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Relacion-entre-los-rasgos-de-masculinidad-femineidad-y-celos-en-una-muestra-de-universitarios

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UNIVERSIDAD NACIONAL 
AUTÓNOMA DE MÉXICO 
FACULTAD DE PSICOLOGÍA 
DIVISIÓN DE ESTUDIOS PROFESIONALES 
 
 
“RELACIÓN ENTRE LOS RASGOS DE 
MASCULINIDAD-FEMINEIDAD Y CELOS EN 
UNA MUESTRA DE UNIVERSITARIOS.” 
 
TESIS 
QUE PARA OBTENER EL TÍTULO DE 
LICENCIADA EN PSICOLOGÍA 
 
 
PRESENTAN: 
SOFÍA AYAMARA GONZÁLEZ PEÑA 
VERÓNICA SOSA GALLARDO 
 
 
DIRECTORA: 
MTRA. GUADALUPE B. SANTAELLA HIDALGO 
REVISORA: 
LIC.AIDA ARACELI MENDOZA IBARROLA 
ASESOR ESTADÍSTICO: 
LIC. MARTHA CUEVAS ABAD 
 
 
México, D. F., Agosto 2011 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
UNAM – Dirección General de Bibliotecas 
Tesis Digitales 
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mencionando el autor o autores. Cualquier uso distinto como el lucro, 
reproducción, edición o modificación, será perseguido y sancionado por el 
respectivo titular de los Derechos de Autor. 
 
 
 
AGRADECIMIENTOS 
 
A la Universidad Nacional Autónoma de México y a la Facultad de Psicología por 
abrirnos las puertas del conocimiento. 
 
 
Mtra. Guadalupe B. Santaella Hidalgo 
Por su profesionalismo, dedicación y paciencia en la dirección de este trabajo. 
 
 
Lic. Aida Araceli Mendoza Ibarrola 
Por asesorarnos en este proyecto y sobre todo por impulsarnos a crecer día a día con 
humor, cariño y entusiasmo. 
 
 
Lic. Martha Cuevas Abad 
Por ser nuestro asesor estadístico en este trabajo de forma profesional. 
 
 
A las sinodales, por sus comentarios que enriquecieron esta tesis: 
 
Neuropsicóloga Alma Mireia López-Arce Corea. 
Mtra. Cristina Heredia Ancona. 
 
 
 
 
 
 
 
 
AGRADECIMIENTOS Y DEDICATORIAS 
 
A DIOS 
Por darme la oportunidad de emprender este camino llena de amor y bendiciones. Por 
dejarme ser una princesa, siempre sostenida de tu mano. 
Por darme una familia siempre incondicional. 
Por permitirme estar rodeada de mujeres llenas de sabiduría y sobre todo buenas 
amigas. 
 
A MIS PADRES 
Darles las gracias por darme la vida y sembrar en mí la semilla del éxito, por su apoyo 
incondicional y su gran amor. Por ser los padres perfectos que siempre inculcaron en 
mí los buenos valores y el espíritu de ayuda. 
Por enseñarme a amar y enseñarme a ser la gran mujer que hoy por hoy ustedes han 
formado. 
A ustedes Maru y Don Chava les dedico este trabajo. 
 
A MIS HERMANOS 
Salvador, Carlos y Xóchitl por estar siempre a mi lado, por esas palabras siempre tan 
oportunas y tan sabias; porque con una sonrisa o un regaño me han guiado por el buen 
camino. Por ser cada uno mi confidente y sobre todo mis mejores amigos, por 
entregarme su cariño y amor en cualquier momento. 
 
A MI FAMILIA 
A Vero, Nachito y Ady por su cariño y paciencia, por ser parte de mi familia y por darme 
lo mejor de cada uno. A mis sobrinos Dany, Sebastián y Luis por la alegría que siempre 
le inyectan a mi vida. 
 
A MI MARIDO Y MI HIJO 
A Marco por ser cómplice de mis locuras y proyectos, gracias porque siempre me has 
levantado y nunca permites que me rinda. Por caminar a mi lado en esta vida. 
A Santy mi motor que día a día me impulsa a ser una mejor persona y profesionista. A 
ti mi mayor tesoro te agradezco mi mayor felicidad, por enseñarme que aún tengo tanto 
que aprender, por regalarme esa sonrisa que me alegra cada día. 
Los amo. 
 
A mi amiga Vero por hacer de este proyecto una realidad, por su apoyo, paciencia, 
cariño y alegría. 
 
A todos aquellos que de manera directa o indirecta han compartido conmigo la 
experiencia extraordinaria de vivir, de aprender y crecer día a día. 
 
Ayamara. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
A MIS PADRES 
Por creer en mí, por darme la fuerza para seguir caminando y alcanzar la meta 
anhelada. Dios los bendiga, les de salud y mucha vida para poder retribuirles un poco 
de lo que me han dado. A ustedes les dedico este logro, y todos los que me faltan por 
alcanzar, buscando una vida llena de éxitos. 
Va por ustedes, por lo que valen, porque admiro su fortaleza y por lo que han hecho de 
mí. 
 
A MI PADRE 
Gracias por tu apoyo, la orientación que me has dado, por iluminar mi camino y darme 
la pauta para poder realizarme en mis estudios y en mi vida personal. Agradezco los 
consejos sabios que en el momento exacto has sabido darme para no dejarme caer y 
enfrentar los momentos difíciles, por ayudarme a tomar las decisiones que me ayuden 
a balancear mi vida y sobre todo gracias por el amor tan grande que me brindas. 
Por tu ejemplo, por enseñarme que nada es imposible, que todo se consigue con 
trabajo. Por enseñarme el significado del éxito. 
Eres mi mayor orgullo! Te Quiero Mucho. 
 
A MI MADRE 
Por ser la persona que siempre me ha levantado el ánimo en los momentos difíciles 
tanto de mi vida estudiantil como personal. Gracias por la paciencia que has tenido 
para enseñarme y esas palabras sabias que siempre tienes para mí, por tu apoyo, por 
el amor que me das, por tus cuidados, por ser mi heroína. 
Por ser la amiga y compañera que me ha ayudado a crecer y cumplir mis sueños, por 
estar conmigo en todo momento. 
Es un triunfo de las dos! Te Quiero Mucho Mami. 
 
 
 
 
 
A PAO 
Gracias por toda tu ayuda y apoyo, por cada consejo, por cada sonrisa, por cada pelea, 
por cada momento compartido juntas y por las aventuras que faltan por vivir. 
 Te agradezco por no dejarme caer nunca, por siempre caminar a mi lado y por darme 
motivos para cada día ser mejor, para que puedas apoyarte en mí. 
Por ser mi mejor amiga, mi compañera, mi confidente, mi orgullo, mi alegría… 
 mi hermanita. 
Gracias por estar ahí. Te Quiero Mucho Hemana! 
 
A MI ABUELITA ELO 
Gracias por tanto cariño, por enseñarme el camino de la vida, por tus consejos, por el 
amor que me has dado y por tu apoyo incondicional. Gracias por preocuparte por mí, 
por llevarme en tus oraciones y por ser un gran ejemplo. Te Quiero Mucho. 
 
A MI FAMILIA 
Abuelos, tías, tíos, primas y primos, con mucho cariño para ustedes. 
 
A CARLOS 
Gracias por ser mi cómplice, por confiar en mí, por nunca permitir que me rinda. 
Por todo tu apoyo, tus consejos, por impulsarme para lograr mis metas, por compartir 
conmigo nuevos e inolvidables momentos, por tu amor. 
Gracias por llegar y acompañarme en esta vida. 
Por escribir una historia a mi lado. 
Te Quiero. 
 
A AYAMARA 
Gracias por tu amistad peque…¡¡¡lo logramos!!! 
 
Gracias a mis cómplices de millones de aventuras durante la carrera y a todos aquellos 
que no están aquí, pero que me ayudaron a que este gran sueño se volviera realidad. 
Verónica. 
ÍNDICE 
RESUMEN 3 
 
 4 
INTRODUCCIÓN 
 
 
CAPÍTULO 1. EL ADULTO JOVEN 8 
 
1.1 DESARROLLO FÍSICO 9 
1.2 DESARROLLO COGNOSCITIVO 11 
1.3 DESARROLLO EMOCIONAL 16 
1.4 DESARROLLO SOCIAL 23 
 
 
CAPÍTULO 2. GÉNERO 25 
 
2.1 TEORÍA EVOLUCIONISTA 25 
2.2 ROL DE GÉNERO 26 
2.3 MACHISMO Y SUMISIÓN 31 
 
 
CAPÍTULO 3. PAREJA 34 
 
3.1 RELACIÓN DE PAREJA 34 
3.2 NOVIAZGO 38 
3.3 ELECCIÓN DE PAREJA 41 
 
 
CAPÍTULO 4. CELOS 49 
 
4.1 DEFINICIONES 49 
4.2 CARACTERÍSTICAS DE LAS PERSONAS CELOSAS 53 
4.3 ORIGEN DE LOS CELOS 54 
 
 
CAPÍTULO 5. MÉTODO 60 
 
5.1 PLATEAMIENTO DEL PROBLEMA 60 
5.2 PREGUNTA DE INVESTIGACIÓN 61 
5.3 OBJETIVO GENERAL 61 
5.4 OBJETIVOS ESPECÍFICOS 61 
5.5 HIPÓTESIS 62 
5.6 VARIABLES 62 
5.7 MUESTRA 63 
5.8 TIPO DE ESTUDIO 63 
5.9 DISEÑO DE INVESTIGACIÓN 64 
5.10 INSTRUMENTOS 64 
5.11 PROCEDIMIENTO 66 
5.12 ANÁLISIS DE RESULTADOS 66 
 
 
CAPÍTULO 6. RESULTADOS 67 
 
 
CAPÍTULO 7. ANÁLISIS Y DISCUSIÓN 75 
 
 
CAPÍTULO 8. CONCLUSIONES 83 
 
 
CAPÍTULO 9. LIMITACIONESY SUGERENCIAS 86 
 
 
BIBLIOGRAFÍA 87 
 
 
ANEXOS 93 
 
- 3 - 
 
 
RESUMEN 
 
La masculinidad y la femineidad no son sólo rasgos del carácter o el aprendizaje de 
roles sexuales y sociales que se aprenden durante la infancia y la adolescencia para 
después desarrollarlos en la vida adulta. Por el contrario, hemos de entender la 
construcción de las identidades sexuales como procesos continuos contradictorios que 
se definen y redefinen en todas y cada una de las acciones humanas a lo largo del 
proceso de vida (Tomé, 1999). 
Si estos rasgos de la personalidad influyen en todos los ámbitos, también lo harán en la 
dinámica de la relación de pareja, específicamente, en la expresión de los celos. 
 
