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UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO PROGRAMA DE MAESTRÍA Y DOCTORADO EN PSICOLOGÍA SOCIAL Y AMBIENTAL México, D. F. noviembre de 2015 TUTOR PRINCIPAL: DR. JESUS FELIPE URIBE PRADO Facultad de Psicología TUTOR ADJUNTO: DR. SAMUEL JURADO CARDENAS Facultad de Psicología TUTORA EXTERNA: DRA. MIRNA GARCÍA MÉNDEZ FES-Zaragoza UNAM JURADO A DR. HORACIO TOVALÍN AHUMADA FES-Zaragoza UNAM JURADO B: DR. ARTURO JUÁREZ GARCÍA Universidad Nacional Autónoma de Morelos Factores de Riesgo Psicosocial laboral asociados a la aparición del Síndrome de Quemarse por el Trabajo (Burnout) y sus consecuencias en la salud en profesores universitarios TESIS QUE PARA O TAR PO TAR EL GRADO DE DOCTOR EN PSICOLOGÍA P R E S E N T A SARA GUADALUPE UNDA ROJAS Margarita Texto escrito a máquina Margarita Texto escrito a máquina Margarita Texto escrito a máquina Margarita Texto escrito a máquina Margarita Texto escrito a máquina PTAR POR Margarita Texto escrito a máquina Margarita Texto escrito a máquina Margarita Texto escrito a máquina Margarita Texto escrito a máquina UNAM – Dirección General de Bibliotecas Tesis Digitales Restricciones de uso DERECHOS RESERVADOS © PROHIBIDA SU REPRODUCCIÓN TOTAL O PARCIAL Todo el material contenido en esta tesis esta protegido por la Ley Federal del Derecho de Autor (LFDA) de los Estados Unidos Mexicanos (México). El uso de imágenes, fragmentos de videos, y demás material que sea objeto de protección de los derechos de autor, será exclusivamente para fines educativos e informativos y deberá citar la fuente donde la obtuvo mencionando el autor o autores. Cualquier uso distinto como el lucro, reproducción, edición o modificación, será perseguido y sancionado por el respectivo titular de los Derechos de Autor. Agradecimientos A la vida por ésta segunda oportunidad… A Arturo, por acompañarme en la vida y siempre estar ahí diciendo “te quiero”, “no te preocupes”, “en que te ayudo”, desde hace más de 30 años. Te amo. Arce y Arturo Jr., porque la base de la fortaleza de una persona está en su familia y mi familia es excepcional, gracias por la independencia, el amor, el apoyo, la solidaridad. Por permitirme ser una mamá diferente. A mi madre, donde esté, siempre está conmigo como ejemplo de fortaleza. A mi amiga del alma que se me adelantó en el camino, y me dejó la mayor enseñanza, “disfruta la vida hasta el último segundo”, te quiero Miri. A mis amigos y compañeros de trabajo por su amistad y solidaridad. A mis estudiantes y maravilloso equipo: Oscar, Ale y Ricardo especialmente por ser ejemplo de entrega y amistad, a Jesica, Carlos, Nohemí, Sandy, Susana, Pablo, Sandra, Arturo, Jessica, Laura y Alejandro por todas las horas de trabajo, por su dedicación, interés y motivación, sin todos ustedes no lo habría logrado. Al Dr. Marcos Bustos, al Dr. Juan Jiménez y al Dr. Aldo Bazán, a la Dra. Sofía Rivera por sus comentarios, enseñanzas y apoyo. A Mis tutores: Dr. Felipe Uribe, por su guía, por las enseñanzas, el apoyo, la solidaridad y amistad, también por ser un ejemplo a seguir en la mística de trabajo y de alcanzar el desarrollo profesional. Dr. Samuel Jurado, por su calidez como ser humano, por su solidaridad como profesional, por sus conocimientos, consejos, pero sobre todo por su amistad. Dra. Mirna García, por su invaluable amistad, calidez, solidaridad, compañerismo en las buenas y en las malas, por sus enseñanzas, apoyo, ejemplo de fortaleza y persistencia, pero sobre todo de disciplina y trabajo. Dr. Horacio Tovalín, por compartir conmigo el camino en esta gran empresa que es la investigación, por su gran amistad, solidaridad, por su confianza, por sus consejos, correcciones, señalamientos y comentarios al trabajo, lo que permitió mejorarlo. Dr. Arturo Juárez, por sus observaciones y asesoría, por los consejos para mejorar el trabajo, y por ser inspiración para investigar los factores psicosociales, pero sobre todo por su amistad. INTRODUCCIÓN 1 Capítulo 1. Trabajo, globalización, factores de riesgo y salud 8 1.1 Conceptualización actual del trabajo 8 1.1.1 Condiciones de trabajo y globalización 10 1.1.2 Crisis mundial, condiciones de trabajo y salud 11 1.1.3 Factores de riesgo psicosocial en el trabajo y daños a la a salud 14 1.2 Crisis, desempleo y condiciones de trabajo precarias en México 18 1.2.1 Factores de riesgo psicosociales en el trabajo y salud en trabajadores de México 22 1.3 Condiciones de trabajo de docentes en México 33 1.3.1 Condiciones de trabajo en los docentes de nivel universitario 37 1.3.2 Condiciones de trabajo de los docentes de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). 43 1.3.3 Factores de riesgo psicosocial en el trabajo de docentes 49 Capítulo 2. El síndrome de quemarse por el trabajo (SQT) 53 2.1 Delimitación conceptual 54 2.2 Modelos de desarrollo del síndrome 55 2.3 Perspectivas conceptuales 55 2.4 Aproximaciones conceptuales 57 2.5 Modelos explicativos del desarrollo del SQT 60 2.6 Modelos teóricos de carácter comprensivo 63 2.6.1 Teoría sociocognitiva del Yo 64 2.6.1.1 Modelo de Competencia Social de Harrison (1983) 65 2.6.1.2 Modelo de Chernis (1993) 66 2.6.1.3 Modelo de Thompson, Page Cooper (1993) 67 2.6.2 Teorías del intercambio social 69 2.6.2.1 Modelo de Buunk y Shaufeli (1993) 70 2.6.2.2 Modelo de Hobfoll y Fredy (1993) 71 2.6.3 Teoría organizacional 73 2.6.3.1 Modelo de Golembiewski, Munzenrider y Carter (1983) 73 2.6.3.2 Modelo de Cox, Kuk y Leiter (1993) 74 2.6.3.3 Modelo de Winnubst (1993) 75 2.6.3.4 Modelo de Gil-Monte, Peiró y Valcárcel (1995). 78 2.7. Sintomatología del SQT 79 2.8 Características de las organizaciones que propician SQT 80 2.9 Modelo Gil-Monte 2005. 81 FUENTE. GIL-MONTE (2005). 81 2.10 El síndrome de quemarse por el trabajo (SQT) en docentes 83 2.11 Estudio del SQT en profesores universitarios 85 Capítulo 3. Factores psicosociales y factores de riesgo psicosocial en el trabajo 88 3.1 Factores Psicosociales y modelos del estrés 89 3.2 El Estrés Laboral. 92 3.2.1 Principales estresores psicosociales en el trabajo 94 3.3 Modelos explicativos sobre el trabajo y su relación con factores de riesgo psicosocial y estrés 96 3.3.1 El Modelo Obrero Italiano 96 3.3.2 El Modelo Mexicano 97 3.3.3 El Método del Laboratoire d’Economie et Sociologie du Travail (LEST) 99 3.3.4 El Modelo de Tensión Laboral o Demanda Control de Karasek (1979) 99 3.3.5 Modelo de Desequilibrio Esfuerzo-Recompensa (DER) (Siegrist, 1996) 105 3.4 Factores de riesgo psicosocial y su relación con el síndrome de quemarse por el trabajo (SQT). 107 3.5 Factores de riesgo psicosocial en el trabajo docente. 109 CAPÍTULO 4. Trastornos de depresión y ansiedad en el trabajo 118 4.1 Definición y factores de riesgo de la depresión 120 4.1.1 Factores de riesgo 121 4.2 Definición y factores de riesgo de la Ansiedad. 122 4.2.1 Factores de riesgo 126 4.3 Instrumentos de medición validados para población mexicana 126 4.3.1 Validación del Inventario de Depresión de Beck (BID) 126 4.3.2 Validación en población mexicana del Inventario de Ansiedad de Beck (BAI) 128 4.4 Depresión y Ansiedad en trabajadores 130 4.5 Depresión y ansiedad en docentes 132 4.6 Ansiedad y depresión y su relación con el SQT en docentes 136 Capítulo 5. Construcción de modelos integrales para explicar el SQT en población de maestros 139 5.1 Consecuencias en la salud de los docentes 150 Planteamiento del problema 154 Objetivo general 155 Fase I Exploratoria 156 Justificación 156 Pregunta de investigación 157 Objetivo general 158 Objetivos específicos 158 Tipo de estudio 159 Diseño 159 Método 159 Muestreo 159 Participantes 159 Criterios de inclusión 159 Criteriosde exclusión 160 Criterios de eliminación 160 Variables de estudio 160 Definición Conceptual 160 Definición operacional 161 Instrumento 161 Procedimiento 161 Resultados 163 FASE 2. Elaboración y validación de una escala para evaluar factores de riesgo psicosocial en el trabajo (FRPS-T) 180 Justificación 180 Pregunta de investigación 183 Objetivo general 183 Objetivos específicos 183 Diseño 184 Método 184 Muestreo 184 Participantes 184 Criterios de inclusión 184 Criterios de exclusión 185 Criterios de eliminación 185 Variable 185 Definición conceptual 185 Definición operacional 186 Instrumento 186 Procedimiento 187 Análisis de datos 188 Resultados 188 FASE 3 Estudio relacional–confirmatorio. Desarrollo de un modelo de antecedentes y consecuentes del SQT en profesores universitarios 200 Justificación 200 Pregunta de investigación 202 Objetivo general 203 Objetivos particulares 203 Objetivos específicos 203 Método 204 Muestreo 204 Muestra 204 Criterios de inclusión 204 Criterios de exclusión 204 Criterios de eliminación 205 Tipo de Investigación 205 Diseño 205 Hipótesis Conceptuales 205 Hipótesis de trabajo 206 Hipótesis Estadísticas 207 Variables de estudio 209 Variable independiente (antecedente) 209 Instrumentos 215 Procedimiento 216 Análisis de los datos 217 Resultados 217 Análisis y Discusión 295 FASE 1 295 FASE 2 306 Fase 3 312 Conclusiones y recomendaciones 331 Referencias 337 Anexo 384 Índice de Figuras FIGURA 1. FORMACIÓN DEL PERSONAL ACADÉMICO DE LA UNAM POR SUBSISTEMAS 2014. ............................................................................................................... 48 Figura 2. Modelo de Golembiewski, Munzenrider y Carter (1983). ....................... 61 Figura 3. Modelo de Leiter & Maslach (1988). ....................................................... 62 Figura 4. Modelo de Gil-Monte, Peiró & Valcárcel (1998). .................................... 62 Figura 5. Modelo de competencia social de Harrison. ........................................... 65 Figura 6. Modelo de Chernis. ................................................................................ 