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UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO FACULTAD DE ESTUDIOS SUPERIORES IZTACALA “La búsqueda del sentido en adolescentes: dos estudios de caso desde la perspectiva humanista” TESIS QUE PARA OBTENER EL TÍTULO DE LICENCIADA EN PSICOLOGÍA PRESENTA Anayeli Bautista Lozano Director: Dictaminadores: Dr. Angel Corchado Vargas Lic. Angélica Enedina Montiel Rosales Lic. Aldo Azael Rojas Salazar Los Reyes Iztacala, Edo. de México, Abril 2019 UNAM – Dirección General de Bibliotecas Tesis Digitales Restricciones de uso DERECHOS RESERVADOS © PROHIBIDA SU REPRODUCCIÓN TOTAL O PARCIAL Todo el material contenido en esta tesis esta protegido por la Ley Federal del Derecho de Autor (LFDA) de los Estados Unidos Mexicanos (México). El uso de imágenes, fragmentos de videos, y demás material que sea objeto de protección de los derechos de autor, será exclusivamente para fines educativos e informativos y deberá citar la fuente donde la obtuvo mencionando el autor o autores. Cualquier uso distinto como el lucro, reproducción, edición o modificación, será perseguido y sancionado por el respectivo titular de los Derechos de Autor. DEDICATORIA A mis padres: Por ser el pilar fundamental de este logro, por todo el apoyo para llegar hasta donde estoy, por brindarme las herramientas para enfrentarme a cada obstáculo que la vida me ha puesto. Por haber hecho de mí una persona con principios y valores. A ellos principalmente por otorgarme la vida y la dicha de verlos bien cada día. Gracias papas por tanto cariño. Los amo infinitamente. A mis hermanos: Sergio, por haberme apoyado a la distancia y siempre estar al pendiente de mis avances, por haberme dado el mayor regalo de mi vida: el amor a la lectura y el hambre de conocimiento. Juventino, por apoyarme a su manera, escucharme, por ser una figura protectora para mí, por darme momentos de libertad y diversión. Imelda, por apoyarme y escucharme cada día, por ser un buen ejemplo a seguir, por ser mi mejor amiga y cómplice de vida. A Daniel: Por haber llenado mi vida de colores, felicidad y amor puro. Mi pequeña gran inspiración. A mi familia: A mi sobrina, sobrinos, cuñadas, cuñado, tías, tíos, primas, primos, abuelas y abuelos por haber sido parte de esta etapa directa o indirectamente. A mis amigos: Que siempre estuvieron en los momentos difíciles y en los festejos, a pesar de que cada uno tomo caminos diferentes, seguimos siendo amigos y el apoyo siempre ha estado presente de manera mutua: Christian César Santiago, Francisco Javier Medina, Daniela Mendoza, Katya Martínez, Mario Alfaro, Jhoana Juárez, Miguel Ángel Noriega (QEPD), Eduardo Arzate, Yakary Delfín, Saira Ávila, Alfonso García, César Celestino López, Ayax Balam Alvarado, Mayra García, Alejandra Aceves, Sara Saldívar, Laura Rivero, Sergio Barrios, Saúl Peña, Randy Llanas, Joshua Neftalí Monroy, Celina Esparza, Fabiola Nieves y César Segovia. A Diego: Por haber llegado a mi vida y quedarse para apoyarme y darme ánimos cada día para lograr mis objetivos, por escucharme todos los días; por tanto amor, comprensión, empatía, por no irse de mi lado a pesar de todos los infortunios que se nos presentaron. Al Dr. Angel Corchado Vargas: Por aceptarme desde un principio en su clase, inducirme a la práctica en la Preparatoria y estar pendiente siempre de lo que se realizaba allá, por compartir tanto conocimiento y experiencias, por haberme abierto la puerta a las experiencias más grandes y satisfactorias que tuve a lo largo de la carrera: el servicio social en la Preparatoria y la práctica en el Reclusorio Norte, finalmente por apoyarme en mi proyecto de titulación y poder concluir mi licenciatura. A la Lic. Angélica Enedina Montiel Rosales y Lic. Aldo Azael Rojas Salazar: Por la atención, compromiso y apoyo que me brindaron para concluir mi proceso de titulación. Al Mtro. Alejandro González Villeda: Como profesor, por tanto conocimiento compartido, por todo el apoyo y orientación para llegar a ser psicóloga; y como amigo, por apoyarme en los momentos difíciles y estar en los más felices, por ser la persona que da los mejores consejos. Al Dr. Carlos Olivier Toledo: Que aún que fue poco el tiempo, aproveche al máximo su conocimiento y visión crítica, a pesar de los desacuerdos, me enseñó a ver los diferentes puntos de vista en un tema. Por ayudarme a encontrar la confianza suficiente en mi para enfrentar las adversidades. Índice Resumen ................................................................................................................ 2 Introducción ............................................................................................................ 3 1. Psicología humanista .................................................................................... 7 1.1 Antecedentes ................................................................................ 8 1.2 Bases epistemológicas ............................................................... 12 2. Psicoterapia Centrada en la Persona ......................................................... 15 2.1 Definición .................................................................................... 15 2.2 Condiciones terapéuticas de la Psicoterapia Centrada en la Persona....................................................................................... 17 3. Logoterapia ................................................................................................. 22 3.1 Definición .................................................................................... 23 3.2 Búsqueda del sentido ................................................................. 29 4. Adolescencia y algunas problemáticas relacionadas.................................. 32 4.1 Principales problemas en adolescentes ..................................... 41 4.1.1 Bullying ......................................................................... 41 4.1.2 Violencia familiar ........................................................... 46 4.1.3 Violencia en el noviazgo ............................................... 48 4.1.4 Duelo ............................................................................ 53 4.1.5 Depresión ..................................................................... 55 4.1.6 Infecciones de Transmisión Sexual y embarazos no deseados ............................................................................................ 57 4.1.7 Trastorno de la conducta alimentaria ............................ 59 4.1.8 Alcoholismo .................................................................. 60 4.1.9 Adicciones .................................................................... 61 4.1.10 Delincuencia ............................................................... 63 Metodología ........................................................................................................... 65 Análisis y discusión de los resultados .................................................................. 71 Conclusiones ........................................................................................................ 86 Referencias bibliográficas ..................................................................................... 91 RESUMEN La etapa de la adolescencia trae muchos cambios, tanto físicos como psicológicos, en esta etapa, el adolescente se comienza a preparar para ser adulto e introducirse al mundo real. Algunos jóvenes se crean ideales con base en lo que ven en los medios de comunicación; por otro lado, hay adolescentes que viven problemáticas que los lleva a preguntarse sobre su sentido de vida. Cuando este cuestionamiento aparece en la adolescencia, causa desconcierto y es necesario brindar apoyo para que el individuo pueda realizarse pleno. El presente trabajotuvo como objetivo describir el proceso de la búsqueda del sentido en dos adolescentes mediante el acompañamiento psicológico desde la perspectiva existencial humanista. Se trabajó en la Escuela Preparatoria Oficial No. 210, con dos adolescentes de 17 años, una mujer (alumna A) y un hombre (alumno B); en sesiones de 50 minutos una vez por semana. Los procesos duraron cinco y cuatro sesiones respectivamente. La alumna A llegó con la pérdida de su abuela, quien era su tutora, ante su pérdida quedo sola y sin ninguna idea sobre su nueva vida, confundida con su relación amorosa y sin una razón para seguir adelante. Mientras que el alumno B, sufría de violencia familiar, bullying en la escuela, tenía una mala alimentación lo que le generó un sobrepeso; ya no podía más y había llegado a pensar en el suicidio, sólo lo detenía el asunto de que su novia se lastimaba. A lo largo de sus procesos, ambos alumnos confrontaron sus problemáticas, la alumna A superó su pérdida, mejoró su relación de pareja y se planteó buscar un trabajo que le permitiera estudiar y pagar sus gastos, así como concluir la preparatoria. El alumno B, pudo detener la violencia que su padre ejercía sobre de él, esto le dio valor para frenar el bullying que vivía en la escuela, por otra parte, ayudó a integrarse al acompañamiento psicológico a su novia, mejoro sus hábitos alimenticios y con esto su autoestima mejoró para seguir adelante. Estos procesos nos demuestran que la búsqueda del sentido para cada individuo es distinta, sin embargo, es importante que se ponga atención a los adolescentes cuando están pasando por situaciones difíciles, pues probablemente les llegue la pregunta del sentido y les genere confusión e incertidumbre. Recordemos que la adolescencia es una etapa donde llegan muchos cambios físicos y psicosociales, y si se suma la búsqueda del sentido, es muy probable que el individuo entre en una crisis y necesite ayuda psicológica para