El propósito de esta investigación tuvo como objetivo conocer la relación entre los rasgos de 
masculinidad-femineidad, machismo y sumisión en la expresión de los celos en jóvenes 
universitarios. Para ello, se aplicaron dos inventarios, uno de masculinidad- femineidad y otro 
de celos. La muestra fue de tipo no probabilística, por cuota e intencional. Participaron 
un total de 200 sujetos, 100 de cada sexo, los criterios de inclusión fueron: una edad de 
entre 22 y 25 años, ser universitarios y tener actualmente una relación de pareja. Los 
datos fueron analizados con el SPSS, mediante el Coeficiente de Correlación de 
Pearson y la prueba t de Student para muestras independientes. Los resultados 
muestran una relación significativa entre las dimensiones de machismo-sumisión y 
celos. Las diferencias por género indican que los hombres tienen tendencias machistas 
y las mujeres son más sumisas y celosas. 
En los rasgos de masculinidad- femineidad no se reportan diferencias significativas. 
 
 
Palabras clave. Masculinidad, Femineidad, Celos, Pareja. 
 
 
- 4 - 
 
INTRODUCCIÓN. 
La relevancia de elaborar estudios que describan la situación de las y los 
jóvenes en México se basa, por lo menos, en dos razones. La primera es la importancia 
que la juventud tiene, no sólo como etapa formativa para la vida adulta, sino que 
además es crucial para el desarrollo de los individuos. La segunda razón es el peso 
histórico que este grupo de población tiene en el escenario demográfico actual y lo que 
ello representa para el presente y futuro del país en términos de desarrollo. 
Para ello, es necesario reconocer las necesidades específicas de los jóvenes, tomando 
en cuenta que no se trata de un grupo homogéneo, sino que al interior de esta 
población, las diferencias de género pesan de manera notable en su comportamiento 
(La Situación Actual de los Jóvenes. CONAPO 2010). 
 
Hoy en día, en México residen 20.2 millones de personas entre 15 y 25 años de 
edad y representan cerca de la quinta parte de la población total (108.4 millones). Entre 
ellos, 9.8 millones son adultos jóvenes (La Situación Actual de los Jóvenes. CONAPO 
2010). 
Actualmente más del 60% de la población joven de nuestro país, se encuentra 
en una relación de pareja, según la Encuesta Nacional de la Dinámica Demográfica 
(ENADID) 2009 en el país, seis de cada diez personas de 15 años y más están 
casadas o en unión libre; tres se encuentran solteras, y una es separada, divorciada o 
viuda. 
Mientras que las mujeres tienden a permanecer sin pareja una vez que se 
disolvió su vínculo conyugal, los hombres en general vuelven a unirse, lo cual se refleja 
en la menor proporción de hombres separados, divorciados o viudos. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
- 5 - 
 
Distribución porcentual de la población de 15 años y más 
según su situación conyugal por sexo 2009 
32.0
53.2
6.2
8.5
33.2
55.5
6.4
4.9
28.7
48.1
5.6 4.3
0
10
20
30
40
50
60
Soltero(a) Casado(a) Unión libre Separado(a),
divorciado(a) o
viudo(a)
Tota Hombres Mujeres
 
Fuente: INEGI. Encuesta Nacional de la Dinámica Demográfica 2009. Tabulados básicos. 
En 2008, los procesos de divorcio concluidos ascendieron a 81 mil 851, esto es 
por cada 100 enlaces registrados hubieron 13.9 divorcios. Entre 2000 y 2008 el monto 
de matrimonios se ha reducido en 16.7%, mientras que los divorcios se han 
incrementado de manera significativa, esto es 1.7 veces (en 2000 se registraron 707 
mil 422 matrimonios y 46 mil 481 divorcios). 
4.6
5.6
2.3
2.9
4.1
5.2
7.1
8.0
10.6
12.0
0
2
4
6
8
10
12
14
1990 1992 1994 1996 1998 2000 2002 2004 2006 2008
Fuente: INEGI. Estadísticas de matrimonios y divorcios. Base de datos (varios años).
Relación divorcios-matrimonios, 1990-2008
(divorcios por 100 matrimonios)
 
- 6 - 
 
De los hombres que se divorciaron en el país, 22% tenían de 15 a 29 años; 
36.8% de 30 a 39 años; 22.2%, de 40 a 49 años, y 14.3%, 50 años o más. En el caso 
de las mujeres que se divorciaron, 31% era joven, 35.4% tenía de 30 a 39 años; 19.6%, 
de 40 a 49 años y 9.6%, 50 años o más. De manera resumida esto equivale a que la 
edad promedio de los hombres al momento de divorciarse es de 38.1 años y de las 
mujeres de 35.4 años. 
Una de las principales razones por las que ocurre una separación en la pareja, 
es la violencia, la cual puede surgir incluso en etapas muy tempranas del noviazgo. 
Según una encuesta del 2007 realizada por el Instituto Mexicano de la Juventud 
(IMJ), y aplicada en 18.000 hogares a jóvenes entre 15 y 24 años que tenían un 
noviazgo, pero no cohabitaran con su pareja; el 46% de las mujeres jóvenes mexicanas 
aseguraron enfadarse con su pareja por celos (experimentados por ellas), el 42,5% 
porque ellos prometían algo y no lo cumplían y el 35% porque creían ser engañadas. 
Los hombres se molestaron en un 41% por celos (experimentados por ellos), en un 
25,7% porque ella tenía muchos amigos y un 32,1% porque las mujeres se molestaban 
sin razón aparente (Encuesta Nacional sobre Violencia en el Noviazgo, 2007). 
El común denominador más frecuente por el cual las parejas pelean o se 
enfadan entre sí, son los celos, tanto en hombres como en mujeres, pero según el 
género y las actitudes de machismo y sumisión, la expresión de dichas emociones será 
diferente. 
De acuerdo con la Psicología Evolucionista, las diferencias psicológicas entre 
ambos sexos se originan debido a un dimorfismo histórico – biológico entre ambos 
sexos, que hizo que miembros del sexo masculino y femenino hayan evolucionado en 
conductas específicas para los problemas adaptativos encontrados a través de la 
evolución de nuestra especie. Durante la evolución, hombres y mujeres tuvieron que 
resolver muchos problemas adaptativos similares, pero también enfrentaron problemas 
específicos para cada sexo (Buss, 1994; Symons, 1979). 
- 7 - 
 
Buss et al. (1992), Schmitt (1993), Larsen y Westen, (1996) mencionan que la 
psicología de nuestra especie se ha diferenciado sexualmente, y esto queda 
particularmente ilustrado por la experiencia subjetiva de celos en ambos sexos. Los 
hombres sienten celos principalmente debido a la infidelidad sexual de su pareja, ya 
que este tipo de infidelidad afecta sus posibilidades de reproducción y perduración de 
genes a través del tiempo. Para las mujeres, la infidelidad emocional es lo que activaría 
la experiencia de celos, afectando sus posibilidades de sustento y la viabilidad de 
supervivencia de un hijo, lo cual disminuiría su capacidad de perduración genética 
(Buss & Schmitt, 1993). 
El presente trabajo, busca aportar a las investigaciones antes realizadas, datos 
valiosos acerca de la relación entre las diferencias de género y la expresión de celos 
que experimentan los jóvenes en una relación de pareja en nuestro país. Dada la 
importancia de la juventud como grupo etario, resulta evidente la necesidad de contar 
con más fuentes de información que dediquen atención exclusiva a este grupo de la 
población y permitan profundizar en el análisis de sus diversas características, 
necesidades y conflictos con el afán de atenderlas. 
El hacer una detección oportuna respecto a las actitudes de los jóvenes hacia la 
pareja, permitiráhacer más visibles tanto sus necesidades como su potencial, con la 
finalidad de ofrecer datos confiables que busquen crear estrategias y a su vez 
posibiliten establecer programas de prevención, que promuevan que la población joven 
tenga una vida amorosa más sana. 
 
 
 
 
 
- 8 - 
 
CAPÍTULO 1 
EL ADULTO JOVEN 
 
La adultez joven o temprana, es la etapa que comienza alrededor de los 20 años 
y concluye cerca de los 40. Dentro de esta etapa deben resolverse retos importantes 
como alcanzar la intimidad, elegir carrera y lograr el éxito vocacional, así como 
enfrentar otras decisiones como la elección de pareja, el matrimonio y la posibilidad de 
convertirse en padres. Una de las características principales, es que el individuo debe 
comenzar a asumir roles sociales y familiares, es decir, hacerse responsable de su vida 
y de la de quiénes le acompañan en la conformación de una familia. Muchas de las 
decisiones tomadas establecen el escenario para la vida posterior. 
 
Todos los cambios en el pensamiento del adulto, en su personalidad y en su 
comportamiento corresponden menos a la edad cronológica o a cambios biológicos 
específicos y más a factores personales, sociales y culturales (Datan y Ginsberg, 
1975). 
Es decir, aunque no hay marcadores físicos semejantes a los de la pubertad ni 
etapas cognoscitivas bien delineadas, sí existen hitos sociales definidos por los que 
hay que atravesar. 
Sin embargo, el desarrollo sigue su curso y en relación a esta etapa, las áreas 
física, intelectual, moral y psicosocial sufren cambios que tienen características 
importantes, las cuales afectan a los individuos. 
En el siguiente cuadro, se ilustran las cuatro esferas básicas de desarrollo en el 
adulto. 
 
