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Universidad Nacional Autónoma de México 
PROGRAMA DE MAESTRÍA Y DOCTORADO EN PSICOLOGÍA 
 
 
UN ESTUDIO SOBRE TEORÍA DE GÉNERO EN LA FAMILIA COMO ANALOGÍA DE 
UN VIAJE EPISTEMOLÓGICO 
 
TESIS 
QUE PARA OPTAR POR EL GRADO DE 
MAESTRÍA EN PSICOLOGÍA 
 
PRESENTA: 
SALMA LEDÓN CHÁVEZ 
 
DIRECTOR: 
MTRA. MARÍA DEL ROSARIO MUÑOZ CEBADA 
FACULTAD DE PSICOLOGÍA 
 
COMITÉ: 
MTRA. NORA RENTERÍA COBOS 
FACULTAD DE PSICOLOGÍA 
DRA. GRACIA DOMINGO IBAÑEZ 
UNIVERSIDAD DE LAS AMÉRICAS 
MTRA. MIRIAM ZAVALA DÍAZ 
FACULTAD DE PSICOLOGÍA 
DRA. MILAGROS FIGUEROA CAMPOS 
FACULTAD DE PSICOLOGÍA 
 
 
Ciudad de México ENERO 2019 
 
UNAM – Dirección General de Bibliotecas 
Tesis Digitales 
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DERECHOS RESERVADOS © 
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respectivo titular de los Derechos de Autor. 
 
 
 
UN ESTUDIO SOBRE TEORÍA DE GÉNERO EN LA FAMILIA 
COMO ANALOGÍA DE UN VIAJE EPISTEMOLÓGICO 
 
1 
 
 
 
 
A mi mamá, por ser el ejemplo de mujer y el ejemplo de la 
evolución y el cambio, y más importante aún: 
el ejemplo del cariño y el amor eterno e incondicional. 
 
 
UN ESTUDIO SOBRE TEORÍA DE GÉNERO EN LA FAMILIA 
COMO ANALOGÍA DE UN VIAJE EPISTEMOLÓGICO 
 
2 
Agradecimientos 
 
Agradezco a la UNAM y todo lo que la sostiene por haberme dado tanto y al CONACYT por el 
soporte brindado durante estos dos años. 
 
Quisiera extender mi gratitud a todas las personas que me apoyaron, entre ellos: 
 
A mi hogar y mi familia, por ser siempre el refugio al que podía llegar cada día y noche. A mis 
papás por que si estoy donde estoy ahora es gracias a ellos, su cariño, su tiempo y su esfuerzo. A 
mis hermanos por ser mis compañeros y amigos. A Mía por recordarme siempre que es posible ser 
feliz y ser amado. 
 
A Leo, por todo el apoyo, el querer y por haber sido los hombros que me sostuvieron, los oídos 
que me escucharon y los brazos que me abrazaron. 
 
A Yoga, por insistir una vez más en encontrarme y salvarme y porque, sin estar aquí, estás en 
todos lados. A todos mis maestros por la manera en que al compartirme su sabiduría me siguen 
sanando y guiando hacia los espacios de plenitud y de re-encuentro con el prana y con la vida. 
 
A mi tutora Rosario, por haberme prestado su calidez al escucharme y haberme ofrecido su 
paciencia y apertura durante la construcción de este trabajo. 
 
A Gracia, porque de nuevo me brindaste tu tiempo y tu tan apreciado apoyo, y porque tenías 
razón: yo iba para ser una terapeuta familiar posmoderna. Gracias por el ayer, el hoy y el mañana en 
el que sé que seguiré contando contigo y tú conmigo. 
 
A todos mis profesores de la maestría, porque en ustedes y en su compromiso toma sentido la 
excelencia académica y humana que la UNAM y este programa se adjudican, en particular: a 
Noemí, por tu calidez, por hacerme sentir cuidada y protegida en los momentos más tumultuosos, y 
por ser el ejemplo y la encarnación de la congruencia; a Nora, por tu acompañamiento en la 
creación de este trabajo, por todas las lecturas y reflexiones compartidas y por la manera tan única 
que tienes de personificar la postura y la ética posmoderna como profesora y como persona; a 
Miriam, por haberme guiado y acompañado en esta transición epistemológica y de vida y por 
haberme ofrecido consuelo cuando lo único que parecía rodearme era la incertidumbre; a Gerardo 
UN ESTUDIO SOBRE TEORÍA DE GÉNERO EN LA FAMILIA 
COMO ANALOGÍA DE UN VIAJE EPISTEMOLÓGICO 
 
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por tu sensibilidad y acompañamiento en momentos de gran vulnerabilidad, y por haberme 
presentado los espacios para conocer al Bateson y la reflexividad que hoy conozco; a Martha por el 
detalle y el compromiso con el que me brindaste tu sabiduría y tu supervisión, así como las buenas 
pláticas y las risas que compartimos en nuestros trayectos; a Milagros por mostrarme las maneras en 
las que se podían romper las cadenas y se podía ampliar este proyecto de investigación hacia lo 
cualitativo. 
 
A Andrea, porque en escuchar tus historias y compartirte las mías, en aquellos momentos de 
gran soledad y vulnerabilidad, volví a encontrar la fuerza y pude recuperarme a mi misma, lo que 
veía y lo que sentía. 
 
A mi compañero, Quique, por ser siempre ese faro de sonrisas y buenos momentos, así como el 
ancla que dio la tan necesitada estabilidad en las tormentas más violentas, además de ser el mejor 
co-terapeuta y amigo que una Salma podría tener. A Adri y Cyn, porque en su afecto, su escucha y 
su cariño volví a recuperar la fe en la capacidad humana de ser sensible y de formar lazos basados 
en la reflexión, el compañerismo y en la reciprocidad, y por haberme salvado del naufragio que el 
aislamiento pretendió imponerme. 
 
A mis amigas, por tenerme la paciencia que me tuvieron y por seguir creyendo en mi y en 
nuestra amistad a pesar de mi ausencia al encontrarme secuestrada por la maestría. Porque son 
mujeres que me inspiran y que inspiran a todos los que están a su alrededor. 
 
A todos los mencionados y a los que no haya terminado de mencionar, ¡Gracias! 
 
UN ESTUDIO SOBRE TEORÍA DE GÉNERO EN LA FAMILIA 
COMO ANALOGÍA DE UN VIAJE EPISTEMOLÓGICO 
 
4 
Índice 
RESUMEN	.................................................................................................................................................	7	
INTRODUCCIÓN	.....................................................................................................................................	8	
1.	TRANSMISIÓN	INTERGENERACIONAL	DE	GÉNERO	...........................................................	10	
GÉNERO	..................................................................................................................................................................	10	
FEMINEIDAD	..........................................................................................................................................................	13	
MASCULINIDAD	.....................................................................................................................................................	15	
CONSECUENCIAS	DE	LA	DICOTOMÍA	MASCULINO-FEMENINO	.......................................................................	17	
FAMILIA	Y	SOCIALIZACIÓN	..................................................................................................................................	18	
ESTUDIOS	DE	TRANSMISIÓN	INTERGENERACIONAL	DE	GÉNERO	.................................................................	20	
META-ANÁLISIS	DE	ESTUDIOS	SOBRE	TRANSMISIÓN	INTERGENERACIONAL	DE	GÉNERO.	.....................	23	
2.	SEXISMO	CONTEMPORÁNEO	.....................................................................................................	26	
NUEVAS	EXPRESIONES	DE	SEXISMO	Y	SU	MEDICIÓN	.......................................................................................	27	
SEXISMO	MODERNO	.............................................................................................................................................	27	
SEXISMO	AMBIVALENTE	......................................................................................................................................	29	
MICROMACHISMOS	...............................................................................................................................................	37	
NEOSEXISMO	..........................................................................................................................................................45	
PRESENTE	ESTUDIO	.............................................................................................................................................	49	
3.	MÉTODO	...........................................................................................................................................	51	
PLANTEAMIENTO	DEL	PROBLEMA	.....................................................................................................................	51	
MÉTODO	DE	INVESTIGACIÓN	MIXTO	..................................................................................................................	52	
PROCEDIMIENTO	Y	CONSIDERACIONES	ÉTICAS	...............................................................................................	53	
4.	ESTUDIO	CUANTITATIVO	...........................................................................................................	54	
MÉTODO	DEL	ESTUDIO	CUANTITATIVO	............................................................................................................	54	
Objetivos	...............................................................................................................................................................	54	
Variables	...............................................................................................................................................................	54	
Hipótesis	...............................................................................................................................................................	56	
Participantes	......................................................................................................................................................	57	
Instrumentos	.......................................................................................................................................................	57	
Tipo	de	Investigación	......................................................................................................................................	59	
Análisis	de	datos	................................................................................................................................................	59	
RESULTADOS	..........................................................................................................................................................	60	
UN ESTUDIO SOBRE TEORÍA DE GÉNERO EN LA FAMILIA 
COMO ANALOGÍA DE UN VIAJE EPISTEMOLÓGICO 
 
