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FFAACCUULLTTAADD DDEE OODDOONNTTOOLLOOGGÍÍAA MANEJO EN LAS ALTERACIONES DEL NERVIO ALVEOLAR INFERIOR EN CIRUGÍA DE TERCER MOLAR. T E S I N A QUE PARA OBTENER EL TÍTULO DE C I R U J A N A D E N T I S T A P R E S E N T A: ERIKA FERNANDA PIERDANT GRANDE TUTOR: Esp. JACOBO RIVERA COELLO Cd. Mx. 2018 UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO UNAM – Dirección General de Bibliotecas Tesis Digitales Restricciones de uso DERECHOS RESERVADOS © PROHIBIDA SU REPRODUCCIÓN TOTAL O PARCIAL Todo el material contenido en esta tesis esta protegido por la Ley Federal del Derecho de Autor (LFDA) de los Estados Unidos Mexicanos (México). El uso de imágenes, fragmentos de videos, y demás material que sea objeto de protección de los derechos de autor, será exclusivamente para fines educativos e informativos y deberá citar la fuente donde la obtuvo mencionando el autor o autores. Cualquier uso distinto como el lucro, reproducción, edición o modificación, será perseguido y sancionado por el respectivo titular de los Derechos de Autor. Agradezco a mi madre Angélica Miriam Grande Muñoz, por cada palabra de aliento, por cada vez que no me permitió rendirme, por todos los momentos en que ha estado conmigo, por permitirme decidir ser quién soy, por aguantarme en los malos ratos, por confiar en mí siempre y apoyarme en cada uno de los pasos que me condujeron hasta el día más importante en mi vida, hasta ahora. Gracias mamá, porque sin ti definitivamente no estaría aquí, eres la mejor mamá que puede existir. Agradezco a mi padre Javier Pierdant Cuevas por poner todo su esfuerzo, sus ganas y sueños en mi persona y la de mis hermanos, por creer en mi cuando a veces ni yo misma lo hice, por haber confiado ciegamente en mí dejando a un lado sus dudas y miedos, por su paciencia, por su tiempo en cada una de las clínicas que aprendimos juntos, por nunca dejarme caer, por los regaños que al final sólo han sido experiencias que me formaron para ser la profesional que estoy a punto de ser. Gracias papá, porque nadie como tú para el premio al mejor paciente y papá del mundo. Gracias a ambos, por absolutamente todo, mi mayor objetivo en la vida es nunca defraudarlos y hacerlos sentir orgullosos. No veo la hora en que pueda devolver tan sólo un poco de todo lo que me han dado, el comienzo está por llegar. ¡Lo logramos!, por fin ¡lo logramos! Los amo infinitamente. Gracias a mi hermana Daniela, por siempre demostrarme el verdadero significado de ser la hermana mayor, por ser la mejor maestra privada, la mejor médico, por todas las desveladas juntas haciendo tarea y estudiando, por ser mi más grande apoyo profesionalmente hablando, por ser mi motivación y mi más grande inspiración, sin duda un día quiero ser como tú hermana, eres la mejor, gracias infinitas por todos tus conocimientos, ayuda y apoyo, ¡lo mejor está por venir! A mi hermano Eduardo, gracias por tu tiempo y la paciencia cada que acudiste conmigo a salvar el año. Sabes que cuentas conmigo y que pase lo que pase siempre estaré para apoyarte. Gracias a las personas especiales que me han acompañado durante el camino: Roberto, gracias amor por este tiempo juntos; por escucharme y tranquilizarme, por amarme, cuidarme y estar conmigo, te amo mucho mucho. Emilio Athael gracias amigo por absolutamente todos los momentos que hemos vivido juntos, agradezco a la vida haberte conocido y me siento muy feliz por ser tan amigos a pesar de todos, tú sabes bien cuánto te quiero y cuán orgullosa me siento de ser tu amiga, sé que desde el día 1 contamos el uno con el otro y así será, somos un gran equipo, ¡te quiero con todo mi corazón! Rubén, gracias amigo por todas las aventuras, los consejos, las risas, los ratos tristes, por ser mi amigo sin importar nada, te quiero muchísimo. Jessica B., gracias amiga por empezar y terminar juntas sin importar la distancia, te quiero mucho. Jessica Y., gracias por cada plática, consejo, ayuda y por tu muy sincera y bonita amistad, te admiro y quiero. Sarahí gracias amiga por todo tu apoyo y complicidad en cada momento. Kari, Zaira, Moni, Eli gracias amigas, porque su llegada fue una luz impresionante y no sé cómo habría sido ese momento sin su presencia, las quiero mucho y espero sea el inicio de una gran amistad. Mónica, Antonio y Amanda, mis mejores amigos por más de 12 años, ¡los adoro! Deseo compartir con ustedes muchos años más de eterna amistad. Gracias a la UNAM por permitirme formar parte de sus filas desde hace 9 años y formarme como persona y profesional, para nunca dejar de sentir, ver, hacer y ser por mi nación y así llevar su nombre a muchos lugares. Especialmente, gracias a la Facultad de Odontología por todas las enseñanzas, experiencias buenas y malas, por ayudarme a entender que cada tropiezo es simplemente un aprendizaje y que no importa lo que los demás digan, crean, opinen o hagan mientras cada uno tenga lo suficientemente claro quién es, de dónde viene, qué quiere y hacia dónde se dirige, solito el camino se va trazando. La perseverancia es la clave del éxito. Ser Cirujana Dentista es, como lo he dicho siempre, la mejor decisión de mi vida y lo que toda mi vida soñé con llegar a ser. Gracias a todos los maestros que, con sus ganas, empeño y vocación por la Odontología y la docencia, me compartieron sus conocimientos; principalmente, gracias a los doctores que forman parte del Seminario de titulación de Cirugía Bucal, por tantas enseñanzas en tan poco tiempo, me hubiera encantado que fuera mucho más tiempo, realmente es grato y me siento afortunada de haber aprendido de personas tan preparadas. Particularmente, gracias al Esp. Jacobo Rivera Coello por el tiempo que dedicó a la preparación de este trabajo y por el aprendizaje en cada clase. Por último, pero no menos importante, gracias a los pacientes que acuden a la facultad y ponen en nuestras manos su salud y su confianza, por su paciencia y colaboración en cada uno de los tratamientos, sin duda a ustedes les debemos gran parte de nuestra preparación. ¡Por mi raza hablará el espíritu! Índice INTRODUCCIÓN ............................................................................................ 7 OBJETIVOS ................................................................................................... 8 1. ASPECTOS ANATÓMICOS……………………………………………………9 1.1 Anatomía de tercer molar inferior .......................................................... 9 1.1.1 Generalidades ................................................................................. 9 1.1.2 Alteraciones en la erupción ........................................................... 10 1.1.3 Variaciones anatómicas del tercer molar inferior .......................... 11 1.1.4 Clasificación de los terceros molares ............................................ 12 1.1.5 Indicaciones para la extracción de terceros molares ................... 14 1.1.6 Contraindicaciones para la extracción de terceros molares .......... 15 1.2 Anatomía del nervio trigémino ............................................................ 16 1.2.1 Generalidades del nervio trigémino .............................................. 16 1.2.2 Ramas del nervio trigémino .......................................................... 17 1.2.3 Rama mandibular (V3) .................................................................. 18 1.2.4 Nervio alveolar inferior ................................................................. 19 1.2.5 Relación del tercer molar con el conducto alveolar inferior ........... 22 2. ALTERACIONES DEL NERVIO ALVEOLAR INFERIOR…………………25 2.1. Mecanismos de lesión........................................................................ 25 2.1.1 Clasificación de Seddon ................................................................25 2.1.1.1 Neuropraxia ............................................................................ 26 2.1.1.2 Axonotmesis ........................................................................... 26 2.1.1.3 Neurotmesis ............................................................................ 26 2.1.2 Clasificación de Sunderland .......................................................... 27 2.2 Manifestaciones neuropáticas ............................................................. 30 2.2.1 Hipoestesia ................................................................................... 30 2.2.2 Hiperestesia .................................................................................. 30 2.2.3 Parestesia ..................................................................................... 31 2.2.4 Sinestesia ..................................................................................... 31 2.2.5 Disestesia ..................................................................................... 31 2.2.6 Anestesia ...................................................................................... 32 2.3 Etiología de las lesiones nerviosas traumáticas……….…………….....32 2.3.1 Lesiones de tipo mecánico ............................................................ 33 2.3.2 Lesiones de tipo químico-mecánico .............................................. 33 2.4. Patogenia de las lesiones por extracción de tercer molar inferior ...... 34 2.4.1 Nervio alveolar inferior .................................................................. 37 2.5 Factores de riesgo .............................................................................. 38 2.5.1 Posición del tercer molar ............................................................... 