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Parejas-constructivas

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UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO 
FACULTAD DE ESTUDIOS SUPERIORES IZTACALA 
 
“Parejas Constructivas” 
 
TESINA 
Para obtener el grado de: 
Licenciado en psicología 
Presenta: 
Alumno: Bartolomé Arriaga Jiménez 
 
 
Director: Lic. Marco Vinicio Velasco del Valle 
Asesor: Mtro. Ángel Francisco García Pacheco 
Asesor: Lic. José Esteban Vaquero Cázares 
 
 
 
 
 
Los Reyes Iztacala, Edo. de México, junio del 2013 
 
UNAM – Dirección General de Bibliotecas 
Tesis Digitales 
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reproducción, edición o modificación, será perseguido y sancionado por el 
respectivo titular de los Derechos de Autor. 
 
 
 
 
 
AGRADECIMIENTOS 
 
Uno siempre se acuerda de las personas más importantes o significativas en su vida, 
al menos en los momentos que ocurren eventos importantes o situaciones difíciles. 
 
De manera muy especial quiero agradecer a mi madre querida, por darme la 
oportunidad de conocer la vida, quien con afecto, ternura, y a veces desesperación siempre me 
ha apoyado. 
 
A mi padre que a pesar de su enérgico carácter nunca ha dejado solo a quien de su 
ayuda requiere. 
 
A mis grandes amigos, Jorge y Emanuelle, que me han acompañado durante gran 
parte de mi vida. 
 
A mi hermana Beatriz, quien en su momento fue una mujer de gran inspiración y 
que, sigue siendo un ejemplo para mi, se que me estas viendo desde el cielo hermana. 
 
A mis hermanos Beto, Román, Ale, Adolfo, Kity, Jacqueline, con los que he 
compartido alegrías, tristezas, corajes y aprendizaje. 
 
A mis asesores Enrique Rojas y Marco Vinicio, a los profesores Gerardo y Edgardo, 
que han sido parte importante de mi formación académica. 
 
A mis amiguitas de la facultad Dulce Rodríguez, Alma Zalazar y Nancy Galván, por 
su compañía y apoyo incondicional. 
 
A la Universidad Nacional Autónoma de México, por permitirme ser parte de ésta. 
 
Gracias a todos por ser parte de mi vida.
 
 
ÍNDICE 
 
RESUMEN……………………………………………………………………………………..4 
 
INTRODUCCIÓN…………………………………………………………………………….5 
 
CAPÍTULO 1. Antecedentes Históricos………………………………………………...…8 
 
1.1 Evolución de la pareja en México……………………………………………...9 
1.1.1 En la Época Prehispánica…………………………………………………….10 
1.1.2 Época Colonial……………………………………………………………….11 
1.1.3 Después de la Colonia...........................................................................12 
1.1.4 Durante el Periodo Independiente……………………………………………12 
1.1.5 Época Actual....................................................................................................13 
 
CAPÍTULO 2. Enfoques Psicológicos…………………………………………………….18 
 
2.1 Enfoque Psicoanalítico…………………………………………………………18 
2.2 Enfoque Sistémico……………………………………………………………..20 
2.3 Enfoque Conductual……………………………………………………………21 
2.4 Enfoque Cognitivo Conductual………………………………………………...23 
 
CAPÍTULO 3. La Pareja y el Amor………………………………………………………27 
 
3.1 La Pareja……………………………………………………………………….27 
3.2 El Amor...............................................................................................................28 
3.2.1 Amor Auténtico...............................................................................................39 
3.2.2 Amor Inauténtico…………………………………………………………….39 
3.3 La Familia, como influencia en nuestro comportamiento emocional y 
 conductual…………………………………………………………………….30 
3.3.1 ¿Conducta aprendida o instintiva?...................................................................31
3 
 
3.3.2 Importancia del Hábito………………………………………………………32 
 
CAPÍTULO 4. Parejas Destructivas……………………………………………………...34 
 
4.1 Noviazgo……………………………………………………………………….34 
4.2 Ideas no Realistas………………………………………………………………37 
4.3 Violencia……………………………………………………………………….38 
4.3.1 Violencia Física...............................................................................................40 
4.3.2 Violencia Emocional…………………………………………………………40 
 
CAPÍTULO V. Parejas Constructivas……………………………………………………43 
 
5.1 Selección de la pareja…………………………………………………………..43 
5.2 Establecimiento de una relación……………………………………………….45 
5.3 La Pareja Ideal…………………………………………………………………45 
5.4 Características de Parejas Constructivas……………………………………….47 
5.4.1 Se Adaptan…………………………………………………………………...47 
5.4.2 Son Compartidos……………………………………………………………..48 
5.4.3 Son Respetuosos……………………………………………………………..49 
5.4.3.1 Respeto hacia uno mismo………………………………………………….49 
5.4.3.2 Respeto hacia el otro……………………………………………………….49 
5.4.4 Tienen buena comunicación…………………………………………………50 
5.4.4.1 Comunicación Verbal y no Verbal………………………………………...52 
5.4.4.2 El Emisor, el Receptor y el Mensaje……………………………………...53 
5.4.4.3 Expresión de sentimientos positivos y negativos………………………….55 
5.4.5 Son Asertivos………………………………………………………………...57 
5.4.6 Son Semejantes………………………………………………………………58 
 
CONCLUSÍON………………………………………………………………………………60 
 
BIBLIOGRAFÍA……………………………………………………………………………..62 
 
 
 
RESUMEN 
 
El llegar a formar una pareja, es por lo común algo a lo que todo ser humano aspira, 
aunque hoy en día las relaciones de pareja se encuentran en situación de crisis. 
 
En el capítulo uno se habla de la evolución de la pareja en México, desde la época 
prehispánica hasta la época actual en donde nos damos cuenta cómo es que ha ido cambiando 
a través del tiempo. 
 
El comportamiento humano no es aleatorio ni imprevisible, no ocurre porque sí. La 
psicología nos ofrece diferentes teorías que manejan elementos y conceptos importantes que 
aportan muchos aspectos para el entendimiento de la pareja como el psicoanálisis, sistémico, 
conductual y cognitivo conductuales, de los cuales hablamos en el capitulo dos. 
 
No se puede dejar de lado el tema de el amor si se habla de la pareja, debido a que el 
amor es un intercambio de conductas gratificantes, por lo que en el capítulo tres, es el tema 
principal. 
 
En el capítulo cuatro se habla de la formación de las parejas destructivas (noviazgo), 
sus cogniciones (ideas no realistas), y sus probables consecuencias (violencia emocional y 
física). 
 
El último capitulo está dedicado a las parejas constructivas en la que se hace 
mención de la inexistencia de una pareja perfecta, pero se enfatiza que entre más 
características favorables reúnan los miembros dela pareja, más probabilidad tendrán de 
mantener una relación funcional y constructiva. 
 
 El objetivo de esta tesina es describir las características que favorecen una relación 
constructiva. 
 
 
 
 
INTRODUCCIÓN 
 
 
Como seres sociales, tendemos a unirnos con otras personas para realizar 
actividades, recrearnos, compartir experiencias o simplemente para estar acompañados, de esta 
forma buscamos nuevas amistades, convivimos con la gente que nos rodea y elegimos pareja 
(Magaña y cols, 2000). 
 
Pareja es una relación muy cercana entre dos personas, pues en ella se establece un 
vínculo emocional característico no parecido a ningún otro, ya que en ella, aspectos como la 
intimidad y el compromiso son centrales en su conformación (Herrasti, 1989 citado en 
Rodríguez 2003). 
 
Hasta el siglo pasado, numerosos matrimonios se hacían por compromisos contraídos 
por otros. Tanto mujeres como varones debieron casarse porque así lo habían determinado sus 
padres desde cuando fueron pequeños, incluso quizás aun antes de que naciesen. El 
matrimonio estuvodestinado a asegurar el poder político, o familiar, a acrecentar los bienes 
económicos o a evitar las guerras. 
 
En este siglo se ha construido una pareja, en la que se involucra el erotismo, la 
ternura, la caricia, el deseo, el placer y el goce. Ya no son las conveniencias familiares o 
sociales las que regulan las relaciones amorosas y las alianzas matrimoniales (Tenorio, 2007). 
 
Bajo el enfoque cognitivo-conductual la palabra “amor” se refiere al vínculo afectivo 
que se establece entre los miembros de la pareja y se caracteriza por el interés de la misma 
para convivir y proporcionarse experiencias placenteras. 
 
La palabra “amor” cobra en cada persona diferentes significados que en su mayoría 
tienen que ver con experiencias fuertemente vinculadas con el compromiso y apoyo mutuo de 
los integrantes de la pareja. Por esta razón no es raro que de las relaciones de noviazgo formal, 
surja el compromiso de ambos miembros por consolidar una vida de convivencia permanente, 
que puede o no estar vinculada al matrimonio.
6 
 
Al matrimonio se le considera como una institución social que está reconocida por la 
costumbre o por la ley, de la cual se desprenden determinados derechos y obligaciones, no 
solamente por parte de los miembros de pareja, sino de los hijos que de esta unión nacen 
(Casado, 1991). 
 
En cualquier caso, es importante destacar que una pareja es ante todo relación, 
interacción, intercambio, dar y recibir, y es en este dinamismo donde se encuentra la raíz del 
“amor” y donde fundamentalmente se han de buscar las causas tanto de la armonía como del 
deterioro de una pareja. 
 
El comportamiento humano no es aleatorio ni imprevisible, no ocurre porque sí o 
porque haya algo intrínseco en el individuo que le haga comportarse como lo hace. Si 
observamos con detalle, tenemos necesariamente que constatar un hecho: la conducta de un 
individuo mantiene una regularidad en la interacción con su ambiente. Este hecho es 
precisamente el elemento empírico nuclear que nos permite construir una ciencia del 
comportamiento y fundamentar la Psicología como tal (Costa y Serrat, 1993). 
 
