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Parche-hematico-para-el-manejo-de-fstula-de-lquido-cefalorraqudeo-postlaminectoma--revision-bibliografica-sistematica

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UNIVERSIDAD	NACIONAL	AUTÓNOMA	DE	MÉXICO	
FACULTAD	DE	MEDICINA	
DIVISIÓN	DE	ESTUDIOS	DE	POSGRADO	
HOSPITAL	ÁNGELES	LOMAS	
SERVICIO	DE	ANESTESIOLOGÍA	
	
	
	
“PARCHE	 HEMÁTICO	 PARA	 EL	 MANEJO	 DE	 FÍSTULA	 DE	 LÍQUIDO	
CEFALORRAQUÍDEO	 POSTLAMINECTOMÍA:	 REVISIÓN	
BIBLIOGRÁFICA	SISTEMÁTICA”	
	
	
TESIS	DE	POSGRADO	
	
	
PARA	OBTENER	EL	TÍTULO	EN	LA	ESPECIALIDAD	DE	
ANESTESIOLOGÍA	
	
PRESENTA:	
	
DRA.	ARIADNA	ZOE	MÉNDEZ	HERNÁNDEZ	
	
ASESOR:	
	
DR.	GERARDO	ESTEBAN	ALVAREZ	RESÉNDIZ		
JEFE	DEL	SERVICIO	DE	ANESTESIOLOGIA	HOSPITAL	ANGELES	LOMAS	
	
	
	
	
	
	
	
	
	
HUIXQUILUCAN,	ESTADO	DE	MÉXICO																																																	Junio				2016	
 
UNAM – Dirección General de Bibliotecas 
Tesis Digitales 
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reproducción, edición o modificación, será perseguido y sancionado por el 
respectivo titular de los Derechos de Autor. 
 
 
 
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ÍNDICE	
	
	
	
Resumen		
Introducción		
Objetivo	
Material	y	métodos	de	búsqueda		
Tipo	de	participantes	y	criterios	de	inclusión	
Búsqueda	sistemática		
Búsqueda	de	otros	recursos		
Recopilación	y	análisis	de	datos		
Selección	de	estudios		
Extracción	de	datos		
Resultados		
Características	de	los	estudios	incluidos		
Resultados	de	la	búsqueda		
Discusión		
Limitaciones	del	estudio		
Conclusión		
Conflictos	de	interés		
Agradecimientos		
Referencias	bibliográficas		
Estudios	incluidos		
Figuras	y	Tablas		
Apéndices		
Algoritmos	de	búsqueda		
	
	
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“PARCHE	HEMÁTICO	PARA	EL	MANEJO	DE	FÍSTULA	DE	LÍQUIDO	
	CEFALORRAQUÍDEO	POSTLAMINECTOMÍA:	REVISIÓN	
	BIBLIOGRÁFICA	SISTEMÁTICA”	
	
	
Autores:		
Dr.	Gerardo	Esteban	Álvarez	Reséndiz*	
Dra.	Ariadna	Zoé	Méndez	Hernández**	
	
Colaboradores:	
	
Dr.	Enrique	Klériga	Grossgerge***	
	
*	Jefe	del	servicio	de	Anestesiología	HAL	
**Residente	de	tercer	año	HAL	
***	Neurocirujano.	Jefe	de	Departamento	Neurociencias	HAL	
	
	
RESUMEN	
	
Introducción:	 La	 fístula	 de	 líquido	 cefalorraquídeo	 (LCR),	 está	 definida	 como	 la	
perdida	de	 continuidad	de	 la	 duramadre	 y	 la	 aracnoides,	 lo	 que	 genera	 la	 salida	de	
LCR	hacia	 los	 tejidos	para-espinales.	 La	 incidencia	 en	 cirugía	de	 columna	 abierta	 es	
baja	 y	 disminuye	 mas	 aun	 en	 procedimientos	 con	 microcirugía.	 Existe	 poca	
información	acerca	del	manejo;	sin	embargo	todos	tienen	como	objetivo	abatir	la	fuga	
de	LCR	durante	el	periodo	del	post-operatorio,	la	fístula	causa	una	disminución	en	la	
presión	 intracraneal	 generando	 la	 cefalea	 típica	 que	 presentan	 estos	 pacientes.	
Algunos	de	los	factores	que	se	ha	observado	que	pueden	relacionarse	con	la	aparición	
de	una	fístula	de	LCR	tardía	es	la	presencia	de	restos	óseos	en	el	canal	peridural	lo	que	
llega	 a	 desgarrar	 la	 duramadre	 en	 una	 fase	 tardía.	 El	 manejo	 definitivo	 es	 la	 re-
exploración	 quirúrgica	 y	 su	 cierre	 primario;	 sin	 embargo,	 otros	 manejos	 como	 el	
drenaje	continuo	a	través	de	un	catéter	subaracnoideo,	o	 la	colocación	de	un	parche	
hemático	ha	cobrado	 importancia	en	 los	últimos	años.	Este	último	es	considerado	el	
manejo	de	elección	para	cefalea	post	punción	después	de	la	colocación	de	un	bloqueo	
peridural	 y	 actualmente	 el	 manejo	 de	 la	 hipotensión	 intracraneal	 espontánea.	
Estudios	 recientes	 han	 demostrado	 que	 el	 parche	 hemático	 puede	 ser	 una	 técnica	
menos	invasiva	para	corregir	las	fístulas	de	LCR,	cuando	existe	una	correcta	selección	
del	paciente	y	este	se	realiza	bajo	una	técnica	guiada	en	tiempo	real,	 lo	que	sugieren	
aumentaría	 la	 tasa	 de	 éxito,	 evitando	 así	 la	 necesidad	 de	 un	 re-intervención	
	 4	
quirúrgica.	Objetivo:	Evaluar	a	través	de	una	revisión	sistemática	de	la	literatura,	si	el	
parche	 hemático	 es	 un	 método	 adecuado	 para	 el	 manejo	 de	 la	 fístula	 de	 líquido	
cefalorraquídeo	secundaria	a	la	cirugía	de	columna.		Métodos	de	búsqueda:	Se	llevó	
a	 cabo	 una	 búsqueda	 en	 MEDLINE/	 PUBMED	 a	 través	 del	 algoritmo	 Subdural	
Effusion[Mesh],	 headache[Title],	 Catheters/adverse	 effects[Mesh],	
Laminectomy[Mesh],	 Laminectomy/adverse	 effects[Mesh],	
Laminectomy[Title/Abstract],	 Intracranial	 Hypotension[Mesh],	 intracranial	
hypotension[Title/Abstract],	Cerebrospinal	Fluid[Title/Abstract],	Cerebrospinal	Fluid	
Leak[Title/Abstract],	 Cerebrospinal	 Fluid[Mesh],	 Cerebrospinal	 Fluid	 Leak[Mesh],	
Blood	 Patch,	 Epidural[Mesh],	 epidural	 blood	 patch[Title/Abstract],	 Nerve	
Block/adverse	 effects[Mesh],	 plexus	 blockade[Title],	 Brachial	 Plexus[Mesh],	
Postoperative	 Complications[Mesh],	 se	 utilizó	 como	 Filtro:	 Humanos,	 se	 limitó	 el	
lenguaje	 a	 Inglés/Español	 y	 se	 realizó	 en	 un	 periodo	 abierto	 hasta	 marzo	 2016. 
Criterios	de	selección:	Se	incluyeron	reportes	de	casos	clínicos,	cohortes	y	revisiones	
bibliográficas,	de	pacientes	pediátricos	o	adultos	sometidos	a	cirugía	de	columna	que	
presentaran	 lesión	 de	 duramadre	 posterior	 al	 acto	 quirúrgico,	 incluimos	 estudios	
relacionados	 con	 el	 manejo	 de	 fístulas	 de	 líquido	 cefalorraquídeo,	 excluyendo	
pacientes	obstétricas.	Recopilación	 y	 análisis	 de	 datos:	 Se	obtuvieron	un	 total	 de	
992	 artículos,	 la	 selección	 se	 realizo	 de	 manera	 manual	 inicialmente	 por	 titulo,	
posteriormente	por	titulo	y	resumen,	y	finalmente	a	 los	artículos	seleccionados	para	
su	 lectura	 completa,	 se	 les	 aplicaron	 los	 criterios	 de	 inclusión	 aquellos	 que	 no	
cumplieron	con	estos	se	excluyeron	(población	no	adecuada,	pacientes	no	sometidos	a	
cirugía	de	columna,	los	que	tenían	datos	incompletos	sobre	el	manejo).	Resultados	y	
Conclusión:	 Existe	 una	 gran	 limitación	 en	 la	 literatura	 de	 estudios	 controlados	
aleatorizados	 que	 permitan	 estandarizar	 el	 manejo	 con	 parche	 hemático	 de	 los	
pacientes	 que	 presentan	 fístula	 de	 líquido	 cefalorraquídeo	 posterior	 a	 la	 cirugía	 de	
columna;	 sin	 embargo,	 existen	 reportes	 de	 casos	 que	 demuestran	 que	 el	 parche	
hemático	 puede	 ser	 una	 opción	 menos	 invasiva	 de	 controlar	 la	 fuga	 de	 líquido	
cefalorraquídeo	 en	 la	 fase	 de	 cicatrización,	 lo	 que	 disminuye	 la	 morbilidad	 de	 los	
pacientes	y	evitan	la	re-exploración	quirúrgica;	que	esta	relacionada	con	el	aumento	
de	 reincidencia	 de	 fístula.	 Es	 evidente	 que	 se	 necesitan	 mas	 estudios	 para	 poder	
recomendar	la	colocación	de	un	parche	hemático	en	pacientes	con	fístula	de	LCR,	para	
establecer	 una	 adecuada	 selección	 de	 los	 pacientes	 y	 un	 método	 con	 mayor	
posibilidad	de	éxito. 
	
