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Univers idad Nacional Autónoma de México Facultad de P sicología División de Estudios Profesiona les Relación entre problemas de comportamiento y maltrato físico infantil en niños escolares facultad d<! P=>icolo9io Tesi s Que para obtener e l título de: Licenciada en Psico logía Pre s e n t a: Gabrie la Melgoza Alcalá Director de Tesis: Dr. Ariel Vite Sierra Rev isor: Dr. Jorge Rogelio Pérez Espinosa UNAM – Dirección General de Bibliotecas Tesis Digitales Restricciones de uso DERECHOS RESERVADOS © PROHIBIDA SU REPRODUCCIÓN TOTAL O PARCIAL Todo el material contenido en esta tesis esta protegido por la Ley Federal del Derecho de Autor (LFDA) de los Estados Unidos Mexicanos (México). El uso de imágenes, fragmentos de videos, y demás material que sea objeto de protección de los derechos de autor, será exclusivamente para fines educativos e informativos y deberá citar la fuente donde la obtuvo mencionando el autor o autores. Cualquier uso distinto como el lucro, reproducción, edición o modificación, será perseguido y sancionado por el respectivo titular de los Derechos de Autor. U ·~ i B8 <t13 l-f'5, A LC! [.{11\,LversLcfacl NC!ÚOll\,CIL AutOV\,OVil\.CI ele MéxLc,o -por ViC!ber fcicLLLtC!clo Vil\.L forVil\.Clcíój/\, -pvofesLovcCIL tJ -persoll\,CIL Por su fuerz¡;¡ -pC!rC! coll\,tLll\,uC!r el/\, eL clLC1rLo vLvír tJ quíej/\, Vil\.e ci-po¡jCI el/\, tocio Vil\.OVil\.ell\,to. A Vil\.ÍS coVil\.-pC!V\,evos tJ C!Vil\.Ígos Por cC!Vil\.Íll\,Clr el/\, LC! vLclci coll\,Vil\.ígo, ele clíferej/\,tes Vil\.CIV\,ercis tJ el/\, VVtOVVtell\,tos ÍVil\.-portCI 11\,tes A VVtL coVil\.-pC!Vvero ele víclCI, ele quLeV\, C!pre~o LC! VioV\,estLclC!cl tJ ci ser Vil\.~or ser Vl U Vil\.CI 11\,Q CCI el CI el ~CI Un hombre que cultiva un jardín, como quería Voltaire. El que agradece que en la tierra haya música. El que descubre con placer una etimología. Dos empleados que en un café del Sur juegan un silencioso ajedrez. El ceramista que premedita un color y una forma. Un tipógrafo que compone bien esta página, que tal vez no le agrada Una mujer y un hombre que leen los tercetos finales de cierto canto. El que acaricia a un animal dormido. El que justifica o quiere justif icor un mal que le han hecho. El que agradece que en la tierra haya Stevenson. El que prefiere que los otros tengan razón. Esas personas, que se ignoran, están salvando el mundo. Los.justos.jorge Lu~s B>orges 4 índice Página Resumen 5 6 Introducción Vio lenc ia Famili ar-1\laltrato Infantil: una vis ión g lobal 8 Estilos disc iplinarios y problemas de conducta en me nores 25 escolares. Método 36 Resultados 42 Discusión 45 Refe re ncias 52 5 Resumen El interés del presente trabajo fue determinar la relación entre los problemas de comportamiento infantil y el maltrato infantil en una muestra de niños escolares. Para lo cual se seleccionó una muestra de 200 madres de menores escolares de fi a 10 años. de los cuales 100 fueron detectados por los maestros con problemas de conducta. El resto , los otros 1 OO. eran considerados sin algún problema de conducta , de acuerdo a las consideraciones de los maestros de grupo. Se empleó un estudio transversal. descriptivo y correlaciona! con una medición única. Los resultados obtenidos señalan diferencias significativas entre las dos muestras en el sentido que las madres del grupo ele niños con problemas ele conducta muestran maltrato físico y emocional bajo, en relacic'm con las madres ele los niños de l grupo ele comparación. 6 Introducción Los problemas de conducta en niños y ado lescentes cons titu yen un <Jmplio rango , que in vo lucran conducta oposicional (tal como gritar. be rrinches) a más serias forma s de conducta anti soc ial (e.g. agres iún, destrucc i<'>n de propiedad ajena y robo).Típicame nte . es t<J s conductas no ocurren de maner<J ais lada s ino como un s índrome , ya que existe ev ide ncia que sugiere que . la conducta oposicional (e. g. desobedienci a en los niños) son precursores del desarroll o ele conducta antisocial e n la ado lescencia (Denham , Workman , Cole, Weissbrod , Ke ndziora . y Zahn Wax ler. 2000: He lle r . Bake r . He nker. & He ns haw . 1996). Sin embargo, es también el caso de que para algunos jóvenes, este comportamiento se inicie en la ado lescencia. Cuando se muestra un conjunto de conductas como estas , han s ido re feridas como oposicionales. anti sociales y desórdenes de conducta y cl es cl e una perspec tiva legal. como del in cuencia (Hinshaw & Lee, 2003, Tre mblay. 2003) . Existe actualme nte una serie de aprox imaciones para describir y cla s ificar los desórdenes de conducta, por e je mplo e l DS!vl- IV- TR (2000) lo defin e como "un patrón recurrente de conduc ta nega tivista. desa fiante , desobediente y host il hacia figuras de autoridad que se mantiene al me nos seis meses y debe de presentarse al me nos cuatro de las s iguientes ocho conductas. l. Perder los es tribos , 2. Disc utir con adultos, 3. Desafiar o re husar acatar, de forma deliberada , las peticiones o reglas de los adultos . 4. Hace r cosas de manera deliberada , que molesten a otras personas, 5. Culpar i:I los demás por errores o conducta inadec uada , 6. Ser muy s uscepti ble o fác ilmente irritable ante los demás, 7. Estar enfadado o resentido, y 8. Ser rencoroso y vengati vo. 7 La característica esencial de los problemas de comportamiento es un "patrón re petitivo y constante de conductas en la cua l la base de los derec hos de los otros o importan tes normas socia les apropiada s para la edad o reglas se violan " (APA. 2000. p. 93 ). Al menos 3 el e las 15 conductas listada s anter iorme nte . deben de haber estado presentes e n los 12 meses anteriores y al me nos una el e estas conductas e n los últimos se is meses. Los niños con problemas de conducta se encuentran en riesgo de manifestar una variedad de otros desórdenes el e conducta, así como problema s ele aj uste. Estos incluyen TDAI l. varios desórde nes de internali zaciún como la ansiedad y clepresiún. somatización (Loeber & Keenan. 1994 ), uso ele sustancia s (i linshav\. 1992). entre otros. Por otra parte , existe una creciente ev idencia relacionada con diversos factores individuales. familiares y con tex tuales C]ue puede n incrementar la probabilidad ele incrementar los proble mas el e conducta (Doclge & Pettit, 2003; Leve & Chamberlain, 2005). En este trabajo se encontró coinc idencia en que son los niños quienes presentan mayores problemas ele conducta en comparación con las niñas respecto a los hallazgos resultantes ele varios es tudios que se mencionan. De la misma manera, en los resultados obtenidos ele los instrumentos aplicados a las madres de menores con problemas de conducta se hallaron aspectos s imilares respec to a estudios realizados e n otros países. en cuanto a que es la madre quien eje rce violencia fí s ica y e mocional hac ia sus hijos , en comparac ión con el padre. 8 Violencia Familiar-Maltrato Infantil, una visión global La Organización Mundia l de la Salud (OMS, 2003) define a la vio le nc ia fa mili ar como: to ci o acto de violenc ia que ti e ne como resultado pos ible o re;tl un daño fí s ico . sexual o psicológico . incluidas las amenaza s . la coercic'm. o la pr ivación arbitraria de la libe rtad, ya sea que ocur ra en la vida pública o en la vici a privada. Aba rca s m ca rác te r li mitat ivo, la violenc ia fí s ica . sex ual o ps ico lóg ica en la fa milia y ésta pue de dirig irse hac ia la pa reja. los ancianos o los niños. La viole nc ia ha c ia estos se de nomina abuso o maltra to infantil , la Oi\IS, ( 1999 ) la de fine como: cua lqui er forma de daño fí s ico y/o emoc iona l. ab uso sex ual, negligenc ia o cua lquie r forma ele tra to neg ligente . comerc iRI u expl otac iún, que r esulta en e l daño ac tua l o po te nc iala la salud , sobrevivenc ia o desarrollo de la dignidad en e l contexto de una relación de responsabilidad. confi anza o pode r . La Oi\ IS. (2002) es tima que 40 millones el e niñ os en e l mund o . ent re cero y 14 años s ufren alg una forma de maltrato fí s ico. de negligenc ia o ele él mbos. De e llos, alrede dor de 53,000 niños murieron por homic idio e n e l año 2002. Por otro laci o, la UNICEF informa que e n e l mundo, aprox imadamente de 133 a 275 millones de niños son te stigos o es tán invo lucrados en diversas fo rmas de vio lencia dentro de l hogar. En Estados Unidos en e l año 2005 se pre sentaron tres millones el e denuncias y se confirmó maltrato infantil en un millón de e llas; asimismo . alrededor de 1,400 niños fall ec ieron por las les iones inflig idas, en 45% de menores el e 12 meses. El maltrato infantil es un pro blema médico - socia l-lega l el e t<l l nrngnitud . que se ha cons ide rado por la Orga nizac ión Mundial el e la Sa lud como un as un to de sa lud públ ica mundial de sde 1999 . Es un fe nómeno donde e l círc ulo vic ioso de "perpe trador- víctima - factores prec ipitante s" de be romper se para pone r 9 un límite y lograr su prevención. A partir de la década de 1960, los esfuerzos a nivel internacional para prevenir el fenómeno se han incrementado, mediante una difusión más amplia del problema, así como la implementaci<m de estrategias de prevención primaria (PP) a diferentes niveles y alcances. A pesar de ello, se desconoce con precisión la eficacia de tales acciones Así también. en un estudio sobre la violencia contra los niños, niñas y adolescentes efectuado por las Naciones Unidas en 2006, se muestra que millones de niños y niñas de todo el mundo son sometidos a las peores formas ele abuso y que reciben muy poca o ninguna protección. El informe llega a la conclusión, a pesar de la escase í'. de datos. de que los episodios de violencia ocurren en todas partes, que los r esponsables