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“Investigación realizada gracias al Programa de Apoyo a Proyectos de Investigación e Innovación Tecnológica (PAPIIT) de la UNAM. IN 307313 Evaluación de habilidades cognitivas tempranas en el desarrollo lingüístico: Análisis de las diferencias individuales. Agradezco a la DGAPA-UNAM la beca recibida”. Los datos de esta investigación forman parte del proyecto CONACyT 101752 “Análisis de habilidades cognitivas en la adquisición del habla”. Bajo la coordinación de la Dra. Elda Alicia Alva Canto. UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO FACULTAD DE PSICOLOGÍA LA PRODUCCIÓN ESPONTÁNEA DE CANCIONES DE INFANTES DE 18-54 MESES DE EDAD. TESIS QUE PARA OBTENER EL TÍTULO DE: LICENCIADA EN PSICOLOGÍA PRESENTA: KAREN PEREZ NAVA DIRECTORA DE TESIS DRA. ELDA ALICIA ALVA CANTO REVISORA MTRA. BLANCA GIRÓN HIDALGO SINODALES DR. JULIO ESPINOSA RODRÍGUEZ DR. RAÚL ÁVILA SANTIBÁÑEZ MTRA. PATRICIA ROMERO SÁNCHEZ MÉXICO, D.F. ABRIL, 2015 UNAM – Dirección General de Bibliotecas Tesis Digitales Restricciones de uso DERECHOS RESERVADOS © PROHIBIDA SU REPRODUCCIÓN TOTAL O PARCIAL Todo el material contenido en esta tesis esta protegido por la Ley Federal del Derecho de Autor (LFDA) de los Estados Unidos Mexicanos (México). El uso de imágenes, fragmentos de videos, y demás material que sea objeto de protección de los derechos de autor, será exclusivamente para fines educativos e informativos y deberá citar la fuente donde la obtuvo mencionando el autor o autores. Cualquier uso distinto como el lucro, reproducción, edición o modificación, será perseguido y sancionado por el respectivo titular de los Derechos de Autor. II A mi abuela, mis padres y mis hermanas Por ser las personas que siempre han estado conmigo en todo momento Por ser las personas a las que he amado de la forma más sincera y real III A G R A D E C I M I E N T O S A Dios por las lecciones de vida y la familia que me ha dado. A mis padres por impulsarme a ser una mejor persona cada día a través de su ejemplo. Los amo. A mi Papá, Felix Perez por ser el mejor padre. Por su amor, enseñanzas diarias y apoyo brindado a lo largo de tiempo. A mi mamá, Mirna Nava por ser la mejor madre. Por el amor y apoyo incondicional a pesar de las circunstancias, porque juntas hemos aprendido y nos hemos enfrentado a las adversidades. A mi hermana Danny por enseñarme a ser fuerte y estar conmigo siempre, sacándome una sonrisa en el momento más oportuno. A mi hermana Pat por ser buena y apoyarme día con día con una palabra o un silencio, un abrazo, un afecto, por quererme como soy e interesarse en este trabajo. A Paloma Suárez Brito por el tiempo, atención, cariño y dedicación invertido en mí y en este trabajo, jamás podré compensar todo el interés y tiempo dedicado. Mil gracias. A Ervin Ferreira Velasco por creer siempre en mí y enseñarme a hacerlo, por impulsarme y prepararme para enfrentar el mundo real. Eres el mejor. A mi familia y amigos. Gracias por su apoyo. A mis maestros por sus valiosas enseñanzas. A la Universidad Nacional Autónoma de México: mi amada casa de estudios. A mi revisora Mtra. Blanca Girón Hidalgo y sinodales Dr. Julio Espinosa Rodríguez, Dr. Raúl Ávila Santibáñez y Mtra. Patricia Romero Sánchez por sus comentarios, correcciones y sugerencias para la mejora de este trabajo. A la Dra. Elda Alicia Alva Canto por brindarme la oportunidad y confianza para realizar este trabajo e iniciarme en la vida profesional y por enseñarme que siempre hay cosas que se pueden mejorar, es ahora que empiezo a entenderlo. A Gabriela Farell por el apoyo brindado en muchos aspectos día con día y los comentarios hacia este trabajo que apoyaron su mejora. A mis compañeros del Seminario de Licenciatura por sus valiosos comentarios que ayudaron en el enriquecimiento y mejora de este trabajo. A mis compañeros del Laboratorio de Infantes de la Facultad de Psicología de la UNAM, especialmente a Tany Valdés e Ixchel Peyrot, las espero a la vuelta. A los proyectos CONACyT 101752 y PAPIIT IN 3073713 por el apoyo para la realización de este trabajo. A las instituciones educativas, padres de familia e infantes por su valiosa participación para la elaboración del presente trabajo. Karen Perez Nava “Por mi raza hablará el espíritu” IV I N D I C E RESUMEN………………………………………………………………….……… VI INTRODUCCIÓN Adquisición y Desarrollo del lenguaje …...…………………………….......….. 1 Unidades de análisis en la medición del desarrollo del lenguaje……......……... 5 Factores que intervienen en el desarrollo del lenguaje .………...…...…....….....7 Las canciones en el desarrollo verbal infantil...…………………..…......…..... 13 Objetivo .………..……………………..………………………………...……. 15 MÉTODO Muestra……….…………………………………..………………….….…..… 16 Criterios de inclusión y exclusión...……...………………………….....….....… 16 Variables.……………………………..……………..………………………… 16 Escenario……………………….………………………..……………..….…... 19 Instrumentos…………………………………………………………...……..... 19 Procedimiento …………………………….…………………........………....... 20 o Trascripción y Codificación de datos...……...…….……………..……. 21 RESULTADOS.………………………………………..……………..……………… 22 DISCUSIÓN……...…………………………………………………..……...……….. 31 REFERENCIAS………………………………………………………………...…….38 ANEXO...……………...……………………………………………………………….41 Anexo 1: Cuestionario sociodemográfico………………………………………41 V INDICE DE TABLAS Y FIGURAS Figura 1 Media de producción de canciones en infantes de 18 a 54 meses…..…….… 24 Figura 2 Promedio de emisiones de canciones en niños y niñas de 18 a 54 meses………………………………………………………………………………….. 25 Figura 3 Media de producción de canciones en infantes de 18 a 54 meses en institución pública y privada ……………………………............................................................... 26 Figura 4 Producción verbal de infantes que presentaron emisiones de canciones e infantes que no cantaron…………................................................................................. 28 Tabla 1 Análisis de Varianza de Producción espontánea de canciones y su relación con género, institución y vocabulario de 164 infantes de 18 a 54 meses………………..… 30 VI R E S U M E N Diversos autores (Bruner, 1983; Bjorklund y Pellengrini, 2002; Smith 2005; Papalia, Wenkdos y Duskin, 2009; Esquivel, Heredia y Lucio, 2010) consideran al juego como una de las actividades más importantes en el desarrollo infantil, pues por medio de esta actividad se ejerce un mayor desarrollo intelectual, físico y social. Dentro del juego se encuentran las emisiones de canciones. Se ha encontrado que desde edades tempranas a través de las canciones los seres humanos logran identificar palabras y objetos, además de apoyar el contenido y proceso del aprendizaje verbal, por ejemplo a través de la repetición de las palabras (Murphey, 1993; Valdez, 2001). De acuerdo con lo anterior la finalidad de la presente investigación fue estudiar la relación entre el juego y el desarrollo del lenguaje en infantes de 18 a 54 meses pertenecientes a dos instituciones educativas. En el presente estudio se consideró la producción espontánea de canciones como medida de juego. Para ello se tomaron los datos del proyecto “Análisis de habilidades cognitivas en la adquisición del habla” un estudio previo, en el que se observó y videograbó, previa autorización de los padres e instituciones educativas durante 2 años, a 164 infantes (72 niñas y 92 niños) preescolares en interacción libre con sus pares durante actividades cotidianas dentro del centro de enseñanza al que asistían. Posteriormente se transcribieron y codificaron las emisiones verbales (incluidas las emisiones de canciones) que losinfantes participantes realizaron a lo largo del estudio. Para la presente investigación se analizaron por bloques de edad (18-23, 24-29, 30-35, 36-41, 42-47, 48-54 meses) las emisiones espontáneas de canciones que los infantes realizaron a lo largo del estudio. Se encontró que conforme los infantes crecen presentan un uso espontáneo de canciones constante, sin embargo este solo se presenta hasta los 36-41 meses puesto que en edades posteriores se presenta una disminución en la frecuencia de uso de canciones. Igualmente se encontró que hay una mayor emisión de canciones en infantes de institución privada que en infantes de institución pública. Además también se encontró que de los 18 a los 41 meses de edad los niños presentan una mayor emisión de canciones que las niñas y que entre los 42 y 47meses son las niñas quienes presentan una mayor emisión espontánea de canciones. La principal aportación de este estudio fue encontrar una diferencia significativa entre la producción verbal de los infantes que realizaron emisiones espontáneas de canciones en comparación con aquellos que no lo hicieron, es decir, que los infantes que cantaron de forma espontánea a lo largo del estudio presentan una mayor producción verbal de palabras en comparación con aquellos infantes que no cantaron de forma espontánea durante el estudio. A través de estos resultados se considera que las emisiones espontáneas de canciones resultan ser facilitadoras de la producción verbal en infantes de 18 a 54 meses. La producción espontánea de canciones de infantes de 18-54 meses de edad INTRODUCCIÓN 1 Adquisición y Desarrollo del lenguaje La adquisición y desarrollo del lenguaje es un proceso que se encuentra presente a lo largo de toda la vida del ser humano (Karmiloff y Karmiloff-Smith, 2005). Inicia desde el ambiente intrauterino alrededor de los seis o siete meses de embarazo, periodo en que el feto comienza a reaccionar a los estímulos que lo rodean, la mayor parte de lo que escucha es la turbulencia de la sangre que recorre el sistema circulatorio del cuerpo de su madre y el palpitar del corazón de la misma (Karmiloff y Karmiloff-Smith, 2005), sin