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UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO FACULTAD DE PSICOLOGÍA DIVISIÓN DE ESTUDIOS PROFESIONALES “RELACIÓN ENTRE LOS RASGOS DE MASCULINIDAD-FEMINEIDAD Y CELOS EN UNA MUESTRA DE UNIVERSITARIOS.” TESIS QUE PARA OBTENER EL TÍTULO DE LICENCIADA EN PSICOLOGÍA PRESENTAN: SOFÍA AYAMARA GONZÁLEZ PEÑA VERÓNICA SOSA GALLARDO DIRECTORA: MTRA. GUADALUPE B. SANTAELLA HIDALGO REVISORA: LIC.AIDA ARACELI MENDOZA IBARROLA ASESOR ESTADÍSTICO: LIC. MARTHA CUEVAS ABAD México, D. F., Agosto 2011 UNAM – Dirección General de Bibliotecas Tesis Digitales Restricciones de uso DERECHOS RESERVADOS © PROHIBIDA SU REPRODUCCIÓN TOTAL O PARCIAL Todo el material contenido en esta tesis esta protegido por la Ley Federal del Derecho de Autor (LFDA) de los Estados Unidos Mexicanos (México). El uso de imágenes, fragmentos de videos, y demás material que sea objeto de protección de los derechos de autor, será exclusivamente para fines educativos e informativos y deberá citar la fuente donde la obtuvo mencionando el autor o autores. Cualquier uso distinto como el lucro, reproducción, edición o modificación, será perseguido y sancionado por el respectivo titular de los Derechos de Autor. AGRADECIMIENTOS A la Universidad Nacional Autónoma de México y a la Facultad de Psicología por abrirnos las puertas del conocimiento. Mtra. Guadalupe B. Santaella Hidalgo Por su profesionalismo, dedicación y paciencia en la dirección de este trabajo. Lic. Aida Araceli Mendoza Ibarrola Por asesorarnos en este proyecto y sobre todo por impulsarnos a crecer día a día con humor, cariño y entusiasmo. Lic. Martha Cuevas Abad Por ser nuestro asesor estadístico en este trabajo de forma profesional. A las sinodales, por sus comentarios que enriquecieron esta tesis: Neuropsicóloga Alma Mireia López-Arce Corea. Mtra. Cristina Heredia Ancona. AGRADECIMIENTOS Y DEDICATORIAS A DIOS Por darme la oportunidad de emprender este camino llena de amor y bendiciones. Por dejarme ser una princesa, siempre sostenida de tu mano. Por darme una familia siempre incondicional. Por permitirme estar rodeada de mujeres llenas de sabiduría y sobre todo buenas amigas. A MIS PADRES Darles las gracias por darme la vida y sembrar en mí la semilla del éxito, por su apoyo incondicional y su gran amor. Por ser los padres perfectos que siempre inculcaron en mí los buenos valores y el espíritu de ayuda. Por enseñarme a amar y enseñarme a ser la gran mujer que hoy por hoy ustedes han formado. A ustedes Maru y Don Chava les dedico este trabajo. A MIS HERMANOS Salvador, Carlos y Xóchitl por estar siempre a mi lado, por esas palabras siempre tan oportunas y tan sabias; porque con una sonrisa o un regaño me han guiado por el buen camino. Por ser cada uno mi confidente y sobre todo mis mejores amigos, por entregarme su cariño y amor en cualquier momento. A MI FAMILIA A Vero, Nachito y Ady por su cariño y paciencia, por ser parte de mi familia y por darme lo mejor de cada uno. A mis sobrinos Dany, Sebastián y Luis por la alegría que siempre le inyectan a mi vida. A MI MARIDO Y MI HIJO A Marco por ser cómplice de mis locuras y proyectos, gracias porque siempre me has levantado y nunca permites que me rinda. Por caminar a mi lado en esta vida. A Santy mi motor que día a día me impulsa a ser una mejor persona y profesionista. A ti mi mayor tesoro te agradezco mi mayor felicidad, por enseñarme que aún tengo tanto que aprender, por regalarme esa sonrisa que me alegra cada día. Los amo. A mi amiga Vero por hacer de este proyecto una realidad, por su apoyo, paciencia, cariño y alegría. A todos aquellos que de manera directa o indirecta han compartido conmigo la experiencia extraordinaria de vivir, de aprender y crecer día a día. Ayamara. A MIS PADRES Por creer en mí, por darme la fuerza para seguir caminando y alcanzar la meta anhelada. Dios los bendiga, les de salud y mucha vida para poder retribuirles un poco de lo que me han dado. A ustedes les dedico este logro, y todos los que me faltan por alcanzar, buscando una vida llena de éxitos. Va por ustedes, por lo que valen, porque admiro su fortaleza y por lo que han hecho de mí. A MI PADRE Gracias por tu apoyo, la orientación que me has dado, por iluminar mi camino y darme la pauta para poder realizarme en mis estudios y en mi vida personal. Agradezco los consejos sabios que en el momento exacto has sabido darme para no dejarme caer y enfrentar los momentos difíciles, por ayudarme a tomar las decisiones que me ayuden a balancear mi vida y sobre todo gracias por el amor tan grande que me brindas. Por tu ejemplo, por enseñarme que nada es imposible, que todo se consigue con trabajo. Por enseñarme el significado del éxito. Eres mi mayor orgullo! Te Quiero Mucho. A MI MADRE Por ser la persona que siempre me ha levantado el ánimo en los momentos difíciles tanto de mi vida estudiantil como personal. Gracias por la paciencia que has tenido para enseñarme y esas palabras sabias que siempre tienes para mí, por tu apoyo, por el amor que me das, por tus cuidados, por ser mi heroína. Por ser la amiga y compañera que me ha ayudado a crecer y cumplir mis sueños, por estar conmigo en todo momento. Es un triunfo de las dos! Te Quiero Mucho Mami. A PAO Gracias por toda tu ayuda y apoyo, por cada consejo, por cada sonrisa, por cada pelea, por cada momento compartido juntas y por las aventuras que faltan por vivir. Te agradezco por no dejarme caer nunca, por siempre caminar a mi lado y por darme motivos para cada día ser mejor, para que puedas apoyarte en mí. Por ser mi mejor amiga, mi compañera, mi confidente, mi orgullo, mi alegría… mi hermanita. Gracias por estar ahí. Te Quiero Mucho Hemana! A MI ABUELITA ELO Gracias por tanto cariño, por enseñarme el camino de la vida, por tus consejos, por el amor que me has dado y por tu apoyo incondicional. Gracias por preocuparte por mí, por llevarme en tus oraciones y por ser un gran ejemplo. Te Quiero Mucho. A MI FAMILIA Abuelos, tías, tíos, primas y primos, con mucho cariño para ustedes. A CARLOS Gracias por ser mi cómplice, por confiar en mí, por nunca permitir que me rinda. Por todo tu apoyo, tus consejos, por impulsarme para lograr mis metas, por compartir conmigo nuevos e inolvidables momentos, por tu amor. Gracias por llegar y acompañarme en esta vida. Por escribir una historia a mi lado. Te Quiero. A AYAMARA Gracias por tu amistad peque…¡¡¡lo logramos!!! Gracias a mis cómplices de millones de aventuras durante la carrera y a todos aquellos que no están aquí, pero que me ayudaron a que este gran sueño se volviera realidad. Verónica. ÍNDICE RESUMEN 3 4 INTRODUCCIÓN CAPÍTULO 1. EL ADULTO JOVEN 8 1.1 DESARROLLO FÍSICO 9 1.2 DESARROLLO COGNOSCITIVO 11 1.3 DESARROLLO EMOCIONAL 16 1.4 DESARROLLO SOCIAL 23 CAPÍTULO 2. GÉNERO 25 2.1 TEORÍA EVOLUCIONISTA 25 2.2 ROL DE GÉNERO 26 2.3 MACHISMO Y SUMISIÓN 31 CAPÍTULO 3. PAREJA 34 3.1 RELACIÓN DE PAREJA 34 3.2 NOVIAZGO 38 3.3 ELECCIÓN DE PAREJA 41 CAPÍTULO 4. CELOS 49 4.1 DEFINICIONES 49 4.2 CARACTERÍSTICAS DE LAS PERSONAS CELOSAS 53 4.3 ORIGEN DE LOS CELOS 54 CAPÍTULO 5. MÉTODO 60 5.1 PLATEAMIENTO DEL PROBLEMA 60 5.2 PREGUNTA DE INVESTIGACIÓN 61 5.3 OBJETIVO GENERAL 61 5.4 OBJETIVOS ESPECÍFICOS 61 5.5 HIPÓTESIS 62 5.6 VARIABLES 62 5.7 MUESTRA 63 5.8 TIPO DE ESTUDIO 63 5.9 DISEÑO DE INVESTIGACIÓN 64 5.10 INSTRUMENTOS 64 5.11 PROCEDIMIENTO 66 5.12 ANÁLISIS DE RESULTADOS 66 CAPÍTULO 6. RESULTADOS 67 CAPÍTULO 7. ANÁLISIS Y DISCUSIÓN 75 CAPÍTULO 8. CONCLUSIONES 83 CAPÍTULO 9. LIMITACIONESY SUGERENCIAS 86 BIBLIOGRAFÍA 87 ANEXOS 93 - 3 - RESUMEN La masculinidad y la femineidad no son sólo rasgos del carácter o el aprendizaje de roles sexuales y sociales que se aprenden durante la infancia y la adolescencia para después desarrollarlos en la vida adulta. Por el contrario, hemos de entender la construcción de las identidades sexuales como procesos continuos contradictorios que se definen y redefinen en todas y cada una de las acciones humanas a lo largo del proceso de vida (Tomé, 1999). Si estos rasgos de la personalidad influyen en todos los ámbitos, también lo harán en la dinámica de la relación de pareja, específicamente, en la expresión de los celos. El propósito de esta investigación tuvo como objetivo conocer la relación entre los rasgos de masculinidad-femineidad, machismo y sumisión en la expresión de los celos en jóvenes universitarios. Para ello, se aplicaron dos inventarios, uno de masculinidad- femineidad y otro de celos. La muestra fue de tipo no probabilística, por cuota e intencional. Participaron un total de 200 sujetos, 100 de cada sexo, los criterios de inclusión fueron: una edad de entre 22 y 25 años, ser universitarios y tener actualmente una relación de pareja. Los datos fueron analizados con el SPSS, mediante el Coeficiente de Correlación de Pearson y la prueba t de Student para muestras independientes. Los resultados muestran una relación significativa entre las dimensiones de machismo-sumisión y celos. Las diferencias por género indican que los hombres tienen tendencias machistas y las mujeres son más sumisas y celosas. En los rasgos de masculinidad- femineidad no se reportan diferencias significativas. Palabras clave. Masculinidad, Femineidad, Celos, Pareja. - 4 - INTRODUCCIÓN. La relevancia de elaborar estudios que describan la situación de las y los jóvenes en México se basa, por lo menos, en dos razones. La primera es la importancia que la juventud tiene, no sólo como etapa formativa para la vida adulta, sino que además es crucial para el desarrollo de los individuos. La segunda razón es el peso