sue len ser personas a quienes las víctimas conocen y que las agresiones por Jo general permanecen ocultas o no reciben castigo. En la presentación de un estudio. el director regional de UNICEF en Latinoamérica, Nils Kastberg, elijo que "la mayor parte de la violencia es totalmente invisible; simplemente no existen estadísticas nacionales o internacionales". Además, que "la violencia contra niños y adolescentes en Latinoamérica se da generalmente en el entorno familiar e incluye el abuso sexual, desapariciones extrajudiciales, violencia emocional, psicológica o física y compra ele bebés" y "se da en todas las clases sociales en países tanto del Norte como del Sur, pobres o ricos; cambia tal vez el carácter. pero la violencia está allí". La violencia contra los niños e s un problema ele salud pública mundial. Se estima que por cada caso registrado. nueve no son de tectados. Según la información del Sistema Nacional de Estadística de Maltrato Infantil y Negligencia en los EE.UU. se presentaron aproximadamente tres millones de denuncias ele maltrato infantil en 1995. ele las cuales más de un millón de niños 10 fueron víc timas de abuso y negligencia. Hay estudios que señalan la s usceptibilidad de algunos sectores de la poblac ión in fanti l a se r agredidos: los hijos de mad res adolescente s, los niños con proh le mas de conducta (trastorn o por défic it de atenc ión con hi peract ividad). los niños con malformacion es congénitas. los que sufren una o varias discapacidades . Situac ión que es estudiada en Méx ico, Gómez. (2009). En nuestro país, e l problema de la viole ncia fa miliar ha ido e n aume nto de manera importante, por ejemplo, e n e l Estado el e Sonora. que es una el e las e ntidades federativas con mayo r índi ce de es te proble ma. se e ncon trú que cas i un 50% el e las mujeres han sufrido viole ncia por parte ele s u esposo o pareja . lo que se ha re fl e jado en conductas repe titivas hacia los hijos, utilizando medidas como e l castigo fí s ico para "hacer entender" a sus hijos y con e llo lograr una cri anza adecuada (S istema Nac ional DIF. 1998). La viole nc ia fami li ar , genera sec ue las e n los me nores como problemas el e aprovechamie nto y conducta escolar . Al respec to Feiring , 2005, Sternberg Larnb. Guterman y Abbott (2006), me ncionan que las sec uelas se producen e n la manifestación de conducta internalizante y ex ternali zante , así como problemas neurológicos y en las funciones cognitivas, Nava lta, Polcari. Webster , 2006. Las conductas externalizantes, se re fi er e n a los problemas que manifiestan los niños en e l ambie nte externo corno: hiperactividad, conducta disruptiva y agresividad e internalizantes a la ans iedad , depresión (Carnpbe ll y cols. 2000). Y e n algunos casos puede manifestarse el e mane ra extre ma como es e l s ui c idio infantil y delitos corno e l ho micidio. Así. e n la investigación rea li zada por la Universidad de Sonora , se encontró que los problemas de conducta ex ternos se relacionaron con la baja competencia soc ial y un bajo es tatus soc ioeconómico de los padres. ser varón. experimentar disciplina severa y una pobre s upe rvisión. así también se encontró 11 que los maltratados mostraron menos conductas pro-sociales adaptativas . (Sistema Nacional DIF, 1998). Por lo que a mayor viole ncia familiar y maltrato infanti l. existe un ÍIKre mento en los casos de de pres ión y ansiedad, haL·i enclo que cada vez más niños y adolescentes repitan el mismo patrón ele comportamiento. Según algunos autores como Ante quera. (2006) es necesario considerar e l grado en que se ha ya alcanzado una definición conse ns uada y operativa, del concepto ele l\laltrato Infantil. En este sentido , di ce. se deben resaltar alguna s de fi c ie ncias en el concepto actual ele maltrato infantil que afectan a lét fiabilicl acl y ex actitud con que pue de ser evaluado (Arruabarrena y De Paúl, 1999. c itado por Antequera, (2006). La primera de ellas , es que un mismo comportamiento puede ser cons iderado o no maltrato e n re lación a l momento e\·oJuti\'O e n e l que se encuentra e l niño. La segunda. se re fi e re al pape l que juega 1<1 Hiln erabiliclacl del niño. ya que un mismo comportamiento parental puede no causar daño en un niño sano pero ser conside rado negligente si el niño padece algún tipo de handicap o discapacidad. La tercera, es la conveniencia de considerar las consecuenc ia s como un e le mento determinante para valorar una conducta como maltratante o no, Jo que resulta especialmente conflictivo si se considera que algunas de esas conductas no tie nen consecuencias evidentes o inmediatas. La cuarta, se refiere, a pre cisar e l límite en e l cual una conducta puede considerarse como maltrato infantil. es dec ir. cuando se le cons id e ra disciplina y cuando maltrato. Si bien es cierto. se puede considerar al maltrato infantil como un problema social en donde inte rvie ne n papeles y roles que se han asignado tradicionalmente a los abuelos y padres. Estos roles están corre lacionados con 12 aspectos religiosos, sociales y culturales, en los cuales generalmente se impone el abuso del poder de los padres hacia los hijos. poder ejercido ya sea física, emocional. psicolúgica y/o econ<m1icamente ; y que cualquiera que se21 dicho poder, causa un gran impacto en la vida de los niños. Por lo que en nuestra cultura el corregir a los niños y adolescentes con castigos, golpes u ignorándolos. significa que se "hace bien" , al no considerar los familiares que se maltrata o daña al menor. las conductas o estilos disciplinarios se siguen repitiendo de generación en generación, heredándose de bis21buelos a abuelos y a los padres, quienes refieren que "da resultado" y por eso esas maneras ele disciplinar siguen siendo efectivas para que los niños y adolescentes sean hombres y muj eres de provecho. En muchoscasos con el transcurso del tiempo, cuando los estilos disciplinarios no fueron efectivos, los menores , manifiestan problemas corno: <f> Agresividad +Timidez -* Inseguridad (introversión) + Baja Autoestima '*' Altos índices de reprobación -* Altos índices de deserción + Delincuencia ~- Embarazos tempranos -* P21trones de conducta repetitivos + Problemas de adicciones '* Menores en situación ele calle '* Somatización (enuresis) + Problemas de atención y ansiedad ·*- Hiperactividad '*' i\lieclo 13 Es importante mencionar , que de acuerdo a la información que existe sobre el tema puede considerarse que los efectos del maltrato infantil no necesariamente se presentan de 1mmera inmediata. ya que pueden aparecer a corto, a med iano plazo o a largo plazo; con diferente intens icl acl y combinarse algunos de los efectos. Para el estudio del maltrato infantil. ex isten va rias esca las que permiten contar con e leme ntos para detectar los difere ntes tipos ele maltrato que se han e ncontrado. En la actualidad, se encuentran varios sistemas ele clasificación entre los que destaca el l\Ialtreatment Classification Scheme (Barnett y co ls. 1993). medida multidirnensional en la que se contempla: 1) El tipo, 2) La gravedad, 3) La frec uencia . 4) El periodo evolutivo, 5) La separación ele los cuidadores y 6) La naturaleza ele la relación con e l maltrataclor. Ofrece una puntuación de gravedad para cada uno de los tipos de maltrato y una puntuación de gravedad global (que es el resultado de la suma de la gravedad de cada una de las dimensiones). Con Ja utilización de esta escala se han descrito ocho tipos de maltrato (Litrownik y cols , 2005): 1) Abuso físico, 2) Abuso sexual. 3) Fracaso para satisfacer las necesidades básicas, 4) Falta de supervisión 5) l\laltrato emocional, 6) l\laltrato moral y/o legal , algunos autores consideran también un maltrato pasivo a la omisión de cuidados, 14 7) Maltrato educativo y 8) Abuso de sustancia del cuidador. En la \•aloración de la negligencia. la mayoría de los instrumentos disponibles consisten en escalas establecidas por el e\·aluador a partir de la información obtenida durante la entrevista u observación de la familia. En lo que se refiere a los cuestionarios existentes. varían en las áreas ele la negligencia que contemplan. Así, algunos valoran solo un componente como el Childhood Trauma Inventory (Fink. Bernstein. Handelsman, Foote y Lovejoy, 1995) mientras que otros. incluyen un amplio rango de conductas negligentes (l\Jagura y !\loses. 1986. citado por Antequera. 2006). Así también, existen estudios que califican la conducta negligente. como un factor más del maltrato infantil, algunas de las escalas creadas específicamente para Ja evaluación de las conductas negligentes son : l. Escala de Bienestar para niños (l\lagura y Moses . 1986). El eva luador contesta 14 escalas después de la visita al hogar que pueden dividirse en negligencia física (hacinamiento. mobiliario, higiene personal, vestuario, limpieza del hogar. seguridad) y negligencia psicológica (supervisión , cuidado de los niños. aceptación, aprobación, expectativas, disciplina y estimulación). 2. La Multiclimensional Neglectful Behavior Scale (Straus, Kinarcl y Williams, 1995). Escala especialmente apropiada para la evaluación ele la conducta negligente al considerar distintas dimensiones de la misma: emocional, cognitiva, de supervisión y física (Kaufman, Straus, Mebert y Brmrn, 2004) y; 3) El cuestionario Chilclren's Sexual Behavior lnventory (Friedrich , Grambsch, Brougton, Kuiper y Beilke, 1991), se utiliza para valorar la conducta y los conocimientos sexuales de los niños . Para ello consta de dos partes en la 15 primera de las c uales se explora cuáles son las fuentes de información sexual del niño y la segunda recoge e l tipo y frecue ncia ele las conductas sexuali zaclas. 