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Universidad Nacional Autónoma de México Facultad de Psicología Factores que inciden en el estrés de niños deportistas TESIS Que para obtener el título de: Licenciada en Psicología Presenta Claudia Arlen Moreno Gómez Directora: Dra. Cecilia Silva Gutiérrez Revisora: Mtra. Arlette Motte Nolasco Sinodales: Mtra. Susana Eguia Malo Dra. Renata López Hernández Dra. Paulina Arenas Landgrave Asesor metodológico: Karla Edith González Alcántara Ciudad Universitaria Cd. Mx., 2017 UNAM – Dirección General de Bibliotecas Tesis Digitales Restricciones de uso DERECHOS RESERVADOS © PROHIBIDA SU REPRODUCCIÓN TOTAL O PARCIAL Todo el material contenido en esta tesis esta protegido por la Ley Federal del Derecho de Autor (LFDA) de los Estados Unidos Mexicanos (México). El uso de imágenes, fragmentos de videos, y demás material que sea objeto de protección de los derechos de autor, será exclusivamente para fines educativos e informativos y deberá citar la fuente donde la obtuvo mencionando el autor o autores. Cualquier uso distinto como el lucro, reproducción, edición o modificación, será perseguido y sancionado por el respectivo titular de los Derechos de Autor. I Para: Angelina, Marcelino y Danae Porque ocupan un lugar primordial en mi corazón, gracias por tanto. II Agradecimientos A mis padres, por todo el apoyo incondicional en todo momento, por haberle apostado a la educación y que esa apuesta haya valido la pena. Por haber formado a la persona que soy hoy en día y colaborado en mi formación como psicóloga, porque tanto sus aciertos como sus errores tuvieron este resultado, que aunque no es el final del camino, ya es bastante lejos. A mi hermana, que aunque muchas veces estabas de malas, las más de las veces me sacabas una sonrisa, simplemente gracias por ser quien eres y por ser lo que más amo en este mundo, por tu apoyo, tu carisma y por compartir tanto. A las niñas: Sara, Tania, Annie, Joce, Karly y Clau, por haber hecho de mi paso por la universidad algo asombroso, años llenos de experiencias y momentos inolvidables. A Kass y Carla, mis cómplices deportivas, porque el deporte fue algo fundamental en mi vida, en mi carrera y en mi tesis. A la familia toda: a los Gómez y a los Moreno, por creer en mí y por no creer también, por apoyarme y por no hacerlo, porque de todo se aprende y de todo se toma fuerza. A mi abuelito Agus, porque le diste un impulso importante a mi carrera y aunque te fuiste antes de ver esto siempre seré tu primera nieta de la UNAM. A Ceci y a todas las personas del Laboratorio de Salud y Alimentación, especialmente a Edith y Angie, por su apoyo, solidaridad y constante retroalimentación. A Annie y a Karla por ser parte de este proyecto y por participar en él. A mi cuerpo, a mi alma, a mi espíritu, por haber aguantado tanto. A la psicología, al psicoanálisis, a Argentina, a la Facultad, a la UNAM. Por mi raza hablará el espíritu. III Índice Resumen .............................................................................................................. V Introducción ....................................................................................................... VII Capítulo 1. Antecedentes ..................................................................................... 1 Psicología del deporte ......................................................................................... 1 Ejercicio físico y deporte ...................................................................................... 2 Actividad física y su relación con la salud ............................................................ 5 Estrés y burnout (síndrome de estar quemado) ................................................... 7 Estrés y burnout en el deporte ........................................................................... 11 Desarrollo en la niñez intermedia y tardía .......................................................... 16 Deporte y estrés en niños .................................................................................. 22 Capítulo 2. Método .............................................................................................. 26 Planteamiento del problema .............................................................................. 26 Pregunta de investigación.................................................................................. 27 Objetivo ............................................................................................................. 28 Justificación ....................................................................................................... 28 Contexto ............................................................................................................ 28 Participantes ...................................................................................................... 30 Diseño de investigación ..................................................................................... 32 Procedimiento.................................................................................................... 32 IV Análisis de la información .................................................................................. 34 Capítulo 3. Resultados ....................................................................................... 36 Capítulo 4. Discusión ......................................................................................... 57 Conclusiones ..................................................................................................... 70 Limitaciones y sugerencias ................................................................................ 74 Referencias ......................................................................................................... 75 Anexos ................................................................................................................. 82 V Resumen El objetivo de esta investigación fue conocer cuáles son los factores que los niños perciben como estresantes dentro de su práctica deportiva. Por ello se llevó a cabo una investigación de corte cualitativo, en la cual se realizaron cuatro grupos focales, en los que participaron un total de 41 niños deportistas de entre seis y doce años de edad, pertenecientes a las disciplinas de gimnasia artística, natación, clavados o fútbol. Los resultados permitieron identificar veinte factores que los niños perciben como estresantes en su práctica deportiva, diez son pertenecientes al contexto de entrenamiento y diez están asociados al contexto competitivo. En el contexto de entrenamiento los factores identificados como importantes para los niños fueron: exigencias del entrenador, emociones negativas y afectación de otras actividades. Mientras que el contexto competitivo los factores más importantes fueron: emociones negativas, preocupación por el rendimiento y presiones familiares. Los factores percibidos como estresantes por los deportistas infantiles son similares a los que viven otros niños en la misma etapa de desarrollo, sin embargo, es probable que el contexto deportivo les presente situaciones en las que estos factores se exacerban, por lo que los hallazgos de esta investigación sugieren que los niños deben aprender a afrontar el estrés de manera adecuada. La información obtenida de esta investigación es útil para ayudar al diseño de intervenciones enfocadas en prevenir el estrés en el deporte infantil, disminuir VI el abandono del mismo y promover y mantener la actividad física con miras a una mejor calidad de vida y salud mental. Palabras clave: deporte, niños, estrés, burnout, grupo focal. VII Introducción Tradicionalmente la práctica deportivase ha asociado con el desarrollo de un bienestar tanto físico como psicológico, sin embargo, cuando se lleva a cabo a nivel de competencia y alto rendimiento, los deportistas se encuentran ante situaciones poco favorecedoras como las exigencias, las presiones y un ambiente psicológicamente retador, lo que puede conducirlos a estados de estrés crónico o burnout (Fraser- Thomas & Côté, 2009; Garcés de Los Fayos & García, 1997). En un ambiente deportivo, el estrés genera que los individuos tengan bajo rendimiento, pérdida de sueño o apetito, reducción en los niveles de satisfacción por la práctica deportiva y aumento de las lesiones físicas (Guillén, 2001), mientras que el burnout provoca dificultad para experimentar emociones positivas, aumento de frustración, sentimientos negativos hacia la práctica deportiva, pérdida de confianza y autoestima e incluso el abandono del deporte (Loehr, 1990; Smith, 1986). Por lo que es importante tratar de prevenir estos estados, con el objetivo de evitar las graves consecuencias que tienen para el individuo tanto en el contexto deportivo como en su vida en general. Pasar de estrés agudo a estrés crónico y depués a burnout toma mucho tiempo, por lo que se considera que las medidas preventivas para evitar estos estados deben estar situados en la infancia, que es donde inician los deportistas que más tarde llegarán a ser de alto rendimiento. Sin embargo las investigaciones en este campo se han desarrollado principalmente en poblaciones de jóvenes o adultos que practican deporte de alto rendimiento, y no se ha considerado a la población infantil y a aquellos que VIII practican deporte de competencia (Ramírez, 2015), por lo que las intervenciones actuales para combatir el estrés y el burnout en niños están basadas en información obtenida de jóvenes y adultos, lo cual, no es completamente útil para esta población, pues la etapa de desarrollo en la que se encuentran es completamente diferente y tiene repercusiones en la forma en que perciben y se enfrentan a su entorno. Por lo cual, el objetivo de la presente investigación fue conocer cuáles son los factores que los niños perciben como estresantes dentro de su práctica deportiva, pues esta información ayudará en el diseño de intervenciones enfocadas en reducir la incidencia de estrés en el deporte y así prevenir que los deportistas lleguen a estados de burnout y abandono del deporte. Ayudando a la promoción y mantenimiento de la actividad física con miras a una mejor calidad de vida y salud mental. La literatura previa permitió identificar dos contextos en los que los deportistas pueden sufrir estrés: entrenamiento y competencia (Guillén, 2001), por lo que en esta investigación se realizaron grupos focales con niños deportistas de entre seis y doce años que fueron entrevistados respecto a los factores que perciben como estresantes en dichos contextos. El presente trabajo se encuentra dividido en cuatro capítulos, en el primero se presentan los antecedentes, en el segundo, el método que se llevó a cabo para alcanzar el objetivo, en el tercero se muestran los resultados y finalmente, en el cuarto capítulo se presenta la discusión, limitaciones y sugerencias del trabajo. 