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UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO 
 
FACULTAD DE MEDICINA 
SECRETARIA DE SALUD 
INSTITUTO NACIONAL DE REHABILITACIÓN 
ESPECIALIDAD EN 
MEDICINA DE REHABILITACIÓN 
 
 
RELACIÓN ENTRE HALLAZGOS DE IMAGEN POR RESONANCIA MAGNÉTICA Y 
NIVELES DE AUTOMOVILIDAD EN LAS DIFERENTES FORMAS CLÍNICAS DE 
PARÁLISIS CEREBRAL 
 
T E S I S 
 
 
PARA OBTENER EL DIPLOMA DE 
MÉDICO ESPECIALISTA EN 
 
MEDICINA DE REHABILITACIÓN 
 
 
P R E S E N T A : 
 
DRA. MARIA ELENA CAMACHO CRUZ 
 
PROFESOR TITULAR 
DR. LUIS GUILLERMO IBARRA 
 
ASESORES 
 
DR. CARLOS PUBLIO VIÑALS LABAÑINO 
DRA. ANA MARÍA CORTÈS RUBIO 
DRA. CLAUDIA FLORES FLORES 
M. EN C. DR. SAÚL RENÁN LEÓN HERNÁNDEZ 
 
 
 
 MÉXICO, D.F, FEBRERO 2011 
 
 
 
UNAM – Dirección General de Bibliotecas 
Tesis Digitales 
Restricciones de uso 
 
DERECHOS RESERVADOS © 
PROHIBIDA SU REPRODUCCIÓN TOTAL O PARCIAL 
 
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respectivo titular de los Derechos de Autor. 
 
 
 
- 2 - 
 
 
 
____________________________________ 
DRA. MATILDE L. ENRÍQUEZ SANDOVAL 
DIRECTORA DE ENSEÑANZA 
 
 
 
____________________________________ 
DRA. XOCHIQUETZAL HERNÁNDEZ LÓPEZ 
SUBDIRECTORA DE POSTGRADO 
Y EDUCACIÓN CONTINUA 
 
 
 
 
 
____________________________________ 
 
DR. LUIS GÓMEZ VELÁZQUEZ 
JEFE DE ENSEÑANZA MÉDICA 
 
 
 
 
- 3 - 
 
 
 
 
____________________________________ 
DR. LUIS GUILLERMO IBARRA 
PROFESOR TITULAR 
 
 
 
__________________________________________ 
DR. CARLOS PUBLIO VIÑALS LABAÑINO 
MÉDICO ADSCRITO DEL SERVICIO DE REHABILITACIÓN PEDIÁTRICA 
ASESOR CLÍNICO 
 
 
 
 
______________________________________ 
DRA. ANA MARÍA CORTES RUBIO 
MÉDICO ADSCRITO AL SERVICIO DE RESONANCIA MAGNÉTICA 
ASESOR PARACLÍNICO 
 
 
 
- 4 - 
 
 
 
 
 
 
___________________________________________________ 
DRA. CLAUDIA FLORES FLORES 
MÉDICO ADSCRITO AL SERVICIO DE REHABILITACIÓN PEDIÁTRICA 
ASESOR CLÍNICO 
 
 
 
 
 
 
 
 
______________________________________ 
M. EN C. SAÚL RENÁN LEÓN HERNÁNDEZ 
JEFE DE LA DIVISIÓN DE INVESTIGACIÓN DE REHABILITACIÓN 
ASESOR METODOLÓGICO 
 
 
 
 
 
 
 
- 5 - 
 
 
AGRADECIMIENTOS 
 
 
A Dios 
Por hacerme ver su mano en cada suceso de la vida 
A mis padres y hermanos 
Por el amor y apoyo incondicional 
A mis amigas (o) Noemí, Blanca, Lolita, Tony, Toño e Israel 
Por la ayuda, apoyo, cariño, paciencia, y oraciones…que han sido muchas 
A mis profesores y maestros 
Por enseñarme no sólo Medicina sino acerca de la vida 
A mis tíos Domingo y Socorro 
Por el cariño, ayuda y apoyo en estos últimos 3 años 
A mi hijo 
Por enseñarme a valorar lo que soy, darme valentía 
y estimulo para ser mejor 
 
 
 
 
 
 
- 6 - 
 
 
INDICE 
 
 
 
 
I. RESUMEN--------------------------------------------------------------------- 7 
II. ANTECEDENTES----------------------------------------------------------- 10 
III. JUSTIFICACIÓN------------------------------------------------------------ 18 
IV. PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA-------------------------------- 20 
V. HIPÓTESIS------------------------------------------------------------------ 20 
VI. OBJETIVO GENERAL --------------------------------------------------- 20 
VII. DISEÑO METODOLÓGICO---------------------------------------------- 21 
VIII. RESULTADOS--------------------------------------------------------------- 27 
IX. DISCUSIÓN------------------------------------------------------------------- 40 
X. CONCLUSIONES------------------------------------------------------------ 46 
XI. ANEXOS---------------------------------------------------------------------- 47 
XII. BIBLIOGRAFÍA-------------------------------------------------------------- 51 
 
 
 
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I. RESUMEN 
RELACIÓN ENTRE HALLAZGOS DE IMAGEN POR RESONANCIA MAGNÉTICA Y 
NIVELES DE AUTOMOVILIDAD EN LAS DIFERENTES FORMAS CLÍNICAS DE 
PARÁLISIS CEREBRAL. ESTUDIO PRELIMINAR 
 
Introducción: La Parálisis Cerebral (PC) es el trastorno neurológico que genera con 
mayor frecuencia discapacidad en la infancia, la cual persistirá en la vida adulta. La 
Resonancia Magnética (RM) tiene un alto potencial para elucidar la patogenia de la PC, 
siendo anormal en casi el 90% de los casos. La excepción es la PC atáxica en la que 
existe sólo un 40% de casos en los que la RM es informativa (1, 6, 20). Los datos 
recogidos en la literatura que apoyan el uso de la neuroimagen están basados en los 
argumentos clínicos del niño prematuro de muy bajo peso al nacer y los niños a término 
con encefalopatía clínica (20-28). Los hallazgos de interés en la neuroimagen de los niños 
con bajo peso al nacer son la hemorragia, lesiones de la sustancia blanca 
periventricular y la ventriculomegalia como resultado de la hemorragia, la hipoxia y la 
isquémica (1). 
Varios artículos tienen reportado hallazgos de los estudios de niños con PC que 
incluyen lesiones espásticas bilaterales y unilaterales, así como patrones típicos de RM 
y la más frecuente lo constituye la Leucomalacia periventricular, por lo que los estudios 
de RM resultan parte esencial de la evaluación diagnóstica de la patogénesis y 
severidad de las lesiones cerebrales encontradas(1,6). Kulak y colaboradores 
encontraron correlación significativa entre los hallazgos de RM y los niveles de 
automovilidad del SCFMG en pacientes con diparesia y cuadriparesia (27). Estos 
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autores concluyeron que la detección temprana de anormalidades cerebrales en niños 
con PC puede ayudar en el pronóstico y el inició de terapia apropiada. Hipótesis: Los 
hallazgos de imagen por Resonancia Magnética tienen una relación con los niveles 
de automovilidad en las diferentes formas clínicas de Parálisis Cerebral. Objetivo: 
Identificar los hallazgos de RM y la probable asociación con los niveles de 
automovilidad de los pacientes con PC. Metodología. Se realizó un estudio 
transversal, descriptivo, observacional en el cual analizaron 126 estudios de RM de 
cráneo de niños con diferentes formas clínicas de PC de 2-11 años de edad, 
realizadas de Marzo 2008 a Octubre 2010, en el Instituto Nacional de Rehabilitación. 
Los hallazgos fueron agrupados en 6 grupos de acuerdo a la clasificación realizada por 
Korzeniewski SJ y cols. y se incluyó un nuevo grupo para aquellos estudios que se 
reportaron sin alteraciones de imagen de RM. Se recolectaron los datos 
correspondientes a la clasificación de acuerdo al déficit motor y la afección topográfica; 
así como, el nivel ambulatorio de acuerdo al SCFMG de Palisano y colaboradores, así 
como los antecedentes pre, peri y postnatales todos ellos obtenidos del expediente del 
expediente clínico. Análisis estadístico: frecuencias, porcentajes, media, chi cuadrada, 
Razón de momios y Regresión logística binaria. Se utilizó el programa SPSS versión 
16. Resultado: Se incluyeron 126 pacientes en el estudio de los cuales 77 para un 
61.1% fueron ambulatorios y 98 correspondieron a las formas espásticas de PC: Las 
formas topográficas más frecuentes correspondieron al tipo de lesión bilateral con 80 
pacientes para un 63.5%. El hallazgo de imagen que predominó en todos los estudios 
de RM fue el daño a la sustancia blanca tanto en pacientes ambulatorios 
(representación más frecuente), comoen no ambulatorios. También se comprobó que 
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en la mayoría de los pacientes con niveles ambulatorios se presentó un hallazgo o 
estudio de imagen sin alteraciones a diferencia de los no ambulatorios los cuales en su 
mayoría presentó de dos a cuatro hallazgos en la RM. 
Conclusiones: Existe una relación directa entre la magnitud de la afectación cerebral 
encontrada en imágenes de RM y el estatus ambulatorio de los pacientes con Parálisis 
Cerebral. Los resultados de Resonancia Magnética en niños con Parálisis Cerebral son 
comúnmente anormales y pueden ayudar a determinar la etiología y severidad de la 
lesión cerebral y generar implicaciones para la capacitación en el asesoramiento y 
estrategias de intervención. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
- 10 - 
 
