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DR. FÉLIX OCTAVIO MARTÍNEZ ALCALA 
COORDINADOR DE CCAPADESI 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
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DR. GUILEBALDO PATIÑO CARRANZA 
JEFE DE ENSEÑANZA 
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DRA. MARTHA EUNICE RODRÍGUEZ 
ARELLANO 
JEFE DE INVESTIGACIÓN 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
___________________________________ 
DR. JORGE NEGRETE CORONA 
TITULAR DEL CURSO DE ORTOPEDIA 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
___________________________________ 
DR. EDGARD CHAVEZ HINOJOSA 
ASESOR DE TESIS 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
A mis Padres y mi Hermana. 
Quienes sencillamente han hecho de mí, la persona que soy ahora. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
A mis maestros, 
Por guiarme de la mano hasta el cumplimiento 
de uno de mis mas grandes sueños… la Ortopedia. 
 
 
A mis compañeros y amigos. Mi segunda familia. 
Con los que he compartido anhelos, risas y frustraciones. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
A mi Institución, 
Por abrirme las puertas a un mar de conocimiento. 
 
 
 
 
 
 
 
ÍNDICE 
 
RESUMEN …………………………………………………………………………..…….. 
ABSTRACT ………………………………………………………………………………... 
INTRODUCCIÓN ……………………………………………………………………….. 
 
1. MARCO TEÓRICO …………………………………………………………………….… 
 
1.1 GENERALIDADES .....………………………………………………………….. 
1.2 ANATOMÍA DE LA RODILLA …………………………………………………... 
1.3 MECÁNICA ARTICULAR ……………………………………………………..… 
1.4 MOVIMIENTOS DE FLEXIÓN Y EXTENSIÓN ……………………………….. 
1.5 MOVIMIENTOS DE ROTACIÓN ………………………………………………. 
1.6 MOVIMIENTOS DE LA RÓTULA ……………………………………………… 
1.7 INTEGRACIÓN DE LOS MOVIMIENTOS DUANTE LA FUNCIÓN DE LA 
RODILLA …………………………………………………………………………. 
1.8 CONSTITUCIÓN DEL CARTÍLAGO ARTICULAR Y FISIOPATOLOGÍA DE 
LA ARTROSIS …………………………………………………………………… 
1.9 FACTORES DE RIESGO, EPIDEMIOLOGÍA Y PRESENTACION CLÍNICA 
DE LA ARTROSIS DE LA RODILLA …………………………………………… 
1.10 EVALUACION RADIOGRÁFICA ………………………………………………… 
1.11 TRATAMIENTO …………………………………………………………………… 
1.12 ARTROPLASTIA TOTAL DE RODILLA Y FACTORES QUE AFECTAN LA 
MOVILIDAD ………………………………………………………………………. 
 
2. HIPÓTESIS Y OBJETIVOS ……………………………………………………………… 
 
2.1 HIPÓTESIS ……………………………………………………………………………. 
2.2 OBJETIVO GENERAL ……………………………………………………………….. 
2.3 OBJETIVOS ESPECÍFICOS ………………………………………………………… 
 
3. MATERIAL Y MÉTODOS ………………………………………………………………... 
 
3.1 DISEÑO DEL ESTUDIO ……………………………………………………………... 
3.2 CONFORMACIÓN DE LOS GRUPOS DE ESTUDIO ..........…………………….. 
3.3 CEDULA DE RECOLECCIÓN DE DATOS ………………………………………... 
3.4 EVALUACIÓN RADIOGRÁFICA ……………….…………………………………… 
3.5 ANÁLISIS ESTADÍSTICO …………………………………………………………… 
 
4. RESULTADOS ……………………………………………………………………….…. 
 
5. CONCLUSIONES ………………………………………………………………….…… 
 
6. BIBLIOGRAFÍA ……………………………………………………………………....…… 
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1 
 
RESUMEN 
 
 
 
Introducción. La artrosis de la rodilla, es una enfermedad caracterizada por el deterioro progresivo 
del cartílago articular que conduce a la aparición dolor y en etapas tardías limitación funcional. 
El tratamiento puede ir desde la administración de antiinflamatorios y terapia física, hasta 
procedimientos como la artroplastia total de rodilla. Actualmente la demanda funcional de los 
pacientes que requieren una prótesis de rodilla va en aumento. 
Por lo cual, es imprescindible lograr la restitución geométrica de la rodilla favoreciendo la 
movilidad de la articulación. Se sabe que el offset condilar posterior femoral puede jugar un 
papel importante en la flexión de la rodilla. El perfeccionamiento de la técnica de la artroplastia 
total de rodilla mejorará cada vez más, los rangos de movilidad y la funcionalidad de los 
pacientes, facilitando su reincorporación a la vida cotidiana y laboral. 
Objetivo. Identificar la relación que existe entre el offset condilar posterior femoral y el grado de 
flexión de la rodilla, después de una artroplastia total. 
Material y Métodos. Se realizó un estudio observacional, longitudinal, retrospectivo, descriptivo y 
comparativo. Se efectuó una revisión de expedientes de todos los pacientes operados de 
prótesis total de rodilla de Enero de 2010 a Enero de 2011, en el Hospital Regional Lic. Adolfo 
López Mateos del ISSSTE. Recabándose en hojas de recolección de datos el género, peso, 
talla, índice de masa corporal, actividad laboral actual, enfermedades crónico degenerativas 
concomitantes, tipo y tiempo de evolución de la artrosis de rodilla, grados de flexión de la 
rodilla previo y posterior al manejo quirúrgico, así como el tipo de implante implantado. 
En radiografías pre y postoperatorias se midió el ángulo femorotibial, la presencia de 
osteofitos posteriores, y el offset condilar posterior de la rodilla. Se efectuó un análisis 
estadístico para identificar si existía una correlación entre el offset condilar posterior, el índice 
de masa corporal, la presencia de osteofitos posteriores y el tiempo de evolución de la 
artrosis, con los grados de flexión de la rodilla después de una artroplastia total. Los 
resultados obtenidos se expresaron en tablas graficas para facilitar su comprensión visual. 
Resultados. Se estudiaron 93 pacientes, 44% hombres y 56% mujeres. Con edad promedio de 
68.8 años. Del total de pacientes, el 4% mostró una evolución aguda de la enfermedad 
(menos de 1 año); 59% evolución subaguda (de 0 a 5 años) y 37% con evolución crónica. Se 
encontró que 29% de los pacientes tenían un offset condilar posterior postoperatorio menor al 
preoperatorio, 14% un offset condilar posterior postoperatorio igual al preoperatorio y 56% un 
offset condilar posterior postoperatorio mayor al preoperatorio. Pero tan solo el 46% de toda la 
población mostró una mejoría en la amplitud de la flexión de la rodilla después de la 
intervención quirúrgica. 
Al comparar la amplitud de la flexión postoperatoria con la preoperatoria entre los grupos de 
offset condilar menor al preoperatorio y offset condilar igual al preoperatorio, no existió una 
diferencia estadística. Sin embargo, al comparar la flexión con el grupo de offset condilar 
posterior mayor al preoperatorio, se encontró una correlación con significancia estadística 
(p<0.05). No se existió correlación estadística entre la edad, género,estado nutricional, 
patologías asociadas, extremidad afectada, tiempo de evolución de la patología, osteofitos 
posteriores y el eje femorotibial sobre la flexión de la rodilla en los diferentes grupos de 
estudio. 
Conclusiones. El offset condilar posterior femoral postoperatorio mayor al preoperatorio es un 
factor que influye de manera positiva sobre la flexión postoperatoria de la rodilla, pero no 
determinante. 
 
 
Palabras clave. Offset condilar posterior del fémur, Artoplastía total de rodilla, Flexión de la rodilla. 
 
 
 
2 
 
ABSTRACT 
 
 
 
Introduction. The knee osteoarthritis, is a disease characterized by the progressive deterioration of 
the articular cartilage that leads to the appearance of pain and late stages of functional 
limitation. The treatment can be from the administration of anti-inflamatory drugs and fisical 
therapy to procedures like the total knee arthroplasty. Nowadays the functional demand from 
patients that require a knee prosthesis is increasing. 
Thus it is essential to achieve the geometric restitution of the knee, favoring the articulation 
mobility. It is known that the femoral posterior condylar offset plays an important role in the 
knee flection. The improvement of the total knee arthrosplaty technic, the rank of mobility and 
funcionality of patients, will be enhanced, facilitating their incorporation into their labour and 
daily life. 
 
Objective. Identify the relationship between the femoral posterior condylar offset and the range of 
knee flection, after having a total arthroplasty. 
 
Methods and Material. An observational, longitudinal, retrospective, descriptive and comparative 
study was performed. A file revision of all the total knee prosthesis operated patients from 
January 2010 to January 2011, at the Hospital Regional Lic. Adolfo López Mateos of ISSSTE. 
Gathering the information of weight, gender, size, body mass index, actual labour activity, 
concomitant chronic degenerative diseases, tipe and evolution of the knee osteoarthritis, 
ranges of knee flection before and after the surgical treatment and type of implant implanted, 
on data gathering forms. 
In pre and postoperative x-rays, the femorotibial angle, the presence of posterior osteophytes 
and the knee posterior condylar offset, were mesure. A statistical analysis was performed to 
identify the existance of a correlation between the posterior condylar offset, the body mass 
index, the presence of posterior osteophytes and the evolution time of the osteoarthritis, with 
the knee flection ranges after a total arthroplasty. The obtained outcomes were expressed on 
graphic charts to facilitate their visual comprehension. 
 
