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UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO Facultad de Psicología “INFLUENCIA DE LOS ESTILOS DE APEGO EN LAS ESTRATEGIAS DE PODER EN LAS RELACIONES DE PAREJA” T E S I S QUE PARA OBTENER EL TÍTULO DE: L I C E N C I A D A E N P S I C O L O G Í A DIANA ROMERO SÁNCHEZ DIRECTOR: DR. ROLANDO DÍAZ LOVING REVISORA: DRA. TANIA E. ROCHA SÁNCHEZ SINODALES: DRA. SOFÍA RIVERA ARAGÓN DR. GERMÁN ÁLVAREZ DÍAZ DE LEÓN MTRA. MIRIAM CAMACHO VALLADARES PROYECTO PAPIIT NO. IN305514 MODELO DE LA INFLUENCIA CULTURAL EN LA INTERACCIÓN, CONDUCTA Y SALUD DE LAS PAREJAS MEXICANAS. DR. ROLANDO DÍAZ LOVING CDMX. 2016 UNAM – Dirección General de Bibliotecas Tesis Digitales Restricciones de uso DERECHOS RESERVADOS © PROHIBIDA SU REPRODUCCIÓN TOTAL O PARCIAL Todo el material contenido en esta tesis esta protegido por la Ley Federal del Derecho de Autor (LFDA) de los Estados Unidos Mexicanos (México). El uso de imágenes, fragmentos de videos, y demás material que sea objeto de protección de los derechos de autor, será exclusivamente para fines educativos e informativos y deberá citar la fuente donde la obtuvo mencionando el autor o autores. Cualquier uso distinto como el lucro, reproducción, edición o modificación, será perseguido y sancionado por el respectivo titular de los Derechos de Autor. UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO FACULTAD DE PSICOLOGÍA DIVISIÓN DE ESTUDIOS PROFESIONALES “INFLUENCIA DE LOS ESTILOS DE APEGO EN LAS ESTRATEGIAS DE PODER EN LAS RELACIONES DE PAREJA” TESIS PARA OBTENER EL TITULO DE LICENCIADA EN PSICOLOGÍA PRESENTA DIANA ROMERO SÁNCHEZ DIRECTOR: DR. ROLANDO DÍAZ LOVING REVISORA: DRA. TANIA E. ROCHA SÁNCHEZ SINODALES: DRA. SOFÍA RIVERA ARAGÓN DR. GERMÁN ÁLVAREZ DÍAZ DE LEÓN MTRA. MIRIAM CAMACHO VALLADARES PROYECTO PAPIIT NO. IN305514 MODELO DE LA INFLUENCIA CULTURAL EN LA INTERACCIÓN, CONDUCTA Y SALUD DE LAS PAREJAS MEXICANAS. DR. ROLANDO DÍAZ LOVING CDMX. FEBRERO 2016 Para Ainé Agradecimientos “Sobre la tierra no hay dinero suficiente para pagar el conocimiento.” Yusuf Ibn Jafar el Amudi. A la Universidad Nacional Autónoma de México por aceptarme, por dejar que sea parte de su comunidad esplendorosa, libre, independiente y obviamente autónoma. Por darnos las bases para que podamos volar según sean nuestros deseos y sueños. Al Programa de Apoyo a Proyectos de Investigación e Innovación Tecnológica (PAPIIT) porque no hubiera sido posible la culminación de este ciclo. Al Dr. Rolando por ser pilar fundamental para el desarrollo de este proyecto. A la Dra. Tania por sus acertados comentarios claros y precisos. A la Dra. Sofía, el Dr. Germán y a la Mtra. Miriam por sus comentarios, por su comprensión y por ser parte de mi comité. A la Unidad de Investigaciones Psicosociales, el cubil 9 antes 8, por abrirme la puerta, no sólo la física sino la puerta de sus corazones y de sus conocimientos, el dejarme ser parte de sus visiones y transmitirme su amor por la ciencia y la investigación. Gracias por creer y confiar en mí y por enseñarme que los abrazos son la mejor forma de comunicación que existe, me siento honrada al pertenecer a este gran equipo de trabajo. A Normita por sus valiosas aportaciones, a Joaquín, a Faby y Pao por apoyarme y aconsejarme con fundamentos y ser unos excelentes profesores que hacen las preguntas adecuadas para engrandecer a sus escuchandos, a Fer, Gus, Carol, Phanie, Deniss, Jair, Marco e Ilse por su apoyo moral, por las risas y momentos compartidos, a Ale y Dany por además de eso, estudiar y sufrir conmigo. A Lilian y Leo que aunque he convivido poco con ustedes, porque saben marcar a las personas a su paso. A Mafer, Lilia, Ere y Caro por sus consejos. A todas las personas que han pasado por el cubículo y todas aquellas que están por pasar, es una experiencia gratificante el observar que con los años se ha formado una red de conocimiento que aunque no estén presentes físicamente las personas, están presentes la grandiosidad de lo que realizaron. Agradecimientos bis A mis figuras de apego. A mis padres, Sra. Irma y Sr. Arturo, les agradezco mi formación. Por crearme. Por todo. Por ser. Por estar. Por ser ustedes y no otros. Porque me han enseñado muchas cosas en la práctica y en la teoría. Por dejarme que les enseñe lo que he aprendido. Porque antes de ser ingenieros son mis padres. A mis hermanas Flor y Claudia por compartir conmigo sus inquietudes, hechos y supuestos de cómo es la vida. Por tratar de protegerme y por dejar que las proteja en lo que he podido. Por sus diferencias y similitudes. Por pensar diferente y hacerme pensar igual que ustedes; por dejarme debatir cuando no lo hago. A mi familia porque sin ustedes no sería lo que soy y por eso les estoy infinitamente agradecida. A mis amigxs y compañerxs de la carrera. Li Erandi, Blanquita, Reny, Lily, Dul, Lucy, David, Yair, Annie, Giny por mencionar algunos pero innumerables personitas que hicieron de esta una bella experiencia. De igual forma a todos los maestros y profesoras que con dedicación y entrega aportan sus conocimientos. A mis SMAEP Zacni y Betho que me quieren por lo que soy. A los amigos de la prepa 8 que nos hemos mantenido. Y a los nuevos que he ido encontrado. A Mar, Atz y Uriel por esas buenas pláticas, por animarme a hacer cosas diferentes. A todas las personas que me ayudaron a conseguir mi muestra y a los que fueron parte de ella. A mi psicólogo y a mi apurado diseñador por hacer más bella mi realidad. A todos, a ti random citizen que estás leyendo esto, porque pudiste sobrevivir a las adversidades del mundo en todas tus etapas. El simple hecho de haber sido tú y no otro espermatozoide el que ganara entrar al óvulo era una ganancia, porque tú eras ganador de esa competencia, de miles de espermas, tú ganaste. Gracias a aquello que nos haya puesto aquí, en este momento y lugar, que nos dejó interactuar en este espacio. Índice “Nadie viaja tan alto como aquel que no sabe a dónde va.” Oliver Cromwell Resumen .................................................................................................................. 1 Abstract ..................................................................................................................... 2 Introducción .............................................................................................................. 3 Capítulo 1. El apego ................................................................................................. 7 Teoría del Apego ................................................................................................... 7 El apego en la pareja ..........................................................................................15 Apego, Personalidad y Cultura ........................................................................... 17 Capítulo 2. El Poder en la cultura mexicana ........................................................... 21 Definición del poder en México ........................................................................... 21 El poder en el desarrollo ..................................................................................... 23 Estrategias de poder ........................................................................................... 25 El poder en la pareja ........................................................................................... 29 Capítulo 3. La pareja en México ............................................................................. 33 Concepto de pareja ............................................................................................. 33 Antecedentes de las relaciones de pareja .......................................................... 34 La pareja joven .................................................................................................... 37 Capítulo 4. Método ................................................................................................. 47 Delimitación del problema ................................................................................... 47 Objetivo general .............................................................................................. 48 Objetivos específicos ....................................................................................... 48 Hipótesis estadísticas ......................................................................................... 48 Hipótesis de trabajo ............................................................................................ 49 Identificación de variables ................................................................................... 49 Definición conceptual de variables ...................................................................... 50 Definición operacional de variables .................................................................... 51 Muestra y muestreo ............................................................................................ 51 Instrumentos de medición ................................................................................... 52 Tipo de estudio y diseño de la investigación ....................................................... 53 Procedimiento ..................................................................................................... 54 Análisis estadísticos ............................................................................................ 54 Capítulo 5. Resultados ........................................................................................... 