1 Capítulo 1. Antecedentes Psicología del deporte De acuerdo con Weinberg y Gould (2007) la psicología del deporte se refiere al estudio científico de la conducta humana en contextos deportivos y de actividad física, así como su aplicación práctica. Gill, Williams y Reifsteck (2017) consideran que dicha disciplina tiene dos objetivos principales: entender en qué forma los factores psicológicos afectan el rendimiento y cómo la participación en actividades deportivas y físicas afecta el desarrollo psicológico, la salud y el bienestar de una persona. Cox (2009) ha propuesto tres campos donde el psicólogo del deporte incidir. El primero es el campo de la clínica, el cual se enfoca en trabajar, junto con los deportistas, aquellos trastornos emocionales y de la personalidad que afectan su rendimiento, su salud emocional y su capacidad de funcionar con otras personas. El segundo campo es el de la educación, donde se busca enseñar a deportistas y entrenadores los principios de la psicología del deporte, con el objetivo de ayudar a desarrollar, fortalecer y mejorar habilidades psicológicas para mejorar el rendimiento, su disfrute en el deporte y que pueda ser utilizado como medio para una mejor calidad de vida. El último campo es el de la investigación en el cual se busca generar conocimiento para ser aplicado en las otras áreas de la disciplina. En México la psicología del deporte es un campo con apenas 30 años de trayectoria, sin embargo, se llevan a cabo esfuerzos importantes para desarrollar 2 investigación en el área y contribuir al trabajo científico (Vázquez, 2017). A continuación se presentan algunas definiciones obtenidas de este campo de estudio y que fueron utilizadas en la presente investigación. Ejercicio físico y deporte Si bien los términos ejercicio físico y deporte llegan a ser utilizados como sinónimos, es importante diferenciarlos y reconocer las características propias de cada uno, ya que esta información ayudará a aclarar cuáles son los retos o beneficios a los que pueden acceder las personas que practican uno u otro. De esta manera, todo deporte es considerado ejercicio físico, pero no todo ejercicio físico puede ser considerado como deporte, puesto que si bien el deporte conlleva aspectos del ejercicio físico se diferencia de este al involucrar un factor de competencia y de preparación para la misma. Corbin, Pangarazi y Franks (2000) definen al ejercicio como una actividad física que se lleva a cabo en el tiempo libre, con el objetivo de desarrollar o mejorar aptitudes corporales; adicionalmente el Department of Health & Human Services (2016) ha propuesto que es una actividad física planeada, estructurada y repetitiva que tiene como propósito mejorar y/o mantener uno o más de los componentes de la aptitud física, es decir, el ejercicio físico requiere la activación de los músculos, lo que propicia un mayor consumo de energía y está enfocado a promover un estilo de vida saludable Por otro lado, Sebstiani i Obrador (1995) define al deporte como una actividad motriz de competencia institucionalizada, en la cual el individuo lleva a 3 cabo una tarea en un espacio de acción determinada y donde puede o no haber adversarios y compañeros. Cuando se habla de falta de adversarios, se refiere a que no hay interacción directa con otros competidores, el rendimiento entonces se mide a través de la marca de cada uno de los deportistas, al hablar de falta de compañeros, se entiende que es la práctica de un deporte individual, donde el deportista no requiere de otros para obtener el triunfo Más recientemente Kenney, Wilmore y Costill (2015) han propuesto que el deporte es una actividad física, especializada, de carácter competitivo, que requiere un entrenamiento físico y que se realiza, generalmente, a altas intensidades; está reglamentado por instituciones y/o organismos estatales o gubernamentales cuyo objetivo principal es la competición. Esta definición pone de manifiesto la importancia que se le otorga a la competencia y al rendimiento en el deporte. El deporte se clasifica en dos grandes rubros: uno es de acuerdo al nivel de exigencia al que son sometidos los deportistas, es decir, deporte competitivo o de alto rendimiento. La segundo clasificación se basa en el número de participantes y el tipo de interacción que se da en la competencia, se dividen entonces en deportes individuales o de conjunto (Rodríguez & Morán, 2010). En el deporte competitivo, el entrenamiento está enfocado a la mejora de la condición física, así como de las habilidades tácticas y técnicas; además al deportista se le exige un resultadoo producto, y evidencias de rendimiento, competitividad, eficiencia y eficacia; mientras que en el deporte de alto rendimiento, si bien se considera todo lo anterior, se somete al organismo a un 4 rendimiento máximo, donde se busca el mejor desempeño posible en competencias desde nacionales hasta mundiales u olímpicos (Jürgens, 2006). Por su parte, los deportes individuales se realizan de forma personal; son aquellos donde el deportista se encuentra solo en un espacio físico y tiene el objetivo de ejecutar tan bien como le sea posible una tarea (nadar, correr, pelear), para ser comparada con otros que ejecutan en condiciones iguales, el carácter competitivo de estos deportes se centra en la superación de uno mismo, ya que el participante debe hacer acopio de una serie de recursos como: la concentración, la estabilidad emocional y la responsabilidad (Sebstiani i Obrador, 1995) pues a pesar de que el deportista está asesorado, apoyado y alentado por sus preparadores, en el momento clave de la competencia, depende de sus propias fuerzas para obtener un buen rendimiento (Casis & Zumalabe, 2008). Dentro del deporte individual se distinguen dos categorías: de oposición directa y de oposición indirecta. Los primeros se refieren a aquellos deportes que se desarrollan en función de un enfrentamiento, donde la relación de rivalidad queda centrada en un solo individuo y solo intervienen dos participantes a la vez, que están interactuando entre sí, esto se puede apreciar en deportes como esgrima, judo o karate; además, los componentes físicos y técnicos cobran una mayor importancia a la hora de determinar el resultado. Los deportes de oposición indirecta son aquellos en los cuáles la rivalidad se dispersa entre dos o más oponentes; es decir, se compite contra varios individuos, sin embargo la interacción no es directa, se lleva a cabo a través de la marca del deportista, además los aspectos tácticos y estratégicos parecen ser de suma importancia 5 para lograr un buen resultado; el ciclismo, el atletismo y la natación son ejemplos de este modalidad deportiva (Casis & Zumalabe, 2008). Los deportes de conjunto o grupales incluyen al menos dos personas interactuando para la competencia, quienes se encuentran en constante comunicación y buscan un objetivo en común (García, 2015). Se precisa la cooperación e integración de los jugadores, así como el conocimiento mutuo, la interdependencia, la continuidad en el tiempo y en general parece que el resultado depende de la capacidad de coordinación, interacción y motivación de cada uno de los componentes del equipo, siendo la interacción uno de los aspectos primordiales que pueden afectar el rendimiento del deportista y por consecuencia el del equipo (Casis & Zumalabe, 2008). Tanto en los deportes individuales como los de conjunto son importantes los componentes técnicos y tácticos, sin embargo, estos están más relacionados con la práctica de deportes individuales, mientras que en los deportes de conjunto pesan más la interacción, integración y coordinación de los miembros del equipo. Actividad física y su relación con la salud Realizar actividad física (ya sea sólo ejercicio físico o deporte) ha sido asociado con bienestar tanto físico como psicológico (Aparicio, Carbonell & Delgado, 2010; Jiménez, Martínez, Miró & Sánchez, 2008). Dentro de los beneficios físicos, se observa que quienes realizan actividad física presentan menor incidencia de enfermedades cardiovasculares, diabetes y 6 cáncer, además de que muestran un sistema inmune y muscular más fortalecido que quienes no realizan actividad física (Aparicio et al., 2010). Además, la realización de actividad física ha sido considerada como factor protector contra la osteoartritis, la pérdida mineral