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UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO FACULTAD DE CIENCIAS USO Y DISTRIBUCIÓN DE Castilla elastica (HULE) EN ZOZOCOLCO DE GUERRERO, VERACRUZ T E S I S QUE PARA OBTENER EL TÍTULO DE: B I Ó L O G A P R E S E N T A : LINTZY ITZEL VAYLÓN CHÁVEZ DIRECTOR DE TESIS: M. en C. FRANCISCO ALBERTO BASURTO PEÑA 2012 UNAM – Dirección General de Bibliotecas Tesis Digitales Restricciones de uso DERECHOS RESERVADOS © PROHIBIDA SU REPRODUCCIÓN TOTAL O PARCIAL Todo el material contenido en esta tesis esta protegido por la Ley Federal del Derecho de Autor (LFDA) de los Estados Unidos Mexicanos (México). El uso de imágenes, fragmentos de videos, y demás material que sea objeto de protección de los derechos de autor, será exclusivamente para fines educativos e informativos y deberá citar la fuente donde la obtuvo mencionando el autor o autores. Cualquier uso distinto como el lucro, reproducción, edición o modificación, será perseguido y sancionado por el respectivo titular de los Derechos de Autor. Hoja de Datos del Jurado 1. Datos del alumno Vaylón Chávez Lintzy Itzel 044 55 35 13 38 69 Universidad Nacional Autónoma de México Facultad de Ciencias Biología 098064498 2. Datos del tutor M. en C. Francisco Alberto Basurto Peña 3. Datos del sinodal 1 M. en C. Juan Manuel Rodríguez Chávez 4. Datos del sinodal 2 Dra. Emma Cristina Mapes Sánchez 5. Datos del sinodal 3 M. en C. Armando Gómez Campos 6. Datos del sinodal 4 M. en C. Virginia Evangelista Oliva 7. Datos del trabajo escrito. “Uso y Distribución de Castilla elastica (hule) en Zozocolco de Guerrero, Veracruz” Número de páginas 89p 2012 FACULTAD DE CIENCIAS Secretaría General División de Estudios Profesionales VmVmmAD NACJOi'lAL Avl'>i'I'MA 1)[ MEl\IC,O DR. IsIDRO Á VILA MARTINEZ Director General Dirección General de Administración Escolar Pr es en te Por este medio hacemos de su conocimiento que hemos revisado el trabajo escrito titulado: Votos Aprobatorios Uso y Distribución de Castilla elastica (hule) en Zozocolco de Guerrero, Veracruz realizado por Vaylón Chávez Lintzy Itzel con número de cuenta 0-9806449-8 quien ha decidido titularse mediante la opción de tesis en la licenciatura en Biologla. Dicho trabajo cuenta con nuestro voto aprobatorio. Propietario Propietario Propietario Tutor Suplente Suplente M. en C. Juan Manuel Rodríguez Chávez Dra. Emma Cristina Mapes Sánchez M. en C. Francisco Alberto Basurto Peña ~ ~ M. en C. Annando Gómez Campos M. en C. Virginia Evangelista Oliva Atentamente, ''POR MI RAzA HABLARÁ EL EspiRITU" Ciudad Universitaria, D. F, a 19 de mayo de 2011 EL J EFE DE LA D IVISIÓN DE EsruDlOS PROFESIONALES Acr. MAURICIO AGillIAR G ONZÁLEZ Señor sinodal: antes de fJIIIiar este documento, solicite al estudiante que le muestre la versión digital de su trabajo y verifique que la misma incluya todas las observaciones y correcciones que usted hizo sobre el mismo. MAG/CZS/cigs Dedicatoria A mis padres Leticia Chávez y Miguel Vaylón porque sin su apoyo no habría llegado hasta aquí. A mis hermanos Manuel, Miguel y Chris porque a pesar de la distancia seguimos unidos. A Hugo Sustaita por todo su apoyo, amor y por ese caminar juntos, yo soy tú... Agradecimientos Al Maestro Miguel Ángel Martínez Alfaro (q.e.p.d.) por sugerirme y brindarme la oportunidad de trabajar con este tema. Un agradecimiento muy especial para mi asesor de tesis M. en C. Francisco Basurto Peña por todo el apoyo, tiempo y conocimiento brindado. A mis sinodales Dra. Cristina Mapes, M. en C. Virginia Evangelista, M. en C. Armando Gómez y al M. en C. Juan Manuel Rodríguez por el tiempo dedicado para leer este trabajo y darme sus sugerencias y comentarios. A la máxima casa de estudios, Universidad Nacional Autónoma de México, incluyendo la Escuela Nacional Preparatoria No. 5 y a la Facultad de Ciencias, a todos mis profesores que han sido parte de mi formación académica. Al laboratorio de Herpetología en especial al Doctor Gustavo Casas por adoptarme como su alumna, a Angélica, Gabriel, Rodrigo por esas tardes de cafecito y risas (que conste que no son parte de: “todos aquellos”). Un agradecimiento especial al M. en C. José Blancas por todos sus comentarios que ayudaron a enriquecer este trabajo. A las autoridades del Municipio de Zozocolco de Guerreo, a las autoridades de Zozocolco de Guerrero. A todos los pobladores de Zozocolco de Guerrero que hicieron posible este trabajo: Adalberto González, Adelfo Rodríguez, Alfonso Martínez, Benjamín Carmona, Domingo García, Florentino López, Jacinto de Luna, Luis Rodríguez, Manuel Vega, Melesio Hernández, Rafael Martínez, Juvencio Pérez, Epifanio Cano y muy especialmente a Don Gustavo Campo por abrirme las puertas de su casa y brindarme todo su conocimiento, y a Don Manuel Cano por compartirme sus experiencias. A la Familia Cruz Sánchez por su amistad, en especial a Higinio por permitirme conocer el maravilloso lugar de Chilocoyo. A los Guillermos, Doña Guille y Don Guillermo por hacer de su casa un hogar para mí, por las tardes de pláticas, por la comida y por todos sus consejos y apoyo. A todos mis amigos y compañeros de la facultad: Amaranta por tu amistad, por ser parte importante de estas etapas de mi vida y también por aportar comentarios a este trabajo. Chela por su amistad, por echarme tantas porras e inyectarme tanta energía “chocolatosa” y porque siempre estás ahí. Davit qué te puedo decir nos conocimos en pañales y fue un gusto reencontrarte en la biología, esos días de risa nunca se olvidan. Fernanda por su amistad, por todo su apoyo y por compartir momentos tan agradables durante y después de la carrera. Mariana porque sin querer distraías con esas carcajadas que no dejaban de oírse en el pulpo. Pedro, Daniel, Joche, Paty, Ángeles y Ángel por compartir materias, tareas, conocimiento y amistad. A los cábulas Miguelón, Alejandro y Héctor porque sin ustedes hubiera sido más aburrido este camino. A mis amigos: Fabis por no cumplir tu ultimátum y seguir siendo mi amiga incondicionalmente. Golo, por ser un puerquito, por tu amistad y por alimentarme con tus deliciosos frijoles, insisto son la neta. Es un gusto dar la vuelta por el mundo con ustedes los fines de semana. César por esas noches de cafecito, por tus lecciones de gramática y porque sin tus chistes no sería lo mismo. A la Chikibanda por esos martes de café, por las pijamadas, por las cenas, por los colores de uñas, por sus consejos, por compartir el escenario en fin por toda su amistad que también ha hecho que llegue hasta aquí, las quiero mucho: Ariadna, Cinthia, Denisse, y claro tampoco podían faltar Pi (Griselda) y Pepe. A todos los Nadieshdos porque a pesar de la ausencia de montajes a través de los años somos como otra familia y nuestra amistad persiste. A la familia Sustaita Rodríguez, Sra. Estela Rodríguez por su apoyo, por las recetas de cocina, por los consejos, Alberto Sustaita y familia Concepción Espinosa, Héctor Espinosa y a Emiliano Sustaita por sus juegos, chistes y compañía. Gracias por hacerme parte de su familia. A la familia Guzmán Hernández, Don Eliseo, Laura, Guillermo y Pedro por apoyarnos y por integrarme a su familia, Arual por ser una gran amiga. A mis médicos de cabecera Víctor Guzmán y Carmelita Arriaga. A la familia Rivera Lomelí por abrirme las puertas de su casa, brindarme su amistad y considerarme parte de su familia. A toda la familiaChávez Olguín, Fernando (q.e.p.d), Manuel, David, Paco, Gela, Patricia y a sus respectivas familias, a mis primos y sobrinos pero especialmente a mis Chachitos por ser unos grandes pilares de la familia, por sus enseñanzas y cariño; y a Chelo por todo su apoyo y cariño. A la Familia Vaylón Briseño, Imelda, Cristina, Tere, Gerardo y Edgar y a mis primos, pero especialmente a mi abuelo Nicolás (q.e.p.d) por sus lecciones de vida y a mi abuela Lucita por estar al pendiente de todos. A Manuel por apoyarme siempre que lo necesito, por darme algunas clases de cómputo y por ayudarme con parte de la edición del video. A Daniela por ser parte de mi formación, gracias profesora y por ser una motivación para mi hermano. Amélie por tus sonrisas, por hacer el “monstruo” y ¿por qué no? por el arañazo en la cara. A Misha por todo su apoyo, amistad, por soportarme estos últimos días, por ayudarme con el video pero sobretodo porque siempre estás ahí para mí. A Philippe Exelmans por brindarme su apoyo incondicional, por los momentos de risa y por compartirme esos hermosos caminos, me encantan. A Chris y Sandra porque a pesar de la distancia han sido parte fundamental en mi desarrollo como persona. Gracias por ser mis carnales y amigos; y por supuesto a Natalie por darme tanto cariño y por los momentos de juego que contigo son interminables, gracias por hacerme reír. A mis papás Leticia y Miguel por darme todo su apoyo, amor y confianza. Por todas sus enseñanzas de vida que son parte de lo que soy hoy. Finalmente por aguantarme, porque después de tantos años ¡por fin llego la hora!, este logro es también de ustedes, los quiero. A la Trufa por su gran compañía, por su recibimientos y porque llego a hacer más feliz mi vida. A Víctor Hugo Sustaita Rodríguez por creer en mí, por hacer hasta lo imposible por motivarme, por apoyarme, por soportarme, por enseñarme a luchar, por las alegrías, bueno si sigo con la lista no terminaría de escribir tantas cosas que hay que agradecer. Simplemente porque juntos hemos ido construyendo esta vida juntos como familia. Te amo. “Xlitakatsukun chininí” (El Origen del Sol) Narrador Don Gustavo Campo Adaptación Víctor Hugo Sustaita Hace mucho tiempo, cuando el mundo ya estaba creado, todo se hallaba entre penumbras. Antes no había Sol, todo el tiempo estaba nublado, el mundo era gobernado por la Luna. Los hombres prendían lumbre para iluminarse ya que la tsasna (luz de luna) era escasa y no alumbraba bien. Al oriente había un lago con un espejo en el fondo, las mujeres se metían a bañar con la intención de sacar el espejo. Una vez una doncella se metió al lago, ella llevaba una jícara que tenía un palo, al ver a las otras mujeres que no podía sacar el espejo, la doncella tomo la jícara e intentó desde la orilla sacar el espejo, pero se resbalaba, por fin lo agarró y cuando ya casi lo tenía, el espejo resbalo y la doncella en un último esfuerzo lo sostuvo con la boca y se lo tragó. La doncella quedó preñada, sus padres no la querían y la trataron muy mal. Paso el tiempo y la doncella parió un niño, al cual los abuelos querían mucho. Al cumplir ocho años, el niño se daba cuenta del mal trato que su mamá recibía.