56 Análisis de diferencias ........................................................................................ 56 Análisis de correlaciones .................................................................................... 59 Capítulo 6. Discusión .............................................................................................. 63 Referencias ............................................................................................................. 81 Anexos .................................................................................................................... 87 1 Resumen El presente estudio se desarrolló para comprender cómo interactúan los estilos de apego y las estrategias de poder en las relaciones de pareja. Se realizó un estudio de corte cuantitativo, utilizándose una muestra de 92 hombres y 94 mujeres con un rango de edad de 18 a 29 años con una media de 23.31; el 75% se encontraban en una relación de noviazgo y 44.1% tenían una escolaridad de básica/media y el 55.9% restante de superior/posgrado. Se utilizaron los instrumentos Escala de Estrategias de Poder de Rivera (2000) y la Escala de Apego para Adultos con medidas independientes de Padilla-Bautista y Díaz-Loving (2016). Se realizó una prueba t-Student y prueba ANOVA para identificar las diferencias entre escolaridad en los estilos de apego, las estrategias de poder entre hombres y mujeres. Se empleó una correlación de Pearson para conocer el grado de asociación entre los estilos de apego y las estrategias de poder en hombres y mujeres dando como resultado que existen más estilos de apego inseguros y más estrategias de poder negativo en escolaridades bajas. Por otro lado el estilo preocupado se relaciona con estrategias de poder negativas, los hombres con estilo de apego seguro se relacionan con estrategias positivas mientras que mujeres con estilo seguro sólo se relacionan con la estrategia equidad-reciprocidad. Palabras clave: estilos de apego, estrategias de poder, pareja, juventud, cultura. 2 Abstract This study was developed to understand how attachment styles and the power strategies interact in a relationship. A quantitative study was conducted, using 92 a sample of men and 94 women with age ranging from 18 - 29 years, with a mean of 23,31; the 75% were in a dating relationship and 44.1% had basic schooling/high school, and the remaining 55.9% had graduate education. A Power Strategies Scale (Rivera, 2000) and an Adult Attachment Scale (Padilla-Bautista & Diaz- Loving, 2016) were used. Student t-test and ANOVA test were performed to identify the differences between schooling, attachment styles, power strategies and between men and women. Pearson correlation were used to determine the degree of association between attachment styles and power strategies in men and women. Results show more insecure attachment styles and negative power strategies in low schooling. On the other hand, concerned attachment style relates to negative power strategies; men with secure attachment style have positive strategies, while women with secure attachment style relate only to the equity-reciprocity strategy. Keywords: attachment styles, power strategies, relationships, youthfulness, culture. 3 Introducción Los primeros contactos del ser humano con el mundo desde el nacimiento, son los más importantes, pues fijan la tendencia del comportamiento de éste ante la sociedad y dan las pautas de cómo actuar e interactuar, el primer vínculo es decisivo para que en el futuro se pueda crear proximidad con una pareja amorosa, a esto se le denomina apego (Bowlby, 1989). Por otro lado el poder, es ese constructo que se ve como negativo socialmente, aunque en la sociedad mexicana está ligado con el amor, es decir, el poder lo tiene quien dicta las reglas y a quien se le tiene respeto, pero el respeto sólo se le da a quien se ama –se otorga por amor– (Díaz-Guerrero, 2003), la forma en que la humanidad se va apropiando de estos dos recursos, es a través de la primera infancia, consolidándose durante el desarrollo, en donde se empieza el proceso de integración, junto con valores y creencias dentro de la familia, dentro de la cultura, tanto la proximidad a los seres queridos como los medios para obtener lo que uno desea, puesto que cuando se es pequeño no se sabe cómo está conformado el mundo y de alguna manera se tiene que sobrevivir (Rivera, 2000). El presente proyecto pretende evaluar a hombres y mujeres que estén dentro de una relación de pareja para observar, cómo cada uno de ellos se comporta con respecto al constructo del poder y del apego, cómo se percibe a sí mismo dentro de esta diada, tomando en cuenta sus características individuales y cómo repercuten y se mueven dentro de la relación de pareja. Es relevante para la sociedad porque en la juventud se observa grandes cambios tanto culturales como de perspectiva, se abren campos, visiones y valores, incluyendo el desarrollode nuevas tecnologías, es sabido que vivimos en una época donde el pensamiento social es cambiante, inconstante y podría parecer que cambia a la velocidad de la luz; además de que en esta etapa, una de las más grandes expectativas es formar una conexión cercana con otra persona (Padilla, 2012), es donde se deja atrás la adolescencia para concentrarse en el futuro y en cómo se obtendrá una vida de provecho, si se tiene hijos, cómo se educarán; todo esto, los jóvenes, buscan 4 compartirlo con una pareja; es cuando se deja de pensar en sí mismo y se da la oportunidad de compartirla con alguien más. Las creencias, costumbres y el conocimiento adquirido al ser miembro de una sociedad también forma parte de la cultura (Díaz-Guerrero, 2003), la vida gira en torno a ella, la gente aprende y genera más cultura, es también por esto que el ser hombre o mujer conlleva a un proceso psicológico, social y cultural con el que los individuos se ven pertenecientes a un género u otro acorde a su cultura, identificando tanto la conducta entre lo femenino y lo masculino como la relación entre ellos considerándose como una herramienta para entender los procesos sociales en los que participan, también denominado como género (Rocha- Sánchez & Díaz-Loving, 2005; Cardenal & Fierro, 2001; Status of Women, Canadá, 1996; citado en García, 2008). En este mismo sentido podemos hablar de los estereotipos de género que se forman por medio de la cultura, es decir, la sociedad marca cómo deben comportarse, sentir, pensar, y hasta desarrollarse hombres y mujeres. Por este lado el nivel de estudios tiene una repercusión directamente en los estereotipos de género, puesto que se ha observado que las personas con una escolaridad baja tienden a ser más estereotipados que los que tienen una escolaridad elevada (Rocha-Sánchez & Díaz-Loving, 2005), se observa que los universitarios entran en un proceso de aculturación, es decir, no se dejan llevar tan fácilmente por lo que la sociedad les dicta, van formando sus propias ideologías y creencias; por lo tanto se busca identificar si la escolaridad tiene alguna influencia en hombres y mujeres con respecto a los estilos de apego y las estrategias de poder; por ejemplo, en el estudio de Rivera y Díaz-Loving (2002) se menciona que hubo una tendencia a que las mujeres utilizaran estrategias adjudicadas al hombre; esto debido quizá a que se entra en una lucha de poderes donde las mujeres buscan hacer lo que al hombre le ha servido para mantenerse en el poder. Una de las consecuencias del poder, y en especifico de su abuso es la violencia de género y a pesar de que la medición de ésta última no es parte de los objetivos de este proyecto, llama la atención el alcance que puede tener el poder dentro de las relaciones interpersonales, pues se filtra en el país esta violencia 5 que tiene que ver con los mencionados estereotipos de género pues justifica la inequidad de poder y fomenta la superioridad de un sexo sobre el otro. En nuestro país, una de cada tres mujeres de 15 años o más, casadas o en una relación de unión libre, recibió violencia por parte de su pareja durante el año 2010 y 2011 (Encuesta Nacional sobre la Dinámica de las Relaciones en los Hogares ENDIREH: 2011 / Instituto Nacional de Estadística y Geografía México INEGI: 2013), como habíamos dicho al principio, en México sólo se tiene poder sobre uno cuando se le ama y asimismo el amor siempre se ha traducido como un bienestar humano (Rivera, 2000), y el mejor bienestar que existe es el de una madre cubriendo las necesidades de su hijo; desde el inicio; a eso se le conoce como apego. Este estudio pretende ser una aproximación para observar qué sucede en la sociedad mexicana y sus relaciones de pareja, a partir de cómo se comportan estas dos variables, es decir, se buscará la relación e influencia de los tipos de apego y las estrategias de poder y el cómo interactúan e influyen dentro de las relaciones sentimentales de pareja en la juventud, puesto que se reporta que de las mujeres de 15 a 29 años el 38.4% ha sufrido al menos un incidente de violencia por parte de su pareja (ENDIREH 2011, INEGI 2013). Finalmente es importante destacar que si bien es cierto que no podemos meternos en la cabeza de las personas para medir los constructos que creemos pertinentes, a la hora de hacer psicología, la manera más aceptada y difundida para realizar las mediciones es por medio de escalas; en este estudio se utilizarán dos instrumentos creados a partir de población mexicana que tienen altos niveles de validez y confiabilidad, que más adelante se ahondará en ellos pero aquí se mencionan someramente, la Escala de Estrategias de Poder (ESPO) de Rivera (2000) y la Escala de Apego en Adultos con Medidas Independientes (EAMI) de Padilla-Bautista y Díaz-Loving (2016) donde se observa que los autores de las mismas cuidaron las diferencias culturales, el lenguaje y otras consideraciones de carácter social, para el mejor entendimiento y con la finalidad de tener un acercamiento a observar el mundo a través de los ojos de las personas a las que queremos llegar. 