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UNIVERSIDAD NACIONAL AUTONOMA DE MEXICO. FACULTAD DE MEDICINA. INSTITUTO MEXICANO DEL SEGURO SOCIAL. Centro Médico Nacional de Occidente. Unidad Médica de Alta Especialidad. HOSPITAL DE PEDIATRIA. PROTOCOLO DE TESIS “Porcentaje de sobrecarga hídrica asociado a la mortalidad en pacientes pediátricos en estado critico sometidos a Terapia de reemplazo renal continuo” TESIS DE POSGRADO PARA OBTENER EL DIPLOMA DE LA SUBESPECIALIDAD DE: Medicina Crítica Pediátrica Presenta: Dra. Aline Peregrina Zárate Ávila Médico residente de la subespecialidad de Medicina Critica Pediátrica ASESORES Dr. Sergio Benjamín Sánchez Gómez. Médico Pediatra con subespecialidad en Medicina Critica Pediátrica Dr. Juan Carlos Barrera De León. Doctor en Ciencias Médicas. Guadalajara, Jalisco. Febrero de 2017 UNAM – Dirección General de Bibliotecas Tesis Digitales Restricciones de uso DERECHOS RESERVADOS © PROHIBIDA SU REPRODUCCIÓN TOTAL O PARCIAL Todo el material contenido en esta tesis esta protegido por la Ley Federal del Derecho de Autor (LFDA) de los Estados Unidos Mexicanos (México). El uso de imágenes, fragmentos de videos, y demás material que sea objeto de protección de los derechos de autor, será exclusivamente para fines educativos e informativos y deberá citar la fuente donde la obtuvo mencionando el autor o autores. Cualquier uso distinto como el lucro, reproducción, edición o modificación, será perseguido y sancionado por el respectivo titular de los Derechos de Autor. INDICE I. MARCO TEÓRICO I.1 Introducción .......................................................................... 1 I.2 Justificación .......................................................................... 14 I.3 Planteamiento del problema ................................................ 15 I.4 Pregunta de Investigación .................................................... 15 I.5 Hipótesis ............................................................................... 15 I.6 Objetivos ............................................................................... 16 II. MATERIAL Y MÉTODOS II.1 Diseño ................................................................................. 17 II.2 Universo de trabajo ............................................................. 17 II.3 Criterios de inclusión ........................................................... 17 II.4 Criterios de exclusión .......................................................... 17 II.5 Tamaño de la muestra ......................................................... 17 II.6 Variables .............................................................................. 18 II.7 Desarrollo del estudio .......................................................... 18 II.8 Análisis estadístico .............................................................. 19 II.9 Consideraciones éticas ....................................................... 19 III. ORGANIZACIÓN DE LA INVESTIGACIÓN III.1 Programa de trabajo ........................................................... 20 III.2 Recursos humanos ............................................................. 21 III.3 Recursos materiales ........................................................... 21 III.4 Financiamiento ................................................................... 21 III.5 Resultados .......................................................................... 22 III.6 Discusión ............................................................................ 39 III.7 Conclusiones ...................................................................... 42 III.8 Referencias bibliográficas .................................................. 44 IV. ANEXOS IV.1 Hoja de recolección de datos ............................................. 45 IV.2 Pediatric Risk Mortality Score III ....................................... 46 IV.3 Pediatric Logistic Organ Dysfunction Score ....................... 47 IV.4 Escala de coma de Glasgow ............................................ 48 IDENTIFICACIÓN DE LOS AUTORES: ____________________________ • Dr. Juan Carlos Barrera de León Médico Pediatra Doctor en ciencias médicas. Investigador asociado C. Instituto Mexicano del seguro social. Investigador Nivel I Sistema Nacional de Investigadores CONACYT Unidad Médica de Alta Especialidad, Hospital de Pediatría. Centro Medico Nacional de Occidente, Guadalajara Jalisco. Tel. Cel. 3331378280 jcbarrer@hotmail.com ______ _______________________ • Aline Peregrina Zárate Ávila Residente de 2º año. Sub – Especialidad de Medicina del Enfermo Pediátrico en Estado Critico. Unidad Médica de Alta Especialidad, Hospital de Pediatría. Centro Medico Nacional de Occidente, Guadalajara Jalisco. Tel. Cel. 3322584748. aline.zarate@gmail.com • Dr. Sergio Benjamin Sánchez Gómez. Medicina del Enfermo Pediátrico en Estado Crítico Unidad de Cuidados Intensivos Pediátricos. Unidad Médica de Alta Especialidad, Hospital de Pediatría. Centro Medico Nacional de Occidente, Guadalajara Jalisco. Tel. 3338155080 Celular. ssanchezgomes45@gmail.com RESUMEN. INTRODUCCION: Estudios han de demostrado que un balance de líquidos elevado se asocia a una menor supervivencia en comparación a los pacientes con menor sobrecarga de líquidos, además la sobrecarga hídrica favorece el desarrollo de disfunción orgánica múltiple y una mayor estancia en Unidades de Terapia Intensiva. OBJETIVO GENERAL: Determinar el porcentaje de sobrecarga hídrica asociado a mortalidad en pacientes pediátricos en estado critico sometidos a TRRC. MATERIAL Y METODOS: Realizamos un estudio descriptivo retrospectivo, con los pacientes pediátricos ingresados a la UTIP del hospital de pediatría de CMNO sometidos a TRRC, durante el periodo comprendido de enero de 2014 a diciembre de 2016. Se calculó el balance hídrico en base a la hoja diaria de enfermería y con esto el porcentaje de sobrecarga hídrica en pacientes con balance positivo. Se recolectaron los datos requeridos para el calculo de las escalas de mortalidad (PRISM III y PELOD). El proceso estadístico sometió a las variables al cálculo de la frecuencia máxima esperada, y luego se ejecutó el cálculo de la contingencia para el cumplimientos de los objetivos. RESULTADOS: Tuvimos 20 pacientes con edad promedio de 92 meses, un peso mínimo de 10.5 kg, de los cuales el 55% fueron del sexo masculino. Once pacientes fallecieron (55%). Determinamos un punto de corte de mayor o menor al 5% de sobrecarga hídrica donde el resultado quedo con 50% de pacientes respectivamente. Todos los pacientes resultaron con un balance hídrico positivo (media 2.61lt), con un promedio de sobrecarga hídrica en 10.3% (min. 0.62%, máx. 55.7%) y para los pacientes de fallecieron un promedio de sobrecarga hídrica del 15.65% (min 4%, máx. 55.7%). Los pacientes que fallecieron el 40% resultaron en el grupo de >5% de sobrecarga hídrica. El cálculo de la contingencia cuadrática arrojó un valor de 5.051 con una significancia de .025. El riesgo de muerte al ingreso para el total de pacientes por PIRSM III tuvo una media de 14.1% y por PELOD de 19.2%. CONCLUSIONES: Existe una asociación positiva y significativa entre la sobrecarga hídrica mayor al 5% y la mortalidad en los pacientes sometido a TRRC. 1 I. MARCO TEORICO. I.1 INTRODUCCION. El balance hídrico puede ser definido simplemente como la diferencia entre las entradas y salidas de líquidos. Sin embargo, requiere la consideración del agua corporal total, su distribución compartimental y la composición plasmática. (1) En particular, en pacientes críticos con sepsis frecuentemente reciben altos volúmenes de líquidos lo que resulta enun balance hídrico. Estudios han observado que un balance de líquidos elevado fue asociado con una menor supervivencia en relación a aquellos pacientes con una menor sobrecarga de líquidos, así como una mayor estancia en Unidades de Terapia Intensiva y desarrollo de disfunción orgánica múltiple (2). Por supuesto que la demostración de una asociación entre un balance hídrico positivo y los efectos adversos no prueba un rol causal de la sobrecarga hídrica en la mediación de los efectos adversos. Sin embargo, un exceso de líquido acumulado es una fuente iatrogénica de morbilidad y mortalidad en alguna proporción de pacientes. Algunos mecanismos causales pueden ser la mediación directa de la asociación entre el desarrollo de edema intersticial y el desarrollo progresivo de disfunción orgánica; esto incluye oxigenación inadecuada, difusión de metabolitos, arquitectura tisular distorsionada, obstrucción de la perfusión orgánica, obstrucción de flujo venoso y linfático e interacción distorsionada entre células (2). Evidencia de los efectos adversos de la sobrecarga de líquidos puede verse en la mayoría de los sistemas, incluyendo el sistema gastrointestinal, hígado, sistema cardiovascular, sistema nervioso central, piel y tejidos blandos. En particular puede observarse edema visceral lo que ocasiona riesgo de hipertensión intra-abadominal, lo que se ha asociado fuertemente con el desarrollo de daño renal agudo (2). Se ha demostrado que la sobrecarga hídrica incrementa el riesgo de complicaciones en lesión pulmonar aguda, síndrome de distrés respiratorio agudo, edema agudo pulmonar y en el postquirúrgico, contribuye también a edema intestinal y cerebral (1). 