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Miotona-congenita--analisis-clnico-de-pacientes-del-Instituto-Nacional-de-Rehabilitacion

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UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE 
MÉXICO 
FACULTAD DE MEDICINA 
SECRETARIA DE SALUD 
INSTITUTO NACIONAL DE REHABILITACiÓN 
ESPECIALIDAD EN : 
GENÉTICA MÉDICA 
MIOTONíA CONGÉNITA: ANÁLISIS CLíNICO 
DE PACIENTES DEL INSTITUTO NACIONAL 
, 
DE REHABILITACION 
T E S I S 
PARA OBTNER El TíTULO DE: 
MÉDICO ESPECIALISTA EN GENÉTICA MÉDICA 
PRESENTA : 
MIREllE KRAMIS HOlLANDS 
PROFESOR TITULAR: 
DRA. MARGAR1TA VALDÉS flORES 
ASESORES DE TESIS: 
DR. ANTONIO M IRANDA OUARTE 
M~XICO, D. F. FEBRERO 20 15 
 
UNAM – Dirección General de Bibliotecas 
Tesis Digitales 
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mencionando el autor o autores. Cualquier uso distinto como el lucro, 
reproducción, edición o modificación, será perseguido y sancionado por el 
respectivo titular de los Derechos de Autor. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Dra. Matilde L. Enríquez Sandoval 
Directora de Enseñanza 
 
 
 
 
Dra. Xochiquetzal Hernández López 
Subdirectora de Posgrado y Educación Continua 
 
 
 
 
Dr. Alberto Ugalde Reyes Retana 
Jefe de Enseñanza Médica 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Dra. Margarita Valdés Flores 
Profesor Titular 
 
 
 
 
 
 
Dr. Antonio Miranda Duarte 
Asesor Clínico y Metodológic 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
AGRADECIMIENTOS 
 
Agradezco en primer lugar a mi asesor de tesis el Dr. Antonio Miranda, por el apoyo 
y por supuesto la paciencia, no solo para la realización de esta tesis si no durante 
toda mi residencia, por escucharme en los periodos de estrés, por compartir con 
nosotras los momentos de alegría y por impulsarme a continuar y no darme por 
vencida. 
 
A la Dra. Margarita Valdés por darme la oportunidad de realizar mi especialidad aquí 
en el Instituto Nacional de Rehabilitación, por su apoyo y motivación durante mi 
camino en esta etapa. 
 
También a mis profesores que durante estos tres años de residencia se dedicaron 
a enseñarnos un mundo totalmente nuevo de la medicina, la genética: Dra. María 
de la Luz Arenas, Dr. Alberto Hidalgo y Dr. Norberto Leyva. 
 
A mis compañeros y amigos, por todos los momentos increíbles que pasamos juntos 
en estos años, por su tolerancia, por aguantarme en los peores momentos, por 
compartir tardes de estudio enteras, por los momentos de risa, pero también por su 
apoyo en los momentos de tristeza. 
 
Y por último le agradezco a mi familia, desde que inicié la carrera de Medicina 
siempre me han mostrado todo su apoyo y su cariño incondicional, sin importar si 
eran tiempos difíciles o fáciles, los quiero mucho. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
INDICE 
1. Resumen 1 
2. Introducción 2 
2.1 Clasificación y epidemiología 3 
2.2 Etiología y fisiopatología 4 
2.3 Gen y mutaciones 8 
2.4 Aspectos clínicos 11 
2.5 Diagnóstico 15 
2.6 Diagnósticos diferenciales 16 
2.7 Tratamiento 19 
2.8 Pronóstico 22 
3. Planteamiento del problema 23 
4. Pregunta de investigación 23 
5. Justificación 23 
6. Hipótesis 24 
7. Objetivo general 24 
8. Objetivos específicos 24 
9. Metodología 24 
9.1 Tipo y diseño general del estudio 24 
9.2 Universo del estudio 25 
9.3 Tamaño de la muestra 25 
9.4 Criterios de selección 25 
9.5 Fase de selección de los pacientes 26 
9.6 Fase de interrogatorio, exploración física y recopilación de 
información 
26 
10. Resultados 27 
11. Discusión 37 
12. Conclusión 52 
13. Bibliografías 53 
 
 
1 
 
 
1. RESUMEN 
 
Introducción: La miotonía congénita, considerada la canalopatía más frecuente, es 
una enfermedad hereditaria originada por una alteración de la conductancia de cloro 
en el sarcolema del músculo. Se hereda de forma dominante o recesiva, y es 
causada por mutaciones en el gen CLCN1 que codifica para el canal de cloro CIC-
1, localizado en 7q35. 
 
Objetivo: Realizar una descripción detallada de las características clínicas y de la 
evolución de pacientes mexicanos con diagnóstico clínico de miotonía congénita. 
 
Metodología: Estudio descriptivo, observacional, transversal y prospectivo. Se 
elaboró una revisión y análisis clínico minucioso de pacientes con diagnóstico o 
probable diagnóstico clínico de miotonía congénita. 
 
Resultados: Se incluyeron seis hombres y dos mujeres. La edad media de inicio 
fue de 9.75 años. La región más afectada fueron las extremidades inferiores. Cuatro 
pacientes presentaron hábito atlético generalizado. La miotonía de agarre y la 
miotonía en extremidades inferiores se presentaron en siete pacientes, todos 
presentaron fenómeno de calentamiento. 
 
Conclusión: Por la dificultad para realizar el diagnóstico clínico de miotonía 
congénita podría haber más casos en nuestra población. Un adecuado diagnóstico 
clínico ayuda a realizar una correcta correlación entre el fenotipo y patrón de 
herencia, lo que permitirá enfocar los estudios moleculares, efectuar un mejor 
manejo clínico, asesoramiento genético y optimizar la calidad de vida. 
 
2 
 
2. INTRODUCCIÓN 
 
Los síndromes miotónicos no-distróficos (NDMs), pertenecen a un grupo de 
enfermedades musculares cuyo hallazgo clínico principal es la mitonía; la cual se 
define como la hiperexcitabilidad de la membrana plasmática de las fibras del 
músculo esquelético (Trip J. 2010, Pusch M. 2002). Tradicionalmente las 
enfermedades miotónicas se clasifican en aquellas con cambios distróficos en la 
biopsia muscular, como las distrofias miotónicas, y aquellas sin cambios distróficos 
como la miotonía congénita y la paramiotonía congénita donde la debilidad 
progresiva no es un hallazgo característico (Ruff R. L. 2014, Shapiro B. E. 2014). 
 
Patofisiológicamente los NDMs pertenecen a las canalopatías hereditarias del 
músculo esquelético, que son un grupo de desórdenes neurológicos causados por 
alteraciones de los canales iónicos (Trip J. 2010, Bernard G. 2008). Inicialmente 
fueron descritas solo como enfermedades neuromusculares hereditarias, ahora se 
han descrito canalopatias en muchos otros tejidos. Los síntomas pueden 
representar una alteración en la ganancia de función presentando epilepsia, 
mioquimia y miotonía; o una pérdida de función al presentarse con debilidad 
(Bernard G. 2008). Se pueden dividir dependiendo de sus síntomas principales: 1. 
miotonía congénita sin parálisis (canalopatías de cloro), 2. enfermedades 
congénitas exclusivamente con miotonía, exclusivamente parálisis o una 
combinación de ambas (canalopatías de sodio) y 3. parálisis congénita sin miotonía 
(canalopatías de calcio) (Trip J. 2010). 
 
La miotonía congénita es la canalopatía más frecuente. Es una enfermedad 
hereditaria originada por una alteración de la hiperexcitabilidad de la membrana 
muscular debida a una disminución de la conductancia de cloro en el sarcolema, 
causada por mutaciones en el gen CLCN1 que codifica para el canal de cloro CIC-
1 (Matthews E. 2010); y es la patología que se va a revisar a continuación. 
 
3 
 
2.1 Clasificación y epidemiología 
La miotonía congénita se clasifica dependiendo de su modo de herencia. El Dr. 
Julius Thomsen fue un médico Danés que en 1876 describió la forma dominante de 
la miotonía congénita, que actualmente lleva su nombre; él mismo y varios 
miembros de su familia presentaron la enfermedad (Matthews E. 2010). Detalló la 
rigidez (miotonía) la cual era más pronunciada en las extremidades inferiores, la 
disminución de la rigidez durante las contracciones repetitivas del músculo, el 
fenómeno de calentamiento, y la herencia dominante de esta patología. También 
observó que el fenómeno de calentamientoera transitorio y que disminuía después 
de un periodo de inactividad de pocos minutos (Trip J. 2010). 
 
En 1957 el Dr. Peter Emil Becker, médico alemán, fue el primero en describir la 
forma recesiva de la miotonía congénita, que actualmente lleva su nombre; reportó 
una miotonía más generalizada y la combinación de miotonía y paresia transitoria, 
notando que ambos síntomas mejoran con el ejercicio sostenido a lo cual también 
le llamó fenómeno de calentamiento. Describió el patrón de distribución 
generalizado, con mayor afectación en los músculos de las extremidades inferiores, 
y como regla la miotonía primero se presentaba en las extremidades inferiores por 
lo cual se le conoció como “miotonía congénita de tipo ascendente” (Trip J. 2010). 
 
En la era premolecular la prevalencia de la miotonía congénita tipo Thomsen (MCT) 
se estimaba en 1:23 000, ahora se considera que es mucho más baja siendo de 
~1:400 000, ya que hoy en día muchas familias con la forma dominante pueden ser 
genéticamente identificadas como portadores de una mutación en el canal de cloro 
(Cl-), pero en otras donde se creía que presentaban una herencia dominante, se 
encontró que tenían una forma recesiva con herencia pseudo-dominante. Respecto 
a la miotonía congénita tipo Becker (MCB), al contrario de la enfermedad de la MCT, 
se ha visto que la prevalencia es mayor de 1:25 000, mientras que antes se estimaba 
 
4 
 
en 1:50 000 (Jurkat-Rott K. 2013). Otros autores manejan una prevalencia 
generalizada de ambas de 2 a 7.3 por 100 000 habitantes (Trip J. 2010). 
 