6 Capítulo 1 El apego “El hombre verdaderamente grande es el que no quiere ser amo de nadie, ni que nadie sea su amo.” Kahlil Gibrán 7 Capítulo 1. El apego Teoría del Apego Una de las preguntas que se han realizado a lo largo de la historia de la humanidad van en dirección a identificar qué es lo que origina la conducta del ser humano, pero como la pregunta es vaga, se observan como antecedentes las corrientes que en todo tipo de tema producen controversias, es decir, si es la herencia biológica o las conductas aprendidas a través de las experiencias; lo que podemos asegurar es que somos la fusión de un complejo sistema de evolución bioquímica y sociocultural que se desarrolla dentro de un ecosistema en constante movimiento (Díaz-Loving & Rivera, 2010), no sin olvidar que existen ciertas pautas que sobrevienen en puntos específicos del desarrollo. Es decir si suceden en un determinado momento van a alcanzar un punto máximo pero si se presentan posteriormente no existe una crisis tan significativa como si se hubiera presentado en etapas posteriores; tal es el caso de la impronta que es la tendencia a formar vínculos con otros organismos, que tiene como características el aprendizaje programado genéticamente para la sobrevivencia al medio ambiente, también define preferencias hacia una especie, se constituye durante un periodo crítico y sus efectos son parcialmente estables. En los humanos la dependencia es más prolongada y por eso existen los sistemas de apego, con los cuidadores primarios (Frías, 2011; Lorenz, 1966; citado en Bowlby, 1998; Bowlby, 1969, 1982; citado en Frías & Díaz-Loving, 2010). El apego se define como la búsqueda de un fuerte lazo emocional hacia otras personas. La teoría fue explicada por Bowlby, (1998) basándose principalmente en la teoría psicoanalítica; también buscó otras fuentes dentro de las ciencias como son la etología, la psicología social experimental, cognitiva, la neurofisiología, entre otras; la diferencia entre la teoría psicoanalítica, radique en que Freud (1959) tomó como punto de partida personas adultas para su trabajo, reconstruyendo las primeras experiencias de los individuos para el desarrollo de la personalidad y Bowlby utilizó las observaciones de niños de entre 6 meses a 6 8 años de edad, considerando que las representaciones mentales se actualizan a través de la vida y son afectadas por factores contextuales. Es decir, a lo largo de la vida de las personas, se forman interacciones con otras creándose un vínculo significativo; cabe destacar que cada una de las personas tienen una historia con otras formándose diferentes estilos de apego que también dependen de la situaciónen la que se encuentran, todas estas relaciones pueden ser una pauta de cambio de los esquemas que están en constante construcción (Bowlby, 1998; Yárnoz, Alonso-Arbidol, Plazaola & Sainz, 2001; Frías, 2011). En los humanos el período crítico para formar vínculos y relaciones sociales afectivas sólidas con los cuidadores primarios, es alrededor de los seis meses y los primeros dos años, si durante este tiempo no se reciben los estímulos para el adecuado crecimiento no se podrán realizar después tendiendo con ello consecuencias en el desarrollo social del individuo. Los cuidadores primarios son quienes proveen los cuidados y esta relación predomina a lo largo del desarrollo de la persona, a pesar de que la conducta puede modificarse en posteriores relaciones y se sabe que el estilo de relacionarse es un factor importante que está presente a través de nuestra vida, tiene un peso importante esa primera relación (Harlow & Harlow, 1962, citado en Frías, 2011; Harlow & Zimmerman, 1959; citados en Bowlby, 1998; Ainsworht, Blehar, Waters & Wall, 1978; Bowlby, 1969/1982, 1973, 1980; citados en Yárnoz et al., 2001; Díaz-Loving & Sánchez, 2004). La impronta es un proceso en el cual el organismo trata de alcanzar un objetivo a través de estímulos que buscan reducir el hambre o excitación. Por ejemplo se busca una situación en que las conductas van direccionadas para llamar la atención del cuidador primario, y esto desencadena la respuesta de aproximación, el seguimiento y la formación de apego (Frías, 2011). Existe una similitud entre la impronta de las aves estudiado por Lorenz y el desarrollo del apego de los humanos, que fue estudiado por Bowlby (Frías, 2011). Las primeras sonrisas de un bebé no siempre son ocasionadas por un estímulo en particular como la comida, o la cara de su madre. Existen estudios donde se les presentan líneas, representando una sonrisa a los bebés, y éste a su vez, sonríe 9 para asegurar su sobrevivencia; posteriormente reacciona sólo a caras humanas y luego sólo a caras conocidas, además existe una preferencia innata por las características de la madre biológica; se mantienen estas preferencias a lo largo de la vida y se pueden tener diferentes figuras de apego, aparte de la madre, aunque no con todas se tenga el mismo estilo de apego (Frías, 2011; Frías & Díaz-Loving, 2010). En la teoría de Bowlby (1969/1982, 1973, 1980), el apego se define como un sistema de control, una conducta instintiva que es modificada por ciertas necesidades en el momento y a lo largo del tiempo, por lo tanto la proximidad o contacto que desea el niño con su figura de apego depende de factores tanto endógenos (pertenecientes al individuo) como exógenos (situaciones ambientales). Si existe una amenaza en el ambiente, el niño buscará protección en su figura de apego, su cuidador primario, si no hay tal amenaza el niño explorará el ambiente (Yárnoz et al., 2001). Las observaciones sistemáticas realizadas (Bowlby, 1980; Ainsworht et al., 1978, citados en Díaz-Loving & Sánchez, 2004), demostraron que había una serie de conductas reactivas por parte del niño ante la separación de la madre, que es por lo general el principal cuidador, muy específicas, definido como búsqueda de la seguridad o sistema de apego, véase Figura 1.1 (Frías & Díaz-Loving, 2010). Figura 1.1 Sistema de Apego. Manifestaciones principales del sistema de apego Búsqueda de proximidad Refugio seguro Base para explorar Ansiedad por separación Fuentes de ansiedad y razones por las que se forma el apego Se percibe peligro o amenaza Se aleja la figura de apego Dependiendo de las reacciones del cuidador primario hacia el niño a su retorno forma parte del desarrollo de un estilo de apego, es decir, tanto las 10 conductas del primero afectan en el segundo y viceversa, generando así los estilos de apego que tras estas observaciones fueron determinaron tres: el apego seguro, el apego ansioso-ambivalente y el evitante. El apego seguro se observa cuando existe un equilibrio entre la dependencia y la autonomía, en el ansioso- ambivalente se observa una dependencia excesiva, aunque su comportamiento es de rechazo y en el evitante o elusivo se observa un distanciamiento más marcado (Sánchez, 2010). Bowlby (1966) propuso la existencia de cinco sistemas conductuales relacionados a la corrección de objetivos del apego; que son el apego, el apoyo, la exploración, el sexo y la afiliación; cada uno de estos tiene como función aumentar la probabilidad de sobrevivencia del individuo. La principal función del apego es lograr la sensación de seguridad y tiene como estrategia buscar la proximidad a otros. La función del apoyo es aliviar el estrés y promover el desarrollo del otro y como estrategia tiene brindar apoyo sensible y responsivo. la exploración tiene como función conocer el ambiente y como estrategia el trabajo, juego, creatividad y el establecimiento de nuevas relaciones. El sexo tiene como función transmitir los genes y mantener relaciones y como estrategia utiliza el contacto sexual. Y por último la afiliación tiene como función principal el socializar con otros y utiliza como estrategia los juegos, las alianzas, disputas y nuevas amistades (Frías, 2011). El individuo puede tener emociones, pensamientos y motivos encontrados en cuanto a una persona puesto que los procesos afectivos y cognitivos operan en paralelo y comúnmente se activan defensas para lidiar con ellas. Véase Figura 1.2. Figura 1.2 Procesos afectivos y cognitivos Apego Vínculo afectivo Vínculo cognitivo Componente bioevolutivo Componente cultural interacción Búsqueda de apoyo protección y confort Valoración de los demás Valoración de sí mismo Pero el objetivo final, del sistema de apego, es buscar la sobrevivencia a eventos estresantes o de ansiedad. Las representaciones mentales y las 11 conductas derivadas de estos pensamientos favorecen un desarrollo saludable de la personalidad que es el reflejo de una transición de un estado de dependencia hacia una madurez de libertad, independencia y autonomía. Cuando se es seguro, se va aceptando nuevos retos con la mejor de las disposiciones y se va regulando el estrés. No obstante el apego totalmente independiente no es lo que se busca, la teoría del apego menciona que el individuo recurre a la ayuda de sus seres queridos cuando se enfrenta a situaciones de amenaza y el que exista un sano balance entre la confianza de sí mismo y hacia los demás es una de las habilidades más elevadas para la regulación de la