67 Figura 7. Modelo de Thompson, Page & Cooper. ................................................. 68 Figura 8. Modelo de Buunk y Shaufeli. .................................................................. 71 Figura 9. Modelo de Cox, Kuk y Leiter. ................................................................. 74 Figura 10. Modelo de Winnubst. ............................................................................ 77 Figura 11. Modelo de Gil-Monte, Peiró & Valcárcel. .............................................. 78 Figura 12. Modelo- Gil- Monte (2005).................................................................... 81 Figura 13. Modelo Demanda-Control Karasek y Theorell (1990). ....................... 100 Figura 14. Modelo Desequilibrio Esfuerzo-Recompensa. ................................... 106 Figura 15. En mi trabajo me estresa (muestra total). .......................................... 164 Figura 16. En mi trabajo me estresa (mujeres). .................................................. 165 Figura 17. En mi trabajo me estresa (hombres). ................................................. 166 Figura 18. En mi trabajo me estresa (tiempo completo). ..................................... 167 Figura 19. En mi trabajo me estresa (asignatura). .............................................. 168 Figura 20. “En mi trabajo me molesta…” (Muestra Total).................................... 170 Figura 21. “En mi trabajo me molesta…” (Mujeres). ............................................ 171 Figura 22. “En mi trabajo me molesta…” (Hombres). .......................................... 171 Figura 23. En mi trabajo me molesta (tiempo Completo). ................................... 173 Figura 24. En mi trabajo me molesta…” (Asignatura).......................................... 173 file:///C:/Users/Sara/Dropbox/saraur@hotmail%20(1).com/Tesis%20formato%20final%20Noviembre%206.docx%23_Toc434838645 Figura 25. Modelo hipotetizado. .......................................................................... 196 Figura 26. AFC con ecuaciones estructurales de factores de riesgo psicosocial en universitarios. ................................................................................................ 197 Figura 27. Modelo hipotetizado. .......................................................................... 202 Figura 28. Número resultados del modelo factorial hipotetizado para la escala de evaluación de factores de riesgo psicosocial. ............................................... 224 Figura 29. Análisis factorial confirmatorio del modelo del SQT. .......................... 230 Figura 30. AFC del Beck Depresión (BID). .......................................................... 234 Figura 31. Análisis factorial confirmatorio con un modelo estructural de Beck ansiedad. ...................................................................................................... 239 Figura 32. Prevalencia de SQT en la población total. ......................................... 241 Figura 33. Prevalencia del SQT en hombres. ...................................................... 244 Figura 34. Prevalencia del SQT en mujeres. ....................................................... 244 Figura 35. Prevalencia de SQT por asignatura. .................................................. 246 Figura 36. Prevalencia de SQT en docentes de tiempo completo. ...................... 247 Figura 37. Número Modelo predictivo de FRPS- SQT en profesores universitarios. ...................................................................................................................... 261 Figura 38. Modelo predictivo de SQT en profesores universitarios hombres. ..... 264 Figura 39. Número modelo predictivo de mujeres entre FRPS-T y SQT. ............ 267 Figura 40. Modelo predictivo entre FRPS-T y SQT en profesores de asignatura. ...................................................................................................................... 269 Figura 41. Modelo predictivo entre FRPS-T y SQT en profesores de tiempo completo. ...................................................................................................... 271 Figura 42. Modelo predictivo de depresión muestra total .................................... 272 Figura 43.Modelos predictivos entre FRPS-T y SQT para síntomas de depresión por sexo. ....................................................................................................... 274 Figura 44. Modelo predictivo de FRPS-T y SQT para depresión en profesores de asignatura y tiempo completo. ...................................................................... 275 Figura 45. Modelo predictivo de regresión lineal entre FRPS-T y SQT para ansiedad en muestra total. ............................................................................ 276 Figura 46. Modelo predictivo de regresión lineal entre FRPS-T y SQT para ansiedad por sexo......................................................................................... 278 Figura 47. Modelo predictivo de regresión lineal entre FRPS-T y SQT para ansiedad por tipo de nombramiento.............................................................. 280 Figura 48. Modelo general con ecuaciones estructurales con cuatro dimensiones (SQT-20). ...................................................................................................... 281 Figura 49. Modelo general con ecuaciones estructurales y tres dimensiones (SQT- 15)................................................................................................................. 285 Figura 50. Modelo path analysis de FRPS-T, SQT y síntomas de depresión y ansiedad. ......................................................................................................287 Figura 51. Modelo path analysis hombres. .......................................................... 290 Figura 52. Modelo path analysis mujeres. ........................................................... 291 Figura 53. Modelo path analysis asignatura. ....................................................... 293 Figura 54. Modelo path analysis tiempo completo. ............................................. 294 Figura 55. Modelo hombres. ................................................................................ 385 Figura 56. Modelo mujeres. ................................................................................. 386 Figura 57. Modelo asignatura. ............................................................................. 387 Figura 58. Modelo tiempo completo. ................................................................... 388 Índice de Tablas Tabla 1. Riesgos laborales por grupo de actividad económica 2014 nacional. 23 Tabla 2. Dictámenes de invalidez según naturaleza de la lesión y sexo, 2012-2014 nacional. 27 Tabla 3. Total de personal docente de educación superior de licenciatura y tecnológica público y privado ciclo escolar 2012-2013. 37 Tabla 4. Número personal académico de la UNAM, 2000-2005. 44 Tabla 5. Total de Investigadores de la UNAM que pertenecen al SNI del 2000- 2015. 44 Tabla 6. Profesores de la UNAM que perciben programa de estímulo del 2000- 2015. 46 Tabla 7. Modelo de Edelwich y Brodsky. 61 Tabla 8. Modelo de Price y Murphy. 61 Tabla 9. Características de la muestra. 164 Tabla 10. Diferencias por sexo en la frase “En mi trabajo me estresa…”. 167 Tabla 11. Diferencias entre profesores por categoría “En mi trabajo me estresa…”. 169 Tabla 12. Total de palabras por grupo “En mi trabajo me estresa…”. 169 Tabla 13. Diferencias por sexo “En mi trabajo me molesta…”. 172 Tabla 14. Diferencias por categoría en cuanto a “En mi trabajo me molesta…”. 174 Tabla 15. Total de palabras por grupo para la frase “En mi trabajo me molesta…”. 175 Tabla 16. Clasificación de las palabras emitidas por características del trabajo. 176 Tabla 17. . Ítems para la categoría organización del trabajo. 177 Tabla 18. Ítems para el contenido, la función y la tarea en el trabajo. 178 Tabla 19. Condiciones en las que se realiza el trabajo. 179 Tabla 20. Resumen de las características psicométricas y la decisión por reactivos de la Escala de Evaluación de Factores Psicosociales en el trabajo para profesores universitarios. 189 Tabla 21. Análisis factorial exploratorio para la escala de FRPS-T estresores organizacionales. 192 Tabla 22. Análisis factorial exploratorio para la escala de FRP-T estresores relacionados con el contenido, función o tarea realizada. 193 Tabla 23, Análisis Factorial exploratorio para la escala de FRP-T Estresores relacionados con las condiciones en las que se realiza el trabajo. 194 Tabla 24. Correlaciones Alfas, medias, desviaciones estándar y sesgo. 199 Tabla 25. Análisis de discriminación de reactivos de FRP-T. 221 Tabla 26. Resultados del AFC, comparación de muestras UNAM, otros profesores universitarios. 223 Tabla 27. Estadísticos descriptivos para factores de riesgo psicosocial en académicos de la UNAM en comparación con los resultados de la Fase 2. 225 Tabla 28. Análisis de discriminación de reactivos SQT. 226 Tabla 29. Estadísticos descriptivos para las dimensiones del SQT. 231 Tabla 30. Análisis por reactivo del Beck depresión (BID). 232 Tabla 31. Estadísticos descriptivos Beck depresión. 235 Tabla 32. Estadísticos descriptivos de los reactivos del Beck ansiedad. 237 Tabla 33. Análisis factorial de segundo orden para las variables de estudio. 240 Tabla 34. Prevalencia del SQT en la población total. 241 Tabla 35. Prevalencia del SQT por sexo. 243 Tabla 36. Prevalencia del SQT por contrato. 