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UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO FACULTAD DE PSICOLOGÍA “RELACIÓN ENTRE ACOSO ESCOLAR Y RIESGO SUICIDA EN ESTUDIANTES DE PRIMER INGRESO EN EDUCACIÓN SUPERIOR”. T E S I S QUE PARA OBTENER EL TÍTULO DE: LICENCIADA EN PSICOLOGÍA PRESENTA: SOMARA ANMI GORETY HERRERA CERVANTES DIRECTOR DE TESIS: DRA. CORINA LENORA BENJET REVISORA: MTRA. PATRICIA GUILLERMINA MORENA WONCHEE CIUDAD UNIVERSITARIA, CDMX., 2018 https://www.google.com.mx/url?sa=i&source=images&cd=&cad=rja&uact=8&ved=2ahUKEwjLsdHH6vjaAhUMulMKHQwmAlUQjRx6BAgBEAU&url=https://seeklogo.com/vector-logo/265911/facultad-de-psicologia&psig=AOvVaw0aPvg_MJyUwUvWNPW37xm7&ust=1525962253236722 https://www.google.com.mx/url?sa=i&source=images&cd=&cad=rja&uact=8&ved=2ahUKEwjLsdHH6vjaAhUMulMKHQwmAlUQjRx6BAgBEAU&url=https://seeklogo.com/vector-logo/265911/facultad-de-psicologia&psig=AOvVaw0aPvg_MJyUwUvWNPW37xm7&ust=1525962253236722 https://www.google.com.mx/url?sa=i&source=images&cd=&cad=rja&uact=8&ved=2ahUKEwjLsdHH6vjaAhUMulMKHQwmAlUQjRx6BAgBEAU&url=https://seeklogo.com/vector-logo/265911/facultad-de-psicologia&psig=AOvVaw0aPvg_MJyUwUvWNPW37xm7&ust=1525962253236722 https://www.google.com.mx/url?sa=i&source=images&cd=&cad=rja&uact=8&ved=2ahUKEwjLsdHH6vjaAhUMulMKHQwmAlUQjRx6BAgBEAU&url=https://seeklogo.com/vector-logo/265911/facultad-de-psicologia&psig=AOvVaw0aPvg_MJyUwUvWNPW37xm7&ust=1525962253236722 UNAM – Dirección General de Bibliotecas Tesis Digitales Restricciones de uso DERECHOS RESERVADOS © PROHIBIDA SU REPRODUCCIÓN TOTAL O PARCIAL Todo el material contenido en esta tesis esta protegido por la Ley Federal del Derecho de Autor (LFDA) de los Estados Unidos Mexicanos (México). El uso de imágenes, fragmentos de videos, y demás material que sea objeto de protección de los derechos de autor, será exclusivamente para fines educativos e informativos y deberá citar la fuente donde la obtuvo mencionando el autor o autores. Cualquier uso distinto como el lucro, reproducción, edición o modificación, será perseguido y sancionado por el respectivo titular de los Derechos de Autor. 2 ÍNDICE RESUMEN. 6 INTRODUCCIÓN. 7 PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA Y JUSTIFICACIÓN. 10 MARCO TEORICO 12 CAPITULO I. ADOLESCENCIA 12 1.1 DEFINICIÓN DE ADOLESCENCIA 12 1.2 CARACTERÍSTICAS DE LA ADOLESCENCIA 14 1.2.1 CAMBIOS BIOLÓGICOS 14 1.2.2 CAMBIOS COGNITIVOS 17 1.2.2.1 Concepción de la muerte en la adolescencia 20 1.2.2.2 Fundamentos fisiológicos: Desarrollo cerebral 22 1.2.3 CAMBIOS PSICOLÓGICOS 24 1.3 ETAPAS DE LA ADOLESCENCIA 28 1.3.1 ADULTEZ EMERGENTE 30 1.3.1.1 Principales cambios en la adultez emergente en comparación con la adolescencia 32 1.4 CONDUCTAS DE RIESGO, MORTALIDAD Y SUICIDIO EN LOS ADOLESCENTES Y ADULTOS EMERGENTES. 34 CAPITULO II. CONDUCTA SUICIDA. 39 2.1 DEFINICIÓN DE SUICIDIO 39 2.2 TIPOS DE CONDUCTAS SUICIDAS 40 2.2.1 SUICIDIO CONSUMADO 41 2.2.2 IDEACIÓN SUICIDA 41 2.2.3 PLAN SUICIDA 43 2.2.4 TENTATIVA DE SUICIDIO 45 2.3 GÉNESIS Y PROGRESIÓN DE LA CONDUCTA SUICIDA 46 2.4 FACTORES DE RIESGO 48 2.5 FACTORES DE PROTECCIÓN. 51 2.6 EL SUICIDIO EN MÉXICO 52 3 CAPÍTULO III. ACOSO ESCOLAR. 55 3.1 DEFINICIÓN DE ACOSO ESCOLAR 55 3.2 ANTECEDENTES DEL ACOSO ESCOLAR. 56 3.3 TIPOS Y ROLES DE ACOSO ESCOLAR. 59 3.4 CONSECUENCIAS DEL ACOSO ESCOLAR EN ADOLESCENTES Y ADULTOS EMERGENTES 62 CAPÍTULO IV. RELACIÓN ENTRE ACOSO ESCOLAR Y CONDUCTAS SUICIDAS. 64 4.1 LIMITACIONES EN LAS INVESTIGACIONES 69 4.2 MODELOS TEÓRICOS 70 4.2.1 LA TEORÍA INTERPERSONAL PSICOLÓGICA DEL COMPORTAMIENTO SUICIDA 70 CAPÍTULO V. MÉTODOS 74 5.1 OBJETIVO GENERAL 74 5.2 OBJETIVOS ESPECÍFICOS 74 5.3 HIPÓTESIS 75 5.4 DEFINICIÓN CONCEPTUAL DE VARIABLES 77 5.5 POBLACIÓN 78 5.6 MUESTRA 78 5.7 INSTRUMENTO 79 5.8 DISEÑO DE INVESTIGACIÓN 81 5.9 CONSIDERACIONES ÉTICAS 81 5.10 PROCEDIMIENTO 81 5.11 ANÁLISIS ESTADÍSTICO DE DATOS 82 CAPÍTULO VI. RESULTADOS 84 CAPÍTULO VII. CONCLUSIONES Y DISCUSIÓN. 94 8.1 CONCLUSIONES Y DISCUSIÓN. 94 8.2 LIMITACIONES DEL ESTUDIO ACTUAL Y SUGERENCIAS PARA FUTURAS INVESTIGACIONES. 99 8.2.1 IMPLICACIONES PARA POLÍTICAS PÚBLICAS DE SALUD Y EDUCATIVAS. 101 REFERENCIAS. 104 4 AGRADECIMIENTOS Universidad Nacional Autónoma de México por ser y seguir siendo la máxima casa de estudios, por ofrecer una formación profesional tan completa y proporcionarme maestros interesados en desarrollar estudiantes para poder desempeñarse en el campo profesional. A Margarita Cervantes por ser una mujer extraordinaria en todos los sentidos de la palabra, por ser mi ejemplo a seguir, mi pilar más grande, hoy te debo todo lo que soy, te amo mamá. Mi familia que es parte fundamental en mi vida, por estar ahí, a mi papá, mis hermanos, mis sobrinos, a todos aquellos que participaron directa o indirectamente en la elaboración de esta tesis. A Eryin, Zoé y Raúl por ser mi motivación más grande para que vean en mí un ejemplo a seguir, gracias por siempre creer en mí. A Paulina Barrera y Jimena Cabrera por ser mis compañeras en este camino desde el primer día, por una amistad infinita y un apoyo incondicional en todo momento, las quiero muchísimo. A Yessica Sierra, Graciela Sandoval y Andrea Rodríguez por ser más que mis amigas, por todos estos años juntas, por mostrarme que la amistad verdadera y la lealtad en toda la extensión de la palabra existen, son las mejores, las amo. Jeremy Olmos, gracias por creer en mí siempre, por estar ahí en todo momento y jamás dejarme de motivar, por todo lo que has hecho por mí, por acompañarme en este camino de la vida. Finalmente a mis amigos por compartir buenos y malos momentos conmigo, por ser un verdadero apoyo. 5 AGRADECIMIENTOS ACADÉMICOS A mis maestros que marcaron cada etapa de mi camino universitario, gracias por los conocimientos proporcionados, ha sido un honor aprender de su experiencia profesional, gracias por su dedicación por impulsarme y creer en mí. A mi directora de tesis, Dra. Corina Benjet, por su enseñanza comprometida y su apoyo académico, le tengo un aprecio muy grande. Así como una admiración profunda, gracias por guiarme y motivarme en este proceso tan importante, por brindarme la oportunidad de participar en un proyecto que muestra la importancia de la Psicología en México, abriendo mi panorama. A mi revisora. Mtra. Patricia Guillermina Moreno Wonchee, por estar ahí en todo momento, por sus palabras de aliento y su orientación no sólo académica sino también personal, por sus aportaciones en éste proyecto. Es una psicóloga y académica excelente. La aprecio muchísimo, gracias por ser una increíble persona. Al Dr. Jorge Rogelio Pérez Espinoza por contribuir en mi preparación desde los inicios de la carrera, por su orientación a lo largo de la misma, por abrir mi perspectiva sobre las aplicaciones de la psicología y de la vida, gracias por su apoyo incondicional. A la Dra. María Martina Jurado Baizabal por brindarme cimientos sólidos y muy importantes durante todo el proceso académico, por la confianza, por el tiempo y la motivación constante, es un placer aprender de usted. Al Mtro. Salvador Chavarría Luna quién me brindo su valioso tiempo para el término de éste proyecto, compartiendo su conocimiento en todo momento, haciendo posible una mejora de esto. 6 RESUMEN. El acoso escolar o bullying, puede llevar a consecuencias importantes para quienes lo sufren, entre éstas se encuentra el suicidio; existen conductas previas a la consumación del acto, las cuales son conocidas como conductas suicidas. Los adolescentes debido a la etapa en que se encuentran son vulnerables de presentar ambas problemáticas. El objetivo de esta investigación fue conocer la relación entre la presencia de cuatro tipos de acoso escolar (físico, verbal, relacional y ciberacoso) y las conductas suicidas (ideación,plan e intento) en una muestra de estudiantes mexicanos de nuevo ingreso a la universidad. Se tomó una muestra de 4199 alumnos de nuevo ingreso que respondieron una encuesta en línea que incluía escalas internacionalmente utilizadas para medir acoso y conductas suicidas. Se realizaron primero pruebas descriptivas para conocer la prevalencia del acoso escolar, análisis de chi2 para conocer las diferencias entre sexos y luego regresiones logísticas para estimar la asociación entre el acoso y las conductas suicidas. 41.2%, 30.8%, 19.8% y 10.1% de los alumnos reportaron haber sido víctima de acoso verbal, acoso relacional, acoso físico y ciberacoso, respectivamente, alguna vez en la escuela hasta los 18 años de edad. Los hombres reportaron más acoso físico que las mujeres y las mujeres reportaron más acoso verbal, relacional y ciberacoso que los hombres. De los alumnos que reportaron acoso escolar, del 19.4% al 62.4% ha tenido ideación suicida, del 25.2% al 60.4% un plan suicida y del 32.4% al 68.9% habían intentado suicidarse. Se estima que la probabilidad de presentar conductas suicidas para los individuos que han sufrido acoso escolar incrementa de 2.4 a 5.3 veces su riesgo por lo cual la creación, modificación y desarrollo de políticas públicas para dar solución a esta problemática es importante. Es importante mencionar que este proyecto es un análisis secundario de datos de una encuesta que se lleva a cabo en el Instituto Nacional de Psiquiatría Dr. Ramón de la Fuente (INPRF), cuyo nombre es “Proyecto Universitario para Alumnos Saludables (PUERTAS)”. Palabras clave: Acoso escolar, Riesgo suicida, Estudiantes, México. 