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Uso-de-terapia-de-presion-negativa-para-manejo-de-heridas-complejas

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1 
UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO 
FACULTAD DE MEDICINA 
DIVISIÓN DE ESTUDIOS DE POSGRADO 
INSTITUTO MEXICANO DEL SEGURO SOCIAL 
 
UMAE - HOSPITAL DE ESPECIALIDADES 
“DR. ANTONIO FRAGA MOURET” 
CENTRO MEDICO NACIONAL “LA RAZA” 
 
 
Uso de terapia de presión negativa para manejo de heridas 
complejas 
 
TESIS 
 
Que para obtener el Grado de especialista en 
 
Angiología y Cirugía Vascular 
 
Presenta 
Dr. Rodrigo Marcelo Maitret Velázquez 
 
Asesor: 
Dr. Alfonso Cossio Zazueta 
 
CDMX 2018 
 
 
 
 
UNAM – Dirección General de Bibliotecas 
Tesis Digitales 
Restricciones de uso 
 
DERECHOS RESERVADOS © 
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fines educativos e informativos y deberá citar la fuente donde la obtuvo 
mencionando el autor o autores. Cualquier uso distinto como el lucro, 
reproducción, edición o modificación, será perseguido y sancionado por el 
respectivo titular de los Derechos de Autor. 
 
 
 
2 
 
 
 
Dr. Jesús Arenas Osuna 
Jefe de la División de Educación en Salud 
Hospital de Especialidades Centro Médico Nacional “La Raza” 
Instituto Mexicano del Seguro Social 
 
 
 
Dr. Alfonso Cossio Zazueta 
Profesor titular del curso de especialización en 
 Angiología y Cirugía Vascular 
Hospital de Especialidades Centro Médico Nacional “La Raza” 
Instituto Mexicano del Seguro Social 
 
 
 
 
Dr. Rodrigo Marcelo Maitret Velázquez 
Médico residente Angiología y Cirugía Vascular 
Hospital de Especialidades Centro Médico Nacional “La Raza” 
Instituto Mexicano del Seguro Social 
 
No. Protocolo. R-2017-3501-103 
 
 
1 
Índice 
 
Resumen………………………………………………………………………………………....1 
Introducción…………….……...………....…………………………………………..………....2 
 Cicatrización...........................................................................................................3 
 Etiología de heridas complejas…………...……………....………………………...…4 
 Tratamiento convencional………………………...……………………………...…….4 
 Prevención y tratamiento de las infecciones……………...……………………….…5 
 Tratamiento con presión negativa………………………………………………......…6 
 Complicaciones………………………………………………………………….……...11 
Material y métodos……………………………...……………..……………………….……...12 
Resultados………………………………………………………………………..…............…14 
Discusión……………..……………………………………………………………………..…..24 
Conclusiones.…………………………………………………………………………………...27 
Bibliografía……………………………………………………………………………..………..28 
Anexos…………………………………………………………………………………………...31 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
1 
Resumen 
 
Título: Uso de terapia de presión negativa para manejo de heridas complejas. 
Introducción: La terapia de presión negativa (1TPN) es un tratamiento mecánico que se utiliza 
como adyuvante en la curación de heridas; proporciona un entorno de cicatrización oclusivo y 
estéril que reduce la carga bacteriana, promueve la granulación del tejido estimulando la 
curación por segunda o tercera intención, reduciendo el área de superficie de la herida. 
Material y métodos: Diseño; retrospectivo, el objetivo es presentar la experiencia del manejo 
en heridas complejas de pacientes tratados con TNP del servicio de angiología del Hospital de 
especialidades del centro médico nacional La Raza. Análisis estadístico: Estadística descriptiva 
Resultados: Se analizaron 93 pacientes a quienes se les aplicó TNP. La estancia hospitalaria 
tienen un promedio de 26.4 ± 5.3 días. La modalidad de TNP fue continua en 91.4%. El tipo de 
esponja utilizada fue de plata 91.4%. La presión negativa utilizada fue de 125 mmHg en 86%. La 
etiologías más frecuentes fue la infección de la herida quirúrgica (40.9%). La exposición vascular 
estuvo presente en 22.6%. La localización de las heridas más frecuente fue el muñón en 
miembro pélvico. El tipo de cierre más frecuente fue por tercera intención (68.8%). 
 
Conclusión: La TNP acelera la cicatrización, facilita el tratamiento intrahospitalaria, controla el 
dolor y la presencia de infección, ayudando al cierre de las heridas en la totalidad de los casos. 
 
Palabras clave: Herida compleja, Terapia de presión negativa. 
 
 
 
 
 
 
 
 
2 
Abstract 
 
Title: Use of negative pressure therapy for management of complex wounds. 
 
Introduction: Negative pressure therapy (TPN) is a mechanical treatment that is used as an 
adjuvant in wound healing; provides a sterile, occlusive healing environment that reduces 
bacterial load, promotes granulation of the tissue by stimulating healing by second or third 
intention, reducing the surface area of the wound. 
 
Material and methods: Observational, retrospective and descriptive study, aiming to present the 
experience of management in complex wounds of patients treated with NTP of the angiology 
department of the Hospital of specialties of the national medical center La Raza. 
 
Results: A total of 93 patients who received NPT were analyzed. The hospital stay has an 
average of 26.4 ± 5.3 days. The NPT modality was continuous at 91.4%. Thesilver type of 
sponge used was 91.4%. The negative pressure used was 125 mmHg in 86%. The most frequent 
etiologies were infection of the surgical wound (40.9%). Vascular exposure was present in 
22.6%. The most frequent location of the wounds was the pelvic limb. The most frequent type of 
closure was by third intention (68.8%). 
 
Conclusion: NPT is useful for managing complex wounds, accelerating wound healing, 
facilitating intrahospital treatment, better pain control, controlling the presence of infection, 
helping to close wounds in all cases, avoiding the use of complex reconstructive surgeries. 
 
Key words: Complex wound, Negative pressure therapy. 
 
