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UN INST INFLUENC LA FLEX P IVERSIDA F A C U DIVISIÓ TITUTO DE S T CIA DEL OFF XION DESPU TRABAJO DR. CÉS PARA OBTE DR N D NACION L T A D ÓN DE ESTU E INVE SEGURIDAD TRABAJADO FSET CONDI ÉS DE UNA O DE INVEST SAR ADOLF NER EL DIPL ORT ASESO R. EDGARD C NO. DE REG NAL AUTÓN D E M E UDIOS DE P STIGACIÓN Y SERVICIO RES DEL ES ILAR POSTE ARTROPLAS TIGACIÓN QU FO DE LA PE LOMA DE LA TOPEDIA OR DE TESIS: CHAVEZ HIN ISTRO: 284 NOMA DE E D I C I N OSTGRADO N OS SOCIALES STADO ERIOR DEL F STIA TOTAL UE PRESENT EÑA GARC A ESPECIALI : NOJOSA 4.2011 MÉXICO N A O S DE LOS FEMUR SOBR DE RODILLA TA: ÍA IDAD: RE A UNAM – Dirección General de Bibliotecas Tesis Digitales Restricciones de uso DERECHOS RESERVADOS © PROHIBIDA SU REPRODUCCIÓN TOTAL O PARCIAL Todo el material contenido en esta tesis esta protegido por la Ley Federal del Derecho de Autor (LFDA) de los Estados Unidos Mexicanos (México). 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A mis maestros, Por guiarme de la mano hasta el cumplimiento de uno de mis mas grandes sueños… la Ortopedia. A mis compañeros y amigos. Mi segunda familia. Con los que he compartido anhelos, risas y frustraciones. A mi Institución, Por abrirme las puertas a un mar de conocimiento. ÍNDICE RESUMEN …………………………………………………………………………..…….. ABSTRACT ………………………………………………………………………………... INTRODUCCIÓN ……………………………………………………………………….. 1. MARCO TEÓRICO …………………………………………………………………….… 1.1 GENERALIDADES .....………………………………………………………….. 1.2 ANATOMÍA DE LA RODILLA …………………………………………………... 1.3 MECÁNICA ARTICULAR ……………………………………………………..… 1.4 MOVIMIENTOS DE FLEXIÓN Y EXTENSIÓN ……………………………….. 1.5 MOVIMIENTOS DE ROTACIÓN ………………………………………………. 1.6 MOVIMIENTOS DE LA RÓTULA ……………………………………………… 1.7 INTEGRACIÓN DE LOS MOVIMIENTOS DUANTE LA FUNCIÓN DE LA RODILLA …………………………………………………………………………. 1.8 CONSTITUCIÓN DEL CARTÍLAGO ARTICULAR Y FISIOPATOLOGÍA DE LA ARTROSIS …………………………………………………………………… 1.9 FACTORES DE RIESGO, EPIDEMIOLOGÍA Y PRESENTACION CLÍNICA DE LA ARTROSIS DE LA RODILLA …………………………………………… 1.10 EVALUACION RADIOGRÁFICA ………………………………………………… 1.11 TRATAMIENTO …………………………………………………………………… 1.12 ARTROPLASTIA TOTAL DE RODILLA Y FACTORES QUE AFECTAN LA MOVILIDAD ………………………………………………………………………. 2. HIPÓTESIS Y OBJETIVOS ……………………………………………………………… 2.1 HIPÓTESIS ……………………………………………………………………………. 2.2 OBJETIVO GENERAL ……………………………………………………………….. 2.3 OBJETIVOS ESPECÍFICOS ………………………………………………………… 3. MATERIAL Y MÉTODOS ………………………………………………………………... 3.1 DISEÑO DEL ESTUDIO ……………………………………………………………... 3.2 CONFORMACIÓN DE LOS GRUPOS DE ESTUDIO ..........…………………….. 3.3 CEDULA DE RECOLECCIÓN DE DATOS ………………………………………... 3.4 EVALUACIÓN RADIOGRÁFICA ……………….…………………………………… 3.5 ANÁLISIS ESTADÍSTICO …………………………………………………………… 4. RESULTADOS ……………………………………………………………………….…. 5. CONCLUSIONES ………………………………………………………………….…… 6. BIBLIOGRAFÍA ……………………………………………………………………....…… 1 2 3 4 4 4 6 6 7 8 9 10 11 13 14 14 16 16 16 16 17 17 18 19 20 22 23 30 31 1 RESUMEN Introducción. La artrosis de la rodilla, es una enfermedad caracterizada por el deterioro progresivo del cartílago articular que conduce a la aparición dolor y en etapas tardías limitación funcional. El tratamiento puede ir desde la administración de antiinflamatorios y terapia física, hasta procedimientos como la artroplastia total de rodilla. Actualmente la demanda funcional de los pacientes que requieren una prótesis de rodilla va en aumento. Por lo cual, es imprescindible lograr la restitución geométrica de la rodilla favoreciendo la movilidad de la articulación. Se sabe que el offset condilar posterior femoral puede jugar un papel importante en la flexión de la rodilla. El perfeccionamiento de la técnica de la artroplastia total de rodilla mejorará cada vez más, los rangos de movilidad y la funcionalidad de los pacientes, facilitando su reincorporación a la vida cotidiana y laboral. Objetivo. Identificar la relación que existe entre el offset condilar posterior femoral y el grado de flexión de la rodilla, después de una artroplastia total. Material y Métodos. Se realizó un estudio observacional, longitudinal, retrospectivo, descriptivo y comparativo. Se efectuó una revisión de expedientes de todos los pacientes operados de prótesis total de rodilla de Enero de 2010 a Enero de 2011, en el Hospital Regional Lic. Adolfo López Mateos del ISSSTE. Recabándose en hojas de recolección de datos el género, peso, talla, índice de masa corporal, actividad laboral actual, enfermedades crónico degenerativas concomitantes, tipo y tiempo de evolución de la artrosis de rodilla, grados de flexión de la rodilla previo y posterior al manejo quirúrgico, así como el tipo de implante implantado. En radiografías pre y postoperatorias se midió el ángulo femorotibial, la presencia de osteofitos posteriores, y el offset condilar posterior de la rodilla. Se efectuó un análisis estadístico para identificar si existía una correlación entre el offset condilar posterior, el índice de masa corporal, la presencia de osteofitos posteriores y el tiempo de evolución de la artrosis, con los grados de flexión de la rodilla después de una artroplastia total. Los resultados obtenidos se expresaron en tablas graficas para facilitar su comprensión visual. Resultados. Se estudiaron 93 pacientes, 44% hombres y 56% mujeres. Con edad promedio de 68.8 años. Del total de pacientes, el 4% mostró una evolución aguda de la enfermedad (menos de 1 año); 59% evolución subaguda (de 0 a 5 años) y 37% con evolución crónica. Se encontró que 29% de los pacientes tenían un offset condilar posterior postoperatorio menor al preoperatorio, 14% un offset condilar posterior postoperatorio igual al preoperatorio y 56% un offset condilar posterior postoperatorio mayor al preoperatorio. Pero tan solo el 46% de toda la población mostró una mejoría en la amplitud de la flexión de la rodilla después de la intervención quirúrgica. Al comparar la amplitud de la flexión postoperatoria con la preoperatoria entre los grupos de offset condilar menor al preoperatorio y offset condilar igual al preoperatorio, no existió una diferencia estadística. Sin embargo, al comparar la flexión con el grupo de offset condilar posterior mayor al preoperatorio, se encontró una correlación con significancia estadística (p<0.05). No se existió correlación estadística entre la edad, género,estado nutricional, patologías asociadas, extremidad afectada, tiempo de evolución de la patología, osteofitos posteriores y el eje femorotibial sobre la flexión de la rodilla en los diferentes grupos de estudio. Conclusiones. El offset condilar posterior femoral postoperatorio mayor al preoperatorio es un factor que influye de manera positiva sobre la flexión postoperatoria de la rodilla, pero no determinante. Palabras clave. Offset condilar posterior del fémur, Artoplastía total de rodilla, Flexión de la rodilla. 2 ABSTRACT Introduction. The knee osteoarthritis, is a disease characterized by the progressive deterioration of the articular cartilage that leads to the appearance of pain and late stages of functional limitation. The treatment can be from the administration of anti-inflamatory drugs and fisical therapy to procedures like the total knee arthroplasty. Nowadays the functional demand from patients that require a knee prosthesis is increasing. Thus it is essential to achieve the geometric restitution of the knee, favoring the articulation mobility. It is known that the femoral posterior condylar offset plays an important role in the knee flection. The improvement of the total knee arthrosplaty technic, the rank of mobility and funcionality of patients, will be enhanced, facilitating their incorporation into their labour and daily life. Objective. Identify the relationship between the femoral posterior condylar offset and the range of knee flection, after having a total arthroplasty. Methods and Material. An observational, longitudinal, retrospective, descriptive and comparative study was performed. A file revision of all the total knee prosthesis operated patients from January 2010 to January 2011, at the Hospital Regional Lic. Adolfo López Mateos of ISSSTE. Gathering the information of weight, gender, size, body mass index, actual labour activity, concomitant chronic degenerative diseases, tipe and evolution of the knee osteoarthritis, ranges of knee flection before and after the surgical treatment and type of implant implanted, on data gathering forms. In pre and postoperative x-rays, the femorotibial angle, the presence of posterior osteophytes and the knee posterior condylar offset, were mesure. A statistical analysis was performed to identify the existance of a correlation between the posterior condylar offset, the body mass index, the presence of posterior osteophytes and the evolution time of the osteoarthritis, with the knee flection ranges after a total arthroplasty. The obtained outcomes were expressed on graphic charts to facilitate their visual comprehension. Results. 