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Planificacion-e-intervencion-de-cuidado-especializado-y-prescripcion-de-ejercicio-fsico-a-persona-que-padece-Diabetes-Mellitus-tipo-II-e-Hipertension-Arterial

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UNIVERIDAD NACIONAL AUTONOMA DE MEXICO. 
ESCUELA NACIONAL DE ENFERMERÍA Y OBSTETRICIA. 
DIVISIÓN DE ESTUDIOS DE POSGRADO. 
ESPECIALIDAD EN ENFERMERÍA EN LA CULTURA FISICA 
Y EL DEPORTE. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
ESTUDIO DE CASO 
Para obtener el grado de 
Enfermera Especialista en Cultura Física y Deporte 
Presenta: 
L.E. IVONNE CARRERA GALLARDO 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Ciudad de México 
 
Agosto 2016 
Planificación e intervención de cuidado especializado y 
prescripción de ejercicio físico a persona que padece 
Diabetes Mellitus tipo II e Hipertensión Arterial 
ASESORA 
E.E.C.F y D. BEATRIZ RUIZ PADILLA 
UNAM – Dirección General de Bibliotecas Tesis 
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titular de los Derechos de Autor. 
 
 
 
INDICE 
I. INTRODUCCIÓN ....................................................................................................................1 
II. OBJETIVOS DEL ESTUDIO DEL CASO ........................................................................2 
III. FUNDAMENTACIÓN .............................................................................................................2 
3.1. Antecedentes .............................................................................................. 2 
IV. MARCO CONCEPTUAL .................................................................................................... 13 
4.1. Concepto de enfermería ........................................................................... 13 
4.2. Paradigma ................................................................................................ 14 
4.3. Teoría de enfermería ................................................................................ 16 
4.4. Proceso de atención de enfermería (PAE) ............................................... 22 
V. METODOLOGIA .................................................................................................................. 27 
5.1. Estrategia de investigación ....................................................................... 27 
5.2. Selección del caso y fuentes de información ............................................ 27 
5.3. Consideraciones éticas ............................................................................ 28 
VI. PRESENTACIÓN DEL CASO CLINICO ...................................................................... 32 
6.1. Descripción del caso ................................................................................. 32 
VII. APLICACIÓN DEL PROCESO DE ENFERMERÍA ................................................... 33 
7.1. Valoración ................................................................................................. 33 
7.1.1. Valoración focalizada ............................................................................................. 33 
7.1.2. Análisis de estudios de laboratorio y gabinete .............................................. 35 
7.1.3. Jerarquización de requisitos. .............................................................................. 36| 
7.2. Diagnósticos ............................................................................................. 37 
7.3. Planeación de los cuidados ...................................................................... 38 
7.3.1. Objetivos de la persona ........................................................................................ 38 
7.3.2. Objetivos de enfermería ....................................................................................... 38 
7.4. Intervenciones de enfermería ................................................................... 39 
VIII.PLAN DE ALTA .................................................................................................................... 59 
IX. CONCLUSIONES ................................................................................................................ 65 
X. BIBLIOGRAFÍA .................................................................................................................... 67 
XI. ANEXOS ................................................................................................................................. 71 
Anexo No1 Carta de consentimiento informado. 
 
Anexo No2 Carta compromiso 
Anexo No3 Valoración Me quiero… Me cuido. 
Anexo No4 Guía de alimentación 
Anexo No5 Historia clina de enfermería 
XII. APÉNDICE 
 
Agradecimientos 
 
A la mayor casa de estudios Universidad Nacional Autónoma de México por ha-
berme aceptado y recibido durante mi estancia en la carrera y el posgrado. 
A la Dirección de Medicina del Deporte por ser la sede que me permitió realizar el 
posgrado de manera adecuada. 
A mi coordinadora de especialidad E.E.C.F y D. Beatriz Ruiz Padilla por el aseso-
ramiento constante durante todo el posgrado y en la realización del presente estu-
dio de caso. 
Dra. Cristina Rodríguez Gutiérrez directora de Dirección de Medicina del Deporte 
por apoyar al posgrado no solo como directora, sino también como académica. 
A E.E.C. Hilda Beatriz Meléndez Martínez y E.E.C.F y D. Isabel Cristina Molina 
Galindo académicas que estuvieron durante el posgrado. 
Agradezco a mis compañeros especialistas que me brindaron su apoyo durante la 
especialidad. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Dedicatorias 
 
En primer lugar a mi padre y madre por el simple hecho de estar viva gracias a 
ellos, enfrentaron adversidades y no solo me apoyaron económicamente si no 
también emocionalmente, que a pesar de no estar cerca de mi físicamente siem-
pre estuvieron presentes en mi mente y sin su apoyo este presente no sería el 
mismo. 
A mis hermanos que a pesar de tratarme bruscamente (como un hombre al igual 
de ellos) siempre están a mi lado. 
A Dios por las bendiciones que me ha dado y haberme permitido resistir este duro 
camino. 
A mi otra familia (tíos, primas, sobrinas) que me recibieron de la mejor manera y 
toleraron todas mis imperfecciones, gracias. 
A mi amiga y hermana del alma Guillermina Morales Flores que conocí desde la 
carrera y ha estado a mi lado en las buenas y en las malas. 
A toda la gente que he tenido la dicha de conocer y me han ayudado a crecer pro-
fesionalmente 
 
Si yo desaparezco, queda mi obra y queda la verdad sobre mi gigantesco 
esfuerzo donde dejé mi vida. (Ramón Carrillo)
1 
 
 
I. INTRODUCCIÓN 
 
El estudio de caso es una herramienta que permite al profesional abordar una si-
tuación real, generando la recolección de datos, análisis, búsqueda de informa-
ción, toma de decisiones y con base a todo lo realizado planificar acciones. 
El presente estudio de caso se realizó en la Dirección de Medicina del deporte se-
de de la Especialidad Enfermería en la Cultura Física y el Deporte, que correspon-
de al desarrollo de la actividad académica de Atención de Enfermería II del segun-
do semestre de dicha especialidad. 
Su elaboración comprende el análisis de la teoría de Dorotea Orem, que permitirá 
orientar el hacer del profesional de enfermería, y en específico al especialista en 
la cultura física y el deporte. Se realizó una investigación exhaustiva que permitió 
tener un marco de referencia amplio no solo para una adecuada fundamentación 
sino también conocer e indagar más acerca de las situaciones que presenta la 
persona. La presentación del casoclínico se realiza de manera breve pero concisa 
de una situación real obtenida a través de la valoración que nos permite realizar 
un análisis específico de aquellas condiciones que generan déficit de autocuidado 
y que el especialista tiene que abordar, generando con ello diagnósticos de estas 
situaciones de ellos se planificaron intervenciones que lleven al autocuidado del 
mismo. 
Así mismo se elabora un plan de alta que oriente la realización de acciones que 
continúen generando el autocuidado. 
2 
 
II. OBJETIVOS DEL ESTUDIO DEL CASO 
 
OBJETIVO GENERAL 
Integrar los conocimientos teóricos y metodológicos a la praxis, adquiridos durante 
el posgrado de enfermería en la cultura física y el deporte a una persona con défi-
cit de autocuidado, mediante el método enfermero con base en la teoría de Dorot-
hea. Orem. 
 
OBJETIVOS ESPECIFICOS 
 
Valorar el estado de salud, cualidades físicas, estratificación de riesgo, utilizando 
instrumentos previamente diseñados. 
Estructurar los diagnósticos de enfermería con formato PES. 
Intervenir de tal forma que se generen estímulos eficaces dirigidos al autocuidado 
de la persona. 
Ampliar el marco de referencia para fundamentar las intervenciones a ejecutar. 
 
 
III. FUNDAMENTACIÓN 
 
3.1. Antecedentes 
Estimaciones de la Organización Mundial de la Salud indican que a nivel mundial, 
de 1995 a la fecha casi se ha triplicado el número de personas que viven con dia-
betes, con cifra actual estimada en más de 347 millones de personas con diabe-
tes. De acuerdo con la Federación Internacional de Diabetes, China, India, Esta-
dos Unidos, Brasil, Rusia y México, son –en ese orden– son los países con mayor 
número de diabéticos. 
3 
 
México emitió una declaratoria de emergencia epidemiológica por la carga que 
representan el sobrepeso, la obesidad y la diabetes. A escala mundial, es el pri-
mer país en tomar una decisión de como ésta, y se debe al persistente incremento 
en las muertes asociadas a estos padecimientos. Entre 2014 y 2015 la cifra de 
decesos pasó de 94 mil a 98 mil 450, afirmó Pablo Kuri Morales, subsecretario de 
Prevención y Promoción de la Salud. 
Indicó que esta determinación se hizo debido al alto repunte que ha tenido princi-
palmente la diabetes en México, pues la padecen siete millones de personas y 
solo la cuarta parte tiene un control metabólico.1 
La diabetes es una enfermedad crónica multifactorial. En su etapa inicial no pro-
duce síntomas y cuando se detecta y no se trata oportunamente ocasiona compli-
caciones graves, como infarto del corazón, ceguera, falla renal, amputación de las 
extremidades inferiores y muerte prematura. Se ha estimado que la esperanza de 
vida de individuos con diabetes se reduce entre 5 y 10 años. En México, la edad 
promedio de las personas que murieron por diabetes en 2010 fue de 66.7 años, lo 
que sugiere una reducción de 10 años.2 
Los estilos de vida poco saludables son altamente prevalentes entre niños, ado-
lescentes y adultos mexicanos, propiciando un aumento importante de la obesidad 
y sobrepeso, principal factor de riesgo modificable de la diabetes. 
Diabetes mellitus tipo 2 
La diabetes mellitus tipo 2 pertenece al grupo de las enfermedades que producen 
invalidez física por sus variadas complicaciones multiorgánicas, con un incremento 
 
