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UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO POSGRADO EN CIENCIAS DEL MAR Y LIMNOLOGÍA RESPUESTAS FENOTÍPICAS A UN DEPREDADOR EN Agalychnis dacnicolor (Anura: Phyllomedusidae) EN POZAS TEMPORALES EN UN AMBIENTE ESTACIONAL TROPICAL TESIS QUE PARA OPTAR POR EL GRAD DE: MAESTRA EN CIENCIAS PRESENTA: LAURA BIBIANA LARIOS LLAMAS TUTOR PRINCIPAL: Dr. Andrés García Aguayo Estación de Biología Chamela, Instituto de Biología, UNAM COMITÉ TUTOR: ❖ Dr. Oscar Flores Villela; Facultad de Ciencias, UNAM ❖ Dr. Javier Alcocer Durand; Facultad de Estudios Superiores Iztacala UNAM ❖ Dra. Elizabeth Ortega Mayagoitia; Facultad de Estudios Superiores Iztacala UNAM ❖ Dr. Adrián Nieto Montes de Oca; Facultad de Ciencias, UNAM CD. MX., MARZO, 2019 UNAM – Dirección General de Bibliotecas Tesis Digitales Restricciones de uso DERECHOS RESERVADOS © PROHIBIDA SU REPRODUCCIÓN TOTAL O PARCIAL Todo el material contenido en esta tesis esta protegido por la Ley Federal del Derecho de Autor (LFDA) de los Estados Unidos Mexicanos (México). El uso de imágenes, fragmentos de videos, y demás material que sea objeto de protección de los derechos de autor, será exclusivamente para fines educativos e informativos y deberá citar la fuente donde la obtuvo mencionando el autor o autores. Cualquier uso distinto como el lucro, reproducción, edición o modificación, será perseguido y sancionado por el respectivo titular de los Derechos de Autor. RESPUESTAS FENOTÍPICAS A UN DEPREDADOR EN Agalychnis dacnicolor (Anura: Phyllomedusidae) EN POZAS TEMPORALES EN UN AMBIENTE ESTACIONAL TROPICAL TESIS QUE PARA OBTENER EL GRADO ACADÉMICO DE: MAESTRA EN CIENCIAS PRESENTA: LAURA BIBIANA LARIOS LLAMAS TUTOR PRINCIPAL: Dr. Andrés García Aguayo Estación de Biología Chamela, Instituto de Biología, UNAM COMITÉ TUTOR: ❖ Dr. Oscar Flores Villela; Facultad de Ciencias, UNAM ❖ Dr. Javier Alcocer Durand; Facultad de Estudios Superiores Iztacala UNAM ❖ Dra. Elizabeth Ortega Mayagoitia; Facultad de Estudios Superiores Iztacala UNAM ❖ Dr. Adrián Nieto Montes de Oca; Facultad de Ciencias, UNAM MÉXICO, CD. MX., MARZO, 2019 AGRADECIMIENTOS Al posgrado de Ciencias del Mar y Limnología de la UNAM, por darme la oportunidad de realizar la Maestría en su Instituto, gracias por la oportunidad de tomar las clases y poder adquirir el conocimiento adecuado para mi crecimiento profesional y personal durante mi Maestría. Al Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (CONACYT) por la beca otorgada para llevar a cabo mi estancia en la Ciudad de México y poder cursar mis créditos adecuadamente durante la maestría, sin duda un apoyo fundamental para mis estudios. Al proyecto PAPIIT IN-204713 que fue otorgado al Dr. Andrés García Aguayo, por el apoyo esencial para el trabajo de campo y laboratorio de este trabajo de investigación, además de proporcionarme los medios monetarios para mi estancia en la Estación de Biología Chamela, UNAM, área de estudio de la investigación. Al Dr. Andrés García Aguayo, por su ayuda incondicional personal y profesional durante la realización de este trabajo, gracias por los conocimientos compartidos básicos para la investigación. A la Dra. Elizabeth Ortega Mayagoitia por su apoyo durante la investigación y en cada tutoral, así como por la ayuda incondicional y tiempo invertido durante el análisis estadístico de datos y revisión exhaustiva de la tesis, gracias por siempre tratar de enriquecer mi trabajo y mejorar en todos los sentidos la investigación. Al Dr. Javier Alcocer Durand, Dr. Adrián Nieto Montes de Oca, y Dr. Oscar Flores Villela por sus comentarios, y revisiones para el mejoramiento del trabajo durante los tutorales y como jurado de tesis. A los profesores Efrén Pérez Vázquez de la facultad de Química (Departamento de Matemáticas); y Margarito Álvarez Rubio del Instituto de Ciencias del Mar y Limnología, ambos de la UNAM, por su orientación en los análisis estadísticos de esta investigación, gracias por el tiempo invertido. AGRADECIMIENTOS PERSONALES Al Dr. Andrés García Aguayo por tu apoyo y asesoría incondicional a lo largo de toda la investigación, tus enseñanzas me motivan siempre a aprender más, gracias por los consejos, regaños y ayuda para guiarme durante la licenciatura y maestría, por siempre estar dispuesto a compartir tus conocimientos, tiempo y trabajo conmigo, y por impulsarme a continuar en mis estudios. Gracias por mostrarme esa pasión que te caracteriza por tu trabajo que me hace esforzarme para ser cada vez mejor. A mi familia, mis padres, hermanos y sobrinos por el sustento incondicional, cariño, preocupaciones, apoyo infinito, y sobre todo por darme en todo momento la libertad de elegir mi camino y apoyarme en mis decisiones, por toda mi educación, valores, experiencias, enseñanzas e impulso puestos en mí. A Sylvia Margarita de la Parra Martínez, gracias amiga por todo el apoyo que brindaste primero con un hogar al llegar a la Ciudad de México y posterior por la disponibilidad de compartir conmigo tus conocimientos y experiencias, durante mi maestría y sobre todo gracias por aquellos buenos consejos que me hacían crecer profesional y personalmente. Eres un ejemplo para seguir como doctora, gracias por todos los consejos en el escrito. Al equipo de biólogos y voluntarios que fueron mis acompañantes de campo y mis cómplices durante esta experiencia: Penélope Hernández, Jesús Ernesto Caravantes Estrada, Patricia Paola Urías Días, Guadalupe Adriana Rojo Audelo, Nefris Etelvina Jacinto Flores, gracias por su gran apoyo tanto en las salidas de campo como en el montaje del experimento en laboratorio, por coser a la par conmigo las mallas, por cortar y armar cada jaula, gracias por su ayuda en este trabajo. A Enrique Ramírez García por el apoyo con la toma de algunas de las fotografías utilizadas en este trabajo. Gracias por las sugerencias y consejos fotográficos para mejorar este trabajo. A la Dra. Elizabeth Ortega Mayagoitia, porque con su apoyo durante cada revisión de la tesis, me ayudo en mi formación durante la maestría y también en mi crecimiento profesional, gracias por todas aquellas recomendaciones, y por el tiempo invertido que sin duda hizo crecer esta investigación, muchas gracias por confiar en mí. A mis amigos Marisa Estephania Cárdenas Barajas, Yalina Morales Ramos, Carlos Uriel Méndez Velasco y Roberto Salazar Aragón, por siempre estar presentes en todos los buenos y malos momentos, gracias por el apoyo y paciencia que le brindan a mi vida. Al Dr. Jorge Humberto Vega Rivera y a la Dra. María Eugenia González del Castillo, por sus consejos, los buenos momentos compartidos y aportaciones positivas a mi persona, gracias por creer en mí, por apoyarme en todo momento y sobretodo por sonreír a mi lado. A la Estación de Biología Chamela del Instituto de Biología de la UNAM por el apoyo logístico y las facilidades mostradas al permitir la realización del proyecto en la Reserva de la biosfera de Chamela-Cuixmala. ÍNDICE TEMÁTICO RESUMEN ........................................................................................................................................... 1 ABSTRACT ......................................................................................................................................... 2 I. INTRODUCCIÓN .............................................................................................................................. 3 II. ANTECEDENTES ............................................................................................................................ 9 III. PREGUNTA DE INVESTIGACIÓN ...............................................................................................12 IV. HIPÓTESIS .................................................................................................................................. 13 V. OBJETIVOS .................................................................................................................................. 14 5.1 Objetivo general. .................................................................................................................... 14 5.2 Objetivos particulares. .......................................................................................................... 14 VI. MÉTODOS ................................................................................................................................... 15 6.1 Área de estudio ...................................................................................................................... 15 6.1.1 Importancia de la temporalidad de lluvias en el área de estudio. ........................................ 16 6.2 Determinación de la presencia y distribución de los depredadores acuáticos potenciales ....................................................................................................................................................... 18 6.3 Condiciones ambientales de las pozas con presencia de depredadores y renacuajos; eventos de depredación .............................................................................................................. 19 6.4 Identificación del depredador. .............................................................................................. 20 6.5 Diseño experimental .............................................................................................................. 20 6.6 Observación mediante videograbaciones ........................................................................... 25 6.7 Variables morfológicas ......................................................................................................... 