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1 
 
 
 
 
 
FFAACCUULLTTAADD DDEE OODDOONNTTOOLLOOGGÍÍAA 
 
 
INFLUENCIA DE LAS CARACTERÍSTICAS 
PSICOLÓGICAS DE LA MADRE EN LA 
MANIFESTACIÓN DEL BRUXISMO EN NIÑOS. 
 
 
T E S I N A 
 
 
QUE PARA OBTENER EL TÍTULO DE 
 
 
C I R U J A N A D E N T I S T A 
 
 
P R E S E N T A: 
 
 
KARLA GABRIELA MARTÍNEZ LAZCANO 
 
 
TUTORA: Mtra. MARÍA GLORIA HIROSE LÓPEZ 
 
ASESORA: Mtra. OLIVIA ESPINOSA VÁZQUEZ 
 
 
 
 2017 
UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE 
MÉXICO 
usuario
Texto escrito a máquina
CIUDAD UNIVERSITARIA, CDMX
 
UNAM – Dirección General de Bibliotecas 
Tesis Digitales 
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mencionando el autor o autores. Cualquier uso distinto como el lucro, 
reproducción, edición o modificación, será perseguido y sancionado por el 
respectivo titular de los Derechos de Autor. 
 
 
 
2 
 
Agradecimientos 
 
Ante todo quiero agradecer a la Universidad Nacional Autónoma de México y a la 
Facultad de Odontología, por permitirme formar parte de una de las mejores 
universidades del mundo y brindarme los conocimientos necesarios a través de cada 
uno de los profesores que contribuyeron en este proceso de mi formación profesional. 
 
Especialmente a mi tutora de tesina, la Mtra. María Hirose y a mi asesora, la Mtra. 
Olivia Espinosa, por la orientación, constancia, paciencia y conocimientos que me 
aportaron y que con su labor se ganaron mi admiración. 
 
A mi madre, Inés Lazcano Coraza, por su amor incondicional, por darme la vida y 
enseñarme cómo vivirla. 
 
A mi padre, Germán Martínez, por su apoyo, por enseñarme a nunca darme por 
vencida y a luchar por cumplir las metas que uno se propone. 
 
A mis hermanos, Mónica y José Luis, les agradezco no sólo por el hecho de estar 
siempre conmigo, sino por las grandes enseñanzas de vida, la felicidad y emociones que 
siempre me han causado. 
 
A mis amigos y compañeros de clase, por el apoyo mutuo y los grandes momentos que 
vivimos juntos. 
 
A mi novio, Alan E. Perea, por su motivación, por ayudarme hasta donde le fue posible 
y, sobre todo, por acompañarme en todo momento. 
 
 
3 
 
ÍNDICE 
Introducción 
 
4 
1. El bruxismo como una entidad compleja 5 
1.1 Etiología 8 
1.2 Prevalencia 
 
8 
2. Manifestaciones clínicas 
 
10 
 2.1 En diversas estructuras 
 
10 
 2.1.1 Dentarias 10 
 2.1.2 De los tejidos de sostén 12 
 2.1.3 Musculares y articulares 
 
13 
3. Factores psicológicos que influyen en el bruxismo en niños 
 
14 
 3.1 Estrés 14 
 3.2 Ansiedad 
 
15 
 4. Importancia del vínculo madre e hijo 
 
16 
 5. Características psicológicas de la madre en relación con la 
 presencia de estrés en su hijo 
 
20 
 5.1 Depresión posparto 20 
 5.2 Madre adolescente 22 
 5.3 Madre soltera 24 
 5.4 Madre violentada 25 
 5.5 Madre con bajo nivel socioeconómico 
 
27 
 6. Influencia de las características psicológicas de la madre en la 
 presencia de bruxismo en su hijo 
 
28 
 Conclusiones 35 
 Referencias bibliográficas 
 
37 
 
 
 
 
 
 
 
4 
 
Introducción 
 
El bruxismo se define como una actividad anormal caracterizada por apretar 
o rechinar los dientes. Se produce de forma inconsciente, por lo que suele 
tener mayor presencia durante la noche, y sin ningún propósito funcional de 
los músculos de la masticación. Su etiología no está bien definida, es decir, 
no existen causas específicas. Sin embargo, se ha observado que el estrés y 
la ansiedad suelen incrementar la posibilidad de que se presente. 
 
 A su vez, todo lo anterior da como resultado modificaciones 
importantes en los dientes, fatiga, cefalea y dolor muscular y, en algunas 
ocasiones, la pérdida de los tejidos de sostén del diente. En pacientes 
pediátricos, esta alteración ocasiona irritabilidad y malestar general, lo que 
conlleva a alteraciones en su conducta. 
 
En la actualidad existe gran controversia respecto a su etiología; sin 
embargo, se sabe que los factores desencadenantes son el estrés y la 
ansiedad. En esta revisión bibliográfica se busca profundizar en la 
importancia que tienen las características psicológicas de la madre en la 
presencia del bruxismo en su hijo. Se abordarán algunas situaciones 
estresantes que vive la madre como la depresión postparto, el ser madre 
soltera, madre violentada o madre adolescente, y cómo afectan dichas 
situaciones en el desarrollo mental y emocional de su hijo. 
 
El objetivo principal de este trabajo es aportar datos para que el 
cirujano dentista comprenda que el bruxismo no es sólo una alteración que 
se presenta en pacientes pediátricos y que tiene consecuencias en la 
cavidad oral, sino que abarca situaciones que la madre pasa desapercibidas 
y resultan ser factores de riesgo para la aparición del bruxismo en su hijo. 
 
5 
 
1. El bruxismo como una entidad compleja 
 
Por ser el bruxismo un trastorno multifactorial, se desconoce con exactitud 
una causa primaria, ya que en el problema intervienen factores locales, 
sistémicos y psicológicos. Es por ello que se requiere de diversos métodos 
para obtener un diagnóstico acertado. 
 
Han surgido diversas definiciones del bruxismo, basadas en las 
características de su etiología, manifestaciones clínicas y actividad muscular. 
Sin embargo, no hay ninguna definición que sea capaz de satisfacer por igual 
a los investigadores y a los clínicos interesados en el tema. A continuación 
se mencionan algunas de ellas encontradas en la literatura. 
 
