 180 segundos. Los resultados indicaron que las conductas estereotípicas comunes en personas con retraso mental severo podían ser controladas a partir de un tratamiento bajo un programa de RDTB y que la disminución de las conductas no deseadas tenía además como resultado colateral el incremento de conductas sociales aceptables. No obstante proponen que se debe realizar más investigación, sobre todo en ambientes más naturales con el fin de determinar la validez de su trabajo (Singh, Dawson y Manning,1981). Lennox, Miltenberger y Donnelly (1987) trataron la conducta de “comer muy rápido” en niños con retraso mental severo, con un procedimiento de RDTB. Ellos usaron como conducta a reforzar, el que la mano del paciente tocara el utensilio para comer. A partir de ello implementaron un TER de 15 segundos para reforzar. Los resultados mostraron una gran efectividad en el tratamiento del problema a partir de un procedimiento de este tipo, obteniendo TER's que iban de los 15 a los 21 segundos después de la aplicación del programa A pesar de la gran cantidad de estudios que utilizan estos programas, poco se ha hecho por analizar el comportamiento de los participantes cuando un estímulo reforzante depende de una contingencia de este tipo. También, se han hecho pocas investigaciones que busquen conocer si los participantes son capaces de detectar la contingencia con la facilidad que parece suponer la tarea. 20 Análisis de los TER's en programas de reforzamiento diferencial Como se mencionó anteriormente, en algunas investigaciones se han empleado programas de RDTB con el fin de modificar conducta en grupos poblacionales con características muy específicas. En todos ellos el principal interés fue la disminución de una respuesta que anteriormente se había definido como indeseable. Es por ello que en este tipo de estudios, el principal interés al analizar los resultados se centra en la tasa a la cuál responden los participantes, y el tipo de diseño utilizado con tal fin, además de los reforzadores empleados. En todos ellos, se muestran indicios de la capacidad que tiene el programa para modificar conductas poco deseadas en pacientes con determinados problemas, siempre y cuando sea aplicado correctamente. En otro tipo de estudios en los que el interés se centra en las características de la ejecución de los participantes, se han empleado histogramas de frecuencias relativas (Anger, 1956) para mostrar el desempeño general de los organismos probados; en ellos, los TER's se agrupan en intervalos de clase (o bins) de determinado tamaño con el fin de mostrar con qué frecuencia o probabilidad ocurren a lo largo de una sesión o al final de un experimento. Este tipo de análisis tiene muchas ventajas, entre ellas, ha mostrado que la probabilidad de ocurrencia de TER's cortos es muy grande si el organismo responde de manera aleatoria. Otra ventaja que tiene este tipo de análisis es su capacidad de mostrar si es que los participantes han caído bajo el control del programa en el cual son probados. Es decir, se ha visto que la distribución de TER's se ve afectada por la magnitud del TER que es reforzado (Anger, 1956). A pesar de estas ventajas, la comparación del comportamiento temporal de los organismos se debía hacer a partir de los histogramas, por lo que la precisión de los resultados se veía afectada. Richards, y Seiden (1991) propusieron un procedimiento que permitía hacer un análisis cuantitativo de las características de los TER's emitidos por los organismos cuando se encuentran bajo un programa de RDTER's. Éste se basa en la premisa de que si un organismo emite respuestas aleatoriamente en tiempo y a una tasa constante, la distribución resultante puede ser descrita a través de una función exponencial negativa. Ellos propusieron también comparar las distribuciones de TER's obtenidas de cada 21 sujeto, con su distribución exponencial negativa correspondiente (o CNE por sus siglas en inglés), la cual resulta de predecir la distribución de TER's que se obtendría si el sujeto, en su caso la rata, emite el mismo número de respuestas de manera aleatoria, y en el mismo intervalo de tiempo. Esta distribución CNE tiene la misma media que la distribución