5 
DISCUSIÓN	DE	LOS	RESULTADOS	DEL	ESTUDIO	CUANTITATIVO	...................................................................	67	
5.	ESTUDIO	CUALITATIVO	..............................................................................................................	76	
TRANSICIÓN	EPISTEMOLÓGICA	EN	LA	TERAPIA	FAMILIAR	...........................................................................	76	
Puentes:	de	la	Modernidad	a	la	Posmodernidad,	del	Constructivismo	al	Construccionismo	
Social.	...........................................................................................................................................................................	76	
Los	efectos	de	la	transición:	posibilidades	creadas	en	la	Terapia	Familiar	...........................	79	
MÉTODO	DE	LA	FASE	CUALITATIVA	...................................................................................................................	87	
Preguntas	de	Investigación	..........................................................................................................................	87	
Objetivos	y	Justificación	.................................................................................................................................	87	
Tradición	Investigativa	..................................................................................................................................	89	
Muestra	y	Unidad	de	Análisis	......................................................................................................................	90	
Procedimiento	....................................................................................................................................................	90	
Análisis	de	datos	................................................................................................................................................	91	
ANÁLISIS	DE	LOS	DATOS	OBTENIDOS	.................................................................................................................	92	
ANÁLISIS	INTERPRETATIVO	................................................................................................................................	95	
Emociones	emergentes	...................................................................................................................................	95	
Género	y	pareja	.................................................................................................................................................	97	
Postura	ante	el	sexismo	y	ante	los	movimientos	feministas	........................................................	109	
Reflexiones	.........................................................................................................................................................	120	
Colocarse	en	el	lugar	del	otro	....................................................................................................................	131	
Sobre	los	instrumentos	de	investigación	..............................................................................................	134	
Análisis	intrafamiliar	....................................................................................................................................	140	
DISCUSIÓN	DE	LOS	RESULTADOS	OBTENIDOS	DEL	ESTUDIO	CUALITATIVO	..............................................	151	
6.	DISCUSIÓN	GENERAL	Y	CONCLUSIONES	..............................................................................	156	
REFLEXIÓN	COMO	EL	ACTO	DE	CONVERTIRSE	EN	OBJETO	DE	LA	PROPIA	OBSERVACIÓN:	ANALOGÍA	DE	
UN	VIAJE	EPISTEMOLÓGICO	TRANSICIONAL	..........................................................................................................	157	
7.	ANEXOS	...........................................................................................................................................	170	
ANEXO	A:	INSTRUMENTOS	PARA	LOS	HIJOS	..................................................................................................	170	
ANEXO	B:	INSTRUMENTOS	PARA	PADRES	Y	MADRES	...................................................................................	175	
8.	REFERENCIAS	...............................................................................................................................	178	
	 	
UN ESTUDIO SOBRE TEORÍA DE GÉNERO EN LA FAMILIA 
COMO ANALOGÍA DE UN VIAJE EPISTEMOLÓGICO 
 
6 
 
 
 
 
 
 
“Nosotros, los especialistas en ciencias sociales, haríamos bien en reprimir nuestra avidez 
por controlar ese mundo que comprendemos de una manera tan imperfecta. […]Más bien, 
nuestros estudios podrían inspirarse en un afán antiguo, pero que hoy goza de menos 
honor: la curiosidad respecto del mundo del que formamos parte. La recompensa de tal 
tarea no es el poder sino la belleza.” (Bateson, 1972, pp. 269) 
 
 
UN ESTUDIO SOBRE TEORÍA DE GÉNERO EN LA FAMILIA 
COMO ANALOGÍA DE UN VIAJE EPISTEMOLÓGICO 
 
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Resumen 
Este trabajo representa el proceso de producción de una investigación mixta como analogía del viaje 
epistemológico que vivió una servidora, como terapeuta y como investigadora, durante el curso de 
la maestría en terapia familiar, donde partió desde una postura moderna y objetiva hacia una postura 
posmoderna y subjetiva. Análogo a la postura de las escuelas psicoterapéuticas objetivas y lineales, 
se llevó a cabo una investigación cuantitativa sobre las expresiones del sexismo contemporáneo y su 
transmisión intergeneracional en las familias con una muestra de 159 familias:los resultados 
mostraron relaciones más fuertes dentro de la pareja conyugal, y se hallaron altas correlaciones en 
los hijos(as) (jóvenes universitarios) entre la división de roles por género observada en casa, con sus 
propios esquemas de género y su postura ante el feminismo. Análogo a la incursión hacia la postura 
de las escuelas psicoterapéuticas posmodernas que cuestionan los estatutos de la objetividad, en la 
fase cualitativa surgieron dudas sobre la complejidad que se abría al presentar a los participantes los 
cuestionarios, más allá de la mera obtención de los datos cuantitativos, por lo que se incluyeron 
preguntas abiertas para indagar las emociones, reflexiones y cambios que pudiesen haber surgido al 
participar contestando los instrumentos psicométricos: las respuestas se analizaron y se crearon 
categorías, entre las cuales se hallaron inquietudes sobre el género y la pareja, posturas ante el 
sexismo y ante el feminismo, procesos de auto-cuestionamiento y de reflexión, la empatía y una 
postura crítica ante los instrumentos cuantitativos. Finalmente se presenta un meta-análisis en el que 
se analiza la influencia del contexto creado durante la maestría sobre el proceso de construcción de 
este proyecto de tesis a partir de la postura que representó el destino final de la transición 
epistemológica: la reflexión como el acto de convertirse en objeto de la propia observación. 
Palabras Clave: Investigación mixta, Estudios de género, Estudios de familia, Modernidad, 
Posmodernidad, Contextualización, Reflexividad, Meta-análisis. 
 
Abstract 
This work represents the production process of a mixed investigation as an analogy of the 
epistemological journey that the author lived, as a therapist and as a researcher, during the course of 
the masters degree in family therapy, where she departed from a modern and objective posture to a 
postmodern and subjective posture. Analogous to the posture of the objective and linear 
psychotherapeutic schools, a quantitative research was carried out on the expressions of 
contemporary sexism and its intergenerational transmission in families with a sample of 159 
families: the results showed stronger correlations within the married couple , and high correlations 
were found in the offspring (university students) between the division of roles by gender observed 
at home, with their own gender schemes and their attitude towards feminism. Analogous to the 
incursion towards the posture of postmodern psychotherapeutic schools that question the statutes of 
objectivity, in the qualitative phase doubts emerged concerning the complexity that might have been 
opened when presenting the participants with the questionnaires, beyond the mere obtaining of 
quantitative data, therefore, open questions were included to investigate the emotions, reflexions 
and changes that could have arisen when participating by answering the psychometric instruments: 
the answers were analyzed and categories were created, among which were concerns about gender 
and the couple, postures concerning sexism and feminism, processes of self-questioning and 
reflexion, empathy and a critical stance towards quantitative instruments. Finally, a meta-analysis is 
presented in which the influence of the context created by the course of the master’s degree over the 
construction process of this thesis project is analyzed from the position that represents the final 
destination of the epistemological transition: the reflection as the act of becoming one-self the 
object of one’s observation. 
Keywords: Mixed research, Gender studies, Family studies, Modernity, Postmodernity, 
Contextualization, Reflexivity, Meta-analysis. 
 
 
UN ESTUDIO SOBRE TEORÍA DE GÉNERO EN LA FAMILIA 
COMO ANALOGÍA DE UN VIAJE EPISTEMOLÓGICO 
 
8 
Introducción 
 
El presente documento representa la culminación de los estudios de posgrado de la Maestría en 
Psicología Clínica con Residencia de Terapia Familiar de una servidora, y tiene como objetivo 
primordial presentar una analogía del viaje y transición epistemológica que se vive en el proceso de 
convertirse en un terapeuta familiar a través de un estudio sobre teoría de género en la familia a 
modo de una tesis de investigación mixta. A continuación se explicará la organización del 
documento en los capítulos que la constituyen y lo que en ellos se podrá encontrar. 
Los capítulos primero y segundo forman parte del marco teórico, en ellos podemos encontrar un 
discurso sobre la teoría que conforma, y los estudios e investigaciones cuantitativas y cualitativas 
que sustentan, el conocimiento sobre la transmisión intergeneracional de los esquemas y roles de 
género de manera descendiente en las generaciones dentro de los sistemas familiares, así como las 
nuevas expresiones de sexismo, entre las que hallamos formas más sutiles y encubiertas de 
mantener la inequidad social y relacional entre los género así como posturas negativas hacia los 
movimientos feministas, sus logros y sus demandas. Finalmente se encontrará una justificación de 
las teorías seleccionadas para los instrumentos que fueron utilizados como base de la medición y 
análisis. 
En el tercer capítulo se explica el método, donde se encontrará el planteamiento del problema al 
estudio de la transmisión intergeneracional de esquemas de género como un estudio sobre teoría de 
género en la familia, así como una explicación y justificación del método mixto y su uso en este 
proyecto, para concluir con el procedimiento y las consideraciones éticas asumidas durante el 
proceso de recolección de datos. 
El cuarto capítulo versa sobre el estudio realizado en la fase cuantitativa, donde se aclaran los 
objetivos y el método de esta fase, y donde se redactan los análisis y resultados, los cuales son 
discutidos a la luz de la teoría expresada en los primeros dos capítulos: el marco teórico basado en 
la teoría de género y los estudios de la familia. 
En el quinto capítulo se da la transición a la fase cualitativa, en la cual se encuentra una 
ampliación del marco teórico al añadirse como vector de análisis la posición de la posmodernidad a 
la que se aterriza en la transición epistemológica presente en la historia de la terapia familiar y a 
partir de la cual, en conjunto con los temas de género y familia expuestos en los primeros dos 
capítulos y en comparación con los resultados obtenidos en el capítulo cuarto (fase cuantitativa), se 
analizan cualitativamente y en categorías los datos obtenidos en las preguntas abiertas que se 
añadieron a los instrumentos cuantitativos. Se añade igualmente como marcos importantes una 
UN ESTUDIO SOBRE TEORÍA DE GÉNERO EN LA FAMILIA 
COMO ANALOGÍA DE UN VIAJE EPISTEMOLÓGICO 
 
9 
lectura a partir de la cibernética de segundo orden al incluir en los análisis y la discusión una ética 
sistémica y relacional mediante la autorreferencia de parte de la autora. 
Finalmente, en el capítulo sexto se hace un meta-análisis de las dos fases, cuantitativa y 
cualitativa, así como un meta-análisis a un orden superior en el que se explica la relación de este 
proyecto de investigación mixto secuencial sobre la teoría de género en la familia como una 
analogía del viaje de transición epistemológica y personal que la autora vivió durante el curso del 
estudio de posgrado de la mano de sus profesores, lecturas asignadas y compañeros de travesía y 
que, a modo de recursión, significó ver el mundo desde una epistemología diferente: la reflexión 
como el acto de convertirse en objeto de la propia observación. 
¡Espero que disfruten este viaje tanto como yo lo disfruté! 
 