Ramfjord, en 1961, lo definió como un hábito parafuncional motor 
mandibular en el que se aprieta, rechina y golpea, sin realizar ninguna 
función fisiológica.1 Shafer y Levy, en 1983, hablan del bruxismo como el 
contacto de los dientes, ya sea durante el sueño o como un hábito 
inconsciente durante las horas de vigilia.2 En 2008, Okenson define al 
bruxismo como el golpeteo o el rechinar de los dientes en forma inconsciente 
y no funcional.3 Por su parte, Dawson, en 2009, lo define como un “hábito 
oral que consiste en el rechinamiento, frotamiento o apretamiento de los 
dientes de manera rítmica involuntaria o espasmódica afuncional (con 
excepción de los movimientos masticatorios de la mandíbula), que puede 
conducir a un trauma oclusal.4 
 
La Asociación Americana de Desórdenes del Sueño (ASDA, por sus 
siglas en inglés) da una definición sencilla del bruxismo del sueño: 
“movimiento estereotipado caracterizado por el rechinado o apretamiento de 
los dientes durante el sueño.5 En 2008, la Academia Americana de Dolor 
6 
 
Orofacial (AAOP, por sus siglas en inglés) define al bruxismo como la 
“actividad parafuncional diurna o nocturna que incluye apretar, juntar, golpear 
o rechinar los dientes.6 
 
Bermejo, también en 2008, lo define como un movimiento 
parafuncional mandibular liberador de estrés, entre cuyos efectos se 
encuentra apretar, juntar, golpear o rechinar los dientes, y que tiene 
repercusión en el sistemadental y periodontal, y posteriormente, en el 
aparato musculo esquelético craneomandibular.7 
 
Actualmente, con base en la recopilación de las ideas de diversos 
investigadores, el bruxismo se define como una actividad parafuncional que 
consiste en el apretamiento y frotamiento excesivo de los dientes entre sí, en 
forma rítmica, y que conduce al desgaste de una o más piezas dentarias. 
 
Por otro lado, el bruxismo se puede clasificar, según Bermejo7 en el 
año 2008, en el momento en el que se presenta, si existe o no causa 
aparente, según el tipo de actividad motora mandibular, o de acuerdo con el 
grado de afectación. A continuación se mencionan las características 
correspondientes a cada una de ellas. 
 
a) Según el momento en el que se presenta 
x Nocturno. Se refiere a las alteraciones que se presentan durante el 
sueño en forma inconsciente. Pueden tener períodos de apretamiento 
o contracciones rítmicas de frotamiento. 
x Diurno. Consiste en movimientos que realiza el paciente durante el 
día, en forma subconsciente, y que pueden considerarse hábitos. 
Suele presentarse de manera suave y silenciosa. 
 
7 
 
b) De acuerdo a que exista o no una causa aparente 
x Primario. No existe causa aparente 
x Secundario. Tiene una causa aparente. En muchas ocasiones, 
detectada y eliminada la causa, el bruxismo se puede revertir. 
 
 
c) Según el tipo de actividad motora mandibular 
x Céntrico. Con apretamiento mantenido y con contracciones tónicas 
musculares. 
x Excéntrico. Con rechinamiento o frotamiento de los dientes causado 
por un movimiento mandibular. 
 
d) En relación con el grado de afectación 
x Grado I. El bruxismo no se presenta de manera agresiva; se presenta 
por un corto periodo de tiempo y de forma ocasional. La ansiedad 
puede estar ausente en el paciente. 
x Grado II. La ansiedad ya se encuentra presente. El rechinamiento o 
frotamiento de los dientes es inconsciente. En esta etapa pueden 
encontrarse presentes lesiones en las estructuras dentales, por lo que 
se requiere de un tratamiento integral para asegurar la eliminación del 
bruxismo. 
x Grado III: El rechinamiento es constante, fortalecido y bien 
establecido; es excesivo e irreversible, por lo que las lesiones en las 
estructuras dentarias son de gran magnitud. El hábito es de difícil 
manejo y los resultados del tratamiento son generalmente 
insatisfactorios, por lo que se requiere mayor atención y dedicación en 
el desarrollo de técnicas por parte del odontólogo que las implementa, 
es decir, el uso de ciertos procedimientos que consisten en tratar de 
asociar de forma contingente el estímulo que provoca el bruxismo con 
8 
 
 alguna experiencia desagradable, con el objetivo de que disminuya su 
 frecuencia.7 
 
1.1 Etiología 
Existen varias teorías acerca de la etiología del bruxismo que han sido 
modificadas con el paso de los años. En un inicio se creyó que el 
rechinamiento dental era producto de alteraciones oclusales, pero esto no 
era un argumento suficiente para comprobar su origen. 
 
Por su complejidad, la naturaleza y la causa del bruxismo han sido 
discutidas y analizadas por numerosos autores. En lo que está de acuerdo la 
mayoría es que el motivo principal de dicha afección es la sobrecarga, la 
ansiedad y la tensión emocional, tanto en niños como en adultos. 
Actualmente se sabe que su etiología es multifactorial, incluyendo la 
participación de agentes genéticos, ambientales y psicosociales como 
neurosis, depresión, ansiedad y estrés, lo cual implica una gran dificultad en 
el momento de planificar un tratamiento.8 
 
1.2 Prevalencia 
 
 A pesar de ser un trastorno frecuente y tener severas consecuencias en 
personas de todas las edades y géneros, no ha sido un trastorno muy 
estudiado, por lo que los datos referidos a la incidencia y prevalencia varían 
ampliamente. Sumado a esto, el tema se complica aún más si se considera 
que muchas personas no son conscientes de sufrir este trastorno, 
especialmente si es bruxismo nocturno, ya que los individuos que muestran 
este comportamiento únicamente pueden llegar a conocer su existencia a 
través de los informes de otras personas.9 En pacientes pediátricos no se 
9 
 
han encontrado diferencias estadísticamente significativas entre niños y 
niñas. 
 
Cheifetz et al., en 2005, aplicaron encuestas a los tutores, y reportan 
una prevalencia de 38% de bruxismo en niños.10 Carra et al., en 2011, tras 
observar una muestra de 604 pacientes entre 7 y 17 años, quienes 
solicitaron tratamiento ortodóncico, registran una prevalencia del 15% de 
bruxismo en niños menores de 12 años, y del 12,4% de bruxismo en niños 
mayores de 13 años.11 En Brasil, en 2014, Vieira-Andrade et al. analizaron 
una muestra de 180 niños de entre 3 y 5 años de edad. De ellos, el 14% 
presentó bruxismo.12 Firmani et al. reportan que en la adultez disminuye al 
8%, y continúa así a medida que las personas avanzan en edad, hasta un 
3% registrado en adultos mayores, con criterios polisomnográficos como 
estándares de oro.13 
 
De acuerdo con las referencias consultadas, podemos observar que la 
prevalencia del bruxismo disminuye con la edad. Sin embargo, esa 
disminución se puede deber a las limitaciones metodológicas en los estudios 
en pacientes de edad avanzada, debido a la pérdida de piezas dentarias.13 
 
Manfredini et al. (2013) realizaron una revisión sistemática de la 
literatura mundial; reportan una variabilidad en la prevalencia del bruxismo de 
un 3.5% a un 40.6% en niños. Estas variaciones se atribuyen a las diferentes 
metodologías para diagnosticar el bruxismo durante los últimos cinco años.14 
 
 
 
 
 
10 
 
2. Manifestaciones clínicas 
 
Para diagnosticar y valorar al paciente bruxista, además de los aspectos 
clínicos, existen herramientas y procedimientos auxiliares. Se debe iniciar 
con una anamnesis, la cual nos permite obtener datos sobre la naturaleza, 
severidad y aspectos específicos del problema, así como los antecedentes y 
condiciones que intensifican o reducen esta actividad.8 
 
El bruxismo se identifica generalmente por testimonio de 
rechinamiento de los dientes por parte de una tercera persona que conviva o 
comparta cuarto con la persona afectada, así como por mialgia o tensión 
muscular facial al despertar. 
 
