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Impacto-medico-y-economico-de-los-reprocesos-en-el-laboratorio-de-patologa-clnica

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UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO 
 
CURSO DE ESPECIALIZACIÓN EN PATOLOGÍA CLÍNICA 
 
 FUNDACIÓN CLÍNICA MÉDICA SUR 
 
IMPACTO MÉDICO Y ECONÓMICO DE 
LOS “REPROCESOS” EN EL LABORATORIO 
DE PATOLOGÍA CLÍNICA 
 
TESIS 
 
QUE PARA OPTAR POR EL GRADO DE ESPECIALISTA EN 
MEDICINA (PATOLOGÍA CLÍNICA) 
 
PRESENTA: 
DRA. ADRIANA MENDOZA NOGUEZ 
 
TUTOR: 
DR. VICTOR M. NOFFAL NUÑO 
PATOLOGÍA CLÍNICA, MÉDICA SUR 
 
MÉXICO D.F. NOVIEMBRE 2015 
Margarita
Texto escrito a máquina
FACULTAD DE MEDICINA
 
UNAM – Dirección General de Bibliotecas 
Tesis Digitales 
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respectivo titular de los Derechos de Autor. 
 
 
 
 
 
ÍNDICE 
 
 Página 
 
INTRODUCCIÓN 1 
 
OBJETIVOS 3 
 
JUSTIFICACIÓN 3 
 
MARCO TEÓRICO 4 
 
MATERIAL Y MÉTODOS 7 
 
RESULTADOS 7 
 
DISCUSIÓN 13 
 
CONCLUSIONES 15 
 
BIBLIOGRAFÍA 16 
 
 
 
1 
 
INTRODUCCION 
 
Alrededor de 200-300 analitos son evaluados rutinariamente en los laboratorios 
clínicos. La actual automatización con los equipos ahorra tiempo y mejorar el 
rendimiento a través de la eliminación del error humano. Sin embargo, el uso 
excesivo de las pruebas puede ser perjudicial para el paciente y el propio 
laboratorio. 
Los “reprocesos” son la acción de repetir un análisis que ya se había realizado pero 
por diversas situaciones se desea confirmar para poder ser emitido. Es una práctica 
común en los laboratorios pero no significa que sea correcto, principalmente cuando 
te respalda un control de calidad en tus análisis. 
Este estudio pretende conocer el número de reprocesos que realizamos en nuestro 
laboratorio, específicamente en el área de Química clínica, con 27 analitos medidos 
durante un periodo de seis meses; así como su implicación económica y en el 
paciente, tratando de implementar alternativas o procesos que disminuyan la acción 
de “repetir” sin justificación. 
BUN, triglicéridos y creatinina fueron las pruebas con más reprocesos (31.6 %). El 
análisis estadístico mostró una correlación positiva fuerte al comparar los resultados 
iniciales de creatinina y potasio con sus reprocesos (r= 0.999 y 0.998). Esto significa 
que la variación entre la primera y segunda medición fue mínima, es decir, fueron 
reproducibles. Sin embargo, solo hubo diferencia significativa en la evaluación de 
creatinina, con un p < 0.05 (0.003). 
El resultado inicial y su reproceso no impacta clínicamente en la toma de decisión o 
cambios en el manejo de un paciente; si desde el inicio fue un valor crítico, seguirá 
comportándose de igual forma en su reproceso. 
Respecto al tiempo de entrega en los resultados, en el 32 % de las repeticiones de 
creatinina y potasio, hay una demora de 6-10 minutos extra para obtener el 
resultado debido a reprocesos. Aun así, esto no afectó nuestro tiempo límite de 
reporte para valores críticos (< 1 hora). 
El impacto económico de reprocesar mostró un gasto extra del 3.93 % solo en esta 
área evaluada, sin tomar el costo de la calidad por los retrasos, el tiempo del analista 
y demás insumos. 
Es un hecho que todos los laboratorios reprocesan, pero poco se sabe acerca de la 
práctica de repetición del análisis. Este trabajo no pretende eliminar los reprocesos, 
simplemente brinda un panorama de lo que estamos haciendo y más importante, de 
las mejoras que podemos hacer al reducir las repeticiones. Cada laboratorio debe 
evaluar la reproducibilidad de los ensayos y el riesgo clínico existente al no 
realizarlos. Independientemente de sus procesos, es importante determinar y 
2 
 
establecer pautas, de forma que los reprocesos de rutina o valores críticos estén 
justificados. 
Todos los estudios publicados, aunque son pocos, e incluyendo el nuestro, aun con 
un número de muestras limitado, apoyan conjuntamente que las pruebas repetidas 
no ofrecen una ventaja en hematología, química clínica o coagulación, y mucho 
menos en la actualidad con los equipos automatizados. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
3 
 