- Mamá, cuando crezca, yo la voy a cuidar –. Cuando el niño cumplió 12 años, los hombres prendieron una fogata muy grande, entonces el niño se fue para la fogata, la luna estaba entretenida con las mujeres pero al ver al niño, ésta lo siguió. La Luna quería el poder del día, ya que el de la noche es de ella. El niño le propuso que se metiera a la lumbre a ver si aguantaba; así que niño y luna se metieron a la lumbre pero la luna no soportó el calor y se salió. Entonces el niño salió y se fue para el lago. Al día siguiente amaneció con los litatita chininí (rayos del sol) y así el niño se convirtió en Sol para cuidar a su mamá. CONTENIDO 1. Introducción ............................................................................................................ 1 1.1 Etnobotánica ....................................................................................................... 3 Etnobotánica en México ............................................................................... 4 1.2 Productos Forestales no Maderables .................................................................. 5 Fase prehispánica ......................................................................................... 5 Fase colonial................................................................................................. 5 Fase Industrial .............................................................................................. 6 Fase Moderna ............................................................................................... 6 Fase Posmoderna ........................................................................................ 7 Consideraciones de los PFNM ...................................................................... 8 1.3 Comercio Justo o Fair Trade ............................................................................. 12 1.4 Artesanía ........................................................................................................... 13 1.5 Hule y Vulcanización ......................................................................................... 14 2. Antecedentes ........................................................................................................ 17 2.1 Historia natural del Hule, Castilla elastica Cerv. ................................................ 17 2.2 Descripción de la especie Castilla elastica ........................................................ 18 2.3 Aprovechamiento del hule ................................................................................. 22 2.4 Producción y cultivo de hule en México ............................................................. 26 3. Área de estudio ..................................................................................................... 30 3.1 Ambiente abiótico .............................................................................................. 30 Hidrología .................................................................................................. 33 Clima ......................................................................................................... 33 Edafología ................................................................................................. 34 3.2 Ambiente biótico ................................................................................................ 34 Vegetación ................................................................................................. 34 Fauna ........................................................................................................ 35 3.3 Ambiente Cultural .............................................................................................. 36 Antecedentes prehispánicos “El Totonacapan” y origen de la palabra “Totonaco” ..... 36 Vías de acceso ................................................................................................ 38 Festividades .................................................................................................... 39 Artesanías ....................................................................................................... 39 4. Objetivos ............................................................................................................... 41 5. Métodos ................................................................................................................. 42 5.1 Trabajo de Herbario ...........................................................................................42 5.2 Introducción a la comunidad .............................................................................. 42 5.3 Selección de colaboradores y trabajo etnobotánico ........................................... 43 6. Resultados y Discusión ........................................................................................ 44 6.1 Revisión de ejemplares de herbario .................................................................. 44 6.2 Aprovechamiento del hule ................................................................................. 46 6.3 Descripción de artículos .................................................................................... 48 6.4 Conocimiento tradicional ................................................................................... 49 Extracción de hule ....................................................................................... 49 Elaboración de productos ............................................................................ 55 6.5 Costos y beneficios ........................................................................................... 66 7. Discusión general ................................................................................................. 68 8. Conclusiones ........................................................................................................ 71 9. Literatura citada .................................................................................................... 72 11. Apéndices............................................................................................................ 79 Apéndice 1 Calendario de Fiestas Tradicionales del Municipio de Zozocolco de Hidalgo, Veracruz .................................................................................................... 79 Apéndice 2 Información de los ejemplares del Herbario Nacional (MEXU) .............. 80 Apéndice 3 Información compilada en el Fondo Reservado ................................... 81 Libro: Importancia del cultivo del hule en el porvenir de la República, Matías Romero, 1898 ...................................................................................................... 81 Libro: De la goma elástica, Hule, y algunos de sus usos en las artes, V.M. Arreguín 1875 ...................................................................................................... 87 RESUMEN Este trabajo forma parte de la investigación etnobotánica realizada en la Sierra Norte de Puebla y municipios limítrofes de Hidalgo y Veracruz; y tiene un enfoque en Productos Forestales No Maderables (PFNM) los cuales incluyen todos los materiales de origen biológico, exceptuando la madera, extraídos de los bosques o de otros lugares. El objetivo de la presente tesis es describir el uso tradicional de Castilla elastica (hule); debido a que el látex de dicha especie es utilizado para la elaboración de “mangas” (impermeables) principalmente y otros artículos en Zozocolco de Guerrero, Veracruz. Así como también realizar una comparación de técnicas (“literaria”, “actual”) tanto del pique de hule como elaboración de mangas. El trabajo en campo se hizo en el 2008, realizándose dos salidas de quince días cada una, en los meses de julio y agosto. Se elaboraron entrevistas abiertas y semi-estructuradas con los pobladores dedicados a la extracción de hule y a la esta actividad. Se pudo describir y documentar el proceso de extracción de hule y elaboración de mangas; en los cuales se encontraron algunas diferencias con las técnicas reportadas en la literatura. Aunque de acuerdo con los mangueros y picadores el recurso ya es escaso se calculan cerca de 8000 árboles en producción pero se sugiere realizar estudios autoecológicos y demográficos para conocer la situación real de las poblaciones. Se cree que el manejo de Castilla elastica en Zozocolco de Guerrero es sostenible bajo las premisas biológicas y económicas, pero no socialmente. Económicamente los dueños de los árboles tienen ganancias desde $100-$500 por dejar que piquen los árboles. Los picadores en un jornal de seis horas aproximadamente tienen una ganancia de $500, al descontar los gastos tendrían una ganancia de un 50% ó 60%. Finalmente los mangueros trabajando tienen una ganancia neta mensual de $1,440, lo cual representa un ingreso mayor a lo que se paga por jornal. Socialmente el desinterés de los jóvenes por estos trabajos y la migración hacen vislumbrar que en un futuro no muy lejano esta tradición tenderá a desaparecer. Palabras clave: PFNM, etnobotánica, Castilla elastica, hule, mangas, Zozocolco de Guerrero. 