Descarga la aplicación para disfrutar aún más
Vista previa del material en texto
UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO FACULTAD DE MEDICINA SECRETARIA DE SALUD INSTITUTO NACIONAL DE REHABILITACiÓN ESPECIALIDAD EN : GENÉTICA MÉDICA MIOTONíA CONGÉNITA: ANÁLISIS CLíNICO DE PACIENTES DEL INSTITUTO NACIONAL , DE REHABILITACION T E S I S PARA OBTNER El TíTULO DE: MÉDICO ESPECIALISTA EN GENÉTICA MÉDICA PRESENTA : MIREllE KRAMIS HOlLANDS PROFESOR TITULAR: DRA. MARGAR1TA VALDÉS flORES ASESORES DE TESIS: DR. ANTONIO M IRANDA OUARTE M~XICO, D. F. FEBRERO 20 15 UNAM – Dirección General de Bibliotecas Tesis Digitales Restricciones de uso DERECHOS RESERVADOS © PROHIBIDA SU REPRODUCCIÓN TOTAL O PARCIAL Todo el material contenido en esta tesis esta protegido por la Ley Federal del Derecho de Autor (LFDA) de los Estados Unidos Mexicanos (México). El uso de imágenes, fragmentos de videos, y demás material que sea objeto de protección de los derechos de autor, será exclusivamente para fines educativos e informativos y deberá citar la fuente donde la obtuvo mencionando el autor o autores. Cualquier uso distinto como el lucro, reproducción, edición o modificación, será perseguido y sancionado por el respectivo titular de los Derechos de Autor. Dra. Matilde L. Enríquez Sandoval Directora de Enseñanza Dra. Xochiquetzal Hernández López Subdirectora de Posgrado y Educación Continua Dr. Alberto Ugalde Reyes Retana Jefe de Enseñanza Médica Dra. Margarita Valdés Flores Profesor Titular Dr. Antonio Miranda Duarte Asesor Clínico y Metodológic AGRADECIMIENTOS Agradezco en primer lugar a mi asesor de tesis el Dr. Antonio Miranda, por el apoyo y por supuesto la paciencia, no solo para la realización de esta tesis si no durante toda mi residencia, por escucharme en los periodos de estrés, por compartir con nosotras los momentos de alegría y por impulsarme a continuar y no darme por vencida. A la Dra. Margarita Valdés por darme la oportunidad de realizar mi especialidad aquí en el Instituto Nacional de Rehabilitación, por su apoyo y motivación durante mi camino en esta etapa. También a mis profesores que durante estos tres años de residencia se dedicaron a enseñarnos un mundo totalmente nuevo de la medicina, la genética: Dra. María de la Luz Arenas, Dr. Alberto Hidalgo y Dr. Norberto Leyva. A mis compañeros y amigos, por todos los momentos increíbles que pasamos juntos en estos años, por su tolerancia, por aguantarme en los peores momentos, por compartir tardes de estudio enteras, por los momentos de risa, pero también por su apoyo en los momentos de tristeza. Y por último le agradezco a mi familia, desde que inicié la carrera de Medicina siempre me han mostrado todo su apoyo y su cariño incondicional, sin importar si eran tiempos difíciles o fáciles, los quiero mucho. INDICE 1. Resumen 1 2. Introducción 2 2.1 Clasificación y epidemiología 3 2.2 Etiología y fisiopatología 4 2.3 Gen y mutaciones 8 2.4 Aspectos clínicos 11 2.5 Diagnóstico 15 2.6 Diagnósticos diferenciales 16 2.7 Tratamiento 19 2.8 Pronóstico 22 3. Planteamiento del problema 23 4. Pregunta de investigación 23 5. Justificación 23 6. Hipótesis 24 7. Objetivo general 24 8. Objetivos específicos 24 9. Metodología 24 9.1 Tipo y diseño general del estudio 24 9.2 Universo del estudio 25 9.3 Tamaño de la muestra 25 9.4 Criterios de selección 25 9.5 Fase de selección de los pacientes 26 9.6 Fase de interrogatorio, exploración física y recopilación de información 26 10. Resultados 27 11. Discusión 37 12. Conclusión 52 13. Bibliografías 53 1 1. RESUMEN Introducción: La miotonía congénita, considerada la canalopatía más frecuente, es una enfermedad hereditaria originada por una alteración de la conductancia de cloro en el sarcolema del músculo. Se hereda de forma dominante o recesiva, y es causada por mutaciones en el gen CLCN1 que codifica para el canal de cloro CIC- 1, localizado en 7q35. Objetivo: Realizar una descripción detallada de las características clínicas y de la evolución de pacientes mexicanos con diagnóstico clínico de miotonía congénita. Metodología: Estudio descriptivo, observacional, transversal y prospectivo. Se elaboró una revisión y análisis clínico minucioso de pacientes con diagnóstico o probable diagnóstico clínico de miotonía congénita. Resultados: Se incluyeron seis hombres y dos mujeres. La edad media de inicio fue de 9.75 años. La región más afectada fueron las extremidades inferiores. Cuatro pacientes presentaron hábito atlético generalizado. La miotonía de agarre y la miotonía en extremidades inferiores se presentaron en siete pacientes, todos presentaron fenómeno de calentamiento. Conclusión: Por la dificultad para realizar el diagnóstico clínico de miotonía congénita podría haber más casos en nuestra población. Un adecuado diagnóstico clínico ayuda a realizar una correcta correlación entre el fenotipo y patrón de herencia, lo que permitirá enfocar los estudios moleculares, efectuar un mejor manejo clínico, asesoramiento genético y optimizar la calidad de vida. 2 2. INTRODUCCIÓN Los síndromes miotónicos no-distróficos (NDMs), pertenecen a un grupo de enfermedades musculares cuyo hallazgo clínico principal es la mitonía; la cual se define como la hiperexcitabilidad de la membrana plasmática de las fibras del músculo esquelético (Trip J. 2010, Pusch M. 2002). Tradicionalmente las enfermedades miotónicas se clasifican en aquellas con cambios distróficos en la biopsia muscular, como las distrofias miotónicas, y aquellas sin cambios distróficos como la miotonía congénita y la paramiotonía congénita donde la debilidad progresiva no es un hallazgo característico (Ruff R. L. 2014, Shapiro B. E. 2014). Patofisiológicamente los NDMs pertenecen a las canalopatías hereditarias del músculo esquelético, que son un grupo de desórdenes neurológicos causados por alteraciones de los canales iónicos (Trip J. 2010, Bernard G. 2008). Inicialmente fueron descritas solo como enfermedades neuromusculares hereditarias, ahora se han descrito canalopatias en muchos otros tejidos. Los síntomas pueden representar una alteración en la ganancia de función presentando epilepsia, mioquimia y miotonía; o una pérdida de función al presentarse con debilidad (Bernard G. 2008). Se pueden dividir dependiendo de sus síntomas principales: 1. miotonía congénita sin parálisis (canalopatías de cloro), 2. enfermedades congénitas exclusivamente con miotonía, exclusivamente parálisis o una combinación de ambas (canalopatías de sodio) y 3. parálisis congénita sin miotonía (canalopatías de calcio) (Trip J. 2010). La miotonía congénita es la canalopatía más frecuente. Es una enfermedad hereditaria originada por una alteración de la hiperexcitabilidad de la membrana muscular debida a una disminución de la conductancia de cloro en el sarcolema, causada por mutaciones en el gen CLCN1 que codifica para el canal de cloro CIC- 1 (Matthews E. 2010); y es la patología que se va a revisar a continuación. 3 2.1 Clasificación y epidemiología La miotonía congénita se clasifica dependiendo de su modo de herencia. El Dr. Julius Thomsen fue un médico Danés que en 1876 describió la forma dominante de la miotonía congénita, que actualmente lleva su nombre; él mismo y varios miembros de su familia presentaron la enfermedad (Matthews E. 2010). Detalló la rigidez (miotonía) la cual era más pronunciada en las extremidades inferiores, la disminución de la rigidez durante las contracciones repetitivas del músculo, el fenómeno de calentamiento, y la herencia dominante de esta patología. También observó que el fenómeno de calentamientoera transitorio y que disminuía después de un periodo de inactividad de pocos minutos (Trip J. 2010). En 1957 el Dr. Peter Emil Becker, médico alemán, fue el primero en describir la forma recesiva de la miotonía congénita, que actualmente lleva su nombre; reportó una miotonía más generalizada y la combinación de miotonía y paresia transitoria, notando que ambos síntomas mejoran con el ejercicio sostenido a lo cual también le llamó fenómeno de calentamiento. Describió el patrón de distribución generalizado, con mayor afectación en los músculos de las extremidades inferiores, y como regla la miotonía primero se presentaba en las extremidades inferiores por lo cual se le conoció como “miotonía congénita de tipo ascendente” (Trip J. 2010). En la era premolecular la prevalencia de la miotonía congénita tipo Thomsen (MCT) se estimaba en 1:23 000, ahora se considera que es mucho más baja siendo de ~1:400 000, ya que hoy en día muchas familias con la forma dominante pueden ser genéticamente identificadas como portadores de una mutación en el canal de cloro (Cl-), pero en otras donde se creía que presentaban una herencia dominante, se encontró que tenían una forma recesiva con herencia pseudo-dominante. Respecto a la miotonía congénita tipo Becker (MCB), al contrario de la enfermedad de la MCT, se ha visto que la prevalencia es mayor de 1:25 000, mientras que antes se estimaba 4 en 1:50 000 (Jurkat-Rott K. 2013). Otros autores manejan una prevalencia generalizada de ambas de 2 a 7.3 por 100 000 habitantes (Trip J. 2010). 