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1 UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO FACULTAD DE MEDICINA DIVISIÓN DE ESTUDIOS DE POSGRADO INSTITUTO MEXICANO DEL SEGURO SOCIAL UMAE - HOSPITAL DE ESPECIALIDADES “DR. ANTONIO FRAGA MOURET” CENTRO MEDICO NACIONAL “LA RAZA” Uso de terapia de presión negativa para manejo de heridas complejas TESIS Que para obtener el Grado de especialista en Angiología y Cirugía Vascular Presenta Dr. Rodrigo Marcelo Maitret Velázquez Asesor: Dr. Alfonso Cossio Zazueta CDMX 2018 UNAM – Dirección General de Bibliotecas Tesis Digitales Restricciones de uso DERECHOS RESERVADOS © PROHIBIDA SU REPRODUCCIÓN TOTAL O PARCIAL Todo el material contenido en esta tesis esta protegido por la Ley Federal del Derecho de Autor (LFDA) de los Estados Unidos Mexicanos (México). El uso de imágenes, fragmentos de videos, y demás material que sea objeto de protección de los derechos de autor, será exclusivamente para fines educativos e informativos y deberá citar la fuente donde la obtuvo mencionando el autor o autores. Cualquier uso distinto como el lucro, reproducción, edición o modificación, será perseguido y sancionado por el respectivo titular de los Derechos de Autor. 2 Dr. Jesús Arenas Osuna Jefe de la División de Educación en Salud Hospital de Especialidades Centro Médico Nacional “La Raza” Instituto Mexicano del Seguro Social Dr. Alfonso Cossio Zazueta Profesor titular del curso de especialización en Angiología y Cirugía Vascular Hospital de Especialidades Centro Médico Nacional “La Raza” Instituto Mexicano del Seguro Social Dr. Rodrigo Marcelo Maitret Velázquez Médico residente Angiología y Cirugía Vascular Hospital de Especialidades Centro Médico Nacional “La Raza” Instituto Mexicano del Seguro Social No. Protocolo. R-2017-3501-103 1 Índice Resumen………………………………………………………………………………………....1 Introducción…………….……...………....…………………………………………..………....2 Cicatrización...........................................................................................................3 Etiología de heridas complejas…………...……………....………………………...…4 Tratamiento convencional………………………...……………………………...…….4 Prevención y tratamiento de las infecciones……………...……………………….…5 Tratamiento con presión negativa………………………………………………......…6 Complicaciones………………………………………………………………….……...11 Material y métodos……………………………...……………..……………………….……...12 Resultados………………………………………………………………………..…............…14 Discusión……………..……………………………………………………………………..…..24 Conclusiones.…………………………………………………………………………………...27 Bibliografía……………………………………………………………………………..………..28 Anexos…………………………………………………………………………………………...31 1 Resumen Título: Uso de terapia de presión negativa para manejo de heridas complejas. Introducción: La terapia de presión negativa (1TPN) es un tratamiento mecánico que se utiliza como adyuvante en la curación de heridas; proporciona un entorno de cicatrización oclusivo y estéril que reduce la carga bacteriana, promueve la granulación del tejido estimulando la curación por segunda o tercera intención, reduciendo el área de superficie de la herida. Material y métodos: Diseño; retrospectivo, el objetivo es presentar la experiencia del manejo en heridas complejas de pacientes tratados con TNP del servicio de angiología del Hospital de especialidades del centro médico nacional La Raza. Análisis estadístico: Estadística descriptiva Resultados: Se analizaron 93 pacientes a quienes se les aplicó TNP. La estancia hospitalaria tienen un promedio de 26.4 ± 5.3 días. La modalidad de TNP fue continua en 91.4%. El tipo de esponja utilizada fue de plata 91.4%. La presión negativa utilizada fue de 125 mmHg en 86%. La etiologías más frecuentes fue la infección de la herida quirúrgica (40.9%). La exposición vascular estuvo presente en 22.6%. La localización de las heridas más frecuente fue el muñón en miembro pélvico. El tipo de cierre más frecuente fue por tercera intención (68.8%). Conclusión: La TNP acelera la cicatrización, facilita el tratamiento intrahospitalaria, controla el dolor y la presencia de infección, ayudando al cierre de las heridas en la totalidad de los casos. Palabras clave: Herida compleja, Terapia de presión negativa. 2 Abstract Title: Use of negative pressure therapy for management of complex wounds. Introduction: Negative pressure therapy (TPN) is a mechanical treatment that is used as an adjuvant in wound healing; provides a sterile, occlusive healing environment that reduces bacterial load, promotes granulation of the tissue by stimulating healing by second or third intention, reducing the surface area of the wound. Material and methods: Observational, retrospective and descriptive study, aiming to present the experience of management in complex wounds of patients treated with NTP of the angiology department of the Hospital of specialties of the national medical center La Raza. Results: A total of 93 patients who received NPT were analyzed. The hospital stay has an average of 26.4 ± 5.3 days. The NPT modality was continuous at 91.4%. Thesilver type of sponge used was 91.4%. The negative pressure used was 125 mmHg in 86%. The most frequent etiologies were infection of the surgical wound (40.9%). Vascular exposure was present in 22.6%. The most frequent location of the wounds was the pelvic limb. The most frequent type of closure was by third intention (68.8%). Conclusion: NPT is useful for managing complex wounds, accelerating wound healing, facilitating intrahospital treatment, better pain control, controlling the presence of infection, helping to close wounds in all cases, avoiding the use of complex reconstructive surgeries. Key words: Complex wound, Negative pressure therapy. 