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1 UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO FACULTAD DE MEDICINA DIVISIÓN DE ESTUDIOS DE POSGRADO E INVESTIGACIÓN HOSPITAL GENERAL DEL ESTADO DE SONORA DIVISIÓN DE ENSEÑANZA E INVESTIGACIÓN T E S I S “USO DE INFUSIÓN DE KETAMINA PARA DISMINUIR EL REQUERIMIENTO DE OPIOIDES EN ANESTESIA GENERAL BALANCEADA, PARA CIRUGIA ABDOMINAL” Que presenta: Dr. Eliseo Alejandre Juárez Residente de tercer año de Anestesiología Dr. Leonardo Vargas Ruiz Asesor Médico MC Biol. Nohelia Pacheco Hoyos Asesor Metodológico Hermosillo, Sonora. Julio – 2014 UNAM – Dirección General de Bibliotecas Tesis Digitales Restricciones de uso DERECHOS RESERVADOS © PROHIBIDA SU REPRODUCCIÓN TOTAL O PARCIAL Todo el material contenido en esta tesis esta protegido por la Ley Federal del Derecho de Autor (LFDA) de los Estados Unidos Mexicanos (México). El uso de imágenes, fragmentos de videos, y demás material que sea objeto de protección de los derechos de autor, será exclusivamente para fines educativos e informativos y deberá citar la fuente donde la obtuvo mencionando el autor o autores. Cualquier uso distinto como el lucro, reproducción, edición o modificación, será perseguido y sancionado por el respectivo titular de los Derechos de Autor. 2 HOJA DE AUTORIZACIÓN DE ASESORES Dr. Leonardo Vargas Ruiz ____________________ Hospital General del Estado de Sonora Servicio de Anestesiología Cel: (662) 315-1840 MC Biol. Nohelia Pacheco Hoyos ___________________ Hospital General del Estado de Sonora División de Enseñanza e Investigación Tel: (662) 259-2500 Cel: (662) 113-3249 noheliapachecoh@gmail.com mailto:noheliapachecoh@gmail.com 3 TESIS: “USO DE INFUSIÓN DE KETAMINA PARA DISMINUIR EL REQUERIMIENTO DE OPIOIDES EN ANESTESIA GENERAL BALANCEADA, PARA CIRUGIA ABDOMINAL” FIRMAS DE AUTORIZACIÓN ________________________________________ DR. FRANCISCO RENÉ PESQUEIRA FONTES DIRECTOR GENERAL Hospital General del Estado de Sonora Tel (662) 259-25-00 rpesqui@gmail.com ___________________________________ DR. JORGE ISAAC CARDOZA AMADOR DIRECTOR MÉDICO Hospital General del Estado de Sonora Tel. (662) 259-25-00 jicardozaa@hotmail.com ______________________________________ DRA. CARMEN A. ZAMUDIO REYES JEFA DE LA DIVISIÓN DE ENSEÑANZA E INVESTIGACIÓN Hospital General del Estado de Sonora Tel. (662) 259-25-00 ensenanzahge@hotmail.com ______________________________________ DR. RAMÓN HUMBERTO NAVARRO YANES JEFE DEL SERVICIO DE ANESTESIOLOGÍA Hospital General del Estado de Sonora Tel. (662) 259-2500, Cel. (662) 256-6024 ramonhnavarro@hotmail.com ________________________________________ Dr. SALVADOR TERÁN RIVERA PROFESOR TITULAR DEL CURSO DE ANESTESIOLOGÍA Hospital General del Estado de Sonora Tel. (662) 259-2500, Cel. (662) 256-1998 salvador.t.rivera@hotmail.com _____________________________________ DR. LEONARDO VARGAS RUIZ ASESOR MÉDICO DE TESIS Hospital General del Estado de Sonora Servicio de Anestesiología Cel: (662) 315-1840 ______________________________________ M.C. NOHELIA G. PACHECO HOYOS ASESOR DE TESIS DE LA DIVISIÓN DE ENSEÑANZA E INVESTIGACIÓN Hospital General del Estado de Sonora Tel. (662) 259-25-00, Cel. (662) 113-32-49 noheliapachecoh@gmail.com _____________________________________ DR. ELISEO ALEJANDRE JUAREZ RESIDENTE DE TERCER AÑO DE ANESTESIOLOGÍA Hospital General del Estado de Sonora Tel. (662) 233-6375 eliseoalejandrex@hotmail.com mailto:rpesqui@gmail.com mailto:jicardozaa@hotmail.com mailto:ensenanzahge@hotmail.com mailto:ramonhnavarro@hotmail.com mailto:salvador.t.rivera@hotmail.com mailto:noheliapachecoh@gmail.com mailto:eliseoalejandrex@hotmail.com 4 AGRADECIMIENTOS Me gustaría que estas líneas sirvieran para expresar mi más profundo y sincero agradecimiento a todas aquellas personas que con su ayuda han colaborado en la realización de mi especialidad médica. Agradezco primero que nada a mi familia, a mis padres que desde el primer momento han estado apoyándome incondicionalmente en todas las decisiones de mi vida. Agradezco a todas las personas que participaron en mi formación médica, a mis maestros, a mis compañeros y al personal de la coordinación de capacitación y enseñanza por todo el apoyo ofrecido. Gracias a esas personas importantes en mi vida, que siempre estuvieron listas para brindarme su ayuda. Gracias totales. 5 ÍNDICE Introducción…………………………………………………………………………….7 Resumen………………………………………………………………………………..10 1. Marco Teórico………………………………………………………………….…..12 1.1. Receptor Glutamatérgico N-Metil-Aspartato (NMDA)…………………….12 1.2. Glutamato…………………………………………………………….………..14 1.3. Antagonistas de los Receptores NMDA……………………….……………16 1.4. Antagonista de los Receptores N-Metil-D-Aspartato ………………….....20 1.5. Clorhidrato de Ketamina……………………………………………………...25 1.5.1. Antecedentes Históricos…………………………………….……..….25 1.5.2. Características Fisicoquímicas………………………….…………....28 1.5.3. Farmacocinética………………………………………………………..28 1.5.4. Mecanismos de Acción………………………………………………..31 1.5.5. Acción Sobre los Receptores Opiáceos……………………….…....31 1.5.6. Efectos Sobre el Sistema Nervioso Central………………….……..33 1.5.7. Efectos Sobre el Aparato Respiratorio……………………………....37 1.5.8. Efectos Sobre el Aparato Cardiovascular…………………….….….38 1.5.9. Aplicación Clínica en Dolor Crónico………………….………..…….39 1.5.10 Efectos Clínicos………………………………………………….…….40 1.5.11 Formas y Vías de Administración……………………………………41 1.5.12. Contraindicaciones…………………………………………………...41 1.5.13 Reacciones Adversas………………….…………………….……….42 1.6 Opioides………………………………………………………….………….42 6 1.6.1. Citrato de Fentanil……………………………………..…………...46 1.7 Antecedentes de la Investigación………………………………..………..50 2. Material y Métodos………………………………………………………………58 2.1. Planteamiento del Problema……………………………………………58 2.2. Justificación………………………………………………………………58 2.3. Objetivos………………………………………………………………….59 2.3.1. Objetivo Principal………………………………………………….59 2.3.2. Objetivos Particulares………………………………………….…59 2.4. Hipótesis…………………………………………………………………..60 2.5. Descripción General del Estudio…………………….…………………60 2.6. Criterios de Selección……………………………………………………60 2.7. Criterios de Exclusión……………………………………………………61 2.8. Criterios de Eliminación…………………………………………………61 2.9. Variables a Estudiar……………………………………………………..61 2.10. Técnica de Recolección de Datos………………………………….….62 2.11. Consideraciones Éticas………………………………………………….62 2.12. Descripción de la Técnica Anestésica………………………………….62 2.13. Análisis de Resultados………………………………………………….65 3. Resultados……………………………………………………………………….…66 4. Discusión…………………………………………………………………….……..77 5. Conclusión…………………………………………………………………….……85 6. Anexo…………………………………………………………………………..…...86 7. Bibliografía ……………………………………………………………………...…87 7 USO DE INFUSIÓN DE KETAMINA PARA DISMINUIR EL REQUERIMIENTO DE OPIOIDES EN ANESTESIA GENERAL BALANCEADA, PARA CIRUGIA ABDOMINAL. INTRODUCCIÓN La ketamina, un antagonista competitivo del receptor de NMDA, previene experimentalmente la hiperalgesia inducida por los opiodes y en combinación con la morfina disminuye tanto el dolor como el consumo de esta última durante el período postoperatorio. Sin embargo, la dosis óptima y la duración de la administración de ketamina está aún por determinar. Bajas dosis de ketamina induce a un efecto ahorrador de morfina cuando su administración está limitada al período intraoperatorio o extendida al período postoperatorio pero muy pocos artículos han comparado la administración intravenosa (IV) de ketamina. Estos diversos resultados con el uso de la ketamina nospermiten exponer la hipótesis de que este medicamento ocupa un lugar en el alivio del dolor perioperatorio y que este efecto está muy relacionado con el tiempo de administración del mismo. Uno de los dilemas que se plantean en anestesia, es la utilización adecuada de los opiodes, los cuales han sido utilizados en diferentes formas. Su primera aplicación fue en el siglo III AC, implementándolo como somnífero. Con el advenimiento de la medicina moderna, su aplicación giró hacia la analgesia, revolucionando el siglo XX. Actualmente, es la droga más utilizada en el campo de la anestesiología. La propiedades farmacodinámicas de cada opioides específico dependen del receptor al cual se fijan, la afinidad de la fijación y la posibilidad de que el receptor este activado. Los opioides según su acción sobre los receptores se clasifican en 8 agonista como la morfina, el fentanil, alfentanil y el sufentanil, agonistas-antagonistas como la nalbufina y antagonistas puros como la nalaxona. Para Morgan (1998) La anestesia basada en analgesia está asociada a una alta incidencia de dolor postoperatorio severo. Existe una gran variedad de técnicas anestésicas y fármacos para el mantenimiento de una buena analgesia transoperatoria, ofreciendo un buen periodo posoperatorio. Es imprescindible un adecuado control del dolor transquirurgico, como postquirúrgico, para evitar la aparición de complicaciones post operatorias. La agresión tisular que ocasiona una cirugía mayor, puede general cambios neuroplasticos en el sistema nervioso central, fenómeno conocido como sensibilización central (Morgan, 1998). La importancia de los recetores N- Metil – D aspartato (NMDA), ha sido ya demostrada en este proceso (Morgan, 1998). Estímulos dolorosos severos activan los receptores NMDA y producen hiperexcitabilidad de las neuronas del asta dorsal, induciendo sensibilización central, fenómeno de «wind up» y memoria del dolor. También ha sido reportado cómo la activación de los receptores μ de los opioides, llevan a un incremento sostenido de la efectividad sináptica del glutamato, a nivel de los receptores NMDA (Morgan, 1998). En la práctica clínica, se utilizan fármacos