Results. 93 patients were studied, 44% men and 56% women. Within a range of age of 68.8 years. 
From the sum total, 4% showed an acute evolution of the disease (in less than 1 year); 59% 
showed a subacute evolution (from 0 to 5 years) and 37% showed a chronic evolution. it was 
revealed that 29% of the patients had a minor postoperative posterior condylar offset than 
preoperative, 14% an equal postoperative posterior condylar offset than preoperative and 56% 
a mayor postoperative posterior condylar offset than the preoperative. But only a 46% from the 
total population showed an increase in the knee flection amplitude after a surgical intervention. 
When the postoperative flection amplitude is compared to the preoperative between the minor 
preoperative condylar offset and the equal preoperative condylar offset group, there is no 
statistic difference. Although, when the flection is compared with the mayor preoperative 
posterior condylar offset group, a correlation was found with statistic significance (p<0.05). 
There is no statistic correlation between the age, gender, nutritional state, asociated 
pathologies, afected limb, evolution time of the pathology, posterior osteophytes and the 
femorotibial axe, on the knee flection in the different studied groups. 
 
Conclusions. The postoperative femoral posterior condylar offset mayor than the preoperative is a 
factor that interferes in a positive way over the postoperative knee flection, but it is not a 
determining factor. 
 
 
Keywords. Femoral posterior condylar offset, total knee arthroplaty, knee flection. 
 
 
 
3 
 
INTRODUCCIÓN 
 
 
 
La artrosis de la rodilla, es una enfermedad crónica que se caracteriza por el deterioro 
progresivo del cartílago articular. (1,2) Este deterioro conduce a la aparición de diversos síntomas, 
entre los que predomina de forma importante el dolor, síntoma se acentúa con la actividad física y 
en etapas tardías puede condicionar una importante incapacidad física. (2,3) 
La artrosis de la rodilla es una de las enfermedades crónico-degenerativas más frecuentes en 
el mundo. De hecho, a partir de los 50 años de edad, gran parte de la población presenta 
manifestaciones radiológicas de esta patología. (3) Sin embargo, la etiología exacta aún se 
encuentra bajo discusión. La mayoría de los autores coinciden en que se debe a la combinación 
estrecha de factores bioquímicos, mecánicos y genéticos, que conducen a que algunas personas 
desarrollen a partir de determinada edad cambios degenerativos en el cartílago articular. (4) 
La presentación clínica de la artrosis de la rodilla puede variar desde una forma asintomática a 
otra severa con gran compromiso articular. Debido a ello, las formas o variedades de tratamiento 
pueden ser muy variadas desde la indicación de antiinflamatorios no esteroideos y la terapia física, 
hasta procedimientos complejos como la artroplastia total de rodilla. 
En la actualidad, en países como el nuestro, la artrosis de la rodilla constituye uno de los 
principales problemas progresivos de salud en los adultos. (4, 5) Principalmente, como consecuencia 
de la inversión de la pirámide poblacional y el incremento de la esperanza de vida. Situación que 
condiciona, que exista un incremento considerable en la incidencia de los padecimientos crónico-
degenerativos y sus complicaciones y que el número de pacientes que requieren de una 
intervención quirúrgica por artrosis de la rodilla, se incrementen considerablemente. Tal es el caso 
de la artroplastia total de la rodilla. 
Con el advenimiento de los avances tecnológicos han surgido una gran variedad de implantes 
protésicos para la sustitución de la articulación de la rodilla y la gran mayoría de ellos cuentan con 
prácticamente las mismas especificaciones técnicas para su colocación. Sin embargo, la demanda 
funcional de los pacientes que requieren una prótesis de rodilla se encuentra en aumento, debido a 
que este tipo de procedimientos se realizan en personas cada vez más jóvenes que aún se 
encuentran en una etapa económicamente activa. (6) Por lo cual, es imprescindible lograr la 
restitución de la geometría de la rodilla mediante un adecuado balance de las partes blandas que 
conforman la articulación durante la colocación de la prótesis, con la finalidad de recuperar la 
mayor movilidad posible de esta articulación. Permitiendo la reincorporación de los pacientes a las 
actividades cotidianas y laborales, gracias a la desaparición del dolor y la mejoría en los arcos de 
movilidad. 
De forma que, una inadecuada técnica de colocación de los implantes protésicos interferirán 
sobre la movilidad de la rodilla. (7, 8) En este sentido, se ha encontrado que el offset condilar 
posterior femoral juega un papel importante en la amplitud de la flexión de la rodilla. (6, 7, 8) Por lo 
cual es importante lograr su restitución durante la artroplastia de la rodilla. 
Así, el perfeccionamiento de la técnica de la artroplastia total de rodilla mejorará cada vez 
más, los rangos de movilidad y la funcionalidad de los pacientes, disminuyendo la tasa de 
complicaciones y facilitando su reincorporación a la vida cotidiana y laboral, permitiendo abatir los 
costos económicos asociados a una rehabilitación prolongada y al tratamiento de las secuelas. 
El presenteestudio se ha elaborado como una herramienta para incrementar la comprensión 
que poseemos de la artroplastia total de la rodilla, favoreciendo el desarrollo de nuevas técnicas 
y/o implantes para el manejo de esta patología, que en los próximos años se puede convertir en un 
problema de salud. 
 
 
4 
 
MARCO TEÓRICO 
 
 
 
GENERALIDADES 
 
La artrosis de la rodilla, es una enfermedad crónica que se caracteriza por el deterioro 
progresivo del cartílago articular. (1,2) Este deterioro conduce a la aparición de diversos síntomas, 
entre los que predomina de forma importante el dolor. Este síntoma se acentúa con la actividad 
física y en etapas tardías puede condicionar incapacidad para la marcha y para permanecer de pie, 
así como deformidad progresiva de la rodilla. (2,3) 
La artrosis de la rodilla es una de las enfermedades crónico-degenerativas más frecuentes. De 
hecho, a partir de los 50 años de edad, gran parte de la población presenta manifestaciones 
radiológicas de esta enfermedad. (3) Sin embargo, solamente una pequeña porción de las personas 
que tienen manifestaciones radiológicas, presentan una correlación clínica. 
La artrosis de rodilla para su estudio puede clasificarse en dos formas, la primaria o idiopática, 
en la cual se desconoce la causa de la perdida de las propiedades mecánicas del cartílago hialino 
articular (elasticidad y resistencia a la compresión); y la secundaria a lesiones meniscales, fracturas 
articulares, lesiones ligamentarias, alteraciones del eje femorotibial, o en articulaciones sometidas 
a un sobreesfuerzo importante (deportistas, personas obesas, discrepancias de la longitud de 
miembros inferiores, etc.). (6, 9) 
La artrosis primaria se ha asociado con el envejecimiento, ya que es una enfermedad propia 
de las personas mayores de 50 años. (3) Sin embargo, la etiología exacta aún se encuentra bajo 
discusión, pero la mayoría de los autores coinciden en que se debe a la combinación estrecha de 
factores bioquímicos, mecánicos y genéticos, que conducen a que algunas personas desarrollen a 
partir de determinada edad cambios degenerativos en el cartílago articular. (4) 
La presentación clínica de la artrosis de la rodilla puede variar desde una forma asintomática a 
otra severa con gran compromiso articular. Debido a ello, las formas o variedades de tratamiento 
pueden ser muy variadas desde la indicación de antiinflamatorios no esteroideos y la terapia física, 
hasta procedimientos complejos como la artroplastia total de rodilla. Para conocer de forma certera 
la evolución de esta patología es absolutamente necesario dominar la anatomía de la rodilla, su 
biomecánica y su fisiopatología, así como, los diferentes factores que interfieren en sobre ella. 
 
ANATOMÍA DE LA RODILLA 
 
La rodilla es una de las articulaciones más grandes del esqueleto humano; en ella se unen 
tres huesos: el extremo inferior del fémur, el extremo superior de la tibia y la rótula, siendo esta 
ultima estructura, la que permite el aumento del brazo de palanca del aparato extensor. (10) 
La rodilla, constituye una articulación de suma importancia para la marcha y la carrera, que 
soporta todo el peso del cuerpo en el despegue y la recepción de saltos. Su mecánica articular 
resulta muy compleja, pues por un lado ha de poseer una gran estabilidad en extensión completa 
para soportar el peso corporal sobre un área relativamente pequeña; pero al mismo tiempo debe 
estar dotada de la movilidad necesaria para la marcha y la carrera; y para orientar eficazmente al 
pie en relación con las irregularidades del terreno. (11) 
Las articulaciones que componen la rodilla son tres: articulación femorotibial (entre los 
cóndilos del fémur y la tibia), articulación femorrotuliana (entre la tróclea del fémur y la cara 
articular de la rótula) y la articulación tibioperonea proximal. (10, 11) 
La articulación femorotibial se clasifica como biaxial y condílea, en la cual una superficie 
cóncava se desliza sobre otra convexa alrededor de dos ejes. Mientras que la articulación 
femorrotuliana es una monoaxial y tróclear, que permite que la rótula se deslice de arriba abajo, a 
lo largo de la tróclea del fémur. (9,10,11) 
 
 
 
5 
 
Finalmente, la articulación tibioperonea proximal es una articulación artrodia, muy pequeña, 
que permite un mínimo grado de movimiento entre la carilla articular de la cabeza del peroné y la 
carilla articular de la parte posterior del cóndilo lateral de la tibia y el papel que juega en la artrosis 
de la rodilla prácticamente es nulo. (11) 
Los anatomistas sostienen que la articulación de la rodilla está compuesta, desde el punto de 
vista morfológico, por la yuxtaposición de dos articulaciones secundarias: la femororrotuliana y la 
femorotibial. Y constituye la principal articulación de tipo sinovial compuesta de dos elementos: 
 