La Psicología nos ofrece diferentes teorías que manejan elementos y conceptos 
importantes que aportan muchos aspectos para el entendimiento de la pareja, como el 
psicoanálisis, el enfoque sistémico, el conductual y el modelo cognitivo conductual. 
 
La calidad de las relaciones de pareja es un tema muy importante desde el punto de 
vista individual, familiar y de salud. Casi todos los humanos terminamos teniendo la 
experiencia de vivir en pareja, en la que tenemos alegrías y sinsabores (Pérez 2006), que 
podemos evitar si tomamos en cuenta algunas características a la hora de elegir. 
 
Entonces, una pareja antes de casarse debe tener en cuenta algunos aspectos que 
pueden afectar su relación futura, ya que pueden ser facilitadores de conflictos maritales; estos 
aspectos pueden ser: edad para el matrimonio, tiempo de noviazgo, recursos financieros, 
acuerdos sobre la maternidad y paternidad, raza, estatus económico, educación, religión, 
apariencia física, etc. (Casado, 1991). 
7 
 
Pocas personas se casan hoy día con una clara expectativa de que su relación no será 
permanente, por diversas razones, la permanencia matrimonial es difícil de alcanzar (Rage 
2002). Sin embargo si decidimos vivir en pareja sería mejor que lo hagamos de una manera 
funcional. 
 
Por ello el objetivo es: describir las características que favorece a una relación 
constructiva. 
 
Para conseguirlo, en el capítulo uno se realiza una reseña sobre los antecedentes 
históricos de la pareja en México desde la antigüedad hasta los tiempos actuales en la que se 
distinguen los cambios que ha tenido a través del tiempo. En el capítulo dos, se exponen 
algunos enfoques psicológicos que manejan elementos y conceptos importantes que aportan 
algunos aspectos para el entendimiento de esta. En el capítulo tres se habla de una manera 
muy general sobre la pareja, se da una explicación sobre el significado del amor y se aborda a 
la familia por la importancia que tiene en nuestro comportamiento emocional y conductual 
pues aprendemos a través de modelos significativos. El capítulo cuatro esta dedicado a las 
parejas destructivas, en el que se habla del noviazgo y de las múltiples razones que se tienen 
para unirse en pareja, las razones que son las mismas que amenazan su estabilidad, se habla 
sobre la idealización pues en el enamoramiento las emociones y sentimientos alcanzan altos 
niveles positivos lo cual permite crear esperanzas no realistas, y el ultimo punto de este 
capítulo es la violencia. Finalmente, en el capítulo cinco se expone a la pareja constructiva, 
comenzando por la selección de la misma, los aspectos que se deben tomar en cuenta a la hora 
de elegir y las características que estas parejas tienen. 
 
En esta recopilación (bibliográfica) se utilizan indistintamente términos como 
esposos (esposo/esposa), matrimonio (marido/mujer), compañero/compañera, para referirme a 
los dos integrantes de la pareja. La razón de ello es la gran relevancia sociológica de los 
mismos. Sin embargo, no es mi intención prejuzgar la naturaleza sexual de una relación de 
pareja. Aunque la información obtenida está basada en parejas heterosexuales, considero que 
los principios que expongo en esta recopilación son tan válidos para una pareja heterosexual 
como homosexual (Costa y Serrat, 1993).
 
 
 
ANTECEDENTES HISTÓRICOS 
 
A través del tiempo la concepción de la pareja ha tenido diferentes matices, 
dependiendo de la época y lugar en que se sitúe. Las funciones e interacciones de cada 
miembro no son las mismas que hace algunos años; sin embargo, en la mayoría de los 
documentos sobre el tema de pareja, se pone de manifiesto el papel privilegiado del hombre 
frente a la mujer y el papel dependiente, doméstico y sumiso de la mujer frente al hombre. 
 
Los cambios económicos, sociales e ideológicos de diversas épocas, han repercutido 
en la concepción del hombre y la mujer, influyendo directamente en la determinación de los 
roles que cada uno asumirá en la relación de pareja (Malvido, 1982). 
 
En los tiempos remotos, para poder constituir pareja, los jóvenes varones, que apenas 
si eran como los adolescentes de hoy, tenían que salir en grupo a arrebatar mujeres, 
igualmente jovencitas, tal vez casi niñas, de otra tribu porque les estaba prohibido contraer 
matrimonio con las mujeres de la propia tribu o clan. Pertenecer a un determinado clan 
implicaba el sometimiento a un mismo tótem o divinidad que, en última instancia, se 
constituía en el organizador de un determinado grupo de familias. Quienes pertenecían a un 
mismo tótem no podían conformar parejas sexuales entre sí. El tótem se transformaba en una 
suerte de tabú que regulaba las relaciones sexuales hasta el punto de que las hijas y los hijos de 
parejas pertenecientes al mismo tótem terminaban siendo hermanas y hermanos. De ahí la 
prohibición de casarse entre miembros del mismo clan o grupo. 
 
Correspondía a los varones salir de casa y del clan para conseguir mujer en otro lugar 
en el cual el tótem fuera distinto. Para ello, en unos casos, conformaban una especie de cacería 
de mujeres. En otros, las reglas de intercambio de mujeres se habían previamente establecido 
de tal manera que el tránsito de mujeres se hacía periódicamente. Incluso en el primer caso, las 
mujeres no eran tomadas de manera abusiva, puesto que también ellas esperaban la llegada de 
varones pertenecientes a tótems diferentes que las hicieran sus esposas.
9 
 
Las personas que violaban esta regla eran severamente castigadas. La pena, por lo 
común, consistía en la muerte del culpable, de él y de ella, por una razón que llegó a 
constituirse en la causa de la cultura y que ha asegurado la presencia de mujeres y varones en 
el mundo. Se trata de la ley de la prohibición del incesto,que se ha constituido como la ley de 
las leyes (Tenorio, 2007). 
 
Tomando como referencia a la sociedad romana de la antigüedad del año 500 antes 
de cristo al año 476 de nuestra era para hablar sobre la familia. Las leyes les exigían a las 
mujeres casarse entre los 20 y 50 años, y a los hombres entre los 25 y 60 años, la mujer debía 
tener por lo menos tres hijos, estaban prohibidos los matrimonios incestuosos. La mujer en 
esta época era legalmente incapacitada y estaba bajo la tutela perpetua primero del padre y 
después del esposo. 
 
Con la llegada del Cristianismo, que se desarrollo en Roma, se da un cambio 
ideológico en la población, que influyó determinantemente en muchas de las culturas. Esta 
nueva ideología, especificaba principalmente los siguientes puntos: 
1. Se establece la monogamia como regla. 
2. Establece los diez mandamientos como reglas que rigen la vida del hombre. 
3. Todo hombre debe ser perdonado por sus faltas. 
4. Todos los hombres son pecadores por naturaleza. 
 
Estas ideas son difundidas por la iglesia y utilizadas como una medida de control; 
logrando expandir su dominio hasta Latinoamérica (Bensado, 1988). 
 
1.1 Evolución de la pareja en México 
 
Específicamente en México desde la época prehispánica todas las cosas estaban en 
función de las creencias religiosas que abordaban los aspectos sexuales y de procreación en la 
pareja 
 
 
10 
 
1.1.1 En la Época Prehispánica 
 
Nos centraremos en la cultura Náhuatl, por ser la más representativa de todas las que 
existieron. Pues bien, esta cultura fundamenta sus principios de vida y comportamiento en 
principios teológicos que dieron forma y fortaleza a la constitución social, consideraban que la 
pareja (heterosexual), era la razón de todas las cosas humanas, naturales y divinas (Díaz, 1984 
citado en López y Guillén, 1992). 
 
Se practicaba la monogamia y la poligamia. Aunque esta última era exclusiva para 
los hombres y guerreros distinguidos quienes contribuían al crecimiento y mantenimiento 
económico de la población, ya que sus mujeres tenían como deber, la fabricación de productos 
para venderse o cambiarse. 
 
La mujer tenía prohibido ejercer la poliandria y la participación en el área política y 
religiosa. Su virginidad significaba un atributo de gran valor; su falta era anunciada 
públicamente, razón por la cual era avergonzada y repudiada por todos. Los padres tomaban la 
decisión matrimonial, siempre y cuando existiera un acuerdo económico, político y social; el 
afecto y la compatibilidad eran ignorados. 
 
Con respecto a las relaciones sexuales en la pareja, se consideraba como un aspecto 
únicamente reproductivo en donde se aceptaba el placer y la satisfacción de ambos miembros, 
como una forma de impedir el adulterio. 
 
El hombre y la mujer realizaban diferentes roles: la mujer estaba al cuidado y crianza 
de los hijos, labores domesticas, agrícolas, de hilado y tejido. El hombre cumplía con 
actividades políticas, religiosas y de guerra (López, 1982). 
 
Si hablamos específicamente de de la cultura Náhuatl, nos podemos dar cuenta que 
fundamentan sus principios de vida y comportamientos en principios teológicos que dieron 
forma y fortaleza a la constitución social, consideraban que la pareja era la razón de todas las 
cosas humanas, naturales y divinas. De ahí que la mujer es la dualidad y complementariedad 
11 
 
del hombre y viceversa, de la unión de un hombre y una mujer dependía la vida, la 
multiplicación, la salud así como imprimir un sentido a la vida misma. 
 
