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1 UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO FACULTAD DE MEDICINA DIVISiÓN DE ESTUDIO DE POSGRADO HOSPITAL INFANTil DE MÉXICO FEDERICO GÓMEZ USO DE RITUXIMAB EN PACIENTES CON DERMATOMIOSITiS JUVENil REFRACTARIA A FARMES NO BIOlÓGICOS T E S I S PARA OBTENER El TíTULO DE ESPECIALISTA EN: PEDIATRíA P R E S E N T A: Dra. Mariana Socorro Garcia Luna TUTOR: Dra. Ma. Del Rocio Maldonado CIUDAD DE MÉXICO UNAM – Dirección General de Bibliotecas Tesis Digitales Restricciones de uso DERECHOS RESERVADOS © PROHIBIDA SU REPRODUCCIÓN TOTAL O PARCIAL Todo el material contenido en esta tesis esta protegido por la Ley Federal del Derecho de Autor (LFDA) de los Estados Unidos Mexicanos (México). El uso de imágenes, fragmentos de videos, y demás material que sea objeto de protección de los derechos de autor, será exclusivamente para fines educativos e informativos y deberá citar la fuente donde la obtuvo mencionando el autor o autores. Cualquier uso distinto como el lucro, reproducción, edición o modificación, será perseguido y sancionado por el respectivo titular de los Derechos de Autor. 2 Dr. Sarbelio Moreno Espinosa Director de Enseñanza y Desarrollo Académico Director de tesis: Dra. Ma. Del Rocío Maldonado Velázquez Jefe del departamento de Reumatología Pediátrica Tutor metodológico: Dra. Ma. Del Rocío Maldonado Velázquez Jefe del departamento de Reumatología Pediátrica 3 DEDICATORIA A mis padres, quienes siempre han estado a mi lado, apoyándome a cada paso que doy. Gracias por acompañarme en el cumplimiento de mis metas. A las autoridades y personal de enseñanza del Hospital Infantil de México “Federico Gómez”, quienes en trabajo conjunto han creado un ambiente propicio para mi crecimiento y formación como médico especialista. A mis asesores de tesis, quienes con paciencia y dedicación me guiaron en la elaboración del presente trabajo. A todo el personal que labora en el Hospital Infantil de México “Federico Gómez”, ya que cada una de las personas con las que he tenido contacto han sido importantes en mi formación como médico especialista y persona. A todos los pacientes a los que me he enfrentado a lo largo de mi formación como médico, en especial a los pequeños pacientes pediátricos, quienes siempre han sido mi motor, la razón para seguir día a día y dar lo mejor de mí como persona y como médico, quienes han sido mis maestros en todos los sentidos, quienes me han permitido aprender muchas lecciones invaluables. Gracias porque a pesar de su sufrimiento siempre tenían una sonrisa qué regalar o algún gesto de amor. A mis compañeros y amigos de residencia, quienes me impulsaron a seguir cuando el cansancio llegaba a ser abrumador. Gracias por su apoyo y amistad. A mi compañero de vida, Armando, quien me ha brindado todo su cariño, amor y paciencia. Gracias por el apoyo durante mi estancia en la residencia y durante la elaboración de este proyecto. 4 ÍNDICE Introducción………………………………………………………………… 5 Antecedentes………………………………………………………………. 6 Marco teórico ……………………………………………………………….8 Planteamiento del Problema………………………………………………25 Pregunta de investigación ………………………………………………...25 Justificación……………………………………………………………........25 Objetivos……………………………………………………………….........26 Métodos…………………………………………………………………......27 Análisis estadístico ……………………………………………………….28 Descripción de variables……………………………………………..........29 Resultados ……………………………………………………………...…..35 Discusión ……………………………………………………………………41 Conclusión ……………………………………………………………….…46 Cronograma de actividades ………………………………………………47 Referencias bibliográficas ………………………………………………...48 Consideraciones éticas ……………………………………………….......53 Limitaciones del estudio …………………………………………………..53 5 INTRODUCCIÓN La dermatomiositis juvenil (DMJ) es una enfermedad rara, de naturaleza autoinmunitaria e inicio antes de los 16 años. Se trata de una vasculopatía sistémica caracterizada por debilidad muscular proximal simétrica, elevación sérica de las enzimas musculares y lesiones cutáneas patognomónicas. Clásicamente, el pronóstico de la dermatomiositis juvenil era malo, con mortalidad en una tercera parte de los pacientes y otro tercio con afectación funcional permanente1. En las últimas décadas, con la introducción de nuevos tratamientos y el diagnóstico más precoz de esta entidad la mortalidad ha disminuido de forma drástica y ha mejorado el pronóstico funcional de estos pacientes2. Es por lo anterior expuesto que, el manejo de enfermedades autoinmunes graves y refractarias en niños representa un reto, no sólo por la morbilidad derivada de la enfermedad, sino también por la toxicidad a medicamentos y las infecciones a las que se ven expuestos los pacientes. Los linfocitos B tienen un papel central en el desarrollo de algunas enfermedades autoinmunes, ya que, además de ser productores de anticuerpos, funcionan como células presentadoras de antígeno y proporcionan co-estimulación a los linfocitos T. La depleción de células B con el uso de Rituximab ha surgido como opción terapéutica en enfermedades autoinmunes en los adultos, incluyendo artritis reumatoide, granulomatosis con poliangeítis, dermatomiositis, citopenias autoinmunes y lupus eritematoso sistémico (LES). En niños se ha encontrado respuesta favorable a Rituximab en citopenias autoinmunes, no obstante, la experiencia en población pediátrica con otras enfermedades autoinmunes es limitada3, por lo que en el presente trabajo se abordará el uso de Rituximab y su respuesta en pacientes con dermatomiositis juvenil refractaria a FARMES no biológicos. 6 ANTECEDENTES En el año 2012, Sánchez Fernández, Carrasco Fernández y Rojas Vargas reportaron un caso de dermatomiositis refractaria a varios inmunosupresores convencionales, encontrando repuesta a tratamiento con Rituximab, posibilitando la disminución de dosis de corticoide y manteniendo la enfermedad en remisión durante un largo periodo. Encontrando que el Rituximab podría ser una alternativa muy válida a considerar en el tratamiento de la dermatomiositis refractaria al tratamiento convencional, incluso administrado sin otros inmunosupresores simultáneamente4. García Hernández et al., en el año 2010, realizaron evaluación de la eficacia del tratamiento con Rituximab asociado a Ciclofosfamida en pacientes con miopatía inflamatoria idiopática refractaria. Se realizó un estudio prospectivo abierto no controlado sobre 17 pacientes. La evaluación tras 1, 6 y 12 meses reportó remisión total o parcial en el 65, el 100 y el 63.6% de los ciclos evaluados, respectivamente. Hubo 5 recaídas; la mediana de tiempo hasta la recaída fue de 11 meses; hubo repetición del tratamiento en 4 casos. Concluyendo que el Rituximab parece una alternativa válida para considerar en el tratamiento de pacientes con polimiositis o dermatomiositis refractarias, con elevada eficacia y escasos episodios adversos5. En 2017, en España, Saiz Lou et al. analizaron el uso de Rituximab y su eficacia en patología autoinmune a partir de datos analíticos, como la proteína C reactiva, y de datos clínicos como la mejoría clínica y la necesidad de un nuevo tratamiento. Se analizaron los datos de 44 pacientes, en cuanto a la efectividad del Rituximab, se observó una mejoría de la PCR desde la media del inicio (2.72) hasta la media a los 12 meses (0.72), registrando una disminución progresiva. Según los datos hallados en las historias clínicas, un 75% experimentó mejoría clínica en el primer mes, con necesidad de nuevo tratamiento al 15.8%. Un año después de la primera dosis, el 74.3% había experimentado mejoría y sólo en un 8.8% de los casos se instauró un nuevo fármaco. Se concluyó que el Rituximab es efectivo como tratamiento de segunda línea en patología autoinmune parareducir la necesidad de nuevos fármacos y para alcanzar tanto mejoría clínica como reducción de PCR como parámetro inflamatorio, con una baja de recaídas. Sin embargo, se consideró 7 necesario realizar más estudios para evaluar su eficacia en combinación con otros fármacos y en monoterapia6. Existen varios estudios que incluyen el estudio del Rituximab como terapia en la Dermatomiositis en adultos, sin embargo, los estudios en pacientes pediátricos son escasos. En Medellín Colombia, en el año de 2012 se realizó la revisión de expedientes de pacientes menores de 18 años con diagnóstico de enfermedad reumatológica que hubieran recibido Rituximab. Concluyendo que en la población pediátrica diferentes series han encontrado que el uso de Rituximab es eficaz y seguro en trombocitopenia y anemia hemolítica autoinmunes; no obstante, los estudios en dermatomiositis juvenil son escasos y es necesario realizarse con muestras mayores3. 8 MARCO TEÓRICO La dermatomiositis juvenil (DMJ) es una enfermedad rara, de naturaleza autoinmunitaria e inicio antes de los 16 años. Se trata de una vasculopatía sistémica caracterizada por debilidad muscular proximal simétrica, elevación sérica de las enzimas musculares y lesiones cutáneas patognomónicas que incluyen el eritema heliotropo y pápulas de Gottron. Se clasifica dentro de las miopatías inflamatorias idiopáticas; afecta principalmente a los músculos y la piel mediante la inflamación de pequeños vasos, pero puede afectar a cualquier órgano. Clásicamente, el pronóstico de la dermatomiositis juvenil era malo, con mortalidad en una tercera parte de los pacientes y otro tercio con afectación funcional permanente1. En las últimas décadas, con la introducción de nuevos tratamientos y el diagnóstico más precoz de esta entidad la mortalidad ha disminuido de forma drástica y ha mejorado el pronóstico funcional de estos pacientes2. Epidemiología Si bien es la miopatía inflamatoria idiopática más común de la infancia, la incidencia anual de la enfermedad en EE.UU es de 3.2 por millón de niños menores de 17 años7. La edad media al inicio es de 7 años, siendo el 25% de los pacientes menores de 4 años al manifestarse la enfermedad. Además, se considera que tiene 2 picos de presentación, entre 5-9 años y entre 11-14 años8. Predomina en el sexo femenino; la proporción mujer-varón en EE.UU es de 2.3:18 y en Inglaterra de 5:19. En la actualidad no se dispone de registros oficiales sobre incidencia y prevalencia en la población pediátrica mexicana. 