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UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE 
MÉXICO 
DIRECCIÓN GENERAL DE ESTUDIOS DE POSGRADO 
 
PROGRAMA DE MAESTRÍA Y DOCTORADO EN CIENCIAS 
MÉDICAS, ODONTOLÓGICAS Y DE LA SALUD
LA PERCEPCIÓN QUE VARONES ADULTOS DEL D.F. TIENEN 
DE LA EXPLOTACIÓN SEXUAL COMERCIAL INFANTIL 
(ESCI) 
 
 
TESIS 
QUE PARA OBTENER EL TÍTULO DE: 
MAESTRA EN CIENCIAS 
PRESENTA: 
NORMA ALICIA ORDÓÑEZ VÁZQUEZ 
DIRECTORA DE TESIS: MTRA. LETICIA VEGA HOYOS 
 
SINODAL: ELVIA GRACIELA RODRÍGUEZ ORTEGA 
SINODAL: ZURAYA MONROY NASR 
SINODAL: MARÍA ASUNCIÓN LARA CANTÚ 
SINODAL: MARÍA DE FÁTIMA FLORES PALACIOS 
 
 
MÉXICO, D.F. 2011 
 
 
UNAM – Dirección General de Bibliotecas 
Tesis Digitales 
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reproducción, edición o modificación, será perseguido y sancionado por el 
respectivo titular de los Derechos de Autor. 
 
 
 
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Dedicatoria 
 
Esta  tesis  la  dedico  a mi  hermana  Juanita  Ordóñez  Vázquez,  por  ser  la  persona más 
importante en mi vida, con la que viví los mejores años de mi infancia y de mi vida, desde 
que  nací  ella  estaba  esperándome  para  cuidarme  y  protegerme.  Ella me  enseñó  a  ser 
constante, perseverante, a no  tener miedo a  la vida, y me  lo demostró hasta el último 
momento.  Toda mi  vida  seguiré  admirando  su  fortaleza,  su  entereza  para  afrontar  las 
adversidades más terribles que se puedan presentar en la vida, es y será siempre el mejor 
ejemplo  a seguir porque era mi mejor hermana. Ahora que ya no está conmigo la extraño 
demasiado,  y  lo único que me  alienta es pensar que  cada  segundo,  cada minuto,  cada 
hora, cada día que pasa me acerco más a ella.  
 
Inicié  y  terminé  este  trabajo pensando  en  ella porque me motivaba  con  su  fortaleza  y 
valentía a seguir adelante,  los desvelos y el tiempo que no estuve con ella por dedicarle 
algo de tiempo a la maestría y a este trabajo espero hayan servido.  
 
 
 
And she recalls the day,  
when she left home...  
Long good‐byes,  
make me so sad.  
I have to leave right now.  
And though I hate to go,  
I know it`s for the better.  
Long good‐byes,  
make me so sad.  
Forgive my leaving now.  
You know I`ll miss you so  
and days we spent together.  
Camel 
 
 
 
 
 
 
 
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AGRADECIMIENTOS 
 
 
A la Universidad Nacional Autónoma de México, al Programa de Maestría y Doctorado en 
Ciencias Médicas Odontológicas y de la Salud y al Instituto Mexicano de Psiquiatría. 
 
A los varones de la zona centro que accedieron a ser entrevistados, y a Laura Hernández 
por su ayuda para contactar a los participantes. 
 
A mi directora de tesis, la Mtra. Leticia Vega Hoyos, por su valiosa ayuda a lo largo de este 
trabajo, sus comentarios, la aportación de sus conocimientos acerca del tema y sobre 
todo por su calidad humana, su enorme paciencia y apoyo.  
 
A la Dra. María Elena Medina Mora, por su apoyo para seguir dentro del programa, su 
amabilidad y gran sencillez. 
 
A la Dra. Asunción Lara, por su ayuda para pulir mi trabajo durante sus clases, por sus 
comentarios y sugerencias, sobre todo por motivarme a seguir adelante con este trabajo, 
gracias. 
 
A la Dra. Fátima Flores por haber aceptado ser parte del jurado, su amabilidad y valiosos 
comentarios. 
 
A las Dras. Graciela Rodríguez y Zuraya Monroy por dedicar su tiempo para corregir este 
trabajo, sus comentarios y sugerencias, pero sobretodo por su amabilidad. 
 
 
  
 
 
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“Admiro a la gente que vive sin problemas, que mira el mundo con despreocupación. A diferencia de ellos, 
yo sufro más de la cuenta.”  
Kurt Donald Cobain 
 
 
 
También agradezco y dedico este trabajo a las personas que me han ayudado a tolerar 
esta etapa tan difícil: 
 
Principalmente a mi mamá, papá y hermanos (Juan, Martín, Ana y Leti) quiénes me han 
ayudado en todo momento, y siempre estarán ahí para cuidarme y protegerme.  
 
A Zayra Uribe, porque ha demostrado ser una gran persona y amiga, por compartir 
amargas experiencias, por alentarme a seguir adelante, por sus consejos, por ser un  
ejemplo de vida. 
 
A mis amigos Mariana y Santiago, por estar ahí siempre escuchando. 
 
A mi amiga Socorro porque al pasar los años se fortalece más nuestra amistad y a todos 
mis amigos que aunque no mencioné saben que son parte importante de mi vida.  
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
5 
 
INDICE 
 
Introducción……………………………………………………………………….7 
 
Capítulo 1 
 
1. Antecedentes 
 
1.1 Definición de la ESCI ……………………………………………………………….11 
1.2 Tipos de ESCI.……………………………………………………………………….13 
1.3 Impacto de la ESCI en las personas menores de edad ………………………..14 
1.4 Cifras respecto a la ESCI…………………………………………………………..17 
1.4.1 Magnitud de la ESCI a nivel mundial……..…………………………………….17 
1.4.2 La situación de la ESCI en México……………………………………………...19 
1.4.3 Marco Legal, Acuerdos Internacionales y Acciones Institucionales en 
México…………………………………………………………………………………… 22 
1.4.4 La ESCI en el D.F ……………………………………………………………….27 
 
 
2. Construcción de la Sexualidad Masculina 
 
2.1Género………………………………………………………………………………...33 
2.2 Construcción de la Masculinidad…………………………………………………..37 
2.3 Marcos Teóricos dentro de las ciencias sociales para entender la 
masculinidad……………………………………………………………………………...42 
2.4 Sexualidad masculina……………………………………………………………….46 
2.5 Influencia de los medios de comunicación en la ESCI …………………………51 
2.6 Estudios sobre Masculinidad y ESCI…………………………………………….. 58 
 
 
Capítulo 2 
 
3. Método 
 
3.1 Justificación y Planteamiento del problema ……………………………………...63 
3.2 Objetivo General ………………………...………………………………………… 65 
3.3 Objetivos específicos………………..……………………………………………...65 
3.4 Supuesto teórico …………...……………………………………………………….66 
3.5 Descripción de los Conceptos Generales ………………………………….……66 
3.6 Tipo de estudio……..……………………………………………………………….68 
3.7 Entrevista en profundidad ……..………………………………………………..…69 
3.8 Participantes ……………………………... ………………..……………………....70 
3.9 Instrumento …………..……………………………………………………………..71 
3.10 Análisis de datos …………………………………………..…………………….71 
3.11 Procedimiento ………………………………………..………………………….72 
3.12 Consideraciones éticas…………………………………………………………....73 
6 
 
Capítulo 3 
 
4. Resultados 
 
4.1 Características sociodemográficas de los participantes………...………………76 
4.2 Descripción de los varones entrevistados ……..……………………………….. 77 
4.3 Descripción de la información obtenida ……………………..…………………. 79 
4.4 Percepción respecto a la ESCI ………………………………………………...… 80 
4.5 Creencias en torno al Comercio Sexual ……………………..…………………. 97 
4.6 Costumbres respecto a la sexualidad masculina………………………………100 
4.7 Creencias acerca de la sexualidad masculina…………………………...……..107 
4.8 Mandatos Culturales……………………………………………………………... 109 
4.9 Influencia de los medios de comunicación en la facilitación de la ESCI….…115 
 
5. Discusión y conclusiones………………………………….....………………….118 
 
 
Referencias…………………….……………………………………………………... 134 
 
Anexos………………………..……………………………………………………..… 144 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
7 
 
INTRODUCCIÓN 
 
 
La violencia que se ejerce hacia las personas menores de edad es un problema 
grave que está afectando a nuestra sociedad. Una manifestación de este tipo de 
violencia es la Explotación Sexual Comercial Infantil (ESCI), que atenta contra la 
integridad física y mental de los niños, niñas y adolescentes, violandotodos sus 
derechos al ser víctimas de un tipo de comercio en donde son utilizados como 
objetos o mercancías. 
 
Al ser la ESCI una variante de la violencia sexual y el abuso sexual, nos 
compromete a su estudio, ya que el reporte mundial sobre la violencia y salud 
(Krug, Dalhberg, Mercy, Zwi, Lozano y 2003) menciona que la violencia y sus 
diversas manifestaciones son problemas de Salud Pública que deben ser 
atendidos y encontrarse medidas adecuadas para su prevención. 
 
Una aproximación para poder entender la explotación sexual comercial infantil, es 
conocer quienes son los principales consumidores, así diferentes fuentes han 
indicado que los clientes potenciales son hombres (Amar, Madariaga, de Castro, 
Rodríguez, Suárez, 2006; Zin, 2003; Moncada, Díaz, González, Pieschacón, 2007, 
Vilchez, Baltazar, Vásquez, Vilchez, Pariona, 2004, Save the Children, 2004; Salas 
y Campos, 2004). Una posible explicación de por qué los hombres son los 
principales clientes puede deberse a los mandatos culturales que la masculinidad 
impone, por ejemplo, el ser fuertes, viriles, agresivos, competentes, en contraparte 
con los mandatos considerados femeninos, como son cuidado, entrega, 
sensibilidad, etc. 
 