opioides como coadyuvantes para mantenimiento de la anestesia general y el tratamiento del dolor perioperatorio. Estos fármacos se caracterizan por mantener una afinidad selectiva a los receptores opioides endógenos. De esta manera activan los receptores opioides endógenos, y se deprimen los mecanismos de transmisión para la sensibilidad nociceptiva. En nuestro medio el opioide más utilizado es el fentanilo, el cual es liposoluble, de inicio 9 rápido y corta acción analgésica. Los opioides presentan reacciones adversas limitantes como nauseas y vomito hasta en el 40% de los casos, además de depresión respiratoria (Miller, 2009). La ketamina (antagonista de los receptores NMDA) se ha propuesto como modalidad terapéutica, para prevenir la aparición de tales fenómenos como la hiperalgesia y disminuir los requerimientos de analgésicos opioides en el postoperatorio. Esto ha sido ampliamente estudiado en modelos experimentales, con resultados positivos (Miller, 2009). El uso de la ketamina en anestesia intravenosa, tiene la ventaja de poder utilizar un solo fármaco, o de emplearlo como adyuvante de otro agente como el midazolam, el tiopental o el propofol. Se ha asociado la ketamina con las benzodiazepinas en gran variedad de procedimientos quirúrgicos, lo cual resultó en una estable técnica anestésica, sin variaciones hemodinámicas y con pocas reacciones psicológicas postoperatorias. Además esta asociación puede potenciar la relajación muscular durante la cirugía, favorecer los fenómenos de ansiólisis y sedación y disminuir la estimulación cardiovascular y las reacciones de despertar producidas por la ketamina (Larsen, 2000). En base a lo anterior se realizó el presente estudio, utilizando ketamina a dosis subanestesicas, asociadas al uso de fentanilo durante el transoperatorio en pacientes seleccionados, sometidos a cirugía abdominal con anestesia general. Comparamos la eficacia analgésica en el transoperatorio de ambos fármacos, con el objetivo de demostrar el impacto en el consumo perioperatorio de opioides, mediante la adición de ketamina en bolo preoperatoria más infusión intraoperatoria. 10 RESUMEN. Título: USO DE INFUSIÓN DE KETAMINA PARA DISMINUIR EL REQUERIMIENTO DE OPIOIDES EN ANESTESIA GENERAL BALANCEADA, PARA CIRUGIA ABDOMINAL. Antecedentes: La ketamina es un fármaco anestésico clásico utilizado en la actualidad para inducir o mantener anestesia, pero con una creciente indicación como analgésico para el tratamiento del dolor. La ketamina se conoce ampliamente desde el punto de vista farmacológico y su efecto analgésico se atribuye principalmente al antagonismo de los receptores excitadores N-metil-D-aspartato, ofrece en la práctica clínica diversos resultados. Objetivos: Comparar la disminución del requerimiento de opioides administrando ketamina a dosis bajas en el transoperatorio durante la anestesia general balanceada, además de evaluar la efectividad analgésica en el postoperatorio, la presencia de complicaciones derivadas del acto quirúrgico y del uso de la ketamina, describir el comportamiento hemodinámico intraoperatorio de los pacientes llevados a cirugía con anestesia general balanceada con la administración de infusión de ketamina. Material y Métodos: Estudio de investigación transversal, prospectiva, descriptiva, abierta, utilizando pacientes con clasificación ASA I y II, que no presenten criterios de exclusión, seleccionados de manera aleatoria a quienes se les realizo cirugía abdominal electiva o de urgencia. Se empleó estadística descriptiva que incluye medidas de tendencia central (promedios, rangos) y de dispersión (desviación estándar) para las variables cuantitativas. 11 Resultados: La media aritmética de la disminución del uso de opioides fue de 39% respecto al grupo control. La moda en cuanto a la diferencia del uso de opioide es 0.4 respecto al Grupo Fentanilo, la mediana es 40%, menos del uso de opioide en el Grupo Ketamina respecto al Grupo Fentanilo. Conclusiones: La diferencia porcentual entre los dos grupos, el grupo Ketamina y el grupo Fentanilo, fue de mayor ahorro de opioide fue del 46, y donde encontramos el porcentaje de menor ahorro de opioide fue de 28%, podemos decir que el promedio de ahorro de opioide fue del 40%. En los parámetros hemodinámicos transoperatorios, el Grupo Ketamina reveló considerable beneficio hemodinámico con tendencia a la estabilidad. Los pacientes del Grupo Ketamina obtuvieron una menor calificación del EVA dentro de las primeras 24 horas, así como un efecto analgésico postquirúrgico mayor. Palabras clave: ketamina, reducción de opioides, dosis subanestésicas. 12 1. MARCO TEÓRICO 1.1. Receptor Glutamatérgico N-metil - D- aspartato (NMDA) Los receptores de N-metil-D-aspartato (NMDA) se localizan en las células del asta posterior de la médula espinal (ME). Después de la sinapsis, son los encargados de mediar la reacción generada por la descarga polisináptica de fibras aferentes transmisión en fibras aferentes nociceptivas, posiblemente fibras A delta y C (Neira, 2003). Los receptores NMDA están asociados con los procesos de aprendizaje y memoria, el desarrollo y la plasticidad neural, así como con los estados de dolor agudo y crónico. Intervienen en el inicio y mantenimiento de la sensibilización central, asociada a daño o inflamación de los tejidos periféricos (Sorkin, 1997). La activación de los receptores NMDA se relaciona con la estimulación repetitiva de fibras C originando un aumento del tamaño de los campos receptivos y de la respuesta de las neuronas nociceptivas espinales a los estímulosadecuados. Este fenómeno, denominado “wind-up”, está mediado por la liberación de glutamato y sustancia P (SP) por aferencias primarias de tipo C, que actúan sobre receptores NMDA y neurocinina1 (NK1) (Sukiennik, 1995). La vía final común de la activación del receptor NK1 y NMDA es el incremento de calcio intracelular libre ionizado, que puede explicar la hiperexcitabilidad neuronal persistente. La activación de estos receptores puede activar la proteíncinasa C por la vía de la cascada de inositoles. La activación de estos receptores produce la síntesis de prostaglandinas y de óxido nítrico. La facilitación lenta y conservada, depende de la correlación de neurocininas, 13 especialmente la SP y aminoácidos excitadores (AE), que actúan sobre los receptores NMDA (Sukiennik, 1995). La facilitación es bloqueada por antagonistas de los NMDA y antagonistas específicos del receptor de NK1, que se postula es el principal lugar de unión de la SP. Las neuronas que expresan c-fos presentan una distribución diferencial, de acuerdo a la distribución somatotópica de las aferencias sensitivas al asta medular dorsal o al núcleo del trigémino (Sorkin, 1997). También existen diferencias en la distribución temporal y numérica del c-fos según el estímulo utilizado. Así el número de neuronas que expresan el c-fos en la lámina III-IV es mayor comparado con la lámina I-II, al utilizar un estímulo mecánico versus el estímulo térmico o químico (Sorkin, 1997). No todas las neuronas se activan simultáneamente, existiendo varias ondas de reclutamiento. El aumento de intensidad del estímulo en una región determinada aumenta el número de neuronas que expresan el c-fos de forma exponencial. En ausencia de estímulo doloroso el número de células que expresan inmunorreactividad para el c-fos es mínimo. La administración de glutamato NMDA y ácido alfa-amino-3-hydroxy-5-methyl-4- isoxazole propionato (AMPA) induce la expresión de c-fos en neuronas tanto in vitro como in vitro. Estas propiedades han sido ampliamente utilizadas para evaluar la posible eficacia terapéutica de fármacos analgésicos (Figiel, 1997). La ketamina un bloqueador no competitivo de los receptores NMDA, se postula que se podría utilizar para disminuir la percepción del dolor. Es un neuromodulador del dolor y potenciador de la acción analgésica de los opioides (Sato, 1993). Los estudios clínicos han evidenciado su uso en el manejo del dolor 14 postoperatorio dentro de una modalidad multimodal, con menor incidencia de náuseas y vómitos que al usar opioides solos y con reacciones adversas de tipo alucinatorias escasas (Sato, 1993). 1.2. Glutamato El glutamato es un aminoácido relacionado con distintas funciones fisiológicas: la memoria, el aprendizaje y mecanismos fisiopatológicos como la epilepsia. El L- glutamato puede actuar sobre diversos receptores, como los receptores AMPA, NMDA, kainato y AP4. El glutamato es el principal aminoácido excitatorio en el Sistema Nervioso Central (SNC), que puede participar en los procesos de transmisión nociceptiva en la ME, este aminoácido es el principal responsable de la transmisión sináptica rápida (Neira, 2003). La acción del glutamato en las vías del dolor está mediada en su mayor parte a través de receptores ionotrópicos (AMPA, NMDA y kaínicos) los cuales se encuentran ligados a canales de calcio, y en menor medida por receptores metabotrópicos (grupos I, II y III), acoplados a la proteína G. Se han identificados receptores glutamatérgicos en las terminaciones periféricas y centrales de neuronas nociceptivas, coexistiendo en la terminal periférica con la sustancia P (Neira, 2003). Se han identificado receptores glutamatérgicos en las terminaciones periféricas y centrales de neuronas nociceptivas, coexistiendo en la terminal periférica con la SP. A nivel central, se ha identificadouna alta densidad de receptores NMDA, AMPA, kaínicos y metabotrópicos de Glu (mGluR) a nivel de la lámina I y II del núcleo caudal del trigémino Sp5C (Furuyama, 1993). En el ganglio del trigémino se ha detectado el RNAm de receptores NMDA pero no su proteína. 