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UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO FACULTAD DE MEDICINA HOSPITAL PSIQUIÁTRICO “FRAY BERNARDINO ÁLVAREZ”. “PRESENCIA DE PSICOPATÍA EN INTERNOS DE UN RECLUSORIO DE LA CIUDAD DE MÉXICO Y SU RELACIÓN CON ADICCIONES Y VERSATILIDAD CRIMINAL” TESIS QUE PARA OBTENER LA ESPECIALIDAD EN PSIQUIATRÍA PRESENTA GARRY ELDON BRITTON JUSTO Asesor Teórico. Dr. FERNANDO LOPEZ MUNGUIA Asesor Metodológico. Dr. FRANCISCO FRANCO LOPEZ SALAZAR 1 UNAM – Dirección General de Bibliotecas Tesis Digitales Restricciones de uso DERECHOS RESERVADOS © PROHIBIDA SU REPRODUCCIÓN TOTAL O PARCIAL Todo el material contenido en esta tesis esta protegido por la Ley Federal del Derecho de Autor (LFDA) de los Estados Unidos Mexicanos (México). El uso de imágenes, fragmentos de videos, y demás material que sea objeto de protección de los derechos de autor, será exclusivamente para fines educativos e informativos y deberá citar la fuente donde la obtuvo mencionando el autor o autores. Cualquier uso distinto como el lucro, reproducción, edición o modificación, será perseguido y sancionado por el respectivo titular de los Derechos de Autor. Dedicatorias y agradecimientos Dedicada a mi familia, a mis maestros y a todos mis seres queridos por apoyarme siempre. Dra. Yareri Xóchitl Justo Alvarado Dra. Sonia del Rocío Justo Alvarado Prof. Flaviano Justo Herrera Dr. Garry Eldon Britton Carlson Dr. Roger Saenz Escobar Dra. Denisse Lorena Osorio Pacheco Agradecimientos. Dra. Guadalupe Lino Dra. Oralia Pérez Baltazar Lic. Laura Estrada Estrada Dr. Marco Antonio Terrazas Moreno Dr. Raúl Barajas Dr. Roger Alfredo Góngora Arjona Dr. Edgar López Tarabay 2 Índice Resumen 4 Abstract 5 Introducción 6 Antecedentes 8 Justificación 29 Planteamiento del problema 30 Hipótesis 31 Objetivos 31 Material y métodos 31 Procedimiento 34 Consideraciones éticas 36 Resultados 37 Discusión 54 Conclusiones 58 Referencias 59 Anexos 66 3 RESUMEN La psicopatía es una personalidad caracterizada por un inicio en la infancia o adolescencia, con trastornos en la conducta, violencia, vandalismo, falta de culpa y empatía, existe una clara asociación con el abuso de sustancias, que aumentan el riesgo de violencia y al parecer predicen su aparición. La psicopatía puede estar asociada también a versatilidad criminal, que implica la presencia de varios delitos, generalmente adaptándose al ambiente para obtener el mayor beneficio posible. Se han realizado múltiples instrumentos para su evaluación, pero de los más confiables es el Psichopathy Check List Revised (PCL-R) propuesto por R. Hare. Objetivo. Describir la prevalencia de psicopatía en internos de un reclusorio de la ciudad de México y su relación con el uso de sustancias y la versatilidad criminal. Así como validar el Instrumento PCL.-R en la población mexicana. Resultados. Se evaluaron 105 sujetos hombres ingresados en un centro de readaptación social por diversos delitos, que se evaluaron con el PCL-R. El instrumento mostró una gran confiabilidad y validez, obteniéndose una consistencia interna de .848, una sensibilidad de 95%, especificidad del 40%. El análisis factorial con el método de componentes principales y rotación varimax mostró la existencia de cinco componentes que explicaban el 61.3% de la varianza, sin embargo la mayor parte de los ítems se agruparon alrededor del factor 1. La confiabilidad test-retest para la escala en la puntuación total fue de . 996, la confiabilidad inter-evaluador por ítem fue mayor a .70 y de .75 para la calificación total de la prueba. De 105 evaluados con la Escala PCL-R, 24 eran psicópatas constituyendo el 22.86%. Se encontró que existía una asociación entre el antecedente de abuso físico y psicológico y la presencia de psicopatía. Existió una asociación entre la presencia de dependencia a sustancias, abuso de metanfetaminas y dependencia a inhalantes con la presencia de psicopatía. 4 La versatilidad criminal estuvo claramente asociada con la presencia de psicopatía. Es necesario realizar estudios donde se evalúe la adicción a sustancias de una manera sistematizada y en poblaciones más heterogéneas. Palabras clave. Psicopatía, PCL-R, Versatilidad criminal, Uso de sustancias, Dependencia, México. Abstract Psychopathy is a personality characterized by an onset in childhood or adolescence with conduct disorders, violence, vandalism, lack of guilt and empathy, a clear association with substance abuse, increasing the risk of violence and apparently predicts its occurrence. Psychopathy may also be associated with criminal versatility, which implies the presence of several crimes, often adapting the environment to obtain the maximum benefit. There have been multiple instruments for evaluation but of the most reliable is Psychopathy Check List Revised (PCL-R) by R. Hare. Aim. Describe the prevalence of psychopathy in a prison of inmates in México City and its relation to substance use and criminal versatility. In addition, to validate the instrument in the Mexican population. Results. Men were evaluated 105 subjects admitted to a social rehabilitation center for various crimes, which were evaluated with the PCL-R. The instrument to have reliability and validity, yielding an internal consistency of .848, a sensitivity of 95%, specificity of 40%. Factor analysis with principal components method and varimax rotation showed the existence of five components that explained 61.3% of the variance, however most of the items were grouped around the factor 1. The test- retest reliability for the scale was the total score was .996, the inter-evaluator reliability was higher item to .70 and .75 for the total test score. Of 105 assessed with the PCL-R Scale, 24 were psychopaths being the 22.86%. It was found that there was an association between a history of physical and psychological abuse and the presence of psychopathy. There was an association between the presence of substance dependence, abuse of methamphetamine and inhalant dependence with the presence of psychopathy. 5 The criminal versatility was clearly associated with the presence of psychopathy. Studies are needed that evaluate the substance addiction in a systematic and more heterogeneous populations. Keywords. Psychopathy, PCL-R, Criminal versatility, Substance Use, Dependence, México. Callous, deceitful, reckless, guiltless… The psychopath understands the wishes and concerns of others; he simply does not care. Dr. David Adams. Although he deliberately cheats others and is quite conscious of his lies, he appears unable to distinguish adequately between his own pseudo intentions, pseudo remorse, pseudo love, and the genuine responses of a normal personal. Hervey Cleckley. The Mask of Sanity. I. Introducción Actualmente hay un debate intenso sobre la naturaleza y la medición de la psicopatía, el Trastorno de Personalidad más antiguo y reconocido, sin embargo también es uno de los términos más ambiguos y en el que general e indebidamente se incluyen a la mayor parte de los sujetos con antecedentes criminales o conductas antisociales (Arrief & Rotman, 1984). Esta confusión en el uso del término se debió en buena medida a la ambigüedad que existía en su 6 evaluación y diagnóstico, así como su inserción en las diferentes disciplinas que lo utilizan, Psiquiatría, Psicología y Criminología. La propuesta más reciente sobre su naturaleza estructural lo describe como un constructo multifacético, compuesto por al menos cuatro dimensiones, que reflejan alteraciones interpersonales, afectivas, de estilo de vida, y anomalíasantisociales (Hare & Neumann, 2005, 2006). Uno de los aspectos más asociados dentro del constructo psicopatía es el abuso de sustancias, frecuentemente se encuentran en comorbilidad, obviando incluso la diferencia entre los dos fenómenos se tiende a asumir que se trata casi de sinónimos, si bien se ha demostrado que la conducta antisocial es predictora de abuso de sustancias, no lo es de la dependencia. En este estudio se evaluará el uso de sustancias en población recluida que serán evaluados con la escala de Psychopathy Checklist Revised (PCL-R), además de observar su asociación con versatilidad criminal, es decir la capacidad para cambiar de tipo de delito en los sujetos recluidos. Esta es una de las primeras y más importantes herramientas para evaluar la presencia de psicopatía, esta escala ha demostrado su confiabilidad diagnóstica así como ha sido una buena predictora de la presencia de violencia y reincidencia en sujetos con antecedentes de reclusión. Se realizó un estudio de validación previa de la Escala PCL-R en México (Ostrosky-Solís, Ruiz, Arias, & Vásquez, 2008 75) en una muestra de 144 internos de una penitenciaría federal mexicana, referidos por sus altos índices de violencia y de sanciones recibidas; este estudio tiene como desventajas el haber utilizado la Mini Entrevista Internacional Neuropsiquiátrica para diagnosticar el trastorno antisocial de la personalidad y no el SCID-II como estándar de oro para diagnóstico de trastornos de personalidad, además de que no se realizaron pruebas de test-retest ni interobservador, por lo que un objetivo de esta investigación es realizar una adaptación y validación de la Escala PCL-R en español en población recluida en un centro de readaptación social, utilizando, además el SCID-II para diagnóstico de trastornos de personalidad. 