Descarga la aplicación para disfrutar aún más
Vista previa del material en texto
FFAACCUULLTTAADD DDEE OODDOONNTTOOLLOOGGÍÍAA TORNILLO DE BLOQUEO INTERMAXILAR EN EL MANEJO DE FRACTURAS MANDIBULARES. T E S I N A QUE PARA OBTENER EL TÍTULO DE C I R U J A N O D E N T I S T A P R E S E N T A: FRANCISCO JAVIER JUÁREZ LEYVA TUTOR: Mtra. ROCÍO GLORIA FERNÁNDEZ LÓPEZ ASESORES: Mtro. GABRIEL PIÑERA FLORES MÉXICO, D.F. 2013 UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO UNAM – Dirección General de Bibliotecas Tesis Digitales Restricciones de uso DERECHOS RESERVADOS © PROHIBIDA SU REPRODUCCIÓN TOTAL O PARCIAL Todo el material contenido en esta tesis esta protegido por la Ley Federal del Derecho de Autor (LFDA) de los Estados Unidos Mexicanos (México). El uso de imágenes, fragmentos de videos, y demás material que sea objeto de protección de los derechos de autor, será exclusivamente para fines educativos e informativos y deberá citar la fuente donde la obtuvo mencionando el autor o autores. Cualquier uso distinto como el lucro, reproducción, edición o modificación, será perseguido y sancionado por el respectivo titular de los Derechos de Autor. AGRADECIMIENTOS Agradezco a dios por haberme permitido concluir uno más de mis propósitos en la vida, por darme la fortaleza para seguir adelante, y nunca dejarme solo, pero sobre todo por darme la oportunidad de ser la persona que hoy soy. A mi madre (Guillermina Leyva), por todo su amor y apoyo, por darme la oportunidad de tener una educación universitaria de calidad y siempre estar a mi lado apoyándome en todo momento, te amo. A mis hermanos (Tere y Juan) por todo su apoyo que me han brindado, por sus consejos y por siempre escucharme cuando los necesité, muchas gracias. A Roxana Palomino por todo su apoyo, cariño, comprensión y paciencia, eres una persona muy especial en mi vida, gracias por estar siempre junto a mí. A mis amigos de la Facultad de Odontología, en especial a Carlos Mondragón por su cariño y apoyo incondicional a lo largo de la carrera, a Christian Serrano, Por su amistad, por escucharme siempre que lo necesite, gracias por todo tu apoyo. A mi tutora la Mtra. Rocío Fernández por su valiosa ayuda en la realización y culminación de este trabajo, gracias por tenerme la paciencia, por su tiempo y dedicación. A la Universidad Nacional Autónoma de México, por haberme forjado como profesional, y ser una mejor persona para la sociedad. Por mi raza hablará el espíritu… ÍNDICE I. INTRODUCCIÓN…………………………………………….............................6 II. CONCEPTO DE FRACTURAS ÓSEAS……………………………………....7 III. ANTECEDENTES HISTÓRICOS……………………………………………..8 - Historia sobre los tratamientos………………………………………………...11 - Vendajes y aparatos externos……………………………………..................11 - Aparatos extraorales e intraorales…………………………………………….12 - Cableado monomaxilar, barras, arcos y férulas……………………………..14 - Cableado intermaxilar…………………………………………………………..14 - Reducción abierta y fijación interna…………………………………………...15 - Placas óseas …………………………………………………………………....16 IV. ANATOMÍA DE LA MANDÍBULA ……………………………………………17 V. FACTORES ETILÓGICOS…………………………………………………….22 VI. CLASIFICACIÓN………………………………………………………………24 - Clasificación según la dirección de la fractura y el principio de favorabilidad del tratamiento……………………………………………………………………..26 - Clasificación según es estado dentario………………………………………..26 - Clasificación en relación al trazo de fractura o de las características intrínsecas de la fractura…………………………………………………………27 - Clasificación en relación a su localización……………………………………28 - Clasificación F.L.O.S.A. ………………………………………………………..29 VII. BIODINÁMICA DE LAS FRACTURAS MANDIBULARES…………….…33 VIII. BIOMECÁNICA DE LA MANDÍBULA……………………………………...35 IX. CUADRO CLÍNICO………………………………………………..................37 - Consulta de los signos y síntomas………………………………………….….37 X. IMAGENOLOGÍA………………………………………………………….……40 - Auxiliares de diagnóstico………………………………………………….…….40 - Radiografías dentoalveolares………………………………….……………….40 - Radiografías oclusales……………………………………………………….….40 - Radiografías simples extraorales………………………………………………41 - Radiografía posteroanterior estricta de cráneo……………………………….42 - Radiografía posteroanterior del cóndilo. técnica de Clementshitsch……….43 - Radiografía frontal del mentón………………………………………………….43 - Radiografía lateral del mentón………………………………………………….44 - Radiografía extraoral oclusal del mentón……………………………………..44 - Radiografía submentovértex……………………………………………………45 - Radiografía lateral del cuerpo mandibular…………………………………….45 - Radiografía lateral del cóndilo. Técnica de Parma…………………………...46 - Radiografía posteroanterior excéntrica. Proyección de Waters…………….46 - Radiografía anteroposterior. Proyección de Towne………………………….46 - Proyección de Towne inversa…………………………………………………..46 - Proyección lateral del cráneo………………………………………...…………47 - Proyección mandibular lateral oblicua…………………………………………47 - Proyección del cuerpo mandibular……………………………………………..47 - Proyección de la rama mandibular……………………………………………..47 - Ortopantomografía……………………………………………………………….47 - Tomografía computarizada……………………………………………………..48 XI. DIAGNÓSTICO……………………………………………………………......51 XII. TRATAMIENTO……………………………………………………………….52 - Tratamiento conservador………………………………………………………..52 - Fijación semirrígida: Indicaciones y técnica…………………………………..53 - Tornillo de bloqueo………………………………………………………………55 - Técnica……………………………………………………………………55 - Ventajas…………………………………………………………………..56 - Indicaciones y contraindicaciones……………………………………..56 - Complicaciones………………………………………………………….57 - Fijación rígida interna……………………………………………………………60 XIII. CONCLUSIONES……………………………………………………………62 XIV. REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS……………………………………….63 6 I. INTRODUCCIÓN Las fracturas mandibulares se han presentado en la historia de la humanidad desde hace siglos, así mismo la etiología, la incidencia y el tipo de tratamiento a evolucionado a lo largo del tiempo y seguirán haciéndolo. Los avances tecnológicos han propiciado que la etiología de las fracturas halla cambiado siendo las más frecuentes las de accidentes automovilísticos, caídas y asaltos. Estos avances también han permitido que la esperanza de vida aumente significativamente. El éxito del tratamiento de las fracturas mandibulares depende de la reducción y fijación utilizando una técnica cerrada o abierta, y la restauración de la oclusión normal. Antes de la reducción de la fractura, la fijación intermaxilar temporal con el registro correcto de la oclusión suele ser necesario. La fijación intermaxilar estable puede ser realizada mediante técnicas diversas. Tradicionalmente, la fijación intermaxilar se a conseguido con barras en arco y alambre interdental, pero está técnica presenta desventajas tales como un prolongado tiempo de manipulación y difícil manejo por parte del cirujano. El tornillo de bloqueo intermaxilar a resultado ser una alternativa válida a otras técnicas que dificultan el manejo de las fracturas. Los tornillos de bloqueo intermaxilar disminuyen el tiempo operatorio y costos del tratamiento aunque para sus uso se necesita hacer un diagnóstico acertado ya que no está indicado en ciertas circunstancias donde otras técnicas resultan ser más adecuadas. Uno de los problemas más importantes es el daño a las raíces adyacentes a el sitio de fijación del tornillo por lo que una técnica deficiente es la explicación más probable para estas complicaciones por lo que se 7 recomienda se tomen precauciones durante la inserción del tornillo, con respecto a el posicionamiento y la inserción. II. CONCEPTO DE FRACTURAS ÓSEAS Las fracturas óseas son lesiones donde hay una pérdida de la solución de continuidad del hueso y se presentan con mayor frecuencia en la mandíbula así mismo repercuten en la funcionalidad de las estructuras involucradas. Por lo general las fracturas se presentandespués de un traumatismo aunque estas pueden presentarse en forma espontánea en enfermedades del tejido óseo, quistes y tumores. Aunque la mandíbula es un hueso fuerte (se requiere de un impacto frontal sobre el mentón entre 70 y 100 N para facturarla) hay zonas de mayor debilidad (la zona subcondilar, principalmente), que la convierten en un sitio de gran incidencia de fracturas 1. La mandíbula es el único hueso móvil de la cara y forma parte del tercio inferior de la cara, participa en funciones básicas como la masticación fonación y deglución, además de participar en la oclusión dentaria junto con el maxilar. Debido a su localización está expuesta a múltiples traumas que pueden dar lugar a fracturas, principalmente en el contexto de accidentes de tránsito, agresiones y accidentes deportivos, entre otros 2,3. Está compuesta de un cuerpo y dos ramas ascendentes, presenta líneas de estrés (debilidad) en toda su estructura, estas líneas se debilitan más con la presencia de órganos dentales e inserciones musculares 4. Así mismo se le consideran tres puntos débiles: 8 • Áreas de ausencia de tejido esponjoso y presencia de hueso cortical: cuello mandibular y ángulos (especialmente si los terceros molares están incluidos). • Orificios de salida: foramen mentoniano y la proximidad con la raíz del canino. • Zonas edéntulas 5. Las fracturas mandibulares pueden conducir a deformidades, luxaciones, pérdidas óseas, maloclusión dental y trastornos de la articulación temporomandibular (ATM). Si no se identifican ni se tratan adecuadamente, estas lesiones pueden dejar importantes secuelas perjudiciales, tanto estética como funcionalmente 2. III. ANTECEDENTES HISTÓRICOS Los datos