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INFLUENCIA DE LA ESTIGMATIZACION Y APOYO FAMILIAR EN LA ADHERENCIA TERAPEUTICA DEL PORTADOR DE VIH/SIDA. 
 
 
 UNIVERSIDAD NACIONAL AUTONOMA DE MÉXICO 
FACULTAD DE MEDICINA 
 
DIVISION DE ESTUDIOS DE POSGRADO E INVESTIGACION 
DEPARTAMENTO DE MEDICINA FAMILIAR 
INSTITUTO MEXICANO DEL SEGURO SOCIAL 
DELEGACION 2. NORTE DEL DISTRITO FEDERAL 
UNIDAD DE MEDICINA FAMILIAR No 94 ARAGÒN 
 
T E S I S T I T U L A D A: 
 
“INFLUENCIA DE LA ESTIGMATIZACION Y APOYO FAMILIAR EN LA 
ADHERENCIA TERAPEUTICA DEL PORTADOR DE SINDROME DE 
INMUNODEFICIENCIA ADQUIRIDA.” 
 
 
 
QUE PARA OBTENER EL TITULO DE 
ESPECIALISTA EN MEDICINA FAMILIAR 
PRESENTA: 
 
Mª Isabel García Torres 
Médico Residente del 
Curso de Especialización en Medicina Familiar. 
Matrícula: 99367465 
 
 
INVESTIGADOR RESPONSABLE: 
Dra. Lídia Bautista Samperio 
Unidad de Medicina Familiar No. 94 IMSS 
Matrícula: 5846404 
 
 
 
México, Julio 2010 
 
UNAM – Dirección General de Bibliotecas 
Tesis Digitales 
Restricciones de uso 
 
DERECHOS RESERVADOS © 
PROHIBIDA SU REPRODUCCIÓN TOTAL O PARCIAL 
 
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respectivo titular de los Derechos de Autor. 
 
 
 
INFLUENCIA DE LA ESTIGMATIZACION Y APOYO FAMILIAR EN LA ADHERENCIA TERAPEUTICA DEL PORTADOR DE VIH/SIDA. 
 
 
ESTE TRABAJO FUE AUTORIZADO POR EL COMITÉ LOCAL DE 
INVESTIGACION NÚMERO 3515 CON REGISTRO R-2009-3515-13. 
 
AUTORIZACIONES 
 
 
_____________________________________ 
Dra. Victoria Pineda Aquino 
Coordinador Delegacional de Investigaciones 
 
 
_____________________________________ 
Dr. Humberto Pedraza Méndez 
Coordinador Delegacional de Educación en Salud 
 
 
_____________________________________ 
Dr. Marco Antonio Pagola Martínez 
Director de la UMF 94 
 
 
_____________________________________ 
Dra. Patricia Ocampo Barrio 
Coordinador De Educación e Investigación en Salud UMF 94 
INFLUENCIA DE LA ESTIGMATIZACION Y APOYO FAMILIAR EN LA ADHERENCIA TERAPEUTICA DEL PORTADOR DE VIH/SIDA. 
 
 
AGRADECIMIENTOS 
 
Son muchas las personas a las que quiero agradecer este logro más en mi carrera, todas ellas especiales, ya 
que han formado parte de mi vida, algunas de ellas ya no están aquí, pero permanecen en mi corazón, 
gracias por su apoyo, su compresión, su compañía, sus ánimos y su confianza. 
Marco Antonio no tengo palabras para expresarte todo mi agradecimiento, por el apoyo que me has 
brindado en todos estos años que hemos estado juntos solo te puedo decir… que te amo. 
Un especial agradecimiento a mi directora de tesis, Dra. Lidia Bautista ya que sin su apoyo, motivación 
y paciencia esto no hubiera sido posible. 
Y principalmente a Dios por guiarme, y colmarme de bendiciones al brindarme una familia maravillosa y 
porque gracias a él he podido conocer a toda esta gente que ha estado presente en mi vida. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
INFLUENCIA DE LA ESTIGMATIZACION Y APOYO FAMILIAR EN LA ADHERENCIA TERAPEUTICA DEL PORTADOR DE VIH/SIDA. 
 
 
 
DEDICATORIA 
 
Mi tesis la dedico con todo mi amor y cariño a 
A ti Marco Antonio por estar siempre conmigo en las buenas y en las malas. 
A mi Yusuri por ser la que siempre me daba fuerzas y ánimos para poder seguir adelante con mucha 
alegría. 
A mi Marco Antonio bebé, que llego en un momento difícil y de mucha presión, pero con mucho 
entusiasmo. 
A mi mamá porque ella siempre me ha brindado su apoyo, cariño y confianza para seguir adelante en lo 
que me propongo. 
A ti papá que aunque ya no estás, todas tus enseñanzas siguen conmigo. 
A mis hermanos y hermanas por su confianza en mí, su apoyo y sus ganas de hacer las cosas bien. 
A mis suegros Gloria y José Antonio, por el apoyo, la confianza y los ánimos brindados. 
A mis amigas, Brenda y Miriam, por su apoyo, compañía y horas de desvelo. 
A mis profesores que me han dejado una gran enseñanza y muchas ganas de seguir adelante. 
A mis compañeros que me acompañaron en esta trayectoria de aprendizaje y conocimientos. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
INFLUENCIA DE LA ESTIGMATIZACION Y APOYO FAMILIAR EN LA ADHERENCIA TERAPEUTICA DEL PORTADOR DE VIH/SIDA. 
 
ÍNDICE 
Marco Teórico 8 
Antecedentes científicos 24 
Planteamiento del problema 27 
Justificación 27 
Pregunta de investigación 28 
Objetivos del estudio, Hipotesis 28 
Identificación de variables 28 
Diseño de estudio 29 
Universo de trabajo 29 
Determinación estadística del tamaño de la muestra 29 
Criterios de selección 29 
Criterios de no inclusión y exclusión 30 
Procedimiento para obtener la muestra 30 
Descripción del programa de trabajo 31 
Descripción y Validación del instrumento 32 
Hoja de recolección de datos 34 
Descripción del procedimiento de trabajo de campo 34 
Análisis estadístico 35 
Cronograma de actividades 35 
Consideraciones éticas 35 
Recursos del estudio 36 
Difusión de resultados 36 
Resultados 36 
Análisis de datos 40 
Conclusiones 41 
Sugerencias 42 
Bibliografía 43 
Anexos 46 
INFLUENCIA DE LA ESTIGMATIZACION Y APOYO FAMILIAR EN LA ADHERENCIA TERAPEUTICA DEL PORTADOR DE VIH/SIDA. 
 
INFLUENCIA DE LA ESTIGMATIZACION Y APOYO FAMILIAR EN LA 
ADHERENCIA TERAPEUTICA DEL PORTADOR DE SINDROME DE 
INMUNODEFICIENCIA ADQUIRIDA. 
Bautista-Samperio Lidia
1
. García-Torres Mª Isabel 
2
 
Instituto Mexicano del Seguro Social. Unidad de Medicina Familiar No. 94 
Antecedentes: El síndrome de inmunodeficiencia adquirida (SIDA) es un problema de 
salud pública, que merma la estabilidad biopsicosocial y familiar de quien la padece. La 
evidencia científica refiere la intervención de múltiples factores para la adherencia 
terapéutica de ésta población, que involucran factores personales y familiares, éste ultimo 
ámbito poco estudiado a pesar de reconocer la relevancia de la familia en cualquier crisis. 
Objetivo General: Analizar la influencia de la estigmatización y apoyo familiar en la 
adherencia terapéutica del portador de VIH/SIDA. 
Material y Métodos: Se realizó un estudio observacional, descriptivo, transversal, 
ambilectivo, en 42 derechohabientes de la UMF No. 94 del IMSS, con muestreo por 
conveniencia y bajo consentimiento informado, portadores de VIH-SIDA, inmerso en un 
núcleo familiar con un miembro enterado de su diagnostico. A través de entrevista 
individual, se aplicó el instrumento de Percepción de apoyo y estigmatización familiar y el 
de adherencia terapéutica de Morisky-Green. Análisis con estadística descriptiva, y 
correlación de Spearman. 
Resultados: Participaron 42 pacientes, con un rango de edad de 22 a 72 años con una 
media de 39.3±11.3 años, con predominio del sexo masculino 83%, solteros 79%, 
profesionistas en 36%, con clasificación del estadio en B2 en 26%, con el apoyo principal 
del hermano (varón) 71%. La categoría de máximo apoyo familiar fue del 50%, la 
categoría de ninguna estigmatización fue de 66.7% y la perfecta adherencia terapéutica 
en un 57%. La influencia del apoyo y estigmatización familiar con la adherencia 
terapéutica tienen una alta correlación con un r -.623 con p= 0.000. 
Conclusiones: Se corrobora que la percepción de ninguna o mínima estigmatización y la 
percepción de apoyo familiar máximo en el portador de VIH/SIDA, influyen positiva e 
inversamente proporcional en la adherencia terapéutica del participante. 
Palabras clave: Apoyo Familiar, estigmatización familiar, adherencia terapéutica, 
VIH/SIDA.1
 Profesor Titular de la Residencia en Medicina Familiar. Médico Familiar. UMF. 94 IMSS. 
2
 Médico Residente del Curso de Especialización en Medicina Familiar. UMF. 94 IMSS. 
INFLUENCIA DE LA ESTIGMATIZACION Y APOYO FAMILIAR EN LA ADHERENCIA TERAPEUTICA DEL PORTADOR DE VIH/SIDA. 
 