 
 
 
 
 
 
- 9 - 
 
Desarrollo Humano 
 
Desarrollo Físico Desarrollo Cognoscitivo Desarrollo Emocional Desarrollo Social 
Incluye las bases genéticas 
del desarrollo; el 
crecimiento físico de todos 
los componentes del 
cuerpo; los cambios en el 
desarrollo motor, los 
sentidos y los sistemas 
corporales; se relaciona 
además con temas como el 
cuidado de la salud, la 
nutrición, el sueño, el abuso 
de drogas y el 
funcionamiento sexual. 
El desarrollo cognoscitivo 
incluye todos los cambios 
en los procesos 
intelectuales del 
pensamiento, el 
aprendizaje, el recuerdo, 
los juicios, la solución de 
problemas, y la 
comunicación. Incluye 
influencias tanto 
hereditarias como 
ambientales en el proceso 
de desarrollo. 
El desarrollo emocional se 
refiere al desarrollo del apego, 
la confianza, la seguridad, el 
amor, el afecto, y una variedad 
de emociones, sentimientos y 
temperamentos. Incluye el 
desarrollo del concepto de uno 
mismo, de la autonomía, un 
análisis del estrés, las 
perturbaciones emocionales y 
la conducta de representación. 
El desarrollo social hace 
hincapié en el proceso de 
socialización, el 
desarrollo moral y las 
relaciones con los pares y 
los miembros de la 
familia. Discute el 
matrimonio, la paternidad, 
el trabajo, así como los 
roles vocacionales y el 
empleo. 
Cuadro 1. Esferas básicas de desarrollo en el adulto. 
 
1.1 Desarrollo físico. 
 
El desarrollo es entendido como un continuo proceso de potencial crecimiento y de 
cambio a lo largo de toda una vida, y es influenciado por múltiples factores: 
- La maduración: Aparición de pautas de comportamiento determinadas 
biológicamente, ej.: caminar. 
- La experiencia presente y pasada. 
- La familia. 
- La cultura. 
- El ambiente en el que nos criamos. 
- Cualquier hecho anormal que pueda ocurrir en nuestra vida. 
 
En el adulto joven las capacidades físicas alcanzan el máximo de efectividad, existe 
destreza manual y una mayor agudeza visual. Los hombres y mujeres alcanzan su 
mayor plenitud, han logrado el más elevado punto de coordinación, equilibrio, agilidad, 
fuerza, energía y resistencia. 
- 10 - 
 
Entre los 25 y los 30 años el hombre tiene máxima fuerza muscular, siempre y 
cuando la desarrolle. 
 
Casi todos los aspectos del desarrollo físico alcanzan su nivel máximo en la 
juventud. La mayoría de los jóvenes son más fuertes, más sanos y más fértiles de lo 
que han sido y serán en el futuro; son más activos y abiertos en el aspecto sexual y 
tienen un sentido claro de su identidad sexual. 
Los sistemas tienen en esta edad una notable capacidad compensatoria, así el 
adulto joven es capaz de conservar la salud en forma casi continua, por esta razón 
presentan poca o ninguna preocupación por su salud. 
 
Los hábitos de salud y ejercicio que se cultivan durante la juventud suelen 
continuar durante toda la adultez (Craig, 2001). 
Pero la salud puede verse influenciada por diversos factores como son: los 
factores socioeconómicos, la educación y el género (Rice, 1997). 
 
A pesar de que en esta etapa las características físicas alcanzan su plenitud, se 
debe considerar que alrededor de los 30 años empiezan a declinar algunas 
capacidades. 
 
Los pensamientos, sentimientos y estilo general de manejo son considerados 
como requisitos para lograr y mantener la salud física, es lo que podríamos denominar 
integración mente y cuerpo. 
Estudiar el comportamiento ligado al contexto de la salud y de la enfermedad desde 
una perspectiva evolutiva resulta imprescindible para comprender la naturaleza 
cambiante de las necesidades del hombre a lo largo del ciclo vital (Itassen, 2000). 
 
La Organización Mundial de la Salud (OMS, 1964) define la salud como: "un estado 
de bienestar completo físico, mental y social y no solamente la ausencia de 
enfermedad o dolencia". Esta definición subraya la naturaleza biopsicosocial de la 
salud y pone de manifiesto que la salud es más que la ausencia de enfermedad. 
http://www.monografias.com/Fisica/index.shtml
http://www.monografias.com/trabajos12/elorigest/elorigest.shtml
http://www.monografias.com/trabajos36/naturaleza/naturaleza.shtml
- 11 - 
 
 
1.2 Desarrollo cognoscitivo. 
 
En relación al desarrollo cognoscitivo, una forma de pensamiento adulto es aquel 
que algunos teóricos han denominado pensamiento dialéctico (Basseches, 1984; 
Leadbeater, 1986). 
El cual consiste en la capacidad de considerar puntos de vista opuestos en forma 
simultánea, aceptando la existencia de contradicciones, este proceso es permanente y 
dinámico, nunca estático. Este tipo de pensamiento permite la integración entre las 
creencias y experiencias con las inconsistencias y contradicciones descubiertas, 
favoreciendo así la evolución de nuevos puntos de vista, los cuales necesitan ser 
actualizados constantemente. El pensador dialéctico posee conocimientos y valores, y 
se compromete con ellos, pero reconoce que éstos cambiarán, ya que la premisa 
unificadora del pensamiento dialéctico es que la única verdad universal es el cambio 
mismo. 
 
Los adultos que alcanzan el pensamiento dialéctico se caracterizan porque son más 
sensibles a las contradicciones, aprecian más las opiniones contrarias ya que han 
aprendido a vivir con ellas (Rice, 1997). 
Otros teóricos lo denominan pensamiento posformal, una etapa que va más allá de 
las operaciones formales planteadas por Piaget. Este pensamiento posformal tiene tres 
elementos básicos: relativismo, contradicción y síntesis. El adulto que alcanza el 
pensamiento posformal es capaz de sintetizar pensamientos contradictorios, 
emociones y experiencias dentro de un contexto más amplio. No necesita elegir entre 
alternativas porque es capaz de integrarlas (Hoffman, 1996). 
 
Por otro lado Schaie (1977-1978) considera que el rasgo distintivo del pensamiento 
de los adultos es la flexibilidad con que emplean sus capacidades cognoscitivas y 
plantea un modelo de desarrollo cognitivo donde identifica cinco etapas por las que 
pasa la gente para adquirir conocimiento. 
 
- 12 - 
 
 
Etapa de 
adquisición 
Etapa de logro 
Etapa de 
responsabilidad 
Etapa ejecutivaEtapa reintegrativa 
De la infancia a 
la adolescencia: 
el individuo 
adquiere 
información y 
habilidades sin 
considerar la 
utilidad que en 
el futuro puedan 
tener para su 
vida. 
Desde el final de 
la adolescencia a 
los 30 años: la 
persona reconoce 
la necesidad de 
aplicar el 
conocimiento 
adquirido para 
alcanzar metas a 
largo plazo. 
Final de los 30 hasta 
inicio de los 60: el 
individuo hace uso de 
sus capacidades 
cognoscitivas para 
cuidar a la familia, de 
los demás, en el 
trabajo y de la 
comunidad. 
También tiene lugar 
durante los 30 a 40 años: 
desarrollo de la habilidad 
para aplicar el 
conocimiento complejo a 
una serie de niveles 
diferentes, hacerse 
responsables de los 
negocios, instituciones 
académicas, iglesias, 
gobierno y otras 
instituciones. 
Vejez: adquisición y aplicación 
crecientemente selectiva del 
conocimiento a tareas 
específicas, es decir, a los 
intereses y propósitos que la 
persona considera valiosos; se 
hace menos probable que la 
persona se esfuerce en tratar de 
resolver problemas que no 
tienen significado para ella y 
que no enfrenta personalmente. 
Cuadro 2. Etapas para adquirir conocimiento (Papalia, 2005). 
 
Según el modelo de Schaie el adulto joven se encuentra en las etapas de logro, 
de responsabilidad y ejecutiva. 
Gisela Labouvie-Vief (1984) señala por su parte que la madurez cognoscitiva del 
adulto se caracteriza por el “compromiso y la responsabilidad”. En su opinión, el curso 
del desarrollo cognoscitivo debe tener un proceso evolutivo que le permitirá volverse 
autónomo y aprender a vivir con las contradicciones y ambigüedades de su 
experiencia, así como adquirir habilidades para tomar decisiones de manera 
independiente. 
 
Algunos investigadores han examinado la interacción de la competencia 
intelectual del adulto, sus necesidades personales y las expectativas sociales, es así 
como surgen los periodos del desarrollo, basados en conflictos o “crisis” por las que 
todos pasamos. 
Erik Erikson (1987) menciona en su teoría psicosocial que hay diferentes 
motivaciones y necesidades psicosociales que se convierten en fuerzas que impulsan 
el desarrollo y la conducta humana. Él dividió el desarrollo humano en ocho etapas y 
afirmó que en cada una el individuo tiene una tarea psicosocial que resolver, el estadio 
que corresponde a la edad adulta es el estadio seis, intimidad frente a aislamiento. Si 
- 13 - 
 
los jóvenes adultos no son capaces de hacer compromisos personales profundos con 
otros, decía Erikson, pueden aislarse y ensimismarse. 
 
Mientras trabajan para resolver demandas conflictivas de la intimidad, 
competitividad y distancia, desarrollan un sentido ético, el cual era considerado por 
Erikson como la marca del adulto. 
Las relaciones íntimas exigen sacrificio y compromiso. Los jóvenes adultos que han 
desarrollado un fuerte sentido del yo durante la adolescencia están listos para fundir su 
identidad con la otra persona. 
La resolución de esta etapa produce como “virtud” el amor, la devoción mutua entre 
dos compañeros que han decidido compartir sus vidas, tener hijos y ayudarlos a lograr 
su propio desarrollo saludable. Según Erikson, la decisión de no cumplir el impulso 
natural de procreación tiene serias consecuencias para el desarrollo. 
 
Por su parte, Georges Vaillant (1977), logró distinguir tres etapas de adaptación 
dentro de la adultez joven. 
 
 
 
 
 
 
 
Cuadro 3. Etapas de adaptación dentro de la adultez joven (Vaillant, 1977). 
 
Daniel Levinson (1978, 1986) efectuó un estudio exhaustivo sobre el desarrollo 
del adulto, identificó tres periodos principales en el ciclo de vida del varón adulto, cada 
uno con una duración aproximada de 15 o 20 años. En cada periodo el individuo 
elabora una estructura vital, la cual constituye el patrón en que se basa su vida. Sirve 
como el límite entre el mundo interno y externo ya que se compone sobre todo de las 
relaciones sociales y ambientales que incluyen lo que el individuo obtiene de las 
relaciones y lo que debe aportar a éstas (Jodar, 1996) 
- 14 - 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Figura 1. Etapas de la vida de un varón propuestas por Levinson. 
 