2.1 En diversas estructuras 
 
El rechinamiento dental produce una serie de fuerzas, las cuales se 
distribuyen en las estructuras del aparato masticatorio. Algunas de ellas se 
absorben sin efectos secundarios, mientras que otras pueden provocar 
alteraciones de distintos grados, tales como sensibilidad de los músculos de 
la masticación, dolor facial, cefalea, molestias a la masticación, limitación en 
la apertura o alteraciones en la articulación temporomandibular.8 
 
2.1.1 Dentarias 
 
Un signo importante al considerar que un paciente es bruxista, es el 
desgaste que presentan los dientes por el rechinamiento, afectando la 
superficie incisal u oclusal y zonas cervicales de las estructuras dentarias, 
tanto decidua como permanente. El desgaste dental se manifiesta 
clínicamente en cúspides, bordes incisales, zonas de contacto proximal, 
11 
 
superficies vestibulares de los dientes anteriores inferiores y superficies 
palatinas de los dientes anteriores superiores. (Figura 1).8 
 
 
Figura 1. Desgaste en los bordes incisales de dientes anteriores7 
 
 
En los casos severos, el desgaste produce la reducción en la altura de 
las cúspides, aplanamiento de la superficie oclusal con una modificación de 
la dimensión vertical, esto es, la pérdida de la anatomía dental,por lo que la 
función masticatoria se ve afectada. Debido a esto, se producen mayores 
fuerzas que generan fracturas de las estructuras dentarias y, en su caso, de 
las restauraciones presentes. (Figura 2).8 
 
 
Figura 2. Desgaste en las cúspides de molares7 
12 
 
El desgaste comienza por la destrucción del esmalte del o de los 
dientes, etapa durante la cual los síntomas son casi nulos. Cuando ya se ve 
afectada la dentina, el paciente refiere sensibilidad dental provocada 
generalmente por cambios térmicos, o incluso sin ningún estímulo, lo cual se 
debe a la proximidad al tejido pulpar. Es hasta esta etapa cuando el paciente 
decide acudir a la consulta odontológica.15 
 
 
2.1.2 De los tejidos de sostén 
 
Las fuerzas oclusales, durante los episodios de bruxismo, pueden ser las 
causantes de hipercementosis, es decir, el depósito excesivo de cemento 
secundario. Por otra parte, la encía puede o no presentar un blanqueamiento 
no habitual, y en ocasiones se aprecian los festones de McCall´s, bandas de 
encía hiperplásica en la unión dentogingival (Figura 3), debidas al trauma 
oclusal.8 
 
Al progresar la enfermedad periodontal, los dientes comienzan a 
moverse, la tendencia a rechinar aumenta y, a menos que se controle, puede 
conducir a una rápida pérdida del hueso alveolar.8 
 
 
Figura 3. Blanqueamiento no habitual de la encía en la unión 
dentogingival a consecuencia del bruxismo.8 
13 
 
2.1.3 Musculares y articulares 
 
Los músculos son los que con mayor facilidad se ven afectados cuando se 
presenta el bruxismo, en especial los de la masticación. (Figura 4). Por medio 
de la palpación se pueden distinguir cambios en la consistencia y firmeza de 
los músculos, incluyendo nudos o puntos sensibles, mientras que en un 
músculo sano no se debe producir dolor o sensibilidad durante esta 
maniobra. Además, debido a la tensión muscular, el bruxismo puede ser el 
causante de la cefalalgia que refieren algunos pacientes.8 
 
 
 
Figura 4. Músculos de la masticación16 
 
La articulación temporomandibular permite movimientos funcionales 
de la boca necesarios para la alimentación y el habla. Cuando se presenta 
una disfunción en esta articulación, se limita la función. Una de las 
principales alteraciones que puede provocarla es el bruxismo, el cual 
produce dolor, inflamación y limitación de la movilidad articular, con ruidos 
articulares.5 
 
 
14 
 
3. Factores psicológicos que influyen en el bruxismo en niños 
 
Los psicólogos consideran que el bruxismo es una respuesta a problemas 
personales. Es por ello que los factores psicológicos tienen una gran 
influencia en el bruxismo, al ser éste la expresión inconsciente y física de 
emociones que no se expresan o reconocen libremente. Esto es más común 
en niños entre los tres y los seis años de edad, que comienzan a hablar pero 
no pueden expresar aún sus sentimientos. Actualmente se considera que la 
tensión emocional, la ansiedad y la vida estresante, son factores importantes 
en la etiología del bruxismo.15 
 
3.1 Estrés 
 
Bernard Cannon, en 1932, define el estrés como una perturbación a causa 
de situaciones estimulantes, ya sea físicas o fisiológicas extremas.18 En 
1956, el estrés adquiere una gran difusión. Selye lo considera como un 
estado del organismo que surge tras el fracaso de los mecanismos de 
adaptación.20 
En 1993, Milgram menciona que en la infancia tienen lugar numerosos 
acontecimientos, cambios y conflictos que actúan como factores estimulantes 
intensos y persistentes, lo cual requiere por parte del niño un gran esfuerzo 
de adaptación. Esto lo sitúa en un estado de mayor probabilidad de padecer 
estrés. Por lo tanto, el término estrés indica aquella fuerza o condición 
extrema que se aplica a un sujeto y que implica tensión, provocando daño o 
desintegración, así como alguna forma de resistencia para el sujeto hacia la 
fuerza compulsora.17 
 
 
15 
 
Kanner et al., en 2012, definen al estrés cotidiano como el producto de 
las demandas frustrantes e irritantes que acarrea la interacción diaria con el 
medio ambiente.19 
 