2 La sobrecarga hídrica puede ser definida como una acumulación patológica de agua y electrolitos disueltos en el cuerpo más allá de la observada en individuos sanos. En general este exceso de líquido se acumula como liquido extracelular en un compartimiento intersticial expandible como edema intersticial y macroscópicamente como colecciones liquidas en el tórax (derrame pleural) o abdomen (ascitis). Así, esta sobrecarga hídrica es predominantemente un síndrome de edema intersticial y un exceso de sodio corporal. El edema intersticial es mediador de muchos efectos adversos de esta sobrecarga hídrica. A un nivel orgánico, el edema tisular impide el flujo sanguíneo capilar y el drenaje linfático, especialmente en órganos encapsulados, como son riñones e hígado, donde un volumen adicional no se puede acomodar sin incrementar la presión intersticial, ocasionando mayor desacoplamiento de la función y perfusión orgánica (2). Nuestro entendimiento de la biología vascular y la formación de edema en el lecho capilar ha ido progresando desde un equilibrio de presión dirigido por el ultrafiltrado plasmático a través de la pared del capilar y la reabsorción plasmática mediada por la presión coloidosmótica, en el modelo clásico de Starling, hasta una mayor descripción del glicocálix. El glicocálix es una compleja red de células unidas por proteoglicanos, glicosaminoglicanos, y sialoproteinas que envuelven el lado luminal del endotelio intacto, incluyendo las uniones intercelulares endoteliales donde fluye el agua transcapilar. El glicocálix participa en múltiples funciones desde la regulación de la permeabilidad vascular para almacenar altas proporciones de volumen plasmático no circulante y la modulación de la inflamación y homeostasis (2). En primer lugar, el resultado patológico primario de un incremento de la permeabilidad capilar en un estado inflamatorio es la disrupción del glicocálix, siendo un proceso que una vez establecido no puede ser revertido rápidamente, en segundo lugar la tasa de perdida de líquido desde los capilares va a ser determinada por la presión capilar (incrementada por el aumento en la presión venosa y el grado de vasodilatación de arteriolas pre capilares, lo que trasmite una presión sistémica al lecho capilar) y relativamente poco por la presión oncótica del 3 plasma. Finalmente, como los flujos transcapilar son más pequeños y unidireccional casi todo el llenado vascular desde el intersticio ocurre a través de los canales linfáticos (2). Estas observaciones tienen implicaciones clínicas, primero, una vez que el glicocálix es fragmentado los pacientes corren el riesgo de presentar acumulación de líquido a nivel intersticial. En segundo lugar, la manipulación de la concentración de coloide en el plasma no va a proveer mayor efecto de llenado vascular y ciertamente no predispondrá el llenado vascular desde el lecho capilar. Finalmente, el llenado vascular durante la extracción de líquidos, tiende más a ser más bien lento y relativamente fijo, de aquí a poca tolerancia a las tasas altas y rápidas de extracción en los pacientes críticamente enfermos (2). Existe evidencia en diferentes estados patológicos de esta alteración y lesión del glicocálix endotelial, como en sepsis, cirugías mayores, trauma, y estados postisquémicos; este proceso ocurre por efecto directo de la isquemia, estrés oxidativo, una respuesta patológica del huésped o por toxinas circulantes, como lipopolisacáridos y mediadores pro-inflamatorios, particularmente el factor de necrosis tumoral alfa (TNFa). Hiperglucemia aguda también ha sido asociado a la perdida de la integridad del glicocálix (2). Otro mecanismo poco estimado en la formación de edema es la alteración en la estructura y función de la matriz extracelular (extracelular matrix, ECM) en estados de inflamación sistémica y enfermedades críticas. Normalmente, la perdida de fluidos desde los capilares lleva a un incremento en la presión intersticial oponiéndose al ultrafiltrado transcapilar y promoviendo el relleno linfático, siendo el proceso inicial para el drenaje linfático. Sin embargo, después de una lesión local o tras la exposición a mediadores inflamatorios, se ha observado una disminución en la presión intersticial, a pesar de un rápido flujo de fluido hacia el intersticio. Se cree que éste descenso en la presión intersticial es debido a la liberación de la tensión celular ejercida en las redes de colágeno y de miofibrillas en la ECM por mecanismos que incluyen la liberación de uniones de colágeno b1-integrinas. En adición a esta pérdida de la integridad mecánica de la ECM, la exposición resultante de la sustancia basal de glucosaminoglicanos, que 4 normalmente esta comprimida y sub-hidratada, se expande e hidrata. La lesión local, y un amplio número de mediadores inflamatorios locales y sistémicos, toxinas incluyendo lipopolisacáridos, han sido demostrados ser intermediarios en los cambios en la ECM con una disminución en la presión intersticial, lo que promueve el desarrollo de edema tisular. Finalmente, la baja en la presión intersticial en combinación con la disrupción local de la arquitectura linfática, el efecto directo de mediadores inflamatorios y la interrupción de la función linfática va a llevar en una alteración del drenaje linfático con acumulación de fluido tisular, contribuyendo más adelante en acumulación de fluido intersticial. (2). El balance de líquidos es cada vez más reconocido como un “signo vital” complementario o un “biomarcador” en la enfermedad critica. En ausencia de complicaciones que amenazan la vida atribuidas a la sobrecarga hídrica, el manejo farmacológico para la remoción de líquidos es indicado solo cuando ésta acumulación de fluidos contribuye o parece contribuir a la morbilidad del paciente (ej. Retardo en el retiro de la ventilación mecánica, alteración en la cicatrización de heridas, deterioro en la recuperación de orgánico, rehabilitación subopitma). Sin embargo, se sugiere que cada paciente debe llevar una “trayectoria ideal de balance de líquidos” dentro de la revisión diaria, por lo que el uso farmacológico para la remociónde fluidos debe ser considerado como una medida temporal la cual deba ser suspendida cuando se alcance el objetivo o el fracaso, aunque este último no precisamente debe ser representativo como un fracaso para llevar a un balance hídrico negativo sino con la ocurrencia de efectos adversos (3). Las terapias de reemplazo renal incluyen diálisis peritoneal, hemodiálisis intermitente y hemofiltración continua. Desde las últimas décadas la terapia de reemplazo renal continuo (TRRC) se ha convertido en la modalidad preferida para el manejo del niño críticamente enfermo con lesión renal aguda y sobrecarga de líquidos (4). Las técnicas de reemplazo renal están diseñadas para la remoción de líquido del compartimiento intravascular. Entonces la estabilidad hemodinámica depende del llenado de volumen intravascular desde el compartimiento intersticial, por consiguiente la tasa del llenado plasmático limita la remoción de líquido (1) 5 Debido al tiempo limitado en la hemodiálisis convencional, que se lleva a cabo en promedio de tiempo de 3 a 4 horas, lo que conlleva a cambios abruptos de volumen y concentración de solutos, (5) siendo más propensos a inestabilidad hemodinámica (1,5) a diferencia de la TRRC que se lleva a cabo de manera continua permitiendo velocidades más lentas para la eliminación de fluidos, lo que la convierte en una mejor opción para pacientes hemodinámicamente inestables (5) la remoción de solutos y modificación de volumen de líquido extracelular ocurre gradualmente y de forma continua siendo mejor toleradas en estos pacientes, de igual forma la diálisis peritoneal también tiene la capacidad de proporcionar un aclaramiento y ultrafiltrado gradual, pero la TRRC tiene también la habilidad de ajustar independientemente la composición y el volumen de líquido extracelular con el uso de soluciones de reemplazo permitiendo así su adaptación para la regulación de estos fluidos (4,1) En muchas formas los principios básicos de la TRRC son similares en niños y adultos, pero la aplicación de esta terapia en niños requiere la compresión de situaciones especiales en pacientes pediátricos, siendo dos las diferencias principales en el manejo de la TRRC en niños y adultos: el tamaño del paciente y el espectro de enfermedades. La gran variabilidad en el tamaño de los niños lleva a la necesidad de una prescripción de TRRC mas individualizada que en los adultos. (6) En niños pequeños hay una gran preocupación por el volumen de sangre extracorpóreo que requiere el circuito, a mayor proporción de sangre llevada a un circuito extracorpóreo puede resultar en significativa hipotensión, hemodilución y perdida de calor lo que puede contribuir a una elevada morbi-mortalidad en pacientes más pequeños; la necesidad de adaptación del equipo, en niños muy pequeños los catéteres de acceso vascular ocupa sustancialmente una mayor proporción de diámetro de las venas centrales, predisponiéndolos a una alteración del drenaje venoso y trombosis. (6,4) Hay más controversias que certezas en el manejo de la TRRC en pediatría. Esto dado por las dificultades de llevar a cabo adecuados ensayos con alto impacto estadístico en una población tan heterogénea como lo son los niños, y no 6 es de sorprenderse que gran parte de la evidencia que guía la práctica clínica sea extrapolada de la medicina de adultos. (6) Las TRRC modernas drenan sangre desde la circulación venosa, siendo bombeada a través de un circuito que contiene una membrana semipermeable (filtro), y luego es retornada hacia la circulación venosa, esto a través de catéteres centrales doble lumen de gran calibre. (6) A fin de que se logre un flujo sanguíneo necesario para un adecuado aclaramiento de solutos, el catéter debe ser de un tamaño apropiado, siendo la vena femoral el lugar preferido (6). Recomendación para tamaño de