39 2.5.2 Proximidad con nervio alveolar inferior ......................................... 40 2.5.3 Experiencia del operador .............................................................. 42 2.5.4 Técnica de anestesia .................................................................... 42 2.5.5 Técnica quirúrgica ......................................................................... 43 2.5.6 Campo operatorio ......................................................................... 43 2.5.7 Factores radiográficos ................................................................... 44 2.6 Aspecto clínico de las alteraciones ..................................................... 44 2.6.1 Signos y síntomas ......................................................................... 44 2.7 Diagnóstico de las alteraciones .......................................................... 45 2.7.1 Anamnesis……………………………………………………….……..45 2.7.2 Exploración física .......................................................................... 47 2.7.3 Pruebas diagnósticas .................................................................... 47 2.7.3.1 Pruebas nociceptivas .............................................................. 47 2.7.3.2 Pruebas mecanoreceptivas .................................................... 48 2.7.3.3 Prueba cuantitativa sensorial .................................................. 49 2.7.3.4 Prueba farmacológica ............................................................. 52 3. MANEJO EN LAS ALTERACIONES DEL NERVIO ALVEOLAR INFERIOR…………………………………………………………………………..54 3.1 Tratamientos ....................................................................................... 54 3.1.1 Tratamientos no quirúrgicos .......................................................... 54 3.1.1.1 Tratamientos farmacológicos .................................................. 55 3.1.1.1.1 Complejos vitamínicos B1, B6, B12 .................................. 55 3.1.1.1.2 Antiinflamatorios no esteroideos ....................................... 57 3.1.1.1.3 Corticoesteroides .............................................................. 58 3.1.1.1.4 Antidepresivos ................................................................... 59 3.1.1.1.5 Anticonvulsivantes ............................................................ 59 3.1.1.1.6 Simpaticolíticos ................................................................. 59 3.1.1.2 Tratamientos no farmacológicos ............................................. 60 3.1.1.2.1 Acupuntura…………………………………………………….60 3.1.1.2.2 Crioterapia......................................................................... 60 3.1.1.2.3 Láser terapéutico……………………………………………...61 3.1.2 Tratamientos quirúrgicos ............................................................... 62 3.1.2.1 Descompresión nerviosa de cuerpos extraños ....................... 65 3.1.2.2 Neurolisis interna .................................................................... 65 3.1.2.3 Resección del neuroma .......................................................... 65 3.1.2.4 Neurorrafia......…………………..…………………………………65 3.2 Pronóstico .......................................................................................... 65 3.3 Prevención ......................................................................................... 66 3.3.1 Técnicas radiológicas para identificar conducto dentario inferior..66 3.3.1.1 Radiografía dentoalveolar ...................................................... 67 3.3.1.2 Radiografía oclusal ................................................................ 68 3.3.1.3 Ortopantomografía ................................................................. 68 3.3.1.4 Tomografía computarizada .................................................... 70 3.3.1.5 Tomografía computarizada cone beam .................................. 70 3.3.2 Signos radiográficos predictores del riesgo de lesión nerviosa .... 72 3.3.3 Técnica anestésica adecuada ...................................................... 73 3.3.4 Dominio de la técnica quirúrgica .................................................. 76 CONCLUSIONES ......................................................................................... 78 REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS ............................................................ 79 7 INTRODUCCIÓN En la actualidad, uno de los procedimientos más comunes en Cirugía Bucal es la extracción de terceros molares inferiores. Dentro de las indicaciones más frecuentes se encuentran la caries, pericoronaritis, tratamientos ortodóncicos, la prevención de dolor por su erupción, formación de quistes y tumores o algún otro tratamiento que requiera su remoción. La remoción quirúrgica del tercer molar requiere de amplio conocimiento de la anatomía regional y un diagnóstico clínico e imagenológico minucioso con el fin de evitar complicaciones y daños a estructuras adyacentes, ya que existe un riesgo latente de que ocurra un daño neurosensorial en cualquiera de las fases de la cirugía. Entre las posibles complicaciones, una de las más comunes es la lesión al nervio alveolar inferior, que se presenta por diversos factores que involucran inexperiencia del cirujano, falla en la técnica quirúrgica, lesiones mecánicas, químicas o combinadas, por tanto, su etiología es variable. Para un adecuado manejo en las alteraciones del nervio alveolar inferior, es necesario realizar un correcto interrogatorio y las distintas pruebas sensoriales que determinarán el tipo de lesión y su grado de severidad. Una vezque se conozca el daño al nervio, se decidirá el tratamiento a seguir de acuerdo al diagnóstico obtenido. Existen diferentes alternativas para recuperar la homeostasis de la zona afectada con una alta tasa de recuperación total y parcial. Sin embargo, el pronóstico depende directamente de la gravedad de la lesión provocada y la atención rápida y adecuada. Para evitar este tipo de complicaciones es necesario conocer y ejecutar las técnicas correctas establecidas, que nos ayudarán a predecir e identificar las diferentes causas de una lesión al nervio alveolar inferior. 8 OBJETIVOS Identificar las diversas alteraciones nerviosas que se pueden presentar durante y posterior a la cirugía de tercer molar inferior. Tratar adecuadamente cada una de las lesiones posibles de acuerdo a las características de la alteración y el entorno del paciente. Restablecer la calidad de vida del paciente en la medida de lo posible. Prevenir estas alteraciones con un estricto apego a las normas y técnicas establecidas. 9 1. ASPECTOS ANATÓMICOS 1.1 Anatomía del tercer molar inferior 1.1.1 Generalidades El tercer molar inferior, también conocido como “muela del juicio” o “cordal” por la edad en que erupciona1, es el diente que presenta más variedades en cuanto a forma, tamaño, disposición y anomalías. Se localiza en la región posterior de la cavidad oral, entre el segundo molar inferior y el borde anterior de la rama ascendente mandibular, que se extiende medialmente hasta el piso de boca y lateralmente hasta el vestíbulo oral.2 Y por otro lado, entre las dos corticales óseas, donde la externa es espesa y muy compacta, desviándose a la cortical interna para así implantarse hacia lingual, si lo logra. Por lo general, el diente termina por enderezarse a los 18 años pero al no resultar así, podrían generarse impactaciones y anomalías de posición.3 Dentro de los límites anatómicos del tercer molar inferior encontramos por delante al segundo molar, quien limita su enderezamiento; por detrás el espacio retromolar que produce la inclusión del cordal inferior; por debajo se relaciona estrechamente con el paquete vasculonervioso contenido en el conducto dentario inferior; y por arriba se encuentra la mucosa laxa y extensible, que algunas veces no se retrae con la erupción y puede llegar a provocar una infección.4 Fig. 1 Fig. 1 Límites anatómicos del tercer molar mandibular.3 10 Embriológicamente, los terceros molares nacen de un mismo cordón epitelial, y es hasta el final del cuarto mes de vida intrauterina que brotan los gérmenes de los terceros molares inferiores en los bordes distales de la lámina dentaria.5 Su calcificación inicia entre los 8 y 10 años de edad, la corona culmina su calcificación entre los 15 y 16 años, por último, a los 22 años aproximadamente, termina su formación. En cuanto a promedios, su edad media de erupción es entre los 17 y 21 años; su edad media de calcificación entre los 18 y 21 años; la media de erupción en los hombres es de 19.9 años y de las mujeres 20.4 años. Se considera normal un retraso de aproximadamente dos años en la erupción.3 La erupción de los cordales puede continuar su evolución favorable o desfavorable, hasta los 25 años o poco más.1 1.1.2 Alteraciones en la erupción La mandíbula al desarrollarse hacia atrás, acentúa la oblicuidad del tercer molar inferior en formación, arrastrando las partes del diente que aún no se han calcificado. Para situarse en su posición normal, debe efectuar una curva de enderezamiento (de Capdepont) cóncava, hacia atrás y hacia arriba. Al ser el último diente en erupcionar, su espacio destinado suele ser muy limitado y fácilmente podría quedar impactado, sufrir desplazamientos o erupcionar parcialmente. Existen términos que describen este tipo de alteraciones eruptivas y que generalmente son empleados erróneamente como sinónimos. La impactación ocurre cuando la erupción de un diente es detenida y éste es desplazado dentro de su alveolo, como consecuencia de un bloqueo por barrera física (dientes, tejido blando, hueso) o traumatismo. La retención se denomina así cuando el tiempo normal de erupción de un diente ya concluyó, pero no erupcionó. Finalmente, se dice que un diente está incluido o no erupcionado, cuando se encuentra dentro del hueso o tejidos blandos pero su etapa eruptiva no ha llegado o terminado.3, 1 11 1.1.3 Variaciones anatómicas del tercer molar inferior La anatomía de los terceros molares ha sido descrita como impredecible, presentando mayor variación que ninguna otra pieza dentaria de la cavidad oral.6 Los terceros molares pueden tener rasgos en común con los primeros o segundo molares, sin embargo, se caracterizan por ser más pequeños, en condiciones normales. La corona de los terceros molares habitualmente es de contornos más gruesos. Su superficie oclusal suele ser más rugosa, debido a los numerosos surcos y rebordes complementarios que los conforman.7 La corona del tercer molar puede ser tri, tetra o multicuspídea y poseer lóbulos, tubérculos o cúspides adicionales.3 No obstante, respecto a número, forma, tamaño, disposición y anomalía de las raíces, ningún otro molar cuenta con características similares al tercer molar inferior. Por lo general, las raíces del cordal inferior pueden asemejarse a un cono de base superior que coincide con el cuello dentario. Dentro de este cono, existe una gran diversidad en la forma de las raíces (fig. 2).3 Fig. 2 Formas de raíces de terceros molares inferiores. Por lo general, se trata de dientes birradiculares. La raíz mesial puede ser bífida y está aplastada en sentido mesiodistal; es más ancha en su porción vestibular que en la lingual. Por su parte la raíz distal cuenta con 12 características parecidas, aunque su dimensión mesiodistal es menor que la de la raíz mesial. Pero también, frecuentemente, podemos encontrar ambas raíces unidas o fusionadas formando una única raíz cónica. En otros casos, puede haber tres, cuatro y hasta cinco raíces e incluso, raíces supernumerarias, dilaceradas, con enanismo y gigantismo.3 De acuerdo con un estudio chileno basado en una muestra de 55 casos de terceros molares extraídos, se analizaron y midieron parámetros anatómicos con la finalidad de conocer las variantes en la morfometría de los terceros molares. En relación a la longitud total del tercer molar inferior, los autores describen un rango entre 17-18 mm; la longitud coronaria es cercana a los 7 mm y la radicular a los 11 mm; el diámetro mesiodistal es de 10 mm y el vestibulopalatino de 9.5 mm. Con respecto a las variantes en las raíces predomina la forma unirradicular. Además, es más frecuente encontrar anomalías de forma como dilaceraciones en molares inferiores que en los superiores.6 1.1.4 Clasificación de los terceros molares Es un auxiliar de la posible localización y posición de los cordales. Pell y Gregory basan su clasificación en la relación de la corona del cordal respecto al segundo molar y a la rama ascendente de la mandíbula y con la profundidad del tercer molar en el hueso (fig. 3).3 De acuerdo a la corona del tercer molar respecto al segundo molar y a la rama ascendente de la mandíbula se clasifica como: Clase I: Espacio suficiente entre cúspide distal del segundo molar y rama ascendente de la mandíbula para la corona del tercer molar. 13 Clase II: El espacio entre cúspide distal del segundo molar y rama ascendente mandibular es menor que el diámetro de la corona del tercer molar. Clase III: Todo o casi todo el tercer molar está dentro de la rama mandibular. En cuanto a la profundidad del tercer molar en el hueso, encontramos: Posición A: El punto más alto del diente incluido está a nivel oclusal del segundo molar. Posición B: El puntomás alto del diente se encuentra por debajo del nivel oclusal del segundo molar pero no rebasa la línea cervical. Posición C: El punto más alto del diente está al nivel o debajo de la línea cervical del segundo molar. Fig. 3 Clasificación de Pell y Gregory. Winter aportó una clasificación que describe la angulación entre el eje longitudinal del tercer molar y el del segundo molar1,3 (fig. 4)3, donde encontramos: 14 Mesioangular: eje longitudinal inclinado hacia línea media. Distoangular: el eje longitudinal se inclina hacia distal. Vertical: eje mayor del tercer molar es paralelo al del segundo molar. Horizontal: eje mayor de tercer molar es perpendicular al del segundo. Transverso: eje longitudinal hacia vestibular y sus raíces hacia lingual. Invertido: eje longitudinal perpendicular al borde basal de la mandíbula. Fig. 4 Clasificación de Winter. 1.1.5 Indicaciones para la extracción de terceros molares a) Pericoronaritis: inflamación aguda o crónica que se desarrolla a partir de la acumulación de restos alimenticios y proliferación de bacterias en el espacio pericoronal. b) Caries: generalmente se originan en la cara distal del segundo molar, se relacionan con el tercer molar en posición mesioangular. Existe riesgo de daño a dientes adyacentes. c) Dolor: se atribuye a pericoronaritis, caries o presión sobre los dientes adyacentes. d) Quistes foliculares y tumores: comúnmente asociados a dientes incluidos; ameloblastomas y odontomas. e) Reabsorción radicular de dientes adyacentes: pérdida ósea alrededor del segundo molar por inflamaciones crónicas o quistes. 15 f) Edad: entre los 18-21 años se puede definir la posición del tercer molar, indicado en casos de caries, ausencia de antagonista, gingivitis, resorción radicular y prevención de pericoronaritis de repetición o lesión en periodonto. g) Indicaciones protésicas: en ocasiones suelen interferir en la colocación o ajuste de prótesis, ulceración gingival o infección. h) Indicaciones ortodóncicas: se cree son causa de apiñamiento dental anterior, por lo tanto, se indica su extracción previa a tratamiento de ortodoncia. i) Indicaciones periodóncicas: por lo general, en el caso de los semierupcionados, existe formación de surcos periodontales de hasta 15 mm de profundidad causando proceso infeccioso agudo, crónico y pérdida de hueso. j) Fracturas mandibulares: si se ubica un tercer molar en la línea de una fractura se procede a su extracción antes de la reducción y fijación de la fractura.1 1.1.6 Contraindicaciones para la extracción de terceros molares a) Ante un espacio adecuado para su erupción b) Si tiene una posición funcional en la arcada dentaria c) Riesgo de lesión de estructuras adyacentes (paquete neurovascular, dientes vecinos) d) Edades extremas de la misma e) Enfermedades que aumenten riego quirúrgico f) Tercer molar profundamente impactado sin evidencia patológica, completamente cubierto de tejido blando y/o hueso, por posible riesgo de pérdida de soporte periodontal para segundo molar. g) Estrecha relación con nervio dentario inferior o mandíbula trófica h) Ante indicación por ortodoncia, los terceros molares no previenen, limitan, ni curan el apiñamiento de los incisivos inferiores. 16 1.2. Anatomía del nervio trigémino 1.2.1 Generalidades del nervio trigémino Es el nervio de mayor grosor entre los doce pares craneales, también llamado quinto par (V par). Su nombre proviene del latín trigeminus, que significa “trillizos” y deriva del hecho de poseer tres grandes ramas o nervios principales: oftálmica, maxilar y mandibular. Su origen embriológico resulta del primer arco branquial.8 Es un nervio mixto, pues tiene un núcleo motor y otro sensitivo. Emerge de la cara lateral del puente por una gran raíz sensitiva y una pequeña raíz motora. Es el principal nervio sensitivo de la cabeza (cara, dientes, boca, fosas nasales y duramadre craneal) y el principal motor de la cara (músculos de la masticación y otros más pequeños). Se compone de un ganglio, conocido como Ganglio de Gasser, que es aplanado con forma semilunar y se encuentra alojado en un receptáculo de la fosa craneal media conocido como cavidad de Meckel, reposando encima de la cara superoanterior del peñasco del hueso temporal, por fuera del seno cavernoso (fig. 5).3, 9 Fig. 5 Nervio Trigémino: ramas y ramas terminales. 17 1.2.2 Ramas del nervio trigémino Las prolongaciones periféricas de las neuronas del ganglio trigeminal forman las tres divisiones del quinto par craneal: nervio oftálmico (V1), nervio maxilar (V2) y nervio mandibular (V3). Reciben los nombres de sus principales áreas de terminación: el ojo, los maxilares y la mandíbula respectivamente. Las ramas V1 y V2 son exclusivamente sensitivas, mientras que la rama mandibular tiene componente sensitivo principalmente, pero también recibe las fibras motoras que inervan sobre todo los músculos masticadores.9 1) Rama Oftálmica (V1): sale del cráneo por la hendidura esfenoidal y se divide en tres ramas terminales: frontal, nasociliar y lagrimal; las cuales penetran en la órbita por la hendidura esfenoidal.8 Se encargan de trasmitir el tacto, el dolor, la temperatura y la información propioceptiva de la córnea y conjuntiva, la frente, etmoides y senos frontales.9 2) Rama Maxilar (V2): sale del borde convexo del ganglio de Gasser, se sitúa en la pared lateral del seno cavernoso. Abandona el cráneo por el agujero redondo mayor el canal suborbitario y el conducto suborbitario; cuando llega al agujero suborbitario se divide en cinco ramas terminales: dentario posterior, dentario anterior, esfenopalatino, palatino mayor, palatino menor.8 Lleva información sensitiva de los maxilares y la piel circundante del paladar, incisivos centrales, laterales, caninos y premolares superiores, de la cavidad nasal, la nasofaringe y las meninges de la fosa craneal anterior y media, piel y mucosa oral de labio superior. Ramo exclusivamente sensitivo. 