26 6.8 Análisis estadísticos ............................................................................................................. 28 VII. RESULTADOS ............................................................................................................................ 29 7.1 Presencia y distribución de los depredadores acuáticos potenciales .............................. 29 7.2 Condiciones ambientales de las pozas con presencia de depredadores y renacuajos; eventos de depredación .............................................................................................................. 34 7.3 Respuestas fenotípicas de los renacuajos ante la presencia de un depredador y cambios en la densidad. ............................................................................................................................. 38 7.4 Peso de los organismos ........................................................................................................ 41 7.5 Etapas de Gosner .................................................................................................................. 42 7.6 Observación mediante videograbaciones ........................................................................... 44 VIII. DISCUSIÓN ................................................................................................................................ 47 IX. CONCLUSIONES ......................................................................................................................... 51 X. LITERATURA CITADA ................................................................................................................. 52 XI. ANEXOS ...................................................................................................................................... 61 Anexo 1. Relación entre la abundancia de los depredadores con respecto al tamaño de la poza, sedimento presente en la poza y la poza como tal ......................................................... 61 Anexo 2. Comparaciones de medias .......................................................................................... 62 Anexo 3. Medición del comportamiento de evasión por parte de los renacuajos con respecto a la presencia del depredador y cambios de densidad (8, 16 y 32 individuos) ...................... 63 ÍNDICE DE FIGURAS Figura 1. Descripción gráfica del acomodo y numeración de las pozas en el arroyo “El Zarco”. ...... 19 Figura 2. Diseño experimental factorial. El factor Depredador tiene dos niveles: Ausencia y presencia; y el factor de densidad de renacuajos tiene tres niveles: 8, 16 y 32 organismos, dando 6 tratamientos. El tratamiento 1 es el 8R-Dep (densidad 8, sin depredador), el tratamiento 2 es 8R+Dep (densidad 8, con depredador), y así sucesivamente. Se ilustran todas las réplicas que tuvo cada tratamiento. .... 22 Figura 3. Parte superior: Etapas de la 23 a la 25 de Gosner (Figura tomada de Gosner, 1960); Parte inferior etapas 25 y posterior en renacuajos de Agalychnis dacnicolor del experimento. .................. 23 Figura 4. Distribución y acomodo de las jaulas dentro de cada una de las peceras de los tratamientos y peceras sin jaulas usadas para los controles. ................................................................................. 23 Figura 5. Descripción gráfica del experimento en laboratorio en el que se explica el procedimiento realizado día con día durante 4 días a la semana, por 5 semanas. ................................................... 25 Figura 6. Descripción del método de observación de videograbaciones........................................... 27 Figura 7. Localización de los siete ejes tomados, para los análisis de morfología de Agalychnis dacnicolor. ......................................................................................................................................... 27 Figura 8. Abundancia relativa de las familias de depredadores presentes en los tres tamaños de pozas estudiados ......................................................................................................................................... 30 Figura 9. Abundancia relativa de las familias de depredadores presentes en los cuatro tipos de sedimentos de las pozas en estudio .................................................................................................. 30 Figura 10. Porcentaje de cobertura foliar en las 53 pozas muestreadas durante la investigación de campo. ............................................................................................................................................... 32 Figura 11. Porcentaje de la cobertura vegetal presente en cada una de las pozas muestreadas durante la investigación de campo. ................................................................................................................. 33 Figura 12. Porcentaje de la cobertura vegetal presente en cada una de las pozas muestreadas durante la investigación de campo. ................................................................................................................. 33 Figura 13. Número de eventos registrados por el tipo de depredador presente en las pozas seleccionadas. ................................................................................................................................... 35 Figura 14. pH correspondiente a las 17 pozas seleccionadas en el muestreo en campo. ................ 36 Figura 15. Humedad (Línea naranja) y Temperatura ambiental (Línea azul) presente a lo largo de los muestreos de las 17 pozas. ............................................................................................................... 36 Figura 16. Temperatura del agua presente en las pozas muestreadas. ........................................... 36 Figura 17. % de Oxígeno Disuelto presenteen las 17 pozas muestreadas. ..................................... 37 Figura 18. Sólidos Disueltos Totales (TDS ppm) presente en las 17 pozas muestreadas. ............... 37 Figura 19. Salinidad registrada en las 17 pozas muestreadas. ......................................................... 37 Figura 20. Cambios de los siete ejes analizados con respecto a los cambios de densidad y la presencia o ausencia de depredador. ................................................................................................................ 39 Figura 21. Promedio del avance en las etapas de Gosner, presentado por los organismos tanto en las diferentes densidades poblaciones como con ausencia y presencia de depredador. ........................ 43 Figura 22. Ejemplos del grado de desarrollo que alcanzaron los organismos al final del experimento: (de izquierda a derecha: Renacuajo 18.2 = tratamiento 1, individuo # 8, réplica 2; renacuajo 18.4= tratamiento 1, individuo # 5, réplica 4; renacuajo 216.3 = tratamiento 2, individuo # 16, réplica 3; renacuajo 330.1 = tratamiento 3, individuo # 30, réplica 1). ............................................................... 44 Figura 23. % de evitación del renacuajo con densidad 8 con respecto al depredador ...................... 45 Figura 24. Comportamiento de los renacuajos en un tratamiento de 8 individuos sin depredador ... 46 ÍNDICE DE CUADROS Cuadro 1. ANOVA del efecto del Tamaño de la poza, sedimento presente en la poza y la poza como tal con respecto a la abundancia de los depredadores presentes en estas. Cuadro realizado con el programa IBM® SPSS Statistics® versión 21. ................................................................................... 31 Cuadro 2. Número de pozas según su sedimento, tamaño y las principales familias de depredadores encontradas en estas. ........................................................................................................................ 34 Cuadro 3. Resultados del ANOVA de los efectos del Depredador y la Densidad, con las Réplicas anidadas dentro de Densidad, en las siete variables morfológicas de los renacuajos de A. dacnicolor. Se muestran las probabilidades (P) de los factores principales, su interacción y de las réplicas. ..... 40 Cuadro 4. Promedios y desviación estándar (D.E.) de los tamaños de los siete ejes morfológicos en milímetros, con respecto a los cambios de densidad y a la ausencia y presencia de depredador n = número de organismos. Diferentes números o letras en superíndice indican grupos homogéneos (a lo largo de los renglones) de los niveles de depredador (1, 2) y de densidad de renacuajos (a, b, c) en comparaciones de medias pareadas de Bonferrioni (P< 0.05) de cada variable. .............................. 41 Cuadro 5. Promedios de peso final e inicial de los renacuajos, desviación estándar y las diferencias significativas con respecto a la presencia y ausencia del depredador, y cambios de densidad ........ 42 Cuadro 6. Promedios de las Etapas de Gosner y porcentaje de crecimiento que alcanzaron los renacuajos al final del experimento con respecto a la presencia del depredador y cambios en la densidad de renacuajos. .................................................................................................................... 43 Cuadro 7. ANOVA del comportamiento del renacuajo en observación. ............................................ 