MARCO TEÓRICO 
 
El Síndrome de Inmunodeficiencia adquirida (SIDA) se define como una 
enfermedad infecciosa producida por el Virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH) 
caracterizada por la disminución en la capacidad inmunológica de la persona que 
la pone en riesgo de sufrir infecciones graves e incluso desarrollar neoplasias. 
Así tenemos que la denominación de portador de VIH, alude a aquella persona 
infectada por el virus, pero que es asintomática; en tanto que el portador de SIDA 
es aquel sujeto infectado del VIH y que manifiesta indicios de enfermedad de tipo 
infecciosa o de alguna neoplasia relacionada a la inmunosupresión o que tenga 
una cuenta de células CD4 igual o menor a 200 células/ml; por lo tanto la 
denominación de VIH/SIDA incluye casos de personas infectadas por el virus, pero 
unas son asintomáticas y las otras ya han desarrollado la enfermedad. 
En el ámbito mundial el SIDA ha cobrado la vida de más de 25 millones de 
personas desde que fue identificado por primera vez en 1981, por lo que lo 
convierte en una de las epidemias más destructivas en los anales de la historia. El 
número total de individuos que viven con el virus de la inmunodeficiencia humana 
(VIH) ha alcanzado su nivel más alto, se estima que hasta el 2007 existen 33 
millones de personas con el VIH y cerca de 2.7 millones contrajeron el virus en el 
último año. (1) 
A pesar de las recientes mejoras en el terreno del acceso al tratamiento 
antirretrovírico y la atención en muchas regiones del mundo, en 2005 la epidemia 
de SIDA acabó con la vida de 3,1 millones de personas, de las cuales más de 
medio millón (570 000) eran niños. (1) 
En México de acuerdo al número de casos reportados ocupa el tercer lugar en el 
continente americano, después de Estados Unidos y Brasil. La prevalencia 
nacional de VIH es de 0.3% en la población de 15 a 49 años. (1), (2) 
Para noviembre del 2007, el Registro Nacional de Casos de SIDA contabilizo 
115, 651 casos, de los cuales 83% fueron hombres y 17% mujeres. Las personas 
de 15 a 44 años de edad constituyeron el grupo más afectado con 78.6%, seguido 
por 19% en personas con 45 y más años; y el 2.4% en menores de 0 a 14 años. El 
50% de los casos se concentró en solo cinco entidades federativas: Distrito 
Federal (20 881), Estado de México (12 183), Veracruz (10 420), Jalisco (9 911) y 
Puebla (5 676). Las tasas de incidencia acumulada de SIDA muestran al Distrito 
Federal como la entidad más castigada por la infección con 236.9 casos por cada 
cien mil habitantes; seguido por Baja California (169.6), Yucatán (153.2), Morelos 
INFLUENCIA DE LA ESTIGMATIZACION Y APOYO FAMILIAR EN LA ADHERENCIA TERAPEUTICA DEL PORTADOR DE VIH/SIDA. 
 
(150.2), Jalisco (143.2), Veracruz (142.1) y Quintana Roo (132.2). La tasa nacional 
es de 106.2 casos por cada cien mil habitantes. Si bien en el 35% se desconoce la 
categoría de transmisión, es muy claro el predominio de la vía sexual como medio 
de contagio en adultos (92.2%), especialmente por la modalidad hombres que 
tienen sexo con hombres (HSH hasta en un 45.9%). La vía sanguínea acumula 
4.9% de los casos y tuvo una marcada incidencia en los primeros años de la 
epidemia pero, a excepción de los casos relacionados con las drogas inyectables 
(1.1% de los casos acumulados), no se han registrado otros tipos de casos por 
transmisión sanguínea desde 1999. (2) A finales del 2007, se reporta en México un 
estimado de 198,000 portadores de VIH-SIDA, (2) y para marzo del 2008 se 
registró que 46 000 personas estaba recibiendo tratamiento antirretroviral. (2) 
Es importante reconocer algunas de las características del VIH, del cual se 
conocen dos tipos el VIH-1 y VIH-2, el primero y más conocido es el responsable 
de la mayoría de los casos de SIDA en el mundo. (3), (4) Este virus pertenece a la 
familia de los retrovirus y a la subfamilia de los lentivirus. La familia de retrovirus 
se caracteriza por tener una enzima, la transcriptasa reversa, que convierte el 
ácido ribonucleico (ARN) en ácido desoxirribonucleico (ADN), esta transcripción 
reversa ha provocado variaciones en los virus y actualmente existen diversos 
subtipos de VIH, los cuales se encuentran clasificados alfabéticamente de la A a la 
K (A, B, C, D, E, F, G, H, I, J, K), predominando cada subtipo en diversos países y 
regiones del mundo. El VIH es un virus exclusivo del ser humano y tiene especial 
predilección por células del sistema inmune llamadas linfocitos CD4+. Presenta 
una estructura esférica con numerosas espículas formadas por las dos proteínas 
principales de la cubierta viral, la gp 110/120 o glicoproteína externa y la gp 41 o 
glicoproteína transmembranal. Sus principales componentes son: una envoltura 
externa, una capa de proteínas interna y una nucleocápside. Como ya se 
mencionó el VIH tiene afinidad por células que tienen la molécula CD4+ en su 
superficie. Esa molécula funciona como un receptor de membrana de alta afinidad 
para el virus. Los linfocitos T-cooperadores (células T CD4+) son las células que 
tienen la mayor expresión de la molécula CD4+ en su superficie, pero no son las 
únicas, ya que este receptor se ha encontrado también en algunos monocitos, 
macrófagos, algunas células nerviosas y de la glía. (4) 
Cuando el virus entra al organismo, rápidamente busca e infecta a los linfocitos 
CD4+, a través de los cuales asegura su sobre vivencia, ya que no puede vivir 
libre durante mucho tiempo. El ciclo del VIH se inicia mediante la unión de la 
proteína gp 120 a la molécula CD4+ de la célula. Después de la unión se lleva a 
cabo la fusión a través de la molécula gp 41 y el genoma del RNA del VIH entra al 
citoplasma de la célula huésped ya sin cubierta. La transcriptasa reversa que se 
encuentra dentro del virión cataliza la transcripción del ARN viral al ADN en el 
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citoplasma. Una vez llevado a cabo este paso el ADN migra hacia el núcleo en 
donde se integra en los cromosomas de la célula huésped a través de la acción de 
otra enzima viral, la integrasa. Esta incorporación en el genoma celular es 
permanente. Es necesaria la activación de la célula huésped para que se inicie la 
transcripción del DNA proviral integrado, ya sea a RNA genómico o mensajero y 
se produzcan nuevos viriones que salgan a infectar a otras células. Para la 
producción de nuevos viriones el VIH utiliza a la célula huésped. La salida de 
viriones nuevos ocurre a través de la membrana celular a partir de la cual el core 
viral adquiere su cubierta. Debe recalcarse que cuando la célula que alberga al 
VIH muere, el virus también muere. Se estima que diariamente se producen 1,000 
millones de viriones o más y que la vida promedio de una célula infectada por el 
VIH es de 1.5 días. Se estima que la cantidad de linfocitos CD4+ regenerados 
cada día corresponden al 5% del total de linfocitos CD4+, o sea 2 x 109 células 
por día. La vida media estimada del VIH en plasma varía de 1.3 a 3.3 días, con un 
promedio de 2 días. Lo anterior explica por qué el VIH no es muy resistente al 
medio ambiente. Se inactiva fácilmente cuando se encuentra en superficies inertes 
y a través de medios físicos y químicos. Su envoltura lipoproteica lo hace muy lábil 
cuando se expone a la desecación, a temperaturas mayores de 56°C, con 
sustancias químicas como el alcohol al 70%, blanqueador casero diluido 1:10, 
peróxido de hidrógeno o glutaraldehído. (4) 
A lo largo de viarias décadas de estudio, respecto a las vías de transmisión se ha 
establecido, que aunque no es la única, la sexualsigue siendo la más frecuente y 
responsable de más del 80% de los casos en todo el mundo, ésta puede 
presentarse de mujer a hombre, hombre a mujer, hombre a hombre y 
excepcionalmente de mujer a mujer. Asimismo, existe una serie de cofactores que 
aumentan el riesgo de infección, como son: la presencia de otras enfermedades 
de transmisión sexual, el uso de anticonceptivos hormonales, de secantes 
vaginales o la presencia de menstruación durante la relación sexual. Cabe 
mencionar que el coito rectal en las relaciones heterosexuales es tan riesgoso 
como en las homosexuales. También puede ser transmitido a través de la sangre 
y sus derivados, siempre y cuando estos se hayan obtenido de una persona 
portadora del VIH. Cuando se transfunde un paquete de sangre contaminada, el 
riesgo de adquirir la infección es del 70 al 90%. En nuestro país, aproximadamente 
el 70% de las mujeres y niños infectados hasta 1990 lo habían adquirido por esta 
vía. Sin embargo, por las medidas tomadas por el Sector Salud en el bienio que 
comprende de 1986 a 1987, a partir de 1991 se observó una disminución 
importante en esta categoría de transmisión en México. Las agujas contaminadas 
con sangre infectada por VIH, también constituye un mecanismo de transmisión de 
mayor importancia entre los drogadictos con administración intravenosa de las 
substancias, sin embargo no es frecuente en nuestro país. También puede 
INFLUENCIA DE LA ESTIGMATIZACION Y APOYO FAMILIAR EN LA ADHERENCIA TERAPEUTICA DEL PORTADOR DE VIH/SIDA. 
 