embargo debido a la capacidad que posee el ser humano de habituación a diversos estímulos con los que tiene contacto cotidianamente, los sonidos corporales que el feto percibe no provocan reacciones como las que presenta el feto al escuchar los diversos cambios en las tonalidades vocales emitidas en el exterior. Una vez que nace el bebé es capaz de distinguir los rostros humanos, imitar acciones de sus congéneres y procesar fragmentos del lenguaje humano, lo cual permite que conforme crece consiga comunicarse a través de gestos, risa o llanto hasta aproximadamente los dos meses de edad. Más adelante, alrededor de los seis meses de edad, tras desarrollar y lograr controlar el sistema articulatorio de su boca, garganta y laringe, el bebé se comunica mediante el balbuceo, además de atender a estímulos distantes y no solamente a los rostros humanos próximos. Posteriormente, entre los 12 y 17 meses el bebé aprende y produce sus primeras palabras aisladas (cama, come, dame), acumulando de manera paulatina y gradual su repertorio léxico (Ferreira, 2011). Asimismo en estas edades las intenciones de comunicación del infante, son más claras, concretamente en el deseo de dirigir la atención del interlocutor hacia algún objeto o sitio determinado, mediante lo que se denomina señalamientos protocomunicativos (Arias- Trejo y Hernández-Padilla, 2007). La producción espontánea de canciones de infantes de 18-54 meses de edad. 2 Para el segundo año de vida entre los 15 y 18 meses de edad, los niños aprenden a usar y dar significado a las palabras, primero usan la palabra en un contexto brindándole un primer significado y conforme crecen usan esta misma palabra en otros contextos y situaciones lo que permite que los niños aprendan a combinar las palabras de acuerdo a las reglas gramaticales y sociales de su lengua. Con base en lo anterior, se ha propuesto que el proceso de aprendizaje verbal en cuanto al significado de las palabras ocurre por medio de interacciones verbales con miembros pertenecientes a la misma comunidad de habla o cultura (Alva, 2007; Garton, 1994; Garton y Pratt, 1991; Golinkoff y Hirsh-Pasek, 2001; Hoff-Ginsberg y Schatz, 1982). En cuanto a producción verbal, entre los 19 y 21 meses de edad en promedio cuando los infantes producen aproximadamente 50 palabras, ocurre un aumento notable ya que pueden pasar de aprender 8 u 11 palabras por mes a 22 o 37 palabras en este mismo tiempo, y continuar aumentando el nivel de aprendizaje hasta que llega a ser prácticamente imposible llevar un registro diario de las palabras que se producen (Hernández Padilla y Alva Canto, 2007). Conforme los infantes crecen, inician la tarea de combinar palabras en pequeñas oraciones hasta llegar a emitir un discurso claro y coherente, sin embargo, es a partir de los 18 y hasta los 24 meses de edad, aproximadamente cuando el infante nota que las palabras se refieren a objetos, personas, lugares y acciones, es decir, los infantes ya comprenden que el orden de las palabras transmite información fundamental sobre el significado (Karmiloff y Karmiloff-Smith, 2005). A partir de los tres años de edad las formaciones gramaticales muestran nuevas adquisiciones: los infantes utilizan oraciones que contiene alrededor de cinco y seis palabras (Santrock, 2006) con una relación formulada entre sujeto-verbo y objeto-acción, además de que los verbos que usan comienzan a conjugarse tanto en función de personas como de tiempo y número (Villanueva y Nava, 2006; Alva, 2004). Karen Perez Nava 3 Formas de medir el desarrollo del lenguaje En el estudio sobre adquisición y desarrollo verbal se hace uso de diferentes tipos de evaluación, entre ellos los reportes parentales, el paradigma de atención preferencial y el análisis de muestras de vocabulario procedentes de observación directa en escenarios controlados y escenarios naturales, a través de los cuales se describe y caracteriza el desarrollo del lenguaje del infante. Los reportes parentales son un instrumento que se ha empleado específicamente en la de medición del vocabulario y se llevan a cabo por medio de las estimaciones diarias que los padres hacen de las palabras que comprenden y producen sus hijos (Fenson, Bates, Dale, Goodman, Reznick y Thal, 2000). Uno de los beneficios del reporte parental es que se considera una mayor variabilidad de contextos a diferencia de la que se realiza en un escenario de prueba o en laboratorios experimentales lo que a su vez genera una amplia variabilidad en la comprensión y producción del lenguaje infantil. No obstante al medir la producción de vocabulario mediante este tipo de evaluaciones después de los 30 meses de vida se torna un tanto complicado debido a que a partir de los 30 meses de edad el vocabulario de los infantes es más amplio y los padres no son capaces de estimar por completo cuales son las palabras que sus hijos comprenden y cuales las que además de comprender también dicen. Una forma alternativa de estudiar el desarrollo de lenguaje es mediante el paradigma intermodal de atención preferencial (PIAP), una adaptación realizada en el Laboratorio de Infantes a la versión propuesta por Golinkoff, Hirsh-Pasek, Cauley y Gordon (1987), a través del cual se conocen las palabras que los infantes comprenden (pero que no necesariamente producen) a diferentes edades. Algunas ventajas de evaluación con las que cuenta este procedimiento es que no requiere una respuesta verbal o una acción por parte del infante ya que se contabiliza el movimiento ocular (hacia donde La producción espontánea de canciones de infantes de 18-54 meses de edad. 4 dirige su mirada), que existe un control estricto del tiempo y tipo de presentación de los estímulosvisuales y auditivos durante las fases de entrenamiento-prueba y que el análisis de datos se realiza de forma rigurosa ya que se cuenta con sistemas de cómputo para registrar y evaluar la respuesta del infante, además de que en este tipo de estudios el investigador no presenta una interacción con el infante y por ende no influye en su respuesta. Asimismo se obtiene una confiabilidad al no permitir que el cuidador escuche al momento de presentar al infante los estímulos auditivos y de esta forma no emita una respuesta que pueda sesgar la respuesta del infante. Otra propuesta distinta de la cual se hace uso en el estudio del desarrollo verbal, es la observación conductual en escenarios controlados en las que la influencia de variables externas se encuentra restringida por ejemplo al escenario experimental, tipo de tarea, tiempo en que se realiza la actividad y la intervención del investigador. Un ejemplo es el estudio de interacción parental diádica o tríadica en las que participa el infante con sus cuidadores principales. En este tipo de estudios las estimaciones verbales que se presentan en los resultados poseen una alta validez y confiabilidad debido al diseño y empleo de catálogos conductuales muy precisos así como de la calificación mediante un acuerdo interjueces. En lo que se refiere a la observación directa en escenarios naturales, es un procedimiento que se encuentra basado en la producción verbal espontánea que se realiza a partir del registro, transcripción y análisis de grabaciones de audio y video de las emisiones verbales que los infantes presentan durante la interacción con otros niños y/o adultos (Alva, 2004). De acuerdo con Peretz (2000) el estudio a través de la observación directa en escenarios naturales es una condición en la que es posible examinar el comportamiento de las personas en ciertas situaciones creadas por el propio investigador, fungiendo este mismo como testigo del comportamiento de los participantes en los Karen Perez Nava 5 lugares en que estos desempeñan sus actividades cotidianas, sin modificar su marcha ordinaria con la finalidad de recolectar y registrar todos los componentes de la vida social. Por lo que a través de este método es posible evaluar la manera en que influye el tipo de interacción y la persona con que se interactúe en el desarrollo del lenguaje de los infantes (Alva, 2004). Al hacer uso de la observación directa en escenarios naturales en la investigación sobre la adquisición y desarrollo verbal, se lleva a cabo un arduo trabajo por medio de la observación y el registro conductual por lo que se considera que a través de este procedimiento se cuenta con un mayor control sobre los datos que se obtienen y que este control se ve fortalecido aún más en el proceso de grabación y transcripción a través del uso de la tecnología. No obstante, este procedimiento cuenta con limitaciones debido al alto costo en cuanto a tiempo de seguimiento y recursos humanos que se emplean para poder realizarse. En general los datos obtenidos a través de la observación directa en escenarios naturales resultan ser fiables cuando el uso de una metodología y diseño experimental son cuidadosos para el estudio de producción lingüística en infantes. A través de este tipo de estudios, se han obtenido diversos datos acerca de las primeras palabras emitidas por infantes desde los dieciocho a cincuenta y cuatro meses de vida (Alva, 2004, De la Vega, 2013, Farell y Hernández, 2010, Ferreira, 2011, Karmiloff y Karmiloff-Smith, 2005, Medécigo, 2009 y Suárez, Ferreira, Farell, Guerrero, De la Vega y Alva, 2010). Unidades de análisis en la medición del desarrollo del lenguaje Cuando se estudia y describe el desarrollo del lenguaje en escenarios naturales, comúnmente se emplea la palabra como unidad de análisis, sin embargo dependiendo de la definición de palabra que se emplee el conteo de estas puede variar en forma considerable. En un estudio realizado por Nagy y Hermanen (1987) en adolescentes, se La producción espontánea de canciones de infantes de 18-54 meses de edad. 6 encontró que en un mismo corpus de palabras usando diferentes definiciones se tenía una variación de 20, 000 a 100,000 palabras de diferencia, por lo que de acuerdo con estos autores al medir el vocabulario para tener una unidad comparable con otros estudios se deberían tomar en cuenta tres aspectos al definir palabra: la fuente o la muestra de la cual fue obtenido el corpus de palabras, los criterios de inclusión o exclusión de palabras y los criterios para agrupar palabras relacionadas. Otra medida que se utiliza en el estudio del desarrollo del lenguaje en escenarios naturales es type y token, la unidad de análisis type se refiere a la variedad existente entre las palabras que produce el infante y la unidad de análisis token se refiere a la frecuencia de todas las palabras dichas por el infante a lo largo de cierto tiempo. Al contar con el número de palabras type el resultado se considera un indicador de contenido, tomando en cuenta que una mayor proporción de palabras diferentes entre sí implica una mayor cantidad de información y por ende, una mayor riqueza de contenido ya que la diversidad léxica se estima a través del número de palabras diferentes, pues refleja la riqueza y el extenso repertorio del vocabulario del hablante (Alva, 2004). Por ejemplo, si queremos obtener la medida type y token en la siguiente frase: “¡Oye, oye! maestra, ¡oye! ¿lo puedo echar aquí?”