9 Etiopatogenia La etiopatogenia de la dermatomiositis juvenil es desconocida. Aunque se propone que, al igual que en otras enfermedades autoinmunes, puede ser resultado de la interacción de diversos factores ambientales como virus, sustancias nocivas y fotosensibilidad, que en conjunto desencadenan en un individuo con cierta susceptibilidad genética desregulación inmune que conducirá a la inflamación de los tejidos endoteliales y musculares10. A diferencia de los pacientes adultos, los niños afectados no tienen un mayor riesgo de neoplasia11. Factores genéticos Entre los factores genéticos se ha descrito la asociación a determinados alelos HLA (B8, DRB1*0301, DQA1*0501 y DQA1*0301) y a algunos polimorfismos en el gen del factor de necrosis tumoral alfa (TNF-∝), que pueden condicionar una mayor producción de esta citocina proinflamatoria12. Factores ambientales La presencia de un desencadenante infeccioso se sospecha por 3 observaciones: • La aparente estacionalidad en el inicio de la enfermedad (con predominio en verano y primavera) • La distribución estacional en las fechas de nacimiento de los pacientes, lo cual sugiere una influencia de las exposiciones en etapas precoces de la vida para el desarrollo posterior de la enfermedad13 • La descripción de que muchos pacientes afectados tienen el antecedente de infecciones del tracto respiratorio superior o gastrointestinal en los meses previos14. No obstante, hasta la fecha no se ha identificado ningún microorganismo responsable12. El estreptococo del grupo A, el coxsakievirus B, el toxoplasma, los enterovirus, el parvovirus B19 y varios otros organismos se han postulado como posibles patógenos en la etiología de la dermatomiositis juvenil10,12 10 La presencia de fotosensibilidad en esta enfermedad sugiere que la luz ultravioleta podría tener también un papel en el desarrollo de la enfermedad15. Mecanismos inmunológicos Se ha postulado la influencia de factores perinatales en el desarrollo de la enfermedad: la transferencia de células maternas hacia el feto durante el embarazo, llamado microquimerismo materno, se puede observar hasta en un 80-100% de muestras de tejido muscular de pacientes con dermatomiositis juvenil. Estas células maternas podrían desarrollar una inmunorreactividad hacia los tejidos propios del individuo, y conducir a la enfermedad16. Los auto anticuerpos en las miopatías inflamatorias idiopáticas se clasifican en MSA (anticuerpos específicos de miositis) y MAA (anticuerpos asociados a miositis). Mientras que los MSA son específicos para los pacientes con miositis, los MAA se pueden ver en diferentes subtipos de miositis, síndromes de superposición y otras enfermedades autoinmunes. Hasta un 70% de los pacientes con dermatomiositis juvenil presentan ya sea MSA o MAA. Algunos de estos anticuerpos como los anti-155/140 (o TIF 1-gamma) están asociados con enfermedad cutánea más severa y lipodistrofia, mientras que otros como anti-NXP2 (proteína de la matriz antinuclear) se asocia con un mayor riesgo de calcinosis17. La combinación de factores predisponentes y desencadenantes llevaría a una activación del sistema inmunitario que por diferentes mecanismos (infiltración de linfocitos B, T y células dendríticas en el músculo con lesión capilar mediada por complemento) produce una vasculitis inflamatoria. Esta vasculitis sería la responsable de las manifestaciones clínicas de la enfermedad. La inflamación vascular no está limitada a los vasos del músculo y la piel, sino que también puede afectar otros tejidos como tracto gastrointestinal, pulmones, ojos, riñones y corazón, y condicionar las diferentes manifestaciones y complicaciones de la enfermedad. 11 Manifestaciones clínicas Signos y síntomas constitucionales Al manifestarse la enfermedad, los pacientes frecuentemente presentan malestar general, fatiga, anorexia e irritabilidad, que por lo general se atribuye a una virosis. En algunas series se describe la presencia de fiebre hasta en un 20% de los pacientes al inicio de la enfermedad18. Los cambios en el patrón de la marcha en este estadio precoz de la enfermedad deben hacer sospechar la afectación muscular. Posteriormente aparecerán las manifestaciones cardinales de la enfermedad como los exantemas, debilidad manifiesta y, en algunos pacientes, calcinosis. Las manifestaciones cutáneas y miopáticas de la dermatomiositis juvenil pueden precipitarse por exposición al sol. En una cohorte que incluyó a 105 pacientes con dermatomiositis juvenil se encontró una incidencia incrementada de la enfermedad en primavera con 39 pacientes presentando su primer síntoma durante dicha estación, comparado con 28 en verano, 25 en otoño y 20 en invierno (p=0.03)19. Manifestaciones músculoesqueléticas La dermatomiositis juvenil se caracteriza por debilidad muscular. El inicio suele ser insidioso con empeoramiento progresivo a lo largo de varios meses; sólo en algunos casos se describe un inicio agudo. Aunque esta debilidad puede afectar a cualquier grupo muscular es más manifiesta a nivel proximal (cintura escapular y pélvica) y axial, en especial en la musculatura de hombros, caderas, flexores de la cabeza y musculatura abdominal, y habitualmente es simétricay parcheada. Los músculos afectados pueden estar edematosos, indurados o dolorosos. En la exploración pueden apreciarse los signos de Gowers (el niño empieza a levantarse del suelo con las cuatro extremidades, se prepara para levantarse moviendo sus manos en el suelo cerca de sus pies y finalmente pone sus manos en los muslos y se impulsa para alcanzar posición bípeda) y la marcha de Trendelemburg o marcha de pato debida a la debilidad de los glúteos. 12 La afectación de la musculatura distal tiende a ser más leve y habitualmente no conlleva una alteración funcional significativa. Hasta una cuarta parte de los pacientes pueden tener afectación de la musculatura faríngea, hipofaríngea y palatina18, que se manifiesta en forma de disfonía, dificultades en iniciar la deglución, disfagia y voz nasal. En estos casos, hay un riesgo elevado de broncoaspiración. Se ha descrito la presencia de artralgias y artritis leve, no deformante ni erosiva20. Aparece habitualmente al inicio de la enfermedad y responde bien al tratamiento habitual de la dermatomiositis juvenil. No obstante, en presencia de una artritis significativa debería considerarse la presencia de un síndrome de superposición (con características de lupus, artritis idiopática juvenil o esclerodermia). La evaluación de la fuerza muscular en estos pacientes debe registrarse mediante el uso de escalas estandarizadas que evalúan grupos musculares seleccionados por separado; una de las más utilizadas es la Escala de valoración de miositis en niños o CMAS (Childhood Myositis Assassment Scale)21. Manifestaciones cutáneas El sello distintivo de la dermatomiositis juvenil es su característica presentación cutánea. En el 75% de los niños con DMJ, las manifestaciones cutáneas son patognomónicas para la enfermedad. En el resto, se presenta una erupción menos característica. A menudo, las manifestaciones cutáneas se ponen de manifiesto en las primeras semanas después de la aparición de los síntomas musculares, aunque la erupción se desarrolla antes de la enfermedad muscular en un número sustancial de pacientes22. Las manifestaciones cutáneas son variadas y constituyen la clave para el diagnóstico de la enfermedad. Pueden ser autolimitadas y aparecer antes o después del inicio de la debilidad. Las manifestaciones más características (eritema heliotropo y pápulas de Gottron) son patognomónicas y se observan hasta en el 80% de los pacientes. 13 ➢ Eritema heliotropo: consiste en un exantema eritemato-violáceo localizado en los párpados superiores, generalmente acompañado de edema palpebral. Es el signo más específico de la enfermedad pero no siempre está presente. Algunos pacientes también desarrollan telangiectasias en párpados y eritema malar que, a diferencia del observado en el Lupus, no parece respetar los pliegues nasolabiales22. ➢ Pápulas de Gottron: son la manifestación más común. Se trata de pápulas rosadas o violáceas localizadas en la superficie extensora de los nudillos (metacarpofalángicas, interfalángicas proximales y distales), codos, rodillas y maléolo medial. Generalmente respeta los espacios interfalángicos. El signo de Gottron consiste en un exantema en las mismas localizaciones, pero no palpable (macular). A veces las lesiones pueden ser escamosas y secas, simulando una psoriasis. Con el tiempo pueden desarrollar un centro atrófico y blanquecino con telangiectasias22. ➢ Las alteraciones en los capilares periungueales son características y frecuentes en la dermatomiositis juvenil23 y reflejan la presencia de una vasculopatía sistémica. Puede observarse eritema periungueal, hipertrofia de la cutícula, pérdida y dilatación de los capilares periungueales y pequeñas erosiones superficiales18. ➢ Otras presentaciones menos frecuentes consisten en un eritema en forma de “V” en la parte superior del tronco o difuso en tronco y extremidades, que puede ser descamativo y evolucionar hacia la formación de telangiectasias. Generalmente la exposición solar agrava estos exantemas. Debido a la presencia de una vasculitis sistémica también pueden aparecer ulceraciones en axilas, hombros, canto interno del ojo o en zonas de presión. Los pacientes con exantema generalizado y ulceraciones cutáneas al inicio, tienen un peor pronóstico, ya que esta ulceración refleja una vasculopatía más extensa24. Calcinosis La calcificación de tejidos blandos puede producirse entre el 20 y el 40% de los casos de dermatomiositis juvenil y se relaciona con la gravedad de la enfermedad cutánea, la presencia de vasculopatía y el retraso en el inicio del tratamiento25. 