Para entender la actuación de los hombres frente a esta problemática es 
importante comprender desde la construcción social de género las bases 
culturales que cimientan las relaciones entre hombres y mujeres, los estereotipos 
de género que han marcado el ejercicio de la vida pública y privada en ambos 
sexos, así como los roles que deben desempeñar dentro de la sociedad, todo esto 
en conjunto coadyuva al aprendizaje de las relaciones desiguales y el ejercicio del 
poder hacia los más débiles, en este caso de los hombres hacia las mujeres y las 
personas menores de edad. 
 
Los estereotipos de género1 han sido reforzados por los medios de comunicación, 
pues han ayudado a difundir ideas, valores y dobles morales que contribuyen a la 
reproducción ideológica del cuerpo, el cual se presenta como una serie de 
características; en cuanto a edad (regularmente joven), determinada talla y altura, 
 
1 Un estereotipo es una categoría de atributos específicos a un grupo que se caracteriza por su rigidez. El 
estereotipo de género es la representación o el imaginario social colectivo de lo que debe ser el hombre o la 
mujer, tiene su respaldo en la realidad, de hecho es un reflejo de la realidad y corresponde a la forma como se 
desea reconocer y reforzar dichos estereotipos configurados, impuestos y aceptados en el seno de la 
sociedad o grupo especifico. Por ejemplo, el estereotipo de mujer en el cine mexicano de la época de oro es 
de mujer sufrida, abnegada, redimida por el dolor mismo o por la exacerbación de la maternidad hasta limites 
heroicos (Ortiz, 2007). 
8 
 
ciertas formas de vestir y según Salas y Campos (2004) ciertas características 
genitales que incluyen desde el tamaño y forma de los genitales externos hasta las 
técnicas “copulativas” que están de moda en el mercado. 
 
Asimismo, existen mitos2 en torno al sexo con personas menores de edad, que se 
ven fortalecidos por los medios de comunicación. Un mito que se ha encontrado 
en diversos estudios es considerar al hombre que busca sexo con menores de 
edad como un adulto con características patológicas e inclusive como un pedófilo. 
La ESCI no debe abordarse exclusivamente desde una perspectiva psicológica, 
atribuyendo únicamente a problemas de personalidad o psicopatología individual. 
Para poder buscar otros factores que están influyendo y no verlo únicamente 
como una patología es necesario enfocarse en factores socioculturales, 
económicos y políticos que sirven de marco para tal práctica. Existe un universo 
simbólico de fondo de la estructura social que legitima, fomente y hasta naturaliza 
las relaciones sexuales comerciales tanto con personas mayores de edad como 
con las personas menores de 18 años (Save the Children, 2004). 
 
Los mitos y creencias que existen acerca de la ESCI permiten que se siga 
llevando a cabo, desde la cosificación que los hombres hacen de las mujeres y los 
menores de edad, hasta las creencias de que las relaciones sexuales con 
personas menores de edad los ayudará a curarse del SIDA, a rejuvenecer, 
llegándose al extremo de atribuirle al sexo con infantes propiedades curativas de 
la virilidad dañada, darles buena suerte y en definitiva una reafirmación de la 
masculinidad y el poder de género (González, 2003; Willis y Levi, 2002; The 
Lancet, 2001). 
 
Existen ciertas creencias y prejuicios que la sociedad tiene hacia este tipo de 
prácticas sexuales, por ejemplo algunas personas perciben la explotación sexual 
de niñas, niños y adolescentes como un trabajo y les endosan la responsabilidad a 
las personas menores de edad. Incluso hay gente que asegura que los niños, 
niñas y adolescentes víctimas tienen una “inclinación natural a la promiscuidad 
sexual” o lo hacen “por gusto”. Sin embargo, los testimonios de niños, niñas y 
adolescentes víctimas de explotación desmienten estas percepciones y transmiten 
en sus narraciones su desesperación al querer salir de esta nueva forma de 
esclavitud contemporánea (Bojorquez, 2006; en Fondo de las Naciones Unidas 
para la Infancia, 2006; Bales, 2000). 
 
Al respecto, se puede decir que los niños que han sido explotados sexualmente, 
presentan diversas consecuencias psicológicas, algunas de ellas son: depresión, 
incremento en el riesgo de suicidio, enfermedades de transmisión sexual, uso de 
drogas, victimización subsecuente, trastorno de estrés postraumático, 
despersonalización, menor competencia social, problemas sexuales futuros, baja 
 
2 Un mito es un relato o historia, que dentro del contexto popular, se refiere a algo falso pero difundido 
ampliamente como cierto; este significado de la palabra está cercano a lo que conocemos como una leyenda 
urbana (Grimal, 2008). 
 
9 
 
autoestima, y graves problemas de conducta (Azaola, 2000; Willis y Levi, 2002; 
The Lancet, 2001). 
 
En nuestro país el problema es alarmante pues según algunas cifras dadas por 
Organizaciones No Gubernamentales (ONGs), la ESCI afecta a por lo menos 50 
mil menores de edad (Muñoz, 2006). Este problema sigue creciendo porque 
existe gente que lo consume, es decir, los adultos varones, que deducen que el 
pago por el sexo con niños, niñas o adolescentes es un simple intercambio 
comercial, que constituye una mercancía más y en consecuencia no se consideran 
responsables, y mucho menos se visualizan como abusadores o explotadores, 
solo se consideran un consumidor más del mercado libre. 
 
El problema del comercio sexual con personas menores de edad debe ser 
frenado, a través de la sensibilización tanto de la sociedad como de los principales 
actores, para ello se deben empezar a realizar estudios acerca de la percepción y 
las creencias que la población tenga sobre este fenómeno social y de esta manera 
poder ayudar a desalentar este tipo de prácticas. 
 
Se piensa que programas de intervención con los adultos sobre cómo manejar su 
sexualidad de una forma que no interfiera negativamente con los derechos 
humanos de las demás personas y, particularmente, sobre la ilegalidad que se 
comete al involucrar adolescentes, niños y niñas en la explotación de la industria 
sexual explícita y/o encubierta, podrá ayudar a desalentar este tipo de prácticas 
sexuales. 
 
Es por ello que este trabajo tiene como objetivo el generar conocimiento acerca de 
la manera en que los hombres piensan y perciben este fenómeno; así como las 
creencias, percepciones y tolerancia que tienen en torno a mantener relaciones 
sexuales con personas menores de edad. 
 
La importancia de esta información radica en que ayudará a obtener conocimiento 
sobre la actuación de los varones en este tipo de prácticas, así como la influencia 
que los factores culturales y sociales enmarcados dentro de la sociedad ennuestro país están alentando este tipo de comercio sexual, y con base en ello las 
instituciones involucradas con este tema podrán desarrollar programas de 
prevención dirigidos principalmente a la población adulta, ya que la OMS ha 
indicado que la prevención primaria hacia la violencia sexual debe apoyarse en los 
enfoques dirigidos a modificar las actitudes y las conductas, teniendo en cuenta 
los aspectos culturales y participativos (Krug, Dalhberg, Mercy, Zwi, Lozano, 
2003). 
 
Este trabajo estará organizado de la siguiente manera: el capítulo uno estará 
dividido en dos secciones; en la primera sección se hablará sobre los 
antecedentes de la ESCI, poniendo especial interés en su definición, la tipología 
de la ESCI, el impacto que ésta problemática genera en las personas menores de 
edad, las cifras a nivel mundial y en el país, así como la Legislación en materia de 
la ESCI, Acuerdos Internacionales y Acciones Institucionales; y se pondrá énfasis 
10 
 
en los principales lugares donde se lleva a cabo este tipo de prácticas en el D.F. 
 
La segunda sección se centrará en el género y su relación con la ESCI, ésta 
relación podrá ayudar a vincular la construcción de la masculinidad con toda una 
serie de prácticas que naturalizan o legitiman el comercio sexual con personas 
menores de edad, así como la influencia que los medios de comunicación tienen 
en la exhibición de imágenes sexuales de personas menores de edad, fomentando 
de esta manera la ESCI. Por último se citarán algunos estudios en países 
Latinoamericanos donde se ha investigado la manera de actuar de los clientes de 
la ESCI. 
 
En el segundo capítulo se describirá la metodología que se utilizará para poder 
realizar este estudio. Debido a que se pretende conocer lo que los hombres de la 
población general desde la socialización y construcción de su masculinidad creen, 
perciben y piensan acerca de la explotación sexual comercial infantil, este trabajo 
se insertará en el paradigma cualitativo. La técnica que se utilizará para dar 
respuesta a las preguntas de investigación será la entrevista en profundidad, ya 
que a través de ésta se podrá tener un acercamiento a las ideas, creencias y 
supuestos mantenidos por los hombres. La finalidad, no es el propio conocimiento 
o explicación, lo realmente importante son las explicaciones de los otros, el 
significado que le atribuyen a los objetos, personas que le rodean o a las 
experiencias que han vivido (Rodríguez, 1999). 
 
En el tercer capítulo de resultados se muestra la descripción de las características 
sociodemográficas de los entrevistados y se detallan algunas particularidades de 
estos para conocer el contexto en el cual se desenvuelven dentro de su entorno. 
Posteriormente se detallan y explican cada una de las categoría y subcategorías, 
explicando cómo se obtuvieron y que es lo que se intentó explorar en cada una de 
ellas. A continuación se describen los discursos de los varones así como las 
semejanzas o diferencias de lo que expresan cada uno de acuerdo con la 
categoría que se este analizando. Por último se encuentra la discusión y 
conclusiones donde se intentó explicar y unir los hallazgos encontrados en las 
entrevistas con lo que se ha encontrado en otros estudios. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
11 
 
Capítulo 1 
 
 
1. Antecedentes 
 
1.1 Definición de Explotación Sexual Comercial Infantil (ESCI) 
 
La Explotación Sexual Comercial Infantil (ESCI) es la forma más grave de vulnerar 
los derechos de la niñez y un fenómeno de inquietantes dimensiones. Para poder 
comprender qué implica está problemática, a quién afecta, quién participa en ella, 
es fundamental tener claro qué se entiende por este término. 
 
