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Factores-de-riesgo-psicosocial-laboral-asociados-a-la-aparicion-del-sndrome-de-quemarse-por-el-trabajo-Burnout-y-sus-consecuencias-en-la-salud-en-profesores-universitarios

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UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO 
 
PROGRAMA DE MAESTRÍA Y DOCTORADO 
 
EN PSICOLOGÍA SOCIAL Y AMBIENTAL 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
México, D. F. noviembre de 2015 
 
TUTOR PRINCIPAL: DR. JESUS FELIPE URIBE PRADO 
Facultad de Psicología 
TUTOR ADJUNTO: DR. SAMUEL JURADO CARDENAS 
Facultad de Psicología 
TUTORA EXTERNA: DRA. MIRNA GARCÍA MÉNDEZ 
FES-Zaragoza UNAM 
JURADO A DR. HORACIO TOVALÍN AHUMADA 
FES-Zaragoza UNAM 
JURADO B: DR. ARTURO JUÁREZ GARCÍA 
Universidad Nacional Autónoma de Morelos 
 
Factores de Riesgo Psicosocial laboral asociados a la aparición 
del Síndrome de Quemarse por el Trabajo (Burnout) y sus 
consecuencias en la salud en profesores universitarios 
 
TESIS 
QUE PARA O TAR PO TAR EL GRADO DE DOCTOR EN 
PSICOLOGÍA 
 
P R E S E N T A 
 
SARA GUADALUPE UNDA ROJAS 
 
 
 
 
 
Margarita
Texto escrito a máquina
Margarita
Texto escrito a máquina
Margarita
Texto escrito a máquina
Margarita
Texto escrito a máquina
Margarita
Texto escrito a máquina
 PTAR POR
Margarita
Texto escrito a máquina
Margarita
Texto escrito a máquina
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UNAM – Dirección General de Bibliotecas 
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fines educativos e informativos y deberá citar la fuente donde la obtuvo 
mencionando el autor o autores. Cualquier uso distinto como el lucro, 
reproducción, edición o modificación, será perseguido y sancionado por el 
respectivo titular de los Derechos de Autor. 
 
 
 
 
 
 
Agradecimientos 
A la vida por ésta segunda oportunidad… 
 
A Arturo, por acompañarme en la vida y siempre estar ahí diciendo “te quiero”, “no 
te preocupes”, “en que te ayudo”, desde hace más de 30 años. Te amo. 
 
Arce y Arturo Jr., porque la base de la fortaleza de una persona está en su familia 
y mi familia es excepcional, gracias por la independencia, el amor, el apoyo, la 
solidaridad. Por permitirme ser una mamá diferente. 
 
A mi madre, donde esté, siempre está conmigo como ejemplo de fortaleza. 
 
A mi amiga del alma que se me adelantó en el camino, y me dejó la mayor 
enseñanza, “disfruta la vida hasta el último segundo”, te quiero Miri. 
 
A mis amigos y compañeros de trabajo por su amistad y solidaridad. 
 
A mis estudiantes y maravilloso equipo: Oscar, Ale y Ricardo especialmente por 
ser ejemplo de entrega y amistad, a Jesica, Carlos, Nohemí, Sandy, Susana, 
Pablo, Sandra, Arturo, Jessica, Laura y Alejandro por todas las horas de trabajo, 
por su dedicación, interés y motivación, sin todos ustedes no lo habría logrado. 
 
 
 
Al Dr. Marcos Bustos, al Dr. Juan Jiménez y al Dr. Aldo Bazán, a la Dra. Sofía 
Rivera por sus comentarios, enseñanzas y apoyo. 
A Mis tutores: 
Dr. Felipe Uribe, por su guía, por las enseñanzas, el apoyo, la solidaridad y 
amistad, también por ser un ejemplo a seguir en la mística de trabajo y de 
alcanzar el desarrollo profesional. 
 
Dr. Samuel Jurado, por su calidez como ser humano, por su solidaridad como 
profesional, por sus conocimientos, consejos, pero sobre todo por su amistad. 
 
Dra. Mirna García, por su invaluable amistad, calidez, solidaridad, compañerismo 
en las buenas y en las malas, por sus enseñanzas, apoyo, ejemplo de fortaleza y 
persistencia, pero sobre todo de disciplina y trabajo. 
 
Dr. Horacio Tovalín, por compartir conmigo el camino en esta gran empresa que 
es la investigación, por su gran amistad, solidaridad, por su confianza, por sus 
consejos, correcciones, señalamientos y comentarios al trabajo, lo que permitió 
mejorarlo. 
 
Dr. Arturo Juárez, por sus observaciones y asesoría, por los consejos para mejorar 
el trabajo, y por ser inspiración para investigar los factores psicosociales, pero 
sobre todo por su amistad. 
 
 
 
INTRODUCCIÓN 1 
Capítulo 1. Trabajo, globalización, factores de riesgo y salud 8 
1.1 Conceptualización actual del trabajo 8 
1.1.1 Condiciones de trabajo y globalización 10 
1.1.2 Crisis mundial, condiciones de trabajo y salud 11 
1.1.3 Factores de riesgo psicosocial en el trabajo y daños a la a salud 14 
1.2 Crisis, desempleo y condiciones de trabajo precarias en México 18 
1.2.1 Factores de riesgo psicosociales en el trabajo y salud en trabajadores de 
México 22 
1.3 Condiciones de trabajo de docentes en México 33 
1.3.1 Condiciones de trabajo en los docentes de nivel universitario 37 
1.3.2 Condiciones de trabajo de los docentes de la Universidad Nacional 
Autónoma de México (UNAM). 43 
1.3.3 Factores de riesgo psicosocial en el trabajo de docentes 49 
Capítulo 2. El síndrome de quemarse por el trabajo (SQT) 53 
2.1 Delimitación conceptual 54 
2.2 Modelos de desarrollo del síndrome 55 
2.3 Perspectivas conceptuales 55 
2.4 Aproximaciones conceptuales 57 
2.5 Modelos explicativos del desarrollo del SQT 60 
2.6 Modelos teóricos de carácter comprensivo 63 
2.6.1 Teoría sociocognitiva del Yo 64 
2.6.1.1 Modelo de Competencia Social de Harrison (1983) 65 
2.6.1.2 Modelo de Chernis (1993) 66 
2.6.1.3 Modelo de Thompson, Page Cooper (1993) 67 
2.6.2 Teorías del intercambio social 69 
2.6.2.1 Modelo de Buunk y Shaufeli (1993) 70 
2.6.2.2 Modelo de Hobfoll y Fredy (1993) 71 
2.6.3 Teoría organizacional 73 
2.6.3.1 Modelo de Golembiewski, Munzenrider y Carter (1983) 73 
2.6.3.2 Modelo de Cox, Kuk y Leiter (1993) 74 
2.6.3.3 Modelo de Winnubst (1993) 75 
2.6.3.4 Modelo de Gil-Monte, Peiró y Valcárcel (1995). 78 
2.7. Sintomatología del SQT 79 
 
 
2.8 Características de las organizaciones que propician SQT 80 
2.9 Modelo Gil-Monte 2005. 81 
FUENTE. GIL-MONTE (2005). 81 
2.10 El síndrome de quemarse por el trabajo (SQT) en docentes 83 
2.11 Estudio del SQT en profesores universitarios 85 
Capítulo 3. Factores psicosociales y factores de riesgo psicosocial en el trabajo 88 
3.1 Factores Psicosociales y modelos del estrés 89 
3.2 El Estrés Laboral. 92 
3.2.1 Principales estresores psicosociales en el trabajo 94 
3.3 Modelos explicativos sobre el trabajo y su relación con factores de riesgo 
psicosocial y estrés 96 
3.3.1 El Modelo Obrero Italiano 96 
3.3.2 El Modelo Mexicano 97 
3.3.3 El Método del Laboratoire d’Economie et Sociologie du Travail (LEST) 99 
3.3.4 El Modelo de Tensión Laboral o Demanda Control de Karasek (1979) 99 
3.3.5 Modelo de Desequilibrio Esfuerzo-Recompensa (DER) (Siegrist, 1996) 105 
3.4 Factores de riesgo psicosocial y su relación con el síndrome de 
quemarse por el trabajo (SQT). 107 
3.5 Factores de riesgo psicosocial en el trabajo docente. 109 
CAPÍTULO 4. Trastornos de depresión y ansiedad en el trabajo 118 
4.1 Definición y factores de riesgo de la depresión 120 
4.1.1 Factores de riesgo 121 
4.2 Definición y factores de riesgo de la Ansiedad. 122 
4.2.1 Factores de riesgo 126 
4.3 Instrumentos de medición validados para población mexicana 126 
4.3.1 Validación del Inventario de Depresión de Beck (BID) 126 
4.3.2 Validación en población mexicana del Inventario de Ansiedad de Beck 
(BAI) 128 
4.4 Depresión y Ansiedad en trabajadores 130 
4.5 Depresión y ansiedad en docentes 132 
4.6 Ansiedad y depresión y su relación con el SQT en docentes 136 
 
 
Capítulo 5. Construcción de modelos integrales para explicar el SQT en población 
de maestros 139 
5.1 Consecuencias en la salud de los docentes 150 
Planteamiento del problema 154 
Objetivo general 155 
Fase I Exploratoria 156 
Justificación 156 
Pregunta de investigación 157 
Objetivo general 158 
Objetivos específicos 158 
Tipo de estudio 159 
Diseño 159 
Método 159 
Muestreo 159 
Participantes 159 
Criterios de inclusión 159 
Criteriosde exclusión 160 
Criterios de eliminación 160 
Variables de estudio 160 
Definición Conceptual 160 
Definición operacional 161 
Instrumento 161 
Procedimiento 161 
Resultados 163 
FASE 2. Elaboración y validación de una escala para evaluar factores de riesgo 
psicosocial en el trabajo (FRPS-T) 180 
Justificación 180 
Pregunta de investigación 183 
Objetivo general 183 
Objetivos específicos 183 
 