3 Introducción Cicatrización. Una herida es toda aquella lesión física, en la que se produce una laceración o pérdida de continuidad de la piel y, habitualmente, daño de los tejidos subyacentes. Dentro del proceso de cicatrización de las heridas se contemplan tres fases: 1 Inflamatoria: es una fase inmediata, de dos a cinco días de duración, en la que se produce vasoconstricción, agregación plaquetaria y formación del coágulo de fibrina. Posteriormente, los neutrófilos y macrófagos migran a la herida, actuando los primeros de forma primaria contra la infección, y los segundos, secretando mediadores inflamatorios como citoquinas y factores de crecimiento que limpian la herida y sientan la base de la siguiente etapa. Proliferativa: está marcada por un predominio de fibroblastos y de células endoteliales, dando lugar a la formación de la matriz extracelular y de angiogénesis. En esta fase se acercan los límites de la herida, disminuyendo el tamaño del defecto tisular, siendo su duración desde dos días hasta tres semanas. Remodelación: en esta fase la piel sustituye al tejido de cicatrización. Las fibras de colágeno formadas incrementan la resistencia, aunque el tejido resultante sólo tendrá el 80% de las fibras originales, oscilando su duración entre las 3 semanas y los 2 años. Una herida es compleja cuando por su extensión, localización, profundidad y/o complicaciones necesita para su curación una terapéutica especial. Tal es el caso de heridas con compromiso de tejidos nobles como músculo, fascia, tendones, hueso, vasos sanguíneos o lesiones de lenta evolución como úlceras o escaras. Las heridas complejas son un grupo complejo y heterogéneo de procesos en cuya etiología intervienen gran variedad de factores. Este tipo de heridas representan un problema importante para los pacientes, los profesionales de la salud y los sistemas de salud, afectando a 5.7 millones de personas en los EstadosUnidos y erogando un estimado de 20 mil millones de dólares anualmente en su tratamiento. Los países en desarrollo hoy en día encuentran en la práctica clínica aun aumento delas lesiones traumáticas debido al aumento de accidentes graves, que causan lesiones de alta energía con mayor pérdida cutánea y avulsión de tejido subcutáneo o defectos óseos. El defecto extenso de tejido blando es un reto 4 y representa un problema en los profesionales que se dedican al manejo de este tipo de heridas complejas. 2 Los factores que pueden impedir una adecuada cicatrización son diversos, siendo unos de carácter sistémico (desnutrición, quimioterapia, esteroides, etc.) y otros meramente locales (infección, material protésico, exposición ósea). Con respecto a las complicaciones, las más frecuentes son el dolor, la infección y la amputación, asociándose todas ellas con la necesidad de asistencia médica urgente y de aumento de la mortalidad. 3 Etiología de heridas complejas. Existen diversas causas y etiologías de las heridas ya que existen agentes externos o físicos como traumatismos, heridas por proyectil de arma de fuego o arma blanca que generan heridas complejas de difícil manejo por la gran pérdida cutáneo o avulsión de grandes áreas te tejido que muestran un gran reto para su tratamiento.4 Una vez establecida la herida compleja, el tratamiento convencional incorpora los principios comunes aplicados al manejo general de las heridas: desbridamiento del tejido necrótico, mantenimiento de un lecho de herida óptimo y control de la infección. Estos elementos comunes se combinan con diferentes técnicas, teniendo en cuenta el tipo de herida y las características clínicas del paciente. 5 Tratamiento convencional. Limpieza: debe realizarse utilizando siempre la mínima fuerza eficaz y habitualmente, mediante una gasa embebida en suero fisiológico o simplemente con éste a chorro. Se desaconseja la utilización rutinaria de desinfectantes y antisépticos locales, debido a su poder citotóxico y por ser retardantes de la cicatrización. 4 Desbridamiento: su objetivo es la eliminación del tejido necrótico para impedir la proliferación de bacterias. Existen varios métodos: 4 o Quirúrgico: es el más rápido, pero es altamente doloroso. Al necesitar llegar hasta el tejido sangrante, está contraindicado en pacientes con alteraciones de la coagulación. 5 o Mecánico: se utiliza una gasa seca que actúa como desbridante primario, absorbiendo el exudado (método dry to dry). Posteriormente se coloca una gasa humedecida en suero fisiológico que se cambia cada 6-8 horas y que absorbe el coágulo formado (método wet to dry). o Enzimático o químico: se lleva a cabo mediante enzimas que inducen la hidrólisis del tejido necrótico superficial y ablandan la escara. o Autolítico: consiste en la aplicación de un apósito oclusivo que al crear un ambiente húmedo y anóxico, favorece que las enzimas, los macrófagos y los neutrófilos existentes en el exudado de la herida eliminen el material necrótico. Prevención y tratamiento de las infecciones. Aunque en la mayoría de las heridas existe colonización bacteriana, la limpieza y el desbridamiento impiden que ésta progrese a infección clínica. Ante la aparición de signos de infección local se haría necesario extremar estas últimas medidas y si aún así la herida no evolucionase bien, podría iniciarse un tratamiento antibiótico tópico durante un período máximo de 2 semanas, tras descartar osteomielitis y celulitis. Si la lesión no respondiese a este tratamiento, sería preciso recoger cultivos, evitando el exudado. Tras esto se valoraría la infección y se instauraría el tratamiento adecuado. 5 La cura oclusiva con apósitos puede ser de muchos tipos, y aunque existen los denominados apósitos pasivos, la mayoría de los utilizados en la actualidad son los denominados interactivos, basados en cura húmeda, que además de su acción protectora crean unas condiciones óptimas de temperatura y de humedad en la herida. Debe considerarse el tratamiento quirúrgico en aquellas heridas crónicas que no cicatrizan con el tratamiento convencional y sobre todo en aquellas que necesitan revascularización. En las no susceptibles de revascularización quirúrgica, pueden realizarse injertos de piel, siendo la amputación el último de los tratamientos posibles, cuando fallan todos los demás. 