No fue sino hasta 1996, durante el primer Congreso Mundial contra la Explotación 
Comercial Infantil celebrado en Estocolmo3, que se pudo hablar de una definición 
más o menos general de la ESCl: 
 
“La Explotación Sexual Comercial Infantil es una violación fundamental a los 
derechos de la niñez. Abarca el abuso sexual por parte del adulto, y remuneración 
en dinero y en especie para el niño o niña o para una tercera persona o personas. 
El niño es tratado como objeto sexual y como mercancía. La explotación sexual 
comercial de la niñez constituye una forma de coerción y violencia, equivale al 
trabajo forzado y es una forma contemporánea de esclavitud” (OlT, 2004). 
 
También se ha definido la ESCI como todo tipo de actividad en que una persona 
usa el cuerpo de un niño, niña o un adolescente para sacar ventaja o provecho de 
carácter sexual y/o económico sobre la base de una relación de poder; 
considerándose explotador tanto aquel que intermedia u ofrece la posibilidad de la 
relación a un tercero como aquel que mantiene una relación con el niño, niña o 
adolescente no importando si ésta es frecuente, ocasional o permanente (Negrete, 
2002). 
 
Es posible diferenciar dos tipos de explotación; la explotación sexual comercial de 
niños (ESCN) y la explotación sexual no comercial de niños (ESNC) (op. cit.). 
 
En la ESCN existe un intercambio económico en dinero, especie o de otra índole 
(protección ante agresores, no-agresión por parte del cliente o personas 
vinculadas a éste, al niño, su familia o allegados, etc.) entre el cliente, quien 
alquila su cuerpo y eventuales intermediarios. Dentro de esta explotación se 
incluyen la prostitución, la producción, distribución y consumo de pornografía 
infantil, el turismo sexual y la venta o tráfico de niños, niñas y adolescentes. 
 
3 Primer Congreso Mundial contra la Explotación Sexual Comercial de los Niños, Estocolmo, Suecia, 21 al 31 
de agosto de 1996. La importancia de este congreso radica en que se conformó una asociación global contra 
la explotación sexual comercial infantil, integrada por la representación de 122 países y de un nuevo poder 
social emergente: la sociedad civil organizada. 
12 
 
 
El segundo tipo de explotación (ESNC), no implica intercambio económico o de 
bienes materiales y se basa de forma explícita en el ejercicio del poder de 
dominación sobre el otro, es una especie de dominación psicológica, ejemplo de 
ésta son el acoso y el abuso sexual. 
 
Desde la perspectiva de los derechos humanos la ESCI puede definirse de la 
siguiente manera: La explotación sexual comercial infantil es una violación de los 
derechos de los niños, niñas y adolescentes, que les niega o desconoce 
prerrogativas fundamentales como son el derecho a vivir con su familia, la 
protección del Estado, la satisfacción de sus necesidades tanto materiales como 
afectivas, a recibir cuidados y educación, gozar de libertad, dignidad, seguridad, 
igualdad, cultura, esparcimiento, así como a preservar su salud y a que ésta no se 
vea amenazada por otros (Álvarez y Colimoro, 1998, en Fondo de las Naciones 
Unidas para la Infancia, 2006). 
 
Se trata de explotación porque está basada en una relación de dominación y 
subordinación en la que los explotadores (el cliente o el proxeneta) se aprovechan 
del niño, niña o adolescente, por su edad y condición de género, así como por su 
vulnerabilidad social que se debe a varios factores, entre los cuales pueden 
mencionarse desintegración familiar, falta de información o vivir en condiciones de 
pobreza (Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia, 2006). 
 
Es comercial porque se produce en un mercado donde el cuerpo del niño, niña o 
adolescente recibe el trato de una mercancía que se compra y se vende a una 
persona adulta, en el contexto de un mercado que se caracteriza por ser ilegal y 
clandestino (OIT, 2004). 
 
Es sexual porque implica actividades sexuales o de contenido sexual. Las 
actividades de contacto físico pueden incluir diversas partes del cuerpo, como son 
boca, pechos, genitales, ano, o cualquier otra parte del cuerpo. Aquellas que no se 
definen por el contacto físico pueden incluir, por ejemplo, observar material 
pornográfico de niños, niñas y adolescentes en actividades sexualescon adultos u 
otros niños (Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia, 2006). 
 
Lo importante de estas definiciones es que abarcan la violación de los derechos 
de las personas menores de edad, la privación de su libertad al no tener una vida 
digna como cualquier otro niño, y el ser tratados como una mercancía que puede 
ser vendida a cualquier persona, lo cual implica una ventaja de carácter 
económico para una tercera persona. Por lo tanto, para los fines de este trabajo se 
pueden utilizar las diferentes definiciones ya que todas engloban de una u otra 
manera diferentes aspectos de lo que es la explotación, por lo que no se abocará 
por ninguna definición en especial. 
 
 
 
13 
 
1.2 Tipos de ESCI 
 
La explotación sexual comercial infantil (ESCI) se puede expresar de diferentes 
formas, por ejemplo a través de la pornografía, la prostitución, el tráfico de niños y 
niñas con fines sexuales, y el turismo sexual (OIT, 2004; Negrete, 2002; Kenneth, 
Herrmann, 1987). En el siguiente apartado se describirán cada una de estas 
formas de ESCI de acuerdo con diferentes organismos internacionales y autores 
que se han interesado en el estudio de este fenómeno social. 
 
Pornografía Infantil 
 
Se refiere a cualquier material visual o audiovisual que muestre un niño o niña en 
un contexto sexual; imágenes de niños y niñas involucrados en conductas 
sexuales explícitas, reales o simuladas, o exhibición de genitales con fines 
sexuales. La pornografía incluye fotografías, negativos, diapositivas, revistas, 
libros, películas, cintas de video y discos de computador o archivos (OIT, 2004; 
Quayle, Loof y Palmer, 2008). 
 
La prostitución infantil 
 
Es la utilización de una persona menor de dieciocho años, de cualquier sexo, en 
actividades sexuales, a cambio de remuneración económica o de cualquier otra 
retribución (Tagle, 2005). 
 
De acuerdo con la OIT (2004) la prostitución infantil es la utilización de niños y 
niñas para relaciones sexuales a cambio de dinero, o bienes, normalmente 
organizada por intermediarios. 
 
El tráfico de niños con fines sexuales 
 
Es el reclutamiento, mediante violencia, amenazas, dinero, seducción o cualquier 
tipo de engaño, de niñas, niños y adolescentes, para su traslado dentro o fuera de 
un país, con la intención de explotarlos sexualmente en el lugar de destino y 
obtener, por sus actividades sexuales, algún beneficio económico o de cualquier 
otra especie (Tagle, 2005). 
 
El turismo sexual infantil 
 
Es la explotación sexual de la persona menor de edad por una persona o 
personas que viajan fuera de su propio país o región y emprenden actividades 
sexuales con ellos/as. Normalmente implica alguna forma de paga, ya sea en 
dinero o especie (Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia, 2006). 
 
14 
 
Los diferentes tipos de ESCI pueden constituir una parte de la industria del sexo, 
es decir, un conjunto de empresas y operaciones legales o ilegales que se 
benefician de la prostitución, pornografía, tráfico de personas y turismo sexual. Se 
puede decir, por lo tanto, que una empresa del sexo puede ser un cabaret, una 
cantina, un restaurante bar, un burdel disfrazado de clínica de masajes, una tienda 
de artículos pornográficos, una agencia de turismo, etc. (Vega, Gutiérrez y 
Rodríguez, 2000) . 
 
Las diferentes maneras en que se expresa la ESCI involucran el comercio del 
cuerpo de una persona menor de edad. La mayoría de las víctimas son niñas y, en 
menor medida, niños. En cualquier caso se trata de personas menores de 18 años 
de edad, usurpadas de su derecho a ser respetadas y protegidas contra la 
esclavitud y el abuso sexual, la discriminación, las enfermedades, la delincuencia, 
entre otros. Esta usurpación de derechos es visible en ciertos negocios de la 
industria sexual (la prostitución en bares, cantinas, loncherías, casas de cita, 
hoteles y en las revistas/videos/sitios de la WEB de pornografía, entre otros) y del 
mercado callejero del sexo (la prostitución en las calles, plazas, playas, jardines, 
etc.). En tales casos, los empresarios, los proxenetas y los intermediarios 
promueven la prostitución entre una clientela de hombres adultos, dispuesta a 
pagar el abuso sexual de las/os más jóvenes (op. cit.). 
 
Al ser la ESCI un fenómeno complejo y al ver los diferentes tipos de explotación 
en los que se expresa es difícil mencionar cual es la forma de explotación más 
severa o cual tiene mayor impacto en los menores de edad, todas las formas de 
explotación sexual son severas y van a dejar huella de diversa magnitud en cada 
una de las víctimas. 
 
Quizás una de las formas de explotación más tolerada y más normalizada dentro 
de la sociedad es la prostitución ya que muchas mujeres muy jóvenes e incluso 
adolescentes son vistas en el centro de la ciudad de México, específicamente en 
la Merced, y pasa a ser un fenómeno percibido como cotidiano, tolerado e incluso 
consumido por algunos varones. 
 
Los niños, niñas y adolescentes víctimas de este tipo de explotación pueden ser 
afectados en su integridad física y mental, es decir, pueden presentar diferentes 
consecuencias en su vida al ser enganchados en este tipo de prácticas sexuales. 
En la siguiente sección se abordará el impacto que puede producir la explotación 
sexual comercial en personas menores de edad. 
 
 
1.3 Impacto de la ESCI en las personas menores de edad 
 
Dentro de este contexto es importante resaltar los daños que genera ésta 
problemática en las personas menores de edad. Al respecto, Azaola (2000) señala 
que los niños, niñas y adolescentes víctimas padecen consecuencias a largo plazo 
15 
 
que limitan su vida como adultos. El primer daño se produce en su autoestima, los 
niños, niñas o adolescentes explotados llegan a la conclusión de que su único 
valor para los otros estriba en servirlos sexualmente y en satisfacer sus 
necesidades. Las necesidades de los niños no son importantes y sólo pueden 
ganar la atención de los demás a través del sexo. 
 
