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Univers idad Nacional Autónoma de México 
Facultad de P sicología 
División de Estudios Profesiona les 
Relación entre problemas de comportamiento y maltrato 
físico infantil en niños escolares 
facultad 
d<! P=>icolo9io 
Tesi s 
Que para obtener e l título de: 
Licenciada en Psico logía 
Pre s e n t a: 
Gabrie la Melgoza Alcalá 
Director de Tesis: Dr. Ariel Vite Sierra 
Rev isor: Dr. Jorge Rogelio Pérez Espinosa 
 
UNAM – Dirección General de Bibliotecas 
Tesis Digitales 
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A LC! [.{11\,LversLcfacl NC!ÚOll\,CIL AutOV\,OVil\.CI ele MéxLc,o -por ViC!ber fcicLLLtC!clo Vil\.L 
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Por su fuerz¡;¡ -pC!rC! coll\,tLll\,uC!r el/\, eL clLC1rLo vLvír tJ quíej/\, Vil\.e ci-po¡jCI el/\, tocio 
Vil\.OVil\.ell\,to. 
A Vil\.ÍS coVil\.-pC!V\,evos tJ C!Vil\.Ígos 
Por cC!Vil\.Íll\,Clr el/\, LC! vLclci coll\,Vil\.ígo, ele clíferej/\,tes Vil\.CIV\,ercis tJ el/\, VVtOVVtell\,tos 
ÍVil\.-portCI 11\,tes 
A VVtL coVil\.-pC!Vvero ele víclCI, ele quLeV\, C!pre~o LC! VioV\,estLclC!cl tJ ci ser Vil\.~or ser 
Vl U Vil\.CI 11\,Q CCI el CI el ~CI 
Un hombre que cultiva un jardín, como quería Voltaire. 
El que agradece que en la tierra haya música. 
El que descubre con placer una etimología. 
Dos empleados que en un café del Sur juegan un silencioso ajedrez. 
El ceramista que premedita un color y una forma. 
Un tipógrafo que compone bien esta página, que tal vez no le agrada 
Una mujer y un hombre que leen los tercetos finales de cierto canto. 
El que acaricia a un animal dormido. 
El que justifica o quiere justif icor un mal que le han hecho. 
El que agradece que en la tierra haya Stevenson. 
El que prefiere que los otros tengan razón. 
Esas personas, que se ignoran, están salvando el mundo. 
Los.justos.jorge Lu~s B>orges 
4 
índice 
Página 
Resumen 5 
6 
Introducción 
Vio lenc ia Famili ar-1\laltrato Infantil: una vis ión g lobal 8 
Estilos disc iplinarios y problemas de conducta en me nores 25 
escolares. 
Método 36 
Resultados 42 
Discusión 45 
Refe re ncias 52 
5 
Resumen 
El interés del presente trabajo fue determinar la relación entre los problemas de 
comportamiento infantil y el maltrato infantil en una muestra de niños escolares. 
Para lo cual se seleccionó una muestra de 200 madres de menores escolares de fi 
a 10 años. de los cuales 100 fueron detectados por los maestros con problemas de 
conducta. El resto , los otros 1 OO. eran considerados sin algún problema de 
conducta , de acuerdo a las consideraciones de los maestros de grupo. Se empleó 
un estudio transversal. descriptivo y correlaciona! con una medición única. Los 
resultados obtenidos señalan diferencias significativas entre las dos muestras en el 
sentido que las madres del grupo ele niños con problemas ele conducta muestran 
maltrato físico y emocional bajo, en relacic'm con las madres ele los niños de l grupo 
ele comparación. 
6 
Introducción 
Los problemas de conducta en niños y ado lescentes cons titu yen un <Jmplio 
rango , que in vo lucran conducta oposicional (tal como gritar. be rrinches) a más 
serias forma s de conducta anti soc ial (e.g. agres iún, destrucc i<'>n de propiedad 
ajena y robo).Típicame nte . es t<J s conductas no ocurren de maner<J ais lada s ino 
como un s índrome , ya que existe ev ide ncia que sugiere que . la conducta 
oposicional (e. g. desobedienci a en los niños) son precursores del desarroll o ele 
conducta antisocial e n la ado lescencia (Denham , Workman , Cole, Weissbrod , 
Ke ndziora . y Zahn Wax ler. 2000: He lle r . Bake r . He nker. & He ns haw . 1996). 
Sin embargo, es también el caso de que para algunos jóvenes, este 
comportamiento se inicie en la ado lescencia. Cuando se muestra un conjunto de 
conductas como estas , han s ido re feridas como oposicionales. anti sociales y 
desórdenes de conducta y cl es cl e una perspec tiva legal. como del in cuencia 
(Hinshaw & Lee, 2003, Tre mblay. 2003) . 
Existe actualme nte una serie de aprox imaciones para describir y cla s ificar los 
desórdenes de conducta, por e je mplo e l DS!vl- IV- TR (2000) lo defin e como "un 
patrón recurrente de conduc ta nega tivista. desa fiante , desobediente y host il 
hacia figuras de autoridad que se mantiene al me nos seis meses y debe de 
presentarse al me nos cuatro de las s iguientes ocho conductas. 
l. Perder los es tribos , 2. Disc utir con adultos, 3. Desafiar o re husar acatar, de 
forma deliberada , las peticiones o reglas de los adultos . 4. Hace r cosas de 
manera deliberada , que molesten a otras personas, 5. Culpar i:I los demás por 
errores o conducta inadec uada , 6. Ser muy s uscepti ble o fác ilmente irritable 
ante los demás, 7. Estar enfadado o resentido, y 8. Ser rencoroso y vengati vo. 
7 
La característica esencial de los problemas de comportamiento es un "patrón 
re petitivo y constante de conductas en la cua l la base de los derec hos de los 
otros o importan tes normas socia les apropiada s para la edad o reglas se violan " 
(APA. 2000. p. 93 ). Al menos 3 el e las 15 conductas listada s anter iorme nte . 
deben de haber estado presentes e n los 12 meses anteriores y al me nos una el e 
estas conductas e n los últimos se is meses. 
Los niños con problemas de conducta se encuentran en riesgo de manifestar 
una variedad de otros desórdenes el e conducta, así como problema s ele aj uste. 
Estos incluyen TDAI l. varios desórde nes de internali zaciún como la ansiedad y 
clepresiún. somatización (Loeber & Keenan. 1994 ), uso ele sustancia s (i linshav\. 
1992). entre otros. 
Por otra parte , existe una creciente ev idencia relacionada con diversos factores 
individuales. familiares y con tex tuales C]ue puede n incrementar la probabilidad 
ele incrementar los proble mas el e conducta (Doclge & Pettit, 2003; Leve & 
Chamberlain, 2005). 
En este trabajo se encontró coinc idencia en que son los niños quienes 
presentan mayores problemas ele conducta en comparación con las niñas 
respecto a los hallazgos resultantes ele varios es tudios que se mencionan. 
De la misma manera, en los resultados obtenidos ele los instrumentos aplicados 
a las madres de menores con problemas de conducta se hallaron aspectos 
s imilares respec to a estudios realizados e n otros países. en cuanto a que es la 
madre quien eje rce violencia fí s ica y e mocional hac ia sus hijos , en comparac ión 
con el padre. 
8 
Violencia Familiar-Maltrato Infantil, una visión global 
La Organización Mundia l de la Salud (OMS, 2003) define a la vio le nc ia 
fa mili ar como: to ci o acto de violenc ia que ti e ne como resultado pos ible o re;tl un 
daño fí s ico . sexual o psicológico . incluidas las amenaza s . la coercic'm. o la 
pr ivación arbitraria de la libe rtad, ya sea que ocur ra en la vida pública o en la 
vici a privada. Aba rca s m ca rác te r li mitat ivo, la violenc ia fí s ica . sex ual o 
ps ico lóg ica en la fa milia y ésta pue de dirig irse hac ia la pa reja. los ancianos o 
los niños. La viole nc ia ha c ia estos se de nomina abuso o maltra to infantil , la 
Oi\IS, ( 1999 ) la de fine como: cua lqui er forma de daño fí s ico y/o emoc iona l. 
ab uso sex ual, negligenc ia o cua lquie r forma ele tra to neg ligente . comerc iRI u 
expl otac iún, que r esulta en e l daño ac tua l o po te nc iala la salud , sobrevivenc ia o 
desarrollo de la dignidad en e l contexto de una relación de responsabilidad. 
confi anza o pode r . 
La Oi\ IS. (2002) es tima que 40 millones el e niñ os en e l mund o . ent re cero 
y 14 años s ufren alg una forma de maltrato fí s ico. de negligenc ia o ele él mbos. De 
e llos, alrede dor de 53,000 niños murieron por homic idio e n e l año 2002. Por 
otro laci o, la UNICEF informa que e n e l mundo, aprox imadamente de 133 a 275 
millones de niños son te stigos o es tán invo lucrados en diversas fo rmas de 
vio lencia dentro de l hogar. 
En Estados Unidos en e l año 2005 se pre sentaron tres millones el e 
denuncias y se confirmó maltrato infantil en un millón de e llas; asimismo . 
alrededor de 1,400 niños fall ec ieron por las les iones inflig idas, en 45% de 
menores el e 12 meses. 
El maltrato infantil es un pro blema médico - socia l-lega l el e t<l l nrngnitud . 
que se ha cons ide rado por la Orga nizac ión Mundial el e la Sa lud como un as un to 
de sa lud públ ica mundial de sde 1999 . Es un fe nómeno donde e l círc ulo vic ioso 
de "perpe trador- víctima - factores prec ipitante s" de be romper se para pone r 
9 
un límite y lograr su prevención. A partir de la década de 1960, los esfuerzos a 
nivel internacional para prevenir el fenómeno se han incrementado, mediante 
una difusión más amplia del problema, así como la implementaci<m de 
estrategias de prevención primaria (PP) a diferentes niveles y alcances. A pesar 
de ello, se desconoce con precisión la eficacia de tales acciones 
Así también. en un estudio sobre la violencia contra los niños, niñas y 
adolescentes efectuado por las Naciones Unidas en 2006, se muestra que 
millones de niños y niñas de todo el mundo son sometidos a las peores formas 
ele abuso y que reciben muy poca o ninguna protección. El informe llega a la 
conclusión, a pesar de la escase í'. de datos. de que los episodios de violencia 
ocurren en todas partes, que los r esponsables sue len ser personas a quienes 
las víctimas conocen y que las agresiones por Jo general permanecen ocultas o 
no reciben castigo. 