4) De Ja misma forma , ex is te también e l Invent ario para la detecc ión del l\'laltrato fí sico (Chilcl Abuse Poten tial Inventory, f\ lilne r , 2008) que se utili za en España , mis mo que se ha intentado .f!daptar a la rea lidad mex icana, pero que no ha s iclo validado, se eva lúa e l ri esgo potenc ia l ele mal trato físico que ti ene una de terminada persona. para la ay uda en la toma ele deci s iones en los casos ele sospecha ele este tipo ele s ituaciones. Tambi én es utilizado como apoyo en la evaluación ele programas el e tratamiento y pre vención. Cons id e ra 6 aspec tos que son: + Malestar psíquico * Rigidez * Infe li cidad ~ Problemas con e l niño y cons igo mismo * Problemas con la familia. y + Problemas con otras personas Por otra parte, para atender los casos de maltra to in fa ntil. e n e l caso el e nuestro país, existen instituciones de dicadas a la protección ele los menores como son: las Fiscalías de atención al menor, dependientes ele la Procuraduría de .Justic ia de l D.F .. la Clínica ele Atención Integral de l Niño Maltratado de l Instituto Nacional de Pediatría , inclusive en donde existe la Especialidad e n Atención al Maltrato Infantil. ciado e l alto índice de casos regi s trados . Y entre los estudios que se han efectuado en nuestro país en es te rubro . se encuentra Ja Encuesta de f\ la ltrato Infantil y Factores Asoc iados (2006) . realizada por e l Instituto Nac ional de las !\luje res del D. F. y e l Inst ituto Nacional de Psiquiatría "Ramón de la Fue nte f\ 'luñiz". en la cua l co incide con 16 otras ins tituciones nacionales y ex tranjeras que e l problema de l maltrato infantil es un problema de Salud Pública que requi e re de atención integral y parti c ipac ión multidisciplinari a. Se hace un análisis sobre el problema de l l\iJaltrato Infantil en 4 Entidades Federativas de nues tro paí s, cons iderando la representativiclacl de 4 regiones geográfi cas. en las que influyen cuest iones c ulturales y econúrn icas que permite n conocer la magnitud de l problema.(Sistema Nacional DIF, 2005). Entre los resultados obtenidos e n esta e ncuesta , se encontró que en aq uellas personas que han s ufrido violencia por parte el e s u cónyuge o pareja , e l problema de l maltrato infantil es más frec ue nte . Se e ncontró que cas i un 409f de los/las maltratados son menores e ntre () y 12 años, que se encuentran en niv e l escolar de primaria, seguido de niñas (os) en edad preescolar y e n tercer lugar, los lactantes. Los menores desde 6 años hasta este rango de edad. es e l grupo que mayor maltrato recibe. con un 40. l <ff.. Dicho porcentaje se de be a que e n ese rango de edad los me nores son más dóc iles y aceptan generalme nte cualquier forma de au toridad que se les imponga . En el 30% de los casos de dicho período se encontró maltrato fí sico, seguido de la omisión de c uidados y la agres ión emocional. Cabe des tacarse que los menores presentan más de un tipo de maltrato. Casi en un 50% de los casos re portados, la princ ipal persona que ejerce e l maltrato, es la madre y en un 25% los padres. En 1999, en e l 65% de los casos, uno de los progenitores estuvo presente en e l evento de maltra to y para e l año 2003, se e levó al 71 %. Es importante destacar que e l porcentaje el e maltrato fí s ico por parte de cua lquie ra ele los padres se presenta igual tanto en hombres como e n mujeres. aunque la madre es la que más maltrata en comparacicm con el padre. El maltra to físico severo. se presenta más en los hombres por parte ele la madre, contrariame nte las niñas refiri eron menor maltrato por parte de l padre. 17 En el caso de los hombres, se encontraron como factores predictores la violencia entre los padres, soluciones conflictivas a los problemas familiares, bajo nivel de involucrnmiento de los padres. educación con características evasivas y menores con algún tipo de discapacidad . El maltrato físico severo se encontró en un número importantede casos, en familias compuestas por madre y padrastro o pareja ele ésta, seguida por ambos padres y por último e n donde sólo existe la madre. En cuanto al maltrato emocional, es la madre , quien lo e jerce de manera importante hacia las mujeres, en comparación con los hombres: se encontró que para los hombres los factores predictores son que el nivel socioecon<>mico ele la familia sea bajo, pocil convi venciil con el padre , clisciplinil inconsiste nte. y que exista discapacidad. Para las muieres , que el nivel socioeconómico sea medio y medio bajo , faltil de monitoreo ele los padres, y clisciplinil evasivil. En cuanto al géne ro. los hombre s estuvieron más de acuerdo en que el maltrato es la mejor forma ele educar en comparación con las muj eres , lo que habla de las creencias en cuanto a los estilos de criilnzil. Así también, se encontró que el padre en cuanto a los estilos ele parentaliclild, está más al pendiente de monitorear las actividades de los hijos y cuando encuentra conductas en las cuales no está de acuerdo recurre a los golpes para evitar dicha conducta, principalmente hacia sus hijos varones: en cuanto a las mujeres se limita en la mayoría ele los casos a gritos y humillaciones. En cuanto al nivel socioeconómico, se refiere , se presentaron mayores casos ele maltrato en el nivel medio bajo o biljo. Respecto al nivel ele escolaridad. se encontró que en aquellos casos en donde la madre es quien tiene un b3jo nivel de escolaridad. se hallaron más número ele casos de maltrato principalmente físico y emocional. En 3quellas familias en donde entre ambos pilclres e xiste violenciil. los casos de maltrato infantil se presentaron en un número importante . Aunque en 18 el caso de Jos menores que presentan conducta rebe lde, es menor en comparación a los que no. Excepto. en los casos en los cuales los menores presentan alguna discapacidad o fueron pre mat uros . Paralelame nte res pecto a Ja ideación s uicida , se halló que aquellos menores que han s ufrido maltrato infantil son los que presentan el e manera importante es ta s ituación , en comparación con los que no. En cuanto a los es tilos discip linarios. se encontró que las prácticas negativas. Ja so lución conflictiva ele los problemas famili ares, Ja disciplina inconsistente , y la e ducación evas iva se asoc ian con la presencia el e diversos tipos de maltrato sobre tocio e n las mujeres. Sobre e l particular. autores como Lira. (1 999, citado por Aya la. 2002) menciona que existen 5 nive les, en cuanto a factores de riesgo cjue son: l. De Jos padres: padres maltratados. in stitucionali za dos o abandonados en s u infan cia. con historias ele conductas viole ntas , madre adolescente . de bajo nive l de escolaridad, ins uficiente soporte conyugal, fami liar o social. padres o personas al cuidado de los niños (as) que presentan patología ps iquiátrica, depresión. angustia , alcoholi smo , o adicción a drogas. baja tolerancia a la frustra ción, y al estrés, e insuficiente maduración psicológica de los padres. 2. De l e mbarazo; e mbarazo no deseado, inte nción persistente de interrumpir e l embarazo, rechazo persistente al e mbarazo, inasis te ncia a control prenatal. embarazo el e alto ri esgo y de presión post-parto. 3. De la niña (o) : rec ién nacid o con ma lformación o prematuros, a lte ración de los prime ros vínculos, a lte rac ión e n e l proceso ele apego. hospitalización te mprana prolongada , portador de patología crónica y/o di scapacidad fí s ica o ps íquica. conducta difíci l. hiperac tividad. déficit de atel)ción, y con proble mas de re ndimie nto escolar . Trejo. (2005), incluye a los 19 hijos de madres reclusas, producto de una violación e hijos de madres ind ígenas. 4 . De la familia ; fa mil ias monopare ntales y/o con ausenc ia de redes socia les de apoyo , con antecede ntes el e conductas viol enta s, discre pancia entre las expecta tivas de la famili a con respecto al ni ño (a), e l sexo , en ocasiones la fa lta el e hermanos. 5. De l entorno; condic ione s de vida difíc il. margmaciún. pobreza. ace ptac ión cultura l de la violenc ia , desempleo, ine s tab ilidad laboral, bajos sa la rios. jornadas la borales largas , hac in amie nto , e inadec uadas condiciones el e hab itab ilidad. entre otros. Entre los efec tos de l maltrato se señalan : El "síndrome del niño sac udido"; cegue ra, proble mas de aprendizaje, re tardo mental, de fi c iencias e n e l desarro llo fís ico y me nta l y par~ l i s i s cere bra l. Problemática inte rna li za cl a , por un lado. (aspec tos e mocionales como: de presión. ans iedad y baja autoes tima) y por e l otro. exte rna li zacla , que se re fie re a comportamie ntos como la cl e sobeclie ncia , la hostilidad y la agresiém. (Car ter, 2003) citado e n Encues ta de 1\ 11 y facto res asoc iados . Se encontró para ambos sexos que e l Estrés Postraumáti co e s diferente. para los hombres e l maltra to emoc ional y otras formas de viole ncia son altos, en tanto para las mujeres e l maltra to en s u modalidad el e abuso sexual, seguido por e l maltra to fí s ico , y e l maltrato fís ico severo fueron los más altos . Finalmente . e n dicha e ncues ta se me nciona que e l Informe l\ luncli a l sobre la Violencia y la Salud (OPS, 2002) propo ne e l mode lo ecolúg ico como uno el e los que exis ten para e studiar e l proble ma de l ma ltra to infantil. y e n el que se analizan los fac tores que influye n en e l comportamie nto y que puede n ······ ···············································-················ ········· ···················-········· ··· --( 20 incrementar e l riesgo de come ter o ser s uj e to de ac tos viole ntos; mis mos que clasifica en 4 nive les: • Individual, en donde se ana li zan los factore s que influye n ¡x1ra que una persona sea víctima ele violencia o la genere : • Relaciones Ii1terpersonales. que se re fi e re a las re laciones