 
Diseño 184 
Método 184 
Muestreo 184 
Participantes 184 
Criterios de inclusión 184 
Criterios de exclusión 185 
Criterios de eliminación 185 
Variable 185 
Definición conceptual 185 
Definición operacional 186 
Instrumento 186 
Procedimiento 187 
Análisis de datos 188 
Resultados 188 
FASE 3 Estudio relacional–confirmatorio. Desarrollo de un modelo de 
antecedentes y consecuentes del SQT en profesores universitarios 200 
Justificación 200 
Pregunta de investigación 202 
Objetivo general 203 
Objetivos particulares 203 
Objetivos específicos 203 
Método 204 
Muestreo 204 
Muestra 204 
Criterios de inclusión 204 
Criterios de exclusión 204 
Criterios de eliminación 205 
Tipo de Investigación 205 
Diseño 205 
Hipótesis Conceptuales 205 
Hipótesis de trabajo 206 
Hipótesis Estadísticas 207 
Variables de estudio 209 
Variable independiente (antecedente) 209 
Instrumentos 215 
 
 
Procedimiento 216 
Análisis de los datos 217 
Resultados 217 
Análisis y Discusión 295 
FASE 1 295 
FASE 2 306 
Fase 3 312 
Conclusiones y recomendaciones 331 
Referencias 337 
Anexo 384 
 
 
Índice de Figuras 
FIGURA 1. FORMACIÓN DEL PERSONAL ACADÉMICO DE LA UNAM POR SUBSISTEMAS 
2014. ............................................................................................................... 48 
Figura 2. Modelo de Golembiewski, Munzenrider y Carter (1983). ....................... 61 
Figura 3. Modelo de Leiter & Maslach (1988). ....................................................... 62 
Figura 4. Modelo de Gil-Monte, Peiró & Valcárcel (1998). .................................... 62 
Figura 5. Modelo de competencia social de Harrison. ........................................... 65 
Figura 6. Modelo de Chernis. ................................................................................ 67 
Figura 7. Modelo de Thompson, Page & Cooper. ................................................. 68 
Figura 8. Modelo de Buunk y Shaufeli. .................................................................. 71 
Figura 9. Modelo de Cox, Kuk y Leiter. ................................................................. 74 
Figura 10. Modelo de Winnubst. ............................................................................ 77 
Figura 11. Modelo de Gil-Monte, Peiró & Valcárcel. .............................................. 78 
Figura 12. Modelo- Gil- Monte (2005).................................................................... 81 
Figura 13. Modelo Demanda-Control Karasek y Theorell (1990). ....................... 100 
Figura 14. Modelo Desequilibrio Esfuerzo-Recompensa. ................................... 106 
Figura 15. En mi trabajo me estresa (muestra total). .......................................... 164 
Figura 16. En mi trabajo me estresa (mujeres). .................................................. 165 
Figura 17. En mi trabajo me estresa (hombres). ................................................. 166 
Figura 18. En mi trabajo me estresa (tiempo completo). ..................................... 167 
Figura 19. En mi trabajo me estresa (asignatura). .............................................. 168 
Figura 20. “En mi trabajo me molesta…” (Muestra Total).................................... 170 
Figura 21. “En mi trabajo me molesta…” (Mujeres). ............................................ 171 
Figura 22. “En mi trabajo me molesta…” (Hombres). .......................................... 171 
Figura 23. En mi trabajo me molesta (tiempo Completo). ................................... 173 
Figura 24. En mi trabajo me molesta…” (Asignatura).......................................... 173 
file:///C:/Users/Sara/Dropbox/saraur@hotmail%20(1).com/Tesis%20formato%20final%20Noviembre%206.docx%23_Toc434838645
 
 
Figura 25. Modelo hipotetizado. .......................................................................... 196 
Figura 26. AFC con ecuaciones estructurales de factores de riesgo psicosocial en 
universitarios. ................................................................................................ 197 
Figura 27. Modelo hipotetizado. .......................................................................... 202 
Figura 28. Número resultados del modelo factorial hipotetizado para la escala de 
evaluación de factores de riesgo psicosocial. ............................................... 224 
Figura 29. Análisis factorial confirmatorio del modelo del SQT. .......................... 230 
Figura 30. AFC del Beck Depresión (BID). .......................................................... 234 
Figura 31. Análisis factorial confirmatorio con un modelo estructural de Beck 
ansiedad. ...................................................................................................... 239 
Figura 32. Prevalencia de SQT en la población total. ......................................... 241 
Figura 33. Prevalencia del SQT en hombres. ...................................................... 244 
Figura 34. Prevalencia del SQT en mujeres. ....................................................... 244 
Figura 35. Prevalencia de SQT por asignatura. .................................................. 246 
Figura 36. Prevalencia de SQT en docentes de tiempo completo. ...................... 247 
Figura 37. Número Modelo predictivo de FRPS- SQT en profesores universitarios.
 ...................................................................................................................... 261 
Figura 38. Modelo predictivo de SQT en profesores universitarios hombres. ..... 264 
Figura 39. Número modelo predictivo de mujeres entre FRPS-T y SQT. ............ 267 
Figura 40. Modelo predictivo entre FRPS-T y SQT en profesores de asignatura.
 ...................................................................................................................... 269 
Figura 41. Modelo predictivo entre FRPS-T y SQT en profesores de tiempo 
completo. ...................................................................................................... 271 
Figura 42. Modelo predictivo de depresión muestra total .................................... 272 
Figura 43.Modelos predictivos entre FRPS-T y SQT para síntomas de depresión 
por sexo. ....................................................................................................... 274 
Figura 44. Modelo predictivo de FRPS-T y SQT para depresión en profesores de 
asignatura y tiempo completo. ...................................................................... 275 
Figura 45. Modelo predictivo de regresión lineal entre FRPS-T y SQT para 
ansiedad en muestra total. ............................................................................ 276 
Figura 46. Modelo predictivo de regresión lineal entre FRPS-T y SQT para 
ansiedad por sexo......................................................................................... 278 
Figura 47. Modelo predictivo de regresión lineal entre FRPS-T y SQT para 
ansiedad por tipo de nombramiento.............................................................. 280 
Figura 48. Modelo general con ecuaciones estructurales con cuatro dimensiones 
(SQT-20). ...................................................................................................... 281 
Figura 49. Modelo general con ecuaciones estructurales y tres dimensiones (SQT-
15)................................................................................................................. 285 
Figura 50. Modelo path analysis de FRPS-T, SQT y síntomas de depresión y 
ansiedad. ......................................................................................................287 
Figura 51. Modelo path analysis hombres. .......................................................... 290 
Figura 52. Modelo path analysis mujeres. ........................................................... 291 
Figura 53. Modelo path analysis asignatura. ....................................................... 293 
Figura 54. Modelo path analysis tiempo completo. ............................................. 294 
Figura 55. Modelo hombres. ................................................................................ 385 
Figura 56. Modelo mujeres. ................................................................................. 386 
Figura 57. Modelo asignatura. ............................................................................. 387 
 
 
Figura 58. Modelo tiempo completo. ................................................................... 388 
 
Índice de Tablas 
 
Tabla 1. Riesgos laborales por grupo de actividad económica 2014 nacional. 23 
Tabla 2. Dictámenes de invalidez según naturaleza de la lesión y sexo, 2012-2014 
nacional. 27 
Tabla 3. Total de personal docente de educación superior de licenciatura y 
tecnológica público y privado ciclo escolar 2012-2013. 37 
Tabla 4. Número personal académico de la UNAM, 2000-2005. 44 
Tabla 5. Total de Investigadores de la UNAM que pertenecen al SNI del 2000-
2015. 44 
Tabla 6. Profesores de la UNAM que perciben programa de estímulo del 2000-
2015. 46 
Tabla 7. Modelo de Edelwich y Brodsky. 61 
Tabla 8. Modelo de Price y Murphy. 61 
Tabla 9. Características de la muestra. 164 
Tabla 10. Diferencias por sexo en la frase “En mi trabajo me estresa…”. 167 
Tabla 11. Diferencias entre profesores por categoría “En mi trabajo me estresa…”.
 169 
Tabla 12. Total de palabras por grupo “En mi trabajo me estresa…”. 169 
Tabla 13. Diferencias por sexo “En mi trabajo me molesta…”. 172 
Tabla 14. Diferencias por categoría en cuanto a “En mi trabajo me molesta…”. 174 
Tabla 15. Total de palabras por grupo para la frase “En mi trabajo me molesta…”.
 175 
Tabla 16. Clasificación de las palabras emitidas por características del trabajo. 176 
Tabla 17. . Ítems para la categoría organización del trabajo. 177 
Tabla 18. Ítems para el contenido, la función y la tarea en el trabajo. 178 
Tabla 19. Condiciones en las que se realiza el trabajo. 179 
Tabla 20. Resumen de las características psicométricas y la decisión por reactivos 
de la Escala de Evaluación de Factores Psicosociales en el trabajo para 
profesores universitarios. 189 
Tabla 21. Análisis factorial exploratorio para la escala de FRPS-T estresores 
organizacionales. 192 
Tabla 22. Análisis factorial exploratorio para la escala de FRP-T estresores 
relacionados con el contenido, función o tarea realizada. 193 
Tabla 23, Análisis Factorial exploratorio para la escala de FRP-T Estresores 
relacionados con las condiciones en las que se realiza el trabajo. 194 
Tabla 24. Correlaciones Alfas, medias, desviaciones estándar y sesgo. 199 
Tabla 25. Análisis de discriminación de reactivos de FRP-T. 221 
Tabla 26. Resultados del AFC, comparación de muestras UNAM, otros profesores 
universitarios. 223 
Tabla 27. Estadísticos descriptivos para factores de riesgo psicosocial en 
académicos de la UNAM en comparación con los resultados de la Fase 2. 225 
 