• Complejo A. Formados las carillas articulares y el cartílago articular. El cartílago impide 
el contacto directo entre los huesos y modifica la forma de las carillas articulares para 
mejorar la adaptación de las superficies. (11, 12) No posee ni nervios ni vasos sanguíneos 
y sus propiedades oscilan entre las de un sólido y las de un líquido debido a su 
composición, en gran medida por agua, proteínas y fibras de colágena. 
• Complejo B. Formado por la cápsula articular y la cavidad articular, la sinovial y los 
ligamentos. La capa externa de la capsula articular (membrana fibrosa) se dirige desde 
el fémur distal, hacia la tibia proximal y se encarga de asegurar la cohesión de la 
articulación. (13) En su interior, la membrana sinovial, recubre la cara interna de la 
articulación y el hueso en el que no se asienta el cartílago articular. Contiene 
numerosos vasos sanguíneos y linfáticos, así como nervios. Y es la encargada de la 
producción del liquido sinovial, que favorece el deslizamiento y provee de nutrientes a 
los cartílagos articulares, convirtiendo el estrés compresivo en estrés hidrostático. (11,14) 
La presión al interior de la cápsula articular es ligeramente negativa que sirve de 
inhibidor a la tracción luxación. Y presenta un receso articular o fondo de saco que se 
adecua a los movimientos de la articulación. 
Los ligamentos son estructuras resistentes, prácticamente inelásticas, constituyen un 
refuerzo que limita la amplitud de los movimientos que podrían condicionar una luxación 
de la articulación (ligamento colateral lateral, ligamento colateral medial, ligamentos 
cruzados y ligamentos meniscales). (15) 
Menisco articular. Son especies de fibrocartílago que aumentan la superficie de 
contacto de las carillas articulares y facilitan una mejor distribución y transmisión de la 
fuerza durante el movimiento de la articulación 
• De manera adicional, debemos considerar a la musculatura e inserciones tendinosas 
que permiten el movimiento de la articulación aportando estabilidad dinámica y 
favoreciendo la congruencia de la articulación. (16) 
 
Desde el punto de vista funcional, la articulación femororrotuliana permite aumentar 
considerablemente la potencia del mecanismo extensor de la rodilla, al incrementar su brazo de 
palanca mediante la elevación del músculo cuádriceps, protegiendo la superficie articular del fémur 
de las tracciones del cuádriceps sobre la tibia, llevándose a cabo con un cierto ángulo de 
inclinación y no en sentido paralelo. (13, 16, 17) 
Con respecto a la articulación femorotibial puede decirse que el menisco articular la divide en 
dos cámaras: la proximal o superior, que corresponde a la articulación femoromeniscal, 
responsable de los movimientos de flexión y extensión de la pierna; y la distal o inferior, que 
corresponde a la articulación meniscotibial y permite los movimientos de rotación de la pierna. (18) 
La rodilla humana está constituida normalmente con un cierto grado de valgo. Ello significa 
que estando extendido el miembro inferior, los ejes del fémur y de la tibia no se continúan en línea 
recta, sino que forman un ángulo obtusoabierto hacia afuera (ángulo femorotibial). El ángulo de 
convergencia de los 2 huesos que constituyen esta la articulación mide, como término medio, 
3° a 10°. (14, 19) Y conviene diferenciarlo del eje mecánico o dinámico, que es la línea que une el 
centro de la cabeza femoral con el centro anatómico de la rodilla y el centro de la articulación 
tibiotarsiana, que representa la línea de apoyo o gravedad de toda la extremidad inferior. 
 
 
 
6 
 
MECÁNICA ARTICULAR 
 
La articulación de la rodilla puede permanecer estable cuando es sometida rápidamente a 
cambios de carga durante la actividad, lo cual se conoce como estabilidad dinámica de la rodilla y 
es el resultado de la integración de la geometría articular, restricciones de los tejidos blandos y 
cargas aplicadas a la articulación a través de la acción muscular y el punto de apoyo que sostiene 
el peso. (12) 
La arquitectura ósea de la rodilla suministra una pequeña estabilidad a la articulación, debido 
a la incongruencia de los cóndilos tibiales y femorales; sin embargo, la forma, orientación y 
propiedades funcionales de los meniscos mejora la congruencia de la articulación y puede 
suministrar alguna estabilidad, que es mínima considerando los grandes pesos trasmitidos a través 
de la articulación. La orientación y propiedades materiales de los ligamentos, cápsula y tejidos 
musculotendinosos de la rodilla contribuyen significativamente a su estabilidad. 
Los ligamentos de la rodilla guían los segmentos esqueléticos adyacentes durante los 
movimientos articulares y las restricciones primarias para la traslación de la rodilla durante la carga 
pasiva. Las restricciones de fibras de cada ligamento varían dependiendo del ángulo de la 
articulación y el plano en el cual se aplica la carga a la rodilla. (13) La estabilidad de la rodilla está 
asegurada por los ligamentos cruzados anterior y posterior y los colaterales medial y lateral. El 
ligamento cruzado anterior (LCA) tiene la función de evitar el desplazamiento hacia delante de la 
tibia respecto al fémur; el cruzado posterior (LCP) evita el desplazamiento hacia detrás de la tibia 
en relación con el fémur, que a 90º de flexión se verticaliza y tensa, y por ello es el responsable del 
deslizamiento hacia atrás de los cóndilos femorales sobre los platillos tibiales en el momento de la 
flexión, lo cual proporciona estabilidad en los movimientos de extensión y flexión. (13, 14, 16, 17) 
Los ligamentos colaterales brindan una estabilidad adicional a la rodilla; así, el colateral lateral 
(LCL), situado en el exterior de la rodilla, impide que esta se desvíe hacia adentro, mientras que el 
colateral medial (LCM) se sitúa en el interior de la articulación, de forma que impide la desviación 
hacia afuera. (14, 18) Debe tenerse en cuenta que el espesor y volumen de un ligamento son 
directamente proporcionales a su resistencia e inversamente proporcionales a sus posibilidades de 
distensión. (18) 
Consecuentemente, en la mayoría de los casos los ligamentos y la capsula articular son 
suficientes para mantener la estabilidad de la rodilla; sin embargo, la tensión aplicada a estos 
tejidos durante alguna actividad agresiva puede exceder a su fuerza. (14) De forma que, se 
requieren fuerzas estabilizadoras adicionales para mantener la rodilla en una posición donde la 
tensión en los ligamentos permanezca dentro de un rango seguro. Las fuerzas compresivas de la 
rodilla, resultantes del soporte del peso del cuerpo y las cargas aplicadas a los segmentos 
articulares por actividad muscular, constituyen un complemento de las fuerzas. (18) 
Así, el conjunto de todas estas estructuras y sus propiedades, permiten un movimiento 
armónico de la articulación de la rodilla fundamentalmente en dos planos perpendiculares entre sí: 
flexo-extensión en el plano sagital (eje frontal) y rotación interna y externa en el plano frontal 
(eje vertical). 
Existen algunos autores que describen otras dos clases de movimientos en la rodilla. Los 
movimientos de abducción y aducción, también, conocidos como movimientos de inclinación lateral 
y corresponden realmente más a un juego mecánico de conjunto, que a una función que posea una 
utilidad definida. (15) En la posición de extensión, y fuera de todo proceso patológico, son 
prácticamente inexistentes. Su amplitud es del orden de 2 a 3º y obedecen a una de las 
propiedades del cartílago articular y los meniscos, que es la de ser compresibles y elásticos. (19) 
 
MOVIMIENTOS DE FLEXIÓN Y EXTENSIÓN 
 
Estos movimientos se realizan alrededor de un eje frontal, bicondíleo, que pasa los 
epicóndilos femorales. La cara posterior de la pierna se aproxima a la cara posterior del muslo en 
el curso de la flexión, pero sucede lo contrario durante el movimiento de extensión. (16) 
 
 
7 
 
A partir de la posición 0º (posición de reposo: cuando el muslo y la pierna se prolongan entre 
sí en línea recta, formando un ángulo de 180º), la flexión de la pierna alcanza por término medio 
130º; pero el límite máximo de la amplitud de ese movimiento no es este, pues tomando el pie con 
una mano se puede ampliar hacia una flexión forzada. (17, 18) 
La flexo-extensión de la rodilla resulta de la suma de dos movimientos parciales que ejecutan 
los cóndilos femorales: un movimiento de rodado, similar al que realizan las ruedas de un vehículo 
sobre el suelo y un movimiento de deslizamiento de aquellos sobre las cavidades glenoideas; (16) 
este último de mayor amplitud que el primero. 
El movimiento de rotación o rodado tiene lugar en la cámara femoromeniscal; y la fase de 
deslizamiento, en la meniscotibial. 
En los movimientos de flexión-extensión, la rótula se desplaza en un plano sagital. A partir de 
su posición de extensión, retrocede y se desplaza a lo largo de un arco de circunferencia, cuyo 
centro está situado a nivel de la tuberosidad anterior de la tibia y cuyo radio es igual a la longitud 
del ligamento rotulando. (15, 16) Al mismo tiempo, se inclina alrededor de 35º sobre sí misma, de tal 
manera que su cara posterior, que miraba hacia atrás, en la flexión máxima está orientada hacia 
atrás y abajo; por tanto, experimenta un movimiento de traslación circunferencial con respecto a la 
tibia. De manera contraria, existen diversos factores que constituyen limitantes para la flexión y 
extensión, los cuales son: 
 
a) Limitantes de la flexión 
• Distensión de los músculos extensores (cuádriceps crural). 
• Tope mecánico ejercido por la masa de los músculos flexores en el hueco poplíteo. 
• Segmento posterior de los meniscos y borde posterior de la tibia y fémur. 
 
b) Limitantes de la extensión 
• Distensión de los músculos flexores (isquiotibiales). 
• Segmento anterior de ambos meniscos e inclinación posterior de la meseta tibial 
en su proyección lateral. 
• Distensión de la parte posterior del manguito capsuloligamentoso. 
• Ligamentos colaterales, que al estar situados por detrás del eje de movimientos, se 
ponen cada vez más tensos a medida que el movimiento de extensión progresa. 
 