2.2 Etiología y fisiopatología 
La hiperexcitabilidad eléctrica de la membrana de la fibra muscular es la base de la 
miotonía, la cual está causada por una reducción de la conductancia del cloro en el 
sarcolema debida a mutaciones en el canal de cloro dependiente de voltaje CIC-1; 
por lo anterior también se les conoce como miotonías del canal de cloro (Cl-) 
(Jurkat-Rott K. 2013). 
 
Los canales iónicos son poros de glicoproteínas transmembranales, los cuales son 
importantes para la excitabilidad celular y están mediados por la entrada y salida de 
los iones en las células. Los canales se pueden encontrar en tres diferentes estados: 
abiertos, cerrados (estado de reposo) o inactivados (periodo refractario posterior a 
la apertura del canal en donde este no va a permitir el paso de iones). Hay dos 
clases mayores de canales: dependientes de voltaje y dependientes de ligando 
(Bernard G. 2008). 
 
Los canales dependientes de voltaje se van a activar e inactivar por los cambios en 
el potencial transmembranal, se identifican dependiendo del ion que es transportado 
a través del canal (ej. canal de sodio, de potasio, de calcio o de cloro), y se 
concentran en diferentes regiones dependiendo de su función principal. Están 
compuestos por diferentes subunidades codificadas por distintos genes. Contienen 
6 regiones transmembranales, que van de S1 a S6. Las subunidades se ensamblan 
para formar el poro central, cuya estructura específica determina la permeabilidad 
selectiva del canal para un ion en particular y va a estar dada por las subunidades 
S5 y S6; el S4 es el responsable de formar el sensor de voltaje. Algunos canales de 
cloro son dependientes de voltaje y se encuentran involucrados en la 
hiperpolarización de las células (Bernard G. 2008). 
 
5 
 
 
Los canales dependientes de ligandos son activados mediante la unión de sus 
agonistas respectivos y van a estar formados por cinco subunidades, cada una 
contiene cuatro dominios transmembrana (M1-M4), el dominio M3 alinea el poro y 
determina la selectividad específica iónica. Por lo tanto las mutaciones en los 
canales iónicos pueden teóricamente alterar la activación, la selectividad iónica, o 
inactivar el canal mutado (Bernard G. 2008). 
 
Dos factores determinan el flujo neto de iones a través de un canal abierto: el 
potencial de membrana y las diferencias de concentraciones de iones entre los 
espacios intracelulares y extracelulares. Como las células tienen un potencial 
intracelular negativo, la fuerza eléctrica tiende a dirigir el flujo de iones cargados 
positivamente (sodio, potasio y calcio) hacia adentro de la célula y hacia afuera un 
flujo de iones de cloro; esto es mediante una fuerza que depende de las diferencias 
en las concentraciones de iones entre los compartimentos intra y extracelulares. La 
dirección del movimiento para un ion siempre tiende a llevar al potencial de 
membrana de regreso a su potencial de equilibrio para ese ion en específico; en el 
caso del cloro el potencial de equilibrio es de -95 mV (potencial de reposo). Las 
principales conductancias responsables de establecer el potencial de membrana de 
reposo son la conductancia de cloro, potasio y sodio. La conductancia de cloro está 
mediada por los canales de cloro del músculo esquelético; es la conductancia más 
preponderante ya que participa en el 80% de la conductancia de membrana en 
reposo (Ruff R.L. 2014). 
 
El CLC-1 es un miembro de la familia CLC de canales dependientes de voltaje de 
cloro que incluye a 9 miembros en los mamíferos. CLC-0, CLC-1, CLC-2, CLC-Ka y 
CLC-Kb pertenecen a los canales de la membrana plasmática, mientras que los 
otros dos grupos probablemente forman canales en la membrana de los organelos 
intracelulares. Además de CLC-1, otros tres canales CLC están involucrados en 
 
6 
 
enfermedades genéticas: CLC-5 en la enfermedad de Dent, CLC-Kb en el Síndrome 
de Bartter y CLC-7 en la osteopetrosis. (Pusch M. 2002). 
 
Los canales CLC son funcional y estructuralmente diferentes de los otros canales 
de iones; una de sus características únicas es su estructura de “doble cañón”, ya 
que está conformado por proteínas homodiméricas con dos vías de conducción 
separadas físicamente pero idénticas. Esta arquitectura es completamente diferente 
de los otros tipos de canales, por ejemplo, los canales de potasio son proteínas 
homotetraméricas en donde cada subunidad contribuye en partes equivalentes a la 
estructura del poro central, por lo tanto tiene que ser una estructura perpendicular 
recta a la membrana, en cambio los poros de CLC son curvos. Una consecuencia 
de esta asimetría es que varias regiones de la proteína contribuyen a la estructura 
del poro las cuales en la constitución 3D se encuentran cercanas entre ellas, pero 
están distantes en la secuencia primaria. Las mutaciones que alteran las 
propiedades funcionales del canal se encuentran dispersas a lo largo de la 
secuencia (Figura 1) (Pusch 2002). 
 
 
7 
 
Otra diferencia fundamental entre los canales de CLC y los tipos más 
convencionales, es una fuerte interacción entre la permeación y apertura, y el cierre 
de los canales. El ion por si solo se necesita directamente para abrir el canal y la 
dependencia de voltaje está conferida indirectamente por el movimiento de éste 
durante el paso de apertura (Pusch M. 2002). Su activación depende de la 
presencia de iones intra o extracelulares más que por el potencial de membrana, el 
canal se abre cuando un ion de cloro se presenta ya sea en el espacio intra o 
extracelular, y las propiedades únicas de sus compuertas resultan en la distribución 
de los iones de cloro a través de la membrana acorde con el potencial de membrana. 
Consecuentemente, la conductancia de cloro no establece el potencial de 
membrana, sino más bien actúa como un freno o amortiguador que hace que sea 
más difícil que el potencial de membrana cambie, por lo tanto influye 
importantemente en su estabilización. Como el canal de cloro se abre y cierra de 
manera lenta no van a responder a cambios transitorios del potencial de membrana 
como los que ocurren durante el potencial de acción, su función más bien es inhibir 
las alteraciones lentas sin inhibir de manera importante el potencial de acción; las 
despolarizaciones posteriores del potencial de acción muscular normalmente sonprevenidas por la conducción de cloro (Ruff R.L. 2014; Jurkat-Rott K. 2013). 
 
En 1969 Bryant fue el primero en proveer una visión inicial del mecanismo 
fisiopatológico de la miotonía. Demostró en cabras miotónicas que la resistencia de 
membrana de las fibras de los músculos se encontraba elevada en reposo, y 
posteriormente encontró que esto se debía a una conductancia muy disminuida del 
cloro en el sarcolema (Bryant S.H. 1969). Dos décadas después Rüdel confirmó 
esta disminución de la conductancia de cloro en un modelo murino (Rüdel R. 1990). 
Y posteriormente el mismo fenómeno se mostró en humanos con miotonia 
congénita tipo Thomsen y Becker. Fue así como se comprobó que la miotonía 
congénita era causada por una reducción permanente de la conductancia del cloro 
en el potencial de reposo en el sarcolema; la conductancia normal de cloro es 
necesaria para la rápida repolarización del sarcolema y la reducción de esta resulta 
 
8 
 
en un mayor potencial de reposo dejando al sarcolema vulnerable a 
despolarizaciones. Una reducción del 30% de la conductacia de cloro puede causar 
sobreexcitación del sarcolema y producir despolarizaciones repetitivas (miotonía). 
De manera contraria cuando el potencial de membrana es mucho mayor el 
sarcolema se vuelve temporalmente inexcitable lo que va a llevar a la parálisis 
transitoria (Trip J. 2010). 
 
2.3 Gen y mutaciones 
30 años después de que Bryant y colabores desarrollaran la hipótesis de la 
patogénesis de la miotonía congénita, el primer candidato de genes que codifica un 
canal de cloro de la membrana muscular fue descubierto cuando se aisló la 
secuencia de ADN complementario del CLC-0 en Torpedo Marmorata (Figura 2). La 
primera isoforma en mamíferos (CIC-1) fue identificada en el músculo esquelético 
de la rata (Steinmeyer K. 1991b, Lossin C. 2008). 
 
 
 
 
9 
 
El CIC-1 humano, es una proteína de membrana compuesta por 988 aminoácidos 
codificada por el gen CLCN1, el cual está compuesto por 23 exones y se localiza en 
7q35. Es el canal de cloro principal del músculo esquelético y fue el primer candidato 
apropiado para las alteraciones genéticas asociadas a miotonía congénita (Lossin 
C. 2008). 
 
Más de 80 mutaciones se han asociado con la miotonía congénita; y se han 
identificado de sentido equivocado, del sitio de corte y empalme, sin sentido, 
desplazamiento del marco de lectura o deleciones (Trip J. 2010, Lehmann-Horn F. 
2008). 
 
Se cree que la forma dominante, MCT, es consecuencia de un efecto dominante 
negativo, en donde solo un alelo se encuentra mutado y una mutación típica reduce 
la conductancia de los complejos de canales mutante/mutante o mutante/silvestre; 
mientras que la forma recesiva, MCB, se considera que está causada por 
mutaciones que llevan a la pérdida de función del complejo mutante/mutante, por lo 
tanto ambos alelos necesitan estar mutados para que la conductancia de Cl- 
disminuya a <25% de su valor normal. (Duno M. 2004; Jurkat-Rott K. 2013). 
 
Las mutaciones van a llevar a un canal alterado o ausente en la membrana fibrosa. 
En el potencial de reposo de las fibras musculares, la actividad de los canales de 
cloro se disminuye, e incrementa la excitabilidad de la membrana, las series de 
potenciales de acción involuntarios seguidos de potenciales de acción voluntarios 
llevan a la rigidez muscular (Lehmann-Horn F. 2008). 
 