 
Tabla 28. Análisis de discriminación de reactivos SQT. 226 
Tabla 29. Estadísticos descriptivos para las dimensiones del SQT. 231 
Tabla 30. Análisis por reactivo del Beck depresión (BID). 232 
Tabla 31. Estadísticos descriptivos Beck depresión. 235 
Tabla 32. Estadísticos descriptivos de los reactivos del Beck ansiedad. 237 
Tabla 33. Análisis factorial de segundo orden para las variables de estudio. 240 
Tabla 34. Prevalencia del SQT en la población total. 241 
Tabla 35. Prevalencia del SQT por sexo. 243 
Tabla 36. Prevalencia del SQT por contrato. 245 
Tabla 37. Correlación entre dimensiones de FRPS-T. 248 
Tabla 38. Correlación entre dimensiones de FRP-T y dimensiones del SQT. 249 
Tabla 39. Correlaciones entre FRPS-T y dimensiones del SQT por sexo. 250 
Tabla 40. Correlación entre FRPS-T y tipo de contrato (asignatura y tiempo 
completo). 251 
Tabla 41. Correlación entre FRPS-T y síntomas de depresión y ansiedad (muestra 
general). 252 
Tabla 42. Correlación entre FRPS-T y síntomas de depresión y ansiedad por sexo 
(hombres y mujeres). 254 
Tabla 43. Correlación entre FRPS-T y síntomas de depresión y ansiedad en 
profesores por tipo de nombramiento (asignatura y tiempo completo). 254 
Tabla 44. Correlación entre dimensiones del SQT y síntomas de depresión y 
ansiedad en la muestra completa. 256 
Tabla 45. Correlación entre FRPS-T y síntomas de depresión y ansiedad por sexo 
(hombres y mujeres). 258 
Tabla 46. Correlación entre FRPS-T y síntomas de depresión y ansiedad en 
profesores por tipo de nombramiento (asignatura y tiempo completo) 258 
Tabla 47. Factores que intervienen en la predicción de la dimensión de ilusión en 
el trabajo del SQT en la población total. 259 
Tabla 48. Factores que intervienen en la predicción de la dimensión de desgaste 
en el trabajo del SQT en la población total. 259 
Tabla 49. Factores que intervienen en la predicción de la dimensión de indolencia 
en el trabajo del SQT en la población total. 260 
Tabla 50. Factores que intervienen en la predicción de la dimensión de culpa en el 
trabajo del SQT en la población total. 260 
Tabla 51. Factores que intervienen en la predicción de la dimensión ilusión en el 
Trabajo del SQT en hombres. 262 
Tabla 52. Factores que intervienen en la predicción de la dimensión Desgaste 
Psíquico del SQT en hombres. 263 
Tabla 53. Factores que intervienen en la predicción de la dimensión indolencia en 
el Trabajo del SQT en hombres. 263 
Tabla 54. Factores que intervienen en la predicción de la dimensión Culpa del 
SQT en hombres. 263 
Tabla 55, Factores que intervienen en la predicción de la Ilusión en el trabajo del 
SQT en mujeres. 265 
Tabla 56. Factores que intervienen en la predicción del desgaste psíquico del SQT 
en mujeres. 265 
 
 
Tabla 57. Factores que intervienen en la predicción de la indolencia en el trabajo 
del SQT en mujeres 266 
Tabla 58. Factores que intervienen en la predicción de la culpa del SQT en 
mujeres. 266 
Tabla 59. Factores que intervienen en la predicción de la ilusión en el trabajo del 
SQT en profesores de asignatura. 268 
Tabla 60. Factores que intervienen en la predicción del desgaste psíquico en el 
trabajo del SQT en profesores de asignatura. 268 
Tabla 61. Factores que intervienen en la predicción de la indolencia en el trabajo 
del SQT en profesores de asignatura. 268 
Tabla 62. Factores que intervienen en la predicción de la culpa en el trabajo del 
SQT en profesores de asignatura. 269 
Tabla 63. Factores que intervienen en la predicción de ilusión en el trabajo del sqt 
en profesores de tiempo completo. 270 
Tabla 64. Factores que intervienen en la predicción el desgaste psíquico en el 
trabajo del SQT en profesores de tiempo completo. 270 
Tabla 65. Factores que intervienen en la predicción de indolencia en el trabajo del 
SQT en profesores de tiempo completo 270 
Tabla 66. Factores que intervienen en la predicción de culpa en el trabajo del SQT 
en profesores de tiempo completo 271 
Tabla 67. Factores de riesgo psicosocial y dimensiones del SQT que intervienen 
en la predicción de depresión en la muestra total. 272 
Tabla 68. Factores de riesgo psicosocial y dimensiones del SQT que intervienen 
en la predicción de depresión en hombres. 273 
Tabla 69. Factores de riesgo psicosocial y dimensiones del SQT que intervienen 
en la predicción de depresión en mujeres. 273 
Tabla 70. Factores de riesgo psicosocial y dimensiones del SQT que intervienen 
en la predicción de depresión en profesores de asignatura. 274 
Tabla 71. Factores de riesgo psicosocial y dimensiones del SQT que intervienen 
en la predicción de depresión en profesores de tiempo completo 275 
Tabla 72. Factores de riesgo psicosocialy dimensiones del SQT que intervienen 
en la predicción de ansiedad en la muestra total. 276 
Tabla 73. Factores de riesgo psicosocial y dimensiones del SQT que intervienen 
en la predicción de ansiedad en hombres. 277 
Tabla 74. Factores de riesgo psicosocial y dimensiones del SQT que intervienen 
en la predicción de ansiedad en mujeres 277 
Tabla 75. Factores de riesgo psicosocial y dimensiones del SQT que intervienen 
en la predicción de ansiedad en profesores de asignaturaa. 279 
Tabla 76. Factores de riesgo psicosocial y dimensiones del SQT que intervienen 
en la predicción de ansiedad en tiempo completo. 279 
Tabla 77. Resultados de los modelos de segundo orden. 282 
Tabla 78. Modelos path analysis por sexo y nombramiento. 289 
 
 
 
Resumen 
Se presenta un estudio cuyo objetivo fue la construcción de un modelo predictivo 
del síndrome de quemarse por el trabajo (SQT) y sus dimensiones de acuerdo con 
el Modelo de Gil-Monte (2005), que identifique factores de riesgos psicosociales 
propios del trabajo y señale las posibles consecuencias a través de la presencia 
de síntomas de depresión y ansiedad en profesores universitarios. 
 
El estudio se realizó en tres fases: la primera fue de tipo exploratorio con 101 
profesores universitarios, a través de redes semánticas naturales en relación con 
Reyes (1998) para identificar posibles estresores y condiciones que son fuente de 
malestar; los resultados permitieron construir la propuesta de escala para la 
segunda fase, que tuvo como objetivo validarla en una población de 500 
profesores universitarios a través de un AFE y un AFC; por último, en la tercera 
fase, con un diseño analítico transversal, de campo, en una población de 548 
profesores de la UNAM se construyó el modelo predictivo, se utilizó la escala para 
evaluar FRPS-T, elaborada en las dos primeras fases, el CESQT, para evaluar el 
SQT por Gil-Monte, Unda y Sandoval (2007) y el Beck para evaluar depresión 
(BDI), validado por Jurado et al.(1998), y el Beck ansiedad (BAI), Robles, Varela, 
Jurado y Paez (2001). Se realizaron pruebas de correlación, regresiones lineales, 
ecuaciones estructurales y modelos con path analysis. 
 
Los resultados muestran que los estudiantes difíciles, la burocracia, la sobrecarga 
académica y la falta de apoyo del jefe son FRPS-T predictores del SQT con sus 
dimensiones y éste, a su vez, un mediador entre los FRPS-T y los síntomas de 
depresión y ansiedad. Uno de los principales aportes fue la construcción de la 
escala a la que subyace un modelo para identificar y evaluar FRPS-T en 
profesores universitarios. 
 
Conclusión: Las condiciones actuales en las que se ejerce el trabajo docente 
universitario, producto de la flexibilización y deshomologación salarial, junto con la 
aplicación de políticas productivistas a través de programas de desempeño para 
mejorar el salario y obtener recursos para realizar el trabajo, propicia FRPS-T, que 
provocan sufrimiento a los profesores como baja ilusión en su trabajo, desgaste 
psíquico y conductas indolentes del mismo hacia compañeros y alumnos y, al final, 
dañan su salud mental causando culpa y síntomas de ansiedad y depresión. Se 
recomienda aplicar el modelo en diferentes grupos de académicos para probar su 
consistencia en otras poblaciones de docentes y promover programas de 
intervención en las instituciones que atiendan y prevengan los daños que provoca 
el trabajo en los académicos. 
 
 
 
 
ABSTRACT 
 
A study whose objective is to build a predictive model of the Burnout syndrome and 
its dimensions according to the Gil Monte model (2005) is presented, it aims to 
identify psychosocial factors risks inherent to work and to point out potential 
impacts through the presence of symptoms of depression and anxiety in university 
teachers. 
 
The study was conducted in three phases, the first was an exploratory one with 
101 university teachers, through natural semantic networks possible stressors and 
conditions as a source of discomfort were identify according to Reyes (1998); the 
results helped build a scale for the second phase aimed to validate a population of 
600 university teachers through an AFC and an AFE; finally a third stage included 
a transverse analytical field design in a population of 548 UNAM teachers and a 
predictive model was constructed; the scale used to assess FRPS-T was the one 
produced in the first two phases, the CESQT to assess burnout spanish syndrome 
by Gil Monte, Unda and Sandoval (2007), Beck to assess depression (BDI) 
validated by Jury et al . (1998), and the Beck anxiety (BAI) validated by Robles 
Varela, Jury and Paez (2001). Correlation tests, linear regressions, structural 
equations and models with path analysis were performed. 
 
The results show that the difficult students, bureaucracy, academic overload and 
lack of support from the boss are FRPS-T predictors of burnout with its 
dimensions, and in return burnout is a mediator between FRPS-T and symptoms of 
depression and anxiety. A major contribution was the construction of the scale at 
which underlies a model to identify and evaluate FRPS-T university teachers. 
 
It is concluded that under the current conditions in which the university teaching job 
is done, a product of wage flexibility and differentiation of work regimes, next to the 
implementation of productivist policies like performance programs to improve pay 
and get resources generates FRPS-T that cause suffering to teachers like low 
illusion at work, psychological wear down and indolent behavior towards 
colleagues and students and eventually damages mental health, causing guilt, 
anxiety and depression symptoms. 
 