2.2 Etiología y fisiopatología La hiperexcitabilidad eléctrica de la membrana de la fibra muscular es la base de la miotonía, la cual está causada por una reducción de la conductancia del cloro en el sarcolema debida a mutaciones en el canal de cloro dependiente de voltaje CIC-1; por lo anterior también se les conoce como miotonías del canal de cloro (Cl-) (Jurkat-Rott K. 2013). Los canales iónicos son poros de glicoproteínas transmembranales, los cuales son importantes para la excitabilidad celular y están mediados por la entrada y salida de los iones en las células. Los canales se pueden encontrar en tres diferentes estados: abiertos, cerrados (estado de reposo) o inactivados (periodo refractario posterior a la apertura del canal en donde este no va a permitir el paso de iones). Hay dos clases mayores de canales: dependientes de voltaje y dependientes de ligando (Bernard G. 2008). Los canales dependientes de voltaje se van a activar e inactivar por los cambios en el potencial transmembranal, se identifican dependiendo del ion que es transportado a través del canal (ej. canal de sodio, de potasio, de calcio o de cloro), y se concentran en diferentes regiones dependiendo de su función principal. Están compuestos por diferentes subunidades codificadas por distintos genes. Contienen 6 regiones transmembranales, que van de S1 a S6. Las subunidades se ensamblan para formar el poro central, cuya estructura específica determina la permeabilidad selectiva del canal para un ion en particular y va a estar dada por las subunidades S5 y S6; el S4 es el responsable de formar el sensor de voltaje. Algunos canales de cloro son dependientes de voltaje y se encuentran involucrados en la hiperpolarización de las células (Bernard G. 2008). 5 Los canales dependientes de ligandos son activados mediante la unión de sus agonistas respectivos y van a estar formados por cinco subunidades, cada una contiene cuatro dominios transmembrana (M1-M4), el dominio M3 alinea el poro y determina la selectividad específica iónica. Por lo tanto las mutaciones en los canales iónicos pueden teóricamente alterar la activación, la selectividad iónica, o inactivar el canal mutado (Bernard G. 2008). Dos factores determinan el flujo neto de iones a través de un canal abierto: el potencial de membrana y las diferencias de concentraciones de iones entre los espacios intracelulares y extracelulares. Como las células tienen un potencial intracelular negativo, la fuerza eléctrica tiende a dirigir el flujo de iones cargados positivamente (sodio, potasio y calcio) hacia adentro de la célula y hacia afuera un flujo de iones de cloro; esto es mediante una fuerza que depende de las diferencias en las concentraciones de iones entre los compartimentos intra y extracelulares. La dirección del movimiento para un ion siempre tiende a llevar al potencial de membrana de regreso a su potencial de equilibrio para ese ion en específico; en el caso del cloro el potencial de equilibrio es de -95 mV (potencial de reposo). Las principales conductancias responsables de establecer el potencial de membrana de reposo son la conductancia de cloro, potasio y sodio. La conductancia de cloro está mediada por los canales de cloro del músculo esquelético; es la conductancia más preponderante ya que participa en el 80% de la conductancia de membrana en reposo (Ruff R.L. 2014). El CLC-1 es un miembro de la familia CLC de canales dependientes de voltaje de cloro que incluye a 9 miembros en los mamíferos. CLC-0, CLC-1, CLC-2, CLC-Ka y CLC-Kb pertenecen a los canales de la membrana plasmática, mientras que los otros dos grupos probablemente forman canales en la membrana de los organelos intracelulares. Además de CLC-1, otros tres canales CLC están involucrados en 6 enfermedades genéticas: CLC-5 en la enfermedad de Dent, CLC-Kb en el Síndrome de Bartter y CLC-7 en la osteopetrosis. (Pusch M. 2002). Los canales CLC son funcional y estructuralmente diferentes de los otros canales de iones; una de sus características únicas es su estructura de “doble cañón”, ya que está conformado por proteínas homodiméricas con dos vías de conducción separadas físicamente pero idénticas. Esta arquitectura es completamente diferente de los otros tipos de canales, por ejemplo, los canales de potasio son proteínas homotetraméricas en donde cada subunidad contribuye en partes equivalentes a la estructura del poro central, por lo tanto tiene que ser una estructura perpendicular recta a la membrana, en cambio los poros de CLC son curvos. Una consecuencia de esta asimetría es que varias regiones de la proteína contribuyen a la estructura del poro las cuales en la constitución 3D se encuentran cercanas entre ellas, pero están distantes en la secuencia primaria. Las mutaciones que alteran las propiedades funcionales del canal se encuentran dispersas a lo largo de la secuencia (Figura 1) (Pusch 2002). 7 Otra diferencia fundamental entre los canales de CLC y los tipos más convencionales, es una fuerte interacción entre la permeación y apertura, y el cierre de los canales. El ion por si solo se necesita directamente para abrir el canal y la dependencia de voltaje está conferida indirectamente por el movimiento de éste durante el paso de apertura (Pusch M. 2002). Su activación depende de la presencia de iones intra o extracelulares más que por el potencial de membrana, el canal se abre cuando un ion de cloro se presenta ya sea en el espacio intra o extracelular, y las propiedades únicas de sus compuertas resultan en la distribución de los iones de cloro a través de la membrana acorde con el potencial de membrana. Consecuentemente, la conductancia de cloro no establece el potencial de membrana, sino más bien actúa como un freno o amortiguador que hace que sea más difícil que el potencial de membrana cambie, por lo tanto influye importantemente en su estabilización. Como el canal de cloro se abre y cierra de manera lenta no van a responder a cambios transitorios del potencial de membrana como los que ocurren durante el potencial de acción, su función más bien es inhibir las alteraciones lentas sin inhibir de manera importante el potencial de acción; las despolarizaciones posteriores del potencial de acción muscular normalmente sonprevenidas por la conducción de cloro (Ruff R.L. 2014; Jurkat-Rott K. 2013). En 1969 Bryant fue el primero en proveer una visión inicial del mecanismo fisiopatológico de la miotonía. Demostró en cabras miotónicas que la resistencia de membrana de las fibras de los músculos se encontraba elevada en reposo, y posteriormente encontró que esto se debía a una conductancia muy disminuida del cloro en el sarcolema (Bryant S.H. 1969). Dos décadas después Rüdel confirmó esta disminución de la conductancia de cloro en un modelo murino (Rüdel R. 1990). Y posteriormente el mismo fenómeno se mostró en humanos con miotonia congénita tipo Thomsen y Becker. Fue así como se comprobó que la miotonía congénita era causada por una reducción permanente de la conductancia del cloro en el potencial de reposo en el sarcolema; la conductancia normal de cloro es necesaria para la rápida repolarización del sarcolema y la reducción de esta resulta 8 en un mayor potencial de reposo dejando al sarcolema vulnerable a despolarizaciones. Una reducción del 30% de la conductacia de cloro puede causar sobreexcitación del sarcolema y producir despolarizaciones repetitivas (miotonía). De manera contraria cuando el potencial de membrana es mucho mayor el sarcolema se vuelve temporalmente inexcitable lo que va a llevar a la parálisis transitoria (Trip J. 2010). 2.3 Gen y mutaciones 30 años después de que Bryant y colabores desarrollaran la hipótesis de la patogénesis de la miotonía congénita, el primer candidato de genes que codifica un canal de cloro de la membrana muscular fue descubierto cuando se aisló la secuencia de ADN complementario del CLC-0 en Torpedo Marmorata (Figura 2). La primera isoforma en mamíferos (CIC-1) fue identificada en el músculo esquelético de la rata (Steinmeyer K. 1991b, Lossin C. 2008). 9 El CIC-1 humano, es una proteína de membrana compuesta por 988 aminoácidos codificada por el gen CLCN1, el cual está compuesto por 23 exones y se localiza en 7q35. Es el canal de cloro principal del músculo esquelético y fue el primer candidato apropiado para las alteraciones genéticas asociadas a miotonía congénita (Lossin C. 2008). Más de 80 mutaciones se han asociado con la miotonía congénita; y se han identificado de sentido equivocado, del sitio de corte y empalme, sin sentido, desplazamiento del marco de lectura o deleciones (Trip J. 2010, Lehmann-Horn F. 2008). Se cree que la forma dominante, MCT, es consecuencia de un efecto dominante negativo, en donde solo un alelo se encuentra mutado y una mutación típica reduce la conductancia de los complejos de canales mutante/mutante o mutante/silvestre; mientras que la forma recesiva, MCB, se considera que está causada por mutaciones que llevan a la pérdida de función del complejo mutante/mutante, por lo tanto ambos alelos necesitan estar mutados para que la conductancia de Cl- disminuya a <25% de su valor normal. (Duno M. 2004; Jurkat-Rott K. 2013). Las mutaciones van a llevar a un canal alterado o ausente en la membrana fibrosa. En el potencial de reposo de las fibras musculares, la actividad de los canales de cloro se disminuye, e incrementa la excitabilidad de la membrana, las series de potenciales de acción involuntarios seguidos de potenciales de acción voluntarios llevan a la rigidez muscular (Lehmann-Horn F. 2008). La MCT por lo general está causada por mutaciones heterocigotas de sentido equivocado; excepciones notables son las mutaciones sin sentido como R894X y E193X, o algunas mutaciones por desplazamiento del marco de lectura. Por lo 10 contrario la MCB está asociada con todo el espectro de mutaciones incluyendo de sentido equivocado, sin sentido y por desplazamiento del marco de lectura. Las mutaciones asociadas con cualquiera de los dos tipos no tienen preferencias topográficas en la proteína. (Lossin C. 2008) Respecto a las mutaciones reportadas en América del Norte que se asocian con la MCT, la substitución no conservativa de la glicina 