La MCT por lo general está causada por mutaciones heterocigotas de sentido 
equivocado; excepciones notables son las mutaciones sin sentido como R894X y 
E193X, o algunas mutaciones por desplazamiento del marco de lectura. Por lo 
 
10 
 
contrario la MCB está asociada con todo el espectro de mutaciones incluyendo de 
sentido equivocado, sin sentido y por desplazamiento del marco de lectura. Las 
mutaciones asociadas con cualquiera de los dos tipos no tienen preferencias 
topográficas en la proteína. (Lossin C. 2008) 
 
Respecto a las mutaciones reportadas en América del Norte que se asocian con la 
MCT, la substitución no conservativa de la glicina 230 con el ácido glutámico 
(p.G230E) es la más común. Históricamente la mutación de sentido equivocado 
p.P480L fue la descrita en la familia de Thomsen. Los alelos más frecuentes 
descritos en pacientes con la MCB son la mutación de sentido equivocado p.F413C 
y una deleción de 14 pb que produce desplazamiento del marco de lectura. El 
agrupamiento de mutaciones en el exón 8 sugiere que está región es 
potencialmente un “punto caliente” para mutaciones dominantes. (Lossin C. 2008, 
Steinmeyer K. 1994) 
 
En familias individuales o en casos aislados la mayoría de las mutaciones van a ser 
únicas. La herencia de diferentes alelos mutantes de cada padre (heterocigotos 
compuestos) es común en pacientes con la forma recesiva. En casos excepcionales 
se han identificado que más de dos mutaciones segregan con la enfermedad en una 
familia; esta ocurrencia de diferentes genotipos compuestos intrafamiliares pueden 
explicar la variabilidad de la severidad de la miotonía en una misma familiar (Lossin 
C. 2008) 
 
La existencia de que una sola mutación en algunas familias exhibe un fenotipo 
dominante, mientras que en otras familias se comporta como recesiva, es un 
fenómeno genético peculiar, entre estas se encuentran las mutaciones sin sentido: 
p.R894X y varias mutaciones de sentido equivocado como p.G200R, p.T268M, 
p.A313T, p.A531V, p.Q552R y p.I556N. Una explicación de esta observación es la 
penetrancia incompleta o expresividad variable de ciertas mutaciones dominantes; 
 
11 
 
no obstante no está bien descrito. Las hipótesis actuales incluyen diferencias en la 
severidad de la alteración del canal de cloro o la existencia de genes modificadores 
que afectan la función del canal o expresión alélica. (Duno M. 2004; Lossin C. 2008) 
 
2.4 Aspectos clínicos 
Los signos característicos de la miotonía congénita son el hábito atlético, el 
fenómeno de calentamiento y que los hombres por lo general están más afectados 
que las mujeres (Lehmann-Horn F. 2008). La miotonía describe un retraso anormal 
en la relajación muscular posterior a una contracción vigorosa voluntaria. Los 
individuos afectados describen una rigidez muscular al iniciar el movimiento, el cual 
remite con múltiples repeticiones del mismo a lo que se le conoce como fenómeno 
de calentamiento. En algunos casos la miotonía no inicia hasta que se presenta una 
o dos series del mismo movimiento, a esto se le conoce como miotonía retardada. 
Si los síntomas empeoran con el ejercicio repetido, el término de miotonía 
paradójica es más apropiado, pero por lo general esto ocurre cuando existe 
mutación en los canales de sodio más que en la miotonía congénita. (Lossin C. 
2008) 
 
En ambos tipos de miotonía congénita, MCT y MCB, la rigidez muscular es más 
notoria durante los movimientos voluntarios rápidos seguidos de un periodo de 
descanso, pero mejora con el fenómeno de calentamiento; también se presenta 
durante un sobresalto y durante los movimientos repentinos al iniciar una reacción 
(Matthews E. 2010; Lehmann-Horn F. 2008). Un hallazgo típico de la miotonía es la 
dificultad de soltarse después de un apretón de manos, miotonía de agarre, este 
tipo de miotonía es más evidente cuando los músculos se han mantenido relajados 
por lo menos 10 minutos. El golpear suavemente en un músculo relajado puede 
llevar a una reacción miotónica lo cual se conoce como miotonía de percusión. 
(Lehmann-Horn F. 2013) 
 
 
12 
 
Algunos hallazgos clínicos son más comunes en las formas recesivas, no obstante 
existe un sobrelapamiento considerable entre ambos tipos. La forma recesiva tiende 
a ser más severa y se asocia con más frecuencia a hipertrofia muscular y a reflejos 
osteotendinosos deprimidos. (Matthews E. 2010) 
 
La MCT suele ser evidente durante la infancia temprana (Becker P.E. 1977). El 
primer síntoma puede ser el retraso en la relajaciónde los parpados después de un 
cierre forzado ya sea posterior a un estornudo o durante el llanto, a esto se le conoce 
como signo de Graefe o retraso palpebral. El infante también puede presentar los 
músculos inusualmente definidos en las extremidades, sin embargo la hipertrofia 
muscular marcada es rara en la infancia. Con frecuencia la MCT no se reconoce 
hasta la niñez tardía, cuando el niño parece torpe y tiene dificultad en los 
movimientos después del reposo. Los músculos presentan rigidez, especialmente 
los de las extremidades inferiores, y manifiestan dificultad al incorporarse de la 
sedestación y al subir escaleras (Lossin C. 2008). Su severidad es variable, desde 
leve a moderada, los casos severos son raros. Algunos refieren aumento de los 
síntomas en el clima frío (Ruff R.L. 2014). La rigidez no es progresiva y no se asocia 
con debilidad. Presentan miotonía de percusión. No existe la progresión de los 
síntomas y la mayoría de los afectados aprenden a vivir con su condición por lo que 
la expectativa de vida es normal (Lossin C. 2008, Ruff R.L. 2014, Becker P.E. 1977). 
 
La MCB inicia en la niñez tardía a diferencia de la forma dominante. Se presenta 
con miotonía generalizada acompañada de hipertrofia muscular que va de 
moderada a pronunciada, la cual se desarrolla por el incremento crónico de la 
actividad muscular, los músculos más afectados son los glúteos, los de la región 
femoral y las pantorrillas; paradójicamente la potencia producida por estos músculos 
es menor de lo esperada (Lossin C. 2008; Ruff R.L. 2014; Lehmann-Horn F. 2013). 
La miotonía es más severa y pueden experimentar periodos transitorios de debilidad 
menores a un minuto antes de iniciar el movimiento, sobre todo después de un 
periodo de inactividad prolongado. La debilidad transitoria se puede manifestar con 
 
13 
 
la percepción de debilidad o falla muscular en los músculos que se encuentran 
involucrados en una tarea y posiblemente lleve a tirar objetos o a una alteración del 
control postural. La miotonía severa puede comprometer el control postural a tal 
grado que en medio de la acción los movimientos se “congelan” llevando a una 
caída incontrolada. Los niños tienden a tener caídas frecuentes y torpeza al 
momento de agarrar cosas y gatear (Lossin C. 2008; Lehmann-Horn F. 2008). 
 
Los síntomas pueden progresar hasta la etapa adulta (Lehmann-Horn F. 2008). A 
pesar de que la miotonía no se asocia con dolor, los pacientes con la forma recesiva 
pueden presentar calambres musculares dolorosos o mialgias, particularmente 
después de un ejercicio vigoroso (Becker P.E. 1977). A pesar de la hipertrofia 
muscular generalizada, algunos pacientes pueden presentar atrofia de los 
antebrazos, en este caso se deben evitar los análisis electromiográficos de las 
extremidades superiores (Lossin C. 2008, Becker P.E. 1977). En las formas severas 
la hiperactividad puede resultar en un acortamiento de los músculos, lo que puede 
llevar a una limitación bilateral de la dorsiflexión de la muñeca o del pie y resultar en 
pie equino varo, marcha en puntas y el desarrollo de lordosis compensatoria 
(Lehmann-Horn 2013; Lehmann-Horn 2008). También se ha observado la 
disminución de los reflejos osteotendinosos en las extremidades superiores (Lossin 
C. 2008). En algunos pacientes, especialmente en los mayores, el cuello, los 
hombros y los músculos de las extremidades superiores se pueden observar poco 
desarrollados resultando en una figura desproporcionada característica (Lehmann-
Horn 2008). También van a presentar el fenómeno de retraso palpebral y miotonía 
de percusión (Ruff R.L. 2014). Las fluctuaciones en la severidad de la miotonía 
pueden ocurrir en respuesta a deficiencias en la dieta, falta de sueño, actividad física 
prolongada y estrés emocional (Lossin C. 2008). 
 
Pocos pacientes, en algunos grupos musculares, muestran una debilidad 
permanente de inicio tardío, con atrofia distal y niveles inusualmente elevados de 
creatina fosfoquinasa (CPK), lo que dificulta su diagnóstico diferencial con las 
 
14 
 
distrofias miotónicas. La expectativa de vida no se encuentra alterada (Lehmann-
Horn F. 2008) 
 
El embarazo y el hipotiroidismo pueden aliviar o empeorar los síntomas en algunos 
pacientes. Las observaciones clínicas sugieren que los factores hormonales pueden 
influenciar en el fenotipo. Lo más llamativo es el deterioro en el embarazo, de hecho 
hay mujeres que solo experimentan síntomas durante este periodo, sobre todo 
aquellas con mutaciones dominantes. Así mismo, la miotonía latente puede volverse 
clínicamente aparente durante la menstruación. En general se ha observado que 
las mujeres están menos afectadas que los hombres, también se ha visto que es 
más probable que los portadores masculinos de mutaciones recesivas presenten 
miotonía subclínica en comparación con las mujeres. Se ha mostrado que los 
canales CIC-1 son inhibidos por la testosterona y progesterona, lo que propone una 
explicación a la observación de que los síntomas por una pérdida de función del 
canal CIC-1 se exacerban cuando la testosterona y la progesterona se elevan 
(Lossin C. 2008, Lehmann-Horn F. 2008, Fialho D. 2008) 
 
La severidad del fenotipo muestra una marcada variabilidad intra e inter familiar, 
inclusive entre individuos con mutaciones idénticas; también existe una diferencia 
significativa de la edad de inicio, los grupos musculares afectados y la severidad. 
Se cree que lo anterior se debe a diferencias intrínsecas en la severidad de la 
alteración del canal de cloro asociada a mutaciones específicas o a la existencia de 
genes modificadores que alteran la función del canal de cloro o la expresión alélica 
(Lossin C. 2008, Kubisch C. 1998, Duno M. 2004). En ocasiones los portadores 
son clínicamente asintomáticos; no obstante la electromiografía (EMG) puede 
mostrar descargas anormales (miotonia latente) (Ruff R. L. 2014). 
 