15 Siguiendo un patrón similar, en la ME los receptores NMDA, AMPA y kainato se expresan en células del asta posterior y en cé lulas ganglionares dorsales correspondientes a las fibras tipo C y A delta (Furuyama, 1993). La activación de las fibras aferentes nociceptivas tipo-C produce la liberación de glutamato y SP en la primera sinapsis, los dos principales neurotransmisores en las vías del dolor (Neira, 2003). La activación repetida de las aferencias primarias puede liberar glutamato en el asta posterior de la ME, que actúa sobre receptores NMDA (Neira, 2003). A través de estos receptores, también actúa en algunos núcleos cerebrales con la liberación de dopamina, condicionada por una respuesta emocional. La activación de los receptores NMDA juega un papel importante en la neurotransmisión excitatoria y la plasticidad sináptica en el SNC (Neira, 2003). El glutamato o sus agonistas (NMDA, AMPA o ácido kaínico) están involucrados en los procesos de generación y mantenimiento de los estados de hiperalgesia (respuesta exacerbada al estímulo nocivo) y alodinia (disminución del umbral doloroso) (Neira, 2003). Mediante microdialización, Marvizon, et al. (1997) mostraron que la estimulación dolorosa facial producía la activación de las fibras-C trigeminales con la consiguiente secreción aguda de glutamato y aspartato en el núcleo caudal del trigémino (Sp5C). En la ME, los receptores NMDA median la liberación de glutamato y SP en la lámina I y II del asta posterior medular. La infusión intrarraquídea de NMDA reproduce los cambios morfológicos permanentes, observados en lesiones tisulares produciendo no sólo dolor, sino la internalización masiva del receptor, para la SP en las neuronas del asta posterior medular, probablemente reflejando el aumento de secreción del neuropéptido P. Esto sugiere que los receptores NMDA presinápticos, 16 en las terminaciones de las fibras pobremente mielinizadas, facilitan y prolongan la transmisión de información nociceptiva a través de la liberación de la SP y glutamato (Marvizon, 1997). Por otro lado, los receptores NMDA no sólo están involucrados en la primera sinapsis, sino también a niveles superiores del procesamiento nervioso (Marvizon, 1997). Utilizando un modelo de dolor basado en el comportamiento, se ha visto que la administración intratalámica de D-APV, un antagonista del receptor MDA, reduce significativamente la respuesta hiperalgésica a la estimulación mecánica y térmica en la rata, además, involucra a los receptores NMDA talámicos en el desarrollo y mantenimiento de la hiperalgesia secundaria a la inflamación (Marvizon, 1997). Así el estímulo a alta frecuencia de las fibras tipo C produce un aumento marcado y prolongado de la excitabilidad neuronal, expresado como un aumento progresivo de los potenciales de acción generados por motoneuronas e interneuronas, proceso conocido como ‘action potential windup’, este fenómeno se ve reducido a sus niveles basales con la administración de antagonistas NMDA (Kolhekar, 1997). 1.3 . Antagosnistas de los receptores NMDA En 1979, aparecen los primeros trabajos que describen la existencia de receptores específicos para la PCP en el SNC de la rata, y más concretamente en la membrana sináptica neuronal (Said, 1999). Los autores encontraron una densidad significativa de dichos receptores en hipocampo, córtex cerebral, médula espinal cervical, cuerpo estriado, hipotálamo, núcleo caudado, cerebelo, tronco de encéfalo, puente y amígdala, siendo posteriormente descritos en seres humanos en el sistema nervioso periférico, en los ganglios autonómicos y sensitivos, plexo mientérico, médula 17 adrenal, neuronasnoradrenérgicas, vago y otros nervios colinérgicos, nervios sensitivos, y también en el pulmón y vía aérea (Said, 1999). El efecto analgésico de los antagonistas de los receptores de NMDA ha sido puesto de manifiesto por numerosos trabajos, principalmente en modelos animales de conducta. Así por ejemplo, MK-801 (antagonista específico de los receptores NMDA) previene la hiperalgesia táctil cutánea y muscular inducida por la lesión de las fibras-C (Neira, 2003). La disminución significativa de neuronas que expresan el c-fos en la ME o en el núcleo caudal de trigémino de forma dosis dependiente pone, nuevamente, de manifiesto la importancia de los receptores NMDA en la transmisión de la información dolorosa (Neira, 2003). La activación de los receptores NMDA influye en la expresión de determinados genes (c-fos) y la síntesis de proteínas específicas fos, consideradas como terceros mensajeros. Estas proteínas participan en la regulación de la expresión de diversos genes, entre los que se encuentran el de la proencefalina y el de la prodinorfina. La estimulación nociceptiva puede causar cambios génicos, con las consecuencias correspondientes (Ortega, 2001). Normalmente la presencia de un ión magnesio en el canal bloquea el receptor NMDA. Tras un estímulo nocivo intenso o repetitivo, la despolarización de la neurona abre el canal iónico y se produce la entrada masiva de calcio al interior de la célula, lo que acelera la despolarización. La acción del glutamato sobre los receptores AMPA despolariza a las neuronas, desaparece el bloqueo del magnesio y la actividad del glutamato sobre los receptores NMDA se hace eficaz (Lodge, 1990). Esto permite la entrada de calcio al interior de la neurona postsináptica, lo que activa a su vez diversos sistemas de segundos mensajeros que dan lugar a cambios 18 bioquímicos y moleculares en dichas neuronas a largo plazo. Estos cambios fisiológicos originan modificaciones importantes, dando lugar a fenómenos de hiperexcitabilidad de la neurona del asta posterior, manifestado por un aumento del tamaño del campo receptor de las neuronas y una disminución del umbral. Las neuronas adquieren actividad espontánea. Es posible que la alodinia y la hiperalgesia, relacionadas con lesiones de los nervios, reflejen cambios mediados por los receptores NMDA a largo plazo, en la modulación neuronal del asta posterior. Los receptores NMDA con sus múltiples sitios reguladores y sus subunidades con diferente perfil farmacológico, resultan una diana muy atractiva para el diseño de nuevos fármacos analgésicos. Sin embargo, fármacos potenciales como el MK-801 son de limitado uso debido a los efectos secundarios que presentan (Lodge, 1990). Los receptores NMDA pueden ser bloqueados por la ketamina, abriendo una nueva vía al tratamiento del dolor neuropático. El óxido nítrico, producido tras la activación de los receptores NMDA por la óxido nítrico-sintetasa neuronal del asta posterior de la ME, puede potenciar otros mecanismos de sensibilización central, que activan numerosos procesos bioquímicos postsinápticos y posiblemente presinápticos. El óxido nítrico puede modificar los lípidos de membrana o las proteínas, participando en la eliminación de radicales libres, algunas modificaciones genómicas y, quizás, en la activación de genes de expresión inmediata. El óxido nítrico atraviesa con facilidad las membranas y tiene una vida media muy corta. Se ha demostrado en modelos experimentales que la inyección intratecal de donantes de óxido nítrico inducen hiperalgesia, mientras que los inhibidores de la síntesis de óxido nítrico (L-NAME, L-NMMA) previenen la hiperalgesia, inducida en ratas, 19 mediante la inyección subcutánea de formalina o intratecal de antagonistas de glutamato y SP (Basbaum, 1998). Los receptores de glutamato tipo AMPA se han involucrado en el establecimiento de los niveles basales de nocicepción, transmitiendo de forma precisa la intensidad y duración del estímulo periférico, sin que este sea considerado nocivo (Aanonsen, 1986). Esta transmisión basal se ejerce a través de fibras nerviosas finas con umbrales de excitación bajos. Los canales asociados con el receptor NMDA se encuentran habitualmente bloqueados por magnesio, de tal forma, que los estímulos son transmitidos al SNC a través de los receptores AMPA, estableciéndose una vía de transmisión basal de la información dolorosa. Si el estímulo nocivo persiste, el acúmulo de péptidos produce despolarizaciones que eliminan el bloqueo de magnesio del canal ligado al receptor NMDA. Esta activación del complejo NMDA conlleva una despolarización masiva neuronal que se añade a la activación basal ya existente. Se cree que este mecanismo desempeña un papel primordial en los estados de algesia prolongada (Basbaum, 1998). Los fenómenos de tolerancia y dependencia están fuertemente relacionados, existiendo numerosos sistemas relacionados con los péptidos opioides endógenos (POE), en el desarrollo de tolerancia y dependencia. Se ha visto relación, en los fenómenos de tolerancia, con la dopamina y la oxitocina que bloquea la aparición de tolerancia frente a beta-endorfinas y encefalinas. Los NMDA bloquean la aparición de la tolerancia, por una interacción con los receptores mu o delta, estando relacionada también con fenómenos de dependencia. En fenómenos de tolerancia y dependencia de los POE se han visto implicados los alfa y beta-adrenérgicos (Olson, 1995) 20 Estudios recientes sugieren que los receptores NMDA y CCKB median la tolerancia a opiáceos por una vía convergente de segundo mensajero óxido nítrico. Los antagonistas de la NMDA y los inhibidores de la síntesis del óxido nítrico bloquean el desarrollo de tolerancia a la morfina o la revierten (Neira, 2003). 