ósea, el riesgo de fracturas, y la obesidad (Aguilar Cordero et al., 2014; González-Gross & Agustín, 2013; Mancipe et al., 2015). Con respecto a los beneficios en el ámbito psicológico, se ha encontrado que aquellas personas que practican algún ejercicio físico o deporte de manera rutinaria, se perciben más saludables, con menor estrés, con una mayor calidad de vida (Jiménez et al., 2008) presentan niveles más bajos de tristeza y fatiga, así como un incremento significativo en iniciativa, regulación emocional y mejores estrategias de afrontamiento al estrés (Holt, Kingsley, Tink & Scherer, 2011; Vázquez, 2017). También se ha propuesto que ya que realizar ejercicio o deporte incrementa la funcionalidad física, esto favorece la autoestima y la autoeficacia, disminuye la prevalencia de depresión y ansiedad y puede fungir como un factor protector frente al riesgo de desarrollar demencia o Alzheimer (Aparicio et al., 2010). Se ha reportado que los efectos psicológicos antes mencionados dependen de la cantidad y calidad del ejercicio que realicen los individuos, así, se ha observado que quienes practican ejercicio físico tienden a tener mejores habilidades que aquellos que son sedentarios, a su vez quienes practican deporte competitivo, tienen mejores habilidades de quienes hacen ejercicio físico, y finalmente, los deportistas de alto rendimiento muestran mejores habilidades 7 comparados con los grupos anteriores (Jürgens, 2006, Remor & Pérez-Llantada, 2007). Lo anterior propone que mientras más exigente sea la actividad física, los individuos tendrán mejores habilidades y por lo tanto, mayor bienestar; sin embargo, a pesar de los múltiples beneficios que conlleva la realización del deporte, también se ha reportado que estos suelen estar sometidos a exigencias específicas dentro de su actividad, a las cuales no están expuestas las personas que sólo practican ejercicio físico, lo que representa un riesgo para la salud física tanto física como psicológica de los deportistas. Así, los deportistas se encuentran involucrados en situaciones de competitividad, altas exigencias de rendimiento, presiones paternas y del entrenador, influencias negativas de los pares, la conceptualización del deporte como un trabajo y en general se encuentran sujetos a un ambiente negativo, lo que se considera como fuente de estrés para estas personas (Fraser-Thomas & Côté, 2009; Garcés de Los Fayos & García, 1997). Estrés y burnout (síndrome de estar quemado) Tradicionalmente el estrés ha sido definido atendiendo a tres concepciones: estímulo, como y relación acontecimiento-reacción (Escobar, Blanca, Fernández- Baena & Trianes, 2011). El estrés como estímulo se refiere a la exposición a circunstancias o acontecimientos externos capaces de alterar el equilibrio fisiológico y psicológico del organismo, causando que se requiera un reajuste en la vida de las personas, 8 por lo que dichos eventos o acontecimientos, son definidos como estresores (Holmes & Rahe, 1967). Bajo el concepto de estrés como respuesta se propone que las situaciones generan una serie de manifestaciones fisiológicas, emocionales y conductuales, estas pueden activar a la persona para actuar de forma positiva y adaptada (estrés positivo o eustress) o para que actúe de forma negativa e inadaptada (estrés negativo o distress) (Selye, 1983). Bajo esta concepción, lo que se evalúa es la sintomatología y la forma en la que se responde en un momento posterior (eustress o distress) más no el estresor estímulo. Mientras que en la concepción de relación acontecimiento-reacción se define al estrés como “una relación particular entre el individuo y el entorno que es evaluado por éste como amenazante o desbordante de sus recursos y pone en peligro su bienestar” (Lazarus & Folkman, 1986, p. 43); en esta definición, los acontecimientos, neutros en un principio, se vuelven estresantes debido a la percepción y valoración que el individuo hace de ellos. Dentro del estudio del estrés, esta última definición ha sido la más socorrida (Fernández, 2007);sin embargo, Grant, Compas, Thurm, McMahon & Gipson (2004) consideran que pocas investigaciones cumplen con los componentes de evaluación cognitiva de esta propuesta, ya que la mayoría de los instrumentos mide experiencias estresantes o síntomas psicológicos, fisiológicos y conductuales; es decir, estrés como estímulo y como respuesta. La presentación del estrés se ha asociado a síntomas que pueden ser clasificadas en tres rubros: fisiológicos, psicológicos y conductuales (Robles, 2011). 9 Referente a los síntomas fisiológicos, se ha identificado: dilatación de pupilas, tensión muscular, aumento de la frecuencia cardiaca y la presión sanguínea, incremento de la frecuencia de micción, malestar estomacal y en general los relacionados con la activación del sistema simpático. Con respecto a los síntomas psicológicos, se ha descrito que se presenta: irritabilidad, preocupación, ansiedad, estrechamiento de la atención, dificultad para concentrarse y para tomar decisiones, por mencionar algunas. Por último, entre los síntomas conductuales se ha observado: pérdida de sueño y de capacidades verbales, episodios de agresividad, cambios de humor repentinos, alteraciones en la alimentación (anorexia, bulimia o comer compulsivo) y aumento en el consumo de sustancias. Si bien estos síntomas se deberían presentar únicamente mientras dura la presencia de un estresor, también cabe la posibilidad de que se presenten a lo largo del tiempo. En este sentido se menciona que puede ser estrés agudo o estrés crónico respectivamente. El estrés agudo se ha descrito como la presencia de un estresor de corta duración o de duración limitada, donde los síntomas se presentan inicialmente en su mínima expresión, y van en aumento hasta alcanzar su máxima, para volver de nuevo al mínimo y desaparecer cuando el estresor termina (De Luca, Sánchez, Pérez & Leija, 2004). Por su parte, el estrés crónico se ha descrito como un estímulo estresor que perdura a lo largo del tiempo y que conlleva también a lo largo del tiempo los síntomas antes mencionados; este es causado por situaciones continuas y repetitivas que mantienen al individuo en un estado de presión constante y donde 10 se considera que ha agotado los recursos que utilizaba para hacer frente a dichas situaciones. (De Luca et al., 2004). Cuando los síntomas de agotamiento emocional, despersonalización y reducida realización personal aparecen, se habla entonces de burnout o “síndrome de estar quemado”; trastorno que abarca estas tres dimensiones (Maslach & Jackson, 1981). El agotamiento emocional hace referencia al sobreesfuerzo físico y cansancio emocional; la despersonalización supone una actitud cínica hacia los clientes para quienes se prestan los servicios; y por último, la reducida realización personal conlleva la pérdida de confianza en uno mismo, así como un autoconcepto devaluado como resultado de las condiciones de trabajo. Cabe mencionar que aunque las primeras investigaciones e instrumentos para medir burnout se llevaron a cabo en ambientes de laborales, este fenómeno se observa en diferentes contextos, incluído el deportivo. Algunas de las consecuencias del burnout son: depresión, ansiedad, cólera, aburrimiento, problemas psicosomáticos, abuso de drogas, actitudes negativas hacia sí mismo, sentimientos de culpabilidad, baja tolerancia a la frustración, actitudes negativas hacia la vida en general y disminución de la calidad de vida (Garcés de Los Fayos, 1998). Debido a que las consecuencias del burnout son severas, se debe hacer un esfuerzo particular en prevenir su aparición. 11 Estrés y burnout en el deporte Autores como Dosil (2004), Fraser- Thomas & Côté (2009), Guillén (2001), Mellalieu, Neil, Hanton & Fletcher (2009) y Thatchere & Day (2008) han recolectado información acerca de cuáles suelen ser las situaciones que los deportistas reportan como estresantes: Incertidumbre ante alguna decisión que tenga repercusiones sobre el deportista o el desconocimiento de algún resultado, situaciones novedosas o desconocidas. Proximidad e importancia de la competencia, pues se ha reportado que mientras más importante sea el evento, hay más probabilidades de que el deportista se encuentre estresado. Amenaza de fracaso, debido a la evaluación que hace el deportista de su desempeño o de su inadecuada preparación. Experiencias frustrantes, es decir, en eventos o entrenamientos anteriores se ha desarrollado una mala actuación o se ha obtenido un resultado negativo. Entrenamientos altamente demandantes o que se tornan aburridos o monótonos, falta de diversión en ellos y sobrecarga en términos del tiempo dedicado a entrenar. También el cambio en la rutina, en las tareas o del entrenador puede ser valorado como estresante por los deportistas. 