persona. El sistema de apego tiene como finalidad lograr una sensación de seguridad en el individuo, cuando esta meta es alcanzada, pone fin a su activación, es decir cuando se percibe un peligro en el ambiente o se aleja considerablemente de las figuras de apego, existe un incremento en el deseo de ser protegido y cuidado por éstas (Mikulincer, Shaver & Pereg, 2003; Shaver & Mikulincer, 2002; Mikulincer & Goodman, 2006; citados en Frías, 2011). El apego entonces puede ser definido como la disposición de los seres humanos para crear vínculos afectivos con otros, explicando las emociones y conductas además del sufrimiento emocional y alteraciones generadas por su separación o rompimiento de expectativas ante éstos (Díaz-Loving & Sánchez, 2004; Bowlby, 1977, 1969/1982; citado en Frías, 2011). La estabilidad del apego es gracias al principio de primacía con el que se rige, es decir, que las primeras experiencias forman un patrón con el que se guiarán la relaciones subsecuentes. Esta perpetuación es facilitada por los modelos de funcionamiento interno que Bartholomew y Horowitz (1991) retomaron de la propuesta original de Bowlby sobre la existencia de esquemas mentales diferenciales, que son formados a partir de la experiencia con los cuidadores primarios y se refieren a la imagenque tenemos de los otros, lo que esperamos, y si es alguien disponible (modelo de los demás) y el otro esquema que plantea cómo nos vemos a nosotros mismos, la imagen del Yo, una autoevaluación de si merecemos o no cariño (modelo de sí mismo), véase Figura 1.3. 12 Figura 1.3 Perpetuación de apego Modelos de funcionamiento interno Resuelve necesidad de certeza Modelo de sí mismo (+) (-) Modelo de los demás (+) (-) Se evalúa qué tan merecedor es de la protección, cariño y cuidado de los demás. Se evalúa qué tan confiables y disponibles son los otros al proporcionar ayuda. Aquí se muestran patrones conductuales formados por la interacción con los demás y dado que no son rasgos del individuo se denominan también como el nivel de dependencia o ansiedad (tranquilo-ansioso) y el nivel de evitación de la intimidad (alejamiento-intimidad) donde se puede observar en un plano los cuadrantes de los estilos que se conocen actualmente para los adultos véase Figura 1.4 (Mikulincer & Shaver, 2009; citados en Frías, 2011; Díaz-Loving & Sánchez, 2004; Frías & Díaz-Loving, 2010) Figura 1.4 Modelo de apego adulto (Frías, 2011) B aj a va lo ra ci ón d e lo s de m ás M ay or a le ja m ie nt o Alta valoración de sí mismo Baja ansiedad o dependencia A lta v al or ac ió n de lo s de m ás M ay or c er ca ní a Evitante Seguro Temeroso Preocupado Baja valoración de sí mismo Alta ansiedad o dependencia Los modelos de funcionamiento interno nos muestran patrones conductuales que se heredaron por el pensamiento que de las experiencias emocionales con las figuras de apego se generaban, y el apego en cambio son las pautas de emociones y conductas llevadas por un pensamiento que se formaron de estas 13 experiencias, siendo relativamente estables y formando un componente central en la personalidad; además, funciona como una serie de hipótesis autocumplidas, es decir, los sujetos tienden a comportarse de tal manera que los otros generen una conducta esperada, mas no siempre deseada, generando patrones de conducta y círculos viciosos dentro de las relaciones interpersonales (Bowlby, 1969, 1982, 1973,1980; Fraley & Shaver, 1998; citados en Frías & Díaz-Loving, 2010). Bowlby (1969) generó la teoría a partir de la interacción entre madre e hijo, pero dada la importancia que tiene al mantenerse a lo largo de las relaciones sentimentalmente significativas, se pueden entender también como relaciones de apego, pensándose que se pueden tener más de una relación de apego y más de un cuidador (Frías & Díaz-Loving, 2010). Bajo el modelo se proponen dos ejes que miden de manera independiente las dimensiones del sí mismo y de los demás para formar cuatro estilos de apego definidos como seguro, evitativo, preocupado y temeroso, estos modelos según Bowlby (1973) son complementarios y se confirman mutuamente y se observa una relación entre ambos ejes; pero dada la complejidad, se puede caer en el error de catalogar a las personas en un estilo que no le pertenece (Frías & Díaz-Loving, 2010; Padilla-Bautista & Díaz-Loving, 2016). • El apego seguro: Representa un sentido de valoración personal combinado con la expectativa de que los otros son confiables, leales y de buen corazón. Las personas con este estilo de apego tienden a ser afectuosas, cálidas, afables, constantes y sus relaciones se caracterizan por ser satisfactorias, amigables e integradas, donde encuentran y generan un ambiente de bienestar, confianza y felicidad, con un perfecto y sano equilibrio entre la autonomía y la dependencia, son capaces de reconocer el estrés cuando se les presenta y buscan el apoyo de sus seres queridos y si perciben que otro enfrenta una amenaza son sensibles ante sus necesidades; perciben al amor romántico como relativamente estable aunque tiene variaciones a lo largo de la relación y en ocasiones el amor nunca se acaba (Hazan & Shaver, 1987; Collins, 1996; Fraley & Shaver, 1998; Mikulincer et al., 14 2003; Shaver & Milulincer, 2002; Feeney & Collins, 2001; citados en Frías, 2011; Lozada, 2002; citado en Sánchez, 2010; Ojeda, 1998) • El apego evitante: Es la combinación de una alta valoración personal con una disposición negativa y altas expectativas hacia los demás, evitan la cercanía emocional y mantienen un alto sentido de independencia personal y resistencia, por lo que son grandes exploradores del mundo físico. Las personas con este estilo de apego niegan y/o suprimen sus necesidades de afecto y protección, creando un conflicto entre lo que necesitan y los medios que utilizan para resolverlo; generando tensión y estrés; por lo mismo no están interesados en las relaciones cercanas o no comprenden las peticiones de apoyo de otros, es decir, no desarrollan el sistema conductual de apoyo; además de ser evasivos y desconfiados; perciben al amor romántico ideal como no existente en la vida real, que no siempre dura y que es poco probable encontrar a una persona de la cual enamorarse (Hazan & Shaver, 1987; Shaver & Mikulincer, 2002; citado en Frías, 2011; Sánchez, 2010; Ojeda, 1998; Díaz-Loving & Rivera, 2010). • El apego preocupado: Es la combinación de poca valoración personal con una evaluación positiva de los otros, por lo que lleva al individuo a una lucha por la auto-aceptación y la aceptación por parte de los otros. Las personas con este estilo de apego tienden a presentar inseguridad en sus relaciones, donde buscan constantemente que les digan que los quieren y ser afirmados por otras personas, con un fuerte deseo de compromiso; además tienen un alto grado de dependencia, es decir, persiguen impulsivamente al objeto de amor cuando no está y lo absorben con la misma desesperación sí se encuentra. Atribuyen los fracasos a su falta de competencia y los aciertos al azar o destino; perciben al enamoramiento como fácil de conseguir aunque no creen haber vivido un amor real (Frías, 2011; Sánchez, 2010; Ojeda, 1998; Collins 1996; citado en Frías & Díaz-Loving, 2010; Díaz-Loving & Rivera, 2010). 15 • El apego temeroso: Es aquella combinación donde existe una poca valoración personal y la expectativa de que los otros serán poco confiables y repelentes, por lo que el individuo se protege a sí mismo evitando la cercanía emocional con otros, tienden a irritarse fácilmente y son insensibles ante las necesidades de los otros, tienen una mala opinión de la vida en general que les genera indecisión; las personas con este estilo de apego presentan en sus relaciones celos, respuestas emocionales desproporcionadas y búsqueda de reciprocidad en la relación; asimismo perciben a sus parejas como renuentes a la cercanía emocional (Hazan & Shaver, 1987; citados en Frías, 2011; Yárnoz et al., 2001; Sánchez, 2010; Ojeda, 1998; Díaz-Loving & Rivera, 2010). Finalmente se puede concluir que el apego es un proceso complejo evolutivo donde los individuos cubren ciertas necesidades para asegurar la sobrevivencia, incluso padres de niños pequeños tienen ese deseo de ser cuidados y protegidos ya sea por la sociedad, por sus propios padres o por su pareja (Bowlby, 1989); a lo largo de este apartado hemos hablado sobre la formación del apego y parte del apego adulto. El apego en la pareja Como se mencionó anteriormente, el apego no sólo se genera en la relación madre e hijo sino que va cambiando conforme avanzamos en el tiempo y maduramos, incluso se va modificando el estilo de apego según las personas van interactuando con otros ya que se pueden tener diferentes estilos de apego dependiendo de las personas pero no necesariamente se comportan de la misma manera; es así que se han hecho diversas investigaciones en las relaciones románticas, son Hazan y Shaver (1987, citados en Frías & Díaz-Loving, 2010) quienes vincularon las relacionesrománticas con los tipos de apego y resaltando que la principal figura de apego en la adultez es la pareja; posteriormente Fenney y Noller (1990, citados en Frías & Díaz-Loving, 2010) encontraron datos que 16 sugerían que las relaciones amorosas tenían un efecto por el estilo de apego de los individuos; pues se muestran las creencias que desarrollaron acerca de lo que ganan y lo que pierden dentro de las relaciones de pareja. Otra investigación que resalta la importancia de los estilos de apego en las relaciones amorosas es la de Simpson, Rholes y Phillips (1996, citados en Frías & Díaz-Loving, 