1 Cruz A., Partida J., Declaratoria de emergencia por epidemia de tres enfermedades. (internet). México; La 
jornada; (15 de noviembre del 2016; 20 noviembre de 2016) disponible en: 
http://www.jornada.unam.mx/2016/11/15/sociedad/036n1soc 
2 Hernandez A., Guitierrez J, Reynosa N., Diabetes mellitus en México. El estado de la epidemiologia. Salud 
publica (en línea) 2013 (fecha de acceso 08 de mayo 2016); 55 suplemento 2: SI29-SI36. Disponible en: 
http://www.scielosp.org/pdf/spm/v55s2/v55s2a9.pdf 
http://www.jornada.unam.mx/2016/11/15/sociedad/036n1soc
http://www.scielosp.org/pdf/spm/v55s2/v55s2a9.pdf
4 
 
indudable en la morbilidad y mortalidad en los últimos años, independientemente 
de las circunstancias sociales, culturales y económicas de los países.3 
La DM tipo 2 se presenta en pacientes con diferentes grados de resistencia a la 
insulina pero se requiere, además, que exista un déficit en la producción de insuli-
na que puede o no ser predominante. Para que aumente la glucemia ambos fe-
nómenos deben estar presentes en algún momento. Aunque no existen marcado-
res clínicos que indiquen cuál de los dos defectos primarios predomina en cada 
paciente, el exceso de peso sugiere la presencia de resistencia a la insulina y la 
pérdida de peso sugiere una reducción progresiva en la producción de la hormona. 
Este tipo de diabetes predomina en el adulto, pero su frecuencia está elevada en 
niños y adolescentes obesos.4 
 
Fisiopatología 
El desarrollo de la DMT2 está provocado principalmente por dos mecanismos pa-
togénicos: (a) un progresivo deterioro de la función de las células de los islotes 
pancreáticos que provoca una disminución de la síntesis de insulina y (b) una re-
sistencia de los tejidos periféricos a la insulina que da como resultado un descen-
so de la respuesta metabólica a la insulina. Esta interacción entre la secreción y 
resistencia a la insulina es esencial para el mantenimiento de una tolerancia nor-
mal de la glucosa. El desarrollo de la diabetes mellitus tipo 2 puede describirse 
como una serie de alteraciones celulares y metabólicas que afectan y deterioran la 
homeostasis de la glucosa. La transición desde el control normal del metabolismo 
de la glucosa a la diabetes mellitus tipo 2 se produce a través de estados interme-
dios alterados de dicho metabolismo que empeoran con el tiempo. El primer esta-
do de la enfermedad se conoce como prediabetes, y consiste en un conjunto de 
 
3 Reyes F., Pérez M., Ramirez E., Alfonso E., Ramirez M., Jimenez Y. Tratamiento actual de la diabetes melli-
tus tipo 2. (en línea) 2016 (fecha de acceso 08 Mayo 2016); 20(1), 98-121. Disponible en: 
http://scielo.sld.cu/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1560-43812016000100009 
4 Lozano Álvarez Elio Edgar. Algunas consideraciones sobre la diabetes mellitus. CCM [Internet]. 2014 Mar 
[citado 2016 Mayo 08] ; 18( 1 ): 122-125. Disponible en: 
http://scielo.sld.cu/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1560-43812014000100016&lng=es. 
 
http://scielo.sld.cu/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1560-43812016000100009
http://scielo.sld.cu/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1560-43812014000100016&lng=es
5 
 
desórdenes metabólicos caracterizados por una gran hiperglucemia, suficiente 
para incrementar la incidencia de retinopatías, nefropatías y neuropatías. 
Cuando avanzamos en la secuencia temporal de la DMT2 encontramos una nota-
ble alteración en la población de células del páncreas que componen los islotes de 
Langerhans, provocada principalmente por la acumulación sobre estas células de 
fibras de amilina procedentes de la hormona polipeptídica llamada polipéptido ami-
loide de los islotes o IAPP. Esta hipersecreción de IAPP y deposición de fibras de 
amilina junto al estrés del retículo endoplásmico provocado por el exceso de carga 
de trabajo debido a la sobreproducción en la biosíntesis de insulina e IAPP dan 
como resultado la apoptosis de las células β. A todas estas alteraciones debemos 
sumar las observadas en los perfiles de incretinas como GIP (glucose-dependent 
insulinotropic polypeptide) y GLP-1 (glucagon-like peptide 1) relacionados directa-
mente con el mantenimiento de la homeostasis de la glucosa. Los factores de 
riesgo que predisponen a una persona sana a desarrollar la DMT2 son varios, pe-
ro sobresale por encima de todos la obesidad. El índice de masa corporal (IMC) ha 
sido utilizado en numerosos estudios epidemiológicos como un potente indicador 
del riesgo de padecer DMT2. La lipotoxicidad causadapor el aumento de ácidos 
grasos libres circulantes, el cambio en los perfiles de las lipoproteínas, la distribu-
ción de la grasa corporal y la glucotoxicidad provocada por la sobreestimulación 
de las células son otros de los factores de riesgo a tener en cuenta en el desarrollo 
de la DMT2.5 
 
Los tres pilares del tratamiento en pacientes diabéticos, son el ejercicio, la dieta y 
los medicamentos en caso necesario. En síntesis, el óptimo control de diabético 
debe cumplir con los siguientes parámetros: HBA1C ≤ 6,5-7 %, glicemia prepran-
dial: 70-130 mg %, glicemia postprandial 2 horas: ≤ 180 mg %, Presión arterial < 
 
5 Carrera Boada C. A., Martínez-Moreno J. M.. Pathophysiology of diabetes mellitus type 2: beyond the duo 
"insulin resistance-secretion deficit". Nutr. Hosp. [Internet]. 2013 [citado 2016 Mayo 08] ; 28( Suppl 2 ): 78-
87. Disponible en: http://scielo.isciii.es/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0212-16112013000800012&lng=es. 
 
http://scielo.isciii.es/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0212-16112013000800012&lng=es
6 
 
130/80 mmHg, LDL < 100 mg % o < 70 mg % (sin enfermedad cardiovascular), 
HDL > 40 mg % hombres y > 50 mg % mujeres, TG < 150 mg %. 
Múltiples estudios demuestran el beneficio del ejercicio regular en el control glu-
cémico a largo plazo han utilizado Actividad física (AF) realizada por 30 a 60 minu-
tos, al 50 a 80 % del VO2 máximo, 3 a 4 veces por semana. Con este tipo de pro-
gramas se logran reducciones de 10 % a 20 % en la Hemoglobina glicosilada - 
HBA1C. Una revisión sistemática del efecto de intervenciones estructuradas de 
ejercicio en estudios clínicos aleatorizados de 8 o más semanas de duración, so-
bre la HBA1C y el Índice de Masa Corporal (IMC) de pacientes con diabetes tipo 2 
encontró que luego del período de intervención la HBA1C fue significativa más 
baja en los grupos de ejercicio que en los grupos control, en tanto que no se pre-
sentaron diferencias entre el peso corporal de ambos grupos. Un análisis de meta-
regresión confirmó que el efecto del ejercicio sobre la A1C fue independiente de 
cualquier efecto sobre el peso corporal. Por lo tanto, los programas estructurados 
de ejercicio tienen beneficio estadística y clínicamente significativo sobre el control 
glicémico que no está mediado por la pérdida de peso corporal. Incluso una revi-
sión y metaanálisis reciente encontró que un plan de entrenamiento estructurado 
del ejercicio aeróbico regular (beneficio mayor si se realiza más de 150 minutos 
por semana), el de fuerza y ambos combinados o consejería nutricional y de ejer-
cicio regular simultáneas, se asocian con reducciones significativas de la HBA1C. 
El efecto de una sesión de AF aeróbica sobre la sensibilidad a la insulina se man-
tiene por 24 a 72 horas dependiendo de la intensidad y la duración de la actividad. 
Dado que la duración del incremento de la sensibilidad a la insulina generalmente 
no va más allá de las 72 horas, la ADA recomienda que no haya más de 2 días 
consecutivos sin AF aeróbica. Los mecanismos por los cuales el ejercicio puede 
reducir la mortalidad en los pacientes diabéticos incluyen: disminución de la infla-
mación sistémica, mejoramiento del llenado diastólico temprano con disminución 
de la disfunción diastólica, incremento de la función vasodilatadora endotelial y 
disminución de la grasa visceral. Beneficio para la salud del Entrenamiento de la 
Fuerza (EF), durante los últimos años el ACSM recomienda que el mismo sea in-
cluido en los programas de ejercicio. Estudios aleatorizados recientes reportan 
7 
 
que el entrenamiento combinado (EF + EA) puede ser la mejor opción para el con-
trol glucémico. El EF mejora la sensibilidad a la insulina que persiste de 16 horas a 
120 horas después de la sesión. La composición corporal mejora con el EF ya que 
la masa grasa disminuye y la magra aumenta, la calidad muscular (fuerza por uni-
dad de volumen) mejora y cambian las características de la fibra muscular. Las 
respuestas mediadas por la contracción local pueden aumentar la señalización 
intracelular, llevando a incrementos de los transportadores Glut 4 de membrana y 
sensibilidad a la insulina. El entrenamiento físico induce un aumento de la capaci-
dad oxidativa y cambios del tipo de fibra en el músculo esquelético, adaptaciones 
que tienen una importancia crucial para reducir los ácidos grasos libres y el riesgo 
de resistencia a la insulina y diabetes. Nuevamente, las múltiples vías de señaliza-
ción parecen actuar de manera sinérgica para facilitar respuestas adaptativas al 
entrenamiento físico. Se han identificado varias moléculas involucradas en la bio-
génesis mitocondrial y la inducción de tipos de fibra de contracción lenta.6 
En un estudio que tenía como objetivo conocer la mejora del control (metabólico, 
factores de riesgo cardiovascular), adherencia, autocontrol, autocuidados y actitu-
des/motivaciones de los diabéticos tipo 2 (DM2) de una zona de salud, tras inter-
vención comunitaria grupal: educación diabetológica (ED) y ejercicio físico (EF) 
mediante un ensayo clínico aleatorizado controlado, simple ciego. Siendo 108 par-
ticipante diagnosticados con DM2, 40-70 años, hemoglobina glicosilada (HbA ˜ 1c) 
≤ 8,5%, tensión arterial (TA) < 160/90 e índice de masa corporal (IMC) < 45, ex-
cluyéndose aquellos con complicaciones crónicas y/o descompensación aguda. 
Fueron organizados en 4 grupos: Grupo 1: ED grupal, Grupo 2: ED grupal y ejerci-
cio físico, Grupo 3: solo ejercicio y Grupo 4 ‘‘control’’. Durante 6 meses, se realiza-
ron 8 talleres de educación grupal y ejercicio físico monitorizado de intensidad 
moderada, 3 horas/semana. Mediciones principales: Pre y post-intervención varia-
ble principal: descenso de HbA1c; demás variables: datos exploratorios, analíticos, 
cumplimiento terapéutico, autocontrol, autocuidados, actitudes y motivaciones (en-
cuesta DAS-3sp). Resultado fueron, los de ED grupal y EF combinado consiguie-
 