14 Aparecen en cualquier localización, pero generalmente se encuentran en codos, rodillas, partes acras y zonas de traumatismos. Pueden ocasionar dolor local, contracturas articulares, ulceración de la piel adyacente y condicionan un peor pronóstico funcional. No suelen observarse en el momento del diagnóstico, sino que aparecen más tardíamente en el curso de la enfermedad. Pueden apreciarse pequeños nódulos o placas superficiales, depósitos profundos pseudotumorales, depósitos difusos en los planos miofasciales y, en casos excepcionales, calcificaciones generalizadas que conforman un exoesqueleto. Afectación gastrointestinal Constituye una de las complicaciones más graves de la enfermedad y puede afectar a la supervivencia. Es debida a la presencia de vasculitis gastrointestinal que conduce a ulceraciones mucosas por oclusiones vasculares. Clínicamente se presenta como dolor abdominal, pancreatitis, sangrado gastrointestinal o perforación26. Lipodistrofia Raramente observada al diagnóstico, aparece en el curso de la enfermedad en el 14-25% de los pacientes19,27. La lipodistrofia se caracteriza por una pérdida lenta y progresiva del tejido subcutáneo que afecta de forma mayoritaria al segmento superior del cuerpo. Por lo general se asocia a acantosis nigricans, hipertrigliceridemia y resistencia a la insulina. Su origen probablemente es multifactorial, y se incluyen los cambios metabólicos ocasionados por la inflamación muscular y el tratamiento prolongado con corticoides. Afectación cardiopulmonar La afectación pulmonar es mucho menos frecuente en niños que en adultos y puede manifestarse como una enfermedad intersticial pulmonar. Con más frecuencia se observa debilidad respiratoria, que es responsable de la presencia de síntomas respiratorios en hasta un tercio de los pacientes19. También debe recordarse que la disfagia puede ocasionar broncoaspiraciones con el consiguiente daño pulmonar, y que los tratamientos inmunosupresores recibidos pueden facilitar las infecciones pulmonares oportunistas. 15 En el corazón pueden detectarse soplos, cardiomegalia o pericarditis. La presencia de afectación cardíaca grave (miocarditis, alteraciones en la conducción) es rara, pero puede aparecer años después del inicio de la enfermedad26,28. Otras manifestaciones El inicio de la enfermedad en forma de anasarca es un signo de mal pronóstico, y se debe a una pérdida capilar difusa por lesión endotelial en los vasos29. La presencia de vasculitis en otros órganos (vejiga urinaria, vagina, testículos o sistema nervioso), a pesar de ser rara, también está asociada a un peor pronóstico. Dermatomiositis amiopática Es una entidad rara que consiste en la presencia de los exantemas característicos de la dermatomiositis juvenil pero sin afectación muscular durante más de 6 meses. Con más frecuencia se da el caso de que los pacientes presenten una afectación muscular leve que pasa desapercibida. En general estos pacientes tienen un buen pronóstico30,31, a pesar de que también pueden desarrollar calcinosis y artritis. Diagnóstico El diagnóstico de la dermatomiositis juvenil se realiza a través de los criterios, descritos en 1975, de Bohan y Peter32,33 (tabla 1). Según el número decriterios que presente el paciente, se diagnosticará como definida, probable o posible. Su sensibilidad y especificidad (a pesar de que no han sido validadas en niños) serían, respectivamente, de alrededor del 45-90% y del 90%26. Tabla 1. Criterios de Bohan y Peter para el diagnóstico de dermatomiositis juvenil 1. Cambios cutáneos característicos: eritema heliotropo, pápulas de Gottron o signo de Gottron, exantema eritematoso en cara, tórax o zonas extensoras de extremidades 2. Debilidad simétrica en la musculatura proximal 3. Elevación sérica de las enzimas musculares (uno o más de los siguientes): CK, AST, LDH y aldolasa 4. EMG compatible con miopatía y denervación 16 5. Biopsia muscular con evidencia histológica de necrosis e inflamación Diagnóstico de dermatomiositis juvenil: Presencia del primer criterio y al menos 2 de los otros 4 criterios. Se diferencia entre: Definida: 3 de los otros 4 criterios Probable: 2 de los otros 4 criterios Posible: 1 de los otros 4 criterios Los cambios en la práctica clínica a lo largo de los años han incorporado el uso de nuevas técnicas diagnósticas no invasivas, como la resonancia magnética en lugar de la electromiografía y la biopsia muscular. Por este motivo, un grupo colaborativo internacional está realizando una revisión de los criterios diagnósticos para adaptarlos a la práctica clínica actual34. Después del uso generalizado de las técnicas de imagen, la resonancia magnética ha ganado un papel importante para la demostración de inflamación a nivel muscular. Los cambios en la práctica clínica a lo largo del tiempo han provocado que muchos médicos utilicen técnicas no invasivas, como la resonancia magnética, en lugar de la electromiografía y la biopsia muscular35. Como consecuencia, muchos niños afectados no pueden cumplir los criterios de diagnóstico actuales, ya que no se han llevado a cabo las investigaciones necesarias. Esto resalta la necesidad de que estos criterios se revisen de acuerdo con la práctica clínica actual. Laboratorio Enzimas musculares: las enzimas musculares utilizadas habitualmente para la evaluación de la lesión muscular son la creatincinasa (CK), lactato deshidrogenasa (LDH), aldolasa y aspartato aminotransferasa (AST). Generalmente se elevan uno o más de estos parámetros, pero en fases precoces de la enfermedad pueden mantenerse en valores normales hasta que se desarrolla la debilidad clínicamente aparente. Anticuerpos: en el 60% de los pacientes pueden detectarse anticuerpos antinucleares positivos. Éstos no son específicos de la enfermedad, por lo que no tienen valor diagnóstico. En el 30% de adultos con miositis se han descrito una serie de auto-anticuerpos específicos que estarían asociados con determinados subgrupos clínicos de la enfermedad. En niños también se ha 17 descrito la asociación con algunos auto-anticuerpos aunque en menor frecuencia. Entre estos destacan los anti-Mi2 (5% de los casos y asociado a buena respuesta al tratamiento), antisintetasa (5-10%, asociado a un cuso agudo y con posibles complicaciones como artritis o enfermedad intersticial pulmonar), y recientemente se han descrito los anti-p155 (20-30% de pacientes)15. Otros parámetros: el hemograma y la velocidad de sedimentación globular habitualmente son normales, por lo que no son de demasiada utilidad para el control de la enfermedad36. En pacientes con enfermedad activa pueden encontrarse elevaciones del factor Von Willebrand, que reflejaría la lesión endotelial37. Electromiografía La electromiografía (EMG) muestra un patrón miopático (potenciales motores polifásicos de baja amplitud y corta duración) con denervación (fibrilaciones espontáneas, ondas positivas y descargas de alta frecuencia)26. Estos cambios no son específicos de dermatomiositis juvenil, por lo que el EMG sólo es útil para confirmar que el origen de la debilidad es muscular. En algunos pacientes con dermatomiositis juvenil activa el EMG puede ser normal (probablemente por la naturaleza parcheada de la inflamación muscular); por este motivo es recomendable realizar el registro electromiográfico en diferentes localizaciones. Biopsia muscular Es la prueba definitiva para establecer el diagnóstico de dermatomiositis juvenil. Es preferible realizar una biopsia abierta que una biopsia por punción, para así preservar la orientación de las fibras y obtener una muestra de más calidad. El rasgo característico de la dermatomiositis juvenil es la presencia de una vasculopatía, fundamentalmente piel, músculo y tracto gastrointestinal. Los cambios histológicos en el músculo incluyen edema del endotelio capilar con obliteración del lumen, atrofia e inflamación perifascicular y fenómenos de degeneración y regeneración muscular. 