esclarecer su horizonte. Palabras clave: logoterapia, búsqueda del sentido, adolescentes, vacío existencial. INTRODUCCIÓN El presente trabajo indaga sobre la búsqueda del sentido en adolescentes, el sentido es el para qué, lo que te impulsa para lograr algo, lo que te guía, lo que nos hace vivir; este sentido es diferente para cada persona, así como el momento en el que aparece, cuando aparece en la etapa de la adolescencia, suele ser confusa para el individuo (Guerrero, 2005). La búsqueda del sentido puede darse en cualquier momento de la vida: elección de una carrera, en la decisión de una profesión, en la búsqueda de un lugar donde vivir, etcétera, pero cuando el individuo está pasando por un momento difícil de una pérdida, de sentimiento de culpa o de muerte, esta búsqueda se da con más fuerza. El interés en esta problemática surgió a partir del servicio social que se realizó en la Preparatoria, donde se tuvo la participación de varios alumnos, que, aunque fueron muchos casos, se eligieron solo dos por la gran evolución y el compromiso que hubo en ellos. Por otra parte, es un tema muy poco explorado y quizás olvidado, esto puede verse en la falta de bibliografía reciente. En el ámbito profesional, como psicóloga, el interés se inclina hacia un tema que puede dar apertura en varios contextos y puede ayudar a generar conciencia en poblaciones vulnerables, también podría haber variables que interfieran ante la búsqueda del sentido y que no estén señaladas aún. Para abordar este tema y darle un contexto, en el capítulo 1 se observa que la psicología humanista, se distingue por que comprende al cliente durante su proceso terapéutico, para así llegar a una fácil exploración de la problemática que lo aqueja. Esta psicología se interesa por la exploración fenomenológica de los fenómenos propiamente humanos y psicológicos; es decir, ve al ser humano como una persona capaz de autodirigirse, único y cree que cada experiencia que vive, mala o buena, lo ayuda a crear su identidad y lograr su plenitud. También se describe el contexto donde surge esta psicología, es decir, a mediados de los años cincuenta y principios de los sesenta, después de dos guerras mundiales que dieron 4 paso a muchos cambios sociales en Norteamérica, que sirvieron para declarar los desacuerdos que existían ante las dos corrientes psicológicas que predominaban (el Conductismo y el Psicoanálisis), los responsables de esta nueva psicología, entre ellos Allport, Maslow, Perls y Rogers; apostaban por una psicología que viera al humano desde su individualidad pero como un todo inseparable, interesados más a su salud y al desarrollo de sus potencialidades. Estos psicólogos retomaron algunas teorías para dar las bases epistemológicas a su nueva escuela, tales como la teoría organísmica, la fenomenología, el existencialismo, la filosofía de Scheler, la filosofía de Fichte y la filosofía de Sartre. El capítulo 2 hace referencia a la Psicoterapia Centrada en la Persona de Carl Rogers, la cual representa un modelo que busca el crecimiento de la persona en todas sus dimensiones; es decir, busca el pleno desarrollo del cliente a partir de tres condiciones necesarias: empatía, aprecio incondicional y congruencia. El capítulo 3 describe el origen de la Logoterapia, que es un método que utilizó el psiquiatra y neurólogo Viktor Frankl en los campos de concentración durante la represión por parte de los nazis. Esta terapia se centra en el sentido, en aquello que da significado a la vida. Frankl, describe el sentido como la posibilidad más valiosa de cada situación, dice que para cada individuo el sentido es diferente y esta búsqueda del sentido puede darse en cualquier momento de la vida, remarca la posibilidad de que esta aparezca en la adolescencia, pues provoca desconcierto en el individuo. También dice que cuando no hay sentido en el individuo, se genera un vacío existencial. Finalmente, en el capítulo 4 se muestra la etapa de la adolescencia en sus tres aspectos más importantes: físico, cognitivo y psicosocial. También enlista los problemas más comunes que presentan los adolescentes en la actualidad, sus consecuencias, factores y tratamientos; algunas problemáticas son más alarmantes que otras, sin embargo, es importante señalarlos para estudios futuros, entre ellos se mencionan las problemáticas que presentaron los alumnos del presente trabajo. 5 El objetivo de este trabajo, fue describir el proceso de la búsqueda del sentido en dos adolescentes mediante el acompañamiento psicológico desde la perspectiva existencial humanista. Dado que la búsqueda del sentido es un tema cualitativo y que no pude cuantificarse, se hizo uso de la observación participante y en algunos casos la entrevista no estructurada para ahondar más en cada sesión. Se trabajó en la Escuela Preparatoria Oficial No. 210, como parte del servicio social que ofrecía la Facultad de Estudios Superiores Iztacala. Los casos se eligieron entre tantos, por su rápido avance y el compromiso que hubo por parte de los alumnos para llegar a su meta. La Alumna A tuvo un total de cinco sesiones, mientras que el Alumno B tuvo cuatro, cada sesión tenía una duración 50 minutos, las sesiones eran una vez por semana. La alumna A (mujer de 17 años), llego al acompañamiento psicológico por remisión de la orientación, pues estaba reincorporándose a las actividades escolares después de un tiempo de ausencia debido a su pérdida familiar, su abuela, quien era la tutora de ella. La alumna ante esta pérdida estaba pasando por una crisis existencial donde no sabía el rumbo de su vida y un gran sentimiento de culpabilidad, tristeza y depresión. Al paso del proceso, la alumna fue aceptando su pérdida, elimino el sentimiento de culpa y sus actividades fueron retomándose poco a poco y con algunas dificultades, pero bien afrontadas, por otra parte, su situación sentimental mejoro y encontró susentido: encontrar un trabajo que le permitiera seguir estudiando y concluir la preparatoria. El alumno B (hombre de 17 años), accedió al acompañamiento psicológico por decisión propia, el alumno reportó que había estado viviendo varios sucesos de violencia en su vida, tanto agresiones físicas, como verbales y psicológicas en su casa por parte de su padre y bullying en la escuela desde años atrás. Toda esta violencia vivida estaba llegando a causarle tanta angustia que en algunas ocasiones había llegado a pensar en el suicidio, empero se detenía para ayudar a su novia, quien se lastimaba intencionalmente. Aunado a esto, tenía un problema con su alimentación y por ende padecía sobrepeso. Durante su proceso, convenció a su 6 novia de integrarse al acompañamiento psicológico, llegó a una reflexión que lo guio a una confrontación con su padre, la cual resulto positivamente y pudo frenar la violencia que vivía en su casa. Por otra parte, enfrentar a su padre le dio fuerza y valor de enfrentar a sus agresores en la escuela, esto también lo hizo tomar una vida más saludable y lo llevo a elevar su autoestima y a que pudiera empezar a tomar decisiones para él y su futuro, es decir, encontró su sentido en la vida. Estos procesos, dieron a los alumnos la oportunidad de enfrentar sus problemáticas, guiados por la terapeuta, encontraron la manera de solucionar sus conflictos y dieron una nueva perspectiva a sus vidas. Estos procesos no sólo se llevaron a cabo con un dialogo entre el usuario y la terapeuta, sino que también hubo uso de algunas actividades que complementaron su proceso, por ejemplo, la realización de cartas y de planificaciones, las cuales hicieron más fácil la solución de las problemáticas. Gracias a que el acompañamiento psicológico no es un método riguroso, se pudo hacer uso de alternativas. En esta parte, también debe reconocerse la preocupación que tuvo la escuela ante sus alumnos, no sólo por la alumna A que fue integrada al acompañamiento psicológico y estuvieron al pendiente de su avance; sino que también tuvieron esa iniciativa de recibir psicólogos y psicólogas que pudiera ofrecer una ayuda psicológica profesional y de calidad a sus alumnos. 1. PSICOLOGÍA HUMANISTA La psicología como ciencia joven ha tenido un gran desarrollo en cuanto a diversas corrientes psicológicas, todas con sus respectivas ventajas y desventajas. Una de tantas es la Psicología Humanista que a sus pocos años de su surgimiento ha sido considerada una corriente psicológica poco consistente, pero para quienes ha sido funcional, se ha convertido en una doctrina a seguir. El modelo humanista se distingue por la comprensión del cliente durante el proceso terapéutico, es decir, el terapeuta y el cliente desarrollan una interacción, facilitando la exploración de un modo ordenado la problemática que este presenta (Cian, 1995). La Psicología Humanista, o tercera fuerza de la psicología (después del Psicoanálisis y el Conductismo), surge como una corriente convergente en la psicología y no divergente como otras (Gómez, 2006). Pocas teorías se han dado la tarea de recopilar aquello que es funcional de otras teorías, la Psicología Humanista es una de ellas, desde sus orígenes sólo se ha preocupado por tratar a la persona como lo que es, un ser humano capaz de auto dirigirse con ayuda de técnicas que esta propone. A lo largo de su existencia, varios psicólogos se han dado la tarea de definirla, a continuación, veremos algunas de ellas. Camino (2013), presupone que el enfoque existencial humanista es de tipo global, holístico (que se deriva del griego ólos que significa total, sentido de entero) en el estudio del ser humano, promoviendo una plena realización del individuo. Cian (1995), plantea que el enfoque humanista tiene como objetivo la superación de los límites, haciendo que la persona indague en su yo real, buscando la adquisición de la autoestima y el sentido de la responsabilidad personal. Sassenfeld y Moncada (2006), mencionan que a los psicoterapeutas de orientación existencial humanista les interesa, en particular, la exploración fenomenológica de los fenómenos propiamente humanos y psicológicos, una aproximación dedicada a la investigación de un objeto de estudio representado por la existencia y la experiencia consciente del individuo. 