histórico que este grupo de población tiene en el escenario demográfico actual y lo que ello representa para el presente y futuro del país en términos de desarrollo. Para ello, es necesario reconocer las necesidades específicas de los jóvenes, tomando en cuenta que no se trata de un grupo homogéneo, sino que al interior de esta población, las diferencias de género pesan de manera notable en su comportamiento (La Situación Actual de los Jóvenes. CONAPO 2010). Hoy en día, en México residen 20.2 millones de personas entre 15 y 25 años de edad y representan cerca de la quinta parte de la población total (108.4 millones). Entre ellos, 9.8 millones son adultos jóvenes (La Situación Actual de los Jóvenes. CONAPO 2010). Actualmente más del 60% de la población joven de nuestro país, se encuentra en una relación de pareja, según la Encuesta Nacional de la Dinámica Demográfica (ENADID) 2009 en el país, seis de cada diez personas de 15 años y más están casadas o en unión libre; tres se encuentran solteras, y una es separada, divorciada o viuda. Mientras que las mujeres tienden a permanecer sin pareja una vez que se disolvió su vínculo conyugal, los hombres en general vuelven a unirse, lo cual se refleja en la menor proporción de hombres separados, divorciados o viudos. - 5 - Distribución porcentual de la población de 15 años y más según su situación conyugal por sexo 2009 32.0 53.2 6.2 8.5 33.2 55.5 6.4 4.9 28.7 48.1 5.6 4.3 0 10 20 30 40 50 60 Soltero(a) Casado(a) Unión libre Separado(a), divorciado(a) o viudo(a) Tota Hombres Mujeres Fuente: INEGI. Encuesta Nacional de la Dinámica Demográfica 2009. Tabulados básicos. En 2008, los procesos de divorcio concluidos ascendieron a 81 mil 851, esto es por cada 100 enlaces registrados hubieron 13.9 divorcios. Entre 2000 y 2008 el monto de matrimonios se ha reducido en 16.7%, mientras que los divorcios se han incrementado de manera significativa, esto es 1.7 veces (en 2000 se registraron 707 mil 422 matrimonios y 46 mil 481 divorcios). 4.6 5.6 2.3 2.9 4.1 5.2 7.1 8.0 10.6 12.0 0 2 4 6 8 10 12 14 1990 1992 1994 1996 1998 2000 2002 2004 2006 2008 Fuente: INEGI. Estadísticas de matrimonios y divorcios. Base de datos (varios años). Relación divorcios-matrimonios, 1990-2008 (divorcios por 100 matrimonios) - 6 - De los hombres que se divorciaron en el país, 22% tenían de 15 a 29 años; 36.8% de 30 a 39 años; 22.2%, de 40 a 49 años, y 14.3%, 50 años o más. En el caso de las mujeres que se divorciaron, 31% era joven, 35.4% tenía de 30 a 39 años; 19.6%, de 40 a 49 años y 9.6%, 50 años o más. De manera resumida esto equivale a que la edad promedio de los hombres al momento de divorciarse es de 38.1 años y de las mujeres de 35.4 años. Una de las principales razones por las que ocurre una separación en la pareja, es la violencia, la cual puede surgir incluso en etapas muy tempranas del noviazgo. Según una encuesta del 2007 realizada por el Instituto Mexicano de la Juventud (IMJ), y aplicada en 18.000 hogares a jóvenes entre 15 y 24 años que tenían un noviazgo, pero no cohabitaran con su pareja; el 46% de las mujeres jóvenes mexicanas aseguraron enfadarse con su pareja por celos (experimentados por ellas), el 42,5% porque ellos prometían algo y no lo cumplían y el 35% porque creían ser engañadas. Los hombres se molestaron en un 41% por celos (experimentados por ellos), en un 25,7% porque ella tenía muchos amigos y un 32,1% porque las mujeres se molestaban sin razón aparente (Encuesta Nacional sobre Violencia en el Noviazgo, 2007). El común denominador más frecuente por el cual las parejas pelean o se enfadan entre sí, son los celos, tanto en hombres como en mujeres, pero según el género y las actitudes de machismo y sumisión, la expresión de dichas emociones será diferente. De acuerdo con la Psicología Evolucionista, las diferencias psicológicas entre ambos sexos se originan debido a un dimorfismo histórico – biológico entre ambos sexos, que hizo que miembros del sexo masculino y femenino hayan evolucionado en conductas específicas para los problemas adaptativos encontrados a través de la evolución de nuestra especie. Durante la evolución, hombres y mujeres tuvieron que resolver muchos problemas adaptativos similares, pero también enfrentaron problemas específicos para cada sexo (Buss, 1994; Symons, 1979). - 7 - Buss et al. (1992), Schmitt (1993), Larsen y Westen, (1996) mencionan que la psicología de nuestra especie se ha diferenciado sexualmente, y esto queda particularmente ilustrado por la experiencia subjetiva de celos en ambos sexos. Los hombres sienten celos principalmente debido a la infidelidad sexual de su pareja, ya que este tipo de infidelidad afecta sus posibilidades de reproducción y perduración de genes a través del tiempo. Para las mujeres, la infidelidad emocional es lo que activaría la experiencia de celos, afectando sus posibilidades de sustento y la viabilidad de supervivencia de un hijo, lo cual disminuiría su capacidad de perduración genética (Buss & Schmitt, 1993). El presente trabajo, busca aportar a las investigaciones antes realizadas, datos valiosos acerca de la relación entre las diferencias de género y la expresión de celos que experimentan los jóvenes en una relación de pareja en nuestro país. Dada la importancia de la juventud como grupo etario, resulta evidente la necesidad de contar con más fuentes de información que dediquen atención exclusiva a este grupo de la población y permitan profundizar en el análisis de sus diversas características, necesidades y conflictos con el afán de atenderlas. El hacer una detección oportuna respecto a las actitudes de los jóvenes hacia la pareja, permitiráhacer más visibles tanto sus necesidades como su potencial, con la finalidad de ofrecer datos confiables que busquen crear estrategias y a su vez posibiliten establecer programas de prevención, que promuevan que la población joven tenga una vida amorosa más sana. - 8 - CAPÍTULO 1 EL ADULTO JOVEN La adultez joven o temprana, es la etapa que comienza alrededor de los 20 años y concluye cerca de los 40. Dentro de esta etapa deben resolverse retos importantes como alcanzar la intimidad, elegir carrera y lograr el éxito vocacional, así como enfrentar otras decisiones como la elección de pareja, el matrimonio y la posibilidad de convertirse en padres. Una de las características principales, es que el individuo debe comenzar a asumir roles sociales y familiares, es decir, hacerse responsable de su vida y de la de quiénes le acompañan en la conformación de una familia. Muchas de las decisiones tomadas establecen el escenario para la vida posterior. Todos los cambios en el pensamiento del adulto, en su personalidad y en su comportamiento corresponden menos a la edad cronológica o a cambios biológicos específicos y más a factores personales, sociales y culturales (Datan y Ginsberg, 1975). Es decir, aunque no hay marcadores físicos semejantes a los de la pubertad ni etapas cognoscitivas bien delineadas, sí existen hitos sociales definidos por los que hay que atravesar. Sin embargo, el desarrollo sigue su curso y en relación a esta etapa, las áreas física, intelectual, moral y psicosocial sufren cambios que tienen características importantes, las cuales afectan a los individuos. En el siguiente cuadro, se ilustran las cuatro esferas básicas de desarrollo en el adulto. - 9 - Desarrollo Humano Desarrollo Físico Desarrollo Cognoscitivo Desarrollo Emocional Desarrollo Social Incluye las bases genéticas del desarrollo; el crecimiento físico de todos los componentes del cuerpo; los cambios en el desarrollo motor, los sentidos y los sistemas corporales; se relaciona además con temas como el cuidado de la salud, la nutrición, el sueño, el abuso de drogas y el funcionamiento sexual. El desarrollo cognoscitivo incluye todos los cambios en los procesos intelectuales del pensamiento, el aprendizaje, el recuerdo, los juicios, la solución de problemas, y la comunicación. Incluye influencias tanto hereditarias como ambientales en el proceso de desarrollo. El desarrollo emocional se refiere al desarrollo del apego, la confianza, la seguridad, el amor, el afecto, y una variedad de emociones, sentimientos y temperamentos. Incluye el desarrollo del concepto de uno mismo, de la autonomía, un análisis del estrés, las perturbaciones emocionales y la conducta de representación. El desarrollo social hace hincapié en el proceso de socialización, el desarrollo moral y las relaciones con los pares y los miembros de la familia. Discute el matrimonio, la paternidad, el trabajo, así como los roles vocacionales y el empleo. Cuadro 1. Esferas básicas de desarrollo en el adulto. 