245 Tabla 37. Correlación entre dimensiones de FRPS-T. 248 Tabla 38. Correlación entre dimensiones de FRP-T y dimensiones del SQT. 249 Tabla 39. Correlaciones entre FRPS-T y dimensiones del SQT por sexo. 250 Tabla 40. Correlación entre FRPS-T y tipo de contrato (asignatura y tiempo completo). 251 Tabla 41. Correlación entre FRPS-T y síntomas de depresión y ansiedad (muestra general). 252 Tabla 42. Correlación entre FRPS-T y síntomas de depresión y ansiedad por sexo (hombres y mujeres). 254 Tabla 43. Correlación entre FRPS-T y síntomas de depresión y ansiedad en profesores por tipo de nombramiento (asignatura y tiempo completo). 254 Tabla 44. Correlación entre dimensiones del SQT y síntomas de depresión y ansiedad en la muestra completa. 256 Tabla 45. Correlación entre FRPS-T y síntomas de depresión y ansiedad por sexo (hombres y mujeres). 258 Tabla 46. Correlación entre FRPS-T y síntomas de depresión y ansiedad en profesores por tipo de nombramiento (asignatura y tiempo completo) 258 Tabla 47. Factores que intervienen en la predicción de la dimensión de ilusión en el trabajo del SQT en la población total. 259 Tabla 48. Factores que intervienen en la predicción de la dimensión de desgaste en el trabajo del SQT en la población total. 259 Tabla 49. Factores que intervienen en la predicción de la dimensión de indolencia en el trabajo del SQT en la población total. 260 Tabla 50. Factores que intervienen en la predicción de la dimensión de culpa en el trabajo del SQT en la población total. 260 Tabla 51. Factores que intervienen en la predicción de la dimensión ilusión en el Trabajo del SQT en hombres. 262 Tabla 52. Factores que intervienen en la predicción de la dimensión Desgaste Psíquico del SQT en hombres. 263 Tabla 53. Factores que intervienen en la predicción de la dimensión indolencia en el Trabajo del SQT en hombres. 263 Tabla 54. Factores que intervienen en la predicción de la dimensión Culpa del SQT en hombres. 263 Tabla 55, Factores que intervienen en la predicción de la Ilusión en el trabajo del SQT en mujeres. 265 Tabla 56. Factores que intervienen en la predicción del desgaste psíquico del SQT en mujeres. 265 Tabla 57. Factores que intervienen en la predicción de la indolencia en el trabajo del SQT en mujeres 266 Tabla 58. Factores que intervienen en la predicción de la culpa del SQT en mujeres. 266 Tabla 59. Factores que intervienen en la predicción de la ilusión en el trabajo del SQT en profesores de asignatura. 268 Tabla 60. Factores que intervienen en la predicción del desgaste psíquico en el trabajo del SQT en profesores de asignatura. 268 Tabla 61. Factores que intervienen en la predicción de la indolencia en el trabajo del SQT en profesores de asignatura. 268 Tabla 62. Factores que intervienen en la predicción de la culpa en el trabajo del SQT en profesores de asignatura. 269 Tabla 63. Factores que intervienen en la predicción de ilusión en el trabajo del sqt en profesores de tiempo completo. 270 Tabla 64. Factores que intervienen en la predicción el desgaste psíquico en el trabajo del SQT en profesores de tiempo completo. 270 Tabla 65. Factores que intervienen en la predicción de indolencia en el trabajo del SQT en profesores de tiempo completo 270 Tabla 66. Factores que intervienen en la predicción de culpa en el trabajo del SQT en profesores de tiempo completo 271 Tabla 67. Factores de riesgo psicosocial y dimensiones del SQT que intervienen en la predicción de depresión en la muestra total. 272 Tabla 68. Factores de riesgo psicosocial y dimensiones del SQT que intervienen en la predicción de depresión en hombres. 273 Tabla 69. Factores de riesgo psicosocial y dimensiones del SQT que intervienen en la predicción de depresión en mujeres. 273 Tabla 70. Factores de riesgo psicosocial y dimensiones del SQT que intervienen en la predicción de depresión en profesores de asignatura. 274 Tabla 71. Factores de riesgo psicosocial y dimensiones del SQT que intervienen en la predicción de depresión en profesores de tiempo completo 275 Tabla 72. Factores de riesgo psicosocialy dimensiones del SQT que intervienen en la predicción de ansiedad en la muestra total. 276 Tabla 73. Factores de riesgo psicosocial y dimensiones del SQT que intervienen en la predicción de ansiedad en hombres. 277 Tabla 74. Factores de riesgo psicosocial y dimensiones del SQT que intervienen en la predicción de ansiedad en mujeres 277 Tabla 75. Factores de riesgo psicosocial y dimensiones del SQT que intervienen en la predicción de ansiedad en profesores de asignaturaa. 279 Tabla 76. Factores de riesgo psicosocial y dimensiones del SQT que intervienen en la predicción de ansiedad en tiempo completo. 279 Tabla 77. Resultados de los modelos de segundo orden. 282 Tabla 78. Modelos path analysis por sexo y nombramiento. 289 Resumen Se presenta un estudio cuyo objetivo fue la construcción de un modelo predictivo del síndrome de quemarse por el trabajo (SQT) y sus dimensiones de acuerdo con el Modelo de Gil-Monte (2005), que identifique factores de riesgos psicosociales propios del trabajo y señale las posibles consecuencias a través de la presencia de síntomas de depresión y ansiedad en profesores universitarios. El estudio se realizó en tres fases: la primera fue de tipo exploratorio con 101 profesores universitarios, a través de redes semánticas naturales en relación con Reyes (1998) para identificar posibles estresores y condiciones que son fuente de malestar; los resultados permitieron construir la propuesta de escala para la segunda fase, que tuvo como objetivo validarla en una población de 500 profesores universitarios a través de un AFE y un AFC; por último, en la tercera fase, con un diseño analítico transversal, de campo, en una población de 548 profesores de la UNAM se construyó el modelo predictivo, se utilizó la escala para evaluar FRPS-T, elaborada en las dos primeras fases, el CESQT, para evaluar el SQT por Gil-Monte, Unda y Sandoval (2007) y el Beck para evaluar depresión (BDI), validado por Jurado et al.(1998), y el Beck ansiedad (BAI), Robles, Varela, Jurado y Paez (2001). Se realizaron pruebas de correlación, regresiones lineales, ecuaciones estructurales y modelos con path analysis. Los resultados muestran que los estudiantes difíciles, la burocracia, la sobrecarga académica y la falta de apoyo del jefe son FRPS-T predictores del SQT con sus dimensiones y éste, a su vez, un mediador entre los FRPS-T y los síntomas de depresión y ansiedad. Uno de los principales aportes fue la construcción de la escala a la que subyace un modelo para identificar y evaluar FRPS-T en profesores universitarios. Conclusión: Las condiciones actuales en las que se ejerce el trabajo docente universitario, producto de la flexibilización y deshomologación salarial, junto con la aplicación de políticas productivistas a través de programas de desempeño para mejorar el salario y obtener recursos para realizar el trabajo, propicia FRPS-T, que provocan sufrimiento a los profesores como baja ilusión en su trabajo, desgaste psíquico y conductas indolentes del mismo hacia compañeros y alumnos y, al final, dañan su salud mental causando culpa y síntomas de ansiedad y depresión. Se recomienda aplicar el modelo en diferentes grupos de académicos para probar su consistencia en otras poblaciones de docentes y promover programas de intervención en las instituciones que atiendan y prevengan los daños que provoca el trabajo en los académicos. ABSTRACT A study whose objective is to build a predictive model of the Burnout syndrome and its dimensions according to the Gil Monte model (2005) is presented, it aims to identify psychosocial factors risks inherent to work and to point out potential impacts through the presence of symptoms of depression and anxiety in university teachers. The study was conducted in three phases, the first was an exploratory one with 101 university teachers, through natural semantic networks possible stressors and conditions as a source of discomfort were identify according to Reyes (1998); the results helped build a scale for the second phase aimed to validate a population of 600 university teachers through an AFC and an AFE; finally a third stage included a transverse analytical field design in a population of 548 UNAM teachers and a predictive model was constructed; the scale used to assess FRPS-T was the one produced in the first two phases, the CESQT to assess burnout spanish syndrome by Gil Monte, Unda and Sandoval (2007), Beck to assess depression (BDI) validated by Jury et al . (1998), and the Beck anxiety (BAI) validated by Robles Varela, Jury and Paez (2001). Correlation tests, linear regressions, structural equations and models with path analysis were performed. The results show that the difficult students, bureaucracy, academic overload and lack of support from the boss are FRPS-T predictors of burnout with its dimensions, and in return burnout is a mediator between FRPS-T and symptoms of depression and anxiety. A major contribution was the construction of the scale at which underlies a model to identify and evaluate FRPS-T university teachers. It is concluded that under the current conditions in which the university teaching job is done, a product of wage flexibility and differentiation of work regimes, next to the implementation of productivist policies like performance programs to improve pay and get resources generates FRPS-T that cause suffering to teachers like low illusion at work, psychological wear down and indolent behavior towards colleagues and students and eventually damages mental health, causing guilt, anxiety and depression symptoms. It is recommended to apply the model in different groups of educators to prove its consistency in other populations and to promote intervention programs in institutions to prevent and serve damages caused by working in education. 