18 Resonancia magnética muscular y espectroscopía Estas nuevas tecnologías tienen un interés creciente en el diagnóstico y seguimiento de esta enfermedad. La resonancia magnética (RM) muscular puede demostrar áreas de inflamación muscular y, a diferencia del EMG, permite estudiar amplias áreas musculares. Además, al tratarse de una prueba no invasiva, tiene la ventaja de poder realizar estudios sucesivos para seguir el curso de la enfermedad. También puede utilizarse para seleccionar las zonas afectadas donde realizar la biopsia muscular, aumentando así la rentabilidad diagnóstica de la biopsia. Los hallazgos observados en pacientes con dermatomiositis juvenil activa en secuencias T2 con supresión grasa y en secuencias STIR (short T1 inversion recovery) son un aumento de señal en los músculos afectados, edema perimuscular y una hiperintensidad en el tejido graso subcutáneo. Se visualiza como zonas blancas dentro de los músculos donde sólo debería haber imágenes oscuras, reflejando el edema debido a la inflamación38. Tras la remisión de la enfermedad estos cambios desaparecen. La RM con espectroscopia proporciona un estudio del metabolismo muscular. Es una prueba de gran sensibilidad que detecta el descenso en el metabolismo de los músculos afectados39. En el futuro parece probable que estas técnicas se implementen en los procesos de diagnóstico y manejo habituales de los pacientes con dermatomiositis juvenil, pudiendo incluso reemplazar en algunos casos la EMG y la biopsia. Diagnóstico diferencial En fase inicial el diagnóstico es difícil por la naturaleza poco específica de sus síntomas, que puede confundirse con un proceso viral. Una vez instaurada la enfermedad, en función de las características clínicas predominantes, el diagnóstico diferencial deberá realizarse con gran variedad de procesos12 (tabla2). 19 Tabla 2. Diagnóstico diferencial en la dermatomiositis juvenil Signo guía Diagnóstico diferencial Debilidad • Distrofias musculares • Miopatías metabólicas (glucogenosis, lipidosis, enfermedades mitocondriales) • Miopatías endocrinas (hiper o hipotiroidismo, enfermedad de Cushing, diabetes mellitus) • Miopatía inducida por fármacos (corticoides, interferón alfa, estatinas, hidroxicloroquina, anfotericina B, cimetidina, vincristina) • Enfermedades neuromusculares (miastenia gravis) • Enfermedades de la motoneurona (atrofia muscular espinal) Debilidad con o sin exantema • Infecciones virales (Enterovirus, Influenza, Coxsackie, Echovirus, Parvovirus, Poliovirus, Hepatitis B) • Infecciones bacterianas y parasitarias (estafilococos, estreptococos, toxoplasmosis, triquinosis, enfermedad de Lyme) • Enfermedades inflamatorias (enfermedad celíaca, enfermedad inflamatoria intestinal) • Otras enfermedades reumáticas (lupus eritematoso sistémico, esclerodermia, artritis idiopática juvenil, enfermedad mixta del tejido conjuntivo, vasculitis idiopáticas) Exantema sin debilidad • Eccemas, psoriasis y alergias Tratamiento Dada la baja frecuencia de esta enfermedad, el tratamiento de la dermatomiositisjuvenil no ha sido avalado por estudios controlados aleatorizados sino que se basa en el conocimiento derivado de la experiencia clínica y estudios observacionales. Generalmente consiste en la administración de corticoides e inmunosupresores durante un periodo largo de tiempo (1 a 3 años), con el objetivo de alcanzar y mantener la remisión, así como prevenir las complicaciones. La respuesta al tratamiento se determina mediante la evaluación seriada de signos y síntomas clínicos (presencia de exantemas, dolor muscular, fatiga), datos de laboratorio (enzimas musculares), fuerza muscular (mediante escalas de valoración como el CMAS) y, opcionalmente, otros estudios (RM muscular)26. 20 Corticoides Desde 1970 el tratamiento estándar de la dermatomiositis juvenil han sido los corticoides a dosis de 1-2 mg/kg/día por vía oral mantenidos hasta alcanzar una mejoría clínico-analítica, y posteriormente en dosis descendientes durante un periodo de 2 años. No obstante, para evitar los efectos secundarios que conllevan estos fármacos a dosis altas y de forma prolongada, en la actualidad muchos pacientes son tratados de forma precoz con inmunosupresores y/o dosis altas de metilprednisolona (30 mg/kg/día, con un máximo de 1 g/día)40, lo cual permite una reducción más rápida de los corticoides, con buena respuesta terapéutica41,42. Inmunosupresores Son utilizados como agentes ahorradores de corticoides, y de entre ellos el metotrexato es el más utilizado. Se administra en dosis de 10-15 mg/m2 por semana, por vía oral o subcutánea, generalmente al inicio de la enfermedad. Estudios comparativos con pacientes que sólo recibieron corticoides han demostrado que la introducción precoz de metotrexato reduce las secuelas y permite alcanzar el mismo control de la enfermedad pero con la mitad de dosis acumulativa de corticoides, lo que conlleva un menor aumento de peso y una mejoría en la velocidad de crecimiento42. La ciclosporina también se ha utilizado como ahorrador de corticoides, pero tiene el inconveniente de producir hipertensión e hirsutismo43. Inmunoglobulinas intravenosas Suelen emplearse como tratamiento adyuvante en casos de resistencia o dependencia de los corticoides, sobre todo en la enfermedad cutánea resistente. Se administran en dosis de 2 g/kg cada 2-4 semanas44, y habitualmente son bien toleradas. Ciclofosfamida Se puede utilizar en el tratamiento de pacientes graves con alto riesgo de morbi-mortalidad. Los indicadores de alto riesgo incluyen la presencia de ulceraciones en piel y tracto gastrointestinal, y la enfermedad pulmonar45. 21 Agentes biológicos Se han completado recientemente varios estudios abiertos, informes de casos y ensayos pequeños que brindan información inicial sobre el papel de las terapias biológicas para tratar la DMJ refractaria. Los fármacos anti-TNF se utilizan en el tratamiento de diferentes enfermedades reumatológicas. Dada la evidencia del papel del TNF-∝ en la fisiopatología de la dermatomiositis juvenil, se ha ensayado el tratamiento con estos fármacos (en concreto Infliximab y Etanercept) con resultados variables46,47. El Rituximab, un anticuerpo monoclonal anti-linfocito B, se ha utilizado en algunos estudios con resultados favorables48. El Rituximab reduce las células B CD20+, que se encuentran elevadas en la sangre periférica y el músculo de los pacientes con enfermedad activa, y también podría disminuir la producción de auto anticuerpos. El Rituximab demostró ser prometedor en los ensayos abiertos y en los informes de casos, con más del 70% de pacientes refractarios al tratamiento que mejoraron clínicamente49. En un informe inicial, 3 de 4 pacientes con DMJ refractarios al tratamiento entraron en remisión después de la administración de Rituximab durante 12-14 meses48. Una revisión del uso de Rituxumab en 12 pacientes con DMJ refractarios al tratamiento (la mayoría recibió Rituximab semanalmente a una dosis de 375 mg/m2sc durante 4 semanas) encontró que 9 pacientes (75%) tenían una actividad muscular o cutánea mejorada, y 5 (42%) logró remisión posterior a 20 meses50. Sin embargo, un ensayo abierto de Rituximab en 8 pacientes adultos con dermatomiositis refractaria mostró que 3 pacientes mejoraron su fuerza muscular en la semana 24, pero no hubo ningún beneficio para las manifestaciones cutáneas51. Se completó un gran ensayo controlado aleatorio multicéntrico en el que se aleatorizaron 48 pacientes con DMJ, 76 con DM adulta y 76 con PM adulta para recibir Rituximab (575 mg/m2 o 750 mg/m2 por dosis para dos infusiones semanales o placebo en las semanas 0 y 1 seguido de placebo, o placebo seguido de Rituximab en las semanas 8 y 9), utilizando un diseño de fase de placebo aleatorizado. Aunque el 83% de estos pacientes refractarios al tratamiento respondieron al Rituximab y pudieron disminuir significativamente la 22 dosis de corticoesteroides después del tratamiento con Rituximab, no hubo diferencia en el tiempo hasta la respuesta en los dos grupos de tratamiento. Sin embargo, el estudio no fue diseñado para tener la potencia adecuada para detectar una diferencia significativa entre los grupos de tratamiento dentro de la cohorte de DMJ52. Para DMJ, el tiempo de respuesta fue una mediana de 12 semanas, en comparación con 20 semanas en general. No está claro a partir de este ensayo si el Rituximab es efectivo en la miositis o si hubo un fracaso en el diseño del ensayo, incluido un período de placebo demasiado corto para detectar una diferencia en la respuesta clínica del grupo de Rituximab precoz vs. Placebo, y/o fracaso de las medidas de resultado validadas preliminarmente53. Los pacientes con DMJ, con anticuerpos anti-sintetasa o anti-Mi2, y aquellos con un puntaje de daño de la enfermedad más bajo parecen tener una respuesta más rápida a Rituximab54. Las preocupaciones de seguridad con Rituximab incluyen reacciones a la infusión (muchas de las cuales responden a regímenes adecuados de premedicación), infecciones y, raramente, leucoencefalopatía multifocal progresiva52,55. En consecuencia, no se recomienda la readministración rutinaria de Rituximab de manera programada, después de la finalización de un ciclo de Rituximab, sino más bien cuando hay evidencia de un empeoramiento de la actividad de la enfermedad seguido del retorno de las células B. Si el Rituximab ha demostrado ser útil en el tratamiento de la enfermedad temprana o si otros agentes que agotan las células B pueden ser útiles en las miopatías inflamatorias idiopáticas, aún no se ha determinado. Otros agentes de segunda línea Se tiene experiencia en el uso de otros fármacos como azatioprina, tacrolimus sistémico y tópico. Específicamente para el tratamiento de las manifestaciones cutáneas se utilizan hidroxicloroquina y micofenolato mofetilo. Terapias adyuvantes La fisioterapia y la terapia ocupacional son de gran importancia para la rehabilitación de los pacientes, sobre todo en aquellos que presentan secuelas 23 con afectación funcional o mayor debilidad. Históricamente se creía que el ejercicio podía causar lesión muscular potenciando la inflamación en este nivel, pero en la actualidad se reconoce su beneficio para aumentar la fuerza muscular y la capacidad aeróbica. Dada la presencia de fotosensibilidad en la dermatomiositis juvenil debe utilizarse fotoprotección de forma sistemática para minimizar la aparición de exantemas y enfermedad cutánea. También es de importancia el cuidado de la piel mediante cremas emolientes y apósitos protectores en caso de ulceraciones cutáneas. En casos de debilidad grave debe buscarse la posible presencia de disfagia y afectación respiratoria. En estos casos está indicado valorar la alimentación por sonda nasogástrica y la necesidad de soporte respiratorio. Tratamiento de las complicaciones (calcinosis y osteoporosis)El tratamiento con corticoides es prolongado, por lo que se recomienda la administración de suplementos de calcio y vitamina D para evitar la pérdida de densidad mineral ósea. Para la calcinosis se han ensayado múltiples terapias como el diltiazem, hidróxido de aluminio, probenecid, bifosfonatos e inyección local de corticoides, entre otros. Ninguno de ellos ha demostrado ser eficaz44, por lo que es importante la prevención de esta complicación mediante un tratamiento precoz y agresivo de la dermatomiositis juvenil. En casos graves se recomienda la exéresis quirúrgica, pero la calcinosis puede recurrir si la actividad de la enfermedad no está controlada. Evolución y pronóstico Antes de la introducción del tratamiento con corticoides, la enfermedad tenía muy mal pronóstico: una tercera parte de los pacientes moría, otra tercera parte presentaba enfermedad progresiva con secuelas graves y persistencia de enfermedad crónica activa en la edad adulta; y otro tercio se recuperaban. 