It is recommended to apply the model in different groups of educators to prove its 
consistency in other populations and to promote intervention programs in 
institutions to prevent and serve damages caused by working in education.
1 
 
 
 
INTRODUCCIÓN 
 
El estudio del síndrome de quemarse por el trabajo (SQT) en México ha 
tomado gran relevancia en los últimos 10 años, por lo que se incrementa su 
número en diversas poblaciones, particularmente en el área de servicios que 
incluye a médicos, enfermeras y docentes de diversos niveles educativos. Si bien 
en nuestro país su estudio tiene todavía un carácter emergente y no se reconoce 
por las autoridades laborales como un daño, accidente o riesgo psicosocial, es 
una necesidad social y de salud pública su estudio, debido al incremento de los 
casos detectados en nuestro país. 
Las propuestas de su estudio en Latinoamérica y en México representan un 
aporte importante, aunque de manera inicial tenían un carácter descriptivo y sin la 
debida validación de instrumentos de medición en los países de origen de los 
trabajadores estudiados, y con la utilización del Maslach Burnout Inventory (MBI), 
sin el cuidado para observar los cambios culturales propios de nuestras 
poblaciones. 
Actualmente los estudios que se realizan son más rigurosos, y se 
seleccionan instrumentos que cuentan con un mayor soporte académico y de 
validación, particularmente el modelo y escala propuesto por Gil-Monte (2005), ha 
resultado una buena opción para evaluar el SQT y con una adaptación más propia 
de la cultura hispana y latina (Mercado & Gil-Monte, 2010; Gil-Monte & Olivares, 
2007; Gil-Monte, Unda, Sandoval, 2009; Gil-Monte & Zúñiga-Caballero, 2009). 
2 
 
A nivel internacional, los estudios de SQT se reportan a través de modelos 
de antecedentes y consecuentes en diversas poblaciones de trabajadores. En 
México empiezan a desarrollarse como el estudio de la escala de desgaste 
ocupacional (EDO) (Uribe, 2015). 
 Pero los diversos estudios no han sido suficientemente precisos para 
establecer la función de todos estos componentes en el proceso del SQT (Moreno, 
Garrosa, Rodríguez, Martínez & Ferrer, 2009; Otero, Santiago & Castro, 2008). 
Por otro lado, el estudio de los factores psicosociales, y particularmente de 
la utilización de modelos y escalasque evalúen factores de riesgo psicosocial en 
el trabajo (FRPS-T), también empiezan a tomar fuerza y presencia en los 
estudiosos del ámbito de la psicología ocupacional,junto con la inclusión de 
sintomatología de la depresión y la ansiedad (Martínez & Hernández, 2005). 
La investigación en el rubro de factores de riesgo psicosocial en 
Latinoamérica y en México aún es escasa y particularmente la elaboración de 
instrumentos de evaluación de éstos, todavía más (Juárez, 2015). 
Por otro lado la necesidad de identificación, vigilancia y control a través de 
la evaluación es impostergable, para desarrollar políticas de intervención y 
prevención, y contribuir al bienestar en los trabajadores. 
Desde los años 80 del siglo pasado existen estudios que reconocen la 
docencia como una ocupación altamente estresante y reportan los impactos del 
estrés en los docentes y las consecuencias a su salud (Cole & Walker 1990; 
Esteve, 1998; Mearns & Caín, 2003; Manassero, Vázquez, Ferrer, Fornés & 
Fernández, 2003). 
3 
 
El trabajo docente en el mundo y, sobre todo, en Latinoamérica, a partir de 
la década de los 80 del siglo pasado, como resultado de las políticas emanadas 
desde los organismos financieros como el Banco Mundial y el Fondo Monetario 
Internacional, la vida universitaria y las condiciones de trabajo de los maestros se 
han visto modificadas radicalmente (Arostegui, Martínez, 2008; Saforcada, 
Migliavacca & Jaimovich, 2008; Moreno, 2010; Pérez, 2004), con sus 
consecuentes efectos en la enseñanza y en la salud (Unda & Sandoval, 2009). 
El trabajo docente universitario tiene hoy grandes presiones, conflictos, 
altas demandas, los profesores sufren frustración constante en su trabajo, 
sobrecarga laboral, falta de reconocimiento, ausencia de recursos para realizar su 
trabajo, además conflictos interpersonales y la percepción de inexistencia de 
justicia en su trabajo. Los profesores de universidad son un colectivo laboral muy 
especial, con un tipo de tarea académica, de investigación y de gestión, en 
porcentajes que pueden ser muy variados. Probablemente, el ejercicio profesional 
de la docencia universitaria tiene caracteres muy específicos, pues aunque, como 
otras profesiones, tiene un componente productivo muy controlado, consistente en 
la carga docente principalmente, presenta también una amplitud de 
autoorganización de tareas que probablemente no tienen otras profesiones, a 
pesar de que la demanda y carga laboral pueda ser muy variable y dependa, en 
parte, de la propia motivación intrínseca. También en ellos, la sobrecarga, la 
ausencia de recursos y el conflicto pueden crear un contexto laboral negativo. 
Cuando la situación negativa que experimentan se prolonga sin esperanza de 
solución, se afecta a la capacidad de ejecución del trabajo, los sentimientos del 
profesor se vuelven negativos, y posibilita que se desarrolle una actitud de 
4 
 
distanciamiento y que se pierda la implicación con los alumnos y la docencia 
(Ponce, Bulnes, Aliaga, Atalaya & Huertas, 2005). 
La inclusión de un estudio que integre antecedentes y consecuentes del 
SQT en profesores universitarios, permitirá establecer diagnósticos más precisos 
para mejorar la calidad de vida de estos y coadyuvará a un mejor desempeño y 
productividad en su trabajo. 
En el primer capítulo se presenta la concepción del trabajo actual, 
particularmente el de los servicios en el marco de la globalización. Se caracterizan 
los cambios a partir de la aplicación de políticas económicas neoliberales y su 
impacto en los individuos, las empresas, en el desarrollo científico-técnico y 
específicamente, en las condiciones de organización del trabajo. 
Se señalan algunos de los resultados de la crisis mundial en términos de la 
desigualdad social, el desempleo, el crecimiento del trabajo informal, las 
condiciones de trabajo y el aumento de los factores de riesgo psicosocial y daños 
a la salud en los trabajadores. 
Se incluyen algunos elementos de la crisis en México, la precarización del 
trabajo, el aumento del desempleo, el trabajo informal y de la pobreza, y. También 
se señalan el aumento de factores de riesgo en el trabajo y los daños a la salud. 
En este capítulo se integran las condiciones de trabajo en la población de 
docentes, en el país, en el nivel universitario y específicamente, en la Universidad 
Nacional Autónoma de México (UNAM). 
En el capítulo 2 se presenta la delimitación conceptual, los modelos de 
desarrollo y explicativos, perspectivas y aproximaciones conceptuales, modelos 
teóricos de carácter comprensivo, sobre el SQT. Se hace referencia particular al 
5 
 
modelo de Gil-Monte (2005), pues es la base conceptual del estudio. Se incluyen 
algunos resultados de investigaciones del SQT en profesores universitarios. 
En el Capítulo 3 se encuentran los principales aportes conceptuales sobre 
los factores psicosociales en el trabajo. (FSP-T) y su relación con el estrés laboral. 
Los modelos explicativos sobre el trabajo y su relación con el estudio de 
factores de riesgo psicosocial en el trabajo (FRPS-T) y estrés. Al final del capítulo 
se señalan la relación entre el trabajo docente y los factores de riesgo a los que se 
ve expuesto actualmente. 
El Capítulo 4 presenta los trastornos de depresión y ansiedad en el trabajo; 
incluye la definición, el diagnóstico, factores de riesgo e instrumentos validados en 
población mexicana que se utilizan en el estudio (inventario de Beck de depresión 
e inventario de Beck de ansiedad). También estudios realizados con población 
trabajadora en general y en docentes en particular. Por último, se incluyen 
estudios que incorporan la relación entre SQT y trastornos de depresión y 
ansiedad en docentes. 
El Capítulo 5 presenta algunos ejemplos de propuestas de modelos 
integrales para explicar el SQT en población de maestros y sus consecuencias en 
la salud. 
Después se presenta el planteamiento del problema. 
El siguiente apartado incluye el primer estudio (fase 1), con un diseño 
exploratorio, exposfacto de más de dos muestras independientes (hombres, 
mujeres, asignatura y tiempo completo), que tuvo como objetivo general conocer 
el significado psicológico del estrés y el malestar en el trabajo de docentes 
universitarios. Aquí se trabajó con una muestra de 101 profesores y se utilizó la 
6 
 
técnica de redes semánticas naturales cuyos resultados permitieron proponer los 
ítems que determinan los principales FRPS-T de la organización, de la función y 
tarea y de las condiciones en las que se realiza el trabajo, lo que propuso ocho 
dimensiones que fueron el antecedente para el segundo estudio (fase 2), que tuvo 
como objetivo la validación de la escala para evaluar FRPS-T de profesores 
universitarios con una muestra de 500 profesores de siete instituciones educativas 
de educación superior públicas. Se realizó un análisis factorial exploratorio (AFE) y 
un análisis factorial confirmatorio (AFC) con ecuaciones estructurales, obteniendo 
una escala de ocho dimensiones con 32 ítems y explicando el 62.6% de la 
varianza. 
El modelo que se obtuvo sirvió de base para la construcción de la propuesta 
de antecedentes que se presenta en el tercer estudio (fase 3) que tuvo como 
objetivo la construcción de un modelo integral de antecedentes (FRPS-T) y 
consecuentes del SQT (síntomas de depresión y ansiedad). Este se realizó con 
543 académicos de diez facultades, cuatro multidisciplinarias, dos departamentos, 
el Sistema de Universidad Abierta (SUA) y siete institutos de investigación de la 
UNAM. Aquí se presentan los resultados del análisis estadístico de cada 
instrumento, junto con el AFC con modelos de ecuaciones estructurales, y la 
construcción de modelos de segundo orden, con modelos estructurales. 
Se presentan en el capítulo los resultados de la prevalencia de SQT por 
sexo y tipo de nombramiento, los análisis de correlación y los modelos con 
regresioneslineales. 
Se presentan los resultados del modelo integral con ecuaciones 
estructurales que incluye las variables de FRPS-T, el SQT-15 y el SQT-20 y 
7 
 
síntomas de depresión y ansiedad, con base en el modelo de Gil-Monte (2005), y 
un segundo grupo de modelos que utilizan path analysis para ver el 
comportamiento en la secuencia del proceso del SQT. 
Para finalizar, se incluye la discusión de las diversas fases y las 
conclusiones generales. 
 
