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Tornillo-de-bloqueo-intermaxilar-en-el-manejo-de-fracturas-mandibulares

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FFAACCUULLTTAADD DDEE OODDOONNTTOOLLOOGGÍÍAA
TORNILLO DE BLOQUEO INTERMAXILAR EN EL 
MANEJO DE FRACTURAS MANDIBULARES.
T E S I N A 
QUE PARA OBTENER EL TÍTULO DE 
C I R U J A N O D E N T I S T A 
P R E S E N T A: 
FRANCISCO JAVIER JUÁREZ LEYVA 
TUTOR: Mtra. ROCÍO GLORIA FERNÁNDEZ LÓPEZ 
ASESORES: Mtro. GABRIEL PIÑERA FLORES 
MÉXICO, D.F. 
2013
UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE 
MÉXICO
 
UNAM – Dirección General de Bibliotecas 
Tesis Digitales 
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respectivo titular de los Derechos de Autor. 
 
 
 
 
 
AGRADECIMIENTOS 
Agradezco a dios por haberme permitido concluir uno más de mis propósitos 
en la vida, por darme la fortaleza para seguir adelante, y nunca dejarme solo, 
pero sobre todo por darme la oportunidad de ser la persona que hoy soy. 
A mi madre (Guillermina Leyva), por todo su amor y apoyo, por darme la 
oportunidad de tener una educación universitaria de calidad y siempre estar 
a mi lado apoyándome en todo momento, te amo. 
A mis hermanos (Tere y Juan) por todo su apoyo que me han brindado, por 
sus consejos y por siempre escucharme cuando los necesité, muchas 
gracias. 
A Roxana Palomino por todo su apoyo, cariño, comprensión y paciencia, 
eres una persona muy especial en mi vida, gracias por estar siempre junto a 
mí. 
A mis amigos de la Facultad de Odontología, en especial a Carlos 
Mondragón por su cariño y apoyo incondicional a lo largo de la carrera, a 
Christian Serrano, Por su amistad, por escucharme siempre que lo necesite, 
gracias por todo tu apoyo. 
A mi tutora la Mtra. Rocío Fernández por su valiosa ayuda en la realización y 
culminación de este trabajo, gracias por tenerme la paciencia, por su tiempo 
y dedicación. 
A la Universidad Nacional Autónoma de México, por haberme forjado como 
profesional, y ser una mejor persona para la sociedad. 
Por mi raza hablará el espíritu… 
 
 
 
ÍNDICE 
I. INTRODUCCIÓN…………………………………………….............................6 
II. CONCEPTO DE FRACTURAS ÓSEAS……………………………………....7 
III. ANTECEDENTES HISTÓRICOS……………………………………………..8 
 - Historia sobre los tratamientos………………………………………………...11 
 - Vendajes y aparatos externos……………………………………..................11 
 - Aparatos extraorales e intraorales…………………………………………….12 
 - Cableado monomaxilar, barras, arcos y férulas……………………………..14 
 - Cableado intermaxilar…………………………………………………………..14 
 - Reducción abierta y fijación interna…………………………………………...15 
 - Placas óseas …………………………………………………………………....16 
IV. ANATOMÍA DE LA MANDÍBULA ……………………………………………17 
V. FACTORES ETILÓGICOS…………………………………………………….22 
VI. CLASIFICACIÓN………………………………………………………………24 
- Clasificación según la dirección de la fractura y el principio de favorabilidad 
del tratamiento……………………………………………………………………..26 
- Clasificación según es estado dentario………………………………………..26 
- Clasificación en relación al trazo de fractura o de las características 
intrínsecas de la fractura…………………………………………………………27 
- Clasificación en relación a su localización……………………………………28 
 
 
- Clasificación F.L.O.S.A. ………………………………………………………..29 
VII. BIODINÁMICA DE LAS FRACTURAS MANDIBULARES…………….…33 
VIII. BIOMECÁNICA DE LA MANDÍBULA……………………………………...35 
IX. CUADRO CLÍNICO………………………………………………..................37 
- Consulta de los signos y síntomas………………………………………….….37 
X. IMAGENOLOGÍA………………………………………………………….……40 
- Auxiliares de diagnóstico………………………………………………….…….40 
- Radiografías dentoalveolares………………………………….……………….40 
- Radiografías oclusales……………………………………………………….….40 
- Radiografías simples extraorales………………………………………………41 
- Radiografía posteroanterior estricta de cráneo……………………………….42 
- Radiografía posteroanterior del cóndilo. técnica de Clementshitsch……….43 
- Radiografía frontal del mentón………………………………………………….43 
- Radiografía lateral del mentón………………………………………………….44 
- Radiografía extraoral oclusal del mentón……………………………………..44 
- Radiografía submentovértex……………………………………………………45 
- Radiografía lateral del cuerpo mandibular…………………………………….45 
- Radiografía lateral del cóndilo. Técnica de Parma…………………………...46 
- Radiografía posteroanterior excéntrica. Proyección de Waters…………….46 
- Radiografía anteroposterior. Proyección de Towne………………………….46 
 
 
- Proyección de Towne inversa…………………………………………………..46 
- Proyección lateral del cráneo………………………………………...…………47 
- Proyección mandibular lateral oblicua…………………………………………47 
- Proyección del cuerpo mandibular……………………………………………..47 
- Proyección de la rama mandibular……………………………………………..47 
- Ortopantomografía……………………………………………………………….47 
- Tomografía computarizada……………………………………………………..48 
XI. DIAGNÓSTICO……………………………………………………………......51 
XII. TRATAMIENTO……………………………………………………………….52 
- Tratamiento conservador………………………………………………………..52 
- Fijación semirrígida: Indicaciones y técnica…………………………………..53 
- Tornillo de bloqueo………………………………………………………………55 
- Técnica……………………………………………………………………55 
- Ventajas…………………………………………………………………..56 
- Indicaciones y contraindicaciones……………………………………..56 
- Complicaciones………………………………………………………….57 
- Fijación rígida interna……………………………………………………………60 
XIII. CONCLUSIONES……………………………………………………………62 
XIV. REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS……………………………………….63 
 
6 
I. INTRODUCCIÓN 
Las fracturas mandibulares se han presentado en la historia de la humanidad 
desde hace siglos, así mismo la etiología, la incidencia y el tipo de 
tratamiento a evolucionado a lo largo del tiempo y seguirán haciéndolo. Los 
avances tecnológicos han propiciado que la etiología de las fracturas halla 
cambiado siendo las más frecuentes las de accidentes automovilísticos, 
caídas y asaltos. Estos avances también han permitido que la esperanza de 
vida aumente significativamente. 
 
El éxito del tratamiento de las fracturas mandibulares depende de la 
reducción y fijación utilizando una técnica cerrada o abierta, y la restauración 
de la oclusión normal. Antes de la reducción de la fractura, la fijación 
intermaxilar temporal con el registro correcto de la oclusión suele ser 
necesario. La fijación intermaxilar estable puede ser realizada mediante 
técnicas diversas. 
 
Tradicionalmente, la fijación intermaxilar se a conseguido con barras en arco 
y alambre interdental, pero está técnica presenta desventajas tales como un 
prolongado tiempo de manipulación y difícil manejo por parte del cirujano. El 
tornillo de bloqueo intermaxilar a resultado ser una alternativa válida a otras 
técnicas que dificultan el manejo de las fracturas. 
 
Los tornillos de bloqueo intermaxilar disminuyen el tiempo operatorio y costos 
del tratamiento aunque para sus uso se necesita hacer un diagnóstico 
acertado ya que no está indicado en ciertas circunstancias donde otras 
técnicas resultan ser más adecuadas. 
Uno de los problemas más importantes es el daño a las raíces adyacentes a 
el sitio de fijación del tornillo por lo que una técnica deficiente es la 
explicación más probable para estas complicaciones por lo que se 
 
7 
recomienda se tomen precauciones durante la inserción del tornillo, con 
respecto a el posicionamiento y la inserción. 
 
II. CONCEPTO DE FRACTURAS ÓSEAS 
Las fracturas óseas son lesiones donde hay una pérdida de la solución de 
continuidad del hueso y se presentan con mayor frecuencia en la mandíbula 
así mismo repercuten en la funcionalidad de las estructuras involucradas. Por 
lo general las fracturas se presentandespués de un traumatismo aunque 
estas pueden presentarse en forma espontánea en enfermedades del tejido 
óseo, quistes y tumores. 
 
Aunque la mandíbula es un hueso fuerte (se requiere de un impacto frontal 
sobre el mentón entre 70 y 100 N para facturarla) hay zonas de mayor 
debilidad (la zona subcondilar, principalmente), que la convierten en un sitio 
de gran incidencia de fracturas 1. 
 
La mandíbula es el único hueso móvil de la cara y forma parte del tercio 
inferior de la cara, participa en funciones básicas como la masticación 
fonación y deglución, además de participar en la oclusión dentaria junto con 
el maxilar. Debido a su localización está expuesta a múltiples traumas que 
pueden dar lugar a fracturas, principalmente en el contexto de accidentes de 
tránsito, agresiones y accidentes deportivos, entre otros 2,3. 
 
Está compuesta de un cuerpo y dos ramas ascendentes, presenta líneas de 
estrés (debilidad) en toda su estructura, estas líneas se debilitan más con la 
presencia de órganos dentales e inserciones musculares 4. Así mismo se le 
consideran tres puntos débiles: 
 
 
8 
• Áreas de ausencia de tejido esponjoso y presencia de hueso cortical: 
cuello mandibular y ángulos (especialmente si los terceros 
molares están incluidos). 
• Orificios de salida: foramen mentoniano y la proximidad con la raíz del 
canino. 
• Zonas edéntulas 5. 
 
Las fracturas mandibulares pueden conducir a deformidades, luxaciones, 
pérdidas óseas, maloclusión dental y trastornos de la articulación 
temporomandibular (ATM). Si no se identifican ni se tratan adecuadamente, 
estas lesiones pueden dejar importantes secuelas perjudiciales, tanto 
estética como funcionalmente 2.
 