 Por lo tanto, los niños aprenden a responder al estrés a medida que 
crecen y se desarrollan. Muchas situaciones estresantes que para un adulto 
son manejables, causan estrés en un niño. Como resultado, pueden tener un 
impacto en sus sentimientos de seguridad y confianza. Es por eso que el 
estrés en el sistema familiar durante los primeros tres años de vida, resulta 
perjudicial en relación con el desarrollo emocional-conductual del niño. Las 
causas pueden estar relacionadas con problemas familiares, escolares o 
incluso pensamientos negativos hacia ellos mismos, acompañados de los 
siguientes síntomas: bruxismo nocturno (que actúa como liberador de 
estrés), pérdida de apetito, llanto sin ninguna explicación, miedo, alteraciones 
del sueño, molestia estomacal, cefalalgia, entre otros.21 
 
3.2 Ansiedad 
La aparición de la ansiedad en los niños, lejos de ser un rasgo patológico, 
indica una evolución en la que podemos observar la conciencia que el niño 
poco a poco adquiere acerca de su individualidad, límites y recursos, a lo 
largo de su infancia.22 
 
La infancia está dividida en tres etapas, en las cuales surgen diversos 
acontecimientos para el niño. Durante la primera infancia, de los 6 a los 18 
meses de edad, comienzan ciertos miedos considerados normales, como los 
temores a la obscuridad y a lo desconocido. Alrededor de los 8 meses, 
aparece la angustia frente a alguien que desconoce, reacción que revela el 
reconocimiento y la individualización del rostro de la madre. En la segunda 
infancia, entre los 6 y los 7 años, la naturaleza de los miedos es amplia, pues 
16 
 
aparecen temores a animales, monstruos, fantasmas y miedo a estar solo. A 
partir de los 7 años, considerada la tercera infancia, se presentan temores a 
situaciones escolares, de tipo existencial, y miedo a la muerte.22 
 
Los temores disminuyen o desaparecen cuando el niño evoluciona de 
manera normal. Si esto no ocurre, es probable que se encuentre frente a un 
trastorno de ansiedad.11 Benjamín et al., en 1990, así como otros autores, 
reportan en varios estudios epidemiológicos, que la prevalencia de los 
trastornos de ansiedad en la infancia oscila entre 5.6% y 21%, y que esta 
prevalencia es más elevada en las niñas que en los varones.22 
 
4. Importancia del vínculo madre e hijo 
 
Los primeros datos acerca del llamado vínculo madre e hijo provienen de 
investigaciones acerca de la pérdida perinatal con el dolor asociado, y del 
estudio de la relación existente entre la madre y el hijo en el posparto 
temprano.23 
 
El estado psicológico de la madre influye en el desarrollo del feto, 
tanto a nivel neurocoductual como en las alteraciones en el desarrollo que se 
manifiestan en el periodo posnatal, y que afectan significativamente la 
relación madre-hijo.23 
 
John Bowlby, en 1948, enfatizó que el vínculo madre e hijo es el 
establecimiento de una relación cálida entre el niño y la madre, y que es 
crucial para la supervivencia y el desarrollo saludable, como lo es la provisión 
de comida, el cuidado infantil, la estimación y la disciplina.24 En el año 1983, 
se introdujo el término apego, definiéndolo como “cualquier forma de 
conducta que tiene como resultado el logro o la conservación de la 
proximidad con otro individuo claramente identificado, al que se considera 
17 
 
mejor capacitado para enfrentarse al mundo. Esto resulta sumamente obvio 
cada vez que la persona está asustada, fatigada o enferma, y sesiente 
aliviada en el consuelo y los cuidados”.25 
 
Kaplan, en 1961, estableció que si se conoce la calidad del vínculo de 
la madre con el feto, es posible predecir la calidad de la relación en el 
posparto temprano, ya que la mayoría de los casos ambas vinculaciones son 
idénticas.26 En 1967, Rubin definió la importancia del papel materno y los 
factores que intervienen en su inicio. Postuló que la relación existente entre 
una madre y su hijo recién nacido es consecuencia de un proceso de 
vinculación prenatal.27 Años más tarde, Cranley estableció, en 1981, que el 
vínculo madre e hijo es el grado en el que las mujeres se dedican a 
comportamientos que representan una filiación y la interacción con su hijo 
por nacer.28 Por su parte, Muller en 1992, mencionó que este vínculo es la 
relación única de la madre con el feto y es independiente de los sentimientos 
que ésta tiene acerca de sí misma como madre o como mujer embarazada.29 
Condon et al., en 1997, lo definen como el lazo emocional que normalmente 
se desarrolla entre una mujer embarazada y su hijo no nacido.30 
 
Con el paso de los años, el avance de la tecnología forma una parte 
fundamental en el vínculo madre e hijo, al permitir acceder a técnicas de 
ultrasonido que permiten ver más claramente al feto en etapas tempranas de 
su desarrollo y en tiempo real, ayudando a que la futura madre imagine y 
represente al feto como un ser independiente. La influencia del estado 
psicológico materno resulta de gran importancia para el desarrollo fetal y 
posteriormente para el comportamiento, desarrollo y vinculación 
neonatal.23,27 
 
 
18 
 
Allison et al., en 2011, detallan y dan a conocer que el grado de 
ansiedad, el estrés percibido, la presencia de depresión y los factores socio-
económicos poco favorables, se relacionan con el grado de vinculación 
materno-fetal, asociados a problemas de salud de la madre o a algunos 
comportamientos que pueden afectar el transcurso del embarazo y el 
bienestar del feto.31 
 
Estudios realizados en el campo de la medicina materno-fetal y de la 
psicobiología, han descrito dos tipos de cambios relacionados con la 
influencia del estado psicológico de la madre durante el embarazo. (Tabla 
1).23 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
19 
 
Tabla 1. Influencia del estado psicológico materno en el feto 
 
Cambios 
presentados 
 
 
Origen 
 
Expresión 
 
 
 
Variaciones del 
comportamiento 
fetal 
 
 
 
 
 
 
 
 
Alteraciones 
fetales de 
desarrollo 
 
 
Manipulación 
experimental del 
estado psicológico 
de la madre 
durante el 
embarazo 
 
 
 
 
 
 
 
 
Ansiedad y estrés 
percibidos durante 
el embarazo 
 
 
Cambio en los patrones de frecuencia cardiaca, 
su variabilidad o estabilidad en la actividad 
motora. 
 
1. Hipótesis biológica. Aumento en los 
niveles de cortisol materno que afecta al 
óptimo desarrollo del eje hipotalámico-
pituitario-adrenal fetal. 
Escasa autorregulación, déficit en la 
maduración motora y un menor 
coeficiente intelectual infantil. 
 