catéter y flujo sanguíneo Peso Paciente (Kg) Tamaño catéter (Fr) Flujo sanguíneo (ml/kg/min) 3–6 6–15 15–30 >30 6.5–7.0 8.0–8.5 9.0–10.0 10.0–11.5 8–12 5–8 4–6 2–4 El flujo sanguíneo (Qb) es usualmente dependiente del acceso y de la máquina de TRRC. Catéteres menores de 7-Fr y 9 Fr infrecuentemente permiten Qb mayores a 60 – 80 ml/min. Con esta advertencia, se ha hecho la recomendación extrapolada desde estudios en animales y adultos, de llevar flujos de 3 – 10 ml/kg/min, aunque han sido necesarios flujos mayores (10 – 12 ml/kg/min) en neonatos y niños pequeños cuando se utilizan dispositivos de adultos. La tendencia ha sido de llevar flujos en neonatos de 30 – 80 ml/min, lactantes 50 – 100 ml/min, niños mayores 100 – 150 ml/min, y de 150 – 250 ml/min en adolescentes (4). Se debe utilizar un filtro especial para pacientes pediátricos. Con el objetivo de prescribir y suministrar la cantidad correcta de ultrafiltración (UF) en pacientes críticamente enfermos, es importante tener un adecuado entendimiento del proceso de ultrafiltración y los aspectos únicos de la TRRC, las condiciones clínicas subyacentes y una monitorización cercana de las respuestas cardiovasculares tras la ultrafiltración. (1) Las modalidades de la TRRC pueden ser hemofiltración venovenosa continua (continuous venovenous haemofiltration, CVVHF), hemodiálisis venovenosa continua (continuous venovenous haemodialysis, CVVHD), 7 hemodiafiltración venovenosa continua (continuous venovenous haemodiafiltration, CVVHDF), y ultrafiltración lenta continua (slow continuous ultrafiltration, SCUF). (6) En las TRRC, el ultrafiltrado total es la cantidad de agua plasmática removida siendo el parámetro que refleja la eficiencia del tratamiento o la dosis, el reemplazo total es la cantidad de líquido entregado al paciente y el ultra filtrado neto es la diferencia entre el ultrafiltrado total y el reemplazo total, siendo este parámetro lo que refleja el balance de líquido. Sin embargo, el equilibrio de líquidos del paciente en general se determina por la diferencia de todos los ingresos y egresos incluyendo el ultrafiltrado neto (1). Para mantener normo volemia, el ultrafiltrado que se forma en el lado efluente de la membrana es sustituido con una solución fisiológica (líquido de reemplazo, siendo su composición la que determina la concentración final de solutos en el plasma) (7), ya sea antes del filtro (pre-filtro, pre-dilución) teniendo como propósito diluir la sangre de entrada al filtro y así la fracción de filtración con la ventaja de reducir la coagulación del filtro pero también disminuye la eficacia del tratamiento, o puede sustituirse el ultrafiltrado después del filtro (post-filtro, post-dilución), ya sea directamente en el circuito o en una línea venosa separada, teniendo como objetivo reemplazar el fluido removido del paciente, ésta provee aclaramientos elevados pero también incrementa la fracción de filtración (6,1). De las complicaciones que pueden presentarse durante la TRRC, son los desequilibrios electrolíticos, que son causados por la remoción de electrolitos con la diálisis o la hemofiltración con un inadecuado reemplazo. (7) Los niños que requieren de TRRC sufren de un grupo de enfermedades diferentes que los adultos. Hasta en enfermedades comunes para ambas poblaciones tiene diferentes manifestaciones e implicaciones. Por ejemplo, en el Síndrome de Falla Orgánica Múltiple en pediatría, generalmente las manifestaciones en el curso de la enfermedad son más tempranas que en los adultos, por lo tanto, pueden ser más susceptibles de un manejo agresivo temprano. Otras enfermedades que son indicaciones comunes para TRRC en niños, pero muy raro en adultos, son los errores innatos del metabolismo (6) 8 aunque estos son los menos incluyen solo el 4% de la población (4), como las acidemias orgánicas, desordenes de aminoácidos, y defectos del ciclo de la urea (6). Por encima del 90% de la población recibe TRRC para tratar anomalíasmetabólicas y de líquidos asociadas a lesión renal aguda, y se ha reportado solo en un 2 % han recibido TRRC para tratar intoxicaciones o sobredosis medicamentosas (4) Las posibles indicaciones para el inicio de la TRRC en niños incluyen desequilibrios electrolíticos severos (incluyendo potasio, sodio, fosforo y calcio), uremia (urea >30 mmol/L, encefalopatía o sangrado), sobrecarga hídrica refractaria a tratamiento con diurético, oligoanuria sostenida (gasto urinario < 0.5ml/kg/hora por 8 horas consecutivas), acidosis metabólica severa (pH <7.1), intoxicación con drogas dializables, errores innatos de metabolismo (especialmente aquellos que causan hiperamonemia), hipertermia incontrolable. (6) Otra incertidumbre en cuanto al inicio de la TRRC es como tratamiento de la sepsis, en lugar de simplemente ser una modalidad de soporte para la lesión renal y la sobrecarga hídrica inducida por sepsis. La observación de que la convección puede ser efectiva para remover moléculas de mediano tamaño, demostrando una reducción en plasma de citosinas (6). Una indicación particular que ha recibido mucha más atención es el grado de sobrecarga de líquidos en el momento de inicio de CRRT (6) En pacientes críticamente enfermos, es común la presencia de falla renal aguda y estos pacientes sufren con mucha frecuencia de sobrecarga hídrica (Fluid Overload, FO). El manejo de volumen es un componente integral del cuidado de estos pacientes para mantener una estabilidad hemodinámica y optimizar la función de los órganos. Muchos factores influyen en el balance de líquidos, incluyendo parámetros hemodinámicos, pulmonares y renales. En consecuencia, el balance hídrico en cualquier momento dado requiere lograr tres objetivos principales: la remoción del exceso de líquidos sin comprometer el gasto cardiaco y un efectivo volumen circulante; compensar el incremento de líquidos dados para proveer una adecuada nutrición y fármacos; e intentar mantener el gasto urinario adecuado (1). 9 Determinar la cantidad total de sobrecarga hídrica y el objetivo de una terapia es un reto. La tabla hospitalaria de balances hídricos es con mucha frecuencia inexacto, y en muchas ocasiones no se contabiliza perdidas de líquidos no medibles o cambios en el peso magro de pacientes con una prolongada enfermedad critica. Sin embargo, la tabla diaria de balance de líquidos ha sido hasta el momento la guía más útil para determinar el riesgo de sobrecarga hídrica (2). El porcentaje de sobrecarga hídrica (%FO) es cuantificado como: (6) %FO = (Fluid in – Fluid out) / (Intensive care admission weight) x 100 Fluid in: Ingreso de liquido (em litro) Fluid out: Egreso de liquido (en litro) Intensive care admission weight: Peso al ingreso a terapia intensiva (kg) donde (fluid in – fluid out) representa el equilibrio de líquidos neto desde la admisión a terapia intensiva hasta el inicio de la TRRC (6). En el año 2010, D. Selewski, et al. publicaron un estudio retrospectivo unicéntrico, donde comparan mortalidad y el grado de sobrecarga hídrica (FO) usando el método estándar de balance hídrico con métodos basados en los cambios de peso en los pacientes, recolectando el peso al ingreso hospitalario, al ingreso a UCI y al inicio de la TRRC, y el escrito detallado diario de entradas y salidas de fluidos. Encontraron una gran correlación y un valor predictivo comparable entre los métodos, sugiriendo incluso que pueden ser intercambiables, pero no se concluye cuál de estos métodos es superior para proveer información sobre el pronóstico en estos pacientes, únicamente se confirma la asociación entre la sobrecarga hídrica y la mortalidad (8). En el 2012, A. Arikan, et al, realizaron un estudio retrospectivo, para analizar los efectos negativos de sobrecarga hídrica en niños críticamente enfermos que no requirieron ningún tipo de terapia de reemplazo renal. donde se incluyeron 80 pacientes, 56% masculinos, con edad media de 58.7 + 73 meses, con diagnóstico de ingreso más común siendo falla respiratoria (63%), seguida de infecciones no pulmonares (16%). Demostrando que el incremento de FO durante su estancia en UCI está asociada a una peor oxigenación, mayor tiempo en 10 ventilación mecánica y mayor tiempo de estancia en UCI y con severidad de enfermedad, (usando la escala de severidad PELOD), mientras que los sobrevivientes tuvieron menor disfunción pulmonar, sin embargo, no fue posible demostrar relación entre mortalidad y sobrecarga hídrica. En esta cohorte se encontró que valores picos en el Índice de Oxigenación (IO) fueron dos veces mayores en no sobrevivientes que en sobrevivientes, sugiriendo que un balance hídrico positivo > 15% incrementa el riesgo de morbilidad y disfunción pulmonar en la población general en UCI (9). El momento de inicio de la TRRC ha sido un tema de estudio (Timing of initiation), como lo demostró V. Modern et al, en el 2014, definiendo este momento como el tiempo transcurrido desde la admisión de UCI hasta el inicio de la TRRC, describiendo un mediada de tiempo de 3.4 días para no sobrevivientes comparada con 2 días en sobrevivientes. El 58% de los no sobrevivientes iniciaron al TRRC hacia el día 5, y el 93% de los no sobrevivientes la iniciaron hacia el día 15. Así también observaron que los pacientes con inicio tardío de la TRRC (temprano < 5 días, tardío > 5 días), tenían peor tasa de sobrecarga hídrica y mayor afectación en la función renal, así también una mortalidad de 65.5% comparado con los de inicio temprano de 39.4% (10). Múltiples estudios observacionales han demostrado una fuerte e independiente asociación con el incremento en la acumulación de líquidos y un pobre resultado en la evolución de la enfermedad en niños y adultos, sin embargo, es importante resaltar que ningún estudio ha demostrado una relación directa en que la sobrecarga hídrica ocasione este pobre resultado (3). Hasta ahora, las características epidemiológicas de los niños que requieren TRRC son descritas solo en estudios retrospectivos, unicéntricos. En estos reportes, el uso pediátrico de TRRC ha sido asociada con tasas de mortalidad sustancialmente mayores que en aquellos niños críticamente enfermos que no requirieron TRRC, con rangos desde 31 a 76%. Se ha visto que la mortalidad ha sido mayor en pacientes con peso menor de 10 kg (57 vs. 37%) y en aquellos menores a un año (56 vs 38%) (6). 