7 I. Marco teórico Millon1 señala que la psicopatía ha sido el primer trastorno de la personalidad reconocido por la Psiquiatría. Es así como en el ámbito interpersonal los psicópatas son caracterizados como superficiales, insensibles, arrogantes, presuntuosos, dominantes y manipuladores; en cuanto a sus afectos se caracterizan por ser irritables, carentes de remordimientos y empatía e incapaces de establecer vínculos emocionales profundos. En cuanto al comportamiento, su estilo de vida se define como socialmente desviado, incluyendo comportamientos impulsivos e irresponsables y una tendencia a ignorar o violar las convenciones o normas sociales. La prevalencia es del 1% de la población total y el 25% de la población penal, y es uno de los trastornos más asociados a violencia. (Hare, 2004) II. Revisión histórica. Una de las primeras referencias de la psicopatía fue realizada por Pinel en 1809 (Pinto, 20022) quién describe un patrón de conducta contra las normas, llamándolo “manie sans délire” o “manía sin delirio”. Los describía como un patrón caracterizado por falta de remordimientos y una ausencia completa de restricciones, con una capacidad de razonamiento conservada. 8 En 1812 Benjamín Rush introduce una dimensión moral a los postulados de Pinel, describiendo a un tipo de sujetos poseedores de una “depravación moral innata”, en la que consideraba que existía una organización defectuosa en las partes del cuerpo relacionadas con las facultades morales de la mente (Millon, 1988). Agregándoles además una condena social contra estos individuos. En 1835 Pritchard (Garrido, 20013) fue el primero en introducir el concepto de “locura moral”, refiriendo que aparecía cuando: “los principios morales de la mente se han pervertido y existe una disminución en el autogobierno, asociando el comportamiento de estos individuos con un defecto del carácter”. Lombroso en 1876 propone la idea de “delincuente de nacimiento”, estableciendo que existían una serie de rasgos físicos que determinaban la criminalidad de los individuos (Millon, 1998). Posteriormente Kosh establece lo que se denominaría una “inferioridad psicopática”, es decir que tendrían un comportamiento anormal debido a la influencia y un desarrollo anómalo del carácter. Así Kosh es el primero que selecciona el término “psicopático”, para sustentar su creencia de que existía una base física o desorden congénito en estas alteraciones (Millon, 1988). En 1909 Kraepelin propuso el término de “personalidad psicopática” para referirse a la personalidad con influencias hereditarias dañadas, con déficit de los afectos o de la voluntad, dividiéndolos en dos grupos: - Sujetos que poseían una disposición mórbida, obsesiva, impulsiva y desviada sexualmente - Sujetos que manifestaban peculiaridades en su personalidad, formado por: excitables, inestables, impulsivos, mentirosos, timadores, pendencieros y antisociales. Caracterizados además por tener problemas en la escuela, robar desde muy jóvenes y cometer crímenes de varios tipos. Schneider en 1934 propone una definición que entendía la psicopatía como un modelo de constitución hereditaria y estática, como una anomalía del carácter, 9 como un tipo asocial, y como una estructura morbosa endotímica vital (Millon, 1998). En 1990, desde una orientación cognitiva, Beck y Freeman establecen que los sujetos con sociopatía tienen la percepción de haber sufrido malos tratos, viéndose a si mismas como personas autónomas y fuertes (Beck y Freeman, 19954). Eysenck propone una teoría que combina elementos de la biología y del aprendizaje, sosteniendo que “los psicópatas poseen una disposición temperamental a la extroversión que les hace propensos a los comportamientos antisociales” (Eysenck, 1957, citado en Millon, 1988). Presentan incapacidad de control emocional y de aprender de la experiencia, impulsividad, falta de previsión, inmadurez emocional, carencia de autorrealización, ajuste insatisfactorio al grupo, incapacidad para soportar el aburrimiento, irresponsabilidad y que son capaces de expresar todas las reglas sociales y morales verbalmente, pero sin comprenderlas y obedecerlas. Kernberg establece que el antisocial es una persona centrada en sí misma, grandiosa, con una ambición desmesurada y actitud de superioridad. Su relación de objeto es la envidia, la idea de explotación de los demás y la necesidad de devaluarlos (Kernberg, 1970, 1989, citado en León, 20045). Establece que los narcisistas así como los antisociales son poseedores de un self en dos niveles estructurales: un self real de esta personalidad que está solo, vacío, incapaz de aprender, inferior e inseguro; estando oculto por una máscara que se le superpone, la cual es grandiosa en el caso del narcisista y destructiva en el antisocial (Mata 20006). Kernberg (19887) afirma la psicopatía presenta una extraordinaria ausencia de ansiedad o depresión manifiesta, así el principio no sería la culpa sino la vergüenza. 10 Kernberg (19948) señala que la activación del desarrollo libidinal en las relaciones madre-hijo presupone una disposición innata al apego que requiere de estimulación externa para activarse. Supone que a partir de la aparición de las relaciones objetales se genera un mundo intrapsíquico de relaciones investidas afectivamente de una cualidad tanto gratificante como aversiva. El fallo en estas primeras identificaciones tendrá una repercusión fundamental en la formación futura de la personalidad. Para Kernberg todos los pacientes con personalidad psicopática presentan un nivel de funcionamiento limítrofe que implica un yo inmaduro, por lo que se dificulta el manejo de la ansiedad e impulsividad. Se encuentra regido por el principio del placer y utilizadefensas primitivas, lo cual hace referencia a la dificultad para integrar las características buenas y malas de un mismo objeto. Finalmente, hay una falta de integración del superyo debido a una organización pre-edípica, donde las normas no están introyectadas. Por otra parte, se ha sugerido que en la psicopatía, además de estar comprometida la estructura de personalidad, también están alteradas las funciones cognitivas, en este sentido la neuropsicología puede aportar información relevante para la comprensión de dicho trastorno, entendida como el estudio de la relación cerebro-conducta. Se ha señalado que existe una relación entre la corteza frontal y la psicopatía, así mismo que el hipotálamo sería el principal encargado de regular las funciones neuroendocrinas vinculadas con la agresión. También se ha establecido relación entre la conducta agresiva y la disminución de ciertos neurotransmisores que participan en la inhibición de los comportamientos agresivos tales como la serotonina, dopamina y noradrenalina (Garrido, Stangeland y Redondo, 2000). Estos mismos autores señalan que la adquisición de pautas de comportamientos agresivos resulta de complejas interacciones de factores genéticos y ambientales. Generalmente la descripción de la psicopatía se ha referido a sujetos de género masculino, sin embargo, cada vez más se reportan actos delictivos cometidos por mujeres, es por ello que se incluyen en el estudio la consideración de la psicopatía 11 en ambos sexos. Lykken plantea que es necesario discernir acerca de varios tipos de personalidad antisocial: la sociopática, la psicopática y la relacionada con las neurosis del carácter. Después de un profundo análisis sobre los aspectos genéticos y los sociales, Lykken llega a la conclusión que existe un tipo de personalidad antisocial que se caracteriza principalmente por una predisposición a no sentir el miedo y otro que posee un sistema de activación con déficit inhibitorios, a estos dos tipos de personalidad los cataloga como psicópatas. Mientras que aquellos individuos sin predisposición biológica que derivan en conductas delictivas serán considerados sociópatas (Lykken, 20009). Cleckley conceptualizó los aspectos más relevantes en cuanto al diagnóstico psiquiátrico de la Personalidad Psicopática, ofreciendo una caracterización clínica diferente de criminalidad y de desviación social. Destacó la presencia de un “lenguaje hueco” en el psicópata para manipular (197610), los procesos lógicos del pensamiento funcionan perfectamente en el psicópata, sin embargo, usa el lenguaje sin llegar realmente a comprender el significado de lo que dice, al fallar la integración de la emoción con el sentido de las palabras. Estableciéndose las características de la psicopatía. 