7 INTRODUCCIÓN. En 1970 en México se registraron 554 muertes por suicidio, en 1994 fueron 2603 mostrando un incremento del 150%, en el 2007 se reconocieron 4,338 dejando como evidencia un incremento en la tasa de suicidio del 275% (Borges, Orozco & Medina-Mora, 2010) estas modificaciones han ido en incremento hasta la actualidad, el suicidio se presenta cada vez más en adolescentes (INEGI, 2015), esto evidencia que las conductas suicidas son una problemática de salud pública, no sólo a nivel nacional, sino en todo el mundo. Siendo así existen tres factores que se pueden identificar en las personas que tienen un riesgo suicida alto, entre los cuales se encuentran la sensación de agobio hacia las personas cercanas a él, sentirse aislados y habilidad para involucrarse en conductas que impliquen un daño hacia sí mismos (Joiner, 2006) de manera que las tasas de suicidio son menores si se tiene un nivel mayor de integración social. Si consideramos que la adolescencia es una etapa caracterizada por cambios a nivel biológico, físico y psicológico, en donde el cerebro continua en desarrollo, se puede observar que estas nuevas experiencias los pueden llevar a percibir situaciones como estresantes (Arenas, 2013 en Mendoza 2016) siendo así que el individuo es considerado como una parte inseparable de su entorno, ya que las propiedades psicológicas cambiantes de su entorno inmediato influyen de manera directa, la relación existente entre el adolescente y su medio no está en una sola dirección, sino que es recíproca. Siendo así podemos decir que las relaciones interpersonales desde el inicio de la psicología han interesado mucho a los expertos, pues los seres humanos somos seres biopsicosociales, y las dificultades que se encuentran en estas se han estudiado a lo largo de los años, encontrando que estás pueden llegar a tener una asociación con la presencia de intentos suicidas en adolescentes. Entre las principales dificultades se encuentran: dificultades para hacer amistades, crueldad entre los compañeros, rechazo, aislamiento social, falta de relaciones o amigos 8 íntimos y malas relaciones entre pares (Johnson et al., 2002). De donde resulta el segundo fenómeno relevante: el acoso escolar el cual en las últimas décadas es un tema que ha tenido gran auge, y ha pasado a convertirse en un tema que está presente en nuestro día a día. En los adolescentes existen patrones conductuales que pueden ser detonantes de estas conductas, como lo son los factores de riesgo, los cuales pueden ser definidos como elementos que tienen alta probabilidad de causar un daño o resultado no deseado (Hernández, 1996) como ocurre con conductas que los colocan en situaciones donde son vulnerables y pueden adquirir una enfermedad o incapacidad o incluso la muerte. Hallazgos internacionales demuestran que el acoso escolar suele estar entre estas conductas (Cerezo & Ato, 2005; Cerezo & Méndez, 2012; Mendoza, 2016) sin embargo también se ha encontrado que este tipo de conductas no suele presentarse sola o de manera aislada; en investigaciones realizadas anteriormente en otros países se ha observado una asociación entre haber vivido acoso escolar y presentar un riesgo suicida (Davies &Cunningham, 1999; Prinstein et al., 2000; Bearman & Moody, 2004; Toros et al., 2004). Desde 1999 se encontró en Irlanda que el 22% de un grupo de adolescentes que reporto acoso escolar había presentado intento suicida (Davies &Cunningham, 1999); en el 2000 se realizó un estudio en donde se evidenció que el rechazo entre pares es un factor predictor para la ideación suicida (Prinstein et al.) así como el aislamiento social y la falta de relaciones entre pares (Bearman & Moody, 2004); en todos estos se muestra que estas conductas de acoso escolar pueden predecir la aparición no sólo de ideación sino también de plan e intento suicida (Toros et al., 2004). Como observamos las situaciones estresantes como el acoso escolar representan un factor detonante al que se le debe dar primordial atención cuando hablamos de suicidio, pues los factores psicosociales pueden influir en la presencia de un riesgo suicida en los adolescentes. Por lo anterior este trabajo presenta un análisis correlacional del acoso escolar y el riesgo suicida en una muestra de estudiantes mexicanos sosteniendo la importancia de contribuir con el estudio del suicidio en la adolescencia, 9 reconociendo la relación que tiene con su entorno y como este influye de manera directa en él. En el primer capítulo se inicia definiendo a la adolescencia, sus características y cómo influye en las conductas de riesgo y la conducta suicida. En el segundo capítulo, se enfoca en la conducta suicida en sí, como se define, los factores de riesgo y protección, así como la situación del suicido en México. Posteriormente en el capítulo tres se habla del acoso escolar, mostrando el estado actual con los principales hallazgos a nivel internacional, las consecuencias de pasar por este tipo de conductas y la situación actual en México. El capítulo 4 cierra la revisión de la literatura con la relación entre acoso escolar y riesgo suicida, las limitaciones de la literatura actual, y los modelos teóricos para entender estas asociaciones. Posteriormente en el capítulo 5 se describe la metodología de la investigación, en el capítulo 6 se presentan los resultados y por último en el capítulo 7 se realiza la discusión de los hallazgos, las limitaciones y aportaciones del estudio y las implicaciones para políticas públicas de salud y educativas. . 10 PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA Y JUSTIFICACIÓN. “José Luis de 14 años de edad, tenía unas semanas de haber ingresado a tercer año de secundaria, y desde el primer día había sido víctima de burlas por parte de sus compañeros que lo afectaron tanto que ayer decidió terminar con su vida, ahorcándose, en el municipio de Aramberri, en Nuevo León. El padre del adolescente ya había alertado a la directora de la secundaria, identificada como Zoraida Orozco González de la secundaria “Pablo Livas” quien hizo caso omiso. El día 05 de septiembre al medio día llego el menor a su casa, y con los ojos rojos de tanto llanto le comento a su madre queno quería volver a la escuela porque no soportaba más la situación, la madre trato de tranquilizarlo, pero a las 16:000 hrs. lo encontró en el patio colgado de un árbol, llevándolo a una clínica en donde se confirmó su muerte, los investigadores encontraron una carta que escribió el estudiante en la que pedía perdón a sus padres así como dejaba los nombres de sus compañeros que lo acosaban” (1) 06 de septiembre, 2016 Hechos como esté encontramos con mucha frecuencia en nuestro país lo cual ha comenzado a formar parte de nuestra vida cotidiana. Por lo tanto es de suma importancia observar la relación entre el acoso escolar y la conducta suicida ya que ambos fenómenos son de gran importancia en la actualidad en donde se puede notar un aumento en ambos. Dado que se ha observado un acrecentamiento en las tasas de suicidio en México, principalmente en los jóvenes de 15 años a 24 años de edad, ya que de 1980 al 2012 ha incrementado más del 150%, entre esta población el suicidio se ha convertido en la tercer causa de muerte (Borges et al 2010; Lozano et al 2013; WHO, 2014; Benjet 2016). 1. Aguilar, B. (2016) Menor se suicida tras ser víctima de bullying en NL. Diario Milenio recuperado el 15 de Enero 2017 de http://www.milenio.com/monterrey/Menor-suicida-victima-acoso- escolar_0_806319390. 10 11 Se debe agregar que el suicidio no puede ser atribuido a un solo factor, debido a que se encuentran implicadas diversas variables de tipo social, psicológico y biológico (Leenars, 1991). Sin embargo estudios recientes correlacionan estos dos temas, arrojando una relación entre el acoso escolar y las conductas suicidas, dichas investigaciones encontraron que los adolescentes que son sometidos a algún tipo de violencia dentro del contexto escolar incrementa la posibilidad de que algunos intente suicidarse (Hinduja & Patchim, 2010 en Mendoza, 2016) o bien lo completen (Klomek et al., 2009 en Mendoza, 2016). En México tanto el acoso escolar como el riesgo suicida forman parte de las principales problemáticas ya que se presentan con gran frecuencia, despertando el interés de los profesionales de la salud mental por llevar a cabo acciones antes de que la salud mental o física pueda verse afectada (Cowen, 2000). Cabe mencionar que a pesar de que el suicidio y el acoso escolar son temas que en las últimas décadas han sido objeto de muchas investigaciones, existen pocos estudios que se enfoquen a examinar los factores de riesgo tanto familiares como de relaciones entre pares asociados con el riesgo suicida como tal, es decir con la ideación, plan e intento de suicidio en los adolescentes (King & Merchant, 2008) De ahí que la presente investigación tenga como objetivo principal conocer la relación que existe entre diferentes formas de acoso escolar y conducta suicida, con el objetivo de contribuir con la literatura actual, debido a que aunque existe gran cantidad de investigación en ambos temas, y principalmente en el acoso escolar, debido a la difusión que tiene actualmente siendo identificada como una de las principales problemáticas a nivel internacional, en relación con el riesgo suicida no se ha dado la atención e investigación que requiere ya que aunque las otras consecuencias existentes dentro del acoso se den con mayor frecuencia y por ende hayan sido mayormente estudiadas, el suicidio es una de las más fatales y extremas que puede ocasionar, representando una problemática que puede ser prevenida y debe atenderse de la manera adecuada tanto por parte de los profesionales de la salud como por los docentes y la sociedad en general. 