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Trastorno-somatico-y-psicologa

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Universidad Nacional Autónoma de México 
Facultad de Psicología 
Trastorno Somático y Psicología 
T e s i s 
Para obtener el título de: 
Licenciado en Psicología 
 
Presenta: 
Monica Camacho Ruiz 
 
Director: Mtro. Moreno Camacho Sotero 
Revisor: Mtra. Girón Hidalgo Blanca 
 
Ciudad Universitaria, 2015 
 
UNAM – Dirección General de Bibliotecas 
Tesis Digitales 
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Trastorno Somático y Psicología 2015 
 
 
2 
AGRADECIMIENTOS 
 
“Cada persona que pasa por nuestra vida es única. 
Siempre deja un poco de sí y se lleva un poco de nosotros. 
Habrá los que se llevaran mucho, pero no habrá los que nos dejaran sin nada. 
Esta es la prueba evidente de que dos almas no se encuentran por casualidad.” 
Jorge Luis Borges 
 
A Dios y a la Vida. 
A la UNAM y a la Facultad de Psicología por brindarme un segundo hogar en donde me pude desarrollar 
a través de múltiples experiencias, a lo largo de las cuales pude aprender y madurar. Por permitirme 
conocer a personas valiosas e inteligentes que han aportado mucho a mi crecimiento académico y 
personal. 
Gracias a mi Familia por estar siempre a mi lado, impulsándome, apoyándome, amándome y 
brindándome lo mejor de ellos para nunca darme por vencida. Gracias a mi mamá, Sofía Ruiz por el 
apoyo incondicional y por aguantar tantos desvelos, tantos sacrificios y tantos dolores de cabeza; 
gracias por los errores que me has permitido cometer porque gracias a eso, ahora puedo seguir 
creciendo por mí misma, te amo y te agradezco infinitamente. Gracias a mi papá, Miguel Camacho por 
el apoyo y por cariño especial que siempre me has demostrado, gracias por enseñarme lecciones de 
vida y porque gracias a ti, ahora he conocido una nueva faceta de mí que me ayuda a querer superarme 
cada día, te amo y te agradezco con el alma. Gracias a mi hermana, Gabriela Camacho por su amistad 
incondicional, por la complicidad de hermanas, por estar conmigo en todo momento, por acompañarme 
en los llantos, los enojos y las desveladas, gracias por comprenderme, apoyarme y estar conmigo en 
todas las etapas de mi vida, te amo y te agradezco con todo mi corazón. 
Gracias a todos los profesores que a lo largo de la carrera me aportaron sus conocimientos y 
experiencias para mi crecimiento profesional, gracias a mi tutor y sinodales que con su apoyo y 
paciencia me impulsaron para la culminación de este proyecto. Al Mtro. Sotero Moreno por exhortarme a 
iniciar este proyecto y a finalizarlo con éxito. A la Mtra. Blanca Girón por compartirme su tiempo y su 
conocimiento. A la Mtra. Angelina Guerrero por sus conocimientos, aportaciones y sugerencias para este 
trabajo. A la Dra. Renata López por ser una persona dedicada y comprometida desde el inicio con este 
proyecto, por toda su ayuda y su tiempo, gracias por impulsarme a no rendirme y porque gran parte de 
este trabajo lo he logrado gracias a usted. Al Mtro. Jorge Valenzuela por acompañarme en cada 
momento del proceso, por ayudarme a creer en mí misma y por brindarme las herramientas necesarias 
para mi crecimiento personal; mi admiración, respeto y cariño. 
A mi compañero de aventuras, de emociones nuevas y diferentes, Raúl Camacho, gracias por iniciar y 
terminar esta etapa conmigo, gracias por todo tu apoyo, por creer en mí y por tus palabras de aliento, 
por no dejar que me dé por vencida, por enseñarme lo mejor y lo peor de mí misma, por motivarme a 
querer ser mejor persona, gracias por todas las experiencias que han dejado en mí un aprendizaje para 
toda la vida, te amo. 
A mis amigas guerreras, Ana Loyola y Jocelyn Paz por ser unas verdaderas amigas y estar en todo 
momento conmigo, por hacerme parte de su vida, por compartir sus emociones, sus risas, sus llantos y 
tantas aventuras. Gracias por la amistad que hemos creado, por sus abrazos y por las frases 
motivadoras, por estar cuando más las necesito y por hacerme ver las cosas de distinta manera. Gracias 
por ser las mejores amigas, por las tardes de café en las que hablar de este proyecto, que ahora es una 
Trastorno Somático y Psicología 2015 
 
 
3 
realidad, en ese entonces era una meta por cumplir. Gracias por sus consejos y su apoyo incondicional, 
las amo amigas. 
A mis amigas para toda la vida que esta facultad me permitió conocer, Rosy García y Alejandra Rosado, 
por compartirme de sus conocimientos y contagiarme del amor a la Psicología. Gracias por las 
aventuras, las caídas, las risas, por cuidarme e impulsarme a lograr todo lo que me propongo, por 
brindarme esa confianza en mí misma que a veces necesito. Gracias Rosy por ser una amiga 
incondicional y para toda la vida, por ser un ejemplo a seguir y por tanto apoyo en todos los aspectos de 
mi vida, te quiero mucho amiga. Gracias Ale por las llamadas de atención en los momentos que 
realmente lo necesitaba, por tu sinceridad y por brindarme tú valiosa amistad, te quiero mucho. 
Gracias a mis compañeros Jaramy Díaz y Rodrigo Castañeda por compartirme sus conocimientos y su 
tiempo, infinitas gracias por su ayuda que fue fundamental para el logro de este proyecto. 
Gracias a los participantes que me regalaron un poco de su tiempo para contestar los cuestionarios sin 
los que este proyecto hoy no sería una realidad. 
Gracias a todas y cada una de las personas que aportaron un poquito de sí mismos para ayudarme a 
convertirme en la persona que soy ahora, gracias a los que estuvieron el tiempo que fue necesario, a los 
que me ayudaron a conocerme mejor y a los que me dieron lecciones de vida. 
 
Con todo lo que la palabra gracias pueda significar, de corazón les agradezco por todas sus 
aportaciones no solo en relación a este trabajo sino también por las lecciones de vida que me seguirán 
impulsando en mi crecimiento profesional e individual. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Trastorno Somático y Psicología 2015 
 
 
4 
ÍNDICE 
Resumen 
 
8 
Introducción 
 
9 
Justificación 10 
Capítulo I: Trastornos de la personalidad 11 
1. Trastorno dependiente de la personalidad 11 
a) Características del trastorno. 11 
b) Variantes de la personalidad dependiente. 12 
c) Diferencias entre características de personalidad y patología 12 
d) Perspectivas teóricas. 13 
− Biológica. 13 
− Psicoanalítica. 13 
− Interpersonal. 14 
− Cognitiva. 14 
− Evolutiva. 15 
e) Trastorno dependiente de la personalidad y su relación con ansiedad, depresión y 
trastornos somatomorfos. 
 
15 
2. Trastorno depresivo de la personalidad 16 
a) Características del trastorno. 16 
b) Variantes de la personalidad dependiente. 16 
c) Diferencias entre características de personalidad y patología. 17 
d) Perspectivas teóricas. 17 
− Biológica. 17 
− Psicodinámica. 17 
− Interpersonal. 18 
− Cognitiva. 18 
− Evolutiva y del neurodesarrollo. 
 
18 
3. Trastorno evitativo de la personalidad 18 
a) Características del trastorno. 18 
b) Variantes de la personalidad dependiente. 19 
c) Diferencias entre características de personalidad y patología 
d) Perspectivas teóricas. 
19 
20 
− Biológica. 20 
− Psicodinámica. 20 
− Interpersonal. 21 
− Cognitiva. 22 
− Evolutiva y del neurodesarrollo. 22 
e) Trastorno evitativo de la personalidad y su relación con trastornos depresivos y 
somatomorfos. 
 
23 
4. Trastorno histriónico de la personalidad 23 
a) Características del trastorno.23 
b) Variantes de la personalidad dependiente. 24 
c) Diferencias entre características de personalidad y patología. 25 
d) Perspectivas teóricas. 25 
− Biológica. 25 
Trastorno Somático y Psicología 2015 
 
 
5 
− Psicoanalítica. 26 
− Interpersonal. 27 
− Cognitiva. 27 
− Evolutiva y del neurodesarrollo. 28 
e) Trastorno histriónico de la personalidad y su relación con trastornos de ansiedad, del 
estado de ánimo y somatomorfos. 
 
28 
5. Trastorno límite de la personalidad 29 
a) Características del trastorno. 30 
b) Variantes de la personalidad dependiente. 30 
c) Diferencias entre características de personalidad y patología. 31 
d) Perspectivas teóricas. 31 
− Biológica. 31 
− Psicodinámica. 32 
− Interpersonal. 33 
− Cognitiva. 34 
− Evolutiva y del neurodesarrollo. 35 
e) Trastorno límite de la personalidad y su relación con depresión y trastornos 
somatomorfos. 
 
36 
6. Trastorno narcisista de la personalidad 36 
a) Características del trastorno. 37 
b) Variantes de la personalidad dependiente. 37 
c) Diferencias entre características de personalidad y patología. 38 
d) Perspectivas teóricas. 38 
− Psicoanalítica. 38 
− Interpersonal. 39 
− Cognitiva. 39 
− Evolutiva y del neurodesarrollo. 40 
e) Trastorno narcisista de la personalidad y su relación con ansiedad, depresión y 
trastornos somatomorfos. 
 