de los cuales se tiene información son muy extensos; sin embargo la reseña histórica que se presenta sobre fracturas mandibulares y la evolución de los tratamientos será breve. Las primeras referencias de las que se tiene información sobre fracturas mandibulares datan del año1650 a.C., cuando en un papiro egipcio se describió el examen, diagnóstico y tratamiento de las fracturas de mandibulares y otras afecciones quirúrgicas. El caso en el cual se describe una fractura de mandíbula se pensaba que era incurable y por lo tanto no era tratada, el paciente fallecía posteriormente 6. Hipócrates describió la reaproximación directa de los segmentos de fractura con el uso de alambres circunferenciales. Abogó por el cableado de los 9 dientes adyacentes con vendaje externo para inmovilizar la fractura. Hipócrates tuvo la perspicacia de darse cuenta de que la reaproximación y la inmovilización son de suma importancia en el tratamiento de fracturas mandibulares. Muchos autores y médicos han descrito el tratamiento de fracturas mandibulares. Las ideas han variado, pero todos los tratamientos fueron sutiles modificaciones del concepto hipocrático de reaproximación e inmovilización 6. No fue sino hasta 1180 que un libro de texto escrito en Salerno, Italia, describió la importancia de establecer un oclusión adecuada. en 1492, una edición del libro Cyrurgia impreso en Lyon hizo por primera vez mención de la utilización del bloqueo intermaxilar en el tratamiento de fracturas mandibulares. en 1795, Chopart y Desault describieron los efectos del los músculos elevadores y depresores sobre fragmentos de mandíbula. Chopart también fue el primero en usar prótesis dentales en un intento de inmovilizar los segmentos de fractura 6. ( Fig. 1) Fig.1. Chopart and desault (1795) utilizó “viselikes” para el tratamiento de fracturas mandibulares. Fuente: Fonseca R, Walker R, Betts N, Barber H, Powers M, Oral and Maxilofacial trauma. 2ª Ed. Vol.1 Philadelphia: Associate editors; 1998. Pp. 474. 10 La evolución del tratamiento fue, por supuesto, lento y durante todo el siglo XIX, la base del tratamiento de las fracturas mandibulares era algún tipo de vendaje o envoltura externa y ocasionalmente se utilizaba junto con un cable de freno. En este momento de la historia, la atención se está dirigiendo hacia el desarrollo y la mejora de los dispositivos de intra y extraorales 6. A través de la década de 1800 y principios de 1900, varios métodos se utilizaron para reducir e inmovilizar las fracturas mandibulares. Aunque cientos de técnicas se defienden en la literatura de los años 1800, la mayoría son variaciones de vendajes y aparatos externos; aparatos extraorales e intraorales, cableado monomaxilar e intermaxilar 6. La reducción quirúrgica con fijación interna de la mandíbula fue descrita en primer lugar por Schede en 1888, quién uso placas de acero inoxidable y tornillos, obteniendo pobres resultados debido a la corrosión y fatiga del material 7. Las primeras placas fueron diseñadas exclusivamente para fracturas mandibulares. Las miniplacas para osteosíntesis fueron introducidas por Michelet en 1973 y desarrolladas luego por Champy y Lodde en 1975. Michelet describió la técnica quirúrgica en las fracturas mandibulares y Champy estableció el fundamento científico de la técnica. El método fue la fijación semirígida después de una perfecta reducción manual anatómica y funcional 7. Durante los años de 1970, Schmoker y Spiessl desarrollaron las placas de compresión dinámica para la mandíbula, las cuales usaban la colocación de tornillos excéntricamente para generar compresión. Simultáneamente, Michelet empezó a usar miniplacas monocorticales no compresivas. Champy usó un modelo de cantilever y mostró que el borde superior mandibular era 11 sujeto de tensión reproducible y el borde inferior era sujeto de compresión. La zona de transición entre estas áreas es referida como “línea de fuerza cero” corriendo a lo largo del nervio alveolar inferior. Champy recomendó el uso de una miniplaca única de no compresión en el borde superior mandibular para las fracturas del ángulo mandibular (técnica de Champy) 7. Historia sobre los tratamientos Antes del advenimiento del modernos aparatos, instrumentos y técnicas utilizadas en el tratamiento de fracturas mandibulares, muchos dispositivos ingeniosos fueron comercializados para el tratamiento de las fracturas de mandíbula. Cada uno tenía sus propias ventajas y desventajas individuales, sino como un grupo que no proporcionó reducción directa, estable y la inmovilización de los segmentos mandibulares 6. • Vendajes y aparatos externos Las primeras vendas mencionadas por Hipócrates, ganaron notoriedad y aceptación como un estándar de cuidado cuando Jhon Rhea Barton describió su vendaje Barton. (Fig 2). Este vendaje proporcionaba fuerzas direccionales posteriores en la mandíbula fracturada, lo que resulta en deformidades como la "cara de pájaro" y uniones defectuosas 6. 12 Fig.2. Bendaje Barton nombrado por John Rhea Barton. Fuente: Fonseca R, Walker R, Betts N, Barber H, Powers M, Oral and Maxilofacial trauma. 2ª Ed. Vol.1 Philadelphia: Associate editors; 1998. Pp. 475. Aparatos externos, o extraorales tampoco proporcionaron una reducción estable de las fracturas. Estos aparatos tenían copas en la barbilla y una variedad de correas y apoyos externos que, igual que los vendajes, producían indeseables fuerzas en dirección posterior 6. • Aparatos extraorales e intraorales Esta aparatología funcionó mediante la colocación de una férula rígida en la superficie oclusal de los dientes y una en la superficie inferior de la mandíbula. un dispositivo se utilizó entonces para aplicar presión a las dos férulas, teóricamente inmovilizando y fijando los segmentos fracturados. Dorrance y Bransfield describieron las múltiples desventajas de este método, incluyendo la incapacidad para obtener una oclusión correcta, su incapacidad para las fracturas mandibularesposteriores y en las fracturas bilaterales, su fomento de salivación, y la falta de inmovilización necesaria para la unión adecuada 6. 13 Gunning fue el primero en usar una férula dental intraoral hecha a la medida para la inmovilización. Se utilizó la férula en conjunción con un aparato externo en la cabeza. Sus férulas también podrían aplicarse tanto al maxilar como a la mandíbula, lo que resulta en una fijación intermaxilar. (Fig. 3). Un espacio anterior fue proporcionado para su nutrición. Este principio básico del uso de férulas de fijación intermaxilar, aunque modificado, todavía se utiliza de forma rutinaria en el tratamiento de fracturas mandibulares en pacientes total o parcialmente edéntulos 6. Fig. 3. Thomas Brian Gunning (1840-1889) fue el primero en utilizar férulas vulcanizadas hechas a la medida para inmovilizar los fragmentos mandibulares. Él utilizó armas dobles para el anclaje extraoral con un gorro a la cabeza y apoyo de goma suave en el mentón. Fuente: Fonseca R, Walker R, Betts N, Barber H, Powers M, Oral and Maxilofacial trauma. 2ª Ed. Vol.1 Philadelphia: Associate editors; 1998. Pp. 476. 14 • Cableado Monomaxilar, barras, arcos, y férulas. Hipócrates abogó originalmente por este tipo de tratamiento, y más tarde fue apoyado en los escritos de numerosos autores, El cableado monomaxilar fue popular en el tratamiento de fracturas mandibulares. Al ser un concepto similar al cable de hoy en día y al hilo Risdon de la década de 1920, proporcionó algún elemento de reducción, pero sin fijación complementaria, las fracturas fueron inmovilizadas inadecuadamente 6. Las férulas se hicieron populares a mediados del siglo XIX y fueron realizados generalmente de metal y hechas a la medida del paciente. Las férulas se fabricaron con el uso de modelos hechos después de la reducción de los fragmentos. Algunos fueron cementadas a los dientes, mientras que otras implicaban abrazaderas sofisticadas que implicaban la inmovilización de los segmentos bucal y lingual juntos 6. El uso de cableado monomaxilar, barras, arcos, y férulas se limita a fracturas que contienen dientes estables a ambos lados de la fractura 6. • Cableado intermaxilar A Guillermo de Saliceto se le atribuye el primero en utilizar la fijación intermaxilar. A Gilmer por ser el primero en utilizar la técnica, pasando cables alrededor de los dientes individuales de ambas arcadas y luego se unieron estos cables opuestos 6. Bandas de ortodoncia y arcos se utilizaban en pacientes con dientes fracturados, flojos o con falta de ellos. Angle el famoso ortodoncista americano a descrito muchos métodos de fijación intermaxilar donde se utilizan bandas y otras técnicas de Ortodoncia 6. 15 Sauer describe la ligadura con un alambre de hierro a los dientes. Pero fue Gilmer quien tomó esta idea fijando los arcos en barra en la mandíbula como en el maxilar, revolucionando el tratamiento de las fracturas 6. • Reducción abierta y fijación interna. En la mitad del siglo diecinueve, Buck y Kinlock describieron el uso de alambre de ligadura para la inmovilización de fracturas mandibulares. Usando este método, realizaban un agujero a ambos lados del sitio de fractura y pasaban el alambre. El alambre, era de hierro o de plata, se reforzaba periódicamente creando espirales en cada extremo del mismo. (Fig. 4). Este método cayó en desuso por la alta incidencia de infección 6. Fig. 4. Principio de Thomas (1869) Presenta una técnica de reducción abierta intraoral con alambre de plata y osteosíntesis. la terminación en espiral tipo resorte se reforzó intermitentemente "hasta que la unión se logró". A, segmento proximal. B, segmento distal. Fuente: Fonseca R, Walker R, Betts N, Barber H, Powers M, Oral and Maxilofacial trauma. 