1 INTRODUCCIÓN El estudio del síndrome de quemarse por el trabajo (SQT) en México ha tomado gran relevancia en los últimos 10 años, por lo que se incrementa su número en diversas poblaciones, particularmente en el área de servicios que incluye a médicos, enfermeras y docentes de diversos niveles educativos. Si bien en nuestro país su estudio tiene todavía un carácter emergente y no se reconoce por las autoridades laborales como un daño, accidente o riesgo psicosocial, es una necesidad social y de salud pública su estudio, debido al incremento de los casos detectados en nuestro país. Las propuestas de su estudio en Latinoamérica y en México representan un aporte importante, aunque de manera inicial tenían un carácter descriptivo y sin la debida validación de instrumentos de medición en los países de origen de los trabajadores estudiados, y con la utilización del Maslach Burnout Inventory (MBI), sin el cuidado para observar los cambios culturales propios de nuestras poblaciones. Actualmente los estudios que se realizan son más rigurosos, y se seleccionan instrumentos que cuentan con un mayor soporte académico y de validación, particularmente el modelo y escala propuesto por Gil-Monte (2005), ha resultado una buena opción para evaluar el SQT y con una adaptación más propia de la cultura hispana y latina (Mercado & Gil-Monte, 2010; Gil-Monte & Olivares, 2007; Gil-Monte, Unda, Sandoval, 2009; Gil-Monte & Zúñiga-Caballero, 2009). 2 A nivel internacional, los estudios de SQT se reportan a través de modelos de antecedentes y consecuentes en diversas poblaciones de trabajadores. En México empiezan a desarrollarse como el estudio de la escala de desgaste ocupacional (EDO) (Uribe, 2015). Pero los diversos estudios no han sido suficientemente precisos para establecer la función de todos estos componentes en el proceso del SQT (Moreno, Garrosa, Rodríguez, Martínez & Ferrer, 2009; Otero, Santiago & Castro, 2008). Por otro lado, el estudio de los factores psicosociales, y particularmente de la utilización de modelos y escalasque evalúen factores de riesgo psicosocial en el trabajo (FRPS-T), también empiezan a tomar fuerza y presencia en los estudiosos del ámbito de la psicología ocupacional,junto con la inclusión de sintomatología de la depresión y la ansiedad (Martínez & Hernández, 2005). La investigación en el rubro de factores de riesgo psicosocial en Latinoamérica y en México aún es escasa y particularmente la elaboración de instrumentos de evaluación de éstos, todavía más (Juárez, 2015). Por otro lado la necesidad de identificación, vigilancia y control a través de la evaluación es impostergable, para desarrollar políticas de intervención y prevención, y contribuir al bienestar en los trabajadores. Desde los años 80 del siglo pasado existen estudios que reconocen la docencia como una ocupación altamente estresante y reportan los impactos del estrés en los docentes y las consecuencias a su salud (Cole & Walker 1990; Esteve, 1998; Mearns & Caín, 2003; Manassero, Vázquez, Ferrer, Fornés & Fernández, 2003). 3 El trabajo docente en el mundo y, sobre todo, en Latinoamérica, a partir de la década de los 80 del siglo pasado, como resultado de las políticas emanadas desde los organismos financieros como el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional, la vida universitaria y las condiciones de trabajo de los maestros se han visto modificadas radicalmente (Arostegui, Martínez, 2008; Saforcada, Migliavacca & Jaimovich, 2008; Moreno, 2010; Pérez, 2004), con sus consecuentes efectos en la enseñanza y en la salud (Unda & Sandoval, 2009). El trabajo docente universitario tiene hoy grandes presiones, conflictos, altas demandas, los profesores sufren frustración constante en su trabajo, sobrecarga laboral, falta de reconocimiento, ausencia de recursos para realizar su trabajo, además conflictos interpersonales y la percepción de inexistencia de justicia en su trabajo. Los profesores de universidad son un colectivo laboral muy especial, con un tipo de tarea académica, de investigación y de gestión, en porcentajes que pueden ser muy variados. Probablemente, el ejercicio profesional de la docencia universitaria tiene caracteres muy específicos, pues aunque, como otras profesiones, tiene un componente productivo muy controlado, consistente en la carga docente principalmente, presenta también una amplitud de autoorganización de tareas que probablemente no tienen otras profesiones, a pesar de que la demanda y carga laboral pueda ser muy variable y dependa, en parte, de la propia motivación intrínseca. También en ellos, la sobrecarga, la ausencia de recursos y el conflicto pueden crear un contexto laboral negativo. Cuando la situación negativa que experimentan se prolonga sin esperanza de solución, se afecta a la capacidad de ejecución del trabajo, los sentimientos del profesor se vuelven negativos, y posibilita que se desarrolle una actitud de 4 distanciamiento y que se pierda la implicación con los alumnos y la docencia (Ponce, Bulnes, Aliaga, Atalaya & Huertas, 2005). La inclusión de un estudio que integre antecedentes y consecuentes del SQT en profesores universitarios, permitirá establecer diagnósticos más precisos para mejorar la calidad de vida de estos y coadyuvará a un mejor desempeño y productividad en su trabajo. En el primer capítulo se presenta la concepción del trabajo actual, particularmente el de los servicios en el marco de la globalización. Se caracterizan los cambios a partir de la aplicación de políticas económicas neoliberales y su impacto en los individuos, las empresas, en el desarrollo científico-técnico y específicamente, en las condiciones de organización del trabajo. Se señalan algunos de los resultados de la crisis mundial en términos de la desigualdad social, el desempleo, el crecimiento del trabajo informal, las condiciones de trabajo y el aumento de los factores de riesgo psicosocial y daños a la salud en los trabajadores. Se incluyen algunos elementos de la crisis en México, la precarización del trabajo, el aumento del desempleo, el trabajo informal y de la pobreza, y. También se señalan el aumento de factores de riesgo en el trabajo y los daños a la salud. En este capítulo se integran las condiciones de trabajo en la población de docentes, en el país, en el nivel universitario y específicamente, en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). En el capítulo 2 se presenta la delimitación conceptual, los modelos de desarrollo y explicativos, perspectivas y aproximaciones conceptuales, modelos teóricos de carácter comprensivo, sobre el SQT. Se hace referencia particular al 5 modelo de Gil-Monte (2005), pues es la base conceptual del estudio. Se incluyen algunos resultados de investigaciones del SQT en profesores universitarios. En el Capítulo 3 se encuentran los principales aportes conceptuales sobre los factores psicosociales en el trabajo. (FSP-T) y su relación con el estrés laboral. Los modelos explicativos sobre el trabajo y su relación con el estudio de factores de riesgo psicosocial en el trabajo (FRPS-T) y estrés. Al final del capítulo se señalan la relación entre el trabajo docente y los factores de riesgo a los que se ve expuesto actualmente. El Capítulo 4 presenta los trastornos de depresión y ansiedad en el trabajo; incluye la definición, el diagnóstico, factores de riesgo e instrumentos validados en población mexicana que se utilizan en el estudio (inventario de Beck de depresión e inventario de Beck de ansiedad). También estudios realizados con población trabajadora en general y en docentes en particular. Por último, se incluyen estudios que incorporan la relación entre SQT y trastornos de depresión y ansiedad en docentes. El Capítulo 5 presenta algunos ejemplos de propuestas de modelos integrales para explicar el SQT en población de maestros y sus consecuencias en la salud. Después se presenta el planteamiento del problema. El siguiente apartado incluye el primer estudio (fase 1), con un diseño exploratorio, exposfacto de más de dos muestras independientes (hombres, mujeres, asignatura y tiempo completo), que tuvo como objetivo general conocer el significado psicológico del estrés y el malestar en el trabajo de docentes universitarios. Aquí se trabajó con una muestra de 101 profesores y se utilizó la 6 técnica de redes semánticas naturales cuyos resultados permitieron proponer los ítems que determinan los principales FRPS-T de la organización, de la función y tarea y de las condiciones en las que se realiza el trabajo, lo que propuso ocho dimensiones que fueron el antecedente para el segundo estudio (fase 2), que tuvo como objetivo la validación de la escala para evaluar FRPS-T de profesores universitarios con una muestra de 500 profesores de siete instituciones educativas de educación superior públicas. Se realizó un análisis factorial exploratorio (AFE) y un análisis factorial confirmatorio (AFC) con ecuaciones estructurales, obteniendo una escala de ocho dimensiones con 32 ítems y explicando el 62.6% de la varianza. El modelo que se obtuvo sirvió de base para la construcción de la propuesta de antecedentes que se presenta en el tercer estudio (fase 3) que tuvo como objetivo la construcción de un modelo integral de antecedentes (FRPS-T) y consecuentes del SQT (síntomas de depresión y ansiedad). Este se realizó con 543 académicos de diez facultades, cuatro multidisciplinarias, dos departamentos, el Sistema de Universidad Abierta (SUA) y siete institutos de investigación de la UNAM. Aquí se presentan los resultados del análisis estadístico de cada instrumento, junto con el AFC con modelos de ecuaciones estructurales, y la construcción de modelos de segundo orden, con modelos estructurales. Se presentan en el capítulo los resultados de la prevalencia de SQT por sexo y tipo de nombramiento, los análisis de correlación y los modelos con regresioneslineales. Se presentan los resultados del modelo integral con ecuaciones estructurales que incluye las variables de FRPS-T, el SQT-15 y el SQT-20 y 7 síntomas de depresión y ansiedad, con base en el modelo de Gil-Monte (2005), y un segundo grupo de modelos que utilizan path analysis para ver el comportamiento en la secuencia del proceso del SQT. Para finalizar, se incluye la discusión de las diversas fases y las conclusiones generales. 