2010), donde sugieren que los modelos de funcionamiento interno característicos de cada estilo están asociados con las estrategias de regulación de afecto, la dependencia a las otras personas y los patrones de comunicación utilizados. El compañero de vida no siempre es la principal figura de apego, puesto que la relación con los padres puede ser todavía muy fuerte e incluso por parte de las mujeres se ha encontrado que cuando les preguntan sobre su mejor amigo, usualmente es otra mujer y los hombres suelen decir que su pareja es su mejor amiga (Buss & Meston, 2009), aunado a esto, para que la pareja sea una buena figura de apego debe ser preferida para su búsqueda, ser una fuente de seguridad en momentos difíciles y una base que motive a perseguir sueños y objetivos de vida en un ambiente de tranquilidad y confianza que también están asociadas a relaciones satisfactorias si se desarrollan los sistemas de apego, cuidado e intimidad de manera adecuada (Frías & Díaz-Loving, 2010). Los objetivos finales de los sistemas de apego por parte de la evolución es precisamente que los adultos cuando formen sus propias familias cumplan como función, el ser buenas figuras de apego, al detectar necesidades tanto de su pareja como de sus hijos, impulsando su óptimo desarrollo; pero esto sólo sucede si las necesidades del cuidador primario están resueltas, si no el cuidador tiende a comportarse de tal forma que satisface sus necesidades con los que lo rodean creando un ambiente de confusión (Frías & Díaz-Loving, 2010). Cuando se habla de parejas románticas y específicamente del amor pasional no se puede dejar de lado la atracción sexual que existe entre las personas que repercute en cómo interactúan sexualmente, es decir, se busca relacionar con una potencial pareja sexual a corto o largo plazo (Buss & Kndrick, 1998, citados en Frías & Díaz-Loving, 2010), generando incluso una activación a la preocupación 17 por el atractivo o desempeño sexual, o al contrario tener una tendencia a la evitación sobre los encuentros sexuales, desarrollando relaciones superficiales. Por lo anterior podemos encontrar que dependiendo de los estilos existe un comportamiento, junto con creencias y actitudes características hacia la sexualidad. Apego, Personalidad y Cultura El apego es un componente biocultural, el factor biológico está representado por las necesidades genéticamente básicas y determinantes para la sobrevivencia de la especie como el amor, afecto, cercanía, cuidado, interdependencia, seguridad, apego y poder; éstas se encuentran a lo largo de nuestra vida y nuestras relaciones tempranas y la forma en que se acercan o alejan de otros; pero éstas no se dan en un campo vacío, se van desarrollando constantemente con pautas socioculturales (Díaz-Loving & Sánchez, 2004). Asimismo cuando viene el nacimiento de una persona en un lugar en especifico se desarrollan una serie de cosas para la bienvenida de esa persona, incluso antes de que nazca, existen una serie de expectativas sobre cómo debe de ser esa persona en particular, rigiendo el comportamiento dependiendo de su sexo, de esta forma se va modificando la definición del sexo biológico acoplándose a las características dadas por la cultura en la que se encuentra, convirtiéndose en una construcción social designado como género, asociándose a aspectos de la personalidad que van a ser determinados por factores de educación y socialización dependiendo del contexto social, determinando lo que es masculino y lo que es femenino. Observamos entonces que muchas de las diferencias encontradas en los estudios cuando hablamos de hombres y mujeres no siempre es por una diferencia del sexo biológico sino más bien por el género o el rol social que se encuentra adscrito a éste (Rocha-Sánchez & Díaz-Loving, 2005; Cardenal & Fierro, 2001). En otras palabras, lo que se espera de las personas, los estereotipos, lo normativo para la sociedad. Estas diferenciaciones son centrales en la creación de expectativas, normas, interpretaciones y conductas prototípicas que rigen la forma 18 diferente en que hombres y mujeres viven todo lo concerniente a las relaciones íntimas (Díaz-Loving & Sánchez, 2004; Rocha-Sánchez & Díaz-Loving, 2005). Las interacciones interpersonales sociales y emocionales, como se expuso anteriormente son esenciales en los primeros años de vida de los individuos para formarse los vínculos necesarios con aquellas personas que juegan los roles de cuidadores primarios; además se cree que desde la perspectiva evolutiva, todas aquellas personas que interactúen con el recién nacido cumplen con roles importantes, es decir, no sólo se funge como cuidadores primarios y principales figuras de apego, sino que también a través de estas relaciones se van filtrando ciertas características de los roles que son asignados por la cultura (Woodhead & Oates, 2007; Rosas, Gallardo & Angulo, 2000, citados en Moreno & Stange, 2015). En diferentes investigaciones en otros países se ha demostrado que el pertenecer a un sexo u otro se tiene una tendencia a mostrar ciertos etilos de apego, se podría esperar que los hombres muestren más evitación que las mujeres pues éstas son más conscientes de sus relaciones interpersonales y los hombres se definen a sí mismos como independientes (Del Giudice, 2011; Pietromonaco & Carnelley, 1994; Gabriel & Gardner, 1999; Holmberg, Orbuch & Veroff, 2004; Maddux, 2005, citados en Jelić & Kamenov, 2015), pero existen otros estudios que no confirman esa expectativa (Chopik, Edelstein & Fraley, 2013, citados en Jelić & Kamenov, 2015). Por otro lado, se ha evidenciado que los estilos de apego inseguro, desarrollados en la infancia, se han relacionado con la violencia a la pareja, es decir, se encontraba que hombres violentos tendían a tener poca confianza o comunicación positiva en sus relaciones, mostraban necesidad de dominio, además de mostrar rechazo directo (Dutton, 2007; Dutton & Golant, 1997, Dutton, Starzomsky & van Ginkel, 1995; Holtzworth-Munroe, Meehan, Herron, Rehman & Stuart, 2003: Magdol et al., 1998; Waltz, Babcock, Jacobson & Gottman, 2000; Babcock, Jacobson, Gottman & Yeringtong, 2000, citados en Pinzón & Pérez, 2014). 19 Dependiendo de la forma en cómo se interactúa, surge el tipo de apego que se tiene en la infancia y se puede predecir el comportamiento en los adultos jóvenes, aunque también existen algunas variaciones personales. También afecta en la seguridad de las relaciones de apego con el cuidador primario, es por esto que se cree que el apego tiene alguna correlación con el constructo de poder, puesto que cuando se es pequeño también se desarrolla el poder o maquiavelismo para controlar el ambiente, y que los deseos y necesidades sean atendidas; tanto desde la cultura, el desarrollo psicológico como individuo, y las diferencias individuales como los pensamientos y sentimientos. El apego además es un conducto para socializar en la edad adulta, en la infancia y en la juventud e incide en la forma en que se establecen las relaciones interpersonales de amor. De igual manera las experiencias sociales en la niñez definen las relaciones interpersonales en la juventud y adultez (Ainsworth et al., 1978; Hazan & Shaver,1987; citados en Bowlby, 1998). En ese mismo sentido Díaz-Guerrero propone que la familia mexicana no diferencia el amor del poder. Son constructos biológicos y culturales tanto subjetivamente, que se piensa y siente, como objetivamente, que se construye. Es importante observar una perspectiva bio-psico-socio-cultural pues se sabe que la humanidad es cambiante, dinámica y caprichosa (Díaz-Loving & Sánchez, 2004), incluso se piensa que si el vínculo que se forma entre el individuo recién nacido y el cuidador primario, no tendría que ser diferente a lo largo de los años y en diferentes lugares, si es un fenómeno natural que siempre se presenta, pero lo realmente importante que casi nadie ve dentro de este vínculo es un tercer componente, llamado cultura y la manera en cómo los psicólogos sociales se interesan en el porqué de los estilos de apego (Pichon-Rivière, 1985, citado en Rodríguez, 2015). 20 Capítulo 2 El Poder en la cultura mexicana “Trata a los demás como si fueran lo que debieran ser y los ayudaras a convertirse en lo que son capaces de ser.” Goethe 21 Capítulo 2. El Poder en la cultura mexicana Definición del poder en México En la actualidad ¿quién no ha deseado tener un poco de poder?, ya no decir tener el poder de decidir sobre la propia vida, sino un poder sobre otra persona, o sobre ciertas situaciones; ¿quién no ha querido poder cambiar la situación que vivimos en México y su presidente marioneta-abusiva?; pero hablando de algo más tangible, ¿quién no ha engañado a un niño para que se tome una medicina, o convencido a alguien de comprar algo o cambiarse de compañía o que realice cualquier otra cosa que uno quiere? Los juegos de poder están constantemente a nuestro alrededor y mientras algunos lo satanizan y otros lo alaban y lo practican cual religión, diario antes del desayuno y después de ir al cine; uno al final del día se pregunta: ¿Qué es el poder? ¿Por qué todo el mundo lo desea, o lo odia, lo envidia? ¿Por qué es casi como tabú? Lo que es un hecho, es que para estudiar el poder nos tenemos que poner de acuerdo, pensando que es un constructo, un tanto delicado, que puede herir susceptibilidades. Existen una serie de investigaciones que pretenden medirlo, estudiarlo y acercarse. Como dice Rivera (2000), el poder es muy amplio que se puede y se ha estudiado de diversas formas, donde existen limitantes y dificultades para