En la presentación de un estudio. el director regional de UNICEF en 
Latinoamérica, Nils Kastberg, elijo que "la mayor parte de la violencia es 
totalmente invisible; simplemente no existen estadísticas nacionales o 
internacionales". Además, que "la violencia contra niños y adolescentes en 
Latinoamérica se da generalmente en el entorno familiar e incluye el abuso 
sexual, desapariciones extrajudiciales, violencia emocional, psicológica o física 
y compra ele bebés" y "se da en todas las clases sociales en países tanto del 
Norte como del Sur, pobres o ricos; cambia tal vez el carácter. pero la violencia 
está allí". 
La violencia contra los niños e s un problema ele salud pública mundial. Se 
estima que por cada caso registrado. nueve no son de tectados. Según la 
información del Sistema Nacional de Estadística de Maltrato Infantil y 
Negligencia en los EE.UU. se presentaron aproximadamente tres millones de 
denuncias ele maltrato infantil en 1995. ele las cuales más de un millón de niños 
10 
fueron víc timas de abuso y negligencia. Hay estudios que señalan la 
s usceptibilidad de algunos sectores de la poblac ión in fanti l a se r agredidos: los 
hijos de mad res adolescente s, los niños con proh le mas de conducta (trastorn o 
por défic it de atenc ión con hi peract ividad). los niños con malformacion es 
congénitas. los que sufren una o varias discapacidades . Situac ión que es 
estudiada en Méx ico, Gómez. (2009). 
En nuestro país, e l problema de la viole ncia fa miliar ha ido e n aume nto de 
manera importante, por ejemplo, e n e l Estado el e Sonora. que es una el e las 
e ntidades federativas con mayo r índi ce de es te proble ma. se e ncon trú que cas i 
un 50% el e las mujeres han sufrido viole ncia por parte ele s u esposo o pareja . lo 
que se ha re fl e jado en conductas repe titivas hacia los hijos, utilizando medidas 
como e l castigo fí s ico para "hacer entender" a sus hijos y con e llo lograr una 
cri anza adecuada (S istema Nac ional DIF. 1998). 
La viole nc ia fami li ar , genera sec ue las e n los me nores como problemas el e 
aprovechamie nto y conducta escolar . Al respec to Feiring , 2005, Sternberg 
Larnb. Guterman y Abbott (2006), me ncionan que las sec uelas se producen e n la 
manifestación de conducta internalizante y ex ternali zante , así como problemas 
neurológicos y en las funciones cognitivas, Nava lta, Polcari. Webster , 2006. 
Las conductas externalizantes, se re fi er e n a los problemas que 
manifiestan los niños en e l ambie nte externo corno: hiperactividad, conducta 
disruptiva y agresividad e internalizantes a la ans iedad , depresión (Carnpbe ll y 
cols. 2000). Y e n algunos casos puede manifestarse el e mane ra extre ma como 
es e l s ui c idio infantil y delitos corno e l ho micidio. 
Así. e n la investigación rea li zada por la Universidad de Sonora , se 
encontró que los problemas de conducta ex ternos se relacionaron con la baja 
competencia soc ial y un bajo es tatus soc ioeconómico de los padres. ser varón. 
experimentar disciplina severa y una pobre s upe rvisión. así también se encontró 
11 
que los maltratados mostraron menos conductas pro-sociales adaptativas . 
(Sistema Nacional DIF, 1998). 
Por lo que a mayor viole ncia familiar y maltrato infanti l. existe un 
ÍIKre mento en los casos de de pres ión y ansiedad, haL·i enclo que cada vez más 
niños y adolescentes repitan el mismo patrón ele comportamiento. 
Según algunos autores como Ante quera. (2006) es necesario considerar 
e l grado en que se ha ya alcanzado una definición conse ns uada y operativa, del 
concepto ele l\laltrato Infantil. 
En este sentido , di ce. se deben resaltar alguna s de fi c ie ncias en el 
concepto actual ele maltrato infantil que afectan a lét fiabilicl acl y ex actitud con 
que pue de ser evaluado (Arruabarrena y De Paúl, 1999. c itado por Antequera, 
(2006). 
La primera de ellas , es que un mismo comportamiento puede ser 
cons iderado o no maltrato e n re lación a l momento e\·oJuti\'O e n e l que se 
encuentra e l niño. La segunda. se re fi e re al pape l que juega 1<1 Hiln erabiliclacl 
del niño. ya que un mismo comportamiento parental puede no causar daño en un 
niño sano pero ser conside rado negligente si el niño padece algún tipo de 
handicap o discapacidad. 
La tercera, es la conveniencia de considerar las consecuenc ia s como un 
e le mento determinante para valorar una conducta como maltratante o no, Jo que 
resulta especialmente conflictivo si se considera que algunas de esas conductas 
no tie nen consecuencias evidentes o inmediatas. 
La cuarta, se refiere, a pre cisar e l límite en e l cual una conducta puede 
considerarse como maltrato infantil. es dec ir. cuando se le cons id e ra disciplina 
y cuando maltrato. 
Si bien es cierto. se puede considerar al maltrato infantil como un 
problema social en donde inte rvie ne n papeles y roles que se han asignado 
tradicionalmente a los abuelos y padres. Estos roles están corre lacionados con 
12 
aspectos religiosos, sociales y culturales, en los cuales generalmente se impone 
el abuso del poder de los padres hacia los hijos. poder ejercido ya sea física, 
emocional. psicolúgica y/o econ<m1icamente ; y que cualquiera que se21 dicho 
poder, causa un gran impacto en la vida de los niños. 
Por lo que en nuestra cultura el corregir a los niños y adolescentes con 
castigos, golpes u ignorándolos. significa que se "hace bien" , al no considerar 
los familiares que se maltrata o daña al menor. las conductas o estilos 
disciplinarios se siguen repitiendo de generación en generación, heredándose 
de bis21buelos a abuelos y a los padres, quienes refieren que "da resultado" y 
por eso esas maneras ele disciplinar siguen siendo efectivas para que los niños 
y adolescentes sean hombres y muj eres de provecho. 
En muchoscasos con el transcurso del tiempo, cuando los estilos 
disciplinarios no fueron efectivos, los menores , manifiestan problemas corno: 
<f> Agresividad 
+Timidez 
-* Inseguridad (introversión) 
+ Baja Autoestima 
'*' Altos índices de reprobación 
-* Altos índices de deserción 
+ Delincuencia 
~- Embarazos tempranos 
-* P21trones de conducta repetitivos 
+ Problemas de adicciones 
'* Menores en situación ele calle 
'* Somatización (enuresis) 
+ Problemas de atención y ansiedad 
·*- Hiperactividad 
'*' i\lieclo 
13 
Es importante mencionar , que de acuerdo a la información que existe 
sobre el tema puede considerarse que los efectos del maltrato infantil no 
necesariamente se presentan de 1mmera inmediata. ya que pueden aparecer a 
corto, a med iano plazo o a largo plazo; con diferente intens icl acl y combinarse 
algunos de los efectos. 
Para el estudio del maltrato infantil. ex isten va rias esca las que permiten 
contar con e leme ntos para detectar los difere ntes tipos ele maltrato que se han 
e ncontrado. 
En la actualidad, se encuentran varios sistemas ele clasificación entre los 
que destaca el l\Ialtreatment Classification Scheme (Barnett y co ls. 1993). 
medida multidirnensional en la que se contempla: 
1) El tipo, 
2) La gravedad, 
3) La frec uencia . 
4) El periodo evolutivo, 
5) La separación ele los cuidadores y 
6) La naturaleza ele la relación con e l maltrataclor. 
Ofrece una puntuación de gravedad para cada uno de los tipos de maltrato 
y una puntuación de gravedad global (que es el resultado de la suma de la 
gravedad de cada una de las dimensiones). Con Ja utilización de esta escala se 
han descrito ocho tipos de maltrato (Litrownik y cols , 2005): 
1) Abuso físico, 
2) Abuso sexual. 
3) Fracaso para satisfacer las necesidades básicas, 
4) Falta de supervisión 
5) l\laltrato emocional, 
6) l\laltrato moral y/o legal , algunos autores consideran también un maltrato 
pasivo a la omisión de cuidados, 
14 
7) Maltrato educativo y 
8) Abuso de sustancia del cuidador. 
En la \•aloración de la negligencia. la mayoría de los instrumentos 
disponibles consisten en escalas establecidas por el e\·aluador a partir de la 
información obtenida durante la entrevista u observación de la familia. En lo que 
se refiere a los cuestionarios existentes. varían en las áreas ele la negligencia 
que contemplan. Así, algunos valoran solo un componente como el Childhood 
Trauma Inventory (Fink. Bernstein. Handelsman, Foote y Lovejoy, 1995) 
mientras que otros. incluyen un amplio rango de conductas negligentes (l\Jagura 
y !\loses. 1986. citado por Antequera. 2006). 
Así también, existen estudios que califican la conducta negligente. como 
un factor más del maltrato infantil, algunas de las escalas creadas 
específicamente para Ja evaluación de las conductas negligentes son : 
l. Escala de Bienestar para niños (l\lagura y Moses . 1986). El 
eva luador contesta 14 escalas después de la visita al hogar que pueden 
dividirse en negligencia física (hacinamiento. mobiliario, higiene personal, 
vestuario, limpieza del hogar. seguridad) y negligencia psicológica (supervisión , 
cuidado de los niños. aceptación, aprobación, expectativas, disciplina y 
estimulación). 
2. La Multiclimensional Neglectful Behavior Scale (Straus, Kinarcl y 
Williams, 1995). Escala especialmente apropiada para la evaluación ele la 
conducta negligente al considerar distintas dimensiones de la misma: emocional, 
cognitiva, de supervisión y física (Kaufman, Straus, Mebert y Brmrn, 2004) y; 
3) El cuestionario Chilclren's Sexual Behavior lnventory (Friedrich , 
Grambsch, Brougton, Kuiper y Beilke, 1991), se utiliza para valorar la conducta 
y los conocimientos sexuales de los niños . Para ello consta de dos partes en la 
15 
primera de las c uales se explora cuáles son las fuentes de información sexual 
del niño y la segunda recoge e l tipo y frecue ncia ele las conductas sexuali zaclas. 