 
 
 
 
 
3 
Introducción 
 
Cicatrización. 
Una herida es toda aquella lesión física, en la que se produce una laceración o pérdida de 
continuidad de la piel y, habitualmente, daño de los tejidos subyacentes. 
Dentro del proceso de cicatrización de las heridas se contemplan tres fases: 1 
 Inflamatoria: es una fase inmediata, de dos a cinco días de duración, en la que se 
produce vasoconstricción, agregación plaquetaria y formación del coágulo de fibrina. 
Posteriormente, los neutrófilos y macrófagos migran a la herida, actuando los primeros de 
forma primaria contra la infección, y los segundos, secretando mediadores inflamatorios 
como citoquinas y factores de crecimiento que limpian la herida y sientan la base de la 
siguiente etapa. 
 Proliferativa: está marcada por un predominio de fibroblastos y de células endoteliales, 
dando lugar a la formación de la matriz extracelular y de angiogénesis. En esta fase se 
acercan los límites de la herida, disminuyendo el tamaño del defecto tisular, siendo su 
duración desde dos días hasta tres semanas. 
 Remodelación: en esta fase la piel sustituye al tejido de cicatrización. Las fibras de 
colágeno formadas incrementan la resistencia, aunque el tejido resultante sólo tendrá el 
80% de las fibras originales, oscilando su duración entre las 3 semanas y los 2 años. 
 
Una herida es compleja cuando por su extensión, localización, profundidad y/o complicaciones 
necesita para su curación una terapéutica especial. Tal es el caso de heridas con compromiso 
de tejidos nobles como músculo, fascia, tendones, hueso, vasos sanguíneos o lesiones de lenta 
evolución como úlceras o escaras. Las heridas complejas son un grupo complejo y heterogéneo 
de procesos en cuya etiología intervienen gran variedad de factores. Este tipo de heridas 
representan un problema importante para los pacientes, los profesionales de la salud y los 
sistemas de salud, afectando a 5.7 millones de personas en los EstadosUnidos y erogando un 
estimado de 20 mil millones de dólares anualmente en su tratamiento. Los países en desarrollo 
hoy en día encuentran en la práctica clínica aun aumento delas lesiones traumáticas debido al 
aumento de accidentes graves, que causan lesiones de alta energía con mayor pérdida cutánea 
y avulsión de tejido subcutáneo o defectos óseos. El defecto extenso de tejido blando es un reto 
4 
y representa un problema en los profesionales que se dedican al manejo de este tipo de heridas 
complejas. 2 
 
Los factores que pueden impedir una adecuada cicatrización son diversos, siendo unos de 
carácter sistémico (desnutrición, quimioterapia, esteroides, etc.) y otros meramente locales 
(infección, material protésico, exposición ósea). Con respecto a las complicaciones, las más 
frecuentes son el dolor, la infección y la amputación, asociándose todas ellas con la necesidad 
de asistencia médica urgente y de aumento de la mortalidad. 3 
 
Etiología de heridas complejas. 
Existen diversas causas y etiologías de las heridas ya que existen agentes externos o físicos 
como traumatismos, heridas por proyectil de arma de fuego o arma blanca que generan heridas 
complejas de difícil manejo por la gran pérdida cutáneo o avulsión de grandes áreas te tejido que 
muestran un gran reto para su tratamiento.4 
Una vez establecida la herida compleja, el tratamiento convencional incorpora los principios 
comunes aplicados al manejo general de las heridas: desbridamiento del tejido necrótico, 
mantenimiento de un lecho de herida óptimo y control de la infección. Estos elementos comunes 
se combinan con diferentes técnicas, teniendo en cuenta el tipo de herida y las características 
clínicas del paciente. 5 
 
Tratamiento convencional. 
 Limpieza: debe realizarse utilizando siempre la mínima fuerza eficaz y habitualmente, 
mediante una gasa embebida en suero fisiológico o simplemente con éste a chorro. Se 
desaconseja la utilización rutinaria de desinfectantes y antisépticos locales, debido a su 
poder citotóxico y por ser retardantes de la cicatrización. 4 
 Desbridamiento: su objetivo es la eliminación del tejido necrótico para impedir la 
proliferación de bacterias. Existen varios métodos: 4 
o Quirúrgico: es el más rápido, pero es altamente doloroso. Al necesitar llegar hasta 
el tejido sangrante, está contraindicado en pacientes con alteraciones de la 
coagulación. 
5 
o Mecánico: se utiliza una gasa seca que actúa como desbridante primario, 
absorbiendo el exudado (método dry to dry). Posteriormente se coloca una gasa 
humedecida en suero fisiológico que se cambia cada 6-8 horas y que absorbe el 
coágulo formado (método wet to dry). 
o Enzimático o químico: se lleva a cabo mediante enzimas que inducen la hidrólisis 
del tejido necrótico superficial y ablandan la escara. 
o Autolítico: consiste en la aplicación de un apósito oclusivo que al crear un ambiente 
húmedo y anóxico, favorece que las enzimas, los macrófagos y los neutrófilos 
existentes en el exudado de la herida eliminen el material necrótico. 
 
Prevención y tratamiento de las infecciones. 
Aunque en la mayoría de las heridas existe colonización bacteriana, la limpieza y el 
desbridamiento impiden que ésta progrese a infección clínica. Ante la aparición de signos de 
infección local se haría necesario extremar estas últimas medidas y si aún así la herida no 
evolucionase bien, podría iniciarse un tratamiento antibiótico tópico durante un período máximo 
de 2 semanas, tras descartar osteomielitis y celulitis. Si la lesión no respondiese a este 
tratamiento, sería preciso recoger cultivos, evitando el exudado. Tras esto se valoraría la 
infección y se instauraría el tratamiento adecuado. 5 
 
La cura oclusiva con apósitos puede ser de muchos tipos, y aunque existen los denominados 
apósitos pasivos, la mayoría de los utilizados en la actualidad son los denominados interactivos, 
basados en cura húmeda, que además de su acción protectora crean unas condiciones óptimas 
de temperatura y de humedad en la herida. Debe considerarse el tratamiento quirúrgico en 
aquellas heridas crónicas que no cicatrizan con el tratamiento convencional y sobre todo en 
aquellas que necesitan revascularización. En las no susceptibles de revascularización quirúrgica, 
pueden realizarse injertos de piel, siendo la amputación el último de los tratamientos posibles, 
cuando fallan todos los demás. 5 
 