II. ANTECEDENTES 
En la década de 1860, un cirujano inglés llamado William Little y Sigmund Freud 
realizaron las primeras descripciones médicas de la Parálisis Cerebral (PC). Estos 
autores la describieron como un síndrome clínico extraño, que atacaba a los niños en 
los primeros años de la vida y causaba músculos espásticos y rígidos en las piernas y 
en menor grado, en los brazos (1). 
Bax en el 2005, la describió como un trastorno del desarrollo del tono postural y del 
movimiento de carácter persistente aunque no invariable, que condiciona una limitación 
en la actividad, secundario a una lesión no progresiva a un cerebro inmaduro, se 
acompaña frecuentemente de otros trastornos asociados cuya existencia o no 
condicionará de manera importante el pronóstico individual de estos niños. Los 
desórdenes acompañantes son: crisis convulsivas o alteraciones en la sensibilidad, 
cognición, comunicación, y /o el comportamiento (2). 
Existen más de 500.000 personas con PC, según datos aportados por las Asociaciones 
Unidas de Parálisis Cerebral Norteamericana (5). La PC se presenta en 2-2.5 ó 2-3 por 
1000 recién nacidos vivos (RN), otros estudios reportan 1.5-2.5 por 1000 RN vivos (5-6). 
Históricamente, la PC ha sido clasificada de acuerdo a sus signos topográficos y por el 
déficit motor. Por el déficit ó manifestaciones motoras se clasifica en espástica 
(aumento del tono muscular (espasticidad), con reflejos osteotendinosos exaltados), 
atáxica (hipotonía muscular), discinética (presencia de movimientos anormales del tipo 
atetósicos, corea, distonía, coreoatetósicos, balismo) y mixta (combinación de 
espástica y discinética). Por sus signos topográficos, según el número de extremidades 
http://en.wikipedia.org/wiki/William_Little_%28English_surgeon%29
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afectadas, se clasifica en cuadriparesia (afección de las cuatro extremidades, sin 
control de cefálico), diparesia (afección de las 4 extremidades con mayor afección de 
las extremidades pélvicas), hemiparesia (afección de un hemicuerpo ya sea derecho ó 
izquierdo) y doble hemiparesia afección de las 4 extremidades con predominio de un 
hemicuerpo ya sea derecho o izquierdo). En el año 2005, la Surveillance of Cerebral 
Palsy in Europe (SCPE), la clasifica en unilateral (hemiparesia) y bilateral (diparesia, 
cuadriparesia y doble hemiparesia) (1-4). 
La espasticidad, es la presentación neurológica más común. Más del 50% de los niños 
con PC sufren espasticidad y la diparesia es el patrón topográfico más común (1-3), en 
segundo lugar le sigue la cuadriparesia, en tercer lugar la hemiparesia (1). 
La PC se clasifica en congénita o adquirida de acuerdo al momento de ocurrencia del 
daño cerebral. La congénita es aquella en la que la lesión ocurre en el período 
antenatal, natal o neonatal; mientras que la adquirida o postneonatal es la que se 
origina por afecciones que dañan el cerebro inmaduro después del primer mes y 
durante los primeros años de edad postnatal (5). 
En el año 2007, se encontró que los eventos prenatales son responsables de 
aproximadamente el 75% de todos los casos de PC. Se estima que la proporción de 
casos de PC adquirida postnatalmente oscila entre el 10 y 18%(3, 6,7.) 
 El manejo de la función motora y la espasticidad en el paciente con PC es una tarea 
desafiante. La PC es uno de los trastornos neurológicos que con mayor frecuencia 
generan discapacidad en la infancia y en la mayoría de los casos, esta condición, que 
- 12 - 
 
persistirá de por vida, se modifica con el desarrollo del niño surgiendo nuevas y 
diferentes expectativas de parte del paciente y sus familiares (3,8). 
Para evaluar el nivel de funcionalidad y la eficacia del tratamiento en el área motora, es 
necesario un instrumento de valoración. La Medición de la Función Motora Gruesa 
(GMFM) (9,10), el Sistema de Clasificación de la Función Motora Gruesa (SCFMG de 
Palisano y cols.1997) (10-12) y la Escala de Desarrollo Motor Peabody – Segunda 
Edición (EDMP-2) (13) son los instrumentos mejor conocidos y más utilizados para 
evaluar las áreas motoras en niños con PC (9-14). 
El SCFMG establece 5 niveles de automovilidad en los niños con PC para cada uno de 
los siguientes rangos de edad; <2 años, 2-4 años, 4-6, 6-12 y 12-18 años. El niño con 
nivel I tiene la mayor independencia motora o de automovilidad funcional y el niño en el 
nivel V la menor. Se han hecho distinciones entre los niveles, en base a la necesidad 
del uso de asistencia tecnológica (como caminadores, muletas, bastones) y en menor 
grado a la calidad del movimiento. Entonces, los niños clasificados con un nivel I -II 
tienen una discapacidad leve y pueden realizar ambulación sin asistencia, con un nivel 
III una discapacidad moderada realizando ambulación con asistencia y con niveles IV-V 
discapacidad severa debido a que no realizan ambulación (11,23). En resumen, los 
niveles I-III son pacientes ambulatorios y IV-V no ambulatorios (13-18) (ver anexo 1). 
En el año 2004, la Academia Americana de Neurología, en sus parámetros prácticos 
para la evaluación diagnóstica de los niños con PC, establece que todos los casos 
deben ser sometidos a estudios de imagen y la Resonancia Magnética (RM) constituye 
la prueba de elección (6). Las modalidades de imagen neurorradiológica están en 
- 13 - 
 
plena y rápida evolución, las cuales están haciendo contribuciones importantes a 
nuestra comprensión de la PC elaborando la neuroanatomía anormal subyacente. 
En el futuro, la neuroimagen mejorará nuestra comprensión de la distribución y del 
significado exacto de las anormalidades neuroanatómicas subyacentes de PC y 
establecerá la sincronización de los momentos en el que ocurre el daño cerebral 
que causa la lesión. Además de proporcionar la ventaja de elaborar la 
neuroanatomía subyacente contribuye de manera importante a nuestra comprensión 
de la PC (1). 
En una revisión sistemática, realizada por Steven J. Korzeniewski y colaboradores, las 
anomalías encontradas por imagen de resonancia magnética de cráneo. Se agruparon 
en 5 categorías por la variedad de lenguaje utilizado para describir las anormalidades. 
En el 83% de las RM se encontró anormalidades y en el 16% no se encontró ninguna 
anomalía. La agrupación es la siguiente (ver anexo 2): 
1. Malformaciones congénitas 
2. Daño a la sustancia gris 
3. Daño a la sustancia blanca 
4. Anomalías en el espacio del líquido cefalorraquídeo (LCR). 
5. Anomalías no incluidas anteriormente 
6. Sin anomalías 
 