93 patients were studied, 44% men and 56% women. Within a range of age of 68.8 years. From the sum total, 4% showed an acute evolution of the disease (in less than 1 year); 59% showed a subacute evolution (from 0 to 5 years) and 37% showed a chronic evolution. it was revealed that 29% of the patients had a minor postoperative posterior condylar offset than preoperative, 14% an equal postoperative posterior condylar offset than preoperative and 56% a mayor postoperative posterior condylar offset than the preoperative. But only a 46% from the total population showed an increase in the knee flection amplitude after a surgical intervention. When the postoperative flection amplitude is compared to the preoperative between the minor preoperative condylar offset and the equal preoperative condylar offset group, there is no statistic difference. Although, when the flection is compared with the mayor preoperative posterior condylar offset group, a correlation was found with statistic significance (p<0.05). There is no statistic correlation between the age, gender, nutritional state, asociated pathologies, afected limb, evolution time of the pathology, posterior osteophytes and the femorotibial axe, on the knee flection in the different studied groups. Conclusions. The postoperative femoral posterior condylar offset mayor than the preoperative is a factor that interferes in a positive way over the postoperative knee flection, but it is not a determining factor. Keywords. Femoral posterior condylar offset, total knee arthroplaty, knee flection. 3 INTRODUCCIÓN La artrosis de la rodilla, es una enfermedad crónica que se caracteriza por el deterioro progresivo del cartílago articular. (1,2) Este deterioro conduce a la aparición de diversos síntomas, entre los que predomina de forma importante el dolor, síntoma se acentúa con la actividad física y en etapas tardías puede condicionar una importante incapacidad física. (2,3) La artrosis de la rodilla es una de las enfermedades crónico-degenerativas más frecuentes en el mundo. De hecho, a partir de los 50 años de edad, gran parte de la población presenta manifestaciones radiológicas de esta patología. (3) Sin embargo, la etiología exacta aún se encuentra bajo discusión. La mayoría de los autores coinciden en que se debe a la combinación estrecha de factores bioquímicos, mecánicos y genéticos, que conducen a que algunas personas desarrollen a partir de determinada edad cambios degenerativos en el cartílago articular. (4) La presentación clínica de la artrosis de la rodilla puede variar desde una forma asintomática a otra severa con gran compromiso articular. Debido a ello, las formas o variedades de tratamiento pueden ser muy variadas desde la indicación de antiinflamatorios no esteroideos y la terapia física, hasta procedimientos complejos como la artroplastia total de rodilla. En la actualidad, en países como el nuestro, la artrosis de la rodilla constituye uno de los principales problemas progresivos de salud en los adultos. (4, 5) Principalmente, como consecuencia de la inversión de la pirámide poblacional y el incremento de la esperanza de vida. Situación que condiciona, que exista un incremento considerable en la incidencia de los padecimientos crónico- degenerativos y sus complicaciones y que el número de pacientes que requieren de una intervención quirúrgica por artrosis de la rodilla, se incrementen considerablemente. Tal es el caso de la artroplastia total de la rodilla. Con el advenimiento de los avances tecnológicos han surgido una gran variedad de implantes protésicos para la sustitución de la articulación de la rodilla y la gran mayoría de ellos cuentan con prácticamente las mismas especificaciones técnicas para su colocación. Sin embargo, la demanda funcional de los pacientes que requieren una prótesis de rodilla se encuentra en aumento, debido a que este tipo de procedimientos se realizan en personas cada vez más jóvenes que aún se encuentran en una etapa económicamente activa. (6) Por lo cual, es imprescindible lograr la restitución de la geometría de la rodilla mediante un adecuado balance de las partes blandas que conforman la articulación durante la colocación de la prótesis, con la finalidad de recuperar la mayor movilidad posible de esta articulación. Permitiendo la reincorporación de los pacientes a las actividades cotidianas y laborales, gracias a la desaparición del dolor y la mejoría en los arcos de movilidad. De forma que, una inadecuada técnica de colocación de los implantes protésicos interferirán sobre la movilidad de la rodilla. (7, 8) En este sentido, se ha encontrado que el offset condilar posterior femoral juega un papel importante en la amplitud de la flexión de la rodilla. (6, 7, 8) Por lo cual es importante lograr su restitución durante la artroplastia de la rodilla. Así, el perfeccionamiento de la técnica de la artroplastia total de rodilla mejorará cada vez más, los rangos de movilidad y la funcionalidad de los pacientes, disminuyendo la tasa de complicaciones y facilitando su reincorporación a la vida cotidiana y laboral, permitiendo abatir los costos económicos asociados a una rehabilitación prolongada y al tratamiento de las secuelas. El presenteestudio se ha elaborado como una herramienta para incrementar la comprensión que poseemos de la artroplastia total de la rodilla, favoreciendo el desarrollo de nuevas técnicas y/o implantes para el manejo de esta patología, que en los próximos años se puede convertir en un problema de salud. 4 MARCO TEÓRICO GENERALIDADES La artrosis de la rodilla, es una enfermedad crónica que se caracteriza por el deterioro progresivo del cartílago articular. (1,2) Este deterioro conduce a la aparición de diversos síntomas, entre los que predomina de forma importante el dolor. Este síntoma se acentúa con la actividad física y en etapas tardías puede condicionar incapacidad para la marcha y para permanecer de pie, así como deformidad progresiva de la rodilla. (2,3) La artrosis de la rodilla es una de las enfermedades crónico-degenerativas más frecuentes. De hecho, a partir de los 50 años de edad, gran parte de la población presenta manifestaciones radiológicas de esta enfermedad. (3) Sin embargo, solamente una pequeña porción de las personas que tienen manifestaciones radiológicas, presentan una correlación clínica. La artrosis de rodilla para su estudio puede clasificarse en dos formas, la primaria o idiopática, en la cual se desconoce la causa de la perdida de las propiedades mecánicas del cartílago hialino articular (elasticidad y resistencia a la compresión); y la secundaria a lesiones meniscales, fracturas articulares, lesiones ligamentarias, alteraciones del eje femorotibial, o en articulaciones sometidas a un sobreesfuerzo importante (deportistas, personas obesas, discrepancias de la longitud de miembros inferiores, etc.). (6, 9) La artrosis primaria se ha asociado con el envejecimiento, ya que es una enfermedad propia de las personas mayores de 50 años. (3) Sin embargo, la etiología exacta aún se encuentra bajo discusión, pero la mayoría de los autores coinciden en que se debe a la combinación estrecha de factores bioquímicos, mecánicos y genéticos, que conducen a que algunas personas desarrollen a partir de determinada edad cambios degenerativos en el cartílago articular. (4) La presentación clínica de la artrosis de la rodilla puede variar desde una forma asintomática a otra severa con gran compromiso articular. Debido a ello, las formas o variedades de tratamiento pueden ser muy variadas desde la indicación de antiinflamatorios no esteroideos y la terapia física, hasta procedimientos complejos como la artroplastia total de rodilla. Para conocer de forma certera la evolución de esta patología es absolutamente necesario dominar la anatomía de la rodilla, su biomecánica y su fisiopatología, así como, los diferentes factores que interfieren en sobre ella. ANATOMÍA DE LA RODILLA La rodilla es una de las articulaciones más grandes del esqueleto humano; en ella se unen tres huesos: el extremo inferior del fémur, el extremo superior de la tibia y la rótula, siendo esta ultima estructura, la que permite el aumento del brazo de palanca del aparato extensor. (10) La rodilla, constituye una articulación de suma importancia para la marcha y la carrera, que soporta todo el peso del cuerpo en el despegue y la recepción de saltos. Su mecánica articular resulta muy compleja, pues por un lado ha de poseer una gran estabilidad en extensión completa para soportar el peso corporal sobre un área relativamente pequeña; pero al mismo tiempo debe estar dotada de la movilidad necesaria para la marcha y la carrera; y para orientar eficazmente al pie en relación con las irregularidades del terreno. (11) Las articulaciones que componen la rodilla son tres: articulación femorotibial (entre los cóndilos del fémur y la tibia), articulación femorrotuliana (entre la tróclea del fémur y la cara articular de la rótula) y la articulación tibioperonea proximal. (10, 11) La articulación femorotibial se clasifica como biaxial y condílea, en la cual una superficie cóncava se desliza sobre otra convexa alrededor de dos ejes. Mientras que la articulación femorrotuliana es una monoaxial y tróclear, que permite que la rótula se deslice de arriba abajo, a lo largo de la tróclea del fémur. (9,10,11) 5 Finalmente, la articulación tibioperonea proximal es una articulación artrodia, muy pequeña, que permite un mínimo grado de movimiento entre la carilla articular de la cabeza del peroné y la carilla articular de la parte posterior del cóndilo lateral de la tibia y el papel que juega en la artrosis de la rodilla prácticamente es nulo. (11) Los anatomistas sostienen que la articulación de la rodilla está compuesta, desde el punto de vista morfológico, por la yuxtaposición de dos articulaciones secundarias: la femororrotuliana y la femorotibial. Y constituye la principal articulación de tipo sinovial compuesta de dos elementos: • Complejo