conceptualizarlo así como para su medición dentro de la psicología. Parafraseando a Russel (citado en Rivera, 2000), el poder es como la energía física en las ciencias sociales; igualmente el poder es el primer sentimiento que existe en las sociedades, es aquel sentimiento que aparece incluso antes de sentir (Fernández, 2000). Como comentamos anteriormente, el poder es difícil de delimitar porque los ámbitos en los que se desarrolla son bastante amplios (social, político, económico, familiar, incluso por país, etc.), tal es el caso en el que llegamos a observar diferentes definiciones; para la psicología éste era un término que pertenecía simplemente a la sociología, en este sentido se dice que tiene dos vertientes, la primera es la de la conquista por la naturaleza y la segunda se refiere a la construcción de redes en sus iguales (Rivera, 2000); pero reflexionando que del 22 poder se derivan emociones, actitudes y motivos conscientes e inconscientes manifestados en la conducta, se ha establecido el buscar una explicación de este constructo en el ser humano desde la psicología, además de estudiar las técnicas, medios o estrategias de poder en una relación de pareja (Rivera & Díaz-Loving, 2002). También observamos que se ha tratado de aproximar esta definición por medio de la equidad, es decir, si existe balance, o si un integrante tiene más control que otro en la relación, sí se toman las decisiones, se plantean las ideas o soluciones a problemas entre los dos, y cómo llegan a la conclusión de los conflictos, si uno trabaja más que otro en función de la diada (Rivera, 2000). La definición de poder más general, es conseguir lo que uno quiere, dependiendo de la persona y cómo sabe lo que se anhela (Boulding, 1993; citado en Uribe, 2011); en esta definición se destaca el conflicto como otro constructo que detona cuando existe un cambio en las medidas percibidas del poder, es decir, cuando en una de las partes aumenta y en la otra disminuye. Por eso es necesaria la delimitación de poderes y efectos en sujetos, sociedades, estados, etc., la estructura del poder también cambia dependiendo de cómo los individuos califican al poder y al bienestar de los otros (Uribe, 2011). Algunas características del poder según Boulding (1994, citado en Rivera & Díaz-Loving, 2002), son que trasciende a todos los actos humanos, multidisciplinario, simultáneo, está sujeto a la legitimidad, jerárquico, es transformativo, su mala utilización o el no utilizarlo llevan a la destrucción de sí mismo, se debe saber cómo y cuándo utilizarse, es un proceso bilateral, si se pierde el sentido del objeto de poder éste se destruye, son diferentes las habilidades que se requieren para subir al poder y las que ayudan a ejercerlo, su ejercicio tiene derechos y obligaciones, se desarrolla en una estructura social, cultural y de aprendizaje implícita, es una estructura dinámica y no se concibe en función de los fines que ha de cumplir, se justifica en sí mismo por sí mismo. Una definición específica del poder en el matrimonio se señala como un constructo multidimensional, que tiene que ver con qué tanto una persona determina los actos, creencias, deseos, preferencias y necesidades de otra, 23 controlándola casi por completo (Safilios-Rotheschild, 1990; citado en Rivera & Díaz-Loving, 2010). Además el poder se define como influencia o control; donde se genera desigualdad pues está latente entre dos participantes o más y no en una estructura perteneciente sólo a un individuo, es en parte como una serie de premisas autocumplidas, donde se comporta de forma tal que el otro actúa en respuesta al primer comportamiento (Bernhard, 1991; Catwright, 1956; citados en Rivera & Díaz-Loving, 2010). Es importante destacar que independientemente de que existan muchos ámbitos en los que se aplica el poder, se puede decir que tiene diferentes matices, y en los extremos encontramos un poder que se encarga de crear, construir y transformar bases para buscar el bien común y otro que está en busca del beneficio propio, donde es el egoísmo su motor y causan celos y envidia; y es el envidioso el que pierde la estructura y trata de dañar a aquellas personas a quienes envidia; es por eso que Boulding (1993, citado en Uribe, 2011), menciona que la estructura total del poder depende de cómo los individuos conceptualizan al poder y el bienestar de los otros; puesto que se puede ir de un poder benevolente, creativo, a veces llamado contrapoder incluso de una naturaleza femenina y un poder malévolo, destructivo como la guerra; además el que sea motivado por un interés negativo o positivo el resultado puede no ser el esperado (Boulding 1993, citado en Uribe, 2011; Lagarde, 2001; Fernández, 2000; Rivera, 2000; Rivera & Díaz-Loving, 2002). En esta cultura mexicana el poder tiene una relación fuerte con el afecto por las expresiones de obediencia y abnegación; el poder lo definen como cualquier tipo de conducta a través de la cual se logra que otros realicen lo que un individuo desea, poniendo en sus manos la última decisión (Díaz-Guerrero & Díaz-Loving, 1988, citado en Rivera & Díaz-Loving, 2002). El poder en el desarrollo El poder entonces es un proceso complejo multidimensional que no es inherente a una persona, como un rasgo biológicamente hablando, sino que se desenvuelve 24 por la parte social, cultural y de interacción que de ahí se despliega,incluso por los recursos o cualidades que se poseen (Rivera, Díaz-Loving, García & Villanueva, 2010), se observa que el poder tiene muchas acotaciones en común con la teoría de apego, puesto que los matices de poder se van desplegando en la primera infancia cuando se reconoce y se acatan las formulaciones de la figura de autoridad (English 1961, citado en Díaz-Guerrero, 2003), que usualmente son los padres, similar a la figura de apego u otros como los profesores; implica la influencia recíproca del individuo con los otros que lo cuidan, porque de lo contrario moriría (Rivera & Díaz-Loving, 2002). Otros autores afirman que las relaciones y las estructuras de poder que existen en la familia o el grupo que la sustituye, con los padres y el control que ejercen, son primordiales para el desarrollo de la socialización ambiental en los niños pequeños y determinan los rasgos de personalidad; produciéndose además influencias reciprocas complejas entre los medios y los procesos del poder (Simon, Sierlin & Wynee, 1993; Minuchin, 1995; McDonald, 1977, 1980, citados en Rivera et al., 2010; Rivera & Díaz-Loving, 2002). Otras similitudes que podemos encontrar con el apego, tiene que ver con las interacciones sociales, en específico el poder tiene una cuestión que reside implícitamente en la dependencia de otros; además de que en ambas, lo que se busca es evitar costos y aumentar beneficios de lo que se puede tener con la otra persona y finalmente dentro de las relaciones interpersonales van a existir estos constructos no importando qué tan cercanas sean (Rivera et al., 2010); para finalizar Díaz-Guerrero (2003), menciona que estos constructos bien entendidos y expresados podían incrementar el bienestar personal y social. Estos quehaceres de los mortales como les llamó Díaz-Guerrero (2003), son necesidades básicas para la sobrevivencia al medio en donde se habita; específicamente en México tendemos a confundir el amor y el poder, puesto que desde que se viene al mundo, a la madre se le obedece por amor y no tanto por poder como se le obedece al padre. Es fácil observar cómo el verbo querer y el verbo poder pueden ser fácilmente intercambiables. A pesar de que se considera importante la diferenciación crucial entre estos dos constructos desde la educación 25 familiar; donde se ponga en relieve que el amor puede no ser intercambiable y que el poder se debe de dar por merecimiento exclusivamente, nos ponemos a pensar que en general la estructura social, económica y cultural en el país no sigue esos lineamientos. Puesto que se da el poder a personas no porque lo merezcan sino porque lo compran; los jóvenes que usualmente son los que causan problemas puesto que no están conformes con lo que la sociedad dicta, no tienen una identidad fija y juegan con las apariencias para formarse a sí mismos, jugando incluso con el poder que es lo que cohesiona y destruye a la sociedad al mismo tiempo (Díaz-Guerrero, 2003; Fernández, 2000; Rivera, 2000). Asimismo la escolaridad es un atributo que destaca, pues se menciona que las personas que cuentan con un nivel escolar elevado presentan una disposición al cambio en cuestión de quién posee mayor poder y consideran a ambos sexos como iguales; en cambio en escolaridades bajas, se revelan actitudes de dominio y poder por parte del hombre, mientras que la mujer se manifiestan la sumisión y abnegación López, 1990, citado en Rivera & Díaz-Loving, 2002). Finalmente podemos decir efectivamente que es complejo el poder, puesto que las personas son muy cambiantes y aunque exista una represión para nuestro bienestar, vamos a estar en contra de ello, por lo que representa y no necesariamente por lo que hace a futuro; lo realmente importante son las decisiones y opiniones de las personas, que mientras más valores a la ecuación metamos más difícil es la situación (Leone & Burns, 1997, citado en Rivera, 2000). Existen infinidad de formas de ejecutar el poder, además de ópticas desde donde se puede observar, el oprimido, el opresor, el observador, también están los estilos y los medios para hacer que otros realicen lo que uno desea; los estilos se refieren más a una situación estética que está mediada por la cultura y es la