6 Marquez Arabia J., Ramon Suarez g., Marquez Trochez J., El ejercicio en el tratamiento de la diabetes melli-
tus tipo 2. RAEM (en línea) 2012 (fecha de acceso 19 mayo 2016); 49(4): 203-212. 
8 
 
ron el doble de cumplimiento de actividad física que el grupo control, mientras que 
los del grupo de EF independiente lo aumentaron en pocos casos. Observamos 
más pacientes con autocontroles glucémicos semanales al final del estudio, apro-
ximadamente 4 veces más en el grupo 2 (doble intervención), tres veces en el 
grupo 3 y dos veces en el grupo 1. Un mejor control glucémico en el grupo 2 
(ED+EF). 7 
En otro estudio analizaron el efecto de las distintas modalidades de ejercicio físico 
(AE, RT, Combo, INT) en el control glucémico en pacientes con diabetes mellitus 
tipo 2. Mediante la búsqueda bibliográfica en 3 bases de datos electrónicas (Pub-
med, Scopus y Proquest), incluyendo publicaciones desde enero de 2011 hasta 
mayo de 2014, que realizaran la intervención con AE, RT, Combo o INT, y que 
midieran la glucemia a través de la glucosa capilar, CGMS o HbA1c. Del total de 
386 artículos encontrados, 14 cumplieron los criterios de inclusión. Estos artículos 
fueron clasificados atendiendo a la modalidad de ejercicio físico de la intervención 
(AE, RT, Combo, INT), y en función de si analizaban el control glucémico como 
consecuencia del entrenamiento a largo plazo o tras una sesión de entrenamiento. 
El AE, RT, Combo e INT muestran eficacia en el control glucémico tanto en el en-
trenamiento prolongado como en las 24-48h post-entrenamiento. Es necesaria la 
prescripción de un entrenamiento estructurado con una frecuencia, volumen e in-
tensidad determinados para lograr beneficios en el control glucémico. El combo 
(aeróbico y fuerza) es la modalidad que obtiene mejores resultados a través del 
entrenamiento a largo plazo.87 Ariza Copadoa c., Gavara Palomara V., Munoz Ure A., Mejora en el control de los diabéticos tipo 2 tras una 
intervención conjunta: educación diabetologica y ejercicio físico. Aten. Primaria. (en línea) 2011 (fecha de 
acceso 19 de mayo 2016); 43(8): 398-406. Disponible en: 
http://apps.elsevier.es/watermark/ctl_servlet?_f=10&pident_articulo=90024760&pident_usuario=0&pcont
ac-
tid=&pident_revista=27&ty=100&accion=L&origen=zonadelectura&web=www.elsevier.es&lan=es&fichero=
27v43n08a90024760pdf001.pdf 
 
8 Quílez P, Reig García-Galbis M., Control glucémico a través del ejercicio físico en pacientes con diabete 
mellitus tipo 2; revisión sistematica. Nutr Hosp (en línea) 2015 (fecha de acceso 19 de mayo 2016): 31(4): 
1465-1472. Disponible en: file:///C:/Users/ivonne/Downloads/7907%20(1).pdf 
http://apps.elsevier.es/watermark/ctl_servlet?_f=10&pident_articulo=90024760&pident_usuario=0&pcontactid=&pident_revista=27&ty=100&accion=L&origen=zonadelectura&web=www.elsevier.es&lan=es&fichero=27v43n08a90024760pdf001.pdf
http://apps.elsevier.es/watermark/ctl_servlet?_f=10&pident_articulo=90024760&pident_usuario=0&pcontactid=&pident_revista=27&ty=100&accion=L&origen=zonadelectura&web=www.elsevier.es&lan=es&fichero=27v43n08a90024760pdf001.pdf
http://apps.elsevier.es/watermark/ctl_servlet?_f=10&pident_articulo=90024760&pident_usuario=0&pcontactid=&pident_revista=27&ty=100&accion=L&origen=zonadelectura&web=www.elsevier.es&lan=es&fichero=27v43n08a90024760pdf001.pdf
http://apps.elsevier.es/watermark/ctl_servlet?_f=10&pident_articulo=90024760&pident_usuario=0&pcontactid=&pident_revista=27&ty=100&accion=L&origen=zonadelectura&web=www.elsevier.es&lan=es&fichero=27v43n08a90024760pdf001.pdf
file:///C:/Users/ivonne/Downloads/7907%20(1).pdf
9 
 
Hipertensión arterial 
La hipertensión arterial, definida como una presión arterial sistólica >140 mmHg, 
presión arterial diastólica >90 mmHg, o ambas, es una de las principales causas 
de enfermedad cardiovascular, insuficiencia renal y muerte en México. La relación 
entre la presión arterial y el riesgo cardiovascular es fuerte, consistente e indepen-
diente de otros factores. La reducción de la presión arterial en pacientes hiperten-
sos se asocia con reducción de 50-60% en el riesgo de padecer un evento vascu-
lar cerebral y con reducción de 40-50% en el riesgo de muerte por un infarto agu-
do de miocardio.9 
Las complicaciones de la HTA se relacionan directamente con la magnitud del 
aumento de la tensión arterial y el tiempo de evolución. El tratamiento temprano de 
la HTA tiene importantes beneficios en términos de prevención de complicaciones, 
así como de menor riesgo de mortalidad.10 
Son muchos los factores fisiopatológicos que han sido considerados en la génesis 
de la hipertensión esencial: el incremento en la actividad del sistema nervioso 
simpático (SNS), tal vez relacionado con excesiva exposición o respuesta al estrés 
psicosocial de la ‘cultura’, es decir del impacto de la vida moderna; la sobrepro-
ducción de hormonas ahorradoras de sodio y vasoconstrictoras; la alta ingesta de 
sodio; la inadecuada ingesta de potasio y calcio; el incremento en la secreción o la 
inapropiada actividad de la renina, con resultante incremento en la producción de 
angiotensina II y aldosterona (SRAA); la deficiencia de vasodilatadores, tales co-
mo la prostaciclina, el óxido nítrico (ON) y los péptidos natriuréticos; la alteración 
en la expresión del sistema kininakalikreína, que afecta el tono vascular y el mane-
jo renal del sodio; las anormalidades en los vasos de resistencia, incluyendo lesio-
 
9 Andrade C., Hipertensión Arterial primaria; tratamiento farmacológico basada en la evidencia. Med Int 
Mex. (en línea) 2015 (fecha de acceso 8 de mayo 2016); 31(2): 191-195. Disponible en: 
http://www.medigraphic.com/pdfs/medintmex/mim-2015/mim152j.pdf 
 
10 Campos I., Hernández L., Rojas R., Pedroza A., Medina C., Barquera S. Hipertensión Arterial: prevalencia, 
diagnóstico oportuno, control y tendencias en adultos mexicanos. Salud pública de méxico (en línea) 2013 
(fecha de acceso 8 de mayo 2016); 55 suplemento 2: s145-s150. Disponible en: 
http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=10628331011 
http://www.medigraphic.com/pdfs/medintmex/mim-2015/mim152j.pdf
http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=10628331011
10 
 
nes en la microvasculatura renal; la diabetes mellitus, la resistencia a la insulina; la 
obesidad; el incremento en la actividad de factores de crecimiento; las alteraciones 
en los receptores adrenérgicos, que influencian la frecuencia cardiaca, el inotro-
pismo cardiaco y el tono vascular; y las alteraciones celulares en el transporte ió-
nico. El nuevo concepto de que las anormalidades funcionales y estructurales, in-
cluyendo la disfunción endotelial, el incremento del estrés oxidativo, la remodela-
ción vascular y la reducción de la complacencia, pueden anteceder a la hiperten-
sión y contribuir a su patogénesis ha ganado soporte en los últimos años; parece 
evidente que la hipertensión arterial sería tal vez ‘la campana de alarma del sín-
drome’ y el inicio de una verdadera cascada, siguiendo a la inflamación y disfun-
ción endotelial. Aunque son diversos los factores que contribuyen a la patogénesis 
del mantenimiento de la elevación de la presión arterial, los mecanismos renales 
probablemente juegan un rol primario, tal como fuera planteado por Guyton, en 
1991, al decir que “la presión arterial empieza a elevarse cuando los riñones re-
quieren de mayor presión que la usual, para mantener el volumen de los líquidos 
extracelulares dentro de los límites normales”.11 
Como medio de tratamiento y prevención, el ACSM, recomienda que, para mejorar 
los niveles de HTA se deben realizar cambios importantes en el estilo de vida que 
incluyan una mejora en la alimentación, actividad física diaria dirigida a la reduc-
ción de peso corporal y continuar con el tratamiento farmacológico controlado. 
Diversas entidades mundiales sugieren una relación fuerte entre el comportamien-
to sedentario y la hipertensión, por lo que la Fundación Nacional del Corazón, la 
Organización Mundial de la Salud, la Sociedad Internacional de Hipertensión y el 
Comité Nacional de Detección, Evaluación y Tratamiento de la Hipertensión Arte-
rial de los Estados Unidos (JNC VII) y el ACSM han recomendado el incremento 
de la actividad física como la primera línea de intervención para prevenir y tratar a 
pacientes con prehipertensión arterial. También recomiendan el ejercicio como 
 