 
 
 
6 
Tratamiento con presión negativa. 
La terapia de heridas con presión negativa (TPN) es un tratamiento mecánico que se utiliza 
como adyuvante en la curación de las heridas; proporciona un entorno de cicatrización de 
heridas oclusivo y estéril que promueve la granulación del tejido afectado; se puede aplicar de 
manera continua o intermitente, tanto para heridas agudas, crónicas y de características 
complejas. Es una alternativa a los métodos tradicionales de curación, siendo rápida, efectiva y 
fácil de usar y gradualmente está ganando aceptación entre los profesionales de la salud de 
nuestro país.6 
 
La presión negativa es un término que se utiliza para describir una presión inferior a la presión 
atmosférica normal; (subatmosferica), el sistema fue desarrollado en 1989 por el Doctor Louis 
Argenta y el profesor Michael Morykwas de la Escuela de Medicina de la Universidad de Wake 
Forest en Carolina del Norte, USA y patentado por KCI Inc. aunque hay evidencia en la literatura 
de que los pioneros en su empleo fueron médicos rusos en 1986-1987. El uso de la TPN para 
promover la curación de las heridas ha aumentado su popularidad en los últimos años; en 
nuestro país ya se emplea en la mayoría de las instituciones tanto públicas como privadas. 7 
La aplicación generalizada de la TNP en las últimas dos décadas se ha debido, sobre todo, a las 
experiencias clínicas favorables reportadas en estudios retrospectivos y series de casos, más 
que a la presencia en la literatura de ensayos clínicos aleatorizados con un adecuado nivel de 
evidencia o a un profundo conocimiento científico.8 
 
También se encuentran reportes en la literatura de su utilidad en pacientes con “degloving” 
(heridas con avulsión de grandes extensiones de piel y tejido, dejando hueso expuesto e 
imposibilidad de cierre primario) a nivel de las extremidades como alternativa a los colgajos 
libres y pediculados. 9 Biomecánicamente es claro que el edema puede llegar a causar la 
compresión de las células dentro de la matriz extracelular, disminuyendo su tensión intrínseca, lo 
que resulta en una disminución de la respuesta proliferativa. La aplicación de succión distribuida 
permite la evacuación directa del líquido desde el espacio extracelular y parece disminuir el 
edema. Bajo esta premisa se ha planteado la utilización de este tipo de sistemas también en 
pacientes con síndrome compartimental de las extremidades y en el proceso de cierre de las 
fasciotomías realizadas.10 
7 
El objetivo de la TPN es crear un ambiente que promueva la curación de las heridas por 
segunda o tercera intención (primaria retardada), preparar el lecho de la herida para su cierre, 
reducir el edema, propiciar la formación de tejido de granulación, reducir la carga bacteriana, 
mantener la hidratación, mejorar la perfusión, remover el exudado y reducir el área de superficie 
de la herida.11 
 
La presión negativa tópica se logra al colocar un apósito dentro de la herida, el cual puede ser 
de esponja de poliuretano o polivinilo, sellándola con un apósito semioclusivo y aplicando 
presión negativa a través de un microprocesador de evacuación conectado a un sistema 
computarizado. 12 
 
Morykwas, en su estudio original con modelos porcinos, mostró que el ajuste de presión a 125 
mm Hg en el modo intermitente maximiza la respuesta del tejido de granulación. Por lo tanto, 
puede haber varias presiones ideales: una para maximizar el flujo de la sangre en el contexto de 
isquemia (50 mm Hg, continua);una para minimizar los efectos inmediatos inflamatorios 
después de una lesión traumática (100 mm Hg) ; y una para maximizar el crecimiento de tejido 
de granulación sano (125 mm Hg, intermitente). 13 
 
Las indicaciones de forma global recomiendan su uso en aquellas heridas que con tratamiento 
convencional no han disminuido al menos el 50% de su tamaño en el período de un mes. Las 
indicaciones del sistema de presión negativa son múltiples, si bien es imprescindible que el 
paciente esté hemodinámicamente estable y tenga intacta la capacidad de cicatrización. 13 
 
Los principios de la TPN están relativamente bien establecidos: 14 
• La esponja de celdas abiertas se aplica a la superficie de la herida para que se ajuste a la 
forma de la herida, asegurando la uniformidad en la distribución de la presión local; 
• El colapso de las celdas de la esponja bajo el efecto de la presión negativa reduce el 
área de superficie de la herida, aproximando de ese modo los bordes de la misma 
(macrodeformación); 
8 
• La presión negativa combinada la estructura de la esponja de celda abierta resulta en un 
aumento de 3 veces en la migración de fibroblastos y una disminución de 2,4 veces en la 
muerte celular en comparación con un apósito convencional (microdeformación). 
• La conexión a una unidad de aspiración central permite tanto el control continuo de la 
presión negativa y la recogida del material de drenaje. 
 
La TPN se puede utilizar para el tratamiento de heridas agudas complejas, con los siguientes 
objetivos: 15 
• Drenar el exudado de la herida. 
• Mejorar el desarrollo de tejido de granulación de alta calidad, lo que disminuye la 
gravedad y / o el tamaño de la herida, acelerando de esta manera controlada la 
cicatrización espontanea de heridas o facilitar un procedimiento de cobertura de la herida 
quirúrgica (injerto de piel o colgajo); 
• Para evitar la retracción de los márgenes de la piel, especialmente después de 
dehiscencia de la herida quirúrgica; 
• Proporcionar un apósito temporal hasta que una cirugía adicional puede llevarse a cabo; 
• Dadas las condiciones estériles de aplicación de la TPN, ayuda a disminuir la 
contaminación bacteriana de un sitio quirúrgico hasta que la cirugía se puede realizar. 
 