4) De Ja misma forma , ex is te también e l Invent ario para la detecc ión 
del l\'laltrato fí sico (Chilcl Abuse Poten tial Inventory, f\ lilne r , 2008) que se utili za 
en España , mis mo que se ha intentado .f!daptar a la rea lidad mex icana, pero que 
no ha s iclo validado, se eva lúa e l ri esgo potenc ia l ele mal trato físico que ti ene 
una de terminada persona. para la ay uda en la toma ele deci s iones en los casos 
ele sospecha ele este tipo ele s ituaciones. Tambi én es utilizado como apoyo en la 
evaluación ele programas el e tratamiento y pre vención. Cons id e ra 6 aspec tos 
que son: 
+ Malestar psíquico 
* Rigidez * Infe li cidad 
~ Problemas con e l niño y cons igo mismo * Problemas con la familia. y 
+ Problemas con otras personas 
Por otra parte, para atender los casos de maltra to in fa ntil. e n e l caso el e 
nuestro país, existen instituciones de dicadas a la protección ele los menores 
como son: las Fiscalías de atención al menor, dependientes ele la Procuraduría 
de .Justic ia de l D.F .. la Clínica ele Atención Integral de l Niño Maltratado de l 
Instituto Nacional de Pediatría , inclusive en donde existe la Especialidad e n 
Atención al Maltrato Infantil. ciado e l alto índice de casos regi s trados . 
Y entre los estudios que se han efectuado en nuestro país en es te rubro . 
se encuentra Ja Encuesta de f\ la ltrato Infantil y Factores Asoc iados (2006) . 
realizada por e l Instituto Nac ional de las !\luje res del D. F. y e l Inst ituto 
Nacional de Psiquiatría "Ramón de la Fue nte f\ 'luñiz". en la cua l co incide con 
16 
otras ins tituciones nacionales y ex tranjeras que e l problema de l maltrato infantil 
es un problema de Salud Pública que requi e re de atención integral y 
parti c ipac ión multidisciplinari a. 
Se hace un análisis sobre el problema de l l\iJaltrato Infantil en 4 Entidades 
Federativas de nues tro paí s, cons iderando la representativiclacl de 4 regiones 
geográfi cas. en las que influyen cuest iones c ulturales y econúrn icas que 
permite n conocer la magnitud de l problema.(Sistema Nacional DIF, 2005). 
Entre los resultados obtenidos e n esta e ncuesta , se encontró que en 
aq uellas personas que han s ufrido violencia por parte el e s u cónyuge o pareja , e l 
problema de l maltrato infantil es más frec ue nte . Se e ncontró que cas i un 409f de 
los/las maltratados son menores e ntre () y 12 años, que se encuentran en niv e l 
escolar de primaria, seguido de niñas (os) en edad preescolar y e n tercer lugar, 
los lactantes. Los menores desde 6 años hasta este rango de edad. es e l grupo 
que mayor maltrato recibe. con un 40. l <ff.. Dicho porcentaje se de be a que e n 
ese rango de edad los me nores son más dóc iles y aceptan generalme nte 
cualquier forma de au toridad que se les imponga . 
En el 30% de los casos de dicho período se encontró maltrato fí sico, 
seguido de la omisión de c uidados y la agres ión emocional. Cabe des tacarse que 
los menores presentan más de un tipo de maltrato. Casi en un 50% de los casos 
re portados, la princ ipal persona que ejerce e l maltrato, es la madre y en un 25% 
los padres. En 1999, en e l 65% de los casos, uno de los progenitores estuvo 
presente en e l evento de maltra to y para e l año 2003, se e levó al 71 %. Es 
importante destacar que e l porcentaje el e maltrato fí s ico por parte de cua lquie ra 
ele los padres se presenta igual tanto en hombres como e n mujeres. aunque la 
madre es la que más maltrata en comparacicm con el padre. 
El maltra to físico severo. se presenta más en los hombres por parte ele la 
madre, contrariame nte las niñas refiri eron menor maltrato por parte de l padre. 
17 
En el caso de los hombres, se encontraron como factores predictores la 
violencia entre los padres, soluciones conflictivas a los problemas familiares, 
bajo nivel de involucrnmiento de los padres. educación con características 
evasivas y menores con algún tipo de discapacidad . 
El maltrato físico severo se encontró en un número importantede casos, 
en familias compuestas por madre y padrastro o pareja ele ésta, seguida por 
ambos padres y por último e n donde sólo existe la madre. 
En cuanto al maltrato emocional, es la madre , quien lo e jerce de manera 
importante hacia las mujeres, en comparación con los hombres: se encontró que 
para los hombres los factores predictores son que el nivel socioecon<>mico ele la 
familia sea bajo, pocil convi venciil con el padre , clisciplinil inconsiste nte. y que 
exista discapacidad. Para las muieres , que el nivel socioeconómico sea medio y 
medio bajo , faltil de monitoreo ele los padres, y clisciplinil evasivil. 
En cuanto al géne ro. los hombre s estuvieron más de acuerdo en que el 
maltrato es la mejor forma ele educar en comparación con las muj eres , lo que 
habla de las creencias en cuanto a los estilos de criilnzil. 
Así también, se encontró que el padre en cuanto a los estilos ele 
parentaliclild, está más al pendiente de monitorear las actividades de los hijos y 
cuando encuentra conductas en las cuales no está de acuerdo recurre a los 
golpes para evitar dicha conducta, principalmente hacia sus hijos varones: en 
cuanto a las mujeres se limita en la mayoría ele los casos a gritos y 
humillaciones. En cuanto al nivel socioeconómico, se refiere , se presentaron 
mayores casos ele maltrato en el nivel medio bajo o biljo. 
Respecto al nivel ele escolaridad. se encontró que en aquellos casos en 
donde la madre es quien tiene un b3jo nivel de escolaridad. se hallaron más 
número ele casos de maltrato principalmente físico y emocional. 
En 3quellas familias en donde entre ambos pilclres e xiste violenciil. los 
casos de maltrato infantil se presentaron en un número importante . Aunque en 
18 
el caso de Jos menores que presentan conducta rebe lde, es menor en 
comparación a los que no. Excepto. en los casos en los cuales los menores 
presentan alguna discapacidad o fueron pre mat uros . Paralelame nte res pecto a 
Ja ideación s uicida , se halló que aquellos menores que han s ufrido maltrato 
infantil son los que presentan el e manera importante es ta s ituación , en 
comparación con los que no. 
En cuanto a los es tilos discip linarios. se encontró que las prácticas 
negativas. Ja so lución conflictiva ele los problemas famili ares, Ja disciplina 
inconsistente , y la e ducación evas iva se asoc ian con la presencia el e diversos 
tipos de maltrato sobre tocio e n las mujeres. 
Sobre e l particular. autores como Lira. (1 999, citado por Aya la. 2002) 
menciona que existen 5 nive les, en cuanto a factores de riesgo cjue son: 
l. De Jos padres: padres maltratados. in stitucionali za dos o 
abandonados en s u infan cia. con historias ele conductas viole ntas , madre 
adolescente . de bajo nive l de escolaridad, ins uficiente soporte conyugal, 
fami liar o social. padres o personas al cuidado de los niños (as) que presentan 
patología ps iquiátrica, depresión. angustia , alcoholi smo , o adicción a drogas. 
baja tolerancia a la frustra ción, y al estrés, e insuficiente maduración 
psicológica de los padres. 
2. De l e mbarazo; e mbarazo no deseado, inte nción persistente de 
interrumpir e l embarazo, rechazo persistente al e mbarazo, inasis te ncia a control 
prenatal. embarazo el e alto ri esgo y de presión post-parto. 
3. De la niña (o) : rec ién nacid o con ma lformación o prematuros, 
a lte ración de los prime ros vínculos, a lte rac ión e n e l proceso ele apego. 
hospitalización te mprana prolongada , portador de patología crónica y/o 
di scapacidad fí s ica o ps íquica. conducta difíci l. hiperac tividad. déficit de 
atel)ción, y con proble mas de re ndimie nto escolar . Trejo. (2005), incluye a los 
19 
hijos de madres reclusas, producto de una violación e hijos de madres 
ind ígenas. 
4 . De la familia ; fa mil ias monopare ntales y/o con ausenc ia de redes 
socia les de apoyo , con antecede ntes el e conductas viol enta s, discre pancia entre 
las expecta tivas de la famili a con respecto al ni ño (a), e l sexo , en ocasiones la 
fa lta el e hermanos. 
5. De l entorno; condic ione s de vida difíc il. margmaciún. pobreza. 
ace ptac ión cultura l de la violenc ia , desempleo, ine s tab ilidad laboral, bajos 
sa la rios. jornadas la borales largas , hac in amie nto , e inadec uadas condiciones el e 
hab itab ilidad. entre otros. 
Entre los efec tos de l maltrato se señalan : 
El "síndrome del niño sac udido"; cegue ra, proble mas de aprendizaje, 
re tardo mental, de fi c iencias e n e l desarro llo fís ico y me nta l y par~ l i s i s 
cere bra l. 
Problemática inte rna li za cl a , por un lado. (aspec tos e mocionales como: 
de presión. ans iedad y baja autoes tima) y por e l otro. exte rna li zacla , que se 
re fie re a comportamie ntos como la cl e sobeclie ncia , la hostilidad y la agresiém. 
(Car ter, 2003) citado e n Encues ta de 1\ 11 y facto res asoc iados . 
Se encontró para ambos sexos que e l Estrés Postraumáti co e s diferente. 
para los hombres e l maltra to emoc ional y otras formas de viole ncia son altos, 
en tanto para las mujeres e l maltra to en s u modalidad el e abuso sexual, seguido 
por e l maltra to fí s ico , y e l maltrato fís ico severo fueron los más altos . 