1.4. Antagonista de los receptores N-Metil-D-Aspartato La acción anestésica de la ketamina está estrechamente asociada al bloqueo del receptor NMDA, que recibe este nombre por su principal agonista el aminoácido (Nmetil-D-aspartato). El receptor NMDA posee un canal iónico acoplado, es miembro de la familia de receptores del glutamato, tiene propiedades excitatorias neuronales y se ha relacionado con la analgesia, anestesia y neurotoxicidad mediadas por dichos neurotransmisores. La ketamina bloquea el canal iónico del receptor para el NMDA de forma uso dependiente, es decir ocurre sólo cuando el canal ha sido abierto y de forma estereoselectiva (Reboso, 1999). Se han descrito para el complejo receptor NMDA diversos agonistas, como el L-glutamato y L-aspartato,que son los aminoácidos principales excitadores endógenos, muy abundantes en el SNC de los mamíferos (Sato, 1998). Estos aminoácidos actúan sobre los receptores glutamato y juegan un importante papel en algunas funciones fisiológicas como el aprendizaje, memoria, desarrollo y otras formas de plasticidad sináptica.También tienen un papel en la nocicepción ya que los estímulos nocivos causan la liberación de glutamato y aspartato en el asta posterior de la médula espinal. El receptor NMDA es el único receptor neurotransmisor en el que la activación del canal requiere la unión del glutamato y del co-agonista glicina. Es un pentámero compuesto por dos subunidades: NMDAR1 21 y NMDAR2 (Sato, 1998). Este canal receptor tiene cinco sitios moduladores: el principal sitio de reconocimiento al que se unen el glutamato y el NMDA, el sitio de unión de la glicina, el del catión Mg++, al del catión Zn++ y el sitio para la PCP. Los sitios de unión del glutamato y la glicina están localizados en la parte extracelular del receptor y los otros están dentro del canal. Un hecho importante es la alta permeabilidad del canal receptor al Ca++. Así, cuando el receptor es estimulado, permite la entrada de Ca++ dentro de la célula (Sato, 1998). Este receptor de NMDAtiene un importante papel en numerosos procesos del SNC, incluyendo la “memoria”, regulación de la degeneración neuronal y protección frente a lesiones excitotóxicas y el desarrollo y plasticidad del dolor. La activación de los receptores NMDA periféricos puede ser un importante mecanismo de inflamación de la vía aérea y la hiperactividad encontrada en el asma bronquial. Esto puede ayudar a explicar dos observaciones aparentemente no relacionadas: el desencadenamiento o empeoramiento de crisis asmáticas por alimentos que contienen glutamato y efecto relajante de la ketamina sobre el músculo liso bronquial (Miller, 2009). La ketamina, la PCP, MK-801 y otros actúan de la siguiente forma: el complejo receptor NMDA es un canal iónico ligado al receptor. Está sujeto a regulación por la glicina y por la unión, voltaje dependiente, de iones magnesio (Mg++) dentro del canal ionóforo. El bloqueo producido por la ketamina depende del voltaje transmembrana, es decir, del Mg++. Además, de la activación del receptor por un agonista tal como el NMDA (es uso-dependiente); la ketamina interactúa con un receptor situado aproximadamente en la mitad del espesor de la membrana, lo cual es compatible con el hecho del bloqueo dentro del canal abierto impidiendo el flujo 22 iónico. Además, la ketamina reduce la frecuencia de apertura del canal (Yamamura, 2010). Respecto a la base de dicho efecto analgésico se consideran dos posibilidades no excluyentes entre sí: la acción antagonista en el receptor NMDA y la acción en el receptor opiáceo (Church, 1990). Hay muchos trabajos que han demostrado que los efectos analgésicos de la ketamina son mediados por su acción antagonista de los receptores NMDA. Existen altas concentraciones de éstos a nivel medular y en zonas del SNC relacionadas con las vías del dolor. Los receptores NMDA han sido involucrados en la percepción del dolor y en el desarrollo del dolor crónico. Se han relacionado con fenómenos como la sensibilización central, la hiperalgesia secundaria al daño tisular periférico produce un aumento en la sensibilidad de los principales nociceptores aferentes cercanos a la lesión (sensibilización periférica) y un aumento en la excitabilidad de las neuronas de la médula espinal (sensibilización central) (Miller, 2009). La hiperalgesia mecánica postoperatoria puede ser demostrada en las áreas de daño tisular e inflamación (hiperalgesia primaria) y en el tejido vecino no dañado ni inflamado (hiperalgesia secundaria). La hiperalgesia primaria depende primordialmente de la sensibilización de nociceptores periféricos mientras que la hiperalgesia mecánica secundaria es consecuencia de la sensibilización central en la médula espinal. La sensibilización central es desencadenada por estímulos nociceptivos aferentes que se transmiten por las fibras C, y se manifiesta como una reducción prolongada del umbral doloroso, y una extensión y aumento de la sensibilidad de los receptores correspondientes a las áreas cutáneas del asta posterior de la médula espinal (Miller, 2009). 23 Los cambios representados por la sensibilización central incluyen una situación en la que aferencias de bajo umbral empiezan a producir dolor, algo que no hacen normalmente, y esto ayuda a explicar porqué estímulos inocuos o de baja intensidad son dolorosos, contribuyendo a la alodinia que ocurre en la vecindad de una lesión periférica. Clínicamente, la sensibilización central se manifiesta como hiperpatía, alodinia e hiperalgesia secundaria. Depende de varios factores, entre los que se incluyen la activación de los receptores NMDA (Miller, 2009). En términos de nocicepción, los aminoácidos son los transmisores más importantes, mientras que los péptidos asumen papeles más destacados en la nocicepción durante la inflamación. El glutamato y el aspartato son los neurotransmisores excitadores más abundantes, mientras que el ácido gamma butírico (GABA) es el inhibidor predominante. Durante el procesamiento normal de las señales nociceptivas, los receptores NMDA no parecen ser importantes, pero en la estimulación nociceptiva prolongada, como resultado de la liberación prolongada de glutamato, estos receptores llegan a activarse (Miller, 2009). Posibles estrategias para reducir la sensibilización central son el bloqueo de la conducción de las fibras sensitivas C por AL, agonistas opioides que actúan pre y postsinápticamente o antagonistas que actúan en los receptores NMDA. La capacidad de los antagonistas de los receptores NMDA para bloquear el desarrollo y mantenimiento de la sensibilización central implica que esto podría diferenciar farmacológicamente los estados de dolor fisiológicos y patológicos, en el sentido de devolver a una médula excitable de forma anormal, su nivel normal de excitabilidad, y así transformar una situación patológica donde un estímulo de baja intensidad produce dolor, en otra en la que hay una clara diferencia entre un estímulo nocivo y 24 otro inocuo. Una de las traducciones clínicas de la sensibilización central es la analgesia preventiva, es decir, la posibilidad de prevenir el establecimiento de la sensibilización central y reducir el dolor experimentado tras una lesión periférica. Estudios más recientes demuestran que una infusión IV a dosis bajas de ketamina, durante y después de la cirugía, reduce los mecanismos de hiperalgesia mecánica alrededor de la herida quirúrgica, además indican que el bloqueo de los receptores NMDA previenen la sensibilización central causada por los estímulos nociceptivos intra y postquirúrgicos (Yamakura, 2000). La sensibilización periférica consiste en que la respuesta inflamatoria permite la acumulación de un gran número de mediadores (péptidos) e intermediarios de las vías del metabolismo del ácido araquidónico. Estas sustancias afectan a la excitabilidad de las fibras nerviosas sensitivas y simpáticas. El resultado final es que estímulos de baja intensidad normalmente percibidos como no dolorosos llegan a ser dolorosos. La administración de AL, antiinflamatorios no esteroideos y agonistas opiáceos puede ser beneficioso para minimizar el desarrollo de la sensibilización periférica (Miller, 2009). El concepto de "analgesia preventiva", "preanalgesia", "precarga analgésica", implica que la analgesia administrada antes del estímulo doloroso previene o reduce el desarrollo del dolor o su intensidad subsiguientes, siendo el efecto de esta analgesia prevenir o reducir el desarrollo de "memoria" del estímulo doloroso en el SNC. Este concepto está enfocado tanto para la analgesia pre e intraoperatoria, como para la postoperatoria, y conlleva posibilidades de tratamiento con los antagonistas de los receptores NMDA a este nivel (Miller, 2009). 25 El concepto clave de la analgesia preventiva es que un estímulo doloroso establece la memoria del dolor, y la administración de un analgésico antes de que ocurra dicho estímulo puede prevenir la sensibilización y mejorar la analgesia postoperatoria. En un estudio randomizado y doble ciego de dolor postoperatorio, se vio que la ketamina a dosis de 0,15 mg·kg-1 IV, añadida a una anestesia general y administrada antes de la incisión quirúrgica, mejora la analgesia postoperatoria sin efectos secundarios (Roytblat, 1993). Aunque se han realizado muchos estudios de analgesia preventiva con distintos fármacos, como AL, AINEs, opioides y ketamina, debido a la complejidad del problema es difícil concluir una evidencia clínica de la analgesia preventiva; aunque parece que con estudios apropiados, este efecto, aunque pequeño, puede ser demostrado (Miller, 2009). 