transmitirse al personal de salud que sufra un piquete accidental con agujas, pero 
en estos casos la posibilidad de desarrollar la infección es menor del 0.5%. No 
existen evidencias de que el virus se transmita por insectos como los mosquitos o 
las chinches, ni por vacunas producidas con suero humano, como la vacuna de la 
hepatitis o la gamma globulina. Por medio de la trasmisión perinatal se ha 
investigado y existe suficiente evidencia para afirmar que el niño puede infectarse 
durante el embarazo, a la hora del parto o a través de la leche materna. Esta 
categoría de transmisión representa más del 90% de todos los casos de menores 
de 15 años a nivel mundial. La posibilidad de que una madre infecte a su hijo por 
este mecanismo se estima en países industrializados del 13% al 32% y en países 
en vías de desarrollo del 25% al 48%. (3), (5) 
Datos recientes respecto a las fases de la evolución de éste padecimiento apoyan 
la hipótesis de que el HIV-1 prolifera en forma continua desde el momento en que 
infecta a un paciente, aunque a velocidades diferentes según el estadio evolutivo 
de la infección, así se reconocen las siguientes: 
Fase precoz o aguda. Es probable que la evolución a partir de este momento sea 
relativamente independiente del mecanismo de transmisión, aunque la dosis 
infectante y la vía de infección podrían tener importancia. El paciente infectado 
persistirá asintomático o presentará un cuadro clínico caracterizado por un 
síndrome mononucleósico (en aproximadamente el 30-60% de los casos). 
Paulatinamente aparecerá antígeno p24 circulante (2-6 semanas) y luego los 
diferentes tipos de anticuerpos (1-3 meses), lo que coincidirá con la desaparición 
del antígeno p24. A lo largo de este proceso agudo puede haber una 
inmunodepresión transitoria, capaz incluso de facilitar la aparición o la reactivación 
de determinadas infecciones oportunistas, como candidiasis esofágicas o 
infecciones sintomáticas por citomegalovirus (CMV). 
Fase intermedia o crónica. En esta fase, que generalmente dura varios años, 
persiste la actividad proliferativa vírica, aunque a bajo nivel. En casi todos los 
pacientes es posible cultivar el HIV-1 tanto en el plasma como en las células 
mononucleares si se utilizan técnicas suficientemente sensibles. Los pacientes 
suelen estar asintomáticos, con o sin adenopatías, y pueden presentar 
trombocitopenia (sobre todo en los drogadictos) o trastornos neurológicos 
centrales o periféricos. La probabilidad actual de que la infección progrese hacia 
estadios más avanzados se aproxima al 50-80% a los 10 años de producida la 
infección y no parece haber diferencias importantes entre los distintos subgrupos 
de pacientes afectados. Existen, no obstante, grandes variaciones individuales. 
Los factores que influyen en esta progresión, o que se modifican como 
consecuencia de ella, son varios: número absoluto y porcentaje de linfocitos 
CD4+, antígeno HIV, anticuerpos frente a p24, valor de la b2-microglobulina y 
INFLUENCIA DE LA ESTIGMATIZACION Y APOYO FAMILIAR EN LA ADHERENCIA TERAPEUTICA DEL PORTADOR DE VIH/SIDA. 
 
hemoglobina sérica. 
Fase final o de crisis. El incremento de la actividad replicativa del virus coincide 
clínicamente con la aparición de una intensa alteración del estado general 
(wasting syndrome), de infecciones oportunistas, de ciertos tipos de neoplasias o 
de trastornos neurológicos. A partir de entonces se considera que el paciente 
padece de SIDA. Las alteraciones inmunológicas que acompañan a la infección 
por el HIV-1 son prácticamente exclusivas de esta entidad y se deben a una 
destrucción o disfunción de los linfocitos CD4+ y al papel central y regulador que 
estas células desempeñan en el sistema inmunitario. (3), (5) 
Para diagnosticar si una persona es portadora de VIH se utilizan dos métodos el 
indirecto (se detectan anticuerpos contra el VIH formados por el sistema inmune) y 
el directo (se busca la presencia del virus o alguno de sus componentes). El 
método indirecto más utilizado es el ELISA, a partir de 1985 y desde entonces se 
ha mejorado su sensibilidad y especificidad para la detección de anticuerpos 
específicos. Esta prueba es utilizada como la prueba inicial, y requiere de 
extracción de sangre para su análisis. La prueba de ELISA deberá ser repetida 3 
meses después de la primera. Con el método de ELISA, un resultado Positivo se 
refiere a que se encontraron anticuerpos contra el VIH. El resultado Negativo se 
refiere a que NO se detectaron anticuerpos contra el VIH en la muestra. Por 
desgracia esta prueba puede ser interpretada como Indeterminada cuando no se 
puede determinar la existencia o no de anticuerpos contra el VIH. El método 
denominado como Western Blot es una prueba que detecta anticuerpos y algunas 
otras estructuras del virus, debido a su especificidad y sensibilidad se considera 
como la prueba confirmatoria para establecer el diagnóstico de infección por VIH. 
Los métodos directos reconocen directamente al virus en una muestra, estos 
métodos son: cultivo del virus, búsqueda de antígenos vírales y método de PCR 
(reacción en cadena de la polimerasa). (6) 
En gran medida además de la identificación de la fase, la estadificación de la 
enfermedad tiene vital relevancia para el manejo y pronostico del portador de 
VIH/SIDA, para ello se utilizan parámetros de laboratorio como la cuenta de 
linfocitos CD4+ y determinación de la carga viral. 
a) Así al considerar la cuenta de linfocitos T CD4+ nos permite conocer el 
deterioro que ha sufrido el sistema inmune a causa del VIH, generalmente el 
número de estas células disminuye conforme avanza el deterioro del sistema 
inmunológico (progresión de la enfermedad). Los valores normales de los 
linfocitos T CD4+ van de 750 a 1,200 células/ml. Una cuenta igual o menor a 200 
células/ml se considerada como definitoria por el SIDA independientemente de la 
presencia de otras manifestaciones. 
INFLUENCIA DE LA ESTIGMATIZACION Y APOYO FAMILIAR EN LA ADHERENCIA TERAPEUTICA DEL PORTADOR DE VIH/SIDA. 
 