entre famili ares, pare ja y amigos ; • Con tex tos comunitarios; se re fi e re a los ambientes e n los que se desarro lla la persona como la esc ue la, e l trabajo. la co lonia o e l barr io, ni ve les altos de desempl eo . la movili dad de res ide ncia. de ns idad de pohlac i<rn y trMico ele drogas e n la zona ; • Estructura de Ja sociedad: en la cual s e considera s i se inhibe o se ali enta la violenc ia , las normas sociales y culturales. De manera comple mentari a se cons ide ran las polít icas sa nitari as. educativas y cultura les que generan diferencias soci ales y económicas. é!S Í como e l acceso desigual a bie nes y servicios. Sobre e l parti cular es importante cons ide rar que en 1959, la ONU promulga la Dec larac ión ele los Derechos de l Niño. que en su artíc ulo noveno es tablece que : és te debe ser pro tegido contra tocia forma ele abandono, crue ldad y explotación y que no será obj e to de ningún tipo de maltrato. En 1989, a través ele la Conve nción Inte rnac ional de los De rechos de l Niño, se promulgan 41 derechos bás icos que son ratificados por México e n 1990; el primero es "el derecho de tocio niño a vivir y a que s u \' ida sea digna ele se r vivida" . Aunque exis te di cha decl arac ión. los casos el e maltrato infantil no se han reducido de manera s ignifica ti va . Socialme nte e l eje rci cio de la violencia en los niños parece apoya rse e n "e l derecho ele corrección" el e los adultos responsables del me nor . as í co rno en las concepciones el e autoridad y prop iedad sobre los niños. Es te as pec to alude 21 al problema de los límites en e l ejercicio de la di sc iplina, que ameritan ser definidos e n el contexto sociocultural e n que se ins criben y de ac uerdo a la edad del niñ o. Adem;;is . e n la soc ieda d s igue pers is ti e ndo la idea respec to a que el cas tigo corporal e s un método aclec w:1 do pa ra disc iplinar al niño. En algunas investigaciones , Crewdson,1988 citado por Hij ar-l\l ecl in a, (1 994) rea lizadas sobre e l tema . se cons idera que los grupos con un alto r iesgo de maltrato infantil que puede terminar en homic idio s on : los rec ién nac idos y los niños entre 12 y 36 meses : los me nores con deforma ciones congénitas o di scapac idades y. especialme nte los varon es. Como vimos e n los resultados el e la Encuesta el e maltrn to in fa ntil y fa ctores asoc iados. 2006 ; la madre es la que co n mayor frec ue ncia apa rece como agresora. Esto posiblemente se de ba al fenómeno denominado de cascada, en dond e la violencia como ejercicio de pod er se manifies ta del fu erte al débil y. en gene ral. se da el caso de que ad ultos agresores a su ve7. hayan s iclo agredidos e n s u infancia; al pa recer , la pe rsonalidad el e es te ti po el e individuos presenta rasgos difí cilme nte modifica bles. Por lo que cons ide rando e l aumento en e l índi ce de casos de maltra to infantil en los diferentes sec tores ele la sociedad y en diferentes contex tos socioculturales, es que se acuño en el área de la Pediatría. e l concepto de Síndrome del niiio maltratado. Definiénd olo la OMS como: "toda form a de perjuicio o abuso fí s ico o me ntal , descuido o trato neglige nte, malos tratos o explotación, incluido abuso sexual por parte de los padres, representantes legales o cualquie r otra persona que lo te nga a su ca rgo" . De ac uerdo a Santos, (1 998) las ca racte rí s ti cas de l agresor son: ·* Autoestima baja • lnclivicluos de primidos o con tende ncia a la depresión *' Ne uróti cos ·-* Ansiosos '* Alcohólicos -* Drogadictos '~ Impuls ivos ~> Hostiles 22 <l> Poca tolerancia a la frustración '* Percepc ión inadec uada respecto al niño '*' Antecedentes de maltrato en la niñez Así también. se encuentran dispanidores de la agresión, de los cuales se pueden considerar: <t' l\ilala rel ac ión ele pareja -* Problemas económicos '* Desempleo '* Vivienda inadecuada '*' Estrés Otros autores como Foncerrada, (citado por Santana-Tavira, 1998) señalan un factor importante , "cuando la psicodinámica familiar está muy alterada y no existen vínculos afectivos o están muy de teriorados, lo más conveniente es que el menor no regrese a su hogar por el riesgo de sufrir una nueva agresión"; pero, "cuando existen vínculos afectivos que e n el momento se encuentran debilitados, lo idea l es tratar de preservar la integridad familiar proporcionando apoyo a Ja familia mediante la colaboración el e otro miembro de la misma capaz ele mode lar los cuidados parentales"; promover visitas domiciliarias por parte de personal espec ializado que actúe como "conciencia moral": favorec er el contacto físi co e ntre padre. madre e hijo ; mejorar el apego afectivo, y orientar a los padres sobre las características concluctuales del niño según su etapa de desarrollo. 23 Por otro lado , Abasolo. (2008) me nciona que la coexis tencia de defi ciencias fí s icas o menoscabos e mocionales predispone a la victimización , en comparac ión a los iguales s in defici e ncias. Se ca lc ul a un a proporc ión de 11.5% de víctimas con defi c iencias fre nte al 1,5'/é de menores sin de fici encias . En niños de fic ientes la probabilidad de s ufrir malos tratos no dis minuye con la edad s ino que aumenta a dife rencia el e lo que oc urre en e l resto de los menores. Las víctimas di scapac itadas de malos tratos tenían ademéis problema s de comportamiento como es ter eotipias , problemas de al imentac ión, temperamento difí c il , auto lesiones, heteroagresivicl acl, etc. El 75'k> ele estos niños de fici e ntes te nían proble mas de l lenguaje y un 37% no hablaba. 1 la y e videncia empírica el e que un alto porce ntaje el e maltrato oc urre e n las familias monopare ntales. En la mayoría se trata de madres solas (25% en una muestra española). El maltrato es excesivamente frecu e nte en casos en que la madre y s us hijos conviven con un varón que no es e l padre bio lógico (familias reconstruidas). Situación que coinc ide con los ha ll azgos de la Encues ta de ma ltrato in fanti l y factores asociados, 2006 Será esta figura parental no biológica e l actor de violencias graves y extremas. De acuerdo a est ud ios realizados e n dist intos países la principal figura maltratadora es la madre, con una incidencia que varía de unos estudios a otros entre e l 60 y e l 85% de los casos. Sin embargo, las forma s graves de maltrato son consecuencia de malos tratos de l padre o padras tro, principa lme nte . Todos los fac tores ge nerado res el e estrés son potenc iaclores ele la emergenc ia ele conductas agresivas o violentas. Aunado a los fac tores an teriores, los estilos disciplin arios que la madre. padre o ambos ll evan a cabo no contribuye n e n aminornr e l proble ma de l maltrato infantil , por e l contrario. a l no ser e fec ti vos esto les representa mayor 24 difi cultad para controlar la conducta de los menores . tornando corno solución e l ejercicio de la vio lencia. 25 Estilos disciplinarios y problemas de conducta en menores escolares El comportamiento agresivo de los niños es un problema de re levancia soc ial que requi e re de la atenci ón de los invest iga dores. ya que. por un laci o. ha aumentado la in cid encia de la conducta agres iva y antisocial de los niño s y de los adolescentes , y la participa ción de los menores de edad en de litos tales como e l robo , la venta ele drogas y e l homicidio. Por otro lado, en una gran variedad de es tudios se ha encontrado que la conducta agresiva evo luciona e n muchos casos, a problemas más severos de cond ucta antisoc ial en la adolescencia y en la etapa ad ulta. Por e je mplo , se ha e ncontrado una alta correlac ión entre la conducta agres iva ele los ni ños y l<J conduc ta anti soc ial que después manifies tan en la adolescencia y la vici a adulta (Ayala, 2002) Así mismo, señala que con la finalidad de prevenir y de te ner la e volución de l comportamiento agresivo de los niños se ha intentado identificar y describir los fa ctores asoc iados con la man ifestac ión ele di cho comportami ento e n las e tapas de l desarrollo que compre nde n la infancia y la adole scencia. Algunos in vestigadores han introducido los términos: factores de riesgo y factores protectores, me ncionando que es a ltame nte probable que un individuo desarrolle proble mas de conducta. conforme aumenta el número de factores de ri esgo y dism1in¡ye el número de factores protectores. Mencionando que los factores de riesgo se pueden clas ificar e n cuatro grandes grupos: 1) Las ca racte rí s ti cas ele los niños, 2) Las caracterís ti cas de los padres, 3) Los factores contex tuales . y 4 ) La interacc ión padre-hijo. Sobre el particular, otros autores White . l\Jouffit, Earls , Robins y Si lva (1 990) cons ideran que además ele estos factores existe n otros como: 26 l. Género: la aparición de pro blemas de conducta es ma yor en niños que en niñas. 2. Comportamientos tempranos: la apa ri ciún de dich os problemas se da alrededor de los 8 a 10 años; 3. Caractedsticas lamJJiares: desintegración, baja autoestima, pobreza, desempleo, baja tolerancia , ira, e ntre otros. 4. Correlaciones biológicas, ritmo cardiaco lento , anoma lías en e l lóbulo frontal y nive les de hormonas masculinas , y 5. l,ugar y tiempo En cuanto a los factores protec tores que previene n la cond ucta an tisoc ial r efi eren 5 tipos principales: 1) Las relac iones de apoyo padre e hijo, 2) Los métodos positivos de disciplina, 3) El monitoreo y la s upe rvis ión, 4 ) Que las familia s estén dedicada s a s us hijos. y 5) Que los padre s busquen información y apoyo. El comportamiento antisocial abarca un amplio rango de conductas cuya principal característica es la de infringir las reglas establecidas por la sociedad. Uno de los comportamientos que se presentancon mayor frecuencia es e l de la agresión. De acuerdo con Patterson (citado por Ayala. 