11 Desde hace más de una década que se inició el análisis de la mortalidad en niños que son sometidos a TRRC. En el 2004 se llevó a cabo un estudio retrospectivo en el Instituto de Infantil de Atlanta Egleston, con un total de 113 pacientes, que recibieron TRRC en modo CVVH (hemofiltración venovenosa continua). Reportando una supervivencia global del 61% (69/113). Las indicaciones más frecuentes para el inicio de la terapia fue sobrecarga hídrica (FO) con una diferencia significativa entre sobrevivientes y no sobrevivientes (7.8% [2.0, 16.7] vs. 15.1% [4.9, 25.9]; p=0.02]), y falla renal aguda, la media de edad fue de 9.6 años, con una estancia hospitalaria de 5 días y 2 días en UCI antes del inicio de la terapia, en un subgrupo de niños con Síndrome de Falla Orgánica Múltiple (SFOM), solo el puntaje de PRISM III fue significativamente alto en no sobrevivientes (p=0.002), sin embargo encontraron que la cantidad de retención hídrica antes del inicio de la CVVH fue independientemente asociado con la supervivencia en pacientes con SFOM, sugiriendo que la sobrecarga hídrica podría jugar un papel importante en la progresión de la falla orgánica múltiple. Se categorizo la sobrecarga hídrica de los pacientes, aquellos con FO <10% en el plazo de 4 días antes del inicio de CVVH tenían más probabilidades de sobrevivir que aquellos con FO >10% (odds ratio, 5.5; 95% intervalo de confianza 1.2–26.0; p=0.02) (11). En el año 2010 se publicóun estudio prospectivo observacional de sobrecarga hídrica y mortalidad en pacientes pediátricos sometidos a TRRC (“The Prospective Pediatric Continuous Renal Replacement Therapy Registry” ppCRRT) en el cual clasificaron a los pacientes en tres grupos según la severidad de la sobrecarga hídrica > 20%, 10 – 20%, < 10%. Encontrando un OR de 1.03 que sugiere un incremento de la mortalidad de 3% por cada 1% de sobrecarga hídrica al iniciar la TRRC. Los pacientes con FO > 20% tuvieron 8.5 más probabilidades de morir que aquellos con FO < 20% (12). En el 2013 se publicó el análisis de un estudio de cohorte prospectivo denominado “Prospective Pediatric Continuous Renal Replacement Therapy (ppCRRT) Registry” donde el objetivo fue evaluar algunas características de niños sometidos a terapia de reemplazo renal, llevándose a cabo la recolección de datos 12 en 13 centros. Reportaron una supervivencia de 43% global en la que no hubo diferencia con respecto a la edad, peso, sexo, tamaño del catéter, localización de acceso venoso, o modalidad de la TRRC. Los sobrevivientes tuvieron menor días de estancia en UCI antes del inicio de la TRRC, menor puntaje de PRISM 2, menor presión media de la vía aérea (Paw), menor porcentaje de sobrecarga hídrica (FO), y mayor tasa de gasto urinario al inicio de la TRRC. Sepsis fue el diagnostico primario más común (30%), seguido de patologías cardiacas (19%), y errores innatos del metabolismo (15%). La supervivencia en niños con peso < 5 kg fue similar a aquellos con peso de 5 – 10 kg (21/48 [44%] vs 15/36 [42%]; P = no significativa). Sin embargo, los niños con peso < 10 kg tuvieron menor supervivencia que aquellos mayores de 10kg (36/84 [43%] vs 166/261 [64%]; P < .001). los pacientes que al inicio de la TRRC tuvieron FO > 20% tuvieron peor supervivencia que aquellos comparados con una FO < 10% (OR = 4.1 [95% CI = 1.5-11.1]; P < .01). De igual forma notaron que la relación entre PRISM 2 y FO al momento de iniciar la TRRC fue altamente predictivo de mortalidad, (FO > 20% al inicio de la TRRC tuvieron 4.9 veces mayor oportunidad de morir que aquellos que al iniciar la TRRC tenían FO <10% (95% CI = 1.3-17.7; P < .01). Con esto se sugieren estrategias clínicas de manejo para prevenir la FO y un inicio temprano de la TRRC podría mejorar los resultados (13). En el año 2014, W. Kyoung Jhang y colaboradores, encontraron que el grado de sobrecarga hídrica al inicio de la TRRC fue mayor en no sobrevivientes (19.48% + 24.61%) que los sobrevivientes (13.10 + 16.97%), pero esta diferencia distó mucho de ser estadísticamente significativa. De igual forma no hubo diferencias significativas en la evaluación con escalas de severidad al ingreso a UCI con PRISM III, PELOD, SOFA entre sobrevivientes y no sobrevivientes. Sin embargo, al momento de iniciar la TRRC encontraron una fuerte correlación con mortalidad (14). Por otro lado, en el 2015, L. De Galasso y colaboradores, incluyeron en un estudio retrospectivo a 131 pacientes pediátricos que ingresaron a UCI y que fueron sometidos a TRRC, con una edad media de 0 a 17.9 años., de los cuales hubo una supervivencia del 45.8%, y de estos, el 42% fueron dados de alta 13 hospitalaria. La enfermedad subyacente tuvo un fuerte impacto en la mortalidad (p=0.003) con una mejor supervivencia en pacientes con enfermedad renal (85%) y un peor impacto en el grupo de pacientes hemato-oncológicos (20%). La severidad de la enfermedad también fue diferente entre grupos. Los niños con peor tasa de supervivencia (hemato-onoclogicos y sepsis) tenían un rango mayor de Síndrome de Falla Orgánica Múltiple (p=0.004), mayor necesidad de drogas vasoactivas y mayor frecuencia de sobrecarga hídrica (FO >10%) al inicio de la TRRC (p=0.001). Pacientes con patología renal y desordenes metabólicos tuvieron menor puntaje de PIM2 y menor sobrecarga hídrica al ingreso a UCI. Se concluye que la mortalidad de los pacientes que requieren una TRRC es alta. El diagnostico de base y la severidad de la enfermedad, expresada en Síndrome de Falla Orgánica Múltiple e inestabilidad hemodinámica son los principales factores asociados con mortalidad. Y el grado de sobrecarga hídrica en un predictor negativo solo en pacientes con enfermedad leve, mientras que en enfermedades más severas refleja la severidad de la enfermedad (15). 14 I.2 JUSTIFICACION La sobrecarga hídrica es la acumulación patológica de agua en el cuerpo, siendo acumulado como liquido extracelular en un compartimiento intersticial expandible como edema intersticial éste impide el flujo sanguíneo capilar y el drenaje linfático, incrementando la presión intersticial, ocasionando mayor desacoplamiento de la perfusión orgánica. El balance de líquidos es cada vez más reconocido como un “signo vital” complementario o un “biomarcador” en la enfermedad critica. Múltiples estudios observacionales han demostrado una fuerte e independiente asociación con el incremento en la acumulación de líquidos y un pobre resultado en niños y adultos en la evolución de la enfermedad, sin embargo, es importante resaltar que ningún estudio ha demostrado una relación directa en que la sobrecarga hídrica ocasione este pobre resultado. Por esto se realiza una revisión sistemática acerca del balance de líquidos de los pacientes sometidos a terapia de reemplazo renal continuo en la terapia pediátrica de la unidad Médica de Alta Espacialidad de Occidente, Hospital de Pediatría y su relación con la mortalidad en dichos pacientes. Trascendencia. Al objetivar el impacto del manejo de líquidos en el paciente pediátrico críticamente enfermo en nuestra unidad podremos establecer nuevas estrategias para una mejora continua en la atención médica. Factibilidad. La disponibilidad de este tipo de tratamiento extracorpórea en nuestra unidad permite tener la experiencia en el manejo de esta terapia, y observar la evolución del paciente. Vulnerabilidad. Dado que los datos requeridos fueron tomados de expedientes clínicos, estuvimos sometidos a la evaluación que en ese momento se considero necesario, por lo que nos encontramos con el inconveniente de no contar con las variables requeridas y por consiguiente excluir del listado a un gran numero de pacientes. 15 I.3 PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA Un estado de sobrecarga hídrica complica el manejo de pacientes en estado critico, sin embargo esta situación a sido poco estudiada en paciente pediátricos en los últimos años, y aún menos en nuestro país. De igual forma el inicio de una terapia de reemplazo renal continuo cuando el impacto de la sobrecarga hídrica en la evolución del paciente es significativo tiene beneficio principalmente en pacientes inestables hemodinámicamente, así como para mantener un equilibrio acido base y metabólico que con medidas conservadoras no ha sido posible resolver. A pesar de los beneficios proporcionados por las terapias de reemplazo renal, aun no esta determinado hasta que punto la sobrecarga hídrica tiene mayor impacto en la morbimortalidad del paciente en estado critico. Por lo que consideramos importante determinar el porcentaje de sobrecarga hídrica previo al inicio de la terapia de reemplazo renal continuo y determinar su asociación con la incidencia de mortalidad. I.4 PREGUNTA DE INVESTIGACION. ¿Cuál es el porcentaje de sobrecarga hídrica asociado a mortalidad en pacientes pediátricos en estado critico sometidos a Terapia de reemplazo renal continuo? I.5 HIPOTESIS Un balance hídrico positivo por arriba del 5% está asociado a mortalidad en pacientes sometidos a terapia de reemplazo renal continuo. 