2ª Ed. Vol.1 Philadelphia: Associate editors; 1998. Pp. 477. 16 • Placas óseas En 1881, Gilmer Describió un método de fijación en fracturas mandibulares donde utilizaba dos barras fuertes colocadas a ambos lados de la fractura y conectadas entre sí. Eran empujadas a través de la piel, membranas mucosas, y el hueso. El cable estaba a ambos lados de la boca y la piel. Dorrance y Bransfield expusieron la primera referencia en la utilización de placas de hueso verdadero fue Schede quien, alrededor de 1888, utilizó una placa de acero sólido fijada por cuatro tornillos. Durante la Primera Guerra Mundial, Kazanjian utiliza suturas de alambre a través de fragmentos de hueso y ató el cable a una barra en arco para la fijación 6. En 1900, Mahé utilizaba placas múltiples para inmovilizar múltiples fragmentos mandibulares después de aplicar una férula monomaxilar. A semejanza de los sistemas de placas utilizados en la actualidad 6. En 1915, Ivy ilustra el uso de placas de acero de Sherman, pero se abandonó este método debido a infección y necrosis. En 1917, Cole utiliza placas de plata y tornillos en cada lado de la fractura y luego alambres de plata unidos a las placas, para inmovilizar la fractura. En 1934, Vorschutz introdujo dos tornillos largos a través de la piel hasta el hueso, la reducción de la fractura, se mantiene en la posición con los tornillos y el uso de un vendaje de yeso de París (similar al aparato de hoy en día de Joe Hall Morris) 6. 17 IV. ANATOMÍA DE LA MANDÍBULA Es un hueso impar, simétrico, móvil situado en la parte más inferior de la cara, tiene forma de herradura para su estudio se le considera un cuerpo y dos ramas 8. Cuerpo El cuerpo va a presentar dos caras una anterior y otra posterior y dos borde uno superior y otro inferior 8. Fig. 5. Mandíbula cara derecha. 1. Cuerpo 2. Sínfisis mandibular 3. Foramen mentoniano 4. Línea oblicua externa 5. Borde inferior 6. Ángulo de la mandíbula 7. Rama mandibular 8. Cóndilo 81. Cuello del cóndilo 9. Incisura mandibular 10. Proceso coronoideo 11. Borde alveolar. Fuente: Latarjet M, Anatomía humana. 3a Ed. Vol.1 Buenos Aires: Médica Panamericana; 1999. Pp. 97. 18 Cara anterior Por su cara anterior va a presentar sobre la línea media una cresta vertical, la sínfisis mentoniana que es el resultado de la fusión de las dos mitades embrionarias del hueso y por debajo presenta una saliente llamada eminencia mentoniana o mentón. Lateralmente y hacia atrás a la altura de los premolares se va a encontrar el agujero mentoniano por donde emerge el nervio mentoniano casi a mitad de distancia entre el borde alveolar y el borde libre. A ambos lados de la protuberancia (eminencia) mentoniana y más hacia atrás partiendo del borde anterior de la rama está la línea oblicua externa que en su comienzo sigue el borde inferior del hueso, para dirigirse luego hacia arriba y atrás atravesando en diagonal esta cara. En esta línea rugosa se insertan músculos cutáneos: depresor del labio inferior (cuadrado del mentón) y depresor del ángulo oral (triangular de los labios). En el área comprendida por esta línea y por debajo del reborde alveolar se observan salientes verticales que corresponden a las implantaciones dentarias: entre estas salientes existen surcos que corresponden a los septos interalveolares 8. Cara posterior Por la cara posterior a los lados de la línea media se observan salientes de inserción, las espinas mentales o mentonianas (procesos geni) en número de cuatro: dos superiores y dos inferior de cada lado en las superiores se inserta los músculos genioglosos y en las espinas inferiores los genihioideos. Por fuera de la línea media se va encontrar partiendo del borde anterior de la rama la línea oblicua interna o milohioidea (donde se inserta el músculo milohioideo y en su parte posterior el músculo constrictor superior de la faringe) por arribade está a la altura de las piezas dentales anteriores se aloja la fosa sublingual que aloja la glándula sublingual, por debajo de la 19 línea oblicua interna a la altura de las piezas dentales posteriores se encuentra la fosa submandibular que aloja la glándula submandibular. El borde superior se denomina proceso donde se alojan los alvéolos dentales. el borde alveolar, el borde inferior presenta a los lados de la línea media las fositas digastricas donde se inserta el vientre anterior del digastrico, más atrás éste borde puede estar escotado por el paso de la arteria facial 8. Fig. 6. Mandíbula cara posterior. 1. Cóndilo 2. Proceso coronoideo 3. Foramen del canal mandibular 4. Língula mandibular 5. Surco milohioideo 6. Ángulo de la mandíbula 7. Fosa digástrica 8. Sínfisis mentoniana 9. Procesos geni. Fuente: Latarjet M, Anatomía humana. 3a Ed. Vol.1 Buenos Aires: Médica Panamericana; 1999. Pp. 97 Ramas mandibulares. Las ramas son cuadriláteras se le consideran dos caras lateral y medial y cuatro bordes: superior, inferior, anterior y posterior 8. 20 Fig. 7. Hemimandibula, cara superior, lado derecho, 1. Cóndilo 2. Incisura mandibular 3. Proceso coronoideo 4. Fosa sublingual 5 y 6. Procesos geni 7. Cuerpo de hueso seccionado a nivel de la sínfisis 8. Fosa digástrica 9. Fosa submandibular 10. Línea oblicua interna 11.surco milohioideo 12. Ángulo de la mandíbula 13. Borde posterior de la rama mandibular 14. Língula mandibular 15. Conducto dentario Fuente: Latarjet M, Anatomía humana. 3a Ed. Vol.1 Buenos Aires: Médica Panamericana; 1999. Pp.. 98 Cara lateral Por su cara lateral son aplanadas y lisas en casi toda su extensión menos el ángulo donde presenta rugosidades para la inserción del músculo masetero 8. 21 Cara medial Por su cara interna o medial sobre la línea media y a la altura del tercio medio se encuentra un proceso en forma de espina llamado lingula (espina de Spix) atrás de la lingula esta el agujero de entrada del conducto alveolar inferior por donde pasa el nervio alveolar inferior y que atraviesa hacia el otro lado por el agujero mentoniano donde emerge el nervio mentoniano. Por debajo del conducto alveolar inferior esta el canal milohioideo que aloja al nervio milohioideo. En el ángulo se encuentra una superficie rugosa para la inserción del músculo pterigoideo medial 8. Borde superior El borde superior presenta dos procesos uno anterior de forma triangular que se le conoce como el proceso coronoideo donde se inserta el músculo temporal y un proceso posterior o cóndilo elíptico y alargado transversalmente presenta una porción ensanchada que se le llama cabeza y una porción más estrecha que se le llama cuello. En la cara anteromedial del cuello se va a encontrar la fosa pterigoidea para la inserción del pterigoideo lateral entre los dos se encuentra la incisura mandibular 8. Borde inferior El borde inferior es libre. Se continua sin línea de demarcación con el borde inferior del cuerpo y forma un ángulo con el borde posterior 8. 22 Borde posterior El borde posterior también llamado parotídeo por su relación con la parótida. Donde se une el borde inferior con el posterior forman el ángulo 8. Borde anterior El borde anterior es acanalado y da origen al borde alveolar 8. V. FACTORES ETIOLÓGICOS Muchos estudios publicados relativos a la incidencia y las causas de las lesiones maxilofaciales muestran que el patrón de las fracturas maxilofaciales han cambiado a lo largo de las décadas y seguirán haciéndolo. Las principales causas son los accidentes de tráfico en todo el mundo, asaltos, caídas, lesiones relacionadas con el deporte, y la guerra civil . Estudios anteriores de Nigeria, Libia, Europa, y Pakistán mostraron que los accidentes de tráfico fueron la causa más frecuente de fracturas de huesos faciales 9. La organización Mundial de la Salud (OMS) indican que 1 millón de personas mueren y entre 15 y 20 millones resultan heridas cada año en accidentes de tráfico. Se prevé que para el año 2020 los accidentes de tráfico ocupen el tercer lugar de todas las causas principales de morbilidad y mortalidad a nivel mundial, a menos que la tecnología y el conocimiento se utiliza para la prevención 9. Gran variabilidad se observa en los factores causales y la prevalencia de las lesiones cráneo-maxilofaciales, que se relaciona con el medio ambiente, la 23 cultura, el sexo, la edad y el nivel socioeconómico, así como el mecanismo de la lesión. Considerando que los accidentes de tráfico siguen siendo la causa más frecuente de lesiones maxilofaciales en los países en desarrollo, estudios recientes muestran que el asalto se está convirtiendo en la causa más común en los países desarrollados 9. Las fracturas mandibulares representan el 38% de las fracturas de los huesos faciales en general, en un estudio comparativo entre Estados Unidos y Turquía se notó una diferencia importante en cuanto al número de pacientes involucrados en un asalto o agresión física, siendo la primera causa de fracturas en Estados Unidos y la segunda en Turquía. Este mismo estudio presenta una ligera diferencia en cuanto al sitio afectado siendo el ángulo mandibular el sitio de más incidencia en Estados Unidos y el cuerpo mandibular en Turquía; sin embargo, Ellis encontró el cuerpo mandibular más frecuente, seguido por el cóndilo, ángulo, acompañadas de otras fracturas faciales como el proceso cigomático. Como conclusión de estos estudios podemos deducir que los sitios de mayor frecuencia, en general, son