45 1 Respuestas fenotípicas a un depredador en Agalychnis dacnicolor (Anura: Phyllomedusidae) en pozas temporales en un ambiente estacional tropical Laura Bibiana Larios Llamas. Instituto de Ciencias del Mar y Limnología, Universidad Nacional Autónoma de México, Circuito Exterior s/n, Coyoacán, Ciudad Universitaria, 04510 Ciudad de México, CDMX Bibi89lall@gmail.com RESUMEN La competencia y la depredación pueden afectar la estructura de las comunidades, así como rasgos a nivel de individuo de las especies que interactúan en ellas. Se analizaron las condiciones ambientales en las que se presenta la ranita verde Agalychnis dacnicolor y sus depredadores potenciales en la Estación de Chamela, dentro de la Reserva de la Biósfera de Chamela-Cuixmala, Jalisco, México, de agosto a noviembre del 2016. Posteriormente se analizó experimentalmente si la densidad poblacional y la presencia del depredador natural más abundante, producen plasticidad fenotípica (morfológica y conductual) en las larvas de A. dacnicolor. La región de Chamela se caracteriza por una marcada estacionalidad en la precipitación pluvial que se concentra a los meses de julio a octubre, por lo que la época seca se prolonga hasta por ocho meses. Se realizaron muestreos a lo largo de un transecto de 2 Km en uno de los arroyos principales de la zona, en donde se determinó en un ambiente natural las familias depredadoras de renacuajos y con ello se eligió la más común para ser usada en los experimentos, que fue la familia Notonectidae. Se hizo un diseño experimental con tres niveles de densidad poblacional (8, 16 y 32) y dos niveles de depredador (ausencia o presencia), donde se analizaron los cambios conductuales (movimiento, congelamiento) y morfológicos (7 ejes medidos). La densidad poblacional produjo cambios significativos en los 7 ejes morfológicos medidos y en el peso (densidades más pequeñas, organismos más grandes), mientras que la presencia del depredador causó que el ancho de la cola fuera más pequeño, el cual es un resultado contrario al obtenido en otros estudios. En el caso de la conducta, presentó un 64 % de evitación del depredador, encontrándose la mayoría de las veces en el lado donde el depredador estuvo ausente. Se demostró que existe plasticidad fenotípica en los organismos de la especie de estudio, aunque los cambios más notorios fueron los provocados por la densidad poblacional, no por los depredadores. Este es el primer trabajo de laboratorio realizado en el área, para la especie de estudio y bajo los parámetros establecidos en la investigación, lo que incrementa la información de la especie en particular para esta Reserva de la Biósfera, y así proponer mejores estrategias de manejo y conservación del grupo en general. Palabras clave: Renacuajos, competencia, depredación, anfibios, Chamela, morfología, conducta, plasticidad fenotípica. 2 Respuestas fenotípicas a un depredador en Agalychnis dacnicolor (Anura: Phyllomedusidae) en pozas temporales en un ambiente estacional tropical Laura Bibiana Larios Llamas. Instituto de Ciencias del Mar y Limnología, Universidad Nacional Autónoma de México, Circuito Exterior s/n, Coyoacán, Ciudad Universitaria, 04510 Ciudad de México, CDMX Bibi89lall@gmail.com ABSTRACT Competition and predation can affect the structure of communities, as well as individual-level traits of interacting species. The environmental conditions in which the green frog Agalychnis dacnicolor and its potential predators occur at the Chamela Station were analyzed, within the Chamela-Cuixmala Biosphere Reserve, Jalisco, Mexico, from August to November 2016. Subsequently it was analyzed experimentally if the population density and the presence of the most abundant natural predator, produce phenotypic plasticity (morphological and behavioral) in the larvae of A. dacnicolor. The Chamela region is characterized by a marked seasonality in rainfall that is concentrated in the months of July to October, so the dry season lasts for up to eight months. Samplings were carried out along a 2 km transect in one of the main streams of the area, where predator families of tadpoles were quantified, in order to choose the most common species in the experimental design; that was a member of the Notonectidae family. An experimental design was made with three levels of population density (8, 16 and 32 tadpoles) and two levels of predator (absenceor presence), where behavioral (movement, freezing) and morphological changes (7 measured axes) were analyzed. The population density produced significant changes in the 7 measured morphological axes and weight (smaller densities, larger organisms), while the presence of the predator caused the width of the tail to be smaller, which is a contrary result obtained in other studies. In the case of the behavior, tadpoles presented a 64% avoidance of the predator, dwelling most of the times on the side where the predator was absent. It was demonstrated that phenotypic plasticity exists in tadpoles of the studied species, although the most notorious changes were those caused by population density, not by predators. This is the first laboratory work carried out in the area, for the study species and under the parameters established in the research, which increases the information of the species inhabiting this Biosphere Reserve, allowing to propose better management and conservation strategies of the group in general. Keywords: Tadpoles, competition, predation, amphibians, Chamela, morphology, behavior, phenotypic plasticity 3 I. INTRODUCCIÓN La competencia y la depredación pueden afectar la estructura de las comunidades, así como rasgos a nivel de individuo de las especies que interactúan en ellas (Abrams, 1995; Relyea, 2000; Langerhans et al., 2004, Vega-Trejo et al., 2013). La plasticidad fenotípica es definida como la formación de diversos fenotipos a partir de un solo genotipo dependiendo de las condiciones ambientales (Pigliucci et al., 2006), permitiendo a los organismos responder ante los cambios ambientales bióticos y abióticos (Begon et al., 2006). La plasticidad fenotípica ha sido demostrada en un gran número de organismos, incluyendo bacterias, plantas y animales (Whitman y Agrawal, 2009). La forma más común de representar la plasticidad es a través de una norma de reacción, es decir, a través de una función que relaciona el valor de un rasgo fenotípico con el ambiente en el cual dicho valor se observa, al mostrar alteraciones en comportamiento, morfología, fisiología, o historia de vida de los organismos (Young et al., 2003). La plasticidad fenotípica juega un papel clave en la capacidad de adaptación de los individuos a ambientes heterogéneos y sus consecuencias evolutivas pueden ser significativas al modular la selección natural. Un ejemplo de los ambientes heterogéneos es aquel marcadamente estacional o con fluctuaciones ambientales abruptas, para las cuales las especies que en ellos habitan deben de contar con mecanismos que les permitan una rápida adaptación a dichos cambios, haciendo de la plasticidad fenotípica una característica de suma importancia que permite a estas especies sobrevivir en distintas condiciones ambientales. De esta manera, sin necesidad de fijar rasgos, en algunos casos de cierto modo es más benéfico tener la capacidad de cambio a nivel individual, que evolucionar con un genotipo que implique la dominancia de un fenotipo frente a otros en un ambiente dado, esto debido a que las respuestas plásticas pueden tener un efecto más rápido que el cambio evolutivo, por lo que la plasticidad fenotípica puede rescatar poblaciones antes de que una estrategia de adaptación cree un factor de estrés que pueda evolucionar (Gianoli, 2004; Chevin y Lande, 2010). Un tipo de plasticidad fenotípica que se encuentra presente en la naturaleza es la inducida por un depredador (Karban y Baldwin, 1997; DeWitt y Scheiner, 2004; Hodge, 2004). En el caso particular de los animales, éstos pueden modificar su comportamiento como una respuesta a los depredadores a través de la evasión espacial o la reducción de la actividad (Kats y Dill, 1998), o mediante la alteración de su morfología a partir de la producción o modificación de estructuras de escape o cuerpos más pequeños en comparación con los que no son criados con depredadores (Tollrian y Harvell, 1999). Sin 4 embargo, estos cambios fenotípicos pueden traer costos a los animales al alterar su tasa de crecimiento y retardar su desarrollo aun cuando el depredador ya no esté presente (Relyea, 2002). Así, la plasticidad puede alterar directa e indirectamente la interacción entre los individuos con el ambiente, afectando procesos ecológicos como la dinámica de poblaciones y comunidades, así como aspectos de la comunidad en el funcionamiento del ecosistema (Miner et al., 2005; Schmitz et al., 2008). Además, los depredadores mediante las interacciones letales y no letales con su presa provocan efectos sobre ella, como el cambio evolutivo, rasgos en la historia de vida, tales como el tiempo y el tamaño de maduración, descendencia, y reproducción (Walsh y Reznick, 2009; Hossie et al., 2010; Reznick et al., 2012). De igual manera puede influir en la coloración, fisiología y morfología de sus presas (Stoks et al., 2005). Sin embargo, es importante resaltar que este tipo de respuestas morfológicas no necesariamente son negativas, algunas de ellas aumentan su supervivencia, ya que pueden causar diferenciación fenotípica entre poblaciones de la misma especie, dándoles en poblaciones con mayor riesgo de depredación, favorecimiento a algunos fenotipos que les ayudará a aumentar su probabilidad de sobrevivir y reproducirse, al contrario de las poblaciones con menos depredadores y consecuentemente bajas tasas de mortalidad donde los fenotipos suelen debilitarse (Mobley et al., 2011; Vega-Trejo et al., 2013) Una gran parte de las observaciones sobre la plasticidad fenotípica han sido realizadas en organismos acuáticos, en especial en aquellos que presentan ciclos de vida complejos, incluyendo los peces, insectos y anfibios (Relyea, 2007). En este sentido, los anfibios representan un excelente modelo para el estudio de la