1 1. Introducción El presente trabajo con enfoque en Productos Forestales No Maderables (PFNM) forma parte de la investigación etnobotánica que se realiza desde mediados de los 70´s en la Sierra Norte de Puebla y municipios limítrofes de Hidalgo y Veracruz. Los temas relacionados con la investigación, la cual inició el M. en C. Miguel Ángel Martínez, se han enfocado principalmente en: 1. Flora comestible 2. Sistemas agrícolas tradicionales 3. Flora medicinal 4. Percepción de la naturaleza 5. Flora como combustible 6. Productos Forestales No Maderables Tema Comunidad Autor/año Lucila Caballero 1984 Tuzamapan de Galeana y Yancuictlalpan, Pue. Flora comestible Rosario Villaseñor 1988 San Pablito y Xolotla, Pahuatlán, Pue. Flora comestible Genoveva Villalobos 1994 Zapotitlán de Méndez y Xochitlan de V. Suárez, Pue. Flora comestible Martínez et al. 2007 Sierra Norte de Puebla Flora comestible (frutales) Virginia Evangelista y Myrna Mendoza 1987 Coxquihui, Ver. Sistemas agrícolas tradicionales Francisco Basurto 1982 Yancuictlalpan y Cuauhtapanaloyan, Cuetzalán, Pue. Sistemas agrícolas tradicionales Antonio Cruz 1995 Jilotzingo, Zacatlán, Pue. Sistemas agrícolas tradicionales 2 Gustavo Morales y Guadalupe Toledo 1987 Coxquihui, Ver. Flora medicinal Edith López 1988 Mecapalapa, Pantepec, Pue. Flora medicinal Adriana Castro 1988 Pahuatlán, Pue. Flora medicinal Gustavo Morales y Guadalupe Toledo 1987 Coxquihui, Ver. Flora medicinal Alma Aparicio y Emar García 1995 Zozocolco de Hidalgo, Ver. Percepción de la naturaleza Enriqueta Martínez 1992 Zozocolco de Hidalgo, Ver. Combustible Alma Zurita 2004 Pahuatlan, Pue. PFNM Alfredo Martínez 2009 Tuzamapan, Pue. PFNM Tania Escobar (en prensa) Cuetzalan, Pue PFNM Fuente: Tomado y modificado de Martínez et al. 2001. Debido a que los PFNM no son sólo recursos naturales utilizados para cubrir las necesidades de subsistencia, ni meros recursos económicos comercializados entre diferentes tipos de actores sociales, sino que además dichos productos forman parte de la vida política, institucional y cultural de la gente involucrada en su recolección y consumo (Alexiades y Shanley, 2004); la etnobotánica ha servido de herramienta indispensable para el estudio de estos recursos. Para entender mejor esta relación PFNM y etnobotánica se revisaran algunas definiciones. 3 1.1 Etnobotánica La etnobotánica es el campo científico que estudia las interrelaciones que se establecen entre el hombre y las plantas, a través del tiempo y en diferentes ambientes. Los elementos de las interrelaciones hombre-planta están determinados por dos factores: a) el medio (las condiciones ecológicas) y b) por la cultura. Al estudiar dichos factores a través de la dimensión del tiempo, se puede apreciar, que estos cambian cuantitativamente y cualitativamente: el medio por los componentes de dicho ambiente y por la acción del hombre y la cultura por la acumulación, y a veces por la pérdida, del conocimiento humano. (Hernández-Xolocotzi,1983). Para Barrera (1983) la etnobotánica es el campo interdisciplinario que comprende el estudio e interpretación del conocimiento, significación cultural, manejo y usos, tradicionales, de los elementos de la flora. En pocas palabras, el principal objeto de la etnobotánica es el estudio de las sabidurías botánicas tradicionales. Desde otro enfoque, muy discutible desde varios puntos de vista, Schultes y Von Reis (1995) proponen que la etnobotánica es el estudio de la evaluación y manipulación humana de los materiales de las plantas, sus substancias, sus fenómenos, incluyendo conceptos relevantes en sociedades primitivas y analfabetas. La etnobotánica surgió principalmente de la observación directa de las formas en las cuales la gente utiliza las plantas, en la mayoría de los casos, consistiendo en la compilación de listas. Recientemente, estos estudios han adoptado una metodología más científica y cuantitativa y han abordado las formas en las cuales la gente maneja su entorno; han adquirido un enfoque más ecológico (Prance, 1995). Desde este punto de vista para Martin (1995) la etnobotánica es aquella parte de la etnoecología que se refiere a las plantas, definiendo la etnoecología como el estudio de las formas en que la gente se relaciona con todos los aspectos del medio natural. Para Martínez Alfaro (1994) el estudio etnobotánico es la llave para entrar a un mundo donde la diversidad biológica y cultural debe ser preservada. 4 La etnobotánica en México En algunos países la etnobotánica es vista con dos perfiles: a) es una materia que estudia los usos pasados, curiosos y raros de las plantas, y su utilidad radica en que esa antigua sabiduría es, o puede ser incorporada a las necesidades biológicas o culturales del mundo actual; b) la etnobotánica es una disciplina que advierte sobre el peligro del deterioro ambiental, y que permite apreciar cómo sociedades no complejas saben administrar mejor el manejo del ambiente, además de que tales grupos habitan regiones con alta biodiversidad, lo que puede sugerir un modelo de manejo ambiental al que muchos llaman sustentable; en esas regiones se pueden encontrar soluciones a demandas de tal o cual vegetal y son reservorios de recursos para la humanidad (Martínez,1994). En los países que son dependientes de las naciones hegemónicas la etnobotánica es vista en dos orientaciones: a) como disciplina redentora, que busca ir al rescate de lo que se va a extinguir; b) como un campo de aplicación para el buen manejo o la conservación de los recursos vegetales, dándole un lugar privilegiado al conocimiento popular que lo integre al que tiene el botánico, y buscando soluciones entre el investigador y el grupo investigado (Martínez, 1994). En México se realizan diferentes investigaciones enfocadas en tres líneas principalmente: a) plantas medicinales, con estudios desde los muy descriptivos que se limitan a listados florísticos hasta los de tipo comparativo, b) plantas comestibles, también se busca desde la descripción de los usos comestibles o un listado de plantas, hasta el conocimiento de la composición bromatológica de los alimentos vegetales y su incorporación a la dieta cotidiana de las comunidades estudiadas, c) estudios sobre percepción de la naturaleza y sistemas de clasificación popular o folk. Siendo los estudios sobre plantas medicinales los más abundantes (Martínez, 1994). 5 1.2 Productos Forestales No Maderables Los primeros en utilizar el término PFNM fueron De Beer y MacDermott (1989), para ellos “los PFNM incluyen todos aquellos materiales biológicos, excluida la madera, que son extraídos de los bosques naturales para el uso humano”. La Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO, por sus siglas en inglés) define a los PFNM como “los bienes de origen biológico, distintos de la madera, derivados de los bosques, de otras tierras boscosas y de los árboles fuera de los bosques” (FAO, 2008). Algunos ejemplos de PFNM incluyen frutos, nueces, semillas, aceites, especias, resinas, gomas y fibras (Marshall, 2006). Se pueden distinguir cinco fases o épocas en la historia de la explotación comercial de los recursos forestales en América Latina: pre-hispánica o pre- colombina, colonial, industrial, moderna y posmoderna (Alexiades y Shanley, 2004). Fase prehispánica: Se caracterizó por la presencia de extensas redes regionales de intercambio comercial, a través de las cuales circulaban bienes como herramientas de metal, sal y productos animales y vegetales. Muchas de las redes de intercambio en América desaparecieron tras la conquista europea y el siguiente colapso demográfico, social y político de las sociedades indígenas (Alexiades y Shanley, 2004). Fase colonial: La fase colonial de explotación de PFNM tuvo su apogeo entre los siglos XVI y XVIII, marcando un periodo de intercambio de plantas entre continentes de excepcional intensidad (Hobhouse, 1985). A partir de dichos intercambios, cultivos neotropicales como el chocolate, la papa, el maíz y muchos otros, se convierten en importantes cultivos en otras partes del mundo, a la vez que cultivos como el plátano, el café o la caña de azúcar se integran a la nueva economía colonial de América Latina. Muchos productos forestales neotropicales como la vainilla, la zarzaparrilla, la copaiba, la quina, la ipecacuana y el copal se convierten en mercancías claves dentro de una 6 economía global de expansión dando pie a los “booms”, ciclos de auge y colapso característicos en América Latina (Alexiades y Shanley, 2004). Fase Industrial: A finales del siglo XIX confluyen una serie de factores creando una demanda sin precedentes por algunos productos forestales. De un lado las innovaciones tecnológicas permiten la transformación industrial de los recursos naturales a una escala nunca antes vista. Por otro lado, la urbanización, la revolución en los medios de transporte (principalmente la máquina a vapor y la locomotora) y de comunicación (especialmente el telégrafo), conllevan a una verdadera explosión en el número y tamaño de las cadenas globales de mercancías, muchas de ellas a partir de productos forestales tropicales (Alexiades y Shanley, 2004). La revolución industrial en Europa del norte y subsecuentemente en los Estados Unidos creó una enorme demanda por recursos naturales, que en América Latina se tradujo en una serie de auges económicos vinculados a la extracción mineral y forestal, incluyendo el estaño, cobre, guano de aves, el caucho, el chicle, el marfil vegetal, el barbasco, la ipecacuana, el lináloe y la paja toquilla. Si bien algunos de estos productos se exportaban desde tiempos coloniales, otros como el caucho, ingresan al mercado global por primera vez en la era industrial. Gran parte de la riqueza generada por el extractivismo en este periodo fue captada por una elite con estrechos lazos económicos y políticos con los grandes poderes industriales (Alexiades y Shanley, 2004). Fase Moderna: A mediados del siglo XX, la innovación tecnológica contribuye a la desaparición de las cadenas de comercialización creadas algunas décadas antes por el mismo proceso de innovación tecnológica, marcando el comienzo del declive en la demanda internacional de muchos PFNM. A partir de la segunda guerra mundial los avances de la química inorgánica, y especialmente la petroquímica, permiten a los países industriales fabricar alternativas sintéticas a productos forestales como gomas, resinas, fibras y medicinas, disminuyendo así los costos de producción (Alexiades y Shanley, 2004). 