de TER's generada por cada sujeto. Esto permite que las desviaciones de la CNE sean equivalentes para distribuciones con diferentes promedios de TER. En otro trabajo Richards, Sabol y Seiden (1993) propusieron realizar estas mismas comparaciones a partir de un procedimiento al que llamaron Análisis de Desviación de Pico (o Peak Deviation Analysis). Además de obtener la comparación antes mencionada entre la distribución de TER's emitida por el sujeto y la CNE predicha para cada uno de ellos, también se obtienen tres medidas que permiten cuantificar de manera más precisa ambas distribuciones. En este análisis la distribución se ha dividido en el componente burst y el componente pausa. En el primero, se clasifican aquellas presiones con TER’s cortos y en el segundo se clasifican aquellos que son más largos. Dos de las medidas de este análisis describen el componente Pausa: El Área del pico (PkA) y la Localización del Pico (PkL). Una tercera medida describe el componente burst: La razón Burst (BR) (ver Figura 1.1) Componente pausa Componente burst Figura 1.1.- Histograma de distribución de frecuencias de un organismo bajo un programa de RDTER’s, la línea continua representa la CNE predicha si el participante hubiera realizado la misma cantidad de respuestas en el mismo tiempo y de manera aleatoria. La barra más oscura sobre el 0 representa la categoría Burst mientras que las barras más claras pertenecen a la categoría pausa. 22 La Razón Burst (BR) es el número de TER's que caen dentro de la categoría burst divididos entre el número de TER's que la función CNE predice que ocurrirán en esa categoría. Este número se obtiene a partir de la extrapolación de la función CNE predicha para el componente Pausa, al componente burst. El hecho de que ésta medida se obtenga a partir de esta función toma en cuenta que mientras el promedio del total de los TER's disminuye, la probabilidad de que un TER caiga en la categoría Burst se incrementa exponencialmente. El área de pico (PkA) es el área resultante de la sustracción de los valores generados por la CNE de los valores obtenidos en el componente pausa del individuo. El área resultante es la que sedenomina Área del pico. La localización del pico (PkL) es la duración del TER que se encuentra en la mediana del área del pico (Figura 1.2). Figura 1.2.- Histograma obtenido a partir de las diferencias entre el las frecuencias obtenidas por un organismo y su CNE predicha, la línea punteada representa el valor reforzado por el programa. 23 Si bien un histograma de distribución de frecuencias es una buena forma de ilustrar los componentes obtenidos, éste análisis se realiza a partir de los valores TER generados, sin la necesidad de clasificarlos en intervalos de clase, pues se obtienen a partir de la generación de la curva de supervivencia tanto de los valores generados por el sujeto, como de la función CNE (Figura 1.3) Para realizar el cálculo del PkA y de PkL en primer lugar se necesita que la distribución TER del componente pausa sea convertido a una curva de supervivencia, Para ello los TER's son ordenados ascendentemente, posteriormente, a cada uno (t) se le asigna un valor en el eje Y a partir del cálculo de la fracción de todos los TER's obtenidos y que son mayores a t , es decir, este eje indica la frecuencia relativa de los TER's con duraciones mayores o iguales a la duración del TER indicado en el eje de las X. Es importante señalar que el valor absoluto de la pendiente en cualquier punto a lo largo de las curvas de supervivencia indica la frecuencia relativa de las duraciones TER. De manera tal que una región plana indicaría una baja probabilidad de la ocurrencia de un TER, mientras que una pendiente más grande indica una probabilidad relativamente más alta de ocurrencia (Ver Figura 1.3). Este procedimiento se aplica tanto para la curva CNE como para la distribución TER generada por el sujeto, de manera tal que se puedan comparar.. A partir de ello, se localiza el segmento donde la pendiente de la curva obtenida se precipita más que la pendiente de la CNE, o mejor dicho, en donde los valores TER ocurren con mayor frecuencia que lo predicho por esta función. Esta parte se delimita a partir de