8 Capítulo 1. Trabajo, globalización, factores de riesgo y salud 1.1 Conceptualización actual del trabajo Es indudable que el trabajo se ha convertido en la actividad central en nuestra existencia. A través de él producimos bienes, ofrecemos servicios, obtenemos recursos económicos, y contribuimos al desarrollo social. Además, en las condiciones que hoy prevalecen, una parte importante de nuestra vida la pasamos en él. El trabajo se conceptualiza desde diversas aproximaciones. Una de ellas se centra en las acciones y esfuerzos creativos que despliega el ser humano sobre la naturaleza, la consideración de que esta acción permite satisfacer sus necesidades, desarrollo, autocreación y realización personal; la segunda tiene una connotación económica que se desprende de un análisis histórico; pone en primer plano la productividad, consecuentemente, la generación de riqueza; destaca la desigualdad entre el dueño de los bienes de producción y el trabajador que vende su fuerza de trabajo a cambio de un salario. El trabajo se realiza tanto manualmente al desarrollar actividades o acciones que permiten obtener bienes y servicios, así como intelectualmente al poner en juego los procesos cognitivo- afectivos para realizarlo. De acuerdo con De la Garza (2006), el concepto clásico marxista considera el trabajo como una actividad que genera riqueza material en la sociedad y no sólo como la generación de valores de cambio. En el siglo XIX prevaleció la idea del trabajo asalariado capitalista era generador de plusvalía, se realizaba maquinísticamente, el obrero industrial era el 9 sujeto capaz de realizar el cambio revolucionario; por lo tanto, hacer referencia del trabajo asalariado es fundamentalmente hacer referencia del trabajo industrial (De la Garza, 2006). En el siglo XXI el concepto de trabajo se ha complejizado, transformándose de trabajo industrial y maquinista al trabajo fundamentalmente del sector de servicios, convirtiéndose en un tipo de producción inmaterial, ya que la propia actividad realizada es el acto mismo de la producción, del productor con el cliente sin que medie propiamente una mercancía, propiciando que el objeto realizado sea simbólico. Esta nueva forma de trabajo complejiza las relaciones de producción, debido a que los objetos producidos son fundamentalmente simbólicos como la creación de conocimiento o un programa de computadora, resultando nuevas interacciones humanas con otros hombres y, como resultado, el mismo trabajador se transforma. También implica que el trabajador tenga cierto nivel de conciencia sobre las metas y los resultados para lograrlo. Ahora toma relevancia la producción inmaterial. Antes el objeto de trabajo provenía de la naturaleza de manera inmediata o mediada por el resultado de trabajos anteriores. Hoy lo que caracteriza al trabajo y al proceso de trabajo, según De la Garza (2006), es la producción inmaterial; esta no existe separada de la propia actividad de producción y comprime las fases de producción, circulación y consumo en un solo acto. Existe una relación directa entre el acto mismo de la producción con el consumidor-cliente; por lo tanto, se propicia la intervención de un tercer sujeto de manera directa en el proceso de producción junto con el trabajador y su patrón. 10 Los casos más claros de esta nueva forma de producción inmaterial son los servicios de salud y educativos, entre otros. Los objetos, entonces, son más simbólicos que materiales, y estos objetos simbólicos se han vuelto cada vez más útiles para satisfacer necesidades humanas. Lo anterior exige más la intervención del trabajo intelectual en vez del trabajo físico, lo que imposibilita separar las dimensiones objetiva y subjetiva del trabajo y del mismo acto de la creación. La objetivación se da de manera inmediata con el cliente o usuario; el aspecto subjetivo implica el conocimiento, valores, estética, formas de razonamiento, discursos y emociones. Hoy sentirse parte de una comunidad de trabajo depende de la intensidad subjetiva y material de los lazos. Por lo tanto, el concepto de trabajo debe analizarse por su articulación en ciertas relaciones sociales de subordinación, cooperación, explotación o autonomía (De la Garza, 2006). Por lo referido los procesos psicosociales en el trabajo cobran una gran relevancia en su estudio, particularmente en el sector servicios, como el trabajo docente. 1.1.1 Condiciones de trabajo y globalización Los procesos de globalización de la economía y las políticas neoliberales, promueven la internacionalización de los mercados; una mayor competitividad entre empresas, instituciones e individuos; una mayor promoción y empuje en avances científico-técnicos relacionados con la producción para garantizar 11 mayores ganancias; la privatización y el ajuste de los programas sociales; pérdida de derechos del trabajador; formas organizativas del trabajo caracterizadas por la flexibilización de sus procesos: cambios en la gestión laboral que se caracterizan por altas exigencias a los trabajadores, un mayor énfasis en el trabajo intelectual; un empuje sin precedente a la tercerización de la economía, multiplicando servicios de toda índole, acompañados de la utilización de entornos virtuales de trabajo, entre otros. Lo señalado contribuye en una nueva configuración del trabajo y trae consecuencias, tanto positivas como negativas en todos los ámbitos de la vida social, política y económica, e incluso en la esfera de la vida privada y subjetiva de las personas. 1.1.2 Crisis mundial, condiciones de trabajo y salud La crisis mundial de los últimos años tiene como efectos inmediatos la pauperización, reduciendo el empleo, creando condiciones de desigualdad sin precedentes que afectan a la mayoría de pobladores del mundo, particularmente a los trabajadores y su salud. Algunos economistas a nivel mundial refieren explicaciones al respecto al considerar el papel que juegan los grandes monopolios y oligopolios, por ejemplo, Krugman (2007) ha llamado “la gran divergencia” al proceso por el cual se produjo un enriquecimiento considerable del 1% de los más ricos y el empobrecimiento de todos los demás. Señala que se debió en buena medida a un cambio en el 12 equilibrio político por una disminución del poder de negociación de los trabajadores y sus sindicatos. Stiglitz (2011) publicó un artículo titulado: “Del 1%, para el 1% y por el 1%”, que los norteamericanos observaban cómo se producían en muchos países protestas contra regímenes opresivos, que concentraban una gran masa de riqueza en las manos de una élite integrada por muy pocos, pero no se daban cuenta de que esto ocurría también en su país. Según Stiglitz, en los Estados Unidos de América, el abismo entre los más ricos que representan el 1% y el 99% restante, se ha ampliado y profundizado, pues no solo es de fortunas, sino por la creciente disparidad de oportunidades en educación, atención médica, salud y calidad de vida. Considera que una economía en la que le va peor cada año a sus ciudadanos no tiene posibilidades de funcionar bien a largo plazo (Boltvinik, 2014; Stiglitz, 2012). Fontana (2012), apunta que las políticas hacia las grandes corporaciones en todos los países se han flexibilizado, al reducir de una manera drástica su participación en el pago de impuestos y recaudación fiscal, disminuyendo la posibilidad de quelos ingresos tributarios se inviertan en programas sociales, lo que amplía su ganancia de manera desmedida. En un estudio realizado por el mismo Fontana (2012), se señala que en el 2011, los paraísos fiscales aumentaron para las 280 empresas más grandes de los EUA, pues en los últimos tres años la mayoría no ha pagado más del 18.5% de sus utilidades; 25% ha pagado menos del 10%; las 30 más grandes y poderosas no han pagado nada. Por el contrario, han recibido devoluciones. En su conjunto, 13 el pago de impuestos de estas empresas representa mucho menos de lo que pagan los pequeños comerciantes y trabajadores a sueldo. Lo anterior resulta en políticas de austeridad a nivel mundial, que afecta a todos los rubros sociales para resolver el déficit fiscal, y esto contribuye a empeorar las condiciones precarias y la pobreza (restricción de acceso a la salud y a la educación, entre otros). Los trabajadores más afectados, según Fontana, son los empleados públicos, policías, maestros, bomberos, funcionarios de programas sociales, gente que necesita ayuda del gobierno: pobres, ancianos, discapacitados, etc. En 2005, Somavia, director general de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), alertaba que la crisis mundial de empleos, ponía en riesgo la democracia y las libertades, ante un crecimiento multimillonario de unas cuantas empresas y apenas un modesto aumento de empleos (OIT, 2005). En el informe de la OIT (2005), señaló que en el 2004 se registró un importante crecimiento económico del 5, mientras que el empleo solo aumentó un 1.7%, lo que representó en ese año un crecimiento mundial de 4 billones de dólares; sin embargo, el número de desempleados bajó sólo 500 mil. El argumento, desde su perspectiva, es que esto, se debió a un vacío ético con valores regidos por el mercado más que valores humanos, lo que representaría mayor inseguridad y menor libertad. Lo anterior se presenta en un contexto donde un millón de personas estaban desempleadas o eran trabajadores pobres y casi la mitad de fuerza de trabajo a nivel mundial vivía con dos dólares diarios. Además, en algunos países nueve de cada diez personas trabajaban en una economía informal 14 “desorganizada, desprotegida e inestable” y menos de 50% de jóvenes interesados en un puesto de empleo tenían uno. Siete años después, el mismo Somavia (2011) apuntó que el desempleo afectaba ya a 200 millones de personas en el mundo, con tendencia a aumentar. La tasa anual de crecimiento del empleo era del 1% o menos, y el número de puestos de trabajo perdidos era ya de 30 millones. Aunado a lo anterior, los trabajadores con empleo eran de tiempo parcial, debido a que no existía alternativa; la mitad de los empleados estaba en la economía informal y dos de cada cinco trabajadores vivían por debajo del umbral de la pobreza de dos dólares por persona. El desempleo juvenil afectaba ya a 80 millones, con una tasa dos o tres veces superior a la de adultos. Además, las pocas personas que tenían trabajo carecían de derechos, protección social y voz. Este panorama económico y de crisis refleja resultados en protestas sociales que se multiplican en diferentes partes del mundo como Francia, Argentina, España, México, Grecia, Italia, EUA, entre otros (Uribe, 2015; Laurel, 2012a). 