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Influencia-de-los-estilos-de-apego-en-las-estrategias-de-poder-en-las-relaciones-de-pareja

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UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE 
MÉXICO 
 
Facultad de Psicología 
 
 
 
“INFLUENCIA DE LOS ESTILOS DE APEGO EN LAS 
ESTRATEGIAS DE PODER EN LAS RELACIONES DE PAREJA” 
 
 
T E S I S 
 
QUE PARA OBTENER EL TÍTULO DE: 
 
L I C E N C I A D A E N P S I C O L O G Í A 
 
DIANA ROMERO SÁNCHEZ 
 
 
DIRECTOR: DR. ROLANDO DÍAZ LOVING 
REVISORA: DRA. TANIA E. ROCHA SÁNCHEZ 
 
SINODALES: 
DRA. SOFÍA RIVERA ARAGÓN 
DR. GERMÁN ÁLVAREZ DÍAZ DE LEÓN 
MTRA. MIRIAM CAMACHO VALLADARES 
 
 
PROYECTO PAPIIT NO. IN305514 
MODELO DE LA INFLUENCIA CULTURAL EN LA INTERACCIÓN, CONDUCTA Y 
SALUD DE LAS PAREJAS MEXICANAS. 
DR. ROLANDO DÍAZ LOVING 
 
 
 
CDMX. 2016 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
UNAM – Dirección General de Bibliotecas 
Tesis Digitales 
Restricciones de uso 
 
DERECHOS RESERVADOS © 
PROHIBIDA SU REPRODUCCIÓN TOTAL O PARCIAL 
 
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reproducción, edición o modificación, será perseguido y sancionado por el 
respectivo titular de los Derechos de Autor. 
 
 
 
	
  
	
   	
  
	
  
UNIVERSIDAD	
  NACIONAL	
  AUTÓNOMA	
  DE	
  MÉXICO	
  
	
  
FACULTAD	
  DE	
  PSICOLOGÍA	
  	
  
DIVISIÓN	
  DE	
  ESTUDIOS	
  PROFESIONALES	
  
	
  
	
  
	
  
	
  
	
  
“INFLUENCIA DE LOS ESTILOS DE APEGO EN LAS ESTRATEGIAS 
DE PODER EN LAS RELACIONES DE PAREJA” 
	
  
	
  
	
  
TESIS	
  	
  
	
  
PARA	
  OBTENER	
  EL	
  TITULO	
  DE	
  	
  
	
  
LICENCIADA	
  EN	
  PSICOLOGÍA	
  	
  
	
  
	
  
	
  
PRESENTA	
  	
  
	
  
DIANA	
  ROMERO	
  SÁNCHEZ	
  
	
  
	
  
	
  
	
  
DIRECTOR:	
  DR.	
  ROLANDO	
  DÍAZ	
  LOVING	
  
REVISORA:	
  DRA.	
  TANIA	
  E.	
  ROCHA	
  SÁNCHEZ	
  
	
  
SINODALES:	
  	
  
DRA.	
  SOFÍA	
  	
  RIVERA	
  ARAGÓN	
  
DR.	
  GERMÁN	
  ÁLVAREZ	
  DÍAZ	
  DE	
  LEÓN	
  
MTRA.	
  MIRIAM	
  CAMACHO	
  VALLADARES	
  
	
  
	
  
PROYECTO	
  PAPIIT	
  NO.	
  	
  IN305514	
  
MODELO	
  DE	
  LA	
  INFLUENCIA	
  CULTURAL	
  EN	
  LA	
  INTERACCIÓN,	
  CONDUCTA	
  Y	
  SALUD	
  DE	
  LAS	
  PAREJAS	
  MEXICANAS.	
  	
  
DR.	
  ROLANDO	
  DÍAZ	
  LOVING	
  	
  
	
  
	
  
	
  
CDMX.	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  FEBRERO	
  2016	
  
	
  
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Para Ainé 
 
	
  
Agradecimientos 
“Sobre la tierra 
no hay dinero suficiente 
para pagar el conocimiento.” 
Yusuf Ibn Jafar el Amudi. 
 
A la Universidad Nacional Autónoma de México por aceptarme, por dejar que sea 
parte de su comunidad esplendorosa, libre, independiente y obviamente 
autónoma. Por darnos las bases para que podamos volar según sean nuestros 
deseos y sueños. 
Al Programa de Apoyo a Proyectos de Investigación e Innovación Tecnológica 
(PAPIIT) porque no hubiera sido posible la culminación de este ciclo. 
Al Dr. Rolando por ser pilar fundamental para el desarrollo de este proyecto. 
A la Dra. Tania por sus acertados comentarios claros y precisos. 
A la Dra. Sofía, el Dr. Germán y a la Mtra. Miriam por sus comentarios, por su 
comprensión y por ser parte de mi comité. 
A la Unidad de Investigaciones Psicosociales, el cubil 9 antes 8, por abrirme la 
puerta, no sólo la física sino la puerta de sus corazones y de sus conocimientos, el 
dejarme ser parte de sus visiones y transmitirme su amor por la ciencia y la 
investigación. Gracias por creer y confiar en mí y por enseñarme que los abrazos 
son la mejor forma de comunicación que existe, me siento honrada al pertenecer a 
este gran equipo de trabajo. 
A Normita por sus valiosas aportaciones, a Joaquín, a Faby y Pao por apoyarme y 
aconsejarme con fundamentos y ser unos excelentes profesores que hacen las 
preguntas adecuadas para engrandecer a sus escuchandos, a Fer, Gus, Carol, 
Phanie, Deniss, Jair, Marco e Ilse por su apoyo moral, por las risas y momentos 
compartidos, a Ale y Dany por además de eso, estudiar y sufrir conmigo. A Lilian y 
Leo que aunque he convivido poco con ustedes, porque saben marcar a las 
personas a su paso. A Mafer, Lilia, Ere y Caro por sus consejos. A todas las 
personas que han pasado por el cubículo y todas aquellas que están por pasar, es 
una experiencia gratificante el observar que con los años se ha formado una red 
de conocimiento que aunque no estén presentes físicamente las personas, están 
presentes la grandiosidad de lo que realizaron. 
	
  
Agradecimientos bis 
 
A mis figuras de apego. 
 
A mis padres, Sra. Irma y Sr. Arturo, les agradezco mi formación. Por crearme. Por 
todo. Por ser. Por estar. Por ser ustedes y no otros. Porque me han enseñado 
muchas cosas en la práctica y en la teoría. Por dejarme que les enseñe lo que he 
aprendido. Porque antes de ser ingenieros son mis padres. 
A mis hermanas Flor y Claudia por compartir conmigo sus inquietudes, hechos y 
supuestos de cómo es la vida. Por tratar de protegerme y por dejar que las proteja 
en lo que he podido. Por sus diferencias y similitudes. Por pensar diferente y 
hacerme pensar igual que ustedes; por dejarme debatir cuando no lo hago. 
A mi familia porque sin ustedes no sería lo que soy y por eso les estoy 
infinitamente agradecida. 
A mis amigxs y compañerxs de la carrera. Li Erandi, Blanquita, Reny, Lily, Dul, 
Lucy, David, Yair, Annie, Giny por mencionar algunos pero innumerables 
personitas que hicieron de esta una bella experiencia. De igual forma a todos los 
maestros y profesoras que con dedicación y entrega aportan sus conocimientos. 
A mis SMAEP Zacni y Betho que me quieren por lo que soy. 
A los amigos de la prepa 8 que nos hemos mantenido. Y a los nuevos que he ido 
encontrado. A Mar, Atz y Uriel por esas buenas pláticas, por animarme a hacer 
cosas diferentes. 
A todas las personas que me ayudaron a conseguir mi muestra y a los que fueron 
parte de ella. 
A mi psicólogo y a mi apurado diseñador por hacer más bella mi realidad. 
A todos, a ti random citizen que estás leyendo esto, porque pudiste sobrevivir a las 
adversidades del mundo en todas tus etapas. El simple hecho de haber sido tú y 
no otro espermatozoide el que ganara entrar al óvulo era una ganancia, porque tú 
eras ganador de esa competencia, de miles de espermas, tú ganaste. 
Gracias a aquello que nos haya puesto aquí, en este momento y lugar, que nos 
dejó interactuar en este espacio. 
	
  
Índice 
 
“Nadie viaja tan alto 
como aquel que 
 no sabe a dónde va.” 
 Oliver Cromwell 
 
Resumen .................................................................................................................. 1 
Abstract ..................................................................................................................... 2 
Introducción .............................................................................................................. 3 
Capítulo 1. El apego ................................................................................................. 7 
Teoría del Apego ................................................................................................... 7 
El apego en la pareja ..........................................................................................15 
Apego, Personalidad y Cultura ........................................................................... 17 
Capítulo 2. El Poder en la cultura mexicana ........................................................... 21 
Definición del poder en México ........................................................................... 21 
El poder en el desarrollo ..................................................................................... 23 
Estrategias de poder ........................................................................................... 25 
El poder en la pareja ........................................................................................... 29 
Capítulo 3. La pareja en México ............................................................................. 33 
Concepto de pareja ............................................................................................. 33 
Antecedentes de las relaciones de pareja .......................................................... 34 
La pareja joven .................................................................................................... 37 
Capítulo 4. Método ................................................................................................. 47 
Delimitación del problema ................................................................................... 47 
Objetivo general .............................................................................................. 48 
Objetivos específicos ....................................................................................... 48 
	