24 Actualmente el pronóstico de la dermatomiositis juvenil es generalmente bueno: la supervivencia es muy alta, superior al 90%, con resultados funcionales buenos2,26. El curso clínico puede ser monocíclico (alcanzando la remisión mantenida a los 2-3 años), policíclico (periodos de remisión seguidos de recidivas), y crónico persistente2,46. Un tratamiento insuficiente o su inicio tardío es uno de los predictores más importantes de mal pronóstico, con enfermedad crónica persistente y complicaciones como el retraso en el crecimiento, calcificaciones y enfermedad cutánea más extensa25,47. El diagnóstico y tratamiento precoces de la dermatomiositis juvenil, por lo tanto, constituyen la clave para mejorar el pronóstico de estos pacientes, por lo que es de importancia el conocimiento de esta entidad para su reconocimiento de forma precoz. 25 PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA La dermatomiositis juvenil es la miopatía inflamatoria más común de la infancia, aunque su incidencia es demasiado baja (2-4 casos por millón de niños al año, de acuerdo con las diversas series reportadas) en el Hospital Infantil de México, que es un hospital de concentración por tratarse de un tercer nivel de atención, se valoran anualmente cerca de 60 pacientes con diagnóstico de DMJ, de los cuales se han reportado por lo menos un 5% de pacientes con refractariedad a tratamiento convencional y que requirieron manejo con Rituximab. Un tratamiento inadecuado o su inicio tardío es uno de los predictores más importantes de mal pronóstico, ocasionando enfermedad progresiva o enfermedad crónica persistente y complicaciones que conllevan a secuelas graves. En ello radica la importancia de conocer las opciones terapéuticas y realizar estudios revisando la respuesta a diversos tratamientos, para encontrar la mejor opción terapéutica y de esta manera mejorar el pronóstico de estos pacientes. PREGUNTA DE INVESTIGACIÓN ¿Cuál es la respuesta al uso de Rituximab en pacientes con Dermatomiositis Juvenil refractaria a FARMES no biológicos, en el Hospital Infantil de México «Federico Gómez», del año 2000 al 2018? JUSTIFICACIÓN Es importante conocer la epidemiología de los pacientes con Dermatomiositis Juvenil en el Hospital Infantil de México refractarios a tratamiento convencional y las características de los mismos, así como la respuesta a Rituximab, ya que no se cuentan con estudios previos en pacientes pediátricos que relacionen este tema. 26 OBJETIVO GENERAL Determinar la respuesta clínica (persistencia, remisión o recaída de la enfermedad) posterior al tratamiento con Rituximab, en pacientes con dermatomiositis juvenil refractaria a FARMES no biológicos en el Hospital Infantil de México «Federico Gómez», del año 2000 al 2018. OBJETIVOS ESPECÍFICOS 1. Describir la incidencia de Dermatomiositis Juvenil en el Hospital Infantil de México «Federico Gómez», del año 2000 al 2018. 2. Conocer la incidencia de Dermatomiositis Juvenil refractaria a FARMES no biológicos en el Hospital Infantil de México «Federico Gómez», del año 2000 al 2018. 3. Registrar las características sociodemográficas de los pacientes con Dermatomiositis Juvenil. 4. Identificar los factores de riesgo relacionados con la falla en el tratamiento con FARMES no biológicos en pacientes con Dermatomiositis Juvenil. 5. Identificar los factores que pudieran intervenir en la respuesta al tratamiento con Rituximab. 27 MÉTODOS DISEÑO METODOLÓGICO TIPO DE ESTUDIO: Descriptivo, retrospectivo, transversal, observacional CARACTERÍSTICAS Y SELECCIÓN DE LA MUESTRA: Se revisarán los expedientes de pacientes tratados en el Hospital Infantil de México «Federico Gómez» con el diagnóstico de dermatomiositis juvenil en los últimos 18 años, durante el periodo comprendido entre el primero de enero de 2000 al 31 de diciembre de 2018. TAMAÑO: Se valoran anualmente cerca de 60 pacientes con diagnóstico de DMJ, por lo que una vez revisados los expedientes clínicos de estos pacientes se espera encontrar por lo menos un 5% de pacientes con refractariedad a tratamiento convencional y que requirieron manejo con Rituximab. CRITERIOS DE INCLUSIÓN: ❖ Pacientes con expediente clínico y registro hospitalario que cumplan con los criterios de Bohan y Peter para el diagnóstico de dermatomiositis juvenil definitiva, probable o posible y que se encuentran en tratamiento o seguimiento en el Hospital Infantil de México «Federico Gómez» durante el periodo de estudio CRITERIOS DE EXCLUSIÓN: ❖ Paciente con expedientes clínicos que se encuentren incompletos ❖ Pacientes con síndromes de sobreposición o enfermedad mixta del tejido conectivo PROCEDIMIENTOS A REALIZAR: Se solicitará una lista de expedientes en los cuales esté registrado el diagnóstico de dermatomiositis juvenil y que correspondan al periodo ya descrito. Se recabarán las firmas necesarias para completar los datos de la lista de expedientes otorgada. Una vez contando con dicha lista, se solicitarán los expedientes en el área de Archivo Clínico. 28 Se realizará una revisión exhaustiva de los mismos por una sola persona (tesista) con la finalidad de capturar en una base de datos elaborada en Excel la información sobre las variables del estudio descritas más adelante en el presente trabajo. Por último, con la información previamente capturada se procederá a realizar el análisis estadístico mediante el programa SPSS versión 25 y la elaboración del trabajo final. PLAN DE ANÁLISIS ESTADÍSTICO Con la información previamente capturada se procederá a realizar el análisis estadístico mediante el programa SPSS versión 25 y la elaboración del trabajo final. Las propiedades distributivas de las variables continuas se expresarán en términos de media ± desviación estándar y mediana (mínimo-máximo). Las variables nominales se presentarán con frecuencia y porcentaje (%). Para las variables numéricas se utilizarán media, mediana y desviación estándar. Se utilizará la prueba de correlación de Pearson para evaluar el coeficiente de correlación entre las variables en estudio. Se realizará un estudio multivariado para investigar la relación entre los diferentes tipos de variables. Estableciendo como valor estadísticamente significativo p <0.05. 29 DESCRIPCIÓN DE VARIABLES Variable Definición conceptual Definición operacional Tipo de variable Escala de medición Categorías Edad Edad al momento del diagnóstico Se expresa en años hasta los 16 años Cuantitativa Numérica Sexo Indica el sexo de los pacientes Dicotómica Cualitativa Nominal 1= Femenino 2= Masculino Evolución de la enfermedad Dividida en tres grupos de acuerdo con patrones de enfermedad activa o inactiva Según el curso clínicode la enfermedad Cualitativa Nominal 1= Monocíclica 2= Policíclica 3= Continua/Crónica Tiempo de evolución al momento del diagnóstico Tiempo comprendido entre la aparición de la primera manifestación clínica y el momento en el que se realizó el diagnóstico Se expresa en meses Cuantitativa Numérica Tiempo de debilidad al momento del diagnóstico Indica el tiempo de debilidad muscular previo al diagnóstico Se expresa en meses Cuantitativa Numérica Fuerza muscular Miembros superiores al momento del diagnóstico Indica la fuerza muscular de la cintura escapular al momento del diagnóstico Se expresa en valores 0-5 según la escala de medición de Lovett y Daniels Cuantitativa Numérica 0= Ausencia de contracción 1= Contracción visible o palpable 2= Movimiento activo sin gravedad 3= Movimiento activo contra gravedad 4= Movimiento activo completo contra gravedad y resistencia 30 moderada 5= Movimiento activo contra gravedad y resistencia máxima Fuerza muscular Miembros inferiores al momento del diagnóstico Indica la fuerza muscular de la cintura pélvica al momento del diagnóstico Se expresa en valores 0-5 según la escala de medición de Lovett y Daniels Cuantitativa Numérica 0= Ausencia de contracción 1= Contracción visible o palpable 2= Movimiento activo sin gravedad 3= Movimiento activo contra gravedad 4= Movimiento activo completo contra gravedad y resistencia moderada 5= Movimiento activo contra gravedad y resistencia máxima Características clínicas Signos y síntomas característica de la enfermedad presentes en cada paciente; así como exámenes de gabinete compatibles con la enfermedad al momento del diagnóstico Según las características clínicas y