forma en que se actúa. En este estudio nos enfocamos a las estrategias que son los medios que se utilizan para obtener lo que se desea. Estrategias de poder La diferencia entre estrategias y estilos radica en que la estrategia es la lógica que se utiliza al realizar las confabulaciones que se piensan, es decir, ocupa la 26 estructura del pensamiento, siendo más instrumental; en cambio el estilo es una forma estética, es lo que se siente y el cómo se enuncia, utilizando el cuerpo, expresando sentimientos y emociones. Las estrategias de poder entonces podemos decir que son los medios que surgen de un acto; se utilizan para obtener lo que se quiere o desea, sean objetos o actividades por parte de otra persona, es un proceso de influencia en la interacción; mientras que los estilos de poder, son un intercambio de peticiones de relaciones de poder y de negociación (Rivera & Díaz-Loving, 2002). Las estrategias de poder se pueden dividir en positivas y negativas; observando a las negativas como las empleadas para obtener ganancias para quien las ejecuta, y las positivas van más de la mano con el amor, que se dejan llevar pues no se piensa que el amado sea capaz de lastimar (Rivera et al., 2010). Existen diferentes formas de clasificar tanto al poder como a las estrategias utilizadas para alcanzar el poder, dependiendo de la cultura, el ambiente, a quienes van dirigidas, etc., (Rivera et al., 2010; Uribe, 2011; Díaz-Loving & Rivera, 2010), es por eso que nos enfocaremos en las 14 estrategias de poder encontradas por Rivera y Díaz-Loving (2002). • Autoritario Es la estrategia que emplea recursos para imponerse utilizando niveles jerárquicos; dejando en claro que debe ser obedecido porque es legítimo su poder, usualmente dado por las normas culturales en la sociedad en la que se desenvuelven, en respuesta a la negativa de sus deseos o necesidades no resueltas por el otro. Por ejemplo: “Impongo mi voluntad, Imputo condiciones, critico y regaño a mi pareja” • Afecto positivo o Carismático Es la estrategia que utiliza comportamientos cariñosos, se busca ser amoroso, tierno y afectuoso poniendo al amor que los une como determinante para que se haga lo que se desea. Aquí se mencionan algunos ejemplos: “Consiento y apapacho a mi pareja, halago sus cualidades y habilidades ante los demás, soy amoroso (a)” 27 • Equidad-Reciprocidad Estrategia donde se busca el intercambio de favores mutuos, promoviendo el diálogo cordial y la democracia, además de utilizar la persuasión hacia el otro: “Llego a acuerdos justos a través del diálogo, le pido apoyo mutuo, tomo en cuenta la opinión de mi pareja” • Directo-Racional Es la estrategia que se utiliza para convencer de manera sincera haciendo uso de argumentos lógicos y metódicos haciendo un previo análisis, promoviendo la negociación y la disuasión, haciendo uso de la influencia verbal. Como ejemplos tenemos: “Justifico mi petición de manera concisa, expongo mis razones de forma directa, negocio con mi pareja” • Imposición-Manipulación Esta estrategia se caracteriza por mostrar un comportamiento inflexible a las peticiones de otros e incluso represivo en un intento por influenciar el criterio del otro, utilizando la inducción no verbal. Por ejemplo: “Le prohíbo decir lo que piensa, soy inaccesible a sus propuestas, reprimo su iniciativa” • Descalificar Estrategia descrita por un comportamiento hostil en su interacción, tratando de desacreditar a las personas que lo rodean al hacer comentarios fuera de lugar, incluso utilizando un poder de recursos. Ejemplos de esto son: “Perjudico a mi parejahumillándola, ignorándola, tirándola de a loca, le recuerdo quién aporta más dinero a la relación” • Afecto negativo Esta estrategia se identifica por mostrar emociones afectivas que buscan lastimar a la otra persona con comentarios hirientes. Algunos reactivos que detonan esta estrategia son: “Hago énfasis en sus defectos, le provoco celos, le digo que no lo (la) quiero o evito decirle que la (lo) quiero, suelo mentirle ” • Coerción Se caracteriza por usar la amenaza física y verbal, haciendo uso de la fuerza y la amenaza. Algunos ejemplos que encontramos son los siguientes: “Le ordeno que me obedezca, amenazo a mi pareja utilizando la fuerza física” 28 • Agresión pasiva Es una conducta donde sutilmente se descalifica al otro, haciendo lo contrario a lo que la pareja valora, haciéndolo sentir inexistente. Algunas afirmaciones son las siguientes: “Me muestro indiferente, evito a mi pareja, dejo de consentirla (lo), hago lo que quiero sin tomar en cuenta su opinión, me niego a colaborar, la rechazo” • Chantaje Se utilizan afirmaciones que hacen sentir responsable o culpable al otro de alguna situación en particular; también hacer sentir que se les debe algo. Los siguientes enunciados son representaciones de esta estrategia: “Me muestro triste, y actúo como un ser indefenso, lloro, me autocalifico como incapaz” • Afecto petición Se actúa de forma respetuosa y halagadora, amablemente se pide comprensión y apoyo. Algunas aseveraciones que demuestran esto son: “Le pido que me escuche, pido comprensión y le digo que su apoyo es importante para mí” • Autoafirmación Se demanda abiertamente las peticiones de tal forma que se cree que existe un deber implícito o explícito, utilizando el poder de toma de decisiones importantes. Por ejemplo: “Tomo la decisión final, doy indicaciones precisas y ordenes directas” • Sexual Esta estrategia se define como retirar el contacto físico y/o acercarse sexualmente para conseguir lo que se desea. Como ejemplos tenemos las siguientes afirmaciones: “Halago sexualmente a mi pareja, evito un acercamiento sexual, le digo que no deseo tener relaciones sexuales, la seduzco, le hago el amor” • Dominio Estrategia que utiliza un comportamiento correctivo, descalificador y amenazante. Las aseveraciones siguientes se toman como ejemplo del dominio: “Me comporto con violencia, le juzgo severamente, descalifico su autoridad ante los otros, me comporto antipático y provoco altercados” 29 Estas estrategias de poder surgieron específicamente de las relaciones de pareja en México, en una población dada hace 16 años; se dice que la estructura del poder se mantiene cuando alguien posee la capacidad de influencia para conseguir que otro haga algo que se desea, usualmente se refieren a lo financiero, a la fuerza per se, o las posesiones materiales; pero también existe un poder ideológico, que es cuando el poder está en la creencia de que el mundo es como es y se sabe dónde esta su lugar en él. Este poder invisible es lo que nos llama la atención pues es el que dicta las creencias de cómo deben ser las relaciones de pareja (Atwood & Scholtz, 2005, citado en Rivera et al., 2010). El poder en la pareja Las relaciones de pareja siempre vienen como diadas y como tal cada integrante tiene una historia antes de formarla. En este sentido, el poder se ha estudiado como toma de decisiones y éste se comporta positivamente cuando existe una autoridad y una obediencia, pero estos roles pueden cambiar a lo largo de la relación, dependiendo de la situación. En la forma negativa es cuando sólo uno de los dos ejerce el poder y el otro es el subordinado; usualmente quien ama más es el más dependiente y es el que no obtiene el poder. Una forma de poder podría ser la negociación, donde es bilateral y que la decisión la pueden tomar ambos y la segunda forma, es la manipulación donde es unilateral y la decisión la toma sólo una persona. Los aspectos positivos del poder conllevan el amor y el sacrificio, para crear y dejar ser y los aspectos negativos son el someter o el destruir para beneficio propio (Rivera, 2000; Atwood & Scholtz, 2005, citado en Rivera et al., 2010). Blalock y Wilken (1979, citado en Rivera & Díaz-Loving, 2002), mencionan que el uso de las estrategias de poder por parte de cada uno de los integrantes de la pareja, no es una característica de la personalidad de las personas que la integran en sí, sino es un producto de la interacción entre ellos. Se dice que es la conformación de un vínculo en el que se instauran reglas y normas, que se comunicarán a través de un lenguaje propio y cifrado, es decir, que viene en un 30 conglomerado de símbolos, afectos, signos, estilos, etc., que se imponen, median o retraen al establecerse un nuevo acuerdo y un nuevo poder (Rivera & Díaz- Loving, 2002). De alguna manera a lo largo de la historia el poder, se ha ido modificando y los seres humanos que están en constante medición, donde algunos se creen inferiores y otros superiores. En algún punto de la historia los hombres se creyeron en la superioridad sobre la mujer, cuando se comprendieron las diferencias biológicas que se creyeron más importantes en ambos sexos (Noyola, 1990, citado en Rivera & Díaz-Loving, 2002), como la estructura corporal de la fuerza física del hombre y el que la mujer se le considerara inferior para combatir en la guerra, que de algún modo se tradujo a la procreación y crianza de los hijos (Galindo, 1996, citado en Rivera & Díaz-Loving, 2002), creyéndose que se le puede violentar con impunidad; dada la cultura y la religión, que se malinterpretan los escritos, por ejemplo, en el Corán, “una mujer no puede ser ejecutada si es virgen” y los musulmanes al malinterpretar lo escrito para su beneficio y daño a las que no se defienden por no tener poder, es violar a las jóvenes para que puedan ejecutarlas. Asimismo en otras religiones se puede observar a través de la historia, esta violencia no percibida como tal hacia la mujer al enajenarlas a la religión y dando a los hombres