 
 
 
15 
 
2.5 Diagnóstico 
Para realizar el diagnóstico se debe de buscar clínicamente la miotonía y el 
fenómeno de calentamiento. El fenómeno de calentamiento de los parpados 
evidencia el diagnóstico de miotonía de canal de cloro, mientras que las miotonías 
de canales de sodio se asocian con miotonía paradójica del parpado. Un pequeño 
golpe en la lengua o en los músculos de las extremidades se debe de realizar para 
provocar la miotonía por percusión. Al igual que también se debe buscar el retraso 
palpebral (Lehmann-Horn F. 2008). 
 
En cuanto a la determinación de la CPK y las transaminasas, la CPK no debe ser 
mayor de 2 veces. Se debe realizar EMG en busca de las descargas miotónicas y 
cambios miopáticos (Lehmann-Horn F. 2008) 
 
La heterogeneidad alélica asociada con la miotonía congénita genera dificultad en 
el análisis molecular, ya que es necesario el análisis de todo el marco de lectura 
abierto del CLCN1, o posiblemente una secuenciación completa de todo el gen, 
para detectar las mutaciones en un individuo. Para familias grandes o 
consanguíneas con MCT o MCB, los análisis de ligamiento con marcadores 
polimórficos en y alrededor del CLCN1 pueden ayudar a establecer un diagnóstico 
genético. No obstante la mayoría de los individuos son casos esporádicos o 
asociados con pequeñas familias. (Lossin C. 2008). 
 
Opcionalmente en casos poco claros se debe excluir molecularmente distrofia 
miotónica 1 o 2 (DM1 o DM2). (Lehmann-Horn F. 2008) 
 
 
 
 
16 
 
2.6 Diagnósticos diferenciales 
La miotonía rara vez se presenta como un síntoma aislado. Existen 8 diferentes 
enfermedades que se presentan con miotonía: DM1, DM2, las miotonías 
congénitas, la paramiotonía congénita, la parálisis periódica hipercalémica 
(adinamia episódica hereditaria), el Síndrome de Schwartz-Jampel y la enfermedad 
de Pompe (Miller T.M. 2008; Kurihara T. 2005). 
 
Para poder realizar un diagnóstico diferencial de los padecimientos que presentan 
miotoníaeléctrica, podemos distinguir si los pacientes tienen miotonía clínica o 
paramiotonía (Tabla 1) (Kurihara T.2005). 
 
Tabla 1. Diagnósticos diferenciales de trastornos miotónicos. 
DIAGNÓSTICOS DIFERENCIALES DE TRASTORNOS MIOTÓNICOS 
Miotonía clínica con miotonía eléctrica 
 
• Distrofia miotónica tipo 1 
• Distrofia miotónica tipo 2 (miopatía 
miotonica proximal) 
• Miotonía congénita 
• Síndrome de Schwartz-Jampel 
 
Paramiotonía clínica con miotonía 
eléctrica 
 
• Parálisis periódica hipercalcémica 
• Paramiotonía congénita 
 
Miotonía eléctrica sin miotonía clínica 
 
• Deficiencia de maltasa ácida 
 
Causas poco frecuentes de miotonía 
 
• Miopatía 
• Denervación 
• Hipotiroidismo inducido por drogas 
 
Modificado de: Miller T. M. Differential Diagnosis of Myotonic Disorders. Muscle Nerve 2008;37:293-299. 
 
 
 
 
17 
 
En los desordenes miotónicos, es común que el mecanismo pueda ser descubierto 
y relacionado con la hiperexitabilidad de la membrana muscular causada por 
diferentes canalopatías: 1) reducción de la conductancia de Cl en la membrana 
muscular, 2) alteración de la inactivación del canal de Na. Sin embargo no todos los 
padecimientos han sido clasificados por su canalopatía (Figura 3) (Kurihara T. 
2005). 
 
Para realizar el diagnóstico diferencial es importante determinar si el paciente 
presenta atrofia muscular y debilidad; en el caso de la miotonia congénita, en 
especial MCT, por lo general no presentan atrofia muscular o debilidad; por el 
contrario en el caso de DM, los pacientes presentan atrofia de los músculos distales 
de las manos y extremidades inferiores principalmente, y debilidad que inicia 
distalmente y progresa hasta los músculos proximales. En la paramiotonía 
congénita, el paciente presenta miotonía cuando se expone a un clima frío, pero en 
el verano no la va a presentar; esto se debe por una alteración del canal de Na+ y 
la despolarización de los músculos que ocurre cuando se expone a temperaturas 
bajas, también la debilidad se desarrolla durante el invierno solamente. (Kurihara T. 
2005) 
 
 
 Figura 3. Desórdenes miotónicos clasificado según su canalopatía. Tomado de: Kurihara T. 2005 
 
Canalopatía de Cl-
Atrofia muscular (-) 
•Miotonía congénita tipo Thomsen
•Miotonía congénita tipo Becker
Canalopatía de Cl-
Atrofia muscular (+)
•DM1
•DM2
Canalopatía de Na+
Atrofia muscular (-)
•Paramiotonía congénita
•Adinamia episódica hereditaria
•Miotonía fluctuans
 
18 
 
La miotonía congénita, la DM1 y la DM2 comparten la miotonía clínica clásica 
prominente y la miotonía eléctrica. La enfermedad miotónica más conocida es la DM 
tipo 1, ocasionada por un repetido de CTG en el gen DMPK (protein cinasa de la 
distrofia miotónica) localizado en el cromosoma 19q13.3. Inicia entre la infancia y la 
adultez temprana, y tiene una incidencia de 12-14 por 100 000. Las características 
principales de esta enfermedad incluyen el desgaste y debilidad de los músculos 
craneales y la debilidad predominantemente distal de extremidades; también 
pueden presentar disfagia, disartria, en ocasiones alteraciones de los movimientos 
oculares, reflejos osteotendinosos deprimidos y algo que la distingue es la debilidad 
de los flexores de los dedos. La progresión es lenta, y a pesar de que la longevidad 
en muchos pacientes no está afectada, la expectativa de vida se disminuye 
secundariamente a enfermedades respiratorias, cardiovasculares, neoplasias y 
muerte súbita aparentemente por arritmias cardiacas. Otras manifestaciones 
incluyen calvicie, cataratas y alteraciones cardiacas. Clínicamente la miotonía es 
simple de demostrar tanto por percusión como al pedirle al paciente que apriete su 
mano o abra los ojos. En los análisis de laboratorio podemos observar el involucro 
sistémico en donde va a mostrar hipotiroidismo, resistencia a la insulina y diabetes, 
hipofunción de las glándulas adrenales e hipogonadismo. Algo también importante 
en esta patología es el fenómeno de anticipación, por la inestabilidad del repetido 
de tripletes, observado en una mamá casi asintomática que tiene un hijo con una 
expansión más grande y con síntomas más pronunciados al grado de poder 
presentar distrofia miotónica congénita donde presentan retraso del desarrollo y 
debilidad severa en extremidades (Miller T.M. 2008, Ashizawa T. 2011, Kurihara T. 
2005). 
 
La DM tipo 2, conocida en Europa como miopatía miotónica proximal, es otra 
enfermedad por expansión de tripletes, en este caso CCTG, en el intron 1 del gen 
ZNF9 localizado en 3q21.3 que codifica para la proteína con dedos de zinc 9. Es de 
inicio en el adulto y se asocia con miotonía, debilidad proximal, cataratas, arritmias 
 
19 
 
cardiacas, resistencia a la insulina y otros hallazgos multisistémicos de inicio en el 
adulto similares a DM tipo 1 (Miller T.M. 2008, Ashizawa T. 2011). 
 
Las miotonías congénitas se diferencian de las distrofias miotónicas por la falta de 
debilidad en la mayoría de los pacientes y la ausencia de alteraciones 
extramusculares como cataratas, defectos cardiacos y disfunción pulmonar o 
endocrina (Ruff R.L. 2014). 
 
El Síndrome de Schwartz-Jampel, también conocido como miotonía 
condrodistrófica, está causado por una mutación de pérdida de función en el gen 
HSPG2 que codifica para el perlecan que es un proteoglicano tipo heparán sulfato 
secretado en la base de las membranas. Se asocia con miotonía severa así como 
talla baja, hipertrofia muscular, enfermedad difusa ósea, alteraciones oculares y 
faciales, y contracturas de articulaciones. La rigidez muscular es uno de los primeros 
síntomas que se presentan en la infancia; no obstante no hay fenómeno de 
calentamiento. A diferencia de la miotonía típica, las descargas repetitivas y de alta 
frecuencia no aumentan y disminuyen (Miller T.M. 2008, Conti-Reed U. 2002). 
 