En la fase de postura, la flexión de la rodilla funciona como un amortiguador para ayudar en la 
aceptación del peso. (14) La función de los ligamentos cruzados en la limitación de los movimientos 
angulares de la rodilla varía, según la opinión de los diferentes autores. (18) 
 
MOVIMIENTOS DE ROTACIÓN 
 
Consisten en la libre rotación de la pierna, ya que, tanto la tibia como el peroné giran 
alrededor del eje longitudinal o vertical de la primera, en sentido externo o interno. 
La rodilla puede realizar solamente estos movimientos de rotación cuando se encuentra en 
posición de semiflexión, pues se producen en la cámara distal de la articulación (menisco tibial) y 
consisten en un movimiento rotatorio de las tuberosidades de la tibia, por debajo del conjunto 
meniscos-cóndilos femorales. (15, 16, 17) 
En la extensión completa de la articulación, los movimientos de rotación no puedenrealizarse 
porque lo impide la gran tensión que adquieren los ligamentos laterales y cruzados. (16) La máxima 
movilidad rotatoria activa de la pierna se consigue con la rodilla en semiflexión de 90º. La rotación 
externa es siempre más amplia que la interna (4 veces más, aproximadamente). (15) 
 
 
 
 
 
 
8 
 
En la rotación interna, el fémur gira en rotación externa con respecto a la tibia y arrastra la 
rótula hacia afuera: el ligamento rotuliano se hace oblicuo hacia abajo y adentro. En la rotación 
externa sucede lo contrario: el fémur lleva la rótula hacia adentro, de manera que el ligamento 
rotuliano queda oblicuo hacia abajo y afuera, pero más oblicuo hacia fuera que en posición de 
rotación indiferente. (15, 16, 17) 
La capacidad de rotación de la articulación de la rodilla confiere a la marcha humana mayor 
poder de adaptación a las desigualdades del terreno y, por consiguiente, mayor seguridad. 
Los movimientos de rotación desempeñan también una función importante en la flexión de las 
rodillas, cuando se pasa de la posición de pie a la de cuclillas. La capacidad de rotación de la 
rodilla permite otros muchos movimientos, por ejemplo: cambiar la dirección de la marcha, girar 
sobre sí mismo, trepar por el tronco de un árbol y tomar objetos entre las plantas de los pies. 
Por último, existe una rotación axial llamada "automática", porque va unida a los movimientos 
de flexo-extensión de manera involuntaria e inevitable. (16) Cuando la rodilla se extiende, el pie se 
mueve en rotación externa; a la inversa, al flexionar la rodilla, la pierna gira en rotación interna. En 
los movimientos de rotación axial, los desplazamientos de la rótula en relación con la tibia tienen 
lugar en un plano frontal; en posición de rotación indiferente, la dirección del ligamento rotuliano es 
ligeramente oblicua hacia abajo y afuera. (15, 17, 18) 
Los dos ligamentos cruzados limitan el movimiento de rotación interna, que aumentan su 
cruzamiento, y deshacen este último cuando la pierna rota internamente, por lo que no pueden 
restringir este movimiento de manera alguna. El movimiento de rotación externa es limitado por el 
ligamento lateral externo, que se tuerce sobre sí mismo, y por el tono del músculo poplíteo. (19) 
Al igual que sucede en los movimientos de flexo-extensión, los meniscos también se 
desplazan en el curso de los movimientos rotatorios de la pierna; desplazamientos en los cuales 
reside su gran vulnerabilidad. Por tal motivo, se considera que las lesiones meniscales solamente 
se pueden producir, en el curso de los movimientos articulares durante la flexión y no cuando la 
rodilla se encuentra bloqueada en extensión. (18) 
 
MOVIMIENTOS DE LA ROTULA 
 
Generalmente se considera que los movimientos de la rótula no influyen en los movimientos 
de la rodilla. (16) Durante la extensión, la rotula sufre un ascenso y desciende en la flexión. De forma 
que, en el movimiento de flexión-extensión la rotula presenta un desplazamiento sobre el fémur y 
otro sobre la tibia. 
 
a) Desplazamientos en la articulación femororrotuliana. El movimiento normal de la rótula 
sobre el fémur durante la flexión es una traslación vertical a lo largo de la tróclea y hasta la 
escotadura intercondílea. (15, 16, 17) El desplazamiento de la rótula equivale al doble de su 
longitud (8 cm aproximadamente) y lo efectúa mientras gira en torno a un eje transversal; 
en efecto, su cara posterior, dirigida directamente hacia atrás en posición de extensión, se 
orienta hacia arriba cuando la rótula, al final de su recorrido, se aplica en la flexión 
extrema, debajo de los cóndilos, por lo cual se trata de una traslación circunferencial. (15) 
 
b) Desplazamientos de la rótula sobre la tibia. Es posible imaginarse la rótula incorporada a 
la tibia para formar un olecranon como en el codo; disposición que al impedir todo 
movimiento de la rótula en relación con la tibia, limitaría de modo notable su movilidad e 
inhibiría incluso cualquier movimiento de rotación axial. (19) Sin embargo, la rótula efectúa 
dos clases de movimientos con respecto a la tibia, según se considere la flexión-extensión 
o la rotación axial. 
Las fuerzas que actúan sobre la rodilla durante la marcha son: el peso del cuerpo, 
equilibrado con la fuerza de reacción del suelo y las contracciones de los grupos 
musculares. (20) Factores que originan un movimiento entre los elementos articulares 
mediante el desplazamiento de las superficies articulares entre sí. 
 
 
9 
 
La fuerza resultante que cierra y equilibra al sistema que actúa sobre la articulación, sin 
producir movimiento, es la fuerza de reacción articular que comprime las superficies 
articulares entre sí. 
 
INTEGRACIÓN DE LOS MOVIMIENTOS DURANTE LA FUNCIÓN DE LA RODILLA 
 
Durante las actividades del miembro inferior se generan fuerzas en la rodilla: una de ellas en 
la articulación femororrotuliana y otra en la femorotibial, que a su vez puede descomponerse en 
dos factores, uno en el compartimento medial y otro en el lateral. (18) Dichas fuerzas son las 
causantes del daño progresivo de las superficies articulares al ir lesionando la estructura del 
cartílago articular, mediante los componentes de compresión y cizallamiento; (19) este último se 
desprecia en los estudios biomecánicos, por ser prácticamente inexistente, debido al bajísimo 
coeficiente de fricción cartílago-cartílago que obedece, por un lado, a las propiedades 
viscoelásticas de este y, por otro, a la lubricación proporcionada por el líquido sinovial. (20) 
La articulación femorotibial posee un movimiento tridimensional y, por tanto, tres componentes 
de giro: angulación varo-valgo (plano frontal, eje anteroposterior), rotación (plano transversal, eje 
vertical) y flexo-extensión (plano sagital, eje transversal). (18, 21) También tiene tres componentes de 
desplazamiento: mediolateral, anteroposterior y compresión-separación, de los cuales solo es 
trascendente el segundo en un mecanismo combinado con el rodamiento de los cóndilos femorales 
sobre la tibia, guiado por el ligamento cruzado posterior, que predomina en los primeros grados de 
flexión y el desplazamiento al final de esta. (22) El desplazamiento mediolateral resulta mínimo, 
atribuible a la congruencia articular proporcionada por los meniscos y las partes blandas 
(ligamentos y contracción muscular). 
El movimiento de rotación suele ser generalmente automático e involuntario y de un orden de 
magnitud poco importante (nulo en extensión completa, con máximo de 10 a 90° de flexión); así 
pues, el movimiento principal es el de flexo-extensión. (17, 19, 22) 
Conviene señalar que el grado de flexión de la rodilla en un ciclo de marcha, varía a lo largo 
de dicho ciclo, pero nunca logrará estar completamente extendida. (23) Este movimiento de 
flexoextensión es helicoidal y no como una bisagra simple, pues existe una combinación de 
flexoextensión con rotaciones, debida a la mayor dimensión del cóndilo medial respecto al lateral. 
Asimismo, para el movimiento de flexión, el deslizamiento anteroposterior femorotibial 
aumenta la potencia del aparato extensor hasta un 30% mas, al obtener un momento mecánico 
más favorable. (24) 
Por el mecanismo de rotación automática descrito anteriormente sucede el fenómeno 
conocido como autoatornillamiento, que produce el bloqueo femorotibial en extensión completa y 
aumenta la estabilidad articular, entre otras situaciones, en el instante del apoyo del talón en la 
marcha. (25) Dicho mecanismo tiene lugar mediante la rotación externa progresiva, con la extensión 
de la rodilla en fase de balanceo, y provoca el bloqueo progresivo en los últimos 15° de extensión. 
El centro instantáneo de rotación de la articulación femorotibial para la flexoextensión se 
encuentra, en condiciones normales, en el fémur, aproximadamente en la inserción de los 
ligamentos colaterales en la perpendicular al punto de contacto y va desplazándose dorsalmente 
con la flexión, en una línea curvasuave de concavidad craneal; tal desplazamiento es explicable, 
entre otros factores, por el deslizamiento femoral sobre la tibia durante la flexión. (17, 18, 25) A causa 
de esta variación, los diferentes grupos musculares van variando su momento en un sentido que 
favorece su funcionalismo. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
10 
 