12 MARCO TEORICO CAPITULO I. ADOLESCENCIA 1.1 Definición de adolescencia La palabra adolescencia, como su etimología lo refiere, tiene una raíz del latín la cual proviene de adolescere, que significa crecer. Sin embargo el concepto es más complejo que el significado en sí, ya que este está formado por ciertos elementos que se modifican a lo largo del tiempo, como el contexto histórico, social y cultural, de manera que existen distintos planteamientos y abordajes del mismo. La adolescencia es una etapa que en gran medida está limitada por un componente biológico, sin embargo existen variaciones dependiendo de diversos factores ambientales. Por lo tanto el cambio que se da entre dejar la niñez y entrar a la vida adulta es un acontecimiento que en algunas culturas tradicionales suele ser celebrado por medio de rituales de transición, debido a que esté proceso no sólo está enfocado a un cambio en las funciones sexuales y reproductivas en la persona, sino que genera expectativas a nivel social, colocando creencias y roles específicos que deben cubrirse en esta etapa que los prepara para comenzar con el rol adulto, siendo así la sociedad y el status un elemento primordial en esta etapa de la vida humana (Pineda & Aliño, 1999). En nuestra sociedad actualmente el ingreso a la universidad representa para cierto sector de la población adolescente este cambio, está transición de una etapa a otra, en donde los alumnos de primer ingreso comienzan a adoptar un rol adulto. Por lo tanto es primordial definir en qué consiste la adolescencia. La Organización Mundial de la Salud (OMS) define a la adolescencia como un periodo del desarrollo humano, que surge después de los 10 años de edad y dura hasta los 19 años, colocando como fase de inicio la pubertad, sin embargo este proceso suele ser muy subjetivo dependiendo de la individualidad de cada persona. 13 El fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF, 2011) considera algunos elementos por los cuales delimitar en una definición el concepto de adolescencia sería muy complicado, uno de ellos es que depende la manera en que cada uno de los individuos experimenta de forma distinta esta etapa, aunque se tenga como conocimiento que la pubertad marca el inicio de la misma ésta suele ser distinta entre niñas y niños, e incluso entre personas del mismo sexo. Como segunda fuente de variación se debe considerar a la sociedad, y como esta marca pautas distintas para cada lugar geográfico. En cada país varia la edad que se considera como mayoría de edad, ya que en algunos como México está es alcanzada a los 18 años, sin embargo en la República Islámica de Irán la mayoría de edad en caso de las niñas es a los 9 años y 15 años en los niños, está diferencia es muy evidente, motivo por lo cual es importante no sólo reconocer la edad a la que se otorga esta “licencia” sino la permisividad en actividades que conlleva la misma, como votar, casarse, tener derecho a la propiedad o consumir sustancias toxicas legales. Ya que estás prácticas y la edad legalmente para comenzar a realizarlas está independiente de la madurez tanto física como psicológica que tenga una persona, de modo que este tipo de situaciones influye directamente en la forma en la que se concibe a la adolescencia y como ésta es vivida de formas muy distintas dependiendo el entorno social. En muchos países no es necesario contar con un permiso legal para ejercer dichas actividades, de tal forma el fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF, 2011) plantea que no existe un concepto único aceptado a nivel internacional sobre la adolescencia y como debe ser su interacción con el medio. Siendo así definir de forma clara y concreta en qué edad específica comienza y en qué edad termina es una de las principales controversias, ya que la adolescencia es ambigua, y muchas veces tiene variaciones individuales, de tal forma que la definición puede variar dependiendo de las aproximaciones teóricas desde donde se quiera abordar, por lo tanto más que un concepto universal puede observarse como un constructo teórico y social, el cual tendrá variaciones dependiendo la perspectiva con la que se quiera observar. 14 Ballesteros (1984) define a la adolescencia como un estadotrascendente en la vida de cada ser humano, ya que es una etapa en donde se define la identidad afectiva, psicológica y social tanto en hombres como en mujeres. En este periodo de evolución se pretende alcanzar la madurez presentando cambios a nivel físico, psicológico y social que se manifiesta en cada persona con diferente intensidad (Cárdenas, 2004). Es así que la adolescencia es una etapa en el ciclo de vida de todo ser humano, es un periodo ubicado entre la infancia y la adultez, que no se distingue por ser un proceso único, sino un periodo en donde ocurre una transición del desarrollo implicando cambios a diferentes niveles, y que presenta variaciones dependiendo de lo antes mencionado, sin olvidar que no es un concepto estático, por lo cual se encuentra en constante cambio (Papalia et al, 2001). 1.2 Características de la adolescencia La adolescencia y la pubertad son dos conceptos que suelen confundirse muy frecuentemente, por lo cual es necesario hacer una diferencia entre estas; la pubertad es la fase del desarrollo del organismo en la que el crecimiento físico alcanza su completa madurez, mientras que la adolescencia es aquella fase en donde ocurren cambios generales en distintas áreas (físico, psicológico y social) de una persona, las cuales se caracterizan por tener un grado de intensidad y desarmonía (Parolari, 2005). 1.2.1 Cambios biológicos Estos cambios suelen aparecer en la pubertad, ya que forman parte de un proceso que tiene como objetivo conducir a los adolescentes a una madurez sexual, es decir a la fertilidad con la finalidad de poder reproducirse (Viner, 2005 en Parolari, 2005), y tener la capacidad para satisfacer el deseo sexual. La edad promedio para presentar estos cambios es entre los 8 y los 13 años, cabe mencionar que tarda más tiempo (entre 2 años) en comenzar los cambios en los niños siendo como principal signo el aumento del volumen testicular, mientas que 15 en las niñas aparece el botón mamario (telarca) y aproximadamente 2 años después comienza la menstruación (menarca) (Zanon en Martinis, 2008). A continuación se muestra un cuadro con los principales cambios tanto en hombres como mujeres durante esta etapa de su vida que da inicio en la pubertad: 16 Tabla 1. Cambios físicos en la adolescencia HOMBRES (Debido a la producción de andrógenos principalmente la testosterona en los testículos)(Papalia y Duskin, 2012) MUJERES (Debido a la producción de estrógenos en los ovarios) (Papalia y Duskin, 2012) EN COMÚN Desarrollo óseo y muscular ensanchándose los hombros y la espalda. Cambio de voz (engrosamiento). Aumento de vello corporal. Disminuye la grasa en el cuerpo. Crecimiento de pechos. Crecimiento de testículos, próstata y pene. Espermarquia. Ensanchamiento de caderas. Desarrollo muscular y acumulación de grasa principalmente en las caderas y muslos. Aparición de vello pélvico y axilar. Cambio de voz (más fina). Crecimiento de senos. Crecimiento de labios mayores, menores, clítoris, vagina y útero. Inicia la menstruación. Aumento de estatura. Mayor producción y secreción de sudor. Acumulación de grasa: Acné. Maduración y crecimiento de los genitales externos. Cambio en el pigmento de los pezones. Nota: Elaboración propia basado en Papalia y Duskin, 2012. Es importante conocer que el periodo en el que aparecen cada uno de estos cambios es distinto tanto en hombres como en mujeres así como está implicada la 17 individualidad ya que depende de elementos genéticos, hábitos de vida, lugar geográfico donde se encuentren; en el caso de las mujeres suele alcanzarse su ganancia máxima antes de la menarca, y esto es debido a que una vez que esta comienza se entra en una fase lenta del desarrollo (Viner, 2005 en Parolari, 2005). Mientras que en el caso de los hombres se sostiene por más tiempo y el pico más alto de crecimiento se alcanza en la penúltima etapa del desarrollo (Viegas 2008, en Martanis 2008). Todos estos cambios son producidos por el sistema nervioso, principalmente el hipotálamo, el sistema endócrino: la hipófisis, tiroides, glándulas suprarrenales y gónadas. Ambos sistemas producen hormonas, sexuales y de crecimiento que son las responsables de dicho proceso físico en los adolescentes (Marti y Onrubia, 1997 en Acosta, 2008). Cabe mencionar que en ocasiones las características sexuales suele aparecer antes de lo esperado, conociéndose como pubertad temprana, la aparición de signos de pubertad a los 8 años es considerado pubertad temprana en niñas en quienes es más común que esto ocurra, mientras que para los niños es a los 9 años, de manera que las niñas que comienzan a menstruar antes que el promedio pueden tener dificultades para mantener relaciones interpersonales entre niños que se desarrollaron a una tasa similar (Petersen et al, 1991 en Mendle, Turkheimer & Emery, 2007) mientras que para los niños incrementa la agresividad y el surgimiento del apetito sexual, lo que ocasiona que sean más susceptibles a presentar depresión lo cual puede llevar a la aparición de conductas suicidas, padecimientos físicos, problemas en la escuela tanto a nivel académico como social, consumo de sustancias, inicio de la vida sexual precoz o desórdenes alimenticios; en ambos casos estas diferencias suelen ser objeto de burla por parte de sus compañeros, desencadenando problemas psicológicos, como baja autoestima o autoconcepto (Mendle, Turkheimer & Emery, 2007). 