 
2. Hipótesis psicosocial. Puntuaciones 
maternas de ansiedad, rasgo que se 
caracteriza por la estabilidad pre y post-
parto, lo que conducirá a dificultades en 
la interacción de la madre con el 
neonato. Desbordamiento ante la 
crianza, valoración más negativa del 
bebé. 
3. Hipótesis biopsicosocial. La expresión en 
el neurodesarrollo fetal de los efectos de 
la exposición prolongada a la ansiedad y 
el estrés, se verá reforzada por 
experiencias ambientales postnatales. 
Los bebés se muestran irritables y con 
menos capacidad de regulación, 
influyendo en las interacciones madre-
bebé y en las pautas de crianza. 
Fuente: Roncallo, C. Sánchez M. & Arranz E. Vínculo materno-fetal: implicaciones en el 
desarrollo psicológico y propuesta de intervención en atención temprana2015 pp16.23 
 
 
Una vez analizado su origen y desarrollo, la calidad del vínculo 
materno-fetal constituye un factor protector del vínculo madre-bebé y, por 
tanto, del desarrollo psicológico posterior.23 
 
20 
 
5. Características psicológicas de la madre en relación con la 
presencia de estrés en su hijo 
 
El nacimiento de un hijo provoca cambios profundos en la vida de la madre, 
ya que el recién nacido exige mayor atención y cuidado constante. De un 
momento a otro, la madre asume una gran responsabilidad que abarca las 
24 horas del día y, por consiguiente, pierde la libertad que tenía antes del 
nacimiento de su bebé. 
 
5.1 Depresión posparto 
 
La depresión posparto es un trastorno del estado de ánimo que afecta a las 
mujeres después de parir, sin importar su edad, raza, origen étnico o 
situación económica. Esto no tiene una sola causa, sino que es 
consecuencia de una combinación de factores físicos y emocionales. Las 
madres que padecen depresión posparto tienen sentimientos de tristeza, 
ansiedad y cansancio que les impide realizar sus actividades diarias del 
cuidado de sí mismas y de otras personas. Esto es debido a que, después 
del nacimiento, los niveles de hormonas (estrógeno y progesterona) 
disminuyen rápidamente, generando alteraciones químicas en el cerebro que 
provocan dichos cambios en el estado de ánimo. 
 
 Las madres deprimidas, especialmente cuando su depresión es 
crónica, son menos sensibles con sus niños, juegan y les hablan menos, lo 
que conlleva a que sus hijos presenten un desarrollo lingüístico y cognitivo 
menos avanzado, sean menos cooperativos y tengan mayores dificultades 
para controlar la agresión.32 
 
 
21 
 
Existen tres tipos de alteraciones que pueden presentarse en el posparto: 
x Disforia posparto: es el síndrome más leve y frecuente. Se presenta 
en los primeros días posteriores al parto, y no suele durar más de dos 
semanas. Se caracteriza por irritabilidad, llanto, rasgos 
hipocondríacos, insomnio, fatiga, pérdida de apetito, cefalea, entre 
otros. 
x Depresión posparto: inicia, por lo regular, en las primeras 2 a 4 
semanas posteriores al parto. Clínicamente se caracteriza por un 
cuadro depresivo mayor, caracterizado por presentar ansiedad 
excesiva y alucinaciones auditivas que indican a la madre que lesione 
o le provoque algún daño a su hijo. 
x Psicosis posparto: es la alteración más severa. La madre presenta 
rasgos maniacos, depresivos o mixtos, así como trastornos de 
bipolaridad.33 
 
Las madres deprimidas tienen menos disponibilidad en el cuidado de 
su hijo, manifiestan aislamiento y pueden mostrarse menos dispuestas a 
iniciar y mantener la lactancia materna, y se ha identificado que los síntomas 
depresivos son las causas de la interrupción temprana del 
amamantamiento.33 
 
Otros factores a los que se exponen las mujeres, además de la 
depresión posparto, son complicaciones médicas durante el parto, 
antecedentes de depresión o bipolaridad, sentimientos encontrados en el 
embarazo, violencia familiar, muerte de un ser querido o alguna 
enfermedad.32 
 
 
 
22 
 
5.2 Madre adolescente 
 
El embarazo adolescente en México tiene una alta incidencia y múltiples 
consecuencias. La OMS define a la adolescencia como el periodo de 
crecimiento y desarrollo humano que se produce después de la niñez y antes 
de la edad adulta, entre los 10 y 19 años. Se trata de una de las etapas de 
transición más importantes en la vida del ser humano, que se caracteriza por 
un ritmo acelerado de crecimiento y de cambios, condicionada por diversos 
procesos biológicos.34 
 
El embarazo en adolescentes es uno de los principales factores que 
contribuyen a los problemas de salud y a la mortalidadde la madre y el niño, 
como reporta la Organización Mundial de la Salud (OMS), por lo cual 
representa un problema de salud pública. De acuerdo con un estudio de 
investigación del Departamento de Reducción de los Riesgos del Embarazo 
de la OMS, las adolescentes menores de 16 años corren un riesgo de 
defunción materna cuatro veces más alto que las mujeres de 20 a 30 años.35 
 
El embarazo en la adolescencia es considerado una etapa de crisis 
debido a los cambios que se producen en la mujer que espera un hijo. 
Cuando esta crisis se presenta en la adolescencia, corresponde a un 
acontecimiento que irrumpe en la etapa de desarrollo en la que la joven se 
encuentra. Por otra parte, el hecho de asumir responsabilidades en 
momentos inadecuados, así como actitudes propias de la adolescencia 
frente a la maternidad, puede provocar desequilibrios y crisis físicas, 
emocionales o sociales.35 
 
Grisolía, en 1999, menciona que el proceso de vinculación madre-hijo 
será diferente en madres adolescentes que en madres adultas.36 
Hammel, en el año 2000, menciona que la interacción que se produce entre 
23 
 
la madre adolescente y su bebé, tendrá dificultades en la calidad del vínculo, 
debido a la inmadurez de la madre.37 
 
Las adolescentes que se embarazan presentan, en muchos casos, 
mala nutrición, carencia de nutrientes para el buen desarrollo del bebé, un 
mayor número de abortos espontáneos y parto prematuro. El bebé tiene bajo 
peso, ya que el útero materno no se ha desarrollado completamente. Es más 
propenso a ser enfermizo o a nacer con trastornos del desarrollo. En los 
casos de embarazo de niñas de menos de 15 años de edad, hay más 
posibilidades de que el bebé nazca con malformaciones.38 
 
Esta nueva situación lleva a la adolescente a enfrentarse a muchos 
problemas psicológicos, entre los que se encuentran: 
x Estrés relacionado con el manejo de un embarazo no planeado y la 
alteración de los planes educativos y ocupacionales, o bien, debido a 
la transición entre múltiples roles producidos por la maternidad o por el 
matrimonio (si lo hay). 
x Depresión, percepción de desesperanza, intentos frecuentes de 
suicidio. 
x Frustraciones debidas a la dificultad para lograr las aspiraciones 
educativas y ocupacionales que permitan proporcionar la satisfacción 
de las necesidades de la familia. 
 