2002) ésta se re fiere a la "coerción que utili zan los indi viduos para influenciar o controlar las conduc tas de los demás". En este sentido , las investigac iones reali zadas e n e l ámbito el e la conducta agres iva e n niños y adolescentes permiten se ñalar que tales comportamie ntos tienden a es tabilizarse con e l ti empo. pero más aún a progresar hacia comportamientos más complejos . como la de lincuencia. 27 Lochman, 1993 (citado por Ayala, 2002). Reportaron una alta correlación entre la conducta agresiva observada en los niños en edad escolar y la conducta antisocial que se presenta en la adolescencia y la vida adulta. West y Farrington, (1973). utilizaron un estudio ele corte longitudinal. en el que encontraron que existe relación entre la conducta agresiva en la infancia y los problemas ele conducta antisocial a la edad de 18 años. En otro estudio longitudinal, Huesmann y cols .. 0984), hicieron el seguimiento de una muestra de niños en Nueva York, durante 22 años, y encontraron que la tasa ele agresividad ele los niños a los 8 años ele edad era congruente con la agresividad manifestada a los 30 años. Asimismo. Robins. 0 986) demostró que el número de trastornos de conducta presentados en la infancia, son predictores del número de conductas antisociales en la edad adulta, siendo el problema de la agresión el más significativo. Finalmente. cabe mencionar que McCord, 0983). citado por Ayala Velázquez reportó que los adolescentes agresivos eran más propensos a convertirse en convictos o a involucrarse en delitos. en comparación con los adolescentes que no eran agresivos. En relación con las caracterfsúcas de Jos niños, una serie de estudios señala que los más irritables. con poco autocontrol, muy activos y con problemas de atención e impulsividad. presentan más probabilidades de mostrar problemas de conducta y conducta antisocial que los niños que no presentan tales características. (Ayala y cols .. 20003, Loeber 1990, Olweus. 1979, Patterson, 1982). Sin embargo. la frecuencia y la duración de la conducta agresiva. las situaciones en las que se expresa y los objetos a los que se dirige están en gran parte determinados por la experiencia social. Un aspecto importante es la existencia de factores biológicos. como el temperamento, que influyen en la manifestación del comportamiento agresivo; influidos por el medio sociocultural en el que viven. 28 Por otro lado, Abidin, 0 996) me nciona que la forma en que los padres perciben e l comportamiento de s us hijos también es importante. se ha encontrado que los niños a los que se pe rcibe como distraídos. hi peractivos . poco adaptables, demandantes. irritab les. poco aceptados y no gratificantes . presentan problemas en s u ajuste social. Aunado a e llo, la interacción que los padres pueden tener con s us hij os. Particularmente, Abidin . ( 1996) propuso que u1ractedsticas de Jos padres (v. g. el grado de competencia con e l que se percibe n. su ais lamie nto soc ia l. s u nive l ele apego a l niño. s u estado el e sa lud , s u incapacidad para desempeñar su rol como padres, su de presión y e l apoyo que rec ibe n de s u cónyuge ). así como variables contextua/es (v. g. los es tresores de la vicia) que influyen en la habilidad de los padres para responder efectivamente ante la conducta de s us hijos. En los padres se ha encont rado que la inmadurez la inexperie ncia. la impulsividad, la depres ión , la hostilidad, e l rechazo, el temperame nto nega tiYo. la incompetencia, e l sentirse agobiado por su papel como padres, y la fa lta ele apego hac ia s us hijos se re lac ionan con e l comportamie nto agres ivo el e los niños (Aya la, 2000, Frick, 1992. Olweus. 1979. Patterson, 1982). Los factores contextua/es constituyen e l te rcer grupo que se asocia confiablemente con la conducta agresiva de los niños. La bibliografía señala que e l aislamiento social de los padres (Wahler, 1980). los problemas de la pareja (Abidin, 1996, Patterson, 1982. Schachar R, 1990) y los problemas en sus re lac iones soc iales (Patterson, 1992) son factores representativos el e es te grupo. En particular, estas situaciones estresantes actúan sobre la conducta de los niños. provocando irritabiliclacl e incongrue ncia en los padres cuando intentan manejar la conducta de s us hijos (Ka zclin. 198 7. Lober , l 990l. 29 Diversos investigadores (Dishion, 1998, Kazdin, 1993, Patterson, 1992) han propuesto que el último grupo de factores se considera como una interacción funcional entre las características del niño. las características del padre y las variables contextuales. Esta combinación resulta en un estilo de interacción padre e hijo que se asocia fuertemente con la conducta antisocial en los niños, así corno con su persistencia a través de los años (Ayala. 2000, Farrington, 1995, Lahey, 1994, Loeber , 1991, Patterson, 1982, Speltz, DeKlyen, Greenberg y Dryden, (1995), indicaron que los niños agresivos se caracterizan por la mala calidad de sus relaciones con sus padres. En particular, los padres de es tos niños tienden a ejercer una disciplina severa e incongruente y a prop1c1ar consecuencias positivas ante la conducta problema. En este sentido, dicen que la teorÍa de la coerción ele Patterson, permite explicar el estilo de la interacción de estas familias. Específicamente. los miembros de la familia intervienen en una relación sostenida por el reforzamiento negativo de las conductas agresivas y coercitivas hacia los de más miembros de la familia. En particular, Huizinga, Loeber y Thornberry, (1995), indican que la supervjsjón de los padres, su apego a los hijos y la congruencia en la disciplina son los factores protectores más efectivos para promover la resiliencia contra la delincuencia en los jóvenes. Los investigadores de esta nueva área que han denominado resiliencia , y aquellos dedicados al fortalecimiento de la familia establecen que hay ciertos mecanismos protectores dentro de la familia. Tales mecanismos resilientes se relacionan con tener una buena situación económica. tener metas elevadas, adaptarse a los roles familiares. tener un alto nivel de religiosidad, pertenecer a algún grupo étnico, aceptar su falta de recursos. participar en la comunidad y en la unidad familiar. De manera paralela , otros estudios han intentado presentar una imagen longitudinal del trastorno desde la infancia temprana en adelante (Robins y 30 Edelbrock, 1981). A partir de un estudio de corte transversal en 2600 niños en un periodo de 4 a 16 años (Achenbach y Edelbrock. 1981). Los síntomas del trastorno de conducta reportados por las madres variaron sistemáticamente por las edades de los niños. En el grupo más joven se encontraron: discusiones. necedad y berrinches. Seguidos por comportamientos negativistas. Posteriormente. aparecen la conducta incendiaria y asaltos . Las conductas que aparecieron al último fueron: ausentismo escolar. vandalismo y abuso ele sustancias. De acuerdo con el estudio de Achenbach y Elclerbrock (1981), los berrinches y pe leas disminuyen con la edad, las mentiras aparecen en tocias las edades. el robo incrementa hasta los diez años y luego disminuye, ~- el ausentismo escolar, así como el abuso de sustancias aumenta en todo el rango cubierto. En un estudio prospectivo, realizado desde el nacimie nto hasta los 15 años en Durclein (Nueva Zelanda) muestra que el comportamiento antisocial es estable (White, !Vlouffit. Earls. Robins y Silva, 1998). El 84% ele los niños que se encontraron como no controlados a los 11 años cumplían con los criterios ele: estable y dominante para el trastorno antisocial cuando se les volvía a examinar a los 1:5 . La conducta antisocial a los 13 años es predicha por el comportamiento externo a los 3 años y por losproblemas de conducta a los 5 años, antes ele poder realizar un diagnóstico de trastorno de conducta. Dichos comportamientos eran predictores más fuertes que el CI. las actitudes de las madres. nivel de lenguaje y que cualquier otra variable examinada. En dicho estudio. se encontró un subgrupo de niños que mostraron comportamiento antisocial por primera vez a los 13 años (f\Joffitt, 1990). f\luchos ele ellos se convirtieron en delincuentes, sin bajo CI, problemas escolares y déficit ele atención común entre delincuentes. Es importante considerar que dicha problemática aparece de manera tardía en las niñas. 31 Aquellos que presentaron un trastorno de conducta moderado (5 o 7 síntomas) desarrollaron personalidad antisocial en un 24% si los síntomas empezaron antes de los 6 años, en un 16% si empezaron entre los 6 y 12 años. y en un 10% si empezaron después de los 12 años. Aquellos con un alto nivel del trastorno ele conducta (8 o más síntomas) cumplen con el criterio para la personalidad antisocial en un 71 % ele los casos cuando los síntomas comenzaron antes de los o años. en un 53'7c si comenzaron entre los o y 12 años, y en un 48% si comenzaron después de los 12 años . Se encontró que sólo un cuarto ele aquellos que reportaron 3 síntomas antes ele los 15 años desarrollaron personalidad antisocial. En un estudio efectuado con 345 menores ele 7 escue las públicas ele la Ciudad de México se encontraron factores de riesgo para la ocurrencia de conducta agresiva en los niños. (interacción padre-hijo), como: incompetencia del padre, incapacidad para desempeñar su rol. probl emas de adaptabilidad. desobediencia en casa, disciplina irritable explosiva. ira con golpes. agresividad del padre y darle indicaciones inespecíficas, (Ayala, 2002). Así también, en este estudio se encontró que los niños presentan mayores conductas de agresión en comparación con las niñas, lo que viene a confirmar que el género como lo señala l\:Juffit, (1990), citado por Heller, (1996) es un factor importante en la presencia de este problema. En cuanto a los factores de riesgo relacionados con la agresividad del padre (interacción padre-hijo) se encontraron: ciar indicaciones inespecíficas, no darle oportunidad al niño de que siga las indicaciones del padre, disciplina irritable explosiva , desobediencia en casa, agresividad del niño en su casa , distractibilidad, hiperactividad. problemas ele adaptabilidad , demandante e incapacidad para desempeñar su rol. Se encontró en dicho estudio que para que exista una menor ocurrencia ele agresión del niño es necesario que exista: organización familiar. 