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UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE 
MÉXICO 
 
 
FACULTAD DE PSICOLOGÍA 
 
 
 
LA HIPNOSIS ACTUAL Y SU RELACIÓN CON LA TERAPIA 
COGNITIVO CONDUCTUAL: UNA PROPUESTA DE 
INTERVENCIÓN 
 
T E S I N A 
 
QUE PARA OBTENER EL TÍTULO DE 
LICENCIADO EN PSICOLOGÍA 
 
 
P R E S E N T A: 
FELIPE BORJA HERNÁNDEZ 
 
DIRECTORA DE LA TESINA: 
MTRA. YOLANDA BERNAL ÁLVAREZ 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 Ciudad Universitaria, D.F. Agosto, 2013. 
 
 
UNAM – Dirección General de Bibliotecas 
Tesis Digitales 
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respectivo titular de los Derechos de Autor. 
 
 
 
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Nada debería ser omitido del arte que sea de interés para el mundo, algo que 
podría ser de beneficio para el sufrimiento humano y que no arriesgue la vida... 
 
 
 
 
 
Hipócrates 
2 
 
AGRADECIMIENTOS 
 
 
A la Universidad Nacional Autónoma de México que me recibió en su espacio, 
permitiéndome con esto construir diariamente mi mundo diferente. 
 
 
A la Facultad de Psicología, Sistema de Universidad Abierta (SUA), que con la 
metodología que sigue colocó ante mí la información que yo estoy 
aprovechando. 
 
 
A la Mtra. Yolanda Bernal Álvarez directora de la Tesina por dedicarme su 
tiempo y proveerme de dirección en la construcción de este documento. 
 
 
Al honorable jurado: Mtra. Margarita Molina Avilés, Lic. Damariz García 
Carranza, Mtro. Jorge Álvarez Martínez, y Mtro. Jorge Orlando Molina Avilés, por 
dedicar su tiempo a la evaluación de mi trabajo. 
 
 
Al Departamento de Educación Continua, por el tiempo dedicado al desarrollo de 
mi proceso de titulación. 
3 
 
DEDICATORIA 
 
 
A mis padres: Felipe Borja G. y Regina Natividad Hernández A.; que ahora están 
en mi memoria, y que con su apoyo incuestionable me inspiraron a avanzar en la 
vida. 
 
 
A mis hermanos que, aunque probablemente no lo saben, con nuestra 
interrelación he aprendido mucho. 
 
 
A mi compañera de vida que me ha acompañado y apoyado en más de lo que le 
corresponde. 
 
 
A mi hija Hannia Renata que ofreciéndome su sonrisa diaria me motiva a 
levantarme temprano todos los días. 
 
 
A todas las personas de las cuales, de una u otra manera, he obtenido 
conocimiento y el cual está reflejado en alguna parte de este documento. 
 
 
4 
 
INDICE 
 
 
 ÍNDICE 4 
 RESUMEN 5 
 INTRODUCCIÓN 7 
1. CAPITULO 1. LA HIPNOSIS 10 
1.1 Antecedentes Históricos 10 
1.2 Definiciones, Conceptos y Teorías de la Hipnosis 39 
1.3 Hipnosis Clínica 64 
1.4 Neurobiología de la Hipnosis 66 
1.5 Efectividad de la Hipnosis 68 
1.6 Conclusión 73 
 
2. CAPITULO 2. TERAPIA COGNITIVO CONDUCTUAL 76 
2.1 Antecedentes Históricos 76 
2.2 Principales Exponentes de la Terapia Cognitivo Conductual 80 
2.3 Efectividad de la Terapia Cognitivo Conductual 88 
2.4 Conclusión 90 
 
3. CAPITULO 3. LA TERAPIA COGNITIVO CONDUCTUAL Y LA 
HIPNOSIS 
92 
3.1 Conclusión 95 
 
4. PROPUESTA DE TALLER 96 
 
5 CONCLUSIONES Y LIMITACIONES 111 
5.1 Conclusiones 111 
5.2 Limitaciones 113 
 APÉNDICES 116 
 REFERENCIAS 144 
5 
 
 
RESUMEN 
El objetivo de esta tesina es sensibilizar al lector sobre la utilidad probada de la 
hipnosis en psicoterapia, a través de la exposición de la relación existente entre 
la hipnosis y la terapia cognitivo conductual (TCC), y la eficacia terapéutica 
empíricamente determinada de éstas. 
 
Este trabajo se desarrolló investigando, en las publicaciones disponibles, la 
situación teórica actual de la hipnosis, sus principales exponentes, sus 
aplicaciones clínicas, su efectividad psicoterapéutica y su relación con la TCC. 
 
La revisión de la literatura muestra que existen modelos que integran la hipnosis 
y las TCC. Y en general, “…según la investigación revisada, cuando se utiliza la 
hipnosis como un coadyuvante a otras intervenciones médico psicológicas, 
incrementa la eficacia y/o eficiencia de tales intervenciones (Mendoza & 
Capafons, 2009, pág. 98). 
 
Los resultados de estudios meta-analíticos muestran que la hipnosis es un 
tratamiento bien establecido (específico) en diversas aplicaciones clínicas, 
especialmente para el manejo de la ansiedad, y para el dolor de cabeza y 
migraña; y, aún más, la hipnosis es efectiva en manejo de dolor y el control de 
peso; y, su uso es posible para la depresión, y otros padecimientos psicológicos 
y médicos (Wark, 2008). Los reportes de comparaciones meta-analíticas indican 
que la mayor efectividad de la hipnosis, determinada a través del tamaño del 
efecto, se obtiene “…cuando se utiliza hipnosis como un coadyuvante a las 
intervenciones médicas y psicológicas” (Mendoza & Capafons, 2009, pág. 98). 
 
Considerando a la hipnosis como coadyuvante efectivo para la psicoterapia, 
para cumplir el objetivo de esta tesina, se propone la realización de un taller de 
hipnosis como coadyuvante a una técnica cognitivo-conductual que permitirá a 
los participantes: eliminar las posibles falsas ideas que se tengan sobre la 
6 
 
hipnosis, conocer los principales conceptos teóricos de la hipnosis y métodos 
sencillos de inducción, conocer los estudios meta-analíticos que muestran la 
efectividad de la hipnosis y, en general, sensibilizar al participante sobre la 
utilidad probada de la hipnosis en psicoterapia. 
7 
 
 
INTRODUCCIÓN 
Dentro de ciencia de la psicología, la aplicación de ésta en la atención del 
individuo en alguna de las etapas de la enfermedad se denomina psicología 
clínica, donde una actividad importante viene a ser la psicoterapia. Existen 
varias clasificaciones de la psicoterapia, una de las cuales las agrupa en 
abordajes de psicología profunda, abordajes conductuales, abordajes 
humanistas y abordajes sistémicos; cada abordaje contando a su vez con una 
variedad de terapias específicas (Kriz, 1997) y, a su vez, cada una de estas con 
algún grado de efectividad obtenida según algunos criterios (Chambless & 
Hollon, 1998) aceptados. Según Duncan (2002), para la fecha de su 
investigación habría más de 200 modelos de terapias agrupando unas 400 
técnicas terapéuticas. 
 
La hipnosis, con un origen en el inicio de la humanidad según algunos autores 
(Batino & Shouth, 1999; Labrador, Cruzado & Muñoz, 2008) y un recorrido 
histórico ambiguo entre lo místico y lo científico (Braid, 1843/1960; Erickson, 
1980c; Weitzenhoffer, 2000), ha sido incluida más recientemente por algunos 
autores en sus obras (Labrador et al. 2008; Caballo,2009) como una estrategia 
de intervención única (Flammer & Bongartz, 2003) o como procedimiento 
coadyuvante a alguna otra técnica médico-psicológica de intervención (Kirsch, 
Capafons, Cardeña-Buelna, & Amigó, 1999; Dowd, 2000; Chapman, 2006, Wark, 
2008; Mendoza & Capafons, 2009). 
 
La terapia cognitivo conductual (TCC) apareció en escena a finales de los años 
60’s (Dobson & Dozois, 2010). La TCC fue un tipo de intervención alternativa a 
la psicoterapia tradicional de ese momento que tenía como elemento central de 
intervención el factor cognitivo. Dobson y Block (1988, citados en Lega, Caballo 
& Ellis, 2009) y Dobson y Dozois (2010) propusieron una serie de factores que, 
8 
 
de acuerdo a ellos, facilitaron el surgimiento de esa intervención innovadora 
(TCC). 
 
Considerando estos dos tipos de estrategiaspsicológicas (hipnosis y TCC), el 
objetivo del presente trabajo es sensibilizar al lector sobre la utilidad probada de 
la hipnosis en psicoterapia (específicamente como coadyuvante en la TCC), a 
través de la exposición de la situación teórica de cada una de ellas y la relación 
existente entre ambas. 
 
El método para alcanzar el objetivo será una propuesta de taller en el cual se 
exponga la revisión documental que permitiría al participante identificar los 
conceptos, las teorías y modelos existentes, el campo de aplicación y la 
evidencia empírica de la eficacia de la hipnosis y la TCC. 
 
En el capítulo 1, con referencias bibliográficas clásicas y actuales, se desarrolla 
el tema de hipnosis. Este capítulo presenta información sobre la hipnosis en 
cuanto a definiciones, propuestas de teorías y técnicas de inducción, con el 
propósito de que el lector se familiarice con la hipnosis. En este capítulo se 
incluye la sección la neurobiología de la hipnosis, donde se resumen los 
principales correlatos que se han encontrado entre el fenómeno de hipnosis y la 
neurofisiología humana; y, la sección efectividad de la hipnosis, donde se 
exponen las principales investigaciones que muestran la evidencia empírica de 
la efectividad de la hipnosis en el campo de la salud. 
 
En el capítulo 2 se expone la Terapia Cognitivo Conductual (TCC). En este 
capítulo se desarrollan los antecedentes históricos, la clasificación de la TCC y 
sus principales exponentes. 
 
En el capítulo 3, La Terapia Cognitivo Conductual y la Hipnosis, se describe la 
relación histórica que algunos autores han encontrado entre la TCC y la 
9 
 
hipnosis. En este capítulo se incluyen también tres modelos del uso clínico de la 
hipnosis dentro del marco de las TCC. 
 
En el capítulo 4 se desarrollan las diez sesiones del Taller de Hipnosis como 
coadyuvante a una técnica cognitivo-conductual, la estrategia que se propone 
para cubrir el objetivo planteado. En cada una de las sesiones de dos horas se 
especifica la actividad particular del expositor y de los asistentes, el tiempo de 
duración de cada actividad y la estrategia para evaluar el cumplimiento de la 
actividad. 
 