8 
 
Capítulo 1. Trabajo, globalización, factores de riesgo y salud 
1.1 Conceptualización actual del trabajo 
Es indudable que el trabajo se ha convertido en la actividad central en 
nuestra existencia. A través de él producimos bienes, ofrecemos servicios, 
obtenemos recursos económicos, y contribuimos al desarrollo social. Además, en 
las condiciones que hoy prevalecen, una parte importante de nuestra vida la 
pasamos en él. 
El trabajo se conceptualiza desde diversas aproximaciones. Una de ellas se 
centra en las acciones y esfuerzos creativos que despliega el ser humano sobre la 
naturaleza, la consideración de que esta acción permite satisfacer sus 
necesidades, desarrollo, autocreación y realización personal; la segunda tiene una 
connotación económica que se desprende de un análisis histórico; pone en primer 
plano la productividad, consecuentemente, la generación de riqueza; destaca la 
desigualdad entre el dueño de los bienes de producción y el trabajador que vende 
su fuerza de trabajo a cambio de un salario. El trabajo se realiza tanto 
manualmente al desarrollar actividades o acciones que permiten obtener bienes y 
servicios, así como intelectualmente al poner en juego los procesos cognitivo-
afectivos para realizarlo. 
De acuerdo con De la Garza (2006), el concepto clásico marxista considera el 
trabajo como una actividad que genera riqueza material en la sociedad y no sólo 
como la generación de valores de cambio. 
En el siglo XIX prevaleció la idea del trabajo asalariado capitalista era 
generador de plusvalía, se realizaba maquinísticamente, el obrero industrial era el 
9 
 
sujeto capaz de realizar el cambio revolucionario; por lo tanto, hacer referencia del 
trabajo asalariado es fundamentalmente hacer referencia del trabajo industrial (De 
la Garza, 2006). 
En el siglo XXI el concepto de trabajo se ha complejizado, transformándose 
de trabajo industrial y maquinista al trabajo fundamentalmente del sector de 
servicios, convirtiéndose en un tipo de producción inmaterial, ya que la propia 
actividad realizada es el acto mismo de la producción, del productor con el cliente 
sin que medie propiamente una mercancía, propiciando que el objeto realizado 
sea simbólico. 
Esta nueva forma de trabajo complejiza las relaciones de producción, 
debido a que los objetos producidos son fundamentalmente simbólicos como la 
creación de conocimiento o un programa de computadora, resultando nuevas 
interacciones humanas con otros hombres y, como resultado, el mismo trabajador 
se transforma. También implica que el trabajador tenga cierto nivel de conciencia 
sobre las metas y los resultados para lograrlo. 
Ahora toma relevancia la producción inmaterial. Antes el objeto de trabajo 
provenía de la naturaleza de manera inmediata o mediada por el resultado de 
trabajos anteriores. Hoy lo que caracteriza al trabajo y al proceso de trabajo, 
según De la Garza (2006), es la producción inmaterial; esta no existe separada de 
la propia actividad de producción y comprime las fases de producción, circulación 
y consumo en un solo acto. 
Existe una relación directa entre el acto mismo de la producción con el 
consumidor-cliente; por lo tanto, se propicia la intervención de un tercer sujeto de 
manera directa en el proceso de producción junto con el trabajador y su patrón. 
10 
 
Los casos más claros de esta nueva forma de producción inmaterial son los 
servicios de salud y educativos, entre otros. 
Los objetos, entonces, son más simbólicos que materiales, y estos objetos 
simbólicos se han vuelto cada vez más útiles para satisfacer necesidades 
humanas. 
Lo anterior exige más la intervención del trabajo intelectual en vez del 
trabajo físico, lo que imposibilita separar las dimensiones objetiva y subjetiva del 
trabajo y del mismo acto de la creación. La objetivación se da de manera 
inmediata con el cliente o usuario; el aspecto subjetivo implica el conocimiento, 
valores, estética, formas de razonamiento, discursos y emociones. 
Hoy sentirse parte de una comunidad de trabajo depende de la intensidad 
subjetiva y material de los lazos. 
Por lo tanto, el concepto de trabajo debe analizarse por su articulación en 
ciertas relaciones sociales de subordinación, cooperación, explotación o 
autonomía (De la Garza, 2006). 
Por lo referido los procesos psicosociales en el trabajo cobran una gran 
relevancia en su estudio, particularmente en el sector servicios, como el trabajo 
docente. 
1.1.1 Condiciones de trabajo y globalización 
Los procesos de globalización de la economía y las políticas neoliberales, 
promueven la internacionalización de los mercados; una mayor competitividad 
entre empresas, instituciones e individuos; una mayor promoción y empuje en 
avances científico-técnicos relacionados con la producción para garantizar 
11 
 
mayores ganancias; la privatización y el ajuste de los programas sociales; pérdida 
de derechos del trabajador; formas organizativas del trabajo caracterizadas por la 
flexibilización de sus procesos: cambios en la gestión laboral que se caracterizan 
por altas exigencias a los trabajadores, un mayor énfasis en el trabajo intelectual; 
un empuje sin precedente a la tercerización de la economía, multiplicando 
servicios de toda índole, acompañados de la utilización de entornos virtuales de 
trabajo, entre otros. 
Lo señalado contribuye en una nueva configuración del trabajo y trae 
consecuencias, tanto positivas como negativas en todos los ámbitos de la vida 
social, política y económica, e incluso en la esfera de la vida privada y subjetiva de 
las personas. 
1.1.2 Crisis mundial, condiciones de trabajo y salud 
 
La crisis mundial de los últimos años tiene como efectos inmediatos la 
pauperización, reduciendo el empleo, creando condiciones de desigualdad sin 
precedentes que afectan a la mayoría de pobladores del mundo, particularmente a 
los trabajadores y su salud. 
Algunos economistas a nivel mundial refieren explicaciones al respecto al 
considerar el papel que juegan los grandes monopolios y oligopolios, por ejemplo, 
Krugman (2007) ha llamado “la gran divergencia” al proceso por el cual se produjo 
un enriquecimiento considerable del 1% de los más ricos y el empobrecimiento de 
todos los demás. Señala que se debió en buena medida a un cambio en el 
12 
 
equilibrio político por una disminución del poder de negociación de los 
trabajadores y sus sindicatos. 
Stiglitz (2011) publicó un artículo titulado: “Del 1%, para el 1% y por el 1%”, 
que los norteamericanos observaban cómo se producían en muchos países 
protestas contra regímenes opresivos, que concentraban una gran masa de 
riqueza en las manos de una élite integrada por muy pocos, pero no se daban 
cuenta de que esto ocurría también en su país. 
Según Stiglitz, en los Estados Unidos de América, el abismo entre los más 
ricos que representan el 1% y el 99% restante, se ha ampliado y profundizado, 
pues no solo es de fortunas, sino por la creciente disparidad de oportunidades en 
educación, atención médica, salud y calidad de vida. Considera que una economía 
en la que le va peor cada año a sus ciudadanos no tiene posibilidades de 
funcionar bien a largo plazo (Boltvinik, 2014; Stiglitz, 2012). 
Fontana (2012), apunta que las políticas hacia las grandes corporaciones 
en todos los países se han flexibilizado, al reducir de una manera drástica su 
participación en el pago de impuestos y recaudación fiscal, disminuyendo la 
posibilidad de quelos ingresos tributarios se inviertan en programas sociales, lo 
que amplía su ganancia de manera desmedida. 
En un estudio realizado por el mismo Fontana (2012), se señala que en el 
2011, los paraísos fiscales aumentaron para las 280 empresas más grandes de 
los EUA, pues en los últimos tres años la mayoría no ha pagado más del 18.5% de 
sus utilidades; 25% ha pagado menos del 10%; las 30 más grandes y poderosas 
no han pagado nada. Por el contrario, han recibido devoluciones. En su conjunto, 
13 
 
el pago de impuestos de estas empresas representa mucho menos de lo que 
pagan los pequeños comerciantes y trabajadores a sueldo. 
Lo anterior resulta en políticas de austeridad a nivel mundial, que afecta a 
todos los rubros sociales para resolver el déficit fiscal, y esto contribuye a 
empeorar las condiciones precarias y la pobreza (restricción de acceso a la salud 
y a la educación, entre otros). Los trabajadores más afectados, según Fontana, 
son los empleados públicos, policías, maestros, bomberos, funcionarios de 
programas sociales, gente que necesita ayuda del gobierno: pobres, ancianos, 
discapacitados, etc. 
En 2005, Somavia, director general de la Organización Internacional del 
Trabajo (OIT), alertaba que la crisis mundial de empleos, ponía en riesgo la 
democracia y las libertades, ante un crecimiento multimillonario de unas cuantas 
empresas y apenas un modesto aumento de empleos (OIT, 2005). En el informe 
de la OIT (2005), señaló que en el 2004 se registró un importante crecimiento 
económico del 5, mientras que el empleo solo aumentó un 1.7%, lo que representó 
en ese año un crecimiento mundial de 4 billones de dólares; sin embargo, el 
número de desempleados bajó sólo 500 mil. El argumento, desde su perspectiva, 
es que esto, se debió a un vacío ético con valores regidos por el mercado más que 
valores humanos, lo que representaría mayor inseguridad y menor libertad. 
Lo anterior se presenta en un contexto donde un millón de personas 
estaban desempleadas o eran trabajadores pobres y casi la mitad de fuerza de 
trabajo a nivel mundial vivía con dos dólares diarios. Además, en algunos países 
nueve de cada diez personas trabajaban en una economía informal 
14 
 
“desorganizada, desprotegida e inestable” y menos de 50% de jóvenes 
interesados en un puesto de empleo tenían uno. 
Siete años después, el mismo Somavia (2011) apuntó que el desempleo 
afectaba ya a 200 millones de personas en el mundo, con tendencia a aumentar. 
La tasa anual de crecimiento del empleo era del 1% o menos, y el número de 
puestos de trabajo perdidos era ya de 30 millones. Aunado a lo anterior, los 
trabajadores con empleo eran de tiempo parcial, debido a que no existía 
alternativa; la mitad de los empleados estaba en la economía informal y dos de 
cada cinco trabajadores vivían por debajo del umbral de la pobreza de dos dólares 
por persona. El desempleo juvenil afectaba ya a 80 millones, con una tasa dos o 
tres veces superior a la de adultos. Además, las pocas personas que tenían 
trabajo carecían de derechos, protección social y voz. Este panorama económico y 
de crisis refleja resultados en protestas sociales que se multiplican en diferentes 
partes del mundo como Francia, Argentina, España, México, Grecia, Italia, EUA, 
entre otros (Uribe, 2015; Laurel, 2012a). 
 