Es por eso que el embarazo en la adolescencia conlleva a riesgos no 
sólo para la madre, sino también para el hijo y, en la mayoría de los casos, 
para el funcionamiento familiar.38 
 
24 
 
5.3 Madre soltera 
 
Pérez, en 1988, definió el término madre soltera. Es aquella mujer que 
decide llevar a cabo la crianza de los hijos y el manejo del hogar, sin la 
compañía o apoyo de una pareja.39 
 
 Actualmente, algunas mujeres enfrentan el desafío de un embarazo y 
una maternidad sin la compañía de una pareja, en algunos casos por 
decisión propia, en otras por circunstancias ajenas a la propia voluntad. 
 
 La primera y principal dificultad de la mujer soltera embarazada está 
en la discriminación que sufre ante la sociedad, etiquetándola por el simple 
hecho de haber tenido un hijo fuera de lo establecido, así como el rechazo 
por parte de su familia, ya que generalmente la consideran culpable de un 
delito. 
 
 La mujer soltera embarazada generalmente sufre una crisis 
emocional, pues el desamparo y la desesperación aumentan cuando se 
encuentra en el caso de no saber a quién recurrir y de quién recibir apoyo, ya 
que en muchas ocasiones no se atreve a acudir a su familia. En la mayoría 
de los casos, posteriormente a la noticia del embarazo, los padres terminan 
por aceptar lo sucedido. 
 
 Como resultado de la poca atención que la sociedad presta a las 
madres solteras, la probabilidad de conseguir un empleo será baja, pues el 
empleador supone que la mujer no podrá tener un rendimiento adecuado. 
Esto, a su vez, puede dar lugar a traumas, depresión y estrés. 
 
 La relación madre e hijo no será la ideal, pues es común que la madre 
permita el mal comportamiento del hijo, justificando que se debe a la 
25 
 
ausencia del padre y, por lo tanto, no merece llamadas de atención. O bien, 
no establece límites, lo cual dificulta la crianza. En muchas ocasiones, la 
madre se concentra más en su ex-pareja en cuanto a lo que hace o dice, y 
descuida la educación de su hijo. 
 
x Efectos psicológicos en el hijo de la madre soltera 
 
Los efectos que la ausencia del padre tiene sobre sus hijos, puede deteriorar 
la autoestima y la perspectiva de la vida de un niño. 
 
Los niños que provienen de hogares con madres solteras, tendrán un 
desarrollo de la personalidad y un comportamiento diferentes, en 
comparación con aquellos que se forman en un ámbito en el que hay madre 
y padre, porque sólo podrán observar actitudes o conductas femeninas; esto, 
en un futuro, creará confusión en el hijo, en el caso de que no haya una 
figura paterna (abuelo, tío, entre otras). 
 
Algunos niños desarrollan una baja autoestima, con dificultad para 
adaptarse socialmente, y evitan cualquier contacto social. Estos niños 
antisociales de hogares monoparentales también pueden desarrollar 
depresión, estrés y otros trastornos emocionales y psicológicos.39 
 
5.4 Madre violentada 
 
El concepto de mujer violentada por su pareja incluye, además del maltrato 
físico, el psicológico, en el cual, por medio de la manipulación, mentira, 
humillación o intimidación, se ve sometida a una tortura emocional. La 
violencia psicológica en las mujeres afecta su salud mental, creando una 
disminución de sus posibilidades intelectuales y habilidades, pérdida de 
deseos o interés, depresión y ansiedad. 
26 
 
Cuando la relación de pareja se ve afectada por la violencia de la cual 
es víctima la mujer, los efectos psicológicos son devastadores, cerrando las 
posibilidades de crecer y desarrollarse en ambientes sanos, positivos y 
confortables. Peor aún si la violencia se da durante el embarazo, ya que 
dependiendo del tiempo de gestación, podría ocasionar la pérdida del feto, la 
precipitación del parto o el nacimiento de un bebé de bajo peso. Otras 
consecuencias son los traumas abdominales, las fracturas fetales o la ruptura 
del útero, entre otras.40 
 
x Características del desarrollo psicológico de los hijos de madres 
violentadas 
 
El maltrato hacia la madre puede producir consecuencias graves en los hijos. 
Se vuelven más propensos a ser violentos o a aislarse de la sociedad; 
tienden a ser temerosos, poco cooperativos y menos capaces de responder 
a manifestaciones amistosas por miedo a ser maltratados o rechazados. 
 
Los efectos psicológicos en el niño se relacionan con baja autoestima, 
desajuste emocional, bajo aprovechamiento, depresión, estrés, agresión y 
trastornos de aprendizaje. También es posible que los hijos de madres 
violentadas no se vuelvan agresivos, ya que al ser víctimas de lo que ocurre 
con su madre, conviertan un mal ejemplo en algo que en un futuro no quieren 
volver a vivir.40,41 
 
 
 
 
 
 
 
27 
 
5.5 Madre con bajo nivel socioeconómico 
 
En general, el bajo nivel socioeconómico se define como un estado de 
existencia en el cual una persona no tiene cubiertas las necesidades básicas 
para vivir. Una persona pobre carece de lo que necesita. 
 
 La pobreza es mayor en las mujeresporque no disponen de un 
acceso igualitario a la educación, los medios de producción, la propiedad y el 
control de bienes, que en ciertos casos se combina con la falta de igualdad 
de derechos dentro de la familia y de la sociedad. Esta situación tiene una 
influencia negativa en el hogar, especialmente en los niños.42 
 
Un predictor ambiental de problemas de aprendizaje escolar y efectos 
psicológicos en los hijos, es el bajo nivel socioeconómico de la familia, más 
aun cuando es sólo la madre la que se encarga del cuidado de los hijos, sin 
la ayuda de una figura paterna. Halpern, en 1986, menciona que el bajo nivel 
educativo de los padres incide negativamente en el rendimiento escolar de 
sus hijos.43 
 
 En 1995, Jadue menciona que las características dentro de un hogar 
de bajo nivel socioeconómico carece de un lugar apropiado y de material de 
apoyo para que el niño realice sus actividades escolares. Esto puede 
deberse a la escasa interacción madre e hijo.42 Un año más tarde, en 1996, 
este mismo autor añade que el bajo nivel socioeconómico de los padres se 
relaciona con los hábitos de vida del hijo, los modelos de interacción familiar, 
la comunicación lingüística en el hogar y las expectativas educacionales para 
los hijos, además de la baja calidad y escasez de estrategias de aprendizaje 
que ayuden a los niños a tener éxito en la escuela. 
 