230 con el ácido glutámico (p.G230E) es la más común. Históricamente la mutación de sentido equivocado p.P480L fue la descrita en la familia de Thomsen. Los alelos más frecuentes descritos en pacientes con la MCB son la mutación de sentido equivocado p.F413C y una deleción de 14 pb que produce desplazamiento del marco de lectura. El agrupamiento de mutaciones en el exón 8 sugiere que está región es potencialmente un “punto caliente” para mutaciones dominantes. (Lossin C. 2008, Steinmeyer K. 1994) En familias individuales o en casos aislados la mayoría de las mutaciones van a ser únicas. La herencia de diferentes alelos mutantes de cada padre (heterocigotos compuestos) es común en pacientes con la forma recesiva. En casos excepcionales se han identificado que más de dos mutaciones segregan con la enfermedad en una familia; esta ocurrencia de diferentes genotipos compuestos intrafamiliares pueden explicar la variabilidad de la severidad de la miotonía en una misma familiar (Lossin C. 2008) La existencia de que una sola mutación en algunas familias exhibe un fenotipo dominante, mientras que en otras familias se comporta como recesiva, es un fenómeno genético peculiar, entre estas se encuentran las mutaciones sin sentido: p.R894X y varias mutaciones de sentido equivocado como p.G200R, p.T268M, p.A313T, p.A531V, p.Q552R y p.I556N. Una explicación de esta observación es la penetrancia incompleta o expresividad variable de ciertas mutaciones dominantes; 11 no obstante no está bien descrito. Las hipótesis actuales incluyen diferencias en la severidad de la alteración del canal de cloro o la existencia de genes modificadores que afectan la función del canal o expresión alélica. (Duno M. 2004; Lossin C. 2008) 2.4 Aspectos clínicos Los signos característicos de la miotonía congénita son el hábito atlético, el fenómeno de calentamiento y que los hombres por lo general están más afectados que las mujeres (Lehmann-Horn F. 2008). La miotonía describe un retraso anormal en la relajación muscular posterior a una contracción vigorosa voluntaria. Los individuos afectados describen una rigidez muscular al iniciar el movimiento, el cual remite con múltiples repeticiones del mismo a lo que se le conoce como fenómeno de calentamiento. En algunos casos la miotonía no inicia hasta que se presenta una o dos series del mismo movimiento, a esto se le conoce como miotonía retardada. Si los síntomas empeoran con el ejercicio repetido, el término de miotonía paradójica es más apropiado, pero por lo general esto ocurre cuando existe mutación en los canales de sodio más que en la miotonía congénita. (Lossin C. 2008) En ambos tipos de miotonía congénita, MCT y MCB, la rigidez muscular es más notoria durante los movimientos voluntarios rápidos seguidos de un periodo de descanso, pero mejora con el fenómeno de calentamiento; también se presenta durante un sobresalto y durante los movimientos repentinos al iniciar una reacción (Matthews E. 2010; Lehmann-Horn F. 2008). Un hallazgo típico de la miotonía es la dificultad de soltarse después de un apretón de manos, miotonía de agarre, este tipo de miotonía es más evidente cuando los músculos se han mantenido relajados por lo menos 10 minutos. El golpear suavemente en un músculo relajado puede llevar a una reacción miotónica lo cual se conoce como miotonía de percusión. (Lehmann-Horn F. 2013) 12 Algunos hallazgos clínicos son más comunes en las formas recesivas, no obstante existe un sobrelapamiento considerable entre ambos tipos. La forma recesiva tiende a ser más severa y se asocia con más frecuencia a hipertrofia muscular y a reflejos osteotendinosos deprimidos. (Matthews E. 2010) La MCT suele ser evidente durante la infancia temprana (Becker P.E. 1977). El primer síntoma puede ser el retraso en la relajaciónde los parpados después de un cierre forzado ya sea posterior a un estornudo o durante el llanto, a esto se le conoce como signo de Graefe o retraso palpebral. El infante también puede presentar los músculos inusualmente definidos en las extremidades, sin embargo la hipertrofia muscular marcada es rara en la infancia. Con frecuencia la MCT no se reconoce hasta la niñez tardía, cuando el niño parece torpe y tiene dificultad en los movimientos después del reposo. Los músculos presentan rigidez, especialmente los de las extremidades inferiores, y manifiestan dificultad al incorporarse de la sedestación y al subir escaleras (Lossin C. 2008). Su severidad es variable, desde leve a moderada, los casos severos son raros. Algunos refieren aumento de los síntomas en el clima frío (Ruff R.L. 2014). La rigidez no es progresiva y no se asocia con debilidad. Presentan miotonía de percusión. No existe la progresión de los síntomas y la mayoría de los afectados aprenden a vivir con su condición por lo que la expectativa de vida es normal (Lossin C. 2008, Ruff R.L. 2014, Becker P.E. 1977). La MCB inicia en la niñez tardía a diferencia de la forma dominante. Se presenta con miotonía generalizada acompañada de hipertrofia muscular que va de moderada a pronunciada, la cual se desarrolla por el incremento crónico de la actividad muscular, los músculos más afectados son los glúteos, los de la región femoral y las pantorrillas; paradójicamente la potencia producida por estos músculos es menor de lo esperada (Lossin C. 2008; Ruff R.L. 2014; Lehmann-Horn F. 2013). La miotonía es más severa y pueden experimentar periodos transitorios de debilidad menores a un minuto antes de iniciar el movimiento, sobre todo después de un periodo de inactividad prolongado. La debilidad transitoria se puede manifestar con 13 la percepción de debilidad o falla muscular en los músculos que se encuentran involucrados en una tarea y posiblemente lleve a tirar objetos o a una alteración del control postural. La miotonía severa puede comprometer el control postural a tal grado que en medio de la acción los movimientos se “congelan” llevando a una caída incontrolada. Los niños tienden a tener caídas frecuentes y torpeza al momento de agarrar cosas y gatear (Lossin C. 2008; Lehmann-Horn F. 2008). Los síntomas pueden progresar hasta la etapa adulta (Lehmann-Horn F. 2008). A pesar de que la miotonía no se asocia con dolor, los pacientes con la forma recesiva pueden presentar calambres musculares dolorosos o mialgias, particularmente después de un ejercicio vigoroso (Becker P.E. 1977). A pesar de la hipertrofia muscular generalizada, algunos pacientes pueden presentar atrofia de los antebrazos, en este caso se deben evitar los análisis electromiográficos de las extremidades superiores (Lossin C. 2008, Becker P.E. 1977). En las formas severas la hiperactividad puede resultar en un acortamiento de los músculos, lo que puede llevar a una limitación bilateral de la dorsiflexión de la muñeca o del pie y resultar en pie equino varo, marcha en puntas y el desarrollo de lordosis compensatoria (Lehmann-Horn 2013; Lehmann-Horn 2008). También se ha observado la disminución de los reflejos osteotendinosos en las extremidades superiores (Lossin C. 2008). En algunos pacientes, especialmente en los mayores, el cuello, los hombros y los músculos de las extremidades superiores se pueden observar poco desarrollados resultando en una figura desproporcionada característica (Lehmann- Horn 2008). También van a presentar el fenómeno de retraso palpebral y miotonía de percusión (Ruff R.L. 2014). Las fluctuaciones en la severidad de la miotonía pueden ocurrir en respuesta a deficiencias en la dieta, falta de sueño, actividad física prolongada y estrés emocional (Lossin C. 2008). Pocos pacientes, en algunos grupos musculares, muestran una debilidad permanente de inicio tardío, con atrofia distal y niveles inusualmente elevados de creatina fosfoquinasa (CPK), lo que dificulta su diagnóstico diferencial con las 14 distrofias miotónicas. La expectativa de vida no se encuentra alterada (Lehmann- Horn F. 2008) El embarazo y el hipotiroidismo pueden aliviar o empeorar los síntomas en algunos pacientes. Las observaciones clínicas sugieren que los factores hormonales pueden influenciar en el fenotipo. Lo más llamativo es el deterioro en el embarazo, de hecho hay mujeres que solo experimentan síntomas durante este periodo, sobre todo aquellas con mutaciones dominantes. Así mismo, la miotonía latente puede volverse clínicamente aparente durante la menstruación. En general se ha observado que las mujeres están menos afectadas que los hombres, también se ha visto que es más probable que los portadores masculinos de mutaciones recesivas presenten miotonía subclínica en comparación con las mujeres. Se ha mostrado que los canales CIC-1 son inhibidos por la testosterona y progesterona, lo que propone una explicación a la observación de que los síntomas por una pérdida de función del canal CIC-1 se exacerban cuando la testosterona y la progesterona se elevan (Lossin C. 2008, Lehmann-Horn F. 2008, Fialho D. 2008) La severidad del fenotipo muestra una marcada variabilidad intra e inter familiar, inclusive entre individuos con mutaciones idénticas; también existe una diferencia significativa de la edad de inicio, los grupos musculares afectados y la severidad. Se cree que lo anterior se debe a diferencias intrínsecas en la severidad de la alteración del canal de cloro asociada a mutaciones específicas o a la existencia de genes modificadores que alteran la función del canal de cloro o la expresión alélica (Lossin C. 2008, Kubisch C. 1998, Duno M. 2004). En ocasiones los portadores son clínicamente asintomáticos; no obstante la electromiografía (EMG) puede mostrar descargas anormales (miotonia latente) (Ruff R. L. 2014). 