8 Sutich (1962; citado en Carpintero, Mayor, y Zalbidea, 1990) afirma que la Psicología Existencial humanista se ocupa de las capacidades y potencialidades humanas sistemáticas, como son el amor, el crecimiento, el ser, el llegar a ser, la afectividad, la objetividad, la autonomía, la responsabilidad, la experiencia trascendental, la salud psicológica, entre otros. Balcázar (2003, citado en Gómez, 2006), menciona que el humanismo cree que la persona es buena por naturaleza, subraya los procesos del aquí y el ahora, también dice que el ser humano tiene la capacidad innata hacia la autodirección responsable y que las experiencias propias son la base para desarrollar los valores propios, siempre y cuando cuente con una identidad clara. Apoyando lo anterior, Camino (2013), afirma que la persona aprehende en libertad el mundo circundante y lo valora, configurando con ello el propio ser, no en lo que es, sino en su existencia por hacer. Las personas no son, se hacen a través de sus propias experiencias. Como se ha visto, todas estas definiciones tienen en común al ser humano como una persona capaz de auto dirigirse, es único y cada experiencia vivencial que tiene en su vida, ya sea mala o buena, es de gran utilidad para crearse su propia identidad y lograr la plenitud. Actualmente muchos psicólogos y terapeutas tienen la idea de que la Psicología Existencial humanista son varias técnicas para exaltar los sentimientos y emociones, trabajos en grupo, etcétera., pero los psicólogos que manejan esta corriente se han centrado más en las experiencias vivenciales que en un análisis teórico, ya que es pragmática, argumenta, Gómez (2006). 1.1 Antecedentes La Psicología Existencial humanista tuvo su origen a mediados de los años cincuenta y principios de los años sesenta, se dio a partir de aquellos puntos de vista que tenían en común diversos psicólogos y psicoterapeutas de Norteamérica; entre aquellos se encontraban Edward Spranger con su psicología de la personalidad, William Stern hablando del sano funcionamiento, Gordon Allport con 9 su psicología ideográfica, Gardner Murphy con una visión de las ciencias del comportamiento, Abraham Maslow hablando de autorrealización, Rollo May el analista de la existencia individual, Fritz Perls con la psicoterapia Gestalt y Carl Rogers con el enfoque centrado en la persona (Lafarga, 1982; citado en Gómez, 2006). Gómez (2006), nos dice que la Psicología Existencial humanista también ha sido llamada la tercera fuerza de la psicología (después de Psicoanálisis y el Conductismo), esto gracias al impacto que tuvo en la época que se dio a conocer. Todo dio comienzo después de que dos guerras mundiales dieron paso a acontecimientos sociopolíticos y culturales. El occidente estaba pasando por ciertos reacomodos tanto económicos como de costumbres; el ser humano se encontraba ante una sociedad libre de tabúes, de represión militar y sexual. Se rechazaban los ideales operacionales de la cultura americana, tales como el materialismo, competitividad, racionalismo, tecnología consumismo y militarismo. Ante esto, los impulsores de la Psicología Existencial humanista hicieron un llamado a aquellos psicólogos jóvenes que rechazaban el conductismo mecanicista y así hacerse de más partidarios (Villegas, 1986). Carpintero, Mayor y Zalbidea (1990), dicen que este movimiento surge por la insatisfacción con las psicologías que predominaban en la época, el Conductismo y el Psicoanálisis. Por ende, Maslow (1957; citado en Villegas,1986) hablaba de la necesidad de una “psicología que debería estudiar al ser humano como ser activo y autónomo, regulador de sí mismo, capaz de elegir” (pág.:24). Lafarga (1982; citado en Gómez, 2006), dice que los contribuyentes a esta psicología, con diversas realidades, formaciones, posturas y métodos de investigación; estaban interesados en la persona humana, desde su individualidad, pero como un todo inseparable y no en partes aisladas, avocados más a la salud y al desarrollo de las potencialidades de la persona que a su patología, intentando 10 aunar algunas técnicas y conceptos orientales como la relajación, la meditación, entre otras. Por su parte, Riveros (2014), comenta que la Psicología Existencial humanista nace cuando un grupo de psicólogos y pensadores progresistas de la época declaran su voluntad en desarrollar un enfoque nuevo que trascendiera los determinismos y la fragmentación de los modelos vigentes del Psicoanálisis y del Conductismo; el anhelo era entonces desarrollar un nueva psicología que se ocupara de la subjetividad y la experiencia interna, de la persona como un todo, sin fragmentaciones como la conducta o el inconsciente, o la percepción o del lenguaje, sino que contemplar a la persona como objeto de estudio, y asimismo, desarrollar una nueva disciplina que investigara los fenómenos más positivos y sanos del ser humano como el amor, la creatividad, la comunicación, la libertad, la capacidad de decidir, el cambio terapéutico, y sobre todo, la autenticidad y el arte de ser uno mismo, porque de allí debía provenir el sentido de respeto y responsabilidad; desde ese núcleo del ser, puede surgir un camino del existir que sea sano o sabio, equilibrado y pleno, anteponiendo la autenticidad como un proceso de auto aceptación y aceptación de todo lo que existe. De esta manera, Smit (1969; citado en Villegas, 1986), nos dice que la Psicología Existencial Humanista surgió como un movimiento que llevaba a la psicología a interesarse por los problemas humanos, es decir, una ciencia del hombre y para el hombre. Al contrario de lo anterior, según Gondra, (1986; citado en Henao, 2012) la intención de los primeros humanistas no era fundar una nueva escuela de psicología teórica, dada la diversidad de los terapeutas que dirigían este movimiento. Su propósito era introducir un nuevo espíritu, una nueva manera de hacer psicología, que trascendiera las limitaciones del puro objetivismo y llenara el vacío dejado por los dos grandes sistemas teóricos de la época: el Conductismo y el Psicoanálisis. Pero, termino por presentarse como una tercera fuerza psicológica, es decir, como una alternativa para esos sistemas teóricos, así como también tenían en mente 11 crear una organización similar a las de las demás escuelas, fundar una revista y una asociación. En 1957 se celebró el primer encuentro formal donde se expuso la Psicología Existencial humanista, en 1958 se llevó a cabo un segundo encuentro, como invitados acudieron Dorothy Lee, Ros Mooney, Marie Rasey, Carls Rogers, David Smille y France Wilson. Para 1960, se organizó un comité para la aprobación de la Asociación para la Psicología Humanista y su revista (Villegas 1986). El Journal of Humanistic Psychology apareció en 1961, Gómez (2006), dice que en este punto de la historia se considera formalmente el inicio de la Psicología Humanista con ese nombre, y para 1962 se crea la Asociación Americana de Psicología Humanista. Al crearse la Asociación Americana de Psicología Humanista, se necesitaba de un presidente y se llegó al acuerdo de colocar al cargo a James Bugental (Carpintero, Mayor y Zalbidea 1990). Bugental, en 1964 escribió los principios fundamentales que dieron paso a la Psicología Humanista (Quitman, 1989, citado en Gómez, 2006): El ser humano, en cuanto persona, supera la suma de sus partes. La existencia del ser humano está siempre ligada a relaciones inter humanas. El hombre vive de manera consciente, esta es una característica del ser humano y la base para la comprensión de la experiencia humana. El ser humano está en situación de elegir y decidir, y puede mediante sus decisiones variar su situación vital. El ser humano está orientado hacia una meta. Ya para finales la década de los setenta, se hablaba de una tercera fuerza sin aspiraciones científicas, ante esto la mayoría de los psicólogos se negaron a continuar en este enfoque ante el camino irracional y trascendentalista en el que se estaba tornando. El grupo de psicólogos que continuaban trabajando en esta nueva 12 psicología creían que existía una compatibilidad entre el humanismo y el método científico (Villegas, 1986). La Psicología Existencial Humanista ha abierto las puertas al futuro de la psicología, esta nueva manera de hacer psicología ahora al servicio de la sociedad, que actualmente está llena de estructuras sociales, prejuicios que necesitan ver al hombre en su forma humana, un ser que interacciona. Este enfoque lo usan los psicólogos para “empoderar” a la persona y que pueda darse cuenta del potencial que tiene, y así lograr sus metas. 