. En esta oración el valor de la unidad de análisis type corresponde a 6. Mientras que el valor de la unidad de análisis token corresponde a 8, puesto que son seis las palabras diferentes en la oración y ocho el total de palabras que la componen. Actualmente existen diversas investigaciones en las que se estudió el desarrollo de la producción de palabras a través de estas unidades de análisis, por ejemplo Alva (2004) evaluó en un estudio longitudinal el lenguaje espontáneo en interacción libre entre iguales en 164 infantes de 18 a 36 meses durante dos años, encontrando un desarrollo del vocabulario (medido en type y token) dependiente de la edad e institución educativa. Alva Karen Perez Nava 7 encontró que los niños de institución privada superan a los niños de institución pública en cuanto a producción y comprensión de vocabulario general, así como en cada clase gramatical. En un estudio longitudinal realizado por Farell y Hernández (2010) conformado por 16 niños de dos instituciones se contabilizó el total de artículos determinativos (definidos e indefinidos) que produjeron los infantes a lo largo de dieciocho meses analizando la concordancia con el género y número de sustantivos. Farell y Hernández encontraron que los artículos surgen conforme incrementa la edad de los infantes, así como una concordancia entre el género del infante y el número de sustantivos que produce, lo cual permite hacer una descripción de la adquisición de este proceso en los primeros años de vida del infante. Por su parte, Ferreira (2011) llevó a cabo un estudio en el que analizó la producción lingüística de seis infantes desde los 18 hasta los 36 meses de edad, considerando producción de vocabulario, categorías gramaticales y longitud de emisión, donde mostró entre otros hallazgos que el número de palabras producidas aumenta conforme a la edad de los infantes y que existe un desarrollo en la producción de diversas categorías gramaticales; disminución de interjecciones y aumento de pronombres, adverbios, sustantivos y verbos conforme la edad de los infantes aumenta. Factores que intervienen en el desarrollo del lenguaje Tanto los factores sociales como individuales son importantes en el desarrollo del lenguaje, los intercambios sociales se ven reflejados en el infante de acuerdo al medio social en el que se desenvuelve influyendo en el tipo de lenguaje que utilizaráen el futuro, el cual será tan diverso como diferentes sean los contextos de su uso, manifestando las diferencias sociales y culturales del entorno en que se desarrolla, por ejemplo, en La producción espontánea de canciones de infantes de 18-54 meses de edad. 8 ambientes poco estimulantes los infantes tienen un menor desarrollo del lenguaje en comparación de aquellos que crecen en condiciones más estimulantes (Alva, 2004). Género. A partir de la perspectiva de género del Instituto de las Mujeres del Gobierno del Distrito Federal (2014), el termino género se refiere al conjunto de características sociales y culturales asignadas a las personas en función de su sexo, y el sexo se encuentra determinado por las características biológicas y fisiológicas, dividiendo a las personas en mujeres y hombres. De acuerdo con diversos autores, la adquisición y desarrollo del lenguaje presenta algunas diferencias conforme al género de los infantes. Por ejemplo en un estudio realizado por Carrillo y López (2004) en el que se tenía como finalidad analizar las interacciones verbales que emiten los niños mediante el lenguaje espontáneo para establecer diferencias de acuerdo al género infantil así como el desarrollo de interacciones verbales conforme los niños crecen, se invitó a participar a 20 infantes (10 niños y 10 niñas) de 37-42 meses a quienes se videograbó 30 minutos de forma quincenal durante seis meses. Se encontró que los niños presentan una mayor iniciación verbal que las niñas, lo cual de acuerdo con los autores puede significar que los niños tienden a cambiar más de referente que las niñas o bien que probablemente derivan más fácilmente de un tema a otro lo que da lugar a una nueva iniciación y con ello establecer la interacción verbal o bien que no logran mantener por más tiempo un solo tema de conversación. Asimismo se encontró que los niños interactúan más con sus coetáneos que las niñas y este tipo de conducta se incrementa progresivamente con la edad. Institución Educativa. El ambiente desempeña un papel importante en el desarrollo de los infantes en edades tempranas; por lo que se espera que diferentes medios sociales y culturales Karen Perez Nava 9 promuevan diferentes logros, los que incidirían en las posibilidades posteriores del desarrollo humano (Crain, 1992). De acuerdo con la UNESCO (2012), un establecimiento es de enseñanza privada cuando es controlado y gestionado por una organización no gubernamental por ejemplo una iglesia, sindicato o empresa, independientemente de si recibe o no fondos públicos. Mientras que, un establecimiento se considera de enseñanza pública cuando está controlado y gestionado por una autoridad pública o un organismo escolar público, sea nacional/federal, estatal/provincial o local, más allá del origen de los recursos financieros. En la mayoría de las instituciones privadas generalmente se puede observar una infraestructura adecuada y a la vez estimulante para el desarrollo del lenguaje en infantes. Por ejemplo, en este tipo de instituciones los grupos son reducidos, situación que permite que a los infantes se les brinde una enseñanza más personalizada, lo que a su vez facilita a los infantes el acceso a un modelo del habla más eficiente así como una constante estimulación vía cuidadoras (Alva, 2004; Alva y Castro, 1996; Alva, Castro y Hernández- Padilla, 2001; Ayala, 2000; Ferreira, 2011; Mazón, 1998; Pérez, 1998; Torres, 2007). Además la preparación con que cuentan las maestras en años de estudio revela que el vocabulario emitido por las pertenecientes a una institución privada es más amplio y tienen mayor riqueza léxica. Alva y Hernández-Padilla (2001), Alva, Carrión, Hernández- Padilla y Castro (2000), así como Alva y Castro (1996), mencionan que entre más años de estudio tenga el cuidador del niño más se verá favorecido el desarrollo léxico de éste. Mientras que en las instituciones públicas asiste un mayor número de infantes con respecto a las instituciones privadas, por lo que se considera que la enseñanza a los infantes es menos personalizada y el acceso a un modelo de hablante más eficiente se encuentran más restringido. Además de que el personal a cargo de los infantes cuenta con menos años de estudio y de programas de entrenamiento menos especializados. La producción espontánea de canciones de infantes de 18-54 meses de edad. 10 En el estudio realizado por Torres (2007) se encontró que la manera en cómo se comunican las cuidadoras de institución privada, es adoptando un modelo de estilo de comunicación centrado en el niño y basado en el apoyo, adaptando su comunicación a los intereses y habilidades lingüísticas de la población infantil. En los resultados obtenidos en la investigación realizada por Torres, la conducta verbal de las cuidadoras de institución privada se basó en el punto de vista de los infantes y se concentró en sus intereses en ese momento, animándoles a que iniciaran nuevos temas por medio de observaciones y comentarios que intentaran mantener el tema y que promoviera que los infantes siguieran elaborando su diálogo. De acuerdo con la autora, a través de esto los infantes se rodean de un ambiente estimulante en el que se habla un lenguaje con muchas palabras diferentes y con estructuras sintácticas complejas, lo que ayuda a que se amplíe su lenguaje y por lo tanto su vocabulario y lo que conlleva mayores recursos lingüísticos para comunicarse y comprender lo que le rodea. Mientras que en este mismo estudio en la institución pública, se observó que la comunicación cuidadora-infante se describe como más directiva. De acuerdo con Torres las directrices de las cuidadoras de institución pública en la conversación con su población infantil fueron ejemplificadas, en parte por una alta incidencia de imperativos (12 para niñas y 27 para niños). Según Hess y Shipman (1965, como se citó en Malone y Guy, 1982) los imperativos son definidos como una orden que dirige la conducta