En Conclusiones y Limitaciones, se plantea que un lector interesado en 
profundizar sobre el tema de la hipnosis, probablemente requiera complementar 
la información existente en las bibliotecas locales con publicaciones de las 
investigaciones recientes sobre la teoría de la hipnosis, con publicaciones sobre 
la hipnosis como coadyuvante a la TCC y con publicaciones sobre la eficacia del 
uso de ambas. Esta tesina probablemente le aportará al lector interesado en el 
tema de hipnosis información valiosa del estado del arte de la hipnosis en cuanto 
a sus principales autores, en cuanto a los estudios sobre la efectividad, en 
cuanto a las áreas de aplicación de mayor efectividad de la hipnosis y en cuanto 
a su uso como coadyuvante con otras intervenciones psicoterapéuticas. 
10 
 
 
1. CAPITULO 1. LA HIPNOSIS 
1.1 Antecedentes Históricos 
Diferentes hipnosis (Yapko, 2005; Sutcher, 2008) han sido estudiadas y 
utilizadas en varias épocas de la humanidad, sin haber un consenso en cuanto 
al momento preciso de su aparición. Batino y Shouth (1999) escribieron que la 
hipnosis es tan vieja como la misma raza humana, y la encontraron inmersa en 
el folclor de las culturas antiguas, y frecuentemente relacionada con la religión, 
la magia, los fenómenos sobrenaturales y el ocultismo. Autores como Ornes y 
Cohen (1996, en (Campos, 2008)) ubicaron el origen de la hipnosis a fines del 
siglo XVIII, con una publicación de Pétain. En su publicación de 1994, Cheek 
inició la historia de la hipnosis con el mitológico Perseo. Batino y Shouth (1999) 
propusieron que el estudio científico de la hipnosis empezó con el médico 
Vienés Mesmer. Abia y Núñez (Abia & Nuñez, 2003) señalaron el inicio científico 
de la hipnosis en los trabajos de Paracelso durante el siglo XVI. El trabajo de 
este último algunos autores (Edmonton 1986) lo han considerado el fundamento 
de las posteriores aportaciones de Mesmer. 
 
Para complicar aún más el hilo del antecedente histórico de la hipnosis, es 
necesario saber que existe un fenómeno conocido como hipnosis animal 
(Kroger, 2008). Cheek (1994) escribió que cuando se investiga históricamente la 
hipnosis es necesario también considerar que, aunque la mayoría de los 
historiadores limiten el tema a la hipnosis humana, el fenómeno hipnótico existe, 
además de en humanos, en animales. De hecho en su obra, el autor describe 
ejemplos de hipnosis animal, incluyendo el fenómeno de hibernación como una 
faceta de la conducta hipnótica utilizada por los animales como mecanismo de 
supervivencia cuando el alimento escasea. Edmonston (1986) encontró que 
Lafontaine en sus demostraciones magnetizó además de humanos, gatos, 
perros, ardillas, leones y lagartos. Kroger (2008) escribió que la hipnosis animal 
es similar pero no igual a la hipnosis en humanos, considerando que en 
11 
 
humanos ésta ocurre en contextos psico-sociales y en animales es resultado de 
manipulaciones físicas. 
 
Edmonton, a quien Weitzenhoffer (2000) consideró una autoridad y referencia 
cuando se habla de historia de la hipnosis, en su obra La inducción de hipnosis 
(1986), dedicada a la investigación de los métodos de inducción, elaboró una 
investigación histórica de los métodos de inducción hipnótica iniciando en 
periodos ancestrales. 
 
Hilgard (1987) y González-Ordi, (1999) en general, coincidieron en agrupar el 
recorrido histórico en las siguientes etapas, a fin de simplificar y hacer más 
comprensible el recorrido histórico: 
 
1. Hipnosis Antigua. 
2. Magnetismo animal. 
3. Hipnotismo. 
4. Escuela de Nancy y Escuela de la Salpetriére. 
5. Edad de oro de la hipnosis. 
6. El declinar del interés en la hipnosis. 
7. Antes y después de la Segunda guerra mundial. 
8. El renacer del interés en la hipnosis. 
 
(a) Hipnosis antigua 
Autores como Edmonston (1986), Batino y Shouth (1999), y Erickson (1980c), 
encontraron que civilizaciones antiguas como India, Egipto, Grecia y Roma 
encontraron un valor terapéutico en los fenómenos hoy llamados hipnosis y, 
específicamente, Edmonston (1986) aseveró que las técnicas modernas de 
hipnosis son modificaciones de procedimientos practicados por culturas 
antiguas. Batino y Shouth (1999) encontraron en los reportes de Marco Polo que 
la hipnosis y la magia se utilizaron con fines de sanación. 
 
12 
 
Edmonston (1986) escribió que el origen de la hipnosis que es paralela a la 
historia de la medicina y, más ampliamente, a la historia de los rituales de magia. 
El autor aseveró que la hipnosis en ningún momento inició con Mesmer, sino 
inició con los intentos del humano primitivo para entenderse a sí mismo o buscar 
cambios en sí mismo o en el ambiente. Mesmer solo es un paso intermedio y 
lógico en los esfuerzos de la humanidad para liberarse de los padecimientos. 
 
Hablando del periodo ancestral, Edmonston (1986) y González-Ordi (1999) 
encontraron vestigios de inducciones hipnóticas en la antigua India, China y 
Egipto. En la cultura egipcia, en los papiros de Ebers; y, en Egipto, Grecia y 
Roma, en los templos del sueño de. Los papiros de “Ebers”, que según 
Edmonston (1986) son escritos de encantamientos, remedios y prescripciones, 
han sido reconocidos como la primera referencia a las inducciones hipnóticas y 
donde se puede apreciar que éstas tuvieron como propósito principal coadyuvar 
para incrementar la efectividad del tratamiento médico. 
 
En cuanto a los Templos del Sueño, según Edmonston (1986) y Gonzáles-Ordi 
(1999), esos son la relación más conocida entre la época ancestral y la moderna 
con relación a la sanación mediante inducciones de hipnosis. Este tipo de 
templos existieron en Egipto 500 años AC a lo largo del río Nilo; en Grecia, 400 
años AC; y, en Roma, 200 años AC;y fueron dedicados a la sanación. En estos 
templos, después de que el participante se mantenía en un estado de sueño, se 
suponía se le revelaba tanto su diagnóstico como el tratamiento necesario para 
su sanación. De los tempos del sueño, Bernheim (1888/1964) escribió que la 
técnica utilizada era fijación de la vista que provocaba inicialmente alucinaciones 
y eventualmente terminaba en sonambulismo. Con base en la evidencia que 
encontró Edmonston (1986) propuso que las técnicas de inducción utilizadas en 
los templos del sueño fueron semejantes a las técnicas de inducción de años y 
siglos posteriores, específicamente de inicios del siglo XIX (tiempo de Mesmer): 
a) pase de manos, b) uso de magnetismo, c) uso de agua u otro líquido, d) 
fijación de la atención visual, y e) uso del cantos y música. 
13 
 
 
También del periodo antiguo, Wolff (1951en (Glasner, 1955), propuso que varias 
actividades que se atribuyen a Dios descritas en el viejo testamento son 
descripciones de trances hipnóticos: el sueño de Adán, el sueño de Saúl y las 
revelaciones de Job; y, en el nuevo testamento, las narraciones de las 
sanaciones de Jesús, de los apóstoles y de los santos posteriores que 
incluyeron procedimientos de fijación de la vista, pase de manos y sugestiones 
verbales. 
 
(b) Magnetismo animal 
 
Tradicionalmente el desarrollo del magnetismo animal se ha atribuido 
completamente a Franz A. Mesmer (1734 - 1815), en el siglo XVIII; sin embargo, 
como era de esperarse en cualquier nuevo conocimiento (Kuhn, 1970/2000), 
Edmonston (1986) encontró antecedentes claros del magnetismo animal en 
personalidades de épocas anteriores a Mesmer como en Galeno, en el imperio 
romano, Paracelso, Helmont, Fludd y Maxwell. 
 
Galeno, el famoso médico del sigo II, extendía su dedo para ejercer influencia 
sobre sus pacientes. También los emperadores romanos usaban pases de 
manos y toques con los pies para sanar personas; y, durante la edad media 
(siglo V al siglo XV), el toque soberano o toque real, acompañado de pases de 
manos y amuletos fueron frecuentemente utilizados por la realeza y clero como 
procedimientos de sanación (Edmonston, 1986). 
 
Para Edmonston (1986) toda reseña histórica de la hipnosis debe incluir las 
contribuciones de Paracelso en el siglo XVI. Según Hartmann (Hartmann, 1963), 
Paracelso nació en Zurich en 1493 y su nombre completo fue Philippus Aureolus 
Theophrastus Bombast of Hohenheim. Mucho de lo propuesto por Paraelso, en 
lo relativo las causas de los padecimientos, fue completamente impreciso, sin 
embargo, se reconoce que estableció el fundamento que posteriormente utilizó 
14 
 
Fludd, Maxwell, Mesmer, y los seguidores de éste último, para explicar el 
funcionamiento del mesmerismo (Edmonston, 1986). Entre las contribuciones de 
Paracelso al magnetismo (Hartmann, 1963) se pueden citar: 1) la idea de la 
existencia de un vínculo que une todas las cosas incluyendo a los seres vivos, 2) 
la introducción del magnetismo como la fuerza vital o esencia de la vida, y 3) la 
posibilidad de manipular el magnetismo o la fuerza vital. Así, para Paracelso, la 
gente tenía poder magnético o magnetismo y capacidad para manipular el 
magnetismo de otras personas y sanars sus dolencias. 
 
Considerando que no se han encontrado registros de inducciones verbales de 
Paracelso, Edmonston (1986) estableció que la obra de Paracelso solo es parte 
del fundamento teórico para el advenimiento del mesmerismo y, en general, de 
la hipnosis. 
 
En la historia del siglo XVII, Colquhoum (1836, en Edmonston, 1986) y Ludwig 
(1964, en Edmonston, 1986) encontraron más de una docena de practicantes 
que utilizaron magnetismo como procedimientos de sanación. Edmonston (1986) 
encontró información del magnetismo animal en las obras de John Baptist van 
Helmont (1579-1644), Robert Fludd (1574-1637), William Maxwell y Valentine 
Greatraks (1628-1680); y propuso que el trabajo de los magnetistas del siglo 
XVII fue el cimiento para la posterior revolución (Kuhn, 1970/2000) de Mesmer 
en el siglo XVIII. 
 