1.2 Bases epistemológicas La Psicología Existencial humanista tuvo muchas influencias, empero tuvo algunas que marcaron su camino para lograrse como psicología, a continuación, se describen las más importantes. Tiene a la teoría organismica como marco de referencia conceptual, pues asume que su principio fundamental es la tendencia actualizante del organismo. Villegas (1986) explica que esto, en el plano psicológico, significa que cada ser humano posee una tendencia auto dirigida hacia la totalidad, hacia la actualización de sus posibilidades. Es, además, selectiva y actúa en una dirección constructiva. Por otra parte, Carpintero, Mayor y Zalbidea (1990), afirma que las raíces filosóficas de la Psicología Existencial humanista, se trazan a partir del panorama de la fenomenología y el existencialismo. De la misma manera Camino (2013), comenta que “el existencialismo es la filosofía que más ha influido, junto con la fenomenología, en la psicología humanística” (pág. 23). Edmundo Hussel, fue el iniciador de una de las filosofías más destacada del siglo XX, la fenomenología que aparte de ser una ideología es un método para allegarse y percibir la realidad en sí misma a través de la reconsideración de todos los contenidos de la conciencia; esta filosofía trata el fenómeno entendido por algo verdadero, la realidad ultima. Hussel, en esta filosofía, remarca el valor de la intencionalidad de la conciencia como una fuerte influencia en la Psicología 13 Humanista. En la práctica terapéutica esto se ve reflejado en el carácter selectivo de la percepción. En efecto, la rigidez perceptiva ante el “hecho doloroso” contribuye a constituirlo en cuanto tal. De la misma forma que la apertura a determinadas experiencias y tolerancia ante frustración son funciones de la intencionalidad de la conciencia (Camino, 2013). En cuanto al existencialismo, Camino (2013), nos dice que es una reflexión filosófica de la realidad de la existencia humana para encontrar el significado de la vida. Esta filosofía retoma de la fenomenología el método del análisis y la descripción de la realidad. Se basa en sus tres principios: 1) La existencia es más importante que el conocimiento de las esencias. 2) La existencia es única e irrepetible. 3) La existencia humana es dinámica. Este existencialismo contribuye a la Psicología Existencial humanista cuando esta dice que hay que responsabilizarse de los proyectos de vida, existir y asumir la conciencia propia para realizarse como persona autentica. Otra filosofía que intercede en la Psicología Humanista es la de Scheler, él plantea el concepto de persona como un todo y no desde el prisma ontológico ni asociacionista; es decir, desde un punto fenomenológico. Este conceptode persona incluye la autonomía sin excluir la solidaridad, ósea una persona socializa buscando valores y formar parte de un grupo. Así pues, la Psicología Existencial humanista, utiliza este concepto de persona: autónoma y social (Camino, 2013). La filosofía de Fichte habla del modo en el que el yo se abre hacia el otro, comprendiendo y haciendo posible que tenga valor. En la psicoterapia humanista, el sentido del sujeto es quien estructura la realidad, provocando una reacción emocional en función del pensamiento y da como resultado un juicio de valor de cada vivencia (Camino, 2013). Sartre (2006; citado en Camino, 2013), expone que el existencialismo demuestra el carácter absoluto del compromiso libre y que, por medio de este, cada individuo construye su existencia. También dice que el ser humano tiene la capacidad de “re-decidir” su sistema de vida y valores, de esta manera se crea como persona y da sentido a su vida. La Psicología Existencial humanista, toma esta parte 14 de la filosofía de Sartre, la capacidad de re-definir porque la persona toma su decisión basado en su libertad. 2 PSICOTERAPIA CENTRADA EN LA PERSONA En el capítulo anterior, se observó que la Psicología Existencial humanista pasó por un largo y difícil proceso para llegar a ser una psicología reconocida y, como otras, criticada. Empero no todo estaba logrado con llegar a ser un enfoque, sino que sus seguidores se enfocaron en la investigación y a desarrollar teorías que apoyaran esta nueva escuela. Carl Rogers, probablemente el psicólogo humanista con mayor reconocimiento, dio grandes zancadas sobre la investigación, su más grande trabajo (al menos para mí) es el Enfoque Centrado en la Persona; según Castanedo (2008), él era un fenomenólogo en la medida en que la fuente de todo conocimiento auténtico reside en una experiencia inmediata de sí y del otro, una experiencia que partiendo de lo cotidiano, se desprende de lo que éste tiene de prejuicios y marcos intelectuales deformantes; Rogers la describe como "cultura pura", sin inhibiciones o precauciones intelectuales y que no está limitada por el reconocimiento de sentimientos contradictorios; por otra parte, esta experiencia es la de una unidad y una totalidad no analizable. Finalmente, la experiencia de sí y del otro es, al mismo tiempo un encuentro, en el que ambos convergen y se confirman mutuamente. 2.1 Definición Este modelo busca un crecimiento personal del cliente en todas sus dimensiones: física, sensible, racional, afectiva, social, profunda (ético-profesional y religiosa); dado que no es un modelo rígido, no maneja conceptos mecanicistas ni reduce al individuo como un objeto, sino que ayuda al cliente a que pueda realizar su pleno desarrollo (Cian, 1995). Dartevelle (2011), dice que el Enfoque Centrado en la Persona en un conjunto de instrumentos y técnicas; es una mayéutica, donde el cliente se aproxima a su experiencia interior y a lo que es. Castanedo (2008), menciona que es un proceso comprometido, cargado de elementos afectivos. La hipótesis fundamental de Rogers es la formulación subjetiva de su experiencia de terapeuta y de la experiencia de sus clientes. Desde su estilo subjetivo y concreto, no desligado ni abstraído de la experiencia. 16 Para Rogers, una terapia es un momento de reflexión con la valoración orgánica, lo cual lleva a un sano desarrollo. La Psicoterapia Centrada en la Persona se orienta hacia la experiencia del cliente, en particular hacia los sentimientos para movilizar la fuerza que produce el crecimiento de la tendencia a la realización. Este enfoque es una aproximación que no reprime y que resalta la experiencia del cliente (Szasz, 1998; citado en Cloninger, 2003). Castanedo (2008), menciona que Rogers tenía la intención de integrar el método clínico con el método experimental. Cloninger (2003), afirma que Rogers desarrolló su técnica terapéutica durante muchos años en el escenario práctico; de esta forma fue guiado por lo que funciona y no en consideraciones teóricas. Durante estos años, Rogers se convenció de que las preconcepciones teóricas interferían con el progreso terapéutico y comenzó a escuchar lo que sus clientes le decían. Observó que la experiencia de los clientes le proporcionaba direcciones valiosas para el crecimiento, de esta manera dio un énfasis a la experiencia y dirección del cliente. Gracias a esas observaciones, Rogers denominó a esta técnica Terapia Centrada en el Cliente, con el paso del tiempo esta terapia tuvo diferentes nombres, al principio se le llamó terapia no directiva y más tarde Terapia Centrada en el Cliente o en ocasiones Terapia Centrada en la Persona. Rogers (1977; citado en Dartevelle, 2011), pensaba que cada individuo tiene la capacidad de modificar las ideas que tiene de sí mismo para modificar sus actitudes y encontrar un comportamiento autónomo, siempre y cuando tenga un clima de actitudes facilitadoras. Al respecto, Dartevelle (2011), comenta que en la relación entre el terapeuta y el cliente es un proceso muy importante en el cual el terapeuta es más allá de ser el experto que interviene para la solución de los problemas del cliente, sino que es sincero, sale al encuentro del cliente con los sentimientos que experimenta a partir de un proceso no directivo e induce a la tendencia actualizadora. Se basa en el aquí y ahora, con su mezcla de pasado y presente. 17 Sassenfeld y Moncada (2006), al respecto, comentan que los psicoterapeutas de orientación humanista han enfatizado la importancia del momento presente como eje primario de la existencia humana y del proceso terapéutico; este énfasis no pretende desvalorizar la relevancia del pasado y del futuro en términos de la vivencia que el cliente tiene de sí mismo y de su situación vital. Más bien, los terapeutas humanistas subrayan que tanto el recuerdo del pasado como la anticipación del futuro son fenómenos psicológicos que, invariablemente, se producen en el presente. La psicoterapia existencial humanista reconoce y asume la necesidad de que el cliente sea capaz de comprender su propia historia y de construir un proyecto vital que lo guíe y que confiera sentido a su existencia. Sin embargo, se destaca que el paciente vive, de hecho, en el presente, y que un proceso psicoterapéutico exitoso requiere que se preste atención a esta circunstancia convirtiéndola en una dimensión central de las intervenciones clínicas. Rogers (Martínez, 2006), respecto a la tendencia actualizante, afirma que es propia de todo ser vivo según su naturaleza, como una ley general del universo, y así se evidencia en todos los niveles de los organismos vivientes: en efecto, hasta las semillas de muchas plantas pueden permanecer dormidas por muchos años, pero, cuando se le ofrecen las condiciones adecuadas, brotan, crecen y florecen con plenitud. 2.2 Condiciones terapéuticas de la Psicoterapia Centrada en la Persona El terapeuta debe desarrollar algunas condiciones para lograr con éxito el proceso terapéutico y que no se aprenden sólo con las bases teóricas del enfoque, sino que además requiere una práctica constante que lo llene de experiencia para poder dar lo mejor de sí para ayudar al cliente. Si en la relación que se efectúa, el terapeuta responde a las exigencias del cliente, lo más seguro es que este regresará (Cian, 1995). Como resultado de su experiencia terapéutica, Rogers (1957; citado en Cloninger, 2003), enlistó seis condiciones necesarias para el progreso terapéutico. 18 1. Dos personas se encuentran en contacto psicológico. Estas personas son el cliente y el terapeuta. El cliente es una persona que merece respeto y que cuando el terapeuta acepta al cliente, se crea un lazo de confianza, el cliente percibe que el terapeuta siente fe en su capacidad de desarrollo, pues se ha roto todo juicio de valor (Cian, 1995). 