	
	
	
	
	
	 5	
Introducción	
	
La	fístula	de	líquido	cefalorraquídeo,	está	definida	como	la	perdida	de	continuidad	de	
la	 duramadre	 y	 aracnoides,	 lo	 que	 genera	 la	 salida	 de	 LCR	 hacia	 los	 tejidos	 para-
espinales(1).	 La	 cirugía	 de	 columna	 constituye	 una	 causa	 poco	 frecuente	 de	 esta	
entidad,	 con	una	 incidencia	que	va	de	1,8%	hasta	17%	en	 cirugía	 convencional(1,2,3),	
disminuyendo	su	frecuencia	de	aparición	en	tecnicas	microquirurgicas(3).	La	mayoría	
de	estas	lesiones	son	hallazgos	transoperatorios	y	son	reparados	inmediatamente,	sin	
embargo	un	pequeño	porcentaje	no	se	observa	y	se	presenta	en	el	postoperatorio(4,5,6).	
Khazim	 y	 cols(4).	 reportan	 una	 incidencia	 de	 0.83%	 de	 durotomía	 no	 reconocida	
transoperatoria.	 En	 general	 estos	 pequeños	 desgarros	 inician	 con	 sintomatología	
durante	 las	 primeras	 72	 horas	 postoperatorias,	 y	 el	 88%	 de	 estospacientes	 se	
someten	a	reexploración	quirúrgica	y	cierre	primario	de	la	lesión(4,6).	Bossaco	y	cols(7).	
describen	algunos	factores	de	riesgo	asociados	a	la	aparición	tardía	de	las	fístulas	de	
LCR,	 las	 dependientes	 del	 paciente	 como	 la	 edad	 avanzada	 y	 el	 tratamiento	 con	
radiación;	y	las	relacionadas	con	el	acto	quirúrgico,	como	la	presencia	de	puntas	óseas	
residuales,	 la	 osificación	 excesiva	 del	 ligamento	 amarillo,	 cirugías	 de	 revisión	
múltiples,	 la	 tracción	 excesiva	 de	 la	 raíz	 nerviosa,	 	 una	 mala	 instrumentación	 (	 en	
particular	 la	 colocación	 de	 tornillos	 pediculares),	 así	 como	 la	 experiencia	 del	
cirujano(1).	El	 diagnostico	 inicialmente	 es	 clínico	 y	 la	 presentación	mas	 común,	 es	 la	
aparición	de	síntomas	como	cefalea	ortostática	(por	disminución	de	la	presión	a	nivel	
de	las	estructuras	cerebrales),	 la	cual	mejora	con	el	decubito	supino;	sin	embargo,	si	
este	 cuadro	 no	 es	 tratado	 en	 una	 fase	 aguda	 el	 paciente	 puede	 llegar	 a	 presentar	
parestesias	 por	 compresión	 de	 las	 raíces	 nerviosas(3,5).	 Estudios	 de	 imagen	 como	 la	
TAC	 y	 la	 resonancia	 magnética,	 pueden	 ayudar	 a	 confirmar	 el	 diagnostico;	 sin	
embargo,	 los	 hallazgos	 negativos,	 no	 excluyen	 de	 forma	 fiable	 la	 presencia	 de	 una	
fístula	 de	 LCR,	 en	presencia	 de	 un	 cuadro	 clínico	 sugestivo	de	perdida	de	 LCR(3).	 El	
reconocimiento	 temprano	 de	 esta	 entidad	 es	 importante	 ya	 que	 diversos	 autores	
reportan	como	complicaciones	mediatas	la	formación	de	un	pseudomeningocele(2,8,9),		
que	 al	 igual	 que	 la	 fístula,	 se	 ha	 observado	 que	 puede	 ser	 manejada	 a	 través	 del		
drenaje	lumbar	y	la	colocación	de	un	parche	hemático(8,10);	el	cual	tiene	como	objetivo	
producir	 un	 sello	 que	 pueda	 soportar	 la	 presión	 de	 LCR	 durante	 el	 periodo	 de	
cicatrización(9).	
Pero	el	manejo	de	 la	 fístula	de	LCR	aún	continua	 siendo	un	 reto	para	el	 cirujano,	 la	
carencia	 de	 estudios	 controlados	 aleatorizados	 que	 sustenten	 el	 tratamiento,	 	 ha	
llevado	 a	 que	 una	 serie	 de	 enfoques	 terapéuticos	 descritos	 por	 los	 expertos,	 sea	 el	
manejo	mas	 aceptado(11).	 En	 la	mayoría	 de	 los	 casos,	 inicialmente	 se	 da	 un	manejo	
conservador,	que	consiste	en	reposo,	posición	de	Trendelemburg	y	fajas	abdominales	
compresivas	(11,12);	sin	embargo,	este	no	deberá	exceder	los	14	días,		y	debera	llevarse	
	 6	
a	cabo	siempre	y	cuando	no	existan	 factores	de	riesgo	para	desarrollar	 infección,	ya	
que	se	ha	observado	el	desarrollo	de	meningitis	con	una	incidencia	relativamente	alta	
(del	10%),	en	aquellos	pacientes	donde	se	retrasa	el	tratamiento	definitivo.	(1,9)	.		
Cuando	el	 tratamiento	conservador	ha	 fallado,	 se	puede	recurrir	a	otras	 técnicas	no	
quirúrgicas,	entre	las	que	se	incluye	el	drenaje	subaracnoideo,	la	sutura	externa	de	la	
fístula	y	el	parche	hemático,	el	objetivo	de	estas	técnicas	es	disminuir	la	necesidad	de	
una	 re-intervención	 quirúrgica	 que	 suponga	 un	 nuevo	 riesgo	 anestésico	 y	
quirúrgico(5,8).	 Algunos	 otros	 estudios	 tratan	 de	 demostrar	 que	 la	 compresión	 de	 la	
lesión,	 o	 el	 drenaje	 por	 aspiración	 pueden	 llevar	 al	 cierre	 espontáneo	 de	 la	 fuga	 a	
través	de	la	duramadre	(13),	 lo	que	se	demuestra	en	una	revisión	retrospectiva	de	90	
pacientes,	 donde	 se	 concluye	 que	 el	 drenaje	 subaracnoideo	 es	 un	método	 seguro	 y	
eficaz	 para	 el	 manejo	 de	 fístulas	 secundarias	 a	 cirugía,	 sin	 embargo,	 esta	 técnica	
presentó	una	alta	incidencia	de	recidiva	(14).	
Como	alternativa	 a	 la	 aspiración,	 se	 ha	utilizado	 el	 parche	hemático,	 considerado	 el	
gold	estandar	para	el	tratamiento	de	la	cefalea	post-puncional	y	actualmente	para	la	
hipotensión	intracraneal	espontánea,	con	un	éxito	que	va	del	67%	hasta	el	99%(15,16).	
Este	 se	 ha	 descrito	 como	 un	método	 eficaz	 no	 solo	 en	 la	 población	 adulta,	 sino	 en	
población	 pediatrica(17)	 .	 Basados	 en	 la	 fisiopatología	 de	 la	 hipotensión	 intracraneal	
sin	 importar	 la	 etiología,	 se	 ha	 considerado	 que	 el	 parche	 hemático	 es	 una	 opción	
eficaz	 y	 menos	 invasiva,	 lo	 que	 supera	 significativamente	 al	 tratamiento	
quirúrgico(3,18);	 sin	 embargo,	 se	 han	 identificado	 factores	 que	 influyen	 en	 la	 eficacia	
del	 procedimiento,	 entre	 los	 descritos	 la	 posición	 del	 paciente,	 la	 colocación	 del	
parche	 hemático	 en	 el	 espacio	 intervertebral	 inadecuado	 y	 los	 volumenes	 bajos	
administrados,	 han	 resultado	 ser	 los	 factores	 mas	 significativos	 en	 los	 estudios	
realizados(3,18).	 Recientemente	 estudios	 in	 vitro	 demuestran	 que	 enfermedades,	 o	
medicamentos	que	impidan	la	formación	o	la	retención	del	coagulo	(coagulopatías	o	la	
formación	 de	 cicatrices	 en	 la	 lesión	 ),	 pueden	 ser	 causa	 de	 fracaso	 del	 parche	
hemático.	(1,13).	
Para	 poder	 realizar	 el	 parche	 hemático,	 se	 debe	 conocer	 la	 técnica	 quirúrgica	