1.1.3 Factores de riesgo psicosocial en el trabajo y daños a la a salud 
Uribe (2015) y Laurell (2012a) consideran que el modelo económico 
neoliberal provoca un creciente desempleo y la precarización del trabajo, la 
expresión más dramática es el suicidio. Por ejemplo, Laurell señala que en Grecia 
se incrementaron un 17% entre 2007 y 2009, y el 40% entre 2010 y 2011. En 
2009, en la empresa TELECOM ubicada en Francia se registraron 24 suicidios 
durante año y medio, relacionado específicamente el “clima de la empresa” como 
15 
 
motivo de tal decisión. En EUA son cada vez más frecuentes los climas de 
violencia por motivos de trabajo o de despido. Uribe (2015) señala un ejemplo de 
la acción de un desempleado en este país, que mató a tiros a sus excompañeros 
de trabajo y dejó heridos a nueve más. 
Laurell (2012a) señala que existen diversos estudios en los que se 
demuestra que el desempleo, la inseguridad en el trabajo y su precarización 
afectan a la salud más allá de la pérdida del ingreso, la caída de la pobreza o la 
exclusión a servicios médicos, y que al controlar dichas variables los 
desempleados tienen una tasa más alta de mortalidad y sufren más padecimientos 
crónico-degenerativos y mentales (la incidencia es de entre el 30% y 50%, más 
que en la población de empleados). 
También dentro de los estudios señalados por Laurell (2012a), se 
encontraron evidencias de que la morbilidad excedente es más alta entre 
trabajadores jóvenes y en mayores de 50 años, así como en grupos 
socioeconómicos vulnerables. 
Otro punto a destacar es que el empleo precario lleva a la precariedad en la 
salud, pues jornadas extenuantes, altos ritmos de trabajo, bajo control sobre la 
tarea, amenazas de despido, condiciones ambientales nocivas y alta exposición a 
situaciones riesgosas se manifiestan en fatiga crónica, altos niveles de estrés, que 
conlleva a padecimientos crónico-degenerativos y cardiovasculares, 
intoxicaciones, cáncer y aumento de accidentes. 
La defensa de los derechos de los trabajadores a nivel mundial también se 
ha visto afectada. La situación del movimiento sindical en la mayoría de los países 
ha empeorado seriamente en los últimos veinte años porque las relaciones de 
16 
 
poder en la sociedad en muchos países, incluso en los mayores países 
industrializados y a nivel internacional, han cambiado. 
Hoy, el movimiento sindical, con aproximadamente 200 millones de 
miembros, probablemente representa menos de 5% de los trabajadores del 
mundo. Claro que aquí hay una enorme reserva de mano de obra sin protección 
sindical (Gallin, 2005). 
El trabajador se encuentra en una espiral descendiente que se traduce en 
deterioro de los salarios, de las condiciones de trabajo, desmantelamiento de las 
conquistas sociales y en el crecimiento del sector informal. 
Como se señaló, las consecuencias negativas del trabajo se ven agravadas 
por las condiciones económicas y sociales. Lo que se observa es un incremento 
de accidentes, pero también en enfermedades profesionales consideradas 
emergentes como los trastornos mentales (TM) y los trastornos 
musculoesqueléticos (TME). 
La OIT consideró que “Las enfermedades profesionales son causa de 
enormes sufrimientos y pérdidas en el mundo del trabajo, pero permanecen 
prácticamente invisibles frente a los accidentes laborales, aunque provoquen al 
año un número de muertes seis veces mayor” (OIT, 2013, p. 4). 
La OIT (2013) señala que, según cifras de la Oficina de Estadísticas del 
Trabajo de los Estados Unidos, 207 mil 500 trabajadores sufrieron enfermedades 
profesionales no mortales en el 2011. 
La Organización de Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE) (2015) 
considera que un 20% de la población en edad de trabajar sufre una enfermedad 
mental, lo que en Europa representa en costos el 3.5% de su PIB, y supone unos 
17 
 
450 millones de afectados a nivel mundial. Además, las personas con trastornos 
moderados leves o moderados, como ansiedad o depresión, presentan el doble de 
probabilidades de perder su empleo y un mayor riesgo de vivir en la pobreza y 
marginación social. 
Cada día se producen riesgos nuevos no identificados en el lugar de 
trabajo; por ejemplo, el daño que puede producir el trabajar con nanotecnologías y 
biotecnologías; los riesgos emergentes que incluyen condiciones ergonómicas 
deficientes, exposición a radiación electromagnética y los riesgos psicosociales. 
El estrés laboral y sus consecuencias para la salud son una gran 
preocupación en diferentes países. La presencia de diferentes formas de violencia, 
acoso laboral (mobbing), acososexual, son cada vez más comunes en los lugares 
de trabajo. Dentro de las organizaciones se reportan más evidencias de que los 
trabajadores, para hacer frente al estrés, incrementan el consumo de alcohol, 
tabaco y drogas. También se han encontrado relación del estrés con las 
patologías musculoesqueléticas, cardíacas o digestivas. 
Asimismo, la crisis económica y la recesión han llevado a un aumento del 
estrés, la ansiedad, la depresión, entre otros trastornos mentales relacionados con 
el trabajo, provocando incluso, en algunos casos, el suicidio. 
Se pierde el 4% anual del producto interno bruto (PIB) en el mundo, por 
accidentes de trabajo y por enfermedades profesionales (2,8 billones de dólares 
estadounidenses). En la Unión Europea el costo de las enfermedades 
relacionadas con el trabajo asciende, como mínimo, a 145.000 millones de euros 
al año (OIT, 2013). 
18 
 
Peor aún, las formas de contratación provocan un incremento de 
trabajadores temporales, ocasionales o de tiempo parcial, que aceptan 
condiciones de trabajo poco seguras. 
Estas condiciones impiden que los empresarios se responsabilicen de la 
vigilancia de la salud de sus trabajadores, el control del medio ambiente de trabajo 
y, por supuesto, provoca un subregistro de las enfermedades profesionales. 
En el 2007, en 27 países de la Unión Europea, 8.6% de personas de entre 
15 y 64 años de edad, notificaron algún problema de salud relacionado con el 
trabajo, lo que equivale a alrededor de 23 millones de personas. 
Para hacer frente a tales problemas se acuñó el término de “trabajo 
decente,” propuesto por la Organización de Naciones Unidas (ONU), en la Cumbre 
Mundial sobre Desarrollo Social en 1995, en la que se revisó el impacto negativo 
de la globalización. La OIT en 1999 postuló el tema como una prioridad en su 
estrategia internacional. Dicha estrategia destaca la importancia del trabajo como 
parte de las políticas públicas de los países miembros que contribuyan a una 
mayor equidad en sus países, reduzcan la pobreza y apliquen los estándares 
mínimos propuestos por la OIT en materia laboral (Uribe, 2015). 
 
 
1.2 Crisis, desempleo y condiciones de trabajo precarias en México 
Las condiciones que prevalecen en los trabajadores mexicanos son difíciles 
y precarias. De acuerdo con la OCDE (de la cual México es miembro), el riesgo de 
19 
 
precariedad laboral subió en el periodo de 2012 a 2014, de 19 a 21%, cuando en 
los otros países miembros es de entre 9 y 11% (OCDE, 2014). 
 La misma OCDE considera que México es de los países con mayor 
pobreza laboral y trabajo informal, pues según cifras de este organismo, más del 
50% de sus trabajadores carece de prestaciones, seguridad y protección social e 
ingresos insuficientes para cubrir necesidades básicas. Los trabajos 
desempeñados en México son considerados por la OCDE como 3D (Dirty, 
Dangerous and Demeaning), esto es, sucio, peligroso y denigrante. 
El Centro de Análisis Multidisciplinario (CAM) de la Facultad de Economía 
de la UNAM, considera que en el 2012 el desempleo creció a niveles nunca antes 
vistos. La ocupación, por el contrario, tuvo un crecimiento muy bajo, además, este 
pírrico crecimiento de la ocupación se debió fundamentalmente a la economía 
informal y no a otro impulso ni empresarial ni estatal. En ese año se reportó, según 
este análisis, una tasa de desempleo real de 8 millones 671 mil personas (15.1%), 
lo que representó el 32.7% más del 2006 al 2012 (Fernández, 2012). La tasa de 
empleo informal se reportó en 54.5%; la población empleada de manera informal 
suma 26 millones 574 mil personas, lo que significa que la informalidad creció 
14.7% en el periodo señalado. 
Según Jesús Valadez, académico de la Universidad Iberoamericana, el 
trabajo informal es el principal apoyo para el 48% de la población, pues de este 
tipo de trabajo dependen sus ingresos (Vargas, 2012). 
Los datos presentados por el CAM son distintos a los reportados por el 
Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) porque en su metodología 
para contabilizar la desocupación este último excluye a las personas que, aunque 
20 
 