Van Helmont, defendió la teoría del magnetismo frente a la iglesia que asignaba 
las curas magnéticas al diablo, y fue considerado el predecesor de Mesmer en el 
siglo XVII, tal como Paracelso fue considerado el predecesor de Mesmer en el 
siglo XVI. En 1605, el médido Fludd adoptó ideas y prácticas de Paracelso, fue 
reconocido por sus tratamientos magnéticos mas que por inducciones verbales, 
y de este autor se conoció que acostumbró elaborar sus elementos magneticos 
utilizando partes y secreciones del cuerpo humano. 
 
15 
 
William Maxwell, cuya colección de curas magnéticas están recopiladas en La 
Medicina Magnética escrita en 1679, tiene una contribución a la historia muy 
similar a la de Van Helmont y en su obra se pueden encontrar tres elementos a) 
la noción del fluido vital, b) el uso de magnetos y c) la capacidad de manipular el 
fluido vital para restaurar la parte enferma del cuerpo. Maxwell, al igual que 
Paracelso y Fludd, propuso el uso de magnetos hechos de partes del cuerpo y 
secreciones humanas. 
 
Valentine Greatraks, quien aseguró haber recibido de Dios el don de curar la 
tuberculosis y la malaria, atendió a miles de pacientes mediante un 
procedimiento que combinaba masajes a las partes del cuerpo del paciente e 
invocaciónes a Dios para curar la enfermedad (Edmonston, 1986). La notoriedad 
de las intervenciones de Greatraks provocaron que la iglesia, las organizaciones 
médicas, y las autoridades gubernamentales le solicitaran detuviera sus 
sanaciones. 
 
En la historia de la hipnosis, el siglo XVIII es considerado el siglo de Mesmer. De 
hecho, Batino y Shouth (1999) plantearon que el estudio científico de la hipnosis 
empezó en el siglo XVIII con Mesmer. Sin embargo, hay que considerar que 
Mesmer no fue el único personaje que practicó el arte de las inducciones en ese 
siglo XVIII. Entre los practicantes de las inducciones magnéticas existieron John 
Joseph Gassner, Franz Anton Mesmer (1734-1815), Armand-Marie-Jacques de 
Chastenet Marquis de Puységur (1751-1825), Bruno, y Elisha Perkins (1741-
1799) (Edmonston, 1986). 
 
Gassner fue un exorcista alemán que en los años 1770 fue famoso en Suiza y 
Alemania por sus curas. La técnica de Gassner consistió en a) solicitar al 
paciente permiso para usar exorcismo, b) apelar al diablo para que produzca los 
síntomas, c) si los síntomas se manifestaban realizaba el exorcismo, y d) si los 
síntomas no se manifestaban refería al paciente a un médico (Edmonston, 
1986). 
16 
 
 
 
Franz Anton Mesmer 
Mesmer nació en Iznang Suabia, en Lago Constance en Alemania, pero sus 
estudios de medicina los realizó en Viena donde inició su práctica médica sui 
generis; posteriormente viajó por Bavaria y Suiza, donde continuó prácticando 
sus curas. De Viena Mesmer fue expulsado, probablemente por el caso de Miss 
Paradise, y viajó a París. En París, con el apoyo del doctor Charles d’Eslon que 
lo presentó a la sociedad parisina, desarrolló una práctica lucrativa utilizando un 
procedimiento que incluyó su famoso baquet (una tina de roble de alrededor de 
1.5 mts con agua magnetizada alrededor de la cual se colocaban los pacientes 
en círculos concentricos), el cual le permitió practicar curas grupales. En 1784 
en París donde sus curas sui generis no fueron bien recibidas por la comunidad 
médica, la Academia Francesa de Medicina organizó un comité para investigar 
las prácticas de Mesmer. Como resultado de esta investigación, el comité 
elaboró un reporte (Committee of the Medical Section, 1833/1923) donde sin 
descalificarse la existencia de los fenómenos observados, se atribuyeron los 
resultados de las curas mesméricas a la imaginación y a la imitación causada 
por la cercanía y mirada de las personas, y se calificó la práctica como dañina 
para la moralidad. Este reporte del comité le generó a Mesmer aislamiento 
profesionaly abandono de sus seguidores. Presionado por esta situación, 
Mesmer abandonó París, primero se le ubicó en Inglaterra y luego se le ubicó en 
la región del Lago Constance donde posteriormente murió (Bloch, 1980; 
Edmonston, 1986). 
 
Como evidencia de que la propuesta de Mesmer no fue tan revolucionaria, Pattie 
(1956/1994) con base en su investigación, demostró que Mesmer elaboró su 
disertación con referencias textuales del trabajo de Richard Mead (1673-1754), 
también encontró que Mesmer no fue la primera persona en usar magnetos 
como herramienta de curación; y, finalmente, que los méritos de su primera 
17 
 
curación con magnetos bien pudieron haberse dado al sacerdote Maximiliano 
Hell, quien fue el que le sugirió a Mesmer utilizar los magnetos en ese paciente. 
 
La técnica de Mesmer evolucionó de frotar la parte afectada del paciente con 
magnetos a ejecutar los pases de manos o pases mesméricos para redistribuir el 
fluido vital magnético. Estos pases de manos fueron las técnicas de inducción 
que predominaron durante el siglo XVIII y XIX (Bloch, 1980; Edmonston, 1986; 
Pattie 1994). 
 
Mesmer aseguró su lugar en la historia destacando y publicitando ideas y 
procedimientos que habían sido desarrolladas y practicadas anteriormente, 
como Pattie (1956/1994) mostró con su investigación. La fama de Mesmer 
podría atribuirse a su habilidad para atraer para sí la atención de la gente, su 
habilidad para atraer seguidores quienes continuaron su trabajo, y las 
circunstancias del tiempo (Bloch, 1980; Edmonston,1986). En ese mismo 
sentido, Ernest R. Hilgard escribió (Bloch, 1980), que Mesmer en sus 
intervenciones con sus pacientes observó que algo estaba sucediendo y llamó a 
ese algo, magnetismo animal. 
 
Aunque la teoría del magnetismo animal de Mesmer no fue aceptada por ser 
imprecisa, sus hallazgos empíricos fundamentaron a la moderna investigación 
teórica y aplicada de la hipnosis (Bloch, 1980; Pattie, 1994). Probablemente la 
extravagancia de las explicaciones de Mesmer se debieron a que buscó, como 
frecuentemente ocurre (Kuhn, 1970/2000), ajustar sus hallazgos empíricos a los 
paradigmas existentes (la teoría de la gravitación universal anunciada por 
Newton en 1687). El trabajo de Mesmer fue influenciado tanto por la época en 
que vivió, como por las características de su propia personalidad. Como sea, el 
trabajo de Mesmer actuó como catalizador de la hipnosis moderna. Aunque la 
teoría del magnetismo animal de Mesmer no fue adecuada, sus métodos 
gradualmente convergieron en los métodos de la hipnosis moderna (Bloch, 
1980). De acuerdo a Erickson (1980c) el trabajo de Mesmer, o como se conoció 
18 
 
en su época mesmerismo, es el primer registro del uso de la sugestión como 
herramienta terapéutica, aunque esto no fue reconocido así en su tiempo. 
 
Marqués de Puységur (1751-1825) 
Amand-Marie-Jacques de Chastenet o el Marqués de Puységur, el mayor de tres 
hermanos todos seguidores de Mesmer, fue probablemente el más famoso 
estudiante de Mesmer (Bloch, 1980; Edmonston, 1986). Los procedimientos de 
induccion de Puységur fueron en todos sentidos muy similares a los heredados 
de Mesmer. La notoriedad de Puységur se debió a que fue la primera persona 
en hacer observaciones sobre el sonambulismo artificial (Bloch, 1980; 
Edmonston, 1986; Weitzenhoffer, 2000), término que acuño en analogía al 
sonambulismo natural. Puységur ganó su lugar en la historia de la hipnosis al ser 
el pionero en sustituir las crisis histéricas, generalmente observadas con las 
técnicas de Mesmer, por un estado mental calmado similar al sueño 
(Edmonston, 1986; Pattie, 1994); por reportar experiencias de sujetos hablando 
en ese estado de sonambulismo artificial, por detectar que se podía promover 
ideas en el sujeto para actuar en consecuencia; y adicionalmente, por descubrir 
que el sujeto podía experimentar amnesia de algunas conductas realizadas 
durante el estado de magnetización (Pattie, 1956/1994). 
 
Por otro lado y con base en las observaciones novedosas que reportó Puységur 
sobre el sonambulismo artificial, Weitzenhoffer (2000) consideró que la historia 
de la hipnosis inició con Puységur. 
 
Otras figuras del mesmerismo en el siglo XVIII, según Edmonston (1986), fueron 
Bruno, quien también también utilizó pases de manos para inducir el 
mesmerismo y diagnosticar las partes enfermas del paciente; y Elisha Perkins 
(1741-1799), quien en Connecticut, Norteamérica, también hizo reportes de 
sanaciones equivalentes a las que se hicieron en Europa con Mesmer. En 1795 
Perkins reportó una nueva técnica terapéutica al encontrar que áreas inflamadas 
del cuerpo y con dolor podían ser aliviadas por suaves masajes con una hoja de 
19 
 
metal. La investigación de Perkins continuó, incluso desarrolló y patentó un 
dispositivo constituido por dos piezas metálicas denominado Tractor Metálico. 
 
Durante el siglo XIX, por un lado, empezó a disminuir la parafernalia utilizada en 
el siglo anterior; y, por otro lado, aunque la fijación ocular y los pases de manos 
fueron las técnicas más utilizadas, apareció en escena el Abbé Faria, con el uso 
de inducciones verbales. Francia fue el campo de acción de los magnetizadores 
del siglo XIX (Jose Deleuze, Billot, Alexandre Bertrand, Alphonse Teste, Baron 
Du Putet, Richard Chenevix, James Esdaile, Chaunce y Townshend, George 
Sandby, y W. Scoresby). Du Putet, Chenevix y Lafontaine introdujeron el 
magnetismo a Inglaterra donde los exponentes fueron Charles Lafontaine, John 
Elliotson y James Braid. 
 
José Custodio de Faria (1756- 1819) 
José Custodio de Faria, quien nació en la villa de Bardez en la India Portuguesa 
y fue conocido como el Abbé Faria, apareció en la escena de la historia de la 
hipnosis ejecutando en Paris demostraciones públicas de magnetismo animal. 
De este personaje, se tiene una publicación, De la causa del sueño lúcido o 
estudio de naturaleza del hombre (Faria, 1906/2005), que muestra 
razonamientos de vanguardia acerca del fenómeno del magnetismo 
(Edmonston, 1986). 
 