Finalmente . e n dicha e ncues ta se me nciona que e l Informe l\ luncli a l sobre 
la Violencia y la Salud (OPS, 2002) propo ne e l mode lo ecolúg ico como uno el e 
los que exis ten para e studiar e l proble ma de l ma ltra to infantil. y e n el que se 
analizan los fac tores que influye n en e l comportamie nto y que puede n 
······ ···············································-················ ········· ···················-········· ··· --( 20 
incrementar e l riesgo de come ter o ser s uj e to de ac tos viole ntos; mis mos que 
clasifica en 4 nive les: 
• Individual, en donde se ana li zan los factore s que influye n ¡x1ra que 
una persona sea víctima ele violencia o la genere : 
• Relaciones Ii1terpersonales. que se re fi e re a las re laciones entre 
famili ares, pare ja y amigos ; 
• Con tex tos comunitarios; se re fi e re a los ambientes e n los que se 
desarro lla la persona como la esc ue la, e l trabajo. la co lonia o e l barr io, ni ve les 
altos de desempl eo . la movili dad de res ide ncia. de ns idad de pohlac i<rn y trMico 
ele drogas e n la zona ; 
• Estructura de Ja sociedad: en la cual s e considera s i se inhibe o se 
ali enta la violenc ia , las normas sociales y culturales. 
De manera comple mentari a se cons ide ran las polít icas sa nitari as. 
educativas y cultura les que generan diferencias soci ales y económicas. é!S Í 
como e l acceso desigual a bie nes y servicios. 
Sobre e l parti cular es importante cons ide rar que en 1959, la ONU 
promulga la Dec larac ión ele los Derechos de l Niño. que en su artíc ulo noveno 
es tablece que : és te debe ser pro tegido contra tocia forma ele abandono, 
crue ldad y explotación y que no será obj e to de ningún tipo de maltrato. En 
1989, a través ele la Conve nción Inte rnac ional de los De rechos de l Niño, se 
promulgan 41 derechos bás icos que son ratificados por México e n 1990; el 
primero es "el derecho de tocio niño a vivir y a que s u \' ida sea digna ele se r 
vivida" . Aunque exis te di cha decl arac ión. los casos el e maltrato infantil no se 
han reducido de manera s ignifica ti va . 
Socialme nte e l eje rci cio de la violencia en los niños parece apoya rse e n 
"e l derecho ele corrección" el e los adultos responsables del me nor . as í co rno en 
las concepciones el e autoridad y prop iedad sobre los niños. Es te as pec to alude 
21 
al problema de los límites en e l ejercicio de la di sc iplina, que ameritan ser 
definidos e n el contexto sociocultural e n que se ins criben y de ac uerdo a la 
edad del niñ o. Adem;;is . e n la soc ieda d s igue pers is ti e ndo la idea respec to a que 
el cas tigo corporal e s un método aclec w:1 do pa ra disc iplinar al niño. 
En algunas investigaciones , Crewdson,1988 citado por Hij ar-l\l ecl in a, 
(1 994) rea lizadas sobre e l tema . se cons idera que los grupos con un alto r iesgo 
de maltrato infantil que puede terminar en homic idio s on : los rec ién nac idos y 
los niños entre 12 y 36 meses : los me nores con deforma ciones congénitas o 
di scapac idades y. especialme nte los varon es. 
Como vimos e n los resultados el e la Encuesta el e maltrn to in fa ntil y 
fa ctores asoc iados. 2006 ; la madre es la que co n mayor frec ue ncia apa rece 
como agresora. Esto posiblemente se de ba al fenómeno denominado de 
cascada, en dond e la violencia como ejercicio de pod er se manifies ta del fu erte 
al débil y. en gene ral. se da el caso de que ad ultos agresores a su ve7. hayan 
s iclo agredidos e n s u infancia; al pa recer , la pe rsonalidad el e es te ti po el e 
individuos presenta rasgos difí cilme nte modifica bles. 
Por lo que cons ide rando e l aumento en e l índi ce de casos de maltra to 
infantil en los diferentes sec tores ele la sociedad y en diferentes contex tos 
socioculturales, es que se acuño en el área de la Pediatría. e l concepto de 
Síndrome del niiio maltratado. Definiénd olo la OMS como: "toda form a de 
perjuicio o abuso fí s ico o me ntal , descuido o trato neglige nte, malos tratos o 
explotación, incluido abuso sexual por parte de los padres, representantes 
legales o cualquie r otra persona que lo te nga a su ca rgo" . 
De ac uerdo a Santos, (1 998) las ca racte rí s ti cas de l agresor son: 
·* Autoestima baja 
• lnclivicluos de primidos o con tende ncia a la depresión 
*' Ne uróti cos 
·-* Ansiosos 
'* Alcohólicos 
-* Drogadictos 
'~ Impuls ivos 
~> Hostiles 
22 
<l> Poca tolerancia a la frustración 
'* Percepc ión inadec uada respecto al niño 
'*' Antecedentes de maltrato en la niñez 
Así también. se encuentran dispanidores de la agresión, de los cuales se 
pueden considerar: 
<t' l\ilala rel ac ión ele pareja 
-* Problemas económicos 
'* Desempleo 
'* Vivienda inadecuada 
'*' Estrés 
Otros autores como Foncerrada, (citado por Santana-Tavira, 1998) 
señalan un factor importante , "cuando la psicodinámica familiar está muy 
alterada y no existen vínculos afectivos o están muy de teriorados, lo más 
conveniente es que el menor no regrese a su hogar por el riesgo de sufrir una 
nueva agresión"; pero, "cuando existen vínculos afectivos que e n el momento 
se encuentran debilitados, lo idea l es tratar de preservar la integridad familiar 
proporcionando apoyo a Ja familia mediante la colaboración el e otro miembro de 
la misma capaz ele mode lar los cuidados parentales"; promover visitas 
domiciliarias por parte de personal espec ializado que actúe como "conciencia 
moral": favorec er el contacto físi co e ntre padre. madre e hijo ; mejorar el apego 
afectivo, y orientar a los padres sobre las características concluctuales del niño 
según su etapa de desarrollo. 
23 
Por otro lado , Abasolo. (2008) me nciona que la coexis tencia de 
defi ciencias fí s icas o menoscabos e mocionales predispone a la victimización , en 
comparac ión a los iguales s in defici e ncias. Se ca lc ul a un a proporc ión de 11.5% 
de víctimas con defi c iencias fre nte al 1,5'/é de menores sin de fici encias . 
En niños de fic ientes la probabilidad de s ufrir malos tratos no dis minuye 
con la edad s ino que aumenta a dife rencia el e lo que oc urre en e l resto de los 
menores. Las víctimas di scapac itadas de malos tratos tenían ademéis problema s 
de comportamiento como es ter eotipias , problemas de al imentac ión, 
temperamento difí c il , auto lesiones, heteroagresivicl acl, etc. El 75'k> ele estos 
niños de fici e ntes te nían proble mas de l lenguaje y un 37% no hablaba. 
1 la y e videncia empírica el e que un alto porce ntaje el e maltrato oc urre e n 
las familias monopare ntales. En la mayoría se trata de madres solas (25% en 
una muestra española). El maltrato es excesivamente frecu e nte en casos en que 
la madre y s us hijos conviven con un varón que no es e l padre bio lógico 
(familias reconstruidas). Situación que coinc ide con los ha ll azgos de la Encues ta 
de ma ltrato in fanti l y factores asociados, 2006 
Será esta figura parental no biológica e l actor de violencias graves y 
extremas. 
De acuerdo a est ud ios realizados e n dist intos países la principal figura 
maltratadora es la madre, con una incidencia que varía de unos estudios a otros 
entre e l 60 y e l 85% de los casos. Sin embargo, las forma s graves de maltrato 
son consecuencia de malos tratos de l padre o padras tro, principa lme nte . Todos 
los fac tores ge nerado res el e estrés son potenc iaclores ele la emergenc ia ele 
conductas agresivas o violentas. 
Aunado a los fac tores an teriores, los estilos disciplin arios que la madre. 
padre o ambos ll evan a cabo no contribuye n e n aminornr e l proble ma de l 
maltrato infantil , por e l contrario. a l no ser e fec ti vos esto les representa mayor 
24 
difi cultad para controlar la conducta de los menores . tornando corno solución e l 
ejercicio de la vio lencia. 
25 
Estilos disciplinarios y problemas de conducta en menores escolares 
El comportamiento agresivo de los niños es un problema de re levancia 
soc ial que requi e re de la atenci ón de los invest iga dores. ya que. por un laci o. ha 
aumentado la in cid encia de la conducta agres iva y antisocial de los niño s y de 
los adolescentes , y la participa ción de los menores de edad en de litos tales 
como e l robo , la venta ele drogas y e l homicidio. Por otro lado, en una gran 
variedad de es tudios se ha encontrado que la conducta agresiva evo luciona e n 
muchos casos, a problemas más severos de cond ucta antisoc ial en la 
adolescencia y en la etapa ad ulta. Por e je mplo , se ha e ncontrado una alta 
correlac ión entre la conducta agres iva ele los ni ños y l<J conduc ta anti soc ial que 
después manifies tan en la adolescencia y la vici a adulta (Ayala, 2002) 
Así mismo, señala que con la finalidad de prevenir y de te ner la e volución 
de l comportamiento agresivo de los niños se ha intentado identificar y describir 
los fa ctores asoc iados con la man ifestac ión ele di cho comportami ento e n las 
e tapas de l desarrollo que compre nde n la infancia y la adole scencia. Algunos 
in vestigadores han introducido los términos: factores de riesgo y factores 
protectores, me ncionando que es a ltame nte probable que un individuo 
desarrolle proble mas de conducta. conforme aumenta el número de factores de 
ri esgo y dism1in¡ye el número de factores protectores. 
Mencionando que los factores de riesgo se pueden clas ificar e n cuatro 
grandes grupos: 
1) Las ca racte rí s ti cas ele los niños, 
2) Las caracterís ti cas de los padres, 
3) Los factores contex tuales . y 
4 ) La interacc ión padre-hijo. 
Sobre el particular, otros autores White . l\Jouffit, Earls , Robins y Si lva (1 990) 
cons ideran que además ele estos factores existe n otros como: 
26 
l. Género: la aparición de pro blemas de conducta es ma yor en niños que en 
niñas. 
2. Comportamientos tempranos: la apa ri ciún de dich os problemas se da 
alrededor de los 8 a 10 años; 
3. Caractedsticas lamJJiares: desintegración, baja autoestima, pobreza, 
desempleo, baja tolerancia , ira, e ntre otros. 