1.1 Desarrollo físico. El desarrollo es entendido como un continuo proceso de potencial crecimiento y de cambio a lo largo de toda una vida, y es influenciado por múltiples factores: - La maduración: Aparición de pautas de comportamiento determinadas biológicamente, ej.: caminar. - La experiencia presente y pasada. - La familia. - La cultura. - El ambiente en el que nos criamos. - Cualquier hecho anormal que pueda ocurrir en nuestra vida. En el adulto joven las capacidades físicas alcanzan el máximo de efectividad, existe destreza manual y una mayor agudeza visual. Los hombres y mujeres alcanzan su mayor plenitud, han logrado el más elevado punto de coordinación, equilibrio, agilidad, fuerza, energía y resistencia. - 10 - Entre los 25 y los 30 años el hombre tiene máxima fuerza muscular, siempre y cuando la desarrolle. Casi todos los aspectos del desarrollo físico alcanzan su nivel máximo en la juventud. La mayoría de los jóvenes son más fuertes, más sanos y más fértiles de lo que han sido y serán en el futuro; son más activos y abiertos en el aspecto sexual y tienen un sentido claro de su identidad sexual. Los sistemas tienen en esta edad una notable capacidad compensatoria, así el adulto joven es capaz de conservar la salud en forma casi continua, por esta razón presentan poca o ninguna preocupación por su salud. Los hábitos de salud y ejercicio que se cultivan durante la juventud suelen continuar durante toda la adultez (Craig, 2001). Pero la salud puede verse influenciada por diversos factores como son: los factores socioeconómicos, la educación y el género (Rice, 1997). A pesar de que en esta etapa las características físicas alcanzan su plenitud, se debe considerar que alrededor de los 30 años empiezan a declinar algunas capacidades. Los pensamientos, sentimientos y estilo general de manejo son considerados como requisitos para lograr y mantener la salud física, es lo que podríamos denominar integración mente y cuerpo. Estudiar el comportamiento ligado al contexto de la salud y de la enfermedad desde una perspectiva evolutiva resulta imprescindible para comprender la naturaleza cambiante de las necesidades del hombre a lo largo del ciclo vital (Itassen, 2000). La Organización Mundial de la Salud (OMS, 1964) define la salud como: "un estado de bienestar completo físico, mental y social y no solamente la ausencia de enfermedad o dolencia". Esta definición subraya la naturaleza biopsicosocial de la salud y pone de manifiesto que la salud es más que la ausencia de enfermedad. http://www.monografias.com/Fisica/index.shtml http://www.monografias.com/trabajos12/elorigest/elorigest.shtml http://www.monografias.com/trabajos36/naturaleza/naturaleza.shtml - 11 - 1.2 Desarrollo cognoscitivo. En relación al desarrollo cognoscitivo, una forma de pensamiento adulto es aquel que algunos teóricos han denominado pensamiento dialéctico (Basseches, 1984; Leadbeater, 1986). El cual consiste en la capacidad de considerar puntos de vista opuestos en forma simultánea, aceptando la existencia de contradicciones, este proceso es permanente y dinámico, nunca estático. Este tipo de pensamiento permite la integración entre las creencias y experiencias con las inconsistencias y contradicciones descubiertas, favoreciendo así la evolución de nuevos puntos de vista, los cuales necesitan ser actualizados constantemente. El pensador dialéctico posee conocimientos y valores, y se compromete con ellos, pero reconoce que éstos cambiarán, ya que la premisa unificadora del pensamiento dialéctico es que la única verdad universal es el cambio mismo. Los adultos que alcanzan el pensamiento dialéctico se caracterizan porque son más sensibles a las contradicciones, aprecian más las opiniones contrarias ya que han aprendido a vivir con ellas (Rice, 1997). Otros teóricos lo denominan pensamiento posformal, una etapa que va más allá de las operaciones formales planteadas por Piaget. Este pensamiento posformal tiene tres elementos básicos: relativismo, contradicción y síntesis. El adulto que alcanza el pensamiento posformal es capaz de sintetizar pensamientos contradictorios, emociones y experiencias dentro de un contexto más amplio. No necesita elegir entre alternativas porque es capaz de integrarlas (Hoffman, 1996). Por otro lado Schaie (1977-1978) considera que el rasgo distintivo del pensamiento de los adultos es la flexibilidad con que emplean sus capacidades cognoscitivas y plantea un modelo de desarrollo cognitivo donde identifica cinco etapas por las que pasa la gente para adquirir conocimiento. - 12 - Etapa de adquisición Etapa de logro Etapa de responsabilidad Etapa ejecutivaEtapa reintegrativa De la infancia a la adolescencia: el individuo adquiere información y habilidades sin considerar la utilidad que en el futuro puedan tener para su vida. Desde el final de la adolescencia a los 30 años: la persona reconoce la necesidad de aplicar el conocimiento adquirido para alcanzar metas a largo plazo. Final de los 30 hasta inicio de los 60: el individuo hace uso de sus capacidades cognoscitivas para cuidar a la familia, de los demás, en el trabajo y de la comunidad. También tiene lugar durante los 30 a 40 años: desarrollo de la habilidad para aplicar el conocimiento complejo a una serie de niveles diferentes, hacerse responsables de los negocios, instituciones académicas, iglesias, gobierno y otras instituciones. Vejez: adquisición y aplicación crecientemente selectiva del conocimiento a tareas específicas, es decir, a los intereses y propósitos que la persona considera valiosos; se hace menos probable que la persona se esfuerce en tratar de resolver problemas que no tienen significado para ella y que no enfrenta personalmente. Cuadro 2. Etapas para adquirir conocimiento (Papalia, 2005). Según el modelo de Schaie el adulto joven se encuentra en las etapas de logro, de responsabilidad y ejecutiva. Gisela Labouvie-Vief (1984) señala por su parte que la madurez cognoscitiva del adulto se caracteriza por el “compromiso y la responsabilidad”. En su opinión, el curso del desarrollo cognoscitivo debe tener un proceso evolutivo que le permitirá volverse autónomo y aprender a vivir con las contradicciones y ambigüedades de su experiencia, así como adquirir habilidades para tomar decisiones de manera independiente. Algunos investigadores han examinado la interacción de la competencia intelectual del adulto, sus necesidades personales y las expectativas sociales, es así como surgen los periodos del desarrollo, basados en conflictos o “crisis” por las que todos pasamos. Erik Erikson (1987) menciona en su teoría psicosocial que hay diferentes motivaciones y necesidades psicosociales que se convierten en fuerzas que impulsan el desarrollo y la conducta humana. Él dividió el desarrollo humano en ocho etapas y afirmó que en cada una el individuo tiene una tarea psicosocial que resolver, el estadio que corresponde a la edad adulta es el estadio seis, intimidad frente a aislamiento. Si - 13 - los jóvenes adultos no son capaces de hacer compromisos personales profundos con otros, decía Erikson, pueden aislarse y ensimismarse. Mientras trabajan para resolver demandas conflictivas de la intimidad, competitividad y distancia, desarrollan un sentido ético, el cual era considerado por Erikson como la marca del adulto. Las relaciones íntimas exigen sacrificio y compromiso. Los jóvenes adultos que han desarrollado un fuerte sentido del yo durante la adolescencia están listos para fundir su identidad con la otra persona. La resolución de esta etapa produce como “virtud” el amor, la devoción mutua entre dos compañeros que han decidido compartir sus vidas, tener hijos y ayudarlos a lograr su propio desarrollo saludable. Según Erikson, la decisión de no cumplir el impulso natural de procreación tiene serias consecuencias para el desarrollo. Por su parte, Georges Vaillant (1977), logró distinguir tres etapas de adaptación dentro de la adultez joven. Cuadro 3. Etapas de adaptación dentro de la adultez joven (Vaillant, 1977). Daniel Levinson (1978, 1986) efectuó un estudio exhaustivo sobre el desarrollo del adulto, identificó tres periodos principales en el ciclo de vida del varón adulto, cada uno con una duración aproximada de 15 o 20 años. En cada periodo el individuo elabora una estructura vital, la cual constituye el patrón en que se basa su vida. Sirve como el límite entre el mundo interno y externo ya que se compone sobre todo de las relaciones sociales y ambientales que incluyen lo que el individuo obtiene de las relaciones y lo que debe aportar a éstas (Jodar, 1996) - 14 - Figura 1. Etapas de la vida de un varón propuestas por Levinson. Este autor descubrió que la maduración y el ajuste dependen sobre todo del crecimiento en una etapa de noviciado que abarca de los 17 a los 33 años; donde se distinguen tres periodos: transición a la juventud (de los 17 a los 22 años); ingreso al mundo de los adultos (de los 22 a los 28 años) y la transición de los treinta (de los 28 a los 33 años). Transición a la juventud: edad, 17-22 Inicio de la estructura vital para la juventud: 22-28 Transición a los 30: 28-33 Culminación de la estructura vital en la juventud: 33-40. Transición a la madurez: 40-45 Inicio de la estructura vital para la madurez: 40-45 Transición a los 50: 50-55 Culminación de la estructura vital en madurez: 55-60. Transición a la vejez: edad, 60-65 Era de la juventud: 17-45 Era de la madurez: 40-65 Era de la vejez: 60- ? Era de la preadultez: 0-22 - 15 - De acuerdo con Levinson, para lograr un ingreso pleno a la vida adulta, el joven habrá de dominar cuatro tareas del desarrollo, que tienen diferencias entre hombres y mujeres. HOMBRE MUJER Figura 2. Tareas del desarrollo, diferencias entre hombres y mujeres. En el hombre las cuatro tareas se desarrollan de la siguiente manera: o Definir un sueño.- El joven comienza a estructurar su vida adulta en formas realistas y optimistas que le ayuden a cumplir su sueño. o Encontrar a un mentor.- Su función principal es facilitar la transición de la relación entre progenitor e hijo al mundo de los compañeros adultos. o Forjarse una carrera.- De acuerdo a sus habilidades y aptitudes. o Establecer la intimidad.- Aunque el descubrimiento e interés en el sexo opuesto inicia con la adolescencia, al llegar la madurez, adquiere la capacidad para establecer una relación romántica seria. - 16 - Pero las experiencias de la mujer parecen muy distintas a las del hombre. o Sueños diferentes.