28 
 
Las consecuencias fundamentales de vivir en pobreza no sólo se 
relacionan con el fracaso escolar, sino también con problemas psicológicos 
para los hijos, es decir, con el estrés que vive, el cual le impide ser capaz de 
concentrarse y, en un futuro, tener mejores oportunidades para 
desenvolverse en la sociedad.42 
 
6. Influencia de las características psicológicas de la madre en la 
presencia de bruxismo en su hijo 
 
Para poder entender la influencia que tiene el estado psicológico de la madre 
en su hijo, es necesario conocer las características de ambos. Cuando la 
madre presenta algún trastorno, puede dar como resultado repercusiones 
negativas sobre la conducta del hijo. 
 
 Durante los primeros años de vida del niño, la alimentación toma un 
papel importante en el desarrollo físico, biológico y sobre todo psicológico, ya 
que la lactancia es una demostración de amor y comunicación, debido al 
espacio íntimo que se presenta entre él y su madre por medio del tacto y el 
contacto visual. Un ejemplo de respuesta es cuando el niño sonríe, la 
expresión de sus ojos, la tranquilidad; estos son comportamientos que 
indican el sentir del niño.44 
 
 Lo anterior se establece por medio del vínculo madre e hijo que, como 
ya se mencionó anteriormente, comienza a establecerse desde que la madre 
se entera que está embarazada, siendo mucho más fuerte e importante 
durante los primeros años de vida de su hijo. La calidad del vínculo que el 
niño logre establecer con su madre desde pequeño, incluso antes de nacer, 
es primordial para su salud física y psicológica futura.23,44 
 
29 
 
 Por otro lado, si el vínculo madre e hijo es débil, el niño puede 
presentar lo siguiente: llorar sin causa alguna, cerrar los puños, girar la 
cabeza, arquear el cuerpo y parpadear continuamente. Ante la falta de 
comunicación, el niño tratará de obtener, por otros medios, el equilibrio de su 
organismo, llevando sus manos a la boca, succionando su dedo, entre otros. 
 
 De acuerdo con lo antes mencionado, es probable que la asociación 
entre el estado psicológico materno y la expresión de síntomas en el hijo, 
represente un factor de riesgo relacionado con el desarrollo del bruxismo en 
niños pequeños.44 
 
 Vanderas et al., en 1999, realizaron un estudio en Atenas, en el que 
examinaron los niveles de catecolaminas, -moléculas producidas por un 
aminoácido, la tirosina, que actúa como una hormona o neurotransmisor-, las 
cuales son secretadas por la médula de las glándulas suprarrenales. Las 
catecolaminas se producen en casos de estrés importante o durante alguna 
actividad física.45 
 
 Este estudio se realizó en 314 niños de cinco escuelas públicas (161 
niños y 153 niñas de 6 a 8 años de edad). Los niños fueron examinados por 
un investigador experto en bruxismo y maloclusiones, en una clínica dental 
móvil y con luz estándar. El indicador clínico de bruxismo fue la presencia de 
desgaste dental en dientes primarios y permanentes. Posteriormente se 
distribuyó a los padres un cuestionario con el fin de recabar información 
sobre la historia del niño, enfermedades, características emocionales y 
medicamentos que estuvieran consumiendo, así como los factores 
sistémicos implicados en el bruxismo. Estos factores fueron parásitos 
intestinales, deficiencias, alergias y trastornos endocrinos, además de los 
factores socioeconómicos, edad de los padres, la educación y la profesión. 
30 
 
Clasificaron el nivel educativo de los padres en tres categorías: primaria, 
secundaria y universidad.45 
 
 A continuación se recogió la muestra de orina de 24 horas de cada 
sujeto sin ninguna dieta en particular, con el objetivo de analizar las 
catecolaminas. Los 314 niños tenían facetas de desgaste en los dientes 
primarios. Por lo tanto, para crear un grupo sin evidencia clínica de bruxismo, 
se tuvo que tomar en cuenta sólo el desgaste en los molares permanentes. 
Del total de los niños incluidos en el estudio, se obtuvo una muestra 
completa de orina de 24 horas a 273 niños, de los cuales sólo 129 
presentaban desgaste en los molares permanentes; por lo tanto, de los 129 
infantes, 74 niños y 55 niñas, los indicadores históricos y clínicos de 
bruxismo estaban presentes, mientras que en 17 niños y 21 niñas, los 
indicadores no se presentaron. 
 
 De acuerdo con los resultados de la revisión dental el cuestionario y 
el análisis de catecolaminas en orina, se llegó a la conclusión de que los 
factores socioeconómicos, así como la educación tanto de los padres como 
de los hijos, tuvieron un impacto significativo en el bruxismo presente. Otros 
factores importantes asociados a la presencia de bruxismo fueron la elevada 
cantidad de adrenalina, norepinefrina y dopamina encontrada en la muestra 
de orina, hormonas liberadas en mayor cantidad ante la presencia de estrés. 
Del grupo de niños que reportaron tener alguna enfermedad, únicamente se 
encontró a pacientes asmáticos, y se llegó a la conclusión de que esta 
enfermedad no tenía ninguna influencia en dicha alteración. Este estudio 
tuvo como finalidad reunir la mayoría de los factores desencadenantes del 
bruxismo, no sólo las manifestaciones clínicas, sino también los 
antecedentes del niño y de los padres, así como el análisis del examen de 
orina.45 
 
31 
 
 Otra investigación importante respecto del bruxismo, es el de Karlen, 
en 2004. Considera que los problemas de conducta de los niños predicen el 
estrés parental. Señala que cuanto más graves son los problemas paterno 
mayor es la probabilidad de que los hijos manifiesten comportamientos 
negativos, mientras que los problemas emocionales de la madre aumentan el 
riesgo de depresión y ansiedad en su hijo.50 
 
 En la figura 5 se muestra una representación esquemática de los 
factores etiopatogénicos implicados en el bruxismo y consecuencias del 
mismo, elaborado por Bermejo, coautor en el artículo de Hernández M. en el 
año 2008.47 En las raíces del árbol se muestran los factores implicados en la 
etiología del bruxismo: genética, alteraciones del Sistema Nervioso Central 
(SNC), alteraciones del sueño, estrés, oclusión. 
 