 
IMPACTO MÉDICO Y ECONÓMICO DE LOS “REPROCESOS” EN 
EL LABORATORIO DE PATOLOGÍA CLÍNICA 
 
OBJETIVOS: 
a) Obtener la estadística de reprocesos de 27 analitos evaluados en el área de 
Química Clínica. 
b) Evaluar el impacto clínico de la repetición de pruebas en el reporte final del 
paciente. 
c) Indagar la repercusión económica de los reprocesos en un laboratorio clínico. 
 
JUSTIFICACIÓN: 
Desde principios de 1970, especialistas en Medicina de laboratorio han utilizado la 
tecnología informática y la automatización de los equipos para identificar valores 
críticos en las pruebas de laboratorio. 
La práctica cotidiana en los laboratorios es repetir manual o automáticamente los 
valores que están por encima o por debajo del valor de referencia, incluyendo 
resultados críticos que ponen en riesgo al paciente o bien, son decisivos para su 
manejo. 
Se han implementado "reglas de repetición" en los equipos que persisten hasta la 
fecha en muchos laboratorios (incluido el nuestro), a pesar de la tecnología y 
softwares que mejora la exactitud en los resultados. 
Por tal motivo, los reprocesos son actividades permisibles en un laboratorio clínico 
pero es importante tomar en cuenta hasta qué punto los retrasos en el reporte de 
resultados, los gastos extra implicados y la posible repercusión en un paciente es 
justificada o no al realizar los reprocesos. 
 
 
 
 
 
 
4 
 
MARCO TEÓRICO: 
Actualmente los laboratorios de Patología Clínica tienen el reto de mantener y 
aumentar su calidad al mismo tiempo que deben reducir simultáneamente sus 
costos. 
En 2007, en los Estados Unidos se llevaron a cabo aproximadamente 6.8 mil 
millones de pruebas de laboratorio clínico, generando un ingreso de cerca de 52 mil 
millones de dólares. En comparación con los costos de atención de salud en 
general en todo ese país durante el mismo año, las pruebas de laboratorio 
representaron sólo el 2.3%. Sin embargo, se estima que 70% de las decisiones 
médicas están influenciadas por los resultados de las pruebas de laboratorio. (1) 
Debido a esto, los defectos o errores en el sistema del laboratorio son aspectos 
sumamente cuidados y evaluados por las consecuencias potencialmente graves en 
el cuidado de los pacientes (1). La industria de los laboratorios realiza miles de 
millones de pruebas al año, por lo tanto, tiene miles de millones de “oportunidades” 
de ser susceptible a presentar errores. Para controlar las tasas de error, las 
organizaciones de atención en salud han comenzado a utilizar “Six Sigma”, una 
estrategia de gestión que sirve para mejorar la calidad y la eficiencia de los procesos 
operativos. Se refiere a un nivel de calidad definido como el casi perfecto (o 
virtualmente cero defectos), una tasa de 3.4 defectos por millón de oportunidades, 
lo cual corresponde a un nivel 6 sigma. (2) 
Metodologías como “Six Sigma” son muy adecuadas para su aplicación en el 
laboratorio debido a la necesidad inherente de precisión estadística, control de 
calidad y las actividades de medición altamente repetitivas en la práctica diaria. (2) 
Es un hecho que la fase analítica en el laboratorio no es la etapa con mayor 
distribución de errores (15%) comparada con la fasepreanalítica (61.9%) y 
postanalítica (23.1%). Sin embargo, parece ser una de las fases más objetivamente 
evaluadas. (3,4) 
Los errores en los laboratorios clínicos pueden provenir de varias fuentes; de esta 
forma, no resultaría rentable hacer frente a todos los orígenes del error, pero sí 
enfrentar a las fuentes que causan más errores. Según el principio de Pareto, 80% 
de los problemas generalmente se derivan del 20% de las causas; es decir, en todo 
grupo de elementos o factores que contribuyen a un mismo efecto, unos pocos son 
responsables de la mayor parte de dicho efecto. De esta forma, tomamos una acción 
correctiva o preventiva para el 20% de fuentes de errores mayores y serán 
eliminados el 80% de los defectos. (5) 
Una de las múltiples aplicaciones de los sistemas de calidad (entre ellos, Six sigma) 
han incluido los esfuerzos para reducir errores de auto-verificación en un sistema 
de laboratorio. Una de las medidas preventivas de los errores en la etapa analítica, 
radica en la necesidad u obligación de un laboratorio al realizar “reprocesos” ante 
5 
 