- Es la diferencia más notable entre los sexos. Los hombres suelen presentar una idea unitaria de su futuro concentrada en su carrera, en cambio, muchas mujeres suelen tener sueños escindidos. o Relaciones diferentes con los mentores.- A las mujeres les resulta difícil encontrar a un hombre especial que apoye su sueño (Droege, 1982). o Trayectorias profesionales diferentes.- La mujer suele dedicarse a su profesión tiempo después, debido a que en ocasiones tiene prioridades diferentes. o Establecer intimidad.- Las mujeres se inclinan más a compartir sueños con una pareja. o Reevaluación diferente.- Los hombres introducen cambios en su carrera o en su estilo de vida, pero no cambian su actitud ante el trabajo ni ante su carrera. En cambio las mujeres por lo general invierten las prioridades que se habían propuesto en la juventud (Adams, 1983; Droege, 1982; Levinson, 1990; Stewart, 1977). Un aspecto que la mayoría de los adultos tiene en común, es que casi todos buscan o mantienen relaciones íntimas – como parejas románticas o como amigos cercanos. La intimidad, parte esencial de un vínculo duradero, satisfactorio y emocional, constituye la base de la amistad y el amor. Los amigos íntimos son personas en quienes confiamos y a las que acudimos cuando tenemos problemas; siempre están dispuestos a ayudar y compartimos con ellos momentos agradables. Las relaciones románticas suelen caracterizarse por un vínculo emocional positivo, por la satisfacción de necesidades y por la interdependencia (Brehm, 1992). 1.3 Desarrollo emocional. La teoría triangular del amor que propuso Robert Sternberg (1986) afirma que el amor tiene tres componentes: intimidad, pasión y compromiso,de cuya combinación - 17 - resultan ocho tipos de relaciones: ausencia de amor; gusto por el otro; apasionamiento; amor vacío, romántico, de compañía, ilusorio y finalmente un equilibrio de los tres elementos. Figura 3. Tipos de relaciones (Sternberg, 1986) La formación y el desarrollo de la pareja son elementos importantes del desarrollo adulto. Una parte de la identidad personal se adquiere por ser miembro de una pareja estable. Por ello es indispensable entender cómo se escoge la pareja y porqué algunos deciden casarse y otros prefieren cohabitar. De acuerdo con la teoría del proceso de desarrollo, la selección de pareja es una secuencia por medio de la cual se filtran y eliminan a las personas inconvenientes e incompatibles hasta que una es seleccionada. Esta teoría describe los diversos factores del proceso de selección. - 18 - - La proximidad o cercanía geográfica es una de las variables que influyen en la elección de pareja (South, 1991). Es decir, obviamente es más probable que una persona se case con alguien que vive cerca y con la que está en contacto. - La gente se acerca a las personas que les sean atractivas. Tanto físicamente, como por rasgos o características específicas personales. - La gente tiende a elegir compañeros que compartan características sociales y personales como la religión, la clase socioeconómica, la educación, la etnicidad, la raza y la edad. Aunque lo que primordialmente se busca es la compatibilidad con la pareja, es decir, la capacidad para vivir juntos en armonía, lo cual puede evaluarse por los sistemas de hábitos, la concepción de roles y normas, las necesidades, actitudes y valores y el temperamento. Figura 4. Elección de pareja. Los hombres, al igual que las mujeres, necesitan de amistades cercanas y solícitas que se desarrollen en un sentido de mutualidad y constituyan una fuente - 19 - importante de apoyo social. La selección de la pareja puede ser entonces un proceso complejo en que la gente considera varios factores personales, psicológicos, sociales y emocionales antes de tomar decisión final. Son pocos quienes lo hacen de manera cuidadosa, ya que hay gente que pasa de la atracción física al matrimonio sin atravesar los filtros intermedios o que se casa presionada por factores externos, como el embarazo (Rice, 1993). Uno de los problemas principales de las personas que desean encontrar pareja es saber dónde y cómo conocer a posibles compañeros (Ahuvia y Adelman, 1992). Cada persona define al amor de manera diferente de acuerdo con sus antecedentes y experiencias. Rice (1993), divide al amor en cinco elementos. 1) Amor romántico, ha sido descrito como un afecto profundamente tierno o apasionado, se caracteriza principalmente por las emociones fuertes y la intensidad de los sentimientos. 2) Amor erótico, puede definirse como la atracción sexual, donde el sexo y amor son interdependientes; una relación sexual satisfactoria fortalece el amor de pareja. 3) Amor dependiente, es valioso como base para una relación fuerte, pero conlleva la mutua dependencia, que en casos extremos podría llegar a transformarse en obsesión o comportamiento neurótico. 4) Amor filial, el cual principalmente está basado en compañía o interés común. 5) Amor altruista, que agrega interés y preocupación genuinos, por la relación global. El dar y recibir son mutuos. Satisfacción al preocuparse por el otro (Rice, 1997). La formación de la pareja exige negociar los límites y redefinir las relaciones con la familia, con los amigos y con el otro, al quedar satisfechas estas necesidades, generalmente se da el siguiente paso; el matrimonio. La calidad de la vida matrimonial tiene fuerte incidencia en la felicidad y satisfacción de los individuos. El ciclo familiar se divide en etapas que reflejan los cambios ocurridos. - 20 - Entre las tareas de ajuste matrimonial se presentan los siguientes planos: satisfacción y apoyo emocional; ajustes sexuales; hábitos personales; roles sexuales; intereses materiales; trabajo, empleo y logros; vida social; familia; decisiones; conflictos y resolución de problemas; moral, valores e ideologías. Actualmente, el estado civil de los jóvenes en nuestro país es muy variado. Los datos obtenidos por el INEGI en el Censo de Población y Vivienda 2010, muestran que hay un total de 2, 904, 956 personas en el Distrito Federal que oscilan entre los 20 y 39 años de edad, de los cuales 1, 234, 524 se encuentran solteros (INEGI. Censo de Población y Vivienda, 2010). (Gráfica 1) 43% 12% 1% 17% 21% 4% 2% 0% 0% Situación Conyugal de los jóvenes en nuestro país Solteros Casados civil Casados religioso Casados c y r Unión libre Separados Divorciados Viudos Gráfica 1. Situación conyugal de los jóvenes en nuestro país. SITUACIÓN CONYUGAL DE LOS JÓVENES EN NUESTRO PAÍS Estado civil Total Porcentaje Solteros 1234524 43% Casados civil 355522 12% Casados religioso 19218 1% Casados c y r 483346 17% Unión libre 622363 21% Separados 124778 4% Divorciados 45125 2% Viudos 11910 0% No especificados 8170 0% TOTAL 2904956 100% - 21 - 39% 12%1% 18% 21% 6% 2% 1% 0% Situación Conyugal Mujeres Solteras Casadas civil Casadas religioso Casadas c y r Unión libre Separadas Divorciadas Viudas No especificadas Gráfica 2. Situación conyugal de las mujeres en México. Gráfica 3. Situación conyugal de los hombres en México. SITUACIÓN CONYUGAL MUJERES Solteras 587966 39% Casadas civil 189064 12% Casadas religioso 10252 1% Casadas c y r 268144 18% Unión libre 319198 21% Separadas 84985 6% Divorciadas 28811 2% Viudas 9587 1% No especificadas 3759 0% TOTAL 1501766 100% SITUACIÓN CONYUGAL HOMBRES Solteros 646558 46% Casados civil 166458 12% Casados religioso 8966 1% Casados c y r 215202 15% Unión libre 303165 22% Separados 39793 3% Divorciados 16314 1% Viudos 2323 0% No especificados 4411 0% TOTAL 1403190 100% - 22 - Asimismo existen diferencias en cuanto al género, ya que existen más hombres solteros en nuestro país, en comparación con las mujeres (Gráficas 2 y 3). Otro de los hechos que se dan en la edad adulta temprana, es el nacimiento de los hijos. Dicho acontecimiento marca un periodo de transición en la vida de la pareja, ya que la llegada de un nuevo miembro a la familia, altera o impacta en la dinámica de la pareja. A pesar del impacto, esta experiencia permite el desarrollo de los padres como pareja e individualmente. El deseo de tener hijos es casi universal, lo que se explica a partir de diferentes enfoques psicológicos: - Freud consideró el deseo instintivo de las mujeres, por dar a luz y criar hijos. - Erikson: el generar es una necesidad básica del desarrollo. Deseo de establecer y guiar a la próxima generación. - Funcionalismo: la reproducción sería el deseo de inmortalidad. - Otros teóricos: paternidad es parte de un proceso natural y universal propio del mundo animal. Otros estudios, realizados en parejas con y sin hijos, destaca como motivación principal el anhelo de establecer una relación estrecha con otro individuo. Las parejas de hoy tienen menos hijos y en edades más avanzadas, que en el pasado. El predictor más importante de la edad en que llega el primer hijo, es el nivel educativo ya que generalmente, la mujer con cierto nivel de instrucción emplea su primer año de casada para terminar la educación o comenzar una carrera. Las actitudes de las parejas frente al embarazo, responden a situaciones de tipo económico y personal, ya que se presentan otras prioridades: formarse, conseguir trabajo y tener una vivienda. - 23 - 1.4 Desarrollo social. En cuanto al desarrollo social, Kohlberg en suteoría del desarrollo moral, plantea que en las etapas quinta y sexta el desarrollo moral es en esencia una función de la experiencia. Los individuos sólo podrían alcanzar estos niveles (si es que los alcanzan) pasados los 20 años, ya que para que las personas reevalúen y cambien sus criterios para juzgar lo que es correcto y justo requieren de experiencias, sobre todo aquellas que