5 6 Tratamiento con presión negativa. La terapia de heridas con presión negativa (TPN) es un tratamiento mecánico que se utiliza como adyuvante en la curación de las heridas; proporciona un entorno de cicatrización de heridas oclusivo y estéril que promueve la granulación del tejido afectado; se puede aplicar de manera continua o intermitente, tanto para heridas agudas, crónicas y de características complejas. Es una alternativa a los métodos tradicionales de curación, siendo rápida, efectiva y fácil de usar y gradualmente está ganando aceptación entre los profesionales de la salud de nuestro país.6 La presión negativa es un término que se utiliza para describir una presión inferior a la presión atmosférica normal; (subatmosferica), el sistema fue desarrollado en 1989 por el Doctor Louis Argenta y el profesor Michael Morykwas de la Escuela de Medicina de la Universidad de Wake Forest en Carolina del Norte, USA y patentado por KCI Inc. aunque hay evidencia en la literatura de que los pioneros en su empleo fueron médicos rusos en 1986-1987. El uso de la TPN para promover la curación de las heridas ha aumentado su popularidad en los últimos años; en nuestro país ya se emplea en la mayoría de las instituciones tanto públicas como privadas. 7 La aplicación generalizada de la TNP en las últimas dos décadas se ha debido, sobre todo, a las experiencias clínicas favorables reportadas en estudios retrospectivos y series de casos, más que a la presencia en la literatura de ensayos clínicos aleatorizados con un adecuado nivel de evidencia o a un profundo conocimiento científico.8 También se encuentran reportes en la literatura de su utilidad en pacientes con “degloving” (heridas con avulsión de grandes extensiones de piel y tejido, dejando hueso expuesto e imposibilidad de cierre primario) a nivel de las extremidades como alternativa a los colgajos libres y pediculados. 9 Biomecánicamente es claro que el edema puede llegar a causar la compresión de las células dentro de la matriz extracelular, disminuyendo su tensión intrínseca, lo que resulta en una disminución de la respuesta proliferativa. La aplicación de succión distribuida permite la evacuación directa del líquido desde el espacio extracelular y parece disminuir el edema. Bajo esta premisa se ha planteado la utilización de este tipo de sistemas también en pacientes con síndrome compartimental de las extremidades y en el proceso de cierre de las fasciotomías realizadas.10 7 El objetivo de la TPN es crear un ambiente que promueva la curación de las heridas por segunda o tercera intención (primaria retardada), preparar el lecho de la herida para su cierre, reducir el edema, propiciar la formación de tejido de granulación, reducir la carga bacteriana, mantener la hidratación, mejorar la perfusión, remover el exudado y reducir el área de superficie de la herida.11 La presión negativa tópica se logra al colocar un apósito dentro de la herida, el cual puede ser de esponja de poliuretano o polivinilo, sellándola con un apósito semioclusivo y aplicando presión negativa a través de un microprocesador de evacuación conectado a un sistema computarizado. 12 Morykwas, en su estudio original con modelos porcinos, mostró que el ajuste de presión a 125 mm Hg en el modo intermitente maximiza la respuesta del tejido de granulación. Por lo tanto, puede haber varias presiones ideales: una para maximizar el flujo de la sangre en el contexto de isquemia (50 mm Hg, continua);una para minimizar los efectos inmediatos inflamatorios después de una lesión traumática (100 mm Hg) ; y una para maximizar el crecimiento de tejido de granulación sano (125 mm Hg, intermitente). 13 Las indicaciones de forma global recomiendan su uso en aquellas heridas que con tratamiento convencional no han disminuido al menos el 50% de su tamaño en el período de un mes. Las indicaciones del sistema de presión negativa son múltiples, si bien es imprescindible que el paciente esté hemodinámicamente estable y tenga intacta la capacidad de cicatrización. 13 Los principios de la TPN están relativamente bien establecidos: 14 • La esponja de celdas abiertas se aplica a la superficie de la herida para que se ajuste a la forma de la herida, asegurando la uniformidad en la distribución de la presión local; • El colapso de las celdas de la esponja bajo el efecto de la presión negativa reduce el área de superficie de la herida, aproximando de ese modo los bordes de la misma (macrodeformación); 8 • La presión negativa combinada la estructura de la esponja de celda abierta resulta en un aumento de 3 veces en la migración de fibroblastos y una disminución de 2,4 veces en la muerte celular en comparación con un apósito convencional (microdeformación). • La conexión a una unidad de aspiración central permite tanto el control continuo de la presión negativa y la recogida del material de drenaje. La TPN se puede utilizar para el tratamiento de heridas agudas complejas, con los siguientes objetivos: 15 • Drenar el exudado de la herida. • Mejorar el desarrollo de tejido de granulación de alta calidad, lo que disminuye la gravedad y / o el tamaño de la herida, acelerando de esta manera controlada la cicatrización espontanea de heridas o facilitar un procedimiento de cobertura de la herida quirúrgica (injerto de piel o colgajo); • Para evitar la retracción de los márgenes de la piel, especialmente después de dehiscencia de la herida quirúrgica; • Proporcionar un apósito temporal hasta que una cirugía adicional puede llevarse a cabo; • Dadas las condiciones estériles de aplicación de la TPN, ayuda a disminuir la contaminación bacteriana de un sitio quirúrgico