12 Practicar un deporte individual, pues parece que cuando se practica un deporte de conjunto, la responsabilidad se distribuye en los miembros del equipo, pudiendo originar incluso el fenómeno llamado “pereza social”1. Ambiente físico inadecuado. Actitudes, comportamiento y presiones parentales. Relaciones deficientes o inadecuadas con los entrenadores. Percibir influencias negativas de los pares. Además, se ha planteado que existen factores intrínsecos del individuo que pueden promover un estado de estrés más severo que el de otros deportistas, a pesar de estar expuestos al mismo contexto deportivo, por ejemplo: ser perfeccionista, tener baja autoestima, ser poco asertivo y auto-conceptualizarse solo a través del deporte, son factores que ayudan a que se desencadene una respuesta de estrés (Guillén, 2001). Fraser- Thomas & Côté (2009) y Guillén (2001) han mencionado distintas categorías que abordan el estrés en el contexto deportivo: factores personales, competencia, entrenamiento y relaciones interpersonales: entrenadores, padres y pares Entre las consecuencias del estrés crónico en deportistas, además de los síntomas fisiológicos y psicológicos tradicionales como malestar en el estómago, incremento de la frecuencia de micción, preocupación, e incapacidad para concentrarse, se encuentran: bajo rendimiento deportivo, pérdida de sueño o 1 (Casis y Zumalabe, 2008) 13 apetito, reducción en los niveles de satisfacción por la práctica deportiva y aumento de las lesiones físicas (Guillén, 2001). Al igual que sucede con el estrés en general, cuando el deportista es sometido a estrés crónico se suele producir el llamado burnout o síndrome de estar quemado (De Francisco, Garcés de los Fayos & Arce, 2016), en el cual los deportistas reportan estar desmotivados y desconectados a nivel psicológico, físico y emocional de la actividad deportiva que en un principio les motivaba, interesaba y divertía (Cantú- Berrueto et al., 2015). Si bien Maslach y Jackson (1981) llevaron a cabo las primeras investigaciones e instrumentos para medir burnout en ambientes de trabajo, este fenómeno se fue extrapolando al contexto deportivo bajo las mismas dimensiones; fue hasta mucho tiempo después que se formuló una definición de burnout específicamente para atletas (Raedeke, Lunney & Venables, 2002) la cual posee tres dimensiones: agotamiento físico y emocional, reducida sensación de logro y devaluación de la práctica deportiva. El agotamiento físico y emocional se debe a las altas demandas del entrenamiento y la competencia, lo que los hace experimentar cansancio y fastidio por la práctica deportiva; la reducida sensación de logro se refiere a que los deportistas consideran que sus habilidades no son suficientes para obtener las metas deseadas o su desempeño es por debajo del esperado, y por último, la devaluación de la práctica deportiva se encuentra caracterizada por sentimientos negativos y descuido haciael deporte, así como falta de interés del mismo. Sin embargo, gran parte de la investigación existente con respecto al burnout está basada en el constructo de Maslach y Jackson (1981). Siguiendo 14 esta teoría, se han detectado algunas variables predictoras de la aparición de este síndrome en los deportistas, como pueden ser (Garcés de Los Fayos, 1998; Lemyre, Roberts & Stray-Gundersen, 2007; Smith, Gustafsson & Hassmén, 2010): Estrés percibido Dificultades con el entrenador Altas exigencias, ya sea por parte de dirigentes, entrenadores o familiares Sobreentrenamiento, excesivas demandas de energía y tiempo, así como temporadas demasiado largas Monotonía de entrenamiento que conduce al aburrimiento y la apatía Sentimientos de estar apartado o no involucrado con los demás miembros de su equipo Carencia de logros deportivos que conllevan a la frustración Aburrimiento, falta de diversión, placer y disminución en el interés Sentimientos de incapacidad para alcanzar los objetivos planteado por no poseer las habilidades suficientes Poseer estrategias de afrontamiento poco adaptativas Falta de apoyo en el grupo de referencia Conflictos dentro del equipo de entrenamiento Intereses lucrativos de los padres Excesos que impactan negativamente en el estilo de vida del deportista, como actos sociales, sesiones publicitarias o fiestas. 15 Algunas de las consecuencias que conlleva el burnout en el deporte, además de los síntomas tradicionales como depresión, ansiedad y cólera, se encuentran por ejemplo: tensión, irritabilidad y fatiga no relacionados con el momento deportivo, dificultad para experimentar emociones positivas, desórdenes del sueño, susceptibilidad a enfermedades, disminución del entusiasmo y la energía, aumento de frustración, angustia y sentimientos negativos hacia la práctica deportiva, pérdida de confianza y autoestima, siendo el abandono del deporte el punto culminante de las consecuencias de este síndrome (Loehr, 1990; Smith, 1986). Si bien, en México no se cuentan con datos precisos acerca de la incidencia del estrés y el burnout en el deporte, en otros países se estima un 35% de incidencia de estrés y 4% de burnout. Sin embargo, en este último porcentaje no están considerados aquellos que abandonan la práctica deportiva, que en países como Estados Unidos y Canadá se reporta una cifra del 30%, lo que implica que se pierde una gran cantidad de deportistas (De Francisco et al., 2014; Guillén, 2001). Como ya se mencionó, son múltiples los beneficios que conlleva la práctica deportiva, sin embargo no se deben perder de vista las situaciones poco saludables a las que está expuesto el individuo, como son el estrés y el burnout en el deporte, pues dichas situaciones están implicadas no solo en el abandono de la práctica deportiva, y por lo tanto en la pérdida de deportistas potencialmente existosos, sino que tiene afectaciones a nivel personal. Es entonces importante generar acciones enfocadas en disminuir el estrés de los deportistas para combatir así el abandono y las consecuencias negativas que esto conlleva. 16 Como la mayoría de los trastornos, el estrés y el burnout no se desarrollan en un corto tiempo; si se considera que los deportistas de alto rendimiento inician su entrenamiento desde edades muy tempranas, se entiende entonces que al encontrarse sometidos a tales exigencias durante tantos años, terminen en estados de burnout y por consiguiente de abandono deportivo. Por lo que se considera importante generar estrategias para disminuir el estrés desde el deporte infantil. Sin embargo, la información que se ha utilizado para crear intervenciones se se ha obtenido de investigaciones realizadas con adultos y jóvenes, lo que no es completamente útil, pues la etapa de desarrollo en la que se encuentran los niños es completamente distinta y tiene repercusiones en la forma en que perciben y se enfrentan a su entorno. Los participantes de esta investigación fueron niños de entre seis y doce años, por lo que a continuación se presentan las principales características de desarrollo en esa etapa. Desarrollo en la niñez intermedia y tardía La niñez intermedia y tardía, también llamada edad escolar, comprende de los seis a los doce años; son los años de la escuela primaria. A esta edad se dominan habilidades académicas como la escritura, la lectura y la aritmética y se encuentran más expuestos al mundo y a la cultura, es además cuando inician una práctica deportiva de manera más regular, intensa y estructurada (Santrock, 2007). 17 Desarrollo físico. Durante esta etapa los niños crecen entre tres y siete centímetros al año y ganan de dos a tres kilos, sin embargo, al término de la educación primaria las niñas son más altas que los niños en promedio. Aumenta la longitud, el grosor y el ancho de los músculos. Las proporciones corporales son uno de los cambios más importantes, pues el cuerpo se ve de manera distinta anatómicamente hablando; el cráneo, el diámetro de la cintura y la longitud de las piernas disminuyen en relación a la estatura del cuerpo (Santrock, 2007). Entre los cinco y los diez años evolucionan la coordinación y el control motor, este se vuelve más fino y adquieren habilidades cada vez más complejas. Se produce un aumento más o menos constante de la fuerza, la velocidad y la resistencia. En general, los niños son más activos que las niñas, por lo que tienden a tener un repertorio más amplio, equilibrado y desarrollado de habilidades motoras, aunque la motricidad fina está más desarrollada en las niñas. Esto se alude a una cuestión cultural debido a las actividades que realiza cada uno de los individuos dependiendo de su sexo, lo que puede estar perjudicando el desarrollo de habilidades motoras en las niñas (Bucco-dos Santos & Zubiaur-González, 2013). De los seis a los ocho años los niños adquieren conocimiento de su esquema corporal; es decir, construyen la representación de su cuerpo con respecto a sus segmentos corporales, sus posibilidades de acción, movimiento y limitaciones. Además, desarrollan habilidades de control postural y respiratorio, lo que les permite la realización de actividades físicas especializadas, consiguen 18 independencia de los segmentos corporales y se reafirma la lateralidad. Organizan y estructuran el espacio y el tiempo en función de su cuerpo, sus experiencias y su contexto, es por esto que comienza a dominar nociones de orientación, situación, tamaño, duración y simultaneidad. Entre los ocho y los diez años lo movimientos se hacen más armónicos, precisos y seguros, tienen mayor capacidad para estructurar el espacio, el tiempo y logran realizar actividades como lanzamientos, saltos con precisión, control motor grueso y resistencia a esfuerzos de larga duración. A pesar de que entre los diez y los doce años en algunos niños consolida el desarrollo motor, también comienzan los cambios hormonales, por lo que los cambios físicos asociados requieren la formación de una nueva imagen corporal (Ribes, Alés, Clavijo, & Fernández, 2006). Desarrollo cognitivo. De acuerdo con la Teoría del Desarrollo Cognoscitivo de Piaget (1924), los niños escolares, específicamente a partir de los siete años, se encuentran en la etapa de las operaciones concretas, es decir, hacen uso del razonamiento, la lógica y las operaciones mentales para resolver problemas concreto: aquellos que se encuentran dentro de su campo de percepción, además, son capaces de considerar distintas opciones a un problema. Tienen una mayor comprensión acerca de los conceptos espaciales, causalidad, categorización, seriación, razonamiento inductivo, deductivo, conservación y número (Delval, 1994). 