16 I.6 OBJETIVOS * OBJETIVO GENERAL: - Determinar el porcentaje de sobrecarga hídrica asociado a mortalidad en pacientes pediátricos en estado critico sometidos a Terapia de reemplazo renal continuo. * OBJETIVOSESPECIFICOS: -Cuantificar el balance hídrico desde el ingreso hasta la primera hora de la TRRC -Determinar en que porcentaje de sobrecarga hídrica se encuentran los pacientes con balance hídrico positivo. -Determinar el índice de mortalidad al momento del ingreso a la Unidad de Terapia intensiva Pediátrica por escala de PRISM III (Pediatric Risk of Mortality). -Identificar la presencia de disfunción orgánica al momento del ingreso a la Unidad de Terapia Intensiva Pediátrica por PELOD (Pediatric Logistic Organ Disfunction Score). -Evaluar la mortalidad en estos pacientes únicamente en el periodo de estancia en la unidad, contemplando esto como egreso por mejoría o defunción. 17 II. MATERIAL Y METODOS II. 1 DISEÑO Descriptivo retrospectivo. II.2 UNIVERSO DE TRABAJO Pacientes pediátricos ingresados a la Unidad de Terapia intensiva Pediátrica del Hospital de Pediatría de la Unidad Médica de Alta Especialidad de Occidente que son sometidos a Terapia de Reemplazo Renal Continuo. II.3 CRITERIOS DE INCLUSION. 1. Ser derechohabiente del Instituto Mexicano del Seguro Social 2. Pacientes que sean sometidos por primera vez a terapia de reemplazo renal continuo. 3. Pacientes en edad comprendida desde 1 mes hasta 17 años. 4. Pacientes que completen variables requeridas. 5. Se tomara en cuenta cualquier diagnostico de ingreso. 6. Expediente clínico completo II.4 CRITERIOS DE EXCLUSION 1. Datos incompletos en expediente clínico. 2. Pacientes sometidos por mas de una ocasión a terapia de reemplazo renal continuo en un mismo periodo de estancia en la unidad de terapia intensiva pediátrica. II.5 TAMAÑO DE LA MUESTRA. No se realizó cálculo de muestra ya que se incluyeron a todos los pacientes que cumplieron con los criterios requeridos en el periodo comprendido de enero 2014 a diciembre de 2016 con un número total de pacientes de 20. 18 II.6 VARIABLES Dependiente: mortalidad en pacientes pediátricos sometidos a Terapia de Reemplazo Renal Continuo. Independiente: Balance hídrico determinando como la diferencia neta entre ingresos y egresos cuantificados en hoja de enfermería; porcentaje de sobrecarga hídrica una vez calculado el balance de líquidos sacar el porcentaje en base al peso de ingreso con la formula ya descrita: %FO = (ingresos – egresos / (Peso kg) x 100 Clasificación de variables: - Cualitativa nominal: Sexo, Reacción pupilar, Ventilación mecánica. - Cualitativa ordinal: Grupo etario - Cuantitativa discreta: Edad, Momento de inicio de TRRC, TA sistólica, Estado mental (puntuación escala de Glasgow), Frecuencia cardiaca, Puntaje PELOD (Escala De Disfunción Orgánica Pediátrica), Puntaje PRISM III (Escala De Riesgo De Mortalidad Pediátrica) - Cuantitativa continua: Peso, Balance hídrico, Porcentaje de Sobrecarga Hídrica (FO%), Temperatura, pH, Bicarbonato, pCO2, pO2, FiO2, Glucosa, Creatinina, BUN, Leucocitos, Plaquetas, Aspartato Transaminasa, Tiempos de Protrombina. II.7 DESARROLLO DEL ESTUDIO Se realizó un listado de pacientes que fueron sometidos a Terapia de Reemplazo Renal Continuo en el periodo establecido, se solicitó permiso a las autoridades pertinentes para tener acceso al expediente clínico de cada paciente y posteriormente se realizó una búsqueda de los datos establecido en la Hoja de Recolección de datos, una vez completados los datos se calculó el balance hídrico de cada paciente en base a la hoja diaria de enfermería desde la primera hora de estancia en el servicio de Terapia intensiva hasta la primera hora tras el inicio de la Terapia de reemplazo renal, al contar con el balance hídrico total se calculó el porcentaje de sobrecarga hídrica. De igual forma se calculó el Riesgo de Mortalidad al momento del ingreso de cada paciente en base a la escala seleccionada (PRISM III), y se calculó, en base a la escala seleccionada (PELOD), el grado de disfunción orgánica de cada paciente al momento del ingreso a la unidad. 19 II. 8 ANALISIS ESTADISTICO. El primer proceso estadístico al que se sometieron nuestras variables fue al cálculo de la frecuencia máxima esperada, dicho cálculo se aplicó sólo en las variables categóricas con el objetivo de obtener conocimiento sobre el comportamiento de nuestras variables y por ende de nuestra muestra. El objetivo del cálculo de la frecuencia máxima es el de facilitar la lectura de la muestra, así como el de lograr un primer acercamiento a los resultados para poder generar propuestas al manejo de los datos. El cálculo de la contingencia es el método que optamos para el cumplimiento de los objetivos, así como la validación de la hipótesis, bajo este método calcularemos el valor del coeficiente de contingencia cuadrática (chi2) y su significancia; la asociación entre las variables sometidas, el coeficiente Phi y V de Cramer nos permiten medir la relación que se logró al realizar la contingencia. El objetivo específico de este segundo análisis pretende evaluar la mortalidad en estos pacientes únicamente en el periodo de estancia en la unidad, contemplando esto como egreso por mejoría o defunción. Se quiere determinar el porcentaje de sobrecarga hídrica asociado a la mortalidad en pacientes pediátricos en estado crítico que son sometidos a Terapia de reemplazo renal continuo. LUGAR DONDE SE REALIZÓ EL PROYECTO. Unidad de Terapia Intensiva Pediátrica del Hospital de Pediatría de la Unidad Médica de Alta Especialidad de Occidente. II.9 CONSIDERACIONES ETICAS Según la Ley General de Salud el protocolo se clasifica como un estudio sin riesgo por lo que no requiere de consentimiento informado. Las maniobras diagnósticas que se realizaron son consideradas parte del abordaje del paciente con la patología, sin añadir riesgo extra. El protocolo considera los principios Universales de Investigación en seres humanos establecidos en la declaración de Helsinki. El protocolo fue sometido a comité de investigación local de investigación 1302. 20 III. ORGANIZACIÓN DE LA INVESTIGACIÓN III. 1 PROGRAMA DE TRABAJO Ene Feb Mar Abr May Jun Jul Agos Sep Oct Nov Dic Ene Feb Recopilación bibliográfica Desarrollo del anteproyecto Presentación del anteproyecto a revisión Autorización del proyecto Recolección de datos Procesamiento y análisis de resultados Elaboración del informe final Presentación de los resultados Envío del manuscrito a publicación 21 III. 2 RECURSOS HUMANOS 1.- Tesista, Médico Residente de 2° año de Medicina del Enfermo Pediátrico en Estado Crítico, responsable del diseño, elaboración del proyecto y análisis de los resultados. 2.- Medico Intensivista Pediatra, calificado en el manejo del paciente críticamente enfermo sometido a Terapia De Reemplazo Renal Continuo. 3.- Medico Asesor Metodológico. III. 3 RECURSOS MATERIALES En la realización del estudio se utilizaron: lápices, plumas, hojas de recolección de datos, fotocopias, hojas blancas para impresión, computadora, programas de cómputo, Microsoft Office 2010, programa SPSS versión 22, 1 impresora y tinta para impresión, empastado para la presentación. III.4 FINANCIAMIENTO Los costos derivados del proyecto correrierón a cargo del Tesista. El equipo de cómputo, la impresión y papelería necesarios fuerón proporcionados por el investigador. 22 III. 5 RESULTADOS El primer proceso estadístico al que se sometieron nuestras variables fue al cálculo de la frecuencia máxima esperada, dicho cálculo se aplicó sólo en las variables categóricas con el objetivo de obtener conocimiento sobre el comportamiento de nuestras variables y por ende de nuestra muestra. El objetivo del cálculo de la frecuencia máxima es el defacilitar la lectura de la muestra, así como el de lograr un primer acercamiento a los resultados para poder generar propuestas al manejo de los datos. Cabe recordar que muchas de las variables utilizadas son requeridas para determinar la tasa de mortalidad requeridas en las escalas utilizadas (PRISM III y PELOD) Dentro de las variables categóricas (ver Fig. 1) tenemos el tipo de diagnóstico del paciente al ingreso a la Terapia Intensiva pediátrica donde la frecuencia máxima esperada se localizó en la categoría Clínico que ocupa a 14 de los 20 pacientes contenidos en nuestra muestra equivalentes al 70%, los 6 pacientes restantes se localizaron en la categoría Quirúrgico siendo estos el 30% del total de la muestra (ver Graf. 1). Grupo Etario al que pertenece el paciente es nuestra segunda variable donde hallamos la frecuencia máxima en la categoría Preescolar conteniendo a 7 pacientes equivalentes al 35%, le sigue la categoría Adolescente con 6 pacientes correspondientes al 30%, la categoría Escolar encuba a 5 de los 20 pacientes que son el 25% y, finalmente, los 2 pacientes restantes se encuentran en la categoría Lactante siendo el 10% restante (ver Graf. 2). Nuestra tercera variable es Sexo del paciente localizando la frecuencia máxima en la categoría Masculino que contuvo a 11 de los 20 pacientes siendo estos equivalentes al 55% del total de la muestra mientras que los 9 pacientes restantes se localizaron en la categoría Femenino que representan el 45% restante del total de la muestra (ver Graf. 3). En la variable categórica Balance Hídrico hallamos que le 100% de los pacientes resultaron con balance positivo en el registro cuantificado desde el ingreso hasta la primera hora de inicio de terapia de reemplazo. Para la variable Porcentaje de Sobrecarga hídrica localizamos que hay una constante ya que la mitad de nuestros