El Abbé Faria buscó cambiar la terminología de la hipnosis utilizada en su 
tiempo, aunque no lo logró. Este autor utilizó los términos concentración y sueño 
lúcido, en lugar de magnetismo animal o sonambulismo. Adicional a esto, 
consideró que el sonambulismo, que aprendió de Puységur, involucraba los 
mismos procesos que el sueño natural; es decir, para el Abbé Faria, el 
sonambulismo y el sueño natural eran lo mismo. Con base en este 
razonamiento, este autor seleccionaba a sus sujetos de demostración según la 
facilidad que éstos tuvieran en conciliar el sueño. Este autor, como lo expuso en 
1819, no creyó en la existencia del fluido magnético; contrario a esto, postuló 
20 
 
que la causa de los fenómenos del magnetismo animal no se encontraba en el 
exterior del humano –el baquet o el fluido magnético- sino en el interior de uno 
mismo (Faria, 1906/2005), adelantándose con estas propuesta psicologista a 
Braid (González-Ordi, 1999). Braid, en su obra de 1843/1960, relata el caso en 
el cual el Abbé Faria colocó al paciente en sueño lúcido o sonambulismo con la 
sola indicación de duerme “él [Abbé Faria] sentó al paciente en una silla y 
después de decirle [al paciente] que cerrara los ojos,.., con voz fuerte y tono 
imperativo pronunció la palabra ‘dormez’” (p.88); es decir, el Abbé Faria, aunque 
no abandonó el pase de manos y el uso de dispositivos (objetos o líquidos), 
también reflejó en sus inducciones su concepción de la similitud entre 
magnetismo y sueño lúcido. Esta inducción de duerme anticipó a las extensas 
inducciones verbales actuales. 
 
Joseph Philip Francis Deleuze (1753-1835) 
Deleuze quien, en su práctica del magnetismo mostró la influencia de Puységur, 
escribió dos obras: Historia Crítica del Magnetismo Animal, en 1813, e 
Instrucciones Prácticas de Magnetismo Animal, en 1825 (Deleuze, 1825/1982); 
siendo éstaúltima obra uno de los primeros y más detallados manuales de 
técnicas de magnetismo. Deleuze, al igual que Mesmer, consideró la existencia 
de un fluido magnético y su posibilidad de éste de ser transferido entre las 
personas y redistribuido en el cuerpo del paciente, pero a diferencia de Mesmer, 
no recomendó las intervenciones grupales (Edmonston, 1986). 
 
Jacques François Bertrand (1795-1831) 
Bertrand, quien tuvo influencia de las ideas del Abbé Faria, fue el primero, según 
la evidencia encontrada, en desafiar la existencia de un fluido magnético como 
causa del magnetismo (Edmonston, 1986). Este autor consideró que las 
experiencias de magnetismo animal tenían como sustrato subyacente más una 
condición orgánica que una condición mental, sentando con esto el fundamento 
conceptual sobre el que se apoyó Charcot y seguidores para explicar el gran 
hipnotismo (Gonzáles-Ordi, 1999). 
21 
 
 
Otra figura del magnetismo del siglo XIX fue Alphonse A. Teste. Teste utilizó 
procedimientos de magnetización similares a los utilizados por Deleuze; sin 
embargo, encontró que los pases de manos sobre la espina dorsal, tocar el 
estómago, tocar la cabeza y otros procedimientos específicos eran ineficaces 
para el magnetismo. Teste también previno a los magnetizadores contra el 
procedimiento de tocar al paciente y compartió la preocupación de Deleuze con 
relación al aura que rodea el trabajo de un operador varón y una paciente 
femenino y, especialmente, previno contra el desarrollo de relaciones íntimas 
entre ambos (Edmonston, 1986). 
 
Edmonston (1986) encontró en la obra de Teste de 1840, los siguientes puntos 
novedosos para la época: 
 Desarrolló procedimientos cortos de magnetización, de tres minutos de 
duración, para aquellos pacientes con los que ya había trabajado y para 
aquellos que previamente mostraron facilidad al realizar el procedimiento. 
 Desarrolló un procedimiento que consistió en usar a un paciente 
magnetizado (sonambulismo) para magnetizar a otro. 
 Propuso cuidar que la actitud del operador no demeritara el bienestar del 
paciente. Es decir, adelantándose a su época, buscó que sus 
tratamientos fueran centrado en el paciente. 
 Sugirió, por un lado, evitar que la voz del operador sonara como si 
estuviera ordenando al paciente y; por otro lado, utilizó frases como “Me 
gustaría que tu… “; es decir, adelantándose a su época, promovió el uso 
de sugestiones indirectas y, en general, una orientación centrada en el 
cliente. 
 
Jules Denis de Sennevoy (1796-1881). Barón Du Putet 
Edmonstón (1986), al investigar en la traducción que elaboró Lee en 1927 sobre 
la obra de Sennevoy de 1852, encontró que ese traductor consideró a Jules 
Denis Sennevoy, también conocido como el Barón Du Putet, el cuarto en la línea 
22 
 
de Mesmer -los otros serían Puységur y Deleuze-. Du Putet, (1796-1881), no 
solo utilizó las técnicas de intervención de Mesmer, sino además, también 
pareció disfrutar la notoriedad pública. Igual que Mesmer, utilizó el baquet para 
intervenciones grupales, aunque también desarrolló el Espejo Mágico (un disco 
negro dibujado sobre el piso al que los pacientes habrían de acercarse para 
mirarlo hasta sufrir la crisis mesmérica). 
 
Charles Lafontaine (1803-1892), quien buscó inicialmente ser actor, cuando 
aprendió a magnetizar lo hizo su forma de vida. Lafontaine hizo hipnosis de 
teatro, sanó pacientes con ceguera, con sordera y con cojera; asistió a una 
persona en la perfección de su desempeño como actor y, además de humanos, 
magnetizó gatos, perros, ardillas, leones y lagartos (Edmonston 1986). Braid 
reportó, en su obra de 1843, que fue introducido en el tema de magnetismo al 
asistir, a fines de 1841, a una demostración de magnetismo de teatro de 
Lafontaine (Braid, 1843/1960; Weitzenhoffer, 2000). 
 
John Elliotson (1791-1868) fue considerado como una persona que buscó lo 
novedoso para utilizarlo en la atención de los pacientes, sin importarle mucho no 
apegarse a las reglas. Elliotson reportó que tuvo conocimiento de la eficacia del 
magnetismo al observar una demostración de Du Putet y decidió aprender la 
técnica y su aplicarla en el hospital-escuela donde ejercía. En 1838, Elliotson fue 
cesado de dicho hospital-escuela para impedirle que continuara utilizando 
magnetismo. (Edmonston, 1986). 
 
Richard Chenevix fue considerado como una persona, no solo incrédula del 
fenómeno del magnetismo, sino también sarcástica respecto a la existencia del 
fenómeno. Elliotson, en su publicación de 1943, escribió que Chenevix después 
de rechazar por años asistir a presentaciones del mesmerismo, finalmente 
asistió a una demostración de mesmerismo del Abbé Faria y se convenció tanto 
de su eficacia que se convirtió en estudiante de mesmerismo. La técnica de 
Chenevix estuvo basada en los pases de Mesmer de aquel tiempo. Elliotson 
23 
 
(1843d) reportó que en 1928 tuvo conocimiento del magnetismo a través de una 
publicación de Chenevix. 
 
(c) Hipnotismo 
 
James Braid (1795 – 1860) 
Braid es una figura sobresaliente de la historia de la hipnosis, incluso 
considerado por algunos como el padre de la hipnosis moderna ya que con sus 
aportaciones contribuyó a desechar completamente la concepción del 
magnetismo animal que prevaleció durante el siglo XVIII (Hilgard, 1987). En 
principio, a Braid se debe el término hipnotismo y sus derivados (ver Tabla 1) 
(Braid, 1843/1960): 
 
Neuripnologia se deriva del Griego de las palabras nervio, sueño y tratado; y significa 
entonces doctrina del sueño nervioso, lo cual yo defino como ’una condición peculiar del 
sistema nervioso en la cual uno puede ser colocado con artilugios artificiales. 
Por el término ‘Neuro-Hipnotismo’, entonces se entenderá ‘sueño nervioso’; y, para 
abreviar, se suprimirá el prefijo ‘Neuro’ (p. 93 – 94). 
 
 
Tabla 1 
Definición del término hipnotismo y sus derivados según Braid 
Término Se entenderá 
Hipnótico Estado o condición de sueño nervioso 
Hipnotizar Inducir el sueño nervioso 
Hipnotizado El que ha sido puesto en estado de sueño nervioso 
Hipnotismo Sueño nervioso 
Deshipnotizar Restablecer del estado o condición de sueño nervioso 
Deshipnotizado Restablecido del estado o condición del sueño nervioso 
Hipnotista El que practica neuro-hipnotismo 
Nota: información adaptada de Braid (1843/1960) 
 
 
Según el propio Braid (1843/1960), fue en noviembre de 1841 cuando decidió 
investigar y posteriormente interesarse más en el mesmerismo “en noviembre de 
24 
 
1841 yo me propuse investigar las afirmaciones del magnetismo animal o 
mesmerismo completamente escéptico, con una emoción de descubrir el origen 
de la mentira…” (p. 83 – 84). Braid era escéptico del mesmerismo pues 
consideraba que “…todo es una sistemática colusión o engaño, una gran 
imaginación, simpatía o imitación…” (p. 98). 
 
Braid (1843/1960) reporta que, buscando observar directamente el magnetismo 
animal, asistió a una demostración del francés Lafontaine en Manchester: 
 
La primera oportunidad que yo tuve de observar una exhibiciónn de ese tipo 
[magnetismo animal] fue con Lafontaine, el 13 de noviembre de 1841. Esa noche [en la 
demostración de Lafontaine], no ví algo nuevo, mas bien confirmé mis prejuicios. En la 
siguiente demostración, seis días después, un hecho atrajo mi atención, la incapacidad 
del paciente de abrir sus ojos. Yo consideré esto como un verdadero fenómeno, y me 
emocioné por descubrir su causa fisiológica. La siguiente noche [al presenciar otra 
demostración]…,… yo había descubierto la causa, pero consideré prudente no 
anunciarlo publicamente, hasta que hubiera experimentado en privado (p. 98 - 99). 
 