en exámenes de gabinete presentadas en cada paciente se asignará un número 0 en caso de no presentarse, así como número 1 en caso de encontrarse en los pacientes al momento del diagnóstico. Dicotómicas. Cualitativas Nominal Afección cutánea Debilidad muscular Enzimas musculares elevadas Afección cardiaca Afección pulmonar Afección gastrointestinal SEGD alterada RMN alterada Electromiografía alterada Pruebas pulmonares alteradas Calcinosis 31 Exámenes de laboratorio al momento del diagnóstico Definido como la medición de enzimas musculares alteradas en la dermatomiositis juvenil Se expresa en U/L. Medición de enzimas al momento del diagnóstico Cuantitativas Numérica CPK DHL AST Cambios histológicos en músculo Definido como cambios a nivel histológico compatibles con DMJ determinados mediante realización de biopsia muscular Dicotómica Cualitativa Nominal 1= Sí 2= No 3= Sin biopsia Fuerza miembros superiores 6 meses Indica la fuerza muscular de la cintura escapular posterior a 6 meses de iniciado el tratamiento Se expresa en valores 0-5 según la escala de medición de Lovett y Daniels Cuantitativa Numérica 0= Ausencia de contracción 1= Contracción visible o palpable 2= Movimiento activo sin gravedad 3= Movimiento activo contra gravedad 4= Movimiento activo completo contra gravedad y resistencia moderada 5= Movimiento activo contra gravedad y resistencia máxima Fuerza miembros inferiores 6 meses Indica la fuerza muscular de la cintura pélvica posterior a 6 meses de iniciado el tratamiento Se expresa en valores 0-5 según la escala de medición de Lovett y Daniels Cuantitativa Numérica 0= Ausencia de contracción 1= Contracción visible o palpable 2= Movimiento activo sin gravedad 3= Movimiento 32 activo contra gravedad 4= Movimiento activo completo contra gravedad y resistencia moderada 5= Movimiento activo contra gravedad y resistencia máxima Tiempo de remisión Indica el tiempo de remisión clínica a partir del inicio del tratamiento Tiempo expresado en meses sin datos de actividad de la enfermedad Cuantitativa Numérica Prednisona inicial Indica el uso de Prednisona como tratamiento inicial Dicotómica según el fármaco utilizado Cualitativa Nominal 1= Sí 2= No Metotrexato inicial Indica el uso de MTX como tratamiento inicial Dicotómica según el fármaco utilizado Cualitativa Nominal 1= Sí 2= No Hidroxicloroquina inicial Indica el uso de HXCL como tratamiento inicial Dicotómica según el fármaco utilizado Cualitativa Nominal 1= Sí 2= No Metilprednisolona inicial Indica el uso de MPD como tratamiento inicial Dicotómica según el fármaco utilizado Cualitativa Nominal 1= Sí 2= No Número de pulsos de MPD Indica el número de pulsos administrados al paciente Expresado en números enteros Cuantitativa Numérica Uso de 2ª línea Indica el uso de fármacos de segunda línea de tratamiento Dicotómica Cualitativa Nominal 1= Sí 2= No Uso de Rituximab Indica el uso de tratamiento con anticuerpo monoclonal antilinfocito B Dicotómica Cualitativa Nominal 1= Sí 2= No 33 Tiempo de Inicio de Rituximab Tiempo transcurrido entre el diagnóstico y el inicio de tratamiento con Rituximab Expresado en meses Cuantitativa Numérica Tratamiento previo al inicio de Rituximab Tratamiento utilizado previo a iniciar tratamiento con Rituximab Cualitativa Nominal 1= Prednisona 2= Metotrexato 3= Metilprednisolona 4= Hidroxicloroquina 5= Otros Respuesta a uso de Rituximab Se define como el curso clínico que presenta la dermatomiositis juvenil posterior al tratamiento con Rituximab Cualitativa Nominal 1= Persistencia de enfermedad 2= Remisión 3= Recaída Remisión clínica Definida como la desaparición de las lesiones dérmicas o de la debilidad muscular, así como la normalización de las enzimas musculares Dicotómica de acuerdo a ausencia de características clínicas y de laboratorio al momento del estudio Cualitativa Nominal 1= Sí 2= No Remisión farmacológica Indica la presencia de remisión farmacológica al momento del estudio Dicotómica de acuerdo a ausencia de características clínicas y de laboratorio asociados a la ausencia de uso de medicamento inmunosupresor de primera o segunda línea al momento del estudio Cualitativa Nominal 1= Sí 2= No Recaída de la enfermedad Definida como evidencia de reciente aparición Dicotómica Cualitativa Nominal 1= Sí 2= No 34 de actividad de la enfermedad (miositis o Rash) después de al menos 6 meses de remisión Desenlace Definido como el destino de los pacientes según el curso de evolución de la enfermedad y situaciones sociales Cualitativa Nominal 1= Alta por edad 2= Pérdida de seguimiento 3= Continúa control 4= Defunción 35 RESULTADOS Se revisaron un total de 54 expedientes de pacientes con el diagnóstico de dermatomiositis juvenil, de los cuales se excluyeron 11 por no cumplir con los criterios de selección. De los 43 pacientes incluidos en el estudio, la distribución por género fue de 69.8% (n=30) femenino y 30.2% (n=13) masculino, con una proporción de 2.3:1. La media para la edad al momento del diagnóstico fue de 6.5±3.8 años; la distribución por rangos de edad reportó 44.2% (n=19) en 5 años y menores, de 6 a 10 años 39.6% (n=17) y de 11 a 16 años 16.3% (n=7). Se reportó una incidencia de 1 hasta 7 casos nuevos por año de dermatomiositis juvenil, en los últimos 18 años. El tiempo de evolución del padecimiento al momento del diagnóstico fue de 8.8±10.5 meses; con una media de tiempo de debilidad de 5.4 meses (mínimo 15 días y máximo 24 meses). Las manifestaciones clínicasiniciales más comunes fueron las afecciones cutáneas presentándose hasta en un 97.7% de los pacientes, seguidas de la debilidad muscular y las enzimas musculares elevadas presentándose ambas en un 95.3% de los pacientes. En cuanto a la presencia de Electromiografía alterada al momento del diagnóstico, se encontró que el 32.6% de los pacientes presentaron datos de miopatía mediante dicho estudio; el 16.3% de los pacientes presentaron RMN alterada y el 7% presentaron SEGD alterada. La afección gastrointestinal al momento del diagnóstico únicamente se documentó en el 2.3% de los pacientes, por otra parte, no se documentó afección cardíaca ni pulmonar en ninguno de los pacientes estudiados. Un total de 12 (28%) pacientes contaban con biopsia muscular, de los cuales 10 (83.3%) presentaron cambios histológicos en músculo compatibles con dermatomiositis juvenil. La fuerza muscular al momento del diagnóstico reportó una mediana de 3/5 en miembros torácicos y pélvicos; con una fuerza mínima reportada en ambos de 1/5. La fuerza muscular observada a los 6 meses de inicio del tratamiento 36 obtuvo una mediana de 4/5, con fuerza mínima en miembros superiores de 1/5 e inferiores de 0/5. Se observó al momento del diagnóstico una mediana del valor de creatininfosfoquinasa (CPK) de 607 U/L, con media de 1873.7±3524.7 U/L (rango 13-14810 U/L). La deshidrogenasa láctica presentó una media de 702.7±440.2 U/L (rango 194-2132 U/L) y una mediana de 626 U/L. La media observada de la aspartato aminotransferasa (AST) fue de 186.0±187.6 U/L (rango 25-702 U/L), con una mediana de 103 U/L. En el seguimiento de los pacientes, se realizan determinaciones de enzimas musculares de manera rutinaria, a los 6 meses de iniciado el tratamiento, la cuantificación de CPK reportó una media de 257.4±467.6 U/L (rango 27-2490 U/L), con una mediana reportada en 93.5 UI/L. La media de deshidrogenasa láctica a los 6 meses del diagnóstico fue de 250.2±153.8 U/L (rango 126-906 U/L) y mediana de 201.0 U/L. En cuanto a la AST se observó una media de 28.1±18.4 U/L (rango 10-109 U/L), con mediana de 22 U/L. Como tratamiento inicial de primera línea, el que se utilizó con mayor frecuencia fue la Prednisona, la cual se utilizó en el 69.8% (n=30) del total de los pacientes, seguida en segundo lugar por el Metotrexato 62.8% (n=27); también se utilizaron como fármacos de manera inicial la Metilprednisolona 46.5% (n=20), con una media de pulsos de 9.3 (3-44) y la Hidroxicloroquina 41.9% (n=18). Requiriéndose la terapia con fármacos de segunda línea hasta en el 69.8% (n=30) de los pacientes estudiados. Del total de pacientes estudiados, el 58.1% (n=25) presentó remisión clínica de la enfermedad, mientras que el 27.9% (n=12) continuó con la enfermedad al momento del estudio, y en el 6% restante no se estableció la respuesta al perderse seguimiento. Se obtuvo una media de tiempo de remisión clínica de 38.0±33.1 meses (mínimo 3 meses, máximo 120 meses). De los pacientes que presentaron remisión clínica, se documentó recaída de la enfermedad en el 16% (n=4). Respecto a la remisión farmacológica, únicamente se documentó en el 18.6% (n=8) de los pacientes; con una media de tiempo de remisión farmacológica de 69.5±48.5 meses (mínimo 12 meses, máximo 144 meses). 