plasticidad fenotípica debido a que son organismos capaces de desplegar una gran variedad de respuestas ante diversos factores ambientales como la temperatura, luz, nutrientes, competidores y depredadores; entre las diferentes respuestas fenotípicas más comunes se encuentran las de tipo conductual y morfológico (Relyea, 2001, 2002). Asimismo, es importante evaluar a los organismos que pasan su vida o una etapa de ésta (larval) en ambientes temporales, donde como consecuencia de la gran variación que existe en éstos con respecto al tamaño, grado de permanencia y muchos otros factores físicos, químicos y biológicos, influyen en la distribución de las especies, la cual puede estar correlacionada con algunos de estos factores, porque no sólo lleva al individuo a adecuarse al ambiente acuático sino que además lo condiciona en su fase terrestre (Relyea y Hoverman, 2003), donde dichas especies deben reunir rápidamente los recursos para que puedan lograr su metamorfosis antes de que el medio en el que se encuentran se deteriore, o que el riesgo a 5 ser depredados aumente. En cambio, los organismos que viven en entornos más estables o menos estacionales, los cuales pueden ser capaces de evitar la depredación mediante la reducción de la ingesta de alimentos y tomar más tiempo para desarrollarse. Así en este caso, la permanencia del medio donde se encuentran los renacuajos impone limitaciones abióticas del tipo de respuesta que puede ser alterada (Relyea, 2001). De manera particular, entre las distintas especies de renacuajos se han desarrollado diversas estrategias específicas como respuesta a la duración del hidroperíodo (Laurila et al., 2002; Lind y Johansson, 2007), a la competencia (Bridges, 2002; Relyea y Hoverman, 2003; Relyea y Auld, 2004) y para evitar la depredación (Relyea, 2002; Relyea y Hoverman, 2003; Relyea y Auld, 2004; Relyea, 2007). Para el caso de la depredación dichas estrategias incluyen la reducción de la actividad (e.i., la congelación, o la inhibición del comportamiento), diferentes conductas de escape, el refugiarse, establecerzonas de evasión y defensa de la colonia, entre otras (Fraker et al., 2009). Para el caso de la competencia, se han registrado efectos antagónicos a los ocasionados por la depredación; los depredadores inducen a presas en periodo larvario a tener colas relativamente más largas y cuerpos más estrechos (Miner et al., 2005; Vega-Trejo et al., 2013), mientras que la competencia induce colas relativamente cortas y cuerpos largos, reduciendo el crecimiento y desarrollo de la larva (Relyea y Hoverman, 2003). A pesar de la importancia de dichas estrategias, éstas han sido poco estudiadas, en particular su efectividad para evitar la depredación y si éstas varían con respecto al tipo de depredador; como bien lo sugiere Relyea (2001) las respuestas a un depredador en particular no pueden servir como defensa general contra todos los depredadores; más bien, la presa expresa un conjunto de respuestas para depredadores específicos. Los cambios inducidos por los depredadores, en la morfología y en los patrones de historia de vida, también alteran la probabilidad de que un individuo, atacado o capturado por un depredador, genere una respuesta como presa en presencia de una amenaza inmediata. Desafortunadamente, la historia de vida o las adaptaciones morfológicas han sido a menudo estudiadas de manera independiente de las respuestas a corto plazo del comportamiento y muy pocos estudios han tratado de integrar las respuestas anti-depredador de las presas a través de los tipos de adaptación (Ferrari et al., 2011). La estructura de la vegetación es de suma importancia en los ecosistemas acuáticos, al afectar la estructura de la comunidad, aumentar la complejidad del hábitat, y mantener refugios con una variedad de especies de plantas. Es así como en función de los ecosistemas acuáticos, la estructura 6 de la vegetación puede contribuir a la alteración de las relaciones entre la presa y el depredador. La variación en la vegetación acuática se ha asociado con las diferencias en la composición de especies, de tal manera que los hábitats acuáticos con más vegetación emergente en general tienen mayor riqueza de especies (Hartel et al., 2007). Es importante resaltar que se ha demostrado experimentalmente que la presencia de una determinada estructura de vegetación provoca un aumento en la supervivencia de las larvas de anfibios en estanques con presencia de depredadores como las ninfas de las libélulas y peces (Davis et al., 2012). Los anuros en general son presa común de muchas especies de vertebrados (peces, otros anfibios, reptiles, aves y mamíferos) e invertebrados (insectos de agua como Belostomatidae, escarabajos, arañas, entre otros) tanto en estado larvario como en la etapa adulta (Toledo, 2003). Los anuros suelen alcanzar densidades importantes, especialmente en épocas asociadas a su reproducción, y las grandes concentraciones de individuos los convierten en una presa fácil para muchos depredadores. En ambientes marcadamente estacionales, como los bosques tropicales caducifolios (BTC), en los que las pozas temporales son utilizados por los anuros de desarrollo indirecto para reproducirse, existen fluctuaciones importantes en las características fisicoquímicas de estos sitios de reproducción que son afectadas por el hidroperíodo, especialmente al irse secando la poza concentrando la densidad de renacuajos e incrementando el riesgo de competencia y depredación (principalmente insectos acuáticos). Wilbur (1987) menciona que la depredación juega un papel importante en las comunidades de anuros, porque al estar el riesgo de desecación, ésta logra mejorar los efectos de competencia lo que permite que los renacuajos que aún están en la poza busquen la manera de crecer lo suficiente y metamorfosearse antes de que los estanques se sequen. Otro aspecto importante, es que la mayoría de los hábitats en los que los anfibios se encuentran presentes, están siendo transformados muy rápidamente por diferentes factores, antropogénicos, siendo la transformación del hábitat el más importante. El BTC es uno de los ecosistemas más amenazados en el Neotrópico (Dirzo et al., 2011). México cuenta con el 38 % de la extensión total mundial de este tipo de selva (BTC), y a pesar de su importancia biológica, aproximadamente el 48 % de su área de distribución en México ha sido transformada (Dirzo et al., 2011). La perturbación de estos bosques tropicales altera la composición y estructura de las comunidades que la habitan, pues no son iguales las características estructurales ni las condiciones ambientales a las registradas en los bosques no perturbados (Urbina-Cardona, 2008). Así, grupos 7 como los anfibios que dependen principalmente de microhábitats adecuados para vivir (Urbina- Cardona et al., 2012), se ven en riesgo por su especial sensibilidad a cambios drásticos en sus hábitats (Soto-Sandoval et al., 2017). La ranita verde (Agalychnis dacnicolor) es una especie endémica de México (García y Ceballos, 1994), con una amplia distribución, que abarca desde el sur de Sonora, y a lo largo de la costa del Pacífico, incluyendo la depresión de Balsas y el sur de Oaxaca. Asimismo, dentro del rango de distribución de esta especie, se incluye la Reserva de la Biósfera Chamela-Cuixmala y algunas otras áreas protegidas (Santos-Barrera et al., 2010). Está considerada como una especie de preocupación menor en la lista roja de la IUCN (IUCN, 2016). La ranita verde habita principalmente las tierras bajas xéricas y el BTC, frecuentemente presente en áreas caracterizadas por una prolongada estación seca. En la estación de lluvias es común encontrarla en abundantes agregaciones en pozas temporales e incluso en estanques artificiales y otros embalses de agua, donde se reproducen (Santos-Barrera et al., 2010). Si las condiciones de estos ambientes permiten la presencia o ausencia de depredadores naturales, éstos pueden ocasionar cambios rápidos o metamorfosis en las larvas de la rana verde, siempre y cuando sus rasgos de historia de vida presenten plasticidad. Por lo antes mencionado, el objetivo de este trabajo es describir las variaciones en la morfología y comportamiento de las larvas de la ranita verde provocadas principalmente por factores de depredación y competencia, para lograr el entendimiento de los patrones generales de desarrollo de este taxa en un ambiente estacional del BTC. Teniendo en cuenta que la depredación y competencia son fuerzas importantes que estructuran comunidades e influyen en la dinámica poblacional de las larvas. Además, a partir de esta información se podrá generar información y estrategias más precisas para la conservación de los anfibios, un grupo muy vulnerable y con altas tasas de extinción, no solo en México si no en el mundo (Stuart et al., 2004; McCallum, 2007). Por otro lado, realizar este estudio en un ecosistema marcadamente estacional como el BTC lo cual se refleja en el considerable dinamismo de las características físico-químicas de los sitios de anidación y desarrollo de las larvas, permitirá determinar las fluctuaciones espacio-temporales del efecto de la depredación sobre la plasticidad fenotípica de las larvas de la especie Agalychnis dacnicolor bajo diversas condiciones ambientales, con el objetivo de registrar una gama más amplia de sus respuestas fenotípicas y lograr un mayor entendimiento y contribución sobre los procesos 8 ecológicos que son afectados por este fenómeno, tales como la dinámica de poblaciones y comunidades, y aspectos de la comunidad en el funcionamiento del ecosistema (Miner et al., 2005). 