9 3) Rama Mandibular (V3): abandona el cráneo por el agujero oval y llega a la cara externa de la apófisis pterigoides (fosa cigomática), que está ocupada por los músculos pterigoideos interno y externo. El nervio transcurre entre ellos y da finalmente varias ramas: lingual, alveolar 18 inferior, auriculotemporal y bucal.8Inerva la piel del trago y hélix de la oreja, dos tercios posteriores de región temporal, piel de la membrana timpánica, piel y mucosa oral de mejilla, porción anterior del buccinador, encía bucal adyacente a segundo y tercer molar, piel de mentón y la mucosa oral de labio inferior.9 Fig. 6 Fig. 6 Ramas del Nervio Trigémino3. 1.2.3 Rama mandibular (V3) Esta rama está formada por fibras que provienen de la raíz sensitiva del ganglio de Gasser y fibras que se originan en la raíz motora delgada que se incorporan a éste. Sale del cráneo atravesando el agujero oval, llega a la fosa infratemporal donde se relaciona con las arterias meníngeas media y menor (ramas de la arteria maxilar interna) y con el ganglio ótico de Arnold.3 Se localiza entre el músculo periestafilino externo y el pterigoideo externo. A este nivel el nervio mandibular emite dos ramas: el nervio meníngeo recurrente y el nervio pterigoideo interno. Después de un breve trayecto de 2- 3 mm por la fosa infratemporal, se subdivide en dos troncos, uno anterior y predominantemente motor, otro posterior y eminentemente sensitivo.3. 10 El tronco anterior tiene una única rama sensitiva, el nervio bucal y otras ramas motoras: el nervio masetero y los nervios temporales profundos. Inervan a los músculos temporal, masetero y pterigoideo externo. 19 El tronco posterior es sensitivo y se divide en cuatro ramas.11 Una primera, el nervioauriculotemporal que es un tronco común para los músculos periestafilino externo (tensor del velo del paladar), el pterigoideo interno y el músculo del martillo (tensor de la membrana del tímpano). La segunda es el nervio dentario inferior, la tercera el nervio lingual y la cuarta el nervio bucal (fig. 7).9 De todos ellos, sin duda alguna, los más importantes son el nervio alveolar inferior, sus terminales y el nervio lingual.11 Fig. 7 Inervación de la zona mandibular. 1.2.4 Nervio alveolar inferior Es también conocido como nervio dentario inferior o nervio alveolodentario inferior. El nervio alveolar inferior (NAI), es el ramo más grande del tronco posterior de la rama mandibular del nervio trigémino.3 Antes de hacerse intramandibular, tiene un trayecto hacia abajo y hacia delante, transcurriendo entre la aponeurosis interpterigoidea, medial al músculo pterigoideo interno, la cara interna de la rama ascendente y por fuera del músculo pterigoideo externo. Justo antes de penetrar en el agujero mandibular, emite una colateral que es el nervio milohioideo. Después, éste 20 último se introduce en el interior de la mandíbula a través de un orificio, que es el origen de un canal o estuche óseo, el canal dentario inferior o canal mandibular.12 Es también llamado conducto dentario inferior, conducto mandibular o conducto alveolar inferior (CAI).11 Discurre por el cuerpo mandibular formando una curva de concavidad anterosuperior, finalizando su trayecto en el agujero mentoniano y es acompañado por la arteria alveolar (fig. 8).11 Fig. 8 Recorrido del nervio alveolar inferior. Algunos estudios concluyen que el canal dentario inferior tiene morfología ovoidea, siendo de menor diámetro al avanzar por el cuerpo mandibular; su diámetro oscila entre los 2 y los 4 mm, siendo de 3.25 mm de media al alcanzar la zona de los terceros molares inferiores y entre 2.3 y 2.6 mm en su recorrido distal.13, 14 El foramen mandibular se encuentra situado, según Oliver, en la prolongación del reborde alveolar y para Mekel coincide con el punto medio de una línea trazada desde el trago al ángulo antero-inferior del masetero. Este orificio se encuentra limitado hacia delante por un saliente triangular agudo: la língula mandibular o espina de Spix y por detrás con la antilíngula. 21 En un estudio de Anderson y colaboradores, se indica que el nervio dentario inferior cursa en una rama única en el 66% de los casos, mientras en el otro 34% presentan diferentes variantes morfológicas, con ramas que discurren por fuera del nervio mandibular inferior.15 Una vez dentro del conducto, el nervio alveolar inferior puede presentar dos disposiciones diferentes según Oliver16: 1. La más frecuente, dos tercios de los casos aproximadamente, discurre con los vasos alveolares inferiores hasta el agujero mentoniano. A este nivel se divide en sus dos ramas terminales, el nervio mentoniano y el nervio incisivo. Pero antes origina varias colaterales: ramo anastomótico con el lingual, inconstante; nervio milohioideo; ramos dentarios o alveolares.16 Fig. 9 2. En el tercio restante de los casos, el nervio se divide desde su entrada en el conducto dentario, en dos ramas terminales: nervio mentoniano, que alcanza el agujero mentoniano sin dar ramos dentarios y el nervio alveolar propiamente dicho, el cual se anastomosa con el mentoniano dando todos los nervios dentarios. En este caso no existe nervio incisivo. El foramen mentoniano del conducto alveolar inferior se encuentra en la cara ventral del cuerpo de la mandíbula, a la misma distancia de ambos bordes, en una línea vertical que pasa entre los dos premolares.16 Tiene función puramente aferente inervando además de los dientes inferiores, el hueso y la mucosa gingival de la mandíbula en su mayor parte. Sigue un recorrido por debajo de los ápices de los molares y premolares hasta llegar al agujero mentoniano, donde se divide en dos ramas terminales: el nervio mentoniano y el nervio incisivo. Este último es una rama interna que termina caudal a los incisivos inferiores. Por su parte, el nervio mentoniano describe una curva dirigiéndose posterior, superior y lateralmente para inervar el labio y la mucosa vestibulares entre el segundo premolar.17 22 Fig. 9 Nervio alveolar inferior. (A) Visión en una mandíbula del trayecto intraóseo. (B) Preparación en material cadavérico.3 De acuerdo con Gay Escoda, es aceptable que el nervio mentoniano es la terminal del nervio alveolar inferior y se separa de él a nivel de los premolares inferiores; siguiendo el conducto mentoniano, emerge al exterior a través del agujero mentoniano. En cambio, el nervio incisivo, también llamado nervio incisivo inferior, no es admitido como una estructura bien definida de forma unánime ya que presenta muchas anomalías morfológicas; de tal forma que es considerado más un plexo que un nervio.3 1.2.5 Relación del tercer molar con el conducto alveolar inferior El nervio alveolar inferior entra en el interior de la mandíbula por el agujero mandibular y está situado en la cara interna de la rama ascendente, protegido delante por la espina de Spix y se continúa por el conducto alveolar inferior. Por su parte, el conducto dentario inferior está protegido por una cortical, que le es propia y forma el techo y el piso del CAI que radiográficamente se identifica por dos líneas radiopacas paralelas que encierran una zona de mayor radiotransparencia (fig. 10).18 23 Fig. 10 Identificación del camino del Conducto Alveolar Inferior en radiografía panorámica y acercamiento en Tomografía Cone Beam. El conducto suele ser inferior y externo (vestibular) con respecto a las raíces, en la gran mayoría de los casos, aunque la relación entre conducto dentario inferior y raíces del tercer molar puede variar y ser más o menos estrecha.3 Por lo general, el canal mandibular se encuentra en posición lingual con respecto al tercer molar en el 61% de los casos, aproximadamente 33% en posición vestibular y sólo en el 6% se encuentra en contacto directo con las raíces del tercer molar o atravesarlas. Una afección del canal mandibular durante la extracción de un tercer molar puede provocar, además de las complicaciones de tipo neurológico, un sangrado abundante debido a la laceración de la arteria alveolar inferior.18, 19 Se conocen tres tipos de relación del conducto dentario inferior con las raíces de los molares inferiores, de acuerdo a una clasificación propuesta por Sicher y Dubrul: 3 1. El conducto está en contacto con el fondo del alvéolo del tercer molar. 2. Existe una distancia considerable entre el conducto y los ápices de los molares inferiores. 3. Todos los molares inferiores se relacionan con el conducto. 24 En muchas ocasiones, las raíces del tercer molar incluido están en íntimo contacto con el conducto, presentando incluso un surco en su cara vestibular o en la superficie radicular lingual (fig. 11).3 Esta última posibilidad es destacada por Howe, como la más frecuente. Maegawa y cols. Estudiaron 41 cordales, concluyendo que en 24 casos el conducto dentario está en vestibular del tercer molar, 12 en lingual, 9 por debajo y en 2 entre las raíces.20 Sin embargo estos resultados varían en función de los trabajos de diferentes autores. Parant cree que ocurre en aproximadamente uno de cada 2.000 pacientes. Excepcionalmente se han descrito raíces atravesadas por un túnel por donde discurre el conducto dentario inferior.3 Fig. 11 Relaciones del conducto dentario inferior y las raíces del tercer molar inferior. 