En la mayaría de los estudios las categorías 2 y 3 se han informado de manera 
conjunta. Además a menudo los estudios describieron a los pacientes con más de una 
forma de daño cerebral. Por lo tanto, en estos estudios no fue posible separar 
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claramente el número de pacientes del número de lesiones y por ende la distribución 
de la frecuencia de las lesiones puede ser menor o mayor del 100 %(1). El daño a la 
sustancia blanca fue el hallazgo más común, el daño a la sustancia blanca de manera 
aislada se presentó en pacientes con espasticidad, atetosis y ataxia. El daño a la 
sustancia gris fue el hallazgo menos común.El 10 % de los pacientes fueron 
hemipléjicos y el hallazgo más común fue las malformaciones (1). 
Bax y colaboradores encontraron un 88.3% de RM con anomalías y un 11.7% sin 
alteraciones. El daño a la sustancia blanca fue el hallazgo más común (42.5%) y dentro 
de este grupo la Leucomalacia Periventricular (LPV) seguido de lesiones en ganglios 
basales (12.8%), lesiones cortico/subcorticales (9.4%), malformaciones (9.1%), infartos 
focales (7.4%) y lesiones no incluidas (7.1%). El daño a la sustancia blanca se encontró 
en 71.3% de los niños con diparesia, 34.1% con hemiparesia y 35.1% con 
cuadriparesia. El daño ocurrió a las 34 semanas de gestación y en 25% de los nacidos 
a término. El daño en los ganglios basales y tálamo fue principalmente asociado con 
PC distónica, lo cual ocurrió en 75.6%. Ocasionalmente, este tipo de daño se observó 
en niños con cuadriparesia y diparesia espástica; sin embargo, no se observó en 
hemiparéticos. El daño cortico/subcortical que incluyó Encefalomalacia multiquística y 
otras lesiones corticales estuvieron presentes en todos los tipos de PC. Hubo buena 
correlación entre los hallazgos clínicos y de RM (20). 
Debido a que la literatura evidencia que el daño a la sustancia blanca, específicamente 
la Leucomalacia Periventricular (LPV) es el hallazgo más común y los antecedentes 
prenatales están relacionados con más frecuencia en la etiología de PC, se han 
- 15 - 
 
realizado estudios que correlacionan los hallazgos de RM con el nivel de funcionalidad 
en niños con PC prematuros y de término. 
En un estudio prospectivo, realizado a RN vivos muy prematuros, a todos se les realizó 
evaluación clínica, se les aplicó la escala de desarrollo infantil Bayley, se les realizó 
RM y Ultrasonido Craneal (UC) a las dos semanas, y a los 2 años. Los hallazgos que 
se buscaron en la RM fueron daño a la sustancia blanca y a la gris con escalas de 
severidad. Se encontró que los hallazgos anormales en la RM a los 2 años en niños 
muy prematuros, es un fuerte predictor en el compromiso severo del neurodesarrollo a 
los 2 años de edad (21). 
Por otra parte, en el estudio realizado por Serdaroglu, se correlacionó los 4 grados de 
severidad de la LPV por RM, TC y UC con el SCFMG en niños prematuros, y de 
término. La PC fue ligeramente menos común en los niños con LPV I-II comparados 
con los niños con LPV II-V. La función motora fue normal en el 50% de los niños con 
LPV grado I pero severamente afectados en el 73.7% de los niños con LPV grado IV. 
Los factores de riesgo asociados con retraso del desarrollo fueron la asfixia perinatal, la 
LPV de grado II-V, lesión de cuerpo calloso y la atrofia cortical (22). 
 Lasry estudió 41 niños de 2 a 5 años de edad, prematuros y de término, con 
diagnóstico de PC y LPV por RM, distribuidos en 40 pacientes con PC espástica y 1 
con PC discinética. 24 pacientes presentaron niveles ambulatorios (I-III) y 17 niveles no 
ambulatorios (IV-V). Las diferencias entre los niños prematuros y de término con PC y 
LPV sugieren que a pesar de un patrón radiológico común, hay diferentes entidades 
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clínico patológicas tal vez debidas al diferente momento gestacional de adquisición de 
la lesión (23). 
Van Haastert analizó niños prematuros de <34 semanas de gestación con Ultrasonido 
transfontanelar (UT) después de haber ingresado a la unidad de cuidados intensivos. 
Se seleccionaron los niños a quienes se les diagnóstico LPV. En la primera visita de 
seguimiento clínico, se les realizó nuevamente UT; además, se les realizó RM en 
cuatro tiempos a 9 meses 15 días, 16 meses, 24 meses 27 días y 7 años 6 meses 
respectivamente. Se les aplicó el SCFMG en cada momento evaluativo. A los 2 años, 
se les diagnóstico PC; sin embargo, el 72% de los niños permanecieron en el mismo 
nivel de automovilidad. La asociación entre LPV y la función motora fue fuerte. Los 
niños con LPV grado I-II diagnosticada en el periodo neonatal tuvieron mejor pronóstico 
de automovilidad que la LPV grado III-IV. Estos hallazgos tienen implicaciones para la 
capacitación en el asesoramiento y estrategias de intervención (24). Otro estudio 
investigó prematuros menores de 36 semanas de gestación realizándoles UT y 
Tomografía computarizada (TAC) a las 40 semanas de edad corregida y RM a los 3 
años. A los 3-4 años se les realizó valoración neurológica y se encontró que la mayor 
severidad de la LPV se correlaciona con mayor compromiso neurológico (25). 
Otro estudio en Holanda, incluyó 47 RN con diagnóstico de LPV por UT, se realizó 
TAC a las 48 horas de nacimiento y RM a las 48 hrs y a los 12 meses de edad; 
además, se valoró el estatus locomotor a los 12 y 18 meses. Se comprobó que el 
retraso en la locomoción independiente y las características del patrón de marcha son 
señales de alto riesgo para la movilidad posterior (26). 
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Kulak y colaboradores evaluaron la relación entre los hallazgos de RM y las 
características clínicas de niños con PC espástica. Encontraron un 95.3% de 
anormalidades en las RM. El grupo de pacientes con cuadriparesia presentó 100% de 
anormalidades, el grupo con diparesia 92.5% y el de hemiparesia un 95.4%. La LPV 
fue el hallazgo más frecuente y asociado a diparesia. La atrofia cerebral se encontró 
más frecuentemente en cuadriparesia. Los quistes porencefálicos se encontraron con 
más frecuencia en hemiparesia. Encontraron correlación significativa entre los 
hallazgos de RM y el SCFMG en pacientes con diparesia y cuadriparesia. Se concluyó 
que la detección temprana de anormalidades cerebrales en niños con PC puede ayudar 
en el pronóstico y el inició de terapia apropiada (27). Los mismos autores realizaron una 
correlación entre daño al cuerpo calloso en niños con PC espástica. Encontraron que la 
superficie craneal disminuida se correlaciona con disminución de la proporción del 
cuerpo calloso y esto con un IQ verbal menor (28). 
El presente estudio pretende encontrar la relación entre los diferentes hallazgos de RM 
con los niveles de automovilidad en las formas espásticas, no espásticas y mixtas de 
PC, uni o bilaterales y asociar de manera secundaria con los antecedentes pre, peri, 
postnatales y personales patológicos para tener un panorama más amplio de la 
relación de los hallazgos con las diferentes formas clínicas de PC en pacientes 
ambulatorios y no ambulatorios. 
 
 
 
 
- 18 - 
 
III. JUSTIFICACIÓN 
 
La Parálisis Cerebral es el trastorno neurológico que genera con mayor frecuencia 
discapacidad en la infancia, la cual persistirá en la vida adulta. 
 
Pese a los últimos avances en su prevención y tratamiento, las cifras de personas 
afectadas no han variado en los últimos treinta años e incluso, han aumentado 
ligeramente. Su prevalencia en los países desarrollados se mantiene estable, pero la 
esperanza de vida de estos niños está aumentando, esto es así, debido a las mejoras 
en los cuidados intensivos y en otro tipo de intervenciones que han aumentado las 
posibilidades de supervivencia de los prematuros en situación crítica, con lo que cada 
vez, se atenderá a más niños y adultos con PC, con las repercusiones médicas, 
sociales, educacionales y económicas que esto representa (1). 
 
A nivel Mundial, la prevalencia de la PC es de 2-2.5 por 1000 RN vivos (1,5). 
En México, la prevalencia es de 1.5-2.5 x 1000 RN vivos con 500 mil casos PC en la 
población total un total de 1200 casos nuevos por año(2). 
En la División de Rehabilitación Pediátrica del Instituto Nacional de Rehabilitación en el 
año 2007 se atendieron un total de 971 pacientes con diagnóstico de PC, de los cuales 
189 fueron atendidos en consulta de primera vez, sin embargo en el año 2008 las cifras 
de atención se elevaron a 4268 pacientes, de ellos 581 casos fueron valorados de 
primera vez. En el año 2009 por su parte se atendieron 260 casos de primera vez (32-33). 
 