algún resultado alterado, incongruente, incierto o dudoso, a pesar de contar con 
herramientas estadísticas y un control de calidad estricto que respaldan el resultado. 
La palabra “reproceso” en el lenguaje del laboratorio es un término común en el 
trabajo diario. Es la acción y efecto de repetir o volver a hacer algo que ya se había 
realizado (6). Aplicado a la medicina del laboratorio, simplemente es la acción de 
repetir un análisis que ya se había realizado, pero por diversas situaciones se desea 
confirmar para poder emitir el resultado. 
El Colegio de Patólogos Americanos (CAP) afirma que con frecuencia los 
laboratorios repiten los análisis de pruebas principalmente con valores “críticos”, 
antes de informar los resultados al médico o paciente. Dada la alta precisión y 
tecnología de muchos de los instrumentos de química clínica y hematología 
actualmente en uso, repetir el resultado puede ser un paso innecesario que retrasa 
el informe de resultados de ensayos críticos sin necesidad de añadir valor a la 
precisión del resultado de la prueba, o bien, descartar algún tipo de error analítico 
(7). 
Toll afirma que la rutina de repetir pruebas de hemoglobina, plaquetas, leucocitos, 
tiempo de protrombina y tiempo de tromboplastina no se justifica, a menos que el 
analizador arroje una bandera de alerta. De igual forma, Deetz argumenta que los 
resultados de química clínica automatizada que se encuentran dentro del rango de 
medición analítica no tienen que ser repetidos (8,11). 
Aunque el análisis de repetición o reprocesos de pruebas de laboratorio es común, 
la información publicada es escasa. Por ejemplo, Muñoz realizó un estudio sobre 
las prácticas de 340 laboratorios en Estados Unidos en cuanto a la repetición de 
valores críticos y delta, a partir de una encuesta realizada en 2007. El 70% de los 
encuestados siempre repiten, el 29% a veces repite y el 0.9% nunca repitió valores 
críticos en Hematología. Resultados comparables se encontraron en valores 
críticos, de verificación y delta para Química Clínica y pruebas de coagulación (9). 
Lehman, en un estudio similar encontró que los reprocesos eran más comunes en 
Química clínica (60.8 % de los laboratorios) comparados con los resultados de 
hematología. Probablemente esto se justifica debido a la factibilidad de programar 
los analizadores de química clínica para repetir automáticamente el análisis de 
muestras con resultados muy anormales. (7) 
Si, de acuerdo con la estimación de Goldschmidt, de que el 75% de los errores 
analíticos producen resultados que están dentro de los intervalos de referencia, 
12.5% de los resultados erróneos están en el límite del rango establecido como 
normal pero no se consideran clínicamente significativos, y solo el restante 12.5% 
puede tener un efecto importante sobre la salud del paciente (3); la interrogante 
sigue siendo por qué la mayoría de laboratorios continua repitiendo el análisis 
incluso hasta por tercera vez. 
6 
 