40 
7. Trastorno obsesivo compulsivo de la personalidad 41 
a) Características del trastorno. 41 
b) Variantes de la personalidad dependiente. 41 
c) Diferencias entre características de personalidad y patología. 42 
d) Perspectivas teóricas. 42 
− Psicoanalítica. 42 
− Interpersonal. 43 
− Cognitiva. 44 
− Evolutiva. 45 
e) Trastornos obsesivo compulsivo de la personalidad y su relación con trastornos de 
ansiedad, somatomorfos y de somatización. 
 
45 
8. Trastorno paranoide de la personalidad 46 
a) Características del trastorno. 46 
b) Variantes de la personalidad dependiente. 47 
c) Diferencias entre características de personalidad y patología 
d) Perspectivas teóricas. 
48 
49 
− Biológica. 49 
− Psicodinámica. 49 
− Interpersonal. 50 
− Cognitiva. 51 
51 − Evolutiva y del neurodesarrollo. 
Trastorno Somático y Psicología 2015 
 
 
6 
e) Trastorno paranoide de la personalidad y su relación con trastornos de ansiedad, 
depresión y de somatización. 
 
51 
Capítulo II: Somatización 53 
 Definición de somatización. 54 
 Aspectos para entender la somatización. 56 
 Factores que influyen en el origen de la Somatización. 58 
 La formación del constructo de la enfermedad y su influencia en la Somatización. 61 
 Perspectivas teóricas de la Somatización. 62 
 La relación de la somatización con otras variables psicológicas. 63 
 La relación de la somatización con depresión, ansiedad y estrés. 64 
 Tipos de somatización: análisis diferencial. 
 
71 
Capítulo III: El estudiante de Psicología 73 
 Algunos factores relacionados con el estudiante de Psicología. 73 
 Somatización, Depresión, Ansiedad y Estrés en Estudiantes de Psicología. 
 
77 
Capítulo IV: Método 80 
 Pregunta de investigación. 80 
 Objetivo. 80 
 Variables. 80 
 Hipótesis. 81 
 Muestra. 81 
 Instrumentos. 81 
 Procedimiento. 81 
 Análisis estadísticos. 
 
81 
Capítulo V: Resultados 
 
82 
Capítulo VI: Discusión y conclusiones 
 
89 
Referencias 
 
94 
Anexos 102 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Trastorno Somático y Psicología 2015 
 
 
7 
ÍNDICE DE FIGURAS, GRÁFICAS Y TABLAS 
 
Figura 1: Resumen de los factores involucrados en el origen de la somatización. 
(Basados en García-Campayo, 1999) 
61 
 
Gráfica 1: Sexo del Participante 
 
82 
Gráfica 2: Niveles de Somatización 84 
Gráfica 3: Niveles de Depresión 85 
Gráfica 4: Niveles de Ansiedad 85 
Gráfica 5: Niveles de Estrés 
 
86 
Tabla 1: Edad del participante 83 
Tabla 2: Semestre del participante 83 
Tabla 3: Estadísticos descriptivos de cada variable 84 
Tabla 4: Niveles de somatización 84 
Tabla 5: Niveles de depresión 85 
Tabla 6: Niveles de ansiedad 86 
Tabla 7: Niveles de estrés 86 
Tabla 8: Regresión lineal 87 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Trastorno Somático y Psicología 2015 
 
 
8 
RESUMEN 
Este trabajo de investigación presenta los resultados de un estudio transversal y explicativo para 
conocer si las variables de ansiedad, depresión y estrés predicen la somatización en una muestra de 
200 estudiantes de la carrera de Psicología en una Institución de Educación Superior, de los cuales el 
24% fueron del sexo masculino y el 76% del sexo femenino con una edad promedio de 21 años de 
edad. Para esta investigación se utilizó el instrumento SCL-90 (lista de 90 síntomas); el cual permite 
evaluar de manera general un perfil psicopatológico y está conformado por nueve sub-escalas de las 
cuales sólo se utilizó la sub-escala de somatización y el DAS-21; el cual consta de tres subescalas que 
miden depresión, ansiedad y estrés respectivamente. 
Los resultados indican que los niveles de dichas variables se encuentran distribuidos de la siguiente 
manera: en cuanto a somatización, el 28% presenta un nivel medio; en relación a la depresión, el 70.5% 
de la muestra presenta un nivel normal; de ansiedad, el 26% presenta ansiedad leve y en cuanto a 
estrés, el 14.5% presenta un nivel moderado. 
A su vez, se encontró por medio de un análisis estadístico de regresión lineal que las variables 
depresión, ansiedad y estrés predicen significativamente a la somatización: La variable Depresión 
explicó el 17.5% de la varianza, F (1,198) = 42.06, p < .000.; por su parte la variable Ansiedad explicó el 
23.7% de la varianza, F (1,198) = 61.57, p < .000. y finalmente, en el caso de la variable Estrés, ésta 
explicó el 20.3% de la varianza, F (1,198) = 50.37, p < .000. 
Al encontrar predicción entre las variables de depresión, ansiedad y estrés con la somatización, los 
resultados permiten concluir que estas variables pueden ser en primera instancia las causantes de los 
síntomas físicos que como resultado derivan en la somatización. Las exigencias académicas de estos 
estudiantes aunadas a las situaciones individuales y personales son las principales causantes de estos 
síntomas; por lo que al apoyarnos en el principio de multicausalidad, en donde tomamos en cuenta que 
los factores genéticos, familiares, socioculturales, cognitivos y emocionales al interactuar unos con otros 
contribuyen a su aparición, podemos aproximarnos a entender en su totalidad a la somatización. 
 
Palabras clave: Somatización, Depresión, Ansiedad, Estrés, Estudiantes de psicología. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Trastorno Somático y Psicología 2015 
 
 
9 
INTRODUCCIÓN 
Las emociones positivas se asocian con cierta inmunidad a las enfermedades físicas. Ello podría 
explicar la comorbilidad que existe entre la somatización y los trastornos emocionales, tales como la 
depresión, ansiedad y estrés debido a que las emociones negativas se relacionan con el malestar físico 
(Coleman, Butcher y Carson, 1998). 
En el caso del estudio de las variables de esta investigación, es importante tomar en cuenta que la 
personalidad también presenta un papel importante ya que de acuerdo con la literatura, una 
personalidad con una base de inestabilidad emocional y una tendencia a inhibir las emociones puede 
ser más vulnerable a desarrollar o padecer alguna enfermedad física y emocional; ya que este tipo de 
personalidades cubren las características necesarias para desarrollar un trastorno psicosomático. 
Muchas personas no son conscientes de que las molestias físicas que pueden llegar a presentar, 
podrían deberse a variables psicológicas como depresión, ansiedad, estrés, entre otras (García-
Campayo, 1999). Las molestias físicas también pueden deberse a las molestias asociadas a síntomas 
normales que se presentan como derivados de estas variables (Kooiman, Bolk, Brand, Trijisburg y 
Rooijimans, 2000).De acuerdo con lo anterior, el objetivo de esta investigación fue conocer específicamente si la ansiedad, 
la depresión y el estrés predecían a la somatización en una muestra de estudiantes de Psicología. Una 
de las razones de este estudio al enfocarse en estudiantes de Psicología fue el de acercarnos a 
comprender más a una población que se está preparando para ser promotor de la salud psicológica en 
un futuro. 
Esta investigación, se divide en seis capítulos. El primero se enfoca en brindar un panorama general de 
los trastornos de personalidad desde diferentes perspectivas teóricas. 
El segundo capítulo se enfoca en la explicación de la somatización; se menciona de manera general qué 
es la somatización, las causas, los factores que influyen para su origen, las perspectivas teóricas, la 
relación que tiene con otras variables psicológicas y un breve análisis diferencial. 
El capítulo tres trata de las características del estudiante de psicología; se presenta una compilación de 
algunos estudios similares que buscan una relación entre la somatización y su relación con la depresión, 
la ansiedad y el estrés. 
En el capítulo cuatro se expone el método que se siguió en esta investigación. 
En el capítulo cinco se explican los resultados producto de los análisis estadísticos, los cuales se 
presentan en forma de tablas para una mejor comprensión. 
Finalmente en la última parte de esta investigación, se presenta una conclusión y discusión en donde se 
toman en cuenta los resultados estadísticos encontrados en la muestra así como la literatura revisada 
con relación a este tema. 
 
 
 
 
Trastorno Somático y Psicología 2015 
 
 
10 
JUSTIFICACIÓN 
La somatización es un trastorno que influye en la vida del individuo de manera negativa ya que en la 
mayoría de las ocasiones ésta llega a afectar su vida pues le impide desarrollarse en su medio ambiente 
de manera funcional en comparación a como lo haría una persona relativamente sana. De acuerdo con 
Wayne Katon, la somatización es la forma a través de la cual las personas con problemas emocionales y 
psicosociales articulan su malestar y lo expresan a modo de síntomas físicos. (García–Campayo, 1999). 
Es decir que la somatización es un trastorno que involucra procesos emocionales que se ven reflejados 
a través de dolencias físicas que no tienen ningún sustento biológico, lo cual no necesariamente quiere 
decir que la persona lo esté inventando, ya que en este trastorno la persona lo vive y se encuentra 
envuelta en los síntomas de una enfermedad, pero el origen de ésta radica en sus emociones y en 
propio control psicológico; del cual, dada la cuestión inconsciente, la persona no se percata de dicha 
falta de control emocional y lo puede llegar a expresar a través de síntomas somáticos. 
De acuerdo con la literatura, se considera que un alto porcentaje de las enfermedades podrían 
originarse por algún conflicto psicológico de la persona, más allá de un origen biológico que sustente 
dichos síntomas, ya que se considera que la aparición de cualquier sensación de nuestro organismo es 
una señal de alteración. El paciente toma estos indicios como el inicio del camino hacia una 
enfermedad y se deja llevar por los síntomas ignorando su estado de salud psicológica. 
La intención de esta investigación es recabar información sobre los trastornos de somatización en una 
muestra de estudiantes de psicología de una institución de educación superior, ya que todo psicólogo 
siempre buscara la salud y bienestar de los seres humanos independientemente del área a la cual se 
dirijan aunado a esto, es importante que como parte de su formación profesional reflejen su propia 
salud emocional y que ésta también este a la par con su salud física, ya que esto está asociado a su 
credibilidad profesional. Es por esto que será importante que tenga la capacidad de reconocer sus 
propias emociones con el fin de promover la salud en otro individuo de manera profesional y ética. 
Entre más control tenga el psicólogo de sus emociones y de su propia estructura emocional, será 
posible que éste tenga más herramientas para poder ayudar a otro individuo en tanto que este refleje 
que sus palabras van en relación proporcional y coherente con sus actos y estilo de vida, lo cual hará 
más sustentable y creíble su propio desempeño como profesional. 
 