11 Gamboa R., Fisiopatologia de la hipertensión arterial esencial. Acta Medica Peruana. (en línea) 2006 (fecha 
de acceso 8 de mayo de 2016): 23 (2); 76-82. Disponible en: fi-
le:///C:/Users/ivonne/Downloads/Fisiopatolog%C3%ADa%20de%20la%20hipertensi%C3%B3n%20arterial%2
0esencial.pdf 
 
file:///C:/Users/ivonne/Downloads/Fisiopatología%20de%20la%20hipertensión%20arterial%20esencial.pdf
file:///C:/Users/ivonne/Downloads/Fisiopatología%20de%20la%20hipertensión%20arterial%20esencial.pdf
file:///C:/Users/ivonne/Downloads/Fisiopatología%20de%20la%20hipertensión%20arterial%20esencial.pdf
11 
 
estrategia terapéutica para pacientes con grado uno, o grado 2 de hipertensión. La 
actividad física es recomendada debido a sus efectos favorables en otros factores 
de riesgo para enfermedades cardiovasculares asociados a la HTA. En este senti-
do, el ejercicio aeróbico tiene un efecto favorable para reducir la presión sanguí-
nea y debe ser el principal modo de ejercicio en un programa diseñado para pre-
venir y controlar la hipertensión arterial. En este sentido, un estudio de meta-
análisis llevado a cabo por Kelley y Kelley arrojó que el entrenamiento con sobre-
carga, realizado en forma regular, resultó en una reducción de aproximadamente 
un 2% en la presión sanguínea sistólica y una reducción de aproximadamente un 
4% en la presión sanguíneadiastólica. Esta reducción en sí no parece significati-
va, pero en combinación con los efectos aditivos de otros hábitos de vida saluda-
bles (ejercicio aeróbico, reducción de la ingesta de sodio, pérdida de peso), puede 
ayudar a provocar una reducción más substancial en la presión sanguínea de re-
poso. 
El Colegio Americano de Medicina Deportiva (2010) analizó la evidencia basada 
en la relación PA - ejercicio sugiriendo importantes consideraciones: 
 La actividad física como estilo de vida desde las primeras etapas de vida 
reduce el riesgo de desarrollar hipertensión arterial. Individuos inactivos 
tienen de 30 a 50% mayor riesgo de desarrollar HTA que sus contrapar-
tes que realizan actividad física. 
 Existen dos tipos de efectos significativos del ejercicio sobre la HTA: 
efectos agudos, reducción de 10-20 mmHg en la presión arterial sistólica 
inmediatamente después de una sesión de ejercicio de 30-45 minutos 
de moderada intensidad y este efecto puede permanecer hasta por 22 
horas. Por otra parte los efectos crónicos de la práctica de ejercicio 
pueden llevar a reducciones de 5-7 mmHg en la presión arterial sistólica 
y diastólica. 
Según Durstine y otros (2009), un aspecto por considerar son los cambios en la 
estructura vascular en el incremento en la longitud y diámetro de las arterias y ve-
nas existentes en adición al crecimiento o formación de nuevos vasos; sujetos con 
12 
 
entrenamiento físico regular, por ejemplo, tienen un mayor diámetro intraluminal 
de las arterias comparado con sujetos sin entrenamiento. Además de estos aspec-
tos, se produce una disminución de la norepinefrina, se incrementan las sustan-
cias vasodilatadoras en la circulación y se da una alteración positiva en la función 
renal, contribuyendo así a la disminución de la presión arterial. Moraga (2008) 
añade que se da la vasodilatación local de los vasos musculares por aumento del 
metabolismo celular con aumento del flujo sanguíneo y de la PA por activación 
también de las áreas motoras del sistema, lo que contribuye a disminuir los niveles 
de tensión sanguínea. El endotelio, ubicado en las paredes de los vasos sanguí-
neos, mantiene el tono vasomotor normal, favorece el fluido sanguíneo y regula el 
crecimiento vascular. Anormalidades en estas funciones contribuyen al proceso 
lesivo de muchas enfermedades incluyendo angina, infarto al miocardio, vasoes-
pasmo coronario e hipertensión arterial. El endotelio es el responsable de la ho-
meostasis de la pared vascular, es antiadherente, antitrombótico y ayuda a man-
tener el flujo sanguíneo. Es necesaria la existencia de un endotelio sano para que 
se produzca la respuesta normal de dilatación vascular, a través de la secreción 
de sustancias relajantes vasculares como: óxido nítrico (ON), prostaciclinas y pép-
tido natriurético C. Un endotelio lesionado o enfermo favorece la vasoconstricción, 
propiciada por sustancias (Angiotensina II - endotelina y los mediadores) que cau-
san contracción del músculo liso vascular, como ocurre en la enfermedad corona-
ria, hipertensión arterial (HTA) y en la insuficiencia cardiaca (IC). Por lo tanto, un 
relevante objetivo terapéutico proporcionado por la actividad física es mejorar la 
función endotelial (Durstine y otros, 2008 y Durstine y otros, 2009). El ejercicio físi-
co programado produce un aumento de las funciones del sistema parasimpático 
disminuyendo la actividad adrenérgica, atenuando los efectos deletéreos de la hi-
peractividad simpática (taquicardia, vasoconstricción). Aumenta la velocidad de 
flujo sanguíneo debido a una menor vasoconstricción periférica y aumenta la libe-
ración endotelial de sustancias vasodilatadoras como el ON (Moraga, 2008). El 
ejercicio físico, más allá de los beneficios demostrados en distintas funciones fisio-
lógicas (mejora del consumo de oxígeno máximo, disminución de la frecuencia 
cardiaca, disminución de la presión arterial), ha demostrado la mejora de la fun-
13 
 
ción endotelial, relacionada con la capacidad de vasodilatación de las arterias, es-
pecialmente en pacientes con HTA y en pacientes con insuficiencia cardiaca cró-
nica (Rosales, 2001). La HTA puede ser reducida y controlada con actividad física 
diaria programada, sin olvidar el tratamiento médico (ACSM, 2010).12 
 
 
IV. MARCO CONCEPTUAL 
 
4.1. Concepto de enfermería 
 
La enfermería abarca la atención autónoma y en colaboración dispensada a per-
sonas de todas las edades, familias, grupos y comunidades, enfermos o no, y en 
todas circunstancias. Comprende la promoción de la salud, la prevención de en-
fermedades y la atención dispensada a enfermos, discapacitados y personas en 
situación terminal. OMS 
“Es la protección, promoción y optimización de la salud y las capacidades, preven-
ciones de la enfermedad y las lesiones, el alivio del sufrimiento a través del diag-
nóstico y tratamiento de la respuesta humana y el apoyo activo en la atención de 
individuos, familias, comunidades y poblaciones. (ANA American, 2003) 
Enfermería es proporcionar a las personas y/o grupos asistencia directa en su au-
tocuidado, según sus requerimientos, debido a las incapacidades que vienen da-
das por sus situaciones personales. (Dorothea Orem) 
La función de enfermería es ayudar al individuo, sano o enfermo, a realizar aque-
llas actividades que contribuyen a la salud o a su recuperación (o a una muerte en 
paz) que podría realizar sin ayuda si tuviera la fuerza, la voluntad o el conocimien-
to necesario, y hacerlo de tal forma que se le ayude a conseguir la independencia 
lo más rápido posible. (Virginia Henderson, 1966) 
 
12 Rodríguez H., La actividad física en la prevención y tratamiento de la hipertensión arterial. InterSedes. (en 
línea) 2012. (fecha de acceso 8 de mayo de 2016); vol. XIII (2): 142-146. Disponible en: 
http://www.redalyc.org/pdf/666/66624662008.pdf 
http://www.redalyc.org/pdf/666/66624662008.pdf
14 
 
4.2. Paradigma 
 
La conceptualización sobre los paradigmas, los cuales han representado un dile-
ma filosófico, epistemológico, ideológico y metodológico, a través de la historia en 
la investigación incluida enfermería. Epistemológicamente, parece existir consenso 
que un paradigma es un conjunto de normas que definen un estilo, un método, 
una cosmovisión o visión desde una macroestructura que es utilizada por los sub-
sistemas y sistemas humanos. Se define paradigma como un marco teorico-
metodologico que utiliza el investigador para interpretar los fenómenos sociales en 
el contexto de una determinada sociedad (De Galindo, 2004) Polit y Hungler 
(2000) define paradigma como una visión del mundo, una perspectiva general de 
las complejidades de la vida real, en que los paradigmas en la investigación hu-
mana a menudo van en función en la manera en que se responden a interrogantes 
filosóficos básicos. Los paradigmas ofrecen un camino para la construcción de 
conocimientos, con ellos se dan herramientas útiles para el abordaje de los dife-
rentes fenómenos y su contribución al desarrollo de la ciencia. 
Paradigma de la categorización: concibe los fenómenos como divisibles en cate-
gorías, clases o grupos definidos, considerados como elementos aislables o mani-
festaciones simplificables. Este paradigma orienta el pensamiento hacia la bús-
queda de un factor causal responsable de la enfermedad. El paradigma de la ca-
tegorización ha inspirado dos orientaciones en la profesión enfermera, una centra-
da en la salud pública que se interesa tanto en la persona como en la enfermedad 
y, una orientación centrada en la enfermedad y estrechamente unida a la práctica 
médica. La teorista más representativa de este paradigma es Florence Nightinga-
le.13 
Paradigma de la integración: es una prolongación del paradigma anterior, recono-
ce los elementos y las manifestaciones de un fenómeno y lo integra al contexto 
específico en quese sitúa el fenómeno. Este paradigma ha inspirado la orienta-
 