19 Entre los seis y los ocho años se desarrollan rápidamente habilidades de planeación y organización;los niños tienen habilidades de razonamiento y estrategias más organizadas y eficientes, comienzan a autorregularse y requieren cada vez menos de las instrucciones de los adultos, sin embargos aún presentan ciertas conductas de descontrol e impulsividad. En los años posteriores (entre los diez y los doce) la flexibilidad cognitiva, la resolución de problemas y la memoria de trabajo siguen evolucionando, mientras que entre los doce y los catorce otras funciones como el control inhibitorio alcanzan su techo en el desarrollo (Korzeniowski, 2011). Desarrollo social. Durante la infancia intermedia y tardía los niños pasan menos tiempo con su familia y más tiempo en actividades escolares o recreativas, como el colegio y la práctica deportiva, sin embargo, la influencia familiar sigue teniendo un peso importante en los niños. Con respecto a los hermanos, se considera que gracias a la interacción constante, se genera entre ellos una influencia directa, pues es un espacio donde aprenden acerca de la solución de conflictos y la reconciliación, ya que están obligados a vivir bajo el mismo techo a pesar de las peleas. También existe una influencia indirecta entre los hermanos, misma que se da a través de los padres, pues cada uno de los hermanos influye en el trato y la expectativa que se tiene acerca de los demás hijos (Santrock, 2007). Las relaciones con los pares son muy importantes a esta edad, pues los niños desarrollan habilidades necesarias para practicar la sociabilidad y la 20 intimidad, aprenden roles, reglas, habilidades de liderazgo, comunicación, cooperación y motivación al logro. Los niños adquieren un sentido de pertenencia y de identidad dentro de los grupos, los cuales tienen además un efecto regulador en la conducta, pues existen parámetros y normas que se deben seguir para continuar en el grupo (Delval, 1994). Se ha propuesto que los niños entre los seis y los doce años mantienen relaciones de amistad basadas en la cooperación bidireccional, donde a pesar de que existe un intercambio, el objetivo es cumplir los intereses personales. Hacia los nueve años se comienzan a dar las relaciones íntimas, en las cuáles, la amistad es considerada como una relación contínua, sistemática y comprometida y no únicamente hacer algo por el otro; a esta edad, lo niños se vuelven posesivos y exigen exclusividad (Rodríguez & González, 2002). Desarrollo emocional. Durante la niñez intermedia y tardía, los niños poseen mayor habilidad para entender emociones complejas, como el orgullo y la vergüenza y se vuelven más empáticos y prosociales. Entre los seis y los siete años comienzan a entender que algunas situaciones pueden generarles diversas emociones, aunque a esta edad una emoción precede a la otra; es hasta los siete u ocho años que comprenden que hay acontecimientos que pueden provocar varias emociones al mismo tiempo, primero aprenden de las emociones parecidas y después de las contradictorias (Gallardo, 2006). 21 Durante esta etapa adquieren consciencia de las reglas de su cultura relacionadas con la expresión emocional aceptable; alrededor de los seis años los niños entienden que la emoción real y la aparente pueden no coincidir, esto es, que una persona puede sentir una cosa mientras se expresa otra. Hacia los nueve o diez años, pueden combinar la regulación de su expresión emocional con su razonamiento prosocial, con el fin de mantener las normas impuestas por el grupo y de cumplir con la expectativa social; finalmente, aunque a los diez años la regulación emocional se debe haber instaurado plenamente, aún les cuesta trabajo cuando se trata de emociones negativas como el enojo o la tristeza, especialmente cuando dichas emociones son de alta intensidad (Rendón, 2007). Con respecto al desarrollo del autoestima y el autoconcepto, se sabe que a los seis años, los niños hacen conexiones lógicas entre los aspectos del sí mismo. La autoimagen se expresa en términos positivos del todo o nada y se construye a través de conductas observables concretas y características externas como los rasgos físicos, de preferencia, posesiones y miembros dela familia. A los siete u ocho años los juicios que se hacen alrededor del autoconcepto son más conscientes, realistas, equilibrados y generales. Incluyen e integran varios aspectos de su persona y atienden a más de una dimensión de ellos mismos. Pueden asumir que son buenos para algunas cosas y no tan buenos para otras y realizan comparaciones con los demás acerca de sus cualidades y habilidades (Santrock, 2007). Durante la niñez intermedia y tardía, los niños poseen habilidades y características psicológicas muy específicas, que les permite afrontar de una forma u otra las situaciones que se les presentan en su vida cotidiana, sin 22 embargo, estas características siguen desarrollándose, por lo que un niño de seis años será muy diferente a uno de doce tanto física como psicológicamente, a pesar de encontrarse en la misma etapa de desarrollo. El inicio de una práctica deportiva regular, constante y estructurada se da generalmente durante la niñez intermedia y tardía, por lo que adicionalmente a las exigencias de su medio, los niños se enfrentan a exigencias propias del deporte competitivo, lo que puede ser causa de estrés; con el fin de evitar que este estrés se convierta en estrés crónico y burnout, es necesario generara estrategias de prevención e intervención enfocadas en los niños. Deporte y estrés en niños Si bien desde 1997 (Garcés de Los Fayos & García, 1997) se puso de manifiesto la necesidad de ahondar en las variables predisponentes al estrés dentro del área de la psicología del deporte, aún en 2011 (Valcarce, 2011) se sigue planteando esta necesidad debido a los rezagos científicos que ha habido en este campo de conocimiento. Aunado a esto, la mayoría de las investigaciones que se han centrado en estudiar estos factores lo han realizado con una población de deportistas de alto rendimiento adultos o jóvenes (de 13 a 30 años), por lo que autores como Ramírez (2015) plantean la necesidad de hacer investigación no solo con deportistas de alto rendimiento, sino con aquellos que practican deporte competitivo y ejercicio físico, así como estudiar a la población infantil, pues si bien en el deporte de alto rendimiento es donde más se pueden observar los estragos que conlleva la práctica deportiva, puede que no sea en ese momento que inician 23 los problemas, sino desde el deporte de competencia en niños, debido a que es en este momento donde las exigencias tanto de entrenadores como de padres dan inicio con respecto al deporte, además de que se encuentran sometidos ante un ambiente psicológicamente retador (Fraser- Thomas & Côté, 2009). Con respecto al estrés infantil, una parte de las investigaciones en esta área se han desarrollado atendiendo a la definición de estrés como estímulo; por ejemplo, el Inventario Infantil de Estresores Cotidianos (IIEC) (Trianes et al., 2009) permite conocer qué tanto los niños han estado expuestos ante situaciones potencialmente estresantes; sin embargo no evalúa si dichas situaciones generan o no una respuesta de estrés en los niños. Con respecto a la evaluación en niños atendiendo a la definición de estrés como respuesta, se encuentra la Escala de manifestaciones de estrés, en el cual se pregunta acerca de la sintomatología causada por el estrés (Osika, Friberg & Wahrborg, 2007; Escobar et al., 2011). Finalmente, bajo la concepción de estrés como relación acontecimiento- reacción se construyó el Inventario de estrés infantil, el cual presenta una serie de estímulos potencialmente estresantes y se pide al niño que haga una valoración de cómo se siente ante dichos estímulos (Ramírez, 2005; Vega et al., 2007). Si bien existen inventarios infantiles para cada una de las definicionesde estrés, las investigaciones con población infantil se han centrado principalmente en evaluar estrés como estímulo y como respuesta, donde se pregunta en relación a preocupación, miedo, nervios, enojo y en general emociones negativas y síntomas para determinar si un niño sufre de estrés (Carreón, 2011; Ramírez, 2005; Zamora, 2013). 24 Dentro de las consecuencias que puede acarrear el estrés infantil, se encuentran síntomas como: desmotivación, irritabilidad, ansiedad, tedio, disminución de la capacidad para pensar o concentrarse, errores de memoria, labilidad afectiva, actitudes negativas, sentido de incapacidad, inadaptación, depresión, alteraciones del sueño, cefaleas, problemas digestivos, entre otros (Martínez- Otero, 2012; Trianes et al., 2009). Con respecto al estrés en el deporte infantil, existe muy poca información al respecto, pues como ya se mencionó, la mayoría de las investigaciones han centrado sus esfuerzos en una población juvenil o adulta; de esta manera, las intervenciones que se hacen actualmente están basadas en la información recopilada con jóvenes, lo que no es completamente útil, pues los niños poseen características específicas por la etapa de desarrollo en la que se encuentran. Además, México es considerado el país con mayor sobrepeso y obesidad infantil (UNICEF, 2016). De acuerdo con datos de la ENSANUT (2016) 33.2% de los niños en México padecen sobrepeso u obesidad, y sólo el 17.2 % realiza la cantidad de actividad física que recomienda la OMS: 60 minutos diarios de actividad moderada o vigorosa (OMS, 2017). Por lo que es de vital importancia promover y mantener el ejercicio físico y el deporte en niños de edad escolar, ya que estos ayudan a mejorar la calidad de vida y fungen como factores protectores y de tratamiento frente a la obesidad. Por ello, es importante conocer cuáles son los factores que los niños perciben como estresantes dentro de su práctica deportiva, pues esta información proporciona herramientas útiles para la promoción y mantenimiento del ejercicio 25 físico, así como la prevención de estados más severos, como el estrés crónico o el burnout. 