, 
 
 
 
 
 
 
 
 
Trastorno Somático y Psicología 2015 
 
 
11 
CAPÍTULO I 
Trastornos de la Personalidad 
1. Trastorno Dependiente de la Personalidad 
Las personas con el trastorno dependiente de la personalidad, básicamente viven su vida a través de 
los demás y para los demás, ya que no son capaces de tomar una decisión por sí mismos sin saber 
antes qué desean y aprueban los demás. Se sienten atraídos por quienes ofrecen afecto, atención y 
cuidado, adoptando así el papel más pasivo en sus relaciones. Las personas con este trastorno son 
incapaces de adoptar cualquier iniciativa o de dar dirección a sus vidas o carreras; y en vez de ello, 
tienden a unirse a personas que consideran competentes y seguras de sí mismas y de las cuales 
solicitan constantemente consejos y reafirmación antes de hacer cualquier cosa por sí mismos (Millon y 
cols., 2006). 
Debido a que estas personas se preocupan por los demás en exceso, es que anteponen el bienestar de 
otros antes que al suyo, sin importar el costo personal o incluso para su propia identidad; por lo que 
estas personas siempre se comprometen en sus relaciones interpersonales (Millon y cols., 2006). 
A consecuencia de que las personas dependientes siempre han sido cuidadas por los demás, no han 
desarrollado un sentido de identidad propia ni han aprendido a dirigir su vida, ya que necesitan que la 
gente asuma el control y la responsabilidad de casi todo. A su vez, evitan adquirir las competencias 
suficientes para hacerse cargo de ellos mismos y seguir siendo dependientes de los demás (Belloch y 
Fernández, 2002). 
Sin embargo, las características de esta personalidad suelen abrumar a sus compañeros, lo que 
paradójicamente puede provocar que estas personas se vuelvan más vulnerables al abandono. 
Características del Trastorno 
Este trastorno reúne como aspecto determinante la necesidad generalizada y excesiva de ser cuidado 
por otros, lo que da lugar a una conducta de sumisión, apego y miedo a perder el apoyo y protección de 
los demás. Sin embargo, su deseo de apoyo por parte de los demás puede llegar al extremo, la persona 
dependiente puede llegar a realizar tareas desagradables, ocultar sus opiniones, aun cuando difiere de 
las opiniones de los demás e inclusive a soportar malos tratos, si esto le permite conservar las 
atenciones que cree necesitar (Belloch, 2008). 
La dependencia de estas personas incluso llegar al punto de permitir que los demás tomen decisiones y 
asuman responsabilidades en áreas importantes de su vida; ya que les resulta extremadamente 
complejo tomar todo tipo de decisiones, aunque sean cotidianas sin el consejo de otras personas 
(Koldobsky, 1995). Evidentemente, también les resulta muy difícil planificar actividades o hacer cosas 
por sí mismos, debido a que no confían en sus recursos personales. 
Debido al temor de ser incapaces de cuidar de sí mismos, las personas con el trastorno dependiente de 
la personalidad experimentan sentimientos de incomodidad y desamparo cuando se encuentran solos, 
lo que también ocurre cuando finalizan una relación importante, ya que buscan frenéticamente a otra 
persona que pueda ocupar el lugar de la anterior y que les ofrezca el apoyo que necesita. 
Principalmente, la preocupación a ser abandonado viene del temor a tener que cuidarse y hacerse 
cargo de sí mismo (Belloch y Fernández, 2002). 
Millon (2006) señala que las personas con este trastorno se caracterizan por 5 rasgos: 
Trastorno Somático y Psicología 2015 
 
 
12 
1. Un comportamiento que alterna entre la incompetencia y la indefensión. 
2. Unaconducta interpersonal que va de sumisa a empalagosa. 
3. Un estadio cognitivo que oscila ente la ingenuidad y credulidad. 
4. Una expresión afectiva entre pacífica y tímida. 
5. Una percepción de sí mismo que se sitúa entre incapaz e inadecuada. 
Variantes de la Personalidad Dependiente 
Se encuentran diversas características entre la personalidad dependiente, las cuales varían en cuanto a 
características e intensidad de éstas mismas, entre ellas (Millon y cols., 2006). 
 Inquieto: con características evitadoras, son personas que se alteran fácilmente; sienten temor 
y aprensión, vulnerables al abandono y solitarios, a menos que existan figuras de apoyo. 
 Sin identidad: presenta características depresivas, principalmente se vincula y fusiona en otro. 
Debido a que no le importa perder su identidad, se convierte en ese alguien o en la extensión 
de otro. 
 Inmaduro: características infantiles e incapaz de asumir responsabilidades adultas. 
 Acomodaticio: presenta características masoquistas; principalmente son personas amables, 
amistosas, ansiosas, complacientes y adaptables; adoptan un rol sumiso e inferior. 
 Torpe: con características esquizoides, son personas improductivas, incompetentes e inútiles. 
Estas personas suelen buscar una vida sin problemas, negándose a afrontar las dificultades. 
Diferencias entre características de Personalidad y Patología 
Dentro del trastorno dependiente de la personalidad, existen personas que pueden presentar las 
características clínicas de ese trastorno y ser diagnosticadas clínicamente como tal; sin embargo, 
también existen personas que pueden llegar a presentar sólo características de personalidad asociadas 
a este trastorno sin necesariamente caer en el trastorno. 
Entre las características dependientes normales se encuentran individuos capaces de mantener una 
empatía genuina con las personas y con una gran capacidad de amar de forma incondicional y 
duradera; suelen ser personas modestas y gentiles a las que no les gusta criticar; son fáciles de 
complacer y transmiten una aceptación casi incuestionable (Millon y cols., 2006). 
En el estilo de personalidad, estas personas nunca se cuestionan a sí mismas, suelen buscar la opinión 
de los demás; sin embargo, estas personas son capaces de considerar las ventajas y desventajas y 
tomar una decisión a partir de su propio análisis; ya que son capaces de funcionar de manera 
autónoma, aunque prefieran sentirse reconfortadas con el apoyo de los demás y disfrutar más 
compañía de los otros. 
En cuanto a las relaciones interpersonales de estas personas con el estilo dependiente son más 
adaptativas ya que prefieren la compañía de los otros, pero de vez en cuando también puede disfrutar 
de la soledad; en caso de la perdida de una relación, estas personas se pueden mostrar nostálgicos 
pero tratan de apegarse a otra persona de inmediato sin sentirse aterrorizado por el posible abandono. 
Son capaces de hablar y defender sus opiniones cuando es necesario. Suelen ser muy considerado y en 
ocasiones se sacrifica, anteponiendo siempre los intereses de los demás pero prefiere la armonía 
interpersonal (Millon y cols., 2006). 
Los rasgos sanos y adaptativos descritos anteriormente pueden desencadenarse con facilidad hacia la 
patología. Las personas dependientes tienden a fusionar su propia identidad con la de otras personas; 
necesitando de otros hasta para tomar las decisiones incluso más banales ya que necesitan que otros 
Trastorno Somático y Psicología 2015 
 
