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Universidad Nacional Autónoma de México PROGRAMA DE MAESTRÍA Y DOCTORADO EN PSICOLOGÍA UN ESTUDIO SOBRE TEORÍA DE GÉNERO EN LA FAMILIA COMO ANALOGÍA DE UN VIAJE EPISTEMOLÓGICO TESIS QUE PARA OPTAR POR EL GRADO DE MAESTRÍA EN PSICOLOGÍA PRESENTA: SALMA LEDÓN CHÁVEZ DIRECTOR: MTRA. MARÍA DEL ROSARIO MUÑOZ CEBADA FACULTAD DE PSICOLOGÍA COMITÉ: MTRA. NORA RENTERÍA COBOS FACULTAD DE PSICOLOGÍA DRA. GRACIA DOMINGO IBAÑEZ UNIVERSIDAD DE LAS AMÉRICAS MTRA. MIRIAM ZAVALA DÍAZ FACULTAD DE PSICOLOGÍA DRA. MILAGROS FIGUEROA CAMPOS FACULTAD DE PSICOLOGÍA Ciudad de México ENERO 2019 UNAM – Dirección General de Bibliotecas Tesis Digitales Restricciones de uso DERECHOS RESERVADOS © PROHIBIDA SU REPRODUCCIÓN TOTAL O PARCIAL Todo el material contenido en esta tesis esta protegido por la Ley Federal del Derecho de Autor (LFDA) de los Estados Unidos Mexicanos (México). El uso de imágenes, fragmentos de videos, y demás material que sea objeto de protección de los derechos de autor, será exclusivamente para fines educativos e informativos y deberá citar la fuente donde la obtuvo mencionando el autor o autores. Cualquier uso distinto como el lucro, reproducción, edición o modificación, será perseguido y sancionado por el respectivo titular de los Derechos de Autor. UN ESTUDIO SOBRE TEORÍA DE GÉNERO EN LA FAMILIA COMO ANALOGÍA DE UN VIAJE EPISTEMOLÓGICO 1 A mi mamá, por ser el ejemplo de mujer y el ejemplo de la evolución y el cambio, y más importante aún: el ejemplo del cariño y el amor eterno e incondicional. UN ESTUDIO SOBRE TEORÍA DE GÉNERO EN LA FAMILIA COMO ANALOGÍA DE UN VIAJE EPISTEMOLÓGICO 2 Agradecimientos Agradezco a la UNAM y todo lo que la sostiene por haberme dado tanto y al CONACYT por el soporte brindado durante estos dos años. Quisiera extender mi gratitud a todas las personas que me apoyaron, entre ellos: A mi hogar y mi familia, por ser siempre el refugio al que podía llegar cada día y noche. A mis papás por que si estoy donde estoy ahora es gracias a ellos, su cariño, su tiempo y su esfuerzo. A mis hermanos por ser mis compañeros y amigos. A Mía por recordarme siempre que es posible ser feliz y ser amado. A Leo, por todo el apoyo, el querer y por haber sido los hombros que me sostuvieron, los oídos que me escucharon y los brazos que me abrazaron. A Yoga, por insistir una vez más en encontrarme y salvarme y porque, sin estar aquí, estás en todos lados. A todos mis maestros por la manera en que al compartirme su sabiduría me siguen sanando y guiando hacia los espacios de plenitud y de re-encuentro con el prana y con la vida. A mi tutora Rosario, por haberme prestado su calidez al escucharme y haberme ofrecido su paciencia y apertura durante la construcción de este trabajo. A Gracia, porque de nuevo me brindaste tu tiempo y tu tan apreciado apoyo, y porque tenías razón: yo iba para ser una terapeuta familiar posmoderna. Gracias por el ayer, el hoy y el mañana en el que sé que seguiré contando contigo y tú conmigo. A todos mis profesores de la maestría, porque en ustedes y en su compromiso toma sentido la excelencia académica y humana que la UNAM y este programa se adjudican, en particular: a Noemí, por tu calidez, por hacerme sentir cuidada y protegida en los momentos más tumultuosos, y por ser el ejemplo y la encarnación de la congruencia; a Nora, por tu acompañamiento en la creación de este trabajo, por todas las lecturas y reflexiones compartidas y por la manera tan única que tienes de personificar la postura y la ética posmoderna como profesora y como persona; a Miriam, por haberme guiado y acompañado en esta transición epistemológica y de vida y por haberme ofrecido consuelo cuando lo único que parecía rodearme era la incertidumbre; a Gerardo UN ESTUDIO SOBRE TEORÍA DE GÉNERO EN LA FAMILIA COMO ANALOGÍA DE UN VIAJE EPISTEMOLÓGICO 3 por tu sensibilidad y acompañamiento en momentos de gran vulnerabilidad, y por haberme presentado los espacios para conocer al Bateson y la reflexividad que hoy conozco; a Martha por el detalle y el compromiso con el que me brindaste tu sabiduría y tu supervisión, así como las buenas pláticas y las risas que compartimos en nuestros trayectos; a Milagros por mostrarme las maneras en las que se podían romper las cadenas y se podía ampliar este proyecto de investigación hacia lo cualitativo. A Andrea, porque en escuchar tus historias y compartirte las mías, en aquellos momentos de gran soledad y vulnerabilidad, volví a encontrar la fuerza y pude recuperarme a mi misma, lo que veía y lo que sentía. A mi compañero, Quique, por ser siempre ese faro de sonrisas y buenos momentos, así como el ancla que dio la tan necesitada estabilidad en las tormentas más violentas, además de ser el mejor co-terapeuta y amigo que una Salma podría tener. A Adri y Cyn, porque en su afecto, su escucha y su cariño volví a recuperar la fe en la capacidad humana de ser sensible y de formar lazos basados en la reflexión, el compañerismo y en la reciprocidad, y por haberme salvado del naufragio que el aislamiento pretendió imponerme. A mis amigas, por tenerme la paciencia que me tuvieron y por seguir creyendo en mi y en nuestra amistad a pesar de mi ausencia al encontrarme secuestrada por la maestría. Porque son mujeres que me inspiran y que inspiran a todos los que están a su alrededor. A todos los mencionados y a los que no haya terminado de mencionar, ¡Gracias! UN ESTUDIO SOBRE TEORÍA DE GÉNERO EN LA FAMILIA COMO ANALOGÍA DE UN VIAJE EPISTEMOLÓGICO 4 Índice RESUMEN ................................................................................................................................................. 7 INTRODUCCIÓN ..................................................................................................................................... 8 1. TRANSMISIÓN INTERGENERACIONAL DE GÉNERO ........................................................... 10 GÉNERO .................................................................................................................................................................. 10 FEMINEIDAD .......................................................................................................................................................... 13 MASCULINIDAD ..................................................................................................................................................... 15 CONSECUENCIAS DE LA DICOTOMÍA MASCULINO-FEMENINO ....................................................................... 17 FAMILIA Y SOCIALIZACIÓN .................................................................................................................................. 18 ESTUDIOS DE TRANSMISIÓN INTERGENERACIONAL DE GÉNERO ................................................................. 20 META-ANÁLISIS DE ESTUDIOS SOBRE TRANSMISIÓN INTERGENERACIONAL DE GÉNERO. ..................... 23 2. SEXISMO CONTEMPORÁNEO ..................................................................................................... 26 NUEVAS EXPRESIONES DE SEXISMO Y SU MEDICIÓN ....................................................................................... 27 SEXISMO MODERNO ............................................................................................................................................. 27 SEXISMO AMBIVALENTE ...................................................................................................................................... 29 MICROMACHISMOS ............................................................................................................................................... 37 NEOSEXISMO ..........................................................................................................................................................45 PRESENTE ESTUDIO ............................................................................................................................................. 49 3. MÉTODO ........................................................................................................................................... 51 PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA ..................................................................................................................... 51 MÉTODO DE INVESTIGACIÓN MIXTO .................................................................................................................. 52 PROCEDIMIENTO Y CONSIDERACIONES ÉTICAS ............................................................................................... 53 4. ESTUDIO CUANTITATIVO ........................................................................................................... 54 MÉTODO DEL ESTUDIO CUANTITATIVO ............................................................................................................ 54 Objetivos ............................................................................................................................................................... 54 Variables ............................................................................................................................................................... 54 Hipótesis ............................................................................................................................................................... 56 Participantes ...................................................................................................................................................... 57 Instrumentos ....................................................................................................................................................... 