A partir de esa filosofía, los jóvenes eran enseñados a respetar y amar el matrimonio 
no sólo como base de la vida sino como una forma de complementación de la creación de los 
dioses. Hombres y mujeres eran preparados con disciplina para la adquisición de los 
conocimientos necesarios para esa ceremonia en la que se anuda el (mixtle con el huipil), es 
decir el matrimonio (Díaz, 1984 citado en López y Guillén, 1992). La educación estaba basada 
en una educación patriarcal de carácter autoritario y de profunda moralidad; desde su más 
tierna edad, los varones eran educados por el padre y las mujeres por la madre, 
estableciéndose así una transmisión especifica de los valores (López, 1982). Más o menos a la 
edad de doce años para el hombre y quince para la mujer, terminaba la educación familiar y 
pasaban a la educación pública. Posteriormente, para poder contraer matrimonio debían cubrir 
los siguientes requisitos: los hombres debían tener una edad entre los 20 y 22 años y las 
mujeres 17, y ambos debían tener la autorización de los padres. Sin embargo este sistema de 
unión de pareja no fue uniforme sino heterogéneo debido a la existencia y carácter clasista de 
la sociedad Náhuatl. 
 
La importancia que recibía el matrimonio en la cultura náhuatl, se pone de manifiesto 
no tan solo en el carácter religioso que tenia sino en que cumplía con elementos políticos y 
sociales al ser el centro de reproducción explicita de sus modelos educativos, de su sistema de 
valores así como de forma de gobierno y tradiciones que eran respetadas y conservadas de 
generación en generación. 
 
1.1.2 Época Colonial 
 
Con la llegada de los españoles, las costumbres e ideologías prehispánicas se 
transformaron, surgiendo así una nueva cultura. 
 
La poligamia era permitida paro los hombres, siempre y cuando estos fueran 
discretos y “respetaran a su esposa”. La mujer debería ser fiel a un solo hombre para 
12 
 
entregarse virgen a él, pues la virginidad era considerada por la iglesia como el mayor regalo 
que podía darle a su esposo. El control natal estaba prohibido por ser los hijos “una bendición 
de Díos” (Soustelle, 1982). 
 
Es característico de este periodo la exaltación de la virginidad prematrimonial en la 
mujer así como la desaprobación y castigo del adulterio; sin embargo, para el hombre se 
recomienda cierta experiencia premarital, la mujer casada era dependiente y confinada a la 
potestad del marido, lo que acentuó el derecho canónico y la costumbres de una desigualdad 
entre hombre y mujer. Lo último se entiende a partir de la idea religiosa de un Díos (hombre), 
omnipotente y todo poderoso, de ahí se explica el gran dominio y supremacía que el hombre 
tenía sobre la mujer en la cultura europea y que llegó a imponerse al México prehispánico. 
Aunado a esto, se cargaba a la mujer la responsabilidad de el “honor familiar y del honor 
sexual” (Malvido, 1982). 
 
1.1.3 Después de la Colonia 
 
Soustelle, (1982) menciona que uno de los cambios que ocurrieron en el periodo 
independiente posterior a la colonia, fue la creación de las Leyes de Reforma promulgadas en 
1859, con las que se logra despojar a la iglesia de gran parte de sus bienes terrenales así como 
quitar su interferencia en los asuntos civiles de la familia y del matrimonio con reglamentación 
eclesiástica. En lugar de esto, el poder que tenia la iglesia pasó a manos del estado y del 
gobierno, quienes sentaron las bases jurídicas que normalizan las relaciones familiares, 
originándose el registro civil y el contrato civil matrimonial, que es considerado como el único 
medio legal y moral de fundar una familia para el Estado. Aparentemente, el contrato civil 
matrimonial garantizó el ejercicio de la libertad de elección. 
 
1.1.4 Durante el Periodo Independiente 
 
Las familias se caracterizan por periodos anárquicos y contradictorios, ya que los de 
un nivel popular y de sectores medios, son conservadores en su vida familiar y liberal en lo 
público (Leñero, 1976 citado en López y Guillen, 1992). En este momento de la historia de 
13 
 
México es cuando surge la conocida “familia tradicional”, la cual se integra por “el macho 
mexicano, la mujer abnegada y el niño maltratado”, en cuya relación se enmarca la situación 
de la mujer en relación al hombre y los valores que se manejan están en relación a la 
explotaciónde un sexo hacia el otro. Además, la dinámica de interacción de sus miembros se 
establece a través de la familia de origen ya que hay una reproducción, reforzamiento y 
fomento a la vida que se conoce y que se vive con los padres y familia de origen. Conviene 
señalar que esta idea de la familia tradicional se estereotipa erróneamente ya que no se puede 
considerar que en México todas estas tengan tales características. 
 
En muchos casos, los hijos que viven en una familia tradicional, primordialmente la 
mujer, realiza la elección de pareja y la unión a ésta como medio de escape de su familia. 
Muchas veces, se casan esperando encontrar el “marido/esposa, compañero (a) perfecto (a)”, 
pero después de varios años de matrimonio, se frustran al no encontrar lo que esperaban y se 
refugian en sus hijos como pretexto de unión y estabilidad familiar, esperando que la mayor 
satisfacción se la den los hijos y no la esposa o el marido (Rivera, 1993 citado en Díaz, 1998). 
 
1.1.5 Época Actual 
 
La relación de pareja actual, dista mucho de la pareja de hace 50 años, uno de los 
cambios más significativos son los roles que desempeñan sus miembros (Mota y Ponce, 1994 
citado en Díaz, 1998), los roles tradicionales han empezado a dejar de ser funcionales para las 
parejas actuales, las demandas sociales han generado que estos tengan que modificarse con el 
fin de solventar las necesidades y problemáticas con las cuales se tiene que enfrentar cada uno 
de los integrantes de la pareja. Por un lado encontramos la necesidad de inserción de la mujer 
a la sociedad productiva, que ha generado lo que en México se le llama como la mujer de 
doble jornada de trabajo, por lo que ya no sólo el hombre provee económicamente a la familia; 
además, en algunos casos las labores del hogar se tienen que compartir al igual que el cuidado 
de los hijos, lo cual también provoca que el hombre tenga que hacer actividades que antes no 
hacia. 
 
14 
 
Es importante señalar que las nuevas actividades de los miembros de la pareja, han 
generado una falta de tiempo para interactuar como pareja, además aún siguen existiendo 
tabúes y normas culturales, sociales y religiosas que impiden un mejor cambio en estas 
relaciones. 
 
La pareja no sólo se enfrenta a este ajuste de roles sino que a pesar que existe ahora 
el libre albedrío para elegir nuestra pareja sin que la sociedad se oponga, la pareja se enfrenta a 
problemas que surgen desde el momento mismo de la elección de pareja, debido a que hay 
personas que se equivocan al decidir quien será su compañero(a), eligiendo la persona con 
quien menos puntos afines tienen, desde las expectativas hasta los valores que cada uno tiene, 
lo cual provoca que la relación sea más sensible a problemas futuros. 
 
Existen factores que pueden influir positiva o negativamente a la relación de pareja, 
como, la creación de anticonceptivos, la mayor libertad para el aborto, la planificación 
familiar, los intentos de platicas abiertas sobre el sexo, el sexo prematrimonial, los cambios de 
actitudes de la mujer y su inserción en el ámbito laboral; dichas situaciones no son la causa 
única y/o directa de los problemas de pareja, sino que existen otros factores al interior de ella. 
 
Hay parejas que no están preparadas para ejercer su sexualidad y que al dar por 
hecho que deben hacerlo, mantienen relacione insatisfactorias que se sostienen gracias a la 
ayuda de justificaciones basadas tanto en aspectos morales y religiosos. Asimismo, las parejas 
presentan grandes problemas en la incapacidad para negociar y encontrar alternativas de 
solución a los problemas que se les presentan ante sus diferentes actividades, expectativas, 
gustos y opiniones (Díaz, 1982 citado en Díaz, 1998). 
 
En cuanto a la sexualidad, actualmente ya no se busca la procreación como fin 
principal, sino como la obtención de placer para ambos miembros de la pareja, incluso estas 
experiencias se da a edades más tempranas sin ser determinante contraer matrimonio. Por ello 
tal vez se puede considerar que ahora existen menos tabúes respecto al tema, ya no es 
importante llegar virgen a la vida conyugal en el caso particular de las mujeres, aunque 
15 
 
tampoco existe una completa libertad para ejercer la sexualidad por la gran cantidad de 
enfermedades sexuales que existen. 
 
En el mismo sentido, la infidelidad resulta ser muy común en la sociedad actual, la 
reacción de la mujer ante ésta situación puede ser de disimulo, resignación y aceptación, pues 
se cree que es algo normal y pasajero en los hombres y que no pondrá en peligro la estabilidad 
marital (Alegría, 1981 citado en Avelarde, 2001). 
 
A lo largo de varios siglos de vida colonial, de independencia y de revolución aún 
antes de la segunda guerra mundial, los distintos grupos de mexicanos tenían el concepto de 
que el matrimonio y la familia eran instituciones respetables. Hoy la crisis de valores de la 
sociedad ha llegado a desprestigiar y aún poner en riesgo el valor del matrimonio y la 
estructura de la familia (Díaz, 1982 citado en Díaz, 1998). Es común ver que muchas parejas 
deciden vivir en unión libre, tienen relaciones premaritales, mantienen relaciones 
extramaritales, se desintegran o conviven sólo los fines de semana. El divorcio ha venido a 
representar una necesidad social deseable más que una desgracia como en otros tiempos se le 
veía. Estadísticamente se ha demostrado que cada vez son más las parejas jóvenes que 
terminan divorciándose. Al respecto Armendáriz y Ávila, (1985 en Díaz, 1998) afirman que 
tres cuartas partes de las parejas mexicanas terminan separándose y en su mayoría la tasa de 
divorcios corresponde al segundo o tercer año después del matrimonio. 
 
La elección de pareja se hace de manera voluntaria, bajo la responsabilidad de cada 
individuo. Con ello, se esperaría una relación funcional en donde ambas personas se han 
comprometido en la tarea de convivir y permanecer juntos, dispuestos a que la unión sea 
duradera; para ello deben de solucionar las dificultades que aparezcan, invirtiendo 
constantemente tiempo y energía para tomar decisiones compartidas. No obstante, en contadas 
ocasiones no sucede esto. 
 