9 II. ANTECEDENTES Existen algunas predicciones sobre el aumento de temperatura global, y cambios en las precipitaciones las que se volverán más variables y episódicas, presentándose sequías más prolongadas y con mayorfrecuencia, pero seguidas de eventos de fuertes lluvias, con menos episodios de lluvia de baja intensidad. Estos cambios harán que aumente la evapotranspiración desproporcionadamente sobre la precipitación. Como consecuencia, los estanques temporales o efímeros serán los más susceptibles a este tipo de cambios, por su fuerte susceptibilidad ante la influencia de equilibrio entre la precipitación y la evapotranspiración (Bauder, 2005; Brooks, 2009), con consecuencias en la determinación de la estructura de la biología y la función de las comunidades en los estanques temporales (Schriever y Williams 2013; Walls et al., 2013). Debido a su complejo ciclo de vida, la duración del hidroperíodo es especialmente importante en los procesos densodependientes de las larvas de anfibios (Rogers y Chalcraft 2008). Aunado a esto, las especies de anfibios de desarrollo indirecto tienen diferentes tasas de desarrollo o diversos periodos de metamorfosis (Gómez-Mestre et al., 2013). Resulta importante destacar que el término larva no implica un grado de homología entre diferentes grupos animales sino más bien refiere a los estadios posteriores al embrión, que necesariamente deben pasar por un proceso de metamorfosis (Minelli, 2003). La metamorfosis involucra procesos de desarrollo que implican la pérdida de las estructuras larvales, formando nuevas estructuras que serán funcionales en el adulto y remodelación de otras (Fabrezi et al., 2017). Así, los renacuajos, como se les conoce comúnmente a las larvas de anfibios, muestran una gran plasticidad en su velocidad de desarrollo para adaptarse a cambios potenciales en los hidroperíodos. Sin embargo, estas respuestas también darán como resultado no completar su metamorfosis o de hacerlo, presentarán algunos costos, tales como disminución de la supervivencia en la ausencia de depredadores, menor capacidad competitiva, el crecimiento más lento y menor fecundidad, costos que se tornan aún más fuertes cuando existe limitación de alimentos (Relyea, 2002; Relyea, 2003; Gómez-Mestre et al., 2013). Los cambios climáticos no solo afectan la duración del hidroperiodo, sino también la fenología de las especies, sobre todo con el aumento de temperatura promedio y el patrón de las lluvias que trae cambios en las épocas de reproducción de las especies, en especial de aquellas que dependen del agua (Todd et al., 2010). Por tal motivo, no solo hay cambios en grupos como los anfibios sino en otros grupos como los Odonatos (tasa de desarrollo, fenología, comportamiento), cuyas ninfas son 10 depredadoras importantes en los estanques temporales. Esto puede observarse en algunas especies de libélula, las cuales pueden alterar el momento de su presencia en estanques, a diferencia de otras especies como las chinches de agua gigantes (Familia Belostomatidae), que pueden estar constantemente presentes. Por tal motivo, las poblaciones de renacuajos probablemente deberán responder a las cambiantes comunidades de depredadores al mismo tiempo que cambian los hidroperiodos del estanque (Hassall y Thompson, 2008). Sin embargo, se sabe que las defensas inducidas en renacuajos pueden ser generales para la mayoría de los depredadores, pero también específicas para otros depredadores, mientras que hay otros estudios en los que se ha demostrado que algunas presas combinan sus defensas con la presencia de ciertos depredadores. Un ejemplo de ello, son los renacuajos grises de rana arbórea oriental (Hyla versicolor) al criarse en presencia de peces, ninfas de libélula, larvas de salamandra de tigre o chinches de agua gigante (Relyea 2001; Freeman et al., 2009). Donde la respuesta de los renacuajos fue producir fenotipos significativamente diferentes en respuesta a cada uno de los cuatro depredadores (Relyea 2001; Freeman et al., 2009). Así, los diferentes tipos de amenazas proporcionan tipos muy diferentes de señales, su detección requiere diferentes sensores y la evaluación de diferentes riesgos puede requerir diferentes mecanismos cognitivos, por lo tanto, los embriones que responden a una amenaza, utilizando un tipo de señal, puede ser insensible a otras señales y no responder a otras amenazas (Salica et al., 2017). El tipo de respuestas óptimas pueden variar dependiendo de las características ecológicas de los depredadores, como su modo de alimentación, su mecanismo de captura de presas, peligrosidad o preferencias de microhábitat (Miehls et al., 2014). Además, que la respuesta anti-depredadora de los renacuajos podría variar dependiendo del tiempo que ha estado presente la especie depredadora con la presa. Otro aspecto importante es la asignación de recursos, lo cual podría permitir la coexistencia de dos o más presas en el mismo sitio. Las dimensiones espaciales y temporales, así como la disponibilidad de alimento, se consideran los factores más importantes para la delimitación del nicho específico de una especie. Para las ranas tropicales, las dimensiones espaciales y temporales se han considerado los factores más importantes, particularmente en la elección de los sitios de reproducción. Donde muchas especies de anfibios bifásicos dependen de humedales efímeros para el desarrollo larvario y las condiciones imprevisibles. Así mismo la duración de dichos hábitats requieren de una plasticidad inherente de parte de los anfibios en la parte de comportamiento, crecimiento y desarrollo que son necesarias para respuestas adaptativas rápidas a las condiciones locales (Relyea 2004; 11 Richter-Boix et al., 2007). Al irse secando la poza, aumenta el riesgo de desecación para el desarrollo de renacuajos y a la par puede aumentar la densidad de población en el microhábitat, lo cual tiene como consecuencia una disminución en la disponibilidad de alimento, provocando así un aumento en la competencia por recursos y canibalismo (Jefferson et al., 2014). Debido a tales condiciones, los anfibios deben aumentar su tasa de desarrollo para lograr rápidamente completar su metamorfosis antes de que la poza se seque (Bertoluci y Rodrigues, 2002; Luna-Gomez et al., 2017). 12 III. PREGUNTA DE INVESTIGACIÓN 1. ¿Cuáles son los depredadores acuáticos potenciales (larvas y adultos) de renacuajos de Agalychnis dacnicolor y bajo qué características bióticas y abióticas se encuentran presentes en las pozas del área de estudio? 2. En laboratorio, ¿Cuáles son las principales respuestas fenotípicas (comportamiento y morfología) de los renacuajos de Agalychnis dacnicolor ante la presencia de un depredador y distinta densidad de renacuajos? 13 IV. HIPÓTESIS 1. Debido a que el área de estudio es un ambiente marcadamente estacional en su precipitación, durante la temporada de lluvias se llenan las pozas como sitios potenciales para la reproducción de anfibios y de alimentación para muchos insectos acuáticos. Por lo que se espera que los depredadores potenciales de los renacuajos presentes en el área de estudio sean en su mayoría insectos acuáticos, donde su ocurrencia y distribución esté relacionada con las características bióticas y abióticas de las pozas. 2. La presencia de un depredador, así como las diferentes densidades de renacuajos, son factores que alteran la morfología y el comportamiento de una especie en su estado larval. Por lo tanto, se espera que en el experimento de laboratorio (ambiente artificial), la presencia del depredador provoque un incremento en las dimensiones de los organismos, así como una conducta de evitación de la zona ocupada por el depredador, mientras que, a una mayor densidad, los organismos serán más pequeños por efecto de la competencia. 14 V. OBJETIVOS 5.1 Objetivo general. Analizar sila densidad poblacional y la presencia de un depredador natural producen plasticidad fenotípica (morfológica y conductual) en las larvas de la ranita verde Agalychnis dacnicolor. 5.2 Objetivos particulares. • Determinar en un ambiente natural cuáles son las familias depredadoras potenciales de las larvas de la ranita verde Agalychnis dacnicolor. • Analizar en laboratorio los cambios conductuales y morfológicos de las larvas ante la presencia de dicho depredador, evaluando también los cambios con la variación en la densidad de los renacuajos conespecíficos. 