A. Formados las carillas articulares y el cartílago articular. El cartílago impide el contacto directo entre los huesos y modifica la forma de las carillas articulares para mejorar la adaptación de las superficies. (11, 12) No posee ni nervios ni vasos sanguíneos y sus propiedades oscilan entre las de un sólido y las de un líquido debido a su composición, en gran medida por agua, proteínas y fibras de colágena. • Complejo B. Formado por la cápsula articular y la cavidad articular, la sinovial y los ligamentos. La capa externa de la capsula articular (membrana fibrosa) se dirige desde el fémur distal, hacia la tibia proximal y se encarga de asegurar la cohesión de la articulación. (13) En su interior, la membrana sinovial, recubre la cara interna de la articulación y el hueso en el que no se asienta el cartílago articular. Contiene numerosos vasos sanguíneos y linfáticos, así como nervios. Y es la encargada de la producción del liquido sinovial, que favorece el deslizamiento y provee de nutrientes a los cartílagos articulares, convirtiendo el estrés compresivo en estrés hidrostático. (11,14) La presión al interior de la cápsula articular es ligeramente negativa que sirve de inhibidor a la tracción luxación. Y presenta un receso articular o fondo de saco que se adecua a los movimientos de la articulación. Los ligamentos son estructuras resistentes, prácticamente inelásticas, constituyen un refuerzo que limita la amplitud de los movimientos que podrían condicionar una luxación de la articulación (ligamento colateral lateral, ligamento colateral medial, ligamentos cruzados y ligamentos meniscales). (15) Menisco articular. Son especies de fibrocartílago que aumentan la superficie de contacto de las carillas articulares y facilitan una mejor distribución y transmisión de la fuerza durante el movimiento de la articulación • De manera adicional, debemos considerar a la musculatura e inserciones tendinosas que permiten el movimiento de la articulación aportando estabilidad dinámica y favoreciendo la congruencia de la articulación. (16) Desde el punto de vista funcional, la articulación femororrotuliana permite aumentar considerablemente la potencia del mecanismo extensor de la rodilla, al incrementar su brazo de palanca mediante la elevación del músculo cuádriceps, protegiendo la superficie articular del fémur de las tracciones del cuádriceps sobre la tibia, llevándose a cabo con un cierto ángulo de inclinación y no en sentido paralelo. (13, 16, 17) Con respecto a la articulación femorotibial puede decirse que el menisco articular la divide en dos cámaras: la proximal o superior, que corresponde a la articulación femoromeniscal, responsable de los movimientos de flexión y extensión de la pierna; y la distal o inferior, que corresponde a la articulación meniscotibial y permite los movimientos de rotación de la pierna. (18) La rodilla humana está constituida normalmente con un cierto grado de valgo. Ello significa que estando extendido el miembro inferior, los ejes del fémur y de la tibia no se continúan en línea recta, sino que forman un ángulo obtusoabierto hacia afuera (ángulo femorotibial). El ángulo de convergencia de los 2 huesos que constituyen esta la articulación mide, como término medio, 3° a 10°. (14, 19) Y conviene diferenciarlo del eje mecánico o dinámico, que es la línea que une el centro de la cabeza femoral con el centro anatómico de la rodilla y el centro de la articulación tibiotarsiana, que representa la línea de apoyo o gravedad de toda la extremidad inferior. 6 MECÁNICA ARTICULAR La articulación de la rodilla puede permanecer estable cuando es sometida rápidamente a cambios de carga durante la actividad, lo cual se conoce como estabilidad dinámica de la rodilla y es el resultado de la integración de la geometría articular, restricciones de los tejidos blandos y cargas aplicadas a la articulación a través de la acción muscular y el punto de apoyo que sostiene el peso. (12) La arquitectura ósea de la rodilla suministra una pequeña estabilidad a la articulación, debido a la incongruencia de los cóndilos tibiales y femorales; sin embargo, la forma, orientación y propiedades funcionales de los meniscos mejora la congruencia de la articulación y puede suministrar alguna estabilidad, que es mínima considerando los grandes pesos trasmitidos a través de la articulación. La orientación y propiedades materiales de los ligamentos, cápsula y tejidos musculotendinosos de la rodilla contribuyen significativamente a su estabilidad. Los ligamentos de la rodilla guían los segmentos esqueléticos adyacentes durante los movimientos articulares y las restricciones primarias para la traslación de la rodilla durante la carga pasiva. Las restricciones de fibras de cada ligamento varían dependiendo del ángulo de la articulación y el plano en el cual se aplica la carga a la rodilla. (13) La estabilidad de la rodilla está asegurada por los ligamentos cruzados anterior y posterior y los colaterales medial y lateral. El ligamento cruzado anterior (LCA) tiene la función de evitar el desplazamiento hacia delante de la tibia respecto al fémur; el cruzado posterior (LCP) evita el desplazamiento hacia detrás de la tibia en relación con el fémur, que a 90º de flexión se verticaliza y tensa, y por ello es el responsable del deslizamiento hacia atrás de los cóndilos femorales sobre los platillos tibiales en el momento de la flexión, lo cual proporciona estabilidad en los movimientos de extensión y flexión. (13, 14, 16, 17) Los ligamentos colaterales brindan una estabilidad adicional a la rodilla; así, el colateral lateral (LCL), situado en el exterior de la rodilla, impide que esta se desvíe hacia adentro, mientras que el colateral medial (LCM) se sitúa en el interior de la articulación, de forma que impide la desviación hacia afuera. (14, 18) Debe tenerse en cuenta que el espesor y volumen de un ligamento son directamente proporcionales a su resistencia e inversamente proporcionales a sus posibilidades de distensión. (18) Consecuentemente, en la mayoría de los casos los ligamentos y la capsula articular son suficientes para mantener la estabilidad de la rodilla; sin embargo, la tensión aplicada a estos tejidos durante alguna actividad agresiva puede exceder a su fuerza. (14) De forma que, se requieren fuerzas estabilizadoras adicionales para mantener la rodilla en una posición donde la tensión en los ligamentos permanezca dentro de un rango seguro. Las fuerzas compresivas de la rodilla, resultantes del soporte del peso del cuerpo y las cargas aplicadas a los segmentos articulares por actividad muscular, constituyen un complemento de las fuerzas. (18) Así, el conjunto de todas estas estructuras y sus propiedades, permiten un movimiento armónico de la articulación de la rodilla fundamentalmente en dos planos perpendiculares entre sí: flexo-extensión en el plano sagital (eje frontal) y rotación interna y externa en el plano frontal (eje vertical). Existen algunos autores que describen otras dos clases de movimientos en la rodilla. Los movimientos de abducción y aducción, también, conocidos como movimientos de inclinación lateral y corresponden realmente más a un juego mecánico de conjunto, que a una función que posea una utilidad definida. (15) En la posición de extensión, y fuera de todo proceso patológico, son prácticamente inexistentes. Su amplitud es del orden de 2 a 3º y obedecen a una de las propiedades del cartílago articular y los meniscos, que es la de ser compresibles y elásticos. (19) MOVIMIENTOS DE FLEXIÓN Y EXTENSIÓN Estos movimientos se realizan alrededor de un eje frontal, bicondíleo, que pasa los epicóndilos femorales. La cara posterior de la pierna se aproxima a la cara posterior del muslo en el curso de la flexión, pero sucede lo contrario durante el movimiento de extensión. (16) 7 A partir de la posición 0º (posición de reposo: cuando el muslo y la pierna se prolongan entre sí en línea recta, formando un ángulo de 180º), la flexión de la pierna alcanza por término medio 130º; pero el límite máximo de la amplitud de ese movimiento no es este, pues tomando el pie con una mano se puede ampliar hacia una flexión forzada. (17, 18) La flexo-extensión de la rodilla resulta de la suma de dos movimientos parciales que ejecutan los cóndilos femorales: un movimiento de rodado, similar al que realizan las ruedas de un vehículo sobre el suelo y un movimiento de deslizamiento de aquellos sobre las cavidades glenoideas; (16) este último de mayor amplitud que el primero. El movimiento de rotación o rodado tiene lugar en la cámara femoromeniscal; y la fase de deslizamiento, en la meniscotibial. En los movimientos de flexión-extensión, la rótula se desplaza en un plano sagital. A partir de su posición de extensión, retrocede y se desplaza a lo largo de un arco de circunferencia, cuyo centro está situado a nivel de la tuberosidad anterior de la tibia y cuyo radio es igual a la longitud del ligamento rotulando. (15, 16) Al mismo tiempo, se inclina alrededor de 35º sobre sí misma, de tal manera que su cara posterior, que miraba hacia atrás, en la flexión máxima está orientada hacia atrás y abajo; por tanto, experimenta un movimiento de traslación circunferencial con respecto a la tibia. De manera contraria, existen diversos factores que constituyen limitantes para la flexión y extensión, los cuales son: a) Limitantes de la flexión • Distensión de los músculos extensores (cuádriceps crural). • Tope mecánico ejercido por la masa de los músculos