Es común observar que muchas personas se casan, sin embargo no todos lo hacen por 
convicción propia ya que muchas veces las presiones familiares, intereses económicos, miedo 
16 
 
a la soledad, entre muchos otros factores son los que conducen a la persona a casarse 
(Lamaire, 1986). 
 
Actualmente, el número de problemas y separaciones aumenta día a día, 
caracterizando a la época como un periodo de crisis familiar y conyugal (Bueno, 1985). sin 
embargo, aunque es una tarea muy importante, poco se ha trabajado debido a las creencias que 
se tiene con respecto a la psicología y relaciones de pareja; y a la falta de difusión de 
información científica accesible respecto al tema. 
 
Otra de las salidas en la que los jóvenes han caído ante el rechazo del matrimonio es 
“el amor romántico” romanticismo que implica la total fidelidad del ser amado, idealización 
de este y ausencia de sexualidad, dar todo y no pedir nada, lo cual lleva a la destrucción 
porque con el tiempo aquella pareja empieza a percibirse con sus características verdaderas y 
la conciencia de dar menos y esperara más, es lo que viene a deteriorar más el amor romántico 
y provoca conflictos entre los esposos hasta llevarlos, muchas veces, hasta la separación. 
Lamentablemente, el mantenimiento de esta errónea creencia de “el amor romántico” se ve 
reforzada y estimulada por los medios masivos de comunicación ya que al existir una sociedad 
centrada en la venta y compra de productos no ha dejado de lado al mismo individuo como 
producto que se idealiza y del que surgen constantes y diversos modelos que la mayoría de las 
personas desean conseguir, ser o adquirir (Esteva, 1992 citado en Díaz, 1998). 
 
Otro aspecto importante de destacares, que a pesar de las posibles ventajas que el 
matrimonio pueda representar para el adulto joven de clase media en nuestros días, el varón 
sobre todo, se ve cada día obligado a prolongar la etapa del noviazgo por los requisitos 
sociales que debe cubrir antes de casarse, como lo es la estabilidad económica, una posición 
social, una carrera profesional terminada y desarrollada, entre otros más requisitos deseables. 
Lo anterior hace que los aspectos afectivos se vean subordinados a presiones culturales y 
económicas, con la atrofia consiguiente de la vida emocional. 
 
En pocas palabras, con lo abordado en este punto, se evidencia que los cambios 
económicos, políticos y sociales que existen al exterior de la pareja mexicana han contribuido 
17 
 
a la crisis por la que atraviesa, sin considerar que en lo interno como pareja, los medios con los 
que cuenta cada miembro para enfrentar esos cambios y adaptarse a ellos, no han sido lo 
suficientemente funcionales. Una vez revisados los cambios que ha tenido la relación de pareja 
en México, es necesario conocer y comprender como se establece dicha relación así como el 
desarrollo por el que pasan la mayoría de las parejas mexicanas contemporáneas. 
 
La pareja contemporánea, en su apariencia, puede ser similar a la de los siglos XIV o 
XIX, pero en realidad es sumamente distinta por cuanto la sociedad actual se halla regulada 
por principios culturales totalmente distintos a los de aquellos tiempos y estos principios 
afectan las formas de constitución, los objetivos y la vida de la pareja (Tenorio, 2007). 
 
Hoy en día los jóvenes al ver que la mayoría de los matrimonios fracasan y llegan al 
divorcio han dejado de creer en él. No obstante Mc Cary, (1983) plantea que los jóvenes 
necesitan en forma desesperada de una relación íntima y se dan cuenta que la apariencia 
personal es esencial para su evolución, por lo que se comprometen substituyendo su esencia 
por mascaras y fingen aquello que el otro espera para que así les amen, teniendo como 
resultado típico una relación superficial con otra persona, no fructífera y lejana a una relación 
íntima honesta y real. 
 
En la psicología existen diferentes teorías que nos pueden ayudar a entender que es 
una relación de pareja y en el capítulo a continuación se expondrán algunas de ellas. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
ENFOQUES PSICOLÓGICOS 
 
Los problemas familiares y conyugales han atraído el interés de diversas disciplinas 
como la Antropología, Sociología, Religión, la Filosofía, Derecho, y Psicología en sus 
diferentes áreas (social – clínica). En lo que se refiere a relación de pareja, existen diferentes 
teorías que manejan elementos y conceptos importantes que aportan muchos aspectos para el 
entendimiento de esta. 
 
2.1 Enfoque Psicoanalítico 
 
Esta teoría enfatiza lo intrapsíquico y como lo menciona Sigmund Freud (su 
fundador) “En la vida anímica individual aparece integrado efectivamente el otro, como 
modelo, objeto auxiliar o adversario, y de este modo, la psicología individual es al mismo 
tiempo y desde un principio, una psicología social en un sentido amplio pero plenamente 
justificado” (Freud, 1986). 
 
Aún cuando la teoría psicoanalítica no se propuso dar cuenta de los aspectos 
relacionados con la elección de parejas, con el paso del tiempo y la realización de sus 
investigaciones, Freud pudo de manera indirecta proporcionar un gran número de elementos 
relacionados con este tema, de esta forma se puede ver que la elección de objeto es el concepto 
clave desde el que la teoría psicoanalítica explica la relación de pareja. Es la posibilidad de 
establecer una elección del objeto de amor, sin esta elección no se superaría el narcisismo en 
cuya fijación la elección de pareja queda bloqueada o está condenada a su involución en el 
desarrollo. 
 
Durante la infancia el sujeto atraviesa por el complejo de Edipo, la forma en que lo 
haga determinará en su vida adulta la forma en la que se relacionará con otras personas. 
 
La constitución del sujeto, la describe el psicoanálisis a través de tres conceptos 
fundamentales: narcisismo, castración y elección de objeto, integrados todos ellos en el 
complejo de Edipo.
19 
 
Fabré, (1985 citado en Anguiano, 1990) menciona que para el enfoque psicoanalítico 
existe una elección inconsciente de pareja que puede ser: 
1) Cuando el hombre escoge a una mujer con características semejantes a las de su 
madre, y la mujer escoge a un hombre con características semejantes a las de su 
padre. 
2) O que tanto la mujer como el hombre seleccionan a su pareja con características 
totalmente diferentes a las de sus padres. 
 
Freud, (1986) menciona que la identificación es la forma primitiva del enlace 
afectivo a un objeto. Siguiendo una dirección regresiva, se convierte en sustitución de un 
enlace libidinoso a un objeto, como por introyección del objeto en el yo, y puede seguir 
siempre que el sujeto descubre en sí un rasgo común con otra persona que no es objeto de sus 
instintos sexuales. Así, el enlace reciproco de los individuos integrantes de la pareja es de la 
naturaleza de tal identificación basada en una comunidad afectiva. 
 
De el enamoramiento afirma que, en cierto numero de casos, solamente es un 
revestimiento del objeto por parte de los instintos sexuales, revestimiento que está encaminado 
a lograr una satisfacción sexual directa y que desaparece con la consecución de este fin (esto 
es lo que se conoce como amor corriente o amor sensual). Aunque por otra parte dice que es 
bien sabido que la situación libidinosa no presenta siempre esta complicación, sino que la 
certidumbre de que la necesidad recién satisfecha no tardará en resurgir, será el motivo 
inmediato de la persistencia en el revestimiento del objeto sexual, aun en los intervalos en los 
que el sujeto no sienta la necesidad de “amar”. 
 
La diferencia entre la identificación y el enamoramiento en sus desarrollos más 
elevados, conocidos con los nombres de fascinación y servidumbre amorosa, resulta fácil de 
describir. En el primer caso el yo se enriquece con las cualidades del objeto, se lo “introyecta”, 
el objeto desaparece o queda abandonado y es reconstruido luego en el yo, que se modifica 
parcialmente, conforme al modelo del objeto perdido; en el segundo se empobrece, dándose 
por entero al objeto y sustituyendo por él su más importante componente, el objeto subsiste, 
pero es dotado de todas las cualidades por el yo y a costa del yo. 
20 
 
En la teoría psicoanalítica se dice que amamos al objeto a causa de las perfecciones a 
las que hemos aspirado para nuestro propio yo y que quisiéramos ahora, y los conflictos de 
pareja surgen de las necesidades no satisfechas. 
 
2.2 Enfoque Sistémico 
 
Éste se basa en la teoría de la comunicación, conceptualiza a la pareja como un 
sistema compuesto por los subsistemas hombre-mujer, y a su vez parte de otros suprasistemas: 
el familiar, la comunidad y el grupo social (Bueno, 1985). 
 
A partir de los trabajos de Bertalanffy surgieron diversos investigadores que 
consideraron a la familia como el elemento principal para el desarrollo del sujeto, algunos de 
ellos tomaron en cuenta asimismo los aportes sistémicos para teorizar al respecto de esos dos 
elementos unidos ya que consideraron a la familia como un sistema. 
 
Uno de los pioneros del movimiento familiar y que fundo en 1960 la primera 
institución dedicada al estudio y tratamiento de la familia fue Nathan Ackerman, ya que fue el 
primero en considerar a la familia como unidad indiscutible de la salud y enfermedad; parte de 
la conceptualización de que el hecho de que una familia este en conflicto es debido a que ha 
fracasado en algunas de sus funciones y por lo tanto el trastorno se manifestará en alguno de 
sus integrantes; enfatiza ampliamente el hecho de realizar sesiones con toda la familia, 
utilizando la terapia individualcomo apoyo al trabajo familiar, así el procedimiento 
terapéutico que sigue, remarca la necesidad de evaluar de manera diagnóstica para determinar 
la gravedad así como el tipo real de conflicto, los integrantes afectados, el tipo de interrelación 
que se da en torno a la persona que presenta la “enfermedad” así como la relación entre 
conflicto familiar y conflicto intrapsíquico en cada parte integradora de la familia (Hernández, 
1990 citado en Benítez, 1997). 
 