- 19 - 
 
Eneste Instituto, fue la primera demanda de atención para la rehabilitación de 
patologías discapacitantes infantiles, en el periodo 2001-2006 (2501 de 1ª vez), en el 
año 2007 ocupo el 2º lugar de atención y para los años 2008-2010 ocupó nuevamente 
el primer lugar de demanda de atención (32-33). 
 
La infección de vías urinarias (IVU) y la corioamnionitis se relacionan con la prematurez 
y la encefalopatía anoxoisquémica y éstos a su vez con el desarrollo de PC, existen 
posibilidades de disminuir estos factores y con esto disminuir la incidencia de PC. 
Estudios de Resonancia Magnética sustentan el papel de los factores prenatales tales 
como la prematurez, IVU, corioamnionitis y encefalopatía anoxisquémica cómo los 
factores de riesgo más relacionados con el desarrollo de PC (29-31). 
 
El estudio de la PC y sus posibles causas etiológicas es muy importante porque 
constituye el principal motivo de consulta y expectativa de rehabilitación por parte de 
los padres es el logro de la marcha. Estudios de correlación de hallazgos de imagen 
por Resonancia Magnética y niveles de automovilidad en PC del tipo espástica y 
discinética, sugieren que la RM, tiene un rol en la estratificación de riesgo y pronóstico 
de funcionalidad de los pacientes con PC (1, 27). 
No existen estudios que correlacionen el nivel de automovilidad y los antecedentes pre, 
peri y postnatales con los hallazgos de RM en las diferentes formas clínicas de PC. 
Estos estudios pueden ayudar a establecer el pronóstico de marcha de manera 
temprana, identificar factores de riesgo para PC y pueden servir de base para estudios 
- 20 - 
 
ulteriores sobre medidas de prevención y estrategias de intervención efectivas en el 
logro de marcha independiente de los pacientes con PC. 
En el Instituto se dispone del servicio de Resonancia Magnética, software de 
resonador para interpretación de Resonancias Magnéticas, pacientes, archivo clínico, 
radiológico y el personal capacitado para la realización del presente protocolo. Es 
viable ya que desde el año 2004 se han realizado resonancias magnéticas a los niños 
con PC, independiente del nivel ambulatorio y forma clínica. 
 
IV. PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA 
En un grupo de niños con diferentes formas clínicas de PC atendidos en el INR, con 
RM realizadas en este Instituto, en el periodo de Marzo 2008 a Octubre 2010, ¿Existe 
relación entre los hallazgos en la Resonancia Magnética de Cráneo con los niveles de 
automovilidad de acuerdo al Sistema de Clasificación de la Función Motora Gruesa? 
V. HIPÓTESIS 
Los hallazgos de imagen por Resonancia Magnética tienen una relación significativa 
con los niveles de automovilidad en las diferentes formas clínicas y topográficas de 
Parálisis Cerebral. 
 
VI. OBJETIVO GENERAL 
Identificar los hallazgos de RM y la probable asociación con los niveles de 
automovilidad de los pacientes con Parálisis Cerebral. 
 
 
- 21 - 
 
 OBJETIVOS ESPECÍFICOS 
 
Identificar las formas fisiológicas, topográficas y el nivel ambulatorio de los 
pacientes incluidos en la muestra. 
 
Identificar y agrupar hallazgos de Resonancia Magnética de acuerdo a la 
clasificación modificada de Korzeniewski. 
 
Relacionar los hallazgos de imagen de Resonancia Magnética con las diferentes 
formas clínicas, topográficas y los niveles de automovilidad del SCFMG en los 
pacientes con diagnóstico de Parálisis cerebral incluidos en el estudio. 
 
Conocer edad y sexo de los pacientes con PC del Instituto Nacional de 
Rehabilitación incluidos en la muestra de estudio. 
 
 
VII. DISEÑO METODOLÓGICO 
Estudio transversal, descriptivo, observacional. 
Población o Universo de trabajo: 
 
Todos los pacientes con diagnóstico de Parálisis Cerebral en sus diferentes formas 
clínicas, atendidos por el servicio de Parálisis Cerebral y Estimulación Temprana del 
- 22 - 
 
INR, con Resonancia Magnética de cráneo entre el 01 de Marzo 2008 al 31 de Octubre 
2010. 
 
Tamaño de la muestra: 
 
Se incluyeron 126 pacientes con Parálisis Cerebral con Resonancia Magnética de 
cráneo realizada en el Instituto Nacional de Rehabilitación. 
 
 
Criterios de Inclusión 
- Pacientes con diagnóstico de Parálisis Cerebral 
- Sexo indistinto 
- Edades de 2 a 12 años 
- RM de Cráneo realizada entre marzo de 2008 y octubre de 2010 
- Nivel de automovilidad del SCFMG o valoración motora en nota de evolución 
correspondiente a la fecha de solicitud de la Resonancia Magnética 
 
Criterios de Exclusión 
- Pacientes con PC con RM realizada fuera del INR 
- Enfermedades neuromusculares 
- Síndromes genéticos 
- Enfermedades degenerativas 
- Trastornos generalizados del desarrollo 
- 23 - 
 
 
Criterios de Eliminación: 
- Pacientes con imágenes de Resonancia Magnética sin la calidad requerida. 
 
Procedimiento de medición: 
 
Se revisó la base de datos del registro de Resonancias Magnéticas del Instituto 
Nacional de Rehabilitación realizadas del 01 de Marzo 2008 al 31 de Octubre 2010 en 
niños con diagnóstico de PC y se seleccionaron las Resonancias Magnéticas de 
Cráneo. Posteriormente se revisó el expediente clínico del paciente correspondiente a 
la RM obtenida de niños de 2 a 12 años que cumplieron con los criterios de inclusión. 
 
Para la interpretación de los hallazgos de Resonancia Magnética se realizó una 
modificación a la clasificación de hallazgos realizada por Korzeniewski SJ y 
colaboradores, agregamos un grupo correspondiente a Resonancia Magnética sin 
anomalías debido a que este mismo autor reporta un 16% de Resonancias Magnéticas 
sin alteraciones. La modificación a la clasificación es la siguiente: 
 
0. Sin alteraciones 
1. Malformaciones congénitas 
2. Daño a la sustancia gris 
3. Daño a la sustancia blanca 
- 24 - 
 
4. Anomalías en el espacio de circulación del líquido cefalorraquídeo (LCR) 
5. Anomalías no incluidas anteriormente 
 
La especialista en Neurorradiología interpretó las Resonancias Magnéticas de cráneo 
seleccionadas y clasificó los hallazgos de acuerdo a la modificación realizada a la 
clasificación de Korzeniewski SJ y colaboradores (ver anexo 2). 
Los diagnósticos de PC fueron agrupados en tres categorías de acuerdo a la 
clasificación fisiológica de PC: 1. Espástica 2. No espástica (atáxica discinética) y 3. 
Mixta (combinación de espástica y discinética) para la facilitación del análisis 
estadístico. Para la clasificación topográfica se utilizó la clasificación europea (SCPE): 
1. Unilateral (cuando afecta un hemicuerpo) y 2. Bilateral (cuando afecta las cuatro 
extremidades). 
 Los niveles de automovilidad se agruparon en: 1. Nivel ambulatorio (niveles I-III) y 2. 
No ambulatorios (IV-V) (ver anexo 1). 
Además se realizó una recopilación de los datos sociodemográficos de los pacientes 
incluidos en el estudio, obtenidos del expediente clínico; todos los datos fueron 
plasmados en una base de datos y procesados a través de un análisis estadístico 
descriptivo. 
Recursos materiales y humanos: 
- Base de datos del registro de Resonancias Magnéticas realizadas en 
 el Instituto Nacional de Rehabilitación 
- 25 - 
 
- Sofware del resonador con el almacenamiento de Resonancias 
 Magnéticas de cráneo realizadas para su interpretación 
- Área de análisis de Resonancia 
- Archivo electrónico para revisión de expedientes clínicos 
- Base de datos Excel y SPSS (SPSS inc. Chicago, III) para captura y 
 Análisis de la información obtenida. 
Recursos humanos: 
- Médico residente de la especialidad de Medicina de Rehabilitación 
- Médico especialista en Medicina de Rehabilitación 
- Médico especialista en Neurología Pediátrica 
- Maestro. en Ciencias y asesor metodológico del estudio. 
- Médico especialista en Neurorradiología. 
Recursos económicos: Ninguno 
Aspectos Éticos: 
Esta investigación se clasifica de Riesgo Mínimo, ya queno existió ningún peligro 
inherente al protocolo. 
 