  
Hipótesis estadísticas ......................................................................................... 48 
Hipótesis de trabajo ............................................................................................ 49 
Identificación de variables ................................................................................... 49 
Definición conceptual de variables ...................................................................... 50 
Definición operacional de variables .................................................................... 51 
Muestra y muestreo ............................................................................................ 51 
Instrumentos de medición ................................................................................... 52 
Tipo de estudio y diseño de la investigación ....................................................... 53 
Procedimiento ..................................................................................................... 54 
Análisis estadísticos ............................................................................................ 54 
Capítulo 5. Resultados ........................................................................................... 56 
Análisis de diferencias ........................................................................................ 56 
Análisis de correlaciones .................................................................................... 59 
Capítulo 6. Discusión .............................................................................................. 63 
Referencias ............................................................................................................. 81 
Anexos .................................................................................................................... 87 
 
	
   1 
Resumen 
 
 
 
 
El presente estudio se desarrolló para comprender cómo interactúan los estilos de 
apego y las estrategias de poder en las relaciones de pareja. Se realizó un estudio 
de corte cuantitativo, utilizándose una muestra de 92 hombres y 94 mujeres con 
un rango de edad de 18 a 29 años con una media de 23.31; el 75% se 
encontraban en una relación de noviazgo y 44.1% tenían una escolaridad de 
básica/media y el 55.9% restante de superior/posgrado. Se utilizaron los 
instrumentos Escala de Estrategias de Poder de Rivera (2000) y la Escala de 
Apego para Adultos con medidas independientes de Padilla-Bautista y Díaz-Loving 
(2016). Se realizó una prueba t-Student y prueba ANOVA para identificar las 
diferencias entre escolaridad en los estilos de apego, las estrategias de poder 
entre hombres y mujeres. Se empleó una correlación de Pearson para conocer el 
grado de asociación entre los estilos de apego y las estrategias de poder en 
hombres y mujeres dando como resultado que existen más estilos de apego 
inseguros y más estrategias de poder negativo en escolaridades bajas. Por otro 
lado el estilo preocupado se relaciona con estrategias de poder negativas, los 
hombres con estilo de apego seguro se relacionan con estrategias positivas 
mientras que mujeres con estilo seguro sólo se relacionan con la estrategia 
equidad-reciprocidad. 
 
Palabras clave: estilos de apego, estrategias de poder, pareja, juventud, cultura. 
 
 
 
 
 
 
	
   2 
Abstract 
 
 
 
 
This study was developed to understand how attachment styles and the power 
strategies interact in a relationship. A quantitative study was conducted, using 92 a 
sample of men and 94 women with age ranging from 18 - 29 years, with a mean of 
23,31; the 75% were in a dating relationship and 44.1% had basic schooling/high 
school, and the remaining 55.9% had graduate education. A Power Strategies 
Scale (Rivera, 2000) and an Adult Attachment Scale (Padilla-Bautista & Diaz-
Loving, 2016) were used. Student t-test and ANOVA test were performed to 
identify the differences between schooling, attachment styles, power strategies and 
between men and women. Pearson correlation were used to determine the degree 
of association between attachment styles and power strategies in men and women. 
Results show more insecure attachment styles and negative power strategies in 
low schooling. On the other hand, concerned attachment style relates to negative 
power strategies; men with secure attachment style have positive strategies, while 
women with secure attachment style relate only to the equity-reciprocity strategy. 
 
Keywords: attachment styles, power strategies, relationships, youthfulness, culture. 
 
 
	
   3 
Introducción 
 
Los primeros contactos del ser humano con el mundo desde el nacimiento, son los 
más importantes, pues fijan la tendencia del comportamiento de éste ante la 
sociedad y dan las pautas de cómo actuar e interactuar, el primer vínculo es 
decisivo para que en el futuro se pueda crear proximidad con una pareja amorosa, 
a esto se le denomina apego (Bowlby, 1989). Por otro lado el poder, es ese 
constructo que se ve como negativo socialmente, aunque en la sociedad mexicana 
está ligado con el amor, es decir, el poder lo tiene quien dicta las reglas y a quien 
se le tiene respeto, pero el respeto sólo se le da a quien se ama –se otorga por 
amor– (Díaz-Guerrero, 2003), la forma en que la humanidad se va apropiando de 
estos dos recursos, es a través de la primera infancia, consolidándose durante el 
desarrollo, en donde se empieza el proceso de integración, junto con valores y 
creencias dentro de la familia, dentro de la cultura, tanto la proximidad a los seres 
queridos como los medios para obtener lo que uno desea, puesto que cuando se 
es pequeño no se sabe cómo está conformado el mundo y de alguna manera se 
tiene que sobrevivir (Rivera, 2000). 
El presente proyecto pretende evaluar a hombres y mujeres que estén dentro 
de una relación de pareja para observar, cómo cada uno de ellos se comporta con 
respecto al constructo del poder y del apego, cómo se percibe a sí mismo dentro 
de esta diada, tomando en cuenta sus características individuales y cómo 
repercuten y se mueven dentro de la relación de pareja. Es relevante para la 
sociedad porque en la juventud se observa grandes cambios tanto culturales como 
de perspectiva, se abren campos, visiones y valores, incluyendo el desarrollode 
nuevas tecnologías, es sabido que vivimos en una época donde el pensamiento 
social es cambiante, inconstante y podría parecer que cambia a la velocidad de la 
luz; además de que en esta etapa, una de las más grandes expectativas es formar 
una conexión cercana con otra persona (Padilla, 2012), es donde se deja atrás la 
adolescencia para concentrarse en el futuro y en cómo se obtendrá una vida de 
provecho, si se tiene hijos, cómo se educarán; todo esto, los jóvenes, buscan 
	
   4 
compartirlo con una pareja; es cuando se deja de pensar en sí mismo y se da la 
oportunidad de compartirla con alguien más. 
Las creencias, costumbres y el conocimiento adquirido al ser miembro de 
una sociedad también forma parte de la cultura (Díaz-Guerrero, 2003), la vida gira 
en torno a ella, la gente aprende y genera más cultura, es también por esto que el 
ser hombre o mujer conlleva a un proceso psicológico, social y cultural con el que 
los individuos se ven pertenecientes a un género u otro acorde a su cultura, 
identificando tanto la conducta entre lo femenino y lo masculino como la relación 
entre ellos considerándose como una herramienta para entender los procesos 
sociales en los que participan, también denominado como género (Rocha-
Sánchez & Díaz-Loving, 2005; Cardenal & Fierro, 2001; Status of Women, 
Canadá, 1996; citado en García, 2008). 
En este mismo sentido podemos hablar de los estereotipos de género que se 
forman por medio de la cultura, es decir, la sociedad marca cómo deben 
comportarse, sentir, pensar, y hasta desarrollarse hombres y mujeres. Por este 
lado el nivel de estudios tiene una repercusión directamente en los estereotipos de 
género, puesto que se ha observado que las personas con una escolaridad baja 
tienden a ser más estereotipados que los que tienen una escolaridad elevada 
(Rocha-Sánchez & Díaz-Loving, 2005), se observa que los universitarios entran en 
un proceso de aculturación, es decir, no se dejan llevar tan fácilmente por lo que la 
sociedad les dicta, van formando sus propias ideologías y creencias; por lo tanto 
se busca identificar si la escolaridad tiene alguna influencia en hombres y mujeres 
con respecto a los estilos de apego y las estrategias de poder; por ejemplo, en el 
estudio de Rivera y Díaz-Loving (2002) se menciona que hubo una tendencia a 
que las mujeres utilizaran estrategias adjudicadas al hombre; esto debido quizá a 
que se entra en una lucha de poderes donde las mujeres buscan hacer lo que al 
hombre le ha servido para mantenerse en el poder. 
Una de las consecuencias del poder, y en especifico de su abuso es la 
violencia de género y a pesar de que la medición de ésta última no es parte de los 
objetivos de este proyecto, llama la atención el alcance que puede tener el poder 
dentro de las relaciones interpersonales, pues se filtra en el país esta violencia 
	
   5 
que tiene que ver con los mencionados estereotipos de género pues justifica la 
inequidad de poder y fomenta la superioridad de un sexo sobre el otro. En nuestro 
país, una de cada tres mujeres de 15 años o más, casadas o en una relación de 
unión libre, recibió violencia por parte de su pareja durante el año 2010 y 2011 
(Encuesta Nacional sobre la Dinámica de las Relaciones en los Hogares 
ENDIREH: 2011 / Instituto Nacional de Estadística y Geografía México INEGI: 
2013), como habíamos dicho al principio, en México sólo se tiene poder sobre uno 
cuando se le ama y asimismo el amor siempre se ha traducido como un bienestar 
humano (Rivera, 2000), y el mejor bienestar que existe es el de una madre 
cubriendo las necesidades de su hijo; desde el inicio; a eso se le conoce como 
apego. 
Este estudio pretende ser una aproximación para observar qué sucede en la 
sociedad mexicana y sus relaciones de pareja, a partir de cómo se comportan 
estas dos variables, es decir, se buscará la relación e influencia de los tipos de 
apego y las estrategias de poder y el cómo interactúan e influyen dentro de las 
relaciones sentimentales de pareja en la juventud, puesto que se reporta que de 
las mujeres de 15 a 29 años el 38.4% ha sufrido al menos un incidente de 
violencia por parte de su pareja (ENDIREH 2011, INEGI 2013). 
Finalmente es importante destacar que si bien es cierto que no podemos 
meternos en la cabeza de las personas para medir los constructos que creemos 
pertinentes, a la hora de hacer psicología, la manera más aceptada y difundida 
para realizar las mediciones es por medio de escalas; en este estudio se utilizarán 
dos instrumentos creados a partir de población mexicana que tienen altos niveles 
de validez y confiabilidad, que más adelante se ahondará en ellos pero aquí se 
mencionan someramente, la Escala de Estrategias de Poder (ESPO) de Rivera 
(2000) y la Escala de Apego en Adultos con Medidas Independientes (EAMI) de 
Padilla-Bautista y Díaz-Loving (2016) donde se observa que los autores de las 
mismas cuidaron las diferencias culturales, el lenguaje y otras consideraciones de 
carácter social, para el mejor entendimiento y con la finalidad de tener un 
acercamiento a observar el mundo a través de los ojos de las personas a las que 
queremos llegar. 
	