13 Balan C. Franco M. Teorías y modelos de enfermería. Bases teóricas para el cuidado especializado. 2 edi-
ción. México. 2009, pp. 63-76. 
15 
 
ción enfermera hacia la persona. Esta orientación se caracteriza por el reconoci-
miento de una disciplina enfermera distinta de la disciplina médica. 
Paradigma de la transformación: presenta un cambio de mentalidad, según este 
paradigma un fenómeno es único en el sentido de que no se puede parecer total-
mente a otro. Cada fenómeno puede ser definido por una estructura, un patrón 
único; es una unidad global en interacción recíproca y simultánea con una unidad 
global más grande, el mundo que lo rodea. Este paradigma es la base de una 
apertura de la ciencia enfermera hacia el mundo y ha inspirado nuevas concepcio-
nes de la disciplina enfermera. 
Dorothea Elizabeth Orem 
Cuidado: campo de conocimiento y servicio humano que tiene a cubrir las limita-
ciones de la persona en el ejercicio de autocuidados relacionados con su salud y 
reforzar sus capacidades de autocuidado. 
Persona: ser que funciona biológica, simbólica y socialmente y que presenta exi-
gencias de autocuidados universales, de desarrollo y ligados a desviaciones de la 
salud. 
Salud: estado de ser completo e integrado a sus diferentes componentes y modos 
de funcionamiento. 
Entorno: todos los factores externos que afectan los autocuidados o el ejercicio de 
autocuidados. 
Virginia Henderson 
Cuidado: asistencia a la persona enfermera o sana en las actividades que no pue-
den hacer por si misma por falta de fuerza, de voluntad o conocimientos con el fin 
de conservar o de restablecer su independencia en la satisfacción de sus necesi-
dades fundamentales. 
16 
 
Persona: ser biológico, psicológico y social que tiende hacia la independencia en 
la satisfacción de sus catorce necesidades fundamentales.14 
Salud: capacidad de actuar de forma independiente en relación con las catorce 
necesidades fundamentales. 
Entorno: factores externos que actúan de forma positiva o negativa. 
4.3. Teoría de enfermería 
 
La búsqueda bibliográfica de la teoría que plantea Dorothea Elizabeth Orem da 
una mayor comprensión de la naturaleza de la enfermería que empezó formalmen-
te a finales de la década de los años 50. 
El autocuidado podría considerarse como la capacidad de un individuo para reali-
zar todas las actividades necesarias para vivir y sobrevivir. Orem contempla el 
concepto “auto” como la totalidad de un individuo, incluyendo no solo las necesi-
dades físicas, sino también las psicológicas y espirituales, y el concepto de “cui-
dado” como la totalidad de actividades que un individuo inicia para mantener la 
vida y desarrollarse de un forma que sea normal para él. El autocuidado es la 
práctica de actividades que los individuos inician y realizan en su propio beneficio 
para el mantenimiento de la vida. 
Como parte central del concepto de autocuidado está la idea de que el cuidado se 
inicia voluntariamente por los individuos. 
Presunciones sobre la naturaleza de los seres humanos: 
Los seres humanos tienen el potencial de desarrollar habilidades intelectuales y 
prácticas y de mantener la motivación esencial para el autocuidado y para el cui-
dado de los miembros dependientes de la familia. 
Las formas de satisfacer los requisitos de autocuidado tienen elementos cultura-
les, y varían con los individuos y con los grupos sociales mayores. 
 
14 Ibídem (103-104) 
17 
 
La realización del autocuidado requiere la acción intencionada y calculada, que 
está condicionada por el conocimiento y el repertorio de habilidades de un indivi-
duo, se basa en la premisa de que los individuos saben cuándo necesitan ayuda y, 
por lo tanto, son conscientes de las acciones específicas que necesitan realizar. 
Requisitos de autocuidado 
Esenciales en el modelo de Orem son los llamados requisitos de autocuidado. 
Constituyen una parte importante de la valoración del paciente. Orem ha identifi-
cado y descrito ocho actividades que son esenciales para el logro del autocuidado, 
independientemente del estado de salud, edad, nivel de desarrollo, o entorno am-
biental de un individuo. Estas actividades son las llamadas requisitos de autocui-
dado universal. El término “requisito” se usa para indicar una actividad que un in-
dividuo debe realizar para cuidar de sí mismo. 
Requisitos de autocuidado universal. 
 Mantenimiento de un aporte suficiente de aire. 
 Mantenimiento de un aporte suficiente de agua 
 Mantenimiento de un aporte suficiente de alimentos 
 Provisión de cuidados asociados con los procesos de eliminación y los ex-
crementos. 
 Mantenimiento del equilibrio entre la actividad y el reposo. 
 Mantenimiento del equilibrio entre la sociedad y la interacción social. 
 Prevención de peligros para la vida, el funcionamiento humano, y el bienes-
tar humano. 
 Promoción del funcionamiento y el desarrollo humano dentro de los grupos 
sociales de acuerdo con el potencial humano, las limitaciones humanas co-
nocidas y el deseo humano de ser normal.15 
Estos requisitos de autocuidado universal abarcan los elementos físicos, psicoló-
gicos, sociales y espirituales esenciales de la vida. 
 
15 Cavanagh S. Modelo de Orem. Conceptos de enfermería en la práctica. Editorial Masson, Barcelona Espa-
ña, 1993, 63-66. 
18 
 
Requisitos de autocuidado del desarrollo 
Se clasifican principalmente en dos. 
Etapas específicas de desarrollo 
Algunos requisitos del desarrollo están relacionados con la producción y el mante-
nimiento de condiciones que apoyen los procesos vitales y promueven el desarro-
llo. Este grupo de requisitos de autocuidado se asocia con etapas específicas del 
desarrollo, como el ser neonato. 
Las etapas de desarrollo específicas que incluyen: 
 Vida intrauterina y nacimiento. 
 Vida neonatal, ya sea un parto a término o prematuro, o un niño con peso 
normal o con bajo peso. 
 Lactancia 
 Etapas de desarrollo de la infancia, adolescencia y adulto joven. 
 Etapas de desarrollo de la edad adulta 
 Embarazo, ya sea en la adolescencia o en la edad adulta. 
Deben considerarse los requisitos de autocuidado universal, pero también 
puede haber demandas específicas de salud a causa de nivel prevalente de 
desarrollo del individuo. 
Condiciones que afectan el desarrollo humano 
Implica la provisión de cuidados asociados con condiciones que pueden afectar 
adversamente el desarrollo humano. 
El primer subtipo se refiere a la provisión de cuidados para prevenir los efectos 
negativos, de estas condiciones adversas. El segundo tipo se refiere a la provi-
sión de cuidados para mitigar o superar los efectos negativos existentes de una 
condición o acontecimiento vital. Las condiciones relevantes incluyen: 
 Derivación educacional 
 Problemas de adaptación social 
19 
 
 Perdida de familiares, amigo o colaboradores 
 Perdida de posesiones o del trabajo 
 Cambio súbito en las condiciones de vida 
 Cambio de posición, ya sea social o económica. 
 Mala salud, malas condiciones de vida o incapacidad 
 Enfermedad terminal o muerte esperada 
 Peligros ambientales 
Requisitos de autocuidado de la desviación de la salud 
Estos requisitos existen cuando el individuo está enfermo, sufre alguna lesión, tie-
ne incapacidades o está recibiendo cuidados médicos. El individuo tiene las si-
guientes demandas adicionales de cuidados a la salud: 
 Buscar y asegurar la ayuda médica apropiada en caso de exposición a 
condiciones ambientales o agentes físicos o biológicos específicos asocia-
dos con acontecimientos y estados patológicos. 
 Ser consciente de los efectos y resultado de las condiciones y estados pa-
tológicos. Realizar eficazmente las medidas diagnósticas, terapéuticas y de rehabilita-
ción medicamente prescrita. 
 Ser consciente de los efectos molestos o negativos de las medidas terapéu-
ticas realizadas o prescritas por el médico. 
 Modificación del autoconcepto aceptándose uno mismo como un ser con 
estado particular de salud y que necesita formas específicas de cuidados 
de salud. 
 Aprender a vivir con los efectos de condiciones y estados patológicos y los 
efectos de las medidas diagnósticas y terapéuticas, en un estilo de vida que 
promueva el desarrollo personal continuado. 
Déficit de autocuidado 
Aparte de la necesidad diaria y natural de sobrevivir, desde muchos puntos pue-
den producirse demandas adicionales sobre la capacidad de un individuo para 
20 
 
cuidar de sí mismo, la enfermedad reciente o crónica o la experimentación de un 
trauma emocional pueden requerir que la persona emprenda nuevas medidas para 
cuidar de sí mismo o solicitar ayuda de otros. Sin embargo puede darse una situa-
ción en que la demanda total que se hace a un individuo exceda su capacidad pa-
ra responder a ella. En tal situación, la persona puede requerir ayuda a fin de sa-
tisfacer sus necesidades de autocuidado; la ayuda puede proceder de muchas 
fuentes incluyendo las intervenciones de familiares, amigos y profesionales de 
enfermería. 
La capacidad del individuo sano para buscar información, hacer juicios sobre su 
salud y realizar las acciones adecuadas puede indicar que está abordando satis-
factoriamente el cuidado de sí mismo. No obstante, parte de los procesos para 
convertirse en alguien capaz de cuidar de sí mismo se muestran en la capacidad 
para adaptar y cambiar las prácticas de vida actuales por otras más adecuadas a 
las nuevas situaciones (convertirse en paciente). En resumen, el déficit de au-
tocuidado es una forma de describir la relación entre las capacidades de los indivi-
duos para actuar y las demandas que se les hacen para el autocuidado, o para el 
cuidado de los niños o adultos que dependen de ellos. 
Demanda de autocuidado terapéutico 
La demanda de autocuidado terapéutico es el conjunto de acciones de autocuida-
do necesarias para satisfacer los requisitos de autocuidados conocidos. La de-
manda de autocuidado terapéutico puede verse como el resumen de la relación 
entre los requisitos de autocuidado que se saben que existen para un paciente y 
lo que puede o debería hacerse para satisfacerlos. 
Agencia de autocuidado 
Orem usa la palabra agente para referirse a la persona que realmente proporciona 
los cuidados o realiza alguna acción específica. Cuando los individuos realizan su 
propio cuidado se les considera agentes de autocuidado. La capacidad de los indi-
viduos para participar en su propio cuidado recibe el nombre de agencia de au-
tocuidado. 
21 
 