7 Fase Posmoderna: La expansión de la economía global, la mejoría en comunicaciones aéreas, terrestres y marítimas, y, más recientemente, el proceso de liberación económica exponen, a partir de finales del siglo XX, a losproductos forestales latinoamericanos a una mayor competencia por sustitutos de otras áreas. Por ejemplo el vestigio de la industria del caucho en Brasil y Bolivia se colapsa tras las reformas neoliberales impuestas por el FMI entre los años 1980 y 1990, las cuales acaban con los subsidios y tarifas estatales diseñadas para proteger y estimular la industria nacional del caucho (Alexiades y Shanley, 2004). La fase neo-liberal contemporánea del capitalismo global ha desencadenado nuevas fuerzas sociales y económicas, y si bien estás han suprimido algunas cadenas de producción de PFNM, también han revitalizado otras. La expansión de la economía de servicios especialmente del turismo, y el crecimiento de nichos de mercado, así como la fascinación posmoderna de lo local y lo étnico, han igualmente abierto nuevos espacios para la comercialización de algunos productos forestales en América Latina, sobretodo artesanías (alebrijes, papel amate, sombreros de panamá, cuero vegetal), suplementos nutricionales (vitamina C de camu-camu) y plantas medicinales (carqueja, espinheira-santa, uña de gato), (Alexiades y Shanley, 2004). Algunos productos forestales antes asociados a zonas rurales o emigrantes urbanos de esas áreas se han convertido en las últimas décadas en parte del “chic” urbano. Así por ejemplo, el proceso de cubrir algodón u otras fibras con el látex de H. brasiliensis, originalmente usado por recolectores de caucho para impermeabilizar prendas y bolsas, es ahora utilizado en la elaboración de prendas por casas de moda en Río de Janeiro, Paris y Londres (Alexiades y Shanley, 2004). Hasta el año 2001 se contabilizaban en el mundo más de 4000 especies empleadas como PFNM en actividades de subsistencia y actividades culturales, varias habían alcanzado cadenas de comercialización (Iqbal 1993, SCDB 2001; en López, 2008), y cerca de 150 productos de importancia en términos de comercio internacional, tales como miel, goma arábiga, bambú, 8 corcho, nueces, hongos, resinas, aceites esenciales, medicamentos y principios activos entre otros (FAO, 2008). Consideraciones de los PFNM Diversos factores ecológicos determinan y a la vez son determinados por la oferta y demanda del producto forestal. La abundancia y distribución de las poblaciones del producto influyen directamente sobre la oferta, en la medida que determinan la cantidad de materia prima disponible (Alexiades y Shanley, 2004). Las características ecológicas de la especie tales como el hábito, edad de madurez reproductiva, productividad, densidad, capacidad de rebrote y la parte cosechada de la planta también determinan su capacidad de respuesta ante la cosecha o ante alteraciones del medio ambiente (Alexiades y Shanley, 2004). Por ejemplo en algunos lugares de extracción de la planta de candelilla [Euphorbia antisyphillitica (Engelm)], de la cual se obtiene cera para diferentes usos industriales, se ha observado una disminución en la densidad de plantas dado que se extrae con todo y raíz y es necesario esperar entre dos y cinco años para que esta se recupere y crezcan nuevos tallos (Canales et al., 2005). Por otro lado en estudios de caso realizados sobre sistemas de manejo de PFNM se identifica que la disminución en la disponibilidad de la especie en muchos de estos casos no se debe a la sobreexplotación del recurso, sino a la degradación del hábitat y al cambio en el uso de la tierra (Alexiades y Shanley, 2004). Por ejemplo en México a pesar de las múltiples ventajas de las plantaciones de café bajo sombra, la inestabilidad de los precios y los mercados de café están provocando cambios en el uso de suelo de la Sierra Norte de Puebla; donde la expansión ganadera y la sustitución de plantaciones de café bajo sombra por plantaciones de café bajo sol (con manejo más intensificado y que pueden generar mayores ganancias) amenazan con reducir la población de jonote [Trema micrantha (L.) Blume], utilizada en la elaboración de papel amate (López, 2004). Al aumentar la demanda de un producto se puede pensar que el beneficio inmediato o real sería para los productores o recolectores pero en general no es así pues se corre el riesgo de que se involucren actores 9 económicos y políticos fuertes capaces de luchar para controlar la producción. Por ejemplo cuando se notó por primera vez, durante el periodo posterior a la Segunda Guerra Mundial, que el ratán se estaba volviendo escaso (escasez = precios más altos) se implementaron esfuerzos para incluir al ratán dentro de sistemas de cultivo a escala comercial y silviculturales. A través del sudeste asiático se establecieron muchas pruebas y plantaciones, no obstante muchas de estas son propiedad de, y manejadas por, departamentos con soberanía forestal o compañías privadas. Por lo tanto, las ganancias obtenidas no encuentran el camino hacia las comunidades locales como lo harían si los individuos recolectaran directamente en sistemas agroforestales de su propiedad (Sunderland y Dransfield, 2004). Algunos aspectos ecológicos y antropogénicos han ocasionado en muchos casos la escasez de materia prima y como resultado los extractores viajan distancias cada vez mayores o hacia otros lugares para alcanzar nuevas poblaciones del recurso forestal. En algunos lugares esto ha sido la estrategia principal por varias décadas, lo cual ha ocasionado la extinción local de la especie (Alexiades y Shanley, 2004), por ejemplo en Perú una fuente indica que las poblaciones silvestres de la uña de gato [Uncaria guianensis (Aublet) Gmelin y Uncaria tomentosa (Willdenow ex Roemer y Schultes) DC.]; con aplicaciones medicinales y aprovechada recientemente para tratamientos experimentales en pacientes con cáncer; han sido casi erradicados de algunas partes de Huánuco y Tingo María debido a la sobre-explotación y ahora los recolectores están centrándose en otras áreas tales como Contamana y Rioja, en los departamentos de Loreto y San Martín, respectivamente (Alexiades, 2004). Por otro lado muchas comunidades del sudeste asiático y del África se han beneficiado económicamente a partir de la recolección de su recurso ratán, sin embargo, la escasez local causada por la recolección descontrolada está negando el acceso de muchos habitantes locales a este medio tradicional de ingresos, limitando el acceso al recurso sólo para sus propias necesidades de subsistencia (Sunderland y Dransfield, 2004). Las cadenas de producción a consumo de los PFNM involucran una cuantiosa y heterogénea gama de personas que frecuentemente ocupan 10 espacios geográficos sociales y económicos muy diferentes. Cuanto más larga es la cadena y más alto el grado de procesamiento, mayores suelen ser las diferencias entre aquellos que cosechan el recurso en el bosque y aquellos que producen o comercializan el producto final. El grado de inequidad dentro del sistema de producción a consumo se refleja, al menos parcialmente, en la diferencia del precio del producto en distintas partes de la cadena. (Alexiades y Shanley, 2004). Como ejemplo tenemos el caso de la cera de candelilla la cual inicia su comercialización en zonas rurales a un precio de 24 pesos el kilo, después el precio de exportación de la cera procesada varía entre 36 y 38 pesos por kilo. No se tiene información sobre los precios al mayoreo en el extranjero pero se cuenta con un registro del 2005 donde la venta al menudeo en Italia era de 100 gramos de cera por 52 pesos (Canales et al., 2005). Otro ejemplo es la resina de copal (Brusera bipinnata Engl), a principios de la década pasada el copal se pagaba a recolectores entre 60 y 150 pesos, en los mercados de los pueblos cercanos a la ciudad de Oaxaca se vende en cinco pesos los 20 gramos, es decir un intermediario gana alrededor de 250 pesos por kilo. En algunos sitios de internet ya se ofrece hastaen precios de 500 pesos por kilo (Purata y León, 2005). Como podemos ver si es mucha la diferencia en cuanto a los precios y esto ocurre con otros PFNM como la uña de gato por la cual los intermediarios pagan entre 0.5 y 1 dólar por kilogramo de corteza, ellos a su vez reciben alrededor de 1.5 dólares por kg de las compañías exportadoras, mientras que el precio del producto final procesado es alrededor de 6 dólares por kg. Los precios de reventa varían pero el 1999 en Estados Unidos, la corteza se vendió en alrededor de 50 dólares por kg, las cápsulas en alrededor de 200 dólares por kg, las tabletas concentradas en cerca de 500 dólares por kg y los extractos en aproximadamente 600 dólares por L. Si en la cadena de producción a consumo se evitaran los intermediarios esto podría favorecer a los productores porque obtendrían mejores ganancias, y a los bosques porque se preocuparían de cuidarlos y mantenerlos (Purata y León, 2005), por ejemplo si los candelilleros conocieran los usos, aplicaciones, valor y lugares dónde se comercializa la cera se podría garantizar su bienestar y la continuidad de esa importante actividad económica (Canales et al., 2005). 