hasta que la cirugía se puede realizar. Las esponjas se clasifican en tres categorías: 15 • La esponja negra clásica con grandes celdas abiertas que estimulan la formación de tejido de granulación; • La esponja blanca que tiene células más pequeñas que protegen los tejidos frágiles (heridas superficiales dolorosas, heridas poco profundas, exposición tendinosa, ósea o vascular). • La esponja gris unida a la plata argentica, destinado a ser utilizado en heridas infectadas. Para la instalación de la TPN se estandarizo la siguiente técnica la cual puede desglosarse en varias fases: 16 1. Preparación de la herida: debe retirarse todo el material que pueda haber en la herida (gasas, etc.), realizando seguidamente un desbridamiento quirúrgico, para retirar el tejido 9 necrótico o desvitalizado. Tras esto debe prepararse la piel circundante, asegurándose de que esté bien seca y sin grasa. 2. Colocación del relleno: la cavidad de la herida debe rellenarse con una esponja porosa y estéril, con un tamaño de poro grande, ya que transmite mejor la presión negativa. Existen 2 tipos de esponjas: negra o gris (Plata), con poros de entre 400 y 600 micras y compuesta de poliuretano, aplicándose en el interior de la herida. Es hidrófoba y fácilmente colapsable, utilizándose ante la necesidad de estimular la granulación y la contracción de la herida; y blanca, con poros de aproximadamente 250 micras y compuesta de polivinilalcohol, se aplica sobre la herida cuando existe escaso tejido de granulación y se requiere fuerza de tensión. Es hidrófila y necesita más presión para colapsarse, estando indicada cuando el tejido que cubre es friable. 3. Colocación del tubo: dentro de la esponja se introduce un tubo fenestrado de evacuación, conectado a una bomba de succión controlada por un procesador y con un depósito para el exudado. Sellado con apósitos: tras los pasos anteriores, la zona es cubierta con un apósito adhesivo, debiendo abarcar la herida, el tubo y de 3 a 5 cms del tejido circundante. 4. Conexión a la bomba: una vez realizado todo lo anterior, se procede a la aplicación de una presión negativa entre 50 y 125 mm Hg (según la esponja colocada) y unas 22 horas al día, lo que conduce a una disminución local de la presión intersticial, llevando el exudado de la herida al bote de recolección de líquido. Inicialmente, la presión se aplica de forma constante y según decrece el drenaje, la presión negativa se pasa a modo intermitente. Cuando no hay suficiente cicatrización en los primeros diez días, puede ser beneficioso cambiar el vacío de la modalidad continua a intermitente o viceversa. Cuando se aplica a la piel sana, las esponjas causan irritación y la piel se rompe. Por lo tanto, la salud de la piel alrededor de la herida es importante y debe ser protegida con tiras de vendaje ultra-fino hidrocoloide o, si lo permite el estado de la piel, tiras de apósito adhesivo. 15 La esponja no debe colocarse nunca en contacto directo con los tejidos tales como hueso, tendones, vasos sanguíneos, u órganos vitales, ya que deben de ser separados de la espuma 10 por una interfaz no grasa, la esponja blanca puede ser utilizada para este medio o ser utilizada sola. 15 Al grupo de pacientes tratados con TPN se les puede ofrecer dos modalidades terapia Continua y Terapia Intermitente. En la terapia continua se emplea en las primeras 48 horas de inicio para lograr el mayor despeje bacteriano y reducir el edema de la herida. En la terapia Intermitente (por períodos de 5 minutos separados por intervalos de 2 minutos) es donde se promueve mayor tejido de granulación ya que se estimula a la célula estresándola aplicando la ley de Wolf Manejando la macrotención. 14 La presión negativa manejada en promedio en el ámbito clínico es de 125 mmHg cuando se utiliza para la preparación del lecho de la herida y de 40 mmHg para coadyuvar en la integración de injertos y/o colgajos y en heridas secundarias a fasciotomía e injertadas de primera intención. Si la aplicación de succión causa dolor, un aumento de presión gradual es recomendado. Los niveles de presión de succión inferior pueden ser apropiados para el sangrado de heridas, cuando una presión de 125 mmHg causa dolor, o después de injerto de piel. La presión de succión se debe aumentar a 175 mmHg utilizando las espumas de alta densidad tales como esponja blanca. 16 La TPN debe aplicarse durante al menos 22 horas de cada ciclo de 24 horas. En el caso de un fallo de la batería o de fuga, el dispositivo debe ser retirado si ha permanecido inactivo durante más de 2 horas. 14 El dispositivo se debe cambiar a intervalos de 48-72 horas o tres veces a la semana. Los cambios con menos frecuencia resultan en la saturación de la espuma, lo que disminuye la eficacia del tratamiento. Las heridas infectadas requieren cambios de apósitos más frecuentes. El recipiente colector debe ser cambiado cuando está lleno o al menos una vez a la semana. 15 Para evitar lesiones y dolor al retirar la esponja que se ha adherido a la herida, el dispositivo debe ser apagado 30 minutos antes de retirarse. Si la esponja se pega a la herida, solución salina se puede instilar en el apósito, combinado con lidocaína si es necesario. 14 11 La TPN no es recomendable y no se debe continuar en las siguientes situaciones: 16 • Pequeñas heridas que no requieren la TPN. • Ausencia de cualquier mejora entre dos cambios de apósitos consecutivos o después de 1 semana: en este caso, la TPN debe ser detenido. • Hemorragia activa de la herida. • Destrucción de tejidos por actividad neoplásica (de la piel o el tejido subyacente), porque la TPNestimula la angiogénesis y por lo tanto aumenta el crecimiento del tumor. • Infección de la herida fuera de control. • Presencia de tejido necrótico que requieren desbridamiento; • Enfermedad arterial periférica de las extremidades inferiores. La TPN debe de tener las siguientes precauciones: 16 • Verificar que la herida no contiene tejido tumoral residual posterior a una citorreducción. • Utilizar una interfaz para proteger a un pedículo vascular expuesto (es decir, el contacto directo con la esponja puede causar que los vasos sanguíneos se rompan: por lo tanto, si es necesario, una interfaz de silicona o esponja blanca se debe colocar entre los vasos y la esponja de celdas grandes). 