   6 
 
 
 
Capítulo 1 
El apego 
 
 “El hombre verdaderamente grande es el que no 
quiere ser amo de nadie, ni que nadie sea su amo.” 
Kahlil Gibrán 
 
 
 
	
   7 
Capítulo 1. El apego 
 
 
Teoría del Apego 
Una de las preguntas que se han realizado a lo largo de la historia de la 
humanidad van en dirección a identificar qué es lo que origina la conducta del ser 
humano, pero como la pregunta es vaga, se observan como antecedentes las 
corrientes que en todo tipo de tema producen controversias, es decir, si es la 
herencia biológica o las conductas aprendidas a través de las experiencias; lo que 
podemos asegurar es que somos la fusión de un complejo sistema de evolución 
bioquímica y sociocultural que se desarrolla dentro de un ecosistema en constante 
movimiento (Díaz-Loving & Rivera, 2010), no sin olvidar que existen ciertas pautas 
que sobrevienen en puntos específicos del desarrollo. Es decir si suceden en un 
determinado momento van a alcanzar un punto máximo pero si se presentan 
posteriormente no existe una crisis tan significativa como si se hubiera presentado 
en etapas posteriores; tal es el caso de la impronta que es la tendencia a formar 
vínculos con otros organismos, que tiene como características el aprendizaje 
programado genéticamente para la sobrevivencia al medio ambiente, también 
define preferencias hacia una especie, se constituye durante un periodo crítico y 
sus efectos son parcialmente estables. En los humanos la dependencia es más 
prolongada y por eso existen los sistemas de apego, con los cuidadores primarios 
(Frías, 2011; Lorenz, 1966; citado en Bowlby, 1998; Bowlby, 1969, 1982; citado en 
Frías & Díaz-Loving, 2010). 
El apego se define como la búsqueda de un fuerte lazo emocional hacia 
otras personas. La teoría fue explicada por Bowlby, (1998) basándose 
principalmente en la teoría psicoanalítica; también buscó otras fuentes dentro de 
las ciencias como son la etología, la psicología social experimental, cognitiva, la 
neurofisiología, entre otras; la diferencia entre la teoría psicoanalítica, radique en 
que Freud (1959) tomó como punto de partida personas adultas para su trabajo, 
reconstruyendo las primeras experiencias de los individuos para el desarrollo de la 
personalidad y Bowlby utilizó las observaciones de niños de entre 6 meses a 6 
	
   8 
años de edad, considerando que las representaciones mentales se actualizan a 
través de la vida y son afectadas por factores contextuales. Es decir, a lo largo de 
la vida de las personas, se forman interacciones con otras creándose un vínculo 
significativo; cabe destacar que cada una de las personas tienen una historia con 
otras formándose diferentes estilos de apego que también dependen de la 
situaciónen la que se encuentran, todas estas relaciones pueden ser una pauta 
de cambio de los esquemas que están en constante construcción (Bowlby, 1998; 
Yárnoz, Alonso-Arbidol, Plazaola & Sainz, 2001; Frías, 2011). 
En los humanos el período crítico para formar vínculos y relaciones sociales 
afectivas sólidas con los cuidadores primarios, es alrededor de los seis meses y 
los primeros dos años, si durante este tiempo no se reciben los estímulos para el 
adecuado crecimiento no se podrán realizar después tendiendo con ello 
consecuencias en el desarrollo social del individuo. Los cuidadores primarios son 
quienes proveen los cuidados y esta relación predomina a lo largo del desarrollo 
de la persona, a pesar de que la conducta puede modificarse en posteriores 
relaciones y se sabe que el estilo de relacionarse es un factor importante que está 
presente a través de nuestra vida, tiene un peso importante esa primera relación 
(Harlow & Harlow, 1962, citado en Frías, 2011; Harlow & Zimmerman, 1959; 
citados en Bowlby, 1998; Ainsworht, Blehar, Waters & Wall, 1978; Bowlby, 
1969/1982, 1973, 1980; citados en Yárnoz et al., 2001; Díaz-Loving & Sánchez, 
2004). 
La impronta es un proceso en el cual el organismo trata de alcanzar un 
objetivo a través de estímulos que buscan reducir el hambre o excitación. Por 
ejemplo se busca una situación en que las conductas van direccionadas para 
llamar la atención del cuidador primario, y esto desencadena la respuesta de 
aproximación, el seguimiento y la formación de apego (Frías, 2011). 
Existe una similitud entre la impronta de las aves estudiado por Lorenz y el 
desarrollo del apego de los humanos, que fue estudiado por Bowlby (Frías, 2011). 
Las primeras sonrisas de un bebé no siempre son ocasionadas por un estímulo en 
particular como la comida, o la cara de su madre. Existen estudios donde se les 
presentan líneas, representando una sonrisa a los bebés, y éste a su vez, sonríe 
	
   9 
para asegurar su sobrevivencia; posteriormente reacciona sólo a caras humanas y 
luego sólo a caras conocidas, además existe una preferencia innata por las 
características de la madre biológica; se mantienen estas preferencias a lo largo 
de la vida y se pueden tener diferentes figuras de apego, aparte de la madre, 
aunque no con todas se tenga el mismo estilo de apego (Frías, 2011; Frías & 
Díaz-Loving, 2010). 
En la teoría de Bowlby (1969/1982, 1973, 1980), el apego se define como un 
sistema de control, una conducta instintiva que es modificada por ciertas 
necesidades en el momento y a lo largo del tiempo, por lo tanto la proximidad o 
contacto que desea el niño con su figura de apego depende de factores tanto 
endógenos (pertenecientes al individuo) como exógenos (situaciones 
ambientales). Si existe una amenaza en el ambiente, el niño buscará protección 
en su figura de apego, su cuidador primario, si no hay tal amenaza el niño 
explorará el ambiente (Yárnoz et al., 2001). Las observaciones sistemáticas 
realizadas (Bowlby, 1980; Ainsworht et al., 1978, citados en Díaz-Loving & 
Sánchez, 2004), demostraron que había una serie de conductas reactivas por 
parte del niño ante la separación de la madre, que es por lo general el principal 
cuidador, muy específicas, definido como búsqueda de la seguridad o sistema de 
apego, véase Figura 1.1 (Frías & Díaz-Loving, 2010). 
 
Figura 1.1 Sistema de Apego. 
Manifestaciones principales del sistema de apego 
Búsqueda de proximidad 
Refugio seguro 
Base para explorar 
Ansiedad por separación 
Fuentes de ansiedad y razones por las que se forma el apego 
Se percibe peligro o amenaza 
Se aleja la figura de apego 
 
Dependiendo de las reacciones del cuidador primario hacia el niño a su 
retorno forma parte del desarrollo de un estilo de apego, es decir, tanto las 
	
   10 
conductas del primero afectan en el segundo y viceversa, generando así los 
estilos de apego que tras estas observaciones fueron determinaron tres: el apego 
seguro, el apego ansioso-ambivalente y el evitante. El apego seguro se observa 
cuando existe un equilibrio entre la dependencia y la autonomía, en el ansioso-
ambivalente se observa una dependencia excesiva, aunque su comportamiento es 
de rechazo y en el evitante o elusivo se observa un distanciamiento más marcado 
(Sánchez, 2010). 
Bowlby (1966) propuso la existencia de cinco sistemas conductuales 
relacionados a la corrección de objetivos del apego; que son el apego, el apoyo, la 
exploración, el sexo y la afiliación; cada uno de estos tiene como función aumentar 
la probabilidad de sobrevivencia del individuo. La principal función del apego es 
lograr la sensación de seguridad y tiene como estrategia buscar la proximidad a 
otros. La función del apoyo es aliviar el estrés y promover el desarrollo del otro y 
como estrategia tiene brindar apoyo sensible y responsivo. la exploración tiene 
como función conocer el ambiente y como estrategia el trabajo, juego, creatividad 
y el establecimiento de nuevas relaciones. El sexo tiene como función transmitir 
los genes y mantener relaciones y como estrategia utiliza el contacto sexual. Y por 
último la afiliación tiene como función principal el socializar con otros y utiliza como 
estrategia los juegos, las alianzas, disputas y nuevas amistades (Frías, 2011). 
El individuo puede tener emociones, pensamientos y motivos encontrados en 
cuanto a una persona puesto que los procesos afectivos y cognitivos operan en 
paralelo y comúnmente se activan defensas para lidiar con ellas. Véase Figura 
1.2. 
Figura 1.2 Procesos afectivos y cognitivos 
Apego 
Vínculo afectivo Vínculo cognitivo 
Componente bioevolutivo Componente cultural interacción 
Búsqueda de apoyo protección y confort 
Valoración de los demás 
Valoración de sí mismo 
 
Pero el objetivo final, del sistema de apego, es buscar la sobrevivencia a 
eventos estresantes o de ansiedad. Las representaciones mentales y las 
	
   11 
conductas derivadas de estos pensamientos favorecen un desarrollo saludable de 
la personalidad que es el reflejo de una transición de un estado de dependencia 
hacia una madurez de libertad, independencia y autonomía. Cuando se es seguro, 
se va aceptando nuevos retos con la mejor de las disposiciones y se va regulando 
el estrés. No obstante el apego totalmente independiente no es lo que se busca, la 
teoría del apego menciona que el individuo recurre a la ayuda de sus seres 
queridos cuando se enfrenta a situaciones de amenaza y el que exista un sano 
balance entre la confianza de sí mismo y hacia los demás es una de las 
habilidades más elevadas para la regulación de la persona. El sistema de apego 
tiene como finalidad lograr una sensación de seguridad en el individuo, cuando 
esta meta es alcanzada, pone fin a su activación, es decir cuando se percibe un 
peligro en el ambiente o se aleja considerablemente de las figuras de apego, 
existe un incremento en el deseo de ser protegido y cuidado por éstas (Mikulincer, 
Shaver & Pereg, 2003; Shaver & Mikulincer, 2002; Mikulincer & Goodman, 2006; 
citados en Frías, 2011). 
El apego entonces puede ser definido como la disposición de los seres 
humanos para crear vínculos afectivos con otros, explicando las emociones y 
conductas además del sufrimiento emocional y alteraciones generadas por su 
separación o rompimiento de expectativas ante éstos (Díaz-Loving & Sánchez, 
2004; Bowlby, 1977, 1969/1982; citado en Frías, 2011). 
La estabilidad del apego es gracias al principio de primacía con el que se 
rige, es decir, que las primeras experiencias forman un patrón con el que se 
guiarán la relaciones subsecuentes. Esta perpetuación es facilitada por los 
modelos de funcionamiento interno que Bartholomew y Horowitz (1991) retomaron 
de la propuesta original de Bowlby sobre la existencia de esquemas mentales 
diferenciales, que son formados a partir de la experiencia con los cuidadores 
primarios y se refieren a la imagenque tenemos de los otros, lo que esperamos, y 
si es alguien disponible (modelo de los demás) y el otro esquema que plantea 
cómo nos vemos a nosotros mismos, la imagen del Yo, una autoevaluación de si 
merecemos o no cariño (modelo de sí mismo), véase Figura 1.3. 
 