tienen fuertes contenidos emocionales que llevan al individuo a volver a pensar. Según Kohlberg, existen dos experiencias que facilitan el desarrollo moral: confrontar valores en conflicto (como sucede en la universidad o el ejército) y responder por el bienestar de otra persona (cuando un individuo se convierte en padre). Lo que especialmente marca el cambio de vida del sujeto, no es tanto la edad, sino la época y la sociedad en la que le ha tocado vivir. El sujeto irá actuando en cada momento según las exigencias que determinan los roles y estatus sobre los que va pasando. Además, cada momento socio-histórico tiene sus normas y tareas. En relación con lo anterior, Bronfenbrenner (1977b, 1979) plantea su visión ecológica del desarrollo humano, en la que destaca la importancia crucial que da al estudio de los ambientes en los que nos desenvolvemos, defiende el desarrollo como un cambio perdurable en el modo en el que la persona percibe el ambiente que le rodea (su ambiente ecológico) y en el modo en que se relaciona con él. El postulado básico del modelo ecológico de Bronfenbrenner propone que el desarrollo humano, supone la progresiva acomodación mutua entre un ser humano activo, que está en proceso de desarrollo, por un lado, y por el otro las propiedades cambiantes de los entornos inmediatos en los que esa persona en desarrollo vive. Acomodación mutua que se va produciendo a través de un proceso continuo que también se ve afectado por la relaciones que se establecen entre los distintos entornos en los que participa la persona en desarrollo y los contextos más grandes en los que esos entornos están incluidos. - 24 - Una parte importante al convertirse en adulto es la socialización la cual consiste en aprender y adoptar las normas, valores, expectativas y roles sociales requeridos por un grupo particular. Es el proceso que prepara a una persona para vivir en compañía de los demás, así como para diferentes tareas, tales como la educación para una profesión, específica. También hay que resocializar, es decir, un adulto tiene que reaprender o aprender algo nuevo en anticipación a una nueva tarea o rol (Havinghurst, 1972). El joven desarrollará a plenitud todas sus capacidades en cualquiera de las actividades en las que se desenvuelva, ya sea en el estudio o en el trabajo. Su desempeño se caracteriza por un alto grado de expresión en su actividad creadora. La comunidad, al igual que en el adolescente, contribuirá a garantizar la transmisión de reglas y normas que posibiliten el ajuste a las exigencias del medio. De esta manera, la comunidad continúa ganando importancia en la influencia que ejerce en sus miembros como agente socializador. En la juventud se profundiza la formación de la personalidad. Los motivos dirigidos a la superación profesional, posibilitan una regulación interna de la personalidad basada en la autodeterminación consciente; que garantiza la madurez y responsabilidad necesaria en la proyección futura (Fernández, 2003). - 25 - CAPÍTULO 2. GÉNERO. 2.1 Teoría evolucionista. El objeto de estudio de la psicología evolutiva son los procesos de cambios comportamentales a lo largo del tiempo, la evolución y los cambios psicológicos que ocurren a lo largo de la vida humana en todo su ciclo vital (Buss, 1979). La identidad que cada persona construye de sí misma se encuentra marcada tanto por aspectos de tipo biológico (sexo cromosómico, constitución, hormonas y genitales) que llevan al desarrollo de una identidad sexual biológica (macho o hembra), como por aspectos sociales que son tempranamente internalizados y que llevan, a lo largo de la vida, a la construcción de una identidad sexual genérica (Raguz, 1991). Así mismo, los procesos de diferenciación sexual y de género se extienden a lo largo de toda la vida. Desde el nacimiento, los agentes sociales que interaccionan con el bebé comienzan a tratarlo de forma diferente, los padres perciben a sus hijos recién nacidos en función del sexo asignado, describiendo a las niñas como más suaves, más pequeñas, de rasgos más delicados o más distraídas, y a los niños como más fuertes, duros, con una mejor coordinación, más robustos y con rasgos más bastos (Rubin et al., 1974). El conjunto de comportamientos que diferencialmente dirigen los padres y las madres a sus hijos e hijas, en función exclusivamente de su sexo, puede ser uno de los factores explicativos más recientes de la adquisición y mantenimiento de conductas acordes al rol de género, y con ello, de las posibles diferencias en los comportamientos que mujeres y varones muestran con la edad adulta (Bussey y Bandura, 1992). - 26 - Lo anterior explica en parte, porqué los hombres y las mujeres desarrollaron distintos mecanismos psicológicos que subyacen a sus motivaciones sexuales y sus estrategias de búsqueda de pareja (Buss y Schmitt, 1993). Comparados con las mujeres, los hombres tienen motivaciones sexuales de corto plazo, imponen menos estándares restrictivos, valoran claves de accesibilidad sexual como juventud y atractivo, se vuelven celosos por diferentes razones y aprecian la castidad de la compañera. Comparadas con los hombres, las mujeres valoran los signos de los recursos económicos de un hombre, estatus social y ambición, y una carrera prometedora. Investigaciones transculturales han confirmado, coherentemente con las hipótesis sociobiológicas, que las mujeres prefieren parejas sexuales de mayor edad y los evalúan en base a sus recursos, mientras que los hombres prefieren parejas más jóvenes y físicamente atractivas (Bailey et al., 1994; Kenrick y Keefe, 1992). Sin embargo, además de todas estas diferencias evolutivas, en casi todas las culturas se define, establece, da forma y sentido a un conjunto de ideas, creencias y valoraciones sobre el significado que tiene el ser hombre y el ser mujer, delimitando los comportamientos, las características e incluso los pensamientos y emociones que son adecuados para cada ser humano, con base a esta red de estereotipos o ideas consensuadas. 2.2 Rol de género. Todas las sociedades se estructuran y construyen su cultura en torno a la diferencia sexual de los individuos que la conforman, la cual determina también el destino de las personas, atribuyéndoles ciertas características y significados a las acciones que unas y otros deberán desempeñar –o se espera que desempeñen–, y que se han construido socialmente. - 27 - Los roles de género son conductas estereotipadas por la cultura, por tanto, pueden modificarse dado que son tareas o actividades que se espera realice una persona por el sexo al que pertenece (INMUJERES, 2004). Lamas (2002) señala que el papel (rol) de género se configura con el conjunto de normas y prescripciones que dictan la sociedad y la cultura sobre el comportamiento femenino o masculino. Aunque hay variantes de acuerdo con la cultura, la clase social, el grupo étnico y hasta el estrato generacional de las personas, se puede sostener una división básica que corresponde a la división sexual del trabajo más primitiva: las mujeres paren a los hijos y, por lo tanto, los cuidan: ergo, lo femenino es lo maternal, lo doméstico, contrapuesto con lo masculino, que se identifica con lo público. A través de sus premisas, cada cultura entreteje las creencias relacionadas con el papel que hombres y que mujeres juegan en la sociedad (Díaz-Guerrero, 1972),dando lugar a los estereotipos de género. Los estereotipos parecen inamovibles y delimitan el conjunto de creencias y prescripciones sobre el significado que tiene ser hombre y ser mujer en una cultura determinada. Es decir, se configuran a partir del significado que es otorgado ante la diferenciación sexual en los seres humanos (Pastor y Martínez-Benlloch, 1991). De acuerdo con algunas investigaciones (p.e. Moya, Navas y Gómez, 1991; cit. por Laimeras, López, Rodríguez, D’avila, Lugo, Salvador et al., 2002), los estereotipos de género tienen un carácter prescriptivo en el sentido de que determinan lo que debería ser la conducta de mujeres y de hombres, pero a su vez tienen un carácter descriptivo en el sentido de asumir que hombres y mujeres poseen características de personalidad diferenciales. Según Lamas (2002), el hecho de que mujeres y hombres sean diferentes anatómicamente los induce a creer que sus valores, cualidades intelectuales, aptitudes y actitudes también lo son. - 28 - Estas creencias, sin embargo, no son elecciones conscientes que se puedan aceptar o rechazar de manera individual, sino que surgen del espacio colectivo, de la herencia familiar y de todos los ámbitos en que cada persona participe. Se trata de una construcción social que comienza a partir del nacimiento de los individuos, quienes potencian ciertas características y habilidades según su sexo e inhiben otras, de manera que quienes los rodean, les dan un trato diferenciado que se refleja en cómo se relacionan con ellos, dando lugar a la discriminación de género. No obstante, es mediante la interacción con otros medios que cada persona obtiene información nueva que la conduce a reafirmar o a replantear sus ideas de lo femenino y lo masculino. En un principio, se mantuvo la creencia que las diferencias encontradas entre hombres y mujeres son «naturales» y genéticamente determinadas (Díaz–Loving, Sánchez Aragón, 2001). Tal visión tradicionalista plantea, lo que es ser hombre y lo que es ser mujer, como dos personalidades opuestas de un mismo continuo y en cuya interacción se derivan relaciones adecuadas o apropiadas entre los mismos (Gilligan, 1982). A partir de esta postura, en la literatura se manejan