del oyente, de acuerdo con estos autores el uso de imperativos comunica la suposición fundamental de que el locutor tiene la autoridad sobre el oyente. Lo anterior de acuerdo con Torres, puede explicar el por qué probablemente en la enseñanza brindada en una institución pública, los infantes casi no usan el lenguaje para dar información, ya que se le da más importancia a aquellas actividades en que los infantes deben estar en silencio o se dedican al lenguaje escrito, o bien actividades donde Karen Perez Nava 11 el profesor es quien habla la mayor parte del tiempo en clase y el infante se limita a responder preguntas o sólo hablan cuando se les solicita. Juego y lenguaje Bruner (1983) propone al juego como una actividad sumamente importante para el crecimiento, como medio de exploración e invención que infunde estímulo y que tiene un papel considerable en el dominio del lenguaje por parte del niño. De acuerdo con este autor la lengua materna se aprende más rápido a través de una situación de juego, por ejemplo cuando las madres hablan utilizando el “balbuceo”, es decir, lenguaje de bebé, como una forma juguetona para incitar a sus hijos a hablar, ya que de esta forma se sitúan al nivel de los bebés permitiéndoles probar las distintas combinaciones lingüísticas que ya poseen para articular mensajes más complejos y hacer algo distinto con los elementos del discurso que dominan. Diversos autores como son Bjorklund y Pellengrini (2002), Smith (2005), Papalia, Wenkdos y Duskin (2009) y Esquivel, Heredia y Lucio (2010) concuerdan con la propuesta de Bruner (1983) acerca de la importancia del juego en el desarrollo infantil y del lenguaje, al considerar al juego como una de las actividades más importantes en la vida del niño, pues por medio de esta actividad se ejerce un mayor desarrollo, intelectual, físico y social. A través del juego se promueve la toma de decisiones,la resolución de problemas, la adquisición de nuevas habilidades y el uso de la imaginación al usar objetos, además de que desarrolla en los niños la capacidad para inventar, expresar y construir. Ejercita los músculos, coordina vista con movimiento, genera dominio de los cuerpos, estimula los sentidos y posibilita en los niños interacción con el mundo que les rodea. Por medio del juego los niños conocen y aprenden conductas e interrelaciones de los adultos, aprendiendo de ellos lo que se debe o no hacer en la vida social. Los niños se apropian de las normas, reglas y patrones sociales importantes en la comunicación; aprenden a ceder, La producción espontánea de canciones de infantes de 18-54 meses de edad. 12 esperar, repartir, defenderse, compartir y a usar el lenguaje apropiado para ser aceptados (Esquivel et al., 2010). La experiencia musical en el desarrollo infantil De acuerdo con Esquivel et al. (2010), los niños juegan conforme al grupo de edad al que pertenecen. Cuando se encuentran cerca del primer año de vida el principal tipo de juego que realizan es con sus padres o con otros bebés interactuando a partir de sonidos, imitaciones o canciones que conllevan intenciones comunicativas, lo cual de acuerdo con Parlakian y Lerner (2010) estimula el desarrollo temprano del lenguaje, promueve el apego y apoya al infante al experimentar su cuerpo en movimiento en el espacio. Posteriormente cuando los niños comienzan a caminar, alrededor de los 12 y 15 meses de edad realizan juegos con canciones en los que mueven partes de su cuerpo lo que genera un aprendizaje del ritmo a través de diversos movimientos, aprenden a cantar, perfeccionan la coordinación ojo-mano y aprenden normas culturales (Esquivel et al., 2010). Más adelante cuando los infantes se encuentran dentro del segundo año de vida, se aprecia una gran cantidad de respuestas activas a la música mediante variados movimientos rítmicos, e incluso los primeros intentos de baile (Moog, 1976), los cuales comienzan a manifestarse desde los 18 meses de edad por medio de coordinaciones entre música y movimiento durante limitados periodos de tiempo que aumentan conforme el infante crece (Esquivel et al., 2010). Lo anterior, también es importante para el desarrollo neuronal del bebé ya que las conexiones en el cerebro del ser humano hasta alrededor de los tres años se encuentran en un periodo crítico por lo que escuchar música y vivenciar experiencias musicales apoya al fortalecimiento de las conexiones cerebrales de los infantes (Carlton, 2000). Sin embargo las respuestas espontáneas rítmicas a la música junto con el número de movimientos espontáneos, parecen declinar a partir de los tres, Karen Perez Nava 13 cuatro y cinco años de edad en adelante (Moog, 1976). De forma paralela a este descenso en estas edades, los infantes comienzan a presentar un tipo de juego simbólico e imaginativo (Moog, 1976), lo que ayuda a promover sus habilidades lingüísticas, a desarrollar su imaginación y creatividad y a aprender a relacionarse con otros (Esquivel et al, 2010). Las canciones en el desarrollo verbal infantil Dentro del juego y las experiencias musicales se encuentran las emisiones de canciones. Actividad que de acuerdo con Moog (1976), Griffee (1987), Lácarcel (1991), Murphey (1993), Carlton (2000) y Parlakian y Lerner (2010) se considera como antecedente y apoyo en el desarrollo del lenguaje infantil. Desde edades tempranas los seres humanos a través de canciones logran identificar palabras y objetos (Valdez, 2001), por lo que se considera que esta actividad puede ser utilizada en la educación y en el aprendizaje de la lengua (Murphey, 1993), ya que de acuerdo con Griffee (1987), las canciones apoyan al contenido y al proceso de aprendizaje verbal. Tanto el habla como las canciones poseen características similares, por ejemplo ambas son lingüísticamente significativas, ambas poseen melodía y ambas son producidas vocalmente. Sin embargo, las canciones poseen características propias como son la simplicidad del vocabulario, el enfoque de la canción, las emociones y las asociaciones. Además algunas de ellas cuentan con frases muy reiteradas, con buen humor o esquemas rítmicos iguales (Valdez, 2001). De acuerdo con Valdez (2001) las canciones junto con la música, en cuanto a tonos, ritmo y entonación pueden proveer una forma apropiada para enseñar y practicar las distintas habilidades, por ejemplo la pronunciación a través de la repetición de los coros. En la enseñanza de un segundo idioma, el empleo de canciones promueve el desarrollo y la práctica de las habilidades auditivas y de pronunciación verbal así como la adquisición del vocabulario. Los maestros consideran que las principales habilidades La producción espontánea de canciones de infantes de 18-54 meses de edad. 14 que se ven favorecidas con el empleo de canciones en el aprendizaje de un segundo idioma son la pronunciación y el incremento de vocabulario, seguido de la entonación, la producción oral y finalmente el ritmo, además de que las canciones proporcionan un contexto natural para la mayoría de palabras, tiempos verbales, preposiciones, adjetivos y sustantivos (Valdez, 2001). En un estudio realizado por Vázquez (2006), se introdujo a 15 mujeres embarazadas junto con sus parejas a un taller en el que dentro de las temáticas principales se encontraba el canto coral como actividad lúdica, expresiva y socializadora, promoviendo el uso de la canción de cuna con la finalidad de influir sobre el feto de manera positiva en su desarrollo posterior. Dentro de los resultados que se obtuvieron, se encontró que una vez que los bebés nacieron los padres continuaron fomentando el uso de la canción de cuna y reportaron que los bebés manifestaron a través de actitudes como el calmarse y cesar el llanto reconocer la música y las canciones a las que fueron expuestos mientras se encontraban dentro del útero. De manera similar, Herrera, Hernández- Candelas, Lorenzo y Ropp (2014) realizaron un estudio longitudinal que duró dos años, en el que se buscaba establecer el efecto del entrenamiento musical formal en el desarrollo cognitivo en niños de 3-4 años que pertenecían a uno de los programas federales para niños de edad preescolar que pertenecen a familias de bajos ingresos (Head Start), con especial atención al lenguaje, por lo que se estudiaron dos grupos, el grupo experimental constaba de 80 infantes que recibieron clases formales de música de 20 minutos tres veces por semana a lo largo del estudio y un grupo control que constaba de 133 infantes quienes no recibieron clases formales de música. Para evaluar el desarrollo de los niños se utilizó el Registro de Observación de Niños (COR) de HighScope, el cual se administró seis veces a lo largo del estudio, los resultados mostraron que el entrenamiento musical marca Karen Perez Nava 15 una diferencia significativa en el desarrollo general de los niños, especialmente en términos del lenguaje. En los estudios sobre adquisición y desarrollo del lenguaje realizados por medio de la observación directa en escenarios naturales mencionados anteriormente (Alva, 2004; Farell y Hernández, 2010; Ferreira, 2011, para mayor información favor de consultar apartado Unidades de análisis en la medición del desarrollo del lenguaje, cuarto párrafo, pág. 5), no se considera la producción verbal emitida en actividades como los juegos de ronda o bien en la emisión de canciones, debido a que no se considera que los niños conozcan en su totalidad los significados de cada una de las palabras de las canciones que cantan. Sin embargo, es posible que el medir la frecuencia de uso de canciones en este tipo de actividades permita conocer el desarrollo cognitivo desde un punto de vista alternativo y complementario al que ha sido estudiado, accediendo a tomar en cuenta las