Hasta cierto punto es razonable que los laboratorios traten de excluir la posibilidad 
de que el sistema de medición haya producido un resultado aberrante o inesperado. 
Cada vez más los servicios de laboratorio juegan un papel importante en la 
optimización de la atención al paciente, traducido en diagnósticos correctos y 
rápidos (10). 
Recordemos que en los inicios del laboratorio, los procedimientos automatizados y 
la tecnología de sistemas de información (LIS) aún no existían. Por lo tanto, era 
aceptable repetir las mediciones con valores críticos para evitar resultados 
inexactos debido a problemas comunes como identificación errónea de la muestra, 
coágulos de fibrina, o muestra insuficiente. Pero en ausencia de evidencia de un 
problema, con una muestra o ensayo específico, los pocos estudios sugieren que 
se trata de un ejercicio improductivo, que más que beneficios tiene desventajas, 
utiliza más reactivo, tiempo del analista, mayor costo y retraso en el tiempo de 
entrega. Respecto a esto último, la encuesta CAP mostró que repetir las pruebas 
de laboratorio de rutina puede retrasar la presentación de informes de 10 a 14 
minutos, sin aumentar la exactitud de los resultados. (7,10) 
De acuerdo con algunos autores, los reprocesos se realizan generalmente por las 
siguientes razones: (8,10) 
1. Falta de disponibilidad de los resultados de pruebas anteriores del paciente 
(históricos). 
2. Posibles errores pre-analíticos. 
3. Desacuerdo del paciente o del médico con el resultado, por lo que piden al 
laboratorio repetir la prueba. 
4. Para confirmar que el reporte es “exacto” y no susceptible de falsos 
resultados. 
5. “Precaución” del laboratorio para tratar de evitar la entrega de resultados 
erróneos. 
Es una realidad que la precisión se ha alcanzado en cualquier laboratorio, desde los 
instrumentos de mayor edad hasta los más modernos; ambos tienen una marcada 
mejora en este concepto así como en el rendimiento de los equipos. Ahora tenemos 
la comunicación entre el SIL y los instrumentos, que asegura la debida identificación 
del paciente, sensores de nivel y detectores de coágulo por ejemplo, además de la 
retroalimentación del analista, que ante un resultado dudoso, evalúa todas las 
posibles causas que pueden interferir, antes de emitir el resultado.(11). 
Medir y mejorar los resultados de laboratorio requiere métodos que relacionan la 
calidad con una gestión más eficaz del paciente, incluyendo el diagnóstico, 
tratamiento, seguimiento y la prevención de enfermedades. La mejora en la calidad 
analítica debe garantizar que los rendimientos reales de laboratorios clínicos son 
apropiados para la mejora de un paciente. (12). 
7 
 
Mouna nos da un panorama general de los gastos totales implicados en el costo de 
la calidad en un laboratorio, evaluados durante 6 meses, representando $10,848 
dólares (30 % del total de gastos directos del laboratorio). De esta cantidad, el 
22.1% fueron costos por mala calidad que incluían reprocesos y retrasos (11.6%). 
Este valor aún podría considerarse admisible, tomando en cuenta que hay 
publicaciones que indican que el costo de la mala calidad puede oscilar entre un 
15% y 40%. (13) 
Hoy en día el entorno es cada vez más competitivo, así que la calidad de los 
resultados en pruebas de laboratorio se considera un aspecto de máxima 
importancia. Un laboratorio debe conocer exactamente sus costos de conformidad 
y no conformidad y al mismo tiempo adoptar estrategias sistemáticas de mejora con 
el fin de alcanzar un nivel de calidad de cero defectos. 
 
MATERIAL Y MÉTODOS: 
Se realizó un estudio observacional, retrospectivo, de julio a diciembre 2014, 
evaluando los reprocesos de 27 analitos que se miden en el área de Química Clínica 
con dos analizadores DX-C 800 y la línea robótica “Power Processor” de Beckman-
Coulter®. Las muestras se colectaron en tubos de tapón dorado con gel separador, 
5 ml (BD Vacutainer), obteniéndoseel suero posterior a la centrifugación durante su 
paso por el Power Processor. 
La información fue obtenida a partir de los datos almacenados de los equipos, en 
conjunto con el sistema de información del Laboratorio (SIL) para conocer los 
verdaderos reprocesos durante esos seis meses. Los analitos se seleccionaron de 
acuerdo con la frecuencia de solicitud y medición. 
Al finalizar este periodo, se investigaron aleatoriamente los resultados de 50 
pacientes con creatininas y potasios (dos de las pruebas con mayor número de 
reprocesos) para para determinar si las repeticiones arrojaban diferencias 
significativas, utilizando la prueba t de student como herramienta estadística. 
Todos los datos fueron capturados y analizados usando Microsoft Excel 2013. 
 