 
 
UN ESTUDIO SOBRE TEORÍA DE GÉNERO EN LA FAMILIA 
COMO ANALOGÍA DE UN VIAJE EPISTEMOLÓGICO 
 
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La liberación de las mujeres es la liberación de lo femenino en el hombre y de lo masculino en 
la mujer. Coria Kent, artista 
No es la liberación de las mujeres, es la liberación de las mujeres y los hombres. 
Ruth Bader Ginsburg, Suprema Corte de JusticiaEEUUA. 
 
 
1. Transmisión Intergeneracional de Género 
Género 
“La perspectiva de género como unidad de análisis conlleva implicaciones de progreso social” 
(Ojeda-García, 2014; p. 66). La cultura de género en la que se vive delimita las interacciones de los 
individuos con posibles sanciones o censuras de tipo social, y esta relación entre los géneros puede 
ser estudiada desde diferentes perspectivas: 
1. Distinguir las diferencias por género en características biológicas. 
2. Diferenciar la relación que construyen, decodifican y reconstruyen los hombres y mujeres en 
sus interacciones cotidianas. 
3. Explorar el código implícito y/o explícito de normas que delimitan la interacción y la 
dirección de la relación entre ambos sexos. 
4. Distinguir las diferencias respecto a la disponibilidad y oportunidades de formación, 
desarrollo y profesión. 
5. Referirse a los roles ocupacionales socialmente aceptados y normalizados. 
6. Hablar de la participación social en términos del mundo representativo de lo femenino o de lo 
masculino 
La perspectiva de género rechaza la idea del género como una norma e ideal estáticos, y en su 
lugar lo asume como una relación social caracterizada por desigualdades en la obtención y práctica 
del poder que produce organizaciones jerárquicas y evalúa las masculinidades y femineidades a 
través de individuos, organizaciones y sociedades, y ve las diferencias entre hombres y mujeres no 
solo como construcciones sociales, sino también como significativas a nivel político en las macro-
micro dinámicas. A continuación se explicarán algunos de los conceptos básicos con los que se 
trabajará desde la perspectiva de género. 
 
Teorías que buscan explicar el género. En la Teoría de la Identidad Social de Tajfel y Turner 
(1979 como se citó en López-Zafra & López-Saez, 2001) la categorización que se determina por 
medio del sexo biológico es también social y el acomodo y pertenencia de un individuo a las 
UN ESTUDIO SOBRE TEORÍA DE GÉNERO EN LA FAMILIA 
COMO ANALOGÍA DE UN VIAJE EPISTEMOLÓGICO 
 
11 
categorías viene acompañado de sentimientos de valoración social positiva o negativa y de 
comparación social, llevando implícito consecuencias en el tema de la autoestima. 
El concepto de categorías sociales de género lleva consigo un proceso de comparación entre lo 
femenino y lo masculino, haciendo de estos términos antagónicos en su uso en el lenguaje, más que 
independientes (López-Zafra & López-Saez, 2001). Remarcando la poca habilidad para definir ni 
masculinidad ni femineidad más que uno en relación con el otro o con hombre y mujer (Paechter, 
2006) siendo una relación dualística de comparación en la que femineidad se convierte en la 
ausencia de masculinidad y viceversa. 
El Modelo Multifactorial de Spence define la identidad de género como uno de los aspectos más 
centrales y permanentes del autoconcepto, propiciando un sentimiento psicológico, básico y global 
de femineidad o masculinidad asociado al sexo biológico (1993 como se citó en López-Zafra & 
López-Saez, 2001). En estudios basados en el modelo multifactorial de Spence las personas suelen 
puntuar alto en identidad de género correspondiente con su sexo biológico y bajo en la identidad 
opuesta (López-Zafra & López-Saez, 2001) aportando pruebas empíricas a la concepción bipolar de 
que ser masculino implica no ser femenino y viceversa. 
La Construcción de identidad de género de Ashmore (1990 como se citó en López-Zafra & 
López-Saez, 2001) se considera como un proceso dinámico en el que el individuo toma la 
construcción social de género y los factores biológicos-sexuales y los incorpora en una estructura 
multifactorial que da forma a una identidad de género activa y creativa, adoptando de esta forma la 
conceptualización culturalmente dualista de la “naturaleza” de los géneros. A partir de esta división 
se otorgan características y actividades particulares a cada género, como se explicará a 
continuación. 
 
Estereotipos de género. Ser hombre o mujer implica desempeñar ciertos papeles denotados 
según su sexo biológico y la construcción social e individual del género en búsqueda de integrarse a 
la sociedad en la que viven, bajo el estigma de persona socialmente adaptada (Rocha-Sanchez & 
Díaz-Loving, 2011). Los estereotipos sexuales mantenidos por determinados ámbitos culturales y 
los medios de comunicación son una de las principales causas de las diferencias sexuales en materia 
afectivo-sexual, con mensajes que pueden tener profundas implicaciones para el desarrollo de la 
igualdad y en la manera en que los hombres y las mujeres se sitúan uno ante otro en sus relaciones 
heterosexuales (Gartzia, 2013). Estos estereotipos de género conforman lo que hoy se conoce como 
“cultura de género”, una sociedad dirigida por hombres en cuanto les otorga a ellos el poder y 
preconcibe a las mujeres como objetos de elección, designación y servicio (Ojeda-García, 2014). 
Mientras la creencia en estas divisiones siga existiendo seguirán presentándose las prácticas 
UN ESTUDIO SOBRE TEORÍA DE GÉNERO EN LA FAMILIA 
COMO ANALOGÍA DE UN VIAJE EPISTEMOLÓGICO 
 
12 
inequitativas como legítimas racionalizando la división de actividades(Poeschl, Pinto, Múrias, 
Silva, & Rivero, 2006). 
En un estudio sobre las explicaciones que las mujeres y los hombres dan sobre su autoconcepto 
de identidad de género (que las hace mas o menos femeninas/masculinas) se comprobó que las 
personas altas en identidad de género utilizan sobre todo explicaciones basadas en los estereotipos, 
mientras que las personas bajas en identidad de género aludían a explicaciones de autoreferencia e 
idiosincrásicas (López-Zafra & López-Saez, 2001). Los autores del estudio mencionan que las 
personas al autocalificarse como “masculinos” o “femeninos” tienen en cuenta tanto los estereotipos 
y patrones culturales como el proceso individual de construcción de identidad de género, el cual 
puede no coincidir con lo estipulado socialmente sin implicar una renuncia total al concepto de 
género perteneciente a su sexo biológico. 
 
División de roles de género. La división de roles se pueden definir como los comportamientos 
que se espera que una persona lleve a cabo según su sexo biológico (Kessler & McKenna, 1978 
como se citó en Halimi, Consuegra, Struyven, & Engels, 2016). Las actitudes respecto a los roles de 
género se pueden colocar en un espectro donde los dos extremos son, en un lado, las actitudes 
tradicionales y, en el otro, las actitudes igualitarias, siendo las primeras aquellas que apoyan una 
división por género tradicional de los roles dentro de la familia y la segunda aquella que promulga 
por una participación equitativa en todas las tareas, tanto públicas como privadas (Halimi et al., 
2016). 
Ciertos estudios han demostrado que los conceptos femenino y masculino son compartidos a 
través de las culturas, como el honor femenino y masculino siendo una expresión de ideales pan-
culturales de masculinidad y femineidad (Rodriguez, 2011) resultando aplicados tanto en países con 
culturas orientadas al honor como en culturas menos orientadas hacia el honor y con ideales 
individualistas. Los hombres suelen ser quienes adoptan posturas y actitudes más tradicionales 
respecto a los roles de género y considerar las tareas relacionadas con el hogar como más 
apropiadas para las mujeres, incluso legitimar la autoridad del padre en la familia (Rodriguez, 
2011). 
 
Consciencia de género. Instancias e indicadores internacionales, como el PIB, afirman que lo 
importante no es definir que sexo es el más afectado, sino hacer consciencia respecto a que las 
diferencias entre hombres y mujeres en perspectiva de género son indicadores universales que 
reflejan el progreso (o su falta) de un país: el bienestar subjetivo englobado en las condiciones 
materiales de vida, la calidad de vida y la sustentabilidad. Se promueve entenderlo y aplicarlo en 
UN ESTUDIOSOBRE TEORÍA DE GÉNERO EN LA FAMILIA 
COMO ANALOGÍA DE UN VIAJE EPISTEMOLÓGICO 
 
13 
pro del cambio social positivo y la apreciación de la familia como primer grupo social de referencia, 
contención, desarrollo, apoyo y generador de bienestar subjetivo (Ojeda-García, 2014). 
Es de suma importancia remarcar que esta diferenciación y caracterización dualística entre los 
sexos en sus respectivas posturas adscritas de género son producto histórico-social de la 
organización humana, donde en un principio cumplían una función de supervivencia de la unidad de 
grupo, pero con el tiempo paso de ser necesaria a conveniente para quienes se encontraron en la 
posición ventajosa (Rubin, 1986) creando así un continuo que va de “lo natural-biológico” a lo 
“conveniente-social” donde los límites entre una y otra se han vuelto difusas hasta el punto de 
considerarlas una misma, en la que el uso de la descripción “natural-biológica” destaca y 
monopoliza las premisas. 
 