11 El chicle [Manilkara zapota (L.) P. Royen] también es un producto que permite revalorar la selva al ofrecer en la comercialización de esta goma natural una actividad lucrativa no maderable para la población rural, llegando a ser una actividad extractiva sustentable (Aldrete y Ramírez, 2005). El pueblo de Nuevo San Juan Parangaricutiro ha demostrado al mundo ser un modelo a seguir, en él se estableció desde 1983 una empresa forestal comunitaria la cual ha logrado un manejo cada vez más integral y sustentable de sus recursos forestales, y beneficios, como mayores ingresos y empleo para los miembros de su comunidad. Estas estrategias incluyen una moderna planta para destilar resina de pino (Pinus leiophylla Schltdl. et Cham.), una planta que produce madera aserrada, una fábrica de muebles con calidad de exportación, infraestructura para ofrecer servicios de ecoturismo, una planta embotelladora de agua de manantial, una empresa de asistencia técnica y apoyos para la producción de aguacate, durazno y actividades ganaderas, una tienda comunal y una empresa de servicios de televisión (Arias y Chávez, 2005). En México un problema para la explotación de muchos PFNM, es que no hay una definición y preocupación clara sobre la importancia y el potencial de éstos por parte del gobierno mexicano, quien hasta 2004 sólo reconocía como tales al café, el cacao y la canela (Martínez et al., 2004). En México se utilizan alrededor de 1,000 productos forestales no maderables, presentando la mayor producción de estos bienes en los ecosistemas de clima templado representando el 54% del total nacional. Estos productos ofrecen un potencial importante como fuente de ingresos y empleo y generan alimentos, medicinas y otros productos para el autoconsumo rural. Por su importancia económica destacan la resina de pino, los hongos comestibles y la nuez. La resina de pino aporta más de 50% del valor de la producción forestal no maderable en el ámbito nacional. En las zonas áridas se concentra 32% de la producción nacional de PFNM donde los principales productos en términos económicos debido a que tienen un mercado establecido y son fuente de abastecimiento de algunas pequeñas industrias son la candelilla, la lechuguilla, la yuca o palmilla, el orégano, la raíz de zacatón y los ixtles de palma, agaves y cactáceas (CONAFOR, 2001). 12 Sin embargo los problemas fundamentales respecto a su utilización son su aprovechamiento no sustentable, los mercados poco desarrollados, la falta de promoción, investigación, incentivos gubernamentales y la sobre regulación. No se tiene suficiente conocimiento sobre las técnicas de manejo, aprovechamiento, caracterización biológica, distribución y existencias de los PFNM y también falta la evaluación y monitoreo de los aprovechamientos (CONAFOR, 2001). En gran parte el comercio de los PFNM se hace de manera informal e irregular, lo que da lugar a la existencia de intermediarios quienes controlan la información sobre el mercado. Poca información llega hasta los que recolectan los PFNM, lo que ocasiona que se les paguen precios reducidos. La falta de organización de los productores para acceder al mercado y su incapacidad para fortalecer su posición frente a los intermediarios, limitan los beneficios para la población rural (CONAFOR, 2001). 1.3 Comercio Justo o Fair Trade Debido a la inequidad en las cadenas de producción a consumo es importante la necesidad de lograr un comercio justo, el cual es diferente al comercio convencional y se basa en la justicia social, calidad de producto y el cuidado de la naturaleza. Este tipo de comercio fomenta una vinculación directa y de largo plazo entre a) los pequeños productores, los cuales obtienen un ingreso digno y estable que impulsa sus propios procesos de desarrollo económico, social y cultural; y b) los consumidores quienes reciben un producto de calidad certificada, elaborado con respeto a la salud y cuidado a la naturaleza. Todo esto contribuye a la construcción de un modelo de desarrollo sustentable y solidario (Comercio Justo A. C.). El primer sello de comercio justo se creó en 1988 por iniciativa de los productores mexicanos de café (Boletines terminológicos y normativos, 2006). El comercio justo tiene las siguientes características: 13 a) Se compran los productos directamente del productor, reduciendo al mínimo el número de intermediarios. b) Precio justo de compra el cual está en función de los costes de las materias primas, de la producción y del tiempo y de la energía invertidos. Deben permitir al productor alcanzar un nivel de vida razonable. c) Los productores tienen derecho a un pre-financiamiento o al pago oportuno. d) Las relaciones comerciales son a largo plazo. (Comercio Justo México A.C y Asociación Europea de Comercio Justo, 2012) Una vez dadas las definiciones de los PFNM podemos decir que el látex (hule) de Castilla elastica es entonces uno de éstos. Este PFNM sirve como materia prima para la elaboración de “mangas” (impermeables). Este trabajo es considerado como artesanal (Enciclopedia de los Municipios de México, 2005) por tal motivo en el siguiente apartado se reseñan brevemente algunos conceptos y definiciones de artesanías. 1.4 Artesanía En los mercados de nuestro país se expende una gran cantidad de artefactos manufacturados con materias primas locales y el auxilio de algunas herramientas simples pero con técnicas manuales complejas. Los productores llegan a los mercados para ofrecer sus mercancías directamente a los consumidores inmediatos, en otras ocasiones lo hacen a través de intermediarios, ocasionalmente los productores van de casa en casa ofreciendo su mercancía (Hernández-Díaz y Zafra, 2005). Aún cuando un gran número de tales artefactos, que son de uso cotidiano entre la población local, se siguen produciendo de manera artesanal, una parte de dicha producción dejó de destinarse al consumo regional para convertirse en artesanía de uso ornamental y para un consumidor ajeno al entorno inmediato. La producción artesanal también incluye elementos de carácter étnico, en la creación de estos productos están involucradas las concepciones de los artesanos, que dependen de varias circunstancias y pueden tener o no relevancia estética, lo que depende mucho del fin con el que se hacen. De igual 14 manera las artesanías tienen un valor simbólico para quienes las consumen, en tanto que son representaciones de los grupos que los elaboran (Hernández- Díaz y Zafra, 2005). Considerando que la cultura es una red de significados que le dan sentido a las acciones que desempeñamos, es posible afirmar quecuando un artesano está ofreciendo sus productos en el mercado, de hecho está intercambiando productos de su cultura (Hernández-Díaz y Zafra, 2005). A los objetos que hoy reconocemos como parte de la producción artesanal se les ha dado a lo largo del tiempo un uso utilitario, ornamental, ceremonial o una combinación de ellos. Así, los objetos artesanales pueden ser clasificados por el tipo de uso al que están destinados como la joyería; un segundo grupo lo constituyen los artefactos que han sufrido una transformación, pasando del uso cotidiano a tomar un carácter ornamental, como son los sarapes o tapetes. En tercera categoría se pueden incluir a los objetos artesanales que se han mantenido como utilitarios, como es el caso de los petates de palma, que tienen diversos usos asociados a la producción agrícola (secado de semillas, envoltura de flores, recipientes de la cosecha), o bien son útiles como tálamos de las familias con escasos recursos (Hernández- Díaz y Zafra, 2005). Dentro de estas categorías la producción artesanal de “mangas” se encuentra en la categoría utilitaria donde su consumo se reduce a lo regional. 1.5 Hule y Vulcanización Debido a que usado en su estado natural el hule presenta problemas de estabilidad y elasticidad, haciéndose quebradizo conforme se va desecando, para que el látex llamado hule pueda ser utilizado es necesario que pase por un proceso, al que hoy llamamos de vulcanización. Por lo tanto a continuación se hace referencia a este proceso tan importante en la elaboración de mangas. La introducción del caucho en los mercados occidentales despertó un interés que se prolongó durante un siglo. El látex no sólo servía para borrar los trazos del lápiz, sino también y sobre todo para impermeabilizar la ropa, el calzado, las maletas, entre otras cosas (Romera, 2004). 