flexores en el hueco poplíteo. • Segmento posterior de los meniscos y borde posterior de la tibia y fémur. b) Limitantes de la extensión • Distensión de los músculos flexores (isquiotibiales). • Segmento anterior de ambos meniscos e inclinación posterior de la meseta tibial en su proyección lateral. • Distensión de la parte posterior del manguito capsuloligamentoso. • Ligamentos colaterales, que al estar situados por detrás del eje de movimientos, se ponen cada vez más tensos a medida que el movimiento de extensión progresa. En la fase de postura, la flexión de la rodilla funciona como un amortiguador para ayudar en la aceptación del peso. (14) La función de los ligamentos cruzados en la limitación de los movimientos angulares de la rodilla varía, según la opinión de los diferentes autores. (18) MOVIMIENTOS DE ROTACIÓN Consisten en la libre rotación de la pierna, ya que, tanto la tibia como el peroné giran alrededor del eje longitudinal o vertical de la primera, en sentido externo o interno. La rodilla puede realizar solamente estos movimientos de rotación cuando se encuentra en posición de semiflexión, pues se producen en la cámara distal de la articulación (menisco tibial) y consisten en un movimiento rotatorio de las tuberosidades de la tibia, por debajo del conjunto meniscos-cóndilos femorales. (15, 16, 17) En la extensión completa de la articulación, los movimientos de rotación no puedenrealizarse porque lo impide la gran tensión que adquieren los ligamentos laterales y cruzados. (16) La máxima movilidad rotatoria activa de la pierna se consigue con la rodilla en semiflexión de 90º. La rotación externa es siempre más amplia que la interna (4 veces más, aproximadamente). (15) 8 En la rotación interna, el fémur gira en rotación externa con respecto a la tibia y arrastra la rótula hacia afuera: el ligamento rotuliano se hace oblicuo hacia abajo y adentro. En la rotación externa sucede lo contrario: el fémur lleva la rótula hacia adentro, de manera que el ligamento rotuliano queda oblicuo hacia abajo y afuera, pero más oblicuo hacia fuera que en posición de rotación indiferente. (15, 16, 17) La capacidad de rotación de la articulación de la rodilla confiere a la marcha humana mayor poder de adaptación a las desigualdades del terreno y, por consiguiente, mayor seguridad. Los movimientos de rotación desempeñan también una función importante en la flexión de las rodillas, cuando se pasa de la posición de pie a la de cuclillas. La capacidad de rotación de la rodilla permite otros muchos movimientos, por ejemplo: cambiar la dirección de la marcha, girar sobre sí mismo, trepar por el tronco de un árbol y tomar objetos entre las plantas de los pies. Por último, existe una rotación axial llamada "automática", porque va unida a los movimientos de flexo-extensión de manera involuntaria e inevitable. (16) Cuando la rodilla se extiende, el pie se mueve en rotación externa; a la inversa, al flexionar la rodilla, la pierna gira en rotación interna. En los movimientos de rotación axial, los desplazamientos de la rótula en relación con la tibia tienen lugar en un plano frontal; en posición de rotación indiferente, la dirección del ligamento rotuliano es ligeramente oblicua hacia abajo y afuera. (15, 17, 18) Los dos ligamentos cruzados limitan el movimiento de rotación interna, que aumentan su cruzamiento, y deshacen este último cuando la pierna rota internamente, por lo que no pueden restringir este movimiento de manera alguna. El movimiento de rotación externa es limitado por el ligamento lateral externo, que se tuerce sobre sí mismo, y por el tono del músculo poplíteo. (19) Al igual que sucede en los movimientos de flexo-extensión, los meniscos también se desplazan en el curso de los movimientos rotatorios de la pierna; desplazamientos en los cuales reside su gran vulnerabilidad. Por tal motivo, se considera que las lesiones meniscales solamente se pueden producir, en el curso de los movimientos articulares durante la flexión y no cuando la rodilla se encuentra bloqueada en extensión. (18) MOVIMIENTOS DE LA ROTULA Generalmente se considera que los movimientos de la rótula no influyen en los movimientos de la rodilla. (16) Durante la extensión, la rotula sufre un ascenso y desciende en la flexión. De forma que, en el movimiento de flexión-extensión la rotula presenta un desplazamiento sobre el fémur y otro sobre la tibia. a) Desplazamientos en la articulación femororrotuliana. El movimiento normal de la rótula sobre el fémur durante la flexión es una traslación vertical a lo largo de la tróclea y hasta la escotadura intercondílea. (15, 16, 17) El desplazamiento de la rótula equivale al doble de su longitud (8 cm aproximadamente) y lo efectúa mientras gira en torno a un eje transversal; en efecto, su cara posterior, dirigida directamente hacia atrás en posición de extensión, se orienta hacia arriba cuando la rótula, al final de su recorrido, se aplica en la flexión extrema, debajo de los cóndilos, por lo cual se trata de una traslación circunferencial. (15) b) Desplazamientos de la rótula sobre la tibia. Es posible imaginarse la rótula incorporada a la tibia para formar un olecranon como en el codo; disposición que al impedir todo movimiento de la rótula en relación con la tibia, limitaría de modo notable su movilidad e inhibiría incluso cualquier movimiento de rotación axial. (19) Sin embargo, la rótula efectúa dos clases de movimientos con respecto a la tibia, según se considere la flexión-extensión o la rotación axial. Las fuerzas que actúan sobre la rodilla durante la marcha son: el peso del cuerpo, equilibrado con la fuerza de reacción del suelo y las contracciones de los grupos musculares. (20) Factores que originan un movimiento entre los elementos articulares mediante el desplazamiento de las superficies articulares entre sí. 9 La fuerza resultante que cierra y equilibra al sistema que actúa sobre la articulación, sin producir movimiento, es la fuerza de reacción articular que comprime las superficies articulares entre sí. INTEGRACIÓN DE LOS MOVIMIENTOS DURANTE LA FUNCIÓN DE LA RODILLA Durante las actividades del miembro inferior se generan fuerzas en la rodilla: una de ellas en la articulación femororrotuliana y otra en la femorotibial, que a su vez puede descomponerse en dos factores, uno en el compartimento medial y otro en el lateral. (18) Dichas fuerzas son las causantes del daño progresivo de las superficies articulares al ir lesionando la estructura del cartílago articular, mediante los componentes de compresión y cizallamiento; (19) este último se desprecia en los estudios biomecánicos, por ser prácticamente inexistente, debido al bajísimo coeficiente de fricción cartílago-cartílago que obedece, por un lado, a las propiedades viscoelásticas de este y, por otro, a la lubricación proporcionada por el líquido sinovial. (20) La articulación femorotibial posee un movimiento tridimensional y, por tanto, tres componentes de giro: angulación varo-valgo (plano frontal, eje anteroposterior), rotación (plano transversal, eje vertical) y flexo-extensión (plano sagital, eje transversal). (18, 21) También tiene tres componentes de desplazamiento: mediolateral, anteroposterior y compresión-separación, de los cuales solo es trascendente el segundo en un mecanismo combinado con el rodamiento de los cóndilos femorales sobre la tibia, guiado por el ligamento cruzado posterior, que predomina en los primeros grados de flexión y el desplazamiento al final de esta. (22) El desplazamiento mediolateral resulta mínimo, atribuible a la congruencia articular proporcionada por los meniscos y las partes blandas (ligamentos y contracción muscular). El movimiento de rotación suele ser generalmente automático e involuntario y de un orden de magnitud poco importante (nulo en extensión completa, con máximo de 10 a 90° de flexión); así pues, el movimiento principal es el de flexo-extensión. (17, 19, 22) Conviene señalar que el grado de flexión de la rodilla en un ciclo de marcha, varía a lo largo de dicho ciclo, pero nunca logrará estar completamente extendida. (23) Este movimiento de flexoextensión es helicoidal y no como una bisagra simple, pues existe una combinación de flexoextensión con rotaciones, debida a la mayor dimensión del cóndilo medial respecto al lateral. Asimismo, para el movimiento de flexión, el deslizamiento anteroposterior femorotibial aumenta la potencia del aparato extensor hasta un 30% mas, al obtener un momento mecánico más favorable. (24) Por el mecanismo de rotación automática descrito anteriormente sucede el fenómeno conocido como autoatornillamiento, que produce el bloqueo femorotibial en extensión completa y aumenta la estabilidad articular, entre otras situaciones, en el instante del apoyo del talón en la marcha. (25) Dicho mecanismo tiene lugar mediante la rotación externa progresiva, con la extensión de la rodilla en fase de balanceo, y provoca el bloqueo progresivo en los últimos 15° de extensión. El centro instantáneo de rotación de la articulación femorotibial para la flexoextensión se encuentra, en condiciones normales, en el fémur, aproximadamente en la inserción de los ligamentos colaterales en la perpendicular al punto de contacto y va desplazándose dorsalmente con la flexión, en una línea curvasuave de concavidad craneal; tal desplazamiento es explicable, entre otros factores, por el deslizamiento femoral sobre la tibia durante la flexión. (17, 18, 25) A causa de esta variación, los diferentes grupos musculares van variando su momento en un sentido que favorece su funcionalismo. 