pacientes (10 pacientes) se localizan en la categoría Mayor a 5% que son el 50% de la muestra, mientras que el resto ocupan la categoría Menor a 5% (ver Graf. 4). En la variable Puntuación en 23 Glasgow al ingreso hallamos la frecuencia máxima esperada en la categoría Menos de 8 puntos Glasgow conteniendo a 18 de los 20 pacientes, es decir, al 90% del total de la muestra esperada mientras que los 2 pacientes restantes se localizaron en la categoría Más de 8 puntos Glasgow siendo estos equivalentes al 10% de nuestra muestra (ver Graf. 5). Nuestra siguiente variable es Reacción Pupilar donde encontramos el total de nuestra muestra en la categoría Pupilas Reactivas. La siguiente variable es ventilación Mecánica donde localizamos la frecuencia máxima esperada en la categoría de los que si ingresaron con ventilación mecánica, con 17 de los 20 pacientes siendo estos equivalentes al 85% del total de la muestra, mientras que los 3 pacientes restantes los hallamos en la categoría de los que no ingresaron con ventilación mecánica al servicio de UTIP (ver Graf. 6). La última variable categórica que sometimos al cálculo de la frecuencia máxima esperada es Alta del Paciente donde hallamos la frecuencia máxima calculada en la categoría Alta por Defunción con 11 pacientes que corresponden al 55% del total de la muestra; los 9 pacientes restantes se localizaron en la categoría Alta por Mejoría que responden al 45% restante de nuestro total (ver Graf. 7). Fig. 1. Frecuencia máxima esperada Variable Categoría Pacientes Porcentaje Tipo de diagnostico al ingreso Clínico 14 70.0 Quirúrgico 6 30.0 Grupo Etario al que pertenece el paciente Lactante 2 10.0 Preescolar 7 35.0 Escolar 5 25.0 Adolescente 6 30.0 Sexo Masculino 11 55.0 Femenino 9 45.0 Balance hídrico Positivo 20 100.0 Porcentaje de sobrecarga hídrica (FO%) Mayor a 5% 10 50.0 Menor a 5% 10 50.0 Puntuación de Glasgow al ingreso Menos de 8 puntos 18 90.0 Mas de 8 puntos 2 10.0 Pupilas Reactivas 20 100.0 Ventilación mecánica al ingreso Si 17 85.0 No 3 15.0 Motivo de alta Mejoría 9 45.0 Defunción 11 55.0 Fig. 1. Frecuencia máxima esperada para las variables categóricas en un total de 20 pacientes 24 Graf. 1 Distribución del tipo de Diagnóstico del paciente al ingreso Graf. 2 Distribución del Grupo Etario Graf. 3 Distribución del Sexo del Paciente Graf. 4 Distribución del % de Sobrecarga Hídrica Graf. 5 Distribución del la Puntuación Glasgow al ingreso Graf. 6 Distribución de pacientes con VM al ingreso a UTIP Graf. 7 Distribución del motivo de Alta del Paciente 25 Los siguientes grupos de variables responden al tipo numérico donde calculamos las medidas de tendencia central (mínimo, máximo, media y desviación estándar) y las dividimos según la hoja de recolección de datos; en que se incluyen los datos del paciente, el segundo grupo responde a las variables de registro recolectadas para la determinación de la tasa de mortalidad, y el ultimo grupo se concentran los resultados de las escalas de mortalidad. El primer grupo de variables numéricas sometidas al cálculo de las medidas de tendencia central son las que nos brindarán datos de nuestros pacientes siendo estas las siguientes (ver Fig. 2); Edad del paciente en meses donde el valor mínimo es de 15 meses (1 año con 3 meses), el valor máximo es de 206 meses (17 años con 2 meses), el valor promedio es de 92 meses (7 años con 7 meses) y la desviación estándar es de 59.18 meses (4 años con 10 meses); para la variable Peso del paciente al ingreso, hallamos un valor mínimo de 10.5 kilogramos, el valor máximo calculado es de 75 kilogramos, el promedio de peso en los pacientes fue de 28 kilogramos y la desviación estándar calculada es de 18.5 kilogramos; por último, la variable numérica Días desde el ingreso a terapia intensiva hasta inicio de TRRC cuenta con un valor mínimo de un día, máximo de 26 días, un valor promedio de 5.55 días y la desviación estándar calculada es de 7.45 días. Para la variable Balance Hídrico desde el ingreso hasta el inicio de la TRRC donde el valor mínimo es de 294 ml, el valor máximo es de 11,380 ml, el valor promedio es de 2,614.60 ml y el valor de la desviación estándar es de 3,292.44 ml; y por ultimo la variable Total porcentual de sobrecarga el cálculo mínimo es de 0.62%, el valor porcentual máximo es de 55.70%, el cálculo de la media es de 10.2% y la desviación estándar es de 12.7%. Fig.2. Datos del paciente Variable Mínimo Máximo Media Desviación estándar Edad del paciente (meses) 15 206 92 59.189 Peso del paciente (gramos) 10500 75000 28000 18.589 Días desde el ingreso a UTIP hasta inicio de TRRC 1 26 5.55 7.458 Balance hídrico desde el ingreso al inicio de la TRRC (ml) 294 11380 2614.60 3292.447 Total porcentual de sobrecarga (%) .62 55.70 10.2390 12.73579 Fig. 2. Medidas de tendencia central en variables numéricas en un total de 20 pacientes 26 El segundo grupo calcula las variables numéricas que nos ayudan al registro de datos para la determinación de la tasa de mortalidad según las escalas de mortalidad PRISM III y PELOD (ver Fig. 3) la primera variable sometida a este cálculo es la variable numérica TA Sistólica al ingreso el valor mínimo fue de 62 mm/Hg, el valor máximo obtenido fue de 198 mm/Hg, el valor promedio de TA es de 121.65 mm/Hg y la desviación estándar es de 33.73 mm/Hg; la variable Temperatura presente un valor mínimo de 35°, el valor máximo es de 39.5°, la temperatura promedio en la muestra es de 36.26° y la desviación estándar es de 1.17°; la Frecuencia cardiaca muestra un valor mínimo de 80 lpm, un valor máximo de 198 lpm, el cálculo del promedio resultó en 135 lpm y la desviación estándar es de 28.06 lpm. La variable es PH donde el valor mínimo es de 7.33,el valor máximo es de 7.49, el cálculo de la media es de 7.27 y la desviación estándar para esta variable se calculó en 0.13; la siguiente variable es Bicarbonato, donde el valor mínimo calculado es de 9.20 mmol/L, el valor máximo calculado es de 25.60 mmol/L, el valor promedio es de 17.43 mmol/L y la desviación estándar calculada de 4.52 mmol/L. en la variable pCO2 tiene un valor mínimo calculado de 9.70 mmHg, el valor máximo hallado es de 85.60 mmHg, el valor promedio o la media es de 38.03 mmHg y la desviación estándar es de 16.07 mmHg. En la variable numérica PaO2 obtuvo un valor mínimo calculado de 34 mmHg, el valor máximo encontrado es de 385.40 mmHg, el cálculo del promedio resulto en 157.27 mmHg y la desviación dio un resultado de 92.80 mmHg, la última variable para éste grupo es FiO2 donde el valor mínimo localizado es de 30, el valor máximo encontrado resultó en 100, el valor promedio calculado es de 82.5 y la desviación estándar calculada es de 24.68. La variable Glucosa obteniendo un valor mínimo de 22 mg/dl, el valor máximo hallado es de 416 mg/dl, el valor promedio o la media calculada es de 155.90 mg/dl y la desviación estándar se calculó en 116.54 mg/dl; para la variable Creatinina el valor mínimo fue de .10 mg/dl, el valor máximo hallado fue de 4.80 mg/dl, la media calculada es de 1.46 mg/dl y la desviación estándar de 1.10 mg/dl; la variable numérica BUN presentó un valor mínimo de 2.33 mg/dl, un valor máximo de 108.20 mg/dl, un valor calculo promedio de 39.52 mg/dl y una desviación estándar obtenida de 31.85 mg/dl; para 27 el conteo de Leucocitos, el valor mínimo hallado es de 0.15 miles/µl, el valor máximo es de 35.20 miles/µl, la media calculada es de 12.68 miles/µl y la desviación estándar de 8.70 miles/µl; en la variable Plaquetas hallamos un conteo mínimo de 11000 miles/µl, máximo de 311000 miles/µl, el conteo promedio de plaquetas es de 103900 miles/µl y la desviación estándar de 79324.05 miles/µl; en la variable Aspartato Transaminasa (AST) encontramos el valor mínimo de 13 U/l mientras que el valor máximo fue de 1564 U/l, el cálculo del promedio resultó en 349.10 U/l y la desviación estándar hallada en 487.08 U/l, por último, la variable Tiempo de Protrombina presentó un valor mínimo de 10.30 segundos, el valor máximo de 35.60 segundos, el promedio calculado fue de 18.08 segundos y la desviación estándar obtenida es de 5.63 segundos. Fig. 3. Registro de datos para determinar la puntuación de escalas de mortalidad Variable Mínimo Máximo Media Desviación estándar TA sistólica (mmHg) 62 198 121.65 33.736 Temperatura (ºC) 35.00 39.50 36.2650 1.17127 Frecuencia cardiaca (lpm) 80 198 135.00 28.069 pH 7.33 7.49 7.2780 0.13197 Bicarbonato (mmol/l) 9.20 25.60 17.4300 4.52317 pCO2 (mmHg) 9.70 85.60 38.0300 16.07902 PaO2 (mmHg) 34.00 385.40 157.2700 92.80752 Fio2 30 100 82.50 24.682 Glucosa (mg/dl) 22 416 155.90 116.540 Creatinina (mg/dl) 0.10 4.80 1.4650 1.10085 BUN (mg/dl) 2.33 108.20 39.5235 31.85116 Leucocitos (miles/µl) 0.15 35.20 12.6875 8.70470 Plaquetas (miles/µl) 11000 311000 103900.00 79324.052 AST (U/l) 13 1564 349.10 487.087 TPT (seg.) 10.30 35.60 18.0800 5.63435 Fig. 3. Medidas de tendencia central en variables numéricas en un total de 20 pacientes requeridos para la determinación de la puntuación de mortalidad El siguiente grupo contiene a las variables Puntación Final de PRISM III y Puntuación Final de PELOD, así como contiene a las variables Tasa de Mortalidad Pronosticada por PRISM III expresada en porcentaje y la Tasa de Mortalidad Pronosticada por PELOD (ver Fig. 4), para la primera variable encontramos el valor mínimo en 5 puntos y el máximo en 21 puntos, el cálculo del promedio resultó en 16 puntos y la desviación estándar en 4.55 puntos mientras que, para la segunda variable, el valor mínimo obtenido es de 11 puntos, el valor máximo hallado es de 31 puntos, el promedio calculado es de 19.30 puntos y la desviación estándar es de 5.20 