CONSTITUCION DEL CARTÍLAGO ARTICULAR Y FISIOPATOLOGIA DE LA ARTROSIS 
 
El cartílago articular es un material viscoelástico constituido por agua, matriz extracelular y 
condrocitos. (26) 
El agua ocupa del 65 al 80 % del peso total del cartílago articular, dependiendo de la carga a 
la que está sometida la articulación y a la presencia o ausencia de cambios degenerativos. La 
resistencia a la compresión depende básicamente de la presión coloidosmotica del agua y del 
tamaño de la matriz. (26, 27) Además de contribuir a la lubricación y el transporte de nutrientes. (27) 
La matriz extracelular está compuesta principalmente por colágeno tipo II 
(50% aproximadamente) y colágeno tipo V, VI, IX, X y XI que representan solo pequeñas 
cantidades. El colágeno tipo II existe en una configuración de triple hélix, lo cual proporciona 
fortaleza tensil e integridad mecánica al cartílago y actúa como una armadura para inmovilizar y 
retener los proteoglicanos. (28) 
Los proteoglicanos constituyen el 40% de la matriz extracelular. Son macromoléculas que 
ocupan los intersticios dentro de las fibras colágena y que contienen grupos carboxilo y/o grupos 
sulfatos (sulfato de queratán y sulfato de condritina) y que poseen una carga negativa, responsable 
de la gran afinidad de este tejido por el agua, determinando la permeabilidad del cartílago y su 
resistencia a la fricción. (27) 
Los condrocitos representan solo el 2 % del volumen total del cartílago articular normal y son 
sus únicas células. Su metabolismo se afecta por factores mecánicos y químicos como: 
mediadores solubles (factor de crecimiento e interleucinas), composición de la matriz, cargas 
mecánicas, presiones hidrostáticas y campos eléctricos. (25, 26) Por la baja concentración de oxígeno 
en el cartílago articular, el metabolismo de los condrocitos es fundamentalmente anaerobio y se 
encargan de sintetizar todas las macromoléculas (fibras colágena, proteínas no colágenas y 
proteoglicanos y enzimas degradativas), razón por la cual, son fundamentales en la remodelación y 
regeneración del cartílago articular. (27) 
Todas estas sustancias le otorgan a la articulación resistencia ante las fuerzas de compresión 
y cizallamiento, disminuyendo la fricción y el efecto sobre el hueso subcondral. (28) 
Histológicamente, el cartílago articular está organizado por diversas zonas: 
 
• La zona superficial, también llamada zona tangencial. Está compuesta de células 
aplanadas distribuidas en dos capas. La primera de ellas, es la más superficial y 
brillante conocida como lámina splendens, que contiene una baja concentración de 
fibras finas de colágeno, y alta concentración de proteoglicanos. (26) Es el sitio donde 
el cartílago está más expuesto a las fuerzas de tensión, compresión y cizallamiento, 
ya que las fibras colágena se encuentran paralelas unas a otras con respecto de la 
superficie articular, son finas y son responsables de conferirle resistencia al cartílago 
articular. La segunda capa, más profunda, está formada por condrocitos elipsoidales, 
que se sitúan paralelos a la superficie articular y posee una alta concentración de 
fibras de colágeno y una baja concentración de proteoglicanos, siendo más resistente 
a la tensión que las otras capas. (26,27) 
• La zona media, intermedia o transicional contiene células redondas, de matriz 
extracelular extensa. (27) 
• La zona profunda también denominada zona radial contiene la concentración más 
baja de células que se encuentran agrupadas en racimos y se asemejan a los 
condrocitos hipertróficos de la placa de crecimiento. (27) La densidad celular va 
disminuyendo desde la zona superficial a la profunda, ya en esta última representa la 
mitad o un tercio de las células de la capa superficial 
• Adyacente a la zona profunda se encuentra la zona calcificada, bien definida por un 
borde denominado tide mark. Esta zona calcificada se forma como resultado de la 
osificación endocondral. (27) 
 
 
 
11 
 
Aunque el cartílago calcificado es normalmente reabsorbido y reemplazado por hueso 
maduro, esta zona persiste y actúa como un factor mecánico de amortiguamiento 
importante, situada entre la zona no calcificada del cartílago articular y el hueso 
subcondral, con propiedades mecánicas intermedias siendo la mejor unión entre estas 
zonas. (28) 
 
Por lo anterior, se entiende que el cartílago articular está aislado de las células medulares por 
esta zona calcificada, lo cual hace imposible tener acceso a su vascularidad, haciendo del cartílago 
un tejido con escasa irrigación sanguínea, y con pocas posibilidades propias de reparación. (29) 
Así, todo trauma que afecte los condrocitos y la matriz extracelular del cartílago, que no 
penetre al hueso subcondral tiene poca o nula capacidad de reparación, la reparación de este 
tejido depende de la hemorragia, la formación del coágulo de fibrina y la importante participación 
de mediadores y factores de crecimiento, siendo la proliferación transitoria de los condrocitos cerca 
de los bordes del defecto, la única reacción de reparación espontánea. (26,29) 
Por otra parte, la ruptura de la zona superficial del cartílago incrementa considerablemente la 
permeabilidad del tejido así como las fuerzas de compresión sobre la misma y constituye uno de 
los primeros cambios en la osteoartritis degenerativa. (26, 27, 29, 30) La destrucción de esta zona 
favorece la liberación de moléculas cartilaginosas dentro del líquido sinovial, estimulando la 
respuesta inmune e inflamatoria. (30) 
Los defectos osteocondrales largos pueden ser rellenados de cartílago fibroso, principalmente 
compuesto por colágeno tipo I y algunas células parecidas a los condrocitos, que pueden 
desarrollar e incluso sintetizar colágeno tipo II, sin embargo, el tejido reparado es menos 
organizado, con menor contenido de agua y proteoglicanos, presentando diferencias biomecánicas 
importantes con respecto del cartílago normal, por lo que es menos resistente a las fuerzas de 
compresión y cizallamiento. (27) 
El daño del cartílago a largo plazo, depende de la capacidad de los condrocitos y de la matriz 
para sobrevivir. (30) Cuando el daño mecánico solo afecta la matriz y no a los condrocitos, existen 
grandes posibilidades de que los condrocitos puedan sintetizar una nueva matriz y restaurar las 
propiedades normales. Sin embargo, si ocurre una pérdida considerable de condrocitos, el proceso 
de reparación es limitado. Como resultado de este daño, la transmisión de las fuerzas al hueso 
subcondral es mayor, con el consiguiente engrosamiento y rigidez de la placa subcondral, 
facilitando un mayor impacto y estrés sobre el cartílago restante, lo que crea un círculo vicioso 
entre la degeneración cartilaginosa y la esclerosis subcondral, disminuyendo el espacio articular y 
permitiendo la formación de osteofitos al interior de la articulación. (30, 31) En estadios muy 
avanzados de la artrosis, incluso se puede observar una necrosis del hueso subcondral. (27) 
 
FACTORES DE RIESGO, EPIDEMIOLOGÍA Y PRESENTACION CLÍNICA DE LA ARTROSIS DE 
RODILLA 
 
Como ya se evidenció, la artrosis de la rodilla se trata de una condición heterogénea, que 
puede considerarse como el resultado de la suma de diversas alteraciones que afectan la 
articulación. Reconociéndose una serie de factores de riesgo asociados a esta patología que se 
pueden dividir en aquellos que reflejan una predisposición general a la enfermedad y los que 
resultan de una sobrecarga mecánica anormal en un sitio articular particular, (30) como se muestra 
en la Tabla 1. 
Sin embargo, de entre todos ellos, el factor de riesgo más importante asociado con el 
desarrollode artrosis de la rodilla es la obesidad, ya que el riesgo aumenta linealmente con el 
incremento del peso corporal, siendo menor que 1 para las personas delgadas y mayor que 7 
veces lo normal en personas obesas. (31) 
 
 
 
 
 
12 
 
 
TABLA 1. FACTORES DE RIESGO ASOCIADOS A 
LA ARTROSIS DE LA RODILLA 
Riesgo fuerte positivo 
Aumento de la edad 
Historia familiar positiva 
Obesidad 
Riesgo débil positivo 
Menopausia precoz 
Posterior a ooforectomía 
Diabetes 
Hipertensión 
Factores Locales 
Inestabilidad articular 
Forma articular anormal (congénita o adquirida) 
Traumatismos 
Actividades físicas especiales 
 