25 2. ALTERACIONES DEL NERVIO ALVEOLAR INFERIOR 2.1 Mecanismos de lesión Las lesiones nerviosas pueden afectar tanto a los troncos sensitivos como a los troncos motores.En cirugía oral, la gran mayoría de estas complicaciones afecta troncos nerviosos sensitivos del V nervio craneal, especialmente el nervio alveolar inferior y el nervio lingual; con menor frecuencia el nervio palatino mayor, nervio nasopalatino y el nervio infraorbitario.21 2.1.1 Clasificación de Seddon De acuerdo a la clasificación de Seddon de 1943, las lesiones neurológicas pueden ser subdivididas en tres grados de acuerdo al tiempo que perdura la lesión y el grado de recuperación sensitiva observada (fig. 12)22: Neuropraxia Axonotmesis Neurotmesis. La frecuencia de esas lesiones se cifra entre el 0.5% y el 8%.4, 2 Fig. 12 Tipos de lesión nerviosa: A. Neuropraxia B. Axonotmesis C. Neurotmesis. Ejemplo de sección del nervio alveolar inferior durante la extracción de tercer molar retenido. 26 2.1.1.1 Neuropraxia Interrupción solo funcional y temporal de la conducción nerviosa, relacionada con la compresión o estiramiento de un tronco nervioso durante una intervención o al edema postoperatorio perineural, pero con integridad de los axones y de las vainas de revestimiento del nervio.21 Bloqueo en la conducción nerviosa a nivel local. Puede ser causada por un traumatismo romo o tracción (estiramiento) del nervio, inflamación alrededor del mismo o isquemia local.22 La función se recupera en forma rápida, en días o máximo un par de semanas y la restitutio ad integrum (restitución al íntegro, al estado original) es la regla.23 2.1.1.2 Axonotmesis Se define como la interrupción anatómica de los axones, pero con conservación de las vainas de revestimiento del nervio. El muñón nervioso distal (en la parte del seccionamiento) va hacia la degeneración, mientras que el muñón proximal se degenera hasta el primer nudo de Ranvier.21 El endoneuro y el perineuro están intactos, lo que garantiza una correcta guía del axón en regeneración hasta el extremo distal del sitio de lesión, siendo la velocidad de desplazamiento de las fibras la clásicamente descripta de 1-15 mm diarios, aproximadamente.23 Un traumatismo romo grave o una tracción extrema del nervio pueden producir esta lesión. El restablecimiento funcional es posible si ocurre la regeneración en su totalidad, pero demora de 2 a 6 meses. 22 2.1.1.3 Neurotmesis Es la interrupción completa de axones y vainas de revestimiento del nervio. Se considera el grado máximo de lesión, con sección completa del nervio, pérdida absoluta de la función y ausencia de todo tipo de recuperación espontánea.23 La degeneración continúa los esquemas descritos en los tipos de lesión anterior, sin embargo la regeneración al carecer de guía por parte 27 de las vainas nerviosas, puede producirse en forma desordenada provocando neuroma de amputación. Este tipo de lesión puede ser consecuencia de fracturas con un gran grado de desplazamiento, cortes por arma de fuego o arma blanca durante una agresión o por sección iatrogénica.22 Raramente puede presentarse restablecimiento funcional espontáneo. Si es el caso, debería ocurrir en no más de 12 meses posteriores al evento traumático, de lo contrario la recuperación es improbable.21 2.1.2 Clasificación de Sunderland Posteriormente, en 1951, Sunderland completó la clasificación ya existente enfatizando el grado de lesión a la estructura fascicular del nervio, sin embargo, no ha logrado una total aceptación por parte de los clínicos. Enlista 5 grados de lesión.2 Fig. 1321 Lesión de primer grado: existe un bloqueo de conducción; ésta se ve interrumpida a lo largo del axón, en la zona de la lesión. Todos los componentes del tronco nervioso en la lesión, se encuentran intactos, excepto la vaina de mielina tipo III. El bloque nervioso puede deberse a isquemia o desmielinización. Equivale al término de neuropraxia de Seddon.24 A su vez, este tipo de lesiones pueden dividirse en tres tipos, según su mecanismo de producción: * Tipo I: se producen por anoxia, por compresión o estiramiento. No existe degeneración axonal ni desmielinización. La sensibilidad vuelve en unas horas por si sola. * Tipo II: producidas por tracción o compresión mayor que en el tipo I. Se recupera la sensibilidad al desaparecer el edema. 28 * Tipo III: se deben a compresión o tracción del nervio más significativa. Ocurre una desmielinización o rotura de la vaina de mielina. La alteración es una parestesia, que podría durar uno o dos meses. Lesión de segundo grado: equivale a una axonotmesis. Ocurre degeneración axonal a partir de la zona de la lesión y frecuentemente proximal a ésta. El tejido remanente del tronco nervioso permanece intacto. La recuperación suele ser espontánea y satisfactoria. Puede ser necesaria la descompresión.24 Lesión de tercer grado: corresponde a axonotmesis, pero más grave. Los axones y el endoneuro están dañados. Ya que la conductividad del tubo endoneural está perdida, puede producirse anastomosis cruzada. La recuperación no es completa, puede presentarse parestesia y sinestesia. El perineuro y epineuro no están dañados.24 Lesión de cuarto grado: es el tipo más severo de axonotmesis. Existe disrupción fascicular y todos los haces de fibras están rotos y desorganizados. El epineuro es el único intacto y mantiene la continuidad del nervio. El pronóstico de recuperación es muy bajo. En muchos casos, existe regeneración neuropática por fibrosis interna. Las secuelas pueden ser anestesia, parestesia severa, sinestesia o disestesia. La reconstrucción quirúrgica está indicada.24 Lesión de quinto grado: semeja a neurotmesis. Impera una sección total del tronco nervioso. Si el trayecto intraóseo y el conducto del nervio están intactos, puede ocurrir una recuperación parcial por el efecto guía del hueso; por el contrario, si el nervio discurre por tejidos blandos o el conducto está dañado, no hay tal recuperación.24 29 Fig. 13 Tipos de lesión nerviosa diferenciadas en cinco grados. Las lesiones del nervio trigémino fueron clasificadas por Seddon y Sunderland teniendo en cuenta el daño a la estructura del nervio y el tiempo de recuperación de la lesión2, 25 (fig. 14).25 Fig. 14 Clasificación de Seddon y Sunderland de las lesiones nerviosas. 30 2.2 Manifestaciones Neuropáticas La extracción de los terceros molares retenidos puede dañar, aplastar o causar una lesión del nervio alveolar inferior en su conducto. Esta complicación es bastante habitual durante la extracción de los terceros molares.22 Los nervios que más comúnmente pueden afectarse son el nervio lingual y alveolar inferior; sin embargo, las alteraciones sensitivas del nervio alveolar inferior tras extracciones quirúrgicas de tercer molar son menos frecuentes que las del nervio lingual. Para el nervio lingual se estima una incidencia del 0,5% al 22%, mientras que para las del nervio alveolar inferior, un promedio de 5%.26 La mayoría de estas lesiones son leves y reversibles.3 2.2.1 Hipoestesia Es la reducción de la capacidad de detección y percepción de estímulos por parte de los mecanorreceptores y/o los nociceptores.3 Disminución de la sensibilidad a la estimulación, con exclusión de los sentidos especiales. 2.2.2 Hiperestesia Aumento de la capacidad de detección y percepción de estímulos por parte de los mecanorreceptores y/o los receptores nociceptivos. Existe hipersensibilidad de la zona que responde de forma exagerada a cualquier estímulo, apareciendo sensación de pinchazos. Normalmente aparece en la fase de recuperación de la lesión nerviosa.3 Es preciso especificar tanto el estímulo como su localización. La hiperestesia se puede referir a varias modalidades de sensibilidad cutánea, incluyendo el dolor y la sensación táctil y térmica sin dolor. El término se utiliza para indicar tanto la reducción delumbral a cualquier estímulo como la respuesta aumentada a estímulos que se reconocen normalmente.27 31 2.2.3 Parestesia Detección y percepción anómala de estímulos, percibida como desagradable, aunque no suele ser dolorosa. La detección de estímulos puede estar aumentada o disminuida y puede no afectar a los receptores de dolor y vibración. La sensación descrita por el paciente es de hormigueo, adormecimiento, quemazón o picor, tensión, sensación de frío o calor o incluso, a veces, como dolor.3 El término parestesia se utiliza para describir cualquier sensación anormal que no sea desagradable, más no para identificar sensaciones espontáneas.27, 28 2.2.4 Sinestesia Dificultad para localizar con exactitud el punto donde se aplica un estímulo. Por lo general, se asocia a una regeneración axonal pobre o en dirección errónea.3 2.2.5 Disestesia Detección y percepción anormal de un estímulo, que se percibe como desagradable o doloroso. La disestesia puede ser inmediata tras la lesión nerviosa (normalmente asociada a alodinia e hiperalgesia), pero también puede aparecer a medida que el paciente recupera los reflejos neurosensoriales (aparición retardada). Dentro del término disestesia se incluye3: • Alodinia: Disestesia en que un estímulo táctil no doloroso produce dolor agudo e intenso. • Hiperpatía: Disestesia en que un estímulo de presión provoca dolor retardado y sordo que se mantiene después de retirarlo. • Dolor simpático: Dolor en una zona en que existe anestesia. 