32 establecimiento de metas, religiosidad, cohesión familiar, disciplina no irritable, disciplina congruente, disciplina flexible, supervisión de las actividades del niño y disciplina que no dependa del estado de ánimo de los padres. Resultados indican que en las interacciones familiares, la conducta agresiva del padre predice la conducta agresiva del niño, y viceversa, lo cual apoya la teoría de Ja coerción, que señala que los intercambios coercitivos entre padre e hijo incrementan los niveles de agresión en la familia. Así también se han encontrado en otros estudios (Carnpbell y Ewing, 1990; Campbell. l\Jarch, Pierce, Ewing, y Szumowski , 1991: !\le Gee et al., 1991; l\loffitt. 1990: Pianta y Calclwell. 1990; Richman, Stevenson y Graham. 1982: Schonfeld. Shaffer. O'Connor y Portnoy. 1988. citados por Heller. Tracy .. (1996) como predictores en la infancia el tipo y severidad de los problemas, la inteligencia del niño, psicopatología maternal. hostilidad parental y la tensión o aclversiclacl familiar. Dichos factores pueden influir en Ja persistencia ele problemas como agresividad o algún otro asociado. En este artículo se menciona que, los niños con síntomas iniciales más severos pueden tener mayor probabilidad ele provocar reacciones sociales negativas desde los pares. padres y maestros, quienes pueden empezar a victimizar activamente y a rechazar a estos niños problema. lo que aumentará las posibiliclacles ele continuas dificultades (Olson, 1992). Paterson, DeBaryshe, y Ramsey (1989) encontraron efectos adversos de las interacciones coercitivas de padres-hijos. En una muestra de niños ele preescolar, el seguimiento ele los índices de problemas visibles fueron predichos por un comportamiento más negativo (Olweus, 1980) y controlador ele las madres durante el cumplimiento de la tarea (Campbell et al. , 1991). Un estilo autoritario de crianza, definido por Baumrincl (1967 , 1983) como controlador, exigente. y bajo en su capacidad de responder. puede mantener o exacerbar los problemas ele comportamiento temprano en el niño. Las actitudes 33 y prácticas paternas para desinhibir el comportamiento que es intole rante y duro ti enen como resultado, confli ctos frecuentes con un niño que presenta excesos en el comportamiento . originando un aumento de la negatividé!d. El concepto de "bondad de ajuste" entre e l temperamento de l niñ o y e l ambiente (Thomas y Chess, 1977) pudiera s ugerir que a un niño con compor tamiento visible puede no irle bie n c uélndo se enfrenta con las ex igencias pé!te rnas que son disonantes con sus pé!trones de comportamiento. Para recopilar informac ión de primera mano. que permita el establec imie nto de estrategias, es que existen prue bél s o encues tas que se ll evan a ca bo. determinando a través de reactivos informa ción especializada sobre los aspec tos que se deseé\ investigar. Por ejemplo para la detección de problemas de conducta se han utilizado varios ins trume ntos que permite n obtener información confiabl e. de pe ndie ndo de l inte rés de l investigador . por eje mplo , ex is te n tres escéllas estand é! ri zadas que han s ido utili zadas ampliamente para es tudiar desórdenes de conducta en los niños. La li s ta de control de identificación de proble mas de conducta de Walker (WPBIC), es una esca la que consta de 50 reactivos es tandarizada en un gran núme ro de individuo s. Fue diseñada para ser usada por maestros para es tudiar la conducta de los niños en e l salón de clases. Las normas para e l WPIBC no fueron proporcionadas para el estudio de los niños por parte de sus padres, sin embargo la aplicabilidad de esta escala e n e l estudio de los problemas que ocurren en casa es limitada. En contras te. la Escala para la medic ión de conductas ele Becker. fue desarrollada para ser comple tada por los padres y conti ene un octavo reactivo : la escala de problemas de conducta (Patterson y Fagot. 1967), e n ésta se les pide a los padres que califiquen a su hijo en diferentes dime nsiones como lo son: decidido/ indec iso, dominante / sumiso: rudo/ sens ible . La n<tturaleza el e la escala hace que ésta sea útil para medir las actitudes ele los padres (Patterson , 34 Cob y Ray, 1973), aunque no describe el problema de conducta específico que presenta el niño. El tercer instrumento. y posiblemente el más utilizado para el estudio de los desórdenes ele conducta del niño. es la lista de problemas de conducta de Peterson-Quay (Peterson y Quay, 1975). Esta escala que consta de 55 reactivos contiene tres subescalas primarias: conducta problemática, personalidad problemática e insuficiencia-inmadurez. La escala de conducta problemática es una escala, relativamente breve, de 3 puntos ele medición, contiene 16 reactivos. i\luchos ele los reactivos describen a grandes rasgos categorías conceptuales (por ejemplo: irresponsabilidad, impertinenci<-i. irritabilidad) más que problemas e specíficos. Justificación El maltrato infantil constituye un problema ele salud pública de primer orden del que se derivan graves consecuencias sociales e individuales (Siclebotham y Heron, 2006). Los estudios de prevalencia ele la violencia a menores ponen ele manifiesto la relevancia de esta en diversas sociedades(May-Chahal & Cawson, 2005). Los estudios han mostrado que estos niños suelen tener desde muy temprano dificultades para relacionarse de forma adecuada con otros niños. En comparación con otros niños de su edad que no han sufrido maltrato, tienden a ser más agresivos en sus relaciones con iguales, aparecen con más frecuencia conductas como la agresión física, la amenaza, el insulto. tienden a no compartir cosas con sus iguales, etc ( Simón Rueda y cols. 2000). Existen diferencias en las formas de relacionarse con el medio en función del tipo de maltrato sufrido. tllientras que los niños que han sufrido maltrato físico muestran conductas caracterizadas por la agresividad y evitación de la interacción con iguales, los niños que han sufrido negligencia muestran un 35 mayor retraimiento, aislamiento y dificultades para mostrar afecto ( l\lueller y Silverman, 1989). Las deficiencias en la interacción social de los niños maltratados respecto a los no maltratados se manifiestan tanto en la cantidad como en la calidad ele las conductas de participación social. Es decir, no sólo interactúan menos sino que además cuando lo hacen es con menos entusiasmo, menos imaginación y con menos capacidad para disfrutar ele esa relación Oacobson y Straker, 1982) Los malos tratos en la infancia amenazan seriamente la capacidad del niño ele alcanzar con éxito un objetivo fundamental del desarrollo psicosocial: la exploración e incorporación en su entorno social Por lo tanto, el objetivo del presente estudio fue determinar la re lación entre los problemas de comportamiento infantil y el maltrato infantil en una muestra ele niños escolares. 36 MÉTODO Participantes Participaron 200 madres de menores escolares de 6 a 1 O años. de los cuales 100 fueron detectados por los maestros con problemas de conducta. El resto, los otros 100. eran considerados sin algún problema de conducta, ele acuerdo a las consideraciones ele los maestros de grupo. Encontranclose las siguientes fr ecuencias ele menores con y sÍn problemas ele conducta: De las madres con menores con problemas ele conducta. por rango ele edad se encontró a la mayoría, entre los 31 y 35 años, siendo mujeres en edad productiva que hacen muchas actividades de manera regular, aunado a e llo si durante su niñez fueron víctimas ele maltrato. repitiendo esquemas de crianza. o bien por evadir la responsabiliclacl del cuidado, problemas ele comunicación. (Barcelata, 2005), en base a esta situación. la generación de estrés, bajo nivel de tolerancia, enojo, irritabilidad y algún otro malestar ocasiona el maltrato psicológico y físico, principalmente hacia los menores. En cuanto a la escolaridad. la mayoría se encuentra con nivel ele estudios de secundaria, en 29 ele las entrevistadas. seguidas por las que cuentan con preparatoria concluida en 17 ele los casos, ele manera comparativa. se encontraron a 2 madres con el menor nivel que es primaria inconclusa . y 11 que tienen mayor nivel escolar, li cenciatura concluida. Aunque este factor no es determinante para evitar el maltrato, contrariamente a varios de los autores ya mencionados. Respecto a la ocupación, se halló que la mayoría de las madres (42), se dedica al hogar, seguidas de 27, que trabajan como empleadas, y en el otro extremo, de manera igualitaria (1) que se dedican a actividades como: empleada doméstica, asistente e jecutiva, área de control. empleada federal y peluquera. Por estado civil, se encontró a la mayoría (68) casadas o con pareja , y 32 personas solteras/divorciadas/separadas; aún cuando la mayoría de la s madres tienen pareja, esto no es una condición importante que pudiese evitar el maltrato hacia los menores: ya que habría que considerar la dinámica familiar que ex iste, y la situación específica de cada caso. 37 Por otro lado, acerca de la edad de los menores en donde más se ubico a los que presentan problemas de conducta, fue a los 10 años, con un total de 