b. La Determinación cuantitativa de carga viral en plasma mide, la cantidad de 
copias del VIH (RNA viral) que la persona infectada tiene circulando en la sangre. 
Los resultados de la prueba se expresan como el número de copias del RNA del 
VIH por mililitro de plasma y puede variar de menos de 400 copias a varios 
millones de copias por ml.Ha sido demostrado, que la carga viral es un marcador 
que pronostica el riesgo de progresión de la enfermedad, y sirve para medir la 
respuesta a la terapia antirretroviral. (7), (8) Cargas virales mayores de 40,000 
copias/ml correlacionan con una rápida progresión a SIDA en el 62% de los 
pacientes y con una sobrevida a 5 años de 51%, mientras que cargas virales 
menores a 5,000 copias/ml se asocian con un 8% de progresión a SIDA y una 
sobrevida a 5 años de 95%. 
Es importante establecer que la carga viral no sustituye el valor de linfocitos CD4+, 
los cuales miden el estado de inmunocompetencia, determinan la posibilidad de 
complicaciones, el inicio del tratamiento profiláctico para las infecciones 
oportunistas y sirven como un predictor independiente del pronóstico; debiendo 
ser utilizados integralmente con la clínica en la atención del paciente con 
VIH/SIDA. Estos marcadores biológicos de progresión son necesarios en la 
práctica clínica, ya que proporcionan información acerca del pronóstico y 
constituyen la base para poder establecer los estadios de la enfermedad y definir 
los esquemas terapéuticos. A éste respecto cabe señalar que el propósito 
fundamental del tratamiento del VIH es reducir la tasa de progresión de la 
enfermedad, o bien retardar al máximo la aparición de síntomas relacionados con 
el SIDA. 
La estrategia más aceptada actualmente es conseguir una supresión virológica 
máxima por el mayor tiempo posible. Para esto se hace uso de la terapia 
Antirretroviral (ARV) combinada que se ha visto ofrece beneficios claros sobre la 
calidad y expectativa de vida de las personas con VIH. Por lo tanto las 
consideraciones que se deben tomar en cuenta para iniciar tratamiento son las 
siguientes: 
1) Las manifestaciones clínicas. 
2) El deseo y compromiso de la persona con VIH de iniciar y mantener por tiempo 
indefinido el tratamiento. 
3) El grado de inmunodeficiencia existente, determinado por la cuenta de CD4+. 
4) El riesgo de progresión de la enfermedad, que se observa con la determinación 
de la carga viral en el plasma. 
5) Los beneficios y riesgos potenciales (complicaciones) de los fármacos con el 
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uso a largo plazo. 
Con los medicamentos ARV se pueden presentar efectos adversos y 
complicaciones agudas que ponen en peligro la vida, como toxicidad hepática, 
acidosis láctica y pancreatitis, entre otras; inconvenientes que tienen efectos a 
largo plazo, especialmente en el riesgo de patología cardiovascular, 
hiperlipidemia, resistencia a la insulina, cambios óseos, etc., y que afectan la 
calidad de vida del paciente a corto y largo plazo, como puede ser la intolerancia 
gastrointestinal, neuropatía periférica, alteraciones en la distribución de grasa. (6) 
Los diferentes tipos de fármacos para tratar la infección por el VIH, atacan 
diversos aspectos del proceso que utiliza el virus para reproducirse. Como el VIH 
muta rápidamente y se vuelve resistente a todos los medicamentos administrados 
en forma aislada, los pacientes deben tomar una combinación de fármacos para 
lograr la máxima supresión del VIH. 
La terapia de combinación contra el VIH es conocida como terapia antirretrovírica 
o ART, ésta cambia el curso natural de la infección por el VIH y prolonga 
significativamente el periodo entre la infección inicial y el desarrollo de síntomas. 
Para alcanzar estos resultados es importante empezar el tratamiento antes de que 
se manifiesten los indicios clínicos del SIDA, aunque también se han observado 
beneficios importantes y duraderos para la salud de aquellos que inician el 
manejo una vez diagnosticados con SIDA. Se ha documentado que el número de 
personas que reciben medicamentos antirretrovíricos en países de ingresos bajos 
y medianos ha registrado un aumento de diez veces más en solamente seis años, 
con lo que ascendió a casi 3 millones de personas a fines del 2007. (1) 
En resumen la posibilidad teórica de una erradicación viral a la luz del 
conocimiento actual no es factible, debido a la incorporación del genoma del VIH 
al del huésped (provirus) y al establecimiento de reservorios celulares cuya vida 
media es muy larga, por lo que se debe de otorgar tratamiento para poder 
controlar la infección por VIH. Dicho manejo va a depender del estado clínico, 
virológico e inmunológico que tenga el portador de VIH-SIDA y, debe iniciarse una 
vez que se determinó que existe una indicación clara y en el momento en que la 
persona ha aceptado el compromiso y la disposición para la medicación adecuada 
por tiempo prolongado, de lo contrario el propósito terapéutico puede verse 
limitado por riesgos importantes asociados al uso prolongado de antirretrovirales 
(ARV), al impacto en la calidad de vida, a la posibilidad de un apego inadecuado al 
tratamiento a largo plazo con el consiguiente desarrollo de resistencia, posibles 
interacciones farmacológicas, así como la aparición de efectos tóxicos a corto y 
largo plazo. El éxito del tratamiento ARV requiere un alto grado de apego por parte 
del individuo, por lo que la participación de la persona con VIH en las decisiones 
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de su tratamiento es crucial, con ello se habla hasta en un 95% de éxito en el 
tratamiento. 
Es importante señalar al respecto que en la literatura médica se utilizan varios 
términos para referirse a éste concepto, así puede encontrarse como: 
“adherencia”, “apego” y “cumplimiento”. Apego implica la colaboración entre los 
pacientes y el personal de salud que los trata; (9), (10) Cumplimiento es el grado en 
que la conducta de un paciente, tiene relación con la toma de medicamentos, el 
seguimiento de una dieta o la modificación de hábitos de vida, y que coincide con 
las instrucciones proporcionadas por el médico o personal sanitario; (11) así mismo 
la Organización Mundial de la Salud (OMS), define la adherencia terapéutica como 
“el grado en que el comportamiento de una persona – tomar el medicamento, 
seguir un régimen alimentario y ejecutar cambios en el modo de vida- se 
corresponde con las recomendaciones acordadas con un prestador de asistencia 
sanitaria”. (12) La cual parece más completa ya que permite una mayor 
participación del paciente en la toma de decisiones que afectan su propia salud. 
Se supone que el paciente se adhiere a un plan con el que esta de acuerdo y en 
cuya elaboración ha podido contribuir, o al menos ha aceptado la importancia de 
realizar acciones concretas que se incluyen en el programa a poner en práctica, 
de ese modo involucraría a una consideración activa de la persona y al mismo 
tiempo el personal de salud puede observar el grado de compromiso del paciente. 
(11) 
En ésta investigación los términos descritos se a utilizan como sinónimos, al 
referirse a la adherencia terapéutica; la cual en tratamientos a largo plazo ha 
tomado gran importancia en estos tiempos ya que el grado en que el paciente 
cumpla o se adhiera a las indicaciones sean médicas, psicológicas o conductuales 
se dirigirá en beneficio de su salud. En caso contrario la falta de adherencia del 
paciente puede impedir su recuperación de una enfermedad o lesión y puede 
alterar o afectar seriamente su salud. En numerosos estudios se han identificado 
diversos factores que influyen en la adherencia terapéutica, entre los cuales 
pueden citarse: la interacción del paciente con el profesional de la salud; el 
régimen terapéutico; las características de la enfermedad; los aspectos 
psicosociales del paciente; y los relacionados a las instituciones. (13), (6) De manera 
muy sucinta a continuación se describe cada uno de ellos, así: 
En la interacción del paciente con el profesional de la salud se ha observado que 
una buena relación médico-paciente esfundamental ya que este aspecto puede 
contribuir a generar una mayor o menor adherencia, muy relacionado a ello la 
realización de una entrevista directa puede evaluar la motivación de la persona y 
al mismo tiempo establecer una vinculación que permita una buena comunicación 
entre ambos, cuya finalidad es una orientación efectiva y proporcionar información 
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sobre talleres en donde se refuerce o amplíe aspectos relevantes de su 
enfermedad y el manejo de la misma. (6), (13), (14) 
El régimen terapéutico constituye otra de las determinantes para el 
establecimiento de una adecuada adherencia terapéutica. Entre las 
características o aspectos que ejercen una mayor influencia tenemos: olvidos 
simples en la toma de la medicación, la complejidad, la dosificación y los efectos 
secundarios de los tratamientos. Mientras más complejo sea un tratamiento 
(especialmente si exige cambios en las actividades habituales de la vida cotidiana, 
ingerir varios medicamentos, tomarlos a diversos horarios, etc.), más dificultades 
proporcionará para las respuestas de adherencia del paciente. Estudios realizados 
sobre la dosificación, duración y efectos secundarios de los fármacos y su relación 
con la conducta del cumplimiento, arrojaron que los regímenes de medicación con 
monodosis dan lugar a mejores tasas de adherencia que los regímenes multidosis, 
y que dicho apego disminuiría a medida que la terapia se alarga y provoca mayor 
cantidad de efectos secundarios indeseados. (15), (14), (13) Con relación a las 
características de la enfermedad es necesario señalar la importancia de los 
síntomas como claves para la acción y como reforzadores en el cumplimiento 
terapéutico. El paciente que experimenta un conjunto particular de síntomas 
perturbadores y un alivio inmediato para estos síntomas al adherirse a las 
prescripciones médicas, tiene mayores posibilidades de desarrollar un buen nivel 
de apego; mientras que el paciente que presenta una enfermedad asintomática no 
dispone de claves internas para la acción y su seguimiento de la prescripción no 
recibe refuerzo. (15) 
Se ha observado también que entre los diversos factores sociales como el contar 
con el respaldo de familiares, de su pareja o de amigos, influye considerablemente 
ya que las actitudes, creencias, atribuciones y representaciones mentales hacia el 
tratamiento y hacia la enfermedad intervienen de manera importante en los 
pacientes para incrementar o disminuir la adherencia terapéutica. (16), (13) El hecho 
de que sus familiares o las personas que les brindan apoyo les alienten en acudir 
a sus consultas, ingerir sus medicamentos en las dosis correctas y en los horarios 
que indica el médico, hace que el paciente se adhiera mejor a su tratamiento. (6) 
Dentro de los factores del ámbito personal es el psicológico, en el cual se ha 
observado que un estado emocional estable en el portador de VIH-SIDA favorece 
una mayor y mejor adherencia a su tratamiento debido a que sigue las 
recomendaciones del médico, en cambio si presenta algún trastorno como la 
depresión, angustia o estrés, puede ocasionar que olvide o haga caso omiso de 
tomar sus medicamentos o siga las indicaciones del personal de salud. (16), (13) 
 Entre los factores institucionales se ha identificado que un ambiente clínico 
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agradable, un horario conveniente de citas, la confidencialidad, el abasto suficiente 
de medicamentos, el acceso a los servicios médicos y la disponibilidad del 
transporte público para acudir a la institución de salud intervienen en la adherencia 
terapéutica. (16), (17) 
La evaluación del comportamiento de la adherencia terapéutica nos sirve para 
planificar tratamientos efectivos o eficientes, Palop indica que esto no es sencillo, 
ya que no existe un método único que sea considerado de referencia para medir la 
adherencia por lo que se deben utilizar varios de ellos con el fin de paliar las 
insuficiencia que todos poseen. Clásicamente se divide en métodos directos e 
indirectos. (18), (19), (20) 
Los métodos indirectos, valoran el incumplimiento a partir de circunstancias que 
se relacionan con él y con el grado de control de la enfermedad. Los más 
utilizados son: el recuento de comprimidos o tabletas y se basa en el conteo de la 
medicación que queda en el envase que se ha preescrito al paciente, y que este 
debe de aportar en la visita siguiente (puede hacerse por sorpresa en el domicilio, 
lo que aumenta su fiabilidad). Conociendo la fecha de inicio, puede calcularse los 
comprimidos tomados y observar que porcentaje representa sobre los preescritos, 
mediante la fórmula: % de cumplimiento= número de comprimidos que 
previsiblemente ha tomado el paciente/ número de comprimidos que se les ha 
preescrito X 100. Dado que su aplicación presenta ciertas dificultades(es 
fundamental conocer la fecha exacta del inicio del tratamiento y del envase que se 
prescribe, que el paciente disponga de un número de comprimidos superior al que 
probablemente consumirá hasta la fecha de control, y disponer del envase en el 
momento del recuento). (18) 
Los monitores electrónicos acoplados al envase del medicamento. (MEMS, por 
sus siglas en ingles); es un sistema sofisticado de recuento de comprimidos que 
incorpora a la tapa del envase que los contiene un monitor electrónico, que 
registra cada ocasión en que el paciente quita la tapa al frasco, pero son muy 
costosas y se puede subestimar la adherencia por que el paciente puede sacar 
más de una dosis. (18), (16), (6) 
Valoración de citas previas programadas: Se estima que la ausencia a citas 
concertadas es una de las formas más frecuentes y graves de incumplimiento; no 
obstante no implica que los pacientes que acuden a las citas sean buenos 
cumplidores del tratamiento establecido, ni tampoco que los que no acuden tienen 
que ser obligatoriamente incumplidores. Es un método sencillo de realizar. Con 
éste método se han detectado las mayores tasas de incumplimiento en las 
actividades preventivas y en las no relacionadas con enfermedades crónicas. (18) 
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Como apoyo en la evaluación indirecta de la adherencia terapéutica han surgido 
propuestas de instrumentos diseñados para ello, así puede citarse el construido 
por Morisky D, Green L y Levine D. en el cual consiste en un cuestionario 
estructurado tipo litker, con 4 items, fue validado en su versión español, en el año 
de 1991en España por expertos en la materia con un alfa de Conbrach de 0.61. 
(21), (22) 
De los métodos directos, las determinaciones bioquímicas son muy útiles para 
poder apreciar los comportamientos de adherencia terapéutica pero su desventaja 
es que son muy costosos. (19) Los marcadores biológicos no tóxicos pueden 
agregarse a los medicamentos y su presencia en la sangre o en la orina pueden 
aportar pruebas de que un paciente recibió recientemente una dosis del 
medicamento en estudio, (12) pero tiene el inconveniente de la variabilidad 
interindividual del comportamiento farmacocinético y farmadinámico de algunos 
medicamentos, así como la posibilidad de concentraciones plasmáticas alteradas 
por la aparición de interacciones medicamentosas. (20) 
Con determinados datos de laboratorio se puede medir o hacer sospechar una 
mala adherencia; específicamente en pacientes con VIH se puede medir la carga 
viral, el recuento de células CD4+ y los niveles sanguíneos de metabolitos de los 
medicamentos antirretrovirales, pero estas mediciones tienen el inconveniente de 
que los resultados no indican concretamente el número de dosis omitidas ni el 
apego al horario de losmedicamentos y pueden ser afectadas por otros factores 
tales como la presencia de un virus resistente a medicamentos. No obstante, 
muchas veces los análisis de laboratorio se consideran útiles para medir la 
adherencia cuando se usan en combinación con el auto informe del paciente o el 
recuento de pastillas. (16) 
De quienes sufren la infección por VIH/SIDA aproximadamente un tercio toma su 
medicación como le fue prescrita. Aún cuando los pacientes comprendan 
plenamente las consecuencias de la no adherencia a los medicamentos, las tasas 
de adherencia son sub-óptimas. La buena adherencia es un factor decisivo para el 
éxito del tratamiento. A diferencia de otras enfermedades crónicas en el VIH se 
requieren de grados muy altos de adherencia (> del 95%) para tener un buen 
control de la enfermedad y que no aparezcan complicaciones relacionadas con 
ella. Se ha detectado cuatro factores que predicen los problemas con la 
adherencia a tratamiento: Las características del régimen, diversos factores del 
paciente, la relación entre el médico y el paciente y el sistema de atención. 
En la complejidad del régimen se ha observado que la adherencia a los 
medicamentos contra el VIH es un proceso sumamente complicado que incluye 
los propios medicamentos y los ajustes a la vida cotidiana necesarios para 
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proporcionar las condiciones previas requeridas para una farmacoterapia eficaz. 
Algunos tratamientos exigen varias dosis de medicación por día junto con diversos 
requisitos o restricciones en el consumo de alimentos y de otras actividades. Esta 
complejidad, además de los problemas de toxicidad y los efectos colaterales, 
pueden influir enormemente sobre la voluntad y la capacidad del individuo para 
adherirse al tratamiento. (12) 
Otro aspecto no menos importante, pero poco abordado en el manejo del paciente 
es aquel relacionado con su contexto familiar, en el cual invariablemente el 
paciente se desenvuelve y en el que existen circunstancias a considerar como el 
apoyo percibido o real en el portador de cualquier enfermedad, sobre todo 
crónicas o terminales en las que se requiere un largo manejo. Existen varias 
definiciones de apoyo, así desde la más elemental considerado como todo aquello 
que sirve para sostener, proteger, auxiliar, favorecer o brindar soporte a un 
individuo. Sinibaldi, cita una definición más especifica dada por Caplan y Killilea, 
en Instrumentos de evaluación en terapia familiar y de pareja, de tal suerte que lo 
conceptualiza como “el comportamiento entre individuos que persigue mejorar la 
competencia adaptativa de quien requiere soporte, para que pueda enfrentar y 
manejar más efectivamente las crisis, los periodos de transición entre las 
diferentes etapas de la vida, el estrés cotidiano y las tensiones que surgen como 
consecuencia de las pruebas a las cuales lo enfrenta la vida”. Una más expuesta 
por Ell, Nishimoto, Mantell y Hamovich (1988) lo conciben como la adecuada 
percepción de apego o unión entre dos o más individuos. O como menciona 
Antonucci y Jackson, (1987) es la ayuda que se les da a otros. Emmons y Colby 
(1995), lo definen como la ayuda que se les brinda a las personas de grupos 
sociales, del entorno a un individuo y como la ayuda que proveen a la persona sus 
familiares, amigos, compañeros de trabajo y amistades. El apoyo ha sido medido 
con diversas dimensiones: apoyo de la estructura social, la ayuda que 
proporcionan la familia y los amigos; para Emmos y Colby (1995) el apoyo incluye 
además de la ayuda económica e instrumental, el soporte informativo. Otros 
autores consideran que el apoyo es la disponibilidad y preocupación por motivar, 
comprender y brindar soporte a la persona, de manera que esta encuentre las 
herramientas que le conduzcan a la auto superación, así como las capacidades 
para que enfrente con firmeza y seguridad las situaciones difíciles, por medio de 
cómo saber actuar y reaccionar ante diversos eventos, sin dejarse descontrolar 
por el estrés y las emociones que le despiertan. (23) 
Las diversas formas de brindar apoyo son: 
Las informales y causales, es decir, aquel que se brinda ocasionalmente ante 
pequeños problemas a los que la vida diaria expone al individuo. 
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Sociales y de grupo de soporte, entre los que figuran la protección y cuidado que 
las instituciones (incluida la familia) proveen al individuo. 
Instrumentales, o sea, proveer al sujeto de cualquier bien material. 
De apoyo y sustento a la autoestima, el cual proporciona un sentido de guía al 
individuo y lo ayuda a sentirse querido y valorado. 
En general el apoyo tiende a beneficiar a las personas que lo reciben y que lo dan. 
Es así como varios autores desde su punto de vista definen la palabra apoyo, 
Olson y cols., (1989), lo ubica como una fuerza de la familia, entendida como los 
recursos de la misma. (23) 
El apoyo es una manifestación altamente complicada pues es un fenómeno 
multifactorial. El éxito para brindarlo depende no solo de la habilidad y el deseo 
que tiene quien lo provee, de anticipar y responder a las necesidades específicas 
de aquel que lo solicita, sino también de las modalidades específicas de búsqueda 
y el grado de aceptación con que el receptor consienta la ayuda que el proveedor 
de soporte esté dispuesto a brindarle. Cabe mencionar que el apoyo está basado 
en el grado de empatía que existe entre las personas que integran un vínculo 
específico, pues si este es bueno y sano, el apoyo se brindará de forma más 
efectiva y pocas veces se cuestionará si esta disponible o no, mientras que entre 
individuos que mantienen malas relaciones o insanas, el soporte no siempre se 
encontrará disponible y generalmente tenderá a ser menos efectivo. 
Los beneficios del apoyo se deben a que esté repercute positivamente en los 
sentimientos de autoestima de la persona. El soporte le proporciona un sentido de 
guía al individuo y le ayuda ha sentirse querido y valorado, así como también le 
refuerza los sentimientos de de control personal, lo cual desempeña un papel 
importante en el bienestar general. (23) Se cuenta con un instrumento diseñado 
para evaluar el apoyo familiar percibido por el individuo portador de VIH/SIDA, 
podemos citar el construido por Sinibaldi en México, que consiste en un 
cuestionario estructurado tipo likert con cinco opciones de respuesta, en donde 
evalúa tres factores como son la “Preocupación familiar por el enfermo”, el “Apoyo 
emocional” y la “Percepción del apoyo familiar por el enfermo, que en conjunto 
tiene una alta consistencia interna con un alfa de Cronbach de 0.8405. (23) 
Socialmente se supone que la familia es la fuente generadora de apoyo 
emocional, proveedora de cuidado, protección y de apoyo económico. Pero que 
pasa cuando en una familia hay un individuo que sufre una enfermedad crónica, 
como lo es el SIDA. Diversos autores han reportado que el diagnostico de este 
tipo de infección es devastador tanto para el paciente como para su familia; en 
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donde se pone en duda el rol tradicional de la familia. Se han documentado tres 
factores relacionados con la enfermedad que desafían este rol: A) Las profundas 
dudas en la población general sobre las formas en que el virus puede ser 
transmitido; B) Los prejuicios de ésta en contra del estilo de vida del paciente; y C) 
La trayectoria inexorable de la enfermedad, con su curso de continuo y profundo 
deterioro físico y mental, que ocasiona en la familia desmoralización y 
desesperación. 
Un fenómeno frecuente en las familias con un miembro con VIH, es que son las 
madres quienes se enteran de primerainstancia de ello y las que más apoyan a 
diferencia de los padres, así también las hermanas parecen ser avisadas con 
mayor frecuencia y resultan más compresivas ante la enfermedad que los 
hermanos varones, aunque no se ha relacionado con el aspecto de apego al 
manejo de los portadores. Existen varios aspectos por considerar de los cuales 
dependerá que una familia logre prestar o no el apoyo necesario a un paciente con 
SIDA, pues sobre ellos influirá el estigma que esta enfermedad trae, así como la 
razón a la cual la familia atribuye el origen de la enfermedad. Estos factores son 
innatos al origen de la familia y muchos de ellos les han sido heredados a su vez 
de sus familias de origen, o de la sociedad o cultura en la cual se han 
desarrollado. Hablar de estigmatización es tan antiguo como la historia, el 
concepto es universal aunque, la palabra es de origen griego y se refiere a la 
marca física que se deja con fuego o con navaja en los individuos consideradas 
extraños o inferiores. En la actualidad, las marcas físicas han desaparecido, pero 
el estigma permanece, basado en uno o más factores, como edad, clase, color, 
grupo étnico, creencias religiosas, sexo y sexualidad. El estigma, que se define en 
el estudio de Erving Goffman (1963) como un atributo que “desprestigia 
profundamente”, lo aplica la sociedad y lo sobrellevan o poseen los grupos 
(incluyendo a la familia) y las personas. Asimismo, en ciertas ocasiones el estigma 
se asocia con estereotipos sociales positivos o negativos, calificaciones que todos 
usamos para identificar desconocidos y que determinan nuestra reacción hacia 
ellos. Otros autores como: Parker y Aggleton, definen el estigma como un proceso 
social relacionado con cuestiones de poder y control social a través de instancias 
políticas, económicas, sociales y culturales, que se encargan de producir, 
reproducir y mantener la inequidad social; en su análisis toman en consideración 
atributos ligados a la raza, género, pobreza o preferencia sexual. (24) 
Weiss y Ramakrishna ofrecen la siguiente definición: "El estigma es un proceso 
social, o una experiencia personal conexa, caracterizado por la exclusión, condena 
o devaluación, que resulta de un juicio social adverso, sobre una persona o un 
grupo. El juicio se basa en un perdurable rasgo de identidad, atribuible a un 
problema de salud o a un estado relacionado con la salud, y este juicio es, 
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fundamentalmente, médicamente injustificado”. El estigma es un medio de control 
social, que define las normas sociales y castiga a quienes se apartan de éstas. El 
meollo del estigma es el miedo de que los estigmatizados amenacen a la 
sociedad. 
Otra definición de estigma es que es una respuesta social estereotipada, 
caracterizada por un profundo rechazo, acompañada de un bagaje de 
comportamientos irracionales y contradictorios; así como la denuncia moral, 
profecías negativas y conflictos entre la salud pública y las libertades individuales. 
Esta respuesta social de da tanto a nivel cognoscitivo como emocional. El prejuicio 
puede abarcar una de cinco formas las cuales son: 
a) El rechazo verbal, acompañado de agresiones como insultos, motes y 
desprecios, llegando incluso hasta el rechazo no verbal, el cual se manifiesta con 
gestos, muecas, o simplemente ignorando la existencia de la persona. Varios 
autores la definen como cualquier intento de maldecir o gritar a otros, intentando 
dañar o humillar a alguien más. 
b) La tendencia a evitar a la persona estigmatizada tanto al tratar de no compartir 
tiempo con ella, como al procurar no estar en el mismo espacio físico. 
c) La discriminación, es decir la tendencia a excluir, no permitiendo su ingreso o 
sacando al individuo de un lugar, como el trabajo, la escuela, las reuniones 
sociales, familiares o religiosas etc. 
d) El ataque físico contra el miembro repudiado. Varios autores lo definen como el 
ataque o el intento de ataque físico, incluidos golpes, patadas, cachetadas y lanzar 
objetos. 
e) El deseo real o imaginario de exterminar a la persona, así como al grupo 
estigmatizado con el cual el mundo exterior le identifica. 
La estigmatización es un proceso a través del cual se establecen diferenciaciones 
y desigualdades sociales, el señalamiento de individuos y grupos hace efectiva 
una violencia simbólica que inhabilita para la plena aceptación social. El estigma 
es utilizado como un atributo profundamente desacreditador, especialmente los 
que son incongruentes con los estereotipos acerca de cómo debe ser una 
determinada especie de individuo, incluye el señalamiento de diferencias 
significativas entre categorías de personas, y mediante el cual favorece su 
inserción o no en sistemas o estructuras de poder.” (25) 
En conclusión la estigmatización es toda conducta de rechazo que hace difícil el 
contacto físico y social del sujeto, obligándolo no sólo a identificarse, sino a 
asociarse con grupos minoritarios y previamente marginados. 
INFLUENCIA DE LA ESTIGMATIZACION Y APOYO FAMILIAR EN LA ADHERENCIA TERAPEUTICA DEL PORTADOR DE VIH/SIDA. 
 