1.2.2 Cambios cognitivos Los adolescentes no sólo continúan desarrollándose físicamente, por lo tanto no sólo lucen de forma distinta, sino que también cambia su pensamiento, teniendo 18 un razonamiento abstracto y la capacidad de elaborar juicios morales complejos, aunque se podría considerar que tienen un pensamiento aún inmaduro, pueden prever el futuro de una forma más centrada en la realidad (Papalia & Duskin, 2012) Con respecto a este cambio, Piaget (1975) plantea que el nivel más alto del desarrollo cognoscitivo es el de las operaciones formales en donde se adquiere el pensamiento abstracto. Los adolescentes entran en este nivel de pensamiento alrededor de los 11 años lo cual les permite una nueva interacción con su medio así como una manipulación de la información recibida completamente distinta a la infancia. Se elimina el considerar únicamente el presente, y se adquiere la capacidad para ubicarse en tiempo histórico y espacio específico, de igual forma los símbolos adquieren un nuevo sentido en donde estos pueden utilizarse para representar otros símbolos de forma que la habilidad matemática se modifica llevándolos a un nivel de aprendizaje superior. Por otra parte las metáforas y las alegorías pueden ser percibidas e interpretadas con mayor claridad, formulando hipótesis y considerando las probabilidades o posibilidades no sólo de lo que es sino de lo que podría ser, adquiriendo un razonamiento hipotético-deductivo (Papalia, 2001) Estos cambios en el procesamiento de la información es un reflejo de la maduración que se adquiere a nivel físico en los lóbulos frontales del cerebro lo cual puede sustentar los avances cognitivos que plantea Piaget, estos avances/procesos se dividen en 2 categorías: el cambio estructural y el cambio funcional. El cambio estructural abarca modificaciones en la memoria de trabajo y en la cantidad creciente de conocimiento que se encuentra almacenado en la memoria a largo plazo, llevando a los adolescentes a percibir su vida de forma distinta ya que ahora pueden lidiar con problemas más complejos o decisiones que abarquen varias piezas de información almacenada (Martín, 2016, Papalia, 2012). 19 Por otra parte el cambio funcional está enfocado al aprendizaje, el recuerdo y el razonamiento, de manera que estosprocesos se enfocan en obtener, manejar y retener la información percibida por el adolescente, dentro de las modificaciones más importantes encontramos que tienen la capacidad para tomar decisiones, atención selectiva, control de sus impulsos y su memoria de trabajo. Sin embargo es necesario hacer una observación en ese punto, la toma de decisiones, el razonamiento y el control de los impulsos se modifican preparando al adolescente para una etapa adulta en donde es necesario tener la capacidad de prever el futuro, de manera que la conducta dirigida a objetivos requiere el control de los impulsos o la capacidad de demora, es decir el retraso de la gratificación para la optimización de los resultados; esta capacidad y cambios suelen madurar poco después de la adolescencia, por lo tanto la impulsividad es una característica primordial de esta etapa (Bogin, 1994). A su vez surge una modificación en el lenguaje debido a que pueden expresar relaciones lógicas entre oraciones y frases, adquiriendo una habilidad para tomar una perspectiva social que les permita debatir acerca de conceptos abstractos como la justicia, entendiendo el punto de vista de otro y nivel de conocimiento, es decir toman consciencia de las palabras como símbolos que poseen más de un significado y uso, conociendo que el significado de éstas tiene mucha carga social y moral. De manera que estas modificaciones se ven reflejadas en cambios psicológicos. Siendo así que su nivel de empatía aumenta, permitiendo la resolución de problemas sociales, establecer relaciones interpersonales y notar la importancia que tiene el entorno en donde se desarrollan, ya que se modifica el sentido de reconocerse como seres pertenecientes a una sociedad (Piaget, 1975).Con esto se puede observar mayor importancia del área psicosocial en su vida, más específicamente relación entre iguales en el ámbito escolar (Bogin, 1994). 20 1.2.2.1 Concepción de la muerte en la adolescencia Teniendo en cuenta todas estas modificaciones a nivel de pensamiento, ocurridas durante esta etapa, cabe mencionar que en la adolescencia también se modifica la concepción acerca de la muerte, ya que a diferencia de la niñez comienzan a adquirir los componentes del concepto adulto de la misma; la universalidad refiriéndose a que le ocurre a todo ser viviente, irreversibilidad es decir que no se puede volver a la vida, causalidad componente enfocado a plantear que se produce por alguna razón, y la no funcionalidad, concepto que se refiere al cesamiento de toda actividad (Noppe & Noppe, 1997). Además podemos decir que los adolescentes relacionan a la muerte con conceptos religiosos y filosóficos que los llevan a considerar teorías sobre la vida después de la muerte (Tamm & Granqvist, 1995). Podría parecer que el concepto que van adquiriendo tiene elementos que se contraponen tales como el sistema de creencias o las ideas que se generan al momento de considerar vida después de la muerte, es decir una existencia no corpórea, y el adquirir el conocimiento enfocado a que la muerte es algo definitivo e irreversible. Sin embargo la asociación entres estos no es una contradicción, sino un mecanismo de defensa que se crea para hacer frente a situaciones tan dolorosas. Estas proporcionan beneficios psicológicos como, proporcionar apoyo emocional, control cognoscitivo, regulación moral y forman parte de una identidad grupal (Ramos, 1992). Siendo así el concepto maduro sobre la muerte se deba observar desde un punto de vista únicamente cognitivo, de manera que no se debe aplicar de la misma forma a los factores emocionales, vivenciales y afectivos, más que entrar dentro del mismo esquema (Noppe & Noppe, 1997), interactúan de forma conjunta para formar en el adolescente un concepto sobre la muerte y con esto darle significancia en su vida. El adolescente al adquirir un nuevo nivel de pensamiento junto con nuevos conocimientos acerca de la muerte, debe hacer una integración a modo personal 21 sobre el significado que adquiere en su vida, mismo que tomará en cuenta aspectos como la experiencia individual ante este tipo de situaciones así como la formación de su nueva identidad enfocándonos en sistemas de creencias, ya que la concepción de la muerte va más allá de un componente biológico, implicando otras áreas del pensamientos. Siendo así en esta etapa se deja de percibir al fallecimiento como algo externo o lejano, comienza a situarse como una posibilidad que puede ocurrir a nivel personal, lo cual implicaría una pérdida de su propia existencia. Sin embargo este cambio cognitivo acerca de la muerte presenta algunas variaciones dependiendo la etapa de la adolescencia, cabe mencionar que las características del pensamiento adolescente están sujetas a dichas etapa, las cuales podemos apreciar en la tabla 2, que se presenta a continuación: Tabla 2 Características del pensamiento adolescente sobre la muerte Etapa Principales características de pensamiento Adolescencia temprana Poco frecuente tener experiencias directas con la muerte Poca información sobre el tema Falta de preocupación por la muerte Se habla hipotéticamente de su propia muerte es decir de forma alejada Angustia generada por su propia muerte se relaciona con sentimientos de otros más que los propios No les preocupa dejar un legado o ser recordados si fallecieran Se comienza a presentar el concepto adulto de la muerte No incluyen ideas de continuidad extracorpórea. Adolescencia intermedia Pocas experiencias con la muerte 22 Cuando ocurre alguna experiencia con la muerte toma una postura egocentrista Busca más información acerca de la muerte Se plantea la continuidad de la vida después de la muerte Inicia la preocupación por fallecer y la manera en que ocurrirá. Le angustia que no logre realizar sus planes antes de morir Comienza a darle importancia en dejar un legado o ser recordado si llegara a fallecer Adolescencia tardía Las experiencias con la muerte aumentan ocasionando deseos de desapegarse de personas cercanas. Piensan en defensas que podría usar ante la pérdida. Se tiene la creencia de que existe la continuidad después de la muerte Les preocupa dejar un legado o ser recordado Les angustia tener que separarse de sus seres queridos Aún hay falta de preocupación por su propia muerte Se tiene completamente o casi el concepto adulto de la muerte Nota: Elaboración propia basada en (Pryor, J, s.f) Es así que a pesar de que el adolescente desde la pubertad comience a tener presentes los elementos que componen el concepto adulto sobre la muerte, vaya evolucionando su pensamiento en torno a este tema; si bien es cierto la evolución al igual que la adolescencia suele tener variables individuales que intervienen en dicho desarrollo. 