1.5. Clorhidrato de Ketamina 1.5.1. Antecedentes históricos A comienzos de los años cincuenta, la introducción de la fenciclidina (PCP) supuso un nuevo paso en la historia de la anestesiología. Estefármaco forma parte de una familia con múltiples derivados e isómeros, entre los cuales han destacado por su utilización clínica la propia PCP y la ciclohexamina. Esta familia, llamada de las fenciclidinas, no se halla relacionada con ninguna de las familias farmacológicas “clásicas” conocidas en anestesiología (Pedraz, 1989). La PCP fue sintetizada por Maddox y a finales de los años cincuenta fue introducida en la clínica. Aunque se demostró que era un fármaco útil en anestesia, 26 producía efectos adversos psicológicos inaceptables como alucinaciones y delirio durante el periodo de recuperación postanestésica. La ciclohexamina, un congénere de la PCP, fue probada en clínica en 1959 por Lear, pero era menos eficaz en términos de analgesia y tenía los mismos efectos indeseables psicomiméticos que la PCP. En la actualidad ninguno de estos fármacos se utiliza en clínica (Corssen, 1990). La ketamina (derivado de la PCP) se escogió entre 200 derivados de la PCP. Fue sintetizada por Stevens en 1963, Corsen y Domino la administraron por primera vez en humanos en 1965 y publicaron sus resultados en 1966 (Corssen, 1990). Desde entonces, y tras la aprobación para su utilización en los Estados Unidos de América en 1970, su uso se extendió en breve tiempo a otros países. Sin embargo desde el principio se ha considerado uno de los fármacos más controvertidos en anestesiología. Parte de la controversia de la ketamina fue debida a que su introducción en la práctica clínica en Gran Bretaña. No fue precedida de ensayos clínicos que regularan sus indicaciones a su uso, a veces indiscriminado que enfatizaba sus ya conocidos efectos secundarios, y quizás también a un mecanismo de acción desconocido entonces a nivel del SNC (Miller, 2009). El clorhidrato de ketamina ha tenido siempre un lugar especial entre los anestésicos IV por sus propiedades analgésicas e hipnóticas, produciendo relativamente poca depresión respiratoria y cardiovascular, logrando un estado anestésico característico descrito como “anestesia disociativa que se define como un estado anestésico con disociación funcional y electrofisiológica entre los sistemas talamoneocortical y límbico y que está caracterizado clínicamente por un estado similar al “trance” con hipnosis ligera y analgesia (Miller, 2009). 27 Los primeros estudios revelaron que la ketamina deprimía las vías tálamocorticales y activaba el sistema límbico, pero estudios posteriores han demostrado actividad excitatoria en ambos sistemas, y algunos refieren como más apropiado el término “estado cataléptico-anestésico” (Corssen, 1990). La ketamina sigue utilizándose en algunas situaciones clínicas. Se diferencia de la mayoría de los agentes de inducción anestésica IV por poseer un gran margen de seguridad, con un efecto analgésico significativo. A dosis bajas; habitualmente no deprime los sistemas respiratorio y cardiovascular, tiende a aumentar el gasto cardiaco(GC), frecuencia cardiaca (FC), presión arterial sistólica (PAS) y presión arterial diastólica (PAD); mantiene los reflejos faringolaríngeos; produce amnesia retrógrada y tiene un efecto anticonvulsivante; aunque posee algunos de los incómodos efectos adversos psicomiméticos observados con las demás PCP, como agitación, alucinaciones y delirio (Corssen, 1990). Otras desventajas de la ketamina son la tendencia a aumentar la presión intracraneal (PIC), especialmente cuando se asocia a hipercapnia, la hipertonía, que puede provocar movimientos involuntarios, y la salivación profusa. Para reducir la incidencia y magnitud de las reacciones psicomiméticas, de sus efectos cardiovasculares y músculo-esqueléticos se ha usado diazepam u otras benzodiacepinas antes, durante o después de la anestesia con ketamina (Corssen, 1990). En los últimos años, ha recobrado interés porque se ha conocido su mecanismo de acción, siendo uno de los pocos antagonistas de los receptores N- metil-D-aspartato (NMDA) disponibles en la práctica clínica. 28 1.5.2. Características fisicoquímicas La molécula de ketamina (CI-581) es la (R,S)-2-(O-clorofenil)-2- metilaminociclohexanona, tiene un peso molecular de 238 dalton, es parcialmente hidrosoluble y tiene un pKa de 7,5. Su liposolubilidad es de 5 a 10 veces la del tiopental, por lo que atraviesa con facilidad la barrera hematoencefálica. Cuando se administra por vía IV el índice de fijación a proteínas es bajo, del 12 al 27%, dependiendo del pH (la unión disminuye por debajo de 7,4) y de la concentración de albúmina y α1-glicoproteína ácida (la ketamina tiene mayor afinidad por ésta) (Miller, 2009). La ketamina se prepara en una solución ácida (pH 3,5) y se comercializa en concentraciones de 10, 50 y 100 mg de clorhidrato de ketamina por mL de solución de cloruro sódico con cloruro de benzetonio como conservante (Corssen, 1990). La molécula posee un centro quiral en el carbono C-2 del anillo ciclohexanona que hace posible la existencia de dos enantiómeros o isómeros ópticos denominados S(+) ketamina (l-ketamina, isómero levógiro) y R(-) ketamina (d-ketamina, isómero dextrógiro) (Collins, 1996). Los enantiómeros tienen, por definición, imágenes en espejo no superponibles, con idénticas propiedades fisicoquímicas, pero pueden diferir en la afinidad por receptores y enzimas. El preparado comercial es una mezcla racémica de ambos isómeros en cantidades iguales (Collins, 1996). 1.5.3. Farmacocinética La farmacocinética del clorhidrato de ketamina por vía IV se ha evaluado tras la administración en bolo de dosis anestésicas (2-2,5 mg·kg-1), tras una dosis 29 subanestésica (0,25 mg·kg-1) y tras la infusión continua (nivel plasmático constante de 2000 ng·mL-1) (Corssen, 1990). Para cualquier dosis, la desaparición plasmática de la ketamina puede describirse mediante un modelo bicompartimental (Corssen, 1990). En pacientes no premedicados, tiene una vida media de distribución de 24,1seg, una vida media de redistribución de 4,68 min y una vida media de eliminación de 2,17 h. El volumen de distribución es de 3l/Kg. Su aclaración es de 18 ml/Kg/min. Hay que destacar la rápida distribución, reflejada por la vida media de distribución relativamente breve. La elevada liposolubilidad de la ketamina se refleja en su volumen de distribución relativamente alto. El aclaramiento es también elevado, lo que explica la vida media de eliminación relativamente baja de 2-3 h. El aclaramiento corporal total medio (1,4 l·min-1) es aproximadamente igual al flujo sanguíneo hepático, lo que indica que las modificaciones del flujo sanguíneo hepático afectarán al aclaramiento (Corssen, 1990). La ketamina se fija a proteínas plasmáticas en un 12-27% y penetra rápidamente en los tejidos bien irrigados, redistribuyéndose posteriormente en el músculo y los tejidos pobres en grasa, finalmente en el tejido adiposo. En este último permanece parte del fármaco, lo que puede contribuir a su acumulación cuando se da en dosis repetidas o en perfusión continua (Corssen, 1990). La ketamina es metabolizada por los sistemas enzimáticos hepáticos, principalmente por vía del citocromo P-450, siendo la ruta principal la N-demetilación para formar norketamina (metabolito I), (Collins, 1996). Ésta puede ser entonces hidroxilada en una o más posiciones del anillo ciclohexanona, formándose compuestos hidroxinorketamina (metabolito II) que pueden conjugarse con ácido glucurónico, produciendo compuestos mucho más hidrosolubles que pueden ser 30 excretados por la orina, siendo escasísimas las cantidades de metabolitos o de la propia ketamina halladas en orina o heces sin conjugar. La molécula de ketamina también podría sufrir hidroxilación previa a la N-demetilación, pero esta vía parece tener menor importancia, las concentraciones de los metabolitos hidroxiladosson menores a las de la norketamina. Al menos se han identificado 8 metabolitos diferentes, de los cuales se desconoce prácticamente su actividad biológica, Sólo se sabe con certeza que la norketamina posee una potencia anestésica de la mitad a un tercio respecto de la ketamina. A los 5 min de la administración de la ketamina se detecta en plasma la norketamina mientras que la hidroxinorketamina aparece a los 15-20 min (Miller, 2009). La biodisponibilidad de la ketamina administrada por vía oral o rectal es escasa, debido a su pobre absorción y/o al elevado metabolismo de primer paso. El patrón de biodisposición indica rapidez de acción tras su administración IV o IM, corta duración de acción del efecto hipnótico y elevada liposolubilidad, siendo inicialmente distribuida a los tejidos altamente perfundidos, apareciendo como responsable principal de la terminación de sus efectos clínicos la redistribución a los tejidos menos perfundidos (Collins, 1996). En los niños la administración rectal de ketamina produce buenos niveles de analgesia pero no de anestesia, la absorción del fármaco es relativamente rápida y las concentraciones plasmáticas de norketamina son superiores a las producidas al administrar la ketamina IV. Durante la fase de eliminación, la concentración plasmática de los metabolitos es superior a la de la ketamina. Un 4% de ketamina se elimina por orina sin metabolizar y el 17% en forma de derivados hidroxilados. La eliminación por heces supone un 5%. Experimentalmente se ha observado un aumento de la actividad enzimática hepática 31 tras administraciones IV repetidas, lo que podría dar lugar a fenómenos de tolerancia. La insuficiencia renal y hepática no modifican significativamente la farmacocinética de la ketamina (Miller, 2009). 