Este enfoque, destaca la importancia de las normas y reglas que regulan la relación 
de pareja, ya que estas normas delimitan como actúa el sistema. Hace una diferenciación entre 
norma y regla. Las normas, son el conjunto de acuerdos explícitos que en la pareja se 
21 
 
establecen abiertamente, tienden a ser estables a través del tiempo, son “lo que se sabe, lo que 
se conoce que hay que hacer”. Las reglas se aplican al conjunto de acuerdos implícitos que se 
producen dentro el sistema de pareja, las reglas surgen, se establecen y se modifican a través 
de la interacción. Estas reglas tienen a su cargo la regulación de aspectos de la vida cotidiana 
de la díada, cuyo contenido es aparentemente irrelevante por ejemplo, quién se baña primero, 
quién atiende a las visitas, quién lee el periódico antes, etc. 
 
Por otra parte Satir, (1983) señala que en la relación de pareja, es un factor 
importante el sentimiento de estimación que cada uno tiene de sí mismo, junto con la forma en 
que lo expresan y las exigencias que le hacen al otro. 
 
2.3 Enfoque Conductual 
 
La teoría Conductual reúne en sí, las ventajas fundamentales de ser operativa, 
funcional y orientada a la resolución práctica de los problemas. Pero sobre todo, ofrece 
resultados prácticos no igualados por otros enfoques (Costa y Serrat, 1993). 
 
La teoría de la conducta ha demostrado que el comportamiento de un organismo 
mantiene una regularidad en la interacción con su medio. De acuerdo con este principio, el 
comportamiento humano está controlado por las posibles consecuencias que se generan en el 
ambiente, aumentando o disminuyendo la probabilidad de su ocurrencia. A este tipo de 
estímulos se les denomina reforzadores o castigos, dependiendo el efecto que tenga sobre la 
conducta. “Cualquier consecuencia que aumente la frecuencia de una conducta se le denomina 
reforzador, y cualquiera que la disminuya se le denomina castigo” (Bandura, 1978). 
 
Bajo este enfoque, la pareja se encuentra en función directa con el intercambio de 
reforzadores tanto positiva como negativamente por lo que la conducta de uno está en función 
del comportamiento del otro, es decir, son interdependientes. (Si refuerzo, existe mayor 
probabilidad de ser reforzado y si castigo, existe mayor probabilidad de ser castigado. 
entonces. Si doy mucho, existe una mayor probabilidad de recibir mucho y si doy poco, existe 
una mayor probabilidad de recibir poco). 
22 
 
Las consecuencias proporcionadas por ambos miembros de la pareja, serán las 
determinantes fundamentales de la conducta del otro. Ambos actúan como emisor y receptor 
simultáneamente, estableciendo un proceso circular y reciproco de conductas y consecuencias. 
En este proceso, los miembros de las parejas disfuncionales se refuerzan uno a otro menos 
frecuentemente y se castigan uno a otro con mayor frecuencia que las parejas felices, es decir, 
la insatisfacción en la relación de pareja ocurre cuando se intercambian escasas conductas 
agradables entre ambos compañeros, cuando las interacciones placenteras están limitadas a 
una sola área (sexualidad, economía, etc.) o cuando uno de los dos miembros de la pareja da 
más gratificaciones que las que recibe (Costa y Serrat, 1993). 
 
Así los objetivos generales del enfoque conductual se centran en aumentar el 
reconocimiento, iniciación y expresión de gratitud en las interacciones placenteras, disminuir 
las interacciones aversivas, adiestrar a la pareja para que se comunique de forma efectiva y 
enseñar a utilizar contratos de contingencia para negociar la resolución de problemas 
habituales y las insatisfacciones. La forma de evaluación de la Teoría Conductual consta de 
cinco fases: 
1) Observación y recolección de información. 
2) Formulación de hipótesis verificables. 
3) Deducción de conclusiones y planificación de instrumentos para su constatación. 
4) Verificación de hipótesis. 
5) Descripción, predicción, o explicación del comportamiento (Carrobles y 
Ballesteros, 1985). 
 
2.4 Enfoque Cognitivo Conductual 
 
La teoría cognitivo-conductual: incorpora a su objeto de estudio las cogniciones y 
sentimientos como aspectos fundamentales para entender y brindar alternativas de solución a 
las problemática que se presenta en la relación de pareja. Algunos de estos problemas se deben 
primordialmente al sistema de creencias bajo el cual los individuos rigen sus vidas. 
 
23 
 
La palabra “cognitivo” se deriva del término en latín que implica “pensamiento”, 
refiriéndose a la manera en que los hombres elaboran juicios y toman decisiones así como la 
interpretación o mal interpretación de las acciones de otros (Beck, 1996). 
 
El modelo cognitivo-conductual, considera que los repertorios de la conducta de cada 
integrante de la pareja están formados con base en la experiencia que ha tenido, es decir, es 
aprendida y puede ser modificada. Así como los problemas que presenta la pareja son por 
causa de un intercambio de conductas inadecuadas. 
 
Fernández Ballesteros y Carrobles,(1979 citado en Benítez, 1997) propusieron un 
modelo llamado “Modelo Secuencial Integrativo” cuya característica principal es integrar lo 
cognitivo con lo radicalmente conductista, en donde los antecedentes y consecuentes de las 
conductas no se reducen a variables ambientales, sino que el análisis funcional se dirige a 
eventos internos que juegan un papel importante en el comportamiento. Este modelo analiza 
secuencialmente los distintos elementos, grupos de variables o eslabones que determinan el 
comportamiento particular de cada individuo. Así, la secuencia comienza por los estímulos 
ambientales que provocan en el presente las respuestas del sujeto en evaluación y termina con 
las secuencias que tales conductas producen en el ambiente. 
 
Ante la insatisfacción de la pareja la Teoría Cognitivo Conductual retoma las 
técnicas de Modificación de Conducta para entrenar a ambos cónyuges en la adquisición de 
habilidades para poder identificar la conducta problema, mejorar su comunicación y 
solucionar sus diferencias, lo que les ayudara a resolver sus conflictos actuales y posibles 
dificultades que puedan surgir en un futuro de una manera independiente (Sank y Shaffer, 
1993). 
 
La función básica del aspecto cognitivo, postula que las relaciones emocionales y 
conductuales de las personas, se encuentran relacionadas con las cogniciones. Estas en forma 
de declaraciones verbales encubiertas se apoyan en actitudes o suposiciones que se han 
desarrollado a través de experiencias pasadas, determinando en una proporción importante las 
experiencias emocionales acerca de la propia identidad y del mundo. 
24 
 
El modo de pensar se relaciona con el logro de objetivos y el disfrute de la vida. Si se 
posee un pensamiento claro y sencillo, se está mejor equipado para lograr metas; por el 
contrario si el pensamiento posee significados distorsionados, razonamientos ilógicos e 
interpretaciones erróneas, se pierde el claro sentido, errando en juicios y en la comunicación 
(Beck, 1996). 
 
Las asunciones (exaltaciones, elevaciones), los patrones (modelos, esquemas), las 
expectativas (esperanzas, intereses), percepciones (apreciaciones) y las atribuciones sobre la 
causa de los eventos positivos y negativos; pueden influir en el tipo y la intensidad de 
respuesta de uno y otro cónyuge o de las emociones, cogniciones y comportamientos; además 
de incrementar el conflicto en la relación,ya que los problemas de pareja están asociados a 
“errores cognitivos” que facilitan el desarrollo de suposiciones inadecuadas que interfieren 
con su comunicación, provocando estados de ansiedad y depresión en ambos miembros. Estos 
errores cognitivos suceden cuando la pareja mantiene expectativas irreales en cuanto a su 
relación y hacen evaluaciones negativas extremas cuando no están satisfechos (Baucom y 
Epstein, 1990 citado en Pineda, 1998). 
 
Con respecto a los factores afectivos, la familia es el marco donde probablemente la 
gente experimenta más emociones positivas y negativas en sus vidas y donde probablemente 
existe una mayor intensidad emocional. 
 
La aproximación Cognitivo Conductual, ha considerado a la emoción como el 
componente principal de las relaciones funcionales y disfuncionales, que influye y es 
influenciado simultáneamente por factores cognitivos y conductuales. Los estados 
emocionales pueden influir en las cogniciones de la pareja acerca del concepto de cada uno y 
de las acciones ante el otro. 
 
Cuando la pareja esta inmersa en el dolor, en pocas ocasiones, son concientes de las 
cogniciones y conductas que derivan de un estado emocional. Así, la posible fuente de un 
problema con la pareja, puede ser la falta de conciencia de lo que se siente en realidad en una 
situación particular o la falta de habilidades de comunicación. 
25 
 
También, un individuo puede ser conciente de sus reacciones emocionales, pero 
ignora las causas por la que la persona percibe una sensación de pesimismo acerca de su 
potencial para reducir experiencias desagradables. 
 
Algunos factores que pueden reducir la conciencia de las emociones, son las 
creencias populares, que difieren de las suposiciones del modelo Cognitivo Conductual, el 
cual postula que lo que los individuos piensan y perciben sobre ellos, el mundo y el futuro, es 
relevante y tiene un impacto directo sobre cómo se sienten y se comportan (Dattilio y Pedesky, 
1985 citado en Pineda, 1998). 
 
Neiding y Friedman, (1984 citado en Pineda, 1998) mencionan que los individuos 
que abusan física y verbalmente de la pareja apoyan estas creencias: 1) que las emociones son 
causadas por eventos externos a la persona, 2) que la emoción se construye en el interior de la 
persona y debe de ser liberada de alguna manera para mantener la salud. 3) que la expresión 
emocional no puede ser controlada. 
 