la máxima desviación positiva entre la curva de supervivencia obtenida y la CNE (t pos) y la máxima desviación negativa entre las mismas (t neg). Este segmento representa entonces la proporción de duraciones TER que ocurren dentro de esos límites y que no son predichos por la CNE. El máximo valor posible es 1 lo cual ocurriría si todas las duraciones tuvieran el mismo valor. El mínimo valor es 0, lo que indicaría que la distribución TER es idéntica a la distribución CNE. De manera tal que un valor pequeño de PkA se relaciona con un desempeño más bien aleatorio. Por el otro lado, la PkL es la duración TER localizada entre el área delimitada por tpos y tneg que más se aproxima a ! de PkA (Ver figura 1.3). 24 Figura 1.3.- Curva de supervivencia de un organismo bajo un programa de RDTER's, la línea punteada sobre el 500 representa el valor TER reforzado en centésimas de segundos. 25 Planteamiento del problema La mayoría de los experimentos realizados con el fin de describir el comportamiento de los organismos cuando se encuentran bajo el control de un programa en el que la variable que determina la entrega del reforzador es el tiempo, se han hecho con animales no humanos. Algunos de estos experimentos comúnmente describen la manera de responder de organismos como palomas o ratas con tal precisión, que es posible determinar los efectos de distintas variables (como fármacos, o modificaciones genéticas) a partir de las variaciones observadas en el desempeño de grupos control. En humanos, la forma en que responden a esta clase de programas se ha relacionado con fenómenos como el de autocontrol, estimación de tiempo, déficit de atención e incluso hiperactividad. En otros casos la investigación realizada se limita a la utilización de esta clase de programas con fines de modificación conductual en sectores poblacionales específicos como niños con retraso mental profundo o hiperactividad; por ejemplo: modificar la conducta de comer muy rápido o conductas repetitivas. No obstante lo anterior, es poca la investigación que se ha realizado con el fin de mostrar las características del desempeño de participantes humanos cuando se encuentran bajo un programa de RDTER’s. El presente trabajo de tesis tuvo como objetivo analizar el desempeño de un conjunto de participantes cuando fueron sometidos a un procedimiento de RDTER’s en el cual el valor reforzado del programa fue cambiado de sesión a sesión. También se buscó describir la manera en la cual ellos percibieron la contingencia que permitió la entrega de los reforzadores a pesar de que no fueron informados de la misma antes del experimento. 26 Método Participantes En el experimento participaron 70 estudiantes universitarios con edades entre los 18 y los 22 años. Todos inscritos a la Facultad de Psicología de la UNAM, en las materias de Introducción a la Psicología Científica o en Aprendizaje y Conducta Adaptativa I. A todos se les dieron puntos extra en sus clases por la participación en el experimento, además de la entrega de dulces al terminar el mismo. Escenario Todas las sesiones se llevaron a cabo en un cuarto de 2.45 m. de largo por 2.25 m. de ancho y 2.1 m. de altura, de material aislante situado dentro del laboratorio. Grupos A todos los participantes se les sometió a un programa de RDTER’s el cual fue presentado mediante un software diseñado especialmente para este experimento. Programa computacional El programa fue diseñado a partir de Microsoft Visual Basic 6 y consta de 3 pantallas (Figura 2.1). Primera pantalla.- En esta se capturó información del participante y los valores de las variables que operaron al ejecutar el programa. Entre ellos estuvo el tiempo máximo de la sesión, el valor del TER reforzado, el número de reforzadores máximos a obtener durante la sesión; así como la fecha. En la parte de abajo había un botón que daba acceso a la segunda pantalla. Segunda pantalla.- Contenía las instrucciones a seguir por el participante durante la sesión. Estas fueron: “Instrucciones. A continuación se presentará una pantalla con un botón al centro de la misma. Este botón lo puedes accionar presionando la barra espaciadora del teclado. 