 
13 
asuman la responsabilidad de sus vidas. A su vez, estas personas al buscar protección, apoyo y 
aceptación, pueden llegar hasta el punto de realizar tareas desagradables y abstenerse de expresar sus 
sentimientos y opiniones por el temor a ser rechazadas (Sperry, 1995). 
En el trastorno la persona dependiente tiene miedo al abandono ya que en el fondo, su verdadero temor 
es tener que valerse por sí mismo; por lo que cuando termina una relación importante, el individuo 
busca con desesperación otra relación. Dado que confunden los límites entre ellos mismos y los demás. 
La pérdida de una relación acaba representando la pérdida de sí mismos, por lo que pueden recurrir a 
conductas infantiles y renunciar a aprender nuevas habilidades que son necesarias para la vida 
independiente con el fin de aferrarse a las personas más próximas (Millon, et al., 1994). 
Perspectivas Teóricas 
 Biológica 
La explicación biológica al trastorno dependiente de la personalidad, la podemos encontrar en estudios 
que se han realizado con gemelos. Los gemelos monocigotos obtienen puntuaciones similares en 
escalas que miden sumisión que los gemelos dicigotos; por lo que se puede inferir por estos estudios de 
esta índole y algunos otros que se han realizado, que los factores genéticos/constitucionales, tales 
como una sumisión innata, también pueden contribuir a la etiología del trastorno (Millon y cols., 2006). 
 Psicoanalítica 
Los antecedentes conceptuales del la personalidad dependiente se encuentran en las descripciones 
psicoanalíticas de Abraham (1927), de acuerdo con este autor y la teoría psicoanalítica clásica, la 
personalidad dependiente se caracteriza por la fijación durante la etapa oral del desarrollo infantil; es 
decir, la primera etapa del desarrollo psicosexual. La frustración o, por el contrario, la excesiva 
gratificación durante esta etapa, producirían una dependencia o fijación en la misma, que harían que el 
individuo siguiera manteniendo actitudes de subordinación y sumisión a otros a fin de conseguir este 
apoyo. 
De acuerdo con esta teoría, Abraham (1927) sugirió que el carácter dependiente podía derivarse de la 
sobre indulgencia o bien de la baja indulgencia durante la fase oral del desarrollo. 
En el caso de la fijación de esta etapa, puede darse mediante la gratificación o bien mediante la 
frustración. En el caso de la gratificación se daría lugar a rasgos orales-receptivos; por su parte, la 
frustración, da lugar a caracteres oral-sádicos. El papel de la madre representa la creencia implícita de 
que siempre existirá una figura dispuesta a satisfacer sus necesidades. Por lo que, simbólicamente, 
estas personas esperan que sus madres los "alimenten" siempre, provocando que se sientan indefensos 
por completo. Es por esto, que el papel de la pareja, desde una perspectiva psicoanalítica, es la 
representación de una figura materna protectora que alivia la ansiedad fóbica estimulada por la 
dependencia infantil (Kleiner y Marshall, 1985). 
Por otra parte, Fenichel (1945) afirmaba que la fijación en la etapa oral también podía conducir a la 
identificación con el cuidador, provocando así la incapacidad para ocuparse de sí mismo, pero a la vez, 
también un deseo de convertirse en una figura materna para los demás. 
Las personalidades dependientes tienden a hacer hincapié en dos mecanismos de defensa: 
introyección e idealización. La combinación de ambos mecanismos de defensa da como resultado en 
este trastorno la necesidad de fusionarse con otras personas y de convertirse en protectores de los 
demás. A su vez, la introspección genera sentimientos de minusvalía aunado a un terror existencial ante 
la posibilidad de que se les abandone y tengan que ocuparse de sí mismos (Millon y cols., 2006). 
Trastorno Somático y Psicología 2015 
 
 
14 
Sin embargo, también existe la posibilidad de que existan ciertos patrones estables de crianza, que no 
se encuentren necesariamente relacionados con la fase oral y que también puedan influir en el 
desarrollo de este trastorno; por ejemplo, enfermedades físicas crónicas o padres poco indulgentes que 
prohíben la conducta independiente, etc., las cuales incluso pueden ser más importantes para el 
desarrollo de este trastorno. 
 Interpersonal 
Los factores culturales y sociales también pueden tener un papel importante en el desarrollo de este 
trastorno. Dado que la dependencia es considerada como"normal" y hasta cierto punto también 
deseable en ciertas culturas, los patrones de crianza pueden estar relacionados o encaminados hacia 
este tipo de personalidad dependiendo del lugar donde se desarrolle la persona (Rubio y Pérez, 2003). 
Las formulaciones interpersonales del desarrollo de la personalidad dependiente hacen hincapié en la 
sobreprotección parental, la excesiva preocupación y cuidados, y en la desaprobación activa de la 
autonomía como las principales vías de desarrollo (Leary, 1957). 
Los padres desempeñan un papel primordial en la aparición de la patología dependiente, aunque 
también pueden contribuir a ella otros miembros de la familia y determinadas experiencias con el grupo 
de compañeros. Por un lado, un progenitor ansioso y preocupado en exceso está demasiado atento a las 
necesidades reales que se observan en un niño normal, lo cual provocará una atención indebida e 
intentos de limitar su curiosidad y la exploración natural de su entorno; ya que no permiten que sus hijos 
se desarrollen con independencia, pues complacen todos sus necesidades (Millon y cols., 2006), 
obstruyendo a su vez la madurez psicológica debido a que las etapas evolutivas normales se alargan de 
forma interminable. 
De acuerdo con Benjamin (1996), este estilo de crianza que fomentan las familias de dependencia, 
provocan que el niño internalice la creencia de que aunque los demás sean instrumentalmente 
adecuados, él nunca lo será. 
 Cognitiva 
En el trastorno dependiente de la personalidad, existen numerosas distorsiones cognitivas que ayudan a 
mantener el trastorno. En primer lugar, de acuerdo con Fleming, los dependientes se consideran 
“inherentemente inadecuados e indefensos”; en segundo lugar, los defectos que perciben de sí mismos 
les llevan a concluir que deben buscar a alguien que puedan manejar los problemas de la vida en un 
mundo amenazador. (Beck et al., 1990). 
Estas personas cuentan con un pensamiento dicotómico; el cual, es un estilo que sitúa al mundo en dos 
extremos opuestos. El pensamiento dicotómico conduce a una tercera distorsión cognitiva en la cual, los 
dependientes siempre tienen ideas catastróficas, principalmente con respecto a las relaciones 
interpersonales (Millon y cols., 2006). Cualquier variación en sus relaciones es percibida como un 
acontecimiento catastrófico, pues para ellos representa un abandono total, y refuerza la idea de que son 
inútiles y no merecen que nadie los quiera. 
Las creencias básicas de la personalidad dependiente están principalmente centradas en la identidad 
de sí mismos, por lo que es poco probable que líneas adaptativas de pensamiento lleguen algún día a la 
conciencia, ya que en raras ocasiones las personas dependientes miran hacia el interior de ellos 
mismos por lo que acaban desarrollando ideas vagas acerca de su identidad y la dirección de sus 
propias vidas. 
Trastorno Somático y Psicología 2015 
 
 
15 
La personas dependientes a su vez se encuentran encapsuladas en un mundo que desalienta 
activamente el desarrollo de la sofisticación cognitiva, ya que la relación tan apegada que fomentan 
desde la niñez los padres, no permiten que desarrollen todas sus habilidades tanto cognitivas como 
otros aspectos importantes del desarrollo (Millon y cols., 2006). Por lo que básicamente, desde el punto 
de vista cognitivo, estas personas necesitan la simplicidad. 
 Evolutiva 
En la teoría evolutiva, la personalidad dependiente se formula como un patrón pasivo-dependiente 
(Millon, 1990; Millon y Davis, 1996), ya que las personalidades dependientes se apoyan en los demás 
para que la vida tenga sentido. Estas personas suelen auto sabotearse obstaculizando su propia 
autosuficiencia para evitar ser independientes. 
El desarrollo de las personalidades dependientes se asocia con una figura materna que se preocupa y 
muestra una ansiedad intensa, por lo que puede estar demasiado pendiente de las necesidades reales 
e imaginarias de su hijo, dando como resultado una excesiva atención, cariños, etc., por lo regular en 
estos casos se establece una dependencia simbiótica en la relación madre-hijo (Millon y Davis, 1996). 
Por otro lado, también hay jóvenes que en las etapas iniciales de la vida no se sentían especialmente 
cercanos a sus madres; sin embargo, también acaban desarrollando el patrón de dependencia; pues las 
experiencias que conducen a las conductas de dependencia pueden surgir con independencia de que 
haya existido o no una fase inicial de vinculación exclusiva con la madre (Millon y cols., 2006), como en 
el caso de que algunos niños presentan déficits como inadecuaciones físicas, miedo a los nuevos retos, 
angustia cuando se les deja solos, etc., los cuales son aspectos que también pueden conducir a este 
tipo de patrón. 
Trastorno Dependiente de la Personalidad y su relación con Ansiedad, Depresión y 
Trastornos Somatomorfos 
 Ansiedad: Las personas dependientes, son demasiado vulnerables a presentar trastornos de 
ansiedad, sobre todo el trastorno de angustia y agorafobia (Marshall, 1996). Gran parte de esta 
ansiedad está relacionada con la posibilidad de ser abandonados, de ser incapaces de afrontarlo o, 
incluso, de sobrevivir sin algún "acompañante". 
Para muchos dependientes, la sola idea de que se va a producir el abandono o de que se van a quedar 
indefensos, puede volverse tan real que, de repente, pueden presentar pensamientos catastróficos los 
cuales a su vez darán lugar a una crisis de angustia. Algunos pueden utilizar estas crisis con fines 
manipuladores, en primer lugar como prueba concreta de que en ciertas situaciones no pueden asumir 
las responsabilidades y, en segundo lugar, como una manera de suscitar protección, compasión y apoyo 
por parte de los demás (Millon y cols., 2006). 
Estas personas pueden presentar inquietud o tensión, fatiga y alteraciones del sueño como síntomas 
físicos que también se encuentran relacionados con la ansiedad. 
 Depresión: Existe una clara relación entre la depresión y la dependencia. Dado que los teóricos 
cognitivos subrayan con frecuencia los sentimientos de desesperanza e indefensión como dos 
componentes básicos de la depresión, podemos inferir que estas personas fácilmente pueden presentar 
síntomas depresivos o bien depresión como tal. 
Para las personas deprimidas, los acontecimientos adversos son especialmente desoladores, cuyos 
recursos de afrontamiento y motivación ya están limitados en las personas dependientes; lo cual puede 
agravar la situación tanto de dependencia como de depresión (Alneas y Torgersen, 1997). 
Trastorno Somático y Psicología 2015 
 
 
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 Trastornos Somatomorfos: En el trastorno dependiente de la personalidad; pueden aparecer 
síntomas de tipo conversivo como anestesias sensoriales, entumecimientos, entre otros. Dichos 
síntomas, en las personas dependientes, tienen la función de retener al "protector" (García-Campayo, 
2001). 
 