 
III. ANTECEDENTES HISTÓRICOS 
 
Los datos de los cuales se tiene información son muy extensos; sin embargo 
la reseña histórica que se presenta sobre fracturas mandibulares y la 
evolución de los tratamientos será breve. 
 
Las primeras referencias de las que se tiene información sobre fracturas 
mandibulares datan del año1650 a.C., cuando en un papiro egipcio se 
describió el examen, diagnóstico y tratamiento de las fracturas de 
mandibulares y otras afecciones quirúrgicas. El caso en el cual se describe 
una fractura de mandíbula se pensaba que era incurable y por lo tanto no era 
tratada, el paciente fallecía posteriormente 6. 
 
Hipócrates describió la reaproximación directa de los segmentos de fractura 
con el uso de alambres circunferenciales. Abogó por el cableado de los 
 
9 
dientes adyacentes con vendaje externo para inmovilizar la fractura. 
Hipócrates tuvo la perspicacia de darse cuenta de que la reaproximación y la 
inmovilización son de suma importancia en el tratamiento de fracturas 
mandibulares. Muchos autores y médicos han descrito el tratamiento de 
fracturas mandibulares. Las ideas han variado, pero todos los tratamientos 
fueron sutiles modificaciones del concepto hipocrático de reaproximación e 
inmovilización 6. 
 
No fue sino hasta 1180 que un libro de texto escrito en Salerno, Italia, 
describió la importancia de establecer un oclusión adecuada. en 1492, una 
edición del libro Cyrurgia impreso en Lyon hizo por primera vez mención de 
la utilización del bloqueo intermaxilar en el tratamiento de fracturas 
mandibulares. en 1795, Chopart y Desault describieron los efectos del los 
músculos elevadores y depresores sobre fragmentos de mandíbula. Chopart 
también fue el primero en usar prótesis dentales en un intento de inmovilizar 
los segmentos de fractura 6. ( Fig. 1) 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Fig.1. Chopart and desault (1795) utilizó “viselikes” para el tratamiento de 
fracturas mandibulares. Fuente: Fonseca R, Walker R, Betts N, Barber H, 
Powers M, Oral and Maxilofacial trauma. 2ª Ed. Vol.1 Philadelphia: Associate 
editors; 1998. Pp. 474. 
 
 
10 
La evolución del tratamiento fue, por supuesto, lento y durante todo el siglo 
XIX, la base del tratamiento de las fracturas mandibulares era algún tipo de 
vendaje o envoltura externa y ocasionalmente se utilizaba junto con un cable 
de freno. En este momento de la historia, la atención se está dirigiendo hacia 
el desarrollo y la mejora de los dispositivos de intra y extraorales 6. 
 
A través de la década de 1800 y principios de 1900, varios métodos se 
utilizaron para reducir e inmovilizar las fracturas mandibulares. Aunque 
cientos de técnicas se defienden en la literatura de los años 1800, la mayoría 
son variaciones de vendajes y aparatos externos; aparatos extraorales e 
intraorales, cableado monomaxilar e intermaxilar 6. 
 
La reducción quirúrgica con fijación interna de la mandíbula fue descrita en 
primer lugar por Schede en 1888, quién uso placas de acero inoxidable y 
tornillos, obteniendo pobres resultados debido a la corrosión y fatiga del 
material 7. 
 
Las primeras placas fueron diseñadas exclusivamente para fracturas 
mandibulares. Las miniplacas para osteosíntesis fueron introducidas por 
Michelet en 1973 y desarrolladas luego por Champy y Lodde en 1975. 
Michelet describió la técnica quirúrgica en las fracturas mandibulares y 
Champy estableció el fundamento científico de la técnica. El método fue la 
fijación semirígida después de una perfecta reducción manual anatómica y 
funcional 7. 
 
Durante los años de 1970, Schmoker y Spiessl desarrollaron las placas de 
compresión dinámica para la mandíbula, las cuales usaban la colocación de 
tornillos excéntricamente para generar compresión. Simultáneamente, 
Michelet empezó a usar miniplacas monocorticales no compresivas. Champy 
usó un modelo de cantilever y mostró que el borde superior mandibular era 
 
11 
sujeto de tensión reproducible y el borde inferior era sujeto de compresión. 
La zona de transición entre estas áreas es referida como “línea de fuerza 
cero” corriendo a lo largo del nervio alveolar inferior. Champy recomendó el 
uso de una miniplaca única de no compresión en el borde superior 
mandibular para las fracturas del ángulo mandibular (técnica de Champy) 7. 
 
Historia sobre los tratamientos 
 
Antes del advenimiento del modernos aparatos, instrumentos y técnicas 
utilizadas en el tratamiento de fracturas mandibulares, muchos dispositivos 
ingeniosos fueron comercializados para el tratamiento de las fracturas de 
mandíbula. Cada uno tenía sus propias ventajas y desventajas individuales, 
sino como un grupo que no proporcionó reducción directa, estable y la 
inmovilización de los segmentos mandibulares 6. 
 
• Vendajes y aparatos externos 
 
Las primeras vendas mencionadas por Hipócrates, ganaron notoriedad y 
aceptación como un estándar de cuidado cuando Jhon Rhea Barton 
describió su vendaje Barton. (Fig 2). Este vendaje proporcionaba fuerzas 
direccionales posteriores en la mandíbula fracturada, lo que resulta en 
deformidades como la "cara de pájaro" y uniones defectuosas 6. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
12 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Fig.2. Bendaje Barton nombrado por John Rhea Barton. Fuente: Fonseca R, 
Walker R, Betts N, Barber H, Powers M, Oral and Maxilofacial trauma. 2ª Ed. 
Vol.1 Philadelphia: Associate editors; 1998. Pp. 475.
 
Aparatos externos, o extraorales tampoco proporcionaron una reducción 
estable de las fracturas. Estos aparatos tenían copas en la barbilla y una 
variedad de correas y apoyos externos que, igual que los vendajes, 
producían indeseables fuerzas en dirección posterior 6. 
 
• Aparatos extraorales e intraorales 
 
Esta aparatología funcionó mediante la colocación de una férula rígida en la 
superficie oclusal de los dientes y una en la superficie inferior de la 
mandíbula. un dispositivo se utilizó entonces para aplicar presión a las dos 
férulas, teóricamente inmovilizando y fijando los segmentos fracturados. 
Dorrance y Bransfield describieron las múltiples desventajas de este método, 
incluyendo la incapacidad para obtener una oclusión correcta, su incapacidad 
para las fracturas mandibularesposteriores y en las fracturas bilaterales, su 
fomento de salivación, y la falta de inmovilización necesaria para la unión 
adecuada 6. 
 
 
13 
Gunning fue el primero en usar una férula dental intraoral hecha a la medida 
para la inmovilización. Se utilizó la férula en conjunción con un aparato 
externo en la cabeza. Sus férulas también podrían aplicarse tanto al maxilar 
como a la mandíbula, lo que resulta en una fijación intermaxilar. (Fig. 3). Un 
espacio anterior fue proporcionado para su nutrición. Este principio básico 
del uso de férulas de fijación intermaxilar, aunque modificado, todavía se 
utiliza de forma rutinaria en el tratamiento de fracturas mandibulares en 
pacientes total o parcialmente edéntulos 6. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Fig. 3. Thomas Brian Gunning (1840-1889) fue el primero en utilizar férulas 
vulcanizadas hechas a la medida para inmovilizar los fragmentos 
mandibulares. Él utilizó armas dobles para el anclaje extraoral con un gorro a 
la cabeza y apoyo de goma suave en el mentón. Fuente: Fonseca R, Walker 
R, Betts N, Barber H, Powers M, Oral and Maxilofacial trauma. 2ª Ed. Vol.1 
Philadelphia: Associate editors; 1998. Pp. 476. 
 
 
 
14 
• Cableado Monomaxilar, barras, arcos, y férulas. 
 
Hipócrates abogó originalmente por este tipo de tratamiento, y más tarde fue 
apoyado en los escritos de numerosos autores, El cableado monomaxilar fue 
popular en el tratamiento de fracturas mandibulares. Al ser un concepto 
similar al cable de hoy en día y al hilo Risdon de la década de 1920, 
proporcionó algún elemento de reducción, pero sin fijación complementaria, 
las fracturas fueron inmovilizadas inadecuadamente 6. 
 
Las férulas se hicieron populares a mediados del siglo XIX y fueron 
realizados generalmente de metal y hechas a la medida del paciente. Las 
férulas se fabricaron con el uso de modelos hechos después de la reducción 
de los fragmentos. Algunos fueron cementadas a los dientes, mientras que 
otras implicaban abrazaderas sofisticadas que implicaban la inmovilización 
de los segmentos bucal y lingual juntos 6. 
 
El uso de cableado monomaxilar, barras, arcos, y férulas se limita a fracturas 
que contienen dientes estables a ambos lados de la fractura 6.
 
• Cableado intermaxilar 
 
A Guillermo de Saliceto se le atribuye el primero en utilizar la fijación 
intermaxilar. A Gilmer por ser el primero en utilizar la técnica, pasando 
cables alrededor de los dientes individuales de ambas arcadas y luego se 
unieron estos cables opuestos 6. 
 
Bandas de ortodoncia y arcos se utilizaban en pacientes con dientes 
fracturados, flojos o con falta de ellos. Angle el famoso ortodoncista 
americano a descrito muchos métodos de fijación intermaxilar donde se 
utilizan bandas y otras técnicas de Ortodoncia 6. 
 
15 
 
Sauer describe la ligadura con un alambre de hierro a los dientes. Pero fue 
Gilmer quien tomó esta idea fijando los arcos en barra en la mandíbula como 
en el maxilar, revolucionando el tratamiento de las fracturas 6. 
 
• Reducción abierta y fijación interna. 
 