Además, cuando llegan a la edad adulta, su baja autoestima, que resulta de la 
conformación de una idea negativa de sí mismos que incluye conceptos como 
sucio, malo, corrupto, vulnerable, culpable, cuyo único valor es el sexo; aunado a 
la depresión, y las marcas que les han dejado los abusos, los llevarán a buscar 
relaciones abusivas, degradantes, y basadas en el sexo como una mercancía a 
intercambiar, situaciones que los pondrán en riesgo de volverse a involucrar en la 
industria sexual, debido a que las víctimas piensan que no tienen otras alternativas 
(Azaola, 2000; Willis y Levi, 2002; The Lancet, 2001). 
 
Para sobrellevar estas secuelas se acostumbrarán a satisfacer los deseos de 
otros, autoinfligirse daños, generar lazos de dependencia, actitudes de pasividad, 
desarrollo de adicciones y el uso continuo de mecanismos de negación, 
disociación y distanciamiento (Azaola, 2000). 
 
Como adultos, éstos niños que fueron víctimas de ESC son incapaces de 
relacionarse sana y equilibradamente con los otros, pierden la confianza, 
capacidad para solucionar problemas -ya que solo utilizan sus habilidades 
sexuales- y la facilidad para comunicarse, porque siendo niños se les ha prohibido 
hablar o se les impuso guardar silencio de todo lo que ocurría a su alrededor 
(op.cit.). 
 
También los niños, niñas y adolescentes víctimas de ESC pueden sufrir 
enfermedades de transmisión sexual entre ellas el VIH/SIDA, embarazos precoces 
y abortos, mortalidad materna, lesiones físicas, desnutrición, drogadicción y 
alcoholismo, la negación a estudiar o a aprender un oficio y a no tener acceso a 
fuentes alternativas de ingresos (OIT, 2004). 
 
Todas estas consecuencias llevan a los niños a ser personas que difícilmente 
pueden reintegrarse a la sociedad, salvo aquellos menores de edad que puedan 
recibir ayuda multidisciplinaria e integral para disminuir sus problemas y que 
puedan poco a poco tener una vida digna. Es preciso señalar, que las 
consecuencias en cada persona menorde edad pueden variar, pues depende del 
tiempo que permanecieron atrapados, las características del abuso, el apoyo que 
se les otorgó para desprenderse de esta situación, entre otras variables. 
 
Las consecuencias que sufren los niños y niñas en lo individual necesariamente se 
ven reflejadas en la sociedad a la que pertenecen. Combatir la ESCI es tarea del 
Estado y de la sociedad, entre ellos la familia, por lo que es un trabajo compartido 
con la sociedad civil que desempeña un papel esencial en la prevención y 
protección de los niños y niñas (Tagle, 2005). 
 
16 
 
Los factores que inciden para que los menores de edad sean vulnerables y se 
encuentren inmersos dentro de este tipo de comercio son diversos y abarcan 
diferentes cuestiones económicas, políticas y sociales, de esta manera en el 
estudio realizado por Azaola (2000) se encontraron los siguientes: 
 
◙ La pobreza que si bien no basta por sí misma para explicar el fenómeno, ya que 
existen niños que toman parte en estas actividades y pertenecen a otros sectores 
socioeconómicos. 
 
◙ Abandono de la familia o expulsión de sus casas, lo cual les hace propensos a 
ser reclutados para el comercio sexual o los empuja a que busquen esta actividad 
para sobrevivir. Cabe señalar que no todos los niños y adolescentes que viven en 
la calle ingresan al comercio sexual. 
 
◙ Sufrir abusos sexuales previamente por parte de algún miembro de la familia. 
Los menores de edad experimentan una pérdida importante de autoestima que los 
hace susceptibles a nuevos maltratos, sus defensas son débiles al igual que el 
apoyo que reciben por parte de una familia que antes los violentó. 
 
◙ Conflictos de identidad sexual no resueltos, que pueden derivar en situaciones 
de explotación, al verse empujados a abandonar a su familia y comunidad debido 
al rechazo o burlas de que son objeto. 
 
◙ Severos problemas de adicción, pues en estos casos importan menos las 
humillaciones que obtener el suministro de las sustancias. 
 
◙ Crecer en una familia que de uno u otro modo está vinculada al comercio 
sexual; la incorporación a esta actividad puede considerarse natural e incluso 
obligada. 
 
◙ También, se puede mencionar la corrupción y las débiles leyes que protegen a 
los menores de edad. 
 
Además, Vega y Gutiérrez (2000) proponen un modelo psicosocial de la ESCI, que 
organiza la complejidad de la explotación en dos tipos diferentes de factores: los 
de riesgo y los protectores. Los primeros, se refieren a las variables que conducen 
a los niños a la explotación sexual comercial, mientras que los de protección 
aluden a variables que reducen la vulnerabilidad. Así, los factores de riesgo serían 
las situaciones de tensión o estrés, que abarcarían las vicisitudes graves (violencia 
intrafamiliar, abuso sexual, muertes violentas), problemas permanentes (pobreza, 
trabajo infantil, consumo de alcohol); problemas cotidianos (problemas escolares, 
discriminación, hacinamiento, adicciones). La normalización de la explotación, que 
incluiría la tolerancia, la industria del sexo, el precio, la corrupción, la ausencia de 
legislaciones protectoras, las desigualdades de género, etc. 
 
17 
 
Respecto a los factores protectores se encuentran los vínculos, es decir, las 
relaciones personales de los niños con la gente o las instituciones no relacionadas 
con la ESCI, las capacidades o competencias que permiten a los niños actuar 
como sujetos con derechos, y los recursos, como los comités interinstitucionales, 
planes y programas contra la ESCI (Gutiérrez y Vega, 2006). 
 
Como se puede observar, los factores son múltiples y complejos, pero todos o 
algunos confluyen para que los menores de edad sean reclutados o enganchados 
en este tipo de explotación sexual, de esta manera, este trabajo intenta explorar la 
ESCI desde una perspectiva de género para conocer la percepción y creencias 
que los varones adultos tienen sobre este tipo de comercio y a su vez también ver 
que factores están incidiendo para que se normalice este fenómeno en nuestro 
país. 
 
 
1.4 Cifras respecto a la ESCI 
 
 
1.4.1 Magnitud de la ESCI a nivel mundial 
 
La Explotación Sexual Comercial Infantil (ESCI) es un problema social y de salud 
pública, ya que es un tipo de violencia que atenta contra las personas menores de 
edad en su integridad física y mental, violando todos sus derechos al ser víctimas 
de un tipo de comercio en donde son utilizados como objetos o mercancías, por 
ello es de vital importancia estudiar este fenómeno social dentro de la salud 
mental para llegar a entender de mejor manera sus causas, consecuencias, 
creencias, principales víctimas, clientes explotadores, y en general todos los 
patrones que puede seguir este fenómeno social. 
 
Este tipo de explotación hacia las personas menores de edad se está llevando a 
cabo en diversos países del mundo, sin embargo, este fenómeno no es nuevo, ya 
que desde hace años existe, pero ahora se ha incrementado, por una parte, por el 
desarrollo de la tecnología, que ha facilitado las redes de comunicación y por lo 
tanto, el intercambio de información entre las redes del crimen organizado que se 
dedican a la explotación sexual de las personas menores de edad. 
 
El interés a nivel internacional en el estudio de la prostitución infantil surge en 
1980 como resultado directo de las campañas activistas de Organizaciones No 
Gubernamentales (ONGs). Una de las primeras organizaciones fue “Terre de 
Hommes”, la cual en 1981 centró la atención del primer mundo en el turismo 
pedófilo4 en Sri Lanka. En el mismo periodo el Centro de Desarrollo Humano 
 
4 La pedofilia es un término clínico que hace referencia a la condición de los adultos que presentan 
desórdenes de personalidad que implican un interés sexual específico y centrado en niñas, niños y 
adolescentes. También abarca las fantasías sexuales recurrentes y altamente excitantes, impulsos sexuales o 
comportamientos, que implican, por parte de un adulto, actividad sexual con niñas, niños o adolescentes, sin 
llegar a la cópula (Tagle, 2005). Sin embargo, como se mencionó en la introducción, en este trabajo no se 
verá a los consumidores de la ESCI como personas con alguna patología, no se abordará desde una 
18 
 
mostró historias de un gran número de niños explotados sexualmente en la ciudad 
de Olongapo en Filipinas. En 1981 la Organización Noruega “Salvar a los niños” 
publicó un reporte titulado La explotación sexual de niños en ciudades 
desarrolladas. En 1990 ECPAT (Organización Internacional Fin de la Prostitución, 
Pornografía y Tráfico de Niños) y Fin de la Prostitución en el turismo Asiático 
fueron establecidas en Tailandia (Saunders, 1998). 
 
A nivel mundial, algunos de los países en los que se ha reportado la existencia de 
Explotación Sexual Comercial Infantil son Canadá, China, Finlandia, Israel, 
Pakistán, Perú, Chile, Reino Unido, Noruega, Suiza, Kenya, Panamá, Australia, 
Nueva Zelanda, Estados Unidos, Costa Rica, República Dominicana, Honduras, 
Noruega, China, Italia, Francia, Federación Rusa, Checoslovaquia, entre otros 
(Calcetas, 1998). 
 
El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) estima que alrededor 
de un millón de niños y niñas se suman anualmente al mercado de la explotación 
sexual comercial en el mundo (Estes, 2001 en Göran y Priebe, 2007; Rekart, 
2005, Raymond, 2001, en Cwikel y Hoban, 2005; Eisenberg y Belfer, 2009). Cabe 
aclarar que los niños traficados son reclutados para trabajar ya sea en la 
prostitución, el turismo sexual, o para matrimonios forzados (Watts y Zimmerman, 
2002, en Cwikel y Hoban, 2005). 
 