empleada,	ya	que	algunas	intervenciones	de	columna	incluyen	el	retiro	del	ligamento	
amarillo,		por	lo	que	la	colocación	del	parche	hemático	en	estos	casos	deberá	hacerse	
por	 abajo	 o	 por	 encima	 de	 la	 intervención(2).	 Barbera	 y	 cols.	 describen	 el	 abordaje	
caudal	para	la	colocación	del	parche	hemático	en	pacientes	que	desarrollaron	fístula	
posterior	 a	 la	 cirugía	 de	 columna	 con	 éxito	 en	 2:3	 pacientes	 manejados	 con	 esta	
técnica(15).	Distintos	métodos	para	la	adecuada	colocación	de	la	sangre	auóloga	en	el	
espacio	 epidural	 se	 han	 difundido	 en	 la	 literatura,	 la	 ecografía	 de	 alta	 resolución	
permite	 el	 avance	 en	 tiempo	 real	 de	 la	 aguja	 Tuhoy	 y	 la	 administración	 de	 sangre	
autológa	necesaria	para	cubrir	el	defecto	dural,	lo	que	aumentó	el	porcentaje	de	éxito	
	 7	
(17).	Dentro	de	 los	 efectos	 inmediatos	 esperados,	 son	 la	mejoría	de	 los	 síntomas	por	
reposición	 del	 volumen,	 lo	 que	 restaura	 la	 posición	 original	 del	 cerebro	 y	 sus	
estructuras	(11);	y	su	efecto	mediato,	la	adhesión	y	la	conformación	de	un	coagulo	(2,11).		
Estudios	 recientes	 sobre	 la	 interacción	 entre	 la	 sangre	 y	 el	 LCR,	 concluyen	 que	 la	
formación	del	coagulo	es	cuatro	veces	mas	rápido	que	el	reportado	por	el	tiempo	de	
coagulación	activado	 (18).	La	reproducción	 in	vitro	de	esta	 interacción	mostró	que	el	
tapón	formado	por	la	sangre	es	inestable	y	en	ocasiones	no	puede	soportar	la	presión	
de	LCR	normal	en	el	paciente	sentado(18);	histológicamente	se	vio	la	conformación	de	
un	 tejido	 fibroso,	 el	 cual	 alcanzo	 su	 máximo	 beneficio	 durante	 las	 primeras	 tres	
semanas	(13).		
Otro	 factor	 importante	es	 la	propagación	de	 la	sangre	en	el	espacio	epidural	cuando	
existe	una	fuga	de	LCR,	los	estudios	realizados	han	demostrado	que	este	se	dirige	con	
mayor	predilección	en	sentido	rostral,	probablemente	la	causa	es	la	presión	negativa	
ejercida	 por	 el	 espacio	 epidural;	 distribuyendose	 en	 los	 espacios	 intervertebrales	
dependiendo	del	volumen	administrado(11).	Szeinfeld	y	cols.	observaron	que	20	ml	de	
sangre	se	distribuyen	en	una	media	de	4.6	espacios	intervertebrales(13);	sin	embargo,	
existe	poca	evidencia	de	cual	es	el	volumen	ideal(13).	Las	recomendaciones	en	cuanto	
al	volumen	varían	de	2	a	30	ml,	dependiendo	de	la	etiología,	el	tamaño	del	defecto	y	el	
peso	del	paciente	(13).	 Steven	R.	 y	 cols.	 administraron	un	volumen	entre	15	y	30	ml,	
bajo	ecografía	directa	a	pacientes	con	fístula	de	líquido	cefalorraquídeo	posterior	a	la	
cirugía	de	 columna,	 con	éxito	 en	 los	6	 casos	 reportados(2).	Otro	 estudio	 sugiere	que		
iniciando		con	0,2	ml*kg	se	abole	hasta	el	90	%	de	las	cefaleas	post-puncionales(3),	esto	
lo	 convierten	 en	 un	 método	 aceptado	 para	 la	 oclusión	 de	 la	 fuga	 de	 líquido	
cefalorraquídeo(4).	Realizando	una	revisión	sistemática	de	 la	 literatura,	encontramos	
que	a	pesar	de	ser	un	método	descrito	desde	1960	fue	hasta	1994	que	se	describió	el	
primer	tratamiento	exitoso	de	una	fístula	de	LCR	con	el	parche	hemático	secundario	a	
cirugía	decolumna,	el	cual	se	realizó	bajo	fluoroscopía(13).		
Aunque	 este	método	 se	ha	 considerado	que	 es	un	procedimiento	 seguro	y	 eficaz,	 la	
literatura	 ha	 reportado	 efectos	 secundarios,	 que	 van	 de	 los	 temporales	 y	 mas	
frecuentes,	 como	 el	 dolor	 de	 espalda(13),	 mareos,	 bradicardia	 hasta	 reportes	 de	
hidrocefalia	 comunicante,	 hematoma	 intratecal,	 aracnoiditis,	 monoplejia	 transitoria,	
neumoencefalo,	hematoma	subdural	espinal,	hemianopsia	homónima,	convulsiones	y	
parálisis	 de	 nervios	 craneales	 (19,20),	 por	 formación	 de	 coágulos	 extradurales	 que	
pueden	comprimir	las	raíces	nerviosas	lo	que	inicialmente	se	puede	manifestar	como	
radiculopatia,	parestesia	o	deterioro	neurológico(19).		Algunas	de	estas	complicaciones	
se	han	atribuido	a	 la	administración	de	grandes	volúmenes	de	sangre	autológa	en	el	
espacio	epidural(21,22).		
	 8	
Otra	complicación	poco	reconocida,	que	puede	tener	repercusiones	importantes	es	la	
hipertensión	 intracraneal,	 la	 cual	 se	manifiesta	 con	 cefalea	 acompañada	 de	 náusea,	
vomito	 y	 visión	 borrosa;	 lo	 que	 asemeja	 un	 cuadro	 de	 disminución	 de	 líquido	
cefalorraquídeo,	y	por	tanto	se	sugiere	descartar	que	no	este	cursando	con	datos	de	
hipertensión	 intracraneal	 antes	 de	 colocar	 un	 nuevo	 parche	 hemático,	 lo	 que	
aumentaría	 las	 complicaciones(17,23).	 Entonces,	 	 a	 pesar	 de	 que	 las	 complicaciones	
reportadas	son	raras,	el	reconocimiento	temprano	de	signos	especificos	de	infección,	
deterioro	 neurológico	 o	 compromiso	 de	 las	 raíces	 nerviosas,	 disminuye	 las	
comorbilidades	 asociadas	 a	 este	 método(24).	 Por	 ello,	 ya	 se	 han	 descrito	 las	
contraindicaciones	 absolutas	 para	 el	 uso	 de	 parche	 hemático,	 como	 los	 datos	 de	
infección	 en	 el	 sitio	 de	 punción,	 la	 negativa	 del	 paciente,	 	 falta	 de	 experiencia	 en	 la	
técnica,	sepsis	sistemica	y	coagulopatías(25,26).	
Cuando	existen	contraindicaciones	o	 la	fuga	de	LCR	es	grande,	el	debridamiento	y	 la	
reparación	quirúrgica,	resulta	ser	el	tratamiento	mas	adecuado	(1,27),	el	cual		implica	el	
cierre	de	la	fascia	muscular	paraespinal,	la	capa	subcutánea	y	la	piel	con	la	eliminación	
del	ligamento	amarillo(2,28).	Algunos	autores	proponen	la	aplicación	directa	de	fibrina	
en	el	desgarro	de	la	duramadre,	con	o	son	cierre	de	la	fascia	muscular,	la	justificación	
es	que	este	disminuiría	 la	 reincidencia	posterior	a	 la	 reexploración	y	por	 lo	 tanto	el	
coste	 y	 la	 morbilidad(9).	 Existe	 así	 la	 trombina	 liofilizada,	 o	 la	 administración	 de	
crioprecipitados	a	partir	de	sangre	autológa	o	heterológa,	estos	ultimos	presentaron	
una	menor	tasa	de	éxito	con	una	relacion	3:6(9).		
Objetivo	
	