15 Desde 1830 el interés por el caucho comenzó a cambiar. El látex se volvía viscoso en verano y duro y desmenuzable en invierno. Se trató de conferirle cierta estabilidad embadurnándolo con una solución de caucho y trementina, pero sin resultados. En 1832 el alemán Ludersdorff y el americano Hayward, cada uno de modo independiente, hallaron que el azufre reducía la tendencia del látex a volverse viscoso; sin embargo, el caucho sulfurizado aun carecía de la deseada estabilidad, que se pretendía fuera similar a la del cuero (Romera, 2004). En 1830, Charles Goodyear, un pequeño industrial americano, se interesó por la búsqueda de un procedimiento ideal y durante un tiempo al tratar el caucho con agua fuerte o ácido nítrico, consiguió un endurecimiento superficial pero provisional. En 1836 obtuvo un contrato del gobierno americano para la fabricación de bolsas postales, y poco después se dio cuenta de que con el calor elevado el látex tratado con agua fuerte recuperaba su deplorable tendencia a volverse viscoso. En enero de 1839, accidentalmente volcó un recipiente en el que había mezclado látex, azufre y, a título experimental, blanco de cerusa (carbonato básico de plomo, ((CO3) 2(OH)2 Pb3) en un sartén caliente. Cuando la mezcla se enfrió Goodyear se dio cuenta de que había adquirido la estabilidad esperada sin perder la elasticidad. Lo que hizo fue polimerizar el látex con azufre y blanco de cerusa por la acción del calor, a este proceso se le llamó más tarde vulcanización (Romera, 2004). Si bien la actualidad el moderno proceso de vulcanización ha solucionado los problemas de elasticidad y estabilidad pero hay evidencia que desde hace más de tres mil quinientos años, los olmecas utilizaron un procedimiento similar para crear pelotas de hule de uso ceremonial, para el juego de pelota y otros utensilios (INAH, 2008). En 1989 un grupo de arqueólogos del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) encontró doce pelotas de hule en el cerro del Manatí, ubicado al sur del estado de Veracruz sobre la cuenca del río Coatzacoalcos, las pelotas estaban en perfecto estado de conservación pese al paso de los años lo que los llevó a pensar que eran resultado de algún proceso similar al de la 16 vulcanización que las hizo resistentes al tiempo y las condiciones atmosféricas en las que se encontraban. Después de varios años de investigación y estudios en los que participaron especialistas estadounidenses de la Universidad de Cambridge, se estableció que para la creación de las pelotas, los Olmecas mezclaron látex del árbol del hule (Castilla elastica) con una especie de enredadera con flores llamada Ipomoea alba (convolvulácea presente en las regiones tropicales de México) la cual contiene látex con sulfuros, es decir, azufre (INAH, 2008). Las reacciones químicas que produce la mezcla del látex de las dos especies permite la vulcanización, fenómeno que consiste básicamente en que los átomos de azufre se entrelazan a las cadenas poliméricas de isopropenos del hule, convirtiendo el látex en un material duro y resistente, mejorando así su uso y durabilidad (INAH, 2008). Para recolectar el hule “ulli” los pueblos prehispánicos realizaban una incisión en el árbol de Castilla elastica para obtener de ahí la savia, que en su estado natural es un líquido lechoso y pegajoso, el cual al secarse es muy frágil y no logra retener las formas. Este líquido era recabado en vasijas que colocaban al pie del tronco del árbol, por otro lado recolectaban la enredadera (Ipomoea alba), esta era triturada hasta obtener un líquido, cuando ya se tenía un cantidad suficiente éste era vertido en un recipiente, donde previamente había sido vaciado el látex, después de mezclar y remover el látex aproximadamente quince minutos, el látex se solidificaba y se formaba una masa blanca que era sacada del recipiente para poderse manejar, entonces comenzaban a moldear las pelotas y otros utensilios como bandas elásticas y figurillas de hule. Los Olmecas no sólo utilizaban el látex como materia prima para hacer pelotas y otros objetos, sino que también lo ofrecían en sus ceremonias rituales en forma líquida, además servía de uso cotidiano para la impermeabilización de telas y utensilios (INAH, 2008). A diferencia del proceso descubierto por Charles Goodyear, en el que se necesita de grandes cantidades de fuego para poder realizar la homologación del azufre con el látex, el proceso utilizado por los olmecas no es contaminante porque no desprende partículas tóxicas (INAH, 2008). 17 2. Antecedentes 2.1 Historia natural del Hule, Castilla elastica Cerv. La especie Castilla elastica tiene importancia ecológica porque es una especie secundaria y es un árbol pionero propio de los claros de bosques húmedos. Es una especie con potencial para reforestación productiva en zonas degradadas de la selva (CONABIO). En la región de estudio esta especie se utiliza para la fabricación de mangas de hule (impermeables). El árbol del hule, Castilla elastica pertenece a la familia Moraceae, misma que se caracteriza por incluir árboles, arbustos, o hierbas, a menudo epífitos o hemiepífitos, los árboles en ocasiones presentan contrafuertes. Tienen savia viscosa por lo general lechosa, color marrón, negro o simplemente turbio, tallos a veces huecos. Hojas alternas, por lo general basifijas, láminas usualmente simples y con la venación pinnada, enteras o aserradas; estípulas presentes, usualmente conspicuas y envainado a la yema, dejando una cicatriz que rodea el tallo. Flores unisexuales, actinomorfas, en cimas, amentos espatáceos, o receptáculos huecos; perianto obsoleto, tubular o (2) 4(5) lobado, estambres libres 1,2, ó 4 (numerosos en Castilla); anteras 2- locular versátiles, longitudinalmente dehiscentes, 1 ovario superior o inferior, 1 locular, 1 ó 2 carpelado; por lo general 2 estigmas; 1 óvulo, anátropos y péndulos desde cerca del ápice del lóculo o campilótropos. Frutos diversos, básicamente drupaso aquenios; sincarpios carnosos en el género Castilla (Croat, 1978) Los miembros de esta familia son fácilmente distinguidos por la presencia del látex, por las estípulas pareadas formando a menudo un capuchón en la yema y dejando una cicatriz cilíndrica, y por sus flores unisexuales, las pistiladas a menudo reportando solo dos estilos. Muchas especies de Moráceas son polinizadas por insectos, en el caso de Castilla posiblemente también tiene polinización anemófila. Las semillas de todas las especies de Moraceae son dispersadas por animales particularmente por frugívoros arbóreos. (Croat, 1978). 18 La familia tiene distribución mundial principalmente en zonas tropicales o subtropicales con pocas especies en zonas templadas y se reportan de 53-73 géneros y de 1000-1500 especies. (Croat, 1978) 2.2 Descripción de la especie Castilla elastica Para realizar la descripción de Castilla elastica tomaremos el discurso que pronunció el catedrático Don Vicente Cervantes, en el Real Jardín Botánico de México el 2 de junio de 1794. “Este árbol es uno de los más elevados y frondosos que crecen en las costas calientes de Nueva España. A primera vista se parece mucho al árbol de la anona que vulgarmente se llaman cabezas de negro. El tronco es de tres o cuatro varas de grueso, y muy derecho, tiene la corteza lisa, blanda y gruesa, de tres a cuatro líneas, de color ceniciento y sabor amargo nauseabundo, como la leche que arroja por donde quiera que se parte. Produce las ramas alternas horizontales, rollizas, flexibles, y pobladas en su remate de pelos rígidos: las hojas se hayan alternas, de pie y medio de largas, y de siete pulgadas de ancho, tienen una grande escotadura en la base, y las más veces terminan en una punta aguda, son vellosas en ambas caras y enterísimas, aunque parecen a primera vista dentadas, especialmente las más tiernas, en cuyos márgenes se reúne el vello en pequeños flecos o hacecillos a iguales distancias: por la parte superior están rayadas oblicuamente, siguiendo la dirección de las venas mayores, y éstas ramificadas en redecilla, y sostenidas de pezones gruesos, rollizos y de poco más de media pulgada de largo.- Las estípulas se observan a uno y otro lado de los pezones más tiernos, y son oblongas, angostándose gradualmente desde la mitad hasta la punta, su consistencia es membranosa, y frecuentemente se marchitan, caen antes que la hoja haya llegado a su total incremento.-Las flores nacen en las axilas o encuentros de las hojas; las femeninas, solitarias y sentadas, y las masculinas con un piececillo muy corto, de dos en dos, rara vez tres juntas alternando con las femeninas en la parte inferior de los ramos; pero en las puntas son todas masculinas; y entonces por lo común se hayan solitarias.-Los cálices están apiñados con escamitas de color de paja y membranosas, su figura es hemisférica, aunque al tiempo de la fecundación suelen prolongarse, aun hendirse los masculinos echando fuera los estambres, y los femeninos dilatarse a proporción que los frutos crecen: el pequeño piececito que sostienen las flores masculinas, y que apenas excede el largo de dos líneas está apiñado con escamitas menudas, lo mismo que los cálices.-Los filamentos son blandos aunque los exteriores gradualmente más largos y parece que se alargan al tiempo de la fecundación, apenas superan las últimas escamas del cáliz: las antenas o borlillas son redondas y de color amarillo bajo.