El estigma se ha vinculado por mucho tiempo con enfermedades que provocan 
reacciones emocionales intensas, el VIH/SIDA es campo fértil para que se 
arraigue, éste se incrementa cuando se ignora el mecanismo de transmisión del 
VIH, y aumenta el miedo de las personas y las comunidades al contagio por 
contacto ordinario en acciones tales como dar la mano, toser y compartir 
comedores y retretes. 
El SIDA además de manifestarse como una enfermedad es una construcción 
social y esto sucede por que pone en juego un conjunto de imágenes sobre el 
cuerpo, la sexualidad, el deseo y grupos minoritarios entre otros, los cuales son 
evocados inmediatamente por la mente del sujeto al hablar o recordar este 
padecimiento, por lo que está vinculado a estigmas duraderos de faltas sexuales 
graves y, en algunas comunidades, al consumo de drogas ilícitas. “A menudo se 
cree que las personas con VIH/SIDA se merecen lo que les ha sucedido por haber 
hecho algo malo; a los hombres que contraen el virus pueden verse como 
homosexuales, bisexuales o como individuos que han tenido relaciones sexuales 
con prostitutas; y a las mujeres se les tilda de „promiscuas‟ o de haber sido 
profesionales del sexo”. 
Dichos estigmas persisten, al margen de la realidad. En los Estados Unidos, 
donde las relaciones sexuales entre hombres representaban menos de 40% de 
casos nuevos de transmisión del VIH en 1997, de la muestra de una encuesta 
pública admitió que 67% se relacionaba su enfermedad principalmente con los 
homosexuales. La desaprobación a los hombres heterosexuales que contrajeron 
el virus fue menor que la a los homosexuales en las mismas condiciones (Herek y 
Capitanio 1999). Estos dos componentes del estigma por el VIH/SIDA -
enfermedad y estigma preexistente- han llevado a la distinción entre el estigma 
determinante del SIDA y el estigma simbólico del SIDA. El primero refleja el miedo 
al VIH/SIDA cómo enfermedad transmisible y mortal; el segundo es producto de la 
vinculación que tiene la enfermedad con grupos ya estigmatizados (Herek, 1999). 
Todo esto afecta a hombres y mujeres, jóvenes y viejos, ricos y pobres. Involucra 
a las personas que se sabe que han contraído el virus, a las personas que se 
presume que lo han contraído. 
Se cuenta con un instrumento diseñado para evaluar la estigmatización familiar 
percibida por el individuo portador de VIH/SIDA, podemos citar el construido y 
validado en México por Sinibaldi, que consiste en un cuestionario estructurado tipo 
likert con cinco opciones de respuesta, el instrumento tiene una alta consistencia 
interna Alfa de Cronbach de 0.9642, así como la capacidad de diferenciar entre 
aquellas familias en las que el enfermo percibe que su familia loestigmatiza, 
rechazándolo y reforzando todo tipo de conductas irracionales dirigidas hacia su 
persona, o que no le brinda su comprensión y aceptación. (23) 
INFLUENCIA DE LA ESTIGMATIZACION Y APOYO FAMILIAR EN LA ADHERENCIA TERAPEUTICA DEL PORTADOR DE VIH/SIDA. 
 