Evaluar	a	través	de	la	literatura	si	el	parche	hemático	es	un	método	adecuado	para	el	
manejo	de	la	fístula	de	líquido	cefalorraquídeo	secundaria	a	la	cirugía	de	columna.			
	
Material	y	métodos	
	
Tipo	de	participantes	y	criterios	de	inclusión	
	
Debido	a	la	limitación	en	la	existencia	de	estudios	controlados	aleatorizados	sobre	el	
tema,	 se	 incluyeron	 reportes	 de	 casos	 y	 revisiones	 bibliográficas	 sistemáticas,	 la	
población	seleccionada	incluía	pacientes	pediátricos	o	adultos	sometidos	a	cirugía	de	
columna,	que	posterior	a	ella	desarrollaran	fístula	de	LCR;	se	incluyeron	artículos	que	
hablaran	 sobre	 incidencia,	 así	 como	 el	 manejo,	 fuera	 conservador	 o	 quirúrgico.	 Se	
dejaron	 aquellos	 artículos	 donde	 el	 manejo	 estuviera	 enfocado	 a	 la	 colocación	 del	
parche	 hemático;	 en	 donde	 se	 describieran	 las	 técnicas,	 los	 beneficios	 y	 sus	
complicaciones.	 Se	 excluyó	 a	 la	 población	 obstétrica	 y	 se	 limitó	 a	 idioma	 inglés,	
español	hasta	Abril	2016.		
	