Este autor descubrió que la maduración y el ajuste dependen sobre todo del 
crecimiento en una etapa de noviciado que abarca de los 17 a los 33 años; donde se 
distinguen tres periodos: transición a la juventud (de los 17 a los 22 años); ingreso al 
mundo de los adultos (de los 22 a los 28 años) y la transición de los treinta (de los 28 a 
los 33 años). 
Transición a la juventud: edad, 17-22 
Inicio de la estructura vital 
para la juventud: 22-28 
Transición a los 30: 
 28-33 
 
Culminación de la 
estructura vital en la 
juventud: 33-40. 
Transición a la madurez: 40-45 
Inicio de la estructura vital 
para la madurez: 40-45 
Transición a los 50: 50-55 
 
Culminación de la 
estructura vital en 
madurez: 55-60. 
Transición a la vejez: edad, 60-65 
Era de la 
juventud: 17-45 
Era de la 
madurez: 40-65 
Era de la 
vejez: 60- ? 
 
Era de la 
preadultez: 0-22 
- 15 - 
 
De acuerdo con Levinson, para lograr un ingreso pleno a la vida adulta, el joven 
habrá de dominar cuatro tareas del desarrollo, que tienen diferencias entre hombres y 
mujeres. 
 
HOMBRE MUJER 
 
Figura 2. Tareas del desarrollo, diferencias entre hombres y mujeres. 
 
En el hombre las cuatro tareas se desarrollan de la siguiente manera: 
o Definir un sueño.- El joven comienza a estructurar su vida adulta en formas 
realistas y optimistas que le ayuden a cumplir su sueño. 
o Encontrar a un mentor.- Su función principal es facilitar la transición de la 
relación entre progenitor e hijo al mundo de los compañeros adultos. 
o Forjarse una carrera.- De acuerdo a sus habilidades y aptitudes. 
o Establecer la intimidad.- Aunque el descubrimiento e interés en el sexo opuesto 
inicia con la adolescencia, al llegar la madurez, adquiere la capacidad para 
establecer una relación romántica seria. 
 
 
 
- 16 - 
 
 
Pero las experiencias de la mujer parecen muy distintas a las del hombre. 
o Sueños diferentes.- Es la diferencia más notable entre los sexos. Los hombres 
suelen presentar una idea unitaria de su futuro concentrada en su carrera, en 
cambio, muchas mujeres suelen tener sueños escindidos. 
o Relaciones diferentes con los mentores.- A las mujeres les resulta difícil 
encontrar a un hombre especial que apoye su sueño (Droege, 1982). 
o Trayectorias profesionales diferentes.- La mujer suele dedicarse a su profesión 
tiempo después, debido a que en ocasiones tiene prioridades diferentes. 
o Establecer intimidad.- Las mujeres se inclinan más a compartir sueños con una 
pareja. 
o Reevaluación diferente.- Los hombres introducen cambios en su carrera o en su 
estilo de vida, pero no cambian su actitud ante el trabajo ni ante su carrera. En 
cambio las mujeres por lo general invierten las prioridades que se habían 
propuesto en la juventud (Adams, 1983; Droege, 1982; Levinson, 1990; Stewart, 
1977). 
 
Un aspecto que la mayoría de los adultos tiene en común, es que casi todos buscan 
o mantienen relaciones íntimas – como parejas románticas o como amigos cercanos. 
La intimidad, parte esencial de un vínculo duradero, satisfactorio y emocional, 
constituye la base de la amistad y el amor. 
Los amigos íntimos son personas en quienes confiamos y a las que acudimos 
cuando tenemos problemas; siempre están dispuestos a ayudar y compartimos con 
ellos momentos agradables. Las relaciones románticas suelen caracterizarse por un 
vínculo emocional positivo, por la satisfacción de necesidades y por la 
interdependencia (Brehm, 1992). 
 
1.3 Desarrollo emocional. 
 
La teoría triangular del amor que propuso Robert Sternberg (1986) afirma que el 
amor tiene tres componentes: intimidad, pasión y compromiso,de cuya combinación 
- 17 - 
 
resultan ocho tipos de relaciones: ausencia de amor; gusto por el otro; apasionamiento; 
amor vacío, romántico, de compañía, ilusorio y finalmente un equilibrio de los tres 
elementos. 
 
Figura 3. Tipos de relaciones (Sternberg, 1986) 
 
La formación y el desarrollo de la pareja son elementos importantes del 
desarrollo adulto. Una parte de la identidad personal se adquiere por ser miembro de 
una pareja estable. Por ello es indispensable entender cómo se escoge la pareja y 
porqué algunos deciden casarse y otros prefieren cohabitar. 
 
De acuerdo con la teoría del proceso de desarrollo, la selección de pareja es una 
secuencia por medio de la cual se filtran y eliminan a las personas inconvenientes e 
incompatibles hasta que una es seleccionada. Esta teoría describe los diversos 
factores del proceso de selección. 
- 18 - 
 
- La proximidad o cercanía geográfica es una de las variables que influyen en la 
elección de pareja (South, 1991). Es decir, obviamente es más probable que una 
persona se case con alguien que vive cerca y con la que está en contacto. 
- La gente se acerca a las personas que les sean atractivas. Tanto físicamente, 
como por rasgos o características específicas personales. 
- La gente tiende a elegir compañeros que compartan características sociales y 
personales como la religión, la clase socioeconómica, la educación, la etnicidad, 
la raza y la edad. 
Aunque lo que primordialmente se busca es la compatibilidad con la pareja, es 
decir, la capacidad para vivir juntos en armonía, lo cual puede evaluarse por los 
sistemas de hábitos, la concepción de roles y normas, las necesidades, actitudes y 
valores y el temperamento. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Figura 4. Elección de pareja. 
 
 Los hombres, al igual que las mujeres, necesitan de amistades cercanas y 
solícitas que se desarrollen en un sentido de mutualidad y constituyan una fuente 
- 19 - 
 
importante de apoyo social. La selección de la pareja puede ser entonces un proceso 
complejo en que la gente considera varios factores personales, psicológicos, sociales y 
emocionales antes de tomar decisión final. Son pocos quienes lo hacen de manera 
cuidadosa, ya que hay gente que pasa de la atracción física al matrimonio sin atravesar 
los filtros intermedios o que se casa presionada por factores externos, como el 
embarazo (Rice, 1993). 
 
Uno de los problemas principales de las personas que desean encontrar pareja 
es saber dónde y cómo conocer a posibles compañeros (Ahuvia y Adelman, 1992). 
 
Cada persona define al amor de manera diferente de acuerdo con sus 
antecedentes y experiencias. Rice (1993), divide al amor en cinco elementos. 
 1) Amor romántico, ha sido descrito como un afecto profundamente tierno o 
apasionado, se caracteriza principalmente por las emociones fuertes y la intensidad de 
los sentimientos. 
 2) Amor erótico, puede definirse como la atracción sexual, donde el sexo y amor son 
interdependientes; una relación sexual satisfactoria fortalece el amor de pareja. 
3) Amor dependiente, es valioso como base para una relación fuerte, pero conlleva la 
mutua dependencia, que en casos extremos podría llegar a transformarse en obsesión 
o comportamiento neurótico. 
4) Amor filial, el cual principalmente está basado en compañía o interés común. 
5) Amor altruista, que agrega interés y preocupación genuinos, por la relación global. El 
dar y recibir son mutuos. Satisfacción al preocuparse por el otro (Rice, 1997). 
 
La formación de la pareja exige negociar los límites y redefinir las relaciones con 
la familia, con los amigos y con el otro, al quedar satisfechas estas necesidades, 
generalmente se da el siguiente paso; el matrimonio. 
La calidad de la vida matrimonial tiene fuerte incidencia en la felicidad y 
satisfacción de los individuos. El ciclo familiar se divide en etapas que reflejan los 
cambios ocurridos. 
- 20 - 
 
Entre las tareas de ajuste matrimonial se presentan los siguientes planos: 
satisfacción y apoyo emocional; ajustes sexuales; hábitos personales; roles sexuales; 
intereses materiales; trabajo, empleo y logros; vida social; familia; decisiones; conflictos 
y resolución de problemas; moral, valores e ideologías. 
 
Actualmente, el estado civil de los jóvenes en nuestro país es muy variado. Los 
datos obtenidos por el INEGI en el Censo de Población y Vivienda 2010, muestran que 
hay un total de 2, 904, 956 personas en el Distrito Federal que oscilan entre los 20 y 39 
años de edad, de los cuales 1, 234, 524 se encuentran solteros (INEGI. Censo de 
Población y Vivienda, 2010). (Gráfica 1) 
 
43%
12%
1%
17%
21%
4% 2%
0%
0%
Situación Conyugal de los 
jóvenes en nuestro país
Solteros
Casados civil
Casados religioso
Casados c y r
Unión libre
Separados
Divorciados
Viudos
 
Gráfica 1. Situación conyugal de los jóvenes en nuestro país. 
 
SITUACIÓN CONYUGAL DE LOS JÓVENES EN NUESTRO PAÍS 
 
Estado civil Total Porcentaje 
Solteros 1234524 43% 
Casados civil 355522 12% 
Casados religioso 19218 1% 
Casados c y r 483346 17% 
Unión libre 622363 21% 
Separados 124778 4% 
Divorciados 45125 2% 
Viudos 11910 0% 
No especificados 8170 0% 
TOTAL 2904956 100% 
- 21 - 
 
 
 
 
39%
12%1%
18%
21%
6% 2%
1%
0%
Situación Conyugal 
Mujeres
Solteras
Casadas civil
Casadas religioso
Casadas c y r
Unión libre
Separadas
Divorciadas
Viudas
No especificadas
 
Gráfica 2. Situación conyugal de las mujeres en México. 
 
 
Gráfica 3. Situación conyugal de los hombres en México. 
 
 
 
 
 
SITUACIÓN CONYUGAL MUJERES 
Solteras 587966 39% 
Casadas civil 189064 12% 
Casadas religioso 10252 1% 
Casadas c y r 268144 18% 
Unión libre 319198 21% 
Separadas 84985 6% 
Divorciadas 28811 2% 
Viudas 9587 1% 
No especificadas 3759 0% 
TOTAL 1501766 100% 
SITUACIÓN CONYUGAL HOMBRES 
Solteros 646558 46% 
Casados civil 166458 12% 
Casados religioso 8966 1% 
Casados c y r 215202 15% 
Unión libre 303165 22% 
Separados 39793 3% 
Divorciados 16314 1% 
Viudos 2323 0% 
No especificados 4411 0% 
TOTAL 1403190 100% 
- 22 - 
 
 
 
Asimismo existen diferencias en cuanto al género, ya que existen más hombres 
solteros en nuestro país, en comparación con las mujeres (Gráficas 2 y 3). 
 