 
La artrosis de la rodilla es una de las patologías que con más frecuencia afectan el sistema 
musculoesquelético, (32) constituyendo una causa importante en la búsqueda de asistencia médica, 
con un costo económico, social y psicológico, que va en proporción con su incidencia. En los estos 
unidos, se calcula que cada año aproximadamente 39 millones de personas son atendidas por esta 
enfermedad, de ellos más de 500,000 necesitan hospitalización. Estimándose que para el año 
2020, más de 60 millones de personas serán vean afectados. Mientras que 11.6 millones 
presentarán limitación funcional para la realización de sus actividades. 
En nuestro país, el 80% de las personas mayores de 65 años presentan evidencias 
radiográficas de esta enfermedad y constituyen la segunda causa de consulta en las unidades de 
medicina familiar, acudiendo en principalmente para el manejo del dolor y la incapacidad asociada. 
(32) Además, se calcula que el 10% de los adultos mayores presentan una discapacidad moderada 
a severa para subir escaleras, levantarse de una silla o para efectuar la marcha de manera 
confortable. (32, 33) 
En la Tabla 2 se muestra la prevalencia de la artrosis de la rodilla de acuerdo a la edad y 
género. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
TABLA 2. PREVALENCIA DE LA ARTROSIS DE 
RODILLA EN LOS ESTADOS UNIDOS 
Edad Genero Porcentaje 
Menos de 55 años Hombres 2 
 Mujeres 5 
55 a 65 años Hombres 10 
 Mujeres 20 
Mas de 65 años Hombres 25 
 Mujeres 40 
Prevalencia sintomática de la Artrosis de 
la rodilla en los Estados Unidos 1.6 
Porcentaje de pacientes que presentan 
cambios radiográficos y síntomas 30% - 40% 
 
 
13 
 
Los principales síntomas de artrosis de la rodilla son el dolor articular y la rigidez. El dolor se 
relaciona con la actividad y tiende a empeorar al final del día. Se puede presentar dolor agudo 
después de una actividad en especial o con un movimiento en particular. La rigidez matutina es 
habitual y dura pocos minutos; siempre es menor de 1/2 hora, lo que ayuda a distinguirla de otras 
artropatías. La presencia de rigidez post inactividad, suele ser muy intensa. (32, 34) 
En los estadios tempranos de la enfermedad, el dolor se localiza en un solo compartimiento de 
la rodilla, pero a medida que la enfermedad progresa el dolor es difuso y aumenta con los cambios 
de presión. 
La inflamación articular puede ser intermitente o constante. Y depende de si existe o no, 
bloqueo articular, fragmentos osteocondrales libres, lesiones en los meniscos. (34) 
En el examen físico se puede observar alteraciones de la alineación femorotibial, con 
presencia de genu varo o genu valgo, asociado a inestabilidad de la articulación. (35) 
Frecuentemente existe pérdida de la movilidad articular, que progresa conforme avanza la 
enfermedad, perdiéndose primero grados de flexión y posteriormente, la extensión. La palpación 
de la interlínea articular es dolorosa, así como los grados extremos de movilidad. (17) 
Es frecuente observar una hipotrofia muscular por desuso como consecuencia de la limitación 
funcional y el dolor, principalmente en los casos más avanzados. (24, 33, 36) 
Pese a que clínicamente el dolor puede ser considerado como uno de los síntomas cardinales 
en esta patología, existe una gran variedad de manifestaciones que se pueden presentar de 
manera gradual e intermitente conforme progresa la enfermedad, de forma que un adecuado 
interrogatorio y exploración y la correlación con los hallazgos radiográficos sin importantes para 
establecer un diagnóstico y tratamiento adecuados. 
 
EVALUACIÓN RADIOGRÁFICA 
 
A pesar de que se reconoce que en ocasiones, la interrelación entre los síntomas y los 
hallazgos radiográficos de la artrosis de la rodilla no se corresponden proporcionalmente. La 
evaluación radiográfica constituye el instrumento de evaluación complementario a la clínica más 
accesible y práctico para esta patología. 
De forma general, los signos radiológicos en la osteoartritis en orden progresivo de aparición 
son: estrechamiento del espacio articular, presencia de esclerosis subcondral, osteofitos y quistes 
y, en algunas ocasiones subluxación. (35) 
Para una adecuada valoración de la articulación es necesario obtener al menos una 
proyección anteroposterior y lateral de la rodilla. En caso de osteoartritis patelofemoral son 
necesarias las proyecciones laterales y de Marchant. (36) 
Archibeck ha clasificado la artrosis en 5 estadios, basados en las radiografías 
anteroposteriores de la rodilla con carga de peso. (36) Ver Tabla 3. 
 
 
TABLA 3. CLASIFICACIÓN DE LA ARTROSIS DE RODILLA SEGÚN ARCHIBECK 
Grado Características 
I Interlínea articular disminuida en altura al 50 % en el compartimiento afectado; normal en el opuesto. 
II Desaparición completa de la interlínea del lado afectado, rodilla inestable; compartimiento opuesto indemne. 
III Lesión ósea inferior a 5mm; rodilla más inestable y comienza a lesionarse el cóndilo femoral opuesto por acción de la espina tibial. 
IV Lesión ósea entre 5mm y 10mm; afectación notable del compartimiento contralateral. 
V Lesión ósea superior a 10mm; subluxación lateral de la tibia y lesión femorotibial global, que normalmente se extiende a la articulación femoropatelar. 
** Jackson RW. Arthroscopic surgery and a new classification system. Am J Knee Surg 1998;11:51-4. 
 
 
14 
 
La gammagrafía ósea o la resonancia magnética nuclear pueden emplearse para descartar la 
existencia de una necrosis del cóndilo femoral, o para evidenciar lesiones que radiográficamente 
no correspondan con la magnitud de la sintomatología. (37) 
 
TRATAMIENTO 
 
El primer tratamiento consiste en hacer el diagnóstico y educar al enfermo sobre el curso de la 
enfermedad. Se debe enseñar que es mejor usar la articulación que protegerla, evitando toda 
actividad ya que la limitación y atrofia que esto condiciona puede ser mayor al observado en la 
propia enfermedad. En segundo lugar las terapias físicas deberían ofrecerse a todos los enfermos 
para que aprendan ejercicios suaves que puedan realizar a diario, manteniendo la potencia 
muscular y el rango de movilidad completo de las articulaciones. La tercera medida es reducir el la 
carga articular, mediante el control ponderal, moderando la actividad física o el uso de bastón o 
andadera, lo que puede aliviar y mejorar el pronóstico. Por sí mismo, el uso de bastón reduce la 
carga de la rodilla en un 30% a 60%. (26, 28, 30) 
El seguimiento de las medidas conservadoras apoyado de un adecuado manejo 
medicamentoso con analgésicos simples o antiinflamatorios no esteroideos pueden ser suficientes 
para aliviar el dolor y la rigidez en etapas tempranas de la enfermedad durante un determinado 
plazo. (38) Desafortunadamente el uso continuo estos medicamentos puede conducir a numerosas 
complicaciones por su toxicidad potencial. 
El uso de fármacos que previene la pérdida de proteoglicanos, estimulan la síntesis de 
cartílago o inhiben la síntesis de productos de inflamación liberados por células, aun continúan en 
estudio y su valor terapéutico no ha sido comprobado completamente. (39) 
Para los casos más complicados en los cuales el manejo conservador no es suficiente, los 
procedimientos quirúrgicos pueden limitar la progresión de la enfermedad y permitir que el paciente 
recupere su funcionalidad yse reintegre a sus actividades cotidianas. (40, 41) La oportunidad de la 
cirugía requiere de una cuidadosa evaluación para cada paciente. Las osteotomías están indicadas 
en enfermos jóvenes con estadios tempranos de artrosis de la rodilla, en los cuales la modificación 
del eje de la rodilla puede limitar el curso de la enfermedad. (42) Sin embargo, prácticamente para 
todos los casos de artrosis avanzada, con dolor constante y limitación funcional severa, la cirugía 
de reemplazo articular puede ser la única opción de tratamiento. (40) 
Con el advenimiento de los avances tecnológicos en el desarrollo de los implantes protésicos 
de la rodilla, han surgido una gran diversidad de implantes, sin embargo la gran mayoría de ellos 
cuenta con especificaciones técnicas muy similares para su colocación. Permitiendo la 
reincorporación de los pacientes a sus actividades cotidianas y laborales, gracias a la desaparición 
del dolor y la mejoría en los arcos de movilidad. 
 
ARTROPLASTIA TOTAL DE RODILLA Y FACTORES QUE AFECTAN LA MOVILIDAD 
 
La mayoría de las prótesis totales de rodilla usadas en la actualidad se desarrollaron a partir 
de finales de los años 1960. (40, 43) Sin embargo, se ha tenido que implementar un gran número de 
innovaciones que permitieron la creación de las prótesis de rodilla de última generación. Y pese a 
todos los avances tecnológicos que han ocurrido desde entonces, el diseño de las prótesis debe de 
cumplir con dos criterios básicos generales de diseño conocidos desde entonces. (43) El primero se 
relaciona con la función y el segundo con la durabilidad. Así: 
 
• Después de la artroplastia, se deben restaurar las fuerzas que actúan y la cinemática de 
la articulación, en la medida que lo permitan las condiciones de la rodilla. (43) Este criterio 
se refiere a la geometría de los componentes, puntos de contacto femorotibial y a la 
laxitud y tensión entre las superficies de contacto. Y segundo, 
 
 
 
 
15 
 
• La prótesis debe durar tanto como la vida de un paciente, y cualquiera degradación de las 
propiedades del implante o de las estructuras adyacentes no deben alterar 
significativamente la función. (43) Este criterio se relaciona con la fijación, con la dureza y 
resistencia al desgaste del componente y con la remodelación ósea. 
 