implicacionescognitivas, físicas y sociales que permitan conocer el papel del juego en el desarrollo del lenguaje (Bruner, 1983; Carlton, 2000; Lácarcel, 1991; Moog, 1976; Parlakian y Lerner, 2010; Valdez, 2001). De acuerdo con lo anterior, el objetivo de la presente investigación fue estudiar la posible relación entre el juego y el desarrollo del lenguaje verbal en infantes de 18 a 54 meses de edad pertenecientes a dos instituciones educativas. En el presente estudio se consideró la producción espontánea de canciones como medida de juego. De forma paralela se pretendía conocer el desarrollo de las emisiones espontáneas de canciones en infantes de 18 a 54 meses y las diferencias, semejanzas y relaciones en cuanto a las variables que fueron consideradas en el presente estudio que son el género, institución y emisión total de palabras (token). La producción espontánea de canciones de infantes de 18-54 meses de edad. 16 MÉTODO El diseño del presente trabajo es de tipo longitudinal para el cual se tomaron los datos recabados durante la ejecución del proyecto “Análisis de habilidades cognitivas en la adquisición del habla” del cual el presente estudio toma parte. Al realizar la presente investigación se analizaron las emisiones verbales de los infantes que cumplieron con registros semanales desde los 18 hasta los 54 meses de edad aproximadamente que se encontraban en interacción libre con sus iguales en un escenario natural. Muestra Participaron 164 infantes de 18 a 54 meses de edad, procedentes de dos instituciones educativas ubicadas en el Distrito Federal; 79 niños asistían a una institución privada y 85 niños asistían a una institución pública. 92 niños y 72 niñas. Para la selección de la muestra se emplearon los siguientes criterios: Criterios de Inclusión y Exclusión. Los criterios de inclusión utilizados en este estudio fueron que los infantes tuvieran como lengua materna el español, que fueran nacidos a término y que no tuvieran antecedentes de enfermedades graves, estos datos fueron reportados por los padres. Los criterios de exclusión consistieron en eventos prenatales y genéticos de alto riesgo, posibles productores de daño cerebral, desnutrición, anoxia, traumatismos, problemas perinatales y problemas de salud de tipo auditivo, visual o neurológico aparente, datos también reportados por los padres. Variables Edad. Se consideró la edad cronológica en meses que los infantes tenían cuando se realizaron los registros videográficos. Cabe mencionar que el rango de edad analizado fue Karen Perez Nava 17 de 18 a 54 meses divididos por bloques de edad de seis meses cada uno: 18-23 (n = 35), 24-29 (n = 81), 30-35 (n = 56), 36-41 (n = 47), 42-47 (n = 27) y 48-54 meses (n = 13). Como se puede observar, cada bloque de edad conlleva seis meses del desarrollo infantil, este criterio se eligió debido a que se ha encontrado en estudios previos (Farell y Hernández, 2010; Ferreira, 2011) que por medio de estos bloques de edad de seis meses es más factible exponer los cambios significativos en el desarrollo infantil sin la necesidad de realizar la exposición de los datos de forma continua semanal o mensual, no obstante que las grabaciones de los infantes sí se realizaron de forma semanal/quincenal durante los 24 meses de seguimiento. Género. Los infantes participantes se analizaron en dos grupos: niñas y niños. El termino género hace referencia al conjunto de características sociales y culturales asignadas a las personas en función de su sexo. El sexo está determinado por las características biológicas y fisiológicas, divide a las personas en dos grupos: mujeres y hombres. (Perspectiva de Género. Instituto de las Mujeres del Gob. D.F. 2014). Institución. Los infantes participantes asistían a dos tipos de institución: privada y pública. Un establecimiento es de enseñanza pública cuando es controlado y gestionado por una autoridad pública o un organismo escolar público (nacional/federal, estatal/provincial o local), independientemente del origen de los recursos financieros. Un establecimiento es de enseñanza privada cuando se trata de un establecimiento controlado y gestionado por una organización no gubernamental (iglesia, sindicato o empresa), independientemente de que reciba o no fondos públicos (UNESCO, 2012) La producción espontánea de canciones de infantes de 18-54 meses de edad. 18 Producción: Vocabulario. Se refiere a la producción total de palabras emitidas por cada infante a lo largo del estudio. Para realizar esta medición se hizo uso de la unidad de análisis token. La unidad de análisis token, hace referencia a la frecuencia de todas las palabras dichas por el infante a lo largo de cierto tiempo, es decir el número de palabras que a pesar de ser repetidas fueron producidas por cada infante (Alva, 2004). Al hacer uso de esta variable no se consideró la unidad de análisis type ya que para el presente estudio se buscaba conocer el número total de palabras emitidas por los infantes. Categorías gramaticales. Se refiere al tipo de palabras que produjo cada uno de los infantes en cada sesión del estudio. Las categorías gramaticales que se tomaron en cuenta fueron las siguientes: verbos, sustantivos, adjetivos e interjecciones (las cuales no tienen límite en cuanto al número de elementos que las integre), adverbios, artículos, pronombres, preposiciones y conjunciones. Asimismo se tomaron en cuenta como una categoría aparte, las canciones que los infantes emitieron de manera espontánea. En el presente estudio se consideró como canción a todas las producciones verbales que cumplieran con los siguientes criterios: 1) Que los jueces encargados de hacer las transcripciones consideraran dicha emisión verbal como tal, de acuerdo al contexto o actividad en el que se encontraban los infantes. 2) Que las emisiones de canciones consistieran en una serie de palabras que no poseen un lenguaje funcional (a diferencia de las interjecciones), es decir que su producción no tiene como propósito comunicar algo, además de que al Karen Perez Nava 19 expresarlas el infante puede o no conocer el significado de cada una de las palabras que componen la letra de las canciones (Alva, 2004). 3) Que las emisiones en la categoría canción tuvieran, además de lo expresado en los dos incisos anteriores, musicalidad, tono, ritmo y entonación, características propuestas por Valdez (2001). Escenario Para el estudio previo se llevaron a cabo videograbaciones de los 164 infantes participantes en su ambiente escolar. Las grabaciones se efectuaron mientras los infantes se encontraban realizando actividades cotidianas en espacios como el salón de clases, el patio de juegos o el jardín, dependiendo del programa de actividades de la institución al momento de la grabación. Instrumentos Se utilizó un cuestionario sociodemográfico (Alva y Arboleda, 1990) mediante el cual se obtuvieron los datos generales de los participantes, como antecedentes de enfermedades o padecimientos de salud e información sobre el desarrollo gestacional del infante. Para la obtención de las emisiones de los infantes se utilizó el siguiente equipo: Tres grabadoras portátiles con micrófono Tres micrófonos inalámbricos Seis mochilas pequeñas Grabadora de audio Cámara de video Cintas de videograbación de 8 mm Cintas de audio grabación Para la captura de datos y transcripciones se utilizó: La producción espontánea de canciones de infantes de 18-54 meses de edad. 20 Monitor Reproductor de audio y video Audífonos Computadora con procesador de texto Procedimiento Se consultó y solicitó la autorización de las instituciones y de los padres de los infantes para poder llevar a cabo las grabaciones de los mismos durante su estancia en la institución educativa. Una vez obtenida la autorización delas instituciones y de los padres, se ubicaron en el área asignada las cámaras fija y móvil. Asimismo, se ubicó en el ambiente un micrófono omnidireccional que grabó las situaciones que ocurrieron dentro del escenario en que se llevó a cabo cada registro. Posteriormente se conformaron grupos de seis infantes. A cada niño se le colocó en la espalda una mochila pequeña con una grabadora o un micrófono personal inalámbrico con transmisor. Se realizaron varias sesiones previas a las grabaciones, las cuales sirvieron para que los infantes y las cuidadoras se familiarizaran con la presencia de los experimentadores y el equipo de registro. Durante las sesiones de grabación se encontraban presentes dos observadores y un experimentador, quienes elaboraron los registros de las participaciones en cada interacción verbal, dichos registros, se emplearon para posteriormente confiabilizar las transcripciones y codificaciones, aportando descripciones de situaciones extralingüísticas (conductas y eventos relevantes a las emisiones) útiles para el posterior reconocimiento de los participantes en la interacción y la contextualización de las emisiones verbales. Las sesiones de grabación tuvieron una duración de 30 minutos, una vez por semana si los infantes tenían entre 18 y 29 meses de edad y una vez cada quince días a partir de los 30 meses de edad. A cada infante le fue asignado un número de identificación. Karen Perez Nava 21 Transcripción y codificación de datos Para cada sesión grabada se hizo una transcripción de la información recolectada con el equipo de audio, video y libretas de registro, verificando si la información obtenida de las grabaciones correspondía, en cuanto a producciones verbales (qué se dijo) y emisores (quién lo dijo), con los registros de los observadores presentes al momento de la grabación. Para la transcripción de las grabaciones se representaron todas las emisiones en su forma escrita. Estas representaciones se realizaron por los propios experimentadores