	
   12 
 
Figura 1.3 Perpetuación de apego 
Modelos de funcionamiento interno 
Resuelve necesidad de certeza 
Modelo de sí mismo (+) (-) Modelo de los demás (+) (-) 
Se evalúa qué tan merecedor es de la 
protección, cariño y cuidado de los demás. 
Se evalúa qué tan confiables y disponibles 
son los otros al proporcionar ayuda. 
 
Aquí se muestran patrones conductuales formados por la interacción con los 
demás y dado que no son rasgos del individuo se denominan también como el 
nivel de dependencia o ansiedad (tranquilo-ansioso) y el nivel de evitación de la 
intimidad (alejamiento-intimidad) donde se puede observar en un plano los 
cuadrantes de los estilos que se conocen actualmente para los adultos véase 
Figura 1.4 (Mikulincer & Shaver, 2009; citados en Frías, 2011; Díaz-Loving & 
Sánchez, 2004; Frías & Díaz-Loving, 2010) 
 
Figura 1.4 Modelo de apego adulto (Frías, 2011) 
B
aj
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va
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ón
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M
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Alta valoración de sí mismo 
Baja ansiedad o dependencia 
A
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M
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Evitante 
 
 
Seguro 
 
 
Temeroso 
 
 
Preocupado 
 
Baja valoración de sí mismo 
Alta ansiedad o dependencia 
 
Los modelos de funcionamiento interno nos muestran patrones conductuales 
que se heredaron por el pensamiento que de las experiencias emocionales con las 
figuras de apego se generaban, y el apego en cambio son las pautas de 
emociones y conductas llevadas por un pensamiento que se formaron de estas 
	
   13 
experiencias, siendo relativamente estables y formando un componente central en 
la personalidad; además, funciona como una serie de hipótesis autocumplidas, es 
decir, los sujetos tienden a comportarse de tal manera que los otros generen una 
conducta esperada, mas no siempre deseada, generando patrones de conducta y 
círculos viciosos dentro de las relaciones interpersonales (Bowlby, 1969, 1982, 
1973,1980; Fraley & Shaver, 1998; citados en Frías & Díaz-Loving, 2010). 
Bowlby (1969) generó la teoría a partir de la interacción entre madre e hijo, 
pero dada la importancia que tiene al mantenerse a lo largo de las relaciones 
sentimentalmente significativas, se pueden entender también como relaciones de 
apego, pensándose que se pueden tener más de una relación de apego y más de 
un cuidador (Frías & Díaz-Loving, 2010). 
Bajo el modelo se proponen dos ejes que miden de manera independiente 
las dimensiones del sí mismo y de los demás para formar cuatro estilos de apego 
definidos como seguro, evitativo, preocupado y temeroso, estos modelos según 
Bowlby (1973) son complementarios y se confirman mutuamente y se observa una 
relación entre ambos ejes; pero dada la complejidad, se puede caer en el error de 
catalogar a las personas en un estilo que no le pertenece (Frías & Díaz-Loving, 
2010; Padilla-Bautista & Díaz-Loving, 2016). 
 
• El apego seguro: 
Representa un sentido de valoración personal combinado con la expectativa 
de que los otros son confiables, leales y de buen corazón. Las personas con este 
estilo de apego tienden a ser afectuosas, cálidas, afables, constantes y sus 
relaciones se caracterizan por ser satisfactorias, amigables e integradas, donde 
encuentran y generan un ambiente de bienestar, confianza y felicidad, con un 
perfecto y sano equilibrio entre la autonomía y la dependencia, son capaces de 
reconocer el estrés cuando se les presenta y buscan el apoyo de sus seres 
queridos y si perciben que otro enfrenta una amenaza son sensibles ante sus 
necesidades; perciben al amor romántico como relativamente estable aunque 
tiene variaciones a lo largo de la relación y en ocasiones el amor nunca se acaba 
(Hazan & Shaver, 1987; Collins, 1996; Fraley & Shaver, 1998; Mikulincer et al., 
	
   14 
2003; Shaver & Milulincer, 2002; Feeney & Collins, 2001; citados en Frías, 2011; 
Lozada, 2002; citado en Sánchez, 2010; Ojeda, 1998) 
 
• El apego evitante: 
Es la combinación de una alta valoración personal con una disposición 
negativa y altas expectativas hacia los demás, evitan la cercanía emocional y 
mantienen un alto sentido de independencia personal y resistencia, por lo que son 
grandes exploradores del mundo físico. Las personas con este estilo de apego 
niegan y/o suprimen sus necesidades de afecto y protección, creando un conflicto 
entre lo que necesitan y los medios que utilizan para resolverlo; generando tensión 
y estrés; por lo mismo no están interesados en las relaciones cercanas o no 
comprenden las peticiones de apoyo de otros, es decir, no desarrollan el sistema 
conductual de apoyo; además de ser evasivos y desconfiados; perciben al amor 
romántico ideal como no existente en la vida real, que no siempre dura y que es 
poco probable encontrar a una persona de la cual enamorarse (Hazan & Shaver, 
1987; Shaver & Mikulincer, 2002; citado en Frías, 2011; Sánchez, 2010; Ojeda, 
1998; Díaz-Loving & Rivera, 2010). 
 
• El apego preocupado: 
Es la combinación de poca valoración personal con una evaluación positiva 
de los otros, por lo que lleva al individuo a una lucha por la auto-aceptación y la 
aceptación por parte de los otros. Las personas con este estilo de apego tienden a 
presentar inseguridad en sus relaciones, donde buscan constantemente que les 
digan que los quieren y ser afirmados por otras personas, con un fuerte deseo de 
compromiso; además tienen un alto grado de dependencia, es decir, persiguen 
impulsivamente al objeto de amor cuando no está y lo absorben con la misma 
desesperación sí se encuentra. Atribuyen los fracasos a su falta de competencia y 
los aciertos al azar o destino; perciben al enamoramiento como fácil de conseguir 
aunque no creen haber vivido un amor real (Frías, 2011; Sánchez, 2010; Ojeda, 
1998; Collins 1996; citado en Frías & Díaz-Loving, 2010; Díaz-Loving & Rivera, 
2010). 
	
   15 
 
• El apego temeroso: 
Es aquella combinación donde existe una poca valoración personal y la 
expectativa de que los otros serán poco confiables y repelentes, por lo que el 
individuo se protege a sí mismo evitando la cercanía emocional con otros, tienden 
a irritarse fácilmente y son insensibles ante las necesidades de los otros, tienen 
una mala opinión de la vida en general que les genera indecisión; las personas 
con este estilo de apego presentan en sus relaciones celos, respuestas 
emocionales desproporcionadas y búsqueda de reciprocidad en la relación; 
asimismo perciben a sus parejas como renuentes a la cercanía emocional (Hazan 
& Shaver, 1987; citados en Frías, 2011; Yárnoz et al., 2001; Sánchez, 2010; 
Ojeda, 1998; Díaz-Loving & Rivera, 2010). 
 
Finalmente se puede concluir que el apego es un proceso complejo evolutivo 
donde los individuos cubren ciertas necesidades para asegurar la sobrevivencia, 
incluso padres de niños pequeños tienen ese deseo de ser cuidados y protegidos 
ya sea por la sociedad, por sus propios padres o por su pareja (Bowlby, 1989); a lo 
largo de este apartado hemos hablado sobre la formación del apego y parte del 
apego adulto. 
 