10 CONSTITUCION DEL CARTÍLAGO ARTICULAR Y FISIOPATOLOGIA DE LA ARTROSIS El cartílago articular es un material viscoelástico constituido por agua, matriz extracelular y condrocitos. (26) El agua ocupa del 65 al 80 % del peso total del cartílago articular, dependiendo de la carga a la que está sometida la articulación y a la presencia o ausencia de cambios degenerativos. La resistencia a la compresión depende básicamente de la presión coloidosmotica del agua y del tamaño de la matriz. (26, 27) Además de contribuir a la lubricación y el transporte de nutrientes. (27) La matriz extracelular está compuesta principalmente por colágeno tipo II (50% aproximadamente) y colágeno tipo V, VI, IX, X y XI que representan solo pequeñas cantidades. El colágeno tipo II existe en una configuración de triple hélix, lo cual proporciona fortaleza tensil e integridad mecánica al cartílago y actúa como una armadura para inmovilizar y retener los proteoglicanos. (28) Los proteoglicanos constituyen el 40% de la matriz extracelular. Son macromoléculas que ocupan los intersticios dentro de las fibras colágena y que contienen grupos carboxilo y/o grupos sulfatos (sulfato de queratán y sulfato de condritina) y que poseen una carga negativa, responsable de la gran afinidad de este tejido por el agua, determinando la permeabilidad del cartílago y su resistencia a la fricción. (27) Los condrocitos representan solo el 2 % del volumen total del cartílago articular normal y son sus únicas células. Su metabolismo se afecta por factores mecánicos y químicos como: mediadores solubles (factor de crecimiento e interleucinas), composición de la matriz, cargas mecánicas, presiones hidrostáticas y campos eléctricos. (25, 26) Por la baja concentración de oxígeno en el cartílago articular, el metabolismo de los condrocitos es fundamentalmente anaerobio y se encargan de sintetizar todas las macromoléculas (fibras colágena, proteínas no colágenas y proteoglicanos y enzimas degradativas), razón por la cual, son fundamentales en la remodelación y regeneración del cartílago articular. (27) Todas estas sustancias le otorgan a la articulación resistencia ante las fuerzas de compresión y cizallamiento, disminuyendo la fricción y el efecto sobre el hueso subcondral. (28) Histológicamente, el cartílago articular está organizado por diversas zonas: • La zona superficial, también llamada zona tangencial. Está compuesta de células aplanadas distribuidas en dos capas. La primera de ellas, es la más superficial y brillante conocida como lámina splendens, que contiene una baja concentración de fibras finas de colágeno, y alta concentración de proteoglicanos. (26) Es el sitio donde el cartílago está más expuesto a las fuerzas de tensión, compresión y cizallamiento, ya que las fibras colágena se encuentran paralelas unas a otras con respecto de la superficie articular, son finas y son responsables de conferirle resistencia al cartílago articular. La segunda capa, más profunda, está formada por condrocitos elipsoidales, que se sitúan paralelos a la superficie articular y posee una alta concentración de fibras de colágeno y una baja concentración de proteoglicanos, siendo más resistente a la tensión que las otras capas. (26,27) • La zona media, intermedia o transicional contiene células redondas, de matriz extracelular extensa. (27) • La zona profunda también denominada zona radial contiene la concentración más baja de células que se encuentran agrupadas en racimos y se asemejan a los condrocitos hipertróficos de la placa de crecimiento. (27) La densidad celular va disminuyendo desde la zona superficial a la profunda, ya en esta última representa la mitad o un tercio de las células de la capa superficial • Adyacente a la zona profunda se encuentra la zona calcificada, bien definida por un borde denominado tide mark. Esta zona calcificada se forma como resultado de la osificación endocondral. (27) 11 Aunque el cartílago calcificado es normalmente reabsorbido y reemplazado por hueso maduro, esta zona persiste y actúa como un factor mecánico de amortiguamiento importante, situada entre la zona no calcificada del cartílago articular y el hueso subcondral, con propiedades mecánicas intermedias siendo la mejor unión entre estas zonas. (28) Por lo anterior, se entiende que el cartílago articular está aislado de las células medulares por esta zona calcificada, lo cual hace imposible tener acceso a su vascularidad, haciendo del cartílago un tejido con escasa irrigación sanguínea, y con pocas posibilidades propias de reparación. (29) Así, todo trauma que afecte los condrocitos y la matriz extracelular del cartílago, que no penetre al hueso subcondral tiene poca o nula capacidad de reparación, la reparación de este tejido depende de la hemorragia, la formación del coágulo de fibrina y la importante participación de mediadores y factores de crecimiento, siendo la proliferación transitoria de los condrocitos cerca de los bordes del defecto, la única reacción de reparación espontánea. (26,29) Por otra parte, la ruptura de la zona superficial del cartílago incrementa considerablemente la permeabilidad del tejido así como las fuerzas de compresión sobre la misma y constituye uno de los primeros cambios en la osteoartritis degenerativa. (26, 27, 29, 30) La destrucción de esta zona favorece la liberación de moléculas cartilaginosas dentro del líquido sinovial, estimulando la respuesta inmune e inflamatoria. (30) Los defectos osteocondrales largos pueden ser rellenados de cartílago fibroso, principalmente compuesto por colágeno tipo I y algunas células parecidas a los condrocitos, que pueden desarrollar e incluso sintetizar colágeno tipo II, sin embargo, el tejido reparado es menos organizado, con menor contenido de agua y proteoglicanos, presentando diferencias biomecánicas importantes con respecto del cartílago normal, por lo que es menos resistente a las fuerzas de compresión y cizallamiento. (27) El daño del cartílago a largo plazo, depende de la capacidad de los condrocitos y de la matriz para sobrevivir. (30) Cuando el daño mecánico solo afecta la matriz y no a los condrocitos, existen grandes posibilidades de que los condrocitos puedan sintetizar una nueva matriz y restaurar las propiedades normales. Sin embargo, si ocurre una pérdida considerable de condrocitos, el proceso de reparación es limitado. Como resultado de este daño, la transmisión de las fuerzas al hueso subcondral es mayor, con el consiguiente engrosamiento y rigidez de la placa subcondral, facilitando un mayor impacto y estrés sobre el cartílago restante, lo que crea un círculo vicioso entre la degeneración cartilaginosa y la esclerosis subcondral, disminuyendo el espacio articular y permitiendo la formación de osteofitos al interior de la articulación. (30, 31) En estadios muy avanzados de la artrosis, incluso se puede observar una necrosis del hueso subcondral. (27) FACTORES DE RIESGO, EPIDEMIOLOGÍA Y PRESENTACION CLÍNICA DE LA ARTROSIS DE RODILLA Como ya se evidenció, la artrosis de la rodilla se trata de una condición heterogénea, que puede considerarse como el resultado de la suma de diversas alteraciones que afectan la articulación. Reconociéndose una serie de factores de riesgo asociados a esta patología que se pueden dividir en aquellos que reflejan una predisposición general a la enfermedad y los que resultan de una sobrecarga mecánica anormal en un sitio articular particular, (30) como se muestra en la Tabla 1. Sin embargo, de entre todos ellos, el factor de riesgo más importante asociado con el desarrollode artrosis de la rodilla es la obesidad, ya que el riesgo aumenta linealmente con el incremento del peso corporal, siendo menor que 1 para las personas delgadas y mayor que 7 veces lo normal en personas obesas. (31) 12 TABLA 1. FACTORES DE RIESGO ASOCIADOS A LA ARTROSIS DE LA RODILLA Riesgo fuerte positivo Aumento de la edad Historia familiar positiva Obesidad Riesgo débil positivo Menopausia precoz Posterior a ooforectomía Diabetes Hipertensión Factores Locales Inestabilidad articular Forma articular anormal (congénita o adquirida) Traumatismos Actividades físicas especiales La artrosis de la rodilla es una de las patologías que con más frecuencia afectan el sistema musculoesquelético, (32) constituyendo una causa importante en la búsqueda de asistencia médica, con un costo económico, social y psicológico, que va en proporción con su incidencia. En los estos unidos, se calcula que cada año aproximadamente 39 millones de personas son atendidas por esta enfermedad, de ellos más de 500,000 necesitan hospitalización. Estimándose que para el año 2020, más de 60 millones de personas serán vean afectados. Mientras que 11.6 millones presentarán limitación funcional para la realización de sus actividades. En nuestro país, el 80% de las personas mayores de 65 años presentan evidencias radiográficas de esta enfermedad y constituyen la segunda causa de consulta en las unidades de medicina familiar, acudiendo en principalmente para el manejo del dolor y la incapacidad asociada. (32) Además, se calcula que el 10% de los adultos mayores presentan una discapacidad moderada a severa para subir escaleras, levantarse de una silla o para efectuar la marcha de manera confortable. (32, 33) En la Tabla 2 se muestra la prevalencia de la artrosis de la rodilla de acuerdo a la edad y género. TABLA 2. PREVALENCIA DE LA ARTROSIS DE RODILLA EN LOS