57 Tipo de Investigación ...................................................................................................................................... 59 Análisis de datos ................................................................................................................................................ 59 RESULTADOS .......................................................................................................................................................... 60 UN ESTUDIO SOBRE TEORÍA DE GÉNERO EN LA FAMILIA COMO ANALOGÍA DE UN VIAJE EPISTEMOLÓGICO 5 DISCUSIÓN DE LOS RESULTADOS DEL ESTUDIO CUANTITATIVO ................................................................... 67 5. ESTUDIO CUALITATIVO .............................................................................................................. 76 TRANSICIÓN EPISTEMOLÓGICA EN LA TERAPIA FAMILIAR ........................................................................... 76 Puentes: de la Modernidad a la Posmodernidad, del Constructivismo al Construccionismo Social. ........................................................................................................................................................................... 76 Los efectos de la transición: posibilidades creadas en la Terapia Familiar ........................... 79 MÉTODO DE LA FASE CUALITATIVA ................................................................................................................... 87 Preguntas de Investigación .......................................................................................................................... 87 Objetivos y Justificación ................................................................................................................................. 87 Tradición Investigativa .................................................................................................................................. 89 Muestra y Unidad de Análisis ...................................................................................................................... 90 Procedimiento .................................................................................................................................................... 90 Análisis de datos ................................................................................................................................................ 91 ANÁLISIS DE LOS DATOS OBTENIDOS ................................................................................................................. 92 ANÁLISIS INTERPRETATIVO ................................................................................................................................ 95 Emociones emergentes ................................................................................................................................... 95 Género y pareja ................................................................................................................................................. 97 Postura ante el sexismo y ante los movimientos feministas ........................................................ 109 Reflexiones ......................................................................................................................................................... 120 Colocarse en el lugar del otro .................................................................................................................... 131 Sobre los instrumentos de investigación .............................................................................................. 134 Análisis intrafamiliar .................................................................................................................................... 140 DISCUSIÓN DE LOS RESULTADOS OBTENIDOS DEL ESTUDIO CUALITATIVO .............................................. 151 6. DISCUSIÓN GENERAL Y CONCLUSIONES .............................................................................. 156 REFLEXIÓN COMO EL ACTO DE CONVERTIRSE EN OBJETO DE LA PROPIA OBSERVACIÓN: ANALOGÍA DE UN VIAJE EPISTEMOLÓGICO TRANSICIONAL .......................................................................................................... 157 7. ANEXOS ........................................................................................................................................... 170 ANEXO A: INSTRUMENTOS PARA LOS HIJOS .................................................................................................. 170 ANEXO B: INSTRUMENTOS PARA PADRES Y MADRES ................................................................................... 175 8. REFERENCIAS ............................................................................................................................... 178 UN ESTUDIO SOBRE TEORÍA DE GÉNERO EN LA FAMILIA COMO ANALOGÍA DE UN VIAJE EPISTEMOLÓGICO 6 “Nosotros, los especialistas en ciencias sociales, haríamos bien en reprimir nuestra avidez por controlar ese mundo que comprendemos de una manera tan imperfecta. […]Más bien, nuestros estudios podrían inspirarse en un afán antiguo, pero que hoy goza de menos honor: la curiosidad respecto del mundo del que formamos parte. La recompensa de tal tarea no es el poder sino la belleza.” (Bateson, 1972, pp. 269) UN ESTUDIO SOBRE TEORÍA DE GÉNERO EN LA FAMILIA COMO ANALOGÍA DE UN VIAJE EPISTEMOLÓGICO 7 Resumen Este trabajo representa el proceso de producción de una investigación mixta como analogía del viaje epistemológico que vivió una servidora, como terapeuta y como investigadora, durante el curso de la maestría en terapia familiar, donde partió desde una postura moderna y objetiva hacia una postura posmoderna y subjetiva. Análogo a la postura de las escuelas psicoterapéuticas objetivas y lineales, se llevó a cabo una investigación cuantitativa sobre las expresiones del sexismo contemporáneo y su transmisión intergeneracional en las familias con una muestra de 159 familias:los resultados mostraron relaciones más fuertes dentro de la pareja conyugal, y se hallaron altas correlaciones en los hijos(as) (jóvenes universitarios) entre la división de roles por género observada en casa, con sus propios esquemas de género y su postura ante el feminismo. Análogo a la incursión hacia la postura de las escuelas psicoterapéuticas posmodernas que cuestionan los estatutos de la objetividad, en la fase cualitativa surgieron dudas sobre la complejidad que se abría al presentar a los participantes los cuestionarios, más allá de la mera obtención de los datos cuantitativos, por lo que se incluyeron preguntas abiertas para indagar las emociones, reflexiones y cambios que pudiesen haber surgido al participar contestando los instrumentos psicométricos: las respuestas se analizaron y se crearon categorías, entre las cuales se hallaron inquietudes sobre el género y la pareja, posturas ante el sexismo y ante el feminismo, procesos de auto-cuestionamiento y de reflexión, la empatía y una postura crítica ante los instrumentos cuantitativos. Finalmente se presenta un meta-análisis en el que se analiza la influencia del contexto creado durante la maestría sobre el proceso de construcción de este proyecto de tesis a partir de la postura que representó el destino final de la transición epistemológica: la reflexión como el acto de convertirse en objeto de la propia observación. Palabras Clave: Investigación mixta, Estudios de género, Estudios de familia, Modernidad, Posmodernidad, Contextualización, Reflexividad, Meta-análisis. Abstract This work represents the production process of a mixed investigation as an analogy of the epistemological journey that the author lived, as a therapist and as a researcher, during the course of the masters degree in family therapy, where she departed from a modern and objective posture to a postmodern and subjective posture. Analogous to the posture of the objective and linear psychotherapeutic schools, a quantitative research was carried out on the expressions of contemporary sexism and its intergenerational transmission in families with a sample of 159 families: the results showed stronger correlations within the married couple , and high correlations were found in the offspring (university students) between the division of roles by gender observed at home, with their own gender schemes and their attitude towards feminism. Analogous to the incursion towards the posture of postmodern psychotherapeutic schools that question the statutes of objectivity, in the qualitative phase doubts emerged concerning the complexity that might have been opened when presenting the participants with the questionnaires, beyond the mere obtaining of quantitative data, therefore, open questions were included to investigate the emotions, reflexions and changes that could have arisen when participating by answering the psychometric instruments: the answers were analyzed and categories were created, among which were concerns about gender and the couple, postures concerning sexism and feminism, processes of self-questioning and reflexion, empathy and a critical stance towards quantitative instruments. Finally, a meta-analysis is presented in which the influence of the context created by the course of the master’s degree over the construction process of this thesis project is analyzed from the position that represents the final destination of the epistemological transition: the reflection as the act of becoming one-self the object of one’s observation. Keywords: Mixed research, Gender studies, Family studies, Modernity, Postmodernity, Contextualization, Reflexivity, Meta-analysis. UN ESTUDIO SOBRE TEORÍA DE GÉNERO EN LA FAMILIA COMO ANALOGÍA DE UN VIAJE EPISTEMOLÓGICO 8 Introducción El presente documento representa la culminación de los estudios de posgrado de la