15 2.5 Diagnóstico Para realizar el diagnóstico se debe de buscar clínicamente la miotonía y el fenómeno de calentamiento. El fenómeno de calentamiento de los parpados evidencia el diagnóstico de miotonía de canal de cloro, mientras que las miotonías de canales de sodio se asocian con miotonía paradójica del parpado. Un pequeño golpe en la lengua o en los músculos de las extremidades se debe de realizar para provocar la miotonía por percusión. Al igual que también se debe buscar el retraso palpebral (Lehmann-Horn F. 2008). En cuanto a la determinación de la CPK y las transaminasas, la CPK no debe ser mayor de 2 veces. Se debe realizar EMG en busca de las descargas miotónicas y cambios miopáticos (Lehmann-Horn F. 2008) La heterogeneidad alélica asociada con la miotonía congénita genera dificultad en el análisis molecular, ya que es necesario el análisis de todo el marco de lectura abierto del CLCN1, o posiblemente una secuenciación completa de todo el gen, para detectar las mutaciones en un individuo. Para familias grandes o consanguíneas con MCT o MCB, los análisis de ligamiento con marcadores polimórficos en y alrededor del CLCN1 pueden ayudar a establecer un diagnóstico genético. No obstante la mayoría de los individuos son casos esporádicos o asociados con pequeñas familias. (Lossin C. 2008). Opcionalmente en casos poco claros se debe excluir molecularmente distrofia miotónica 1 o 2 (DM1 o DM2). (Lehmann-Horn F. 2008) 16 2.6 Diagnósticos diferenciales La miotonía rara vez se presenta como un síntoma aislado. Existen 8 diferentes enfermedades que se presentan con miotonía: DM1, DM2, las miotonías congénitas, la paramiotonía congénita, la parálisis periódica hipercalémica (adinamia episódica hereditaria), el Síndrome de Schwartz-Jampel y la enfermedad de Pompe (Miller T.M. 2008; Kurihara T. 2005). Para poder realizar un diagnóstico diferencial de los padecimientos que presentan miotoníaeléctrica, podemos distinguir si los pacientes tienen miotonía clínica o paramiotonía (Tabla 1) (Kurihara T.2005). Tabla 1. Diagnósticos diferenciales de trastornos miotónicos. DIAGNÓSTICOS DIFERENCIALES DE TRASTORNOS MIOTÓNICOS Miotonía clínica con miotonía eléctrica • Distrofia miotónica tipo 1 • Distrofia miotónica tipo 2 (miopatía miotonica proximal) • Miotonía congénita • Síndrome de Schwartz-Jampel Paramiotonía clínica con miotonía eléctrica • Parálisis periódica hipercalcémica • Paramiotonía congénita Miotonía eléctrica sin miotonía clínica • Deficiencia de maltasa ácida Causas poco frecuentes de miotonía • Miopatía • Denervación • Hipotiroidismo inducido por drogas Modificado de: Miller T. M. Differential Diagnosis of Myotonic Disorders. Muscle Nerve 2008;37:293-299. 17 En los desordenes miotónicos, es común que el mecanismo pueda ser descubierto y relacionado con la hiperexitabilidad de la membrana muscular causada por diferentes canalopatías: 1) reducción de la conductancia de Cl en la membrana muscular, 2) alteración de la inactivación del canal de Na. Sin embargo no todos los padecimientos han sido clasificados por su canalopatía (Figura 3) (Kurihara T. 2005). Para realizar el diagnóstico diferencial es importante determinar si el paciente presenta atrofia muscular y debilidad; en el caso de la miotonia congénita, en especial MCT, por lo general no presentan atrofia muscular o debilidad; por el contrario en el caso de DM, los pacientes presentan atrofia de los músculos distales de las manos y extremidades inferiores principalmente, y debilidad que inicia distalmente y progresa hasta los músculos proximales. En la paramiotonía congénita, el paciente presenta miotonía cuando se expone a un clima frío, pero en el verano no la va a presentar; esto se debe por una alteración del canal de Na+ y la despolarización de los músculos que ocurre cuando se expone a temperaturas bajas, también la debilidad se desarrolla durante el invierno solamente. (Kurihara T. 2005) Figura 3. Desórdenes miotónicos clasificado según su canalopatía. Tomado de: Kurihara T. 2005 Canalopatía de Cl- Atrofia muscular (-) •Miotonía congénita tipo Thomsen •Miotonía congénita tipo Becker Canalopatía de Cl- Atrofia muscular (+) •DM1 •DM2 Canalopatía de Na+ Atrofia muscular (-) •Paramiotonía congénita •Adinamia episódica hereditaria •Miotonía fluctuans 18 La miotonía congénita, la DM1 y la DM2 comparten la miotonía clínica clásica prominente y la miotonía eléctrica. La enfermedad miotónica más conocida es la DM tipo 1, ocasionada por un repetido de CTG en el gen DMPK (protein cinasa de la distrofia miotónica) localizado en el cromosoma 19q13.3. Inicia entre la infancia y la adultez temprana, y tiene una incidencia de 12-14 por 100 000. Las características principales de esta enfermedad incluyen el desgaste y debilidad de los músculos craneales y la debilidad predominantemente distal de extremidades; también pueden presentar disfagia, disartria, en ocasiones alteraciones de los movimientos oculares, reflejos osteotendinosos deprimidos y algo que la distingue es la debilidad de los flexores de los dedos. La progresión es lenta, y a pesar de que la longevidad en muchos pacientes no está afectada, la expectativa de vida se disminuye secundariamente a enfermedades respiratorias, cardiovasculares, neoplasias y muerte súbita aparentemente por arritmias cardiacas. Otras manifestaciones incluyen calvicie, cataratas y alteraciones cardiacas. Clínicamente la miotonía es simple de demostrar tanto por percusión como al pedirle al paciente que apriete su mano o abra los ojos. En los análisis de laboratorio podemos observar el involucro sistémico en donde va a mostrar hipotiroidismo, resistencia a la insulina y diabetes, hipofunción de las glándulas adrenales e hipogonadismo. Algo también importante en esta patología es el fenómeno de anticipación, por la inestabilidad del repetido de tripletes, observado en una mamá casi asintomática que tiene un hijo con una expansión más grande y con síntomas más pronunciados al grado de poder presentar distrofia miotónica congénita donde presentan retraso del desarrollo y debilidad severa en extremidades (Miller T.M. 2008, Ashizawa T. 2011, Kurihara T. 2005). La DM tipo 2, conocida en Europa como miopatía miotónica proximal, es otra enfermedad por expansión de tripletes, en este caso CCTG, en el intron 1 del gen ZNF9 localizado en 3q21.3 que codifica para la proteína con dedos de zinc 9. Es de inicio en el adulto y se asocia con miotonía, debilidad proximal, cataratas, arritmias 19 cardiacas, resistencia a la insulina y otros hallazgos multisistémicos de inicio en el adulto similares a DM tipo 1 (Miller T.M. 2008, Ashizawa T. 2011). Las miotonías congénitas se diferencian de las distrofias miotónicas por la falta de debilidad en la mayoría de los pacientes y la ausencia de alteraciones extramusculares como cataratas, defectos cardiacos y disfunción pulmonar o endocrina (Ruff R.L. 2014). El Síndrome de Schwartz-Jampel, también conocido como miotonía condrodistrófica, está causado por una mutación de pérdida de función en el gen HSPG2 que codifica para el perlecan que es un proteoglicano tipo heparán sulfato secretado en la base de las membranas. Se asocia con miotonía severa así como talla baja, hipertrofia muscular, enfermedad difusa ósea, alteraciones oculares y faciales, y contracturas de articulaciones. La rigidez muscular es uno de los primeros síntomas que se presentan en la infancia; no obstante no hay fenómeno de calentamiento. A diferencia de la miotonía típica, las descargas repetitivas y de alta frecuencia no aumentan y disminuyen (Miller T.M. 2008, Conti-Reed U. 2002). Se ha descrito una forma de miotonía congénita sensible al potasio, asociada con mutaciones en la subunidad α del canal de sodio dependiente de voltaje en el cromosoma 17q. (Ruff R.L. 2014) 2.7 Tratamiento La elección del tratamiento depende si los síntomas requieren tratamiento diario versus intermitente, y del efecto secundario de varios medicamentos. En pacientes con manifestaciones menores pueden no requerir tratamiento y aprenden a adaptar sus actividades y su estilo de vida para reducir los síntomas. (Ruff R.L. 2014) 20 En cuanto al estilo de vida las técnicas de relajación pueden ser benéficas, ya que el estrés empeora la miotonía. Se debe de evadir periodos prolongados de reposo, y evitar movimientos repentinos después de estos, o el mantenimiento de la misma postura. Deben de sacar ventaja del fenómeno de calentamiento. El ejercicio para mejorar la flexibilidad puede ayudar a prevenir lesiones musculares, por ejemplo el estiramiento del tendón de Aquiles puede ayudar a prever una cirugía (Conravey A. 2010) Cuando se requiere tratamientos farmacológicos para la rigidez miotónica, se deben utilizar medicamentos que estabilicen la membrana muscular ya que son los más efectivos. El de primera elección es la mexiletina, el cual es un derivado de la lidocaína y es un agente antiarritmico de clase 1b que actúa en los canales de sodio dependientes de voltaje. El tratamiento en adultos se debe de iniciar con una dosis de 150 mg dos veces al día vía oral (VO) incrementando lentamente si se necesita hasta 300 mg tres veces al día VO. La dosis pediátrica es de 1 a 8 mg/kg por día. Para suspender del tratamiento se debe de ir reduciendo paso a paso. Antes de administrar este medicamento se requiere realizar un estudio cardiológico ya que no se puede utilizar en pacientes con arritmias cardiacas severas, cardiomiopatía o enfermedad coronal arterial. Los efectos adversos potenciales más comunes de la mexiletina incluyen alteraciones gastrointestinales, mareo y tremor los cuales son reversibles al disminuirla dosis, también se ha reportado