 
ANTECEDENTES CIENTÍFICOS 
Una enfermedad crónica en un miembro de la familia supone una prueba para el 
funcionamiento de ella, pues provoca cambios a nivel de su organización, 
haciendo que esta se vuelque sobre sí misma con el fin de atender al enfermo y 
esto se refleja en un aumento del grado de apoyo que los diferentes miembros de 
la familia brindan al sujeto enfermo, manifestándose en acciones y actitudes que le 
ayuden a tener una adherencia terapéutica mayor. 
En un estudio realizado por Warley y cols., en una población suburbana de 
Buenos Aires, Argentina en el 2005, donde se midió el nivel de adherencia 
terapéutica antirretroviral en base a las dosis perdidas 4 días previos a la 
entrevista; la muestra fue de 71 sujetos, encontraron que 50 (70.4%) lograron 
adherencia de 95% o superior y 60(85%) de ellos tenían registrada carga viral de 
control en el momento de la entrevista. De 46 pacientes que reportaron adherencia 
superior o igual al 95%, 37(80.43%) presentaron carga viral < 500 copias/ml., 
mientras que de 14 que informaron adherencia menor al 95% solo 5 presentaron 
carga viral < 500 copias /ml (OR 7, 41 IC 95% 1,99-27,52; p=0.001), por lo que 
encontraron una asociación estadística significativa entre obtener un alto nivel de 
adherencia y el control de la carga viral. En este estudio no encontraron ninguna 
asociación entre adherencia y apoyo familiar. (26) 
Herrera C y cols., realizaron un estudio cualitativo en México en el 2003, sobre la 
relación entre médicos y pacientes con VIH y su influencia en el apego 
terapéutico y calidad de vida donde analizaron los factores de esta relación que 
afecta la adherencia terapéutica y la calidad de vida de las personas con 
VIH/SIDA, reportando en la etapa de continuidad de la atención, que los 
problemas se relacionaron con una adherencia terapéutica deficiente, producto 
principalmente de la falta de comunicación con los médicos y de la discriminación 
en los servicios públicos. De manera general se observaron problemas de 
información; falta de capacitación y paternalismo por parte de los médicos, y 
estigma social de las personas viviendo con VIH/SIDA asociado a la epidemia. (27) 
Marín y cols., realizaron en Durango, Durango, México, en 1999, en el Hospital 
regional del IMSS, un estudio de casos y controles para determinar la asociación 
entre el apoyo familiar y apego a tratamiento de la hipertensión arterial esencial, la 
muestra fue de 80 pacientes y encontraron que 31 (77.5%) pacientes con apego y 
11(27.5%) de pacientes sin apego, tenían control de la presión arterial p=0.003; el 
apoyo familiar se asoció de manera independiente con apego al tratamiento, RM 
6.9, IC 95% 2.3-21.1. Por lo que concluyeron que el apego se vincula de manera 
INFLUENCIA DE LA ESTIGMATIZACION Y APOYO FAMILIAR EN LA ADHERENCIA TERAPEUTICA DEL PORTADOR DE VIH/SIDA. 
 
significativa con el apoyo que los familiares le otorgan al enfermo. (28) 
En un estudio realizado por Rodríguez-Morán y cols., en Durango, Durango, 
México, de 1995 a 1996, en las unidades familiares del IMSS, determinaron la 
importancia del control glucémico en diabéticos no insulinodependientes. La 
muestra se integró con 82 pacientes y los resultados que encontraron fue que el 
apoyo familiar que recibe el paciente se asocia significativamente a la presencia 
de glucemia con valor menor a 140 mg/dl (razón de momios = 3.9; IC95% 1.4-
11.1). Por lo que concluyeron que el apoyo familiar que reciben los enfermos 
influye en el control de la glucemia. (29) 
Val Jiménez y cols., realizaron un estudio en Barcelona, España en 1991 en 96 
pacientes hipertensos, para valorar el grado de cumplimiento farmacológico 
utilizando el test de Morisky Green y el recuento de comprimidos en domicilio, los 
resultados que encontraron fue que los pacientes considerados como cumplidores 
tomaban entre el 80-110% del numero total de comprimidos esperados. Los 
pacientes nombrados como hipocumplidores obtuvieron 18.6% con IC 95%: 10.3-
26.8%; de los individuos llamados hipercumplidores el 23.3 % IC 95%: 14.4-
32.2% y los normocumplidores 58.1% con un IC 95% 48-68%; sin diferencias 
significativas ni por edad ni por sexo. La sensibilidad del test para detectar 
cumplidores fue del 52%, la especificidad del 44.4%. (30) 
Corless y cols., realizaron un estudio descriptivo, en Fresno, California, Boston, 
Massachusetts y Victoria Texas, E.U. En una muestra de 165 personas con 
síntomas asociados a Lipodistrofia en portadores de VIH/SIDA. Utilizaron el test 
de Morisky-Green para determinar la adherencia de los pacientes a su tratamiento 
Antirretroviral (ARV) encontrando que la adherencia fue moderada con una media 
de 1.44 (desviación Estándar de ±1.33), los participantes tomaron sus 
medicamentos moderadamente a pesar de los cambios que presentaba su cuerpo 
como una consecuencia de los efectos secundarios de los ARV y la calidad de 
vida se asocio significativamente a la adherencia terapéutica en este tipo de 
paciente. (31) 
Sinibaldi y cols., realizaron un estudio en el 2001, en México, con 103 pacientes 
con VIH para determinar el grado de apoyo percibido y encontraron que el 82.5% 
de los individuos ha considerado importante confiar su diagnóstico a por lo menos 
un familiar. La respuesta de las personas a las cuales el sujeto con VIH/SIDA 
comunicó su diagnóstico fue estimada más empática de lo que ellos esperaban 
por el 99.1% de los enfermos. A medida que transcurre el tiempo de diagnóstico 
de VIH/SIDA, aumenta el número de personas a las cuales notifica su diagnóstico, 
siempre y cuando perciba que su grupo social no le estigmatiza. Es interesante 
notar que únicamente entre el 10.8% y 10.6% de los encuestados consideró que 
INFLUENCIA DE LA ESTIGMATIZACION Y APOYO FAMILIAR EN LA ADHERENCIA TERAPEUTICA DEL PORTADOR DE VIH/SIDA. 
 