El apego en la pareja 
Como se mencionó anteriormente, el apego no sólo se genera en la relación 
madre e hijo sino que va cambiando conforme avanzamos en el tiempo y 
maduramos, incluso se va modificando el estilo de apego según las personas van 
interactuando con otros ya que se pueden tener diferentes estilos de apego 
dependiendo de las personas pero no necesariamente se comportan de la misma 
manera; es así que se han hecho diversas investigaciones en las relaciones 
románticas, son Hazan y Shaver (1987, citados en Frías & Díaz-Loving, 2010) 
quienes vincularon las relacionesrománticas con los tipos de apego y resaltando 
que la principal figura de apego en la adultez es la pareja; posteriormente Fenney 
y Noller (1990, citados en Frías & Díaz-Loving, 2010) encontraron datos que 
	
   16 
sugerían que las relaciones amorosas tenían un efecto por el estilo de apego de 
los individuos; pues se muestran las creencias que desarrollaron acerca de lo que 
ganan y lo que pierden dentro de las relaciones de pareja. 
Otra investigación que resalta la importancia de los estilos de apego en las 
relaciones amorosas es la de Simpson, Rholes y Phillips (1996, citados en Frías & 
Díaz-Loving, 2010), donde sugieren que los modelos de funcionamiento interno 
característicos de cada estilo están asociados con las estrategias de regulación de 
afecto, la dependencia a las otras personas y los patrones de comunicación 
utilizados. 
El compañero de vida no siempre es la principal figura de apego, puesto que 
la relación con los padres puede ser todavía muy fuerte e incluso por parte de las 
mujeres se ha encontrado que cuando les preguntan sobre su mejor amigo, 
usualmente es otra mujer y los hombres suelen decir que su pareja es su mejor 
amiga (Buss & Meston, 2009), aunado a esto, para que la pareja sea una buena 
figura de apego debe ser preferida para su búsqueda, ser una fuente de seguridad 
en momentos difíciles y una base que motive a perseguir sueños y objetivos de 
vida en un ambiente de tranquilidad y confianza que también están asociadas a 
relaciones satisfactorias si se desarrollan los sistemas de apego, cuidado e 
intimidad de manera adecuada (Frías & Díaz-Loving, 2010). 
Los objetivos finales de los sistemas de apego por parte de la evolución es 
precisamente que los adultos cuando formen sus propias familias cumplan como 
función, el ser buenas figuras de apego, al detectar necesidades tanto de su 
pareja como de sus hijos, impulsando su óptimo desarrollo; pero esto sólo sucede 
si las necesidades del cuidador primario están resueltas, si no el cuidador tiende a 
comportarse de tal forma que satisface sus necesidades con los que lo rodean 
creando un ambiente de confusión (Frías & Díaz-Loving, 2010). 
Cuando se habla de parejas románticas y específicamente del amor pasional 
no se puede dejar de lado la atracción sexual que existe entre las personas que 
repercute en cómo interactúan sexualmente, es decir, se busca relacionar con una 
potencial pareja sexual a corto o largo plazo (Buss & Kndrick, 1998, citados en 
Frías & Díaz-Loving, 2010), generando incluso una activación a la preocupación 
	
   17 
por el atractivo o desempeño sexual, o al contrario tener una tendencia a la 
evitación sobre los encuentros sexuales, desarrollando relaciones superficiales. 
Por lo anterior podemos encontrar que dependiendo de los estilos existe un 
comportamiento, junto con creencias y actitudes características hacia la 
sexualidad. 
 
Apego, Personalidad y Cultura 
El apego es un componente biocultural, el factor biológico está representado por 
las necesidades genéticamente básicas y determinantes para la sobrevivencia de 
la especie como el amor, afecto, cercanía, cuidado, interdependencia, seguridad, 
apego y poder; éstas se encuentran a lo largo de nuestra vida y nuestras 
relaciones tempranas y la forma en que se acercan o alejan de otros; pero éstas 
no se dan en un campo vacío, se van desarrollando constantemente con pautas 
socioculturales (Díaz-Loving & Sánchez, 2004). 
Asimismo cuando viene el nacimiento de una persona en un lugar en 
especifico se desarrollan una serie de cosas para la bienvenida de esa persona, 
incluso antes de que nazca, existen una serie de expectativas sobre cómo debe 
de ser esa persona en particular, rigiendo el comportamiento dependiendo de su 
sexo, de esta forma se va modificando la definición del sexo biológico 
acoplándose a las características dadas por la cultura en la que se encuentra, 
convirtiéndose en una construcción social designado como género, asociándose a 
aspectos de la personalidad que van a ser determinados por factores de 
educación y socialización dependiendo del contexto social, determinando lo que 
es masculino y lo que es femenino. Observamos entonces que muchas de las 
diferencias encontradas en los estudios cuando hablamos de hombres y mujeres 
no siempre es por una diferencia del sexo biológico sino más bien por el género o 
el rol social que se encuentra adscrito a éste (Rocha-Sánchez & Díaz-Loving, 
2005; Cardenal & Fierro, 2001). 
En otras palabras, lo que se espera de las personas, los estereotipos, lo 
normativo para la sociedad. Estas diferenciaciones son centrales en la creación de 
expectativas, normas, interpretaciones y conductas prototípicas que rigen la forma 
	
   18 
diferente en que hombres y mujeres viven todo lo concerniente a las relaciones 
íntimas (Díaz-Loving & Sánchez, 2004; Rocha-Sánchez & Díaz-Loving, 2005). 
Las interacciones interpersonales sociales y emocionales, como se expuso 
anteriormente son esenciales en los primeros años de vida de los individuos para 
formarse los vínculos necesarios con aquellas personas que juegan los roles de 
cuidadores primarios; además se cree que desde la perspectiva evolutiva, todas 
aquellas personas que interactúen con el recién nacido cumplen con roles 
importantes, es decir, no sólo se funge como cuidadores primarios y principales 
figuras de apego, sino que también a través de estas relaciones se van filtrando 
ciertas características de los roles que son asignados por la cultura (Woodhead & 
Oates, 2007; Rosas, Gallardo & Angulo, 2000, citados en Moreno & Stange, 
2015). 
En diferentes investigaciones en otros países se ha demostrado que el 
pertenecer a un sexo u otro se tiene una tendencia a mostrar ciertos etilos de 
apego, se podría esperar que los hombres muestren más evitación que las 
mujeres pues éstas son más conscientes de sus relaciones interpersonales y los 
hombres se definen a sí mismos como independientes (Del Giudice, 2011; 
Pietromonaco & Carnelley, 1994; Gabriel & Gardner, 1999; Holmberg, Orbuch & 
Veroff, 2004; Maddux, 2005, citados en Jelić & Kamenov, 2015), pero existen otros 
estudios que no confirman esa expectativa (Chopik, Edelstein & Fraley, 2013, 
citados en Jelić & Kamenov, 2015). 
Por otro lado, se ha evidenciado que los estilos de apego inseguro, 
desarrollados en la infancia, se han relacionado con la violencia a la pareja, es 
decir, se encontraba que hombres violentos tendían a tener poca confianza o 
comunicación positiva en sus relaciones, mostraban necesidad de dominio, 
además de mostrar rechazo directo (Dutton, 2007; Dutton & Golant, 1997, Dutton, 
Starzomsky & van Ginkel, 1995; Holtzworth-Munroe, Meehan, Herron, Rehman & 
Stuart, 2003: Magdol et al., 1998; Waltz, Babcock, Jacobson & Gottman, 2000; 
Babcock, Jacobson, Gottman & Yeringtong, 2000, citados en Pinzón & Pérez, 
2014). 
	
   19 
Dependiendo de la forma en cómo se interactúa, surge el tipo de apego que 
se tiene en la infancia y se puede predecir el comportamiento en los adultos 
jóvenes, aunque también existen algunas variaciones personales. También afecta 
en la seguridad de las relaciones de apego con el cuidador primario, es por esto 
que se cree que el apego tiene alguna correlación con el constructo de poder, 
puesto que cuando se es pequeño también se desarrolla el poder o 
maquiavelismo para controlar el ambiente, y que los deseos y necesidades sean 
atendidas; tanto desde la cultura, el desarrollo psicológico como individuo, y las 
diferencias individuales como los pensamientos y sentimientos. El apego además 
es un conducto para socializar en la edad adulta, en la infancia y en la juventud e 
incide en la forma en que se establecen las relaciones interpersonales de amor. 
De igual manera las experiencias sociales en la niñez definen las relaciones 
interpersonales en la juventud y adultez (Ainsworth et al., 1978; Hazan & Shaver,1987; citados en Bowlby, 1998). 
En ese mismo sentido Díaz-Guerrero propone que la familia mexicana no 
diferencia el amor del poder. Son constructos biológicos y culturales tanto 
subjetivamente, que se piensa y siente, como objetivamente, que se construye. Es 
importante observar una perspectiva bio-psico-socio-cultural pues se sabe que la 
humanidad es cambiante, dinámica y caprichosa (Díaz-Loving & Sánchez, 2004), 
incluso se piensa que si el vínculo que se forma entre el individuo recién nacido y 
el cuidador primario, no tendría que ser diferente a lo largo de los años y en 
diferentes lugares, si es un fenómeno natural que siempre se presenta, pero lo 
realmente importante que casi nadie ve dentro de este vínculo es un tercer 
componente, llamado cultura y la manera en cómo los psicólogos sociales se 
interesan en el porqué de los estilos de apego (Pichon-Rivière, 1985, citado en 
Rodríguez, 2015). 
 
 
	
   20 
 
 
 
Capítulo 2 
El Poder en la cultura 
mexicana 
 
“Trata a los demás como si fueran lo que debieran 
ser y los ayudaras a convertirse en lo que son 
capaces de ser.” 
Goethe 
 
 
	
   21 
Capítulo 2. El Poder en la cultura mexicana 
 
 
Definición del poder en México 
En la actualidad ¿quién no ha deseado tener un poco de poder?, ya no decir tener 
el poder de decidir sobre la propia vida, sino un poder sobre otra persona, o sobre 
ciertas situaciones; ¿quién no ha querido poder cambiar la situación que vivimos 
en México y su presidente marioneta-abusiva?; pero hablando de algo más 
tangible, ¿quién no ha engañado a un niño para que se tome una medicina, o 
convencido a alguien de comprar algo o cambiarse de compañía o que realice 
cualquier otra cosa que uno quiere? Los juegos de poder están constantemente a 
nuestro alrededor y mientras algunos lo satanizan y otros lo alaban y lo practican 
cual religión, diario antes del desayuno y después de ir al cine; uno al final del día 
se pregunta: ¿Qué es el poder? ¿Por qué todo el mundo lo desea, o lo odia, lo 
envidia? ¿Por qué es casi como tabú? Lo que es un hecho, es que para estudiar el 
poder nos tenemos que poner de acuerdo, pensando que es un constructo, un 
tanto delicado, que puede herir susceptibilidades. Existen una serie de 
investigaciones que pretenden medirlo, estudiarlo y acercarse. Como dice Rivera 
(2000), el poder es muy amplio que se puede y se ha estudiado de diversas 
formas, donde existen limitantes y dificultades para conceptualizarlo así como para 
su medición dentro de la psicología. Parafraseando a Russel (citado en Rivera, 
2000), el poder es como la energía física en las ciencias sociales; igualmente el 
poder es el primer sentimiento que existe en las sociedades, es aquel sentimiento 
que aparece incluso antes de sentir (Fernández, 2000). 
Como comentamos anteriormente, el poder es difícil de delimitar porque los 
ámbitos en los que se desarrolla son bastante amplios (social, político, económico, 
familiar, incluso por país, etc.), tal es el caso en el que llegamos a observar 
diferentes definiciones; para la psicología éste era un término que pertenecía 
simplemente a la sociología, en este sentido se dice que tiene dos vertientes, la 
primera es la de la conquista por la naturaleza y la segunda se refiere a la 
construcción de redes en sus iguales (Rivera, 2000); pero reflexionando que del 
	