1. Encanto superficial e inteligencia normal 2. Ausencia de delirios y otros signos de pensamiento irracional 3. Ausencia de nerviosismo y de manifestaciones psico-neuróticas 4. Informalidad 5. Falsedad e insinceridad 6. Incapacidad para experimentar remordimiento o vergüenza 7. Conducta antisocial irracional 8. Falta de juicio y dificultad para aprender de la experiencia 9. Egocentrismo patológico e incapacidad de amar 10.Pobreza en las relaciones afectivas 11.Poca respuesta a las relaciones interpersonales 12 12.Conducta desagradable y exagerada, a veces con consumo exagerado de alcohol 13.Amenazas de suicidio no consumadas 14.Vida sexual impersonal, frívola y poco estable 15.Dificultad para seguir cualquier plan de vida Muy significativa fue también su idea de que estas personalidades no se encontraban únicamente en las instituciones penitenciarias. Los criterios propuestos por Cleckley han sido utilizados en diversos estudios sobre psicopatía. Robert D. Hare (Cañas, 199911) desarrolló la Escala de Calificación de la Psicopatía Revisada (PCL-R). En función a dichos criterios varios autores organizan diversos tipos de aproximación hacia el estudio de la psicopatía primaria. Blacburn (199812) observa un continuo entre la incapacidad de inhibición de los impulsos y la agresión. Seroczynsky (199913) identifica dos tipos esenciales de agresión: la depredadora y la reactiva, los psicópatas primarios serían agresivos depredadores. El propio Cleckley (199414) considera que la locuacidad y la amabilidad de los psicópatas primarios sería la característica más importante de sus rasgos de personalidad. Meloy (198815) promueve la teoría del apego defectuoso, mientras que Millon (199816) defiende la teoría según la cual el psicópata es un individuo fascinado por el poder y el estatus social. Ellis (198717) sugiere un nivel de arousal (excitabilidad) bajo en los psicópatas primarios. Lykken (2000) defiende la teoría de que la psicopatía primaria obedece a un déficit de reconocimiento del miedo, para ello cita diversos estudios que la corroboran, los mismos que se sintetizan a continuación. III. DEFINICIÓN DE PSICOPATÍA El concepto de psicopatía ha ocupado una notable posición en el campo de la Psiquiatría y de la Psicología social. Coincidiendo con esta posición, sin embargo, 13 ha habido una persistente confusión en el uso del término, debido en parte a las tradiciones psiquiátricas que difieren en cuanto a la importancia relativa concedida a las variables conductuales o a los rasgos de personalidad (Pichot, 197818). De hecho, el concepto de Psicopatía y su relación diferencial con el trastorno antisocial de la personalidad (TAP) ha ido cambiando considerablemente en los últimos años (Sutker,1994; Sutker, Bugg y West, 1993; Widiger y Frances, 198719). En este sentido, a veces, estos dos conceptos se han utilizado indistintamente, mientras que en otras ocasiones con diferente significado. El primer constructo se ha asociado con conductas desviadas y criminales, tales como problemas tempranos de conducta o deficientes controles conductuales, y el segundo se ha asociado más directamente con características de personalidad, tales como crueldad, insensibilidad o falta de empatía (Windle y Dumenci, 199920). Los psicópatas carecen notoriamente de empatía en las relaciones interpersonales, es decir, manifiestan deficiencias en la habilidad de poder comprender el estado emocional de otras personas, fallando en la actitud de entendimiento y aceptación del otro. Según Hare (200421), las experiencias sociales que normalmente modela el desarrollo de la conciencia no tienen incidencia en los psicópatas. Aunque ellos conocen las reglas, siguen sólo aquellas que eligen seguir, no importándoles las repercusiones que esto pueda tener para otros, a quienes ven como meros objetos. De este modo, son una especie de depredadores sociales. Haré (199922), ofrece algunas hipótesis sobre la debilidad de la conciencia de los psicópatas: -Tendrían una pobre capacidad para visualizar mentalmente las consecuencias de su comportamiento. Especialmente, la imagen mental de las consecuencias para sus víctimas. - La conciencia, depende también de la capacidad de dialogar mentalmente como lo demostró Luria (1973), en los psicópatas, estos autodiálogos carecerían de resonancia emocional. - Tendrían poca capacidad para experimentar respuestas emocionales de miedo y de ansiedad (Epperson, 1995). 14 Entre los rasgos usuales de estos sujetos, Marietán (199823) propone los siguientes: encanto superficial: egocentrismo vinculado al aspecto narcisista, falta de compromiso afectivo y vida sexual impersonal, lo que se traduce como incapacidad de experimentar amor. Tienden a cosificar a los otros, es decir,le quitan a las personas los atributos que las hacen semejantes a ellos, de esta manera perciben a los demás como objetos. Se ha propuesto que en la psicopatía, además de estar comprometida la estructura de la personalidad, también están alteradas las funciones cognoscitivas. Shapiro (196524) afirma que las personalidades impulsivas, tal como es el caso de las psicopáticas tienen una serie de limitaciones en el aspecto cognoscitivo. Se caracterizan por un juicio pobre, una atención que no investiga de manera activa y analítica, percibiendo sólo las cualidades obvias de las cosas y según sean relevantes en el plano personal, un conocimiento concreto y una inteligencia práctica. Distintos clínicos e investigadores han señalado la similitud entre el comportamiento de los psicópatas y la constelación de patrones conductuales mostrada por pacientes con lesiones en el lóbulo frontal (Belloch, Sandin y Ramos 199725, Mata 200026). Estudios realizados con delincuentes violentos corroboran la asociación entre la disfunción del lóbulo frontal y el déficit en la habilidad para planificar y ejecutar conductas dirigidas a metas, en la capacidad de atención y concentración o en la integración compleja de información proveniente de distintos sistemas de procesamiento. En esta misma línea de investigación Krivoy, Gonzáles y Mendoza (200327), hallaron en un grupo de homicidas un inadecuado funcionamiento cognoscitivo y del lóbulo frontal, consiguiéndose deficiencias en la regulación de la voluntad, la 15 cual se encuentra a disposición de la impulsividad. Se observó que a mayor nivel de psicopatía, mayor es el déficit en las funciones ejecutivas que se encuentran a cargo del lóbulo frontal. Por otra parte, se ha destacado que muchas de las características del comportamiento del psicópata vienen condicionadas por un empleo atípico del lenguaje, que parece jugar un papel reducido en la mediación y regulación de la conducta. En la investigación de Krivoy y cols (2003) se reportaron importantes carencias en el área de lenguaje (comprensión, repetición y nominación). Sin embargo, acotaron a este respecto la vinculación de los factores socioculturales y familiares propios del medio donde se desarrollan. Los criterios diagnósticos del trastorno antisocial de la personalidad para el DSM IV TR son los siguientes: A. Un patrón general de desprecio y violación de los derechos de los demás que se presenta desde la edad de 15 años, como lo indican tres (o más) de los siguientes ítems: 1. fracaso para adaptarse a las normas sociales en lo que respecta al comportamiento legal, como lo indica al perpetrar repetidamente actos que son motivo de detención. 2. deshonestidad, indicada por mentir repetidamente, utilizar un alias, estafar a otros para obtener un beneficio personal o por placer 3. impulsividad o incapacidad para planificar el futuro 4. irritabilidad y agresividad, indicados por peleas físicas repetidas o agresiones 5. despreocupación imprudente por su seguridad o la de los demás 6. irresponsabilidad persistente, indicada por la incapacidad de mantener un trabajo con constancia o de hacerse cargo de obligaciones económicas 7. falta de remordimientos, como lo indica la indiferencia o la justificación de haber dañado, maltratado o robado a otros B. El sujeto tiene al menos 18 años 16 C. Existen pruebas de un trastorno disocial* que comienza antes de la edad de 15 años D. El comportamiento antisocial no aparece exclusivamente en el transcurso de una esquizofrenia o un episodio maníaco (APA, 2002). Para el CIE – 10, los criterios diagnósticos son los siguientes: 1. Cruel despreocupación por los sentimientos de los demás y falta de capacidad de empatía. 2. Actitud marcada y persistente de irresponsabilidad y despreocupación por las normas, reglas y obligaciones sociales. * Criterio del trastorno disocial: Un patrón repetitivo y persistente de comportamiento en el que se violan los derechos básicos de otras personas o normas sociales importantes propias de la edad. El sujeto tiene menos de 18 años. Puede tener un inicio infantil, antes de los 10 años, o inicio adolescente, después de los 10 años. 3. Incapacidad para mantener relaciones personales duraderas. 4. Muy baja tolerancia a la frustración o bajo umbral para descargas de agresividad, dando incluso lugar a un comportamiento violento. 5. Incapacidad para sentir culpa y para aprender de la experiencia, en particular del castigo. 6. Marcada predisposición a culpar a los demás o a ofrecer racionalizaciones verosímiles del comportamiento conflictivo. 7. Irritabilidad persistente (OMS, 1992). IV. Relevancia Forense de la Psicopatía. 