2. Trastorno Depresivo de la Personalidad 
En este trastorno, la persona comienza de una manera casi imperceptible, pero cada vez más intensa, a 
sentirse triste, vacía o irritable. Al mismo tiempo que las cosas que solían gustarle dejan de parecerle 
interesantes de forma progresiva (Millon y cols., 2006). A su vez, su día a día está presidido por 
sentimientos de apatía, cansancio, fatiga o abatimiento por la vida. Sus movimientos y procesos 
mentales parecen funcionar en cámara lenta, y los pensamientos están tan enlentecidos que les resulta 
difícil concentrarse. 
En cambio, también existen personas para quienes la depresión es algo más que sólo un síntoma. En 
estos casos, aunque se sienten tristes y culpables; su estado emocional es consecuencia de una matriz 
entera de características intensas y duraderas. Por lo que la persona se encuentra en un constante 
estado de abatimiento y tristeza al mismo tiempo que se considera inútil y tiende a culpabilizarse 
cuando las cosas van mal. Su pesimismo generalizadoles lleva a imaginarse lo peor, y creen que en la 
vida les ira siempre mal y nunca mejorará (Belloch, 2002). En estos casos, los individuos pueden estar 
verdaderamente deprimidos, pero su depresión es el resultado de una forma de pensar, sentir y percibir; 
es decir, son características de una personalidad depresiva. 
Características del Trastorno 
Este trastorno se caracteriza por presentar un patrón generalizado de cogniciones y conductas de 
carácter depresivo como baja autoestima, pesimismo, sentimientos de culpa, entre otros. 
Las personas con este trastorno son incapaces de disfrutar o de relajarse; se encuentran 
persistentemente desanimadas, agobiadas y serias. A su vez, también tienden a sentirse culpables y 
con remordimientos; lo que puede provocar que estas personas se auto castiguen (Millon y cols., 2006). 
Entre las características de personalidad se encuentran la pasividad, la no asertividad e introversión y 
baja autoestima, por lo que son excesivamente sensibles a la crítica o al rechazo; inclusive, aunque 
estas personas pueden ser críticas con los demás, tienen dificultades para dirigir críticas o alguna forma 
de agresividad hacia los demás y sobre todo son críticas consigo mismas. 
Variantes de la Personalidad Depresiva 
Se encuentran diversas características entre la personalidad límite, las cuales varían en cuanto a 
características e intensidad entre ellas (Millon y cols., 2006): 
 Inquieto: esta variante presenta rasgos evitadores. Estos individuos se encuentran 
principalmente agitados, irritados, perturbados, confundidos, inquietos e inestables. las 
emociones y puntos de vista suelen ser vacilantes. Presentan riesgos de suicidio pues los 
consideran como una salida al dolor. 
 Auto descalificador: tiene rasgos dependientes. Estas personas se menosprecian por sus 
debilidades y problemas. Él mismo se ridiculiza y se desacredita. 
Trastorno Somático y Psicología 2015 
 
 
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 Malhumorado: estas personas presentan rasgos negativistas; generalmente se encuentran 
irritables y malhumoradas. A su vez, tienen expresiones de culpa y autocondena; por lo que es 
autocompasivo e hipocondriaco. 
 De buen tono: con rasgos histriónicos y narcisistas, estas personas consideran que el 
sufrimiento y la infelicidad es una manera popular y elitista de desencanto social; la depresión 
personal les enlaza y les honra. 
 Mórbido: presenta rasgos masoquistas. El abatimiento y desánimo profundos, son 
características principales. Suele descalificarse intensamente. 
Diferencias entre características de Personalidad y Patología 
Existen personas que pueden presentar el trastorno depresivo de la personalidad como el trastorno 
diagnosticable clínicamente; sin embargo, también existen personas que pueden presentar 
características depresivas en relación con su personalidad; sin caer específicamente en una patología. 
Una vez mencionado lo anterior, a continuación se presenta una comparación entre las características 
del trastorno y las características de las personas que sólo presentan este estilo de personalidad. 
Por un lado, en el estilo de la personalidad, el estado de ánimo es más bien el reflejo de lo aspectos 
negativos del sí mismo y de la situación, aunque no de una manera tan intensa que les impida sentir 
placer. A su vez, estos individuos son conscientes de los aspectos positivos y negativos de sí mismos, 
aunque generalmente, tienden a centrarse en los negativos. En el estilo, estas personas son más 
críticas y realistas en cuanto a sus opiniones; a su vez, se toman tiempo para pensar las cosas desde 
una perspectiva más realista, sin necesidad de exagerar; por lo que estas personas no se encuentran 
obsesionadas por los fracasos o fallas percibidas al mismo tiempo que asumen la responsabilidad de 
sus actos sin buscar excusas (Millon y cols., 2006). 
Mientras que en el trastorno depresivo, el estado de ánimo habitual es la tristeza y abatimiento; sus 
principales características son los sentimientos de incompetencia, inutilidad, pesimismo y baja 
autoestima; lo que provoca que estas personas sean demasiado críticos consigo mismos y tiendan a 
preocuparse por todo así como a sentirse demasiado culpables o arrepentidos (Belloch y Fernández, 
2002). 
Perspectivas Teóricas 
 Biológica 
Desde una perspectiva biológica, es probable que existan factores genéticos, asociados a los 
neurotransmisores heredados los cuales podrían desempeñar un papel en el desarrollo y 
mantenimiento de la personalidad depresiva (Millon y cols., 2006). 
 Psicodinámica 
Desde la perspectiva psicodinámica, este trastorno se asocia con la noción de que se produce un 
empobrecimiento del ego el cual conduce a la melancolía.; por lo que estos individuos se representan a 
sí mismos como inútiles, incapaces de conseguir ningún logro y merecedores de castigo y rechazo 
(Semerari, 2008). 
Por otro lado, los teóricos de las relaciones objétales proponen que en este trastorno, las cuestiones de 
autocrítica y vulnerabilidad van ligadas a la pérdida de objetos. 
 
Trastorno Somático y Psicología 2015 
 
 
18 
 Interpersonal 
El estilo interpersonal de los depresivos conduce a sentimientos de inadecuación y poca valía. En el 
modelo evolutivo de Millon, la personalidad depresiva se conoce como el patrón pasivo con dificultades 
para el placer. Las características incluyen tristeza, pesimismo, incapacidad para experimentar placer y 
enlentecimiento psicomotor de aceptar la desesperanza, de resignarse a una vida angustiada llena de 
desdicha y autocrítica en la que la realización personal ya no es posible (Millon, 1990 y Millon y Davis, 
1996). 
 Cognitiva 
Desde el punto de vista cognitivo, los depresivos son pesimistas en todos los ámbitos de sus vidas. Beck 
(1990) propone que la indefensión y la desesperanza constituyen la base de la personalidad depresiva y 
matizan no sólo la percepción de nuevos estímulos, sino también la recuperación de recuerdos. 
 Evolutiva y del Neurodesarrollo 
Las personas depresivas aceptan con pasividad que su visión de las cosas es inevitable, al mismo 
tiempo que exageran su desgracia, magnifican las imperfecciones y se acusan a sí mismos para 
profundizar y regodearse en su propia miseria, mientras buscan y/o consiguen suscitar la empatía de 
los demás (Millon, 1990 y Millon y Davis, 1996). 
Los orígenes del retraimiento depresivo pueden desarrollarse no sólo en circunstancias extraordinarias, 
como las asociadas a la total desvinculación parental o a la muerte, sino también, aunque en menor 
medida, en aquellos niños que no han tenido importantes experiencias de calidez ni de interés por parte 
de sus progenitores. 
 
3. Trastorno Evitativo de la Personalidad 
En el trastorno evitativo de la personalidad, las personas adjudican un mayor valor a la opinión de los 
demás; por lo que tienen miedo a la crítica y generalmente muestran lo menos posible de sí mismos. 
El dolor ocasionado por la soledad y el aislamiento les genera un gran conflicto interno ya que estas 
personas prefieren asumir el dolor de manera silenciosa y solitaria antes que permitir ser vulnerables a 
la humillación social que sufrirían como consecuencia de ver expuesta su supuesta incompetencia y 
falta de adecuación social; lo cual, también genera resistencia a que cualquier tipo de cambio que 
pueda dejarlos expuestos ante la opinión de los demás (Millon y Davis, 1996). 
Principalmente, estas personas presentan profundos sentimientos de falta de adecuación, miedo al 
ridículo y al rechazo, lo que provoca la inhibición social. Los evitadores se sienten constantemente 
amenazados y en estado de alerta cuando tienen que relacionarse con los demás; puesto que es casi 
imposible predecir qué van a pensar los demás acerca de ellos y tienen una gran dificultad para saber 
cómo debería ser su comportamiento “ideal” en una situación determinada (Rubio y Pérez, 2003). 
El único modo en el pueden relacionarsecon los demás es estando completamente seguros de que van 
a agradar o que van a ser aceptados por los demás. 
Características del Trastorno 
Podemos definir a las personas con trastorno evitativo de la personalidad, como a aquellas personas 
que evitan de modo activo involucrarse en relaciones sociales (Belloch, 2002). Las características 
Trastorno Somático y Psicología 2015 
 