Análisis Estadístico 
 
a. Se realizará estadística descriptiva para resumir los datos. 
- 26 - 
 
b. Prueba de t de Student para las comparaciones iniciales de grupos y se para 
datos independientes en las variables cuantitativas 
c. Chi cuadrada para la comparación de las variables cualitativas. 
d. Rho de Spearman para la correlación de las variables. 
e. Regresión logística no condicional, de forma uni y multivariada para calcular la 
magnitud del riesgo. 
f. Para la construcción del modelo multivariado se tomarán las variables con un 
valor de p< 0.15 en el análisis univariado. El modelo final será el más 
parsimonioso. 
g. Nivel de significancia alfa de 0.05. 
h. Paquete estadístico SPSS 15.0 para Windows. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
- 27 - 
 
VIII. RESULTADOS 
 
La muestra estuvo conformada por 126 pacientes con edades entre los 2-11 años con 
una media de 4. 23, de los cuales 70 (55.6%) corresponden al sexo masculino y 56 
(44.4%) a sexo femenino. 
Tabla I. Distribución de la muestra según clasificación clínica y automovilidad 
agrupada 
Clasificación clínica Automovilidad agrupada Total 
Ambulatorio No ambulatorio 
Espástica 65 (66.3%) 33 (33.6%) 98 (100%) 
No espástica 9 (50%) 9 (50%) 18 (100%) 
Mixta 3 (30%) 7 (70%) 10 (100%) 
Total 77 (61.1%) 49(38.8%) 126 (100%) 
 Chi-cuadrada de Pearson 20.700 
 
 
 
- 28 - 
 
Gráfico 1. Relación de pacientes según clasificación clínica y nivel ambulatorio 
 
 p=0.002 
 
En la tabla I y el gráfico 1 se muestran la distribución de los pacientes según 
diagnóstico clínico y niveles de automovilidad agrupada. Se observa que de los 126 
pacientes que conforman la muestra, 77 (61.1%) de ellos tienen un nivel ambulatorio y 
49 (38.8%) no ambulatorio. Dentro de la forma espástica 65 (66.3%) tienen un nivel 
ambulatorio a diferencia de 33 (33.6%) que no lograron marcha independiente. Así 
mismo, dentro de las formas no espásticas la mitad de la muestra corresponde a nivel 
ambulatorio y no ambulatorio respectivamente. En las formas mixtas de un total de 10 
pacientes, 7 de ellos (70%) son no ambulatorios. 
0
10
20
30
40
50
60
70
ESPÁSTICA NO 
ESPÁSTICA
MIXTA
AMBULATORIO
NO AMBULATORIO
- 29 - 
 
Tabla II. Distribución de la muestra según formas clínicas y diagnóstico 
topográfico de la SPCE 
Clasificación clínica Clasificación SCEP Total 
Bilateral Unilateral 
Espástica 52 (53.1%) 46 (46.9%) 98 (100%) 
No espástica 18 (100%) -- 18 (100%) 
Mixta 10 (10%) -- 10 (100%) 
Total 80 (63.5%) 46 (36.5%) 126 (100%) 
La tabla II muestra que de los 98 pacientes que corresponden al total de los pacientes 
espásticos, la mayoría (N=52, 53.1%) tienen un diagnóstico bilateral mientras que 46 
(46.9%) corresponden a la forma unilateral. Las formas no espásticas y mixtas el total 
de los pacientes corresponden al diagnóstico topográfico bilateral. 
 
 
 
 
 
- 30 - 
 
Tabla III. Relación entre niveles de automovilidad agrupados y diagnóstico 
topográfico de la SCPE 
Nivel de automovilidad 
agrupada 
Clasificación SCPE Total 
Bilateral Unilateral 
Ambulatorio 34 
(44.2%) 
43 
(55.8%) 
77 
 (100%) 
No ambulatorio 46 
(93.8%) 
3 
(6.2%) 
49 
(100%) 
Total 80 (63.4%) 46 
(36.6%) 
126 
(100%) 
 
La tabla III muestra que de los 77 pacientes ambulatorios, la mayoría (n=43, 58.8%) 
correspondieron al diagnóstico topográfico unilateral y de los 49 pacientes no 
ambulatorios, 46 (93.8%) correspondieron al diagnóstico topográfico bilateral. 
Todos los pacientes tuvieron antecedentes prenatales o perinatales. De los 126 
pacientes incluidos en la muestra, 100 presentaron antecedentes prenatales, 118 
perinatales, 80 postnatales y 51 personales patológicos. 92 pacientes presentaron tanto 
antecedentes prenatales como perinatales, 8 presentaron antecedentes prenatales 
mas no perinatales, 26 presentaron perinatales mas no prenatales. 
- 31 - 
 
En cuanto a hallazgos por RM, hubo 10 pacientes con RM sin alteraciones, 67 
pacientes presentaron un hallazgo de manera aislada y 49 presentaron combinación de 
hallazgos, específicamente 32 presentaron combinación de 2 tipos diferentes de 
hallazgos, 15 presentaron combinación de 3 grupos y 2 presentaron combinación de 
4 grupos diferentes de hallazgos. De la combinación de 2 tipos diferentes de hallazgos 
se presentaron 8 combinaciones diferentes; de la combinación de 3 se presentaron 7 
combinaciones y de la combinación de 4 hubo 2 combinaciones diferentes. 
Gráfico 2. Frecuencias de Grupo de hallazgos y Nivel de automovilidad 
 
 
 
Leyenda: 
Tipo 0: Sin alteraciones Tipo 3: Daño a la sustancia blanca 
Tipo 1: Malformaciones congénitas Tipo 4: Alteración en el espacio del LCR 
Tipo 2: Daño a la sustancia gris Tipo 5: Otras anomalías no descritas 
0
10
20
30
40
50
60
70
80
90
HALLAZGOS
TIPO 0
TIPO 1
TIPO 2
TIPO 3
TIPO 4
TIPO 5
- 32 - 
 
En el gráfico 2 se muestra la frecuencia de hallazgos según la clasificación modificada 
de Korzeniewski y se observa que el grupo de tipo 3 que corresponde al daño a la 
sustancia blanca es el más frecuente con 87 (45.5%) hallazgos y le sigue en orden 
decreciente los hallazgos tipo 2 o daño a la sustancia gris con un total de 40 (20.9%) 
de hallazgos. Se encontró también que 10 (5.2) estudios de RM de pacientes con PC 
no presentaron alteraciones. 
Gráfico 3. Distribución de hallazgos aislados según automovilidad agrupadas 
 
 p= 0.05 
 
En el gráfico 3 se observa que la mayor frecuencia de la muestra presenta hallazgos 
tipo 3, con un total de 48 pacientes, que corresponde al daño a la sustancia blanca; sin 
embargo, la mayoría de los pacientes correspondientes al grupo 3 fueron ambulatorios 
con un total de 35 para un 72.9% del total de pacientes con daño a la sustancia blanca. 
0
5
10
15
20
25
30
35
Tipo 0 Tipo 1 Tipo 2 Tipo 3 Tipo 4 Tipo 5
Ambulatorio No ambulatorio
- 33 - 
 
De estos datos obtenidos se infiere que cuando la lesión de sustancia blanca se 
presentó de manera aislada no afectó de manera significativa el nivel ambulatorio. 
Estos resultados presentaron una significancia estadística con una Rho de Spearman 
0.209. 
Gráfico 4. Relación entre combinación de hallazgos y niveles de Automovilidad 
agrupados 
 
 p = 0.002 
Leyenda: 
1 hallazgo: sin combinación 
2 hallazgos: combinación de 2 tipos diferentes de hallazgos 
3 hallazgos: combinación de 3 tipos diferentes de hallazgos 
4 hallazgos combinación de 4 tipos diferentes de hallazgos 
 
0
5
10
15
20
25
30
35
40
45
50
Ambulatorio No Ambulatorio
- 34 - 
 
El gráfico 4 expresa la relación entre la combinación de hallazgos de RM y los 
pacientes agrupados en ambulatorios y no ambulatorios; se observa que la mayor 
cantidad de pacientes ambulatorios solamente presentaron un solo hallazgo de imagen, 
de igual forma la mayor cantidad de pacientes no ambulatorio aunque en menor 
proporción también presentaron un tipo de hallazgo de imagen. Estas variaciones son 
altamente significativas con una p=0.002. 
Tabla IV. Relación entre combinación de hallazgos por RM y automovilidad 
 
Combinación 
de hallazgos 
de RM 
Automovilidad Total 
Ambulatorios No ambulatorios 
N % 
N % N % 
0-1 54 70.1 23 46.9 77 61.2 
2-4 23 29.9 26 53.1 49 38.8 
Total 77 100.0 49 100.0 126 100.0P = 0.002 
 
 
- 35 - 
 
Tabla V. Estimación de riesgo de relación de combinación de hallazgos y 
automovilidad 
Hallazgos Valor Intervalo de confianza 95% 
Superior Inferior 
Combinación 3-4/0-2 9.867 2.662 36.574 
Cohorte no ambulatorio 2.565 1.806 3.642 
Cohorte ambulatorio .260 .092 .732 
No. de casos válidos 126 
 
Las tablas IV y V muestran que los pacientes con niveles no ambulatorios tienen una 
mayor frecuencia de casos con 3 y 4 combinaciones de hallazgos mientras que los 
pacientes con niveles ambulatorios presentan una mayor frecuencia de casos sin 
alteraciones en la RM o con uno o dos hallazgos combinados. Estos resultados 
reflejan variaciones estadísticamente significativas. 
 