empleando criterios específicos para la identificación de las palabras de acuerdo al lenguaje funcional con que los infantes hacían uso de las mismas, considerando igualmente las intenciones comunicativas de los infantes y sus aproximaciones a las formas adultas de pronunciación. Un segundo experimentador revisó la trascripción, solucionando las discrepancias con un consenso, además de la participación de un tercer experimentador como juez experto. Una vez concluida la transcripción, la codificación gramatical de las emisiones verbales de los infantes se realizó por dos experimentadores con previo entrenamiento, quienes efectuaron las asignaciones de categorías gramaticales a cada intervención, ambos experimentadores coincidieron en más del 80%. Un tercer experimentador con amplia experiencia en el estudio del lenguaje revisó todas las asignaciones de las categorías gramaticales y corrigió mediante un acuerdo interjueces las discrepancias encontradas. Tras la codificación, se identificaron aquellas intervenciones en que los infantes presentaron producción espontánea de canciones. Se consideró una producción espontánea de canción cuando el infante que la emitía no se encontraba en una actividad dirigida por las cuidadoras o en una situación de juego libre grupal (por ejemplo juegos de ronda), así como cuando la emisión de canciones se producía únicamente por un infante a la vez. Dados los criterios recién mencionados, las intervenciones con contenido La producción espontánea de canciones de infantes de 18-54 meses de edad. 22 de canciones podían variar en su extensión. Cabe mencionar que no obstante el número de palabras que conformara a las canciones estas palabras no se codificaban de acuerdo a otra categoría gramatical, sino que se restringían a la clasificación de la categoría canción. Confiabilización Debido a que en edades de los 18 a los 54 meses los infantes emiten verbalizaciones que no necesariamente son palabras, o bien las pronuncian de forma incorrecta, se transcribieron todas las producciones verbales tal como se emitieron, considerando la cercanía de la pronunciación de los infantes con el lenguaje adulto y el contexto de las palabras que cada infante quiso decir, siguiendo los criterios de transcripción para confiabilización cuando una palabra no se entendía. Por ello fue necesario que tres personas fungieran como jueces verificando las situaciones contextuales en las videograbaciones para determinar su significado o interpretación hasta llegar a un acuerdo. Cuando no fue posible deducir el significado de la palabra aún con ayuda del contexto, se acudió a la cuidadora o se clasificó como una palabra “sin sentido”. RESULTADOS Una vez realizadas las transcripciones y codificación de cada una de las intervenciones efectuadas a lo largo de las sesiones de grabación, se identificó y obtuvo la frecuencia de uso de canciones durante juego espontáneo de cada uno de los infantes. Se realizaron diversos análisis examinando de forma separada las emisiones de los infantes de acuerdo al grupo de edad, género e institución educativa en la que se encontraban. A continuación se presentarán los resultados encontrados a lo largo del análisis de las emisiones de canciones de acuerdo con las variables de edad, género e institución. Posteriormente se presentaran los resultados encontrados de acuerdo a la emisión total de palabras medidas en token de acuerdo a la variable canto. Primeramente se expondrán los Karen Perez Nava 23 resultados en los que se consideró la media de emisión de canciones de acuerdo a la edad cronológica en meses de los infantes, estos se presentan en seis bloques de edad conformados por seis meses cada uno: 18-23, 24-29, 30-35, 36-41, 42-47 y 48-54 meses. Posteriormente se presentarán los resultados encontrados de acuerdo a la variable género, en la que se muestra la variedad existente entre el uso de canciones durante juego espontáneo en niñas y niños. Asimismo se exhibirán los resultados encontrados tras analizar los datos mediante la comparación del uso de canciones en juego espontáneo en institución privada e institución pública. Finalmente se expondrán los resultados encontrados tras comparar todas las emisiones verbales entre los infantes que cantaron y aquellos que no realizaron ninguna emisión de canciones. Resultados por edad Para mostrar los resultados correspondientes a esta sección, se contabilizó y agrupó el total de emisiones de canciones durante juego espontáneo que presentaron los infantes participantes a lo largo del estudio, cabe mencionar que de los 164 infantes participantes solo 103 realizaron emisiones de canciones, posteriormente se obtuvo la media de emisiones de canciones por cada bloque de edad: de 18 a 23, 24 a 29, 30 a 35, 36 a 41, 42 a 47 y de 48 a 54 meses. Como se puede observar, cada bloque de edad conlleva 6 meses del desarrollo infantil, este criterio se eligió ya que en estudios previos se ha encontrado que puede mostrar cambios significativos en el desarrollo de los infantes sin tener que realizar la exposición del análisis de los datos de manera continua semanal o mensual (Farell y Hernández, 2010; Ferreira, 2011). En la Figura 1 se ilustra el desarrollo de la frecuencia del uso espontáneo de canciones durante juego expresada a través de la media de producción, presentada por los infantes participantes de 18 a 54 meses. La producción espontánea de canciones de infantes de 18-54 meses de edad. 24 En la Figura 1, el eje X muestra los seis bloques de edad en que se dividió a los participantes que emitieron canciones a lo largo de este estudio. Mientras que en el eje Y se representa la media de producción espontánea de canciones emitidas por los infantes participantes durante el juego. Como se puede observar de acuerdo a la variable edad, existe una emisiónespontánea de canciones constante conforme los infantes crecen, sin embargo en el bloque de edad de los 48 a 54 meses la frecuencia de emisiones de canciones comienza a disminuir. Resultados por género Con la finalidad de conocer las diferencias y semejanzas de la producción espontánea de canciones de infantes niñas y niños durante la realización de actividades de juego en escenarios naturales se obtuvo la media de producción de canciones de los infantes participantes de acuerdo al género al que pertenecían. De los 103 infantes que realizaron emisiones de canciones 43 son niñas y 60 niños. Con la finalidad de mostrar las similitudes y discrepancias encontradas en la frecuencia de uso de canciones entre 0,0 1,0 2,0 3,0 4,0 5,0 6,0 7,0 8,0 9,0 10,0 18-23 m 24-29 m 30-35 m 36-41 m 42-47 m 48-54 m M ED IA D E P R O D U C C C IÓ N D E C A N C IO N ES EDAD Figura 1 Media de producción de canciones en infantes de 18 a 54 meses Karen Perez Nava 25 niños y niñas a través de la edad, a continuación en la Figura 2 se presenta la media del uso espontáneo de canciones durante juego. En la Figura 2, en el eje X se muestran los seis bloques de edad en que se ordenó a los niños y niñas que participaron en este estudió mediante el uso espontáneo de canciones en juego. Mientras que en el eje Y se representa la media del uso espontáneo de canciones emitidas durante el juego. Como se puede apreciar en la figura anterior, el uso de canciones durante el juego espontáneo en niños presenta un incremento desde los 18 a los 29 meses, sin embargo a partir de esta edad el canto en niños decrece visiblemente hasta los 54 meses. De manera contraria la población femenina presenta un aumento del 43% en el bloque de 42-47 meses respecto al bloque de 36- 41 (3,4 -7,8 canciones). Sin embargo, alrededor los 47 a 54 meses la media de las emisiones de canciones de las niñas disminuyen un 48.7% (7,8- 4 canciones). Asimismo se puede observar que entre los bloques de 36-41 meses y 42-47 meses se presenta un cruce entre la frecuencia de emisiones de canciones del grupo de las niñas y el grupo de los niños. Una vez obtenida la frecuencia de uso de canciones en niñas y niños se realizó una prueba t de student con el propósito de conocer si las diferencias entre la producción 0,0 1,0 2,0 3,0 4,0 5,0 6,0 7,0 8,0 9,0 10,0 18-23 m 24-29 m 30-35 m 36-41 m 42-47 m 48-54 m M ED IA D E P R O D U C C IÓ N D E C A N C IO N ES EDAD Figura 2 Promedio de emisiones de canciones en niños y niñas de 18 a 54 meses NIÑAS NIÑOS La producción espontánea de canciones de infantes de 18-54 meses de edad. 26 espontánea de canciones de niños y niñas resultaba ser estadísticamente significativa. La media de producción de canciones de los niños fue de 8,35 canciones mientras que la media de producción de canciones de las niñas fue de 8,28 canciones con una desviación estándar de 11,32 y 11,12 respectivamente. Esta diferencia entre las medias de producción de canciones niños y niñas no fue estadísticamente significativa entre los grupos (t= -,029 gl (84), p= ,977). Resultados por institución Para generar los presentes resultados se contabilizó, sumó y obtuvo la media de producción de emisiones espontáneas de canciones durante el juego en infantes de 18 a 54 meses de edad conforme a los bloques de edad previamente establecidos analizados de acuerdo a la institución a la que pertenecían los infantes. Esta información se obtuvo a partir del número de identificación que se proporcionó a cada infante. La Figura 3 muestra las semejanzas y diferencias encontradas a lo largo de seis bloques de edad en los que se presenta la frecuencia de uso de canciones en infantes de institución pública y privada. 