	
	 9	
	
	
Búsqueda	sistemática	
	
Se	 realizó	 la	 búsqueda	 en	 PUBMED/MEDLINE	 (algoritmo	 1)	 y	 se	 realizó	 búsqueda	
manual	de	artículos	relacionados	con	el	tema.	La	búsqueda	se	limito	a	español,	inglés;	
se	excluyeron	pacientes	obstétricas	y	estudios	que	no	fueran	realizados	en	humanos.	
La	búsqueda	finalizó	en	Abril	del	2016.	Entre	los	artículos	que	resultaron	positivos	a	
la	búsqueda	se	encontraron	reportes	de	casos	y	revisiones	bibliográficas.	
	
Búsqueda	de	otros	recursos	
	
Se	realizo	una	búsqueda	manual	utilizando	como	palabra	clave:	Fístula	de	LCR,	cirugía	
de	columna,	parche	hemático.	
	
Recopilación	y	análisis	de	datos	
	
Selección	de	estudios	
	
Se	 realizó	 la	 selección	 de	 los	 estudios	 inicialmente	 por	 titulo,	 en	 la	 segunda	
eliminación	 se	 leyó	 el	 resumen;	 de	 donde	 se	 descartaron	 aquellos	 estudios	 no	
relacionados	con	el	tema;	de	los	artículos	seleccionados	por	resumen	se	sometieron	a	
lectura	 completa,	 y	 se	 seleccionaron	 aquellos	 que	 cumplieron	 con	 los	 criterios	 de	
inclusión.		
	
Extracción	de	datos	
	
Se	 obtuvieron	 las	 conclusiones	 de	 los	 artículos	 seleccionados;	 incluyendo	 las	
recomendaciones	de	 los	autores	para	 la	 colocación,	 el	 tipo	de	 técnica	utilizado	y	 las	
complicaciones	 descritas	 en	 el	 articulo,	 obteniendo	 el	 siguiente	 cuadro	 de	 resumen	
(Cuadro	1).	
	
Resultados	
	
Características	de	los	estudios	
	
Se	 describieron	 las	 características	 de	 los	 estudios	 incluidos	 (Cuadro	 1),	 así	 como	 el	
tipo	de	bibliografía	usada	para	la	conformación	de	los	mismos.	
	
Resultados	de	la	búsqueda	
	
Nuestra	 	 búsqueda	 produjo	 un	 total	 de	 992	 referencias	 identificadas	 por	 palabras	
MESH,	se	incluyeron	por	titulo	258,	las	cuales	se	sometieron	a	lectura	de	su	resumen	
dando	 como	 resultado	 80	 artículos	 para	 su	 lectura	 completa;	 estos	 artículos	 fueron	
sometidos	 a	 los	 criterios	 de	 inclusión	 quedando	 así	 23	 referencias,	 a	 las	 que	 se	
	 10	
agregaron	5	artículos	de	 la	búsqueda	manual,	quedando	28	artículos	 incluidos	en	el	
estudio.	
	
Discusión	
	
La	fístula	de	líquido	cefalorraquídeo	secundaria	a	cirugía	de	columna	es	una	entidad		
con	una	incidencia	baja,	por	lo	que	la	bibliografía	descrita	no	cuenta	aun	con	estudios	
controlados	aleatorizados	que	sustenten	que	el	parche	hemático	 sea	un	 tratamiento	
que	 pueda	 ofrecer	 verdaderos	 beneficios	 en	 esta	 población.	 La	 principal	 indicación	
para	la	colocación	de	un	parche	hemático	es	la	cefalea	post-punción	y	la	hipotensión	
intracraneal;	 sin	 embargo,	 algunos	 de	 los	 autores	 citados	 han	 utilizado	 esta	 técnica	
para	 crear	 un	 sello	 del	 desgarro	 de	 la	 duramadre,	 generada	 durante	 la	 cirugía	 de	
columna,	lo	que	ha	evitado	la	revisión	quirúrgica	y	sus	complicaciones	asociadas	con	
ella.	En	 la	mayoría	de	 los	artículos	 los	autores	dan	un	manejo	conservador	 inicial,	y	
hacen	 uso	 de	 la	 colocación	 de	 sangre	 autológa	 epidural	 en	 caso	 de	 fracaso	 al	
tratamiento,	 el	 cual	 se	 ha	 visto	 que	 de	 no	 tratarse	 tempranamente	 tiene	 riesgo	 de	
desarrollar	 pseudomeningocele	 y	 meningitis	 hasta	 en	 el	 10%	 de	 los	 pacientes	
reportados	 en	 la	 literatura.	 	 La	 implementación	 de	 estudios	 de	 imagen	 como	 la	
ecografía	 y	 la	 	 fluoroscopía	 que	 permiten	 la	 evaluación	 en	 tiempo	 real	 del	
posicionamiento	de	la	aguja	en	el	espacio	epidural	y	 la	cantidad	de	sangre	necesaria	
para	 el	 sello	 completo	 del	 defecto	 han	 demostrado	 mejorar	 la	 tasa	 de	 éxito;	 sin	
embargo,	se	requiere	de	estudios	controlados	aleatorizados	que	sugieran	cual	de	estas	
herramientas	tiene	mayor	sensibilidad	y	especificidad	para	realizar	con	seguridad	el	
procedimiento.	 La	 interacción	 de	 la	 sangre	 con	 el	 LCR,	 hace	 que	 la	 formación	 del	
coagulo	se	lleve	con	mayor	rapidez;	sin	embargo,	a	través	de	la	tromboelastografía,	se	
determinó	 que	 a	 pesar	 de	 que	 el	 LCR	 funcionaba	 como	 procoagulante,	 causaba	
inestabilidad	y	ruptura	con	mas	facilidad	del	coagulo.	
	
Limitaciones	del	estudio	
	
La	 principal	 limitación	 del	 estudio,	 es	 la	 carencia	 de	 literatura	 que	 incluya	 estudios	
controlados	 aleatorizados,	 ensayos	 clínicos	 con	 poblaciones	 mas	 grandes,	 que	
determinen	cual	es	la	técnica	apropiada,	el	volumen	y	las	característicasque	tiene	que	
tener	 el	 paciente,	 para	 que	 este	 sea	 seguro	 y	 tenga	mayor	 eficacia	 en	 la	 población	
sometida	a	este	manejo.	
	
Conclusión	
	
El	 parche	 hemático	 puede	 servir	 como	 el	 paso	 intermedio	 entre	 el	 manejo	
conservador	 y	 el	 manejo	 quirúrgico.	 La	 visualización	 directa	 de	 la	 colocación	 de	 la	
aguja	 a	 través	 de	 métodos	 de	 imagen	 como	 la	 ecografía,	 y	 el	 uso	 de	 medio	 de	
contraste,	 permiten	 una	 confirmación	 visual	 de	 una	 difusión	 y	 sello	 adecuado	 en	 el	
sitio	 donde	 se	 encuentra	 el	 desgarro.	 Este	 enfoque	 y	 la	 adecuada	 selección	 de	 los	
pacientes,	podría	mejorar	la	tasa	de	éxito	del	procedimiento.	Sin	embargo,	 la	técnica	
quirúrgica	sigue	siendo	la	intervención	terapéutica	definitiva.	
	 11	
	
	
	
Conflictos	de	interés	
	
Declaramos	no	tener	conflictos	de	interés	al	realizar	este	articulo.	
	