17 Algunas de las asociaciones entre psicopatía y criminalidad se encuentran de hecho asociadas con la indiscriminada búsqueda de placer y necesidad de estimulación, no todos los criminales tienen psicopatía, algunos estudios indican que del 50% al 80% de los hombres en prisión califican para un trastorno, pero solo un tercio cumple con los criterios de Psicopatía con la entrevista de PCL-R y solo un 11% de las mujeres cumplen criterios para Trastorno de Personalidad Antisocial (28, 29). Existe una alta asociación entre psicopatía y violencia, ya que muchas de las características que son importantes para la inhibición de las conductas violentas y antisociales –empatía, capacidad de establecer vínculos profundos, miedo al castigo y culpa- se encuentran seriamente disminuidas en los psicópatas. Los psicópatas pueden iniciarse en actividades antisociales a temprana edad, continuando con estas acciones durante una gran parte de su vida. Alrededor de los 35 a 40 años, este nivel de criminalidad tendería a decrecer (Hare, 200430) aunque sin disminuir el grado de violencia. La conducta homicida suele asociarse a la personalidad psicopática, durante años este tema ha generado gran controversia. Belloch, Sandín y Ramos (199731) plantean que a pesar de la trayectoria que tiene el estudio de la psicopatía y del surgimiento de diferentes intentos para explicar su etiología y naturaleza aún no existe una teoría comprehensiva sobre este trastorno. Además estos autores indican que existe discrepancia en cuanto a las diversas descripciones clínicas de la psicopatía y la manera de operacionalizar el trastorno, sin ser clara la distinción entre este término y el trastorno antisocial de la personalidad32, al señalar que el trastorno antisocial se define exclusivamente por criterios conductuales, mientras que la psicopatía implica, no solamente la conducta observable, sino también rasgos emocionales, relacionales y caracterológicos. En un estudio realizado en Venezuela33 en 26 reclusos por homicidio, se aprecia que la muestra global de homicidas presentan Trastorno de Personalidad 18 Psicopática, siendo los principales rasgos identificados con la Escala PCL-R la mentira patológica, falta de remordimiento o culpa, incapacidad para aceptar la responsabilidad de sus propias acciones, afecto superficial, necesidad de estimulación, propensión al aburrimiento, ausencia de metas realistas a largo plazo, impulsividad y pobres controles conductuales. Así mismo, se presenta escasa visión de futuro. Es importante señalar que se manifiesta un mayor nivel de psicopatía en la muestra de hombres homicidas que en la de mujeres, lo que concuerda con los resultados obtenidos por Hare (1991). Se observó que a mayor nivel de psicopatía mayor es el déficit en las funciones ejecutivas que se encuentran a cargo del lóbulo frontal, siendo éste una de las áreas que alcanza su máximo desarrollo en forma mástardía, los déficit encontrados en el mismo, indican un funcionamiento primitivo. Esto sugiere que el trastorno psicopático no sólo se debe a un fallo en la estructura dinámica, ni al producto de dificultades en el establecimiento de las relaciones en etapas tempranas del desarrollo, sino que además indica la existencia de un sustrato orgánico que predispone la aparición de este trastorno. Estudios previos informan que entre los prisioneros las tasas de prevalencia de trastorno de personalidad antisocial con los criterios del Manual de Clasificación y Estadística de la Asociación Americana de Psiquiatría –DSM IV-TR34- varía entre el 70 y 100% y que las tasas de prevalencia de psicopatía son mucho más bajas, llegando a satisfacer los criterios diagnósticos de la Escala PCL-R sólo entre el 15 y 28%35, 36. En una población psiquiátrico forense sueca el 25% satisfizo los criterios de la Escala PCL-R37, en Holanda con el puntaje de corte de 30 de la PCL-R, Hielbrand y cols encontraron que el 20% de una muestra representativa cumplió el diagnóstico de psicopatía38. En Dinamarca, Andersen encontró que el 6% de una población de centros de detención tuvieron un puntaje suficiente para el diagnóstico de psicopatía según la recomendación original de Hare39. 19 En Buenos Aires, en una muestra de 75 sujetos recluidos con una edad promedio de 27.7 años, el 53% de la muestra satisfizo los criterios diagnósticos del DSM IV para el trastorno antisocial de la personalidad y el 15% tuvo una puntuación en la Escala PCL-R que permitió incluirle en la categoría de psicópata. La media de puntaje total de la PCL-R fue de 20.6, la media del factor 1 fue de 9.6 y el factor 2 fue de 9.1, encontrándose asociado a baja educación tanto cualitativa como cuantitativamente40 En un estudio realizado en Venezuela, se compara el nivel de psicopatía, funcionamiento cognitivo y de la personalidad en 30 homicidas según el tiempo de reclusión en dos centros. Se evaluaron las muestras con la Escala PCL-R, WAIS- III y Rorschach. Encontraron que en los hombres con más tiempo de reclusión se encontró mayor nivel de psicopatía, desinterés hacia las relaciones interpersonales y afectos displacenteros. En los de menos tiempo se observó preocupación situacional y tendencia a evitar los problemas. Ambos grupos presentan deficiencias cognitivas, relacionadas con su estilo impulsivo. Al analizar los resultados obtenidos a partir de la administración de la PCL-R de Hare, se observó que pertenecen en su mayoría a los niveles de psicopatía leve y moderado, además de rasgos de personalidad como criterios del trastorno antisocial de personalidad, siendo las características más frecuentes la mentira patológica, afecto superficial, incapacidad para aceptar la responsabilidad de las propias acciones, encanto superficial, falta de remordimiento o culpa, pobre control conductual, impulsividad y problemas de conducta en la infancia. Entre mayor tiempo de estancia recluido (más de cinco años) existía nivel más alto de psicopatía (entre moderado y severo) que los del grupo de menos de un año de reclusión, todos cumplieron con los criterios de trastorno antisocial de la personalidad41. Sin embargo, existen también los que trabajan con las mismas normas de psicópata que delinque, pero su inteligencia, historia familiar, habilidades y 20 circunstancias sociales les permiten construir una fachada de normalidad y conseguir lo que quieren con relativa impunidad. Se realizó un estudio de validación previa en México (Ostrosky-Solís, Ruiz, Arias, & Vásquez, 2008 75) en una muestra de 144 internos de una penitenciaría federal mexicana, referidos por sus altos índices de violencia y de sanciones recibidas, encontrándose una media de la puntuación total de la PCL-R de 22.81 (DS=6.91; Asimetría=-.619; Curtosis=-.580). Se observó que todos los reactivos mostraron una correlación total mayor de .50. La consistencia interna fue calculada usando el coeficiente alpha de Cronbach y una correlación media inter-reactivo. El alpha de Cronbhach para la puntuación total de la PCL-R fue de 0.87 y una correlación media inter-reactivo de 0.30. Se obtuvo una estructura de dos factores. El primer componente principal contribuyó con el 27.10% de la varianza, en tanto que el segundo componente lo hizo con el 13.61%, ambos explicando un total de 40.71% de la varianza. Se obtuvieron valores mayores a 0.18 confirmando la homogeneidad y unidimensionalidad del constructo medido. Los resultados mostraron una correlación entre factores de 0.22. V. SISTEMA PENITENCIARIO MEXICANO Existen en la República Mexicana un total de 447 establecimientos penitenciarios que de acuerdo con el tipo de autoridad que los tiene a su cargo, se distribuyen de la siguiente manera: 5 federales, 330 estatales, 103 municipales y 9 del gobierno del Distrito Federal. La población de los establecimientos penitenciarios varía significativamente de un centro a otro. Los del Distrito Federal son los más poblados ya que dos de sus centros cuentan con casi 8 mil internos. Le siguen los centros estatales que, en la mayoría de los casos, cuentan con una población que varía entre 500 y cinco mil internos, siendo lo frecuente que tengan un promedio aproximado de mil. Por su 21 parte, los centros federales cuentan con cerca de 500 internos, mientras que los municipales son los de menor población. En cuanto a su nivel de seguridad, tres de los centros federales, que se ubican en los estados de México, Jalisco y Tamaulipas, son de alta seguridad. Existe, por otro lado, un centro de baja seguridad, en tanto que el resto de los centros penitenciarios son de seguridad media. La composición de la población penitenciaria por sexo es de 96% hombres y 4% mujeres, proporción que se ha mantenido constante a lo largo de las últimas décadas y que es similar a la que existe en países con un nivel de desarrollo similar al de México (Azaola, 1998). Del total de la población interna, un 57% ha obtenido sentencia en tanto que un 43% son reos sin condena, porcentaje que se ha mantenido más o menos constante a lo largo de la última década. En este aspecto México se aparta de la mayoría de los países latinoamericanos que tienen porcentajes más elevados de presos sin condena. En cuanto al fuero, 26% de los internos a nivel nacional se encuentran acusados por delitos del fuero federal mientras que 74% por delitos del fuero común, porcentaje que tampoco se ha alterado significativamente durante la última década. Cabe señalar, que debido al tráfico de drogas, los estados de la frontera norte cuentan con una proporción significativamente más elevada de internos por delitos del fuero federal como puede apreciarse en el cuadro siguiente al comparar dichas entidades (Baja California, Sonora, Tamaulipas, Chihuahua) con el resto de la República, no se encontraron datos mas actuales. 