erupción y se debe de tener cuidado con afecciones de la conducción del impulso cardiaco al utilizarlo (Ruff R.L. 2014; Lehmann-Horn F. 2008; Conravey A. 2010). La tocainida, otro derivado de la lidocaína, es útil reduciendo la miotonía en algunos pacientes que no responden a mexiletina, se administra ha dosis de 400 a 1,200 mg al día, sin embargo se debe de utilizar con precaución por su potencial mielotoxicidad. Otros tratamientos de segunda elección son la carbamazepina 200 21 mg más de tres veces al día o fenitoina 100 mg tres veces al día; la fenitoína puede causar disminución de los niveles de sodio al igual que también afección del impulso cardiaco. (Rüdel R.L. 1980, Ruff R.L. 2014, Conravey A. 2010) Medicamentos menos utilizados incluyen el dantroleno que ha mostrado mejoría en algunos casos severos, sin embargo se ha reportado hepatotoxicidad fatal y no fatal, y el riesgo-beneficio debe analizarse de forma individual. La acetazolamida también es benéfica en algunos pacientes iniciando con una dosis de 125 mg VO dos veces al día incrementando lentamente a 250 mg VO tres veces al día. Algunos efectos adversos de la acetazolamida son nauseas, anorexia y parestesias, se debe de advertir sobre la presencia de piedras biliares, se ha reportado erupción y se debe de realizar como control biometría hemática y estudios de función hepática (Ruff R.L. 2014). Los fármacos que pueden empeorar la miotonía y que deben ser evitados en los pacientes con miotonía congénita son los agonistas beta, los beta bloqueadores y los inhibidores de la colinesterasa. Agentes despolarizantes como la succinilcolina pueden causar una reacción miotónica muy severa en todos los músculos, y al utilizarse en la anestesia pueden alterar la intubación y la ventilación. Si se requiere de tocólisis (inhibición de la contracción uterina), el feneterol está contraindicado. Y también se ha visto que la colchicina puede llevar a debilidad muscular. (Conravey A. 2010, Lehmann-Horn F. 2008) El asesoramiento genético se debe de proporcionar a todos los pacientes con miotonía congénita, y por el alto riesgo de complicaciones por la anestesia, se recomienda que todos los individuos con riesgo de presentarla sean estudiados a pesar de que sean asintomáticos (Conravey A. 2010). 22 2.8 Pronóstico Tienen una sobrevida normal. La MCB se puede asociar con debilidad progresiva leve y desgaste de los músculos distales. Es raro que en la forma recesiva los pacientes experimenten una debilidad incapacitante progresiva, sin embargo algunos si presentan ataques transitorios que pueden llevar una debilidad generalizada, que por lo general se presentan al iniciar un movimiento repentino después de un periodo de reposo. Los pacientes por lo general tienden a evitar factores precipitantes (Ruff R.L. 2014). 23 3. PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA La miotonía congénita es la forma más frecuente de canalopatías hereditarias del músculo esquelético. Se clasifica en dos tipos dependiendo de su herencia, Thomsen que es la forma dominante (MCT) y Becker que es la forma recesiva (MCB); hoy en día se sabe, gracias a los estudios moleculares, que el tipo Becker tiene una mayor prevalencia, sin embargo clínicamente existe un sobrelapamiento entre ambos tipos, por lo que sin el diagnóstico molecular se dificulta su distinción no solo entre ambas si no con otras enfermedades neuromusculares, lo que lleva a un mal diagnóstico y asesoramiento genético. 4. PREGUNTA DE INVESTIGACIÓN ¿Es posible realizar un diagnóstico diferencial entre la forma dominante Thomsen y la forma recesiva Becker solamente por sus características clínicas para poder realizar un asesoramiento genético adecuado? 5. JUSTIFICACIÓN A pesar de que en otros países se han realizado algunas revisiones acerca de la miotonía congénita, que en realidad son pocas, en México no tenemos conocimiento sobre estudios descriptivos recientes en pacientes mexicanos. Su prevalencia es baja, sin embargo siendo el Instituto Nacional de Rehabilitación un centro de referencia para enfermedades neuromusculares, es importante su estudio para poder realizar no solo la distinción clínica entre los dos tipos, Becker y Thompsen, y con esto proveer un asesoramiento genético adecuado, si no también para realizar el diagnóstico diferencial con otras entidades neuromusculares y proporcionar un diagnóstico certero y el seguimiento apropiado de los pacientes. 24 6. HIPÓTESIS Es posible establecer un diagnóstico clínico certero de miotonía congénita y diferenciar entre el tipo dominante Thomsen y el tipo recesivo Becker si se realiza un interrogatorio y análisis clínico minucioso, para poder realizar un adecuado asesoramiento genético. 7. OBJETIVO GENERAL Realizar una descripción detallada de las características clínicas y de la evolución de pacientes mexicanos con diagnóstico clínico de miotonía congénita. 8. OBJETIVOS ESPECÍFICOS Seleccionar pacientes con diagnóstico clínico de miotonía congénita del Instituto Nacional de Rehabilitación. Realizar nuevamente una historia clínica completa de los pacientes seleccionados. Hacer una descripción minuciosa de los síntomas y signos clínicos de los pacientes. Determinar por los antecedentes heredofamiliares y por la clínica si los pacientes corresponden al tipo Thomsen o al tipo Becker. 9. METODOLOGÍA 9.1 Tipo y diseño general del estudio: Descriptivo, observacional, transversal y prospectivo 25 9.2 Universo del estudio: Pacientes con diagnóstico o probable diagnóstico clínico de miotonía congénita que hayan sido valorados en el Instituto Nacional de Rehabilitación, del 1 de enero de 1995 al 1 de diciembre del 2014. 9.3 Tamaño de la muestra Dado que no se conoce el tamaño de la muestra esta será por conveniencia. 9.4 Criterios de selección: Criterios de inclusión o Pacientes de ambos sexos. o Pacientes de cualquier edad. o Con diagnóstico clínico de miotonía congénita. o Familiares en primer grado de pacientes con diagnóstico clínico de miotonía congénita que tengan algún síntoma clínico de dicha patología. o Familiares en primer grado de pacientes con diagnóstico clínico de miotonía congénita que tengan un familiar también en primer grado con sintomatología similar a dicha patología. Criterios de no inclusión o Pacientes con diagnóstico clínico de otra enfermedad neuromuscular. o Pacientes que no presenten datos clínicos para hacer un diagnóstico de miotonía congénita. 26 Criterios de exclusión o Pacientes que no se logren localizar por datos erróneos o incompletos en el expediente clínico del Instituto Nacional de Rehabilitación. o Expedientes incompletos. 9.5 Fase de selección de los pacientes Búsqueda en el registro de pacientes del Servicio de Genética y de la Clínica de Distrofias del INR, pacientes con diagnóstico clínico de miotonía congénita. 9.6 Fase de interrogatorio, exploración física y recopilación de información: Se citaron a los pacientes seleccionados para recopilar nuevamente la información de la historia clínica, Se realizó una hoja de recolección de datos en donde se incluyeron los siguientes datos: ficha de identificación, antecedentes heredofamilares, árbol genealógico, antecedentes personales no patológicos, antecedentes perinatales, crecimiento y desarrollo, antecedentes personales patológicos y padecimiento actual (dirigido a miotonía congénita). Se realizó una exploración física enfocada a la exploración neuromuscular, recopilando los signos y síntomas característicos de la miotonía congénita. Se tomaron fotos y videos de los pacientes, con previa autorización y firma del consentimientoinformado. Se realizó una base de datos recopilando la información más importante. 27 10. RESULTADOS En este estudio clínico se incluyeron ocho pacientes con diagnóstico clínico de miotonía congénita, seis del sexo masculino y dos del sexo femenino. Las edades al momento de realizar el estudio clínico oscilaban entre los 10 y 40 años de edad, con una media de 19 años de edad. Dos pacientes tienen consanguinidad positiva, uno de ellos también tiene probable endogamia ya que ambas familias son originarias de Zapotlán de Hidalgo (actualmente tiene una población de 18, 036 habitantes), en este caso no conocen el grado de consanguinidad; en el otro paciente los papas son primos segundos (Figura 4). El resto de los pacientes negaron consanguinidad y endogamia en la familia. El resto de los datos de la ficha de identificación se presentan en la Tabla 2. Figura 4. Árbol genealógico de paciente con consanguindad positiva. 