27 Haciendo esto, podrás obtener dulces que se te presentarán en forma de imágenes. Tu tarea es descubrir la relación entre oprimir la barra y obtener los caramelos. Si estás listo(a) presiona el botón de continuar que está abajo.” En la parte inferior hay un botón con la palabra “Continuar” que permitía ir a la tercera pantalla. Tercera pantalla: Era una pantalla de “ejecución” en la cual aparece un “Botón” de color azul en la parte superior central sobre un fondo negro. Éste se accionaba cuando la barra espaciadora del teclado era presionada. Cuando esto ocurría, el programa comparaba si es que el tiempo transcurrido entre la última presión del botón y la nueva era mayor, igual o menor que el valor TER programado en la primera pantalla. Cuando era mayor o igual; en la parte inferior aparecía la Figura de un dulce que indicaba que lo había hecho de manera correcta. De no ser éste el caso, el reloj contador del programa se ponía en ceros y no se entregaba el reforzador. Cuando se obtenía el máximo de reforzadores o había transcurrido el tiempo máximo de la sesión el botón desaparecía de la pantalla y en su lugar se hacía visible un cuadro de texto que le indicaba al participante que la sesión había terminado y que debe avisar a los experimentadores. Además de registrar los datos generales del participante y las variables de cada una de las sesiones, el programa registrabaen tiempo real las presiones de la barra espaciadora, los TER’s, la entrega o no entrega de reforzador para cada par de respuestas, el total de reforzadores obtenidos en cada sesión y el tiempo de la misma. La sesión concluía con la obtención de 30 reforzadores o al haber transcurrido 15 minutos. 28 Procedimiento Las sesiones se llevaron a cabo de manera individual. Antes de invitar a pasar al participante a la habitación destinada para el experimento, se le preguntaron sus datos y se llenó la primera pantalla del programa. Posteriormente se invitó a los participantes a pasar al cuarto y se les sentó frente a la computadora. En el monitor se mostró la segunda pantalla con las instrucciones. Se pidió a los participantes que las leyeran y que si no entendían alguna parte podían preguntar al experimentador. Cuando terminaban la lectura, el experimentador señaló que el fin del programa era simplemente encontrar la relación que existía entre la presión de la barra espaciadora y la aparición de las imágenes de dulces. Se indicó a los participantes que no debían presionar nada más que la barra espaciadora en el teclado. Al momento de pasar a la pantalla de Ejecución, fueron dejados solos con la indicación de avisar en el momento en que la prueba hubiera concluido. Posterior a cada una de las sesiones se les presentaba un cuestionario y se les indicaba que lo debían llenar de la manera más detallada posible y de acuerdo a lo que ellos creyeran con respecto al experimento. El fin principal de este cuestionario era conocer si los participantes habían detectado la Figura 2.1.- Las diferentes pantallas que conforman el programa computacional 29 Tabla 1.- Diseño experimental contingencia de la entrega del reforzador, y que explicaran cuál era. Este cuestionario variaba dependiendo de la sesión que hubieran ejecutado. Diseño Tres de los grupos fueron sometidos a 3 sesiones experimentales mientras que cuatro grupos fueron sometidos únicamente a 2 sesiones. En cada una de éstas el valor del TER reforzado era cambiado de manera tal que los grupos que presentaban tres sesiones comenzaban con un valor, para la segunda sesión éste se veía incrementado y para la tercera sesión éste valor volvía a ser igual al de la primera sesión. Los grupos que presentaron dos sesiones iniciaban con un valor reforzado y para la segunda éste podía ser mayor o menor dependiendo del grupo al que perteneciera. A continuación se muestra una tabla que indica los diferentes grupos, así como el valor reforzado en cada una de las sesiones (Tabla 1). Tabla 1.