 
19 
principales de este trastorno son la rigidez social, falta de confianza en sí mismos, temor a sufrir 
cualquier tipo de humillación, inseguridad y miedo a ser evaluados; Por lo que, consecuentemente, 
estas personas por lo regular tienen pocos amigos de confianza. 
Estas personas suelen presentar conductas de inhibición ante situaciones de interacción social; lo cual 
conduce a la persona a hacer todo lo posible para evitar involucrarse en actividades que supongan 
relacionarse con otras personas por miedo a ser criticado o rechazado (Rubio, 2003). 
Debido a sus sentimientos de inferioridad y a su temor al rechazo, se muestran tímidos, retraídos e 
inhibidos en situaciones sociales novedosas, principalmente con personas desconocidas; ya que son 
extremadamente sensibles a la desaprobación en contextos interpersonales, provocando que se sientan 
heridos ante cualquier crítica. 
Variantes de la Personalidad Evitativa 
Se encuentran diversas características de la personalidad evitativa, las cuales varían en cuanto a 
características e intensidad entre ellas. Principalmente, los patrones de evitación son dominados por el 
pánico; sin embargo, la mayoría de los evitadores presentan síntomas de otros trastornos de la 
personalidad, tales como patrones esquizoides, dependientes, depresivos, negativistas, esquizotípicos y 
paranoides (Millon, 2006). A continuación se presentan las diferentes variantes. 
 Fóbico: tiene características dependientes, las personas sustituyen la presión generalizada en 
algo que sea tangible y evitable; principalmente los remordimientos de conciencia y la 
incomodidad se simbolizan en un objeto de circunstancias desagradables. 
 Hipersensibles: con características paranoides, Son personas intensamente precavidas y 
suspicaces. cuando el pánico los domina sienten inquietud y miedo. En ocasiones, también 
pueden ser personas sensibles y tiernas. 
 Con conflictos: presentan características negativistas, son personas con cierta disconformidad 
interna; presentan ansiedad ante la autonomía y la dependencia; suelen ser individuos 
vacilantes, confusos y amargados hasta cierto punto. 
 Interiorizado: estas personas presentan características depresivas, su autoconciencia se 
encuentra “rota” o fragmentada; por lo que descarta las imágenes y los recuerdos dolorosos. 
Abandona los pensamientos e impulsos insoportables y en los casos más extremos también 
puede descartarse así mismo a través del suicidio. 
Diferencias entre características de Personalidad y Patología 
Dentro del trastorno evitativo de la personalidad existen personas que pueden presentar las 
características clínicas del trastorno; y por lo tanto, pueden ser diagnosticadas clínicamente con el 
trastorno como tal; sin embargo, a su vez, también existen personas que pueden presentar sólo 
características de personalidad asociadas a este trastorno. 
Una vez mencionado lo anterior; a continuación, se presentará una comparación entre las 
características del trastorno y las características de las personas que sólo presentan este estilo de 
personalidad (Oldham y Morris, 1995). 
Por un lado, las personas con el estilo de personalidad evitativo son sensibles y suelen ser personas que 
no revelan demasiado sobre sí mismas como para establecer una relación de intimidad con los demás; 
sin embargo, si pueden llegar a relacionarse con otros individuos. A su vez estas personas se sienten 
más cómodas con lo conocido en lugar de lo desconocido, pero no se oponen a la novedad cuando los 
beneficios de ésta son claros. Suelen ser personas prudentes que a su vez, meditan las cosas. De 
Trastorno Somático y Psicología 2015 
 
 
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manera general, el individuo con este estilo de personalidad es simplemente tímido y reservado; 
principalmente, se sienten cercanos a la familia y a los amigos, y tienden a ser personas hogareñas, 
pero pueden correr riesgos si es necesario y funcionar eficazmente dentro de la sociedad. 
Al contrario de la personalidad evitativa; la patología en cambio, es extrema e inflexible. A estas 
personas por lo regular les puede dar crisis de angustia ya que suelen exagerar las dificultades y los 
peligros que implica el hecho de desviarse de la rutina. A su vez, estas personas son hipersensibles a la 
crítica y se niegan a relacionarse con los demás a menos que tengan la seguridad de que van a ser 
aceptados, por lo que también suelen evitar los riesgos de forma voluntaria independientemente de los 
beneficios que reporte el hecho de hacerlo. En consecuencia, estas personas limitan al máximo sus 
incursiones en el mundo social, no se esfuerza por en entablar conversación con nadie y prefieren no 
llamar la atención ante la posibilidad de que alguien las pueda observar con mirada crítica, ya que estas 
personas son sumamente sensibles a la desaprobación; es por esto que estas personas no tienen 
amigos íntimos ni confidentes pues evitan todo tipo de relaciones interpersonales (Millon y cols., 2006). 
Perspectivas Teóricas 
 Biológica 
Actualmente aún se especula sobre el desarrollo biológico de la mayoría de los trastornos mentales, por 
lo que se están llevando a cabo investigaciones en esta área. Sin embargo, a pesar de estas 
limitaciones algunos estudios señalan que desde la perspectiva biológica existe una gran importancia 
de disposiciones temperamentales innatas en el desarrollo de la conducta de evitación y que esta 
inhibición social tiende a persistir durante muchos años. 
Es muy probable que el hecho de que exista una predisposición biológica sea insuficiente para dar lugar 
a la expresión adulta del trastorno, ya que no somos exclusivamente seres biológicos. Es así que la 
profunda falta de adecuación de algunas personalidades evitadoras puede tener su origen en la 
maduración física; en el que desarrollo físico lento o irregular puede suscitar la burla de los compañeros 
y provocar un intenso sentimiento de torpeza e inferioridad; al mismo tiempo que puede ocurrir que los 
padres respondan a esta maduración atípica con sentimientos de vergüenza o bien, decepcionados por 
sus hijos; provocando que el niño vaya madurando con los sentimientos de vergüenza que han 
expresado de deficiencia o incompetencia a lo largo de su desarrollo, lo cual aumenta la probabilidad de 
que se desarrolle el trastorno (Millon y cols., 2006). 
Por otro lado, existen datos que indican que la personalidad evitadora tiene una base temperamental. 
Es posible que los evitadores tengan un temperamento constitucional ansioso o temeroso, es decir, una 
hipersensibilidad ante la posible amenaza; ya que estas personas suelen sentirse angustiadas por casi 
todas las situaciones y acontecimientos y se sienten atrapados entre sus deseos no correspondidos de 
afecto y su temor a las situaciones embarazosas y de rechazo; mostrándose con una profunda 
desconfianza hacia los demás y a su vez tienen una imagen muy devaluada de sí mismos. 
 Psicodinámica 
La perspectiva psicodinámica sugiere que la conducta de evitación puede derivar de experiencias vitales 
prematuras que conducen a un deseo exagerado de aceptación o a no tolerar las críticas, por lo que 
estas personas recurren al aislamiento o refugio dentro de la imaginación como mecanismos de 
defensa característico de éste trastorno. 
Horney (1937) desarrolló un concepto de éste trastorno, el cual denominó como aislado, refiriéndose a 
personas que pueden pensar de esta manera: "si me aíslo, nada podrá perjudicarme". Sin embargo, 
lejos de volverse invulnerables, Horney pensaba que estos individuos desarrollanun sentimiento de odio 
Trastorno Somático y Psicología 2015 
 
 
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y desprecio hacia sí mismos; llegando de esta forma a la conclusión de que los demás los ven 
exactamente del mismo modo; consecuentemente, estas personas se muestran reprimidos al 
relacionarse con los demás, se distancian de las situaciones sociales y tratan de no vincularse con 
nadie, siendo así el objetivo de estas personas negar la ansiedad y el malestar y desviando de forma 
activa sus tensiones y preocupaciones dolorosas e introduciendo pensamientos irrelevantes o 
distorsionando el significado de sus pensamientos; provocando que sus emociones y percepciones 
internas, se vuelvan difusas y estas busquen de escapar del dolor y la angustia que les produce ser 
quienes son (Greenberg y Mitchell, 1983). 
Por otro lado, los analistas del Yo mencionan que los evitadores recurren en exceso a la fantasía y a la 
imaginación como una manera de reemplazar las cogniciones de inadecuación y baja autoestima; las 
cuales son las que provocan ansiedad, y a su vez, como una manera de satisfacer las necesidades que 
no pueden cumplir debido al aislamiento social (Millon y cols., 2006). Principalmente, los evitadores se 
basan casi exclusivamente en escapar y en la fantasía; sin embargo, si esto no les resulta o se vuelve 
muy poco práctico, pueden sentirse abrumados o reprimir cualquier tipo de emoción para dar lugar a un 
exterior aplanado y carente de sentimientos que encubre el dolor interno. 
Se considera que los evitadores tienen un ideal del Yo muy desarrollado, incluyendo ambiciones y 
deseos de realización personal muy elevados, pero esto va unido a un Superyó muy censurador que 
desaprueba constantemente todos los comportamientos. Al mismo tiempo estas personas han 
internalizado normas parentales de importantes logros y éxito social, combinadas con los sentimientos 
de culpa y rechazo por los errores más insignificantes; provocando que estas personas no puedan 
buscar la autorrealización. 
 Interpersonal 
Desde esta perspectiva, lo más probable es que en el origen del trastorno se hallen involucrados 
factores de aprendizaje social de evitación, originados en experiencias tempranas de rechazo, críticas o 
desprecios sobre la valía del sujeto, provenientes tanto de los adultos como de los pares o, 
alternativamente, en una historia de carencia de refuerzos positivos por los logros y capacidades del 
sujeto; de esta manera, si estas experiencias coinciden con la presencia de características, o rasgos de 
personalidad innatos, con una elevada carga genética, como la introversión y el neocriticismo extremos, 
las probabilidades de desarrollar un comportamiento activo y generalizado de evitación aumentan de 
forma considerable (Greenberg y Mitchell, 1983). 
Para las personas con éste trastorno de la personalidad, cualquier situación que requiera comunicarse 
con los demás constituye una posible amenaza; debido a su escasa seguridad; por lo que los evitadores 
al buscar protegerse a sí mismos contra el dolor de la pérdida o la decepción, suelen escabullirse de las 
obligaciones sociales para evitar las valoraciones negativas hacia sí mismos; evadiendo así su ansiedad 
interpersonal. 
La inseguridad de estas personas también se puede ver reflejada en otras características 
comportamentales por ejemplo, a medida que aumenta la tensión su discurso puede volverse más lento 
y escaso, con evidentes secuencias fragmentadas de pensamientos confusos o irrelevantes y en 
algunas ocasiones pueden tartamudear por su falta de confianza; su postura corporal tiende a ser muy 
rígida y controlada (Millon y cols., 2006). 
Por otro lado, Benjamín (1996) en su Análisis Estructurado de la Conducta Social (AECS), describe que 
los evitadores comienzan la vida estableciendo vínculos sanos y por tanto, manifestando su deseo de 
disfrutar de relaciones interpersonales de verdadera intimidad. Sin embargo, a medida que estas 
personas van madurando, sus cuidadores empiezan a ejercer un intenso control dirigido a crear una 
Trastorno Somático y Psicología 2015 
 