37 Referente a la evolución de la enfermedad, se obtuvo que un 39.5% (n=17) de los pacientes estudiados presentaron una evolución monocíclica, mientras que hasta el 25.6% (n=11) presentaron un patrón de enfermedad continua/crónica, el 11.6% (n=5) se manifestó como una evolución policíclica y del resto de los pacientes (n=10) se desconoce el curso de la enfermedad por la pérdida de seguimiento. De los pacientes estudiados se obtuvo que la mayoría de ellos, el 53.5% (n=23), aún continúan en control por la consulta externa de Reumatología en el Hospital Infantil de México “Federico Gómez”, el 30.2% (n=13) perdieron seguimiento, el 14% (n=6) se dieron de alta por edad para continuar seguimiento en otras instituciones de salud con atención a pacientes adultos y se reportó la defunción de un paciente (2.3%) por choque séptico secundario a fascitis necrosante. Tratamiento con Rituximab De los 43 pacientes que se estudiaron, únicamente el 13.9% (n=6) presentaron enfermedad refractaria a FARMES no biológicos de primera y segunda línea, requiriendo el manejo con terapia biológica, siendo candidatos para tratamiento con anticuerpo monoclonal antilinfocito B (Rituximab). De los 6 pacientes que recibieron terapia con Rituximab, el 83.3% (n=5) fueron mujeres y 16.7% (n=1) hombres, con una relación 5:1. La media para la edad de estos pacientes al momento del diagnóstico fue de 6.0±3.3 años; la distribución por rangos de edad reportó 33.3% (n=2) en 5 años y menores, de 6 a 10 años 66.7% (n=4) y no se reportaron pacientes mayores de 10 años a los que se les administrara Rituximab. El tiempo de evolución de la enfermedad al momento del diagnóstico fue de 18.7±24.8 meses; con una media de tiempo de debilidad de 3.3±4.8 meses (mínimo 18 días y máximo 12 meses). Las manifestaciones clínicas iniciales más comunes fueron las afecciones cutáneas, la debilidad muscular y la elevación de las enzimas musculares, presentándose dichas características en la totalidad de los pacientes candidatos a Rituximab. En ninguno de los 6 pacientes se documentó afección 38 cardíaca, pulmonar o gastrointestinal; tampoco presentaron alteración en la serie esófago-gastro-duodenal ni en las pruebas pulmonares. Únicamente 2 (33.3%) de los pacientes a los que se les administró Rituximab contaban con biopsia muscular, ambos estudios se reportaron con cambios histológicos en músculo compatibles con dermatomiositis juvenil; al resto de los pacientes no se les realizó biopsia muscular. La fuerza muscular al momento del diagnóstico reportó una mediana de 3/5 en miembros torácicos y de 2/5 en miembros pélvicos. La fuerza muscular observada a los 6 meses de inicio del tratamiento obtuvo una mediana de 3/5 en extremidades superiores y de 4/5 en extremidades inferiores. De ellos, el 50% presentó Electromiografía alterada al momento del diagnóstico. El 33.3% presentó RMN alterada. El 16.7% presentó calcinosis de manera inicial En cuanto a los estudios de laboratorio se observó al momento del diagnóstico una mediana del valor de creatininfosfoquinasa (CPK) de 6079.5 U/L, con media de 6116.5± 6554.8 U/L (rango 142-12165 U/L). La deshidrogenasa láctica presentó una media de 1051.0±442.0 U/L (rango 815-1561 U/L) y una mediana de 815 U/L. En tanto la media de aspartato aminotransferasa (AST) fue de 302.2±291.3 U/L (rango 67-702 U/L), con una mediana de 220.0 U/L. En el seguimiento de los pacientes se realizan determinaciones de enzimas musculares de manera rutinaria, a los 6 meses de iniciado el tratamiento, la cuantificación de CPK reportó una media de 111.3±79.2 U/L (rango 27-258 U/L), con una mediana reportada en 93.5 U/L. La media de deshidrogenasa láctica a los 6 meses del diagnóstico fue de 303.5±172.4 U/L (rango 136-574 U/L) y mediana de 264.5 U/L. En cuanto a la AST se observó una media de 27.5±15.5 U/L (rango 15-53 U/L), con mediana de 20.0 U/L. En lo que se referente al tratamiento de primera línea que recibieron los pacientes a los que se les dio tratamiento con Rituximab, se utilizaron con mayor frecuencia el Metotrexato y la Metilprednisolona, cada uno de los cuales se utilizó en el 83.3% (n=5) de estos pacientes, seguidos por Prednisona 66.7% (n=4); también se utilizó como fármaco de manera inicial la Hidroxicloroquina 50% (n=3). La media de pulsos de Metilprednisolona que fueron administrados fue de 4.8 (rango 3-11). 39 Las principales indicaciones por las cuales se decidió la terapia biológica con Rituximab fueron el incremento de las enzimas musculares y la persistencia de debilidad muscular incapacitante.No se documentó en ninguno de estos pacientes mal apego a tratamiento. La media del tiempo de inicio de tratamiento con Rituximab fue de 24.4±27.1 meses (rango 7-72 meses). Siendo la respuesta clínica en el 50% (n=3) de los pacientes con dicha terapia biológica de remisión de la enfermedad, de los cuales; 2 presentaron remisión clínica y uno de ellos presentó remisión clínica y farmacológica; ninguno de ellos presentó recaída de la enfermedad. Mientras que el 50% (n=3) continuó con la mala evolución de la enfermedad a pesar del tratamiento con Rituximab. Se obtuvo una media de tiempo de remisión clínica de 52±42.2 meses (mínimo 10 meses, máximo 120 meses). Respecto a la remisión farmacológica, sólo uno de los pacientes la presentó, en un tiempo de 61 meses. Referente a la evolución de la enfermedad, se obtuvo que un 66.7% (n=4) de los pacientes con uso de Rituximab presentaron un patrón de enfermedad continua/crónica, mientras que el 33.3% (n=2) presentaron una evolución monocíclica. La mayoría de los pacientes que recibieron tratamiento con Rituximab, el 66.7% (n=4), aún continúan en seguimiento por la consulta externa de Reumatología en el Hospital Infantil de México “Federico Gómez”, el 33.3% (n=2) perdieron seguimiento. Ninguno de ellos falleció, ni se dio de alta por edad. Análisis estadístico Se realizó prueba de correlación de Pearson dando énfasis en la relación entre las variables del estudio con la presencia de remisión clínica o farmacológica (Tabla 3). Tabla 3. Pruebas de correlación de Pearson y significancia Variables Correlación Pearson Significancia (valor de P) Edad de diagnóstico y remisión clínica 0.81 0.635 Sexo y remisión clínica 0.55 0.748 Tiempo de evolución y remisión clínica -0.051 0.78 40 Tiempo de debilidad y remisión clínica 0.026 0.889 Tiempo de evolución y tiempo de remisión clínica 0.536 0.008 Tiempo de debilidad y tiempo de remisión clínica 0.268 0.241 Tiempo de evolución y tiempo de remisión farmacológica -0.164 0.725 EMG alterada y remisión clínica -0.198 0.24 RMN alterada y remisión clínica -0.148 0.381 SEGD alterada y remisión clínica -0.166 0.327 Cambios histológicos en músculo y remisión clínica -0.11 0.949 Tiempo de debilidad y CPK al momento del diagnóstico -0.232 0.188 Tiempo de debilidad y DHL al momento del diagnóstico -0.371 0.031 Tiempo de debilidad y AST al momento del diagnóstico -0.365 0.037 Edad de diagnóstico y uso de Rituximab 0.59 0.707 Tiempo de evolución y uso de Rituximab 0.366 0.022 Tiempo de debilidad y uso de Rituximab 0.159 0.346 CPK al diagnóstico y uso de Rituximab 0.412 0.009 DHL al diagnóstico y uso de Rituximab 0.238 0.156 AST al diagnóstico y uso de Rituximab 0.222 0.193 CPK al diagnóstico y respuesta a uso de Rituximab 0.998 0.002 Tiempo inicio Rituximab y respuesta a uso de Rituximab -0.609 0.276 Tiempo inicio Rituximab y tiempo de remisión clínica 0.897 0.039 Tiempo de evolución y respuesta a uso de rituximab -0.639 0.246 Edad al diagnóstico y respuesta a uso de rituximab 0.218 0.678 Tiempo de evolución y recaída -0.008 0.968 Tiempo de evolución y evolución clínica 0.296 0.112 41 DISCUSIÓN El presente trabajo se trata de un estudio de tipo descriptivo, retrospectivo, transversal y observacional de un total de 43 pacientes con diagnóstico de dermatomiositis juvenil en tratamiento en el Hospital Infantil de México, durante el periodo comprendido entre el primero de enero de 2000 al 31 de diciembre de 2018, describiéndose las características demográficas, clínicas, el tratamiento establecido, el uso de Rituximab, entre otras variables; encontrándose los hallazgos que se reportan a continuación. En nuestra población estudiada, se encontró un predominio del sexo femenino, con una proporción femenino:masculino de 2.3:1, lo cual está acorde con la literatura internacional. La edad media de los pacientes al momento del diagnóstico fue de 6.5±3.8 años, lo cual concuerda con lo reportado por Pachman et. al. en 2005, sin embargo con un predominio del grupo de 5 años y menores (44.2%), sin encontrarse picos de incidencia en los mayores, lo cual difiere en lo reportado por dicho autor y en otros estudios similares8. El tiempo de evolución del padecimiento al momento del diagnóstico fue de 8.8±10.5 meses; con una media de tiempo de debilidad de 5.4 meses (rango de 15 días a 24 meses); estas cifras son mayores en comparación con otras poblaciones reportadas en la literatura con una media de tiempo de evolución de 5.2±11.756; lo cual podría explicarse por la demora que existe en la población mexicana para la búsqueda de atención médica al presentar sintomatología, además de tratarse de una entidad relativamente rara, la cual puede ser difícil de detectar por falta de conocimiento de la enfermedad por el personal médico. Se correlacionó el tiempo de evolución con la presencia de recaídas y con la evolución clínica, sin encontrarse una relación estadísticamente significativa entre las variables. Al igual que en estudios previos referentes a la evolución de la enfermedad en donde se demostró el curso monofásico en hasta 37-40% de los pacientes estudiados2, en el presente estudio se reportó el predominio de un curso monocíclico de la DMJ en un 39.5%. 