2.La primera persona, es el cliente, quien se encuentra en un estado de incongruencia y es vulnerable. Rogers (1964), mencionaba que se es cliente cuando se sabe que es lo que le afecta, hacia donde dirigirse, cuáles son sus problemas fundamentales y cuáles sus experiencias olvidadas. Es por esto que él confiaba en el camino que tomaba el cliente para seguir progresando. 3. La segunda persona, es el terapeuta, es congruente o está integrado en la relación. Según Rogers, para tener éxito en la psicoterapia, el terapeuta debe ser coherente. El terapeuta se caracteriza por ser genuino y en gran medida transparente, en lugar de ver sólo una fachada o máscara que oculta a la persona real del terapeuta. Al ser coherente, el terapeuta es auténtico y manifiesta abiertamente los sentimientos y actitudes que surgen en ese momento, los cuales son comunicados y percibidos por el cliente. Rogers (1964), pone como ejemplo cuando en los anuncios publicitarios se ve claramente en el tono de voz del locutor que finge, es decir, está siendo incoherente al decir algo que no siente. 4. El terapeuta experimenta aprecio positivo incondicional por el cliente. Cuando el cliente siente la empatía del terapeuta, sabe que ha sido aceptado tal y como es, esto llevo a Rogers a la condición que es la aceptación incondicional (Rogers, 1964). Cloninger (2003), afirma que Rogers encontró que era más probable que los clientes progresaran cuando se sentían aceptados por el terapeuta, pues el cliente se acepta más a sí mismo cuando siente que el terapeuta lo valora positivamente. Este aprecio por el cliente da paso el progreso terapéutico. Sin embargo, existen ocasiones en que el terapeuta simplemente no puede sentir simpatía por un cliente, Rogers recomendaba que cuando esto 19 ocurriera el terapeuta debe reconocer que no está resultando la aceptación por el cliente y no puede fingir aceptación. 5. El terapeuta experimenta una comprensión empática del marco de referencia interno del cliente y se esfuerza por comunicarle esta experiencia. Roger se refería a que el terapeuta debe ser capaz de comprender la experiencia del cliente como si fuese la propia. Cuando la empatía está presente, el terapeuta puede verbalizar sentimientos que el cliente no ha logrado expresar o incluso experimentar plenamente. Rogers (1964), pensaba que comprender al cliente tenía un riesgo, pues tal comprensión podría modificar al terapeuta y provocarle un temor al cambio. Para él, la comprensión no era algo fácil ya que se trataba de penetrar al otro en lo más profundo de su marco referencial. Roger (1979; citado en Dartevelle, 2011), también describió a la empatía como el momento en el que el terapeuta siente con precisión, los sentimientos, las sensaciones que está experimentando el cliente y es capaz de reflejar al cliente que los está sintiendo. Cian (1995), argumenta que la empatía se puede resumir en que el terapeuta ve el mundo a través de los ojos del cliente, desde adentro, y el cliente puede percibirlo. 6. La comunicación al cliente de la comprensión empática y el aprecio positivo incondicional del terapeuta se logra en un grado mínimo. Rogers (1975; citado en Dartevelle, 2011), dice que el terapeuta se preocupa por el cliente, no de una manera posesiva, más bien un aprecio en su totalidad; es decir, un sentimiento positivo sin reservas ni juicios de valor. En este proceso terapéutico, Rogers (1964) sostenía la hipótesis de que, si se creaba un tipo de relación, la otra persona descubriría en sí misma la capacidad de madurar, cambiar y lograr un desarrollo individual. Esta relación se podría lograr siendo autentico, es decir, sin tratar de ser otro; obviamente con cada individuo esta relación iba a ser distinta. 20 Por lo anterior, durante el proceso terapéutico, no hay un manual o un instructivo en donde se mencione claramente los pasos a seguir dado que es un modelo no directivo, sin embargo, Dartevelle (2011), menciona siete etapas que describió Rogers: En la parte inferior del proceso, el cliente se encuentra en una fijación, en un estado muy alejado de su experiencia inmediata, y es incapaz de simbolizar la significación implícita. Sólo se comunica acera de temas externos a él, y se expresa por medio de esquemas rígidos. No percibe los sentimientos, ni los reconoce como suyos. No reconoce ni percibe ningún problema personal. Después, la expresión se puede volver menos superficial. El discurso que tiene como objeto el yo se vuelve más fácil, pero el cliente sigue hablando de sus experiencias personales como si se tratara de objetos. Hay muy poca aceptación de los sentimientos. Estos aparecen a menudo como cosas vergonzosas, malas, anormales, siempre inaceptables en alguna medida. En la cuarta etapa se produce un relajamiento progresivo de los esquemas, una exposición más libre de sentimientos. El cliente describe sentimientos más intensos pero que «no están presentes actualmente». Después, aparece una tendencia a expresar sentimientos del aquí y el ahora, pero acompañada de desconfianza y temor ante tal posibilidad. Paulatinamente, el cliente se da cuenta de la existencia de una disonancia entre su experiencia inmediata y su yo. Empieza a tomar conciencia de su propia responsabilidad para con sus problemas. En la quinta etapa, los sentimientos salen a la superficie, aquí y ahora, a pesar del miedo y la desconfianza que provoca al cliente el hecho de vivirlos plenamente. Después, el cliente va reivindicando cada vez más sus propios sentimientos y desea vivirlos, ser «su verdadero yo». En la sexta etapa, el sentimiento que antes estaba bloqueado ya se experimenta de manera inmediata. Se vive directamente con toda su espontaneidad y toda su riqueza. Se acepta este carácter espontáneo de la experiencia y del sentimiento que se contiene en ella. Después, la experiencia se vive totalmente, ya no es de un «sentimiento». Por fin, en la séptima etapa, la experiencia se vive con carácter de inmediatez y riqueza de detalles. Los esquemas personales se modifican bajo el efecto de los 21 hechos sucesivos de la vida cotidiana. El yo se va convirtiendo en la conciencia subjetiva y reflexionada de la experiencia inmediata, y esta se convierte en la experiencia del proceso mismo. Sin embargo, el yo no es un juguete de sus sentimientos; tiene conciencia de sí mismo, una conciencia reflexionada de una vida subjetiva de su persona en movimiento. Vive libre y abiertamente su relación con los demás, y vive plenamente su vida como proceso creativo (pág. 46-49). El éxito del proceso terapéutico se ve expresado cuando el cliente modifica su personalidad y su conducta en el sentido de la salud y madurez psíquica y el logro de relaciones más realistas consigo mismo, con los demás y con el medio (Rogers, 1964). Rogers no sólo pretendía encontrar una racionalidad universal en la experiencia inmediata y singular de la terapia, aspiraba a vincularla a esa forma tradicional de la racionalidad que es la ciencia experimental. Rogers y sus estudiantes fueron los primeros terapeutas en efectuar trabajos experimentales rigurosos sobre este proceso terapéutico (Castanedo, 2008). 3. LOGOTERAPIA El psiquiatra, Viktor Frankl (1905-1997), daba clases de psicología por la radio emisora de Viena, años previos a la llegada de los nazis a esa capital. Teniendo la visa ya otorgada por el gobierno norteamericano para emigrar del suelo que lo vio nacer, empero decide quedarse en Viena y enfrentar con su familia y su esposa Tilly Gross (persona esencial en la transformación de Frankl) de origen judío, el destino inimaginable. Llegado el momento de enfrentar el futuro, Viktor Frankl es enviado al campo de concentración con su padre y su hermano mayor. Su hermana menor se había refugiado en la embajada de Australia, mientras que Tilly fue enviada a otrocampo de concentración (Riveros, 2014). Un día de trabajos forzados y sometido a un clima congelado, Frankl, tuvo una experiencia trascendente: mientras él miraba al cielo, un pequeño pájaro se posó entre la nieve, cuando se cuestionó qué sentido tenía estar allí y esperar a morir en cualquier momento asesinado por los guardias o por el gélido ambiente. Descubre lo que verdaderamente es el amor como acto creativo y dedica un sentido para seguir viviendo, poniendo a Tilly como su propósito para sobrevivir, verla y estar con ella cuando todo ese infierno hubiese terminado. Dentro de sí mismo estaba aconteciendo una nueva actitud: la proactividad, un sufrimiento con un sentido otorgado. Desde esa actitud logró sobrevivir y ayudó a muchos a sobrevivir, de allí surgiría el diálogo íntimo con la trascendencia, el concepto de actitud de libertad y responsabilidad, así como el descubrimiento del humor como una alternativa al sufrimiento sin sentido. Frankl fue trasladado varias veces de campo de concentración y pudo aplicar su incipiente logoterapia desde la naturalidad de la vida, desde una intuición salvadora hasta que llegó el día de la anhelada liberación. Fue el momento trágico, por el cual la futura logoterapia se dio a conocer: Tilly Gross muere, atropellada por el descontrol de la multitud durante la liberación del campo de concentración donde ella había permanecido. Después de esto, Frankl se sumió en una profunda depresión, dos semanas antes de la navidad de ese año, este decide recopilar los que habían sido sus borradores, escritos en papel higiénico en el campo de concentración y con la ayuda de dos secretarias, escribió su libro que 23 pasaría a la inmortalidad: El hombre en busca de sentido. Una experiencia de un psiquiatra en un campo de concentración (Frankl, 1991). 