17 • Si la hemostasia resulta difícil de lograr, disminuir la presión de succión a 75 mmHg. • Para las heridas infectadas, la TPN puede servir como un adyuvante, pero no puede reemplazar el tratamiento de la infección. Se han hecho varias sugerencias para mejorar la eficacia de la TPN adyuvante para las heridas infectadas: 15 • Utilizar una esponja de plata. • Instilar solución salina para mejorar el drenaje. • infundir una solución anti-bacteriana. Complicaciones. Las más habituales son las siguientes: Sangrado en el momento de cambiar la esponja debido al excesivo crecimiento del tejido de granulación, sobre todo si la esponja estuvo colocada durante 12 más de 48 ó 72 horas. 13 Problemas por el olor que se desprende, necesitándose en ocasiones descartar la presencia de una infección activa, reacciones alérgicas al material utilizado (esponjas, apósitos, etc.), necrosis de los márgenes de la herida, Infección, habiéndose descrito incluso por gérmenes anaerobios y síndrome de shock tóxico, depleción de líquidos, dolor, sobre todo durante los cambios de la esponja y al reiniciar la presión negativa tras el cambio el cual tiene buena respuesta a la analgesia. 15 13 Material y métodos. El objetivo de este trabajo es presentar la experiencia en el manejo de heridas complejas en los pacientes tratados con terapia de presión negativa en el servicio de angiología del Hospital de especialidades del centro médico nacional La Raza, describiendo su utilidad para ayudar a la cobertura definitiva de áreas cruentas y heridas de gran complejidad en diferentes zonas del cuerpo y en diversas circunstancias determinando los beneficios y utilidad en el servicio. Se trata de un estudio con diseño observacional, retrospectivo y descriptivo en donde la población de estudio fueron todos los casos con heridas complejas a los que se le aplico terapia de presión negativa en el departamento de angiología y cirugía vascular del hospital de especialidades del centro médico nacional la Raza, en el período comprendido del mes de Enero 2013 a Mayo del 2017, que con expediente clínico completo. No se incluyeron a los pacientes con los que no se cuente con expediente completo. Se revisaron los expedientes de los pacientes que recibieron TPN sobre el lecho de una herida compleja, se describió su evolución clínica hasta su egreso de esta unidad. Se obtuvieron los datos demográficos de los pacientes incluidos en el estudio, información sobre la región anatómica de la herida quirúrgica y la etiología de las mismas, si se encuentra con datos de infección agregada, que tipo de presión negativa se le aplico, la cantidad de recambios utilizados sobre la herida, el tipo de esponja aplicada, el control del dolor de acuerdo a la cantidad y el tipo de analgésicos aplicados en la hoja de enfermería, los días de estancia intrahospitalaria registrados, registrando la información en una hoja de recolección de datos previamente diseñada (Anexo 1) trasfiriendo los mismos en una hoja de cálculo electrónica para su posterior análisis estadístico por estadística descriptiva y medidas de tendencia central utilizando el programa estadístico SPSS Versión 17. 14 Resultados. Se analizaron los datos de 93 expedientes de pacientes a quienes se les aplicó terapia de presión negativa por heridas complejas en el servicio de Angiología y Cirugía Vascular, del Hospital de Especialidades del Centro Médico Nacional La Raza. La edad registrada mostró un promedio de 58.4 ± 17.3 años (mín 18-88 máx, mediana 63 años). Los días de estancia hospitalaria se reportaron con un promedio de 26.4 ± 5.3 días (mín 15-41 máx, mediana 26 días). La mayoría de los pacientes fueron de sexo masculino (n = 72, 77.4%) y casi una cuarta parte de sexo femenino (n = 21, 22.6%, Figura 1). Figura 1. Frecuencia de sexo en los pacientes con heridas complejas Se muestra frecuencia de pacientes por sexo (n = 93) La modalidad de terapia de presión negativa fue predominantemente la terapia continua (n = 85,91.4%), menos de la décima parte fue de terapia intermitente (n = 8, 8.6%). El tipo de esponja utilizada en las distintas heridas fue de plata (n = 85, 91.4%) y el modelo combinado plata-blanca (n = 8, 8.6%), ninguna esponja blanca fue utilizada de manera individual (Figura 2). Masculino 72 77% Femenino 21 23% 15 La presión negativa utilizada en las heridas complejas fue de 125 mmHg como la de mayor frecuencia (n = 80, 86%), seguida de 75-125 mmHg (n = 7, 7.5%), 100 mmHg (n = 5, 5.4%) y sólo uno de 75 mmHg (1.1%, Figura 3). El número de recambios utilizados en las heridas fue de 4 recambios como la de mayor frecuencia (n = 36, 38.7%), seguidos de 3 recambios (n = 32, 34.4%), los demás con menor frecuencia fueron 5 recambios (n = 16, 17.2%), 2 recambios (n = 4, 4.3%), 6 recambios (n = 4, 4.3%) y 7 recambios (n = 1, 1.1%, Figura 4). Como complemento estadístico se reporta una media de 3.9 ± 0.9 recambios (mín 2-7 máx, mediana 4 recambios). Figura 2. Pacientes por modalidad de terapia y tipo de esponja utilizadas en las heridas Se muestran frecuencias de pacientes por modalidad de terapia y por tipo de esponja utilizada en las heridas. Continua (85) Plata (85) Intermitente (8), Plata + Blanca (8) 0% 10% 20% 30% 40% 50% 60% 70% 80% 90% 100% Modalidad de terapia Tipo de esponja 16 Figura 3. Niveles de presión negativa aplicada en heridas complejas Se muestra frecuencia de pacientes por nivel de presión negativa aplicada en heridas complejas (mmHg, n = 93) En las etiologías más frecuentes de las heridas sometidas a terapia de presión negativa, fue la infección de la herida quirúrgica (n = 38, 40.9% infección sin otras complicaciones), Insuficiencia arterial crónica más infección de herida quirúrgica (n = 10, 10.8%), síndrome compartimental más infección (n = 10, 10.8%), y herida por arma de fuego (n = 9, 9.7%) seguidas de otras etiologías con menor frecuencia (Tabla 1). 