1.5.4. Mecanismos de acción El estado anestésico “disociativo” que produce la ketamina, se describió originalmente como una disociación funcional y electrofisiológica entre el sistema límbico y el tálamo-neocórtex, estimulando parte del sistema límbico y del hipocampo y disminuyendo la transmisión de impulsos en la formación reticular medial. Como agente único, produce un estado anestésico “cataléptico”, permaneciendo el paciente con los ojos abiertos, y un nistagmo lento, con reflejos a la luz y corneales intactos, pudiendo producir vocalización, movimientos intencionados no relacionados con la estimulación quirúrgica e hipertonía muscular. A dosis plasmáticas subanestésicas (≥100ng·ml-1) posee una gran potencia analgésica, con lo que produce un periodo de analgesia postoperatoria prolongado (Reboso, 1999). La acción anestésica de la ketamina está estrechamente asociada al bloqueo del receptor NMDA, aunque también se han descrito otros mecanismos de acción, como la interacción con los receptores opiáceos, monoaminérgicos y muscarínicos, interacción con los canales del Ca++ voltaje-sensitivos y una acción de tipo anestésico local (Yamamura, 2010). 1.5.5. Acción sobre los receptores opiáceos La afinidad de la ketamina por los receptores opiáceos se ha relacionado también con su capacidad de producir analgesia en el SNC y a nivel espinal, comportándose 32 como agonista en los receptores k y como antagonista en los μ. Se encontró que la microinyección de ketamina en la sustancia gris periacueductal de la rata (que contiene receptores μ pero no k) no sólo produce analgesia, sino que antagoniza los efectos de la morfina (Reboso, 1999). El efecto anestésico de la ketamina, no pudo ser revertido por la naloxona, pero el efecto analgésico sí, aunque dicha reversión siempre fue mucho menos efectiva que la reversión de los efectos analgésicos de la morfina, o fue necesaria mayor dosis o concentración de naloxona, por lo que la especificidad de dicha interacción ketamina receptor opiáceo persiste sin aclararse completamente. (Roytblat, 1993). El mecanismo por el que la ketamina produce analgesia es diferente si está es administra por vía IV o SA, ya que tiene efectos distintos sobre la conducción en la médula espinal. La ketamina SA podría suprimir directamente la conducción axonal al igual que los anestésicos locales y la ketamina IV suprimiría la transmisión sináptica de forma similar a los otros anestésicos IV o volátiles. No parece que la ketamina tenga acción sobre la sinapsis en las que actúan los neurotransmisores inhibidores, como hacen los barbitúricos o las benzodiacepinas. Sin embargo, otros autores refieren que la ketamina favorece la inhibición inducida por el GABA, ya que tiene propiedades agonistas del receptor GABA (Roytblat, 1993). Tres agonistas colinérgicos centrales como son la fisiostigmina, oxotremorina y 4-amino-piridina fueron capaces de antagonizar la anestesia con ketamina con reducción del 50% del tiempo del sueño producido por ésta. Es probable que efectos antimuscarínicos M1 contibuyan a explicar los efectos periféricos de midriasis, 33 broncodilatación y estimulación simpática y las acciones centrales de alteraciones de la conciencia y la memoria (Reboso, 1999). Se ha sugerido que la ketamina posee también un efecto anestésico local (AL), ya que disminuye de forma dependiente de la dosis dos funciones importantes del canal del sodio: reduce el tiempo de apertura fraccional de forma independiente del voltaje e interfiere con la activación del estado de equilibrio dependiente del voltaje. Esta acción se manifiesta a concentraciones muy superiores a las usadas cuando se emplea como anestésico general IV pero similares a las encontradas cuando se realiza anestesia regional IV con ketamina (Reboso, 1999). 1.5.6. Efectos sobre el sistema nervioso central La ketamina administrada por vía IV produce inconsciencia y analgesia relacionada con la dosis. El estado anestésico se ha denominado anestesia disociativa porque los pacientes que reciben ketamina sola parecen sumirse en un estado cataléptico, en contraposición con otros estados anestésicos que se asemejan al sueño normal, en el que los ojos permanecen abiertos, con un nistagmus lento y con los reflejos a la luz y corneal intactos. La ketamina altera los potenciales evocados visuales, pero no bloquea la entrada del impulso. Varios grados de hipertonía y determinados movimientos ocasionales no relacionados con el estímulo doloroso, han sido observados en presencia de una anestesia quirúrgica adecuada (Corssen, 1990). Los pacientes anestesiados con ketamina tienen analgesia profunda. Los reflejos corneal, tusígeno y de la deglución pueden estar presentes, pero no hay que considerarlos como protectores. No hay recuerdo de la cirugía ni de la anestesia, 34 aunque la amnesia no es tan marcada con la ketamina como con las benzodiacepinas (Said, 1999). Tras la administración de ketamina las pupilas se dilatan de forma moderada y se produce nistagmo, lagrimeo y salivación con frecuencia, al igual que el aumento del tono muscular esquelético, a menudo con movimientos coordinados pero aparentemente sin sentido de brazos, piernas, tronco y cabeza. Niveles plasmáticos de 0,6-2,0 μg·ml-1 se consideran concentraciones mínimas para producir la anestesia general. La duración tras la administración aislada de una dosis anestésica general (2mg·kg-1IV) es de 10-15 min y la orientación total de persona, tiempo y espacio se recupera en 15-30 min. La duración de la anestesia depende de la dosis y de la utilización conjunta de otros anestésicos. La analgésia se produce con niveles sanguíneos considerablemente más bajos que la pérdida de conciencia. El nivel plasmático que eleva los umbrales dolorosos es de 0,1 μg·ml-o superior, por esto existe un periodo considerable de analgesia postoperatoria tras la anestesia general con ketamina. Por tanto pueden utilizarse dosis subanestésicas para producir analgesia (Miller, 2009).La ketamina parece ser que produce una disociación funcional y electrofisiológica entre el tálamo-neocortex y el sistema límbico. Clásicamente se ha aceptado que la ketamina aumenta el metabolismo cerebral, el flujo sanguíneo cerebral (FSC) y la presión intracraneal (PIC), y durante más de 20 años, la ketamina ha sido considerada como un fármaco no seguro en la inducción anestésica de pacientes con traumatismo craneoencefálico (Roytblat, 1993). La ketamina tiene un efecto protector en la anoxia de la sustancia gris, posiblemente debido al bloqueo de la activación excitotóxica de los receptores 35 NMDA. Es probable que los mecanismos de anoxia sean diferentes en la sustancia blanca y la gris, ya que la sustancia blanca no contiene cuerpos celulares neuronales ni sinapsis. La sustancia blanca del SNC es más resistente a la anoxia comparada con la sustancia gris, pero muestra daño irreversible después de anoxia prolongada. Sin embargo, hay que resaltar que las dosis de ketamina necesarias para tener un efecto protector significativo, producen importantes alteraciones del comportamiento, por lo que esto puede limitar su uso profiláctico en neurocirugía. Por ejemplo, donde una valoración neurológica precoz puede ser de gran importancia en el postoperatorio, o en pacientes que tienen ya algún trastorno neurológico (Akbas, 2005). Las reacciones psicológicas indeseables, denominadas reacciones de despertar, aparecen periperatoriamente, sobre todo, en el momento del despertar de la anestesia, y han sido estudiadas exhaustivamente. Su elevada incidencia fue una de las causas del abandono de su utilización en la primera época tras su introducción. Las manifestaciones habituales de estas reacciones, que varían en su gravedad y clasificación, son sueños vívidos, experiencias extracorporales (sensación de flotar fuera del cuerpo) e ilusiones (interpretación errónea de una experiencia sensorial externa real). Estos sueños e ilusiones se asocian con frecuencia a excitación, confusión, euforia y miedo. También se ha descrito agitación, gemidos, llanto, gritos, verbalización irracional (Albin, 1990). Se ha postulado estas reacciones son secundarias a la depresión de los núcleos auditivos y visuales inducida por la ketamina lo que origina una percepción y/o interpretación errónea de los estímulos auditivos y visuales. La incidencia de las reacciones psicomiméticas dependería de distintas variables evaluadas en 36 diferentes estudios, siendo más frecuentes en mujeres, personas que sueñan habitualmente, edad superior a 16 años, dosis elevadas, velocidad de administración rápida, tipo y duración de la intervención (menor incidencia en las más prolongadas y agresivas), ausencia de premedicación y antecedentes de problemas de personalidad. Parece ser que los receptores NMDA no son los principales responsables de estas reacciones (Miller, 2009). El tapar los ojos durante la intervención o en el postoperatorio, despertar al enfermo en una reanimación tranquila o hacer que escuche música durante la anestesia no resulta útil para disminuir la frecuencia de estas alteraciones psíquicas. Se han empleado numerosos fármacos para intentar reducir la incidencia y gravedad de las reacciones postoperatorias de la ketamina; las benzodiacepinas parecen ser el grupo de fármacos más eficaz para atenuar o tratar estas reacciones. En un estudio con 105 pacientes, al utilizar una técnica anestésica IV total con ketamina y diazepam sólo dos pacientes, ambos alcohólicos, tuvieron reacciones psicomiméticas, en forma de gritos al despertar de la anestesia, sin recuerdo de sueños desagradables ni alucinaciones (Thorsen, 1980). El mecanismo es desconocido, pero es probable que tanto la acción sedante como la amnesia de las benzodiacepinas las conviertan en superiores a otros hipnóticos. El uso óptimo de la ketamina para minimizar las reacciones de emergencia postanestésica debería incluir una adecuada preparación psicológica del paciente, el uso de técnicas de infusión continua a bajas dosis, la elección del isómero S(+) K y el uso de benzodiacepinas hidrosolubles como el midazolam (Albin, 1990). 