Este último punto no depende directamente del médico ortopedista, debido a que se refiere a 
aquellos avances tecnológicos que permitan desarrollar implantes con una vida útil mucho mayor, y 
con disminución del riesgo de aflojamiento gracias a la implementación de técnicas nuevas que 
mejoren la fijación de los implantes al tejido óseo. De forma que hasta que no se desarrolle la 
tecnología necesaria, no podremos pasar al siguiente peldaño en la evolución de la artroplastia 
total de la rodilla. 
Actualmente, la demanda funcional de los pacientes que requieren una prótesis de rodilla se 
encuentra en aumento, debido a que este tipo de procedimientos se realizan en personas cada vez 
más jóvenes que aún se encuentran en una etapa económicamente activa. (6, 7, 8) En este sentido 
es imprescindible lograr la restitución de la geometría de la rodilla mediante un adecuado balance 
de las partes blandas que conforman la articulación de la rodilla durante la colocación de la 
prótesis, con la finalidad de recuperar la mayor movilidad posible de esta articulación. (22, 43) 
Sin embargo, se ha comprobado en múltiples estudios, que independientemente de la 
tecnología con la cual se hayan desarrollado las prótesis, existen factores atribuibles al paciente y 
factores atribuibles a la técnica de colocación de los implantes que intervienen en la movilidad de la 
rodilla posterior a una artroplastia total, pero especialmente sobre la flexión de la misma, como son: 
 
• Factores atribuibles al paciente: rango de movilidad previo al procedimiento quirúrgico, 
contractura en flexión preoperatoria, obesidad, utilización de fisioterapia, analgesia 
postoperatoria y motivación del paciente para lograr su reincorporación. (4, 5, 6) 
• Factores atribuibles a la técnica: balance ligamentario inadecuado, presencia de 
osteofitos condilares posteriores, falla en la restitución del offset condilar posterior, 
elevación de la línea interarticular, resección insuficiente o excesiva de hueso al momento 
de efectuar los cortes tíbiales y femorales, liberación inadecuada de ligamentos, 
utilización de componentes protésicos sobredimensionados y defectos en la orientación 
de los implantes. (4, 5, 6, 7) 
 
De entre todos estos factores, se ha sugerido de manera reciente que el offset condilar 
posterior femoral juega un papel importante en los rangos de flexión obtenidos, después de la 
artroplastia de rodilla. (5, 6, 7, 8) Sin embargo, no existe evidencia contundente en la literatura, al 
respecto. 
Por lo tanto, el presente estudio se desarrolló como una herramienta de evaluación que nos 
permita el perfeccionamiento de la técnica quirúrgica de la artroplastia de la rodilla, con lo cual se 
podrá obtener una mejoría en el rango de movilidad y funcionalidad de los pacientes sometidos a 
este procedimiento, facilitando su reincorporación a la vida cotidiana y laboral, disminuyendo los 
costos económicos asociados a una rehabilitación prolongada y al tratamiento de las secuelas y 
complicaciones que condiciona esta patología. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
16 
 
HIPÓTESIS Y OBJETIVOS 
 
 
 
HIPÓTESIS 
 
Los pacientes operados de artroplastia total de rodilla que presenten un offset condilar 
posterior femoral postoperatorio igual o mayor al offset preoperatorio, tendrán un mejor rango de 
flexión de la rodilla que aquellos que presenten un offset condilar posterior postoperatorio menor al 
preoperatorio. 
 
 
OBJETIVO GENERAL 
 
• Identificar la relación que existe entre el offset condilar posterior femoral y el grado de 
flexión de la rodilla, posterior a una artroplastia total de rodilla. 
 
 
OBJETIVOS ESPECÍFICOS 
 
a. Identificar los principales componentes demográficos que componen a la población de 
pacientes intervenidos de artroplastia total de rodilla en el periodo comprendido de Enero 
de 2010 a Enero de 2011 en el Hospital Regional Lic. Adolfo López Mateos. 
 
b. Identificar la relación que existe entre índice de masa corporal del paciente y el grado de 
flexión de la rodilla, posterior a una artroplastia total. 
 
c. Identificar la relación que existe entre la presencia de osteofitos posteriores y el grado de 
flexión de la rodilla, posterior a una artroplastia total. 
 
d. Identificar la relación que existe entre el tiempo de evolución del padecimiento y el grado 
de flexión de la rodilla, posterior a una artroplastia total. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
17 
 
MATERIAL Y MÉTODOS 
 
 
 
DISEÑO DEL ESTUDIO 
 
Para comprobar si la hipótesis planteada era verdadera se diseñó y realizó una investigación 
de tipo observacional, longitudinal, retrospectiva, descriptiva y comparativa. Se efectuó una 
revisión de expedientes de todos los pacientes intervenidos de prótesis total de rodilla en el periodo 
comprendido de Enero de 2010 hasta Enero de 2011, por los médicos del Servicio de Ortopedia 
del Hospital Regional Lic. Adolfo López Mateos del ISSSTE, conformándose una población de 80 
pacientes, vigilando el cumplimiento de los criterios de inclusión, exclusión y eliminación 
establecidos. 
Tomando la información de los expedientes, se los siguientes datos: edad, genero, peso, talla, 
índice de masa corporal, actividad laboral actual, enfermedades crónico degenerativas 
concomitantes. En relación la artrosis de la rodilla, se indago acerca del tipo y tiempo de evolución 
del diagnóstico y, grados de flexión de la rodilla previa y posterior al manejo quirúrgico, tipo de 
implante implantado, si se efectuó o no sustitución de la rótula y la presencia de complicaciones 
postoperatorias. Así mismo, se solicitaron los controles radiográficos pre y postoperatorios, en los 
cualesse efectuaron las mediciones correspondientes para determinar en todos los casos de 
forma pre y postoperatoria, el ángulo femorotibial, el grado de inclinación posterior del componente 
tibial en la proyección lateral y su la angulación en varo o valgo en la proyección anteroposterior. 
La presencia de osteofitos posteriores, la cantidad y diámetro mayor de ellos, previo y posterior a la 
intervención y, finalmente se determino el offset condilar posterior de la rodilla previo y posterior a 
la artroplastia total, evaluando de forma comparativa si el resultado postoperatorio era menor, igual 
o mayor al offset preoperatorio para esa rodilla. 
Con los datos obtenidos, se determinaron las características demográficas principales de la 
población estudiada. Los cuales se expresaron mediante graficas para facilitar su comprensión 
visual. 
Finalmente se efectuó el análisis estadístico mediante la prueba de Chi cuadrada para 
identificar si existía una correlación con significancia estadística entre el offset condilar posterior y 
los grados de flexión de la rodilla después de una artroplastia total en comparación con los valores 
para ambos parámetros previos a la intervención. Así como también se identifico la correlación 
estadística existente entre el índice de masa corporal, la presencia de osteofitos posteriores y el 
tiempo de evolución de la artrosis, con respecto de la flexión postquirúrgica de la rodilla y el offset 
condilar posterior, obtenidos después de la intervención quirúrgica. Todos los datos obtenidos se 
expresaron mediante tablas de contingencia y graficas para facilitar su comprensión visual. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
18 
 
CONFORMACION DE LOS GRUPOS DE ESTUDIO 
 
Para la conformación de la población estudiada en este trabajo se seleccionó a todos los 
pacientes intervenidos de prótesis total de rodilla en el periodo comprendido de Enero de 2010 
hasta Enero de 2011, por los médicos del Servicio de Ortopedia del Hospital Regional Lic. Adolfo 
López Mateos del ISSSTE, observado los siguientes criterios de inclusión, exclusión y eliminación: 
 
• Criterios de inclusión. Se eligieron a todos los pacientes intervenidos quirúrgicamente 
de artroplastia total de rodilla por artrosis degenerativa Grado IV o V, de acuerdo a la 
clasificación de Archibeck, (36) en el Servicio de Ortopedia del Hospital Regional Lic. 
Adolfo López Mateos del ISSSTE, por cualquiera de los médicos adscritos tanto del turno 
matutino y vespertino, en el periodo comprendido de Enero 2010 a Enero de 2011, de 40 
a 80 años de edad sin importar genero, peso, talla, ni actividad laboral o si fueron 
intervenidos de una o dos artroplastias totales de rodilla. 
 
• Criterios de exclusión. Los pacientes que eran portadores de alguna de las siguientes 
patologías: artritis reumatoide, trastornos de la colágena, con artrosis de la rodilla 
secundaria a una fracturas o procesos infecciosos, o con artrosis grados I a III de la 
clasificación de Archibeck, (36) así como también, aquellos que presentaron infección o 
fractura periprotésica postoperatoria de la rodilla. no fueron incluidos en el estudio. 
 
• Criterios de eliminación. Aquellos casos en los cuales no pudo ser posible la 
recolección completa de todos los datos del registro, lo que fallecieron de forma previa a 
la fecha de conclusión del estudio o los que no tenían un expediente radiográfico pre y 
postoperatorio completo, fueron eliminados del estudio. 
 