15 VI. MÉTODOS 6.1 Área de estudio El presente estudio se desarrolló en la Estación de Biología Chamela (EBCh) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), localizada en la costa suroeste de Jalisco, México en las coordenadas (19º30'N, 105º03'W). El acceso a la EBCh se ubica en el Km 59.5 de la carretera Federal 200 que se encuentra entre Barra de Navidad y Puerto Vallarta (Soto-Sandoval et al., 2017). La Estación forma parte de la Reserva de la Biósfera Chamela-Cuixmala, la cual se caracteriza por una marcada estacionalidad en la precipitación que se concentra a los meses de junio a octubre, por lo que la temporada de secas puede prolongarse hasta por ocho meses (Bullock y Solís-Magallanes, 1990; Noguera et al., 2002; Navarro-García et al, .2008). La precipitación promedio anual es 748 mm, el 86.8% cae entre junio y octubre, mientras que la temperatura media anual es de 24.9 °C, siendo mayo el mes más seco y septiembre el más húmedo, la temperatura mínima es de 16.4 °C (marzo) y la máxima de 32.6 °C (agosto). Como resultado de este patrón climático, la evapotranspiración en la región es más alta que la precipitación durante 10 meses consecutivos del año, presentando una alta evapotranspiración y creando una demanda y un consumo sustancial de agua disponible a través de flujos de calor latente del ecosistema (Maass y Burgos, 2011). La Estación de Biología Chamela se caracteriza por suelos identificados como entisoles (suelos que no muestran ningún desarrollo definido de perfiles; no tiene "horizontes diagnósticos), es a menudo superficial (0.2-0.6 m de profundidad), mal estructurado y con un horizonte A y AC, con una textura arenosa, neutro (pH 6.5), con una densidad aparente de 1.17 g cm-3, y con poca materia orgánica (2.4 %). El fosfato es bajo, mientras que el calcio está presente de forma abundante (57.2 y 3.495.1 kg ha-1, respectivamente) y por último La capacidad de intercambio catiónico es de 8.7 meq (Maass et al., 2017). La elevación de la EBCh varía entre los 50 y 500 msnm. y con la excepción de los valles aluviales aislados y los incipientes y las llanuras costeras, la topografía está dominada por colinas con pendientes principalmente convexas de 15 ° a 60 ° (Cotler et al., 2002). El paisaje en la región está dominado por pequeños lomeríos cubiertos de BTC y por vegetación de arroyo (VA) que se desarrolla en los pequeños valles adyacentes, de esta manera si bien ambos tipos de vegetación están influenciados por un mismo tipo de clima, ambos ecosistemas tienen fenologías contrastantes. El BTC solo está cubierto de hojas durante la temporada de lluvias, mientras que la VA es siempre verde, aun 16 en la temporada de secas. La poca estacionalidad característica de la VA se debe al agua que se acumula en los lechos de los arroyos lo que permite el desarrollo de estas formas vegetales semiperenes (Ceballos et al., 1999). El BTC se caracteriza por que sus árboles presentan una altura promedio de alrededor de 15 m, por la abundancia de bejucos y por pronunciados cambios fenológicos estacionales, en los que la mayoría de las plantas pierden las hojas y dispersan sus semillas en la época de secas lo que provoca cambios profundos en el microclima ya que la humedad relativa es mínima, el suelo se seca y la temperatura es alta (Maass et al., 2017) Algunas de las especies representativas de este tipo de vegetación son Caesalpinia eriostachis, Cordia elaeagnoides, Carica mexicana, Jatropha coriaria, Spondias purpurea, Ceiba aesculifolia y Crescentia alata. La VA se caracteriza por árboles de entre 15 a 25 m de altura y porque la mayoría de las plantas presentan hojas durante todo el año. Algunas especies características son Brosimum alicastrum, Tabebuia donell-smithii, Sciadodendron excelsum, Tabebuia rosea, Ficus mexicana y Astronium graveolens (Ceballos et al., 1999). 6.1.1 Importancia de la temporalidad de lluvias en el área de estudio. De forma general, la dinámica natural del agua tiene un papel clave en el funcionamiento del BTC ya que este recurso es la principal limitante en estos ecosistemas (Dirzo et al., 2011). Sin embargo, hay escasez de literatura (solo el 1 % de la literatura sobre hidrología forestal publicada) sobre la caracterización hidrológica del BTC (Maass y Burgos, 2011). La estación de Biología Chamela es un área de BTC, en la que Maass et al., 2017, realizó un estudio cubriendo un periodo de 33 años, época durante la cual el tiempo transcurrido entre los eventos de lluvia dependió de su magnitud: Los pequeños eventos de precipitación (1-10 mm) están separados en su mayoría por días o semanas; y las tormentas grandes (> 50 mm) están separadas por meses o años. Al igual que la escorrentía anual promedio (agua de lluvia que discurre por la superficie de un terreno), durante el período de estudio fue de 99.0 mm, por lo que la variación anual en la escorrentía fue mucho mayor que la variación en la precipitación (CV de 121 % y 34 %, respectivamente). La probabilidad de ocurrencia de escorrentía es menor al 10% durante la temporada seca (noviembre-mayo acumuló solo el 12% de la escorrentía anual; Maass et al., 2017). Es importante resaltar también que, el tiempo transcurrido entre los eventos de escorrentía (temporadas en las que el agua corre por los arroyos), dependió de su magnitud: los pequeños eventos (<20 mm) fueron separados por meses; grandes eventos de escorrentía (> 50 mm) por años y eventos 17 extraordinarios (> 200 mm) por décadas. Además, un tercio de los años mostraba <10 mm de flujo de corriente, por lo que mensualmente, se necesitaron más de 200 mm de lluvia para que se generaran al menos 10 mm de escorrentía. Esto explica por qué localmente las corrientes de agua solo fluyen durante la temporada de lluvias, principalmente en septiembre, el único mes con precipitaciones promedio por encima de este umbral (Maass et al., 2017). La región de Chamela es una zona costera en el Océano Pacífico, y las tormentas tropicales son una importante fuente exógena de deposición de agua. Es importante resaltar que la hojarasca protege al suelo del impacto físico de estas altas intensidades de lluvias (Maass et al., 2017), dado que los suelos son muy poco profundos y arenosos, con una capacidad limitada de retención de agua del suelo, las cuencas hidrográficas son altamente sensibles a estas tormentas ciclónicas, generando escurrimiento rápido (Cervantes et al., 1988). Si bien existe una presencia importante de hojarasca en el área, cuando llegan las primeras lluvias de la temporada, el bosque está casi completamente sin hojas (Maass et al., 2017). Como resultado de esta influencia de la tormenta tropical en la región, las tormentas altamente erosivas son frecuentes en el área de estudio y pueden ocurrir en cualquier momento, incluso durante la estación seca, así la presencia de bosque bien conservado en la región de Chamela es una clara señal de la capacidad de resistencia del BTC al clima altamente errático (Maass et al., 2017). Debido al tipo de suelo presente en el área de Chamela, solo una porción pequeña de la precipitación anual (menos del 10 %) contribuye con la recarga de agua subterránea (el resto deja el ecosistema a través del proceso de evapotranspiración),así, se requiere al menos 800 mm de lluvia en un año para producir escorrentía significativa, y es importante resaltar que la mitad del tiempo no alcanza esa cantidad. Por tal motivo, la recarga local de aguas subterráneas solo se produce con alta intensidad de lluvias o cuando ocurre una tormenta con el suelo ya húmedo por otras lluvias anteriores (Muñoz-Villers et al., 2016). La capacidad de resiliencia del ecosistema no solo depende de unas pocas especies, sino de un ecosistema completo y bien conservado, por lo que mantener la integridad del ecosistema es la mejor manera de proteger los cuerpos de agua presentes en el BTC (Maass et al., 2017). 18 6.2 Determinación de la presencia y distribución de los depredadores acuáticos potenciales Se realizó una búsqueda en la literatura, utilizando Google Académico como buscador; palabras claves, como renacuajos, depredadores, bosques tropicales, Agalychnis dacnicolor; y contemplando un rango de 30 años para identificar los principales grupos taxonómicos a nivel de familia que han sido reportados como depredadores de larvas de anfibios en general y en ecosistemas tropicales en particular. Se encontraron 96 artículos a partir de los cuales se elaboró un listado potencial de los grupos de depredadores que potencialmente podrían estar presentes en la región de estudio. Para verificar la presencia de los depredadores potenciales y conocer su distribución, se realizó una búsqueda en campo a través de un transecto de 2 Km a lo largo del arroyo “El Zarco”, después de registrarse la primera lluvia mayor de 30 mm, cantidad de agua suficiente para que se formen pozas. Por experiencia previa (Dr. Andrés García, comunicación personal), se sabe que dichas pozas existen por lapsos de entre 7 y 10 días, por lo que el transecto se recorrió durante nueve días, de 9 a 11 am. El Zarco es uno de los arroyos principales en el área de estudio, el cual fue subdividido en 40 secciones de 50 m cada una, registrando más de 20 pozas temporales con diversas características bióticas y fisicoquímicas. Cada una de estas pozas fue georreferenciada y nombrada de acuerdo con una combinación del número de la sección y un número secuencial (del 1 al 10 pues no hay más de 10 pozas en cada sección) de formación en dicha sección; por ejemplo, las pozas 1-3 y 20-8 son las pozas número tres y ocho ubicadas en las secciones 1 y 20 respectivamente (Figura 1). En cada poza se recabó la siguiente información: 1) Fecha y hora del recorrido; 2) Número de recorrido; 3) Sección del transecto; 4) Identidad de la poza; 5) Categoría de tamaño con base a su eje mayor: (Chica <2 m; mediana de 2 a 4 m; grande > 4 m); 6) Tipo de sedimento: grava, arena, lodo, o la combinación de éstos; 7) Tipo y abundancia de depredador; 8) Presencia de renacuajos y por último, una 9) Caracterización rápida de la cobertura vegetal con ayuda de un densiómetro cóncavo, incluyendo la vegetación adjunta a la poza en un radio de dos metros cuadrados tomando en cuenta árboles, arbustos y bejucos. 19 Figura 1. Descripción gráfica del acomodo y numeración de las pozas en el arroyo “El Zarco”. 