22 Por lo que se refiere a la composición de la población interna por tipo de delito, el siguiente cuadro muestra los datos Incremento de la población carcelaria Durante la última década, la población en prisión se ha incrementado en México a un ritmo sin precedente. En efecto, como lo muestra el cuadro siguiente, en poco 23 más de diez años la población en prisión se ha duplicado, lo que nunca antes había ocurrido en un periodo tan corto. De hecho, México tiene hoy en día una tasa de 175 presos por 100 mil habitantes mientras que, hace diez años, tenía una de 104 por 100 mil. La población penitenciaria tanto en términos absolutos como por 100.000 habitantes se incrementó a un ritmo de 9% anual, en promedio. El crecimiento más pronunciado se observa de maneraconstante a partir de 1996. Sólo en 2002 pareciera que el ritmo de crecimiento habría comenzado a descender, posiblemente debido a la sobrepoblación de los establecimientos penitenciarios. Las prisiones mexicanas tienen hoy en día un sobrecupo, en promedio de 35%; sin embargo, hay Estados de la República cuya población penitenciaria supera en más del 100% su capacidad instalada. Particularmente difícil por su sobrepoblación es, de acuerdo con la Comisión Nacional de Derechos Humanos, la situación de las prisiones en: Baja California, Nayarit, Chiapas, Sonora, Tamaulipas, Oaxaca, Puebla y el Distrito Federal42. VI. Uso de sustancias y psicopatía Entre todos los trastornos mentales, el consumo abusivo de sustancias destaca por su fuerte asociación con el delito, y en particular el delito violento. Los individuos con este único diagnóstico cometen de 12 a 16 veces más actos de 24 violencia que los sujetos diagnosticados de esquizofrenia o de trastorno bipolar (Swanson 1990). Lo habitual es que el abuso de sustancias aparezca junto a otros diagnósticos, en particular con el grupo B de los trastornos de personalidad, y dentro de éste, el trastorno antisocial de la personalidad. De hecho el trastorno antisocial y la psicopatía muestran una correlación muy fuerte con el consumo de sustancias, particularmente con el alcohol (Heltzer y Pryzbeck 1998). Como ya hemos establecido, la psicopatía no es lo mismo que el diagnóstico de trastorno antisocial de la personalidad, en general, se ha observado que el uso de sustancias se encuentra asociado más al riesgo de violencia que a la presencia de psicopatía, especialmente claro en el trastorno antisocial de la personalidad, se ha encontrado con un riesgo cuatro veces mayor, los hombres que informaron haber participado en conducta problemática y violencia antes de cumplir los 15 años y la tasa de diagnóstico de abuso de sustancias y de trastorno antisocial de la personalidad excedieron el 80% cuando cumplieron 20 años, a diferencia de otros trastornos psiquiátricos como el trastorno depresivo, que muestra 30%. (McGue, 2001 43). Un importante estudio longitudinal que probó la relación existente entre el trastorno antisocial de la personalidad, el consumo abusivo de sustancias y los trastornos depresivos lo realizaron recientemente McGue y Iacono (200544). Estos autores partieron de la siguiente base teórica, considera que existe una dimensión subyacente genérica de problemas de conducta en los adolescentes, que llevaría implícito el uso de alcohol antes de los 15 años, originándose un factor general de riesgo para desarrollar conducta antisocial, alcoholismo y abuso de drogas. Finalmente en textos más recientes, se evaluó la psicopatía en sujetos adictos a opiáceos en abstinencia y pedofilia, considerándola como una conducta adictiva. Para ello evaluaron a 29 pedófilos, 25 adictos a opiáceos y 27 sujetos sanos, a los que le aplicaron la escala de impulsividad de Barrat, la Escala PCL-R y la entrevista clínica estructurada del DSM-IV para el eje II. Los pedófilos y los dependientes a opiáceos mostraron mayores puntajes en la escala de Barrat y la 25 PCL-R, consideraron los autores que esta mayor puntuación podría reflejarse como distorsiones cognitivas que reflejaran características de personalidad del cluster A, con características comunes con una conducta adictiva (45). También se ha encontrado que los sujetos adictos muestran un gran déficit en la toma de decisión cuando presentan además psicopatía(46), esto fue evaluado en 78 hombres adictos a heroína los cuales fueron divididos en Psicopáticos o no con la Escala PCL-R, evaluando la capacidad de decidir, encontrando que los que tenían psicopatía tenían mayor dificultad para ello. También se ha observado que la psicopatía puede ser un predictor al mantenimiento de abstinencia con metadona en un grupo de dependientes a opiáceos. En un estudio donde evaluaron a 193 hombres en mantenimiento de metadona, encontraron que la variable predictora más clara era la presencia de trastornos de conducta en la infancia, y la psicopatía se relacionó con la falta de apego al tratamiento, prediciendo además niveles de cocaína en orina, así como el uso de benzodiacepinas. Además de estas asociaciones, otras variables importantes en la presencia de psicopatía es la edad de inicio del abuso de sustancias relacionada con el delito, estos hallazgos fueron referidos en una muestra de 100 delincuentes violentos que fueron comparados por inicio de consumo antes de los 18 años y después, de 56 sujetos con historia de abuso de alcohol o drogas, 31 tenían un inicio temprano, la duración del abuso no se correlacionó con la puntuación del PCL-R o reincidencia violenta, pero la edad de inicio mostró una fuerte correlación en los modelos multivariados incluyendo antecedente de TDAH en la infancia, trastornos de conducta y abuso de sustancias como covariantes. Se encontró una fuerte asociación matemática con agresión, psicopatía y reincidencia con la edad de inicio del abuso de sustancias y podría ser un marcador de posibles complicaciones que requiera atención social preventiva y manejo médico (47). Estos hallazgos se replicaron en un estudio en adolescentes, donde evaluaron a 64 sujetos referidos para tratamiento por abuso de sustancias, las características 26 psicopáticas fueron relacionadas positivamente con el número de arrestos en los 12 meses siguientes al tratamiento y relacionado negativamente con la participación, uso de sustancia y mejoría clínica (48). Sin embargo también existe algunos reportes de que la escala se comporta diferente al evaluar a sujetos con adicciones, en un estudio de 326 prisioneros se encontró que la escala era confiable y congruente con el modelo de 2 factores, sin embargo en 620 sujetos con abuso de sustancias, el modelo de dos factores fue inapropiado, encontrando que era mejor utilizar un modelo unidimensional representado por el total de la escala y así poderlo usar en las dos muestras con confiabilidad (49). VII. Evaluación de la psicopatía El Listado de Psicopatía es una escala de 20 ítems para utilizar con poblaciones criminales. Es una revisión de la escala inicial de 22 ítems (Hare, 198050; Hare y Frazelle, 198051) que fue diseñada para reemplazar las evaluaciones clínicas globales previamente utilizadas en la investigación de la psicopatía (ver Hare y Cox, 197852). Con estas evaluaciones globales eran capaces de ordenar internos encarcelados a lo largo de una escala de 7 niveles cuando su conducta y personalidad en un largo período de tiempo eran consistentes con la concepción de psicopatía tipificada por Cleckley (197653) en su libro “La Máscara de la Cordura” (The Mask of Sanity). Aunque este procedimiento de escalamiento era seguro y válido, las proporciones tenían que ser experimentadas en trabajos con poblaciones carcelarias, que se ajustaran a la concepción de psicopatía de Cleckley, y capaces de integrar largas cifras de entrevistas y datos histórico- biográficos en puntuaciones simples. En 1978 Hare inicia un proyecto para determinar si podía idear la naturaleza de un procedimiento de evaluación global más explícito. Listó los rasgos, conductas, 27 indicadores y contraindicadores de psicopatía que notaba que estaba utilizando en la construcción de valoraciones globales. Por tanto, una serie de análisis estaban determinando cuáles de estos ítems eran mejores discriminadores entre internos con baja o alta psicopatía. El resultado fue una lista de 22 ítems con una elevada consistencia interna y fiabilidad(Hare, 1980). Investigaciones subsecuentes han confirmado la fiabilidad del listado de 22 ítems y han demostrado que es una medida útil y válida de psicopatía en poblaciones de varones encarcelados (Hare, 198354, 198555; Hare y McPherson, 198456; Kosson, Nichols y Newman, 198557; Schroeder, Schroeder y Hare, 198358; Wong, 1985). Posteriormente realizó varios cambios en el listado para construir uno fácil de utilizar. Estos cambios incluyen eliminar dos ítems, uno porque era difícil de puntuar (ítem 22, “Abuso de drogas o alcohol no causado directamente por la conducta antisocial”) y el otro porque proporcionaba poca información útil (ítem 2, “Diagnóstico previo de psicopatía”). El ítem 16 (“Conducta irresponsable como padre”) ha sido cambiado por “Irresponsabilidad” en general. Otros títulos han sido levemente cambiados sin alterar la naturaleza de la característica de conducta a la que se refiere el ítem. Los ítems y procedimientos de puntuación están descritos con más detalle que anteriormente y algunas dificultades y aparentes inconsistencias en los criterios de puntuación han sido revisadas. El resultado de estas revisiones es el Listado de Psicopatía de 20-ítems. Es importante notar que el Listado fue desarrollado con muestras que no contenían individuos encarcelados que estaban psicóticos, con retraso mental o con claro daño orgánico y que por rutina excluían del programa de investigación. Aunque no existe razón por la que el Listado no pueda ser utilizado para investigar coincidencias y diferencias entre psicópatas y distintos grupos forenses y psiquiátricos, es esencial que el juicio clínico sea ejercido cuando las puntuaciones son asignadas a los ítems, particularmente aquellos que no se relacionan directamente con conductas criminales y antisociales. Por ejemplo, puede no ser apropiado asignar una puntuación de 2 cuando la conducta característica en cuestión es obviamente el resultado de una condición particular, tal como 28 organicidad, medicación, ilusiones, alucinaciones y así