su familia no se preocupa por su salud o que no les ama, mientras que entre 64% 
y el 75.5% consideran que su familia se preocupa por ellos. Con respecto al 
“apoyo emocional” únicamente entre el 9.9% y 10% de los sujetos consideró que 
su familia no esta disponible para bridárselos, ya que no se ocupan de su 
bienestar o no les bridan respaldo. En cuanto a la percepción de “apoyo familiar 
por el enfermo” el 8% de los encuestados no considera que su familia los cuida, 
los alienta (9%), desea entenderlos (13.7%), los respalda en sus decisiones (14%) 
o quiere ayudarlos (17.9%). Los participantes reportaron una media de 2.5 
personas notificadas una mediana de dos personas. Para los individuos 
encuestados existe mayor “percepción del apoyo familiar” cuanto más “apoyo 
emocional” recibe de su grupo social. Al transcurrir mayor tiempo a partir de su 
diagnóstico, la preocupación familiar por el enfermo permanece igual, pues las 
demandas instrumentales y emocionales del padecimiento y del individuo 
continúan siendo abrumadoras; pero el apoyo emocional tiende a disminuir. 
Encontraron una fuerte correlación entre la “percepción del apoyo familiar por el 
enfermo” y la “preocupación familiar por el enfermo” (r=0.711, p=0.0009), así 
como una fuerte asociación entre la preocupación familiar por el enfermo” el 
“apoyo emocional” (r=0.740, p=0.0009). El 51.76% de los participantes 
comunicaron primero a su madre sobre su diagnóstico y también ocupa el primer 
lugar (18.64%) entre los individuos que desearían comunicárselo a alguien. (23) 
Sinibaldi y cols., realizaron un estudio en el 2001, en México, con 103 pacientes 
con VIH para evaluar la estigmatización familiar a que lo somete su familia. 
Encontrando que el rechazo y el estigma familiarhacia el paciente con VIH/SIDA 
fue evidenciado con el uso de la violencia física en menos del 10% de los sujetos 
encuestados, quienes también percibieron que el grupo familiar ha utilizado la 
violencia psicológica con este fin hasta en 18.6% de los casos. Cuando el grupo 
familiar no estigmatiza al paciente con VIH/SIDA, éstos se acercan al enfermo 
mostrándole su preocupación familiar y brindándole su apoyo emocional con una 
correlación(r=-0.377, p=de 0.0009); consecuentemente, el sujeto es capaz de 
percibir el apoyo, con lo cual concluyen que a menor, estigmatización por parte de 
la familia, mayor capacidad de ésta para brindarle apoyo. Y en la medida en que el 
sujeto percibe que su familia no le estigmatiza, éste comunica su diagnóstico a un 
mayor número de personas (r=-0.331, p=de 0.001). Cuando la familia presenta 
menor capacidad de estigmatización, es capaz de sentir una mayor preocupación 
familiar por el enfermo con una correlación(r=-0.394, p=de 0.0009). Cuando un 
individuo con VIH/SIDA percibe que su familia se preocupa por él que es capaz 
de bridarle apoyo emocional, se siente respaldado, ayudado y cuidado por lo que 
no percibe estigmatización por su grupo familiar como lo corrobora la correlación 
negativa (r=-0.259, p=de 0.017). (23) 
INFLUENCIA DE LA ESTIGMATIZACION Y APOYO FAMILIAR EN LA ADHERENCIA TERAPEUTICA DEL PORTADOR DE VIH/SIDA. 
 
PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA 
El SIDA en el ámbito mundial y nacional es considerado un problema de salud 
pública, México en el 2008, ocupa el tercer lugar en Latinoamérica de casos 
registrados, y reporta una prevalencia en población de 15 a 49 años del 0.3% y se 
estima que 46,000 portadores de VIH/SIDA reciben tratamiento antirretroviral; el 
50 % de los casos se concentró en cinco entidades encabezada por el DF, Estado 
de México, Veracruz, Jalisco y Puebla; la tasa de VIH-SIDA en el DF es de 236.9 
casos por cada cien mil habitantes. 
El efecto del diagnostico como portador del VIH/SIDA, se refleja en cada uno de 
los miembros y en todo el sistema familiar, ya que desde el enfoque sistémico de 
ésta, la amenaza o pérdida de uno de sus elementos es la mayor crisis que tiene 
que afrontar la familia, ante lo cual si cuenta con suficientes recursos, reaccionará 
con un cambio adaptativo y si no los tiene el sistema puede desaparecer. La 
familia influye en la salud y en la enfermedad de cada uno de sus miembros esto 
significa que desempeña un papel fundamental para la aceptación, manejo y 
pronóstico de aquel que sea portador de algún padecimiento, en especial el caso 
que nos ocupa de VIH-SIDA, se espera entonces que para ello la familia 
proporcione un apoyo positivo o nutricio a todos sus miembros permitiendo que 
cada uno se sienta querido y valorado, circunstancia que algunos estudiosos al 
respecto han demostrado que puede verse amenazada por factores intrínsecos al 
propio individuo y otros relacionados con su contexto, la familia, estigmatización, 
cultura, etc. En el IMSS, en el año 1997 surge como una estrategia de atención la 
implementación en unidades de segundo nivel las denominadas clínicas de VIH, 
en las cuales se otorgaba atención al portador de este padecimiento y 
posteriormente la continuidad de manejo era realizada en unidades de primer 
nivel. 
JUSTIFICACION 
La UMF. 94 cuenta con el apoyo del Hospital General de Zona No. 29 el cual tiene 
clínica de VIH, el médico responsable de ella reporta aproximadamente cincuenta 
pacientes en tratamiento pertenecientes a dicha unidad médica familiar, los cuales 
como se mencionó dentro del procedimiento del funcionamiento de dicho 
programa, permite el manejo en corresponsabilidad con el médico familiar, 
circunstancia que da la oportunidad de aplicar bajo la perspectiva de una atención 
que contempla no solamente al individuo, sino a su familia, la atención continuada 
a éste tipo de pacientes, en ello un elemento de suma relevancia y que en la 
literatura no se encontró antecedentes al respecto es, precisamente considerar 
algunos de los aspectos descritos y que muy probablemente están estrechamente 
relacionados como el apoyo familiar, la estigmatización familiar y su influencia en 
INFLUENCIA DE LA ESTIGMATIZACION Y APOYO FAMILIAR EN LA ADHERENCIA TERAPEUTICA DEL PORTADOR DE VIH/SIDA. 
 
el apego terapéutico en pacientes portadores de VIH/SIDA. Por lo que 
considerando los aspectos éticos y políticas de salud institucionales se propone 
este trabajo de investigación y surge la siguiente interrogante: 
PREGUNTA DE INVESTIGACIÓN 
¿Cómo influye la estigmatización y percepción del apoyo familiar para la 
adherencia terapéutica en el portador de VIH/SIDA? 
OBJETIVO GENERAL: 
Analizar la influencia de la estigmatización y apoyo familiar en la adherencia 
terapéutica del portador de de SIDA. 
OBJETIVOS ESPECIFICOS: 
Identificar el tipo de apoyo familiar y estigmatización percibido por el portador de 
VIH-SIDA 
Conocer la categoría de la adherencia terapéutica del portador de VIH-SIDA. 
Comparar conforme a la estigmatización, y tipo de apoyo familiar la categoría de 
adherencia terapéutica del portador de VIH-SIDA. 
HIPÓTESIS 
La adherencia terapéutica alcanza la categoría de perfecta en los portadores de 
VIH/SIDA cuando perciben máximo apoyo familiar y ninguna estigmatización por 
parte de su familia. 
IDENTIFICACIÓN DE VARIABLES 
VARIABLE INDEPENDIENTE 
Apoyo Familiar 
Estigmatización Familiar 
VARIABLE DEPENDIENTE 
Adherencia Terapéutica 
VARIABLES UNIVERSALES 
Edad 
Sexo 
INFLUENCIA DE LA ESTIGMATIZACION Y APOYO FAMILIAR EN LA ADHERENCIA TERAPEUTICA DEL PORTADOR DE VIH/SIDA. 
 
Estado civil 
Ocupación 
Escolaridad 
VARIABLES INTERVINIENTES 
Estadificación del portador de VIH/SIDA 
Persona en que se apoya el portador de VIH-SIDA 
CUADRO DE VARIABLES Anexo (1) 
DISEÑO DE ESTUDIO 
Estudio observacional, descriptivo, transversal, ambilectivo. 
UNIVERSO DE TRABAJO 
Portadores de VIH-SIDA 
POBLACION DE ESTUDIO 
Derechohabientes portadores de VIH y con Síndrome de inmunodeficiencia 
adquirida del IMSS. 
 MUESTRA 
Derechohabientes adultos adscritos a la Unidad Medico Familiar N° 94 del IMSS 
diagnosticados como portadores de VIH y con Síndrome de Inmunodeficiencia 
Adquirida. 
TIPO DE MUESTREO: 
No probabilístico por conveniencia. 
DETERMINACION DEL TAMAÑO DE LA MUESTRA. 
No se determinó tamaño de muestra debido a que se incluyó al total de portadores 
de VIH-SIDA que es manejado en la clínica de VIH, que aceptó participar y reunió 
los criterios de inclusión, durante el periodo de julio a septiembre del 2009. 
 
 
 
INFLUENCIA DE LA ESTIGMATIZACION Y APOYO FAMILIAR EN LA ADHERENCIA TERAPEUTICA DEL PORTADOR DE VIH/SIDA. 
 