Se ha descrito una forma de miotonía congénita sensible al potasio, asociada con 
mutaciones en la subunidad α del canal de sodio dependiente de voltaje en el 
cromosoma 17q. (Ruff R.L. 2014) 
 
2.7 Tratamiento 
La elección del tratamiento depende si los síntomas requieren tratamiento diario 
versus intermitente, y del efecto secundario de varios medicamentos. En pacientes 
con manifestaciones menores pueden no requerir tratamiento y aprenden a adaptar 
sus actividades y su estilo de vida para reducir los síntomas. (Ruff R.L. 2014) 
 
20 
 
 
En cuanto al estilo de vida las técnicas de relajación pueden ser benéficas, ya que 
el estrés empeora la miotonía. Se debe de evadir periodos prolongados de reposo, 
y evitar movimientos repentinos después de estos, o el mantenimiento de la misma 
postura. Deben de sacar ventaja del fenómeno de calentamiento. El ejercicio para 
mejorar la flexibilidad puede ayudar a prevenir lesiones musculares, por ejemplo el 
estiramiento del tendón de Aquiles puede ayudar a prever una cirugía (Conravey A. 
2010) 
 
Cuando se requiere tratamientos farmacológicos para la rigidez miotónica, se deben 
utilizar medicamentos que estabilicen la membrana muscular ya que son los más 
efectivos. El de primera elección es la mexiletina, el cual es un derivado de la 
lidocaína y es un agente antiarritmico de clase 1b que actúa en los canales de sodio 
dependientes de voltaje. El tratamiento en adultos se debe de iniciar con una dosis 
de 150 mg dos veces al día vía oral (VO) incrementando lentamente si se necesita 
hasta 300 mg tres veces al día VO. La dosis pediátrica es de 1 a 8 mg/kg por día. 
Para suspender del tratamiento se debe de ir reduciendo paso a paso. Antes de 
administrar este medicamento se requiere realizar un estudio cardiológico ya que 
no se puede utilizar en pacientes con arritmias cardiacas severas, cardiomiopatía o 
enfermedad coronal arterial. Los efectos adversos potenciales más comunes de la 
mexiletina incluyen alteraciones gastrointestinales, mareo y tremor los cuales son 
reversibles al disminuirla dosis, también se ha reportado erupción y se debe de 
tener cuidado con afecciones de la conducción del impulso cardiaco al utilizarlo (Ruff 
R.L. 2014; Lehmann-Horn F. 2008; Conravey A. 2010). 
 
La tocainida, otro derivado de la lidocaína, es útil reduciendo la miotonía en algunos 
pacientes que no responden a mexiletina, se administra ha dosis de 400 a 1,200 mg 
al día, sin embargo se debe de utilizar con precaución por su potencial 
mielotoxicidad. Otros tratamientos de segunda elección son la carbamazepina 200 
 
21 
 
mg más de tres veces al día o fenitoina 100 mg tres veces al día; la fenitoína puede 
causar disminución de los niveles de sodio al igual que también afección del impulso 
cardiaco. (Rüdel R.L. 1980, Ruff R.L. 2014, Conravey A. 2010) 
 
Medicamentos menos utilizados incluyen el dantroleno que ha mostrado mejoría en 
algunos casos severos, sin embargo se ha reportado hepatotoxicidad fatal y no fatal, 
y el riesgo-beneficio debe analizarse de forma individual. La acetazolamida también 
es benéfica en algunos pacientes iniciando con una dosis de 125 mg VO dos veces 
al día incrementando lentamente a 250 mg VO tres veces al día. Algunos efectos 
adversos de la acetazolamida son nauseas, anorexia y parestesias, se debe de 
advertir sobre la presencia de piedras biliares, se ha reportado erupción y se debe 
de realizar como control biometría hemática y estudios de función hepática (Ruff 
R.L. 2014). 
 
Los fármacos que pueden empeorar la miotonía y que deben ser evitados en los 
pacientes con miotonía congénita son los agonistas beta, los beta bloqueadores y 
los inhibidores de la colinesterasa. Agentes despolarizantes como la succinilcolina 
pueden causar una reacción miotónica muy severa en todos los músculos, y al 
utilizarse en la anestesia pueden alterar la intubación y la ventilación. Si se requiere 
de tocólisis (inhibición de la contracción uterina), el feneterol está contraindicado. Y 
también se ha visto que la colchicina puede llevar a debilidad muscular. (Conravey 
A. 2010, Lehmann-Horn F. 2008) 
 
El asesoramiento genético se debe de proporcionar a todos los pacientes con 
miotonía congénita, y por el alto riesgo de complicaciones por la anestesia, se 
recomienda que todos los individuos con riesgo de presentarla sean estudiados a 
pesar de que sean asintomáticos (Conravey A. 2010). 
 
 
22 
 
2.8 Pronóstico 
Tienen una sobrevida normal. La MCB se puede asociar con debilidad progresiva 
leve y desgaste de los músculos distales. Es raro que en la forma recesiva los 
pacientes experimenten una debilidad incapacitante progresiva, sin embargo 
algunos si presentan ataques transitorios que pueden llevar una debilidad 
generalizada, que por lo general se presentan al iniciar un movimiento repentino 
después de un periodo de reposo. Los pacientes por lo general tienden a evitar 
factores precipitantes (Ruff R.L. 2014). 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
23 
 
3. PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA 
La miotonía congénita es la forma más frecuente de canalopatías hereditarias del 
músculo esquelético. Se clasifica en dos tipos dependiendo de su herencia, 
Thomsen que es la forma dominante (MCT) y Becker que es la forma recesiva 
(MCB); hoy en día se sabe, gracias a los estudios moleculares, que el tipo Becker 
tiene una mayor prevalencia, sin embargo clínicamente existe un sobrelapamiento 
entre ambos tipos, por lo que sin el diagnóstico molecular se dificulta su distinción 
no solo entre ambas si no con otras enfermedades neuromusculares, lo que lleva a 
un mal diagnóstico y asesoramiento genético. 
 
 
4. PREGUNTA DE INVESTIGACIÓN 
¿Es posible realizar un diagnóstico diferencial entre la forma dominante Thomsen y 
la forma recesiva Becker solamente por sus características clínicas para poder 
realizar un asesoramiento genético adecuado? 
 
 
5. JUSTIFICACIÓN 
A pesar de que en otros países se han realizado algunas revisiones acerca de la 
miotonía congénita, que en realidad son pocas, en México no tenemos conocimiento 
sobre estudios descriptivos recientes en pacientes mexicanos. Su prevalencia es 
baja, sin embargo siendo el Instituto Nacional de Rehabilitación un centro de 
referencia para enfermedades neuromusculares, es importante su estudio para 
poder realizar no solo la distinción clínica entre los dos tipos, Becker y Thompsen, 
y con esto proveer un asesoramiento genético adecuado, si no también para realizar 
el diagnóstico diferencial con otras entidades neuromusculares y proporcionar un 
diagnóstico certero y el seguimiento apropiado de los pacientes. 
 
24 
 
 
6. HIPÓTESIS 
Es posible establecer un diagnóstico clínico certero de miotonía congénita y 
diferenciar entre el tipo dominante Thomsen y el tipo recesivo Becker si se realiza 
un interrogatorio y análisis clínico minucioso, para poder realizar un adecuado 
asesoramiento genético. 
 
7. OBJETIVO GENERAL 
Realizar una descripción detallada de las características clínicas y de la evolución 
de pacientes mexicanos con diagnóstico clínico de miotonía congénita. 
 
 
8. OBJETIVOS ESPECÍFICOS 
 Seleccionar pacientes con diagnóstico clínico de miotonía congénita del 
Instituto Nacional de Rehabilitación. 
 Realizar nuevamente una historia clínica completa de los pacientes 
seleccionados. 
 Hacer una descripción minuciosa de los síntomas y signos clínicos de los 
pacientes. 
 Determinar por los antecedentes heredofamiliares y por la clínica si los 
pacientes corresponden al tipo Thomsen o al tipo Becker. 
 
 
9. METODOLOGÍA 
9.1 Tipo y diseño general del estudio: 
 Descriptivo, observacional, transversal y prospectivo 
 
25 
 
 
9.2 Universo del estudio: 
 Pacientes con diagnóstico o probable diagnóstico clínico de miotonía 
congénita que hayan sido valorados en el Instituto Nacional de 
Rehabilitación, del 1 de enero de 1995 al 1 de diciembre del 2014. 
 
9.3 Tamaño de la muestra 
 Dado que no se conoce el tamaño de la muestra esta será por conveniencia. 
 
9.4 Criterios de selección: 
 Criterios de inclusión 
o Pacientes de ambos sexos. 
o Pacientes de cualquier edad. 
o Con diagnóstico clínico de miotonía congénita. 
o Familiares en primer grado de pacientes con diagnóstico clínico de 
miotonía congénita que tengan algún síntoma clínico de dicha 
patología. 
o Familiares en primer grado de pacientes con diagnóstico clínico de 
miotonía congénita que tengan un familiar también en primer grado 
con sintomatología similar a dicha patología. 
 
 Criterios de no inclusión 
o Pacientes con diagnóstico clínico de otra enfermedad neuromuscular. 
o Pacientes que no presenten datos clínicos para hacer un diagnóstico 
de miotonía congénita. 
 
 
 
 
26 
 
 Criterios de exclusión 
o Pacientes que no se logren localizar por datos erróneos o incompletos 
en el expediente clínico del Instituto Nacional de Rehabilitación. 
o Expedientes incompletos. 
 
9.5 Fase de selección de los pacientes 
 Búsqueda en el registro de pacientes del Servicio de Genética y de la Clínica 
de Distrofias del INR, pacientes con diagnóstico clínico de miotonía 
congénita. 
 
9.6 Fase de interrogatorio, exploración física y recopilación de información: 
 Se citaron a los pacientes seleccionados para recopilar nuevamente la 
información de la historia clínica, 
 Se realizó una hoja de recolección de datos en donde se incluyeron los 
siguientes datos: ficha de identificación, antecedentes heredofamilares, árbol 
genealógico, antecedentes personales no patológicos, antecedentes 
perinatales, crecimiento y desarrollo, antecedentes personales patológicos 
y padecimiento actual (dirigido a miotonía congénita). 
 Se realizó una exploración física enfocada a la exploración neuromuscular, 
recopilando los signos y síntomas característicos de la miotonía congénita. 
 Se tomaron fotos y videos de los pacientes, con previa autorización y firma 
del consentimientoinformado. 
 Se realizó una base de datos recopilando la información más importante. 
 