Otro de los hechos que se dan en la edad adulta temprana, es el nacimiento de 
los hijos. Dicho acontecimiento marca un periodo de transición en la vida de la pareja, 
ya que la llegada de un nuevo miembro a la familia, altera o impacta en la dinámica de 
la pareja. 
 A pesar del impacto, esta experiencia permite el desarrollo de los padres como 
pareja e individualmente. 
 
El deseo de tener hijos es casi universal, lo que se explica a partir de diferentes 
enfoques psicológicos: 
- Freud consideró el deseo instintivo de las mujeres, por dar a luz y criar hijos. 
- Erikson: el generar es una necesidad básica del desarrollo. Deseo de establecer 
y guiar a la próxima generación. 
- Funcionalismo: la reproducción sería el deseo de inmortalidad. 
- Otros teóricos: paternidad es parte de un proceso natural y universal propio del 
mundo animal. Otros estudios, realizados en parejas con y sin hijos, destaca 
como motivación principal el anhelo de establecer una relación estrecha con otro 
individuo. 
 
Las parejas de hoy tienen menos hijos y en edades más avanzadas, que en el 
pasado. El predictor más importante de la edad en que llega el primer hijo, es el nivel 
educativo ya que generalmente, la mujer con cierto nivel de instrucción emplea su 
primer año de casada para terminar la educación o comenzar una carrera. 
Las actitudes de las parejas frente al embarazo, responden a situaciones de tipo 
económico y personal, ya que se presentan otras prioridades: formarse, conseguir 
trabajo y tener una vivienda. 
 
 
- 23 - 
 
 
1.4 Desarrollo social. 
 
En cuanto al desarrollo social, Kohlberg en suteoría del desarrollo moral, plantea 
que en las etapas quinta y sexta el desarrollo moral es en esencia una función de la 
experiencia. Los individuos sólo podrían alcanzar estos niveles (si es que los alcanzan) 
pasados los 20 años, ya que para que las personas reevalúen y cambien sus criterios 
para juzgar lo que es correcto y justo requieren de experiencias, sobre todo aquellas 
que tienen fuertes contenidos emocionales que llevan al individuo a volver a pensar. 
Según Kohlberg, existen dos experiencias que facilitan el desarrollo moral: confrontar 
valores en conflicto (como sucede en la universidad o el ejército) y responder por el 
bienestar de otra persona (cuando un individuo se convierte en padre). 
 
Lo que especialmente marca el cambio de vida del sujeto, no es tanto la edad, 
sino la época y la sociedad en la que le ha tocado vivir. El sujeto irá actuando en cada 
momento según las exigencias que determinan los roles y estatus sobre los que va 
pasando. Además, cada momento socio-histórico tiene sus normas y tareas. 
 
En relación con lo anterior, Bronfenbrenner (1977b, 1979) plantea su visión 
ecológica del desarrollo humano, en la que destaca la importancia crucial que da al 
estudio de los ambientes en los que nos desenvolvemos, defiende el desarrollo como 
un cambio perdurable en el modo en el que la persona percibe el ambiente que le 
rodea (su ambiente ecológico) y en el modo en que se relaciona con él. 
El postulado básico del modelo ecológico de Bronfenbrenner propone que el 
desarrollo humano, supone la progresiva acomodación mutua entre un ser humano 
activo, que está en proceso de desarrollo, por un lado, y por el otro las propiedades 
cambiantes de los entornos inmediatos en los que esa persona en desarrollo vive. 
Acomodación mutua que se va produciendo a través de un proceso continuo que 
también se ve afectado por la relaciones que se establecen entre los distintos entornos 
en los que participa la persona en desarrollo y los contextos más grandes en los que 
esos entornos están incluidos. 
- 24 - 
 
 
Una parte importante al convertirse en adulto es la socialización la cual consiste 
en aprender y adoptar las normas, valores, expectativas y roles sociales requeridos por 
un grupo particular. Es el proceso que prepara a una persona para vivir en compañía 
de los demás, así como para diferentes tareas, tales como la educación para una 
profesión, específica. También hay que resocializar, es decir, un adulto tiene que 
reaprender o aprender algo nuevo en anticipación a una nueva tarea o rol (Havinghurst, 
1972). 
 
El joven desarrollará a plenitud todas sus capacidades en cualquiera de las 
actividades en las que se desenvuelva, ya sea en el estudio o en el trabajo. Su 
desempeño se caracteriza por un alto grado de expresión en su actividad creadora. 
La comunidad, al igual que en el adolescente, contribuirá a garantizar la 
transmisión de reglas y normas que posibiliten el ajuste a las exigencias del medio. De 
esta manera, la comunidad continúa ganando importancia en la influencia que ejerce 
en sus miembros como agente socializador. 
En la juventud se profundiza la formación de la personalidad. Los motivos 
dirigidos a la superación profesional, posibilitan una regulación interna de la 
personalidad basada en la autodeterminación consciente; que garantiza la madurez y 
responsabilidad necesaria en la proyección futura (Fernández, 2003). 
 
 
 
 
 
 
 
- 25 - 
 
CAPÍTULO 2. 
GÉNERO. 
 
2.1 Teoría evolucionista. 
 
El objeto de estudio de la psicología evolutiva son los procesos de cambios 
comportamentales a lo largo del tiempo, la evolución y los cambios psicológicos que 
ocurren a lo largo de la vida humana en todo su ciclo vital (Buss, 1979). 
 
La identidad que cada persona construye de sí misma se encuentra marcada tanto 
por aspectos de tipo biológico (sexo cromosómico, constitución, hormonas y genitales) 
que llevan al desarrollo de una identidad sexual biológica (macho o hembra), como por 
aspectos sociales que son tempranamente internalizados y que llevan, a lo largo de la 
vida, a la construcción de una identidad sexual genérica (Raguz, 1991). 
 
Así mismo, los procesos de diferenciación sexual y de género se extienden a lo 
largo de toda la vida. 
 
Desde el nacimiento, los agentes sociales que interaccionan con el bebé 
comienzan a tratarlo de forma diferente, los padres perciben a sus hijos recién nacidos 
en función del sexo asignado, describiendo a las niñas como más suaves, más 
pequeñas, de rasgos más delicados o más distraídas, y a los niños como más fuertes, 
duros, con una mejor coordinación, más robustos y con rasgos más bastos (Rubin et 
al., 1974). 
El conjunto de comportamientos que diferencialmente dirigen los padres y las 
madres a sus hijos e hijas, en función exclusivamente de su sexo, puede ser uno de los 
factores explicativos más recientes de la adquisición y mantenimiento de conductas 
acordes al rol de género, y con ello, de las posibles diferencias en los comportamientos 
que mujeres y varones muestran con la edad adulta (Bussey y Bandura, 1992). 
 
- 26 - 
 
Lo anterior explica en parte, porqué los hombres y las mujeres desarrollaron 
distintos mecanismos psicológicos que subyacen a sus motivaciones sexuales y sus 
estrategias de búsqueda de pareja (Buss y Schmitt, 1993). 
Comparados con las mujeres, los hombres tienen motivaciones sexuales de corto 
plazo, imponen menos estándares restrictivos, valoran claves de accesibilidad sexual 
como juventud y atractivo, se vuelven celosos por diferentes razones y aprecian la 
castidad de la compañera. Comparadas con los hombres, las mujeres valoran los 
signos de los recursos económicos de un hombre, estatus social y ambición, y una 
carrera prometedora. 
Investigaciones transculturales han confirmado, coherentemente con las hipótesis 
sociobiológicas, que las mujeres prefieren parejas sexuales de mayor edad y los 
evalúan en base a sus recursos, mientras que los hombres prefieren parejas más 
jóvenes y físicamente atractivas (Bailey et al., 1994; Kenrick y Keefe, 1992). 
 
Sin embargo, además de todas estas diferencias evolutivas, en casi todas las 
culturas se define, establece, da forma y sentido a un conjunto de ideas, creencias y 
valoraciones sobre el significado que tiene el ser hombre y el ser mujer, delimitando los 
comportamientos, las características e incluso los pensamientos y emociones que son 
adecuados para cada ser humano, con base a esta red de estereotipos o ideas 
consensuadas. 
 
2.2 Rol de género. 
 
Todas las sociedades se estructuran y construyen su cultura en torno a la 
diferencia sexual de los individuos que la conforman, la cual determina también el 
destino de las personas, atribuyéndoles ciertas características y significados a las 
acciones que unas y otros deberán desempeñar –o se espera que desempeñen–, y 
que se han construido socialmente. 
 
- 27 - 
 
Los roles de género son conductas estereotipadas por la cultura, por tanto, 
pueden modificarse dado que son tareas o actividades que se espera realice una 
persona por el sexo al que pertenece (INMUJERES, 2004). 
 
Lamas (2002) señala que el papel (rol) de género se configura con el conjunto 
de normas y prescripciones que dictan la sociedad y la cultura sobre el comportamiento 
femenino o masculino. Aunque hay variantes de acuerdo con la cultura, la clase social, 
el grupo étnico y hasta el estrato generacional de las personas, se puede sostener una 
división básica que corresponde a la división sexual del trabajo más primitiva: las 
mujeres paren a los hijos y, por lo tanto, los cuidan: ergo, lo femenino es lo maternal, lo 
doméstico, contrapuesto con lo masculino, que se identifica con lo público. 
 
A través de sus premisas, cada cultura entreteje las creencias relacionadas con 
el papel que hombres y que mujeres juegan en la sociedad (Díaz-Guerrero, 1972),dando lugar a los estereotipos de género. 
 
Los estereotipos parecen inamovibles y delimitan el conjunto de creencias y 
prescripciones sobre el significado que tiene ser hombre y ser mujer en una cultura 
determinada. Es decir, se configuran a partir del significado que es otorgado ante la 
diferenciación sexual en los seres humanos (Pastor y Martínez-Benlloch, 1991). 
 
De acuerdo con algunas investigaciones (p.e. Moya, Navas y Gómez, 1991; cit. 
por Laimeras, López, Rodríguez, D’avila, Lugo, Salvador et al., 2002), los estereotipos 
de género tienen un carácter prescriptivo en el sentido de que determinan lo que 
debería ser la conducta de mujeres y de hombres, pero a su vez tienen un carácter 
descriptivo en el sentido de asumir que hombres y mujeres poseen características de 
personalidad diferenciales. 
 