el ángulo, el cuerpo mandibular y la zona parasinfisiaria con variantes entre 25 y 30% de las fracturas mandibulares, seguidas por las fracturas de cóndilo (subcondíleas e intracapsulares) y, finalmente, las fracturas de rama y proceso coronoides como las de menor incidencia 7. En diversos estudios se observó que la prevalencia y la incidencia se presenta mayoritariamente en el sexo masculino que en el femenino y que se presenta con mayor frecuencia en la tercera década de vida 9. Las especialidades de cirugía plástica y cirugía maxilofacial son las encargadas de proporcionar el tratamiento para los pacientes afectados por esta lesión. La experiencia, el abordaje diagnóstico, manejo y resultados son 24 distintos para cada una de estas especialidades y no han sido evaluados con anterioridad 1. La mayoría de las lesiones óseas faciales implican la mandíbula y esto está relacionado con la dirección y la cantidad de fuerza ala que la mandíbula está expuesta. En un estudio se informó que, en el automóvil hay lesiones del cóndilo que es lo más común, mientras que las lesiones en moto son la causa más común de fracturas de parasínfisis y los asaltos tienen más incidencia de fracturas del ángulo 9. Además, cada vez hay mayor volumen de tráfico como consecuencia de la rápida expansión económica, la urbanización, la vida nocturna activa en los metros, también pueden ser factores contribuyentes. El aumento de la violencia interpersonal en los últimos tiempos se puede atribuir a la aceptación del alcohol por la sociedad, que se celebró previamente como un tabú. Agregando a esto la rápida modernización de desempleo, debido a la mecanización y la explosión de la población contribuye al aumento de accidentes de tránsito 9. VI. CLASIFICACIÓN En general, las fracturas pueden clasificarse de distintas formas y aspectos. Las fracturas mandibulares se pueden clasificar conforme a diversos criterios: su localización, la oclusión dentaria, la dirección del trazo de fractura y sus posibilidades de tratamiento, la presencia de traumatismos complejos de la piel o de la mucosa, y las características del tipo de fractura 10.25 Fig. 8. Trazo de fractura desplazada. Fuente: Del Castillo J. Manual de traumatología Facial. Madrid: Ripano; 2007. Pp. 48 Fig.9. Trazo de fractura no desplazada. Fuente: Del Castillo J. Manual de traumatología Facial. Madrid: Ripano; 2007. Pp. 48 26 Clasificación según la dirección de la fractura y el principio de “favorabilidad” del tratamiento. • Desplazadas (favorables) • No desplazadas (no favorables) La clasificación de las fracturas de mandíbula en “favorables” y “desfavorables” fue desarrollada en la época en la que predominaba la reducción cerrada. Este principio está ligado a las fuerzas de desplazamiento ejercidas por los músculos masticatorios que influyen en la estabilidad tras la reducción de los fragmentos, bien manteniendo los segmentos en su lugar o desplazándolos, y guarda relación con la dirección y oblicuidad del trazo de la fractura 10. Como regla general, las fracturas desplazadas son buenas candidatas para una reducción cerrada y las no desplazadas requieren fijación mediante reducción abierta. Pero no todas las fracturas siguen este principio, y el grado de desplazamiento no es un indicador de la necesidad de una reducción directa, ya que fragmentos desplazados pueden ser favorables una vez reducidos con técnicas indirectas 10. Según el estado dentario: Kazanjian y Converse propusieron una clasificación basada en la presencia o ausencia de dientes adyacentes a cada lado del trazo fracturado, lo cual guarda relación con el tratamiento de la fractura: • Clase I: Dientes a ambos lados de la fractura, bloqueo intermaxilar posible. Pueden ser suficientes uno o más dientes de cada lado de la 27 fractura, aún cuando los dientes superiores no estén presentes para permitir una fijación intermaxilar • Clase II: Dientes en un lado de la fractura, se necesitan dientes superiores para bloqueo intermaxilar. • Clase III: Edéntula en ambos lados, lo que implica reducción abierta. Estas fracturas deben ser tratadas con férulas, fijación interna o con una combinación de ambos métodos 5. En relación al trazo de fractura o de las características intrínsecas de la fractura: • Simples: No hay un contacto del foco de fractura con el exterior. La fractura es lineal y muestra poco desplazamiento. Las lesiones de los tejidos blandos no comprometen el foco de fractura, por lo que no existe comunicación con el medio externo. • Compuestas: Abiertas, fundamentalmente a boca, como sucede en las fracturas del cuerpo mandibular. Tienen comunicación con el medio externo. • En tallo verde: discontinuidad del espesor mandibular incompleto. La tabla externa se encuentra fracturada y la otra plegada o doblada. En ellas puede existir una apreciable deformidad sin pérdida de continuidad ósea. • Complejas: Presentan fragmentos múltiples, con líneas de fractura en diferentes direcciones. • Conminutas: Se encuentran numerosos fragmentos pequeños, algunos de los cuales pueden estar necrosados. • Fracturas impactadas: los fragmentos óseos se encuentran encajados unos con otros y mantienen la posición 10. 28 En relación a su localización: Está clasificación mantiene relativamente su vigencia, fue propuesta por Dingman y Natvig donde ordenaron las fracturas de la mandíbula según su localización anatómica en: • Sinfisiarias y parasinfisiarias: Localizadas entre ambos agujeros mentonianos. Suelen ser oblicuas o verticales. • Caninas: Producidas alrededor de los caninos; atraviesan el cuerpo mandibular por delante del foramen mentoniano. • Cuerpo mandibular: Desde los caninos hasta el ángulo mandibular. • Ángulo mandibular: Localizadas detrás del segundo molar. La región del ángulo es débil y se debilita aún más cuando existen terceros molares incluidos. • Ramas mandibulares: Se producen entre el ángulo de la mandíbula y la escotadura sigmoidea. • Proceso Coronoides. • Zona subcondílea: Situada por debajo del cuello anatómico del cóndilo • Condíleas • Alveolares: Producen la separación de un segmento del hueso alveolar sin interrupción de la continuidad mandibular, con algún diente insertado o sin él 10. (Fig. 10). 29 Fig.10. Clasificación de las fracturas mandibulares según su localización anatómica. Fuente: Martínez T. “Cirugía oral y maxilofacial” Ed. El manual moderno, 2009 pp. 490 CLASIFICACIÓN F.L.O.S.A. Esta clasificación fue propuesta por la Asociación para la osteosíntesis y Asociación Suiza para el Estudio de la Fijación Interna (AO-ASIF) y elaborada a partir de los datos obtenidos de un estudio piloto realizado por Gratz y cols. En varios hospitales de Europa. Se trata de una clasificación de gran valor y muy completa por abarcar otras clasificaciones y su fácil aplicación. Se estructura sobre la base de la exploración clínica y radiológica básica y aporta unas repercusiones prácticas y de orientación terapéutica inmediatas de gran importancia 10. Tal como se indica a continuación, utiliza cinco iniciales que se combina con una numeración (Tabla 1): 30 F. Número de fragmentos. L. Lugar de la fractura. O. Desplazamiento. S. Tejidos blandos. A. Fracturas asociadas. TABLA 1. CLASIFICACIÓN F.L.O.S.A. 10. F: No. De fragmentos L: Localización de la fractura O: Grado de desplazamiento S: Afectación de tejidos blandos A: Fracturas asociadas F0: Incompleta F1: Simple F2: Múltiple F3: Conminuta F4: Pérdida ósea L1: Precanino L2: Canino L3: Postcanino L4:Angular L5:Supraangular L6: Condilar L7: Coronoides L8: Alveolar O 0: No maloclusión O 1: Maloclusión O 2: Edéntulos S0: Cerrados S1: Abierta IO S2: Abierta EO S3: Abierta IO y EO S4: Pérdida de tejidos blandos A0: No A1: Fractura y/o avulsión dental A2: Fx. Nasal A3: Fx. Cigomática A4: Lefort I A5: Lefort II A6: Lefort III 31 Esta clasificación genera y permite combinaciones entre las diferentes categorías para definir diversos grados de severidad y objetivar los datos clínicos, comparar distintos métodos de tratamiento e individualizar los tratamientos 10. Fig. 11. Localización más frecuente de las fracturas. Fuente: E. Andrade Filho, R Fadul, R. De A. Azevedo, M. Da Rocha, R. De A. Santos, S. Toledo et al. Fracturas de mandíbula: análise de 166 casos. Rev. Ass. Med. Brasil 2000; 46 (3): 272-6. 32 Fig. 12. Incidencia de fracturas mandibulares en relación con el sitio anatómico. En forma general en cuanto a la localización anatómica el sitio de fractura más frecuente de la región mandibular fue la región parasinfisiaria con 40% de los casos (30 pacientes), seguida de la región del ángulo con 35% (27 pacientes). Fuente: Ochoa J. Análisis retrospectivo de 75 fracturas mandibulares consecutivas en el Hospital Central Militar. Rev. Sanid. Milit. Mex. 2008;62 (4):166-173. 33 VII. BIODINÁMICA DE LAS FRACTURAS MANDIBULARES Las fracturas pueden producirse de forma estática; como un golpe, o de forma dinámica por efecto de una aceleración o desaceleración. El mecanismo que se presenta con mayor frecuencia es por choque (desaceleración), donde debido a la diferencia de los objetos que chocan se absorbe una mayor cantidad de energía cinética. El cuerpo humano es capaz de tolerar hasta cierto punto dichas energías; ya que son absorbidas mediante los siguientes mecanismos: • Retroceso del objeto con el que se colisiona. • Deformación de las partes blandas. • Deformidad elástica de huesos 11. Cuando la energía supera la capacidad de absorción, se produce la fractura: La tolerancia a las fracturas está determinada por: •La energía absorbida. • La duración de la acción de la fuerza. • La distribución de la carga 11. La fuerza neta que actúa sobre el hueso produce una deformación frente a la cual el hueso genera una resistencia. Esta resistencia se denomina tensión y se ejerce como una fuerza de compresión, tracción, empuje o flexión. Cuando se sobrepasa la capacidad elástica, la fuerza de tracción produce una línea de fractura perpendicular a la dirección de la tracción, la fuerza de empuje y una línea paralela a la dirección del empuje, y la fuerza de compresión crea secundariamente una tracción, que es la constituye la causa indirecta de la fractura 11. 