 
 
 
- 36 - 
 
Tabla VI. Relación entre clasificación cínica y combinación de hallazgos 
Clasificación 
clínica 
Combinación de hallazgos Total 
 
N 
% 
0 
N 
% 
1 
N 
% 
2 
N 
% 
3 
N 
% 
4 
N 
% 
Espástica 4 
(4) 
56 
(57.1) 
27 
(21.4) 
10 
(7.9) 
1 
(1) 
98 
(100) 
No espástica 2 
(11.1) 
7 
(38.8) 
4 
(4) 
5 
(27.7) 
-- 
-- 
18 
(100) 
Mixta 4 
(40) 
4 
(4) 
1 
(10) 
-- 
-- 
1 
(10) 
10 
(100) 
Total 10 
(7.9) 
67 
(53.1) 
32 
(25.3) 
15 
(11.9) 
2 
(1.5) 
126 
(100) 
 
La tabla VI muestra que del total de pacientes con PC espástica, 56 (57.1%) 
presentaron un tipo de hallazgo, seguido de 27 (21.4%) que presentaron combinación 
de 2 tipos de hallazgos; sin embargo en las formas no espásticas aunque la mayoría 
(38.8%) presentaron un tipo de hallazgo, les siguió en orden decreciente (27.7%) 
combinación de 3 tipos de hallazgos. En las formas mixtas la mayoría de los pacientes 
presentaron estudios sin alteraciones ó solo un hallazgo como la forma más frecuente 
de presentación. 
- 37 - 
 
Tabla VII. Relación entre combinación de hallazgos, automovilidad y clasificación 
clínica de PC 
Automovilidad Hallazgos Clasificación clínica Total 
Espástica No 
espástica 
Mixta 
Ambulatorio 0-1 
hallazgos 
46 (36.5%) 5 (3.9%) 3 (2.4%) 54 
 (42.8%) 
2-4 
hallazgos 
19 (15%) 4 (3.3%) -- 23 
(18.3%) 
Subtotal 65 (51.5%) 9 (7.2%) 3 (2.4%) 77 
(61.1%) 
No 
ambulatorio 
0-1 
hallazgos 
14 (11.1%) 4 (3.3%) 5 (3.9%) 23 
(18.3%) 
2-4 
hallazgos 
19 (15%) 5 (3.9%) 2 (1.7%) 26 
(20.6%) 
Subtotal 33 (26.1%) 9 (7.2%) 7 (5.6%) 49 
(38.9%) 
Total 98 (77.8%) 18 (14.3%) 10 
(7.9%) 
126 
(100%) 
- 38 - 
 
La tabla VII relaciona la combinación de hallazgos y la clasificación clínica según 
niveles ambulatorios y no ambulatorios. En ella se muestra que la mayoría de los 
pacientes presentaron PC espástica con nivel de automovilidad ambulatorio. En los 
pacientes de la forma espástica y no espástica, los pacientes ambulatorios tienen 
menor combinación de hallazgos que los pacientes no ambulatorios; en las formas no 
espásticas existe una frecuencia similar entre ambulatorios con 0-1 hallazgos y los no 
ambulatorios con 2-4 hallazgos. Sin embargo en las formas mixtas los pacientes no 
ambulatorios presentan menor combinación de hallazgos en la RM. 
Gráfico 5. Relación entre clasificación clínica de PC y clasificación de hallazgos 
de RM 
 
p= 0.002 
En el gráfico 5 se observa que la mayoría de los pacientes de la muestra, 
independientemente de la clasificación clínica, presentaron daño a la sustancia blanca 
0
10
20
30
40
50
60
70
80
Espástica
No espástica
Mixta
- 39 - 
 
con un 72.4% para los pacientes con PC espástica, un 66.6% para los pacientes con 
PC no espástica y un 50% para los pacientes con PC mixta. 
En relación a los hallazgos de RM, sexo de los pacientes (p = 0.31), antecedentes 
postnatales (p = 0.73), antecedentes personales patológicos (p = 0.88), clasificación 
topográfica de PCI (p = 0.32), edad (p = 0.46) no estuvieron significativamente 
asociados al tipo de hallazgo en RM. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
- 40 - 
 
IX. DISCUSIÓN 
 
Realizamos un estudio para evaluar la relación entre los hallazgos de Resonancia 
Magnética y el nivel de automovilidad en niños con PC espástica, discinética, atáxica y 
mixta. 
En los pacientes incluidos en el estudio, el 92.1 % de ellos presentaron alteraciones en 
la RM y solo un 7.9 % no tuvo alteraciones con una proporción muy similar a lo 
reportado por el estudio de Korzeniewski SJ y colaboradores los cuales reportaron un 
83% de alteraciones en la RM y un 17% sin anomalías (1) .En un estudio europeo 
realizado por Bax y colaboradores encontraron que solo un 11.7% de los pacientes 
estudiados presentaron RM sin alteraciones (20). Ashwall y colaboradores en los 
parámetros prácticos para la evaluación diagnostica de niños con parálisis cerebral en 
el año 2004 establecidos en un Reporte del Subcomité de Estándar de Calidad de la 
Academia Americana de Neurología y el comité de la Sociedad de Neurología 
Pediátrica, encontraron que del total de pacientes (644) a los que se les realizó RM el 
89% presentó alteración en la RM (6). Kulak y colaboradores encontraron un 95.3% de 
anormalidades en las RM (27). 
En este estudio, al igual que la literatura internacional, la PC espástica es la más 
frecuente con un 77.8% contra un 71.3% de acuerdo a Korzeniewski SJ y cols (1). Sin 
embargo, a diferencia de estos autores, la PC tipo hemiparesia ocupó el primer lugar 
de frecuencia con un porcentaje de 36.5% seguido en orden decreciente la diparesia 
(30.2%), la cuadriparesia (27.8%) y en último lugar, la doble hemiparesia (5.6%). 
- 41 - 
 
Ashwall y colaboradores, encontraron del total de los 286 pacientes con RM con 
alteración un 36.7 % presentó cuadriparesia, 17.4% hemiparesia, 35.6% diparesia (6). 
Con respecto a la clasificación clínica, el 77.8%de los pacientes incluidos en la 
muestra, fue del tipo espástico, 14.3% no espástica y 7.9% mixta. Ashwall y 
colaboradores encontraron del total de pacientes con RM con alteración, el 1.3% fue 
mixta, 2.7% atáxica, 3.4% discinética y 2% hipotónica (6). 
En los resultados de nuestro estudio, el daño a la sustancia blanca fue el hallazgo más 
frecuente, tanto de manera aislada como en combinación con otros hallazgos. En orden 
decreciente de frecuencia, se presentó el daño a la sustancia blanca de manera 
aislada, la combinación de daño a la sustancia blanca y gris y el daño a la sustancia 
gris de manera aislada al igual que Korzeniewski SJ y colaboradores que encontraron 
en mayor porcentaje el daño a la sustancia blanca seguida de la combinación de daño 
a la sustancia blanca y ventriculomegalia y posteriormente la combinación de daño a 
sustancia blanca y gris (1). Ashwall y colaboradores encontraron en primer lugar la 
Leucomalacia Periventricular (35.7%), en segundo lugar con un 7.5 % malformaciones 
congénitas y en tercer lugar, con un 3.6% otras alteraciones como retraso en la 
mielinización (6). Bax y colaboradores encontraron en un 42.5% daño a la sustancia 
blanca, en un 16% combinación de daño a la sustancia blanca y gris, en un 12.8% 
daño a la sustancia gris, en un 9.1% malformaciones congénitas, ningún paciente 
presentó alteración en espacio de circulación del LCR y en un 7.1% presentaron RM 
con otras alteraciones (20). Kulak y colaboradores encontraron que el grupo de 
pacientes con cuadripresia presentó 100% de anormalidades, el grupo con diparesia 
92.5% y el de hemiparesia un 95.4%. La LPV fue el hallazgo más frecuente y 
- 42 - 
 