tengan interés en trabajar, no buscaron activamente empleo o no creen 
encontrarlo o se cansaron de buscarlo y también a los que sufren una situación 
crónica de desempleo, lo que implica, según Fernández (2012), que hay un 
ocultamiento del 69% de la población que en realidad está desempleada. 
En el 2012 se reportaron 2.5 millones de personas desempleadas, y de los 
28.9 millones que tenían empleo, el 60% era informal (Martínez, 2013). El IMSS 
en este mismo año registró 120, 873 puestos de trabajo. 
 Según la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), 
en el 2013 el salario mínimo real en México se redujo un 0.6% en relación con el 
año anterior y el PIB fue 3.9% por debajo del registrado en el 2004. 
El mismo organismo señala que en México los trabajadores con empleos 
formales se ven caracterizados por la precariedad, pues la mayoría reporta 
salarios bajos, trabajo a destajo, prestaciones sociales mínimas, nulo acceso a 
sistemas de seguridad social, inexistencias de contratos por escrito y, si acaso, 
son contratos temporales; indefensión, abuso y pérdida de derechos laborales, 
entre otras. 
Un estudio realizado por el Centro de Estudios Sociales y de Opinión 
Pública de la Cámara de Diputados (CESOP), señala que México es el país donde 
más horas se trabaja y menos se remunera. Con un promedio anual de 2,357 
horas en comparación con los asiáticos (2,154), africanos (2,138), sudamericanos 
(1,989) y europeos (1,757) y el pago es diez veces menor al que recibe un 
trabajador en el mismo puesto en Zurich (Universia, 2014). 
Por eso, el problema del mercado laboral mexicano es la baja generación 
de empleos, el ingreso precario, el crecimiento de la informalidad y la 
21 
 
desocupación. Ante estas condiciones, ninguna estructura empresarial puede 
subsanar el problema de la pobreza (Uribe, 2015). 
En el gobierno actual, y producto de la Reforma Fiscal impulsada por el 
presidente Peña Nieto en el 2014 desaparecieron 220 mil 190 patrones, lo que 
representa una caída del 10%, según el INEGI (2015) más impuestos se han 
traducido en el cierre de unidades económicas principalmente en el sector de 
comercio, servicios, seguido de industria, actividades agropecuarias y con 
consecuente menor cantidad de empleos. Según este autor, en México el 98% de 
unidades económicas son micro y pequeñas empresas, que generan el 70% de 
los empleos. 
Según datos del Centro de Investigación en Economía y Negocios (CIEN) 
del Tecnológico de Monterrey, Campus Estado de México, en el 2014 las 
condiciones del mercado laboral han empeorado, ya que los mexicanos en 
condición y edad de trabajar que obtienen un ingreso mayor a cinco salarios 
mínimos son apenas el 7%. El número de trabajadores que laboraban hasta 34 
horas disminuyó, mientras que el número de trabajadores con una jornada de 48 
aumentó; esto no significó ninguna mejoría salarial (Fernández, 2015). 
El Centro de Análisis Multidisciplinarios (CAM) de la UNAM, en el 2015 
reporta un aumento de la jornada laboral frente a una reducción de salarios, lo que 
significa la imposibilidad de dignificar la vida de la clase trabajadora (CAM, 2015). 
En relación con el personal ocupado en el 2014, los que ganaban tres 
salarios mínimos aumentaron 988 mil 679, mientras que los que ganaban más de 
tres salarios disminuyeron un millón 64 mil 525. Casi el 70% del personal ocupado 
en México obtienen hasta tres salarios mínimos (casi 30 millones) y solo alrededor 
22 
 
del 7% gana más de cinco (3.2 millones). Aunado a lo anterior, 32 millones 
carecen de acceso a servicios de salud y el 40% a prestaciones laborales. 
Además, según cifras del CIEN (fernández, 2015), 58% de la población ocupada 
se encuentra en la informalidad. 
De acuerdo con Uribe (2015), los jóvenesson el sector más discriminado en 
materia laboral, pues la tasa de desempleo en ellos alcanza el 8.7%, mientras que 
en los adultos mayores de 30 es de 3.5%, Por tal motivo, los jóvenes se ven 
orillados a optar por el subempleo y empleo informal, cayendo más 
frecuentemente en la precariedad, además de que de manera eventual los jóvenes 
son abusados y explotados so pretexto de la falta de experiencia en el trabajo. 
 
1.2.1 Factores de riesgo psicosociales en el trabajo y salud en 
trabajadores de México 
 
En México no existe epidemiología clara sobre los riesgos psicosociales a 
los que están expuestos los trabajadores. La STPS publica resultados, pero se 
considera que hay un subregistro de riesgos, primero, porque las empresas no 
reportan accidentes; después, porque los propios trabajadores no asisten a la 
dictaminación para que se considere un accidente de trabajo o enfermedad 
profesional; tercero porque el IMSS tiene una serie de trámites para realizar la 
dictaminación y por otro lado, muchas empresas no registran a sus trabajadores 
en el IMSS o son empleados clasificados como informales. 
23 
 
 Aun con esas limitaciones, la STPS ofrece información con base en lo 
reportado por el IMSS sobre los riesgos laborales (accidentes y enfermedades 
profesionales hasta el 2014). 
Como se observa en la Tabla 1, el porcentaje mayor de incidencia de 
riesgos laborales fue en tiendas de autoservicios y departamentales con 34,585 
casos (8.4%), los servicios profesionales y técnicos con un 7.9%, con una 
incidencia de 1.5 por cada 100 trabajadores. 
 
 
Tabla 1. Riesgos laborales por grupo de actividad económica 2014 nacional. 
No. Grupo Patrone
s 
Trab. 
prom. 
Accidentes de trabajo y 
enfermedades profesionales 
Casos % Tasa de 
incidencia 
por cada 
100 trab. 
1 Compraventa en 
tiendas de autoservicio 
y de departamentos 
especializados por 
línea de mercancías 
6,850 721,252 34,585 8.4 4.8 
2 Construcción de 
edificaciones y de obra 
de ingeniería civil 
72,147 1,089,155 32,319 7.9 3.0 
3 Servicios 
profesionales y 
técnicos 
76,007 1,897,559 27,683 6.8 1.5 
4 Compraventa de 
alimentos, bebidas y 
productos del tabaco 
53,659 679,131 26,915 6.6 4.0 
5 Elaboración de 
alimentos 
29,136 632,147 21,217 5.2 3.4 
 
6 
Preparación y servicio 
de alimentos y bebidas 
46,285 544,364 20,513 5.0 3.8 
7 Resto de los grupos 553,418 11,240,38
7 
246,016 60.1 2.2 
 Total 837,502 16,803,99
5 
409,248 100.
0 
2.4 
Fuente: STPS con base en la memoria estadística IMSS, 2014. 
 
24 
 
Los datos reportados de salud muestran serias inconsistencias, pues según 
Uribe (2015), los derechohabientes, usuarios y enfermos no coinciden entre 
INEGI, del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) y la Secretaría de Salud 
(SSA), pero aun así algunos datos relevantes reflejan las condiciones de salud de 
la población en México. 
La economía mexicana tiene problemas severos y sin perspectivas de 
crecimiento; a pesar de ello se decidió un recorte de 10 mil millones de pesos al 
presupuesto de salud en febrero de 2015 (Laurell, 2015). 
El informe de salud en las Américas señala que en el 2009 la primera causa 
de muerte fue la diabetes con 77,699 casos; en segundo lugar las enfermedades 
isquémicas del corazón con 63,332 casos; en cuarto lugar la cirrosis y otras 
enfermedades crónicas del hígado con 28,309; las agresiones y homicidios en el 
sexto con 19,804 y, en décimo, los accidentes de vehículo con 12,673 (OPS/OMS, 
2012). 
La diabetes, la hipertensión y la obesidad son las enfermedades que más 
agobian a la población mexicana. Como ejemplo, en el 2010 México destinó 778.5 
millones de dólares a la atención de la diabetes y sus complicaciones. Ocupa el 
décimo sitio a nivel mundial entre países que destinan un gasto mayor en esta 
enfermedad, y por eso es la primera causa de fallecimiento en nuestro país. 
Según el Instituto Nacional de Salud Pública (INSP, 2011) la inversión crecerá 
50% de 2009 en adelante. 
El número de personas obesas y con sobrepeso en México se ha triplicado; 
durante los últimos 30 años, 72% de adultos sufre exceso corporal, 39% 
sobrepeso, que conduce a otras dolencias como la diabetes o enfermedades 
25 
 
vasculares, lo que reduce la esperanza y calidad de vida. El control de 
enfermedades crónicas no transmisibles es el principal problema de salud en 
México, y la diabetes afecta al 14% de adultos (OPS/OMS, 2012). 
En las últimas dos décadas ha aumentado la prevalencia de obesidad en 
nuestro país, provocando en pacientes que la padecen o la han padecido cirrosis, 
que es la cuarta causa de muerte. “Los trabajadores y sus familias consumen 
muchos millones de pesos solo por atender una enfermedad que puede ser 
prevenida. Los costos directos que gastan las familias, es del 30% de sus 
ingresos” (Uribe, 2015, p.187). 
Los gastos indirectos como discapacidades permanentes, cegueras, 
amputaciones, insuficiencia renal, afecciones cardiovasculares y neuropatías son 
de aproximadamente 435 millones de pesos. 
La Organización Mundial de la Salud (OMS) comunicó en el 2012 que los 
casos de hipertensión, diabetes y obesidad han aumentado de manera global, y 
los mayores problemas se observan en países pobres donde la población 
consume más grasas, hace menos ejercicio; además, las mujeres son las más 
afectadas (Uribe, 2015). 
Cruz (2013) reporta en este mismo año que las enfermedades 
cardiovasculares son la principal causa de muerte con más de 71 mil decesos 
cada año. 63% del total de decesos se debe principalmente a enfermedades no 
trasmisibles como diabetes, hipertensión arterial e hipercolesterolemia. Una de las 
principales causas es la obesidad que afecta al 71% de mexicanos, y 30% de 
niños y adolescentes, según el director del Centro Nacional de Programas 
Preventivos y Control de las Enfermedades de la SSA. 
26 
 
En cuanto al cáncer, de acuerdo con el Dr. Patricio Gaglio investigador del 
Centro de Investigación y de Estudios Avanzados (CINVESTAV), el estilo de vida 
influye en las personas para padecerlo; por ejemplo, la falta de sueño y las 
condiciones de estrés deterioran la respuesta inmune, y pueden incrementar la 
incidencia de algunos tipos de cáncer, alterando los genes a nivel molecular 
(Uribe, 2015). 
Del total del presupuesto asignado a la salud, solamente el 2% es orientado 
a la salud mental. De este monto, el 80% se destina a la operación de los 
hospitales psiquiátricos. Dadas estas condiciones, las acciones enfocadas al 
trabajo comunitario se ven reducidas (OPS/OMS, 2011). 
En los reportes que ofrece la STPS sobre los dictámenes de invalidez en 
trabajadores mexicanos, realizados en los últimos tres años (ver Tabla 2), se 
observa que la diabetes mellitus se reporta con mayor número de dictámenes de 
invalidez en los tres últimos años con un 81% de incidencia en hombres; el 
segundo lugar lo ocupa el cáncer (neoplasias), con un crecimiento anual del 1%; 
en tercer lugar las dorsopatías, que se encuentran asociadas a exposición de 
estrés y riesgos ergonómicos; en séptimo lugar las enfermedades isquémicas y 
del corazón y en lugar número 14 los trastornos mentales orgánicos (ver Tabla 2). 
 