34 La fuerza de flexión es un caso especial en el que se asocian tracción y compresión. En el lado cóncavo, el hueso está sometido a compresión y en el convexo, a tracción. Al llegar a una determinada profundidad, la compresión y la tracción se equilibran, de modo que la tensión en esa capa se hace nula (estrato neutro). Dado que la resistencia del hueso a la tracción es mucho menor que su resistencia a la compresión, cuando existe una fuerza de flexión, la fractura se produce siempre en el lado convexo, pudiendo el lado contrario ser alcanzado por tensión triangular (cuña de flexión) 11. (Fig.11). Fig.13. Mecánica de una fractura por flexión. La fractura empieza en la superficie que se estira. Ay B son fuerzas de apoyo. Fuente: Horch H. “Cirugía oral y maxilofacial” Tomo 1 Ed. Masson pp.47. 35 VIII. BIOMECÁNICA DE LA MANDÍBULA A pesar de su elevada resistencia intrínseca, la mandíbula sucumbe con frecuencia en el curso de los traumatismos faciales, debido a su situación prominente. Constituye el único hueso móvil de la cara, y desempeña funciones esenciales para la supervivencia como la masticación y la respiración 10. Hay zona que por su naturaleza son más débiles que otras, como son; El segmento donde se presenta el agujero mentoniano, el ángulo de la mandíbula, el cuello del cóndilo; o bien se hallan debilitadas por alguna otra causa como es la ausencia de dientes, el espesor de un diente retenido, etcétera. Por lo que son más vulnerables a la acción de un traumatismo 10. Los mecanismos por los cuales un agente vulnerante puede vencer la resistencia ósea, hasta el extremo de interrumpir la continuidad del hueso son: 1. Impacto directo. La fractura asienta en el lugar del hueso sobre la que actúa el agente traumatizante. 2. Mecanismo indirecto. Una fuerza externa aplicada sobre un hueso tiende a deformarlo. Si la magnitud de la misma supera el límite de resistencia elástica de este, ocasiona una fractura única o múltiple, que puede localizarse en un lugar del hueso distante del punto de incidencia de la fuerza. Debido a su curvatura, la mandíbula constituye un terreno fecundo para la aparición de fracturas por un mecanismo indirecto. Una situación clásica, la constituye la fractura de uno o ambos cóndilos, tras un impacto sobre el mentón. 3. Acción muscular. Una contracción muscular enérgica puede provocar una fractura por “arrancamiento” de la zona de inserción muscular, 36 así como de las coronas dentarias por apretamiento oclusal excesivo. Además las fuerzas generadas por los músculos motores de la mandíbula durante la masticación pueden fracturar un hueso fragilizado por un proceso patológico subyacente. Sea cual fuere el mecanismo patogénico involucrado en la génesis de la fractura, si ésta es completa, los fragmentos óseos resultantes suelen sufrir desplazamientos espaciales, cuya magnitud y dirección dependen del concurso de diversos factores: a) Intensidad y dirección con que actúa el agente traumatizante. b) Dirección espacial y forma del trazo o trazos fracturarios. c) Región anatómica en la que asienta la fractura. d) Acción de los músculos masticadores. e) Presencia, ausencia, estado de salud y posición de los dientes inferiores y de sus antagonistas 10. Jourde y Vanneville consideran que, fruto de la acción de las fuerzas masticatorias, en la mandíbula dentada se forman cinco sistemas trayectoriales: los pilares basilar y temporal, fruto de la acción de los músculos masetero y temporal respectivamente. Un tercer pilar es debido a la acción del músculo pterigoideo interno, un cuarto sistema, el pilar sigmoideo, que contornea la escotadura homónima, y es determinado por el músculo temporal y, finalmente el sistema dentario, situado a nivel del reborde alveolar. En una mandíbula edéntula tan sólo se conservan los tres primeros sistemas trayectoriales 10. 37 1. Fig. 14. Sistemas trayectoriales de la mandíbula. Fuente: Martínez S. Osteosíntesis maxilofacial. España: Ergon; 2002. Pp. IX. CUADRO CLÍNICO CONSULTA: ANÁLISIS DE LOS SIGNOS Y LOS SÍNTOMAS Es necesario averiguar como sucedieron los hechos que llevaron a la lesión traumática. • Cuando se produjo el trauma. • Donde se produjo el trauma. Es importante para saber el grado de la eventual contaminación bacteriana • Como se produjo el trauma 12. La existencia de una fractura debe sospecharse siempre que se haya producido un traumatismo y aparezcan una serie de signos clínicos. 38 Los signos ciertos de la presencia de una fractura son: • La deformación del hueso fracturado, los desplazamientos y la formación de escalones suelen estar enmascarados por la inflamación de los tejidos blandos. • Otro signo diagnóstico de las fracturas es la movilidad anormal. Ésta se halla presente de un modo constante en las fracturas de los procesos alveolares. • La crepitación es el sonido del roce que puede escucharse cuando, durante la exploración, los extremos de la fractura tropiezan entre sí. Dado que en la mandíbula las superficies de la fractura suelen ser muy lisas, este síntoma es a menudo muy poco manifiesto. Puede faltar igualmente cuando se interponen tejidos blandos entre ambos extremos de la fractura. Dado que la comprobación de la crepitación produce un dolor intenso, es preferible renunciar al análisis de este síntoma 12. Los signos inciertos de fractura son aquellos que, si bien aparecen de forma regular cuando existe una fractura, también pueden darse en otras patologías: • El hematoma y la inflamación en la zona de la fractura se deben a la existencia de hemorragias tisulares que se producen como consecuencia del desgarro del periostio y de otros tejidos. Paralelamente se produce un edema postraumático. Sin embargo, estos síntomas pueden producirse, también, cuando la fuerza llega a producir una falta de solución de continuidad de las estructuras óseas. 39 • Si bien el dolor a la palpación se halla presente en cualquier fractura, también puede aparecer en contusiones óseas y de los tejidos blandos, así como inflamaciones. En cualquier caso, la ausencia de dolor a la palpación es bastante indicativa de la ausencia de fractura. • El dolor a la movilización puede ponerse de manifiesto dando un solo golpe en cualquier punto del eje longitudinal del hueso. Al hacerlo, el paciente refiere dolor en la zona de la fractura. Sin embargo, este dolor puede aparecer también cuando hay una articulación lesionada por distensión o contusión. El dolor a la movilización constituye un signo muy importante para el diagnóstico de las fracturas del arco mandibular o de la articulación temporomandibular. • Pérdida de la función (impotencia funcional) es una inestabilidad mecánica que deriva de los esfuerzos del paciente para evitar los movimientos dolorosos del hueso fracturado. De este modo, en las fracturas mandibulares, resultan difíciles la deglución, el habla y los movimientos de masticación 12. Los hallazgos clínicos deben completarse en cualquier caso con los hallazgos radiológicos, sobre todo cuando no existensignos ciertos que indiquen la presencia de una fractura. La exploración radiológica se hace en función de los hallazgos clínicos y debe efectuarse siempre una exploración en dos planos 11. 40 X. IMAGENOLOGÍA AUXILIARES DE DIAGNÓSTICO Estudio radiográfico. Con mucha frecuencia se utilizan combinaciones de técnicas radiográficas para tener la posibilidad de evaluar las lesiones traumáticas a partir de diferentes angulaciones. Radiografías dentoalveolares Son útiles para evaluar daños a las piezas dentarias y fracturas del proceso alveolar, bajo la forma de una línea radiolúcida 12. Radiografías oclusales Este tipo de examen permite visualizar una zona más amplia de la que se observa con la película dentoalveolar, de modo que proporciona una mejor visualización en lesiones de tamaño medio y su relación con los tejidos vecinos 13. 41 Fig. 15. Izquierda, fractura de la mandíbula en la zona del canino y premolares derechos, con mínimas manifestaciones a excepción de una densidad ligeramente aumentada (flecha) producida por una superposición en la zona de los premolares. Derecha, proyección oclusal de la misma fractura que revela desplazamiento y dirección oblicua del trazo. Fuente: Gibilisco J, Turlington E. Stafne Diagnóstico Radiológico en Odontología. 