Agradecimientos	
	
Agradecemos	a	los	médicos	que	nos	ayudaron	a	llevar	a	cabo	la	revisión	bibliográfica.		
	
Referencias	bibliográficas	
	
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haemodilution	 with	 maternal	 cerebrospinal	 fluid	 and	 crystalloid	 on	 thromboelastographic	 (TEG)	
blood	 coagulation	 parameters,	 and	 the	 implications	 for	 epidural	 blood	 patching.	 Anaesthesia	
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	 12	
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puncture	headache	Lumbar	subdural	hematoma	and	arachnoiditis:	initial	cause	or	final	effect?	J	Clin	
Anesth	2009;21(August	(5)):355–9	
	
	
	
	
	
	
	
	
 
 
 
 
	
	 13	
	
	
	
	
	
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." 
	 14	
Cuadro	1	
	
Autor	
principal	
Revista	 Año	 No	 de	
pacientes	
Tipo	 de	
estudio	
Fuentes	 Conclusiones	
Edwin	 A.	
Takahashi	
y	cols	
J.	
Neurosurg	
Spine	
2015	 uno	 Reporte	 de	
caso	
Revisiones	
Bibliográficas		
Reportes	 de	
caso	
Seudomeningocele	 cervical	 anterior	 es	 una	
complicación	rara	por	trauma.	
La	 administración	 de	 parche	 hemático	 no	
visualizado	 es	 una	 opción	 efectiva	 para	 el	
manejo	 de	 seudomeningocele	 cervical	
anterior	
Cassie	
Nesbitt	 y	
cols.	
BMJ	 Case	
report	
2015	 uno	 Reporte	 de	
caso	
Revisiones	
bibliográficas	.	
Reportes	 de	
caso	
El	 parche	 hemáticotiene	 un	mecanismo	 de	
acción	 dual;	 la	 reposición	 de	 líquidos	 y	 la	
formación	 parche	 conformado	 por	 los	
productos	 sanguíneos.	 El	 gradiente	 de	
presión	negativa	en	el	espacio	epidural	es	un	
factor	importante	para	difusión	rostral	de	la	
sangre	
S.	
Armstrong	
y	cols	
Anaesthesia	 2015	 34	 Reporte	 de	
casos	 y	
controles	
Cohortes	
Revisiones	
Bibliográficas	
Estudios	
experimentales	
La	 administración	 de	 sangre	 autológa	 es	
descrita	 por	 Gormley	 en	 1960,	 y	 es	 el	
tratamiento	mas	efectivo	para	el	manejo	de	
cefalea	post	puncional;	con	una	tasa	de	éxito	
del	 90%.	 Se	 realizo	 un	 estudio	 in	 vitro.	
Observaron	 el	 efecto	 de	 la	 dilución	 de	 la	
sangre	con	LCR	y	sol.	Hartmann,	a	través	del	
tromboelastograma.	 Se	 demostró	 que	 la	
hemodilución	 	 de	 sangre	 entera	 con	 LCR	
acelera	 la	 activación	 del	 coágulo,	 pero	 lo	
desestabiliza.	
Griauzde	 J	
y	cols.	
Neuroradiol		 2014	 9	 Estudio	
retrospectivo	
Observacional	
Casos	 y	
controles	
Estudios	 no	
controlados	
Reportes	 de	
casos	
Revisiones	
Bibliográficas	
Evaluaron	 de	 manera	 retrospectiva,	 la	
administración	 de	 grandes	 volúmenes	 a	
través	de	la	colocación	de	un	solo	catéter	en	
pacientes	 con	 HIC,	 los	 cuales	 no	
respondieron	 al	 tratamiento	 inicial	 con	
parche	normal.	La	media	de	sangre	autológa	
administrada	 fue	 de	 54.1	 ml.	 2	 pacientes	
presentaron	 deterioro	 cognitivo.	 8	 de	 9	
tuvieron	mejoría	de	los	síntomas.		
Hershman	
S.	Y	cols	
Bulletin	 of	
the	Hospital	
for	 Joint	
Diseases	
2013	 2	 Reporte	 de	
casos	
Reportes	 de	
casos	
Revisión	
bibliográfica	
Dos	 casos	 clínicos	 de	 durotomÍa	 incidental	
con	 presentación	 tardía,	 posterior	 a	 la	
cirugía	de	columna	lumbar.	
La	tasa	de	incidencia	de	durotomÍa	va	de	3	a	
14%.	La	mayoría	de	estas	son	presenciadas	
durante	 el	 acto	 quirúrgico	 y	 solo	 un	
pequeño	porcentaje	no	se	identifica	durante	
el	 procedimiento	 quirúrgico	 0.28%.	 Se	
considero	 que	 >48	 horas	 era	 una	
presentación	tardía.	Su	incidencia	es	de	2	en	
400.	 Recomiendan	 la	 administración	 de	 un	
segundo	 parche	 en	 caso	 de	 que	 con	 el	
primero	 no	 se	 presente	 mejoría	 y	 en	 caso	
del	 que	 segundo	 no	 funciones	 someter	 a	
	 15	
reparación	 quirúrgica	 del	 paciente.	 La	
colocación	 de	 un	 drenaje	 subdural	 es	
controvertido	 ya	 después	 de	 la	 falla	 del	
segundo	parche	hemático.	Se	sugiere	que	 la	
colocación	 de	 un	 parche	 hemático	 es	 una	
forma	 mas	 conservadora	 de	 manejo	 que	
puede	 prevenir	 la	 necesidad	 de	 una	 re-
exploración	y	reparación.	
	