RESULTADOS: 
El Laboratorio de Patología Clínica Médica Sur da servicio a un hospital privado de 
170 camas y recibe muestras de pacientes ambulatorios y hospitalizados, además 
de contar con 34 tomas periféricas en el Distrito Federal y Estado de México. El 
volumen anual de pruebas es de aproximadamente 2 millones, siendo Química 
Clínica e Inmunología, las áreas que realizan más del 80% de ellas. 
8 
 
Durante los seis meses de seguimiento se procesó un total de 667,875 muestras 
que incluían las 27 pruebas de química clínica analizadas. De esta cantidad, 26,529 
fueron reprocesadas, con un promedio mensual de 4,377 reprocesos. Los analitos 
reprocesados se presentan en la tabla 1. 
Tabla 1. Pruebas reprocesadas de Química Clínica. 
ANALITO Julio Ago Sep Oct Nov Dic Reprocesos 
totales 
Reprocesos 
promedio mensual 
Reprocesos 
porcentaje 
BUN 940 671 551 614 653 786 4215 703 15.89 
Triglicéridos 308 433 383 409 376 442 2351 392 8.86 
Creatinina 139 202 78 60 500 841 1820 303 6.86 
Potasio 291 224 229 252 579 171 1746 291 6.58 
Bilirrubina total 227 337 234 241 277 274 1590 265 5.99 
Fosforo 168 208 134 165 104 677 1456 243 5.49 
Calcio 235 266 198 202 307 218 1426 238 5.37 
Sodio 231 182 143 166 346 149 1217 203 4.59 
Glucosa 92 263 202 102 133 244 1036 173 3.90 
CO2 180 157 142 119 226 166 990 165 3.73 
Colesterol total 120 142 223 156 144 160 945 158 3.56 
Colesterol HDL 69 160 63 107 114 180 693 116 2.61 
Ácido Urico 125 148 76 71 66 158 644 107 2.43 
Cloro 130 135 120 32 61 114 592 99 2.23 
Bilirrubina directa 82 155 73 78 78 122 588 98 2.22 
Albúmina 94 143 54 48 83 163 585 98 2.20 
DHL 61 148 61 75 87 148 580 97 2.19 
Hierro 138 83 123 71 69 85 569 95 2.14 
AST 58 143 56 73 77 136 543 91 2.05 
ALT 59 149 56 68 66 135 533 89 2.01 
Magnesio 112 95 61 67 98 90 523 87 1.97 
Fosfatasa alcalina 36 139 54 66 64 130 489 82 1.84 
PCR 44 104 54 59 33 79 373 62 1.41 
GGT 14 61 41 32 27 73 248 41 0.93 
CPK 20 64 20 19 11 61 195 33 0.73 
Transferrina 32 18 27 50 34 18 179 30 0.67 
Vancomicina 18 23 38 16 25 18 403 23 0.52 
TOTAL GLOBAL 4023 4853 3494 3418 4638 5838 26,529 4,377 100.00 
BUN: Nitrógeno ureico, C02: Bióxido de carbono, DHL: deshidrogenasa láctica, AST: aspartato amino transferasa, ALT: 
alanina aminotransferasa, FA: fosfatasa alcalina, PCR: proteína C reactiva, GGT: gamma glutamil transpeptidasa, CPK: 
creatinfosfocinasa. 
Los analitos con más reprocesos fueron nitrógeno ureico (15.89 %), triglicéridos, 
(8.86 %), creatinina (6.86 %), potasio (6.58 %) y bilirrubina total (5.99 %). Las 
pruebas con menos análisis repetidos fueron CPK (0.73 %), transferrina (0.67 %) y 
vancomicina (0.52 %) (Gráfico 1) 
9 
 
0.00
10.00
20.00
30.00
40.00
50.00
60.00
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80.00
90.00
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Prom mensual/analito
% Acumulado
 
Gráfico 1. Porcentaje de reprocesos por prueba, julio-diciembre 2014 
 
 
El gráfico de Pareto muestra al BUN, triglicéridos y creatinina con un promedio de 
703, 392 y 303 reprocesos mensuales respectivamente, representando el 15.89, 
24.75 y 31.61 % acumulado de los reprocesos totales considerados en este estudio. 
(Gráfico 2). 
 