-Los frutos son 19 unas drupas aovadas con tres ángulos los pocos manifiestos, poco más gruesos que un garbanzo, prendidas por su base al cáliz ensanchado, y por los lados pegadas unas a otras en número de quince a veinte, de color naranjado cuando están maduras, insípidas y mucilaginosas.” Basándose en la descripción de Cervantes, Pennington y Sarukhán (1998) realizaron la siguiente descripción de la especie Castilla elastica. Forma. Árbol monopódico de hasta 25 m y d.a.p. de hasta 60 cm con el tronco derecho, con las ramas muy separadas entre sí, horizontales y ligeramente en forma de S, copa abierta y piramidal. Muy frecuentemente el tronco presenta cicatrices diagonales de cortes hechos para la extracción del látex que el árbol produce (Figura1). Corteza. Externa lisa a ligeramente fisurada, con abundantes lenticelas protuberantes dispuestas en líneas longitudinales, pardo grisácea a moreno grisácea. Interna de color crema muy claro a crema amarillento, fibrosa, con un exudado blanco cremoso sumamente abundante, amargo. Grosor total de la corteza de 9 a 18 mm. Madera. Albura de color crema muy claro a crema pardusco, con abundantes vasos muy grandes, bandas de parénquima confluente y aliforme y rayos conspicuos. Ramas jóvenes. Muy gruesas con cicatrices de estípulas y hojas caídas, densamente híspidas, pardo amarillentas a pardo verdosas, con lenticelas pequeñas, redondas y pálidas en las partes más viejas. Hojas. Yemas agudas, de 2 a 6 cm de largo, cubiertas por una gran estípula verde a verde amarillenta, densamente híspida. Una gran estípula de hasta 6 cm de largo, lanceolada, densamente híspida, caediza. Hojas alternas, Figura 1. Árbol de hule, Castilla elastica. Foto: L. Vaylón 2008. Figura 2. Hojas de Castilla elastica. Foto: L. Vaylón. 20 simples: láminas de 20 X 10 a 45 X 20 cm, oblongas, con el margen ondulado, ápice agudo u obtuso, cortamente acuminado, base cordada a veces un poco asimétrica; verde oscuras y opacas e híspidas en el haz, verde amarillentas con abundantes pelos sedosos en el envés; nervadura prominente y amarillenta en el envés; pecíolos de 4 a 25 mm de largo, densamente híspidos, pulvinados. Los árboles de esta especie pierden sus hojas entre enero y mayo, excepto en las zonas muy húmedas (Figura 2). Flores. Especie monoica. Flores masculinas en receptáculos cóncavos en las axilas de hojas caídas, de 1.5cm de diámetro sobre pedicelos bracteolados de 1cm de largo, pubescentes; cada receptáculo está rodeado por numerosas bracteolas ovadas, verde amarillentas y densamente pubescentes, y contiene numerosos estambres de 4 a 5 mm de largo, de color crema. Flores femeninas en un receptáculo semicóncavo de 15 mm de ancho, sésiles, rodeadas por numerosas brácteas ovadas, verde amarillento, pubescentes; flores consistentes en perianto grueso y tubular terminado en 4 lóbulos pubescentes y un ovario seminífero que contiene un óvulo; estilo corto y grueso, glabro, terminado en dos lóbulos estigmáticos, exertos y recorvados, de color crema. Florece de marzo a junio (Figura 3). Frutos. Drupas agregadas, de 4 a 5 cm de diámetro, cada fruto cónico, con 4 ángulos, rodeado del perianto persistente y acrescente, de color anaranjado o bermellón; fruto cartilaginoso, que contiene una o dos semillas de 8 a 10 mm de largo, rodeadas de una testa morena. Maduran de julio a octubre (Figura 4). Figura 3. Flores de Castilla elastica. Foto: R. Aguilar 2004. Figura 4. Frutos de Castilla elastica. Foto: O. Vargas 2001. 21 Ecología y distribución. Se encuentra en la vertiente del Golfo desde el norte de Puebla y Veracruz y al sur de Tamaulipas y San Luis Potosí hasta el norte de la península de Yucatán, y en la vertiente del Pacífico desde Nayarit hasta Chiapas (Figura 5). Es una especie muy frecuente en selvas altas subperennifolias y medianas subperennifolias en sitios perturbados, en suelos de origen volcánico, calizo y metamórfico. Su área de distribución y su misma abundancia están ampliamente influidas por la protección del hombre. En algunas áreas se pueden ver áreas cultivadas de esta especie. Su amplitud altitudinal va del nivel del mar hasta los 600 o 700 m. Su extensión va desde México hasta Nicaragua, en Centroamérica. Ha sido introducido a Cuba, La Española, Puerto Rico, Santo Tomás, Trinidad y Tobago (CONABIO). Enla Sierra Norte de Puebla Martínez y colaboradores (2001) reportan su presencia en los municipios de Cuetzalán del Progreso, Pantepec, Coxquihui, Francisco Z. Mena, Zozocolco de Hidalgo. Figura 5. Distribución de Castilla elastica. (Tomado y modificado de INEGI, 2005) 22 2.3 Aprovechamiento del hule Usos. Su uso principal y tradicional ha sido el de la extracción del látex para la fabricación de “holli” o hule de los nahuas. Este hule no puede competir con el que se extrae de Hevea brasiliensis y se usa localmente para la fabricación de prendas impermeables. Nombres Comunes de Castilla elastica: Hule, árbol del hule (nombres más usados en toda su área de distribución, provenientes del náhuatl ulcuahuitl); tarantacua (tarasco, Mich.); ma-thi-ña, thi-ñag (chinanteco, Oax.); pem (huasteco, S.L.P.); k´ük-ché (maya, Yuc.); lacú (chontal, Oax.); tiniag, niasé (chinanteco, Oax.); olacahuite (Ver.); quiik-ché (Yuc); tsacat (totonaco, Ver.); yaga-latzi (zapoteco, Oax); yaxha (Yuc). Los usos del hule a través del tiempo han sido diversos pero antes de nombrarlos describiremos el proceso de extracción registrado en el discurso pronunciado en el Jardín Botánico de México el 2 de junio de 1794 por el catedrático Don Vicente Cervantes. “En las jurisdicciones de la antigua Veracruz Cosamaloapan, Acayucan y otras partes del reino los que se emplean en este trabajo acostumbran hacer alrededor del tronco algunas incisiones espirales de una pulgada de ancho y otra de profundidad, principiando en la parte inferior del tronco más próximo a la tierra, y terminando en la altura que alcanza con el machete. En el extremo de la incisión, al pie del tronco, forman un hoyo en la tierra que recibe la resina líquida, la cual empieza a fluir poco después de hecha la incisión. Cuando se ha recogido toda la cantidad que puede dar de sí el árbol, lo sacan del hoyo con unas jícaras y lo pasan a los corambres o botas de cuero que tienen para este efecto, o más bien se sirven de las que suelen hacer de bramante crudo encerado con el mismo hule, sin otra costura que la que forma la unión de la resina en los lados y extremos del lienzo, la cual es mucho más segura, pronta y económica que la que pudiera ejecutarse con el hilo más torcido y fuerte.” El Dr. Hernández, citado por Vicente Cervantes, aprendió de los indígenas las virtudes del jugo, corteza y hojas del hule. Se toma el jugo de la goma elástica para tratar las disenterías y diarreas. Mezclado con el zumo de yoloxochitl (Magnolia grandiflora) y untado en la vulva y el ano, provoca la orina 23 y menstruos, limpia el útero y cura la esterilidad. La goma quemada destruye las nubes de los ojos, y sorbido el polvo como tabaco hace estornudar, hace que fluyan las mucosas por la nariz, cura la hemicrina, y calma otros dolores de cabeza. De las hojas secas puestas en bocado o cebo oyó decir que mataban a los leones y otros animales. Cervantes comenta que hay un consumo considerado de la resina líquida de la Castilla, pero que su uso está limitado a cubrir algunas telas que destinan después para hacer mangas, capas, sobre-sombreros, botas, zapatos y otras piezas impenetrables al agua. “Las telas son de seda, lino o algodón, las de éste último son las que sirven mejor a este propósito porque admiten con facilidad la resina y la retienen por más tiempo. Para preparar las telas se colocan en un bastidor o telar puesto a los rayos del sol, dejándolas muy estiradas, al modo que lo ejecutan los bordadores: en esta disposición vierten sobre la tela cierta cantidad de resina, y se procura extender prontamente por toda la superficie con una tablilla larga, angosta y delgada que sirve para este efecto. Dada esta primera capa, se deja secar al sol por dos o tres horas, al fin de las cuales se repite la segunda y después las demás hasta el número diez, sin valerse en estas últimas de la tablilla para extenderla, bastando el que se ejecute con la mano. Entre una y otra capa se lava la superficie barnizada con agua de jabón, frotándola fuertemente con la mano para limpiarla de las impuridades que lleva consigo la resina, y dejarla ya tersa y brillante. En las dos últimas capas se le da a la resina el color que se quiere. Los que se usan más frecuentemente son el negro de la tinta de sombreros y el almagre, aunque algunas veces se acostumbra mezclar el azarcón, bermellón y añil: para esto se deslíen los colores en agua, y después de colada, se incorpora con la resina al tiempo de derramarla sobre la tela. A las piezas de algodón o lino se dan comúnmente ocho manos o capas y a la de seda diez, extendiendo y pegando sobre la última la otra tela, para que el barniz quede encubierto entre las dos.” A partir de estas técnicas tradicionales se realizaron, dentro del proyecto de “Piel Vegetal” de DIPROCAFE, algunos prototipos experimentales (Figura 6) de prendas de vestir, algunos calzados, cinturones, bolsos, carteras entre otros productos, adaptados a las necesidades contemporáneas (Cuellar, 2007a). Esta estrategia pretendía reforzar y reactualizar la valoración de esta especie, Castilla elastica, nativa de la región de Zozocolco (Cuellar, 2007b) pero el proyecto ya no tuvo continuidad debido a que los prototipos presentaban un fuerte olor, característico del hule, que los hacía no viables para la venta. Los encargados del proyecto recomendaron que se realizaran estudios demográficos, ecológicos de historias de vida, y ver si el olor se podía eliminar 24 o disminuir con mejoramiento agronómico o molecular y que de esta manera los productos pudieran tener oportunidad en el mercado. En 1973 Bruce escribió un artículo en el cual hace referencia a figuras antropomorfas en las ceremonias de los Lacandones de Chiapas, dichas figuras son quemadas en los incensarios o braseros de barro durante las ceremonias y se emplean sólo en las de mayor importancia. Estas figuras están hechas de hule y existen dos tipos: el tipo más grande (de 5 y 20cm) que se llaman “hule con su ropa puesta” y son todas masculinas. El segundo tipo son de menor tamaño (entre 5 y 8cm de alto) es estilizado con agregados detalles a una forma entre triangular y ovoide y se llaman “hule tulis”, pueden ser hombre o mujer. Las figuras se hacen con admirable apego anatómico, incluso con genitales y pequeños puntos que representan el vello en todo el cuerpo. Después son recubiertas con una larga tira de hule que representa el taparrabos y enseguida con la delgada capa de hule que es a manera de cotón. Bruce dice que los Lacandones todavía cultivan el hule nativo, cuando van a hacer figuras el látex se colecta en pequeñas jícaras y se acumula en un recipiente que puede taparse herméticamente para retardar la coagulación natural. El látex debe ser coagulado en el templo y en el momento en que han de elaborarse las figuras sobre hojas frescas de plátano. Antes se ha extraído Figura 6. Prototipos del proyecto “Piel Vegetal”. Fuente: Municipio Zozocolco de Hidalgo. 