Las esponjas se clasifican en tres categorías: 15 
• La esponja negra clásica con grandes celdas abiertas que estimulan la formación de 
tejido de granulación; 
• La esponja blanca que tiene células más pequeñas que protegen los tejidos frágiles 
(heridas superficiales dolorosas, heridas poco profundas, exposición tendinosa, ósea o 
vascular). 
• La esponja gris unida a la plata argentica, destinado a ser utilizado en heridas infectadas. 
 
Para la instalación de la TPN se estandarizo la siguiente técnica la cual puede desglosarse en 
varias fases: 16 
1. Preparación de la herida: debe retirarse todo el material que pueda haber en la herida 
(gasas, etc.), realizando seguidamente un desbridamiento quirúrgico, para retirar el tejido 
9 
necrótico o desvitalizado. Tras esto debe prepararse la piel circundante, asegurándose de 
que esté bien seca y sin grasa. 
2. Colocación del relleno: la cavidad de la herida debe rellenarse con una esponja porosa y 
estéril, con un tamaño de poro grande, ya que transmite mejor la presión negativa. 
Existen 2 tipos de esponjas: negra o gris (Plata), con poros de entre 400 y 600 micras y 
compuesta de poliuretano, aplicándose en el interior de la herida. Es hidrófoba y 
fácilmente colapsable, utilizándose ante la necesidad de estimular la granulación y la 
contracción de la herida; y blanca, con poros de aproximadamente 250 micras y 
compuesta de polivinilalcohol, se aplica sobre la herida cuando existe escaso tejido de 
granulación y se requiere fuerza de tensión. Es hidrófila y necesita más presión para 
colapsarse, estando indicada cuando el tejido que cubre es friable. 
3. Colocación del tubo: dentro de la esponja se introduce un tubo fenestrado de evacuación, 
conectado a una bomba de succión controlada por un procesador y con un depósito para 
el exudado. Sellado con apósitos: tras los pasos anteriores, la zona es cubierta con un 
apósito adhesivo, debiendo abarcar la herida, el tubo y de 3 a 5 cms del tejido 
circundante. 
4. Conexión a la bomba: una vez realizado todo lo anterior, se procede a la aplicación de 
una presión negativa entre 50 y 125 mm Hg (según la esponja colocada) y unas 22 horas 
al día, lo que conduce a una disminución local de la presión intersticial, llevando el 
exudado de la herida al bote de recolección de líquido. Inicialmente, la presión se aplica 
de forma constante y según decrece el drenaje, la presión negativa se pasa a modo 
intermitente. Cuando no hay suficiente cicatrización en los primeros diez días, puede ser 
beneficioso cambiar el vacío de la modalidad continua a intermitente o viceversa. 
 
Cuando se aplica a la piel sana, las esponjas causan irritación y la piel se rompe. Por lo tanto, la 
salud de la piel alrededor de la herida es importante y debe ser protegida con tiras de vendaje 
ultra-fino hidrocoloide o, si lo permite el estado de la piel, tiras de apósito adhesivo. 15 
 
La esponja no debe colocarse nunca en contacto directo con los tejidos tales como hueso, 
tendones, vasos sanguíneos, u órganos vitales, ya que deben de ser separados de la espuma 
10 
por una interfaz no grasa, la esponja blanca puede ser utilizada para este medio o ser utilizada 
sola. 15 
 
Al grupo de pacientes tratados con TPN se les puede ofrecer dos modalidades terapia Continua 
y Terapia Intermitente. En la terapia continua se emplea en las primeras 48 horas de inicio para 
lograr el mayor despeje bacteriano y reducir el edema de la herida. En la terapia Intermitente 
(por períodos de 5 minutos separados por intervalos de 2 minutos) es donde se promueve mayor 
tejido de granulación ya que se estimula a la célula estresándola aplicando la ley de Wolf 
Manejando la macrotención. 14 La presión negativa manejada en promedio en el ámbito clínico 
es de 125 mmHg cuando se utiliza para la preparación del lecho de la herida y de 40 mmHg para 
coadyuvar en la integración de injertos y/o colgajos y en heridas secundarias a fasciotomía e 
injertadas de primera intención. Si la aplicación de succión causa dolor, un aumento de presión 
gradual es recomendado. Los niveles de presión de succión inferior pueden ser apropiados para 
el sangrado de heridas, cuando una presión de 125 mmHg causa dolor, o después de injerto de 
piel. La presión de succión se debe aumentar a 175 mmHg utilizando las espumas de alta 
densidad tales como esponja blanca. 16 
 
La TPN debe aplicarse durante al menos 22 horas de cada ciclo de 24 horas. En el caso de un 
fallo de la batería o de fuga, el dispositivo debe ser retirado si ha permanecido inactivo durante 
más de 2 horas. 14 
 
El dispositivo se debe cambiar a intervalos de 48-72 horas o tres veces a la semana. Los 
cambios con menos frecuencia resultan en la saturación de la espuma, lo que disminuye la 
eficacia del tratamiento. Las heridas infectadas requieren cambios de apósitos más frecuentes. 
El recipiente colector debe ser cambiado cuando está lleno o al menos una vez a la semana. 15 
Para evitar lesiones y dolor al retirar la esponja que se ha adherido a la herida, el dispositivo 
debe ser apagado 30 minutos antes de retirarse. Si la esponja se pega a la herida, solución 
salina se puede instilar en el apósito, combinado con lidocaína si es necesario. 14 
 
 
 
11 
La TPN no es recomendable y no se debe continuar en las siguientes situaciones: 16 
• Pequeñas heridas que no requieren la TPN. 
• Ausencia de cualquier mejora entre dos cambios de apósitos consecutivos o después de 
1 semana: en este caso, la TPN debe ser detenido. 
• Hemorragia activa de la herida. 
• Destrucción de tejidos por actividad neoplásica (de la piel o el tejido subyacente), porque 
la TPNestimula la angiogénesis y por lo tanto aumenta el crecimiento del tumor. 
• Infección de la herida fuera de control. 
• Presencia de tejido necrótico que requieren desbridamiento; 
• Enfermedad arterial periférica de las extremidades inferiores. 
 