1.1.3 Factores de riesgo psicosocial en el trabajo y daños a la a salud Uribe (2015) y Laurell (2012a) consideran que el modelo económico neoliberal provoca un creciente desempleo y la precarización del trabajo, la expresión más dramática es el suicidio. Por ejemplo, Laurell señala que en Grecia se incrementaron un 17% entre 2007 y 2009, y el 40% entre 2010 y 2011. En 2009, en la empresa TELECOM ubicada en Francia se registraron 24 suicidios durante año y medio, relacionado específicamente el “clima de la empresa” como 15 motivo de tal decisión. En EUA son cada vez más frecuentes los climas de violencia por motivos de trabajo o de despido. Uribe (2015) señala un ejemplo de la acción de un desempleado en este país, que mató a tiros a sus excompañeros de trabajo y dejó heridos a nueve más. Laurell (2012a) señala que existen diversos estudios en los que se demuestra que el desempleo, la inseguridad en el trabajo y su precarización afectan a la salud más allá de la pérdida del ingreso, la caída de la pobreza o la exclusión a servicios médicos, y que al controlar dichas variables los desempleados tienen una tasa más alta de mortalidad y sufren más padecimientos crónico-degenerativos y mentales (la incidencia es de entre el 30% y 50%, más que en la población de empleados). También dentro de los estudios señalados por Laurell (2012a), se encontraron evidencias de que la morbilidad excedente es más alta entre trabajadores jóvenes y en mayores de 50 años, así como en grupos socioeconómicos vulnerables. Otro punto a destacar es que el empleo precario lleva a la precariedad en la salud, pues jornadas extenuantes, altos ritmos de trabajo, bajo control sobre la tarea, amenazas de despido, condiciones ambientales nocivas y alta exposición a situaciones riesgosas se manifiestan en fatiga crónica, altos niveles de estrés, que conlleva a padecimientos crónico-degenerativos y cardiovasculares, intoxicaciones, cáncer y aumento de accidentes. La defensa de los derechos de los trabajadores a nivel mundial también se ha visto afectada. La situación del movimiento sindical en la mayoría de los países ha empeorado seriamente en los últimos veinte años porque las relaciones de 16 poder en la sociedad en muchos países, incluso en los mayores países industrializados y a nivel internacional, han cambiado. Hoy, el movimiento sindical, con aproximadamente 200 millones de miembros, probablemente representa menos de 5% de los trabajadores del mundo. Claro que aquí hay una enorme reserva de mano de obra sin protección sindical (Gallin, 2005). El trabajador se encuentra en una espiral descendiente que se traduce en deterioro de los salarios, de las condiciones de trabajo, desmantelamiento de las conquistas sociales y en el crecimiento del sector informal. Como se señaló, las consecuencias negativas del trabajo se ven agravadas por las condiciones económicas y sociales. Lo que se observa es un incremento de accidentes, pero también en enfermedades profesionales consideradas emergentes como los trastornos mentales (TM) y los trastornos musculoesqueléticos (TME). La OIT consideró que “Las enfermedades profesionales son causa de enormes sufrimientos y pérdidas en el mundo del trabajo, pero permanecen prácticamente invisibles frente a los accidentes laborales, aunque provoquen al año un número de muertes seis veces mayor” (OIT, 2013, p. 4). La OIT (2013) señala que, según cifras de la Oficina de Estadísticas del Trabajo de los Estados Unidos, 207 mil 500 trabajadores sufrieron enfermedades profesionales no mortales en el 2011. La Organización de Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE) (2015) considera que un 20% de la población en edad de trabajar sufre una enfermedad mental, lo que en Europa representa en costos el 3.5% de su PIB, y supone unos 17 450 millones de afectados a nivel mundial. Además, las personas con trastornos moderados leves o moderados, como ansiedad o depresión, presentan el doble de probabilidades de perder su empleo y un mayor riesgo de vivir en la pobreza y marginación social. Cada día se producen riesgos nuevos no identificados en el lugar de trabajo; por ejemplo, el daño que puede producir el trabajar con nanotecnologías y biotecnologías; los riesgos emergentes que incluyen condiciones ergonómicas deficientes, exposición a radiación electromagnética y los riesgos psicosociales. El estrés laboral y sus consecuencias para la salud son una gran preocupación en diferentes países. La presencia de diferentes formas de violencia, acoso laboral (mobbing), acososexual, son cada vez más comunes en los lugares de trabajo. Dentro de las organizaciones se reportan más evidencias de que los trabajadores, para hacer frente al estrés, incrementan el consumo de alcohol, tabaco y drogas. También se han encontrado relación del estrés con las patologías musculoesqueléticas, cardíacas o digestivas. Asimismo, la crisis económica y la recesión han llevado a un aumento del estrés, la ansiedad, la depresión, entre otros trastornos mentales relacionados con el trabajo, provocando incluso, en algunos casos, el suicidio. Se pierde el 4% anual del producto interno bruto (PIB) en el mundo, por accidentes de trabajo y por enfermedades profesionales (2,8 billones de dólares estadounidenses). En la Unión Europea el costo de las enfermedades relacionadas con el trabajo asciende, como mínimo, a 145.000 millones de euros al año (OIT, 2013). 18 Peor aún, las formas de contratación provocan un incremento de trabajadores temporales, ocasionales o de tiempo parcial, que aceptan condiciones de trabajo poco seguras. Estas condiciones impiden que los empresarios se responsabilicen de la vigilancia de la salud de sus trabajadores, el control del medio ambiente de trabajo y, por supuesto, provoca un subregistro de las enfermedades profesionales. En el 2007, en 27 países de la Unión Europea, 8.6% de personas de entre 15 y 64 años de edad, notificaron algún problema de salud relacionado con el trabajo, lo que equivale a alrededor de 23 millones de personas. Para hacer frente a tales problemas se acuñó el término de “trabajo decente,” propuesto por la Organización de Naciones Unidas (ONU), en la Cumbre Mundial sobre Desarrollo Social en 1995, en la que se revisó el impacto negativo de la globalización. La OIT en 1999 postuló el tema como una prioridad en su estrategia internacional. Dicha estrategia destaca la importancia del trabajo como parte de las políticas públicas de los países miembros que contribuyan a una mayor equidad en sus países, reduzcan la pobreza y apliquen los estándares mínimos propuestos por la OIT en materia laboral (Uribe, 2015). 1.2 Crisis, desempleo y condiciones de trabajo precarias en México Las condiciones que prevalecen en los trabajadores mexicanos son difíciles y precarias. De acuerdo con la OCDE (de la cual México es miembro), el riesgo de 19 precariedad laboral subió en el periodo de 2012 a 2014, de 19 a 21%, cuando en los otros países miembros es de entre 9 y 11% (OCDE, 2014). La misma OCDE considera que México es de los países con mayor pobreza laboral y trabajo informal, pues según cifras de este organismo, más del 50% de sus trabajadores carece de prestaciones, seguridad y protección social e ingresos insuficientes para cubrir necesidades básicas. Los trabajos desempeñados en México son considerados por la OCDE como 3D (Dirty, Dangerous and Demeaning), esto es, sucio, peligroso y denigrante. El Centro de Análisis Multidisciplinario (CAM) de la Facultad de Economía de la UNAM, considera que en el 2012 el desempleo creció a niveles nunca antes vistos. La ocupación, por el contrario, tuvo un crecimiento muy bajo, además, este pírrico crecimiento de la ocupación se debió fundamentalmente a la economía informal y no a otro impulso ni empresarial ni estatal. En ese año se reportó, según este análisis, una tasa de desempleo real de 8 millones 671 mil personas (15.1%), lo que representó el 32.7% más del 2006 al 2012 (Fernández, 2012). La tasa de empleo informal se reportó en 54.5%; la población empleada de manera informal suma 26 millones 574 mil personas, lo que significa que la informalidad creció 14.7% en el periodo señalado. Según Jesús Valadez, académico de la Universidad Iberoamericana, el trabajo informal es el principal apoyo para el 48% de la población, pues de este tipo de trabajo dependen sus ingresos (Vargas, 2012). Los datos presentados por el CAM son distintos a los reportados por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) porque en su metodología para contabilizar la desocupación este último excluye a las personas que, aunque 20 tengan interés en trabajar, no buscaron activamente empleo o no creen encontrarlo o se cansaron de buscarlo y también a los que sufren una situación crónica de desempleo, lo que implica, según Fernández (2012), que hay un ocultamiento del 69% de la población que en realidad está desempleada. En el 2012 se reportaron 2.5 millones de personas desempleadas, y de los 28.9 millones que tenían empleo, el 60% era informal (Martínez, 2013). El IMSS en este mismo año registró 120, 873 puestos de trabajo. Según la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), en el 2013 el salario mínimo real en México se redujo un 0.6% en relación con el año anterior y el PIB fue 3.9% por debajo del registrado en el 2004. El mismo organismo señala que en México los trabajadores con empleos formales se ven caracterizados por la precariedad, pues la mayoría reporta salarios bajos, trabajo a destajo, prestaciones sociales mínimas, nulo acceso a sistemas de seguridad social, inexistencias de contratos por escrito y, si acaso, son contratos temporales; indefensión, abuso y pérdida de derechos laborales, entre otras. Un estudio realizado por el Centro de Estudios Sociales y de Opinión Pública de la Cámara de Diputados (CESOP), señala que México es el país donde más horas se trabaja y menos se remunera. Con un promedio anual de 2,357 horas en comparación con los asiáticos (2,154), africanos (2,138), sudamericanos (1,989) y europeos (1,757) y el pago es diez veces menor al que recibe un trabajador en el mismo puesto en Zurich (Universia, 2014). Por eso, el problema del mercado laboral mexicano es la baja generación de empleos, el ingreso precario, el crecimiento de la informalidad y la 21 desocupación. Ante estas condiciones, ninguna estructura empresarial puede subsanar el problema de la pobreza (Uribe, 2015). En el gobierno actual, y producto de la Reforma Fiscal impulsada por el presidente Peña Nieto en el 2014 desaparecieron 220 mil 190 patrones, lo que representa una caída del 10%, según el INEGI (2015) más impuestos se han traducido en el cierre de unidades económicas principalmente en el sector de comercio, servicios, seguido de industria, actividades agropecuarias y con consecuente menor cantidad de empleos. Según este autor, en México el 98% de unidades económicas son micro y pequeñas empresas, que generan el 70% de los empleos. Según datos del Centro de Investigación en Economía y Negocios (CIEN) del Tecnológico de Monterrey, Campus Estado de México, en el 2014 las condiciones del mercado laboral han empeorado, ya que los mexicanos en condición y edad de trabajar que obtienen un ingreso mayor a cinco salarios mínimos son apenas el 7%. El número de trabajadores que laboraban hasta 34 horas disminuyó, mientras que el número de trabajadores con una jornada de 48 aumentó; esto no significó ninguna mejoría salarial (Fernández, 2015). El Centro de Análisis Multidisciplinarios (CAM) de la UNAM, en el 2015 reporta un aumento de la jornada laboral frente a una reducción de salarios, lo que significa la imposibilidad de dignificar la vida de la clase trabajadora (CAM, 2015). En relación con el personal ocupado en el 2014, los que ganaban tres salarios mínimos aumentaron 988 mil 679, mientras que los que ganaban más de tres salarios disminuyeron un millón 64 mil 525. Casi el 70% del personal ocupado en México obtienen hasta tres salarios mínimos (casi 30 millones) y solo alrededor 22 del 7% gana más de cinco (3.2 millones). Aunado a lo anterior, 32 millones carecen de acceso a servicios de salud y el 40% a prestaciones laborales. Además, según cifras del CIEN (fernández, 2015), 58% de la población ocupada se encuentra en la informalidad. De acuerdo con Uribe (2015), los jóvenesson el sector más discriminado en materia laboral, pues la tasa de desempleo en ellos alcanza el 8.7%, mientras que en los adultos mayores de 30 es de 3.5%, Por tal motivo, los jóvenes se ven orillados a optar por el subempleo y empleo informal, cayendo más frecuentemente en la precariedad, además de que de manera eventual los jóvenes son abusados y explotados so pretexto de la falta de experiencia en el trabajo. 1.2.1 Factores de riesgo psicosociales en el trabajo y salud en trabajadores de México En México no existe epidemiología clara sobre los riesgos psicosociales a los que están expuestos los trabajadores. La STPS publica resultados, pero se considera que hay un subregistro de riesgos, primero, porque las empresas no reportan accidentes; después, porque los propios trabajadores no asisten a la dictaminación para que se considere un accidente de trabajo o enfermedad profesional; tercero porque el IMSS tiene una serie de trámites para realizar la dictaminación y por otro lado, muchas empresas no registran a sus trabajadores en el IMSS o son empleados clasificados como informales. 23 Aun con esas limitaciones, la STPS ofrece información con base en lo reportado por el IMSS sobre los riesgos laborales (accidentes y enfermedades profesionales hasta el 2014). Como se observa en la Tabla 1, el porcentaje mayor de incidencia de riesgos laborales fue en tiendas de autoservicios y departamentales con 34,585 casos (8.4%), los servicios profesionales y técnicos con un 7.9%, con una incidencia de 1.5 por cada 100 trabajadores. Tabla 1. Riesgos laborales por grupo de actividad económica 2014 nacional. No. Grupo Patrone s Trab. prom. Accidentes de trabajo y enfermedades profesionales Casos % Tasa de incidencia por cada 100 trab. 1 Compraventa en tiendas de autoservicio y de departamentos especializados por línea de mercancías 6,850 721,252 34,585 8.4 4.8 2 Construcción de edificaciones y de obra de ingeniería civil 72,147 1,089,155 32,319 7.9 3.0 3 Servicios profesionales y técnicos 76,007 1,897,559 27,683 6.8 1.5 4 Compraventa de alimentos, bebidas y productos del tabaco 53,659 679,131 26,915 6.6 4.0 5 Elaboración de alimentos 29,136 632,147 21,217 5.2 3.4 6 Preparación y servicio de alimentos y bebidas 46,285 544,364 20,513 5.0 3.8 7 Resto de los grupos 553,418 11,240,38 7 246,016 60.1 2.2 Total 837,502 16,803,99 5 409,248 100. 0 2.4 Fuente: STPS con base en la memoria estadística IMSS, 2014. 24 Los datos reportados de salud muestran serias inconsistencias, pues según Uribe (2015), los derechohabientes, usuarios y enfermos no coinciden entre INEGI, del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) y la Secretaría de Salud (SSA), pero aun así algunos datos relevantes reflejan las condiciones de salud de la población en México. La economía mexicana tiene problemas severos y sin perspectivas de crecimiento; a pesar de ello se decidió un recorte de 10 mil millones de pesos al presupuesto de salud en febrero de 2015 (Laurell, 2015). El informe de salud en las Américas señala que en el 2009 la primera causa de muerte fue la diabetes con 77,699 casos; en segundo lugar las enfermedades isquémicas del corazón con 63,332 casos; en cuarto lugar la cirrosis y otras enfermedades crónicas del hígado con 28,309; las agresiones y homicidios en el sexto con 19,804 y, en décimo, los accidentes de vehículo con 12,673 (OPS/OMS, 2012). La diabetes, la hipertensión y la obesidad son las enfermedades que más agobian a la población mexicana. Como ejemplo, en el 2010 México destinó 778.5 millones de dólares a la atención de la diabetes y sus complicaciones. Ocupa el décimo sitio a nivel mundial entre países que destinan un gasto mayor en esta enfermedad, y por eso es la primera causa de fallecimiento en nuestro país. Según el Instituto Nacional de Salud Pública (INSP, 2011) la inversión crecerá 50% de 2009 en adelante. El número de personas obesas y con sobrepeso en México se ha triplicado; durante los últimos 30 años, 72% de adultos sufre exceso corporal, 39% sobrepeso, que conduce a otras dolencias como la diabetes o enfermedades 25 vasculares, lo que reduce la esperanza y calidad de vida. El control de enfermedades crónicas no transmisibles es el principal problema de salud en México, y la diabetes afecta al 14% de adultos (OPS/OMS, 2012). En las últimas dos décadas ha aumentado la prevalencia de obesidad en nuestro país, provocando en pacientes que la padecen o la han padecido cirrosis, que es la cuarta causa de muerte. “Los trabajadores y sus familias consumen muchos millones de pesos solo por atender una enfermedad que puede ser prevenida. Los costos directos que gastan las familias, es del 30% de sus ingresos” (Uribe, 2015, p.187). Los gastos indirectos como discapacidades permanentes, cegueras, amputaciones, insuficiencia renal, afecciones cardiovasculares y neuropatías son de aproximadamente 435 millones de pesos. La Organización Mundial de la Salud (OMS) comunicó en el 2012 que los casos de hipertensión, diabetes y obesidad han aumentado de manera global, y los mayores problemas se observan en países pobres donde la población consume más grasas, hace menos ejercicio; además, las mujeres son las más afectadas (Uribe, 2015). Cruz (2013) reporta en este mismo año que las enfermedades cardiovasculares son la principal causa de muerte con más de 71 mil decesos cada año. 63% del total de decesos se debe principalmente a enfermedades no trasmisibles como diabetes, hipertensión arterial e hipercolesterolemia. Una de las principales causas es la obesidad que afecta al 71% de mexicanos, y 30% de niños y adolescentes, según el director del Centro Nacional de Programas Preventivos y Control de las Enfermedades de la SSA. 26 En cuanto al cáncer, de acuerdo con el Dr. Patricio Gaglio investigador del Centro de Investigación y de Estudios Avanzados (CINVESTAV), el estilo de vida influye en las personas para padecerlo; por ejemplo, la falta de sueño y las condiciones de estrés deterioran la respuesta inmune, y pueden incrementar la incidencia de algunos tipos de cáncer, alterando los genes a nivel molecular (Uribe, 2015). Del total del presupuesto asignado a la salud, solamente el 2% es orientado a la salud mental. De este monto, el 80% se destina a la operación de los hospitales psiquiátricos. Dadas estas condiciones, las acciones enfocadas al trabajo comunitario se ven reducidas (OPS/OMS, 2011). En los reportes que ofrece la STPS sobre los dictámenes de invalidez en trabajadores mexicanos, realizados en los últimos tres años (ver Tabla 2), se observa que la diabetes mellitus se reporta con mayor número de dictámenes de invalidez en los tres últimos años con un 81% de incidencia en hombres; el segundo lugar lo ocupa el cáncer (neoplasias), con un crecimiento anual del 1%; en tercer lugar las dorsopatías, que se encuentran asociadas a exposición de estrés y riesgos ergonómicos; en séptimo lugar las enfermedades isquémicas y del corazón y en lugar número 14 los trastornos mentales orgánicos (ver Tabla 2). 