6.3 Condiciones ambientales de las pozas con presencia de depredadores y renacuajos; eventos de depredación Para este objetivo se tomó en cuenta la frecuencia de depredadores potenciales que visitan la poza con renacuajos y el número de eventos de depredación que se registraron en ellas durante periodos de 40 minutos de observación continua. Es importante mencionar que en campo no es factible determinar la tasa real de depredación de un grupo de renacuajos en la poza de desarrollo en ambientes tan estacionales como son las pozas temporales que se encuentran en el bosque tropical caducifolio, debido a que para ello se necesita contar con la información de la abundancia o densidad total de la población en estudio antes y después de la observación y poder descartar entre la desaparición de renacuajos por causa de la depredación o por causa del canibalismo. Por lo antes mencionado, en esta meta se determinó la relación entre los eventos de depredación, y características de las pozas donde éstos se desarrollan con base a la presencia de renacuajos, presencia de depredadores y frecuencia de eventos de depredación. Con base en los resultados del muestreo en el transecto, se seleccionaron 17 pozas que registraron presencia de depredadores y renacuajos (no sólo de la especie en estudio) y que combinaron tres categorías de tamaño: chica, mediana y grande; y sedimento: predominantemente 20 grava, arena, grava-arena y lodo. El registro de la frecuencia y tipo de depredadores y número de eventos de depredación se determinó en cada poza mediante registro visual durante 40 minutos al día de 12 a 13 pm. Al iniciar cada periodo de observación se dejó un lapso de 10 minutos antes de iniciar el registro de datos para permitir que los depredadores y renacuajos no se vieran afectados por la llegada del observador, además también se tomó en cuenta fecha y hora de registro, el nombre y tipo de poza, así como su tamaño, largo, ancho y profundidad, condiciones del tiempo, temperatura y humedad ambiental utilizando un Termohigrómetro H560 portátil (LabProcess®). Se midieron pH, oxígeno (O2), concentración de sólidos disueltos (Cationes de Calcio, Magnesio, Sodio y Potasio y los Aniones de Carbonato, Bicarbonato, Cloro, Sulfato y Nitratos), conductividad y temperatura (T°) mediante un equipo multiparamétrico Hanna Instruments® modelo HI9829-12101. Asimismo, se determinó el porcentaje de luminosidad utilizando un Luxómetro EXTECH® modelo SDL400. Por otro lado, las larvas se cuantificaron mediante el muestreo de densidad efectiva, el cual consiste en cuantificar el número de renacuajos por litro de agua de un punto tomado al azar en la poza (Morin, 1987; Leips et al., 2000). Una vez evaluado el número de larvas, estas fueron liberadas en la misma zona de estudio y poza correspondiente disminuyendo así el nivel de perturbación. 6.4 Identificación del depredador. El depredador seleccionado para la fase experimental fue el que tuvo mayor abundancia y distribución en las pozas observadas, y se capturaron a través de redes de malla. Dando como resultado que el depredador con mayor presencia en las pozas fue de la familia Notonectidae. 6.5 Diseño experimental Para conocer las respuestas fenotípicas de los renacuajos ante la presencia de un depredador y de distintas densidades poblacionales, se llevó a cabo un experimento de laboratorio en el que se realizó un registro de las diferentes conductas ecológicas: reducción de actividad, y evasión espacial; y de tipo morfológico (e.g extensión de la cola) debido a una exposición prolongada ante un depredador. Se implementaron tres niveles de renacuajos (8, 16 y 32 individuos; Relyea, 2002) y dos niveles de depredador (ausencia y presencia), lo cual da como resultado seis combinaciones o tratamientos. Los tratamientos en los que había depredador tuvieron 3 réplicas, mientras que los que no tenían depredador tuvieron solamente 1 réplica, dando 12 unidades experimentales ((3 21 tratamientos con depredador x 3 réplicas) + (3 tratamientos sin depredador x 1 réplica) =12), utilizando 224 huevos provenientes de una sola puesta (Figura 2). El tamaño de puesta en la especie de estudio es entre 150 y 270 huevos (Relyea, 2001) por lo que se limitó a cuatro repeticiones. Un número mayor de repeticiones implicaría combinar huevos de dos o más puestas lo que introduciría otra variable no controlada (variación genética individual de los progenitores) que podría afectar los resultados. Para obtener los renacuajos del experimento, se colocó la puesta de la especie en una “pecera de eclosión” de iguales dimensiones y condiciones que las de los tratamientos de laboratorio, con la excepción de que tuvo agua de la poza dedonde se recolectó la puesta. Debido a que las puestas de Agalychnis dacnicolor se encuentran sobre hojas o rocas en ambientes naturales (es decir, fuera del agua) se colocó una malla fina de 1mm de luz, sobre la pecera y la hoja y rama en donde se encontraba colocada la puesta, para excluir depredadores y evitar que salieran de la pecera los renacuajos al eclosionar (Relyea, 2000, 2001, 2002); el uso de renacuajos recién eclosionados en el laboratorio aseguró que fueran individuos que jamás han sido expuestos a depredador alguno y que su respuesta no fuera afectada por alguna experiencia adquirida. La unidad experimental consistió en una pecera de vidrio con dimensiones de 33 x 14 x 20 cm (largo x ancho x altura), llena hasta la mitad (3.5L: Relyea, 2001) con agua purificada del garrafón. El uso de este tipo de agua es para asegurar uniformizar las características químicas del agua. En algunos experimentos similares se sugiere utilizar agua extraída de las pozas de estudio. Sin embargo, se considera que incluir agua de la poza es agregar factores al experimento (i.e. química del agua, señales químicas de otros depredadores, nutrientes, sales, bacterias) desconocidas y por tanto no controladas. Todas las peceras tuvieron las mismas condiciones por lo que contaron con los accesorios de acuario necesarios para la adecuada oxigenación, filtración a través de filtros de carbón activado diseñados para acuarios domésticos y temperatura ambiental (Gastón y Perotti, 2006). En cada pecera se pusieron los renacuajos recién eclosionados (etapa 25 de acuerdo con Gosner, 1960; Relyea, 2001). Las etapas de la 21 a la 25 de acuerdo con Gosner (1960) se caracterizan por ser las etapas donde se observan los cambios de la transición a una alimentación y natación libre del renacuajo, es un periodo difícil para identificar a las especies, ya que en la etapa 21, la córnea se vuelve transparente y los ojos son claramente discernibles; las aletas de la cola siguen siendo opacas. En la etapa 22, las aletas se vuelven transparentes y en las etapas de la 23 a la 25 marcan el desarrollo del opérculo y la consiguiente desaparición de las branquias externas, así desde la etapa 25 en adelante, está presente el espiráculo (Gosner, 1960; Figura 3). 22 Figura 2. Diseño experimental factorial. El factor Depredador tiene dos niveles: Ausencia y presencia; y el factor de densidad de renacuajos tiene tres niveles: 8, 16 y 32 organismos, dando 6 tratamientos. El tratamiento 1 es el 8R-Dep (densidad 8, sin depredador), el tratamiento 2 es 8R+Dep (densidad 8, con depredador), y así sucesivamente. Se ilustran todas las réplicas que tuvo cada tratamiento. Cada pecera o unidad de tratamiento se dividió por la mitad, en dos zonas de igual superficie (50 %) por medio de una línea pintada con un marcador por dentro del acuario, es decir, sin ninguna separación física, esto para delimitar una zona con depredador y otra donde estuvo ausente. Así en la zona del depredador, éste se ingresó mediante una jaula. Esta jaula, se construyó con malla de mosquitero de 1 mm de luz, formando una bolsa cosida a dos piezas de madera de (15 cm de largo) y se ubicó en una de las mitades. Esta jaula se mantuvo cerrada por unos ganchos en cada extremo (Relyea, 2001). También se incluyeron las mismas jaulas, pero vacías (en la otra mitad de la pecera) las cuales se levantaron del agua tres veces por semana para igualar la perturbación entre los tratamientos (Relyea, 2000, 2002). Cabe mencionar que las peceras donde no había depredadores, no se colocaron dichas jaulas (Figura 4). 23 Figura 3. Parte superior: Etapas de la 23 a la 25 de Gosner (Figura tomada de Gosner, 1960); Parte inferior etapas 25 y posterior en renacuajos de Agalychnis dacnicolor del experimento. Figura 4. Distribución y acomodo de las jaulas dentro de cada una de las peceras de los tratamientos y peceras sin jaulas usadas para los controles. 24 Durante los experimentos se alimentó a los renacuajos y depredadores tres veces por semana durante cinco semanas. En cada comida, los renacuajos fueron alimentados con una mezcla 3:1 de comida para conejos y Tetramin® de pescado a una tasa del 6% (con base a su peso inicial) de la masa corporal por día y a los depredadores con aproximadamente 100 mg de renacuajos (de 1 a 2 renacuajos) de la misma especie de estudio (Relyea, 2000, 2001, 2002). Cada dos días (recomendación personal de la Dra. Cecilia Vanegas-Pérez, Facultad de Ciencias, UNAM) se cambió el agua de las peceras para evitar que se acumulara el amonio, y al principio y final de los experimentos se pesaron los renacuajos para conocer si había cambios con respecto a la presencia del depredador o al cambio de las densidades (Relyea, 2000, Gómez y Kehr, 2011). Debido a que los renacuajos son capaces de detectar señales químicas a través del agua (Petranka et al., 1987; Relyea, 2000) y pueden alertar la presencia del peligro mediante feromonas de alarma, primero se puso el depredador para que se adaptara al ambiente (Relyea, 2000), los renacuajos se introdujeron a la pecera 2 horas después, asignados al azar en cada tratamiento (McIntyre et al., 2004) para que estos reaccionaran a la presencia del depredador, liberando la señal química como respuesta defensiva y poderlo capturar en los videos (Gómez y Kehr, 2011). Esta comunicación de feromonas es uno de los posibles mecanismos que los peces, los renacuajos y las salamandras aprenden para reconocer y discriminar a los depredadores sin necesariamente ser atacados (Hagman et al., 2008), de esta manera las unidades estuvieron listas para las observaciones. Se sabe que algunos depredadores tienen efectos duraderos en el comportamiento, incluso en ausencia de señales químicas frescas (McIntyre et al., 2004). Por ello, después de la realización de las observaciones diarias, el depredador se retiraba de los tratamientos, y se sustituía para las observaciones del día posterior por otro ejemplar. Se realizaron análisis visuales (a través de cámaras de video) durante una hora en cuatro etapas; de 9:00 am a 13:00 pm para conocer si se presentaban cambios en cada uno de los diferentes horarios. 