Sin embargo, datos ofrecidos por la UNICEF en el 2006 estiman que 150 millones 
de niñas y 73 millones de niños, menores de 18 años, fueron sujetos durante el 
2002 a relaciones sexuales forzosas y a otras formas de violencia física y sexual 
en el mundo. De igual manera denuncia el incremento anual de 1.8 millones en el 
número de víctimasde la trata con estos fines (Chávez, Chávez y Ramírez, 2008). 
 
Asimismo la UNICEF señala que la ESCI es el tercer negocio ilícito más lucrativo 
del planeta, con ganancias de 32 mil millones de dólares al año, sólo por debajo 
del narcotráfico y de la venta de armas (López y González, 2007). 
 
Datos actuales revelan que el tráfico humano con fines sexuales es el segundo 
negocio más rentable del mundo, después del narcotráfico, y arroja anualmente 6 
mil millones de dólares en ganancias, según datos de la Organización de las 
Naciones Unidas (Martínez, 2010). Estas datos pueden dar cuenta de que no 
existen cifras exactas que revelen la magnitud de las ganancias de este negocio 
ilícito, solamente son aproximaciones. 
 
 
perspectiva psicológica, atribuyendo únicamente a problemas de personalidad o psicopatología individual, 
más bien es necesario enfocarse en factores socioculturales, económicos y políticos que sirven de marco para 
tal práctica, ya que en la sociedad existen ciertas creencias y costumbres que fomentan y hasta llegan a 
naturalizar las relaciones sexuales comerciales tanto con personas mayores de edad como con las personas 
menores de 18 años (Save the Children, 2004). 
 
 
19 
 
En América Latina, algunos países como Nicaragua, Panamá, Costa Rica 
(Casares, 2003), Brasil, Colombia, República Dominicana, Venezuela y México 
(Alcántara, 2004) se han convertido en destinos turísticos aptos para la 
pornografía y prostitución infantil, dirigidas a consumidores ubicados en Estados 
Unidos, Canadá, Alemania, Italia y Suiza, principalmente. Las condiciones de 
pobreza y la ubicación geográfica en algunos casos, hacen que estos países sean 
blancos fáciles para este próspero negocio, por lo que las cifras de niños y niñas 
explotados sexualmente en América Latina y el Caribe son alarmantes. 
 
 
1.4.2 La situación de la ESCI en México 
 
México es un país que tiene una extensión territorial de 1’ 964, 375 km2, dividida 
políticamente en 31 entidades federativas y un Distrito Federal, y cuenta con una 
población de 112, 322, 757 habitantes (INEGI, 2010). Los problemas económicos 
y políticos que inciden en el país y la gran cantidad de personas son factores que 
influyen para que se presenten problemas tales como la pobreza, falta de empleo, 
contaminación, desintegración familiar, adicciones, y niños que viven en la calle, 
que pueden ser fácilmente explotados de diferentes formas entre ellas 
sexualmente. 
 
Al respecto, es preciso aclara que los niños, niñas y adolescentes atrapados en el 
mercado de la explotación sexual, no son necesariamente los que provienen de 
los sectores más pobres, toda vez que éste fenómeno trasciende las fronteras 
etnoculturales y de clase social. Los abusos físicos, psicológicos o sexuales, 
incluidos el de la explotación sexual comercial, acontecen contra niños, niñas y 
adolescentes pertenecientes a cualquier nivel económico, educativo o social 
(IPEC, 2004). 
 
Dentro de este contexto se puede mencionar que México ocupa el quinto lugar en 
Latinoamérica en explotación sexual infantil, con 250 mil menores inmersos, 
además se ha registrado un crecimiento del 100 por ciento en los últimos cinco 
años, de esta cifra, 70 por ciento son niñas (Chávez, Chávez y Ramírez, 2008). 
 
En lo relativo a la predominancia de niños o niñas víctimas de ESC, no se puede 
hablar de una paridad, pues aunque se ha encontrado que existen muchos niños y 
varones adolescentes, que son explotados sexualmente, las niñas y adolescentes, 
en razón de su género constituyen las principales víctimas en este mercado ilegal; 
esto, justificado en las tradiciones, costumbres, prejuicios, y todos aquellos 
factores asociados a la supremacía de los valores tradicionalmente masculinos y 
la desvalorización de lo femenino. La demanda de niñas pequeñas y de jóvenes 
vírgenes suele ser el principal objeto de consumo e intercambio por parte de los 
explotadores toda vez que existe una permisividad social mayor para que las 
20 
 
mujeres sean sometidas, utilizadas y abusadas5. Los niños, aunque también son 
víctimas de este tipo de actos, los son en proporción mucho menor, por lo que 
sería un error de hablar de igualdad (Tagle, 2005). 
 
El crecimiento acelerado de la ESCI se ha dado desde 1999, pues en ese año sólo 
21 de las 32 entidades federativas estaban involucradas en este fenómeno y 
actualmente se generaliza en todo el país (Alcántara, 2004), basta con mencionar 
que en una investigación realizada por la Organización Internacional Fin de la 
Prostitución, Pornografía y Tráfico de Niños (Ecpat) se indica que los Estados y 
Municipios que registran mayor número de casos de ESCI y la presencia de redes 
nacionales e internacionales dedicadas a esa actividad son: Tijuana, Ciudad 
Juárez, Ciudad Acuña, Piedras Negras, Monclova, Torreón, Saltillo, Monterrey, 
Nuevo Laredo, Matamoros, Ciudad Victoria, Tampico, Guadalajara, Puerto 
Vallarta, Guanajuato, Querétaro, Xalapa, Coatzacoalcos, Cuernavaca, Acapulco, 
Puerto Madero, Metepa, Tuxtla el Chico, Cancún, Sinaloa, Sonora, Yucatán, y el 
D.F. (Monge, 2003). 
 
Sin embargo, en el estudio “Infancia Robada” realizado por Azaola (2000) se 
menciona que las principales ciudades donde se concentra la ESCI son Acapulco, 
Cancún, Ciudad Juárez, Guadalajara, Tapachula y Tijuana, debido a que todas 
ellas cuentan con antecedentes importantes de la existencia del fenómeno, ya sea 
por ser zonas que concentran una gran cantidad de población y recursos, por 
tratarse de centros turísticos, o por ser puntos fronterizos importantes del país. 
 
En otro estudio llevado a cabo por Espacios de Desarrollo Integral (Ediac) y la 
Organización Internacional Fin de la Prostitución, Pornografía y Tráfico de Niños 
(Ecpat) se localizaron 83 sitios donde se promociona a México de manera directa 
e indirecta como un destino para los turistas sexuales. En una de esas páginas 
hay relatos de turistas sexuales que narran sus experiencias en Acapulco, Cabo 
San Lucas, Cozumel, Ensenada, Ciudad Juárez, Laredo, Mazatlán, Mexicali, 
Nuevo León, Tijuana, Reynosa, Cancún y el DF (Alcántara, 2004). 
 
Como se observa la proliferación de la ESCI en diversos lugares del país ha 
aumentado, esto sin importar que sean grandes ciudades o lugares turísticos, ya 
que muchas veces los consumidores de este tipo de comercio no son solamente 
extranjeros sino gente de la localidad o turistas del mismo país, lo cual ha 
fomentado su crecimiento. 
 
Dentro de este contexto, las estadísticas que se dieron a conocer en la tercera 
Conferencia Bilateral de Explotación Sexual indicaron que cada año 50 mil 
mujeres y niños son traficados de manera ilegal a Estados Unidos para forzarlos a 
prostituirse o utilizarlos para realizar pornografía. La región Tijuana-San Diego es 
uno de los corredores principales de esta actividad ilícita (Cornejo, 2003). 
 
 
5 Foro Internacional sobre el combate a la Explotación Sexual Infantil. Paquete básico sobre la Explotación 
Sexual Infantil Ciudad de México, Octubre, 2004. 
21 
 
Muchos de los niños que son secuestrados o robados se encuentran explotados 
dentro de la industria sexual y son traficados dentro del país o fuera de éste, de 
esta manera, en los registros de la Policía Federal Preventiva (PFP) de niños 
extraviados en el 2003, se tenían documentados 118 casos de menores 
reportados como robados, desaparecidos, sustraídos, vendidos y adoptados 
ilegalmente en ciudades como el Distrito Federal, Tijuana, Ciudad Juárez, 
Guadalajara, Tapachula, Monterrey y Puebla. De acuerdo con las denuncias 
recibidas en la PFP, 40% de ellos eran mujeres y 51% hombres, y al momento de 
la desaparición, 36% tenían de 0 a 4 años; 39% de 5 a 12 años, y 25% de 13 a 17 
años. Además, 4% de los menores estaban en calidad de desaparecidos,25% 
robados, 10% sustraídos, 5% vendidos y 13% adoptados ilegalmente (Monge, 
2003). 
 
La globalización y los canales utilizados por los mercados formales han facilitado 
el trabajo de los grupos criminales. Los delincuentes aprovechan las herramientas 
de información y las rutas del comercio internacional para hacer sus 
transacciones. Actualmente, por ejemplo, el tráfico de personas tiene más ventajas 
por las facilidades de transporte, tecnología para falsificar documentos y formas de 
comunicación entre delincuentes (Gutiérrez, 2005 b). 
 
De esta forma, el internet es un poderoso medio de comunicación que permite la 
proliferación de páginas de pornografía infantil, así en un informe de la Policía 
Federal Preventiva (PFP), sobre las acciones realizadas en esta materia del año 
2002 hasta el 2004, se detalló la existencia de 400 páginas de internet dedicadas 
a la distribución de pornografía infantil, siendo 200 de ellas mexicanas (Otero, 
2005). A su vez, las estadísticas de la Policía Cibernética revelan que la 
explotación sexual infantil por internet ha aumentado en los últimos cinco años y 
ocupa el tercer lugar de la lista de delitos cibernéticos en México, superada sólo 
por los fraudes y las amenazas (Gutiérrez, 2005 a). 
 