CRITERIOS DE SELECCIÓN 
CRITERIOS DE INCLUSION 
1. Paciente con diagnostico como portador de VIH/SIDA, que viva con al 
menos un familiar y que conozca su diagnóstico. 
2. Adscrito a UMF No 94 del IMSS. 
3. Atendidos en corresponsabilidad de clínica de VIH, del HGZ 29. 
4. Mayor de edad. 
5. Cualquier turno de atención médica, sexo, estado civil, ocupación y 
escolaridad. 
6. En tratamiento antirretroviral. 
7. Con reporte de laboratorio de Carga Viral y conteo de Células T de máximo 
6 meses de anterioridad, registrada en el expediente clínico. 
8. Cualquier comorbilidad relacionada con el VIH-SIDA (tuberculosis, micosis, 
neoplasias de linfáticos) 
9. Que acepten participar en el estudio bajo consentimiento informado y 
contesten de manera completa los instrumentos propuestos. 
CRITERIOS DE NO INCLUSIÓN 
1. Portadores de problemas psiquiátricos registrados en el expediente. 
CRITERIOS DE EXCLUSIÓN 
No necesarios. 
PROCEDIMIENTO PARA OBTENER LA MUESTRA 
El investigador principal se dio a la tarea de acudir a la clínica de VIH en el 
Hospital general de Zona No 29 en el periodo de julio a septiembre del 2009, para 
la localización personalizada de cada uno de los posiblesparticipantes que 
estuvieran bajo tratamiento, que cumplieran con los criterios de inclusión y que 
pertenecieran a la unidad de Medicina Familiar No 94. Previa explicación y con 
conocimiento amplio del tema que se buscaba investigar, se establecieron y se 
concertaron citas con los candidatos conforme al horario disponible de ambas 
partes, en la sala de espera de la UMF. 94 o en Hospital General de Zona No 29. 
De acuerdo a la información por el médico responsable de dicha clínica de VIH, se 
tiene un aproximado de 42 pacientes pertenecientes a la UMF. 94. 
INFLUENCIA DE LA ESTIGMATIZACION Y APOYO FAMILIAR EN LA ADHERENCIA TERAPEUTICA DEL PORTADOR DE VIH/SIDA. 
 
 
DESCRIPCIÓN DEL PROGRAMA DE TRABAJO 
PRIMER AÑO DE LA RESIDENCIA 
1. Adquisición de conocimientos en investigación biomédica, en el seminario de 
Investigación I y Estadística I. 
2. Selección de tema de investigación: Influencia del apoyo y estigmatización 
familiar en la adherencia terapéutica del portador de VIH/SIDA. 
3. Búsqueda bibliográfica y elaboración del proyecto de investigación sobre el 
tema. 
SEGUNDO AÑO DE LA RESIDENCIA 
1. Entrega de proyecto de investigación al Comité Local de investigación de la 
UMF 94. 
2. Entrega para revisión y aprobación de proyecto al Comité Regional de 
investigación. 
3. Solicitud de registro del proyecto de investigación al Comité Local de 
investigación de UMF 94. 
4. Integración de la muestra 
5. Recolección de la información y vaciado de la información en hoja de cálculo del 
programa SPSS V 15.0 
6. Análisis estadístico de los datos y elaboración de los resultados. 
7. Elaboración de cuadros y figuras así como de conclusiones y sugerencias. 
8. Presentación para revisión del trabajo terminado por el Comité Local de 
investigación. 
TERCER AÑO DE LA RESIDENCIA 
1. Adquisición de conocimientos y habilidades para la elaboración del escrito 
médico. 
2. Elaboración del escrito médico. 
3. Presentación del trabajo de tesis terminado y/o escrito médico ante personal 
Residente y de la Unidad Sede. 
INFLUENCIA DE LA ESTIGMATIZACION Y APOYO FAMILIAR EN LA ADHERENCIA TERAPEUTICA DEL PORTADOR DE VIH/SIDA. 
 
4. Envío a publicación de revista indexada. 
DESCRIPCION Y VALIDACION DEL INSTRUMENTO. 
Se utilizaron tres instrumentos de evaluación para los fines de este estudio: La 
percepción del sujeto con VIH/SIDA sobre el apoyo que le brinda su familia 
(Sinibaldi, 2001), Percepción del sujeto con VIH/SIDA sobre la estigmatización a 
que lo somete su familia (Sinibaldi, 2001) y TEST Morisky-Green (Morisky D, 
Green L, Levine D, 1986) sobre adherencia terapéutica, que se describen a 
continuación: 
Percepción del sujeto con VIH/SIDA sobre el apoyo que le brinda su familia. 
Anexo (2). Fue construida y validada por Sinibaldi, en México; en el 2001, la cual 
aplicaron a 103 pacientes con VIH/SIDA. Consiste en una escala tipo litker, cuyas 
opciones de respuesta y puntaje van del 1 al 5, (5=Totalmente de acuerdo; 4=De 
acuerdo; 3=Ni de acuerdo ni en desacuerdo; 2=En desacuerdo y 1=totalmente en 
desacuerdo), cuyo propósito es la evaluación sobre la” percepción del paciente 
con VIH/SIDA del apoyo que le brinda su familia”, esta constituido por 19 reactivos 
agrupados en tres factores: el 1. “Preocupación familiar por el enfermo” consta de 
siete reactivos; el 2. “Apoyo emocional”, quedo conformado por cinco reactivos, y 
el 3. “Percepción del apoyo familiar por el enfermo, se compone de siete reactivos; 
con pesos factoriales entre 0.823 y 0.418, alfas de Cronbach de 0.9086, 0.8815 y 
0.8405 respectivamente y un alfa de Cronbach general de la escala de 0.8826. 
El primer factor denominado “preocupación familiar por el enfermo”, del 
instrumento esta constituido por siete ítems (2, 5,8, 10, 14, 17 y 19), cuyas cargas 
factoriales explican el 42.46 % de la varianza total. Se encuentra estrechamente 
relacionado con la preocupación, la comprensión y protección que los integrantes 
del grupo familiar desean mostrar por el enfermo con VIH/SIDA. Su análisis de 
consistencia interna para evaluar la confiabilidad del éste factor mediante el alfa 
de Cronbach fue de 0.9086. 
El segundo factor esta constituido por cinco ítems (1, 3, 6, 12 y 16), cuyas cargas 
factoriales que explican el 8.16 % de la varianza, es el denominado “apoyo 
emocional”, pues todos los ítems se relacionan estrechamente con el interés de 
los miembros de la familia por mostrar al enfermo que están dispuestos a brindarle 
su apoyo en el área emocional, a través de escucharlo, alentarlo a enfrentar la 
vida y procurarle bienestar. Su análisis de consistencia interna para evaluar la 
confiabilidad del éste factor mediante el alfa de Cronbach fue de 0.8815. 
El tercer factor esta constituido por siete ítems (4, 7, 9, 11, 13, 15 y 18) cuyas 
cargas factoriales explican el 7.08% de la varianza total. Este es el denominado 
“percepción del apoyo familiar “, por el enfermo, pues todos los ítems se 
INFLUENCIA DE LA ESTIGMATIZACION Y APOYO FAMILIAR EN LA ADHERENCIA TERAPEUTICA DEL PORTADOR DE VIH/SIDA. 
 
encuentran relacionados con la sensación que tiene el enfermo de que los 
miembros de su familia se encuentran comprometidos en brindarle apoyo por 
medio de respaldarle, alentarle, cuidarle, ayudarle y colaborar para lograr su 
bienestar. Su análisis de consistencia interna para evaluar la confiabilidad del éste 
factor mediante el alfa de Cronbach fue de 0.8405. (23) 
Percepción del sujeto con VIH/SIDA sobre la estigmatización a que lo somete 
su familia. Anexo (3). Fue construida y validada por Sinibaldi, en México; en el 
2001, la cual aplicaron a 103 pacientes con VVIH/SIDA. Consiste en una escala 
tipo litker, cuyas opciones de respuesta y puntaje van del 1 al 5, (5=Totalmente de 
acuerdo; 4=De acuerdo; 3=Ni de acuerdo ni en desacuerdo; 2=En desacuerdo y 
1=totalmente en desacuerdo), cuyo propósito es evaluar la “percepción del 
individuo con VIH/SIDA en cuanto a si su familia le estigmatiza”, esta constituido 
por 27 reactivos de los cuales presenta cinco factores responsables de de explicar 
el 71.22% de la varianza así el factor 1 quedó constituido por nueve ítems que 
explican 50.45% de la varianza, mientras que el segundo factor responsable de 
6.09% de la varianza resultó constituido por siete ítems, el tercer factor quedo con 
tres ítems, mientras que el cuarto factor esta conformado por cuatro ítems con 
4.58% de la varianza y finalmente 4,32% restante de la varianza fue aportado por 
el quinto factor. Un posterior análisis de los reactivos de los cinco factores 
observaron que estaban bastante relacionados por lo que realizaron una prueba 
de coeficiente de correlación de Pearson entre factores, lo cual arrojó coeficientes 
elevados de correlación con un nivel de significancia de P>0.01 para dos colas. 
Por lo que el resultado de este instrumento fue que es unidimensional. El 
instrumento tiene una alta consistencia interna Alfa de Cronbach de 0.9642, así 
como la capacidad de diferenciar entre aquellas familias en las que el enfermo 
percibe que su familia lo estigmatiza, rechazándolo y reforzando todo tipo de 
conductas irracionales dirigidas hacia su persona, o que no le brinda su 
comprensión y aceptación. (23) 
El cuestionario MORISKY-GREEN, para evaluar la adherencia a tratamiento. 
Anexo (4). 
Este cuestionario ya ha sido aplicado en varios estudios de pacientes hipertensos 
para determinar la adherencia a tratamiento (21) y fue validado por Val Jiménez 
cols., en Barcelona España en pacientes hipertensos (22) en donde mostró una 
confiabilidad relativamente alta con (0.61) de consistencia interna (Alfa Cronbach). 
También ha sido utilizado en pacientes con VIH/SIDA para medir la adherencia a 
tratamiento de antirretrovirales (31) 
Este cuestionario consiste en cuatro preguntas que sus posibles respuestas son 
INFLUENCIA DE LA ESTIGMATIZACION Y APOYO FAMILIAR EN LA ADHERENCIA

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