Algunos de los factores que pueden inhibir la expresión se asemejan a los que 
pueden impedir la conciencia de ésta: Primero, algunas personas devalúan la emoción y 
prefieren pensar “racionalmente”, por lo que consideran una perdida de tiempo hablar de sus 
emociones; segundo, un individuo que supone que la expresión de sus emociones puede tener 
consecuencias dañinas, puede decidir no hablar de sus sentimientos. 
 
Las técnicas que la teoría Cognitivo Conductual utiliza para modificar los problemas 
de pareja son: Entrenamiento de la Asertividad, Solución de Problemas, Reestructuración 
Cognitiva, Relajación, etc., ya que considera a la persona como un estudiante a quien al 
enseñarle actitudes y habilidades personales e interpersonales, será capaz de aprenderlas y 
utilizarlas en los problemas que se presentan (Sank y Shaffer, 1993). 
 
Bueno hasta ahora hemos hablado de los antecedentes históricos de la pareja, de 
algunos enfoques psicológicos para el entendimiento de esta, pero, ¿qué pasa con el amor?, 
26 
 
¿cómo se forma la pareja?, para darle solución a esta pregunta hemos creado el siguiente 
capitulo. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
LA PAREJA Y EL AMOR 
 
3.1 La Pareja 
 
El llegar a formar una pareja, es por lo común, algo a lo que todo ser humano aspira. 
La pareja proporciona estabilidad, apoyo y un gran cúmulo de emociones afectivas 
indispensables para el buen desarrollo de ambas partes que la conforman ya que en la pareja se 
pueden vertir una gran cantidad de satisfacciones que se logran dentro de ella. 
 
De igual forma en la pareja se descargan emociones y aspectos negativos de cada 
uno propiciando de esta forma que surjan conflictos y problemas. 
 
Una relación de pareja se basa en el intercambio de refuerzos entre sus miembros en 
diversas áreas (amistades, tiempo libre, tareas, relaciones sexuales, etc.) (Struart, 1969 citado 
en Benitez, 1997). 
 
En el comienzo de una relación (proceso de noviazgo, o primeros contactos de la 
pareja) se suele dar una atracción inicial mutua, debido a una tasa de intercambios reforzantes 
(actividades positivas), que al principio son muy elevadas porque la pareja: 
a) Interacciona en un marco restrictivo, ya que normalmente se ven pocas horas al 
día e interactúan en un contexto gratificante. Se ven para tomar una copa, charlar 
de proyectos, momentos de ocio… 
b) No toman decisiones importantes, al contrario de las parejas establecidas que 
deben decidir con frecuencia sobre cuestiones financiaras, de educación de los 
hijos, entre otras, lo que conlleva el riesgo de actitudes y conductas negativas 
para la relación. 
c) Experimenta la novedad de la comunicación sexual, lo cual es un elemento 
gratificante. 
d) Se idealiza al otro y la futura vida en común, creándose expectativas gratificantes 
exageradas. 
28 
 
Este tipo de intercambios constituye la base de la persistencia y profundización de la 
futura relación (Costa y Serrat, 1993). 
 
Por ello en el enamoramiento se dice que es como una especie de luna de miel, 
debido a que las gratificaciones que se obtienen son muy elevadas y las actitudes negativas se 
minimizan al máximo. 
 
3.2 El Amor 
 
El amor no es otra cosa que un intercambio complejo de conductas gratificantes tanto 
en sus dimensiones motoras como cognitivas y emocionales. Puede inferirse que el amor 
estará ciertamente ausente si el refuerzo de uno de ellos llega a ser mínimo y decimos que una 
pareja está enamorada cuando el intercambio de conductas que se establece entre ambos es 
reforzante o gratificante en algún nivel. 
 
Si a través del tiempo, los intercambios emocionales, intelectuales y físicos se hacen 
constantes y permanentes, y llega a haber un entendimiento mutuo y un ciclo constante de dar 
y recibir que es gratificante para ambas partes, se puede decir que hay amor entre ambos. 
 
La variedad de definiciones sobre el amor se encuentra en la medida de lo que cada 
persona espera dar y recibir en su relación con la otra persona. Sin embargo, podemos 
encontrar que a nivel social se ha generalizado y estereotipado el amor, matizándose por un 
amor idealizado y no realista. 
 
El estar o no estar enamorados, viene a ser el factor casual relevante. Cuando una 
pareja está enamorada transcurren sus relaciones con normalidad; en cambio los problemas 
comienzan cuando uno u otro dejan de estar enamorados. El amor se convierte así en el 
elemento explicativo por excelencia, “el amor lo vencerá todo”. 
 
Hay que reconocer que las ideas que se tienen en torno al amor y a la relación de 
pareja, transforman los defectos en cualidades y un instante en una eternidad. No obstante, el 
29 
 
enamoramiento corre el riesgo de pasar de las delicias amorosas al dolor, desilusión y 
desesperanzas. 
 
El concepto y fenómeno de amor describe un comportamiento complejo susceptible 
de ser practicado mediante conductas específicas de tipo cognitivo, emocional y motor (Costa 
y Serrat, 1993). Es una parte básica constitutiva de la condición humana. En el proceso 
cotidiano en el vivir de toda la gente, el amor supone trabajo y arte, ya que el ser humano es 
heredero de distorsiones culturales poderosas que dificultan la gratificante experiencia del 
amor; por ello el amor exige trabajo sobre la propia persona, ya que es un arte lograr una 
relación de pareja en donde exista comprensión, respeto, compromiso, creatividad, entre otras 
cosas (Nieto, 1993). 
 
3.2.1Amor Auténtico 
 
Por otra parte Rage, (2002) nos habla sobre la existencia de un amor real y auténtico, 
en el que se muestra una sana preocupación por el propio crecimiento y el de la otra persona, 
cuyos elementos más importantes son: 
* Conocimiento y bienestar del otro. 
* Responsabilidad y respeto por la dignidad de la persona amada. 
* Crear, confiar, compartir y experimentar un verdadero compromiso con la 
persona amada. 
* Dar libremente, sin demanda. Significa que se vive una actitud expansiva, en el 
sentido de permitir al otro a buscar otras relaciones sanas. En otras palabras, esto 
representa querer a la persona y no necesitarla para ser alguien. 
 
3.2.2 Amor Inauténtico 
 
Existe un amor inauténtico, en el que desafortunadamente, el individuo se degrada a 
sí mismo y a la otra persona. Los signos más sobresalientes son: 
* La necesidad de controlar al otro. 
30 
 
* Decirle cómo debe ser para que pueda amarlo; esto es, condicionar el amor con 
amenazas. 
* No permitir que la persona cambie, por temor a no saber cómo controlarlo. 
* Tratar al ser amado como una posesión. 
* Desconfiar de la otra persona y no permitirle que confié en él. 
* Tener expectativas irreales. Más aún, pedirle que realice cosas que él mismo no 
hace. 
* Esperar que la otra persona llene su vació y soledad, sin hacer nada por llenarlo él 
mismo. 
* Rehusar compromisos para sentirse libre; pero mantener a la otra persona en la 
incertidumbre acerca de sus intenciones. 
* No compartir pensamientos, sensaciones y emociones con la otra persona; pero 
esperar que él/ella sea como un libro abierto, mientras él/ella permanece cerrado. 
 
Uno de los planteamientos que Rage, (2002) sugiere es, aprender a amarnos y 
apreciarnos a nosotros mismos. Algunas personas encuentran dificultades para hablar de su 
amor por sí mismos, ya que encuentran egocéntrica esta actitud. Sin embargo, aparece como 
una realidad que si la persona no se ama sanamente a sí misma no permitirá que otros la amen 
y le muestren cariño. No se pueda dar a los otros lo que la persona misma no posee. Amarnos 
no implica sentirnos el centro del mundo, sino aceptarnos y respetarnos con nuestras 
grandezas o imperfecciones (defectos y virtudes). 
 
3.3 La Familia, como influencia en nuestro comportamiento emocional y conductual 
 
Todo ser humano tiene su origen en la relación de pareja, y de manera directa o 
indirecta aprende modelos de relación y convive en grupos cuyos núcleos se originan en una 
relación de pareja, que puede estar o no vinculada por el matrimonio pero la constante al 
menos teóricamente, es que dicha unión se hace por amor y sin embargo, el divorcio o la 
separación es en muchas ocasiones la fase final de una relación entre dos personas que en la 
mayoría de los casos comenzaron amándose. 
 
31 
 
La familia es el marco donde probablemente la gente experimenta más emociones 
positivas y negativas en sus vidas, y donde probablemente existe una mayor intensidad 
emocional. Es aquí donde se da la fuente de aprendizaje o de influencias con poder de control 
sobre el comportamiento humano. Esta fuente no es otra que la que proviene de observar lo 
que los otros hacen, piensan y sienten. Aprendemos a comportarnos a través de modelos 
significativos de nuestra vida, como son los padres, amigos, profesores, hermanos e incluso 
nuestra propia pareja. Basta echar un vistazo en los juegos de los niños para darnos cuenta de 
que hablan y se comportan con sus muñecos del mismo modo que sus padres reaccionan con 
ellos. Una gran parte de los aprendizajes que hacemos a lo largo de nuestra vida proviene de la 
observación y la imitación de lo que hacen los otros. 
 
La aproximación (Cognitivo – Conductual) ha considerado la emoción como el 
componente principal de las relaciones funcionales y disfuncionales; que influye y es 
influenciado simultáneamente por factores cognitivos y conductuales. Los estados 
emocionales, pueden influir en las cogniciones de la pareja acerca del concepto de cada uno y 
de las acciones hacia el otro. 
 