La TPN debe de tener las siguientes precauciones: 16 
• Verificar que la herida no contiene tejido tumoral residual posterior a una citorreducción. 
• Utilizar una interfaz para proteger a un pedículo vascular expuesto (es decir, el contacto 
directo con la esponja puede causar que los vasos sanguíneos se rompan: por lo tanto, si 
es necesario, una interfaz de silicona o esponja blanca se debe colocar entre los vasos y 
la esponja de celdas grandes). 17 
• Si la hemostasia resulta difícil de lograr, disminuir la presión de succión a 75 mmHg. 
• Para las heridas infectadas, la TPN puede servir como un adyuvante, pero no puede 
reemplazar el tratamiento de la infección. 
 
Se han hecho varias sugerencias para mejorar la eficacia de la TPN adyuvante para las heridas 
infectadas: 15 
• Utilizar una esponja de plata. 
• Instilar solución salina para mejorar el drenaje. 
• infundir una solución anti-bacteriana. 
 
Complicaciones. 
 
Las más habituales son las siguientes: Sangrado en el momento de cambiar la esponja debido al 
excesivo crecimiento del tejido de granulación, sobre todo si la esponja estuvo colocada durante 
12 
más de 48 ó 72 horas. 13 Problemas por el olor que se desprende, necesitándose en ocasiones 
descartar la presencia de una infección activa, reacciones alérgicas al material utilizado 
(esponjas, apósitos, etc.), necrosis de los márgenes de la herida, Infección, habiéndose descrito 
incluso por gérmenes anaerobios y síndrome de shock tóxico, depleción de líquidos, dolor, sobre 
todo durante los cambios de la esponja y al reiniciar la presión negativa tras el cambio el cual 
tiene buena respuesta a la analgesia. 15 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
13 
Material y métodos. 
 
El objetivo de este trabajo es presentar la experiencia en el manejo de heridas complejas en los 
pacientes tratados con terapia de presión negativa en el servicio de angiología del Hospital de 
especialidades del centro médico nacional La Raza, describiendo su utilidad para ayudar a la 
cobertura definitiva de áreas cruentas y heridas de gran complejidad en diferentes zonas del 
cuerpo y en diversas circunstancias determinando los beneficios y utilidad en el servicio. Se trata 
de un estudio con diseño observacional, retrospectivo y descriptivo en donde la población de 
estudio fueron todos los casos con heridas complejas a los que se le aplico terapia de presión 
negativa en el departamento de angiología y cirugía vascular del hospital de especialidades del 
centro médico nacional la Raza, en el período comprendido del mes de Enero 2013 a Mayo del 
2017, que con expediente clínico completo. No se incluyeron a los pacientes con los que no se 
cuente con expediente completo. 
Se revisaron los expedientes de los pacientes que recibieron TPN sobre el lecho de una herida 
compleja, se describió su evolución clínica hasta su egreso de esta unidad. Se obtuvieron los 
datos demográficos de los pacientes incluidos en el estudio, información sobre la región 
anatómica de la herida quirúrgica y la etiología de las mismas, si se encuentra con datos de 
infección agregada, que tipo de presión negativa se le aplico, la cantidad de recambios utilizados 
sobre la herida, el tipo de esponja aplicada, el control del dolor de acuerdo a la cantidad y el tipo 
de analgésicos aplicados en la hoja de enfermería, los días de estancia intrahospitalaria 
registrados, registrando la información en una hoja de recolección de datos previamente 
diseñada (Anexo 1) trasfiriendo los mismos en una hoja de cálculo electrónica para su posterior 
análisis estadístico por estadística descriptiva y medidas de tendencia central utilizando el 
programa estadístico SPSS Versión 17. 
 
 
 
 
 
 
 
14 
Resultados. 
 
Se analizaron los datos de 93 expedientes de pacientes a quienes se les aplicó terapia de 
presión negativa por heridas complejas en el servicio de Angiología y Cirugía Vascular, del 
Hospital de Especialidades del Centro Médico Nacional La Raza. La edad registrada mostró un 
promedio de 58.4 ± 17.3 años (mín 18-88 máx, mediana 63 años). Los días de estancia 
hospitalaria se reportaron con un promedio de 26.4 ± 5.3 días (mín 15-41 máx, mediana 26 
días). La mayoría de los pacientes fueron de sexo masculino (n = 72, 77.4%) y casi una cuarta 
parte de sexo femenino (n = 21, 22.6%, Figura 1). 
 
Figura 1. Frecuencia de sexo en los pacientes con heridas complejas 
 
Se muestra frecuencia de pacientes por sexo 
(n = 93) 
 
La modalidad de terapia de presión negativa fue predominantemente la terapia continua (n = 
85,91.4%), menos de la décima parte fue de terapia intermitente (n = 8, 8.6%). El tipo de esponja 
utilizada en las distintas heridas fue de plata (n = 85, 91.4%) y el modelo combinado plata-blanca 
(n = 8, 8.6%), ninguna esponja blanca fue utilizada de manera individual (Figura 2). 
Masculino 
72 
77% 
Femenino 
21 
23% 
15 
La presión negativa utilizada en las heridas complejas fue de 125 mmHg como la de mayor 
frecuencia (n = 80, 86%), seguida de 75-125 mmHg (n = 7, 7.5%), 100 mmHg (n = 5, 5.4%) y 
sólo uno de 75 mmHg (1.1%, Figura 3). 
 
El número de recambios utilizados en las heridas fue de 4 recambios como la de mayor 
frecuencia (n = 36, 38.7%), seguidos de 3 recambios (n = 32, 34.4%), los demás con menor 
frecuencia fueron 5 recambios (n = 16, 17.2%), 2 recambios (n = 4, 4.3%), 6 recambios (n = 4, 
4.3%) y 7 recambios (n = 1, 1.1%, Figura 4). Como complemento estadístico se reporta una 
media de 3.9 ± 0.9 recambios (mín 2-7 máx, mediana 4 recambios). 
 