42 Llama la atención la alta tasa de pérdida de seguimiento encontrada en nuestra población, reportada hasta en un 30.2%, lo cual puede interferir de manera negativa en la evolución y remisión de la enfermedad, pues tras la pérdida de seguimiento no se puede garantizar continuación del tratamiento y adecuada monitorización de evolución para realizar los cambios necesarios en el tratamiento. Es por ello que se debe hacer énfasis en los pacientes y sus familiares de la importancia del adecuado apego a tratamiento y seguimiento, exponiendo los riesgos que existen por el abandono de tratamiento y pérdida de seguimiento. La mayoría de los estudios que existen para demostrar la utilidad del Rituximab se han realizado en adultos, con población heterogénea, tomando en cuenta pacientes con distintos diagnósticos reumatológicos, englobándolos en el grupo de las miopatías inflamatorias. Además, debido a tratarse de una enfermedad relativamente rara, se cuentan con casos limitados de pacientes con dermatomiositis juvenil refractarios a tratamiento con FARMES no biológicos; encontrándose estudios con muestras pequeñas (4 a 12 pacientes). Debido a estos factores, se dificulta extrapolar los hallazgos de dichos estudios con los obtenidos en el presente trabajo. A continuación, se discuten las características de los pacientes que requirieron tratamiento con terapia biológica, comparados con los pacientes que no la requirieron y con pacientes reportados en la literatura. Del total de pacientes estudiados, menos del 15% presentaron enfermedad refractaria a FARMES no biológicos; estudiándose un total de 6 pacientes a quienes se les dio tratamiento con Rituximab. En su mayoría se trató de mujeres, lo cual es comparable con el resto de pacientes con DMJ, sin embargo la relación mujeres:hombres se incrementó con respecto a los pacientes que no requirieron terapia biológica; no se encuentran estudios suficientes en la literatura en los cuales se reporte de manera específica la relación según el sexo en los pacientes con uso de Rituximab; en el estudio realizado por Cooper en 4 pacientes, se encuentra una relación mujeres:hombres de 3:148, la cual es similar a la reportada en el presente estudio, sin embargo la población es muy pequeña, por lo cual es difícil extrapolarlo a otras poblaciones con dermatomiositis juvenil. 43 La edad media de los pacientes al momento del diagnóstico fue similar tanto en los pacientes con DMJ que no requirieron Rituximab, como en los que sí recibieron dicha terapia. Sin embargo, llamala atención que ninguno de los pacientes que requirieron Rituximab superó los 10 años de edad; por lo tanto, se realizó una correlación estadística entre las variables de edad de diagnóstico y uso de Rituximab, sin encontrarse relación estadísticamente significativa. En cuanto al tiempo de evolución de la enfermedad al momento del diagnóstico en los pacientes que requirieron terapia con Rituximab (18.7 meses) fue superior comparado con aquellos pacientes que no la requirieron (8.8 meses). Encontrando una relación estadísticamente significativa (p=0.022) entre el tiempo de evolución y el uso de Rituximab. Además se encontró de manera general, una relación directamente proporcional entre el tiempo de evolución y tiempo de remisión clínica, con una p=0.008. Referente a las manifestaciones clínicas iniciales, se encontró que las más comunes fueron las afecciones cutáneas, la debilidad muscular y la elevación de las enzimas musculares, presentándose dichas características en la totalidad de los pacientes candidatos a Rituximab, lo cual es similar a lo presentado por el resto de los pacientes con DMJ y comparado con la literatura que hay. No es de sorprenderse dicha información, ya que estas características clínicas son parte de los criterios diagnósticos de la entidad estudiada. Lo que resalta es el hecho de que a pesar de que la biopsia muscular es uno de los criterios diagnósticos, únicamente se realizó en 33.3% de los pacientes que utilizaron Rituximab y en el 28% de los pacientes sin uso de Rituximab; esto se ha atribuido al reemplazo de estudios diagnósticos invasivos por estudios menos invasivos, como lo es en este caso el uso de la resonancia magnética, la cual si bien aún no se realiza con tanta frecuencia, pudiera reemplazar la biopsia por ser menos invasiva y tener adecuada sensibilidad diagnóstica. La electromiografía es parte de los criterios diagnósticos, y sigue realizándose y encontrándose alterada en un número importante de pacientes. 44 Cabe destacar que ninguno de los pacientes estudiados presentó afecciones cardíacas, pulmonares o gastrointestinales, lo cual difiere con el resto de la bibliografía, quienes reportan, aunque sea una mínima incidencia en la afección de dichos sistemas. No se observó diferencia significativa entre los pacientes con Rituximab y el resto de los pacientes referente a la fuerza muscular al momento del diagnóstico y después del seguimiento a 6 meses del tratamiento. Respecto a este punto, no existe evidencia en la literatura en la que se compare la fuerza muscular de los pacientes con dermatomiositis juvenil refractaria a FARMES con la fuerza muscular de los pacientes con dermatomiositis juvenil no refractaria. Se observó un hallazgo importante en cuanto a las enzimas musculares, encontrándose elevación importante en la creatininfosfoquinasa al momento del diagnóstico en los pacientes candidatos a Rituximab, comparados con los pacientes que no recibieron Rituximab, con una media de 6116.5 U/L vs. 1873.7 U/L. El resto de las enzimas no presentaron una diferencia tan significativa entre ambos grupos. Observándose una correlación importante entre la CPK al diagnóstico y la necesidad de uso de Rituximab, (p=0.009). También se encontró una relación entre los valores de CPK al diagnóstico y la respuesta al uso de Rituximab, siendo significativamente positiva con p=0.002. Este último hallazgo debería considerarse para ser motivo de estudio en el futuro; estudiando los valores de CPK al momento del diagnóstico como marcador pronóstico de respuesta a uso de Rituximab. Las principales indicaciones en este estudio, por las cuales se decidió la terapia biológica con Rituximab, fueron el incremento de las enzimas musculares y la persistencia de debilidad muscular incapacitante; lo cual concuerda con la bibliografía revisada. Por otra parte, no se encontraron estudios en los que se busque de manera intencionada el mal apego a tratamiento como factor de riesgo para requerir terapia biológica; y en el presente trabajo, no se documentó mal apego a tratamiento en ninguno de los 6 pacientes. Se relacionaron estadísticamente el tiempo de inicio de Rituximab y el tiempo de evolución del padecimiento como probables factores modificadores de la 45 respuesta al uso de dicho fármaco; sin encontrarse datos significativos. Sin embargo, se relacionaron las variables del tiempo de inicio de Rituximab con la del tiempo de remisión clínica, encontrando una dependencia directa, estadísticamente significativa con p=0.039. No se encontró reporte de complicaciones asociadas a la administración de Rituximab en ninguno de los expedientes de los pacientes que lo utilizaron, lo cual es también reportado en la literatura, ya que existen estudios como el realizado por Cooper, Ríos Fernández, Chung y Chester et. al., en los que el Rituximab fue generalmente bien tolerado por todos los pacientes, sin presentar serios efectos adversos. La mayoría de los efectos adversos reportados fueron principalmente infecciones, particularmente infecciones del tracto respiratorio48,49,51,52. En el presente estudio se encontró una respuesta moderada al tratamiento con Rituximab en los pacientes con dermatomiositis juvenil refractaria a FARMES no biológicos, presentando remisión clínica únicamente el 50% de los pacientes; lo cual, comparado con los distintos ensayos que existen es menor, ya que está reportada la remisión de la enfermedad desde un 70% hasta un 83%48,49,52. Aunque también se tiene el reporte en un ensayo abierto de Rituximab en 8 pacientes adultos con dermatomiositis refractaria, realizada por Chung et. al., en donde se mostró que 3 pacientes mejoraron su fuerza muscular en la semana 24, pero no hubo ningún beneficio para las manifestaciones cutáneas51. Seguramente múltiples factores influyeron en este hallazgo en los pacientes estudiados, entre ellos como ya se demostró estadísticamente, los niveles de CPK al momento del diagnóstico. También se debe tener muy en cuenta que la mayoría de los estudios se han realizado en adultos o las muestras de población han sido pequeñas, es por ello que como se refiere en el estudio realizado por Muñoz et. al., en la población pediátrica diferentes series han encontrado que el tratamiento con Rituximab es eficaz y seguro en trombocitopenia y anemia hemolítica autoinmunes; no obstante, los estudios en dermatomiositis juvenil son escasos y es necesario realizarse con muestras mayores3. 46 CONCLUSIÓN La respuesta clínica al uso de Rituximab en los pacientes con dermatomiositis juvenil refractaria a FARMES no biológicos en el Hospital Infantil de México “Federico Gómez” del año 2000 al 2018 fue favorable en el 50% de los pacientes, ya que presentaron remisión clínica como respuesta al tratamiento, sin presentar posteriormente recaída de la enfermedad; mientras que el otro 50% continuó con la mala evolución de la enfermedad a pesar del tratamiento con Rituximab. El factor que estadísticamente intervino en la respuesta clínica al uso de Rituximab, fue el nivel de CPK al momento del diagnóstico. También se estudió la intervención de la edad al diagnóstico, tiempo de inicio del biológico y tiempo de evolución del padecimiento como modificadores de la respuesta clínica al uso de Rituximab, sin encontrarse relación estadísticamente significativa. No se encontró reporte de complicaciones asociadas a la administración de Rituximab, en ninguno de los expedientes de los pacientes que lo utilizaron. Se identificaron como factores de riesgo relacionados con la falla en el tratamiento con FARMES no biológicos en pacientes con dermatomiositis juvenil los siguientes: • El tiempo de evolución del padecimiento; a mayor tiempo de evolución, mayor riesgo de requerir inicio de terapia biológica • Los niveles de CPK al momento del diagnóstico; a
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