 En el tronco del árbol se ubica, como principal responsable, el 
disparo dopaminérgico, por ser el encargado de producir los movimientos 
parafuncionales del bruxismo. En la copa del árbol se encuentran los sitios 
en los que se producen las manifestaciones clínicas del bruxismo: dientes 
(atriciones), periodonto (periodontopatías), músculos (miopatías funcionales) 
y articulaciones (luxación disco-condilarLCD).47 
 
32 
 
 
 
Figura 5. Factores implicados en el bruxismo47 
 
 Se llegó a la conclusión de que el estrés de origen social y 
psicológico es un factor de riesgo importante para el bruxismo. De igual 
forma, existen pacientes que no se encuentran bajo estas circunstancias y 
presentan dicha alteración.47 
 
 En 2014, en Pelotas, una ciudad al sur de Brasil, se reportó un 
estudio en el cual se analizó la influencia de las características maternas en 
el bruxismo de sus hijos, por medio de la evaluación de la salud mental de 
536 madres adolescentes entre los 12 y 19 años de edad, y el desarrollo 
infantil de sus hijos, cuantos estos tenían entre 24 y 35 meses de edad. Esta 
investigación fue apoyada por la Academia Americana de Medicina del 
33 
 
Sueño (AASM). Se encontraron eventos estresantes en la vida de la madre 
como cambios en su entorno, problemas financieros, problemas familiares, 
pérdida de apoyo social y problemas en el trabajo, entre otros.48 
 
 En la siguiente tabla se muestra la asociación entre el bruxismo en 
la primera infancia y los trastornos psicológicos maternos (en la ciudad de 
Pelotas, RS, Brasil), incluida en este mismo estudio. (Tabla 2). Los 
resultados presentados apoyan la hipótesis de que los rasgos psicológicos 
maternos podrían estar significativamente asociados con el desarrollo de 
esta alteración.48 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
34 
 
Tabla 2. Rasgos psicológicos maternos 
Variable/Categoría Total No Sí Valor 
Sexo 
Femenino 
Masculino 
 
270 (50.37%) 
266 (49.63%) 
 
208 (77.04%) 
189 (71.05%) 
 
62 (22.96%) 
77 (28.955) 
 
0.114 
Ansiedad materna 
Sin síntomas 
Con síntomas 
 
377 (72.22%) 
145 (27.78%) 
 
290 (76.92%) 
98 (67.59%) 
 
87 (23.08%) 
47 (32.41%) 
 
0.029 
Depresión materna 
Sin síntomas 
Con síntomas 
 
320 (60.85%) 
205 (39.05%) 
 
246 (76.88%) 
141 (68.78%) 
 
74 (23.12%) 
64 (31.22%) 
 
0.040 
Episodios depresivos 
maternos 
No 
Sí 
 
 
343 (67.52%) 
165 (32.48%) 
 
 
 
266 (77.55%) 
108 (65.45%) 
 
 
77 (22.45%) 
57 (34.55%) 
 
 
0.004 
Eventos estresantes en 
la vida y problemas en 
el trabajo 
No 
Sí 
 
 
259 (48.68%) 
273 (51.32%) 
 
 
198 (76.45%) 
196 (71.79%) 
 
 
61 (23.55%) 
77 (28.21%) 
 
 
0.221 
Pérdida de apoyo social 
No 
Sí 
 
283 (53.20%) 
249 (46.80) 
 
205 (72.44%) 
189 (75.90%) 
 
78 (27.56%) 
60 (24.10%) 
 
0.363 
Problemas familiares 
No 
Sí 
 
146 (27.55%) 
384 (72.45) 
 
106 (72.60%) 
289 (75.26%) 
 
40 (27.40%) 
95 (24.74%) 
 
0.888 
Cambios ambientales 
No 
Sí 
 
268 (50.57%) 
262 (49.43) 
 
213 (79.48%) 
180 (68.70%) 
 
55 (20.52%) 
82 (31.30%) 
 
0.005 
Dificultades personales 
No 
Sí 
 
237 (44.97%) 
290 (55.23%) 
 
179 (75.33%) 
211 (72.76%) 
 
58 (24.47%) 
82 (31.30%) 
 
0.005 
Problemas financieros 
No 
Sí 
 
241 (45.22%) 
292 (54.78%) 
 
175 (72.61%) 
220 (75.34%) 
 
66 (27.39%) 
72 (24.66%) 
 
0.474 
Goettems M. L. et al. Association between sleep bruxism in early childhood and maternal 
psychological disorders in the city of Pelotas, RS, Brazil, 2014.48 
 
35 
 
Conclusiones 
 
Conforme al seguimiento de los avances que han sido registrados en la 
literatura, en lo que se refiere al bruxismo infantil asociado a los factores 
psicológicos de la madre y cómo influyen en su hijo, se puede concluir que, 
en efecto, las características que ella presente, incluso desde el embarazo, 
repercuten en la salud de su hijo. Esto comienza desde el transcurso del 
embarazo y continúa en los primeros años de vida del niño, ya que es la 
madre quien toma el papel más importante en su vida, por el simple hecho 
de que permanece en su vientre durante nueve meses y por ser ella la que 
posteriormente asume la responsabilidad de su cuidado. 
 
No existe duda respecto de la importancia del apego materno durante 
la infancia, pero el niño también necesita del padre. Una figura paterna 
permite que desarrolle una personalidad y confianza en sí mismo, necesaria 
para adaptarse más adelante al mundo exterior. Se sabe que hoy en día los 
roles han cambiado, e incluso puede ser el padre quien esté mucho más 
involucrado en el cuidado diario de sus hijos, mientras la madre está 
ausente. 
 
 De acuerdo con los autores consultados, se puede afirmar que el 
vínculo entre la madre y su hijo debe de estar equilibrado para el bienestar 
de ambos, pero sobre todo para el correcto desarrollo del pequeño. Cuando 
existe una buena comunicación por parte de la madre y, sobre todo, cuando 
sabe controlar sus emociones frente a su hijo, se puede evitar que el niño 
tenga que enfrentar situaciones que no van acorde a su edad, generándole 
estrés y ansiedad, lo que a su vez puede provocar alteraciones en su salud, 
como el bruxismo. 
 
36 
 
Por lo tanto, si el estrés y el bruxismo están relacionados, cabría 
suponer que en las próximas décadas las entidades patológicas derivadas de 
ellos también irán en aumento, dado que la irritabilidad, agresividad y 
labilidad emocional son algunas de las consecuencias de una sociedad 
competitiva en exceso. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
37 
 
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y-el-dialogo-infanto-parental-una-perspectiva-longitudinal-a-partir-de-
la-investigacion-sobre-el-apego 
	Portada 
	Índice
	Introducción
	1. El Bruxismo Como una Entidad Compleja 
	2. Manifestaciones Clínicas
	3. Factores Psicológicos Que Influyen en el Bruxismo en Niños
	4. Importancia del Vínculo Madre e Hijo
	5. Características Psicológicas de la Madre en Relación con la Presencia de Estrés en su Hijo
	6. Influencia de las Características Psicológicas de la Madre en la
Presencia de Bruxismo en su Hijo
	Conclusiones 
	Referencias Bibliográficas

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