 
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imagen social impresionante y admirable, y reaccionan ante los errores y las imperfecciones como algo 
extremadamente vergonzoso para la familia; por ello para protegerse de éstos, en primer lugar la 
persona empezará a ocultar todo aquello que pueda ser considerado como una imperfección o que 
pueda alimentar comentarios negativos; volviéndose de esta manera personas hipersensibles a la 
posibilidad de cometer errores, lo que a su vez contribuye a que desarrollen un temor generalizado a las 
evaluaciones negativas por parte de los demás. 
Tomando en cuenta lo anterior, para que las personas con este trastorno de personalidad se puedan 
acercar a los demás, necesitan tener una idea clara de qué es lo que los demás esperan de ellos, que la 
comunicación sea muy clara, las situaciones interpersonales bien definidas, y que se les explique con 
claridad cuál va a ser la secuencia de las operaciones; por lo que también se deberían definir con 
claridad las consecuencias que pueden tener las equivocaciones y de ser posible minimizarlas; siendo 
así que la definición de estas situaciones, lograría que la ansiedad sea más fácil de manejar (Millon y 
cols., 2006). 
 Cognitiva 
El elemento principal en los individuos con trastorno evitativo de la personalidad, es la hipervigilancia; la 
cual también es un factor clave en las crisis de angustia; debido a que éstos se encuentran 
constantemente examinando su entorno en busca de indicios de peligro; lo cual provoca que sus 
sistemas de procesamiento de información acaben desbordados por la excesiva estimulación, además 
de que esto mismo no les permite presentar atención a muchas de las características más comunes, 
aunque no por ello menos importantes de su entorno (Millon y cols., 2006). 
A su vez, las personas con este trastorno presentan una expectativa de peligro basal tan elevada que 
incluso acontecimientos irrelevante pueden ser considerados como dañinos; como consecuencia de 
esto aumenta la ansiedad y la sensibilidad a los signos de amenaza provocando que a su vez, disminuya 
todavía más el grado de profundidad del procesamiento. 
Tomando en cuenta lo anterior, no es de extrañarse que todo el sistema de procesamiento cognitivo 
acabe tan sobrecargado al grado de que cualquier cosa pueda resultar amenazadora; provocando que 
estas personas tengan la necesidad de retirarse a un lugar que consideren seguro y donde saben que 
las fuentes de estimulación son seguras. 
También es posible que muchas de estas personas puedan emprender una forma de defensa cognitiva 
diseñada para romper este círculo vicioso; en donde, en lugar de dejar que las asociaciones 
amenazadoras les angustien todavía más, de manera consciente introducen pensamientos y emociones 
irrelevantes en el flujo cognitivo, con el fin de desplazar otros contenidos cargados de ansiedad y 
sustituirlos por asociaciones más neutras (Rubio V. y Pérez A, 2003). Como consecuencia de interferir 
de manera habitual en el flujo natural de los procesos cognitivos, estos individuos se vuelven incapaces 
de enfrentarse a los acontecimientos de manera racional y eficiente; debido a que atienden en menor 
medida las características más importantes de su entorno; por lo que también tendrán menor capacidad 
para centrar sus pensamientos o responder con lógica a diferentes situaciones. Esto sumado a que su 
pensamiento se vuelve tan disperso y confuso que incluso no pueden aprender nuevas formas de 
afrontamiento. 
 Evolutiva y del Neurodesarrollo 
Desde la perspectiva evolutiva se describe es estas personas como activas y con una estructura 
evolutiva orientada hacia el dolor. En este modelo, se proponen varias hipótesis que inciden en el 
neurodesarrollo del comportamiento evitativo. En este patrón, muchos elementos estructurales y 
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procesos fisiológicosque forman parte de las complejas funciones psicológicas tienen también una 
base biofísica, tal es el caso de la falta de armonía afectiva, aversión interpersonal, etc. (Millon, 1990 y 
Davis, 1996). 
Por otro lado, crecer en entornos familiares en los que se les desprecia, abandona y censura puede 
destruir el optimismo y la fuerza natural de estos niños, la cual acabarán sustituyendo por actitudes de 
desprecio hacia sí mismos y consecuentemente crecerán con una baja autoestima. Esto en lenguaje 
psicoanalítico, se traduce en que estas personas crecerán sin un Yo capaz de curar las heridas 
psicológicas, ni de conseguir satisfacciones que sólo él puede proporcionar, por lo que se verá atrapado 
en una red de rechazos hacia sí mismo y hacia los demás, provocando que se vea a sí mismo como el 
agente del esfuerzo negativo (Millon y cols., 2006). 
Trastorno evitativo de la Personalidad y su relación con trastornos Depresivos y Trastornos 
Somatomorfos 
 Trastornos Depresivos: Los evitadores son muy vulnerables a los sentimientos depresivos ya que 
tratan de aislarse de los temores y del dolor que les provocan las situaciones interpersonales. 
Existen sentimientos que pueden manifestarse a través de episodios depresivos completos o a través 
de períodos de retraimiento, con sentimientos de abatimiento e inutilidad. Entre ellos, el aislamiento el 
cual ocasiona conflictos ya que en el fondo los evitadores desean una existencia de satisfacción y 
confianza, una compañía íntima y liberarse del desprecio que sienten hacia ellos mismos; si sumamos 
estos sentimientos a sus creencias de no ser queridos y de creer que no son personas capaces y 
eficaces; es más fácil entender el porqué están más predispuestos a trastornos depresivos pues se 
orillan a sí mismos a estar solos (Millon y cols., 2006). 
 Trastornos Somatomorfos: En el trastorno evitativo de la personalidad las características de los 
trastornos somatomorfos, se presentan frecuentemente como síntomas difusos de fatiga, apatía, rasgos 
conversivos, entre otros; los que a su vez son utilizados por estas personas como una “excusa” para 
justificar su aislamiento social (García-Campayo, 2001). 
 
4. Trastorno Histriónico de la Personalidad 
La palabra "histriónico” sitúa el énfasis en las características observables y por lo tanto fáciles de 
describir, de inestabilidad emocional y búsqueda de atención; características de este trastorno. 
Particularmente, estas personas suelen ser vanidosas, superficiales, inmaduras, excesivamente 
dependientes y egoístas y cualquier indicio de que no son admirados por los demás, enseguida les 
despierta sentimientos depresivos y de resentimiento ya que para estas personas la atención es 
necesaria puesto que les proporciona seguridad sobre su propia valía personal (Belloch y Fernández, 
2002). 
Principalmente estas personas no se conocen a sí mismas en profundidad y a su vez, pueden conocer a 
muchas personas pero no tener un vínculo con ellas ya que no se llegan a conocer genuinamente. 
Características del Trastorno 
El rasgo central en este trastorno de la personalidad es una excesiva preocupación por la atención y la 
apariencia. Para ellos el ser "atractivos" es algo fundamental y que a la vez puede conducirles a 
mostrarse inapropiadamente seductores, a vestirse de forma provocativa y/o a presentar un 
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comportamiento de coqueteo. El fin de estas conductas es llamar la atención de los demás de forma 
desmesurada (Millon y cols., 2006). 
Todas las características de ese trastorno reflejan la inseguridad subyacente que tienen estas personas 
respecto a su propia valía, por lo que no es de extrañarse que el repertorio de sentimientos y afectos, 
que domina a estas personas sea principalmente lábil y superficial. 
La emocionalidad y búsqueda de atención desmesuradas que las caracteriza se expresa principalmente 
como incomodidad ante las situaciones en las que no son el centro de atención de los demás; por lo 
que utilizan el aspecto físico para atraer la atención sobre ellos; lo que a su vez puede provocar que 
comúnmente se comporten de manera inapropiada y seductora, sufriendo cambios repentinos y 
superficiales en la expresión de sus emociones. A su vez, manifiesta todas éstas características y 
sentimientos en términos exagerados e incluso dramáticos o teatrales. Característicamente, estas 
personas tienen una forma de hablar impresionista, subjetiva y carente de detalles; suelen ser muy 
sugestionables y se dejan influenciar fácilmente por los demás (Rubio V. y Pérez A, 2003). 
La forma de vida y las características que identifican a los sujetos con este trastorno los vuelve 
vulnerables a presentar trastornos del estado de ánimo como depresión y distimia; así como trastornos 
de ansiedad, estos últimos relacionados especialmente con temores de separación y abandono (Phillips 
y Gunderson, 1995). A su vez, se ha asociado este trastorno a tasas elevadas de trastornos 
somatomorfos y de conversión. 
Variantes de la Personalidad Límite 
Se encuentran diversas características entre la personalidad histriónica, las cuales varían en cuanto a 
características e intensidad de éstas mismas entre ellas (Millon y cols., 2006). 
Apaciguador: con características compulsivas del dependiente. Estas personas intentan calmar a los 
demás, y resolver conflictos y problemas mediante la concesión, el compromiso, la permisividad con los 
deseos de los demás, y están dispuestos a sacrificarse con el fin de recibir aprobación y elogios por 
parte de los demás. 
Vivaz: esta variante presenta características narcisistas, tienen mucha energía, suelen ser vigorosos, 
encantadores, activos, alegres, animados, impulsivos y buscan las excitaciones momentáneas y las 
aventuras superficiales. 
Tempestuoso: son personas con características negativistas, por lo que suelen ser personas bastante 
impulsivas, descontroladas y malhumoradas. Tienden a estar siempre a la defensiva, por lo que tienen 
momentos explosivos con cierta frecuencia. 
Malicioso: presentan características antisociales, son personas astutas, egocéntricas y mentirosas; 
suelen actuar de diversas maneras dependiendo su intención u objetivo con los demás de acuerdo a lo 
que más les convenga a sí mismos. 
Teatral: son personas "llamativas"; es decir, suelen exagerar sus movimientos, actitudes, vestimenta, su 
forma de hablar y gesticular para llamar la atención. 
Infantil: individuos con características límite, son sensibles y propensos a las emociones fugaces; 
presentan actitudes infantiles y son exigentes con los demás por lo que se vinculan a otros de forma 
desesperada. 
 