- Diseño experimental 30 Resultados Se analizaron los datos de aquellos participantes que fueron capaces de obtener los 30 reforzadores en todas sus sesiones. De los 70 participantes que iniciaron el experimento 13 de ellos no cumplieron con este criterio, por lo que el grupo final analizado fue de 57 personas. Es importante mencionar que los grupos en que se analizaron menos participantes fueron el grupo 6-9-6, que se quedo únicamente con 5 de los 10 participantes y el grupo 9-3 que se quedó con 6 de los 10 iniciales. Reforzador por reforzador En cada sesión, fue registrada en el ordenador cada una de las respuestas que emitían los participantes, así como el momento en que ocurrían, lo que permitió registrar los TER’s emitidos y si ganaban o no el reforzador en cada ensayo. A partir de ello se midieron tres variables que permitieron observar el desempeño de los participantes durante cada una de sus sesiones: El Total de Ensayos por reforzador: Se registró el número de ensayos que el participante emitía para obtener cada uno de los 30 reforzadores, siendo un ensayo las dos respuestas que se necesitan para generar un TER. Tiempo por reforzador: Se registró el tiempo que tardaban los participantes para obtener cada uno de los reforzadores. Este incluye el TER reforzado y todos los que no lo fueron. El TER por reforzador: Que es el TER que le permitió a los participantes obtener cada uno de los reforzadores. Este tipo de análisis permitió observar el desempeño durante la sesión de cada uno de los participantes, así como la dinámica de las respuestas dentro de la misma. A continuación se mostrarán las gráficas que representan el desempeño de tres participantes del experimento analizando los tres aspectos mencionados anteriormente. En ellas se ve reflejado un comportamiento típico de los participantes que han logrado obtener el total de los reforzadores. En todas las gráficas, en el eje de las X se grafican cada uno de los reforzadores entregados durante una sesión. 31 Las gráficas de “Ensayos por reforzador” representan el número de ensayos necesarios para que los participantes obtuvieran los reforzadores, lo que se grafica en el eje Y. Las gráficas de “Tiempo por Reforzador” representan el total del tiempo que el participante necesitó para obtener cada uno de los reforzadores. Por último, las graficas de “TER por reforzador” representan el tamaño del TER que permitió la entrega del reforzador en cada uno de los casos. Los resultados mostraron una gran semejanza en el comportamiento de los participantes dependiendo de la sesión en que se encontraban. Es por ello que a continuación se mostrarán ejemplos de los resultados obtenidos por tres participantes (uno de cada sesión), así como el desempeño del grupo al que pertenecieron esos participantes. Posteriormente se mencionan aquellas características del desempeño compartidas por los distintos grupos en cada una de las sesiones. En cuanto a la primera sesión experimental, se muestra, el desempeño de un participante del grupo 9-6 (Figura 3.1, columna izquierda). En esta sesión, el valor del TER reforzado fue de 9 segundos, por lo que los TER’s reforzados debían tener al menos esa duración. Como se observa en la gráfica de “Ensayos por reforzador (individual)”, es claro que antes de la obtención del primer reforzador el participante desconoce la regla debido a los criterios impuestos por situación experimental; es por ello que ha alcanzado un total de 118 respuestas (el cual no se muestra en la gráfica para mantener la escala) para obtener el primer reforzador. En su gráfica de “Tiempo por reforzador (Individual)”, podemos observar que aunque un gran número de respuestas fueron generadas durante ese ensayo, han sido TER’s muy cortos debido a que el tiempo total que el participante ocupó para llevarse el reforzador fue de 57.3 segundos; también, en su gráfica de “TER por reforzador (Individual)” se puede observar que el TER que lo llevó a ganarse el primero de los reforzadores fue uno de 19.83 segundos. Todos estos datos en conjunto nos indican que el participante realizó una serie de TER’s menores a 9 segundos, que era el intervalo reforzado, durante al menos 36 segundos (debido a la duración del último TER) y que luego dejó de presionar la barra espaciadora de la computadora durante más de 19 segundos, lo que lo llevó a ganarse el primer reforzador. Posteriormente, existe una disminución de las tres variables aquí analizadas. En este caso particular, es a partir del cuarto o