125 mmHg 80 86% 75-125 mmHg 7 8% 100 mmHg 5 5% 75 mmHg 1 1% 17 Figura 4. Número de recambios utilizados en las heridas Se muestra frecuencia de pacientes por número de recambios utilizados en heridas complejas (n = 93) Tabla 1. Etiologías de las heridas complejas Etiología de la herida Frecuencia Proporción Infección herida quirúrgica 38 40.86% IAC + infección de Hqx 10 10.75% Sx compartimental + infección 10 10.75% Herida por arma de fuego 9 9.68% IAA + Infección de Hqx 8 8.60% Infección PD 6 6.45% Linforrea 5 5.38% Linforrea + infección Hqx 4 4.30% Trauma contuso 2 2.15% Infección FAVI 1 1.08% IAC (Insuficiencia aterial crónica), IAA( Insuficiencia arterial aguda), Hqx (Herida quirúrgica), PD (Pie diabético), FAVI (Fístula arteriovenosa interna). 2 recambios 4 4% 3 recambios 32 35% 4 recambios 36 39% 5 recambios 16 17% 6 recambios 4 4% 7 recambios 1 1% 18 Existe infección agregada en las heridas a las que se aplica terapia de presiónnegativa en un 88.2% (n = 82), se reportó ausencia de infección en 11.8% (n = 11). La exposición vascular en las heridas se reportó ausente en 77.4% (n = 72), estuvo presente en 22.6% (n = 21). Las complicaciones secundarias presentaron una baja frecuencia, reportadas como sangrado en 3 pacientes (3.2%), se reportó ausencia de complicaciones en el resto de los pacientes (n = 90, 96.8%, Figura 5). El sangrado se presentó sólo en pacientes con exposición vascular (n = 3, 14.3%) con una asociación estadísticamente significativa (p = 0.0102). Figura 5. Frecuencia de infección agregada, exposición vascular y complicaciones de las heridas Se muestran frecuencias de pacientes por la presencia de infección agregada, exposición vascular, y complicaciones. Positiva + (82) Positiva + (72) Sangrado (3) Negativa - (11) Negativa - (21) Ninguna (92) 0% 10% 20% 30% 40% 50% 60% 70% 80% 90% 100% Infección agregada Exposición vascular Complicaciones 19 Figura 6. Control del dolor según uso de fármacos Se muestra frecuencia de pacientes por uso de fármacos para en control del dolor (n = 93). AINE (Anti-inflamatorio no esteorideo). El control del dolor de los pacientes se alcanzó con antiinflamatorios no esteroideos (AINE), lo más frecuente fue utilizar 2 AINE (n = 42, 45.2%), y 1 AINE (n = 35, 37.6%), con menor frecuencia se reportó la combinación con buprenorfina y AINE (n = 16, 17.2%, Figura 6). . El tipo y localización de las heridas complejas más frecuente fue el muñón en diversas regiones, seguido de las heridas femorales (Tabla 2). 2 AINE 42 45% 1 AINE 35 38% Buprenorfina + 1 AINE 14 15% Buprenorfina + 2 AINE 2 2% 20 Tabla 2. Tipo y localización de las heridas complejas Tipo de herida y localización Frecuencia Proporción Dermofasciotomía antebrazo 3 3.23% Dermofasciotomía pierna 7 7.53% Femoral bilateral 6 6.45% Herida tipo Gibson 2 2.15% Herida cruenta en brazo 2 2.15% Herida cruenta en brazo y antebrazo 1 1.08% Herida cruenta en muslo 2 2.15% Herida cruenta en región iliaca y femoral 1 1.08% Herida por desarticulación coxofemoral 3 3.23% Herida femoral 19 20.43% Herida femoral y poplítea 6 6.45% Herida poplítea 11 11.83% Muñón IC MP 4 4.30% Muñón SC MP 25 26.88% Muñón transmetatarciano 1 1.08% IC: infracondíleo, SC: supracondíleo, MP: miembro pélvico El tipo de cierre que tuvieron las heridas se describió con más frecuencia de tercera intención (n = 64, 68.8%), el cierre de segunda intención se reportó en 19 pacientes (20.4%), y se injerto piel autóloga en 10 pacientes (10.8%, Figura 7). Para evaluar el desempeño de la terapia de presión negativa se compararon las diferencias en los datos de la frecuencia de complicaciones, el control del dolor y los días de estancia intrahospitalaria, tanto por nivel de presión negativa como por modalidad de terapia continua o intermitente. La comparación por el nivel de presión mostró que la complicación de sangrado se presentó en 125 mmHg (n = 2, 66.7%) y en 100 mmHg (n = 1, 33.3%) el resto de los pacientes no presentó complicaciones y estas no parecen asociarse con el nivel de la presión negativa (p = 0.1786). El uso de fármacos para el control del dolor presentó las mayores proporciones con 125 mmHg, 21 especialmente la combinación de buprenorfina con AINE más utilizada que en otros niveles de presión (n = 12, 85.7%), los fármacos para control de dolor se usaron de forma más o menos equitativa en cada nivel de presión sin predominancia al tomar en cuenta todos los subgrupos (p = 0.3108). Los días de estancia intrahospitalaria fueron semejantes entre subgrupos (p = 0.4567) con una mediana cercana a los 26 días, ligeramente mayor para 125 mmHg con 26.5 ± 5.4 días, seguida de 75-125 mmHg con 25.9 ± 4.4 días, y de 100 mmHg con 24.8 ± 5.2 días, el subgrupo de 75 mmHg tiene un solo paciente con 34 días de modo que no presenta medida de dispersión y tiene poca relevancia en el análisis (Figura 8). Figura 7. Tipo de cierre de las heridas complejas Se muestra frecuencia de pacientes por tipo de cierre de las heridas complejas (n = 93) La comparación por modalidad de terapia de presión negativa mostró que la complicación de sangrado se presentó sólo con terapia continua (n = 3, 100%), el resto de los pacientes no presentó complicaciones y la distribución de frecuencias no se asocia con la modalidad (p = 0.7611). El uso de fármacos para el control del dolor presentó las mayores proporciones con la terapia continua, la combinación de buprenorfina con AINE fue más utilizada que en la terapia intermitente (n = 12, 85.7%), los fármacos para control de dolor se usaron de forma más o menos equitativa en cada modalidad sin predominancia al tomar en cuenta todos los subgrupos Tercera intención 64 69% Segunda intención 19 20% Injerto de piel 10 11% 22 (p = 0.1259). Los días de estancia intrahospitalaria fueron semejantes entre modalidades de terapia (p = 0.7680), la terapia continua mostró 26.5 ± 5.4 días, y la terapia intermitente 25.9 ± 4.1 días, y de 100 mmHg con 24.8 ± 5.2 días (Figura 9). Figura 8. Comparación de efectividad de TPN por nivel de presión negativa Se muestran frecuencias de pacientes según el nivel de presión negativa, para la presencia de complicación (sangrado), y el uso de fármacos para el control del dolor. 