distintas terminologías para hacer referencia a dichos extremos: masculino vs. femenino. Es decir, se plantea la existencia de dos mundos distintos y separados: el de lo masculino, al cual se le conoce como «Masculinidad» y el de lo femenino, conocido como «Femineidad» (Maldonado, García y García, 1994). El análisis de estos rasgos, llamados de masculinidad–femineidad, acerca de la diferenciación entre las características que son consideradas socialmente, apropiadas para ambos sexos y de las expectativas adjudicadas a dichos mundos, establecen e integran distintos roles de funcionamiento específicos, que determinan la dinámica interna de la vida conyugal, familiar y social (Bustos, 1994). - 29 - Lara (1993) sostiene que el rol de género se refiere a las prescripciones, normas y expectativas de comportamiento para hombres y mujeres, es decir, a la expresión de la masculinidad y la femineidad de un sujeto, de acuerdo con las reglas establecidas por la sociedad. En la época contemporánea también hay descripciones sobre los distintos roles; las características masculinas son las denominadas instrumentales, o sea que están dirigidas a una acción básicamente orientada a metas, con agresividad, búsqueda de dominio, autoafirmación, reflexión, razón, respeto por el orden, abstracción y objetividad. La adopción rígida del rol masculino lleva a los hombres a restringir sus expresiones emocionales, con dificultades en el manejo de sus sentimientos, y llegan, incluso, a no permitir que los demás se expresen. Basan sus relaciones principalmente en el control, el poder y la competencia, para tratar de mantener a los demás bajo su control y mantienen su autoridad a toda costa. Los rasgos femeninos están descritos como las características denominadas de relación, necesidad de involucrarse con los demás, no tanto con las ideas, orientados hacia los sentimientos y la abstracción, pasivas, dóciles, expresivas, protectoras, orientadas a la crianza. Cuando hay un apego excesivo a su rol, puede haber poca conciencia respecto de ella misma, con poca capacidad de expresar lo que quiere para que la entiendan, y tienen generalmente como únicas metas el matrimonio y la maternidad, pues lo consideran su destino, sin posibilidades de elegir, ya que está limitada en su independencia, su poder de decisión y su autosuficiencia. Según Rocha (2004), a quienes poseen rasgos femeninos se les ha adjudicado el desempeño de un papel: dependiente, decorativo, cálido, expresivo, interesados en los demás, apoyadores y casi nunca en una posición de autoridad. Mientras que, a quienes poseen rasgos masculinos, se les describe como: independientes, activos, en puestos de mando, asertivos, racionales y orientados hacia la actividad instrumental. Planteamiento que hoy se sigue retomando para hacer análisis y estudios diferenciales por género. - 30 - En una segunda visión, el Modelo Bipolar (Brehm, 1992) reafirma la existencia de dos mundos que nunca se tocan, en donde la bipolaridad está dada por la imposibilidad teórica de que en un solo individuo aparezcan, en forma amplia y desarrollada, características tanto masculinas como femeninas al mismo tiempo. En consecuencia, a mayor masculinidad menor femineidad y, a mayor femineidad, menor masculinidad. En la actualidad, el uso de este modelo ha sido restringido, como consecuencia de las transformaciones sociales, el desempeño de funciones, de las tareas desempeñadas y el contexto en el que se den, dando lugar a un nuevo término, al que se le denomina «Androginia»( Brehm, 1992; Hoffman, 2000). Bajo la visión de la existencia de ambos rasgos de género en una persona, Rocha (2004) sostiene que lejos de ser polos opuestos, los rasgos de feminidad–masculinidad comparten características similares, es decir, un mismo descriptor puede ser visto socialmente aceptable o no tanto para un hombre como para una mujer. Al respecto, Brehm (1992) y Hoffman (2000) refieren que, bajo este enfoque dualista, se acepta el supuesto de que existan tanto hombres como mujeres altos y bajos en características masculinas y femeninas, en cuya interacción o combinación darían por resultado cuatro formas de evaluar o percibir la dinámica conyugal y, por ende, su nivel de percepción de satisfacción marital: Masculinos Positivos, Masculinos Negativos, Femeninos Positivos y Femeninos Negativos, cuya combinación puede dar resultado a otras dos combinaciones: Andróginos e Indiferenciados, los cuáles se refieren a que la persona presente ambos rasgos de masculinidad–femineidad altos o bajos, respectivamente. Díaz–Loving, Rivera y Sánchez (2001), hicieron un estudio para explorar las características socialmente deseables e indeseables en hombres y mujeres mexicanas, en donde obtuvieron cuatro factores, mismos que han sido complementados y reforza- dos por nuevas características. - 31 - Masculinidad positiva se refiere a aquellos rasgos que favorecen el desempeño laboral, el trabajo cognoscitivo, el logro y la competitividad; además de ser caracterizados por adjetivos que se consideran habilidades o «instrumentos» para alcanzar dicha meta previa. Rasgos instrumentales que son típicos e ideales en los hombres pero que también son bien vistos en las mujeres, aunque en menor nivel. Femineidad positiva son aquellas características que dirigen la energía hacia buscar el bienestar de los otros, que favorecen las relaciones comunales e interpersonales, que incitan la armonía del grupo, por lo que se consideran de tipo afectivo–comunales y que son las socialmente deseables. Compuestapor adjetivos expresivos típicos e ideales en las mujeres, pero también socialmente deseables en los hombres, aunque en menor nivel. Masculinidad negativa, incluye rasgos de tipo instrumental que desfavorecen la productividad, la autosuficiencia y autonomía de la persona. Compuesta por características instrumentales mal vistas tanto en hombres y mujeres pero más aceptadas en hombres. Femineidad negativa, se refiere a todas aquellas características de tipo afectivas que desfavorecen las relaciones interpersonales y la salud social. Referente a propiedades expresivas socialmente indeseables para ambos sexos pero más aceptadas en mujeres. 2.3 Machismo y Sumisión. En sus extremos, los rasgos femeninos y masculinos suelen dar origen a la sumisión y al machismo. El machismo, se refiere a una orientación que puede resumirse como un culto a la virilidad y cuyas principales características son una exagerada agresividad e intransigencia entre hombres y una actitud de arrogancia y agresión sexual hacia a las mujeres (Stebs, 1973 cit. en Lara-Cantú 1994). - 32 - El machismo también se manifiesta en una necesidad de "salirse con la suya", de presionar a que otras personas acepten los puntos de vista propios y de ganar cada discusión, considerando cada diferencia de opinión como una declaración de enemistad, es por eso que el poder, la dominación y la competencia son esenciales como prueba de masculinidad. A partir de la importancia que se le da a la "dignidad" dentro del machismo, ésta se manifiesta como una hipersensibilidad que lleva al hombre a interpretar cualquier critica como un insulto. Dentro del machismo, la preocupación primordial, que llega al grado de extrema ansiedad, es la demostración de la masculinidad, de la potencia sexual y la capacidad de engendrar. Un aspecto importante en el mito del macho es el control de la sexualidad. Es común el sometimiento a la esposa, impidiéndole que tenga contacto con otros hombres, y con constantes relaciones extramaritales, hablador, egoísta, avaro y hostil. La sumisión consiste en un culto a lo femenino, que enseña que las mujeres son espiritualmente superiores y más fuertes que los hombres pero, no así físicamente ni socialmente hablando. Se les caracteriza por su gran dependencia, conformismo, falta de imaginación y timidez en la relación con el varón. Este comportamiento lleva a las mujeres a no evitar el sufrimiento, sino a luchar por hacer que se conozca, mostrando las actitudes correspondientes de abnegación que son más pronunciadas entre más sufrimiento les inflijan sus cónyuges (Lara-Cantú, 1994). La mujer abnegada es aquella que sabe soportar con resignación enfermiza las adversidades de la vida, en otras palabras, la que no protesta, la que nunca se rebela ni exige, la que se olvida de sí misma a favor de los intereses de otros, en otras palabras, la que se nulifica. Corsi (2001) establece que el Modelo Masculino tradicional se apoya en los siguientes elementos esenciales que configuran su perfil psicológico: - 33 - Baja autoestima. Inseguridad y dependencia. Restricción emocional. No hablar de sus propios sentimientos y su manifestación a través de la violencia. Dependencia/ Inseguridad. Miedo a perder a su cónyuge; control hacia su pareja. Aislamiento emocional. No conversar acerca de los propios sentimientos, causa estrés, inhabilidad para comunicarse. Conductas para controlar. Rasgo íntimamente ligado a la conducta de manipulación. Celos y actitudes posesivas. Llegan a construirse en una “cualidad obsesiva” vigilando a su pareja. Manipulación. Rasgo de conducta caracterizada por el uso de racionalizaciones, con el objeto de manejar la situación para lograr control. Obsesión por los logros y el éxito. La socialización masculina se apoya en el mito del “ganador”. Para demostrar seguridad, es preciso ejercer un efectivo autocontrol represivo que regule la exteriorización de dolor, placer, temor (asociados con debilidad). Las mujeres por su parte dependen de la promesa de amor y en la búsqueda de esa promesa, muchas de ellas suelen exponerse a situaciones que las vulneran en su subjetividad cuando ceden o se someten al maltrato. La mujer necesita mantener la ilusión de que su pareja, -ese hombre del que se enamoró, tanto quiso y aún suele querer- la sigue amando igual que cuando comenzaron el vínculo. Por ello suele soportar dolor, sufrimiento y frustración. - 34 - CAPÍTULO 3. LA PAREJA. 