Según Lamas (2002), el hecho de que mujeres y hombres sean diferentes 
anatómicamente los induce a creer que sus valores, cualidades intelectuales, aptitudes 
y actitudes también lo son. 
- 28 - 
 
 
Estas creencias, sin embargo, no son elecciones conscientes que se puedan 
aceptar o rechazar de manera individual, sino que surgen del espacio colectivo, de la 
herencia familiar y de todos los ámbitos en que cada persona participe. 
Se trata de una construcción social que comienza a partir del nacimiento de los 
individuos, quienes potencian ciertas características y habilidades según su sexo e 
inhiben otras, de manera que quienes los rodean, les dan un trato diferenciado que se 
refleja en cómo se relacionan con ellos, dando lugar a la discriminación de género. 
 
No obstante, es mediante la interacción con otros medios que cada persona 
obtiene información nueva que la conduce a reafirmar o a replantear sus ideas de lo 
femenino y lo masculino. 
 
En un principio, se mantuvo la creencia que las diferencias encontradas entre 
hombres y mujeres son «naturales» y genéticamente determinadas (Díaz–Loving, 
Sánchez Aragón, 2001). Tal visión tradicionalista plantea, lo que es ser hombre y lo que 
es ser mujer, como dos personalidades opuestas de un mismo continuo y en cuya 
interacción se derivan relaciones adecuadas o apropiadas entre los mismos (Gilligan, 
1982). A partir de esta postura, en la literatura se manejan distintas terminologías para 
hacer referencia a dichos extremos: masculino vs. femenino. Es decir, se plantea la 
existencia de dos mundos distintos y separados: el de lo masculino, al cual se le 
conoce como «Masculinidad» y el de lo femenino, conocido como «Femineidad» 
(Maldonado, García y García, 1994). 
 
El análisis de estos rasgos, llamados de masculinidad–femineidad, acerca de la 
diferenciación entre las características que son consideradas socialmente, apropiadas 
para ambos sexos y de las expectativas adjudicadas a dichos mundos, establecen e 
integran distintos roles de funcionamiento específicos, que determinan la dinámica 
interna de la vida conyugal, familiar y social (Bustos, 1994). 
 
- 29 - 
 
Lara (1993) sostiene que el rol de género se refiere a las prescripciones, 
normas y expectativas de comportamiento para hombres y mujeres, es decir, a la 
expresión de la masculinidad y la femineidad de un sujeto, de acuerdo con las reglas 
establecidas por la sociedad. 
En la época contemporánea también hay descripciones sobre los distintos roles; 
las características masculinas son las denominadas instrumentales, o sea que están 
dirigidas a una acción básicamente orientada a metas, con agresividad, búsqueda de 
dominio, autoafirmación, reflexión, razón, respeto por el orden, abstracción y 
objetividad. La adopción rígida del rol masculino lleva a los hombres a restringir sus 
expresiones emocionales, con dificultades en el manejo de sus sentimientos, y llegan, 
incluso, a no permitir que los demás se expresen. Basan sus relaciones principalmente 
en el control, el poder y la competencia, para tratar de mantener a los demás bajo su 
control y mantienen su autoridad a toda costa. 
 
Los rasgos femeninos están descritos como las características denominadas de 
relación, necesidad de involucrarse con los demás, no tanto con las ideas, orientados 
hacia los sentimientos y la abstracción, pasivas, dóciles, expresivas, protectoras, 
orientadas a la crianza. Cuando hay un apego excesivo a su rol, puede haber poca 
conciencia respecto de ella misma, con poca capacidad de expresar lo que quiere para 
que la entiendan, y tienen generalmente como únicas metas el matrimonio y la 
maternidad, pues lo consideran su destino, sin posibilidades de elegir, ya que está 
limitada en su independencia, su poder de decisión y su autosuficiencia. 
 
Según Rocha (2004), a quienes poseen rasgos femeninos se les ha adjudicado 
el desempeño de un papel: dependiente, decorativo, cálido, expresivo, interesados en 
los demás, apoyadores y casi nunca en una posición de autoridad. Mientras que, a 
quienes poseen rasgos masculinos, se les describe como: independientes, activos, en 
puestos de mando, asertivos, racionales y orientados hacia la actividad instrumental. 
Planteamiento que hoy se sigue retomando para hacer análisis y estudios diferenciales 
por género. 
 
- 30 - 
 
 
En una segunda visión, el Modelo Bipolar (Brehm, 1992) reafirma la existencia de 
dos mundos que nunca se tocan, en donde la bipolaridad está dada por la imposibilidad 
teórica de que en un solo individuo aparezcan, en forma amplia y desarrollada, 
características tanto masculinas como femeninas al mismo tiempo. 
 
En consecuencia, a mayor masculinidad menor femineidad y, a mayor femineidad, 
menor masculinidad. En la actualidad, el uso de este modelo ha sido restringido, como 
consecuencia de las transformaciones sociales, el desempeño de funciones, de las 
tareas desempeñadas y el contexto en el que se den, dando lugar a un nuevo término, 
al que se le denomina «Androginia»( Brehm, 1992; Hoffman, 2000). 
 
Bajo la visión de la existencia de ambos rasgos de género en una persona, Rocha 
(2004) sostiene que lejos de ser polos opuestos, los rasgos de feminidad–masculinidad 
comparten características similares, es decir, un mismo descriptor puede ser visto 
socialmente aceptable o no tanto para un hombre como para una mujer. 
 
Al respecto, Brehm (1992) y Hoffman (2000) refieren que, bajo este enfoque 
dualista, se acepta el supuesto de que existan tanto hombres como mujeres altos y 
bajos en características masculinas y femeninas, en cuya interacción o combinación 
darían por resultado cuatro formas de evaluar o percibir la dinámica conyugal y, por 
ende, su nivel de percepción de satisfacción marital: Masculinos Positivos, Masculinos 
Negativos, Femeninos Positivos y Femeninos Negativos, cuya combinación puede dar 
resultado a otras dos combinaciones: Andróginos e Indiferenciados, los cuáles se 
refieren a que la persona presente ambos rasgos de masculinidad–femineidad altos o 
bajos, respectivamente. 
Díaz–Loving, Rivera y Sánchez (2001), hicieron un estudio para explorar las 
características socialmente deseables e indeseables en hombres y mujeres mexicanas, 
en donde obtuvieron cuatro factores, mismos que han sido complementados y reforza-
dos por nuevas características. 
 
- 31 - 
 
 Masculinidad positiva se refiere a aquellos rasgos que favorecen el desempeño 
laboral, el trabajo cognoscitivo, el logro y la competitividad; además de ser 
caracterizados por adjetivos que se consideran habilidades o «instrumentos» 
para alcanzar dicha meta previa. Rasgos instrumentales que son típicos e 
ideales en los hombres pero que también son bien vistos en las mujeres, aunque 
en menor nivel. 
 Femineidad positiva son aquellas características que dirigen la energía hacia 
buscar el bienestar de los otros, que favorecen las relaciones comunales e 
interpersonales, que incitan la armonía del grupo, por lo que se consideran de 
tipo afectivo–comunales y que son las socialmente deseables. Compuestapor 
adjetivos expresivos típicos e ideales en las mujeres, pero también socialmente 
deseables en los hombres, aunque en menor nivel. 
 Masculinidad negativa, incluye rasgos de tipo instrumental que desfavorecen la 
productividad, la autosuficiencia y autonomía de la persona. Compuesta por 
características instrumentales mal vistas tanto en hombres y mujeres pero más 
aceptadas en hombres. 
 Femineidad negativa, se refiere a todas aquellas características de tipo afectivas 
que desfavorecen las relaciones interpersonales y la salud social. Referente a 
propiedades expresivas socialmente indeseables para ambos sexos pero más 
aceptadas en mujeres. 
 
2.3 Machismo y Sumisión. 
 
En sus extremos, los rasgos femeninos y masculinos suelen dar origen a la 
sumisión y al machismo. 
 
El machismo, se refiere a una orientación que puede resumirse como un culto a la 
virilidad y cuyas principales características son una exagerada agresividad e 
intransigencia entre hombres y una actitud de arrogancia y agresión sexual hacia a las 
mujeres (Stebs, 1973 cit. en Lara-Cantú 1994). 
 
- 32 - 
 
El machismo también se manifiesta en una necesidad de "salirse con la suya", de 
presionar a que otras personas acepten los puntos de vista propios y de ganar cada 
discusión, considerando cada diferencia de opinión como una declaración de 
enemistad, es por eso que el poder, la dominación y la competencia son esenciales 
como prueba de masculinidad. 
 
A partir de la importancia que se le da a la "dignidad" dentro del machismo, ésta se 
manifiesta como una hipersensibilidad que lleva al hombre a interpretar cualquier critica 
como un insulto. Dentro del machismo, la preocupación primordial, que llega al grado 
de extrema ansiedad, es la demostración de la masculinidad, de la potencia sexual y la 
capacidad de engendrar. Un aspecto importante en el mito del macho es el control de 
la sexualidad. 
 
Es común el sometimiento a la esposa, impidiéndole que tenga contacto con otros 
hombres, y con constantes relaciones extramaritales, hablador, egoísta, avaro y hostil. 
 
La sumisión consiste en un culto a lo femenino, que enseña que las mujeres son 
espiritualmente superiores y más fuertes que los hombres pero, no así físicamente ni 
socialmente hablando. Se les caracteriza por su gran dependencia, conformismo, falta 
de imaginación y timidez en la relación con el varón. Este comportamiento lleva a las 
mujeres a no evitar el sufrimiento, sino a luchar por hacer que se conozca, mostrando 
las actitudes correspondientes de abnegación que son más pronunciadas entre más 
sufrimiento les inflijan sus cónyuges (Lara-Cantú, 1994). 
 
La mujer abnegada es aquella que sabe soportar con resignación enfermiza las 
adversidades de la vida, en otras palabras, la que no protesta, la que nunca se rebela 
ni exige, la que se olvida de sí misma a favor de los intereses de otros, en otras 
palabras, la que se nulifica. 
 