0,0 1,0 2,0 3,0 4,0 5,0 6,0 7,0 8,0 9,0 10,0 18-23 m 24-29 m 30-35 m 36-41 m 42-47 m 48-54 m M ED IA D E P R O D U C C IÓ N D E C A N C IO N ES EDAD Figura 3 Media de producción de canciones en infantes de 18 a 54 meses en institución pública y privada PÚBLICA PRIVADA Karen Perez Nava 27 En la Figura 3, el eje X muestra los bloques de edad en que se estudió a los infantes de institución pública y privada al hacer uso espontáneo de canciones durante el juego. Mientras que el eje Y señala la media de la frecuencia con que los infantes de ambas instituciones emitieron de forma espontánea canciones durante actividades de juego. Como se puede observar, hay un mayor uso de canciones en infantes de institución privada que en infantes de institución pública. En un inicio, la media de uso de canciones en infantes de institución privada aumenta conforme los dos primeros bloques de edad, aunque a partir de los 29 meses disminuye considerablemente en un 44.9% hasta los 54 meses. Las emisiones de canciones de los infantes de institución pública resultan similares a las de sus pares de la institución privada, ya que de los 18 a 35 meses incrementan de forma paralela al desarrollo cronológico de los infantes, pero nuevamente de los 36 a 54 meses los infantes disminuyen las emisiones de canciones en un 46.51% respecto al bloque anterior. Sin embargo, la media obtenida en cada bloque de edad de este grupo resultó menor comparado con el grupo de infantes pertenecientes a la institución privada. Una vez que se obtuvo el promedio de emisiones de canciones realizadas por los infantes en diferentes edades e instituciones, se realizó una prueba t de student con la finalidad de conocer si hay diferencias estadísticamente significativas entre la producción espontánea de canciones de los infantes que estudian en institución pública y aquellos que estudian en institución privada. La media de producción de canciones de los infantes de institución pública fue de 2.77 mientras que la media de institución privada fue de 6.93 con una desviación estándar de 1.050 y 1.920 respectivamente. Esta diferencia entre las medias de producción de canciones entre la institución pública y la institución privada fue estadísticamente significativa entre los grupos (t= -11,942, gl (74), p= ,000.). La producción espontánea de canciones de infantes de 18-54 meses de edad. 28 Comparación de producción verbal entre infantes con y sin emisiones de canciones Con el objetivo de conocer si existe una relación de las emisiones de canciones y la producción verbal de los infantes, se asignó a los 164 participantes a uno de dos grupos de acuerdo a si presentaron o no emisiones espontáneas de canciones. Posteriormente se obtuvo la media de producción verbal de cada grupo. La producción verbal de los infantes se midió de acuerdo al número de tokens emitidos a los largo del estudio. Cabe mencionar que las palabras que conformaban las canciones no se consideraron al realizar la sumatoria del total de palabras emitidas por los infantes. Figura 4 Producción verbal de infantes que presentaron emisiones de canciones e infantes que no cantaron. *p=.000 En la Figura 4, se observa la media de producción verbal (eje Y) de los infantes de ambos grupos (eje X). La media de producción verbal de los infantes que no cantaron (n = 61) fue de 296.58 palabras mientras que la media de producción verbal de los infantes que sí cantaron (n = 103) fue de 1121.41 palabras, con una desviación estándar de 413.74 y 1225.09 palabras respectivamente. Se comparó mediante una prueba t de Student la media de producción verbal de los infantes que realizaron emisiones espontáneas de canciones durante juego y la media Karen Perez Nava 29 de producción verbal que tuvieron aquellos infantes que no produjeron ninguna canción a lo largo del estudio. Las diferencias entre ambos grupos resultaron estadísticamente significativas (t= -5.123 gl (163), p=.000). Posteriormente con la finalidad de conocer la relación que tienenla emisiones espontáneas de canciones con el vocabulario, tipo de institución y género de los infantes participantes se realizó un análisis de varianza en el que primeramente se analizó la producción verbal de los infantes que cantaron con respecto a la producción verbal de los infantes que no cantaron encontrando nuevamente que existe una diferencia estadísticamente significativa entre ambos grupos F=24,296 gl(l), p=,000. Asimismo con la finalidad de conocer el tipo de relación que tiene las emisiones de canciones con la producción verbal de los infantes que pertenecen a uno u otro tipo de institución a través de este análisis de varianza se analizó la producción verbal de los infantes con respecto al tipo de institución al que pertenecían, se encontró que la producción total de palabras de los infantes no presenta una relación significativa de acuerdo si asisten a una institución privada o a una institución pública F=,611 gl(l), p=,435. De igual forma, por medio de este análisis de varianza se estudió la relación que tiene la producción verbal de palabras de los infantes que realizaron emisiones de canciones con respecto así son niños o niñas, esto con la finalidad de conocer la relación que presenta el vocabulario de los infantes con respecto al género al que pertenecen, en los resultados obtenidos se encontró que no existe una diferencia estadísticamente significativa entre la producción verbal de los infantes que realizaron emisiones de canciones y el que sean niños o niñas F=,284 gl(l), p=,004. Igualmente, a través del análisis de varianza se analizó la producción verbal de los infantes que no realizaron ninguna emisión de canciones a lo largo del estudio con respecto a las variables de género e institución, ya que se pretendía conocer si a pesar de La producción espontánea de canciones de infantes de 18-54 meses de edad. 30 que las canciones muestran una relación significativa con la producción verbal, el vocabulario de los infantes que no emiten canciones presenta una relación de acuerdo al género y tipo de institución de los infantes. Dentro de los resultados de este análisis se encontró que la producción total de palabras de los infantes que no realizaron emisiones de canciones a lo largo del estudio tampoco presentan una relación estadísticamente significativa con respecto al género de los infantes así como al tipo de institución al que asisten F=1,714 gl(l), p=,192. A continuación en la Tabla 1 se muestran los resultados obtenidos tras realizar el análisis de varianza (ANOVA), mostrando en negritas las diferencias significativas encontradas. gl Media cuadrática F Sig. CANTO 1 24647879,413 24,296 ,000 INSTITUCIÓN 1 620139,521 ,611 ,435 GÉNERO 1 288563,062 ,284 ,595 CANTO / INSTITUCIÓN 1 20338,456 ,020 ,888 CANTO / GÉNERO 1 57037,021 ,056 ,813 INSTITUCIÓN / GÉNERO 1 859478,856 ,847 ,359 CANTO / INSTITUCIÓN / GÉNERO 1 1738981,429 1,714 ,192 Tabla 1 Análisis de Varianza de Producción espontánea de canciones y su relación con género, institución y vocabulario de 164 infantes de 18 a 54 meses. Karen Perez Nava 31 DISCUSIÓN El objetivo de la presente investigación fue estudiar la relación entre el juego y el desarrollo del lenguaje en infantes a partir de los 18 meses de edad, pertenecientes a dos instituciones educativas. Para ello, se consideró la producción espontánea de canciones como medida de juego. En cuanto a la variable edad, los resultados de este estudio mostraron un aumento en la emisión espontánea de canciones durante actividades de juego conforme los infantes crecen hasta alrededor de los 36 meses (Ver Fig. 1), lo cual es consistente con Moog (1976) y Esquivel et al. (2010) quienes consideran que durante el segundo año de vida los infantes presentan mayor cantidad de respuestas activas a la música principalmente alrededor de los 18 meses durante limitados periodos de tiempo, que van aumentando conforme el niño crece. Este aumento progresivo conforme al aumento de edad también se ha descrito en otras categorías de palabras. Por ejemplo, Farell y Hernández (2010) hallaron que el uso de artículos incrementa conforme la edad de los infantes, así como Alva (2004) y Ferreira (2011) quienes reportaron que el número de palabras producidas aumenta conforme a la edad de los infantes y que existe un desarrollo en la producción de diversas categorías; aumento de pronombres, adverbios, sustantivos y verbos. En el presente estudio se encontró que alrededor del tercer año de vida disminuyó el uso espontáneo de canciones. Este era un resultado esperado ya que de acuerdo con la propuesta de Moog (1976), los movimientos y respuestas espontáneas rítmicas a la música parecen declinar en las edades de tres, cuatro y cinco años debido a que en este periodo los niños desarrollan mayormente un tipo de juego simbólico e imaginativo. Esta disminución presentada en el último bloque de edad también se ha descrito en otra categoría gramatical. Ferreira (2011) reportó que existe una disminución del uso de interjecciones conforme los infantes crecen, lo cual de acuerdo con este autor La producción espontánea de canciones de infantes de 18-54 meses de edad. 32 probablemente implica una mayor capacidad de comunicación a través del uso de palabras descriptoras o posiblemente adjetivos y no sólo a través de exclamaciones. La disminución de las emisiones de canciones en el bloque de edad de 42-54 meses puede estar relacionada con la propuesta de Ferreira (2011) con respecto al hecho de que en estas edades los infantes comienzan a comunicarse de forma distinta a como lo hacen en edades anteriores ya que el medio social en que se desenvuelven les presenta demandas verbales diferentes promoviendo un mayor uso de otro tipo de categorías gramaticales. Para poder hallar las similitudes y discrepancias en la frecuencia de uso de canciones entre niños y niñas durante el juego espontáneo se analizaron los datos de los infantes participantes conforme al género al que