	
Enrico	
Ferrante	
y	cols.	
American	
Headache	
Society		
2013	 1	 Reporte	 de	
caso	
Reporte	de	caso	 El	neumo-encéfalo	es	un	a	complicación	rara	
en	 la	 colocación	 de	 sangre	 autológa	 para	 el	
manejo	 de	 cefalea	 post	 puncional.	 El	
tratamiento	 de	 este	 es	 sintomático	 la	
oxigenoterapia	 facilita	 la	 desnitrogenización	
y	 reabsorción	 de	 la	 colección	 de	 aire;	 la	
cirugía	esta	recomendada	cuando	este	causa	
datos	de	hipertensión	intracraneal.	
Kenneth	T	
y	cols.	
Pain	
Physician	
2013	 1	 Reporte	 de	
caso	
Revisiones	
bibliográficas	
Reportes	 de	
caso	
Estudios	
observacionales	
Se	 concluye	 que	 la	 colocación	 de	 un	 parche	
hemático	 utilizando	 un	 catéter	 guiado	 por	
fluoroscopÍa	 es	 un	 método	 seguro	 y	 eficaz	
para	 el	 tratamiento	 de	 una	 fuga	 masiva	 de	
LCR	en	regiones	altas	de	la	columna	cervical.		
Los	signos	de	la	perforación	de	la	duramadre	
pueden	 ir	 desde	 una	 cefalea,	 sin	 embargo	
pueden	 presentarse	 otros	 como	 cervicalgÍa,	
dolor	 de	 hombro,	 trastornos	 audiovisuales,	
parálisis	 de	 nervios	 craneales,	 perdida	 de	 la	
memoria,	 ataxia,	 embotamiento,	 nauseas	 y	
vómitos.	
Andrew	
David	
Franklin	
MD	
Journal	 of	
Clinical	
Anesthesia	
2013	 1	 Reporte	 de	
caso	
Reporte	 de	
casos	
Revisiones	
bibliográficas	
Estudios	
observacionales	
Las	 complicación	 es	 potenciales	 de	 un	 a	
fistula	 de	 LCR	 cutánea	 cuando	 no	 son	
reconocidas	 ni	 tratadas	 incluyen	 cefalea	 y	
meningitis.	
Cuando	 fallan	 las	medidas	 conservadoras	 el	
parche	 hemático	 ha	 demostrado	 ser	 un	
tratamiento	 eficaz	 para	 la	 fistula	 de	 LCR	
persistente	 desde	 la	 década	 de	 1960.	
Recomiendan	 la	 inyección	 de	 0,3	 ml/kg	 de	
sangre	 estéril	 o	 interrumpir	 esta	 cuando	 se	
tiene	resistencia.	
Chen-Hsi	
Chang	 y	
cols	
Journal	 of	
Chinese	
Medical	
Association		
2012	 1	 Reporte	 de	
caso	
Reportes	 de	
caso	
Revisiones	
bibliográficas	
Comentario	 de	
expertos	
Los	hallazgos	clínicos	de	la	HIC	son	causadas	
principalmente	por	 la	depleción	de	volumen	
de	 LCR,	 posteriormente	 seguido	 de	 dos	
cambios;	 los	 huecos	 entre	 las	 neuronas	
debido	 a	 la	 perdida	 de	 flotabilidad	 y	 en	
segundo	 lugar,	 aumenta	 el	 volumen	 de	
sangre	 intracraneal	 para	 compensar	 la	
disminución	 del	 volumen	 según	 la	 doctrina	
de	Monroe	Kellie.	
	 16	
La	 flacidez	del	 cerebro	causa	 tracción	de	 los	
nervios	 intracraneales,	 las	 raíces	 nerviosas	
cervicales	 y	 las	 estructuras	 de	 suspensión	
sensibles	al	dolor	.	
Mokri.	B		 Headache	
Currents	
2008	 -	 Comentarios	
de	expertos	
Revisiones	
bibliográficas.	
	
Los	 tratamientos	para	 las	 fugas	espontaneas	
de	 LCR	 son	 simplemente	 la	 adopción	 de	
modalidades	 implementadas	 para	 el	manejo	
de	 Cefalea	 Post-punción.	 Se	 ha	 visto	 que	 el	
éxito	 aumenta	 con	 el	 numero	 de	 parches	
colocados.	 El	 parche	 es	 el	 tratamiento	
posterior	 a	 no	 responder	 al	 manejo	
conservador,	 considerando	 a	 la	 cirugía	 la	
ultima	herramienta.	
	
Peter	 J.	
Duffy	
Can	 J	
Anesthesia	
1999	 -	 Revisión	
bibliográfica	
Revisiones	
bibliográfica	
Indicaciones	 del	 parche	 hemático:	 CPP	
moderada	y	severa.	Sugieren	reservarlo	para	
pacientes	 con	 fracaso	 al	 tratamiento	
conservador.	 Contraindicación:	 Negativa	 del	
paciente,	 falta	 de	 experiencia	 en	 la	 técnica,	
coagulopatÍa,	sepsis	sistémica,	infección	local	
en	 el	 sitio	 de	 punción,	 y	 anormalidades	
anatómicas	 que	 hagan	 imposible	 la	
localización	 del	 espacio	 epidural.	 Se	 sugiere	
mantener	al	paciente	en	posición	supina	por	
dos	 horas	 posterior	 al	 procedimiento.	 Entre	
las	complicaciones	que	ellos	encontraron	que	
se	 reportan	 con	 mayor	 frecuencia	 es	 la	
afección	del	sexto	par	y	convulsiones	 la	cual	
se	 encontraba	 relacionada	 con	 el	 uso	 de	
cafeína,	 entre	 otro	 se	 describe	 el	 hematoma	
subdural,	 hemorragia	 intracraneal	 y	 la	
ruptura	de	aneurisma	cerebral.	
La	efectividad	en	el	tratamiento	de	la	CPP	es	
del	90%	
	