Agencia de autocuidado dependiente 
Orem reconoce que hay situaciones en que las personas cuidan unas de otras sin 
que esto implique directamente cuidados de enfermería. Este concepto se deno-
mina agencia de cuidado dependiente. 
Cuidar de uno mismo 
Requiere el inicio de una compleja serie de conductas, que exigen un enfoque de 
autocuidado personal e intencionado. El proceso de autocuidado se inicia con la 
toma de conciencia del propio estado de salud. Esta toma de conciencia requiere 
en si misma del pensamiento racional para aprovechar la experiencia personal, 
normas culturales y conductas aprendidas, a fin de tomar una decisión sobre el 
estado de salud. Debe haber también el deseo consciente de satisfacer las nece-
sidades de autocuidado de uno mismo. 
Limitaciones del autocuidado 
Es probable que un individuo con estas capacidades sea capaz de cubrir sus ne-
cesidades de autocuidado. Puede haber barreras o limitaciones para el autocuida-
do. La persona puede carecer de conocimientos suficientes sobre sí misma y qui-
zá no tenga deseo de adquirirlos. Pueden tener dificultades para emitir juicios so-
bre su salud y saber cuándo es el momento de buscar la ayuda y el consejo de 
otros. 
Sistemas de enfermería 
 Sistema parcialmente compensador: cuando el individuo presenta algunas 
necesidades de autocuidado por parte de la enfermera, bien por motivos de 
limitación o incapacidad, por tanto el paciente y la enfermera interactúan 
para satisfacer las necesidades de autocuidado en dependencia del estado 
del paciente, limitaciones psicológicas y físicas. 
 Sistema totalmente compensador: cuando el individuo no puede realizar 
ninguna actividad de autocuidado. Implica una dependencia total. 
22 
 
 Sistema de apoyo educativo: cuando el individuo necesita orientación y en-
señanza para llevar a cabo el autocuidado; por consiguiente la enfermera 
ayuda al paciente con sus consejos, apoyo y enseñanzas de las medidas 
que sean necesarias para que el individuo sea capaz de realizar su au-
tocuidado.16 
Quizá la función más obvia de las enfermeras es actuar en beneficio de otro que 
es incapaz de realizar una tarea específica relacionada con el cuidado de la salud. 
Guiar y dirigir al paciente es un papel que requiere proporcionar información y 
consejo relevante al paciente para ayudarle a satisfacer sus necesidades de au-
tocuidado. El proporcionar apoyo fisiológico y psicológico es otro papel importante 
de la enfermera. 
 
4.4. Proceso de atención de enfermería (PAE) 
Definición 
El PAE es la aplicación de la resolución científica de problemas a los cuidados de 
enfermería (Marriner, 1983) 
Alfaro (1988) define al Proceso de Atención de Enfermería como un método sis-
temático y organizado para administrar cuidados de enfermería. 
Carpenito (1989) lo conceptualiza como el instrumento empleado para realizar la 
interacción mutua entre el enfermero, el cliente y la familia y para identificar los 
objetivos de salud, las energías y limitaciones del cliente y los recursos disponibles 
para conseguir el estado óptimo de salud. 
Este proceso es un sistema basado en reglas y principios científicos durante la 
planeación y la ejecución de la atención de enfermería a las necesidades y pro-
blemas de salud de un individuo, familia y comunidad, así como la evaluación de 
los resultados obtenidos. Para llevar a cabo el proceso de atención de enfermería, 
 
16 Prado L., González M., Paz N., Romero K. La teoría Déficit de autocuidado: Dorothea Orem punto de parti-
da para la calidad en la atención. Rev. Med. Electron. (en línea) 2014 (fecha de acceso 8 de mayo 2016); 
36(6): 835-845. Disponible en: http://scielo.sld.cu/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1684-
18242014000600004 
http://scielo.sld.cu/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1684-18242014000600004
http://scielo.sld.cu/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1684-18242014000600004
23 
 
se necesita del apoyo de modelos y teorías para establecer un marco de referen-
cia y comprender al paciente, familiar y comunidad y el ambiente que los rodea. 
El Proceso de Enfermería está constituido por una serie de etapas subsecuentes, 
engranadas, interrelacionadas, que son cinco: valoración, diagnóstico, planeación, 
ejecución y evaluación. 17 
 Valoración. 
Primera fase del proceso de atención de enfermería todo el plan se sustenta en la 
información obtenida. 
 
Sus actividades se centran en la recogida de información sobre el paciente 
El objetivo de identificar los problemas de salud reales y potenciales. Los datos se 
recogen sistemáticamente en esta fase, mediante la observación, la entrevista y el 
examen físico. Las fuentes a través de las cuales obtenemos la información pro-
vienen del propio paciente, de su familiar, de las enfermedades, de otros profesio-
nales, de la historia clínica y de material de referencia. 
Se desarrolla en tres tiempos que se dan de forma sucesiva y a la vez simultá-
neamente pues influyen los unos en los otros como si se tratara de un todo, 1.- 
obtenciónde datos, 2.- interpretación de los datos obtenido, 3.- organización y sín-
tesis de los datos. 
Tipos de datos 
Subjetivos: se agrupan los datos que transmiten la visión personal del paciente, 
sus preocupaciones y sentimientos, las ideas sobre el mismo y su estado de salud 
y las manifestaciones fisiológicas y psicológicas que percibe. 
Objetivos: son aquellos que se pueden observar y medir. Se recogen a través de 
los órganos de los sentidos y se denominan signos. 
 
17 Reina N. El proceso de enfermería: instrumento para el cuidado. Umbral científico (en línea) 2010 (fecha 
de acceso 8 de mayo 2016); numero 17: 18-23. Disponible en: 
http://www.redalyc.org/pdf/304/30421294003.pdf 
Valoración = + = Obtención de datos del paciente 
Organización y 
análisis de la infor-
mación 
Diagnósticos 
de enfermería 
http://www.redalyc.org/pdf/304/30421294003.pdf
24 
 
Se utilizan tres métodos para recoger información: la entrevista, la observación y 
examen físico. Estos proporcionan a la enfermera un enfoque lógico y sistemático, 
necesario para la formulación de diagnósticos, planificación, ejecución y evalua-
ción del cuidado. 
Interpretación y validación de los datos: intentamos confirmar su veracidad y/o en 
su caso corroborar desviaciones de la norma. 
Organización y síntesis de los datos: un vez recabados y verificados los datos los 
agruparemos con el objetivo de identificar las necesidades del paciente y poder 
elaborar un diagnóstico enfermero 
 Diagnósticos. 
“Es una declaración de un estado de alteración de la salud real o potencial que se 
deriva de la valoración de Enfermería y el cual requiere de intervenciones del 
campo de enfermería” (Carpenito, 1989). “Es un juicio clínico sobre un individuo, 
familia o grupo de la comunidad que se deriva de un proceso deliberado y siste-
mático de recolección y análisis. Sirve de base para precisar una terapia que está 
bajo la responsabilidad del profesional de Enfermería” (Shoemaker, 1984). 
Es la segunda fase de proceso de enfermería. Los profesionales de enfermería 
usan las habilidades de pensamiento crítico para interpretar los datos de la valora-
ción e identificar las fortalezas y problemas del paciente. 18 
El diagnostico de enfermería comprende en primer lugar, el examen de áreas 
identificadas como áreas de función independiente de la profesión, es decir que 
pueden ser tratadas por el profesional de enfermería, sin que para ello se requiera 
de orden o autorización por parte de otros profesionales. 
Esas funciones independientes comprenden: 
· Formas de prevención y promoción. 
· Formas de rehabilitación 
 
18 Berman A., Snyder S., Fundamentos de enfermería Kozier y Erb. 9 edición Volumen I, editorial Pearson, 
Madrid, España, 2013, 199-200. 
25 
 
Estructura del diagnóstico de enfermería 
La estructura del diagnóstico de enfermería la componen tres partes: 
 P = Problema 
 E = Etiología 
S = Signos y síntomas que lo caracterizan. 
El problema se identifica durante la valoración y en la fase del procesamiento y 
análisis de los datos. 
La etiología son los factores ambientales, socioeconómicos, fisiológicos, emocio-
nales o espirituales, que se creen que están contribuyendo al problema ya sea 
como factores de riesgo o por que han contribuido a producir el problema y si se 
mantiene sin modificación el problema no se modifica. 
Los signos y síntomas, se les llama también características que definen al proble-
ma esto significa que siempre que se presentan dichos signos y síntomas asocia-
dos entre sí en una situación dada, la conclusión diagnostica ha de ser la misma. 
 Planeación de enfermería 
Una vez elaborados los diagnósticos de enfermería, se dará inicio a la planeación; 
esta fase del proceso de atención de enfermería es el acto de determinar que 
puede hacerse para apoyar al paciente en el restablecimiento, la conservación o el 
fomento de la salud. La planeación de la atención de enfermería al individuo, fami-
lia y comunidad requiere de una coordinación entre los integrantes del equipo de 
salud, para que todo el equipo conozca que se va hacer, como, cuando, porque, 
donde a quien y quien lo va hacer. 
El plan de cuidados permite un acercamiento más útil hacia el paciente, hace creer 
y tratar al enfermo como persona, hace pensar en la asistencia que se debe dar al 
individuo en relación con la promoción, prevención y restauración de la salud. La 
planeación comprende los siguientes elementos: selección de prioridades y formu-
26 
 
lación de diagnóstico, planteamiento de objetivos, especificación de la actuación 
de enfermería y registro. 
 