En la mitad del siglo diecinueve, Buck y Kinlock describieron el uso de 
alambre de ligadura para la inmovilización de fracturas mandibulares. 
Usando este método, realizaban un agujero a ambos lados del sitio de 
fractura y pasaban el alambre. El alambre, era de hierro o de plata, se 
reforzaba periódicamente creando espirales en cada extremo del mismo. 
(Fig. 4). Este método cayó en desuso por la alta incidencia de infección 6. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Fig. 4. Principio de Thomas (1869) Presenta una técnica de reducción 
abierta intraoral con alambre de plata y osteosíntesis. la terminación en 
espiral tipo resorte se reforzó intermitentemente "hasta que la unión se 
logró". A, segmento proximal. B, segmento distal. Fuente: Fonseca R, Walker 
R, Betts N, Barber H, Powers M, Oral and Maxilofacial trauma. 2ª Ed. Vol.1 
Philadelphia: Associate editors; 1998. Pp. 477. 
 
 
16 
 
• Placas óseas 
 
En 1881, Gilmer Describió un método de fijación en fracturas mandibulares 
donde utilizaba dos barras fuertes colocadas a ambos lados de la fractura y 
conectadas entre sí. Eran empujadas a través de la piel, membranas 
mucosas, y el hueso. El cable estaba a ambos lados de la boca y la piel. 
Dorrance y Bransfield expusieron la primera referencia en la utilización de 
placas de hueso verdadero fue Schede quien, alrededor de 1888, utilizó una 
placa de acero sólido fijada por cuatro tornillos. Durante la Primera Guerra 
Mundial, Kazanjian utiliza suturas de alambre a través de fragmentos de 
hueso y ató el cable a una barra en arco para la fijación 6. 
 
En 1900, Mahé utilizaba placas múltiples para inmovilizar múltiples 
fragmentos mandibulares después de aplicar una férula monomaxilar. A 
semejanza de los sistemas de placas utilizados en la actualidad 6. 
 
En 1915, Ivy ilustra el uso de placas de acero de Sherman, pero se 
abandonó este método debido a infección y necrosis. En 1917, Cole utiliza 
placas de plata y tornillos en cada lado de la fractura y luego alambres de 
plata unidos a las placas, para inmovilizar la fractura. En 1934, Vorschutz 
introdujo dos tornillos largos a través de la piel hasta el hueso, la reducción 
de la fractura, se mantiene en la posición con los tornillos y el uso de un 
vendaje de yeso de París (similar al aparato de hoy en día de Joe Hall 
Morris) 6. 
 
 
 
 
 
17 
IV. ANATOMÍA DE LA MANDÍBULA 
 
Es un hueso impar, simétrico, móvil situado en la parte más inferior de la 
cara, tiene forma de herradura para su estudio se le considera un cuerpo y 
dos ramas 8. 
 
Cuerpo 
 
El cuerpo va a presentar dos caras una anterior y otra posterior y dos borde 
uno superior y otro inferior 8. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Fig. 5. Mandíbula cara derecha. 1. Cuerpo 2. Sínfisis mandibular 3. Foramen 
mentoniano 4. Línea oblicua externa 5. Borde inferior 6. Ángulo de la 
mandíbula 7. Rama mandibular 8. Cóndilo 81. Cuello del cóndilo 9. Incisura 
mandibular 10. Proceso coronoideo 11. Borde alveolar. Fuente: Latarjet M, 
Anatomía humana. 3a Ed. Vol.1 Buenos Aires: Médica Panamericana; 1999. 
Pp. 97. 
 
 
 
 
18 
Cara anterior 
 
 Por su cara anterior va a presentar sobre la línea media una cresta vertical, 
la sínfisis mentoniana que es el resultado de la fusión de las dos mitades 
embrionarias del hueso y por debajo presenta una saliente llamada 
eminencia mentoniana o mentón. Lateralmente y hacia atrás a la altura de 
los premolares se va a encontrar el agujero mentoniano por donde emerge el 
nervio mentoniano casi a mitad de distancia entre el borde alveolar y el borde 
libre. A ambos lados de la protuberancia (eminencia) mentoniana y más 
hacia atrás partiendo del borde anterior de la rama está la línea oblicua 
externa que en su comienzo sigue el borde inferior del hueso, para dirigirse 
luego hacia arriba y atrás atravesando en diagonal esta cara. En esta línea 
rugosa se insertan músculos cutáneos: depresor del labio inferior (cuadrado 
del mentón) y depresor del ángulo oral (triangular de los labios). En el área 
comprendida por esta línea y por debajo del reborde alveolar se observan 
salientes verticales que corresponden a las implantaciones dentarias: entre 
estas salientes existen surcos que corresponden a los septos interalveolares 
8.
 
Cara posterior 
 
Por la cara posterior a los lados de la línea media se observan salientes de 
inserción, las espinas mentales o mentonianas (procesos geni) en número de 
cuatro: dos superiores y dos inferior de cada lado en las superiores se inserta 
los músculos genioglosos y en las espinas inferiores los genihioideos. Por 
fuera de la línea media se va encontrar partiendo del borde anterior de la 
rama la línea oblicua interna o milohioidea (donde se inserta el músculo 
milohioideo y en su parte posterior el músculo constrictor superior de la 
faringe) por arribade está a la altura de las piezas dentales anteriores se 
aloja la fosa sublingual que aloja la glándula sublingual, por debajo de la 
 
19 
línea oblicua interna a la altura de las piezas dentales posteriores se 
encuentra la fosa submandibular que aloja la glándula submandibular. El 
borde superior se denomina proceso donde se alojan los alvéolos dentales. 
el borde alveolar, el borde inferior presenta a los lados de la línea media las 
fositas digastricas donde se inserta el vientre anterior del digastrico, más 
atrás éste borde puede estar escotado por el paso de la arteria facial 8. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Fig. 6. Mandíbula cara posterior. 1. Cóndilo 2. Proceso coronoideo 3. 
Foramen del canal mandibular 4. Língula mandibular 5. Surco milohioideo 6. 
Ángulo de la mandíbula 7. Fosa digástrica 8. Sínfisis mentoniana 9. Procesos 
geni. Fuente: Latarjet M, Anatomía humana. 3a Ed. Vol.1 Buenos Aires: 
Médica Panamericana; 1999. Pp. 97 
 
Ramas mandibulares. 
 
Las ramas son cuadriláteras se le consideran dos caras lateral y medial y 
cuatro bordes: superior, inferior, anterior y posterior 8. 
 
 
 
 
20 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Fig. 7. Hemimandibula, cara superior, lado derecho, 1. Cóndilo 2. Incisura 
mandibular 3. Proceso coronoideo 4. Fosa sublingual 5 y 6. Procesos geni 7. 
Cuerpo de hueso seccionado a nivel de la sínfisis 8. Fosa digástrica 9. Fosa 
submandibular 10. Línea oblicua interna 11.surco milohioideo 12. Ángulo de 
la mandíbula 13. Borde posterior de la rama mandibular 14. Língula 
mandibular 15. Conducto dentario Fuente: Latarjet M, Anatomía humana. 3a 
Ed. Vol.1 Buenos Aires: Médica Panamericana; 1999. Pp.. 98 
 
Cara lateral 
 
Por su cara lateral son aplanadas y lisas en casi toda su extensión menos el 
ángulo donde presenta rugosidades para la inserción del músculo masetero 
8. 
 
 
 
 
 
21 
Cara medial 
 
 Por su cara interna o medial sobre la línea media y a la altura del tercio 
medio se encuentra un proceso en forma de espina llamado lingula (espina 
de Spix) atrás de la lingula esta el agujero de entrada del conducto alveolar 
inferior por donde pasa el nervio alveolar inferior y que atraviesa hacia el otro 
lado por el agujero mentoniano donde emerge el nervio mentoniano. Por 
debajo del conducto alveolar inferior esta el canal milohioideo que aloja al 
nervio milohioideo. En el ángulo se encuentra una superficie rugosa para la 
inserción del músculo pterigoideo medial 8. 
 
Borde superior 
 
 El borde superior presenta dos procesos uno anterior de forma triangular 
que se le conoce como el proceso coronoideo donde se inserta el músculo 
temporal y un proceso posterior o cóndilo elíptico y alargado 
transversalmente presenta una porción ensanchada que se le llama cabeza y 
una porción más estrecha que se le llama cuello. En la cara anteromedial del 
cuello se va a encontrar la fosa pterigoidea para la inserción del pterigoideo 
lateral entre los dos se encuentra la incisura mandibular 8. 
 
Borde inferior 
 
El borde inferior es libre. Se continua sin línea de demarcación con el borde 
inferior del cuerpo y forma un ángulo con el borde posterior 8.
 
 
 
 
 
22 
Borde posterior 
 
El borde posterior también llamado parotídeo por su relación con la parótida. 
Donde se une el borde inferior con el posterior forman el ángulo 8. 
 
Borde anterior 
 
 El borde anterior es acanalado y da origen al borde alveolar 8. 
 
V. FACTORES ETIOLÓGICOS 
 
Muchos estudios publicados relativos a la incidencia y las causas de las 
lesiones maxilofaciales muestran que el patrón de las fracturas 
maxilofaciales han cambiado a lo largo de las décadas y seguirán 
haciéndolo. Las principales causas son los accidentes de tráfico en todo el 
mundo, asaltos, caídas, lesiones relacionadas con el deporte, y la guerra civil 
. Estudios anteriores de Nigeria, Libia, Europa, y Pakistán mostraron que los 
accidentes de tráfico fueron la causa más frecuente de fracturas de huesos 
faciales 9. 
 
La organización Mundial de la Salud (OMS) indican que 1 millón de personas 
mueren y entre 15 y 20 millones resultan heridas cada año en accidentes de 
tráfico. Se prevé que para el año 2020 los accidentes de tráfico ocupen el 
tercer lugar de todas las causas principales de morbilidad y mortalidad a nivel 
mundial, a menos que la tecnología y el conocimiento se utiliza para la 
prevención 9. 
 