26 Capítulo 2. Método Planteamiento del problema Si bien el deporte y el ejercicio físico están asociados al bienestar tanto físico como psicológico, se debe tener en cuenta que estas características se presentan mayoritariamente cuando el deporte se practica en un contexto de mejora de calidad de vida, pues cuando se somete al deportista a un contexto competitivo, donde se enfrenta a todo tipo de exigencias, puede llegarse a encontrar en un estado de estrés agudo o incluso de estrés crónico (Fraser- Thomas & Côté, 2009; Garcés de Los Fayos & García, 1997). El estrés crónico es considerado un predictor del síndrome de burnout (De Francisco et al., 2016), el cual lleva al deportista a un estado tal en el que sufre depresión, irritabilidad, sentimientos negativos hacia la práctica deportiva e incluso lo lleva al abandono de su deporte (Loehr, 1990; Smith, 1986). Sin embargo, este proceso no se da de forma instantánea; pasar de estrés agudo a estrés crónico y después a burnout toma mucho tiempo, por lo que se considera que las medidas preventivas para evitar estos estados deben estar situados en la infancia, que es donde inician los deportistas que más tarde llegarán a ser de alto rendimiento. Desafortunadamente, la mayoría de las investigaciones se han enfocado en deportistas de alto rendimiento adultos o jóvenes, y no se considera a aquellos que practican deporte competitivo o ejercicio físico y a la población infantil; de esta manera, las intervenciones que se hacen actualmente para combatir estrés y 27 burnout en niños están basadas en la información recopilada con jóvenes, lo que no es completamente útil para esta población, puesto que la etapa de desarrollo en la que se encuentran es completamente diferente y tiene repercusiones en la forma en que perciben y se enfrentan a su entorno. Además, la falta de actividad física y el abandono de la misma es un tema preocupante, que puede llegar a ser considerado incluso de salud, pues como ya se mencionó anteriormente el ejercicio físico y el deporte ayudan a mejorar la calidad de vida y fungen como factor protector ante diversas enfermedades como la osteoartritis, la pérdida mineral ósea y la obesidad; considerando que México es el país con mayor sobrepeso y obesidad infantil (UNICEF, 2016) es de vital importancia promover y mantener la actividad física y el deporte tanto en adultos como en niños. Es por ello que el objetivo de esta investigación fue conocer cuáles son los factores que los niños perciben como estresantes dentro de su práctica deportiva, con miras a evitar el burnout y el abandono de la práctica deportiva. Pregunta de investigación ¿Cuáles son los factores que los niños perciben como estresantes dentro de su actividad deportiva? 28 Objetivo Conocer cuáles son los factores que los niños perciben como estresantes dentro de su práctica deportiva. Justificación Los datos obtenidos en esta investigación contribuyen al desarrollo teórico de la psicología del deporte, especialmente en lo relacionado con estrés infantil en este medio. Dicha información ayudará al diseño de intervenciones certeras y eficaces, dirigidas a deportistas infantiles para reducir las consecuencias negativas del estrés en este ámbito, tales como: bajo rendimiento deportivo, reducción en los niveles de satisfacción por la práctica deportiva y aumento de las lesiones físicas. Con el objetivo de reducir los índices de abandono de la práctica deportiva, así como ayudar a promover y mantener la actividad física con miras a una mejor calidad de vida y salud mental. Contexto La investigación se llevó a cabo en tres centros deportivos, todos pertenecientes al gobierno de la Ciudad de México, donde acuden a entrenar niños y adultos que practican diferentes disciplinas. Las cuotas de los centros, debido a que pertenecen al gobierno son relativamente bajas, por lo que la población que asiste a dichos espacios, en general son personas de nivel socioeconómico medio, que 29 si bien, tienen los recursos para pagar estos centros deportivos, no podrían costear uno de precio más elevado. La actividad realizada es extracurricular, por lo que los niños están obligados a cumplir con las actividades académicas y, adicionalmente, con los requerimientos que su deporte le demanda; hay entonces diversos agentes (profesores, entrenadores y padres) presionando a los niños para que sean exitosos en los diferentes ámbitos. Los participantes pertenecían a una de cuatro disciplinas: gimnasia artística, natación, clavados o fútbol, y entrenaban en distintos centros deportivos. Las alumnas de gimnasia artística entrenan en lo que denominaremos Centro 1, los de natación y clavados en el Centro 2 y los de fútbol en el centro 3. A continuación se brindará información del contexto de cada una de estos deportes. Los niños de gimnasia artística entrenan en el Centro 1 de martes a viernes un aproximado de hora y media, sin embargo, sus horarios no están previamente establecidos, por lo que dependen de la hora a la que las “cite” la profesora. No cuentan con los recursos óptimos y necesarios para la práctica de la actividad, el espacio es reducido y no tienen una zona de piso, los elementos de piso los practican sobre colchones. Si bien la mayoría de los deportistas son niñas, también hay un equipo varonil. Hay niños desde prenivel hasta nivel cinco, es decir, que ya participan a nivel nacional. Los niños de natación entrenan en el Centro 2 de martes a viernes de cinco a siete de la tarde, entrenan una hora fuera de la alberca haciendo ejercicio físico y una hora adentro. La alberca en la que practican es una alberca olímpica,donde también se encuentran desde alumnos principiantes hasta avanzados, incluyendo 30 los equipos de competencia. Los usuarios son tanto niños como adultos, sin embargo, cada uno de estos grupos entrena en diferentes horarios. Cuentan con los recursos adecuados para la práctica de su deporte, pero, a veces el agua, tanto de la alberca como de las regaderas está fría. Los niños de clavados entrenan en el Centro 2 de martes a viernes dos horas por la tarde y los sábados tres horas en la mañana, aunque, cuando se acercan las competencias nacionales llegan a entrenar hasta tres o cuatro horas diarias y los domingos. Si bien cuentan con los recursos básicos para la práctica del deporte, los niños manifiestan que hacen falta elementos extra como catres y colchones para generar un mejor entrenamiento y obtener un mejor rendimiento. En este centro deportivo entrenan desde clavadistas principiantes (niños o adultos diferenciados por horario) hasta competidores de nivel nacional. Con respecto a los futbolistas, ellos entrenan en el Centro 3 martes y jueves de cinco a siete, y juegan partido los sábados en la mañana. Entrenan al aire libre y comparten espacio con las otras categorías, es decir, hay niños de cinco y seis años entrenando al lado de niños de diez y once años, parecen contar con los recursos necesarios para la práctica de su deporte, sin embargo, el calor de la tarde y la lluvia juegan un papel contraproducente para su desempeño. Participantes Participaron 41 niños deportistas de entre seis y doce años de edad, pertenecientes a las disciplinas de gimnasia artística, natación, clavados o fútbol. La distribución según el sexo se presenta en la Tabla 1, mientras que la 31 distribución de acuerdo a la edad se presenta en la Tabla 2. Todos los participantes estaban afiliados a centros deportivos del gobierno de la Ciudad de México y habían participaron en al menos una competencia o torneo. Tabla 1 Número de participantes de cada sexo Gimnasia artística Natación Clavados Fútbol Total Mujeres 9 7 8 1 25 Hombres 0 3 2 11 16 Tabla 2 Número de participantes de cada edad Gimnasia artística Natación Clavados Fútbol Total 6 1 1 7 1 2 3 8 2 3 3 8 9 3 3 2 8 10 1 6 2 2 11 11 3 4 2 9 12 1 1 32 Diseño de investigación La investigación cualitativa fenomenológica permite explorar, describir y comprender las experiencias y percepciones de los individuos con respecto a un fenómeno determinado; debido a que el objetivo de este estudio era conocer los factores que los niños perciben como estresantes dentro de su práctica deportiva, se utilizó el diseño antes mencionado, con un enfoque empírico, el cual se centra en las experiencias de los participantes (Hernández, Fernández & Baptista, 2014). Procedimiento Para la recolección de datos se llevaron a cabo cuatro grupos focales, uno por actividad deportiva (gimnasia artística, natación, clavados y fútbol). El grupo focal se refiere a una técnica de entrevista grupal que aprovecha la interacción investigador-participantes con el objetivo de recolectar información (Kitzinger, 1995). Es particularmente útil en el estudio de actitudes y experiencias y permite conocer cómo operan y se desarrollan las ideas y las opiniones de un tema en específico en un determinado contexto (Hamui-Sutton y Varela-Ruiz, 2013). En el caso de las poblaciones jóvenes, se considera que esta técnica les brinda un empoderamiento particular, el cual consiste en aportar información por su propia voz y experiencia, por lo que se considera una técnica útil y apropiada para ser llevada a cabo con niños (Bagnoli y Clark, 2010; Gómez, 2012). Los pasos para el diseño y la conformación de grupos focales se llevó a cabo bajo el método propuesto por Escobar y Bonilla-Jiménez (2009). 