Maestría en Psicología Clínica con Residencia de Terapia Familiar de una servidora, y tiene como objetivo primordial presentar una analogía del viaje y transición epistemológica que se vive en el proceso de convertirse en un terapeuta familiar a través de un estudio sobre teoría de género en la familia a modo de una tesis de investigación mixta. A continuación se explicará la organización del documento en los capítulos que la constituyen y lo que en ellos se podrá encontrar. Los capítulos primero y segundo forman parte del marco teórico, en ellos podemos encontrar un discurso sobre la teoría que conforma, y los estudios e investigaciones cuantitativas y cualitativas que sustentan, el conocimiento sobre la transmisión intergeneracional de los esquemas y roles de género de manera descendiente en las generaciones dentro de los sistemas familiares, así como las nuevas expresiones de sexismo, entre las que hallamos formas más sutiles y encubiertas de mantener la inequidad social y relacional entre los género así como posturas negativas hacia los movimientos feministas, sus logros y sus demandas. Finalmente se encontrará una justificación de las teorías seleccionadas para los instrumentos que fueron utilizados como base de la medición y análisis. En el tercer capítulo se explica el método, donde se encontrará el planteamiento del problema al estudio de la transmisión intergeneracional de esquemas de género como un estudio sobre teoría de género en la familia, así como una explicación y justificación del método mixto y su uso en este proyecto, para concluir con el procedimiento y las consideraciones éticas asumidas durante el proceso de recolección de datos. El cuarto capítulo versa sobre el estudio realizado en la fase cuantitativa, donde se aclaran los objetivos y el método de esta fase, y donde se redactan los análisis y resultados, los cuales son discutidos a la luz de la teoría expresada en los primeros dos capítulos: el marco teórico basado en la teoría de género y los estudios de la familia. En el quinto capítulo se da la transición a la fase cualitativa, en la cual se encuentra una ampliación del marco teórico al añadirse como vector de análisis la posición de la posmodernidad a la que se aterriza en la transición epistemológica presente en la historia de la terapia familiar y a partir de la cual, en conjunto con los temas de género y familia expuestos en los primeros dos capítulos y en comparación con los resultados obtenidos en el capítulo cuarto (fase cuantitativa), se analizan cualitativamente y en categorías los datos obtenidos en las preguntas abiertas que se añadieron a los instrumentos cuantitativos. Se añade igualmente como marcos importantes una UN ESTUDIO SOBRE TEORÍA DE GÉNERO EN LA FAMILIA COMO ANALOGÍA DE UN VIAJE EPISTEMOLÓGICO 9 lectura a partir de la cibernética de segundo orden al incluir en los análisis y la discusión una ética sistémica y relacional mediante la autorreferencia de parte de la autora. Finalmente, en el capítulo sexto se hace un meta-análisis de las dos fases, cuantitativa y cualitativa, así como un meta-análisis a un orden superior en el que se explica la relación de este proyecto de investigación mixto secuencial sobre la teoría de género en la familia como una analogía del viaje de transición epistemológica y personal que la autora vivió durante el curso del estudio de posgrado de la mano de sus profesores, lecturas asignadas y compañeros de travesía y que, a modo de recursión, significó ver el mundo desde una epistemología diferente: la reflexión como el acto de convertirse en objeto de la propia observación. ¡Espero que disfruten este viaje tanto como yo lo disfruté! UN ESTUDIO SOBRE TEORÍA DE GÉNERO EN LA FAMILIA COMO ANALOGÍA DE UN VIAJE EPISTEMOLÓGICO 10 La liberación de las mujeres es la liberación de lo femenino en el hombre y de lo masculino en la mujer. Coria Kent, artista No es la liberación de las mujeres, es la liberación de las mujeres y los hombres. Ruth Bader Ginsburg, Suprema Corte de JusticiaEEUUA. 1. Transmisión Intergeneracional de Género Género “La perspectiva de género como unidad de análisis conlleva implicaciones de progreso social” (Ojeda-García, 2014; p. 66). La cultura de género en la que se vive delimita las interacciones de los individuos con posibles sanciones o censuras de tipo social, y esta relación entre los géneros puede ser estudiada desde diferentes perspectivas: 1. Distinguir las diferencias por género en características biológicas. 2. Diferenciar la relación que construyen, decodifican y reconstruyen los hombres y mujeres en sus interacciones cotidianas. 3. Explorar el código implícito y/o explícito de normas que delimitan la interacción y la dirección de la relación entre ambos sexos. 4. Distinguir las diferencias respecto a la disponibilidad y oportunidades de formación, desarrollo y profesión. 5. Referirse a los roles ocupacionales socialmente aceptados y normalizados. 6. Hablar de la participación social en términos del mundo representativo de lo femenino o de lo masculino La perspectiva de género rechaza la idea del género como una norma e ideal estáticos, y en su lugar lo asume como una relación social caracterizada por desigualdades en la obtención y práctica del poder que produce organizaciones jerárquicas y evalúa las masculinidades y femineidades a través de individuos, organizaciones y sociedades, y ve las diferencias entre hombres y mujeres no solo como construcciones sociales, sino también como significativas a nivel político en las macro- micro dinámicas. A continuación se explicarán algunos de los conceptos básicos con los que se trabajará desde la perspectiva de género. Teorías que buscan explicar el género. En la Teoría de la Identidad Social de Tajfel y Turner (1979 como se citó en López-Zafra & López-Saez, 2001) la categorización que se determina por medio del sexo biológico es también social y el acomodo y pertenencia de un individuo a las UN ESTUDIO SOBRE TEORÍA DE GÉNERO EN LA FAMILIA COMO ANALOGÍA DE UN VIAJE EPISTEMOLÓGICO 11 categorías viene acompañado de sentimientos de valoración social positiva o negativa y de comparación social, llevando implícito consecuencias en el tema de la autoestima. El concepto de categorías sociales de género lleva consigo un proceso de comparación entre lo femenino y lo masculino, haciendo de estos términos antagónicos en su uso en el lenguaje, más que independientes (López-Zafra & López-Saez, 2001). Remarcando la poca habilidad para definir ni masculinidad ni femineidad más que uno en relación con el otro o con hombre y mujer (Paechter, 2006) siendo una relación dualística de comparación en la que femineidad se convierte en la ausencia de masculinidad y viceversa. El Modelo Multifactorial de Spence define la identidad de género como uno de los aspectos más centrales y permanentes del autoconcepto, propiciando un sentimiento psicológico, básico y global de femineidad o masculinidad asociado al sexo biológico (1993 como se citó en López-Zafra & López-Saez, 2001). En estudios basados en el modelo multifactorial de Spence las personas suelen puntuar alto en identidad de género correspondiente con su sexo biológico y bajo en la identidad opuesta (López-Zafra & López-Saez, 2001) aportando pruebas empíricas a la concepción bipolar de que ser masculino implica no ser femenino y viceversa. La Construcción de identidad de género de Ashmore (1990 como se citó en López-Zafra & López-Saez, 2001) se considera como un proceso dinámico en el que el individuo toma la construcción social de género y los factores biológicos-sexuales y los incorpora en una estructura multifactorial que da forma a una identidad de género activa y creativa, adoptando de esta forma la conceptualización culturalmente dualista de la “naturaleza” de los géneros. A partir de esta división se otorgan características y actividades particulares a cada género, como se explicará a continuación. Estereotipos de género. Ser hombre o mujer implica desempeñar ciertos papeles denotados según su sexo biológico y la construcción social e individual del género en búsqueda de integrarse a la sociedad en la que viven, bajo el estigma de persona socialmente adaptada (Rocha-Sanchez & Díaz-Loving, 2011). Los estereotipos sexuales mantenidos por determinados ámbitos culturales y los medios de comunicación son una de las principales causas de las diferencias sexuales en materia afectivo-sexual, con mensajes que pueden tener profundas implicaciones para el desarrollo de la igualdad y en la manera en que los hombres y las mujeres se sitúan uno ante otro en sus relaciones heterosexuales (Gartzia, 2013). Estos estereotipos de género conforman lo que hoy se conoce como “cultura de género”, una sociedad dirigida por hombres en cuanto les otorga a ellos el poder y preconcibe a las mujeres como objetos de elección, designación y servicio (Ojeda-García, 2014). Mientras la creencia en estas divisiones siga existiendo seguirán presentándose las prácticas UN ESTUDIO SOBRE TEORÍA DE GÉNERO EN LA FAMILIA COMO ANALOGÍA DE UN VIAJE EPISTEMOLÓGICO 12 inequitativas como legítimas racionalizando la división de actividades(Poeschl, Pinto, Múrias, Silva, & Rivero, 2006). En un estudio sobre las explicaciones que las mujeres y los hombres dan sobre su autoconcepto de identidad de género (que las hace mas o menos femeninas/masculinas) se comprobó que las personas altas en identidad de género utilizan sobre todo explicaciones basadas en los estereotipos, mientras que las personas bajas en identidad de género aludían a explicaciones de autoreferencia e idiosincrásicas (López-Zafra & López-Saez, 2001). Los autores del estudio mencionan que las personas al autocalificarse como “masculinos” o “femeninos” tienen en cuenta tanto los estereotipos y patrones culturales como el proceso individual