3.1 Relación de pareja. La etapa del adulto joven es un segundo periodo de pruebas, por primera vez obra enteramente por su cuenta, probando los ámbitos del amor y del trabajo. De acuerdo con Erikson, los jóvenes adultos deben fusionar su identidad con otra persona en una relación cercana e íntima (Rage, 2002). Las relaciones de pareja han sido estudiadas desde tiempos inmemorables, a lo largo de los años se ha intentado entender todo lo que son e implican. Quizás porque desde el momento en que dos individuos se involucran en una relación de pareja, sus características, manifestaciones conductuales, expectativas, emociones, actitudes, atribuciones y formas de comunicación verbal y no verbal, el contexto, las normas particulares y el momento histórico que están viviendo, se combinan para determinar la forma, conducción, interpretación y conductas de interacción (Díaz- Loving, R., Rivera Aragón, S. y Sánchez Aragón, R, 1994). Las relaciones de pareja son especialmente complejas ya que en ellas influyen diversos factores psicosociales, tales como: experiencias previas, factores familiares, variables educativas, nivel socioeconómico, calidad de vida, actitudes, estilos atribucionales, etc. (Díaz- Loving, 1999). Sánchez Aragón (1995) define la relación como una asociación característica entre dos o más personas que involucra cierta interacción y que puede tener diversos fines ya sea sólo un encuentro casual, una amistad, un matrimonio, etc. (Sánchez Aragón, 1995). Díaz- Loving (1990) define a la pareja como una institución social constituida con base en un sistema de normas y reglas de conducta. Tales normas, son parte de la cultura y herencia social, derivadas del pensamiento común, colectivo, religioso y - 35 - filosófico de un pueblo que lo transmite de generación a generación a través de un proceso de socialización. Escardo (1974) define relación de pareja como la asociación de dos o más personas con un propósito familiar común o concurrente… una entidad peculiar, autónoma y específicamente diferenciada que es más que la suma de sus componentes. Sánchez Aragón (1995) define la relación de pareja como una entidad compuesta por dos o más personas de distinto sexo, unidas por un compromiso emocional- más que legal o religioso- cuyo propósito es constituir una institución social (familia) basada en normas culturales específicas. En términos generales, la pareja incorpora varias dimensiones psicosociales: una representación cultural, un mandato social y un ámbito de vivencias personales (Guevara, 1996). Dentro de la teoría Bio-Psico-Social-Cultural de la Relación de Pareja, Díaz Loving (1999) señala las necesidades básicas del ser humano; vivir en compañía y en forma interdependiente y social; por lo que las relaciones entre seres humanos cumplen con ciertas perspectivas, valores y fenómenos sociales, así como cuestiones cognoscitivas que se dan en la relación de pareja y el desarrollo de la misma en un contexto cultural. Las parejas invariablemente tienen un “ciclo de vida” lo que quiere decir que una relación de pareja se compone de diferentes etapas, y cada etapa tiene características especiales. A partir del conocimiento de dichas características el estudio de las relaciones de pareja se facilita, por lo quela Teoría Bio-Psico-Social-Cultural propone el ciclo de Acercamiento- Alejamiento (Diaz Loving 1996), el cual hace referencia a las - 36 - características particulares de cada etapa en la relación de pareja tomando en cuenta el tiempo como un factor determinante en dicho ciclo. El ciclo vital de la pareja es un proceso que consiste en una serie de etapas complejas, en ocasiones progresivas y en otras regresivas, estáticas, dinámicas, estables, cambiantes, con oscilación entre periodos de cercanía y distancia, caracterizado por estadios de continuidad y discontinuidad (Sánchez Aragón, 1995). Díaz Loving (1996) y Sánchez Aragón (1997) establecen las etapas en la relación de pareja y sus características. Etapa Extraño/ Desconocido. Se percibe al otro como un extraño, no se realizan conductas o cogniciones dirigidas a formar algún tipo de relación o acercamiento. Etapa de Conocido. Se establece la percepción del otro, se evalúa el estímulo y categoriza a esta persona como alguien que podría convertirse en conocido. Etapa de Amistad. La persona se interesa más por acercarse al conocido ya que piensa que la interacción ayudará en la solución de una serie de necesidades. Puede incluir sentimientos de intimidad y cercanía, aunque excluye aspectos románticos, personales o sexuales. Etapa de Atracción. Se da cuando las parejas amistosas inician la construcción de cogniciones inspiradas en intereses románticos. Etapa de Pasión y Romance. Existe una respuesta fisiológica y una interpretación cognoscitiva intensa, que define a la relación como más cercana. Hay romanticismo y devoción. Etapa de Compromiso. Los sujetos están de acuerdo en continuar dentro de su relación a largo plazo. - 37 - Etapa de Mantenimiento. El compromiso se consolida y requiere de fundamentos y procesos dirigidos al mantenimiento, es la base de la estabilidad y evaluación de la familia, involucra resolver las incógnitas y problemáticas cotidianas. Etapa de Conflicto. Al no resolver en corto plazo la problemática cotidiana, la relación puede verse llena de conflictos, si esto es recurrente y el mantenimiento ya no es placentero o funcional, esta etapa se desarrolla de lleno. Etapa de Alejamiento y Desamor. Las personas que conforman la pareja están muy lastimadas por los constantes conflictos y poco a poco desaparece el gusto por interactuar y conocer a la pareja. Se adopta una estrategia de evitación al contacto con la pareja. Etapa de Separación y Olvido. La relación se torna insoportable, se vuelven atractivas otras opciones (dejar la relación o tener otra pareja) el descontento es evidente. Llega la separación y posteriormente el olvido. Cada etapa del ciclo es afectada por eventos o etapas anteriores e influirá en las expectativas del futuro. De acuerdo con Díaz Loving (1996), existen ciertas consideraciones en el ciclo Acercamiento-Alejamiento. 1. Cada miembro de la pareja, puede pasar con un orden distinto a través de las diferentes partes de este ciclo. 2. Los miembros no siempre viven en la misma categoría que su pareja. 3. En la etapa de mantenimiento, aspectos como la intimidad y el compromiso pueden mantenerse a largo plazo, mientras otros aspectos como la pasión y el romanticismo tienden a ser variables y por tanto de tipo cíclico, apareciendo y desapareciendo dentro de la relación. 4. El modelo del ciclo de Acercamiento-Alejamiento, no intenta ser determinista en el patrón de evolución de las relaciones. Algunas personas llegan a una etapa y - 38 - no necesitan continuar a etapas posteriores y otras revierten o brincan de una etapa a otra no contigua. 5. El ciclo de Acercamiento-Alejamiento considera aspectos primordialmente psicológicos. 6. Las etapas de la relación, enmarcan el estímulo al que responde el miembro de una pareja. Al percibir al otro(a), la persona evalúa tanto cognitiva como afectivamente a la pareja, el contexto social y la etapa de la relación en la que se encuentra. 3.2 Noviazgo. Es un periodo en el cual una pareja, después de la elección mutua, se conoce en aspectos sustanciales de la personalidad de cada uno, para que ambos decidan si la vida matrimonial y el compromiso definitivo que ésta implica es lo conveniente para ellos (Van Pelt, 1999). Para ambos, la pareja elegida es ese "alguien especial" en quien encuentran cualidades que le atraen y que no ve en otras personas; estas cualidades hacen nacer una simpatía mutua que deriva en afecto y amor. Por definición, el noviazgo es una etapa transitoria, y durante ese período, si se confirma la elección, también se consolidan las bases para el matrimonio. Nancy L. Van Pelt, (1999) menciona que el noviazgo se desarrolla a través de siete etapas. Cada una tiene su función y propósito al establecer la base para la relación, por ello si se abrevia o elimina cualquier etapa, se produce un vacío de desarrollo en el noviazgo. Etapa 1: Amistad. Durante la amistad cada uno trata de conocer al otro mientras participa de actividades no románticas, sociales, recreativas, espirituales e intelectuales. La mayoría de dichas actividades son de orientación de grupo, opuestas a las orientadas hacia la pareja. - 39 - Esta etapa es más informal y menos emotiva que las etapas finales del noviazgo, pues no existen matices románticos o sexuales. Este es un elemento primordial el cual nunca debe desaparecer, sino al contrario, ir creciendo continuamente en intensidad. Etapa 2: Citas casuales. Se comparten actividades que disfrutan juntos. Como el grado de integración emocional entre ellos es bajo, ambos tienen libertad de salir con otros. No se consideran a sí mismos enamorados. Los momentos placenteros son compartidos junto con una amistad que puede prometer algo para el futuro. Etapa 3: Relación especial. Esta es una etapa donde hay un creciente afecto entre los componentes de la pareja, pero todavía no han alcanzado el grado de dedicación que requiere una relación más firme. Pasan más