27 Tabla 2. Dictámenes de invalidez según naturaleza de la lesión y sexo, 2012-2014 nacional. Naturaleza de la lesión 2012 2013 2014 Hombre s Mujere s Hombre s Mujere s Hombre s Mujere s 1.Diabetes mellitus 2,527 565 2,558 575 2,524 569 2. Tumores (neoplasias) malignos 1,326 1,065 1,449 1,233 1,371 1,202 3. Dorsopatías 1,679 804 1,563 779 1,191 628 4. Insuficiencia renal 1,533 430 1,406 429 1,348 349 5. Artropatías 1,134 860 996 814 913 740 6. Enfermedades cerebrovasculares 786 201 739 193 669 198 7. Enfermedades isquémicas del corazón 533 52 524 50 476 37 8. Trastornos de la coroides y de la retina 455 126 428 127 353 114 9. Parálisis cerebral y otros síndromes paralíticos 339 99 373127 329 128 10. Otras formas de enfermedad del corazón 301 81 277 64 298 66 11. Alteraciones de la visión y ceguera 283 101 307 97 254 67 12. Osteopatías y condropatías 231 67 268 99 232 71 13. Enfermedades del hígado 300 62 281 78 240 54 14. Trastornos mentales orgánicos, incluidos los trastornos sintomáticos 252 85 165 72 206 69 15. Trastornos extrapiramidales y del movimiento -- -- 156 66 154 43 16. Varios de frecuencia menor 4,619 2,174 4,152 1,839 3,803 1,679 FUENTE: STPS CON BASE EN LAS MEMORIAS ESTADÍSTICAS IMSS, 2012-2014 En cuanto a la incidencia del estrés y las enfermedades mentales, datos estadísticos sobre salud del Distrito Federal reportan que el estrés, la ansiedad, la depresión y los intentos de suicidio han aumentado en un 20%, y de mantenerse 28 el crecimiento en el 2025, estos padecimientos desplazarán a las enfermedades crónico-degenerativas (González, 2013). Los adolescentes presentan mayor incidencia de trastornos psiquiátricos, ya que sufren estrés crónico al estar expuestos a situaciones de violencia, asaltos y violación (Gómez, 2014). Según Medina-Mora et al. (2003), de la Dirección de Investigaciones Epidemiológicas y Psicosociales del Instituto Nacional de Psiquiatría Ramón de la Fuente de acuerdo con la encuesta realizada por dicha institución, el 68% reporta haber sufrido un hecho traumático; uno de cada 11 jóvenes ha sufrido un trastorno psiquiátrico severo; uno de cada cinco es moderado y uno de cada diez es leve. Los problemas frecuentes son ansiedad, impulsividad, depresión y consumo de sustancias. Las mujeres adolescentes presentan mayormente riesgo de sufrir depresión y ansiedad; los varones trastornos por uso de sustancias tóxicas y solo uno de cada seis jóvenes con problemas de salud mental reciben ayuda. También Varela (2011) reporta que de acuerdo con estadísticas de la Secretaría de Salud entre 15 y 20% de jóvenes en México padece un trastorno afectivo como depresión, ansiedad, y las causas son factores estresantes como la pobreza, violencia y acoso escolar. Otra enfermedad relacionada con el manejo inadecuado del estrés es la psoriasis, que en México afecta a alrededor de 2 millones de personas de las que solo el 1% han sido diagnosticadas. También esta enfermedad de la piel se ha asociado a obesidad, síndrome metabólico, diabetes e hipertensión; está en un 60% a depresión y 10% a ideas suicidas (Uribe, 2015). El cansancio, la fatiga crónica y la fibromialgia son otras afecciones también relacionadas con el estrés, afectando a las personas en todos los ámbitos 29 de su vida, incluyendo el laboral, pues puede perder hasta el 50% de capacidad para realizar sus actividades y la población más afectada es la que oscila entre los 24 a 45 años, que corresponde al sector más productivo. La violencia y el acoso en los lugares de trabajo contribuyen a crear ambientes laborales propicios para el incremento de suicidios, depresión, angustia, estrés, trastornos de sueño, cefaleas, dolencias musculoesqueléticas, que a su vez pueden llevar a la muerte. También el tabaquismo ha sido asociado al estrés, particularmente al ocasionado por SQT y hay predicciones que del 2005 al 2030 175 millones de personas morirán por complicaciones relacionadas con el consumo de tabaco. En México son 60 mil los decesos anuales por esta causa (Uribe, 2015). Otros reportes señalan que en México el 8% de las personas esta afectado por la depresión; además de ser la principal causa de discapacidad en los países desarrollados, será la primera en todo el mundo para el 2020. Según la encuesta de epidemiología psiquiátrica, uno de cada cinco individuos presenta al menos un trastorno en algún momento de su vida. El trastorno más frecuente es el de ansiedad con un 14.3%; el 9.2% es por uso de sustancias; 9.1% son caracterizados como trastornos afectivos, siendo más común la depresión (Cruz, 2012). Según cifras del IMSS del 2008, en México cada año se suicidan unas 6 mil personas; los motivos son culpa, ansiedad, depresión, problemas económicos y problemas amorosos que se determinan por diversas causas como la pobreza, el desempleo, la pérdida de los seres queridos, una discusión, ruptura de relaciones y problemas jurídicos o laborales (Gómez, 2008b). 30 En México 26 millones de trabajadores no tienen acceso a la seguridad social. Y las instituciones dedicadas a este rubro solo atienden al 33% de la población ocupada. Las causas principales son la falta de plazas y el número creciente de empleos sin prestaciones como atención médica, jubilación (Universia, 2011). Para colmo, en la Ciudad de México cada cuatro días muere un trabajador por enfermedad o accidente de trabajo, y diariamente 276 casos se presentan por estar en contacto con agentes químicos, biológicos, físicos o psicosociales. Peor aún, en el 90% de casos los trabajadores y sus familias afrontan los costos de estos accidentes, y hay datos que señalan que en esta ciudad, cada 96 horas muere un ciudadano por riesgos de trabajo (Uribe, 2015). Los sindicatos en México juegan un triste papel en la defensa de los derechos de los trabajadores, pues las negociaciones por mejoras tanto salariales como contractuales han ido a la debacle. El sindicalismo en México, desde los años 50, surge con una mayor fuerza y presencia, pero se encuentra aliado al Estado mexicano, caracterizado por ser corporativista y oficialista, que tiene como fin la negociación con los líderes a través de prebendas y poder, a cambio del control férreo de los trabajadores. Por otra parte, existe también una pequeña parte de sindicatos independientes que juegan un papel marginal en la lucha por los intereses de los trabajadores pero muchos de ellos hoy han desaparecido o se han integrado de alguna manera al corporativismo oficialista. De acuerdo con Uribe (2015), “el modelo laboral mexicano es considerado a nivel internacional como uno de los más corruptos y llenos de vicios en el mundo” 31 (p. 210), pues carece de un sistema imparcial de justicia, impide la libertad de asociación, la organización democrática de los trabajadores y ejerce un férreo control por parte de los empleadores con apoyo del Estado. En la mayor parte de sindicatos se pagan cuotas para mantener inmovilizados a los asalariados (Uribe, 2015) “lo cual produce una casta de delincuentes mal llamados líderes sindicales cuya misión es someterlos a toda costa” (p. 210). Y los pocos que tienen una mística de defensa de sus agremiados, son marginados, reprimidos, inmovilizados, amenazados, tanto por las autoridades laborales como por los empresarios y patrones. De acuerdo con la OPS/OMS (2012), en el informe sobre salud en las Américas, el caso de México, se señala que los delitos del fuero común se duplicaron entre 2009 y 2010 de 11,864,765 a 22,714,927 y los costos económicos de la inseguridad y el delito en el país superaron los 200,000 millones de pesos. Señalan en el mismo informe que en el 2008, 50.6 millones de mexicanos eran pobres y no contaban con ingresos suficientes para satisfacer las necesidades de salud, educación, alimentación, vivienda, vestido y transporte público. Los municipios más pobres eran Chiapas, Oaxaca, Guerrero y Veracruz, en el que vive la población con mayor pobreza del país. En cuanto al género, 2 millones y medio de mujeres más que hombres vivían en condiciones de pobreza, 8 millones de mujeres trabajaban y no contaban con seguro médico y 7.6% de mujeres eran analfabetas mayores de 15 años. 32 La revista Forbes (2015) reportó que de 2010 a 2012 el número de personas en situación de pobreza en México aumentó a 53.3 millones, de acuerdo con el Consejo Nacional de Evaluación de la política de Desarrollo Social (CONEVAL). Según CONEVAL, para 2015 el número de pobres es de 55.3 millones de personas, y los
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