Desde la infancia los padres llevan acabo una labor de adiestramiento emocional de 
una manera sencilla: enseñan ideas y creencias acerca de uno mismo y de la manera en que se 
comporta la gente, suscitando sentimientos de ansiedad, ignorancia y culpabilidad. Al enseñar 
a vincular conceptos con una fuerte carga emocional como “bueno o malo” a la menor acción. 
Los padres obligan al niño a realizar cosas que ellos desean, ignorando totalmente los deseos 
y/o necesidades de éste, manipulando el comportamiento a través de los años; lo cual provoca 
los posteriores conflictos e insatisfacciones en la persona, repercutiendo principalmente en sus 
relaciones interpersonales, ya que en su comunicación con los demás puede presentar 
distorsiones (Aguilar, 1987). 
 
3.3.1 ¿Conducta aprendida o instintiva? 
 
De esta manera, todo individuo desde que nace comienza a acumular muchas 
experiencias que contribuyen, como lo fundamenta el enfoque conductual, a la adquisición de 
32 
 
información, habilidades e intereses con los que se desenvuelve día a día. El aprendizaje 
influye sobre la mayor parte de las actividades que constituyen nuestra vida diaria y es 
importante distinguir entre lo que es una conducta aprendida y una conducta instintiva o no 
aprendida, ya que muchas veces se piensa que un comportamiento instintivo es una reacción 
rápida desencadenada sin haber pensado en alternativas; sin embargo aunque la reacción 
ocurre sin pensarla, las experiencias anteriores determinan la acción. 
 
Las habilidades pueden asemejarse a los reflejos; en tanto que lo que se ve es una 
reacción rápida, una ejecución diestra y automática, y lo que viene a hacer la gran diferencia 
es que el desempeño de las habilidades implica sistemas complejos de respuestas constituidas 
por componentes sencillos y la coordinación secuenciada de estos componentes son los que 
llevan a conformar una respuesta uniforme. Todo ello requiere de mucha práctica, más allá de 
la eliminación de errores gruesos, además de que las respuestas no son simplemente correctas 
o incorrectas, sino que a menudo existen graduaciones a la respuesta, lo cual hace posible 
calibrar la cantidad de errores en la ejecución habilidosa. Las habilidades son el resultado final 
de muchas experiencias de aprendizaje, en tanto que los reflejos no son aprendidos. Las 
habilidades están presentes tanto en una ejecución diestra y automática así como en el 
pensamiento propositivo (Petersón, 1986). 
 
3.3.2 Importancia del Hábito 
 
Las habilidades se adquieren a través del proceso del hábito. Existe una tendencia 
común en todos los seres humanos a adquirir modos fijos de reacción ante situaciones 
determinadas. La formación de hábitos es el aprender a percibir, a imaginar, a sentir, a pensar, 
a actuar en forma determinada bajo circunstancias especiales, como se ha hecho en el pasado. 
Implica facilidad en la realización de una acción, combinada con una persistente inclinación 
hacia la repetición de la misma. El efecto del hábito es dar al hombre que es libre de actuar de 
una u otra forma, una tendencia a reaccionar precisa y fácilmente en forma particular en una 
situación determinada. 
 
33 
 
Para adquirir y desarrollar una habilidad a través del hábito, se requiere un esfuerzo 
voluntario y un interés en realizarlo para aprender, practicar y repetir constante, uniforme y 
significativamente esa serie de conductas que componen tal habilidad; poco a poco con la 
práctica continua se van eliminando los errores prestando atención a los detalles individuales 
del desempeño para, finalmente, realizar más o menos correcta y automáticamente la actividad 
sin tener que atender a los detalles. Aquí es cuando se dice que tal actividad se ha vuelto 
automática y se ejecuta automáticamente en situacionescotidianas (Kelly, 1982). 
 
Con lo anterior vemos que, depuse de la elección y aceptación mutua de dos 
personas, durante el noviazgo se va intensificando el trato, el diálogo, la participación de lo 
que tienen, piensan, hacen y sienten; de manera que poco a poco la pareja va aprendiendo a 
amarse y va madurando hasta tomar la decisión de vivir en pareja y llagar a formar un 
matrimonio o unión libre. Ya formada la pareja podemos distinguir dos tipos, la constructiva y 
la destructiva, siendo ésta el tema del siguiente capítulo. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
PAREJAS DESTRUCTIVAS 
 
4.1 Noviazgo 
 
Valencia, (2000) explica que en la actualidad la relación de pareja comienza con la 
elección de la misma, la cual opera sobre las bases del deseo como estímulo, el cual va en dos 
sentidos; el deseo propio de tener una relación de pareja, más el deseo expuesto de tener a la 
otra persona. Elegir a alguien dentro de una gama limitada de posibilidades, será la 
manifestación de un deseo en compleja combinación con otros factores como el interés, lo 
imprevisible del sentimiento amoroso, el estado anímico y los lugares de reencuentro. 
 
Una relación de pareja que se inicia como algo muy emocionante puede convertirse 
en una carga agotadora, temible, vergonzosa y peligrosa. Al decir relación de pareja me refiero 
a cualquier relación amorosa entre dos personas que se atraen física y emocionalmente, 
llámense novios, pareja, esposos o amantes (Lammoglia, 2005). 
 
Las parejas en conflicto carecen de habilidades para resolver los múltiples problemas 
que la convivencia y la relación plantea. Se encuentra que cuando estas parejas intentan 
resolver un problema específico, mezclan en sus discusiones toda una gama de otros 
problemas secundarios e irrelevantes que suelen ser fuente habitual de conflicto, alejándose 
más y más de su objetivo inicial. Estas dificultades tienen relación con la carencia de los 
miembros de la pareja en los componentes básicos necesarios para la resolución de problemas 
y que es de esperarse que antes del matrimonio no las adquirieron (Costa y Serrat, 1993). 
 
En el enamoramiento o encantamiento las emociones y los sentimientos alcanzan 
altos niveles positivos. Cuando se comienza una relación, la mayoría de las parejas se crean 
esperanzas no realistas que lleva con frecuencia a estados de frustración y constantes 
conflictos debido a que en la etapa del enamoramiento se viven es su mayoría cosas 
satisfactorias y esto permite la idealización del otro. En muchos casos, los hijos que viven en 
una familia tradicional, primordialmente la mujer, realiza la elección de pareja y la unión a 
ésta como medio de escape de su familia. Muchas veces, se casan esperando encontrar el 
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“marido/esposa, compañero (a) perfecto (a)”, pero después de varios años de 
matrimonio, se frustran al no encontrar lo que esperaban y se refugian en sus hijos como 
pretexto de unión y estabilidad familiar, esperando que la mayor satisfacción se la den los 
hijos y no la esposa o el marido (Rivera, 1993 citado en Díaz, 1998). 
 
Es común observar que muchas personas se casan, sin embargo no todos lo hacen por 
convicción propia Es conveniente señalar que son múltiples las razones que llevan a tomar la 
decisión de unirse de manera permanente en matrimonio, pueden casarse porque están cegados 
por el éxtasis del cortejo, porque en la sociedad esperan que se casen, porque necesitan un 
substituto del progenitor, por interés económico, por soledad o inquietud, necesidades 
sexuales, por escapar de su situación familiar, porque sus padres los empujan a ello o porque 
desean llenar una necesidad, entre otras (McCary, 1983). 
 
El noviazgo se considera como un momento de exploración y de preparación, acorde 
con las normas morales y religiosas que la sociedad mexicana acepta. Es común que en esta 
búsqueda de pareja, los jóvenes tengan una actitud meramente idealista y subjetiva, por 
ejemplo, suelen tener la expectativa de llegar a encontrar a lo que llaman “su media naranja”. 
Esto forma parte de los factores que amenazan la armonía inicial, la cual está cubierta por la 
idealización hacia la pareja que al ser desbancada por la realidad llega a provocar grandes 
desilusiones. Sin embargo, la idealización sigue siendo uno de los elementos que determina en 
primera instancia la elección (Estrada, 1987 citado en Díaz, 1998). 
 
En el enamoramiento muchas parejas consideran que por el hecho de pasar juntos 
mucho tiempo y no querer separarse uno del otro, se han llegado a conocer totalmente, y por 
lo tanto, han elegido convenientemente, lo cual es un error ya que el noviazgo rara vez simula 
las condiciones matrimoniales; las costumbres del noviazgo no son las mismas del 
matrimonio, y crean esperanzas irreales acerca de éste, de ahí la queja de muchos esposos y 
esposas de por qué su pareja no es como era antes de casarse. Ya que no consideran el cambio 
tan grande que enfrentan al adquirir nuevas e importantes responsabilidades así como al tener 
que desempeñar roles diferentes (Esteva , 1992 citado en Díaz, 1998). 
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Frecuentemente durante el periodo del noviazgo cada uno de los integrantes de la 
pareja proporciona a la otra gran cantidad de atenciones, halagos y detalles significativos. 
Procuran estar dispuestos cuando el otro lo requiere, aparecer ante su pareja lo más agradable 
posible y arreglan sus vidas para pasar mayor tiempo juntos y hacerse sentir mutuamente que 
son lo más importante. Asimismo, otra de las cosas que caracteriza al noviazgo es que rara vez 
la pareja demuestra abiertamente su verdadera forma de ser, no porque quiera mentir sino 
porque desea quedar bien y hacer sentir bien a su pareja. De esta manera ambos idealizan a su 
compañero(a) considerándolo un ser fuera de lo común, como el mejor y el más apto para 
consolidar su vida en pareja. 
 