Gráfico 2. Reprocesos, diagrama de Pareto. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
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PRUEBAS 
10 
 
La evaluación aleatoria de 25 resultados de pacientes con creatinina y 25 con 
potasio se muestra en las tablas 2 y 3. Para creatinina se obtuvo una coeficiente 
de correlación de 0.999 y una t de student de 0.003 (p < 0.05); en potasio 0.998 y 
0.065, respectivamente. 
Tabla 2. Resultados del análisis estadístico de procesos y reproceso de creatinina 
 
 
 
 
 
 *Existe diferencia significativa 
 
Tabla 3. Resultados del análisis estadístico de procesos y reproceso de potasio 
 
 
 
 
 
 *No existe diferencia significativa 
 
Gráfico 3. Correlación de creatinina 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 r= 0.999 (p 0.003) 
 
 
 
Parámetro estadístico 
Creatinina 
inicial 
Creatinina 
reprocesos 
Media (mg/dL) 8.6 8.7 
Observaciones 25 25 
Coeficiente de correlación de Pearson 0.999 
t student 0.003* 
Parámetro estadístico 
Potasio 
inicial 
Potasio 
reprocesos 
Media (mmol/L) 4.1 4.0 
Observaciones 25 25 
Coeficiente de correlación de Pearson 0.998 
t student 0.065* 
0
2
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Creatinina
mg/dL
Reproceso
Inicial
11 
 
Gráfico 4. Correlación de potasio 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Así mismo, la medición de los valores de creatinina y potasio fueron evaluados para 
medir el lapso de tiempo transcurrido desde que se obtenía el resultado original y al 
finalizar el reproceso, para su posterior reporte. El 24 % de los reprocesos de 
creatinina y potasio tardaron de 1-5 minutos en obtenerse, 32% de 6 a 10 minutos 
y el 12 % de 11 a 15 minutos. (Gráfico 5) 
Gráfico 5. Porcentaje de pruebas de creatinina y potasio medidas en tiempo, desde el 
resultado inicial hasta su reproceso 
 
 
 
24
32
12
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8
9
0 2 4 6 8 1 0
P
o
ta
si
o
m
Eq
/L
Potasio
mEq/L
Reproceso
Inicial
12 
 
Evaluando la diferencia entre los reprocesos y las pruebas totales de los 27 analitos 
durante el periodo ya mencionado, se obtuvo el porcentaje de reprocesos por 
analito. De forma individual vancomicina, BUN y triglicéridos tuvieron los porcentajes 
más altos. A partir de estos datos se obtuvo el costo total durante los seis meses de 
las pruebas realizadas (representando el 100 %), en donde el 3.93 % represento el 
gasto extra en reprocesos (Tabla 4) 
Tabla 4. Porcentaje de reprocesos por analito (reprocesos totales/pruebas totales) 
 
Analito 
Reprocesos 
totales 
Pruebas 
totales 
 Reprocesos por analito (%) 
 
Albúmina 585 30868 1.90 
ALT 533 26144 2.04 
AST 543 26146 2.08 
BD 588 25564 2.30 
BT 1590 26715 5.95 
BUN 4215 37320 11.29 
C02 990 23666 4.18 
CaC 1426 27121 5.26 
CK 195 13118 1.49 
Cl 592 27265 2.17 
Colesterol 945 27129 3.48 
Creatinina 1820 39634 4.59 
DHL 580 25869 2.24 
FA 489 25289 1.93 
Fe 569 15508 3.67 
GGT 248 20698 1.20 
Glucosa 1036 43277 2.39 
HDL 693 24650 2.81 
K 1746 28042 6.23 
Mg 523 21804 2.40 
Na 1217 27740 4.39 
P 1456 23221 6.27 
PCR 373 8789 4.24 
Tg 235126915 8.73 
Transferrina 179 15400 1.16 
Urico 644 29589 2.18 
Vanc 149 394 37.82 
Totales 26, 275 667,875 3.93 
 