 
 
 
 
27 
 
10. RESULTADOS 
 
En este estudio clínico se incluyeron ocho pacientes con diagnóstico clínico de 
miotonía congénita, seis del sexo masculino y dos del sexo femenino. Las edades 
al momento de realizar el estudio clínico oscilaban entre los 10 y 40 años de edad, 
con una media de 19 años de edad. Dos pacientes tienen consanguinidad positiva, 
uno de ellos también tiene probable endogamia ya que ambas familias son 
originarias de Zapotlán de Hidalgo (actualmente tiene una población de 18, 036 
habitantes), en este caso no conocen el grado de consanguinidad; en el otro 
paciente los papas son primos segundos (Figura 4). El resto de los pacientes 
negaron consanguinidad y endogamia en la familia. El resto de los datos de la ficha 
de identificación se presentan en la Tabla 2. 
 
 
 Figura 4. Árbol genealógico de paciente con consanguindad positiva. 
 
 
28 
 
 
Tabla 2: Datos de ficha de identificación 
 
 
En cuanto al antecedente de miotonía congénita en la familia, en este estudio 
tenemos un caso familiar, madre e hija, las únicas pacientes de sexo femenino en 
este estudio (Figura 5). Por otro lado, uno de los pacientes refiere que el abuelo por 
rama materna al igual que la tía abuela, tienen síntomas similares al del paciente, 
sin embargo la mamá no presenta ninguna sintomatología (Figura 6). 
 
 
 Figura 5. Árbol genealógico caso familiar 
 
29 
 
 
 
 Figura 6. Árbol genealógico de caso con probable herencia autosómico dominante 
 
En cuanto a los antecedentes personales no patológicos, ninguno tiene problemas 
con respecto a la socialización; cuatro pacientes presentan o presentaron un 
desempeño escolar bueno con un promedio de 8 a 8.9 y en cuatro pacientes es 
regular con promedio de 7 a 7.9. Todos los pacientes refieren una alimentación 
adecuada; seis también una higiene adecuada y en dos pacientes es regular por 
falta de baño diario. Aparentemente todos tienen sus inmunizaciones completas. En 
cuanto al patrón de sueño en cinco casos es adecuado mientras que en tres no, 
uno de ellos por presencia de ronquido y dos pacientes por dificultad para conciliar 
el sueño. Dos pacientes tienen tabaquismo positivo y tres presentan alcoholismo 
social. Todos los pacientes niegan otras toxicomanías. 
 
Dentro de los datos importantes de los antecedentes perinatales de los pacientes, 
en tres casos hay antecedente de abortos espontáneos, en dos de ellos fue una 
gesta posterior a la del paciente y en otro caso una gesta antes y otras después a 
la del paciente, todos de causa no especificada. La edad mínima materna al 
 
30 
 
momento de la concepción fue de 17 años y la máxima de 32 años, con una media 
de 24.75 años; la edad mínima paterna al momento de la concepción fue de 17 años 
y la máxima de 31 años con una media de 26.75 años. Solo una mamá reporta el 
consumo de un antihipertensivo durante el embarazo (no recuerda el nombre). En 
dos casos se reporta una motilidad disminuida de los movimientos fetales. En un 
caso se reportó como complicación hipertensión durante el trabajo de parto y 
placenta inmadura. Solo en cuatro pacientes se recordó la talla al nacer, en seis 
casos el peso y en tres el Apgar. Todos los antecedentes perinatales se reportan en 
la Tabla 3. Ninguno de los pacientes presentó complicaciones al nacimiento como 
ictericia, cianosis o convulsiones. 
 
Tabla 3: Antecedentes perinatales 
 
 
 
31 
 
Al interrogatorio del desarrollo psicomotor, una de las pacientes no conocía ninguno 
de los datos pero aparentemente su desarrollo fue normal y similar al de sus 
hermanos; al igual que otras mamás de los pacientes no conocían algunos de los 
datos pero todas refirieron que el desarrollo fue adecuado y dentro de parámetros 
normales. Los datos se muestran en la Tabla 4. 
 
Tabla 4: Desarrollo psicomotor 
 
 
Con respecto a los antecedentes personales patológicos, cinco pacientes 
presentaron infecciones propias de la infancia. A tres pacientes se les realizó cirugía 
de alargamiento de tendones. A un paciente se le realizó cirugía de menisco 
derecho por fractura. Otra paciente tiene diagnóstico de Diabetes Mellitus tipo 2, en 
cuanto a los procedimientos quirúrgicos tuvo cinco cesáreas y se le realizó 
nefrectomía por absceso de pus, otra cirugía para reparación intestinal por 
complicación de nefrectomía, y requirió transfusiones. Dos pacientes presentan 
sobrepeso. 
 
En cuanto al padecimiento actual la edad de inicio oscilo entre los 2 años hasta los 
39 años de edad, con una media de 9.75 años. El primer síntoma en la mayoría de 
los pacientes (siete de ocho) involucraba las extremidades inferiores, siendo 
 
32 
 
también la región más afectada en estos pacientes. Cuatro refirieron dificultad para 
la apertura palpebral. Siete pacientes reportan miotonía en manos, sobre todo 
después de un periodo de reposo y al inicio del movimiento, al agarrar objetos o al 
hacer fuerza, seis de los pacientes refieren que la duración es de segundos y en 
dos casos dura más de un minuto, y siete casos han presentado el fenómeno de 
calentamiento. Ningún caso ha manifestado miotonía retardada y solo un paciente 
refiere miotonía paradójica. Siete casos notan el hábito atlético, con edades de inicio 
desde el año de edad hasta los 11 años con una media de 5.9 años. Cuatro casos 
refieren torpeza al caminar y en un caso en las extremidades superiores al realizar 
movimientos finos. Todos los casos reportan dificultad de los movimientos posterior 
al reposo tanto de las extremidades superiores como de las inferiores. Siete 
pacientes perciben dificultad para la bipedestación y para iniciar la marcha después 
de un periodo largo de reposo, presentando rigidez importante en miembros 
inferiores. Tres casos refieren síntomas progresivos, en dos la dificultad para la 
bipedestación y la marcha, y en un caso la debilidad muscular y miotonía. Siete 
pacientes manifiestan dificultad para subir escaleras. Cuatro casos reportan que los 
síntomas empeoran con el clima frío. Seis pacientes perciben debilidad, de los 
cuales en tres refieren presentarla de manera generalizada y en tres solamente en 
extremidades superiores, también en tres casos la debilidad es por periodos y en 
dos se reporta como progresiva. Cuatro pacientes presentan caídas frecuentes. En 
cuatro casos manifiestan calambres y en cinco mialgias, en cuanto a este último 
uno de manera generalizada, dos en pies específicamente y dos en extremidades 
inferiores. Cuatro pacientes reportan que los síntomas han empeorado, en un 
paciente debido al estrés, en otro cuando ha presentado infecciones acompañados 
de fiebre, uno por cansancio y en otro no se especifica. Todos los síntomas y signos 
clínicos del padecimiento actual se presentan en la Tabla 5. 
 
El tiempo que transcurrió entre el inicio del padecimiento actual y el diagnóstico 
varía importantemente en cada uno de los pacientes, siendo el menor tiempo de un 
1 año y el mayor de 9 años, con un promedio de 4.4 años. 
 
33 
 
 
A la exploración física de los pacientes, cuatro de ellos presentaban un hábito 
atlético generalizado mientras que en uno de ellos predominaba en el tronco y en 
otro en los muslos. Cuatro pacientes tenían una marcha con base de sustentación 
amplia, en uno de ellos era leve, y en dos era también inestable; la marcha se 
apreciaba con dificultad en cinco pacientes, tres en forma leve y dos moderada. 
Solo dos pacientes tenían dificultad para realizar marcha en puntas mientras que 
seis de ellos no lograban realizar marcha en talones. Cuatro tenían dificultad para 
realizar una sentadilla. Siete pacientes tenían conservada la fuerza muscular de la 
cara. Cuatro pacientes presentaban el signo de Graefe positivo. En tres pacientes 
se observó la miotonía en la lengua,en uno de ellos específicamente a la percusión. 
Siete pacientes tenían limitación en los arcos de movimiento del cuello, cuatro de 
manera leve y tres de manera moderada. En cinco pacientes se aprecia una 
hiperlordosis importante. Siete pacientes muestran algún grado de hipertrofia en 
extremidades superiores sobretodo en la región proximal, en uno de ellos se 
observa también hipotrofia distal. Siete pacientes presentan el fenómeno de 
miotonía en las manos de manera bilateral, con fenómeno de calentamiento 
demostrable en seis de ellos; la miotonía a la percusión solo se pudo evocar de 
manera adecuada en tres de ellos. En dos pacientes se observó limitación a la 
extensión de la articulación del codo, uno de ellos con contractura moderada al 
mismo nivel. En cuanto al trofismo en las extremidades inferiores siete pacientes 
presentaban hipertrofia evidente sobretodo en la región de los muslos, dos 
pacientes presentaban hipotrofia en la región distal. En siete pacientes fue notoria 
la dificultad para la bipedestación e inicio de la marcha después del reposo, 
presentando miotonía en miembros inferiores con fenómeno de calentamiento 
durante la exploración. Cinco de ellos presentaron contracturas en los tobillos; uno 
de ellos presentaba pie cavo bilateral con dedos en garra, uno con pie cavo derecho, 
otro con arco plantar pronunciado y un paciente con pie equino varo. Los datos 
clínicos de importancia durante la exploración física se reportan en la Tabla 6; en 
 
34 
 
toda la exploración de la fuerza se utilizó la escala de la “Medical Research Council”, 
y para los reflejos osteotendinosos se utilizó la escala de 0 a 4 cruces. 
 
De los ocho pacientes a seis se les realizó electromiografía, en todos se reportó un 
estudio anormal con presencia de descargas miotónicas; en un paciente también se 
reportó neuropatía motora de nervio mediano derecho con lesión del tipo 
degeneración axonal. 
 
Respecto a los niveles de CPK solo obtuvimos los resultados de cuatro pacientes, 
los valores oscilan de 102 U/La 316 U/L, con un promedio de 202.25 U/L. 
 
A un paciente se le realizó biopsia muscular la cual reportó cambios focales de 
regeneración y atrofia de la fibra muscular estriada sin proceso inflamatorio. 
 