Femineidad 
La femineidad suele ser atribuida al sexo biológico femenino como parte de una esencia 
biológica y natural de ser de la mujer. Entre ellas y los hombres se empezó por delimitar diferencias 
naturales que atravesaron la construcción social hacia una organización social diferenciada por 
conveniencia, en la que a la mujer desde su nacimiento se le distingue desde su talla y peso hasta la 
cúspide de su menstruación y su capacidad de engendrar vida. También se le atribuyen diferencias 
sensorio-motrices como un mayor equilibrio y capacidad de coordinación. Se siguen a las 
diferencias psicológicas dándoles una mayor inteligencia emocional y habilidad lingüística. 
Respecto a la expresividad de afectos, se les califica como más emotivas, sensibles, detallistas, 
apasionadas, románticas, cariñosas y expresivas. Llegando a los rasgos de personalidad, se le 
categoriza una tendencia a ser fanáticas, ansiosas, inestables, nerviosas, fantasiosas, masoquistas, 
dependientes, tener menos propósitos y objetivos, y ser más conformistas, aunque igual más 
tranquilas, sensibles, intuitivas y estéticas. Como consecuencia de estás características biológicas y 
las atribuidas socialmente, en México se ha preparado a las mujeres para cuidar a los hijos y 
educarlos amorosamente (Rocha-Sánchez & Díaz-Loving, 2005; Ojeda-García, 2014) donde el 
honor de las mujeres depende de su modestia, abstinencia sexual y subordinación hacia la autoridad 
masculina (Rodriguez, 2011). 
 
Hiperfemineidad. La Hiperfemineidad aparece como una femineidad dramatúrgica y 
glamorizada que en realidad mantiene poca relación a las actividades que convencionalmente se 
derivan a la mujer, como la limpieza del hogar y el cuidado de los hijos (Paechter, 2006). Es una 
imagen de un modelo irreal y caricaturizado, sin reconocimiento de la practicidad, que si bien, no es 
UN ESTUDIO SOBRE TEORÍA DE GÉNERO EN LA FAMILIA 
COMO ANALOGÍA DE UN VIAJE EPISTEMOLÓGICO 
 
14 
un modelo ideal, sirve de punto de comparación respecto a que tan femenina es una mujer (o en su 
defecto, una mujer transgénero) en sus circunstancias particulares. 
Las femineidades, a diferencia de las masculinidades, no están construidas respecto a la 
prestación de poder cultural, sino respecto a negaciones de la masculinidad (Paechter, 2006). Su 
extremo, la hiperfemineidad, es una posición que carece completamente de poder hasta el punto de 
ser ridiculizado sin dejar espacio a una posición femenina hegemónica. En el caso de las mujeres, 
distanciarse del estereotipo socialmente impuesto de femineidad implica entonces un reclamo de 
poder. 
 
Subtipos de femineidad. Dentro del estereotipo femenino se pueden encontrar distintos sub-
tipos, como por ejemplo respecto al tamaño de su familia, empleo y tipo de ocupación, en los que 
mujeres empleadas en ocupaciones atípicas para su género son consideradas como menos 
expresivas y socialmente distantes y las mujeres sin hijos fueron evaluadas de manera menos 
favorable al alejarse de las expectativas normativas, cuando algunas de las opciones que han 
encontrado las mujeres para no tener que interrumpir su carrera ha sido limitar el tamaño de su 
familia o permanecer sin hijos voluntariamente (Mueller & Yoder, 1997), y es que la participación 
en la actividad pública y económica de la mujer se encuentra condicionada por la estructura familiar 
(número de hijos en la familia), mientras que esto no afecta de igual manera la participación laboral 
del hombre (Paechl et al., 2006). Al subtipo de la mujer menopaúsica se le suele considerar como 
“vieja e irritable” y a las mujeres que se han practicado histerectomía como “cobardes”, al 
significar ambas el fin de la fertilidad en contextos sociales donde la maternidad tiene un 
significado tan profundo en países como México (Chrisler et al., 2013). 
La mujer tradicional suele decidirse por carreras tradicionalmente catalogadas como femeninas y 
adoptar ideales más convencionales sobre los matrimonios así como dan gran valor al rol de 
provedor del esposo y al rol de cuidadora del hogar a la mujer (Peplau, Hill & Rubin, 1993). 
 
Expectativas de género. En general se sostienen motivaciones sexistas y creencias acerca de lo 
que las mujeres son y deberían ser, creando un prejuicio contra las mujeres que no se adecuan a esa 
imagen (Gervais & Hoffman, 2012). El concepto del amor romántico en las mujeres otorga un ideal 
del acto del amor basado en la dependencia y la sumisión (Dion & Dion, 1993 como se citó en 
Gartzia, 2013) remarcando su papel pasivo en las cuestiones afectivo-pasivas. A las mujeres se les 
suele socializar de manera que ser esposa y tener una familia sean sus principales prioridades, y 
lograr independencia financiera y desarrollo profesional sean prioridades secundarias (Cinamon & 
Rich, 2002), así como experimentan reglas más severas respecto a las citas e interacciones con los 
UN ESTUDIO SOBRE TEORÍA DE GÉNERO EN LA FAMILIA 
COMO ANALOGÍA DE UN VIAJE EPISTEMOLÓGICO 
 
15 
miembros del otro sexo en forma de sobreprotección por parte de sus padres, limitando su libertad 
(Raffaeli & Ontai, 2004). 
Se ha encontrado una ambivalencia en las mujeres respecto a su autoconcepto como 
“femeninas”, ya que, mientras lo reivindican, se puede prestar que estén disconformes con los 
estereotipos social que les impone al mismo tiempo (López-Zafra & López-Saez, 2001). Por 
ejemplo, las mujeres suelen presentar en mayores niveles y frecuencia conflictos sobre el trabajo 
interfiriendo con su vida familiar debido a su mayor responsabilidad respecto a las tareas del hogar 
y en la crianza de los hijos (Cinamon & Rich, 2002). 
 
Masculinidad 
La masculinidad suele ser atribuida al sexo biológico masculino como parte de una esencia 
biológica y natural de ser del hombre. Entre ellos y las mujeres se empezó por delimitar diferencias 
naturales que atravesaron la construcción social hacia una organización social diferenciada por 
conveniencia, en la que desde el nacimiento a los hombres se les destaca por su talla y peso mayor y 
a su desarrollo físico posterior subrayando una resistencia al dolor y al desgaste físico. Respecto a 
sus habilidades sensorio-motrices, se les tilda de más fuertes, toscos, hábiles instrumentales, 
prácticos y hacedores visuales. Dentro de las diferencias psicológicas, se les suele atribuir mayores 
capacidades lógico-matemáticas para relaciones espaciales y realistas, así como un carácter más 
sereno y apaciguador. En el caso de la expresividad de afectos suelen ser menos románticos que las 
mujeres y entre sus rasgos de personalidad destacan su inexpresividad, autonomía, entusiastas, tener 
propósitos y objetivos más firmes y no ser conformistas. Respecto a la obediencia a las normas 
sociales suelen ser menos exigentes consigo mismos que las mujeres (Ojeda-García, 2014). Esto ha 
hecho destacar su papel de proveedor y su poder, en el que el honor de los hombres depende de 
parecer fuertesy capaces de proporcionar protección física, requiriendo una imagen de dureza, 
asertividad y autoridad sobre la familia (Rodriguez, 2011). 
 
Masculinidad Hegemónica. Esta masculinidad hegemónica es más bien una construcción de un 
tipo-ideal de lo que los hombres deberían hacer pero que no se encuentra en su total amplitud de 
manera empírica (Paechter, 2006). Aún así, al momento de explicar su autoconcepto de género 
como más masculino, los hombres tienden a basar sus argumentos en motivos biológicos como 
definitorios de su identidad de género (López-Zafra & López-Saez, 2001). 
Entre los mandatos sobre la masculinidad hegémonica (Bonino, 1998) están: no tener nada de 
mujer, ser importante, sostener el poder y la potencia, ser un hombre duro, mandar a todos “al 
demonio” con fuerza y agresividad y respetar la jerarquía y la norma. Estos imperativos 
UN ESTUDIO SOBRE TEORÍA DE GÉNERO EN LA FAMILIA 
COMO ANALOGÍA DE UN VIAJE EPISTEMOLÓGICO 
 
16 
actualmente están entrando en conflicto con las nuevas demandas sociales para ser hombres 
empáticos, sensibles e igualitarios. Mientras que los modelos de masculinidad hegemónica aún 
imperantes los empujan a priorizar su desempeño sexual dejando de lado la importancia de las 
conductas y rasgos asociados a la afectividad y expresión de emociones positivas, haciéndolos más 
propensos a mantener relaciones sexuales no saludables y de riesgo (Gartzia, 2013). 
 