32 Una disestesia es siempre desagradable y se debe especificar si las sensaciones son espontáneas o inducidas.27 2.2.6 Anestesia Ausencia completa de detección y percepción de estímulos, tanto de mecanorreceptores como de nociceptores. Se produce la pérdida total de la sensibilidad del territorio inervado por el nervio lesionado.3 2.3 Etiología de las lesiones nerviosas traumáticas Las causas de una lesión nerviosa en la cirugía del tercer molar pueden ser3: Punción del nervio al anestesiar. Inyección de substancias anestésicas dentro del nervio. Acción de la fresa al hacer la osteotomía u odontosección. (especialmente en los casos de inclusión dentaria ósea profunda). Lesión directa con el elevador. Compresión de las raíces del cordal contra el nervio en las maniobras de exodoncia. La proximidad entre ambas estructuras favorece esta complicación. Luxación o avulsión de cordales que engloban o están atravesados por el conducto dentario inferior. Curetaje brusco del alveolo Fractura alveolar o mandibular que lesiona el nervio. Compresión, cauterización o ligadura de un vaso sangrante que incluya tejido nervioso. Edema y/o hematoma postoperatorio que comprime el nervio. Sobreinfección postoperatoria. Formación de tejido cicatricial que engloba y comprime el nervio. 33 2.3.1 Lesiones de tipo mecánico Son las más comunes en cirugía bucal. Se producen por estiramiento, compresión o sección del nervio. El estiramiento se genera durante la retracción el colgajo o la manipulación de estructuras que tienen una estrecha relación con el nervio, por ejemplo, durante recolocación de fragmentos de una osteotomía mandibular, la exéresis de un quiste o tumor en que esté englobado el nervio dentario inferior. Los nervios son resistentes al estiramiento, gracias al epineuro; su límite elástico está entre 6-20% de elongación.24 La compresión puede o no ser iatrogénica. En el primer caso se produce aplastamiento, por ejemplo, al desplazar fragmentos de una osteotomía mandibular, al empujar una raíz contra el conducto dentario inferior. Por su parte, la compresión no provocada por manipulación directa puede ocurrir en la construcción producida por una cicatriz retráctil en las inmediaciones del nervio lingual, por un tumor o un absceso. En cuanto a la sección del nervio, se sabe que la extracción de un diente es una maniobra que secciona fibras nerviosas del ligamento periodontal y la pulpa, produciendo una reacción retrógrada en las neuronas que inervan sus receptores. También puede producirse durante la osteotomía, la odontosección, la luxación o el curetaje. 24 2.3.2 Lesiones de tipo químico-mecánico Las lesiones de etiología química se producen básicamente en dos áreas de la odontología: endodoncia y cirugía bucal. Algunas veces se combinan dos componentes, mecánico y químico, por ejemplo, en la condensación durante la obturación apical o en el desgarro por la aguja durante la anestesia local. 34 La gravedad de una lesión química del nervio alveolar inferior depende del tiempo de exposición, la toxicidad de la sustancia y de la profundidad de la penetración en el tronco nervioso.24 Por ejemplo, la solución de Carnoy, empleada en el tratamiento químico de la cavidad ósea de los queratoquistes, es una sustancia fijadora compuesta por alcohol puro, cloroformo, ácido acético y cloruro férrico. De acuerdo con Frerich y cols., en un estudio experimental en conejos, se ha demostrado su efecto neurotóxico; con tiempos inferiores a 3 minutos de exposición, queda limitado al epi y perineuro, pero con tiempos iguales o superiores a 5 minutos produce daño axonal severo.29 Por su parte, la técnica troncular para la anestesia del nervio alveolar inferior es considerada una causa de lesión nerviosa, no sólo por los efectos químicos de la solución anestésica, sino el traumatismo de la aguja.3, 24, 30 La inyección intrafascicular de solución anestésica puede provocar fibrosis y lesiones graves. No obstante, la lesión que produce el traumatismo de una punta de aguja deformada es menos grave que el producido por la inyección intraneural.24 2.4 Patogenia de las lesiones por extracción de tercer molar inferior Para comprender el tipo de lesión nerviosa que puede verificarse y las modalidades de recuperación funcional, es apropiado recordar la estructura de un tronco nervioso. El componente básico está constituido por el axón, rodeado por una vaina mielínica. Los diferentes axones están agrupados en fascículos contenidos en el denominado endonervio, a su vez delimitados por una vaina perineural. Los distintos haces pueden ser a su vez agrupados en un tronco principal, solo motor, solo sensitivo o mixto, rodeado por una vaina epineural21 Fig. 15 35 Fig. 15 Representación esquemática de la estructura del axón.18 Ante una lesión de un nervio periférico por un estímulo externo, ocurren dos patrones posibles de respuesta: una respuesta normal y una respuesta anormal. La respuesta “normal” consiste en un simple bloqueo de conducción, una desmielinización (en caso de ser neurapraxia) y además una degeneración Walleriana del axón (si se produce sección del mismo). A continuación, aparece una cierta desaferenciación. A dicha respuesta inicial, siguen unos mecanismos de regeneración, que, si funcionan adecuadamente, consiguen una recuperación completa. Si no, pueden persistir patrones anormales de respuesta a los estímulos con aparición de dolor. La desmielinización se inicia a las pocas horas de producirse una sección, el axón se hincha y la mielina se degrada, siendo fagocitada por las células de Schwann y macrófagos, para que, al cabo de una semana, la mayoría del proceso sea completado.3 Se ha sugerido que la desmielinización provoca la generación de impulsos nerviosos ectópicos: si las zonas internodales pierden la mielina, proliferan los canales de sodio, y pueden generarse impulsos ectópicos en los segmentos desmielinizados. Estos impulsos pueden ser ortodrómicos (hacia el sistema nervioso central) o antidrómicos. Los impulsos andrómicos pueden disparar otras zonas desmielinizadas y producir reverberaciones. 36 La desmielinización puede producir despolarización de neuronas adyacentes, lo que recibe el nombre de "transmisión efásica":dicha transmisión puede explicar que se generen sensaciones anormales a partir de una zona generadora ectópica. Éste es el mecanismo que explica la parestesia: la desmielinización hace que existan despolarizaciones anormales y desproporcionadas respecto a los estímulos. Si además de pérdida de la mielina, se ha producido un daño axonal, aparece la degeneración Walleriana, que es un proceso de desorganización del axón, que se produce en dos direcciones, hacia distal y hacia proximal. Sin embargo, hacia distal es más exagerada, y hacia proximal depende del grado de lesión. La desaferenciación es una pérdida parcial de la cobertura sensorial de una región del cuerpo, ya sea total o parcial. Dicha desaferenciación provoca una reorganización en el Sistema Nervioso Central, que puede asociarse a alteraciones dolorosas severas (dolor de desaferenciación periférica). Los cambios en el SNC producidos por una desaferenciación (por ejemplo, por la amputación de una pulpa radicular) son reversibles, generalmente en pocas semanas. La persistencia de la desaferenciación explica la persistencia de ciertos dolores, por el mismo mecanismo que se explica la aparición de dolor del "miembro fantasma", que aparece en ciertos individuos tras la amputación de dicho miembro, y se refiere precisamente a éste.3, 24 Al cabo de unas horas de la lesión traumática de un nervio periférico comienzan a aparecer prolongaciones del axoplasma, y al cabo de 2 o 3 días esta respuesta se hace más intensa. Es el fenómeno conocido como "sprouting", que es más marcado en las lesiones con sección o desgarro que en las lesiones por aplastamiento. Este hecho hace que la regeneración de las primeras lesiones, si tiene éxito, produzca una mayor ramificación de los axones. Si dicho proceso de "sprouting" no tiene éxito, se forma un neuroma. 37 Cuando las prolongaciones del axoplasma encuentran las células de Schwann del segmento distal, son guiadas por ellas. Una vez que las células de Schwann reciben un axón, se estimula la producción de mielina. Como la remielinización es un proceso lento, las primeras fibras que se recuperan son las que transmiten la temperatura y el dolor (las no mielinizadas). Por otra parte, una explicación teleológica de este proceso sería la conveniencia de dotar al individuo de mecanismos protectores, haciendo que las fibras no mielinizadas, y por tanto, menos vulnerables a la lesión traumática, trasmitan las sensaciones de dolor y temperatura.3 2.4.1 Nervio alveolar inferior La lesión del nervio alveolar inferior en la extracción de los terceros molares inferiores puede clasificarse en lesión extraósea e intraósea. El mecanismo lesivo extraóseo es fundamentalmente la inyección intraneural de la solución anestésica, que produce fibrosis y daño axonal o el paso repetido de una aguja despuntada por encima del nervio, que puede producir desgarro fascicular.24 Los mecanismos lesivos instraóseos son diferentes: Fig. 16 Compresión, estiramiento o disrupción al realizar maniobras de luxación. El riesgo es grave cuando el nervio dentario inferior perfora la raíz del tercer molar.31 Desgarro o perforación del nervio con fresa quirúrgica al realizar osteotomía u odontosección. Compresión del nervio por edema postoperatorio o infección postquirúrgica.32 38 Compresión del nervio por neoformación ósea producida después de una extracción dental.33 Colocación de apósito o sustancias que produzcan daño a fibras nerviosas.29 Fig. 16 Diferentes situaciones en las que puede lesionarse el nervio dentario inferior. (A) Con la fresa al efectuar la odontosección. (B) Al comprimir el tercer molar contra el conducto. (C) Al extraer incorrectamente un ápice que se insinúa dentro del conducto. (D) Conducto dentario inferior englobado por las raíces.3 2.5 Factores de riesgo Los accidentes originados por el tercer molar son variados y de intensidad distinta; alcanzan todos los niveles y producen todos los cuadros clínicos, desde un proceso