1.2.2.2 Fundamentos fisiológicos: Desarrollo cerebral Por último es necesario mencionar que estos cambios se fundamentan en cambios a nivel orgánico, durante la infancia se tiene un aumento desorbitado de neuronas y de conexiones nerviosas las cuales se mantendrán en el organismo 23 siempre y cuando éstas sean utilizadas, de manera que una vez alcanzando los 12 o 13 años de edad aproximadamente, es decir entrando a la adolescencia se continua el desarrollo del cerebro por medio de una reducción a la que se le conoce como “poda neuronal”, en donde se eliminan las conexiones innecesarias o inútiles. Comienza en la zona posterior del cerebro y termina en la corteza prefrontal, uno de los motivos por el cual esta parte del cerebro encargada del razonamiento, la toma de decisiones y en cierta medida el control de las emociones llega a su madurez en los primeros años de la adultez. Sin embargo la corteza prefrontal no es la única estructura responsable de los cambios durante la adolescencia,el sistema límbico el cual está formado por el hipocampo, la amígdala, el septum pellucidum, los núcleos talamicos anteriores y las circunvoluciones del cíngulo es el encargado de controlar las emociones, motivación, aprendizaje y la memoria. Siendo así a esta edad se vuelven más complejos los procesos que deben realizarse ya que las situaciones a las que se enfrenta de igual forma se vuelven más complejas (Oliva, 2007). Por otra parte los procesos que ocurren en estas estructuras también influyen de manera directa; la mielinizacion es uno de ellos, y tiene mayor relevancia durante esta etapa ya que no sólo se tiene un incremento, sino que las redes se vuelven más grandes y complejas. Cabe mencionar que las áreas frontales de igual forma son las últimas en mielinizarse (Casey et al., 2008). De manera que observamos que estas dos áreas primordiales pasan por una serie de cambios a lo largo de esta etapa, de manera que para encontrar un equilibrio entre la razón y la emoción, para el adolescente suele ser uno de los principales conflictos a los que se enfrentan en esta etapa de su vida, ya que aunque se espera que la neocorteza sea la encargada de dominar a la razón, y mantenga el control sobre el sistema límbico (control de emociones) en situaciones de riesgo, con los adolescentes la situación es distinta y hay momentos en donde la amígdala es la encargada de controlar la situación; esta situación ocurre más de lo que se piensa, es decir los adolescentes se caracterizan por ser impulsivos, colocándose en situaciones de riesgo constantemente. 24 Siendo así el riesgo, el peligro y la impulsividad unas de las características que podrían describir el comportamiento adolescente. Comienzan a adquirir la capacidad de planeación, se modifica su pensamiento pasando a un nivel superior de racionalidad, la toma de decisiones y el análisis de las mismas comienza a cobrar un papel fundamental. En otras palabras se puede decir que muestran niveles adultos de capacidad intelectual (Reyna & Farley, 2006) sin embargo es importante mencionar que a pesar de estas nuevas habilidades, no cuentan con la capacidad para anular los impulsos en situaciones con una gran carga emocional. Hay que mencionar además que el contexto ambiental y el significado emocional de las decisiones influyen mucho en el adolescente (Steinberg, 2005) incluso más que dichas capacidades intelectuales. Finalmente el incremento de actividad en el núcleo accumbens, contribuye a dicha explicación, pues este es el encargado de la búsqueda de recompensas por el comportamiento o en los circuitos del placer y la exploración, lo que da como resultado que a pesar de apreciar el peligro y poder prever el futuro los adolescentes den mayor importancia a la recompensa que recibirán por las conductas de riesgo a las cuales pueden estar expuestos (Oliva, 2007). 1.2.3 Cambios psicológicos El crecimiento, evolución o maduración en cada etapa está caracterizado por una crisis, un cambio no sólo a nivel estructural o biológico, sino también a nivel psicológico y social; el hablar de una crisis no hace referencia a hablar de un problema como suele pensarse de forma común. Ya que etimológicamente la palabra crisis tiene un origen griego, que proviene de crino lo cual significa separar o cambiar. Esto enfocado a la adolescencia es cambiar de dirección de una etapa del pasado al futuro, con el objetivo de adquirir una maduración interior, y aunque hablar de maduración podría resultar muy subjetivo, esta se refiere a la consolidación de una estructura psicológica que terminará de definir la personalidad de cada uno (Parolari, 2005). 25 Sin embargo para poder definir la personalidad, es necesario tener un autoconocimiento y autoconcepto, que no sólo se modifica sino que también se consolida. Para entender mejor esto debemos hablar de los cambios físicos, estos traen consigo una alteración en la imagen corporal que perciben de ellos mismos, con ello el sentido del yo se ve modificado. De igual manera hay un cambio a nivel de pensamiento, ya que esta área demanda que el autoconcepto sea más complejo y perfeccionado. Esto no sólo se ve reflejado en este sentido, sino también en el contexto social, pues influye en el sentido de los roles que se deben ejercer en esta etapa, de manera que el adolescente debe tomar decisiones para precisar su camino, que implican un cambio en cada una de las áreas de su vida (Aguirre, 1994). Todos estos aspectos contribuyen a la formación de la identidad, pues se relacionan de forma conjunta para formar la personalidad. De manera que definir la identidad que te caracteriza, durante la adolescencia es una de las principales búsquedas, ya que como plantea Erikson (1950) el adolescente se esfuerza para poder encontrar el sentido del yo, lo cual forma parte de un proceso saludable y de vital importancia que tiene como base los resultados de las etapas anteriores como la confianza y autonomía que ha adquirido a lo largo del tiempo (Papalia, 2012). De manera que, en la Teoría de Erikson (1968), especifica que durante la etapa de la adolescencia el conflicto que se debe superar es la crisis de identidad frente a la confusión, de acuerdo con el mismo autor, la identidad es necesario construirla, por medio de la resolución de conflictos que abarcar distintas áreas, entre las cuales se encuentra la vocación u ocupación , el desarrollo de creencias y la internalización de valores, la identificación ideológica, pertenecer a un grupo social y desarrollar una identidad sexual que sea satisfactoria para él, conllevando con esto adopción de roles y orientación sexual. Es por esto que la exploración de los aspectos mencionado anteriormente y el compromiso ante ellos genera cuatro estados de formación de la identidad en los adolescentes (Marcia, 1980 en Coleman & Henry, 1999) cuyo objetivo de 26 encontrar un sentido en cada una de estas áreas y resolver la crisis de identidad es que el adolescente obtenga una lealtad, una fidelidad para así encontrar una pertenencia social: 1. Identidad difusa, es caracterizada por la falta de compromiso en algún ámbito de esta etapa así como una limitación ya que no ha explorado las alternativas existentes. 2. Identidad fracasada, es cuando existe el compromiso sin embargo no se explora. 3. Identidad moratoria, de modo contrario existe una exploración activa pero no el compromiso. 4. Logro de identidad, es la obtención del éxito en la búsqueda de la identidad, ya que se tiene una exploración un compromiso. Sin embargo es necesario reconocer la interacción que hace el adolescente con el medio, ya que la relación que surge entre estos no es en un solo sentido, sino de forma recíproca ya que el contexto donde se desarrolla, y surge este proceso de socialización funge como un modelo de roles y agentes sociales. La familia que forma parte de su entorno social inmediato influye de gran manera en la formación y búsqueda de esta identidad de forma que la relación que exista en esta área es de suma importancia, debido a que los padre pueden fomentar el desarrollo de la autonomía por medio de exigencias de madurez, razonamiento deductivo y apertura de la experiencia, así como son los encargados de brindar afecto, aceptación y comunicación que le permitan crear una imagen positiva de sí mismos. A pesar de que la familia del adolescente forme parte de su entorno social inmediato no es el único núcleo con el que mantiene un contacto social, las relaciones interpersonales entre iguales adquieren una relevancia mayor, en donde se le debe dar importancia al desarrollo psicosocial entre iguales, por tal motivo Jones, Valrtaus, Jackson y Morrill (2014 en Coleman & Henry, 1999) estudiaron la forma en que la amistad puede influir en dicho desarrollo y en la creación de la identidad, encontrando que el apoyode una amistad ayudó predecir 27 en un 3.2% el logro de identidad, el 2.4% para la identidad moratoria y un 2.5% para la identidad difusa, sin tener hallazgos sobre la identidad enfrascada, es decir que el tener conflictos dentro de este círculo social se relaciona positivamente con la creación de una identidad moratoria y difusa, así como el contar con el apoyo se relaciona con el logro de la identidad. Por esto las relaciones íntimas son esenciales durante esta etapa de la vida, el pertenecer a un grupo permite compartir y encontrar comprensión, empatía, confianza, y aceptación, satisfaciendo las necesidades emocionales y sociales que permitan comprender el mundo social. Todo esto nos lleva a un punto primordial dentro de la vida adolescente, las relaciones interpersonales, la conformación de grupos entre iguales, la pertenencia a estos, proporciona una identificación afectiva generando pautas comportamentales, ya que al encontrarse en la misma etapa logran apoyarse mutuamente para aclarar la confusión de roles y promover la consolidación ideológica. Se debe agregar que las relaciones interpersonales creadas en esta etapa influyen de manera significativa en la vida de los adolescentes, ya que el valor que se coloca a las opiniones y expectativas que se tiene de ellos a este nivel es muy grande, debido a que hay estudios que demuestran que el no contar con redes de apoyo a este nivel puede ser un factor de riesgo que ocasione un inicio de la vida sexual temprano, consumo de sustancias toxicas y una imagen corporal distorsionada (Brown & Larson, 2009). La influencia de los pares tiene un punto máximo el cual oscila entre los 12 y 13 años de edad lo cual va disminuyendo en la adolescencia media y tardía. Este tipo de relaciones brindan un lugar para experimentar las situaciones de transición entre la niñez y la vida adulta, representan un escenario en donde cada una de las personas puede adquirir su individualidad, convertirse en un ser autónomo e independiente de sus padres con quienes ha establecido una relación ambivalente por la dependencia que aún tiene con ellos, es una prueba de la realidad que les espera durante su vida adulta, permitiéndoles expresar sus sentimientos y 28 emociones, definiendo su identidad y validando su autoestima (Buhrmester, 1996, en Papalia et al, 2001). De manera que los adolescentes que cuentan con este tipo de red de apoyo, es decir con amistades cercanas y estables tienen una opinión de sí mismos positiva, al igual que sus comportamientos, poseen habilidades sociales y es poco probable que presenten síntomas de depresión, ansiedad o que se manejen de una forma hostil (Berndt y Pery, 1990; Buhrmester, 1990; Hartup y Stevens, 1999). Finalmente como se mencionaba es una relación bidireccional, el tener buenas relaciones sociales fomenta una adaptación positiva ante el medio, que a su vez fomenta las buenas amistades. 