5 ed. Buenos Aires: Editorial Médica Panamericana: 1987. Pp. 352. Radiografías simples extraorales Los exámenes radiográficos extraorales incluyen todas las proyecciones de la región orofacial, con placas colocadas fuera de la boca. Estas proyecciones se emplean frecuentemente para examinar áreas no cubiertas del todo por las placas intraorales, o bien para visualizar el cráneo y las estructuras faciales 14. Un examen de la mandíbula debe incluir elementalmente vistas laterales, oblicuas, bilaterales del cuerpo y las ramas, comprendiendo estas ultimas el 42 cóndilo y una placa frontal que tenga la proyección anteroposterior de la mandíbula 15. Radiografía posteroanterior estricta de cráneo Esta técnica nos permite visualizar fracturas en la zona anterior de la mandíbula, el cuerpo, rama y en forma clara la zona del ángulo mandibular en una vista frontal. Aunque esta técnica tiene el inconveniente de que en la zona del mentón se tendrá sobreproyección de la columna cervical 13. Fig.16. Izquierda, Posición del paciente para la proyección posteroanterior del cráneo. Derecha, radiografía posteroanterior estricta. Fuente: Urzúa R. Técnicas Radiográficas Dentales y Maxilofaciales Aplicaciones. Venezuela: AMOLCA: 2005. Pp. 80 43 Radiografía posteroanterior del cóndilo. Técnica de Clementshitsch Esta radiografía muestra una vista frontal de la cabeza y el cuello del cóndilo, es útil en el estudio de los traumatismos de los cóndilos mandibulares, ya que permite en los casos de fractura del cuello del cóndilo observar los desplazamientos de los fragmentos en sentido lateral. Fig. 17. Fractura a nivel del cuello del cóndilo, sin desplazamiento de fragmentos. Fuente: Urzúa R. Técnicas Radiográficas Dentales y Maxilofaciales Aplicaciones. Venezuela: AMOLCA: 2005. Pp. 86 Radiografía frontal del mentón En esta técnica se observa la zona ósea del mentón y las piezas dentarias correspondientes, sin sobreproyección de la columna cervical, Es de gran utilidad cuando no se cuenta con un equipo para radiografías ortopantomograficas. En los traumatismos del mentón las proyecciones de la columna cervical impiden determinar con certeza la existencia o no 44 de una fractura en el borde inferior del mentón por lo que la radiografía frontal del mentón permite solucionar esta dificultad. Radiografía lateral del mentón Como es una proyección de perfil, se obtendrá una superposición de un lado con el otro, de esta forma se podrá observar las fracturas de la línea media y del mentón, el borde inferior se observará bien en la parte anterior pero a partir de este se sobreproyectarán ambos lados. Fig. 18. Radiografía lateral del mentón. Fuente: Urzúa R. Técnicas Radiográficas Dentales y Maxilofaciales Aplicaciones. Venezuela: AMOLCA: 2005. Pp. 106. Radiografía extraoral oclusal de mentón En esta radiografía se observa la zona del mentón desde el tercio apical de las piezas dentarias hasta el borde inferior del mentón donde se pueden presentar fracturas sinfisiarias y parasinfisiarias. También resulta útil en traumatismos de mentón en pacientes pediátricos, en los que la radiografía oclusal intraoral les provoque náuseas. 45 Radiografía submentovértex Esta proyección se utiliza observar la posición y la orientación de los cóndilos así como la curvatura de la mandíbula. Radiografía lateral del cuerpo mandibular Con esta proyección se obtiene una visión completa del cuerpo mandibular en la zona de molares, conducto dentario y borde inferior de la mandíbula. Fig. 19. Osteosíntesis por fractura en cuerpo mandibular derecho. Fuente: Urzúa R. Técnicas Radiográficas Dentales y Maxilofaciales Aplicaciones. Venezuela: AMOLCA: 2005. Pp. 110. 46 Radiografía lateral del cóndilo. Técnica de Parma Está técnica permite visualizar el cóndilo y el cuello del cóndilo por lo que es específica para ello. También se puede apreciar la rama mandibular y la zona del ángulo Radiografía posteroanterior excéntrica (proyección de Waters) La proyección de Waters (también conocida como proyección occipitomentoniana) nos muestra la posición del proceso coronoides de la mandíbula entre el maxilar y el arco cigomático. Principalmente esta técnica se utiliza como primera elección en traumatismos del tercio medio de la cara. Radiografía anteroposterior (Proyección de Towne) Esta proyección es útil para observar el estado de los cóndilos, de los cuellos condilares y de las ramas. Esta vista debe ser complementada, cuando este indicado por una toma posteroanterior de la mandíbula 15. Proyección de Towne inversa Este tipo de radiografía se utiliza cuando hay sospecha de fractura del cuello condilar o si existe la posibilidad de que el cóndilo halla sido desplazado hacia la línea media. 47 Proyección lateral del cráneo Se utiliza con mayor frecuencia para evaluar el cráneo y los huesos faciales, en busca de datos de traumatismo, enfermedad o anomalías del desarrollo aunque también nos permite evaluar el área del cuerpo mandibular y mentón en una vista lateral 14. Proyecciones mandibulares laterales oblicuas Existen dos proyecciones laterales oblicuas que se emplean con frecuencia para examinar la mandíbula. Una para el cuerpo y otra para las ramas. Aunque estas proyecciones han sido sustituidas en gran parte por la ortopantomografía, se utiliza cuando el clínico necesita una imagen con mayor resolución. Proyección del cuerpo mandibular: Esta proyección demuestra la región premolar-molar y el borde inferior de la mandíbula. Proporciona una cobertura más amplia que la posible con las proyecciones dentoalveolares. Proyección de la rama mandibular: Está estructura se visualiza con esta proyección desde el ángulo hasta el cóndilo. También resulta útil para examinar las regiones de los terceros molares superiores e inferiores. Ortopantomografía Para lesiones más extensas es el estudio de primera elección, ya que ofrece una imagen en conjunto del complejo máximo-mandibular. Es de gran ayuda en la determinación del recorrido y la posición de las líneas de 48 fractura, mientras que las radiografías intraorales pueden detectar la relación entre el diente afectado y la línea de fractura 12. Tomografíacomputarizada. Si la radiografía tradicional no está en capacidad de aclarar todas las dudas, el estudio radiográfico ulterior está constituido por la tomografía computarizada, por lo general utilizada en los traumas faciales mayores 12. TABLA 2. RESUMEN DE LAS LOCALIZACIONES PRINCIPALES DE LAS FRACTURAS MANDIBULARES Y LAS PROYECCIONES RADIOLÓGICAS COMUNES PARA CADA LOCALIZACIÓN 16. Localización de la fractura Radiografías utilizadas comúnmente I. Ángulo II. Cuello del cóndilo III. Cuerpo IV. Región de los caninos V. Sínfisis I. Ortopantomografía, lateral oblicua o posteroanterior II. Ortopantomografía, lateral oblicua, posteroanterior (para las fracturas de la parte inferior del cuello), De Towne inversa (para las fracturas de la parte superior del cuello). III. Ortopantomografía, lateral oblicua, 49 VI. Rama VII. Proceso coronoides posteroanterior, dentoalveolares de los dientes afectados, radiografía oclusal. IV. Ortopantomografía, lateral oblicua, dentoalveolares de los dientes afectados o lateral de cráneo. V. Oclusal con un ángulo de 45º inferior, o de 90º inferior. VI. Ortopantomografía, lateral oblicua o posteroanterior. VII. Ortopantomografía, lateral oblicua o Waters. 50 Examinar la proyección lateral de la mandíbula. (generalmente en una ortopantomografía). 1. Observar el perfil de la mandíbula desde un cóndilo hasta el otro lo largo del borde inferior. 2. Observar en especial: • Cualquier alteración de la forma del perfil. • Deformidades en escalón. 3. Examinar la rama y el cuerpo de la mandíbula, prestando atención en los lugares donde las fracturas son más frecuentes. 4. Observar en especial: • La presencia de líneas de fracturas radiotransparentes. • La dirección de las líneas de fractura. •El grado de separación de los fragmentos de hueso. • Cualquier línea radiopaca que indique que los extremos del hueso están superpuestos. Examinar la segunda proyección de la mandíbula (generalmente radiografías posteroanteriores). 5. Repetir los pasos 1-4 para las áreas importantes de la mandíbula que se observen en la segunda proyección. Examinar las proyecciones intraorales de los dientes. 6. Observar en especial: • La relación de los dientes con la línea de fractura. • El estado de los dientes incluyendo: coronas o raíces fracturadas, caries, tamaño de las restauraciones, estado periodontal, estado apical. TABLA 3. SECUENCIA A SEGUIR CUANDO SE EXAMINAN RADIOGRAFÍAS BUSCANDO UNA FRACTURA MANDIBULAR 16. 51 XI. DIAGNÓSTICO El diagnóstico sólo puede establecerse después de haber valorado los hallazgos clínicos y radiológicos. Al hacerlo debe tenerse en cuenta que, en algunos casos, las fracturas poco desplazadas pueden pasar inadvertidas en las imágenes radiológicas. En estos casos puede ser de utilidad realizar una exploración de control 2 a 3 semanas después del traumatismo para pode observar así las posibles modificaciones reparadoras 12. Es fundamental recordar que el odontólogo-cirujano bucal, si bien no se debe ocupar del tratamiento de las fracturas complejas de los maxilares, sin embargo debe estar en capacidad de plantear un diagnóstico para remitir al paciente con el especialista indicado 12. Por lo tanto, la consulta no debe limitarse al ámbito dental, sino que también debe evaluar la situación de los procesos importantes de los maxilares, mediante las maniobras semiológicas clásicas (inspección y palpación). Una fractura dentoalveolar de la zona anterior mandibular puede estar asociada con una fractura completa de mandíbula con signos típicos como la pérdida de oclusión, trismos, desviación lateral de la mandíbula en el lado del cóndilo fracturado, etcétera 12. Durante la inspección se aprecia la dislocación de una o más piezas dentarias junto con el desplazamiento del proceso alveolar que puede ser visible indirectamente por debajo de los tejidos blandos (si están íntegros) o directamente en el caso de fractura expuesta 12. 