de construcción de identidad de género, el cual puede no coincidir con lo estipulado socialmente sin implicar una renuncia total al concepto de género perteneciente a su sexo biológico. División de roles de género. La división de roles se pueden definir como los comportamientos que se espera que una persona lleve a cabo según su sexo biológico (Kessler & McKenna, 1978 como se citó en Halimi, Consuegra, Struyven, & Engels, 2016). Las actitudes respecto a los roles de género se pueden colocar en un espectro donde los dos extremos son, en un lado, las actitudes tradicionales y, en el otro, las actitudes igualitarias, siendo las primeras aquellas que apoyan una división por género tradicional de los roles dentro de la familia y la segunda aquella que promulga por una participación equitativa en todas las tareas, tanto públicas como privadas (Halimi et al., 2016). Ciertos estudios han demostrado que los conceptos femenino y masculino son compartidos a través de las culturas, como el honor femenino y masculino siendo una expresión de ideales pan- culturales de masculinidad y femineidad (Rodriguez, 2011) resultando aplicados tanto en países con culturas orientadas al honor como en culturas menos orientadas hacia el honor y con ideales individualistas. Los hombres suelen ser quienes adoptan posturas y actitudes más tradicionales respecto a los roles de género y considerar las tareas relacionadas con el hogar como más apropiadas para las mujeres, incluso legitimar la autoridad del padre en la familia (Rodriguez, 2011). Consciencia de género. Instancias e indicadores internacionales, como el PIB, afirman que lo importante no es definir que sexo es el más afectado, sino hacer consciencia respecto a que las diferencias entre hombres y mujeres en perspectiva de género son indicadores universales que reflejan el progreso (o su falta) de un país: el bienestar subjetivo englobado en las condiciones materiales de vida, la calidad de vida y la sustentabilidad. Se promueve entenderlo y aplicarlo en UN ESTUDIOSOBRE TEORÍA DE GÉNERO EN LA FAMILIA COMO ANALOGÍA DE UN VIAJE EPISTEMOLÓGICO 13 pro del cambio social positivo y la apreciación de la familia como primer grupo social de referencia, contención, desarrollo, apoyo y generador de bienestar subjetivo (Ojeda-García, 2014). Es de suma importancia remarcar que esta diferenciación y caracterización dualística entre los sexos en sus respectivas posturas adscritas de género son producto histórico-social de la organización humana, donde en un principio cumplían una función de supervivencia de la unidad de grupo, pero con el tiempo paso de ser necesaria a conveniente para quienes se encontraron en la posición ventajosa (Rubin, 1986) creando así un continuo que va de “lo natural-biológico” a lo “conveniente-social” donde los límites entre una y otra se han vuelto difusas hasta el punto de considerarlas una misma, en la que el uso de la descripción “natural-biológica” destaca y monopoliza las premisas. Femineidad La femineidad suele ser atribuida al sexo biológico femenino como parte de una esencia biológica y natural de ser de la mujer. Entre ellas y los hombres se empezó por delimitar diferencias naturales que atravesaron la construcción social hacia una organización social diferenciada por conveniencia, en la que a la mujer desde su nacimiento se le distingue desde su talla y peso hasta la cúspide de su menstruación y su capacidad de engendrar vida. También se le atribuyen diferencias sensorio-motrices como un mayor equilibrio y capacidad de coordinación. Se siguen a las diferencias psicológicas dándoles una mayor inteligencia emocional y habilidad lingüística. Respecto a la expresividad de afectos, se les califica como más emotivas, sensibles, detallistas, apasionadas, románticas, cariñosas y expresivas. Llegando a los rasgos de personalidad, se le categoriza una tendencia a ser fanáticas, ansiosas, inestables, nerviosas, fantasiosas, masoquistas, dependientes, tener menos propósitos y objetivos, y ser más conformistas, aunque igual más tranquilas, sensibles, intuitivas y estéticas. Como consecuencia de estás características biológicas y las atribuidas socialmente, en México se ha preparado a las mujeres para cuidar a los hijos y educarlos amorosamente (Rocha-Sánchez & Díaz-Loving, 2005; Ojeda-García, 2014) donde el honor de las mujeres depende de su modestia, abstinencia sexual y subordinación hacia la autoridad masculina (Rodriguez, 2011). Hiperfemineidad. La Hiperfemineidad aparece como una femineidad dramatúrgica y glamorizada que en realidad mantiene poca relación a las actividades que convencionalmente se derivan a la mujer, como la limpieza del hogar y el cuidado de los hijos (Paechter, 2006). Es una imagen de un modelo irreal y caricaturizado, sin reconocimiento de la practicidad, que si bien, no es UN ESTUDIO SOBRE TEORÍA DE GÉNERO EN LA FAMILIA COMO ANALOGÍA DE UN VIAJE EPISTEMOLÓGICO 14 un modelo ideal, sirve de punto de comparación respecto a que tan femenina es una mujer (o en su defecto, una mujer transgénero) en sus circunstancias particulares. Las femineidades, a diferencia de las masculinidades, no están construidas respecto a la prestación de poder cultural, sino respecto a negaciones de la masculinidad (Paechter, 2006). Su extremo, la hiperfemineidad, es una posición que carece completamente de poder hasta el punto de ser ridiculizado sin dejar espacio a una posición femenina hegemónica. En el caso de las mujeres, distanciarse del estereotipo socialmente impuesto de femineidad implica entonces un reclamo de poder. Subtipos de femineidad. Dentro del estereotipo femenino se pueden encontrar distintos sub- tipos, como por ejemplo respecto al tamaño de su familia, empleo y tipo de ocupación, en los que mujeres empleadas en ocupaciones atípicas para su género son consideradas como menos expresivas y socialmente distantes y las mujeres sin hijos fueron evaluadas de manera menos favorable al alejarse de las expectativas normativas, cuando algunas de las opciones que han encontrado las mujeres para no tener que interrumpir su carrera ha sido limitar el tamaño de su familia o permanecer sin hijos voluntariamente (Mueller & Yoder, 1997), y es que la participación en la actividad pública y económica de la mujer se encuentra condicionada por la estructura familiar (número de hijos en la familia), mientras que esto no afecta de igual manera la participación laboral del hombre (Paechl et al., 2006). Al subtipo de la mujer menopaúsica se le suele considerar como “vieja e irritable” y a las mujeres que se han practicado histerectomía como “cobardes”, al significar ambas el fin de la fertilidad en contextos sociales donde la maternidad tiene un significado tan profundo en países como México (Chrisler et al., 2013). La mujer tradicional suele decidirse por carreras tradicionalmente catalogadas como femeninas y adoptar ideales más convencionales sobre los matrimonios así como dan gran valor al rol de provedor del esposo y al rol de cuidadora del hogar a la mujer (Peplau, Hill & Rubin, 1993). Expectativas de género. En general se sostienen motivaciones sexistas y creencias acerca de lo que las mujeres son y deberían ser, creando un prejuicio contra las mujeres que no se adecuan a esa imagen (Gervais & Hoffman, 2012). El concepto del amor romántico en las mujeres otorga un ideal del acto del amor basado en la dependencia y la sumisión (Dion & Dion, 1993 como se citó en Gartzia, 2013) remarcando su papel pasivo en las cuestiones afectivo-pasivas. A las mujeres se les suele socializar de manera que ser esposa y tener una familia sean sus principales prioridades, y lograr independencia financiera y desarrollo profesional sean prioridades secundarias (Cinamon & Rich, 2002), así como experimentan reglas más severas respecto a las citas e interacciones con los UN ESTUDIO SOBRE TEORÍA DE GÉNERO EN LA FAMILIA COMO ANALOGÍA DE UN VIAJE EPISTEMOLÓGICO 15 miembros del otro sexo en forma de sobreprotección por parte de sus padres, limitando su libertad (Raffaeli & Ontai, 2004). Se ha encontrado una ambivalencia en las mujeres respecto a su autoconcepto como “femeninas”, ya que, mientras lo reivindican, se puede prestar que estén disconformes con los estereotipos social que les impone al mismo tiempo (López-Zafra & López-Saez, 2001). Por ejemplo, las mujeres suelen presentar en mayores niveles y frecuencia conflictos sobre el trabajo interfiriendo con su vida familiar debido a su mayor responsabilidad respecto a las tareas del hogar y en la crianza de los hijos (Cinamon & Rich, 2002). Masculinidad La masculinidad suele ser atribuida al sexo biológico masculino como parte de una esencia biológica y natural de ser del hombre. Entre ellos y las mujeres se empezó por delimitar diferencias naturales que atravesaron la construcción social hacia una organización social diferenciada por conveniencia, en la que desde el nacimiento a los hombres se les destaca por su talla y peso mayor y a su desarrollo físico posterior subrayando una resistencia al dolor y al desgaste físico. Respecto a sus habilidades sensorio-motrices, se les tilda de más fuertes, toscos, hábiles instrumentales, prácticos y hacedores visuales. Dentro de las diferencias psicológicas, se les suele atribuir mayores capacidades lógico-matemáticas para relaciones espaciales y realistas, así como un carácter más sereno y apaciguador. En el caso de la expresividad de afectos suelen ser menos románticos que las mujeres y entre sus rasgos de personalidad destacan su inexpresividad, autonomía, entusiastas, tener propósitos y objetivos más firmes y no ser conformistas. Respecto a la obediencia a las normas sociales suelen ser menos exigentes consigo mismos que las mujeres (Ojeda-García, 2014). Esto ha hecho destacar su papel de proveedor y su poder, en el que el honor