37 1.5.7. Efectos sobre el aparato respiratorio La ketamina tiene efectos mínimos sobre el impulso respiratorio central y conserva la respuesta al CO2. Puede haber una disminución transitoria (de 1 a 3 min) de la ventilación por minuto tras la administración en bolo de una dosis anestésica de ketamina (2mg·kg-1). Los parámetros gasométricos arteriales suelen mantenerse cuando se emplea ketamina sola. Sin embargo, cuando se emplean otros fármacos coadyuvantes, o la administración IV es muy rápida, puede haber depresión respiratoria (Corssen, 1990). Puede antagonizar la hipoventilación causada por otros fármacos como los mórficos, al aumentar la frecuencia respiratoria disminuida por estos. La ketamina tiene un efecto broncodilatador, y ha sido usada en el tratamiento de pacientes con estatus asmático. Por lo tanto, el mecanismo del efecto espasmolítico en el músculo liso de la vía aérea todavía no está aclarado, y han sido implicados diversos mecanismos. Se ha dicho que la acción broncodilatadora de la ketamina era debida a su efecto simpaticomimético. Ya que, según algunos autores, aumenta la concentración plasmática de catecolaminas, y según otros no la aumenta, pero potencia el efecto de la adrenalina. También se ha dicho que esta acción broncodilatadora de la ketamina es independiente de los receptores β-adrenérgicos y que es más probable que su efecto sea debido a la reversión de la broncoconstricción mediada por el vago (Reboso, 1999). La ketamina, al igual que otros antagonistas del receptor NMDA, revierte la broncoconstricción provocada por la histamina, pero por un mecanismo independiente de los receptores NMDA,140 pudiendo ser debido al descenso del 38 flujo de Ca++ a través de sus canales, que es el paso necesario para mantener la contracción causada por histamina (Miller, 2009). 1.5.8. Efectos sobre el aparato cardiovascular La ketamina estimula el sistema cardiovascular y suele asociarse con incrementos de la PA, FC y GC. Al contrario que otros fármacos inductores anestésicos que, o bien no modifican las variables hemodinámicas, o bien producen una vasodilatación con depresión cardíaca. La variabilidad de la hipotensión producida por los hipnóticos puede ser el resultado de sus efectos sobre la vasodilatación arteriolar y venodilatación, la depresión miocárdica directa, o ambos. A dosis anestésicas, el propofol y el tiopental deprimen la unción cardíaca más que el etomidato y la ketamina. La administración IV de una dosis de 0,5-2 mg·kg-1 produce una estimulación simpática con aumento de la FC, GC, presión en arteria pulmonar (PAP), trabajo y consumo de oxígeno miocárdico, que es máximo a los 5-10 min, normalizándose a los 20-30 min, efecto que es más leve o incluso contrario con dosis repetidas (Reboso, 1999). La ketamina posee un efecto dilatador sobre el músculo liso por la inhibición de la liberación de Ca++ intracelular, ocasionado en última instancia por una inhibición de la síntesis de inositol fosfato. Las resistencias vasculares sistémicas no se modifican significativamente, ya que al efecto vasodilatador directo sobre los vasos periféricos se opone la vasoconstricción que produce de forma indirecta. En adultos puede aumentar comparativamente más las resistencias vasculares pulmonares que las sistémicas, por lo que estaría contraindicada en pacientes con 39 poca reserva funcional del ventrículo derecho (embolismo pulmonar e hipotensión pulmonar) (Reboso, 1999). Disminuyendo las dosis de inducción y mantenimiento, la ketamina no afecta al GC, en comparación con el tiopental. No siempre es deseable la estimulación del sistema cardiovascular, porlo que se han empleado diversos métodos farmacológicos para bloquear la taquicardia e hipertensión sistémica inducida por la ketamina. Los métodos más eficaces son los antagonistas y β), los vasodilatadores y la clonidina. Sin embargo, el método más utilizado ha sido probablemente la administración previa de benzodiacepinas (Corssen, 1990). En situaciones de shock hemorrágico y séptico experimental, se vió que tras una exanguinación del 15 y del 30% de la volemia, la administración de una dosis de ketamina IV de 5 mg·kg-1 producía un aumento de la presión arterial, pero no del GC, mientras que en el shock séptico, mejoraba la PA y el GC, por lo que se concluyó que en las fases iniciales del shock séptico la ketamina podía ser usada si era necesaria la anestesia (Miller, 2009). 1.5.9. Aplicación clínica en dolor crónico En algunas ocasiones se ha utilizado la ketamina por vía IV, IM, epidural u oral para tratar el dolor crónico, y sobre todo el dolor neuropático. Se ha conseguido un nivel de analgesia suficiente, pero en algunos estudios se han reseñado los efectos secundarios característicos de la ketamina; aunque reduciendo las dosis de ketamina, se consiguió un alivio completo del dolor sin efectos secundarios (Takahashi, 1998). 40 1.5.10. Efectos clínicos Tras la administración IV de ketamina racémica a razón de 2mg·kg-1 se produce anestesia con una duración de 10-15 min y la orientación total de persona tiempo y espacio se recupera en 15-30 min. El enantiómero S(+)K permite una recuperación más rápida que la racémica, en un par de minutos. Se cree que es debido a la dosis menor necesaria para producir un efecto equianestésico y a la biotransformación hepática un 10% más rápida. Durante la anestesia con ketamina en el EEG se produce una reducción de la actividad de las ondas α, mientras que las ondas β, τ y δ se incrementan (Miller, 2009). La ketamina produce reacciones psicológicas indeseables, que tienen lugar durante el despertar de la anestesia. Las manifestaciones habituales son sueños vividos, delirios, alucinaciones, sensación de flotar y en algunas ocasiones, experiencias disociativas o extracorpóreas que se han relacionado con las experiencias cercanas a la muerte. Estas manifestaciones se producen en la primera hora y generalmente desaparecen en una o varias horas. Su incidencia oscila desde un 10-30% de los pacientes adultos que reciben ketamina como parte única o principal de la técnica anestésica. Se ha postulado que estas reacciones son secundarias a la depresión de núcleos de relevo auditivos y visuales inducida por ketamina, lo que origina una percepción y/o interpretación errónea de los estímulos auditivos y visuales (Miller, 2009). Para usar óptimamente la ketamina y minimizar la incidencia de estas reacciones postanestésica se debería realizar una adecuada preparación psicológica del paciente, usar técnicas de infusión continua a bajas dosis, elegir el isómero S(+)K 41 y emplear sistemáticamente benzodiacepinas hidrosolubles como el midazolam (Albin, 1990). 1.5.11. Formas y vías de administración Ketamina puede administrarse por las vías IV, IM, rectal, o por VO. La dosis normal de inducción es de 0.5 a 2.0 mg/kg (IV) o 4 a 10 mg/kg (IM). La administración concomitante de benzodiacepinas (BDZ) puede prevenir o hacer mínimo el síndrome de emergencia inducido por ketamina, las reacciones y estímulos cardiovasculares. Aun con ello, la recuperación se prolonga al emplear BDZ (Miller, 2009). 1.5.12. Contraindicaciones Ketamina aumenta la PIC y la presión intraocular, y está contraindicada en pacientes con PIC incrementada (trauma cerebral, masa intracraneal o hemorragia) y en trauma ocular abierto. Los pacientes con lesiones oculares abiertas no deberían recibir ketamina debido a la capacidad de ésta de aumentar la presión intraocular. Ketamina está contraindicada en pacientes con enfermedad coronaria o en individuos con hipertensión pulmonar. En pacientes con depleción de catecolaminas (Por ejemplo, pacientes con enfermedades críticas prolongadas), puede manifestarse el efecto cardiodepresor de ketamina, y por esta causa no debe utilizarse en estas circunstancias. Las alteraciones psiquiátricas son una contraindicación relativa para ketamina (Miller, 2009). 42 1.5.13. Reacciones Adversas Se ha asociado a algunas reacciones psicológicas con la emergencia de la anestesia con ketamina. Son más frecuentes en adultos jóvenes, en especial mujeres y pacientes con historia de sueños desagradables, o bien ante dosis altas de ketamina (mayores a 2 mg/kg, IV) o trastornos de la personalidad. Estas reacciones han sido evitadas con BDZ, tiopental, droperidol y propofol. El efecto adverso más destacado por utilización de ketamina es un fenómeno conocido como delirio de emergencia. Éste ocurre después de la anestesia con ketamina y se manifiesta mediante estado de confusión, ilusiones y temor. La incidencia de estas reacciones en adultos es de 10 a 30%, pero es mucho más baja en la población pediátrica. Las grandes dosis de ketamina se relacionan con una mayor incidencia de reacciones. El uso repetido de esta sustancia induce en forma progresiva menos reacciones (Miller, 2009). 1.6. Opioides En la última década los anestesiólogos han incrementado el uso de opioides sintéticos en el intraoperatorio. Sus principales ventajas son: _ Producir analgesia profunda. _ Mínima depresión cardiovascular. _ Disminuir la respuesta endocrina al estrés. _ Pueden ser revertidos por antagonistas competitivos. _ Poseer escasa toxicidad orgánica. _ No desencadenar hipertermia maligna. 