 
13 
 
DISCUSIÓN: 
BUN, triglicéridos y creatinina fueron las pruebas con más reprocesos en nuestro 
estudio (31.6 %). Es importante mencionar que el BUN, entre otras pruebas, tiene 
programado los reprocesos automáticos en el equipo sin necesidad de que el 
analista lo haga de forma manual o de acuerdo a su criterio; probablemente esta 
sea una razón por la que es el analito con más repeticiones. El resto de pruebas fue 
disminuyendo en el porcentaje de reprocesos, debido a que son menos solicitadas 
y no tienen un impacto clínico decisivo en la atención de los pacientes, por ejemplo, 
creatinfosfocinasa o transferrina. Sin embargo la suma en conjunto de todos ellos 
pudiera ser importante en el Laboratorio. 
Los primeros 14 analitos (total 27 analitos), representan el 80% de los reprocesos 
(BUN, triglicéridos, creatinina, potasio, bilirrubina total, fosforo, calcio, sodio, 
glucosa, CO2, colesterol total, colesterol HDL, ácido úrico y cloro). De acuerdo al 
principio de Pareto o ley 80/20, unos pocos elementos (20%) generan la mayor parte 
del efecto (80%). Por ejemplo, si se eliminaran la mitad de estas pruebas (7 
analitos), se reducirían en un 20% los reprocesos. 
Por otro lado, el análisis estadístico mostró una correlación positiva fuerte al 
comparar los resultados iniciales de creatinina y potasio con sus reprocesos (r= 
0.999 y 0.998). Esto significa que la variación entre la primera y segunda medición 
fue mínima es decir, fueron reproducibles. Sin embargo, solo hubo diferencia 
significativa en la evaluación de creatinina, con un p < 0.05 (0.003). Es importante 
notar que esta parte del análisis solo fue evaluado con dos analitos tomados 
aleatoriamente, puede haber variaciones en otras pruebas, además del número 
reducido de valores estudiados, la diferencia en las metodologías con las que se 
miden y la propia variabilidad biológica. 
Aun así, por ejemplo, el tener una creatinina inicial de 8.6 y un reproceso de 8.7 
mg/dL, o un potasio inicial de 4.1 y un reproceso de 4.0, no impacta clínicamente en 
la toma de decisión o cambios en el manejo de un paciente; si desde el inicio fue un 
valor crítico, seguirá comportándose de igual forma en su reproceso. Algunos 
laboratorios han publicado como diferencia significativa entre los resultados de los 
reprocesos, una variación del 10% (7), la cual nosotros no alcanzamos y podemos 
poner en duda, ya que las publicaciones no especifican claramente las razones de 
seleccionar este punto de corte como significativo. 
Nuestros resultados de creatinina no variaron en las repeticiones al ser verificados 
y se mantuvo su reproducibilidad, sin embargo, en los reprocesos de potasio hubo 
más variaciones. La debilidad de este estudio fue que en el análisis solo 
comparamos 2 analitos, mientras que en otros estudios han evaluado los 
reprocesos con más pruebas, incluso de hematología. 
 