De forma que, la población conformada para este estudio quedo integrada por 80 pacientes 
los cuales se agruparon en tres categorías para su análisis estadístico posterior, mediante el 
método de Chi cuadrada para establecer su correlación estadística con respecto de la flexión 
postoperatoria obtenida y su comparación entre los tres grupos: 
 
 
a. Grupo 1. Pacientes con un offset condilar posterior postoperatorio menor al preoperatorio. 
 
b. Grupo 2. Pacientes con un offset condilar posterior postoperatorio igual al preoperatorio. 
 
c. Grupo 3. Pacientes con un offset condilar posterior postoperatorio mayor al preoperatorio. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
19 
 
CEDULA DE RECOLECCIÓN DE DATOS 
 
El instrumento de recolección de datos fue elaborado por el autor del presente trabajo y se 
muestra a continuación. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
CEDULA DE RECOLECCION DE DATOS 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
   
NOMBRE _______________________________________________           EDAD _____________ 
GENERO __________________  PESO ____________ TALLA ____________ IMC _____________ 
DIAGNOSTICO __________________________________________________________________            
TIEMPO DE EVOLUCION ________________       FECHA DE EVENTO QUIRURGICO _______________ 
ENFERMEDADES CONCOMITANTES __________________________________________________ 
TIEMPO DE EVOLUCION ________________       FECHA DE EVENTO QUIRURGICO _______________ 
ACTIVIDAD LABORAL ACTUAL ______________________________________________________ 
TIEMPO DE EVOLUCION _______________   RANGO DE FLEXION DE LA RODILLA _______________ 
EVOLUCION PREOPERATORIA 
EVOLUCION POSTOPERATORIA 
OSTEOFITOS POSTERIORES ____________   CANTIDAD _________  DIAMETRO MAYOR __________           
TIEMPO DE EVOLUCION _______________   RANGO DE FLEXION DE LA RODILLA _______________ 
OSTEOFITOS POSTERIORES ____________   CANTIDAD _________  DIAMETRO MAYOR __________           
COMPLICACIONES   ______________________________________________________________ 
TIPO Y ESPECIFICACIONES DE LA PROTESIS  ____________________________________________ 
OFFSET POSTERIOR FEMORAL ______________ ALINEACION FEMOROTIBIAL AP ______________ 
INCLINACION DEL PLATILLO TIBIAL (LATERAL)  __________________________________________  
OFFSET POSTERIOR FEMORAL ______________ ALINEACION FEMOROTIBIAL AP ______________ 
INCLINACION DEL PLATILLO TIBIAL (LATERAL)  __________________________________________  
______________________________________________________________________________ 
ELABORO ____________________________________  FECHA DE ELABORACION ______________ 
 
 
20 
 
EVALUACIÓN RADIOGRÁFICA 
 
A los pacientes que conformaron la población estudiada, se les solicitaron los controles 
radiográficos previos y posteriores a la artroplastia total de rodilla, los cuales fueron tomados en el 
Hospital Regional Lic. Adolfo López Mateos del ISSSTE, por el conjunto de técnicos que ahí 
laboran obedeciendo la técnica descrita en la literatura para obtener proyecciones 
Anteroposteriores y Laterales de la rodilla. Haciendo uso equipo Kodak 3000 para la transducción e 
impresión digital de las imágenes radiográficas. 
En estos estudios se efectuó la medición de cuatro parámetros pre y postoperatorios, 
utilizando un goniómetro obtenido de forma comercial y expresando las unidades en milímetros o 
grados según correspondía. Los parámetros evaluados fueron: 
 
1. Eje femorotibial. 
2. Presencia de osteofitos posteriores. 
3. Offset condilar posterior de la rodilla. 
4. Alineación del componente tibial en la proyección anteroposterior y lateral de la rodilla 
posterior a la artroplastia. 
 
La determinación del eje femorotibial se realizó mediante la intersección de dos líneas que 
corresponden al eje medio diafisario del fémur y el eje medio diafisario de la tibia. En condiciones 
fisiológicas, este es un ángulo de vértice medial, expresado por muchos autores como el ángulo 
complementario (valor normal de 170 a 177°), sin embargo para fines de este estudio, se expresó 
únicamente el ángulo agudo que forma este eje. Ver Figura 1. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Cuando se encontró la presencia de osteofitos posteriores en las proyecciones laterales 
preoperatorias de la rodilla, se cuantificó el número y el diámetro mayor de ellos (expresándose en 
milímetros). Describiéndose si fueron preservados oeliminados posterior a la artroplastia de la 
rodilla. 
La medición del offset condilar posterior se realizó en las proyecciones laterales de la rodilla, 
antes y después de la intervención. Este se determinó, mediante la prolongación del borde 
posterior del fémur hacia la región de los cóndilos femorales. Seguida de una perpendicular a esta 
primera línea, sobre el borde mas posterior de la convexidad de los cóndilos femorales. Así, la 
distancia resultante entre el borde posterior del fémur y la mayor convexidad de los cóndilos 
corresponde al offset condilar posterior (medida expresada en milímetros). Ver Figura 2. 
Figura 1. Eje Femorotibial 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
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22 
 
ANÁLISIS ESTADÍSTICO 
 
Todos los datos demográficos de la población fueron presentados en forma de tablas y 
graficas porcentuales, con lo cual se logro conocer las principales características de los pacientes 
intervenidos en el Servicio de Ortopedia del Hospital Regional Lic. Adolfo López Mateos en el 
periodo comprendido de Enero de 2010 a Enero de 2011. 
Por otra parte, se efectuaron análisis de correlación de proporciones entre varios grupos para 
determinar si existía correlación estadísticamente significativa entre el grado de flexión de la rodilla 
posterior a la artroplastia y el offset condilar posterior, para los tres grupos de estudios (offset 
menor, offset igual y offset mayor al preoperatorio) y efectuando comparaciones entre sí mismos. 
También se evaluó la correlación existente entre el grado de flexión de la rodilla posterior a la 
artroplastia y el índice de masa corporal; el grado de flexión de la rodilla posterior a la artroplastia y 
la presencia de osteofitos posteriores; el grado de flexión de la rodilla posterior a la artroplastia y el 
tiempo de evolución de la artrosis. 
La correlación y significancia estadística para los parámetros estudiados, se estableció 
mediante la prueba de Chi cuadrada con ayuda del programa SPSS para Windows versión 15.0. 
Estableciendo un nivel de significancia estadística un valor de p<0.05. para la elaboración de las 
graficas se utilizaron los programas Sigma plot y Hoja de cálculo de Excel, Office 2007. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
23 
 
RESULTADOS 
 
 
 
Una vez finalizado el proceso de recolección de datos, se procedió al análisis e interpretación 
de los resultados. La población quedo conformada por 93 pacientes (n=93), de los cuales, el 44% 
fueron hombres (41 pacientes) y 56% mujeres (52 pacientes), Gráfica 1. Con una edad promedio 
de 68.8 años, (mínima de 47 y máxima de 84 años). Para facilitar la interpretación de los datos, 
los pacientes fueron divididos en dos grupos de acuerdo a su edad: Menores de 60 años, que 
corresponde al 16% (15 pacientes) y, mayores de 60 años 84% (78 pacientes), Gráfica 2. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Gráfica 1. Distribución de la población por género. Fuente: Hospital 
Regional Lic. Adolfo López Mateos, ISSSTE. Enero de 2011. 
Gráfica 2. Distribución de la población por edad. Fuente: Hospital 
Regional Lic. Adolfo López Mateos, ISSSTE. Enero de 2011. 
 
 
24 
 
Tomando en cuenta el índice de masa corporal, se conformaron tres grupos, aquellos con un 
índice de masa corporal normal (18.5 a 24.9) ubicándose al 9% de la población (8 pacientes); el 
grupo de pacientes con sobrepeso (25 a 29.9), con 64% de la población (60 pacientes) y; el grupo 
de pacientes con obesidad (más de 30) con 27% (25 pacientes). Gráfica 3. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Considerando la extremidad afectada, se realizaron 46 artroplastias en la rodilla izquierda 
(21% en hombres, 20 pacientes y; 28% en mujeres, 26 pacientes), mientras en la rodilla derecha 
se efectuaron 47 procedimientos (23% en hombres, 21 pacientes y; 28% en mujeres, 26 
pacientes), Gráfica 4. Del total de las artroplastias realizadas, 74% fueron posteroestabilizadas 
(69 pacientes %), y 26% no posteroestabilizadas (24 pacientes). En la Gráfica 5 se muestran la 
distribución de las artroplastias posteroestabilizadas y no posteroestabilizadas de acuerdo a la 
extremidad y genero. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Gráfica 3. Distribución de la población de acuerdo al índice de masa 
corporal. Fuente: Hospital Regional Lic. Adolfo López Mateos, 
ISSSTE. Enero de 2011. 
Gráfica 4. Distribución de la población de acuerdo al género y 
extremidad intervenida. Fuente: Hospital Regional Lic. Adolfo 
López Mateos, ISSSTE. Enero de 2011. 
 
 
25 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Se encontró que, del total de la muestra (n=93), el 4% (4 pacientes) presentaban un evolución 
aguda de la enfermedad (menos de 1 año); el 59% (55 pacientes) una evolución subaguda (de 0 a 
5 años) y el 37% (34 pacientes) una evolución crónica. Tomando en cuenta el tiempo transcurrido 
desde la parición de la sintomatología, hasta el momento en que se realizaba la intervención 
quirúrgica. Gráfica 6. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Grafica 5. Distribución de la población de acuerdo al género, extremidad intervenida. Y 
tipo de prótesis colocada. Fuente: Hospital Regional Lic. Adolfo López Mateos, ISSSTE. 
Enero de 2011. 
Gráfica 6. Distribución de la población de acuerdo al tiempo de 
evolución de la artrosis de la rodilla. Fuente: Hospital Regional 
Lic. Adolfo López Mateos, ISSSTE. Enero de 2011. 
 
 
26 
 
Hasta el momento se han mostrado los resultados concernientes a los aspectos demográficos 
de la población estudiada. A continuación, se presentan los resultados del análisis efectuado a las 
variables cuantitativas, y la comparación entre grupos. 
Del total de los pacientes que conformaron la población estudiada (n=93), se encontró que el 
29% de ellos (27 pacientes), después de la artroplastia total de la rodilla presentaron un offset 
condilar posterior menor al detectado en el control radiográfico preoperatorio. Mientras que el 14% 
(13 pacientes) mostraron un offset condilar posterior igual al reportado en el control radiográfico 
preoperatorio y, el 56% (53 pacientes) tenían un offset condilar posterior mayor al

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