33 Tras establecer el objetivo, diseño de investigación, cronograma (Anexo 1), selección de participantes y moderadores (conocedores del tema, con capacidad de interpretación, manejo de dinámicas de grupos, asertividad y buenas habilidades comunicativas), se continuó con la realización de preguntas estímulo para las sesiones, para lo cual la revisión de la literatura permitió determinar cuáles eran los posibles ámbitos de estrés en deportistas: factores personales, competencia, entrenamiento y relaciones interpersonales (provenientes de entrenadores, padres y pares).Con la participación de jueces expertos se realizó una guía inicial con preguntas que abordaran dichas categorías (Anexo 2) y posteriormente se hizo un piloteo con niños de las edades de la población estudiada para comprobar que las preguntas fueran claras y comprensibles. Durante las sesiones se escogían las preguntas más adecuadas y pertinentes para cada grupo, abordando todas las categorías brindadas por la literatura. Posteriormente, se solicitó el acceso a los centros deportivos a través de los entrenadores, informándoles acerca de los objetivos y la metodología que se llevaría a cabo en el estudio y se invitó a los niños a formar parte del grupo focal. Se hizo un acercamiento con los padres de aquellos niños interesados en participar para invitarlos a dar la aprobación para que sus hijos colaboraran en el estudio, para lo cual, a los padres se les explicaban el objetivo y método de la investigación que se realizaría, así como se hacía explícito el uso de audio- grabación de la sesión y se respondían sus dudas. Si los padres aceptaban, firmaban el consentimiento informado presentado en el anexo 3. Los grupos focales se llevaron a cabo en los espacios asignados por los entrenadores dentro de los centros deportivos de los niños, durante el horario de 34 entrenamiento en un día previamente acordado. En la sesión estuvieron presentes los deportistas y los moderadores, con ausencia de los padres y entrenadores para evitar sesgos sobre las respuestas de los niños. La sesión fue audio- grabada con una grabadora de bolsillo marca Sony. Los grupos estuvieron conformados de nueve a once participantes cada uno y tuvieron una duración aproximada de una hora. Finalmente, se procedió a llevar a cabo la transcripción de cada una de las sesiones y el respectivo análisis de la información. Análisis de la información Se llevó a cabo un análisis de comparación constante para la codificación y categorización de la información, la cual consiste en tres tipos de codificación: abierta, axial y selectiva (Onwuegbuzie, Dickinson, Leech, & Zoran, 2011). A través de un grupo de jueces expertos se llevó a cabo la codificación abierta que se refiere a la fragmentación de la información obtenida de los grupos focales codificándola de acuerdo con los factores que pueden resultar estresantes obtenidos por la literatura; además, se consideraron situaciones estresantes aquellas donde los niños reportaron emociones como preocupación, miedo, nervios, enojo y donde el análisis que hicieron implicaba que en dichas situaciones no contaban con recursos para enfrentarlos (Carreón, 2011; Ramírez, 2005; Zamora, 2013). Una vez realizado este paso se llevó a cabo la codificación axial que consiste en agrupar los fragmentos antes obtenidos en categorías y, por último se 35 llevó a cabo la codificación selectiva, donde se propone una temática para cada una de las categorías que exprese el contenido de la información obtenida. Adicionalmente al análisis de comparación constante, se llevó a cabo un análisis de frecuencia de respuesta, donde se contabilizó el número de testimonios de cada uno de los factores, obteniendo así el orden de importancia que se le otorga a la categoría en general. 36 Capítulo 3. Resultados La información se obtuvo respecto a los dos contextos en los que se desarrolla el deportista: entrenamiento y competencia. En cada uno de éstos se identificaroncinco categorías de factores que inciden en el estrés de los niños deportistas: familia, entrenadores, pares, situaciones personales y situaciones externas. Cada una de las categorías contiene diferente número de factores que los niños identificaron como estresantes, en total se contabilizaron veinte; diez en cada uno de los contextos antes mencionados. Las categorías fueron las mismas para el entrenamiento y la competencia, sin embargo, cobraron una importancia diferente dependiendo del contexto. Esto se obtuvo por medio del análisis de frecuencias que permitió jerarquizar dichas categorías (Tabla 3). Para describir los resultados, inicialmente se presentan el análisis de la información correspondiente al contexto de entrenamiento y posteriormente al contexto de competencia. Los resultados corresponden únicamente a las verbalizaciones realizadas por los niños, por lo que toda la información que aparece a continuación es acerca de la percepción que ellos tienen acerca su deporte. 37 Tabla 3 Jerarquía de las categorías Contexto Categoría Frecuencia Entrenamiento 1. Entrenadores 77 2. Situaciones personales 69 3. Pares 38 4. Familia 26 5. Situaciones externas 13 Competencia 1. Situaciones personales 70 2. Pares 27 3. Situaciones externas 21 4. Familia 20 5. Entrenadores 12 Contexto de entrenamiento. En el contexto de entrenamiento se identificaron diez factores que los niños perciben como estresantes dentro de su práctica deportiva, estos fueron clasificados en cinco categorías, mismas que fueron jerarquizadas por la frecuencia de respuesta. De esta manera, en el contexto de entrenamiento, de acuerdo al orden de importancia, las categorías son: 1. Entrenadores, 2. Situaciones personales, 3. Pares, 4. Familia, 5. Situaciones externas (Figura 1). 38 Figura 1: Categorías y factores en el entrenamiento Entre paréntesis se presenta la frecuencia de respuesta Entrenamiento 1. Entrenadores Exigencias del entrenador (52) Favoritismo (25) 2. Situaciones personales Emociones negativas (30) Afectación de otras actividades (29) Sobre-entrenamiento (10) 3. Pares Convivencia negativa (18) Exclusión (10) Violencia (10) 4. Familia Presiones (26) 5. Situaciones externas Infraestructura (13) 39 La categoría de entrenadores con sus respectivos factores, fue la que obtuvo mayor número de verbalizaciones, por lo tanto se le considera como la más importante para los niños deportistas. El primer factor son las exigencias del entrenador, que se refieren principalmente a la presión percibida sobre el rendimiento. Sin embargo, también se nota una falta de comprensión de las necesidades de los niños por parte de los entrenadores, ya sea en términos de explicaciones o consideraciones de emocionalidad y cansancio. El segundo factor es el favoritismo, donde los niños perciben la comparación y el trato no igualitario entre los miembros del equipo de entrenamiento; esta es una de las características que los niños viven muy aversivas, pues cuando un entrenador es favoritista, ellos lo detectan con mucha facilidad. Los ejemplos de esta categoría son presentados en la Tabla 4. En segundo lugar de importancia, se ubicaron las situaciones personales, mismas que son presentadas en la Tabla 5 con sus respectivos factores; las emociones negativas se refieren a sentimientos de frustración, enojo y tristeza que son reportados por los niños principalmente cuando han intentado algo muchas veces y no obtienen los resultados esperados o cuando se enfrentan a algo nuevo. La afectación de otras actividades se pone de manifiesto cuando los niños perciben no tener tiempo de realizar otras actividades, ya sean lúdicas o académicas, por último, el sobreentrenamiento, que se refleja en un cansancio físico extremo y que conlleva a que no quieran asistir al entrenamiento. La categoría pares obtuvo el tercer lugar en orden de importancia; sus factores son presentados en la Tabla 6. El factor convivencia negativa se refiere a las complicaciones que se presentan con los compañeros de entrenamiento, 40 mientras que la exclusión se refiere al rechazo, ya sea por características físicas, de habilidad o de antigüedad en el deporte que se da igualmente entre los compañeros de equipo. Por último, el factor violencia implica por un lado una forma de resolución de problemas o un modo de actuar en general de algunos de los miembros del equipo que tienen repercusiones en los demás compañeros. En cuarto lugar, se encuentra la categoría familia, donde los niños reportaron las presiones familiares enfocadas en la disciplina, exigencias y muestra de evidencias de rendimiento del deporte. Esta categoría es presentada en la Tabla 7. Finalmente, en la Tabla 8 se presenta la categoría situaciones externas, donde la infraestructura de los centros deportivos cobra importancia al no permitirles generar un mejor entrenamiento y en consecuencia conseguir un mejor rendimiento. 