52 La palpación permite evaluar la extensión del área fracturada, la movilidad del segmento dentoalveolar y su eventual reductibilidad. La evaluación mediante la palpación será más eficaz después de cierto tiempo de ocurrido el trauma; sucesivamente se verifica un edema más o menos consistente de los tejidos blandos que puede interferir con la evaluación clínica 12. XII. TRATAMIENTO TRATAMIENTO CONSERVADOR El tratamiento conservador de las fracturas de mandíbula implica la reducción de la fractura con reducción cerrada. Con el tiempo ha llegado en la práctica a ser sinónimo de fijación intermaxilar mediante férulas, alambres, y, más recientemente elásticos anclados sobre tornillos. Esta técnica cumple con la premisa de ser el método más simple y sencillo para reducir y fijar las fracturas mandibulares 10. Ventajas de la fijación intermaxilar: Fácil de emplear, económica y es un procedimiento rápido, lo cual disminuye el costo y un menor tiempo anestésico. Dentro de la desventajas que se presentan, residen principalmente en la dificultad para la alimentación y la comodidad del paciente. La pérdida de peso es un hecho constatado en el bloqueo intermaxilar prolongado. La higiene oral es deficiente. Se han demostrado cambios en la articulación temporomandibular y en el sistema masticatorio tras un periodo prolongado de fijación intermaxilar. (trismus, atrofia, alteración de fibras musculares e incluso pérdida irreversible en la fuerza de masticación). Así mismo puede presentarse en pacientes que sean candidatos a fijación intermaxilar 53 prolongada problemas como deterioros neurológicos postraumáticos, dificultad respiratoria alta, brocoaspiraciones por emesis, por lo que en muchas ocasiones resulta obligado realizar una traqueotomía preventiva y temporal. Pacientes con enfermedades neurológicas (epilepsia), sociopatías y farmacodependientes constituyen otro grupo de pacientes en los que este tratamiento resulta contraindicado por su elevado índice de complicaciones 10. Finalmente, se menciona el riesgo por parte del cirujano al manipular alambres en pacientes traumatizados con enfermedades como SIDA, y hepatitis. Ésta ha sido una de las razones que ha conducido al desarrollo de técnicas con menos riesgos de punción, como los bloqueos esqueléticos internos con suspensiones esqueléticas a tornillos intraorales. Este tipo de tratamientos se utiliza frecuentemente como tratamiento complementario de las técnicas de fijación interna y dentro de sus indicaciones se encuentran las fracturas de cóndilo, del proceso coronoides sobre todo cuando no involucran la oclusión 10. FIJACIÓN SEMIRRÍGIDA: INDICACIONES Y TÉCNICA Las placas de osteosíntesis se han aplicado con éxito debido al estudio anatómico y el avance de materiales de osteosíntesis 10. La reducción abierta implica una incisión en la piel y mucosa para visualizar el foco de fractura, para poder reducir y fijar los fragmentos de la fractura mediante distintos métodos (alambres, tornillos, placas, miniplacas, etcétera). Dependiendo del sistema que se utilice varía la rigidez obtenida. Los distintos tipos de sistemas se pueden clasificar dependiendo de los 54 elementos usados: no rígidos (Alambres), semirrígidos (miniplacas) y rígidos o estables (placas AO/ASIF) 10. Champy y cols. En 1986 establecieron las normas de la fijación semirrígida con miniplacas. Sus estudios se basaron en el análisis biomecánico de la mandíbula que les llevó a trazar las ubicaciones ideales para la osteosíntesis. Indicaron colocar las placas por distal del agujero mentoniano la placa se situará en la base del proceso alveolar, por debajo de los ápices dentarios; en el ángulo se emplazará en la zona ancha de lalínea oblicua externa y, entre los orificios mentonianos, se colocaran dos placas, una en la región subapical y otra en el borde inferior mandibular 10. Indicaciones En las fracturas de cóndilo mandibular el tratamiento abierto con fijación semirrígida es un método donde puede ser la excepción, ya que existe el peligro de lesionar importantes estructuras vasculonerviosas ( nervio facial, nervio auriculotemporal, o la arteria maxilar interna. Además el campo quirúrgico es de difícil acceso. Las vías de abordaje más utilizadas son la preauricular y submandibular 10. Las fracturas sinfisiarias, parasinfisiarias y de cuerpo manipular, debido a la accesibilidad quirúrgica. Sobre todo en la región sinfisiaria, se tratan de elección mediante reducción abierta 10. Las fracturas del ángulo mandibular son de difícil de manejo comparadas con las de otras áreas de la mandíbula, además presentan mayores tasas de complicaciones 10. 55 TORNILLOS DE BLOQUEO Los tornillos autoperforantes fueron introducidos por Arthur y Bernardo en 1989 y modificados posteriormente por Carls Jones con un nuevo diseño en la cabeza del tornillo en forma de ancla 17. Se sugieren el uso de tornillos de titanio autoroscados de 2 mm. de diámetro y de 10-16 mm. de longitud. Los tornillos con cabeza en forma de ancla son importantes ya que permite que los elásticos se manipulen lejos del tejido gingival así mismo se recomienda utilizar cable de acero inoxidable de calibre 26 para la fijación 17. Técnica Se inserta, al menos un tornillo en cada cuadrante, bajo anestesia local o general, en los agujeros previamente perforados en la intersección de la encía insertada y libre. Se perfora a través de la mucosa gingival sin incisión, se coloca generalmente entre el canino y primer premolar, teniendo cuidado de pasar la fresa entre las raíces de los dientes y sin penetrar la mucosa palatina o lingual. La fijación intermaxilar temporal se consigue utilizando cables o bandas elásticas. Los tornillos se dejan en su lugar durante 2-3 semanas 18. Este tipo de tornillos son rápidos en su manipulación y tienen menos riesgo de lesión de pinchazo hacia el cirujano que con los convencionales. El tiempo se reduce de una hora a 15 minutos. 17. El lugar ideal para la colocación del tornillo es en el hueso alveolar entre canino y primer premolar. Sin embargo en los casos con línea de fractura en la zona de canino y premolar, la posición del tornillo se cambia según el 56 lugar de la fractura y la línea de incisión. La colocación posterior puede ser complicada por la penetración en el antro maxilar y el canal dentario inferior 19. Ventajas. Las ventajas de los tornillos IMF incluyen rápida inserción, fácil y segura, compatibilidad con todas las placas; comodidad del paciente; Trauma reducido al periodonto; idoneidad para su uso cuando los dientes han sido muy restaurados, un mantenimiento más fácil de salud gingival en comparación con barras en arco; reducido riesgo de lesiones por pinchazo de aguja, y fácil remoción sin anestesia 20. Otra ventaja de este procedimiento con respecto a la utilización de las barras en arco es la inserción fácil que disminuye el tiempo operatorio de 1 hora a 10 minutos lo que significa ahorro en tiempo y costo. Además los riesgos a la papila dental y la mucosa oral se disminuyen considerablemente; los dientes y las prótesis dentales no son sometidos a tracción, y es más facil mantener la higiene dental 17. El uso de tornillos de fijación intermaxilar para férulas en pacientes edéntulos con fractura mandibular es aceptable, sobre todo en fracturas no desplazadas o mínimamente desplazadas, donde se utiliza las dentaduras viejas del paciente para lograr la reducción de los fragmentos óseos 20. Indicaciones y contraindicaiones. Los tornillos de fijación intermaxilar se pueden utilizar para la mayoría de los sitios de fractura de mandíbula (sínfisis, parasínfisis, cuerpo y fracturas angulares) excepto para las fracturas condilares y subcondíleas con maloclusión 3. 57 Los tornillos pueden ser severamente inestables en el hueso esteoporótico. El tornillo para hueso con sistema de fijación intermaxilar (FIM) no proporciona bloqueo intermaxilar estable (oclusión céntrica) en el caso de las fracuras conminutas o fracturas alveolares 3. Los tornillos autorroscantes para fijación intermaxilar no están indicados en fracturas conminutas severas y fracturas óseas alveolares extensas 21. Complicaciones. Las complicaciones más frecuentes de los tornillos autorroscantes para fijación intermaxilar, incluye la fractura de los tornillos a la inserción, daño iatrogénico a los dientes y secuestro óseo alrededor de la zona de colocación del tornillo. Si la velocidad de la fresa es demasiado rápida la mucosa circundante y el hueso puede ser dañado, lo que resulta en ulceraciones dolorosas, si se perfora la punta se puede romper en el hueso 20,22. Coburn D.G. informó de un caso de fractura de tornillo en la unión de la cabeza y la parte roscada, recomendó una perforación cuidadosa del agujero con la fresa a baja velocidad y con irrigación abundante con solución salina estéril. Sugirió además que el tornillo se debe insertar a una velocidad constante y no se debe forzar si se encuentra resistencia 17,20. Una complicación similar fue reportada por Simon Holmes. Donde aboga la precaución con el uso de tornillos y sugiere la técnica de dos vueltas hacia delante seguida de una vuelta hacia atrás para excluir el eje del paso de tornillo durante la inserción y extracción, donde como tal ningún caso de fractura de tornillo se encontró en ese estudio 17. 