Figura 2. Pacientes por modalidad de terapia y tipo de esponja utilizadas en las heridas 
 
Se muestran frecuencias de pacientes por modalidad de terapia y por 
tipo de esponja utilizada en las heridas. 
 
 
 
 
 
 
 
Continua (85) Plata (85) 
Intermitente (8), Plata + Blanca (8) 
0%
10%
20%
30%
40%
50%
60%
70%
80%
90%
100%
Modalidad de terapia Tipo de esponja
16 
Figura 3. Niveles de presión negativa aplicada en heridas complejas 
 
Se muestra frecuencia de pacientes por nivel 
de presión negativa aplicada en heridas 
complejas (mmHg, n = 93) 
 
 
En las etiologías más frecuentes de las heridas sometidas a terapia de presión negativa, fue la 
infección de la herida quirúrgica (n = 38, 40.9% infección sin otras complicaciones), Insuficiencia 
arterial crónica más infección de herida quirúrgica (n = 10, 10.8%), síndrome compartimental 
más infección (n = 10, 10.8%), y herida por arma de fuego (n = 9, 9.7%) seguidas de otras 
etiologías con menor frecuencia (Tabla 1). 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
125 mmHg 
80 
86% 
75-125 mmHg 
7 
8% 
100 mmHg 
5 
5% 
75 mmHg 
1 
1% 
17 
Figura 4. Número de recambios utilizados en las heridas 
 
Se muestra frecuencia de pacientes por 
número de recambios utilizados en heridas 
complejas (n = 93) 
 
Tabla 1. Etiologías de las heridas complejas 
Etiología de la herida Frecuencia Proporción 
Infección herida quirúrgica 38 40.86% 
IAC + infección de Hqx 10 10.75% 
Sx compartimental + infección 10 10.75% 
Herida por arma de fuego 9 9.68% 
IAA + Infección de Hqx 8 8.60% 
Infección PD 6 6.45% 
Linforrea 5 5.38% 
Linforrea + infección Hqx 4 4.30% 
Trauma contuso 2 2.15% 
Infección FAVI 1 1.08% 
IAC (Insuficiencia aterial crónica), IAA( Insuficiencia arterial 
aguda), Hqx (Herida quirúrgica), PD (Pie diabético), FAVI 
(Fístula arteriovenosa interna). 
 
2 recambios 
4 
4% 
3 recambios 
32 
35% 
4 recambios 
36 
39% 
5 recambios 
16 
17% 
6 recambios 
4 
4% 
7 recambios 
1 
1% 
18 
Existe infección agregada en las heridas a las que se aplica terapia de presiónnegativa en un 
88.2% (n = 82), se reportó ausencia de infección en 11.8% (n = 11). La exposición vascular en 
las heridas se reportó ausente en 77.4% (n = 72), estuvo presente en 22.6% (n = 21). Las 
complicaciones secundarias presentaron una baja frecuencia, reportadas como sangrado en 3 
pacientes (3.2%), se reportó ausencia de complicaciones en el resto de los pacientes (n = 90, 
96.8%, Figura 5). El sangrado se presentó sólo en pacientes con exposición vascular (n = 3, 
14.3%) con una asociación estadísticamente significativa (p = 0.0102). 
 
Figura 5. Frecuencia de infección agregada, exposición vascular y complicaciones de las 
heridas 
 
Se muestran frecuencias de pacientes por la presencia de infección 
agregada, exposición vascular, y complicaciones. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Positiva + (82) 
Positiva + (72) 
Sangrado (3) 
Negativa - (11) 
Negativa - (21) 
Ninguna (92) 
0%
10%
20%
30%
40%
50%
60%
70%
80%
90%
100%
Infección agregada Exposición vascular Complicaciones
19 
Figura 6. Control del dolor según uso de fármacos 
 
Se muestra frecuencia de pacientes por uso de fármacos para en control del dolor 
(n = 93). AINE (Anti-inflamatorio no esteorideo). 
 
El control del dolor de los pacientes se alcanzó con antiinflamatorios no esteroideos (AINE), lo 
más frecuente fue utilizar 2 AINE (n = 42, 45.2%), y 1 AINE (n = 35, 37.6%), con menor 
frecuencia se reportó la combinación con buprenorfina y AINE (n = 16, 17.2%, Figura 6). 
. 
El tipo y localización de las heridas complejas más frecuente fue el muñón en diversas regiones, 
seguido de las heridas femorales (Tabla 2). 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
2 AINE 
42 
45% 
1 AINE 
35 
38% 
Buprenorfina + 
1 AINE 
14 
15% 
Buprenorfina + 
2 AINE 
2 
2% 
20 
 
Tabla 2. Tipo y localización de las heridas complejas 
Tipo de herida y localización Frecuencia Proporción 
Dermofasciotomía antebrazo 3 3.23% 
Dermofasciotomía pierna 7 7.53% 
Femoral bilateral 6 6.45% 
Herida tipo Gibson 2 2.15% 
Herida cruenta en brazo 2 2.15% 
Herida cruenta en brazo y antebrazo 1 1.08% 
Herida cruenta en muslo 2 2.15% 
Herida cruenta en región iliaca y femoral 1 1.08% 
Herida por desarticulación coxofemoral 3 3.23% 
Herida femoral 19 20.43% 
Herida femoral y poplítea 6 6.45% 
Herida poplítea 11 11.83% 
Muñón IC MP 4 4.30% 
Muñón SC MP 25 26.88% 
Muñón transmetatarciano 1 1.08% 
IC: infracondíleo, SC: supracondíleo, MP: miembro pélvico 
 