Corsi (2001) establece que el Modelo Masculino tradicional se apoya en los 
siguientes elementos esenciales que configuran su perfil psicológico: 
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 Baja autoestima. Inseguridad y dependencia. 
 Restricción emocional. No hablar de sus propios sentimientos y su manifestación 
a través de la violencia. 
 Dependencia/ Inseguridad. Miedo a perder a su cónyuge; control hacia su 
pareja. 
 Aislamiento emocional. No conversar acerca de los propios sentimientos, causa 
estrés, inhabilidad para comunicarse. 
 Conductas para controlar. Rasgo íntimamente ligado a la conducta de 
manipulación. 
 Celos y actitudes posesivas. Llegan a construirse en una “cualidad obsesiva” 
vigilando a su pareja. 
 Manipulación. Rasgo de conducta caracterizada por el uso de racionalizaciones, 
con el objeto de manejar la situación para lograr control. 
 Obsesión por los logros y el éxito. La socialización masculina se apoya en el 
mito del “ganador”. Para demostrar seguridad, es preciso ejercer un efectivo 
autocontrol represivo que regule la exteriorización de dolor, placer, temor 
(asociados con debilidad). 
 
Las mujeres por su parte dependen de la promesa de amor y en la búsqueda de 
esa promesa, muchas de ellas suelen exponerse a situaciones que las vulneran en su 
subjetividad cuando ceden o se someten al maltrato. La mujer necesita mantener la 
ilusión de que su pareja, -ese hombre del que se enamoró, tanto quiso y aún suele 
querer- la sigue amando igual que cuando comenzaron el vínculo. Por ello suele 
soportar dolor, sufrimiento y frustración. 
 
 
 
 
 
 
 
- 34 - 
 
CAPÍTULO 3. 
LA PAREJA. 
 
3.1 Relación de pareja. 
 
La etapa del adulto joven es un segundo periodo de pruebas, por primera vez obra 
enteramente por su cuenta, probando los ámbitos del amor y del trabajo. 
De acuerdo con Erikson, los jóvenes adultos deben fusionar su identidad con otra 
persona en una relación cercana e íntima (Rage, 2002). 
 
Las relaciones de pareja han sido estudiadas desde tiempos inmemorables, a lo 
largo de los años se ha intentado entender todo lo que son e implican. Quizás porque 
desde el momento en que dos individuos se involucran en una relación de pareja, sus 
características, manifestaciones conductuales, expectativas, emociones, actitudes, 
atribuciones y formas de comunicación verbal y no verbal, el contexto, las normas 
particulares y el momento histórico que están viviendo, se combinan para determinar la 
forma, conducción, interpretación y conductas de interacción (Díaz- Loving, R., Rivera 
Aragón, S. y Sánchez Aragón, R, 1994). 
 
Las relaciones de pareja son especialmente complejas ya que en ellas influyen 
diversos factores psicosociales, tales como: experiencias previas, factores familiares, 
variables educativas, nivel socioeconómico, calidad de vida, actitudes, estilos 
atribucionales, etc. (Díaz- Loving, 1999). 
 
Sánchez Aragón (1995) define la relación como una asociación característica 
entre dos o más personas que involucra cierta interacción y que puede tener diversos 
fines ya sea sólo un encuentro casual, una amistad, un matrimonio, etc. (Sánchez 
Aragón, 1995). 
Díaz- Loving (1990) define a la pareja como una institución social constituida con 
base en un sistema de normas y reglas de conducta. Tales normas, son parte de la 
cultura y herencia social, derivadas del pensamiento común, colectivo, religioso y 
- 35 - 
 
filosófico de un pueblo que lo transmite de generación a generación a través de un 
proceso de socialización. 
 
Escardo (1974) define relación de pareja como la asociación de dos o más 
personas con un propósito familiar común o concurrente… una entidad peculiar, 
autónoma y específicamente diferenciada que es más que la suma de sus 
componentes. 
 
Sánchez Aragón (1995) define la relación de pareja como una entidad 
compuesta por dos o más personas de distinto sexo, unidas por un compromiso 
emocional- más que legal o religioso- cuyo propósito es constituir una institución social 
(familia) basada en normas culturales específicas. 
En términos generales, la pareja incorpora varias dimensiones psicosociales: 
una representación cultural, un mandato social y un ámbito de vivencias personales 
(Guevara, 1996). 
 
Dentro de la teoría Bio-Psico-Social-Cultural de la Relación de Pareja, Díaz 
Loving (1999) señala las necesidades básicas del ser humano; vivir en compañía y en 
forma interdependiente y social; por lo que las relaciones entre seres humanos 
cumplen con ciertas perspectivas, valores y fenómenos sociales, así como cuestiones 
cognoscitivas que se dan en la relación de pareja y el desarrollo de la misma en un 
contexto cultural. 
 
Las parejas invariablemente tienen un “ciclo de vida” lo que quiere decir que una 
relación de pareja se compone de diferentes etapas, y cada etapa tiene características 
especiales. 
 
A partir del conocimiento de dichas características el estudio de las relaciones de 
pareja se facilita, por lo quela Teoría Bio-Psico-Social-Cultural propone el ciclo de 
Acercamiento- Alejamiento (Diaz Loving 1996), el cual hace referencia a las 
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características particulares de cada etapa en la relación de pareja tomando en cuenta 
el tiempo como un factor determinante en dicho ciclo. 
 
El ciclo vital de la pareja es un proceso que consiste en una serie de etapas 
complejas, en ocasiones progresivas y en otras regresivas, estáticas, dinámicas, 
estables, cambiantes, con oscilación entre periodos de cercanía y distancia, 
caracterizado por estadios de continuidad y discontinuidad (Sánchez Aragón, 1995). 
 
Díaz Loving (1996) y Sánchez Aragón (1997) establecen las etapas en la relación 
de pareja y sus características. 
 Etapa Extraño/ Desconocido. 
Se percibe al otro como un extraño, no se realizan conductas o cogniciones 
dirigidas a formar algún tipo de relación o acercamiento. 
 Etapa de Conocido. 
Se establece la percepción del otro, se evalúa el estímulo y categoriza a esta 
persona como alguien que podría convertirse en conocido. 
 Etapa de Amistad. 
La persona se interesa más por acercarse al conocido ya que piensa que la 
interacción ayudará en la solución de una serie de necesidades. Puede incluir 
sentimientos de intimidad y cercanía, aunque excluye aspectos románticos, personales 
o sexuales. 
 Etapa de Atracción. 
Se da cuando las parejas amistosas inician la construcción de cogniciones 
inspiradas en intereses románticos. 
 Etapa de Pasión y Romance. 
Existe una respuesta fisiológica y una interpretación cognoscitiva intensa, que 
define a la relación como más cercana. Hay romanticismo y devoción. 
 Etapa de Compromiso. 
Los sujetos están de acuerdo en continuar dentro de su relación a largo plazo. 
 
 
- 37 - 
 
 Etapa de Mantenimiento. 
El compromiso se consolida y requiere de fundamentos y procesos dirigidos al 
mantenimiento, es la base de la estabilidad y evaluación de la familia, involucra 
resolver las incógnitas y problemáticas cotidianas. 
 Etapa de Conflicto. 
Al no resolver en corto plazo la problemática cotidiana, la relación puede verse llena 
de conflictos, si esto es recurrente y el mantenimiento ya no es placentero o funcional, 
esta etapa se desarrolla de lleno. 
 Etapa de Alejamiento y Desamor. 
Las personas que conforman la pareja están muy lastimadas por los constantes 
conflictos y poco a poco desaparece el gusto por interactuar y conocer a la pareja. Se 
adopta una estrategia de evitación al contacto con la pareja. 
 Etapa de Separación y Olvido. 
La relación se torna insoportable, se vuelven atractivas otras opciones (dejar la 
relación o tener otra pareja) el descontento es evidente. Llega la separación y 
posteriormente el olvido. 
 
Cada etapa del ciclo es afectada por eventos o etapas anteriores e influirá en las 
expectativas del futuro. 
 
De acuerdo con Díaz Loving (1996), existen ciertas consideraciones en el ciclo 
Acercamiento-Alejamiento. 
1. Cada miembro de la pareja, puede pasar con un orden distinto a través de las 
diferentes partes de este ciclo. 
2. Los miembros no siempre viven en la misma categoría que su pareja. 
3. En la etapa de mantenimiento, aspectos como la intimidad y el compromiso 
pueden mantenerse a largo plazo, mientras otros aspectos como la pasión y el 
romanticismo tienden a ser variables y por tanto de tipo cíclico, apareciendo y 
desapareciendo dentro de la relación. 
4. El modelo del ciclo de Acercamiento-Alejamiento, no intenta ser determinista en 
el patrón de evolución de las relaciones. Algunas personas llegan a una etapa y 
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no necesitan continuar a etapas posteriores y otras revierten o brincan de una 
etapa a otra no contigua. 
5. El ciclo de Acercamiento-Alejamiento considera aspectos primordialmente 
psicológicos. 
6. Las etapas de la relación, enmarcan el estímulo al que responde el miembro de 
una pareja. Al percibir al otro(a), la persona evalúa tanto cognitiva como 
afectivamente a la pareja, el contexto social y la etapa de la relación en la que se 
encuentra. 
 
3.2 Noviazgo. 
 
Es un periodo en el cual una pareja, después de la elección mutua, se conoce en 
aspectos sustanciales de la personalidad de cada uno, para que ambos decidan si la 
vida matrimonial y el compromiso definitivo que ésta implica es lo conveniente para 
ellos (Van Pelt, 1999). 
Para ambos, la pareja elegida es ese "alguien especial" en quien encuentran 
cualidades que le atraen y que no ve en otras personas; estas cualidades hacen nacer 
una simpatía mutua que deriva en afecto y amor. 
 
Por definición, el noviazgo es una etapa transitoria, y durante ese período, si se 
confirma la elección, también se consolidan las bases para el matrimonio. 
 
Nancy L. Van Pelt, (1999) menciona que el noviazgo se desarrolla a través de siete 
etapas. 
Cada una tiene su función y propósito al establecer la base para la relación, por ello 
si se abrevia o elimina cualquier etapa, se produce un vacío de desarrollo en el 
noviazgo. 
 Etapa 1: Amistad. Durante la amistad cada uno trata de conocer al otro mientras 
participa de actividades no románticas, sociales, recreativas, espirituales e 
intelectuales. La mayoría de dichas actividades son de orientación de grupo, 
opuestas a las orientadas hacia la pareja. 
- 39 - 
 
Esta etapa es más informal y menos emotiva que las etapas finales del noviazgo, 
pues no existen matices románticos o sexuales. 
Este es un elemento primordial el cual nunca debe desaparecer, sino al contrario, ir 
creciendo continuamente en intensidad. 
 