sucesivamente (Hare y Harpur, 198559; Howard, Bailey y Newman, 1984). Posteriormente se realiza una revisión de la escala formando la PCL-R. La PCL-R60 es una escala que fue diseñada para medir los atributos para diagnosticar la psicopatía, ha sido demostrada en su capacidad diagnóstica, además ha demostrado una alta capacidad para predecir la violencia. Capacidad predictiva para la violencia de la Escala PCL-R. En una evaluación realizada en Suiza en 113 prisioneros por delitos sexuales y violentos, realizándose una regresión logística para estimar la agresión verbal y física en función de la suma del puntaje del PCL-R. Encontraron que si bien el puntaje total del PCL-R no se relacionaba con la agresión física, cada uno de los factores de la PCL-R sí fue asociado de manera significativa, específicamente el factor 1 predijo la presencia de agresión verbal (con una correlación de 0.70 y 0.69), pero no el factor 2. Los autores concluyen que esta correlación entre la puntuación entre PCL-R y la agresión verbal pero no con la agresión física puede ser explicada por que aunque 27% de los sujetos presentaron violencia, esta fue en su mayoría verbal y solo en 7 de los 94 casos que presentaron infracciones disciplinarias requirieron atención medica, por ende el rango de violencia no era amplio. Los autores concluyen que es necesario un instrumento especifico o un modelo que prediga la violencia reactiva institucional, es decir aquella en respuesta a la situación de reclusión, ya que al parecer solo predice la violencia, especialmente verbal, en general (61). JUSTIFICACIÓN Uno de los principales motivos de estudio dentro de la Psiquiatría Forense es el concepto de psicopatía que ha generado múltiples discusiones sobre su 29 constructo, los factores que lo integran y la diferencia con el trastorno antisocial de la personalidad. Generalmente se encuentra una asociación clara entre el uso de sustancias de abuso y el trastorno de personalidad antisocial, sin embargo existen pocos estudios que evalúen el uso de sustancias en sujetos con psicopatía, los escasos estudios sobre ello han mostrado que si bien existe un claro consumo de sustancias, los índices de dependencia son ligeramente menores que el trastorno antisocial de la personalidad. El uso de sustancia está claramente asociado a altos niveles de violencia y hostilidad que a su vez se asocia a un aumento de la criminalidad, por lo que es de esperar que este fenómeno se encuentre aumentado en los sujetos que están recluidos por delitos violentos. Uno de los principales autores en realizar un constructo de la psicopatía fue Cleckley, con base a las caracterizadas por él, Hare elaboró la Escala PCL que posteriormente fue revisada para aumentar su confiabilidad y capacidad predictiva. Los estudios posteriores han demostrado que es una herramienta altamente confiable, y puede tener capacidad predictora para la violencia asociada al delito así como la violencia verbal y la reincidencia. Dado que es un instrumento útil dentro de la práctica clínica es necesario observar su confiabilidad en población mexicana, lo que nos dará una herramienta suplementaria para un diagnóstico y predicción de la conducta, violencia y reincidencia en sujetos psicopáticos. PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA ¿Se encuentra asociado la dependencia a sustancias y la versatilidad criminal a la presencia de psicopatía? 30 HIPÓTESIS Los sujetos con dependencia a sustancias y versatilidad criminal tendrán mayor presencia de psicopatía. OBJETIVO GENERAL. Describir la prevalencia de psicopatía en internos de un reclusorio de la ciudad de México y su relación con el uso de sustancias y la versatilidad criminal. Objetivos Específicos Describir la asociación entre uso de sustancias y versatilidad criminal Describir la asociación entre la severidad de psicopatía y uso de sustancias Describir la asociación entre la severidad de psicopatía y versatilidad criminal Validar el instrumento PCL-R. Método UNIVERSO DEL ESTUDIO. Sujetos masculinos de entre 18 y 60 años que se encuentren en un centro de readaptación social. SELECCIÓN DE LA MUESTRA. El estudio de la muestra fue conformada por 105 sujetos de entre 18 y 60 años de edad que se encontraban recluidos en un centro de readaptación social, en función de su accesibilidad. 31 Criterios de inclusión. Sujetos varones que se mostraron dispuestos a participar en la entrevista. Criterios de exclusión. Sujetos con sintomatología psicótica y retraso mental TIPO DE ESTUDIO Se trata de un estudio transversal, descriptivo y observacional VARIABLES Psicopatía. Definición conceptual. Alteración de la personalidad caracterizada por un inicio en la infancia o adolescencia, con trastornos en la conducta, violencia, vandalismo, falta de culpa y empatía, Definición operacional. Cumplir con los criterios establecidos en la Escala PCL-R Uso de sustancias. Definición conceptual. Uso de sustancias con el fin de conseguir un efecto, con fines de abuso. Definición operacional. Referir consumo de sustancia durante la entrevista clínica realizada por la Escala PCL-R. Versalitilidad criminal. Realización de varios delitos de diversa índole. Calificación obtenida por la Escala PCL-R Edad. Definición conceptual. Numero de años desde el nacimiento. Definición operacional. Referida por el entrevistado 32 Religión. Definición conceptual. Creencia o prácticas acerca de lo divino o sagrado. Definición operacional. Referida por el entrevistado Lugar de origen. Definición conceptual. Lugar de nacimiento Definición operacional. Referidapor el entrevistado, estado. Escolaridad. Definición conceptual. Grado máximo alcanzado de estudios. Definición operacional. Referida por el entrevistado. Estado civil. Definición conceptual. Situación de la persona determinada por la relación con su pareja. Definición operacional. Referida por el entrevistado. Empleo. Definición conceptual. Actividad remunerada. Definición operacional. Referida por el entrevistado INSTRUMENTO La PCL-R es una escala para la evaluación de psicopatía en población forense (1062). Abarca conductas y rasgos de personalidad comprendidos en la amplia concepción clínica de psicopatía que se evalúan con 20 ítems cuya puntuación es 0 (cuando las características descritas por el ítem no son aplicables al sujeto), 1 (cuando las características coinciden en algunos aspectos) y 2 (cuando el ítem es definitivamente aplicable al sujeto). La escala discrimina dos factores, reflejando, uno de ellos, los rasgos de personalidad ampliamente considerados descriptivos del síndrome (Factor 1) y otro que refleja las conductas socialmente desviadas (Factor 2). Los ítem del Factor 1 son los numerados 1, 2, 4, 5, 6, 7, 8 y 16, y los del Factor 2 son los 3, 9, 10, 12, 13, 14, 15, 18 y 19; los ítem 11, 17 y 20 no pertenecen a ninguno de los dos factores, se consideran sólo para la puntuación total. 33 La obtención de los datos se realiza con entrevista clínica semiestructurada y con fuentes colaterales de información (expediente legal, expediente clínico de la Institución). La puntuación total varía entre 0 y 40, reflejando el grado en que el evaluado coincide con el prototipo del psicópata; el autor propone un puntaje de 30 o más para aplicar el diagnóstico de psicopatía. La versión original de la Escala PCL-R fue desarrollada con estudios en poblaciones forenses de varones de habla inglesa y francesa (63). La validación en español obtuvo un coeficiente de correlación interna de 0.92, para el factor 1 de 0.89, para el factor 2 de 0.92. Valores de Kappa de Cohen con el diagnóstico del DSM-IV fue de 0.90 y una consistencia interna de 0.86 para la escala, 0.83 para el factor 1 y 0.86 para el factor 2. La media de correlaciones inter ítem fue de 0.23. Posteriormente se evaluaron sus propiedades psicométricas en otros países (64, 65, 66). La validación del instrumento se realizó con el siguiente procedimiento. PROCEDIMIENTO DE VALIDACIÓN DEL INSTRUMENTO Se seleccionó a la población en función de su accesibilidad y que en la evaluación psiquiátrica a su ingreso hayan sido diagnosticados como trastorno antisocial de la personalidad, obteniéndose 105 sujetos. Se les aplicó inicialmente una entrevista personal de aproximadamente 20 minutos donde se abordaron antecedentes personales, se les aplicó posteriormente el SCID-II para evaluar el diagnóstico de trastorno antisocial de la personalidad. Posteriormente se les aplicó la Escala PCL-R. El análisis de datos se llevó a cabo en el programa SPSS v. 15. 