El tipo de cierre que tuvieron las heridas se describió con más frecuencia de tercera intención (n 
= 64, 68.8%), el cierre de segunda intención se reportó en 19 pacientes (20.4%), y se injerto piel 
autóloga en 10 pacientes (10.8%, Figura 7). 
Para evaluar el desempeño de la terapia de presión negativa se compararon las diferencias en 
los datos de la frecuencia de complicaciones, el control del dolor y los días de estancia 
intrahospitalaria, tanto por nivel de presión negativa como por modalidad de terapia continua o 
intermitente. 
La comparación por el nivel de presión mostró que la complicación de sangrado se presentó en 
125 mmHg (n = 2, 66.7%) y en 100 mmHg (n = 1, 33.3%) el resto de los pacientes no presentó 
complicaciones y estas no parecen asociarse con el nivel de la presión negativa (p = 0.1786). El 
uso de fármacos para el control del dolor presentó las mayores proporciones con 125 mmHg, 
21 
especialmente la combinación de buprenorfina con AINE más utilizada que en otros niveles de 
presión (n = 12, 85.7%), los fármacos para control de dolor se usaron de forma más o menos 
equitativa en cada nivel de presión sin predominancia al tomar en cuenta todos los subgrupos (p 
= 0.3108). Los días de estancia intrahospitalaria fueron semejantes entre subgrupos (p = 0.4567) 
con una mediana cercana a los 26 días, ligeramente mayor para 125 mmHg con 26.5 ± 5.4 días, 
seguida de 75-125 mmHg con 25.9 ± 4.4 días, y de 100 mmHg con 24.8 ± 5.2 días, el subgrupo 
de 75 mmHg tiene un solo paciente con 34 días de modo que no presenta medida de dispersión 
y tiene poca relevancia en el análisis (Figura 8). 
 
Figura 7. Tipo de cierre de las heridas complejas 
 
Se muestra frecuencia de pacientes por tipo 
de cierre de las heridas complejas (n = 93) 
 
La comparación por modalidad de terapia de presión negativa mostró que la complicación de 
sangrado se presentó sólo con terapia continua (n = 3, 100%), el resto de los pacientes no 
presentó complicaciones y la distribución de frecuencias no se asocia con la modalidad (p = 
0.7611). El uso de fármacos para el control del dolor presentó las mayores proporciones con la 
terapia continua, la combinación de buprenorfina con AINE fue más utilizada que en la terapia 
intermitente (n = 12, 85.7%), los fármacos para control de dolor se usaron de forma más o 
menos equitativa en cada modalidad sin predominancia al tomar en cuenta todos los subgrupos 
Tercera 
intención 
64 
69% 
Segunda 
intención 
19 
20% 
Injerto de piel 
10 
11% 
22 
(p = 0.1259). Los días de estancia intrahospitalaria fueron semejantes entre modalidades de 
terapia (p = 0.7680), la terapia continua mostró 26.5 ± 5.4 días, y la terapia intermitente 25.9 ± 
4.1 días, y de 100 mmHg con 24.8 ± 5.2 días (Figura 9). 
 
 
Figura 8. Comparación de efectividad de TPN por nivel de presión negativa 
 
Se muestran frecuencias de pacientes según el nivel de presión 
negativa, para la presencia de complicación (sangrado), y el uso de 
fármacos para el control del dolor. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
23 
Figura 9. Comparación de efectividad de TPN por modalidad de terapia 
 
Se muestran frecuencias de pacientes según la modalidad de terapia 
continua o intermitente, para la presencia de complicación (sangrado), 
y el uso de fármacos para el control del dolor. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
24 
Discusión. 
 
De acuerdo al presente estudio, la TPN puede ofrecer resultados comparables o, en algunos 
casos, superiores a los ofrecidos por tratamientos convencionales para la curación de heridas 
complejas. Los resultados más prometedores parecen obtenerse en el cierre de las heridas 
infectadas de los muñones tanto infra como supracondíleos asociados diversas causas de 
amputación. Sin embargo, estos hallazgos se deben considerar con cautela debido a la falta de 
un grupo control que compare los resultados con alguna otra modalidad de terapia, sin embargo 
observamos los resultados de esta terapia en la población estudio y se observan resultados 
aceptables comparablesa los reportados por McCallon et al. 18 
 
Los fabricantes de los distintos dispositivos de terapia de presión negativa recomienda su uso en 
heridas con un pronóstico de difícil cierre, preferiblemente con anterioridad a la aparición de 
posibles complicaciones. El paciente debe estar hemodinámicamente estable y tener intacta la 
capacidad de cicatrización. Además, la efectividad del tratamiento parece estar condicionada a 
un correcto desbridamiento quirúrgico previo de la herida la cual fue establecida en la totalidad 
de nuestros pacientes previo a su colocación. También admiten que el uso rutinario de la terapia 
en todas las heridas es inadecuado y debe ser reservado para indicaciones específicas. 
Además, para que la técnica resulte coste-efectiva, se recomienda el uso de la terapia de 
presión negativa sólo en los días de tratamiento que van desde la preparación de la herida 
(desbridamiento y limpieza) hasta cuando empieza a aparecer un buen tejido de granulación, 
para después terminar su tratamiento con terapia convencional. Es decir, el valor de esta 
tecnología estaría en promover y acelerar la fase de granulación para que, a continuación, la 
herida termine cerrando por otros medios de menor coste potencial. A pesar de esto, la mayoría 
de los estudios no han tenido en cuenta estas recomendaciones para la selección de la muestra 
y para el diseño del tratamiento con terapiade presión negativa utilizada. El fabricante también 
resalta la seguridad y la aplicabilidad de la terapia de presión negativa en un contexto 
ambulatorio; sin embargo, los pacientes a los cuales fue aplicada la terapia en este estudio no se 
pueden manejar de forma ambulatoria por las comorbilidades presentes en cada paciente. 
 
25 
La variabilidad en la presión utilizada se basó en el tipo de herida, ya que los pacientes que 
tienen exposición vascular además que se realiza terapia con esponja blanca y mixta la presión 
negativa es menor por el riesgo de sangrado latente que representan estas heridas, existiendo 
incertidumbre en cuanto a la magnitud y el régimen de presión a utilizar endichas heridas 
mencionadas y no se encontraron ensayos clínicos aleatorizados que compararan la efectividad 
de diferentes regímenes de terapia de presión negativa en heridas similares. En la mayoría de 
los trabajos consultados se utiliza una presión continua de -125 mmHg; sin embargo, algunos 
autores sugieren que la terapia se realice de forma cíclica precedida de un período inicial de 48 
horas de vacío continuo para asegurar un acondicionamiento adecuado de la herida. 
 