Después de las experiencias con Lafontaine, aunque no hay registro detallado 
de sus observaciones (Weitzenhoffer, 2000), Braid (1843/1960) realizó sus 
propios experimentos con pacientes utilizando como procedimiento la fijación de 
la mirada y concentraciónde la atención. Con base en esto, llegó a su principal 
conclusión: 
 
…yo considero que los experimentos prueban completamente mi teoría; y expreso mi 
total convicción de que el fenómeno del mesmerimo debía atribuirse,…, a un 
desequilibrio del estado de los centros cerebro-espinal, y de los sistemas circulatorio, 
respiratorio, inducido como ya lo he explicado, por la fijación de la mirada, inmovilidad, 
fijación de la atención y reducción de la respiración… Todo depende del estado físico y 
psíquico del paciente,… en ningún momento interviene la voluntad, o los pases del 
operador enviando o activando un místico fluido universal…(p.102). 
 
Según escribió González-Ordi (1999), inicialmente, la explicación que concedió 
Braid del fenómeno de hipnosis fue de orientación psicofisiológica, seguramente 
25 
 
por la tendencia psicofisiologista de la época (Kuhn, 1970/2000); sin embargo, 
años después Braid resaltó en sus explicaciones los aspectos cognitivo-subjetivo 
(creencias, variables atencionales y sugestión) y minimizó algún aspecto 
fisiopatológicos del proceso. Este mismo autor propuso que a partir de Braid se 
ha encontrado en la literatura la dicotomía de las propuestas: perspectiva 
fisiopatológica y perspectiva psicológica. 
 
Después de experimentar con muchos pacientes y estando seguro de la realidad 
del fenómeno, Braid (1843/1960, p. 216), refiriéndose al estado de hipnosis, 
elaboró un resumen de sus observaciones, las cuales han probado ser vigentes: 
 
1. Una determinada y continua concentración mental y fijación de la 
mirada provoca un estado específico del sistema nervioso, 
acompañado de somnolencia y una tendencia a una variedad de 
fenómenos. 
2. En ese estado ocurren tanto excitación como inhibición de los organos 
de los sentidos y del sistema nervioso. 
3. En ese estado se tiene la capacidad de activar o inhibir la frecuencia 
cardiaca y circulación sanguínea (local y general) así como manipular 
la energía y tono muscular de manera sorprendente. 
4. En ese estado, como lo prueban resultados de pruebas químicas, se 
tiene la capacidad modificar las secreciones y sustancias de desechos 
del cuerpo. 
5. Todas las capacidades observadas durante este estado pueden ser 
utilizadas en beneficio de curar una variedad de enfermedades 
intratables e incluso incurables por los tratamientos tradicionales. 
6. Ese estado puede ser un medio para moderar o incluso prevenir el 
dolor en pacientes durante el curso de las intervenciones quirúrgicas. 
 
De acuerdo a Weitzenhoffer (2000), el trabajo de Braid fue conocido en Francia 
y el Reino Unido. Francia, donde Braid llegó a tener más reconocimiento que en 
26 
 
el segundo país, se acuñó el término Braidismo para sustituir al término 
hipnotismo. Considerando los reportes de Braid del uso del hipnotismo con 
inhibidor del dolor, un determinado grupo de médicos franceses, incluyendo 
entre ellos a Paul Broca, consideraron utilizar el hipnotismo como sustituto del 
cloroformo, el principal anestésico de la época que era acompañado de muchos 
efectos negativos y, tras reportarse algunos éxitos iniciales, finalmente 
aparecieron varios reportes con resultados negativos. Probablemente debido a 
estos últimos reportes se perdió el interés por el Braidismo por la comunidad 
francesa, quedando finalmente confinado su trabajo en el Reino Unido 
(Weitzenhoffer A. M., 2000). 
 
De acuerdo a la investigación de Weitzenhoffer (2000), adicional a la acuñación 
del término hipnosis, a las concepciones generales del fenómeno de hipnosis y a 
los reportes anecdóticos de sus experiencias con la hipnosis, Braid no publicó 
datos consistentes, ni evaluaciones cuantitativas (datos estadísticos de las 
experiencias realizadas) de sus observaciones, probablemente esto impidió 
evaluar la eficacia de su trabajo y contribuyó a su aislamiento en el Reino Unido. 
 
Auguste Amboise Liébeault (1823-1904) 
Liébeault fue un médico francés que ejerció alrededor de la ciudad de Nancy 
(Weitzenhoffer A. M., 2000) y fue conocido como el padre espiritual de la 
Escuela de Nancy, la escuela con la visión opuesta a la visión de la Escuela de 
la Salpêtrière establecida en la ciudad de París (Gonzáles-Ordi, 1999). 
 
Liébeault, quién se interesó desde estudiante en el magnetismo animal, con 
base en las estrategias de intervención reportadas por Du Putet, el Abbé Faria, 
Lafontaine y Braid, desarrolló su propia estrategia de intervención. Liébeault 
desarrollo varias estrategias, pero la sugestión que le pareció más eficaz se 
considera su principal aportación (Weitzenhoffer A. M., 2000); Liébeault, 1891 en 
González-Ordi, 1999). Inicialmente, Liébeault utilizó la imposición de manos, 
remanente del magnetismo animal, pero después, bajo la influencia de 
27 
 
Bernheim, sustituyó esta práctica por concepciones como expectativa y 
sugestión (Liébeault, 1883; Gauld, 1992). 
 
En su publicación de 1860, Liébeault propuso que todos los fenómenos de la 
hipnosis, incluyendo la hipnosis misma, son efectos de la sugestión. Pocas 
personas pusieron atención a esta concepción de Liébeault e incluso a sus 
publicaciones. Bernheim, uno de los pocos interesados en la iniciativa de 
Liébeault, se entrevistó con este último en la Clínica de Nancy y, finalmente, su 
relación terminó en una asociación entre los dos hombres. Con base en su 
estancia en Nancy, Bernheim escribió un libro que causó gran impacto y catalizó 
la polarización de dos concepciones: por una lado, la propuesta de Bernheim 
que se conoció como la Escuela de Nancy; y, por el otro lado, la concepción de 
Charcot que se conoció como la Escuela de la Salpêtrière (Weitzenhoffer, 2000). 
 
Con el paso del tiempo la tesis de Bernheim/Liébeault ganó mayor aceptación 
que la concepción de la Escuela de la Salpêtrière; y, en 1892, durante el II 
Congreso Internacional de Psicología se reconoció públicamente la 
preponderancia de las tesis de la Escuela de Nancy frente a la Escuela de la 
Salpêtrière. Actualmente la llamada doctrina de la sugestión de la hipnosis 
continua manteniendo su influencia en el ámbito académico (Weitzenhoffer, 
2000). 
 
(d) La Escuela de Nancy e Hippolyte Bernheim 
 
Bernheim (1840 - 1919) en 1868 inició su práctica médica en la ciudad de 
Nancy, su interés en la hipnosis se produciría en 1882 cuando recibió noticias 
del éxito de Liébeault en el tratamiento de ciática de uno de sus pacientes. Este 
éxito de Liébeault motivó a Bernheim a visitar al primero y presenció varias 
demostraciones del fenómeno de hipnosis y, hecho esto, se convenció del valor 
terapéutico del hipnotismo e inició una asociación con Liébeault con el propósito 
de elaborar una publicación con base en el estudio y práctica del fenómeno de 
28 
 
hipnosis (Gonzáles-Ordi, 1999). Tras la publicación de la primera obra en 1884, 
las tesis de Liébeault se difundieron en el ámbito académico (Bernheim, 
1888/1964). 
 
Bernheim, Beaunis y Liégeois conformaron el núcleo de la llamada Escuela de 
Nancy, siendo el primero quién asumió la dirección científica al facilitar que las 
investigaciones de la escuela llegaran a París, el centro científico de la época 
(Gonzáles-Ordi, 1995 y 1999). Bernheim (1888/1964) planteó una concepción 
del hipnotismo en la cual la sugestión fue el elemento fundamental de la 
hipnosis, esta concepción discrepaba radicalmente de la concepción de la 
escuela de Charcot. 
 
La Escuela de Nancy tuvo su confrontación con la Escuela de la Salpêtrière en 
tres temas (González-Ordi y Miguel Tobal, 1993 en González-Ordi, 1999): 
1. La relación entre la histeria y el hipnotismo. 
2. El papel de la sugestión en la hipnosis. 
3. Las implicaciones (médico-legales) de los actos de los sujetos 
hipnotizados. 
 
De la obra de Bernheim (1888/1964) se puede extraer las siguientes 
aportaciones : 
1. La sugestionabilidad la poseen todas las personas en diferentes grados 
y esa puedemedirse. 
2. Los grados de hipnosis dependen de la sugestionabilidad. 
3. La hipnosis es el estado que incrementa la sugestionabilidad 
4. Sugestiones apropiadas generan el estado fisiológico de hipnosis. 
 
Adicional a las aportaciones anteriores, Bernheim llegó a conceptualizar la 
sugestión separada de la hipnosis (Weitzenhoffer, 2000), y concedió mayor 
importancia a la primera, tanto llegó a plantear que cualquier fenómeno hipnótico 
puede ser obtenido con sugestiones en vigilia; y, adicional a esto, desarrolló una 
29 
 
metodología que denominó psicoterapia (Bernheim, 1891 en González-Ordi, 
1999). 
 
(e) La Escuela de la Salpêtrière y Jean Martin Charcot. 
De esta escuela establecida en París, Ellenberger (1965, citado por González-
Ordi) investigó que fue dirigida por el más relevante neurólogo de la época (1870 
– 1893), Jean-Martin Charcot (1825 - 1893), razón por la cual fue escuela de la 
mayoría de los neurólogos de la época: Pierre Marie, Gilles de la Tourette, Paul 
Richer, A. Pitres, F. Raymond, C. S. Fèré, D. M. Bourneville y J. F. F. Babinski; y 
visitantes temporales como Sigmund Freud y V. M. Bechterev. 
 
Aunque puede establecerse que la investigación de Charcot en la Salpêtrière 
tuvo fallas metodológicas (Hilgard, 1987), una de sus aportaciones al tema de 
hipnosis se centra en haber conducido el primer estudio científico del fenómeno 
de hipnosis a gran escala, nada comparable fue hecho hasta 1920 cuando Clark 
L. Hull hizo su investigación (Weitzenhoffer A. M., 2000). Adicional a esta 
aportación, la reputación académica de Charcot permitió que el hipnotismo, 
hasta entonces rechazado por la ciencia, fuera aceptado por la comunidad 
científica internacional, favoreciendo con esto la publicación de gran cantidad de 
obras (Chertok, 1992; Gauld, 1992). 
 