 Ejecución 
La ejecución es la aplicación real del plan de atención de enfermería. La ejecución 
del plan de cuidados de enfermería consiste en verificar y/o delegar las activida-
des para lograr los objetivos de la atención planeada. Las instrucciones u órdenes 
de enfermería deben ser lo bastante detalladas y específicas para que todo el per-
sonal que proporciona los cuidados, los realice en la misma forma y a la hora indi-
cada. Las acciones deben ser basadas en principios científicos para que propor-
cionen una atención de calidad. En la etapa de ejecución se busca alternativas 
posibles y se toma la decisión sobre la mejor alternativa de ejecución. De esta 
manera la enfermera dispone razonablemente se sus propias capacidades y del 
personal que colabora. 
 
 
 
 Evaluación 
Es el proceso de valorar los progresos del paciente hacia los objetivos de salud ha 
si como la calidad de atención que recibe el paciente por parte del personal de 
enfermería y de otros profesionales que intervienen en su cuidado. Para apreciar 
los resultados del plan de enfermería, se requiere utilizar un sistema de control 
para conocer cuánto se logró, que impidió la realización efectiva del plan y en ge-
neral de todas las etapas del PAE. La evaluación es medir el logro de los objetivos 
fijados siguiendo las actividades correspondientes a los cuidados brindados al pa-
ciente y apreciar sus reacciones a los mismos. La evaluación deberá ser continua, 
y en relación a los resultados se hacen los ajustes en cada fase del proceso para 
retroalimentar la atención de enfermería. La enfermera muestra su capacidad de 
valoración al verificar la respuesta del paciente a la atención dada, así como la 
Planeación = + + Estabelecimiento 
de prioridades. 
Identificación 
de objetivos 
Planeación de 
enfermería 
 + + + 
 
 Validación 
del plan de 
atención 
 Fundamentar 
el plan de 
atención 
 Brindar 
cuidado de 
enfermería 
 Continuar 
el cuidado 
 Continuar 
el cuidado 
Ejecución = 
27 
 
comprobación del logro de los objetivos. Estos criterios indicaran si la atención es 
de calidad. 
 
 
V. METODOLOGIA 
5.1. Estrategia de investigación 
Estudio de caso 
5.2. Selección del caso y fuentes de información 
Se elige el presente caso por el interés profesional que se observa en el individuo 
abordado, observando déficit de autocuidado que puede ser modificado con las 
intervenciones adecuadas y oportunas del profesional de enfermería y en especial 
que le atañen al especialista en la cultura física y el deporte, que inducirán al indi-
viduo a un mejor cuidado personal y por lo tanto al autocuidado. En la actualidad 
las enfermedades crónico degenerativas (DM, HTA, Obesidad) desestabilizan al 
individuo de manera sorpresiva generando déficit de autocuidado, ya sea por falta 
de información o motivación de la persona por adquirir nuevas acciones que res-
tablezcan el equilibrio perdido y pueda vivir y manejar de la mejor manera esta 
nuevasituación agregada a su día a día. El enfermero especialista en la cultura 
física y el deporte tiene a la mano una serie de conocimientos que le permiten 
formular una serie de intervenciones que mejoraran el control y estabilizaran esta 
desviación de la salud para mantener un adecuado autocuidado. La persona ele-
gida para este caso mantiene una serie de hábitos alimenticios, actividad física, 
situaciones cardiológicas que permitirán enfocar todos los conocimientos y desa-
fiar al alumno en la construcción de las intervenciones que se realizaran. 
Fuentes de información directas 
Para la recopilación de los datos se utilizó instrumento de valoración aplicado al 
programa Me quiero Me cuido que consiste en Historia clínica y pruebas de antro-
pometría, electrocardiograma en reposo, prueba de esfuerzo, pruebas biomecáni-
cas y bioquímicas más Historia clina de enfermería bajo la teórica Orem iniciando 
Evaluación = + Evaluación del logro 
de los objetivos 
Revaloración del 
plan de atención 
28 
 
con la entrevista de forma verbal, la exploración física que consiste en observa-
ción, palpación, percusión, auscultación. 
 
 
Fuentes de información indirectas 
Se realizó búsqueda, selección y análisis de bibliográfica utilizando varias bases 
de datos pertinentes a los temas centrales del presente trabajo. 
5.3. Consideraciones éticas 
La condición fundamental para el logro del desarrollo integral de toda sociedad es 
el bienestar que conlleva a la salud de todos los ciudadanos. En nuestro país se 
viene haciendo un reclamo de la mayor justicia, para contar con la mejor calidad 
de los servicios de salud ya sean públicos o privados. Este reclamo obliga a los 
profesionales que interactúan en la atención a la salud a encontrar alternativas de 
mejoramiento en su saber, en su práctica y en la forma de asumir la responsabili-
dad ética que les corresponde. En este sentido el profesional de enfermería tiene 
una sólida formación basada e fundamentos técnicos científicos, humanísticos y 
éticos que le permiten desempeñar su ejercicio con calidad y conciencia profesio-
nal. Durante su formación adquiere conocimientos, habilidades y atributos para 
ejercer la enfermería y en ese sentido las instituciones educativas tienen como 
función asegurar a la sociedad el tipo de cualidades que requiere un profesionista 
para ejercer su práctica formal, como una garantía de interés público regulado por 
las instituciones, por lo tanto, el título y la cédula profesional constituyen un requi-
sito indispensable para ejercer la práctica profesional de la enfermería en México. 
Como resultado de su educación formal, la enfermera se encuentra identificada 
con los más altos valores morales y sociales de la humanidad y comprometida con 
aquellos que en particular propician una convivencia de dignidad y justicia e igual-
dad. El profesional de enfermería adquiere el compromiso de observar normas 
legales y éticas para regular su comportamiento; así sus acciones, decisiones y 
opiniones tratarán de orientarse en el marco del deber ser para una vida civilizada, 
29 
 
respetando lo que se considera deseable y conveniente para bien de la sociedad, 
de la profesión, de los usuarios de los servicios de enfermería y de los mismos 
profesionistas. 
La disciplina de enfermería otorga el cuidado basado en consideraciones éticas en 
el presente trabajo solo se mencionan las que creemos de mayor relevancia. 
Derechos del paciente 
1.- Recibir trato digno y respetuoso 
La paciente o el paciente tiene derecho a que el médico, la enfermera y el perso-
nal que le brinden atención médica, se identifiquen y le otorguen un trato digno, 
con respeto a sus convicciones personales y morales, principalmente las relacio-
nadas con sus condiciones socioculturales, de género, de pudor y a su intimidad, 
cualquiera que sea el padecimiento que presente, y se haga extensivo a los fami-
liares o acompañantes. 
Ley General de Salud Artículos 51 y 83. Reglamento de la Ley General de Salud 
en materia de prestación de servicios de atención médica. Artículos 25 y 48. 
4.- Decidir libremente sobre su atención. 
La paciente o el paciente, o en su caso el responsable, tienen derecho a decidir 
con libertad, de manera personal y sin ninguna forma de presión, aceptar o recha-
zar cada procedimiento diagnóstico o terapéutico ofrecido, así como el uso de me-
didas extraordinarias de supervivencia en pacientes terminales. 
Reglamento de la Ley General de Salud en materia de prestación de servicios de 
atención médica. Artículo 80. NOM-168SSA1-1998, del Expediente Clínico. Nume-
rales 4.2 y 10.1.1 Anteproyecto del Código — Guía Bioética de Conducta Profe-
sional de la SSA, Artículo 4, fracción 4.3 “Declaración de Lisboa de la Asociación 
Médica Mundial sobre .los Derechos del Paciente” del 9 de enero de 1995, aparta-
do C del punto número 10. 
5.- Otorgar o no su consentimiento válidamente informado 
30 
 
La paciente o el paciente, o en su caso el responsable, en los supuestos que así lo 
señale la normativa, tiene derecho a expresar su consentimiento, siempre por es-
crito, cuando acepte sujetarse con fines de diagnóstico o terapéuticos, a procedi-
mientos que impliquen un riesgo, para lo cual deberá ser informado en forma am-
plia y completa en qué consisten, de los beneficios que se esperan, así como de 
las complicaciones o eventos negativos que pudieran presentarse a consecuencia 
del acto médico. Lo anterior incluye las situaciones en las cuales el paciente deci-
da participar en estudios de investigación o en el caso de donación de órganos. 
Ley General de Salud. Artículos 100 Frac. IV 320 y 321. Reglamento de la Ley 
General de Salud en materia de prestación de servicios médicos. Artículos 80 y 
81. NOM-168-SSA1-1998, del Expediente Clínico. Numerales 4.2 y 10.1.1 
6.- Ser tratado con confidencialidad 
La paciente o el paciente tiene derecho a que toda la información que exprese a 
su médico, se maneje con estricta confidencialidad y no se divulgue más que con 
la autorización expresa de su parte, incluso la que derive de un estudio de investi-
gación al cual se haya sujetado de manera voluntaria; lo cual no limita la obliga-
ción del médico de informar a la autoridad en los casos previstos por la ley. 
NOM-168SSA1-1998, del Expediente Clínico. Numeral 5.6 Ley Reglamentaria del 
Artículo 5º Constitucional relativo al ejercicio de las profesiones en el Distrito Fede-
ral. Artículo 36. Ley General de Salud. Artículos 136, 137 y 138. Reglamento de la 
Ley General de Salud en materia de prestación de servicios de atención médica. 
Artículos 19 y 35. 
Código de ética para los enfermeros y enfermeras de México 
CAPITULO II. 
De los deberes de las enfermeras para con las personas 
Artículo segundo.- Respetar la vida, los derechos humanos y por consiguiente el 
derecho de la persona a decidir tratamientos y cuidados una vez informado. 
31 
 