quinto 32 reforzador cuando parece haber una disminución más radical en las tres variables. En el caso de la gráfica de “Ensayos por reforzador (Individual)”, vemos que la tendencia conforme se obtienen más reforzadores es la de generar un solo ensayo por cada uno de ellos. Por otro lado, en las gráficas de Tiempo por reforzador y TER por reforzador la tendencia por lo general es acercarse cada vez más al valor del TER reforzado. En las gráficas de la columna izquierda se muestra el desempeño promedio para el grupo al que perteneció el participante. Aunque no se muestra en la figura (explicaciónal pie) la cantidad promedio de respuestas (en “Promedio grupal Ensayos por Reforzador”) para obtener el primero de los reforzadores, ésta fue de 36.2, sin embargo la variabilidad fue relativamente grande, pues la desviación estándar alcanzó un valor de 47.3. No obstante, al tercer reforzador hay una disminución notable en cuanto a la cantidad de respuestas que los participantes necesitaron para obtener los reforzadores, así como también se alcanza una variabilidad pequeña en comparación con los primeros tres reforzadores. Esta estabilidad se mantiene en el grupo hasta el final de la sesión y se puede observar una tendencia a alcanzar el criterio mínimo necesario para la obtención de reforzadores. El tiempo promedio que los participantes del grupo necesitaron para obtener cada uno de los reforzadores (en “Promedio grupal Tiempo por reforzador”) fue más grande durante los primeros dos ensayos, en comparación con el resto de la sesión. Incluso hay una tendencia a utilizar tiempos semejantes al valor del TER reforzado como se puede ver en la parte final de la sesión (del reforzador 15 al 30). Los TER’s (en “Promedio grupal TER por reforzador”) que permitieron la entrega de los primeros dos reforzadores fue relativamente grande en comparación con el resto de la sesión, generándose TER’s cercanos a los 20 segundos. Sin embargo, a partir del tercer reforzador y hasta el noveno hubo una disminución gradual en el tamaño de los TER’s acercándose al valor del TER reforzado. A partir de este punto y hasta el final de la sesión parece haber una estabilización en cuanto al tamaño de los TER’s que permitieron el reforzamiento observándose valores muy cercanos al criterio mínimo programado (9 segundos) y una variabilidad grupal pequeña en comparación con el inicio de la sesión. 33 34 Con respecto a la segunda sesión experimental (sesión B) en donde los participantes ya tienen la experiencia de haber participado en una primera sesión, se muestran los resultados individuales de un participante del grupo 3-6-3, en donde el valor del TER reforzado fue de 6 segundos por lo que los participantes debían tener TER’s de al menos 6 s para obtener los reforzadores. La gráfica “Ensayos por Reforzador (individual)”, muestra que la cantidad de respuestas que necesitó el participante para obtener el primero de los reforzadores fue mucho menor que el participante mostrado anteriormente. En este caso, sólo necesitó de 12 respuestas para obtener el primero de los reforzadores. Posteriormente, disminuye de manera drástica el número de respuestas, ya que para obtener el segundo reforzador, únicamente necesitó de 2 respuestas. Para los siguientes reforzadores hay una tendencia muy marcada a obtenerlos en un solo ensayo, salvo contadas excepciones. En el caso de la gráfica de Tiempo por reforzador (individual) se puede observar que el participante tardó más en obtener el primero de los reforzadores (41.7 segundos), lo que claramente se relaciona con el número de respuestas que emitió para obtenerlo. Esto nos indica que hubo 11 respuestas correspondientes a TER’s menores a 6 segundos que era el intervalo reforzado, posteriormente se observa una variabilidad en cuanto a este tiempo desde el segundo reforzador y hasta el número 14. Esta variabilidad muestra un rango que va desde los 7 hasta los 20 segundos, no obstante, es importante destacar que dado que la gráfica anteriormente explicada muestra que durante estos reforzadores se emitieron de una a tres respuestas, la variación en el tiempo no es el resultado de la generación de varias respuestas por parte participante, sino