4. Correlaciones biológicas, ritmo cardiaco lento , anoma lías en e l lóbulo 
frontal y nive les de hormonas masculinas , y 
5. l,ugar y tiempo 
En cuanto a los factores protec tores que previene n la cond ucta an tisoc ial 
r efi eren 5 tipos principales: 
1) Las relac iones de apoyo padre e hijo, 
2) Los métodos positivos de disciplina, 
3) El monitoreo y la s upe rvis ión, 
4 ) Que las familia s estén dedicada s a s us hijos. y 
5) Que los padre s busquen información y apoyo. 
El comportamiento antisocial abarca un amplio rango de conductas cuya 
principal característica es la de infringir las reglas establecidas por la sociedad. 
Uno de los comportamientos que se presentancon mayor frecuencia es e l de la 
agresión. De acuerdo con Patterson (citado por Ayala. 2002) ésta se re fiere a la 
"coerción que utili zan los indi viduos para influenciar o controlar las conduc tas 
de los demás". 
En este sentido , las investigac iones reali zadas e n e l ámbito el e la 
conducta agres iva e n niños y adolescentes permiten se ñalar que tales 
comportamie ntos tienden a es tabilizarse con e l ti empo. pero más aún a 
progresar hacia comportamientos más complejos . como la de lincuencia. 
27 
Lochman, 1993 (citado por Ayala, 2002). Reportaron una alta correlación entre 
la conducta agresiva observada en los niños en edad escolar y la conducta 
antisocial que se presenta en la adolescencia y la vida adulta. 
West y Farrington, (1973). utilizaron un estudio ele corte longitudinal. en 
el que encontraron que existe relación entre la conducta agresiva en la infancia 
y los problemas ele conducta antisocial a la edad de 18 años. 
En otro estudio longitudinal, Huesmann y cols .. 0984), hicieron el 
seguimiento de una muestra de niños en Nueva York, durante 22 años, y 
encontraron que la tasa ele agresividad ele los niños a los 8 años ele edad era 
congruente con la agresividad manifestada a los 30 años. 
Asimismo. Robins. 0 986) demostró que el número de trastornos de 
conducta presentados en la infancia, son predictores del número de conductas 
antisociales en la edad adulta, siendo el problema de la agresión el más 
significativo. Finalmente. cabe mencionar que McCord, 0983). citado por Ayala 
Velázquez reportó que los adolescentes agresivos eran más propensos a 
convertirse en convictos o a involucrarse en delitos. en comparación con los 
adolescentes que no eran agresivos. 
En relación con las caracterfsúcas de Jos niños, una serie de estudios 
señala que los más irritables. con poco autocontrol, muy activos y con 
problemas de atención e impulsividad. presentan más probabilidades de mostrar 
problemas de conducta y conducta antisocial que los niños que no presentan 
tales características. (Ayala y cols .. 20003, Loeber 1990, Olweus. 1979, 
Patterson, 1982). Sin embargo. la frecuencia y la duración de la conducta 
agresiva. las situaciones en las que se expresa y los objetos a los que se dirige 
están en gran parte determinados por la experiencia social. Un aspecto 
importante es la existencia de factores biológicos. como el temperamento, que 
influyen en la manifestación del comportamiento agresivo; influidos por el 
medio sociocultural en el que viven. 
28 
Por otro lado, Abidin, 0 996) me nciona que la forma en que los padres 
perciben e l comportamiento de s us hijos también es importante. se ha 
encontrado que los niños a los que se pe rcibe como distraídos. hi peractivos . 
poco adaptables, demandantes. irritab les. poco aceptados y no gratificantes . 
presentan problemas en s u ajuste social. Aunado a e llo, la interacción que los 
padres pueden tener con s us hij os. 
Particularmente, Abidin . ( 1996) propuso que u1ractedsticas de Jos padres 
(v. g. el grado de competencia con e l que se percibe n. su ais lamie nto soc ia l. s u 
nive l ele apego a l niño. s u estado el e sa lud , s u incapacidad para desempeñar su 
rol como padres, su de presión y e l apoyo que rec ibe n de s u cónyuge ). así como 
variables contextua/es (v. g. los es tresores de la vicia) que influyen en la 
habilidad de los padres para responder efectivamente ante la conducta de s us 
hijos. 
En los padres se ha encont rado que la inmadurez la inexperie ncia. la 
impulsividad, la depres ión , la hostilidad, e l rechazo, el temperame nto nega tiYo. 
la incompetencia, e l sentirse agobiado por su papel como padres, y la fa lta ele 
apego hac ia s us hijos se re lac ionan con e l comportamie nto agres ivo el e los 
niños (Aya la, 2000, Frick, 1992. Olweus. 1979. Patterson, 1982). 
Los factores contextua/es constituyen e l te rcer grupo que se asocia 
confiablemente con la conducta agresiva de los niños. La bibliografía señala que 
e l aislamiento social de los padres (Wahler, 1980). los problemas de la pareja 
(Abidin, 1996, Patterson, 1982. Schachar R, 1990) y los problemas en sus 
re lac iones soc iales (Patterson, 1992) son factores representativos el e es te 
grupo. 
En particular, estas situaciones estresantes actúan sobre la conducta de 
los niños. provocando irritabiliclacl e incongrue ncia en los padres cuando 
intentan manejar la conducta de s us hijos (Ka zclin. 198 7. Lober , l 990l. 
29 
Diversos investigadores (Dishion, 1998, Kazdin, 1993, Patterson, 1992) 
han propuesto que el último grupo de factores se considera como una 
interacción funcional entre las características del niño. las características del 
padre y las variables contextuales. Esta combinación resulta en un estilo de 
interacción padre e hijo que se asocia fuertemente con la conducta antisocial en 
los niños, así corno con su persistencia a través de los años (Ayala. 2000, 
Farrington, 1995, Lahey, 1994, Loeber , 1991, Patterson, 1982, Speltz, 
DeKlyen, Greenberg y Dryden, (1995), indicaron que los niños agresivos se 
caracterizan por la mala calidad de sus relaciones con sus padres. En particular, 
los padres de es tos niños tienden a ejercer una disciplina severa e incongruente 
y a prop1c1ar consecuencias positivas ante la conducta problema. En este 
sentido, dicen que la teorÍa de la coerción ele Patterson, permite explicar el 
estilo de la interacción de estas familias. Específicamente. los miembros de la 
familia intervienen en una relación sostenida por el reforzamiento negativo de 
las conductas agresivas y coercitivas hacia los de más miembros de la familia. 
En particular, Huizinga, Loeber y Thornberry, (1995), indican que la 
supervjsjón de los padres, su apego a los hijos y la congruencia en la disciplina 
son los factores protectores más efectivos para promover la resiliencia contra 
la delincuencia en los jóvenes. 
Los investigadores de esta nueva área que han denominado resiliencia , y 
aquellos dedicados al fortalecimiento de la familia establecen que hay ciertos 
mecanismos protectores dentro de la familia. Tales mecanismos resilientes se 
relacionan con tener una buena situación económica. tener metas elevadas, 
adaptarse a los roles familiares. tener un alto nivel de religiosidad, pertenecer a 
algún grupo étnico, aceptar su falta de recursos. participar en la comunidad y en 
la unidad familiar. 
De manera paralela , otros estudios han intentado presentar una imagen 
longitudinal del trastorno desde la infancia temprana en adelante (Robins y 
30 
Edelbrock, 1981). A partir de un estudio de corte transversal en 2600 niños en 
un periodo de 4 a 16 años (Achenbach y Edelbrock. 1981). Los síntomas del 
trastorno de conducta reportados por las madres variaron sistemáticamente por 
las edades de los niños. En el grupo más joven se encontraron: discusiones. 
necedad y berrinches. Seguidos por comportamientos negativistas. 
Posteriormente. aparecen la conducta incendiaria y asaltos . Las conductas que 
aparecieron al último fueron: ausentismo escolar. vandalismo y abuso ele 
sustancias. 
De acuerdo con el estudio de Achenbach y Elclerbrock (1981), los 
berrinches y pe leas disminuyen con la edad, las mentiras aparecen en tocias las 
edades. el robo incrementa hasta los diez años y luego disminuye, ~- el 
ausentismo escolar, así como el abuso de sustancias aumenta en todo el rango 
cubierto. 
En un estudio prospectivo, realizado desde el nacimie nto hasta los 15 
años en Durclein (Nueva Zelanda) muestra que el comportamiento antisocial es 
estable (White, !Vlouffit. Earls. Robins y Silva, 1998). El 84% ele los niños que se 
encontraron como no controlados a los 11 años cumplían con los criterios ele: 
estable y dominante para el trastorno antisocial cuando se les volvía a examinar 
a los 1:5 . La conducta antisocial a los 13 años es predicha por el 
comportamiento externo a los 3 años y por losproblemas de conducta a los 5 
años, antes ele poder realizar un diagnóstico de trastorno de conducta. Dichos 
comportamientos eran predictores más fuertes que el CI. las actitudes de las 
madres. nivel de lenguaje y que cualquier otra variable examinada. 
En dicho estudio. se encontró un subgrupo de niños que mostraron 
comportamiento antisocial por primera vez a los 13 años (f\Joffitt, 1990). 
f\luchos ele ellos se convirtieron en delincuentes, sin bajo CI, problemas 
escolares y déficit ele atención común entre delincuentes. Es importante 
considerar que dicha problemática aparece de manera tardía en las niñas. 
31 
Aquellos que presentaron un trastorno de conducta moderado (5 o 7 
síntomas) desarrollaron personalidad antisocial en un 24% si los síntomas 
empezaron antes de los 6 años, en un 16% si empezaron entre los 6 y 12 años. 
y en un 10% si empezaron después de los 12 años. Aquellos con un alto nivel 
del trastorno ele conducta (8 o más síntomas) cumplen con el criterio para la 
personalidad antisocial en un 71 % ele los casos cuando los síntomas 
comenzaron antes de los o años. en un 53'7c si comenzaron entre los o y 12 
años, y en un 48% si comenzaron después de los 12 años . 
Se encontró que sólo un cuarto ele aquellos que reportaron 3 síntomas 
antes ele los 15 años desarrollaron personalidad antisocial. 
En un estudio efectuado con 345 menores ele 7 escue las públicas ele la 
Ciudad de México se encontraron factores de riesgo para la ocurrencia de 
conducta agresiva en los niños. (interacción padre-hijo), como: incompetencia 
del padre, incapacidad para desempeñar su rol. probl emas de adaptabilidad. 
desobediencia en casa, disciplina irritable explosiva. ira con golpes. agresividad 
del padre y darle indicaciones inespecíficas, (Ayala, 2002). 