28 Tabla 2: Datos de ficha de identificación En cuanto al antecedente de miotonía congénita en la familia, en este estudio tenemos un caso familiar, madre e hija, las únicas pacientes de sexo femenino en este estudio (Figura 5). Por otro lado, uno de los pacientes refiere que el abuelo por rama materna al igual que la tía abuela, tienen síntomas similares al del paciente, sin embargo la mamá no presenta ninguna sintomatología (Figura 6). Figura 5. Árbol genealógico caso familiar 29 Figura 6. Árbol genealógico de caso con probable herencia autosómico dominante En cuanto a los antecedentes personales no patológicos, ninguno tiene problemas con respecto a la socialización; cuatro pacientes presentan o presentaron un desempeño escolar bueno con un promedio de 8 a 8.9 y en cuatro pacientes es regular con promedio de 7 a 7.9. Todos los pacientes refieren una alimentación adecuada; seis también una higiene adecuada y en dos pacientes es regular por falta de baño diario. Aparentemente todos tienen sus inmunizaciones completas. En cuanto al patrón de sueño en cinco casos es adecuado mientras que en tres no, uno de ellos por presencia de ronquido y dos pacientes por dificultad para conciliar el sueño. Dos pacientes tienen tabaquismo positivo y tres presentan alcoholismo social. Todos los pacientes niegan otras toxicomanías. Dentro de los datos importantes de los antecedentes perinatales de los pacientes, en tres casos hay antecedente de abortos espontáneos, en dos de ellos fue una gesta posterior a la del paciente y en otro caso una gesta antes y otras después a la del paciente, todos de causa no especificada. La edad mínima materna al 30 momento de la concepción fue de 17 años y la máxima de 32 años, con una media de 24.75 años; la edad mínima paterna al momento de la concepción fue de 17 años y la máxima de 31 años con una media de 26.75 años. Solo una mamá reporta el consumo de un antihipertensivo durante el embarazo (no recuerda el nombre). En dos casos se reporta una motilidad disminuida de los movimientos fetales. En un caso se reportó como complicación hipertensión durante el trabajo de parto y placenta inmadura. Solo en cuatro pacientes se recordó la talla al nacer, en seis casos el peso y en tres el Apgar. Todos los antecedentes perinatales se reportan en la Tabla 3. Ninguno de los pacientes presentó complicaciones al nacimiento como ictericia, cianosis o convulsiones. Tabla 3: Antecedentes perinatales 31 Al interrogatorio del desarrollo psicomotor, una de las pacientes no conocía ninguno de los datos pero aparentemente su desarrollo fue normal y similar al de sus hermanos; al igual que otras mamás de los pacientes no conocían algunos de los datos pero todas refirieron que el desarrollo fue adecuado y dentro de parámetros normales. Los datos se muestran en la Tabla 4. Tabla 4: Desarrollo psicomotor Con respecto a los antecedentes personales patológicos, cinco pacientes presentaron infecciones propias de la infancia. A tres pacientes se les realizó cirugía de alargamiento de tendones. A un paciente se le realizó cirugía de menisco derecho por fractura. Otra paciente tiene diagnóstico de Diabetes Mellitus tipo 2, en cuanto a los procedimientos quirúrgicos tuvo cinco cesáreas y se le realizó nefrectomía por absceso de pus, otra cirugía para reparación intestinal por complicación de nefrectomía, y requirió transfusiones. Dos pacientes presentan sobrepeso. En cuanto al padecimiento actual la edad de inicio oscilo entre los 2 años hasta los 39 años de edad, con una media de 9.75 años. El primer síntoma en la mayoría de los pacientes (siete de ocho) involucraba las extremidades inferiores, siendo 32 también la región más afectada en estos pacientes. Cuatro refirieron dificultad para la apertura palpebral. Siete pacientes reportan miotonía en manos, sobre todo después de un periodo de reposo y al inicio del movimiento, al agarrar objetos o al hacer fuerza, seis de los pacientes refieren que la duración es de segundos y en dos casos dura más de un minuto, y siete casos han presentado el fenómeno de calentamiento. Ningún caso ha manifestado miotonía retardada y solo un paciente refiere miotonía paradójica. Siete casos notan el hábito atlético, con edades de inicio desde el año de edad hasta los 11 años con una media de 5.9 años. Cuatro casos refieren torpeza al caminar y en un caso en las extremidades superiores al realizar movimientos finos. Todos los casos reportan dificultad de los movimientos posterior al reposo tanto de las extremidades superiores como de las inferiores. Siete pacientes perciben dificultad para la bipedestación y para iniciar la marcha después de un periodo largo de reposo, presentando rigidez importante en miembros inferiores. Tres casos refieren síntomas progresivos, en dos la dificultad para la bipedestación y la marcha, y en un caso la debilidad muscular y miotonía. Siete pacientes manifiestan dificultad para subir escaleras. Cuatro casos reportan que los síntomas empeoran con el clima frío. Seis pacientes perciben debilidad, de los cuales en tres refieren presentarla de manera generalizada y en tres solamente en extremidades superiores, también en tres casos la debilidad es por periodos y en dos se reporta como progresiva. Cuatro pacientes presentan caídas frecuentes. En cuatro casos manifiestan calambres y en cinco mialgias, en cuanto a este último uno de manera generalizada, dos en pies específicamente y dos en extremidades inferiores. Cuatro pacientes reportan que los síntomas han empeorado, en un paciente debido al estrés, en otro cuando ha presentado infecciones acompañados de fiebre, uno por cansancio y en otro no se especifica. Todos los síntomas y signos clínicos del padecimiento actual se presentan en la Tabla 5. El tiempo que transcurrió entre el inicio del padecimiento actual y el diagnóstico varía importantemente en cada uno de los pacientes, siendo el menor tiempo de un 1 año y el mayor de 9 años, con un promedio de 4.4 años. 33 A la exploración física de los pacientes, cuatro de ellos presentaban un hábito atlético generalizado mientras que en uno de ellos predominaba en el tronco y en otro en los muslos. Cuatro pacientes tenían una marcha con base de sustentación amplia, en uno de ellos era leve, y en dos era también inestable; la marcha se apreciaba con dificultad en cinco pacientes, tres en forma leve y dos moderada. Solo dos pacientes tenían dificultad para realizar marcha en puntas mientras que seis de ellos no lograban realizar marcha en talones. Cuatro tenían dificultad para realizar una sentadilla. Siete pacientes tenían conservada la fuerza muscular de la cara. Cuatro pacientes presentaban el signo de Graefe positivo. En tres pacientes se observó la miotonía en la lengua,en uno de ellos específicamente a la percusión. Siete pacientes tenían limitación en los arcos de movimiento del cuello, cuatro de manera leve y tres de manera moderada. En cinco pacientes se aprecia una hiperlordosis importante. Siete pacientes muestran algún grado de hipertrofia en extremidades superiores sobretodo en la región proximal, en uno de ellos se observa también hipotrofia distal. Siete pacientes presentan el fenómeno de miotonía en las manos de manera bilateral, con fenómeno de calentamiento demostrable en seis de ellos; la miotonía a la percusión solo se pudo evocar de manera adecuada en tres de ellos. En dos pacientes se observó limitación a la extensión de la articulación del codo, uno de ellos con contractura moderada al mismo nivel. En cuanto al trofismo en las extremidades inferiores siete pacientes presentaban hipertrofia evidente sobretodo en la región de los muslos, dos pacientes presentaban hipotrofia en la región distal. En siete pacientes fue notoria la dificultad para la bipedestación e inicio de la marcha después del reposo, presentando miotonía en miembros inferiores con fenómeno de calentamiento durante la exploración. Cinco de ellos presentaron contracturas en los tobillos; uno de ellos presentaba pie cavo bilateral con dedos en garra, uno con pie cavo derecho, otro con arco plantar pronunciado y un paciente con pie equino varo. Los datos clínicos de importancia durante la exploración física se reportan en la Tabla 6; en 34 toda la exploración de la fuerza se utilizó la escala de la “Medical Research Council”, y para los reflejos osteotendinosos se utilizó la escala de 0 a 4 cruces. De los ocho pacientes a seis se les realizó electromiografía, en todos se reportó un estudio anormal con presencia de descargas miotónicas; en un paciente también se reportó neuropatía motora de nervio mediano derecho con lesión del tipo degeneración axonal. Respecto a los niveles de CPK solo obtuvimos los resultados de cuatro pacientes, los valores oscilan de 102 U/La 316 U/L, con un promedio de 202.25 U/L. A un paciente se le realizó biopsia muscular la cual reportó cambios focales de regeneración y atrofia de la fibra muscular estriada sin proceso inflamatorio. 35 Tabla 5: Datos del padecimiento actual ~. ~, ~, ~. ~ . ~. ~, ~. ' ....... _ ( ...... 1 • , " .. " _ .......... '"'-.... "' ... oo. "",. Coód .. .. oc Coód .. _ "..., ... 00 .... ""'"''' ~ .- -"",muo< "....., .. -~ Ropón do! CUHpO ............ " El " " " " " " .............. .. ...--.......... _""" _ .. • M ....... ......... • • -.,,.... ..... T -. ......... t _ .. _.- t • ....... -... • _ .......... ·_( ..... 1 , • , ~ .. .. ~ ........... "'""' I l..,..,. .,coono... ¡ [);OOofUd .. " .. "., ... t .. • _ .. ..,.,.. -..-- • ~ .. " .. __ . t • • • _ ..... """' .. 'iin< ..... ,..-.. , ....... io • "..,......-- I • ""'"""-" .. B • DobiIidod ...... _ t • • DobiOidod __ • AI< ... """rol _tu," t • c.Mo_~~ ... ~-- • • • - ............ • • Di/. = d ifiw~.d, free = ffocu.nt"" musc. = muscula r, NA=no . plic. , 36 Tabla 6: Exploración física ~. ~, ~ . ~ . ~. ~. ~. ~. l"'(<JJIj .. ... ,o, .. , "' ~ W '" . , ... " " • .. 'H " .. .. - " .. .:.r.w ~~ MI"""",,"," ''''''''r.to - - ~ , ... .. d .... -----. ...-..-- _"",,,10- - - - - -_ .. _ ........ _ .. _-----.M .. IoQr> '" .. '" .. ," '" ~ ~ .......... ~- ~_. '" .. '" '" '" '" ~ " -..-. .. Ioo,ruo ,.- '" " " '" '" '" " w .-iDóiI .......... """' ... .... - .... - .... .... --_ .1ÓfD ... _ ---' ..... 100_ -~ .. ""'.......- • • • u_1Ijpotr<IIio -......... (-¡ • • • --_<lo_ U LimiloDóIo._" ...... _.- I • .ononES ~I"++ .. / ..... .• ,+ ... + " 7*"'- .. , .... - ++1++" .. / .. ,. ++~ 'M_ .. '" .,. '" '" '" '" '" w ~.~ .,. · ,. '" '" '" '" " W FM _ ......... .,. · ,. '" '" '" '" " W 'M _ .,. · ,. '" '" '" '" " W Elron~"" • • Elron_. " .... ""oO Elren _ • _ .. El • • • w 'onómono <lo _ . .. El T • T • • W _ ............. .. EI .