Gran variabilidad se observa en los factores causales y la prevalencia de las 
lesiones cráneo-maxilofaciales, que se relaciona con el medio ambiente, la 
 
23 
cultura, el sexo, la edad y el nivel socioeconómico, así como el mecanismo 
de la lesión. Considerando que los accidentes de tráfico siguen siendo la 
causa más frecuente de lesiones maxilofaciales en los países en desarrollo, 
estudios recientes muestran que el asalto se está convirtiendo en la causa 
más común en los países desarrollados 9. 
 
Las fracturas mandibulares representan el 38% de las fracturas de los 
huesos faciales en general, en un estudio comparativo entre Estados Unidos 
y Turquía se notó una diferencia importante en cuanto al número de 
pacientes involucrados en un asalto o agresión física, siendo la primera 
causa de fracturas en Estados Unidos y la segunda en Turquía. Este mismo 
estudio presenta una ligera diferencia en cuanto al sitio afectado siendo el 
ángulo mandibular el sitio de más incidencia en Estados Unidos y el cuerpo 
mandibular en Turquía; sin embargo, Ellis encontró el cuerpo mandibular más 
frecuente, seguido por el cóndilo, ángulo, acompañadas de otras fracturas 
faciales como el proceso cigomático. Como conclusión de estos estudios 
podemos deducir que los sitios de mayor frecuencia, en general, son el 
ángulo, el cuerpo mandibular y la zona parasinfisiaria con variantes entre 25 
y 30% de las fracturas mandibulares, seguidas por las fracturas de cóndilo 
(subcondíleas e intracapsulares) y, finalmente, las fracturas de rama y 
proceso coronoides como las de menor incidencia 7. 
 
En diversos estudios se observó que la prevalencia y la incidencia se 
presenta mayoritariamente en el sexo masculino que en el femenino y que se 
presenta con mayor frecuencia en la tercera década de vida 9. 
 
Las especialidades de cirugía plástica y cirugía maxilofacial son las 
encargadas de proporcionar el tratamiento para los pacientes afectados por 
esta lesión. La experiencia, el abordaje diagnóstico, manejo y resultados son 
 
24 
distintos para cada una de estas especialidades y no han sido evaluados con 
anterioridad 1. 
 
La mayoría de las lesiones óseas faciales implican la mandíbula y esto está 
relacionado con la dirección y la cantidad de fuerza ala que la mandíbula 
está expuesta. En un estudio se informó que, en el automóvil hay lesiones 
del cóndilo que es lo más común, mientras que las lesiones en moto son la 
causa más común de fracturas de parasínfisis y los asaltos tienen más 
incidencia de fracturas del ángulo 9. 
 
Además, cada vez hay mayor volumen de tráfico como consecuencia de la 
rápida expansión económica, la urbanización, la vida nocturna activa en los 
metros, también pueden ser factores contribuyentes. El aumento de la 
violencia interpersonal en los últimos tiempos se puede atribuir a la 
aceptación del alcohol por la sociedad, que se celebró previamente como un 
tabú. Agregando a esto la rápida modernización de desempleo, debido a la 
mecanización y la explosión de la población contribuye al aumento de 
accidentes de tránsito 9. 
 
VI. CLASIFICACIÓN 
 
En general, las fracturas pueden clasificarse de distintas formas y aspectos. 
 
Las fracturas mandibulares se pueden clasificar conforme a diversos 
criterios: su localización, la oclusión dentaria, la dirección del trazo de 
fractura y sus posibilidades de tratamiento, la presencia de traumatismos 
complejos de la piel o de la mucosa, y las características del tipo de fractura 
10.25 
 
 
 
Fig. 8. Trazo de fractura desplazada. Fuente: Del Castillo J. Manual de 
traumatología Facial. Madrid: Ripano; 2007. Pp. 48 
 
 
 
 
 
Fig.9. Trazo de fractura no desplazada. Fuente: Del Castillo J. Manual de 
traumatología Facial. Madrid: Ripano; 2007. Pp. 48 
 
 
26 
Clasificación según la dirección de la fractura y el principio de 
“favorabilidad” del tratamiento. 
 
• Desplazadas (favorables) 
• No desplazadas (no favorables) 
 
La clasificación de las fracturas de mandíbula en “favorables” y 
“desfavorables” fue desarrollada en la época en la que predominaba la 
reducción cerrada. Este principio está ligado a las fuerzas de desplazamiento 
ejercidas por los músculos masticatorios que influyen en la estabilidad tras la 
reducción de los fragmentos, bien manteniendo los segmentos en su lugar o 
desplazándolos, y guarda relación con la dirección y oblicuidad del trazo de 
la fractura 10. 
 
Como regla general, las fracturas desplazadas son buenas candidatas para 
una reducción cerrada y las no desplazadas requieren fijación mediante 
reducción abierta. Pero no todas las fracturas siguen este principio, y el 
grado de desplazamiento no es un indicador de la necesidad de una 
reducción directa, ya que fragmentos desplazados pueden ser favorables 
una vez reducidos con técnicas indirectas 10. 
 
Según el estado dentario: 
 
Kazanjian y Converse propusieron una clasificación basada en la presencia o 
ausencia de dientes adyacentes a cada lado del trazo fracturado, lo cual 
guarda relación con el tratamiento de la fractura: 
 
• Clase I: Dientes a ambos lados de la fractura, bloqueo intermaxilar 
posible. Pueden ser suficientes uno o más dientes de cada lado de la 
 
27 
fractura, aún cuando los dientes superiores no estén presentes para 
permitir una fijación intermaxilar 
• Clase II: Dientes en un lado de la fractura, se necesitan dientes 
superiores para bloqueo intermaxilar. 
• Clase III: Edéntula en ambos lados, lo que implica reducción abierta. 
Estas fracturas deben ser tratadas con férulas, fijación interna o con 
una combinación de ambos métodos 5. 
 
En relación al trazo de fractura o de las características intrínsecas 
de la fractura: 
 
• Simples: No hay un contacto del foco de fractura con el exterior. La 
fractura es lineal y muestra poco desplazamiento. Las lesiones de los 
tejidos blandos no comprometen el foco de fractura, por lo que no 
existe comunicación con el medio externo. 
• Compuestas: Abiertas, fundamentalmente a boca, como sucede en las 
fracturas del cuerpo mandibular. Tienen comunicación con el medio 
externo. 
• En tallo verde: discontinuidad del espesor mandibular incompleto. La 
tabla externa se encuentra fracturada y la otra plegada o doblada. En 
ellas puede existir una apreciable deformidad sin pérdida de 
continuidad ósea. 
• Complejas: Presentan fragmentos múltiples, con líneas de fractura en 
diferentes direcciones. 
• Conminutas: Se encuentran numerosos fragmentos pequeños, 
algunos de los cuales pueden estar necrosados. 
• Fracturas impactadas: los fragmentos óseos se encuentran encajados 
unos con otros y mantienen la posición 10. 
 
 
28 
En relación a su localización: 
 
Está clasificación mantiene relativamente su vigencia, fue propuesta por 
Dingman y Natvig donde ordenaron las fracturas de la mandíbula según su 
localización anatómica en: 
 
• Sinfisiarias y parasinfisiarias: Localizadas entre ambos agujeros 
mentonianos. Suelen ser oblicuas o verticales. 
• Caninas: Producidas alrededor de los caninos; atraviesan el cuerpo 
mandibular por delante del foramen mentoniano. 
• Cuerpo mandibular: Desde los caninos hasta el ángulo mandibular. 
• Ángulo mandibular: Localizadas detrás del segundo molar. La región 
del ángulo es débil y se debilita aún más cuando existen terceros 
molares incluidos. 
• Ramas mandibulares: Se producen entre el ángulo de la mandíbula y 
la escotadura sigmoidea. 
• Proceso Coronoides. 
• Zona subcondílea: Situada por debajo del cuello anatómico del cóndilo
• Condíleas 
• Alveolares: Producen la separación de un segmento del hueso 
alveolar sin interrupción de la continuidad mandibular, con algún 
diente insertado o sin él 10. (Fig. 10). 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
29 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Fig.10. Clasificación de las fracturas mandibulares según su 
localización anatómica. Fuente: Martínez T. “Cirugía oral y 
maxilofacial” Ed. El manual moderno, 2009 pp. 490 
 
 
CLASIFICACIÓN F.L.O.S.A. 
 
Esta clasificación fue propuesta por la Asociación para la osteosíntesis y 
Asociación Suiza para el Estudio de la Fijación Interna (AO-ASIF) y elaborada 
a partir de los datos obtenidos de un estudio piloto realizado por Gratz y cols. 
En varios hospitales de Europa. Se trata de una clasificación de gran valor y 
muy completa por abarcar otras clasificaciones y su fácil aplicación. Se 
estructura sobre la base de la exploración clínica y radiológica básica y aporta 
unas repercusiones prácticas y de orientación terapéutica inmediatas de gran 
importancia 10. Tal como se indica a continuación, utiliza cinco iniciales que se 
combina con una numeración (Tabla 1): 
 
 
 
 
30 
F. Número de fragmentos. 
L. Lugar de la fractura. 
O. Desplazamiento. 
S. Tejidos blandos. 
A. Fracturas asociadas. 
TABLA 1. CLASIFICACIÓN F.L.O.S.A. 10. 
 
F: No. De 
fragmentos 
 
L: Localización 
de la fractura 
O: Grado de 
desplazamiento 
S: 
Afectación 
de tejidos 
blandos 
A: Fracturas 
asociadas 
F0: 
Incompleta 
F1: Simple 
F2: Múltiple 
F3: 
Conminuta 
F4: Pérdida 
ósea 
 
L1: Precanino 
L2: Canino
L3: Postcanino 
L4:Angular 
L5:Supraangular 
L6: Condilar 
L7: Coronoides 
L8: Alveolar 
O 0: No 
maloclusión 
O 1: 
Maloclusión 
O 2: Edéntulos
S0: 
Cerrados 
S1: Abierta 
IO 
S2: Abierta 
EO 
S3: Abierta 
IO y EO 
S4: Pérdida 
de tejidos 
blandos 
A0: No 
A1: Fractura 
y/o avulsión 
dental 
A2: Fx. 
Nasal 
A3: Fx. 
Cigomática 
A4: Lefort I 
A5: Lefort II 
A6: Lefort III 
 
 
 
31 
Esta clasificación genera y permite combinaciones entre las diferentes 
categorías para definir diversos grados de severidad y objetivar los datos 
clínicos, comparar distintos métodos de tratamiento e individualizar los 
tratamientos 10. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Fig. 11. Localización más frecuente de las fracturas. Fuente: E. Andrade 
Filho, R Fadul, R. De A. Azevedo, M. Da Rocha, R. De A. Santos, S. Toledo 
et al. Fracturas de mandíbula: análise de 166 casos. Rev. Ass. Med. Brasil 
2000; 46 (3): 272-6. 
 