tiempo juntos pero no están participando aún de una relación formal. Etapa 4: Relación firme. En esta etapa hay un entendimiento entre ambos de que no saldrán con otras personas. Se ven más a menudo que en una relación incidental o casual. Esta etapa revela si las dos personas involucradas son capaces de mantenerse dedicadas a la misma relación, un hecho vital que debe conocerse antes de considerar el matrimonio. Etapa 5: Pre compromiso. Es la etapa en la cual una pareja comienza a discutir la posibilidad de casarse. Todas las conversaciones son tentativas, pero la pareja está más segura de que están hechos el uno para el otro. Su comprensión es privada y personal en lugar de ser terminal o dependiente, esto es que ya no solo implica el presente, ya están planeando a futuro y ya están viendo por terceros. - 40 - Etapa 6: Compromiso formal. Este trae un profundo sentido de dedicación y pertenencia que no había en el pre compromiso. Etapa 7: Matrimonio. Generalmente es la continuación de la fase romántica de cortejo, caracterizada por afectividad, respeto, cortesía y diversión. Celos en el Noviazgo. De acuerdo con los resultados de la Encuesta Nacional de Violencia en las Relaciones de Noviazgo (ENVINOV) 2007, elaborada por el Instituto Mexicano de la Juventud (IMJ), 15.5 por ciento de los mexicanos de entre 15 y 24 años con relaciones de pareja ha sido víctima de violencia física; 75.8 por ciento ha sufrido agresiones psicológicas y 16.5 por ciento ha vivido al menos una experiencia de ataque sexual. Sobre los motivos que ocasionan el enojo con la pareja, 41 por ciento de los hombres respondió que se molesta por celos; 25.7 porque su pareja tiene muchos amigos y 23.1 dice que su pareja se enoja de todo sin razón aparente. En tanto, 46 por cientode las mujeres dijo que se molesta porque siente celos; 42.5 porque su pareja queda en algo y no lo hace y 35 por ciento porque considera que es engañada. Las conductas violentas en las relaciones de pareja no formales no son percibidas como tales ni por las víctimas ni por los agresores, pues generalmente se confunden maltrato y ofensas con amor e interés por la pareja. La violencia disfrazada de amor es casi invisible: los signos del maltrato durante el noviazgo son desconocidos para gran parte de las y los jóvenes mexicanos, quienes los confunden con muestras de afecto que, en realidad, ocultan conductas controladoras sustentadas en la desigualdad entre los sexos. Según García (2002), los celos son emociones intensas que surgen cuando se experimenta un deseo exagerado de poseer de forma exclusiva a la persona amada, a - 41 - un amigo o a los hijos. Los psiquiatras afirman que los celos son un estado antecesor de la psicosis, pueden convertirse en delirio y perturbar el sentido de la realidad. De acuerdo con Casavantes (2000), los celos enfermizos llegan a provocar, en infinidad de casos, violencia física y psicológica continuas, e incluso que un miembro de la pareja acabe con la vida del otro. Los ataques de celos son el motivo más frecuente de homicidios conyugales y un factor determinante en casi el 20% de todas las agresiones violentas en los países desarrollados. Freud estaba convencido de que los celos tienen sus raíces en experiencias infantiles que ya todos vivimos, para él los celos patean el amor propio y el orgullo. En su interpretación encuentra en los celos causas biológicas, psicológicas y sociales. Menciona que hay celos que tienen como origen la química del sistema nervioso, los celos llamados delirantes se originan en desordenes de las sustancias neurotransmisoras. La posesividad exagerada es una expresión de inmadurez amorosa que provoca finalmente la sofocación de la persona amada y finalmente la ruptura del vínculo. (Godos, 2001). 3.3 Elección de pareja. Nos cuesta trabajo admitir que es la familia, mediante sutiles mecanismos de control, la que en gran medida orienta nuestra elección de una pareja. La mayoría de los individuos comparten una imagen de una pareja ideal, tienen ideas definidas sobre lo que están buscando en una pareja, así como las categorías de personas que son “elegibles o no elegibles” (Rage, 1996). Existen diferentes tipos de atributos para elegir o no a una pareja. Para algunos será muy importante el aspecto físico, para otros los elementos psicológicos, ternura, inteligencia, comunicación, comprensión etc. Otros más buscarán un nivel educativo y social alto y compatible con el suyo. Finalmente, habrá personas que se fijen en los valores morales y religiosos de la persona (Rage, 1996). - 42 - Existen teorías como la de complementariedad (Winch,1958), que indica que se selecciona a una pareja no porque sea similar a la persona que le selecciona, sino porque es complementaria; es decir, la persona elegida destaca o es capaz de hacer algo en lo que el otro miembro no destaca ni es capaz de hacer. Así mismo en la teoría instrumental de selección de pareja se establece que los individuos se sienten más atraídos hacia aquellos que tienen necesidades semejantes o complementarias a las propias (Centers, 1975), o, como lo indica Murstein (1970) en su teoría estímulo-valor-rol, que esencialmente una persona se une a aquellas cuyos activos y pasivos (puntos fuertes y puntos débiles) parecen augurar una probable adaptación a sus propias características. Como punto de partida para entender las relaciones de pareja, se debe considerar que para los seres humanos, más que para ninguna otra especie, son importantes las necesidades de apareamiento, compatibilidad física y biológica (Otrowsky, 2005); afecto, apego, cuidado, cariño, interdependencia, compañía y amor, que son necesidades genéticas básicas determinantes para la supervivencia de la especie (Buss 1999; Díaz Loving y Sánchez, 2002). De esta forma, aunque tener amigos cercanos es una forma importante de satisfacer las necesidades propias de afiliación, para la mayoría de los adultos, la relación íntima con una pareja es un objetivo aún más importante (Stassen y Thompson, 2001). Actualmente en nuestro país como en el resto del mundo, la elección de pareja se presenta como una manifestación libre de voluntades entre el hombre y la mujer que se eligen para constituir un estado permanente de vida y perpetuar la especie (Solís, 1988; Avelarde, 1991). Morales (1997) menciona que las características físicas determinan la atracción de una persona sobre la otra. La percepción que se llega a tener, en la mayoría de los casos, media entre los primeros encuentros para que haya o no encuentros posteriores. - 43 - Sin embargo, la elección de pareja puede ser descrita como un proceso complejo en el que se consideran factores biológicos, personales, psicológicos, sociales y emocionales (Rice, 1997; citado por Valdez Medina, Díaz Loving & Pérez, 2005) que se confronta con el paso del tiempo y que tiene un impacto favorable o desfavorable en la permanencia que puede llegar a tener la pareja. Tanto hombres como mujeres y en mayor proporción éstas últimas, muestran expectativas muy altas de felicidad con respecto a las relaciones familiares, de ahí el interés de hacer una buena elección de pareja, de manera que se le debe dar la importancia que se merece, pues afecta todas las esferas de la vida de una persona y es un recurso que proveerá la mayor parte de la felicidad o bien, en su defecto la mayor parte del sufrimiento (Tena- Suck, 1994). En 1997 Avelarde, Rivera Aragón y Díaz Loving realizaron una investigación acerca de las expectativas ideales contra las expectativas reales de la pareja. Se estudió cómo es que se elige a la pareja con base en nuestros ideales preestablecidos y definieron al noviazgo como una etapa en donde se construyen ideas o expectativas del futuro cónyuge a partir de necesidades y deseos, sobre la percepción de los atributos reales de la pareja. Según Ackerman (1978) se elige como pareja a aquella persona que corresponde con nuestras aspiraciones y que comparte la escala de valores que nos orientarán, ya sea a la madurez o la capacidad real de establecer y mantener una relación profunda y flexible con objetivos de compartir áreas afectivas, sexuales, sociales, económicas, etc.; así como tener seguridad, placer, confianza para la realización personal, comprensión mutua de necesidades, adaptación a nuevos roles familiares de disposición sexual, unión e identificación empática, comunicación, apoyo a la identidad personal y satisfacción. - 44 - La ambivalencia del deseo. En toda búsqueda, en todo encuentro, en todo pensamiento y actuación del ser humano, queramos o no, interviene siempre una parte inconsciente que nos guía. La teoría psicoanalítica nos ofrece un marco conceptual depurado acerca de estos procesos inconscientes, que nos explica lo que sucede en la búsqueda, el encuentro y el tipo de relación que se establece en una pareja. El espacio, la dimensión, o el sistema que forma una pareja es, por excelencia, el ambiente donde se manifiesta la ambivalencia del deseo con más fuerza. Esta ambivalencia se refiere a que en el deseo existen cosas buenas y bonitas, y malas y feas que tienden a ser intercambiadas en el cajón del otro. El deseo es ambivalente porque el ser humano no tiene más remedio que amar y odiar a la vez a la persona con quien está más fuertemente unido. Amamos al otro cuando nos aporta alimento emocional y lo odiamos cuando no nos lo da. Hablamos aquí de reacciones primitivas que son las primeras que aparecieron en nuestra especie. Nunca se pierden por completo y justamente vuelven a aparecer
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