Masculinidades alternativas. Thorne (1993 como se citó en Paechter, 2006) nos advierte la 
importancia de evitar el “Big Man bias”, con el que estudios antropológicos y sociales equivalen las 
élites masculinas a lo largo de la historia con los “hombres en general”, forma en la que se le suele 
atribuir a la “masculinidad” formas de ser que en realidad se encuentran sólo en los grupos 
masculinos dominantes en situaciones sociales particulares, invisibilizando las masculinidades 
alternativas. Se hace hincapié en llamar a las formas masculinas dominantes como “masculinidad 
hegemónica”, diferenciándolo de la “masculinidad tradicional” y de las “masculinidades 
subordinadas” (Paechter, 2006). También se aclara que la identificación masculina no 
necesariamente predice el prejuicio abierto y la humillación hacia otros grupos, mientras no se 
sientan amenazados o en competencia (Glick et al., 2015). Aunque si bien se reconoce que la 
existencia de un grupo de “masculinidad hegemónica” confiere a todas las demás masculinidades 
alternativas un poder residual e implícito sobre las mujeres (Paechter, 2006). 
Las Masculinidades subordinadas son clasificadas según su grado de acercamiento a una 
masculinidad hegemónica particular (Paechter, 2006). Al distanciamiento de la Masculinidad 
Hegemónica se le suele dar el significado de renuncia al poder y ser catalogados como poco 
hombres (Bonino, 1998), lo que dificulta la aceptación y validación de las masculinidades 
alternativas. 
 
Expectativas de género. Estudios empíricos demuestran que se sigue esperando de los hombres 
que cuiden de su familia y hogar fungiendo de proveedor, y ellos tienen muy claro que sufrirán 
mayores críticas y prejuicios si no cumplen con este papel esperado socialmente (Poeschl et al., 
2006). Por lo que para los hombres el trabajo, así como puede significar una fuente de control y 
poder, puede tener un valor comunitario muy importante dentro de su construcción de género, al ser 
la fuente que le permite cumplir con su compromiso hacia su familia y su rol y pertenencia dentro 
de esta, (Cinamon & Rich, 2002) aunque se siga manteniendo sin cuestionar la ideología que lo 
normaliza. 
A pesar de que ya se encuentran mayores expectativas sociales para que los padres se encarguen 
también del cuidado de sus hijos, la sociedad no los motiva a volver de este un rol prioritario, 
UN ESTUDIO SOBRE TEORÍA DE GÉNERO EN LA FAMILIA 
COMO ANALOGÍA DE UN VIAJE EPISTEMOLÓGICO 
 
17 
preparándolos poco para ello (Wille, 1995 como se citó en Poeschl et al., 2006). Se les motiva para 
actuar como “hombres” o “machos” y dar poca importancia a la expresión de sentimientos (Raffaeli 
& Ontai, 2004) y los mensajes transmitidos por la familia y amigos dictaminan que un hombre no se 
debe comportar de formas “femeninas” (Shearer, 2008). Aunque también hay quienes abogan por 
acercarse a los estudios de identidad masculina no como una ideología prescrita, sino la importancia 
psicológica de ser un “hombre” (Glick, Wilkerson, & Cuffe, 2015). 
 
Consecuencias de la dicotomía masculino-femenino 
 
Construcción lingüística. Respecto a la terminología “masculino” y “femenino” y como se 
relacionan con ser mujer u hombre y su uso en las investigaciones de ciencias sociales y del 
comportamiento, se ha presentado mucha confusión. Paechter (2006) habla sobre como es muy 
poco probable que como sociedad vayamos más allá de la determinación entre los dos principales 
géneros: masculino y femenino, y la importancia de tener presente que el que alguien diga que es 
“hombre” o “mujer” dice en realidad muy poco sobre cómo su masculinidad y feminidad es 
construida, ya que nuestra comprensión de las últimas en la construcción de nuestra identidad de 
género varia acorde al tiempo, lugar y circunstancias. 
Teniendo en cuenta lo anterior y al buscar explicarlo es necesario distinguir entre “La 
Masculinidad” y “La Femineidad” como formas ideales típicas que están conectadas con la 
masculinidad hegemónica local y sus otras alternativas (tanto en hombres como mujeres), y 
distinguir a “las masculinidades” y “las femineidades” como las formas en las que la gente real de 
hecho se construye y comprende a sí mismos en términos de cómo son mujeres y hombres 
(Paechter, 2006). En otras palabras, La Masculinidad y La Femineidad son modelos idealistas y no 
reales, mientras que las masculinidades y las femineidades son todo el espectro real en el que las 
personas reales se sitúan y se van moviendo al definirse y actuar como hombres y mujeres en su 
cotidianeidad. 
La autora menciona que si nos guiáramos por estas definiciones relacionándolas a la identidad de 
género y su encarnamiento (embodiment) en múltiples formas y variantes, sería más difícil que 
continuáramos clasificándonos y a los demás en encuadres normativos y rígidos. Incluso propone 
que este acercamiento podría cambiar la posición de la femineidad como el “otro negado” de la 
masculinidad hegemónica y así romper con la relación dualística hacia una construcción más 
equitativa, pensando en nosotros y los demás cómo humanos que construyen identidades de 
diversas maneras y dinámicas a lo largo del espectro. 
 
UN ESTUDIO SOBRE TEORÍA DE GÉNERO EN LA FAMILIA 
COMO ANALOGÍA DE UN VIAJE EPISTEMOLÓGICO 
 
18 
Relaciones de pareja heterosexuales. En un estudio longitudinal de una duración de 15 años 
(Peplau, Hill, & Rubin, 1993) se encontró que en la adultez emergente las actitudes respecto al rol 
de género estaban asociadas con características de relaciones sentimentales relacionadas con 
autorevelación, poder y cohabitación, mas no hallaron relación con las medidas de satisfacción de 
pareja. Sin embargo, 15 años después, la vida de las mujeres en el estudio cambio mucho respecto a 
sus expectativas iniciales: las mujeres tradicionales tenían la misma posibilidad de estar en un 
trabajo de tiempo completo respecto a las no tradicionales. Aunque, como mencionan los autores, 
en el ámbito privado la división de tareas del hogar y toma de decisiones pudo no haber presentado 
el mismo patrón. Finalmente , las actitudes de las mujeres resultaron predictores de los resultados a 
largo plazo en las relaciones que comenzaron en la universidad. 
Mientras las mujeres suelen mostrar un mayor número de afectos negativos, como la culpa y la 
vergüenza, a la hora de tomar la iniciativa en las relaciones, los hombres muestran una menor 
capacidad de control en situaciones de intimidad sexual comparados con las mujeres.Aunque se ha 
demostrado que si se les expone a situaciones en las que los estereotipos de género son cuestionados 
de manera explícita se pueden reducir las diferencias y lograr respuestas afectivas y sexuales menos 
estereotipadas que puedan llevar hacia relaciones entre ambos sexos más saludables, aumentando la 
responsabilidad en los hombres en el área sexual y promoviendo un mayor empoderamiento y 
bienestar en las mujeres para que logren tomar la iniciativa en sus relaciones (Gartzia, 2013). 
Queda abierta la pregunta sobre cómo se mantienen y reproducen esta dicotomía de géneros a 
partir del sexo, y es aquí donde muchos teóricos apuntan hacia la transmisión de valores culturales 
dentro del núcleo básico de la sociedad: la familia. 
 
Familia y Socialización 
El ser humano no es una unidad aislada, sino una red de factores interrelacionados entre sí, 
denotando una complejidad particular en su abordaje (Andolfi, 1987) sobre todo cuando se le 
estudia dentro del núcleo familiar. La terapia sistémica ha considerado a la familia como un 
sistema: conjunto de personas interrelacionadas, donde cada parte sólo tiene sentido en la relación 
con la otra parte, dentro de un todo que configura al sistema (Minuchin, 1977; Haley, 1995). 
Minuchin (1977) nos menciona que las funciones de la familia sirven a dos objetivos: uno 
interno, con la protección psicosocial de sus miembros; y el otro externo, con la acomodación a una 
cultura y su transmisión intergeneracional. En este proceso de acomodación cultural los niños van 
asumiendo nuevos roles diferenciados durante su desarrollo, en el que su sentido de identidad es 
influido por el sentido de pertenencia a distintos grupos, en este caso la familia (Maganto, 2004). La 
UN ESTUDIO SOBRE TEORÍA DE GÉNERO EN LA FAMILIA 
COMO ANALOGÍA DE UN VIAJE EPISTEMOLÓGICO 
 
19 
pertenencia a este contexto familiar permite la transmisión de valores y reglas de manera dinámica 
donde la dimensión interaccional cobra particular importancia (Watzlawick, 1998). 
El reto que los estudios feministas han planteado a los estudios de la familia han sido 
enfrentados con la incorporación de las dinámicas de género en las familias desde distintos 
enfoques teóricos y metodológicos (Ferre, 2010), entre ellos la socialización, que se puede definir 
como el proceso a través del cual los individuos adquieren valores, actitudes y otras características 
sociales que conforman su identidad personal (Inkeles, 1968 como se citó en Carlson & Knoester, 
2011). 
 