 
 
 
 
 
 
32 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Fig. 12. Incidencia de fracturas mandibulares en relación con el sitio 
anatómico. En forma general en cuanto a la localización anatómica el sitio 
de fractura más frecuente de la región mandibular fue la región 
parasinfisiaria con 40% de los casos (30 pacientes), seguida de la región 
del ángulo con 35% (27 pacientes). Fuente: Ochoa J. Análisis retrospectivo 
de 75 fracturas mandibulares consecutivas en el Hospital Central Militar. 
Rev. Sanid. Milit. Mex. 2008;62 (4):166-173. 
 
 
 
 
 
 
 
 
33 
VII. BIODINÁMICA DE LAS FRACTURAS MANDIBULARES 
 
Las fracturas pueden producirse de forma estática; como un golpe, o de 
forma dinámica por efecto de una aceleración o desaceleración. El 
mecanismo que se presenta con mayor frecuencia es por choque 
(desaceleración), donde debido a la diferencia de los objetos que chocan se 
absorbe una mayor cantidad de energía cinética. El cuerpo humano es 
capaz de tolerar hasta cierto punto dichas energías; ya que son absorbidas 
mediante los siguientes mecanismos: 
 
• Retroceso del objeto con el que se colisiona. 
• Deformación de las partes blandas. 
• Deformidad elástica de huesos 11. 
 
Cuando la energía supera la capacidad de absorción, se produce la 
fractura: La tolerancia a las fracturas está determinada por: 
 
•La energía absorbida. 
• La duración de la acción de la fuerza. 
• La distribución de la carga 11. 
 
La fuerza neta que actúa sobre el hueso produce una deformación frente a 
la cual el hueso genera una resistencia. Esta resistencia se denomina 
tensión y se ejerce como una fuerza de compresión, tracción, empuje o 
flexión. Cuando se sobrepasa la capacidad elástica, la fuerza de tracción 
produce una línea de fractura perpendicular a la dirección de la tracción, la 
fuerza de empuje y una línea paralela a la dirección del empuje, y la fuerza 
de compresión crea secundariamente una tracción, que es la constituye la 
causa indirecta de la fractura 11. 
 
34 
La fuerza de flexión es un caso especial en el que se asocian tracción y 
compresión. En el lado cóncavo, el hueso está sometido a compresión y en 
el convexo, a tracción. Al llegar a una determinada profundidad, la 
compresión y la tracción se equilibran, de modo que la tensión en esa capa 
se hace nula (estrato neutro). Dado que la resistencia del hueso a la 
tracción es mucho menor que su resistencia a la compresión, cuando existe 
una fuerza de flexión, la fractura se produce siempre en el lado convexo, 
pudiendo el lado contrario ser alcanzado por tensión triangular (cuña de 
flexión) 11. (Fig.11). 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Fig.13. Mecánica de una fractura por flexión. La fractura empieza en la 
superficie que se estira. Ay B son fuerzas de apoyo. Fuente: Horch H. 
“Cirugía oral y maxilofacial” Tomo 1 Ed. Masson pp.47. 
 
 
 
 
 
 
 
 
35 
VIII. BIOMECÁNICA DE LA MANDÍBULA 
 
A pesar de su elevada resistencia intrínseca, la mandíbula sucumbe con 
frecuencia en el curso de los traumatismos faciales, debido a su situación 
prominente. Constituye el único hueso móvil de la cara, y desempeña 
funciones esenciales para la supervivencia como la masticación y la 
respiración 10. 
 
Hay zona que por su naturaleza son más débiles que otras, como son; El 
segmento donde se presenta el agujero mentoniano, el ángulo de la 
mandíbula, el cuello del cóndilo; o bien se hallan debilitadas por alguna otra 
causa como es la ausencia de dientes, el espesor de un diente retenido, 
etcétera. Por lo que son más vulnerables a la acción de un traumatismo 10. 
 
Los mecanismos por los cuales un agente vulnerante puede vencer la 
resistencia ósea, hasta el extremo de interrumpir la continuidad del hueso 
son: 
 
1. Impacto directo. La fractura asienta en el lugar del hueso sobre la 
que actúa el agente traumatizante. 
2. Mecanismo indirecto. Una fuerza externa aplicada sobre un hueso 
tiende a deformarlo. Si la magnitud de la misma supera el límite de 
resistencia elástica de este, ocasiona una fractura única o múltiple, 
que puede localizarse en un lugar del hueso distante del punto de 
incidencia de la fuerza. Debido a su curvatura, la mandíbula 
constituye un terreno fecundo para la aparición de fracturas por un 
mecanismo indirecto. Una situación clásica, la constituye la fractura 
de uno o ambos cóndilos, tras un impacto sobre el mentón. 
3. Acción muscular. Una contracción muscular enérgica puede provocar 
una fractura por “arrancamiento” de la zona de inserción muscular, 
 
36 
así como de las coronas dentarias por apretamiento oclusal 
excesivo. Además las fuerzas generadas por los músculos motores 
de la mandíbula durante la masticación pueden fracturar un hueso 
fragilizado por un proceso patológico subyacente. 
Sea cual fuere el mecanismo patogénico involucrado en la génesis 
de la fractura, si ésta es completa, los fragmentos óseos resultantes 
suelen sufrir desplazamientos espaciales, cuya magnitud y dirección 
dependen del concurso de diversos factores: 
 
a) Intensidad y dirección con que actúa el agente traumatizante. 
b) Dirección espacial y forma del trazo o trazos fracturarios. 
c) Región anatómica en la que asienta la fractura.
d) Acción de los músculos masticadores. 
e) Presencia, ausencia, estado de salud y posición de los dientes 
inferiores y de sus antagonistas 10. 
 
Jourde y Vanneville consideran que, fruto de la acción de las fuerzas 
masticatorias, en la mandíbula dentada se forman cinco sistemas 
trayectoriales: los pilares basilar y temporal, fruto de la acción de los 
músculos masetero y temporal respectivamente. Un tercer pilar es debido a 
la acción del músculo pterigoideo interno, un cuarto sistema, el pilar 
sigmoideo, que contornea la escotadura homónima, y es determinado por el 
músculo temporal y, finalmente el sistema dentario, situado a nivel del 
reborde alveolar. En una mandíbula edéntula tan sólo se conservan los tres 
primeros sistemas trayectoriales 10. 
 
 
37 
 
 
1. Fig. 14. Sistemas trayectoriales de la mandíbula. Fuente: Martínez 
S. Osteosíntesis maxilofacial. España: Ergon; 2002. Pp. 
IX. CUADRO CLÍNICO 
 
CONSULTA: ANÁLISIS DE LOS SIGNOS Y LOS SÍNTOMAS 
 
Es necesario averiguar como sucedieron los hechos que llevaron a la lesión 
traumática. 
 
• Cuando se produjo el trauma. 
• Donde se produjo el trauma. Es importante para saber el grado de la 
eventual contaminación bacteriana 
• Como se produjo el trauma 12. 
 
 
La existencia de una fractura debe sospecharse siempre que se haya 
producido un traumatismo y aparezcan una serie de signos clínicos. 
 
 
 
 
 
38 
Los signos ciertos de la presencia de una fractura son: 
 
• La deformación del hueso fracturado, los desplazamientos y la 
formación de escalones suelen estar enmascarados por la 
inflamación de los tejidos blandos. 
 
• Otro signo diagnóstico de las fracturas es la movilidad anormal. Ésta 
se halla presente de un modo constante en las fracturas de los 
procesos alveolares. 
 
• La crepitación es el sonido del roce que puede escucharse cuando, 
durante la exploración, los extremos de la fractura tropiezan entre sí. 
Dado que en la mandíbula las superficies de la fractura suelen ser 
muy lisas, este síntoma es a menudo muy poco manifiesto. Puede 
faltar igualmente cuando se interponen tejidos blandos entre ambos 
extremos de la fractura. Dado que la comprobación de la crepitación 
produce un dolor intenso, es preferible renunciar al análisis de este 
síntoma 12. 
 
Los signos inciertos de fractura son aquellos que, si bien aparecen de 
forma regular cuando existe una fractura, también pueden darse en otras 
patologías: 
 
• El hematoma y la inflamación en la zona de la fractura se deben a la 
existencia de hemorragias tisulares que se producen como 
consecuencia del desgarro del periostio y de otros tejidos. 
Paralelamente se produce un edema postraumático. Sin embargo, 
estos síntomas pueden producirse, también, cuando la fuerza llega a 
producir una falta de solución de continuidad de las estructuras 
óseas. 
 
39 
• Si bien el dolor a la palpación se halla presente en cualquier fractura, 
también puede aparecer en contusiones óseas y de los tejidos 
blandos, así como inflamaciones. En cualquier caso, la ausencia de 
dolor a la palpación es bastante indicativa de la ausencia de fractura. 
• El dolor a la movilización puede ponerse de manifiesto dando un solo 
golpe en cualquier punto del eje longitudinal del hueso. Al hacerlo, el 
paciente refiere dolor en la zona de la fractura. Sin embargo, este 
dolor puede aparecer también cuando hay una articulación lesionada 
por distensión o contusión. El dolor a la movilización constituye un 
signo muy importante para el diagnóstico de las fracturas del arco 
mandibular o de la articulación temporomandibular. 
• Pérdida de la función (impotencia funcional) es una inestabilidad 
mecánica que deriva de los esfuerzos del paciente para evitar los 
movimientos dolorosos del hueso fracturado. De este modo, en las 
fracturas mandibulares, resultan difíciles la deglución, el habla y los 
movimientos de masticación 12. 
 