local leve hasta estados más graves. Los accidentes en relación con el cordal suelen aparecer preferentemente entre los 17 y 28 años, aunque pueden verse a todas las edades (desde los 15 a 90 años).3 En cuanto a lesión del nervio alveolar inferior, puede ser dañado por instrumentos rotatorios usados durante el procedimiento quirúrgico o por falla 39 en la técnica anestésica.34 Algunas otras causas comprenden poder observar clínicamente el paquete vasculonervioso y la hemorragia. De acuerdo con Tay y Go, si durante la cirugía es visible el paquete vasculonervioso indica una relación íntima con posible riesgo a parestesia en un 20%, con un 70% de recuperación en menos de un año.35 El daño al nervio, es más común cuando el diente está completamente impactado en el hueso y los ápices dentro o debajo del nivel del paquete vasculonervioso.36 2.5.1 Posición del tercer molar Una vez descrita la posición del tercer molar en cuanto a su profundidad, su angulación con respecto al segundo molar y el espacio que ocupa en relación a la rama mandibular, se puede deducir el grado de dificultad de la extracción.2, 3 Las retenciones mesioangulares son menos difíciles de extraer, ya que la visibilidad es buena y el acceso es más fácil para el manejo de los instrumentos. En caso de osteotomía y odontosección, permite la visión directa durante el procedimiento. Las retenciones horizontales son más difíciles debido a que casi siempre están más profundas, lo que produce restricción de la visibilidad. En este caso, la corona se debe seccionar antes de comenzar a realizar la remoción de las raíces.37 Por otro lado, las retenciones verticales producen problemas al operador, puesto que la visibilidad es siempre obstruida por el segundo molar. Este tipo de retención requiere a menudo una osteotomía más extensa. En el caso de las retenciones distoanguladas, la visibilidad y el acceso también son limitadas. Si la corona se secciona inadecuadamente, la extracción de las raíces podría complicarse.2 Existe un índice para evaluar la dificultad teniendo en cuenta la angulación, la profundidad en el hueso y su relación con la rama (fig. 17).37, 38 40 Fig. 17 Índice para predecir la dificultad de la extracción de los terceros molares inferiores retenidos. 2.5.2 Proximidad con nervio alveolar inferior El nervio dentario inferior está muy relacionado con los ápices del tercer molar y a veces con el segundo molar. Durante la extracción de las raíces es relativamente fácil la presión sobre el conducto por donde discurre el nervio. La sección del nervio es mucho más rara, pero posible. Como consecuencia se produce parestesia o anestesia del labio y/o del mentón y de todo el dermatoma correspondiente.3 Parant describe el paquete vasculonervioso dentario inferior remarcando que existen numerosas ramas arteriales y que el nervio es fasciculado, por tanto, se encuentra constituido por diferentes elementos que están destinados a inervar los distintos territorios dependientes de este nervio (mucosa gingival, dientes inferiores, piel de la región mentoniana, etc.). Es posible por ello que puedan ser lesionados o traumatizados distintos fascículos y que la alteración clínica de dichos fascículos se refleje en una afectación de 41 determinadas áreas del dermatoma. A menudo, pues, podemos creer que hemos respetado el tronco principal, que está intacto, pero posteriormente aparecen alteraciones de la sensibilidad por haber traumatizado fascículos accesorios. Estadísticamente la lesión del nervio dentario inferior se produce más frecuentemente en inclusiones verticales, intraóseas, con pérdida radiológica de la lámina dura del conducto o banda radiotransparente atravesando las raíces del tercer molar, y cuando durantela intervención quirúrgica se observa una importante hemorragia intralveolar. Este tipo de lesión se traduce en una anestesia, parestesia o disestesia cutánea y mucosa de la zona que inerva el nervio dentario inferior (piel del mentón y del hemilabio inferior, mucosa gingival y los dientes del lado afecto), lo que produce molestias importantes, que por suerte desaparecen la mayoría de las veces progresivamente en unos meses.3 El conducto por el cual discurre el nervio dentario inferior puede ser identificado radiológicamente. Por ello el riesgo de lesión del mismo puede sospecharse por ciertos signos radiográficos (Rood y Shebab), con el fin de evaluar el riesgo, advertir al paciente y planificar la intervención quirúrgica en consecuencia (fig. 18).3, 21 Fig. 18 Posición del conducto dentario inferior en relación con tercer molar. 42 2.5.3 Experiencia del operador El mayor grado de experiencia del cirujano se asocia con una menor incidencia de lesiones nerviosas.39 La experiencia del cirujano, la necesidad de elevar el colgajo lingual y la necesidad de practicar odontosección vertical se han empleado para crear un modelo de regresión logística que permite predecir el riesgo de lesión del nervio.24 2.5.4 Técnica de anestesia Brann y colaboradores, encuentran una incidencia de lesión nerviosa cinco veces mayor en cirugías realizadas bajo anestesia general en comparación con las llevadas a cabo con anestesia local40, a igualdad de dificultad quirúrgica. Dicho resultado lo atribuyen a la mayor complejidad del procedimiento dada la posición supina del paciente, así como a la mayor fuerza aplicada y mayor agresividad del cirujano durante la extracción en pacientes inconscientes en comparación a pacientes conscientes. En otros estudios la mayor incidencia de parestesias en intervenciones con anestesia general se atribuye a la mayor dificultad quirúrgica que generalmente presentan los casos en los que se selecciona esta modalidad anestésica. La inyección de una solución de anestésico local contaminada con alcohol o solución esterilizante cerca de un nervio produce irritación, lo que provoca edema y un aumento de la presión en la región del nervio, que conlleva a parestesias. Puede producirse un traumatismo sobre la vaina nerviosa durante la inyección con la aguja. Los pacientes refieren la sensación de una “descarga eléctrica” a lo largo de la distribución del nervio. Resulta improbable dañar un tronco nervioso o sus fibras con las agujas empleadas en odontología, sin 43 embargo, cualquier traumatismo sobre un nervio producido por contacto con la aguja puede provocar parestesias.41 2.5.5 Técnica quirúrgica La duración de la cirugía está relacionada indirectamente, pues es un indicador de la dificultad quirúrgica, la elección de una adecuada técnica de extracción y la experiencia del operador.42 Extracciones de cordales sin necesidad de colgajo o con una pequeña incisión distal liberatriz se asocian a una menor incidencia de parestesias, lo cual se atribuye tanto a la menor dificultad quirúrgica que aquellas que requieren la realización de un colgajo, osteotomía y odontosección como a su posición más favorable y situación más elevada respecto al nervio dentario inferior. La odontosección se ha asociado con el daño del nervio; si bien parece ser que esta asociación es debida a la dificultad de la extracción más que a la técnica de odontosección per se, ya que los cordales que no requieren odontosección son más fáciles de extraer43. El método de eliminación del tejido óseo parece influir en el daño del nervio. Rood compara la eliminación de hueso mediante cinceles con la realizada mediante instrumentos rotatorios y fresas, encontrando mayor incidencia de lesiones permanentes cuando se emplea el segundo método. 44 2.5.6 Campo operatorio Es de suma importancia que el campo operatorio sea perfectamente visible e iluminado. El operador debe estar en una postura cómoda y adecuada para el acto quirúrgico. Todo el instrumental necesario debe estar a la mano y listo para su uso, perfectamente estéril. 44 2.5.7 Factores radiográficos Por un lado, se puede decir que el riesgo de lesión nerviosa está íntimamente asociado a la relación anatómica del molar con el conducto dentario inferior45, relación que puede analizarse mediante las pruebas radiográficas pertinentes. Por otro lado, se han descrito una serie de signos radiológicos de riesgo, que nos indican una relación más estrecha entre el tercer molar y el conducto dentario inferior. La prueba de elección en el estudio del tercer molar es la radiografía panorámica, la cual nos aporta datos como: la orientación del cordal, el acceso quirúrgico, tamaño y condición de la corona, número y morfología de las raíces, presencia o no de ganchos apicales, nivel óseo alveolar, anchura folicular, estado periodontal del cordal y los dientes adyacentes y la relación con el conducto dentario.46 2.6 Aspecto clínico de las alteraciones Para el nervio alveolar inferior, se afecta el área de mucosa y encía queratinizada comprendida entre el bermellón del labio y la arcada dentaria, desde el incisivo central hasta el segundo premolar. También se afecta la mitad del bermellón labial y la piel del mentón, desde la línea media hasta la zona inferior a la comisura labial. El límite inferior es el reborde inferior de la mandíbula. Los dientes afectados van desde el tercer molar hasta los incisivos inferiores. 