 Etapa 2: Citas casuales. Se comparten actividades que disfrutan juntos. Como el 
grado de integración emocional entre ellos es bajo, ambos tienen libertad de salir 
con otros. No se consideran a sí mismos enamorados. Los momentos 
placenteros son compartidos junto con una amistad que puede prometer algo 
para el futuro. 
 
 Etapa 3: Relación especial. Esta es una etapa donde hay un creciente afecto 
entre los componentes de la pareja, pero todavía no han alcanzado el grado de 
dedicación que requiere una relación más firme. Pasan más tiempo juntos pero 
no están participando aún de una relación formal. 
 
 Etapa 4: Relación firme. En esta etapa hay un entendimiento entre ambos de 
que no saldrán con otras personas. Se ven más a menudo que en una relación 
incidental o casual. 
Esta etapa revela si las dos personas involucradas son capaces de mantenerse 
dedicadas a la misma relación, un hecho vital que debe conocerse antes de 
considerar el matrimonio. 
 
 Etapa 5: Pre compromiso. Es la etapa en la cual una pareja comienza a discutir 
la posibilidad de casarse. Todas las conversaciones son tentativas, pero la 
pareja está más segura de que están hechos el uno para el otro. Su 
comprensión es privada y personal en lugar de ser terminal o dependiente, esto 
es que ya no solo implica el presente, ya están planeando a futuro y ya están 
viendo por terceros. 
 
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 Etapa 6: Compromiso formal. Este trae un profundo sentido de dedicación y 
pertenencia que no había en el pre compromiso. 
 
 Etapa 7: Matrimonio. Generalmente es la continuación de la fase romántica de 
cortejo, caracterizada por afectividad, respeto, cortesía y diversión. 
 
Celos en el Noviazgo. 
 
De acuerdo con los resultados de la Encuesta Nacional de Violencia en las 
Relaciones de Noviazgo (ENVINOV) 2007, elaborada por el Instituto Mexicano de la 
Juventud (IMJ), 15.5 por ciento de los mexicanos de entre 15 y 24 años con relaciones 
de pareja ha sido víctima de violencia física; 75.8 por ciento ha sufrido agresiones 
psicológicas y 16.5 por ciento ha vivido al menos una experiencia de ataque sexual. 
Sobre los motivos que ocasionan el enojo con la pareja, 41 por ciento de los 
hombres respondió que se molesta por celos; 25.7 porque su pareja tiene muchos 
amigos y 23.1 dice que su pareja se enoja de todo sin razón aparente. En tanto, 46 por 
cientode las mujeres dijo que se molesta porque siente celos; 42.5 porque su pareja 
queda en algo y no lo hace y 35 por ciento porque considera que es engañada. 
 
Las conductas violentas en las relaciones de pareja no formales no son 
percibidas como tales ni por las víctimas ni por los agresores, pues generalmente se 
confunden maltrato y ofensas con amor e interés por la pareja. 
 
La violencia disfrazada de amor es casi invisible: los signos del maltrato durante 
el noviazgo son desconocidos para gran parte de las y los jóvenes mexicanos, quienes 
los confunden con muestras de afecto que, en realidad, ocultan conductas 
controladoras sustentadas en la desigualdad entre los sexos. 
 
Según García (2002), los celos son emociones intensas que surgen cuando se 
experimenta un deseo exagerado de poseer de forma exclusiva a la persona amada, a 
- 41 - 
 
un amigo o a los hijos. Los psiquiatras afirman que los celos son un estado antecesor 
de la psicosis, pueden convertirse en delirio y perturbar el sentido de la realidad. 
 
De acuerdo con Casavantes (2000), los celos enfermizos llegan a provocar, en 
infinidad de casos, violencia física y psicológica continuas, e incluso que un miembro 
de la pareja acabe con la vida del otro. 
Los ataques de celos son el motivo más frecuente de homicidios conyugales y 
un factor determinante en casi el 20% de todas las agresiones violentas en los países 
desarrollados. 
Freud estaba convencido de que los celos tienen sus raíces en experiencias 
infantiles que ya todos vivimos, para él los celos patean el amor propio y el orgullo. En 
su interpretación encuentra en los celos causas biológicas, psicológicas y sociales. 
Menciona que hay celos que tienen como origen la química del sistema nervioso, los 
celos llamados delirantes se originan en desordenes de las sustancias 
neurotransmisoras. La posesividad exagerada es una expresión de inmadurez amorosa 
que provoca finalmente la sofocación de la persona amada y finalmente la ruptura del 
vínculo. (Godos, 2001). 
 
3.3 Elección de pareja. 
 
Nos cuesta trabajo admitir que es la familia, mediante sutiles mecanismos de 
control, la que en gran medida orienta nuestra elección de una pareja. 
La mayoría de los individuos comparten una imagen de una pareja ideal, tienen 
ideas definidas sobre lo que están buscando en una pareja, así como las categorías de 
personas que son “elegibles o no elegibles” (Rage, 1996). 
 
Existen diferentes tipos de atributos para elegir o no a una pareja. Para algunos 
será muy importante el aspecto físico, para otros los elementos psicológicos, ternura, 
inteligencia, comunicación, comprensión etc. Otros más buscarán un nivel educativo y 
social alto y compatible con el suyo. Finalmente, habrá personas que se fijen en los 
valores morales y religiosos de la persona (Rage, 1996). 
- 42 - 
 
 
Existen teorías como la de complementariedad (Winch,1958), que indica que se 
selecciona a una pareja no porque sea similar a la persona que le selecciona, sino 
porque es complementaria; es decir, la persona elegida destaca o es capaz de hacer 
algo en lo que el otro miembro no destaca ni es capaz de hacer. 
 
Así mismo en la teoría instrumental de selección de pareja se establece que los 
individuos se sienten más atraídos hacia aquellos que tienen necesidades semejantes 
o complementarias a las propias (Centers, 1975), o, como lo indica Murstein (1970) en 
su teoría estímulo-valor-rol, que esencialmente una persona se une a aquellas cuyos 
activos y pasivos (puntos fuertes y puntos débiles) parecen augurar una probable 
adaptación a sus propias características. 
 
Como punto de partida para entender las relaciones de pareja, se debe 
considerar que para los seres humanos, más que para ninguna otra especie, son 
importantes las necesidades de apareamiento, compatibilidad física y biológica 
(Otrowsky, 2005); afecto, apego, cuidado, cariño, interdependencia, compañía y amor, 
que son necesidades genéticas básicas determinantes para la supervivencia de la 
especie (Buss 1999; Díaz Loving y Sánchez, 2002). De esta forma, aunque tener 
amigos cercanos es una forma importante de satisfacer las necesidades propias de 
afiliación, para la mayoría de los adultos, la relación íntima con una pareja es un 
objetivo aún más importante (Stassen y Thompson, 2001). 
 
Actualmente en nuestro país como en el resto del mundo, la elección de pareja 
se presenta como una manifestación libre de voluntades entre el hombre y la mujer que 
se eligen para constituir un estado permanente de vida y perpetuar la especie (Solís, 
1988; Avelarde, 1991). 
Morales (1997) menciona que las características físicas determinan la atracción 
de una persona sobre la otra. La percepción que se llega a tener, en la mayoría de los 
casos, media entre los primeros encuentros para que haya o no encuentros 
posteriores. 
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Sin embargo, la elección de pareja puede ser descrita como un proceso 
complejo en el que se consideran factores biológicos, personales, psicológicos, 
sociales y emocionales (Rice, 1997; citado por Valdez Medina, Díaz Loving & Pérez, 
2005) que se confronta con el paso del tiempo y que tiene un impacto favorable o 
desfavorable en la permanencia que puede llegar a tener la pareja. 
 
Tanto hombres como mujeres y en mayor proporción éstas últimas, muestran 
expectativas muy altas de felicidad con respecto a las relaciones familiares, de ahí el 
interés de hacer una buena elección de pareja, de manera que se le debe dar la 
importancia que se merece, pues afecta todas las esferas de la vida de una persona y 
es un recurso que proveerá la mayor parte de la felicidad o bien, en su defecto la mayor 
parte del sufrimiento (Tena- Suck, 1994). 
 
En 1997 Avelarde, Rivera Aragón y Díaz Loving realizaron una investigación 
acerca de las expectativas ideales contra las expectativas reales de la pareja. 
Se estudió cómo es que se elige a la pareja con base en nuestros ideales 
preestablecidos y definieron al noviazgo como una etapa en donde se construyen ideas 
o expectativas del futuro cónyuge a partir de necesidades y deseos, sobre la 
percepción de los atributos reales de la pareja. 
 
Según Ackerman (1978) se elige como pareja a aquella persona que 
corresponde con nuestras aspiraciones y que comparte la escala de valores que nos 
orientarán, ya sea a la madurez o la capacidad real de establecer y mantener una 
relación profunda y flexible con objetivos de compartir áreas afectivas, sexuales, 
sociales, económicas, etc.; así como tener seguridad, placer, confianza para la 
realización personal, comprensión mutua de necesidades, adaptación a nuevos roles 
familiares de disposición sexual, unión e identificación empática, comunicación, apoyo 
a la identidad personal y satisfacción. 
 
 
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La ambivalencia del deseo. 
 
En toda búsqueda, en todo encuentro, en todo pensamiento y actuación del ser 
humano, queramos o no, interviene siempre una parte inconsciente que nos guía. 
 
La teoría psicoanalítica nos ofrece un marco conceptual depurado acerca de 
estos procesos inconscientes, que nos explica lo que sucede en la búsqueda, el 
encuentro y el tipo de relación que se establece en una pareja. 
El espacio, la dimensión, o el sistema que forma una pareja es, por excelencia, 
el ambiente donde se manifiesta la ambivalencia del deseo con más fuerza. Esta 
ambivalencia se refiere a que en el deseo existen cosas buenas y bonitas, y malas y 
feas que tienden a ser intercambiadas en el cajón del otro. 
 
El deseo es ambivalente porque el ser humano no tiene más remedio que amar 
y odiar a la vez a la persona con quien está más fuertemente unido. Amamos al otro 
cuando nos aporta alimento emocional y lo odiamos cuando no nos lo da. Hablamos 
aquí de reacciones primitivas que son las primeras que aparecieron en nuestra 
especie. Nunca se pierden por completo y justamente vuelven a aparecer

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