35 casos; coincidiendo con lo encontrado por i\luffitt. (1998), respecto a que los menores entre los 6 y los 12 años. presentan conductas antisociales como necedad. berrinches, conducta negativista y clistractibiliclad; aunque ele 1m111era general los menores con problemas se ubicaron desde los 6 años de edad. De manera paralela, se encontró también que de los niños, 57 presentan conductas problemáticas, más que las niñas. apoyando lo encontrado en la Encuesta de Maltrato Infantil y Factores Asociados (2006) realizada por e 1 Instituto Nacional ele las i\lujeres. De las madres entrevistadas con menores sli1 proble mas ele conducta. se encontró por rango de edades. que la mayoría se encuentra en una edad media de 31 a 35 años, coincidiendo con el grupo ele madres ele menores con problemas de conducta, siendo madres jóvenes que aún se encuentran en la etapa productiva de la vicia, con responsabilidades como el trabajo, los hijos. la pareja y en otros casos, las que se dedican al hogar y al cuidado ele los hijos. Al tener las mismas actividades a realizar. esto no representa para ellas. un factor que haya incidido en la aparición de problemas de conducta en sus hijos, lo que pudiera deberse a los estilos de crianza o a la organización familiar, al apoyo que reciben de otros familiares o bien a otros factores. En el nivel de escolaridad, se encontraron a 24 madres de familia, que cuentan con nivel escolar de preparatoria, seguidas por las que tienen secundaria (21), 19 con Licenciatura y 1 con nivel de Maestría; del total de madres entrevistadas se encontraron 75 con pareja ; respecto a la ocupación, la mayoría de ellas 17, con una actividad remunerada corno empleadas: y el resto en actividades como: asistente educativa, costurera. empleada doméstica, entre otras actividades. De esta forma, podría inferirse que el contar con mayor nivel 38 de escolaridad es una ventaja para el eierc1c10 de su rol corno madres de familia . 39 Escenario La investigación se e fectuó en la Escuela Primaria Ofic ial "Maestra Dionis ia Za mora Pallares" , ubi cada e n la Delegaci<m Políti ca Migue l l lidalgo. en e l Distrito Fede ral. f\ laterial e instrumentos Materiales Lápices Cues tionarios Instrumentos Se ap licaron los siguie ntes instrumentos ele evalua ción: Inventario de Comportamie nto Infantil CECBJ) CEyberg & Ross, 1978) que cons ta el e 36 preguntas (que re presentan las conductas más frecuente me nte señaladas por los padres de niños con trastornos el e conducta) y a las que responde n los padres bajo dos puntos el e vista: frecu encia de rea li zación ele distintas conductas proble mát icas. y la percepción por los pa dres ele una determinada conducta como un problema. l\l ecliante el ECBI, la frecue ncia de conductas problemas durante los últimos 3 meses se valora a través de una escala tipo Likert que va desde 1 (nunca) a 3 (sie mpre). La s uma de las 36 preguntas ll amada "inte ns idad" o PTI (puntuación total de intens idad) oscila entre 36 y 252. La perce pción por parte el e los padres ele una conducta como preocupante o pro ble ma es un a variable dicotómica que se valora como ü o 1 y su suma. llamada "proble ma" o 1-'TP (puntuación total problema) osci lan el e O a 36. Esca la para la de tección de madres maltratadoras (Pérez, 2008). Es una escala que nos proporciona información sobre las estrategias di sc iplinarias que la madre utili za con el niño. de modo que puede de tec tarse s i hay indicios ele 40 maltrato físico o emocional de la madre hacia e l niño y en qué medida están presentes. Consta de 107 reactivos que describen comportamientos que la madre utiliza al interactuar con e l niño. J:stos deben ser contestados por la madre a través ele una escala tipo Likert que señale con qué frec uenc ia utili za esas estrategias disciplinarias con e l niño (Siempre, Casi siempre, Uara ocasión y Nunca). VariablesVariable Dependiente Son las puntuaciones obtenidas en la aplicación de l Inventario de Comportamiento Infantil (ECBI) Variable Independiente Son las puntuaciones obtenidas en la aplicación de la Escala para la detección de madres maltrataclora s. Procedimiento Inicialmente se acudió a la esc ue la pnmar1a, previa autorización ele la directora titu lar. Se solicitó a las maes tra s (os) informaran, que menores tenían ide ntificados con problemas ele conducta y se presentaron a la psicóloga , las maestras (os) de grupo, hicieron una invitación a las madres de famil ia a participar en la investigación. por lo que se acordó con las maestras de grupo, que la apli cación se efectuaría e n los días que se te nían fijados para la firma de bole tas, destinándose para tal e fecto e l sa lón ele cada grupo, e n donde se encuentran inscritos los me nores con y sin problemas ele conducta. La psicóloga expl icó que e l objetivo el e los cuestionarios y ele la investigación en general era conocer dimo se relacionan sus prácticas disciplinarias y la conducta de su hijo . Explicando también que se trataba de dos 41 cuestionarios, el primero, dedicado a preguntas que exploran las prácticas disciplinarias que llevan a cabo con su hijo y que el siguiente instrumento, busco evaluar que proble mas son los más comunes de su hijo. En seguida, se les dio a leer un consentimiento infornrnclo en donde se les explico que su colaboración es voluntaria y que podrían declinar su participación sin problemas. Aclarándose las eludas que surgieran y se procediú a entregar los cuestionarios. Se les entregaron a las madres, los dos cuestionarios (Prácticas disciplinarias e Inventario Eyberg). Se permaneció en el salón ele clase para aclarar dudas sobre las preguntas o algún comentario que surgiera. Al momento de entregarlos, se aclararon algunas dudas y se escucharon comentarios sobre las preguntas, mencionando algunas madres de familia que eran repetitivas, y en el caso ele dos personas consideraron que algunas ele ellas eran particularmente agresivas; por ejemplo el caso de la pregunta sobre si habían sido abusadas, se les explicó que el cuestionario fue diseñado de esa forma para detectar si ellas habían sufrido algún tipo de maltrato o abuso que pudiera influir en la disciplina que aplicaban con sus hijos. Finalmente, se agradeciú su participación y se les reiteró que sus respuestas servirían para establecer estrategias de atención para los menores que presentan conductas particularmente problemáticas, sin dejar de lado aquellas conductas de los menores no considerados con problemas como tal, pero que la conducta específica que presentan sobre algunos aspectos les representaba cierto grado de confrontación con ellos. 42 Resultados Para el procesamiento ele la información se utilizó el paquete estadístico SPSS. Los principales análisis se enfocaron en las mediciones de las conductas problemáticas de los niño, si representaban o no un problema para sus madres y la existencia de maltrato físico y/o psicológico. A fin ele realizar las comparaciones entre grupos, se empleó la prueba t de stuclent y un análisis ele varianza. En la Tabla 1 se presentan los resultados ele la comparación ele los dos grupos ele madres. en donde no se observa una diferencia significativa en cuanto a la frecuencia de los problemas de conducta en el grupo ele niños con problemas ele comportamiento en relación a los niños "norma les" . Tabla l. Promedio de respuestas de las madres de los dos grupos en relación a Ja frecuencia de Jos comportamientos problemáticos de sus h/ios. l\ledia Desviación F p Estándar Grupo problemas 101 97 34 ,58 .08 de conducta Grupo sin 100 86 problemas de conducta Entre las principales conductas que presentan los menores y que las madres consideran como un problema se encuentran: '*' Llora fácilmente + Se tarda en comer + Se tarda en hacer la tarea '*' Maltrata sus juguetes + Pelea con su hermano (a) 43 '* Tiene dificultad para terminar lo que inicia En la Tabla 2 se presentan los resultados ele la comparación ele los dos grupos de madres respecto a si considera como problema los comporU1mientos inadecuados de sus hijos. en donde se observa una diferencia significati\·a en cuanto en el grupo de niños con problemas de comportamiento en relaci<m a los niños "normales". Tabla 2. Promedio de respuestas de las madres de Jos dos grupos en relación a Ja percepción como problemáticos Jos comportamientos de sus hijos. l\ledia Desviación p Estándar Grupo problemas 62.15 6.58 131A8 .00 de conducta Grupo sin 60.15 6.11 problemas de conducta Dichas conductas representan un problema para las madres. refiriendo que se presentan ele manera frecuente sin que puedan resolverlo de una forma adecuada, y al verse rebasadas en el control de las mismas, entran en una situación de desesperación que las hace aplicar solul:Íones inmediatas corno son: los gritos, r·egaños. castigos; esto de manera indiferenciada, es decir. ejerciendo maltrato físico o emocional. Respecto a esta variable, Escala para la detección de madres maltratadoras se observan diferencias significativas entre las dos muestras en el sentido que las madres del grupo de niños con problemas de conducta muestran maltrato físico y emocional bajo, en relación con las madres de los niños del grupo ele comparación, lo cual se muestra en la Tabla 3. 