Richard Estes (Azaola y Estes, 2003), catedrático de la Universidad de 
Pennsylvania e investigador principal del estudio trinacional La ESCI en Estados 
Unidos, Canadá y México, indica que los menores de edad sujetos a explotación, 
cuyas edades oscilan entre 10 y 17 años, ingresan a Estados Unidos a través de 
las fronteras de México y Canadá, las formas más comunes de explotación son 
pornografía, sexo con homosexuales y prostitución para los varones, en el caso de 
las niñas, bailes nudistas o prostitución en beneficio de organizaciones criminales. 
 
En nuestro país algunos factores que se han encontrado que influyen en el 
incremento de la ESCI son la débil aplicación de las normas, violencia, malos 
tratos y abusos sexuales, estereotipos de edad y patrones de belleza que 
favorecen la atracción sexual hacia mujeres jóvenes y menores de edad, deterioro 
de las condiciones, calidad y expectativas de vida, migración de miembros de la 
familia o de la familia completa dentro o fuera del país. Además los menores de 
edad son etiquetados como dóciles, frágiles y dispuestos a complacer a los 
adultos; el alcoholismo de los padres, el creciente consumo de drogas en los hijos, 
abandono de los niños de la familia y el incremento del número de menores de 
22 
 
edad que viven o trabajan en la calle, bajos índices de escolaridad y altos 
márgenes de desempleo, la pérdida del poder adquisitivo de los salarios dentro de 
la economía formal y la incorporación de amplios contingentes al sector informal 
de la economía (Azaola, 2000), todos son factores que convergen en nuestro país 
para que se produzca este tipo de comercio sexual y sea un problema complejo 
que debe ser atendido y estudiado para dar propuestas para su control. 
 
1.4.3 Marco Legal, Acuerdos Internacionales y Acciones institucionales 
en México 
 
En nuestro país, actualmente se han formulado leyes que prohíben la explotación 
sexual a personas menores de edad, ya que hasta 1999 estas conductas podían 
perseguirse a través de figuras legales muy vagas, como la de corrupción de 
menores o lenocinio agravado. 
 
En México se ha reafirmado el compromiso en diversos eventos internacionales 
para la protección de los niños y el cumplimiento de sus derechos. 
 
En este sentido es importante mencionar que a pesar de que existen varios 
tratados en materia de derechos humanos de los niños, éstos siguen sufriendo 
todo tipo de explotación, pues sus derechos y dignidad, establecidos y 
garantizados normativa e ideológicamente en las declaraciones y pactos 
internacionales de derechos humanos, son la mayoría de las veces, sólo 
documentos. De esta manera, algunos adultos no sólo ven a los niños como 
sujetos con múltiples obligaciones y nulos derechos, sino como objetos de su 
propiedad, a los que pueden lastimar, hacer trabajar arduamente, y en muchas 
ocasiones explotarlos sexualmente. 
 
Para poder corregir estos abusos se han formulado leyes para proteger a los 
menores de edad, así el 29 de mayo del 2000 se publicó en el Diario Oficial de la 
Federación la Ley para la Protección de los Derechos de Niñas, Niños y 
Adolescentes6, la cual complementa la reforma del Artículo 4º de la Constitución, 
al reconocer y garantizar los derechos de los niños a la salud, la nutrición, la 
educación, la recreación, entre otros. Esta Ley obliga a los padres de familia a 
respetar los derechos de la niñez y al Estado a que facilite el ejercicio de estos 
derechos. Así, varias entidades federativas están en proceso de adecuación de 
sus legislaciones para garantizar los derechos de la niñez. 
 
Asimismo, el artículo 133 Constitucional establece que los tratados internacionales 
firmados por el poder ejecutivo y ratificados por el Senado de la República sean 
considerados como fuente y parte de la Ley Suprema de la Unión. Instrumentos 
adaptados por la Asamblea General de las Naciones Unidas como la Convención 
sobre los Derechos del Niño y su Protocolo Facultativo referente a la Venta de 
Niños, la Prostitución Infantil y la Utilización de los Niños en la Pornografía, así 
 
6 DIF-OIT. México ante la Explotación Sexual Comercial Infantil, en www.ilo.org/public/spanish 
23 
 
como el Convenio 182 relativo a la Erradicación de las Peores formas de trabajo 
infantil de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) son para el país fuente 
de derecho y pueden ser invocados en cualquier proceso judicial7. 
Los derechos humanos de los niños tienen como objetivo proteger a los menores 
de edad para que no sean víctimas de la explotación sexual con fines comerciales, 
así como el derecho de los niños a recibir información y educación. 
 
Dentro de los artículos que protegen a los niños se encuentran los siguientes8: los 
artículos 2, 7, 8, 23, 26 y 40 hablan del derecho al respeto y a la identidad, el 6 y 
24 se refieren a el derecho al desarrollo económico, social y cultural; los artículos 
3, 9, 11, 16, 19 a 22, 24, 25, 30 y 32 a 38 se comprometen también a proteger los 
derechos de los menores de edad creando y asegurando un medio que los 
proteja. 
 
Los artículos 18, 23, 24, 26, 31 y 39 se refieren a la promoción de un medio en el 
que los menores de edad reciban cuidados. Todos estos derechos guardan una 
relación muy estrecha con la protección de los niños, niñas y adolescentes contra 
la explotación sexual. 
 
Específicamente, en los artículos 19 y 34 los Estados Partes se comprometen a 
proteger al niño contra todas las formas de explotación y abusos sexuales, 
tomando todas las medidas que sean necesarias para impedir que un niño se 
dedique a cualquier actividad sexual ilegal, la explotación del niño en la 
prostitución u otras prácticas sexuales ilegales y la explotación del niño en 
espectáculos o materiales pornográficos. 
 
Además de prever la protección contra el acto físico de la explotación sexual, el 
art. 16 prohíbe las injerencias arbitrarias o ilegales en la vida privada de un niño y 
los ataques ilegales a su honra y a su reputación y otorga al niño el derecho a la 
protección de la ley contra esas injerencias o ataques. 
 
Asimismo, los art. 28 y 29 establecen que los niños tienen derecho a la educación 
y a la información en cuestiones educacionales y profesionales encaminadas a 
desarrollar la personalidad, las aptitudes y la capacidad mental y física del niño 
hasta el máximo de sus posibilidades. 
 
Si bien todos los Estados Partes en la Convención han convenido en proteger al 
niño para que no sea víctima de la explotación sexual, varias disposiciones de la 
Convención reconocen que la educación y los medios de comunicación 
 
7 Memorias del 2do. Congreso contra la Explotación SexualComercial Infantil. Puerto Vallarta, México. 
Diciembre, 2002. 
8 Calcetas, S. O. (1998). Derechos del niño. Informe de la Relatora Especial sobre la venta de niños, la 
prostitución infantil y la utilización de niños en la pornografía. Naciones Unidas. Consejo Económico y Social. 
E/CN.4/1998/101. 
 
 
24 
 
desempeñan un papel importante en la prevención de esas violaciones al 
potenciar la autonomía del niño por medio de la educación y la información. 
 
Actualmente gracias a la difusión de los derechos, los niños son conscientes de 
que tienen que ser respetados física y psicológicamente, aunque todavía existe 
olvido por la niñez, y sus derechos no son tomados en cuenta y día a día se ven 
obligados a ser explotados tanto por su familia como por redes de personas que 
se dedican a lucrar con ellos en diferentes actividades ilícitas. 
 
Es por ello que las instituciones del país han tomado algunas acciones para poder 
erradicar este tipo de prácticas, sin embargo, las acciones llevadas a cabo no han 
tenido continuidad y por lo tanto no se puede decir que tanto han ayudado a frenar 
esta problemática. 
 
A partir del enfoque de derechos, la ESCI es vista como un ejercicio de poder que 
mercantiliza el abuso sexual infantil y viola los derechos de las niñas y niños. 
Apoyadas en el enfoque de derechos, distintas organizaciones gubernamentales y 
de la sociedad civil así como agencias internacionales a favor de la infancia 
(UNICEF, OIT, OMS), desarrollan una campaña mundial contra la ESCI (Gutiérrez 
y Vega, 2006). 
 
Como parte de esta campaña las organizaciones han celebrado dos Congresos 
Mundiales contra la Explotación Sexual Comercial Infantil (Estocolmo, 1996 y 
Yokohama, 2001), en los cuales han reconocido la existencia mundial de niñas y 
niños forzados a tener actividades sexuales remuneradas a través del engaño, las 
amenazas, el endeudamiento, la privación de la libertad, la alcoholización y el 
consumo de otras drogas, entre otros medios (Gutiérrez y Vega, 2006; OIT, 2004). 
 
Además las organizaciones a favor de los derechos de los niños, niñas y 
adolescentes han movilizado a los estados parte de la Organización de las 
Naciones Unidas, hacia la celebración de acuerdos y convenios, elaboración de 
agendas y planes de acción, modificación de leyes y la ratificación de distintos 
instrumentos internacionales que les obligan a prevenir y erradicar la prostitución y 
la pornografía infantil así como el tráfico de personas y a restituir los derechos 
usurpados a las víctimas (Gutiérrez y Vega, 2006). 
 
La campaña contra la ESCI se desarrolla en México desde la segunda mitad de 
los años 1990 y ha comprendido varias acciones, como el desarrollo de 
investigaciones del fenómeno; la formación de comités y planes de acción 
interinstitucionales, la modificación de leyes; las campañas de prevención y de 
denuncia; la capacitación de policías cibernéticos y de prestadores de servicios 
comunitarios, la difusión de paquetes básicos de información y seminarios, foros, 
congresos y publicaciones contra la ESCI (op. cit.). 
 
El abordaje integral del fenómeno exige la participación coordinada de varias 
instituciones. Para tal efecto, el Gobierno de la República convocó, a través del 
Sistema Nacional DIF, a las instancias del sector público, privado y de la sociedad 
25 
 
civil a sumar esfuerzos coordinados contra la problemática, conforme al Plan de 
Acción Nacional para Prevenir, Atender y Erradicar la Explotación Sexual 
Comercial Infantil (op. cit.). 
 