de los hombres depende de parecer fuertesy capaces de proporcionar protección física, requiriendo una imagen de dureza, asertividad y autoridad sobre la familia (Rodriguez, 2011). Masculinidad Hegemónica. Esta masculinidad hegemónica es más bien una construcción de un tipo-ideal de lo que los hombres deberían hacer pero que no se encuentra en su total amplitud de manera empírica (Paechter, 2006). Aún así, al momento de explicar su autoconcepto de género como más masculino, los hombres tienden a basar sus argumentos en motivos biológicos como definitorios de su identidad de género (López-Zafra & López-Saez, 2001). Entre los mandatos sobre la masculinidad hegémonica (Bonino, 1998) están: no tener nada de mujer, ser importante, sostener el poder y la potencia, ser un hombre duro, mandar a todos “al demonio” con fuerza y agresividad y respetar la jerarquía y la norma. Estos imperativos UN ESTUDIO SOBRE TEORÍA DE GÉNERO EN LA FAMILIA COMO ANALOGÍA DE UN VIAJE EPISTEMOLÓGICO 16 actualmente están entrando en conflicto con las nuevas demandas sociales para ser hombres empáticos, sensibles e igualitarios. Mientras que los modelos de masculinidad hegemónica aún imperantes los empujan a priorizar su desempeño sexual dejando de lado la importancia de las conductas y rasgos asociados a la afectividad y expresión de emociones positivas, haciéndolos más propensos a mantener relaciones sexuales no saludables y de riesgo (Gartzia, 2013). Masculinidades alternativas. Thorne (1993 como se citó en Paechter, 2006) nos advierte la importancia de evitar el “Big Man bias”, con el que estudios antropológicos y sociales equivalen las élites masculinas a lo largo de la historia con los “hombres en general”, forma en la que se le suele atribuir a la “masculinidad” formas de ser que en realidad se encuentran sólo en los grupos masculinos dominantes en situaciones sociales particulares, invisibilizando las masculinidades alternativas. Se hace hincapié en llamar a las formas masculinas dominantes como “masculinidad hegemónica”, diferenciándolo de la “masculinidad tradicional” y de las “masculinidades subordinadas” (Paechter, 2006). También se aclara que la identificación masculina no necesariamente predice el prejuicio abierto y la humillación hacia otros grupos, mientras no se sientan amenazados o en competencia (Glick et al., 2015). Aunque si bien se reconoce que la existencia de un grupo de “masculinidad hegemónica” confiere a todas las demás masculinidades alternativas un poder residual e implícito sobre las mujeres (Paechter, 2006). Las Masculinidades subordinadas son clasificadas según su grado de acercamiento a una masculinidad hegemónica particular (Paechter, 2006). Al distanciamiento de la Masculinidad Hegemónica se le suele dar el significado de renuncia al poder y ser catalogados como poco hombres (Bonino, 1998), lo que dificulta la aceptación y validación de las masculinidades alternativas. Expectativas de género. Estudios empíricos demuestran que se sigue esperando de los hombres que cuiden de su familia y hogar fungiendo de proveedor, y ellos tienen muy claro que sufrirán mayores críticas y prejuicios si no cumplen con este papel esperado socialmente (Poeschl et al., 2006). Por lo que para los hombres el trabajo, así como puede significar una fuente de control y poder, puede tener un valor comunitario muy importante dentro de su construcción de género, al ser la fuente que le permite cumplir con su compromiso hacia su familia y su rol y pertenencia dentro de esta, (Cinamon & Rich, 2002) aunque se siga manteniendo sin cuestionar la ideología que lo normaliza. A pesar de que ya se encuentran mayores expectativas sociales para que los padres se encarguen también del cuidado de sus hijos, la sociedad no los motiva a volver de este un rol prioritario, UN ESTUDIO SOBRE TEORÍA DE GÉNERO EN LA FAMILIA COMO ANALOGÍA DE UN VIAJE EPISTEMOLÓGICO 17 preparándolos poco para ello (Wille, 1995 como se citó en Poeschl et al., 2006). Se les motiva para actuar como “hombres” o “machos” y dar poca importancia a la expresión de sentimientos (Raffaeli & Ontai, 2004) y los mensajes transmitidos por la familia y amigos dictaminan que un hombre no se debe comportar de formas “femeninas” (Shearer, 2008). Aunque también hay quienes abogan por acercarse a los estudios de identidad masculina no como una ideología prescrita, sino la importancia psicológica de ser un “hombre” (Glick, Wilkerson, & Cuffe, 2015). Consecuencias de la dicotomía masculino-femenino Construcción lingüística. Respecto a la terminología “masculino” y “femenino” y como se relacionan con ser mujer u hombre y su uso en las investigaciones de ciencias sociales y del comportamiento, se ha presentado mucha confusión. Paechter (2006) habla sobre como es muy poco probable que como sociedad vayamos más allá de la determinación entre los dos principales géneros: masculino y femenino, y la importancia de tener presente que el que alguien diga que es “hombre” o “mujer” dice en realidad muy poco sobre cómo su masculinidad y feminidad es construida, ya que nuestra comprensión de las últimas en la construcción de nuestra identidad de género varia acorde al tiempo, lugar y circunstancias. Teniendo en cuenta lo anterior y al buscar explicarlo es necesario distinguir entre “La Masculinidad” y “La Femineidad” como formas ideales típicas que están conectadas con la masculinidad hegemónica local y sus otras alternativas (tanto en hombres como mujeres), y distinguir a “las masculinidades” y “las femineidades” como las formas en las que la gente real de hecho se construye y comprende a sí mismos en términos de cómo son mujeres y hombres (Paechter, 2006). En otras palabras, La Masculinidad y La Femineidad son modelos idealistas y no reales, mientras que las masculinidades y las femineidades son todo el espectro real en el que las personas reales se sitúan y se van moviendo al definirse y actuar como hombres y mujeres en su cotidianeidad. La autora menciona que si nos guiáramos por estas definiciones relacionándolas a la identidad de género y su encarnamiento (embodiment) en múltiples formas y variantes, sería más difícil que continuáramos clasificándonos y a los demás en encuadres normativos y rígidos. Incluso propone que este acercamiento podría cambiar la posición de la femineidad como el “otro negado” de la masculinidad hegemónica y así romper con la relación dualística hacia una construcción más equitativa, pensando en nosotros y los demás cómo humanos que construyen identidades de diversas maneras y dinámicas a lo largo del espectro. UN ESTUDIO SOBRE TEORÍA DE GÉNERO EN LA FAMILIA COMO ANALOGÍA DE UN VIAJE EPISTEMOLÓGICO 18 Relaciones de pareja heterosexuales. En un estudio longitudinal de una duración de 15 años (Peplau, Hill, & Rubin, 1993) se encontró que en la adultez emergente las actitudes respecto al rol de género estaban asociadas con características de relaciones sentimentales relacionadas con autorevelación, poder y cohabitación, mas no hallaron relación con las medidas de satisfacción de pareja. Sin embargo, 15 años después, la vida de las mujeres en el estudio cambio mucho respecto a sus expectativas iniciales: las mujeres tradicionales tenían la misma posibilidad de estar en un trabajo de tiempo completo respecto a las no tradicionales. Aunque, como mencionan los autores, en el ámbito privado la división de tareas del hogar y toma de decisiones pudo no haber presentado el mismo patrón. Finalmente , las actitudes de las mujeres resultaron predictores de los resultados a largo plazo en las relaciones que comenzaron en la universidad. Mientras las mujeres suelen mostrar un mayor número de afectos negativos, como la culpa y la vergüenza, a la hora de tomar la iniciativa en las relaciones, los hombres muestran una menor capacidad de control en situaciones de intimidad sexual comparados con las mujeres.Aunque se ha demostrado que si se les expone a situaciones en las que los estereotipos de género son cuestionados de manera explícita se pueden reducir las diferencias y lograr respuestas afectivas y sexuales menos estereotipadas que puedan llevar hacia relaciones entre ambos sexos más saludables, aumentando la responsabilidad en los hombres en el área sexual y promoviendo un mayor empoderamiento y bienestar en las mujeres para que logren tomar la iniciativa en sus relaciones (Gartzia, 2013). Queda abierta la pregunta sobre cómo se mantienen y reproducen esta dicotomía de géneros a partir del sexo, y es aquí donde muchos teóricos apuntan hacia la transmisión de valores culturales dentro del núcleo básico de la sociedad: la familia. Familia y Socialización El ser humano no es una unidad aislada, sino una red de factores interrelacionados entre sí, denotando una complejidad particular en su abordaje (Andolfi, 1987) sobre todo cuando se le estudia dentro del núcleo familiar. La terapia sistémica ha considerado a la familia como un sistema: conjunto de personas interrelacionadas, donde cada parte sólo tiene sentido en la relación con la otra parte, dentro de un todo que configura al sistema (Minuchin, 1977; Haley, 1995). Minuchin (1977) nos menciona que las funciones de la familia sirven a dos objetivos: uno interno, con la protección psicosocial de sus miembros; y el otro externo, con la acomodación a una cultura y su transmisión intergeneracional. En este proceso de acomodación cultural los niños van asumiendo nuevos roles diferenciados durante su desarrollo, en el que su sentido de identidad es influido por el sentido de pertenencia a distintos grupos, en este caso la familia (Maganto, 2004). La UN ESTUDIO SOBRE TEORÍA DE GÉNERO EN LA FAMILIA COMO ANALOGÍA DE UN VIAJE EPISTEMOLÓGICO 19 pertenencia a este contexto familiar permite la transmisión de valores y reglas de manera dinámica donde la dimensión interaccional