14 
 
Otro aspecto destacable es el retraso en tiempo al realizar reprocesos. En el 32 % 
de las repeticiones de creatinina y potasio, hay una demora de 6-10 minutos extra 
para obtener el resultado, sin tomar en cuenta la validación final del reporte, ni la 
entrega o comunicación directa al paciente o médico en caso de tratarse de una 
cifra de alerta, lo cual implicaría más tiempo. Esto, sin embargo, no afecta nuestro 
tiempo límite de reporte para valores críticos (< 1 hora). 
Al comparar las encuestas realizadas en otros estudios, la media de retraso por 
reprocesos es de 17 a 21 minutos pero solo en un 10 % de laboratorios, y al menos 
el 20% de estos informaron un incidente durante el año anterior, donde los médicos 
se quejaban de retraso en los resultados debido a esta causa. 
El impacto económico de reprocesar mostró un gasto extra del 3.93 % solo en los 
27 analitos analizados y durante los 6 meses del estudio. Comparado con la 
publicación de Mouna, en un mismo periodo hubo un gasto del 11.6 % distribuido 
en reprocesos y retrasos (13). De cualquier forma, esto solo refleja el costo neto de 
la prueba, sin tomar el costo de la calidad por los retrasos, el tiempo del analista y 
demás insumos (agua, energía eléctrica, papel bond, toner para la impresión, vida 
útil de los equipos, etc). 
Es un hecho que todos los laboratorios reprocesan, pero poco se sabe acerca de la 
práctica de repetición del análisis. En nuestro laboratorio, de acuerdo con lo que 
indican las instrucciones de trabajo, antes de realizar el reporte de cifras de alerta o 
valores críticos, es necesario confirmar la validez analítica del resultado, para lo cual 
puede ser necesario repetir el análisis, después de confirmar que las condiciones 
preanalíticas, el funcionamiento y calibración del equipo, así como la calidad de los 
reactivos, son adecuadas. También se lleva a cabo la repetición cuando el valor 
obtenido cae fuera del intervalo de linealidad del sistema y cuando se obtiene un 
delta-check. En un estudio, Lehman identifico que el 75 % de los laboratorios no 
tenían por escrito una política que define un resultado de repetición 
significativamente diferente; la determinación de una diferencia crítica se dejó en 
base al criterio del analista. (7) 
Un estudio de Q-Probes muestra que pruebas como potasio, glucosa, leucocitos y 
plaquetas rara vez producen resultados clínicamente discrepantes (7). En un 
estudio reciente, Chima encontró que el 95.3% de los reprocesos mantenía una 
diferencia aceptable; por otro lado, Toll comprobó que solo del 0% a 2.2% de los 
valores repetidos se encontraban fuera de su rango aceptable, dato muy parecido 
al de Deetz, con el 2.8% en pruebas de química clínica. (7,8,10,) 
Este trabajo no pretende eliminar los reprocesos, simplemente brinda un panorama 
de lo que estamos haciendo y más importante, de las mejoras que podemos hacer 
al reducir las repeticiones. Cada laboratorio debe evaluar la reproducibilidad de los 
ensayos y el riesgo clínico existente al no realizarlos. Independientemente de sus 
procesos, es importante determinar y establecer pautas, de forma que los 
reprocesos de rutina o valores críticos estén justificados. 
15 
 
Todos los estudios publicados, aunque son pocos, e incluyendo el nuestro, aun con 
un número de muestras limitado, apoyan conjuntamente que las pruebas repetidas 
no ofrecen una ventaja en hematología, química clínica o coagulación, y mucho 
menos en la actualidad con los equipos automatizados. 
 
CONCLUSIONES: 
BUN, triglicéridos y creatinina fueron las pruebas con más reprocesos (31.6 %). 
Estas pruebas en conjunto con potasio, bilirrubina total, fosforo, calcio, sodio, 
glucosa, CO2, colesterol total, colesterol HDL, ácido úrico y cloro representan el 
80% de los reprocesos 
Las dos pruebas relacionadas con los resultados de los pacientes (creatinina y 
potasio) mostraron una correlación positiva fuerte al comparar los resultados 
iniciales con sus reprocesos. La variación entre la primera y segunda medición fue 
mínima y no impactó clínicamente en la toma de decisión o cambios en el manejo 
de los pacientes 
En el 32 % de las repeticiones de creatinina y potasio, hubo una demora de 6-10 
minutos extra para obtener el resultado, sin tomar en cuenta la validación final del 
reporte, ni la entrega o comunicación directa al paciente o médico, lo cual implicaría 
más tiempo. Aun así, los valores críticos fueron reportados en menos de una hora. 
Los reprocesos significaron un gasto extra del 3.93 %. Esto puede ser poco 
representativo, sin embargo es un porcentaje neto, sin tomar en cuenta otros gastos 
indirectos, además de que solo muestra una parte del área de Química Clínica en 
un tiempo relativamente corto de seis meses. 
En nuestro laboratorio, se reprocesa antes de realizar el reporte de cifras de alerta 
o valores críticos, cuando el valor obtenido cae fuera del intervalo de linealidad y 
cuando se obtiene un delta-check. Sin embargo, repetir las pruebasbajo estas 
condiciones tampoco ofrece una ventaja ya que aún podría verse disminuido. Las 
limitantes de dejar de reprocesar es que en muchas ocasiones no tenemos 
históricos de los pacientes o no conocemos la condición clínica de ellos. 
Sería importante a futuro evaluar otras áreas del Laboratorio como Inmunología y 
Hematología, así mismo, implementar políticas de “reprocesos” más estrictas y 
monitorear en un determinado tiempo si estos cambios tienen repercusiones en los 
pacientes y/o médicos, o por el contrario mejora la eficiencia de nuestro Laboratorio 
y la atención a los pacientes. 
 
 
 
16 
 
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