puntos. El valor mínimo del pronóstico de PRISM III es 2%, el 28 valor máximo se ubicó en 29.30%, el cálculo de la media resultó en 14.10% y la desviación estándar se calculó en 8.97666%; para la variable pronóstico de PELOD el pronóstico mínimo se localizó en 1.30%, el máximo en 84%, el promedio obtenido es de 19.29% y la desviación estándar para éste pronóstico es de 18.21%. Fig. 4. Riesgo de Mortalidad Mínimo Máximo Media Desviación estándar PRISM III Puntuación final 5 21 16.00 4.554 Tasa de mortalidad pronosticada (%) 2.00 29.30 14.1050 8.97666 PELOD Puntuación final 11 31 19.30 5.202 Tasa de mortalidad pronosticada (%) 1.30 84.00 19.2900 18.21306 Fig. 4. Medidas de tendencia central en variables numéricas sobre los resultados de índices de mortalidad en un total de 20 pacientes Con éste cálculo de frecuencias cumplimos con el objetivo de Cuantificar el balance hídrico desde el ingreso hasta la primera hora de la Terapia de Reemplazo Renal Continuo. Determinamos el porcentaje de sobrecarga hídrica en que se encuentran los pacientes con balance hídrico positivo de acuerdo a la fórmula establecida. Hallamos cuantificar el índice de mortalidad al momento del ingreso a la Unidad de Terapia intensiva Pediátrica por escala de PRISM III (Pediatric Risk of Mortality) e Identificamos la presencia de disfunción orgánica y su riesgo de mortalidad al momento del ingreso a la Unidad de Terapia Intensiva Pediátrica por PELOD (Pediatric Logistic Organ Disfunction Score). Debido a que nuestro análisis tiene intereses específicos sobre la tasa de mortalidad en pacientes con terapia de reemplazo renal atendidos en el servicio de terapia intensiva pediátrica, elaboramos un cálculo de frecuencias sobre los pacientes con alta del servicio por defunción. Con esto pretendemos localizar los valores predictivos, a parte de las escalas PELOD y PRISM, para pronosticar la mortalidad o la sobrevida. Sometimos al cálculo de frecuencia la variable tipo de diagnóstico del paciente (ver Fig. 5) donde hallamos que el 54.5% de los pacientes con alta por defunción tuvieron un Diagnóstico al ingreso de tipo Clínico siendo éstos 6 de los 11 pacientes, mientras que los 5 pacientes restantes (45.5%) se localizaron en la categoría de Diagnóstico de tipo Quirúrgico al ingreso al servicio (Ver Graf. 8). La siguiente variable es Grupo Etario al que pertenecen los pacientes con alta por defunción y presenta la frecuencia máxima esperada en la categoría Preescolar y 29 Escolar con 4 pacientes cada uno equivalentes al 72.8% en conjunto, le sigue la categoría Adolescente con 2 pacientes de los 11 incluidos (18.2%) y, finalmente, la categoría Lactante con un paciente siendo éste equivalente al 9.1% del total de nuestra muestra (ver Graf. 9). En la variable Sexo del Paciente hallamos la frecuencia máxima en la categoría Masculino conservando a 6 de los 11 pacientes que son equivalentes al 54.5% mientras que las 5 pacientes restantes son Femenino y ocupan el 45.5% del total de la muestra (ver Graf. 10). En la variable Balance Hídrico encontramos que el 100% de los pacientes que fueron sometidos a TRRC en el servicio de terapia intensiva pediátrica resultaron positivos al balance Hídrico, es decir, los 11 pacientes con alta por defunción un balance hídrico positivo al momento de iniciar la TRRC. Nuestra siguiente variable sometida al cálculo de la frecuencia máxima del porcentaje de sobrecarga hídrica hallamos el máximo esperado en la categoría Mayor a 5% puesto que 8 de los 11 pacientes se encuentran en esta categoría y representan el 72.7% del total obtenido, los 3 pacientes restantes se encontraron en la categoría Menor a 5% y corresponden a 27.3% del total (ver Graf. 11). La puntuación Glasgow al ingreso encontramos la frecuencia máxima en la categoría Menos de 8 puntos con 10 de los 11 pacientes siendo éstos el 90.9% del total de la muestra,sólo un paciente con alta por defunción presentó más de 8 puntos en la escala mental de Glasgow y equivale al 9.1% del faltante de la muestra. La Reacción Pupilar encontramos la frecuencia máxima total en la categoría Reactivas, diciendo que los 11 paciente con alta del servicio por defunción presentaron pupilas reactivas a su ingreso al servicio de terapia intensiva pediátrica. Encontramos que 9 de los 11 pacientes con alta por defunción ingresaron al servicio bajo ventilación mecánica y fueron equivalentes al 81.8% del total de la muestra, sólo 2 pacientes No necesitaron de la ventilación mecánica y éstos son los que ocupan el 18.2% restante al total de la muestra (ver Graf. 12). 30 Fig. 5. Determinación de la frecuencia en los pacientes de alta por defunción Variable Categoría Pacientes Frecuencia (%) Tipo de diagnostico Clínico 6 54.5 Quirúrgico 5 45.5 Grupo etario Lactante 1 9.1 Preescolar 4 36.4 Escolar 4 36.4 Adolescente 2 18.2 Sexo Masculino 6 54.5 Femenino 5 45.5 Balance hídrico (ml) Positivo 11 100.0 Porcentaje de sobrecarga hídrica Mayor a 5% 8 72.7 Menor a 5% 3 27.3 Puntuación de Glasgow al ingreso Menos de 8 puntos 10 90.9 Mas de 8 puntos 1 9.1 Respuesta pupilar Reactivas 11 100.0 Ventilación mecánica al ingreso Si 9 81.8 No 2 18.2 Fig. 5. Frecuencia máxima esperada para las variables categóricas en un total de 11 pacientes de alta por defunción Graf. 8 Diagnóstico del paciente en Defunción Graf. 10 Distribución del cálculo de la frecuencia de la variable categórica Sexo del Paciente en Defunción Graf. 11 Distribución del cálculo de la frecuencia de Graf. 12. Ventilación Mecánica del paciente en Defunción la variable categórica Sobrecarga del Paciente en Defunción 31 El cálculo de las medidas de tendencia central se realizó con los 11 pacientes con Alta por Defunción. (ver Fig. 6); en donde encontramos el valor mínimo de la edad del paciente fue de 16 meses (1 año con 4 meses), el valor máximo es de 206 meses (17 años con 2 meses), el valor promedio es de 85.73 meses (7 años con 2 meses) y la desviación estándar es de 53.807 meses (4 años con 5 meses); el peso de ingreso mínimo reportado es de 11.5 kilogramos, el valor máximo calculado es de 60 kilogramos, el promedio de peso en los pacientes fue de 24.6 kilogramos y la desviación estándar calculada es de 15.2 kilogramos; así los días transcurridos desde el ingreso a UTIP hasta el inicio de TRRC cuenta con un valor mínimo de un día, máximo de 26 días, un valor promedio de 8.5 días y la desviación estándar calculada es de 8.9 días. El balance Hídrico cuantificado desde el ingreso a UTIP hasta el inicio de la TRRC donde el valor mínimo es de 648 ml, el valor máximo es de 11,380 ml; el valor promedio es de 4,033.82 ml y el valor de la desviación estándar es de 3,919.97 ml, así encontramos un porcentaje de sobrecarga hídrica mínimo de 4%, y máximo es de 55.70%, el cálculo de la media es de 15.65% y la desviación estándar es de 15.20%. Fig.6. Datos del paciente de alta por defunción Variable Mínimo Máximo Media Desviación estándar Edad del paciente (meses) 16 206 85.73 53.807 Peso del paciente (gramos) 11500 60000 24636 15.215 Días desde el ingreso a UTIP hasta inicio de TRRC 1 26 8.55 8.915 Balance hídrico desde el ingreso al inicio de la TRRC (ml) 648 11380 4033.82 3919.974 Total porcentual de sobrecarga (%) 4.00 55.70 15.6582 15.20582 Fig. 6. Medidas de tendencia central en variables numéricas en un total de 11 pacientes de alta por defunción Asimismo dentro de los datos requeridos para la determinación del riesgo de mortalidad se utilizaron para determinar las medidas de tendencia central, donde encontramos la TA Sistólica al ingreso de los pacientes de alta por defunción mínima fue de 62 mm/Hg, y máxima obtenido fue de 150 mm/Hg, el valor promedio de TA es de 111 mm/Hg y la desviación estándar es de 23.3 mm/Hg; la Temperatura mínima de 35°, y máxima es de 37.2° (promedio 36.1273°, desviación estándar es de 0.72°); la Frecuencia Cardiaca muestra un valor mínimo de 80 lpm, un valor máximo de 183 lpm, el cálculo del promedio 32 resultó en 131 lpm y la desviación estándar es de 29.618 lpm. Gasométricamente encontramos el valor mínimo de pH de 7.01, máximo es de 7.49 (media es de 7.29 y desviación estándar de 0.15); el Bicarbonato, mínimo calculado es de 9.20 mmol/L, el valor máximo de 25.60 mmol/L, con valor promedio es de 18.13 mmol/L y la desviación estándar calculada de 4.92 mmol/L. Reportamos que la pCO2 tiene un valor mínimo calculado de 9.70 mmHg, el valor máximo hallado es de 85.60 mmHg, el valor promedio o la media es de 39.54 mmHg y la desviación estándar es de 20.3 mmHg, y la PaO2 obtuvo un valor mínimo calculado de 45 mmHg, el valor máximo encontrado es de 385.40 mmHg, el cálculo del promedio resulto en 168.77 mmHg y la desviación dio un resultado de 100.57 mmHg; Donde el aporte de FiO2 al ingreso tuvo valor mínimo localizado es de 30, el valor máximo encontrado resultó en 100, el valor promedio calculado es de 75.45 y la desviación estándar calculada es de 27.7. En los datos recolectados de los pacientes de alta por defunción tuvimos la Glucosa obteniendo un valor mínimo de 22 mg/dl, el valor máximo hallado es de 324 mg/dl, el valor promedio o la media calculada es de 137.27 mg/dl y la desviación estándar se calculó en 97.285 mg/dl; para la variable Creatinina el valor mínimo fue de 0.10 mg/dl, el valor máximo hallado fue de 2.20 mg/dl, la media calculada es de 1.33 mg/dl y la desviación estándar de 0.73 mg/dl; la variable numérica BUN presentó un valor mínimo de 9.33 mg/dl, un valor máximo de 73.70 mg/dl, un valor calculado promedio de 34.1 mg/dl y una desviación estándar obtenida de 20 mg/dl; para el conteo de Leucocitos, el valor mínimo hallado es de 3.0 miles/µl, el valor máximo es de 35.2 miles/µl, la media calculada es de 13.89 miles/µl y la desviación estándar de 8.5 miles/µl; en las Plaquetas hallamos un conteo mínimo de 25000 miles/µl, máximo de 311000 miles/µl, el conteo promedio de plaquetas es de 117,545.45 miles/µl y la desviación estándar de 82202.6 miles/µl; la Aspartato Transaminasa encontramos el valor mínimo de 14 U/l mientras que el valor máximo fue de 1564 U/l, el cálculo del promedio resultó en 390.55 U/l y la desviación estándar hallada en 568.1 U/l, por último, el Tiempo de Protrombina presentó un valor mínimo de 10.30 segundos, el valor máximo de 35.60 segundos, el promedio calculado fue de 18.5 segundos y la desviación estándar obtenida es de 7.04 segundos. 