58 Una de las complicaciones más comúnmente encontradas es el daño a las raíces adyacentes el sitio de fijación del tornillo. El cirujano debe sentir la caída de la fresa en el hueso medular después de haber perforado la cortical bucal, antes de encontrar la corteza lingual o palatina. Si este cambio a la resistencia no se siente la posibilidad de que la fresa pueda estar parcial o totalmente en una raíz debe ser considerado 20,21,23. (Fig. 20). Fig. 20. Diente después del tratamiento de conductos. Fuente: Hamid. M. Alireza P. Complications Using Intermaxillary Fixation Screws. J Oral Maxillofac Surg 20011;69:1411-1414, 2011 Lesión iatrogénica de las raíces dentales es el problema más importante de este procedimiento, pero se puede minimizar por un cirujano experimentado.17,18 El aflojamiento de los tornillos es otra complicación asociada con este método, por lo que se recomienda usar tornillos de diámetro apropiado (mínimo 2 mm) 17. Otra complicación que se observó en varios estudios fue que los tornillos pueden irritar el tejido blando y provocar tejido hiperplásico durante un 59 periodo de tiempo y para retirarlos es necesario el empleo de anestesia local. Aunque esta complicación puede ser minimizada con el empleo de tornillos perforados modificados colocando una arandela de acero inoxidable que mantiene el tejido blando lejos de la cabeza del tornillo y evita la necesidad de una segunda operación para exponer el tornillo las cabezas de los tornillos son pulidas y lisas no hay riesgo de ulceración de la mucosa de la mejilla o los labios, y se sienten cómodos 24,25,26. (Fig.21, 22). Una técnica deficiente es la explicación más probable para estas complicaciones. Se recomienda que se tomen precauciones durante la inserción del tornillo, con respecto a el posicionamiento y la inserción 25,26. Fig. 21. Tornillo modificado de fijación intermaxilar con arandela. Fuente: Anshul J., Abhay . Rajeev M. Customised screw for intermaxillary fixation of maxillofacial injuries. Br.J Oral. Maxillofac. Surg. 2009;47: 325-326 60Fig. 22. Fotografía que muestra la colocación del tornillo de fijación intermaxilar. Fuente: Anshul J., Abhay . Rajeev M. Customised screw for intermaxillary fixation of maxillofacial injuries. Br.J Oral. Maxillofac. Surg. 2009;47: 325-326 FIJACIÓN RÍGIDA INTERNA La Asociación para la Osteosíntesis y la Asociación Suiza para el Estudio de la Fijación Interna AO/ASIF fueron pioneros en este tipo de osteosíntesis. Introducido por Spiessel y cols. Que desarrollaron un sistema de fijación rígida que ha ido evolucionando con el tiempo desde posturas poco flexibles que no garantizan una rigidez máxima en la reducción y estabilización de los focos de fractura, hacia posiciones más tolerantes, llegando finalmente a admitir los postulados de la fijación semirrígida 10. Ventajas: • Mayor comodidad para el paciente • Movilización temprana de la mandíbula • Alimentación precoz normalizada 61 • Buen acceso a las vías aéreas, sin interferencias del bloqueo intermaxilar, en el caso de presentarse posibles complicaciones 10. Para la técnica de fijación rígida se pueden utilizar varios sistemas como el de placas sólidas ancladas con tornillos que ejercen tanto fijación como compresión de los focos de fractura. Esta compresión puede seguir una trayectoria perpendicular u oblicua al trazo de fractura en función del anclaje de los tornillos a la placa siendo estos excéntricos o no excéntricos (DCP- Dinamic Compresion Plate- y EDCP –Excentric Dinamic Compresion Plate-) 10. En el caso de compresión excéntrica, los tornillos más cercanos al trazo de fractura se colocan por medio de una guía especial que permiten la ubicación del orificio para el tornillo a 0.8 mm. De la vertiente esta ubicación permite que se administre fuerza en dirección del recorrido del tornillo, para asegurar mayor compresión interfragmentaria. Los tornillos restantes se deben colocar en posición neutra para evitar restar las fuerzas de compresión desarrolladas 10. Las placas de osteosíntesis del sistema AO/ASIF se suelen aplicar mediante abordajes extraorales, especialmente en las fracturas localizadas posteriores en el arco dentario. La incisión cervical más recomendada debe situarse en una arruga natural de la piel, por debajo del borde inferior de la porción horizontal de la mandíbula. El despegamiento del periostio ha de ser el mínimo suficiente para la colocación de la placa 10. Por ser un sistema que demuestra seguridad y eficacia, la fijación rígida está especialmente indicada en situaciones clínicas especialmente comprometidas: 62 • Fracturas desplazadas inestables • Fracturas conminutas • Fracturas infectadas (osteomielitis) • Fracturas en edéntulas • Fracturas mandibulares en combinación con otras fracturas mediofaciales • Fracturas mandibulares múltiples que afecten al cóndilo • Fracturas en pacientes no colaboradores 10. XIII. CONCLUSIONES La Fijación intermaxilar es un procedimiento viejo que se utiliza para el tratamiento de fracturas que afectan el complejo maxilomandibular. Convencionalmente hay diferentes dispositivos como barras en arco, cableado dental e interdental, férulas metálicas y no metálicas se utilizan para lograr una fijación intermaxilar. Sin embargo, los dispositivos dentales siempre están asociados con problemas como la falta de higiene oral, salud periodontal, la extrusión de los dientes, pérdida de vitalidad del diente, úlcera traumática de la mucosa bucal y labial y herida por pinchazo de aguja para el operador. Además de esto, el procedimiento toma mucho tiempo. Sin embargo la fijación con tornillos intermaxilares demostró ser una buena alternativa a la fijación intermaxilar 25. La fijación intermaxilar con tornillos autorroscantes es un método eficaz en comparación con otras técnicas como los arcos en barra de Erich en el tratamiento de fracturas mandibulares. Ya que reducen significativamente el tiempo de operación y el riesgo por lesiones de aguja. En diversos estudios se observo una adecuada higiene oral y aceptación por parte del paciente.17,18,25. 63 XIV. REFERENCIAS BIBILOGRÁFICAS 1. Ochoa J. Análisis retrospectivo de 75 fracturas mandibulares consecutivas en el Hospital Central Militar. Rev. Sanid. Milit. Mex. 2008; 62 (4): 166-173. 2. Andrade E, Fadul R, Da Rocha M, Santos R, Toledo S, Cappucci A. et al. Fracturas de mandíbula: análise de 166 casos. Rev. Ass. Med. Brasil 2000; 46 (3): 272-6. 3. Cueto L, Refolio S. Fracturas y procesos infecciosos de la cara. Radiología. 2011; DOI 10.1016/j.rx.2011.02.012 4. Martínez J. Cirugía oral y maxilofacial. México: El manual moderno; 2009. Pp. 487-492. 5. Del Castillo J. Manual de traumatología Facial. Madrid: Ripano; 2007. Pp. 48-55. 6. Fonseca R, Walker R, Betts N, Barber H, Powers M, Oral and Maxilofacial trauma. 2ª Ed. Vol.1 Philadelphia: Associate editors; 1998. Pp. 473-522. 7. Lucio E, Uribe A, Abu F, Gómez B. Reducción de fracturas mandibulares sin fijación intermaxilar en el Hospital General Xoco. Estudio retrospectivo de 2005 a 2011. Rev. Mex. De Cirugía bucal y Maxilofacial. 2012; 8 (2): 73-78. 8. Latarjet M, Anatomía humana. 3a Ed. Vol.1 Buenos Aires: Médica Panamericana; 1999. Pp. 96-100. 9. Kiran S, Rajshekhar H, Samir J, Shandilya R, Pushkar K, Ranjit K, et al. Incidence and Pattern of Cranio-Maxillofacial Injuries: A 22 year Retrospective Analysis of Cases Operated at Major Trauma 64 Hospitals/Centres in Pune, India. J. Maxillofac. Oral Surg. 2013; DOI 10.1007/s12663-012-0446-7. 10. Martínez S. Osteosíntesis maxilofacial. España: Ergon; 2002. Pp. 1-43 11. Horch H, Becker R, Gundlach K,. Hausamen J, Herzog M, Joos U. et al. Cirugía oral y maxilofacial Tomo I. Barcelona: Masson; 1995. Pp. 46-78. 12. Chiapasco M, Accardi S, Boisco M, Casentini M, Ferrieri G, Figini E. et al. Tácticas y técnicas en cirugía oral 2a Ed. Milano: AMOLCA; 2010. Pp. 373-381. 13. Urzúa R. Técnicas Radiográficas Dentales y Maxilofaciales Aplicaciones. Venezuela: AMOLCA: 2005. Pp. 57-58. 14. Goaz P, White P. Radiología oral principios e interpretación. 3 ed. Madrid: Mosby: 1995. Pp. 575 578 15. Stafne E, Gibilisco J, Stafne Diagnóstico Radiológico en Odontología. 5 ed. Buenos Aires: Editorial Médica Panamericana: 1987. Pp. 352-353 16. Whaites E. Fundamentos de radiología dental. 4 ed. España: Elsevier: 2008. Pp. 392-395. 17. Sahoo N, Mohan R. IMF Screw: An Ideal Intermaxillary Fixation Device During Open Reduction of Mandibular Fracture. J. Maxillofac. Oral Surg. 2010; 9 (2):170-172. 18. Roccia F, Tavolaccini A, Dell´Acqua A, Fasolis M, An audit of mandibular fractures treated by intermaxillary fixation using intraoral cortical bone screws. Journal of Cranio-Maxillofacial Surgery. 2005; 33: 251–254 19. Biswas K, Ahuja A, Singh V, Efficacy of intermaxillary fixation screws. Health Renaissance, 2012; Vol 10 (No. 1):69-71 65 20. Sahoo N, Sinha R, Menon P, Sharma M. Retrospective Study on Efficacy of Intermaxillary Fixation Screws. MJAFI, 2009; Vol. 65 (No. 3): 237-239. 21. Grau-Manclús, Gargallo-Albiol, Mandibular Fractures Related to the Surgical Extraction of Impacted Lower Third Molars: A Report of 11 Cases. J Oral Maxillofac Surg, 2011; 69:1286-1290. 22. Alves M, Baratieri C, Araújo M, Maia L, Root damage associated with intermaxillary screws: a systematic review. J. Oral Maxillofac. Surg. 2012; 41: 1445–1450. 23. Hamid. M. Alireza P. Complications Using Intermaxillary Fixation Screws. J Oral Maxillofac Surg 2011;69:1411-1414, 2011. 24.Nandini G, Ramdas B, Self Tapping Screws v/s Erich Arch Bar for Inter Maxillary Fixation: A Comparative Clinical Study in the Treatment of Mandibular Fractures. J. Maxillofac. Oral Surg, 2011; 10 (2): 127-131. 25. Newaskar V, Agrawal D, Idrees F, Patel P. Simple way of fixing a Gunning-type splint to
Compartir