23 Figura 9. Comparación de efectividad de TPN por modalidad de terapia Se muestran frecuencias de pacientes según la modalidad de terapia continua o intermitente, para la presencia de complicación (sangrado), y el uso de fármacos para el control del dolor. 24 Discusión. De acuerdo al presente estudio, la TPN puede ofrecer resultados comparables o, en algunos casos, superiores a los ofrecidos por tratamientos convencionales para la curación de heridas complejas. Los resultados más prometedores parecen obtenerse en el cierre de las heridas infectadas de los muñones tanto infra como supracondíleos asociados diversas causas de amputación. Sin embargo, estos hallazgos se deben considerar con cautela debido a la falta de un grupo control que compare los resultados con alguna otra modalidad de terapia, sin embargo observamos los resultados de esta terapia en la población estudio y se observan resultados aceptables comparablesa los reportados por McCallon et al. 18 Los fabricantes de los distintos dispositivos de terapia de presión negativa recomienda su uso en heridas con un pronóstico de difícil cierre, preferiblemente con anterioridad a la aparición de posibles complicaciones. El paciente debe estar hemodinámicamente estable y tener intacta la capacidad de cicatrización. Además, la efectividad del tratamiento parece estar condicionada a un correcto desbridamiento quirúrgico previo de la herida la cual fue establecida en la totalidad de nuestros pacientes previo a su colocación. También admiten que el uso rutinario de la terapia en todas las heridas es inadecuado y debe ser reservado para indicaciones específicas. Además, para que la técnica resulte coste-efectiva, se recomienda el uso de la terapia de presión negativa sólo en los días de tratamiento que van desde la preparación de la herida (desbridamiento y limpieza) hasta cuando empieza a aparecer un buen tejido de granulación, para después terminar su tratamiento con terapia convencional. Es decir, el valor de esta tecnología estaría en promover y acelerar la fase de granulación para que, a continuación, la herida termine cerrando por otros medios de menor coste potencial. A pesar de esto, la mayoría de los estudios no han tenido en cuenta estas recomendaciones para la selección de la muestra y para el diseño del tratamiento con terapiade presión negativa utilizada. El fabricante también resalta la seguridad y la aplicabilidad de la terapia de presión negativa en un contexto ambulatorio; sin embargo, los pacientes a los cuales fue aplicada la terapia en este estudio no se pueden manejar de forma ambulatoria por las comorbilidades presentes en cada paciente. 25 La variabilidad en la presión utilizada se basó en el tipo de herida, ya que los pacientes que tienen exposición vascular además que se realiza terapia con esponja blanca y mixta la presión negativa es menor por el riesgo de sangrado latente que representan estas heridas, existiendo incertidumbre en cuanto a la magnitud y el régimen de presión a utilizar endichas heridas mencionadas y no se encontraron ensayos clínicos aleatorizados que compararan la efectividad de diferentes regímenes de terapia de presión negativa en heridas similares. En la mayoría de los trabajos consultados se utiliza una presión continua de -125 mmHg; sin embargo, algunos autores sugieren que la terapia se realice de forma cíclica precedida de un período inicial de 48 horas de vacío continuo para asegurar un acondicionamiento adecuado de la herida. Las complicaciones documentadas más habituales de la TPN son: sangrado y dolor durante los cambios de apósito debido al excesivo crecimiento del tejido de granulación, sobre todo cuando no se sigue la recomendación del fabricante de cambio de apósito cada 48 horas; dolor al reiniciar la presión negativa tras el cambio de esponja; reacciones alérgicas al material utilizado; necrosis en los márgenes de la herida; infecciones y síndrome de shock tóxico 19. Sin embargo, de acuerdo a las complicaciones descritas en este estudio, se puede considerar que los efectos adversos de la terapia de presión negativa en las heridas sean leves y poco frecuentes. La complicación del dolor en los recambios fue evitada siendo los pacientes ingresados a quirófano para sus recambios, en el mismo procedimiento se procedió a desbridar bajo anestesia la herida para mejores resultados. El sangrado fue poco frecuente y siempre se presentó en heridas que presentan exposición vascular. No se presentó otro tipo de complicación. Además, en ocasiones, y sobre todo al comienzo del tratamiento, los pacientes pueden experimentar molestias en la herida, o dolor de moderada intensidad, ocasionado en primer lugar por el desbridamiento que es preciso realizar en la lesión previamente al tratamiento, así como por la presión de aspiración generada por la bomba de vacío en la misma. Este dolor suele ser controlado al disminuir la presión de aspiración. Por lo general, no suele ser de tanta intensidad como para precisar suspender el tratamiento y no se requirió dicha medida en ninguno de nuestros pacientes. 