 
En este sentido, como acción relevante en el ámbito de la prevención se puede 
destacar que durante el año de 1999 al 2000, se realizó la primera investigación 
para profundizar y conocer la realidad de la ESCI en México. Esta labor se 
materializó en la elaboración del estudio titulado “Infancia Robada”, por la 
investigadora Elena Azaola, en el año 2000, resultado de los esfuerzos conjuntos 
del Sistema Nacional del Desarrollo Integral de la Familia (SNDIF), Fondo de las 
Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) y el Centro de Investigaciones y 
Estudios Superiores en Antropología Social (CIESAS). 
 
Este estudio, además de ser el primer trabajo escrito que profundiza en la 
existencia del fenómeno en México, trata de medir su magnitud y relevancia, 
aborda la situación de niños, niñas y adolescentes que sufren de ESC en seis 
ciudades del país (OlT, 2004). 
 
En el mes de Noviembre del año 2001, Fondo de las Naciones Unidas para la 
Infancia (UNICEF), Desarrollo Integral de la Familia (DIF), Procuraduría General 
de la República (PGR) y el Instituto Nacional de las Mujeres (INMUJERES) 
elaboraron y difundieron una campaña nacional de sensibilización sobre 
pornografía y prostitución infantil, la cual se identificó con la frase “Abre los ojos”. 
Esta campaña dio inicio con el diseño de dos carteles y un tríptico y fue apoyada 
con una gran difusión en televisión y radio, conferencias y artículos periodísticos, 
todo como parte de una estrategia integral con el fin de posicionar el fenómeno en 
la agenda pública nacional (op.cit.). 
 
La segunda fase de esta campaña estableció como objetivo la creación de 
denuncia a través del mensaje: “Abre los ojos, PERO NO CIERRES LA BOCA” 
haciendo referencia a la necesidad de la participación ciudadana de la denuncia 
de estos delitos. En esta fase se le proporcionó al ciudadano un número telefónico 
operado y atendido por la Procuraduría General de la República. 
 
Una de las más importantes respuestas institucionales en contra de la ESCI en 
México, es la creación en el año 2000 de la Fiscalía Especial de Tráfico de niños, 
adscrita a la Unidad Especializada de Delincuencia Organizada de la Procuraduría 
General de la República. Por otra parte, la labor de la Policía Federal preventiva y 
de la Secretaría de Seguridad Pública ha sido importante para la investigación y 
detección de redes relacionadas con delitos de pornografía a través de la Internet 
que se encuentran operando a lo largo del país (op. cit.). 
 
En el 2005 la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal (CDHDF), el 
Instituto Nacional de las Mujeres del Distrito Federal (INMUJERES-DF), la 
Secretaría de Educación Pública (SEP) y el Sistema Nacional para el Desarrollo 
Integral de la Familia (DIF-DF) presentaron un cuadernillo de prevención contra la 
26 
 
explotación sexual comercial infantil, cuyo objetivo fue contribuir a la prevención y 
la erradicación del comercio sexual. Contenían información para que niños y niñas 
detectaran los riesgos, previnieran e identificaran señales de abuso, además de 
saber que hacer en caso de ser víctimas de explotación sexual (Dirección General 
de Comunicación Social, Boletín de Prensa N. 136/2005). 
La edición de este cuadernillo tenía un lenguaje claro y sencillo y se distribuyó en 
enero del 2006 de forma gratuita a niños y niñas de escuelas primarias, así como 
entre diversas organizaciones de la sociedad civil. 
 
Este cuadernillo de prevención contra la ESCI buscaba informar sobre la 
problemática y evitar que más infantes fueran víctimas de esta actividad ilícita, 
también pretendió que la sociedad tomara conciencia y generara, en sus 
posibilidades, acciones que detuvieran el delito. 
 
El cuadernillo tiene 16 páginas, en las que los menores pueden encontrar 
información sobre los siguientes temas: ¿Qué es la explotación sexual comercial 
infantil?, ¿Qué es la pornografía infantil?, ¿Qué es la prostitución infantil?, 
¿Quiénes son las víctimas de la ESCI?, ¿Quiénes son las personas que se 
dedican a este tipo de explotación y dónde se encuentra?, ¿Qué es el turismo 
sexual infantil?, ¿Qué es el tráfico infantil con fines sexuales?, ¿Por qué se da la 
ESCI?, Consecuencias de la explotación sexual; recomendaciones para el auto 
cuidado y evitar engaños, así como un directorio de atención (op. cit.). 
 
Es importante señalar que los programas de prevención tienen que ser dirigidos 
no solamente a los niños, sino también a la población adulta, ya quela OMS ha 
indicado que la prevención primaria hacia la violencia sexual, en este caso la ESCI 
como una manifestación de la violencia sexual, debe apoyarse en los enfoques 
dirigidos a modificar las actitudes y las conductas, teniendo en cuenta los 
aspectos culturales y participativos (Krug, Dalhberg, Mercy, Zwi y Lozano, 2003). 
 
Las acciones que se han llevado a cabo en nuestro país, han permitido que se de 
a conocer esta problemática, pero aún falta más difusión en los medios de 
comunicación así como más información hacia la población en general para que 
se concienticen y sensibilicen ante este fenómeno social que está afectando los 
derechos fundamentales de los niños, niñas y adolescentes. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
27 
 
1.4.4 La ESCI en el Distrito Federal 
 
El Distrito Federal (D.F.) cuenta con una superficie de 1,486,45 km2 lo que 
representa un 0.08% de la superficie total de la República y tiene una población de 
8, 873, 017 habitantes (INEGI, 2010). De acuerdo con su ubicación geográfica 
colinda con dos Estados de la República, Morelos al sur, y el estado de México al 
norte, este y oeste. 
 
El D.F. está integrado por 16 delegaciones políticas que constituyen la ciudad de 
México: Azcapotzalco, Coyoacán, Cuajimalpa, Gustavo A. Madero, Iztacalco, 
Iztapalapa, Magdalena Contreras, Milpa Alta, Álvaro Obregón, Tláhuac, Tlalpan, 
Xochimilco, Benito Juárez, Cuauhtémoc, Miguel Hidalgo, y Venustiano Carranza. 
 
La Ciudad de México se erige como un asentamiento con un centro al que no le 
discuten su supremacía las nuevas áreas en expansión, donde se llevan a cabo 
diversas actividades, que de acuerdo con Morales (2001) incluyen: las de gobierno 
no sólo local sino nacional; las de los servicios financieros y de empresas con todo 
tipo de oficinas desde las corporativas hasta las que se resuelven en pequeños 
despachos que densifican la ciudad histórica; la turística con numerosos hoteles 
que se mantienen en el centro con restaurantes y tiendas de lujo; el comercio 
tanto básico como especializado a menudeo y a mayoreo se mantiene también; 
los principales equipamientos públicos de salud y educación se ubican en sus 
inmediaciones; la vivienda si bien se expande entorno al centro mantiene un 
importante número de residentes en la ciudad antigua; incluso las actividades 
industriales se resisten a salir, particularmente los talleres artesanales que se 
mantienen en el Centro Histórico de la Ciudad de México. 
 
La gran concentración y movilidad de personas, transporte, actividad económica y 
laboral, la pobreza, falta de atención al infante, proliferación de giros negros, 
corrupción de los cuerpos policíacos entre otros factores, que se conjugan en la ciudad 
de México, han provocado que ésta sea un centro de atracción para diferentes 
actividades ilícitas, entre ellas el comercio sexual. 
 
La relatora especial, Ofelia Calcetas Santos, en el informe sobre su misión a 
México señaló que los motivos por los que los niños son objeto de explotación 
sexual comercial en las zonas metropolitanas, turísticas y fronterizas, son en 
general muy semejantes: pobreza, emigración, desintegración familiar y de los 
valores sociales y morales, pero mucho más grave por su carácter endémico 
porque afecta a todos los sectores de la sociedad, perece ser el problema de la 
violencia dentro de la familia, que hace que vaya en aumento el número de niños 
que se escapan de casa y niños de la calle9 (Comisión de Derechos Humanos del 
Distrito Federal, 2007). 
 
9 Naciones Unidas, relatora especial sobre la venta de niños, prostitución infantil y la utilización de niños en la 
pornografía, Ofelia Calcetas Santos, Informe sobre la introducción clandestina de personas y la protección de 
sus derechos, E/CN.4/Sub.2/2001/26, párrafo 10, en Informe especial sobre explotación sexual comercial 
infantil en el Distrito Federal, 2006. Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal, 2007, México. 
28 
 
También se mencionan otras causas como son la falta de oportunidades 
educativas, la drogadicción, la violencia generalizada hacia mujeres, niños y niñas, 
la conducta sexual irresponsable por parte de las personas adultas, el 
consumismo, donde se legitima el poder ilimitado del dinero para comprar 
cualquier cosa, incluyendo seres humanos, los marcos legislativo débiles y 
contradictorios, la permisibilidad social, la discriminación de género, el machismo, 
es decir, todos aquellos factores asociados a la supremacía de los valores 
tradicionales masculinos que predominan en nuestro país (OIT, 2004). 
 
Este problema social es multicausal, por eso la combinación de la impunidad 
social, la falta de sanción legal, aunada a los beneficios económicos que genera 
este comercio, han impulsado la explotación sexual de las personas menores de 
edad. 
 
En el D.F. se han encontrado diversos lugares donde se lleva a cabo este 
comercio. Sobre la ESCI, la Comisión de Derechos Humanos del D.F. (CDHDF) 
obtuvo información de organizaciones no gubernamentales que trabajan violencia 
de género y los derechos de las niñas, niños y adolescentes. De acuerdo con las 
personas y organizaciones consultadas los lugares en que se practica con mayor 
frecuencia la ESCI son los siguientes puntos de la ciudad10: de la zona centro se 
encuentran la Alameda, el Metro Hidalgo, Avenida Circunvalación; es el área más 
famosa en el caso de las mujeres, principalmente la Merced. 
 