25 el jugo del camotillo, haces de este bejuco se machacan hasta que cierta cantidad de su jugo puede exprimirse en un recipiente abierto. La única función ceremonial de estas figuras es acrecentar la importancia y solemnidad de la ofrenda a los dioses. Al quemarse se cree que se vuelven personas al servicio de los dioses. Se sabe también que en ofrendas antiguas de hule se empleaban figuras de animales. Esta práctica de hacer figuras antropomorfas de hule también puede comprobarse entre los mayas yucatecos con las encontradas en el cenote de Chichén Itzá. Matías Romero en 1872 realizó un estudio muy completo sobre la importancia del cultivo de hule en el porvenir de la República, en este trabajo describe cómo se extrae el hule, su importancia como materia prima, resalta la preocupación porhacer plantíos de hule debido a que conforme la demanda aumente, la producción disminuirá. Sugiere cómo puede hacerse el cultivo de éste árbol para lo cual toma en cuenta los siguientes puntos: tiempo que necesita el árbol para dar hule, la cantidad de hule que rinde cada árbol, manera de extraer el hule sin destruir el árbol, costo probable de un plantío de hule, datos estadísticos sobre la importación y exportación de hule. Finalmente recalca la importancia de hacer plantíos de hule ya que desde su punto de vista “es el negocio más seguro y lucrativo” y en la medida que se propague el cultivo de hule en México se habrá abierto una fuente de riqueza inagotable que transformará la suerte de los distritos huleros. Al respecto, y aunque no se refiere al hule Castilla elastica, Arreguin en 1875 describe algunos de los usos que tenía el hule Hevea brasiliensis (Willd. ex A.Juss.); por ejemplo se aplicaba en tiras a los guantes, calzones, gorros, chalecos y pantalones, para remplazar los carreones. Guantes para obreros que manejaban sustancias corrosivas sin correr ningún peligro. Preparado con magnesia se usaba para fabricar peines, mangos de cuchillos y varios adornos. Se aprovechaba en la medicina en tejidos para medias, suspensorios, bandas para reducir o contener las varices, heridas o tumores e incluso como medicina el hule simple en píldoras para la tisis pulmonar aunque según la opinión de algunos no era muy seguro el remedio. En la parte textil se uso al principio para hacer hilo y posteriormente en Viena por primera vez se hicieron los tejidos de http://www.ipni.org/ipni/idPlantNameSearch.do?id=349913-1&back_page=%2Fipni%2FeditSimplePlantNameSearch.do%3Ffind_wholeName%3Dhevea%2Bbrasiliensis%26output_format%3Dnormal http://www.ipni.org/ipni/idPlantNameSearch.do?id=349913-1&back_page=%2Fipni%2FeditSimplePlantNameSearch.do%3Ffind_wholeName%3Dhevea%2Bbrasiliensis%26output_format%3Dnormal 26 goma elástica los cuales se introdujeron a Francia para ser perfeccionados. Su papel en la encuadernación también fue importante porque daba a los libros gran solidez que abiertos permanecían en ese estado y cerrados se quedaban bien asentados. El hule líquido se uso para los dibujos, para impermeabilizar los lienzos, para charolar y hacer impermeable el cuero, hacer círculos de ruedas para los coches y resortes de puertas. También podían suplirse muy bien los resortes en los muebles empleando tiras de hule vulcanizado en lugar de lona y otras telas. En el mismo libro de Arreguin se mencionan diversas aplicaciones tales como tubos de hule para laboratorios de química, pelotas, goma para borrar los trazos del lápiz, resortes, tejidos impermeables; con el hule endurecido se hacían diferentes objetos de lujo como son collares, cadenas, jeringas. Los zapatos de hule se usaron por primera vez en Europa pero fueron llevados de América del sur donde los hacían los indígenas, formaban hormas de barro y sobre ellas extendían el hule recientemente sacado del árbol, secada la primera capa, ponían otra, y así sucesivamente hasta darles el grosor deseado, luego quebraban la horma y los zapatos estaban hechos. Eran de forma y aspecto desagradable, los imitaron en Europa pero pronto perdían su elasticidad hasta que Goodyear indicó el método de hacerlos tales y como se usan hoy (Arreguin, 1875). 2.4 Producción y cultivo de hule en México En México existen dos especies de hule, una nativa Castilla elastica y otra introducida Hevea brasiliensis siendo ésta última para la que se reportan mayores datos en tanto que la información sobre producción de Castilla es prácticamente inexistente. Aproximadamente dos terceras partes de hule a nivel mundial se destinan a la producción de llantas para vehículos de todo tipo, sin embargo, existen además alrededor de 45,000 artículos que se elaboran de hule destacando las partes automotrices, ligas, guantes, mangueras, zapatos juguetes, pisos y una gran variedad de productos elásticos, adhesivos, aislantes, antiderrapantes e impermeabilizantes (Plan Rector del Sistema Producto Hule, Veracruz 2005). 27 Esta demanda es abastecida por el hule natural brasileño, Hevea brasiliensis (Willd. ex A. Juss.) Müll.Arg], el cual hasta finales del siglo XIX sólo era proveído por Brasil pero actualmente existen plantaciones en Indonesia, Tailandia, Malasia, Vietnam, Filipinas, Myanmar, Camboya, China, India, Sri Lanka, Guatemala y México. En nuestro país el consumo estimado en 2005 fue alrededor de 100 mil toneladas (Plan Rector del Sistema Producto Hule, Veracruz 2005). El cultivo de Hevea en nuestro país se remonta a 1882, cuando compañías inglesas y holandesas establecieron las primeras plantaciones en los municipios de Tezonapa, en Veracruz; Tuxtepec, Ojitlán y Santa María Chimalapa, en Oaxaca; y en Hacienda Zanjón Seco, en Chiapas. El material vegetativo y tecnología procedieron del exterior. De la misma manera en el periodo de 1895 a 1910 se establecieron otras plantaciones en esta ocasión el material vegetativo se introdujo de Indonesia y Brasil. En ambos casos las plantaciones fueron abandonadas a causa de la revolución y algunas se tumbaron para sembrar maíz. En pleno auge de la Segunda Guerra Mundial 1941, Estados Unidos introdujo a México clones desarrollados en Indonesia, Malasia y Filipinas; debido a que nuestro país presentaba condiciones edafoclimáticas favorables para el desarrollo del cultivo y por estar en el mismo continente. A partir de ahí se promocionó y se crearon programas de apoyo en las regiones tropicales del país para implementar este cultivo como alternativo, posteriormente se creó el Fideicomiso del Hule en 1978 el cual fue fundado para la investigación, el financiamiento del cultivo, la industrialización y comercialización del hule natural; en 1993 se creó el Consejo Mexicano del Hule con el objetivo de fomentar, concretar y coordinar las acciones para el desarrollo de un Plan Nacional de Hule el cual es insertado en 1996 dentro del marco de Alianza por el Campo, en 2003 el cultivo de hule se consideró como cultivo de prioridad nacional (Plan Rector del Sistema Nacional Hule, Tabasco, 2005). La zona productora de hule, Hevea brasiliensis, en nuestro país se ubica en el centro y sur de Veracruz, oeste de Tabasco, noreste de Oaxaca y 28 Chiapas (en Soconusco), y sur de Chiapas (en la selva Lacandona) (Figura 7). El Plan Rector del Sistema Nacional de Hule reporta que la superficie nacional de hule hasta el 2005 era de 27,905 ha; cabe mencionar que en la base de datos de SIAP (Sistema de Información Agropecuaria y pesquera) esta cifra es diferente (Ver cuadro1); distribuidas en los estados antes mencionados; aunque Veracruz es la entidad donde se ubica el 52% de la superficie establecida en el país, se estima que en la región menos de la mitad de las plantaciones se mantienen en producción. Unas por abandono otras por falta de trabajadores, que han emigrado a EUA, y capital de trabajo. En el cuadro 1 podemos ver detalles de la producción de este hule (Plan Rector del Sistema Producto Hule, Veracruz 2005). Figura 7. Ubicación de las plantaciones de Hule Hevea en México (Tomado de Plan Rector Sistema Nacional de Hule, Tabasco 2005) Cuadro 1. Producción Agrícola, Hule Hevea Cultivo Sup. Sembrada (Ha) Sup. Cosechada (Ha) Producción (Ton) Rendimiento (Ton/Ha) PMR* ($/Ton) Valor Producción (Miles de Pesos) Hule Hevea 19,674.45 15,077.83 31,793.70 2.11 6,031.02 191,748.56 Producción Agrícola. Ciclo: Cíclicos y Perennes 2009. Modalidad: Riego+ Temporal (Tomado de SIAP- Servicio de Información Agroalimentaria y Pesquera SAGARPA 2012). *PMR precio medio rural. Existen dos sistemas de “picar” el árbol: a) Sistema tradicional, en este se pica o raspa cada tercer día aplicando fungicida
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