43 Los opioides tienen como contrapartida la capacidad de provocar depresión respiratoria posoperatoria importante y dosis dependiente. Afectan tanto el volumen como la frecuencia respiratoria a nivel de los centros respiratorios del tronco cerebral, deprimiendo la respuesta a los cambios en el pH y del CO2. Marks y Sachar (1990), documentaron que 25% de los pacientes con dolor agudo o crónico tenían problemas al ser tratados con opioides, muchos de estos pacientes estaban afectados por dos problemas fundamentales, la falta de eficacia del tratamiento y los efectos colaterales, básicamente depresión respiratoria (Jaffe, 1996). Algunas características farmacocinéticas de los opioides utilizados no satisfacen íntegramente ciertos requerimientos de los anestesiólogos. Es por ello que la investigación sigue en dos direcciones: terminación previsible de su efecto farmacológico y menor depresión respiratoria posoperatoria. La morfina, primer opioide natural conocido, utilizado como analgésico potente durante la guerra, al conocer las propiedades adictivas y otros efectos colaterales como, depresión respiratoria, bradicardia, nauseas, vómitos y liberación de histamina. Las investigaciones se dirigieron a la búsqueda de medicamentos o drogas con potencia analgésica igual o mayor que la morfina, pero sin las reacciones secundarias, modificaciones en la molécula de morfina dieron lugar a potentes analgésicos semisintéticos y sintéticos con diferencias en la estructura química cada vez mayor. Los opioides han tenido una gran aceptación en la práctica anestesiologíca debido a la estabilidad hemodinámica que producen, a la adecuada protección neurovegetativa que ofrece y la ventaja de poder utilizarse en forma balanceada en los agentes inhalados (Barash, 1999). 44 Los opioides producen alivio selectivo del dolor sin modificar la censación, en dosis que no producen hipnosis, esa analgesia es debido a las acciones diversas a niveles diferentes del sistema nerviosocentral. Los opioides son frecuentemente combinados con halogenados y óxido nitroso para producir anestesia. La cantidad de opioide a utilizar va a variardependiendo si el objetivo es usar el anestésico halogenado como un agente anestésico primario o como un suplemento de la anestesia. La adición del opioide cuando se usa un agente halogenado, es para disminuir la concentración alveolar mínima (CAM) y la depresión cardiovascular del agente anestésico inhalatorio. Los opioides pueden clasificarse según su estructura química, su potencia analgésica, su origen o según su actividad en el receptor (Barash, 1999). Torres (2001) afirma que, ̈ La morfina se obtiene del opio. El opio se extrae de la cápsulas de la semillas no maduras de la adormidera Papaver somniferum. El jugo lechoso o látex se deseca para obtener opio en polvo, que contiene diversos alcaloides aunque los compuestos con utilidad clínica son morfina, codeína y papaverina. Aunque existen diversas clases con utilidad terapéutica, las más utilizadas son los fenantrenos y enzilisoquinolinas. Los principales fenantrenos son morfina, codeína y tebaina. Losprincipales benzilisoquilinas son papaverina y noscapina.. ̈ (Torres, 2001). Los opioides semisinteticos son derivados de la morfina que se obtienen realizando diversos cambios químicos en su molécula, como la esterificacion, la oxidación o la reducción. Los compuestos sintéticos se parecen a la morfina, pero son sintetizados por completo. Se puede dividir en cuatro grupos: los derivados morfinanos (levorfanol), los difeniles o derivados de la metadona, los benzomorfanos 45 (ferazocina, pentazocina) y los derivados de la fenilpiperidina (meperidina, fentanilo, etc.). Los opioides ejercen sus acciones a través de la ocupación y posterior activación de los receptores correspondientes, ocasionando una desconfiguración de la proteína del receptor y de esta forma activando una cascada de proceso bioquímicos. Estos receptores se encuentran situados en toda la extensión del sistema nervioso central y en otros tejidos presentando una distribución amplia y heterogenia (Miller, 2009). Investigaciones farmacológicas han determinado la existencia de al menos ocho tipos de receptores para los opioides, aunque los principales son: mu (con subtipo mu1 y mu2), kapa, delta y sigma. Con el fin de unificar la clasificación de lo s receptores opiodes, estos se han reclasificado recientemente como OP3(mu), OP2(kapa) y OP1(sigma). Los receptores mu que comprende dos subtipos los mu1 de alta afinidad localizado a niveles espinales y los mu2 de baja afinidad localizados a niveles supraespinales, son los que mediatizan la analgesia y la depresión respiratoria. La activación del receptor mu es responsable además de la analgesia y de la depresión respiratoria, del íleo intestinal, estreñimiento, retención urinaria, euforia y dependencia física. Los receptores kapa se distribuyen por la sustancia gelatinosa a nivel espinal y la sustancia gris periacueductal y tálamo a nivel cerebral, la activación del receptor produce analgesia, sedación, diuresis (por inhibición de liberación de vasopresina), disforia y también reacciones simpáticas. La activación exclusiva de los receptores kapa no causa depresión respiratoria (Morgan, 1998). Según Barash (1999) ̈ Se ha descrito la existencia de tres subtipos de receptores kapa: kapa1, kapa2 y kapa3, aunque aún no han podido dilucidarse con totalidad sus funciones fisiológicas ̈ (Barash, 1999). 46 Según Barash (1999) ̈ Por su capacidad sin competencia para aliviar el dolor, los opioides son importan tes en la elección de los clínicos como abordaje quirúrgico y terapéutico en el manejo del dolor ̈ (Barash, 1999). 1.6.1. Citrato de Fentanil El fentanil es un opioide sintético agonista relacionado con las fenilpiperidinas con el nombre químico de N–(1–fenetil–4–piperidil) propionanilide citrato (1:1) y una fórmula química de C22H28N20 C6H8O7. El citrato de fentanil es un potente narcótico analgésico de 75 a 125 veces más potente que la morfina, pero su eficacia o efecto máximo es similar. El fentanil es sin duda el más popular de los opioides utilizados durante la anestesia por lo tanto lo usaremos como fármaco de comparación con los otros fentanilos. Atraviesan la barrera hematoencefálica muy rápidamente y se redistribuye hacia otros tejidos, con lo cual su acción a dosis bajas es breve, 15 a 30 minutos (min) (Aldrete, 2004). Los primeros efectos manifestados por el fentanil son en el SNC. El fentanil produce analgesia, euforia, sedación, diminuye la capacidad de concentración, náuseas, sensación de calor en el cuerpo, pesadez de las extremidades, prurito y sequedad de boca. Fentanil produce depresión ventilatoria dosis dependiente principalmente por un efecto directo depresor sobre el centro de la ventilación en el SNC. El fentanil en ausencia de hipoventilación disminuye el flujo sanguíneo cerebral y la presión intracraneal, fentanil puede causar espasmo del tracto biliar y aumentar las presiones del conducto biliar común, esto puede relacionarse con dolor epigástrico o cólico biliar. Fentanil puede causar náuseas y vómitos por estimulación directa de la zona gatillo de los quimiorreceptores en el suelo del cuarto ventrículo, y 47 por aumento de las secreciones gastrointestinales y enlentecimiento del tránsito intestinal (Aldrete, 2004). El fentanil no provoca liberación de histamina incluso con grandes dosis. Por lo tanto, la hipotensión secundaria por dilatación de los vasos de capacitancia es improbable. El fentanil administrado a neonatos muestra marcada depresión del control de la frecuencia cardiaca por los receptores del seno carotídeo. La bradicardia es más pronunciada con fentanil comparada con la morfina y puede conducir a disminuir la presión sanguínea y el gasto cardiaco (Aldrete, 2004). Los opioides pueden producir actividad mioclónica debido a la depresión de las neuronas inhibitorias que podría parecer actividad convulsiva en ausencia de cambios en el EEG. En comparación con la morfina, fentanil tiene una gran potencia, más rápida inicio de acción (menos de 30 seg) y una más corta duración de acción. El fentanil tiene una mayor solubilidad en los lípidos comparado con la morfina siendo más fácil el paso a través de la barrera hematoencefálica resultando en una mayor potencia y un más rápido inicio de acción. La rápida redistribución por los tejidos produce una más corta duración de acción. Fentanil se metaboliza por desalquilación, hidroxilación, e hidrólisis amida a metabolitos inactivos que se excretan por la bilis y la orina. La vida media de eliminación de fentanil es de 185 a 219 min reflejo del gran volumen de distribución (Aldrete, 2004). Las reacciones cardiovasculares adversas incluyen hipotensión, hipertensión y bradicardia. Las reacciones pulmonares incluyen depresión respiratoria y apnea. Las reacciones del SNC incluyen visión borrosa, vértigo, convulsiones y miosis. Las reacciones gastrointestinales incluyen espasmo del tracto biliar, náuseas y vómitos, por acción central y retraso del vaciamiento gástrico. Las reacciones músculo 48 esqueléticos incluyen rigidez muscular. La administración lenta de la dosis de carga de fentanil es importante para evitar un aumento brusco del tono vagal que pueda comprometer el gasto cardiaco en neonatos, lactantes, ancianos, sépticos, hipovolémicos, etc., debido a la bradicardia consecuente, y a que deprime también sensiblemente el reflejo barorreceptor. Es posible mitigar parte de tales efectos relacionando fentanil con pancuronio por sus efectos atropínicos. El fentanil puede ser administrado por vía intravenosa, intramuscular, transmucosa, transdérmica o como analgésico epidural o intratecal. La dosis debe ser individualizada teniendo en cuenta la edad, peso, estado físico, medicaciones, tipo de anestesia a utilizar y procedimiento quirúrgico (Miller, 2009) La dosificación y la velocidad
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