Chertok (1992) y Weitzenhoffer (2000), con base en su investigación sobre 
Charcot y la Escuela de la Salpêtrière, extrajeron los siguientes postulados. 
1. La evidencia legítima de la existencia de la hipnosis son la existencia de 
indicadores somáticos, lo que elimina la simulación (Chertok, 1992, pág. 
19). 
2. Las manifestaciones del hipnotismo y gran hipnotismo pueden 
desarrollarse independientemente de toda sugestión ó simulación 
(Chertok, 1992, pág. 18). 
3. Los fenómenos hipnóticos pueden agruparse en tres categorías: 
catalepsia, letargia y sonambulismo (Weitzenhoffer A. M., 2000, pág. 36). 
30 
 
4. El hipnotismo en su forma más pura, se considera un estado patológico 
(Weitzenhoffer A. M., 2000, pág. 36). 
5. Esta última proponemos que se denomine el gran hipnotismo por ser la 
forma más perfecta de hipnotismo. 
 
(f) Edad de Oro de la Hipnosis 
 
De acuerdo a Hilgard (1987), de 1855 a 1895 fue la edad de oro de la hipnosis. 
En ese periodo, por un lado, Charcot ya había logrado que la hipnosis fuera 
aceptada por la ciencia médica; y, por el otro lado, Bernheim por su parte había 
aplicado la sugestión a una amplia gama de padecimientos. Adicionalmente a 
esto, hubo una impresionante publicación de libros y artículos sobre hipnosis en 
varios idiomas y, para completar el éxito de la hipnosis, en 1889 se celebró el 
primer congreso internacional de hipnotismo en Paris al cual asistieron los 
principales expertos en hipnosis del mundo. 
 
(g) El declinar del interés en la hipnosis 
 
De acuerdo a Hilgard (1987), posterior a la edad de oro hubo un rápido declinar 
de la hipnosis. Chertok (1992) y Weitzenhoffer (2000) también escribieron sobre 
la existencia de este periodo de la hipnosis y están de acuerdo que con la 
muerte de Charcot en 1893 comenzó para la hipnosis un periodo de declinación 
de unos 15 años (1895- 1910). Esta declinación se puede entender, por un lado, 
al perderse la influencia de Charcot y reconocerse, aún por sus seguidores, las 
fallas metodológicas en las investigaciones que le condujeron a falsas 
conclusiones (Hilgard, 1987); y, por otro lado, debido al retiro de Bernheim en 
1900 (Weitzenhoffer A. M., 2000). 
 
La declinación de la hipnosis también fue influida por la ausencia de una teoría 
común y satisfactoria entre las dos corrientes de hipnosis existentes (Salpêtrière 
31 
 
y Nancy), las cuales en la práctica continuaron con sus diferentes posturas 
(fisiológica versus psicológica); y, por el exceso infundado de expectativas que 
fueron creadas, especialmente por la Escuela de Nancy, alrededor de la 
hipnosis. Liébeault proponía que todas las personas eran hipnotizables y 
reportaba éxitos del 97%, Bernheim reportaba éxitos del 80% y sostenía que si 
un médico no hipnotizaba al 95% de sus pacientes al primer intento, no conocía 
el oficio (Hilgard, 1987; Chertok, 1992). 
 
La variabilidad en el grado de hipnosis alcanzado por los pacientes, resultado de 
la susceptibilidad individual de los sujetos, resultó en una pérdida de entusiasmo 
por el uso de la hipnosis por parte de los practicantes. Freud entre ellos 
(Chertok, 1992). 
 
Freud (1856 -1939) 
La incursión de Freud en el ámbito de la hipnosis se puede trazar desde un 
entusiasmo inicial que empezó con en el uso de la hipnosis en 1887, hasta un 
desencanto final dos años después. De acuerdo a Hilgard (1987) Freud tenía 
conocimientos superficiales de hipnosis y un método autoritario inapropiado para 
intervenciones terapéuticas. Freud al asociar el método catártico de Breuer con 
la hipnosis profunda, firmó su desencanto con la hipnosis, pues posteriormente 
descubriría la existencia de sujetos refractarios a la hipnosis. En una visita de 
Freud a la Escuela de Nancy, el propio Bernheim le confirmó que la hipnosis 
profunda solo se lograba en casos excepcionales (Hilgard, 1987; Chertok, 1992). 
 
Pierre Janet (1859 -1947) 
Durante ese periodo de declinación de la hipnosis (1895 – 1910), Janet continuó 
con sus investigaciones con hipnosis, específicamente con el fenómeno de 
disociación o doble personalidad (Chertok, 1992; Weitzenhoffer, 2000). Para 
Janet “los síntomas histéricos son el resultado de una disociación de la 
personalidad, en la que el sujeto manifiesta estados de conciencia que hasta 
ahora permanecían en el subconsciente” (Chertok, 1992, pág. 21). Janet 
32 
 
mediante sugestiones bajo hipnosis removía los síntomas histéricos. Por su 
trabajo Janet fue conocido como el padre de la teoría de la disociación 
(Weitzenhoffer A. M., 2000). La aportación de Janet a la hipnosis fue mostrar su 
uso terapéutico al mostrar que es posible eliminar determinados síntomas en los 
pacientes. 
 
Según Weitzenhoffer, “en el ambiente clínico se decía que el desencanto 
general con la hipnosis como método terapéutico y la creación del psicoanálisis 
por Freud fueron los responsables del abandono de la hipnosis” (Weitzenhoffer 
A. M., 2000, pág. 415) 
 
(h) La Hipnosis antes de la 2ª Guerra Mundial (1929) 
 
Ya en el siglo XX, pero antes de la 2ª guerra mundial, el desarrollo histórico de la 
hipnosis es posible seguirlo en tres líneas (Hilgard, 1987). 
 
La primera línea ubica el renacer de la hipnosis en Harvard donde se 
desarrollaron investigaciones sobre hipnosis: Boris Sidis, publicó varias obras; 
Morton Prince, investigó sobre personalidades múltiples; y William McDougall, 
quien utilizó hipnosis en la 1ª guerra mundial en Oxford, aceptó un profesorado 
en Harvard en 1920 donde promovió el estudio de la hipnosis entre sus 
estudiantes. 
 
El primer estudiante influenciado por McDougall fue William S. Taylor quien, 
aunque publicó poco sobre hipnosis, enseñaba a sus estudiantes a hipnotizar. 
De entre los estudiantes de Harvard que después de terminar sus estudios 
continuaron investigando sobre la hipnosis y publicaron sus hallazgos se 
encuentran: P. C. Young, F. A. Pattie y G. W. Estabrooks. Henry A. Murray, 
quien sustituyó a Prince en Harvard, tuvo influencia sobre Donald W. 
MacKinnon, Robert W. White y Martin T. Orne (este último fue estudiante de W. 
White). 
33La segunda línea de la hipnosis se desarrolla con Clark L. Hull (1884 - 1952) en 
la universidad de Wisconsin. En 1923 Hull se interesó por la hipnosis, y 
posteriormente ofreció seminarios de hipnosis a estudiantes, a uno de las cuales 
asistió Milton H. Erickson (1901 - 1980) siendo aún estudiante (Zeig & Munion, 
1999) y quien después se convertiría en líder y el más prolífico escritor en 
hipnosis clínica de la época. Aún en Wisconsin, Hull inició un programa de 
investigación en busca de los fundamentos científicos de la conducta hipnótica. 
En 1929 Hull se cambió a Yale donde fundó “el 1er laboratorio del siglo XX 
dedicado completamente a la investigación de la hipnosis” (Weitzenhoffer A. M., 
2000, pág. 415). Con la investigación y el apoyo de veinte colaboradores, Hull 
publicó los resultados en el libro Hipnosis y Sugestionabilidad (Hull, 1933/1968) 
que “…se convirtió en un clásico en hipnosis experimental…”. La aparición de 
este libro elaborado por un distinguido psicólogo y respaldado por la 
investigación de dos prestigiadas universidades “… hizo respetable el estudio 
científico de la hipnosis en laboratorios de psicología” (Hilgard, 1987, pág. 296) y 
tal vez provocó el incremento notable en investigación sobre hipnosis en 
América y Europa. Pese a esto anterior, la influencia de la obra de Hull se limitó 
a enseñar “un nuevo modelo de investigación en psicología” (Weitzenhoffer A. 
M., 2000, pág. 415). De cualquier forma, Zangwill consideró a Hull como el 
precursor de la hipnosis científica o experimental (1987). 
 
La tercera línea de la hipnosis lleva a Milton H. Erickson (1901 - 1980). Erickson, 
quien fue introducido a la hipnosis por Hull y después continuó a prueba y error 
su autoaprendizaje de la hipnosis, se graduó de médico y psicólogo en 1928; de 
1930 a 1934 en el Hospital de Worcester de Massachusetts, realizó 
investigaciones y publicó 11 artículos científicos (Zeig & Munion, 1999) entre los 
que estuvo su primer artículo sobre hipnosis Posible efecto dañino de la hipnosis 
experimental (Erickson, 1980a). En este primer artículo, Erickson analizó la 
preocupación del momento relacionada a los efectos negativos de la hipnosis en 
los sujetos experimentales: incremento en la susceptibilidad, modificación de la 
34 
 
personalidad, compromiso del sujeto a percibir a realidad y desarrollo de 
actitudes negativas. A esto Erickson (1980a, pág. 497) respondió: 
 
La experiencia del autor, basada en varios cientos de trances en 
aproximadamente 300 sujetos, algunos de los cuales fueron hipnotizados 
al menos 500 veces en un periodo de cuatro a seis años, no revela 
evidencia de dichos efectos dañinos. 
 
Hilgard reportó (Hilgard, 1987) que durante los años veinte y treinta es muy 
reconocida la labor de Erickson, y que en alguna literatura se le denominó 
“padre del hipnotismo moderno” o también “Mr. Hipnosis” (Weitzenhoffer A. M., 
2000, pág. 419) por su reconocido trabajo clínico y experimental. 
 
Mucha de la investigación de Erickson se orientó principalmente a dos temas: 
asuntos psicodinámicos, como psicopatología de la vida diaria, neurosis 
experimental y fenómenos psicosomáticos; y fenomenología de la hipnosis, 
como comportamiento antisocial, alucinaciones negativas, respuestas post-
hipnóticas, sordera hipnótica y daltonismo inducido (Hilgard, 1987). 
 
No todos los psicoanalistas rechazaron la hipnosis como lo hizo Freud, algunos 
colaboraron en investigaciones con Erickson como Brickner, Hill y Kubie; y otros 
publicaron de manera independiente como Paul Schilder, y Farber y Fisher. Sin 
embargo, en ese periodo aunque la investigación sobre hipnosis contaba con 
investigadores en varias universidades, la hipnosis no estaba difundida en todas 
las universidades de Norteamérica (Hilgard, 1987). 
 