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Diferencias entre características de Personalidad y Patología 
Existen personas que pueden presentar las características clínicas del trastorno histriónico de la 
personalidad; y por tanto ser diagnosticadas clínicamente; sin embargo, también hay personas que sólo 
pueden presentar características de personalidad asociadas a este trastorno sin necesariamente 
presentar el trastorno como tal. 
Una vez mencionado lo anterior, se presentará una comparación entre las características del trastorno y 
las características de las personas que sólo presentan este estilo de personalidad. 
Para empezar, las personas que sólo tienen este estilo de la personalidad suelen ser personas más 
sociables, a las que les gusta y agradecen los halagos pero no dependen de ellos. Son agradables, 
cordiales y seductoras, pero se comportan con la sutileza adecuada; son cuidadosas con su apariencia 
pero no llegan al punto de obsesionarse por estas cuestiones; al mismo tiempo que tampoco se 
obsesionan con ser el centro de atención y sólo son más expresivas y extrovertidas (Sperry L., 1995). 
A su vez, en el estilo de la personalidad estas personas son menos volubles y muestran un control más 
adecuado de las emociones; lo que lespermite tomar sus propias decisiones, incluso cuando esto 
pueda suponer perder parte de la atención o aprobación de los demás. El estilo al tener un sentido más 
sólido del Yo, les permite desarrollar un mayor sentido de la continuidad a lo largo del tiempo y más 
consciencia sobre la naturaleza de las relaciones interpersonales; lo que conlleva establecer relaciones 
más sólidas (Sperry L., 1995). 
Mientras que, por el contrario, las personas con el trastorno histriónico de la personalidad, suelen 
enfadarse, deprimirse y sentir envidia cuando ellas no son el centro de atención; por lo que suelen 
recurrir a su físico y la provocación sexual para atraer a la gente. Consecuentemente, son personas que 
se preocupan y cuidan mucho su atractivo físico; cuidando en exceso cómo se ven y la ropa que usan. 
Pueden presentar cambios emocionales súbitos en un breve lapso de tiempo y se expresan 
constantemente de una forma teatral y desproporcionada (Kenberg, 1992). 
Perspectivas Teóricas 
 Biológica 
Desde perspectivas biologisistas se ha sugerido que ciertas características de personalidad vinculadas 
al modo de expresar emociones y sentimientos, junto con otras relacionadas con la dependencia y la 
búsqueda de atención se encuentran determinadas genéticamente. 
En un estudio realizado por Cale y Lilienfeld (2002) se demostró que los comportamientos diferenciados 
en función del género que se dan en los trastornos histriónico y antisocial de la personalidad 
constituyen simplemente variantes de género de la psicopatología. Concretamente en este estudio, las 
mujeres presentan los rasgos psicopáticos asociados con el trastorno histriónico de la personalidad; 
mientras que los hombres presentan los del trastorno antisocial de la personalidad. Las conclusiones 
obtenidas, apoyan el hecho de que existen diferencias basadas en las diferencias de sexo entre los dos 
trastornos de la personalidad y además confirman la existencia de un rasgo común, que es compartido 
por ambas personalidades: la impulsividad. 
Por otro lado, la asociación entre el trastorno antisocial e histriónico también se ha entendido como un 
ejemplo de emparejamiento calculado; es decir, como vemos en muchas especies, los rasgos que 
resultan atractivos al sexo opuesto tienden a amplificarse a lo largo de las generaciones; por lo que 
desde esta perspectiva, las personalidades antisociales e histriónicas se convierten en fenómenos 
inevitables de la evolución. La personalidad histriónica se siente atraída por la antisocial 
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hipermasculina, cuya aparente fuerza, autoconfianza y gusto por el riesgo proporcionan manifestaciones 
masculinas que la mujer histriónica encuentra atractivas de un modo natural; al mismo tiempo que el 
hombre antisocial se siente atraído por la hipersexualidad infantil y la búsqueda impulsiva de 
sensaciones de la mujer histriónica (Millon y cols., 2006). 
 Psicoanalítica 
La teoría psicoanalítica propone que el trastorno histriónico de la personalidad se origina en la fase 
edípica del desarrollo que se da entre los 3 y 5 años de edad. Esto se da a partir de una relación 
excesivamente erotizada con el progenitor del sexo opuesto; en donde el niño teme que la consecuencia 
de esta excitación sea la pérdida de, o el desquite por parte del progenitor del mismo sexo. Este 
conflicto da como resultado la formación duradera de carácter, consistente en una disposición 
exagerada a fantasear y con tendencias al exhibicionismo, características principales de este trastorno 
(Freud retomado en Millon y cols., 2006). De acuerdo con esta teoría, los deseos histéricos se forman 
durante los primeros estadios del desarrollo a través de la relación con el progenitor del sexo contrario. 
Así, el descubrimiento de la sexualidad infantil y el consiguiente desarrollo de los estadios psicosexuales 
y sus tipologías asociadas se convirtieron en el foco de atención de la teoría. 
Sin embargo, el desarrollo histriónico más importante desde esta perspectiva, sobrevino en el año de 
1895 con la publicación de Breuer y Freud sobre los mecanismos inconscientes de la histeria (derivados 
del famoso caso de Anna O). Entre los dos construyeron la teoría de que los síntomas histéricos eran el 
resultado de abusos sexuales tempranos, los cuales, daban paso a recuerdos tan desagradables que el 
paciente los olvidaba de forma intencionada y que sólo podían volver a la memoria consciente a través 
de la hipnosis. Estos hallazgos se convirtieron en la base para el desarrollo de la primera teoría de las 
neurosis, en la cual, se sostenía que detrás de cualquier conflicto neurótico subyacía un trauma infantil 
reprimido. 
Más tarde Freud realizó otro hallazgo: los recuerdos que referían los histéricos bajo hipnosis reflejaban 
la presencia de deseos inconscientes, es decir, a fantasías que se superponían a la memoria. Es así 
que bajo esta teoría, los síntomas histéricos podían entenderse como el reflejo de los instintos 
inconscientes que amenazaban con emerger a la conciencia en lugar de ser el resultado de traumas 
infantiles (Millon y cols., 2006). 
Los teóricos psicodinámicos han resaltado la importancia del uso de la represión en este trastorno, lo 
que Freud denominó como una “partición de conciencia”. Sin embargo, además de la represión, las 
personalidades histéricas utilizan la sexualización, la disociación y la proyección. La sexualización en 
particular se utiliza con complejos de fines adaptativos y defensivos. W. Reich (1933) sugirió que la 
seducción es utilizada como mecanismo de defensa contra el miedo o amenaza de la agresión 
masculina. Del mismo modo que también puede ser utilizada por estas personas para evadirse de sus 
sentimientos de ansiedad o vacío, o para compensar su percepción sobre las mujeres en donde se 
concibe que las mujeres carecen de poder y que el mundo es dominado por hombres. 
Por otro lado, igualmente desde la perspectiva analítica, se considera que la figura materna de este tipo 
de personalidades, suele ser una figura inadecuada, fría e insensible; por lo que en la mayoría de los 
casos, las niñas se unen más a la figura paterna, mientras devalúa a la madre; lo que provoca que se 
rechace una identificación femenina normal; del mismo modo que la perspectiva de estas mujeres es 
ver a los hombres como personas fuertes excitantes, y por el contrario, perciben a las mujeres 
(incluyéndose ella misma) como figuras débiles y necesitadas (Millon y cols., 2006). 
Finalmente, otro aspecto que considera la teoría psicoanalítica es que, generalmente, las 
personalidades histriónicas tienen "pocos recursos”; asociado a que no cuentan con un "Yo" lo 
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suficientemente fuerte; y que se ve reflejado en sus impulsos y dependencias de un ello infantil; es 
decir, estas personas siguen dominadas por el principio del placer expresándolo a través de su 
necesidad de ser el centro de atención y de buscar siempre estímulos y sensaciones a través de sus 
manifestaciones exageradas e incluso por medio de sus fantasías. Entonces, cuando surge la amenaza 
de la ansiedad, su "Yo" tiende a fragmentarse o disociarse bajo la presión; lo que en estos casos, 
produce una regresión hacia la fantasía, o bien, la tensión se dirige hacia el cuerpo en forma de 
somatizaciones. 
 Interpersonal 
La etiología del trastorno histriónico de la personalidad depende principalmente de una combinación de 
factores entre los cuales se encuentra el aprendizaje temprano, el factor cultural, de disposiciones de 
personalidad, y de predisposiciones genéticas concretas. Sin embargo, es importante mencionar que no 
existen investigaciones sistemáticas en torno a la etiología de este trastorno. Por lo tanto, cualquier 
propuesta al respecto no deja de ser una hipótesis al respecto (Millon y cols., 2006). 
Principalmente, se ha considerado que el trastorno histriónico de la

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