2, 3 2.6.1 Signos y síntomas La alteración de sensibilidad, como en el caso del nervio lingual, puede ser una anestesia, hipoestesia o disestesia. La aparición de componente simpático del dolor se asocia a dolor y cambios en la coloración de la piel del mentón y los labios con la temperatura, particularmente con el frío. 45 La recuperación de la sensibilidad suele cursar con parestesias mentonianas, labiales y dentarias. A medida que los dientes recuperan la inervación se observa un patrón de hiperestesia que va desapareciendo con el retorno de la sensibilidad a sus valores normales.3 La lesión del nervio motor afecta la función motriz y se presenta como debilidad o parálisis muscular, mientras que la lesión del nervio sensorial da como resultado un deterioro que se manifiesta como parestesias o DOLOR.2 2.7 Diagnóstico de las alteraciones Cuando un paciente refiere una alteración de la sensación habitual en el territorio del nervio dentario inferior después de la extracción de un tercer mola inferior, es preciso diagnosticar de qué tipo de alteración se trata.3 2.7.1 Anamnesis Basada en las tres preguntas hipocráticas: ¿qué sucede?, ¿desde cuándo? y ¿a qué se atribuye? Se debe interrogar sobre el inicio de la alteración sensorial, ya que, en algunos casos, la alteración sensorial no es perceptible sino hasta transcurridas unas horas o algunos días después de la extracción quirúrgica. En este caso, la lesión se debe a una infección o al edema postquirúrgico, y suele ser un mero bloqueo de conducción. Si se produce una desmielinización, la recuperación puede tardar algunos meses en producirse. Sin embargo, existe la posibilidad de que la lesión se deba a una constricción del nervio debido a la retracción de una cicatriz, con lo que el pronóstico es peor y es necesario practicar una descompresión quirúrgica. Por el contrario, si la alteración es percibida por el paciente inmediatamente al desvanecerse la anestesia y no empeora con el tiempo, la infección puede descartarse como causa desencadenante de dicha alteración.3 46 Evaluar una alteración funcional, será útil para cuantificar la disfunción percibida por el paciente y así determinar el tipo de lesión, plan de tratamiento y su eficacia. En citas de monitoreo del paciente, se deben realizar estas evaluaciones, para identificar si existe ono el progreso en la recuperación de la lesión.47 En un estudio realizado en 120 pacientes, por Renton y cols., se determinó mostrar al paciente un listado de descripciones usualmente dichas por otros pacientes al describir su padecimiento, para recabar información sobre su neuropatía. Así mismo, será útil para revelar los mecanismos de la anormalidad sensorial, el dolor y la disfunción. Se pueden incluir diferentes categorías de dolor, por ejemplo, dentro del neuropático: sensación de hormigueo, hiperestesia al tacto, sensación eléctrica y quemazón (fig. 19).48 Fig. 19 Frecuencia de palabras usadas en pacientes con lesión de Nervio Alveolar Inferior (NAI) y Nervio Lingual (NL) que describen su dolor. 47 2.7.2 Exploración física El primer paso para un adecuado diagnóstico es realizar una inspección intra y extrabucal del paciente. En el caso específico de una alteración sensorial del nervio dentario inferior debido a la extracción quirúrgica de tercer molar, se presta especial atención a la incisión, las posibles laceraciones de los tejidos circundantes, lesiones labiales o linguales por mordedura, etc. A continuación, se procede a la palpación tanto del territorio alterado como de la zona operada, con el fin de identificar fluctuaciones, puntos "gatillo" que disparen el dolor, etc.3 2.7.3 Pruebas diagnósticas Existen pruebas neurosensoriales clínicas y cada una es específica para receptores neuronales y axones. Los resultados se comparan con los obtenidos en los tejidos contralaterales no lesionados. 2.7.3.1 Pruebas nociceptivas Pruebas específicas para medir la sensación del dolor. *Prueba de pinchazo: sirve para monitorizar la pérdida o recuperación de la sensibilidad dolorosa. Se aplica la parte aguda de una sonda o aguja de calibre 27 contra la zona alterada. Determina la existencia de anestesia, parestesia, disestesia.3, 47 Fig. 20 Fig. 20 Evaluación de la sensación de pinchazo.49 48 *Prueba de estimulación térmica: junto con la dolorosa, es la primera en recuperarse y la última en perderse. Es poco sensible. Se utiliza hielo o una torunda de algodón con cloruro de etilo y un mango de espejo caliente (43°) para determinar la capacidad de poder sentir cambios térmicos.3 2.7.3.2. Pruebas mecanoreceptivas Pruebas específicas para medir el movimiento. *Umbral de detección de contacto: se explora como una bolita de algodón, tocando suavemente la zona alterada. El paciente debe ser capaz de discernir con los ojos cerrados cuando existe contacto y cuando no. Es muy inexacto.3 Fig. 21 Fig. 21 Evaluación de la detección táctil.49 *Discriminación direccional: Se determina moviendo un pincel o cepillo suave a través del área alterada en una dirección. Se considera que el paciente detecta la dirección si en el lado afectado acierta dicha dirección menos del 50-75% de las veces. Se efectúan para ello unos 15 movimientos. *Discriminación de 2 puntos: Ofrece información sobre la densidad de inervación periférica. Es una prueba muy sensible, de las últimas en recuperarse cuando se altera y puede quedar alterada.3 49 Para realizar la prueba se aplican suavemente 2 agujas a nivel de la piel y el sujeto debe decidir si percibe 2 puntos o uno solo. Cuando los dos puntos son estimulados al mismo tiempo, la zona resultante tiene dos picos separados por una depresión lo cual permite a la corteza sensorial detectar dos puntos de estimulación.49 Si vuelve a la normalidad, puede asegurarse que no ha habido sección nerviosa porque las fibras han reinervado los receptores iniciales. No obstante, esto no quiere decir que no exista déficit sensorial subjetivo. Se considera que una zona está alterada si la distancia mínima detectada en el lado lesionado es más del 250% o está más de 2 desviaciones estándar por encima de la del lado sano. Si es imposible registrar el valor del lado sano (por ejemplo, si la alteración es bilateral), pueden tomarse valores normales ya calculados (2-4 mm para el labio o la lengua y 8-10 mm para el mentón).3 Fig. 22 Fig. 22 Percepción de dos puntos de tacto.49 2.7.3.3 Prueba cuantitativa sensorial La prueba cuantitativa sensorial (QST, siglas en inglés) es un conjunto de pruebas e instrumentos integrados en un sistema para evaluar la sensibilidad de percepción sensorial.50 Es representado en un diagrama para detectar y 50 medir respuestas negativas (déficits sensoriales) así como respuestas positivas (reacciones de hiperestesia) (fig. 23).47 En QST, los umbrales de percepción térmica, contacto, presión, vibración y dolor se determinan con estimulación física adecuada de la piel. Se ha utilizado para monitorizar los efectos neurotóxicos de exposición a varios agentes químicos y vibraciones.51 Inicia con la estimulación de fibras nerviosas mielinizadas A-alfa y A-beta asociadas a la diferenciación de toque fino, conocido como pruebas del “Nivel A”. Los parámetros de estímulo de este nivel incluyen opciones como diferenciación táctil entre dos puntos, estímulos táctiles estáticos de Von Frey suaves, o la detección de sensaciones con un pincel o un hisopo de algodón que acaricien la zona afectada.47 Las respuestas se comparan cuantitativamente con las respuestas de los tejidos no lesionados contralaterales, este método de prueba reconoce la posibilidad de normalidad en respuesta a un estímulo. La presencia de disestesia o dolor espontáneo debe ser observada y calificada, se comparan las detecciones con los tejidos normales de control y los resultados son cuantificados. Cada prueba se debe llevar a cabo en tres sitios para el daño del NAI: labios, pliegue labio-mentón y barbilla.47 Fig. 23 Parámetro de estímulos perceptibles por el paciente. 51 Nivel A: muestra estímulos normales y pueden estar dentro del control de detección de estímulos, además de revelar otra variedad de déficit neuronal para reconocer habilidades táctiles finas, donde se encontraría una disminución en las respuestas negativas. Los estímulos táctiles finos, ayudan también a exponer sensaciones anormales que provocan parestesias o en casos más severos dolor. Si se presenta parestesia o dolor debe presentarse como una hiperestesia positiva.50 En este nivel también puede ser registrada la alodinia debido a un estímulo que normalmente no provocaría dolor; se pide al paciente que lo identifique como leve, moderado o grave. Estos pacientes no son candidatos de microcirugía. Nivel B: en este nivel los pacientes tienen la capacidad de detectar tacto grueso, estímulos más intensos y toleran mayor presión. Los estímulos mecánicos pueden ser filamentos de Frey más gruesos, aguja calibre 27 y estímulos de presión con un algómetro, que es un instrumento empleado para medir la sensibilidad al dolor. Los evidentes que presentan déficits en el nivel A, pero con detección de estímulos en el nivel B no suelen ser candidatos para microcirugía, ya que se trata de un nivel funcional aceptable de recuperación neurosensorial.50 La hiperestesia también es evaluada en este nivel con respuestas dolorosas al tacto, así como las parestesias a estímulos de compresión y percusión aplicados sobre la distribución del nervio. Esto puede provocar una hiperpatía patológica o signo de Tinel, que se define como un síndrome caracterizado por una reacción dolorosa anormal especialmente a un estímulo mecánico repetitivo, provocando que aumente el umbral. Esta respuesta gatillo se debe a la irritabilidad de grandes fibras nociceptoras A- delta y a la presencia probable de un neuroma traumático en continuidad, siendo éste un objetivo anatómico para la recuperación del nervio. 52 Nivel C: se realizan estímulos nocivos a los sitios inervados
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