1.3 Etapas de la adolescencia Como sabemos la adolescencia no es un momento específico en la vida del ser humano, es una transición y un proceso construido que requiere tiempo para alcanzar la culminación del mismo, entonces la adolescencia se divide en tres etapas básicas: adolescencia temprana, adolescencia media y adolescencia tardía (Casas &Ceñal en Coleman & Hendry, 1999). La adolescencia temprana: Es la primera de las fases, y se presenta aproximadamente entre los 11 y 13 años de edad. Aparece con la pubertad, siendo caracterizada por la velocidad en que se surgen y se desarrollan los cambios físicos, apareciendo los cambios sexuales secundarios, por la parte psicológica y social, no se ven afectados de manera general, estos están más enfocados a la forma en que se modifica la percepción de su apariencia física generando curiosidad y una sensación de extrañeza. Estos sentimientos y emociones se relacionan de forma directa con su entorno social, la relación entre pares se fortalece ya que al encontrarse en la misma etapa logran una identificación que fortalece dichos vínculos. Finalmente, en el área cognitiva los cambios aún no son evidentes, el pensamiento abstracto comienza su desarrollo y con esto las demás habilidades no se tornan evidentes. 29 La adolescencia media: (14-17 años) Cuando se llega a esta fase la pubertad ha finalizado casi en su totalidad, alcanzando aproximadamente la maduración sexual por completo, lo cual significa que los cambios físicos en los órganos sexuales han concluido, causando a su vez que su apariencia física y el resto de los cambios mencionados anteriormente sean muy evidentes. Por otra parte, el pensamiento abstracto está más consolidado, permitiendo prever el futuro de una mejor manera. Sin embargo, es importante mencionar el impacto que las situaciones de alto riesgo como el estrés podrían mermar poner en práctica esta nueva forma de concebir el mundo, ya que ante ciertas situaciones que sean percibidas como amenazas para él, puede volver a un pensamiento concreto limitando su capacidad para ver las implicaciones futuras de sus actos. El entorno social continúa siendo significativo. Sin embargo, la imagen que tiene de sí mismo comienza a adquirir sentido, pudiendo identificar su rol y proyectarlo ante el mundo, con el que interactúa de una forma egocéntrica, queriendo obtener atención y aprobación social, así como tiene sentimientos de fortaleza e invulnerabilidad, existiendo mayor probabilidad de colocarse en situaciones de riesgo. Un punto importante es que en el área sexual el contacto se incrementa, ya que no sólo continua la necesidad de exploración que se encuentra en la adolescencia temprana, sino que ahora surge el deseo sexual mientras que la atracción permanece y se potencializa como una de sus prioridades. Adolescencia tardía: (17-21 años) Es la última etapa de la adolescencia antes de llegar a la adultez por lo cual los cambios físicos y sexuales han cesado, siendo capaces de reproducirse. El pensamiento abstracto ya está desarrollado por completo, aunque el nivel y el ritmo que cada persona alcance pueden estar influidos por factores tanto individuales como del medio donde se desarrolla. La forma en que interactúa con el mundo ha sido por medio de asumir el rol que se espera de él, conllevándolo a un incremento de las responsabilidades por sus comportamientos, 30 enfrentándose a las exigencias del mundo adulto. Finalmente la pertenecía social continúa siendo fundamental debido a que la necesidad de aprobación y atención por parte de los pares continua siendo de su interés sin embargo esto es enfocado a construir relaciones interpersonales más sólidas. 1.3.1 Adultez emergente Conviene subrayar, que como bien se ha mencionado existe una edad estimada tanto para el inicio de la pubertad como de la adolescencia. Sin embargo esto suele variar de manera individual, ya que existen características tanto personales como ambientales que pueden favorecer a que los cambios presentes en estas etapas surjan antes que lo estimado. Cabe mencionar que estas edades también han presentado variaciones lo largo del tiempo, pues siglos atrás la adolescencia y la pubertad comenzaban años después, al igual que terminaban antes, pues las demandas sociales e históricas pedían dar un salto a la adultez casi de manera inmediata. De hecho cuando comenzó la investigación sobre la adolescencia Hall en 1904 definió que esta comenzaba a los 14 años y terminaba hasta los 24, mientras que actualmente se considera que esta da inicio con la pubertad a los 10 y finaliza con la adolescencia tardía a los 18 o 19 años aproximadamente. La cual termina no sólo porque alcanzan su punto máximo los cambios fisiológicos, sino debido a demandas sociales tales como la transformación académica, es decir pasar de una escuela a otra en donde implican mayor responsabilidades y con ello más independenciaen cuanto a la toma de decisiones (Arnett, 2008). Siendo así actualmente la adolescencia termina o se extiende años después de lo definido como adolescencia tardía, y terminando este periodo aún no se puede considerar que han pasado a ser adultos jóvenes, puesto que muchas de las transiciones que deben darse en esta fase aún no terminan, siendo así es necesario considerar una nueva etapa que forma parte de la transición entre dejar de ser adolescente y comenzar a ser un adulto joven, es decir la adultez emergente se extiende de los 18 a los 25 años aproximadamente y se caracteriza 31 por ser la edad exploratoria de identidad, de enfocarse en uno mismo, de sentir emociones que lo hacen percibirse incompleto, inestable e incluso la etapa de las posibilidades, siendo estas cinco características las que definen a esta etapa (Arnett, 2008). Las anteriores características se esclarecerán en lo que sigue, pues el explorar la identidad hace referencia a que se descubren posibilidades en las relaciones interpersonales, en lo académico e incluso en lo laboral, siendo estas más duraderas que en la adolescencia, llevándolos a conocer con mayor claridad sus capacidades y limitaciones, aumentando su autoconocimiento para formar una idea clara de quienes son en realidad. Llevando a la siguiente característica, la inestabilidad, ya que a medida que se realiza este descubrimiento, esta exploración, pasan por muchos cambios y modificaciones en su vida colocándolos en una inestabilidad. Se centran en uno mismo puesto que las decisiones que van tomando son las que definirán su futuro, si deciden mudarse, tener hijos, estudiar una carrera o un posgrado, depender de sus padres o conseguir un trabajo, son aspectos en los que se enfocan para convertirse en personas autosuficientes. La adultez emergente también es caracterizada por sentirse incompleto o en medio y esto es debido a que ya no es concebido como un adolescente, pero tampoco lo es como un adulto, esto es debido a un sentimiento que los hace percibir que aún no terminan el periodo de transición en la vida para convertirse en un adulto en plenitud. Finalmente, es la edad de las posibilidades, ya que aquí pueden tomar distintos caminos, distintos futuros, es una edad para transformarse en lo que deseen ser (Arnett, 2008). Es necesario mencionar que este fenómeno reciente no se encuentra presente en todas las culturas, sólo aparece en dónde se requiere mayor educación y por lo tanto existen posibilidades de ingresar a estudiar una profesión a nivel superior (Facio, Resett & Micocci, 2015) al igual que en donde es posible aplazar el matrimonio y la paternidad, es decir los roles que caracterizan el ser adultos (Arnett, 2000) de manera que los principales países en donde podemos observar más este fenómeno es en los países con mayor industrialización como, Estados 32 Unidos, Canadá, casi toda Europa, Australia, Nueva Zelanda y Japón (Arnett 2000; Bynner, 2005 en Arnett, 2008, Chisholm & Hurrelmann, 1995 en Arnett, 2008). 