que la obtención del reforzador se daba a partir de la generación de TER’s de diferentes tamaños, pero mayores a 6 segundos. En la gráfica “TER por reforzador (individual)”, es muy importante destacar la tendencia, conforme se obtienen reforzadores, a generar TER’s cada vez más cercanos al valor reforzado, es decir, en un principio existe variabilidad en cuanto a los TER’s generados para obtener el reforzador, y sin embargo la tendencia siempre fue a acercarse cada vez más al valor TER reforzado, como se puede observar desde el reforzador 12 hasta el 30. Las gráficas de la columna de la derecha muestran el desempeño grupal de los participantes en esta sesión. La gráfica “Promedio grupal Ensayos por reforzador” se 35 muestra que hubo una diferencia notable en cuanto a la cantidad de respuestas que los participantes generaron para obtener los primeros dos reforzadores y que a partir del tercero, existió una disminución notable y consistente entre los participantes del grupo. De manera semejante al participante mostrado, es a partir del reforzador 15 en donde los promedios grupales se estabilizan alrededor de 1 respuesta y la desviación estándar fue menor a 2 en todos los casos hasta el final de la sesión. En algunos casos como en los reforzadores 15, 17, 19, 21, 24, 29 y 30, el promedio fue de 1 y la desviación estándar de 0. En el caso del “Promedio grupal Tiempo por reforzador”, se observa que tanto los tiempos promedio como la variabilidad, fueron mayores para la obtención de los primeros tres reforzadores, posteriormente, hay una disminución notable en cuanto a los promedios y a la variabilidad. Es a partir del reforzador número 10 que se estabiliza el tiempo promedio alrededor de 8 segundos. Este comportamiento se mantiene hasta el final de la sesión. El “Promedio grupal TER’s por reforzador” mostró que para los primeros tres reforzadores hubo un valor promedio alrededor de los 9 segundos, es a partir del cuarto reforzador que los promedios se estabilizan teniendo valores entre 6 y 8 segundos, lo que ocurre hasta el final de la sesión. 36 37 Para mostrar el desempeño en la tercera sesión experimental (sesión C) se muestra el desempeño de un participante, así como los promedios del grupo 5-10-5 en donde el valor del TER reforzado fue de 5 s. Es importante destacar que en los grupos en los que se ha realizado una tercera sesión el valor TER reforzado de ésta es siempre menor que el de la segunda sesión e igual al valor reforzado en la primera. Es importante señalar esto, ya que de seguir con la estrategia adoptada en la segunda sesión, lograría obtener reforzadores desde el primer ensayo. La gráfica de “Ensayos por Reforzador (Individual)” muestra una disminución notable en cuanto al número de intentos que necesitó el participante para obtener el primero de los reforzadores (3 respuestas en este caso) con respecto a las sesiones anteriores, así como el incremento en la cantidad de reforzadores que pudo obtener con la generación de un solo TER. Por otro lado, en la gráfica “Tiempo por reforzador (individual)”, se observa que aunque para el primer ensayo utiliza un tiempo de 11.4 segundos, a partir del segundo reforzador este tiempo va disminuyendo y es muy claro que los TER’s generados son muy cercanos al mínimo solicitado por el programa, que en este caso fueron 5 segundos. En cuanto a la gráfica de “TER por reforzador (individual)” se observa que, como es de esperarse, tiende a parecerse cada vez más a la gráfica anterior, esto debido al uso de un solo ensayo por reforzador. No obstante, el participante dejaba pasar el tiempo mínimo necesario para obtener los reforzadores, esto queda muy claro en los ensayos en que el participante necesitó usar más de un ensayo por reforzador (ver “Ensayos por reforzador (individual)”, reforzadores 15, 17 y 26. Figura 3.3). Ya que, cuando realizó dos intentos, el tiempo para obtener el reforzador es de alrededor de 10 segundos (“Tiempo por reforzador (individual)”), poco más del doble del valor reforzado, mientras que en el caso en que utilizó 3 ensayos, ésta gráfica muestra que tardó poco menos de 15 segundos (14.84 segundos) en obtener
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