Existe una tendencia a poner buena cara, a ocultar nuestros verdaderos sentimientos, 
hemos crecido absorbiendo de nuestros padres y del mundo circundante la lección de que “las 
imágenes ideales deben preservarse” y esto también va para nuestra pareja, porque no 
queremos disgustarla ni decepcionarla mostrándonos imperfectos. Sin duda alguna ocurre con 
mayor frecuencia e intensidad durante el noviazgo ya que se pretende ser “la mujer u hombre 
ideal” de nuestra pareja y por consiguiente se espera encontrar a ese ideal en el otro, con lo 
cual sólo se labran grandes decepciones y se torna más difícil comunicar abierta y francamente 
a nuestra pareja lo que realmente somos, esto es, lo que verdaderamente pensamos, sentimos, 
queremos, esperamos, etc. 
 
Desafortunadamente la realidad de muchas de las personas es una relación de pareja 
sin amor, superficial, de miseria afectiva y soledad debido a que la pareja al unirse, lleva 
consigo ciertas creencias que formaran las reglas del funcionamiento de la relación y el 
comportamiento de cada individuo (Shinyashiky, 1994 citado en Pineda, 1998). Propiciando 
fuentes de dolor emocional, (miedo, tristeza, enojo, etc.) agresión, conflictos, desvalorización, 
entre otras; interfiriendo con la felicidad y bienestar del individuo y de las personas que lo 
rodean (Lazarus, 1993 citado en Pineda, 1998). 
 
Debido a que nos desarrollamos en una sociedad violenta los conflictos que en la 
relación de pareja se presentan pueden ser pasados por alto por considerarlos normales (la 
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infidelidad, la violencia emocional y física, la comunicación inadecuada) y llevarnos a tener 
una relación destructiva. 
 
Lammoglia, (2005) enumera los comportamientos clásicos de una relación 
destructiva: 
1. El agresor se adjudica el derecho de controlar la vida y la conducta de su pareja. 
2. Para hacerlo feliz, la víctima renuncia a personas y actividades que eran 
importantes en su vida. 
3. El agresor desvaloriza las opiniones, sentimientos y logros de su pareja.4. Cuando la víctima hace algo que le disgusta al agresor, éste vocifera, manotea, 
amenaza o castiga con un silencio colérico. 
5. La víctima, a fin de no disgustarlo, intenta hacer todo lo que le dicen y vive en un 
miedo constante. 
6. La víctima se confunde ante los bruscos cambios de su pareja, que sin manera de 
preverlos, van del más dulce encanto a la cólera. 
7. La víctima puede sentirse perpleja, desorientada o fuera de lugar frente al otro. 
8. El agresor es sumamente celoso y posesivo. 
9. El agresor culpa a su pareja de todo lo que funciona mal en la relación. 
 
Cualquier sistema basado en creencias o pensamientos no funcionales se condena al 
fracaso, estos pensamientos son por ejemplo si se posee significados distorsionados, 
razonamientos ilógicos e interpretaciones erróneas. 
 
4.2 Ideas no Realistas 
 
En los miembros de una pareja disfuncional se desarrollan pensamientos irracionales 
en su relación. Además en las parejas en conflicto, es frecuente que interpreten los motivos y 
estados de ánimo en su pareja y lleguen a conclusiones negativas y sin fundamento; lo cual 
reviste serios problemas pues no podemos leer los pensamientos de otras personas. Sin 
embargo, antes de percatarse de que hay un mal entendido, las parejas en conflicto atribuyen 
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erróneamente el problema a la maldad o al egoísmo del compañero, y en función de ello 
actúan agrediendo a su pareja (Beck, 1996). 
 
Ante la idea y expectativa tan común y arraigada implícitamente en muchas 
personas de que “mi pareja me pertenece totalmente, y esto incluye su tiempo, sus atenciones, 
sus pensamientos, etc.”, debe considerarse que es una idea que expresa miedo, inseguridad y 
dependencia; además perjudica la identidad de nuestra pareja en tanto no le reconocemos 
autonomía, capacidad de decisión y de forma de vida, y finalmente, lo que genera esta idea 
son celos irracionales que deterioran la confianza y seguridad de la relación. Paralelamente a 
ello, muchas parejas creen que el amor se demuestra con la existencia de los celos, una idea 
más que no es funcional ni mucho menos relista debido a que podemos creer erróneamente 
que nuestra pareja nos pertenece y por lo tanto cualquier atención que salga de él/ella debe de 
ser para uno, si no es así, lo celamos. 
 
Otra idea no realista es que “nuestra pareja preferiría estar con nosotros que estar a 
solas” otra que “preferiría estar con nosotros que estar con alguien más”, sólo por mencionar 
algunas. 
 
Por eso es importante la comunicación, para transmitir todo lo que pensamos y 
sentimos, y no exista incongruencia con lo que hacemos. Entonces, si por ignorancia o aún a 
sabiendas, se rechaza la comunicación directa y racional, las tensiones no expresadas 
encontraran desahogo indirecto a través de irracionales explosiones de ira (O Neill, 1976). 
 
4.3 Violencia 
 
Una relación destructiva se caracteriza porque uno de los integrantes de la pareja se 
dedica a abusar emocional y/o físicamente del otro. La conducta violenta existe en la pareja, 
en la relación hombre-mujer como una forma de resolver conflictos, puesto que se trata de 
eliminar dificultades que impiden realizar libremente el ejercicio del poder. Esta conducta es 
sinónima de abuso de autoridad, siempre y cuando sea utilizada para ocasionar daño a la 
pareja; entendiéndose por esto, cualquier tipo y grado de deterioro a la integridad del otro. 
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Cualquier relación que cause dolor a una de las partes es destructiva, sin importar 
cuánto cariño parezca haber. Nadie merece ser maltratado; para lo único que sirve una relación 
que te causa dolor es para mostrarte aquello que no deseas en tu vida. 
 
No hay diferencia entre abuso y agresión; ambas acciones son violentas; cuando 
hablamos de relaciones destructivas, de abuso o de maltrato estamos hablando de lo mismo. 
Una relación que represente una amenaza para la integridad física o la estabilidad emocional 
es anormal, enferma. 
 
Las relaciones destructivas son más comunes de lo que imaginamos; se dan en todos 
los niveles socioeconómicos y culturales. Es un error pensar que sólo entre los pobres o los 
ignorantes hay agresividad. Sin importar donde naciste ni la educación que hayas recibido, 
puedes estar en medio de una relación de abuso. 
 
Entre las personas con las que uno trata puede haber una o varias que sean violentas, 
o tal vez uno mismo lo sea en ocasiones sin saber por qué. Si bien una vida familiar poco 
apacible puede hacer que un niño aprenda la violencia como forma de relacionarse, también es 
cierto que una persona violenta puede surgir de un hogar armonioso. El dinero y el poder de la 
familia, la escuela a la que asista o un apellido importante no garantiza que la persona sea 
pacífica; aún el individuo más amable puede sorprendernos repentinamente con un arranque 
de cólera desmedida, presa de la ira, pierde totalmente el control y ni él mismo comprende qué 
le sucedió. 
 
Lo más peligroso de una relación destructiva es permanecer en ella. La reacción de 
una persona sana ante la primera señal de violencia es retirarse. Quien no lo hace y continúa 
creyendo que no volverá a suceder, tiene un problema y requiere ayuda. 
 
En cualquier relación., es importante reconocer el abuso. Este puede darse entre 
familiares, amigos, novios, en la escuela por algún maestro, o hasta en el trabajo. Para una 
relación destructiva se necesitan dos: el que abusa y el que se deja; las dos actitudes son 
anormales, y no necesariamente tiene que haber golpes; cuando alguien domina a otro y éste 
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se somete, se trata de una relación enferma, que con el tiempo se irá volviendo cada vez más 
peligrosa. 
 
No existe una relación destructiva en la que uno de los dos esté completamente sano. 
Para que la agresión se vuelva cotidiana se requiere de dos enfermos emocionales que jueguen 
su papel; el caos no se detiene hasta que uno de los involucrados simplemente deje de jugar. 
Estar inmerso en una relación de abuso es como jugar un partido de tenis: si uno de los dos 
deja de contestar uno de los tiros, el otro termina por cansarse e irse a buscar otro contrincante 
(Lammoglia, 2005). 
 
4.3.1 Violencia Física 
 
Cualquier manera intencional de infligir dolor corporal es considerado abuso físico, 
las bofetadas, cinturonzazos, golpes, pellizcos, arañazos, mordidas, jalones de pelo, 
estrangulamiento, abuso sexual y toda lesión provocada con cualquier objeto son formas de 
violencia física. 
 
El maltrato físico se da en una gran cantidad de modalidades. Uno piensa que se ha 
enterado de todas las formas posibles de tortura, pero siempre surge una nueva. Quemaduras, 
latigazos, penetraciones vaginales con enseres domésticos, inyecciones, cortaduras e incluso 
machetazos; la lista es interminable y aberrante. 
 
Aunque en muchas ocasiones la violencia física es notoria por las huellas que deja en 
la víctima, en la mayoría de los casos es imposible darse cuenta, porque el agresor elige áreas 
del cuerpo visibles sólo si se quita la ropa. 
 
4.3.2 Violencia Emocional 
 
No todos los abusos consisten en golpes u otras agresiones físicas. Igual de dañino el 
abuso emocional, en la mayoría de los casos, es más difícil de identificar. Las heridas 
ocasionadas por abuso emocional, aunque invisibles, duelen durante mucho tiempo y dañan el 
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carácter. Cualquier actitud o comportamiento que interfiera con la salud mental o el desarrollo 
social es una forma de abuso. 
 
Casi nadie habla de este tipo de violencia subterránea, no obstante, el desgaste 
psicológico de la víctima es devastador. Ataca la identidad de la persona, disminuyendo 
gradualmente su individualidad. En un intento por elevar la propia autoestima, el agresor, sin 
compasión ni respeto, busca rebajar al otro. 
 
 Estamos hablando de una verdadera crueldad mental; el deseo de humillar, denigrar 
y herir a otro está probablemente

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