-.oon <lo . rt. do " • """" ",,,,,os _ • 'M_ . ,. ., . '" '" '" '" '" w ,,. - . ,. ., . '" '" '" '" '" W FM .... . ,. ., . '" '" '" '" '" w ROrs .. " •• / •• ++ .. / ..... .. / ..... .. / .... .. / ..... ++1 ..... . .. / .... ++/ ++ .. .................. • ...... "" apOco. IN. No , __ 37 11. DISCUSIÓN La miotonía congénita es un padecimiento del músculo esquelético, como señala su nombre el síntoma predominante es la miotonía, la cual es un retraso anormal de la relajación del músculo después de una contracción muscular voluntaria o evocada. Esta patología genética es causada por un defecto en el canal de cloro del músculo esquelético (CIC-1) codificado por el gen CLCN1, localizado en 7q35, las mutaciones en este gen resultan en enfermedad de Thomsen (miotonía congénita autosómica dominante) o en enfermedad de Becker (miotonía congénita autosómica recesiva) (Skálova D. 2013). Además de la miotonía, ambas formas se caracterizan por rigidez muscular, fenómeno de calentamiento e hipertrofia muscular de grado variable. En los estudios de electromiografía se presentan las descargas miotónicas, que ayudan a confirmar el diagnóstico, pero no distingue entre las variantes recesiva y dominante (Fialho D. 2007). El gen CLCN1 está compuesto de 23 exones y codifica para la proteína CLC-1, el cual el principal mediador de la conductancia de cloro en el músculo esquelético (Morales F. 2008). Existe como un homodímero complejo, donde cada subunidad forma un poro independiente con dos modos de activación principales, la forma rápida donde se abren y cierran los dos poros de manera independiente, y un mecanismo lento o “activación común” que causa la desactivación de ambos poros de manera simultánea (Fialho D. 2007, Grunnet M. 2003). Los estudios electrofisiológicos han revelado que las mutaciones recesivas ejercen su efecto mediante un mecanismo de pérdida de función; mientras que en la forma dominante la subunidad mutada tiene un efecto dominante negativo que modifica ya sea la apertura de ambos protoporos o la selectividad de alguno de los dos. Sin embargo, se ha encontrado que algunas mutaciones llevan a formas autosómico dominantes en algunos pacientes y homocigotos recesivos en otros (Fialho D. 2007, Ulzi G.2012). 38 A la fecha las mutaciones están distribuidas a lo largo de los 23 exones del CLCN1, y no ha surgido una clara correlación fenotipo-genotipo. Las similitudes entre las formas dominantes y recesivas sugieren la probable existencia de un “punto caliente” en el exón 8, lo que indica que tiene un papel importante en las interacciones dominantes-negativas entre los dos monómeros que constituyen el canal de cloro (Fialho D. 2007). La intensiva búsqueda de mutaciones que surgieron después del descubrimiento del gen mostraron que la forma dominante es muy rara, ya que pocas familias (~14 familias) han mostrado presentar un patrón de herencia claramente dominante. La forma recesiva es más común, con una frecuencia de ~1:23 000 (Morales F. 2008). En general, se describe que las mujeres tienden a estar menos afectadas que los hombres; por ejemplo, en un estudio realizado en Italia que incluyó a 22 pacientes se mostró una mayor proporción de hombres afectados que de mujeres (3:1) (Ulzi G. et al. 2012), al igual que en otro estudio del Reino Unido de veintidós individuos trece eran hombres y nueve eran mujeres (Fialho D. 2007). En el caso de nuestro estudio de los ocho pacientes seis son hombres y solo dos (el caso familiar) son mujeres, lo que concuerda con la literatura. Ni Thomsen ni Becker describieron que los hombres estuvieran más afectados que las mujeres y existen estudios en familias donde se ha visto que las mujeres se encuentran afectadas con la misma frecuencia que los hombres pero con un grado más bajo; no obstante se ha visto que la miotonía tipo Becker predomina en hombrescon una proporción 3:1 sugiriendo una penetrancia reducida o una expresividad clínica menor en mujeres. Específicamente se ha observado que la severidad de la miotonía y posiblemente la debilidad transitoria puede ser más pronunciada en los hombres (Colding- Jorgensen E. 2005, Morales F. et al. 2008). Tenemos un caso en donde aparentemente el abuelo por rama materna, así como también la tía abuela, presentan síntomas similares al probando, no obstante la mamá no presenta sintomatología, lo que nos podría indicar una penetrancia reducida. Algunas 39 observaciones clínicas sugieren que factores hormonales pueden influenciar en el fenotipo, por ejemplo el empeoramiento de la miotonía durante el embarazo e inclusive el hecho de que algunas pacientes, particularmente aquellas con mutaciones dominantes, pueden experimentar síntomas solo mientras están embarazadas; entre los síntomas que se agravan en este periodo son la miotonía de agarre, la debilidad, la rigidez y dificultad para iniciar el movimiento (Fialho D. 2007, Wu F-F 2002, Richardson R.C. 2014) . Una posible explicación de este fenómeno es que se ha visto que la pérdida de función de los canales CIC-1 se exacerba cuando la testosterona o progesterona se elevan. (Fialho D. et al. 2008). También se ha descrito que es más común que los portadores masculinos de mutaciones recesivas presenten miotonía subclínica comparada con las mujeres (Fialho D. et al. 2008). La correlación genotipo-fenotipo en 6 familias con Becker llevó al hallazgo de que los hombres heterocigotos no afectados tenían miotonía latente, pero no fue así en las mujeres a pesar de tener la misma mutación (Mailänder V. 1996).En un estudio realizado en una familia de Costa Rica, a diferencia del estudio previo, los hombres heterocigotos clínicamente no afectados no mostraron una miotonía latente, por lo tanto se cree que no todas las mutaciones que causan la forma recesiva de la enfermedad desencadenan miotonía subclínica (Morales F. et al. 2008). En cuanto al modo de herencia en nuestro estudio, creemos que tenemos tres casos que podrían ser autosómico dominantes, el caso familiar y también el caso con probable penetrancia reducida. El resto de los casos consideramos que su herencia podría ser recesiva, dos de ellos por la consanguinidad positiva en la familia, y los otros por la mayor prevalencia de casos recesivos y por la falta de antecedentes en la familia. La edad de inicio es extremadamente variable, puede presentarse desde la infancia hasta después de los 40 años de edad (Colding-Jorgensen E. 2005). Se ha reportado que generalmente ocurre entre la primera y la segunda década de la vida 40 (Ulzi G. 2012), en el estudio de Reino Unido se reportó una media de 6 años (Fialho D. 2007), sin embargo, en otro estudió donde se analizaron seis pacientes, uno de los pacientes reportó un inicio en la adolescencia y el promedio de edad de los otros cinco pacientes fue de veintidós años (Wu F-F 2002). En un estudio estadounidense en donde se analizaron diecinueve sujetos de tres familias diferentes las edades de inicio variaban entre el año de edad hasta los 21 años (Richardson R.C. 2014). En nuestro estudio la edad de inicio osciló entre los 2 hasta los 39 años de edad, con una edad promedio de 9.8 años. En una misma familia también se puede presentar variabilidad en la edad de inicio, en un estudio realizado en 12 individuos de una familia de una tribu árabe la edad de inicio mínima fue entre los 8-12 meses de edad y la máxima de 38 años, con una edad media aproximada de 10.3 años (Shalta A. et al. 2010); y por ejemplo en nuestro caso familiar la hija inició a los siete años de edad mientras que la mamá inició a los 39 años. En cuanto a las diferencias entre las formas dominante y recesiva, se ha observado que en las formas recesivas el inicio por lo general es más tardío a pesar de que presentan un fenotipo más severo, algunos autores reportan que mayor a los 10 años de edad (Wu F-F 2002), lo cual se cree que tiene que ver con el hecho de que como los papás no se encuentran afectados, y no hay familiares con los síntomas el reporte de la edad de inicio y el diagnóstico se retrasa. La variabilidad en la edad de inicio va a depender también en parte de la memoria del paciente y sus familiares, es importante recalcar que por lo general después del inicio del padecimiento los síntomas no incrementan o disminuyen sistemáticamente con la edad. Solo en algunos casos se ha reportado empeoramiento de los síntomas en la pubertad, y en otros la miotonía aumentó con la edad, un fenómeno que posiblemente está relacionado con la involución fisiológica de la musculatura o disminución de la actividad (Colding-Jorgensen E. 2005). No huno correlación entre la edad de inicio y la forma dominante o recesiva. El tiempo transcurrido entre el inicio del padecimiento actual y el diagnóstico varió importantemente en nuestros pacientes, siendo el menor tiempo de un 1 año y el mayor de 9 años, con un promedio de 4.4 años. En el estudio realizado por Ulzi G. 41 2012, el tiempo transcurrido entre el inicio de los síntomas y la edad de diagnóstico fue mayor que en nuestro estudio, desde 10 hasta 30 años, los pacientes reportaron que la miotonía o la debilidad muscular no era lo suficientemente severa para limitar su función y por eso no acudieron a consulta. La mayoría de nuestros pacientes acudieron al Instituto con un diagnóstico diferente, principalmente DM. Por ejemplo, en el caso familiar, la mamá no le dio importancia a su sintomatología hasta que a su hija se le comenzó a estudiar, por lo tanto el diagnóstico se realizó posterior a su hija. Dentro de los síntomas iniciales, reportados en distintos estudios, que predominan en esta patología se encuentran la rigidez muscular constante en las extremidades inferiores, así como una rigidez generalizada. Otros síntomas descritos al inicio del padecimiento han sido: miotonía en manos (en varios