ESTADOS UNIDOS Edad Genero Porcentaje Menos de 55 años Hombres 2 Mujeres 5 55 a 65 años Hombres 10 Mujeres 20 Mas de 65 años Hombres 25 Mujeres 40 Prevalencia sintomática de la Artrosis de la rodilla en los Estados Unidos 1.6 Porcentaje de pacientes que presentan cambios radiográficos y síntomas 30% - 40% 13 Los principales síntomas de artrosis de la rodilla son el dolor articular y la rigidez. El dolor se relaciona con la actividad y tiende a empeorar al final del día. Se puede presentar dolor agudo después de una actividad en especial o con un movimiento en particular. La rigidez matutina es habitual y dura pocos minutos; siempre es menor de 1/2 hora, lo que ayuda a distinguirla de otras artropatías. La presencia de rigidez post inactividad, suele ser muy intensa. (32, 34) En los estadios tempranos de la enfermedad, el dolor se localiza en un solo compartimiento de la rodilla, pero a medida que la enfermedad progresa el dolor es difuso y aumenta con los cambios de presión. La inflamación articular puede ser intermitente o constante. Y depende de si existe o no, bloqueo articular, fragmentos osteocondrales libres, lesiones en los meniscos. (34) En el examen físico se puede observar alteraciones de la alineación femorotibial, con presencia de genu varo o genu valgo, asociado a inestabilidad de la articulación. (35) Frecuentemente existe pérdida de la movilidad articular, que progresa conforme avanza la enfermedad, perdiéndose primero grados de flexión y posteriormente, la extensión. La palpación de la interlínea articular es dolorosa, así como los grados extremos de movilidad. (17) Es frecuente observar una hipotrofia muscular por desuso como consecuencia de la limitación funcional y el dolor, principalmente en los casos más avanzados. (24, 33, 36) Pese a que clínicamente el dolor puede ser considerado como uno de los síntomas cardinales en esta patología, existe una gran variedad de manifestaciones que se pueden presentar de manera gradual e intermitente conforme progresa la enfermedad, de forma que un adecuado interrogatorio y exploración y la correlación con los hallazgos radiográficos sin importantes para establecer un diagnóstico y tratamiento adecuados. EVALUACIÓN RADIOGRÁFICA A pesar de que se reconoce que en ocasiones, la interrelación entre los síntomas y los hallazgos radiográficos de la artrosis de la rodilla no se corresponden proporcionalmente. La evaluación radiográfica constituye el instrumento de evaluación complementario a la clínica más accesible y práctico para esta patología. De forma general, los signos radiológicos en la osteoartritis en orden progresivo de aparición son: estrechamiento del espacio articular, presencia de esclerosis subcondral, osteofitos y quistes y, en algunas ocasiones subluxación. (35) Para una adecuada valoración de la articulación es necesario obtener al menos una proyección anteroposterior y lateral de la rodilla. En caso de osteoartritis patelofemoral son necesarias las proyecciones laterales y de Marchant. (36) Archibeck ha clasificado la artrosis en 5 estadios, basados en las radiografías anteroposteriores de la rodilla con carga de peso. (36) Ver Tabla 3. TABLA 3. CLASIFICACIÓN DE LA ARTROSIS DE RODILLA SEGÚN ARCHIBECK Grado Características I Interlínea articular disminuida en altura al 50 % en el compartimiento afectado; normal en el opuesto. II Desaparición completa de la interlínea del lado afectado, rodilla inestable; compartimiento opuesto indemne. III Lesión ósea inferior a 5mm; rodilla más inestable y comienza a lesionarse el cóndilo femoral opuesto por acción de la espina tibial. IV Lesión ósea entre 5mm y 10mm; afectación notable del compartimiento contralateral. V Lesión ósea superior a 10mm; subluxación lateral de la tibia y lesión femorotibial global, que normalmente se extiende a la articulación femoropatelar. ** Jackson RW. Arthroscopic surgery and a new classification system. Am J Knee Surg 1998;11:51-4. 14 La gammagrafía ósea o la resonancia magnética nuclear pueden emplearse para descartar la existencia de una necrosis del cóndilo femoral, o para evidenciar lesiones que radiográficamente no correspondan con la magnitud de la sintomatología. (37) TRATAMIENTO El primer tratamiento consiste en hacer el diagnóstico y educar al enfermo sobre el curso de la enfermedad. Se debe enseñar que es mejor usar la articulación que protegerla, evitando toda actividad ya que la limitación y atrofia que esto condiciona puede ser mayor al observado en la propia enfermedad. En segundo lugar las terapias físicas deberían ofrecerse a todos los enfermos para que aprendan ejercicios suaves que puedan realizar a diario, manteniendo la potencia muscular y el rango de movilidad completo de las articulaciones. La tercera medida es reducir el la carga articular, mediante el control ponderal, moderando la actividad física o el uso de bastón o andadera, lo que puede aliviar y mejorar el pronóstico. Por sí mismo, el uso de bastón reduce la carga de la rodilla en un 30% a 60%. (26, 28, 30) El seguimiento de las medidas conservadoras apoyado de un adecuado manejo medicamentoso con analgésicos simples o antiinflamatorios no esteroideos pueden ser suficientes para aliviar el dolor y la rigidez en etapas tempranas de la enfermedad durante un determinado plazo. (38) Desafortunadamente el uso continuo estos medicamentos puede conducir a numerosas complicaciones por su toxicidad potencial. El uso de fármacos que previene la pérdida de proteoglicanos, estimulan la síntesis de cartílago o inhiben la síntesis de productos de inflamación liberados por células, aun continúan en estudio y su valor terapéutico no ha sido comprobado completamente. (39) Para los casos más complicados en los cuales el manejo conservador no es suficiente, los procedimientos quirúrgicos pueden limitar la progresión de la enfermedad y permitir que el paciente recupere su funcionalidad yse reintegre a sus actividades cotidianas. (40, 41) La oportunidad de la cirugía requiere de una cuidadosa evaluación para cada paciente. Las osteotomías están indicadas en enfermos jóvenes con estadios tempranos de artrosis de la rodilla, en los cuales la modificación del eje de la rodilla puede limitar el curso de la enfermedad. (42) Sin embargo, prácticamente para todos los casos de artrosis avanzada, con dolor constante y limitación funcional severa, la cirugía de reemplazo articular puede ser la única opción de tratamiento. (40) Con el advenimiento de los avances tecnológicos en el desarrollo de los implantes protésicos de la rodilla, han surgido una gran diversidad de implantes, sin embargo la gran mayoría de ellos cuenta con especificaciones técnicas muy similares para su colocación. Permitiendo la reincorporación de los pacientes a sus actividades cotidianas y laborales, gracias a la desaparición del dolor y la mejoría en los arcos de movilidad. ARTROPLASTIA TOTAL DE RODILLA Y FACTORES QUE AFECTAN LA MOVILIDAD La mayoría de las prótesis totales de rodilla usadas en la actualidad se desarrollaron a partir de finales de los años 1960. (40, 43) Sin embargo, se ha tenido que implementar un gran número de innovaciones que permitieron la creación de las prótesis de rodilla de última generación. Y pese a todos los avances tecnológicos que han ocurrido desde entonces, el diseño de las prótesis debe de cumplir con dos criterios básicos generales de diseño conocidos desde entonces. (43) El primero se relaciona con la función y el segundo con la durabilidad. Así: • Después de la artroplastia, se deben restaurar las fuerzas que actúan y la cinemática de la articulación, en la medida que lo permitan las condiciones de la rodilla. (43) Este criterio se refiere a la geometría de los componentes, puntos de contacto femorotibial y a la laxitud y tensión entre las superficies de contacto. Y segundo, 15 • La prótesis debe durar tanto como la vida de un paciente, y cualquiera degradación de las propiedades del implante o de las estructuras adyacentes no deben alterar significativamente la función. (43) Este criterio se relaciona con la fijación, con la dureza y resistencia al desgaste del componente y con la remodelación ósea. Este último punto no depende directamente del médico ortopedista, debido a que se refiere a aquellos avances tecnológicos que permitan desarrollar implantes con una vida útil mucho mayor, y con disminución del riesgo de aflojamiento gracias a la implementación de técnicas nuevas que mejoren la fijación de los implantes al tejido óseo. De forma que hasta que no se desarrolle la tecnología necesaria, no podremos pasar al siguiente peldaño en la evolución de la artroplastia total de la rodilla. Actualmente, la demanda funcional de los pacientes que requieren una prótesis de rodilla se encuentra en aumento, debido a que este tipo de procedimientos se realizan en personas cada vez más jóvenes que aún se encuentran en una etapa económicamente activa. (6, 7, 8) En este sentido es imprescindible lograr la restitución de la geometría de la rodilla mediante un adecuado balance de las partes blandas que conforman la articulación de la rodilla durante la colocación de la prótesis, con la finalidad de recuperar la mayor movilidad posible de esta articulación. (22, 43) Sin embargo, se ha comprobado en múltiples estudios, que independientemente de la tecnología con la cual se hayan desarrollado las prótesis, existen factores atribuibles al paciente y factores atribuibles a la técnica de colocación de los implantes que intervienen en