Artículo tercero.- Mantener una relación estrictamente profesional con la persona, 
en un ambiente de respeto mutuo y de reconocimiento de su dignidad, valores, 
costumbres y creencias. 
Artículo quinto.- Mantener una conducta honesta y leal; conducirse con una actitud 
de veracidad y confidencialidad salvaguardando en todo momento los intereses de 
la persona. 
Artículo sexto.- Comunicar a la persona los riesgos cuando existan, y los límites 
que tiene el secreto profesional ante circunstancias que impliquen mala intención o 
daño a terceros. 
Artículo séptimo.- Fomentar una cultura de autocuidado de la salud, con un enfo-
que anticipatorio y de prevención del daño, y propiciar un entorno seguro que pre-
venga riesgos y proteja a la persona. 
Artículo octavo.- Otorgar a la persona cuidados libres de riesgos, manteniendo un 
nivel de salud física, mental y social que no comprometa su capacidad. 
CAPITULO III 
De los deberes de las enfermeras como profesionistas.-Artículo décimo.- Aplicar los conocimientos científicos, técnicos y humanísticos 
debidamente actualizados en el desempeño de su profesión. 
Artículo décimo primero.- Asumir la responsabilidad de los asuntos inherentes a su 
profesión, solamente cuando tenga la competencia, y acreditación correspondiente 
para atenderlos e indicar los alcances y limitaciones de su trabajo. 
Artículo décimo quinto.- Ofrecer servicios de calidad avalados mediante la certifi-
cación periódica de sus conocimientos y competencias. 
CAPÍTULO V. 
De los deberes de las enfermeras para con su profesión 
32 
 
Artículo vigésimo tercero.- Mantener el prestigio de su profesión, mediante el buen 
desempeño del ejercicio profesional. 
Artículo vigésimo cuarto.- Contribuir al desarrollo de su profesión a través de dife-
rentes estrategias, incluyendo la investigación de su disciplina. 
Decálogo del código de ética para las enfermeras y enfermeros de México. 
1. Respetar y cuidar la vida y los derechos humanos, manteniendo una conducta 
honesta y leal en el cuidado de las personas. 
2. Proteger la integridad de las personas ante cualquier afectación, otorgando cui-
dados de enfermería libres de riesgos. 
3. Mantener una relación estrictamente profesional con las personas que atiende, 
sin distinción de raza, clase social, creencia religiosa y preferencia política. 
5. Guardar el secreto profesional observando los límites del mismo, ante riesgo o 
daño a la propia persona o a terceros. 
8. Asumir el compromiso responsable de actualizar y aplicar los conocimientos 
científicos, técnicos y humanísticos de acuerdo a su competencia profesional.19 
 
 
VI. PRESENTACIÓN DEL CASO CLINICO 
6.1. Descripción del caso 
Se trata de YGN de 67 años de edad, género femenino, licenciada en biología, 
actualmente jubilada, cuenta con ISSSTE como servicio de salud, pero también 
acude al servicio privado, diagnosticada con DM Tipo 2 e Hipertensión Arterial ba-
jo tratamiento farmacológico. Cuenta con esquema de vacunación completo, habi-
ta casa con hijos y nueras la cual cuenta con los servicios infra y extra domicilia-
 
19 Comisión interinstitucional de enfermería. Código de ética para las enfermeras y enfermeros en México 
(internet) México D.F.; diciembre 2001 (fecha de acceso 8 de mayo 2016). Disponible en: 
http://amdeu.com.mx/images/codigo.pdf 
http://amdeu.com.mx/images/codigo.pdf
33 
 
rios. Antecedentes de padre y madre con diabetes mellitus tipo 2, madre con hi-
pertensión arterial, 3 hermanos fallecidos a causa de infarto agudo al miocardio 
uno de ellos a la edad de 34 años. Con antecedentes personales de luxación en 
ambos hombros y esguince de tobillo derecho, que solo fueron tratados farmaco-
lógicamente. Actualmente con obesidad Grado II por IMC. 
 
 
VII. APLICACIÓN DEL PROCESO DE ENFERMERÍA 
7.1. Valoración 
7.1.1. Valoración focalizada 
Mantenimiento de un aporte suficiente de aire 
Sin presencia de falta de aire durante la práctica del ejercicio físico o reposo, ni 
dolor, opresión y palpitaciones en pecho. Ronca durante la noche. En las últimas 
semanas no ha presentado alguna enfermedad respiratoria. Tabaquismo negado. 
Mantenimiento de un aporte suficiente de agua 
Ingiere 1 ½ de agua durante el día, seguido con el consumo de café 1 litro, (re-
quiere de 2,900 ml) no ingiere bebidas energéticas, ocasionalmente ingiere bebi-
das alcohólicas, eventos sociales. 
Mantenimiento de aporte suficiente de alimentos. 
Presenta dentadura incompleta, prótesis dental, ningún problema para deglutir, 
sin intolerancia a algún alimento. Su ingesta calórica es de 1, 820 kcal, su gasto 
calórico es de 1,613 kcal teniendo un exceso de 207 kcal. La distribución de los 
nutrientes es de 14% proteínas, 24% lípidos, 62% hidratos de carbono. 
Provisión de cuidados asociados a los procesos de eliminación y los excrementos. 
Total de 9 micciones al día, sin presencia oliguria o nicturia, de características 
amarilla, sin olor. Total de 2 evacuaciones al día, no presenta estreñimiento, de 
34 
 
características blanda y color café. No presenta sudoración en reposo, al realizar 
actividad física este es de cantidad excesiva, que no genera mal olor. 
Mantenimiento del equilibrio entre la actividad y reposo 
Académica jubilada. Realiza natación 1 hora 2 días a la semana desde hace 10 
meses, desconoce la dosificación del ejercicio físico. Pasa 4-6 horas frente al tele-
visor con el fin de entretenimiento. Refiere no presentar problemas para conciliar 
el sueño, lo considera reparador, duerme alrededor de 4-5 horas, toma una siesta 
de 15 minutos al día. 
Mantenimiento del equilibrio entre la soledad y la interacción social 
Habita departamento propio, con uno de sus hijos, dentro de su familia cumple con 
el rol de madre. Considera que la relación con su familia es buena, realizan 
reuniones familiares para mantener la convivencia con sus demás hijos, nietos y 
hermanas. Refiere no haberse sentido deprimida o angustiada. 
Prevención de peligros para la vida el funcionamiento humano y el bienestar hu-
mano. 
Cuenta con esquema de vacunación completa, cuando realiza natación refiere 
utilizar los aditamentos necesarios para una práctica segura, el área de entrena-
miento es adecuada para realizar su deporte, las condiciones higiénicas de las 
regaderas refiere ser adecuadas, usa sandalias y objetos personales solo para ella 
al ducharse, se lava los dientes 3 veces al día. Diagnosticada con diabetes melli-
tus tipo 2, hipertensión arterial, controladas farmacológicamente, como hallazgo de 
la valoración se detecta mediante electrocardiograma en reposo bloqueo completo 
de la rama izquierda de Haz de His. 
Promoción del funcionamiento y desarrollo humano dentro de los grupos sociales 
y el deseo humano de ser normal 
Refiere comenzar con problemas para escuchar con mayor acentuación en el oído 
izquierdo, requiere de lentes para leer principalmente en lugares oscuros. Mantie-
35 
 
ne una buena relación con amigos y familiares. Se adapta fácilmente a las cosas 
nuevas 
7.1.2. Análisis de estudios de laboratorio y gabinete 
Antropometría: 
Peso: 85.5 kg 
Talla: 155 cm 
IMC: 35.5 kg/cm2 Obesidad GII 
Excedente de grasa: 20.44% equivale a 14.61 kg 
Déficit muscular: 10.1% equivale a 7.22 kg 
Bascula de impedancia 
% Mineral: 2.5% %Grasa: 46.6% %Agua: 41.3% %Musculo: 24.9% 
%Visceral: 13.6% Bio-edad: 75 años 
Masa grasa por pliegues: 45.44% 
Somatoscopía: Genu valgum GI predominio izquierdo, Talo valgo GI predominio 
izquierdo 
Plantoscopía: Cavo GII predominio derecho. 
Electrocardiograma (ECG) 
ECG estándar, en reposo, FC 80 lpm, trazo sugiere Bloqueo completo de rama 
izquierda del Haz de His. Trazo anormal. 
Pruebas bioquímicas 
PRUEBA Valores Valores normales 
Glucosa 110 mg/dL 70-100 alto 
Colesterol 130 mg/dL 80-200 normal 
36 
 
Triglicéridos 140 mg/dL 40-150 normal 
Ácido úrico 3.3 mg/dL 2.4-5.7 normal 
Pruebas biomecánicas 
Equilibrio: Bueno 
Flexibilidad: 
Hombro: Muy Bajo Tronco: Regular 
Fuerza: 
Tronco y Brazos: Buena Abdomen: Insuficiente 
Ergometría 
Se realizó prueba de esfuerzo en banda sin fin con protocolo personalizado, tiem-
po total de 10.01 minutos, frecuencia cardiaca de 149 latidos por minuto siendo el 
97% de su frecuencia cardiaca máxima teórica, consumo de oxigeno de 17.78 
ml/kg/min (calculada mediante formula del Colegio Americano de Medicina del 
Deporte), VO2 muy bajo para su edad y género, respuesta cronotrópica acelerada 
de 15.94 latidos respuesta presora normal. Recuperación lenta, con disminución 
de solo 35 latidos (resultado de la resta entre la última frecuencia cardiaca obteni-
da en la prueba de esfuerzo y la frecuencia cardiaca del minuto 2 de la recupera-

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