Así también, en este estudio se encontró que los niños presentan mayores 
conductas de agresión en comparación con las niñas, lo que viene a confirmar 
que el género como lo señala l\:Juffit, (1990), citado por Heller, (1996) es un 
factor importante en la presencia de este problema. 
En cuanto a los factores de riesgo relacionados con la agresividad del 
padre (interacción padre-hijo) se encontraron: ciar indicaciones inespecíficas, 
no darle oportunidad al niño de que siga las indicaciones del padre, disciplina 
irritable explosiva , desobediencia en casa, agresividad del niño en su casa , 
distractibilidad, hiperactividad. problemas ele adaptabilidad , demandante e 
incapacidad para desempeñar su rol. 
Se encontró en dicho estudio que para que exista una menor ocurrencia 
ele agresión del niño es necesario que exista: organización familiar. 
32 
establecimiento de metas, religiosidad, cohesión familiar, disciplina no irritable, 
disciplina congruente, disciplina flexible, supervisión de las actividades del niño 
y disciplina que no dependa del estado de ánimo de los padres. 
Resultados indican que en las interacciones familiares, la conducta 
agresiva del padre predice la conducta agresiva del niño, y viceversa, lo cual 
apoya la teoría de Ja coerción, que señala que los intercambios coercitivos 
entre padre e hijo incrementan los niveles de agresión en la familia. 
Así también se han encontrado en otros estudios (Carnpbell y Ewing, 
1990; Campbell. l\Jarch, Pierce, Ewing, y Szumowski , 1991: !\le Gee et al., 1991; 
l\loffitt. 1990: Pianta y Calclwell. 1990; Richman, Stevenson y Graham. 1982: 
Schonfeld. Shaffer. O'Connor y Portnoy. 1988. citados por Heller. Tracy .. 
(1996) como predictores en la infancia el tipo y severidad de los problemas, la 
inteligencia del niño, psicopatología maternal. hostilidad parental y la tensión o 
aclversiclacl familiar. Dichos factores pueden influir en Ja persistencia ele 
problemas como agresividad o algún otro asociado. 
En este artículo se menciona que, los niños con síntomas iniciales más 
severos pueden tener mayor probabilidad ele provocar reacciones sociales 
negativas desde los pares. padres y maestros, quienes pueden empezar a 
victimizar activamente y a rechazar a estos niños problema. lo que aumentará 
las posibiliclacles ele continuas dificultades (Olson, 1992). 
Paterson, DeBaryshe, y Ramsey (1989) encontraron efectos adversos de 
las interacciones coercitivas de padres-hijos. En una muestra de niños ele 
preescolar, el seguimiento ele los índices de problemas visibles fueron 
predichos por un comportamiento más negativo (Olweus, 1980) y controlador ele 
las madres durante el cumplimiento de la tarea (Campbell et al. , 1991). Un 
estilo autoritario de crianza, definido por Baumrincl (1967 , 1983) como 
controlador, exigente. y bajo en su capacidad de responder. puede mantener o 
exacerbar los problemas ele comportamiento temprano en el niño. Las actitudes 
33 
y prácticas paternas para desinhibir el comportamiento que es intole rante y 
duro ti enen como resultado, confli ctos frecuentes con un niño que presenta 
excesos en el comportamiento . originando un aumento de la negatividé!d. El 
concepto de "bondad de ajuste" entre e l temperamento de l niñ o y e l ambiente 
(Thomas y Chess, 1977) pudiera s ugerir que a un niño con compor tamiento 
visible puede no irle bie n c uélndo se enfrenta con las ex igencias pé!te rnas que 
son disonantes con sus pé!trones de comportamiento. 
Para recopilar informac ión de primera mano. que permita el 
establec imie nto de estrategias, es que existen prue bél s o encues tas que se 
ll evan a ca bo. determinando a través de reactivos informa ción especializada 
sobre los aspec tos que se deseé\ investigar. 
Por ejemplo para la detección de problemas de conducta se han utilizado 
varios ins trume ntos que permite n obtener información confiabl e. de pe ndie ndo 
de l inte rés de l investigador . por eje mplo , ex is te n tres escéllas estand é! ri zadas 
que han s ido utili zadas ampliamente para es tudiar desórdenes de conducta en 
los niños. La li s ta de control de identificación de proble mas de conducta de 
Walker (WPBIC), es una esca la que consta de 50 reactivos es tandarizada en un 
gran núme ro de individuo s. Fue diseñada para ser usada por maestros para 
es tudiar la conducta de los niños en e l salón de clases. Las normas para e l 
WPIBC no fueron proporcionadas para el estudio de los niños por parte de sus 
padres, sin embargo la aplicabilidad de esta escala e n e l estudio de los 
problemas que ocurren en casa es limitada. 
En contras te. la Escala para la medic ión de conductas ele Becker. fue 
desarrollada para ser comple tada por los padres y conti ene un octavo reactivo : 
la escala de problemas de conducta (Patterson y Fagot. 1967), e n ésta se les 
pide a los padres que califiquen a su hijo en diferentes dime nsiones como lo 
son: decidido/ indec iso, dominante / sumiso: rudo/ sens ible . La n<tturaleza el e la 
escala hace que ésta sea útil para medir las actitudes ele los padres (Patterson , 
34 
Cob y Ray, 1973), aunque no describe el problema de conducta específico que 
presenta el niño. 
El tercer instrumento. y posiblemente el más utilizado para el estudio de 
los desórdenes ele conducta del niño. es la lista de problemas de conducta de 
Peterson-Quay (Peterson y Quay, 1975). Esta escala que consta de 55 
reactivos contiene tres subescalas primarias: conducta problemática, 
personalidad problemática e insuficiencia-inmadurez. La escala de conducta 
problemática es una escala, relativamente breve, de 3 puntos ele medición, 
contiene 16 reactivos. i\luchos ele los reactivos describen a grandes rasgos 
categorías conceptuales (por ejemplo: irresponsabilidad, impertinenci<-i. 
irritabilidad) más que problemas e specíficos. 
Justificación 
El maltrato infantil constituye un problema ele salud pública de primer 
orden del que se derivan graves consecuencias sociales e individuales 
(Siclebotham y Heron, 2006). Los estudios de prevalencia ele la violencia a 
menores ponen ele manifiesto la relevancia de esta en diversas sociedades(May-Chahal & Cawson, 2005). Los estudios han mostrado que estos niños 
suelen tener desde muy temprano dificultades para relacionarse de forma 
adecuada con otros niños. En comparación con otros niños de su edad que no 
han sufrido maltrato, tienden a ser más agresivos en sus relaciones con iguales, 
aparecen con más frecuencia conductas como la agresión física, la amenaza, el 
insulto. tienden a no compartir cosas con sus iguales, etc ( Simón Rueda y cols. 
2000). 
Existen diferencias en las formas de relacionarse con el medio en función 
del tipo de maltrato sufrido. tllientras que los niños que han sufrido maltrato 
físico muestran conductas caracterizadas por la agresividad y evitación de la 
interacción con iguales, los niños que han sufrido negligencia muestran un 
35 
mayor retraimiento, aislamiento y dificultades para mostrar afecto ( l\lueller y 
Silverman, 1989). 
Las deficiencias en la interacción social de los niños maltratados respecto 
a los no maltratados se manifiestan tanto en la cantidad como en la calidad ele 
las conductas de participación social. Es decir, no sólo interactúan menos sino 
que además cuando lo hacen es con menos entusiasmo, menos imaginación y 
con menos capacidad para disfrutar ele esa relación Oacobson y Straker, 1982) 
Los malos tratos en la infancia amenazan seriamente la capacidad del 
niño ele alcanzar con éxito un objetivo fundamental del desarrollo psicosocial: la 
exploración e incorporación en su entorno social 
Por lo tanto, el objetivo del presente estudio fue determinar la re lación 
entre los problemas de comportamiento infantil y el maltrato infantil en una 
muestra ele niños escolares. 
36 
MÉTODO 
Participantes 
Participaron 200 madres de menores escolares de 6 a 1 O años. de los 
cuales 100 fueron detectados por los maestros con problemas de conducta. El 
resto, los otros 100. eran considerados sin algún problema de conducta, ele 
acuerdo a las consideraciones ele los maestros de grupo. Encontranclose las 
siguientes fr ecuencias ele menores con y sÍn problemas ele conducta: 
De las madres con menores con problemas ele conducta. por rango ele 
edad se encontró a la mayoría, entre los 31 y 35 años, siendo mujeres en edad 
productiva que hacen muchas actividades de manera regular, aunado a e llo si 
durante su niñez fueron víctimas ele maltrato. repitiendo esquemas de crianza. o 
bien por evadir la responsabiliclacl del cuidado, problemas ele comunicación. 
(Barcelata, 2005), en base a esta situación. la generación de estrés, bajo nivel 
de tolerancia, enojo, irritabilidad y algún otro malestar ocasiona el maltrato 
psicológico y físico, principalmente hacia los menores. 
En cuanto a la escolaridad. la mayoría se encuentra con nivel ele estudios 
de secundaria, en 29 ele las entrevistadas. seguidas por las que cuentan con 
preparatoria concluida en 17 ele los casos, ele manera comparativa. se 
encontraron a 2 madres con el menor nivel que es primaria inconclusa . y 11 que 
tienen mayor nivel escolar, li cenciatura concluida. Aunque este factor no es 
determinante para evitar el maltrato, contrariamente a varios de los autores ya 
mencionados. 
Respecto a la ocupación, se halló que la mayoría de las madres (42), se 
dedica al hogar, seguidas de 27, que trabajan como empleadas, y en el otro 
extremo, de manera igualitaria (1) que se dedican a actividades como: empleada 
doméstica, asistente e jecutiva, área de control. empleada federal y peluquera. 
Por estado civil, se encontró a la mayoría (68) casadas o con pareja , y 32 
personas solteras/divorciadas/separadas; aún cuando la mayoría de la s madres 
tienen pareja, esto no es una condición importante que pudiese evitar el 
maltrato hacia los menores: ya que habría que considerar la dinámica familiar 
que ex iste, y la situación específica de cada caso. 