 
35 
 
Tabla 5: Datos del padecimiento actual 
 
 
 
 
 
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36 
 
Tabla 6: Exploración física 
 
 
 
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37 
 
11. DISCUSIÓN 
 
La miotonía congénita es un padecimiento del músculo esquelético, como señala 
su nombre el síntoma predominante es la miotonía, la cual es un retraso anormal 
de la relajación del músculo después de una contracción muscular voluntaria o 
evocada. Esta patología genética es causada por un defecto en el canal de cloro 
del músculo esquelético (CIC-1) codificado por el gen CLCN1, localizado en 7q35, 
las mutaciones en este gen resultan en enfermedad de Thomsen (miotonía 
congénita autosómica dominante) o en enfermedad de Becker (miotonía congénita 
autosómica recesiva) (Skálova D. 2013). Además de la miotonía, ambas formas se 
caracterizan por rigidez muscular, fenómeno de calentamiento e hipertrofia 
muscular de grado variable. En los estudios de electromiografía se presentan las 
descargas miotónicas, que ayudan a confirmar el diagnóstico, pero no distingue 
entre las variantes recesiva y dominante (Fialho D. 2007). 
 
El gen CLCN1 está compuesto de 23 exones y codifica para la proteína CLC-1, el 
cual el principal mediador de la conductancia de cloro en el músculo esquelético 
(Morales F. 2008). Existe como un homodímero complejo, donde cada subunidad 
forma un poro independiente con dos modos de activación principales, la forma 
rápida donde se abren y cierran los dos poros de manera independiente, y un 
mecanismo lento o “activación común” que causa la desactivación de ambos poros 
de manera simultánea (Fialho D. 2007, Grunnet M. 2003). Los estudios 
electrofisiológicos han revelado que las mutaciones recesivas ejercen su efecto 
mediante un mecanismo de pérdida de función; mientras que en la forma dominante 
la subunidad mutada tiene un efecto dominante negativo que modifica ya sea la 
apertura de ambos protoporos o la selectividad de alguno de los dos. Sin embargo, 
se ha encontrado que algunas mutaciones llevan a formas autosómico dominantes 
en algunos pacientes y homocigotos recesivos en otros (Fialho D. 2007, Ulzi 
G.2012). 
 
38 
 
 
A la fecha las mutaciones están distribuidas a lo largo de los 23 exones del CLCN1, 
y no ha surgido una clara correlación fenotipo-genotipo. Las similitudes entre las 
formas dominantes y recesivas sugieren la probable existencia de un “punto 
caliente” en el exón 8, lo que indica que tiene un papel importante en las 
interacciones dominantes-negativas entre los dos monómeros que constituyen el 
canal de cloro (Fialho D. 2007). 
 
La intensiva búsqueda de mutaciones que surgieron después del descubrimiento 
del gen mostraron que la forma dominante es muy rara, ya que pocas familias (~14 
familias) han mostrado presentar un patrón de herencia claramente dominante. La 
forma recesiva es más común, con una frecuencia de ~1:23 000 (Morales F. 2008). 
En general, se describe que las mujeres tienden a estar menos afectadas que los 
hombres; por ejemplo, en un estudio realizado en Italia que incluyó a 22 pacientes 
se mostró una mayor proporción de hombres afectados que de mujeres (3:1) (Ulzi 
G. et al. 2012), al igual que en otro estudio del Reino Unido de veintidós individuos 
trece eran hombres y nueve eran mujeres (Fialho D. 2007). En el caso de nuestro 
estudio de los ocho pacientes seis son hombres y solo dos (el caso familiar) son 
mujeres, lo que concuerda con la literatura. Ni Thomsen ni Becker describieron que 
los hombres estuvieran más afectados que las mujeres y existen estudios en 
familias donde se ha visto que las mujeres se encuentran afectadas con la misma 
frecuencia que los hombres pero con un grado más bajo; no obstante se ha visto 
que la miotonía tipo Becker predomina en hombrescon una proporción 3:1 
sugiriendo una penetrancia reducida o una expresividad clínica menor en mujeres. 
Específicamente se ha observado que la severidad de la miotonía y posiblemente 
la debilidad transitoria puede ser más pronunciada en los hombres (Colding-
Jorgensen E. 2005, Morales F. et al. 2008). Tenemos un caso en donde 
aparentemente el abuelo por rama materna, así como también la tía abuela, 
presentan síntomas similares al probando, no obstante la mamá no presenta 
sintomatología, lo que nos podría indicar una penetrancia reducida. Algunas 
 
39 
 
observaciones clínicas sugieren que factores hormonales pueden influenciar en el 
fenotipo, por ejemplo el empeoramiento de la miotonía durante el embarazo e 
inclusive el hecho de que algunas pacientes, particularmente aquellas con 
mutaciones dominantes, pueden experimentar síntomas solo mientras están 
embarazadas; entre los síntomas que se agravan en este periodo son la miotonía 
de agarre, la debilidad, la rigidez y dificultad para iniciar el movimiento (Fialho D. 
2007, Wu F-F 2002, Richardson R.C. 2014) . Una posible explicación de este 
fenómeno es que se ha visto que la pérdida de función de los canales CIC-1 se 
exacerba cuando la testosterona o progesterona se elevan. (Fialho D. et al. 2008). 
También se ha descrito que es más común que los portadores masculinos de 
mutaciones recesivas presenten miotonía subclínica comparada con las mujeres 
(Fialho D. et al. 2008). La correlación genotipo-fenotipo en 6 familias con Becker 
llevó al hallazgo de que los hombres heterocigotos no afectados tenían miotonía 
latente, pero no fue así en las mujeres a pesar de tener la misma mutación 
(Mailänder V. 1996).En un estudio realizado en una familia de Costa Rica, a 
diferencia del estudio previo, los hombres heterocigotos clínicamente no afectados 
no mostraron una miotonía latente, por lo tanto se cree que no todas las mutaciones 
que causan la forma recesiva de la enfermedad desencadenan miotonía subclínica 
(Morales F. et al. 2008). 
 
En cuanto al modo de herencia en nuestro estudio, creemos que tenemos tres casos 
que podrían ser autosómico dominantes, el caso familiar y también el caso con 
probable penetrancia reducida. El resto de los casos consideramos que su herencia 
podría ser recesiva, dos de ellos por la consanguinidad positiva en la familia, y los 
otros por la mayor prevalencia de casos recesivos y por la falta de antecedentes en 
la familia. 
 
La edad de inicio es extremadamente variable, puede presentarse desde la infancia 
hasta después de los 40 años de edad (Colding-Jorgensen E. 2005). Se ha 
reportado que generalmente ocurre entre la primera y la segunda década de la vida 
 
40 
 
(Ulzi G. 2012), en el estudio de Reino Unido se reportó una media de 6 años (Fialho 
D. 2007), sin embargo, en otro estudió donde se analizaron seis pacientes, uno de 
los pacientes reportó un inicio en la adolescencia y el promedio de edad de los otros 
cinco pacientes fue de veintidós años (Wu F-F 2002). En un estudio estadounidense 
en donde se analizaron diecinueve sujetos de tres familias diferentes las edades de 
inicio variaban entre el año de edad hasta los 21 años (Richardson R.C. 2014). En 
nuestro estudio la edad de inicio osciló entre los 2 hasta los 39 años de edad, con 
una edad promedio de 9.8 años. En una misma familia también se puede presentar 
variabilidad en la edad de inicio, en un estudio realizado en 12 individuos de una 
familia de una tribu árabe la edad de inicio mínima fue entre los 8-12 meses de edad 
y la máxima de 38 años, con una edad media aproximada de 10.3 años (Shalta A. 
et al. 2010); y por ejemplo en nuestro caso familiar la hija inició a los siete años de 
edad mientras que la mamá inició a los 39 años. En cuanto a las diferencias entre 
las formas dominante y recesiva, se ha observado que en las formas recesivas el 
inicio por lo general es más tardío a pesar de que presentan un fenotipo más severo, 
algunos autores reportan que mayor a los 10 años de edad (Wu F-F 2002), lo cual 
se cree que tiene que ver con el hecho de que como los papás no se encuentran 
afectados, y no hay familiares con los síntomas el reporte de la edad de inicio y el 
diagnóstico se retrasa. La variabilidad en la edad de inicio va a depender también 
en parte de la memoria del paciente y sus familiares, es importante recalcar que por 
lo general después del inicio del padecimiento los síntomas no incrementan o 
disminuyen sistemáticamente con la edad. Solo en algunos casos se ha reportado 
empeoramiento de los síntomas en la pubertad, y en otros la miotonía aumentó con 
la edad, un fenómeno que posiblemente está relacionado con la involución 
fisiológica de la musculatura o disminución de la actividad (Colding-Jorgensen E. 
2005). No huno correlación entre la edad de inicio y la forma dominante o recesiva. 
 
El tiempo transcurrido entre el inicio del padecimiento actual y el diagnóstico varió 
importantemente en nuestros pacientes, siendo el menor tiempo de un 1 año y el 
mayor de 9 años, con un promedio de 4.4 años. En el estudio realizado por Ulzi G. 
 
41 
 
2012, el tiempo transcurrido entre el inicio de los síntomas y la edad de diagnóstico 
fue mayor que en nuestro estudio, desde 10 hasta 30 años, los pacientes reportaron 
que la miotonía o la debilidad muscular no era lo suficientemente severa para limitar 
su función y por eso no acudieron a consulta. La mayoría de nuestros pacientes 
acudieron al Instituto con un diagnóstico diferente, principalmente DM. Por ejemplo, 
en el caso familiar, la mamá no le dio importancia a su sintomatología hasta que a 
su hija se le comenzó a estudiar, por lo tanto el diagnóstico se realizó posterior a su 
hija. 
 