25 6.6 Observación mediante videograbaciones Las observaciones de comportamiento se realizaron durante cuatro días a la semana por cinco semanas (n=20 observaciones para cada acuario; McIntyre et al., 2004), con cuatro videocámaras SONY Handy Cam DCR-SX43 (Siliceo-Cantero y García, 2013), siguiendo un cronograma establecido alternando los horarios de observación de 9 am a 12:00 pm, y los días de comida. Es decir, si un lunes se alimentó a los renacuajos y depredadores ese mismo día se iniciaban las observaciones colocando a las 9 am las cuatro videocámaras en las tres peceras del tratamiento 1. A las 10 am se colocaron el tratamiento 2, y finalmente a las 11 el tratamiento 3. Los tres días posteriores se realizó de la misma manera, pero alternando horarios para que cada uno de los tratamientos, para que fueran observados a los cuatro horarios establecidos durante lapsos de una hora diarios (Figura 5). Figura 5. Descripción gráfica del experimento en laboratorio en el que se explica el procedimiento realizado día con día durante 4 días a la semana, por 5 semanas. Estas cámaras estuvieron sostenidas por encima de cada una de las peceras, por medio de tripiés, éstas facilitaron el registro de la proporción de individuos activos (es decir, aquellos que se encontraban nadando o alimentándose); su distribución espacial (para determinar la evasión espacial, 26 es decir que no se encontraba del lado del depredador), esto mediante el conteo de los renacuajos en ambos lados (en que sección de la línea trazada se encuentran); la reducción de la actividad del nado de los individuos(que se congelen o no estén en movimiento: McIntyre et al., 2004), y además se tomará en cuenta el estado de desarrollo en el que se encontraban de acuerdo a Gosner (1960). Es importante mencionar que el experimento se detuvo unas horas, al tercer día de la tercera semana, porque debido a la presencia del huracán “Newton” cerca de la reserva y como consecuencia importante no hubo luz eléctrica unas horas del día. Para evitar un sesgo en la incidencia y cambios de iluminación a través del día, se mantuvieron los tratamientos con ambientes artificiales, se colocaron lámparas de leds en las peceras para uniformizar la iluminación y así evitar que otro tipo de lámpara aumentara la temperatura en el laboratorio, la cual se monitoreó con termómetros en cada pecera. No hay indicios de que la presencia de un observador o iluminación en la noche muestre afectaciones en el comportamiento de los renacuajos (McIntyre et al., 2004). Por último, para evaluar estadísticamente el comportamiento de los renacuajos, los videos se detuvieron en los minutos 15, 30, 45 y 60 (Montiel-Martínez et al., 2014), y en cada momento se contaron el número de renacuajos que se encuentran del lado del depredador y los del lado contrario (registrado como evitación). Se calculó un porcentaje de evitación del renacuajo con la presencia del depredador. Es decir, si se tenían 8 organismos y 4 de ellos se encontraban del lado donde el depredador estaba ausente su porcentaje de evitación era del 50 %, si fuera 6 organismos es el 75 %. 6.7 Variables Morfológicas Al término de los experimentos (35 días) los renacuajos se retiraron de todas las peceras, se contaron y pesaron con una balanza analítica, para posteriormente conservarlos en alcohol al 70 %. Se tomaron fotografías de los renacuajos para medir sus cambios morfométricos mediante el programa ImageJ® que permite el análisis de dichas imágenes, las cuales fueron tomadas en dos ángulos dorsal y lateral derecho. Así, también se tomaron en cuenta siete ejes o medidas de cada uno de los organismos, como se muestran en la Figura 7, los cuales fueron medidos en milímetros (mm) para proceder a los análisis correspondientes. 27 Figura 6. Descripción del método de observación de videograbaciones Figura 7. Localización de los siete ejes tomados, para los análisis de morfología de Agalychnis dacnicolor. 28 6.8 Análisis estadísticos Para la parte de campo del trabajo se realizaron gráficos para comparar las características fisicoquímicas y la presencia de los depredadores, así como un ANOVA para conocer donde hubo diferencias significativas con respecto al tamaño de poza, sedimentos entre otros y la abundancia de depredadores en la poza seleccionada. En el caso de la parte de laboratorio de este trabajo se realizó un Análisis de Varianza de dos vías (ANOVA; Relyea, 2001, 2002), analizando el efecto de la presencia del depredador (con dos niveles, ausente y presente) y de la densidad poblacional (con tres niveles 8,16 y 32), así como su interacción, sobre las siete variables morfológicas, el peso de los renacuajos, la etapa de Gosner y el comportamiento de los renacuajos con presencia y ausencia del depredador. Debido a que en cada unidad experimental se midieron múltiples individuos (n = 8, 16 o 32), dichas mediciones no eran independientes entre sí, lo cual violaría un de los supuestos del análisis, por lo cual en el diseño del ANOVA se anidaron las réplicas dentro del factor Densidad, con lo que pudo compararse también la variabilidad de las mediciones entre las réplicas de cada tratamiento. Para el caso de las variables morfológicas, primero se tomaron en cuenta que todos los datos tuvieran una distribución normal, como no fue así se realizó la transformación logarítmica (ln). Los datos de comportamiento se transformaron usando la función (arcsen√(x)) debido a que eran porcentajes y no tenían una distribución normal. En caso de que se encontraran efectos significativos de los factores principales, se hizo una comparación de medias de Bonferrioni. El programa utilizado para los análisis estadísticos fue el IBM® SPSS Statistics® versión 21, y se consideró una P≤ 0.05 para considerar que hubiera diferencias significativas entre los niveles de los factores analizados. 29 VII. RESULTADOS 7.1 Presencia y distribución de los depredadores acuáticos potenciales Para dicho objetivo se revisó literatura encontrándose 96 artículos científicos, en donde se incluían los grupos taxonómicos a nivel de familia que han sido reportados como depredadores de larvas de anfibios en general y en ecosistemas tropicales en particular. Entre estos, sobresalen los grupos de larvas de odonatos, peces, salamandras, larvas de escarabajos (Dytiscus), y las familias Belostomatidae y Notonectidae. En ecosistemas tropicales en particular y presentes en la Reserva de Biología en Chamela, se identificó como depredadores potenciales a los grupos de larvas de odonatos, larvas de escarabajo (Dytiscus), la familia Belostomatidae, escarabajos (Dytiscidae y Hydrophilidae), remadores (Notonectidae), serpientes, arañas, cangrejos, entre otros (Caldwell et al., 1980; Cronin y Travis, 1986; Chivers et al., 1999; Toledo, 2003; Blaustein et al., 2004; Fraker, 2008; Gomez y Kehr, 2011; Zaragoza et al., 2016). Para la determinación de la presencia y distribución de depredadores, se realizaron un total de nueve recorridos, y se obtuvieron en total 53 registros de pozas. Se encontraron ocho familias, durante los muestreos, siendo los cuatro grupos más abundantes de mayor a menor, la familia Notonectidae, Dytiscidae, Gerridae e Hydrophilidae. Se determinó cuáles son las principales familias dependiendo del tamaño de poza (chica, mediana y grande), las cuales coinciden con las cuatro familias con mayor abundancia relativa; la familia Notonectidae es la que presenta mayor distribución y abundancia relativa a través de los tres tamaños de pozas (Figura 8). Las principales familias por tipo de sedimento fueron las cuatro familias mencionadas para los diferentes tamaños de poza, presentando de igual manera una mayor abundancia la familia Notonectidae (Figura 9). 30 Figura 8. Abundancia relativa de las familias de depredadores presentes en los tres tamaños de pozas estudiados. Figura 9. Abundancia relativa de las familias de depredadores presentes en los cuatro tipos de sedimentos de las pozas en estudio. 31 A lo largo de los muestreos hechos en el transecto de “El “Zarco”, se obtuvo un total de 254 registros para la base de datos, con los cuales se realizó un modelo lineal generalizado para analizar las abundancias de los depredadores, junto con el tamaño de la poza (3); tipo de sedimento presente en la poza (4); y el número de la poza, el cual tendría importancia de acuerdo con su distribución a lo largo del arroyo, para conocer si existía una relación entre estas variables. Se obtuvo como resultado una diferencia significativa (p ≤ 0,05) entre los diferentes tamaños de la poza: y el número de poza, con respecto a la presencia de los depredadores, por lo que se tienen datos estadísticos suficientes para considerar que la abundancia de los depredadores está influenciada significativamente con el tamaño de la poza principalmente, así como del número de la poza (Cuadro 1). Cuadro 1. ANOVA del efecto del Tamaño de la poza, sedimento presente en la poza y la poza como tal con respecto a la abundancia de los depredadores presentes en estas. Cuadro realizado con el programa IBM® SPSS Statistics® versión 21. Se realizaron pruebas post hoc (ANEXO 1) para saber dónde se encontraban las diferencias significativas mostradas en el análisis anterior. En estas se encontró que las diferencias significativas
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