   22 
poder se derivan emociones, actitudes y motivos conscientes e inconscientes 
manifestados en la conducta, se ha establecido el buscar una explicación de este 
constructo en el ser humano desde la psicología, además de estudiar las técnicas, 
medios o estrategias de poder en una relación de pareja (Rivera & Díaz-Loving, 
2002). 
También observamos que se ha tratado de aproximar esta definición por 
medio de la equidad, es decir, si existe balance, o si un integrante tiene más 
control que otro en la relación, sí se toman las decisiones, se plantean las ideas o 
soluciones a problemas entre los dos, y cómo llegan a la conclusión de los 
conflictos, si uno trabaja más que otro en función de la diada (Rivera, 2000). 
La definición de poder más general, es conseguir lo que uno quiere, 
dependiendo de la persona y cómo sabe lo que se anhela (Boulding, 1993; citado 
en Uribe, 2011); en esta definición se destaca el conflicto como otro constructo 
que detona cuando existe un cambio en las medidas percibidas del poder, es 
decir, cuando en una de las partes aumenta y en la otra disminuye. Por eso es 
necesaria la delimitación de poderes y efectos en sujetos, sociedades, estados, 
etc., la estructura del poder también cambia dependiendo de cómo los individuos 
califican al poder y al bienestar de los otros (Uribe, 2011). 
Algunas características del poder según Boulding (1994, citado en Rivera & 
Díaz-Loving, 2002), son que trasciende a todos los actos humanos, 
multidisciplinario, simultáneo, está sujeto a la legitimidad, jerárquico, es 
transformativo, su mala utilización o el no utilizarlo llevan a la destrucción de sí 
mismo, se debe saber cómo y cuándo utilizarse, es un proceso bilateral, si se 
pierde el sentido del objeto de poder éste se destruye, son diferentes las 
habilidades que se requieren para subir al poder y las que ayudan a ejercerlo, su 
ejercicio tiene derechos y obligaciones, se desarrolla en una estructura social, 
cultural y de aprendizaje implícita, es una estructura dinámica y no se concibe en 
función de los fines que ha de cumplir, se justifica en sí mismo por sí mismo. 
Una definición específica del poder en el matrimonio se señala como un 
constructo multidimensional, que tiene que ver con qué tanto una persona 
determina los actos, creencias, deseos, preferencias y necesidades de otra, 
	
   23 
controlándola casi por completo (Safilios-Rotheschild, 1990; citado en Rivera & 
Díaz-Loving, 2010). 
Además el poder se define como influencia o control; donde se genera 
desigualdad pues está latente entre dos participantes o más y no en una 
estructura perteneciente sólo a un individuo, es en parte como una serie de 
premisas autocumplidas, donde se comporta de forma tal que el otro actúa en 
respuesta al primer comportamiento (Bernhard, 1991; Catwright, 1956; citados en 
Rivera & Díaz-Loving, 2010). 
Es importante destacar que independientemente de que existan muchos 
ámbitos en los que se aplica el poder, se puede decir que tiene diferentes matices, 
y en los extremos encontramos un poder que se encarga de crear, construir y 
transformar bases para buscar el bien común y otro que está en busca del 
beneficio propio, donde es el egoísmo su motor y causan celos y envidia; y es el 
envidioso el que pierde la estructura y trata de dañar a aquellas personas a 
quienes envidia; es por eso que Boulding (1993, citado en Uribe, 2011), menciona 
que la estructura total del poder depende de cómo los individuos conceptualizan al 
poder y el bienestar de los otros; puesto que se puede ir de un poder benevolente, 
creativo, a veces llamado contrapoder incluso de una naturaleza femenina y un 
poder malévolo, destructivo como la guerra; además el que sea motivado por un 
interés negativo o positivo el resultado puede no ser el esperado (Boulding 1993, 
citado en Uribe, 2011; Lagarde, 2001; Fernández, 2000; Rivera, 2000; Rivera & 
Díaz-Loving, 2002). 
En esta cultura mexicana el poder tiene una relación fuerte con el afecto por 
las expresiones de obediencia y abnegación; el poder lo definen como cualquier 
tipo de conducta a través de la cual se logra que otros realicen lo que un individuo 
desea, poniendo en sus manos la última decisión (Díaz-Guerrero & Díaz-Loving, 
1988, citado en Rivera & Díaz-Loving, 2002). 
 
El poder en el desarrollo 
El poder entonces es un proceso complejo multidimensional que no es inherente a 
una persona, como un rasgo biológicamente hablando, sino que se desenvuelve 
	
   24 
por la parte social, cultural y de interacción que de ahí se despliega,incluso por los 
recursos o cualidades que se poseen (Rivera, Díaz-Loving, García & Villanueva, 
2010), se observa que el poder tiene muchas acotaciones en común con la teoría 
de apego, puesto que los matices de poder se van desplegando en la primera 
infancia cuando se reconoce y se acatan las formulaciones de la figura de 
autoridad (English 1961, citado en Díaz-Guerrero, 2003), que usualmente son los 
padres, similar a la figura de apego u otros como los profesores; implica la 
influencia recíproca del individuo con los otros que lo cuidan, porque de lo 
contrario moriría (Rivera & Díaz-Loving, 2002). Otros autores afirman que las 
relaciones y las estructuras de poder que existen en la familia o el grupo que la 
sustituye, con los padres y el control que ejercen, son primordiales para el 
desarrollo de la socialización ambiental en los niños pequeños y determinan los 
rasgos de personalidad; produciéndose además influencias reciprocas complejas 
entre los medios y los procesos del poder (Simon, Sierlin & Wynee, 1993; 
Minuchin, 1995; McDonald, 1977, 1980, citados en Rivera et al., 2010; Rivera & 
Díaz-Loving, 2002). 
Otras similitudes que podemos encontrar con el apego, tiene que ver con las 
interacciones sociales, en específico el poder tiene una cuestión que reside 
implícitamente en la dependencia de otros; además de que en ambas, lo que se 
busca es evitar costos y aumentar beneficios de lo que se puede tener con la otra 
persona y finalmente dentro de las relaciones interpersonales van a existir estos 
constructos no importando qué tan cercanas sean (Rivera et al., 2010); para 
finalizar Díaz-Guerrero (2003), menciona que estos constructos bien entendidos y 
expresados podían incrementar el bienestar personal y social. 
Estos quehaceres de los mortales como les llamó Díaz-Guerrero (2003), son 
necesidades básicas para la sobrevivencia al medio en donde se habita; 
específicamente en México tendemos a confundir el amor y el poder, puesto que 
desde que se viene al mundo, a la madre se le obedece por amor y no tanto por 
poder como se le obedece al padre. Es fácil observar cómo el verbo querer y el 
verbo poder pueden ser fácilmente intercambiables. A pesar de que se considera 
importante la diferenciación crucial entre estos dos constructos desde la educación 
	
   25 
familiar; donde se ponga en relieve que el amor puede no ser intercambiable y que 
el poder se debe de dar por merecimiento exclusivamente, nos ponemos a pensar 
que en general la estructura social, económica y cultural en el país no sigue esos 
lineamientos. Puesto que se da el poder a personas no porque lo merezcan sino 
porque lo compran; los jóvenes que usualmente son los que causan problemas 
puesto que no están conformes con lo que la sociedad dicta, no tienen una 
identidad fija y juegan con las apariencias para formarse a sí mismos, jugando 
incluso con el poder que es lo que cohesiona y destruye a la sociedad al mismo 
tiempo (Díaz-Guerrero, 2003; Fernández, 2000; Rivera, 2000). 
Asimismo la escolaridad es un atributo que destaca, pues se menciona que 
las personas que cuentan con un nivel escolar elevado presentan una disposición 
al cambio en cuestión de quién posee mayor poder y consideran a ambos sexos 
como iguales; en cambio en escolaridades bajas, se revelan actitudes de dominio 
y poder por parte del hombre, mientras que la mujer se manifiestan la sumisión y 
abnegación López, 1990, citado en Rivera & Díaz-Loving, 2002). 
Finalmente podemos decir efectivamente que es complejo el poder, puesto 
que las personas son muy cambiantes y aunque exista una represión para nuestro 
bienestar, vamos a estar en contra de ello, por lo que representa y no 
necesariamente por lo que hace a futuro; lo realmente importante son las 
decisiones y opiniones de las personas, que mientras más valores a la ecuación 
metamos más difícil es la situación (Leone & Burns, 1997, citado en Rivera, 2000). 
Existen infinidad de formas de ejecutar el poder, además de ópticas desde 
donde se puede observar, el oprimido, el opresor, el observador, también están los 
estilos y los medios para hacer que otros realicen lo que uno desea; los estilos se 
refieren más a una situación estética que está mediada por la cultura y es la forma 
en que se actúa. En este estudio nos enfocamos a las estrategias que son los 
medios que se utilizan para obtener lo que se desea. 
 