3.1 Definición De este suceso, surgió la logoterapia, un método que Frankl utilizaba en los campos de concentración para animarse a sí mismo y a los demás judíos a seguir adelante y no desistir ante la fuerte represión que estaban sufriendo por parte de los nazis. La logoterapia, tiene origen gracias al psiquiatra y neurólogo Viktor E. Frankl, esta se puede abordar en tratamientos terapéuticos desde dos puntos de vista: en primer lugar, se puede ver a la logoterapia como la tercera escuela vienesa de psicoterapia; anteponiendo en primera al psicoanálisis de Freud y en segunda a la psicología individual de Adler. Cada escuela tenía una particularidad: Freud se ocupó de la voluntad del placer, en sus teorías abarcaba la vida pulsional humana y enfatizaba a la satisfacción placentera de la pulsión sexual, cuya represión daba paso a los trastornos mentales; por su parte, Adler observó la voluntad del poder, investigó la relación entre el individuo y su entorno social, de esta investigación observó el deseo de poder compensatorio del ser humano a partir de sus complejos de inferioridad. Por su parte Frankl abordó la voluntad del sentido, entendió al hombre como un ser que busca trazarse una vida llena de sentido y si este deseo se ve frustrado, puede enfermar mentalmente. El segundo punto de vista es donde se sitúa la logoterapia en la tercera fuerza de la psicología, es decir, en la Psicología Existencial humanista, a pesar de la concepción diferida de Frankl, pues la logoterapia no reconoce la realización personal como el mayor logro de la existencia humana (Lukas, 2003). Baizán (1997), menciona que la logoterapia, como método y teoría, es una alternativa ante el reduccionismo y determinismo biológico, psicológico y sociológico de las ciencias del hombre. Es una terapia centrada en el sentido, es decir, en el significado de la existencia humana, así como también en la búsqueda de dicho sentido. 24 Luna (1996), menciona que la logoterapia es un método de tratamiento psicoterapéutico, donde se ve a la persona en su totalidad y como ser único e irrepetible. En la logoterapia “logos” significa el sentido y lo mental en la oposición heurística. La logoterapia trabaja con las dificultades de tipo “crisis existencial”, “vacío existencial” y “falta de sentido de la vida”; donde el terapeuta se encarga de acompañar a la persona en la búsqueda de sentido, ayudándole a descubrir valores, asumiendo también actitudes adecuadas y realizando elecciones responsables. Según Velásquez (2007), Frankl describía al sentido, como la posibilidad más valiosa de cada situación y se fundamenta en tres postulados básicos. El primero hace énfasis en que la vida tiene sentido bajo todas las circunstancias; en el segundo se plantea que el hombre es dueño de una voluntad de sentido y se siente frustrado o vacío cuando deja de ejercerla; y, por último, el tercer postulado resalta que el hombre es libre dentro de sus obvias limitaciones para consumar los sentidos de su existencia. Lukas (2003), menciona que la logoterapia se considera un sistema completo en la psicoterapia, es decir, como ciencia médica, pues se sostiene de tres “columnas” que Frankl denomino de la siguiente manera: Columna 1: Libertad de voluntad Para la logoterapia, el individuo es único y potencialmente libre de obrar según su voluntad, en esta libertad pueden influir enfermedades, inmadurez o puede anularse, pues se habla de una liberta de adoptar una actitud ante las condiciones que se le plantean a la persona (Lukas, 2003). Este postulado predice que las personas actúan a partir de sus posibilidades y se posicionan ante las situaciones inmutables. De hecho, el hombre no es libre de condiciones biológicas, psicológicas y sociológicas, aunque es libre para posicionarse o actuar sobre las condiciones de la existencia, superándolas o resignándose a los condicionamientos, eligiendo dejarse determinar o actuar según un sentido o conjunto de valores (Frankl, 2000; citado en Avellar, Veloso, Salvino y 25 Bandeira, 2017). Por lo tanto, todo hombre ha de buscar su misión, pues todo tiene un sentido y siempre se puede cambiar con libertad. Columna 2: Voluntad de sentido Cada individuo posee una aspiración y un ansia de sentido; el sentido es algo objetivo, una capacidad humana de descubrir formas de sentido no sólo en lo real, sino también en lo posible. Cada situación concreta conlleva una exigencia, que es el sentido que debe satisfacer la persona enfrentada a esta situación, y las exigencias de la situación deben ser consideradas como cualidades objetivas (Lukas, 2003). La voluntad de sentido es la motivación primaria del hombre. Las personas desean realizar sentidos en la vida y buscan descubrir valores dignos de vivir y de morir. Según, Frankl (1992; citado en Avellar, Veloso, Salvino y Bandeira, 2017) la pregunta sobre el sentido de la vida puede emerger en la adolescencia con la maduración psicofísica de la persona. El hombre es atraído hacia los valores, no deseando solamente vivir; por ser un ente finito, emerge en él la voluntad de encontrar un sentido en el mundo. Columna 3: Sentido de la vida La logoterapia afirma que la vida tiene un sentido incondicional que no se pierde bajo ninguna circunstancia. Cualquier situación en la vida, requiere de un sentido; incluso si se trata de un acontecimiento relacionado con el sufrimiento, culpa o muerte (Lukas, 2003). Indica que en la vida hay un sentido incondicional que necesita ser descubierto por el ser humano. Este sentido cambia de un momento al otro y de una persona a otra, dependiendo de condiciones internas o externas. El sentido está en el mundo, en consecuencia, el hombre necesita trascender a sí mismo para algo (una causa) o alguien (un ser amado). Así, la logoterapia concibe el sentido de tres formas: sentido de la vida, sentido en la vida y sentido en el mundo. Hay también una relación temporal de esos conceptos, pues el sentido de la vida sólo puede ser 26 percibido en el final de la existencia delhombre, mientras el sentido en la vida puede ser descubierto en todos los momentos de la vida del ser; y finalmente, el sentido en el mundo comprende una inquietud humana con respecto al sufrimiento humano, que justifica el propio sentido de la vida. De este modo, el sufrimiento sin sentido resulta en desespero o ausencia de sentido (Avellar, Veloso, Salvino y Bandeira, 2017). Como se ha visto, las columnas 1 y 3 son axiomas con comprobación científica, realizadas por diversos autores antes que Frankl. En cuanto la columna central, ha sido demostrada en muchos estudios de psicología experimental. La libertad de voluntad es la base de la imagen del hombre y determina sus fundamentos antropológicos; la voluntad de sentido es el eje y el punto de partida de su ciencia médica y psicoterapéutica, y finalmente, el sentido de la vida, es decir, la creencia en la existencia de un sentido en la vida otorgado incondicionalmente bajo cualquier circunstancia, forma parte de la imagen logoterapéutica del mundo, de su filosofía (Lukas, 2003). La logoterapia parte de la práctica clínica, al igual que el análisis existencial, pero no por ello significa que ambas desembocan en una teoría metaclínica, de la misma manera que esta se allá implícita en la base de cualquier psicoterapia (Frankl, 1994; citado en Lukas, 2003). Lukas (2003), comenta que Frankl, intentó plasmar la ontología dimensional de la imagen del hombre, de la cual desplegó tres dimensiones: 1) somático, donde se ponen los fenómenos corporales, comprende la actividad orgánica, funciones biológico-fisiológicas, procesos físicos y químicos. 2) el plano psíquico, abarca las cogniciones y las emociones, y 3) el plano espiritual que contiene la postura libre frente a lo corporal y lo anímico, el interés objetivo, religiosidad, lo ético, el amor. Asimismo, Luna (1996), plantea que las tres dimensiones que presupone la logoterapia están muy ligadas, pues cuando una es afectada, el resto también es afectada sólo que no tan directamente. En cuanto a la dimensión espiritual, 27 menciona que es específicamente humana y esencial, y engloba a las otras dos dimensiones. Lukas (1983; citado en Luna, 1996), hace una descripción propia de estas tres dimensiones: Dimensión física (el cuerpo): es el nivel de la vida, la cual es propia de plantas, animales y humanos. Dimensión psicológica (la psique): es la conciencia de la vida, comprende sentimientos, sensaciones, instintos y es propia de animales y del ser humano. Dimensión espiritual (el espíritu): es exclusiva del ser humano. En esta dimensión está presente la voluntad de darle un sentido a la vida. No se relaciona con la religión. Esto llevaba a Frankl (Luna, 1996), a pensar que el ser humano tenía una libertad y una responsabilidad. La libertad conlleva a la elección, la elección presupone una comprensión, y para ello el organismo humano ha sido armado con lo que llamamos conciencia moral. Esta conciencia moral proporciona un sentido subjetivo que enmarca los valores adquiridos y no un sentido para la satisfacción de las necesidades propias. La conciencia es la comprensión de valores, anterior a toda moral, que lleva a cada individuo de manera intuitiva. Este sentir ético, inconscientemente, forma parte de nuestro equipamiento básico (Lukas, 2003). La libertad y la conciencia también “se relacionan con el comportamiento responsable, es decir, en el yo puedo ser, pero también debo ser” (Luna, 1996, pág. 11). El debe ser, tiene que ver con el medio social, se traduce a una respuesta que se debe dar ante terceras personas. Los valores, según Luna (1996), justifican una elección. Los valores que adquiere el individuo dependen de su entorno y esto va a dirigir su conciencia moral al momento de tomar una elección en cualquier momento de su vida. 28 Por otra parte, Frankl (Lukas, 2003), tenía la idea de que el ser humano podía enfermar de muchas cosas en los planos