Padres e hijos. La Teoría del Aprendizaje Social de Bandura (1977 como se citó en Carlson & 
Knoester, 2011) enfatiza como la socialización se da a través de los procesos de modelado y 
reforzamiento y, en el caso de la familia, los padres suelen ser los modelos de roles primarios 
logrando el reforzamiento a través de sus interacciones con sus hijos, permitiendo concluir que la 
transmisión intergeneracional de género se da a través del aprendizaje social. 
Los padres encaminan el curso primario del desarrollo de las actitudes, valores e identidad en un 
niño y la transmisión intergeneracional del género puede depender de la composición de género de 
la díada padre-hijo y de la disponibilidad de un modelo de rol (Carlson & Knoester, 2011). El 
sexismo de los padres puede ser exhibido y observado en las actitudes parentales (Owen & Hill, 
2007; Lipowska, Lipowski, & Pawlicka, 2016) y el impacto que estas actitudes parentales puedan 
tener sobre sus hijos e hijas en su trato diferencial es una pregunta central para los estudios del 
proceso de socialización de género (Owen & Hill, 2007). 
La familia ha sido considerada como un agente de socialización importante en el desarrollo del 
autoritarismo y prejuicio, hallando como modelo a la figura autoritaria que esté legitimada dentro 
del sistema, a menos que se vea desafiada por otra autoridad o persona dentro o fuera del sistema, lo 
cual puede ser percibido como una incongruencia en la persona que esta recibiendo la socialización 
(Chatard & Selimvegolic, 2008) y afectar en su construcción de una ideología de género (Carlson & 
Knoester, 2011) 
En las interacciones de ambos padres con las hijas suelen estar involucradas características como 
el lenguaje, tolerancia hacia la vulnerabilidad emocional y un enfoque en relaciones sociales, así 
como un trato como personas menos competentes en comparación a sus hermanos. En las 
interacciones con los hijos suele permitirse la expresión del enojo y una agresión moderada así 
como la creencia de inmunidad ante los riesgos y la tendencia a no mostrar vulnerabilidad 
emocional, además suelen ser castigados de forma más severa comparado con las niñas (Owen & 
Hill, 2007). 
UN ESTUDIO SOBRE TEORÍA DE GÉNERO EN LA FAMILIA 
COMO ANALOGÍA DE UN VIAJE EPISTEMOLÓGICO 
 
20 
 
Estudios de Transmisión Intergeneracional de Género 
En un estudio sobre la transmisión de rituales familiares se demostró que el género per se no era 
un predictor fuerte en la iniciación futura de los rituales familiares. El mayor predictor era la 
percepción sobre cuanta responsabilidad respecto a la iniciación del ritual habían apreciado en su 
padre del mismo sexo (Friedman & Weissbrod, 2004), demostrando el importante papel de la 
socialización de los padres en la adopción de roles de género, así como se ha encontrado que los 
mensajes socializadores respecto al trabajo y roles familiares de hombres y mujeres son percibidos 
de manera más frecuente en la familia en comparación con otros ámbitos como la escuela, amigos y 
medios de comunicación (Shearer, 2008). Estas percepciones y juicios estaban basadas o en la 
observación directa sobre el padre que llevaba a cabo la actividad, o bien en la percepción de “quién 
estaba a cargo” al observar los hijos(as) quien delegaba las responsabilidades (Cinamon & Rich, 
2002). 
 
Diferencias entre padres y madres. En diversos estudios se ha comprobado que los hombres 
suelen mostrarse más inclinados a favorecer los división de roles de género tradicionales en 
comparación a las mujeres (Scroeder et al., 1992; Tenenbaum & Leaper, 2002; Kulik, 2002; 
Poeschl et al., 2006; Lameiras, Rodríguez, & Calado, 2006; Owen & Hill, 2007; Carlson & 
Knoester, 2011; Halimi et al., 2016), y las madres como las que trataban de manera más similar 
tanto a hijas como a hijos (Owen & Hill, 2007), así como más capaces de tolerar comportamientos 
no tradicionales en sus hijos y representar papeles menos tradicionales en ellas mismas (Tenenbaum 
& Leaper, 2002). Las madres suelen tener más presente y anticipar que las hijas probablemente 
experimentarán frustración al tratar de compaginar sus roles como madre y como trabajadora, 
siendo las más realistas respecto a los demás miembros de la familia, quizás por experiencia propia 
(Schroeder et al., 1992). 
Los estudios han encontrado que altos niveles de educación en las madres implican mensajes 
menos conservadores respecto a los roles de género para sus hijos e hijas (Shearer, 2008), así como 
se ha encontrado que cuando los padres presentaban esquemas de género más tradicionales era más 
probable encontrar que sus hijos presentaban cogniciones de género tipificadas sobre sí mismos y 
sobre los demás, comparado con los hijos de padres con esquemas de género no tradicionales 
(Tenenbaum & Leaper, 2002). 
 
Congruencia intra-familiar. La similitud o no similitud en la ideología de género entre padres 
e hijos adultos puede deberse a la congruencia o incongruencia en sus experiencias y en las 
UN ESTUDIO SOBRE TEORÍA DE GÉNERO EN LA FAMILIA 
COMO ANALOGÍA DE UN VIAJE EPISTEMOLÓGICO 
 
21 
similitudes o no similitudes entre los integrantes de la díada parental. En caso de que exista una 
congruencia entre los padres y los hijos en su ideología de género se puede suponer como una 
herencia de ideología del estatus que corresponde según el género, que tendrá consecuencias en las 
siguientes estructurasfamiliares. Cuando existe más de una ideología de rol de género entre ambos 
padres, el hijo(a) podría escoger aquel con el que tenga la relación más cercana (Carlson & 
Knoester, 2011) y de mayor calidad (Tenenbaum & Leaper, 2002; Halimi et al., 2016). 
Incluso esta socialización entre padres e hijos se puede considerar como reciproca, al tener 
influencia los hijos en las percepciones y actitudes de los padres respecto al género y no ser 
simplemente una transmisión unidireccional (Tenenbaum & Leaper, 2002; Carlson & Knoester, 
2011). En un estudio en el que se busco medir la actitud de los padres sobre los comportamientos de 
género en sus hijos pudo distinguir entre padres de hijos e hijas, así como entre padres con creencias 
tradicionales e igualitarias en las que el género del hijo resultó ser un gran predictor de la postura 
que tomaran los padres(Owen & Hill, 2007) 
Un estudio que busco medir la transmisión intergeneracional del Orientación de Dominio Social 
en tres generaciones encontró que los niveles en los hijos serían altos cuando los niveles de ambos 
los padres y los abuelos eran altos, y sus niveles serían bajos cuando ambos los padres y abuelos 
tenían niveles bajos. Sin embargo, los hijos presentarían niveles intermedios de Orientación de 
Dominio Social cuando los niveles entre padres y abuelos eran incongruentes, demostrando que, en 
el caso de la Orientación de Dominio Social, la transmisión intergeneracional no concernía 
únicamente a padres e hijos, involucrando en este caso a los abuelos (Chatard & Selimbegovic, 
2008). La Orientación de dominio social se trata de una actitud general orientada hacia dominancia 
basada en grupos e inequidad social, con un marcado apoyo a relaciones entre grupos basadas en 
jerarquías (Sidanius & Pratto, 1990 como se citó en Chatard & Selimbegovic, 2008), el cual ha sido 
asociado con el sexismo (Poeschl et al., 2006) entre otros. 
En estudios que se propusieron medir la congruencia y/o incongruencia presentes en el proceso 
de transmisión de Ideología de Rol de Género se encontró que las correlaciones padres-hijos del 
mismo sexo son más fuertes que las de padres-hijos del sexo opuesto (Raffaeli & Ontai, 2004; 
Kulik, 2002). Igualmente se encontró que mientras las madres muestran una postura más liberal 
respecto a los roles de género, los papás mostraron las posturas más tradicionales y los hijos e hijas 
se encontraban en una posición intermedia (Kulik, 2002) demostrando que una incongruencia 
dentro de la pareja parental respecto a ideologías basadas en diferencias de grupos repercute en la 
postura y actitudes que heredan los hijos (Chatard & Selimbegovic, 2008; Carlson & Knoester, 
2011). También hay estudios que demuestran que son las hijas las que muestran una postura menos 
tradicional respecto a la maternidad en comparación con sus dos padres, tienen esperanzas de 
UN ESTUDIO SOBRE TEORÍA DE GÉNERO EN LA FAMILIA 
COMO ANALOGÍA DE UN VIAJE EPISTEMOLÓGICO 
 
22 
encontrarse ejerciendo un trabajo de tiempo completo en el futuro y se muestran más optimistas 
respecto a las guarderías como opción para compaginar la crianza de hijos con el crecimiento 
laboral (Schroeder et al., 1992). 
La congruencia y/o incongruencia también se puede hallar entre los mensaje que el hijo(a) recibe 
de los padres y como estos discursos compaginan o no con los verdaderos actos que llevan a cabo 
los padres. Las madres pueden presentar un discurso más igualitario y en pro de la equidad de 
género, y aún así acaparar las tareas domésticas, emitiendo mensajes mixtos a los hijos que pueden 
producir la sensación de incongruencia y afectar en la postura respecto al género que tome en un 
futuro (Shearer, 2008). De igual manera se puede analizar las consecuencias en las preferencias de 
rol de género en la díada parental, donde una incongruencia con una pareja manteniendo una 
postura tradicional y la otra una postura más igualitaria puede repercutir en una satisfacción marital 
baja (Weigel & Weigel, 1990). 
Otra forma en la que se ha intentado estudiar este fenómeno ha sido buscar explicar la sensación 
de coherencia familiar entre adolescentes (Kulik, 2008) mediante su percepción de las relaciones de 
poder entre sus padres, lo cual ha demostrado que la división de los trabajos domésticos y en la 
toma de decisiones correlaciona moderadamente con la Sensación de Coherencia Familiar cuando la 
distribución entre los padres era igualitaria. 
 