27 
 
 
Tabla 2. Dictámenes de invalidez según naturaleza de la lesión y sexo, 2012-2014 
nacional. 
Naturaleza de la 
lesión 
2012 2013 2014 
Hombre
s 
Mujere
s 
Hombre
s 
Mujere
s 
Hombre
s 
Mujere
s 
1.Diabetes mellitus 2,527 565 2,558 575 2,524 569 
2. Tumores 
(neoplasias) malignos 
1,326 1,065 1,449 1,233 1,371 1,202 
3. Dorsopatías 1,679 804 1,563 779 1,191 628 
4. Insuficiencia renal 1,533 430 1,406 429 1,348 349 
5. Artropatías 1,134 860 996 814 913 740 
6. Enfermedades 
cerebrovasculares 
786 201 739 193 669 198 
7. Enfermedades 
isquémicas del 
corazón 
533 52 524 50 476 37 
8. Trastornos de la 
coroides y de la retina 
455 126 428 127 353 114 
9. Parálisis cerebral y 
otros síndromes 
paralíticos 
339 99 373127 329 128 
10. Otras formas de 
enfermedad del 
corazón 
301 81 277 64 298 66 
11. Alteraciones de la 
visión y ceguera 
283 101 307 97 254 67 
12. Osteopatías y 
condropatías 
231 67 268 99 232 71 
13. Enfermedades del 
hígado 
300 62 281 78 240 54 
14. Trastornos 
mentales orgánicos, 
incluidos los 
trastornos 
sintomáticos 
252 85 165 72 206 69 
15. Trastornos 
extrapiramidales y del 
movimiento 
-- -- 156 66 154 43 
16. Varios de 
frecuencia menor 
4,619 2,174 4,152 1,839 3,803 1,679 
FUENTE: STPS CON BASE EN LAS MEMORIAS ESTADÍSTICAS IMSS, 2012-2014 
En cuanto a la incidencia del estrés y las enfermedades mentales, datos 
estadísticos sobre salud del Distrito Federal reportan que el estrés, la ansiedad, la 
depresión y los intentos de suicidio han aumentado en un 20%, y de mantenerse 
28 
 
el crecimiento en el 2025, estos padecimientos desplazarán a las enfermedades 
crónico-degenerativas (González, 2013). Los adolescentes presentan mayor 
incidencia de trastornos psiquiátricos, ya que sufren estrés crónico al estar 
expuestos a situaciones de violencia, asaltos y violación (Gómez, 2014). Según 
Medina-Mora et al. (2003), de la Dirección de Investigaciones Epidemiológicas y 
Psicosociales del Instituto Nacional de Psiquiatría Ramón de la Fuente de acuerdo 
con la encuesta realizada por dicha institución, el 68% reporta haber sufrido un 
hecho traumático; uno de cada 11 jóvenes ha sufrido un trastorno psiquiátrico 
severo; uno de cada cinco es moderado y uno de cada diez es leve. Los 
problemas frecuentes son ansiedad, impulsividad, depresión y consumo de 
sustancias. Las mujeres adolescentes presentan mayormente riesgo de sufrir 
depresión y ansiedad; los varones trastornos por uso de sustancias tóxicas y solo 
uno de cada seis jóvenes con problemas de salud mental reciben ayuda. También 
Varela (2011) reporta que de acuerdo con estadísticas de la Secretaría de Salud 
entre 15 y 20% de jóvenes en México padece un trastorno afectivo como 
depresión, ansiedad, y las causas son factores estresantes como la pobreza, 
violencia y acoso escolar. 
Otra enfermedad relacionada con el manejo inadecuado del estrés es la 
psoriasis, que en México afecta a alrededor de 2 millones de personas de las que 
solo el 1% han sido diagnosticadas. También esta enfermedad de la piel se ha 
asociado a obesidad, síndrome metabólico, diabetes e hipertensión; está en un 
60% a depresión y 10% a ideas suicidas (Uribe, 2015). 
 El cansancio, la fatiga crónica y la fibromialgia son otras afecciones 
también relacionadas con el estrés, afectando a las personas en todos los ámbitos 
29 
 
de su vida, incluyendo el laboral, pues puede perder hasta el 50% de capacidad 
para realizar sus actividades y la población más afectada es la que oscila entre los 
24 a 45 años, que corresponde al sector más productivo. 
La violencia y el acoso en los lugares de trabajo contribuyen a crear 
ambientes laborales propicios para el incremento de suicidios, depresión, 
angustia, estrés, trastornos de sueño, cefaleas, dolencias musculoesqueléticas, 
que a su vez pueden llevar a la muerte. También el tabaquismo ha sido asociado 
al estrés, particularmente al ocasionado por SQT y hay predicciones que del 2005 
al 2030 175 millones de personas morirán por complicaciones relacionadas con el 
consumo de tabaco. En México son 60 mil los decesos anuales por esta causa 
(Uribe, 2015). 
Otros reportes señalan que en México el 8% de las personas esta afectado 
por la depresión; además de ser la principal causa de discapacidad en los países 
desarrollados, será la primera en todo el mundo para el 2020. Según la encuesta 
de epidemiología psiquiátrica, uno de cada cinco individuos presenta al menos un 
trastorno en algún momento de su vida. El trastorno más frecuente es el de 
ansiedad con un 14.3%; el 9.2% es por uso de sustancias; 9.1% son 
caracterizados como trastornos afectivos, siendo más común la depresión (Cruz, 
2012). 
Según cifras del IMSS del 2008, en México cada año se suicidan unas 6 mil 
personas; los motivos son culpa, ansiedad, depresión, problemas económicos y 
problemas amorosos que se determinan por diversas causas como la pobreza, el 
desempleo, la pérdida de los seres queridos, una discusión, ruptura de relaciones 
y problemas jurídicos o laborales (Gómez, 2008b). 
30 
 
En México 26 millones de trabajadores no tienen acceso a la seguridad 
social. Y las instituciones dedicadas a este rubro solo atienden al 33% de la 
población ocupada. Las causas principales son la falta de plazas y el número 
creciente de empleos sin prestaciones como atención médica, jubilación 
(Universia, 2011). 
Para colmo, en la Ciudad de México cada cuatro días muere un trabajador 
por enfermedad o accidente de trabajo, y diariamente 276 casos se presentan por 
estar en contacto con agentes químicos, biológicos, físicos o psicosociales. Peor 
aún, en el 90% de casos los trabajadores y sus familias afrontan los costos de 
estos accidentes, y hay datos que señalan que en esta ciudad, cada 96 horas 
muere un ciudadano por riesgos de trabajo (Uribe, 2015). 
Los sindicatos en México juegan un triste papel en la defensa de los 
derechos de los trabajadores, pues las negociaciones por mejoras tanto salariales 
como contractuales han ido a la debacle. 
El sindicalismo en México, desde los años 50, surge con una mayor fuerza 
y presencia, pero se encuentra aliado al Estado mexicano, caracterizado por ser 
corporativista y oficialista, que tiene como fin la negociación con los líderes a 
través de prebendas y poder, a cambio del control férreo de los trabajadores. Por 
otra parte, existe también una pequeña parte de sindicatos independientes que 
juegan un papel marginal en la lucha por los intereses de los trabajadores pero 
muchos de ellos hoy han desaparecido o se han integrado de alguna manera al 
corporativismo oficialista. 
De acuerdo con Uribe (2015), “el modelo laboral mexicano es considerado a 
nivel internacional como uno de los más corruptos y llenos de vicios en el mundo” 
31 
 
(p. 210), pues carece de un sistema imparcial de justicia, impide la libertad de 
asociación, la organización democrática de los trabajadores y ejerce un férreo 
control por parte de los empleadores con apoyo del Estado. 
En la mayor parte de sindicatos se pagan cuotas para mantener 
inmovilizados a los asalariados (Uribe, 2015) “lo cual produce una casta de 
delincuentes mal llamados líderes sindicales cuya misión es someterlos a toda 
costa” (p. 210). 
Y los pocos que tienen una mística de defensa de sus agremiados, son 
marginados, reprimidos, inmovilizados, amenazados, tanto por las autoridades 
laborales como por los empresarios y patrones. 
De acuerdo con la OPS/OMS (2012), en el informe sobre salud en las 
Américas, el caso de México, se señala que los delitos del fuero común se 
duplicaron entre 2009 y 2010 de 11,864,765 a 22,714,927 y los costos 
económicos de la inseguridad y el delito en el país superaron los 200,000 millones 
de pesos. 
Señalan en el mismo informe que en el 2008, 50.6 millones de mexicanos 
eran pobres y no contaban con ingresos suficientes para satisfacer las 
necesidades de salud, educación, alimentación, vivienda, vestido y transporte 
público. Los municipios más pobres eran Chiapas, Oaxaca, Guerrero y Veracruz, 
en el que vive la población con mayor pobreza del país. 
En cuanto al género, 2 millones y medio de mujeres más que hombres 
vivían en condiciones de pobreza, 8 millones de mujeres trabajaban y no contaban 
con seguro médico y 7.6% de mujeres eran analfabetas mayores de 15 años. 
32 
 
La revista Forbes (2015) reportó que de 2010 a 2012 el número de 
personas en situación de pobreza en México aumentó a 53.3 millones, de acuerdo 
con el Consejo Nacional de Evaluación de la política de Desarrollo Social 
(CONEVAL). 
Según CONEVAL, para 2015 el número de pobres es de 55.3 millones de 
personas, y los

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