1.3.1.1 Principales cambios en la adultez emergente en comparación con la adolescencia Como bien hemos visto la adultez emergente ocurre inmediatamente después de que termina la adolescencia tardía, sin embargo en la adolescencia aún no se terminan de desarrollar por completo en el ámbito físico, cognitivo y psicológico, por ello existen algunas variaciones a comparación de la etapa anterior, las cuales están enfocadas en continuar con el desarrollo que comenzó años atrás y las cuales podemos observar a continuación: Tabla 3 Principales cambios en la adultez emergente Área Principales cambios Física El funcionamiento físico alcanza su nivel más alto. Se alcanza la estatura máxima Aumenta la densidad de los huesos Alcanzan su nivel más alto de resistencia física la cuál es conocida como máxima obtención de oxígeno A los 25 años la potencia cardiaca alcanza su máximo nivel. Menor susceptibilidad a las enfermedades aunque se descuide un poco su salud ya que no asisten a los hospitales, tienen mala nutrición, falta de sueño o mayor tensión El sistema inmunológico es más eficiente Los accidentes automovilísticos suelen ser la principal causa de muerte seguida del homicidio. Aumentan las tasas de contagio de enfermedades de transmisión sexual 33 Cognitiva Capacidad de pensamiento abstracto por completo Aumenta el pragmatismo Se adquiere la capacidad de tener un juicio reflexivo Mayor reconocimiento e incorporación de limitaciones prácticas al pensamiento lógico Pensamiento dialectico, es decir incluir una consciencia creciente de que los problemas y las soluciones. Pensamiento múltiple más que dualista Capacidad de comprometerse Psicológica Aumenta la autonomía Disminución de la religiosidad Fe de individuación-reflexiva Aumenta el autoestima Aumenta el autoconocimiento Menos susceptibles a las criticas Mejora la relación con los padres Desarrollo de la identidad más evidente Desarrollo de un sistema de valores Nota: Elaboración propia basada en Arnett, 2008. Podemos concluir que en cada uno de los tres ámbitos se presentan modificaciones, y aunque muchas de estas son el continuo de los cambios iniciados en la pubertad y continuados en la adolescencia, podemos encontrar que alcanzan su nivel máximo. Cabe mencionar que las conductas de riesgo son algo que continua presente en esta etapa, de manera que las tasas de suicidio que han incrementado en los últimos años también incluyen a este tipo de población, que si bien ha adquirido nuevas habilidades en cuanto a pensamiento, continua atravesando una etapa caracterizada de grandes cambios que suelen ser percibidos como estresantes (Arnett, 2008). 34 1.4 Conductas de riesgo, mortalidad y suicidio en los adolescentes y adultos emergentes. Si consideramos que la adolescencia es una etapa caracterizada por cambios a nivel biológico, físico y psicológico, en donde el cerebro continúa su desarrollo, con el objetivo de proporcionar herramientas necesarias para hacer frente a la vida adulta, observaremos que la nueva experiencia que enfrentan los puede llevar a vivir situaciones que son consideras o percibidas como estresantes (Arenas, 2013 en Mendoza, 2016). Estas situaciones forman parte de su entorno social el cual puede ser inmediato o se puede encontrar un poco más alejado del adolescente pero que de igual forma emerge y causa alguna influencia en el mismo. De manera que el entorno social no sólo abarca a un número limitado de personas, sino que está constituido por diferentes áreas en su vida, en donde se mantiene en contacto ya sea directo o indirecto con sistemas que se correlacionan entre sí; Bronfenbrenner (1979, citado en Shaffer 2000) concibe al individuo como una parte inseparable de su ambiente; proponiendo un modelo para explicar los procesos del desarrollo, en donde plantea un modelo que tiene como principal objetivo integrar los diferentes niveles de interacción biopsicosocial, explicando la ecología del desarrollo humano, es decir, de qué forma los procesos mediante los que una persona y las propiedades psicológicas cambiantes de su entorno inmediato influyen mutuamente, ya que la interacción entre el entorno y el adolescente es bidireccional, recíproca. Cada una de las cinco etapas planteadas dentro de esta teoría (microsistema, mesosistema, exosistema, macrosistema y cronosistema) tienen una influencia dentro de la vida del adolescente aunque ésta varíe dependiendo de cada persona. Teniendo en cuenta las características de esta etapa, como la sensación de invulnerabilidad, percibir a la muerte como algo impropio, necesidad de experimentar cosas nuevas, susceptibilidad a la influencia social, necesidad de transgresión a las normas en busca de una identidad y autonomía y ladificultad para planificar (Coleman & Hendry, 1999), podemos hablar del impacto que tiene en el ambiente en la conducta adolescente, lo cual puede estar relacionado con el 35 incremento o la aparición de conductas que traen consigo consecuencias nocivas (Fonseca, 2010), es decir conductas de riesgo. Las cuales suelen ser características de esta época, por lo cual existen estudios que se han encargado de estudiar las mismas. En España, un estudio realizado en Murcia en el 2010 encontró que el 25% de los adolescentes que estudian, realizan acciones con riesgo social y para su salud, encontrándose entre las principales: Consumo de drogas, conducir bajo el efecto del alcohol, fracaso escolar y acoso escolar (Cerezo & Méndez, 2012). Otros estudios demuestran lo mismo; en el Youth Risk Behavior Suveilance (YRBS) de los Estados Unidos, Kann et al. (2013), en una población de estudiantes norteamericanos hallaron que el 64.7% mientras conducían enviaban mensajes de texto, el 34.9% había bebido alcohol y el 23.4% consumido alguna sustancia psicoactiva y el 8% había intentado suicidarse (Mendoza, 2016). Sin embargo estas conductas de riesgo no pueden ser atribuidas únicamente a características de la edad, ya que existen elementos que incrementa la vulnerabilidad a llevar a cabo este tipo de comportamientos, estos son conocidos como factores de riesgo. Los factores de riesgo pueden ser definidos como elementos que tienen alta probabilidad de causar un daño o resultado no deseado en los adolescentes abarcando distintas áreas en su vida como pueden ser factores familiares, sociales o individuales (Hernández, 1996). Algunos ejemplos de este tipo de riesgos a los que se enfrenta o podría enfrentarse un adolescente se muestran a continuación: 36 Tabla 4. Ejemplo de factores de riesgo Área Individual (Psicológicos, biológicos) Familiar Económica, ambiental y social Factores de riesgo Características de la personalidad Inseguridad Baja autoestima Ansiedad Depresión Dependencia Evitación Manifestaciones de rebeldía Trastornos psicológicos. Consumo de sustancias toxicas Enfermedades de transmisión sexual asociado a prácticas de riesgo Embarazo Estrés Dinámica familiar: estructura disfuncional, conflictos) Influencia familiar negativa Incomprensión o desconfianza Falta de comunicación Estilo de crianza Violencia Desventajas económicas Condiciones marginales de la comunidad Falta de oportunidades Criminalidad Tráfico ilegal de drogas Deserción escolar Acoso escolar Nota. Elaboración propia basada en (Pineda & Aliño, 1999) El ser humano es biopsicosocial por lo tanto estos factores de riesgo mantienen una estrecha relación, entre cada una de las áreas que pudieran estar presente en 37 su vida, sin embargo es necesario remarcar la importancia que tiene la conducta, es fundamental a la hora de conservar la integridad y con ello la salud de todos los adolescentes, ya que existen algunas conductas que los colocan en situaciones de riego donde son vulnerables llevándolos a adquirir una enfermedad o incapacidad e incluso la muerte. Lo cual es preocupante, debido a que estas suelen aparecer en conjunto. Es decir, están caracterizadas porque no se presentan de manera aislada sino que mantienen un estrecha relación con alguna otra conducta de riesgo, aunque en frecuencia e intensidad pueden variar ambas están interrelacionadas (Cruz, Bandera & Gutiérrez, 1999). Más allá de analizar la forma en que estás interactúan o la correlación que exista entre ellas, debemos enfocarnos en las características individuales así como las retribuciones obtenidas, que llevan a un adolescente a toma la decisión de involucrarse en conductas de riesgo, ya que existen estudios que plantean que depende del balance de consecuencias negativas o positivas que perciban (Gullone & Moore, 2000) así como la retribución que obtengan, es decir los beneficios que puedan conseguir de dichas conductas (Goldeberg, Halpen-Felsher & Millstein, 2002 en Mendoza). Para ello es necesario retroceder al inicio del tema, en donde se hablaba de la importancia del ambiente en la adolescencia, debido a que los factores de riesgo del corte psicosocial, se encuentran altamente relacionados con este tipo de conductas, tal como iniciar un consumo de drogas temprano, colocarse en actos que pongan en peligro su seguridad y el uso de la violencia en las relaciones interpersonales por ejemplo (Farrington, 2005 en Cerezo & Méndez, 2012). Además en las sociedades occidentales, un porcentaje significativo de adolescentes muestra conductas sociales que se manifiesta de distintas maneras (Farrington, 2005 en Cerezo & Méndez, 2012) presentando comportamientos delictivos como agresión, destrucción de la propiedad, fraudulencia, robo y transgresión de normas. Definitivamente una de las conductas que más suele estar presente es la agresividad entre iguales, siendo esta detectada en todos los centros escolares sin importar el grado o el lugar (Cerezo & Ato, 2005). Siendo un 38 acontecimiento que no sólo involucra a la persona que lo ejerce y a la víctima, sino a toda la comunidad educativa (Salmivalli, 2010). En México, en el 2012 los datos recabados por la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (ENSANUT) encontraron que el 3.9% de los adolescentes reportaron que durante el último año habían sufrido algún tipo de violencia o agresión de los cuales el 29.30% había ocurrido en la escuela y en el hogar. De igual modo otro hallazgo fundamental respecto a dicha encuesta se observó un incremento en el intento de suicidio pasando de un 1.1% en el 2006 a 2.7% en el 2012, por lo tanto las prevalencias en hombres subieron de 0.6% a 0.9% y en mujeres de 1.7% a 4.6%. Por consiguiente se especula que el 3.5% de los adolescentes han intentado suicidarse. Un dato importante al respecto a esto, es que en el año 2008 la tasa de suicidio en adolescentes se disparó un 8%, alcanzando su nivel más alto en 15 años. (Papalia, 2012) sin embargo como se mencionaba las conductas de riesgo suelen estar interrelacionadas. En el caso del suicidio se ha observado que los jóvenes que tienen antecedentes de enfermedades emocionales, que ejercen o son víctimas de la violencia, con problemas académicos o conductuales en la escuela, con antecedentes de maltrato infantil, han sido factores que se relacionan con mayor probabilidad de cometer un suicidio o una conducta de éste tipo (Borowsky et al., 2001). En conclusión, los suicidios y los intentos de suicidio son acontecimientos que se encuentran inmersos en los marcos sociales que los acontecen, siendo estos elementos que pueden influir de manera significativa en los comportamientos suicidas (Rojas, 1978). 