Los hallazgos clínicos deben completarse en cualquier caso con los 
hallazgos radiológicos, sobre todo cuando no existensignos ciertos que 
indiquen la presencia de una fractura. La exploración radiológica se 
hace en función de los hallazgos clínicos y debe efectuarse siempre una 
exploración en dos planos 11. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
40 
X. IMAGENOLOGÍA 
 
AUXILIARES DE DIAGNÓSTICO 
 
Estudio radiográfico. Con mucha frecuencia se utilizan combinaciones de 
técnicas radiográficas para tener la posibilidad de evaluar las lesiones 
traumáticas a partir de diferentes angulaciones. 
 
Radiografías dentoalveolares 
 
Son útiles para evaluar daños a las piezas dentarias y fracturas del proceso 
alveolar, bajo la forma de una línea radiolúcida 12. 
 
Radiografías oclusales 
 
Este tipo de examen permite visualizar una zona más amplia de la que se 
observa con la película dentoalveolar, de modo que proporciona una mejor 
visualización en lesiones de tamaño medio y su relación con los tejidos 
vecinos 13. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
41 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Fig. 15. Izquierda, fractura de la mandíbula en la zona del canino y 
premolares derechos, con mínimas manifestaciones a excepción de una 
densidad ligeramente aumentada (flecha) producida por una superposición 
en la zona de los premolares. Derecha, proyección oclusal de la misma 
fractura que revela desplazamiento y dirección oblicua del trazo. Fuente: 
Gibilisco J, Turlington E. Stafne Diagnóstico Radiológico en Odontología. 5 
ed. Buenos Aires: Editorial Médica Panamericana: 1987. Pp. 352. 
 
 
Radiografías simples extraorales 
 
Los exámenes radiográficos extraorales incluyen todas las proyecciones de 
la región orofacial, con placas colocadas fuera de la boca. Estas 
proyecciones se emplean frecuentemente para examinar áreas no cubiertas 
del todo por las placas intraorales, o bien para visualizar el cráneo y las 
estructuras faciales 14. 
 
Un examen de la mandíbula debe incluir elementalmente vistas laterales, 
oblicuas, bilaterales del cuerpo y las ramas, comprendiendo estas ultimas el 
 
42 
cóndilo y una placa frontal que tenga la proyección anteroposterior de la 
mandíbula 15. 
 
 
Radiografía posteroanterior estricta de cráneo 
 
Esta técnica nos permite visualizar fracturas en la zona anterior de la 
mandíbula, el cuerpo, rama y en forma clara la zona del ángulo mandibular 
en una vista frontal. Aunque esta técnica tiene el inconveniente de que en 
la zona del mentón se tendrá sobreproyección de la columna cervical 13. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Fig.16. Izquierda, Posición del paciente para la proyección 
posteroanterior del cráneo. Derecha, radiografía posteroanterior estricta. 
Fuente: Urzúa R. Técnicas Radiográficas Dentales y Maxilofaciales 
Aplicaciones. Venezuela: AMOLCA: 2005. Pp. 80 
 
 
 
 
43 
Radiografía posteroanterior del cóndilo. Técnica de 
Clementshitsch 
 
Esta radiografía muestra una vista frontal de la cabeza y el cuello del 
cóndilo, es útil en el estudio de los traumatismos de los cóndilos 
mandibulares, ya que permite en los casos de fractura del cuello del 
cóndilo observar los desplazamientos de los fragmentos en sentido 
lateral. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Fig. 17. Fractura a nivel del cuello del cóndilo, sin desplazamiento de 
fragmentos. Fuente: Urzúa R. Técnicas Radiográficas Dentales y 
Maxilofaciales Aplicaciones. Venezuela: AMOLCA: 2005. Pp. 86 
 
 
Radiografía frontal del mentón
 
En esta técnica se observa la zona ósea del mentón y las piezas 
dentarias correspondientes, sin sobreproyección de la columna cervical, 
Es de gran utilidad cuando no se cuenta con un equipo para radiografías 
ortopantomograficas. En los traumatismos del mentón las proyecciones 
de la columna cervical impiden determinar con certeza la existencia o no 
 
44 
de una fractura en el borde inferior del mentón por lo que la radiografía 
frontal del mentón permite solucionar esta dificultad. 
 
Radiografía lateral del mentón 
 
Como es una proyección de perfil, se obtendrá una superposición de un 
lado con el otro, de esta forma se podrá observar las fracturas de la 
línea media y del mentón, el borde inferior se observará bien en la parte 
anterior pero a partir de este se sobreproyectarán ambos lados. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Fig. 18. Radiografía lateral del mentón. Fuente: Urzúa R. Técnicas 
Radiográficas Dentales y Maxilofaciales Aplicaciones. Venezuela: 
AMOLCA: 2005. Pp. 106. 
 
Radiografía extraoral oclusal de mentón 
 
En esta radiografía se observa la zona del mentón desde el tercio apical de 
las piezas dentarias hasta el borde inferior del mentón donde se pueden 
presentar fracturas sinfisiarias y parasinfisiarias. También resulta útil en 
traumatismos de mentón en pacientes pediátricos, en los que la radiografía 
oclusal intraoral les provoque náuseas. 
 
45 
 
 
Radiografía submentovértex 
 
Esta proyección se utiliza observar la posición y la orientación de los 
cóndilos así como la curvatura de la mandíbula. 
 
Radiografía lateral del cuerpo mandibular 
 
Con esta proyección se obtiene una visión completa del cuerpo mandibular 
en la zona de molares, conducto dentario y borde inferior de la mandíbula.
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Fig. 19. Osteosíntesis por fractura en cuerpo mandibular derecho. Fuente: 
Urzúa R. Técnicas Radiográficas Dentales y Maxilofaciales Aplicaciones. 
Venezuela: AMOLCA: 2005. Pp. 110. 
 
 
 
 
 
46 
Radiografía lateral del cóndilo. Técnica de Parma 
 
Está técnica permite visualizar el cóndilo y el cuello del cóndilo por lo que 
es específica para ello. También se puede apreciar la rama mandibular y la 
zona del ángulo 
 
Radiografía posteroanterior excéntrica (proyección de Waters) 
 
La proyección de Waters (también conocida como proyección 
occipitomentoniana) nos muestra la posición del proceso coronoides de la 
mandíbula entre el maxilar y el arco cigomático. Principalmente esta técnica 
se utiliza como primera elección en traumatismos del tercio medio de la 
cara. 
 
Radiografía anteroposterior (Proyección de Towne) 
 
Esta proyección es útil para observar el estado de los cóndilos, de los 
cuellos condilares y de las ramas. Esta vista debe ser complementada, 
cuando este indicado por una toma posteroanterior de la mandíbula 15.
 
Proyección de Towne inversa 
 
Este tipo de radiografía se utiliza cuando hay sospecha de fractura del 
cuello condilar o si existe la posibilidad de que el cóndilo halla sido 
desplazado hacia la línea media. 
 
 
 
 
 
47 
Proyección lateral del cráneo 
 
Se utiliza con mayor frecuencia para evaluar el cráneo y los huesos 
faciales, en busca de datos de traumatismo, enfermedad o anomalías del 
desarrollo aunque también nos permite evaluar el área del cuerpo 
mandibular y mentón en una vista lateral 14. 
 
Proyecciones mandibulares laterales oblicuas 
 
Existen dos proyecciones laterales oblicuas que se emplean con frecuencia 
para examinar la mandíbula. Una para el cuerpo y otra para las ramas. 
Aunque estas proyecciones han sido sustituidas en gran parte por la 
ortopantomografía, se utiliza cuando el clínico necesita una imagen con 
mayor resolución. 
 
Proyección del cuerpo mandibular: Esta proyección demuestra la región 
premolar-molar y el borde inferior de la mandíbula. Proporciona una 
cobertura más amplia que la posible con las proyecciones dentoalveolares. 
 
Proyección de la rama mandibular: Está estructura se visualiza con esta 
proyección desde el ángulo hasta el cóndilo. También resulta útil para 
examinar las regiones de los terceros molares superiores e inferiores. 
 
Ortopantomografía 
 
Para lesiones más extensas es el estudio de primera elección, ya que 
ofrece una imagen en conjunto del complejo máximo-mandibular. Es de 
gran ayuda en la determinación del recorrido y la posición de las líneas de 
 
48 
fractura, mientras que las radiografías intraorales pueden detectar la 
relación entre el diente afectado y la línea de fractura 12. 
 
Tomografíacomputarizada. 
 
Si la radiografía tradicional no está en capacidad de aclarar todas las 
dudas, el estudio radiográfico ulterior está constituido por la tomografía 
computarizada, por lo general utilizada en los traumas faciales mayores 12. 
 
TABLA 2. RESUMEN DE LAS LOCALIZACIONES PRINCIPALES DE LAS 
FRACTURAS MANDIBULARES Y LAS PROYECCIONES RADIOLÓGICAS 
COMUNES PARA CADA LOCALIZACIÓN 16. 
 