34 La validación de constructo se obtuvo por medio de la entrevista clínica estructurada para trastornos de personalidad (SCID-II), donde se obtuvo además la sensibilidad y especificidad del instrumento. La confiabilidad test-retest se realizó con una muestra de veinte sujetos a los que la entrevista se les realizó nuevamente seis meses después. La confiabilidad interobservador se realizó en treinta sujetos evaluados por dos observadores, midiéndose la correlación intraclase existente entre las dos evaluaciones. Además se aplicó una encuesta sociodemográfica para observar si existe alguna correlación entre los datos demográficos y los resultados de la muestra. Análisis estadístico. Se hizo un análisis descriptivo (promedio, desviación estándar, porcentaje y frecuencia) de las variables demográficas así como las puntuaciones obtenidas en la escala. La escala fue calificada según las indicaciones del autor. Se realizó un análisis factorial inicial para observar la estructura, y el coeficiente alpha. Para establecer su validez de constructo, se ejecutó un procedimiento iterativo consistente en la realización de sucesivos análisis factoriales y de consistencia interna de los factores resultantes y de la escala, para obtener los valores con eigenvalues (autovalores) mayores a 1, los autovalores explican la varianza de una variable, los mayores a 1 representan mayores diferencias entre los grupos. Previamente se realizaron medidas de calidad de análisis (índice de adecuación muestral KMO y prueba de esfericidad de Bartlett). Se realizó un análisis factorial final con una rotación varimax para obtener los factores que constituyen la escala. Además se evaluaron a 30 sujetos por dos evaluadores y 20 sujetos en la prueba test-retest a los seis meses. Finalmente se obtuvo la validez convergente con una correlación 35 entre la puntuación total obtenida en el SCID-II y la escala, y prueba de contraste entre el diagnóstico establecido con SCID-II y PCL-R. Se realizó un análisis de asociación entre la presencia de versatilidad criminal y psicopatía, así como uso de sustancias y variables demográfica. Se realizó una correlación entre la gravedad del delito y la calificación obtenida en el PCL-R. La significancia estadística se estableció en alpha= .05. El análisis se realizó en el programa SPSS. CONSIDERACIONES ÉTICAS El estudio fue presentado ante el Comité de ética e investigación para su aprobación, así como se solicitó autorización a la Coordinación médica del Centro de readaptación social y todos los sujetos dieron un consentimiento informado para la aplicación de los instrumentos. Dado que el estudio es de carácter observacional, se considera de riesgo mínimo. Procedimiento. El anteproyecto se realizó en los meses de junio del 2008 a marzo del 2009, la aplicación del instrumento se realizó en los meses de marzo a septiembre del 2009 en un centro de readaptación social. El cómputo de datos se llevo a cabo en el programa SPSS para su presentación en formato de tesis. 36 RESULTADOS Descripción de la muestra La muestra final evaluada comprendió a 105 sujetos, de los cuales se evaluaron 20 a los seis meses para la prueba test-retest, y se evaluaron a 30 por dos observadores. La descripción de las variables demográficas se muestra en el cuadro 1. Como podemos observar de manera significativa la mayor parte fueron originarios del D.F. (p= .03). Cuadro 1.- Descripción de las características sociodemográficas y delictivas de la muestra estudiada (n=105) media ds min max Edad 33 8.76 20 60 Tiempo de reclusión (meses) 44 52.93 0 288 n % X2 (gl) p Lugar de origen DF 84 80 4(9) .03 Estado de México 21 20 Foráneos 8 16 Estado civil Casado 27 26 69(36) .001 Separado 8 8 Soltero 57 54 Unión Libre 10 10 Viudo 3 3 Escolaridad Primaria 31 30 56(36) .01 Secundaria 49 47 Preparatoria 15 14 Licenciatura 8 8 Maestría 2 2 Empleo Comerciante 5 5 105(36) .000 Empleado 10 10 37 Profesionista 5 5 Subempleo* 76 72 Ninguna 9 9 Religión Ninguna 8 8 Católico 68 65 Cristiano 27 26 Devoto de la Santa Muerte 1 1 Musulmán 1 1 * Se consideran las actividades remuneradas dentro del reclusorio como subempleo En cuanto al tipo de delitos por los que estaban ingresados se muestran en el siguiente cuadro, se encuentran ordenados de menos grave a mas grave, tomando en cuenta para la clasificación la pena a que puede ser sentenciado. Se encontró que de manera significativa existían mayor número de robos que otros delitos (Cuadro 2). Cuadro 2. Tipo de delito cometido ordenado de menor a mayor gravedad Delito Frecuencia Porcentaje X2 (GL) p Encubrimiento por Receptación 1 1 4(9) .03 Fraude Genérico 2 2 Robo 64 61 Lesiones 10 10 Abuso sexual 2 2 Tentativa de homicidio 2 2 Delitos contrala salud 8 8 Homicidio Calificado 12 11 Delincuencia organizada 1 1 Secuestro 3 3 38 En cuanto a la presencia de antecedentes de abuso físico sufrido, abuso sexual y abuso psicológico, se presentan en el siguiente cuadro. Cuadro 3. Presencia de haber sufrido abuso físico, psicológico o sexual Si Abuso Físico 44 (41.9%) Abuso Sexual 87 (82.9%) Abuso Emocional 31 (29.5%) En el uso de sustancias se presentan las frecuencias de distribución por tipo, y si percibían dependencia o no de la sustancia. En total 79 (75.2%) referían tener dependencia a algún tipo de sustancia. Cuadro 4. Presencia de abuso o dependencia a sustancias Tipo de sustancia Frecuencia Alcohol Negado Abuso Dependencia actualmente en abstinencia 10 (9.5%) 47 (44.8%) 48 (46.7%) Marihuana Negado Abuso Dependencia 16 (15.2%) 58 (55.2%) 41 (29.5%) 39 Cocaína Negado Abuso Dependencia 10 (9.5%) 55 (52.4%) 40 (38.1%) Tabaco Negado Abuso Dependencia 46 (43.8%) 55 (52.4%) 4 (3.8%) Inhalantes Negado Abuso Dependencia 46 (43.8%) 55 (52.4%) 4 (3.8%) Anfetaminas Negado Abuso Dependencia 64 (51%) 39 (37.1%) 2 (1.9%) Benzodiacepinas Negado Abuso Dependencia 87 (82.9%) 16 (15.2%) 2 (1.9%) En cuanto a la presencia de versatilidad criminal, que se evaluó con la Escala PCL-R, se encontró que casi en una tercera parte existía la certeza de versatilidad. Cuadro 5. Presencia de versatilidad criminal 40 Versatilidad criminal Frecuencia No existe Quizás existe Existe la certeza de que existe 40 (38.1%) 38 (36.2%) 27 (25.7%) Los resultados obtenidos en la escala PCL-R se muestran a continuación, Cuadro 6. Descripción y contraste entre los grados de Psicopatía considerando los instrumentos aplicados. SCID X2 * P PCL-R No Si No Psicópatas o con Rasgos 48 33 19.5 (1) .000 Psicópatas 2 22 Total 50 55 * Prueba exacta de Fisher para muestras pequeñas. De 105 evaluados con la Escala PCL-R se encontraron 24 psicópatas constituyendo el 22.86%. Cuadro 7.- Nivel de Psicopatía en relación al tipo de Delito (n=105) 41 Delito No Psicopatas Psicopatas n % n % Encubrimiento por Receptación 1 1 Fraude Genérico 2 2 Robo 56 56 8 8 Lesiones 7 7 3 3 Abuso sexual 1 1 1 1 Tentativa de homicidio 2 2 Delitos contra la salud 7 7 1 1 Homicidio Calificado 3 3 9 9 Delincuencia organizada 1 1 Secuestro 1 1 2 2 Psicopatía y uso de sustancias Se realizó un análisis de asociación entre las variables nominales y la presencia o no de psicopatía, se encontró que existía una asociación entre dependencia a inhalantes y psicopatía (X2=7.9, p=.019), abuso de anfetaminas (gráfica I) (X2=6.25. p=.04), dependencia actual a alguna sustancia (Gráfica II) (X2=4.5, p=.034). El uso de alcohol, cocaína, tabaco no se asoció con la presencia de psicopatía. Gráfica I. 42 54 10 25 14 2 0 0 10 20 30 40 50 60 Sin uso Abuso Dependencia Distribución de uso de anfetaminas Sin Psicopatía Con Psicopatía Gráfica II 43 La presencia de versatilidad criminal se asoció claramente con la presencia de psicopatía (X2=34.03, p=.000), esto lo podemos observar en la siguiente gráfica. (III) Gráfica III 24 2 57 22 0 10 20 30 40 50 60 Sin dependencia Con Dependencia Dependencia actual a sustancias y psicopatía Sin Psicopatía Con Psicopatía 38 2 31 7 12 15 0 5 10 15 20 25 30 35 40 No Quizás Certeza Versatilidad criminal Presencia de versatilidad criminal y psicopatía Sin Psicopatía Con Psicopatía 44 No se encontró una asociación entre el tipo de delito y la presencia o no de psicopatía. Se encontró una asociación entre el antecedente de haber sufrido abuso físico (X2=10.6, p=.001) y abuso emocional (X2=6.2, p=.012). El resto de las variables no mostraron asociaciones significativas. Validación del instrumento El rango de calificación del instrumento va de 0 (cuando las características descritas por el ítem no son aplicables al sujeto), 1 (cuando las características coinciden en algunos aspectos) y 2 (cuando el ítem es definitivamente aplicable al sujeto). Podemos observar que los promedios obtenidos por cada ítem eran bastante homogéneos Cuadro 8. Puntuación obtenida por cada ítem en la muestra (n=105) Item Promedio (Desviación estandar) 1. Labia, encanto superficial 1.09 (.85) 2. Sentido desmesurado de autovalía 1.13 (.87) 3. Necesidad de estimulación 1.51 (.76) 4. Mentira patológica 1.47 (.58) 5. Manipulador 1.15 (.81) 6. Falta de remordimiento o culpa 1.22 (.78) 7. Falta de expresión de afecto 1.08 (.66) 8. Insensibilidad afectiva, falta de empatía 1.01 (.75) 9. Estilo de vida explotador 1.22 (.73) 10. Pobre control de conducta 1.26 (.85) 11. Conducta sexual promiscua 1.05 (.89) 12. Problemas de conducta en la infancia .90 (.84) 13. Falta de objetivos a largo plazo .47 (63) 14. Impulsividad 1.76 (.51) 45 15. Irresponsabilidad 1.37 (.65) 16. Incapacidad para aceptar responsabilidad .72 (.70) 17. Relaciones breves, promiscuidad .32 (.68) 18. Delincuencia juvenil .54 (.84) 19. Revocación de libertad condicional 1.05 (.96) 20. Versatilidad criminal .89 (.79) Total Factor 1 10.02 (4.2) Total factor 2 12.45 (5.3) Total Escala 20.8 (8.1) Ítems omitidos .31 (.57) Se evaluó la consistencia interna del PCL-R, mediante el coeficiente alfa de Cronbach y la correlación media inter-ítems, los 29 sujetos omitidos corresponden a los que se omitió la calificación de algún ítem. Podemos observar que la consistencia interna es buena, mayor a .80 (Cuadro 9) y la consistencia obtenida si algún ítem se eliminara no modifica en gran medida la total de la escala (Cuadro 10). Además se presentan la matriz de correlaciones inter-items, con valores negativos hasta .65 (Cuadro 11), es decir que dentro de la escala la puntuación de ciertos ítems se correlacionaba de manera inversa con la puntuación de otros, apoyando la existencia de diferentes factores. Dentro de la correlación del ítem con la escala solo el ítem 17 obtuvo un valor menor a .31 que implica una correlación baja con el total de la escala. Cuadro 9.