39 CAPITULO II. CONDUCTA SUICIDA. 2.1 Definición de suicidio La etimología de la palabra suicidio está compuesta por dos términos, los cuales provienen del latín: Sui, el cual significa de sí mismo y caedere, que significa matar; de manera que al conjuntarlas significa: matarse a sí mismo. El concepto y significado de suicidio ha estado en constante cambio, ya que a lo largo de los años se ha dejado de observar como un delito para pasar a concebirse como una enfermedad, sin embargo ante la sociedad es un tema que causa particular interés por el deseo de preservar la vida ante cualquier situación (Papalia & Duskin, 2012). Siendo así se amplía el panorama de investigación respecto al suicidio, ya que al dejar de ser observado solo como delito pasa a formar parte del área de la salud, siendo así la Organización Mundial de la Salud (1969) considera al suicidio como “cualquier acto por el que un individuo se causa a sí mismo una lesión o un daño, con un grado variable de la intenciónde morir, sin importar el grado de intención letal o de conocimiento del móvil”. Mientras que para Mansilla (2010) el suicido es la acción de quitarse la vida de forma voluntaria y premeditada; sin embargo este acontecimiento de forma completa, no sólo abarca al suicidio, sino también al intento de suicidio, ideación suicida, amenazas, gestos, tentativas y el hecho consumado. Ya que podría ser que estas conductas estén motivadas por un deseo de expresar emociones o sentimientos como la desesperación, el desamparo, la frustración y la ira (Buendía, Riquelme & Ruiz, 2004) más que por un deseo de morir, por la carencia de recursos para comunicar dichos sentimientos. Por lo tanto la investigación acerca de este fenómeno, debe abordarse desde distintas perspectivas considerando cada uno de los elementos que lo componen entre los cuales encontramos componentes de tipo: biológico, psicológico, sociológico, cultural y filosófico (Leenars, 1991en Mendoza 2016). Una corriente que nos permite abordar los compuestos anteriores, considerando el trabajo 40 interdisciplinario que demanda el suicidio es: la suicidología, que tiene como principal objetivo implementar las condiciones que favorecen la vida de las personas (Martínez, 2007). Shneidman (2004) fue quien dio lugar a esta perspectiva, planteado que las personas que cometen este acto presentan dolor psíquico, desesperanza, enojo y desesperación ante la falta de recursos que permitan encontrar una solución adecuada a los problemas que lo quejan encontrando como única alternativa el suicidio. Apoyando a este planteamiento encontramos que Chávez y Leenars (2010) proponen que las personas que se suicidan se encuentran experimentando un dolor psicológico que conciben como insoportable, ocasionando una incapacidad para satisfacer sus necesidades. Mientras tanto si observamos la epidemiologia del suicido encontramos que, en el 2012 a nivel mundial se registraron 804 000 muertes por suicidio, en algunos países las tasas de suicidio son más elevadas en los jóvenes, y a nivel mundial el suicidio es la segunda causa principal de muerte entre los 15 y 29 años, los medios más comunes para llevarlo a cabo son la ingestión de plaguicidas, el ahorcamiento y el uso de armas de fuego. Siendo que el 75% de los suicidios se producen en países de ingresos bajos y medianos, de manera que se puede decir que cada 40 segundos ocurre una muerte por suicidio (OMS, 2013). 2.2 Tipos de conductas suicidas De manera que el suicidio es un fenómeno de amplio panorama que implica una serie de conductas o de actos suicidas que suelen presentarse de forma evolutiva y que dan pauta para detectar el riesgo suicida en un adolescente, de manera puntual el riesgo suicida es la probabilidad que tiene una persona de acabar con su vida (Martínez, 2007). Ahora bien la Organización Mundial de la Salud (1969) define como acto suicida todo hecho por el cual una persona se causa a sí misma una lesión, independientemente de su intención y del conocimiento de sus motivos. De manera que estas conductas se clasifican en cuatro principales manifestaciones: 41 2.2.1 Suicidio consumado Se define como cualquier muerte que sea resultado, de un acto positivo o negativo realizado por la victima ya sea directa o indirectamente, con la característica de que la víctima conocía el resultado (Durkheim, 1992). Sin embargo la parte de la intencionalidad es un elemento que ha tenido variaciones al momento de incluirlo en la definición del suicidio consumado, ya que para otros autores no es un elemento característico. Siendo así la Organización Mundial de la Salud (1969) define al suicidio consumado como todo acto suicida que tiene como resultado la muerte de la persona. Sin embargo este puede realizarse también de forma pasiva o indirecta; siendo este considerado como la muerte originada por una actitud indiferente e inmóvil ante toda la vida (Rojas, 1984 en Buendía, Riquelme & Ruiz, 2004) cabe mencionar que el suicidio pasivo es observado primordialmente durante la pubertad o la adolescencia. 2.2.2 Ideación suicida Una vez que hemos definido el suicidio es necesario que hablemos del primer eslabón de este, la ideación suicida, pues en los últimos años ha adquirido mayor relevancia en el campo de la investigación. En México, la Dirección de Investigación Epidemiológica y Psicosocial del Instituto Nacional de Psiquiatría Ramón de la Fuente entre 1882 y 2003 publicó 56 investigaciones sobre el suicidio de las cuales 30% se enfocaba en la ideación suicida (Jiménez & González- Forteza 2003 en Sánchez-Sosa, Villareal & Misuti, 2013) mientras que del 2003 al 2012 se han realizado investigaciones sobre epidemiología psiquiátrica, las cuales forman parte de una iniciativa internacional coordinada por la Organización Mundial de la Salud, con el objetivo de conocer y evaluar los trastornos psiquiátricos, en donde se encontró que el 17% de las investigaciones estaban enfocada en el suicidio (INPRF, 2011). Por tal motivo debemos considerar a las conductas suicidas como un factor de riesgo y un precursor para el suicidio consumado; sin embargo, a la hora de definirlo han existido diversas controversias. En 1989 Goldney et al. Lo definen 42 como una serie de cogniciones que cuyo contenido suele variar pero que está enfocado a pensamientos sobre el suicidio como una solución real a los problemas por los que atraviesa el adolescente, caracterizado por creencias de que la vida no vale la pena vivirse, que pueden ir desde preocupaciones graves con fantasías autodestructivas hasta planes explícitos sobre como matarse. Años más tarde Eguiluz en 1995 recalca la importancia que tiene la ideación suicida, ya que plantea que es un factor predictor para el suicidio consumado, de manera que la define como pensamientos intrusivos y repetitivos sobre la muerte auto infringido, llevando a considerar la manera, las circunstancias y las condiciones en que esto puede ocurrir. Complementando la idea anterior se puede decir que el suicidio es un proceso que inicia con la idea de quitarse la vida, pasando por una serie de intentos hasta conseguir el objetivo y suicidarse (González-Forteza, 2003). Cabe mencionar que la ideación suicida suele venir acompañada de una ideación mórbida, la cual puede definirse como pensamientos reiterativos en torno a la muerte, al igual que abarca un panorama muy amplio en donde podemos encontrar pensamientos de tipo inespecífico como considerar que no vale la pena vivir hasta planes en concreto para llevar a cabo el suicidio en donde incluso pueden venir amenazas (Mardomingo, 1994). Según Pérez (s.f) la ideación suicida puede manifestarse de las siguientes maneras: Ideación suicida sin plan de acción: Es aquella idea en la cual el adolescente tiene y expresa deseos de morir pero no sabe de qué forma acabaría con su vida. Ideación suicida con un método inespecífico: De igual forma la persona tiene y expresa deseos de morir, sin embargo ha pensado en varias maneras de conseguir su muerte, es decir cuenta con métodos variados sin decidir alguno es específico. Ideación suicida con un método especifico pero carente de planificación: El individuo desea morir, eligió un método especifico, pero aún no ha realizado un plan en donde resuelva cuando hacerlo, el lugar y las consideraciones necesarias para lograr el suicidio 43 Plan suicida; En ocasiones es considera como la última fase de la ideación suicida, ya que además de expresar los deseos de acabar con su vida, la persona cuenta con un método especifico, es decir ha realizado un plan acerca del lugar y la manera en que realizará dicho acto así como pensar las consideraciones que requiere para poder cumplir el objetivo de suicidarse. Es necesario mencionar que para consumar un suicidio no necesariamente se requiere de un plan
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