37 
Por otro lado, acerca de la edad de los menores en donde más se ubico a 
los que presentan problemas de conducta, fue a los 10 años, con un total de 35 
casos; coincidiendo con lo encontrado por i\luffitt. (1998), respecto a que los 
menores entre los 6 y los 12 años. presentan conductas antisociales como 
necedad. berrinches, conducta negativista y clistractibiliclad; aunque ele 1m111era 
general los menores con problemas se ubicaron desde los 6 años de edad. 
De manera paralela, se encontró también que de los niños, 57 presentan 
conductas problemáticas, más que las niñas. apoyando lo encontrado en la 
Encuesta de Maltrato Infantil y Factores Asociados (2006) realizada por e 1 
Instituto Nacional ele las i\lujeres. 
De las madres entrevistadas con menores sli1 proble mas ele conducta. se 
encontró por rango de edades. que la mayoría se encuentra en una edad media 
de 31 a 35 años, coincidiendo con el grupo ele madres ele menores con 
problemas de conducta, siendo madres jóvenes que aún se encuentran en la 
etapa productiva de la vicia, con responsabilidades como el trabajo, los hijos. la 
pareja y en otros casos, las que se dedican al hogar y al cuidado ele los hijos. Al 
tener las mismas actividades a realizar. esto no representa para ellas. un factor 
que haya incidido en la aparición de problemas de conducta en sus hijos, lo que 
pudiera deberse a los estilos de crianza o a la organización familiar, al apoyo 
que reciben de otros familiares o bien a otros factores. 
En el nivel de escolaridad, se encontraron a 24 madres de familia, que 
cuentan con nivel escolar de preparatoria, seguidas por las que tienen 
secundaria (21), 19 con Licenciatura y 1 con nivel de Maestría; del total de 
madres entrevistadas se encontraron 75 con pareja ; respecto a la ocupación, la 
mayoría de ellas 17, con una actividad remunerada corno empleadas: y el resto 
en actividades como: asistente educativa, costurera. empleada doméstica, entre 
otras actividades. De esta forma, podría inferirse que el contar con mayor nivel 
38 
de escolaridad es una ventaja para el eierc1c10 de su rol corno madres de 
familia . 
39 
Escenario 
La investigación se e fectuó en la Escuela Primaria Ofic ial "Maestra 
Dionis ia Za mora Pallares" , ubi cada e n la Delegaci<m Políti ca Migue l l lidalgo. en 
e l Distrito Fede ral. 
f\ laterial e instrumentos 
Materiales 
Lápices 
Cues tionarios 
Instrumentos 
Se ap licaron los siguie ntes instrumentos ele evalua ción: 
Inventario de Comportamie nto Infantil CECBJ) CEyberg & Ross, 1978) que 
cons ta el e 36 preguntas (que re presentan las conductas más frecuente me nte 
señaladas por los padres de niños con trastornos el e conducta) y a las que 
responde n los padres bajo dos puntos el e vista: frecu encia de rea li zación ele 
distintas conductas proble mát icas. y la percepción por los pa dres ele una 
determinada conducta como un problema. 
l\l ecliante el ECBI, la frecue ncia de conductas problemas durante los 
últimos 3 meses se valora a través de una escala tipo Likert que va desde 1 
(nunca) a 3 (sie mpre). La s uma de las 36 preguntas ll amada "inte ns idad" o PTI 
(puntuación total de intens idad) oscila entre 36 y 252. La perce pción por parte 
el e los padres ele una conducta como preocupante o pro ble ma es un a variable 
dicotómica que se valora como ü o 1 y su suma. llamada "proble ma" o 1-'TP 
(puntuación total problema) osci lan el e O a 36. 
Esca la para la de tección de madres maltratadoras (Pérez, 2008). Es una 
escala que nos proporciona información sobre las estrategias di sc iplinarias que 
la madre utili za con el niño. de modo que puede de tec tarse s i hay indicios ele 
40 
maltrato físico o emocional de la madre hacia e l niño y en qué medida están 
presentes. Consta de 107 reactivos que describen comportamientos que la 
madre utiliza al interactuar con e l niño. J:stos deben ser contestados por la 
madre a través ele una escala tipo Likert que señale con qué frec uenc ia utili za 
esas estrategias disciplinarias con e l niño (Siempre, Casi siempre, Uara ocasión 
y Nunca). 
VariablesVariable Dependiente 
Son las puntuaciones obtenidas en la aplicación de l Inventario de 
Comportamiento Infantil (ECBI) 
Variable Independiente 
Son las puntuaciones obtenidas en la aplicación de la Escala para la 
detección de madres maltrataclora s. 
Procedimiento 
Inicialmente se acudió a la esc ue la pnmar1a, previa autorización ele la 
directora titu lar. Se solicitó a las maes tra s (os) informaran, que menores tenían 
ide ntificados con problemas ele conducta y se presentaron a la psicóloga , las 
maestras (os) de grupo, hicieron una invitación a las madres de famil ia a 
participar en la investigación. por lo que se acordó con las maestras de grupo, 
que la apli cación se efectuaría e n los días que se te nían fijados para la firma de 
bole tas, destinándose para tal e fecto e l sa lón ele cada grupo, e n donde se 
encuentran inscritos los me nores con y sin problemas ele conducta. 
La psicóloga expl icó que e l objetivo el e los cuestionarios y ele la 
investigación en general era conocer dimo se relacionan sus prácticas 
disciplinarias y la conducta de su hijo . Explicando también que se trataba de dos 
41 
cuestionarios, el primero, dedicado a preguntas que exploran las prácticas 
disciplinarias que llevan a cabo con su hijo y que el siguiente instrumento, 
busco evaluar que proble mas son los más comunes de su hijo. 
En seguida, se les dio a leer un consentimiento infornrnclo en donde se les 
explico que su colaboración es voluntaria y que podrían declinar su 
participación sin problemas. Aclarándose las eludas que surgieran y se procediú 
a entregar los cuestionarios. 
Se les entregaron a las madres, los dos cuestionarios (Prácticas 
disciplinarias e Inventario Eyberg). Se permaneció en el salón ele clase para 
aclarar dudas sobre las preguntas o algún comentario que surgiera. Al momento 
de entregarlos, se aclararon algunas dudas y se escucharon comentarios sobre 
las preguntas, mencionando algunas madres de familia que eran repetitivas, y 
en el caso ele dos personas consideraron que algunas ele ellas eran 
particularmente agresivas; por ejemplo el caso de la pregunta sobre si habían 
sido abusadas, se les explicó que el cuestionario fue diseñado de esa forma 
para detectar si ellas habían sufrido algún tipo de maltrato o abuso que pudiera 
influir en la disciplina que aplicaban con sus hijos. Finalmente, se agradeciú su 
participación y se les reiteró que sus respuestas servirían para establecer 
estrategias de atención para los menores que presentan conductas 
particularmente problemáticas, sin dejar de lado aquellas conductas de los 
menores no considerados con problemas como tal, pero que la conducta 
específica que presentan sobre algunos aspectos les representaba cierto grado 
de confrontación con ellos. 
42 
Resultados 
Para el procesamiento ele la información se utilizó el paquete estadístico 
SPSS. Los principales análisis se enfocaron en las mediciones de las conductas 
problemáticas de los niño, si representaban o no un problema para sus madres y 
la existencia de maltrato físico y/o psicológico. A fin ele realizar las 
comparaciones entre grupos, se empleó la prueba t de stuclent y un análisis ele 
varianza. 
En la Tabla 1 se presentan los resultados ele la comparación ele los dos 
grupos ele madres. en donde no se observa una diferencia significativa en 
cuanto a la frecuencia de los problemas de conducta en el grupo ele niños con 
problemas ele comportamiento en relación a los niños "norma les" . 
Tabla l. Promedio de respuestas de las madres de los dos grupos en relación a 
Ja frecuencia de Jos comportamientos problemáticos de sus h/ios. 
l\ledia Desviación F p 
Estándar 
Grupo problemas 101 97 34 ,58 .08 
de conducta 
Grupo sin 100 86 
problemas de 
conducta 
Entre las principales conductas que presentan los menores y que las 
madres consideran como un problema se encuentran: 
'*' Llora fácilmente 
+ Se tarda en comer 
+ Se tarda en hacer la tarea 
'*' Maltrata sus juguetes 
+ Pelea con su hermano (a) 
43 
'* Tiene dificultad para terminar lo que inicia 
En la Tabla 2 se presentan los resultados ele la comparación ele los dos 
grupos de madres respecto a si considera como problema los comporU1mientos 
inadecuados de sus hijos. en donde se observa una diferencia significati\·a en 
cuanto en el grupo de niños con problemas de comportamiento en relaci<m a los 
niños "normales". 
Tabla 2. Promedio de respuestas de las madres de Jos dos grupos en relación a 
Ja percepción como problemáticos Jos comportamientos de sus hijos. 
l\ledia Desviación p 
Estándar 
Grupo problemas 62.15 6.58 131A8 .00 
de conducta 
Grupo sin 60.15 6.11 
problemas de 
conducta 
Dichas conductas representan un problema para las madres. refiriendo 
que se presentan ele manera frecuente sin que puedan resolverlo de una forma 
adecuada, y al verse rebasadas en el control de las mismas, entran en una 
situación de desesperación que las hace aplicar solul:Íones inmediatas corno 
son: los gritos, r·egaños. castigos; esto de manera indiferenciada, es decir. 
ejerciendo maltrato físico o emocional. 
Respecto a esta variable, Escala para la detección de madres 
maltratadoras se observan diferencias significativas entre las dos muestras en 
el sentido que las madres del grupo de niños con problemas de conducta 
muestran maltrato físico y emocional bajo, en relación con las madres de los 
niños del grupo ele comparación, lo cual se muestra en la Tabla 3. 
44 
Tabla 3. Puntajes obtenidos a través de la Escala para la detección de madres 
maltratadoras de los dos grupos de madres. 