33 Fig. 7. Registro de datos para determinar la puntuación de escalas de mortalidad en los pacientes de alta por defunción Variable Mínimo Máximo Media Desviación estándar TA sistólica (mmHg) 62 150 111.00 23.320 Temperatura (ºC) 35.00 37.20 36.1273 .72814 Frecuencia cardiaca (lpm) 80 183 131.00 29.618 pH 7.01 7.49 7.2918 .15118 Bicarbonato (mmol/l) 9.20 25.60 18.1364 4.92570 pCO2 (mmHg) 9.70 85.60 39.5455 20.30095 PaO2 (mmHg) 45.00 385.40 168.7727 100.57517 Fio2 30 100 75.45 27.700 Glucosa (mg/dl) 22 324 137.27 97.285 Creatinina (mg/dl) 0.10 2.20 1.3364 .73793 BUN (mg/dl) 9.33 73.70 34.1036 20.00891 Leucocitos (miles/µl) 3.00 35.20 13.8900 8.59817 Plaquetas (miles/µl) 25000 311000 117545.45 82202.632 AST (U/l) 14 1564 390.55 568.109 TPT (seg.) 10.30 35.60 18.5091 7.04932 Fig. 7. Medidas de tendencia central en variables numéricas en un total de 11 pacientes de alta por defunción requeridos para la determinación de la puntuación de mortalidad El siguiente grupo contiene los datos del riesgo de mortalidad en los pacientes de alta por defunción con las variables Puntación Final de PRISM III y PuntuaciónFinal de PELOD (ver Fig. 8), para la primera variable encontramos el valor mínimo en 8 puntos y el máximo en 20 puntos, el cálculo del promedio resultó en 15.36 puntos y la desviación estándar en 4.31 puntos mientras que, para la segunda variable, el valor mínimo obtenido es de 11 puntos, el valor máximo hallado es de 23 puntos, el promedio calculado es de 19.55 puntos y la desviación estándar es de 4.29 puntos. Y las Tasas de Mortalidad Pronosticada por PRISM III y PELOD expresadas en porcentaje, el valor mínimo del pronóstico de PRISM III es 2.80%, el valor máximo se ubicó en 25%, el cálculo de la media resultó en 13.6% y la desviación estándar se calculó en 8.8%; para la variable pronóstico de PELOD el pronóstico mínimo se localizó en 1.30%, el máximo en 32.20%, el promedio obtenido es de 1z8.4% y la desviación estándar para éste pronóstico es de 10.1%. Fig. 8. Riesgo de Mortalidad Mínimo Máximo Media Desviación estándar PRISM III Puntuación final 8 20 15.36 4.319 Tasa de mortalidad pronosticada (%) 2.80 25.00 13.6364 8.83643 PELOD Puntuación final 11 23 19.55 4.298 Tasa de mortalidad pronosticada (%) 1.30 32.20 18.4091 10.16371 Fig. 8. Medidas de tendencia central en variables numéricas sobre los resultados de índices de mortalidad en el total de 11 pacientes de alta por defunción 34 El cálculo de la contingencia es el método que optamos para el cumplimiento de los objetivos, así como la validación de la hipótesis, bajo este método calcularemos el valor del coeficiente de contingencia cuadrática (chi2) y su significancia; la asociación entre las variables sometidas, el coeficiente Phi y V de Cramer nos permiten medir la relación que se logró al realizar la contingencia. Antes de dar paso al desarrollo descriptivo de este cálculo vale la pena recordar que nuestra hipótesis consta en demostrar si un balance hídrico positivo por arriba del 5% está asociado a mortalidad en pacientes sometidos a terapia de reemplazo renal continuo. El objetivo específico de este segundo análisis pretende evaluar la mortalidad en estos pacientes únicamente en el periodo de estancia en la unidad, contemplando esto como egreso por mejoría o defunción. Se quiere determinar el porcentaje de sobrecarga hídrica asociado a la mortalidad en pacientes pediátricos en estado crítico que son sometidos a Terapia de reemplazo renal continuo. El proceso de análisis estadístico tiene como tarea satisfacer nuestra hipótesis de demostrar si un balance hídrico positivo por arriba del 5% está asociado a mortalidad en pacientes sometidos a terapia de reemplazo renal continuo. El primer grupo de variables al que sometimos el cálculo de la contingencia fue el porcentaje de sobrecarga hídrica con el motivo de alta del paciente donde la contingencia máxima se localiza entre la categoría porcentaje de sobrecarga hídrica mayor a 5% y alta del paciente por defunción, es decir, 8 de los 10 pacientes que tuvieron sobrecarga mayor al 5% fallecieron (ver Fig. 9). El cálculo de la contingencia cuadrática nos arroja un valor de 5.051 en un grado de libertad con una significancia de .025 (positiva) donde la regla para éste coeficiente indica que si la chi2 calculada es mayor a la chi2 de tablas se acepta la hipótesis de investigación; el valor de la chi2 en tablas para los mismos grados de libertad con 95% de confianza es de 3.8415 es decir, “esta asociación fue positiva a la validación de la hipótesis” donde como hipótesis planteamos que el un balance hídrico positivo por arriba del 5% está asociado a mortalidad en pacientes sometidos a terapia de reemplazo renal continuo. El coeficiente de Phi tiene la 35 función de determinar si existe una relación lineal entre dos variables a nivel nominal con dos valores cada una y que esta relación sea estadísticamente significativa. El valor obtenido de Phi es de -.503 y una significancia de .025, asumiendo la regla “hay relación estadística poco significativa y perfecta entre las variables sometidas” de igual manera funciona el coeficiente complementario V de Cramer que en este caso maneja los mismos valores que Phi. El coeficiente de contingencia expresa la intensidad de la relación entre dos (o más) variables cualitativas. El p valor para este coeficiente es de .449 y una significancia aproxima de .025 por lo que la dependencia característica entre las variables sometidas es nula y poco representativa, esto quiere decir que no hay dependencia entre la sobrecarga mayor a 5 y la mortalidad, pero no descarta una aproximación positiva. El coeficiente de correlación R de Pearson es un índice que puede utilizarse para medir el grado de relación de dos variables siempre y cuando ambas sean cuantitativas: el índice indica una dependencia total entre las dos variables llamada relación inversa: cuando una de ellas aumenta, la otra disminuye en proporción constante. El valor de Pearson en nuestra primera contingencia es de -.503 y una significancia aproximada de .024, es decir, existe una correlación positiva pero no una dependencia estricta entre las variables sometidas. El coeficiente de correlación de Spearman es una medida de correlación o asociación entre dos variables aleatorias continuas, el p valor arrojado es de -.503 y la significancia asintótica es de .024 por lo cual entendemos que la asociación entre las variables Sobrecarga y Mortalidad es negativa y poco dependiente. Fig. 9. Relación del porcentaje de sobrecarga hídrica con el motivo de alta del paciente Porcentaje de sobrecarga hídrica Motivo de alta Pacientes (%) Pruebas de chi-2 Determinación de la relación lineal Mayor a 5% (10 pacientes) Mejoría 2 (10%) Prueba Valor Significancia Prueba Valor Significancia Defunción 8 (40%) Chi-cuadrado de Pearson 5.051 0.025 Phi -.503 .025 Corrección de continuidad 3.232 .072 V de Cramer .503 .025 Menor a 5% (10 pacientes) Mejoría 7 (35%) Coeficiente de contingencia .449 .025 Razón de verosimilitud 5.300 .021 Defunción 3 (15%) Prueba exacta de Fisher 0.070 .035 R de Pearson -.503 .024 Asociación lineal por lineal 4.798 .028 Correlación de Spearman -.503 .024 Fig. 9. Cálculo de la contingencia del porcentaje de sobrecarga hídrica con el motivo de alta del paciente. Se presentan también los resultados de las Pruebas de chi-2 entre las variables, así como las m Medidas simétricas 36 El segundo grupo de variables sometidas es el porcentaje de sobrecarga hídrica con el tipo de diagnóstico al ingreso al servicio donde hallamos la contingencia máxima calculada entre la categoría de Sobrecarga Hídrica menor a 5% y Diagnóstico de tipo Clínico con 8 pacientes (Ver Fig. 10). Las pruebas de contingencia cuadrática (chi cuadrada) nos arrojan un valor de .952 en un grado de libertad con una significancia asintótica bilateral de .329; al cálculo de tablas para los mismos grados de libertad el p valor del coeficiente es de 3.8415, concluimos que nuestra significancia estadística es nula ya que hay una proximidad positiva al rango negativo para la prueba entendemos entonces que no hay relación entre el tipo de diagnóstico y la sobrecarga mayor a 5% puesto que nuestra incidencia se localizó en la sobrecarga menor a 5%. Sobre el cálculo de las medidas simétricas hallamos el coeficiente Phi con un valor de -.218 y una significancia aproximada de .329 que para la toma de decisión nos exhorta a no asumir la hipótesis planteada en esta contingencia y aceptar que no hay una correlación positiva y directa entre el porcentaje de sobrecarga hídrica con el tipo de diagnóstico al ingreso al servicio, el coeficiente V de Cramer presenta un valor calculado de .218 con una significancia idéntica a la de Phi. El coeficiente de contingencia nos muestra un valor calculado de .213 y una significancia de .329 (asociación independiente) donde podemos asumir que hay
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