Diferencias entre hijos e hijas. En un estudio realizado en la comunidad latina residente en los 
Estados Unidos de América se encontró que los padres socializan a sus hijas enmarcados en las 
expectativas tradicionales de género y con mensajes conservadores y también la percepción de una 
asignación inequitativa en el apoyo de las tareas del hogar entre hijos e hijas, en el otorgamiento de 
libertad, en el acceso a privilegios y permisos para actividades sociales, saliendo más venturosos los 
hijos varones de esta situación (Raffaeli & Ontai, 2004) demostrando una experiencia de 
socialización diferenciada por el género mientras crecían en sus hogares. 
Otro estudio que busco medir los procesos de socialización de género en la familia encontró 
características particulares en las madres y padres relacionadas con la socialización del 
comportamiento de género en las que los reportes de los padres sobre como preparaban a sus hijos 
sobre el prejuicio de género estaba relacionado con la actitud de los hijos hacia las mujeres. Aunque 
ambos padres en general se involucraban poco en preparar a los hijos sobre los prejuicios de género, 
se encontró que las mamás se involucraban en un mayor porcentaje, tanto hacia hijas como hacia 
hijos, mientras que padres con actitudes más tradicionales hacia las mujeres se involucraban menos 
en explicitar la socialización de género a sus hijos e hijas. Finalmente se concluyó que las actitudes 
de los padres son fuertes predictores de las actitudes de los hijos (Shearer, 2008). 
UN ESTUDIO SOBRE TEORÍA DE GÉNERO EN LA FAMILIA 
COMO ANALOGÍA DE UN VIAJE EPISTEMOLÓGICO 
 
23 
 
Mensajes sobre género en la familia. En el estudio consecuente llevado por Shearer (2008), los 
adultos emergentes reportaron haber recibido una amplia gama de mensajes de género en su familia, 
siendo los más comunes aquellos que corresponden al trabajo y roles familiares, seguidos por temas 
como las habilidades de hombres y mujeres, oportunidades y mensajes sobre el feminismo. 
Tratando de entender la percepción de los mensajes por parte de los hijos en la etapa de adultez 
emergente, se busco comprender los canales por los que estos son transmitidos y los procesos en los 
que toma lugar la socialización de género. El canal reportado de forma más común fue la 
observación directa (Shearer, 2008; Garaigordobil & Aliri, 2011), siendo congruente con la Teoría 
del Aprendizaje Social de Bandura (1977 como se citó en Carlson & Knoester, 2011) 
convirtiéndolo en uno de los procesos primarios a través de los cuales los hijos adquieren los roles 
de género (Huston 1983 como se citó en Shearer, 2008). Otros canales que se encontraron para la 
transmisión de mensajes de género, sobre todo para las hijas mujeres, fueron los comentarios 
directos, estímulos y el trato diferencial a los hermanos del sexo opuesto. 
Las investigaciones que se han centrado en encontrar las relaciones en la transmisión 
intergeneracional de los esquemas de género a través de las conductas observadas y la división de 
trabajo por género han tenido más éxito al hallar correlaciones fuertes comparado con aquellos 
estudios que buscan vincularlos con las creencias sobre género, explicando esto como consecuencia 
que las actitudes de los padres son transmitidas en formas mas sutiles (Tenenbaum & Leaper, 
2002). 
 
Meta-análisis de Estudios sobre Transmisión Intergeneracional de Género. 
 
Imparcialidad. En varios estudios revisados por Halimi et al., (2016)sobre transmisión 
intergeneracional de género la mayoría se concentraban en los efectos sobre hijas, seguidos por los 
efectos sobre hijas e hijos, pero ninguno exclusivo sobre hijos, y encontraron la misma situación 
respecto a ambos padres. En otros estudios revisados por Owen y Hill (2007) se deja ver la 
tendencia a estudiar las diferencias sobre actitudes de genero entre diferentes familias en lugar de 
estudiar y comparar las actitudes dentro de una misma familia tomando en consideración los 
hermanos de distinto sexo que la integran, cuando se ha argumentado que el tratamiento diferencial 
es más probable y evidente cuando los padres tienen hijos de ambos sexos (McHale, 2003 como se 
citó en Shearer, 2008). Mostrando así una parcialidad que deja de lado la importancia de entender la 
construcción de género en los varones y la producción de estrategias para reducir su compromiso 
con el comportamiento violento y criminal (Halimi et al., 2016). 
UN ESTUDIO SOBRE TEORÍA DE GÉNERO EN LA FAMILIA 
COMO ANALOGÍA DE UN VIAJE EPISTEMOLÓGICO 
 
24 
De igual manera, muchos estudios parecen dejar de lado la naturaleza dinámica de la formación 
de la identidad de género al centrarse únicamente en la transmisión de padre-hijo, cuando se deben 
tomar en cuenta aspectos situacionales y de experiencias individuales de vida(Halimi et al., 2016), 
refiriendo no dejar de lado los aportes sobre los mecanismos que influencian en el desarrollo de 
género logrados por enfoques teóricos como el desarrollo cognitivo de Kohlberg (1976) en el 
aspecto personal, aprendizaje social de Bandura (1971) en el comportamental y la perspectiva del 
transcurso de la vida de Elder (1998) en el aspecto ambiental donde está incluida la familia entre 
otros como la escuela, compañeros, maestros, etcétera (como se citaron en Halimi et al., 2016). 
 
Contextualización. Investigaciones han confirmado que los mensajes que contribuyen a la 
socialización de género presentan mayor cantidad e impacto dentro del ámbito familiar, comparado 
con otros como los amigos, escuela y medios de comunicación (Tenenbaum & Leaper, 2002; 
Shearer, 2008) y la consecuente importancia de centrarse en este ámbito de la vida en posteriores 
estudios (Weigel & Weigel, 1990). Aún así, como nos menciona Ferre (2010), los estudios de la 
familia no alcanzarán a incorporar la perspectiva de género de manera completa si no colocan a las 
familias de manera explícita como parte de un campo dinámico de cambios económicos y políticos 
sobre los que se dan las relaciones de género. Dejar esto de lado implica sesgar las investigaciones 
considerando a la familia como una “fabrica de seres con género”, en lugar de ver las relaciones de 
género dentro de la familia como interconectadas con otras formas de inequidad social que también 
están cambiado y siendo cuestionadas culturalmente. 
También podemos añadir la perspectiva de los modelos ecológicos, viendo a las familias no 
como una esfera separada, sino como una entre muchas instituciones interconectadas, donde las 
relaciones de género son construidas, reproducidas y transformadas (Ferre, 2010). Uno de los retos 
de la psicología del desarrollo es encontrar las formas en las que las inequidades presentes en el 
macrosistema son transmitidas en el microsistema durante el desarrollo de los niños (Tenenbaum & 
Leaper, 2002) 
 
Interseccionalidad. Por otro lado, los estudios realizados con una perspectiva interseccional dan 
cuenta del ser humano como irreductible a una sola característica, considerándolo mejor como un 
encuentro de características múltiples y en interacción, buscando entonces en sus dimensiones la 
intersección de múltiples y diversas dimensiones (Halimi et al., 2016) ,como las distintas relaciones 
de inequidad que se presentan a través de todas las instituciones de la sociedad, tales como raza, 
clase, sexualidad, género y edad (Ferre, 2016).También han contribuido a transformar los enfoques 
de estudios de la familia a verdaderos estudios de la familia en lugar de estudios que se enfocan solo 
UN ESTUDIO SOBRE TEORÍA DE GÉNERO EN LA FAMILIA 
COMO ANALOGÍA DE UN VIAJE EPISTEMOLÓGICO 
 
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en las mujeres, prestando atención a los hombres como actores con subjetividades y relaciones 
enmarcadas por el género y las masculinidades, y estas en operación con otras inequidades (Ferre, 
2010). 
Estos análisis dinámicos del género que tratan a las instituciones varias como interconectadas 
contemplan que las relaciones entre género y familia dependen de circuitos que conectan a la 
familia con otras instituciones como mecanismos de retroalimentación tanto positiva con las que se 
estabilizan como negativa con las que se logran desestabilizar las relaciones de inequidad en las 
dinámicas del cambio (Hoffman, 1987; Ferre, 2010). 
 
Limitaciones. Hasta ahora los estudios sobre transmisión de género se han limitado a estudios 
correlaciónales y transversales para hacer sus predicciones, dejando en falta estudios longitudinales 
pendientes para futuras investigaciones (Tenenbaum & Leaper, 2002; Halimi et al., 2016). También 
se ha encontrado que cuando el primer autor en una investigación es hombre había una tendencia a 
encontrar reportes que demostraran una relaciones más fuertes respecto a la transmisión 
intergeneracional de esquemas de género (Tenenbaum & Leaper, 2002) contra lo que podría 
esperarse dado los impactos del feminismo y las resistencias masculinas a sus explicaciones. 
 