20 La reducción de edema en este tipo de terapia es rápida y parece resultar en una mejor movilidad del tejido y cierre de las heridas libre de tensión. En particular, no se requirieron 26 procedimientos complejos para el cierre de las heridas de esta serie. Los efectos combinados de generación de tejido de granulación mejorada, aumento de la vascularización, contracción de la herida, y disminución del edema, han resultado en la reducción de esfuerzos desmesurados para la reconstrucción de las heridas. Otras series casos relacionadas con defectos amplios de tejidos blandos con y sin fracturas subyacentes también demuestran las ventajas de esta terapia sobre los controles históricos en la reducción de cirugías complejas para el cierre de las heridas.21 Los costes de la terapia de presión negativa no son insignificantes. Al coste de la compra o alquiler del propio aparato se suman los costes de su vigilancia y mantenimiento para asegurar un correcto funcionamiento y los costes del material. El costo de la terapia por paciente no fue un objetivo de este estudio sin embargo es un punto importante a considerar para el manejo de estos pacientes, ya que una terapia inconclusa por falta de recurso para continuar con la mismas, se podría valorar desde antes de iniciar la terapia y optar por alguna otra alternativas más baratas a los dispositivos comerciales, sin embargo, tampoco se ha demostrado su eficacia y seguridad mediante ensayos clínicos aleatorizados bien diseñados en este tipo de heridas reportadas en el estudio. 27 Conclusiones La terapia de presión negativa es útil para manejo de las heridas complejas ya que acelera la cicatrización de las mismas, facilitando el tratamiento de manera intrahospitalaria, teniendo un manejo del dolor aceptable, controlando la infección con frecuencia de complicaciones bajas, logrando el cierre de las heridas en la totalidad de los casos, evitando el uso de cirugías reconstructivas complejas. Se deben, sin embargo, tener en cuenta las instrucciones de uso según el fabricante de cada sistema de presión negativa para evitar complicaciones potencialmente prevenibles. Estudios posteriores podrían comparar un solo tipo de herida con distintos tipos de presiones o comparándolo con los nuevos apósitos creados para el manejo de heridas y así establecer un mejor coste efectividad para mejorarlas indicaciones de esta terapia en las heridas complejas que son un reto para su manejo por el personal médico implicado en su tratamiento. 28 Bibliografía 1.-Morykwas M.J., Argenta L.C., Shelton-Brown E.I., McGuirt W. Vacuum-assisted closure: a new method for wound control and treatment: animal studies and basic foundation. Ann Plast Surg 1997; 38: pp. 553-562 2. - Argenta L.C., Morykwas M.J.Vacuum-assisted closure: a new method for wound control and treatment: clinical experience. Ann Plast Surg 1997; 38: pp. 563-576 3.-Saxena V., Hwang C.W., Huang S., Eichbaum Q., Ingber D., Orgill D.P. Vacuum-assisted closure: microdeformations of wounds and cell proliferation. Plast Reconstr Surg 2004; 114: pp. 1086-1096 4.- McNulty A.K., Schmidt M., Feeley T., Kieswetter K. Effects of negative pressure wound therapy on fibroblast viability, chemotactic signaling, and proliferation in a provisional wound (fibrin) matrix. Wnd Rep Regen 2007; 15: pp. 838-846 5. - McNulty A.K., Schmidt M., Feeley T., Villanueva P., Kieswetter K. Effects of negative pressure wound therapy on cellular energetics in fibroblasts grown in a provisional wound (fibrin) matrix. Wnd Rep Regen 2009; 17: pp. 192-199 6. - Morykwas M.J., Simpson J., Punger K., Argenta A., Kremers L., Argenta J. Vacuum-assisted closure: state of basic research and physiologic foundation. 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Vacuum-assisted wound closure (V.A.C. therapy) for the management of patients with high-energy soft tissue injuries. J Orthop Trauma 2003; 17: pp. 683 31 Anexo 1 (Hoja de recolección de datos) Numero de paciente:______ NSS:_______,____,______,___________ Edad:_____ Sexo: M F Modalidad de terapia: continua___, Intermitente___. Presión utilizada:_________________. Cantidad de recambios:______. Etología de la herida:________________________________. Exposición ósea: Si___, No___. Exposición vascular: Si___, No___. Localización de la herida:_______________________________________________________ Infección agregada: Si___, No___. Cultivo: Sin desarrollo___, Con desarrollo______________. Control del dolor: ______________________________. Días estancia:___________________. Complicación: No___, Si________________________________________________________. Tipo de cierre: Segunda intención______, Tercera intención______. 32 Anexo 2 (Imágenes de sistema de presión negativa) Sistema de fijación SteriDrape, con esponja de poliuretano con plata argéntica así como sistema Track de aspiración y manguera conectora. Sistema computado de presión negativa que establece succión continua o intermitente a distintas presiones previamente programadas. 1.-La esponja elegida se corta a medida de la herida cruenta a tratar 2.-posteriormente ocluirse con sistema de sellado plástico. 3.-Se coloca sistema Track que distribulle de manera uniformelapresión negativa sobre todos los poros de la esponja, dand uniformidad de succión a toda la zona cruenta. 33 Herida en región femoral con sistema de presión negativa, la cual se observa la esponja de plata totalmente colapsada por la succión aplicada a través del Track del sistema. Herida por dermofasciotomía secundaria s síndrome compartimental a la cual se le aplico terapia de presión negativa para disminuir el edema y control de curetaje estéril y manejo de la inflamación. Portada Índice Resumen Introducción Material y Métodos Resultados Discusión Conclusiones Bibliografía Anexos
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