(i) La Hipnosis durante y después de la 2ª Guerra Mundial 
(1929 - 1945) 
 
La segunda guerra mundial abrió muchas oportunidades para el uso de la 
hipnosis clínica en hospitales militares. 
35 
 
 
La más importante consecuencia del incremento de investigadores en hipnosis 
alrededor de los años 50, fue la formación de sociedades y journals los cuales a 
su vez estimularon el estudio teórico y aplicado de la hipnosis (Hilgard, 1987). 
En 1949 un grupo de practicantes de hipnosis, formado principalmente por 
médicos y dentistas, fundaron la Society for Clinical and Experimental Hypnosis 
(SCEH), que posteriormente cambió a International Society for Clinical and 
Experimental Hypnosis (ISCEH), con su publicación periódica International 
Journal of Clinical and Experimental Hypnosis (IJCEH); y, en 1958, Erickson y 
otros investigadores fundaron la American Society of Clinical Hypnosis (ASCH), 
con su publicación periódica American Journal of Clinical Hypnosis (AJCH) 
(Hilgard, 1987, Weitzenhoffer, 2000; Watkins, 2009). 
 
Alrededor de 1958, en el seno de la SCEH hubo desacuerdos sobre los 
requisitos de los candidatos para recibir membresías y capacitación sobre 
hipnosis. Los requisitos de la SCEH eran muy estrictos. Como consecuencia de 
estos desacuerdos, Erickson abandonó la SCEH y junto con otras personas 
fundó la ASCH. Esta nueva sociedad se propuso enseñar hipnosis a cualquier 
persona con grado de doctor (Weitzenhoffer, 2000; (Watkins, 2009). Así, con 
financiamiento de la ASCH, Erickson y un pequeño grupo de miembros, con el 
objetivo de capacitar en hipnosis al mayor número de personas del área de la 
salud, ofrecieron seminarios, talleres y cursos para los clínicos. Por esto anterior, 
Weitzenhoffer (2000) reconoció a Erickson como un promotor de la difusión de la 
hipnosis. 
 
El conocimiento obtenido de las sociedades y los journals ayudaron a la 
profesionalización de la hipnosis. Incluso en 1958, la Asociación Médica 
Británica legitimó la hipnosis al emitir una publicación donde consideró a la 
hipnosis como un método adecuado para la investigación médica y solicitó a las 
escuelas médicas atención al tema de hipnosis. Posteriormente la Asociación 
Médica Americana hizo lo mismo (Hilgard, 1987). 
36 
 
 
Según Weitzenhoffer (2000), a principios de los años 50 su publicación 
Hypnotism: An Objetive Study in Suggestibility (Weitzenhoffer A. M., 1953), 
donde analizó y resumió la información publicada hasta ese momento, fue la 
única obra científica de hipnosis en esa fechas. El autor escribió que su obra 
influenció a E. R. Hilgard y a T. X. Barber a iniciar sus investigaciones sobre 
hipnosis. 
 
(j) La Fundación de Laboratorios en las Universidades 
 
Desde finales del siglo XIX, las corrientes de psicología consideraron importante 
estar ligadas a las universidades, por una parte, por la disponibilidad de 
instalaciones; y, por otra parte, por ser centros de capacitación de investigadores 
(Hilgard, 1987). 
 
Para finales de los años 50’s, ligados a universidades se fundaron cuatro 
programas de investigación en hipnosis los cuales atrajeron una gran cantidad 
de investigadores, quienes fundarían y multiplicarían los programas de 
investigación independientes (Hilgard, 1987; Weitzenhoffer, 2000). 
 
 En 1957, Weitzenhoffer y Hilgard iniciaron un programa de investigación 
en la universidad de Stanford. Con este programa de investigación se 
construyeron las escalas de susceptibilidad (SHSS) para proveerse de 
una cartera de sujetos como participantes en la investigación y al mismo 
tiempo estandarizar la escala misma. Como resultado de estas escalas se 
obtuvieron: distribuciones de frecuencia de la respuesta hipnótica, 
correlaciones de la hipnotizabilidad con la edad, sexo, características de 
personalidad; e intentos de modificar la susceptibilidad hipnótica. 
 En 1958, Theodore X. Barber inició un pequeño laboratorio de hipnosis en 
la fundación Medfield, en Massachusetts, el cual después fue cambiado a 
Harvard. 
37 
 
 En 1960, Martín T. Orne inició un programa con la universidad de 
Harvard,que después se movió al hospital de Pensilvania, conectado con 
la universidad del mismo lugar. Este programa fundó el más grande y 
mejor equipado laboratorio hasta entonces dedicado a la investigación en 
hipnosis. 
 Theodore R. Sarbin estableció un laboratorio de hipnosis en la 
universidad de California en Berkeley. 
 
A partir de estos programas, existió una gran cantidad de programas de 
investigación en hipnosis en todo el mundo, y, al menos en Estados Unidos, 
frecuentemente ligados a las universidades. Para 1970 la hipnosis fue bien 
aceptada: como campo de estudio y enseñanza dentro de la psicología y 
medicina (Hilgard, 1987). 
 
De estos cuatro programas de investigación hay que destacar el origen de las 
corrientes opuestas de la hipnosis: por un lado, los programas de Sarbin 
(universidad de California) y Barber (fundación Medfield) establecieron los 
fundamentos para la posterior evolución de las aproximaciones cognitivo-
conductual y socio-psicológica al fenómeno hipnótico, las cuales consideraron 
que la conducta hipnótica es un juego de roles y por lo tanto la hipnosis como 
estado independiente no existe; y, por el lado opuesto, los programas de Orne y 
Shor, y Weitzenhoffer y Hilgard, quienes establecieron como diferente las 
conductas hipnóticas (Weitzenhoffer A. M., 2000). 
 
Posterior a la creación de las primeras sociedades de hipnosis (ISCEH y ASCH) 
en los años 60´s, otras organizaciones fueron fundadas (Weitzenhoffer A. M., 
2000): 
 A partir de 1973 existe la Sociedad Internacional de Hipnosis (ISH) con 
sede en Australia, la cual fue inicialmente una extensión de la SCEH. 
 A partir de 1978 existe la Sociedad Europea de Hipnosis. 
 Ya para 1996 hubo 21 sociedades en Europa. 
38 
 
 En 1973 se fundó la división de hipnosis psicológica dentro de la 
American Psychological Association (APA). 
 
Con toda esta infraestructura creada, el tema de hipnosis “dejó de ser un tema 
tabú” (Hilgard, 1987, pág. 303) y se podía encontrar en los libros de psicología. 
 
(k) Hipnosis fuera de Europa y Estados Unidos 
 
Frecuentemente se ha ubicado las investigaciones iniciales en hipnosis en 
Francia, Reino Unido, Europa Central y Estados Unidos. Sin embargo, Gauld 
(1992) encontró interés por la hipnosis fuera de esas fronteras. 
 
Hipnosis en España 
Según Gauld (1992), en España la hipnosis estuvo relegada a relatos 
anecdóticos, debido a que los investigadores españoles no mostraron interés por 
el tema, aunado al rechazo por la iglesia católica de la práctica de la hipnosis por 
estar asociada con el espiritualismo. 
 
De acuerdo a Miguel-Tobal (1999) son tres los exponentes de la hipnosis en 
España: 
1: Santiago Ramón y Cajal (1852 – 1934) del cual se conocen las 
siguientes obras sobre hipnosis 
 Dolores de parto considerablemente atenuados por la sugestión 
hipnótica (1889). 
 Algunas conjeturas sobre el mecanismo anatómico de la 
asociación, ideación y atención (1895). 
 Las teorías sobre el sueño (1908). 
 
2: Eduardo Bertrán Rubio (1838- 1909), del cual se conoce la siguiente 
obra: 
 Hipnotismo y Sugestión (1894). 
39 
 
 
3: Abdón Sánchez Herrero (1851 – 1904), del cual se conocen las 
siguientes obras: 
 El hipnotismo y la Sugestión. Estudios de fisiología y 
psicoterapia (1905). 
 La hipnosis contra la voluntad del sujeto.(1889) 
 
Hipnosis en México 
De la misma forma que en 1958 se fundó la ISCH, cuyo propósito inicial fue 
regular la práctica y uso ético de la hipnosis; en la ciudad de México se fundó la 
Sociedad Mexicana de Hipnosis (SMH) que es miembro constituyente de la 
ISCH. Adicional a esta, también se fundó el Instituto Milton H. Erickson de la 
Ciudad de México, que está certificado por la Milton H. Erickson Foundation y 
cuya dirección actual, al momento de escribir este documento (2013) está a 
cargo de los Dres. J. Abia y R. Núñez (Abia & Nuñez, 2003). 
 
 
1.2 Definiciones, Conceptos y Teorías de Hipnosis 
(a) Origen y definición del término hipnosis. 
Braid fue uno de los primeros investigadores en preocuparse por la 
nomenclatura de la palabra hipnosis, de hecho a este autor cambió magnetismo 
animal por hipnosis (Edmonston, 1981). Este autor, en 1841 acuño el término 
neurohipnotismo, del cual derivaron los términos hipnosis e hipnotismo (Braid, 
1843/1960). 
 
Mucho de lo que se ha hecho actualmente bajo el título de hipnosis, no cumple 
la definición de hipnosis de Braid de 1855. Los investigadores actuales no 
siguen observando los fenómenos como fueron descritos hace más de 100 
años, aunque no han descrito la causa. Los hechos indican que la investigación 
actual no está tratando con el mismo fenómeno de Mesmer ni Braid , excepto en 
40 
 
esos pocos raros casos que Hilgard (Hilgard, 1977a) describió como 
expresiones del observador-oculto (Edmonston, 1981; Weitzenhoffer, 2000; 
Yapko, 2005; Sutcher, 2008). 
 
En 1981, Edmonston planteó la existencia de tres confusiones: el uso 
intercambiable de los términos hipnosis y trance, la imprecisión de lo que se 
llama hipnosis, y la contradicción entre el significado del término trance alerta 
con el significado básico de hipnosis (relajación). También planteó que el 
significado ambiguo del término hipnosis ha reducido tanto la efectividad en la 
investigación sobre la hipnosis como la posibilidad para utilizar hipnosis para el 
beneficio de pacientes. 
 