Cambios en las Estructuras Familiares. Debido a incrementos substanciales en el número de 
divorcios y nacimientos premaritales en las décadas recientes, las familias se han transformado en 
las locaciones más diversas para la socialización, en consiguiente la socialización de género puede 
verse especialmente influenciada por las diferentes estructuras familiares que se pueden encontrar 
hoy en día (Tenenbaum & Leaper, 2002; Carlson & Knoester, 2011), incluyendo las llamadas 
familias no-nucleares (Hamili et al., 2016). 
Estudios han encontrado que los padres divorciados y sus hijas suelen tener actitudes menos 
tradicionales respecto a la maternidad así como actitudes más igualitarias respecto a los roles 
maritales comparados con familias nucleares intactas (Schroeder et al., 1992), al igual que los hijos 
de familias monoparentales (Stevenson & Black, 1988 como se citó en Tenenbaum & Leaper, 
2022). Aunque en un estudio en el que se comparó la transmisión intergeneracional de género entre 
familias con madres lesbianas y familias con padres heterosexuales, se encontró que es la división 
del trabajo, y no la composición de género, la que predice los estereotipos de género en los hijos 
(Fulcher et al., 2001 como se citó en Tenenbaum & Leaper, 2002). 
Un estudio que busco medir como las variaciones en la estructura familiar afectaban la 
socialización de género del niño encontró que la influencia de los padres biológicos era más fuerte 
que la de los padrastros, esta última siendo importante solo en caso de una relación cercana. La 
UN ESTUDIO SOBRE TEORÍA DE GÉNERO EN LA FAMILIA 
COMO ANALOGÍA DE UN VIAJE EPISTEMOLÓGICO 
 
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influencia de la madre no parecía variar respecto a las diferentes estructuras, lo cual los autores 
supusieron se debía a que, sin importar la estructura, socialmente la madre está condicionada para y 
se le facilita llevar una relación cercana con sus hijos, siendo la calidad de la relación un factor de 
gran impacto para la transmisión de ideología de género en este estudio. La similitud o no similitud 
en la ideología de género entre padres e hijos adultos puede deberse a la congruencia o 
incongruencia en sus experiencias y en las similitudes o no similitudes entre la díada parental. En 
caso de que exista una congruencia entre los padres y los hijos en su ideología de género se puede 
suponer como una herencia de ideología del estatus que corresponde según el género que tendrá 
consecuenciasen las siguientes estructuras familiares. Cuando existe más de una ideología de rol de 
género entre ambos padres, el hijo(a) podría escoger aquel con el que tenga la relación más cercana. 
No encontraron divergencias respecto a la relación madre-hijo pero si se hallaron en el caso de la 
diada padre-hija (Carlson & Knoester, 2011). 
A esta variedad de estructuras familiares y su repercusión en el cambio de la sociedad y la 
transmisión intergeneracional de genero, hay que agregar también los dramáticos y recientes 
cambios culturales acontecidos en la ideología de género (Carlson & Knoester, 2011). 
 
2. Sexismo Contemporáneo 
La sociedad Mexicana ha sufrido grandes cambios socioculturales y económicos en las últimas 
décadas con las transformaciones que la revolución feminista ha tenido en los núcleos de los 
distintos sistemas, los cuales han mermado los valores del machismo. Sin embargo, como la 
estudiosa de género en México, Castañeda (2002), ha planteado “el machismo no ha desparecido, 
solo se ha modernizado”. Este machismo se ha transformado y pareciera haber dejado atrás la 
misoginia explícita que lo caracterizaba en las clases medias y altas de la Ciudad de México, y ha 
dado lugar a un machismo “invisible” que sigue haciendo posible la transmisión de generación en 
generación de la desigualdad relacional de genero a través de la subordinación de la mujer. 
Aunque en las últimas décadas se ha advertido que los estereotipos de género se han vuelto más 
flexibles hacia las mujeres en el ámbito público sigue existiendo una asimetría en el sentido en que 
los hombres se han mostrado renuentes y/o no ha adquirido rasgos socialmente atribuibles como 
femeninos (Ojeda-García, 2014; Bonino, 2003). La inserción de las mujeres en el mundo laboral 
suele ser vista por su pareja y/o familia como un apoyo, pero no como una contribución real a la 
economía familiar (Rocha, 2013), incluso aunque en ciertos estudios se ha demostrado que las 
mujeres presentan puntuaciones más altas que los hombres en la valoración del trabajo (Cinamon & 
Rich, 2002). 
UN ESTUDIO SOBRE TEORÍA DE GÉNERO EN LA FAMILIA 
COMO ANALOGÍA DE UN VIAJE EPISTEMOLÓGICO 
 
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“El reto de la mujer actual es enfrentar las barreras tanto individuales, sociales e ideológicas 
como culturales […] la lucha […] hoy continúa en pro de construir una equidad por 
complementariedad entre ambos sexos y no una rivalidad” (Ojeda-García, 2014, p. 71) Y el reto de 
los estudiosos de la familia y el género está en integrar la historia estructural de la transformación 
en el microsistema sin dejar de tomar en consideración la agencia individual de las mujeres y 
hombres en sus familias y la política, ya que si bien los individuos inmersos en la sociedad no 
toman decisiones con completa libertad si expresan su agencia individual a través de los valores 
culturales, proyectos políticos y intenciones personales que adoptan o resisten. (Ferre, 2010). 
Castañeda (2002) propone analizar el fenómeno de los machismos invisibles desde un enfoque 
de relaciones interpersonales y no ya como un rasgo personal, y Bonino (1996) argumenta que el 
primer paso, antes de buscar erradicar estas desigualdades, será reconocerlas. Tratando de tomar en 
cuenta estos cambios y propósitos, nuevas escalas se han sido construidas, enfocadas a discriminar 
entre el sexismo a la vieja usanza y las nuevas expresiones de sexismo (Owen & Hill, 2007) 
 
Nuevas expresiones de Sexismo y su medición 
Sexismo implica apropiarse de creencias discriminatorias y/o prejuiciosas basadas en el sexo, y 
que van de la mano con concepciones estereotipadas de los sexos y la ideología de roles de género 
tradicionales (Frable, 1989 como se citó en Campbell, Schellenberg, & Senn, 1997). 
La medición de actitudes controversiales siempre ha sido difícil debido a que la discriminación 
abierta y agresiva hacia grupos minoritarios y en desventaja está hoy altamente estigmatizada y los 
prejuicios contemporáneos se expresan ahora de maneras más sutiles (Campbell et al., 1997). Sin 
embargo, en los estudios de género y familia los temas referentes a las contradicciones, 
cuestionamientos, controversias y cambios son centrales (Ferre, 2010). 
 
Sexismo Moderno 
Benokraitis y Feagin (1986 como se citó en Swim & Cohen, 1997) identificaron 3 tipos de 
sexismo: 
1. Sexismo Evidente (Overt Sexism): trato inequitativo y dañino hacia las mujeres que es 
aparente, visible, observable y fácilmente documentado. 
2. Sexismo Encubierto (Covert Sexism): trato inequitativo y dañino hacia las mujeres y 
hombres que se llevan a cabo de manera intencional pero de forma oculta o clandestina. 
3. Sexismo Sutil (Subtle Sexism): trato inequitativo y dañino hacia la mujer expresado de 
forma abierta y observable pero que pasa desapercibido al ser normalizado por la 
cultura. 
UN ESTUDIO SOBRE TEORÍA DE GÉNERO EN LA FAMILIA 
COMO ANALOGÍA DE UN VIAJE EPISTEMOLÓGICO 
 
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El sexismo moderno está caracterizado por la negación de la aún existente discriminación por 
género, un antagonismo ante las demandas de las mujeres y falta de apoyo por hacia políticas 
diseñadas para ayudar a las mujeres (Swim, Aikin, Hall, & Hunter, 1995; Swim & Cohen, 1997) 
argumentando que la discriminación hacia las mujeres es cosa del pasado, expresando sentimientos 
antagonistas hacia las mujeres que llevan a cabo exigencias políticas y económicas, y con 
resentimiento hacia los “favores especiales” que reciben las mujeres. 
 
Teoría y medición de Sexismo Moderno. La Teoría del Sexismo Moderno se encuentra 
relacionada con la teoría del racismo moderno y de la misma forma se le ha asociado con valores 
individualistas que enfatizan la libertad personal, autosuficiencia, devoción al trabajo y el logro, 
enfatizando en los atributos internos del individuo más que en los atributos externos que podrían 
limitar sus posibilidades . Comparado con los valores igualitarios, que por su parte enfatizan la 
ayuda a los otros de manera que nadie tenga ventajas especiales y promueve respuestas más 
empáticas y de mayor apoyo (Swim et al., 1995, Swim & Cohen, 1997). 
Swim et al., (1995) desarrollaron la Escala de Sexismo Moderno basándose en la Teoría del 
Racismo Simbólico y Racismo Moderno de McConahay (1986, como se le cito en Swim et al., 
1995; Swim & Cohen, 1997) para construir reactivos dirigidos al sexismo moderno hacia las 
mujeres, los cuales distinguen entre Sexismo a la vieja usanza (Old-Fashioned Sexism) y Sexismo 
Moderno, en los que se ha encontrado que los hombres en trabajos denominados como masculinos 
presentan puntajes más altos de Sexismo Moderno que las mujeres y mostraban una tendencia a 
sobre-estimar el porcentaje de mujeres en ese tipo de trabajos (Swim et al., 1995). Igualmente se 
halló relación con la inclinación a votar por candidatos a cargos públicos masculinos, en 
detraimiento de las postuladas mujeres, cuando había altos puntajes en sexismo moderno. Ambos, 
los que obtenían puntajes altos en Sexismo Moderno como en Sexismo a la vieja usanza, mostraban 
actitudes negativas hacia las mujeres y las feministas, y actitudes positivas hacia hombres 
tradicionales y chauvinistas (Swim & Cohen, 1997). 
Finalmente Swim et al. (1995) sugieren que las creencias y prejuicios sobre las mujeres se 
pueden separar en dos componentes distintos: 
1. Un tratamiento inequitativo hacia las mujeres y un cuestionamiento de su inteligencia y 
capacidades, expresados en el Sexismo a la vieja usanza y se refiere a formas de sexismo 
evidente. 
2. Respuestas poco empáticas hacia los problemas de género que enfrentan las mujeres, 
expresado en el Sexismo Moderno que cubre con mayor eficacia las formas de sexismo 
encubiertas y sutiles. 
UN ESTUDIO SOBRE TEORÍA DE GÉNERO EN LA FAMILIA 
COMO ANALOGÍA DE UN VIAJE EPISTEMOLÓGICO 
 
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Consecuencias del Sexismo Moderno. Aunque distintos, ambos factores promueven 
estereotipos tradicionales de

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