éstos pertenecían. De acuerdo a los resultados obtenidos en este estudio, de los 18 a los 41 meses los varones tienen una mayor media de producción de canciones en comparación con las niñas. Sin embargo, entre el bloque de edad de 36 a 41 y 42 a 47 meses se presenta un cruce entre la disminución de las emisiones de canciones en niños y el aumento que tienen las emisiones de canciones de las niñas en los bloques de edad de 42 a 47 meses y 48 a 54 meses. Los resultados mostrados en esta variable en los bloques de 18-41 meses exponen similitudes al estudio realizado por Torres (2007) con respecto al resultado encontrado sobre la dominancia presentada por los niños en términos de frecuencia de iniciaciones verbales ya que su producción fue mayor (170) con respecto a la producción de las niñas (100). Con respecto al cruce que se presenta entre el bloque de edad de 36 a 41 y 42 a 47 meses se puede deber a que en estas edades, de forma específica a los 42 meses, se ha encontrado que los niños presentan una mayor iniciación verbal que las niñas (Carrillo y López, 2004), es decir que los niños introducen más temas de conversación por lo que en relación con la presente investigación se podría deducir que entre los bloques de edad de 36 a 41 y 42 a 47 meses los niños no se dedican a realizar emisiones espontáneas de Karen Perez Nava 33 canciones sino a emitir una mayor producción verbal de otras categorías gramaticales. Asimismo en el estudio realizado por Carrillo y López (2004) se encontró que en esta edad los niños presentan una mayor interacción con sus coetáneos que las niñas y que este tipo de conducta se incrementa progresivamente con la edad, lo cual indica que mientras los niños se encuentran interactuando con sus coetáneos, las niñas probablemente están dedicando esa parte del tiempo a realizar emisionesde canciones. En cuanto a la variable institución educativa se encontró de forma general que los infantes pertenecientes a la institución privada presentaron una mayor emisión de canciones durante juego espontáneo que los infantes de institución pública. Principalmente, en el bloque de edad de 24 y 29 meses. Este resultado se apoya en lo encontrado por Ferreira (2011) en cuanto a diferencias en la producción verbal de infantes pertenecientes a diferentes instituciones educativas. En dicho estudio, el autor propone que las diferencias arriba mencionadas pueden deberse a que los infantes que asisten a instituciones públicas se encuentran en desventaja al verse limitados en las interacciones verbales que sostienen en su entorno familiar y escolar, lo que se puede deber a una poca estimulación y contacto verbal por parte de los adultos hacia los infantes desde los primeros meses de vida. En este mismo sentido, diversos estudios han mostrado que las diferencias encontradas entre instituciones, pueden deberse a que las instituciones de carácter privado cuentan con programas y personal especializados, así como una distribución diferente de cuidadoras e infantes; los grupos con un menor número de alumnos obtienen una atención más personalizada, lo que promueve las habilidades y necesidades de cada estudiante, además de facilitar y estimular el desarrollo del lenguaje (Alva, 2004; Alva y Castro,1996; Alva y Hernández-Padilla, 2001; Ayala, 2000; Ferreira, 2011; Mazón, 1998; Pérez, 1998; Torres, 2007). La producción espontánea de canciones de infantes de 18-54 meses de edad. 34 Uno de los resultados más notorios del presente estudio muestra que existe una mayor producción verbal por parte de los infantes que realizan emisiones de canciones en comparación con aquellos que no lo hacen, además de que al analizar la producción verbal de los infantes no se encontró una relación estadísticamente significativa con respecto al género e institución a la que pertenecían, por lo que es posible suponer que en efecto las emisiones de canciones se presentan como un facilitador del desarrollo del lenguaje verbal infantil. Los resultados encontrados coinciden con la propuesta de diversos autores con respecto a la influencia de las canciones en el desarrollo verbal infantil (Valdez, 2001; Parlakian y Lerner, 2010) El habla y las canciones comparten diversas características, por ejemplo ambas son lingüísticamente significativas, ambas poseen melodía y ambas son producidas vocalmente (Valdez, 2001). Es posible que al compartir estas características las canciones favorezcan la producción verbal, en el presente trabajo se ha encontrado que los infantes que cantan presentan un mayor repertorio léxico en comparación con aquellos que no lo hacen. Otra de las propuestas es que a través de las canciones los infantes logran identificar palabras y objetos (Valdez, 2001). De acuerdo con esta idea se puede suponer que cuanto más cantan los infantes mayor es el número de palabras que identifican, lo cual en la presente investigación se refleja a través de las diferencias de producción de palabras entre los infantes que cantaron y aquellos que no lo hicieron. De acuerdo con Parlakian y Lerner (2010), las canciones que se presentan en la interacción entre el bebé y sus padres estimulan el desarrollo temprano del lenguaje. A pesar de que en el presente estudio no se consideró la interacción entre los infantes y sus cuidadores primarios, fue posible mostrar que las canciones estimulan el vocabulario verbal infantil, esto a partir de la cantidad de palabras que emitieron los infantes que cantaron y la cantidad de palabras que emitieron los infantes que no cantaron. Karen Perez Nava 35 En el presente trabajo se realizó una descripción longitudinal de la producción lingüística infantil en términos de canciones en un rango de edad de 18 a 54 meses distribuido en seis bloques de seis meses cada uno. En diferentes estudios se ha mostrado que mediante este tipo de bloques se pueden encontrar mayores resultados acerca de las emisiones de vocabulario infantil (Alva, 2004; Farell y Hernández, 2010; Ferreira, 2011). Alva (2004) estudió durante dos años de manera longitudinal y transversal a infantes de 18 meses a 12 años con cortes de edad de 6 meses. Mientras que la muestra de edad de Farell y Hernández (2010) abarcó infantes con edades de 18 a 36 meses analizados también con cortes de seis meses de edad. De manera similar en el estudio llevado a cabo por Ferreira (2011) participaron infantes de 18 a 36 meses de edad a quienes estudió a lo largo de tres bloques de edad de seis meses cada uno. En la presente investigación se consideró que el realizar un tipo de medición con diferentes rangos de edad brindó una forma más clara de presentar la manera en que se desenvuelven las actividades de juego espontáneo (medida en canciones) y el desarrollo verbal infantil a partir del canto y la producción verbal espontánea de los infantes participantes. La periodicidad en las estimaciones del lenguaje también resulta crucial en la caracterización y descripción del mismo (Arias-Trejo y Hernández-Padilla, 2007). En el presente estudio la muestra de participantes que se videograbó a lo largo de este estudio fue seguida durante media hora una vez por semana a lo largo de dos años. Debido al número de mediciones y el tipo de seguimiento se considera que los resultados pueden ser más generalizables al desarrollo del infante en otros contextos, en comparación con el tipo de estudios descritos anteriormente que sólo cuentan con seguimientos de un año o menos. Como se expuso anteriormente hay pocos estudios que midan la frecuencia de uso de canciones en infantes de edad preescolar con un número de participantes tan amplio y La producción espontánea de canciones de infantes de 18-54 meses de edad. 36 por periodos de observación tan prolongados como es el caso de la presente investigación, por lo que medir la frecuencia de uso de canciones en este tipo de actividades además de ser reciente, también resulta ser fiable debido al tipo de método y uso de la tecnología empleada. Asimismo de acuerdo con diversos autores (Alva, 2004; De la Vega, 2013; Farell y Hernández, 2010; Ferreira, 2011; Medécigo, 2009; Suárez et al., 2010) se cuenta con un mayor control con respecto a otro tipo de evaluaciones utilizadas en la investigación del lenguaje. A través de conocer la frecuencia de uso de canciones en el desarrollo del lenguaje también es posible conocer el desarrollo infantil desde un punto de vista integral, considerando las implicaciones cognitivas, físicas y sociales que se desarrollan a través del juego (Bruner, 1983; Moog, 1976; Lácarcel, 1991; Carlton, 2000; Valdez, 2001; Parlakian y Lerner, 2010). Por todas estas implicaciones es importante mencionar que los presentes resultados deben considerarse con reserva, ya que dependen de un contexto determinado, en este caso la institución educativa de los infantes. Del mismo modo, se considera de suma importancia promover el uso del juego y de las canciones en las actividades que se realizan en la vida cotidiana ya que muchas de las formas de comportamiento y de las normas culturales son enseñadas y aprendidas a través del juego y las experiencias musicales. Para futuras investigaciones se recomienda considerar realizar un análisis más exhaustivo sobre el efecto que puede tener la variable de canto con respecto al vocabulario verbal infantil, por ejemplo si el total de emisiones verbales espontáneas de los infantes presenta diferencias con respecto al tipo de letra que componga la canción, es decir, si los infantes que cantan canciones diferentes durante el tiempo de seguimiento presentan un repertorio léxico más amplio que aquellos que cantan la misma canción, esto siguiendo el supuesto de que las canciones son un acercamiento
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