 
Localización de la 
fractura 
 
 
Radiografías utilizadas comúnmente 
 
I. Ángulo 
II. Cuello del cóndilo 
III. Cuerpo 
IV. Región de los caninos 
V. Sínfisis 
 
I. Ortopantomografía, lateral oblicua o 
posteroanterior 
II. Ortopantomografía, lateral oblicua, 
posteroanterior (para las fracturas de la parte 
inferior del cuello), De Towne inversa (para las 
fracturas de la parte superior del cuello). 
III. Ortopantomografía, lateral oblicua, 
 
49 
VI. Rama 
VII. Proceso coronoides 
posteroanterior, dentoalveolares de los dientes 
afectados, radiografía oclusal. 
IV. Ortopantomografía, lateral oblicua, 
dentoalveolares de los dientes afectados o 
lateral de cráneo. 
V. Oclusal con un ángulo de 45º inferior, o de 90º 
inferior. 
VI. Ortopantomografía, lateral oblicua o 
posteroanterior. 
VII. Ortopantomografía, lateral oblicua o Waters. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
50 
 
 Examinar la proyección lateral de la mandíbula. (generalmente 
en una ortopantomografía). 
 1. Observar el perfil de la mandíbula desde un cóndilo hasta el otro lo 
largo del borde inferior. 
2. Observar en especial: 
• Cualquier alteración de la forma del perfil. 
• Deformidades en escalón. 
3. Examinar la rama y el cuerpo de la mandíbula, prestando atención 
en los lugares donde las fracturas son más frecuentes. 
4. Observar en especial: 
• La presencia de líneas de fracturas radiotransparentes. 
• La dirección de las líneas de fractura. 
•El grado de separación de los fragmentos de hueso.
• Cualquier línea radiopaca que indique que los extremos del hueso 
están superpuestos. 
Examinar la segunda proyección de la mandíbula (generalmente 
radiografías posteroanteriores). 
5. Repetir los pasos 1-4 para las áreas importantes de la mandíbula 
que se observen en la segunda proyección. 
Examinar las proyecciones intraorales de los dientes. 
6. Observar en especial: 
• La relación de los dientes con la línea de fractura. 
• El estado de los dientes incluyendo: coronas o raíces fracturadas, 
caries, tamaño de las restauraciones, estado periodontal, estado 
apical.
TABLA 3. SECUENCIA A SEGUIR CUANDO SE EXAMINAN 
RADIOGRAFÍAS BUSCANDO UNA FRACTURA MANDIBULAR 16. 
 
51 
 
 XI. DIAGNÓSTICO 
 
El diagnóstico sólo puede establecerse después de haber valorado los 
hallazgos clínicos y radiológicos. Al hacerlo debe tenerse en cuenta que, en 
algunos casos, las fracturas poco desplazadas pueden pasar inadvertidas 
en las imágenes radiológicas. En estos casos puede ser de utilidad realizar 
una exploración de control 2 a 3 semanas después del traumatismo para 
pode observar así las posibles modificaciones reparadoras 12. 
 
Es fundamental recordar que el odontólogo-cirujano bucal, si bien no se 
debe ocupar del tratamiento de las fracturas complejas de los maxilares, sin 
embargo debe estar en capacidad de plantear un diagnóstico para remitir al 
paciente con el especialista indicado 12. 
 
Por lo tanto, la consulta no debe limitarse al ámbito dental, sino que 
también debe evaluar la situación de los procesos importantes de los 
maxilares, mediante las maniobras semiológicas clásicas (inspección y 
palpación). 
 
Una fractura dentoalveolar de la zona anterior mandibular puede estar 
asociada con una fractura completa de mandíbula con signos típicos como 
la pérdida de oclusión, trismos, desviación lateral de la mandíbula en el 
lado del cóndilo fracturado, etcétera 12. 
Durante la inspección se aprecia la dislocación de una o más piezas 
dentarias junto con el desplazamiento del proceso alveolar que puede ser 
visible indirectamente por debajo de los tejidos blandos (si están íntegros) o 
directamente en el caso de fractura expuesta 12. 
 
 
52 
La palpación permite evaluar la extensión del área fracturada, la movilidad 
del segmento dentoalveolar y su eventual reductibilidad. La evaluación 
mediante la palpación será más eficaz después de cierto tiempo de ocurrido 
el trauma; sucesivamente se verifica un edema más o menos consistente 
de los tejidos blandos que puede interferir con la evaluación clínica 12. 
 
XII. TRATAMIENTO 
 
TRATAMIENTO CONSERVADOR 
 
El tratamiento conservador de las fracturas de mandíbula implica la 
reducción de la fractura con reducción cerrada. Con el tiempo ha llegado en 
la práctica a ser sinónimo de fijación intermaxilar mediante férulas, 
alambres, y, más recientemente elásticos anclados sobre tornillos. Esta 
técnica cumple con la premisa de ser el método más simple y sencillo para 
reducir y fijar las fracturas mandibulares 10. 
 
Ventajas de la fijación intermaxilar: Fácil de emplear, económica y es un 
procedimiento rápido, lo cual disminuye el costo y un menor tiempo 
anestésico. 
 
Dentro de la desventajas que se presentan, residen principalmente en la 
dificultad para la alimentación y la comodidad del paciente. La pérdida de 
peso es un hecho constatado en el bloqueo intermaxilar prolongado. La 
higiene oral es deficiente. Se han demostrado cambios en la articulación 
temporomandibular y en el sistema masticatorio tras un periodo prolongado 
de fijación intermaxilar. (trismus, atrofia, alteración de fibras musculares e 
incluso pérdida irreversible en la fuerza de masticación). Así mismo puede 
presentarse en pacientes que sean candidatos a fijación intermaxilar 
 
53 
prolongada problemas como deterioros neurológicos postraumáticos, 
dificultad respiratoria alta, brocoaspiraciones por emesis, por lo que en 
muchas ocasiones resulta obligado realizar una traqueotomía preventiva y 
temporal. Pacientes con enfermedades neurológicas (epilepsia), 
sociopatías y farmacodependientes constituyen otro grupo de pacientes en 
los que este tratamiento resulta contraindicado por su elevado índice de 
complicaciones 10. 
 
Finalmente, se menciona el riesgo por parte del cirujano al manipular 
alambres en pacientes traumatizados con enfermedades como SIDA, y 
hepatitis. Ésta ha sido una de las razones que ha conducido al desarrollo 
de técnicas con menos riesgos de punción, como los bloqueos esqueléticos 
internos con suspensiones esqueléticas a tornillos intraorales. 
 
Este tipo de tratamientos se utiliza frecuentemente como tratamiento 
complementario de las técnicas de fijación interna y dentro de sus 
indicaciones se encuentran las fracturas de cóndilo, del proceso coronoides 
sobre todo cuando no involucran la oclusión 10. 
 
FIJACIÓN SEMIRRÍGIDA: INDICACIONES Y TÉCNICA 
 
Las placas de osteosíntesis se han aplicado con éxito debido al estudio 
anatómico y el avance de materiales de osteosíntesis 10. 
 
La reducción abierta implica una incisión en la piel y mucosa para visualizar 
el foco de fractura, para poder reducir y fijar los fragmentos de la fractura 
mediante distintos métodos (alambres, tornillos, placas, miniplacas, 
etcétera). Dependiendo del sistema que se utilice varía la rigidez obtenida. 
Los distintos tipos de sistemas se pueden clasificar dependiendo de los 
 
54 
elementos usados: no rígidos (Alambres), semirrígidos (miniplacas) y 
rígidos o estables (placas AO/ASIF) 10. 
 
Champy y cols. En 1986 establecieron las normas de la fijación semirrígida 
con miniplacas. Sus estudios se basaron en el análisis biomecánico de la 
mandíbula que les llevó a trazar las ubicaciones ideales para la 
osteosíntesis. Indicaron colocar las placas por distal del agujero 
mentoniano la placa se situará en la base del proceso alveolar, por debajo 
de los ápices dentarios; en el ángulo se emplazará en la zona ancha de lalínea oblicua externa y, entre los orificios mentonianos, se colocaran dos 
placas, una en la región subapical y otra en el borde inferior mandibular 10. 
 
Indicaciones 
 
En las fracturas de cóndilo mandibular el tratamiento abierto con fijación 
semirrígida es un método donde puede ser la excepción, ya que existe el 
peligro de lesionar importantes estructuras vasculonerviosas ( nervio facial, 
nervio auriculotemporal, o la arteria maxilar interna. Además el campo 
quirúrgico es de difícil acceso. Las vías de abordaje más utilizadas son la 
preauricular y submandibular 10. 
 
Las fracturas sinfisiarias, parasinfisiarias y de cuerpo manipular, debido a la 
accesibilidad quirúrgica. Sobre todo en la región sinfisiaria, se tratan de 
elección mediante reducción abierta 10. 
 
Las fracturas del ángulo mandibular son de difícil de manejo comparadas 
con las de otras áreas de la mandíbula, además presentan mayores tasas 
de complicaciones 10. 
 
 
 
55 
TORNILLOS DE BLOQUEO 
 
Los tornillos autoperforantes fueron introducidos por Arthur y Bernardo en 
1989 y modificados posteriormente por Carls Jones con un nuevo diseño en 
la cabeza del tornillo en forma de ancla 17. 
 
Se sugieren el uso de tornillos de titanio autoroscados de 2 mm. de 
diámetro y de 10-16 mm. de longitud. Los tornillos con cabeza en forma de 
ancla son importantes ya que permite que los elásticos se manipulen lejos 
del tejido gingival así mismo se recomienda utilizar cable de acero 
inoxidable de calibre 26 para la fijación 17. 
 
Técnica 
 
Se inserta, al menos un tornillo en cada cuadrante, bajo anestesia local o 
general, en los agujeros previamente perforados en la intersección de la 
encía insertada y libre. Se perfora a través de la mucosa gingival sin 
incisión, se coloca generalmente entre el canino y primer premolar, 
teniendo cuidado de pasar la fresa entre las raíces de los dientes y sin 
penetrar la mucosa palatina o lingual. La fijación intermaxilar temporal se 
consigue utilizando cables o bandas elásticas. Los tornillos se dejan en su 
lugar durante 2-3 semanas 18. 
 