cobra particular importancia (Watzlawick, 1998). El reto que los estudios feministas han planteado a los estudios de la familia han sido enfrentados con la incorporación de las dinámicas de género en las familias desde distintos enfoques teóricos y metodológicos (Ferre, 2010), entre ellos la socialización, que se puede definir como el proceso a través del cual los individuos adquieren valores, actitudes y otras características sociales que conforman su identidad personal (Inkeles, 1968 como se citó en Carlson & Knoester, 2011). Padres e hijos. La Teoría del Aprendizaje Social de Bandura (1977 como se citó en Carlson & Knoester, 2011) enfatiza como la socialización se da a través de los procesos de modelado y reforzamiento y, en el caso de la familia, los padres suelen ser los modelos de roles primarios logrando el reforzamiento a través de sus interacciones con sus hijos, permitiendo concluir que la transmisión intergeneracional de género se da a través del aprendizaje social. Los padres encaminan el curso primario del desarrollo de las actitudes, valores e identidad en un niño y la transmisión intergeneracional del género puede depender de la composición de género de la díada padre-hijo y de la disponibilidad de un modelo de rol (Carlson & Knoester, 2011). El sexismo de los padres puede ser exhibido y observado en las actitudes parentales (Owen & Hill, 2007; Lipowska, Lipowski, & Pawlicka, 2016) y el impacto que estas actitudes parentales puedan tener sobre sus hijos e hijas en su trato diferencial es una pregunta central para los estudios del proceso de socialización de género (Owen & Hill, 2007). La familia ha sido considerada como un agente de socialización importante en el desarrollo del autoritarismo y prejuicio, hallando como modelo a la figura autoritaria que esté legitimada dentro del sistema, a menos que se vea desafiada por otra autoridad o persona dentro o fuera del sistema, lo cual puede ser percibido como una incongruencia en la persona que esta recibiendo la socialización (Chatard & Selimvegolic, 2008) y afectar en su construcción de una ideología de género (Carlson & Knoester, 2011) En las interacciones de ambos padres con las hijas suelen estar involucradas características como el lenguaje, tolerancia hacia la vulnerabilidad emocional y un enfoque en relaciones sociales, así como un trato como personas menos competentes en comparación a sus hermanos. En las interacciones con los hijos suele permitirse la expresión del enojo y una agresión moderada así como la creencia de inmunidad ante los riesgos y la tendencia a no mostrar vulnerabilidad emocional, además suelen ser castigados de forma más severa comparado con las niñas (Owen & Hill, 2007). UN ESTUDIO SOBRE TEORÍA DE GÉNERO EN LA FAMILIA COMO ANALOGÍA DE UN VIAJE EPISTEMOLÓGICO 20 Estudios de Transmisión Intergeneracional de Género En un estudio sobre la transmisión de rituales familiares se demostró que el género per se no era un predictor fuerte en la iniciación futura de los rituales familiares. El mayor predictor era la percepción sobre cuanta responsabilidad respecto a la iniciación del ritual habían apreciado en su padre del mismo sexo (Friedman & Weissbrod, 2004), demostrando el importante papel de la socialización de los padres en la adopción de roles de género, así como se ha encontrado que los mensajes socializadores respecto al trabajo y roles familiares de hombres y mujeres son percibidos de manera más frecuente en la familia en comparación con otros ámbitos como la escuela, amigos y medios de comunicación (Shearer, 2008). Estas percepciones y juicios estaban basadas o en la observación directa sobre el padre que llevaba a cabo la actividad, o bien en la percepción de “quién estaba a cargo” al observar los hijos(as) quien delegaba las responsabilidades (Cinamon & Rich, 2002). Diferencias entre padres y madres. En diversos estudios se ha comprobado que los hombres suelen mostrarse más inclinados a favorecer los división de roles de género tradicionales en comparación a las mujeres (Scroeder et al., 1992; Tenenbaum & Leaper, 2002; Kulik, 2002; Poeschl et al., 2006; Lameiras, Rodríguez, & Calado, 2006; Owen & Hill, 2007; Carlson & Knoester, 2011; Halimi et al., 2016), y las madres como las que trataban de manera más similar tanto a hijas como a hijos (Owen & Hill, 2007), así como más capaces de tolerar comportamientos no tradicionales en sus hijos y representar papeles menos tradicionales en ellas mismas (Tenenbaum & Leaper, 2002). Las madres suelen tener más presente y anticipar que las hijas probablemente experimentarán frustración al tratar de compaginar sus roles como madre y como trabajadora, siendo las más realistas respecto a los demás miembros de la familia, quizás por experiencia propia (Schroeder et al., 1992). Los estudios han encontrado que altos niveles de educación en las madres implican mensajes menos conservadores respecto a los roles de género para sus hijos e hijas (Shearer, 2008), así como se ha encontrado que cuando los padres presentaban esquemas de género más tradicionales era más probable encontrar que sus hijos presentaban cogniciones de género tipificadas sobre sí mismos y sobre los demás, comparado con los hijos de padres con esquemas de género no tradicionales (Tenenbaum & Leaper, 2002). Congruencia intra-familiar. La similitud o no similitud en la ideología de género entre padres e hijos adultos puede deberse a la congruencia o incongruencia en sus experiencias y en las UN ESTUDIO SOBRE TEORÍA DE GÉNERO EN LA FAMILIA COMO ANALOGÍA DE UN VIAJE EPISTEMOLÓGICO 21 similitudes o no similitudes entre los integrantes de la díada parental. En caso de que exista una congruencia entre los padres y los hijos en su ideología de género se puede suponer como una herencia de ideología del estatus que corresponde según el género, que tendrá consecuencias en las siguientes estructurasfamiliares. Cuando existe más de una ideología de rol de género entre ambos padres, el hijo(a) podría escoger aquel con el que tenga la relación más cercana (Carlson & Knoester, 2011) y de mayor calidad (Tenenbaum & Leaper, 2002; Halimi et al., 2016). Incluso esta socialización entre padres e hijos se puede considerar como reciproca, al tener influencia los hijos en las percepciones y actitudes de los padres respecto al género y no ser simplemente una transmisión unidireccional (Tenenbaum & Leaper, 2002; Carlson & Knoester, 2011). En un estudio en el que se busco medir la actitud de los padres sobre los comportamientos de género en sus hijos pudo distinguir entre padres de hijos e hijas, así como entre padres con creencias tradicionales e igualitarias en las que el género del hijo resultó ser un gran predictor de la postura que tomaran los padres(Owen & Hill, 2007) Un estudio que busco medir la transmisión intergeneracional del Orientación de Dominio Social en tres generaciones encontró que los niveles en los hijos serían altos cuando los niveles de ambos los padres y los abuelos eran altos, y sus niveles serían bajos cuando ambos los padres y abuelos tenían niveles bajos. Sin embargo, los hijos presentarían niveles intermedios de Orientación de Dominio Social cuando los niveles entre padres y abuelos eran incongruentes, demostrando que, en el caso de la Orientación de Dominio Social, la transmisión intergeneracional no concernía únicamente a padres e hijos, involucrando en este caso a los abuelos (Chatard & Selimbegovic, 2008). La Orientación de dominio social se trata de una actitud general orientada hacia dominancia basada en grupos e inequidad social, con un marcado apoyo a relaciones entre grupos basadas en jerarquías (Sidanius & Pratto, 1990 como se citó en Chatard & Selimbegovic, 2008), el cual ha sido asociado con el sexismo (Poeschl et al., 2006) entre otros. En estudios que se propusieron medir la congruencia y/o incongruencia presentes en el proceso de transmisión de Ideología de Rol de Género se encontró que las correlaciones padres-hijos del mismo sexo son más fuertes que las de padres-hijos del sexo opuesto (Raffaeli & Ontai, 2004; Kulik, 2002). Igualmente se encontró que mientras las madres muestran una postura más liberal respecto a los roles de género, los papás mostraron las posturas más tradicionales y los hijos e hijas se encontraban en una posición intermedia (Kulik, 2002) demostrando que una incongruencia dentro de la pareja parental respecto a ideologías basadas en diferencias de grupos repercute en la postura y actitudes que heredan los hijos (Chatard & Selimbegovic, 2008; Carlson & Knoester, 2011). También hay estudios que demuestran que son las hijas las que muestran una postura menos tradicional respecto a la maternidad en comparación con sus dos padres, tienen esperanzas de UN ESTUDIO SOBRE TEORÍA DE GÉNERO EN LA FAMILIA COMO ANALOGÍA DE UN VIAJE EPISTEMOLÓGICO 22 encontrarse ejerciendo un trabajo de tiempo completo en el futuro y se muestran más optimistas respecto a las guarderías como opción para compaginar la crianza de hijos con el crecimiento laboral (Schroeder et al., 1992). La congruencia y/o incongruencia también se puede hallar entre los mensaje que el hijo(a) recibe de los padres y como estos discursos compaginan o no con los verdaderos actos que llevan a cabo los padres. Las madres pueden presentar un discurso más igualitario y en pro de la equidad de género, y aún así acaparar las tareas domésticas, emitiendo mensajes mixtos a los hijos que pueden producir la sensación de incongruencia y afectar en la postura respecto al género que tome en un futuro (Shearer, 2008). De igual manera se puede analizar las consecuencias en las preferencias de rol de género en la díada parental, donde una incongruencia con una pareja manteniendo una postura tradicional y la otra una postura más igualitaria puede repercutir en una satisfacción