Estrategias de poder 
La diferencia entre estrategias y estilos radica en que la estrategia es la lógica que 
se utiliza al realizar las confabulaciones que se piensan, es decir, ocupa la 
	
   26 
estructura del pensamiento, siendo más instrumental; en cambio el estilo es una 
forma estética, es lo que se siente y el cómo se enuncia, utilizando el cuerpo, 
expresando sentimientos y emociones. Las estrategias de poder entonces 
podemos decir que son los medios que surgen de un acto; se utilizan para obtener 
lo que se quiere o desea, sean objetos o actividades por parte de otra persona, es 
un proceso de influencia en la interacción; mientras que los estilos de poder, son 
un intercambio de peticiones de relaciones de poder y de negociación (Rivera & 
Díaz-Loving, 2002). 
Las estrategias de poder se pueden dividir en positivas y negativas; 
observando a las negativas como las empleadas para obtener ganancias para 
quien las ejecuta, y las positivas van más de la mano con el amor, que se dejan 
llevar pues no se piensa que el amado sea capaz de lastimar (Rivera et al., 2010). 
Existen diferentes formas de clasificar tanto al poder como a las estrategias 
utilizadas para alcanzar el poder, dependiendo de la cultura, el ambiente, a 
quienes van dirigidas, etc., (Rivera et al., 2010; Uribe, 2011; Díaz-Loving & Rivera, 
2010), es por eso que nos enfocaremos en las 14 estrategias de poder 
encontradas por Rivera y Díaz-Loving (2002). 
 
• Autoritario 
Es la estrategia que emplea recursos para imponerse utilizando niveles 
jerárquicos; dejando en claro que debe ser obedecido porque es legítimo su poder, 
usualmente dado por las normas culturales en la sociedad en la que se 
desenvuelven, en respuesta a la negativa de sus deseos o necesidades no 
resueltas por el otro. Por ejemplo: “Impongo mi voluntad, Imputo condiciones, 
critico y regaño a mi pareja” 
• Afecto positivo o Carismático 
Es la estrategia que utiliza comportamientos cariñosos, se busca ser 
amoroso, tierno y afectuoso poniendo al amor que los une como determinante 
para que se haga lo que se desea. Aquí se mencionan algunos ejemplos: 
“Consiento y apapacho a mi pareja, halago sus cualidades y habilidades ante los 
demás, soy amoroso (a)” 
	
   27 
• Equidad-Reciprocidad 
Estrategia donde se busca el intercambio de favores mutuos, promoviendo el 
diálogo cordial y la democracia, además de utilizar la persuasión hacia el otro: 
“Llego a acuerdos justos a través del diálogo, le pido apoyo mutuo, tomo en 
cuenta la opinión de mi pareja” 
• Directo-Racional 
Es la estrategia que se utiliza para convencer de manera sincera haciendo 
uso de argumentos lógicos y metódicos haciendo un previo análisis, promoviendo 
la negociación y la disuasión, haciendo uso de la influencia verbal. Como ejemplos 
tenemos: “Justifico mi petición de manera concisa, expongo mis razones de forma 
directa, negocio con mi pareja” 
• Imposición-Manipulación 
Esta estrategia se caracteriza por mostrar un comportamiento inflexible a las 
peticiones de otros e incluso represivo en un intento por influenciar el criterio del 
otro, utilizando la inducción no verbal. Por ejemplo: “Le prohíbo decir lo que 
piensa, soy inaccesible a sus propuestas, reprimo su iniciativa” 
• Descalificar 
Estrategia descrita por un comportamiento hostil en su interacción, tratando 
de desacreditar a las personas que lo rodean al hacer comentarios fuera de lugar, 
incluso utilizando un poder de recursos. Ejemplos de esto son: “Perjudico a mi 
parejahumillándola, ignorándola, tirándola de a loca, le recuerdo quién aporta más 
dinero a la relación” 
• Afecto negativo 
Esta estrategia se identifica por mostrar emociones afectivas que buscan 
lastimar a la otra persona con comentarios hirientes. Algunos reactivos que 
detonan esta estrategia son: “Hago énfasis en sus defectos, le provoco celos, le 
digo que no lo (la) quiero o evito decirle que la (lo) quiero, suelo mentirle ” 
• Coerción 
Se caracteriza por usar la amenaza física y verbal, haciendo uso de la fuerza 
y la amenaza. Algunos ejemplos que encontramos son los siguientes: “Le ordeno 
que me obedezca, amenazo a mi pareja utilizando la fuerza física” 
	
   28 
• Agresión pasiva 
Es una conducta donde sutilmente se descalifica al otro, haciendo lo 
contrario a lo que la pareja valora, haciéndolo sentir inexistente. Algunas 
afirmaciones son las siguientes: “Me muestro indiferente, evito a mi pareja, dejo de 
consentirla (lo), hago lo que quiero sin tomar en cuenta su opinión, me niego a 
colaborar, la rechazo” 
• Chantaje 
Se utilizan afirmaciones que hacen sentir responsable o culpable al otro de 
alguna situación en particular; también hacer sentir que se les debe algo. Los 
siguientes enunciados son representaciones de esta estrategia: “Me muestro 
triste, y actúo como un ser indefenso, lloro, me autocalifico como incapaz” 
• Afecto petición 
Se actúa de forma respetuosa y halagadora, amablemente se pide 
comprensión y apoyo. Algunas aseveraciones que demuestran esto son: “Le pido 
que me escuche, pido comprensión y le digo que su apoyo es importante para mí” 
• Autoafirmación 
Se demanda abiertamente las peticiones de tal forma que se cree que existe 
un deber implícito o explícito, utilizando el poder de toma de decisiones 
importantes. Por ejemplo: “Tomo la decisión final, doy indicaciones precisas y 
ordenes directas” 
• Sexual 
Esta estrategia se define como retirar el contacto físico y/o acercarse 
sexualmente para conseguir lo que se desea. Como ejemplos tenemos las 
siguientes afirmaciones: “Halago sexualmente a mi pareja, evito un acercamiento 
sexual, le digo que no deseo tener relaciones sexuales, la seduzco, le hago el 
amor” 
• Dominio 
Estrategia que utiliza un comportamiento correctivo, descalificador y 
amenazante. Las aseveraciones siguientes se toman como ejemplo del dominio: 
“Me comporto con violencia, le juzgo severamente, descalifico su autoridad ante 
los otros, me comporto antipático y provoco altercados” 
	
   29 
 
Estas estrategias de poder surgieron específicamente de las relaciones de 
pareja en México, en una población dada hace 16 años; se dice que la estructura 
del poder se mantiene cuando alguien posee la capacidad de influencia para 
conseguir que otro haga algo que se desea, usualmente se refieren a lo financiero, 
a la fuerza per se, o las posesiones materiales; pero también existe un poder 
ideológico, que es cuando el poder está en la creencia de que el mundo es como 
es y se sabe dónde esta su lugar en él. Este poder invisible es lo que nos llama la 
atención pues es el que dicta las creencias de cómo deben ser las relaciones de 
pareja (Atwood & Scholtz, 2005, citado en Rivera et al., 2010). 
 
El poder en la pareja 
Las relaciones de pareja siempre vienen como diadas y como tal cada integrante 
tiene una historia antes de formarla. En este sentido, el poder se ha estudiado 
como toma de decisiones y éste se comporta positivamente cuando existe una 
autoridad y una obediencia, pero estos roles pueden cambiar a lo largo de la 
relación, dependiendo de la situación. En la forma negativa es cuando sólo uno de 
los dos ejerce el poder y el otro es el subordinado; usualmente quien ama más es 
el más dependiente y es el que no obtiene el poder. Una forma de poder podría 
ser la negociación, donde es bilateral y que la decisión la pueden tomar ambos y 
la segunda forma, es la manipulación donde es unilateral y la decisión la toma sólo 
una persona. Los aspectos positivos del poder conllevan el amor y el sacrificio, 
para crear y dejar ser y los aspectos negativos son el someter o el destruir para 
beneficio propio (Rivera, 2000; Atwood & Scholtz, 2005, citado en Rivera et al., 
2010). 
Blalock y Wilken (1979, citado en Rivera & Díaz-Loving, 2002), mencionan 
que el uso de las estrategias de poder por parte de cada uno de los integrantes de 
la pareja, no es una característica de la personalidad de las personas que la 
integran en sí, sino es un producto de la interacción entre ellos. Se dice que es la 
conformación de un vínculo en el que se instauran reglas y normas, que se 
comunicarán a través de un lenguaje propio y cifrado, es decir, que viene en un 
	
   30 
conglomerado de símbolos, afectos, signos, estilos, etc., que se imponen, median 
o retraen al establecerse un nuevo acuerdo y un nuevo poder (Rivera & Díaz-
Loving, 2002). 
De alguna manera a lo largo de la historia el poder, se ha ido modificando y 
los seres humanos que están en constante medición, donde algunos se creen 
inferiores y otros superiores. En algún punto de la historia los hombres se creyeron 
en la superioridad sobre la mujer, cuando se comprendieron las diferencias 
biológicas que se creyeron más importantes en ambos sexos (Noyola, 1990, 
citado en Rivera & Díaz-Loving, 2002), como la estructura corporal de la fuerza 
física del hombre y el que la mujer se le considerara inferior para combatir en la 
guerra, que de algún modo se tradujo a la procreación y crianza de los hijos 
(Galindo, 1996, citado en Rivera & Díaz-Loving, 2002), creyéndose que se le 
puede violentar con impunidad; dada la cultura y la religión, que se malinterpretan 
los escritos, por ejemplo, en el Corán, “una mujer no puede ser ejecutada si es 
virgen” y los musulmanes al malinterpretar lo escrito para su beneficio y daño a las 
que no se defienden por no tener poder, es violar a las jóvenes para que puedan 
ejecutarlas. Asimismo en otras religiones se puede observar a través de la historia, 
esta violencia no percibida como tal hacia la mujer al enajenarlas a la religión y 
dando a los hombres acceso a la ciencia y tecnología, impidiendo que las primeras 
la detentaran (Rivera, 2000; Rivera & Díaz-Loving, 2002). 
Cuando se habla de poder, especialmente entre los sexos no se puede evitar 
hablar de las perspectivas de género, pues se justifica la inequidad de poder y 
fomenta la superioridad de un sexo sobre el otro. Creando estereotipos que no es 
más que la definición que un grupo impone a otro para controlarlo (Schaef, 1987). 
Pero se observa que no sólo las mujeres sufren por vivir en una sociedad 
machista, los hombres también pagan un precio, es decir, existen algunas 
características potenciales que forman parte de los seres humanos, que se ha 
suprimido como rasgos masculinos, como la pasividad, la capacidad de 
comunicación de los sentimientos que se tienen, vulnerabilidad, la necesidad de 
brindar o recibir afecto y cuidado, en fin, atributos que se consideran femeninos 
	