somático y psíquico, pero en el plano espiritual no era posible esto, pues este permanece latente desde niño, sale a flote con el lenguaje y se desarrolla con el paso de los años. En el caso de las personas con daño cerebral o demencia senil, el plano espiritual se ve afectada por los factores biológicos. Lukas (2003), menciona que la logoterapia tiene una aplicación muy amplia, desde los síndromes de ansiedad y afectivos, adicciones, trastornos de la personalidad y de comportamiento, también asiste a adolescentes en el proceso de adultez, a personas de edad avanzada en la reflexión de los años vividos y en la preparación de despedida, también guía a parejas y familiares ante conflictos, ofrece poyo a trabajadores y desempleados, incluso apoya a personas dañadas por la preocupación y tristeza, e intenta reconducir a quienes han desistido en su visión del mundo, entre otras. La logoterapia logra entrar a estos terrenos con su única herramienta que es el lenguaje, es decir, es una terapia conversacional centrada en el cliente, tal como lo propuso Carl Rogers. Para Riveros (2014), la aplicación de la logoterapia se dirige en el terreno de la psicoterapia, especialmente en pacientes que han sufrido pérdidas afectivas y personales, pacientes con enfermedades terminales, como el VIH-SIDA o cáncer; estas personas son guiadas hacia crear un sentido con la vida que les queda y desde el espíritu que puede crear lo incambiable. De igual modo, las aplicaciones de la logoterapia en el ámbito laboral y el desarrollo de la proactividad resulta ser una metodología muy efectiva y útil para la vida cotidiana. Ahora se precisarán las características que la logoterapia ha retomado de la Terapia Centrada en la Persona de Rogers, para llevar a cabo excelentes resultados. La logoterapia aspira una comunicación empática y de confianza, lo cual lleva al terapeuta a aceptar incondicionalmente al paciente. Sin embargo, la aceptación incondicional del cliente no implica automáticamente la aceptación de lo que el paciente dice, la logoterapia no se muestra neutral ante los valores y 29 considera importante hacer una reflexión sobre lo dicho y hacer un reajuste de los valores, es decir, que es cercano a la realidad y que es responsable (Lukas, 2003). En esta terapia se da un dialogo, más allá de intercambiar los turnos para hablar, sino que en la logoterapia se da un intercambio consensuado de ideas para que el terapeuta pueda llegar a conocer la verdad del cliente; el terapeuta no desempeña la función de espejo a través del cual el paciente se comprende mejor a sí mismo, sino más bien realiza la función de “catalizador”, en la cual el cliente entiende las posibilidades de sentido que el mundo pone a su disposición. El terapeuta aporta ideas, reflexiona con el cliente sobre sus consecuencias y no sólo presta su oído (Lukas, 2003). Luna (1996), menciona que en este tipo de terapia lo que cuenta son las relaciones humanas y no las técnicas que se usen. Surge una dialéctica, un respeto reciproco y una comunicación basada en la confianza, el plano objetivo abre paso a la participación plena. 3.2 Búsqueda del sentido Guerrero (2005), menciona que el sentido es difícil de definir ya que es diferente para cada persona, sin embargo, se puede decir que es el para qué, el motivo, lo que te impulsa para lograr algo o para ser de una manera determinada, es lo que nos orienta, lo que nos guía, lo que nos hace querer vivir; es por ello que es diferente para cada uno y también difiere del momento en el que aparece. La búsqueda del sentido se da en cualquier momento de la vida, por ejemplo: elección de universidad, elección de trabajo, elección de un viaje, etcétera., empero, la búsqueda del sentido se da con más fuerza en el momento cuando la persona enfrenta el sufrimiento, el sentido de culpa o ante la muerte. Es importante mencionar que cuando aparece en laetapa de la adolescencia, esta es desconcertante y confusa. El sentido de vida consiste en que el individuo se realice a sí mismo en su propia esencia, el sentido de vida debe ser concreto para llegar a ser verdadero, el terapeuta no da sentido a su cliente, sino que lo ayuda a buscar, el cliente descubre 30 su sentido por sí mismo. Existen tres maneras en que se puede encontrar el sentido: 1) hacer o producir algo, 2) vivenciar algo o amar a alguien y 3) afrontar el destino inevitable con la actitud y firmeza adecuada (Baizán, 1997). Guerrero (2005), menciona que la búsqueda de sentido, implica un grado de tensión. Frankl menciona que el hombre no necesita vivir, sino esforzarse y luchar por una meta, esta meta se llama sentido. El individuo llega a sufrir de tensión al buscar y al tratar de realizar aquella meta que le dé sentido a su vida. Así se llega a la auto trascendencia, en la cual la persona sale de sí mismo al encuentro de algo o alguien, sin dejar de ser él mismo. Baizán (1997), afirma que el sentido no llega solo, se debe buscar, con ayuda de su responsabilidad y la conciencia de cada individuo. La conciencia la plantea como el órgano del sentido, la parte espiritual que dice al individuo si el sentido es verdad. El sentido de vida para el ser humano está siempre cambiando, pero jamás falta; sí se diera el caso de que no alcanzara advertirlo, convendría que dotara a cada una de las acciones de su vida de un especial sentido, aunque en aquellas situaciones que por cualquier razón llegaran a ser las más difíciles. De tal suerte, se hace posible obtener la capacidad y las habilidades para transformar todo lo que amenaza convertirse en tragedia, como por ejemplo, la enfermedad en salud, y el fracaso en un triunfo personal, para así llegar al logro humano (Frankl, 2004; citado en Acosta, 2017). Frankl (2001; citado en Guerrero, 2005), llamó vacío existencial a esa falta de sentido, ese vacío interior, la cual aparece de manera especial en jóvenes, ya que aún no tiene idea de lo que conllevan los compromisos reales. Frankl explica que esta situación en la persona no tiene una fuerza instintiva que lo dirija para responder ante las situaciones de su vida, no tiene un instinto que le diga que hacer y esto le genera confusión. El vacío existencial a veces se puede “llegar a ocultar” mediante la voluntad de poder (dinero) o voluntad de placer (compensación sexual), lo cual llena el vacío 31 existencial, pero por poco tiempo (Guerrero, 2005). Esto se puede observar con mucha claridad en la actualidad basada en la sociedad llena de consumismo, hedonismo e irresponsabilidad. 4 ADOLESCENCIA Y ALGUNAS PROBLEMÁTICAS RELACIONADAS En el capítulo anterior, se enfatiza sobre como la búsqueda de sentido llega a ser confusa en la adolescencia, dado a que en esta etapa suelen darse muchos cambios físicos, psicológicos y psicosociales. En este capítulo se describirá detalladamente los cambios que conlleva la adolescencia. Larson y Wilson (2004; citados en Papalia, Wendkos y Duskin, 2009) definen a la adolescencia como la transición del desarrollo entre la infancia y la adultez, esta transición trae consigo una serie de cambios físicos, cognitivos, emocionales y sociales importantes. La adolescencia es un constructo social, y suele ser un poco diferente en cada ciudad, incluso a lo largo de la historia ha ido cambiando este concepto. Brioso et al. (2009), comentan que la adolescencia comienza con la pubertad, es decir, cuando se da una serie de cambios físicos que modifican el cuerpo humano y lo preparan para la reproducción, finaliza cuando se asume tareas y responsabilidades propias de un adulto (como la independencia). Papalia, Wendkos y Duskin (2009), denominan tres aspectos importantes para visualizar con mayor claridad el proceso de la adolescencia: físico, cognitivo y psicosocial. En el aspecto físico, se tiene la llegada de la pubertad, entendamos que es diferente de la adolescencia; la pubertad es el proceso mediante el cual la persona alcanza la madurez sexual y la capacidad para reproducirse, este proceso varea en cada adolescente, puede presentarse en el lapso de los 10 a los 13 años, incluso poco antes o después. La pubertad tiene ciertos cambios, uno de ellos es el aumento de hormonas, se da en dos momentos: la primera es la adrenarquia, que es cuando maduran las glándulas suprarrenales, estas glándulas segregan andrógenos que dan paso al crecimiento de vello púbico, la grasa en la piel y olor corporal. En unos cuantos años más, viene el segundo momento, la gonadarquia 33 que es cuando los órganos sexuales maduran, es decir, los ovarios en las mujeres aumentan la segregación de estrógenos lo que estimula al crecimiento de los genitales y el desarrollo de los senos y el vello púbico y axilar; en esta parte es importante mencionar la menarquia, que es la primera menstruación. En cuanto a los hombres, los testículos aumentan la producción de testosterona que estimula el crecimiento de los genitales, masa muscular y vello corporal (Papalia, Wendkos y Duskin, 2009). Delval (2008), afirma que el cambio físico más visible es el crecimiento del cuerpo en general, menciona que las mujeres suelen crecer más que los hombres en esta etapa, aunque al término de la adolescencia, las mujeres dejan de crecer o crece muy poco, mientras que los hombres comienzan a crecer más. Esto también depende del estilo de vida de cada individuo. En el desarrollo físico del adolescente se pueden observar características sexuales primarias y secundarias. Las primarias se refieres a los órganos necesarios para la reproducción, en las mujeres son los ovarios, trompas de Falopio, útero, clítoris y vagina. En los hombres son los testículos, pene, escroto, vesículas seminales y próstata. Las características secundarias son los signos fisiológicos de la maduración sexual, también incluye a los