marital baja (Weigel & Weigel, 1990). Otra forma en la que se ha intentado estudiar este fenómeno ha sido buscar explicar la sensación de coherencia familiar entre adolescentes (Kulik, 2008) mediante su percepción de las relaciones de poder entre sus padres, lo cual ha demostrado que la división de los trabajos domésticos y en la toma de decisiones correlaciona moderadamente con la Sensación de Coherencia Familiar cuando la distribución entre los padres era igualitaria. Diferencias entre hijos e hijas. En un estudio realizado en la comunidad latina residente en los Estados Unidos de América se encontró que los padres socializan a sus hijas enmarcados en las expectativas tradicionales de género y con mensajes conservadores y también la percepción de una asignación inequitativa en el apoyo de las tareas del hogar entre hijos e hijas, en el otorgamiento de libertad, en el acceso a privilegios y permisos para actividades sociales, saliendo más venturosos los hijos varones de esta situación (Raffaeli & Ontai, 2004) demostrando una experiencia de socialización diferenciada por el género mientras crecían en sus hogares. Otro estudio que busco medir los procesos de socialización de género en la familia encontró características particulares en las madres y padres relacionadas con la socialización del comportamiento de género en las que los reportes de los padres sobre como preparaban a sus hijos sobre el prejuicio de género estaba relacionado con la actitud de los hijos hacia las mujeres. Aunque ambos padres en general se involucraban poco en preparar a los hijos sobre los prejuicios de género, se encontró que las mamás se involucraban en un mayor porcentaje, tanto hacia hijas como hacia hijos, mientras que padres con actitudes más tradicionales hacia las mujeres se involucraban menos en explicitar la socialización de género a sus hijos e hijas. Finalmente se concluyó que las actitudes de los padres son fuertes predictores de las actitudes de los hijos (Shearer, 2008). UN ESTUDIO SOBRE TEORÍA DE GÉNERO EN LA FAMILIA COMO ANALOGÍA DE UN VIAJE EPISTEMOLÓGICO 23 Mensajes sobre género en la familia. En el estudio consecuente llevado por Shearer (2008), los adultos emergentes reportaron haber recibido una amplia gama de mensajes de género en su familia, siendo los más comunes aquellos que corresponden al trabajo y roles familiares, seguidos por temas como las habilidades de hombres y mujeres, oportunidades y mensajes sobre el feminismo. Tratando de entender la percepción de los mensajes por parte de los hijos en la etapa de adultez emergente, se busco comprender los canales por los que estos son transmitidos y los procesos en los que toma lugar la socialización de género. El canal reportado de forma más común fue la observación directa (Shearer, 2008; Garaigordobil & Aliri, 2011), siendo congruente con la Teoría del Aprendizaje Social de Bandura (1977 como se citó en Carlson & Knoester, 2011) convirtiéndolo en uno de los procesos primarios a través de los cuales los hijos adquieren los roles de género (Huston 1983 como se citó en Shearer, 2008). Otros canales que se encontraron para la transmisión de mensajes de género, sobre todo para las hijas mujeres, fueron los comentarios directos, estímulos y el trato diferencial a los hermanos del sexo opuesto. Las investigaciones que se han centrado en encontrar las relaciones en la transmisión intergeneracional de los esquemas de género a través de las conductas observadas y la división de trabajo por género han tenido más éxito al hallar correlaciones fuertes comparado con aquellos estudios que buscan vincularlos con las creencias sobre género, explicando esto como consecuencia que las actitudes de los padres son transmitidas en formas mas sutiles (Tenenbaum & Leaper, 2002). Meta-análisis de Estudios sobre Transmisión Intergeneracional de Género. Imparcialidad. En varios estudios revisados por Halimi et al., (2016)sobre transmisión intergeneracional de género la mayoría se concentraban en los efectos sobre hijas, seguidos por los efectos sobre hijas e hijos, pero ninguno exclusivo sobre hijos, y encontraron la misma situación respecto a ambos padres. En otros estudios revisados por Owen y Hill (2007) se deja ver la tendencia a estudiar las diferencias sobre actitudes de genero entre diferentes familias en lugar de estudiar y comparar las actitudes dentro de una misma familia tomando en consideración los hermanos de distinto sexo que la integran, cuando se ha argumentado que el tratamiento diferencial es más probable y evidente cuando los padres tienen hijos de ambos sexos (McHale, 2003 como se citó en Shearer, 2008). Mostrando así una parcialidad que deja de lado la importancia de entender la construcción de género en los varones y la producción de estrategias para reducir su compromiso con el comportamiento violento y criminal (Halimi et al., 2016). UN ESTUDIO SOBRE TEORÍA DE GÉNERO EN LA FAMILIA COMO ANALOGÍA DE UN VIAJE EPISTEMOLÓGICO 24 De igual manera, muchos estudios parecen dejar de lado la naturaleza dinámica de la formación de la identidad de género al centrarse únicamente en la transmisión de padre-hijo, cuando se deben tomar en cuenta aspectos situacionales y de experiencias individuales de vida(Halimi et al., 2016), refiriendo no dejar de lado los aportes sobre los mecanismos que influencian en el desarrollo de género logrados por enfoques teóricos como el desarrollo cognitivo de Kohlberg (1976) en el aspecto personal, aprendizaje social de Bandura (1971) en el comportamental y la perspectiva del transcurso de la vida de Elder (1998) en el aspecto ambiental donde está incluida la familia entre otros como la escuela, compañeros, maestros, etcétera (como se citaron en Halimi et al., 2016). Contextualización. Investigaciones han confirmado que los mensajes que contribuyen a la socialización de género presentan mayor cantidad e impacto dentro del ámbito familiar, comparado con otros como los amigos, escuela y medios de comunicación (Tenenbaum & Leaper, 2002; Shearer, 2008) y la consecuente importancia de centrarse en este ámbito de la vida en posteriores estudios (Weigel & Weigel, 1990). Aún así, como nos menciona Ferre (2010), los estudios de la familia no alcanzarán a incorporar la perspectiva de género de manera completa si no colocan a las familias de manera explícita como parte de un campo dinámico de cambios económicos y políticos sobre los que se dan las relaciones de género. Dejar esto de lado implica sesgar las investigaciones considerando a la familia como una “fabrica de seres con género”, en lugar de ver las relaciones de género dentro de la familia como interconectadas con otras formas de inequidad social que también están cambiado y siendo cuestionadas culturalmente. También podemos añadir la perspectiva de los modelos ecológicos, viendo a las familias no como una esfera separada, sino como una entre muchas instituciones interconectadas, donde las relaciones de género son construidas, reproducidas y transformadas (Ferre, 2010). Uno de los retos de la psicología del desarrollo es encontrar las formas en las que las inequidades presentes en el macrosistema son transmitidas en el microsistema durante el desarrollo de los niños (Tenenbaum & Leaper, 2002) Interseccionalidad. Por otro lado, los estudios realizados con una perspectiva interseccional dan cuenta del ser humano como irreductible a una sola característica, considerándolo mejor como un encuentro de características múltiples y en interacción, buscando entonces en sus dimensiones la intersección de múltiples y diversas dimensiones (Halimi et al., 2016) ,como las distintas relaciones de inequidad que se presentan a través de todas las instituciones de la sociedad, tales como raza, clase, sexualidad, género y edad (Ferre, 2016).También han contribuido a transformar los enfoques de estudios de la familia a verdaderos estudios de la familia en lugar de estudios que se enfocan solo UN ESTUDIO SOBRE TEORÍA DE GÉNERO EN LA FAMILIA COMO ANALOGÍA DE UN VIAJE EPISTEMOLÓGICO 25 en las mujeres, prestando atención a los hombres como actores con subjetividades y relaciones enmarcadas por el género y las masculinidades, y estas en operación con otras inequidades (Ferre, 2010). Estos análisis dinámicos del género que tratan a las instituciones varias como interconectadas contemplan que las relaciones entre género y familia dependen de circuitos que conectan a la familia con otras instituciones como mecanismos de retroalimentación tanto positiva con las que se estabilizan como negativa con las que se logran desestabilizar las relaciones de inequidad en las dinámicas del cambio (Hoffman, 1987; Ferre, 2010). Limitaciones. Hasta ahora los estudios sobre transmisión de género se han limitado a estudios correlaciónales y transversales para hacer sus predicciones, dejando en falta estudios longitudinales pendientes para futuras investigaciones (Tenenbaum & Leaper, 2002; Halimi et al., 2016). También se ha encontrado que cuando el primer autor en una investigación es hombre había una tendencia a encontrar reportes que demostraran una relaciones más fuertes respecto a la transmisión intergeneracional de esquemas de género (Tenenbaum & Leaper, 2002) contra lo que podría esperarse dado los impactos del feminismo y las resistencias masculinas a sus explicaciones. Cambios en las Estructuras Familiares. Debido a incrementos substanciales en el número de divorcios y nacimientos premaritales en las décadas recientes, las familias se han transformado en las locaciones más diversas para la socialización, en consiguiente la socialización de género puede verse especialmente influenciada por las diferentes estructuras familiares que se pueden encontrar hoy en día (Tenenbaum & Leaper, 2002; Carlson & Knoester, 2011), incluyendo las llamadas familias no-nucleares (Hamili et al., 2016). Estudios han encontrado que los padres divorciados y sus hijas suelen tener actitudes menos tradicionales respecto a la maternidad así como actitudes más igualitarias respecto a los roles maritales comparados con familias nucleares intactas (Schroeder et al., 1992), al igual que los hijos de familias monoparentales (Stevenson & Black, 1988 como se citó en Tenenbaum & Leaper, 2022). Aunque en un estudio en el que se comparó la transmisión intergeneracional de género entre familias con madres lesbianas y familias con padres heterosexuales, se encontró que es la división del trabajo, y no la composición de género, la que predice los estereotipos de género en los hijos (Fulcher et al., 2001 como se citó en Tenenbaum & Leaper, 2002). Un estudio que busco medir como las variaciones en la estructura familiar afectaban la socialización de género del niño encontró que la influencia de los padres biológicos era más fuerte que la de los padrastros, esta última siendo importante solo en caso de una relación cercana. La UN ESTUDIO SOBRE TEORÍA DE GÉNERO EN LA FAMILIA COMO ANALOGÍA DE UN VIAJE EPISTEMOLÓGICO 26 influencia de la madre no parecía variar respecto a las diferentes estructuras, lo cual los autores supusieron se debía a que, sin importar la estructura, socialmente la madre está condicionada para y se le facilita llevar una relación cercana con sus hijos, siendo la calidad de la relación un factor de gran impacto para la transmisión de ideología de género en este estudio. La similitud o no similitud en la ideología de género entre padres e hijos adultos puede deberse a la congruencia o incongruencia en sus experiencias y en las similitudes o no similitudes entre la díada parental. En caso de que exista una congruencia entre los padres y los hijos en su ideología de género se puede suponer como una herencia de ideología del estatus que corresponde según el género que tendrá consecuenciasen las siguientes estructuras familiares. Cuando existe más de una ideología de rol de género entre ambos padres, el hijo(a) podría escoger aquel con el que tenga la relación más cercana. No encontraron divergencias respecto a la relación madre-hijo pero si se hallaron en el caso de la diada padre-hija (Carlson & Knoester, 2011). A esta variedad de estructuras familiares y su repercusión en el cambio de la sociedad y la transmisión intergeneracional de genero, hay que agregar también los dramáticos y recientes cambios culturales acontecidos en la ideología de género (Carlson & Knoester, 2011). 2. Sexismo Contemporáneo La sociedad Mexicana ha sufrido grandes cambios socioculturales y económicos en las últimas décadas con las transformaciones que la revolución feminista ha tenido en los núcleos de los distintos sistemas, los cuales han mermado los valores del machismo. Sin embargo, como la estudiosa de género en México, Castañeda (2002), ha planteado “el machismo no ha desparecido, solo se ha modernizado”. Este machismo se ha transformado y pareciera haber dejado atrás la misoginia explícita que lo caracterizaba en las clases medias y altas de la Ciudad de México, y ha dado lugar a un machismo “invisible” que sigue haciendo posible la transmisión de generación en generación de la desigualdad relacional de genero a través de la subordinación de la mujer. Aunque en las últimas décadas se ha advertido que los estereotipos de género se han vuelto más flexibles hacia las mujeres en el ámbito público sigue existiendo una asimetría en el sentido en que los hombres se han mostrado renuentes y/o no ha adquirido rasgos socialmente atribuibles como femeninos (Ojeda-García, 2014; Bonino, 2003). La inserción de las mujeres en el mundo laboral suele ser vista por su pareja y/o familia como un apoyo, pero no como una contribución real a la economía familiar (Rocha, 2013), incluso aunque en ciertos estudios se ha demostrado que las mujeres presentan puntuaciones más altas que los hombres en la valoración del trabajo (Cinamon & Rich, 2002). UN ESTUDIO SOBRE TEORÍA DE GÉNERO EN LA FAMILIA COMO ANALOGÍA DE UN VIAJE EPISTEMOLÓGICO 27 “El reto de la mujer actual es enfrentar las barreras tanto individuales, sociales e ideológicas como culturales […] la lucha […] hoy continúa en pro de construir una equidad por complementariedad entre ambos sexos y no una rivalidad” (Ojeda-García, 2014, p. 71) Y el reto de los estudiosos de la familia y el género está en integrar la historia estructural de la transformación en el microsistema sin dejar de tomar en consideración la agencia individual de las mujeres y hombres en sus familias y la política, ya que si bien los individuos inmersos en la sociedad no toman decisiones con completa libertad si expresan su agencia individual a través de los valores culturales, proyectos políticos y intenciones personales que adoptan o resisten. (Ferre, 2010). Castañeda (2002) propone analizar el fenómeno de los machismos invisibles desde un enfoque de relaciones interpersonales y no ya como un rasgo personal, y Bonino (1996) argumenta que el primer paso, antes de buscar erradicar estas desigualdades, será reconocerlas. Tratando de tomar en cuenta estos cambios y propósitos, nuevas escalas se han sido construidas, enfocadas a discriminar entre el sexismo a la vieja usanza y las nuevas expresiones de sexismo (Owen & Hill, 2007) Nuevas expresiones de Sexismo y su medición Sexismo implica apropiarse de creencias discriminatorias y/o prejuiciosas basadas en el sexo, y que van de la mano con concepciones estereotipadas de los sexos y la ideología de roles de género tradicionales (Frable, 1989 como se citó en Campbell, Schellenberg, & Senn, 1997). La medición de actitudes controversiales siempre ha sido difícil debido a que la discriminación abierta y agresiva hacia grupos minoritarios y en desventaja está hoy altamente estigmatizada y los prejuicios contemporáneos se expresan ahora de maneras más sutiles (Campbell et al., 1997). Sin embargo, en los estudios de género y familia los temas referentes a las contradicciones, cuestionamientos, controversias y cambios son centrales (Ferre, 2010). Sexismo Moderno Benokraitis y Feagin (1986 como se citó en Swim & Cohen, 1997) identificaron 3 tipos de sexismo: 1. Sexismo Evidente (Overt Sexism): trato inequitativo y dañino hacia las mujeres que es aparente, visible, observable y fácilmente documentado. 2. Sexismo Encubierto (Covert Sexism): trato inequitativo y dañino hacia las mujeres y hombres que se llevan a cabo de manera intencional pero de forma oculta o clandestina. 3. Sexismo Sutil (Subtle Sexism): trato inequitativo y dañino hacia la mujer expresado de forma abierta y observable pero que pasa desapercibido al ser normalizado por la cultura. UN ESTUDIO SOBRE TEORÍA DE GÉNERO EN LA FAMILIA COMO ANALOGÍA DE UN VIAJE EPISTEMOLÓGICO 28 El sexismo moderno está caracterizado por la negación de la aún existente discriminación por género, un antagonismo ante las demandas de las mujeres y falta de apoyo por hacia políticas diseñadas para ayudar a las mujeres (Swim, Aikin, Hall, & Hunter, 1995; Swim & Cohen, 1997) argumentando que la discriminación hacia las mujeres es cosa del pasado, expresando sentimientos antagonistas hacia las mujeres que llevan a cabo exigencias políticas y económicas, y con resentimiento hacia los “favores especiales” que reciben las mujeres. Teoría y medición de Sexismo Moderno. La Teoría del Sexismo Moderno se encuentra relacionada con la teoría del racismo moderno y de la misma forma se le ha asociado con valores individualistas que enfatizan la libertad personal, autosuficiencia, devoción al trabajo y el logro, enfatizando en los atributos internos del individuo más que en los atributos externos que podrían limitar sus posibilidades . Comparado con los valores igualitarios, que por su parte enfatizan la ayuda a los otros de manera que nadie tenga ventajas especiales y promueve respuestas más empáticas y de mayor apoyo (Swim et al., 1995, Swim & Cohen, 1997). Swim et al., (1995) desarrollaron la Escala de Sexismo Moderno basándose en la Teoría del Racismo Simbólico y Racismo Moderno de McConahay (1986, como se le cito en Swim et al., 1995; Swim & Cohen, 1997) para construir reactivos dirigidos al sexismo moderno hacia las mujeres, los cuales distinguen entre Sexismo a la vieja usanza (Old-Fashioned Sexism) y Sexismo Moderno, en los que se ha encontrado que los hombres en trabajos denominados como masculinos presentan puntajes más altos de Sexismo Moderno que las mujeres y mostraban una tendencia a sobre-estimar el porcentaje de mujeres en ese tipo de trabajos (Swim et al., 1995). Igualmente se halló relación con la inclinación a votar por candidatos a cargos públicos masculinos, en detraimiento de las postuladas mujeres, cuando había altos puntajes en sexismo moderno. Ambos, los que obtenían puntajes altos en Sexismo Moderno como en Sexismo a la vieja usanza, mostraban actitudes negativas hacia las mujeres y las feministas, y actitudes positivas hacia hombres tradicionales y chauvinistas (Swim & Cohen, 1997). Finalmente Swim et al. (1995) sugieren que las creencias y prejuicios sobre las mujeres se pueden separar en dos componentes distintos: 1. Un tratamiento inequitativo hacia las mujeres y un cuestionamiento de su inteligencia y capacidades, expresados en el Sexismo a la vieja usanza y se refiere a formas de sexismo evidente. 2. Respuestas poco empáticas hacia los problemas de género que enfrentan las mujeres, expresado en el Sexismo Moderno que cubre con mayor eficacia las formas de sexismo encubiertas y sutiles. UN ESTUDIO SOBRE TEORÍA DE GÉNERO EN LA FAMILIA COMO ANALOGÍA DE UN VIAJE EPISTEMOLÓGICO 29 Consecuencias del Sexismo Moderno. Aunque distintos, ambos factores promueven estereotipos tradicionales de
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