la movilidad de la rodilla posterior a una artroplastia total, pero especialmente sobre la flexión de la misma, como son: • Factores atribuibles al paciente: rango de movilidad previo al procedimiento quirúrgico, contractura en flexión preoperatoria, obesidad, utilización de fisioterapia, analgesia postoperatoria y motivación del paciente para lograr su reincorporación. (4, 5, 6) • Factores atribuibles a la técnica: balance ligamentario inadecuado, presencia de osteofitos condilares posteriores, falla en la restitución del offset condilar posterior, elevación de la línea interarticular, resección insuficiente o excesiva de hueso al momento de efectuar los cortes tíbiales y femorales, liberación inadecuada de ligamentos, utilización de componentes protésicos sobredimensionados y defectos en la orientación de los implantes. (4, 5, 6, 7) De entre todos estos factores, se ha sugerido de manera reciente que el offset condilar posterior femoral juega un papel importante en los rangos de flexión obtenidos, después de la artroplastia de rodilla. (5, 6, 7, 8) Sin embargo, no existe evidencia contundente en la literatura, al respecto. Por lo tanto, el presente estudio se desarrolló como una herramienta de evaluación que nos permita el perfeccionamiento de la técnica quirúrgica de la artroplastia de la rodilla, con lo cual se podrá obtener una mejoría en el rango de movilidad y funcionalidad de los pacientes sometidos a este procedimiento, facilitando su reincorporación a la vida cotidiana y laboral, disminuyendo los costos económicos asociados a una rehabilitación prolongada y al tratamiento de las secuelas y complicaciones que condiciona esta patología. 16 HIPÓTESIS Y OBJETIVOS HIPÓTESIS Los pacientes operados de artroplastia total de rodilla que presenten un offset condilar posterior femoral postoperatorio igual o mayor al offset preoperatorio, tendrán un mejor rango de flexión de la rodilla que aquellos que presenten un offset condilar posterior postoperatorio menor al preoperatorio. OBJETIVO GENERAL • Identificar la relación que existe entre el offset condilar posterior femoral y el grado de flexión de la rodilla, posterior a una artroplastia total de rodilla. OBJETIVOS ESPECÍFICOS a. Identificar los principales componentes demográficos que componen a la población de pacientes intervenidos de artroplastia total de rodilla en el periodo comprendido de Enero de 2010 a Enero de 2011 en el Hospital Regional Lic. Adolfo López Mateos. b. Identificar la relación que existe entre índice de masa corporal del paciente y el grado de flexión de la rodilla, posterior a una artroplastia total. c. Identificar la relación que existe entre la presencia de osteofitos posteriores y el grado de flexión de la rodilla, posterior a una artroplastia total. d. Identificar la relación que existe entre el tiempo de evolución del padecimiento y el grado de flexión de la rodilla, posterior a una artroplastia total. 17 MATERIAL Y MÉTODOS DISEÑO DEL ESTUDIO Para comprobar si la hipótesis planteada era verdadera se diseñó y realizó una investigación de tipo observacional, longitudinal, retrospectiva, descriptiva y comparativa. Se efectuó una revisión de expedientes de todos los pacientes intervenidos de prótesis total de rodilla en el periodo comprendido de Enero de 2010 hasta Enero de 2011, por los médicos del Servicio de Ortopedia del Hospital Regional Lic. Adolfo López Mateos del ISSSTE, conformándose una población de 80 pacientes, vigilando el cumplimiento de los criterios de inclusión, exclusión y eliminación establecidos. Tomando la información de los expedientes, se los siguientes datos: edad, genero, peso, talla, índice de masa corporal, actividad laboral actual, enfermedades crónico degenerativas concomitantes. En relación la artrosis de la rodilla, se indago acerca del tipo y tiempo de evolución del diagnóstico y, grados de flexión de la rodilla previa y posterior al manejo quirúrgico, tipo de implante implantado, si se efectuó o no sustitución de la rótula y la presencia de complicaciones postoperatorias. Así mismo, se solicitaron los controles radiográficos pre y postoperatorios, en los cualesse efectuaron las mediciones correspondientes para determinar en todos los casos de forma pre y postoperatoria, el ángulo femorotibial, el grado de inclinación posterior del componente tibial en la proyección lateral y su la angulación en varo o valgo en la proyección anteroposterior. La presencia de osteofitos posteriores, la cantidad y diámetro mayor de ellos, previo y posterior a la intervención y, finalmente se determino el offset condilar posterior de la rodilla previo y posterior a la artroplastia total, evaluando de forma comparativa si el resultado postoperatorio era menor, igual o mayor al offset preoperatorio para esa rodilla. Con los datos obtenidos, se determinaron las características demográficas principales de la población estudiada. Los cuales se expresaron mediante graficas para facilitar su comprensión visual. Finalmente se efectuó el análisis estadístico mediante la prueba de Chi cuadrada para identificar si existía una correlación con significancia estadística entre el offset condilar posterior y los grados de flexión de la rodilla después de una artroplastia total en comparación con los valores para ambos parámetros previos a la intervención. Así como también se identifico la correlación estadística existente entre el índice de masa corporal, la presencia de osteofitos posteriores y el tiempo de evolución de la artrosis, con respecto de la flexión postquirúrgica de la rodilla y el offset condilar posterior, obtenidos después de la intervención quirúrgica. Todos los datos obtenidos se expresaron mediante tablas de contingencia y graficas para facilitar su comprensión visual. 18 CONFORMACION DE LOS GRUPOS DE ESTUDIO Para la conformación de la población estudiada en este trabajo se seleccionó a todos los pacientes intervenidos de prótesis total de rodilla en el periodo comprendido de Enero de 2010 hasta Enero de 2011, por los médicos del Servicio de Ortopedia del Hospital Regional Lic. Adolfo López Mateos del ISSSTE, observado los siguientes criterios de inclusión, exclusión y eliminación: • Criterios de inclusión. Se eligieron a todos los pacientes intervenidos quirúrgicamente de artroplastia total de rodilla por artrosis degenerativa Grado IV o V, de acuerdo a la clasificación de Archibeck, (36) en el Servicio de Ortopedia del Hospital Regional Lic. Adolfo López Mateos del ISSSTE, por cualquiera de los médicos adscritos tanto del turno matutino y vespertino, en el periodo comprendido de Enero 2010 a Enero de 2011, de 40 a 80 años de edad sin importar genero, peso, talla, ni actividad laboral o si fueron intervenidos de una o dos artroplastias totales de rodilla. • Criterios de exclusión. Los pacientes que eran portadores de alguna de las siguientes patologías: artritis reumatoide, trastornos de la colágena, con artrosis de la rodilla secundaria a una fracturas o procesos infecciosos, o con artrosis grados I a III de la clasificación de Archibeck, (36) así como también, aquellos que presentaron infección o fractura periprotésica postoperatoria de la rodilla. no fueron incluidos en el estudio. • Criterios de eliminación. Aquellos casos en los cuales no pudo ser posible la recolección completa de todos los datos del registro, lo que fallecieron de forma previa a la fecha de conclusión del estudio o los que no tenían un expediente radiográfico pre y postoperatorio completo, fueron eliminados del estudio. De forma que, la población conformada para este estudio quedo integrada por 80 pacientes los cuales se agruparon en tres categorías para su análisis estadístico posterior, mediante el método de Chi cuadrada para establecer su correlación estadística con respecto de la flexión postoperatoria obtenida y su comparación entre los tres grupos: a. Grupo 1. Pacientes con un offset condilar posterior postoperatorio menor al preoperatorio. b. Grupo 2. Pacientes con un offset condilar posterior postoperatorio igual al preoperatorio. c. Grupo 3. Pacientes con un offset condilar posterior postoperatorio mayor al preoperatorio. 19 CEDULA DE RECOLECCIÓN DE DATOS El instrumento de recolección de datos fue elaborado por el autor del presente trabajo y se muestra a continuación. CEDULA DE RECOLECCION DE DATOS NOMBRE _______________________________________________ EDAD _____________ GENERO __________________ PESO ____________ TALLA ____________ IMC _____________ DIAGNOSTICO __________________________________________________________________ TIEMPO DE EVOLUCION ________________ FECHA DE EVENTO QUIRURGICO _______________ ENFERMEDADES CONCOMITANTES __________________________________________________ TIEMPO DE EVOLUCION ________________ FECHA DE EVENTO QUIRURGICO _______________ ACTIVIDAD LABORAL ACTUAL ______________________________________________________ TIEMPO DE EVOLUCION _______________ RANGO DE FLEXION DE LA RODILLA _______________ EVOLUCION PREOPERATORIA EVOLUCION POSTOPERATORIA OSTEOFITOS POSTERIORES ____________ CANTIDAD _________ DIAMETRO MAYOR __________ TIEMPO DE EVOLUCION _______________ RANGO DE FLEXION DE LA RODILLA _______________ OSTEOFITOS POSTERIORES ____________ CANTIDAD _________ DIAMETRO MAYOR __________ COMPLICACIONES ______________________________________________________________ TIPO Y ESPECIFICACIONES DE LA PROTESIS ____________________________________________ OFFSET POSTERIOR FEMORAL ______________ ALINEACION FEMOROTIBIAL AP ______________ INCLINACION DEL PLATILLO TIBIAL (LATERAL) __________________________________________ OFFSET POSTERIOR FEMORAL ______________ ALINEACION FEMOROTIBIAL AP ______________ INCLINACION DEL PLATILLO TIBIAL (LATERAL) __________________________________________ ______________________________________________________________________________ ELABORO ____________________________________ FECHA DE ELABORACION ______________ 20 EVALUACIÓN RADIOGRÁFICA A los pacientes que conformaron la población estudiada, se les solicitaron los controles radiográficos previos y posteriores a la artroplastia total de rodilla, los cuales fueron tomados en el Hospital Regional Lic. Adolfo López Mateos del ISSSTE, por el conjunto de técnicos que ahí laboran obedeciendo la técnica descrita en la literatura para obtener proyecciones Anteroposteriores y Laterales de la rodilla. Haciendo uso equipo Kodak 3000 para la transducción e impresión digital de las imágenes radiográficas. En estos estudios se efectuó la medición de cuatro parámetros pre y postoperatorios, utilizando un goniómetro obtenido de forma comercial y expresando las unidades en milímetros o grados según correspondía. Los parámetros evaluados fueron: 1. Eje femorotibial. 