Como propuesta para eliminar la ambigüedad del término, Edmonston (1981 y 
1991) sugirió mantener la definición de hipnosis de Braid de 1855 y definir un 
nuevo concepto que describa lo que se estudia actualmente como hipnosis 
tradicional. Edmonston introdujo el término anesis, como posible sustituto del 
término hipnosis. 
 
Posterior a Braid, Hippolyte Bernheim, a quien Weitzenhoffer (2000) consideró el 
padre de la hipnosis del siglo XX, en su obra de 1884 usó el término sugestión y 
no hipnosis, probablemente percatándose de que el fenómeno observado era un 
efecto de la sugestión. De hecho, Bernheim pretendió introducir el término 
sugestión para el fenómeno que él observó, sin embargo, aparentemente el 
mundo no estaba listo para usar este término; incluso el propio Bernheim no 
mantuvo el uso del término de sugestión en sus posteriores escritos. 
 
Los exponentes de la hipnosis moderna han trabajado con dos suposiciones 
básicas. Han supuesto que el inicio de la hipnosis actual es el que la literatura ha 
descrito tradicionalmente y; también, que las diferencias existentes entre la 
descripción de los fenómenos antiguos y la descripción de los fenómenos 
nuevos, se reducen solo a la interpretación de los hechos (Weitzenhoffer, 2000). 
41 
 
 
En un nivel descriptivo, lo que ahora la gente considera hipnosis no 
necesariamente es lo mismo de lo que en el pasado la gente consideró como 
hipnosis. Con el transcurso del tiempo ha variado tanto la fenomenología 
reportada como la interpretación y la práctica de hipnosis. Empezando con el 
mismo Braid, ha habido una tendencia de los practicantes de la hipnosis de 
explicar una gran variedad de comportamientos como conductas hipnóticas. 
(Weitzenhoffer, 2000). 
 
Según Weitzenhoffer (2000), la fuente de la ambigüedad del término hipnosis se 
debe a que se han incluido dentro ese término fenómenos muy diferentes, 
deteriorando con esto tanto el estudio como la aplicación de la hipnosis. Sin 
embargo, los términos hipnosis, hipnotismo e hipnótico, además de ser 
anacrónicos, son inapropiados dado que los estados que se obtienen con las 
técnicas modernas de hipnosis no tienen nada que ver con alguna forma de 
sueño. 
 
Por lo que se refiere a los intentos de sustituir el término hipnosis, Weitzenhoffer 
(2000) escribió que el término hipnosis existirá por mucho tiempo debido a que 
la mayoría de sus practicantes no desean abandonar su uso por el beneficio que 
proporciona el halo de misticismo que lo envuelve. 
 
Considerando ladiversidad de fenómenos atribuidos a la hipnosis, Santana, 
Bernal, Rodríguez, Gómez, y Morales (2012) plantearon que la confusión de lo 
que se llama hipnosis ha puesto en tela de juicio los resultados de la eficacia de 
la hipnosis que han sido publicados, al tal vez evaluarse procesos diferentes, 
debido a la imprecisión del término. Estos autores consideraron que para fines 
científicos es necesario precisar el término. 
 
Definición de Hipnosis 
42 
 
En los tiempos iniciales se usó el término hipnosis, en alusión al sueño, pasando 
luego por los términos mesmerismo, magnetismo animal, sueño lúcido, 
hipnoterapia, hipnotismo, sugestión, hipnosis y autosugestión. En tiempos más 
recientes se le ha llamado estado alterado de conciencia, disociación, 
visualización, relajación e imaginería (Santana et al. (2012). 
 
A partir de los años 60’s las teorías de la hipnosis han variado entre concebir la 
hipnosis como un estado de consciencia y las que conciben a la hipnosis como 
un no-estado de consciencia. En años recientes ha habido posturas menos 
radicales y se ha concebido a la hipnosis como un punto en el continuo cuyos 
extremos son la dicotomía antes mencionada (Chapman, 2006). 
 
Ferenczi definió la hipnosis como una relación de hijo a padre, buscando 
explicar así su observación, en la hipnosis de teatro, de personas hipnotizadas 
aceptaban sin crítica las órdenes de hipnotistas. R. W. White definió la hipnosis 
como estado artificial durante el cual el sujeto solo actúa según entienda lo que 
es la hipnosis. Pavlov (1928/1987) definió e la hipnosis como una respuesta 
condicionada. Para Barber la hipnosis no existe, él estableció que una persona 
motivada, puede ejecutar todas las conductas que se consideran exclusivas de 
una persona hipnotizada (Ferenczi, 1926; White, 1941; Pavlov, 1928/1987; 
Barber, 1950 en Cheek 1994). 
 
En años posteriores, Haley (Haley, 1986) escribió que hipnosis es una 
comunicación de ideas y comprensiones para incrementar la receptividad a las 
ideas. Cheek (1994) planteó que la hipnosis es un estado más parecido al 
estado de vigilia, que al sueño según el significado del término, pues los 
encefalogramas de sujetos en estado de hipnosis son iguales a encefalogramas 
de sujetos en situación de vigilia. Spiegel y Spiegel plantearon que la hipnosis es 
un estado enfocado de activación, atención y concentración; y, consideraron a la 
hipnosis un rasgo estable y medible (2004, en Brown, 2009). Montgomery definió 
la hipnosis como “una cuerdo entre una persona designada como hipnotista 
43 
 
(profesional de la salud) y una persona designada como participante o cliente 
que participa de esta técnica psicoterapéutica, donde se sugieren cambios en la 
sensibilidad, percepción y la cognición, lo que afecta el estado de ánimo y el 
comportamiento” (Montgomery et al., 2010, p.80, en Santana et al. 2012). 
 
Santana et al. (2012) encontraron que en las investigaciones de hipnosis 
frecuentemente se omite definir operativamente el término hipnosis. En su 
investigación solo encontraron tres estudios donde se definió operativamente la 
hipnosis. 
 
Atendiendo a la variedad de definiciones de hipnosis, Santana et al. (2012) 
cuestionaron el impacto en la comprensión y valoración de la hipnosis. 
Escribieron “..este asunto conceptual tiene implicaciones teóricas y 
metodológicas que impactan el reconocimiento, la aceptación o rechazo de los 
profesionales de salud y en última instancia, de las personas beneficiarias de 
este tratamiento” (p. 212). 
 
Santana y colaboradores plantearon que independientemente de que las 
diferentes corrientes psicológicas establezcan su postura respecto al tema, 
debido a la relevancia para la investigación, es necesario aclara el concepto de 
hipnosis (Santana et al., 2012). 
 
En un esfuerzo por reducir lacontroversia histórica sobre la definición de 
hipnosis, la División 30 (Hipnosis Clínica) de la Asociación Americana de 
Psicología (APA), propuso una definición consensuada que, en general, ha sido 
aceptada por las más importantes sociedades de hipnosis científica (Santana et 
al. 2012). 
 
Definición de Hipnosis según la APA 
Un comité de la división de hipnosis de la APA (APA, 2005) definió y describió la 
hipnosis de la siguiente manera: 
44 
 
 
Hipnosis generalmente involucra una introducción al procedimiento 
durante el cual se le indica al sujeto que se le presentaran sugestiones de 
experiencias de imaginación. La inducción hipnótica es una extensión de 
la sugestión inicial de imaginación y podría tener más elaboraciones que 
la introducción. Un procedimiento hipnótico es usado para estimular y 
evaluar las respuestas a la sugestiones. Cuando se usa hipnosis una 
persona (el sujeto) es guiada por otra (el hipnotista) para responder a las 
sugestiones de cambios en la experiencia subjetiva, alteraciones en la 
percepción, sensaciones, emociones, pensamientos o conducta. Las 
personas también pueden aprender auto-hipnosis, lo cual es el acto de 
administrarse procedimientos hipnóticos a uno mismo. Si el sujeto 
responde a las sugestiones hipnóticas, en general se infiere que la 
hipnosis se ha inducido. Algunos [investigadores] creen que las 
respuestas y experiencias hipnóticas son características de un estado 
hipnótico. Mientras que unos [investigadores] piensan que no es 
necesario el uso de la palabra ‘hipnosis’ como parte de la inducción 
hipnótica, otros si lo consideran esencial. 
 
Los detalles del procedimiento y sugestiones hipnóticas diferirán 
dependiendo de los objetivos del practicante y de los propósitos clínicos o 
de la investigación. Los procedimientos tradicionalmente involucran 
sugestiones de relajamiento, aunque la relajación no es necesaria para la 
hipnosis, aunque una amplia variedad de sugestiones pueden ser 
utilizadas incluyendo estar más alerta [opuesto a la relajación]. Las 
sugestiones que permitan incrementar la hipnosis pueden ser 
determinadas comparando las respuestas en las escalas estandarizadas 
que se utilizan en escenarios clínicos y de investigación. La mayoría de 
los individuos responden solo a algunas sugestiones, aunque los puntajes 
en las escalas estandarizadas van de alto a insignificante. 
Tradicionalmente los puntajes son agrupados en las categorías bajo, 
45 
 
medio y alto. Como en otras escalas-positivas de medidas de constructos 
psicológicos como atención y alerta, la evidencia de haber logrado mayor 
nivel de hipnosis incrementa con el puntaje individual [logrado en la 
escala]. 
 
Aunque esta definición de hipnosis de la APA fue lograda por consenso entre las 
más importantes sociedades de hipnosis científica (Santana et al. 2012), existen 
autores (Yapko, 2005) que exponen la limitación de una definición única para 
diferentes tipos de hipnosis (Yapko, 2005; Sutcher 2008). Chapman por su parte, 
aceptando que existen una variedad de definiciones de hipnosis desarrolladas 
según la aproximación al estudio de la hipnosis de cada autor, considera que la 
definición de hipnosis de la APA puede ser un punto de inicio para la 
comprensión de la hipnosis (Chapman, 2006). 
 
(b) Mitos de la hipnosis. 
A pesar de que la información sobre hipnosis está más difundida, investigadores 
como Cheek (1994), Yapko (1995), Batino, Shouth (1999), Capafons (2010) y 
(APA, sf) encontraron que, respecto al tema de la hipnosis, existen mitos e ideas 
equivocadas ampliamente difundidas tanto en la población general como en los 
mismos profesionales de la psicología. Cheek (1994) calificó como falsas las 
siguientes cuatro ideas ampliamente difundidas en la población: 1) alguna gente 
no puede ser hipnotizada, 2) la hipnosis debilita a la gente y la hace adicta, 3) la 
hipnosis puede ser utilizada para obtener la verdad, y 4) la gente hipnotizada 
actúa como un zombi. 
 
Por su parte Yapko (1995) encontró que el más grande obstáculo para que una 
persona

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