pacientes), miotonía en parpados, dolor muscular, calambres, síntomas de inicio en el embarazo (en varias pacientes), torpeza y pérdida del equilibrio al subir escaleras. Algo importante de mencionar es que se ha observado que los síntomas al inicio predominan en las extremidades inferiores (Ulzi G. et al. 2012, Fialho D. 2007, Wu F-F 2002, Richardson R.C. 2014, Shalta A. et al. 2010). En nuestro estudio los síntomas que se reportaron al inicio fueron la dificultad para caminar en dos pacientes, caídas frecuentes en dos pacientes, dificultad para subir pendientes, debilidad en extremidades inferiores, hipertrofia muscular en extremidades inferiores y debilidad muscular distal en miembros superiores, por lo tanto en siete de nuestros ocho pacientes los síntomas al inicio si predominaron en las extremidades inferiores como lo referido en las diferentes bibliografías. Entre los signos y síntomas más importantes que se observaron en este estudio fue que 50% de los pacientes presentaban dificultad para la apertura palpebral o signo de Graefe. En el estudio realizado en Italia solo dos pacientes (de ocho) presentaron este signo de manera leve, en el resto de los estudios no se menciona. Otro dato reportado en el estudio italiano fue la miotonía en párpados que se presentó en dos 42 de forma moderada y en dos de forma leve, y en el estudio realizado en EUA solamente en un paciente reportan la miotonía en párpados; ninguno de nuestros pacientes la presentó (Ulzi G. 2012, Richardson R.C. 2014). La miotonía es clínicamente muy variable, puede ir desde solo descargas miotónicas detectadas en la EMG hasta una rigidez muscular incapacitante a una edad temprana (Morales F. 2008). Siete de nuestro pacientes (87.5%) presentaban miotonía en manos o miotonía de agarre, la cual se manifestaba después de un periodo de reposo y alinicio de movimientos, al agarrar objetos o al hacer fuerza; no obstante, en el estudio Italiano entre los veintidós pacientes que seleccionaron para realizarles el estudio molecular la miotonía de agarre no fue un síntoma importante, a diferencia de nuestro estudio en donde la mayoría de los pacientes la presentaba, sin embargo de los ocho pacientes que analizaron de manera más detallada la miotonía de agarre se presentó de forma moderada en seis pacientes y de forma leve en uno de ellos (Ulzi G. 2012); lo mismo en el estudio de EUA solamente 42% de los pacientes la presentaban, un porcentaje más bajo que el nuestro, sin embargo analizaron un mayor número de pacientes pero de tres familias distintas, aquí cuatro de diecinueve pacientes presentaron miotonía a la percusión (Richardson R.C. 2014). En el otro estudio realizado en EUA, donde analizaron con detalle las características clínicas de seis pacientes uno de los casos se destacó por una miotonía difusa y severa al igual que miotonía de percusión que se presentaba en párpados, muslos y músculos de las manos y los brazos (Wu F-F 2002). En nuestros pacientes la miotonía a la percusión se observó en la lengua en uno de ellos y solamente en tres de nuestros pacientes se evocó de manera adecuada en las manos. Ninguno de nuestros pacientes presentaron miotonía retardada y solo un paciente refirió haber presentado miotonía paradójica, lo que concuerda con la literatura. Como ya se mencionó, el involucro de los miembros inferiores es muy prevalente en esta patología, en el estudio de Reino Unido 91.3% de los pacientes iniciaron 43 con síntomas en miembros inferiores (Fialho D. 2007), similar a nuestros resultados donde fueron 87.5% casos. La miotonía, o la rigidez muscular como es descrita por los pacientes, es de los síntomas más comunes tanto en las formas dominantes como recesivas (Fialho D. 2007), en el estudio de la familia árabe, por ejemplo, todos los pacientes analizados (trece) presentaban miotonía en los miembros inferiores (Shalta A. 2010). En nuestro estudio 87.5% reportaron dificultad a la bipedestación y a la marcha después de un periodo moderado a largo de reposo, y la miotonía fue evidente durante la exploración física en estos mismos pacientes, lo que corresponde con la literatura. Otros autores reportan menores porcentajes de miotonía en miembros inferiores, en el estudio italiano se presentó en 62.5% de los pacientes, dos de manera severa, en dos de manera moderada y en uno de manera leve (Ulzi G. 2012). La miotonía en la lengua es un dato menos característico, y solamente lo observamos en tres pacientes, uno de ellos a la percusión. Otros estudios la reportan hasta en un 50%, sin embargo la mayoría de forma leve (Ulzi G. 2012), y en otro solo en el 10% de los pacientes (Richardson R.C. 2014).De los pacientes de la familia árabe, todos los pacientes con la forma severa (cinco pacientes) presentaron miotonía en lengua y músculos maseteros (Shalta A. 2010). En nuestros pacientes el fenómeno de calentamiento posterior a la miotonía de agarre fue evidente en seis de siete que la presentaban, mientras que todos los siete pacientes con miotonía en extremidades inferiores lo presentaron durante la exploración. Esto concuerda con la literatura ya que se ha reportado que la mayoría van a presentar el fenómeno de calentamiento, por ejemplo en los italianos posterior a la miotonía en piernas se presentó de manera moderada en cuatro pacientes, de manera leve en tres pacientes y solamente uno no lo presentó (Ulzi G. et al. 2012). En los estudios realizados en EUA uno de ellos reportó que de seis pacientes cinco presentaron el fenómeno de calentamiento, uno de ellos de manera leve (Wu F-F 44 2002), mientras que en el otro se presentó en once de diecinueve pacientes, todos de la misma familia (Richardson R.C. 2014). Un hábito atlético generalizado se observó en cuatro de nuestros pacientes, sin embargo, siete de nuestros casos presentaban algún grado de hipertrofia muscular la cual inició desde el año de edad hasta los 11 años con una media de 5.9 años. Datos similares se reportaron en el estudio de la familia árabe ya que la hipertrofia muscular se presentó en todos los pacientes afectados de manera modera y severa (siete de doce pacientes) a partir de los 5 años de edad, no obstante no se observó en ninguno de los levemente afectados; cabe mencionar que solo fue notable en los pacientes homocigotos ya que no se observó en ninguno de los pacientes heterocigotos (Shalta A. 2010). De nuestros pacientes siete presentaban algún grado de hipertrofia en extremidades superiores y seis en extremidades inferiores, sobretodo en la región proximal, y en uno de ellos se observó también hipotrofia distal en ES y dos en EI. En uno de los estudios estadounidenses tres de seis pacientes presentaron hipertrofia muscular, uno de ellos de manera importante en bíceps, deltoides, eminencia tenar e hipotenar y gastrocnemios, otro de manera difusa y en uno no se especificó (Wu F-F 2002); en el otro estudio estadounidense se reportó la hipertrofia solamente en 31.6% (Richardson R.C. 2014), un porcentaje mucho más bajo de lo observado en nuestro estudio. Así mismo, los italianos solamente observaron en dos pacientes la hipertrofia de manera modera y en dos de manera leve en dos, de los cuales en uno era generalizada; sin embargo la hipotrofia si se observó únicamente en dos pacientes de manera leve al igual que nosotros. Al dividir los casos en dominantes y recesivos el estudio de Reino Unido encontró que la hipertrofia muscular se presentaba en 38% de los casos dominantes pero en 100% de los recesivos (Fialho D. 2007), lo que puede influir en los diferentes resultados de los otros estudios. Por ejemplo de nuestro único caso familiar, con probable herencia AD, la mamá de la paciente no presentaba hipertrofia muscular y en la hija no era tan notoria pero presentaba sobrepeso que podría enmascarar la hipertrofia. 45 Se ha observado que uno de los principales desencadenadores de la miotonía es el clima frío (Ulzi G. 2012), y se ha descrito que hasta un 50% de los pacientes muestran un empeoramiento leve de la miotonía, sin diferencias entre las formas dominantes y recesivas (Fialho D. 2007). El estudio de la familia árabe lo reporta hasta en el 91.6% de sus casos (Shalta A. 2010). Otro estudio reporta un 42.1% de casos con exacerbación por el frío, de lo relevante es que un paciente lo presentaba con el cambio de temperatura corporal rápido y no solamente por el clima, y dos pacientes al tomar bebidas frías, en uno de ellos aparentemente no se exacerbaba en general con el clima (Richardson R.C. 2014). Nosotros obtuvimos un resultado similar ya que 50% presentaban aumento de los síntomas en el clima frío. Cuatro de nuestros pacientes refieren que los síntomas también empeoran con el estrés, infecciones acompañadas de fiebre y cansancio. A pesar de que la debilidad progresiva no es un hallazgo característico, se ha observado que los pacientes con las formas recesivas pueden presentar una debilidad progresiva leve junto con un desgaste de los músculos distales, al igual que algunos pacientes pueden presentar ataques transitorios de debilidad verdadera que tienden a ocurrir al iniciar un movimiento repentino después del reposo y disminuye con el ejercicio (Ruff R.L. 2014). La debilidad transitoria al iniciar un movimiento después del reposo se ha asociado importantemente con la forma recesiva, presentándose en unas 2/3 partes de los casos, solo un paciente con la forma dominante en este estudio presentó este hallazgo, también en las formas recesivas se observó una miotonía más severa y hallazgos de debilidad muscular persistente; solamente tres pacientes presentaron debilidad proximal (Fialho D. 2007). En el estudio italiano
Compartir