2. Presencia de osteofitos posteriores. 3. Offset condilar posterior de la rodilla. 4. Alineación del componente tibial en la proyección anteroposterior y lateral de la rodilla posterior a la artroplastia. La determinación del eje femorotibial se realizó mediante la intersección de dos líneas que corresponden al eje medio diafisario del fémur y el eje medio diafisario de la tibia. En condiciones fisiológicas, este es un ángulo de vértice medial, expresado por muchos autores como el ángulo complementario (valor normal de 170 a 177°), sin embargo para fines de este estudio, se expresó únicamente el ángulo agudo que forma este eje. Ver Figura 1. Cuando se encontró la presencia de osteofitos posteriores en las proyecciones laterales preoperatorias de la rodilla, se cuantificó el número y el diámetro mayor de ellos (expresándose en milímetros). Describiéndose si fueron preservados oeliminados posterior a la artroplastia de la rodilla. La medición del offset condilar posterior se realizó en las proyecciones laterales de la rodilla, antes y después de la intervención. Este se determinó, mediante la prolongación del borde posterior del fémur hacia la región de los cóndilos femorales. Seguida de una perpendicular a esta primera línea, sobre el borde mas posterior de la convexidad de los cóndilos femorales. Así, la distancia resultante entre el borde posterior del fémur y la mayor convexidad de los cóndilos corresponde al offset condilar posterior (medida expresada en milímetros). Ver Figura 2. Figura 1. Eje Femorotibial Fi evaluó anterop diafisa lateral) del pla y cuyo Po respec líneas, segund (sea an To de las nalmente, en la orientac posterior la a ria de la tibia ) del platillo ti atillo tibial, for valor normal or otra parte, cto del eje me una que cor da por la perp nterior o post odas las med cuales se con n la proyecció ción del com lineación en a y una línea bial y su inter rmándose una corresponde en la proyec edio diafisario rresponde al pendicular al erior) con un didas obtenid nstruyeron ta Figura 2. Figura 3. M proyección a n anteroposte mponente tib varo o valgo perpendicula rsección con a ángulo agu e a 0°. cción lateral o de la tibia. A borde mas d eje medio dia valor normal as fueron con blas de contin Offset condilar Medición de la anteroposterior 21 erior y lateral bial de la p del implante, ar a esta traz una línea traz do que repre se determinó A través del á distal del plati afisario de la de 5 a 10°. V nsignadas en ngencia para r posterior femo a orientación d r y lateral de la de la rodilla prótesis. Mid tomando com zada sobre e zada del bord esenta la aline ó la inclinació ángulo formad llo tibial en d tibia sobre e Ver Figura 3. n la hoja de r su ulterior an oral. del platillo tibia rodilla. posterior a la diéndose en mo referencia l borde mas de mas distal eación del co ón del compo do por la inter dirección ante l borde mas d recolección d nálisis estadís al en la a artroplastía, la proyecci a la línea med distal (media medial y late omponente tib nente tibial c rsección de d eroposterior y distal del plat e datos a pa stico. se ión dio al o eral bial con dos y la tillo artir 22 ANÁLISIS ESTADÍSTICO Todos los datos demográficos de la población fueron presentados en forma de tablas y graficas porcentuales, con lo cual se logro conocer las principales características de los pacientes intervenidos en el Servicio de Ortopedia del Hospital Regional Lic. Adolfo López Mateos en el periodo comprendido de Enero de 2010 a Enero de 2011. Por otra parte, se efectuaron análisis de correlación de proporciones entre varios grupos para determinar si existía correlación estadísticamente significativa entre el grado de flexión de la rodilla posterior a la artroplastia y el offset condilar posterior, para los tres grupos de estudios (offset menor, offset igual y offset mayor al preoperatorio) y efectuando comparaciones entre sí mismos. También se evaluó la correlación existente entre el grado de flexión de la rodilla posterior a la artroplastia y el índice de masa corporal; el grado de flexión de la rodilla posterior a la artroplastia y la presencia de osteofitos posteriores; el grado de flexión de la rodilla posterior a la artroplastia y el tiempo de evolución de la artrosis. La correlación y significancia estadística para los parámetros estudiados, se estableció mediante la prueba de Chi cuadrada con ayuda del programa SPSS para Windows versión 15.0. Estableciendo un nivel de significancia estadística un valor de p<0.05. para la elaboración de las graficas se utilizaron los programas Sigma plot y Hoja de cálculo de Excel, Office 2007. 23 RESULTADOS Una vez finalizado el proceso de recolección de datos, se procedió al análisis e interpretación de los resultados. La población quedo conformada por 93 pacientes (n=93), de los cuales, el 44% fueron hombres (41 pacientes) y 56% mujeres (52 pacientes), Gráfica 1. Con una edad promedio de 68.8 años, (mínima de 47 y máxima de 84 años). Para facilitar la interpretación de los datos, los pacientes fueron divididos en dos grupos de acuerdo a su edad: Menores de 60 años, que corresponde al 16% (15 pacientes) y, mayores de 60 años 84% (78 pacientes), Gráfica 2. Gráfica 1. Distribución de la población por género. Fuente: Hospital Regional Lic. Adolfo López Mateos, ISSSTE. Enero de 2011. Gráfica 2. Distribución de la población por edad. Fuente: Hospital Regional Lic. Adolfo López Mateos, ISSSTE. Enero de 2011. 24 Tomando en cuenta el índice de masa corporal, se conformaron tres grupos, aquellos con un índice de masa corporal normal (18.5 a 24.9) ubicándose al 9% de la población (8 pacientes); el grupo de pacientes con sobrepeso (25 a 29.9), con 64% de la población (60 pacientes) y; el grupo de pacientes con obesidad (más de 30) con 27% (25 pacientes). Gráfica 3. Considerando la extremidad afectada, se realizaron 46 artroplastias en la rodilla izquierda (21% en hombres, 20 pacientes y; 28% en mujeres, 26 pacientes), mientras en la rodilla derecha se efectuaron 47 procedimientos (23% en hombres, 21 pacientes y; 28% en mujeres, 26 pacientes), Gráfica 4. Del total de las artroplastias realizadas, 74% fueron posteroestabilizadas (69 pacientes %), y 26% no posteroestabilizadas (24 pacientes). En la Gráfica 5 se muestran la distribución de las artroplastias posteroestabilizadas y no posteroestabilizadas de acuerdo a la extremidad y genero. Gráfica 3. Distribución de la población de acuerdo al índice de masa corporal. Fuente: Hospital Regional Lic. Adolfo López Mateos, ISSSTE. Enero de 2011. Gráfica 4. Distribución de la población de acuerdo al género y extremidad intervenida. Fuente: Hospital Regional Lic. Adolfo López Mateos, ISSSTE. Enero de 2011. 25 Se encontró que, del total de la muestra (n=93), el 4% (4 pacientes) presentaban un evolución aguda de la enfermedad (menos de 1 año); el 59% (55 pacientes) una evolución subaguda (de 0 a 5 años) y el 37% (34 pacientes) una evolución crónica. Tomando en cuenta el tiempo transcurrido desde la parición de la sintomatología, hasta el momento en que se realizaba la intervención quirúrgica. Gráfica 6. Grafica 5. Distribución de la población de acuerdo al género, extremidad intervenida. Y tipo de prótesis colocada. Fuente: Hospital Regional Lic. Adolfo López Mateos, ISSSTE. Enero de 2011. Gráfica 6. Distribución de la población de acuerdo al tiempo de evolución de la artrosis de la rodilla. Fuente: Hospital Regional Lic. Adolfo López Mateos, ISSSTE. Enero de 2011. 26 Hasta el momento se han mostrado los resultados concernientes a los aspectos demográficos de la población estudiada. A continuación, se presentan los resultados del análisis efectuado a las variables cuantitativas, y la comparación entre grupos. Del total de los pacientes que conformaron la población estudiada (n=93), se encontró que el 29% de ellos (27 pacientes), después de la artroplastia total de la rodilla presentaron un offset condilar posterior menor al detectado en el control radiográfico preoperatorio. Mientras que el 14% (13 pacientes) mostraron un offset condilar posterior igual al reportado en el control radiográfico preoperatorio y, el 56% (53 pacientes) tenían un offset condilar posterior mayor al
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