asociado a diparesia. La atrofia cerebral se encontró más frecuentemente en 
cuadriparesia. Los quistes porencefálicos se encontraron con más frecuencia en 
hemiparesia (27). 
Diferentes autores desde hace varias décadas, entre ellos Volpe y Briefly, han 
señalado que los cerebros de infantes prematuros son particularmente vulnerables al 
daño de lasustancia blanca debido a la isquemia causada por la lesión a la regulación 
de la circulación cerebral en las zonas de irrigación arterial de la sustancia blanca (34). 
Este mecanismo de lesión ocasiona más frecuentemente una PC del tipo diparesia 
basado en la organización somatotópica de los tractos corticoespinales descendentes 
(23). 
En este estudio los pacientes incluidos en la muestra con PC espástica y no espástica 
presentaron en la RM en primer lugar el daño a la sustancia blanca, en segundo lugar, 
el daño a la sustancia gris, en tercer lugar alteración en el espacio de circulación del 
LCR, y en último lugar RM sin alteraciones. 
La PC mixta presentó en primer lugar daño a la sustancia blanca, en segundo lugar, 
RM sin alteraciones y en igual proporción daño a la sustancia gris, en el espacio de 
circulación del LCR, malformaciones congénitas y otras anomalías. 
Los niveles de GMFCS I y II fueron más frecuentes con un 56.3% de presentación. Al 
correlacionar los hallazgos con el nivel de GMFCS encontramos que los pacientes con 
RM sin alteraciones presentaron tanto niveles ambulatorios y no ambulatorios con igual 
proporción. Todos los pacientes con nivel de automovilidad III presentaron 
alteraciones pero ninguno presentó malformaciones congénitas ni otras anomalías. 
- 43 - 
 
El daño a la sustancia gris, se presentó en orden decreciente de frecuencia en los 
niveles de automovilidad V, I y IV (con igual proporción), II y V. Así mismo, el daño a 
la sustancia blanca se presentó en los niveles I, II, V, IV y III. 
La alteración en el espacio de circulación del LCR se presentó en primer lugar en el 
nivel V, en segundo lugar y en igual proporción en los niveles II y IV, en tercer lugar en 
el nivel I y en quinto lugar en el nivel III. 
Del grupo de otras anomalías, éstas se presentaron en primer lugar y en igual 
proporción en los niveles II y IV, en segundo lugar en el nivel V, en tercer lugar en el 
nivel IV, y el último lugar en el nivel I. 
En la mayoría de los estudios realizados sobre la imágenes de RM de pacientes con 
PC, no fue posible separar claramente el número de pacientes del número de lesiones 
y por ende la distribución de la frecuencia de las lesiones, la cual puede ser menor o 
mayor del 100 %(1, 6, 20-28 ). 
Woodward y colaboradores realizaron un estudio prospectivo, en RN vivos muy 
prematuros, a todos se les realizó evaluación clínica y se les realizó RM y Ultrasonido 
Craneal (UC) a las dos semanas, y a los 2 años. Los hallazgos que se buscaron en la 
RM fueron daño a la sustancia blanca y a la gris con escalas de severidad. Se 
encontró que los hallazgos anormales en la RM a los 2 años en niños muy prematuros, 
es un fuerte predictor en el compromiso severo del neurodesarrollo a los 2 años de 
edad (21). 
Los pacientes ambulatorios con ningún o 1 hallazgo tuvieron en primer lugar, PC 
espástica, en segundo lugar discinética y en tercer lugar mixta. Del grupo ambulatorios 
- 44 - 
 
de > 2 hallazgos tuvieron PC discinética. Los pacientes no ambulatorios con ningún ó 1 
hallazgo tuvieron en primer lugar PC mixta y en segundo atáxica. Los no ambulatorios 
con<2 hallazgos tuvieron PC discinética. 
Los niveles del GMFCS IV-V tienen una mayor proporción de casos con 3 y 4 número 
de hallazgos. En cambio, los niveles de GMFCS I-III tienen mayor proporción de casos 
con ninguno y sólo un hallazgo (p = 0.002). Con una estimación de riesgo de 9.9 con 
una p=0.0001. Kulak y colaboradores encontraron correlación significativa entre los 
hallazgos de RM y el SCFMG en pacientes con diparesia y cuadriparesia. Se concluyó 
que la detección temprana de anormalidades cerebrales en niños con PC puede ayudar 
en el pronóstico y el inició de terapia apropiada (27). 
En nuestro estudio la mayoría de los pacientes presentaron PC espástica y niveles 
ambulatorios; en la RM presentaron con mayor frecuencia 1 hallazgo seguido de 
ningún hallazgo y en menor proporción encontramos pacientes no ambulatorios los 
cuales presentaron combinación de > 2 hallazgos. Tanto de manera aislada como en 
combinación, el daño a la sustancia blanca fue el hallazgo más frecuente y dentro de 
este grupo, la LPV ocupó el primer lugar; lo cual se relaciona con la literatura 
internacional (1-6, 27). Se han realizado estudios que correlacionan los cuatro grados de 
severidad de la LVP diagnosticada por imágenes de US, TC y RM con el nivel de 
automovilidad de niños prematuros y a término. Dentro es estos, Serdaroglu encontró 
que la PC fue ligeramente menos común en los niños con LPV I-II comparados con los 
niños con LPV II-V. La función motora fue normal en el 50% de los niños con LPV 
grado I pero severamente afectados en el 73.7% de los niños con LPV grado IV. Los 
factores de riesgo asociados con retraso del desarrollo fueron la asfixia perinatal, la 
- 45 - 
 
LPV de grado II-V, lesión de cuerpo calloso y la atrofia cortical (22). Van Haastert 
estudio niños prematuros y de término con LPV diagnosticada por US y les dio 
seguimiento hasta los 2 años de edad aplicándoles además el SCFMG. A los 2 años, 
se les diagnóstico PC; el 72% de los niños permanecieron en el mismo nivel de 
automovilidad. La asociación entre LPV y la función motora fue fuerte. Los niños con 
LPV grado I-II diagnosticada en el periodo neonatal tuvieron mejor pronóstico de 
automovilidad que la LPV grado III-IV (24). Hashimoto y colaboradores investigaron 
prematuros menores de 36 semanas de gestación realizándoles UT y Tomografía 
computarizada (TAC) a las 40 semanas de edad corregida y RM a los 3 años. A los 3-
4 años se les realizó valoración neurológica y se encontró que la mayor severidad de la 
LPV se correlaciona con mayor compromiso neurológico (25). 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
- 46 - 
 
X. CONCLUSIONES 
 
 La muestra estuvo conformada por 126 pacientes con edades entre los 2-
11 años con una media de 4. 23, de los cuales 70 (55.6%) corresponden al 
sexo masculino y 56 (44.4%) a sexo femenino. 
 
 Existe una relación directa entre la magnitud de la afectación cerebral 
encontrada en imágenes de RM y el compromiso ambulatorio de los 
pacientes con Parálisis Cerebral. 
 
 La realización de estudios de Resonancia Magnética en niños con Parálisis 
Cerebral permite establecer una relación significativa con los niveles de 
automovilidad de los pacientes estudiados en lo relativo al logro de la 
marcha. 
 
 Se recomiendan estudios ulteriores con incremento del tamaño de la muestra 
y otras variables que permitan establecer más elementos involucrados en el 
pronóstico de la marcha. 
 