44 Tabla 3. Puntajes obtenidos a través de la Escala para la detección de madres maltratadoras de los dos grupos de madres. Grupo con Grupo sin f p problemas ele proble1m1s ele conducta conducta l\Jaltrato Físico 55 27 852.379 .00 (Bajo) Maltrato 154 27 230.89 .00 Emocional (Bajo) Frecuencia ele 56 55 0.091 .76 Problemas Conducta 40-57 Maltrato físico bajo 81-160 Maltrato emocional bajo De manera particular, se encontró que más de la mitad ele las madres encuestadas, presentaban conductas ele maltrato hacia su menor hijo (a). derivado de las conductas que se mencionan, tales como: regañarlo, gritarle , enojarse, desquitarse, pegarle, jalonearlo, dañarlo emocionalmente, irritarse cuando no hace las cosas como ella quiere. mostrar una actitud fría, atenderlos como una obligación, y ser intolerante; lo que se corresponde con los íterns señalado anteriormente, permitiendo confirmar la presencia tanto de maltrato físico como psicológico 45 Discusión Es importante mencionar que la población escolar que asiste a esta esc ue la primaria oficial. es tá cons tituida principalmente por menores que provienen ele hogares en donde la mad re es la jefe el e fa mili a. s ie ndo ú111ca y exclus ivame nte la encargada de la e ducación, guía y man ute nción de los menores; lo que permite confirmar de ac uerdo a los resultados ele estudios ya mencionados. que exis te maltrato fí s ico y emoc ional que puede ser producto de la responsabilidad que ti e ne n por cumplir con dichos aspec tos . manifes tado en: '~' Generación el e es trés. , • . l\l a l humor. + Baja toler ancia a la frustración , etc. y las lleva a e jercer estos tipos de maltrato. El 50% el e las madres e ntrevis tadas, se ded ica al hogar, lo que s ignifica que pasa m<Í s ti e mpo con e l menor en casa una vez que éste sa le de la esc ue la, haciendo que e l estrés sea ma yor por estar casi única y exclusivamente al cuidado ele él o de ellos: no tene r otras satisfacciones pe rsonales como: el trabajo, dis tracciones, ti e mpo para establecer relaciones personales o vis itar a familiares. De la misma manera , es importante cons iderar e l nive l de escolaridad, respec to a los me nores que prese ntan problemas de conducta, se encontró que un 23% de las madres de familia cue nta con estudios de secundaria, e l 2% del total ti ene primaria inconclusa, en comparación con e l ni ve l máximo de estudios que es de li cenciatura . Hall ándose que aún eneste nive l. exis te n casos de maltrato infantil , que si bien es cierto , en menor medida , aun así se presenta . De manera paral ela, se ha encontrado en estudios como e l r ea li zado en Chile por Unicef. (2006) que por un lacio, la madre analfabeta es quie n eje rce mayor violencia fí sica leve, .mientras que la que tenía nive l medio incompleto 46 ejerce más violencia física grave en contraparte; las madres con nivel universitario e¡ercen mayor violencia o maltrato psicológico. En comparación con los padres, que a menor educación, presentan mayor nivel de maltrato físico hacia los menores. Lo que da cuenta que el problema clel maltrato infantil ocurre en cualquier lugar en un porcentaje importante que requiere la atención interdisciplinaria de las instituciones gubernamentales y ele la sociedad en general. Respecto al nivel soCioeconóm1co las madres que pertenecen al med io bajo o bajo, son las que en mayor número maltratan físicamente al menor. en contraste con las ele nivel alto. que eiercen un maltrato emocional. específicamente. Lo que hace considerar que el aspecto económico influy e ele manera importante en Ja presencia de maltrato físico, debido a otras causas, además de las ya descritas anteriormente: presión de las madres de familia para cubrir las necesidades básicas de sus hijos, la falta ele apoyo del cónyuge. el desempleo. o los bajos salarios. Por otro lado. se encontró que el 55% de los menores que mostraron problemas de conducta se refieren al género masculino , lo que confirma lo encontrado por autores como: White, (l\fouffit, Earls. Robins y Silva, 1990). Aunque no difiere de manera significativa con la aparición de problemas en las niñas. Se encontró que el 68% ele las madres que refieren problemas ele conducta ele su menor hijo. cuentan con una pareja, lo que vendría a confirmar lo señalado por Foncerrada, (1982): que la psicodinámica familiar influye e n e l comportamiento ele los menores detectados. al igual que A bid in. (1996) respecto a las características de Jos padres: el grado de compe tencia con el que se perciben, su aislamiento social. su nivel de apego al niño, su estado ele salud. su incapacidad para desempeñar su rol como padres, su depresión y el apoyo que reciben ele su cónyuge; así como variables contextuales (v. g. los 47 estresores de la vida) que influyen en su habilid ad para responder efec tivamente ante la conducta de s us hijos. Al igual, se ha e ncontrado en los padres, que la inmadurez. la inexperiencia , la impul s iv idad. la depresión, la hostil idad, e l r echazo, e l temperamento negativo, Ja incompe tencia, e l senti rse agob iado por su papel como padres, y la falta de apego hacia sus hijos se re lac ionan con e l comportamiento agresivo de los niños (Aya la, 2000, Frick , 1992, Olweus. 1979. Patte rson , 1982). Respecto a los me nores a que hicieron re fe re ncia las madres entre vistadas. contest<tron que <t i no obtener lo que desea n, pre sentan conductas de berrinches. <tctitucles re tadoras. lloran fac ilmente, son poco tolerantes; situación que Jos hace receptores de una conducta de violencia, aunque las madre s no aceptan ele manera real que eje rcen maltrato físico y ps icológico, principalmente. En base a l postulado el e que la mecánica del maltrato infantil atrapa a los actores en una dinámica ba sada en la desigualdad ele condiciones físicas . intelectuales y morales. lo que impide la terminación ele esa s ituac ión a no ser mediante otro acto violento como podría ser e l swódio. Es importante considerar que las consecuencias en e l me nor víctima de maltrato infantil pueden actua r como factores que contribuyen para la consumación de conductas s ui cidas. (Páramo, 2007) Se habla e ntonces de que trastornos cognitivos del estado de ánimo , de identidad, de l apego. Ja desesperanza y e l dolor e mocional. propios del maltrato, pueden fa vorecer el s uicidio. Los malos tratos e n la infancia han s iclo asociados al s ui cidio en adultos e incluso la gravedad de l maltrato in fan til puede ser una dete rminante de la edad en que se lleva a cabo la primera te ntati va suic icl <t y de la cantidad el e tentativas; es decir , s i la frec ue ncia o severidad del maltrato infantil del que se 48 hizo víctima a un menor fueron elevados, la probabilidad ele que el pnmer intento suicida tenga lugar antes ele los 20 años se incrementa notablemente. (Páramo , 2007) Se considern que alrededor ele dos terceras partes ele las conductas violentas hacia los niños ocurren en la casa del agredido o son provocadas por las personas que deben ocuparse ele su cuidado. Algunas de las secuelas del maltrato infantil podrían estar funcionando como variables de riesgo o precurrentes como: detenciones en el desarrollo y trastornos cognitivos, con su potencial impacto en el juicio ele realidad y en el estadio del concepto ele muerte: trastornos de presivos y en general de la regulación ele afectos: de la identidad y el apego; trastorno por estrés postraumático simple o complejo, y algunos otros reconocidos en el DSMIV- TR como trastornos somatomorfos, bipolares, esquizofrénicos y reactivo ele la vinculación. (Páramo. Chávez-I Iernánclez. 2007) Varios autores. como Soni-1\Jisrachi, 1989, l\Jarcovich. 1997. Papalia & Wenclkos, 1997 coinciden en que las características ele un menor agredido son aplanamiento emocional, limitaciones para experimentar placer, clesorganizaciún conductual , hipervigilcmcia, dificultades en el establecimie nto de vínculos afectivos. inseguridad, baja autoestima. depresión . antisociabilidacl, bajo o mal funcionamiento cognoscitivo y académico. reflejado en bajo aprovechamiento escolar, aumento en la probabilidad de presentar trastornos más severos como el trastorno de ansiedad por estrés postraumático. En cuanto a la crianza ele los hijos , las dimensiones de control. afecto y grado de implicación constituyen pilares fundamentales en la educación de los hijos y son las variables que mejor predicen un buen estilo educativo y la calidad de las relaciones paternofiliales (Cario. Raffaelli, Laible & l\Jeyer. 1999) Estos factores inciden sobre la cohesión familiar y el grado ele adaptabilidad y la caliclacl de la comunicación entre los miembros ele la misma 49 familia , que pueden fa vorecer o enturbiar tanto la cohesión como la adaptabilidad (González-Pineda, et al. . 2003). Las re lac iones que fomentan vínculos cá lidos y apoyos entre ambos. progenitores y prole, estimulan una atmósfera apropiada y abierta a los mensajes paternos. Jgualmente , la ca lidad de la relación aumenta la motivación y la capacidad de escucha de los hijos hac ia los mensajes parentales y, con e llo, potencia e l desarrollo soc ial (Bandura. 1986, 2001). Las re laciones de apoyo. ade más, estimulan e l sentido de la efi cacia per sonal y ésta, a s u vez. influye en la calidad de l funcionamie nto afectivo y del comportamiento (Bandura . Caprara. Barbaranelli. Gerb in o & Pastore lli . 2003). Los estilos ele crianza varían en funci<'>n de las variables personal es por lo que se hace necesario un análisis de la interacción entre dichos estilos de enanza y las variables temperamentales y sociocognitivas si querernos establecer un pe rfil ele riesgo el e la cond ucta desaclaptacla o el e los factores que pote ncian o motivan una conducta adaptada socialme nte (Kilgore. Snycl er & Lentz , 2000) !'des tre. e t al. , 2003). Según Campbell y cols. (2000) la s consecue ncias de manera externa, se refiere a los problemas que manifiestan los niños en el ambiente externo como: hiperactividad , conducta disruptiva y agres ividad e interna; que es lo psicológico como cohibido, ansioso , deprimido. Y en algunos casos puede manifestarse de mane ra ex trema en casos de suicidio infantil y delitos como e l homicidio. Otros autores como: Crooks.
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