Grupo con Grupo sin f p 
problemas ele proble1m1s ele 
conducta conducta 
l\Jaltrato Físico 55 27 852.379 .00 
(Bajo) 
Maltrato 154 27 230.89 .00 
Emocional 
(Bajo) 
Frecuencia ele 56 55 0.091 .76 
Problemas 
Conducta 
40-57 Maltrato físico bajo 
81-160 Maltrato emocional bajo 
De manera particular, se encontró que más de la mitad ele las madres 
encuestadas, presentaban conductas ele maltrato hacia su menor hijo (a). 
derivado de las conductas que se mencionan, tales como: regañarlo, gritarle , 
enojarse, desquitarse, pegarle, jalonearlo, dañarlo emocionalmente, irritarse 
cuando no hace las cosas como ella quiere. mostrar una actitud fría, atenderlos 
como una obligación, y ser intolerante; lo que se corresponde con los íterns 
señalado anteriormente, permitiendo confirmar la presencia tanto de maltrato 
físico como psicológico 
45 
Discusión 
Es importante mencionar que la población escolar que asiste a esta 
esc ue la primaria oficial. es tá cons tituida principalmente por menores que 
provienen ele hogares en donde la mad re es la jefe el e fa mili a. s ie ndo ú111ca y 
exclus ivame nte la encargada de la e ducación, guía y man ute nción de los 
menores; lo que permite confirmar de ac uerdo a los resultados ele estudios ya 
mencionados. que exis te maltrato fí s ico y emoc ional que puede ser producto de 
la responsabilidad que ti e ne n por cumplir con dichos aspec tos . manifes tado en: 
'~' Generación el e es trés. 
, • . l\l a l humor. 
+ Baja toler ancia a la frustración , etc. y las lleva a e jercer 
estos tipos de maltrato. 
El 50% el e las madres e ntrevis tadas, se ded ica al hogar, lo que s ignifica 
que pasa m<Í s ti e mpo con e l menor en casa una vez que éste sa le de la esc ue la, 
haciendo que e l estrés sea ma yor por estar casi única y exclusivamente al 
cuidado ele él o de ellos: no tene r otras satisfacciones pe rsonales como: el 
trabajo, dis tracciones, ti e mpo para establecer relaciones personales o vis itar a 
familiares. 
De la misma manera , es importante cons iderar e l nive l de escolaridad, 
respec to a los me nores que prese ntan problemas de conducta, se encontró que 
un 23% de las madres de familia cue nta con estudios de secundaria, e l 2% del 
total ti ene primaria inconclusa, en comparación con e l ni ve l máximo de estudios 
que es de li cenciatura . Hall ándose que aún eneste nive l. exis te n casos de 
maltrato infantil , que si bien es cierto , en menor medida , aun así se presenta . 
De manera paral ela, se ha encontrado en estudios como e l r ea li zado en 
Chile por Unicef. (2006) que por un lacio, la madre analfabeta es quie n eje rce 
mayor violencia fí sica leve, .mientras que la que tenía nive l medio incompleto 
46 
ejerce más violencia física grave en contraparte; las madres con nivel 
universitario e¡ercen mayor violencia o maltrato psicológico. En comparación 
con los padres, que a menor educación, presentan mayor nivel de maltrato 
físico hacia los menores. Lo que da cuenta que el problema clel maltrato infantil 
ocurre en cualquier lugar en un porcentaje importante que requiere la atención 
interdisciplinaria de las instituciones gubernamentales y ele la sociedad en 
general. 
Respecto al nivel soCioeconóm1co las madres que pertenecen al med io 
bajo o bajo, son las que en mayor número maltratan físicamente al menor. en 
contraste con las ele nivel alto. que eiercen un maltrato emocional. 
específicamente. Lo que hace considerar que el aspecto económico influy e ele 
manera importante en Ja presencia de maltrato físico, debido a otras causas, 
además de las ya descritas anteriormente: presión de las madres de familia para 
cubrir las necesidades básicas de sus hijos, la falta ele apoyo del cónyuge. el 
desempleo. o los bajos salarios. 
Por otro lado. se encontró que el 55% de los menores que mostraron 
problemas de conducta se refieren al género masculino , lo que confirma lo 
encontrado por autores como: White, (l\fouffit, Earls. Robins y Silva, 1990). 
Aunque no difiere de manera significativa con la aparición de problemas en las 
niñas. 
Se encontró que el 68% ele las madres que refieren problemas ele 
conducta ele su menor hijo. cuentan con una pareja, lo que vendría a confirmar 
lo señalado por Foncerrada, (1982): que la psicodinámica familiar influye e n e l 
comportamiento ele los menores detectados. al igual que A bid in. (1996) 
respecto a las características de Jos padres: el grado de compe tencia con el que 
se perciben, su aislamiento social. su nivel de apego al niño, su estado ele salud. 
su incapacidad para desempeñar su rol como padres, su depresión y el apoyo 
que reciben ele su cónyuge; así como variables contextuales (v. g. los 
47 
estresores de la vida) que influyen en su habilid ad para responder 
efec tivamente ante la conducta de s us hijos. 
Al igual, se ha e ncontrado en los padres, que la inmadurez. la 
inexperiencia , la impul s iv idad. la depresión, la hostil idad, e l r echazo, e l 
temperamento negativo, Ja incompe tencia, e l senti rse agob iado por su papel 
como padres, y la falta de apego hacia sus hijos se re lac ionan con e l 
comportamiento agresivo de los niños (Aya la, 2000, Frick , 1992, Olweus. 1979. 
Patte rson , 1982). 
Respecto a los me nores a que hicieron re fe re ncia las madres 
entre vistadas. contest<tron que <t i no obtener lo que desea n, pre sentan 
conductas de berrinches. <tctitucles re tadoras. lloran fac ilmente, son poco 
tolerantes; situación que Jos hace receptores de una conducta de violencia, 
aunque las madre s no aceptan ele manera real que eje rcen maltrato físico y 
ps icológico, principalmente. 
En base a l postulado el e que la mecánica del maltrato infantil atrapa a los 
actores en una dinámica ba sada en la desigualdad ele condiciones físicas . 
intelectuales y morales. lo que impide la terminación ele esa s ituac ión a no ser 
mediante otro acto violento como podría ser e l swódio. 
Es importante considerar que las consecuencias en e l me nor víctima de 
maltrato infantil pueden actua r como factores que contribuyen para la 
consumación de conductas s ui cidas. (Páramo, 2007) Se habla e ntonces de que 
trastornos cognitivos del estado de ánimo , de identidad, de l apego. Ja 
desesperanza y e l dolor e mocional. propios del maltrato, pueden fa vorecer el 
s uicidio. 
Los malos tratos e n la infancia han s iclo asociados al s ui cidio en adultos e 
incluso la gravedad de l maltrato in fan til puede ser una dete rminante de la edad 
en que se lleva a cabo la primera te ntati va suic icl <t y de la cantidad el e 
tentativas; es decir , s i la frec ue ncia o severidad del maltrato infantil del que se 
48 
hizo víctima a un menor fueron elevados, la probabilidad ele que el pnmer 
intento suicida tenga lugar antes ele los 20 años se incrementa notablemente. 
(Páramo , 2007) 
Se considern que alrededor ele dos terceras partes ele las conductas 
violentas hacia los niños ocurren en la casa del agredido o son provocadas por 
las personas que deben ocuparse ele su cuidado. 
Algunas de las secuelas del maltrato infantil podrían estar funcionando 
como variables de riesgo o precurrentes como: detenciones en el desarrollo y 
trastornos cognitivos, con su potencial impacto en el juicio ele realidad y en el 
estadio del concepto ele muerte: trastornos de presivos y en general de la 
regulación ele afectos: de la identidad y el apego; trastorno por estrés 
postraumático simple o complejo, y algunos otros reconocidos en el DSMIV- TR 
como trastornos somatomorfos, bipolares, esquizofrénicos y reactivo ele la 
vinculación. (Páramo. Chávez-I Iernánclez. 2007) 
Varios autores. como Soni-1\Jisrachi, 1989, l\Jarcovich. 1997. Papalia & 
Wenclkos, 1997 coinciden en que las características ele un menor agredido son 
aplanamiento emocional, limitaciones para experimentar placer, clesorganizaciún 
conductual , hipervigilcmcia, dificultades en el establecimie nto de vínculos 
afectivos. inseguridad, baja autoestima. depresión . antisociabilidacl, bajo o mal 
funcionamiento cognoscitivo y académico. reflejado en bajo aprovechamiento 
escolar, aumento en la probabilidad de presentar trastornos más severos como 
el trastorno de ansiedad por estrés postraumático. 
En cuanto a la crianza ele los hijos , las dimensiones de control. afecto y 
grado de implicación constituyen pilares fundamentales en la educación de los 
hijos y son las variables que mejor predicen un buen estilo educativo y la 
calidad de las relaciones paternofiliales (Cario. Raffaelli, Laible & l\Jeyer. 1999) 
Estos factores inciden sobre la cohesión familiar y el grado ele 
adaptabilidad y la caliclacl de la comunicación entre los miembros ele la misma 
49 
familia , que pueden fa vorecer o enturbiar tanto la cohesión como la 
adaptabilidad (González-Pineda, et al. . 2003). 
Las re lac iones que fomentan vínculos cá lidos y apoyos entre ambos. 
progenitores y prole, estimulan una atmósfera apropiada y abierta a los 
mensajes paternos. Jgualmente , la ca lidad de la relación aumenta la motivación 
y la capacidad de escucha de los hijos hac ia los mensajes parentales y, con e llo, 
potencia e l desarrollo soc ial (Bandura. 1986, 2001). Las re laciones de apoyo. 
ade más, estimulan e l sentido de la efi cacia per sonal y ésta, a s u vez. influye en 
la calidad de l funcionamie nto afectivo y del comportamiento (Bandura . Caprara. 
Barbaranelli. Gerb in o & Pastore lli . 2003). 
Los estilos ele crianza varían en funci<'>n de las variables personal es por lo 
que se hace necesario un análisis de la interacción entre dichos estilos de 
enanza y las variables temperamentales y sociocognitivas si querernos 
establecer un pe rfil ele riesgo el e la cond ucta desaclaptacla o el e los factores que 
pote ncian o motivan una conducta adaptada socialme nte (Kilgore. Snycl er & 
Lentz , 2000) !'des tre. e t al. , 2003). 
Según Campbell y cols. (2000) la s consecue ncias de manera externa, se 
refiere a los problemas que manifiestan los niños en el ambiente externo como: 
hiperactividad , conducta disruptiva y agres ividad e interna; que es lo 
psicológico como cohibido, ansioso , deprimido. Y en algunos casos puede 
manifestarse de mane ra ex trema en casos de suicidio infantil y delitos como e l 
homicidio. 
Otros autores como: Crooks.

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