 Los resultados de neuroimagen de Resonancia Magnética en niños con 
Parálisis Cerebral son comúnmente anormales, pueden ayudar a determinar 
la etiología y severidad de la lesión cerebral y tienen implicaciones para la 
capacitación en el asesoramiento y estrategias de intervención. 
- 47 - 
 
XI. ANEXOS 
ANEXO 1. CLASIFICACION DE LA FUNCION MOTORA GRUESA PARA PARALISIS 
CEREBRAL DE PALISANO (GMFCS) 
2-4 AÑOS 
Nivel I Capaces de sentarse en el piso con ambas manos libres para manipular objetos. Los 
movimientos dentro y fuera del piso, el parado y sentado se realizan sin asistencia. Los 
niños caminan, siendo éste el método preferido de movilidad sin la necesidad de utilizar 
ningún dispositivo auxiliar para el mismo. 
Nivel II Capaces de sentarse en el piso, sin embargo tienen dificultad para balancearse cuando 
ambas manos se encuentran libres para manipular objetos. Los movimientos dentro y 
fuera del piso se llevan acabo sin la asistencia de un adulto. Se jalan para ponerse en 
pie sobre una superficie estable. Gatean con manos y rodilla con un patrón recíproco 
sostenidos de los muebles y realizan marcha utilizando un dispositivo auxiliar como su 
método preferido de movilidad. 
Nivel III Se sientan en el piso y adoptan posición en “W”. Pueden requerirla asistencia de un 
adulto para adoptar la posición de sentado. Se arrastran sobre el abdomen o bien 
realizan gateo con las manos y rodillas (sin movimientos recíprocos) como su método 
primario de movilidad. Se pueden jalar para ponerse en pie sobre una superficie estable 
y recorrer distancias cortas. Pueden recorrer distancias cortas dentro de casa 
realizando marcha con un dispositivo auxiliar y asistencia de un adulto. 
Nivel IV Capaces de sentarse en el piso, sin embargo son incapaces de mantenerse alineados 
y balanceados sin el uso de las manos como apoyo. Comúnmente requieren utilizar 
adaptaciones para sentarse y pararse. Para moverse distancias cortas requieren 
rodarse, arrastrase sobre el abdomen o bien gatear con las manos y rodillas sin 
movimientos recíprocos en las piernas. 
Nivel V El control voluntario del movimiento se encuentra limitado por el grado de discapacidad 
para mantener la postura antigravitatorio de la cabeza y tronco. Todas las áreas de 
funcionamiento se encuentran limitadas. No cuentan con medios para tener movilidad 
independiente por lo que son transportados. Algunos de ellos pueden llegar a 
desplazarse en forma independiente utilizando sillas de ruedas eléctricas con 
adaptaciones. 
4-6 AÑOS 
Nivel I Capaces de meterse, salirse y sentarse en una silla sin la necesidad de apoyarse con 
las manos. Se mueven del piso y de una silla a partir del sentado sin la necesidad de 
objeto alguno como apoyo. Caminan dentro, fuera de casa y suben escaleras. 
Habilidad inicial de saltar y correr. 
Nivel II Se sienten en una silla con ambas manos libres para manipular objetos. Se paran del 
- 48 - 
 
piso o de una silla sin embargo en ocasiones requieren de una superficie estable para 
empujarse o jalarse con sus brazos. Caminan sin la necesidad de ningún dispositivo 
para la marcha. 
Nivel III Se sientan sobre una silla normal pero requieren de soporte pélvico o de tronco para 
maximizar la función de manos. Se mueven dentro o fuera de la silla utilizando una 
superficie estable para empujarse o jalarse hacia arriba con los brazos. Caminan con 
asistencia de dispositivos para la marcha en superficies planas y suben escalaras con 
la asistencia de un adulto. Son transportados cuando se requiere de recorrer distancias 
largas o bien sobre terrenos irregulares. 
Nivel IV Se sientan sobre una silla normal pero requieren de adaptaciones en el asiento para el 
control de tronco así como maximizar la función de manos. Se mueven dentro o fuera 
de la silla con la asistencia de un adulto o de una superficie estable para empujarse o 
jalarse hacia arriba con los brazos. En el mejor de los casos pueden llegar a caminar 
distancias cortas con caminadora y con la supervisión de un adulto, sin embargo tienen 
dificultad para mantener el equilibrio y para los giros sobre terrenos irregulares. Dentro 
de la comunidad son transportados. Pueden llegar a desplazarse de forma 
independiente utilizando sillas de ruedas eléctricas. 
Nivel V El control voluntario del movimiento se encuentra limitado por el grado de discapacidad 
física para mantener la postura antigravitatorio de la cabeza y tronco. Todas las áreas 
de funcionamiento se encuentran limitadas. No cuentan con medios para tener 
movilidad independiente por lo que son transportados. Algunos de ellos pueden llegar a 
desplazarse de forma independiente utilizando sillas de ruedas eléctricas con 
adaptaciones. 
6-12 AÑOS 
Nivel I Caminan dentro y fuera de casa y suben escalares sin limitaciones. Desarrollan 
funciones motoras gruesas incluyendo el correr y saltar, sin embargo la velocidad, 
equilibrio y coordinación son limitados. 
Nivel II Caminan dentro y fuera de casa y suben escaleras sosteniéndose de barandales, sin 
embargo experimentan limitaciones al caminar sobre terrenos irregulares e inclinados, 
caminar en espacios reducidos o en sitios conglomerados. En el mejor de los casos 
cuentan con mínima capacidad para realizar funciones motoras gruesas incluyendo el 
correr y saltar. 
Nivel III Caminan dentro y fuera de casa sobre terrenos regulares con un dispositivo auxiliar 
para la marcha. Pueden subir escaleras sosteniéndose de barandales. Dependiente 
de la función de los miembros superiores, manejan una silla de ruedas manualmente o 
bien son transportados cuando se requiere de recorrer distancias largas o bien sobre 
terrenos irregulares. 
Nivel IV Pueden mantener niveles funcionales adquiridos antes de los 6 años o depender más 
de la movilidad dentro de casa, escuela o en la comunidad en silla de ruedas. Pueden 
llegar a desplazarse de forma independiente utilizando sillas de ruegas eléctricas. 
Nivel V El control voluntario del movimiento se encuentra limitado por el grado de 
- 49 - 
 
discapacidad física para mantener la postura antigravitatorio de la cabeza y tronco. 
Todas las áreas de funcionamiento se encuentran limitadas. Son transportados. 
Pueden llegar a desplazarse utilizando sillas de ruedas eléctricas con adaptaciones. 
 
ANEXO 2. HOJA DE CLASIFICACIÓN DE HALLAZGOS DE RESONANCIA 
MAGNÉTICA 
0.- Sin alteraciones 
 
1.- Malformaciones congénitas 
 
1.-1.- Lisencefalia 
1.2.- Heterotopia 
1.3 .- Polimicrogiria o displasia 
 Cortical 
1.4.- Esquicensefalia 
1.5.- Porencefalia agenesica 
1.6.- Hemimegalencefalia 
1.7.- Holoprocencefalia 
1.8.- Malformación Dandy Walker 
1.9.- Paquigiria 
1.10.- Malformación Arnold Chiari 
 
 
2.- Daño a la sustancia gris 
 
2.1. -Lesión en Ganglios Basales 
2.2. -Defectos Corticales (atrofia) 
2.3. -Alteraciones del Tálamo 
2.4. -Lesiones Diencefálicas 
 
3.- Daño de la sustancia blanca 
 
3.1. -Leucomalacia periventricular 
3.2.- Ausencia completa de cuerpo calloso 
3.3.- Disgenesia de cuerpo calloso 
3.4.- Encefalomalacia porencefalica 
3.5.- Encefaliomalacia periventricular, 
corticosubcortical 
3.6.- Gliosis 
3.7 Cuerpo calloso atrófico 
 
 
 
4.- Anomalías en el espacio del líquido 4.1.- Ventriculomegalia 
4.2.- Colpocefalia 
- 50 - 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
cefalorraquídeo. 
 
4.3.- Quistes aracnoideos 
4.4.- Dilatación cisternal magna 
4.5.- Atrofia cisterna magna 
4.6.- Hidrocefalia 
4.7.- Derrame subdural 
4.8.- Higroma 
 
 
5.- Anomalías diversas no incluidas 
anteriormente 
 
5.1.- Angiomas cerebelo 
5.2.- Hipotrofia cerebelo 
5.3.- Atrofia de cerebelo 
5.4.- Encefalomalacia cerebelo 
5.5.- Trastorno de migración 
5.6.- Angioma parénquima cerebral 
5.7.- Hipotrofia hipocampal 
 
- 51 - 
 
XII. BIBLIOGRAFÍA 
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	Portada
	Índice
	I. Resumen
	II. Antecedentes
	III. Justificación
	IV. Planteamiento del Problema V. Hipótesis VI. Objetivo General 
	VII. Diseño Metodológico 
	VIII. Resultados 
	IX. Discusión 
	X. Conclusiones 
	XI. Anexos
	XII. Bibliografía

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