- Descripción del resultado en la evaluación de la Consistencia Interna total de la Escala (n=50) n % Alpha de Cronbach Casos Incluidos 76 72 .848 Casos omitidos 29 28 46 Total 105 Cuadro 10.- Descripción de la Correlación y Consistencia Interna por cada item de la escala y su total item r Alpha de Cronbach 1 0.77 0.85 2 0.79 0.84 3 0.53 0.84 4 0.39 0.84 5 0.57 0.83 6 0.74 0.83 7 0.67 0.83 8 0.80 0.83 9 0.63 0.84 10 0.37 0.84 11 0.31 0.85 12 0.43 0.84 13 0.38 0.84 14 0.41 0.85 15 0.54 0.84 16 0.40 0.85 17 0.21 0.85 18 0.38 0.84 19 0.41 0.85 20 0.45 0.84 Correlación significativa .01 r=.31 Correlación significativa .05 r=.37 47 Cuadro 11. Matriz de correlaciones inter-ítem item1 1 item2 0.78 2 item3 -0.07 0.03 3 item4 0.25 0.24 0.22 4 item5 0.31 0.40 0.26 0.44 5 item6 0.05 0.15 0.57 0.24 0.43 6 item7 0.04 0.17 0.50 0.31 0.44 0.66 7 item8 0.10 0.17 0.48 0.35 0.48 0.75 0.74 8 item9 0.03 0.06 0.40 0.23 0.34 0.24 0.35 0.43 9 item10 0.21 0.39 0.22 0.26 0.38 0.28 0.25 0.30 0.00 10 item11 0.42 0.36 0.12 0.21 0.27 0.21 0.26 0.20 0.13 0.16 11 item12 0.10 0.29 0.34 0.24 0.35 0.45 0.51 0.48 0.33 0.23 0.19 12 item13 0.15 0.28 0.25 0.33 0.31 0.38 0.26 0.35 0.28 0.10 0.00 0.33 13 item14 -0.18 -0.02 0.47 -0.01 0.03 0.29 0.25 0.30 0.34 0.16 0.04 0.26 0.08 14 item15 0.08 0.15 0.24 0.04 0.39 0.42 0.33 0.37 0.56 0.08 0.15 0.29 0.30 0.25 15 item16 -0.10 0.21 0.07 0.12 0.15 0.16 0.23 0.03 -0.02 0.16 0.07 0.15 0.23 0.01 0.03 16 item17 0.22 0.33 0.07 0.04 0.13 0.10 0.20 0.18 0.06 0.25 0.19 0.17 -0.01 0.04 -.01 0.07 17 item18 0.17 0.15 0.23 0.12 0.15 0.42 0.32 0.51 0.19 0.05 0.05 0.36 0.26 0.08 0.4 -.02 .07 18 item19 0.03 0.10 0.160.05 0.35 0.27 0.20 0.38 0.49 -0.03 0.11 0.09 0.20 0.14 0.37 .03 00 0.14 19 item20 0.12 0.19 .30 0.22 0.47 0.32 0.39 0.47 0.36 0.32 0.17 0.23 0.18 0.30 0.16 0.23 0.19 0.17 .27 20 48 Para analizar la estructura factorial de modo exploratorio, se llevó a cabo un análisis factorial. Los resultados obtenidos del test de Kaiser-Meyer-Olkin: KMO=.772, y el test de esfericidad de Bartlett=636.54, p=.000), valores que muestran que la matriz de correlación no era una matriz de identidad o debida al azar. Se realizó un análisis de componentes principales con un método de rotación Varimax con normalización de Kaiser, obteniéndose cinco factores principales con eigen values mayores a 1. El análisis explicaba el 61.3% de la varianza. En el cuadro 12 se presentan las cargas factoriales de los 20 ítems correspondientes a cada uno de los factores. Estos resultados revelan una correlación inter-factor mayor a .40, indicando algún grado de dependencia entre los factores, a pesar de que se observaron cinco factores, llama la atención que sin realizar la rotación de componentes, la mayor parte de los ítems se agruparon en el componente uno y en el componente dos (Cuadro 13 y 14) Para la validez convergente de la versión PCL-R, se realizó una correlación con las puntuaciones obtenidas del SCID-II para diagnóstico de trastorno de personalidad antisocial, en cuanto al total de la escala y el total obtenido en el SCID-II, la correlación fue de r=.738, p=.000. En cuanto a la presencia de casos y no casos, se encontró que tenía una sensibilidad de 96%, especificidad de 40%. Valor predictivo positivo de 59.26% y un valor predictivo negativo 91.67%. Se realizó además una evaluación inter-observador, que se muestra en el cuadro 14 y una evaluación test-retest para observar la confiabilidad y estabilidad de la prueba, se encontró una correlación para el factor 1 de r=.991, para el factor 2 de r=.992 y para el total de la prueba .996 en relación a los puntajes totales. En cuanto a los casos detectados, el 100% se replicaron en la re-evaluación. 49 Cuadro 12. Análisis de componentes principales Ítems Componentes 1 2 3 4 5 item8 0.839 -0.154 0.006 0.048 -0.168 item6 0.808 -0.168 -0.095 0.146 -0.130 item7 0.750 -0.114 -0.093 0.170 -0.204 item20 0.684 -0.069 -0.158 0.100 0.220 item3 0.674 -0.182 -0.223 -0.085 0.024 item9 0.670 -0.280 0.196 -0.298 0.157 item5 0.652 0.327 0.097 0.093 0.324 item15 0.644 -0.213 0.052 -0.316 0.139 item12 0.596 -0.065 0.133 0.062 -0.354 item14 0.543 -0.173 -0.435 -0.225 0.217 item10 0.522 0.146 -0.439 0.289 -0.036 item18 0.460 -0.058 0.329 -0.057 -0.597 item4 0.454 0.174 0.390 0.344 0.157 item13 0.422 0.022 0.545 0.118 0.027 item19 0.366 -0.072 0.303 -0.407 0.363 item2 0.354 0.812 0.065 -0.058 0.006 item11 0.301 0.518 -0.278 -0.216 0.120 item17 0.197 0.389 -0.391 -0.112 -0.324 item1 0.142 0.842 0.190 -0.220 -0.086 item16 0.123 0.107 -0.003 0.720 0.295 Método de extracción. Análisis de componentes principales. Cuadro 13. Análisis factorial con rotación Varimax Matriz de componentes rotados Ítems Componente 1 2 3 4 5 item14 0.72 0.05 -0.11 0.24 -0.15 item6 0.69 0.01 0.45 0.11 0.20 item3 0.68 0.03 0.20 0.21 0.00 50 item20 0.65 0.08 0.09 0.22 0.27 item10 0.64 0.23 0.07 -0.26 0.20 item8 0.64 0.05 0.53 0.21 0.15 item7 0.63 0.04 0.48 0.03 0.18 item15 0.49 0.02 0.22 0.54 -0.04 item9 0.44 -0.05 0.29 0.63 0.03 item5 0.39 0.42 0.07 0.32 0.47 item12 0.34 0.07 0.61 0.07 0.09 item11 0.28 0.63 -0.14 0.06 -0.05 item17 0.26 0.48 0.12 -0.30 -0.24 item16 0.14 -0.06 -0.14 -0.25 0.72 item19 0.12 0.08 0.02 0.71 0.03 item4 0.09 0.15 0.27 0.20 0.62 item18 0.08 0.06 0.81 0.07 -0.06 item2 0.04 0.85 0.11 0.05 0.23 item13 -0.02 0.04 0.43 0.36 0.42 item1 -0.22 0.86 0.13 0.08 0.06 La rotación fue convergente en nueve replicaciones Cuadro 14. Confiabilidad inter-observador (Correlación Intraclase) item R 1 0.92 2 0.89 3 0.83 4 0.75 5 0.80 6 0.92 7 0.75 8 0.89 9 0.74 10 0.79 11 0.84 12 0.96 13 0.82 14 0.82 15 0.72 51 16 0.81 17 0.80 18 0.92 19 0.95 20 0.63 Factor 1 0.88 Factor 2 0.87 Total 0.75 Finalmente los dos observadores coincidieron totalmente en detectar los 7 casos de psicopatía. DISCUSIÓN La psicopatía es una alteración de la personalidad de inicio temprano durante la adolescencia o la niñez, caracterizada por problemas de conducta, crueldad, pobre capacidad de empatía y actos delictivos, se encuentra asociada y predicha por el uso de drogas. Existen varias alteraciones asociadas y factores de pronóstico de la conducta, uno de los más consistentes es la versatilidad criminal, en esta discusión abordaremos desde los resultados de la validación de la escala, siguiendo con el impacto del uso de sustancias y finalmente la versatilidad criminal. En relación a la validación realizada del instrumento, podemos observar que las características psicométricas de la versión en español de la escala PCL-R utilizada en población mexicana, son similares a las características de la versión original, por lo que se puede considerar como un instrumento válido y fiable para detectar niveles y sujetos con psicopatía en poblaciones que se encuentran recluidas por algún delito. Como podemos observar las puntuaciones entre la las dos escalas, utilizando el punto de corte propuesto por Hare (mas de 30 puntos) y considerando los criterios para trastorno del SCID, confirma la validez de constructo de la escala, con una excelente sensibilidad y adecuada especificidad. Si bien el análisis factorial demostró la 52 existencia de cinco factores, es de llamar la atención que la mayor parte de los ítems se congregaron en el factor uno y dos, alrededor del factor uno se agruparon las características, que podríamos llamar endógenas de la personalidad, y en el segundo factor se agruparon otras características de conducta, sin embargo no replicamos la estructura factorial propuesta por Hare, es probable que existan rasgos más relacionados con personalidad, por supuesto influenciados por la cultura y que esto podría explicar la agrupación, entre ellos el tipo de relaciones sexuales o promiscuidad. Hare (1991) pensaba que el desorden psicopático se debía considerar como un constructo de orden superior, basado en dos constructos subordinados, sin embargo pareciera que el factor 1 tiene más peso para los factores psicopáticos, que el resto de los factores, en este sentido, podemos coincidir con los hallazgos encontrados en la validación española (Chicon 200367), que encontró que los ítems relacionados con personalidad y conductas violentas también mostraban una mayor carga factorial, coincidiendo con nuestros hallazgos y que estos podrían explicar ser responsables de las conductas agresivas, violentas y el realizar crímenes de los sujetos con psicopatía. Otro aspecto importante, es que si consideramos como estándar de oro los criterios del CIE-10 y DSM-IV, debemos recordar que en las últimas versiones se ha priorizado en la conducta observable (APA, 1994), dejando de lado otros síntomas clínicos que deben considerarse centrales en la Psicopatía como la falta de empatía, manipulación y crueldad hacia los otros, que si toma en cuenta el PCL-R, esto podría explicar nuestra discreta especificidad, con respecto al SCID-II, ya que el PCL-R evalúa un constructo mucho más amplio que el abordado por los criterios diagnósticos establecidos. Podemos observar además, que la escala se mantuvo estable a lo largo del tiempo y obteniéndose una adecuada confiabilidad entre observadores, lo que convierte al PCL-R en un instrumento útil para realizar una evaluación fiable del constructo de Psicopatía en población recluida por algún tipo de delito, sin
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