   31 
pero que se refieren a la expresividad; siendo los rasgos instrumentales los 
deseados y considerados masculinos (Rivera & Díaz-Loving, 2002). 
En este sentido se puede destacar que los rasgos de expresividad e 
instrumentalidad, en estudios actuales se ha concluido que no existen diferencias 
entre hombres y mujeres dependiendo más de los roles que se ocupan en la 
sociedad; asimismo se destaca la androginia que es la combinación de los dos 
tipos de rasgos en las personas (Echebarria, 2010, citado en Gartzia, Aritzeta, 
Balluerka & Barberá, 2012). De igual forma se destaca que cuando existe una 
mayor escolaridad las personas tienen una tendencia a la androginia, Díaz-
Guerrero (1982, 2003), menciona que estas personas se alejan de la cultura 
tradicional (Rivera & Díaz-Loving, 2002). 
Dentro de las relaciones interpersonales, invariablemente van a existir 
conflictos, puestoque siempre existen diferencias de opiniones y preferencias que 
se quieren expresar, pero no siempre el conflicto en sí mismo es parte del 
problema, o que alguien quiera tomar mejor partido que otro abusando de alguna 
manera, a veces simplemente es por cómo se reacciona ante los conflictos y a las 
malas interpretaciones dentro de la comunicación verbal y no verbal; tomando en 
cuenta que cuando una persona no expresa lo que siente, si es enojo, usualmente 
lo expresa a la hora de comportarse, al aventar objetos o cualquier otro 
comportamiento agresivo, muchas veces sin notarlo y eso se permea en cómo se 
afrontan los conflictos o decisiones a tomar y cómo se quieren resolver; esto tiene 
que ver con la comunicación, puesto que si la pareja tiene una mala comunicación 
puede llegar a haber malos entendidos que conducen a la frustración y a la 
hostilidad donde en una simple reunión las palabras se convierten en armas y las 
discusiones en batallas. Una buena comunicación no sólo conlleva a hacerse 
entender, también se requiere captar el mensaje que la otra persona quiere 
transmitir (Beck, 1993; Arnaldo, 2001; Díaz-Loving & Sánchez, 2002; Feldman, 
2000, Tallman et al., 1999, citados en Cienfuegos & Díaz-Loving, 2010). 
 
 
 
	
   32 
 
 
 
Capítulo 3 
La pareja en México 
 
“El amor nunca muere de hambre; 
con frecuencia de indigestión.” 
Ninón de Lenclós 
 
 
	
   33 
Capítulo 3. La pareja en México 
 
 
 
Concepto de pareja 
La definición de la pareja es una concepción muy amplia, tanto que se han escrito 
libros enteros sin definirla en su totalidad, en parte porque la cultura y la sociedad 
van cambiando a lo largo del tiempo, al igual que las personas que son parte de 
ella, y como tal, no se puede decir simplemente que son dos personas que se 
juntan por un lapso determinado con ciertas similitudes e intereses, de alguna 
manera puede parecer profano analizar y definir con detalle la unión de dos 
personas como relación de pareja, pero es fundamental para el entendimiento de 
los problemas que se puedan suscitar de ahí (Ojeda, 1998; Beck, 1993). 
Revisando la bibliografía se encuentra que se le ha definido como una 
institución social, y como tal conlleva una organización con estructura propia, 
reglas y normas que son impuestas a través de la cultura, ya sea dentro de la 
relación conformada explícita o implícitamente, tanto como con la elección de la 
unión, que está determinada por aspectos sociales subjetivos y objetivos. La 
pareja se construye en un vínculo único generando una identidad con ciertos 
intercambios sociales, íntimos, de aceptación, apoyo, compañerismo, afectividad, 
seguridad, amor y poder. Mencionando además experiencias como la gratificación 
sexual, las expectativas que tienen cada uno de los integrantes con diferentes 
percepciones e interpretaciones; se le define además como un arte donde entra en 
rigor la imaginación y la constancia para buscar la satisfacción y el placer de 
construir una familia, preservar el apellido, las enseñanzas y la cultura dentro de 
un contexto social en específico (Tordjman, 1981, citado en Ojeda, 1998; Díaz-
Loving, 1990; Beck, 1993; Díaz-Loving & Sánchez, 2004; Segnini, 2002; Cazés, 
2000, citados en Sánchez, 2007). 
 
 
 
	
   34 
Antecedentes de las relaciones de pareja 
Anteriormente lo socialmente aceptado era escoger una pareja para toda la vida, 
por beneficios mutuos que iban a ser heredados para y por el bien de la familia, 
asegurando con eso la reproducción de los individuos, la perduración familiar, los 
estratos sociales, etc., en este sentido observamos que las razones de la elección 
de una pareja era meramente por presión social, económica, política y por ende 
familiar, donde los intereses individuales no importaban en lo más mínimo, 
evocando relaciones perdurables hasta la muerte; se piensa que la elección de la 
pareja no es producto del azar, pues cuando se elige pareja es dentro de un 
ambiente, un lugar, espacio y situaciones determinadas; no fue sino hasta el siglo 
XIX que se les permitía a lo jóvenes casarse por amor, viendo a éste como la 
única fuerza que iba a mantener a la familia unida (Ojeda, 1998; Beck, 1993; 
Sánchez, 2007). 
Observamos actualmente que no es sencillo hablar del amor, no por nada a 
lo largo de la historia diferentes personajes se han interesado en su consistencia 
inspirando canciones y estudios interesantes; puesto que es una interacción 
social, y de alguna manera se busca la equidad, donde el devenir subjetivo de 
justicia se presenta en las relaciones y sus integrantes buscan que lo que ellos 
contribuyen a la relación sea proporcionalmente igual a lo que el otro integrante 
aporta, es decir, si lo vemos como una cuestión económica que la ganancia sea 
igual o mayor a la pérdida, lamentablemente como no trabajamos con pesos 
reales, existe dependiendo de la cultura y de los sujetos, una percepción e 
interpretación diferentes para los aportes a las relaciones, así como los diferentes 
deseos y expectativas que se tienen del otro, un poco culpando a los conceptos 
románticos arraigados e ideas que se puedan generar en los individuos (Díaz-
Loving & Sánchez, 2004; Beck, 1993; Padilla, 2012). 
El unirse a otra persona significativa es uno de los anhelos más 
conmovedores y esperados por la humanidad puesto que se exalta el placer y la 
alegría en la vida a pesar de las decepciones que se puedan llevar; y es que 
también se puede observar que el enamoramiento es una alteración de la 
conciencia y puede llegar a ser como una adicción; empero forja un vínculo fuerte 
	
   35 
que promueve el compromiso entre dos personas, que no pierden su 
individualidad o personalidad pero pertenecen a una estructura diferente, donde 
existe un sentido de seguridad e intimidad (Beck 1993; Ojeda, 1998). 
Existen diferentes teorías en relación con el estudio de la pareja, es decir, las 
descripciones que pueden generarse a lo largo del tiempo que vive una pareja; por 
ejemplo, Sánchez-Aragón (2010) hace una revisión de algunos autores que 
comprenden el estudio de la pareja, menciona a Barragan, (1976) quien divide la 
vida en pareja en seis etapas principales, que van desde su selección hasta la 
vejez y muerte. No existen divisiones fijas entre una etapa y otra pero lo principal 
dentro de este estudio es la existencia de tres puntos importantes en los cuales se 
mueve la interacción de la pareja que son los límites, o la existencia de una 
interferencia por parte de la familia, amigos, etc., la intimidad o la cercanía 
emocional y física durante la convivencia y finalmente el poder que es la forma de 
dominio y quién lo ejerce. 
Por otro lado Sánchez (1995, Sánchez-Aragón, 2010) menciona las etapas 
del noviazgo traducido en temporalidad y lo que sucede en cada etapa, también 
hace la distinción entre matrimonio sin hijos y matrimonio con hijos. 
Posteriormente Díaz-Loving (1996, citado Sánchez-Aragón, 2010) describe 
que las relaciones son una serie de interacciones prácticas o ficticias en un 
determinado periodo, donde se van a ir modificando por momentos del pasado y 
las expectativas que se hayan tenido. Para la sobrevivencia del ser humano es 
primordial que exista una forma de evaluar el comportamiento de los otros; para 
saber qué tipo de relaciones desea y hacia donde se está acercando. En la teoría 
biopsico-socio cultural de la relación de pareja observamos los factores biológicos 
y culturales como las necesidades individuales que se van envolviendo en las 
relaciones tempranas y en las relaciones posteriores, no dejando de lado que en la 
dinámica de pareja se puede ir modificando la comprensión a esas necesidades 
del otro para tomar decisiones en conjunto. Para la realización de este diagnóstico 
se depende de las características de la persona-estímulo, la situación en la que se 
encuentra, la historia del individuo, su humor y la etapa dentro

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