V.	Kumar		
Y	cols	
Anaesthesia	 1991	 2	 Reporte	 de	
caso	
Estudios	
observacionales
Reportes	de	caso	
Revisiones	
Bibliográficas	
El	 uso	del	 parche	hemático,	 	 para	 el	manejo	de	
las	 fistulas	 de	 LCR	 posterior	 a	 la	 colocación	 de	
un	 catéter	 o	 a	 cirugía	 es	 un	 tratamiento	 útil,	
económico	y	eficaz.	
Alvin	 Ho-
Kwan	
Cheung	 y	
cols	
Journal	 of	
Clinical	
Neuroscienc
e	 2015	
2015	 1	 Reporte	 de	
caso	
Reportes	de	caso	 La	 inyección	 de	 sangre	 a	 nivel	 subaracnoideo	
puede	 dar	 datos	 de	 radiculopatia,	 meningismo,	
rigidez	 de	 cuello	 o	 fiebre.	 La	 sangre	 causa	
irritación	cuando	esta	entra	en	contacto	directo	
con	las	raíces	nerviosas.	
Naum	
Shaparin	y	
cols.	
Pain	
Physician	
2014	 -	 Opinión	 de	
expertos	
Revisión	
Bibliográficas	
En	 la	 actualidad,	 el	 parche	 hemático	 es	 el	
estándar	de	oro	en	el	tratamiento	de	la	CPP,	sin	
embargo	 se	 reconoce	 que	 es	 poco	 conocida	 la	
fisiología	detrás	del	éxito	de	este.	
P.G.	 Kranz	
y	cols	
Spine	 2014	 9	 Reporte	 de	
caso	
Revisión	
Bibliográfica	
La	 hipertensión	 intracraneal	 de	 rebote	 es	 una	
complicación	 potencial	 de	 los	 parches	
hemáticos.	 La	 manifestación	 principal	 es	 la	
	 17	
cefalea	 acompañado	 de	 nauseas	 y	 visión	
borrosa,	 lo	que	puede	ser	confundido	con	datos	
de	disminución	de	LCR	por	 lo	que	 la	colocación	
de	 parches	 subsecuentes	 aumentaría	 esta	
entidad.Se	 sugiere	 descartar	 que	 no	 se	 este	
cursando	con	datos	de	hipertensión	intracraneal	
antes	de	colocar	nuevos	parches	hemáticos.	
Jared	 S	 y	
cols	
Neurosurg	
Pediatrics	
2013	 2	 Reporte	 de	
caso	
Estudios	
controlados	 no	
aleatorizados	
Revision	
bibliográfica	
Reporte	de	caso	
La	 fuga	 de	 líquido	 cefaloraquideo	 secundario	 a	
la	 cirugía	 de	 columna	 puede	 ser	 tratado	 con	
reparación	 quirúrgica,	 drenaje	 lumbar	
prolongado	 o	 actualmente	 reportado	 en	
laliteratura	con	parche	hemático.	En	la	literatura	
existen	 reportes	 de	 casos	 de	 fistulas	 de	 LCR	
tratatdas	exitosamente	a	través	de	la	colocación	
de	 parche	 hemático	 con	 ayuda	 de	 fluoroscopia.	
Se	 sugiere	que	esto	no	esta	bien	establecido	en	
la	población	pediátrica.	Se	considera	que	el	uso	
de	ultrasonido	para	 la	 evaluación	 y	 orientación	
del	 tamaño	 de	 la	 fuga	 asi	 como	 su	 uso	 en	 la	
administración	 del	 parche	 es	 adecuado	 en	 la	
población	 pediátrica;	 evitando	 asi	 la	
reexploracion	quirúrgica.	
Steven	 R.	
Clendenen	
y	cols.	
J	 Neurosurg	
Anesthesiol		
2012	 6	 Reporte	
clínico	 de	
casos	
Reportes	de	caso	
Revisiones	
bibliográficas	
Khan	 y	 cols.	 desarrollan	 el	 estudio	mas	 grande	
para	 medir	 la	 incidencia	 de	 desgarro	 de	
duramadre	 posterior	 a	 la	 cirugía	 de	 columna,	
quien	notifica	que	va	del	7,6	en	cirugía	primaria	
y	 15,9	 %	 en	 cirugías	 de	 revisión.	 El	 parche	
hemático	puede	servir	como	el	paso	intermedio	
entre	 las	 medidas	 iniciales	 conservadoras	 y	
medidas	 quirúrgicas.	 Ellos	 sugieren	 que	 el	 uso	
de	ecografía	en	tiempo	real	mejora	el		adecuado	
posicionamiento	 de	 la	 aguja	 Tuhoy	 y	 la	
administración	 del	 parche	 hemático;	 sin	
embargo	 creen	 que	 se	 necesitan	 mas	
investigaciones	 para	 confirmar	 la	 tasa	 de	 éxito	
de	este	procedimiento.	
	
Anjana	
Kundu	 MD	
y	cols.	
Can	J	Anesth	 2008	 1	 Reporte	 de	
caso	
Reporte	de	casos		
Revisiones	
bibliográficas	
La	 incidencia	 de	 desgarro	 de	 duramadre	 es	
menor	 	 a	 la	 descrita	 en	 cirugía	 abierta	 de	
columna,	 esta	 normalmente	 es	 reconocida	
durante	 el	 acto	 quirúrgico	 y	 se	 reparan	
inmediatamente.	 Este	 caso	 describe	 la	
presentación	 tardía	 de	 una	 	 lesión	 de	 la	
duramadre	 después	 de	 una	 cirugía	
microscópica	de	columna.	Sugieren	que	entre	
las	 causas	 se	 encuentra	 	 la	 lesión	 por	
fragmentos	 residuales	 de	 hueso	 o	 aumentos	
en	 la	 presión	 de	 LCR,	 entre	 los	 factores	 del	
paciente	 se	 encuentra	 el	 sexo	 femenino	 con	
enfermedad	del	tejido	conectivo	síndrome	de	
Marfan	 y	 Ehlers-Darlos.	 La	 resonancia	
magnética	se	considera	un	método	fiable	para	
el	diagnostico.	En	el	caso	presentado	sugieren	
que	 la	 presencia	 de	 un	 fragmento	 de	 hueso	
contribuyeron	al	fracaso	de	la	administración	
	 18	
de	un	parche	hemático	epidural.	
Mahesh	 R	
Patel	 y	
cols.	
American	
Society	 of	
Neuroradiol
ogy	 1996	
1996	 6	 Estudio	
controlado	
no	
aleatorizad
o	
Reportes	de	caso	
Revisión	
bibliográfica	
Estudios	
controlado	 no	
aleatorizado	
El	 manejo	 quirúrgico	 de	 los	 desgarros	 de	
duramadre	 pos	 cirugía	 de	 columna	 tiene	
como	 objetivo	 producir	 un	 sello	 que	 pueda	
soportar	 la	 presión	 del	 LCR	 durante	 el	
periodo	 de	 cicatrización.	 El	 manejo	
inmediato	previene	 las	complicaciones	como	
la	 meningitis	 y	 la	 formación	 de	
pseudomeningoceles	 que	 puedan	 causar	
compresión	 de	 las	 raíces	 nerviosas.	 Los	
autores	 están	 a	 favor	 de	 la	 evaluación	
conservadora	por	14	días;	así	en	el	estudio	el	
50%	 de	 los	 pacientes	 se	 beneficiaron	 de	 la	
colocación	de	un	tapón	de	fibrina,		y	sugieren	
que	 perfeccionar	 la	 técnica	 y	 tener	 una	
selección	adecuada	de	los	pacientes	mejorara	
la	tasa	de	éxito.	
	
Algoritmo	1		
	
BUSQUEDA	PUBMED/MEDLINE	
	
(((((("Subdural	 Effusion"[Mesh])	 OR	 (((((headache[Title])	 OR	 "Catheters/adverse	 effects"[Mesh])	 OR	
(("Laminectomy"[Mesh])	 OR	 Laminectomy[Title/Abstract]))	 OR	 (("Intracranial	 Hypotension"[Mesh])	
OR	 intracranial	 hypotension[Title/Abstract]))	 OR	 (((Cerebrospinal	 Fluid[Title/Abstract])	 OR	
Cerebrospinal	 Fluid	 Leak[Title/Abstract])	 OR	 ("Cerebrospinal	 Fluid"[Mesh]	 OR	 "Cerebrospinal	 Fluid	
Leak"[Mesh])))))	 AND	 (("Blood	 Patch,	 Epidural"[Mesh])	 OR	 epidural	 blood	 patch[Title/Abstract]))))	
OR	 ((((("Nerve	 Block/adverse	 effects"[Mesh]	 AND	 plexus	 blockade[Title])	 AND	 ("Brachial	
Plexus"[Mesh])))	OR	(("Subdural	Effusion"[Mesh])	AND	("Laminectomy/adverse	effects"[Mesh])))	OR	
(("Postoperative	Complications"[Mesh]	AND	("Cerebrospinal	Fluid"[Mesh])))Filters:	Humans;	English;	
Spanish	
	
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	Conclusión 
	Referencias Bibliográficas

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