Dentro de los síntomas iniciales, reportados en distintos estudios, que predominan 
en esta patología se encuentran la rigidez muscular constante en las extremidades 
inferiores, así como una rigidez generalizada. Otros síntomas descritos al inicio del 
padecimiento han sido: miotonía en manos (en varios pacientes), miotonía en 
parpados, dolor muscular, calambres, síntomas de inicio en el embarazo (en varias 
pacientes), torpeza y pérdida del equilibrio al subir escaleras. Algo importante de 
mencionar es que se ha observado que los síntomas al inicio predominan en las 
extremidades inferiores (Ulzi G. et al. 2012, Fialho D. 2007, Wu F-F 2002, 
Richardson R.C. 2014, Shalta A. et al. 2010). En nuestro estudio los síntomas que 
se reportaron al inicio fueron la dificultad para caminar en dos pacientes, caídas 
frecuentes en dos pacientes, dificultad para subir pendientes, debilidad en 
extremidades inferiores, hipertrofia muscular en extremidades inferiores y debilidad 
muscular distal en miembros superiores, por lo tanto en siete de nuestros ocho 
pacientes los síntomas al inicio si predominaron en las extremidades inferiores como 
lo referido en las diferentes bibliografías. 
 
Entre los signos y síntomas más importantes que se observaron en este estudio fue 
que 50% de los pacientes presentaban dificultad para la apertura palpebral o signo 
de Graefe. En el estudio realizado en Italia solo dos pacientes (de ocho) presentaron 
este signo de manera leve, en el resto de los estudios no se menciona. Otro dato 
reportado en el estudio italiano fue la miotonía en párpados que se presentó en dos 
 
42 
 
de forma moderada y en dos de forma leve, y en el estudio realizado en EUA 
solamente en un paciente reportan la miotonía en párpados; ninguno de nuestros 
pacientes la presentó (Ulzi G. 2012, Richardson R.C. 2014). 
 
La miotonía es clínicamente muy variable, puede ir desde solo descargas 
miotónicas detectadas en la EMG hasta una rigidez muscular incapacitante a una 
edad temprana (Morales F. 2008). Siete de nuestro pacientes (87.5%) presentaban 
miotonía en manos o miotonía de agarre, la cual se manifestaba después de un 
periodo de reposo y alinicio de movimientos, al agarrar objetos o al hacer fuerza; 
no obstante, en el estudio Italiano entre los veintidós pacientes que seleccionaron 
para realizarles el estudio molecular la miotonía de agarre no fue un síntoma 
importante, a diferencia de nuestro estudio en donde la mayoría de los pacientes la 
presentaba, sin embargo de los ocho pacientes que analizaron de manera más 
detallada la miotonía de agarre se presentó de forma moderada en seis pacientes y 
de forma leve en uno de ellos (Ulzi G. 2012); lo mismo en el estudio de EUA 
solamente 42% de los pacientes la presentaban, un porcentaje más bajo que el 
nuestro, sin embargo analizaron un mayor número de pacientes pero de tres familias 
distintas, aquí cuatro de diecinueve pacientes presentaron miotonía a la percusión 
(Richardson R.C. 2014). En el otro estudio realizado en EUA, donde analizaron con 
detalle las características clínicas de seis pacientes uno de los casos se destacó 
por una miotonía difusa y severa al igual que miotonía de percusión que se 
presentaba en párpados, muslos y músculos de las manos y los brazos (Wu F-F 
2002). En nuestros pacientes la miotonía a la percusión se observó en la lengua en 
uno de ellos y solamente en tres de nuestros pacientes se evocó de manera 
adecuada en las manos. Ninguno de nuestros pacientes presentaron miotonía 
retardada y solo un paciente refirió haber presentado miotonía paradójica, lo que 
concuerda con la literatura. 
 
Como ya se mencionó, el involucro de los miembros inferiores es muy prevalente 
en esta patología, en el estudio de Reino Unido 91.3% de los pacientes iniciaron 
 
43 
 
con síntomas en miembros inferiores (Fialho D. 2007), similar a nuestros resultados 
donde fueron 87.5% casos. La miotonía, o la rigidez muscular como es descrita 
por los pacientes, es de los síntomas más comunes tanto en las formas dominantes 
como recesivas (Fialho D. 2007), en el estudio de la familia árabe, por ejemplo, 
todos los pacientes analizados (trece) presentaban miotonía en los miembros 
inferiores (Shalta A. 2010). En nuestro estudio 87.5% reportaron dificultad a la 
bipedestación y a la marcha después de un periodo moderado a largo de reposo, y 
la miotonía fue evidente durante la exploración física en estos mismos pacientes, lo 
que corresponde con la literatura. Otros autores reportan menores porcentajes de 
miotonía en miembros inferiores, en el estudio italiano se presentó en 62.5% de los 
pacientes, dos de manera severa, en dos de manera moderada y en uno de manera 
leve (Ulzi G. 2012). 
 
La miotonía en la lengua es un dato menos característico, y solamente lo 
observamos en tres pacientes, uno de ellos a la percusión. Otros estudios la 
reportan hasta en un 50%, sin embargo la mayoría de forma leve (Ulzi G. 2012), y 
en otro solo en el 10% de los pacientes (Richardson R.C. 2014).De los pacientes de 
la familia árabe, todos los pacientes con la forma severa (cinco pacientes) 
presentaron miotonía en lengua y músculos maseteros (Shalta A. 2010). 
 
En nuestros pacientes el fenómeno de calentamiento posterior a la miotonía de 
agarre fue evidente en seis de siete que la presentaban, mientras que todos los 
siete pacientes con miotonía en extremidades inferiores lo presentaron durante la 
exploración. Esto concuerda con la literatura ya que se ha reportado que la mayoría 
van a presentar el fenómeno de calentamiento, por ejemplo en los italianos posterior 
a la miotonía en piernas se presentó de manera moderada en cuatro pacientes, de 
manera leve en tres pacientes y solamente uno no lo presentó (Ulzi G. et al. 2012). 
En los estudios realizados en EUA uno de ellos reportó que de seis pacientes cinco 
presentaron el fenómeno de calentamiento, uno de ellos de manera leve (Wu F-F 
 
44 
 
2002), mientras que en el otro se presentó en once de diecinueve pacientes, todos 
de la misma familia (Richardson R.C. 2014). 
 
Un hábito atlético generalizado se observó en cuatro de nuestros pacientes, sin 
embargo, siete de nuestros casos presentaban algún grado de hipertrofia muscular 
la cual inició desde el año de edad hasta los 11 años con una media de 5.9 años. 
Datos similares se reportaron en el estudio de la familia árabe ya que la hipertrofia 
muscular se presentó en todos los pacientes afectados de manera modera y severa 
(siete de doce pacientes) a partir de los 5 años de edad, no obstante no se observó 
en ninguno de los levemente afectados; cabe mencionar que solo fue notable en los 
pacientes homocigotos ya que no se observó en ninguno de los pacientes 
heterocigotos (Shalta A. 2010). De nuestros pacientes siete presentaban algún 
grado de hipertrofia en extremidades superiores y seis en extremidades inferiores, 
sobretodo en la región proximal, y en uno de ellos se observó también hipotrofia 
distal en ES y dos en EI. En uno de los estudios estadounidenses tres de seis 
pacientes presentaron hipertrofia muscular, uno de ellos de manera importante en 
bíceps, deltoides, eminencia tenar e hipotenar y gastrocnemios, otro de manera 
difusa y en uno no se especificó (Wu F-F 2002); en el otro estudio estadounidense 
se reportó la hipertrofia solamente en 31.6% (Richardson R.C. 2014), un porcentaje 
mucho más bajo de lo observado en nuestro estudio. Así mismo, los italianos 
solamente observaron en dos pacientes la hipertrofia de manera modera y en dos 
de manera leve en dos, de los cuales en uno era generalizada; sin embargo la 
hipotrofia si se observó únicamente en dos pacientes de manera leve al igual que 
nosotros. Al dividir los casos en dominantes y recesivos el estudio de Reino Unido 
encontró que la hipertrofia muscular se presentaba en 38% de los casos 
dominantes pero en 100% de los recesivos (Fialho D. 2007), lo que puede influir en 
los diferentes resultados de los otros estudios. Por ejemplo de nuestro único caso 
familiar, con probable herencia AD, la mamá de la paciente no presentaba hipertrofia 
muscular y en la hija no era tan notoria pero presentaba sobrepeso que podría 
enmascarar la hipertrofia. 
 
45 
 
 
Se ha observado que uno de los principales desencadenadores de la miotonía es el 
clima frío (Ulzi G. 2012), y se ha descrito que hasta un 50% de los pacientes 
muestran un empeoramiento leve de la miotonía, sin diferencias entre las formas 
dominantes y recesivas (Fialho D. 2007). El estudio de la familia árabe lo reporta 
hasta en el 91.6% de sus casos (Shalta A. 2010). Otro estudio reporta un 42.1% de 
casos con exacerbación por el frío, de lo relevante es que un paciente lo presentaba 
con el cambio de temperatura corporal rápido y no solamente por el clima, y dos 
pacientes al tomar bebidas frías, en uno de ellos aparentemente no se exacerbaba 
en general con el clima (Richardson R.C. 2014). Nosotros obtuvimos un resultado 
similar ya que 50% presentaban aumento de los síntomas en el clima frío. Cuatro 
de nuestros pacientes refieren que los síntomas también empeoran con el estrés, 
infecciones acompañadas de fiebre y cansancio. 
 
A pesar de que la debilidad progresiva no es un hallazgo característico, se ha 
observado que los pacientes con las formas recesivas pueden presentar una 
debilidad progresiva leve junto con un desgaste de los músculos distales, al igual 
que algunos pacientes pueden presentar ataques transitorios de debilidad 
verdadera que tienden a ocurrir al iniciar un movimiento repentino después del 
reposo y disminuye con el ejercicio (Ruff R.L. 2014). La debilidad transitoria al iniciar 
un movimiento después del reposo se ha asociado importantemente con la forma 
recesiva, presentándose en unas 2/3 partes de los casos, solo un paciente con la 
forma dominante en este estudio presentó este hallazgo, también en las formas 
recesivas se observó una miotonía más severa y hallazgos de debilidad muscular 
persistente; solamente tres pacientes presentaron debilidad proximal (Fialho D. 
2007). En el estudio italiano

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