Un número importante de niñas y adolescentes de la Merced enfrentan 
condiciones que comienzan con el otorgamiento de bienes básicos como techo y 
comida por algún tiempo, alrededor de una semana por parte del o la explotadora. 
A partir de ello comienzan a establecer un sistema de deudas. Con el paso del 
tiempo es claro que éstas resultan impagables. En los casos de quienes son 
explotadas en establecimientos cerrados las deudas son aún mayores porque se 
contabiliza la ropa, el maquillaje, la infraestructura del lugar como las luces, etc. 
En ocasiones se les prohíbe salir. Muchas veces ellas no reciben el dinero sino los 
explotadores (Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal, 2007). 
 
De acuerdo con una investigación de Espacios de Desarrollo Integral A.C. 
(EDIAC) en 1996, el 15% de las mujeres en prostitución observadas en la Merced 
eran adolescentes, pero información reciente de la red Fin de la Prostitución 
Infantil, la Pornografía y el tráfico de Niños, Niñas con Fines Sexuales (ECPAT), 
ha reportado un aumentado del 20%, observándose niñas menores de 14 años a 
quienes ni siquiera se les han desarrollado del todo los caracteres sexuales 
secundarios (op. cit.). 
 
 
10 Informe especial sobre explotación sexual comercial infantil en el Distrito Federal, 2006. Comisión de 
Derechos Humanos del Distrito Federal, 2007, México. La información que se detallará en los siguientes 
párrafos sobre las zonas donde se realiza la ESCI fue obtenido de este informe el cual obtuvo la información 
de entrevistas directas, en este informe se cita el nombre de la persona específica que proporcionó la 
información y la organización a la que pertenece. 
 
29 
 
Negrete (2002) menciona al respecto que en el Distrito Federal 5 mil menores son 
explotados sexualmente, principalmente en la zona de La Merced, en donde se 
concentra aproximadamente 15 por ciento de la prostitución. Destacan también 
zonas como Tepito y cines, como el Teresa, que exhiben películas pornográficas, 
en donde por 50 pesos varios menores realizan sexo oral. 
 
Según la Coalición contra el tráfico de mujeres y niñas para América Latina y el 
Caribe más de 5 mil mujeres y mil 500 niñas son explotadas sexualmente en la 
Merced. La clientela es variada, los hay desde albañiles, diableros, jugueros, etc, 
el servicio completo ronda los 100 y 150 pesos, además existen preciosespeciales en sexo oral, anal, con o sin ropa (Martínez, 2010). 
 
La Comisión de Derechos Humanos del D.F. (CDHDF, 2007), también encontró 
los siguientes sitios como zonas donde se llevan a cabo este tipo de comercio, la 
Avenida San Pablo y los Callejones de Manzanares y Santo Tomás, Garibaldi, 
Sullivan, avenida de los Insurgentes y Reforma, la Zona Rosa, la Central 
Camionera, los alrededores del Metro Indios Verdes y la Villa, en los límites con el 
Estado de México, el metro Zaragoza, Iztacalco, en los centros nocturnos del Eje 3 
y en ostionerías y loncherías; es decir, principalmente en espacios cerrados. 
 
En julio del 2005 la PGJDF informó de nuevos casos de prostitución infantil y 
pedofilia en las delegaciones Iztacalco e Iztapalapa. Se refirió a por lo menos 10 
puntos rojos donde sujetos realizan pornografía infantil con menores de edad. 
 
 
 
 
30 
 
 
 
 
Figura 1. Principales Delegaciones donde se ha observado que se lleva a cabo la Explotación 
Sexual Comercial Infantil. 
Fuente: Elaboración propia a partir de la información que se obtuvo del Informe especial sobre explotación 
sexual comercial infantil en el Distrito Federal, 2006. Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal, 
2007, México 
 
 
 
La ESCI se lleva a cabo también, de manera encubierta, en un importante número 
de loncherías, estéticas, spas y, cada vez en mayor proporción, negocios que 
ofrecen masajes y que se anuncian en los medios de comunicación impresa con 
términos como chavitas, escolares, etc. Por otro lado hay explotadores que 
ofrecen servicios a domicilio, generalmente a zonas residenciales. 
 
Entre las formas más comunes en que se presenta la ESCI en el D.F. se 
encuentran las siguientes: prostitución, utilización de niños, niñas y adolescentes 
en la pornografía, turismo sexual, trata de personas menores de edad, venta de 
31 
 
niños, niñas y adolescentes, menores de edad explotados en la vía pública, niños, 
niñas y adolescentes explotados en espacios cerrados, niños niñas y adolescentes 
que viven con su familia y ésta participa o acepta de manera implícita que sean 
explotados o que viven con su familia pero ésta desconoce que están siendo 
explotados, niños, niñas y adolescentes explotadas por su pareja; y niños y niñas 
que se encuentran en situación de calle (Comisión de Derechos Humanos del 
Distrito Federal, 2007). 
 
Casa Alianza ha detectado varias zonas de explotación a niños en situación de 
calle: la Central camionera de San Lázaro, la Colonia Buenos Aires y el metro 
Moctezuma, donde conductores de microbuses, taxistas y policías forman redes 
informales para recomendarse niñas dispuestas a tener relaciones sexuales a 
cambio de ropa, comida u otros beneficios. Al sur, se ubican el metro Taxqueña, y 
las proximidades del metro Barranca del Muerto. En general, en las centrales 
camioneras, en los puntos donde se reúnen, en los parques públicos e incluso 
muy cerca de las instituciones que las atienden o que trabajan en ellas están 
contactando clientes (op. cit.). 
 
Por otra parte, siguiendo con esta misma cita, se menciona que no solamente las 
personas menores de edad en situación de calle son explotados sexualmente, 
también existen ciertos menores que se prostituyen para ayudar a su familia, 
comprarse ropa, celulares, entre otras cosas. De esta manera se ha documentado 
que algunas estudiantes no asisten a la escuela, van a la zona de La Merced a 
ofrecer sus servicios sexuales. Son menores con problemas económicos y 
familiares. Además se pueden encontrar adolescentes de 12 a 17 años 
acompañadas de un adulto que las explota. 
 
Se ha encontrado, también, que en la delegación Venustiano Carranza es donde 
más se registra el comercio sexual infantil, así la mayoría de las mujeres que se 
encuentran en la calle esperando a un cliente son mujeres que carecen de 
credencial oficial con fotografía con la que puedan comprobar que son mayores de 
edad. 
 
Por su condición económica y social, el D.F. es un lugar propicio para que se lleve 
a cabo este tipo de prácticas, y es especialmente en la zona centro donde se 
manifiesta más este problema, pero no escapa ningún lugar ya que en todas las 
zonas se está incrementando este tipo de comercio, por lo que es de vital 
importancia estudiar desde diferentes perspectivas qué factores están detonando 
la proliferación de este fenómeno social. 
 
Como se ha venido mencionando, la ESCI es un problema social que involucra a 
los explotadores o enganchadores, las víctimas, en este caso las personas 
menores de edad, y los clientes potenciales, es decir, los hombres. En nuestro 
país son pocos los estudios relacionados con la ESCI, por una parte se ha hecho 
hincapié en las víctimas, por ejemplo, Azaola (2000) realizó un estudio en seis 
ciudades del país para conocer la situación de los niños, niñas y adolescentes 
explotados sexualmente, pero ha quedado de lado el estudio de los clientes, 
32 
 
aquellos hombres que gustan de tener relaciones sexuales con personas menores 
de edad y que no son exclusivamente pedófilos. Más bien existe toda una serie de 
creencias y costumbres en torno a los mandatos masculinos que permean nuestra 
sociedad y permiten o facilitan que se lleven a cabo este tipo de prácticas. 
 
En el siguiente capítulo se hablará sobre el género y la construcción de la 
sexualidad masculina, ya que para poder comprender la manera en la que los 
hombres piensan y actúan sobre la ESCI, se debe conocer los factores culturales 
y sociales que han cimentado la manera de relacionarse, así como los principales 
atributos que éstos deben demostrar y ejercer ante los demás, como la violencia, 
la fuerza, la virilidad, etc. 
 
A través de los estudios de género se puede visualizar cómo las relaciones 
desiguales entre hombres y mujeres, desde una cultura patriarcal particularizada 
por el control de la sexualidad hace que manifestaciones como la cosificación 
sexual, y el adultocentrismo tiendan a lo que hoy se conoce como violencia 
basada en género, es decir, a la discriminación, subordinación y sumisión de la 
mujer por el hombre en todos los campos de la esfera social: económico, político, 
jurídico, ideológico, familiar, incluyendo el sexual (Lagarde, 1993). Sin embargo, 
no solamente las mujeres pueden ser objeto de esta subordinación, también 
aquellas personas débiles o vulnerables dentro de la estructura social, es decir, los 
niños, adolescentes y los ancianos. 
 
De esta manera, la perspectiva de género como herramienta de análisis aporta 
elementos teórico metodológicos que ayuda a comprender y desarrollar acciones 
de prevención, protección y restitución de derechos en contra de la explotación 
sexual comercial infantil. Es por esta razón, que se tiene que enmarcar dentro del 
enfoque de género el estudio de la ESCI, ya que está muy relacionada con los 
mandatos culturales y sociales que han sido cimentados en nuestra sociedad y 
que alientan este tipo de prácticas machistas en donde el poder y el control sobre 
la vida de otras personas es una característica; y no puede verse aisladamente, 
pues forma parte del sistema de discriminación y violencia (Bojorquez, 2006; en 
Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia, 2006). 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
33 
 
2. Construcción de la Sexualidad Masculina 
 
2.1 Género 
 
 
Las diferentes formas de género están en sí mismas construidas activamente por 
una variedad de niveles sociales desde una pequeña interacción cultural. Por lo 
que los individuos como agentes activos construyen el significado particular de 
género en un contexto social (Addis y Cohane, 2005). 
 
El género como construcción social y cultural, nos implica en su estudio para 
poder conocer la forma en que hombres y mujeres cimientan la manera de 
interactuar en la sociedad, y debido a que ésta construcción integra aspectos 
sociales y culturales, es muy diferente hablar de género en diferentes momentos 
históricos y culturales. 
 
De esta forma, Mead planteó la manera revolucionaria

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