Las complicaciones documentadas más habituales de la TPN son: sangrado y dolor durante los 
cambios de apósito debido al excesivo crecimiento del tejido de granulación, sobre todo cuando 
no se sigue la recomendación del fabricante de cambio de apósito cada 48 horas; dolor al 
reiniciar la presión negativa tras el cambio de esponja; reacciones alérgicas al material utilizado; 
necrosis en los márgenes de la herida; infecciones y síndrome de shock tóxico 19. Sin embargo, 
de acuerdo a las complicaciones descritas en este estudio, se puede considerar que los efectos 
adversos de la terapia de presión negativa en las heridas sean leves y poco frecuentes. La 
complicación del dolor en los recambios fue evitada siendo los pacientes ingresados a quirófano 
para sus recambios, en el mismo procedimiento se procedió a desbridar bajo anestesia la herida 
para mejores resultados. El sangrado fue poco frecuente y siempre se presentó en heridas que 
presentan exposición vascular. No se presentó otro tipo de complicación. 
Además, en ocasiones, y sobre todo al comienzo del tratamiento, los pacientes pueden 
experimentar molestias en la herida, o dolor de moderada intensidad, ocasionado en primer 
lugar por el desbridamiento que es preciso realizar en la lesión previamente al tratamiento, así 
como por la presión de aspiración generada por la bomba de vacío en la misma. Este dolor suele 
ser controlado al disminuir la presión de aspiración. Por lo general, no suele ser de tanta 
intensidad como para precisar suspender el tratamiento y no se requirió dicha medida en 
ninguno de nuestros pacientes. 20 
 
La reducción de edema en este tipo de terapia es rápida y parece resultar en una mejor 
movilidad del tejido y cierre de las heridas libre de tensión. En particular, no se requirieron 
26 
procedimientos complejos para el cierre de las heridas de esta serie. Los efectos combinados de 
generación de tejido de granulación mejorada, aumento de la vascularización, contracción de la 
herida, y disminución del edema, han resultado en la reducción de esfuerzos desmesurados 
para la reconstrucción de las heridas. Otras series casos relacionadas con defectos amplios de 
tejidos blandos con y sin fracturas subyacentes también demuestran las ventajas de esta terapia 
sobre los controles históricos en la reducción de cirugías complejas para el cierre de las 
heridas.21 
 
Los costes de la terapia de presión negativa no son insignificantes. Al coste de la compra o 
alquiler del propio aparato se suman los costes de su vigilancia y mantenimiento para asegurar 
un correcto funcionamiento y los costes del material. El costo de la terapia por paciente no fue 
un objetivo de este estudio sin embargo es un punto importante a considerar para el manejo de 
estos pacientes, ya que una terapia inconclusa por falta de recurso para continuar con la 
mismas, se podría valorar desde antes de iniciar la terapia y optar por alguna otra alternativas 
más baratas a los dispositivos comerciales, sin embargo, tampoco se ha demostrado su eficacia 
y seguridad mediante ensayos clínicos aleatorizados bien diseñados en este tipo de heridas 
reportadas en el estudio. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
27 
Conclusiones 
 
La terapia de presión negativa es útil para manejo de las heridas complejas ya que acelera la 
cicatrización de las mismas, facilitando el tratamiento de manera intrahospitalaria, teniendo un 
manejo del dolor aceptable, controlando la infección con frecuencia de complicaciones bajas, 
logrando el cierre de las heridas en la totalidad de los casos, evitando el uso de cirugías 
reconstructivas complejas. 
 Se deben, sin embargo, tener en cuenta las instrucciones de uso según el fabricante de cada 
sistema de presión negativa para evitar complicaciones potencialmente prevenibles. Estudios 
posteriores podrían comparar un solo tipo de herida con distintos tipos de presiones o 
comparándolo con los nuevos apósitos creados para el manejo de heridas y así establecer un 
mejor coste efectividad para mejorarlas indicaciones de esta terapia en las heridas complejas 
que son un reto para su manejo por el personal médico implicado en su tratamiento. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
28 
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683 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
31 
Anexo 1 (Hoja de recolección de datos) 
 
Numero de paciente:______ NSS:_______,____,______,___________ Edad:_____ 
Sexo: M F 
Modalidad de terapia: continua___, Intermitente___. Presión utilizada:_________________. 
Cantidad de recambios:______. Etología de la herida:________________________________. 
Exposición ósea: Si___, No___. Exposición vascular: Si___, No___. 
Localización de la herida:_______________________________________________________ 
Infección agregada: Si___, No___. Cultivo: Sin desarrollo___, Con desarrollo______________. 
Control del dolor: ______________________________. Días estancia:___________________. 
Complicación: No___, Si________________________________________________________. 
Tipo de cierre: Segunda intención______, Tercera intención______. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
32 
Anexo 2 (Imágenes de sistema de presión negativa) 
 
 
Sistema de fijación SteriDrape, con esponja de poliuretano con plata argéntica así como sistema 
Track de aspiración y manguera conectora. 
 
 
Sistema computado de presión negativa que establece succión continua o intermitente a 
distintas presiones previamente programadas. 
 
 
1.-La esponja elegida se corta a medida de la herida cruenta a tratar 2.-posteriormente ocluirse 
con sistema de sellado plástico. 3.-Se coloca sistema Track que distribulle de manera 
uniformelapresión negativa sobre todos los poros de la esponja, dand uniformidad de succión a 
toda la zona cruenta. 
 
 
33 
 
Herida en región femoral con sistema de presión negativa, la cual se observa la esponja de 
plata totalmente colapsada por la succión aplicada a través del Track del sistema. 
 
 
 
 
 
 
 
 
Herida por dermofasciotomía secundaria s síndrome compartimental a la cual se le aplico terapia 
de presión negativa para disminuir el edema y control de curetaje estéril y manejo de la 
inflamación. 
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