41 Tabla 4 Categoría de entrenadores durante el entrenamiento Categoría Factores Ejemplos Entrenadores Acciones o verbalizaciones que llevan a cabo los entrenadores y que son percibidas como estresantes por los niños. Exigencias del entrenador Regaños enfocados principalmente en el rendimiento y la técnica de los niños. “Cuando no hago las cosas bien el maestro me grita y me regaña” “Extiéndete, hazte para atrás, no sé qué, pero no te dice cómo hacerlo, nada más quiere que por arte de magia tú, tú entiendas como hacerlo ¡y eso no se puede!” “Nos dice que si nos pasó algo, que todavía no lo hacemos y ya estamos algunos llorando o cosas así” Favoritismo Comparar y otorgar beneficios a ciertos niños del grupo. “Aunque la maestra no diga que tiene preferidas sus modos de actuar la delatan” “La maestra, a niveles más cuando se enojan o algo este, no les dice nada y cuando nosotras nos enojamos nos empieza a regañar” 42 Tabla 5 Categoría de situaciones personales durante el entrenamiento Categoría Factores Ejemplos Situaciones personales Factores intrínsecos del individuo que pueden generar una respuesta de estrés en él. Emociones negativas Sentimientos de frustración, enojo y tristeza principalmente. “Se siente enojo, tristeza, la mismas frustración de hacerlo, hacerlo y nada” “…estoy preocupado porque siento que me voy a pegar, pero entre mi mente sé que sí lo voy a poder hacer, si no lo hago me estreso, porque siento que sí puedo, pero me da miedo” Afectación de otras actividades Falta de tiempo para realizar actividades de ocio o académicas. “Yo quería jugar con mis compañeros y no pude porque tenía que venir a entrenar y yo me fui enojada porque yo quería jugar” “te dejan demasiada tarea y la verdad en lo que comes y el tiempo que pasa no te dejan, no puedes hacer la tarea, no te deja tiempo y ya llegas demasiado cansada y tienes que a fuerzas hacer la tarea ya agotada” Sobreentrenamiento Cansancio físico extremo “Me canso, siento que mis hombros se van a caer o les va a pasar algo” “Dolor, me duele aquí todo, una vez vine a entrenar y me dolía todo esto” 43 Tabla 6 Categoría de pares durante el entrenamiento Categoría Factores Ejemplos Pares Acciones o verbalizaciones que llevan a cabo los compañeros de entrenamiento y que son percibidas por los niños como estresantes. Convivencia negativa Complicaciones que llegan a tener con otros niños dentro de su espacio de entrenamiento “O en el mismo nivel luego hay personas que pues que no te caen tan bien, entonces tú tienes que estar así , pero tienes que trabajar con ellas” “Luego unos niños, siempre pasaban y medecían cosas, como que me hacían bullying o sea, les caí gordo” Exclusión Rechazo entre compañeras de entrenamiento “Las mismas niñas te excluyen, por lo mismo físico y eso” “Cuando nos tocan juntar a niveles altos y más o menos, dice: ay quítate porque mi nivel es más importante que el tuyo” Violencia entre pares Uso violencia entre compañeros “Tú tienes tu balón y el profesor dice que ya, y él llega y te lo quita y tú no se lo dejas, y él llega y te empuja y hasta llega a dar puñetazos y patadas” 44 Tabla 7 Categoría de familia durante el entrenamiento Categoría Factores Ejemplos Familia Acciones o verbalizaciones que llevan a cabo los miembros de la familia y que son percibidas como estresantes por los niños. Presiones Enfocadas principalmente en la disciplina, exigencias y muestra de evidencias de rendimiento del deporte “Yo a veces no quiero venir, pero le digo a a mi mamá y mi mamá me dice: pues si pero si ya prometiste que ibas a estar cumpliendo aquí, tienes que hacerlo” “Me dijo mi mamá que si no les gano a mis compañeros que me va a sacar” “Cuando ve que no lo hago ¡Marco, ¿por qué no lo haces? no ya vente! bueno eso es lo que te desespera más de que te digan: ya vámonos a la casa, de que para qué estás ahí sin hacer nada, y pues como que, eso es lo que más te desespera, que te están diciendo este eso” 45 Tabla 8 Categoría de situaciones externas durante el entrenamiento Categoría Factores Ejemplos Situaciones externas Situaciones que se encuentran fuera del individuo, pero que son percibidas como estresantes. Infraestructura Contar con el equipo o las condiciones necesarias para generar un mejor entrenamiento “Porque o sea vea el gimnasio, casi nada más tenemos colchonetas, y ni siquiera esos trampolines sirven, o sea, no tenemos muchas cosas, pero ellos tienen catres terrestres, plataformas, alberca de esponjas…” “Con el piso aquí la suela te quema, se siente feo” Se identificaron también otros factores que si bien no son considerados como estresantes por los atletas, estos aportan información acerca del contexto en el que se desarrolla su práctica deportiva. Dentro de la categoría situaciones personales en el entrenamiento, se habló de la asistencia y de las conductas que llevan a cabo cuando no quieren ir a entrenar, pues a pesar de que ponen de manifiesto la importancia de no faltar a pesar de las otras actividades que tengan que realizar, hay ocasiones que por cansancio o por pereza no quieren asistir, “siento que sí es necesario venir para poder entrenar más y estar más avanzado”, “Yo a veces, cuando no quiero venir, 46 trato de tardarme más en comer o como que trato de distraer a mi mamá, le digo: no, es que me dejaron esto y esto, como que trato de atrasarla más tiempo y así”. Mencionaron las consecuencias físicas que llegan a sufrir en los entrenamientos, como golpes y lesiones, ya sea por la actividad misma o por accidentes “A la hora de abrir, me abro antes y ha llegado a pasar que caiga corta y que todas mis piernas me queden rojas”, “cuando te pones de portero y la paras te arden mucho las manos”. Y por último, dentro de la categoría de situaciones personales se habló del aprendizaje continuo de nuevos elementos y la sensación de bienestar que les produce la práctica de su deporte “te relajas, estás a gusto, puedes hacer una actividad física, te ayuda a tu salud”, “es un deporte muy bonito, aparte nos ayuda a desarrollarnos bien”, “practicar tu pasión por ese deporte que sientes y pues cada día aprender de eso”. Con respecto a la familia se mencionó la empatía que llegan a tener con ellos y la atención física y médica que les proporcionan ante los accidentes o las lesiones “A mí me soba mi mamá a veces el moretón, o luego me da pastillas o me pone alguna crema para ayudar al golpe a que se quite muy rápido”. En relación a los entrenadores, hablaron del apoyo, la enseñanza y la retroalimentación que les ofrecen durante los entrenamientos; “Me parece que nos apoya y que siempre está con nosotros para que nosotros podamos hacer más y podamos triunfar todo lo que, lo que queramos hacer de la natación”. Verbalizaron también aspectos que tienen ver con la empatía que tienen hacia su entrenador, por ejemplo, cuando la pasa mal “Este pues, también siento feo por el maestro porque él dice que toda la semana está, ha estado trabajando y 47 nada más tiene poco para estar con su familia y pues de verdad yo siento feo, porque pues es un buen maestro” Otra de las situaciones que se mencionó fue la relacionada con los problemas emocionales de sus compañeros, ya fueran debidos o no a la práctica deportiva. Si bien esto lo viven como un malestar en algunas ocasiones, no parece ser una fuente de estrés, pues incluso se muestran empáticos y cautelosos con estos niños “luego esas niñas tienen problemas emocionales y luego no les sale algo y empiezan a llorar, luego están felices, luego se enojan y están como bipolares bien raras y de repente vuelven a llorar y luego esas niñas son las más hostigosas son las que yo creo que necesitan más cariño o algo así”. A pesar de esto, en todos los grupos se habló de la sana convivencia que se da con regularidad y la sensación de bienestar que eso les genera, así como el apoyo que se da entre los amigos y en general con los compañeros “hay muchas amigas y puedes convivir”, “hay muchas veces que también tenemos muchas, mucha armonía y estamos todos juntos y risa y risa”. Contexto de competencia. En el ambiente de competencia se identificaron diez factores que los niños perciben como estresantes dentro de su práctica deportiva divididos en cinco categorías (Figura 2). 48 Figura 2. Categorías y factores en la competencia Entre paréntesis se presenta la frecuencia de respuesta Competencia 1. Situaciones personales Emociones negativas (37) Preocupación por el rendimiento (25) Eventualidades de la competencia (8) 2. Pares Trabajo en equipo (12) Relación con rivales (9) Preocupación por sus competidores (6) 3. Situaciones externas Miedo a la exposición (11) Percepción de injusticia de árbitros y jueces (10) 4. Familia Presiones (20) 5. Entrenadores Exigencias (12) 49 En la Tabla 9, se presenta la categoría de situaciones personales y sus respectivos factores, esta categoría fue considerada como la más importante en cuanto a experiencia competitiva por los participantes. El primer factor es el de emociones negativas, las cuáles son generadas por la presión de la competencia y pone a los niños en un estado de estrés; aluden sentirse nerviosos, preocupados, enojados, frustrados o con miedo. La preocupación por el rendimiento se demuestra en términos de nerviosismo y es debido a que detectan la importancia de la competencia y que es el momento donde deben aplicar lo aprendido. Por otro lado, las eventualidades de la competencia se refieren a eventos impredecibles que ponen en riesgo su participación y que son entonces una fuente de estrés para los niños. La segunda categoría más importante en la competencia fue la de pares; dicha categoría es presentada en la Tabla 10 con sus factores correspondientes. Preocupación por los competidores, que se refiere a la percepción de falta de preparación o de complicaciones en el rendimiento en comparación con lo demás competidores. La relación con los rivales se refiere a las situaciones que se gestan con sus contrincantes y que les genera estados de malestar. Por último, la falta de trabajo en equipo y las consecuencias que eso conlleva también lo detectan como estresante. La categoría de situaciones externas con sus dos factores se encuentra en tercer lugar; en uno
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