acceso a la ciencia y tecnología, impidiendo que las primeras la detentaran (Rivera, 2000; Rivera & Díaz-Loving, 2002). Cuando se habla de poder, especialmente entre los sexos no se puede evitar hablar de las perspectivas de género, pues se justifica la inequidad de poder y fomenta la superioridad de un sexo sobre el otro. Creando estereotipos que no es más que la definición que un grupo impone a otro para controlarlo (Schaef, 1987). Pero se observa que no sólo las mujeres sufren por vivir en una sociedad machista, los hombres también pagan un precio, es decir, existen algunas características potenciales que forman parte de los seres humanos, que se ha suprimido como rasgos masculinos, como la pasividad, la capacidad de comunicación de los sentimientos que se tienen, vulnerabilidad, la necesidad de brindar o recibir afecto y cuidado, en fin, atributos que se consideran femeninos 31 pero que se refieren a la expresividad; siendo los rasgos instrumentales los deseados y considerados masculinos (Rivera & Díaz-Loving, 2002). En este sentido se puede destacar que los rasgos de expresividad e instrumentalidad, en estudios actuales se ha concluido que no existen diferencias entre hombres y mujeres dependiendo más de los roles que se ocupan en la sociedad; asimismo se destaca la androginia que es la combinación de los dos tipos de rasgos en las personas (Echebarria, 2010, citado en Gartzia, Aritzeta, Balluerka & Barberá, 2012). De igual forma se destaca que cuando existe una mayor escolaridad las personas tienen una tendencia a la androginia, Díaz- Guerrero (1982, 2003), menciona que estas personas se alejan de la cultura tradicional (Rivera & Díaz-Loving, 2002). Dentro de las relaciones interpersonales, invariablemente van a existir conflictos, puestoque siempre existen diferencias de opiniones y preferencias que se quieren expresar, pero no siempre el conflicto en sí mismo es parte del problema, o que alguien quiera tomar mejor partido que otro abusando de alguna manera, a veces simplemente es por cómo se reacciona ante los conflictos y a las malas interpretaciones dentro de la comunicación verbal y no verbal; tomando en cuenta que cuando una persona no expresa lo que siente, si es enojo, usualmente lo expresa a la hora de comportarse, al aventar objetos o cualquier otro comportamiento agresivo, muchas veces sin notarlo y eso se permea en cómo se afrontan los conflictos o decisiones a tomar y cómo se quieren resolver; esto tiene que ver con la comunicación, puesto que si la pareja tiene una mala comunicación puede llegar a haber malos entendidos que conducen a la frustración y a la hostilidad donde en una simple reunión las palabras se convierten en armas y las discusiones en batallas. Una buena comunicación no sólo conlleva a hacerse entender, también se requiere captar el mensaje que la otra persona quiere transmitir (Beck, 1993; Arnaldo, 2001; Díaz-Loving & Sánchez, 2002; Feldman, 2000, Tallman et al., 1999, citados en Cienfuegos & Díaz-Loving, 2010). 32 Capítulo 3 La pareja en México “El amor nunca muere de hambre; con frecuencia de indigestión.” Ninón de Lenclós 33 Capítulo 3. La pareja en México Concepto de pareja La definición de la pareja es una concepción muy amplia, tanto que se han escrito libros enteros sin definirla en su totalidad, en parte porque la cultura y la sociedad van cambiando a lo largo del tiempo, al igual que las personas que son parte de ella, y como tal, no se puede decir simplemente que son dos personas que se juntan por un lapso determinado con ciertas similitudes e intereses, de alguna manera puede parecer profano analizar y definir con detalle la unión de dos personas como relación de pareja, pero es fundamental para el entendimiento de los problemas que se puedan suscitar de ahí (Ojeda, 1998; Beck, 1993). Revisando la bibliografía se encuentra que se le ha definido como una institución social, y como tal conlleva una organización con estructura propia, reglas y normas que son impuestas a través de la cultura, ya sea dentro de la relación conformada explícita o implícitamente, tanto como con la elección de la unión, que está determinada por aspectos sociales subjetivos y objetivos. La pareja se construye en un vínculo único generando una identidad con ciertos intercambios sociales, íntimos, de aceptación, apoyo, compañerismo, afectividad, seguridad, amor y poder. Mencionando además experiencias como la gratificación sexual, las expectativas que tienen cada uno de los integrantes con diferentes percepciones e interpretaciones; se le define además como un arte donde entra en rigor la imaginación y la constancia para buscar la satisfacción y el placer de construir una familia, preservar el apellido, las enseñanzas y la cultura dentro de un contexto social en específico (Tordjman, 1981, citado en Ojeda, 1998; Díaz- Loving, 1990; Beck, 1993; Díaz-Loving & Sánchez, 2004; Segnini, 2002; Cazés, 2000, citados en Sánchez, 2007). 34 Antecedentes de las relaciones de pareja Anteriormente lo socialmente aceptado era escoger una pareja para toda la vida, por beneficios mutuos que iban a ser heredados para y por el bien de la familia, asegurando con eso la reproducción de los individuos, la perduración familiar, los estratos sociales, etc., en este sentido observamos que las razones de la elección de una pareja era meramente por presión social, económica, política y por ende familiar, donde los intereses individuales no importaban en lo más mínimo, evocando relaciones perdurables hasta la muerte; se piensa que la elección de la pareja no es producto del azar, pues cuando se elige pareja es dentro de un ambiente, un lugar, espacio y situaciones determinadas; no fue sino hasta el siglo XIX que se les permitía a lo jóvenes casarse por amor, viendo a éste como la única fuerza que iba a mantener a la familia unida (Ojeda, 1998; Beck, 1993; Sánchez, 2007). Observamos actualmente que no es sencillo hablar del amor, no por nada a lo largo de la historia diferentes personajes se han interesado en su consistencia inspirando canciones y estudios interesantes; puesto que es una interacción social, y de alguna manera se busca la equidad, donde el devenir subjetivo de justicia se presenta en las relaciones y sus integrantes buscan que lo que ellos contribuyen a la relación sea proporcionalmente igual a lo que el otro integrante aporta, es decir, si lo vemos como una cuestión económica que la ganancia sea igual o mayor a la pérdida, lamentablemente como no trabajamos con pesos reales, existe dependiendo de la cultura y de los sujetos, una percepción e interpretación diferentes para los aportes a las relaciones, así como los diferentes deseos y expectativas que se tienen del otro, un poco culpando a los conceptos románticos arraigados e ideas que se puedan generar en los individuos (Díaz- Loving & Sánchez, 2004; Beck, 1993; Padilla, 2012). El unirse a otra persona significativa es uno de los anhelos más conmovedores y esperados por la humanidad puesto que se exalta el placer y la alegría en la vida a pesar de las decepciones que se puedan llevar; y es que también se puede observar que el enamoramiento es una alteración de la conciencia y puede llegar a ser como una adicción; empero forja un vínculo fuerte 35 que promueve el compromiso entre dos personas, que no pierden su individualidad o personalidad pero pertenecen a una estructura diferente, donde existe un sentido de seguridad e intimidad (Beck 1993; Ojeda, 1998). Existen diferentes teorías en relación con el estudio de la pareja, es decir, las descripciones que pueden generarse a lo largo del tiempo que vive una pareja; por ejemplo, Sánchez-Aragón (2010) hace una revisión de algunos autores que comprenden el estudio de la pareja, menciona a Barragan, (1976) quien divide la vida en pareja en seis etapas principales, que van desde su selección hasta la vejez y muerte. No existen divisiones fijas entre una etapa y otra pero lo principal dentro de este estudio es la existencia de tres puntos importantes en los cuales se mueve la interacción de la pareja que son los límites, o la existencia de una interferencia por parte de la familia, amigos, etc., la intimidad o la cercanía emocional y física durante la convivencia y finalmente el poder que es la forma de dominio y quién lo ejerce. Por otro lado Sánchez (1995, Sánchez-Aragón, 2010) menciona las etapas del noviazgo traducido en temporalidad y lo que sucede en cada etapa, también hace la distinción entre matrimonio sin hijos y matrimonio con hijos. Posteriormente Díaz-Loving (1996, citado Sánchez-Aragón, 2010) describe que las relaciones son una serie de interacciones prácticas o ficticias en un determinado periodo, donde se van a ir modificando por momentos del pasado y las expectativas que se hayan tenido. Para la sobrevivencia del ser humano es primordial que exista una forma de evaluar el comportamiento de los otros; para saber qué tipo de relaciones desea y hacia donde se está acercando. En la teoría biopsico-socio cultural de la relación de pareja observamos los factores biológicos y culturales como las necesidades individuales que se van envolviendo en las relaciones tempranas y en las relaciones posteriores, no dejando de lado que en la dinámica de pareja se puede ir modificando la comprensión a esas necesidades del otro para tomar decisiones en conjunto. Para la realización de este diagnóstico se depende de las características de la persona-estímulo, la situación en la que se encuentra, la historia del individuo, su humor y la etapa dentro
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