Este tipo de tornillos son rápidos en su manipulación y tienen menos riesgo 
de lesión de pinchazo hacia el cirujano que con los convencionales. El 
tiempo se reduce de una hora a 15 minutos. 17. 
El lugar ideal para la colocación del tornillo es en el hueso alveolar entre 
canino y primer premolar. Sin embargo en los casos con línea de fractura 
en la zona de canino y premolar, la posición del tornillo se cambia según el 
 
56 
lugar de la fractura y la línea de incisión. La colocación posterior puede ser 
complicada por la penetración en el antro maxilar y el canal dentario inferior 
19. 
Ventajas. 
Las ventajas de los tornillos IMF incluyen rápida inserción, fácil y segura, 
compatibilidad con todas las placas; comodidad del paciente; Trauma 
reducido al periodonto; idoneidad para su uso cuando los dientes han sido 
muy restaurados, un mantenimiento más fácil de salud gingival en 
comparación con barras en arco; reducido riesgo de lesiones por pinchazo 
de aguja, y fácil remoción sin anestesia 20. 
 
Otra ventaja de este procedimiento con respecto a la utilización de las 
barras en arco es la inserción fácil que disminuye el tiempo operatorio de 1 
hora a 10 minutos lo que significa ahorro en tiempo y costo. Además los 
riesgos a la papila dental y la mucosa oral se disminuyen 
considerablemente; los dientes y las prótesis dentales no son sometidos a 
tracción, y es más facil mantener la higiene dental 17. 
El uso de tornillos de fijación intermaxilar para férulas en pacientes 
edéntulos con fractura mandibular es aceptable, sobre todo en fracturas no 
desplazadas o mínimamente desplazadas, donde se utiliza las dentaduras 
viejas del paciente para lograr la reducción de los fragmentos óseos 20. 
Indicaciones y contraindicaiones. 
 
Los tornillos de fijación intermaxilar se pueden utilizar para la mayoría de 
los sitios de fractura de mandíbula (sínfisis, parasínfisis, cuerpo y fracturas 
angulares) excepto para las fracturas condilares y subcondíleas con 
maloclusión 3.
 
 
57 
Los tornillos pueden ser severamente inestables en el hueso esteoporótico. 
El tornillo para hueso con sistema de fijación intermaxilar (FIM) no 
proporciona bloqueo intermaxilar estable (oclusión céntrica) en el caso de 
las fracuras conminutas o fracturas alveolares 3. 
 
Los tornillos autorroscantes para fijación intermaxilar no están indicados en 
fracturas conminutas severas y fracturas óseas alveolares extensas 21. 
 
Complicaciones. 
 
Las complicaciones más frecuentes de los tornillos autorroscantes para 
fijación intermaxilar, incluye la fractura de los tornillos a la inserción, daño 
iatrogénico a los dientes y secuestro óseo alrededor de la zona de 
colocación del tornillo. Si la velocidad de la fresa es demasiado rápida la 
mucosa circundante y el hueso puede ser dañado, lo que resulta en 
ulceraciones dolorosas, si se perfora la punta se puede romper en el hueso 
20,22. 
 
Coburn D.G. informó de un caso de fractura de tornillo en la unión de la 
cabeza y la parte roscada, recomendó una perforación cuidadosa del 
agujero con la fresa a baja velocidad y con irrigación abundante con 
solución salina estéril. Sugirió además que el tornillo se debe insertar a una 
velocidad constante y no se debe forzar si se encuentra resistencia 17,20. 
 
Una complicación similar fue reportada por Simon Holmes. Donde aboga la 
precaución con el uso de tornillos y sugiere la técnica de dos vueltas hacia 
delante seguida de una vuelta hacia atrás para excluir el eje del paso de 
tornillo durante la inserción y extracción, donde como tal ningún caso de 
fractura de tornillo se encontró en ese estudio 17. 
 
 
58 
Una de las complicaciones más comúnmente encontradas es el daño a las 
raíces adyacentes el sitio de fijación del tornillo. El cirujano debe sentir la 
caída de la fresa en el hueso medular después de haber perforado la 
cortical bucal, antes de encontrar la corteza lingual o palatina. Si este 
cambio a la resistencia no se siente la posibilidad de que la fresa pueda 
estar parcial o totalmente en una raíz debe ser considerado 20,21,23. (Fig. 
20). 
 
 
 
 
 
 
 
 
Fig. 20. Diente después del tratamiento de conductos. Fuente: Hamid. M. 
Alireza P. Complications Using Intermaxillary Fixation Screws. J Oral 
Maxillofac Surg 20011;69:1411-1414, 2011 
 
Lesión iatrogénica de las raíces dentales es el problema más importante de 
este procedimiento, pero se puede minimizar por un cirujano 
experimentado.17,18 
El aflojamiento de los tornillos es otra complicación asociada con este 
método, por lo que se recomienda usar tornillos de diámetro apropiado 
(mínimo 2 mm) 17. 
Otra complicación que se observó en varios estudios fue que los tornillos 
pueden irritar el tejido blando y provocar tejido hiperplásico durante un 
 
59 
periodo de tiempo y para retirarlos es necesario el empleo de anestesia 
local. Aunque esta complicación puede ser minimizada con el empleo de 
tornillos perforados modificados colocando una arandela de acero 
inoxidable que mantiene el tejido blando lejos de la cabeza del tornillo y 
evita la necesidad de una segunda operación para exponer el tornillo las 
cabezas de los tornillos son pulidas y lisas no hay riesgo de ulceración de 
la mucosa de la mejilla o los labios, y se sienten cómodos 24,25,26. (Fig.21, 
22). 
Una técnica deficiente es la explicación más probable para estas 
complicaciones. Se recomienda que se tomen precauciones durante la 
inserción del tornillo, con respecto a el posicionamiento y la inserción 25,26. 
 
 
 
Fig. 21. Tornillo modificado de fijación 
intermaxilar con arandela. Fuente: Anshul 
J., Abhay . Rajeev M. Customised screw for 
intermaxillary fixation of maxillofacial 
injuries. Br.J Oral. Maxillofac. Surg. 2009;47: 325-326 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
60Fig. 22. Fotografía que muestra la colocación del tornillo de fijación 
intermaxilar. Fuente: Anshul J., Abhay . Rajeev M. Customised screw for 
intermaxillary fixation of maxillofacial injuries. Br.J Oral. Maxillofac. Surg. 
2009;47: 325-326
 
 
FIJACIÓN RÍGIDA INTERNA 
 
La Asociación para la Osteosíntesis y la Asociación Suiza para el 
Estudio de la Fijación Interna AO/ASIF fueron pioneros en este tipo de 
osteosíntesis. Introducido por Spiessel y cols. Que desarrollaron un 
sistema de fijación rígida que ha ido evolucionando con el tiempo desde 
posturas poco flexibles que no garantizan una rigidez máxima en la 
reducción y estabilización de los focos de fractura, hacia posiciones más 
tolerantes, llegando finalmente a admitir los postulados de la fijación 
semirrígida 10. 
Ventajas: 
 
• Mayor comodidad para el paciente 
• Movilización temprana de la mandíbula 
• Alimentación precoz normalizada 
 
61 
• Buen acceso a las vías aéreas, sin interferencias del bloqueo 
intermaxilar, en el caso de presentarse posibles complicaciones 10. 
 
Para la técnica de fijación rígida se pueden utilizar varios sistemas como 
el de placas sólidas ancladas con tornillos que ejercen tanto fijación 
como compresión de los focos de fractura. Esta compresión puede 
seguir una trayectoria perpendicular u oblicua al trazo de fractura en 
función del anclaje de los tornillos a la placa siendo estos excéntricos o 
no excéntricos (DCP- Dinamic Compresion Plate- y EDCP –Excentric 
Dinamic Compresion Plate-) 10. 
 
En el caso de compresión excéntrica, los tornillos más cercanos al trazo 
de fractura se colocan por medio de una guía especial que permiten la 
ubicación del orificio para el tornillo a 0.8 mm. De la vertiente esta 
ubicación permite que se administre fuerza en dirección del recorrido del 
tornillo, para asegurar mayor compresión interfragmentaria. Los tornillos 
restantes se deben colocar en posición neutra para evitar restar las 
fuerzas de compresión desarrolladas 10. 
 
Las placas de osteosíntesis del sistema AO/ASIF se suelen aplicar 
mediante abordajes extraorales, especialmente en las fracturas 
localizadas posteriores en el arco dentario. La incisión cervical más 
recomendada debe situarse en una arruga natural de la piel, por debajo 
del borde inferior de la porción horizontal de la mandíbula. El 
despegamiento del periostio ha de ser el mínimo suficiente para la 
colocación de la placa 10. 
 
Por ser un sistema que demuestra seguridad y eficacia, la fijación rígida 
está especialmente indicada en situaciones clínicas especialmente 
comprometidas: 
 
62 
 
• Fracturas desplazadas inestables 
• Fracturas conminutas 
• Fracturas infectadas (osteomielitis) 
• Fracturas en edéntulas 
• Fracturas mandibulares en combinación con otras fracturas 
mediofaciales 
• Fracturas mandibulares múltiples que afecten al cóndilo 
• Fracturas en pacientes no colaboradores 10. 
 
XIII. CONCLUSIONES 
La Fijación intermaxilar es un procedimiento viejo que se utiliza para el 
tratamiento de fracturas que afectan el complejo maxilomandibular. 
Convencionalmente hay diferentes dispositivos como barras en arco, 
cableado dental e interdental, férulas metálicas y no metálicas se utilizan 
para lograr una fijación intermaxilar. Sin embargo, los dispositivos dentales 
siempre están asociados con problemas como la falta de higiene oral, salud 
periodontal, la extrusión de los dientes, pérdida de vitalidad del diente, 
úlcera traumática de la mucosa bucal y labial y herida por pinchazo de 
aguja para el operador. Además de esto, el procedimiento toma mucho 
tiempo. Sin embargo la fijación con tornillos intermaxilares demostró ser 
una buena alternativa a la fijación intermaxilar 25. 
La fijación intermaxilar con tornillos autorroscantes es un método eficaz en 
comparación con otras técnicas como los arcos en barra de Erich en el 
tratamiento de fracturas mandibulares. Ya que reducen significativamente el 
tiempo de operación y el riesgo por lesiones de aguja. En diversos estudios 
se observo una adecuada higiene oral y aceptación por parte del 
paciente.17,18,25. 
 
63 
 
 
XIV. REFERENCIAS BIBILOGRÁFICAS 
 
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