cambios de voz, cambios de la textura de la piel, desarrollo muscular, crecimiento del vello púbico, facial, axilar y corporal (Papalia, Wendkos y Duskin, 2009). En el aspecto cognitivo, algunos adolescentes poseen un pensamiento aun inmaduro, empero, otros tienen la capacidad de razonamiento abstracto, sofisticados juicios morales y una capacidad de planificación muy amplia y real. Para Piaget, el adolescente se sitúa en la etapa de operaciones formales, que es donde se desarrolla el pensamiento abstracto, el desarrollo cognitivo ha llegado a su fin, es decir, el individuo puede seguir acumulando conocimiento de diferentes temas, pero su manera de pensar ya no cambia. En esta etapa, los adolescentes tienen una manera más flexible de manipular la información, pues ya no se está 34 limitado al aquí y ahora. Su lógica tiene un margen más grande (Inhelder y Piaget, 1955; citados en Brioso et al., 2009). Suárez et al. (1998), mencionan que los adolescentes en la etapa de operaciones formales son capaces de realizar algunas actividades cognoscitivas como reflexionar sin necesidad de observar algo tangible, fundamentar sus puntos de vista utilizando la lógica y la experimentación, también puede buscar alternativas para dar solución a un problema y es capaz de pensar en términos realistas respecto al futuro. Antes de poder hacer todo eso, el adolescente adquiere de forma gradual otras actividades como la capacidad de analizar y sintetizar información, maneja el lenguaje simbólico, usa metáforas, construye hipótesis y elabora teorías. Cuando el adolescente es capaz de utilizar el pensamiento abstracto, está listo para despegarse de la realidad y pensar en lo que podría ser o en cómo podrían ser las cosas. Esta capacidad para tomar lo real como una posibilidad más entre las concebibles constituye la base intelectual del idealismo, rasgo característico de la adolescencia (Brioso et al., 2009). No todos losadolescentes desarrollan estas habilidades, es por eso que se observan muchos adolescentes con un pensamiento inmaduro, en repetidas ocasiones se puede observar los desacuerdos que llegan a tener con los adultos, debido a que ven el mundo diferente, su inexperiencia para manejar las operaciones formales; pero a medida que ponen a prueba sus nuevas habilidades se dan cuenta de que han errado más de una vez y empiezan a formar un pensamiento cada vez más maduro (Papalia, Wendkos y Duskin, 2009). Elkind (s/f, citado en Papalia, Wendkos y Duskin, 2009), sugiere algunas características del pensamiento inmaduro: Idealismo: los adolescentes se crean ideales a partir de lo que ven en revistas, redes sociales, programas de televisión, figuras públicas, entre otras; convencidos que saben más que los adultos, con frecuencia ven defectos en sus padres y en otras figuras de autoridad. 35 Tendencia a discutir: los adolescentes ponen a prueba su capacidad de lógica e intentan defenderla constantemente en discusiones con sus padres. Indecisión: como tienen idealismos varios, a veces les resulta difícil decidir qué es lo que quieren, pues carecen de estrategias eficaces para elegir. Suposición de singularidad e invulnerabilidad: el adolescente cree que todo lo sabe, que su experiencia es única y que el resto está sujeto a sus reglas, en esta característica gobierna un poco el egocentrismo que subyace a comportamientos de riesgo o autodestructivos (ej.: otros caen en las adicciones, pero yo no; nadie ama como yo). Respecto a lo anterior, Elkind (1967; citado en Brioso et al., 2009), menciona que una característica más del adolescente inmaduro es el egocentrismo, este regresa más esencial y centrado en la vida social del individuo. Este egocentrismo abre paso a que el adolescente se sienta constantemente observado y juzgado por los demás, también hace que se considere un ser excepcional, único, irrepetible, con un destino especial y a la vez se siente incomprendido. En cuanto al lenguaje, Owens (1996, citado en Papalia, Wendkos y Duskin, 2009), argumenta que el adolescente conoce cerca de 80 000 palabras las cuales en su mayoría usa correctamente para expresarse, su lenguaje se vuelve más analítico y abstracto, están conscientes de que algunas palabras como símbolos tienen varios significados, usan metáforas, juegos de palabras, etcétera. El proceso de la información en el adolescente, se ve en el funcionamiento de los lóbulos frontales del cerebro, las conexiones neuronales se hacen más fuertes y otras se pierden dependiendo de la experiencia que va adquiriendo el individuo, por tanto, es diferente en cada uno. Eccles et al., (2003; citado en Papalia, Wendkos y Duskin, 2009) mencionan que se pueden ver dos tipos de cambios en el proceso de la información en los adolescentes: 36 a) Cambio estructural: es el aumento en el proceso de información e incremento en la cantidad de información almacenada en la memoria de largo plazo. El constante crecimiento de la memoria de trabajo, hace que el adolescente pueda tomar decisiones complejas. La memoria de largo plazo puede ser declarativa (conocimiento objetivo adquirido), procedimental (habilidades adquiridas) o conceptual (comprensión interpretativa adquirida). b) Cambio funcional: es el incremento continuo en velocidad de procedimiento y un desarrollo adicional de la función ejecutiva tales como la atención selectiva, toma de decisiones, control inhibitorio impulsivo y manejo de la memoria de trabajo. En el desarrollo moral del adolescente, Delval (2008), menciona que en esta etapa se ven reflejados los valores que se han inculcado en el ámbito familiar; es posible que se encuentre un adolescente confundido, pues hasta entonces los valores se habían aplicado muy poco y en contextos muy específicos a diferencia de los círculos sociales más amplios que se presentan en la adolescencia. También, la moral en la adolescencia se ve fomentada en su capacidad para razonar de manera más compleja, su tendencia de empatía aumenta, resuelven problemas sociales, lidian con relaciones interpersonales y se ven como seres sociales (Papalia, Wendkos y Duskin, 2009). En el aspecto psicosocial, hay varios puntos a considerar que en seguida se mencionarán: Identidad: la identidad se define según Erikson (Elkind, 1998; citado en Papalia, Wendkos y Duskin, 2009), como una concepción coherente del yo formada por metas, valores y creencias de en cada individuo. Esta identidad se forja con más peso durante la adolescencia, es difícil que en esta etapa se resuelva por completo casi siempre la identidad se obtiene hasta la edad adulta. El desarrollo psicológico del adolescente le permite formar una teoría del yo. El yo se va construyendo con ayuda de la confianza, autonomía, iniciativa e industria a lo largo de las etapas 37 anteriores a la adolescencia y se va preparando para los retos de la vida adulta. Según Erikson (1968; citado en Papalia, Wendkos y Duskin, 2009), en la adolescencia se sufre una crisis de identidad versus confusión de identidad antes de que el individuo se convierta en adulto. En esta crisis se busca desarrollar un sentido coherente consigo mismo incluyendo el rol que ha de desempeñar en la sociedad. Erikson decía que la identidad se forma a medida que los adolescentes cumplen con la elección de tres situaciones: elección de ocupación, adopción de valores y adoptar una identidad sexual satisfactoria. Autoconcepto: es la construcción y elaboración del conocimiento de uno mismo. Tras muchos cambios a partir de la pubertad y con un pensamiento formal, el adolescente cambia su autoconcepto y se convierte en el centro de preocupaciones y lo va enriqueciendo de acuerdo a sus creencias, filosofía de vida, personalidad, etcétera. (Brioso et al., 2009). Autoestima: es el componente valorativo del autoconcepto y uno de los principales predictores de bienestar en adolescentes y adultos. Durante la adolescencia, la autoestima empieza a crecer, dependiendo de cada individuo crece o decrementa, lo ideal sería que incrementara día con día, pero eso a veces no ocurre (Brioso et al., 2009). Sexualidad: este proceso se enmarca en lo físico, pero también se le da peso en la formación cultural de cada ser. Hoy en día este tema es tan amplio, que se puede volver un poco controversial por la manera tan rápida con la que se ha estado desenvolviendo. Durante la adolescencia, una de las crisis a las que se enfrentan estos individuos es al querer definir su orientación sexual. La orientación sexual se refiere al interés sexual, romántico y afectuoso de cada persona (Savin-Williams, 2006; citado en Papalia, Wendkos y Duskin, 2009). Relaciones con la familia, amigos y noviazgo: Durante la etapa de la adolescencia, pasan más tiempo con sus iguales que con su familia. Los valores con los que se llega a esta etapa son básicamente obtenidos en 38 el núcleo familiar, empero se busca en los pares modelos de rol, compañerismo e intimidad (Offer y Church, 1991; citados en Papalia, Wendkos y Duskin, 2009). Dentro del núcleo familiar se espera que el adolescente comience su formación de la identidad, adquiera autonomía y el ajuste psicosocial (Lila, Van Aken, Musito y Buelga, 2006; citados en Brioso et al., 2009). Papalia, Wendkos y Duskin (2009), afirman que los adolescentes sienten la tensión entre la dependencia de sus padres y la necesidad de alejarse, también es frecuente que los padres experimenten sentimientos encontrados; desean que sus hijos sean independientes, pero se les dificulta dejarlos ir. Los padres tienen que aprender a darles suficiente independencia a los adolescentes y protegerlos de lapsos inmaduros de juicio. Estas tensiones pueden conducir a conflictos familiares y los estilos de crianza infantil pueden influir la manera
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